La Carta de Jamaica

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

La Carta de Jamaica

Es un texto dictado por el político y militar Simón Bolívar a su


secretario Pedro Briceño Méndez el 6 de septiembre de 1815 en
Kingston, capital de la colonia británica de Jamaica, en respuesta a
una misiva de Henry Cullen, un comerciante jamaiquino de origen
británico residente en Falmouth, cerca de Montego Bay. La carta, cuyo
título era Contestación de un Americano Meridional a un caballero de
esta isla, Bolívar expone razones que provocaron la caída de la
Segunda República de Venezuela en el contexto de la independencia
de Venezuela.

La Carta de Jamaica fue uno de los documentos en el que se fundó la


independencia de las colonias españolas en Latinoamérica. La Carta
buscaba demostrar la intención de Simón Bolívar de romper los lazos
que existían con la Corona Española, que representaba una fuente de
yugo y opresión para el pueblo de América.

En la Carta, El Libertador critica duramente el sistema colonial y


señala la incapacidad de España para seguir manteniendo su
dominación en América.

En sus críticas al sistema colonial, El Libertador señala como aspectos


negativos la conducta de los españoles con la población Americana,
desde las “barbaridades” cometidas contra los indígenas a partir del
descubrimiento, hasta las “atrocidades” que habrán puesto en practica
durante la guerra de la independencia. Y al denunciar estos hechos, El
Libertador se apoyaba en testimonios de los propios españoles, entre
otros el Padre Bartolomé de Las Casas, quien fuera uno de los
primeros en denunciar el carácter inhumano de la colonización
española.

En cuanto a la incapacidad de España para mantener su dominio en


las colonias, el Libertador emite juicios acertados sobre las
condiciones económicas, sociales y políticas de la Metrópoli que
justificaban más el movimiento de independencia.
Las consecuencias de este sistema fueron la escasez y los altos
precios, y el desarrollo del contrabando, que en muchos casos fue
superior al comercio legal. Todo esto tuvo su origen en la política
económica de España, que durante siglos se oriento a la búsqueda de
metales preciosos y su atesoramiento y al monopolio comercial,
descuidando la industria y la manufactura.

En cuanto a la situación política de España a la cual también hace


referencia El Libertador en la Carta de Jamaica, era igualmente
desfavorable para la causa realista. En efecto con la restauración vino
al trono Fernando VII, quien desconoció la Constitución de 1812
dictada por las Cortes españolas durante la guerra. Fernando
restableció los privilegios y volvió al gobierno absolutista. Estas
medidas, unidas al malestar económico y al descontento que producía
la guerra con las colonias.

Este movimiento fue sofocado con la intervención de la Santa Alianza,


que junto con el ejército organizado por la reacción española,
aplastaron al movimiento liberal y restauraron el absolutismo.

En la Carta de Jamaica, El Libertador hace un llamado a las naciones


extranjeras para que ayuden a la independencia de las colonias
españolas.

Las demandas de ayuda se dirigían, en primer término, a Inglaterra; y


en segundo término, a los Estados Unidos. A Inglaterra, por su
tradicional rivalidad con España por el control del comercio colonial.
En muchas oportunidades Inglaterra trató de apoderarse de territorios
coloniales españoles, y ayudó militar y económicamente a los colonos
en sus intentos de independencia. Además, siendo Inglaterra la
primera potencia industrial de su época, era la nación que con más
propiedad podía servir las necesidades del comercio de los nuevos
estados.

En cuanto a los Estados Unidos, era de esperar que ayudaran al


conflicto; primero, por ser un país vecino, que treinta años antes había
conquistado su independencia y servido de ejemplo a las demás
colonias americanas; segundo, porque les interesaba que se afirmara
en América un sistema de estados independientes como garantía de
su propia seguridad; y tercero, por los beneficios económicos que
obtendrían al poder participar en el comercio con los nuevos estados.

Sin embargo, la política tradicional de Inglaterra había cambiado con la


entrada de España en la lucha contra Napoleón

En cuanto a Estados Unidos, su política era de neutralidad en el


conflicto de las colonias con España. Esta política en la práctica,
favorecía al bando español, por la libertad de acción internacional que
disfrutaba frente al aislamiento y a la falta de reconocimiento de los
países hispanoamericanos

En la Carta de Jamaica, El Libertador predice el futuro de los países


hispanoamericanos, y opina sobre la forma de gobierno que debían
adoptar.

El futuro político de los países hispanoamericanos es objeto de la


preocupación del Libertador, quien al respecto se plantea las
siguientes cuestiones: ¿Debían las antiguas colonias unirse en un solo
Estado? ¿Se organizarían repúblicas o monarquías?

El Libertador consideraba que en aquellos momentos no era posible


unir todos los países hispanoamericanos en una sola nación, no
porque no fuera partidario de la unificación de Hispano América, sino
porque "climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos,
caracteres desemejantes dividen a la América"

Era una idea más realizable, formar uniones regionales, unir secciones
más pequeñas de aquel inmenso territorio y establecer lazos que
ligaran las distintas porciones así organizadas.

También podría gustarte