JAVIER ARIAS MIGUEZ

ENSAYO “100 PREGUNTAS SOBRE EL ISLAM”

El siguiente ensayo tendrá como objetivo realizar un análisis de la obra “Cien preguntas
sobre el Islam”. El libro guarda una estructura de entrevista por lo que no podemos atribuir el
mérito de escribirlo a una única persona. La entrevista fue realiza a Samir Khalil Samir (islamólogo
de fama internacional) por Giorgi Paolucci y Camille Eid (Dos periodistas que se dedican al
estudio de temas en relación con el Islam y la convivencia de diferentes credos). El título del libro
da una perfecta de nición de lo que nos vamos a encontrar dentro de él; está formado por un
total de 111 preguntas en torno a aspectos sobre e Islam acompañadas de una introducción y un
apéndice documental.

El objetivo principal de la obra es proporcionar al mayor número de personas una

herramienta más que un libro. Tratan de hacer conocer una realidad a la que pertenecen un gran
número de hombres y mujeres que con el paso de los años se han convertido en nuestros
vecinos. Los autores son conscientes de que están sujetos a ciertas limitaciones pero realizan un
acercamiento al Islam bastante acertado que veremos ahora con mayor profundidad.

Más allá de estar dividido en preguntas, ya que es una entrevista (cosa que facilita la
lectura y hace el libro mucho más comprensivo), podemos diferenciar cinco partes esenciales en
la obra: “Los fundamentos”, “¿Puede cambiar el Islam?”,”El desafío de los derechos”, “El islam
entre nosotros” y “Islam y Cristianismo: El encuentro inevitable, el diálogo posible”.

La primera de las partes establece los fundamentos del Islam. Es decir, realiza un
acercamiento a los inicios y los principios de la religión islámica. Fue la última de las religiones
monoteístas en aparecer entre los años 610 y 632. El Islam se desarrolló en las dos ciudades
principales de la península Arábiga: La Meca y Medina. El único profeta de la religión islámica fue
Mahoma y la forma en la que este predicaba el nuevo credo llevaba intrínseca la violencia; los
primeros años de desarrollo del Islam fueron acompañados de guerra y, como veremos, la rigidez
y la violencia siguen presentes en esta.

¿Qué es lo que predicaba Mahoma? Su mensaje en La Meca es claro, simple y marcadamente

religioso: creer en un Dios único, Allāh, y en el día del Juicio en el que cada uno será evaluado
según sus acciones y, por consiguiente, destinado al in erno o al paraíso, implorar de Dios el
perdón de los pecados, hacer las dos oraciones prescritas (Las oraciones de la mañana y la
oración de la noche), mantenerse alejado del adulterio y rechazar la costumbre árabe de
enterrar vivos a los recién nacidos. Predica además la justicia social para con la viuda, el
huérfano y el pobre, a través de un desprendimiento de las riqueza, con acentos que
recuerdan al profeta Amós del Antiguo Testamento. Pero lo que a rma, sobre todo, Mahoma
es que él es el profeta elegido por Dios para comunicar a la humanidad la última revelación.

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Una revelación que le ha sido transmitida por medio del arcángel Gabriel. (Eid, Khalil y
Paolucci; 2016:18)

Dicha predicación la recoge el Corán que fue u texto defendido sobre Mahoma. El texto
es la transcripción literal de un Corán que siempre se Jha encontrado junto a Dios y ha sido
revelado a Mahoma en forma de Corán histórico para su predicación. El hecho de que el Corán
haya descendido no deja espacio a ninguna posibilidad de interpretación crítica o histórica de
ninguno de sus aspectos; una de las razones principales de la rigidez de esta religión. Tener que
seguir de forma estricta un texto concebido hace 16 siglos hace que el Islam sea tan rígido y
retrogrado como observaremos durante el ensayo. Los comienzos del Islam dejaron tras de si
cinco pilares fundamentales para una fe:

El islam se asienta sobre cinco pilares: la profesión de fe en Allah y en su profeta (shahada), la

oración ritual cinco veces al día (salãt), la ofrenda de la limosna ritual (zakal), el ayuno durante
el mes del Ramadán (sawm) y, por último, la peregrinación a La Meca, que ha de ser realizada
al menos una vez en la vida por los que tengan la posibilidad de hacerla (Hajj). (Eid, Khalil y
Paolucci; 2016:31)

La segunda de las partes trata sobre la capacidad de adaptación del Islam. Como hemos
comentado antes el Islam es una religión muy rígida; es decir, el cambio de los principios que
sustentan esta es prácticamente imposible. Por tanto, a grandes rasgos el capítulo dos del libro
gira en torno a la di culta del Islam para implementar cambios. En cambio, podemos ver cómo en
ciertas regiones islámicas han implementado ciertos preceptos que contradicen los principios del
Islam. Territorios como Marruecos muestran una pequeña fuerza de adaptación a la cultura
occidental.

La rigidez de esta religión viene en gran parte por la procedencia de los textos sagrado.
Al concebirse dichos textos como descendidos no es posible cambiarlos y hay que respetar lo
que imponen:

Para los musulmanes, el Corán no es obra de Mahoma, sino del mismo Dios; por consiguiente,
es algo atemporal, que no puede ser con nado en el siglo VII; es la palabra divina, que ha de
ser conservada inmutable en el tiempo. Los ortodoxos (y con un énfasis particular los
fundamentalistas) sostienen que cada versículo coránico tiene valor absoluto, es decir, que
vale en todo tiempo y para cada musulmán, con independencia del contexto; los liberales, sin
embargo, proponen una lectura y una interpretación contextualizadas, no separadas del
espacio y del tiempo, y, en consecuencia, subrayan la necesidad de proceder a un trabajo de
actualización de la letra a la historia, a la actualidad y, en última instancia, también a la
modernidad. (Eid, Khalil y Paolucci; 2016:65)

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Esta imposibilidad para cambiar lo que dicta el Islam supone un problemas sobre los
derechos y esto es sobre lo que versa la tercera parte. Al tratarse de una creencia en la que hay
que hacer caso omiso de los textos no puede abandonarse cierta parte de lo que dictan o
interpretarlo de manera más moderna para respetar los DDHH. Durante el tercer capítulo el se
tratan varios derechos que a nivel occidental podemos observar bastante establecidos, pero en el
mundo islámico debido a la rigidez del credo sigue habiendo gran diferencia en ámbitos tales
como la libertad religiosa o la igualdad entre hombres y mujeres.

Tal vez la mejor manera de ilustrar esto es la reacción de estos países ante la rma de la
declaración universal de los derechos humanos en 1948. Es cierto que esta declaración nace en
occidente con nuestro pensamiento inculcado en la mayoría de sus artículos, pero todas las
propuestas que realiza desde la visión de la dignidad son medianamente lógicas. El mundo
islámico como no respondía a lo que establecía su religión redactaron otra declaración:

Por parte islámica se cuestiona la universalidad de tal declaración. Los derechos enunciados
en ella serían en realidad fruto de la cultura occidental y de la capacidad política y económica
que Occidente ha tenido para imponerlos en la escena internacional como válidos para todos.
Por eso se promulgó la «Declaración universal de los derechos humanos en el islam» con
ocasión de la 19ª Conferencia de los 45 ministros de Asuntos Exteriores de la Organización de
la conferencia islámica (OCI) celebrada en El Cairo en 1990. (Eid, Khalil y Paolucci; 2016:65)

La siguen parte del libro trata sobre el Islam comienza a formar parte de nuestra realidad.
Debido a la globalización cada vez ha un mayor número de religiones y culturas conviviendo en
un mismo territorio. La cuarta parte muestra cómo en occidente desde hace años hemos
comenzado a convivir con la tradición islámica y cómo evoluciona este fenómeno.

En occidente desde hace pocas décadas, debido a la globalización, esta cada vez más
presenta el Islam y hay diferentes maneras de concebirlo. Se puede entender que el Islam trata
de hacerse con Europa o desde un punto de vista multirreligioso. Pero hay algo que no se puede
negar y es como cada vez esta más presente y tenemos que asimilar dicho fenómeno. El libro
propone cuatro modelos de integración: la asimilación, el melting pot, la sociedad multicultural y
el meaculpismo.

En Europa cada vez están más presentes las mezquitas y costumbres del Islam; se está
abordando una de las consecuencias de la globalización de manera bastante correcta ya que es
posible convivir diferentes religiones de forma respetuosa. En cambio, el mundo islámico no es
capaz de alcanzar este nivel que tenemos en occidente. En un territorio fundamentalmente
islámico no hay libertad de religión, no es posible ser cristiano de forma libre ahí. En ocasiones es
incluso ilegal serlo de forma privada.

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La última de las partes esta directamente relacionada con está ultima idea que he
explicado. La globalización y la evolución de la humanidad están exigiendo una comunicación
entre el Islam y el Cristianismo. El Islam tiene una relación difícil con las distintas religiones ya que
cree que están subordinadas. Únicamente las monoteístas son respetables porque el Corán dicta
que hay que terminar con las politeístas con la muerte o la conversión. Sin embargo, el
Cristianismo y el Judaísmo sí pueden llegara comprenderlo. Pero la comunicación entre ellas es
un tanto complicada por lo siguiente:

En el fondo, el musulmán sigue convencido de que el islam es la ultima y de nitiva religión

revelada, que en el Corán se encuentran mio el verdadero judaísmo como el auténtico
cristianismo, y que os judios y los cristianos habrían alterado sus Escrituras. Quien posee ya
toda la verdad, ¿qué novedad podría aprender practicando el dialogo interreligioso? Es
evidente que esta posición pesa como una losa sobre la posibilidad de construir un diálogo
auténtico, aunque las razones a favor de un encuentro en la verdad, que he ilustrado antes,
siguen siendo válidas. Es preciso orar para que prevalezcan, siendo conscientes de que, como
dijo Juan Pablo Il en Asís, orar «no signi ca evadirse de la historia y de los problemas que ésta
presenta. Al contrario, es optar por hacer frente a la realidad no solos, sino con la fuerza que
viene de lo Alto, la fuerza de la verdad y del amor cuya última fuente está en Dios». (Eid, Khalil
y Paolucci; 2016:173)

Aunque sea de alta complejidad establecer una conversación fructífera entre el

Cristianismo y el Islam la cuarta parte del libro muestra cómo se esta dando en ciertos ámbitos.
El propio entrevistado se pone a él como ejemplo de una manera de facilitar el diálogo. Dice que
las personas islámicas convertidas al Cristianismo sirven como puente entre ambas.

Una vez visto el contenido del libro de forma muy esquemática es el momento de extraer
la idea central de este. Evidentemente el tema central de la obra es el Islam pero limitarnos a tal
de nición sería pobre por la cantidad de temas que engloba. Bajo mi parecer “100 preguntas
sobre el Islam” versa sobre la capacidad de adaptación que tiene una religión tan rígida como el
Islam ante un mundo tan cambiante como el nuestro.

Cómo hemos visto en la breve síntesis que hemos realizado del libro el Islam es una
religión muy rígida debido a la imposibilidad Der interpretar y modi car los preceptos de la
misma. El mundo islámico vive bajo normas que fueron promulgadas en el siglo VI y al
considerarse descendidas de la mano de Dios ningún ser tiene la potestad para interpretarlas o
modi carlas; han de ser cumplidas tal como llegaron.

El problema reside en que desde entonces han pasado 15 siglos y el mundo a

evolucionado muchísimo. Donde antes había muchos territorios pequeños y mal conectados
ahora tenemos grandes naciones interconectados y dependientes entre sí. Por tanto, los
principios del Islam tienen que modi carse para poder seguir avanzando. El Cristianismo ya ha
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mostrado una gran fuerza de adaptación ante la situación global, pero no vale con que solo
occidente ceda ante este fenómeno; es necesario que todos los credos cambien de alguna
manera. En cambio, la imposibilidad de cambio esta en la espina dorsal del Islam.

Sin embargo, en el libro podemos ver cómo el entrevistado en repetidas ocasiones hace
alusión a movimientos o regiones que han tratado descambiar ciertos principios del Islam para
tener mayor respeto por lo que comprendemos como dignidad. Por consiguiente, aquello que
veíamos como imposible tal vez es más posible de lo que planteábamos aunque siga siendo muy
difícil. El libro es lo que trata de analizar; una vez realizado un acercamiento al mundo islámico
para una persona occidental se centra en las diferentes vías de escape y la capacidad de
adaptación que podría llegar a tener el Islam.

Alcanza la conclusión de que el Islam se trata de una religión muy inadaptada pero
aunque resulte muy difícil el cambio en esta no estamos ante un objetivo imposible. Contrastando
con otras obras que haya podido leer o haya buscado a raíz de esta obra he de dar la razón al
libro. El Islam es una religión muy rígida, pero sí tiene cierta fuerza de adaptación.

En la obra que hemos analizado hemos visto repetido ejemplos sobre lo que estamos
redactando en este ensayo. Trata la rigidez desde la libertad religiosa, la situación de la mujer, el
Islam en occidente, la declaración de derechos universales etc. Lo que no formula es la
democracia en los países islámicos y me resulta una buena manera de contrastar el contenido
que extraemos en “100 preguntas sobre el Islam”. Para ello utilizaré el siguiente fragmento de
“Islam and democracy”:

The relationship between Islam and democracy in the contemporary world is complex. The
Muslim world is not ideologically monolithic. It presents a broad spectrum of perspectives
ranging from the extremes of those who deny a connection between Islam and democracy to
those who argue that Islam requires a democratic system. In between the extremes, in a
number of countries where Muslims are a majority, many Muslims believe that Islam is a
support for democracy even though their particular political system is not explicitly de ned as
Islamic.

(…)

The relationship between Islam and democracy is strongly debated among the people who
identify with the Islamic resurgence in the late twentieth century and the beginning of the
twenty- rst. Some of these Islamists believe that “democracy” is a foreign concept that has
been imposed by Westernizers and secular reformers upon Muslim societies. They often argue
that the concept of popular sovereignty denies the fundamental Islamic a rmation of the
sovereignty of God and is, therefore, a form of idolatry. People holding these views are less
likely to be the ones participating in elections. Many limit themselves to participating in
intellectual debates in the media, and others hold themselves aloof from the political dynamics

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of their societies, hoping that their own isolated community will in some way be an inspiration
to the broader Muslim community.

Many prominent Islamic intellectuals and groups, however, argue that Islam and democracy are
compatible. Some extend the argument to a rm that under the conditions of the contemporary
world, democracy can be considered a requirement of Islam.In these discussions, Muslim
scholars bring historically important concepts from within the Islamic tradition together with the
basic concepts of democracy as understood in the modern world. (Esposito & Voll, 1996)

Este fragmento nos muestra a grandes rasgos la relación entre el Islam y la democracia
que nos lleva a la misma conclusión que nos llevaba el libro “100 preguntas sobre el Islam”. Nos
muestra cómo el Islam es una religión rígida y por ello la democracia supone un reto. Además,
hay que tener en cuenta que los principios del Islam no son únicamente religiosos, sino que se
aplican a la vida social y política haciendo más difícil el establecimiento de la democracia.
Aunque, como en el libro el fragmento muestra cómo ciertas facciones del Islam buscan
establecer la democracia en sus territorios dejando claro que aunque sea difícil es posible
alcanzar un mundo islámico más moderado.

Para concluir el ensayo me gustaría dar una opinión respecto a lo que venimos tratando
en el ensayo. El Islam es una religión que desde sus orígenes se caracteriza por la rigidez y la
exclusión de todo aquello que no pertenece a su credo. Sin embargo, la globalización ha
avanzado hasta tal punto donde la convivencia entre religiones y culturas, por lo menos a nivel
occidental, es una realidad y es necesario. Hablar de naciones a día de hoy puede quedarse un
poco corto por el nivel de interconexión y dependencia que hemos alcanzado. Muchas regiones
del mundo ya han avanzado hacia unas políticas más abiertas y más comprometidas con la
libertad. Sin embargo, el mundo islámico vive bastante estancado porque su credo le limita
mucho a la hora de avanzar y, aunque de momento aguanten tal como han vivido hasta la
actualidad, llegará un momento donde el cambio sea necesario. El mundo islámico tendrá que
realizar un esfuerzo para cambiar o su realidad basada en la desigualdad se quedará atrás.

En conclusión, el Islam es una religión que vive bajo unos principios inconvertibles
fundados en una desigualdad y la situación mundial señala que dicha situación ha de cambiar. El
mundo ya no son muchas realidades separadas por fronteras; la globalización ha traído consigo
la interconexión e interdependencia haciendo necesaria la convivencia entre todos los territorios y
para ello es necesaria la libertad. El Islam se encuentra ante un reto el cual puede superar de
manera difícil pero no imposible.

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Bibliografía
Esposito, J. L., & Voll, J. O. (1996). Islam and democracy. Oxford University Press on
Demand.
Khalil, S., Paolucci, G. & Eid, C. (2016). Cien preguntas sobre el Islam (3.a ed.).
Encuentro.

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