El Andar Como Práctica Estética Edición Gonzalo Rojas
El Andar Como Práctica Estética Edición Gonzalo Rojas
El Andar Como Práctica Estética Edición Gonzalo Rojas
GG
Directora de la colección
Daniela Colafrancheschi
Traducción al castellano
Maurici Pla
English Traslation
Steve Piccolo, Paul Hammond
Diseño Gráfico
PFP, Pintó Febregat Pinós.
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La clasficación de la humanidad en sedentaria Mitología bíblica en relación al
y nómada ha generado en lo constructivo, sedentarismo y el nomadismo.
una especie de Arquitectura que se concentra
dentro de lo sedentario y una Anarquitectura Arquitectura (Sedentarismo),
que se centra en lo nómade, con esto las Anarquitectura (Nomadismo).
civilizaciones se basan en la construcción de
las ciudades sentadas, habitantes mismos de
la ciudad, y las ciudades construídas en los
vacíos de los desiertos, ciudades con habitantes
experimentadores del vacío.
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Los padres sin embargo confiando Todos los seres vivos necesitan la
ingenuamente en el amor fraterno, no tierra para moverse
tuvieron en cuenta el hecho de que todos
los seres vivos necesitan la tierra para
moverse y, sobre todo que también los
pastores necesitaban para alimentar sus
rebaños. Así pues, tras una disputa, Caín
acusó a Abel de haberse extralimitado
y, como todo el mundo sabe, lo mató,
condenándose a si mismo a la condición de
eterno vagabundo a causa de su pecado
fratricida: ”cuando labres la tierra, no te
dará sus frutos, y andarás por ella fugitivo y
errante”.
Según las raíces de los nombres de los Distintos usos del espacio se
dos hermanos, Cain puede ser identificado corresponden a usos del tiempo
con el hom faber, el hombre que trabaja distintos, resultantes de la primitiva
y que se apropia de la naturaleza con el división del trabajo.
fin de construir materialmente un nuevo
universo artificial, mientras que Abel, al
realizar fin de cuentas un trabajo menos
fatigoso y más entretenido , puede ser
considerado como aquel homo ludens tan
querido por los situacionistas, el hombre
que juega y que construye un sistema
efímero de relaciones entre la naturaleza y
la vida. Sus distintos usos del espacio se
corresponden de hecho a unos usos del
tiempo también distintos, resultantes de la
primitiva división del trabajo. El trabajo de
Abel, que consistía en andar por los prados
pastoreando sus rebaños, constituía una
actividad privilegiada comparada con las
fatigas de Cain, quien tenía que estar en el
campo arando, sembrando y recolectando
los frutos de la tierra. Si la mayor parte
del tiempo de Caín estaba dedicado al
trabajo, por lo cual se trataba por entero
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El momento de coyuntura en que se generan Todo ser vivo necesita de la Tierra
estas dos civilizaciones explicadas de manera y el espacio para poder moverse
bíblica. El poder de Dios obliga Caín al dentro de el.
errabundeo, es ahi cuando se generan las
civilizaciones, la ciudades, y la Arquitectura
nómade, que se construye con los vacíos del
desierto y que, a pesar de ser invisible, poseen
un carácter que deja huella, tal como una
civilización.
La división del trabajo entre Caín y Abel Hom Faber: El hombre que trabaja
construían distintos usos del tiempo, una distinta con la construcción de lo artificial.
manera de ver el uso del tiempor por así decirlo.
Hom Luden: El hombre que
Los términos que entregan de cierto módo un construye las relaciones en la
carácter a las civilizaciones entre los hombres naturaleza.
son el Hom Luden y el Hom Faber, los cuales
eran por así decirlo el hombre que estaba en Primera mapación del espacio.
el juegue y la construcción de los sistemas
en la naturaleza y el hombre que estaba en
la construcción de los nuevos artificios de los
espacios, respectivamente. Esto ayuda a caer en
la cuenta de que en esencia originaria, así es la
Arquitectura nómada y la Arquitectura sedentaria.
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de un tiempo útil-productivo, Abel disponía
de mucho tiempo libre para dedicarse a la
especulación intelectual, a la exploración de
la tierra, a la aventura, es decir, al juegue
un tiempo no utilitario por excelencia. Su
tiempo libre es por tanto lúdico, y llevará a
Ábel a experimentar y a construir un primer
universo simbólico en torno a si mismo. La
actividad de andar a través del paisaje con
el fin de controlar la grey dará lugar a una
primera mapación del espacio y, también, a
aquella asignación de los valores simbólicos
y estéticos del territorio que llevará al
nacimiento de la arquitectura del paisaje.
Por tanto, al acto de andar van asociados,
ya desde su origen, tanto la creación
artística como un cierto rechazo del trabajo,
y por tanto de la obra que más tarde
desarrollarán los dadaístas y los surrealistas
parisinos; una especie de pereza lúdico-
contemporánea que está en la base de la
flaniere antiartística que cruza todo el siglo
XX.
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Explicamos como el nómadismo se correponde La conversión de una condición
con el sedentarismo en un equilibrio constante aparentemente privilegiada y divina
de cierta manera desde su origen, ya que convertida en un castigo.
Jabel, siendo hijo de Caín (quien de origen es
sedentario) y fue condenado al errabundeo y
nomadismo, construyó el oficio del pastoreo y el
sedentario aún así con la esencia del errabundeo
de Abel. Caemos en que ambos se corresponden
desde su origen, por eso este márgen que los
mantiene en un delicado equilibrio.
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errabundeo, dará inicio a la vida sedentaria
y, por tanto, a un nuevo pecado, puesto
que lleva dentro de sí tanto los orígenes
sedentarios del agricultor como los orígenes
nómadas de Abel, vividos respectivamente
como castigo y como error. Sin embargo,
según el génesis, es en realidad Jabel, un
descendiente directo de Caín, “el padre
de quienes habitan tiendas y pastorean.”
Así pues, los nómadas provienen de la
estirpe de Caín, un sedentario obligado al
nomadismo, y llevan en sus raíces (incluso
etimológicas) el errabundeo de Abel.
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El sentido que se le tiene al pueblo con respecto Yahvé el Dios del camino que
a otros puntos de vista y la correspondencia entrega sentido a la ambigúedad
equilibrada del sedentarismo y el nomadismo. moral.
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Esta incertidumbre con respecto a la la Arquitectura tiene sus orígenes en la
Arquitectura tiene sus orígenes en la infancia de la humanidad.
infancia de la humanidad. Las dos grandes
familias en que se divide el género humano
viven dos espacialidades distintas: la
de la caverna y el arado que cava su
propio espacio en las vísceras de la
tierra, y la de la tienda colocada sobre la
superficie terrestre sin dejar en ella huellas
persistentes. Estas dos manera de habitar
la Tierra se corresponden con dos modos
de concebir la propia Arquitectura: una
Arquitectura entendida como construcción
física del espacio y de la forma, contra
una Arquitectura entendida como la
percepción y construcción simbólica del
espacio. Si observamos los orígenes de la
Arquitectura a través del binomio nómadas-
sedentarios, parece como si el arte de
construir el espacio -es decir, eso que se
suele denominar “Arquitectura”- haya sido
en su origen una invención sedentaria que
evolucionó desde la construcción de los
primeros poblados agrícolas a la de las
ciudades y los grandes templos. Según
la opinión más común, la Arquitectura
habría nacido a partir de la necesidad de
un “espacio de estar”, en contraposición al
nomadismo, entendido como “espacio de
andar”.
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La Arquitectura como una manera de habitar el El origen arquitectónico surge de
espacio que entrega la tierra. Una construcción las dos maneras de habitar, de
física del espacio y de la forma y otra entendida manera llena simbólica.
como una construcción simbólica del vacío de
los espacios.
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que fuese más bien el nomadismo y, más
exactamente, el errabundeo, lo que dio
vida a la Arquitectura, al hacer emerger la
necesidad de una construcción simbólica
del paisaje. Todo ello empezó antes
del nacimiento del mismo concepto de
nomadismo, y se produjo durante los
errabundeos intercontinentales de los
primeros hombres del paleolítico, muchos
milenios antes de la construcción de los
templos de las ciudades.
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Espacio Nómada y espacio
Errático
La división del trabajo entre Caín y Abel La ciudad sedentaria y la ciudad nómada ,
dio lugar a dos civilizaciones distintas, el lleno y el vacío.
aunque no completamente autosuficientes.
En realidad, el nomadismo se desarrolla en
contraposición, pero también en osmósis,
con el sedentarismo. Los agricultores
y los pastores tenían necesidad de un
intercambio constante de sus productos,
así como de un espacio híbrido o mejor
dicho neutro, donde fuese posible dicho
intercambio. El sahel cumple exactamente
esta función: es el borde de un desierto
donde se integran el pastoreo nómada y la
agricultura sedentaria, formando un márgen
inestable entre la ciudad sedentaria y la
ciudad nómada, entre el lleno y el vacío.
Gilles Deleuze y Félix Guattarri han descrito
estas dos espacialidades distintas por
medio de una imágen muy clara: “El espacio
sedentario está estriado por muros, recintos
y recorridos entre estos recintos, mientras
que el espacio nómada es liso, marcado
tan sólo por unos “trazos” que se borran y
reaparecen con las idas y venidas”.
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El mito de Caín y Abel nos deja como La ciudad sedentaria (llenos y
consecuencia una especie de fruto que resultan muros).
ser dos civilizaciones no autosuficientes, la
civilización sedentaria y nómade, las cuales se La ciudad nómada (vacíos, idas y
construye bajo una inestabilidad constante a venidas).
través de un límite que las mantiene.
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el andar, una huela móvil y evanescente.
La ciudad nómada es el propio recorrido,
el signo es más estable en el interior del
vacío y la forma de dicha ciudad es la línea
sinuosa dibujada por la serie de puntos en
movimiento. Los puntos de partida y de
llegada tienen un interés relativo, mientras
que el espacio intermedio es el espacio del
andar, la esencia misma del nomadismo,
el lugar donde se celebra cotidianamente
el ritmo del eterno errar. Del mismo modo
que el recorrido sedentarios estructura y
da vida a la ciudad, el nomadismo asume
el recorrido como lugar simbólico donde se
desarrolla la vida de la comunidad.
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El territorio, en la ciudad nómada no se construye El recorrido del territorio se
a partir de las huellas que se generan sobre produce en el hic et nun (aquí y
este previamente por el desplazamiento o por ahora).
la previa errabundancia, sino más bien por
la trashumancia del hic et nun (aquí y ahora),
es decir por el constante movimiento del aqui
y ahora, del presente como tal, es aquél que
mapea al vacío a través de los recorridos
errantes.
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donde los fragmentos llenos del espacio del
estar flotan en el vacío del andar y donde
unos recorridos siempre distintos quedan
señalados hasta que el viento los borre. El
espacio nómada está surcado por vectores,
por flechas inestables que se parecen
más a las conexiones contemporáneas
que a los trazados es el mismo sistema de
representación del espacio que aparece
en la planta de un poblado paleolítico
esculpida en la roca de la Val Camonica,
en las plantas de los walkabout de los
aborígenes australianos o en los mapas
psicogeográficos de los situacionistas.
Si para los sedentarios los espacios
nómadas son vacíos, para los nómadas
dichos vacíos no resultan tan vacíos, sino
que están llenos de huellas invisibles:
cada deformación es un acontecimiento,
un lugar útil para orientarse y con el cual
construir un mapa mental dibujado con unos
puntos (lugares especiales), unas líneas
(recorridos) y unas superficies (territorios
homogéneos) que se transforman a lo largo
del tiempo.
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Para quien observa desde el punto de vista El errabundeo, una posibilidad de
nómada, se exige a sí mismo la cualidad de lectura de los espacios a través de
saber ver los vaciós y saber ver en los vacíos la percepción aprendida.
y saber nombrarlos, con esta facultad se
empezaron a abrir los campos de orientación y
ubicación dejando simbolos y referencias cada
vez más instaurados que en un principio se le
debía a los hombres que estaban en el constante
andar y errar de los territorios.
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de un momento dado empezasen a abrir
nuevas pistas por su cuenta, aprendiesen
a orientarse a partir de referencias
geográficas y, finalmente, dejaran en el
paisaje unos signos de reconocimiento
cada vez más estables. La historia de los
orígenes de la humanidad es la historia del
andar, la historia de las migraciones de los
pueblos y de los intercambios culturales
y religiosos que tuvieron lugar durante los
tránsitos intercontinentales. A las incesantes
caminatas de los primeros hombres que
habitaron la tierra se debe el inicio de la
lenta y compleja operación de apropiación y
de mapación del territorio.
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Se ejemplifica el sistema de mapeación a Walkabout: manera en la cual se
través del continente australiano, el cual se fue hace el recorrido y un mapeo del
formando y construyendo como mapa a partir de territorio (caminar alrededor).
los cánticos de los recorridos ligados a los mitos
de los territorios, es así como se va manteniendo
de generación en generación a través de las
historias mitológicas y geográficas que se
enfocan en el espacio de los lugares.
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de las vías de los cánticos forma una red
de recorridos erráticos-simbólicos que
atraviesan y describen el espacio como si
tratase de una guía cantada. Es como si el
Tiempo y la Historia fuesen reactualizados
una y otra vez “al andarlos”, al recorrer una
y otra vez los lugares y los mitos ligados a
ellos, en una deambulación musical que es
a la vez religiosa y geográfica.
Este tipo de recorrido, visible todavía hoy Una distinción entre los conceptos de
en las culturas aborígenes, corresponden errabundeo y de nomadismo.
a una anterior al nomadismo. Es un tipo
de recorrido que podríamos denominar
“errático”. Es importante establecer
una distinción entre los conceptos de
errabundeo y de nomadismo. Si el recorrido
nómada va ligado a los desplazamientos
cíclicos de los animales durante la
trashumancia, el recorrido errático va ligado
más bien a la persecución de las presas
por parte del hombre recolector-cazador
de la era paleolítica. Por lo general no es
correcto hablar de nomadismo antes de
la revolución neolítica del séptimo milenio
antes de Cristo, puesto que el nomadismo
y los asentamientos van ligados al nuevo
uso productivo de la tierra que se inició
con los cambios climáticos posteriores a la
glaciación.
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Esclarecer la diferencia entre el errabundeo y El recorrido errático, previo al
el nomadismo. Si bien hay una relación que los nomadismo como un modo de
une, se debe entender que lo nomáda se va persecución, de búsqueda.
relacionado con los movimientos constantes que
los hombres de la ciudad nómada tienen por
ejemplo.
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recorrido nómada constituye una evolución
cultural del errabundeo, una especie de
“especialización” del mismo. Es importante
recordar que la agricultura y el pastoreo
son dos actividades que provienen de la
especialización de las dos actividades
productivas más primitivas, la recolección y
la caza, ambas ligadas al errabundeo.
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El recorrido como una evolución del errabundeo,
ya que así se plantean más objetivos y una
mapeación de los vacíos y los puntos espaciales
que aquellos tienen.
La falta de signos antes del neolítico provocaba Arquitectura del neolítico entrega
cierta ausencia que era reemplazada por el parámetros para construir
recorrido paleolítico. geométricamente al espacio.
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por presencias mágicas, empezó a revelar
durante el paleolítico los primeros elementos
de orden. Aquello que debía haber sido un
espacio irracional y casual, basado en el
carácter concreto de la experiencia material,
empezó a transformarse lentamente en un
espacio racional geométrico, generado por
la abstracción del pensamiento. Se pasó
de un espacio cuantitativo a un espacio
cualitativo, mediante el relleno del vacío
circundante por medio de cierta cantidad
de llenos que servían para orientarse. De
ese modo, el espacio multidireccionado del
caos natural empezó a convertirse en un
espacio ordenado de acuerdo con las dos
direcciones principales más claramente
visibles en el vacío: la del sol y el horizonte.
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El walkabout como un acto o manera de recorrer Walkabout, el espacio construído
erráticamente construyendo geográficamente un por vectores.
espacio, y a partir o llevados de la mano con la
mitología se genera un patrón, una secuencia
que permite direcciones de orientación dentro de
ese “espacio” como, tal ejemplifica lo horizontal
y lo vertical, algo que nos permite relacionar y
dilucidar en qué estado estamos.
El andar nos abre paso a la observación de los El andar transfigura el espacio, por
lugares y esto nos permite saber cambiar los ende cambia su sentido ante la
sentidos a los lugares no mapeados, provocados percepción del hombre.
por un sentido cultural que permite esto del
cambio del significado de los sentidos y abre
campo a nuevos conceptos de lectura mediante
lo creativo del hombre que anda errando.
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constituyen ya formas de transformación
del paisaje que, aunque no dejan señales
tangibles, modifican culturalmente el
significado del espacio y, en consecuencia,
el espacio en sí mismo. Antes del neolítico
y, por tanto, antes del menhir, la única
arquitectura simbólica capaz de modificar el
ambiente era el acto de andar, un acto que
era a la vez perceptivo y creativo y que, en
la actualidad, constituye una lectura y una
escritura del territorio.
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Del recorrido al Menhir
El primer objeto situado del paisaje El primer elemento artificial del espacio:
humano nace directamente del universo el menhir.
del errabundeo y del nomadismo. Mientras
el horizonte es una línea estable más o
menos recta en relación al paisaje donde
se encuentra el observador, el sol sigue
una trayectoria más incierta puesto que
se realiza un movimiento que solo parece
claramente vertical en sus dos momentos
más cercanos al horizonte: el alba y el
crepúsculo . Es probable que fuese para
estabilizar la dirección vertical por lo que
fue creado el primer elemento artificial del
espacio: el menhir.
Los menhires aparecen por vez primera en Nuevo sistema de relaciones con los
la era neolítica, y constituyen los objetos elementos del paisaje circundante.
más sencillos y más densos de significado
de toda la Edad de piedra. Su levantamiento
constituye la primera acción humana de
transformación física del paisaje: una gran
piedra tendida horizontalmente en el suelo
y, sin embargo, tan solo una simple piedra
sin ninguna connotación simbólica. Pero
su rotación de noventa grados y el hincarla
en la tierra transforman dicha piedra en
una nueva presencia que detiene el tiempo
y el espacio: instituye un tiempo cero que
se prolonga hasta la eternidad, así como
un nuevo sistema de relaciones con los
elementos del paisaje circundante.
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Los objetos situados nacen de este errar y estilo La creación del artificio sobre el
nómade, es por ello que permiten estabilizar espacio de lo errante.
las direcciones y las orientaciones dentro de
lo incierto de los espacios que yacen a simple
vista estables en relación al momento en que se
encuentran con el observador
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Con una invención de tal envergadura era La gran cantidad de interpretaciones
posible alcanzar diversos objetivos y este que se han hecho apropósito del menhir.
hecho explica, en parte, la gran cantidad
de interpretaciones que se han hecho
apropósito del menhir. En realidad es
probable que muchos menhires cumpliesen
más de una función a la vez: es casi
seguro que, por lo general, iban ligados
al culto de la fertilidad, de la diosa-madre
Tierra y del Sol, aunque posiblemente los
propios menhires señalaban también , de
distintas maneras, aquellos lugares donde
habían muerto ciertos héroes legendarios,
o lugares sagrados donde podía sentirse
una poderosa energía tónica, o lugares
donde había agua , un agua que, además
era sagrada, o simplemente, señalaban
confines o límites de propiedad. Lo que
nos interesa del megalitismo no es tanto
el estudio de los cultos a los que habrían
estado asociadas estas piedras sino, mas
bien, las relaciones que dichas piedras
instauraban con el territorio: los lugares
donde se colocaban. Es posible intentar
abordar este tema con la ayuda de la
palabra con la cual todavía hoy los pastores
de Laconi, en Cerdeña, denominan los
menhires: perdas literadas, es decir,
“piedras letradas”, o “piedras de letras”.
De hecho, la alusión a la escritura puede
explicar por lo menos tres unos distintos
de los monolitos: como soportes sobre los
cuales se inscribían figuras simbólicas,
como elementos mediantes los cuales podía
escribirse sobre el territorio y como señales
con que podía describirse dicho territorio.
La primera interpretación de la palabra
literadas puede referirse simplemente al
hecho de que sobre la superficie principal
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No es posible determinar un objetivo concreto de Relación de los menhires con la
los menhires, pero sí nos damos cuenta de que mitología, la palabra, los cultos y la
son casi objetivos de avanzada tecnología (para simbología.
su época) que daban pie a diversos resultados
funcionales e incluso mitológicas, culturales,
directrices, lenguajes comunicativos, entre otros.
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de ciertas piedras hay dibujados diversos
símbolos, al igual que en los obeliscos
egipcios. La segunda interpretación indica
que estas piedras se utilizaban para
construir arquitectónicamente el paisaje
como una especie de geometría -entendida
etimológicamente como “medición de la
Tierra”- con la cual dibujar unas figuras
abstractas contrapuestas al caos natural:
el punto (el menhir aislado), la línea ( la
alineación rítmica de varios menhires)
y la superficie ( el cromlech, es decir, el
fragmento de espacio delimitado por unos
menhires colocados en círculo). La tercera
interpretación sugiere que todos ellos,
además de formar una geometría, podían
servir para describir tanto su estructura
física como su uso productivo y místico-
religioso, en tanto que señales colocadas a
lo largo de las grandes vías de travesía.
Se ha señalado que las zonas de difusión Los menhires [...]: una especie de guía
del megalitismo en el neolítico coinciden esculpida en el paisaje que conducía al
a menudo con las zonas del desarrollo de viajero hasta su destino.
la caza en la era paleolítica. Este hecho
nos lleva a reflexionar sobre la relación
entre los menhires y los recorridos del
errabundeo paleolítico y, también, con los
de la trashumancia nómada. Efectivamente,
resulta poco difícil imaginar de qué modo
los viajeros de la antigüedad lograron
atravesar continentes enteros sin la ayuda
de mapas, calles o señales de indicación.
Y sin embargo, un tráfico increíble de
viajeros y de comerciantes atravesaba
continuamente compiñas impracticables
y territorios desconocidos, al parecer
sin excesivas dificultades. Es bastante
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Los menhires como guías en las travesías Relación de los menhires con el
realizadas por los viajeros que viajaban en ese errabundeo paleolítico antes del
entonces con un sentido del andar errando y sin nomadismo y el sedentarismo.
un mapeo justo sobre la geografía del lugar, es
por esto que el posicionamiento de los menhires
es relacionado con la trashumancia nómada
y al funcionamiento del sistema de orientación
para los mismos, llegando a través de pequeñas
señales (sistema de lenguaje sobre las piedras
letradas) a distintos menhires y destinos de
los viajeros errantes, además del recorrido
comerciante que ayudaba al intercambio entre
comunidades).
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probable que los menhires funcionasen
como un sistema de orientación territorial
fácilmente inteligible para quienes
conocían su lenguaje: una especie de guía
esculpida en el paisaje que conducía al
viajero hasta su destino, llevándolo de una
señal a la siguiente a lo largo de las rutas
intercontinentales.
Los menhires mantenían cierta relación con Los menhires mantenían cierta relación
las rutas de comercio, cuyo vehículo era con las rutas de comercio.
a menudo el pastoreo. Para los romanos,
los menhires no eran más que simulacros
de Mercurio, es decir, los antepasados
naturales de las hermae que vigilaban el
quadrivium, el cruce de vías símbolo de
las cuatro direcciones del mundo, donde el
hombre encontraba distintas posibilidades
de futuro, donde Edipo tropezó con su
destino incestuoso y donde, por lo tanto, era
conveniente cobijarse bajo la protección de
un dios. Hermes o Mercurio, el mensajero
de los dioses, era el dios de los viajeros
y del comercio (mercan-mercadear), así
como de los ladrones y de las ganancias,
y era también el protector de las vías y sus
cruces, en el doble sentido de recorridos
por la tierra y de recorridos de las almas
hacia el más allá.
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Por otros lados tambien hubieron intentos de Los menhires relacionados a la
explicar el objetivo ó el sentido de los menhires mitología romana, por ende al
en los espacios vacíos, la relación del menhir mundo del comercio e intercambio.
con el mundo del comercio y, según la mitología
romana, la relación de las piedras letradas con
un acto sobre la tierra del dios Mercurio (Dios
viajero y del comercio) tambien fue parte de
una serie de suposiciones sobre su objetivo,
ya que estas piedras ayudaban como puntos
neutros entre pueblos, tambien influyeron en el
intercambio comercial.
Parece una incógnita sobre cómo los menhires La localización de los menhires en
eran posados sobre sus correspondientes puntos neutrales.
lugares en el paisaje de lo errático, ya que las
evidencias y los cálculos calculan evaluciones
de 3.000 personas para levantar un monolito y
menhires.
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Puede confirmar esta hipótesis el hecho
de que el levantamiento de los monolitos
exigía la colaboración de un gran número
de personas y, por ello, había que contar
para su construcción con los habitantes de
otros poblados. Paolo Malagrino pone el
ejemplo del monolito más grade de Carnac,
el menhir Locmariaquer de 23 metros de
altura y 300 toneladas de peso, para cuya
elevación se calcula que fue necesaria
una fuerza-trabajo de por lo menos 3000
personas. Esta cifra es tan alta que, si
dichas personas no hubiesen provenido
de diversos pueblos, habría que dar por
supuesta la existencia de una población
que, para la época, habría constituido una
auténtica megalópolis. La imposibilidad de
que existiesen tribus tan numerosas nos
lleva a la hipótesis de que la localización de
los menhires se realizaba en unos territorios
que no pertenecían a un poblado especifico,
sino en territorios “neutros”, con los cuales
podían identificarse pueblos distintos. Este
hecho permite explicar también la utilización
en un mismo emplazamiento de piedras
provenientes de regiones separadas a
veces por centenares de kilómetros .
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Esto tal como se dice, para ser realizado
requeria de que las tribus cercanas se juntasen
y pudiesen levantar estos puntos direccionales,
es por ello que se les considera puntos
neutrales y tambien puntos que limitan las tribus
el lugar donde habitan las piedras letradas,
ya que algunos se hayaban a kilometros de
distancias unos de los otros, esto podria ser
dibujado o entendido como una construcción
de los espacios errantes, como las huellas
en donde hubo una Arquitectura nómada que
fue construída y que generan un espacio y
convergencia tanto cultural como mitológica e
incluso arquitectónica.
Los menhires como un participante del mundo Los menhires como un espacio del
de los ritos, en donde las grandes multitudes andar y tambien como un espacio
se encontraban para formar actos ligados al del habitar
ser errante y al juegue, quien es por esencia
y excelencia parte del ocio, como parte de
una expresión cultural que incluía mitologías,
leyendas, relatos de travesías entre otros.
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durante todo el año, y en especial durante
las épocas de las trashumancias, una
gran multitud compuesta por gentes
diversas. Durante el viaje, la presencia de
los menhires llamaba la atención de los
caminantes, informando de la presencia
de los menhires llamaba la atención
de los caminantes, informando de la
presencia de los hechos singulares y de
las características de los territorios de los
alrededores, unas informaciones, como
por ejemplo los cambios de dirección,
los lugares de paso, las encrucijadas, los
puertos de montaña o las zonas peligrosas,
que resultaban útiles para la continuación
del viaje. Pero quizás los menhires
señalaban también los lugares donde se
desarrollaban las celebraciones rituales
ligadas al errabundeo : recorridos sagrados,
de iniciación, procesiones, juegos,
concursos, bailes y representaciones
teatrales y musicales. La totalidad del
viaje, que había sido el escenario de unos
acontecimientos, unas historias y unos
mitos, encontraba en los menhires un
espacio para su propia representación:
los relatos de los viajes y las leyendas se
celebraban y ritualizaban en torno a las
piedras clavadas en el suelo. De ese modo
el recorrido creó, con el menhir, un nuevo
tipo de espacio, un espacio en torno, los
menhires se emplazaban en relación a la
estructura diaria, aunque , de un modo
distinto a como se podía esperar, no
funcionaban como polos prospectivos, sino
que se colocaban lateralmente al recorrido.
En el caso de varios menhires formando
una hilera, además de determinar una
dirección, separaban dos espacios, o
46
Es asi como al menhir se le da un caracter de
espacio no tan solo que guiaba el recorrido
o marcaba un momento de él, sino que se le
entregaba un carácter tal de ser habitado por
un momento dado, por el acto en su entorno, en
consecuencia los menhires señalan un espacio
errante culturalmente de celebración, en donde
se da cabida al acto del juego y del celebrar a
través de un modo de ritual.
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mejor, construían arquitectónicamente el
borde de un espacio que podía recorrerse y
donde, tal vez, se podía bailar; un espacio
ritmado y bien definido geométricamente
que constituye la primera Arquitectura
en tanto que construcción física de un
espacio simbólico complejo; un espacio
del andar y, por tanto , en ningún caso un
espacio del estar: el mismo tipo de espacio
que construirán más tarde las primeras
Arquitecturas egipcias.
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El esparcimiento sobre lo que hay de La adopción de otras culturas de
conocimiento sobre el espacio nómada y el los espacio arquitectónicos vacíos.
espacio sedentario, el errabundeo paleolítico,
responden a un planteamiento arquitectónico
basado en el andar más que en el habitar
por parte de la cultura egipcia, pero que aún
mantienen la esencia pura de este errabundeo,
los elementos simbólicos que trazan un espacio
en el vacío de lo nómada.
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El benben y el ka
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Adentrar en la cultura arquitectónica de los El benben y el ka como un medio
egipcios, nos damos cuenta de que aquellos explicativo a la construcción
toman los arquetipos de Arquitectura y los arquitectónica egipcia.
transforman tanto en su sentido como su
palabra, en volumen y espacio interior, en
relación a la mitología del caos y del eterno
errar respectivamente comprendemos que esta
esencia del sedentarismo y el nomadismo aún se
conserva la construcción del espacio volumen
sobre un concepto del caos en la ciudad
sedentaria egipcia a través de la aparición de
la construcción verticalizada de los espacios
llenos, como también la construcción del espacio
vacío a través del movimiento y la energía de los
movimiento nómades
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que podría recordar un rayo de sol, y en la
parte central una gran figura que se parece
mucho al símbolo del Ka, con los brazos
levantados. El símbolo del Ka es uno de los
más antiguos de la humanidad y, puesto
que aparece con frecuencia en muchas
civilizaciones distantes entre ellas, podría
hacer suponer que resultaba comprensible
para las multitudes que se desplazaban a
pie a través de los continentes: un símbolo
comprensible para toda la población errante
del paleolítico.
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El recorrido aún persiste, como en las hileras La construcción egipcia basada en
de los menhires, los egipcios se construyen el el recorrido efímero de los lugares,
viaje a través del espacio real, construyendo no en la habitabilidad prolongada
el espacio del errar y el recorrido como algo de los lugares.
sagrado y simbólico. La mayoría de los espacios
egipcios constituían que sus lugares no eran
de prolongada habitabilidad, sino que más bien
eran parte y para el recorrer, ya que “ recorrer
el espacio constituía un medio estético a través
del cual resultaba posible habitar el mundo”,
esto hacía que tambien existiese una relación
entre el lenguaje del relato y el recorrido, ya que
las representaciones jeroglíficas demandaban
la narración del errar por ese determinado
espacio, el cual normalmente era representado
por danzas, rituales, iniciaciones, etc.
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rey y para la procesión que llevaba al dios
de un santuario a otro. No eran espacios
pensados para albergar actos religiosos,
sino que eran espacios para ser recorridos,
construidos para las iniciaciones que
convertían el eterno errar en algo sagrado
y simbólico. Antes de la transformación
física de la corteza terrestre iniciada
con los menhires, el territorio sufrió una
transformación cultural basada en el andar,
un acto que se desarrollaba tan solo por
la superficie del planeta sin violentar su
materia. El espacio del recorrido es, por
tanto, anterior al espacio arquitectónico,
un espacio inmaterial con significados
simbólico-religiosos. Durante miles de
años, cuando era todavía impensable la
construcción física de un lugar simbólico,
recorrer el espacio constituía un medio
estético a través del cual resultaba posible
habitar el mundo. El errabundeo iba
asociado a la religión, a la danza, a la
música y al relato bajo la forma de epopeya,
de descripción geográfica y de iniciación
de pueblos enteros. El recorrido/relato se
convirtió en un género literario relacionado
con el viaje, con la descripción y con la
representación del espacio. Las tentativas
de “superación del arte”, de las cuales
hablaremos en el próximo capítulo, han
utilizado el recorrido para minar las formas
tradicionales de representación, y para
lograr una acción construida en el espacio
real.
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En las páginas anteriores hemos podido El recorrido entendido como acción
ver que el problema del nacimiento simbólica y no como signo o como objeto
de la Arquitectura, como principio situado en el espacio.
de estructuración del paisaje y como
Arquitectura del espacio interior, está
relacionado con el recorrido errático y con
su evolución nómada. Una vez aclarado
este punto tan importante y, por tanto, una
vez eliminada la insensatez de aquellas
convicciones, tan habituales, según las
cuales la Arquitectura sería una invención
vinculada al mundo sedentario y en ningún
caso al nómada, no vamos a entrar en
la historia de la Arquitectura posterior,
sino que nos detendremos en la etapa
del errabundeo, en el recorrido entendido
como acción simbólica y no como signo
o como objeto situado en el espacio. Lo
que sigue es una especie de historia de la
ciudad-recorrida, que va desde las primeras
formas de Readymade dadaístas hasta las
experiencias de los años setenta. Durante
el Siglo XX, la práctica estética del andar
se ha ido desvinculando de cualquier
ritualismo de tipo religioso para adoptar
unas formas de arte autónomo cada vez
más evidentes. Para llegar a una forma laica
de la práctica del andar y a un retorno de la
misma al terreno puramente estético habrá
que esperar hasta las vanguardias del Siglo
XX, cuando Dada lleva a cabo la primera
peregrinación laica a una iglesia cristiana.
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Caer en la cuenta de que la Arquitectura tiene Es errado ver que la Arquitectu-
una evolución, que parte desde la estructuración ra es llena y sedentaria, ya que
del espacio, a ser fragmentada como sedentaria también tiene un espacio para la
y nómada a través de la construcción del acto construcción de los vacíos, espacio
del andar y del ser errante como un objeto al nomadismo, como signo.
simbólico y no constructivo y aparecedor
físico o concreto en el espacio. Todo esto es
interrumpido en el Siglo XX por el movimiento
Dada que proyectan nuevos cambios y caminos
en la visión arquitectónica respecto al recorrido y
la construcción propia de la ciudad mediante la
práctica más estética e incluso laíca.
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Resumen
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La edición fue hecha como proyecto del Taller de la Ocasión
Editorial en la Escuela de Arquitectura y Diseño de la PUCV, por
el alumno Gonzalo Rojas Bravo de la carrera de Diseño Gráfico,
quinta etapa, ciclo disciplinar.