Clase 1 Enero27
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Tema: Abraham, el padre de la fe. También de su esposa, Sara, quien dio a luz a
los 90. Tuvieron un hijo, Isaac, el gran milagro de este par de ancianos. Génesis
21:7 dice: “Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de
mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez”. Creemos en un Dios de
imposibles, pero miren lo que pasa después: Dios le pide a Abraham que mate a
Isaac. Un momento: Dios le pide a Abraham que mate a Isaac, a su mayor tesoro,
el mismo regalo que él le había dado, su milagro. Dios le pide que se lo ofrezca
como sacrificio, que se lo entregue a él. ¡Le pide a Abraham que muera a su
milagro! Abraham sube la montaña con Isaac sabiendo que en la cima de esa
montaña lo iba a matar. Amarró a Isaac, lo puso en el altar.
Abraham iba a enterrarle el cuchillo pero Dios le dijo: “detente”. Dios sabe cómo se
siente perder a un hijo, porque en ese mismo monte donde Abraham iba a matar a
Isaac fue donde Dios presenció la muerte de Jesús. Allí, Dios mismo entregó a su
propio y único hijo, y un cuchillo atravesó el corazón de su hijo amado. En ese
monte, Jesús el cordero perfecto, sin mancha, tomó nuestro lugar. Jesús, en ese
monte, tomó el lugar de Isaac. Tomó mi lugar, tomó el lugar de nuestros hijos,
tomó tu lugar. Lo impresionante de esto es que Dios sacrificó a su hijo, para que
podamos ir a Él cada vez que nos sintamos lejos, y gracias al sacrificio de Jesús
en la cruz somos libres de la culpa. Gracias a que Jesús murió como oveja
perfecta sin mancha, hoy somos justos y perdonados ante Dios. Por esa muerte
nos podemos acercar al padre.
Malaquías 4:6 dice: “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos,
y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la
tierra con maldición”. Desde la antigüedad, el diablo ha trabajado en que los
corazones de los padres y los hijos estén divididos. Antes se daban la espalda los
unos a los otros, pero ahora hay un celular en la mitad. En este momento de la
historia, después de una pandemia global y de haber tenido que hacer todo a
través de una pantalla, yo veo familias en donde cada uno mira su celular, cada
uno está metido en su mundo y no hay relación. El celular sembró la separación
en las familias.
Puede que estés preguntándote ¿Cómo puedo hacer para volverme a encontrar
con mi papá o con mi hijo o hija? Jesús nos cuenta una parábola donde nos
muestra lo que podemos hacer. Es la historia del hijo que se aleja de la casa de su
papá, pero cuando vuelve es recibido por él. Lucas 15: 17-20 dice que el hijo:
“Por fin comprendió lo tonto que había sido, y pensó: “En la finca de mi
padre los trabajadores tienen toda la comida que desean, y yo aquí me estoy
muriendo de hambre. Volveré a mi casa, y apenas llegue, le diré a mi padre
que me he portado muy mal con Dios y con él. Le diré que no merezco ser
su hijo, pero que me dé empleo, y que me trate como a cualquiera de sus
trabajadores.” Entonces regresó a la casa de su padre. »Cuando todavía
estaba lejos, su padre corrió hacia él lleno de amor, y lo recibió con abrazos
y besos. El joven empezó a decirle: “¡Papá, me he portado muy mal contra
Dios y contra ti! ¡Ya no merezco ser tu hijo!”. La versión NVI dice: “Todavía
estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a
su encuentro, lo abrazó y lo besó”.
La Biblia dice que: “cuando… finalmente entró en razón, cuando por fin entendió”
pasó por 3 etapas:
-Decidió: “Volveré a la casa de mi padre”.
-Se arrepintió: “Padre he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco ser
llamado tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero”.
-Regresó a la casa del Padre: Agachó la cabeza, se armó de valor, venció
monstruos mentales, como el rechazo, el miedo, el que dirán, el menos precio. Se
despojó de su independencia y de estar lejos de Dios. En el camino a casa: fue
repitiendo el guión que le iba a decir a su papá.
Cierre y ministración
● Restaurar relaciones entre hijos y padres, invitando al Espíritu Santo
● Dar gracia de la recibida a quienes más la necesitan en el hogar
● Confiar en que Dios acercará los corazones, pero nosotros debemos
cultivar las relaciones.
TEMA 3. ¡HABLA LA BENDICIÓN DE DIOS!
Objetivo del tema
Conocer que la bendición viene de BERAKAH en hebreo; y es la evidencia de la
mano poderosa de Dios en la vida de una persona. Cuando Dios piensa en
bendecir, él está pensando en generaciones. Es claro que la bendición de Dios no
se debe quedar simplemente en nuestra realidad de hoy, sino que nuestro Dios va
más allá y su bendición va a cubrirnos no sólo a nosotros, sino a nuestros hijos y a
los hijos de nuestros hijos.
Introducción
Les entregaremos los siguientes versículos, ya sea en papel o por chat, para que
cada asistente los memorice en un plazo de 2 minutos: Gn 12:2, Gn 12:3, Prov
4:18.
Discusión
Ítem #1: Preguntaremos: ¿Conocían estos versículos? Los volveremos a leer.
Génesis 12:2 RVR60 “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición”.
Génesis 12:3 RVR60: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te
maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.
Proverbios 4:18 RVR60: “Más la senda del Justo es cómo la luz de la aurora,
que va en aumento hasta que el dia es perfecto”.
Tema
La bendición tiene un lugar donde se gesta: “la Familia”, y desde el inicio de todo,
por allá en el libro de Génesis, Dios tiene un encuentro sobrenatural con un
hombre a quien bendice: Abram. En Proverbios vemos cómo el sueño de Dios es
que nuestras vidas vayan en aumento: Una bendición en aumento. No sólo
generacional, sino que generación tras generación más grande. Todo lo anterior
para llegar a esta conclusión: Si el sueño de Dios es bendecirnos; y el camino
para encontrar su voluntad está tan claro y tan específicamente diseñado en la
Biblia, ¿por qué razón estamos viviendo tiempos en los que Su bendición parece
esquiva y familias enteras tienen que atravesar por divorcio, suicidio, angustia,
separación, frialdad, ¿cómo si la bendición de Dios fuera algo lejano e imposible
de alcanzar?
El templo que Salomón construyó tenía dos pilares: Un pilar en el costado sur y
otro en el norte. Cada pilar tuvo un nombre muy especial: El pilar sur se llamó: Él
es quien Establece (Jaquin) El pilar norte se llamó: En él está la fuerza (Boaz).
¿Cómo es posible que teniendo la bendición, y habiendo construido el sueño,
Salomón terminara tan mal y después de él, semejante reino tan poderoso se
hubiera dividido? Bien; fácil. Salomón erró. Dios había claramente dicho en
Deuteronomio 17:16 NVI “ El rey no deberá adquirir una gran cantidad de
caballos, ni hacer que el pueblo vuelva a Egipto con el pretexto de aumentar
su caballería, pues el Señor te ha dicho: “No vuelvas más por ese camino”.
Pero a pesar de eso, Salomón decidió establecer su reino en una alianza
precisamente con Egipto y comprar muchos camellos allá cómo señal de fuerza.
Mira lo que tristemente dice 1 Reyes 10:26-29 TLA: “Salomón reunió mil
cuatrocientos carros y doce mil jinetes. Algunos estaban en los cuarteles de
carros de guerra y otros formaban su guardia personal en Jerusalén. Los
comerciantes de la corte compraban en Egipto y Cilicia los caballos para
Salomón”.
Viendo el esplendor de su reinado y viviendo en la bendición de Dios, consideró
que la bendición era para él; y que sus alianzas con Egipto eran su fuerza. El
fundamento se vino al piso; y la fuerza se cayó. Salomón muere y el reino
esplendoroso y totalmente bendecido por Dios ahora está dividido en dos y
camino a la ruina. Oh; Nunca olvides que la bendición no es nada sin el
fundamento y la fuerza.
Cierre y ministración
Pedirle perdón a Dios por no reconocer que mis decisiones traen la bendición a
mis generaciones.
Aceptar y apropiarnos de Jesús como nuestra mayor bendición.
Vivir con Jesús y creer que mientras lo hacemos estamos asegurándole
bendiciones a los que vendrán después de nosotros.