Concursal. 1 Introducción

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CAPITULO I

LA CONCURSALIDAD

Frente a la impotencia patrimonial del deudor, resulta insatisfactoria la ejecución individual1.


El concurso viene a ofrecer, entonces, un tratamiento legal a la situación de crisis económico financiera del
deudor.
El concurso como género2, en nuestro derecho positivo vigente comprende tanto la reorganización: concurso
preventivo y acuerdo preventivo extrajudicial; como la liquidación: concurso liquidativo o quiebra. 3 Es decir que
cuando hablamos de “concurso” podemos referirnos tanto al concurso preventivo como a la quiebra, y de ahí
que a lo largo del texto de la ley concursal 24522 van a encontrar el empleo de la palabra concurso en artículos
que regulan la “quiebra”.

CONCURSOS: CLASES

REORGANIZACIÓN (CONCURSO PREVENTIVO. APE)

LIQUIDACIÓN (QUIEBRA – O CONCURSO LIQUIDATIVO-)

No se trata, de una ejecución colectiva, sino de procesos de especiales características, regulados por la
normativa concursal, alcanzados por un régimen de privilegios generales establecido por la misma, regidos por
principios diferenciados, propios de la concursalidad (como la “pars conditio creditorum” -paridad de
tratamiento de los acreedores-), en reemplazo de otros principios aplicables en situación “in bonis” (como el
que establece la prioridad temporal en las medidas cautelares).

PRINCIPIOS DE LA NORMATIVA CONCURSAL

-EXCEPCIONAL: sólo aplicable a la situación calificada por la ley a partir de su presupuesto objetivo, y subjetivo,
y una vez judicialmente declarada.
-IMPERATIVA: la generalidad de las normas concursales no son derogables por acuerdo de partes.
-SUSTANCIAL: contiene instituciones de derecho de fondo regulatorias de la situación de crisis.

-PROCESAL: la crisis económico financiera es regulada como “proceso” universal.

1
La pluralidad no es necesaria para la procedencia del proceso colectivo (artículo 78, segundo párrafo ley 24522: “No es necesaria la
pluralidad de acreedores.”)
2
La ley 24522 contiene numerosos ejemplos de alusión al “concurso” en artículos referidos al concurso liquidativo o quiebra, así como
el plural “concursos” referido tanto al concurso preventivo como al concurso liquidativo. Así el artículo 1º. de la ley 24522.
3
Tonón, Antonio, Derecho Concursal, tomo I, p.51; Galíndez, Oscar A., Verificación de créditos, 2a ed., 1997, p.112.
CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO CONCURSAL

-UNIVERSALIDAD: Objetiva: comprensiva de la totalidad del patrimonio;


y subjetiva: incluyente de la totalidad de acreedores en las condiciones de su regulación.

-UNICIDAD: un único proceso universal, principio completado por el principio de juez único, con fuero de
atracción unificado.

-INQUISITORIEDAD: desde el punto de vista procesal, predomina su carácter inquisitivo u oficioso, por
oposición al proceso dispositivo para las partes. Este carácter proviene del origen del derecho concursal dentro
del derecho público, inclusive dentro del derecho represivo, conservando sólo algunas notas que se han ido
atenuando en la evolución histórico jurídica del concurso.

-CONCURSALIDAD- CONCURRENCIA: es característico el derecho de control correspectivo entre las distintas


partes del proceso, atenta la necesaria competencia que se genera entre los potenciales acreedores frente a la
insuficiencia patrimonial del deudor. Así, lo que corresponda a un acreedor se deducirá de lo que pudiera
corresponderle a otro u otros, si bien en paridad de condiciones.

-COLECTIVIDAD: aún cuando no es necesaria la pluralidad de acreedores (artículo 78, segundo párrafo, ley
24522), el concurso mantiene su potencialidad colectiva.

-PARS CONDITIO CREDITORUM: paridad en el tratamiento que deben recibir los acreedores concurrentes.
Principio que ha caracterizado a los procesos concursales desde su origen, si bien ciertamente ha perdido gran
parte de su efectividad.

DERECHO CONCURSAL. DERECHO DE LA CRISIS

El espectro temático abarcado por el derecho concursal tiene su ámbito temporal y material en la crisis. Así su
regulación trasunta la necesidad del derecho de adaptar el resto de la normativa legal, frente a esa particular
pátina con que la crisis económico financiera se instala sobre las relaciones e institutos jurídicos.

PRESUPUESTO OBJETIVO DE LOS CONCURSOS: ESTADO DE CESACIÓN DE PAGOS

La ley 24522, de concursos y quiebras, ya desde su artículo primero encumbra al “estado de cesación de pagos”
como el presupuesto de los concursos regulados en la misma.
(“CESACION DE PAGOS. ARTICULO 1 : El estado de cesación de pagos, cualquiera sea su causa y la naturaleza de
las obligaciones a las que afecto, es presupuesto para la apertura de los concursos regulados en esta ley, sin
perjuicio de lo dispuesto por los artículos 66 y 69.”)
El concepto de ese estado de cesación de pagos requerido por la ley como presupuesto se encuentra dado por
el artículo 78 de la L.C.Q.: “PRUEBA DE LA CESACION DE PAGOS
ARTICULO 78. El estado de cesación de pagos debe ser demostrado por cualquier hecho que exteriorice que el
deudor se encuentra imposibilitado de cumplir regularmente sus obligaciones, cualquiera sea el carácter de
ellas y las causas que lo generan...”
Así, si bien este artículo se refiere a la “prueba” del estado de cesación de pagos, alude a hechos que
exteriorizan que el deudor se encuentra imposibilitado de cumplir “regularmente” sus obligaciones.
Esta nota de “regularidad” es la determinante del tipo de impotencia patrimonial que caracteriza el estado de
cesación de pagos, “concepto técnico jurídico” que opera la apertura de estos procedimientos en nuestro
derecho positivo vigente.
Se trata de un verdadero “estado” con caracteres de generalidad (no limitado a determinadas obligaciones o
situaciones) y permanencia.4

Se requiere un DESEQUILIBRIO entre: - los COMPROMISOS EXIGIBLES y


- los MEDIOS DISPONIBLES “NORMALES/CORRIENTES/REGULARES”
PARA ENFRENTARLOS.
Así puede tomarse como definición la contenida en el artículo 78 de la ley 24522 de concursos y quiebras, no
requiriendo la ley la total inexistencia de medios de pago, sino la indisponibilidad de medios “regulares”,
“normales”, “ordinarios”, “corrientes” para afrontar las obligaciones exigibles.
Por otra parte la ley concursal establece un elenco no taxativo de hechos tradicionalmente considerados como
indicativos del estado de cesación de pagos:
“HECHOS REVELADORES. ARTICULO 79. Pueden ser considerados hechos reveladores del estado de cesación de
pagos, entro otros:
1) Reconocimiento judicial o extrajudicial del mismo, efectuado por el deudor
2) Mora en el cumplimiento de una obligación
3) Ocultación o ausencia del deudor o de los administradores de la sociedad, en su caso, sin dejar representante
con facultades y medios suficientes para cumplir sus obligaciones
4) Clausura de la sede de la administración o del establecimiento donde el deudor desarrolle su actividad.
5) Venta a precio vil, ocultación o entrega de bienes en pago.
6) Revocación judicial de actos realizados en fraude de los acreedores. 
7) Cualquier medio ruinoso o fraudulento empleado para obtener recursos.”

La “insolvencia”, o zona de insolvencia, a los fines prácticos ha sido tomada como equivalente de la
cesación de pagos.
Insolvencia para el Diccionario de la Real Academia Española significa incapacidad de pagar una deuda.
No es, por cierto, equivalente desde la técnica contable:

INDICE DE SOLVENCIA: PATRIMONIO NETO


4
No una mera foto fugaz, sino una película: un mero incumplimiento de pago, es un hecho potencialmente revelador del estado, pero no
necesariamente determina su existencia.
TOTAL DEL PASIVO 5
Puede tenerse a la crisis económico financiera como género, del cual el “E.C.P.”, resulta una especie, el
concepto técnico jurídico que la ley ha erigido como “presupuesto” de los “concursos” regulados en nuestra ley
concursal, nada menos que en su artículo 1º.

CRISIS ECONÓMICO/FINANCIERA

E.C.P. INSOLVENCIA

Como concepto central del derecho concursal ha motivado desde siempre el interés de la doctrina.
El maestro Quintana Ferreyra consideró como conceptos sinónimos “cesación de pagos”, “insolvencia” y
“quiebra económicamente considerada”: “aquel estado del patrimonio que sin disponibilidad de crédito, se
revela impotente para atender las obligaciones exigibles, con los bienes normalmente realizables en
oportunidad de dicha exigibilidad.”
El Profesor Richard destacó que, justamente, el bien jurídico tutelado por la ley concursal lo constitutía
eliminar el estado de cesación de pagos, en tanto que situación irregular, no querida por la sociedad. 6
Yadarola, siguiendo a Bonelli, desarrolló, por primera vez en Argentina, su amplia fundamentación sobre
la cesación de pagos desde el doble punto de vista económico y jurídico. Así escribió en 1934 que la cesación de
pagos era el nombre que se dio en su origen a la insolvencia del comerciante, ambas expresiones habrían
traducido el mismo fenómeno (“El concepto técnico –científico de la cesación de pagos”).
Cámara entendió que la expresión cesar de pagar se presta a error, y propuso llamarlo estado de
insolvencia a semejanza del artículo 962 del Código Civil de Vélez Sársfield.
Bonelli había afirmado que con el término cesación de pagos la doctrina jurídica designó la insolvencia
del comerciante.7
De acuerdo a Cámara, la ley 8 recogía el concepto amplio, la impotencia del patrimonio frente a las
deudas ciertas, líquidas y exigibles que lo gravan.
Para Fernández la cesación de pagos es el estado de un patrimonio que se revela impotente para hacer
frente a los compromisos que sobre él gravitan, haciendo una categórica distinción entre incumplimiento y
cesación de pagos.
Quintana Ferreyra criticó en su oportunidad la falta de alusión a la simultaneidad entre la exigibilidad
de las deudas y la realización normal de los bienes, distintivo de este concepto dinámico.

5
RIAL, Norberto, Interpretación de la información contable, p.119.
6
Con anterioridad a la reforma que le introdujera la ley 26684.
7
Bonelli asignaba la denominación de “cesación de pagos” a la insolvencia comercial: “l’impotenza d’un patrimonio al pagamento dei
debiti manifestata dal commerciante che ne é investito mercé il suo modo de comportarsi nei repporti commerciali.”
8
La ley 19551 de quiebras, en lo sustancial seguida por la ley 24522 en este aspecto.
Recuerda este autor, asimismo, que según Carnelutti “el incumplimiento es un fenómeno de voluntad; la
insolvencia es un fenómeno de posibilidad” 9, y que fuera Satanowsky quien puso el acento en la simultaneidad:
el desequilibrio entre los valores que se han podido realizar en un momento dado y las obligaciones exigibles en
ese momento. Advertido este desequilibrio, el deudor no debe esperar a que la exteriorización de ese estado se
produzca mediante incumplimientos, para someter a sus acreedores a la solución del mismo como impotencia
patrimonial.
Rouillon, se refiere a la imposibilidad para satisfacer con medios regulares (disponibilidades normales o
activos corrientes) las obligaciones inmediatamente exigibles (pasivos corrientes).
En el pedido de concurso preventivo y quiebra voluntaria (pedida por el propio deudor) la demanda o
solicitud es jurisprudencialmente interpretada como confesión judicial del estado de cesación de pagos. Se
entiende que, en la práctica, procede aún en estadíos de preinsolvencia o crisis económico financiera.
Heredia recuerda la Exposición de Motivos de la ley 19551: “estado económico susceptible de ser
demostrado a través de ciertos hechos”.
Acota, sin embargo:
A) no es un fenómeno exclusivamente contable :
- el recurso al crédito de un tercero o posibilidades de rendimiento de la empresa pueden ser el
contrapeso al desequilibrio contable;
- el exceso del activo sobre el pasivo no importa la imposibilidad de existencia de estado de
cesación de pagos (Pajardi);
- los balances ofrecen un dato estático y la insolvencia aparece en la dinámica de la empresa
(Satta);
- el desequilibrio entre el activo y el pasivo corresponde para alguna jurisprudencia a la noción de
insolvencia antes que al estado de cesación de pagos;
- la noción contable de iliquidez tampoco refleja en forma imprescindible el estado de cesación de
pagos.
B) no es un suceso puramente jurídico:
- no se identifica con el incumplimiento, que no posee un significado unívoco;
- puede existir sin incumplimiento.

ANTECEDENTES. TEORÍAS

Raymundo Fernández clasificó, en nuestro derecho, las teorías sobre el estado de cesación de pagos:
- Materialista: cesación de pagos como sinónimo de incumplimiento, bastando con el
incumplimiento de una sola obligación. Nuestro Código de Comercio de 1862, su reforma de 1889, y la ley 4156
identificaron la cesación de pagos con un solo incumplimiento cualquiera fuera su medida y estado patrimonial
del deudor;
- Intermedia: equivalente a estado patrimonial que sólo puede exteriorizarse por incumplimientos
efectivos, aún cuando reconoce que no todo incumplimiento importa cesación de pagos. Limita la

9
Carnelutti, Francesco, Espropiazione del creditote, en “Rivista del diritto commerciale”, 28-I-677, citado por Quintana Ferreyra,
Francisco, Concursos, ed. Astrea, Buenos Aires, 1985, Tomo 1, p.21.
determinación del inicio del estado al primer incumplimiento, demora la declaración anulando el sentido
cautelar del procedimiento;
- Amplia: estado patrimonial que puede revelarse por numerosos hechos no enumerables
taxativamente, es un “estado” y no un hecho.10
En nuestro derecho desde la ley 11719, el estado de cesación de pagos en el proceso concursal es
conceptuado de acuerdo a la teoría amplia.

CARACTERIZACIÓN

1) EXTERIORIZACIÓN.
La manifestación del estado es característica, no siendo necesario su público conocimiento, ni que los hechos
reveladores sean “notorios”.
No requiere la prueba directa, lo que vulneraría el derecho al secreto en la composición del patrimonio, las
negociaciones, documentación, etc.
Los signos visibles deben traducir “inequívocamente” el estado de cesación de pagos, ser un “estado
manifiesto”.
En el concurso preventivo y la quiebra voluntaria basta la confesión en la petición, pormenorizada y
explicada, aún cuando no vinculante para el magistrado (podría alterar la función del concurso como sistema
de composición de intereses hacia un sistema de traslado del riesgo empresarial).
En la quiebra pedida por un acreedor, el requisito legal es la mención de algún hecho revelador, cuya
enumeración no taxativa contiene el artículo 79 de la L.C.Q.

EXTERIORIZACIÓN DEL ESTADO DE CESACIÓN DE PAGOS: HECHOS REVELADORES.


A nivel de derecho comparado se perfilan dos sistemas:
- HECHOS DE QUIEBRA: origen anglosajón, que perdura en algunas legislaciones del common law,
enumeración legal taxativa que funciona como presunción juris et de jure.
- HECHOS REVELADORES: una fórmula general y enunciación ejemplificativa.
En nuestro derecho Raymundo Fernández clasificó los hechos reveladores:
- Hechos de manifestación directa: implica reconocimiento directo, explícito o implícito, del deudor:
confesión expresa judicial o extrajudicial y confesión implícita: fuga u ocultación del deudor, clausura del
negocio, ocultación de mercaderías, distracción de bienes, etc.
- Hechos de manifestación indirecta: el deudor evita revelarse insolvente, o simula solvencia.: recursos
dilatorios (renovación permanente de deuda, constitución de garantía de deudas quirografarias
preexistentes, dación de bienes en pago, etc.); ruinosos (liquidación de bienes de capital, toma de préstamos
usurarios, venta a precio vil) y fraudulentos (apropiación de fondos retenidos para su depósito, malversación
de fondos, etc.)
Tanto la ley 19551 (antecedente inmediata de la actual) como la ley de concursos y quiebras vigente, 24522,
pueden ser clasificadas dentro de la teoría amplia, con sistema de hechos reveladores.

Fernández, R., Fundamentos de la quiebra, p.219, citado por Cámara, Héctor, El concurso preventivo y la quiebra , Ed.Depalma,
10

Buenos Aires, 1982, volumen I, p.237.


El artículo 80 L.C.Q. parece inclinarse hacia la intermedia, ya que sólo habilita a pedir la quiebra al acreedor
“cuyo crédito sea exigible”, es decir que en la quiebra “necesaria” (a pedido de acreedor) se exige el
incumplimiento (Rouillon).
2) PERMANENCIA.
Es necesario que se trate de un estado con extensión temporal, descartándose la situación contingente o
pasajera, si bien no exigiéndose un estado definitivo ya que el concursamiento tiene por finalidad su
superación.
3) EXIGIBILIDAD DE LAS OBLIGACIONES.
La ley no requiere que las obligaciones respecto de la cuales el patrimonio del deudor evidencia carencia de
recursos regulares, sean necesariamente líquidas, según Quintana Ferreyra, opinando lo contrario Fassi,
Cámara.
La ley no requiere la pluralidad de acreedores (artículo 78, 2º. Párrafo).

4) REALIZABILIDAD NORMAL DE BIENES.

5) CONFRONTACIÓN DINÁMICA.
Es determinante la evaluación dinámica, la circunstancia de existir simultáneamente exigibilidad de deudas e
imposibilidad normal, regular, ordinaria o corriente, de realizar (liquidar) los bienes.
Se trata de una estimación opuesta a la confrontación estática del activo y del pasivo en ocasión de un
balance.
CUMPLIMIENTO REGULAR.
MEDIOS NORMALES DE PAGO.
Se trata de un fenómeno complejo, dependiente de la ponderación judicial.
La noción de “cumplir regularmente” según Maffía siguiendo a Provinciali, involucra:
1) pagar al vencimiento;
2) en la especie debida;
3) con medios ordinarios (incluye crédito de tercero pero no producto de una operación ruinosa);
4) a todos los acreedores (sin postergar a unos frente a otros);
5) INDISPONIBILIDAD DE CRÉDITO.
6) GENERALIDAD (Rouillon).
El estado de cesación de pagos debe implicar una extensión material, que comprometa toda la actividad del
deudor, las deudas vencidas y las por vencer, con riesgo general y concreto (Heredia).

CAUSA DE LA CESACIÓN DE PAGOS. IRRELEVANCIA (arts. 1º y 78 L.C.Q.)


La ley 24522, artículo 1º., expresamente alude a la irrelevancia de la causa o naturaleza de la obligación que
afecta el estado de cesación de pagos.
La causa de la obligación fue determinante durante la vigencia de anteriores leyes, que requirieron el carácter
comercial de las obligaciones cuyo incumplimiento se considerara a los fines de la cesación de pagos.

CAUSA DEL INCUMPLIMIENTO.


El incumplimiento no posee por sí mismo un significado unívoco, sino interdependiente de su integración e
interpretación a la luz de otros hechos.

NATURALEZA DE LAS OBLIGACIONES AFECTADAS.


La ley 11719 exigía que la obligación tuviera carácter comercial.
A partir de 1972, la ley 19.551 de carácter nacional, legisla los concursos de comerciantes y no comerciantes,
con lo que implícitamente deroga también las disposiciones provinciales contrarias. Esta ley produce la
unidad legislativa concursal -una sola ley para todo el país y todos los concursos-, pero no todavía la unidad
de régimen jurídico, ya que mantiene la distinción entre concursos de los comerciantes y de los no
comerciantes (a estos últimos reserva los "concursos civiles" regulados en un artículo -el 310, luego derogado
por ley 22.917- que marca las diferencias con el régimen de los concursos comerciales al cual remite casi
íntegramente).
La ley 24522, artículo 1º, reiteramos, alude en forma expresa a la irrelevancia de la naturaleza de las
obligaciones que el estado de cesación de pagos afecta.
Fue a partir de 1983, que la ley 22.917, modificatoria de la ley 19551 de quiebras entonces vigente, eliminó
toda diferencia entre concursos civiles y comerciales, al considerar sujetos de la quiebra y del concurso
preventivo a las personas de existencia visible y las de existencia ideal de carácter privado, con prescindencia
de que fueran o no comerciantes.
Esa ley mantuvo como dos supuestos especiales al patrimonio del fallecido y a los deudores domiciliados en el
extranjero con bienes en el país, supuestos cuya regulación conserva la ley 24522.
También conservó clásica exclusiones a la concursabilidad, tales como: las sociedades de economía mixta
(decr. ley 15.349/46, ley 12.962), las sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria (ley 19.550,
cap. II, secc. VI), las sociedades del Estado (ley 20.705), las entidades aseguradoras (ley 20.091); las
asociaciones mutuales (ley 20.3211 y a las demás personas excluídas por leyes especiales.
A partir de su sanción en 1995, la ley de concursos y quiebras 24.522 mantiene la unificación subjetiva
concursal a la que se llegara luego de la evolución reseñada.

TENDENCIAS. ANTICIPACIÓN

Cámara en 1980 publicó en la Revista de Derecho Comercial y de las Obligaciones (RDCO) “La falencia de
la falencia”, artículo en que lamentaba la falta de razón de ser de la quiebra como reguladora del fenómeno
patológico de la insolvencia, y propugnaba buscar nuevas soluciones para resolver las dificultades patrimoniales
antes de llegar a la cesación de pagos.
A partir de la ley 22917 de 1983, que reformó la ley 19551, se agregó como presupuesto objetivo de los
concursos para el caso de los “acuerdos preconcursales”, a las “dificultades económicas o financieras de
carácter general”.
Estos acuerdos preconcursales resultarían antecedente en nuestro derecho de la figura que la ley
vigente regula como “acuerdo preventivo extrajudicial” y que conserva ese presupuesto objetivo, ampliado a
las “dificultades económicas o financieras de carácter general”, en la intención de “prevenir” o adelantarse al
acaecimiento del estado de cesación de pagos.
El maestro Maffía destacó que el estado de insolvencia como presupuesto objetivo en estas figuras es el
mismo desde hace cien años, mientras que el sujeto concursable ha recorrido el camino desde lo restringido
hasta lo ordinario. Recordó que el mundo estaba en otra cosa: la prevención de la crisis. Una vez instalado el
E.C.P. es muchas veces irreversible. La detección no debe estar limitada a la voluntad del empresario.
Dasso11 sostiene que en el derecho de la quiebra la persecución de la eficiencia se ha centrado en el
resguardo de la empresa, focalizado en el diagnóstico temprano de sus dificultades de modo de intervenir antes
que la crisis resulte irreversible. Así se ha plasmado en todas las reformas del derecho concursal de los países
centrales un presupuesto material novedoso “la crisis”: amenazas, dificultades, inminencia de insolvencia (ley
española de 2003, “insolvencia inminente” como presupuesto de promoción del concurso voluntario), señales
de alarma, despistes (“despistage” en la doctrina belga), guiñadas (“clignotants” en la doctrina francesa). El
común denominador es el anticipo tempestivo de la intervención de la ley en el fenómeno clásicamente
definido como “cesación de pagos”.
El cambio del presupuesto material es acompañado de las consecuencias de la regulación del fenómeno:
facilitación de condiciones, desdramatización de la quiebra (“discharge” en el derecho norteamericano,
“esdebitazione” itálica, efecto novatorio del acuerdo en la ley argentina), creciente permeabilidad del principio
secular de la pars conditio creditorum (considerado ya no esencial en el concurso).
Anticipar la negociación cuando la crisis se adivina significa mejorar las posibilidades de reorganizar sin
presiones insoportables de acreedores más fuertes.
El presupuesto en la insolvencia como sinónimo de la cesación de pagos o incumplimiento legislado en
todos los ordenamientos concursales del siglo XX impide la anticipación.
La severidad de los principios de universalidad, colectividad y pars conditio creditorum se diluyen en el
derecho concursal del nuevo siglo, en que la reestructuración extrajudicial parece dar mayores posibilidades de
solución de la crisis con reducción de costos, particularmente a partir de la crisis norteamericana de 2008,
globalmente extendida.
Los procedimientos extrajudiciales son de inicio meramente contractual, pero su homologación –
judicialización- es condición del sometimiento obligatorio a los acreedores disidentes o ausentes, efecto
introducido por la reforma que la ley 26086 efectuara a la ley 24522 de concursos y quiebras actualmente
vigente, y que dotara de extensa vigencia jurídica al instituto anteriormente teórico del acuerdo preventivo
extrajudicial.
En este nuevo escenario es una constante la no exigibilidad del presupuesto material clásico significado
por la insolvencia o la cesación de pagos, desplazado por un criterio de previsibilidad.
La “insolvencia inminente” de la ley alemana del año 1999 constituye el antecedente más relevante:
“amenaza de insolvencia” cuando el deudor ve “previsible” que no se encontrará en condiciones de cumplir con
las obligaciones de pago pendientes en el momento del vencimiento. Pero no tiene aplicación extrajudicial.
La loi de sauvegarde del 24/07/2005 prevé los procedimientos de conciliación y salvamento, ninguno de
los cuales requiere del presupuesto material de cesación de pagos para su promoción.
En la legislación argentina, la ley 22917, introductoria de los acuerdos preconcursales, agregó como
presupuesto material, además del clásico de la cesación de pagos, las “dificultades económicas o financieras de

11
DASSO, Ariel A. Derecho Concursal Comparado, Tomo I, Legis, Buenos Aires, 2009, p.XIII y siguientes.
carácter general”. En esta regulación, estos acuerdo carecían de efectos suspensivos de acciones individuales y
del curso de intereses. No exigían tampoco la par conditio creditorum.
La sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación por ley 26994, actualizó las expectativas de
flexibilización del presupuesto objetivo de los concursos en nuestro derecho positivo vigente.
Esto a raíz de una sugestiva redacción de la norma del artículo 2360.
Dentro del Libro Quinto, de la Transmisión de los derechos por causa de muerte, Título VII, Proceso sucesorio,
el Capítulo 5: Pago de deudas y legados, el artículo 2360: “Masa indivisa insolvente. En caso de desequilibrio
patrimonial o insuficiencia del activo hereditario, los copropietarios de la masa pueden peticionar la apertura
del concurso preventivo o la declaración de quiebra de la masa indivisa, conforme a las disposiciones de la
legislación concursal. Igual derecho, y de acuerdo a la misma normativa, compete a los acreedores.”
La norma provocó desde el extremo de sostenerse la introducción del concurso preventivo “necesario” (a
pedido del acreedor, inexistente en nuestra ley concursal) 12, la ampliación del presupuesto objetivo concursal 13,
a la consideración de mera solución que compatibiliza el ordenamiento civil con el concursal, la posibilidad de
concurso preventivo o quiebra de la masa indivisa insolvente, congruente con los arts. 2 y 8 de la LCQ. 14
El Profesor Ariel A. Dasso15, recuerda las históricas crisis económico financieras que incidieran en el
reconocimiento en el artículo 1º. de la ley 24522, de dos importantes excepciones al presupuesto objetivo de
los concursos: las dificultades económico financieras de carácter general del acuerdo preventivo extrajudicial
(artículo 69 de la L.C.Q.), y el concurso de los integrantes del agrupamiento con la sola acreditación del estado
de cesación de pagos respecto de uno de los agrupados (artículo 66 de la L.C.Q.) 16, mencionando asimismo el
concurso del garante (artículo 68 L.C.Q.), y el derecho comparado en que se consagra la apertura de
procedimientos preventivos obviando el clásico presupuesto subjetivo del estado de cesación de pagos, con
“variedad matizada”. Consideró entonces que el entonces Proyecto de Código Civil y Comercial produciría una
apertura a un nuevo presupuesto material, y también la “única hipótesis de tal legitimación, ciertamente
admitida en el derecho comparado (v. gr: España1 en la hipótesis del llamado “concurso necesario” art. 2.4 en
caso de embargo infructuoso en el que la Ley 38/2011 determina la declaración de concurso del deudor
opelegis cuando no tuviere bienes suficientes para satisfacer el embargo; Uruguay Ley 18.387/2008 art. 8.1)”...
El criterio interpretativo propiciado según el artículo 2º del mismo CCCN, las palabras de la ley, pero
incluyéndose sus finalidades, despejaron las expectativas despertadas (intentar ver un nuevo presupuesto
objetivo concursal en el “desequilibrio patrimonial o insuficiencia del activo hereditario”), quedando
desarticuladas por la expresa remisión a las disposiciones de la ley concursal que en ambos casos realiza el
propio artículo 2360 del CCCN.17
12
Pereyra, Alicia S. “El artículo 2360 del Código Civil y Comercial de la Nación de la Nación. La posibilidad de que los acreedores peticionen el
concurso de su deudor”. Los aspectos empresarios en el Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (ley 26994). FIDAS, Buenos Aires, 2015, p.
439 y sig.
13
Garaguso, Horacio P., Garaguso, Guillermo H. y Garaguso, Andrés A. “Nueva excepción al estado de cesación de pagos como presupuesto
concursal”, p.370 y sig. LXI Encuentro de Institutos de Derecho Comercial de Colegios de Abogados de la Provincia de Buenos Aires. Ediciones
D&D, Buenos Aires, 2015.
14
FavierDubois, Eduardo M. (pater) y FavierDubois, Eduardo M. (h), “Cambios al sistema concursal derivados del Proyecto de código
civil y comercial”. Errepar, DSE, nro. 305, tomo XXV, Abril 2013, p.3.
15
VI Congreso Argentino – Español de Derecho Mercantil 6 y 7 de diciembre de 2012, San Rafael – Mendoza,“Los modernos contenidos del derecho
concursal: el cambio del presupuesto material y la hipótesis del art. 2360 del Proyecto de Código Civil y Comercial”.
16
Con la condición que ese estado de cesación de pagos de uno de los agrupados, pueda afectar a los demás integrantes del grupo
económico.
17
De la autora, “La enigmática norma del artículo 2360 C.C.C.”, IX Congreso Argentino de Derecho Concursal- VII Congreso
Iberoamericano de la Insolvencia, “Crisis y Derecho”, 7 al 9 de septiembre de 2015, Villa Giardino, p.446.
EVOLUCIÓN LEGISLATIVA NACIONAL

Antecedentes: - Ordenanzas de Bilbao.


- Código de Comercio de 1862.
- Código de Comercio de 1889.
- Ley 4156 (1902)
- Ley 11719 (1933)18
- Ley 19551 (1972), ref. 22917 (1983)

Actualmente: ley 24522 sancionada en el año 1995, la que ha recibido las reformas de las leyes 25563 (2002),
25589 (2002), 26086 (2006), 26684 (2011) y 27170 (2015).
Asimismo el propio Código Civil y Comercial de la Nación, ley 26994 (con vigencia a partir del 01/08/2015), ha
impuesto incidencias y reformas indirectas, pero también reformas directas a la ley de concursos y quiebras –
pese a la negación por la Comisión Elaboradora del proyecto en los “Fundamentos” del mismo-.
La ley de concursos y quiebras contiene disposiciones tanto de carácter procesal cuanto sustancial.
Se ha caracterizado nuestro sistema jurídico por concentrar la regulación del concurso, tanto preventivo cuanto
liquidativo, en un mismo cuerpo, a diferencia de otros sistemas en que coexiste la ley procesal de concursos y el
cuerpo normativo que regula el concurso o la quiebra como fenómeno sustancial.
La sanción de una ley de bancarrotas ha sido expresamente diferida por la Constitución al Congreso Nacional
(art. 75 inc. 12, C.N.), como ley sustancial, o de fondo, reguladora de un fenómeno difícilmente escindible del
proceso a través del cual se pretende su administración, por lo cual, pese a corresponderle en nuestro régimen
constitucional a las provincias el dictado de normas procesales, la ley concursal es una norma
preponderantemente procesal.
DE LOS CONCURSOS  
TITULO I

PRINCIPIOS GENERALES  

CESACION DE PAGOS

ARTICULO 1
 
“El estado de cesación de pagos, cualquiera sea su causa y la naturaleza de las obligaciones a las que afecte, es
presupuesto para la apertura de los concursos regulados en esta ley, sin perjuicio de lo dispuesto por los
artículos 66 y 69.”

18
Ley Castillo, catedrático de la Universidad de Buenos Aires, fue sancionada bajo su vicepresidencia de la Nación y sobre la base de
un proyecto de su redacción.
Desde el artículo 1º, la ley encumbra a la categoría de “presupuesto”, de los concursos regulados en la ley al
estado de cesación de pagos.19
Si bien se mencionan dos excepciones, lo cierto es que existen otras:
1) artículo 66 o concurso en caso de agrupamiento;
2) artículo 69 o acuerdo preventivo extrajudicial;
3) artículo 4º. concurso declarado en el extranjero;
4) artículo 68 o concurso del garante;
5) artículos 160/161 supuestos de extensión de quiebra.
Dentro del conjunto de textos copiados de la ley 19551, el artículo 78 aporta un concepto aproximado del
estado de cesación de pagos, y el artículo 79 el elenco de hechos reveladores.

“Universalidad

 El concurso produce sus efectos sobre la totalidad del patrimonio del deudor, salvo las exclusiones legalmente
establecidas respecto de bienes determinados.”

Esta universalidad es tanto objetiva: todo el patrimonio cuando subjetiva: todos los acreedores del concursado.
 
SUJETOS COMPRENDIDOS O SUJETOS CONCURSABLES

De modo paralelo a la evolución en cuanto al carácter o naturaleza de las obligaciones comprendidas en el


estado de cesación de pagos, el sujeto concursable sufrió una evolución histórica expansiva, desde la quiebra
del comerciante, a una ley concursal comprensiva inclusive del consumidor endeudado.
La ley 11719 regulaba el concurso del comerciante, con exclusividad.
A partir de 1972, la ley 19.551 de carácter nacional, legisla los concursos de comerciantes y no comerciantes,
aún cuando lo hace por separado, manteniendo la distinción entre concursos de los comerciantes y de los no
comerciantes (a estos últimos reserva los "concursos civiles").
En 1983, la ley 22.917 eliminó toda diferencia entre concursos civiles y comerciales, al considerar sujetos de la
quiebra y del concurso preventivo a las personas de existencia visible y las de existencia ideal de carácter
privado, con prescindencia de que fueran, o no, comerciantes. Esa ley mantuvo como dos supuestos especiales
al patrimonio del fallecido y a los deudores domiciliados en el extranjero con bienes en el país. También
conservó las exclusiones de la concursabilidad: a las sociedades de economía mixta (decr. ley 15.349/46, ley
12.962) a las sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria (ley 19.550, cap. II, secc. VI), a las
sociedades del Estado (ley 20.705), a las entidades aseguradoras (ley 20.091); las asociaciones mutuales (ley
20.3211 y a las demás personas excluidas por leyes especiales.

La ley de concursos y quiebras 24.522 mantiene la unificación subjetiva concursal.


Como consecuencia de la nomenclatura instaurada por el nuevo Código Civil y Comercial corresponde referirse
a la persona “humana” o a la persona “jurídica”.

19
Recordemos que se refiere a los concursos como género: tanto el preventivo, cuanto el liquidativo o quiebra.
“ARTICULO 2.Pueden ser declaradas en concurso las personas de existencia visible, las de existencia ideal 20de
carácter privado y aquellas sociedades en las que el Estado Nacional, Provincial o municipal sea parte,
cualquiera sea el porcentaje de su participación.
Se consideran comprendidos:
1) El patrimonio del fallecido, mientras se mantenga separado del patrimonio de sucesores.
 
2) Los deudores domiciliados en el extranjero respecto de bienes existentes en el país.
 
No son susceptibles de ser declaradas en concurso, las personas reguladas por Leyes Nros. 20.091, 20.32121 y
24.24122, así como las excluidas por leyes especiales.”

Entre las notorias exclusiones, que no han sido mencionadas por el último párrafo del artículo 2º. de la ley de
concursos y quiebras, la ley 21526, de entidades financieras, la ley 25284 de fideicomiso de entidades
deportivas.
El presupuesto subjetivo concursal evolucionó desde la estricta legitimación del deudor comerciante y
matriculado (art. 5º. del Código de Comercio hoy derogado), la ley 19551 mantenía la diferencia entre el
concurso civil y el concurso del comerciante; la ley 22917 del año 1982 que reformara a la anterior, admitió a
“las personas de existencia visible y las de existencia ideal de carácter privado”; hasta la amplitud en la ley
24522 que incluye aún a las sociedades en que el Estado sea parte.
Dados los categóricos términos en que la ley concursal enuncia la concursabilidad de las personas de existencia
visible, hoy personas “humanas”, entre las temáticas ampliamente debatidas se encuentra el tema del
sobreendeudamiento de la persona física, el concurso del consumidor.
Dentro de los debates a que diera lugar, se consideró incumplido el presupuesto de estado de cesación de
pagos respecto del deudor persona humana. Se reconoce a la insolvencia de las personas físicas no
comerciantes como fenómeno relativamente novedoso, afectando a empleados, policías, jubilados, amas de
casa, estudiantes, etc.23.
Se mencionó que los artículos 288 y 289 de la ley de concursos y quiebras, si bien determinan los casos de
pequeñas quiebras y pequeños concursos, no establecen un procedimiento diferenciado o que flexibilice los

20
De acuerdo a la normativa del Código Civil y Comercial de la Nación, personas humanas (artículo 19) y personas jurídicas (artículo
141).
21
Pese a encontrarse aún mencionada la ley 20321, la misma ha sido derogada por la ley 25374, por lo que las mutuales quedan
comprendidas dentro del régimen de la ley de concursos y quiebras.
22
Respecto de la ley 24441 de administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones, el régimen ha sido suprimido.
23
Rivera, Julio César “Insolvencia de las personas físicas -en particular de los consumidores-”, Revista de Derecho Comercial del
Consumidor y la Empresa, N° 2, pág. 3; Kemelmajer de Carlucci, Aída “El sobreendeudamiento del consumidor y la respuesta del
legislador francés”, publicado en Academia Nacional de Derecho 2008, (Junio), pág. 1 y ss.; Anchaval, Hugo Alberto “El nuevo sujeto
concursal”, Suplemento de Concursos y Quiebras 2010 (Diciembre), 1, también en La Ley 2010-F, pág. 1079; Mac Donald, Fabiana
Andrea “La problemática del sobreendeudamiento del consumidor en la actualidad” publicado en El Dial.com –AA8213-, de fecha
2/10/13; Junyent Bas, Francisco A., Izquierdo, Silvina ¿Decoctor ergo fraudator? La quiebra de los consumidores”, Suplemento de
Concursos y Quiebras 2009 (Octubre), 1, también en La Ley 2009-F, pág. 991; Bersten, Horacio L. “La regulación del
sobreendeudamiento de los consumidores”, publicado en Suplemento Actualidad, 30/8/11, pág. 1; Lovece, Graciela Isabel “El
sobreendeudamiento del consumidor. Un proyecto que intenta cubrir la necesidad de una regulación específica”, Suplemento
Actualidad, del 11/10/11, pág. 1; Frustigali, Sandra A. y Hernández, Carlos A. “Sobreendeudamiento del consumidor”, publicado en La
Ley 2013-E, pág. 1160, entre otros.
requisitos de apertura, no eximiéndose al pequeño concurso del cumplimiento de prácticamente todos los
requisitos.24
La afirmación de un vacío en la ley concursal sirvió de fundamento a resoluciones judiciales de rechazo del
concurso so pretexto de tratarse del concurso de una persona física sin actividad empresaria, de un trabajador
en relación de dependencia, de un consumidor, e, inclusive, de jubilados o pensionados. No faltaron fallos que
invocaron -nada menos adecuado a un sobreendeudamiento de supervivencia- la figura del abuso del derecho,
desencadenándose además ulteriores sanciones disciplinarias cuando no despidos con base en estatutos de
empleo.25
Consideramos desde siempre que ninguna pretendida laguna jurídica excluye el derecho de estos deudores
persona humana, de acceder a la petición del concurso o la quiebra.

Entre las innovaciones del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación 26, se destaca la regulación dentro del
Libro Primero: Parte General, en un Título II, de la Persona Jurídica. En su artículo 148 se procede a nomenclar a
las personas jurídicas privadas: “a. las sociedades; b. las asociaciones civiles; c. las simples asociaciones; d. las
fundaciones; e. las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas; f. las mutuales; g. las
cooperativas; h. el consorcio de propiedad horizontal; i. toda otra contemplada en disposiciones de este
Código o en otras leyes y cuyo carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de
funcionamiento.”
Asimismo, el Parágrafo 3° Disolución. Liquidación, en su artículo 163.- Causales, dispone que la persona jurídica
se disuelve por: “...e. la declaración de quiebra; la disolución queda sin efecto si la quiebra concluye por
avenimiento o se dispone la conversión del trámite en concurso preventivo, o si la ley especial prevé un
régimen distinto;...”
Sin dudas esta norma aporta nuevos argumentos a la concursabilidad de estas ahora reconocidas personas
jurídicas privadas, con la salvedad del supuesto en que la ley especial previera un régimen distinto (art. 163, e.
CCCN en concordancia con el art.2 in fine LCQ).
La novedad establecida por el CCCN tuvo inmediato eco en la doctrina. En particular, en la materia concursal y
con relación al tema “presupuesto subjetivo de los concursos”, es decir el régimen de sujetos concursables:
1º. Consorcio de copropietarios.
1º. 1. Propiedad horizontal.
En consonancia con lo dispuesto por el art. 148, inc.h CCCN, el art. 2044: “Consorcio. El conjunto de los
propietarios de las unidades funcionales constituye la persona jurídica consorcio. Tiene su domicilio en el

24
Con la sola excepción de la certificación por contador público nacional en los casos de los incisos 3) y 5) del artículo 11 de la ley
24522.
25
Kemelmajer de Carlucci, Aída: “...desde hace más de treinta años, en la Argentina, los concursos dejaron de ser una figura
exclusivamente mercantil; por el contrario el sistema comprende a comerciantes y no comerciantes, artesanos, empleados, ama de casa,
jubilados, grandes y pequeños deudores...” (Cám. Civ. y Com. de Necochea, sent. del 19/9/13 “C, J. A s/quiebra”, con nota de Vinti,
Ángela M., “El anacronismo del sistema concursal argentino frente al consumidor como sujeto insolvente”)
26
La Comisión formada por decreto 191/2011, integrada por los Dres.Lorenzetti, Highton de Nolasco y Kemelmajer de Carlucci,
acompañó su "Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación", con los “Fundamentos”, en los que anunciaran que el
anteproyecto respetaba los otros “microsistemas normativos autosuficientes”, se reconocen “inevitables” reformas parciales a la ley de
derechos de ley de defensa de consumidores y a la ley de sociedades, empero se afirma que “en otros casos, no hay ninguna
modificación, como sucede con la ley de seguros o de concursos y quiebras”, “Fundamentos”, p. 9.
inmueble. Sus órganos son la asamblea, el consejo de propietarios y el administrador. La personalidad del
consorcio se extingue por la desafectación del inmueble del régimen de propiedad horizontal, sea por acuerdo
unánime de los propietarios instrumentado en escritura pública o por resolución judicial, inscripta en el registro
inmobiliario.”
La personería jurídica del consorcio de propiedad horizontal reconocida en forma expresa por el nuevo Código
Civil y Comercial (art.148, inciso h), produjo inmediatas conclusiones, reeditando las controversias acerca de su
concursabilidad, con fundamento en la norma del artículo 2º. de la ley 24522.
Esta norma concursal, en consonancia con el artículo 5º. L.C.Q., entre otros 27, determina el presupuesto
subjetivo concursal incluyendo a la persona jurídica de derecho privado.
Con anterioridad a la sanción del nuevo código, esta norma del artículo 2º. representaba nada menos que el
principal obstáculo al concursamiento del consorcio, en tanto requiere la personería jurídica, de cuyo
reconocimiento legal expreso carecía el consorcio de copropietarios de propiedad horizontal.
Sin embargo, la aplicación lisa y llana del texto del artículo 2º de la ley 24522, al artículo 148, inciso h) del nuevo
Código Civil y Comercial de la Nación, constituye un argumento automático y literal, casi una interpretación
“matemático-jurídica”.28
El nuevo artículo 2º CCCN, bajo el título “Interpretación”, establece la interpretación de la ley teniendo en
cuenta “sus palabras”, pero además “sus finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de los
tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo coherente con todo el
ordenamiento.”
Así, si bien las “palabras”, imprescindibles a la tarea interpretativa, nos pudieran indicar la plausibilidad de un
concursamiento de esta “nueva” persona jurídica, es imperativo indagar qué nos indican las “finalidades” de la
ley, las “leyes análogas”, las “disposiciones de los tratados sobre derechos humanos”, “principios” y “valores
jurídicos”, y, fundamentalmente, la coherencia con el resto del sistema jurídico, todo lo cual, en su conjunto,
constituye la pauta interpretativa que impone el nuevo código unificado.
Con anterioridad a la entrada en vigencia del CCCN, de acuerdo a la doctrina mayoritaria, se le otorgaba al
consorcio la condición de persona jurídica, sobre los aportes propios del fondo de reserva y sobre los créditos
propter rem, respecto de los cuales se encuentran obligados los copropietarios a favor de aquél, impidiéndose
la liquidación de otros bienes (Cámara Nacional Comercial, Sala A, octubre 30 de 1996, en autos: “Consorcio de
Propietarios de la calle Perú 1724. Le pide la quiebra Ramírez, Eva María). Inclusive se llegó a admitir el
concurso civil del consorcio insolvente (cfr. C. 1ª Civil y Comercial de Mar del Plata, 22-4-69, en JA, 1970-5-649),
rechazándose la posibilidad de peticionar la quiebra de dichos entes atento que ello importaría provocar la
disolución de aquella comunidad, sujeta a una indivisión forzosa en orden a las prescripciones de la ley 13512 y
el art. 2715 del Código Civil (“Consorcio de Propietarios Edificio Quemes 4215 s/ pedido de quiebra por Fischetti
Nuncio A.”, Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala “A”; 30-dic-2010, Cita: MJ-JU-M-63504-AR|
MJJ63504).29

27
Artículos 83; 86 y concordantes ley 24522.
28
Martinez, Marisol. “Del derecho como un mínimo de lógica (y no de matemática); o de la concursabilidad del consorcio.” Errepar,
Doctrina Societaria y Concursal Nº 343/Junio 2016.
29
Barreiro, Marcelo G. Los nuevos sujetos concursales a la luz del Código Civil y Comercial.
Así, gran parte de la doctrina considera que, no obstante el reconocimiento expreso de personería por el nuevo
CCCN, no sería sujeto concursable “en razón de su estructura y finalidades”. 30
Por nuestra parte entendemos que no es suficiente la calidad de persona jurídica privada en el caso del
consorcio, básicamente considerando que el artículo 2º. in fine contempla las exclusiones por leyes especiales
(la derogada ley 13512 regulaba la propiedad horizontal con carácter de ley especial, carácter que pudiera
atribuirse a la regulación por el CCCN de este mismo derecho real); y que si bien se sostiene cumplido el
presupuesto subjetivo del concurso es muy discutible que se dé en el caso de este consorcio el presupuesto
objetivo concursal – estado de cesación de pagos-.
1º. 2. Subconsorcios.
En el capítulo 8, Título V, Propiedad Horizontal, Libro Cuarto de Derechos Reales, se prevé un artículo 2068:
“Sectores con independencia”, en que el reglamento de propiedad horizontal puede disponer la existencia de
sectores con independencia funcional o administrativa, en todo aquello que no gravita sobre el edificio en
general. Sin embargo, “frente a terceros responde todo el consorcio sin tener en cuenta los diversos sectores
que lo integran”, reza la parte final de la misma norma.
1º.3. Conjuntos inmobiliarios.
El nuevo código, multiplica los consorcios, en tanto agrega al elenco de derechos reales, “los conjuntos
inmobiliarios”, artículo 1887, inciso “d”, Libro Cuarto de los Derechos Reales, disponiendo su “Marco Legal” en
la normativa del derecho real de propiedad horizontal, sin perjuicio de las modificaciones del Título específico,
refiriéndose a los mismos como “derecho real de propiedad horizontal especial”, al que deberán adecuarse aún
los conjuntos inmobiliarios preexistentes (artículo 2075).
2º. Sociedad anónima unipersonal.
La ley 26.994, Anexo II, modifica la ley de sociedades 19550, a la que redenomina como “Ley General de
Sociedades”, incorporando la sociedad unipersonal, la que será como tal, susceptible de concursabilidad de
acuerdo a los procedimientos de la ley 24522.
3º. Sociedad simple o informal (sociedades de la sección IV).
Las sociedades irregulares, las de hechos, las nulas y atípicas, estas nueva categoría de sociedades para las que
se prevé cuyos socios se prevé como principio la responsabilidad mancomunada, pueden recurrir a la solución
concursal.
4º. Iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas.
Consideradas personas jurídicas privadas por el artículo 148, inciso “e” del nuevo código podrían ser sujetos
concursables. Queda excluída la Iglesia Católica, considerada persona jurídica pública por el artículo 146, inciso
“c” del mismo cuerpo codificado.
5º. Norma abierta.
Asimismo conforme el artículo 148, inciso “i”, toda otra persona contemplada en el nuevo código o en otras
leyes y cuyo carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento.”
“JUEZ COMPETENTE
ARTICULO 3. Corresponde intervenir en los concursos al juez con competencia ordinaria, de acuerdo a las
siguientes reglas:
 
30
Favier Dubois, Eduardo. La “autonomía” y los contenidos del derecho comercial a partir del nuevo código unificado. La ley (16-12-
14).
1) Si se trata de personas de existencia visible, al del lugar de la sede de la administración de sus negocios; a
falta de éste, al del lugar del domicilio.

2) Si el deudor tuviere varias administraciones es competente el juez del lugar de la sede de la administración
del establecimiento principal; si no pudiere determinarse esta calidad, lo que es el juez que hubiere prevenido.

3) En caso de concurso de personas de existencia ideal de carácter privado regularmente constituidas, y las
sociedades en que el Estado Nacional, Provincial o Municipal sea parte con las exclusiones previstas en el
Artículo 2 entiende el juez del lugar del domicilio.
 
4) En el caso de sociedades no constituidas regularmente, entiende el juez del lugar de la sede; en su defecto, el
del lugar del establecimiento o explotación principal.
 
5) Tratándose de deudores domiciliados en el exterior, el juez del lugar de la administración en el país; a falta de
éste, entiende el del lugar del establecimiento, explotación o actividad principal, según el caso.”

Asimismo la justicia competente es la ordinaria constitucional según la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
pese a lo dispuesto por el artículo 75, inc.12 y 116 de la Constitución Nacional.

PERSONA EXISTENCIA PERSONA EXISTENCIA IDEAL PERSONA DOMICILIADA


VISIBLE EXTERIOR

SEDE ADMINISTRACIÓN PRIVADA PRIVADA -ADMINISTRACIÓN


(PRINCIPAL/PREVINO) REGULAR/ IRREGULAR
DOMICILIO ESTADO -ESTABLECIMIENTO, EXPLOTACIÓN,
PARTE ACTIVIDAD PRINCIPAL.

DOMICILIO SEDE/
EXPLOTACIÓN
PRINCIPAL

“CONCURSOS DECLARADOS EN EL EXTRANJERO


ARTICULO 4.La declaración de concurso en el extranjero es causal para la apertura del concurso en el país, a
pedido del deudor del acreedor cuyo crédito debe hacerse efectivo en la REPUBLICA ARGENTINA.
 Sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados internacionales, el concurso en el extranjero, no puede ser invocado
contra los acreedores cuyos créditos deban ser pagados en la REPUBLICA ARGENTINA, para disputarles
derechos que éstos pretenden sobre los bienes existentes en el territorio ni para anular los actos que hayan
celebrado con el concursado
Pluralidad de concursos
Declarada también la quiebra en el país, los acreedores pertenecientes al concurso formado en el extranjero
actuarán sobre el saldo, una vez satisfechos los demás créditos verificados en aquélla.
Reciprocidad
La verificación del acreedor cuyo crédito es pagadero en el extranjero y que no pertenezca a un concurso abierto
en el exterior, está condicionada a que se demuestre que, recíprocamente, un acreedor cuyo crédito es
pagadero en la REPUBLICA ARGENTINA puede verificarse y cobrar -en iguales condiciones- en un concurso
abierto en el país en el cual aquel crédito es pagadero.
Paridad en los dividendos
Los cobros de créditos quirografarios con posterioridad a la apertura del concurso nacional, efectuados en el
extranjero, serán imputados al dividendo correspondiente a sus beneficiarios por causas de créditos comunes.
Quedan exceptuados de acreditar la reciprocidad los titulares de créditos con garantía real.”

Las previsiones del art. 4° LCQ, distinguen a los acreedores concursales en locales o
extranjeros, de acuerdo al Estado donde los créditos sean exigibles, es decir, donde deban ser pagados (en el
país o fuera de él), sin que tenga relevancia la nacionalidad o el domicilio de su titular.
Expresa el tercer párrafo del art.4º: “Reciprocidad: La verificación del acreedor cuyo crédito es
pagadero en el extranjero, y que no pertenezca a un concurso abierto en el exterior, está condicionada a que se
demuestre que, recíprocamente, un acreedor cuyo crédito es pagadero en la República Argentina puede
verificarse y cobrar – en iguales condiciones – en un concurso abierto en el país en el cual el crédito es
pagadero.” El párrafo siguiente exceptúa de esta regla a los créditos con garantía real.
Rouillón, glosando la disposición, expresa se consagra una norma de reciprocidad que se
aplica en cualquier tipo de quiebra y en el concurso preventivo (Rouillón, Adolfo A., Régimen de Concursos y
Quiebras, 8º edic., 1.998, p.61, d). Agregamos – adhiriendo a la interpretación anterior –, que ello es así por
cuanto el texto emplea por dos veces el término genérico (“concurso”) comprensivo, como sabemos, de sus dos
especies: el concurso prevencional y el concurso liquidativo (Conf. Tonón, Antonio, Derecho Concursal, tomo I,
p.51; Galíndez, Oscar A., Verificación de créditos, 2a ed., 1997, p.112).
Y agrega el destacado tratadista rosarino: la reciprocidad no determina una postergación sino
la inadmisibilidad – lisa y llana – del crédito al cual se aplica (op.cit., p.61 d). Para despejar toda duda califica a
la acreditación del requisito de la reciprocidad, como “recaudo de admisibilidad a la concurrencia”.
La norma supone un concurso único en nuestro país, al cual se presentan acreedores con
créditos pagaderos en el exterior. La verificación de tales acreedores está condicionada a la reciprocidad. Y la
demostración de esta consiste en la prueba de la falta de discriminación, en la ley extranjera, en su
jurisprudencia dominante o en la práctica establecida (Galíndez, op. cit., p.112/113). Añadiendo que a
diferencia de lo que dispone el párrafo 2º, este párrafo 3º del art.4º no prevé postergación sino exclusión de la
verificación y cobro del crédito correspondiente a aquel acreedor que no acredite la regla de la reciprocidad
(ibídem, p.113; Tonón, op.cit., tomo I, p.59/60).)
 
TITULO II CONCURSO PREVENTIVO (artículos 5 al 76)
“CAPITULO I. REQUISITOS.
SECCION I. REQUISITOS SUSTANCIALES (artículos 5 al 12)”
“SUJETOS
ARTICULO 5. Pueden solicitar la formación de su concurso preventivo las personas comprendidas en el Artículo
2, incluidas las de existencia ideal en liquidación.”
 “PERSONAS DE EXISTENCIA IDEAL
REPRESENTACION Y RATIFICACION
ARTICULO 6 Tratándose de personas de existencia ideal, privadas o públicas, lo solicita el representante legal,
previa resolución, en su caso, del órgano de administración. 
Dentro de los TREINTA (30) días de la fecha de la presentación, deben acompañar constancia de la resolución de
continuar el trámite, adoptada por la asamblea, reunión de socios u órgano de gobierno que corresponda, con
las mayorías necesarias para resolver asuntos ordinarios.
 No acreditado este requisito, se produce de pleno derecho la cesación del procedimiento, con los efectos del
desistimiento de la petición.”

“INCAPACES E INHABILITADOS 31
ARTICULO 7: En casos de incapaces o inhabilitados, la solicitud debe ser efectuada por sus representantes
legales y ratificada, en su caso, por el juez que corresponda, dentro de los TREINTA (30) días contados desde la
presentación
 
La falta de ratificación produce los efectos indicados en el último párrafo del artículo anterior.”
 “PERSONAS FALLECIDAS
ARTICULO 8. Mientras se mantenga la separación patrimonial, cualquiera de los herederos puede solicitar el
concurso preventivo en relación al patrimonio del fallecido
La petición debe ser ratificada por los demás herederos, dentro de los TREINTA (30) días
Omitida la ratificación, se aplica el último párrafo del Artículo 6.”

PERSONA PERSONA JURÍDICA


INCAPACES E PERSONAS FALLECIDAS
INHABILITADOS
PETICIÓN Representante legal Representante legal Cualquiera de los
(URGENCIA, ART. por resolución herederos
10) órgano de (Durante separación
administración patrimonial)

DECISIÓN 30 días “Decisión de 30 días “ratificación” 30 días “ratificación”


CONTINUAR/ continuar el trámite” por juez restantes herederos
RATIFICACIÓN por órgano de
31
En los términos del art.23 CCCN: “Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto
las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.” La regla es la capacidad, coherente con las normas
de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, incorporada por ley 26.378 y con jerarquía constitucional.
gobierno
SANCIÓN Cesación con efecto Cesación con efecto Cesación con efecto
desistimiento desistimiento desistimiento

La consecuencia legalmente establecida a la falta de presentación tanto de la decisión de continuar, en el caso


de las personas jurídicas, o de la ratificación, para el caso de incapaces o inhabilitados y patrimonio de personas
fallecidas, es tener por configurada la “cesación del procedimiento”, con los efectos del desistimiento.
Este efecto de desistimiento se encuentra previsto en el artículo 31 in fine de la ley 24522:

“Inadmisibilidad. 
Rechazada, desistida o no ratificada una petición de concurso preventivo, las que se presenten dentro del año
posterior no deben ser admitidas, si existen pedidos de quiebra pendientes.”

 Es decir que los nuevos pedidos de concurso que sean presentados durante el lapso de un año posterior no
serán admitidos si existieran pedidos de quiebra pendientes, perdiendo la petición de concurso preventivo su
efecto neutralizador del pedido de quiebra característico, dejando de prevalecer sobre los pedidos de quiebra.
Este efecto se encuentra previsto como sanción, y debe conjugarse con la oportunidad de presentación del
concurso preventivo (artículo 10 LCQ), que determina un criterio de diligencia temporal en los responsables de
la petición concursal.

“REPRESENTACION VOLUNTARIA
ARTICULO 9. La apertura del concurso preventivo puede ser solicitada, también por apoderado con facultad
especial.”

La petición de concurso preventivo se requiere de mandato con facultad especial, lo cual responde al sentido
común inclusive, atento las consecuencias que implica tal petición, entre las cuales, el pedido condicional de
quiebra en caso de fracaso, incumplimiento o frustración del concurso.
El nuevo CCCN, dentro de su Libro Primero: Parte General, Título IV: Hechos y actos jurídicos, prevé un Capítulo
8 “Representación”, el que en su Sección 2ª. “Representación voluntaria”, establece el artículo 375: “Poder
conferido en términos generales y facultades expresas”, y que, luego de disponer que “Las facultades
contenidas en el poder son de interpretación restrictiva. El poder conferido en términos generales sólo incluye
los actos propios de administración ordinaria y los necesarios para su ejecución.”, enuncia las facultades que
deben ser otorgadas en forma “expresa”, disponiendo en su inciso “i. renunciar, transar, someter a juicio
arbitral derechos u obligaciones, sin perjuicio de las reglas aplicables en materia de concursos y quiebras;” con
lo cual remite también en este punto a lo dispuesto por la ley especial concursal, manteniéndose la disposición
del artículo 9, y, de acuerdo a la nueva terminología deberíamos referirnos a facultad “expresa” para peticionar
el concurso.

“OPORTUNIDAD DE LA PRESENTACION
ARTICULO 10. El concurso preventivo puede ser solicitado mientras la quiebra no haya sido declarada.”

 A diferencia de sus antecedentes, la ley 24522 no fija un plazo expreso en días para la presentación concursal.
La ley 19551 mantuvo la severidad con que las anteriores leyes de quiebras 4156 y 11719, imponían un
brevísimo plazo para la presentación concursal, disponiendo el artículo 10º. de la misma –antecedente de la
actual ley 24522 de concursos y quiebras- la presentación del concurso dentro del plazo de tres días32 desde
que el deudor haya conocido o debido conocer su estado de cesación de pagos.
Durante la vigencia de aquellos regímenes, si bien el deudor podía solicitar su concursamiento luego de vencido
el breve plazo impuesto, y mientras la quiebra no hubiera sido declarada, la mera superación del limitado plazo
de tres días implicaba la calificación de su conducta como “culpable” por lo menos, en el caso de declaración de
quiebra, con las consecuencias que el régimen de calificación de conducta preveía.
La actual ley concursal no sólo no prevé un régimen de calificación de conducta del deudor, sino que su artículo
10 ya no contiene ese plazo expreso para la presentación concursal, disponiendo la “oportunidad” de la
presentación: “mientras la quiebra no sea declarada”.

REQUISITOS DEL PEDIDO

ARTICULO 11. “Son requisitos formales de la petición de concurso preventivo:

1) Para los deudores matriculados y las personas de existencia ideal regularmente constituidas, acreditar la
inscripción en los registros respectivos
Las últimas acompañarán, además, el instrumento constitutivo y sus modificaciones y constancia de las
inscripciones pertinentes
 
Para las demás personas de existencia ideal, acompañar, en su caso, los instrumentos constitutivos y sus
modificaciones, aun cuando no estuvieron inscriptos.
 
2) Explicar las causas concretas de su situación patrimonial con expresión de la época en que se produjo la
cesación de pagos y de los hechos por los cuales ésta se hubiera manifestado.
 
3) Acompañar un estado detallado y valorado del activo y pasivo actualizado a la fecha de presentación, con
indicación precisa de su composición, las normas seguidas para su valuación, la ubicación, estado y gravámenes
de los bienes y demás datos necesarios para conocer debidamente el patrimonio.
Este estado de situación patrimonial debe ser acompañado de dictamen suscripto por contador público
nacional.

4) Acompañar copia de los balances u otros estados contables exigidos al deudor por las disposiciones legales
que rijan su actividad, o bien los previstos en sus estatutos o realizados voluntariamente por el concursado,
correspondientes a los TRES (3) últimos ejercicios

32
Hasta su reforma por ley 22917, del 22/09/1983.
En su caso, se deben agregar las memorias y los informes del órgano fiscalizador

5) Acompañar nómina de acreedores, con indicación de sus domicilios, montos de los créditos, causas,
vencimientos, codeudores, fiadores o terceros obligados o responsables y privilegios.
 Asimismo, debe acompañar un legajo por cada acreedor, en el cual conste copia de la documentación
sustentatoria de la deuda denunciada, con dictamen de contador público sobre la correspondencia existente
entre la denuncia del deudor y sus registros contables o documentación existente y la inexistencia de otros
acreedores en registros o documentación existente.
 Debe agregar el detalle de los procesos judiciales o administrativos de carácter patrimonial en trámite o con
condena no cumplida, precisando su radicación.
6) Enumerar precisamente los libros de comercio y los de otra naturaleza que lleve el deudor, con expresión del
último folio utilizado, en cada caso, y ponerlos a disposición del juez, junto con la documentación respectiva.

7)Denunciar la existencia de un concurso anterior y justificar, en su caso, que no se encuentra dentro del
período de inhibición que establece el artículo 59, o el desistimiento del concurso si lo hubiere habido.

8)Acompañar nómina de empleados, con detalle de domicilio, categoría, antigüedad y última remuneración
recibida. Deberá acompañarse también declaración sobre la existencia de deuda laboral y de deuda con los
organismos de la seguridad social certificada por contador público.

El escrito y la documentación agregada deben acompañarse con DOS (2) copias firmadas.
Cuando se invoque causal debida y válidamente fundada, el juez debe conceder un plazo improrrogable de DIEZ
(10) días, a partir de la fecha de la presentación, para que el interesado dé cumplimiento total a las
disposiciones del presente artículo.”

La petición de concurso preventivo constituye una demanda en sentido procesal, determinando la vigencia de
una serie de efectos jurídicos previstos legalmente.
Tradicionalmente, durante la vigencia de la ley 19551, y aún de la vigente ley 24522 de concursos y quiebras, la
mayoría de los efectos concursales tenían su inicio previsto a partir de la mera presentación de la petición
concursal. Actualmente y por aplicación de sucesivas reformas algunos de los mismos han sido pospuestos.
Esta presentación, atentos los requisitos impuestos por el artículo 11 LCQ, adquiere el carácter de formulario a
cumplimentar en su totalidad, y a los fines de poner a disposición del juez concursal la necesaria información y,
en su caso, disponibilidad, del patrimonio del deudor peticionante.
Se trata de recaudos históricamente mantenidos, a saber:

1) IDENTIFICACIÓN DEL DEUDOR:


- INSCRIPCIÓN EN REGISTROS: para deudores matriculados y personas jurídicas regularmente
constituídas, lo que se acreditará acompañando los instrumentos constitutivos y modificaciones, con sus
respectivas inscripciones.
- INSTRUMENTOS CONSTITUTIVOS Y MODIFICACIONES: para las restantes personas jurídicas, no
registradas.
El requisito de acreditar inscripción en la matrícula de comerciante suprimido ya por la reforma que la
ley 22917 hiciera a la anterior ley 19551. El nuevo CCCN terminó también con la matrícula para el
comerciante, restando la disposición de este inciso referida a deudores matriculados aplicable a
especiales situaciones en que la normativa imponga alguna registración al deudor en razón de su
actividad.

2) SITUACIÓN PATRIMONIAL: explicación de las causas concretas con expresión de la “época” en que
se produjo la cesación de pagos y de los hechos por los cuales se manifestara. (art 79. Hechos
reveladores. Enumeración no taxativa)

3) ESTADO DETALLADO Y VALORADO DEL ACTIVO Y PASIVO ACTUALIZADO: a la fecha de presentación,


con indicación precisa: de composición, normas seguidas para su valuación, ubicación, estado,
gravámenes y demás datos necesarios para conocer debidamente el patrimonio.

Con dictamen por contador público nacional: sólo en el caso de “gran” concurso”, encontrándose
exento el pequeño concurso por el artículo 289 LCQ.

4) COPIA DE LOS BALANCES U OTROS ESTADOS CONTABLES: TRES (3) últimos ejercicios, con sus
memorias e informes del órgano fiscalizador.

5) NÓMINA DE ACREEDORES Y LEGAJO: con domicilios, montos de los créditos, causas, vencimientos,
codeudores, fiadores o terceros obligados o responsables y privilegios, un legajo por cada acreedor, con
copia de la documentación sustentatoria de la deuda denunciada, con dictamen de contador público
(sólo en caso de gran concurso, encontrándose exento el pequeño concurso conforme artículo 289
LCQ). La disposición final que impone al contador público dictaminante, además de expedirse sobre la
correspondencia entre los datos denunciados por el deudor y sus registros contables o documentación,
de determinar la “inexistencia” de otros acreedores en registros o documentación existente, fue en su
oportunidad cuestionada por estos profesionales.

DETALLE DE PROCESOS JUDICIALES O ADMINISTRATIVOS: patrimoniales, que se encuentren en trámite


o con condena no cumplida, precisando su radicación.
Con este detalle se complementa la información sobre la situación patrimonial del deudor,
evidenciándose probables futuros acreedores a engrosar la nómina de acreedores, o bien de recursos
con posibilidad de ingresar a su patrimonio.

6) ENUMERACIÓN Y PUESTA A DISPOSICIÓN DE LIBROS DE COMERCIO OTROS: denunciando el último


folio utilizado, junto con la documentación respectiva (la documentación “respaldatoria” que integra la
contabilidad del deudor). Sólo se ponen a disposición del juez ya que, continuando el deudor con su
actividad económica, debe continuar anotando sus operaciones en sus libros de contabilidad y, por lo
tanto, necesita retenerlos.

7) DENUNCIAR CONCURSO ANTERIOR. PERÍODO DE INHIBICIÓN ARTÍCULO 59. DESISTIMIENTO.


Como consecuencia de los principios de universalidad, unicidad y fuero de atracción de los concursos,
debe denunciarse sobre la existencia y estado de trámite de concurso anterior, su desistimiento y,
asimismo, el cumplimiento del período de inhibición anual que dispone el artículo 59 de la LCQ respecto
del concurso concluído en determinadas circunstancias.

8) NÓMINA DE EMPLEADOS: con detalle de domicilio, categoría, antigüedad y última remuneración


recibida.

DECLARACIÓN DE EXISTENCIA DE DEUDA LABORAL Y DE DEUDA CON LOS ORGANISMOS DE LA


SEGURIDAD SOCIAL CERTIFICADA POR CONTADOR PÚBLICO.
La ley 24522 fue sancionada en 1995 con un artículo 11 de siete incisos. El inciso octavo fue agregado
por la reforma de la ley 26884 de 2011, y, como es la tónica general de dicha reforma, atiende a la
tutela del derecho de los trabajadores como tales, no ya sólo en tanto acreedores laborales, por primera
vez en nuestro derecho concursal.
El agregado del inciso 8. recordó el antecedente de la ley 20.595, de 1973, que incorporara al artículo 11
de la ley de quiebras un famoso inciso octavo, conforme el cual se requería a las empresas que
peticionaran sus concursos preventivo la acreditación del pago de remuneraciones y cargas
previsionales, la inexistencia de deuda por tales conceptos. La finalidad de la norma apuntaba a evitar
que las empresas deudoras de salarios, aportes o contribuciones previsionales se concursaran, lo que
determinó que ante la imposibilidad de presentar su convocatoria, fueran declaradas las quiebras de las
empresas, perdiéndose la fuente laboral, con falta de pago tanto de haberes cuanto de cargas
previsionales. La medida no hacía más que profundizar o imposibilitar las dificultades de las empresas,
contrariando la finalidad buscada por la norma, razón por la cual el Maestro Maffía denominó a este
requisito en uno de sus inolvidables artículos “El famoso inciso 8º. y la maldición de la momia”. El mismo
fue cuestionado en cuanto a su constitucionalidad, si bien la misma fue reconocida por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Barbarella” (Fallos 300:1087).33
La reincorporación de un inciso 8º., requiriendo, simplemente la declaración de la “existencia” de deuda
laboral y con los organismos de la seguridad social, juntamente con la nómina de empleados, reavivó el
viejo fantasma, en esta versión de la ley 26884, que no obstaculiza ya la presentación concursal ante la
existencia de tales deudas, sino que tiende a su manifestación.
Copias
Por otra parte, el requisito de acompañar dos copias firmadas atiende a la formación del legajo de copias del
artículo 279, al que se agregará copia de las actuaciones.

33
La Corte sostuvo que la disposición no era lesiva al principio de igualdad (art. 16 de la Constitución Nacional) ni del principio
concursal de la par conditio creditorum, el cual no implicaría necesariamente una mera proporción matemática calcada sobre las
relaciones conmutativas previas al estado concursal, sino un criterio orientador del reparto basado en una justa distribución de los
bienes.
Pedido de prórroga
La posibilidad del deber del juez de conceder la prórroga por plazo improrrogable tiene ínsita relación con la
complejidad y multiplicidad de requisitos del pedido concursal, conjugados con la premura en la necesidad de
su presentación. Todo ello con relación al plazo que el artículo 10 de la ley concursal le fija al pedido de
concurso preventivo a los fines de su eficacia para anteponerse al pedido de quiebra aún no declarada. 34
Debe prestarse especial atención a que el plazo de diez días es contado por la norma legal “a partir de la fecha
de presentación”, con lo cual resulta de buena práctica no sólo pedir, a todo evento, el plazo de prórroga del
párrafo final del artículo 11, sino también, no esperar a la evaluación judicial acerca de la completitud del
pedido de concurso preventivo, y realizar una revisión preventiva por el peticionante del grado de cumplimento
de los requisitos del artículo 11 LCQ, a fin de aprovechar tan exiguo plazo en pos de encontrarse en condiciones
de complementar posibles deficiencias o faltantes durante los días que pudieren restar una vez concedida la
prórroga, evitando así un rechazo del pedido con nefastas consecuencias.

PEQUEÑOS CONCURSOS
En la misma oportunidad de presentar su concurso preventivo el peticionante debe tener presente el carácter
del concurso a tramitar, a la luz de las disposiciones de los artículos 288 y 289 de la ley 24522.
La ley 24522 contiene una clasificación de los concursos en pequeños o grandes, conforme la preceptiva de los
artículos 288 y 289 L.C.Q., la que ha sido reformada por la ley 27170, sancionada el 29/07/2015*, la que
actualizara el monto de $100.000.- (cien mil pesos) que dispusiera la norma para distinguir el pequeño del gran
concurso y que perdiera con el transcurso del tiempo significación económica.

ART. 288 L.C.Q. ART. 289 L.C.Q.


-PASIVO MENOR A TRESCIENTOS (300) - NO NEC. DICTAMENES INC. 3 Y 5,
SALARIOS MÍNIMOS VITALES Y MÓVILES.* ART.11
-NO MÁS 20 ACREEDORES -NO COMITÉS DE CONTROL.
QUIROGRAFARIOS. -NO RÉGIMEN ART. 48
- NO MÁS DE 20 TRABAJADORES

La consecuencia de la clasificación se encuentra dispuesta por el art. 289 LCQ, así para el pequeño concurso se
dispone:
1) la innecesariedad de dictámenes de los incisos 3 y 5 del artículo 11 de la ley 24522;
2) la falta de formación de comités de control;
3) la improcedencia del régimen del artículo 48 LCQ.
En lo atinente a la presentación concursal, si bien se exime al pequeño concurso del dictamen por contador
público nacional que imponen los incisos 3) y 5) del artículo 11 de la ley 24522, nada se expresa respecto del
dictamen que exige el inciso 8º. del artículo 11 LCQ, por lo cual no encontrándose prevista la eximición, deberá

34
Ver comentario al artículo 10 de la ley 24522, en esta unidad.
ser acompañada la nómina de empleados y certificación de inexistencia de deuda y aportes por la certificación
contable también en la presentación del pequeño concurso.

“DOMICILIO PROCESAL.

ARTICULO 12. “El concursado y en su caso, los administradores y los socios con responsabilidad ilimitada, deben
constituir domicilio procesal en el lugar de tramitación del juicio. 
De no hacerlo en la primera presentación, se lo tendrá por constituido en los estados del juzgado, para todos los
efectos del concurso.”
 
Norma de eminente carácter procesal, la que, sin perder su vigencia, debe ser integrada con las nuevas
disposiciones que en cada jurisdicción se encuentran en pleno proceso de implementación relativas a la
notificación por medios electrónicos, la firma digital y/o el expediente digital.

“CAPITULO II APERTURA (artículos 13 al 25) SECCION I RESOLUCION JUDICIAL (artículos 13 al 14) TERMINO
ARTICULO 13.Presentado el pedido o, en su caso, vencido el plazo que acuerde el juez, éste se debe pronunciar
dentro del término de CINCO (5) días
 Rechazo
Debe rechazar la petición, cuando el deudor no sea sujeto susceptible de concurso preventivo, si no se ha dado
cumplimiento al artículo 11, si se encuentra dentro del período de inhibición que establece el artículo 59, o
cuando la causa no sea de su competencia.
 
La resolución es apelable.”

ARTICULO 13.
Pronunciamiento dentro de los cinco (5) días
 
Rechazo:

- SUJETO NO CONCURSABLE (artículos 2º. y 5º.)


- INCUMPLIMIENTO (artículo 11).
- PERÍODO INHIBICIÓN (artículo 59 L.C.Q.)
- INCOMPETENCIA.
 
Resolución apelable35. 

35
Atenta la regla procesal de inapelabilidad de las resoluciones en los concursos conforme artículo 273, inciso 3) de la ley 24522, la ley
prevé la apelabilidad en cada caso en que la determina procedente.
Incumbe al magistrado el control del cumplimento tanto de los requisitos sustanciales o “presupuestos”:
presupuesto objetivo (estado de cesación de pagos) y presupuesto subjetivo (sujeto concursable), como los
requisitos formales del artículo 11.
Si bien estos últimos requisitos formales deben ser cumplidos en sus ocho incisos, la evaluación de su
cumplimiento debe ser adecuada a la realidad del sujeto que se concursa. Es notorio que la redacción legal del
artículo 11 parece encontrarse enderezada a la presentación de un deudor comerciante (libros de comercio,
estados contables, balances, etc.), incluyendo en la actualidad la ley concursal a los sujetos que anteriormente
debían tramitar el concurso “civil”. Así es posible que peticionen su concurso deudores no obligados a llevar
contabilidad, estados contables o libros, etc., e inclusive deudores que responden a la tipología conocida como
de sobreendeudamiento del consumidor, deudores jubilados o pensionados, etc. todo lo cual debe ser
merituado con la suficiente amplitud.
Del Mensaje de Elevación de la ley 24522, que en su punto I. Consideraciones generales, enumera: “1)
Flexibilización del procedimiento del concurso preventivo, con el objeto de permitir una amplia gama de
soluciones para la superación de la crisis de la empresa”, se ha derivado un criterio jurisprudencial que dispone,
para el caso de duda sobre el cumplimiento total de los requisitos legales, el favorecimiento de la apertura del
concurso como solución preventiva.
Asimismo, la interpretación dada por la norma del artículo 14 LCQ, en cuanto dispone que cumplidos los
requisitos legales en debido tiempo el juez “debe” dictar la resolución de apertura, ubica la apertura concursal
como un imperativo para el juez, que no admite posibilidad de ulterior apreciación restrictiva por el
magistrado, prevaleciendo el interés general involucrado en el concurso.

“CAPITULO II

APERTURA DEL CONCURSO PREVENTIVO

RESOLUCION DE APERTURA

CONTENIDO

ARTICULO 14.Cumplidos en debido tiempo los requisitos legales, el juez debe dictar resolución que disponga:
 
1) La declaración de apertura del concurso preventivo, expresando el nombre del concursado y, en su caso, el
de los socios con responsabilidad ilimitada.
 
2) La designación de audiencia para el sorteo del síndico.
 
3) La fijación de una fecha hasta la cual los acreedores deben presentar sus pedidos de verificación al síndico, la
que debe estar comprendida entre los QUINCE (15) y los VEINTE (20) días, contados desde el día en que se
estime concluirá la publicación de los edictos.
 
4) La orden de publicar edictos en la forma prevista por los artículos 27 y 28, la designación de los diarios
respectivos y, en su caso, la disposición de las rogatorias, necesarias.
 
5) La determinación de un plazo no superior a los TRES (3) días, para que el deudor presente los libros que lleve
referidos a su situación económica, en el lugar que el juez fije dentro de su jurisdicción, con el objeto de que el
secretario coloque nota datada a continuación del último asiento, y proceda a cerrar los espacios en blanco que
existieran.
 
6) La orden de anotar la apertura del concurso en el Registro de Concursos y en los demás, que corresponda,
requiriéndose informe sobre la existencia de otros anteriores.
 
7) La inhibición general para disponer y gravar bienes registrables del deudor y, en su caso, los de los socios
ilimitadamente responsables, debiendo ser anotadas en los registros pertinentes.
 
8) La intimación al deudor para que deposite judicialmente, dentro de los TRES (3) días de notificada la
resolución, el importe que el juez estime necesario para abonar los gastos de correspondencia.
 
9) Las fechas en que el síndico deberá presentar el informe individual de los créditos y el informe general.
 
10) La fijación de una audiencia informativa que se realizará con CINCO (5) días de anticipación al vencimiento
del plazo de exclusividad previsto en el artículo 43. Dicha audiencia deberá ser notificada a los trabajadores del
deudor mediante su publicación por medios visibles en todos sus establecimientos.

11) Correr vista al síndico por el plazo de diez (10) días, el que se computará a partir de la aceptación del cargo,
a fin de que se pronuncie sobre:

a) Los pasivos laborales denunciados por el deudor;


b) Previa auditoría en la documentación legal y contable, informe sobre la existencia de otros créditos laborales
comprendidos en el pronto pago.

12) El síndico deberá emitir un informe mensual sobre la evolución de la empresa, si existen fondos líquidos
disponibles y el cumplimiento de las normas legales y fiscales. [Inciso incorporado por la ley 26086, art.2º.]

13) La constitución de un comité de control, integrado por los tres (3) acreedores quirografarios de mayor
monto, denunciados por el deudor y un (1) representante de los trabajadores de la concursada, elegido por los
trabajadores.”36

36
Negrita, subrayados o destacados no pertenecen al texto legal original.
En caso de encontrarse cumplidos los requisitos impuestos por el artículo 11 y concordantes de la ley concursal
para la petición de concurso preventivo37, el magistrado deberá declarar su apertura mediante resolución cuyo
contenido se encuentra predispuesto por la norma del artículo 14 de la LCQ.
Esta resolución asume la función de “programa” del proceso cuya apertura declara, constituyendo la agenda de
los actos procesales que en adelante tendrán lugar de manera sucesiva: la designación de la audiencia para
sorteo del síndico (inc.2º.) quien deberá concurrir a aceptar el cargo informando domicilio y horarios donde
recibirá los pedidos de verificación de créditos, estos datos serán incluidos en la publicación de edictos (inc. 4º.)
mediante la cual se notificará la apertura concursal, citándose a acreedores a cumplir el trámite de verificación
de sus créditos durante el período de entre 15 a 20 días que fijará el juez en esta misma resolución (inc. 3º.).
Asimismo se fijarán fechas para la presentación por el síndico del informe individual (artículo 35) y general
(artículo 39), ambos inc. 9º. del artículo 14 LCQ, y para la celebración de la audiencia informativa (inc. 10º.) 38
Se dispone un exiguo plazo máximo de tres días para la presentación por el deudor ya concursado de los libros
referidos a su situación económica, que no son otros que aquellos que enumeró y puso a disposición del juez en
su presentación concursal, a tenor de lo dispuesto por el artículo 11, inc.6º.
Deberá presentar sus libros en el lugar que el juez determine, que puede ser en la sede del juzgado o en otro
lugar, y esta presentación es al solo efecto de que el Secretario los intervenga, poniendo nota datada a
continuación del último asiento cerrando los espacios en blanco. Esto tiene el objetivo de control de los datos
aportados en la presentación concursal, oportunidad en que el deudor debió denunciar el último folio utilizado,
y asimismo de la regularidad con que son llevados en cuanto se procede a cancelar posibles espacios en blanco.
Como se indicara en el comentario del inciso 6º. del artículo 11 que prevé sólo la “enumeración” y “puesta a
disposición” de los libros, dado que el deudor concursado conserva y continúa con la administración de su
negocio o actividad y por lo tanto debe proseguir cumpliendo anotaciones contables.
Respecto de la orden de anotación de la apertura concursal en el “Registro de Concursos y en los demás que
corresponda”, dispuesta por el inc. 6º., debemos decir que este registro especial nunca fue creado si bien fuera
previsto inclusive por la anterior ley 19551. La anotación se cumplimenta ante los correspondientes registros de
juicios universales de cada jurisdicción, requiriéndose asimismo “informe sobre la existencia de otros
anteriores”, a los fines de corroborar el correcto cumplimiento por parte del deudor de la denuncia de anterior
concurso, el período de inhibición del artículo 59 y/o desistimiento concursal, que le impone el inc. 7º. del
artículo 11 LCQ.
También se dispone la inhibición general de bienes registrables y su anotación en los registros pertinentes (art.
7º.)
Dentro del plazo de tres días de notificada la resolución, asimismo, el concursado deberá depositar el importe
que el juez estime insumirán los gastos de correspondencia que deberá cumplimentar el síndico concursal
conforme lo dispuesto en el artículo 29 LCQ.
37
En “debido tiempo” reza el artículo 14, lo que refiere al eventual plazo de prórroga que hubiera otorgado el magistrado a tales
efectos, ya que la actual normativa no subordina la presentación del concurso preventivo a requisito temporal que no sea la condición
del artículo 10: “mientras que la quiebra no sea declarada”.
38
La reforma de la ley 26884 agregó el deber de “notificar a los trabajadores del deudor mediante su publicación por medios visibles en
todos sus establecimientos”, a tono con la intención de tutelar los derechos laborales particularmente centrados en un derecho de
información de los trabajadores. Asimismo debe notarse que la ley concursal reformada en el 2011 por la mencionada ley 26884 no se
limita ya a regular derechos de los “acreedores” laborales, sino que incluye a los “trabajadores” del concursado aún cuando carecieran
del carácter de acreedores del mismo.
Debe tenerse presente que conforme la norma del artículo 30 LCQ la omisión por el concursado de dar
cumplimiento a lo dispuesto por los incisos 4º. y/u 8º. LCQ – presentar libros y/o depositar gastos de
correspondencia, las cargas para el concursado con plazo de cumplimiento más breve- se lo tendrá por
desistido del concurso, incurriendo en dos de los tres supuestos de desistimiento sanción previstos en la ley
vigente.
Desde la resolución del artículo 14 de la ley 24522 una serie de cargas al síndico concursal, las que fueron
aumentadas a través de sucesivas reformas, y, si bien fueran resistidas por estos profesionales por la amplitud
de los términos en que se les requiere informes sobre “normas legales y contables” y la realización de auditoría
dentro de breves plazos (diez días en el caso del pronunciamiento del inc. 11 a) y del informe del inc.11 b)), han
sido incorporadas a la dinámica del concurso. Así, deberán presentar: a) los tradicionales informe individual de
créditos y general (inc.9º.);
b) el “pronunciamiento” sobre los pasivos laborales denunciados por el deudor (inc.11, a), con lo cual procede a
controlar el grado de cumplimiento por el deudor del requisito formal que le impone el inc. 8º. del artículo 11;
c) previa auditoría de la documentación legal y contable del concursado, debe realizar el “informe” sobre la
existencia de otros créditos laborales comprendidos en el pronto pago (inc. 11, b);
d) el informe mensual de: - evolución de la empresa,
- de la existencia de fondos líquidos disponibles y
- del cumplimiento de normas legales y fiscales.
La resolución procederá a la constitución del primer “comité de control”, órgano del concurso que coadyuvará a
la actividad judicial de esta etapa procesal, y que será integrado por los tres acreedores quirografarios de
mayor monto (manteniéndose la conformación de acuerdo importancia económica del comité “de acreedores”
de la redacción original de la ley 24522), agregándose, conforme la reforma de la ley 26884, un representante
de los trabajadores de la concursada.
Este último agregado de la reforma del 2011 determinó inclusive el cambio de denominación de este comité
que, atento no encontrarse integrado ya exclusivamente por “acreedores” –como se encontrara previsto en el
texto originario de la ley 24522-, sino que pasa a incluir un “trabajador” y no ya un “acreedor laboral”, es ahora
el comité “de control”, y no más el comité de acreedores.

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