Recursos Unidad III.

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RECURSO 1.

El individuo como sujeto de derecho internacional.


Análisis de la dimensión activa de la subjetividad
jurídica internacional del individuo
 

Juan Pablo Pérez–León*

* Profesor de Derecho penal internacional en la Pontificia Universidad Católica de


Perú.

RESUMEN

Una de las características del derecho internacional público contemporáneo es el


afianzamiento de la subjetividad jurídica del individuo. Precisamente, el presente
artículo plantea analizar la dimensión activa de tal subjetividad, es decir, la
titularidad efectiva de derechos ante tribunales internacionales. Para este propósito,
en primer lugar, se hará referencia a la evolución de la subjetividad individual, así
como a ciertas teorías sobre este tema. A continuación, se atenderá la participación
del individuo en los sistemas internacionales de protección de derechos humanos
tanto universal como regionales. Finalmente, se estudiará la situación de las
víctimas ante la Corte Penal Internacional.

ABSTRACT

Contemporary international public law has as one of its characteristics the


consolidation of legal individual subjectivity. Precisely, this paper seeks to analyze
the active dimension of such subjectivity, it means, the effective right to individual
claims before international tribunals. In order to reach the above–mentioned
purpose, firstly, a reference to the evolution of individual subjectivity will be done
as well as theories about this topic. Then, we will focus on the individual's
participation in the international systems of human rights protection regarding the
universal system and regional approaches, too. Finally the victim's situation before
the International Criminal Court will be studied.

RÉSUMÉ
Une caractéristique du Droit international public contemporain est la consolidation
de la subjectivité juridique de l'individu. Précisément, cet article a le but d'analyser
la dimension active de la déjà mentionné subjectivité, c'est–à–dire, l'exercice
effective de droits devant les tribunaux internationaux. Pour ce propos, nous ferons
référence, premièrement, à la subjectivité de l'individu ainsi qu'aux théories sur cet
affaire. Après, l'attention sera sur la participation de l'individu dans les systèmes
internationaux de protection de droits de l'homme tant universelle comme
régionales. Finalement, on étudiera la situation des victimes devant la Cour Pénale
Internationale.

SUMARIO:
I. La subjetividad jurídica internacional del individuo.
II. Dimensión activa. Titularidad efectiva de derechos.
III. A manera de conclusión.

I. LA SUBJETIVIDAD JURÍDICA INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO

1. Situación del individuo en el derecho internacional clásico

El derecho internacional clásico se basó en un escenario constituido por una


comunidad internacional1 en la que predominaba una estructura interestatal. En tal
sentido, el derecho internacional clásico poseía una finalidad principalmente de tipo
relacional y competencial; es decir la regulación de las relaciones entre Estados y la
distribución de las competencias entre ellos.2 Esta postura originó que los Estados
fueran considerados como los únicos sujetos de derecho internacional, y desde una
perspectiva doctrinal los individuos eran sólo objeto del derecho internacional.

Se consideraba como sujetos de derecho internacional sólo a las entidades que


creaban y eran destinatarias de las normas jurídicas internacionales y que poseían
legitimidad para reclamar (si había incumplimiento de tales normas) o eran
responsables (si las infringían). De ese modo, tradicionalmente el sistema jurídico
internacional no hacía referencia al individuo sino por medio del Estado, lo cual
estaba condicionado por la noción misma de Estado y por la posición de las
relaciones interestatales,3 siendo un ejemplo de esta situación la figura de la
protección diplomática.4

Una primera aproximación nos ofrece la noción de población como elemento


constitutivo del Estado, noción que no hace referencia al individuo sino al Estado.
En este marco, los individuos que no poseen la condición de residentes son
calificados como extranjeros, no siendo parte de la población del Estado.5 Desde
este punto de vista, "l'individu n'intéresse le droit international qu'en tant que
ressortissant ou étranger, et dans la mesure où cette qualité concerne les rapports
interétatiques".6

En igual sentido, se dirigían las doctrinas dualistas, en lo referente a las relaciones


entre el derecho internacional y los derechos internos estatales. La estricta
separación entre el derecho internacional y los derechos de los Estados aislaban al
individuo del derecho internacional. Únicamente si "éste se convertía en derecho
interno podía ser invocado por el individuo o, en sentido más amplio, por los
particulares, personas físicas o jurídicas".7
Entre las teorías negadoras de la subjetividad jurídica internacional del individuo en
el derecho internacional clásico, tenemos al positivismo clásico.8 Esta teoría se
basaba en considerar al Estado como único sujeto de derecho internacional, en
tanto esta disciplina jurídica era resultado de la voluntad estatal y el individuo era
solamente sujeto de derecho interno.9 Pese a esta posición dominante, expresada
también a través de la jurisprudencia de la Corte Permanente de Justicia
Internacional,10 existieron en el derecho internacional clásico algunos autores11 que
reconocían la personalidad jurídica internacional del individuo, y por ende, la
titularidad efectiva de derechos y obligaciones internacionales.

No debemos dejar de mencionar que en el derecho internacional clásico se


reconocía junto a los Estados a otras entidades12 como poseedoras de un cierto
nivel de subjetividad jurídica internacional. Asimismo, es en el transcurso del siglo
XIX al siglo XX que se producen las primeras convenciones de derecho internacional
humanitario,13 las cuales fueron pioneras al expresar la preocupación internacional
por la suerte de los seres humanos en conflictos armados, reconociendo al individuo
como beneficiario directo de las obligaciones convencionales estatales.

2. Situación del individuo en el derecho internacional contemporáneo

Una aproximación analítica a la evolución del derecho internacional nos señala una
tendencia cada vez mayor, relativa a la ampliación del círculo de los sujetos de
derecho internacional que ha conducido a una renovación cuantitativa del derecho
internacional. Lo anterior está dado por la expansión del ámbito objetivo del
ordenamiento jurídico internacional, así como por una proliferación de los sujetos
participantes,14 entre los que el individuo como sujeto de derecho internacional
merece en la actualidad especial importancia.

Dos actos jurídicos internacionales fueron especialmente relevantes para el cambio


de la situación de la subjetividad jurídica internacional, en general, y de la
subjetividad jurídica internacional del individuo, en particular. Nos referimos a la
sentencia del Tribunal Militar Internacional de Nüremberg15 y a la opinión consultiva
de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la reparación de daños sufridos al
servicio de la Organización de Naciones Unidas (ONU).16

Respecto a la primera, podemos decir que, desde el juzgamiento de los individuos


por los crímenes internacionales cometidos por miembros del Eje durante la
Segunda Guerra Mundial, se consideró necesario reconocer la subjetividad jurídica
internacional individual. Ello hizo factible no sólo la protección directa y efectiva de
los derechos humanos, sino y sobre todo, la posibilidad de ser sancionado como
resultado del reconocimiento de la responsabilidad internacional individual por
violaciones graves de obligaciones internacionales. La sentencia del Tribunal de
Nüremberg refutó el punto de vista del positivismo extremo, el cual señalaba que el
derecho internacional sólo era aplicable a los Estados. Esta sentencia también
demostró que los individuos podían ser encontrados culpables por crímenes bajo el
derecho internacional y podían ser sancionados de acuerdo a su capacidad
personal. En tal sentido, es de gran importancia el siguiente pasaje de la sentencia
del Juicio de Nüremberg: "Crimes against international law are committed by men,
not by abstract entities, and only by punishing individuals who commit such crimes
can the provisions of international law be enforced".17

Respecto a la opinión consultiva citada, debido a la percepción de la existencia de


sujetos de derecho internacional distintos al Estado —por imperio de la realidad de
la comunidad internacional— aportó que, con la evolución del derecho internacional,
el individuo adquiera en la actualidad subjetividad jurídica internacional. En tal
sentido, la CIJ señaló que:

The subjects of law in any legal system are not necessarily identical in their nature
or in the extent of their rights, and their nature depends upon the needs of the
community. Throughout its history, the development of international law has been
influenced by the requirements of international life, and the progressive increase in
the collective activities of States has already given rise to instances of action upon
the international plane by certain entities which are not States.18

Este dictum no define qué clase de entidades pueden ser sujetos de derecho


internacional o qué derechos y deberes tienen. Sin embargo, un elemento implícito
en la definición se refiere a las condiciones de subjetividad jurídica internacional
que deben derivarse de una regla que proporcione el criterio para el reconocimiento
de la subjetividad.19

En este contexto, se incorporó en la subjetividad jurídica internacional del individuo


la temática de la responsabilidad internacional individual, de manera paralela a la
responsabilidad internacional del Estado.20 De este modo, "siendo el individuo sujeto
de deberes en el plano del derecho internacional, no más no había como negar su
personalidad jurídica internacional consuetudinaria".21

En la afirmación de la subjetividad del individuo en el plano internacional, ha


contribuido el desarrollo tanto del derecho penal internacional como del derecho
internacional de los derechos humanos y el internacional humanitario.22 Las
transformaciones experimentadas en las últimas décadas por el derecho
internacional han originado que se reconozca un cierto grado de subjetividad
jurídica internacional del individuo.

Como ha señalado Carrillo Salcedo,23 esta situación de cambio es atribuible a tres


fenómenos que se interrelacionan: un proceso de institucionalización, un proceso
de socialización y un proceso de humanización. El hito histórico inicial de este
proceso de humanización se sitúa hacia el final de la Segunda Guerra Mundial. En
esta etapa se dio la convergencia de dos inquietudes. Por un lado, la postura a
favor de la protección de los derechos humanos. Por otro lado, la desaprobación
consensual de los métodos y medios de preparación de la guerra y su conducción;
lo cual se encuentra relacionado con la noción de crímenes de derecho internacional
y la generación de responsabilidad internacional del individuo por la realización de
dichas conductas.

No obstante, debemos tener en cuenta que la subjetividad jurídica internacional del


individuo es todavía hoy reducida y limitada. Como ya afirmáramos, la práctica
internacional contemporánea reconoce un determinado nivel de subjetividad
internacional del ser humano, al igual que la existencia de normas que imponen
obligaciones jurídicas a los individuos. Pese a lo afirmado, en ambos casos se tratan
de ejemplos concretos y limitados que no permiten defender la tesis de la plena
subjetividad jurídica internacional individual.24 La subjetividad jurídica internacional
del individuo se encuentra determinada por el derecho internacional. De ahí que el
rol que pueda asumir el individuo en el derecho internacional depende del nivel de
subjetividad que se le pueda reconocer. 25

El derecho internacional contemporáneo se encuentra en un proceso de paulatina


humanización; por lo que se ha agregado a las funciones relacionales y
competenciales26 la del desarrollo pleno de los individuos, lográndose una
institucionalización en la materia.27 De conformidad con lo antes expuesto, hoy se
reconoce, junto a la subjetividad jurídica internacional del Estado, entre otras
manifestaciones de la subjetividad, la de las organizaciones internacionales, y que
en situaciones específicas se afirme la subjetividad jurídica internacional del
individuo.28

Nosotros consideramos que el individuo está, en varios casos, directamente


implicado por el derecho internacional, y que posee una subjetividad jurídica
internacional limitada, que ha sido reconocida ya sea por el derecho internacional
convencional o el derecho internacional consuetudinario. Pero la característica de
limitada no impide que el individuo sea sujeto de derecho internacional.
Igualmente, el contacto directo del individuo con el derecho internacional se ha
intensificado a partir de la última conflagración mundial. En tal sentido,
compartimos la opinión de Cassese en torno a la situación del individuo en el
derecho internacional contemporáneo:

Individuals possess international legal status. They have a few obligations, deriving
from customary international law. In addition, procedural rights ensure to the
benefit of individuals, not however vis–à–vis all States, but only towards the group
of States that have concluded treaties, or the international organizations that have
adopted resolutions, envisaging such rights. Clearly, the international legal status
of individuals is unique: they have a lopsided position in the international
community.29

Lo afirmado, en último lugar, también coincide con la aparición del sector llamado
"comunitario" o "público" en aquel orden jurídico. En tal sentido, al crecer la
importancia del papel comunitario crece también la importancia del individuo, y "las
entidades intermedias entre individuos y la comunidad, que son los Estados, en
cierta medida ven su propia esfera de acción limitada y encogida".30

3. Teorías sobre la situación del individuo en el derecho internacional

Posición doctrinal clásica. En la teoría del derecho natural de Groccio, el ser


humano es un punto focal de todo el derecho, incluyendo el derecho internacional o
"derecho de las naciones". Los sucesores de Groccio, en especial Vattel, pusieron
mayor énfasis en el Estado como titular de derechos y obligaciones en el contexto
internacional, en el ámbito de validez del derecho natural. En la teoría del derecho
internacional de Vattel, los individuos no son considerados como sujetos directos
del "derecho de las naciones". Vattel postula una dicotomía entre el derecho natural
el cual gobierna al individuo en el derecho nacional, y el "derecho de las naciones"
el cual deriva del derecho natural, pero que se aplica sólo a los Estados en sus
relaciones mutuas. Desde esta perspectiva, el individuo podría afirmar derechos
naturales frente al Estado en un nivel interno, pero es simplemente un objeto y no
un sujeto del "derecho de las naciones".31 La dicotomía existente entre el derecho
internacional, en el cual sólo los Estados son los únicos sujetos, y el derecho
nacional, constituye una premisa importante en la influyente doctrina del
positivismo legal.32

Posición kelseniana.33 La teoría pura del derecho elaborada por Hans Kelsen vincula
la noción de sujeto de derecho internacional con el ámbito de validez personal de la
norma jurídica internacional; lo cual implica que se obtendrá esta subjetividad si es
que se poseen derechos y obligaciones jurídicas internacionales directos. Es decir,
según los seguidores de la teoría pura del derecho, es suficiente que una norma
jurídica prevea una conducta suya como contenido de un derecho o de una
obligación. La concepción monista kelseniana organiza el derecho internacional y el
derecho interno en una jerarquía en la cual el derecho internacional se encuentra
en la cima,34 sin hacer una división en dos planos separados. El punto de partida de
la teoría de Kelsen es el ser humano, más que el Estado.35 Según esta teoría las
normas del derecho internacional, al igual que cualquier norma jurídica, regulan
conductas humanas aunque lo hacen de modo directo o indirecto. En tal sentido, la
teoría pura considera como sujeto de derecho internacional al individuo (u otra
entidad) que sea destinatario directo de dicho orden jurídico. Kelsen estima que
existen situaciones en las que la conducta de un individuo es regulada directamente
por el orden internacional como permitida, prohibida u obligatoria. En tal sentido,
Kelsen sostiene que: "Il y a en effet en droit international des normes déterminant
directement l'individu qui par sa propre conduite peut commettre ou s'abstenir de
commettre un acte illicite... Il y a des normes du droit international et notamment
des normes conventionnelles qui autorisent des personnes privées à porter plainte
contre un Etat".36

Sin embargo, en la mayoría de los casos no se da tal supuesto, toda vez que el
derecho internacional se refiere directamente a entidades tales como los Estados u
organizaciones internacionales. A su vez, los ordenamientos jurídicos de tales
entidades se refieren de manera directa a los individuos, por lo que, en estos casos,
los individuos son regidos de manera indirecta por el derecho internacional.37 La
subjetividad jurídica internacional del individuo sería una excepción.38

Teoría de la responsabilidad internacional del individuo. Paralos seguidores de esta


teoría se considera sujeto de derecho internacional a todo aquél que se encuentra
por lo menos en una de las dos siguientes posibilidades (no necesariamente en
ambas, como la teoría anterior): a) La titularidad de un derecho, y a la vez la
posibilidad de hacerlo valer mediante reclamación internacional; b) La titularidad de
una obligación jurídica internacional y la capacidad de ser sujeto pasivo de
reclamación ante un tribunal internacional, es decir ser destinatario de una sanción
internacional.39 En tal sentido, según esta teoría, la posesión por una entidad de la
titularidad de modo efectivo de un derecho o de una obligación en el contexto
internacional, origina la calificación como sujeto de derecho internacional. La
subjetividad y la responsabilidad internacional del individuo estarían así vinculadas,
tal y como lo expuso en su momento Eusthatiades: "On voit par là liaison étroite
existante entre la responsabilité internationale et le problème des sujets du droit
international. L'individu n'apparaîtra comme sujet immédiat du droit international
que dans le cas où sa responsabilité personnelle sera engagée sur le plan
international".40

Se debe precisar que Wengler, quien desarrolló la teoría de la responsabilidad, a


diferencia de Eustathiades, estableció una distinción básica entre el acto ilícito
(delito), de un lado, y la responsabilidad, del otro lado. En este sentido, el acto
ilícito es la condición de una sanción, mientras la responsabilidad consiste en ser el
destinatario de esa sanción, independientemente del hecho que se haya sido autor
o no del acto ilícito. 41

Teoría del destinatario directo y efectivo de un derecho o de una obligación


internacional. Según esta teoría,42 la calidad de sujeto de derecho internacional (lo
que incluye al individuo) no depende de la cantidad de derechos u obligaciones
internacionales. Entonces, si el individuo es titular de un derecho o de una
obligación internacional, será sujeto de derecho internacional. Asimismo, de
acuerdo a esta posición, la subjetividad no está determinada por el tipo de derecho
u obligación que se posea, debido a la pluralidad existente de sujetos de derecho
internacional, uno de los cuales es el ser humano. Además de lo señalado hasta
ahora, coincide con la anterior postura, en exigir que el titular del derecho u
obligación lo sea de manera efectiva. La diferencia radica en que exige que el titular
del derecho u obligación internacional (en este caso el individuo) lo sea también de
manera directa. Lo anterior significa que si en un tratado aparece una entidad como
titular de los derechos u obligaciones señalados en sus normas, pero ellos son
ejercidos por otra entidad que no aparece en el texto convencional, la última tendrá
la auténtica subjetividad jurídica internacional.43

Aproximaciones empíricas. Varios autores adoptan una aproximación empírica para


explicar las manifestaciones de subjetividad jurídica internacional del individuo (y
de otras entidades no estatales) referente al grado de derechos, deberes y
capacidad procesal que posee en el derecho internacional. Esas explicaciones tienen
como punto de partida el reconocimiento de la existencia de instancias de
capacidad legal individual. De acuerdo a Oppenheim, el derecho internacional es
básicamente un derecho entre Estados, por lo que los Estados serían los únicos
sujetos de derecho internacional. Según este autor la posición normal del individuo
es la de un objeto, más que la de un sujeto de derecho internacional.44 No
obstante, él afirma que los acontecimientos posteriores a la Segunda Guerra
Mundial no justifican más la opinión que, en el derecho internacional, los Estados
sean los únicos sujetos de derecho internacional. Y por ello se debe incrementar la
disposición para tratar a los individuos como sujetos de derecho internacional
(aunque en una esfera limitada).45

De acuerdo a lo señalado por Jessup,46 el derecho internacional es un derecho


aplicable a los Estados en sus relaciones mutuas y también a los individuos en sus
relaciones con los Estados. Bajo este planteamiento, el derecho internacional podría
también aplicarse a las relaciones entre individuos, siempre que impliquen materias
de derecho internacional.47

Finalmente Lauterpacht48 sostiene que la capacidad procesal del individuo bajo


ciertos tratados permite concluir que los Estados no son los únicos sujetos de
derecho internacional de acuerdo a la práctica internacional. En tal sentido, plantea
que en el derecho internacional la capacidad para demandar o ser demandado ante
una instancia internacional no debería considerarse como un factor determinante
para establecer la subjetividad jurídica internacional de una determinada entidad
(en el caso particular, el individuo).49

II. DIMENSIÓN ACTIVA. TITULARIDAD EFECTIVA DE DERECHOS50

1. Aspectos generales

Esta dimensión de la subjetividad jurídica internacional del individuo implica que el


ser humano puede reclamar de manera directa ante una instancia internacional por
la vulneración de sus derechos y sin la necesidad de la intermediación de otras
entidades. El estado actual de desarrollo del derecho internacional indica que el
individuo carece de plena capacidad procesal en la reclamación de sus derechos
ante las instancias internacionales. No obstante, se ha ido desarrollando este
aspecto observando lo dispuesto por las normas convencionales o mediante la
implementación de mecanismos en determinadas organizaciones internacionales,
que progresivamente se han dado. En términos de Cassese, la dimensión activa de
la subjetividad jurídica internacional individual está constituida por "procedural
rights ensure to the benefit of individuals, not however vis–à–vis all States, but
only towards the group of Status that have concluded treaties, or the international
organizations that adopted envisaging such rights".51

Como primeros hitos tenemos a la Convención XII de la Segunda Conferencia de


Paz de la Haya52 que creó un Tribunal Internacional de Presos. Este tribunal fue
diseñado para admitir las reclamaciones de ciertos individuos con nacionalidad de
un Estado beligerante o neutral. También tenemos a la extinta Corte de Justicia
Centroamericana,53 que poseía la facultad para recibir demandas de individuos,
luego del agotamiento de los recursos internos, y que llegó a conocer cinco
casos. 54

En el periodo de entreguerras, se produce la creación de Tribunales Arbitrales


Mixtos, como en el caso de la Primera Guerra Mundial entre las potencias aliadas y
asociadas y Alemania, por los tratados de paz,55 donde los individuos podían
presentar reclamaciones.56 Otro ejemplo, en la era de la Sociedad de las Naciones,
fueron los sistemas de las minorías. En este caso, una de las vías procesales se
sustanciaba por el derecho concedido a los miembros de las minorías lesionadas de
llevar sus peticiones ante la Secretaría de la Sociedad de las Naciones.57

Tales antecedentes precedieron al desarrollo de la dimensión activa de la


subjetividad jurídica del individuo en el plano internacional, cuyo avance se dio de
manera notable luego de la Segunda Guerra Mundial. Esta evolución se reflejó de
manera especial en el progreso del sistema universal y de los sistemas regionales
de protección de derechos humanos.

En este punto nos parece relevante hacer una referencia general a la situación del
individuo en el derecho interno de las organizaciones internacionales. En esta
dimensión, los tribunales administrativos del sistema de la ONU58 son un claro
ejemplo de la posibilidad que tienen los individuos de acceder a una instancia
internacional en reclamación de sus derechos.59 En su opinión consultiva sobre la
reparación de los daños sufridos al servicio de la Organización, la CIJ define a los
agentes internacionales del siguiente modo: "The Court understands the word
'agent' in the most liberal sense, that is to say, any person who, whether a paid
officia1 or not, and whether permanently employed or not, has been charged by an
organ of the Organization with carrying out, or helping to carry out, one of its
functions–in short, any person through whom it acts".60

Las reglas de la Asamblea General de la ONU y las reglamentaciones generadas por


el secretario general rigen las relaciones entre los agentes internacionales y la
organización internacional. A su vez, es la propia carta de la ONU, la fuente última
de validez de estos tribunales.61

Por otro lado, en relación al derecho comunitario, el rol del individuo es mayor si lo
comparamos con su papel en las organizaciones internacionales. El derecho
comunitario es "superior al nacional y por ende origina derechos subjetivos que las
autoridades locales deben respetar y proteger. Por ende, toda disposición contraria
del derecho internacional se torna inaplicable".62

En el caso del derecho comunitario europeo, las personas físicas y jurídicas pueden
dirigirse al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas por medio de
diferentes vías.63 Los reglamentos comunitarios que expiden el Consejo y la
Comisión europeos se aplican directamente a los individuos de todos los Estados
miembros. Por su parte, en el caso del derecho comunitario andino también se da
la posibilidad que tienen las personas naturales de iniciar procesos ante el Tribunal
de Justicia de la Comunidad Andina de Naciones.64 Finalmente, debemos señalar
que los seres humanos no tienen acceso a la CIJ ni en la vía contenciosa ni
consultiva.65

2. Subjetividad jurídica internacional del individuo en el ámbito de los derechos


humanos
A. Sistema universal de protección de los derechos humanos

La Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU66 constituye el texto


básico para analizar los mecanismos de protección de la ONU, y por ende todos los
demás textos se han inspirado en ella.67 A partir de ese momento, de manera
progresiva se ha reconocido la capacidad del individuo de recurrir a la ONU y
plantear sus quejas, en caso de la violación de sus derechos con la creación de
mecanismos de supervisión al margen de la voluntad del Estado trasgresor.

Los sujetos de derecho internacional, tradicionalmente, han sido los Estados y las
organizaciones internacionales, de ahí que la (ahora extinta) Comisión de Derechos
Humanos de la ONU68 resolvió no poseer atribuciones para la adopción de medidas
en las quejas individuales.69 Si bien es cierto, la Comisión de Derechos Humanos
reconoció que no estaba facultada para tomar alguna medida respecto a las
reclamaciones relativas a derechos humanos, se consiguió que se distribuyera entre
los Estados miembros de la Comisión una lista de las quejas recibidas.70

Como producto de las quejas, principalmente por el crimen de apartheid y las


violaciones al Convenio IV de Ginebra de 194971 se mejoró, aunque sólo
ligeramente, el sistema en la Resolución 1503 del Ecosoc.72 Dicha resolución
incorporó un mecanismo de estudio de las comunicaciones que parecían revelar una
situación persistente de violaciones manifiestas y fehacientemente comprobadas de
los derechos humanos y las libertades fundamentales. Desde ese momento, la
Comisión de Derechos Humanos analizaría las situaciones sobre las que dan cuenta
las comunicaciones. Aunque si bien las comunicaciones individuales activan el
procedimiento "éste analiza la situación del país procurando verificar si ella
corresponde a un cuadro persistente de violaciones de derechos humanos".73

Por su parte los procedimientos "públicos" o de la Resolución 1235 del Ecosoc,74 no


tienen75 un mandato expreso de conocer las comunicaciones individuales, aunque
se entiende que se trata de una forma de atender quejas individuales. Ello debido
a: la acumulación de quejas individuales; a que la información que piden los
relatores surge, muchas veces, a partir de quejas individuales, y a que aquéllos,
ante el conocimiento de una violación, dirigen una acción urgente al gobierno
denunciado.76

Las reclamaciones de particulares, es decir de las presuntas víctimas, constituyen el


mecanismo más innovador dado para garantizar el cumplimiento del régimen
protector de los tratados de derechos humanos. Aunque, cuando mucho, "los cinco
instrumentos que contemplan este mecanismo de control lo hacen con carácter
facultativo".77 Analizaremos a continuación las particularidades de los instrumentos
del sistema de la ONU que incorporan las comunicaciones individuales, en tanto
manifestación de la dimensión activa de la subjetividad jurídica internacional del
individuo.

El Protocolo Facultativo I del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


(PIDCP),78 permite que los individuos que alegan haber sido víctimas de alguna
violación de los derechos recogidos en el PIDCP, documenten las comunicaciones o
quejas individuales ante el Comité de Derechos Humanos.79 Respecto a la
competencia ratione personae se exige que el demandante sea la propia víctima de
la violación (persona física) o su representante legalmente acreditado, por lo que
no está permitida la actio popularis.

De manera excepcional se podrá presentar una comunicación en nombre de la


víctima cuando "sea evidente que ésta no está en condiciones de presentar
personalmente la comunicación".80 La víctima tiene que ser exclusivamente una
persona física. En tal sentido, el Comité de Derechos Humanos desestimará
cualquier queja proveniente de personas jurídicas que aleguen haber sido afectadas
en alguno de los derechos recogidos en el PIDCP. Una vez aprobada la
admisibilidad81 se pasa a la segunda fase de los procedimientos, en la cual se
valoran los méritos de la comunicación.82 Es importante enfatizar que, en la opinión
sobre el fondo, el Comité considera todas las informaciones escritas que hayan sido
proporcionadas tanto por el individuo como por el Estado interesado.83

Este procedimiento ha sido calificado de "cuasicontencioso", en tanto adopta la


forma de un proceso judicial y la opinión final adquiere la formalidad de una
sentencia. No obstante, jurídicamente no se encuentra en esta categoría, ya que no
cuenta "con la fuerza jurídica sancionadora que una sentencia de un tribunal
nacional tiene en el ámbito del derecho interno".84 La opinión final del Comité
constituye una recomendación, que implica para el Estado una obligación de medios
antes que de resultados.85 Lo señalado en este parágrafo también es aplicable para
los otros Comités.

En los últimos años, el número de comunicaciones individuales admisibles se ha


incrementado de manera significativa, generándose un interesante sistema de
precedentes para la interpretación y aplicación del PIDCP y del Protocolo. El Comité,
adicionalmente, ha fortalecido la eficacia del mecanismo establecido en el
Protocolo, en tanto, puede proponer medidas interinas para evitar daños
irreparables a la presunta víctima.86

En lo concerniente a la Convención para la Eliminación de la Discriminación


Racial,87 se prevé que el mecanismo de procuración de la Convención esté formado
por un Comité88 que está facultado para manejar las comunicaciones interestatales
e individuales.89 El sistema de recursos individuales es optativo, y requiere por ello
de una declaración ad hoc por separado, donde se reconozca que el Comité tenga
jurisdicción para recibir comunicaciones de esta índole.90 Este Comité se encarga de
las comunicaciones individuales sin ningún tipo de colaboración de alguna comisión
de conciliación ad hoc.91

En relación a la Convención contra la Tortura,92 las medidas de instrumentación son


administradas por el Comité contra la Tortura. Tales medidas abarcan un sistema
obligatorio de informes así como mecanismos de demandas interestatales e
individuales.93 Todo Estado parte podrá, a través de una declaración, reconocer la
competencia del Comité para recibir y examinar las comunicaciones enviadas por
personas sometidas a su jurisdicción, o en su nombre, que aleguen ser víctimas de
una violación de las normas de la Convención por un Estado parte.94 Entre otras
disposiciones, se establece que este Comité examinará las comunicaciones
recibidas, a la luz de toda la información proporcionada por la presunta víctima (o
su representante) y por el Estado parte interesado.

En siguiente lugar, tenemos a la Convención sobre la Eliminación de todas las


Formas de Discriminación contra la Mujer95 y su Protocolo Facultativo.96 En este
último, se establece que todo Estado parte del Protocolo reconoce la competencia
del Comité respectivo, para recibir y considerar las comunicaciones individuales.
Dichas comunicaciones pueden ser presentadas por personas o grupos de personas
que estén bajo la jurisdicción del Estado parte, y que aleguen haber sufrido por ese
Estado parte alguna violación de los derechos enunciados en la Convención.97

Asimismo, tenemos a la Convención sobre la Protección de los Derechos de todos


los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares98 que crea el Comité del mismo
nombre. Se estableció entre sus mecanismos, la cláusula especial para admitir
comunicaciones individuales.99 Finalmente, la reciente Convención Internacional
para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones
Forzadas100 contiene también la citada cláusula especial para admitir
comunicaciones individuales.101

B. Sistemas regionales de protección de los derechos humanos

En el sistema europeo de derechos humanos, el primer hito lo constituyó el


Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH).102 Este instrumento
internacional103 permitió al individuo presentar a la Comisión Europea de Derechos
Humanos reclamaciones contra Estados partes del CEDH que hubieran aceptado la
competencia facultativa de dicho órgano. En tal sentido, de considerarse admisible,
la Comisión buscaba la obtención de una solución amistosa, y en el supuesto de
fracasar podía ser sometido el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos
(TEDH) para una solución judicial.

Antes de la entrada en vigor del Protocolo núm. 11 al CEDH, los dos órganos
originales de supervisión del CEDH resaltaron la importancia del derecho de la
petición, pese a ser una cláusula facultativa del CEDH. El TEDH104 y la Comisión
Europea reconocieron el derecho de naturaleza procesal que otorga el CEDH105 a los
demandantes en virtud del cual éstos podían recurrir libremente a la antigua
Comisión, sin que el Estado parte demandado impidiese o hiciese difícil su
iniciativa. De igual manera, el TEDH en su momento evaluó las condiciones que
rigen las peticiones individuales, y señaló que "no coinciden con los criterios
nacionales relativos al locus standi, que pueden inclusive servir a propósitos
distintos de los contemplados en el mencionado artículo 25".106

El Protocolo núm. 9 al CEDH introdujo un valioso aporte al sistema, en tanto con


anterioridad a él, el individuo, actor preponderante en un sistema de protección de
derechos humanos, no contaba con plena subjetividad jurídica internacional. El
Protocolo núm. 9 legitimó el acceso directo de los individuos al TEDH, aunque
previo trámite ante la Comisión Europea.107 Entre los argumentos centrales que
llevaron a este cambio, tenemos que: "se posibilitaría a los propios individuos
decidir si se someterían o no sus casos a la Corte... se aseguraría el acceso de los
individuos al tribunal internacional de los derechos humanos".108

Ello generó que se dé igual tratamiento a los individuos y al Estado,


perfeccionándose la estructura del sistema, al asegurar la capacidad jurídico
procesal de los individuos. Con este Protocolo se modifica el estatus del individuo
en el sistema europeo de protección de derechos humanos, en tanto adquiere
subjetividad jurídica internacional. De ese modo, además de un Estado parte y de
la Comisión Europea, también el individuo peticionario podía someter un caso al
conocimiento del TEDH.

El acceso de los individuos al TEDH se consolidó con la entrada en vigor del


Protocolo núm. 11 al CEDH.109 Este Protocolo sustituyó a la Comisión y al TEDH por
un nuevo Tribunal Permanente, con lo cual el sistema adquirió una naturaleza
eminentemente judicial. El Protocolo núm. 11 incorpora el acceso directo o ius
standi de los individuos al TEDH. Con este cambio, se consigue que los individuos
puedan demandar al Estado sin la intervención de ningún órgano. En tal sentido, el
individuo cuenta con legitimación activa ante el TEDH, de tal suerte que una vez
agotados los recursos internos del Estado demandado, puede presentar la demanda
directamente ante el TEDH.110
Si analizamos comparativamente el sistema europeo y el sistema interamericano de
protección de derechos humanos, podemos apreciar que en lo referente al acceso
individual los peticionarios tienen acceso directo al TEDH. Mientras que, a su vez,
en el sistema interamericano los individuos no tienen tal acceso a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), sino sólo a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); aunque a diferencia del sistema
europeo sin la necesidad de ser víctima. En adición a lo afirmado, el Protocolo núm.
11 afirma el estatus del individuo como sujeto de derecho internacional pleno en el
sistema europeo. Por su lado, en el sistema interamericano el individuo posee
subjetividad jurídica internacional, en tanto goza del locus standi en todas las
etapas del proceso, pero dicha subjetividad no es plena al no poseer ius standi.

Pese a las bondades de la Reforma, ésta no responde al contexto actual europeo,


en el cual el número de demandas se ha incrementado de modo considerable,111 lo
cual ha originado que aproximadamente un 90% de las demandas hayan sido
declaradas inadmisibles.112 El procedimiento establecido se caracteriza por su
complejidad, puesto que la evaluación del caso por la Gran Sala (órgano integrante
del TEDH) depende de conceptos jurídicos indeterminados y vagos.113 Frente a esta
problemática, fue abierto a la firma el Protocolo núm. 14.114 Este nuevo Protocolo
establece mecanismos para filtrar las demandas individuales, y su adopción
obedece al propósito de reforzar y mantener la eficacia del sistema de control de la
CEDH.

En el sistema interamericano, nos concentraremos en el análisis del Reglamento


actual de la Corte IDH, en relación a la subjetividad jurídica internacional del
individuo en su dimensión activa.115 No obstante, como aspecto preliminar debemos
recordar que los individuos pueden presentar denuncias, ante la CIDH, por violación
de derechos humanos en contra de un Estado miembro de la Organización de
Estados Americanos (OEA), no siendo necesario que el peticionario sea la víctima, a
diferencia del sistema europeo.116 Sin embargo, las decisiones de la CIDH, al ser
recomendaciones, no constituyen sentencias, por lo que no implican obligaciones de
resultado sino de medios, como ha señalado la Corte IDH en su jurisprudencia.117

Como apreciación general, se debe señalar que ninguno de los tres primeros
reglamentos de la Corte IDH identificó quiénes eran las partes en el procedimiento
ante la Corte IDH, limitándose a señalar que por la expresión "partes en el caso" se
debía entender las partes en un caso ante la Corte IDH. El avance cualitativo más
destacable del tercer Reglamento de la Corte IDH fue el otorgar a los
representantes de las víctimas o de sus familiares la facultad de presentar, en
forma autónoma, sus propios argumentos y pruebas en la etapa de reparaciones.
La nueva norma118 le otorgó legitimidad activa, en la etapa de reparaciones, a los
representantes de las víctimas o de sus familiares, quienes con el anterior
Reglamento presentaban sus alegaciones a través de la CIDH, la cual las hacía
suyas. Asimismo, la Corte IDH pasó a comunicar a los denunciantes originales, a las
víctimas o a sus representantes y familiares, los principales actos del procedimiento
escrito del caso que se ventilaba ante la Corte IDH y las sentencias respectivas.119

El nuevo y cuarto Reglamento de la Corte IDH,120 reconoce al individuo


demandante, de modo indudable y por primera vez en la historia del sistema
interamericano, como sujeto de derecho internacional de los derechos humanos con
capacidad jurídico–procesal. De esa manera, se produce la participación plena locus
standi de los individuos en todas las etapas del proceso ante la Corte IDH, de
manera autónoma, con excepción de la presentación de la demanda. El individuo ha
visto así fortalecida su capacidad procesal y su calidad de parte ante la Corte IDH y
en general en este sistema regional, en tanto ya no es un simple observador de su
propio proceso, sino que se constituye en parte procesal y material del mismo.
Como en su momento el juez Piza Escalante sostuvo en su voto disidente en el caso
Velásquez Rodríguez v. Honduras:

En el proceso ante ésta [Corte IDH], la única parte activa, en sentido sustancial,
son la víctima o sus causahabientes, titulares de los derechos reclamados y
acreedores de las prestaciones que en la sentencia se declaren... En cambio la
Comisión, parte imparcial e instrumental, al modo de Ministerio Público del sistema
interamericano de protección de los derechos humanos, lo es solamente en el
sentido procesal, como actora en el juicio, nunca en el sustancial o material, como
acreedora de la sentencia.121

El locus standi in judicio, recogido en el nuevo reglamento de la Corte IDH, se basa


en que si se poseen derechos protegidos, entonces se debe contar con la capacidad
procesal de ejercerlos.122 Se entiende así que sin el locus standi in judicio de ambas
partes, cualquier sistema de protección de derechos humanos se encuentra
considerablemente mitigado, toda vez que no es razonable concebir derechos sin la
capacidad de ejercerlos directamente. En tal sentido, el entonces juez de la Corte
IDH, Cançado Trindade sostuvo que:

El espectro de la persistente denegación de la capacidad procesal del individuo


peticionario ante la Corte Interamericana, verdadera capitis diminutio, emanó de
consideraciones dogmáticas propias de otra época histórica tendentes a evitar su
acceso directo a la instancia judicial internacional, consideraciones éstas que, en
nuestros días... carecen de sustentación o sentido, aún más tratándose de un
tribunal internacional de derechos humanos.123

En el mismo Reglamento,124 adicionalmente se señala que el término partes en el


caso involucra a la presunta víctima, al Estado aludido y, de manera únicamente
procesal, a la CIDH. Esta modificación se ha plasmado en la jurisprudencia de la
Corte IDH.125 Ésto significa que, en el procedimiento ante la Corte IDH, se
constituyen tres posiciones distintas. Así tenemos a la presunta víctima (o sus
familiares o representantes legales), con subjetividad en el derecho internacional;
la de la CIDH, como órgano de supervisión de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH) y auxiliar de la Corte IDH; y la del Estado demandado.
Todo este cambio permitió situar a los distintos actores en su real ubicación, y
como afirma Cançado se contribuyó a:

Una mejor instrucción del proceso; a asegurar el principio del contradictorio,


esencial en la búsqueda de la verdad y la prevalencia de la justicia bajo la
Convención Americana; a reconocer el ser de la esencia del contencioso
administrativo internacional de los derechos humanos consistente en la
contraposición directa entre los individuos demandantes y los Estados demandados;
a reconocer el derecho de libre expresión de las propias presuntas víctimas, el cual
es un imperativo de equidad y transparencia del proceso; y, last but no least, a
garantizar la igualdad procesal de las partes (equality of arms / égalité des
armes) en todo el procedimiento ante la Corte.126

Con el nuevo Reglamento, las presuntas víctimas, sus familiares o representantes


pueden presentar solicitudes, argumentos y pruebas autónomas durante todo el
proceso.127 Además, durante las audiencias públicas, pueden los peticionarios hacer
uso de la palabra para la presentación de sus argumentos y pruebas, lo cual se
condice con su condición de verdadera parte en el proceso, tal y como es
reconocida en el Reglamento de la Corte IDH.128 Como corolario, las presuntas
víctimas, sus familiares o representantes legales, en todas las fases del proceso,
pasan a disfrutar de todas las obligaciones y facultades, en materia procesal, las
que hasta el reglamento pasado, eran privativos sólo de la CIDH y del Estado (salvo
en la fase de reparaciones).

La Asamblea General de la OEA contribuyó con estas modificaciones, al recomendar


a la Corte IDH que permitiese "la participación directa de la víctima, en calidad de
parte, a partir del momento que el caso es sometido a su competencia".129 El nuevo
Reglamento impide que en un proceso ante la Corte IDH se imposibilite a las
víctimas o a los peticionarios hacer valer sus derechos, producida por la diversidad
de criterios de los representantes de las víctimas o de peticionarios con la
estrategia de la CIDH, evitándose la indefensión.130

Se debe señalar que la participación directa de los individuos no se ha limitado a los


casos contenciosos y opiniones consultivas, sino que también ha abarcado las
medidas provisionales de protección.131 La jurisprudencia de la Corte IDH ha
fortalecido en este ámbito la posición de los individuos en la búsqueda de
protección. En los casos del Tribunal Constitucional132 y Loayza Tamayo,133 las
víctimas sometieron directamente a la Corte IDH solicitudes de medidas
provisionales. La Corte IDH, en pleno, ratificó las referidas medidas adoptadas por
su presidente. Estos episodios demuestran la importancia del acceso directo de los
individuos a la Corte IDH, especialmente en una situación de extrema gravedad y
urgencia.134

Es preciso remarcar que, pese a la amplia legitimación procesal del individuo, dicha
legitimación es imperfecta en tanto no le confiere una acción directa o ius
standi ante la Corte IDH, vale decir la capacidad autónoma y sin intermediarios de
plantear de manera directa demandas. En esta línea, si bien el actual Reglamento
presenta importantes innovaciones, se necesita la creación de un mecanismo más
sólido con el fin de consagrar un ius standi.135

Como propuestas de futuros cambios, con el fin de pasar del locus standi al ius


standi ante la Corte IDH, está la necesidad del individuo de poder acceder
directamente a la Corte IDH.136 El acceso directo señalado implicaría una enmienda
a la CADH137 con el objetivo de tornar la jurisdicción de la Corte IDH
automáticamente obligatoria para todos los Estados partes de la CADH.138 La CIDH,
en este supuesto, retendría funciones distintas a la contenciosa.139

Por otro lado, la incorporación del ius standi en el sistema interamericano


probablemente afronte ciertas limitaciones. Una limitación fáctica, en tanto el
acceso amplio del que gozan los peticionarios para acceder al sistema
interamericano (a través de la CIDH), se restringiría al poder acceder directamente
al órgano jurisdiccional. Igualmente, se daría una limitación jurídica, que podría
generar que el concepto de víctima adquiera una dimensión muy significativa, en
tanto se erigiría como una condición necesaria para acceder al proceso ante la
Corte IDH.

En el sistema africano, la Carta Africana140 no contempla expresamente la actuación


de los particulares. No obstante, la situación ha cambiado con la adopción de su
Protocolo,141 que ha introducido un nuevo órgano de control el cual es el Tribunal
Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos. Respecto a la cuestión de las
denuncias individuales, el Protocolo contempla la posibilidad de que los particulares
las presenten aunque con previa aceptación de la jurisdicción del Tribunal por el
Estado en cuestión. Sin embargo y a diferencia de otros tratados internacionales
sobre derechos humanos, el Protocolo configura la técnica de las denuncias
individuales como una facultad que el Tribunal puede conferir.142
Finalmente debemos referirnos a la Comisión Permanente Árabe de Derechos
Humanos,143 la cual cuenta con competencia para fomentar los derechos humanos,
desarrollar una concepción común entre los Estados miembros sobre derechos
humanos y formular recomendaciones al Consejo de la Liga de Estados Árabes.144

3. La situación de las víctimas ante la Corte Penal Internacional

Como consideración preliminar debemos señalar que el ámbito del derecho penal
internacional, una de cuyas manifestaciones de institucionalización es precisamente
la Corte Penal Internacional (CPI), es el campo en el cual toma lugar la otra
dimensión de la subjetividad jurídica internacional individual, es decir, la dimensión
pasiva. Pese a no ser objeto de análisis del presente trabajo tal dimensión, creemos
pertinente hacer una referencia general en los siguientes parágrafos.

En el derecho internacional contemporáneo existen normas que directamente


imponen obligaciones a los individuos, y que involucran intereses vitales de la
comunidad internacional en su totalidad. Tales reglas se generaron en un primer
momento en el ámbito del derecho internacional humanitario, a través de la
imposición de responsabilidad internacional penal individual por las violaciones
serias de las leyes y usos de la guerra. Con posterioridad se ha atribuido
responsabilidad internacional individual por crímenes de derecho internacional,
independientemente de su conexión con un conflicto armado, siendo el caso de los
crímenes de genocidio y de lesa humanidad. De esa manera, la dimensión pasiva
de la subjetividad jurídica internacional implica, como apunta Cassese, que los
individuos están:

At present under many international obligations, some solely relating to armed


conflict, others (those on crimes against humanity, genocide, aggression, terrorism,
torture) also concerning peacetime. These obligations are incumbent upon all
individuals of the world; they are all obliged to refrain from breaching the
aforementioned rules, if they do not do so, they are accountable for their,
transgression.145

De lo anterior, se genera que los individuos puedan ser procesados y sancionados


ante cortes nacionales de cualquier Estado como consecuencia de su
responsabilidad internacional individual o también lo sean ante una jurisdicción
penal internacional con competencia sobre los crímenes respectivos. De igual forma
se deriva que la generación y sanción de responsabilidad internacional individual
puede ser realizada ya sea que el individuo actúe como agente
(de iure ode facto) del Estado o a título particular.

Ahora bien, los estatutos de los tribunales militares internacionales de Nüremberg y


Tokio establecidos para juzgar penalmente a los más serios responsables de los
crímenes de lesa humanidad, de guerra y agresión acaecidos en la Segunda Guerra
Mundial, no contuvieron disposición alguna sobre la participación de las víctimas en
los respectivos procesos penales internacionales.146 En el caso de los tribunales
penales internacionales ad hoc para la ex Yugoslavia y Ruanda, cuya
competencia ratione materiae está constituida por violaciones graves del derecho
internacional humanitario, crímenes de lesa humanidad y genocidio147 sólo se hace
una referencia muy general a la restitución de propiedad en el Estatuto del Tribunal
para la ex Yugoslavia y los Reglamentos de Procedimiento y Prueba de ambos
tribunales,148 siendo que hasta la fecha las cámaras de juicio de los Tribunales no
han emitido pronunciamiento alguno sobre el particular.149 Por su parte, a nivel de
los llamados tribunales penales mixtos podemos señalar que, por ejemplo, la Corte
Especial para Sierra Leona sigue el mismo esquema de los tribunales ad hoc.150

Resulta claro que no se prestó atención a los intereses de las víctimas en el marco
de los tribunales penales internacionales referidos. Este aspecto ha cambiado con el
establecimiento de la CPI, la cual tiene competencia ratione materiae sobre los
crímenes de agresión, genocidio, lesa humanidad y guerra.151

Es oportuno, en este punto, recodar que no son individuos particulares los que
pueden activar un proceso ante la CPI (falta de ius standi). En este contexto,
tenemos que existen importantes razones que explican tal falta de legitimación
activa del individuo ante la CPI. Entre las principales se pueden señalar: a) El temor
de los Estados a que la CPI se viera desbordada con un incesante número de quejas
individuales; b) Aunque en menor grado que los tribunales penales internacionales
para la ex Yugoslavia y Ruanda, la CPI tiene una importante influencia del proceso
inquisitorio propio del common law; c) Debido a que el Estatuto de la CPI está
claramente ubicado dentro del derecho penal internacional, se busca esencialmente
proteger a la población, es decir, la persona humana como bien jurídico, y d) Que el
principio de justicia del Estatuto de la CPI no equivale a la justicia reparatoria a las
víctimas sino al orden público internacional.152 No obstante, tal situación ha sido
criticada por cierto sector de la doctrina.153 Tal crítica se basa precisamente en la
falta de ius standi y en la aproximación excesivamente proteccionista del Estatuto
de la CPI con respecto a las víctimas.154

No obstante, como señaláramos, la CPI entraña un cambio importante. Tal cambio


reposa en el hecho que se supera el modelo adversarial process, propio
del Common Law, el cual fue seguido por los tribunales penales internacionales
precedentes; para incluir algunos elementos del proceso
inquisitorial system del Civil Law, el cual hace factible, como recuerda
Schabas,155 la participación de las víctimas en calidad de parte civil.
Particularmente, coincidimos con Bassiouni156 cuando sostiene que las más
destacables normas del Estatuto de la CPI, en lo concerniente a los derechos de las
víctimas, son las relativas a la indemnización de las víctimas. El Estatuto de la CPI
ha previsto el establecimiento de un Fondo Fiduciario para el beneficio de las
víctimas y de sus familiares, siendo que los recursos del Fondo tienen como fuentes
contribuciones voluntarias de los Estados partes y también sumas o bienes que la
CPI reciba a título de multa o decomiso y que sean transferidos al Fondo.157

Además de lo anterior, como puntos positivos del Estatuto en la materia tenemos


que los particulares pueden enviar información al fiscal, para que ex oficio sea él
quien remita (a su discreción) un caso a la CPI.158 A su vez, las víctimas pueden
intervenir en la fase de instrucción y en el curso del proceso, así como tienen la
posibilidad de solicitar a la CPI una decisión sobre las consecuencias civiles de la
condena penal.159 En tal sentido, las víctimas además de las observaciones que
pueden presentar a la Sala de Cuestiones Preliminares,160 y a la CPI en las
actuaciones relativas a la competencia y admisibilidad, pueden tomar parte en el
proceso que se sustente ante la CPI.161

Es oportuno tener en cuenta que el artículo 68.3 del Estatuto de la CPI define a las
víctimas sobre la base de la afectación de sus intereses personales,162 mientras que
el artículo 75163 viabiliza el derecho a la reparación. De manera más precisa, la
regla 85.a de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la CPI define lo que debe
entenderse por víctimas.164 No obstante, tales referencias, a pesar de ser
innovadoras en el ámbito de la jurisdicción penal internacional, son limitadas si las
comparamos con el desarrollo en los sistemas de protección de derechos humanos,
y en especial, del sistema interamericano, de ahí que la CPI se ha concentrado
precisamente en la configuración jurídica de las víctimas, para, entre otros
derechos, garantizarles el derecho a una reparación efectiva. La CPI, con base en la
regla 85.a, ha señalado la presencia concurrente de cuatro requisitos para la
configuración de las víctimas.165

En este contexto, la Pre–Trial Chamber I de la CPI, en relación a los hechos


acaecidos en el Congo,166 determinó que una vez abierta la investigación existe el
derecho de la víctima a participar, con miras a la lucha contra la impunidad. De esa
forma, ha señalado que la víctima puede participar en la fase de investigación,167 a
partir del criterio de intereses personales (personal interests), lo cual constituye
una atribución procesal. En tal sentido, la Pre–Trial Chamber I de la CPI señaló lo
siguiente:

In the light of the core content of the right to be heard set out in article 68(3) of
the Statute, persons accorded the status of victims will be authorized,
notwithstanding any specific proceedings being conducted in the framework of such
an investigation, to be heard by the Chamber in order to present their views and
concerns and to file documents pertaining to the current situation in the DRC
[República Democrática del Congo]... the Chamber has a dual obligation: on the
one hand, to allow victims to present their views and concerns, and, on the other,
to examine them. 168

En esta decisión se establecen como requisitos específicos para poder participar


que: a) El solicitante sea un individuo o persona legal; b) Existencia de un
crimen ratione materiae de la CPI en la situación bajo investigación; c) El
solicitante haya sufrido algún tipo de daño previsto en la Regla 85 (definición de
víctimas)169 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, y d) La existencia de un
vínculo de causalidad entre el crimen y el daño alegado.170

El primero consiste en establecer si los reclamantes eran personas naturales. Al


respecto se debe recordar que si bien, de acuerdo a las circunstancias del caso en
concreto, sólo se encontró esta categoría de víctimas, es posible que determinada
clase de organizaciones también califiquen dentro de esa categoría. La CPI empleó
una definición negativa de persona natural al considerar que ésta es aquella
persona que no es una de naturaleza jurídica.171 Ahora bien, es interesante citar el
razonamiento que hace la CPI sobre el término "miembro familiar" en el Estado del
Congo en el cual acaecieron los hechos. Al respecto, frente a cierta vaguedad para
el establecimiento de vínculos familiares —según patrones occidentales de filiación
— la CPI afirmó apropiadamente que en el contexto africano, una persona puede
llamar "padre", "madre", "hermano" o "hermana", sin poseer en realidad alguna
clase de vínculo de filiación biológico con la persona respectiva.

De esa forma tales términos implican una interpretación flexible según el particular
contexto socio–cultural en el cual son empleados.172 Tal razonamiento será de
especial valía en las futuras decisiones de las cámaras de la CPI, con el fin de
establecer el espectro de víctimas y beneficiarios de las reparaciones por los daños
sufridos. Adicionalmente, debemos señalar que la Pre Trial Chamber I173 en su
última decisión sobre el tema, basándose en jurisprudencia de la Corte IDH,174 ha
señalado que además de las víctimas (en sentido estricto), también son cubiertas
por la Regla 85 tanto los familiares como los dependientes de las víctimas, siempre
que se prueben los requisitos que se desarrollan en los siguientes parágrafos.

El segundo requisito consiste en demostrar que las personas naturales hayan


sufrido un daño. Pese a que ni en el Estatuto de la CPI ni tampoco en el texto de las
Reglas de Procedimiento y Prueba se define el término daño; la CPI se ha
pronunciado de conformidad con los derechos humanos internacionalmente
reconocidos.175 La CPI, sin perjuicio de lo que pueda establecer durante el desarrollo
del proceso, estableció que era suficiente la existencia de un daño sufrido para
atribuir el estatus de víctima, durante la fase de investigación.176

El tercer requisito acumulativo fue verificar si los crímenes caían dentro de la


jurisdicción de la CPI, de acuerdo a las competencias ratione materiae, personae,
loci y temporis.177 Finalmente, el cuarto requisito consiste en la existencia entre un
vínculo causal entre los crímenes bajo la jurisdicción de la CPI y el daño sufrido, es
decir que los daños se hayan originado como resultado de los crímenes. La CPI
estableció también que, en la fase de investigación, no era necesario determinar la
naturaleza del vínculo causal ni tampoco la identidad de las personas responsables
de tales hechos ilícitos.178 Ahora bien, en su pronunciamiento más reciente sobre el
tema la Pre Trial Chamber I,179 no atribuyó a todos los solicitantes la condición de
víctimas toda vez que no pudieron demostrar precisamente el vínculo causal ya
referido.

La posición de víctima, una vez que se ha verificado, implica las siguientes


facultades: a) Presentación de observaciones generales en relación con la
investigación ante la Sala; b) Envío de materiales relativos a delitos cometidos en la
situación bajo investigación; c) Acceso a la parte pública del sumario, y d)
Notificación de situaciones y decisiones de carácter público.

A su vez se hizo referencia a la determinación caso a caso en relación con: a)


Participación en actividades procesales específicas; b) Acceso a materiales
confidenciales del sumario relativos a actividades procesales específicas en las que
se las autorice participar y c) Notificación de actuaciones y decisiones.

III. A MANERA DE CONCLUSIÓN

Como ha podido verificarse, la subjetividad jurídica internacional del individuo ha


pasado de una negación en el derecho internacional clásico hacia un reconocimiento
en el derecho internacional contemporáneo. Ahora bien, el desarrollo de la
dimensión activa de esta subjetividad presenta diferentes niveles de desarrollo
según el sistema en el que nos encontremos.

En efecto, mientras que en el contexto del sistema europeo de protección de


derechos humanos encontramos que se da de manera plena (ius standi), en el caso
del sistema interamericano tal subjetividad es limitada (pleno locus standi in
judicio). No obstante, la participación del individuo, en este segundo sistema
regional, es más elevada que el esquema guasi–jurisdiccional del sistema universal
de protección de derechos humanos. Por su parte, el esquema introducido por la
CPI es innovador toda vez que permite la participación de las víctimas en un
proceso penal internacional, algo inédito antes de ese hito.

En todo caso, en términos generales, existe la tendencia a fortalecer la dimensión


activa de la subjetividad jurídica internacional en el ámbito del derecho
internacional de los derechos humanos (casos de los sistemas interamericano y
africano), así como también la introducción de tal dimensión en otras áreas del
derecho internacional (caso de la CPI).

NOTAS
1
 Se distinguen cuatro grandes etapas en la evolución de la comunidad
internacional: 1) Desde la paz de Westphalia hasta el fin de la Primera Guerra
Mundial; 2) Desde el fin de la Primera Guerra Mundial hasta el fin de la Segunda
Guerra Mundial; 3) Desde la Carta de la Organización de Naciones Unidas hasta el
fin de la guerra fría y 4) Desde el fin de la guerra fría hasta el presente. Para
mayores detalles, cfr. Cassese, Antonio, International Law, 2a. ed., Oxford–Nueva
York, Oxford University Press, 2005, pp. 22 y ss.         [ Links ]


En opinión de Pastor Ridruejo, el derecho internacional clásico (hasta 1945) se
caracterizó por ser liberal, descentralizado y oligárquico. Pastor Ridruejo, José
Antonio, Curso de Derecho Internacional Público, 9a. ed., Madrid, Tecnos, 2003, p.
60.         [ Links ]


Eventualmente, los individuos participaban en los asuntos internacionales ya sea
como "beneficiarios" de tratados de comercio y navegación o de convenciones
respecto al trato de extranjeros, o como "puntos de referencia" de los poderes
estatales, lo cual es ejemplificado por la costumbre estatal de brindar protección
diplomática o incluso protección judicial a sus nacionales afectados por un Estado
extranjero.


Recordemos que en la figura de la protección diplomática, el Estado hace suya la
reclamación del particular perjudicado por la violación de una obligación
internacional cometida por otro Estado. Por lo tanto, esta institución jurídica es una
manifestación de la subjetividad jurídica internacional del Estado, mas no del
individuo. Cfr. Pastor Ridruejo, José Antonio, op. cit., nota 2, pp. 236 y ss.


En tal sentido, la población es entendida como el conjunto de individuos
vinculados de manera estable al Estado por un vínculo jurídico, el vínculo de
nacionalidad. La población es, por lo tanto, el conjunto de nacionales. Asimismo, la
nacionalidad crea "une allégeance personnelle de l'individu envers l'État national;
elle fonde la compétence personnelle de l'État, compétence qui l'autorise à exercer
certains pouvoirs sur ses nationaux où qu'ils se trouvent". Quoc, Nguyen, Daillier,
Patrick y Pellet, Alain, Droit International Public, París, Librairie Générale de Droit et
de Jurisprudence, 2002, p. 409.         [ Links ]


Abellán, Victoria, "La responsabilité internationale de l'individu", Recueil des Cours
de la Académie de Droit International, t. 280, 1999, p. 150.         [ Links ] Por el
contrario, en el derecho internacional humanitario, incluso durante el derecho
internacional clásico, el interés hacia el individuo se centra en la posición que ocupa
en el conflicto armado y no como elemento integrante de la población del Estado.


Pastor Ridruejo, José Antonio, op. cit., nota 2, p. 187.


Entre los más importantes representantes de esta teoría tenemos a Anzilotti y
Triepel. Cfr. Novak, Fabián y García–Corrochano, Luis, Derecho internacional
público, t. II, vol. 2, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú–Instituto de
Estudios Internacionales, 2002, p. 214.         [ Links ]


Otra tesis fue la del hombre–objeto, según la cual el ser humano es un objeto del
derecho internacional, al igual que las aeronaves o navíos. Esta tesis fue formulada
por Heilborn en 1896 y continuada por Arangio–Ruiz, Sereni y Quadri, entre
otros. Cfr. idem.

10 
"It may be readily admitted that, according to a well established principle of
international law, the Beamtenabkommen [un tratado entre Polonia y Alemania]
being an international agreement, cannot, as such, create direct rights and
obligations for private individuals. But it cannot be disputed that the very object of
an international agreement, according to the intention of the Contracting Parties,
may be the adoption by the Parties of some definitive rules creating individual
rights and obligations enforceable by the national courts". Corte Permanente de
Justicia Internacional, Opinión Consultiva relativa al asunto de los Oficiales
Ferroviarios de Danzing del 3 de marzo de 1928, serie B, núm. 15, parágrafos 17 y
18.

11 
Entre los cuales tenemos a: Heffter, Pillet, Rougier, Fiore, Spiropoulos, Scelle.
Citados por Cançado, Antonio, "El Reglamento de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (2000) y su proyección hacia el futuro: La emancipación del ser
humano como sujeto de derecho internacional", en Cançado, Antonio y Manuel,
Ventura (eds.), El futuro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, San
José, Corte Interamericana de Derechos Humanos–Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados, 2004, pp. 64 y ss.         [ Links ]

12 
Como la Santa Sede y los grupos rebeldes con estatuto de beligerancia. Sobre el
particular, cfr. Barberis, Julio, Los sujetos del derecho internacional actual, Madrid,
Tecnos, 1984, pp. 97 y ss.         [ Links ]

13 
Así tenemos la Convención de Ginebra para el Mejoramiento de la Suerte de los
Militares Heridos en los Ejércitos en Campaña del 22 de agosto de 1864; la
Convención de la Haya del 29 de julio de 1899 y su reglamento; la Convención
relativa a las Leyes y Costumbres de la Guerra Terrestre del 18 de octubre de 1907
y su reglamento.

14 
Diez de Velasco, Manuel, Instituciones de derecho internacional público, 13a. ed.,
Madrid, Tecnos, 2001, p. 215.         [ Links ]

15 
Tribunal Militar Internacional de Nüremberg, Francia y otros v. Goering y otros,
sentencia del 30 de septiembre–1o. de octubre de 1946.

16 
CIJ, Opinión Consultiva sobre Reparación de Daños Sufridos al Servicio de las
Naciones Unidas del 11 de abril de 1949.

17 
Tribunal Militar Internacional de Nüremberg, Francia y otros v. Goering y otros,
sentencia del 30 de septiembre–1o. de octubre de 1946, p. 221.

18 
CIJ, Caso concerniente a la Reparación por Daños Sufridos al Servicio de las
Naciones Unidas, Opinión Consultiva del 11 de abril de 1949, p. 179.

19 
Sunga, Lyal, Individual Responsibility in International Law for Serious Human
Rights Violations, Dordretch–Boston–London, Martinus Nijhoff Publishers, p. 141.
[ Links ]

20 
La doctrina jurídica jusinternacionalista desde mediados del siglo XX reflejó el
proceso de evolución histórica–jurídica relativo a la emancipación de los individuos
de la tutela exclusiva del Estado. Los acontecimientos acaecidos refutaban la teoría
que consideraba a los individuos como meros objetos del ordenamiento jurídico
internacional, así como otros conceptos del positivismo jurídico estatal.

21 
Cançado, Antonio, op. cit., nota 11, p. 66.

22 
Este último considera a las personas protegidas no sólo como un mero objeto,
sino por el contrario como verdaderos sujetos de derecho internacional. Lo anterior
se desprende de las normas de los cuatro Convenios de Ginebra sobre Derecho
Internacional Humanitario de 1949. Así tenemos: Convenio III, artículos 14 y 78;
Convenio IV, artículo 27.

23 
Carrillo Salcedo, Juan Antonio, "Droit international et souveraineté des Etats",
en Recueil des Cours de la Académie de Droit International, vol. 257, 1996–I, pp.
212 y ss.         [ Links ]

24 
Rueda, Casilda, Delitos de derecho internacional. Tipificación y represión
internacional, Barcelona, Bosch, 2001, pp. 25–28.         [ Links ]

25 
Algunos autores prefieren distinguir entre capacidad jurídica y capacidad de obrar
del individuo. La primera se refiere a los derechos internacionales de la persona,
mientras que la segunda alude a la posibilidad de cierta actuación con relevancia
internacional del ser humano. Siguiendo lo anterior, tenemos, en palabras de
Rueda, que "La capacidad de obrar puede ser tanto activa como pasiva: sería activa
cuando la misma persona tuviera competencias para hacer valer sus derechos en la
esfera internacional; sería pasiva cuando la relevancia internacional de sus
actuaciones apuntara a la idea de ser tenida como internacionalmente responsable
por la comisión de hechos ilícitos". Ibidem, p. 28.

26 
Pastor Ridruejo identifica como características del derecho internacional
contemporáneo el ser un ordenamiento jurídico de carácter social, institucionalizado
y democrático. Pastor Ridruejo, José Antonio, op. cit., nota 2, p. 61. En conexión
con lo señalado, Dupuy identifica como caracteres generales de la comunidad
(sociedad en términos de Dupuy) internacional dos combinaciones de
características aparentemente antagónicas. De una parte, la comunidad
internacional es interdependiente pero descentralizada, y por otro lado conflictiva
pero a la vez deliberante. Cfr. Dupuy, Pierre–Marie, Droit International
Public, París, Dalloz, 1998, pp.1 y ss.         [ Links ]

27 
Debemos considerar que pese a las transformaciones que se suscitan en el
derecho internacional, la comunidad internacional aún se caracteriza por la
preeminencia de los Estados. Asimismo, se admite que un tratado puede crear
(según las circunstancias) directamente derechos y obligaciones para los individuos
si ello corresponde con la intención de los Estados partes.

28 
O como señala Pastor Ridruejo, la subjetividad jurídica internacional de los
particulares, personas físicas o jurídicas. Cfr. Pastor Ridruejo, José Antonio, op.
cit., nota 2, p. 187. Incluso se discute la subjetividad jurídica internacional de los
pueblos.

29 
Cassese, Antonio, op. cit., nota 1, p. 150.

30 
Barboza, Julio, Derecho internacional público, Buenos Aires, Zavalia, 1999, p.
589.         [ Links ]

31 
Ibidem, pp. 150 y 151.

32 
Elaborada por Hobbes, Bentham, Austin, y H. L. A. Hart. Cfr. Sunga, Lyal, op.
cit., nota 19, p. 150.

33 
Para mayores detalles de la aplicación de esta teoría al concepto de sujeto de
derecho internacional, en general cfr. Barberis, Julio, op. cit., nota 12, pp. 20 y ss.
34 
Cabe mencionar que para Kelsen la "norma fundamental" del sistema podía ser el
ordenamiento estatal (monismo con primacía del derecho interno) o el internacional
(monismo con primacía del derecho internacional), aunque desde 1934 se inclinó
hacia la superioridad del derecho internacional. Cfr. Gonzáles Campos, Julio et al.,
Curso de Derecho Internacional Público, Madrid, Servicio de Publicaciones de la
Universidad Complutense, 1992, p. 222.         [ Links ]

35 
"Like all law, international law, too, is a regulation of human conduct. It is to men
that the norms of international law apply; it is against men that they provide
sanctions; it is to men that they entrust the competence of creating the norms of
the order". Kelsen, Hans, Principles of International Law, 2a. ed., Nueva York, Holt,
Riehart & Winston, 1960, p. 180.         [ Links ] Citado por Sunga, Lyal, op.
cit., nota 19, p. 150.

36 
Kelsen, Hans, "Théorie du Droit International Public", Recueil des Cours de la
Académie de Droit International, vol. 84, 1953–III, pp. 93 y 96.         [ Links ]

37 
"Le droit international détermine de façon seulement indirecte les individus qui
doivent se conduire de la manière prescrite et qui, s'ils s'en abstiennent,
commettent un acte illicite imputable à l'Etat. Il délègue au droit national le soin de
désigner ces individus". Ibidem,p.87.

38 
Ibidem, p. 93. Sunga agrega, al reseñar esta teoría lo siguiente: "International
law would have to become like municipal law requiring the appearance of a world
State for individual subjectivity under international law to be the general norm,
concludes Kelsen". Sunga, Lyal, op. cit., nota 19, pp. 150 y 151.

39 
Cfr. Barberis, Julio, op. cit., nota 12, pp. 22–24. Se debe considerar que mientras
que la dimensión activa de la subjetividad del individuo es excepcionalmente
prevista por el derecho internacional convencional, la responsabilidad internacional
del individuo por la comisión de crímenes viene dada fundamentalmente por el DI
consuetudinario.

40 
Eusthatiades, Constantin, "Les sujets du droit international et la responsabilité
international. Nouvelles tendances", Recueil des Cours de la Académie de Droit
International, vol. 84, 1953–III, p. 412.         [ Links ]

41 
Como agrega Barberis: "Esta distinción es importante, pues hay casos donde no
existe identidad entre el autor del acto ilícito y el destinatario de la sanción.
[Wengler] también analiza el derecho de la guerra y estima que todo individuo o
comunidad que sea objeto de una sanción en este ámbito, es sujeto de derecho
internacional. Wengler generaliza luego este análisis y llega a la conclusión que
sujeto de derecho de gentes es quien es responsable internacionalmente, o sea,
todo aquel que puede ser destinatario de una sanción internacional". Barberis,
Julio, op. cit., nota 12, p. 24. Dentro de esta posición, también podemos citar a Ian
Brownlie. Cfr. Brownlie, Ian, Principles of Public International Law, Oxford,
Clarendon Press, 1990, p. 58.         [ Links ] Sin embargo, a diferencia de
Eusthatiades y Wengler, Brownlie exige para la atribución de subjetividad jurídica
internacional la acumulación de titularidad de derechos y obligaciones: "A subject of
the law is an entity capable of possessing international rights and duties and having
the capacity to maintain its rights by bringing international claims".

42 
Sostenida entre otros por Carrillo Salcedo y por Julio Barberis. Este último define
expresamente como sujeto de derecho internacional a: "aquél cuya conducta esta
prevista directa y efectivamente por el derecho de gentes como contenido de un
derecho o de una obligación... [asimismo, sostiene que] aquí se habla de obligación
jurídica y no de responsabilidad. Quien asume efectivamente una obligación es
quien cumple la prestación, y, en caso de incumplimiento, paga las
indemnizaciones, intereses o perjuicios correspondientes". Barberis, Julio, op.
cit., nota 12, p. 26.

43 
Para un desarrollo más amplio de esta teoría véase ibidem, pp. 24–26. Entre
otros aspectos se señala (frente a la pregunta de qué se entiende por destinatario
directo de una norma internacional que otorga un derecho o impone una obligación)
que el titular de un derecho u obligación puede no ser quién figura como tal en la
letra de un tratado.

44 
No obstante, Oppenheim sostiene que los individuos pueden subsidiariamente
obtener subjetividad por un tratado y ser considerados sujetos normales de
derecho internacional. Cfr. Meron, Theodor, "Général Course on Public International
Law", Recueil des Cours de la Académie de Droit International, t. 301, 2003, p.
327.         [ Links ]

45 
Lauterpacht, Hersch, Oppenheim's International Law, 8a. ed., Londres, Longman,
1962, t. I, p. 639.         [ Links ] Citado por idem.

46 
Jessup, Philip, A Modern Law of Nations, Nueva York, Macmillan, 1948.
[ Links ] Cfr. Sunga, Lyal, op. cit., nota 19, p. 154.

47 
Tomado fuera de contexto, aparentemente Jessup reconoce al individuo como un
sujeto de derecho internacional. Sin embargo, él es de la opinión que en tanto la
comunidad internacional está compuesta por Estados, una norma jurídica
internacional no se aplica directamente al individuo excepto por normas
convencionales (tratados). O en todo caso, de acuerdo a lo establecido por una
autoridad internacional cuyo poder proviene de los Estados. Cfr. idem.

48 
"The fact that the beneficiary of rights is not authorized to take independent steps
in his own name to enforce them does not signify that he is not subject of the law.
it is no longer possible, as a matter of positive of law, to regard Status as the only
subjects of international law, and there is an increasing disposition to treat
individuals, within a limited sphere, as subjects of international law". Lauterpacht,
Hersch, op. cit., nota 45.

49 
Entre otras aproximaciones al tema, tenemos a la doctrina tradicional soviética, la
cual considera que el derecho internacional es un derecho cuyos únicos sujetos son
los Estados. El derecho internacional sería el conjunto de normas que gobiernan las
relaciones entre los Estados. La noción de otras entidades no estatales como
sujetos entra en conflicto con esta definición. Ésto no implica plantear que el
individuo no puede ser encontrado responsable bajo el derecho internacional. En
esta perspectiva, el individuo puede ser encontrado responsable bajo el derecho
internacional como sucedió en los juicios de Nüremberg y Tokio; sin embargo, el
individuo no es reconocido como un sujeto pleno de derecho internacional. Algunos
autores de esta corriente (como Tunkin), sostienen que nuevos sujetos de derecho
internacional han surgido como organizaciones internacionales y pueblos que
luchan por su independencia. También resaltan que la responsabilidad del individuo
ha emergido como una nueva e importante institución del derecho internacional
frente a los crímenes de derecho internacional, de acuerdo a la definición de la
sentencia y juicio de Nüremberg. De acuerdo con Verdross, un individuo es un
sujeto de derecho internacional, sólo si es posible para él ser directamente
responsable. Guggenheim, por su lado, establece una distinción entre los sujetos
directos e indirectos. Spiropoulus, quien considera la subjetividad jurídica
internacional como una materia conceptual más que empírica, señala que un sujeto
de derecho internacional es al cual las órdenes judiciales se dirigen
inmediatamente. Para Korowicz es suficiente que el individuo tenga un solo derecho
de petición para calificar como sujeto. García Amador desintegra el concepto de
"sujeto legal" en sujeto de derechos y sujeto de procedimientos y concluye a partir
del hecho que el derecho internacional protege derechos e intereses de entidades
no estatales, que los Estados no son los únicos sujetos de derecho internacional. De
acuerdo a León Duguit (seguido por Georges Schelle en derecho internacional), el
derecho se aplica a seres concientes más que a entidades abstractas. El derecho
puede aplicarse, por lo tanto, sólo a los individuos, los cuales serían los únicos
sujetos de derecho internacional; sin gozar de tal calidad los Estados. Las
referencias de esta cita pueden encontrarse en Sunga, Lyal, op. cit., nota 19, pp.
151 y ss.; y Diez de Velasco, Manuel, op. cit., nota 14, pp. 250 y 251.

50 
Las dimensiones de la subjetivida

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-46542008000100018

RECURSO 2.

CAPACIDAD DE GOCE Y CAPACIDAD DE


EJERCICIO
Hoy aprenderás qué es la capacidad de goce y la capacidad de ejercicio. Estos dos tipos de
capacidad en términos jurídicos son sumamente importantes, mientras que la capacidad
de goce nos sirve para ser titulares de derechos y obligaciones, por otro lado, la capacidad
de ejercicio, nos permite contraer esos derechos y obligaciones.
Sumario:
 ¿Qué significa capacidad?
 ¿Qué es la capacidad de goce?
 ¿Qué es la capacidad de ejercicio?
 ¿Cuál es la diferencia entre capacidad de goce y capacidad de ejercicio?
 ¿Qué pasa con un incapacitado?

¿QUÉ SIGNIFICA CAPACIDAD?


Antes de adentrarnos por definir los conceptos de capacidad de goce y capacidad de
ejercicio, debemos entender primeramente el significado de la palabra capacidad.
El diccionario de la Real Academia Española define la capacidad como la “aptitud, talento,
cualidad que dispone a alguien para el buen ejercicio de algo”.
En ese sentido, debemos de entender la palabra capacidad en el ámbito legal como la
aptitud de una persona física y moral para ser titular de derechos y obligaciones,
ejercitarlos y comparecer en un Tribunal para ejercerlos por propio derecho.
¿QUÉ ES LA CAPACIDAD DE GOCE?
Es la aptitud que posé una persona física para ser titular de derechos y obligaciones que
adquiere desde antes de ser concebido.
Es decir, una persona no concebida aún, como un embrión humano, tiene derechos de
acuerdo a la legislación mexicana y tratados internacionales que hemos firmado. A eso se
le llama capacidad de goce, siendo una aptitud –ser persona- para poder ser titular de
derechos y obligaciones antes de ser concebida y una vez concebida.
La manera en que podemos entender más fácilmente la capacidad de goce, se refiere a
que el ser humano, con independencia de si cuenta o no con alguna discapacidad mental,
puede ser titular de derechos y obligaciones… así es… por el simple hecho de ser un
humano.
En el caso de las personas morales, ellas cuentan con capacidad de goce y ejercicio al
momento de su nacimiento.

¿QUÉ ES LA CAPACIDAD DE EJERCICIO?


Es la aptitud de una persona física o moral para poder contraer derechos y obligaciones, así
como también ejercitar sus derechos compareciendo en un juicio por propio derecho.
En ese sentido la capacidad de ejercicio es la “capacidad de ejercer” directamente sus
derechos, por lo que puede celebrar en nombre propio o en representación de alguien
más: actos jurídicos, contraer obligaciones y ejercer acciones legales en Tribunales.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE CAPACIDAD
DE GOCE Y CAPACIDAD DE EJERCICIO?
Mientras que en la capacidad de goce señala que cuando eres concebido o ya has nacido
eres titular de derechos y obligaciones, la capacidad de ejercicio vendría siendo tu facultad
para poder crear, modificar o extinguir los derechos y obligaciones de los que eres titular
por el simple hecho de ser una persona.



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¿QUÉ PASA CON UN INCAPACITADO?


Si ya leíste el artíc
RECURSO 3

¿Qué es un organismo internacional?


Se llama organismos internacionales u organizaciones internacionales a todas
aquellas asociaciones o grupos organizados cuya área de acción se
extiende más allá de las fronteras de un Estado o nación y que poseen
una estructura orgánica permanente, centrada en el cumplimiento de algún tipo
de objetivos en torno al bienestar común.

Se trata de agrupaciones internacionales muy bien estructuradas,


independientes de los Estados en donde actúan, y que persiguen diversos
objetivos informativos, humanitarios, integracionistas, etc. Se encuentran
sujetas al derecho público internacional, poseen capacidad jurídica y en
algunos casos capacidad autónoma de obrar.

Las organizaciones internacionales pueden o no estar conformadas por


diversos Estados nacionales, o pueden simplemente obrar como un
organismo de mediación y cooperación. Por eso, se establecen mediante
diversos tratados internacionales, dotados de reconocimiento legal y formal.

Ver también: Movimiento ecologista

Tipos de organismos internacionales


Las ONG actúan en distintas regiones como alternativa a los poderes estatales.

Existen diversas formas de clasificar los organismos internacionales, algunas


de ellas propuestas por la Organización de las Naciones Unidas, en base a su
naturaleza y el modo en que se constituyen. Generalmente esto significa
distinguir entre las que poseen representación del Estado y las que no, del
siguiente modo:

 Organizaciones internacionales gubernamentales (OIG). Aquellas


conformadas por diversos Estados que se comprometen a cooperar y adherir
las líneas de la organización, a través de emisarios que hablan en su nombre
frente a sus socios o asociados. Por ejemplo, la Organización de las Naciones
Unidas.
 Organizaciones internacionales no gubernamentales (ONG). Aquellas que
no están conformadas por los Estados, sino por actores privado, agrupaciones
sociales, organizaciones humanitarias o ecológicas sin fines de lucro, que
actúan en distintas regiones como alternativa a los poderes estatales.

Otra forma de clasificación distingue entre los organismos de tipo permanente,


que poseen historia propia, y aquellos no permanentes, que surgen para
resolver un episodio puntual y luego desaparecen.

Funciones de los organismos internacionales


Las organizaciones internacionales pueden cumplir determinadas funciones, de
acuerdo al espíritu al que obedecen y a las necesidades puntuales de sus
Estados miembros, procurando siempre una acción concertada (aunque a
veces unilateral) y en torno al bien común. Algunas de sus funciones pueden
ser:

 Resolución pacífica de disputas. La mediación en ocasión de conflictos, por


ejemplos: para evitar la guerra, establecer un comité de veedores en
situaciones críticas, servir de espacio neutral para el debate.
 Regulación conjunta del desarrollo científico-tecnológico. De vez en
cuando se hace necesario debatir los alcances de una tecnología o saber, y
poner normas para la protección de la humanidad o para conservar cierto
talente ético de un descubrimiento puntual.
 Lucha contra la pobreza. La cooperación económica y la ayuda humanitaria
se pueden efectuar de manera conjunta y coordinada para lograr mayores
resultados, en casos de desastres naturales, crisis humanitarias o secuelas de
la guerra.
 Limitar el poder de los Estados. A través de la vigilancia conjunta, los
Estados miembros se comprometen a adherir ciertos códigos políticos y
humanitarios, ya que en caso de violarlos, podrían ser sancionados por la
organización.
 Propiciar acuerdos económicos. Para impulsar el desarrollo conjunto
regional, mediante el libre mercado entre regiones o los pactos económicos de
diversa naturaleza.

Listado de organismos internacionales

La OMS vela por el combate contra las enfermedades y otros temas de salud.

Algunos de los más conocidos Organismos Internacionales son:

 Organización de las Naciones Unidas (ONU). Creada al término de


la Segunda Guerra Mundial para suplir la fallida Liga de las Naciones, tiene
como objetivo fundamental servir de espacio neutro para el debate entre las
naciones y así solventar las disputas entre ellas sin llegar a la guerra, o brindar
a los conflictos una opción diplomática en presencia del resto de los países del
mundo. Además, tiene numerosas comisiones especializadas en el fomento de
la cultura, la igualdad, la educación, la salud, etc.
 Organización Mundial del Trabajo (OIT). Perteneciente actualmente a las
Naciones Unidas, este organismo creado en 1919 y consolidado en 1947,
persigue el mejoramiento de las condiciones laborales mundiales, mediante la
creación y fomento de lugares de trabajo, la regulación mínima de las
condiciones, la prohibición y persecución del trabajo infantil o trabajo forzoso,
etc.
 Banco Mundial (BM). Esta organización opera en todo el globo, propiciando el
desarrollo de los distintos países mediante políticas de asesoría estratégica,
fomento educativo, préstamos y financiación de proyectos, o simplemente
supervisión de iniciativas internacionales de desarrollo.
 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la
Cultura (UNESCO). Se trata de un organismo adscrito a la ONU, fundado en
1945, con el propósito de patrocinar la democratización del saber, preservar el
legado de la humanidad y fomentar el aprendizaje en las ciencias. Uno de sus
planes más conocidos es el de la designación patrimonial, que otorga a lugares
particularmente insignes históricamente la condición de “patrimonio de la
humanidad”.
 Organización Mundial de la Salud (OMS). También adscrita a las Naciones
Unidas, es una organización de alcance mundial que vela por el combate
contra las enfermedades, el mejoramiento de las condiciones sanitarias de los
países en vías de desarrollo, la atención de las epidemias y la salud preventiva
en general, lo cual incluye la condena a ciertos productos, servicios o
actividades.
 Organización Mundial del Comercio (OMC). Se trata de la única
organización internacional que contempla las normas vigentes en el comercio
internacional, velando por el mejor entendimiento posible entre
productores, consumidores y exportadores de bienes y servicios, para que la
actividad comercial sea lo más justa, benéfica y equitativa posible.
 Fondo Monetario Internacional (FMI). Organización financiera internacional
con sede en Washington, EEUU, nacida en 1944 como una forma de tutelar
económicamente a los países en desarrollo. Sus labores han sido fuertemente
cuestionadas durante las últimas décadas, especialmente debido al sesgo de
la institución que favorece a los países desarrollados y al fomento de la
llamada economía neoliberal en países del tercer mundo, lo cual resultó en
condiciones sociales catastróficas en muchos de sus casos más insignes,
como el argentino.
 Organización de los Estados Americanos (OEA). El principal foro político
disponible para los Estados del continente americano, con capacidad para
presión diplomática y también financiera en caso de que alguno de sus países
miembros incumpla los lineamientos fundamentales de la organización en
cuanto a derechos humanos y apego a la democracia.
 Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Organismo financiero que ofrece
préstamos internacionales a gobiernos nacionales, municipales y provinciales,
así como a sociedades civiles y empresas privadas, en pos del crecimiento y
del apoyo de las iniciativas que permitan la diversificación económica en las
Américas.

Ver además: FAO

Referencias:
 “Organismo internacional” en Wikipedia.
 “Teoría general de la Organización Internacional” por Calduch, R. en
Universidad Complutense de Madrid.
 “International organization” en National Geographic.
 “International organization” en The Encyclopaedia Britannica.
Fuente: https://concepto.de/organismo-internacional/#ixzz70jBKx63f
RECURSO 4.

PERSONALIDAD JURÍDICA INTERNACIONAL

Cada ordenamiento jurídico contiene normas que determinan cuáles son sus sujetos
(detentadores de la personalidad jurídica) y en qué medida éstos poseen capacidad,
tanto de actuar jurídicamente como de asumir derechos y obligaciones. En Derecho
internacional público dichas normas no han sido codificadas y, por lo tanto, deben
deducirse de la práctica internacional y de su valoración por la jurisprudencia y la
doctrina. Así pues, se consideran sujetos del Derecho Internacional a los entes que
tienen capacidad para ser titulares de derechos y deberes internacionales, es decir,
aquellos a los que se dirigen las normas que tienen por objeto tales derechos y
deberes.

Personalidad jurídica, es la capacidad de ejercer ciertos derechos y asumir


determinadas obligaciones en el marco de sistemas jurídicos internacionales. En ese
sentido, la personalidad internacional es una categoría técnica.

Según Soerensen, es sujeto del Derecho Internacional quien sufre directamente


responsabilidad por una conducta incompatible con la norma, y aquel que tiene
legitimación directa para reclamar contra toda violación de la norma. Resultan éstos
los rasgos irreductibles de la subjetividad internacional, lo que quiere decir que no
todos los entes beneficiados por una norma o todos aquellos a los que la norma
imponga una conducta son sujetos del Derecho Internacional: de esta forma se ve que
se necesita una legitimación activa para reclamar por incumplimiento del Derecho o
una legitimación pasiva para sufrir responsabilidad por tal incumplimiento.

Por último, en el marco de humanización del Derecho de Gentes, corresponde en


nuestros días al individuo un pequeño grado de “personalidad” internacional, al tener
en determinados supuestos legitimación activa ante instituciones internacionales para
reclamar por la violación de sus derechos, y al poseer también en casos muy limitados
legitimación pasiva para responder directamente por las consecuencias de la violación
del Derecho Internacional.

CAPACIDAD JURÍDICA

Según Guerra (1999), se entiende por capacidad internacional la facultad que tienen
los sujetos de Derecho Internacional de poder obligar y obligarse en sus relaciones
internacionales. Esta noción de capacidad está íntimamente vinculada con el concepto
de responsabilidad, el cual es característico de dichos sujetos. La capacidad es, por
consiguiente, en materia internacional, activa o pasiva. Lo es activa cuando el sujeto
que hace uso de la mencionada facultad obliga o responsabiliza a los demás sujetos
de Derecho Internacional, y lo es pasiva cuando el sujeto se obliga o responsabiliza
en .el cumplimiento de los compromisos que libremente haya contraído.

LOS SUJETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

Guerra (ob. cit.) señala que la condición de sujeto de Derecho Internacional está
supeditada a la exigencia de que sean capaces en las relaciones internacionales, y sólo
los Estados son capaces en este Derecho.

Esta cuestión así expuesta parece relativamente simple, pero en realidad toma otras
proporciones cuando entes internacionales distintos de los Estados pretenden ser
sujetos de dicho Derecho. En efecto, muchos autores han considerado como sujetos
también a las Naciones, al Papado, a los Organismos Internacionales y al Hombre.

Sin embargo, muchos autores han sostenido que con iguales razones deben
considerarse como sujetos de Derecho Internacional a las naciones, al papado, a los
organismos internacionales y al hombre.

En la actualidad el Estado sigue siendo el sujeto por excelencia del Derecho


Internacional, no sólo por estar ampliamente capacitado para reclamar por la violación
de dicho ordenamiento sino también porque es susceptible de responsabilidad
internacional. Esto se corresponde con el intenso protagonismo fáctico del Estado en
una sociedad internacional en que, pese a sus importantes cambios, continúa
esquematizada por un derecho de coordinación. Por otro lado, es hoy indiscutible la
subjetividad internacional de las Organizaciones Internacionales, que sufren
responsabilidad y la pueden reclamar de otros sujetos.

También pueden considerarse como Sujetos atípicos del Derecho internacional, la


comunidad beligerante, los insurrectos, los movimientos de liberación nacional y el
individuo, persona física como sujeto pasivo del derecho internacional, es decir que
recibe de él derechos y obligaciones. Además, pueden agregarse ciertos casos
especiales, como el de la Santa Sede y la Orden de Malta.

Naturaleza Jurídica

Los sujetos son las entidades con derechos y obligaciones impuestas por el Derecho
internacional. Para la concepción Clásica los Estados son los sujetos plenos del
ordenamiento internacional, sin que puedan existir otros sujetos que no sean Estados.
En la actualidad, ésta posición ha sido revisada, considerando que si bien los Estados
son los sujetos naturales y originarios, existen a su lado, otros sujetos derivados o
secundarios.

Los propios Estados para el gobierno y manejo de sus relaciones se ven obligados a la
creación de sujetos internacionales. Los Estados como sujetos creadores de derecho
internacional tienen la prerrogativa de dar existencia a nuevas personas
internacionales y la función privativa de los Estados que es la de elaborar las normas
del derecho internacional es compartida y delegada a estos nuevos sujetos, como por
ejemplo, las organizaciones internacionales.

EL ESTADO

El Estado tiene la personalidad jurídica internacional natural y originaria, no obstante


algunas teorías han intentado negar su personería.

Tesis de Scelle: los únicos sujetos de derecho internacional son los individuos, puesto
que una vez disuelto el Estado no quedan más que individuos, ya sea como
gobernantes o como particulares. Esta teoría es inaceptable ya que sería imposible
explicar la subsistencia y continuidad de las obligaciones de un Estado a pesar de toda
modificación en la persona de sus gobernantes.

Las clases sociales de Korovine: al producirse la disolución del Estado, surge la clase
dominante como sujeto real de los derechos y obligaciones internacionales. Según
esta teoría la verdadera deudora era la clase de banqueros y adinerados, clase
dominante la cual al desaparecer, hace desaparecer la obligación de pagar las deudas.
Esta es una doctrina política, que fue repudiada más tarde debido a la forma de
fortalecimiento llevada a cabo por la URSS.

Las nacionalidades de Manzini: también esta es una doctrina de base política,


tendiente al proceso de unificación y reconstrucción de la nación italiana. Afirma que
los verdaderos sujetos de derecho internacional serían las nacionalidades, es decir, las
comunidades de población homogénea, en virtud de su origen, raza, idioma, tradición
histórica. Como crítica puede decirse que la realidad internacional demuestra la
existencia de Estados que no corresponden una unidad sino que son una pluralidad
de nacionalidades; por ejemplo Yugoslavia.

El sujeto propiamente dicho del orden jurídico internacional es el Estado, definido en


la Convención Panamericana de Montevideo en 1933, por cuatro elementos:

Población;

Territorio determinado;

Gobierno, y

Capacidad de entrar en relación con otros Estados.

Teniendo dichos elementos se constituye un Estado aunque no sea reconocido por la


comunidad internacional.

Tratándose de Estados Federales, existe una sola persona de Derecho Internacional


responsable por los actos y omisiones de todos los Estados miembros, que es el
Estado Federal. La posibilidad de celebrar acuerdos internacionales la tiene el Estado
Federal.

Guerra (1999) apunta que el Estado es el sujeto de Derecho Internacional Público por
antonomasia. Esto se debe a que, en las relaciones internacionales, puede responder
moralmente y con su patrimonio material de los compromisos que libremente haya
contraído. Es decir, su condición de sujeto proviene de su condición de ente
responsable. Como ya se trató anteriormente, la nota esencial de la capacidad
internacional es precisamente la noción de responsabilidad y de allí que
tradicionalmente se haya considerado a los Estados únicamente como sujetos de
Derecho Internacional.

El Estado, como ente de Derecho, tiene ciertas y determinadas características que lo


tipifican romo tal. Entre estas características se pueden señalar sus elementos
esenciales: territorio, población y gobierno. El ente de Derecho Internacional que
posee estas características es en realidad el Estado, y, por lo tanto, el sujeto lógico y
natural de la disciplina internacional.

En la cuestión de saber si sólo los Estados son sujetos de Derecho ha habido mucha
opinión divergente. Existe la doctrina clásica de considerarlos únicamente sujetos de
Derecho. Los Estados son los que en uso de su soberanía mantienen relaciones
internacionales y son, por lo tanto, los que en la comunidad internacional son capaces
de obligar o de obligarse. Esto es tan evidente que muchos autores han pretendido
denominar a la disciplina internacional como un derecho que regla y condiciona
únicamente las relaciones de los Estados entre sí y lo han denominado, por
consiguiente, como derecho inter-estatal. El propio Fauchille no encuentra el
fundamento del Derecho Internacional Público sino en la comunidad internacional
formada por los Estados, los cuales tienen “la voluntad de someter sus .relaciones
exteriores a una regla común de derechos y de deberes recíprocos”, y no considera a
este mismo Derecho sino como “el conjunto de reglas que determinan los derechos y
los deberes respectivos de los Estados en sus mutuas relaciones”. Esta es en realidad
la doctrina clásica. Como tal es sustentada en la Carta de las Naciones Unidas cuando
en el artículo 3, Capítulo II, se sostiene que sólo los Estados son miembros de dicha
organización e igualmente cuando se señala que sólo los Estados podrán ser partes en
casos ante la Corte (Art. 34, 1).

FORMAS DE ESTADO

El concepto de “formas de Estado” tiene una extensión de significado muy amplia, lo


que confiere al vocablo gran libertad de interpretación. Este concepto es utilizado por
algunos especialistas en Derecho Político para diferenciar la distribución espacial de la
actividad estatal de la distribución de tal actividad entre los órganos que componen el
Estado o “forma de gobierno”. Este significado de “formas de Estado” refiere al grado
de descentralización –y consiguiente centralización– con base territorial, existente en
un Estado. Así, se distingue: Estado Unitario, Estado Federal y Estado Confederado.
Otros autores usan el concepto de “formas de Estado” en su acepción de “formas de
gobierno”, vg.: Estado Democrático, Estado Totalitario; Estado Republicano, Estado
Monárquico. Un tercer significado de “formas de Estado” hace referencia a los
derechos del individuo vis a vis el Estado y al papel que el Estado desempeña en la
gestión del orden social, en particular, del orden económico. Desde este enfoque se
distinguen: el Estado Liberal, el Estado Social y el Estado de Bienestar.

El Estado Unitario: constituye la forma más común de organización a la que


evolucionó el estado nación desde el estado absoluto. En éste se implica la unidad
territorial y la unificación de los ordenamientos jurídicos. “su construcción se da
mediante un proceso… de concentración del poder, unificación de normas y
uniformización de las poblaciones.” Ribó y Pastor en Caminal. (1998).  

Se trata de un estado fuertemente centralizado y concentrado, es decir el poder y la


toma de decisiones se concentra en un solo nivel (el nivel nacional), pudiendo a veces
dejar en manos de otros órganos  (desconcentrar) algunas actividades o funciones. Por
ejemplo cuando un ministerio tiene una oficina en alguna ciudad del interior, para que
realice allí sus funciones propias. En la práctica no se encuentran estados
democráticos que concentren el poder de manera absoluta.

Estado Federal: Se entiende por estado federal, un estado que fundamenta su forma
en la división del poder en el territorio, con ciertas características esenciales, a saber:

 ·  El poder político se reparte originariamente (constitucionalmente) entre


instituciones que controlan distintos espacios territoriales (estados), se comparte el
poder entre niveles de gobierno.

 ·  Existe una distribución de competencias constitucionales y existencia de una


Constitución propia de cada estado.

 ·  Se reparte la capacidad de cobrar y crear impuestos a los Estados para la


financiación de sus actividades.

 ·  Existencia de instituciones federales en las que intervienen los estados (Senado) y
un órgano jurisdiccional de solución de conflictos.

 NACIMIENTO Y EXTINCIÓN DE LOS ESTADOS

El Nacimiento, se da cuando ocurre la coexistencia de sus tres elementos


constitutivos: territorio, población y gobierno. La escuela tradicional (Jelineck) enseña
que el nacimiento de los Estados es una cuestión de hecho, que tiene causa en
asuntos completamente diferentes de Derecho, como son los acontecimientos
históricos, sociológicos o económicos.

Extinción de los Estados:

Según Cavaglieri, sostiene la tesis de que la extinción de los Estados es una cuestión de
hecho que se escapa por tanto a toda apreciación jurídica.
En realidad puede decirse que la extinción de los Estados ocurre con la pérdida de uno
de sus elementos constitutivos: población, territorio y gobierno.

Perdida de la Población: Este sería un caso hipotético, aunque posible. Aparejaría


también la perdida del Gobierno. La historia diplomática no registra ningún caso de fin
de Estado por pérdida de su población.

Perdida del Territorio: Muchos Estados han dejado de existir por pérdida del territorio.
Estos son los casos de incorporación. También puede darse el caso de desmembración
de Estado, el cual es un proceso en el que un Estado deja de ser para dar lugar a otros.
Tal como fue el caso de Austria-Hungría después de la primera guerra.

SUJETOS ATÍPICOS

La Nación

Guerra, (1999), considera que ya resulta casi lugar común establecer la diferencia que
hay entre Estado y Nación cuando se estudia esta materia. No obstante, esta distinción
es necesaria para poder establecer por qué la nación no es sujeto de Derecho. La
diferencia radica en sus elementos constitutivos. En efecto, mientras el Estado posee
sus elementos esenciales: territorio, población y gobierno; la nación posee territorio,
población y en lugar de gobierno con un fin social pre-determinado, existe un
sentimiento histórico, religioso, étnico o de otro orden que es muy difícil de precisar.

De allí que en las relaciones internacionales no existan las naciones como sujetos de
esas relaciones, porque carecen de ese órgano director que es el Gobierno y antes
bien muchas nacionalidades pueden convivir dentro de un mismo Estado como se vio
palpablemente en el caso del Estado italiano que estaba dividido en una serie de
nacionalidades hasta 1849, cuando el Rey Víctor Manuel II, de la casa de Saboya,
emprendió su política nacional de unificación. Lo mismo sucedió con Austria-Hungría
antes de la primera guerra mundial, Estado dividido en un buen número de
nacionalidades inasimilables unas a otras y las cuales pensó agrupar en un Estado
Federal el trágico príncipe Francisco Fernando para poder mantener la unidad de tan
accidentado Estado.

Los Beligerantes

Para que una comunidad beligerante sea reconocida como sujeto de Derecho
Internacional Público, de acuerdo a las normas internacionales debe reunir los
siguientes requisitos: 

 Que el movimiento beligerante revista importancia y continuidad.


 Debe tratarse de un movimiento auténticamente nacional, no admitiéndose
injerencia extranjera.
 El levantamiento de los beligerantes debe estar regido por las normas y
costumbre de guerra, respetándose el Derecho Humanitario, Convención de
Ginebra, entre otros.
La comunidad beligerante que ha sido reconocida, posee ciertos derechos y
obligaciones emanados del orden jurídico internacional, como por ejemplo, la
posibilidad de instruir bloqueos, tomar presas, cobro de impuestos, etc. Esto evidencia
que la comunidad beligerante posee el carácter de un sujeto de Derecho Internacional
ejerciendo supremacía de hecho en el territorio bajo su control. Como obligaciones
puede decirse que debe comportarse de acuerdo al DIP en lo que se refiere al uso de
la violencia, entre otros aspectos.

Los Insurrectos

La insurrección puede definirse en los términos utilizados en los diccionarios como el


levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo o ejército, o parte de ellos, contra
el régimen constituido. En el contexto del Derecho Internacional, constituye un grupo
de personas que se levanta en armas contra el gobierno de su propio Estado,
controlando algunas plazas y disponiendo de algunos buques de guerra. Esta situación
que es materia del derecho interno del Estado en cuestión implica un reconocimiento,
en el sentido de que sus actos oficiales no se consideran en principio como actos de
pillaje o piratería. Es muy discutida en la doctrina la cuestión de saber si existe un
deber de reconocer a los insurrectos cuando se verifican las condiciones antes
mencionadas, es decir el dominio efectivo y exclusivo de una importante zona del
territorio de un Estado por parte de los sublevados. La doctrina dominante resuelve
negativamente la cuestión relativa al deber del reconocimiento: los terceros Estados
no están obligados a reconocer a los insurrectos como beligerantes, y tienen derecho
a seguir tratando de manera exclusiva con el gobierno central, único reconocido. Se
llega incluso a afirmar que antes del reconocimiento de los insurrectos los terceros
estados están obligados a no ayudarlos en modo alguno, sobre todo suministrándole
armas, y ello por la razón de que sólo el gobierno reconocido representa al Estado.
Esta doctrina ha plasmado en los acuerdos del Instituto de Derecho Internacional de
1900, en la Convención Panamericana del 29 de febrero de 1928 sobre los derechos y
deberes de los Estados ante una guerra civil y en otras muchas declaraciones oficiales.

En relación con terceros Estados, la insurrección puede implicar derechos o privilegios


que ellos han acordado conceder a la parte rebelde. Éstos varían de un Estado y de
una situación a otros, porque la insurrección no es una condición, que como la
beligerancia origine derechos y deberes definidos. Siendo ello así, no es posible
determinar de antemano los elementos de la reacción de los Estados extranjeros ante
la insurrección. Puede variar, desde la mera abstención de tratar a los rebeldes como
hostes generis humani, a un grado de relaciones semejantes a las mantenidas con el
gobierno constitucional.

Finalmente, de manera alguna debe hablarse de la subjetividad internacional de los


insurrectos. Son situaciones totalmente transitorias que, si consiguen apoyo territorial,
pueden transformarse en beligerancia. En caso contrario pronto se diluyen buscando
asilo político.

Gobiernos en el Exilio
El exilio es el estado de estar lejos de la propia tierra (ya sea ciudad o nación) y puede
definirse como la expatriación, voluntaria o forzada, de un individuo. Algunos autores
utilizan el término “exiliado” con el sentido de “refugiado”.

Además de personas en exilio, también hay gobiernos en exilio, como el del Tíbet o
naciones en exilio, como fue el caso de Armenia de 1078 a 1375, que después de la
invasión de su territorio por tribus selyúcidas, se exilió en Cilicia, formando un nuevo
reino.

Un gobierno en el exilio es un grupo político que reclama ser el legítimo gobierno de


un país, pero por diversos motivos está incapacitado para ejercer dicho poder, y
además reside en el extranjero. Los gobiernos en el exilio habitualmente operan bajo
la idea de que algún día volverán a su país de origen y recuperaran el poder.

Es frecuente que se formen gobiernos en el exilio en tiempos de ocupación militar


durante una guerra. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, numerosos
gobiernos y monarcas europeos, ante la expansión de la Alemania nazi, se vieron
forzados a buscar refugio en el Reino Unido, estableciendo allí sus gobiernos en el
exilio.

La Santa Sede

La Santa Sede o Sede Apostólica es la expresión con que se alude a la posición del
Papa en tanto que Cabeza Suprema de la Iglesia Católica, en oposición a la referencia a
la Ciudad del Vaticano en tanto que Estado soberano, aunque ambas realidades están
íntimamente relacionadas y es un hecho que el Vaticano existe como Estado al servicio
de la Iglesia.

La Santa Sede tiene personalidad jurídica propia y es ella, en estricto rigor, la que
mantiene relaciones diplomáticas con los demás países del mundo. Por ello, los Pactos
de Letrán de 1929 que, entre otras materias, dieron origen al Estado de la Ciudad del
Vaticano, fueron celebrados entre la Santa Sede y el entonces Reino de Italia.

Sin embargo, el autor Guerra (ob. cit.), considera que desde el punto de vista jurídico
no puede considerarse como sujeto porque, strictu sensu, no es igual al Estado y que
en efecto, a la Santa Sede le hacen falta esas características que perfilan y configuran
al Estado en su misión fundamental de convivir dentro de la comunidad internacional
realizando fines materiales conforme a las exigencias de esta última. Esto no se
observa en el Papado.

En realidad es ente de Derecho Internacional que si bien tiene un pequeño territorio


es a todas luces ficticio porque en su lugar no podrá albergarse un Estado; si bien
tiene población, es igualmente ficticia porque si el Estado de la Ciudad Vaticana
concede una ciudadanía especial, la ciudadanía vaticana, en realidad esta ciudadanía
es sui generis, porque viene siendo dada por cargos administrativos y no por el hecho
del nacimiento. Igualmente puede observarse que el Papado no persigue fines
materiales y su Gobierno, por sus especiales condiciones, se diferencia totalmente del
de los Estados.

Los Movimientos de Liberación Nacional

Estos movimientos que están estrechamente vinculados a los pueblos sujetos a


dominación colonial y que luchan por su libre determinación, han ido ganando cierto
estatuto internacional, no sólo dentro de organizaciones internacionales regionales
como la liga árabe o la organización para la unidad africana, que son organizaciones
directamente comprometidas con la lucha anticolonial, sino también han ido ganando
en las naciones unidas. Algunos de estos movimientos, por ej. la organización para la
liberación de Palestina, disponen de representaciones con rango diplomático o cuasi
diplomático en un amplio número de Estados, entre ellos España. Así, respecto al caso
de la olp, el 14 de febrero de 1986, la oficina de información diplomática del ministerio
español de asuntos exteriores hizo público el comunicado siguiente:

 “El gobierno español confirmando su tradicional política de amistad y solidaridad con


el pueblo palestino y convencido del papel primordial que debe jugar la olP en la
búsqueda de una solución global, justa y duradera del conflicto árabe-israelí, ha
decidido con esa fecha, formalizar el estatuto de la oficina de dicha organización en
España”.

También dentro de las naciones unidas se les ha reconocido a algunos movimientos el


Estatuto de observadores (desde 1974). Ya en 1980, la asamblea general de las
naciones unidas instó a los estados miembros de la ONU a que concedieran a los
delegados de los movimientos de liberación nacional con el estatuto de observadores,
las facilidades, las inmunidades y privilegios necesarios para el desempeño de su
misión, conforme al convenio de Viena de 1975 sobre representación de los estados
en sus relaciones con las organizaciones internacionales de carácter universal. Este es
el caso de la OLP, que tras autoproclamar la independencia del estado de Palestina
por decisión adoptada por el consejo nacional palestino el 15 de noviembre de 1988,
la OLP intenta no sólo el reconocimiento de Palestina como estado ante la comunidad
internacional, sino también su admisión como estado miembro de alguno de los
organismos especializados de las naciones unidas, como por ej.: la organización
mundial de la salud o a la UNESCO.

Hoy en día nadie pone en duda la aplicación del llamado derecho humanitario bélico a
los conflictos armados, en los que son parte pueblos que luchan contra la dominación
colonial. La conferencia diplomática sobre la reafirmación y el desarrollo del derecho
internacional humanitario, aplicable en los conflictos armados, celebrada en Ginebra
entre 1964 y 1977, adoptó los protocolos que adoptaron los convenios de Ginebra de
1949 a la comunidad internacional surgida del proceso de descolonización.

La soberana Orden de Malta


La Orden de Malta es un estado no territorial, cuya sede central está en la ciudad de
Roma (Italia) y tiene el estatuto de extraterritorialidad (como si fuera una embajada).
La Orden de Malta es un estado soberano reconocido internacionalmente. También es
el nombre que recibieron los caballeros de la Orden del Hospital de San Juan de
Jerusalén tras su instalación, por parte del rey Carlos I de España, en la isla de Malta en
1530 (la isla de Malta pertenecía al Reino de Sicilia, en posesión de los soberanos de la
Corona de Aragón desde el siglo XIII).

Naturaleza:  La naturaleza de la Orden está expuesta en su Carta Costituzionale:

 “ (…) è un Ordine religioso laicale, militare, cavalleresco, tradizionalmente nobiliare. ”

“ L’Ordine è persona giuridica solennemente approvato dalla Santa Sede. Gode della
qualità di soggetto di diritto internazionale. ”

 De ello se deduce que la Orden es:

«religiosa»

«laica»

«militar»

«caballeresca»

«de tradición nobiliaria»: la Orden surge como nobiliaria a causa de la nobleza de los
cruzados que la constituyeron. Ese carácter se mantuvo invariable hasta la última
Carta constitucional. La razón del cambio hay que buscarla en la mutación de la
organización social, ya que, a partir del siglo XIX, la nobleza deja de ser un corpus
social para convertirse en una institución meramente familiar u honorífica y en la
directa indicación papal en tal sentido. La tradición nobiliaria ha substituido al
concepto de naturaleza nobiliaria.

«posee personalidad jurídica aprobado por la Santa Sede»

«está sujeta al derecho internacional».

Fines: El fin último de la Orden es promover la gloria de Dios («promuovere la gloria di


Dio»).

Los fines subordinados son: 

 La santificación de sus miembros


 El servicio a la Fe y a la Santa Sede
 La ayuda al prójimo
 

El Individuo como sujeto excepcional del Derecho Internacional Público

Sin duda que el hecho de considerar o no a los individuos como sujetos de Derecho
Internacional Público depende mucho del momento histórico y de la evolución misma
del sistema.

Dentro de la doctrina podemos encontrar distintas posiciones: 

 Quienes consideran que el individuo es el único sujeto del Derecho


Internacional. Un ejemplo de esta corriente es la escuela sociológica francesa.
En este caso se considera al Estado sólo como un hecho, como una asociación
de individuos.
 También están quienes admiten cierta personalidad internacional del
individuo, pero sometida a limitaciones. Esta posición es la más aceptada.
 El individuo es un sujeto pasivo del Derecho Internacional ya que sólo recibe de
él derechos y obligaciones. No puede ser sujeto del Derecho Internacional
porque carece de capacidad para celebrar Tratados y no tiene legitimación
para acudir ante los Tribunales Internacionales para hacer valer sus derechos.

  El individuo como sujeto de deberes internacionales: Es importante tener en cuenta


que el individuo puede ser responsable internacionalmente cuando viola normas
fundamentales del Derecho Internacional. Son actos ilegales de violencia que pueden
ser cometidos en el mar  o en el espacio aéreo. Los únicos sujetos que pueden
cometer estos actos son las personas físicas, los individuos, pero los Estados están
autorizados por el ordenamiento internacional a detener a los infractores de la norma
y someterlos a su jurisdicción; pero quien tipifica el delito es el Derecho Internacional.

Algunos ejemplos:

Piratería: son aquellos actos de violencia en alta mar contra personas o propiedades


por la tripulación de un navío con intento de pillaje. Sólo puede ser cometida por
particulares, y la obligación de abstenerse emana del orden jurídico internacional,
otros dicen que el Derecho Internacional autoriza a cada Estado a tipificar en sus leyes
penales el acto de piratería. Sería la ley interna la que crea la responsabilidad personal,
pero es el Derecho Internacional el que autoriza a sancionar. La realidad indica que la
norma de Derecho Internacional tipifica el delito y no sólo se limita a autorizar. La
piratería es un delito contra el derecho internacional, el cual da la definición y además
impone el castigo.

Crímenes de guerra: el Derecho Internacional, en esta materia, admite al lado de la


responsabilidad estática, la responsabilidad individual, siendo el individuo responsable
de sus propios actos y por consiguiente, destinatario directo de obligaciones
impuestas por el orden jurídico internacional.

 Al igual que en la piratería las normas internacionales autorizan a los Estados a
sancionar, y a la vez definen los hechos determinantes de tales sanciones.

El individuo como sujeto de derechos internacionales: El individuo tiene personalidad


internacional pasiva, reconocida en los principios de Nuremberg, haciéndolo
susceptible de castigo según el Derecho Internacional general. Además si se observa el
sistema normativo internacional se puede determinar que la persona física es
beneficiaria de muchos derechos que le otorgan las normas internacionales. Por
ejemplo la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Pero el individuo, no tiene personería internacional activa, lo que no impide que en el


futuro puedan ser considerados sujetos de Derecho Internacional en virtud de la
evolución y desarrollo del derecho internacional. Es decir, el individuo posee capacidad
de goce, pero no de ejercicio, la que suple con la representación. De todas formas, al
ser la protección diplomática facultativa por parte del Estado, no habría en realidad
representación tal como la hay en materia civil.

Estando el Estado obligado a actuar. O sea, que en el Derecho Internacional el


individuo no goza de legitimación procesal activa, es decir de locus standi para
procurar por si el respeto de los intereses que el orden internacional le protege;
tampoco posee el ius tractatum ni el legationem.

Guerra, (1999) apunta que en los tiempos modernos, ciertos tratadistas han hecho
énfasis en la incorporación del hombre a la esfera del Derecho Internacional, en un
afán por humanizar más al Derecho y hacerla menos estatal hasta el punto de
considerar al individuo como sujeto del mismo.

Francisco de Vitoria fue el primero en preocuparse por el hombre y a partir de sus


importantes estudios puede decirse que el individuo fue considerado como problema
del Derecho Internacional. En efecto, Vitoria, en sus estupendas “Relectiones
Theologicae” llegó a considerar al hombre como propietario de .su territorio, el cual no
se le podía quitar ni por conquista, colonización o imposición de la religión cristiana.
Después, en la evolución de esta idea, los Estados han intervenido por el hecho de que
han considerado al hombre, la protección y goce de sus derechos fundamentales,
como indispensable para la paz y seguridad del mundo. Al propio tiempo que se
garantiza al hombre en general, los Estados que han obrado en este sentido
garantizan el status quo establecido y por lo tanto sus propios intereses. Esta es la
razón de ser de las intervenciones que hicieron los Estados contratantes del pacto de
la Santa Alianza en 1815, cuando se confirmó el reparto de Polonia y se aseguró en
dicho instrumento el reconocimiento de los derechos inherentes a la nacionalidad
polaca que acompañaban los súbditos de dicho país.

Sin embargo, algunos autores afirman que el hombre desde el punto de vista jurídico
está en el mismo caso que el Papado, las nacionalidades y los organismos
internacionales. En realidad, no puede ser sujeto porque no es capaz de obligarse
desde el punto de vista del Derecho Internacional y, por lo tanto, no puede ser
responsable desde dicho punto de vista: Es un ente de Derecho tan importante como
los anteriores pues ya es cosa admitida como axioma jurídico que la paz internacional
descansa fundamentalmente en la protección y goce lícito de los derechos y libertades
que tenga el hombre dentro del ámbito de sus comunidades nacionales. 

Bibliografía

 Chalbaud Zerpa, R. (1995). Estado y Política. Caracas, Venezuela: Mobil- Libros.

 Guerra Iñiguez, D. (1999). Derecho Internacional Público. Venezuela: Editorial


Kelran.

 Wikipedia. Enciclopedia Interactiva online. Disponible en: www.wikipedia.com

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