Etiquetas Nutricionales, Tarea 10.

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL FRANCISCO MORAZÁN

EDUCACION ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

TIPO DE ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE: LECTURA DE ETIQUETAS


NUTRICIONALES

ETIQUETAS NUTRICIONALES

CATEDRÁTICO: MARK ANTHONY SARMIENTO PINEDA

III PERIODO ACADÉMICO 2021

ESTUDIANTE

Stephany Nicolle Rodríguez


801-2001-19605
Núñez

CIUDAD TEGUCIGALPA
7 DE NOVIEMBREDEL 2021
Introducción

El etiquetado nutricional es toda la información en relación con el valor energético y los


nutrientes que componen al alimento y representa una valiosa herramienta para ayudar a los
consumidores a tomar decisiones informadas acerca de su dieta y estilo de vida, es por eso
que en la siguiente información damos a conocer las características ,aplicación de las etiquetas
y precauciones de los etiquetados nutricionales también dando a conocer cuáles son los
productos que menos debemos de consumir y cuáles son los productos que benefician en
nuestra salud por medio de la lectura de cada etiqueta nutricional.
Etiquetado Nutricional

La información sobre el contenido de las materias alimenticias debe estar a la


disposición de los consumidores. Hacer una lista con los ingredientes es una forma de
identificar los alimentos consumidos, y otra forma consiste en marcarlos con una
etiqueta que explique el contenido de nutrientes del producto. Se ha prestado una
atención considerable al etiquetado de los productos con su composición lipídica
debido a la demanda de los consumidores y a la cantidad de países que en la
actualidad recomiendan que la población modifique su consumo de grasas. Aunque la
conveniencia de esta estrategia y la capacidad de utilizar dicha información puede
variar según los países, el estado sanitario de las personas, los objetivos de la sanidad
pública, y los patrones alimenticios de los distintos grupos de población dentro de un
mismo país, es de esperar que un aumento de la disponibilidad del etiquetado
nutricional en los productos alimenticios mejore la salud pública.

Características de la etiqueta de los alimentos. Las etiquetas de los alimentos


describen su contenido en nutrientes, y van dirigidas al consumidor. Por tanto, la
terminología empleada debe tener sentido y ser comprensible para el público en
general. Probablemente, un formato simple y normalizado ayudaría a las personas a
utilizar las etiquetas de los alimentos y a comparar alimentos. La información sobre
nutrición proporcionada debe elegirse basándose en su coherencia con las
recomendaciones dietéticas. La selección de los nutrientes específicos o de los
componentes de los alimentos que vayan a figurar en la lista debe tener en cuenta el
espacio de la etiqueta, la capacidad analítica para medir un componente alimentario
particular dentro de la matriz de los alimentos, y los costos relativos de dichos análisis.

Aplicación del etiquetado nutricional. Hay que hacer notar que el etiquetado de los
alimentos puede ser cuestionable o irrelevante en determinadas circunstancias. En
concreto, la etiqueta no será rentable ni apropiada cuando el principal problema de
salud pública sea la falta de alimentos suficientes, donde los niveles educativos no
sean los adecuados para permitir a los consumidores leer o comprender dicha
información, y donde los métodos de empaquetado y distribución de los alimentos
excluyan el empleo de etiquetas sobre o cerca de ellos. Sin embargo, es probable que
en muchos países haya algunos sectores de la población que podrían beneficiarse de
la información sobre los componentes lipidícos de los alimentos.

A medida que los esfuerzos relacionados con el etiquetado de los alimentos han ido
evolucionando, se han ido estableciendo distintas orientaciones y requisitos legales.
Esto plantea dificultades a la hora de desarrollar y armonizar las listas con información
nutricional que tienen amplias aplicaciones internacionales. Esto incluye
consideraciones tales como el número de idiomas que se deben utilizar en la etiqueta;
si la información se debe expresar cuantitativamente, con símbolos, o empleando
términos como «alto», «medio», o «bajo»; y si la información nutricional se expresa en
cantidades por 100 gramos de alimento o por dosis (raciones) específicas. A medida
que sigan aumentando las pruebas científicas que relacionan el contenido de
nutrientes de los alimentos con las condiciones de determinadas enfermedades
crónicas, la política sanitaria y las orientaciones dietéticas públicas pueden modificarse
y variar de un país a otro. Aunque dichas situaciones son con frecuencia inevitables,
está claro que una mayor congruencia en las orientaciones sobre el etiquetado de los
alimentos reducirá las barreras que impiden promover la armonización internacional y
mayores beneficios para los consumidores.
Comisión del Codex Alimentarius. La Comisión del Codex Alimentarius (CAC) se
estableció para ejecutar el Programa Conjunto FAO/OMS de Normas Alimentarias.
Las Directrices sobre el Etiquetado Nutricional elaboradas por el Codex se basan en el
principio de que ningún alimento debe describirse o presentarse de forma falsa, o que
induzca a error o a engaño (Comisión del Codex Alimentarius, 1992). Las directrices
contienen disposiciones para realizar declaraciones voluntarias de nutrientes, el
cálculo y la presentación de la información sobre los nutrientes. Las Directrices sobre
Declaraciones de Propiedades de los Alimentos establecen los principios generales
que se deben seguir y deja a las normativas nacionales la tarea de definir las
declaraciones de propiedades específicas (Id.). La CAC ha sugerido la necesidad de
ocuparse de los asuntos específicos sobre las declaraciones de propiedades sanitarias
y nutricionales, puesto que se emplean normalmente. Actualmente se está elaborando
un anteproyecto de directrices sobre declaraciones de propiedades específicas de los
alimentos.

PreocupacionesLa información nutricional que se brinde debe ser fidedigna y no debe


inducir a error a los consumidores. Al mismo tiempo, la reglamentación del etiquetado
debe incentivar a los fabricantes a elaborar productos que mejoren la salud pública y a
ayudar a los consumidores a seguir las recomendaciones respecto a la alimentación.
Estas preocupaciones se extienden al empleo de declaraciones relacionadas con la
salud o el contenido de nutrientes con respecto a las características deseables de los
alimentos (como «bajo contenido de grasas» o «sin colesterol») que se hacen para
promocionar ciertos tipos de alimentos. En muchas circunstancias, estas
declaraciones pueden ayudar al consumidor; sin embargo, las declaraciones pueden
ser problemáticas cuando sugieren que una marca particular de un alimento que de
por sí es «de bajo contenido» o «exento» de grasas se ha formulado especialmente y
presenta algún beneficio en comparación con otras marcas. Análogamente, cuando se
formulan o se perfeccionan cambios en los alimentos para sugerir unas ventajas, éstas
deben ser sustanciales. Sin embargo, esto puede variar según la categoría de los
alimentos.

Todas estas preocupaciones van dirigidas no sólo a las declaraciones formuladas en


la etiqueta de los alimentos, sino también a la publicidad sobre productos alimenticios.
Como la capacidad de comunicación rápida y extendida por todo el mundo crece junto
con la aparición de marcas mundiales, las declaraciones publicitarias sobre las
cualidades nutricionales de los alimentos tienen la posibilidad de emplearse
extensamente. Se debe prestar atención a su reglamentación y a los procedimientos
para hacer observar las normas. Además, la preocupación sobre las declaraciones de
propiedad y su capacidad de inducir a error o a engaño a los consumidores puede
extenderse a las actividades de los restaurantes y de los servicios de comidas. Sin
embargo, las normas no deberían ser tan estrictas como para desincentivar a los
fabricantes o proveedores a elaborar productos mejorados y comunicar al público esta
información. Otra preocupación fundamental consiste en si las declaraciones sobre los
componentes lipídicos de los alimentos que figuren en las etiquetas deben definirse
para propósitos de etiquetado por sus estructuras químicas o sus aplicaciones
fisiológicas. Desde el punto de vista de la formación del consumidor, las características
fisiológicas presentan ventajas porque los consumidores pueden aplicar fácilmente
dicha información. Sin embargo, el dato de apoyo para relacionar determinados
componentes lipídicos de los alimentos con las aplicaciones fisiológicas específicas
varía; algunos están bien establecidos y aceptados mientras que otros son sugestivos
y especulativos. Por ejemplo, en la actualidad resultaría difícil definir las ventajas de
declarar los niveles de «ácidos grasos que elevan el colesterol». Además, no existe un
acuerdo universal sobre si resulta adecuado proporcionar a los consumidores
información relativamente específica sobre los componentes de los ácidos grasos de
los alimentos. Indudablemente, a medida que continúen acumulándose pruebas
científicas, se irán aclarando las decisiones adecuadas en estas áreas.

Etiquetas Correctas
¿Por qué consumir y que beneficios tienen estos productos?

Cada uno de estos productos debemos de tratar de consumirlos todos los días en
cantidades adecuadas como ser : El calcio ,Fibra, Potasio , Vitamina A y Vitamina C.

El potasio en nuestro cuerpo es un tipo de electrolito que ayuda a la función de los


nervios y a la contracción de los músculos y a que su ritmo cardiaco se mantenga
constante, este permite que los nutrientes fluyan a las células y a expulsar los
desechos de estas.

El calcio es uno de los minerales más importantes para nuestro cuerpo ya que este
ayuda a formar y mantener nuestros dientes y huesos sanos, Un nivel adecuado de
calcio en el cuerpo durante a lo largo de nuestra vida nos puede ayudar a prevenir la
osteoporosis.

La fibra equilibra la flora intestinal, ya que al no digerirse pasa intacta al intestino


grueso donde nutre a las bacterias beneficiosas que allí se encuentran, las dietas ricas
en fibra producen una mayor sensación de saciedad lo cual puede ser útil para el
tratamiento del sobrepeso y es buena para el corazón.

La vitamina C se necesita para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las


partes del cuerpo, esta se utiliza para producir la piel , tendones , ligamentos y los
vasos sanguíneos , al igual que la vitamina A es importante ya que esta ayuda al buen
funcionamiento del corazón ,pulmones ,riñones y otros órganos
Etiquetas Incorrectas
¿Por qué no, nos benefician en nuestra salud estos productos?

Estos productos al leer su etiqueta nutricional nos damos cuenta que a medida que los
consumimos pueden dañar nuestra salud ya que contienen más de un 5% y 20% de
grasas totales, grasas saturadas, colesterol y sodio.

Al consumir más de un 20% de grasas saturadas elevan nuestro colesterol, y al obtener


un colesterol alto este incrementa nuestro riesgo de enfermedad cardiaca y
cerebrovascular, las dietas con alto contenido de sodio están asociadas con un mayor
riesgo de desarrollar presión sanguínea alta.
Conclusiones

Al aprender a leer las etiquetas nutricionales nos damos cuenta que estamos eligiendo
mal nuestros alimentos

Deberían respaldarse los esfuerzos en materia de etiquetado nutricional, tanto


voluntario como obligatorio, de los alimentos en general, y de los componentes
lipídicos en particular. Estas sugerencias generales nacen de los considerables datos
que vinculan las grasas alimentarias con las enfermedades crónicas, y de las
recomendaciones sanitarias relativas a los niveles convenientes de los componentes
grasos de la alimentación humana.

Existen recomendaciones específicas sobre la información que debe figurar en la


etiqueta. Debería declararse el contenido total de grasas, definido como la suma de
todos los ácidos grasos que proporcionan energía.

Referencias

Althabe, O., Laberre C., Telenta M. 1985. Maternal vascular lesions in placentae of
small for gestational age infants. Placenta. 6: 265-276.

Anderson, K.M., Castelli, W.P. and Levy, D. 1987. Cholesterol and mortality: 30
years of follow-up from the Framingham Study. Journal of the American Medical
Association. 257: 2176-2180.

Armstrong, B., van Merwyk, A.J. and Coates, H. 1977. Blood pressure in seventh-
day Adventist vegetarians. American Journal of Epidemiology. 105: 444-449.

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