1 Apéndice - Diccionario Hebreo

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Apéndice

A)      INSTRUCCIONES PARA EL USO DEL DHB

Aunque para un experto las características del Diccionario de Hebreo Bíblico pueden aflorar a
primera vista, conviene que expliquemos lo que este diccionario contiene y lo que no contiene,
así como lo que concierne a su diseño editorial y la manera de ubicar la información que se
busca. El conocer las características del DHB ayudará a sacar mayor provecho de su uso, por lo
cual las exponemos a continuación:

1.      EL NOVEDOSO DISEÑO EDITORIAL DE LAS PAGINAS DEL DHB

El diseño editorial del DHB es novedoso. Sin embargo, no se trata de ser novedoso sino práctico.
Hemos creído conveniente presentar cada entry de la lexicografía hebrea en el extremo derecho
de las líneas, y no en el extremo izquierdo como lo hacen los demás diccionarios. Seguimos así la
dirección de la escritura hebrea, que es de derecha a izquierda. La traducción de la lexicografía
hebrea o la explicación correspondiente sí empieza en el extremo izquierdo de la línea. Por
ejemplo, vea cómo exponemos la información acerca de la palabra ‫אֶ בְיוין‬:

Necesitado (Deu_15:4; Amo_4:1). 34 ‫ — אֶ בְיוין‬Suf. ‫ ;אֶ בְיׄנְָך‬Pl.suf. ‫אֶ בְיוינֶי ָה‬.

En conjunto, la información que aporta una página cualquiera del DHB aparece así:

Esta disposición del texto constituye medio camino de lo que sería un diccionario impreso
totalmente en hebreo, en el cual la primera página sería la última de un texto impreso en
español.

El mayor tamaño de las letras de la palabra constituye una buena ayuda visual. También ayuda
el número Strong luego de la palabra hebrea, lo que también ayuda a separarla de la
explicación. En los casos donde no hay equivalencia con los números Strong, hay un signo de
parlamento ( — ). En las palabras arameas, el número Strong sigue a la sigla (AR) entre
paréntesis. Y en el caso de la palabra hebrea que no aparece en la Biblia Hebrea en la forma que
se usa como entry lexicográfico, tras el número Strong o signo de parlamento aparece un
asterisco, de esta manera: *741, o *—.

2.      LA DISTRIBUCION DEL MATERIAL INFORMATIVO

El material informativo que aportan los léxicos y diccionarios de hebreo bíblico es básicamente
de tres clases:

a.     Los entries lexicográficos;

b.     La información semántica; y

c.     La información morfológica.

En inglés se usa la palabra entry para señalar el vocablo o término lexicográfico que sirve para
introducir un segmento de información en un diccionario. Por lo general, los entries aparecen en
forma absoluta, es decir, no inflexionada.
A diferencia de los léxicos o diccionarios del pasado, en los cuales los entries lexicográficos son
las raíces de las palabras (sean éstas documentadas o conjeturales), en el DHB las palabras
hebreas son presentadas con criterio fenomenológico: Esto quiere decir que sin previo análisis
semántico los entries aparecen en estricto orden alfabético. Es más: En los casos de las palabras
que son anómalas los entries incluyen los prefijos y los sufijos.

La información semántica incluye la Lexicografía y la Fraseología. La primera indica la traducción


de una palabra hebrea al español y la ampliación de su significado mediante sinónimos. La
segunda ilustra cómo se modifica el significado de la palabra hebrea cuando se asocia con otras
palabras en la oración, formando modismos o frases hechas. Este tipo de información es lo que
más necesita y busca el estudiante, sobre todo en las primeras fases de su estudio del idioma.
Sin embargo, los diccionarios tradicionales la presentan en un segundo plano, desde Gesenius,
en el siglo pasado, hasta nuestros días. El DHB es el primero en la historia de la publicación de
diccionarios que pone la información semántica en primer lugar.

La información morfológica abarca lo siguiente:

i) Las diversas variantes que adquiere una palabra en su proceso de inflexión: Por ejemplo,
cuando un verbo es conjugado o cuando un sustantivo es declinado.

ii) La indicación de los prefijos y sufijos que indican el género, el número, el estado absoluto, el
estado constructo y otras formas de una palabra inflexionada.

iii) Las formas anómalas de una palabra, tal como aparecen en los documentos bíblicos. Sobre
todo se indica: El Ketiv, es decir, cómo aparece escrita la palabra en el texto consonántico,
aunque su forma sea anómala o defectiva; y el Qere, que es la nota masorética marginal que
indica cómo debe ser leída dicha palabra en el caso de que el Ketiv sea considerado incorrecto.
En los demás diccionarios toda esta información aparece en primer lugar, opacando el material
semántico. Pero en el DHB aparece al final de toda otra información.

El DHB puede también incluir una nota al final que remita al estudiante a examinar una palabra
relacionada en otra parte del DHB. La formulación de la nota varía. A veces dice: Ver bajo XXX,
es decir, otra palabra en el DHB. Otras veces, cuando dicha palabra ha sido mencionada
previamente, la nota dice: (Ver allí). Esto indica que hay que buscar dicha palabra en el DHB.

El diagrama que sigue a continuación nos ilustra las diferentes secciones de la información que
aporta el DHB:

Aparte de la exposición general previa, veamos otras pautas explicativas que ayudarán a ubicar
rápidamente la información que se requiere:

i) Cada sección del material informativo está precedida por otro signo de parlamento ( — ).
Puede tratarse de una sección de fraseología o de morfología.

ii) En el caso de los verbos, las raíces verbales que introducen la información aparecen sin
vocalización, para servir a todas las estructuras y no solamente a la estructura Qal.

iii) Los nombres de las estructuras aparecen escritos completos yen mayúsculas. Esto ayuda a
ubicar rápidamente la información que se busca sobre cada estructura verbal.
iv) Dentro de la sección morfológica, las formas presentadas como ejemplos están precedidas
por una abreviatura que indica su función sintáctica. Dichas abreviaturas se clasifican en
principales y secundarias. Las principales, en el caso de verbos, son Perf. (Perfecto), Impf.
(Imperfecto), Impv. (Imperativo), Inf. (Infinitivo) y Part. (Participio). Entre las secundarias
tenemos las formas con sufijos, con prefijos, la forma del Infinitivo Absoluto, etc.

Cuando usted examine las formas en las secciones morfológicas, si aparece una forma precedida
por la abreviatura Suf., para saber a qué forma principal se relaciona dicha forma con sufijo, hay
que leer la forma y la abreviatura que le preceden. De igual manera hay que proceder con las
otras abreviaturas secundarias.

Dos abreviaturas que pueden parecer extrañas al lector son:

a) Vep. (Vepaal), que introduce las formas del Perfecto con prefijo ‫ ו‬con función consecutiva (las
que en el pasado se llamaban Perfecto con Vav Conversiva).

b) Vaif. (Vaifal), que introduce las formas del Imperfecto con prefijo ‫ו‬, que también tienen
función consecutiva y que en el pasado eran consideradas como Imperfecto con Vav Conversiva.

Al introducir ambos tipos de formas con el uso de las abreviaturas Vep. y Vaif. estamos
presentando una debida diferenciación entre las formas regulares del Perfecto y del Imperfecto
y las formas Vepaal y Vaifal, cuya función sintáctica es muy peculiar (Ver Hebreo Biblico: Texto
Programado, págs. 253–265).

3.      LA LEXICOGRAFIA ESPAÑOLA AJUSTADA A LA RVA

La lexicografía española, es decir, el vocabulario español que traduce el vocabulario hebreo en el


DHB, es básicamente el de la RVA. La razón para esto es que las opciones lexicográficas de la
RVA reflejan el aporte de los mejores y más actuales léxicos que fueron usados exhaustivamente
en su proceso editorial. Estos son: a) El Lexicon in Veteris Testamenti Libros, de Koehler y
Baumgartner, y b) A Concise Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament, de William L.
Holladay, basado, a su vez, en el trabajo de Koehler y Baumgartner. De la misma manera, la RVA
incluye muchas de las proposiciones del aparato crítico de la Biblia Hebraica Stuttgartensia, lo
que desde el punto de vista lexicográfico la ubica en una posición de ventaja sobre otras
ediciones de la Biblia en español.

Aparte de la relación de la RVA con los aportes lexicográficos más actuales, el uso de una sola
versión de la Biblia resulta en una característica sobresaliente del DHB: Su concisión. Otros
diccionarios aportan para una palabra hebrea una vasta lista de opciones en español, como para
tender un puente lexicográfico con varias versiones de la Biblia de una manera simultánea. El
DHB aporta sólo uno o dos sinónimos de estricta necesidad y verificables en el texto de la RVA.
Además, el texto de la RVA ayuda a establecer una relación muy exacta entre una palabra de la
Biblia española y su equivalente en la Biblia Hebrea, cuando un caso de paralelismo sinónimo
podría hacer difícil la identificación de las palabras en cuestión, es decir, cuando se tiene que
decidir cuál palabra en español equivale a cuál palabra en hebreo.
El DHB también puede optar por la lexicografía que aportan las notas de pie de página de la
RVA. Igualmente, cuando en el texto de la RVA o en sus notas hay algo que amplía la
información del DHB, esto es indicado con la referencia: (Ver texto RVA) o (Ver nota RVA).

4.      LAS REFERENCIAS COORDINADAS CON LA RVA

En los diccionarios de hebreo y de arameo se dan solamente las referencias a la Biblia Hebrea.
Sin embargo, son muchos los casos en que la numeración de versículos y aun de capítulos no
coincide entre la Biblia Hebrea y las ediciones en español. En estos casos las referencias sólo son
parcialmente verificables, pues sólo se puede ubicar la palabra en la Biblia Hebrea, pero no se
puede constatar cómo ha sido interpretada y traducida en español sino tras una penosa
búsqueda.

Para servir de puente entre la Biblia Hebrea y la RVA en los casos de numeración diferente, el
DHB aporta la referencia a la RVA al lado de la referencia a la Biblia Hebrea, mediante este
signo: /. Por ejemplo, la referencia de Eze_21:20/15 indica que en la Biblia Hebrea Est_21:20,
pero en la RVA Est_21:15. En el caso de Lev_5:26/Lev_6:7 se indica que la diferencia de
numeración afecta también al número del capítulo:Lev_5:26 en hebreo y 6:7 en español.

Además, hemos reducido el número de referencias bíblicas que se da para ilustrar el significado
y uso de las palabras hebreas. Hemos aportado muy pocos pero escogidos ejemplos: Como
resultado de todo esto, el DHB no parecerá un extenso mar de numeritos diminutos que cansan
la vista.

5.      EL LEXICO ARAMEO ASIMILADO

Por lo general los diccionarios o léxicos de hebreo bíblico incluyen al final, a manera de
apéndice, un léxico de arameo bíblico, de dimensiones muy reducidas. Como las partes de la
Biblia que fueron escritas en arameo son bastante reducidas en comparación con las escritas en
hebreo, este léxico arameo es muy pequeño, y los estudiantes que tienen que consultarlo
frecuentemente encuentran algo incómodo ubicar este apéndice. Esta es una de las razones que
nos ha llevado a asimilar el vocabulario arameo en el vocabulario hebreo, fusionándolos en un
solo diccionario.

Pero la razón principal para asimilar el vocabulario arameo en el hebreo ha sido otra: Muchas
palabras arameas son muy parecidas al hebreo. Algunas veces se trata exactamente de la misma
palabra en ambos idiomas, y sólo sus respectivas inflexiones las van diferenciando. Al estar
ambas palabras, la hebrea y la aramea juntas, una detrás de la otra, el lector puede verlas de
manera simultánea y comparar sus formas inflexionadas. Esto le ayudará a aprender mucho de
sus semejanzas y de sus diferencias. De esta manera el estudio del arameo tendrá su lugar
merecido en las ciencias bíblicas, y no un lugar de apéndice, un campo de interés secundario.

¿Cómo podrá el lector diferenciar cuál palabra es hebrea y cuál es aramea, ya que ambos
idiomas tienen el mismo sistema de escritura y los mismos signos? Observe el siguiente ejemplo
tomado del DHB y verá cuán fácil es:

Encantador (Dan_1:20). — Pl. ‫ ַאּׁשָף‬825 ;‫ אַּׁשָ פִים‬Pref. ‫הָֽאַּׁשָ פִים‬.

Encantador (Dan_2:10). — Det. 826 (AR) ‫ ;אָֽׁשְ ַפּי ָא אָׁשַ ף‬Pl. ‫אָֽׁשְ פִין‬.
Ambas palabras aparecen juntas en el DHB, la hebrea en primer lugar. A la palabra aramea le
sigue la indicación (AR), que dice que la palabra es aramea. El estudiante puede ver que el sufijo
plural es ‫ ים‬en hebreo e ‫ ין‬en arameo. Igualmente observará que el artículo determinado en
arameo es el sufijo ‫א‬, mientras que en hebreo es el prefijo ‫ה‬.

Puede darse el caso de que una palabra en hebreo es igual a una aramea, pero su significado es
diferente, como constatará el lector al examinar los entries ‫ רחץ‬y (AR) ‫רחץ‬.

Son muchas las lecciones que se aprenden al tener a la vista, de manera simultánea, el arameo
junto con el hebreo, como las relativas a las diferencias de vocalización y el uso del signo de la
Daguesh.

6.      LA FUSION DE LA ‫ ׁש‬CON LA ‫ׂש‬

Básicamente, ‫ ׁש‬y ‫ ׂש‬son la misma letra, y los puntitos que las diferencian no son originales. Es
cierto que la primera suena “sh” y la segunda suena “s”, pero también esta diferencia ha surgido
en el proceso de evolución de los idiomas semíticos.

Sin embargo, no es esto lo que nos ha llevado a fusionar el vocabulario de la ‫ ׁש‬con el de la ‫ׂש‬. La
razón es más bien práctica: El lector que busca una palabra que empieza con ‫ ׂש‬se enfrenta a
menudo con el hecho desagradable de que dicha palabra no aparece. Sólo después de cierto
esfuerzo y tiempo perdido se da cuenta de que había estado buscando bajo la ‫ׁש‬. Esto les ocurre
también a expertos del idioma.

Nuestra solución de fusionar ambos vocabularios en uno solo no es del todo novedoso. También
lo hace el New Bantam-Megiddo Hebrew and English Dictionary, con ventajas muy prácticas
sobre otros diccionarios manuales.

7.      EL COMENTARIO CRITICO TEXTUAL

La importancia que el DHB da al material crítico textual se basa en nuestro deseo porque sea un
instrumento apropiado para la exégesis bíblica y que no pase de largo los problemas que
presenta el corpus de literatura bíblica. Los problemas existen. En la Biblia Hebrea, cuyo texto ha
sido transmitido mediante copiado a mano por más de dos mil años, algunas palabras ofrecen
ciertos problemas a la lectura y a la exégesis. Por ejemplo, hay algunas palabras a las cuales les
falta o les sobra alguna letra. Otras palabras tienen una letra por otra que se asemeja mucho en
su forma. Otras palabras presentan desorden o metátesis en sus letras. También se da el caso de
palabras anómalas que son resultado de la fusión de dos palabras. Otras veces una palabra ha
sido dividida en dos, constituyendo cada una de ellas una palabra extraña y problemática que
puede ocasionar muchos enigmas a la investigación. Estas palabras, aunque sean anómalas, son
incluidas en los léxicos comprensivos de hebreo bíblico, de modo que el que nosotros las
incluyamos no es novedad. Lo novedoso en el DHB es que no acabamos con decirle al lector:
“Léase de otra manera” o “Vea comentarios”. Nosotros explicamos el problema que presenta el
texto y aportamos las mejores soluciones de la crítica textual de todos los tiempos, que en su
mayoría ya forman parte del texto o de las notas de la RVA.

Aunque ilustrar este hecho sólo apelará a los expertos del idioma de la Biblia, veamos el
siguiente ejemplo sacado del DHB:
En Isa_41:24, en lugar de ‫ מֵָאפַע‬se — ‫ ָאפַע‬sugiere leer ‫ מֵ אָֽפֶס‬o simplemente ‫אָֽפֶס‬, si es que la ‫ ם‬del
prefijo es ditto de la ‫ ם‬de la palabra anterior. La RVA ha traducido: etc.

Nuestra labor de diez años en la producción del texto de la Versión Reina-Valera Actualizada
(RVA) nos ha confrontado con numerosos problemas de crítica textual como éste, que no
podemos ni debemos esquivar al traducir las Escrituras. La RVA representa una postura crítico
textual en cada caso particular, pero sus notas de pie de página proveen al lector otras posibles
traducciones que a su vez representan otras posturas de crítica textual. Dichas notas no pueden
ser suficientemente amplias ni técnicas, por las limitaciones de espacio en las Biblias. Por eso es
necesario que el estudiante de la Biblia tenga acceso a instrumentos como el DHB, que le
introduzca a la evaluación de las evidencias sobre las cuales se basan las decisiones
hermenéuticas y de traducción.

Es muy recomendable usar la información crítica del DHB junto con el aparato crítico de la Biblia
Hebraica Stuttgartensia, en donde encontramos un mayor número de sugerencias de la crítica
textual.

Generalmente las formas irregulares nos presentan casos de ditto (ditografía o duplicación),
omisión, metátesis (o transposición de letras), fusión de palabras, segmentación de palabras o
confusión de una letra por otra debido a similaridad tipográfica. Para el DHB, no importa su
forma irregular o anómala, estas palabras constituyen entries lexicográficos, tal como aparecen,
muchas veces con sufijos y prefijos. El DHB no solamente explica cómo pudieron producirse
estos casos anómalos, sino también cómo inciden en la traducción y en la interpretación del
texto.

8.      LA FRASEOLOGIA EN TRANSLITERACION FONETICA

Una sección muy importante de los léxicos comprensivos es la sección fraseológica, que ilustra
cómo se modifica o se amplía el significado de las palabras cuando se combinan con otras
palabras para formar modismos y frases hechas. Hasta 1970 esta sección ha sido presentada en
los léxicos en caracteres hebreos. Recién en 1971, William Holladay introdujo una innovación en
su Lexicon que hemos mencionado: Utilizó la transliteración lingüística, haciendo accesible esta
clase de información a un mayor número de personas.

La transliteración lingüística usa letras latinas, además de una serie de signos diacríticos que se
escriben debajo o encima de las mismas. Estos signos les son conocidos a los estudiantes
avanzados de hebreo bíblico y tienen carácter estándar (Ver Hebreo Bíblico: Texto Programado,
Cuarta Parte). Sin embargo, en dicha obra no hicimos uso de la transliteración lingüística para la
enseñanza del idioma en las fases elementales. Para esto hemos hecho uso de la transliteración
fonética.

Veamos la diferencia entre la transliteración lingüística y la fonética: La primera puede


reproducir un texto consonántico o también incluir los signos diacríticos de las vocales. Por
ejemplo, la palabra hebrea ‫ ׁשָלוים‬puede ser transliterada así: šlwm (sólo las consonantes), o así:
šālôm (las consonantes junto con las vocales). Ahora observe cómo sería la transliteración
fonética de esta palabra al español: shalóm. La transliteración fonética que utilizamos en el DHB
no solamente indica la pronunciación de una palabra, sino también su debida acentuación.
Las palabras o frases en las secciones fraseológicas del DHB aparecen escritas en letras itálicas
para diferenciarlas y hacerlas destacar.

En el segundo artículo de este Apéndice, usted encontrará información detallada acerca de la


transliteración fonética.

9.      LA REDUCCION DEL MATERIAL ONOMASTICO Y TOPONIMICO

La importancia que da el DHB a la parte semántica y a la información crítico textual podría haber
producido un volumen abultado y costoso si no fuera porque hemos reducido u omitido ciertos
tipos de información que no obstante su valor académico, son de importancia secundaria para la
gran mayoría de estudiosos del hebreo. Consideramos que si alguien requiriera de este tipo de
información lo podrá derivar de otros diccionarios comprensivos publicados en inglés o en otros
idiomas.

¿Cuáles son estos tipos de información que hemos preferido limitar, o en su mayor parte
eliminar? Son los términos de carácter onomástico y toponímico.

Los nombres de personas (onomástica) y los nombres de lugares o entes geográficos


(toponimia) ocupan un vasto espacio en los léxicos y diccionarios. Como al estudiante de hebreo
es fácil diferenciar estas palabras en un texto, y su traducción se limita a una mera
transliteración, incluirlas en el diccionario no es de ayuda práctica. Hemos incluido como entries
del DHB los siguientes nombres propios:

a.     Los nombres y epítetos de Dios.

b.     Los nombres de personas y de lugares que tienen tradición etiológica, es decir, una
explicación consignada en la Biblia con respecto a su origen y significado. A esta categoría
pertenecen los nombres de Abraham, de Israel, de Babilonia, etc.

c.     Los nombres simbólicos de personas, tales como Sear-yasuv, que era un hijo del profeta
Isaías. Lo mismo diremos con respecto a Imanuel, que parece haber sido el nombre de otro hijo
del profeta.

d.     Los nombres simbólicos de lugares, como es el caso de Ariel, apelativo de Jerusalén en las
profecías de Isaías. Estos nombres no constituyen propiamente toponimias, sino apelativos
literarios.

e.     Las palabras con respecto a las cuales se discute si se trata de nombres o si se trata de
alguna otra categoría gramatical, y cuya decisión afecte la hermenéutica de un texto. El DHB
especifica los casos relativos a alguna decisión del equipo editorial de la RVA. Tal es el caso de la
palabra Ucal y de la palabra Itiel en Pro_30:1 (Ver la nota de la RVA).

Estos temas son de gran atractivo a los estudiantes de Biblia, y son ellos precisamente los que
faltan en los diccionarios que no han sido diseñados con criterio didáctico.

10.      LA OMISION DEL MATERIAL LINGUISTICO-COMPARATIVO, ESTADISTICO Y BIBLIOGRAFICO

Otra cosa que el experto va a observar de inmediato en el DHB es la omisión de tantas palabritas
escritas en caracteres árabes, siríacos, coptas, y las palabras transliteradas del acadio, del
fenicio, del egipcio, del ugarítico, etc. Estos aportes de la lingüística comparativa son de gran
valor para el estudio del idioma de la Biblia, pero juzgamos que quien tenga acceso al siríaco o al
copta, también lo tendrá al inglés o al alemán, por lo cual le será más útil consultar las
monumentales obras de referencia ya publicados en dichos idiomas.

Cuando los estudios asiriológicos estaban de moda y muchos textos en escritura cuneiforme
fueron descifrados, contribuyendo mucho al estudio del hebreo bíblico, los léxicos solían incluir
el equivalente acádico de muchas palabras hebreas afines. El mismo exceso puede cometerse
ahora que están de moda los estudios ugaríticos, después de la interpretación de los textos
escritos en idioma ugarítico que fueron descubiertos en Ugarit (Ras Shamra). Debido al gran
parecido del ugarítico con el hebreo bíblico, puede haber la tendencia de verlo todo en función
del idioma y de los documentos ugaríticos.

La lingüística comparativa constituye un valioso instrumento para la dilucidación del significado


de las palabras y textos hebreos. Su información es muy útil para quien conozca dichos idiomas
del mundo de la Biblia, pero no es primordial para el dominio del hebreo. Por eso hemos visto
conveniente omitir este tipo de información para conceder más espacio al tratamiento de otros
asuntos de prioridad.

Junto con la información de la lingüística comparativa algunos diccionarios incluyen también


información estadística, es decir, indican la frecuencia con que son usadas las palabras en un
corpus de literatura. De la misma manera, se incluye información bibliográfica relativa a los
eruditos e investigaciones que han contribuido a la investigación lexicográfica. Todo esto hemos
omitido, conscientes de su importancia, pero esperando que el interesado acuda a las fuentes
indicadas para ello.

El Sistema De Vocablos Numerados Por Strong

A este diccionario de hebreo bíblico se le ha agregado el sistema de vocablos numerados


elaborado por el doctor James Strong, sistema que él aplicó a su conocida obra Strong’s
Exhaustive Concordance to the Holy Bible.

Otra sección especial de este diccionario se encuentra en las páginas finales; se trata de un
índice español al hebreo.

Conviene una breve explicación de por qué hemos usado el sistema de Strong y de cómo usar
los números en el diccionario y en el índice.

El porqué del uso del sistema Strong es sencillo: Es el sistema numérico que ha ganado más
aceptación entre los eruditos bíblicos para organizar el vocabulario hebreo de los libros del
Antiguo Testamento. Se usa en obras de gramática y de lexicografía, como también en Biblias y
programas de computadora. Sin ser un sistema perfecto (pues por diferencias de puntos de
referencia hay unas palabras en el diccionario que no tienen un número en el sistema de
Strong), la amplitud de su uso en varios idiomas lo recomienda altamente y lo hace el sistema de
predilección.

El uso de los números facilita referencias de profesor a alumno, o de estudiante a estudiante,


sobre un vocablo dado. Y con el índice español a hebreo, el diccionario llega a ser una
herramienta de más amplio uso en las manos de predicadores y maestros que, sin haber tenido
la oportunidad de estudiar el hebreo, quieren enriquecer sus estudios, lecciones o sermones.
Buscando en el índice, uno encuentra el número o los números de vocablos hebreos que han
sido traducidos con cierta palabra o frase en español. Luego ubicando este número o números
en el cuerpo del diccionario, el estudio de la palabra o frase se enriquece y su comprensión se
profundiza.

Sea para el erudito o para el neófito, el sistema numérico de Strong ofrece sus ventajas reales.
Se lo recomendamos,

Los editores
Editorial Mundo Hispano

B)      INTRODUCCION A LA TRANSLITERACION FONETICA DEL HEBREO

El uso de la transliteración fonética se ha incrementado en el campo de las comunicaciones en el


moderno estado de Israel. En la Encyclopaedia Judaica se dedica considerable espacio a la
presentación de las normas convencionales de la transliteración fonética al inglés. También para
la transliteración fonética al español se usan ciertas pautas convencionales, las cuales no han
sido aún sistematizadas. Esperamos que el presente artículo, que constituye quizás el primer
intento de sistematización, contribuya en este respecto y sirva a los propósitos prácticos del
DHB.

La transliteración fonética del hebreo a un idioma determinado es la representación de las


palabras hebreas en los caracteres propios del idioma al cual se translitera. Siendo el español el
caso nuestro, la transliteración ha de tener como objetivo que cualquier persona que lee bien el
español pueda leer una palabra o frase hebrea en transliteración, con su debida pronunciación y
acentuación. Para lograr este objetivo no debe usarse de signos diacríticos ajenos a los del
español. Lamentablemente, muchos de nuestros textos teológicos que han sido traducidos al
español del alemán o del inglés, nos transfieren la transliteración fonética a dichos idiomas e
impiden que nuestros estudiantes puedan jamás obtener un conocimiento respetable de las
cosas aprendidas de segunda y tercera manos.

En español, el primer intento de usar la transliteración fonética, en lugar de la transliteración


lingüística, como recurso didáctico ha sido nuestra obra Hebreo Bíblico: Texto Programado. En el
DHB las normas usadas en dicho texto hah sido mejor elaboradas para atender a las necesidades
de tipo técnico. Las pequeñas diferencias que el lector detecte entre las pautas usadas allí y en
el DHB, se deben a que en Hebreo Bíblico hemos optado muchas veces por forzar un poco la
pronunciación de ciertas palabras para ayudar al estudiante de habla hispana a librarse de
ciertos vicios de pronunciación que muchas veces le impone el molde de su idioma, como por
ejemplo el tomar la ‫ ה‬como un equivalente exacto de la H, restándole su valor fonético.

1.      REPRESENTACION FONETICA DE LAS CONSONANTES

En el DHB hemos representado las consonantes hebreas de la siguiente manera:

‫א‬ – (Muda) ‫ל‬ – l


‫ּב‬ – b ‫ מ‬,‫ם‬ – m

‫ב‬ – v ‫ נ‬,‫ן‬ – n

‫ ּג‬,‫ג‬ – g ‫ס‬ – s

‫ ּד‬,‫ד‬ – d ‫ע‬ – (Muda)

‫ה‬ – h ‫ּפ‬ – p

‫ו‬ – v ‫ פ‬,‫ף‬ – f

‫ז‬ – z ‫ צ‬,‫ץ‬ – ts

‫ח‬ – j ‫ק‬ – q

‫ט‬ – t ‫ר‬ – r

‫י‬ – y, i ‫ׂש‬ – s

‫ ּכ‬,‫ּך‬ – k ‫ׁש‬ – sh

‫ כ‬,‫ְך‬ – j ‫ ּת‬,‫ת‬ – t

Conviene que aclaremos los valores fonéticos de esta tabla, puesto que en términos generales
han sido adoptados en la ortografía de nombres propios en el texto de la RVA y en la
transliteración de palabras y frases en sus notas de pie de página:

La Alef (‫ )א‬y la Ayin (‫)ע‬, por ser mudas, generalmente no se representan en la transliteración
fonética. Esto sucede sobre todo si van al comienzo de una palabra, por ejemplo: ‫אֵ ם‬, “madre”,
se translitera em, y la palabra ‫עַם‬, “pueblo”, se translitera am. Sin embargo, ambas son
representadas en el DHB cuando dentro de una palabra siguen a un glottal stop, es decir, a una
pausa producida mediante la contracción de la glotis. Por ejemplo, la palabra ‫קיראִים‬
ְ debe leerse
qor’ím, y no qorím (que sería la transliteración de ‫)קירים‬.
ִ

La Bet (‫ )ּב‬con el punto enfático de la Daguesh se translitera “b” y se pronuncia con fuerza en los
labios. Sin dicho puntito la transliteramos “v”, y la pronunciamos con suavidad. Aunque en
español no hacemos distinción fonética entre la “b” y la “v”, en otros idiomas, entre ellos el
hebreo, la diferencia puede cambiar el significado de las palabras.

La Guímel (‫ )ג‬se representa “g”, lleve o no lleve el punto de la Daguesh, porque éste no afecta su
pronunciación. Pero como la Guímel tiene un solo fonema en hebreo (lo que no ocurre con la
“g”, la cual cambia de fonema según la vocal o vocales que le siguen, como en las palabras gato,
gente y guerra) en el hebreo tiene un solo fonema fuerte. Para hacer resaltar esto, optamos por
transliterar la palabra ‫ נֶגֶב‬como Néguev, en lugar de Négev (que en castellano sonaría como
Néjev).

La Dálet (‫ )ד‬la representamos con “d”, tenga o no tenga el punto de la Daguesh.

La Hei (‫ )ה‬siempre la representamos con “h”, pero la pronunciamos como una “j” suave. Sólo
cuando va al final de una palabra es muda y no se pronuncia.
La Vav (‫ )ו‬la representamos con la “v”, salvo cuando tiene función de vocal “o” o de vocal “u”.
Pero en caso de que el punto de la Vav sea Daguesh y no la transforma en vocal “u”, se
transliterará simplemente como “v”, como en el caso de la palabra ‫אֲ נַּוֵהּו‬, anavéhu. Hay un caso
que podría ser considerado anómalo: Cuando la ‫ ו‬representa la fusión de la Vav con el puntito
de la vocal “o”, se translitera “vo”, como en el caso de ‫עוין‬, avión (nunca ha de leerse aón).

Un caso algo raro es el de la palabra ‫מַ ְעּבָדֵ יהֶם‬, en que la ‫ ע‬intermedia no se representa porque no
se la pronuncia con la glotis: mabadeihém.

La Yod (‫ )י‬se representa con “y” y en pocos casos con “i”, como en el ejemplo clásico de Israel
(que nosotros nunca transliteramos Yisrael).

La Kaf (‫ ך‬,‫ )ך‬se translitera igual en sus dos formas. La presencia del punto de la Daguesh le da el
sonido fuerte “k”, y su ausencia le da el sonido flojo de “j”.

La Mem (‫ ם‬,‫ )ם‬es transliterada igual en sus dos formas.

La Nun (‫ ן‬,‫ )ן‬también es transliterada igual en sus dos formas.

La Pe (‫ פ‬,‫ )פ‬es transliterada igual en sus dos formas, pero la presencia del punto de la Daguesh le
da el sonido fuerte de “p” y su ausencia le da el sonido flojo de “f”.

La Tsade (‫ ץ‬,‫ )ץ‬es transliterada igual en sus dos formas.

La Shin (‫ )ׁש‬es transliterada con la combinación de las consonantes “sh”. Por otro lado la Sin (‫)ׂש‬
es transliterada con “s”. En la transliteración fonética no se hace diferencia entre Sámej (‫ )ס‬y Sin
(‫)ׂש‬, ya que fonéticamente son iguales, aunque son muy diferentes ortográfica y
etimológicamente.

La Tav (‫ )ת‬es transliterada con “t”, ya lleve o no el punto de la Daguesh. Al respecto de la ‫ת‬
conviene decir que descartamos por completo su transliteración con “th” como lo hacen los
textos transliterados al inglés, y lo que es aun peor, su pronunciación como “s”, que es un vicio
grave y común en la comunidad judía de Europa oriental, modelada por la influencia del dialecto
Yidish.

2.      REPRESENTACION FONETICA DE LAS VOCALES

En la transliteración fonética las vocales se representan con los signos de las vocales del español,
sin la adición de signos diacríticos, como para sentar una equivalencia con las diversas
representaciones que puede tener una sola vocal en la vocalización masorética.

En el caso del signo de Shva (:), si las reglas de la pronunciación indican que sí suena, se la
representa simplemente con la vocal “e”. Cuando no suena, no se la representa.

Las reglas de la vocalización del signo Shvá se encuentran en Hebreo Bíblico, págs. 360–366.

3.      OTRAS GENERALIDADES DE LA TRANSLITERACION FONETICA DEL DHB

En cuanto al punto de la Daguesh, cuando su función es “duplicar” o fortalecer una determinada


consonante en ciertas formas verbales, como en Piel, optamos por no escribir dicha consonante
dos veces, ya que esto no tiene importancia fonética. De este modo, la palabra ‫ ּדִ ּבֵר‬no la
transliteramos dibber, como se hace en la transliteración lingüística, sino solamente dibér.

Siendo el hebreo un idioma aglutinativo en el cual más de una función sintáctica puede ser
indicada en una sola palabra mediante el uso de prefijos, hemos optado por separar los
componentes aglutinados de una palabra mediante el uso del guión, como en el caso de la Hei
que funciona como artículo y de la Vav que representa a la conjunción. Por ejemplo, la palabra
‫ּׁשה‬
ָ ‫ ָה ִא‬es transliterada ha-isháh, “la mujer”; la palabra ‫ וְאַּתָ ה‬es transliterada ve-atah “y tú”; y la
palabra ‫ ּב ְֵראׁשִית‬es be-reshit, “en el principio”, etc.

Con el uso de la transliteración fonética esperamos dar un impulso considerable a los estudios
de hebreo bíblico en nuestro mundo hispano. En el DHB la usamos exclusivamente en la sección
de FRASEOLOGIA, es decir, la parte donde se presentan las frases hechas, los modismos y otros
tipos de expresiones que tienen sentido global, mientras que traducirlas literalmente por sus
partes conduce a un sentido ajeno y hasta absurdo. De esta manera, el DHB suple el gran vacío
que dejaría cualquier traducción interlineal del Antiguo Testamento, vacío que obstaculiza el
aprendizaje normal del idioma de la Biblia y que puede tener resultados desastrosos para la
exégesis y la hermenéutica. Como indicamos en la Introducción, se hace necesaria la publicación
de una Biblia Hebrea en español, que sin dejar de ser literal no caiga en las exageraciones de
una traducción interlineal.

C)      TABLAS LEXICOGRAFICAS SINOPTICAS

Cierto tipo de material lexicográfico, diseminado en el DHB forma parte de grupos o familias de
palabras que también conviene presentar de manera agrupada y global. Esto favorece las
asociaciones entre las palabras y los conceptos, da mayor amplitud a las referencias y enriquece
el estudio bíblico. Las tablas que hemos confeccionado tienden un puente con el Diccionario
Bíblico. No queremos hacer del DHB un Diccionario Bíblico, ni mucho menos una Concordancia,
lo cual afectaría su manuabilidad. Aparte de las definiciones y las notas escuetas que damos al
pie de las tablas, todo otro tipo de información tendrá que ser buscado en un Diccionario
Bíblico.

Las diez Tablas Lexicográficas Sinópticas del DHB son:

1.     Tabla del alfabeto hebreo

2.     Tabla de los numerales

3.     Tabla de los días de la semana

4.     Tabla de los meses del año hebreo

5.     Tabla de las festividades de Israel

6.     Tabla de pesas y medidas

7.     Tabla de las tribus de Israel

8.     Tabla de los dioses de las naciones

9.     Tabla de los nombres de Dios


10.     Tabla de los libros de la Biblia Hebrea

1.      TABLA DEL ALFABETO HEBREO

Nombres Tipo Cananeo Tipo Arameo Trans-lite-ración


de las letras Arcaico Cuadrado

——————————————————————————————————————

Alef ‫א‬ (˒)

Bet ‫ב‬ B

Guímel ‫ג‬ G

Dálet ‫ד‬ D

Hei ‫ה‬ H

Vav ‫ו‬ V

Záyin ‫ז‬ Z

Jet ‫ח‬ Ḥ

Tet , ‫ט‬ Ṭ

Yod ‫י‬ Y

Kaf ‫ך‬ K

Lámed ‫ל‬ L

Mem ‫ם‬ M

Nun ‫ן‬ N

Sámej , ‫ס‬ S

Ayin ‫ע‬ (˓)

Pe ‫פ‬ P

Tsade ‫ץ‬ Ṣ

Qof ‫ק‬ Q

Resh ‫ר‬ R

Shin ‫ש‬ Š, Ś

Tav ‫ת‬ T

NOTAS:
Es un hecho reconocido el que antes del Exilio a Babilonia, los documentos bíblicos fueron
escritos en los caracteres de tipo cananeo o arcaico. Fue a partir de los días de Esdras y
Nehemías cuando dichos documentos fueron copiados en los caracteres de tipo arameo o
cuadrado, cuya forma se ha conservado hasta el presente. Este cambio de tipografía marca una
pauta de carácter cronológico que hace posible trazar la época a que pertenecen muchas
variantes de los manuscritos bíblicos. Por ejemplo, el marcado parecido entre la (la Mem en tipo
arcaico) y la (la Shin en tipo arcaico), puede explicar por qué en algunos textos de la Biblia
Hebrea se confunden la ‫ ם‬con la ‫ש‬. Cuando se verifican casos semejantes se abre camino una
hipótesis de la crítica textual: La confusión se produjo antes de Esdras y Nehemías. El DHB
explica varios de estos casos.

La diferencia entre la transliteración lingüística que damos en la tabla y la que damos en la tabla
de Hebreo Bíblico pág. 101 se debe a que allí se pone énfasis en la derivación tipográfica de las
letras latinas de las letras arcaicas del hebreo, pasando por la mediación de la tipografía griega.

2.      TABLA DE LOS NUMERALES

Forma Masculina: Forma Femenina:

——————————————————————————————————————

1. ‫ֶאחָך‬ ‫ַאחַת‬

2. ‫ׁשנַי ִם‬
ְ ‫ׁשְּתַ י ִם‬

3. ‫ׁשה‬
ָ ‫ׁשְלי‬ ‫ׁשָליׁש‬

4. ‫ַאר ָּבעָה‬
ְ ‫ַארּבַע‬
ְ

5. ‫ׁשה‬
ָ ‫ֲח ִמ‬ ‫חָמֵׁש‬

6. ‫ּׁשה‬
ָ ‫ׁש‬ִ ‫ׁשֵׁש‬

7. ‫ׁש ְבעָה‬
ִ ‫ׁשֶ בַע‬

8. ‫ׁשְמינָה‬ ‫ׁשְמינֶה‬

9. ‫ׁשעָה‬
ְ ִ‫ּת‬ ‫ּתֵ ׁשַ ע‬

10. ‫ׂש ָרה‬


ָ ‫ֲע‬ ‫עֶׂשֶר‬

11. ‫ׂשר‬
ָ ‫ַאחַד ָע‬ ‫ֶׂשְרה‬
ֵ ‫ַאחַת ע‬

12. ‫ׂשר‬
ָ ‫ׂשְ נֵים ָע‬ ‫ֶׂשְרה‬
ֵ ‫ׁשְּתֵ ים ע‬

13. ‫ׂשר‬
ָ ‫ׁשְליׁשָ ה ָע‬ ‫ׁשְליׁש עֶׂשְ ֵרה‬

14. ‫ׂשר‬
ָ ‫ַאר ָּבעָה ָע‬
ְ ‫ַארּבַע עֶׂשְ ֵרה‬
ְ

15. ‫ׂשר‬
ָ ‫חֲמִּׁשָ ה ָע‬ ‫חֲמֵׁש ע ֵֶרה‬

16. ‫ׂשר‬
ָ ‫ׁשִּׁשָ ה ָע‬ ‫ֶׂשְרה‬
ֵ ‫ׁשֵׁש ע‬
‫‪17.‬‬ ‫ׂשר‬
‫ׂשִ ְבעָה ָע ָ‬ ‫ׁשְ בַע עֶׂשְ ֵרה‬

‫‪18.‬‬ ‫ׂשר‬
‫ׁשְמינָה ָע ָ‬ ‫ׁשְמינֶה עֶׂשְ ֵרה‬

‫‪19.‬‬ ‫ׂשר‬
‫ּתִ ׁשְ עָה ָע ָ‬ ‫ּתְ ׁשַ ע עֶׂשְ ֵרה‬

‫‪20.‬‬ ‫ֶעׂש ְִרים‬ ‫עֶׂשְ ִרים‬

‫‪21.‬‬ ‫עֶׂשְ ִרים ְו ֶאחַד‬ ‫ֶׂשְרים וְַאחַת‬


‫ע ִ‬

‫‪22.‬‬ ‫ׁשנַי ִם‬


‫ֶׂשְרים ּו ְ‬
‫ע ִ‬ ‫ֶׂשְרים ּוׁשְּתַ י ִם‬
‫ע ִ‬

‫‪23.‬‬ ‫ׁשה‬
‫ֶׂשְרים ּוׁשְלי ָ‬
‫ע ִ‬ ‫עֶׂשְ ִרים וְׁשָליׁש‬

‫‪24.‬‬ ‫ְַאר ָּבעָה‬


‫עֶׂשְ ִרים ו ְ‬ ‫ְַארּבַע‬
‫ֶׂשְרים ו ְ‬
‫ע ִ‬

‫‪25.‬‬ ‫ּׁשה‬
‫ֶׂשְרים ְו ֲח ִמ ָ‬
‫ע ִ‬ ‫ֶׂשְרים ְו ָחהֵׁש‬
‫ע ִ‬

‫‪26.‬‬ ‫ּׁשה‬
‫ׁש ָ‬‫ֶׂשְרים ְו ִ‬
‫ע ִ‬ ‫ֶׂשְרים וְׁשֵּׁש‬
‫ע ִ‬

‫‪27.‬‬ ‫ׁש ְבעָה‬


‫ֶׂשְרים ְו ִ‬
‫ע ִ‬ ‫עֶׂשְ ִרים וְׁשֶ בַע‬

‫‪28.‬‬ ‫עֶׂשְ ִרים ּוׁשְמינָה‬ ‫ֶׂשְרים ּוׁשְמינֶה‬


‫ע ִ‬

‫‪29.‬‬ ‫ֶׂשְרים וְתִ עׁשעָה‬


‫ע ִ‬ ‫עֶׂשְ ִרים וְּתֵ ׁשַ ע‬

‫‪30.‬‬ ‫ׁשְליׁשִים‬ ‫ׁשְליׁשִים‬

‫‪40.‬‬ ‫ַאר ָּבעִים‬


‫ְ‬ ‫ַאר ָּבעִים‬
‫ְ‬

‫‪50.‬‬ ‫ֲח ִמּׁשִים‬ ‫חֲמִּׁשִים‬

‫‪60.‬‬ ‫ׁשּׁשִים‬
‫ִ‬ ‫ׁשִּׁשִים‬

‫‪70.‬‬ ‫ׁש ְבעִים‬


‫ִ‬ ‫ׁשִ ְבעִים‬

‫‪80.‬‬ ‫ׁשְמינִים‬ ‫ׁשְמינִים‬

‫‪90.‬‬ ‫ׁשעִים‬
‫ּתִ ְ‬ ‫ּתִ עׁשעִים‬

‫‪100.‬‬ ‫מֵָאה‬ ‫מֵָאה‬

‫‪200.‬‬ ‫מָ אתַ י ִים‬ ‫מָ אתַ י ִים‬

‫‪300.‬‬ ‫ׁשְליׁש מֵאוית‬ ‫ׁשְליׁש מֵ אוית‬

‫‪400.‬‬ ‫ַארּבַע מֵאוית‬


‫ְ‬ ‫ַארּבַע מֵ אוית‬
‫ְ‬

‫‪500.‬‬ ‫חֲמֵׁש מֵאוית‬ ‫חֲמֵׁש מֵ אוית‬

‫‪600.‬‬ ‫ׁשֵׁש מֵאוית‬ ‫ׁשֵׁש מֵ אוית‬

‫‪700.‬‬ ‫ׁשְ בַע מֵאוית‬ ‫ׁשְ בַע מֵ אוית‬

‫‪800.‬‬ ‫ׁשְמינֶה מֵאוית‬ ‫ׁשְמינֶה מֵ אוית‬


900. ‫ּתְ ׁשַ ע מֵאוית‬ ‫ּתְ ׁשַ ע מֵ אוית‬

1000. ‫ֶאלֶף‬ ‫אֶ לֶף‬

2000. ‫ַא ְל ַּפי ִם‬ ‫ַא ְל ַּפי ִם‬

3000. ‫ׁשְליׁשֶת ֲא ָלפִים‬ ‫ׁשְליׁשֶת אֲ ָלפִים‬

4000. ‫ַאר ַּבעַת ֲא ָלפִים‬


ְ ‫ַאר ַּבעַת אֲ ָלפִים‬
ְ

5000. ‫חֲמֵׁשֶת ֲא ָלפִים‬ ‫חֲמֵׁשֶת אֲ ָלפִים‬

6000. ‫ׁשֵׁשֶת ֲא ָלפִים‬ ‫ׁשֵׁשֶת אֲ ָלפִים‬

7000. ‫ׁשִ ְבעַת ֲא ָלפִים‬ ‫ׁשִ ְבעַת אֲ ָלפִים‬

8000. ‫ׁשְמינַת ֲא ָלפִים‬ ‫ׁשְמינַת אֲ ָלפִים‬

9000. ‫ּתִ ׁשְ עַת ֲא ָלפִים‬ ‫ּתִ ׁשְ עַת אֲ ָלפִים‬

10,000. ‫עֲׂשֶ ֶרת ֲא ָלפִים‬ ‫ֲׂשֶרת אֲ ָלפִים‬


ֶ ‫ע‬

Los Números Ordinales:

1° ‫ִראׁשוין‬ ‫ִראׁשוינָה‬

2° ‫ׁשנִי‬
ֵ ‫ׁשְ נִי ָה‬

3° ‫ׁשלִיׁשִי‬
ְ ‫ׁשְ לִיׁשִית‬

4° ‫ְרבִיעִי‬ ‫ְרבִיעִית‬

5° ‫ֲחמִיׁשִי‬ ‫חֲמִיׁשִית‬

6° ‫ׁשּׁשִי‬
ִ ‫ׁשִׁשִית‬

7° ‫ׁשבִיעִי‬
ְ ‫ׁשְ בִיעִית‬

8° ‫ׁשמִינִי‬
ְ ‫ׁשְמִינִית‬

9° ‫ּתְ ׁשִיעִי‬ ‫ּתְ ׁשִיעִית‬

10° ‫ִירי‬
ִ ‫ֲעׂש‬ ‫ֲׂשִירית‬
ִ ‫ע‬

NOTAS:

La concordancia de los adjetivos numerales y los sustantivos desobedece las reglas, pues las
formas masculinas de los numerales concuerdan con sustantivos femeninos, y viceversa.

En nuestro libro de Hebreo Bíblico enseñamos también el uso de las letras hebreas con valores
numéricos, pero por ser este uso postbíblico omitimos hacer esto aquí.

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