Dilemas Morales 3P 10º Imprimir

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INSTITUTO SAN PEDRO CLAVER

Licencia de funcionamiento No. 001272 de abril de 2000


DANE: 308001004101 NIT: 22338654-9
“Por la excelencia y el desarrollo humano integral”

Grado: 10º FECHA: _________________

Asignatura: EDUCACIÓN RELIGIOSA Y MORAL


Docente: YANET ORTIZ RUBIO

DILEMAS MORALES
¿Qué son los dilemas morales?

Un dilema moral es una narración breve en la que se plantea una situación problemática que presenta un conflicto de
valores, ya que el problema moral que exponen tiene varias soluciones posibles que entran en conflicto unas con otras.
Esta dificultad para elegir una conducta obliga a un razonamiento moral sobre los valores que están en juego, exigiendo
una reflexión sobre el grado de importancia que damos a nuestros valores.
Un ejemplo de dilema moral lo tenemos en el siguiente caso, bastante frecuente en la vida de todo estudiante:
 En la clase se ha roto el cristal de una ventana, como consecuencia de la mala conducta de un alumno. El profesor
pregunta quién ha sido, diciendo que si el culpable no aparece toda la clase tendrá que pagar su reparación, además de
sufrir otros castigos. Un grupo de alumnos saben quién es el responsable, pero deciden no decir nada, porque el alumno
causante del problema es amigo de ellos, y no quieren ser acusados de “chivatos” ni “traidores”. Además, quieren
evitarse los problemas y molestias que les causaría su confesión.
En consecuencia, toda la clase es castigada. ¿Ves correcta la conducta de esos alumnos? ¿Tú qué harías en un caso
similar?
Los dilemas morales son un excelente recurso para formar el criterio ético en los alumnos, a la vez que les ayudan a
tomar conciencia de su jerarquía de valores. Al proponerles la resolución de un caso práctico, que con frecuencia podría
ocurrirles –o les ha ocurrido– a ellos, la discusión de dilemas es más motivadora y estimulante que la mera exposición de
principios éticos teóricos.
Entre los objetivos del trabajo con dilemas estarían los siguientes:
 Conocer la propia escala de valores, estableciendo una jerarquía entre ellos.
 Desarrollar la habilidad social de la “empatía”, que consiste en saber ponerse en el lugar de otra persona.
 Respetar las opiniones y conductas ajenas, desarrollando la tolerancia ante principios y valores contrarios a los
nuestros.
 Favorecer el diálogo razonado, el intercambio de opiniones sobre distintos puntos de vista.
 Formar el juicio moral, motivando el desarrollo de la lógica discursiva aplicada a la ética de la conducta.
 Fomentar el cultivo de lo que viene llamándose “inteligencia emocional”, integrando razonamientos,
sentimientos y emociones en la resolución de conflictos.
 Razonar las conductas y opiniones propias, utilizando la razón para estudiar la complejidad de las conductas
humanas.
Clases de dilemas
o Dilema de análisis: Es aquel dilema en el que el protagonista de la historia ya ha tomado una decisión
y ejecutado una conducta, y se trata de que el participante emita juicios de valor sobre esa solución
que se le ha dado al caso. Son, pues, dilemas cerrados. Como ejemplo, transcribimos el siguiente
texto de Paulo Coelho: 
Un tiempo atrás, mi mujer ayudó a un turista suizo en la zona de Ipanema, que decía haber sido
víctima de ladronzuelos. Hablando un pésimo portugués con acento extranjero, afirmó estar sin
pasaporte, dinero ni lugar para dormir. 
Mi mujer le pagó un almuerzo y le dio el dinero necesario para que pudiera pasar la noche en un
hotel hasta ponerse en contacto con su embajada, y se fue. Días después, un diario de la ciudad
informaba que el tal “turista suizo” era en realidad un sinvergüenza muy creativo, que fingía acento
extranjero y abusaba de la buena fe de las personas. Al leer la noticia, mi mujer se limitó a comentar:
«Eso no me impedirá seguir ayudando a quien pueda». 
o Dilema de solución:  El problema se plantea abierto, es decir, que se limita a exponer el caso y sus
circunstancias, pero sin presentar una solución concreta, para que el participante sea el que tome la
decisión sobre el curso de acción más correcto a su entender. Un dilema de este tipo podría ser el
siguiente:
 
Hace algunos años, la prensa internacional denunció que grandes empresas multinacionales (entre ellas, algunas de las
grandes marcas de ropa y zapatillas deportivas) utilizaban a niños en sus fábricas instaladas en países del Tercer Mundo.
Según los reportajes publicados, las condiciones de explotación laboral que se producían en esas fábricas eran
escandalosas. De esa manera, las empresas conseguían fabricar el producto a un precio mucho menor que el que
tendrían que pagar si esas prendas se hubiesen fabricado en países con legislaciones respetuosas con los Derechos
Humanos y protectoras de los derechos laborales y sindicales de los trabajadores.
Algunas de estas multinacionales se justificaron, argumentando que ellos no fabricaban directamente las prendas,
puesto que concedían la patente a empresas nacionales de esos Estados (es decir, subcontrataban la fabricación), las
cuales se encargaban de todo el proceso. Según ellas, ignoraban que en esas fábricas trabajasen niños y que fueran
vulnerados sistemáticamente los derechos laborales; al parecer, se enteraron por la prensa de la explotación económica
y personal de sus trabajadores.
Si tú tuvieras constancia de que una empresa multinacional de ropa deportiva acude a esas prácticas, ¿comprarías ropa
de esa marca, aunque fuese más barata y te gustasen especialmente las prendas que fabrica? Justifica moralmente tu
opción.
Como se ve, la implicación del participante en el dilema se realiza planteando la pregunta: “¿Tú qué habrías hecho en
esa situación?”
Según el mayor o menor grado de realidad que posean, los dilemas también se suelen clasificar en dos tipos
fundamentales:
o Dilemas hipotéticos: Son los que plantean problemas que no es probable que les sucedan a los
participantes, pues proponen situaciones abstractas o muy generales, alejadas de la realidad. Por
ejemplo, en los dos casos siguientes:
 
Imagínate por un momento que te encuentras en la siguiente situación: eres un miembro del Consejo de Seguridad de la
ONU que tiene que votar en un asunto de violación sistemática de Derechos Humanos por parte de un Estado. Al frente
de éste se encuentra un dictador que impide cualquier tipo de avance democrático en el país, y que además persigue
militarmente a ciertas minorías étnicas, contra las cuales está llevando a cabo acciones sistemáticas de genocidio.
En el consejo de Seguridad deberás dar tu voto a una de las siguientes alternativas:
– No intervenir, puesto que el asunto puede considerarse como interno a ese Estado, y cualquier intervención de la ONU
podría interpretarse como injerencia en asuntos internos.
– Aprobar un embargo económico, garantizado mediante una vigilancia militar de sus fronteras, aunque los efectos de
dicho embargo recaigan mayoritariamente sobre la población civil de ese Estado, gran parte de la cual no apoya al
dictador.
– Aprobar una intervención militar en defensa de las minorías étnicas agredidas, aunque esa decisión implique iniciar
una guerra donde morirán miles de personas.
***
Una de las tácticas habituales de los secuestradores (de personas, de aviones con pasajeros, etc.) consiste en plantear
determinadas peticiones (dinero, liberación de presos, etc.) a cambio de soltar a los rehenes.
Los poderes públicos se ven abocados entonces a un dilema terrible: o ceden ante los secuestradores y consiguen así la
liberación de los rehenes; o no lo hacen y se arriesgan a que mueran. Habitualmente, los poderes públicos no ceden,
argumentando que si lo hicieran, esa claudicación daría pie a otros grupos o personas a utilizar la táctica del secuestro
para conseguir sus objetivos.
En el caso de que tú tuvieras que tomar una decisión de este tipo, ¿qué harías? ¿Sería la misma tu decisión si entre los
rehenes se encontraran familiares y personas muy queridas por ti?
Este tipo de dilemas son muy aptos para favorecer la lógica discursiva y las reflexiones éticas y filosóficas abstractas,
pero no son muy motivadores para los alumnos, ya que les falta la necesaria encarnación en la realidad cotidiana de
nuestros alumnos.
 
o Dilemas morales reales: Plantean situaciones conflictivas sacadas de los problemas de la vida
cotidiana, casos que les pueden pasar a los alumnos, o a cualquier persona – Un ejemplo de dilema
real lo tenemos en el siguiente caso:
¿Le darías una limosna a un mendigo alcohólico, aunque supieras que probablemente se gastara el dinero en vino?
¿Argumentarías que el fin para el que pide dinero -emborracharse- es malo, y por tanto te abstendría de dársela? ¿O
pensarías que es un enfermo que no puede evitar emborrarse, y que ese acto no hace mal a nadie salvo a él mismo, y en
razón de su adicción incurable, le darías la limosna que te solicita? ¿Consideras inmoral alguna de las dos decisiones
anteriores? ¿Por qué?
Según el grado de exhaustividad con el que presenten la información, podríamos distinguir entre:
o Dilemas completos: Son aquellos que informan con amplitud de las diversas circunstancias que
influyen en el problema, con el fin de que quien va a emitir un juicio sobre el mismo disponga de la
mayor cantidad posible de información, hecho que contribuirá a que la toma de decisión sea más
ajustada a criterio. Al tener todas o casi todas las variables, el juicio moral será más razonado y
correcto.
Es la forma más sencilla de los tipos de dilemas morales.
Un ejemplo lo tenemos en el siguiente dilema:
Uno de los negocios más rentables en los últimos tiempos es el del periodismo sensacionalista relacionado con la
llamada “prensa rosa”. En las revistas del corazón o en programas de radio y televisión donde intervienen famosos se
venden exclusivas millonarias por revelar secretos íntimos, asuntos sexuales o fotografías comprometedoras. Está claro
que muchas de esas exclusivas atentan directamente contra el honor y el derecho a la intimidad de algunas personas.
Imagina  que tú eres el director de una cadena de televisión y tienes que autorizar o denegar el permiso para la creación
de un programa de este tipo. Sabes que la audiencia de estos programas es altísima (y se trata de un asunto importante
para los accionistas de tu empresa, ya que los ingresos publicitarios aumentarían), aunque personalmente consideras
inmoral el vender secretos íntimos que afecten a terceras personas.
De entre las siguientes decisiones, cuál elegirías y por qué:
– Autorizar el programa, ya que lo importante es conseguir audiencia. Al fin y al cabo eso es lo que desean
mayoritariamente los accionistas y son ellos los que te pagan.
– Autorizar el programa, argumentando que eso es lo que la opinión pública desea y, por tanto, se trata de una decisión
democrática.
– Denegar el programa por motivos morales.
– Denegar el programa con el fin de crear una imagen de cadena televisiva seria y así captar a espectadores contrarios a
este tipo de espacios.
 Dilemas incompletos: Son los que no proporcionan una información completa sobre las circunstancias
concurrentes en el dilema, limitándose a plantearlo a grandes rasgos, sin detalles. Ante esta falta de definición,
los participantes tendrán que hacer un esfuerzo reflexivo para discernir ellos mismos bajo qué circunstancias
tomarían una decisión en un sentido u otro. Es decir, que en este tipo de dilemas el debate tiene como
objetivo, además de buscar la solución, investigar las variables que orientarían la elección en un sentido u otro.
Ejemplos de dilemas incompletos serían los siguientes:
– Condenar a una persona inocente para salvar a un pueblo.
– ¿Estás de acuerdo con Robín Hood?: robar a los ricos para dárselo a los pobres.
– Torturar a una persona para sacarle información que permita detener a unos delincuentes.
– Si por alguna casualidad de la vida, sorprendieras a dos famosos en actitud íntima, cariñosa y comprometedora para su
honor, y tuvieses a mano una cámara fotográfica o de vídeo, ¿los fotografiarías e intentarías vender esas imágenes a
alguna revista que te pagase un buen montón de dinero por ellas, o al contrario, respetarías su derecho a la intimidad?
– ¿Estarías dispuesto o dispuesta a compartir parte de lo que te sobra (parte de tu paga, renunciar a comprar ropa de
marca y cara, dedicar tu tiempo libre a trabajar para una ONG, etc.) para intentar remediar la pobreza existente en el
mundo? ¿O piensas tal vez que con actitudes individuales no se resuelve nada y que esa tarea debiera ser misión
exclusiva del Estado (al fin y al cabo, los ciudadanos ya pagan impuestos, una parte de los cuales se dedican a la ayuda al
desarrollo de los países pobres)?
– ¿Serías capaz de mentir sobre tu cualificación profesional para conseguir un trabajo, aun cuando con esa mentira
perjudiques a otros candidatos al puesto de trabajo? Si te encontraras en esa situación: ¿dirías la verdad u optarías por
intentar alcanzar ese trabajo a toda costa? En este último caso, ¿cómo justificarías moralmente tu conducta?

Actividad:
Elaboración de dilemas. (Elaborar un dilema moral con base a lo aprendido en este artículo y presentar en la siguiente
clase. Es necesario que leas y analices detenidamente este material).
Para elaborar dilemas morales que podamos debatir en el aula, hemos de tener en cuenta algunas recomendaciones, en
cuanto a sus elementos, y en cuanto a las fuentes de donde podemos extraerlos.
a) Elementos
 El personaje principal que protagoniza el problema debe aparecer claramente delineado, para favorecer la
identificación con él.
 Las circunstancias: para que el juicio ético sea ponderado, el dilema debe explicar claramente todas que
concurren en el caso planteado, pues si el alumno no posee suficiente información, su decisión corre el peligro
de ser errónea. Aunque, como ya indicamos, esto no sucede con los dilemas incompletos.
 Clase de dilema: Es preferible elegir dilemas reales. Facilita que puedan contar con su experiencia como
elemento de juicio, al lado del razonamiento discursivo. Su mayor grado de realidad los hace, evidentemente,
más fáciles de trabajar. Estos dilemas reales podremos sacarlos de la propia vida cotidiana, de los medios de
comunicación, de textos con valores como los que expusimos más arriba, etc.
 Alternativas: es necesario plantear claramente todas las  posibles soluciones y su grado de legitimidad.
 Naturaleza: Los sucesos deben estar centrados claramente sobre cuestiones de valor moral.
 Toma de decisión: El dilema debe plantearse con preguntas del tipo: ¿Es correcta la decisión de X?, o ¿Qué
habrías hecho tú en el lugar de X?
b) Fuentes
 Textos con valores: 
Muchos textos con valores (cuentos, fábulas, parábolas, poemas, etc.)  Pueden ser utilizados como verdaderos dilemas,
si nos interrogamos por el mensaje ético que plantean. Por ejemplo, el siguiente texto de Berthold Brecht plantea un
dilema centrado en el conflicto entre dos valores igualmente factibles y defendibles: el valor de la seguridad, y el valor
de la solidaridad. La pregunta clave del texto puede ser algo así como: ¿Estás dispuesto a arriesgar tu seguridad para
ayudar a los demás?:
Primero se llevaron a los negros,
pero a mí no me importó, porque yo no lo era…
Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó, porque yo tampoco lo era.
Después detuvieron a los curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó.
Luego apresaron a los comunistas, pero como yo no soy comunista, tampoco me importó…
Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde.
El siguiente texto de Khalil Gibran puede llevar a una reflexión sobre el valor de la generosidad, planteándonos el
siguiente interrogante: ¿Tenemos que dar a todo el mundo, aunque no tengamos la seguridad de que eso que damos
vaya a ser bien empleado? En otras palabras, ¿Hemos de dar a todos, o sólo al que lo merezca?   
Dais muy poco cuando dais lo que es vuestro como patrimonio. Cuando dais algo de vuestro interior es cuando realmente
dais. 
Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen, y lo dan buscando el reconocimiento, y su deseo oculto daña sus regalos.
Y hay quienes tienen poco y lo dan todo. 
Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda, comprendiendo. Y, para la mano abierta, la
búsqueda de aquel que recibirá es mayor alegría que el dar mismo. 
¿Y hay algo, acaso, que puede guardarse? Todo lo que tenéis será entregado algún día: dad, pues, ahora que la estación
de dar es vuestra y no de vuestros herederos. 
Decís a menudo: «Daría, pero sólo a quien lo mereciera». Los árboles en vuestro huerto no hablan de ese modo, ni los
rebaños en vuestra pradera. Ellos dan para vivir, ya que guardar es perecer. 
Todo aquel que merece recibir sus días y sus noches merece de vosotros todo lo demás. Y aquel que mereció beber el
océano de la vida merece llenar su copa en vuestra pequeña fuente. 
Mirad primero si vosotros mismos merecéis dar y ser el instrumento de dar. Porque, en verdad, es la vida la que da a la
vida, mientras que vosotros, que os creéis dadores, no sois más que testigos.  
Si queremos hacer más “real” a nuestros alumnos el dilema propuesto en los dos textos anteriores, de manera que se
sientan más implicados y protagonistas, podemos traducirlo así:
“Vas por la calle, y encuentras a un mendigo pidiendo limosna. Tras un momento de duda, decides no darle nada, porque
piensas que es muy probable que se vaya a gastar el dinero que le des en drogas o alcohol”

 Casos de la vida real


Indudablemente, los dilemas inspirados en hechos de la vida cotidiana, o extraídos directamente de ella, son los mejores
para plantear, porque su cercanía emocional y sentimental, además del conocimiento previo que tienen de estos
dilemas por su propia experiencia, les favorece la necesaria “empatía” para involucrarse más en su resolución.
Un caso especial de dilemas reales son aquellos que ilustran situaciones conflictivas de la vida escolar, como el dilema
que planteábamos más arriba sobre el problema de “chivarse” o no para evitar un castigo colectivo. Otro ejemplo podría
ser el siguiente:
En el reglamento de un centro de enseñanza tenían este artículo sobre los deberes de los estudiantes: “El alumno que sea
sorprendido copiando durante un examen, será expulsado de la escuela”.
Juzgando que esta norma era demasiado estricta, la dirección quiso hacerlo más suave, y pasó una encuesta a los
alumnos para conocer su opinión… Pero éstos se negaron a cambiarla: decían que copiar era una traición y un engaño a
los alumnos que habían estudiado.
¿Qué opinas tú?
 Los medios de comunicación
Los medios de comunicación nos pueden proporcionar también casos basados en la realidad, aunque ésta sea más
lejana a la que vivan nuestros alumnos, que en muchos casos será improbable que experimenten esos conflictos. Sin
embargo, el hecho de que hayan ocurrido realmente les añade una motivación extra sobre aquellos dilemas más
abstractos e hipotéticos.
En este sentido, la prensa puede ser una fuente de gran riqueza a la hora de proporcionarnos casos para nuestros
debates en el aula. Como ejemplo, transcribimos el siguiente caso:
Los vecinos de un barrio se han quejado repetidas veces a las autoridades de que con mucha frecuencia hay altercados y
disturbios en las calles, debido al tráfico de drogas y a la existencia de proxenetas. Cansados de que no atiendan sus
demandas, deciden hacer una patrulla ciudadana que garantice su seguridad, especialmente por las noches.
Una cadena de televisión, enterada de que una noche esa patrulla iba a hacer una “redada” en el barrio, manda a cuatro
periodistas para que cubran la información. Durante el transcurso de la “redada”, los vecinos agreden a algunos
“camellos” y proxenetas, sin que ningún periodista haga nada por impedirlo, ya que se limitan a cubrir la información.
Un juez, enterado de los hechos, denunció a los periodistas por no haber cumplido con el inexcusable deber, recogido en
la Constitución, de socorrer a las víctimas. Los reporteros alegaban que se limitaban a cumplir con su trabajo.
¿Estás de acuerdo con la denuncia del juez?
Resolución de dilemas
Como los dilemas morales muestran una serie de actos humanos cuyo juicio depende de una escala de valores, y como
esta jerarquía es algo estrictamente personal, distinta para cada participante en la resolución de un dilema, es fácil
concluir no existen reglas precisas, ni fórmulas ni recetas que puedan aplicarse a la generalidad de los dilemas.
Sin embargo, la ética, como ciencia de la conducta humana, nos puede proporcionar algunos principios válidos que nos
pueden orientar a la hora de elaborar un juicio crítico sobre un dilema, ayudándonos en la toma de una decisión lo más
ajustada posible a los criterios de lo que podemos denominar “verdad ética”.

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