ARISTOTELES - Síntesis

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ARISTÓTELES

SINTESIS

Estudiante de Platón en la Academia, donde permaneció 20 años, Aristóteles fue


un discípulo que no quiso seguir los pasos de su mentor, fundando una filosofía
completamente distinta que ponía sus ojos más en la realidad que en los mundos ideales
del que fuera su maestro. Así, desarrolló métodos y principios que darían lugar a
invenciones como la Lógica; y su teoría del conocimiento y sistema inductivo (el estudio
de lo particular para alcanzar una verdad universal) se convertiría en el primer paso para
lo que luego conoceríamos como método científico. Fue también el primero en establecer
estudios sistemáticos de las áreas que le interesaban, y el premio a tan ardua y extensa
labor ha sido el de pasar a los anales de la historia como El Filósofo, así, con mayúsculas.
Puede que ningún otro hombre en la historia del pensamiento haya tenido un peso igual
al del titán macedonio.

Pero ¿quién fue Aristóteles? ¿Cuál fue su vida? ¿Cómo terminó por convertirse
en un personaje de fama universal?

La vida de Aristóteles

Aristóteles nació en Estagira, Macedonia, en el año 384 a. C. Era hijo del


influyente Nicómaco, médico personal del rey Amintas III, lo que facilitó más tarde sus
conexiones con la corte de la capital, Pella, donde vivió en su juventud. La temprana
muerte de sus padres, cuando él tenía sólo 17 años, le puso en manos de su tutor,
Proxeno de Atarneo, quien poco después decidió que el joven viajara a Atenas, el gran
centro cultural de Grecia en la época, para instruirse.

Aristóteles se trasladó a la capital de la filosofía en el mejor momento, cuando la


Academia de Platón experimentaba su mayor esplendor. La ciudad habría de convertirse
en la cuna de esta mente que, años después, cambiaría el curso de la filosofía y del
mundo. Una de las primeras influencias del joven Aristóteles fue Eudoxo, uno de los
pocos filósofos de la Academia que difería de las tesis del fundador de la misma. De este
modo, Aristóteles pronto se distanció del gran discípulo de Sócrates y tomó la decisión
de andar su propio camino y crear un sistema filosófico único.

El traslado de Aristóteles a Asia Menor

Aristóteles permaneció en la Academia durante 20 años, pero tras la muerte de


Platón, decidió hacer las maletas y trasladarse a Aso, actual Turquía, en Asia Menor,
donde gobernaba su antiguo amigo y compañero, Hermias, con cuya sobrina, Pythias,
contraería matrimonio y tendría su primera hija. Años después, Hermias sería asesinado,
por lo que Aristóteles volvió a emprender viaje, en esta ocasión con destino a la cercana
isla de Lesbos, donde se asentaría en la ciudad de Mitilene. Allí se dedicaría al estudio
de la zoología y la biología marina junto al filósofo Teofastro, quien más tarde sería el
heredero natural de Aristóteles y cabeza de sus seguidores, los llamados Peripatéticos
(del griego peripatêín, pasear, por su costumbre de caminar durante sus clases y
reflexiones).

El rey Filipo II le encargó que fuera tutor de su hijo, quien con el paso de los años
sería Alejandro Magno

Creó el Liceo

En ese momento, Aristóteles fue requerido por su tierra natal, cuando el rey Filipo
II decidió encargarle la tarea de ejercer de tutor de su hijo, quien con el paso de los
años pasaría a la historia como uno de los más grandes gobernantes que han existido:
Alejandro Magno.

Pero esa estancia tampoco habría de ser permanente, pues Aristóteles tenía un
plan mayor que también ayudaría a que dejara su huella en la historia. Tras regresar a
Atenas, fundó El Liceo, su propia escuela y una de las más grandes que existirían en
Grecia, en la que impartía filosofía. Tenía algunas diferencias con la Academia de Platón,
como por ejemplo que en El Liceo había clases gratuitas abiertas al público a las que
cualquier ciudadano podía acudir. Fue en esos años cuando murió su primera mujer y
se emparejó con Herpyllis, también natural de Estagira, con quien tuvo varios hijos,
entre ellos Nicómaco, cuyo nombre pasaría a la historia por el libro que le dedicó su
padre, Ética a Nicómaco, el más importante tratado de ética de Aristóteles.

Pese a ser discípulo de Platón, Aristóteles fundó un sistema filosófico propio,


alejado de algunas de las más importantes teorías de su maestro. Si Platón
hablaba de la existencia de dos dimensiones distintas de la realidad —el mundo sensible
y el mundo inteligible, de las ideas—, Aristóteles apostó por la idea de que el mundo es
solamente uno, sin compartimentos. La crítica a la teoría de las ideas será un punto
clave de su filosofía.

«El hombre es un animal racional»

En la Metafísica —denominada por él «primera filosofía»— es en la que enuncia


una de sus teorías más famosas y que tantísima influencia posterior tendrá: el
hilemorfismo. Este establece que la sustancia es un compuesto de materia (el principio
indeterminado) y forma (la esencia de la sustancia, que determina que sea lo que es).

Esta teoría también la aplicará Aristóteles a la antropología, sosteniendo que todo cuerpo
está constituido por materia y forma, que componen un todo único. Así, el ser humano
es un compuesto de alma con forma de cuerpo, cuya principal característica es la razón.

Para Aristóteles, todo aquello que se mueve es movido a su vez por una causa,
y así sucesivamente. Por tanto, ha de existir algún tipo de motor en el inicio, algo que
no sea movido por nadie y que sea lo que desencadene el proceso. Este primer «motor
inmóvil» es lo que él relaciona con algún tipo de ser divino, responsable, además, de la
unidad del mundo y del orden y las reglas que lo rigen.
En lo referente a la física, Aristóteles explicará el movimiento, característico de
los seres naturales, en términos de acto y potencia. Acto será el cumplimiento,
realización y pleno desarrollo de las potencialidades de una sustancia, mientras que
potencia, la posibilidad de llegar a ser algo que todavía no se es (por ejemplo, una
semilla: semilla en acto, pero árbol en potencia).

Teoría del conocimiento de Aristóteles: la experiencia sensible

Para Aristóteles, la piedra angular del conocimiento es la experiencia y la


información que nos llega por los sentidos. Información que, más tarde, nuestra
razón se encarga de abstraer y analizar. Se trata, por tanto, de un aprendizaje inductivo.
Mediante la observación de reglas particulares, podemos llegar a tener una premisa
universal (en lugar del sistema deductivo de los racionalistas, que lo desarrollan en la
otra dirección: de lo universal a lo particular).

Este nuevo enfoque del conocimiento sería el primer paso hacia el método científico tal
y como lo conocemos. Es por esto que Aristóteles puede ser considerado uno de los
primeros empiristas, pese a que siempre someterá el conocimiento sensible a la razón.
La base de su sistema era encontrar una explicación racional y cierta del mundo que nos
rodea.

Ética: el justo medio

La ética de Aristóteles es teleológica, es decir, que identifica el bien con un


fin. El filósofo defiende esta idea porque entiende que cuando los hombres actúan es
porque buscan alcanzar un objetivo concreto, principalmente, la felicidad en la vida.

Aristóteles identifica la felicidad con las virtudes, y divide las mismas en dos
ramas, las éticas (aquellas que están destinadas a dominar la parte irracional de nuestra
alma) y las dianoéticas (que se corresponden con la naturaleza racional del ser humano).
Entre las primeras encontramos la fortaleza, la templanza y la justicia, mientras que en
el segundo grupo estarían la prudencia y la inteligencia.

«Somos lo que hacemos días tras día. La excelencia no es un acto, sino un hábito»

La virtud no es otra cosa, según Aristóteles, que la «dorada mediocridad», es decir, el


punto medio entre dos extremos. Así, por ejemplo, Aristóteles establece la valentía en
el punto medio entre la temeridad y la cobardía.

Pero ¿cómo podemos alcanzar la virtud? Mediante hábitos, nos responde. Una
repetición continua que debería llevarnos finalmente a la excelencia. Y es de suma
importancia que cuidemos esas acciones, porque mediante la virtud es como el hombre
puede dominar su parte irracional y de este modo llegar a alcanzar su naturaleza
racional, y con ella, la felicidad.
«La dignidad no consiste en poseer honores, sino en merecerlos»

Legado de Aristóteles para la posteridad

Aparte de las refundaciones de su pensamiento, la historia de la filosofía occidental se


ha remitido continuamente a las teorías aristotélicas desde hace milenios. Sus
aportaciones al campo de la epistemología, la lógica y la metafísica; su papel como el
más grande naturalista de la antig NATURALEZA (PHYSIS).- Aristóteles distingue entre:

a) seres naturales: tienen el movimiento por sí mismos.

b) seres fabricados: tienen el movimiento en tanto que recibido de fuera.

Por ello sostiene que lo característico de todos los seres naturales es que se mueven, se
desarrollan, se transforman, en función de una “fuerza interna”. Por tanto, la naturaleza,
(physis) es el principio del movimiento y del cambio.

La noción de physis es importante en todos los filósofos griegos, pero fue Aristóteles
quien con más detalle la estudió. Podemos afirmar que toda su filosofía gira en torno a
este concepto, del mismo modo que la platónica lo hace en torno a la concepción de las
Ideas.

En Aristóteles encontramos dos sentidos básicos del término <<natuiraleza>>, siendo


el segundo de ellos más importante que el primero:

a) La Naturaleza entendida como la totalidad de los seres naturales.

b) La naturaleza entendida como el ser propio de las cosas (lo que las cosas son
realmente). Por ejemplo, la naturaleza propia del ser humano es que es “un animal social
y político”.

Tal y como hemos indicado, Aristóteles define la naturaleza como “la esencia de los seres
que poseen en sí mismos y en cuanto tales el principio de su movimiento”.

Para explicar la naturaleza, Aristóteles desarrolla algunas teorías fundamentales:

– La teoría hilemórfica (o de la materia y la forma)

– La teoría de la potencia y del acto.

– La teoría de las cuatro causas.


[Las anteriores teorías aparecen desarrolladas en el apartado 2 de los apuntes sobre la
filosofía de Aristóteles].

SUSTANCIA (o SUBSTANCIA).- De acuerdo con la metafísica aristotélica es el ser


independiente del cual se predican los atributos (o accidentes).

Etimológicamente sustancia procede del latín substantia, traducción del griego ousía: “lo
que está debajo o subyace a algo”.

Para Aristóteles la sustancia es el sujeto en el que descansan las propiedades: el ser


Sócrates, por ejemplo, del cual predicamos rasgos (propiedades o accidentes) como el
ser ateniense, ser maestro de Platón, haber sido condenado a muerte, etc.
Los accidentes (o propiedades de las cosas) sólo pueden existir vinculados a la
sustancia; por ejemplo, no puede darse “la blancura” como tal, sino “cosas u objetos
blancos”.

Además, Aristóteles concibe la sustancia como el sustrato o sujeto que no cambia, sino
que permanece, a través de los cambios. Por ejemplo, somos el mismo individuo aunque
nuestro aspecto varíe enormemente con el paso del tiempo; “eso que permanece” a
través de todos los cambios, y que nos permite afirmar que un individuo o cosa sigue
siendo el mismo a lo largo del tiempo, es lo que Aristóteles denomina <<sustancia>>.

Por otra parte, Aristóteles distingue entre:

a) Sustancias primeras: son los sujetos individuales y concretos, compuestos de


materia y forma.

b) Sustancias segundas: Son los géneros y las especies, que tienen un carácter
universal (y por ello abarcan multitud de sustancias primeras).

Por ejemplo: sustancia primera: Sócrates (individuo concreto)

Sustancias segundas: género: ser humano

especie: animal

POTENCIA-ACTO.- Mediante la teoría de la potencia y el acto Aristóteles pretende


explicar el problema del movimiento. La <<potencia>> se entiende como el poder para
ejercer una transformación en un objeto o la disposición para poder llegar a ser algo. El
<<acto>> se concibe como el ser actual, la realidad del ser.

Si un ser antes no se movía y ahora se mueve, quiere decir que antes tenía la capacidad
o el poder de moverse (tenía la potencia del movimiento), y cuando ya ha realizado el
movimiento decimos que esa potencialidad se ha actualizado (está en acto). Si no
existiera esta la potencialidad los seres permanecerían siempre inalterables, es decir,
que sería imposible cualquier cambio o movimiento.

Así pues, en todo ser podemos distinguir:

– lo que ese ser ya es (acto).

– lo que ese ser puede llegarv a ser, pero todavía no es (potencia).

Por ejemplo: una semilla es un árbol o una planta en potencia; un niño es un hombre
en potencia. Cuando nos encontramos ante el árbol o ante el hombre adulto decimos
que las potencialidades de la semilla y del niño, respectivamente, “se han actualizado”.

Aristóteles define el movimiento en general como el paso de la potencia al acto.

CAUSA.- Para Aristóteles la causa es el factor o principio del que depende una cosa.
Aristóteles distingue cuatro tipos de causas (teoría de las cuatro causas):

a) causa material: aquello de lo que está hecho algo.

b) causa formal: aquello que un objeto es.

c) causa eficiente: aquello que ha producido ese algo (explica el <<por qué>> de
las cosas).

d) causa final: aquello para lo que existe ese algo, a lo cual tiende o puede llegar a
ser (explica el <<para qué>> de las cosas).

Para Aristóteles la causa fundamental que explica la realidad es la causa final


(teleología).

Aristóteles pone el ejemplo de una escultura: supongamos que se trata de una escultura
del dios Zeus hecha de bronce por un escultor para embellecer una plaza. En este caso:

– causa material: el bronce

– causa formal: la figura del dios Zeus

– causa eficiente: el escultor


– causa final: embellecer la plaza

Una idea fundamental es que para Aristóteles la ciencia consiste en el conocimiento de


las causas de los fenómenos que se quiere explicar.

SER SOCIAL.- Aristóteles subraya que los seres humanos, por su propia naturaleza,
tienden necesariamente a vivir en una sociedad políticamente organizada. Sólo los
animales y los dioses pueden vivir aislados. El hombre es por naturaleza un ser social,
como lo prueba su lenguaje y capacidad de razonamiento, muy superiores a las de los
animales. También el hombre es una animal político, que necesita vivir en
la polis (Estado).

El <<impulso natural>> del ser humano hacia su conservación y reproducción le lleva


a unirse a otros: primero formando la familia, luego en la reunión de varias familias
formando una aldea o pueblo, y finalmente en la ciudad o polis (Estado).

El ser humano necesita de la sociedad para satisfacer sus necesidades y poder realizar
sus funciones propias (las racionales). Por ello la vida preferible para el hombre es la
vida en comunidad con otros seres humanos. Para Aristóteles el Estado es una
comunidad de ciudadanos, es decir, un conjunto de hombres libres que participan en los
asuntos políticos (administración de justicia y gobierno), y su finalidad es promover la
<<felicidad de los ciudadanos>>. (Ahora bien, para Aristóteles sólo son hombres libres
los varones de las clases superiores, dejando fuera a las mujeres, los esclavos, los
campesinos, artesanos, etc.)

FELICIDAD (EUDAIMONÍA).- Para Aristóteles la felicidad es el bien supremo del


hombre. La ética aristotélica es eudemonista, pues considera que la felicidad es el fin u
objetivo último del ser humano. En su obra Ética a Nicómaco (o Ética Nicomáquea),
Aristóteles compara al ser humano con un arquero apuntando al blanco, donde, de la
misma forma que el objetivo de aquel es dar en el blanco, el fin del hombre no puede
ser otro que el de ser feliz (cualquier otra finalidad, como el dinero, la salud, etc. no es
sino un instrumento o medio para alcanzar el fin supremo que es la felicidad).

La felicidad es el único fin último del ser humano, el único fin <<autárquico>> (que se
basta a sí mismo). En la Ética a Nicómaco analiza Aristóteles en profundidad en qué
consiste la felicidad en tanto que fin supremo del hombre.

La felicidad, según Aristóteles, consiste en una forma de vida, estable y duradera, y no


en momentos concretos que sólo nos pueden dar un disfrute pasajero. La auténtica
felicidad consiste para él en una tarea a realizar a lo largo de toda nuestra vida. Más
concretamente, para Aristóteles la felicidad del ser humano se basa en llevar una vida
conforme a la razón y la sabiduría (puesto que lo peculiar del hombre es que es un ser
racional), y guiados siempre por la virtud. Por ello considera que el hombre más feliz es
el filósofo. Además de la vida basada en la razón (sabiduría) y la virtud, Aristóteles
considera que para alcanzar la felicidad es necesario disponer de los bienes materiales
necesarios para poder tener una vida digna (lo cual sólo se puede conseguir en el seno
de la polis).

üedad; su metodología sistemática de la que bebería directamente la revolución


científica… Sus logros son a todas luces inagotables, así como los caminos que abrió a
partir de ellos.

Curiosamente, el pensador que más habría de influir en nuestra cultura estuvo


sepultado para Occidente durante siglos, mientras los primeros filósofos cristianos
ligaron su pensamiento a Platón. Sin embargo, gracias al islam —y más concretamente,
al filósofo andalusí Averroes, cuyos comentarios a la filosofía de Aristóteles influyeron
en la filosofía de la Edad Media y el Renacimiento—, sus enseñanzas retornaron hasta
culminar en la Suma teológica de Tomás de Aquino, que unió finalmente a Aristóteles
con el pensamiento cristiano.

Desde entonces, el estagirita ha sido apoyado, criticado, alabado y


repudiado por cientos de filósofos posteriores, pero nunca olvidado o ignorado. Dos mil
años de historia influyendo prácticamente en todas las ramas del saber, que se dice
pronto.

CONCEPTO FUNDAMENTALES

NATURALEZA (PHYSIS).- Aristóteles distingue entre:

a) seres naturales: tienen el movimiento por sí mismos.


b) seres fabricados: tienen el movimiento en tanto que recibido de fuera.

Por ello sostiene que lo característico de todos los seres naturales es que se mueven, se desarrollan, se
transforman, en función de una “fuerza interna”. Por tanto, la naturaleza, (physis) es el principio del
movimiento y del cambio.

La noción de physis es importante en todos los filósofos griegos, pero fue Aristóteles quien con más detalle la
estudió. Podemos afirmar que toda su filosofía gira en torno a este concepto, del mismo modo que la platónica
lo hace en torno a la concepción de las Ideas.

En Aristóteles encontramos dos sentidos básicos del término <<naturaleza>>, siendo el segundo de ellos más
importante que el primero:

a) La Naturaleza entendida como la totalidad de los seres naturales.


b) La naturaleza entendida como el ser propio de las cosas (lo que las cosas son realmente). Por ejemplo, la
naturaleza propia del ser humano es que es “un animal social y político”.

Tal y como hemos indicado, Aristóteles define la naturaleza como “la esencia de los seres que poseen en sí
mismos y en cuanto tales el principio de su movimiento”.
Para explicar la naturaleza, Aristóteles desarrolla algunas teorías fundamentales:

– La teoría hilemórfica (o de la materia y la forma)


– La teoría de la potencia y del acto.
– La teoría de las cuatro causas.

SUSTANCIA (o SUBSTANCIA).- De acuerdo con la metafísica aristotélica es el ser independiente del cual se
predican los atributos (o accidentes).

Etimológicamente sustancia procede del latín substantia, traducción del griego ousía: “lo que está debajo o
subyace a algo”.

Para Aristóteles la sustancia es el sujeto en el que descansan las propiedades: el ser Sócrates, por ejemplo, del
cual predicamos rasgos (propiedades o accidentes) como el ser ateniense, ser maestro de Platón, haber sido
condenado a muerte, etc. Los accidentes (o propiedades de las cosas) sólo pueden existir vinculados a la
sustancia; por ejemplo, no puede darse “la blancura” como tal, sino “cosas u objetos blancos”.

Además, Aristóteles concibe la sustancia como el sustrato o sujeto que no cambia, sino que permanece, a
través de los cambios. Por ejemplo, somos el mismo individuo aunque nuestro aspecto varíe enormemente
con el paso del tiempo; “eso que permanece” a través de todos los cambios, y que nos permite afirmar que
un individuo o cosa sigue siendo el mismo a lo largo del tiempo, es lo que Aristóteles denomina <<sustancia>>.

Por otra parte, Aristóteles distingue entre:


a) Sustancias primeras: son los sujetos individuales y concretos, compuestos de materia y forma.
b) Sustancias segundas: Son los géneros y las especies, que tienen un carácter universal (y por ello abarcan
multitud de sustancias primeras).

Por ejemplo: sustancia primera: Sócrates (individuo concreto)


Sustancias segundas: género: ser humano
especie: animal

POTENCIA-ACTO.- Mediante la teoría de la potencia y el acto Aristóteles pretende explicar el problema


del movimiento. La <<potencia>> se entiende como el poder para ejercer una transformación en un objeto o
la disposición para poder llegar a ser algo. El <<acto>> se concibe como el ser actual, la realidad del ser.

Si un ser antes no se movía y ahora se mueve, quiere decir que antes tenía la capacidad o el poder de moverse
(tenía la potencia del movimiento), y cuando ya ha realizado el movimiento decimos que esa potencialidad se
ha actualizado (está en acto). Si no existiera esta la potencialidad los seres permanecerían siempre
inalterables, es decir, que sería imposible cualquier cambio o movimiento.

Así pues, en todo ser podemos distinguir:


– lo que ese ser ya es (acto).
– lo que ese ser puede llegarv a ser, pero todavía no es (potencia).
Por ejemplo: una semilla es un árbol o una planta en potencia; un niño es un hombre en potencia. Cuando
nos encontramos ante el árbol o ante el hombre adulto decimos que las potencialidades de la semilla y del
niño, respectivamente, “se han actualizado”.

Aristóteles define el movimiento en general como el paso de la potencia al acto.

CAUSA.- Para Aristóteles la causa es el factor o principio del que depende una cosa. Aristóteles distingue
cuatro tipos de causas (teoría de las cuatro causas):
a) causa material: aquello de lo que está hecho algo.
b) causa formal: aquello que un objeto es.
c) causa eficiente: aquello que ha producido ese algo (explica el <<por qué>> de las cosas).
d) causa final: aquello para lo que exiate ese algo, a lo cual tiende o puede llegar a ser (explica el <<para
qué>> de las cosas).

Para Aristóteles la causa fundamental que explica la realidad es la causa final (teleología).
Aristóteles pone el ejemplo de una escultura: supongamos que se trata de una escultura del dios Zeus hecha
de bronce por un escultor para embellecer una plaza.

En este caso:
– causa material: el bronce
– causa formal: la figura del dios Zeus
– causa eficiente: el escultor
– causa final: embellecer la plaza

Una idea fundamental es que para Aristóteles la ciencia consiste en el conocimiento de las causas de los
fenómenos que se quiere explicar.

SER SOCIAL.- Aristóteles subraya que los seres humanos, por su propia naturaleza, tienden necasariamente a
vivir en una sociedad políticamente organizada. Sólo los animales y los dioses pueden vivir aislados. El hombre
es por naturaleza un ser social, como lo prueba su lenguaje y capacidad de razonamiento, muy superiores a
las de los animales. También el hombre es una animal político, que necesita vivir en la polis (Estado).
El <<impulso natural>> del ser humano hacia su conservación y reproducción le lleva a unirse a otros: primero
formando la familia, luego en la reunión de varias familias formando una aldea o pueblo, y finalmente en la
ciudad o polis (Estado).
El ser humano necesita de la sociedad para satisfacer sus necesidades y poder realizar sus funciones propias
(las racionales). Por ello la vida preferible para el hombre es la vida en comunidad con otros seres humanos.
Para Aristóteles el Estado es una comunidad de ciudadanos, es decir, un conjunto de hombres libres que
participan en los asuntos políticos (administración de justicia y gobierno), y su finalidad es promover la
<<felicidad de los ciudadanos>>. (Ahora bien, para Aristóteles sólo son hombres libres los varones de las clases
superiores, dejando fuera a las mujeres, los esclavos, los campesinos, artesanos, etc.)

FELICIDAD (EUDAIMONÍA).- Para Aristóteles la felicidad es el bien supremo del hombre. La ética aristotélica
es eudemonista, pues considera que la felicidad es el fin u objetivo último del ser humano. En su obra Ética a
Nicómaco (o Ética Nicomáquea), Aristóteles compara al ser humano con un arquero apuntando al blanco,
donde, de la misma forma que el objetivo de aquel es dar en el blanco, el fin del hombre no puede ser otro
que el de ser feliz (cualquier otra finalidad, como el dinero, la salud, etc. no es sino un instrumento o medio
para alcanzar el fin supremo que es la felicidad).
La felicidad es el único fin último del ser humano, el único fin <<autárquico>> (que se basta a sí mismo). En
la Ética a Nicómaco analiza Aristóteles en profundidad en qué consiste la felicidad en tanto que fin supremo
del hombre.

La felicidad, según Aristóteles, consiste en una forma de vida, estable y duradera, y no en momentos concretos
que sólo nos pueden dar un disfrute pasajero. La auténtica felicidad consiste para él en una tarea a realizar a
lo largo de toda nuestra vida. Más concretamente, para Aristóteles la felicidad del ser humano se basa en
llevar una vida conforme a la razón y la sabiduría (puesto que lo peculiar del hombre es que es un ser racional),
y guiados siempre por la virtud. Por ello considera que el hombre más feliz es el filósofo. Además de la vida
basada en la razón (sabiduría) y la virtud, Aristóteles considera que para alcanzar la felicidad es necesario
disponer de los bienes materiales necesarios para poder tener una vida digna (lo cual sólo se puede conseguir
en el seno de la polis).

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