Declaracion Del Menor Victima Tesis

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DE LA DECLARACION DEL MENOR, COMO VICTIMA, EN LOS PROCESOS

DE ABUSO SEXUAL

ISABEL CRISTINA SIERRA ANGEL

UNIVERSIDAD EAFIT

ESCUELA DE DERECHO

MEDELLÍN

2007
DE LA DECLARACION DEL MENOR, COMO VICTIMA, EN LOS PROCESOS
DE ABUSO SEXUAL

ISABEL CRISTINA SIERRA ANGEL

Trabajo de grado para optar al título de Abogada

Asesor
Doctora Amparo Urrea Giraldo
Abogado Universidad Autónoma Latinoamericana

UNIVERSIDAD EAFIT

ESCUELA DE DERECHO

MEDELLÍN

2007

2
DEDICATORIA

A mis padres,
A Camilo y
A Maria José
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCION 6
1. CONCEPTOS FUNDANTES. 8
1.1. EN QUE CONSISTE EL ABUSO SEXUAL INFANTIL. 11-12
1.2. QUIEN ES MENOR DE EDAD EN COLOMBIA. 12
1.2.1. Según el Código Civil. 12
1.2.2. Según el Código de la Infancia y la Adolescencia. 12
1.2.3. Según el Código Penal. 13
1.3. INCONSISTENCIAS 13
2. DECLARACION JUDICIAL DEL MENOR 14
2.1. ¿Que se entiende por Declaración? 14
2.2. Como se regula la Declaración de un menor en Colombia? 17
2.2.1. Regulación en el Código Civil. 17-18
2.2.2. Regulación en el Código de Procedimiento Civil. 18-19
2.2.3. Regulación en el Código Sustantivo del Trabajo. 19-20
2.2.4. Regulación en el Código de Procedimiento Laboral. 20
2.2.5. Regulación en el Código Penal. 21
2.2.6. Regulación en el Código de Procedimiento Penal. 21
3. ANALISIS DEL TESTIMONIO DEL MENOR VICTIMA DE ABUSO SEXUAL.
22
3.1. Alternativas en la Recopilación de los hechos narrados por el menor. 23
3.1.1. Acompañamiento por profesionales (Psicología Forense o Jurídica)
24
3.1.2. La Cámara Gessel. 28
3.2. Valoración Especial de la Declaración. 38
3.3. Sesgos existentes frente al testimonio del menor. 42
4. CONCLUSIONES. 44
5. RECOMENDACIONES. 48
BIBLIOGRAFIA (REFERENCIAS) 52
INTRODUCCIÓN

Nos encontramos en un mundo creado por parámetros hechos por y para adultos,
donde nuestros comportamientos y expresiones siempre estarán enmarcados
dentro de lo bueno o lo malo, de lo correcto o lo incorrecto, o de lo cierto o de lo
falso, por eso la idea de creer en la una realidad expresada por un menor parece
ser algo que no cabe dentro de tal mundo, pues para que sus palabras tuvieran
eco, en él, necesitaríamos que lo que es rojo para un menor también lo fuera para
un adulto.

Los menores no se caracterizan por tener una facultad cognoscitiva


suficientemente para dar a conocer, de una manera inequívoca, su mundo, sus
sentimientos y sus realidades. Expresarse ante cualquier adulto es para ellos
sumamente difícil, pues la sola presencia de este adulto es ya intimidante para él y
mas aun cuando lo que tiene que contar es algo que no solo afectara su entorno
sino también el de la persona que el señale como su agresor, en delitos de abuso
sexual.

La declaración de un menor abusado, por su condición misma, soñador,


fantasioso, carente de conocimientos, no se caracteriza por gozar de la
credibilidad que debería gozar, todo lo contrario, debe verse sometido a todas las
mitificaciones populares que se han desarrollado frente a lo que dice un menor. Si
bien es cierto, que los menores son manipulables y que por su corta edad pueden
confundir la realidad con lo que no lo es, también es cierto que el solo hecho de
oír, de boca de un menor, que ha sido objeto de una situación de Abuso Sexual ya
debe ser una señal de alarma para indagar sobre los hechos que él narra y
prestarle, en cualquiera de los casos, la ayuda que él necesite.

6
Las deudas y los cuestionamientos sobre la Declaración de los menores, no se ha
desarrollado por fuera del Derecho, todo lo contrario, es justamente en esta
ciencia, específicamente en el Derecho Procesal Penal, donde encuentra su
mayor desarrollo, debido a que cada día hay mas y mas procesos por abuso
sexual infantil donde la declaración del menor hace parte del acervo probatorio
que se acompaña al proceso correspondiente. Es por eso que a través de este
trabajo se pretende hacer un análisis sobre la credibilidad que tiene el testimonio
del menor abusado en los procesos ya mencionados.

Para lograr tal propósito se tratara inicialmente de presentar una breve definición
sobre lo que debe entenderse por Abuso Sexual Infantil y determinar quienes son
menores edad, para luego determinar la naturaleza de la declaración del menor
como medio de prueba dentro de los proceso penales correspondientes a los
delitos de Acceso Carnal y Acceso Carnal Violento con menor de 14 años, y de
esta forma poder abordar, en una sección siguiente, el estudio de los medios con
los que se cuentan hoy para no solo recepcionar la declaración del menor en una
forma mas precisa, mas efectiva y libre de cualquier fenómeno adverso tanto para
el menor como para la declaración, logrando de esta manera que su valoración
sea mucho mas adecuada por parte de los jueces a quienes les corresponde
conocer de los procesos correspondientes por este tipo de conducta delictiva.
Será este desarrollo temático el que permitirá finalmente aportar una serie de
conclusiones y recomendaciones que no buscan más que dejar una planteada una
solución alternativa a un flagelo social que como sociedad hoy debemos enfrentar.

7
1. CONCEPTOS FUNDANTES

1.1. ¿En qué Consiste El Abuso Sexual Infantil?


Son muchas y muy variadas las definiciones que hoy día se encuentran en los
diferentes medios de información (textos, reportajes, páginas Web, etc.), sobre lo
que se entiende por este tipo conducta. Algunas de ellas tienen enfoques
sicológicos, otros éticos y otros normativos. Pese a la variedad de concepciones,
la gran mayoría de ellas comparten elementos comunes de lo que es y lo que con
lleva tal situación.

A continuación y para tratar de no ser muy extensos presentando todas y cada


una de las posibles definiciones 1, se dará una definición de tal conducta que
abarque una concepción genérica de lo que se debe entender por ABUSO
SEXUAL INFANTIL.

Se entiende por Abuso Sexual Infantil todo comportamiento ejercido por una
persona sobre otra que no tiene ni la madurez intelectual, ni física, ni sexual
suficiente para comprender lo que es, y lo que implica, una relación de carácter
sexual, comportamiento que tiene como finalidad la satisfacción sexual del primero
de estos sujetos.

El abuso sexual infantil no es más que un comportamiento o una conducta


desplegada por una persona sobre un menor por medio de la cual se busca
satisfacer necesidades o impulsos de carácter sexual de la primera, sin que ellos
impliquen, en todos los casos, violencia o manipulación física del menor.

1
Ver por ejemplo las definiciones dadas por la Fiscalia General de la Nación (www.fiscalia.gov.co/
(www.fiscalia.gov.co/pag/entidad/qhviosex.html) y por el Instituto de Bienestar Familiar
www.icbf.gov.co/ (www.icbf.gov.co/espanol/maltrato6.asp),

8
Las manifestaciones que tiene este tipo de comportamiento no implican
necesariamente que haya un contacto genital o físico entre victima y abusador, en
muchas oportunidades la finalidad o satisfacción, que se busca a través de tal
conducta, se logra por comportamientos que no involucran tal contacto, como lo es
en el caso de fotografiar, filmar, exhibirse ante el menor o exhibirlo a el, mostrar
material pornográfico, entre otro tipo de conductas que no implican un
acercamiento, pero logran, como ya se dijo, la satisfacción buscada por el sujeto
activo.

Esta conducta abusiva encuentra diferentes escenarios, como puede ser en el


ambiente familiar, comunitario, educativo, o en cualquiera de los diferentes
círculos en los que se desarrolla y desenvuelva el menor, por lo que no hay una
relación especifica que lleve a pensar que exista un determinado grupo social
como la posible amenaza para un menor. Lo anterior, no quiere mas que significar
que el abusador de un menor puede ser cualquiera de las personas que se actúen
junte a él en su entorno social, cultural, educativo o familiar; sin embargo, no
quiere decirse, con ello, que solo las personas allegadas a el menor puedan
llegarse a considerar como las posibles abusadores, también puede serlo un
extraño pero las encuestas señalan que son los casos mas excepcionales.

Y es justamente la existencia de un vinculo, entre el menor abusado y su agresor,


lo que hace que este prefiera callar la situación a la que fue sometido, debido a
que el hecho de ser menores no los aleja de sentir afecto, miedo o simple
indefensión frente a sus agresores y frente a las consecuencias que esa narración
traería para su vida.

Son muchos y de gran interés los temas que se desarrollan entorno a la


concepción del Abuso Sexual Infantil, pero tratarlos todos terminaría por diluir el
objeto de este trabajo, sin embargo, no puede dejarse de lado, que muchas de las

9
situaciones de abuso a las que hoy se enfrenta Colombia se deben al desarrollo
cultural, social y educativo que se encuentra en gran parte de su población,
prueba de ello podemos encontrarlo en un la tesis que se sostiene en un aparte
del texto titulado “Intervención Interdisciplinaria en Casos de Abuso Sexual”
escrito por Leonardo Rodríguez Cely para la Universidad Javeriana, alli se lee:

“…d) Contexto social

Por lo común, el ASI se presenta en sociedades machistas en las que se


considera que los adolescentes tienen “derecho” a iniciarse sexualmente con las
niñas que trabajan como empleadas domésticas, y en culturas que aceptan que el
padre inicie sexualmente a sus hijas, alegando que tienen derecho a prepararlas
para cuando encuentren su pareja. Las familias donde hay un niño abusado
sexualmente son familias aisladas socialmente, en las que existe un padrastro o
madrastra con quien el niño no ha establecido un vínculo afectivo estrecho o con
quien sostiene una mala relación; en las que la comunicación es deficiente y no se
cuenta con la habilidad para resolver conflictos en forma efectiva; no hay respeto
por la individualidad, la intimidad y la privacidad de sus miembros; se descalifica al
menor y no se cree en su palabra; son patriarcales, centradas en la autoridad del
hombre de la casa; algunas veces el niño o las niña ha permanecido por algún
tiempo lejos del padre o de la madre y por tanto no tiene una relación estrecha con
él o con ella; el menor no está involucrado emocionalmente con el padre o la
madre; el padre o la madre castigan al niño o la niña cuando manifiesta curiosidad
por aspectos sexuales o cuando explora su cuerpo; los padres establecen muy
poco o demasiado contacto físico para demostrar afecto al menor.” ,

En conclusión el abuso sexual infantil no es más que un comportamiento o


conducta desplegada por una persona adulta sobre un menor por medido de la
cual se busca satisfacer necesidades o impulsos de carácter sexual del primero,
sin que ello implique en todos los casos violencia o manipulación física del menor.

10
1.2. ¿QUIÉN ES MENOR DE EDAD EN COLOMBIA?

Conociendo lo que se entiende por Abuso Sexual Infantil, queda por definir un
concepto mas relacionado con tal conducta y es establecer, desde el punto de
vista jurídico, quienes son menores de edad en Colombia. Para ello hay que
recurrir a las definiciones que aparecen en la legislación así:

1.2.1. Según el Código Civil.


En este código se considera menor de edad a aquella persona que no ha
llegado a cumplir la mayoría de edad, mayoría que, hoy, se alcanza a los
18 años.
El articulo 34 señala:
“ARTÍCULO 34. Llámase infante o niño, todo el que no ha
cumplido siete años; impúber, el varón que no ha cumplido catorce
años y la mujer que no ha cumplido doce; adulto, el que ha dejado de
ser impúber; mayor de edad, o simplemente mayor, el que ha cumplido
veintiún años****, y menor de edad, o simplemente menor, el que no
ha llegado a cumplirlos.
Las expresiones mayor de edad o mayor, empleadas en las leyes
comprenden a los menores que han obtenido habilitación de edad, en
todas las cosas y casos en que las leyes no hayan exceptuado
expresamente a estos.”(Subrayas fuera de texto).

Dos aclaraciones sobre el artículo trascrito:


La Primera: A partir de la vigencia de la Ley 27 de 1977 la mayoría de
edad se adquiere a los 18 años

11
La Segunda: A partir de la sentencia C-534 de 2005, tanto hombres
como mujeres adquieren la calidad de púberes al cumplir los 14 años.

1.2.2. Según el Código de la Infancia y la Adolescencia (Ley 1098 de


2006).
Lo dispuesto por esta ley no nos separa mucho de lo que dispuso el
Código Civil y lo que la Constitución Nacional dispuso en su artículo 98. La
primera de estas normas señala dos categorías: Una donde se señala que
debe entenderse por niño o niña toda persona que se encuentre entre los 0
y 12 años de edad, y otra, donde se indica que debe entenderse por
adolescente toda aquella persona que se encuentre entre los 12 años y los
18 años de edad. Pudiéndose entonces concluir que menor de edad es
toda aquella persona que no haya llegado a la mayoría de edad, es decir, a
los 18 años.

El Artículo 3 de la Ley 1098, señala: “ Para todos los efectos de esta ley
son sujetos titulares de derechos todas las personas menores de 18 años.
Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 34 del Código Civil, se entiende
por niño o niña las personas entre los 0 y los 12 años, y por adolescente las
personas entre 12 y 18 años de edad.
Parágrafo 1°. En caso de duda sobre la mayoría o minoría de edad, se
presumirá esta. En caso de duda sobre la edad del niño, niña o adolescente
se presumirá la edad inferior. Las autoridades judiciales y administrativas,
ordenarán la práctica de las pruebas para la determinación de la edad, y
una vez establecida, confirmarán o revocarán las medidas y ordenarán los
correctivos necesarios para la ley.”

12
1.2.3. Según el Código Penal.

Lamentablemente, el Código Penal no señala exactamente quienes son


menores de edad como lo hace la legislación civil, pero si se leen en los
artículos 205 a 219, puede concluirse que para los efectos de este trabajo
a las personas que se encuentra por debajo de los catorce (14) años de
edad se les denomina infantes, pues la conducta tipificada como delictiva
frente a los infantes son los actos sexuales abusivos cometidos con
persona menor de catorce (14) años.

1.3. INCONSISTENCIAS

El Código Penal deja por fuera de la categoría de Infantes a los menores


señalados por la Legislación Civil y por la Constitución Nacional; quienes se
encuentren entre los 15 a los 18 años de edad, no son objeto de la
protección especial frente al abuso que gozan los menores de 14 años
frente a este acto delictivo. Aspecto que no es propiamente un acierto
legislativo por cuanto el desarrollo de los individuos, sobre los que se está
hablando, puede ser tan vulnerable como los que si son considerados por
esta legislación como infantes.

De conformidad con las conceptualizaciones anteriores se concluye que es


menor de edad anteriores se concluye que es menor de edad aquella
persona que no ha cumplido la mayoría de edad estipulada por la
Constitución Nacional, es decir, los 18 años de edad, pues a partir de esta
edad se presume haber logrado, cada individuo, un desarrollo psicológico,
físico y cognoscitivo suficiente para tomar todo tipo de decisiones, no solo
las de carácter ciudadano sino también aquellas decisiones que
determinaran las principales pautas de su vida.

13
Para efectos de este trabajo debe entenderse a la normativa penal en razón
de la especialidad.

2. DECLARACION JUDICIAL DEL MENOR.

Es justamente en este aspecto que el objeto de este trabajo cobra forma, pues es
la credibilidad que se le otorga a la declaración del menor, el derrotero de este
trabajo, debido a que se han configurado miles de versiones sobre este aspecto;
algunas de ellas son: “a los niños no debe creérseles porque son mentirosos”, “los
niños son manipulables fácilmente”, “los niños inventan todo tipo de cosas”, “los
niños no tienen el conocimiento suficiente para diferenciar la mentira de la verdad”;
y si bien muchas de esas afirmaciones pueden ser ciertas, también pueden no
serlo por eso se pretende a través de esta monografía aportar una serie de
conceptos y recomendaciones que ayuden a establecer medios alternativos en lo
que respecta a la declaración de los menores.

Razón por la cual se hará a continuación un análisis sobre lo que implica y lo que
significa el testimonio de un menor como medio de prueba dentro de un proceso
penal por abuso sexual infantil.

2.1. ¿Que Se Entiende Por Declaración De Un Menor de Edad?

De acuerdo con lo expresado por YESID REYES ALVARADO, en su texto “LA


PRUEBA TESTIMONIAL” 2, luego de hacer un minucioso examen sobre las
diferentes posiciones y conceptualizaciones que se han hecho al respecto
concluye que se puede definir al testimonio como “la narración que ante autoridad

2
REYES ALVARADO, YESID. “La Prueba Testimonial”. Ediciones Echandia Abogados Ltda.
Primera Edición. Bogota-Colombia.1988. Págs. 267.

14
competente hace una persona natural en relación con lo que le consta respecto de
los hechos por los cuales se le pregunta”.

Así las cosas debe tenerse claro que el testimonio de una persona determinada da
una declaración sobre unos determinados hechos, lo que hace que cualquier juicio
de valoración que éstos hagan de la conducta a considerar como delictiva o no
son objeto de este medio de prueba.

Sin embargo hay una definición mas que aportar y es la que trae el Dr. JESUS
IGNACION GARCIA VALENCIA, en el texto denominado “LAS PRUEBAS EN EL
PROCESO PENAL COLOMBIANO”, en el cual considera al testimonio como “el
medio de prueba mediante el cual una persona hace ante el funcionario judicial un
relato libre y mediato de los hechos relacionados con la investigación del delito o
“de los hechos antecedentes, coetáneos o subsiguientes a los acontecimientos
delictuosos. Por ello puede hablarse de testigo ante facto, in facto, ex post facto”“. 3

A partir de esta definición el autor nos muestra los diferentes tipos de testigos que
pueden darse, como lo son, para él, el testigo referencia o indirecto (no ha
percibido directamente los hechos que narra), el testigo único, el ofendido como
testigo y el testigo técnico. De estos se hará hincapié en el ofendido como testigo,
pues no puede olvidarse que es el testimonio rendido por el menor abusado el
objeto central de este trabajo. Aunque es muy breve la conceptualizaciòn que se
hace sobre este tipo de testigo se concluye claramente que su calidad no es
impedimento alguno para no tenerlo en cuenta como medio probatorio que es,
todo lo contrario, debe tenerse en cuenta y valorarse de la manera mas detallada
posible pues solo de esta forma podrá darse cuenta el Juzgador hasta donde
llegan los alcances de tal testimonio, es decir, si este es libre o se encuentra atado
a algún tipo de sentimiento o de situación anómala y contraria a la verdad.

3
GARCIA VALENCIA, JESUS IGNACIO. “ Las Pruebas en el Derecho Penal Colombiano”.
Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez C. Ltda. Bogota-Colombia. 1993. Págs. 256.

15
A lo anterior solo puede agregársele un nuevo elemento y es el papel que
desempaña el Juzgador al momento no solo de recepcionar un testimonio sino
también al momento de valorarlo, pues al momento de recibirlo de el dependerá
que tan exacto puede ser o no ser, pues toda declaración estará antecedida por
un cuestionario y de lo concreto que éste sea dependerá el alcance del testimonio
rendido por el testigo. Y al momento de valorar, porque de su buen juicio
dependerá el peso que le dará cada prueba dentro del proceso que le corresponda
fallar.

Ahora bien, el testimonio del menor, como medio de prueba que es, se considera
un acto jurídico de carácter procesal que busca o tiene como fin llevar al Juez al
convencimiento sobre la veracidad de los hechos narrados por el menor o por
quien lo represente y que dieron lugar al proceso correspondiente.

Sin embargo, el testimonio del menor tiene un paradigma más que enfrentar y es
lo que por muchos se considera como incapcidad, autores Gorphe 4 y Núñez
Cantillo 5, consideran que los menores son personas incapaces para rendir una
declaración acertada en cualquier clase de proceso judicial, pues para ellos su
frágilidad mentalidad hace que sus testimonios sean cada vez menos confiables.
Pero como veremos posteriormente esta postura ha sido rebatida desde los
diferentes textos de carácter psicológico que pueden encontrase al alcance de
cualquiera.

Adicionalmente también lo han hecho autores como Reyes Alvarado y García


Valencia, en los textos antes citados, pues para ellos la edad no debe ser un
impedimento, más aun cuando la misma ley Colombiana le permite a estos sujetos
4
GORPHE, Francois. “La Critica del Testimonio”.Editorial Reus. Quinta Edición. Madrid-
España.1971. Pág. 329.
5
NUÑEZ, Cantillos Adulfo. “El Testimonio como Medio de Prueba”. Librería Profesional. Bogota-
Colombia. 1978. Pág. 296.

16
realizar este tipo de actos. El tema ha sido de gran polémica más aún cuando no
se tenia delimitado el criterio para determinar quien es y quien no es niño o menor
de edad, razón por la cual en este texto se abordó tal tema pues solo de esta
manera se podrá tener una claridad conceptual de lo que se pretende con el
mismo y adicionalmente porque de tal delimitacion dependerán las
recomendaciones que se puedan construir.

Para finalizar este aparte debe tenerse en cuanta que el testimonio del menor, al
igual que cualquier otro testimonio, es tomado dentro del proceso penal, hace
parte del material probatorio correspondiente y deberá ser valorado en conjunto
con las demás pruebas aportadas para poder lograr el fin ya mencionado, de ahí
que cuando no existen otras pruebas, como dictamen pericial u otros testimonios
que ratifiquen lo narrado por el menor, la credibilidad que ofrece tal testimonio es
aún más cuestionada no solo por el Juez como autoridad competente para fallar
sobre la veracidad de tal testimonio sino también por el abogado defensor del
agresor, que no buscará más que lograr evitar la imputación penal de su defendido
y para ello tachara de falso, inexacto y demás apelativos que se le adjudican a
dicha narración.

2.2. ¿Cómo se regula la declaración de un menor en Colombia?

2.2.1. Regulación en el Código Civil.

Partiendo del articulo 1504 como la norma reguladora de la capacidad frente a los
actos y las declaraciones de las personas, podemos darnos cuenta que para esta
legislación los menores, sin importar si son púberes o impúberes, son
considerados como incapaces, de ahí que en otras normas del mismo texto legal,
como lo seria por ejemplo el articulo 1068, nos encontremos con que el testimonio
que rinda un menor sea considerado como inhábil o invalido.

17
La capacidad en este Código esta expresada, como lo manifiesta el artículo 1502,
en términos de poder obligarse por si mismo frente a las obligaciones que como
persona puede contraer en el ámbito contractual, esto implica que no requiera de
mediación o autorización de una tercera persona 6 para poder representar sus
intereses y como lo vemos en los artículos 62, 524 entre otros el menor siempre
necesitara de la representación de sus padres o de un curador para poder hacer
valer sus intereses. La ley civil presupone que por no tener la madurez intelectual
suficiente el menor no se encuentra facultado para poder obrar libremente, en
otras palabras, la legislación civil trata de proteger al menor de cualquier tipo de
disparidad por considerar que este por su fragilidad emocional puede ser el
“blanco” fácil de cualquier tipo de conductas contrarias a sus intereses.

Bajo este punto de vista, tiene la legislación civil aciertos y desaciertos en sus
disposiciones, se dice que acierto por cuanto le otorga al menor una protección
especial en muchas disciplinas que el no conoce y que ponen en riesgo sus
intereses, como lo puede ser el campo de los negocios, y se habla de desacierto
por cuanto se le niega a darle al testimonio del menor la fuerza, que en casos
como el especifico, se requiere, pues es en este tipo de situaciones, donde es el
menor y solo el menor el único indicado o el único testigo de lo que en realidad le
favorece o le desfavorece le veten o le tilden de invalido su testimonio solo por el
hecho de ser menor y no tener la capacidad legal suficiente para obrar por si
mismo.

2.2.2. Regulación en el Código de Procedimiento Civil.

De conformidad con lo dispuesto por los artículos 44, 45, 195, 215 puede inferirse
que se considera que tiene capacidad para comparecer a un proceso de índole
6
Se deja por fuera de esta reflexión el caso del menor adulto emancipado, pues se requiere
autorización judicial para lograrlo.

18
civil, en calidad de testigos, los mayores de 12 años. Aspecto que riñe con todo lo
hasta acá expuesto por cuanto como ya se ha dicho son los 18 años la edad
contemplada como la mayoría de edad y por tanto la edad limite en la que el
individuo alcanza un desarrollo físico, mental y cognoscitivo idóneo para enfrentar
situaciones anómalas como las que tiene que ver con el abuso sexual infantil.

No puede olvidarse que el legislador al momento de contemplar la capacidad de


las personas, ignoraba muchos de los elementos del conocimiento con los que hoy
se cuenta y consideraba por ende que los menores de 12 años no podían aún
argumentar en forma concreta y cierta una determinada situación. Adicionalmente
y como ya se señalo no puede olvidarse que el testimonio como medio de prueba
que es, simplemente trata de acercar al Juez a una visión personal de un hecho
que se esta investigando sin que con ello se pueda argumentar que lo narrado es
lo ocurrido, hay que analizar todos y cada uno de los medios probatorios que se
tengan a su disposición para poder determinar la ocurrencia o no de tal hecho.

2.2.3. Regulación en el Código Sustantivo del Trabajo.

Para la legislación laboral, de acuerdo, con lo dispuesto por el articulo 29 del


Código Sustantivo del trabajo, se considerada que se tiene capacidad para
celebrar contrato individual de trabajo en el momento en que se haya cumplido los
18 años de edad, es decir, al momento de cumplir la mayoría de edad regulada en
el articulo 98 de Constitución Nacional Colombiana; sin embargo en artículos
siguientes como lo son: 30, 31 y 161, nos dejan ver como el legislador laboral
contemplo que de forma excepcional y mediando una autorización por parte del
ministerio de trabajo o de la máxima autoridad competente se le permita contratar
a los menores entre los 12 y 17 años de edad, otorgándoles a estos una
capacidad, por así decirse, excepcional que les permita ser objeto de derechos y
obligaciones para esta rama del derecho.

19
Ahora bien, esta legislación debe ir muy acorde con lo que al respecto a
establecido la Ley 10 98 de 2006 en todo los aspectos que tiene que ver con lo
que toca al adolescente trabajador, no solo en lo que tiene que ver con la
autorización necesaria para hacerlo, sino en el o que tiene que ver con la jornada
laboral, su remuneración y las labores que para ellos están permitidas y las que
por el contrario están prohibidas.

2.2.4. Regulación en el Código de Procedimiento Laboral.

Lamentablemente, esta legislación no tiene mucho que aportar al respecto,


simplemente en el articulo 120 establece que en el momento en que cualquier
menor trabajador requiera hacer uso de cualquiera de las acciones propias del
contrato laboral con él existente, deberá hacerlo por intermedio de sus
representantes legales o a falta de estos acudir a la autoridad judicial
correspondiente para que le nombre un curador que lo represente en sus
intereses.
Adicionalmente, en el articulo 33 del citado Código se dispone como garantía
procesal general, que quien vaya acudir a la jurisdicción laboral deberá hacerlo por
intermedio de abogado titulado o por si mismo en ciertos casos, que no tiene nada
que ver con lo que nos interesa.
Así las cosas, no regula en particular nada que tenga que ver con la declaración
que tenga que rendir el menor en forma particular, simplemente se limita a
garantizar que al menor hacer parte de un proceso de índole laboral no vea
afectado sus intereses frente a los de la otra parte, para lo cual busca que siempre
este acompañado de un “adulto” que se encarga de salvaguardar los mismo.

20
2.2.5. Regulación en el Código Penal.

Decir algo diferente sobre lo que ya se dijo en el aparte 1.2.3. sobre “la valoración”
que esta regulación tiene sobre quien es menor, no es mas que redundar.

Simplemente para la Legislación Penal, se establece una causal de agravación


punitiva cuando un acto de acceso carnal con o sin violencia se comete en
persona menor de 14 años, dejando por fuera de esa “protección” a los menores
que no se encuentran dentro del rango establecido, pero que para otras
legislaciones también deben ser objeto de amparo pues aún se encuentran en
edades de alta vulnerabilidad, ya que , el desarrollo emocional, psíquico,
cognoscitivo y social de los individuos no es el mismo.

2.2.6. Regulación en el Código de Procedimiento Penal.

Esta legislación, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 266 no es que haya
ido muy lejos de lo que hizo la civil, al igual que esta, tomo los 12 años como la
edad limite para recibir declaraciones sin necesidad de ser asistido o
representado por una tercera persona, palabras propias del texto citado, a partir
de los 12 años se le recibirá juramento al menor que pretende hacer valer su
testimonio frente a la autoridad judicial correspondiente, y además, podría
entenderse, que de los 12 años en adelante no necesita estar asistido en la
diligencia correspondiente por ningún representante o mayor que vele por su
bienestar.
Aspecto paradójico, cuando hemos visto que en la mayoría de las legislaciones la
capacidad como sujeto de derecho se adquiere al cumplir los 18 años de edad y
solo a partir de este momento se suprime del actuar jurídico del individuo la
presencia del representante o curador.

21
3. ANALISIS DEL TESTIMONIO DEL MENOR VICTIMA DE ABUSO SEXUAL.

Como ya se ha dicho el testimonio de los menores, por tratarse de personas en


formación, debe recepcionarse de acuerdo a esa calidad de especial que tienen, es
decir, por el carácter que tiene los niños de ser personas con desarrollo psico-
social en desarrollo, quieran expresar algo que sintieron, percibieron, oyeron o
vivieron deben ser escuchada, tal narración, de una manera especial, no como la
que se acostumbra para otro sujeto cualquiera y dirigida por el personal idóneo
para hacerlo, de tal manera que lo arrojado por tal narración sea la descripción más
confiable posible de lo que pudo haber vivido, percibido u oído por parte del menor.

La especialidad que tiene este testimonio no solo se reconoce en este texto, y en


otros de carácter psicológico, también ha sido reconocida por diferentes fuentes del
derecho como lo son la Ley y la jurisprudencia emitida por nuestra Corte Suprema
de Justicia. Por ejemplo en la Ley 1098 de 2006, concretamente en el numeral nro.
12 del artículo 193 y en el articulo 194, se puede deducir la importancia que tiene el
hecho de recibir el testimonio del menor que dice ser abusado o del menor victima
de cualquier clase de delito de una manera especial, por cuanto el contenido de
estos artículos manifiestan claramente que no solo deben estar acompañados del
personal idóneo, un psicólogo, sino que además se deja plateada la posibilidad de
utilizar cualquier medio tecnológico que garantice tanto la seguridad física y
psicológica del niño, como la comprensión por parte de este de la importancia y la
delicadeza del asunto a tratar.

Pero esta no fue la única Ley que trato el asunto, también lo hizo la Ley 906 de
2004, en sus artículos 146 y 383, al permitirle al Juez de conocimiento de los
procesos en los que el menor sea victima de un proceso ante el adelantado sino
que además la posibilidad, nuevamente, de hacer uso de medios tecnológicos
como el audio video para recolectar tal narración.

22
Sin embargo, aún nos queda una posibilidad más frente al tema y que no dista
mucho de las ya tratadas, y es la mencionada por la Corte Suprema de Justicia en
la sentencia de casación emitida el 26 de Enero de 2006, en el proceso identificado
con el radicado 23706, a través de ella, la Corte nos deja ver la necesidad de tener
al frente, de este tipo de interrogatorios, a una persona habilitada profesionalmente
para hacerlo, ya que el no hacerlo en una debida forma solo puede dar lugar a
falsos testimonios y por ende a falsas acusaciones, sino que puede llevarse a que
no se haga un debido diagnostico sobre la narración dada por el menor.

La sentencia citada aporta una gran cantidad de elementos que deben tenerse en
cuenta al momento de recolectar este testimonio como lo son la utilización de un
personal idóneo, el hecho de que el interrogatorio deba realizarse sin preguntas de
carácter sugestivo o tendenciosas, adicionalmente debe manejarse la entrevista no
solo prestando importancia a los detalles y haciendo hincapié una y otra vez en lo
narrado ya que solo de esta repetición pueden obtenerse recuerdos que en una
única pregunta no pueden obtenerse.

Así las cosas, puede decirse entonces que dentro de nuestro ámbito jurídico el
tema no ha sido desconocido, aunque si nos damos cuenta es mas bien nuevo,
pues tanto las normas como el fallo citado no pasan de los 3 años de estar en
dicho ámbito. Caso que no tiene mayor relevancia, pero que nos demuestra que es
un campo que esta aun por explorar y que corresponde a estudios como este dejar
un interrogante sobre las posibles formas que hay al momento de escuchar a un
menor que manifiesta haber sido abusado.

3.1. Alternativas en la recopilación de los hechos narrados por el menor.

De las antes denominadas posibilidades que otorgaban tanto por las normas como
por la Jurisprudencia citadas, se planteara a continuación dos alternativas, que

23
aunque ya existen en nuestro ámbito no han sido utilizadas como debería hacerse,
ofrecen mayores facilidades y menores yerros en lo que tiene que ver con la
recepción y la valoración del testimonio del menor objeto de una situación de abuso
sexual, estas alternativas son:

3.1.1. Acompañamiento por profesionales (Psicología Forense o Jurídica)

El psicólogo forense es aquel profesional en psicología que se dedica a estudiar el


comportamiento humano, sus causas y sus consecuencias, sus pensamientos,
sus dudas, sus aciertos y sus falencias; descubriendo dentro del mismo los
problemas de conducta que pueden desarrollarse en algunos individuos, en
algunas situaciones particulares de sus vidas.

El psicólogo forense evalúa la condición y estado de salud mental del paciente, sin
importar que este tenga la calidad de agresor o victima dentro del proceso al que
fue vinculado.

En el caso particular que nos ocupa, estos psicólogos están facultados para
detectar cualquier tipo de anomalía en el testimonio del menor y poder determinar
de esta forma si el menor ha sido inducido a acusar a alguien por otro mayor, o si
su testimonio proviene de fantasías propias de su imaginación, o si por el contrario
es una narración real de una situación de abuso.

Se hace mención a inducciones y fantasías, por cuanto se han detectado casos en


los que los menores por una serie de conductas, miedos o creencias populares
llegan a pensar y manifestar que han sido abusados, prueba de ello lo
encontramos en un caso que sucedió en los Estados Unidos7, donde una madre

7
El texto completo de este caso se conoce como: “El caso Mc.Martin. Perdidos en los laberintos de
la memoria”. En; www.geocities.com/papahijo2000/cruel1.html.

24
de un menor de dos años y medio de edad, que sufría de esquizofrenia, manifestó
a las autoridades competentes que su hijo había sido abusado por el personal de
la institución donde asistía su hijo. Las autoridades enviaron un comunicado con
una serie de preguntas influyentes sobre la mente de cualquier menor para que la
realizaran sus padres y éstos las hicieron a sus hijos apareciendo una cantidad de
denuncias por este hecho que resultaron ser producto no sólo de la mente de los
menores sino además de la calidad de preguntas que fueron formuladas por sus
padres.

La mente de un menor es altamente sugestiva y si alguien interviene en ella


dejando pensamientos o sentimientos que no pertenecen a la menta de este
menor, no puede decirse que ellos como tal estén mintiendo, todo lo contrario
están diciendo una verdad que alguien implanto en sus mentes, están
manifestando una verdad adquirida por alguien que hace parte de entorno y que
ejerce gran influencia sobre su proceso cognoscitivo. Sin embargo, la capacidad
intelectual de los profesionales ya mencionadas esta concedida para poder
determinar cuando ocurre este fenómeno o cuando el niño por su propia
imaginación o por el reflejo de lo que ve, esta transmitiendo un sentimiento no
propio, un sentimiento producto de algo externo a él.

Para ello estos profesionales cuentan con una serie de elementos como el tipo de
preguntas que deben realizarse, el manejo de los tiempos en que debe hacerse
dicha pregunta y en las formas, la reiteración que debe hacérsele en determinado
asunto, el manejo del espacio y de las partes de su cuerpo, entre otros miles de
elementos que son propios de la formación es esta disciplina.

La psicología forense es una figura nueva para Colombia (la cual no lo es para
países como España, Argentina, Venezuela, USA, entre otros, donde el desarrollo
de esta modalidad profesional está mucho más avanzado) y que aún se está
empezando a desarrollar. En la actualidad, y como ya se esbozo anteriormente,
muchos de ellos emiten sus conceptos por una orden Judicial, en un determinado

25
asunto, sin embargo, no debe dejarse de lado la gran utilidad que pueden tener
estos en el acompañamiento que pueden darle tanto a victimas como agresores,
no sólo para los casos de abuso sexual sino para otro tipo de conductas que
requieren la evaluación del comportamiento humano.

Adicionalmente, debe enfatizarse que esta alternativa de la psicología forense es


aún más útil en aquellos casos donde no se cuenta con pruebas físicas del relato
del menor y la única prueba sobre la que se fundamenta su denuncia es su propio
testimonio, pues a través de esta herramienta profesional puede evaluarse la
veracidad de los hechos narrados por el menor y de los narrados por el agresor y
determinar de este modo cual de las partes tiene una falencia en la narración de
tales hechos. No quiere decirse con esto, que estas personas estén dotadas de
una habilidad superior o sobrenatural, que determina a ciencia cierta, sin margen
alguno de duda, que es cierto y que no, pero si son personas que tiene la
capacidad intelectual de construir una cadena de elementos, de conceptos y de
argumentos que ayudan al Juez a determinar donde esta la verdad, quien debe
ser penalizado por una determinada conducta y quien no.

Ahora bien, existe una variante de esta ciencia y es la denominada Psicología


Jurídica, la cual no sólo hace uso de la psicología como fuente primaria de sus
conocimientos sino que hace uso de otra ciencia social, que es el Derecho, así las
cosas, el psicólogo jurídico no sólo conoce el comportamiento psicológico del ser
humano, sino también las consecuencias que de éste se derivan para la sociedad
y para el ordenamiento jurídico.

En el texto del Psicólogo Gilberto Aldana Sierralta, titulado: “El psicólogo jurídico
en el ámbito del abuso sexual infantil: prevención e intervención”, publicado en la
página Web www.psicologiajuridica.org/, se lee:

“ El psicólogo jurídico es el especialista, que posee conocimientos tanto


de las ciencias de la conducta como de las ciencias jurídicas, lo que

26
posibilita un abordaje más integral del fenómeno del abuso sexual
infantil, esto se fundamenta en la premisa de que un psicólogo clínico
puede abordar los problemas psicológicos -conductuales y sociales
generados por éste hecho, tomándose en consideración tanto a la
victima como al victimario.

Dada estas circunstancias, el papel del psicólogo jurídico es
determinante en el abordaje del llamado abuso sexual infantil, ya que el
mismo esta capacitado para abordar este hecho desde las perspectivas
psicológica y jurídica, haciendo su presencia muy importante en el
ámbito legal, ya sea como asesor de abogados, jueces, fiscales, etc o
cómo terapeuta tanto de las victimas como de los victimarios. Esta
ponencia va estar dirigida a las posibilidades de acción que tendría el
psicólogo jurídico en el abordaje del abuso sexual infantil; se tendrá en
consideración tanto a la victima como al victimario” 8 (Subrayas fuera de
texto).

Esta figura aporta una herramienta más para el sistema penal colombiano en los
casos de ABUSO SEXUAL INFANTIL, pues permite canalizar a través de este
personaje todas las denuncias que por este delito se lleguen a presentar, de tal
forma que por sus conocimientos en el área de la psicología podrá saber cuál
denuncia puede considerarse como falsa y cuál como cierta y de esta manera, y
gracias a su manejo del derecho, determinar cuál sería el paso o la autoridad a
abordar.

De esta forma ya el menor y su familia no tendrían que estar cuestionándose

sobre cuál es la Institución a la que deben asistir para frenar su agresión y para

8
El texto completo puede verse en www.psicologiajuridica.org/psj76.html

27
evitar que ésta se repita en otros niños, sino que la asesoría prestada ya les

trazaría el camino a seguir (se hace esta manifestación por cuanto se ha sabido

que no es muy claro para muchas de las personas que sufren de este flagelo

social cuál es el primer paso que deben dar cuando deciden denunciar al agresor,

pues algunos dicen que lo es Bienestar Familiar, otros la Fiscalía, otros Medicina

Legal y así se la pasan, sin darle ninguno una claridad sobre el procedimiento a

seguir, pero que este aspecto no es materia de este trabajo).

3.1.2. La Cámara Gessel

Este otra alternativa no dista mucho de la anterior es mas podría considerarse


como un complemento, por cuanto para utilizar esta nueva alternativa en una
debida forma se requiere del acompañamiento profesional antes tratado.

A continuación se hará un explicación de en que consiste esta alternativa y se


representara posteriormente a través de algunas imagines lo que es y lo que se
busca a través de la misma.

Esta cámara es una pequeña habitación dividida en dos espacios, en uno de los
cuales se adaptara un ambiente infantil, de tal forma que sea en este lugar donde
se pueda interrogar al niño a través de diferentes preguntas y porque no decirlo, de
pequeños juegos de reconocimiento, no solo de su cuerpo y del de su agresor sino
también de su manejo del tiempo, del espacio y de diferentes temas que se
consideren importantes por parte del profesional encargado, para tratar con el
menor (aspectos que se trataran de una manera mas amplia posteriormente).
Entre uno y otro cuarto se encuentra una pared con un vidrio espejo, por medio del
cual, quienes están en el otro cuarto pueden ver y escuchar todo lo que esta

28
pasando en el cuarto antes descrito. Este ultimo cuarto debe ser un cueto que no
refleje luz alguna pues ello haría que el menor se de cuanta que esta siendo
observado.

Esta cámara ha sido definida en los siguientes términos:

• “....Se trata de un cuarto dotado con casita de muñecas, barbies,


crayones y rompecabezas de la figura humana, en el que los niños,
acompañados por una psicóloga y sus madres -o alguien de
confianza-, se sienten más cómodos para conversar. Tras un espejo
que da a otro cuarto, los investigadores, comunicados con la
psicóloga a través de micrófonos, conducen y graban la declaración.
En la mayoría de los casos, una sola entrevista con la víctima es
suficiente”. 9
• “La cámara de Gessel está compuesta por dos espacios: uno para la víctima
y otro para los investigadores; ambos lugares están separados por un vidrio
espejo. De un lado, el menor, en vez de ver a los funcionarios, ve su propio
reflejo mientras éstos sí pueden observarlo y escucharlo claramente desde
el otro recinto.”10

Una vez escrito el lugar, no queda mas que representarlo de una manera grafica,
para ello se presentaran a continuación unas imágenes sobre lo ya dicho 11:

9
El texto completo puede verse en: www.cambio.com.co/html/portada/articulos/5335/.

10
GRISALES, Paula. Definición tomada de la página Web:
http://unperiodico.unal.edu.co/ediciones/80/08.htm., del documento escrito por PAULA GRISALES, el 4 de
septiembre del 2005 y denominado como: “JUSTICIA SIN TRAUMAS” (UNP No. 80) para la edición Nro. 97
del periódico virtual de la Universidad Nacional de Colombia.

11
Imágenes Tomadas en la Fundación “LUCERITO” de la ciudad de Medellín.

29
Fotografía 1. Cuarto donde se interroga al menor

Fotografía 2. Cuarto donde se interroga al menor

30
Fotografía 3. Cuarto donde se observa el interrogatorio.

Fotografía 4. Segundo modelo de cuarto donde se interroga al menor.

31
El interrogatorio tiene que llevarse de una manera especial por parte de quien
vaya a realizar tal entrevista, es decir, una vez el menor entre allí será recibido por
un psicólogo que se encargará lentamente de ganarse la confianza del menor para
que éste pueda contarle lo ocurrido, a su vez, el menor puede estar acompañado
por su madre, por su padre o por una persona de confianza de éste.

La conversación entre el entrevistador o psicólogo comenzará con preguntas que


tratan de ubicar el conocimiento que el niño tiene del tiempo y del espacio, es
decir, si sabe diferenciar tiempos y ubicaciones, como lo que es arriba o abajo, lo
que es el día y lo que es la noche, lo que es el hoy y lo que es el ayer*** buscando
de esta forma construir un marco general sobre la formación intelectual del menor,
para luego pasar a puntualizar sobre el asunto particular a tratar, en este caso su
situación de abuso.

El interrogatorio puede parecer monótono y bastante largo, pues el psicólogo trata


de hacer la misma pregunta en diferentes formas y lograr con ello determinar,
como ya se dijo antes, no sólo la formación intelectual del menor sino además que
éste no haya sido preparado para acusar a alguien por una conducta delictiva o
conductas similares, como lo es la mentira o la fantasía de la mente de un niño.

Durante esta entrevista las personas que están tras el cristal también pueden
intervenir, y lo harán por medio de un sistema de comunicación auditiva que
poseen con el psicólogo, haciendo preguntas a éste sobre lo que desean ellos
saber, pero que el psicólogo determinará cómo las hará y en qué momento, pues
siempre debe evitarse que una pregunta mal realizada termine, o por distorsionar
la verdad sobre lo sucedido, o hacer de este suceso algo más perturbador de lo ya
ocurrido y termine no sólo afectando el futuro de este menor sino además
afectando la recopilación de la prueba misma.

El psicólogo encargado de hacerle las preguntas al menor, tal y como ya se


manifestó, utilizará recursos didácticos como muñecas, ladrillos, entre otros

32
juguetes para lograr a través de ellos tener una mejor comprensión sobre lo
narrado. Algunos de los muñecos utilizados representan al menor y otros al
agresor, cada uno contará con las partes genitales correspondientes,
permitiéndole al menor demostrar de manera visual e inequívoca cómo fue lo
sucedido.

Las imágenes que se muestran a continuación pertenecen a ejemplos de estos


muñecos.

Fotografía 5. Muñeco que simboliza al abusador cuando este es un hombre.

__________________________________________________________________
***Se advierte en este punto que esta manifestación está dirigida a menores entre los 6 y
10 años de edad, pues cuando el menor abusado es menor de esta edad la entrevista es
mucho más compleja por la ausencia de conocimiento que niños menores tiene de este
tipo de información
.

33
Fotografía 6. Muñeco que simboliza al abusador cuando ésta es una mujer.

Fotografía 7. Muñecos que simbolizan al menor abusado

34
Adicionalmente, esta entrevista puede ser grabada al mismo momento en que se
realiza, lográndose de esta manera que el menor no sea sometido a lo que en
psicología se conoce como REVICTIMIZACIÓN, que consiste en la repetición de
lo vivido al tener que contar una y otra vez lo sucedido; hecho que es bastante
frecuente, tal y como lo manifiesta la Doctora Paula Grisales, en el texto antes
citado, en los siguientes términos: *****

“Para un niño hay quizá algo más traumático que ser víctima de abuso
sexual. Es el contar cinco veces o más la historia de lo que le sucedió:

desde el policía, pasando por el médico forense, el psicólogo, el


pediatra y -en el nuevo sistema acusatorio- los jueces de control de
garantías y el juez de conocimiento, con quienes se encuentra en la
audiencia pública donde enfrenta a su agresor y las incisivas preguntas
de un abogado”(Subrayas fuera de texto).

….“Esto evitará la revictimización que aparece cuando la persona tiene


que hacer una y otra vez el relato de los hechos. Mario Ibáñez,
psiquiatra del equipo, asegura que la revictimización puede hacer que
los síntomas ansiosos aumenten hasta llevar al trastorno de estrés
postraumático, "en el que la persona empieza a vivir el evento
frecuentemente, no solo en pesadillas, sino en flash back o
reminiscencias, y eso indudablemente genera el deterioro de la vida"
“(Subrayas fuera de texto) .

****Estos muñecos permanecen vestidos durante la entrevista, sólo se les despoja de sus ropas
cuando el menor manifiesta que su agresor le quitó o le hizo quitar sus prendas de vestir, y se hace
para tener una representación gráfica de lo narrado por el menor y ésto quede consignado no sólo
en la mente de los observadores sino del video que se esté grabando.

35
“El fiscal Jairo Acosta Montaño, jefe de la Unidad de Delitos Sexuales
quien es un profundo conocedor de los procesos legales que deben
afrontar las víctimas de delitos sexuales, comenta las ventajas de la
grabación obtenida en la cámara de Gessel como elemento material de
prueba. "Someter a un menor al rigor de la prueba testimonial puede
hacer que él se cohíba de hablar o, por el mismo temor de estar frente a
su agresor en el juicio, cambia su versión o se retracta". Además, los
abogados son sagaces, "si hacen contradecir al más avezado de los
testigos, con más veras un menor. Por eso hay que darle la amplitud
para que en un diálogo con el profesional especializado él pueda
expresar lo que realmente vivenció" (Subrayas fuera de texto). 12

El contar con la posibilidad de grabar lo narrado por el menor es una garantía no


sólo para el menor como víctima, sino para el sistema judicial en sí, pues se tiene
la prueba en un medio físico que permite a la autoridad que esté analizando el
proceso correspondiente, ver ésta una y otra vez.

Fotografía 8. Orificio en la pared

La imagen anterior corresponde a un pequeño orificio en la pared del cuarto en el


que se interroga al menor, el cual contiene una cámara de video que graba toda la
entrevista y transmite lo ocurrido a un computador, que a su vez ofrece la

12
GRISALES, Paula. Op.cit.

36
posibilidad de guardar tal charla en un video CD y así poder contar con una
prueba física permanente (opción conocida como VIDEO VID), pero no sólo eso
puede suceder a través del computador, pues gracias al Internet éste puede
conectarse con otro computador y transmitir esta entrevista a otro computador que
dará la posibilidad de ver lo sucedido al tiempo en que ocurre (Podría pensarse
que tanto el juez como el fiscal y como el abogado defensor no tendrían que
desplazarse hasta el lugar en el que se está realizando la entrevista sino que
éstos pueden estar en sus despachos y estar participando visual y auditivamente
de lo sucedido en la recepción del testimonio del menor).

Pese al aumento que esta conducta delictiva ha venido presentando en Colombia


no sólo durante lo corrido de este año 2007, sino de años anteriores, nuestro
sistema penal sólo cuenta hasta la fecha con tres de estas cámaras, dos operan
en la ciudad de Bogotá y una en la ciudad de Medellín, que si bien son dos de las
ciudades que más reportes tiene por ABUSO SEXUAL INFANTIL no son las
únicas.

Sin embargo, instituciones como la Fundación Lucerito, ubicada en la ciudad de


Medellín, cuenta con dos de estas cámaras dentro de sus instalaciones para
prestar el servicio que se pretende y ya se ha hecho. Adicionalmente, también
cuenta con personal idóneo para realizar este tipo de interrogatorios o de
recepción de denuncias de menores abusados.

La utilización de este tipo de Cámara dentro de nuestra justicia penal se debe al


nuevo Sistema Penal Acusatorio y a los principios que dentro del mismo se
desarrollan como lo son: el principio de la oralidad, de celeridad procesal, de
publicidad y de concentración, pues a través de ellos se busca tener un sistema
penal más eficiente, con menor dilaciones y con una administración de justicia
más oportuna.

37
Así pues, los procesos penales adelantados por un delito de ABUSO SEXUAL
INFANTIL en la Audiencia pública o de juzgamiento, el juez conocerá todas y cada
una de las pruebas recopiladas por las partes, y con base en cada una de ellas
emitirá en esta audiencia su fallo al respecto. Ahora bien, esto nos demuestra que
las pruebas que se pretendan hacer valer dentro del proceso correspondiente
deben ser lo más concretas y veraces posibles, de ahí que se considere que es
mucho más pertinente que la recepción del testimonio del menor no sea llevada a
cabo ni dentro del espacio en el que se desarrolla tal audiencia, ni se someta al
menor a tener que estar en presencia nuevamente de su abusador y de otras
personas que sólo les importa acusar o defender, pues esto lo que hace es que el
menor se llene de más temores de los que tiene y termine distorsionando o
retractándose de lo anteriormente narrado.

3.2. Valoración Especial de la Declaración .

El decir que se requiere una valoración especial de esta prueba, tiene como
fundamento la premisa que se ha venido sosteniendo, esto es, la especialidad de
los sujetos que declaran: los niños, el carácter particular de los menores hace que
el testimonio rendido por éstos sea no solo recepcionado de una manera
excepcional, sino que tenga que ser valorado de igual forma, dejando por fuera
todos los sesgos o mitificaciones que puedan tenerse al respecto y de las cuales
se hablara posteriormente en este trabajo.

La Corte Suprema de Justicia, en la sentencia antes citada, nos muestra como


debela declaración de los menores, es mas, dentro de ella se insiste
constantemente, en que este testimonio no debe ser subvalorado por el hecho de
ser menores, de no contar con el desarrollo intelectual o cognoscitivo suficiente
para diferenciar dentro de su pequeño entendimiento lo que es o no es una
situación de abuso. Es más, la sentencia señala como no puede desvalorarse
este testimonio, como el de otras personas, concretamente, ancianos o
discapacitados mentales, por el simple hecho de que su condición le otorgue una

38
serie de dificultades en la comprensión y manifestación de ciertas situaciones que
afrontan.

La Corte sostiene la anterior conclusión luego de valorar varias premisas, la


primera de ellas, esta orientada a la regulación penal que se ha desarrollado al
respecto en nuestra legislación, es decir, al leer el artículo 266 de la Ley 600 de
2000 y el inciso segundo del artículo 383 de la Ley 906 de 2004, puede verse
como no se le exige ningún requisito especial o que haga que su testimonio tenga
que verse de una forma diferente al testimonio que rinde cualquier persona al
momento de rendir el mismo. Lo único que se establece es la necesidad de estar
asistido por un representante legal o pariente mayor de edad y el hecho de no
recibírseles para hacerlo un juramento.

Adicionalmente, recuerda la Corte que la valoración de esta prueba debe ceñirse


por los postulados de la sana critica y de su confrontación con los demás medios
probatorios que se tengan en el proceso, dejando de lado cualquier argumento
que lleve a pensar que este testimonio debe desvalorase por el hecho de ser
menores y por ende tener una inferioridad mental.

La tesis sostenida por la Corte es reforzada al argumentar en el texto ya citado el


hecho de hacer una valoración descalificatoria argumentado el hecho de que los
menores no gozan de la totalidad de sus facultades de discernimiento, es
completamente erróneo, mas aun cuando por medio del testimonio se busca es
conocer los hechos o circunstancias que dieron lugar al proceso y no los juicios
que pueda tener esa pequeña persona sobre tales hechos

Otra de las premisas que aborda la Corte en el texto mencionado, esta orientada
por los últimos estudios que desde la psicología experimental y forense se han
realizado, aduciendo en razón de estas la objetividad que pueden ofrecer los
testimonios de los menores, especialmente, cuando estos han sido sometidos a
una situación de abuso sexual. Dentro de tan acertada contextualizaciòn la Corte

39
transcribe un aparte del texto “LA CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO INFANTIL
ANTE SUPUESTOS DE ABUSO SEXUAL: INDICADORES PSICOSOCIALES”,
escrito por el tratadista Joseph Ramón Juárez López, que acaba por darle una
razón mas de peso a la tesis que se ha venido sosteniendo, y no es mas que
aquella que reconoce el hecho de que cuando a un menor se le permite contar su
historia con sus propias palabras el testimonio es considerado como altamente
preciso en los hechos que han presenciado o experimentado, más aún cuando
existe algún tipo de vinculo entre este menor y su abusador.

También se señala en el texto mencionado por la Corte, el hecho de que se lleve a


los menores a dar un falso testimonio, bien ser por ser inducidos a hacerlo o por
que la entrevista ha sido conducida a través de preguntas de carácter sugestivo o
tendencioso, de ahí que señale la importancia de que la entrevista sea conducida
por una persona idónea para hacerlo, capaz no solo de comprender las palabras
del menor, sino también el hecho de conocer cuales son las preguntas mas
adecuadas para hacerle a ese niño o niña.

Como puede verse, la Corte no es ajena a las tesis que se han venido sostenido a
lo largo de este trabajo, la Corte Suprema por el contrario reconoce la especialidad
de las personas sometidas a rendir tal declaración y por ello busca que la
valoración del mismo por parte de los diferentes jueces, no este sesgada por
ningún otro concepto mas allá del hecho de ser este el testimonio de una persona
que dice haber sido abusado sexualmente por otra persona y que por el impacto
que este hecho deja en la mente de este pequeño personaje. Al respecto también
debe señalarse el hecho de que la persona que generalmente abusa de un menor,
trata de no ser descubierta de ahí que siempre busque las condiciones propicias
para que así sea, razón por la cual escuchar el testimonio del menor no sea
desvalorado de plano, sino todo lo contrario debe llevar a que el juzgador, se
cuestione y busque en este testimonio y en los demás medios de prueba las
razones para dar por ciertos o por falsos los hechos que dieron lugar a la
imputación que le corresponde fallar.

40
Una premisa mas que se sostiene en la sentencia 23706, es el hecho de no dejar
nunca de lado, en este tipo de procesos, la protección especial que debe dárseles
a estos sujetos, la cual ha sido otorgada por la Constitución Nacional en su articulo
44 y la cual, como lo advierte la Corte, hace que sus derechos prevalezcan sobre
los de los demás y por tanto se considere que tienen un interés de carácter
superior 13 que lleva a que la consideración de inferioridad, con la que eran
tratados los menores desapareciera y se les diera un tratamiento igualitario o
superior al momento de ver vulnerado cualquier de sus derechos al momento de
estar señalando que así lo estaban siendo.

Adicional, a lo expuesto por la sentencia hasta acá analizada, esta el hecho de


reconocer la evolución intelectual que la infancia ha tenido en los últimos tiempos.
No es comparable, la capacidad intelectual de un niño de 3 años hoy, con la de un
niño de 3 años en nuestra generación o la nuestros padres o abuelos, la
educación ha cambiado, los medios de comunicación están mas al alcance de
estos y en palabras propias para ellos y su mente. El desarrollo cognoscitivo en la
actualidad de los niños y niñas es mucho mas evolucionado y por ende son mas
capaces de reconocer cuando algo es nocivo para ellos y cuando no. El dicho
popular que dice que el mundo a cambiado, no es una simple conjetura o
manifestación de inconformidad de nuestros padres, abuelos, tíos, etc., es una
manera “sencilla” de reconocer el progreso que se ha logrado en las diferentes
esferas de desarrollo del ser humano.

En conclusión, la condición de menor no es criterio único para calificar como


verdadero o no el testimonio de un niño o niña, todo lo contrario debe
escuchársele y darle a ese testimonio el mismo peso que se le daría a cualquier
testimonio, basándose en los postulados de la sana critica emitir un juicio sobre el
mismo. Máxime que la narración corresponde a un relato sobre los hechos que

13
Sentencia T – 408 de 1995.

41
dieron lugar a una imputación de carácter penal y no a un juicio sobre tales
hechos.

3.3. SESGOS EXISTENTES FRENTE AL TESTIMONIO DE LOS MENORES

No son pocas las hipótesis que se han manejado frente al testimonio rendido por
los menores, y más cuando estos manifiestan haber sido abusados sexualmente,
como ya se ha manifestado anteriormente. A continuación se presentaran
algunas de esas hipótesis o sesgos que hacen que el testimonio del menor sea
muchas veces descalificado y aislado sin darle siquiera el derecho a la duda.

1. TODOS LOS NIÑOS SON MENTIROSOS.

Esta tesis se fundamenta en el hecho de que por ser menores y estar en


desarrollo su mente puede fantasear fácilmente y creer por ello que lo que muchas
veces dice es fruto de sus fantasías y no de su realidad, mas aun cuando esta
supuesta fantasía es tan atroz como el hecho de haber sido abusados.

Como ya lo hemos visto en palabras de Psicólogos y de la misma Corte Suprema


de Justicia, una situación de abuso es algo que deja un impacto en la mente de un
niño de tal magnitud que hace que al momento de contar su historia, esta se
considere como una narración objetiva de los hechos que el señala como
abusivos. Sin embargo, pueden presentarse casos en los que por condiciones
mentales del menor, sus fantasías remplacen a su realidad y se termine dando por
ciertos hechos que en realidad no lo son, mayormente cuando estos pueden estar
influenciados por otro tipo de sentimientos como amor, odio, rabia, entre otros, y
de ahí se desprenda la necesidad de utilizar el personal adecuado para
recepcionar y valorar tal testimonio.

42
2. LOS ABUSOS SIEMPRE VAN ACOMPAÑADOS DE VIOLENCIA
FÍSICA.

Como se vio en la definición que inicialmente se dio sobre Abuso Sexual, la


violencia es algo que puede darse o no y que no es esa únicamente la
manifestación que tenga este tipo de conductas. Este hecho nos lleva a que
por ello en muchos casos no se cuente con la evidencia física de una
situación de abuso mas que la que el menor señala en su testimonio.

Es esta una razón mas para que el testimonio de tales menores no sea
recepcionado de cualquier forma o como se le recepcionaria a cualquier otra
persona sino que se acuda a las personas correspondientes para hacerlo
pues solo a través de ellas y de sus conocimientos, al respecto, puede
saberse cual es el daño que esa situación a causado en el menor y
determinar desde allí mismo si tal situación ocurrió o no.

3. SÓLO LO SUFREN LAS NIÑAS.

Tesis que no tiene argumento alguno, más que la visión machista de sus
interlocutores. Hoy en día están tan expuestos a estos comportamientos
los niños como las niñas, no hay distinción sexual al respecto, basta ver
las noticias que de este tipo de casos pasan para darse cuenta que los
niños también son objeto de estas situaciones.

4. EL ABUSO SEXUAL ES UN INCIDENTE INDIVIDUAL AISLADO.

Al descubrirse el abuso, casi siempre se advierte que se ha presentado


durante meses, e incluso años; sin embargo, se ha mantenido en
secreto pues el abusador utiliza amenazas y sobornos para que el niño
no lo delate.

43
5. EL NIÑO NO DENUNCIA QUE ESTÁ SIENDO VÍCTIMA DE ABUSO
PORQUE LO DISFRUTA Y SIENTE PLACER. Algunos niños sienten
placer, pero no disfrutan la situación; por el contrario, sienten mayor
culpabilidad y vergüenza al identificar que el comportamiento es
inadecuado pero agradable. 14

4. CONCLUSIONES

Pese a que en la primera parte de este trabajo se ofrecieron una serie de


conclusiones sobre lo que era el ABUSO SEXUAL INFANTIL, a continuación se
presentarán las que tienen ya, el carácter de finales y con las que se busca dar
mayor claridad sobre lo expresado:

• El ABUSO SEXUAL INFANTIL se define como un comportamiento ejercido por


un persona sobre un menor de edad (menor de edad es el menor de 14 años
de edad), con fines de placer sexual para el primero de ellos.

• El abuso sexual tiene varias formas, puede ser con violencia o sin ella, con
contacto físico o sin él.

• La denuncias de ABUSO SEXUAL INFANTIL no son muy comunes, no porque


los menores quieran callar o porque disfruten de lo que les está sucediendo,
muchas veces callan porque están siendo manipulados por su agresor, bien
sea a través de chantaje, prometiéndoles y dándoles cosas materiales; o
manipulándolos, bien sea por medio del cariño o lo que para el niño representa

14 Los sesgos de los numerales 2 al 5 fueron tomados del texto de Leonardo Rodríguez Cely,
titulado “Intervención interdisciplinaria en casos de abuso sexual infantil”, publicado en la Revista
V:2 No.1 de junio de 2003 por la Pontificia Universidad Javeriana.

44
dicho agresor, o por medio del miedo, o por otra serie de situaciones que llevan
a que el menor prefiera callar.

Existen características físicas y psicológicas que permiten determinar cuando

un menor ha sido abusado, muchas de ellas son visibles y dan la posibilidad de

determinar cuando éste ha sido abusado, como lo son : masturbación, indicios

de posesión de secretos, huída del hogar, intentos de suicidio, problemas

psiquiátricos infantiles y dificultades en el aprendizaje, infecciones urinarias,

enfermedades de transmisión sexual, entre otras.

• Alrededor del ABUSO SEXUAL INFANTIL hay toda serie de creencias o mitos
que llevan a que tanto el menor como su entorno, por un lado, permitan tal
situación y por otro lado, se mantenga en silencio lo sucedido. Pero al mismo
tiempo, éstos hacen eco en quienes investigan y procesan la respectiva
denuncia pues no son seres ajenos a tales mitificaciones y de ahí que la
mayoría del tiempo se observe cómo muchos de ellos erróneamente no le dan
la importancia ni la credibilidad que tiene el testimonio de un niño que ha sido
abusado.

• En la Legislación Colombiana el ABUSO SEXUAL INFANTIL está concebido,


regulado y sancionado desde el Derecho Penal, de ahí que las autoridades
competentes para conocer las investigaciones correspondientes sean los
Fiscales y los procesos derivados de la acusación de dichos Fiscales estén en
manos de la Justicia Penal, en otras palabras de los Jueces Penales
correspondientes al lugar de los hechos.

45
• La poca edad de las victimas (haciendo un especial énfasis en los menores de
6 a 10 años de edad) se configura en un elemento de excusa o de poca
credibilidad para el momento en que se conoce de una denuncia por una
situación de abuso. Si bien es cierto que el menor no tiene la capacidad
cognoscitiva para entender muchas de las cosas que lo rodean, sí sabe
expresar lo que le sucede en determinados momentos de sus vidas, más aún
cuando se deja una huella tan impactante sobre su recuerdo como lo es el
hecho de haber sido abusado.

• En la mente de un niño o niña se pueden formar toda serie de fantasías,


inventos o sugestiones pero no es un fiscal, un juez o un abogado el personal
idóneo para determinar si una denuncia corresponde o no a un verdadero caso
de ABUSO SEXUAL INFANTIL, carecen de los elementos conceptuales para
determinar tal conducta. Es más, el interrogatorio que cada uno de ellos haga
desde sus diversas posiciones puede degenerar en una falsa denuncia o en
otra serie de fenómenos que lo que harán será entorpecer más y más el
respectivo proceso o investigación.

• A partir de la sentencia identificada con el número 23706****** de la Corte


Suprema de Justicia del 26 de enero de 2006, se sentó un precedente, sin
antecedentes, dentro de la jurisprudencia colombiana, pues a partir de ésta la
valoración del testimonio del menor no sólo adquiere mayor credibilidad, pues
se desvirtúa la edad del menor, y muestra cómo la descalificación por razón de
dicho testimonio goza de más elementos útiles que descalificantes, más aún
cuando éste es realizado con las preguntas y por las personas idóneas para
hacerlo y que no se encuentran movidas por los intereses particulares que
cada uno tiene.

La Cámara Gessel y la Psicología forense, pese a ser dos figuras muy nuevas
dentro de nuestra realidad colombiana, reunidas en una misma aplicación son

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de gran utilidad para el derecho procesal en lo que respecta para los procesos
de ABUSO SEXUAL INFANTIL, puesto que a través de ellas se puede
recepcionar el testimonio de un menor que manifiesta haber sido abusado en
un entorno propio a él, lejos de todo tipo de presencias y lugares intimidantes,
de preguntas que lo hagan pensar o describir situaciones que no ocurrieron o
que lo hagan sentir más miedo sobre lo ocurrido y termine retractándose de lo
denunciado.
Adicionalmente, se contará con la habilidad de una persona que sabe cómo
debe ir dirigido el interrogatorio, cuáles son los tiempos en que se debe hacer
cada pregunta y cada demostración, recopilando todos y cada uno de los
elementos necesarios para determinar la certeza de este testimonio que será
grabado a través de un sistema de filmación que permitirá conocer la versión
del menor a las personas que posteriormente investigarán y procesarán a
quien el menor señale como su agresor, no sin conocer al mismo tiempo la
valoración psicológica que le da quien recibió tal denuncia.

• La psicología jurídica es una figura que no riñe con las anteriores, todo lo
contrario, puede ser aún más benéfica puesto que a través del peritazgo, se
logra lo que se busca desde el lado de la Psicología y del Derecho.

__________________________________________________________________

******Con esto no quiere decirse que no hayan existido antes pronunciamientos al respecto sobre

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este tema, todo lo contrario se advierte que si existen pero lamentablemente no tiene la claridad y
la precisión que tiene esta sentencia particularmente sobre la problemática tratada.

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5. RECOMENDACIONES

Con el fin de dar por terminado este trabajo presentamos las siguientes
recomendaciones

• La recepción de la declaración de un menor que dice haber sido victima de


abuso sexual no es un procedimiento tan sencillo como lo puede ser el
hacerlo con una persona mayor, por cuanto son personas más vulnerables
debido a que su desarrollo psicológico se encuentra aún en formación; por
ello es prudente dejar de lado las prácticas que se han venido realizando en
razón de las investigaciones o procesos penales correspondientes y
empezar a darle mayor seguridad y protección a esos menores.

• Se recomienda hacer uso de herramientas tan útiles como la Cámara


Gessel y la Psicología forense, no como auxiliares dentro del proceso o
investigación, sino como puertas de entrada a la misma, pues de esta
forma, como ya se ha dicho, se lograría obtener una prueba libre de
muchos de los “vicios” o alteraciones que puede tener el hecho de someter
a un niño o niña a que asista a un lugar que de por sí, por lo que significa,
es bastante intimidante, rodeado de personas que poco saben de su
condición y del problema interno que esto ocasiona en sus vidas, fuera de
lo que ya ha tenido que vivir en el momento en el que fue abusado, lejos
también, de los intereses que pueden tener las partes en su testimonio y de
las preguntas repetitivas o con doble sentido que lo lleven a confundir lo
sucedido y termine cambiando la narración de lo verdaderamente ocurrido.

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• Ahora bien, de la mano de esta recomendación va la sugerencia de poner a
funcionar en la instalaciones de Atención Inmediata de la Fiscalia, o en
Bienestar Familiar, o en las Comisarías de Familia, o en la Inspecciones de
Policía, o en Medicina Legal, o en cualquiera de las instituciones que se
encargan de proteger la integridad de la familia y del menor una oficina dirigida
por un psicólogo Jurídico o Forense con una previa inducción en procedimiento
penal a seguir en casos de ABUSO SEXUAL INFANTIL, que se encargue de
recepcionar el testimonio de los niños abusados y sea éste el que determine
cuál es el camino a seguir por parte de estos menores y de sus familias,
evitándose la tramitología a la que se ven avocados muchos de estos niños.

Si bien no se asegura que al utilizar estos medios pueden pasarse también las
denominadas falsas denuncias, sí puede considerarse por los estudios ya
citados que la ocurrencia de este fenómeno se disminuirá notablemente,
puesto que los profesionales mencionados, están dotados de los
conocimientos que carecen las personas que hoy en día recepcionan dichos
testimonios.

No se desconoce que los precios de estas alternativas pueden ser altos puesto
que la construcción de estas cámaras, la dotación de las mismas, los salarios
y la capacitación de los profesionales correspondientes sería costoso para
nuestro sistema judicial, pero cabe preguntarse, cuál sería el costo-beneficio
que traería la aplicación de dichas alternativas en pos de la justicia, la
efectividad y la celeridad procesal, correspondientes a los procesos que se
adelanten por el delito derivado de tales denuncias, tanto desde el punto de
vista de la victima como del agresor o procesado?

No puede olvidarse que el Derecho es una ciencia de carácter social, que


encuentra su justificación en el comportamiento del hombre en sociedad y que
a medida a que ésta se modifica, el Derecho también debe hacerlo para

50
garantizar su efectividad y vigencia dentro de la misma. Y al verse que cada
día son más y más los casos que se conocen en nuestra sociedad sobre
abusos infantiles, se hace necesario que se tomen las medidas necesarias
para proteger en debida forma y como lo dispone el ordenamiento jurídico a los
menores, para lo que se hace necesario buscar y acudir a mecanismos que
den los resultados que ayuden a superar problemáticas sociales como la acá
referida. Con ello no quiere decirse que se va a evadir tal flagelo o que no
habrán falsas denuncias pero sí se estará dando un paso más en lo que
concierne a la debida valoración que debe hacerse del testimonio de un menor
y se buscará con ello reducir las implicaciones no reales y los silencios
injustificados de muchos niños y niñas.

• Una última recomendación referente al tema que se ha venido desarrollando


un poco más desde que esta problemática se ha disparado en los medios de
comunicación, es la educación que debe darse a los menores de este tipo de
conductas para lograr a través de la información proporcionada al menor que
éste conozca qué significan muchos de los comportamientos de los adultos y
saber de esta forma qué deben hacer en caso de verse sometidos a cualquier
situación de abuso por parte de cualquier adulto, sea o no, miembro de su
grupo familiar o social. Sin embargo y como ya lo hemos visto, debe ser
manejada en debida forma.

• Adicionalmente, esta recomendación tiene una segunda fase que no sólo


busca que las victimas conozcan a lo que se enfrentan, sino que busca que
quienes adelantan las respectivas investigaciones y procesos penales, sepan
cuáles son las diferentes implicaciones que tiene el testimonio de un menor;
para lo que se propone realizar una capacitación que le permita conocer cómo
debe recepcionarse tal denuncia y cómo debe valorarse la misma, al momento
de hacerla valer como prueba dentro de dicha investigación o proceso. Esta
capacitación cuenta en la actualidad con medios como las sentencias

51
analizadas y los testimonios de los psicólogos forenses con lo que hoy cuenta
el país, que se consideran aportarán los elementos necesarios para que no se
desconozca ni la protección especial que requieren los niños por su calidad de
personas en formación, ni se continúe con la mitificación de sus declaraciones
por el simple hecho de ser menores y no tener la madurez intelectual de sus
interlocutores.
Recordemos siempre que al incurrir en el mundo del niño, no se puede hacerlo
desde el mundo del adulto con las perspectivas y directrices del mismo, por
cuanto el menor carece de los elementos necesarios para comprender tal
mundo y poner el de él, en los ojos y en las palabras de este gran mundo que
ni siquiera se imagina la verdadera dimensión que tiene, por ello, corresponde
al adulto entrar al mundo del niño como lo que el es….un NIÑO y descifrar
desde allí lo que se considere como una violencia a tal mundo por parte de otro
adulto*******.

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*******Recordemos que a través de la Cámara Gessel tenemos la posibilidad de cómo adultos


entrar al pequeño mundo de ese personaje del que hemos venido hablando.

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BIBLIOGRAFIA
(REFERENCIAS)

CODIGO CIVIL

CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

CODIGO LABORAL

CODIGO DE PROCEDIMIENTO LABORAL

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