Línea de Tiempo
Línea de Tiempo
Línea de Tiempo
Resumen Summary
La bioética es ya una de las grandes corrientes del Bioethics is becoming a major current in modern
pensamiento y la acción en la medicina moderna. Dada medical thought and action. Given the youth of this field
la juventud de este campo de estudio, aún subsisten of enquiry, there are still important debates and
importantes debates y controversias sobre su papel en la controversies on its proper role in medicine and in
medicina y en la educación médica, pero se acepta sin medical education, but the need to foster its integral
reservas que debe ser incorporada cabalmente al proceso incorporation into the formative process of the physician
formativo del médico, a la par de los componentes is unreservedly accepted, on an equal footing with the
científicos, técnicos y humanísticos, integrándola con scientific, technical, and humanistic components of
ellos en forma equilibrada. medical training.
Palabras claves: Bioética, educación, médica ética Key words: Bioethics, medical education, medical ethics
médica
*División de Estudios de Posgrado e Investigación, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México.
de las grandes empresas. Baste recordar que en difícil dilema entre su necesidad de apoyarse en los
E.U. el gasto en investigación canalizado a través avances tecnológicos más recientes y el imperati-
de los Institutos Nacionales de Salud es cuatro vo ético de emplearlos siempre en beneficio del
veces superior al que se adjudica a todas las paciente y de la sociedad. No deja de ser paradó-
demás disciplinas científicas, a través de la Funda- jico que ahora, cuando el médico maneja la técnica
ción Nacional para la Ciencia.29 La inversión priva- más poderosa, sea menor su presencia social.
da en las ciencias de la salud es igualmente cuan- En este contexto, ha surgido la bioética, presen-
tiosa y la investigación en este campo se ha con- tada a la vez como una legítima esperanza de
vertido en lucrativo negocio, al que se han incor- mejorar la acción y la aceptación del médico, y como
porado los médicos en muy diversas formas. Así, la victoria de los pacientes sobre la autoridad médica,
ciencia ha generado los desarrollos tecnológicos de los derechos humanos sobre la autoridad en
que han puesto al alcance del médico un poderío general, del consumidor sobre el proveedor, del
nunca antes accesible y con ello, han creado nuevos activista sobre la institución. Hay quienes conside-
dilemas, cuya solución requiere enfoques también ran que al encauzar estas tendencias en la bioética,
nuevos. Hoy, la decisión profesional del médico la medicina ha confinado los retos correspondientes
puede afectar la vida del paciente como nunca en un espacio menos peligroso, para continuar así su
antes, provocando retos formidables a la ética del desarrollo en un ambiente social poco favorable.19
ejercicio profesional. No es extraño, entonces, que Pero veamos, aunque sea suscintamente algunos
el surgimiento de la bioética se haya dado a partir de de los avances científicos y tecnológicos que causa-
las aplicaciones de avances tecnológicos. ron hace tres décadas el surgimiento de la bioética
y que aún hoy, continúan determinando su agenda
de trabajo.
c) La devaluación de la práctica médica
do ya la eutanasia y en muchos más, se encuentra los recientes desarrollos sobre clonación y su po-
en el centro del debate. ¿Hay circunstancias que tencialidad en humanos, que son motivo de deba-
hagan permisible el tomar una vida humana? ¿El tes en muy diversos foros.46,47
suicidio asistido es menos atentatorio contra el
paciente que la eutanasia infligida por el médico?33-36
Donde estas prácticas son legales, se procura defi- 4) Transplante de órganos
nir con claridad los límites entre la eutanasia, el
suicidio asistido y la muerte por supresión del trata- Un tema de gran controversia actual, es el de la
miento médico,37-39 y ya se han producido algunos substitución de órganos dañados, por otros en buen
lineamientos para normar la conducta médica.40 La estado funcional, pertenecientes a un donador aje-
tanatología empieza a encontrar un nuevo lugar en no, sea humano o animal. Por mucho tiempo, dadas
la agenda médica, y en las escuelas de medicina, la las limitaciones propias del rechazo inmunológico,
enseñanza de conceptos relativos a la actitud del la donación de órganos sólo fue posible entre indivi-
médico ante la muerte, constituye un campo activo duos genéticamente cercanos y tuvo un cariz fami-
de debate y estudio.42 liar. Sin embargo, con los avances en el control del
rechazo tisular mediante procedimientos inmuno-
supresores, se ha ampliado considerablemente la
2) El derecho del hijo vs el de la madre: gama de opciones y se ha creado un verdadero
el aborto mercado de órganos,48 con riesgos considerables
de infracción a la ética y aún a la ley. La actitud social
Pocos temas tan controversiales existen en la hacia los transplantes ha sido motivo de diversos
sociedad moderna como el derecho de la mujer a debates y estudios.49,50
abortar. El rechazo del médico a practicar el aborto
es explícito en el juramento hipocrático y ha queda-
do consignado en la legislación de todos los paí- 5) Daño iatrogénico
ses. Sin embargo, con el temor a la explosión
demográfica aunado a la emergencia de los dere- Por muchos siglos, la capacidad del médico
chos de la mujer, y no siendo ya la maternidad su para infligir daño al paciente estuvo muy limitada,
función social más visible, se está dando una dado el escaso poderío de su armamentario; en la
amplia gama de actitudes ante el aborto en los actualidad, la acción médica es cada vez más
distintos países, desde aquellos en los que aún es penetrante y poderosa y con ello, de gran peligro-
castigado por la ley, a los que ya lo han legalizado, sidad potencial. El capítulo del daño iatrogénico ha
particularmente por razones médicas. El asunto crecido en todas las áreas de la acción médica. Si
aún no está resuelto; mucho mas habrá de discu- a ello aunamos la mayor exigencia social de cali-
tirse en este campo fundamental de interacción dad en los servicios, tenemos que el médico se
entre la ética y la legislación y la medicina y sus encuentra atrapado en un dilema formidable al
practicantes continuarán en el centro del debate.43-45 decidir cuándo emplear algún recurso diagnóstico
o terapéutico útil pero potencialmente peligroso.51
El análisis y el control de la acción iatrogénica del
3) Quién es la madre: La reproducción médico, son temas de la mayor importancia en la
asistida. medicina actual y han sido motivo de diversos
planteamientos en México.52
La tecnología médica permite implantar óvulos
fecundados in vitro, en el organismo de madres
edigraphic.com
subrogadas en los que el producto se desarrollará 6) Investigación en humanos
hasta el parto. Entonces, ¿Quién es la madre del
nuevo ser?, ¿la donadora del material genético?, Es un capítulo reciente en la ética médica. El
¿o la portadora del producto durante la gestación? juramento hipocrático ni siquiera alude a la posibi-
El problema ha adquirido una nueva dimensión con lidad de que el médico aprenda del paciente. Hoy,
como ya revisamos, el área más productiva de la un terreno fértil a la imaginación catastrofista, pero
ciencia actual es la investigación médica. Tanto los también es verdad que el poderío de las nuevas
gobiernos como las empresas invierten cuantiosos técnicas de ingeniería genética obliga a extremar
recursos en la investigación en salud y ello plantea las precauciones en su uso y a establecer las
múltiples conflictos de interés.53-55 Desde luego, la normas éticas apropiadas para optimizar su apro-
guía fundamental es el imperativo de cuidar el vechamiento y minimizar su peligrosidad; de he-
interés del paciente como elemento supremo en la cho, el Programa del Genoma Humano destina 5%
conducción de la investigación.56 Así, el consenti- de su gasto en investigación a estudiar las aplica-
miento informado resulta indispensable,17 pero no ciones éticas y sociales de los avances que se
es fácil definirlo, pues la capacidad de los pacien- produzcan. En cada país se están estudiando las
tes para comprender los alcances de los procedi- consecuencias de los desarrollos en el conoci-
mientos a que habrán de sujetarse es muy varia- miento y la manipulación del genoma, con muy
ble.57 Por otra parte, tanto la adquisición del cono- diversos puntos de vista.73 En México, ya ha habido
cimiento como su uso, están llenos de posibles pronunciamientos sobre el tema.74
infracciones a la ética, aunque cada vez es mayor
el número de sociedades y agrupaciones médicas
y científicas que se dan sus propios códigos de La bioética y la formación científica del
ética.58,59 Están surgiendo situaciones imprevistas, médico
que deben resolverse de manera puntual y el tema
está en continuo desarrollo, particularmente en los Pero, ¿qué debe saber de bioética el médico?
países donde la investigación es más activa.60,62 ¿Quién debe enseñarla? ¿cómo?, ¿dónde?. El
Desde luego, la integridad del médico investigador campo está en expansión y de la definición inicial
es el eje de la relación con el sujeto de estudio.63 Un de Callahan, ya mencionada, se ha pasado a otras
capítulo de reciente desarrollo, es el de la ética de mas amplias, como la de Churchill,9 quien la carac-
la experimentación en animales, que está dando teriza como la rama de la ética que investiga
lugar a amplios debates y encendidas controver- problemas, derivados de la medicina y la innova-
sias, sobre las formas adecuadas de proteger a los ción biológica. Así, al buscar los fundamentos
animales en su uso como sujetos de, investiga- epistemológicos de la bioética en la ética formal, su
ción.64-69 paradigma dominante deviene en una forma esen-
cialmente deductiva de argumentación, altamente
racional y formal, que tiende a derivar sus acciones
7) Mapeo, diagnóstico y terapia génicas de un pequeño número de conceptos. Se ha avan-
zado en este camino y ya hay consenso en que la
Pocos temas son actualmente motivo de tantas bioética reconoce cuatro principios fundamenta-
controversias sobre sus aplicaciones éticas como les, los que se presentan en el cuadro I, junto con
los avances en el conocimiento del genoma huma- algunas reglas operativas, derivadas de ellos. 75
no.70,71 Por una parte, se trata del mayor proyecto Como puede advertirse, los principios básicos
de la biomedicina actual, sus resultados son pro- son parte del antiguo cuerpo ético hipocrático,
mesa de una nueva era en el conocimiento y la enriquecidos con el concepto de la autonomía del
acción del médico, pero también pueden llevar a paciente, a quien el médico está obligado a bene-
graves transgresiones a la ética. Por ejemplo la ficiar, evitando el causarle daño alguno y tratándolo
identificación de riesgos a enfermedades, puede con justicia. De ellos se derivan algunas reglas de
limitar la aceptación social y laboral de quienes comportamiento médico, como son el conducirse
estén expuestos a ellos.72 La manipulación genética con veracidad con el paciente, respetarle su priva-
podría inducir trastornos imprevistos en sus bene- cidad y su confidencialidad, y otorgarle la lealtad
ficiarios, y siempre está rampante el riesgo de necesaria.
daños colectivos de proporciones epidémicas, al Sin embargo, ante esta tendencia filosófica a
introducir nuevos organismos en la naturaleza. Los deducir toda la acción bioética a partir de unos
temores a la ciencia han encontrado en este campo cuantos postulados con validez general, se ha
planteado el riesgo de que la bioética degenere en nos de ellos al cuerpo de la bioética. Así, por
un imperialismo ideológico y que en la búsqueda ejemplo, hay quienes rechazan la inclusión de los
de generalidad, se desdeñe el papel de factores temas relativos a la medicina social; si bien es
sociales y culturales, considerándolos como comúnmente aceptado que la justicia social es
epifenó-menos y supeditándolos a un ideal olímpi- buena para la salud; es decir, que la justa distribu-
co de principios éticos universales.6 El dilema entre ción social de la riqueza genera un ambiente más
la aspiración a encontrar postulados generales y la saludable,10,28 fuerza es reconocer que no hay
necesidad de establecer acotaciones culturales y consenso en que el estudiar estas relaciones entre
aún individuales está aún por resolverse.76-77 política económica y salud o el luchar por alcanzar
Por otra parte, conforme expande su cuerpo de metas sociales, deba ser asunto de la bioética, y
conocimientos, la bioética, como cualquier otra hay quienes sostienen vigorosamente que ésta
disciplina, se está especializando, y ya existen bien debe concentrarse en la atención médica, no en
configuradas en su seno, varias áreas sus determinantes socio-económicos o políticos.10
cognoscitivas. Pueden reconocerse las siguien- Más aún, todavía se debate si la bioética debe
tes.18 ser considerada como una verdadera disciplina,
desde el punto de vista epistemológico,78,79 y si su
1. Clínica, desde luego, el capítulo más tradicio- propia expansión y su éxito social, no la estarán
nal, hipocrático de la ética médica, dedicado a convirtiendo en una tecnología potencialmente tan
analizar los problemas y dilemas a la cabecera peligrosa como la que contribuyó a darle origen.11
del enfermo. Estos debates son intensificados por el amplio y
2. Regulatoria, dedicada a estudiar las relaciones creciente espacio conceptual de la bioética, que ya
entre la bioética y el derecho, y área de gran atiende un sistema complejo de relaciones, con dife-
actividad e intensos debates. rentes niveles, como son los siguientes: 1) Relación
3. Fundacional, la más reciente en medicina, que Médico-Paciente, 2) Relación Médico-Médico, 3)
explora los fundamentos éticos de la nueva Relación Médico-Estudiante, 4) Relación Médico-
disciplina y sus conceptos emergentes. Conocimiento, 5) Relación Médico-Organización y
6) Relación Médico-Sociedad. En cada uno de
estos capítulos, se están generando problemas
conceptuales y opciones nuevas en el desarrollo
Cuadro I de la práctica médica en la sociedad moderna.
Ante esta situación, no sorprende que el espa-
Principios Reglas derivadas
cio de la bioética en las escuelas de medicina esté
Autonomía Veracidad cambiando aceleradamente. ¿Dónde, cuándo y
Beneficencia Privacidad cómo enseñarla?. Durante mucho tiempo, la ense-
No-maleficencia Confidencialidad ñanza de la ética médica estuvo al cuidado de los
Justicia Fidelidad departamentos de medicina, y durante los años
cincuenta y sesenta, los departamentos de psi-
quiatría y de ciencias sociomédicas asumieron la
representación de las disciplinas humanísticas en
4. Cultural, muy vinculada a la sociología y la el curriculum, y hoy está quedando adscrita a los
antropología médicas. nuevos departamentos o programas de bioética.
5. Política, que relaciona a la bioética con las En ellos se explora la interacción dinámica de
estrategias gubernamentales de cuidado a la factores biológicos, psicológicos, sociales, cultura-
salud y al análisis de su impacto en la sociedad. les y transculturales, y se espera que el estudiante
edigraphic.com
fortalezca ahí su formación ética. Pero no sólo las
Como es fácil advertir, cada uno de estos capí- escuelas de medicina están ampliando los espa-
tulos trata conceptos diferentes y requiere funda- cios dedicados a la bioética, la expansión se da
mentos cognoscitivos distintos. Aún está por esta- también en la psicología, que incorporó a la ética en
blecerse la legitimidad de la pertenencia de algu- el cuerpo de las ciencias de la conducta, cuyo
ampliamente debatido en la Primera Conferencia brería inútil en vez de un concierto de voces recto-
sobre Desarrollos Profesionales y Éticos de Estu- ras; en ordenamientos hechos para ser violados,
diantes y Residentes, organizada por la Association no para ser cumplidos.
of American Medical Colleges en 1995 y el asunto ha Por lo pronto, los planes de estudio en muchas
sido también reconocido por la Federación Europea escuelas de medicina están en revisión, buscando
de Redes Científicas, al establecer una Red de el acomodar la bioética y otros cambios que se
Medicina y Derechos Humanos, con una agenda están produciendo en el panorama médico.108,109,92
precisa, en la que participan educadores, juristas, Aún hay gran heterogeneidad en las formas en que
religiosos, filósofos y funcionarios. la bioética está siendo incorporada en la educación
La normatividad ética de la investigación cientí- médica y se ha llegado a defender la noción de que
fica, tanto en humanos como en animales de es preferible enseñarla en etapas preuniversitarias.92
laboratorio, se inscribe en un marco común con la Pero también debe destacarse que la enseñanza
del ejercicio profesional de la medicina. Por otra de la bioética por sí sola no va a evitar el deterioro de
parte, la enseñanza misma de la ética es motivo de la práctica médica. Si la burocratización y la comer-
controversias similares a las que han tenido lugar cialización no se reducen, aún cuando el médico sea
sobre la educación científica. La ética, igual que la educado en los cánones éticos mas estrictos, poco
ciencia, requiere información especializada, pero podrá hacer para recuperar la confianza del paciente.
sobre todo, aspira a desarrollar una actitud hacia el Y es necesario que lo haga. El enfermo, por educado
mundo y el ser humano, y debe permear todas las y exigente que sea, siempre querrá poder entregar su
acciones del médico. Cómo realizar estas aspiracio- sufrimiento al médico bondadoso y competente, y
nes mediante la educación médica es motivo de éste sólo podrá serie cabalmente útil, si cuenta con su
diversas posturas98,103 pero admitamos que será confianza de manera integral, en lo profesional y en
necesario fortalecer la relación entre los componen- lo humano. Por ello será cada vez más importante
tes biomédicos, clínicos y humanísticos en la forma- fortalecer la contribución de la ciencia y la ética en la
ción del médico, ampliando en todos ellos el alcance formación del médico.
de la ética, y tomando en cuenta que la personalidad
del estudiante está madurando mientras asimila Referencias
influencias determinantes en su futuro desempeño
profesional.104,105 1. Lolas FI. Bioethics in the context of global health. Pan Am
El lograr un curriculum médico en el que se J Publc Health 1999;6:6568.
2. Reich WT. Encyclopedia of bioethics. New York:
equilibren estos componentes en una perspectiva Macmillan; 1995.
que integre la dimensión global en los aspectos 3. Kuhse H, Singer P, editors. A companion to bioethics.
individuales de la práctica médica, es uno de los Malden, MA, USA: Blackwell; 1998.
grandes retos de la educación médica actual;8 lo ha 4. Kuthy Porter J, Vilialobos Pérez J, Tarasco Michel M,
Yamamoto Cortés M. Introducción a la bioética. México,
sido desde antiguo y podría aplicarse ahora a la
D.F.: Méndez Editores; 1997.
bioética, lo que ya en 1932, la Association of 5. Callahan S. In good conscience: reason and emotion in
American Medical Colleges, recomendaba para moral decision making. San Francisco, CA, USA: Harper;
toda la enseñanza de los aspectos no biomédicos, 1991.
proponiendo que fueran parte de la instrucción 6. Macklin R. Against relativism: cultural diversity and the
search for ethical universals in medicine. New York:
regular de las asignaturas clínicas, no cursos sepa- Oxford University Press; 1999.
rados del cuerpo principal del conocimiento médi- 7. Mulier JH. Anthropology, bioethics, and medicine: a pro-
co.106 De hecho, esta integración de la bioética en vocative trilogy. Med Anthropol 1992;8:460-470.
el curriculum oculto; es decir, en la práctica cotidia- 8. Good MJ. Cultural studies of biomedicine: an agenda for
research. Soc Sci Med 1995;41:461-473.
na docente e institucional, es uno de los propósitos
centrales de algunas de estas reformas.107 Ya edigraphic.com
9. Churchill LR. Are we professionals? A critical look at the
social role of bioethicists. Daedalus 1999;128:253-274.
Ignacio Chávez27 sostenía que sin la moral a se- 10. Daniels N, Kennedy BP, Kawachi I. Why justice is good
cas..., la que llevamos adentro.. todo intento de for our health: the social determinants of health inequali-
formular doctrinas de moral profesional, pararía ties. Daedalus 1999;128:215-251.
11. Rosenberg CE. Meanings, policies, and medicine: on the
sólo en la redacción de un código hueco; en pala- bioethical enterprise and history. Daedalus 1999;128:27-46.
12. Davis D, Zoloth L. Notes from a narrow ridge: religion 34. Meier DE, et al. A national survey of physician-assisted
and bioethics. Hagerstown, MD, USA: University Pub- suicide and euthanasia in the United States. N Engl J Med
lishing Group; 1999. 1998;338:1193-201.
13. Rothman DJ. Strangers at the bedside: a history of how 35. Tulsky JA, Ciampa R, Rosen EJ. Responding to legal
law and bioethics transformed medical decision making. requests for physician-assisted suicide. Ann Int Med
New York: Basic Books; 1991. 2000;132:494-499.
14. Breen KJ, Pluekhan VD, Cordner SM. Ethics, law and 36. Faber-Langendoen K, Karlawish JHT. Should assisted
medical practice. St. Leonards, Australia: Alien & Unwin; suicide be only physician-assisted? Ann Int Med
1997. 2000;132:482-487.
15. Ashcroft R, et al. Teaching medical ethics and law within 37. Swarte NB, Heintz PM. Euthanasia and physician-as-
medical education: a model for the UK core curriculum. J sisted suicide. Ann Med 1999;31:364-371.
Med Ethics 1998;24:189-192. 38. Miller FG, Fins JJ, Snyder LJD. Assisted suicide com-
16. Toulmin S. How medicine saved the life of ethics. Perspect pared with refusal of treatment: a valid distinction? Ann
Biol Med 1982;25:736-750. Int Med 2000;132:470-475.
17. Velasco Suárez M, et al. Bioética y humanización de las 39. Pellegrino ED. Decisions to withdraw life-sustaining
ciencias médicas. Gac Med Mex 1993;129:403-416. treatment: a moral algorithm. JAMA 2000;183:1065-1067.
18. Callahan D. The Hastings Center and the early years of 40. Caplan AL, Snyder LJD, Faber-Langendoen K. The
bioethics. Kennedy Instit Ethics J 1999;9:53-71. role of guidelines in the practice of physician-assisted
19. Bosk CL. Professional ethicist available: logical, secular, suicide. Ann Int Med 2000;132:476-481.
friendly. Daedalus 1999;128:47-68. 41. Dickinson GE, Mermann AC. Death education in U.S.
20. Le Porrier H. El médico de Córdoba. México: Grijalbo; medical schools. Acad Med 1996;71:1348-1349.
1988. 42. Field MJ, Cossel CK. Approaching death. Washington,
21. Alvarez Amézquita J, Bustamante ME, López Picazos D.C.: National Academy of Sciences; 1997.
A, Fernández del Castillo F. Historia de la salubridad y 43. Asch A. Prenatal diagnosis and selectiva abortion: a
de la asistencia en México. Secretaría de Salubridad y chalienge to practice and policy. Am J Publc Health
Asistencia, México, V. l, 1960. 1999;89:1649-1657.
22. Avila HR. El tribunal del protomedicato en Nueva España, 44. Careaga Pérez G, Figueroa JG, Mejía MC. Ética y salud
su organización administrativa. Bol Mex Hist Fil Med reproductiva. México, D.F.: UNAM-Editorial Porrúa; 1996.
1987;X:13-22. 45. De la Fuente F, Soondergaard F, Fonnest G, Vedsted-
23. Annas GJ, Grodin MA. editors. The Nazi doctors and the Jacobsen A. Attitudes among health care professionals
Nurenberg Code: human rights in human experimentation. on the ethics of assisted reproductive technologies and
Oxford, UK: Oxford University Press; 1992. legal abortion. Acta Obstet Gynecol Scand 2000;79:49-
24. De Solla Price D, De Solla Price DJ. Little science, big 53.
science... and beyond. New York: Columbia University 46. Vázquez R. Etica y clonación. Ciencia 1998;49 (2):5-10.
Press; 1986. 47. Wolf DP, Meng L, Ely J, Stouffer RL. Recent progress
25. Institute of Scientific Information. Inc. Science Citation in mammalian cloning. J Assoc Repr Genet 1998:15:
Index. Philadelphia, PA, USA: 1999. 235-239.
26. Aréchiga H. La expansión del conocimiento científico y las 48. Scheper-Hughes N. Theft of life: the globalization of
especialidades médicas. Gac Med Mex 1997;133:85-88. organ stealing rumors. Anthropol Today 1996;12:3-11.
27. Chávez I. La moral médica frente a la medicina de 49. Marshali PA, Daar AS. Cultural and psychological di-
nuestro tiempo. En Chávez I. ed. Humanismo médico, mensions of human organ transplantation. Ann Transpl
educación y cultura. México: El Colegio Nacional; 1978. 1998;3:7-11.
28. Benítez-Bribiesca L, Aréchiga H. De la medicina a las 50. Deschamps JY, Chaillous L, Gouin E, Saï P. Accept-
ciencias de la salud. En: Aréchiga H. y Benítez-Bribiesca L. ability of pig xenografts by patients with type 1 diabetes
(Coordinadores). Un siglo de ciencias de la salud en and general population. Diabetes Care 2000;23:412-
México. Fondo de Cultura Económica; 2000. p. 367-397. 414.
29. National Academy of Sciences. Observations on the 51. Nolan TW. Systems changes to improve patients safety.
President’s Fiscal Year 2000. Federal Science and Tech- Br Med J 2000;320:771-773.
nology Budget. Washington D.C. USA: 1999. 52. Lifshitz A, Loredo Sánchez F, Halabe-Cherem J. Hacia
30. Comisión Nacional de Derechos Humanos, Universidad una categorización de la yatrogénesis. Gac Med Mex
Nacional Autónoma de México y Academia Nacional de 1988;124:43-46.
Medicina. La responsabilidad profesional del médico y 53. Blumenthal D. Ethics issues in academic-industry rela-
los derechos humanos. México, D.F.: 1995. tionships in the life sciences: the continuing debate. Acad
31. Aréchiga H, Cereijido M. Coordinadores. El envejeci- Med 1996;71:1291-1296.
miento. México: Siglo XXI Editores: 1999. 54. Kodish E, Whitehouse P, Murray T. Conflict of interest
32. Kumate J. Sobre el envejecimiento. Rev Fac Med UNAM in university-industry research relationships: realities,
2000;43:28-30. politics and values. Acad Med 1996;71:1287-1290.
33. Emanuel LL. Facing requests for physician-assisted 55. Lemmens TL. Bioethics for clinicians: 17. Conflict of
suicide: toward a practical and principled clinical skill set. interest in research, education and patient care. CMAJ
JAMA 1998;280:643-647. 1998;159:960-965.
56. Weijer C, Dickens B, Meslin E. Bioethics for clinicians: 77. Christakis NA. Prognostication and bioethics. Daedalus
10. Research ethics. CMAJ 1997;156:1153-1157. 1999;128:197-214.
57. Oldham JM, Haimowitz S, Delano SJ. Protection of 78. Cassell J. Against medical ethics: opening the can of
persons with mental disorders from research risk: a worms. J Med Ethics 1998;24:812.
response to the report of the National Bioethics Advisory 79. Seedhouse D. Against medical ethics: a response to
Commission. Arch Gen Psych 1999;56:688-693. Casseli. J Med Ethics 1998;24:13-17.
58. Velasco Suárez M, et al. Orientaciones éticas para una 80. Rodríguez Ortega G, Rojas Russell MI. coord. La
buena práctica neuroquirúrgica. Arch Neurocien 1999;4:110- psicología de la salud en América Latina. México: Ed.
116. Porrúa, 1998.
59. Zigmond MJ, et al. Responsible conduct regarding 81. Gervais KG, Priester R, Vawter DE, Otte KK, Soiberg
scientific communication. J Neurosci 2000;20(1):i-xiv. MM. editors. Ethical challenges in managed care: a
60. U.S. Food and Drug Administration. Protection of human casebook. Washington, D.C. USA: Georgetown University
subjects: informed consent and waiver of informed con- Press; 1999.
sent requirements in certain emergency research; final 82. Hundert EM, Douglas-Steele D, Bickei J. Context in
rules. October 2, 1996. medical education: the informal ethics curriculum. Med
61. House Govemment Reform and Oversight Committee. Educ 1996;30:353-364.
U.S. House of Representatives. Hearings: Clinical Trials 83. Gustafson JF. Ethics: an American growth industry. Key
and Patient Safety, Washington, DC.: U.S. House of Reporter (Phi Beta Kappa) 1991;56:1-5.
Representatives, April 22, 1998. 84. Price J, Price D, Williams G, Hoffenberg R. Changes in
62. Moreno J, Caplan AL, Wolpe R. Updating protections medical student attitudes as they progress through a
for human subjects involved in research. JAMA 1998;280: medical course. J Med Ethics 1998;24:110-117.
1951-1958. 85. Doyal L, Gilion R. Medical ethics and law as a core
63. Miller FG, Rosenstein DL, De Renzo EG. Professional subject in medical education: a core curriculum offers
integrity in clinical research. JAMA 1998;280:1449-1454. flexibility in how it is taught-but not that it is taught. Br Med
64. Reinhard V. Comfortable quarters for laboratory animals, J 1998;316:1623-1624.
Washington DC. USA: Animal Welfare Institute; 1997. 86. Pérez Tamayo R. Notas sobre la ignorancia médica y
65. Bekoff M, Corron M. An encyclopedia of animal rights otros ensayos. México: El Colegio Nacional; 1991. p.
and animal welfare. London: Fitzroy Dearborn; 1998. 237-256.
66. Jennings M, Hawkins P. Developing the ethics compo- 87. Aréchiga H. La ética en la investigación médica. Rev
nent of the UK modular training system for laboratory Mex Dermatol 1996;40:99100.
animal scientists, ALASA Workshop Report. Animal Wel- 88. De la Fuente R. Medicina y valores humanos. En: La
fare 1998;7:445-458. educación médica y la salud en México. de la Fuente JR
67. Aréchiga H. El uso de animales en el laboratorio de y Rodríguez-Carranza R, Coordinadores. México: Siglo
experimentación. Elementos 1999;36:13-17. XXI Editores; 1996.
68. Dol M, Vlissingen MF. van Kasanmoentalib S, Visser T, 89. Aréchiga H. La biomedicina y los médicos del futuro.
Zwart H. Recognizing the intrinsic value of animals. Beyond Rev Fac Med UNAM 1993;36:77-81.
welfare. Van Gorcum, The Netherlands: Assen; 1999. 90. Russell B. The impact of science on society. London:
69. Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Unwin Paperbacks; 1976.
Proyecto de Norma Oficial Mexicana. Proy.-Nom-062- 91. Lloyd GER. Hippocratic writings. Pelican Classics. Lon-
200-1999. Especificaciones técnicas para la producción, don: Pelican Books; 1978.
cuidado y uso de los animales de laboratorio. Diario 92. Fox RC. Is medical education asking too much of bioet-
Oficial, Diciembre 6, 1999. hics? Daedalus 1999;128:125.
70. Collins F, et al. The Human Genome Project. Science 93. Hodge JG Jr, Gostin LO, Jacobson PD. Legal issues
1997;278:541-568. concerning electronic health information: privacy, quality
71. Marshali E, Pennisi E, Roberts L. In the crossfire: and liability. JAMA 1999;282:1466-1471.
Collins on genomes patents, and rivalry. Science 94. Myser C, Kerridge IH, Mitcheli KR. Ethical reasoning
2000;287:2396-2398. and decision-making: assessing the process. Med Educ
72. Rawbone RG. Future impact of genetic screening in 1995;29:29-33.
occupational and environmental medicine. Occup Environ 95. Hili AV. The ethical dilemma of science. Oxford, UK:
Med 1999;56:721-724. Oxford University Press; 1960.
73. Thomas SM. Genomics: the implications for ethics and 96. Bronowski J. The common sense of science. New York;
education, Br Med Bull 1999;55:429-445. Vintage Books; 1968.
74. Lisker R, Carnevale A, Villa JA, Armendares S, Wertz 97. Stelfox HT, Chua G, O'Rourke K, Detsky AS. Conflict of
100. Fulford KWM, Yates A, Hope T. Ethics and the GMC 106. Rappleye WC. Medical education: final report of the
core curriculum: a survey of resources in UK medical Commission on Medical Education. New York: Associa-
schools. J Med Ethics 1997;23:82-87. tion of American Medical Colleges; 1932.
101. Coles R. The moral education of medical students. Acad 107. Hafferty FW, Franks R. The hidden curriculum, ethics
Med 1998;73:55-57. teaching and the structure of medical education. Acad
102. Kane GC, Leone FT, Rowane J, Fish JE. Nationwide Med 1994;64:861-871.
perspective on the use of a formal ethics curriculum during 108. Ross RH, Fineberg HV. Innovations in physician
critical care fellowship training. Acad Med 1998;73:103. education: the process and pattern of reform in North
103. Goldie J. Review of ethics curricula in undergraduate American medical schools. New York: Springer Publishing
medical education. Med Educ 2000;34:108-119. Co; 1996.
104. Feudtner CH, Christakis DA, Christakis NA. Do clinical 109. De Angelis CD, editors. The Johns Hopkins University
clerks suffer ethical erosion? Students' perception of School of Medicine Curriculum for the Twenty-First Cen-
their ethical environment and personal development. tury. Baltimore, MD, USA: Johns Hopkins University
Acad Med 1994;69:670-679. Press; 1999.
105. Christakis DA, Feudtner C. Temporary matters: the 110. Coughlin S, Katz WH, Mattison DR. Ethics instruction at
ethical consequences of transient social relationships in schools of public health in the United States. Am J Public
medical training. JAMA 1997;278:739-743. Health 1999;89:768-770.