Clase 01 - 5to DPCC
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PROPÓSITO
- Evalúa las características personales, culturales, sociales y éticas que lo hacen único considerando su proyecto y
sentido de vida.
LA IDENTIDAD EN LA ADOLESCENCIA
La identidad en la adolescencia es un proceso complejo y continuo de formación
y exploración de la propia identidad. Durante la adolescencia, los jóvenes
experimentan cambios físicos, emocionales, cognitivos y sociales, lo que puede
llevar a una sensación de confusión e incertidumbre acerca de quiénes son y qué
quieren en la vida.
Al finalizar la adolescencia, se espera que las personas hayan resuelto las principales tareas para su futuro: elegir una ocupación,
adoptar una escala de valores y principios morales que guíen sus acciones, decidir sobre su sexualidad, etc. Lograr resolver estas
tareas para la vida es un indicador que muestra que la persona ha estructurado una identidad positiva, en la que integra de
manera coherente metas, creencias y valores con los que está comprometida.
Un desarrollo personal orientado hacia un proyecto de vida futura le permitirá al adolescente plantearse distintas posibilidades
y buscar información sobre cómo viven las personas a las que reconoce como modelos. Así podrá tomar decisiones que influirán
positivamente en su futuro.
Según la teoría psicológica del desarrollo de Erik Erikson, la búsqueda de la identidad es uno de los principales desafíos que
enfrentan los adolescentes. Erikson identificó ocho etapas del desarrollo humano, y la búsqueda de la identidad es una parte
importante de la quinta etapa, conocida como "identidad versus confusión de roles", que se produce durante la adolescencia
temprana.
Según Erikson, la búsqueda de la identidad en la adolescencia implica una serie de crisis que el adolescente debe resolver,
incluyendo la exploración de diferentes roles, valores y metas en la vida. Durante esta etapa, los adolescentes se sienten atraídos
por diferentes grupos sociales, actividades y carreras, y tienen que decidir qué es lo que les apasiona y les da significado.
Si los adolescentes no pueden resolver esta crisis de identidad, pueden sentirse confundidos acerca de quiénes son y qué quieren
en la vida. Esto puede llevar a una sensación de alienación y a problemas de autoestima y autoconfianza.
Por otro lado, si los adolescentes pueden explorar y experimentar de manera saludable, y encontrar una identidad coherente y
significativa, pueden desarrollar una mayor autoestima y un sentido de dirección y propósito en la vida.
En resumen, según Erik Erikson, la búsqueda de la identidad es un desafío clave en la adolescencia, que implica una serie de crisis
y que puede tener un impacto significativo en el desarrollo y la salud mental de los adolescentes.
Durante la adolescencia, las personas van formando y reconociendo su identidad. Un adolescente demuestra que tiene una
identidad constituida y autoafirmada cuando se siente seguro de sí mismo y toma decisiones de manera autónoma.
En la actualidad, el concepto de identidad considera diferentes aspectos de la persona a nivel individual y social. Desde el punto
de vista individual, la identidad es definida como el conjunto de características específicas que distinguen a la persona como un
ser único. La identidad tiene, no obstante, una dimensión social.
DESARROLLO PERSONAL, CIUDADANÍA Y CÍVICA PROF. VIVAR GAVIDIA ALEJANDRO
Quinto de secundaria
Según el psicólogo Henri Tajfel, la identidad social surge cuando la persona se reconoce como miembro de un grupo. Esta
condición tiene significado emocional, ya que el saberse parte de una agrupación tiene un sentimiento de apoyo colectivo.
Las personas construyen su identidad social a través de la adhesión a diversos grupos (familia, amigos, escuela, círculo de
trabajo, etc.), en los que, luego de afrontar problemas y resolver tareas, se establecen relaciones y se desarrollan vínculos de
solidaridad y compromiso.
La identidad de los grupos influye en la identidad de sus integrantes, y viceversa: el individuo determina al grupo, pues refuerza
y activa en él la solidaridad interna gracias a su adhesión. Pero, al mismo tiempo, el individuo se ve influenciado, en cuanto a la
expresión de su identidad personal, por el hecho de pertenecer al grupo.
Además, los estilos de relación entre los individuos y el grupo varían de acuerdo con el grado de compromiso que experimentan
sus miembros.
Cuando el compromiso es mínimo, se caracteriza por la observación pasiva; cuando es mayor, los miembros se involucran en
tareas de dirección activa del grupo. Cada grupo define sus propios límites, determina qué está permitido o prohibido, qué
objetivo es prioritario o cuál es el estatus que debe tener cada uno de sus integrantes.
LA IDENTIDAD COMUNITARIA
La identidad comunitaria surge cuando un grupo cohesionado enfatiza la unión y la solidaridad entre sus miembros. Estos, al
desarrollar un sentimiento de pertenencia, imitan ciertos comportamientos y actitudes que los llevan a desarrollar una conciencia
de comunidad en la que sus integrantes se reconocen como individuos con características comunes.
La comunidad, a diferencia del individuo y el grupo, trasciende en el tiempo y el espacio. Por ello, la identidad comunitaria se
refleja en las tradiciones, las costumbres y los valores de los pueblos. Un ejemplo de identidad comunitaria es la identidad étnica,
a la que definimos como la capacidad de reconocerse a sí mismo como parte de un grupo étnico por el que se tienen sentimientos
de orgullo y respeto.
Los miembros de una red social comparten información personal en la que dan a conocer, por ejemplo, actividades que realizan
con frecuencia, así como sus gustos y sus preferencias en relación con el estudio, los hobbies, la música, etc. Por ello, se han
convertido en espacios que influyen en la identidad del adolescente. Esta intervención, sin embargo, puede ser positiva o negativa.
• Ayuda a reconocer y asumir las preferencias y los gustos, y con ello, a centrar su identidad.
• Permite ampliar las redes de contactos al conocer a personas con preferencias similares.
• Se recibe información que podría ser falsa. Ello confundiría a los usuarios para discernir lo adecuado de lo que no lo es.
Durante la adolescencia, las personas son influenciadas fuertemente por los llamados grupos de pertenencia, es decir, aquellos
en los que los adolescentes interactúan con otros con similares prácticas, gustos y consumo. En tal sentido, suelen adoptar las
características de la sociedad, del grupo o de la comunidad a la que pertenecemos.
El sociólogo estadounidense Charles Cooley (1864- 1929) sostuvo que la construcción de la identidad está apoyada en lo que
imaginamos que los otros ven en nosotros, la forma en que creemos que ellos están juzgando lo que ven. Usó el ejemplo del
espejo para explicar esto: nuestro espejo son los demás.
Desde la segunda mitad del siglo XX, los sociólogos comenzaron a identificar diferentes grupos de jóvenes que se caracterizaban
por su vestimenta, hábitos y símbolos. Los denominaron tribus urbanas, como los punks o los raperos. En el siglo XXI, continuaron
proliferando estas identidades diferentes –como los floggers, que adquirieron su mayor popularidad durante los años 2007 y
2008–. Otros ejemplos son los geeks, los skaters, los emos y los bikers.
Los adolescentes están en una permanente construcción de su identidad. Por ello, adoptan conductas y formas de pensar con las
que se sienten cómodos y reconocidos. Además, suelen imitar o seguir a quienes encarnan los valores que ellos y la sociedad
aprecian (belleza, fama, riqueza, poder, etc.).
En este sentido, los medios de comunicación tienen una gran influencia, pues dan a conocer la vida de personajes de la farándula,
artistas o deportistas exaltando aquellos aspectos positivos o negativos que les conceden el reconocimiento popular.
Estos ídolos mediáticos influyen de forma positiva en la identidad de los adolescentes cuando encarnan valores y actitudes que
sirven de referente y constituyen una motivación. Sin embargo, es importante considerar que el ídolo nace de una continua
exhibición de sus virtudes; tras ella, los defectos se idealizan o se pasan por alto. En consecuencia, la mala educación del idolatrado
o sus excesos son interpretados por el adolescente como sinónimo de una gran personalidad, por lo que busca imitar su estilo de
vida o su comportamiento.
Durante la adolescencia suele despertarse el interés por lo público, es decir, por lo que es común al conjunto de la sociedad. El
sentimiento de compromiso con las tareas comunes y el trasfondo ético e ideológico son cuestiones que definen la forma de ser
y de estar de los adolescentes. El mundo, el país, la ciudad, el barrio y la escuela ofrecen numerosos espacios de participación en
los que los adolescentes pueden encontrarse con otros, contribuir a la transformación de la realidad y explorar nuevos aspectos
de su identidad. Entre estos espacios se destacan las organizaciones no gubernamentales (ONG), las agrupaciones estudiantiles,
los grupos religiosos, los partidos políticos y las redes virtuales.
EL PROYECTO DE VIDA
Un proyecto de vida es un plan personal que establece las metas, objetivos y acciones que una persona desea alcanzar en un
período determinado de tiempo, generalmente a largo plazo.
El objetivo principal de un proyecto de vida es ayudar a la persona a alcanzar una vida satisfactoria y significativa, logrando el
equilibrio entre su vida personal, profesional y social. El proceso de elaboración de un proyecto de vida consta de varias etapas
que se deben seguir para poder definir claramente lo que se quiere lograr y cómo se va a lograr.
1. Reflexiona sobre tus intereses, valores y habilidades: Es importante que te conozcas a ti mismo y reflexiones sobre tus
intereses, valores y habilidades para poder establecer objetivos que sean coherentes con tus capacidades y preferencias.
2. Establece metas a largo plazo: Define las metas que te gustaría alcanzar en el futuro, tanto en el ámbito personal como
profesional.
3. Establece objetivos a corto plazo: Define los objetivos específicos que debes lograr para alcanzar tus metas a largo plazo.
4. Define estrategias: Establece las acciones específicas que debes realizar para alcanzar tus objetivos a corto plazo.
5. Crea un plan de acción: Define las acciones específicas que debes realizar para llevar a cabo tus estrategias.
6. Establece un plazo: Define un plazo para cada objetivo y estrategia, de modo que puedas medir tu progreso y ajustar tu
plan si es necesario.
7. Revisa y ajusta tu plan: Revisa periódicamente tu plan de vida para asegurarte de que estás avanzando hacia tus objetivos
y ajusta tu plan si es necesario para asegurarte de que siga siendo relevante y útil.
ACTIVIDADES A REALIZAR
Trabajo individual: Desarrolla en tu cuaderno el siguiente cuestionario para descubrir tus características personales, sociales,
culturales y valores
1. Características personales:
3. Características culturales:
4. Valores:
Ahora en tu cuaderno:
- En tu cuaderno elabora organizador visual que contengan todas tus características personales, puedes incluir los
factores físicos, emocionales, habilidades, fortalezas, debilidades, valores, gustos e intereses, características étnicas,
sociales y culturales y tú que caracteriza tu forma de ser.