Semana #07-Sesión #13 y 14

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PROGRAMA DE ESTUDIOS DE

DERECHO

2023 - I
CURSO : DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

DOCENTE : MG. ALEJANDRO WILLIAM MONTALVO BERNUY

SEMESTRE : 2023 - I

CICLO : VII
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

SESIÓN N° 13 Y 14

TEMA : LA SUBJETIVIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO EN EL


AMBITO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
• COMPETENCIA:
Se interesa en los antecedentes formales y estrictos de los Tribunales
Constitucionales internacionales y nacional como órganos de competencia
exclusiva para el conocimiento de conflictos entre las supremas normas
políticas del Estado y las correlativas normas inferiores de ese ordenamiento
jurídico estatal.

• UNIDAD DIDÁCTICA:
Organismos Internacionales.

• CAPACIDAD:
El estudiante conoce a los organismos internacionales, al individuo en ámbito
internacional, la idea del orbe como una república, a los tribunales
internacionales, al derecho de la guerra y de la paz, así como la regulación
internacional de los espacios aéreo, espacial y marítimo.
DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
LA SUBJETIVIDAD INTERNACIONAL DEL
INDIVIDUO EN EL AMBITO INTERNACIONAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS
LA SUBJETIVIDAD
Esta palabra está formada por sus raíces latinas y
significa cualidad de la meta que se intenta lograr. Se
compone de: el prefijo sub, que significa bajo; ictare que
quiere decir lanzar y finalmente ivis, que significa
relación pasiva o activa, más el sufijo dad que
representa cualidad.

Su adjetivo, que es subjetivo, proviene del latín


subiectivus, que se refiere a lo que es del sujeto, a lo
que siente y piensa por si mismo.

Clase: Sustantivo, femenino, singular.


“Según Ryszard Kapuściński el periodismo no debe ser objetivo, si
no imparcial, así realmente no se hablará desde la subjetividad del
profesional”.
En este ejemplo se habla desde la subjetividad en la profesión,
denotando que siempre habrá subjetividad al momento de un tratamiento
periodístico porque todos somos sujetos.

“La subjetividad es inherente del ser humano, somos sujetos que


actuamos desde nuestros conocimientos y desde nuestra intuición”. Aquí
se habla directamente desde lo que una persona hace basada en su
percepción.

“Los conceptos de subjetividad ha sido enriquecida ampliamente desde


la psicología y el psicoanálisis”. Aquí se refiere a cómo se usa la
subjetividad para el estudio de estas ciencias.
La subjetividad de una persona no se genera
únicamente por sus percepciones del entorno, si no
que es visiblemente influenciada por la sociedad en la
que se desarrollo, la cultura que lo rodea y la
educación que el individuo tuvo.
Cada ser humano tiene sus propias subjetividades
que son inherentes a si mismos, asumiendo como
propios los pensamientos que lo rodean, el ser
humano hace suyo, en un proceso dinámico, las
decisiones propias fusionándolas con las del entorno
que se relaciona.
EL INDIVIDUO COMO SUJETO DE
DERECHO INTERNACIONAL

ANÁLISIS DE LA DIMENSIÓN ACTIVA DE LA


SUBJETIVIDAD JURÍDICA
INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO

Juan Pablo Pérez–León


Situación del individuo en el derecho internacional clásico.-

El derecho internacional clásico se basó en un escenario


constituido por una comunidad internacional en la que
predominaba una estructura interestatal.
En tal sentido, el derecho internacional clásico poseía una
finalidad principalmente de tipo relacional y competencial; es
decir la regulación de las relaciones entre Estados y la
distribución de las competencias entre ellos.
Esta postura originó que los Estados fueran considerados como
los únicos sujetos de derecho internacional, y desde una
perspectiva doctrinal los individuos eran sólo objeto del derecho
internacional.
Se consideraba como sujetos de derecho internacional
sólo a las entidades que creaban y eran destinatarias de
las normas jurídicas internacionales y que poseían
legitimidad para reclamar (si había incumplimiento de
tales normas) o eran responsables (si las infringían).
De ese modo, tradicionalmente el sistema jurídico
internacional no hacía referencia al individuo sino por
medio del Estado, lo cual estaba condicionado por la
noción misma de Estado y por la posición de las
relaciones interestatales, siendo un ejemplo de esta
situación la figura de la protección diplomática.
Una primera aproximación nos ofrece la noción de población
como elemento constitutivo del Estado, noción que no hace
referencia al individuo sino al Estado.
En este marco, los individuos que no poseen la condición de
residentes son calificados como extranjeros, no siendo parte
de la población del Estado.
En igual sentido, se dirigían las doctrinas dualistas, en lo
referente a las relaciones entre el derecho internacional y
los derechos internos estatales.
La estricta separación entre el derecho internacional y los
derechos de los Estados aislaban al individuo del derecho
internacional.
Únicamente si "éste se convertía en derecho interno
podía ser invocado por el individuo o, en sentido más
amplio, por los particulares, personas físicas o jurídicas".
Entre las teorías negadoras de la subjetividad jurídica
internacional del individuo en el derecho internacional
clásico, tenemos al positivismo clásico.
Esta teoría se basaba en considerar al Estado como único
sujeto de derecho internacional, en tanto esta disciplina
jurídica era resultado de la voluntad estatal y el individuo era
solamente sujeto de derecho interno.
Pese a esta posición dominante, expresada también a través
de la jurisprudencia de la Corte Permanente de Justicia
Internacional, existieron en el derecho internacional clásico
algunos autores que reconocían la personalidad jurídica
internacional del individuo, y por ende, la titularidad efectiva
de derechos y obligaciones internacionales.
No debemos dejar de mencionar que en el derecho
internacional clásico se reconocía junto a los Estados a
otras entidades como poseedoras de un cierto nivel de
subjetividad jurídica internacional.
Asimismo, es en el transcurso del siglo XIX al siglo XX que
se producen las primeras convenciones de derecho
internacional humanitario, las cuales fueron pioneras al
expresar la preocupación internacional por la suerte de los
seres humanos en conflictos armados, reconociendo al
individuo como beneficiario directo de las obligaciones
convencionales estatales.
Situación del individuo en el derecho internacional contemporáneo.-

Una aproximación analítica a la evolución del derecho


internacional nos señala una tendencia cada vez mayor,
relativa a la ampliación del círculo de los sujetos de derecho
internacional que ha conducido a una renovación
cuantitativa del derecho internacional.
Lo anterior está dado por la expansión del ámbito objetivo
del ordenamiento jurídico internacional, así como por una
proliferación de los sujetos participantes, entre los que el
individuo como sujeto de derecho internacional merece en
la actualidad especial importancia.
Dos actos jurídicos internacionales fueron
especialmente relevantes para el cambio de la
situación de la subjetividad jurídica internacional, en
general, y de la subjetividad jurídica internacional del
individuo, en particular.
Nos referimos a la sentencia del Tribunal Militar
Internacional de Nüremberg y a la opinión consultiva
de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la
reparación de daños sufridos al servicio de la
Organización de Naciones Unidas (ONU).
Respecto a la primera, podemos decir que, desde el juzgamiento de
los individuos por los crímenes internacionales cometidos por
miembros del Eje durante la Segunda Guerra Mundial, se consideró
necesario reconocer la subjetividad jurídica internacional individual.
Ello hizo factible no sólo la protección directa y efectiva de los
derechos humanos, sino y sobre todo, la posibilidad de ser
sancionado como resultado del reconocimiento de la responsabilidad
internacional individual por violaciones graves de obligaciones
internacionales. La sentencia del Tribunal de Nüremberg refutó el
punto de vista del positivismo extremo, el cual señalaba que el
derecho internacional sólo era aplicable a los Estados.
Esta sentencia también demostró que los individuos podían ser
encontrados culpables por crímenes bajo el derecho internacional y
podían ser sancionados de acuerdo a su capacidad personal.
En este contexto, se incorporó en la subjetividad jurídica internacional
del individuo la temática de la responsabilidad internacional individual,
de manera paralela a la responsabilidad internacional del Estado.
De este modo, "siendo el individuo sujeto de deberes en el plano del
derecho internacional, no más no había como negar su personalidad
jurídica internacional consuetudinaria".

En la afirmación de la subjetividad del individuo en el plano


internacional, ha contribuido el desarrollo tanto del derecho penal
internacional como del derecho internacional de los derechos humanos
y el internacional humanitario.
Las transformaciones experimentadas en las últimas décadas por el
derecho internacional han originado que se reconozca un cierto grado
de subjetividad jurídica internacional del individuo.
Como ha señalado Carrillo Salcedo, esta situación de cambio es
atribuible a tres fenómenos que se interrelacionan: un proceso
de institucionalización, un proceso de socialización y un proceso
de humanización.
El hito histórico inicial de este proceso de humanización se sitúa
hacia el final de la Segunda Guerra Mundial. En esta etapa se
dio la convergencia de dos inquietudes.
Por un lado, la postura a favor de la protección de los derechos
humanos.
Por otro lado, la desaprobación consensual de los métodos y
medios de preparación de la guerra y su conducción; lo cual se
encuentra relacionado con la noción de crímenes de derecho
internacional y la generación de responsabilidad internacional
del individuo por la realización de dichas conductas.
No obstante, debemos tener en cuenta que la subjetividad
jurídica internacional del individuo es todavía hoy reducida y
limitada. Como ya afirmáramos, la práctica internacional
contemporánea reconoce un determinado nivel de subjetividad
internacional del ser humano, al igual que la existencia de
normas que imponen obligaciones jurídicas a los individuos.
Pese a lo afirmado, en ambos casos se tratan de ejemplos
concretos y limitados que no permiten defender la tesis de la
plena subjetividad jurídica internacional individual.
La subjetividad jurídica internacional del individuo se
encuentra determinada por el derecho internacional.
De ahí que el rol que pueda asumir el individuo en el derecho
internacional depende del nivel de subjetividad que se le
pueda reconocer.
El derecho internacional contemporáneo se encuentra
en un proceso de paulatina humanización; por lo que
se ha agregado a las funciones relacionales y
competenciales la del desarrollo pleno de los
individuos, lográndose una institucionalización en la
materia.
De conformidad con lo antes expuesto, hoy se
reconoce, junto a la subjetividad jurídica internacional
del Estado, entre otras manifestaciones de la
subjetividad, la de las organizaciones internacionales,
y que en situaciones específicas se afirme la
subjetividad jurídica internacional del individuo.
Se considera que el individuo está, en varios casos,
directamente implicado por el derecho internacional, y
que posee una subjetividad jurídica internacional
limitada, que ha sido reconocida ya sea por el derecho
internacional convencional o el derecho internacional
consuetudinario.
Pero la característica de limitada no impide que el
individuo sea sujeto de derecho internacional.
Igualmente, el contacto directo del individuo con el
derecho internacional se ha intensificado a partir de la
última conflagración mundial.
TEORÍAS
SOBRE LA SITUACIÓN DEL
INDIVIDUO EN EL DERECHO INTERNACIONAL
Posición doctrinal clásica.-

En la teoría del derecho natural de Groccio, el ser humano es un punto focal de todo el
derecho, incluyendo el derecho internacional o "derecho de las naciones". Los sucesores
de Groccio, en especial Vattel, pusieron mayor énfasis en el Estado como titular de
derechos y obligaciones en el contexto internacional, en el ámbito de validez del derecho
natural.
En la teoría del derecho internacional de Vattel, los individuos no son considerados como
sujetos directos del "derecho de las naciones".
Vattel postula una dicotomía entre el derecho natural el cual gobierna al individuo en el
derecho nacional, y el "derecho de las naciones" el cual deriva del derecho natural, pero
que se aplica sólo a los Estados en sus relaciones mutuas.
Desde esta perspectiva, el individuo podría afirmar derechos naturales frente al Estado en
un nivel interno, pero es simplemente un objeto y no un sujeto del "derecho de las
naciones".
La dicotomía existente entre el derecho internacional, en el cual sólo los Estados son los
únicos sujetos, y el derecho nacional, constituye una premisa importante en la influyente
doctrina del positivismo legal.
Posición kelseniana.-

La teoría pura del derecho elaborada por Hans Kelsen vincula


la noción de sujeto de derecho internacional con el ámbito de
validez personal de la norma jurídica internacional; lo cual
implica que se obtendrá esta subjetividad si es que se poseen
derechos y obligaciones jurídicas internacionales directos.
Es decir, según los seguidores de la teoría pura del derecho,
es suficiente que una norma jurídica prevea una conducta
suya como contenido de un derecho o de una obligación. La
concepción monista kelseniana organiza el derecho
internacional y el derecho interno en una jerarquía en la cual el
derecho internacional se encuentra en la cima, sin hacer una
división en dos planos separados. El punto de partida de la
teoría de Kelsen es el ser humano, más que el Estado.
Según esta teoría las normas del derecho internacional, al igual que
cualquier norma jurídica, regulan conductas humanas aunque lo hacen
de modo directo o indirecto.
En tal sentido, la teoría pura considera como sujeto de derecho
internacional al individuo (u otra entidad) que sea destinatario directo
de dicho orden jurídico. Kelsen estima que existen situaciones en las
que la conducta de un individuo es regulada directamente por el orden
internacional como permitida, prohibida u obligatoria.

Sin embargo, en la mayoría de los casos no se da tal supuesto, toda


vez que el derecho internacional se refiere directamente a entidades
tales como los Estados u organizaciones internacionales.
A su vez, los ordenamientos jurídicos de tales entidades se refieren de
manera directa a los individuos, por lo que, en estos casos, los
individuos son regidos de manera indirecta por el derecho internacional.
La subjetividad jurídica internacional del individuo sería una excepción.
Teoría de la responsabilidad internacional del individuo.-

Para los seguidores de esta teoría se considera sujeto de


derecho internacional a todo aquél que se encuentra por lo
menos en una de las dos siguientes posibilidades (no
necesariamente en ambas, como la teoría anterior):
a) La titularidad de un derecho, y a la vez la posibilidad de
hacerlo valer mediante reclamación internacional;
b) La titularidad de una obligación jurídica internacional y la
capacidad de ser sujeto pasivo de reclamación ante un
tribunal internacional, es decir ser destinatario de una
sanción internacional.
En tal sentido, según esta teoría, la posesión por una
entidad de la titularidad de modo efectivo de un
derecho o de una obligación en el contexto
internacional, origina la calificación como sujeto de
derecho internacional.
La subjetividad y la responsabilidad internacional del
individuo estarían así vinculadas, tal y como lo expuso
en su momento Eusthatiades.
Teoría del destinatario directo y efectivo de un derecho o
de una obligación internacional.-

Según esta teoría, la calidad de sujeto de derecho


internacional (lo que incluye al individuo) no depende de la
cantidad de derechos u obligaciones internacionales.
Entonces, si el individuo es titular de un derecho o de una
obligación internacional, será sujeto de derecho
internacional.
Asimismo, de acuerdo a esta posición, la subjetividad no
está determinada por el tipo de derecho u obligación que se
posea, debido a la pluralidad existente de sujetos de
derecho internacional, uno de los cuales es el ser humano.
Además de lo señalado hasta ahora, coincide con la
anterior postura, en exigir que el titular del derecho u
obligación lo sea de manera efectiva.
La diferencia radica en que exige que el titular del
derecho u obligación internacional (en este caso el
individuo) lo sea también de manera directa.
Lo anterior significa que si en un tratado aparece una
entidad como titular de los derechos u obligaciones
señalados en sus normas, pero ellos son ejercidos por
otra entidad que no aparece en el texto convencional,
la última tendrá la auténtica subjetividad jurídica
internacional.
Aproximaciones empíricas.-

Varios autores adoptan una aproximación empírica para


explicar las manifestaciones de subjetividad jurídica
internacional del individuo (y de otras entidades no estatales)
referente al grado de derechos, deberes y capacidad procesal
que posee en el derecho internacional.
Esas explicaciones tienen como punto de partida el
reconocimiento de la existencia de instancias de capacidad
legal individual.
De acuerdo a Oppenheim, el derecho internacional es
básicamente un derecho entre Estados, por lo que los Estados
serían los únicos sujetos de derecho internacional.
Según este autor la posición normal del individuo es la de
un objeto, más que la de un sujeto de derecho internacional.
No obstante, él afirma que los acontecimientos posteriores
a la Segunda Guerra Mundial no justifican más la opinión
que, en el derecho internacional, los Estados sean los
únicos sujetos de derecho internacional.
Y por ello se debe incrementar la disposición para tratar a
los individuos como sujetos de derecho internacional
(aunque en una esfera limitada).
De acuerdo a lo señalado por Jessup, el derecho
internacional es un derecho aplicable a los Estados en
sus relaciones mutuas y también a los individuos en sus
relaciones con los Estados.
Bajo este planteamiento, el derecho internacional podría
también aplicarse a las relaciones entre individuos,
siempre que impliquen materias de derecho internacional.
Lauterpacht, sostiene que la capacidad procesal del
individuo bajo ciertos tratados permite concluir que los
Estados no son los únicos sujetos de derecho
internacional de acuerdo a la práctica internacional.
En tal sentido, plantea que en el derecho internacional la
capacidad para demandar o ser demandado ante una
instancia internacional no debería considerarse como un
factor determinante para establecer la subjetividad
jurídica internacional de una determinada entidad (en el
caso particular, el individuo)
DIMENSIÓN ACTIVA

TITULARIDAD EFECTIVA DE DERECHOS


La subjetividad jurídica internacional del individuo implica
que el ser humano puede reclamar de manera directa ante
una instancia internacional por la vulneración de sus
derechos y sin la necesidad de la intermediación de otras
entidades.
El estado actual de desarrollo del derecho internacional
indica que el individuo carece de plena capacidad procesal
en la reclamación de sus derechos ante las instancias
internacionales.
No obstante, se ha ido desarrollando este aspecto
observando lo dispuesto por las normas convencionales o
mediante la implementación de mecanismos en
determinadas organizaciones internacionales, que
progresivamente se han dado.
Como primeros hitos tenemos a la Convención XII de la
Segunda Conferencia de Paz de la Haya, que creó un
Tribunal Internacional de Presos.
Este tribunal fue diseñado para admitir las reclamaciones
de ciertos individuos con nacionalidad de un Estado
beligerante o neutral.
También tenemos a la extinta Corte de Justicia
Centroamericana, que poseía la facultad para recibir
demandas de individuos, luego del agotamiento de los
recursos internos, y que llegó a conocer cinco casos.
En el periodo de entreguerras, se produce la creación de
Tribunales Arbitrales Mixtos, como en el caso de la Primera
Guerra Mundial entre las potencias aliadas y asociadas y
Alemania, por los tratados de paz, donde los individuos
podían presentar reclamaciones.
Otro ejemplo, en la era de la Sociedad de las Naciones,
fueron los sistemas de las minorías.
En este caso, una de las vías procesales se sustanciaba
por el derecho concedido a los miembros de las minorías
lesionadas de llevar sus peticiones ante la Secretaría de la
Sociedad de las Naciones.
Tales antecedentes precedieron al desarrollo de la
dimensión activa de la subjetividad jurídica del
individuo en el plano internacional, cuyo avance se dio
de manera notable luego de la Segunda Guerra
Mundial.
Esta evolución se reflejó de manera especial en el
progreso del sistema universal y de los sistemas
regionales de protección de derechos humanos.
En este punto nos parece relevante hacer una referencia
general a la situación del individuo en el derecho interno
de las organizaciones internacionales.
En esta dimensión, los tribunales administrativos del
sistema de la ONU son un claro ejemplo de la posibilidad
que tienen los individuos de acceder a una instancia
internacional en reclamación de sus derechos.
En su opinión consultiva sobre la reparación de los daños
sufridos al servicio de la Organización.
Las reglas de la Asamblea General de la ONU y las
reglamentaciones generadas por el secretario general rigen
las relaciones entre los agentes internacionales y la
organización internacional. A su vez, es la propia carta de
la ONU, la fuente última de validez de estos tribunales.

Por otro lado, en relación al derecho comunitario, el rol del


individuo es mayor si lo comparamos con su papel en las
organizaciones internacionales.
El derecho comunitario es "superior al nacional y por ende
origina derechos subjetivos que las autoridades locales
deben respetar y proteger. Por ende, toda disposición
contraria del derecho internacional se torna inaplicable".
En el caso del derecho comunitario europeo, las personas
físicas y jurídicas pueden dirigirse al Tribunal de Justicia
de las Comunidades Europeas por medio de diferentes
vías.
Los reglamentos comunitarios que expiden el Consejo y la
Comisión europeos se aplican directamente a los
individuos de todos los Estados miembros.
Por su parte, en el caso del derecho comunitario andino
también se da la posibilidad que tienen las personas
naturales de iniciar procesos ante el Tribunal de Justicia
de la Comunidad Andina de Naciones.
Finalmente, debemos señalar que los seres humanos no
tienen acceso a la CIJ ni en la vía contenciosa ni
consultiva.
SUBJETIVIDAD JURÍDICA INTERNACIONAL
DEL INDIVIDUO EN EL
ÁMBITO DE LOS DERECHOS HUMANOS
Sistema universal de protección de los derechos humanos.-

La Declaración Universal de Derechos Humanos de la


ONU constituye el texto básico para analizar los
mecanismos de protección de la ONU, y por ende todos
los demás textos se han inspirado en ella.
A partir de ese momento, de manera progresiva se ha
reconocido la capacidad del individuo de recurrir a la ONU
y plantear sus quejas, en caso de la violación de sus
derechos con la creación de mecanismos de supervisión al
margen de la voluntad del Estado trasgresor.
Los sujetos de derecho internacional, tradicionalmente,
han sido los Estados y las organizaciones internacionales,
de ahí que la (ahora extinta) Comisión de Derechos
Humanos de la ONU resolvió no poseer atribuciones para
la adopción de medidas en las quejas individuales.
Si bien es cierto, la Comisión de Derechos Humanos
reconoció que no estaba facultada para tomar alguna
medida respecto a las reclamaciones relativas a derechos
humanos, se consiguió que se distribuyera entre los
Estados miembros de la Comisión una lista de las quejas
recibidas.
Como producto de las quejas, principalmente por el crimen de
apartheid y las violaciones al Convenio IV de Ginebra de 1949 se
mejoró, aunque sólo ligeramente, el sistema en la Resolución
1503 del Ecosoc.
Dicha resolución incorporó un mecanismo de estudio de las
comunicaciones que parecían revelar una situación persistente
de violaciones manifiestas y fehacientemente comprobadas de
los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Desde ese momento, la Comisión de Derechos Humanos
analizaría las situaciones sobre las que dan cuenta las
comunicaciones.
Aunque si bien las comunicaciones individuales activan el
procedimiento "éste analiza la situación del país procurando
verificar si ella corresponde a un cuadro persistente de
violaciones de derechos humanos".
Por su parte los procedimientos "públicos" o de la
Resolución 1235 del Ecosoc, no tienen un mandato
expreso de conocer las comunicaciones individuales,
aunque se entiende que se trata de una forma de
atender quejas individuales.
Ello debido a: la acumulación de quejas individuales; a
que la información que piden los relatores surge,
muchas veces, a partir de quejas individuales, y a que
aquéllos, ante el conocimiento de una violación, dirigen
una acción urgente al gobierno denunciado.
Las reclamaciones de particulares, es decir de las presuntas
víctimas, constituyen el mecanismo más innovador dado para
garantizar el cumplimiento del régimen protector de los tratados
de derechos humanos.
Aunque, cuando mucho, "los cinco instrumentos que contemplan
este mecanismo de control lo hacen con carácter facultativo".

Analizaremos a continuación las particularidades de los


instrumentos del sistema de la ONU que incorporan las
comunicaciones individuales, en tanto manifestación de la
dimensión activa de la subjetividad jurídica internacional del
individuo.
Las reclamaciones de particulares, es decir de las
presuntas víctimas, constituyen el mecanismo más
innovador dado para garantizar el cumplimiento del
régimen protector de los tratados de derechos humanos.
Aunque, cuando mucho, "los cinco instrumentos que
contemplan este mecanismo de control lo hacen con
carácter facultativo".
Analizaremos a continuación las particularidades de los
instrumentos del sistema de la ONU que incorporan las
comunicaciones individuales, en tanto manifestación de la
dimensión activa de la subjetividad jurídica internacional
del individuo.
El Protocolo Facultativo I del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), permite que los
individuos que alegan haber sido víctimas de alguna
violación de los derechos recogidos en el PIDCP,
documenten las comunicaciones o quejas individuales
ante el Comité de Derechos Humanos.

Respecto a la competencia ratione personae se exige


que el demandante sea la propia víctima de la violación
(persona física) o su representante legalmente
acreditado, por lo que no está permitida la actio
popularis.
De manera excepcional se podrá presentar una comunicación en
nombre de la víctima cuando "sea evidente que ésta no está en
condiciones de presentar personalmente la comunicación".
La víctima tiene que ser exclusivamente una persona física. En tal
sentido, el Comité de Derechos Humanos desestimará cualquier
queja proveniente de personas jurídicas que aleguen haber sido
afectadas en alguno de los derechos recogidos en el PIDCP.
Una vez aprobada la admisibilidad se pasa a la segunda fase de los
procedimientos, en la cual se valoran los méritos de la
comunicación.
Es importante enfatizar que, en la opinión sobre el fondo, el Comité
considera todas las informaciones escritas que hayan sido
proporcionadas tanto por el individuo como por el Estado
interesado.
Sistemas regionales de protección de los derechos humanos.-

En el sistema europeo de derechos humanos, el primer hito lo


constituyó el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH).
Este instrumento internacional permitió al individuo presentar a la
Comisión Europea de Derechos Humanos reclamaciones contra
Estados partes del CEDH que hubieran aceptado la competencia
facultativa de dicho órgano.
En tal sentido, de considerarse admisible, la Comisión buscaba la
obtención de una solución amistosa, y en el supuesto de fracasar
podía ser sometido el caso al Tribunal Europeo de Derechos
Humanos (TEDH) para una solución judicial.
Antes de la entrada en vigor del Protocolo núm. 11 al CEDH,
los dos órganos originales de supervisión del CEDH
resaltaron la importancia del derecho de la petición, pese a
ser una cláusula facultativa del CEDH. El TEDH y la
Comisión Europea reconocieron el derecho de naturaleza
procesal que otorga el CEDH a los demandantes en virtud
del cual éstos podían recurrir libremente a la antigua
Comisión, sin que el Estado parte demandado impidiese o
hiciese difícil su iniciativa.
De igual manera, el TEDH en su momento evaluó las
condiciones que rigen las peticiones individuales, y señaló
que "no coinciden con los criterios nacionales relativos al
locus standi, que pueden inclusive servir a propósitos
distintos de los contemplados en el mencionado artículo 25"
El Protocolo núm. 9 al CEDH introdujo un valioso aporte al
sistema, en tanto con anterioridad a él, el individuo, actor
preponderante en un sistema de protección de derechos
humanos, no contaba con plena subjetividad jurídica
internacional. El Protocolo núm. 9 legitimó el acceso directo
de los individuos al TEDH, aunque previo trámite ante la
Comisión Europea.
Entre los argumentos centrales que llevaron a este cambio,
tenemos que: "se posibilitaría a los propios individuos decidir
si se someterían o no sus casos a la Corte... se aseguraría
el acceso de los individuos al tribunal internacional de los
derechos humanos".
Ello generó que se dé igual tratamiento a los individuos y
al Estado, perfeccionándose la estructura del sistema, al
asegurar la capacidad jurídico procesal de los individuos.
Con este Protocolo se modifica el estatus del individuo en
el sistema europeo de protección de derechos humanos,
en tanto adquiere subjetividad jurídica internacional.
De ese modo, además de un Estado parte y de la
Comisión Europea, también el individuo peticionario
podía someter un caso al conocimiento del TEDH.
El acceso de los individuos al TEDH se consolidó con la
entrada en vigor del Protocolo núm. 11 al CEDH. Este
Protocolo sustituyó a la Comisión y al TEDH por un nuevo
Tribunal Permanente, con lo cual el sistema adquirió una
naturaleza eminentemente judicial.
El Protocolo núm. 11 incorpora el acceso directo o ius
standi de los individuos al TEDH. Con este cambio, se
consigue que los individuos puedan demandar al Estado
sin la intervención de ningún órgano.
En tal sentido, el individuo cuenta con legitimación activa
ante el TEDH, de tal suerte que una vez agotados los
recursos internos del Estado demandado, puede presentar
la demanda directamente ante el TEDH
Si analizamos comparativamente el sistema europeo y el sistema
interamericano de protección de derechos humanos, podemos
apreciar que en lo referente al acceso individual los peticionarios
tienen acceso directo al TEDH.
Mientras que, a su vez, en el sistema interamericano los individuos no
tienen tal acceso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(Corte IDH), sino sólo a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH); aunque a diferencia del sistema europeo sin la
necesidad de ser víctima.
En adición a lo afirmado, el Protocolo núm. 11 afirma el estatus del
individuo como sujeto de derecho internacional pleno en el sistema
europeo. Por su lado, en el sistema interamericano el individuo posee
subjetividad jurídica internacional, en tanto goza del locus standi en
todas las etapas del proceso, pero dicha subjetividad no es plena al no
poseer ius standi.
La situación de las víctimas ante la Corte Penal Internacional.-

Como consideración preliminar debemos señalar que el


ámbito del derecho penal internacional, una de cuyas
manifestaciones de institucionalización es precisamente la
Corte Penal Internacional (CPI), es el campo en el cual toma
lugar la otra dimensión de la subjetividad jurídica
internacional individual, es decir, la dimensión pasiva.
En el derecho internacional contemporáneo existen normas
que directamente imponen obligaciones a los individuos, y que
involucran intereses vitales de la comunidad internacional en
su totalidad.
Tales reglas se generaron en un primer momento en el ámbito
del derecho internacional humanitario, a través de la
imposición de responsabilidad internacional penal individual
por las violaciones serias de las leyes y usos de la guerra.
Con posterioridad se ha atribuido responsabilidad
internacional individual por crímenes de derecho internacional,
independientemente de su conexión con un conflicto armado,
siendo el caso de los crímenes de genocidio y de lesa
humanidad.
A MANERA DE CONCLUSIÓN

Como ha podido verificarse, la subjetividad jurídica


internacional del individuo ha pasado de una negación
en el derecho internacional clásico hacia un
reconocimiento en el derecho internacional
contemporáneo.
Ahora bien, el desarrollo de la dimensión activa de esta
subjetividad presenta diferentes niveles de desarrollo
según el sistema en el que nos encontremos.
En efecto, mientras que en el contexto del sistema europeo de
protección de derechos humanos encontramos que se da de
manera plena (ius standi), en el caso del sistema
interamericano tal subjetividad es limitada (pleno locus standi
in judicio).
No obstante, la participación del individuo, en este segundo
sistema regional, es más elevada que el esquema guasi–
jurisdiccional del sistema universal de protección de derechos
humanos.
Por su parte, el esquema introducido por la CPI es innovador
toda vez que permite la participación de las víctimas en un
proceso penal internacional, algo inédito antes de ese hito.
En todo caso, en términos generales, existe la tendencia
a fortalecer la dimensión activa de la subjetividad jurídica
internacional en el ámbito del derecho internacional de
los derechos humanos (casos de los sistemas
interamericano y africano), así como también la
introducción de tal dimensión en otras áreas del derecho
internacional (caso de la CPI).
GUÍA PRÁCTICA
SEMANA N° 07
ACTIVIDAD

• Los estudiantes de manera individual deberán elaborar


un esquema conceptual donde analicen el contenido
fundamental del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos.
GRACIAS POR SU ATENCIÓN !!!

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