Unidad1.Contextualización de La Ética
Unidad1.Contextualización de La Ética
Unidad1.Contextualización de La Ética
ÉTICA
TABLA DE CONTENIDOS
Esquema ........................................................................................................................... 3
Breve Descripción del Capítulo ......................................................................................... 4
Objetivos ........................................................................................................................... 4
Contextualización .............................................................................................................. 5
1.1. Problemática actual de la Ética. ......................................................................... 5
1.2. Fundamentación de la Ética. .............................................................................. 6
1.2.1. Conceptualizaciones. .................................................................................. 6
1.2.2. El Hecho o acción Moral. ............................................................................ 7
1.2.3. Fundamentación Antropológica.................................................................. 9
1.2.4. Fundamentación Filosófica. ...................................................................... 16
1.3. Ética de mínimos en una sociedad plural. ........................................................ 27
1.3.1. Ciudadanía y praxis ética. .......................................................................... 31
Bibliografía ...................................................................................................................... 35
Esquema
Fundamentos de la ética.
valoración moral como aspectos del ser humano desarrolla en su formación como
Objetivos
Contextualización
Ante esta situación un poco crítica, es necesario afirmar que la formación ética
a nivel de la académica, contribuirá a ser el nexo moral que permitirá el análisis,
reflexión y gestión de decisiones correctas frente a un escenario permisivo y corrupto
en todas las esferas de la sociedad. Por eso, en referencia a la formación griega antigua
del siglo III a. C, planteamos la necesidad de educar a la persona en su proceso cognitivo
de desarrollo moral según Peaget, para que los padres formen desde la más temprana
edad en sus hijos, la conciencia ética que les permita fortalecer y desarrollar principios
y valores necesarios que permitan el bien de la familia, la sociedad, la política y la
economía.
1.2.1. Conceptualizaciones.
Mientras que el término moral, proviene del latín “mos, moris”, que significa
costumbre personal, adquirida por hábito en relación con las normas de
1
Los diferentes elementos que componen la totalidad del hombre son, en primer lugar, de los actos en
los que se desarrolla: el conocimiento, la libertad, la acción, el sentimiento y la conciencia de la figura de
la vida en la memoria y la previsión. Y, finalmente, de su composición sustancial: cuerpo espiritualizado
(espíritu corporeizado).
tanto los de la conducta y vida interior de cada ser humano individual, como los que se vinculan
a fines, normas y conductas de grupos e instituciones” (Colegio24hs, 2004, p. 5).
La formación moral nos lleva a distinguir la acción3 personal (Guardini, 2000, pág.
121) a partir de valores que se desarrollan en el proceso de crecimiento psicológico y
físico del ser humano. Por eso, existe el refrán “educa a un niño en valores para que, en
un futuro próximo, la justicia legal no justifique penalizar y encerrar a un adulto vicioso,
pervertido y corrupto”. Los valores, así aprehendidos en la práctica del ambiente familiar
se denomina ética de máximos, y éstos al ser expresados en sociedad constituye la ética
de mínimos donde se hace posible la experiencia axiológica de Occidente4.
2
Las éticas de máximos invitan o dan consejos desde la experiencia vivida en primera persona o desde la
experiencia heredada de quienes merecen confianza. Por ello son importantes las aportaciones
científicas. (…). Una ética de mínimos propone los mínimos axiológicos y normativos compartidos por la
conciencia de una sociedad pluralista, desde cada quien en plena libertad hace su oferta de máximos y
desde los que los miembros de una sociedad pueden tomar decisiones morales compartidas en cuestiones
de ética aplicada.
3
Esquemáticamente: con el conocimiento atraigo la realidad al ámbito de la consciencia y me adueño de
su significado. Con el acto de voluntad libre tomo postura interiormente frente a eso ya conocido y me
decido por una conducta. El tercer acto es la acción, es decir: sobre la base del conocimiento y de la
decisión vuelvo a la realidad, la capto, dispongo de ella y le doy forma.
4
Occidente es la situación geográfica mundial que relaciona a toda persona que vive en Europa, y
América.
antropológica de la ética, donde se explicará la génesis del por qué el ser humano es un
ser ético.
El ser humano como parte del mundo y como consciencia reveladora del mismo,
es un ser que se dona en la interacción y encuentro5 (Guardini, 2000, pág. 187) con otros
seres humanos y la naturaleza. Y ha construido su propia existencia en relación con los
demás en sociedad, en la que ha dejado su huella como ser histórico. Expresando en su
origen evolutivo su situación nómada (13.000 y 11.000 años a. C 6 ), como errante
peregrino que buscó tierras fértiles, climas agradables para la recolección de frutas y
caza de animales que fueron indispensables para la sobrevivencia de su especie 7 .
Demostró, ante todo, que fue capaz de sobrevivir en relación con el cuidado de los
recursos naturales, la domesticación de cabras, ovejas y los primeros asentamientos
para la crianza de animales para el consumo alimenticio8; empero, se enfrentó a grupos
o ayllus que buscaban apoderarse de los recursos obtenidos armando el saqueo y la
destrucción del cultivo.
5
Encuentro en sentido propio solo se da en la manera en que el hombre se encuentra con la realidad.
6
Enrique Mingo. Cuando el hombre dejó la cueva. 2007. 1
7
Llamado también Neolítico Precerámico: entre 11.000-10.000 años a. C. Pasa de nómada a sedentario y
con ellos empieza la agricultura con la siembra de vegetales.
8
Aparece la ganadería, en la época llamada Neolítico Precerámico: entre 10.000 – 9.000 años a. C.
9
Remedios Sala Galcerán, La domesticación de los animales en el Neolítico. 2014. 1
10
El hombre tiene el poder de conocer. La conducta ética solo puede surgir del conocimiento, de la
constatación de la verdad. (…) Al conocer lo que existe – una cosa, un suceso, una relación, - actúa sobre
2000, pág. 115) a partir del mejoramiento de técnicas agrícolas, que mejoraron la
producción de alimentos.
La historia antigua mostró que el desarrollo social del ser humano estuvo
evidenciado por la dualidad entre la guerra y la paz, el amor y el odio, la vida y la muerte,
la libertad y la esclavitud, la riqueza y la pobreza, la marginación y la explotación, la
abundancia y el hambre, la salud y la enfermedad, la sabiduría y la ignorancia, el poder
y la impotencia; es decir, desde un comienzo estuvo atravesado en su práctica por la
ambición de ser más que el otro, de someter con nuevas técnicas y estrategias de guerra,
a aquellos pueblos más pacíficos que se sometían a la autoridad del imperio.
que evitaron el caos personal y social, donde aparecieron las leyes y se organizaron
comunidades políticas, económicas, religiosas, y educativas.
Si un hijo ha golpeado a su padre, se le amputará la mano. “En base a las Leyes de Talión,
ese conjunto de leyes establecía que todo criminal debería ser castigado de forma
proporcional al crimen que cometió. Sin embargo, las sanciones ocurrían de acuerdo
con la posición que el criminal ocupaba en la jerarquía social, resultando así en plumas
bastante variadas. (Hammurabi, 2018)
Igualmente, la historia hebrea narra a Moisés (3050 a.C) quién creció como
príncipe egipcio, y es el profeta más importante del judaísmo. A quien Dios le dio el
mandato de liberar a su pueblo del yugo del faraón: “yo soy el que soy”, salió a favor del
pueblo de Israel que estaba esclavizado en Egipto. Les proporcionó el código de la
alianza, los diez mandamientos, con la finalidad de obedecerlos y vivir como pueblo
libre, justo y en paz.
No obstante, fue la Grecia antigua del siglo VI a.C que reflexionó sobre lo bello,
lo bueno, lo verdadero, lo noble, que existe en las personas, animales y en la naturaleza
fundamento de la armonía. A lo bello, fuerte, valeroso y bueno, lo llaman areté. Así
aparece el areté del caballo, del guerrero, de la naturaleza en su expresión de belleza,
majestuosidad y nobleza. Y se constituyó en la primera sociedad occidental que buscó
convertirse en sociedad virtuosa.
13
La identidad personal del hombre exige que él no puede ser objeto, sino sujeto. Y, en caso de que sea
objeto de una conducta, tendrá que intervenir en ella como un tú.
Aparece la ética, que define a la conciencia como la capacidad moral que posee
el ser humano para decidirse actuar bien o mal, correcta o incorrectamente. Es la
consejera o la voz interior que como ley natural, guía de manera inteligente la forma de
proceder responsablemente y no pasionalmente a la persona. Esta reconoce si un acto
es bueno o malo, si es voluntario o involuntario, o si ha sido realizado con autonomía y
libertad.
De tal modo, toda acción moral tiene una intencionalidad, esto es, plena
conciencia del acto que debe ser voluntario y libre ante la finalidad respectiva. Por tal
razón, Aristóteles en la Ética a Nicómaco señaló que existen medios para alcanzar un fin,
es decir una serie de “acciones rectas” (Aristóteles, 2014, p. 55) que llevan a un fin
correcto, lícito en relación a un bien: “Toda arte y toda investigación, igualmente toda
acción y libre elección parecen tender a algún bien; por esto se ha manifestado, con
razón que el bien es aquello hacia lo que todas las cosas tienden”. (Aristóteles, 2014, p.
23). Se escogen los medios para lograrlo y se buscan motivos para emprender esa
acción, cuyos resultados pueden o no coincidir con el fin propuesto.
Para evitar esta dicotomía en la acción, la ética afianza los medios morales hacia
un fin bueno, lícito, correcto. Igualmente se exige la reflexión y análisis ético de los
medios más adecuados para alcanzarlo. De esta forma,
Querer el fin es estar dispuesto a poner los medios. Por ejemplo, no diríamos de nadie
que intenta ayudar a alguien si no pone los medios para prestar tal ayuda. Esto sucede
porque, en primer lugar, es imposible querer ayudar a alguien sin estar dispuesto a
buscar los medios necesarios para hacerlo. En segundo lugar, porque resulta increíble
que alguien esté dispuesto a poner tales medios sin ponerlos, a no ser que tenga una
explicación satisfactoria (López, 1991, p. 353).
Poner los medios adecuados para alcanzar un fin correcto, según López, es de
gran ayuda, por lo que se convierte en un acto moral bueno, donde se implica el valor
de la solidaridad y la libertad14 (Guardini, 2000, pág. 119) como la capacidad que tiene
la persona de actuar de forma responsable, respetuosa y voluntaria. Solo así, la
conciencia moral discierne el sentido de la acción evaluando la misma como acto moral
correcto o incorrecto, lícito o ilícito, logrando en muchos de los casos desarrollar y
fortalecer el valor moral.
14 La acción libre nace del inicio vital de mi interior; del movimiento autónomo de mi espíritu; de la
decisión por la que yo dispongo de mí mismo. De este modo, la acción libre me pertenece de forma
totalmente distinta a como me pertenece la que no es libre (…). De la acción libre, yo me sé responsable;
de la no libre, no.
tratado como un fin y no como medio para alcanzar ese fin; caso contrario, la ley
promueve responsabilizarse de las consecuencias de los actos.
Así lo avala, la teoría de los Derechos Humanos declarados por la UNESCO, donde
la persona sin excepción alguna posee una inviolabilidad que brota de la justicia; por
tanto, se constituye en un valor y no en un objeto o cosa. De esta manera, la persona
desde la niñez, adolescencia, juventud y adultez va desarrollando y practicando los
valores adquiridos en etapas anteriores, con el único fin de alcanzar la felicidad tan
anhelada por la humanidad.
Para ser una persona asocial que busca y lucha, la moralidad no puede ser más que un
constreñimiento necesario pero que no es bien recibido. Pero para los que valoran la
participación, la moralidad del acuerdo, a pesar de ser una fuente de constreñimiento,
hace que su actividad compartida sea mutuamente bienvenida y, por tanto, estable,
asegurando de este modo la ausencia de engaño (Rodriguez Lopez, 2006, p. 147).
Todas las personas participamos dentro de una cultura y sociedad, la misma que
posee unas costumbres y de ellas se derivan unas “preferencias personales que son sus
preferencias reales, típicamente basadas en sus propios intereses personales y en los
intereses de aquellos que le son más cercanos; así, son sus preferencias en el sentido de
la palabra, las que cada individuo tiene realmente y que determinan su función de
utilidad” (Rodriguez Lopez, 2006, p. 170). Afirmamos entonces, que las culturas y
sociedades poseen diversas escalas de valores que le dan identidad y para las mismas se
constituye en un valor moral, es decir, que la participación promueve los cambios
sociales, culturales y económicos de un pueblo.
entre las personas que comparten y conviven esos valores, asumidos mediante normas
de vida donde los principios que legislan los valores éticos declaran el respeto a la
identidad y diversidad propias de la pluralidad de las conductas humanas” (Márquez-
Fernández, 2011, p. 2).
15 La conducta ética abarca todo el ámbito de lo humano. Empieza por la orientación de la decisión interior
y llega hasta la acción exterior, el comportamiento espiritual-corporal concreto, la vida. Por eso el
fenómeno ético tiene muchos niveles. Su sentido básico es la elección entre el bien y el mal; pero luego
se realiza en los diferentes planos de la existencia humana.
16
Toda virtud cuenta con una actitud. Para que la virtud sea pura, plena y natural, tiene que existir una
propensión a practicarla. La auténtica actitud de la veracidad solo la logra el que ama la verdad; se realiza
no solo por un “tu debes” sino también porque se disfruta con ella, porque es hermosa; porque solo ella
hace la vida luminosa, ancha y digna de su nombre; porque una vida sin verdad resulta burda y miserable.
Además, Tomás de Aquino concede mayor peso a la justicia por el hecho de desligarla
de la pregunta primaria por la vida feliz, planteada bajo la perspectiva de ética de la
virtud.
Así mismo, Aristóteles sobre la virtud expresa: “no basta con conocerla sino que
hemos de procurar tenerla y practicarla, o intentar llegar a ser buenos de alguna otra
manera” (Aristóteles, 2014, p. 294), e igualmente, “el hombre bueno y que vive
orientado hacia lo noble obedecerá a la razón, mientras que el hombre vil, que desea
los placeres debe ser castigado con el dolor, como un animal de yugo” (Aristóteles, 2014,
p. 296). Sin embargo, Kant argumenta que “contemplar la virtud en su verdadera figura
no significa otra cosa que representar la moralidad despojada de todo lo sensible y de
todo adorno, recompensa o egoísmo” (Kant, 2007, p. 40).
Esta práctica de virtudes está en contra posición a los vicios, o malos hábitos, y
evita a toda costa realizar el mal y permanecer en él y se impide la degradación
antropológica del ser humano en su pensamiento y acción. Aristóteles al respecto
sostiene:
El hombre que ha de ser bueno debe ser bien educado y adquirir los hábitos apropiados,
de tal manera que pueda vivir en buenas ocupaciones, y no hacer voluntaria ni
involuntariamente lo que es malo, esto será alcanzado por aquellos que viven de
acuerdo con cierta inteligencia y orden recto y que tengan fuerza. (Aristóteles, 2014, p.
297).
De esta forma, el ser humano debe comprender el porqué de las acciones de los
demás y reflexionar sobre aquellos actos que no permiten la realización de la persona y
su felicidad, como por ejemplo, el maltrato a los demás, la destrucción del medio
ambiente, el aborto, etc. Intensiones, necesidades o intereses a partir del cual se genera
la acción y sus respectivas consecuencias. Al respecto García, manifiesta:
Los motivos, aquello que nos impulsa a actuar o a perseguir un determinado fin, como
las intenciones, la conciencia del fin de la acción y la decisión de alcanzarlo, son
elementos constitutivos del acto moral, al igual que lo es la deliberación y posterior
elección que tal decisión suele suponer. Solo cuando se han tenido en cuenta estos
factores es cuando alcanzan calidad moral los factores objetivos, esto es, el empleo de
los medios y los resultados o las consecuencias (García, 2014, p. 14)
17
La doble moral es la incapacidad del ser humano de no aplicar en la práctica familiar o social la filosofía
moral que expone a un grupo de personas dentro de una institución o empresa.
18
Para Piaget: toda moral consiste en un sistema de reglas y la esencia de cualquier moralidad hay que
buscarla en el respeto que el individuo adquiere hacia estas reglas. (…) Y en el estudio de la estructura de
la moralidad en el niño, pone en claro el papel del influjo del adulto sobre el niño, el efecto de la
cooperación entre iguales y la incidencia del desarrollo intelectual sobre el juicio moral, poniendo de
relieve la interacción de los tres factores entre sí.
los principios morales que se encargan de guiar el comportamiento de las personas para
fortalecer la formación integral del ser humano, y que se fundamenta en el siguiente
apartado.
La ética en relación con los principios morales los conceptualiza como “normas
de conducta propias que la misma persona ha asumido y por las cuales rige sus actos”
(Vidal y Pérez, 2016, p. 1). Principios y normas que tienen su fundamento en la familia,
y luego se práctica en la sociedad para beneficiar a la alteridad con quien se
interrelaciona, desde la práctica de valores como la libertad, la voluntad y la autonomía
de la persona en la toma de decisiones. Por tal motivo, Kant resalta que “la autonomía
del ser que por estar dotado de razón y libertad le es decente inclinar su voluntad sólo
a principios originados en su racionalidad y libertad, y hacerlo desinteresadamente, sin
desear ningún premio o temer algún castigo” (Sierra, 2006, p. 59).
La autonomía del sujeto, según Sierra, guiado por la razón práctica logra la
competencia y apego a la ley moral universal que se fundamenta en el ámbito de las
reglas y normas sociales que la cultura ha reglamentado por medio de las leyes jurídicas
del Estado. Leyes y derechos que un Estado promulga con el fin de regular, desde la
autoridad vigente, su cumplimiento por la vía correctiva de la sanción a quienes lo
incumplan logrando que la convivencia social sea justa, democrática y en paz; donde
“toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho
comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole”
(Liponezky, 2014, p. 9).
Sin querer no hay nada querido, y sin algo querido no hay querer. Conocer y querer son
las dos formas de realización de la persona. En su raíz ambas se compenetran
recíprocamente. Solo una cosa conocida como buena puede ser querida; y son formas
previas del querer humano los impulsos, las añoranzas, y las aspiraciones. A partir de ahí
se forman deseos concretos. Sin esta base de libertad no se produce ningún querer. Pero
el mero deseo no es todavía un querer; media entre ambos la decisión libre, la libertad,
por la que escojo alguno de los deseos que quiero realizar o no. Acción que puede tener
dos formas, la de proporcionar realidad a nuestros deseos o bien por la propia acción, o
bien mediante la incitación a otras personas para que las realicen. Por consiguiente, los
hombres libres llegan a ser liberales, y éstos son quizá los más amados, porque son útiles
y lo son en el dar. (Aristóteles, 2014, p. 103)
19
La exigencia ética no tiene límites. Afecta al conjunto de la existencia, a todos los ámbitos y niveles de
la misma. Por consiguiente, abarca también, las diferentes formas de comunidad y sociedad. (…).
Sociedades así son: la empresa de la que uno forma parte, el municipio donde se habita, del Estado en el
que se ha nacido ciudadano. Unidades que deben estar prendidas por lo ético; también ellas deben ser
buenas.
De esta manera, desde la Ética Social, la finalidad del Bien Común permite “vivir
bien” porque se respeta y promueve el valor de la persona procurando su bienestar y
felicidad como si fuera el bien propio y el bien social constituido en “mi bien es que usted
realice y promueva su propio bien y felicidad”, o “mi felicidad está en que usted
construya su propia felicidad y la de los demás”. Así, “no se honra, en efecto, al que no
proporciona ningún bien a la comunidad, pues el bien común se otorga al que favorece
a la comunidad, y el honor es un bien común” (Aristóteles, 2014, p. 244). Bien común
que debe trascender a la conservación del ecosistema y convertirse, por tanto, en un
bien supremo que beneficia y protege la vida de las futuras generaciones demostrando
así el respeto por aquellos que todavía no han nacido. Por tanto, debemos dejar este
mundo mejor que lo encontramos.
Así en relación con los actos, cada uno debe ser autónomo y responsable de los
mismos demostrando total respeto a la dignidad del otro en su libertad. Ante esto,
valorar al otro significa respetar su libertad, y contribuir a su desarrollo integral
aplicando la tolerancia como forma de aceptar, aprender y concienciar con la diferencia
del otro.
Política del Ecuador, del 2008 en la Sección primera sobre los Principios de la
participación, en el Art. 95 expresa lo siguiente:
Todo valor, es el vector que guía la sociedad hacia la práctica de: la honradez, la
bondad, la solidaridad, la lealtad, la templanza, la fortaleza, la puntualidad, la justicia, la
igualdad, y todos los demás valores que podemos agregar a partir de la necesidad de los
contextos. Por tal razón, la sociedad aplica las normas que regulan el comportamiento y
la conducta personal hacia la sinergia grupal en la búsqueda del bien común y la justicia
social.
20
Para profundizar este tema de la revolución industrial 4.0 a nivel de la ética y tecnociencia, pueden
apoyarse de la tesis doctoral del autor de este artículo, en su segundo capítulo.
La ética aplicada al primer nivel ético religioso, particulariza los valores de la fe,
la esperanza y el amor. Estos tienen como finalidad llevar a la práctica la tolerancia
religiosa que conlleva el respeto por la dignidad del ser humano por encima de su credo
o increencia. Aplicación de estos valores morales que proyectará la realización del
proyecto de vida, según la fundamentación cristiana del amor a Dios que pasa por el
amor al prójimo.
Sumado a esto, el aspecto tecnológico requiere del valor del ahorro para evitar gastos
indebidos y superfluos del dinero, y por bienestar personal no caer en el círculo vicioso
de consumo y endeudamiento por vivir a la moda con las innovaciones tecno- científicas.
El Filósofo Jorge Duque Linares, en su libro actitud positiva, (Duque Linares, 2011,
pp. 30-35), plantea que todos los seres humanos generamos pensamientos e ideas
positivas y negativas, lo cual conlleva a un sentimiento a partir del pensamiento dado.
Igualmente, este sentimiento positivo o negativo conllevaría a una decisión correcta o
incorrecta, la misma que se expresa en la realización o no de la acción lícita o ilícita. Con
el pasar del tiempo, pensamientos, sentimientos y acciones, contribuyen a construir una
habilidad, que se va potenciando repetidamente como un hábito o costumbre. Una vez
generado el hábito, se logrará una actitud positiva o negativa dependiente del proceso
antes encausado en la formación de la persona. Lo cual significa que todo este proceso
cognitivo, psicológico y experiencial que ha vivido el ser humano la ha permitido
construir su identidad, aportar en la construcción de la cultura, y en muchos de los casos
aportar a nivel político. A partir de allí, el ciudadano ejerce ser bueno o malo
dependiendo de su comportamiento y conducta, en relación con los demás y en la
posibilidad activa o pasiva de participación política y ciudadana.
1.-Pensamiento: Inquietud
21
En todo el conjunto del hombre, y, consiguientemente, también de la conducta ética, tienen una
importancia especial la memoria (…) Además, el sentimiento significa notar o, dicho más exactamente,
notar un objeto. Todo este uso está relacionado con el fenómeno de los sentidos.
Las instituciones de educación superior deben contribuir a que los futuros profesionales
desarrollen una visión y sentido moral, que pueda guiar su práctica y refleje en sus
acciones un conjunto de valores (responsabilidad, solidaridad, sentido de la justicia,
servicio a otros). Ello obliga a preparar a los profesionales, y especialmente a los
educadores, a comprender las complejidades éticas y morales de su función, que
influirán en la toma de decisiones en la práctica profesional (Bolívar, 2006, p. 120).
22
Pondré un ejemplo negativo para que se entienda mejor la gráfica realizada. Si la persona menor de
edad, joven o en su adultez, tiene la idea de que no sirve para nada, o mejor no haber nacido, vivirá con
un sentimiento de no valía, inseguridad y pérdida del sentido de la vida. Esto le llevará a tomar decisiones
como quitarse la vida o superarse a sí mismo. Si toma la segunda opción, realizará acciones como la
búsqueda de ayuda profesional para superar estos obstáculos. Y cuando se sienta mal, buscará
desahogarse con algún familiar, o terapeuta que le permita encontrar su equilibrio emocional. Hábito que
generará la costumbre de sentirse bien a pesar de las circunstancias. Entonces, tomará la actitud positiva
de sentirse bien consigo mismo y con los demás. Bienestar personal hacia la construcción de una cultura
de paz, y de ambiente familiar y de buenas relaciones con los demás. Este aspecto trascenderá hacia el
Estado como muestra de ser un buen y honrado ciudadano que participará en la construcción de leyes
jurídicas que beneficien la sociedad desde el bien común y la justicia social.
23
La ética y la moral son una construcción personal que debe tener proyección social. En consecuencia,
no es lo mejor estar pendientes de los errores ajenos, sino más bien de la rectitud personal en todos los
momentos de nuestra existencia. Se recoge lo que se siembra. (…). La ética tiende al bien que produce
felicidad y el camino más seguro es la libertad.
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