Guía de Examen, TC
Guía de Examen, TC
Guía de Examen, TC
1. Quedan muchas experiencias por atravesar hasta que la Iglesia y la humanidad hagan
conciencia plena de la revelación de Dios en Cristo.
El pecado ha sido vencido pero no ha desaparecido de la historia humana; sigue causando
división e irreconciliación en la humanidad. Se tendrán que emprender caminos de
conversión individual y colectiva hasta llegar a la comunión perfecta con Dios.
2. Cada palabra, acción y gesto está en disposición de comunicar, así como Jesús es un
ejemplo pleno de eso, nosotros debemos ser consientes que todo en nuestra persona
comunica, por eso es importante cuidar el sentido de lo que comunicamos y que valla en
relación con la Verdad.
Estamos demasiado acostumbrados a las palabras y nos falta sensibilidad para comunicar la
Palabra, lo que hace que empeoré la comunicación e incluso nos llega a costar trabajo
entenderla.
3. La antropología más elemental postula la mediación corporal para toda comunicación,
aún la más íntima y espiritual. “Nada hay en la palabra que no haya pasado por las
sensaciones”.
El diálogo entre Dios y el hombre.
4. La acción comunicativa de Jesús se caracteriza por la estrecha unidad que existen entre la
Palabra y el signo, entre el discurso y la acción. Su praxis tiene de base la coherencia, su
mismo actuar y sus mismos gestos expresan con claridad el discurso verbal que manifiesta.
Tales elementos de la acción de Jesús son de vital importancia dentro de los medios de
comunicación, su acción debe de estar motivada por la búsqueda de la verdad y del bien
común, en definitiva, su labor misma de comunicar debe de estar en consonancia con la
misma naturaleza con la que fueron erigidos. Siendo consecuentes de esta manera el
mensaje transmitido tendrá un mayor peso y será más significativo.
5. Se tiene como objetivo la comunicación de la reconciliación, que es la perfecta comunión
en el amor, siendo esta la alianza de Dios por medio de Cristo con los hombres.
Otro elemento que aporta es el ejemplo que Dios nos da, pues por medio de Cristo
reconcilio al mundo, y esto es lo que debe regir las practicas comunicativa, el crear una
verdadera comunión.
1.Para poder entrar en relación con Dios, para poder conocerle, es preciso el seguimiento de
Cristo. Sólo así se aprenderá el modelo perfecto de comunicación.
2. Teniendo en cuenta que la comunicación se puede presentar de manera auditiva y
visual, hay la posibilidad de confundir que es lo que se nos da a entender con aquello que
vemos y escuchamos así que para poder discernir qué es lo mejor o que está más apegado a
la verdad, nos podemos confrontar con la Palabra hecha carne, es decir con Jesús, de esta
manera todo aquello que deseamos comunicar o recibimos tendrá un base en la verdadera
comunión, en la Trinidad.
3. Dios en su encarnación se rebaja hasta tomar la forma de siervo… especialmente cuando
llega el momento de anunciar a un Dios crucificado. Así Dios se hace solidario con las
víctimas en todas sus desgracias e insolidaridades y, desde ellas, con toda la humanidad.
Por eso es preciso solidarizarse con las víctimas de todas las esclavitudes y devolverles su
dignidad personal, para que la comunicación sea posible.
4. Si realmente se desea vivir en el seguimiento de Cristo, es propio de todos los fieles el
actuar de tal manera, que se manifieste la coherencia entre su discurso y sus acciones, de
modo que manifiesten un mismo mensaje, el cuál será la búsqueda de la verdad, el bien
común, pero sobre todo, el dar testimonio de Dios. El cristiano por naturaleza es
comunicador a semejanza de Cristo a Jesús.
5. Este contenido se puede y debe aplicarse durante toda la vida, pues es la manera en la
que debemos comunicarnos, estando en comunión con Dios y con los demás, y esto se
resume, en una palabra, reconciliación.
Por ejemplo, al comunicarnos con personas de diferentes culturas, razas, lenguas o clase
social se debe poner en practica la comunicación de la reconciliación, es decir, derribando
los muros y las divisiones entre uno y otro, no dejándose influenciar, por las diferencias o
los conflictos, sino por la común unión en Dios, que es la perfecta comunión del amor.