Cardenas Coherencia Cohesion

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PRÁCTICA DE LAS NORMAS TEXTUALES.

LA PROGRESIÓN
TEMÁTICA, LA COHERENCIA, LA COHESIÓN, LA PERTINENCIA
TEXTUAL, Y EL CIERRE SEMÁNTICO

MsC. Diana Lucila Cárdenas Caballero


[email protected]
Jefa de disciplina de Práctica Integral de la lengua española
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas

Resumen
La construcción de textos constituye uno de los componentes más importantes dentro de las clases de
Español- literatura, al construir un texto escrito debemos tener en cuenta las normas textuales o
criterios de textualidad, estas son las que garantizan a un discurso ser llamado “texto”, hacer que los
alumnos las utilicen con éxito en la expresión escrita es uno de los objetivos esenciales de la lengua
materna, saber utilizar las estructuras idiomáticas y de las secuencias lingüísticas hacen de la lengua
escrita el instrumento que nos hace comprensible en nuestro medio social y es el soporte que utilizamos
para expresar nuestros sentimientos, contenidos e investigaciones según las circunstancias
contextuales.

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INTRODUCCIÓN
En la formación del individuo, la enseñanza de la lengua materna tiene como objetivo más general un
dominio del idioma tan alto como sea posible, de las estructuras idiomáticas y de las secuencias
lingüísticas complejas de manera activa y pasiva, pues el idioma es el instrumento que nos hace
accesible a nuestro entorno y el soporte que utilizamos para expresar informaciones y contenidos según
las circunstancias.
Cuando se utiliza nuestro idioma de forma escrita el emisor y el receptor no están en presencia física
uno del otro, por lo que el esfuerzo idiomático del emisor es mayor que en las otras formas del
discurso, así que las secuencias lingüísticas que genera, requieren del receptor una mayor competencia
idiomática por lo que se hace esencial lograr el objetivo con destreza, clave en la formación del sujeto
para el logro de una actitud favorable ante una de las expresiones más matizadas y fieles del
pensamiento, el uso de la palabra escrita.
Dentro de las numerosas acepciones que se hallan sobre el término “escribir” en el diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española aparecen: “representar las palabras o las ideas con letras u otros
signos trazados en papel u otra superficie, comunicar por escrito alguna cosa”.
Escribir correctamente supone atender:
Al contenido: Lograr coherencia (que esté organizado por niveles, temas, subtemas,
proposiciones temáticas, interrelacionados de forma lógica y comprensible).
A la forma: Lograr cohesión (que esté organizado también por niveles; el tema, los subtemas,
las proposiciones temáticas y los conceptos expresados en los párrafos, oraciones y sintagmas
adecuadamente relacionados).
Al conocimiento de la estructura del tipo de texto de que se trate.
Por lo que el texto resultante debe cumplir su función de:
Comunicar significados en una situación dada.
Poder emplearse en la relación entre las personas.
Responder a la intención del que lo escribe.
No depender de otros textos para que se entienda.
Ser coherente.
Reflejar la unidad del contenido y la forma.
La palabra texto proviene del latín téxtum que significa tejido. Según la Dra. Angelina Roméu 1 , es
la trama que se teje con múltiples hilos (los significados) y que logra su urdidumbre mediante reglas que

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establecen un orden y una relación de los sonidos y las palabras determinadas por dicho significado y el
contexto en que significa.
La Dra. Ileana Domínguez lo considera como una unidad que se define como el resultado de la actividad
lingüística del hombre (por lo que tiene carácter social) en que la acción del hablante produce un
mensaje en un contexto concreto con una específica intención comunicativa lo que le da el cierre
semántico-comunicativo para que el texto sea autónomo. (Domínguez, 2010, p. 15)
Para construir un texto escrito con éxito debemos tener en cuenta las normas textuales o criterios de
textualidad, las que se refieren los autores indistintamente, pero que no deben estar ausentes, pues son
las que garantizan a un discurso ser llamado “texto”.
En este capítulo las llamaremos normas textuales y son las siguientes:
- Coherencia: se hace evidente en la ilación o continuidad del sentido lógico – psicológico del
pensamiento así como en las correctas conexiones o enlaces gramaticales de la expresión que permiten
establecer los enlaces psíquicos que garantizan la relación coherente de sus partes con el todo.
Propiedad fundamental de un texto.
- Coherencia global y macroestructura: está referida a garantizar la unidad y relación coherente con
el todo (la estructura del texto, el ajuste al tema, mantenimiento de la intención comunicativa y
utilización precisa de los signos de puntuación).
- Coherencia lineal y secuencial: esta es la que mantiene la secuencia entre las oraciones del párrafo y
la utilización de los elementos de enlace, a la delimitación correcta de oraciones y párrafos.
- Cohesión: guarda estrecha relación con la coherencia, está dada por las relaciones o conexiones
entre los elementos lingüísticos del texto tales como las palabras o terminaciones de palabras, se
evidencia en el plano de la expresión en la construcción sintáctica superficial.
- Progresión temática: constituye una característica fundamental de la textualidad, mediante la cual se
logra la permanencia y el avance temático (Propiedad microestructural y permanente del texto), la cual
nos permite tener la sensación “de estar en el mismo texto y, a la vez, de no estar en el mismo punto
temático”. La misma tiene que ver con la utilización que se va haciendo de la información compartida
(tema) y la información nueva (rema), se manifiesta en tres modelos básicos: la progresión constante, la
progresión lineal y la progresión del tema derivado o hipertema.
- Pertinencia textual: se caracteriza por mostrar con claridad el mensaje lo que se dice en cada
enunciado a propósito de qué se dice y que se manifiesta en la gradualidad la explicitud y las
relaciones semánticas que se establecen.
- Cierre semántico: se dirige a la búsqueda del texto acabado a que se le otorgue autonomía y una
relativa independencia pues al construir es necesario lograr un cierre coherente del texto.
Por ejemplo:

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Era un sitio excelente para el descanso merecido y había silencio y paz. Su belleza natural no pasaba
desapercibida. A mis primas le encantaba ir allí de vacaciones y a mí también. A veces después de
correr al aire libre, nos subíamos a unos árboles muy grandes, frondosos y verdes, los árboles estaban
repletos de frutas maduras que disfrutábamos comer. Todos decían de que no había lugar más hermoso
de que “La Finca”, era lo más preciado de aquellos campos.
Análisis de los errores: se afecta la coherencia y se obstaculiza la comprensión porque se utilizan
palabras con significados diferentes que afectan la claridad del texto (desapercibida por inadvertida la
primera significa desprevenida y no se corresponde con el significado de lo que el texto desea expresar,
la segunda sí, es sin dejar de advertirse, notarse), uso incorrecto de pronombres, le por les, para que no
se vea afectada la concordancia (a mis primas le gustaba), repetición innecesaria de palabras (árboles),
uso incorrecto de preposiciones (de) de que. Como ves, en la expresión del párrafo hay errores
gramaticales que a su vez son errores de la expresión lógica del pensamiento, lo que reafirma la
vinculación indisoluble de la forma y el contenido en sentido general y particular, además de la
relación que debe existir entre coherencia y cohesión.
Texto definitivo:
Era un sitio excelente para el descanso merecido, porque había silencio y paz. Su belleza natural no
pasaba inadvertida. A mis primas les encantaba ir allí de vacaciones y a mí también. A veces, después
de correr al aire libre, nos subíamos a unos árboles muy grandes, frondosos y verdes, repletos de frutas
maduras que disfrutábamos comer. Todos decían que no había lugar más hermoso que “La Finca”; era
lo más bello de aquellos campos.
¿Cómo escribir con calidad y ser un escritor competente?
“escritores competentes”: el que sea capaz de comunicarse con textos coherentes, claros y precisos,
que cumplan con una determinada intención comunicativa; el que sabe expresar por escrito sus
sentimientos, emociones, experiencias y opiniones pues el idioma constituye un elemento valiosísimo en
las relaciones del individuo como ser social. Un buen escritor narra los hechos hábilmente, de modo que
se mantenga la atención del lector y su deseo de continuar la lectura.
Según Cassany 2
los buenos escritores (…) dedican más tiempo a esta actividad antes de redactar el
texto (…) planifican la estructura, hacen un esquema, toman nota y piensan un rato en todos estos
aspectos antes de empezar a redactar. (Cassany, 1994, p. 257)
Hay algunos principios que se recomiendan para lograr el interés, los más importantes son:
a) Un buen comienzo: Captar el interés desde las primeras líneas, rehuyendo los principios
lentos, explicativos, ofreciendo datos significativos que estimulen la atención.

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b) Mantener siempre la curiosidad del lector: Se recomienda no dar todos los elementos de
una vez, para que el lector tome un papel activo y vaya descubriendo los hechos por sí mismo.
c) Evitar los finales rotundos, definitivos: Los hechos en la vida no concluyen abruptamente.
Los episodios se suceden con naturalidad, los finales sugerentes, abiertos son muy frecuentes
en la literatura contemporánea, igual que el inesperado o sorpresivo.
Aspectos esenciales del acto de escribir
El acto de escribir se compone de tres procesos básicos: hacer planes, redactar y revisar, y de un
mecanismo de control.
 Hacer planes: representación mental, más o menos completa y esquemática de lo queremos
escribir y cómo queremos proceder. El subproceso de generar es la puerta de entrada de las
informaciones de la memoria, buscar argumentos para el texto, seleccionar sinónimos. El
subproceso de organizar, clasificar los datos de la memoria, imaginar un proyecto de texto. Estos
procesos se pueden realizar mentalmente o con apoyo escrito (utilizando lluvia de ideas, mapas
mentales, ideogramas, palabras claves, etc.)
 El proceso de redactar: Se encarga de transformar este proyecto de texto, que respete las
reglas del sistema de la lengua. Los escritores suelen resolverlo escribiendo, revisando y
replanificando parcialmente fragmentos de texto, de manera que los tres procesos básicos de
redacción interactúan constantemente.
 Revisión: El autor compara el escrito realizado con los objetivos planificados previamente y
lo retoca para mejorarlo. En el apartado leer repasa el texto que va realizando, en el apartado
rehacer modifica todo lo que sea necesario. Finalmente, el control es un cuadro de dirección que
regula el funcionamiento y la participación de los diversos procesos en la actividad global de la
redacción.
Fases de la redacción.
 Fase de pre- redacción.
 Fase de redacción propiamente dicha.
 Fase de post- redacción.
Fase de pre-redacción: Etapa de tanteos, en la que quien escribe toma conciencia de que tiene algo que
decir y busca cómo decirlo. Fase que busca desde el punto de vista didáctico motivar la necesidad de
escribir, de comunicar por escrito nuestras ideas y sentimientos sobre un tema en particular.
Se necesita en esta fase: Poblar la mente de ideas y perder el temor a la hoja en blanco.
Se debe: Determinar el tema sobre el que se va a escribir; para ello:
 Tener en cuenta intereses, motivaciones, experiencias, vivencias que poseen, madurez
intelectual, para lograr un verdadero protagonismo en relación con la escritura.

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 Reflexionar sobre la importancia del título y la función del mismo en el escrito, por ejemplo,
pueden tener función de presentación, anticipación, síntesis, captación del interés del lector y
otras, deben ser sugerentes y creativos.
- Algunas ideas para desarrollar actividades de recolección y ordenamiento de la información: En
cuanto a la recolección de la información:
 Para poblar la mente de ideas es necesario profundizar en el tema, conocer bien para hablar
bien puede ser a través de técnicas como las ya conocidas: Lluvias de ideas, mapas conceptuales,
asociación de ideas, organización y jerarquización de las ideas u otras válidas para el proceso.
 Determinar el tipo de texto que se escribirá, a quién se dirigirá y el registro de la lengua que
se utilizará.
 Esquema general escrito para determinar el tema.
Fase de redacción propiamente dicha: En esta etapa pueden consultarse fuentes bibliográficas y de
información de que disponen (diccionarios, notas tomadas, mapas conceptuales o esquemas elaborados
en la fase anterior o siguiendo las ideas de Cassany sobre el borrador, o sea, el proyecto pensado se hará
escrito, abierto en su primera versión pues será un primer borrador que luego se irá retocando,
perfeccionando, embelleciendo. (Ob. Cit.)
Fase de revisión, mejora y post - escritura: En esta fase se deberá tomar conciencia de que es el
momento de un rico proceso de revisión y autorrevisión en el que se debe tener en cuenta:
 Tipo de texto y su estructura formal.
 ¿A quién está dirigido? (considerar el vocabulario y el registro más adecuado).
 La lógica, coherencia, precisión y claridad de las ideas.
 Finalidad o intención comunicativa concreta.
La expresión escrita como proceso presenta dos partes:
1. Borrador: Esquema para planear la escritura (estrategia de planificación y de
autorrevisión).
2. Texto definitivo: Debe aplicar estrategia de solución y de auto revisión, teniendo en
cuenta: tema, propósito, tipo de texto, para quién escribe, lo formal y externo del texto.
Texto borrador: es un texto para sí porque:
 Puede estar sucio.
 Se escribe para ser leído por sí mismo.
 Se economizan esfuerzos.
 Las palabras se escriben sin cuidar la horizontalidad.
 Puede tener flechas, marcas o dibujos que indiquen reordenamiento.
 Predominan las palabras claves o ideas incompletas en el esquema o borrador.

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Texto definitivo: es un texto escrito para otros porque:
 Debe evidenciar coherencia y cohesión.
 Ajuste a la situación comunicativa.
 Total limpieza, sin borrones, ni tachaduras.
 Evitar problemas de ortografía y de léxico.
 Caligrafía esforzada y texto totalmente legible.
 Presenta título.
 No está escrito en esquema, sino que se ajusta al formato textual pedido.
CONCLUSIONES
Es la producción de textos una de las experiencias más vivas, desde el punto de vista intelectual y
espiritual, del ser humano y vía eficaz que contribuye a la formación del hombre nuevo con el fin de
afrontar creadoramente los retos del futuro con una mentalidad cultivada y abierta, armada de valores
éticos que le permitan defender la dignidad humana.

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Currículo
Licenciada en Educación, especialidad Español-Literatura, 24 años de experiencia docente, ha sido metodóloga de
secundaria básica. Es Máster en Ciencias de la Educación. Es profesora Auxiliar y jefa de la disciplina Práctica
Integral de la lengua española, que abarca todas las carreras de formación pedagógicas. Pertenece a un proyecto de
investigación en el que uno de sus resultados es la tesis doctoral que realiza actualmente.

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