Qué Son Los Dilemas Morales
Qué Son Los Dilemas Morales
Qué Son Los Dilemas Morales
Los dilemas morales son un excelente recurso para formar el criterio ético en los
alumnos, a la vez que les ayudan a tomar conciencia de su jerarquía de valores. Al
proponerles la resolución de un caso práctico, que con frecuencia podría ocurrirles –o
les ha ocurrido– a ellos, la discusión de dilemas es más motivadora y estimulante que
la mera exposición de principios éticos teóricos.
Entre los objetivos del trabajo con dilemas estarían los siguientes:
Clases de dilemas
o Dilema de análisis: Es aquel dilema en el que el protagonista de la
historia ya ha tomado una decisión y ejecutado una conducta, y se trata
de que el participante emita juicios de valor sobre esa solución que se le
ha dado al caso. Son, pues, dilemas cerrados. Como ejemplo,
transcribimos el siguiente texto de Paulo Coelho:
Según el mayor o menor grado de realidad que posean, los dilemas también se
suelen clasificar en dos tipos fundamentales:
– No intervenir, puesto que el asunto puede considerarse como interno a ese Estado,
y cualquier intervención de la ONU podría interpretarse como injerencia en asuntos
internos.
***
Una de las tácticas habituales de los secuestradores (de personas, de aviones con
pasajeros, etc.) consiste en plantear determinadas peticiones (dinero, liberación de
presos, etc.) a cambio de soltar a los rehenes.
Los poderes públicos se ven abocados entonces a un dilema terrible: o ceden ante los
secuestradores y consiguen así la liberación de los rehenes; o no lo hacen y se
arriesgan a que mueran. Habitualmente, los poderes públicos no ceden,
argumentando que si lo hicieran, esa claudicación daría pie a otros grupos o personas
a utilizar la táctica del secuestro para conseguir sus objetivos.
En el caso de que tú tuvieras que tomar una decisión de este tipo, ¿qué harías?
¿Sería la misma tu decisión si entre los rehenes se encontraran familiares y personas
muy queridas por ti?
Este tipo de dilemas son muy aptos para favorecer la lógica discursiva y las
reflexiones éticas y filosóficas abstractas, pero no son muy motivadores para los
alumnos, ya que les falta la necesaria encarnación en la realidad cotidiana de
nuestros alumnos.
¿Le darías una limosna a un mendigo alcohólico, aunque supieras que probablemente
se gastara el dinero en vino? ¿Argumentarías que el fin para el que pide dinero -
emborracharse- es malo, y por tanto te abstendría de dársela? ¿O pensarías que es
un enfermo que no puede evitar emborrarse, y que ese acto no hace mal a nadie
salvo a él mismo, y en razón de su adicción incurable, le darías la limosna que te
solicita? ¿Consideras inmoral alguna de las dos decisiones anteriores? ¿Por qué?
Uno de los negocios más rentables en los últimos tiempos es el del periodismo
sensacionalista relacionado con la llamada «prensa rosa». En las revistas del corazón
o en programas de radio y televisión donde intervienen famosos se venden exclusivas
millonarias por revelar secretos íntimos, asuntos sexuales o fotografías
comprometedoras. Está claro que muchas de esas exclusivas atentan directamente
contra el honor y el derecho a la intimidad de algunas personas.
Imagina que tú eres el director de una cadena de televisión y tienes que autorizar o
denegar el permiso para la creación de un programa de este tipo. Sabes que la
audiencia de estos programas es altísima (y se trata de un asunto importante para los
accionistas de tu empresa, ya que los ingresos publicitarios aumentarían), aunque
personalmente consideras inmoral el vender secretos íntimos que afecten a terceras
personas.
– Denegar el programa con el fin de crear una imagen de cadena televisiva seria y así
captar a espectadores contrarios a este tipo de espacios.
Al suponer un mayor esfuerzo discursivo, estos dilemas habría que utilizarlos para
alumnos de mayor edad, o que ya estuvieran familiarizados con la técnica de los
dilemas.
– ¿Estás de acuerdo con Robin Hood?: robar a los ricos para dárselo a los pobres.
– Torturar a una persona para sacarle información que permita detener a unos
delincuentes.
Elaboración de dilemas
Para elaborar dilemas morales que podamos debatir en el aula, hemos de tener en
cuenta algunas recomendaciones, en cuanto a sus elementos, y en cuanto a las
fuentes de donde podemos extraerlos.
a) Elementos
b) Fuentes
Muchos textos con valores ( cuentos, fábulas, parábolas, poemas, etc.) pueden ser
utilizados como verdaderos dilemas, si nos interrogamos por el mensaje ético que
plantean. Por ejemplo, el siguiente texto de Berthold Brecht plantea un dilema
centrado en el conflicto entre dos valores igualmente factibles y defendibles: el valor
de la seguridad, y el valor de la solidaridad. La pregunta clave del texto puede ser algo
así como: ¿Estás dispuesto a arriesgar tu seguridad para ayudar a los demás?:
El siguiente texto de Khalil Gibran puede llevar a una reflexión sobre el valor de la
generosidad, planteándonos el siguiente interrogante: ¿Tenemos que dar a todo el
mundo, aunque no tengamos la seguridad de que eso que damos vaya a ser bien
empleado? En otras palabras, ¿Hemos de dar a todos, o sólo al que lo merezca?
Dais muy poco cuando dais lo que es vuestro como patrimonio. Cuando dais algo de
vuestro interior es cuando realmente dais.
Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen, y lo dan buscando el reconocimiento,
y su deseo oculto daña sus regalos. Y hay quienes tienen poco y lo dan todo.
Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda,
comprendiendo. Y, para la mano abierta, la búsqueda de aquel que recibirá es mayor
alegría que el dar mismo.
¿Y hay algo, acaso, que puede guardarse? Todo lo que tenéis será entregado algún
día: dad, pues, ahora que la estación de dar es vuestra y no de vuestros herederos.
Decís a menudo: «Daría, pero sólo a quien lo mereciera». Los árboles en vuestro
huerto no hablan de ese modo, ni los rebaños en vuestra pradera. Ellos dan para vivir,
ya que guardar es perecer.
Todo aquel que merece recibir sus días y sus noches merece de vosotros todo lo
demás. Y aquel que mereció beber el océano de la vida merece llenar su copa en
vuestra pequeña fuente.
Mirad primero si vosotros mismos merecéis dar y ser el instrumento de dar. Porque,
en verdad, es la vida la que da a la vida, mientras que vosotros, que os creéis
dadores, no sois más que testigos.
Si queremos hacer más «real» a nuestros alumnos el dilema propuesto en los dos
textos anteriores, de manera que se sientan más implicados y protagonistas, podemos
traducirlo así:
Un caso especial de dilemas reales son aquellos que ilustran situaciones conflictivas
de la vida escolar, como el dilema que planteábamos más arriba sobre el problema de
«chivarse» o no para evitar un castigo colectivo. Otro ejemplo podría ser el siguiente:
En este sentido, la prensa puede ser una fuente de gran riqueza a la hora de
proporcionarnos casos para nuestros debates en el aula. Como ejemplo,
transcribimos el siguiente caso:
Los vecinos de un barrio se han quejado repetidas veces a las autoridades de que con
mucha frecuencia hay altercados y disturbios en las calles, debido al tráfico de drogas
y a la existencia de proxenetas. Cansados de que no atiendan sus demandas,
deciden hacer una patrulla ciudadana que garantice su seguridad, especialmente por
las noches.
Una cadena de televisión, enterada de que una noche esa patrulla iba a hacer una
«redada» en el barrio, manda a cuatro periodistas para que cubran la información.
Durante el transcurso de la «redada», los vecinos agreden a algunos «camellos» y
proxenetas, sin que ningún periodista haga nada por impedirlo, ya que se limitan a
cubrir la información.
Un juez, enterado de los hechos, denunció a los periodistas por no haber cumplido
con el inexcusable deber, recogido en la Constitución, de socorrer a las víctimas. Los
reporteros alegaban que se limitaban a cumplir con su trabajo.
Resolución de dilemas
Como los dilemas morales muestran una serie de actos humanos cuyo juicio depende
de una escala de valores, y como esta jerarquía es algo estrictamente personal,
distinta para cada participante en la resolución de un dilema, es fácil concluir no
existen reglas precisas, ni fórmulas ni recetas que puedan aplicarse a la generalidad
de los dilemas.
Sin embargo, la ética, como ciencia de la conducta humana, nos puede proporcionar
algunos principios válidos que nos pueden orientar a la hora de elaborar un juicio
crítico sobre un dilema, ayudándonos en la toma de una decisión lo más ajustada
posible a los criterios de lo que podemos denominar «verdad ética».
Se considera que un acto es bueno cuando son buenos el objeto, las circunstancias y
el fin.Por ejemplo, robar para repartir el dinero entre los pobres es un acto condenable
porque, a pesar de que la intención es buena, el objeto (robar) es siempre
condenable. Como dice la famosa frase, «el fin no justifica los medios».
Ayudar a los demás para después presumir de ser buena persona también es
condenable, porque, a pesar de que el objeto (ayudar) es correcto, la intención no es
buena.
En este sentido, la lógica dice que es mejor una acción buena con intención poco
recta, que una mala con intención buena, ya que lo que realmente importa es lo que
se plasma en la realidad y afecta a otras personas o al que realiza la acción. Como
dice el refrán: «obra son amores, y no buenas razones».
– Vencible: por ejemplo, alguien se encuentra una cartera y no quiere enterarse quién
es con el fin de apropiársela.
¿Es lícito realizar un acto del que se siguen dos efectos, uno bueno y otro malo?
Condiciones necesarias:
La conciencia:
Actuar éticamente quiere decir actuar en conciencia. Hay varias clases de conciencia:
Ejemplo de dilema: pienso que beber alcohol, aunque sea moderadamente, es malo.
Me ofrecen una bebida alcohólica. Si bebo hago algo malo, porque actúo en contra de
lo que dicta mi conciencia.
Cierta: es categórica, es decir, que no tiene duda.
Dudosa: vacila sobre la moralidad de un acto.
La ley moral:
La conciencia recta o verdadera es la que juzga de acuerdo con una norma, aplicando
a la práctica la ley general.
o La cultura:
Cada cultura tiene su jerarquía de valores, su visión de la vida y del mundo. Viene a
ser un modo de comportarse de la sociedad en su conjunto, una manera de entender
la realidad.
Todo cuanto hacemos, lo hacemos desde un proyecto, con vistas a un fin. Este fin
está ya desde el principio, en la intención.
Fuente: http://sapiens.ya.com