Desiderio Blanco Artículo
Desiderio Blanco Artículo
Desiderio Blanco Artículo
Los
afectos de la
imagen
entrevista con
Desiderio
Blanco
Nuestro entrevistado es un personaje clave de la difusión y
comprensión del cine en el Perú, a través de su participación
como crítico en el nacimiento y desarrollo de la revista
Hablemos de Cine, sus estudios sobre la semiótica de
las imágenes en movimiento, la docencia, entre otras
actividades. Conversamos sobre cómo ha cambiado a lo
largo de los años su mirada del cine y su afecto por él.
¿Cómo comienza tu relación que cuidaba a los teólogos, me llevó San Isidro al Porvenir, a la caza de
con el cine? a ver El hombre quieto de John Ford películas que no habíamos visto y a
para evaluar la posibilidad de que la veces para verlas otra vez.
Mi afición por el cine no empezó al vieran los estudiantes de teología,
ver películas, como ya he dicho tan- todos ellos mayores de edad, por su-
tas veces. Yo estaba en el convento puesto. Y no le pareció conveniente En los primeros años de la
agustino de Valladolid, empezando que la vieran. Principalmente, donde década del setenta, seguías
los estudios de teología y después empecé a ver cine, fue en Lima.
del noviciado. Un buen día, dos com-
buena parte de los estrenos de
pañeros del último año, uno de ellos importancia, como La infancia
de vocación tardía –ya cuarentón– y de Iván, o también Rocco y
¿En qué año llegas a Lima?
químico de profesión, con inquietu- sus hermanos, Hiroshima, mi
des artísticas y literarias, me rodea- En 1956. Leí en el periódico que se amor, Sin aliento, El acorazado
ron y me dijeron que en el año 1954 proyectaría y discutiría en el Cen- Potemkin…
se celebraba el decimosexto centena- tro de Orientación Cinematográfica
rio del nacimiento de San Agustín, (COC), organismo del episcopado Logramos, a través de una embajada,
razón por la cual me dijeron que se- peruano, una película: El prisione- ver en Lima El acorazado Potemkin
ría muy oportuno hacer una película ro de Peter Glenville. Después de en un curso de cine que realizamos
para conmemorar ese acontecimien- la proyección, levanté la mano para con Rafaela García y Paco Pinilla.
to y me propusieron hacer el guión. intervenir y decir que no solamente
Les dije que apenas había visto tres importaba el tema de la persecución,
películas en mi vida y que no sabía sino cómo estaba representada. El Hay un momento importante
nada de cine. arte en general no reside en el “qué” en el que esa perspectiva
sino en el “cómo”: la manera como tuya, más tradicional en el
estaba hecha la escena, en la que po- sentido de tu acercamiento
¿Aquellas películas las viste dían ver al pobre cardenal subiendo al lenguaje cinematográfico,
en el seminario? la escalera y en un picado vertical,
se modifica, por las lecturas
desde arriba. Todo el mundo me
No había cine allí. Tampoco había miraba preguntándose “¿quién es
de André Bazin y Cahiers du
visto cine en mi pueblo natal. Eran este?”. Cinéma, hacia 1963.
los años cuarenta, tiempos en los
Por aquellos tiempos me nombra- Claro, fui entrando a aquella idea de
que la guerra había generado efectos
ron asesor del COC, y así se iniciaron la “transparencia” de las imágenes,
nocivos y no había ni luz eléctrica.
contactos con los cineclubes, cinefo- y después me orienté hacia el es-
Les respondí que cómo podía hacer
ros, así como debates sobre películas tructuralismo. Pero hasta ahora, la
cine si no sabía casi nada de él, y que
en los colegios, como el Champagnat. cinefilia, esa pulsión por ver cine, me
además prefería el teatro. Yo estaba
Eso ocurrió en el año 1957. sigue, aunque voy poco a las salas, no
todavía apegado al mundo de lo lite-
rario. Entonces uno de ellos me dijo: me gusta ir solo. Se me escapan los
“No importa, yo tengo unos libros, estrenos, pero los veo después en ca-
míralos, los lees y después nos dices ¿Asististe a las proyecciones ble o DVD. Todos los días veo alguna
si te atreves o no”. ¡Y qué libros eran!: de la censura? película por esos medios, y básica-
el Tratado de la realización cinema- mente cine clásico.
A algunas, no muchas porque se de-
tográfica de Kulechov, El sentido del sarrollaban a horas en que yo no po-
cine de Einsenstein, Argumento y
montaje: Bases de un filme de Pu-
día asistir, por mis obligaciones en el Tu caso es distinto de otros,
colegio San Agustín. en los que la cinefilia es muy
dovkin, y uno de un tal Emilio Gómez,
sobre cómo hacer un guión. solitaria.
En esos libros descubrí un lengua- Una de ellas fue La dolce vita, A mí me gusta conversar sobre cine,
je nuevo, un tratamiento, un valor, en el año 1961. compartirlo, discutirlo. Y eso tiene que
una función, un ritmo en las imáge- ver con mi inclinación por la docencia.
Querían ponerle una calificación
nes en movimiento, que me deslum-
muy negativa. No era para tanto, ha-
bró. Todo el primer año de teología
bía que verla de otra manera. Sobre Una cinefilia activa, asociada
me la pasé imaginando una pantalla,
eso, me hicieron una entrevista para
pensando en cómo se vería su ima- a un interés por transmitirlo,
el suplemento El Dominical, del dia-
gen. Hice un guión técnico que por
rio El Comercio. Defendí la película, a través de la docencia. André
ahí lo tengo todavía, sobre la juven-
que en su tiempo era muy escanda- Bazin, un gran maestro, tenía
tud y la conversión de San Agustín. esa postura de compartir y
losa. Ahora, uno la ve y parece una
Ese guión no se plasmó en imágenes,
santa película. transmitir el cine.
no pasó nada con él, pero sí pasó algo
en mí. Me empezó a interesar el cine El punto es que empecé a ver más Esa idea de compartir fue lo que a mí y
y así se inició mi cinefilia. Yo era fa- cine. Junto con Chacho León, Fico de a otros más jóvenes, que ya he nombra-
moso entre los estudiantes por eso. Cárdenas, Juan Bullitta y algún otro. do, nos interesó para dar vida a Hable-
Una vez incluso el padre superior, Íbamos de Breña a San Isidro y de mos de Cine.
Entonces, hasta el momento ceos con el estructuralismo. En 1974 centro del poema, inmanente, que
en que aparece la revista no viajé a París y después de un año abordaba así su sentido, sus rasgos y
habías hecho crítica. volví a Lima, con toda mi recarga es- sus operaciones de significación. Mi
tructural y semiótica. La crítica, en proyecto de doctorado era una tesis
Solo hice un texto sobre Viaje a Ita- comparación, la sentía más ligera y sobre El ángel exterminador de Bu-
lia de Roberto Rossellini. Me inicio muy repetitiva. Quería fundamentar ñuel, que no pude hacer finalmente
en la crítica con Hablemos de Cine. más mis apreciaciones sobre las pe- porque no disponía de la película y
Después, empiezo a escribir en la re- lículas y no podía hacerlo en pocas ni había un proyector siquiera en la
vista Oiga, en el año 1968. Mis críti- páginas. En Hablemos de Cine hice Escuela de Altos Estudios de la Sor-
cas salían todas las semanas y se ha- un texto, de mayor aliento, sobre Es- bona. Así que tuve que cambiar de
cían cada vez más especializadas, lo cenas de la vida conyugal de Berg- película, y comencé a trabajar sobre
que en algún momento fue demasia- man. Pero no tuvo acogida. Nazarín.
do para el lector promedio de aquella
El seminario de Metz fue muy teó-
publicación.
rico, más bien semiológico, orientado
¿Cómo inicias esos escarceos hacia la gramática del cine. Concurrí
con el estructuralismo? también a los de Greimas, Verón y
¿Cómo definirías tu etapa de
A partir de la aparición de una pu- Kristeva. Los aproveché todo lo que
Hablemos de Cine en relación pude. Además de ver bastante cine
con tu cinefilia y tu método y blicación de la editorial Nueva Vi-
sión sobre semiótica y literatura, en en la cinemateca francesa y en salas
trabajo críticos? de arte y ensayo.
la que publican el estudio conjunto
En un primer momento, estuve aten- de Jakobson y de Lévi-Strauss sobre La metodología de Greimas, por
to al lenguaje cinematográfico como Los gatos de Baudelaire; un análisis el contrario, era muy sistemática,
fenómeno visual y expresivo. Tuve en el que no hay nada de biografía o muy rigurosa, de lógica semántica,
una segunda etapa, más ‘baziniana’, de historia, que no decía qué le ocu- y con ella puedes dar cuenta de mu-
con la idea de la imagen como espejo rrió al poeta, con quién se casó o chas cosas en tu objeto de análisis.
de la realidad, como transparencia. qué le gustaba comer. Nada de esas Claro que con el mismo modelo dos
En los setenta empiezan mis escar- tonterías, era un estudio desde el analistas pueden llegar a conclusio-
nes distintas, porque cada uno ve
relaciones diferentes. La cuestión es
fundamentar el análisis desde el in-
terior del fenómeno que se estudia,
desde su inmanencia. El sentido de
una película, por ejemplo, nace de
su interior, no del autor. No se pue-
de hacer caso de lo que diga el autor
sobre su obra. Si hiciéramos caso de
lo que dice de su creación, no po-
dríamos hacer ningún análisis. Eco
dice que cuando el autor termina su
obra, lo mejor que le puede pasar es
morirse, para que no lo molesten y le
pregunten qué quiso decir. Ahí nace
otra dirección en mi aproximación al
cine, y por eso casi nunca hice alu-
sión a otras obras de un mismo autor
en mis críticas de Hablemos de Cine
y Oiga.
trabajé el asunto del zoom. La puesta reacción masiva contra la Algunos en Francia, pocos. Un nú-
en escena es finalmente la que le da especialización semiótica, mero mayor se halla en Italia. No sé,
cuerpo al filme. por ejemplo en el campo de quizá eso se deba a que es más difícil
los estudios culturales? trabajar con un texto fílmico que con
un texto literario o pictórico. O sim-
Las películas Sí, pero eso ya es viejo. Primero por-
que los estudios culturales son un
plemente por gusto personal.