Estrategias Didácticas para Enseñar A Aprender

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Estrategias didácticas para enseñar a aprender

Los intentos de adaptar la enseñanza a las posibilidades y ritmos del estudiante,


han dado paso, en la actualidad, a mayores exigencias motivadas entre otras
razones por:
• Los volúmenes de información a que está sometida la sociedad
contemporánea y los vertiginosos avances de la ciencia y la técnica.
• La posibilidad del propio estudiante de dirigir su propio aprendizaje orientado por
el profesor.
Se puede comprobar a través del estudio de una amplia bibliografía sobre el tema,
que este proceso está condicionado por dos factores esencialmente:
• Las condiciones internas o el desarrollo intelectual del sujeto.
• Las condiciones externas o el contexto de aprendizaje.
En definitiva, se trata de un nuevo replanteamiento de las relaciones profesor-
estudiante-conocimientos, donde el alumno se haga cada vez más independiente,
más responsable de su propio proceso de aprendizaje a partir de la creación de
condiciones muy peculiares de aprendizaje donde se consideren variables tanto
personales, como estratégicas y de tareas, hasta
convertirse en verdaderos recursos “personalizados”, aunque no exentos de
fuertes componentes sociales y humanísticos, lo cual constituye un reto para la
educación contemporánea.
Las siguientes definiciones sobre el término contribuyen a la comprensión de sus
elementos esenciales:
Estrategia de enseñanza:
• “La habilidad, el arte para dirigir un asunto”. Gran diccionario enciclopédico
(1978).
• “El conjunto de elementos teóricos, práctico y actitudinales donde se
concretan las acciones docentes para llevar a cabo el proceso educativo”
(colectivo de autores, CEPES).
• “Estrategias de enseñanzas son los procedimientos o recursos utilizados por
el agente de enseñanza para promover aprendizajes significativos”. Díaz
(1999).
Estrategia de aprendizaje:
• “Son acciones específicas tomadas por el estudiante para hacer el
aprendizaje más fácil, rápido, disfrutable, autodirigido, y transferible a
nuevas situaciones”. (Oxford, 1990).
• “Las estrategias comprenden el plan diseñado deliberadamente con el
objetivo de alcanzar una meta determinada, a través de un conjunto de
acciones (que puede ser más o menos amplio, más o menos complejo) que
se ejecuta de manera controlada”. (Castellanos et. al 2002).
•“Las estrategias de aprendizaje comprenden todo el conjunto de procesos,
acciones y actividades que los/ las aprendices pueden desplegar
intencionalmente para apoyar y mejorar su aprendizaje. Están pues
conformadas por aquellos conocimientos, procedimientos que los/las
estudiantes van dominando a lo largo de su actividad e historia escolar y
que les permite enfrentar su aprendizaje de manera eficaz” (Castellanos y
otros, 2002).
• “Las estrategias de aprendizaje son procesos de toma de decisiones
(conscientes e intencionales) en los cuales el alumno elige y recupera, de
manera coordinada, los conocimientos que necesita para cumplimentar una
determinada demanda u objetivo, dependiendo de las características de la
situación educativa en que se produce la acción”. Monereo (1994).

Según Cárdenas (2004), las estrategias de aprendizaje pueden caracterizarse, en


sentido general, destacando que:
– Son acciones específicas, o sistemas de acciones, determinadas por el
alumno.
– Están dirigidas al logro de un objetivo o solución de un problema determinado.
– Apoyan el aprendizaje de forma directa e indirecta.
– Presuponen la planificación y control de la ejecución.
– Implican el uso selectivo de los propios recursos y capacidades, lo que se
relaciona con cierto nivel de desarrollo de las potencialidades metacognitivas
de los sujetos.
– Involucran a toda la personalidad y no sólo su esfera cognitiva.
– Son flexibles.
– Son a menudo conscientes.
– No son siempre observables.
– Pueden enseñarse y resulta esencial el papel del profesor en este proceso.

Ejemplos de estrategias con implicaciones para la práctica docente, son los


siguientes:
• Pensar hacia delante y hacia atrás.
Se puede señalar que en el recorrido mental que puede seguir un estudiante al
enfrentarse a nuevas situaciones de aprendizaje se presentan diferentes
itinerarios de pensamiento en función de las variables que lo configuran (S. Billet,
1996). En general, dicho recorrido mental se enmarca en dos etapas:
1º. En relación al tiempo pasado, es decir, el pensamiento hacia atrás.
2º. En relación al tiempo futuro, es decir, el pensamiento hacia delante.
En ambos momentos no se puede obviar, que la propia situación presente de
aprendizaje, se refiere al tiempo presente. En el cuadro siguiente se contrastan los
requisitos cognoscitivos y sociales que demandan cada uno de estos itinerarios
mentales. Itinerario para favorecer el pensamiento hacia delante y hacia atrás (J.V.
Wertch 1993).
Estrategia Cognitivo Social
Exploración de Finalidad. Objetivos (Por qué
Ir hacia
conocimientos explorar). En relación a la
atrás.
anteriores. demanda concreta.

Relaciones.
Establecimiento de
conexiones
Manejo de Significatividad y
a dos niveles:
la funcionalidad de lo que se
– Repetición: Consolidación
situación está aprendiendo.
de ideas básicas.
actual. Análisis de condiciones.
– Novedad:
Inicio de las
habilidades básicas.

Avanzar hechos y
Predicción de nuevas
consecuencias.
Ir hacia situaciones.
Experiencia
delante Previsión de resultados
propia y de otros.
esperados y alternativos.
Diversificar situaciones.

Si nos remitimos a nuestra secuencia didáctica y sus alternativas que incluyen los
impulsos del profesor en cada una de las direcciones del pensamiento, ubicamos
de inicio un grupo de actividades para elaborar nuevos contenidos, sus posibles
momentos pudieran ser: presentación-explicación-alternativas-aplicación.
Un estudiante con un bajo nivel de desarrollo de habilidades sería el que ejecuta
las acciones como si fueran únicas en sí mismas, sin relacionarlas con otros
contenidos abordados en clases o con situaciones reales.

4 estrategias pedagógicas para la educación basada en competencias


La educación basada en competencias busca detonar la sinergia entre los
conocimientos, las habilidades y las actitudes para que los alumnos aprendan a
desarrollar por sí mismos herramientas para resolver problemas con éxito.
La educación basada en competencias, como estrategia integral de desarrollo
humano, apunta a la formación de profesionales que no solo dominan los
conocimientos y metodologías propios de su disciplina, sino que cuentan con una
serie de recursos transversales y habilidades blandas que les permiten enfrentar
retos complejos y adoptar un rol positivo y relevante dentro de su comunidad.

La evaluación por competencias ya es parte de muchos procesos de


reclutamiento en la industria 4.0, lo que significa que fortalecer las competencias
básicas en tus alumnos los dotará de mejores herramientas para el éxito en el
mundo laboral. Hoy veremos a detalle qué diferencía a una competencia de un
simple conocimiento o habilidad, y cuatro estrategias prácticas para comenzar a
aplicar la enseñanza por competencias en el aula.

¿Qué es la educación basada en competencias?


De acuerdo con el Dr. David MacClelland, pionero en el tema, las competencias
son “la capacidad de desarrollar eficazmente un trabajo, utilizando conocimientos,
habilidades y destrezas, así como atributos que faciliten solucionar situaciones
contingentes y problemas”.
Dicho de otra manera, una competencia no es un “saber hacer algo estático”, es
más bien una orientación actitudinal y psicosocial en acción y evolución
constante. 
Por ejemplo, saber utilizar paquetería básica de ofimática no es en sí misma una
competencia, es una habilidad específica. Lo que sí es una competencia en toda
regla es una actitud de curiosidad y entusiasmo frente a la tecnología, que se
refleja en patrones de autoaprendizaje y actualización constante con herramientas
de software que le permitan a la persona hacer su trabajo con mayor eficiencia. 
La educación basada en competencias busca justamente detonar la sinergia entre
los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores para que el alumno
aprenda a desarrollar por sí mismo las herramientas necesarias para resolver
problemas o tareas complejas mediante la acción, en diferentes escenarios, no
solo con éxito, también con sentido de responsabilidad hacia sí mismo y hacia los
demás.

¿Cuál es la relación del aprendizaje significativo con la enseñanza por


competencias?
Si bien el concepto de “competencias” existe desde los años sesenta, fue hasta
los años noventa que comenzó a fomentarse un modelo educativo basado en este
enfoque. Uno de sus antecedentes más importantes fue una Comisión
Internacional sobre la Educación para el siglo XXI auspiciada por la UNESCO y
encabezada por el economista Jacques Delors, quien definió en su informe de
1996 los cuatro pilares más importantes que debían dirigir la enseñanza: 
 Aprender a conocer, es decir, a adquirir los instrumentos de la comprensión
 Aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno
 Aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás
 Aprender a ser, como un proceso fundamental que condensa los tres
anteriores
Estos cuatro puntos cardinales (saber, saber hacer, saber ser y saber estar) son
una de las bases de la educación por competencias, y al mismo tiempo coinciden
con los principios del aprendizaje significativo. Veamos sus características.
Características del aprendizaje significativo
 Relevante

Significa que el alumno puede relacionar los conocimientos y


habilidades que está adquiriendo con situaciones o hechos de la vida
cotidiana. Por ejemplo: problemas que se pueden resolver, métodos que
pueden optimizarse o necesidades que pueden ser mejor abordadas. 
 Activo

Quiere decir que la aplicación práctica del conocimiento en el


contexto de la enseñanza tiene una importancia igual o superior a la teoría o
la simple absorción y memorización de datos.

 Constructivo

El aprendizaje nuevo se vincula con los conocimientos previos


y amplía de manera potencial el panorama de acción, las herramientas
personales y el criterio del alumno.
 Participativo

La dimensión social del aprendizaje no solo abarca la


adquisición de las competencias en un contexto grupal o de trabajo en
equipo, también una actitud de responsabilidad hacia nosotros mismos y
hacia los demás, implícito en nuestras acciones y actitudes hacia el mundo. 
Bajo esta misma línea, en la enseñanza por competencias no interviene solo la
adquisición de conocimiento, también su valoración ética, así como la voluntad, la
afectividad y la personalidad del estudiante, por lo cual el aprendizaje
significativo es una condición sine qua non para el desarrollo de
competencias. 

¿Cuáles son los beneficios de la enseñanza por competencias?


Desarrollar competencias estratégicas para el contexto socioeconómico actual no
solamente impacta al individuo en su dimensión laboral, también lo ayuda a
desarrollarse como persona bajo un enfoque integral y humanista. Algunas de las
ventajas específicas de este modelo educativo son:
 Los alumnos comprenden a cabalidad la utilidad práctica de los contenidos, lo
cual incrementa sustancialmente su motivación
 La adquisición constructiva y aplicación práctica de conocimientos potencia
la autoconfianza, la autoestima y el autoconcepto 
 La reflexión crítica y la toma de postura sobre el proceso de aprendizaje
permiten desarrollar la habilidad “aprender a aprender”
 Casi todas las competencias implican el desarrollo y fortalecimiento
de habilidades blandas
 La enseñanza por competencias alimenta una actitud positiva frente a los
retos y disminuye las resistencias al cambio
 Sus objetivos son congruentes con los relacionados al desarrollo
sustentable, la equidad, la inclusión, los derechos humanos, etc.
Es altamente personalizable, ya que los estudiantes son evaluados según el nivel
de dominio que tienen sobre una competencia utilizando una combinación única
de recursos, y no sobre una base curricular homogénea que no considera los
distintos estilos de aprendizaje.
Algunos ejemplos de competencias que pueden fortalecerse con esta
metodología son: comunicación asertiva, pensamiento crítico, resolución de
problemas, responsabilidad social, innovación tecnológica, autogestión laboral,
etc.
¿Cómo aplicar la educación basada en competencias en tu institución?
La planeación de situaciones didácticas para el desarrollo de competencias
siempre va a requerir que tomemos en cuenta los conocimientos previos del
alumno y la “zona próxima de aprendizaje”, es decir, situaciones u objetivos que le
generen un reto, pero que sean perfectamente alcanzables con las herramientas
actuales disponibles, tanto cognitivas como pedagógicas. 
Entre las actividades académicas que por su naturaleza fomentan el aprendizaje
por competencias, especialmente cuando gozan de una guía consciente e
informada por parte del docente, están:
1. Aprendizaje basado en problemas o Design thinking
En este caso, todo el aprendizaje gira en torno a la resolución de un
problema o una necesidad práctica de la vida real. El objetivo por alcanzar
es, en sí mismo, algo capaz de dotar de sentido y motivación genuina a todo
el proceso. De allí deriva una actitud activa y consciente por parte del alumno,
que busca recursos por su cuenta y experimenta diferentes enfoques
mientras que el docente es solo una guía facilitadora. 
Es importante aclarar que aunque “ser solamente una guía facilitadora”
puede sonar simple, no lo es. Se requiere mucha más intuición y experiencia
para promover el proceso natural de aprendizaje de cada alumno que para
dirigirlo de manera estricta e inflexible.
Un ejemplo de aprendizaje basado en proyectos puede ser explicarles a los
alumnos que hay miles de personas en determinada región que no tienen
acceso a agua potable, e invitarlos a desarrollar soluciones que puedan
combatir efectivamente esta problemática. 
Los alumnos tendrán que familiarizarse con la geografía de la región, la
química de la “potabilidad”, el contexto cultural de esa comunidad, el tipo de
recursos económicos a los que tienen accesos, la ingeniería de los equipos
de recolección o filtrado del agua, entre otras cosas, 
Por otra parte, se sensibilizarían ante otras realidades más desfavorecidas,
adquiriendo un mayor sentido de la justicia y la responsabilidad social.
2. Role playing
Esta actividad se basa en simular en equipo alguna situación desafiante,
tradicionalmente una a la cual se enfrentarán los estudiantes tarde o
temprano en la vida real. Su objetivo se considera integral y apto para la
enseñanza por competencias porque no solo permite entrenar en
procedimientos y guiones socialmente aceptados, también desarrollar
sensibilidad, empatía y flexibilidad de respuesta.
Por ejemplo, podemos pedirles a nuestros alumnos que simulen una mesa de
expertos que están poniéndose de acuerdo en la manera de invertir el
presupuesto destinado a educación. En este caso, cada uno tendría que
identificar una acción necesaria y ser capaz de explicarla, defenderla y
convencer a los demás. 

Entre las habilidades que ejercita el role playing (o juego de roles) destaca la
comunicación, el pensamiento crítico, la creatividad y el liderazgo, pero al
mismo tiempo demanda un conocimiento teórico confiable de factores
históricos, sociales, económicos, etc.
3. Investigación
Los proyectos de investigación son altamente recomendables para la
enseñanza por competencias siempre y cuando se enfoque en descubrir las
causas o el “por qué” de alguna situación relevante en la vida de los
estudiantes.
Por ejemplo, podemos pedirles que dediquen la semana a averiguar por qué
los hombres y las mujeres perciben sueldos porcentualmente distintos, o por
qué las empresas pueden explotar tantos recursos naturales escasos, como
el agua, con aparente impunidad.
Las actividades de investigación son especialmente útiles para aprender a
aprender y para desarrollar habilidades de comunicación fundamentales
como la síntesis. También permiten que los alumnos se involucren realmente
con la realidad más allá de la mera teoría. 

4. Debates
Enfrentarnos a creencias y posturas distintas a las propias es parte inevitable
de la vida, pero también es algo sumamente positivo cuando aprendemos
que una diferencia de opinión puede ser una enorme oportunidad
para enriquecer los conocimientos y la visión de ambas partes. 
Sentirnos cómodos con la pluralidad y al mismo tiempo ser capaces de
defender nuestra ideología es una competencia de gran valor en el contexto
social actual. Por eso las actividades de debate consciente y respetuoso son
muy recomendadas en este modelo de enseñanza. 
Lo ideal es partir de posturas genuinas, a diferencia de los debates
estudiantiles tradicionales en los cuales se impone una causa a defender a
los distintos equipos, independientemente de lo que en el fondo crean. 
Por ejemplo, podemos preguntarles a los alumnos quiénes consideran que es
más importante para el gobierno invertir en educación, y quienes creen que
es mejor invertir en generación de empleos, e invitarlos a debatir no para
elegir un “ganador”, sino para llegar a un consenso mutuo.

Referencias
Gomez, T. (2011). Dime qué resuelves y te diré qué aprendes. Desarrollo de
competencias en la universidad con el método de proyectos. México: Universidad
Iberoamericana. Consultado el 15 de diciembre del 2022. Disponible en:
https://ibero.mx/formaciondeprofesores/Apoyos%20generales/Guia_docente_desa
rrollo_competencias.pdf
Perreneud (1999). Construir competencias desde la escuela. Santiago: Ed
Dolmen. Consultado el 15 de diciembre del 2022. Disponible en:
https://ibero.mx/formaciondeprofesores/Apoyos%20generales/
Guia_docente_desarrollo_competencias.pdf

Pearson (2022). 4 estrategias pedagógicas para la educación basada en


competencias. Consultado el 15 de diciembre del 2022. Disponible en:
https://blog.pearsonlatam.com/educacion-del-futuro/estrategias-pedagogicas-para-
la-educacion-basada-en-competencias

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