Guía de Examen, TC

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JESUCRISTO Y LA COMUNICACIÓN

Elementos para la Teología de la Comunicación

1. En la persona de Jesús se concentran y unifican todos los fundamentos teológicos de la


comunicación. Él es el eje de la historia de la revelación y de la salvación. Es la
visibilización o sacramentalización del misterio de Dios.
Jesús es el exponente supremo de la comunicación o del encuentro entre Dios y el hombre
en la historia de la humanidad. Es el perfecto comunicador. Representa la plenitud de la
comunicación y comunión con Dios y con los hombres.
En Jesús conoce su plenitud y consumación la revelación divina, que se personaliza.
El seguimiento de Jesús es el verdadero lugar teológico que permite a la Iglesia seguir
profundizando y descubriendo todas las dimensiones de la revelación que se completó en
Cristo.
En Cristo ha conocido también su plenitud la alianza entre Dios y la humanidad.
En Jesús se ha consumado la reconciliación entre Dios y el hombre.
2. La comunicación está en función de la revelación salvífica y esta “revelación” se da por
medio de la comunicación, por lo tanto en la teología de la comunicación, está en juego la
salvación del hombre.
Jesús de Nazaret es la figura del revelador y mediante el mensaje que comunica a la
humanidad también se autodefine a Dios mismo.
Quien desea seguir a Dios tiene que aceptar seguir a Jesús escuchándolo y practicando su
Palabra ya que la importancia de la manera en que Jesús se comunica y nos invita a hacerlo
no es solo enseñando sino realizando lo que enseña.
Jesús es la mediación visible para el conocimiento de lo invisible.
La imagen de Dios se concretiza en una persona Jesús y esto abre caminos a la teología de
la comunicación ya que de esta forma se tiene un fundamento sólido, porque, en cuanto
Palabra e Imagen es la representación más perfecta e Dios a la humanidad.
3. Dios no ha limitado su comunicación a la mediación de la palabra o de la imagen, la ha
llevado a la encarnación.
En la encarnación, la Palabra y la imagen adquieren toda su función reveladora y
comunicadora.
La encarnación es el nivel más alto de la comunicación entre Dios y el hombre.
En Cristo Dios se ha dado a conocer plenamente. Él es la exegesis de Dios.
Jesús es el interlocutor directo de Dios y del hombre, el mediador de la comunicación y el
dialogo entre ambos.
Dios asumió la naturaleza humana.
Jesús es el Logos personal, que entra de lleno en el plan salvífico de Dios.
La salvación es el objetivo final de la comunicación que Dios ha inaugurado en Cristo.
4. La misión de Jesús tiene un propósito, anunciar la Buena Nueva del Reino que llega, y lo
realiza a través de una predicación itinerante. La acción comunicativa de Jesús tiene dos
elementos constitutivos. Primeramente es una comunicación dialógica, es decir, es
comunicación personal que interpela al sujeto y lo hace entrar dentro de una dinámica
relacional, en donde nadie puede permanecer indiferente. Su acción comunicativa también
es directa y concreta, no anda con rodeos y expresa con verdad aquello que dice, aunque
cause disgusto o incomodidad a quien lo están escuchando.
5. La nueva alianza realizada en Cristo tiene como objeto la comunicación y la comunión
plenas de los hombres con Dios y entre sí.
La alianza es la comunión perfecta en el amor.
El objeto terminal de la comunicación es realizar la comunión derribando muros y
divisiones, es decir, con la reconciliación.
En Cristo Dios reconcilió al mundo, creando así la comunión, es decir, la común unión en
Dios.

Elementos para las prácticas comunicativas (personales y medios masivos)

1. Quedan muchas experiencias por atravesar hasta que la Iglesia y la humanidad hagan
conciencia plena de la revelación de Dios en Cristo.
El pecado ha sido vencido pero no ha desaparecido de la historia humana; sigue causando
división e irreconciliación en la humanidad. Se tendrán que emprender caminos de
conversión individual y colectiva hasta llegar a la comunión perfecta con Dios.
2. Cada palabra, acción y gesto está en disposición de comunicar, así como Jesús es un
ejemplo pleno de eso, nosotros debemos ser consientes que todo en nuestra persona
comunica, por eso es importante cuidar el sentido de lo que comunicamos y que valla en
relación con la Verdad.
Estamos demasiado acostumbrados a las palabras y nos falta sensibilidad para comunicar la
Palabra, lo que hace que empeoré la comunicación e incluso nos llega a costar trabajo
entenderla.
3. La antropología más elemental postula la mediación corporal para toda comunicación,
aún la más íntima y espiritual. “Nada hay en la palabra que no haya pasado por las
sensaciones”.
El diálogo entre Dios y el hombre.
4. La acción comunicativa de Jesús se caracteriza por la estrecha unidad que existen entre la
Palabra y el signo, entre el discurso y la acción. Su praxis tiene de base la coherencia, su
mismo actuar y sus mismos gestos expresan con claridad el discurso verbal que manifiesta.
Tales elementos de la acción de Jesús son de vital importancia dentro de los medios de
comunicación, su acción debe de estar motivada por la búsqueda de la verdad y del bien
común, en definitiva, su labor misma de comunicar debe de estar en consonancia con la
misma naturaleza con la que fueron erigidos. Siendo consecuentes de esta manera el
mensaje transmitido tendrá un mayor peso y será más significativo.
5. Se tiene como objetivo la comunicación de la reconciliación, que es la perfecta comunión
en el amor, siendo esta la alianza de Dios por medio de Cristo con los hombres.
Otro elemento que aporta es el ejemplo que Dios nos da, pues por medio de Cristo
reconcilio al mundo, y esto es lo que debe regir las practicas comunicativa, el crear una
verdadera comunión.

Ejemplos en que el contenido se aplica en modo concreto

1.Para poder entrar en relación con Dios, para poder conocerle, es preciso el seguimiento de
Cristo. Sólo así se aprenderá el modelo perfecto de comunicación.
2. Teniendo en cuenta que la comunicación se puede presentar de manera auditiva y
visual, hay la posibilidad de confundir que es lo que se nos da a entender con aquello que
vemos y escuchamos así que para poder discernir qué es lo mejor o que está más apegado a
la verdad, nos podemos confrontar con la Palabra hecha carne, es decir con Jesús, de esta
manera todo aquello que deseamos comunicar o recibimos tendrá un base en la verdadera
comunión, en la Trinidad.
3. Dios en su encarnación se rebaja hasta tomar la forma de siervo… especialmente cuando
llega el momento de anunciar a un Dios crucificado. Así Dios se hace solidario con las
víctimas en todas sus desgracias e insolidaridades y, desde ellas, con toda la humanidad.
Por eso es preciso solidarizarse con las víctimas de todas las esclavitudes y devolverles su
dignidad personal, para que la comunicación sea posible.
4. Si realmente se desea vivir en el seguimiento de Cristo, es propio de todos los fieles el
actuar de tal manera, que se manifieste la coherencia entre su discurso y sus acciones, de
modo que manifiesten un mismo mensaje, el cuál será la búsqueda de la verdad, el bien
común, pero sobre todo, el dar testimonio de Dios. El cristiano por naturaleza es
comunicador a semejanza de Cristo a Jesús.
5. Este contenido se puede y debe aplicarse durante toda la vida, pues es la manera en la
que debemos comunicarnos, estando en comunión con Dios y con los demás, y esto se
resume, en una palabra, reconciliación.
Por ejemplo, al comunicarnos con personas de diferentes culturas, razas, lenguas o clase
social se debe poner en practica la comunicación de la reconciliación, es decir, derribando
los muros y las divisiones entre uno y otro, no dejándose influenciar, por las diferencias o
los conflictos, sino por la común unión en Dios, que es la perfecta comunión del amor.

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