Deontología:teleología
Deontología:teleología
Deontología:teleología
El siguiente escrito tiene como objetivo realizar una comparación entre el enfoque teleológico
y deontológico utilizados por la filosofía moral partiendo de la organización político-social de los
estados actuales.
En primer lugar, es de vital importancia hacer un acercamiento a ambos modos teóricos para,
posteriormente, comparar la influencia y aportes que ambos realizan en la organización político-
social. La deontología busca la regulación de nuestros deberes cómo individuos acotando estos en
principios o normas morales que rigen nuestras decisiones. Estos principios nos permiten saber si
las acciones que realizamos son justas o injustas porque las evaluamos dentro del marco moral que
rige nuestro contexto socio-cultural. Uno de los principales autores que cultivó la deontología fue
Kant con su propuesta del imperativo categórico que, a grandes rasgos, buscaba establecer un
mandamiento para regir el comportamiento del ser humano en todas las situaciones.
Por otro lado, se encuentra el enfoque teleológico; palabra cuyo origen etimológico proviene
del griego, concretamente de la palabra “teleo” que su significado es fin. El teleologismo
comprende qué es buena toda acción que genere buenas consecuencias. La teleología defiende que
el fin último del ser humano es alcanzar la felicidad, por tanto, todo aquello que produzca un
aumento de felicidad es correcto. Bajo este enfoque esta justificado no actuar, en ciertas situaciones,
según los principios morales que establece la deontología siempre y cuando la acción realizada
suponga un aumento de bienestar. Sin embargo, no hay que entender la teleología de forma extrema
ya que no todos los medios están justificados por el fin; el medio utilizado para alcanzar la felicidad
ha de estar sujeto a ciertos límites. El representante más significativo de este enfoque es Aristoteles
con su propuesta areoteológica aunque durante la historia hemos visto grandes pensadores donde
este modo teórico de la ética se ve representado como en Nicolás Maquiavelo o Stuart Mill con el
utilitarismo.
Una vez visto brevemente lo que es la deontología y teleología quiero pasar a definir lo que
entiendo como organización político-social de los estados actuales. Thomas Hobbes es el autor que,
a mi parecer, hace una definición más acertada de este concepto y que más útil nos va a resultar
para la realización de este ensayo. Como plantea Hobbes la creación del estado moderno esta
directamente relacionado con cómo comprende la naturaleza del hombre. Para Thomas Hobbes el
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Partiendo de esta concepción del hombre Hobbes señala que “un Estado ha sido instituido
cuando una multitud de hombres convienen y pactan, cada uno con cada uno, que a un cierto
hombre o asamblea de hombres se le otorgará, por mayoría, el derecho de representar a la persona
de todos (es decir, de ser su representante). Cada uno de ellos, tanto los que han votado en pro
como los que han votado en contra, debe autorizar todas las acciones y juicios de este hombre o
asamblea de hombres, lo mismo que si fueran suyos propios, al objeto de vivir apaciblemente entre
sí y ser protegidos contra otros hombres”(Hobbes, 1980:142). Como cada hombre tiene la libertad
de tomar las decisiones que más le convengan la organización político-social se pacta por medio de
una votación dandole el título de representante a una persona o ente que reciba un apoyo
mayoritario. La manera en la que Hobbes describe como se alcanza lo que formará la organización
político-social de un territorio tiene grandes similitudes con la democracia representativa que rige
los grandes estados actuales. Es cierto que los hombres no cuentan con tanta libertad como la
descrita por Hobbes pero ese egoísmo visceral que incluye en su descripción de la naturaleza del ser
y la forma en la que se forma el poder es una descripción bastante fiel de nuestro sistema.
El establecimiento de unas normas morales por medio de un pacto social como propone
Rousseau en nuestras sociedades es equivalente a los derechos inherentes a todo individuo que
universalizan la dignidad humana y permiten la realización de uno mismo. Los derechos, junto con
otros factores, forman el marco moral según el que nosotros regimos como veíamos en la definición
del método deontológico; estos son de gran aporte para las sociedades ya que más allá de la
actuación individual de cada miembro forman parte del marco legal y permiten que dentro de la
organización político-social el respeto de estos principios sean de obligado cumplimiento. Esta
premisa permite asegurar la dignidad de las personas dentro de una comunidad que, a su vez,
asegura la realización de una vida con unos mínimos vitales.
Sin embargo, la propuesta de Rousseau, al igual que los derechos humanos, para que sean
completamente aplicables requieren de una igualdad social que Rousseau señala que “respecto a la
igualdad (…), en cuanto concierne al poder, que éste quede por encima de toda violencia y nunca
que se ejerza sino en virtud de la categoría y de las leyes, y en cuanto a la riqueza, que ningún
ciudadano sea tan opulento como para poder comprar a otro, y ninguno tan pobre como para verse
obligado a venderse” (Rousseau, 2012:80). Volviendo al egoísmo intrínseco que Hobbes atribuye a
la naturaleza del ser humano esta igualdad que propone Rousseau es prácticamente inalcanzable y
así se ve reflejado en nuestras sociedades. Todas las sociedades de la historia han estado basadas en
el conflicto y han sido derrocadas por la lucha por la emancipación de un sujeto político como ya
señalaron Karl Marx y Friedrich Engels en el “Manifiesto comunista”: “La historia de todas las
sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases. (…) opresores
y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras
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Aunque Marx también dirija su teoría hacia la creación de la sociedad comunista por medios
revolucionarios podemos extraer ciertos fragmentos de su obra que nos pueden mostrar la
importancia de la teleología en la organización político-social de los territorios. Marx y Engels
señalan que “Las primeras tentativas directas del proletariado para hacer prevalecer sus propios
intereses de clase, hechas en tiempos de efervescencia general, en el período del derrumbamiento
de la sociedad feudal, fracasaron necesariamente, tanto por el estado embrionario del mismo
proletariado como por ausencia de las condiciones materiales de su emancipación, condiciones que
no podían ser producidas sino después del advenimiento de la burguesía. (…) Como el desarrollo
del antagonismo de las clases marcha al par con el desarrollo de la industria, no advierten de
antemano las condiciones materiales de la emancipación del proletariado, y se aventuran en busca
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El estado de bienestar trata de dar solución a estas situaciones donde las personas no tienen
los medios para lograr una vida digna. Es un tipo de organización político-social que tiene como
objetivo proveer de los materiales y servicios necesarios a los habitantes de un país con el objetivo
de cumplir lo que dictan los derechos sociales. Sin embargo, es una política que genera cierta
controversia ya que, volviendo a la naturaleza humana de Hobbes, asegurar ciertas condiciones
materiales con el objetivo de brindar una vida digna a aquellos con el nivel adquisitivo más bajo
requiere que personas más poderosas cedan ciertos bienes y privilegios que no están dispuestos a
ceder.
Este ejemplo nos muestra el gran problema al que se enfrenta la organización político-social
actual: ciertos principios rigen nuestra sociedad y nos aseguran ciertos derechos y deberes a todos
los individuos pero por distintas razones ciertos grupos sociales no son capaces de alcanzar un
mínimo para poder tener una vida digna. En este punto se encuentra el gran conflicto entre la
deontología y la teleología, ¿Los principios morales que proporciona el modo teórico deontológico
son justos y necesarios en la organización político social o, tal vez, haya que orientar la política
desde un punto de vista telelológico para asegura una vida digna a todos los individuos?
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Aguado-Moralejo, I., Echebarría, C., & Legarreta, J. M. (2019). Aplicación de un análisis clúster
para el estudio de la segregación social en el municipio de Bilbao. Boletín de la Asociación de
Geógrafos Españoles, 81, 2763, 1–35. http://dx.doi.org/10.21138/bage.2763
Marx, K., & Engels, F. (2016). OBRAS ESCOGIDAS (Vol. 1). Akai.
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