La Pobreza de Los Sodálites
La Pobreza de Los Sodálites
La Pobreza de Los Sodálites
https://lavozatidebida.lamula.pe/2016/04/28/haciendo-de-nostradamus/pedrosalinas/) que en la
Asamblea General del Sodalicio de Vida Cristiana del ao 2012 se haba reportado en el balance
econmico de la institucin un patrimonio que llegaba a unos 450 millones de dlares, me pregunt
en qu momento comenz a amasarse tamaa fortuna.
Pues en la dcada de los '80 el Sodalicio intent generar ingresos propios a travs de iniciativas
empresariales que terminaron fracasando por mala gestin:
- Intellect, una empresa dedicada a la creacin de software empresarial, a cargo de Jos Ambrozic;
- Editora Latina, una imprenta gestionada por mi hermano Erwin Scheuch;
- Producciones San Jos, una productora de medios audiovisuales que tuvo como gerente a Javier
Pinto, un sodlite casado, y para la cual tambin trabajaron otros sodlites casados como Guillermo
Ackermann y Gonzalo Valderrama.
En los aos '90 el Sodalicio incursionara en la formacin magisterial con el Instituto Superior
Pedaggico (ISP) Nuestra Seora de la Reconciliacin, que terminara cerrando por falta de
alumnado debido a estrategias erradas de marketing.
Sin embargo, en lo que s se tuvo xito desde un principio fue en la recaudacin de donaciones
principalmente a travs de APRODEA (Asociacin Promotora de Apostolado), entidad sin fines de
lucro creada en 1978. Es natural que en el Per, pas dominado por oligarquas burguesas catlicas
y conservadoras, esta actividad tuviera xito, especialmente si las donaciones iban destinadas a una
institucin que tena como tarjeta de presentacin su conservadurismo catlico de derecha y su
elitismo de integrantes de clase alta y clase media pudiente de la burguesa limea. Las casas donde
funcionaban las comunidades del Sodalicio fueron donadas o entregadas para su usufructo siempre
y cuando se destinaran a fines religiosos. En 1985, a fines del segundo gobierno de Fernando
Belande se obtuvo en donacin un extenso terreno, donde se inaugurara en 1987 el Centro
Pastoral Nuestra Seora de la Evangelizacin en el distrito de San Borja. Por lo general, el
Sodalicio casi nunca ha pagado un alquiler o una hipoteca por algn inmueble que haya obtenido.
Asimismo, APRODEA estuvo muy activa durante el primer gobierno de Alan Garca (1985-1990),
pues las normas legales de entonces beneficiaban a las empresas que hicieran donaciones. Y Jos
Ambrozic, encargado de la asociacin en esa poca, supo aprovechar muy bien estas circunstancias.
Por otra parte, muy pocos han tenido acceso a la informacin sobre a cunto ascenda el patrimonio
del Sodalicio, pues se trata de un dato que siempre se ha mantenido en secreto incluso para la gran
mayora de los miembros de la institucin, aun cuando varios de ellos hayan contribuido con su
trabajo a generar e incrementar este capital.
Ms bien, quienes vivamos el da a da en las comunidades sodlites tenamos la impresin de que
las donaciones alcanzaban con las justas para cubrir los gastos, pues el presupuesto asignado
semanalmente para alimentos, limpieza y mantenimiento era muy ajustado, al punto de que se
coma austeramente y muchas veces los encargados de temporalidades es decir, de administrar el
presupuesto domstico tenan que hacer milagros para alimentar satisfactoriamente a toda la
tropa.
Yo mismo fui encargado de temporalidades en varias ocasiones, y confieso que haba que ser muy
creativo para que la comida alcanzara: poner la mitad de carne molida en la salsa roja de los fideos
y reemplazar la otra mitad con cebolla, aprovechar los restos de la ensalada para hacer una crema de
verduras, hacer con ms frecuencia platos rendidores como polenta o arroz chaufa, comprar lengua
de vaca en vez de bistec, etctera. Una vez no me alcanzaron los limones para un jugo hecho a
partir de una pia desabrida que se iba a beber en el desayuno, as que le puse un poco de vinagre.
Los miembros de la comunidad bebieron gustosamente el jugo, pero despus casi me matan al
unas mesas de madera sencillas y espartanas eran cualquier cosa menos cmodas. En general, el
mobiliario que haba en las casas de comunidad en que viv era barato en precio y calidad.
A resumidas cuentas, el Sodalicio slo les proporcionaba techo y comida a los sodlites de
comunidad. Cualquier gasto adicional tena que ser cubierto por el afectado, para lo cual el recurso
ms frecuente era darle un buen sablazo a los progenitores. Aunque ocasionalmente el Sodalicio
tambin ha cubierto algunos gastos eventuales de algn que otro miembro ordinario, cundo ste no
contaba con los recursos necesarios. Pero se trataba de excepciones.
Uno de los problemas ms graves es que la mayora no tenamos seguro mdico. Durante el tiempo
que pas en comunidad recuerdo haber ido muy pocas veces al mdico. Estaba la visita de rutina al
oftalmlogo para que me recetara los lentes correctos, y las dos veces que me puse grave estando en
San Bartolo una vez con un absceso enorme de pus en la garganta y la otra vez con una
inflamacin en la espalda que me impeda caminar si no era agarrado a las paredes me llevaron
donde un especialista. Cualquier otra enfermedad se trataba de manera casera. Y esto comenzaba
incluso antes de entrar a vivir en comunidad.
Cuando Jaime Baertl era mi consejero espiritual a fines de los aos '70, una vez le coment que
estaba fastidiado por una picazn continua en la ingle ocasionada por hongos en la zona genital.
Normalmente mi madre me llevaba al dermatlogo, quien recetaba los consabidos ungentos que
requeran una paciente aplicacin a diario durante varias semanas. Pero esta vez Baertl tena la
solucin perfecta: un remedio que me iba a quitar los hongos de un da para otro. Fue al bao y sac
una botella medio vaca sin etiqueta de ningn tipo con un lquido turbio color caramelo, y me dijo:
Agarras un algodn, te pones el lquido en los huevos, y ya est. Vas a ver a Judas calato, porque
arde como la conchasumadre, pero para maana ya ests curado. Jos Antonio se lo puso, y vieras
cmo gritaba el gordo pidiendo misericordia. Yo, confiado en que el Sodalicio haca milagros a
travs de sus guas espirituales, apliqu la cura, aguant el ardor con estoicismo, y al da siguiente
los hongos haban desparecido llevndose de paso un buen trozo de pellejo reseco de los dos
gemelos situados en la zona sagrada.
Y en comunidad recuerdo que en el caso de resfriados comunes, cuando no parecan funcionar las
antigripales que aliviaban los sntomas, tombamos sin receta ni consejo mdico el antibitico
Bactrim. Jaime Baertl recomendaba tomar para cualquier gripe cosa que l mismo haca un
potente antibitico de amplio espectro cuyo nombre no recuerdo, que tena efectos secundarios
bastante molestos: mareos, dolores de cabeza, indigestin y prdida de concentracin. Era como
matar una hormiga con una bazuca. Yo lo tom por orden de Luis Fernando Figari una vez que tena
sntomas de bronquitis una tos spera persistente que no se me iba con el resultado de que
estuve grogui varios das. Y es que en cuestiones mdicas tambin haba que tener confianza en el
gur supremo, que aseveraba que los mdicos son iguales que los brujos y los chamanes: adivinan
cul es el mal que uno tiene y recetan cosas basadas en la pura creencia en sus virtudes curativas.
Luis Fernando crea saber con certeza cul mdico era confiable y cul no. Algo parecido pensaba
de los psiclogos, pues segn l la mayora tenan una concepcin errada del ser humano, y
slo poda ser buen psiclogo quien compartiera la visin cristiana del hombre. Por eso mismo, en
caso de un trastorno psicolgico, uno slo poda tratarse con los psiclogos que Figari designara,
quien evitaba as de paso que profesionales independientes se enteraran de las cosas extraas a las
que se vean sometidos los miembros de las comunidades sodlites.
Recuerdo que en San Bartolo dos muchachos que tenan poca experiencia con el mar fueron
obligados a saltar del pen que haba en medio de la baha. Como cayeron en mala posicin, el
impacto con el agua desde tremenda altura les produjo desgarrones en la zona anal. El superior, con
buen criterio, los llev al da siguiente al mdico sin consultar previamente con Luis Fernando. El
galeno, despus de examinar a cada uno por separado, les pregunt cmo se haban hecho esas
A los 30 aos cumplidos me hallaba en una situacin precaria. Mis ingresos eran reducidos, por lo
cual me fui vivir con una ta abuela que habitaba la antigua casona de mi difunta abuela,
acompaada de la hija de una cocinera a la que mi abuela haba criado y una empleada abancana
con dos hijas menores. A mi ta abuela le pasaba una parte de mis ingresos para ayudar con los
gastos de alimentacin y de la casa. Adems, no contaba con seguro mdico, nunca haba cotizado
para una jubilacin, no tena ahorros y mis perspectivas a futuro en el campo laboral eran sombras.
De parte del Sodalicio no haba recibido casi ninguna ayuda, no obstante que yo segua
manteniendo mi fidelidad a la institucin y estaba dispuesto a colaborar en el cumplimiento de su
misin.
En ese momento tampoco se me ocurri reclamar nada por los derechos de autor de 22 canciones
que yo haba compuesto y que haban sido publicadas por Takillakkta en los lbumes Amrica de
nuestra fe (1989), Reconciliacin (1990), Navidad en mi tierra (1991) y Amrica 500 aos
(1992), cuyos derechos haba cedido a ICTYS (Instituto Cultural Teatral y Social) por rdenes
superiores. Jaime Baertl, encargado de la entidad mencionada, un da me present un papel para que
lo firmara dicindome que consista en la cesin de mis derechos de autor a ICTYS y que no era
necesario que lo leyera. Como yo todava me rega por el cdigo de la obediencia y mantena una
confianza ciega en las autoridades del Sodalicio, firm simplemente. Hasta ahora no s lo que deca
el papel, pues nunca me fue entregada una copia. Lo cierto que es que los lbumes de Takillakkta se
vendieron relativamente bien y yo nunca recib un puto cntimo por las canciones que haba
compuesto.
Durante los aos '90 sal adelante como pude, trabajando como profesor de diversas materias
religin, lengua espaola, economa poltica, filosofa, alemn en colegios privados durante la
maana, por lo general con una remuneracin baja o mediana. Trabaj en el Colegio San Ignacio de
Recalde, el Colegio Peruano Chino 10 de Octubre, el Colegio San Felipe, el Colegio Santa rsula y
el Colegio Peruano-Alemn Augusto Weberbauer. En las tardes segu dando clases de teologa en el
ISPEC.
En el ao 1999 Germn McKenzie, entonces Superior Regional de Per, me invit a dar clases en el
nuevo Instituto Superior Pedaggico Nuestra Seora de la Reconciliacin, que funcionaba durante
las tardes en el Colegio Nuestra Seora de la Reconciliacin (Monterrico), centro educativo
gestionado por el Sodalicio. Lo cierto es que me senta a gusto dando clases de teologa y filosofa
en ese instituto, aunque la remuneracin no era muy alta, pero en lo laboral hubo algunos problemas
que hicieron que me preguntara si realmente vala la pena seguir buscando puestos de trabajo
vinculados al Sodalicio.
En ese entonces, por recomendacin de Germn McKenzie, se haba contratado como director a
Luis Augusto Chiappe, un hombre de muy buen corazn que tena experiencia en la educacin
superior y al cual le haban encargado disear estrategias de marketing para atraer alumnado al
instituto. Le tom mucho afecto a Luis Augusto, a quien la fascinaban las canciones que
interpretaba Annie Lennox, integrante del do pop Eurythmics. Siempre reciba a la gente con una
clida y generosa sonrisa que le iluminaba su rostro barbado y bonachn. Fue l quien me hizo
conocer ms el cine de Dario Argento de quien yo haba visto la fascinante y misteriosa Inferno
(1980), prestndome dos de sus pelculas en vdeo: Tenebre (1982) y Opera (1987), y gracias a l
pude ver por primera vez la obra maestra de Fritz Lang, Metropolis (1927), pelcula del cine mudo
que ha sido declarada patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO.
Una vez Luis Augusto nos dio una mala noticia a los docentes: la remuneracin del mes no se nos
iba a pagar a tiempo. Y entre pregunta aqu, pregunta all, finalmente la paga fue retenida durante
tres meses. Luis Augusto me inform que segn Jaime Baertl quien era el que administraba el
dinero no haba plata y que tenamos que esperar hasta que recibieran un pago pendiente.
Curiosamente, de las instituciones y empresas para las que he trabajado, sta ha sido la nica donde
alguna vez se han demorado en pagarme lo que me deban, sin importarles las consecuencias que
ello tuviera sobre la economa familiar de los que all laboraban con dedicacin y esfuerzo. Y con
un compromiso apostlico hacia el Sodalicio. Hasta ahora no llego a entender por qu no
recurrieron a un prstamo en vez cometer esa injusticia con nosotros.
En otra ocasin, Luis Augusto me confi que Jaime Baertl lo haba presionado para sacarme del
instituto, cosa a lo que l se neg, considerando que yo era uno de los docentes de mejor calidad
con los que contaban. Y despedir a un profesor era relativamente fcil, pues nadie del cuerpo
docente haba firmado un contrato. Aun cuando no cumplamos con las condiciones para estar bajo
se rgimen, los docentes ramos considerados como trabajadores independientes que tenan que
extender un recibo por honorarios antes de recibir su remuneracin en efectivo. Cuando le pregunt
a Germn McKenzie si era cierto que Jaime Baertl se haba opuesto a que yo continuara como
docente en el instituto, me dijo que no saba nada al respecto y que l estaba contento con la labor
que yo estaba desempeando.
Luis Augusto fue proponiendo estrategias de marketing juveniles y novedosas, que aparentemente
fueron rechazadas porque no se ajustaban a la sobriedad del estilo sodlite. Al final, l tambin tuvo
que irse. Lo encontr un da en su oficina, donde me comunic la triste noticia. De repente, sac un
talonario de recibos y yo, extraado, le pregunt para qu eran. Tengo que llenar uno y entregarlo
para que me paguen lo que me deben, fue su respuesta. Era algo inaudito. El director del instituto
tampoco estaba en planilla sino que reciba honorarios profesionales como un trabajador
independiente. Y, de paso, se ahorraban el pago de los beneficios sociales.
Con la salida de Luis Augusto, nunca ms volv a ser convocado para dar clases en el Instituto
Superior Pedaggico Nuestra Seora de la Reconciliacin. Jams se me explic por qu.
Cuando le coment a un sodlite casado de la vieja guardia cmo haba sido mi experiencia laboral
en el instituto, ste me dijo una frase que hasta ahora guardo en la memoria: Colabora con ellos en
las obras apostlicas, pero nunca trabajes para ellos. l tambin haba tenido experiencia de lo mal
empleador que era el Sodalicio.
O del doble juego que algunos sodlites hacan con las personas que confiaban en ellos, donde por
delante se deca una cosa mientras que por detrs era otra la que se haca o se pensaba. Me ocurri,
por ejemplo, con el Alfredo Draxl, quien era entonces director del Colegio San Pedro en La Molina.
A fines de 1999 termin mi contrato con el Colegio Santa rsula, donde haba enseado alemn, y
supe que en el Colegio San Pedro estaban buscando un profesor de alemn. Me comuniqu con
Draxl para ofrecerle mis servicios. l me dijo que le pareca bien, pero primero tenan que hacerme
una prueba de aptitud. Despus de haberme sometido a esta prueba escrita, me llam para reunirme
con l y, sin mostrarme ningn resultado, me dijo que lamentablemente no haba alcanzado un
puntaje satisfactorio y que no me podan contratar. Le agradec, y a otra cosa, mariposa.
Poco tiempo despus supe que un amigo mo, que tena a sus hijos en el Colegio San Pedro, le haba
preguntado a Draxl qu haba sido de mi postulacin al puesto de profesor de alemn. La respuesta
lo dej atnito. Draxl le dijo que yo era una persona conflictiva, que iba a tener problemas con otros
miembros del cuerpo docente, sobre todo las mujeres, y que prefera mantenerme lejos. Y supongo
que a Draxl no se le debe haber movido un slo musculo de su ptrea cara dura al decir esto.
Meses ms tarde entr a trabajar como profesor de alemn en el Colegio Peruano-Alemn Augusto
Weberbauer. Fue mi ltimo trabajo como maestro de escuela, pues entonces ya estaba haciendo
estudios para obtener un MBA (Master of Business Administration) en ESAN (Escuela de Negocios
para Graduados). Mi siguiente trabajo sera en proyectos de la GTZ (Deutsche Gesellschaft fr
autntica dinmica de lo provisional la viv en en carne propia recin cuando sal de comunidad y
tuve que enfrentar las preocupaciones por el sustento diario que comparten la mayora de los
mortales. Y dganme si no es verdadera pobreza evanglica ganar slo lo necesario y a veces
menos, no pudiendo acumular bienes suntuarios, en consonancia con lo que manda Jess en los
Evangelios. Porque la interpretacin para cristianos burgueses que el Sodalicio hace de la pobreza,
planteando la absurda posibilidad de ricos no apegados a sus bienes y con espritu de pobre, no le ha
impedido acumular a lo largo de los aos, con procedimientos no siempre limpios, millones de
dlares supuestamente en beneficio de obras sociales y educativas de bien cristiano, aunque no s si
encajen dentro de esta descripcin las cuantiosas sumas invertidas en eventos aparatosos y
multitudinarios con fines proselitistas a mayor gloria de Figari, los congresos internacionales con
gastos de viaje y alojamiento pagados para todos los expositores nacionales y forneos, los montos
desembolsados para las vacaciones anuales en el extranjero de Figari y su comitiva, o los gastos de
representacin para agasajar a obispos, curas y personalidades internacionales del mundo catlico
conservador, sobre todo si algunos de estos personajes tenan influencias en el Vaticano o a altos
niveles de la Iglesia latinoamericana. Por ejemplo, no s cunto debe debe haber costado el whisky
Johnnie Walker Etiqueta Negra que una vez me pidieron que le llevara a su habitacin al cardenal
Alfonso Lpez Trujillo, a quien invitaban tambin a restaurantes exclusivos para que pudiera
degustar una los platos que ms le gustaba: las conchas de abanico a la parmesana.
Los sodlites consagrados hacen promesa de guardar la castidad a travs del celibato, pero parece
que para algunos esto se interpretaba en la prctica como castidad de espritu, porque de cuerpo
no lo era. De modo similar, la pobreza evanglica ha sido interpretada como pobreza de espritu,
supuestamente compatible con la acumulacin exagerada e injustificable de bienes materiales por
parte de unos cuantos sodlites. El sentido comn nos llama a designar esto como riqueza y a
recordar las palabras de Jess en los Evangelios: De cierto os digo que difcilmente entrar un rico
en el reino de los cielos (Mateo 19, 23). O las descarnadas palabras del apstol Santiago: Vamos
ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrn. Vuestras riquezas estn podridas y
vuestras ropas, comidas de polilla. Vuestro oro y plata estn enmohecidos y su moho testificar
contra vosotros y devorar del todo vuestros cuerpos como fuego. Habis acumulado tesoros para
los das finales (Santiago 5, 1-3).