TL SanchezRuizFreyre
TL SanchezRuizFreyre
TL SanchezRuizFreyre
FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE ARQUITECTURA
AUTOR
FREYRE AARON SANCHEZ RUIZ
ASESOR
MARIA TERESA MONTENEGRO GOMEZ
https://orcid.org/0000-0003-0727-674X
Chiclayo, 2022
MODELO DE VIVIENDA COOPERATIVA PARA EL
USUARIO DEPENDIENTE
PRESENTADA POR:
A la Facultad de Ingeniería de la
Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo
para optar el título de
ARQUITECTO
APROBADA POR:
Agradecimientos
RESUMEN ................................................................................................................................. 5
ABSTRACT ............................................................................................................................... 6
I. INTRODUCCIÓN: ......................................................................................................... 7
V. CONCLUSIONES: ....................................................................................................... 78
VII. BIBLIOGRAFÍA:.......................................................................................................... 80
RESUMEN
Esta investigación busca determinar nuevos paradigmas para la propuesta de un modelo de
Vivienda Cooperativa con la finalidad de beneficiar al usuario dependiente en el desarrollo de
su vida cotidiana, entendiéndose como usuario dependiente a las personas que necesitan de
otras para desarrollar su día a día sin dificultades, debido a alguna enfermedad, discapacidad, o
condición innata. Se plantearon 4 objetivos que son: conocer los paradigmas que rigen a la
vivienda contemporánea, conocer las necesidades espaciales del usuario dependiente,
determinar nuevos paradigmas para la vivienda cooperativa y proyectar un modelo de vivienda
cooperativa para el usuario dependiente. Para esta investigación se plantearon 4 fases, en la
primera se estudia la base bibliográfica existente acerca de la vivienda, su evolución y
adaptación en el tiempo y así determinar las razones que la llevaron a ser como la conocemos
actualmente, en la segunda fase se estudia al usuario dependiente y cuáles son sus necesidades
espaciales, en la tercera fase se busca obtener una respuesta a los paradigmas de la vivienda
contemporánea con base en el análisis de diversos proyectos de vivienda que aportan cierto
grado de innovación y en la cuarta fase se pone en marcha la propuesta de la vivienda
cooperativa. Obteniendo como resultados los paradigmas que rigen a la vivienda
contemporánea y su relación con las necesidades espaciales que estas han generado en el
usuario dependiente, siendo que en algunos casos son “causa” y “efecto” y que sirven también
para definir a que deben responder los nuevos paradigmas de la vivienda cooperativa ya que
serán la herramienta principal en el diseño de la misma.
ABSTRACT
This research seeks to determine new paradigms for the proposal of a Cooperative Housing
model with the aim of beneficiary to the dependent user in the development of their daily life,
understanding as dependent user to people who need others to develop their day to day without
difficulties, due to some disease, disability, or innate condition. Four objectives were proposed,
which are: know the paradigms that govern contemporary housing, know the spatial needs of
the dependent user, determine new paradigms for cooperative housing and project a cooperative
housing model for the dependent user. For this research, 4 phases were proposed, in the first
phase, the existing bibliographic base about housing, its evolution and adaptation over time is
studied and thus determine the reasons that led it to be as we know them today, in the second
phase it is studied to the dependent user, and that are their spatial needs, in the third phase it is
sought to obtain a response to the paradigms of contemporary housing based on the analysis of
various housing projects that provide a certain degree of innovation and in the fourth phase it
is the cooperative housing proposal is underway. Obtaining as results the paradigms that govern
contemporary housing and their relationship with the spatial needs that these have generated in
the dependent user, being that in some cases they are "cause" and "effect" and that also serve
to define what they must respond to. the new paradigms of cooperative housing since they will
be the main tool in its design.
I. INTRODUCCIÓN:
El usuario dependiente es en principio quien, por enfermedad, condiciones innatas o por edad
avanzada, manifiesta una condición que le impide vivir su vida cotidiana con independencia.
Con frecuencia se menciona “el problema del envejecimiento de la población” con afirmaciones
degradantes hacia los ancianos, cuando en realidad, esto es fruto de la mejora de la calidad de salud
que permite que la esperanza de vida se alargue con las consecuencias que esto conlleva.
Ante este cambio, la arquitectura ha estado creando y reestructurando inmuebles que se adaptan a
las nuevas condiciones de la población y al incremento de las demandas asistenciales que a simple
vista son muy superiores a las del resto de la población.
Estas demandas asistenciales no aparecen necesariamente con la edad, como vimos al principio, y
para cubrirlas las familias comienzan la búsqueda de asilos o casas de retiro que en su mayoría no
son accesibles o tienen vacantes limitadas y son los familiares más cercanos los que deben
encargarse de cuidarlos, lo que origina una relación de comensalismo, donde la persona
dependiente se sirve de los cuidados de quienes lo rodean, sin posibilidad de devolver esta ayuda,
lo que muchas veces termina en el abandono de los mismos. Este problema se produce mayormente
cuando dejan de tener una vida laboral activa, sus cuidados se vuelven tediosos y empiezan a
generar gastos. Todo esto provoca que el trato con los familiares se fracture, y que poco a poco se
le desplace a un rincón de la casa, reduciendo su núcleo social y la interacción con su entorno,
provocando cuadros depresivos y aislamiento. Por lo que esta investigación plantea la necesidad
de un nuevo modelo de vivienda, donde sus usuarios estén en constante interacción y se formen
relaciones de cooperación, para dejar las relaciones de comensalismo y empezar con el
mutualismo.
A nivel mundial, se estimó que en 2017 hubo 962 millones de personas con 60 años o más, que
representan el 13% de la población mundial, con un crecimiento de 3% anual (Centro Nacional de
Planeamiento Estratégico, 2020) y alrededor de 650 millones de personas, que representan el 10%
de la población mundial con al menos una discapacidad. (NACIONES UNIDAS, 2019)
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Europa cuenta aproximadamente con un 25% de su población en edad avanzada y el 14% de ellos
tiene por lo menos una discapacidad. (Servicio de Información sobre Discapacidad, 2019)
En México las Cifras del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, nos indican
que de cada 100 personas que son ingresadas a centros geriátricos, 60 de ellas presentan rechazo o
total abandono por parte de su familia (Ramirez Posadas, 2014). Sumado a esto, el Censo del año
2020 señala a 21 millones de personas con discapacidad, representando el 16.5% de su población
total. (DIS-CAPACIDAD, 2021)
En Colombia más de cuatro millones de adultos mayores (8.2% de la población total) no tienen
una pensión de retiro, dos millones sufren de depresión y alrededor de 400 son abandonados cada
año, lo cual demuestra el gran desafío que se ha vuelto hoy en día envejecer (COLPRENSA, 2017)
,sobre las personas que tienen alguna discapacidad, el DANE (Departamento Administrativo
Nacional de Estadística) según el Censo Nacional del 2018, indicó que la conforman el 7.2% de la
población colombiana, representando a más de 3 millones de personas. (Instituto Nacional para
Ciegos, 2020)
En Perú gran parte de la población de los adultos mayores tienen independencia limitada, tanto
física como económicamente, según una investigación de lima y callao, aproximadamente un tercio
de la población de 60 años a más tiene al menos una discapacidad. Además, que sus pensiones son
insuficientes, así como el sistema de salud. (Baldeon Martínez y otros, 2020)
Según INEI, la población de adultos mayores en Perú la componen cerca de 2 millones de personas,
en comparación a los 3 millones que conforman las que tienen algún tipo de discapacidad. (INEI,
2017)
Una cantidad de personas tan importante no debe ser ignorada, ya que significa, además de segregar
a un sector de la población, pérdidas económicas muy grandes, puesto que el modelo comensalista
cuando no termina en abandono, le cuesta dinero a la familia del usuario, en caso sea recibido por
una institución, o evita que quienes se dediquen a atenderlo trabajen.
La investigación toma en cuenta al adulto mayor, por ser el principal sector de la población
afectado por este problema, como a aquellas personas que tengan limitaciones físicas o mentales
llamados usuarios dependientes. Así mismo por la naturaleza del proyecto y el mutualismo que se
desea fomentar, no está limitado a estos dos grupos, puesto que estas relaciones pueden involucrar
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a personas sin limitaciones físicas o edad avanzada, ya que puede beneficiar a quien cría un niño,
quien necesita que le hagan la compra del mercado o quien necesite compañía.
Por la globalidad del problema descrito sobre el usuario dependiente, la investigación busca llegar
a las características que debe tener el modelo de vivienda cooperativa sin enfocarse en una
ubicación concreta, para ser un modelo replicable en otros escenarios y tan maleable como sea
necesario para las nuevas condiciones del entorno, sin embargo, para generar resultados tangibles,
se desarrollará a manera de ensayo y demostración en la ciudad de Jaén Perú, donde según censos
del INEI del año 2017, la población mayor a 65 años es de 6 994 personas, mientras que la
población con alguna discapacidad es de 17 547 personas, representando el 9.5% de los habitantes
de la ciudad.
Para poder diseñar este nuevo modelo de vivienda, primero debemos estudiar a fondo la ancianidad
y los usuarios con dependencia, descubrir los diversos paradigmas que rigen a la vivienda actual,
investigar sobre las necesidades espaciales de nuestro usuario que no se están cumpliendo y
finalmente traducir esta información a las características que debe tener la vivienda cooperativa
para demostrarlas en un proyecto arquitectónico.
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Para identificar los paradigmas que rigen a la vivienda actual, es necesario estudiar los elementos
que rigen la vivienda actual, ya que son los elementos que permiten que estos modelos de
habitabilidad sigan en vigencia.
El Arquitecto Rem Koolhas ha generado una saga de libros llamada “elements” en donde aborda
diferentes elementos que componen mucha de la arquitectura y por lo tanto a la vivienda, y la vida
doméstica que es la que aborda esta investigación.
Un muro bien empleado puede definir espacios, así como propiciar la sociabilización entre los
miembros de la vivienda y entre los miembros de otras viviendas. Pero también un muro mal
empleado podría limitar los usos de un espacio, así como generar la desvinculación de los
miembros que habitan la vivienda, y de la comunidad que la conforman.
Es común en la arquitectura que el usuario acepte los paradigmas de vivienda que otros usuarios
han empleado, por contar con la validación de la mayoría. Es por eso que cada época de la historia
tiene una arquitectura característica ya que son técnicas que se han ido perfeccionando a base de
prueba y error, pero en nuestra época, esta experimentación se ha detenido, a pesar de que muchas
veces las condiciones de vivienda no son las óptimas.Un ejemplo muy claro es la aplicación del
confiable muro de ladrillo, por ser un método muy probado y que además contar con abundante
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mano de obra calificada para el momento de su ejecución, otro ejemplo que ha tomado fuerza son
los muros de drywall, por razones similares. Mientras que otras opciones muy válidas como, por
ejemplo, el tabique de madera o el piso de madera son menos usados en el contexto peruano y más
aún en el contexto Jaeno.
Al hablar de la puerta Rem Koolhas la resalta como un elemento de seguridad, que remata el muro,
puesto que son elementos complementarios. Una puerta brinda seguridad a costa del aislamiento
del exterior, ya sea visto el exterior como la calle o cuando el exterior son los otros ambientes de
la vivienda. Elemento que debería solo poder ser utilizado por el usuario o los usuarios que ocupan
el espacio que resguarda.
Conseguir seguridad por medio del aislamiento provoca algunos fenómenos que Koolhas resalta
en su libro, condiciones de comportamiento que denomina “políticas de privacidad” o “política de
puertas abiertas” haciendo énfasis en como el comportamiento de cada usuario puede cambiar si
se encuentra totalmente solo, o si se encuentra en un ambiente que comparte con otros miembros
que habitan la vivienda o si están recibiendo visitas.
Estas “políticas de privacidad” también condicionan la manera en que se conciben los espacios,
puesto que no a toda la vivienda pueden acceder las visitas, por lo que la arquitectura está preparada
la mayoría de las veces con filtros que provocan que las visitas puedan ser controladas, sin exponer
los ambientes más privados de la vivienda a menos que así lo desee el usuario.
Hay diversos elementos que pueden generar privacidad y pueden generar los filtros antes
mencionados, pero la puerta es el elemento por excelencia que reconoce Koolhas para generar
privacidad y seguridad.
Cuando Rem Koolhas habla del inodoro, hace especial énfasis en su historia en lugar de centrarse
principalmente en su funcionalidad, puesto que considera importante mostrar la evolución de este
equipamiento para justificar los escenarios que se nos presentan ahora en la vivienda actual.
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La historia muestra por primera vez los baños como un ambiente acondicionado para satisfacer
necesidades humanas en la Antigua Roma, describiendo como antes era muy difícil tener
instalaciones sanitarias para cada vivienda.
El agua era un recurso que podría ser almacenado hasta que fuera usado en las actividades
cotidianas y quizás de una forma similar con el agua que ya fue usada y debe ser desechada, pero
en el caso del drenaje de residuos sólidos no era tan sencillo.
Explica como los baños eran espacios compartidos y que (Koolhaas, toilet, 2014)
Vivian su privacidad de manera distinta y un equipamiento tan íntimo como el baño es para
nosotros, en esta época, debido a las limitaciones constructivas, era un equipamiento público. Esto
fue cambiando a medida que las técnicas constructivas se fueron perfeccionando, dando lugar a las
viviendas que conocemos actualmente.
De esta manera Koolhas nos hace notar el avance tecnológico que representa el hecho de poder
plantear ahora construcciones con la instalación sanitaria necesaria y en ocasiones lo describe como
un lujo, comparando como en la antigüedad unos cuantos baños hubieran sido suficientes para
muchas personas, mientras que ahora es accesible en la vivienda que cada habitación tenga un baño
privado.
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Xavier Monteys y Pere fuentes en “la casa collage” abordan distintos apartados y aspectos de una
casa, desde su historia, motivo de origen y evolución, lo que podría darnos más pistas de como
poder replantear algunos paradigmas de la vivienda.
cómoda por lo poco pensada que está la arquitectura para que los usuarios se desenvuelvan con
holgura. Además de esto trae otra pregunta a la investigación. ¿La casa es más reconocible por sus
características formales o gracias la escena doméstica?
El arquitecto alemán Bruno Taut afirmaba que lo importante es el aspecto de la gente habitando la
arquitectura, ya sea por su presencia o por lo que sugiere el mobiliario y los enseres en las
fotografías. Convirtiendo a la arquitectura en el escenario de la imagen.
Decir que una casa con muebles y enseres es una casa “amoblada” es quedarse corto, como
expresarlo en dibujos relacionados a la planimetría. Así mismo el estudio de estos elementos nos
puede dar como resultado el carácter de la casa y las características de los propietarios.
La casa del lago Leman construida por Le Corbusier para ser habitada por su madre, es un ejemplo
de lo que nos describe en su libro “Precisions” lo que él llama una composición matemática
originada por la interacción de dos comensales en una taberna popular, el desorden producido por
su comida y su charla y la relación que se crea entre los objetos usados los unos con los otros, es
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la situación que se ve reflejada cuando su madre habitaba la casa del lago Leman, con sus muebles
y sus enseres.
Cuando fue desocupada, la casa fue “arreglada” con muebles diseñados por el arquitecto, con el
fin de ser visitada, resultando en lo que el describe como estar observando una tienda de muebles
o un piso muestra. “Busco con verdadero afán esas casas que son “casas de hombres” y no casas
de arquitectos”.
Tanto la casa de Mario Praz y la de John Soane, son Interior con paneles abatibles para exponer cuadros
casas llenas, que pasaron a ser museos luego de que en la casa de Sir John Soane, Lincolns Inn Field,
Londres 1972-1837.
ambos fallecieran, sin embargo, a pesar de estar llenas
no están completas.
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Los objetos de ambas casas, evidencian un proceso de acumulación llevado a cabo a lo largo de la
vida de sus propietarios.
Algunos arquitectos han tomado en consideración la diversa intervención del usuario sobre su
propia casa, Le Corbusier en el Plan Obus para Argel (1931) indica los distintos estilos que poseen
las viviendas dentro del viaducto, Ralph Erskine proyecta el desorden de modo calculado en sus
fachadas y otros como Hugo Häring o Gio Ponti incorporan la actividad de las personas a través
de esquemas y de un modo naïf se dibujan muebles que sugieren la diversidad de una casa habitada,
representada en escenas en las plantas de los proyectos.
Cuando se comparan los departamentos de un mismo edificio, se evidencia que el soporte que da
la arquitectura a la vida doméstica en cada casa, es la misma o con cambios muy ligeros, pero el
trabajo de apropiación que realiza cada usuario, logra transformar de manera notoria la percepción
del espacio.
Cuando estas fotografías se comparan se puede comprobar la apropiación que el usuario hace del
espacio y como ha ideado distintas soluciones para el mismo espacio, expresando su opinión y su
manifestación arquitectónica de acuerdo a las necesidades que busca satisfacer.
El juego de la casa: “La casa, algo que para los arquitectos forma parte simplemente de nuestro
trabajo, es para otros objetos de juego o veneración”
Según Steen Eiler Rasmussen, a cierta edad los niños tienden a buscar un refugio, ya sea una cueva
excavada en su patio de juegos, o un intento de cabaña usando los recursos que tienen a su alcance,
pueden tener muchas variantes, pero en lo que concuerdan es que delimitan un espacio para el uso
personal del niño.
Que el humano se distingue de otros animales, en que su refugio varía según el clima y sus
necesidades, y que, es capaz de perfeccionarlo, la labor del arquitecto, es la de ordenar estas
respuestas al clima y las necesidades del ocupante y establecer una relación de esas cosas, con el
entorno en donde habitará este humano, por lo que podemos concluir, que el animal solo se refugia,
pero el humano se hace una casa.
El “juego de la cueva” revela que la construcción de la casa está arraigada al ser humano desde la
infancia, y que, en una sociedad primitiva, se proseguiría con ese perfeccionamiento hasta ser la
casa de un adulto. De esta manera se resalta la trascendencia del deber del arquitecto como el
responsable constructor de la casa del humano.
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Para los arquitectos la casa es solo parte del trabajo, pero también para otros es algo más, objeto
de veneración, un juego, o la vida. Según Witold Rybczynski, en el siglo XVII los holandeses
dieron mucha importancia a la escena doméstica como genero pictórico, y además construyeron
casas en miniatura con todos sus objetos propios de ella, construido como un objeto votivo,
demuestra la importancia de la casa desde tiempos antiguos.
Algunos ejemplos de casas que se salen del molde tradicional, comparten algunas características
que vale la pena conocer, Edwin Lutyens construyó una casa para la reina de Inglaterra, Charles y
Ray Eames ensayaron un prototipo de casa moderna para Revell y la revista A.D. organizó un
concurso entre arquitectos con este mismo motivo, al observar la representación interior de las
casas, se apartaban de la tradicional vista cenital y en lugar de eso quitaban una pared del ambiente
que se buscaba mostrar y se trabajaba la escena doméstica, esta manera de representar el espacio
se acerca más a la sección de la planta, cosa que nos permite una concepción y desarrollo del
proyecto más enriquecido de una casa.
Como conclusión de esto podemos decir que la Revell Toy House, casa de juguete moderna y
modular, (Charles y Ray Eames, 1959).
“casa de muñecas” nos ayuda a comprender el
espacio de la casa, mientras que el “juego de la cueva” nos ayuda a comprender el instinto del uso
y la construcción de una casa.
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Subvertir, usar mal: Usar una cosa de otra manera de la que estaba prevista es un tipo de acción
critica a la que deberíamos estar atentos.
En la novela “El siglo de las luces” de Alejo Carpentier relata como tres adolescentes después de
la muerte de su padre, deciden cambiar la casa, por lo que encargan muebles, enseres y variedad
de instrumentos. Pero cuando llegan los encargos, en lugar de comenzar a ubicar los muebles en la
casa, solo entreabren las cajas para comprobar su interior y sacar algunas cosas de las que se
encaprichan, conservando la mayoría de cosas en sus cajas y emplazándolas en el salón con la
intención de crear una nueva espacialidad dentro de la casa, construyendo “su” casa, dentro de la
casa.
Este ejemplo nos permite reflexionar sobre el uso que le damos a las partes y elementos de la casa,
aunque, aparentemente incorrecto en algunas ocasiones, no es más que una crítica a la arquitectura
doméstica.
Los niños saben usar mal las cosas al momento de jugar, como si fuera el alter ego de los objetos
y lugares de la casa. Usan la ambigüedad de las cosas para usarlas de formas distintas, aplican estos
usos, porque entre otras cosas, su estatura les permite, por ejemplo, usar un armario como si fuera
una habitación.
Pero más influyente que la estatura, es la actitud desinhibida que les caracteriza respecto al uso
establecido de las cosas, a modo de crítica sobre la arquitectura.
Los niños son los incitadores a usar de forma distinta los espacios de una casa, y cuestionar la
especialización de las partes de la misma. La distribución de las viviendas actuales, que responde
a la denominación de las piezas de la casa, que acarrea una especialización estricta, al punto de que
la única pieza compuesta es el llamado comedor-estar, esta tendencia ha reducido el conjunto de
piezas útiles de la casa, es allí donde la actitud transgresora de los niños evidencia que existen otros
caminos por desarrollar.
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Los niños y la casa: Pensar en el tamaño que tiene la casa para el niño puede servir para ser
conscientes de este hecho, pero también para pensar en la casa desde otro “punto de vista”
Según Monique Eleb, los niños en la casa han propiciado la aparición de los espacios destinados
para ellos, catalogándolo como un fenómeno moderno, también un fenómeno moderno es
considerar a los niños como tales, consecuencia de una lógica evolutiva, que precede al
descubrimiento de la noción de la adolescencia. Los niños irrumpen en la arquitectura doméstica
moderna y nos ofrecen un punto de vista distinto de la casa.
Este punto de vista debe tenerse en cuenta al resolver partes o componentes domésticos en las
viviendas que al parecer no tenían solución. Le Corbusier en El Modulor apunta a que el diseño de
ventanas y puertas debe ser del tamaño de quienes las usan. Esta cuestión fue trasladada a los
fabricantes de automóviles, que han introducido primero por seguridad y más tarde por puro
confort, asientos para niños en sus coches.
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Almacenes de muebles y menaje del hogar como Ikea o Habitat, contienen en sus catálogos
muebles pensados para los niños. En la vivienda es necesario comenzar a concentrarse en aquellos
elementos como puertas y ventanas para mejorar el uso y aprendizaje de los niños sobre la casa.
Esto se puede traducir como la aplicación doméstica de lo que se realiza en las guarderías, que
incorporan elementos que, por sus dimensiones y colocación, denotan que el problema del tamaño
es de gran importancia, no solo para un uso cómodo y seguro, sino también para el aprendizaje del
niño.
La exposición en el Kunsthal de Rotterdam en 1997 bajo el título de “Kid size, the material world
of childhood” reunió una colección de objetos que rodean al niño y que constituyen su mundo
particular de muebles y juguetes. La exposición tiene como fin evidenciar la importancia de estos
objetos para el desarrollo físico y emocional del niño.
Arquitectos como Sven Markelius, Wells Coates, Herman Hertzberger, han ensayado estos
problemas de tamaño cuyos resultados pueden ser de utilidad. Eduardo Arroyo se pregunta cómo
debe ser el espacio que alberga a los niños, teniendo en cuenta su estatura, que por lo general no
sobrepasa los ochenta y cinco centímetros, y su radio de acción, de un metro y quince centímetros
aproximadamente, datos a tomar en cuenta en el tratamiento de los objetos creados para ellos. El
resto del espacio no accesible para ellos, corresponde al mundo de los cuidadores.
habitar. En donde el resto de casas son interpretadas como variaciones del diagrama de funciones
de la primera.
Una casa de vacaciones no tiene que ser necesariamente lo que comúnmente llamamos casa, suelen
tener un programa distinto y generalmente son más pequeñas, prácticas y sencillas.
El programa de estas casas responde a las exigencias de la vida en vacaciones y el tiempo libre. En
vacaciones los horarios no existen o son muy distintos, no se trabaja o se trabaja en otras cosas. Se
requiere disfrutar del aire libre o estar en contacto con la naturaleza, priorizando el sentido práctico
sobre las formas, igualmente con la indumentaria.
Sin embargo, cuando se encarga una casa de vacaciones, se piensa más en la casa ideal o la casa
que me gustaría tener que en una de vacaciones.
Le Corbusier construyó el “cabanon” para su esposa en Cap Martin, por coincidencia su vecina
Eileen Gray proyectó también una casa de vacaciones y probablemente ambos sabían con qué
pocas cosas se podía ser feliz en aquel sitio. Los miembros del GATEPAC elaboraron un prototipo
de casa desmontable para fin de semana en madera y fibrocemento y Alfred Roth iniciaba La
Nouvelle Architecture con un palafito para fines de semana construido por Albert Frey y A.
Lawrence Kocher en Long Island que recuerda la célula de una habitación de Moisei Ginzburg.
Otros arquitectos rescataron esta tradición experimental construyendo habitáculos de este tipo para
ellos mismos. El caso de Ralph Erskine en la cabaña que llamó “the box” donde vivía y trabajaba
en su primera época profesional. Alison y Peter Smithson en su casa de Upper Lawn construida
sobre los restos del antiguo “cottage”.
Nissen en Hamburgo para los damnificados de II Guerra Mundial o de la Now House, una casa
instantánea de emergencia diseñada para la ONU por R. Buckminster Fuller en 1976.
Uno de los conjuntos experimentales que se aproximan a este caso es el de la casa transportable.
Las caravanas, acampar o instalarse en la naturaleza con el máximo confort es una idea vieja, así
como los vagones de tren de alquiler empleados en Escocia para pasar el fin de semana o las casas
aerotransportadas de Casto Fernández-Shaw y las casas embarcaciones en los canales de
Ámsterdam.
En torno a la casa para el tiempo libre se agrupan proyectos y construcciones variadas, un conjunto
de viviendas que podríamos llamar “casi casas”. La cabaña, la barracal el vagon de tren reutilizado,
la caravana, el coche casa, el avión casa, el barco casa, la vivienda autoconstruida, la vivienda
reciclada, forman un circo de soluciones que hacen pensar en formas de abordar la residencia para
el tiempo libre.
Con este conjunto de soluciones podemos ver que existen distintas maneras de plantear la casa de
vacaciones. Con estos ejemplos distinguimos diferencias radicales entre “segunda residencia” y
“casa de fin de semana”. La primera es un subproducto seguramente más ostentoso que útil, hecha
por adultos. La segunda es un juguete que redescubre la experiencia de habitar.
Adolf Behne escribe de la casa, sobre las cosas nacidas del instinto del juego se acompañan del
componente practico. El hombre primitivo muestra su instinto de juego incluso con los utensilios
y aun sin necesidad los embellece, pinta y decora, el utensilio “edificio” no es ninguna excepción,
como el “juguete instrumento”.
A la vista de todo esto, por qué en lugar de ver nuestra casa de vacaciones como reflejo de la casa
habitual, no hacemos lo contrario, viviríamos en la casa que nos gusta, más práctica, acogedora,
cómoda y que recupere su condición de juego.
La ambigüedad valida: Podríamos asegurar que, cuanto mayor ha sido la especialización de las
piezas de la casa y más piezas indefinidas han desaparecido, mayor ha sido la perdida de
flexibilidad de ésta.
XIX usan esta indeterminación de piezas, permitiendo usarse indistintamente para cualquier
función.
La discusión se extiende a otros espacios como los pasillos, que resultan más eficaces planteados
de un modo diferente al habitual. La idea de que el pasillo sirve en tanto haya habitaciones a las
que acceder, relegándolo al papel de servidor y convertirlo estrictamente en un lugar de paso, en
lugar de concebirlo como una pieza común que permita otros usos además del paso.
Las viviendas urbanas europeas del siglo XIX construidas en el Ensanche barcelonés,
caracterizadas por estancias comunicadas entre sí, y es esta estancia la vertebra de estas viviendas,
las cuales están amuebladas y son amplias para poder desarrollar un gran número de actividades.
Sin embargo, reducidos a piezas de distribución, han perdido en las viviendas, cualquier
posibilidad de uso volviéndose “realmente inútiles”.
Esta cuestión evoca comentarios de Robert Venturi sobre la flexibilidad, done sostenía que
habitaciones con usos genéricos en lugar de específicos, o los muebles movibles en lugar de
tabiques móviles, dan como resultado flexibilidad perceptiva en lugar de flexibilidad física y
concluía que: “La ambigüedad valida fomenta la flexibilidad útil”. Pensar en la casa como un
conjunto de piezas “útiles” es un como poco reduccionista, que recuerda a los esfuerzos de la
ingeniería genética por conseguir pollos con muslos, sugiriendo a los usuarios que solo
determinadas piezas de la casa son disfrutables, dejando a las otras piezas condenadas a ser
pequeñas y oscuras. Francesc Mitjans en Barcelona en su edificio de viviendas une al recibidor
una pequeña sala, nombrada como “rincón de espera” que permite a una de las habitaciones
contiguas usarse como “despacho o dormitorio”, o ensanchar el pasillo hasta convertirlo en una
habitación de armarios compartidos, liberando a los dormitorios, a la vez que sugiere el uso de la
casa como un apartamento de dos piezas dotado de un baño.
Las viviendas de principio de siglo, en la que sus piezas pueden usarse indistintamente como sala
o dormitorio nos trazan un camino a seguir que puede ser más fructífero y un modo diferente de
entender la flexibilidad. Termino asociado a algo móvil, cuando en realidad implica mayor
variedad de uso y versatilidad y no está necesariamente asociada a tabiques plegables, deslizantes
o de acordeón. La flexibilidad es potencialidad.
“La vivienda del mañana” es un escrito de los años cincuenta donde se plasman sugerencias para
planear la casa moderna, George Nelson y Henry Wright dedican un capítulo a lo que denominan
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“la habitación sin nombre”, definida como una gran habitación para la familia, donde reunirse sin
temor a “estropear los muebles”.
Esta innovación guarda relación a la existencia del living de las casas americanas de los años
cincuenta, equivalente a nuestras salitas, lugar para recibir visitas, lo cual lo inhabilita para usarse
de forma despreocupada, en este caso más que esa “habitación sin nombre” contigua a las salas
actuales, se busca el conjunto que se forma con el pequeño living y la cocina pasante.
En este caso la flexibilidad no significa que cada pieza deba albergar diversas actividades, sino que
sea el conjunto de piezas vinculadas lo que brinde versatilidad a la casa.
La habitación ideal: La casa como una reunión de habitaciones autosuficientes, acorde con la
cada vez más heterogénea clase de vínculos que se establecen en el terreno de las relaciones
familiares.
la imaginación. Decir que la habitación, es la célula de la casa supone una nueva jerarquía de piezas
y terminar con el esquema generalizado de gran sala de estar y pequeños dormitorios, se plantean
habitaciones más grandes y completas, una de ellas es la sala de reunión.
Un rasgo de las viviendas actuales es el predominio de la sala de estar, al encargar una vivienda la
gente pone en prioridad máxima a la sala de estar, restando importancia a las otras piezas que
componen la casa, este pensamiento se ajusta al espacio que necesita una familia tradicional
durante un periodo de su vida, entre el nacimiento y la emancipación de los hijos, pero no
corresponde a la variedad de vínculos que se establecen en las relaciones familiares actuales.
Pensar en la habitación como la célula de la casa, nos lleva también a pensar sobre el perímetro
que define la habitación y su necesidad de ser trazada de manera autónoma, incluso usando los
intersticios generados para colocar el servicio de la habitación. Una habitación así necesita ser
pensada de manera autónoma, como en la analogía de la casa y el bloque, que, pensado de esa
manera, la puerta, la mesa, la cama, el armario se vuelven elementos vagos que en su conjunto
forman la habitación.
También podríamos reflexionar sobre la habitación pensada como un “callejón sin salida”, lo que
aquí se propone, podría extender la habitación a otras piezas contiguas con el uso adecuado de las
puertas. Concebir la casa de esta manera, es el resultado de la agregación y no de la subdivisión
del espacio hasta obtener piezas especializadas.
La antigua tradición de nichos y alcobas puede ser repensada complementada con las experiencias
de M. H. Baillie Scott, Adolf Loos, Heinrich Tessenow o Hans Scharoun, donde encontramos otra
manera de entender el problema. Es entonces como los elementos como la venta, la cama, la mesa
y el aseo, toman formas precisas de acuerdo a su uso.
Estas consideraciones deben considerarse junto al mayor uso de las habitaciones por la
permanencia de los hijos emancipados en la casa familiar y las familias que siguen teniendo la
habitación como lo más íntimo de la casa. La implementación de nuevos electrodomésticos al
hogar ha roto con el binomio: una casa = un televisor, un teléfono, un aparato de sonido o una
computadora.
En conclusión, considerar la habitación como unidad habitable puede ser un camino para enfrentar
el problema de la casa para una persona sola.
27
Dentro de la pared: Deberíamos dejar libre el centro de las piezas y formar gruesos con las
paredes para instalar en ellas los servicios y los lugares de estancia en la casa.
Esta situación es parecida a ver un teatro desde un palco, se goza de todo el espacio desde un punto
particular en la que el tamaño del espacio que nos acoge contrasta con el conjunto. Se vive en la
pieza desde su límite, en un espacio suficiente para estar.
Baillie Scott utiliza el esquema de una sala amplia y vacía, alrededor de ella se organizan las
estancias de la casa, que organizan en su interior las actividades de la casa. En la amplia sala la
ocupa desde las esquinas, sin ocuparla del todo, consiguiendo una distribución más libre.
En la cultura árabe, la habitación se concibe como un espacio vacío que distribuye perimetralmente
la cama, la ventana o la alacena.
28
Christopher Alexander sugiere una casa formada por paredes gruesas, donde los habitantes puedan
ir “escarbando” hasta formar armarios, asientos, estanterías o lugares habitables dentro de la pared.
Yves Lion en “Domus Demain” propone un “hábitat para el siglo XXI” un modo consciente de
habitar y usar fachadas con muros dobles para el equipo técnico de la casa.
Hans Scharoun en sus proyectos domésticos, mantiene en sus habitaciones elementos periféricos
de pequeña dimensión. Charlottenburg-Nord siguen la regla de Baillie Scott, habitan los pequeños
rincones que permiten disponer en el apartamento, de un estudio en alcoba, vinculado a la sala y
un comedor como ensanchamiento del pasillo de acceso.
En otro apartamento más pequeño, que puede usarse en conjunto o separado del apartamento
anterior, la cocina y estudio son alcobas de la habitación única. Los muebles dispuestos ocupan el
perímetro, que se guardan en una esquina.
El limitado tamaño de estos ensanchamientos o alcobas funcionan porque tienen sus propias
ventanas o su terraza y mantienen el espacio de mayor tamaño con su centro desocupado. Si, por
el contrario, planteamos una estancia única con la misma superficie de la suma de las piezas
anteriores, no permitiría una riqueza semejante de actividades, por lo que la habitación debe
considerarse como una aglomeración de diversos elementos con identidad propia.
En el reportaje “Retrato del mundo” del que se habla en el capítulo “La casa, la gente y sus enseres”
se evidencia un problema cuantitativo, la diversidad de objetos y enseres que conviven con los
habitantes de la casa, expuestos los objetos en la puerta de cada casa, denotan que es el orden de
su almacenamiento lo que hace funcional una casa.
Ha sido una preocupación continua, en donde guardar las cosas de la casa, vaciar las estancias para
su uso es equivalente a concebir espacios y elementos destinados al almacenamiento racional. La
arquitectura “poché” que usa la discordancia entre la forma de sus piezas para crear pequeños
espacios de almacenamiento y servicio, lo que sitúa los elementos de almacenaje, más próximos al
equipamiento fijo.
los altillos, armarios y anaqueles se disponen de forma que casi configuran la casa. El problema
del almacenamiento se agrava en apartamentos de dimensiones reducidas.
La casa de Jean Prouvé utiliza una banda de 27 metros de armarios como sistema de almacenaje,
que además de constituir la pared norte de la casa, brinda aislamiento térmico. Estos elementos
como parte de un sistema estandarizable, permiten pensar en la pared y el armario como una
unidad.
En el concurso “Vivienda y Ciudad” Iñaki Ábalos y Juan Herreros, propusieron una banda de
armarios como una partición entre dos casas contiguas, el espacio doméstico queda vacío para ser
utilizado. Un vacío que adquiere más importancia al sugerir que la casa se coloniza más que se
ocupa, no usando particiones que limitan el espacio, sino por unidades técnicas que permiten
diversas disposiciones que determinan sus actividades.
La incorporación sistemática del armario y otros mecanismos, los convierte en parte sustancial del
equipamiento de la casa, a diferencia de la cocina o los baños, tienen un lugar definido, a diferencia
de los armarios que están dispersos por la casa y son responsables de las actividades de cada
espacio, puesto que contienen a los muebles que caracterizan el uso de la habitación, es entonces
que surge un nuevo modo de entender la flexibilidad.
En la casa sin tabiques ni divisiones, el mobiliario adquiere una consideración especial ya que, al
no estar apoyados por nada, toman el papel de los tabiques, pero también pueden verse como
espacios en sí mismos, así lo sugiere FLM arquitectos con la propuesta “Carromatos”.
La cocina, el baño y los armarios, ha sido atomizados por toda la casa y en algunos casos han sido
los protagonistas de la revolución que ha conducido la casa a ser un monoambiente, la cocina y los
baños se liberan de las paredes y sus elementos se mezclan con los demás. En este contexto se
desarrolla esta propuesta.
30
En el contexto occidental, un espacio con sillas es un espacio para sentarse, debido a los diagramas
de habitar que tenemos aceptados en nuestra memoria ancestral, esta propuesta busca poner en
práctica otras fórmulas que no obliguen a sustituir los tabiques por otro elemento confinado.
Considerando la casa como un terreno libre, proponen ocuparlo con una colonización trashumante,
como los pueblos nómadas, en la ocupación de un espacio vital mediante el estacionamiento en un
espacio cerrado, con una serie de actividades que se desencadenan a su alrededor. En este caso el
terreno libre es la casa, ocupado mediante dos elementos que pueden desplazarse en función a su
emplazamiento, se disponen el resto de actividades. Estos dos espacios son el estudio y la cama,
elegidos por la tradición, que ha sido desarrollado de un modo parecido, concebido para una o dos
personas, pero no para una reunión.
Para entender el papel del usuario en la vivienda esta investigación se sirve del libro “Cohousing
Modelo residencial colaborativo y capacitante para un envejecimiento feliz” de Javier del Monte
Diego. Puesto que el modelo de vivienda “cohousing” se acerca a los problemas que esta
investigación busca resolver.
En este libro Javier del Monte nos habla del origen del “cohousing” y de su primer caso. Descrito
por sus creadores es un modelo de viviendas auto promovidas y auto gestionadas por sus propios
residentes. Arquitectónicamente el modelo “cohousing” se parece mucho a los “apartamentos con
servicios” que son viviendas de uso privado que cuentan con zonas de uso común en donde se
llevan a cabo actividades en grupo.
En donde se encuentran diferencias muy grandes es en el aspecto social, mientras que los
apartamentos con servicios son en su mayoría como dice su nombre, un servicio que el usuario
puede pagar o en su defecto, son planteamientos arquitectónicos que el usuario llega a ocupar y su
modificación por parte de la comunidad que lo habita son muy limitadas o directamente nulas.
En el modelo de cohousing el orden de los factores es algo diferente, lo que se forma primero es la
comunidad, un grupo de individuos que decidieron vivir juntos ya sea por compatibilidad o por
compartir las tareas cotidianas y luego buscan un lugar en donde establecer su vivienda.
Entonces por ser un cliente algo atípico, personas que no necesariamente son familia, pero quieren
vivir en conjunto, la arquitectura de estas viviendas debe adaptarse, como explica Javier del Monte,
el modelo de vivienda cohousing surge por el “método de creación participativo” que es la
participación activa de cada usuario al elaborar y modificar su arquitectura, de esta manera es un
modelo que se puede adaptar al contexto de la comunidad en donde se encuentre.
De acuerdo a la comunidad en donde se aplique este modelo de vivienda, la privacidad puede tomar
diferentes caminos, ya que hay comunidades que deciden compartir algunos equipamientos y otros
no, es allí en donde entra el “método de creación participativo” que se aplica hasta conseguir un
equilibrio entre vida privada y vida comunitaria.
Seguidamente Javier del Monte nos expone el caso de la vivienda obrera mínima de la Viena roja
(1920) o los programas de vivienda pública de Heimhof, que eran viviendas que no tenían cocina
individual, sino que se servían de equipamientos, por lo que la familia desarrollaba una parte de la
vida en el interior de su vivienda y otra parte en comunidad. En estos casos considera relevante
32
enfatizar que la vivienda de uso absolutamente privado es un planteamiento de una época reciente
(segunda mitad del s.XX), por lo que la comunidad fue una necesidad anterior a la privacidad y es
en el cohousing en donde estas necesidades se equilibran.
Definiendo así al cohousing como espacios de equidad, en donde co-criar a los niños y co-cuidar
a las personas mayores o en situación de dependencia, así como para la realización de tareas del
hogar para reducir la carga de la vida diaria. Se resaltan las siguientes características:
Hay grandes diferencias entre una comunidad de cohousing y una comuna, ya que en una comuna
sus miembros suelen estar vinculados por creencias ideológicas o por un líder carismático, mientras
que las comunidades cohousing se basan en principios democráticos.
También hace la recomendación de que las viviendas ser un aproximado de 24 (30 personas) y no
sobrepasar los 50 adultos o los 35 adultos mayores. Números recomendados para tener un mínimo
de viviendas para poder asumir las cargas en conjunto que son mantener los espacios comunes en
buenas condiciones, y no sobrepasar el número máximo de integrantes para no quedarse en el
anonimato y llegar fácilmente al consenso a la hora de tomar decisiones en la vivienda.
Más adelante en su libro, Javier del monte aborda capítulos dedicados al envejecimiento de los
usuarios de la vivienda cohousing.
Comienza presentándonos las necesidades mediante la pirámide de Maslow, y haciendo ver que
las necesidades de una persona mayor, son las necesidades de una persona como cualquier otra,
independientemente de su edad, las cuales deben ser reconocidas en el proceso de construcción de
la comunidad del cohousing y puestas en común para ocuparse de ellas desde la propia comunidad.
33
Pero también con la vejez la psicología del usuario se ve potenciada, las funciones socio afectivas
encuentran su equilibrio, mejora el funcionamiento intelectual y se alcanza la llamada sabiduría
basada en el conocimiento adquirido en el tiempo de vida.
Los signos de envejecimiento expuestos anteriormente se pueden considerar en el diseño del nuevo
entorno de la comunidad cohousing que se está buscando construir, además de las necesidades
percibidas o expuestas por los propios miembros de la comunidad, de esta manera la vivienda
puede anticiparse a atacar las plagas identificadas por William Thomas, que son la soledad, el
aburrimiento y la impotencia, lo cual acercará más al usuario a un buen envejecimiento.
El libro se enfoca en explicar la calidad de vida de manera operacional teniendo en cuenta algunos
indicadores definidos gracias a los autores Shalok y Verdugo, los cuales extraen los 24 indicadores
más repetidos entre las investigaciones dedicadas a la calidad de vida y las agrupan en 8
dimensiones.
Dimensiones e indicadores de calidad de vida (Shalok y Verdugo, 2002/2003). En Verdugo et al., 2009, p. 15.
Estos indicadores sirven para evaluar a la comunidad cohousing que se ha formado o que se está
formando, en especial los indicadores que se centran en el entorno físico y social y comprobar la
efectividad que la vivienda cohousing puede llegar a tener.
En los años 70, diversas teorías de una nueva idea de arquitectura vieron la luz, en la que se
estudiaba la participación de los usuarios en los espacios públicos y privados.
Christopher Alexander se enfoca en que el ser humano debe recuperar su capacidad de diseñar su
propio ambiente, idea que desarrolla en su libro “Un lenguaje de patrones: ciudades, edificios y
construcciones” el cual es un manual de diseño orientado a los usuarios, que pasa por distintas
35
Lo que Alexander transmite, es que el arquitecto debe ser el educador del usuario, para que el
usuario sea quien lleve las riendas de su vivienda, de su barrio, o de su ciudad. Contrario a la
tendencia actual, en donde el usuario participa poco en el proceso de diseño de su vivienda,
existiendo cada vez más distancia entre quien proyecta la vivienda y quien la vive. La tendencia
de los arquitectos del siglo pasado, fue intentar anticipar los requerimientos del usuario,
generalizando comportamientos y modos de vida, creando viviendas que muchos habitamos hoy,
objetos que responden a una inversión, desconectados de las preferencias del usuario y que solo
tienen sentido si son rentables en el mercado.
Teniendo en cuenta las teorías antes estudiadas, Ilaria concluye que es necesario plantear un
concepto de vivienda en la que el usuario pueda tener una participación activa, acortar la distancia
entre quien proyecta y quien habita, así como promover el diseño flexible de la vivienda, que pueda
ser modificado en el largo plazo por el usuario cuando este tenga nuevas necesidades.
Entre fines del siglo XIX y 1948 la definición de Casa Colectiva, según el diccionario de
Arquitectura de Argentina, se refería a una casa de renta o casa de departamentos, hasta que la
“Ley de Propiedad Horizontal” restringió el término a la vivienda dirigida a sectores populares,
destacando la asociación de lo colectivo a lo popular y con esto su contraposición a la casa
aburguesada.
En Perú, según el artículo “Los barrios obreros de la Junta Pro Desocupados: nuevas formas de
plantear lo urbano en Lima en la década del 30” entre los años 1908 y 1931 la población de Lima
aumento en un 150%. En el censo de 1940 se registró un crecimiento en Lima del 40% provocando
además que, del total de viviendas habitadas, más del 80% fueran alquiladas.
Con esta concepción diferente a la que la investigación plantea, fue que se estableció el primer
precedente de vivienda colectiva en Perú.
Ilaria explica que el tiempo es una variable que los arquitectos deben tener en cuenta ya que la
vivienda debe responder a la sociedad actual y la futura ya que los arquitectos por lo general
ignoran esta variable, centrándose en lo estético, la función, creando objetos estáticos y perfectos
que no se pueden modificar.
En cuanto a la relación entre poder habitar la vivienda y poder modificarla, Ilaria explica que el ser
humano está habituado a modificar su hábitat, en su estética, morfología y en su función, en su
búsqueda de convertirlo en un lugar propio para el usuario. Por lo que la vivienda debe ser
concebida bajo un método de construcción que el usuario pueda manejar y que el usuario pueda
modificar a largo plazo de acuerdo a los cambios que se produzcan con la actividad de habitar el
espacio.
haciendo uso de dispositivos técnicos que permiten su modificación, evolución y adaptación a las
nuevas necesidades de quien la habitan.
Así mismo distingue la flexibilidad de la adaptabilidad, definiendo como adaptable un espacio que
puede tener diferentes usos, mientras que la flexibilidad es la capacidad de un espacio para ser
modificado desde su estructura, sus paredes, etc. para admitir cambios permanentes o temporales.
• La teoría Open Building: el cambio es la realidad en el entorno construido, reconoce como los
mejores edificios a aquellos que aceptan cambios de función y permiten su actualización,
evolución y mejora, además de aceptar la participación del usuario al realizar esos cambios y
en el proceso de proyección de la vivienda. Teoría de N.J. Habraken con su libro “Supports: an
alternative to mass housing” del año 1972 y Stephen Kendall con su libro “Residential Open
Building” del año 2000.
• Tanjana Schneider y Jeremy Till que definen como vivienda flexible a la vivienda que se puede
adaptar a través del tiempo a los usuarios y que miden el grado de flexibilidad sobre la
capacidad de poder tener diferentes usos y configuraciones.
• Robert Kronenburg introduce cuatro conceptos a la vivienda flexible: Adaptación: edificios
diseñados para responder a distintas funciones, usuarios y condiciones climáticas.
Transformación: edificios que cambian de diseño, espacio y forma por la alteración física de
su estructura, su piel o su interior. Movilidad: edificios que se desplazan para realizar sus
funciones. Interacción: edificios que responden a las necesidades de manera automática e
intuitiva.
• Herman Hertzberger compara la flexibilidad con polivalencia, concibiendo la vivienda como
un espacio capaz de generar distintas soluciones para diferentes necesidades y generalmente
sin alterar la estructura.
• Bernard Leupen considera dos características que debe tener la vivienda flexible: alterabilidad,
que comprende a los cambios interiores a la vivienda, y extensibilidad, que es la modificación
del área que ocupa la vivienda, para poder expandirse o contraerse.
• Ignacio Paricio introduce el concepto de perfectibilidad, ya que, para dotar de cierta flexibilidad
a la vivienda, esta debe ser pensada de tal forma que pueda seguir perfeccionándose a futuro,
en forma de mejoras o ampliaciones.
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De estos autores Ilaria concluye que la vivienda flexible tiene seis cualidades (abierta, adaptable,
transformable, perfectible, alterable y extensible) mediante cuatro estrategias de cambio (neutrales,
adaptables, cualitativas y ampliativas) para responder a las necesidades del usuario (personalizar,
actualizar y funcionalizar).
“La flexibilidad no es la anticipación exhaustiva de todos los cambios posibles. La mayoría de los
cambios son impredecibles. La flexibilidad es la creación de una capacidad con un amplio margen
que permite interpretaciones y usos diferentes e incluso opuestos.” (Carboni, 2015)
La vivienda concebida como un proceso, permite que esta pueda responder a los cambios
contemporáneos, adaptarse y actualizarse, cambios como, por ejemplo, los distintos tipos de
hogares que hoy existen y responder a como estos hogares puedan cambiar en el tiempo,
considerando su pluralidad y multiculturalidad de quienes lo conforman y de quienes habitan las
ciudades donde diferentes formas de vida se enfrentan cotidianamente.
Contrario a la tendencia actual de ver a la vivienda como un objeto terminado, como una “vivienda
tipo” para un “usuario tipo” limitando la adaptación de la vivienda y las necesidades del habitante
y que por lo tanto no proporciona habitabilidad.
Ilaria nos presenta cinco ejemplos de vivienda colectiva con el fin de mostrar como aplican la teoría
ya estudiada, y como se desarrolla una vivienda como proceso, que responda de las maneras que
ya ha definido con anterioridad.
39
Así mismo gracias al planteamiento del proyecto, cuando ocurra un cambio de propietario o cuando
el número de habitantes de la vivienda aumente o disminuya, esta podrá responder sin problema,
40
Este edificio fue el piloto de la investigación del uso industrial de la madera en Suiza, así como el
experimento de separar el sistema estructural, en este caso el núcleo de servicios, y los acabados
interiores. Además de la incorporación de algunos espacios destinados al servicio de la comunidad.
42
A nivel urbano incorpora un espacio público de uso común pero restringido y cuatro plazas
aprovechadas por las familias para crear comunidad.
43
Ilaria Carboni finaliza su investigación explicando las conclusiones a las que ha llegado y
respondiendo algunas preguntas que se planteaban resolver.
Este planteamiento implica un primer paso por parte del arquitecto y dejar de construir objetos
terminados y perfectos con una arquitectura que no se impone a la forma de habitar, sino que
convierte a los habitantes en creadores de las mismas.
Para lograr esto, la investigación se centra en explicar que es una vivienda flexible, con sus teorías
y sus acciones proyectuales para proporcionar modelos y tipologías que favorezcan las
posibilidades de transformación de la vivienda.
Del estudio de las diversas teorías se obtienen características que debe tener una vivienda flexible:
indeterminación. Adaptabilidad, polivalencia, transformación, movilidad, interactividad,
perfectibilidad, alterabilidad, extensibilidad.
Así también, del estudio de los proyectos de vivienda flexible, se han seleccionado las cualidades
que representa cada modelo expuesto: abierto, adaptable, transformable, perfectible, alterable y
extensible.
Cada cualidad ofrece ventajas y desventajas, pero debe ser escogida luego de tomar en cuenta las
necesidades de los habitantes, el terreno donde se va a construir y el factor económico.
Otra manera es la adaptación espacial para que un espacio pueda tener diferentes usos gracias a su
forma arquitectónica, haciendo posible su cambio en el largo plazo.
El modelo abierto es el que más libertad ofrece para la organización del espacio por parte del
usuario, se caracteriza por una arquitectura de espacios neutros o indefinidos donde da absoluta
libertad al usuario, Herman Hertzberger al hablar de este modelo de vivienda, señala que genera
en el usuario la incapacidad de elección, debido a las infinitas alternativas y afirma que es una
flexibilidad genérica. Pero también puede permitir al usuario proponer soluciones de vivienda
acorde a su experiencia de uso en la vivienda y puede también alejarse de cualquier decisión
proyectual que no resulte satisfactoria.
Para el diseño de la vivienda colectiva flexible se podrían combinar el modelo abierto y perfectible,
por la arquitectura correspondería a una vivienda no terminada y a un soporte neutro que puede ser
mejorado en el largo plazo. Vivienda que ofrece los recursos para la primera ocupación del usuario,
pero que este puede modificarla de acuerdo a sus requerimientos, incluso mejorar los
equipamientos que se usan en colectividad.
La vivienda colectiva concebida bajo estos modelos, ayuda a reducir los costos iniciales de
construcción y asumir el costo del terreno en colectividad es mucho más asequible.
Un paradigma se define como un “Ejemplo” o “Un modelo digno a seguir”. En las bases teóricas
abordamos a diversos exponentes de la arquitectura, que dedicaron parte de su carrera a la
observación y análisis de la vivienda y de quienes la habitan, en este objetivo nos centramos en los
elementos de la vivienda que han ido apareciendo de acuerdo a las necesidades que debían
satisfacer y que se han establecido como un modelo o paradigma, evolucionando hasta ser la
vivienda contemporánea que conocemos.
Para conocer los paradigmas que rigen a la vivienda debimos empezar por el reconocimiento de
sus elementos y saber a qué necesidad responden, se hace uso de un cuadro de procesamiento de
datos para ordenar la información y que dé como resultado los paradigmas que buscamos cambiar.
Para conocer las necesidades del usuario dependiente es importante definirlo de forma concreta y
precisa, para este objetivo el marco teórico se sirve de literatura que habla del adulto mayor y de
las necesidades espaciales del usuario en general. En un principio la investigación estaba orientada
al adulto mayor, considerado como toda persona que pasa los 65 años, con lo que definir sus
necesidades no es viable, puesto que todas las personas no envejecen igual y las necesidades
pueden estar condicionadas por factores que generan dependencia, accidentes, condiciones
mentales o innatas que obligan al usuario a cambiar su forma de vida sin importar la edad que
tenga.
Es por eso que se opta por definir al usuario desde su dependencia y el análisis de sus necesidades
se aborda desde la ayuda que puedan necesitar de los demás, sin tener en cuenta su edad y se estudia
desde la literatura arquitectónica, así como la observación arquitectos especialistas, información
que se procesa en un cuadro de datos que arrojará como resultado una necesidad del usuario
dependiente.
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Usando como base el cuadro de Análisis de viviendas flexibles desarrollado por Ilaria Carboni en
su Investigación “La Flexibilidad en la Vivienda Colectiva Contemporánea” tenemos un punto de
partida para identificar los paradigmas que regirán a la vivienda cooperativa.
Con el objetivo de traer al plano tangible los resultados obtenidos en la investigación, es que a
modo de ensayo y demostración se toman los nuevos paradigmas de la vivienda cooperativa para
implementarlos como estrategias a un proyecto arquitectónico en donde se desarrolla de manera
practica todo lo investigado.
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Es indispensable conocer que paradigmas la rigen actualmente, puesto que conociendo las
condiciones que la han moldeado, es que se pueden repensar dichos paradigmas, que han sido
adoptados como soluciones a problemas evidentes y no tan evidentes, dotándola así también de
características que hemos normalizado en la concepción de la vivienda, hasta el punto que poder
imaginar soluciones distintas, requiere de un proceso previo de reflexión y adaptación.
Los paradigmas identificados son producto del procesamiento de la literatura arquitectónica que
aborda el tema de la vivienda, ya que las reflexiones, observaciones y críticas que pueda dar un
profesional de la arquitectura a este tema, pueden ser más provechosos y esclarecedores, que la
información que se pueda recopilar del propio usuario de la vivienda.
El usuario por haber normalizado los paradigmas bajo los cuales está concebida su vivienda, ya
sea porque nació cuando estos ya estaban plenamente establecidos o porque ha pasado mucho
tiempo rigiéndose por ellos, tiene un sesgo que no le permite identificarlos, ni a los problemas que
su aplicación acarrea.
El primer paradigma “Aislamiento Seguro” es evidenciado gracias al autor Rem Koolhas quien en
la saga de libros “Elements” aborda los elementos que, según su investigación, son los que
conforman la vivienda.
Uno de estos libros es “Wall” en donde el autor desarrolla el elemento “muro”. Empieza
describiéndolo como el que define y distingue un espacio de otro, también hace énfasis entre el
buen uso y el mal uso de un muro, siendo que un muro bien usado, mantiene el equilibrio entre el
espacio que se comparte y el espacio íntimo, mientras que un muro mal empleado lleva a la
vivienda a estar aislada de su exterior.
Koolhas continúa hablando del aislamiento de la vivienda en el libro “Door” en donde desarrolla
el elemento “puerta”. Describe a la puerta como el remate del muro y el elemento que propicia
comportamientos de acuerdo a la disposición que tenga este elemento, abierta, cerrada, o
bloqueada, de esta manera es que una puerta cambia la privacidad de un espacio. También se hace
49
Que el aislamiento sea la manera de conseguir seguridad es una estrategia que se ha extendido
incluso fuera de la vivienda.
El territorio de una ciudad está conformado por manzanas que a su vez están formadas por lotes.
En el contexto de las ciudades peruanas, es común que los lotes estén ocupados en su totalidad,
exceptuando las ocasiones en las que esto es regulado por parámetros de ocupación de la zona.
Este modelo de división del territorio en donde se prioriza el aislamiento con el propósito de
mantener la seguridad de las personas, relega el espacio de encuentro a las veredas, o al área de
recreación, en caso haya una cercana.
Javier del Monte en su libro “Cohousing modelo residencial colaborativo y capacitante para tener
un envejecimiento feliz” habla de la evidencia de que las viviendas estrictamente privadas son una
necesidad que surgió en la segunda mitad del siglo XX con el caso concreto de la vivienda obrera
mínima de la Viena Roja (1920) en la que se jugaba con los límites de la privacidad para que parte
de la vivienda se desarrolle en comunidad y otra parte en total privacidad.
El caso de la vivienda de la Viena Roja evidencia el trabajo colaborativo que existía en ese
entonces, el compartir algo más que el espacio de “recreación” favorecía a que las personas puedan
relacionarse más y complementar sus necesidades, principios que se recalcan en el libro de Javier
del Monte y que sirven como principios originadores del cohousing.
Tener una vivienda aislada no solo evita que los habitantes de una misma calle y hasta de una
misma ciudad no se encuentren, sino que provoca que la comunidad administradora de la calle no
se forme.
El actual modelo de ocupación del territorio contempla un espacio de encuentro, una cuota de
metros cuadrados por habitante que en la mayoría de las veces no se cumple. Espacios de
“recreación”, orientados al descanso o al ocio, en donde quizás con mucha suerte miembros de una
misma zona puedan encontrarse, enterarse de las necesidades del otro y quizás llegar a establecer
una relación de complementación entre estas. Y aun si esto pasa, esta complementación de
necesidades aún tiene la carencia del espacio que pueda soportar esta cooperación.
El cohousing de Javier del Monte plantea que una vivienda de privacidad compartida es la clave
para un envejecimiento feliz, por ende, una aislada, planteada para el mínimo contacto con el
50
exterior y donde formar una comunidad que esté enterada de sus miembros y sus necesidades es
sumamente complicado, debe ser la clave para lograr todo lo contrario.
El segundo paradigma “Servicios aislados” encuentra sustento en primer lugar también con Rem
Koolhas en su libro “toilet” donde nos lleva en una reflexión sobre los servicios básicos de la
vivienda, aborda su historia desde la aparición del inodoro en la Roma antigua y recalca la
complicada ingeniería que era necesaria para tener baños públicos en la ciudad, de esta manera nos
hace ver el lujo que es tener estos servicios incorporados en la vivienda contemporánea y como su
globalización ha hecho que los parámetros de privacidad cambien, de tener baños públicos, a tener
baños estrictamente privados.
Los avances tecnológicos además de permitirnos extender la vida de las personas, nos han
facilitado el tener servicios en la vivienda que en el pasado eran considerados un lujo y que ahora
son la norma.
Tener servicios sanitarios en casa ha sido un gran avance tecnológico, pero también ha sido un
pilar importante en el aislamiento de la vivienda.
La carencia de los servicios y lo costosos que eran, condicionaban el encuentro entre los habitantes
de una misma zona, y su cooperación. Ilaria Carboni en su investigación “La Flexibilidad de la
Vivienda Colectiva Contemporánea” habla de la vivienda pública de Heimhof, en donde la cocina
era un equipamiento que estaba fuera de la vivienda, era un equipamiento para compartir, por lo
que la familia desarrolla parte de su vida en el exterior y otra en el interior de su vivienda.
En el pasado equipamientos que ahora son privados, eran públicos, eran lugares de encuentro y
cooperación entre los miembros de una misma zona, y además servían como espacios para generar
lazos de ayuda que contribuían a formar una sólida comunidad.
Xavier Monteys y Pere Fuentes en su libro “Casa Collage” abordan en sus capítulos distintas
propuestas y conceptos de vivienda, algunas desarrolladas por arquitectos de renombre y otras con
un grado muy alto de innovación.
Uno de estos capítulos es “La casa, la vida y los objetos” en donde se estudia la importancia del
trabajo de apropiación que hace el usuario sobre el soporte arquitectónico provisto por su vivienda,
algo que logra diferenciar una vivienda de otra, incluso cuando son comparados departamentos
pertenecientes al mismo edificio.
51
El soporte que la vivienda actual puede ofrecer a sus usuarios hace posible tener baños aislados,
cocinas aisladas y toda la casa aislada. El avance tecnológico sumado a la búsqueda de seguridad
pudo haber sido factores importantes para tener ahora una vivienda que en la búsqueda de mejorar
la calidad de vida de sus usuarios y darles mayores comodidades, terminó convirtiéndose en una
vivienda aislada.
Ilaria Carboni define la flexibilidad como la creación de una capacidad con un amplio margen que
permite interpretaciones y usos diferentes o incluso opuestos, ya que la exhaustiva anticipación de
los posibles cambios resulta ineficiente ante la realidad de que la mayoría de posibilidades son
impredecibles.
En el análisis que ejecuta Ilaria sobre los proyectos de vivienda flexible, desarrolla instrumentos
de medición de flexibilidad, siendo un indicador del grado de flexibilidad, la ambigüedad que
ofrece el espacio, es decir, la ausencia de su especialización, puesto que así las posibilidades y por
tanto su flexibilidad, es mayor.
En el libro “Wall” de Rem Koolhas, el autor desarrolla el elemento muro dentro de la arquitectura
de la vivienda, definiéndolo como el producto de los patrones de movilidad del usuario y el nexo
comunicador del interior de la vivienda con su exterior, además de ser el elemento contenedor del
espacio y principal responsable de su optimización o limitación, por su papel de soporte espacial
y estructural de la vivienda.
Por ende, también se deduce que los muros, así como son producto de patrones de movilidad por
parte de los usuarios, también pueden ser el producto de sus rutinas, actividades y posibilidades
que estos deseen desarrollar en el espacio definido por los muros.
Es el producto de estos patrones, tanto de movilidad como de actividades y rutinas, las que originan
un espacio que deba ser ambiguo y adaptable en el largo plazo.
En el libro “Casa Collage” en el capítulo “Dentro de los muros” se habla de la casa Khuner de
1930, en donde la ocupación del espacio empezada desde los muros, desde dentro de los muros.
La casa es concebida con muros muy gruesos que sirven de hornacinas para almacenar el
52
mobiliario que se usa en los espacios de la casa, la idea de que el espacio se ocupe desde su periferia
sirve para que la zona central quede vacante, de esta manera ese espacio puede ser dedicado a
satisfacer las necesidades de los usuarios que no fueron previstas inicialmente por la arquitectura.
En el capítulo “La ambigüedad valida” del mismo libro, se habla de la especialización de los
espacios domésticos y la normativa que obliga a diferenciar por jerarquía espacial los espacios que
componen la vivienda. En la Europa del siglo XIX las casas de renta se caracterizaban por estar
compuestas por espacios contiguos de 16m2 cada uno, de esta manera la arquitectura puede usarse
para cualquier función.
Trasladando a la actualidad esta premisa, en donde ya es posible tener servicios en cada casa, se
crean forzosamente ambientes especializados que en la arquitectura actual se consideran ambientes
indispensables para una casa, los cuales son la cocina y los baños que, por el equipamiento y la
instalación sanitaria, serían espacios forzosamente especializados y poco flexibles.
Con este primer instrumento se puede deducir que la tendencia que ha seguido la vivienda
contemporánea ha sido la de buscar cada vez más su individualización y en el camino se consiguió
el aislamiento de los usuarios, que, si bien es cierto, es algo que queda a elección de cada usuario
y la utilización que le vaya a dar a su espacio, el aislamiento de la vivienda termina siendo un
obstáculo difícil de resolver para quien dependa de otras personas para desarrollar su vida con
normalidad.
Algunas tendencias tienen consecuencias más evidentes que otras, como lo es la tendencia de
conseguir seguridad mediante el aislamiento. Pero hay otras tendencias que tienen un camino más
difícil de predecir.
Es el caso del avance tecnológico que ha significado la universalización de los servicios básicos,
es decir, que cada vivienda y edificio individualmente pueda tener acceso a voluntad al agua, a
servicios de drenaje y además a cocinas equipadas con lo anterior mencionado y a un suministro
continuo de gas que se traduce en el recurso del fuego y ha propiciado un reajuste en los niveles
de privacidad que ahora cada persona o familia u ocupantes de una vivienda puedan permitirse.
53
Esta tendencia no ha respondido a una necesidad muy evidente como es la seguridad, sino que ha
sido un cambio orientado a lo que la mayoría de habitantes pensó que era una mejora en la calidad
de vida.
En el pasado el uso de recursos y las limitaciones tecnológicas fueron las que provocaban la reunión
de las personas como era el caso de los baños públicos de la antigua Roma, y en un contexto más
cercano la implementación del uso del internet a la vida cotidiana, en sus inicios con un acceso
más difícil por los costos y limitación del servicio era común encontrar un “café internet” con
relativa frecuencia en las calles, así como servicios de llamadas “locutorios” y “lavanderías”.
Estos son algunos ejemplos de espacios de reunión, de los cuales pudimos presenciar su aparición
y su casi extinción. La globalización de los servicios, soportada por la tecnología es la que hace
posible que las viviendas puedan continuar con su tendencia de cerrarse a su entorno.
Esto funciona en la vida del usuario mientras este puede vivir su independencia sin necesitar ayuda
ni cooperar con su exterior. Este requisito la mayoría de las veces lo cumplen los usuarios
clasificados políticamente como no adultos mayores, con la característica principal de que gozan
independencia de movilidad.
Las necesidades del usuario dependiente algunas veces responden a los cambios que se han
generado en la vivienda contemporánea y otros son ocasionados por estos mismos.
Estas necesidades son obtenidas de literatura de autores que han dedicado sus investigaciones al
diagnóstico de los problemas de la vivienda y la observación del comportamiento del usuario en
diferentes situaciones y contextos que la vivienda o la cotidianeidad pueden generar.
Javier del Monte describe el modelo “Cohousing” como un modelo que involucra a un conjunto
de viviendas, que es autogestionado y auto promovido por sus propios residentes.
Es un modelo que parte de la base de los apartamentos de servicios pero que toma en cuenta las
necesidades de sus residentes desde su diseño, además que en sus zonas comunes se desarrollan
equipamientos para que sea el trabajo en conjunto de sus habitantes.
Para dar comienzo a una vivienda “Cohousing” es necesario que se den algunos factores, se debe
conocer a la comunidad que va a ocupar el conjunto de viviendas y que tienen necesidades tan
comunes como particulares que su arquitectura debe tomar en cuenta y concentrarse en satisfacer,
para este caso los habitantes son los gestores y administradores del espacio y también sus
principales modificadores.
Esta Flexibilidad queda evidenciada en los proyectos de vivienda que son sus principales
referentes, como un principio que se aplica a la privacidad de la vivienda, el espacio común o zonas
comunes, no son consideradas en los programas de vivienda de estos referentes con excepción de
algunos pocos y cuando sí son considerados, se plantean como espacios convencionales y sin
ningún mecanismo de flexibilidad.
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Javier del monte se refiere al cohousing como un espacio gestado y promovido principalmente por
sus habitantes, así como un modelo habitacional en donde la importancia de las zonas comunes es
mucho mayor, el uso de estas zonas cumple un papel fundamental en la cooperación de sus usuarios
y el equipamiento que se desarrollan en estas áreas que permiten el intercambio de ayuda y la
formación de una comunidad, necesaria para que se cumpla el principal propósito del cohousing.
Los espacios para formar comunidad no están considerados ni en las propuestas más innovadoras
de vivienda, en la vida cotidiana los espacios de encuentro pueden considerarse las veredas de la
calle, o las escaleras en caso de vivir en un edificio de departamentos, los cuales son espacios de
tránsito, en el caso de las veredas están hechas para ser un espacio de tránsito, con dimensiones
muy justas que no propician el encuentro de los habitantes de una misma área,
En el caso de que las escaleras o un ascensor, dependiendo cual sea el caso, el caso sigue siendo el
mismo, son espacios transitorios que son hechos para llevar a cada habitante a su unidad
habitacional, para ir de un punto “A” a un punto “B” sin tener el soporte espacial para formar los
lazos necesarios para una comunidad sólida.
Otro espacio de encuentro cotidiano son las áreas de recreación reglamentarios para una
habilitación urbana, áreas que sirven como sitio de encuentro a las edificaciones más cercanas y
que se centra en las actividades de recreación, (por el contrario de las zonas comunes que propone
el cohousing) por lo que aunque pueda servir para la formación de una comunidad, aunque sea solo
para las viviendas cercanas, aún carece del soporte arquitectónico necesario para establecer
relaciones de cooperación e intercambio de trabajo.
En casos más recientes han aparecido opciones habitacionales que consisten en edificios de
departamentos que incorporan áreas comunes como gimnasios, mini salas de cine, y en algunos
casos, espacios de coworking.
Esta alternativa, con excepción del coworking, sigue orientándose hacia a la recreación de los
residentes, por lo que comparte las carencias de los espacios públicos de recreación.
Estas soluciones podrían ser adaptadas a las necesidades del usuario dependiente si tan solo los
gimnasios y salas de cine fueran reemplazados por espacios de trabajo, como cocinas, aseos, etc.
Pero la teoría expuesta por Ilaria Carboni nos deja ver que las necesidades del usuario dependiente
son impredecibles, por lo que además de las características ya mencionadas, debe añadirse una
cuota de flexibilidad para poder responder a dichas necesidades, además de una propuesta de
vivienda que pueda integrarse de manera óptima a estos espacios de comunidad y cooperación.
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Del libro “Casa Collage” en el capítulo titulado “La casa, la gente y sus enseres” se puede tomar
el siguiente texto “Las personas que habitan los edificios, son los grandes olvidados en la
arquitectura residencial. Sin embargo, una casa es una vivienda más la gente que lo habita y los
objetos que guarda”.
El arquitecto alemán Bruno Taut afirmaba que lo importante es el aspecto de la gente habitando la
arquitectura, ya sea por su presencia o por lo que sugiere el mobiliario y los enseres en las
fotografías, convirtiendo a la arquitectura en el escenario de la imagen.
Decir que las personas que habitan los edificios han sido olvidadas por la arquitectura corresponde
con el pensamiento de que sus viviendas no están preparadas para responder a las necesidades de
una persona a través del tiempo, la arquitectura se planifica como si el tiempo se detuviera en un
momento concreto de la vida, una casa con dos habitaciones, una cocina, un comedor y dos baños,
son los que condicionan la vida de los usuarios a no poder enfrentar oportunamente los cambios
que se dan en sus vidas con el pasar del tiempo.
Una teoría distinta es la que sostiene Ilaria Carboni, quien plantea que la vivienda debe ser flexible
y que debe ser un proceso antes que algo terminado, para que se pueda seguir mejorando,
construyéndose y adaptándose a las necesidades que pueden surgir en el largo plazo, siendo su
principal característica la respuesta al cambio.
Este planteamiento de vivienda también implica un esfuerzo mayor en lo que respecta a diseño,
obviando la opción diáfana, ya que la flexibilidad es posible a través de mecanismos e instrumentos
que permiten la flexibilidad y que mantienen la armonía en el manejo de sus posibilidades.
El modelo de vivienda cohousing, según Javier del Monte, surge por el “método de creación
participativo” que es la participación activa de cada usuario al elaborar y modificar su arquitectura,
de esta manera es un modelo que se puede adaptar al contexto de la comunidad en donde se
encuentre.
El modelo cohousing es innovador en el orden de sus factores al momento de diseñar y hacer una
obra arquitectónica. Se basa en el concepto de los apartamentos de servicios, pero quitando de en
medio a un propietario que no forma parte de los habitantes del edificio y pone en su lugar a la
comunidad que va a ocuparla, dándole poder sobre el diseño, así como de la administración total
del edificio.
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De la misma manera sucede con el cohousing que no hace especial énfasis en la innovación en su
método constructivo tanto como lo hace en su manera de concebir su arquitectura, tal como lo
evidencia Carboni, los usuarios están cambiando constantemente y sus necesidades también, la
estrecha comunidad que forma el cohousing es capaz de administrar y modificar sus espacios de
ser necesario, pero al no ser una arquitectura que soporta modificaciones de forma nativa, estos
cambios estarán sujetos a altos costos de ejecución, y a su vez mantendrán su rigidez al cambio.
En la arquitectura residencial, tal como lo expresa “La casa Collage” son sus habitantes quienes le
dan sentido con el uso que le dan al espacio. El espacio de vivienda sin la gente y sus enseres pierde
mucho carácter, al punto de que muchas veces no es fácilmente identificable como tal.
De la misma forma Carboni identifica a los usuarios como una pieza esencial y olvidada de la
arquitectura residencial, siendo que no son tomadas sus necesidades a través del tiempo, como si
la vida fuera una fotografía en donde el tiempo no pasa.
Queda evidenciado con este instrumento que las necesidades del usuario no tienen el valor que
deberían tener en el diseño de la arquitectura de la vivienda. La arquitectura flexible muestra una
alternativa viable para suplir esta carencia, una vivienda que responde al cambio y que puede
modificarse por sus ocupantes a través del tiempo.
Sin embargo, el cohousing añade un factor necesario para la vivienda y que expande las
posibilidades de la vivienda flexible ya planteada. Priorizando la necesidad de cooperación entre
sus usuarios, la necesidad que evidencia este instrumento es la de tener una Vivienda Flexible y
que a su vez se adhiera a su entorno de cooperación, que no centre su flexibilidad hacia el interior
de la vivienda, sino que esto sea llevado al espacio compartido.
El cohousing se caracteriza por espacios de equidad, en donde co-criar a los niños y co-cuidar a
las personas mayores o en situación de dependencia, con el fin de compartir las tareas del hogar
para reducir la carga de la vida diaria.
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De esta manera el espacio de comunidad adquiere más importancia y cumple con múltiples
propósitos, el capítulo “Carromatos” de la “Casa collage” se expone la propuesta de FLM
Arquitectos, que consiste en separar los equipamientos de las paredes para ponerlos sobre
carromatos, de esa forma los equipamientos que convencionalmente son fijos, pueden acomodarse
en la vivienda como sea conveniente para sus habitantes. De esta forma quedan atomizados por la
vivienda, las cocinas, los baños y los armarios en un monoambiente en donde se mezclan todos los
elementos.
Lo que nos sugieren los autores es que el espacio compartido es necesario, pero que debe alejarse
de lo convencional, compartir un área de recreación y de ejercicio no es algo que permita mejorar
la calidad de vida de las personas dependientes, sino que debe ser repensado para adquirir las
cualidades que le permitan cambiar de forma efectiva sin el esfuerzo conjunto de la comunidad
para hacer una reforma y también contar con el equipamiento adecuado que de soporte a la
actividad de la cooperación. Un espacio donde las necesidades puedan ser previstas y
complementadas por los habitantes de una misma comunidad.
Para el análisis de estos edificios se hace uso del cuadro de análisis propuesto por Ilaria Carboni
en su investigación “La Flexibilidad de la Vivienda Colectiva Contemporánea” con las
modificaciones necesarias para poder orientar los resultados a los problemas que busca resolver
esta investigación.
El proyecto Next 21 diseñado por Yositika Utida y ubicado en Osaka Japón es un edificio de
viviendas plurifamiliares que cuenta con 18 unidades habitacionales incorpora un modelo de
vivienda Abierto-Perfectible, estrategias Neutrales-Cualitativas y le permite al usuario
Personalizar y Actualizar su vivienda. Con el que logra un diseño de planta libre, que cuenta con
los mecanismos necesarios para su ocupación y perfeccionamiento de la vivienda a través del
tiempo.
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Y le permite al usuario crear una vivienda abierta, en donde el espacio indeterminado le da libertad
de usarlo como más lo necesita, así como cambiar la calidad de los elementos que componen su
vivienda, como acabados interiores, instalaciones, servicios y fachada.
La composición del edificio de planta libre, lo lleva a concebir métodos constructivos accesibles y
de fácil interpretación para el usuario, por lo que los cambios a la vivienda requieren un mínimo
esfuerzo, comparados con métodos constructivos convencionales.
Los cambios cotidianos del edificio son posibles gracias a haber implementado métodos
constructivos tan intuitivos que se asemejan más a una mecánica jugable en la que la prueba y el
error son el camino para llegar a la arquitectura que el usuario está buscando.
José Altozano (Altozano, DayoScript, 2021) es un periodista que dedica columnas al análisis y a
la deconstrucción de los videojuegos, explicando su funcionamiento desde los criterios técnicos
hasta el diseño de las ideas que dan forma a la realidad que el juego va construyendo para lograr
la experiencia deseada en su usuario.
Las “Mecánicas” son una de las herramientas de diseño que José Altozano analiza y uno de los
pilares principales para el videojuego. Desde sus inicios hasta la actualidad los videojuegos han
optado por recurrir a la violencia para llamar la atención de su público objetivo, en un principio
por las limitaciones técnicas de la época y más adelante para preservar a su público fidelizado.
Las primeras máquinas de videojuegos fueron arcades, en los que era viable representar una nave
en el espacio que dispara a extraterrestres invasores, de manera muy abstracta, y poco más para las
capacidades técnicas de la época, con este primer videojuego es que se hace uso por primera vez
de una “mecánica” en este caso la mecánica consistía en una mecánica de disparos.
Una “mecánica” es un elemento que ayuda a definir los complejos sistemas de un videojuego y es
el método por el que el jugador interactúa con dicho sistema, este concepto nos orienta a definir el
nuevo paradigma de las “Mecánicas de Habitabilidad” en la que los cambios son interacciones con
la arquitectura, que pueden ser hechos y desechos por el usuario y no son un “Sistema
Constructivo” que convencionalmente es húmedo, de acabados difíciles de reparar, actualizar y
que debe ser ejecutado por mano de obra calificada, sino que le permite ganar independencia para
ocupar la vivienda como más necesite, dejándole interactuar con el sistema que la arquitectura ha
generado, volviendo el ejercicio de habitar un proceso en donde se tienen mecánicas para
interactuar con los sistemas y sub sistemas que componen a la vivienda, siendo posible la búsqueda
de la comodidad, la prueba y el error, hacer y deshacer a voluntad.
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La “Libertad Dirigida” es también, explicada por José Altozano, una herramienta de diseño de los
videojuegos que funciona de la mano con las “mecánicas” orientándolas en acciones que permitan
desarrollar lo que el videojuego busca contar, es decir, si es sobre guerra las mecánicas
probablemente estarán orientadas a correr y disparar, mientras que, si es sobre una granja, las
mecánicas se centrarán en ser las necesarias para llevar adelante la historia de la granja.
Cada piso está compuesto por dos apartamentos separados por el núcleo de circulación vertical, a
su vez cada apartamento está separado por su núcleo de servicios.
En el apartamento se definen dos grandes espacios en los que se desarrolla un sistema de tabiques
móviles que permiten compartimentar los espacios, o volverlos más grandes. Este sistema de
tabiques móviles es también implementado en la fachada.
Este mecanismo a diferencia del aplicado en “Next 21” está delimitado por los tabiques móviles,
los cuales a su vez delimitan las posibilidades de flexibilidad que puede efectuar el usuario.
Delimitar las posibilidades como lo hace este mecanismo, orienta al usuario también a equivocarse
menos. En el ejercicio de buscar un espacio de flexibilidad máxima, se contempla la posibilidad
de un espacio diáfano, en donde todo es posible, en teoría, quizás al usuario le tome un tiempo
colonizar su espacio, un tiempo más descubrir y perfeccionar su vivienda, enfrentándose al error y
la incomodidad y tener que tolerar carencias que lo llevaran a aprender sobre su vivienda y
mejorarla cada vez más.
dirigida” dentro el proyecto. Conocer esta variable permite poder regular la libertad que los
mecanismos ofrecen al usuario y saber si es oportuno para lo que busca resolver la arquitectura.
Los conceptos Open Building del arquitecto Israel Nagore Setién hace una distinción constructiva
entre la Infraestructura (parte fija) y la Zona Flexible, que es la que puede adquirir distintas
configuraciones. La Infraestructura, también llamada “Soporte”, a diferencia de la Zona Flexible,
es una parte del edificio que por lo general no admite flexibilidad y cada modificación debe ser
planeada cuidadosamente y construida por mano de obra calificada.
Las Viviendas en Hegianwandweg diseñadas por “EM2N” ubicadas en Zúrich, Suiza y construidas
en el año 2003, son un conjunto de viviendas plurifamiliares que cuenta con 74 unidades y que
incorpora un modelo Abierto-Adaptable para sus habitantes. Logra ser Abierto por plantear una
planta libre de espacio indeterminado en donde los accesos, las instalaciones y la tabiquería son
modificables para dar plena libertad de organizar el espacio como más se necesite. Y logra ser
Adaptable por admitir diferentes usos y cambios tecnológicos gracias al tamaño del espacio y a la
correcta ubicación de los servicios.
El diseño del edificio consta de un núcleo portante de hormigón en donde se ubican las escaleras,
el ascensor, los vestíbulos y los baños. A este núcleo portante se anclan los forjados de madera que
permite cubrir una luz de 6 metros y cubiertos de madera revestida con placas de yeso y fibra. Este
tipo de estructura permite obtener superficies más amplias y sin la necesidad de pilares que
interrumpan el espacio. Con esta estrategia de diseño es que se logra definir el paradigma “Extender
el Soporte” que consiste en lograr diseñar el soporte del edificio de manera que, desde la estructura
misma la flexibilidad sea posible, es decir, que la estructura del edificio brinde un grado de
flexibilidad que se complemente con los “Mecanismos de Habitabilidad” para lograr maximizar la
flexibilidad que se pueda ofrecer y poder modificar o reemplazar los “Mecanismos de
Habitabilidad” si es necesario.
Las Viviendas en Quinta Monroy son un conjunto de viviendas plurifamiliares ubicadas en Iquique
Chile y diseñadas por el “Equipo Elemental” y cuenta con 93 unidades habitacionales. Es un
modelo de vivienda Perfectible-Extensible que permite desde su primera ocupación
perfeccionarse, mejorarse y acabarse con el tiempo, adaptándose a los cambios y necesidades del
usuario, además el diseño de la vivienda permite expandir sus límites desde su infraestructura
básica, ampliándose con el tiempo a un área anexa.
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El diseño de perfeccionamiento en el tiempo de estas viviendas, evidencian las ventajas del diseño
que se modifica y mejora con el tiempo. La Quinta Monroy para resultar económica y accesible
para sus usuarios, plantea una construcción de materialidad mejorable, así como la expansión de
la vivienda en el largo plazo.
Visto de otro modo, es una vivienda en un estado muy básico, pero que el usuario puede mejorar
con algo de tiempo y esfuerzo, no tiene que ser una vivienda en su estado final, o acabada, sino
una vivienda costeable para sus habitantes.
La “Vivienda Inacabada” es el paradigma que se define a partir del análisis de la Quinta Monroy,
una vivienda con los componentes que los usuarios necesitan para una primera ocupación de la
vivienda, pero con el potencial para que pueda seguir cambiando y mejorando a través del tiempo.
La capacidad de expansión de la vivienda no es considerada para definir un paradigma porque no
crece fuera de sus límites, sino que opta por ser una suerte de ampliación planeada por etapas,
creando una flexibilidad que podría asemejarse a la “Desjerarquización Espacial” pero que no logra
encajar en las teorías que se atribuyen a la “Posibilidad de Crecimiento”.
Las Viviendas en Mulhouse son un conjunto de 14 viviendas unifamiliares diseñadas por Lacaton
& Vassal, ubicadas en Mulhouse, Francia construidas el año 2005, que se caracteriza por ser un
modelo de vivienda Abierta-Alterable. Para lograr ser una vivienda Abierta-Alterable se proyecta
un primer nivel de una extensión que sobrepasa a las viviendas convencionales y que además se
construye de manera convencional. Su segundo nivel es construido con estructuras de aluminio,
ancladas al hormigón del primer nivel, y recubiertas con policarbonato el cual logra formar 3
invernaderos que no solo permiten tener una vivienda de dos pisos con un tamaño
significativamente mayor por un costo de una vivienda de dimensiones convencionales, sino que
sirve para dar calor a toda la casa.
Con este sistema se construyeron las 14 viviendas de entre 100 y 176 m2, siendo posible alcanzar
estas dimensiones gracias a la implementación del aluminio y del policarbonato.
estratégicamente la Arquitectura esencial, para que el usuario sea libre de ocupar el espacio diáfano
que se le proporciona de la forma que más lo necesite.
El proyecto viviendas Gifu Kitagata es un conjunto habitacional diseñado por “Kazujo Sejima”
ubicado en la Prefectura de Gifu, Japón, construido en 1994 y que cuenta con 107 unidades
habitacionales. El conjunto habitacional Gifu Kitagata encaja en el modelo de vivienda Adaptable-
Extensible, puesto que su arquitectura permite que el proyecto pueda adaptarse a las necesidades
del usuario, cambiando el uso de los espacios que plantea, y extensible porque su método de
ocupación diferente a lo convencional permite a los usuarios ocupar las unidades habitacionales
que consideren pertinente, considerando diversas combinaciones que se extienden horizontal y
verticalmente. Con el análisis del conjunto de viviendas Gifu Kitagata, se define el paradigma de
“Ocupación Modular” ya que el edificio no se compone de departamentos como es convencional
en los edificios de viviendas, sino que plantea las “Unidades Habitacionales” que son módulos de
vivienda que se pueden ocupar y agrupar como sea solicitado por los clientes, razón por la cual se
consideran 5 posibles usuarios y 25 posibles variables de vivienda en el diseño del conjunto que
son las que le dan diversidad a la composición del edificio.
El edificio está planteado desde la agrupación de las “Unidades Habitacionales” y con una
circulación a cada lado sirviendo una de ellas para vincular a la vivienda con los demás pisos y
otra para vincularla con ella misma, además cada unidad habitacional tiene su propio ingreso, por
lo que la vivienda es totalmente divisible, así como con el potencial de poder extenderse anexando
“Unidades Habitacionales” según sea conveniente.
En el libro “Casa Collage” afirman que la vivienda es los enseres de los usuarios más las personas
que la habitan. Con esta premisa podemos decir que una vivienda no depende esencialmente de
elementos arquitectónicos sino del uso que el usuario encuentra en la arquitectura que se le
proporciona, es por eso que, en muchas ocasiones, para un enfermo su casa es un hospital, para un
refugiado su casa es un estadio de futbol, o un edificio público que fue desocupado para esa causa,
o incluso para algunos, su casa es la calle.
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Pero para que el paradigma que se busca formar tenga coherencia y pueda dialogar con los demás,
es necesario concretar un poco más ese elemento que vuelve a la vivienda una vivienda, tomando
en cuenta la idea anterior, puede deducirse que la vivienda es el espacio en donde sus usuarios son
capaces de encontrar la satisfacción a sus necesidades cotidianas.
Este elemento es el que nos proporciona el análisis de las “Viviendas Stanga en Rovinj” diseñada
por “Njiric_Njiric” construida en el año 2001 en Rovinj, Croacia, el conjunto habitacional cuenta
con 38 viviendas que incorporan en su arquitectura un modelo de vivienda Transformable-
Adaptable. La arquitectura incorpora como eje compositor a las “bandas técnicas” que son espacios
que agrupan servicios, que, colocados uno junto a otro se crea lo que el proyecto denomina una
“banda técnica”, a esta banda se anexan espacios que usan esos servicios que reúne, sala, comedor,
habitaciones, etc. Este sistema de diseño permite que se edifiquen viviendas de características
diversas, contrayéndose o ampliándose según la necesidad. Permitiendo el libre uso del espacio
anexado a la banda técnica, solo condicionado por el servicio que tiene en frente. Este sistema de
diseño es el que define el paradigma “Banda Técnica” el cual es un elemento potencialmente
infinito, que agrupa espacios que pueden satisfacer las necesidades cotidianas del usuario, siendo
el elemento de diseño que puede hacer que los usuarios anexen espacios a la banda técnica y
empiecen un modelo de vivienda que responda efectivamente a sus necesidades. Las “Viviendas
Stanga” no desarrollan características constructivas que la hagan calificar como un edificio
extremadamente flexible, pero su sistema de diseño, combinado con otros paradigmas ya definidos,
puede ser de gran provecho para plantear la “Vivienda Cooperativa”.
Para proyectar se toma como herramienta de diseño los nuevos paradigmas de la vivienda
cooperativa y se convierten en estrategias proyectuales, tomando como escenario la ciudad de Jaén
a modo de prueba y demostración de su viabilidad, trayendo al plano tangible los conceptos ya
abordados en la investigación.
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Libertad Dirigida: El ejercicio de interactuar con la vivienda hasta conseguir una arquitectura
cómoda para el usuario puede ser un camino largo de recorrer, por lo que las mecánicas de
habitabilidad deben ofrecer una comodidad fácilmente alcanzable, es lo que aleja a la propuesta de
ser un espacio diáfano, por esa razón se implementa una modulación en sus piezas, que propicien
el poder alcanzar medidas cómodas y que es puesta a prueba para demostrar las posibilidades que
puede ofrecer.
Generación por Banda Técnica: Ubicando las zonas de servicios de manera oportuna,
permitiendo la formación de las zonas de vivienda privada y las zonas de vivienda cooperativa, así
como la facilidad de adaptarse a las complicaciones del terreno.
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Ubicación: Para hacer tangibles las estrategias planteadas se eligió el espacio vacante de una
manzana sin consolidar en la ciudad de Jaén, para hacer notar las características de adaptación de
la propuesta.
Master plan.
71
Matriz de Generación.
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Generación por Banda Técnica: Utilizando la modulación ya planteada y las bandas técnicas, se
emplaza en el terreno las viviendas propuestas, planteando patios blandos y duros y espacios
interiores con dobles alturas que pueden usar los residentes como espacios de reunión o desarrollo
de actividades.
V. CONCLUSIONES:
Tras determinar los paradigmas que rigen la vivienda contemporánea, se concluye que la vivienda
se ha vuelto cada vez más privada, siguiendo una fuerte tendencia orientada a la individualización,
la misma que es apoyada por los avances tecnológicos que han permitido que cada vivienda tenga
su sistema de drenaje, esté telecomunicada y cuente con acceso a internet, provocando que los
baños públicos, los locutorios, los café internet, etc. desaparezcan o estén casi extintos y con ellos
las interacciones y la comunidad que estos espacios generaban entre los habitantes.
Conocer las necesidades del usuario dependiente nos lleva a concluir que su arquitectura idónea es
aquella que les brinda la flexibilidad necesaria para regular su privacidad según lo necesite, ya que
la principal necesidad espacial que debe satisfacerse es la de permitir al usuario formar comunidad
para que las personas con necesidades similares o complementarias se puedan encontrar y puedan
cooperar.
El tiempo es una dimensión que casi siempre es olvidada al proyectar, se asumen las necesidades
que el usuario tiene cuando pone en marcha su proyecto como permanentes, lo cual no es así. Por
lo que es necesario diseñar una vivienda que pueda cambiar conforme cambia el usuario y que
pueda perfeccionarse en el largo plazo.
VI. RECOMENDACIONES:
Repensar y cuestionar los paradigmas de la vivienda debe ser un ejercicio continuo, puesto que las
necesidades el usuario cambian, los paradigmas deben cambiar junto con él.
No se deben omitir del diseño a ningún tipo de usuario, puesto que la diversidad enriquece la
arquitectura y obviarlo generará segregación y sufrimiento.
VII. BIBLIOGRAFÍA:
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de 2020). SCIELO Perú. ww.scielo.org.pe:
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2308-05312019000400008
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impacto de la COVID-19. Lima: Centro Nacional de Planeamiento Estratégico.
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91.
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81
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https://news.un.org: https://news.un.org/es/story/2021/03/1489612
Ramirez Posadas, C. (13 de Junio de 2014). Abandono social de las personas adultas mayores
en la Ciudad de México.
https://www.gerontologia.org/portal/information/showInformation.php?idinfo=2974
VIII. ANEXOS
Ficha de Validación 01
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Ficha de Validación 02
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