LA REDACCIÓN - Estilos y Formatos
LA REDACCIÓN - Estilos y Formatos
LA REDACCIÓN - Estilos y Formatos
La palabra redactar se refiere al acto de componer textos escritos mediante el uso adecuado de la
expresión verbal escrita. La redacción es un acto de comunicación que permite la transmisión de
mensajes, ideas, sentimientos, conceptos e información en general.
Es el acto que se escribe un conjunto de ideas ordenadas coherentemente dentro de un texto. Su
etimología deviene del latín redactum, que significa "compilar", "poner en orden".
Para lograr una buena redacción de textos, todo redactor debe tener presente estos aspectos:
Un texto escrito se configura a partir de cinco propiedades: 1.) se concibe con un propósito
comunicativo específico, 2) tiene sentido completo, 3) unidad, 4) coherencia y 5) cohesión.
Antes de empezar a redactar lo primero que debes definir es qué es lo que quieres decir. Así que
antes de echar a volar tu creatividad, hazte las siguientes cinco preguntas y contéstalas: ¿Qué
quiero decir? ¿Cuál es el argumento central de mi texto? ¿Para quién es mi texto?
Escribir correctamente es sinónimo de hablar correctamente. Una buena redacción nos permite
poder expresarnos no sólo de manera escrita, sino también verbal. Expresarnos y comunicarnos
haciendo uso correcto de las reglas gramaticales y ortográficas. La buena escritura enriquece
nuestro vocabulario y nuestro lenguaje.
Estas son aquellas características que se observan al leer un texto tales como la objetividad,
subjetividad, marcas textuales, modos discursivos y prototipos textuales. Objetividad se
refiere a la cualidad por la que la redacción de los textos debe ser ajustada a un tema,
contener lo más importante y ser coherente
Tener clara la idea general. Hay que empezar por el principio y hacernos las siguientes preguntas.
...
Tener claro a quién va dirigido el mensaje. ...
Formato y estructura. ...
Definir un título adecuado. ...
Poner una introducción o presentación. ...
Desarrollar las ideas en orden. ...
Una idea por párrafo. ...
Conclusión o cierre al final.
Las fases de la redacción son: Planificación o preescritura. Escritura propiamente dicha. Revisión o
posescritura.
Un estilo es un conjunto de formatos que se aplican al mismo tiempo lo que permite agilizar y
simplificar su aplicación y modificación. Por ejemplo, en un estilo podemos definir la fuente, el
tamaño de letra, el color y la alineación de un párrafo, todo a la vez.
Un estilo de carácter es un conjunto de atributos de formato de carácter que se puede aplicar a
un texto en un solo paso. Un estilo de párrafo incluye atributos de formato de párrafo y carácter, y
se puede aplicar a un párrafo seleccionado o a un intervalo de párrafos
1. Formal. Este estilo se caracteriza por una temática selecta y un léxico especializado. ...
2. Poético. Se usa tanto en verso como en prosa. ...
3. Informal. Se emplea en la comunicación diaria . ...
4. Científico o Demostrativo. ...
5. Descriptivo.
Los tipos de redacción, ya sea jurídica, académica, literaria, entre otras, tienen un lenguaje,
forma y estructura distinta que se reflejan en los respectivos contenidos.
1. Redacción académica
Como su nombre lo indica, este tipo de redacción es característica en el ámbito académico, es
decir, primaria, secundaria, universidad, revistas especializadas, entre otros.
Este tipo de obras tienen grados de exigencia que deben ser cumplidos, reclaman una escritura
científica, objetiva y que se encuentre basado en una investigación. Además, obedecen a diversas
normativas — según sea el caso — como las normas APA, por ejemplo.
2. Redacción literaria
El principal objetivo de este tipo de redacción es lograr una expresión artística a través del
lenguaje escrito, creando lo que se denomina una obra literaria.
Una redacción literaria debe hacer sentir la voz del autor, su pensamiento y lo que este quiere
expresar.
Es una escritura subjetiva que plasma distintos rasgos de quien la escribe, tales como la cultura,
sensibilidad, imaginación o los sentimientos.
Algunos ejemplos de obras literarias son los poemas, poesías, cuentos, novelas, entre otros.
Características de la redacción literaria
la redacción literaria tiene una particularidad, y es que le otorga al escritor una plena libertad al
momento de crear. La única estructura que maneja, es su propia creatividad;
la redacción literaria tiene tres etapas para su creación: la invención, la disposición y la elocución;
el lenguaje depende del escritor.
Es una redacción libre, debemos percibir qué sintió el escritor y lo que nos quiere hacer sentir a
nosotros, después de todo, quién no ha leído un cuento y ha quedado enamorado, contento, triste
y, ¡hasta aterrorizado!
3. Redacción comercial
Este es el tipo de redacción que más les gusta a nuestros lectores, puesto que es donde conocen
distintas formas de promover su producto o servicio con la finalidad de generar el mayor lucro
posible.
4. Redacción periodística
El periodismo es un género literario y uno de los tipos de redacción, en donde los periodistas son
los emisores del mensaje y, el público en general es el receptor en masa.
Las 6 preguntas
El artículo debe responder a las preguntas:
El formato
En cuanto al formato de publicación, se debe redactar con un lenguaje, una estructura y forma
específica que es característica de cada uno de ellos, por ejemplo, diarios, televisión, web o radio.
5. Redacción jurídica
Es uno de los tipos de redacción que es empleado por cualquier organización o profesional que
escriba sobre el derecho y las leyes en general, como, por ejemplo, abogados, diputados,
legisladores, jueces, entre otros.
6. Redacción informal
La informalidad en la redacción se utiliza cuando emitimos un mensaje sin una estructura fija y de
forma cotidiana, por ejemplo, mediante el uso del WhatsApp o Facebook.
Una vez llegado al punto final, resulta menester comprender que son varios tipos de redacción y
que cada tipo tiene características, estructuras y formalismos distintos, pero, la finalidad es la
misma: expresarse con sentido y coherencia de manera escrita.
La redacción se ha ido adaptando a los cambios tecnológicos que hoy en día abren innumerables
oportunidades, tanto para las empresas como para las personas en particular.
Por ejemplo: a la hora de citar las fuentes, unas veces utilizaremos “según”; otras, “en
palabras de…”, la opinión de…”, etc. Debemos, pues, acudir a los sinónimos.
No hablar en primera persona: El estilo informativo requiere que la persona que cuente
los hechos lo haga desde fuera; por tanto, éstos deben redactarse en tercera persona.
Por ejemplo: No debe decirse “yo percibí que la manifestación contó con 300 personas”
sino “unas 300 personas acudieron a la manifestación”.
El “yo” está prohibido en el estilo informativo a no ser que sean palabras literas que
recogemos de otras personas.
Por ejemplo: Rita García, la dueña del edificio, asegura que no sintió nada: “yo permanecí
en la cama toda la noche y no escuché ruido alguno”.
Asimismo y aunque la primera vez que citemos una fuente o una persona en nuestro texto,
debemos dar todos los datos tal y como expusimos anteriormente (cargo, nombre,
apellidos); el resto de veces que la nombremos debemos citarla de otra forma para no
repetir.
Se suele recurrir a citar a la persona por su primer apellido y usar sinónimos para hacer una
lectura más eficiente.
No hacer uso de adjetivos que expresen “emotividad”: Esto es así porque, como hemos
dicho, se pretende que la persona que escribe la información sea mera transmisora de la
misma. Es por ello que se recurre a las fuentes en pro de la consecución de
una información contrastada.
Por otra parte, contar una información desde el uso de expresiones emotivas o adjetivos,
tiene el efecto de no dar a esa información el carácter veraz que necesita. Incluso en los
artículos de opinión, las opiniones son fuertemente argumentadas y no resuelven con
valoraciones desde la emotividad de la persona.
No hacer uso de las oraciones pasivas. Las oraciones pasivas a menudo son más largas y
no contribuyen a mostrar el texto de la forma más clara posible. Por ello, es mejor siempre
recurrir a las construcciones activas.