Ensayo Filosófico de Justicia
Ensayo Filosófico de Justicia
Ensayo Filosófico de Justicia
ENSAYO FILOSFICO DE JUSTICIA INTRODUCCIN: UN TRMINO POLMICO Y POLISMICO Hablar del concepto de justicia desde la apacible tranquilidad de las bibliotecas, pudiera tal vez hacernos olvidar hasta qu punto una inmensa cantidad de seres humanos de todas las pocas y lugares se han jugado la vida gritando justicia! como expresin bsica de protesta ante una experiencia de maltrato por parte de otros seres humanos. As, pues, esto no significa, en modo alguno, que todos los humanos de todas las pocas y lugares estemos coincidiendo en entender esa experiencia bsica de la misma manera, dado que la experiencia es siempre interpretada, reflexionada y expresada con ayuda de las palabras, las creencias y las estructuras mentales que posee cada grupo social, y dentro de cada grupo, a su vez, cada persona dispone de mayores o menores recursos culturales para interpretar su situacin (y la ajena) segn sea su edad, su grado de inteligencia, su nivel de conocimientos, su posicin social, y su mayor o menor inclinacin e inters que lo lleva a reflexionar sobre la misma. Una situacin, como por ejemplo la muerte de un nio por debilidad en un pas pobre, no es vivida, ni pensada, ni expresada del mismo modo, por su madre indgena (de creencias en la reencarnacin), que por una periodista nrdica la cual descarta toda creencia divina (que toma la foto del acontecimiento para una cadena de peridicos sensacionalistas), o que por una representante de la ONU de origen japons (que tiene encomendada una misin de ayuda humanitaria en la zona) etc. Ahora bien, nuestra disciplina tampoco ha sido siempre un modelo de coherencia ni de autocrtica. Hablando de justicia, no estar dems recordar que la esclavitud, o la discriminacin por razn de sexo, o de raza, o de condicin social, etc., han sido instituciones toleradas y justificadas (si bien con argumentos que hoy sabemos que no resisten un mnimo anlisis serio) por la mayor parte de los filsofos hasta muy entrada la modernidad, y que ello no era obstculo para construir bellas reflexiones sobre la justicia, en las que un lenguaje impersonal y universalista expresaba en realidad contenidos que slo pretendan ser aplicados a un pequeo grupo colectivo de varones (blancos, adultos acomodados y no extranjeros), etc. Por todo ello, en el caso de este trmino (procedente directo del trmino griego dikaiosyne y del trmino latino iustitia), estamos ante uno de los vocablos ms vivos y complejos que pueda encontrarse; su utilizacin, como hemos visto, va ligada
a experiencias humanas un tanto extremas, en las que las personas se ven enfrentadas entre s por estar en juego sus vidas, sus bienes o sus proyectos; la utilizacin del trmino est casi siempre cargada de una viva polmica.
DESARROLLO: LA JUSTICIA El trmino justicia en el sentido jurdico que es lo que nos concierne y compete como tal, es conceptualizado como la virtud que se inclina a dar a cada uno lo que corresponde, ahora bien, lo que habra que resaltar de este concepto es que no se encuadra o se ajusta a las diferentes situaciones que se presentan en la vida humana al correr los tiempos, en el sentido que pueden haber algunos derechos obtenidos que sean injustos, como por ejemplo la esclavitud adems de ser un derecho perteneciente al esclavizador era un acto injusto desde el punto de vista del sujeto esclavizado. En otro sentido, considerado comn al entendimiento de todo ser humano que no est inmiscuido en el mbito jurdico, el trmino antes referido es considerado de la manera siguiente Orden de convivencia humana que consiste en la igualdad de todos los miembros de la comunidad, tanto en el sometimiento a las leyes entre ellos vigentes como en el reparto de bienes comunes. LA JUSTICIA EN SENTIDO TICO-POLTICO: Desde la poca contempornea, se ha ido extendiendo la conviccin de que es posible cambiar de modo parcial o total un sistema social histricamente configurado, de manera que ahora la cuestin de la justicia ya no se plantea slo en trminos de qu es lo justo dentro de tal o cual sistema socio - poltico, sino tambin en trminos de hasta qu punto el sistema como tal es justo. La primera cuestin es siempre ms fcil de responder, puesto que lo justo dentro de un sistema dado es aquello que las propias normas del sistema han previsto como tal, conforme a criterios que son tomados de la propia estructura interna del sistema, estructura que incluye no slo normas concretas, sino tambin amplios principios generales, etc. Lo difcil es responder a la segunda cuestin, dado que en este caso ya no podemos recurrir a criterios internos del propio sistema dado, sino que hemos de buscar un marco de reflexin ms amplio, que aqu consideramos que no es otro que el de la filosofa moral o tica la que nos ayudara a responder la interrogante, apoyada por la experiencia histrica de los pueblos y la reflexin cuidadosa sobre la misma; los trabajos ms serios en este campo intentan comparar distintos sistemas ticos y evaluar sus respectivos mritos e insuficiencias. As, pues, la reflexin tica sobre la justicia termina coincidiendo con el problema central de la filosofa poltica: a partir de la pregunta: en qu consiste la justicia?, llegamos forzosamente a la pregunta: en qu consiste una sociedad justa?.Veremos a continuacin algunas de las principales respuestas modernas y contemporneas a esta ltima pregunta.
a) Concepciones liberales de la justicia La tradicin liberal contractual: J. Locke, J. J. Rousseau, I. Kant, J. Rawls. Las teoras contractuales modernas son construcciones tico-polticas que nacen en el ambiente general de ruptura del orden social, como un intento de sustitucin del fundamento religioso por la razn natural. En este contexto, se visualiza un estado de naturaleza, en el que los individuos aislados, dotados de las caractersticas psicolgicas propias de los europeos de aquella poca, se enfrentaran unos a otros de tal manera que, antes o despus en el tiempo, acordaran libremente la conveniencia de instaurar una autoridad (gobierno) superior con amplios poderes para distribuir los beneficios y las cargas de la vida en sociedad, recortando de esta manera los derechos iniciales en beneficio de todos y cada uno de ellos, aqu ya se visualiza la semntica del trmino justicia. Como el primero de estos contractualistas modernos encontramos a, Thomas Hobbes, el cual sostena que tan slo el hecho de celebrar un pacto en la sociedad da lugar, al otorgamiento irrevocable de un poder absoluto a un monarca o a una asamblea, de tal manera que todos los dems ciudadanos contraen una firme obligacin de obediencia que slo terminara en el caso de que ese poder absoluto invocado fuese incapaz de garantizar el contenido del pacto, es decir, el mantenimiento de la paz y la seguridad. Ahora bien, como la teora sostenida por Hobbes mostraba un modelo de sociedad fuertemente autoritaria, sumamente alejado de los intereses de la clase burguesa naciente, fue preciso elaborar nuevas teoras que aportasen una visin ms propicia de las libertades individuales. En el caso de John Locke, su visin de la teora contractualista retoma elementos teolgicos anteriores, dotando a los derechos naturales de un fundamento divino. As pues, segn Locke, los derechos naturales son aquellas normas asentadas por Dios en nuestra naturaleza racional de las que podemos deducir conclusiones verdaderas sobre nosotros mismos y la realidad que nos rodea, y que deben cumplir la funcin de regular nuestra conducta individual y social. Surge as la idea de la existencia de un conjunto de derechos naturales anteriores al Estado e invulnerables por ste, dado que se postula la existencia de un cdigo moral objetivo e inherente al hombre, no basado en el inters individual racional de Hobbes. A diferencia de este ltimo, Locke no concibe al ser humano como un individuo aislado de todo orden social, sino como miembro de una rudimentaria sociedad en la que ya rige un cdigo moral bsico, aunque no con la fuerza como para poder dejar de lado al Estado; porque, dada la creciente complejidad de la vida socio-econmica tras la aparicin del dinero y como consecuencia la posibilidad de apropiacin de bienes por adquisicin, los individuos (guiados por su justo inters propio) buscarn una salida racional a la inseguridad mediante una ley establecida, aceptada, conocida y firme que sirva como comn consenso de norma de lo justo y lo injusto, y de medida comn para que puedan resolverse por ella todas las disputas que surjan entre los hombres; as mismo, falta un juez reconocido e imparcial, con autoridad para resolver todas las diferencias de acuerdo con la ley establecida; y un poder suficiente que respalde y sostenga la sentencia, cuando sta es justa, y que la ejecute debidamente.
Sin embargo, en la obra de Jean J. Rousseau se vuelve a prescindir de las referencias teolgicas y se plantea crudamente la tensin que ser objeto de las principales disputas tico-polticas de los siglos siguientes: el problema de cmo compatibilizar un mximo de libertad personal autntica con un mximo de seguridad jurdica para todos y cada uno. La solucin de Rousseau es formulada mediante el concepto de voluntad general, que se forma por el sometimiento total de cada individuo a la autoridad de la comunidad en su conjunto, constituida como un cuerpo poltico soberano en el que el propio individuo participa con voz y voto. Esta autoridad comunitaria puede ser ejercida a travs de distintos mecanismos concretos (comisin de gobierno, asamblea ciudadana, etc.), pero siempre bajo la constante vigilancia y sometimiento ltimo a la comunidad soberana. Por ultimo encontramos a Imanuel Kant que es el personaje que sienta las bases ms slidas del liberalismo moderno y contemporneo, cuando argumenta que un Estado ser justo en la medida en que satisfaga tres principios racionales: 1. 2. 3. La libertad de cada miembro de la sociedad en cuanto hombre. La igualdad de cada uno con todos los dems en cuanto sbdito. La independencia de cada miembro de una comunidad en cuanto ciudadano.
La libertad es entendida aqu como el derecho de cada persona a buscar su propia felicidad de la manera que ms le convenga, siempre que no invada la libertad que han de tener los dems para perseguir un fin similar. La igualdad es explicada por Kant en trminos del igual derecho de toda persona a obligar a los dems a que utilicen su libertad de tales modos que armonicen con la propia libertad. Y por ltimo, la independencia funciona aqu como un presupuesto necesario para que el contrato o pacto social que legitima al Estado en el uso de sus poderes, pueda ser considerado como un libre acuerdo. b) Concepciones socialistas: K Marx, En la tradicin del pensamiento socialista, la reflexin sobre la justicia ha ido generalmente ligada a la bsqueda de la igualdad entendida como abolicin de los privilegios injustificados que los poderosos han sabido acumular a lo largo de los siglos en detrimento de amplias masas de poblacin a las que se les ha despojado arbitrariamente de los rasgos ms elementales de lo que sera una vida humana plena. Aun que la obra de Karl Marx no prest especial atencin al trmino justicia, porque pensaba que su significacin estaba ligada a esquemas ideolgicos engaosos, sin embargo dedic toda su energa a la lucha intelectual y poltica por la construccin de un nuevo orden social. Ahora bien, en su visin de la historia, Marx menciona que sera ociosa y contraproducente cualquier pretensin de introducir reformas sociales en una fase como la capitalista para instaurar una mayor justicia social; en su lugar habra que procurar una transformacin revolucionaria del sistema completo para dar paso a una nueva fase evolutiva. En la Critica del programa de Gotha (1875), Marx expone que, tras la revolucin socialista, la distribucin de los bienes sociales debe hacerse inicialmente bajo el principio: exigir de cada uno segn
su capacidad dar a cada uno segn su contribucin; pero ms adelante, cuando se alcanza se el ms alto estadio de la sociedad comunista, la distribucin adoptara el principio:de cada uno segn su capacidad, a cada uno segn su necesidad. Aun que los acontecimientos histricos parecen haber puesto en cuestin muchas de las tesis de Marx, no sera justo descalificar globalmente su aportacin terica. En ese sentido, merece destacarse la idea marxista de que las estructuras econmicas y sociales no son algo natural ni inmutable, sino que pueden ser corregidas mediante la accin poltica, de modo que se podra llegar a configurar un modelo de sociedad que garantizase al mximo la igualdad de oportunidades (no slo la igualdad formal ante la ley) eliminando las estructuras que condenan de antemano a millones de seres humanos a una marginacin de partida que carece de cualquier tipo de justificacin racional. CONCLUCIN: Los principios de lo justo que defienden las distintas ticas (algunos de los ms relevantes han sido expuestos a lo largo de este trabajo) encuentran su verdadera piedra de toque en cuanto comparamos sus respectivas aplicaciones a campos tan problemticos como el de las relaciones polticas y econmicas entre los pueblos, el de las relaciones laborales, las relaciones entre las empresas, entre los polticos y el pueblo, entre varones y mujeres, padres e hijos, etc. Todos esos mbitos exigen criterios de justicia claros y precisos, cada vez ms urgentes en la medida en que el desarrollo tecnolgico plantea cada da nuevos retos e interrogantes de carcter tico. Por tanto, la reflexin sobre la justicia debera aterrizar en la prueba de fuego de la tica aplicada, de modo que el criterio ltimo para la eleccin de una teora frente a otra fuese el de la mayor capacidad para afrontar la cruda realidad de los problemas humanos de un modo crtico y creativo.