Clase 1 Enero27

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

TEMA 1.

EL ABRAZO DEL PADRE

Objetivo del tema


En un mundo donde todos están separados viendo su celular, donde las
maldiciones inundan la tierra, donde los padres y los hijos se odian, Dios quiere
que bajes tu celular, voltees tu silla y abraces a tu familia. No hay pecado tan
grande que Dios no nos pueda perdonar. Dios quiere que así como el padre y el
hijo pródigo se miraron cara a cara, nos miremos cara a cara con nuestros hijos e
hijas.
Introducción
Le pediremos a los asistentes que piensen en un milagro que quieran pedirle a
Dios. Pueden dibujarlo, cantarlo, escribirlo, lo importante es que se lo cuenten a
alguien con quien nunca hayan hablado del grupo de conexión.
Discusión
Ítem #1: Preguntaremos: ¿Qué milagro escucharon o recibieron de esa persona
que no conocían?
Ítem #2: Preguntaremos: ¿Cuántos de ustedes quieren que Dios haga milagros
imposibles? ¿Cuántos de ustedes quieren ver lo imposible? ¿Por qué creen que
no recibimos milagros si hemos orado por ellos?

Tema: Abraham, el padre de la fe. También de su esposa, Sara, quien dio a luz a
los 90. Tuvieron un hijo, Isaac, el gran milagro de este par de ancianos. Génesis
21:7 dice: “Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de
mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez”. Creemos en un Dios de
imposibles, pero miren lo que pasa después: Dios le pide a Abraham que mate a
Isaac. Un momento: Dios le pide a Abraham que mate a Isaac, a su mayor tesoro,
el mismo regalo que él le había dado, su milagro. Dios le pide que se lo ofrezca
como sacrificio, que se lo entregue a él. ¡Le pide a Abraham que muera a su
milagro! Abraham sube la montaña con Isaac sabiendo que en la cima de esa
montaña lo iba a matar. Amarró a Isaac, lo puso en el altar.

Abraham iba a enterrarle el cuchillo pero Dios le dijo: “detente”. Dios sabe cómo se
siente perder a un hijo, porque en ese mismo monte donde Abraham iba a matar a
Isaac fue donde Dios presenció la muerte de Jesús. Allí, Dios mismo entregó a su
propio y único hijo, y un cuchillo atravesó el corazón de su hijo amado. En ese
monte, Jesús el cordero perfecto, sin mancha, tomó nuestro lugar. Jesús, en ese
monte, tomó el lugar de Isaac. Tomó mi lugar, tomó el lugar de nuestros hijos,
tomó tu lugar. Lo impresionante de esto es que Dios sacrificó a su hijo, para que
podamos ir a Él cada vez que nos sintamos lejos, y gracias al sacrificio de Jesús
en la cruz somos libres de la culpa. Gracias a que Jesús murió como oveja
perfecta sin mancha, hoy somos justos y perdonados ante Dios. Por esa muerte
nos podemos acercar al padre.

Malaquías 4:6 dice: “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos,
y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la
tierra con maldición”. Desde la antigüedad, el diablo ha trabajado en que los
corazones de los padres y los hijos estén divididos. Antes se daban la espalda los
unos a los otros, pero ahora hay un celular en la mitad. En este momento de la
historia, después de una pandemia global y de haber tenido que hacer todo a
través de una pantalla, yo veo familias en donde cada uno mira su celular, cada
uno está metido en su mundo y no hay relación. El celular sembró la separación
en las familias.

El problema en nuestros hogares, es que no hay comunicación, los padres no


oyen a los hijos y los hijos no oyen a los padres, el corazón de los padres está
contra los hijos, y el corazón de los hijos contra los padres. Hay muerte, erosión y
grietas en la relación. Cada uno está metido en su celular y no hay relación con los
hijos. No se oyen, no se perdonan, no se hablan.

Puede que estés preguntándote ¿Cómo puedo hacer para volverme a encontrar
con mi papá o con mi hijo o hija? Jesús nos cuenta una parábola donde nos
muestra lo que podemos hacer. Es la historia del hijo que se aleja de la casa de su
papá, pero cuando vuelve es recibido por él. Lucas 15: 17-20 dice que el hijo:
“Por fin comprendió lo tonto que había sido, y pensó: “En la finca de mi
padre los trabajadores tienen toda la comida que desean, y yo aquí me estoy
muriendo de hambre. Volveré a mi casa, y apenas llegue, le diré a mi padre
que me he portado muy mal con Dios y con él. Le diré que no merezco ser
su hijo, pero que me dé empleo, y que me trate como a cualquiera de sus
trabajadores.” Entonces regresó a la casa de su padre. »Cuando todavía
estaba lejos, su padre corrió hacia él lleno de amor, y lo recibió con abrazos
y besos. El joven empezó a decirle: “¡Papá, me he portado muy mal contra
Dios y contra ti! ¡Ya no merezco ser tu hijo!”. La versión NVI dice: “Todavía
estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a
su encuentro, lo abrazó y lo besó”.

El hijo pródigo, en su libre albedrío, decidió alejarse de su papá, cambió a su papá


por la vida loca. El hijo insensato se fue de su casa y el padre lo dejó ir. Malgastó
su herencia y terminó cubierto de barro y rodeado de marranos, solo y sin Dios,
que para mí es lo más parecido al infierno. Había tocado fondo. Estaba en el
Bronx de Israel, en la marranera, en medio de animales inmundos para los
Israelitas. Parecía un habitante de la calle, olía horrible, además quería comerse la
comida de los marranos, que solo comen basura, sobras, deshechos.

La Biblia dice que: “cuando… finalmente entró en razón, cuando por fin entendió”
pasó por 3 etapas:
-Decidió: “Volveré a la casa de mi padre”.
-Se arrepintió: “Padre he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco ser
llamado tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero”.
-Regresó a la casa del Padre: Agachó la cabeza, se armó de valor, venció
monstruos mentales, como el rechazo, el miedo, el que dirán, el menos precio. Se
despojó de su independencia y de estar lejos de Dios. En el camino a casa: fue
repitiendo el guión que le iba a decir a su papá.

¿Qué hizo el padre?


Lucas 15:20 dice: “Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno
de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó”. ¿Cómo lo
reconoció? El hijo estaba irreconocible, era un habitante de la calle, estaba flaco,
ojeroso, cansado y sin ilusiones, tenía hambre, estaba sucio, sus ropas estaban
andrajosas, rotas, sucias. Venía con una cobija que era el único bien que le había
quedado, oliendo a marrano, con el pelo enmarañado, tal vez con piojos. Nosotros
como padres, siempre vamos a reconocer a nuestros hijos, así como Dios nos
reconoce.

El padre hizo 4 cosas:


-Lo bañó: (la Biblia no dice eso, pero es obvio)
-Lo mandó a vestir con la mejor ropa. El padre le cambia el atuendo de
indignidad al de dignidad. Le quitó los andrajos, la culpa, la vergüenza y lo vistió
de hijo. Volvió a posicionarlo en su identidad y apellido de hijo.
-Le puso un anillo en su dedo y sandalias en sus pies.
-Lo vindicó: Todos cometemos errores, pero todos merecemos el perdón. No
podemos vivir con la vergüenza, eso nos hunde más en el pecado y destruye
nuestra esperanza. Este papá creyó en las segundas oportunidades, y así es Dios,
un Dios de segundas (e incluso miles) de oportunidades.

Para concluir el grupo


-Muchas veces tenemos que poner a nuestros hijos en el altar, entregarlos en las
manos de Dios y decirle: “no son míos, son tuyos”. Escucha esto, papá o mamá:
Nadie podrá amar más a tus hijos que Dios.
-Qué lindo es encontrarse con la gracia de Dios cada día, que nos perdona, nos
restaura. Pero, ¡Qué difícil es dar esa gracia! Hoy Dios te quiere recordar a ti
papá, a ti mamá, que Dios un día te perdonó “tu multitud de faltas”. Un día estabas
lejos de Dios y él se acercó a ti, porque él es un Dios cercano, su gracia te lavó, te
limpió. Quiero recordarte a ti papá que Jesús murió en esa cruz, que fue el
sacrificio perfecto por ti, y también por tus hijos.
-Hijos e hijas: vuelvan el corazón a sus padres, ustedes tienen la responsabilidad
de voltear hacia ellos. Padres y madres: abran sus brazos a sus hijos. Tenemos
que tener el amor del Padre, debemos tener este tipo de amor con nuestros hijos.
Debemos amar a nuestro padres y perdonarlos como Dios nos perdonó. El amor
debe ser recíproco, porque Dios es amor y nos conocerán porque nos amamos los
unos a los otros.

Cierre y ministración
● Restaurar relaciones entre hijos y padres, invitando al Espíritu Santo
● Dar gracia de la recibida a quienes más la necesitan en el hogar
● Confiar en que Dios acercará los corazones, pero nosotros debemos
cultivar las relaciones.
TEMA 3. ¡HABLA LA BENDICIÓN DE DIOS!
Objetivo del tema
Conocer que la bendición viene de BERAKAH en hebreo; y es la evidencia de la
mano poderosa de Dios en la vida de una persona. Cuando Dios piensa en
bendecir, él está pensando en generaciones. Es claro que la bendición de Dios no
se debe quedar simplemente en nuestra realidad de hoy, sino que nuestro Dios va
más allá y su bendición va a cubrirnos no sólo a nosotros, sino a nuestros hijos y a
los hijos de nuestros hijos.
Introducción
Les entregaremos los siguientes versículos, ya sea en papel o por chat, para que
cada asistente los memorice en un plazo de 2 minutos: Gn 12:2, Gn 12:3, Prov
4:18.
Discusión
Ítem #1: Preguntaremos: ¿Conocían estos versículos? Los volveremos a leer.
Génesis 12:2 RVR60 “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición”.
Génesis 12:3 RVR60: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te
maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.
Proverbios 4:18 RVR60: “Más la senda del Justo es cómo la luz de la aurora,
que va en aumento hasta que el dia es perfecto”.
Tema
La bendición tiene un lugar donde se gesta: “la Familia”, y desde el inicio de todo,
por allá en el libro de Génesis, Dios tiene un encuentro sobrenatural con un
hombre a quien bendice: Abram. En Proverbios vemos cómo el sueño de Dios es
que nuestras vidas vayan en aumento: Una bendición en aumento. No sólo
generacional, sino que generación tras generación más grande. Todo lo anterior
para llegar a esta conclusión: Si el sueño de Dios es bendecirnos; y el camino
para encontrar su voluntad está tan claro y tan específicamente diseñado en la
Biblia, ¿por qué razón estamos viviendo tiempos en los que Su bendición parece
esquiva y familias enteras tienen que atravesar por divorcio, suicidio, angustia,
separación, frialdad, ¿cómo si la bendición de Dios fuera algo lejano e imposible
de alcanzar?

La bendición de Dios para ti y para mi necesita ser hablada, dicha y prácticamente


enviada con autoridad sobre nuestro mundo alrededor. El camino es: Habla la
bendición de Dios (boca), Cree tu bendición (corazón), Vive conforme a tu
bendición (manos). Para este tiempo, hay tres elementos en tu vida que tienen la
clave: Tu boca, tu Fe y tus acciones, y todas se interconectan entre sí. Para que la
boca tenga la autoridad para hablar la bendición; es necesario que el corazón la
crea. Pero la Biblia nos enseña claramente que el corazón cree en la medida en
que el oído escucha. Romanos 10:17: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por
la palabra de Dios”.
2 corintios 10: 4-6 RVR60: “Porque las armas de nuestra milicia no son
carnales; sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
Derribando ARGUMENTOS y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando todo pensamiento cautivo a la obediencia
a Cristo”. Pregunta: ¿Cuál es la bendición de Dios final que Dios quiere derramar
sobre esa persona? Libertad total. Salomón es una prueba de la bendición de
DIOS dada a alguien que lo ha hecho mal pero que regresa y se arrepiente. Así
cómo el pecado da a luz la maldición, el arrepentimiento y el volver a Dios trae su
bendición, el favor de Dios para David llegó con Salomón porque cuando estuvo
en su lecho de muerte, Dios le concedió a este rey el poder dejar su trono en
manos de su hijo.

Como nos pasa a muchos papás, David ya muriendo guarda un dolor en su


corazón. Su gran sueño era construir un templo para Dios: un lugar donde el arca
de la presencia de Dios estuviera y se hiciera el encuentro entre Dios y Su Pueblo.
Aun cuando esa era su visión; el autor de toda bendición tenía otro plan. La
bendición de Dios para David era crear el terreno; pero el que lograría la creación
del templo era su hijo: Salomón. Y David llama a Salomón y habla, declara,
decreta, articula, pronuncia, emite audiblemente sobre él la siguiente bendición: 1
Crónicas 28:9 NTV dice: “Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer
íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y
con una mente dispuesta. Pues el Señor ve cada corazón y conoce todo plan
y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te
rechazará para siempre. 10 De modo que toma esto en serio; el Señor te ha
elegido para construir un templo como su santuario. Sé fuerte y haz el
trabajo».”

La bendición trajo claridad, dirección, enfoque y le dio sentido a su vida. Le retó y


le dejó en su corazón lo que él necesitaba. Ojo: David dio la bendición. La mente
de Salomón se llenó y en esa bendición no había lugar al caos en su vida. El
punto es este: Cuando tienes un encuentro con tu padre Dios, mantente alerta a la
bendición que él quiere pronunciar sobre ti. Pero depende de ti oírla, aceptarla,
abrazarla y cumplirla hasta el final. Y Salomón ¡lo hizo! Construyó el templo.

El templo que Salomón construyó tenía dos pilares: Un pilar en el costado sur y
otro en el norte. Cada pilar tuvo un nombre muy especial: El pilar sur se llamó: Él
es quien Establece (Jaquin) El pilar norte se llamó: En él está la fuerza (Boaz).
¿Cómo es posible que teniendo la bendición, y habiendo construido el sueño,
Salomón terminara tan mal y después de él, semejante reino tan poderoso se
hubiera dividido? Bien; fácil. Salomón erró. Dios había claramente dicho en
Deuteronomio 17:16 NVI “ El rey no deberá adquirir una gran cantidad de
caballos, ni hacer que el pueblo vuelva a Egipto con el pretexto de aumentar
su caballería, pues el Señor te ha dicho: “No vuelvas más por ese camino”.
Pero a pesar de eso, Salomón decidió establecer su reino en una alianza
precisamente con Egipto y comprar muchos camellos allá cómo señal de fuerza.
Mira lo que tristemente dice 1 Reyes 10:26-29 TLA: “Salomón reunió mil
cuatrocientos carros y doce mil jinetes. Algunos estaban en los cuarteles de
carros de guerra y otros formaban su guardia personal en Jerusalén. Los
comerciantes de la corte compraban en Egipto y Cilicia los caballos para
Salomón”.
Viendo el esplendor de su reinado y viviendo en la bendición de Dios, consideró
que la bendición era para él; y que sus alianzas con Egipto eran su fuerza. El
fundamento se vino al piso; y la fuerza se cayó. Salomón muere y el reino
esplendoroso y totalmente bendecido por Dios ahora está dividido en dos y
camino a la ruina. Oh; Nunca olvides que la bendición no es nada sin el
fundamento y la fuerza.

Para concluir el grupo


-Necesitas aprender a oír la bendición de Dios y exponer repetidamente tu oído a
escucharla. Aquí es donde el corazón es fundamental. Si tu corazón es expuesto a
la palabra de Dios con duda, con escepticismo, con burla, con reservas o con
indiferencia, va a ser muy difícil que tu corazón crezca en la fe que se necesita
para que la palabra de Dios se transforme en una bendición concreta en tu vida.
-¿Quieres la bendición de Dios para tu vida? Identifica las mentiras que están
secando tu fe y sácalas de tu mente.
-¡Qué triste es saber que todo lo que has logrado se acaba contigo. Una de las
grandes bendiciones que el hombre puede vivir es saber que lo que hizo quedó en
manos de alguien que va a llevar eso mucho más lejos de lo que ha pensado; es
que la bendición de Dios va más allá de nosotros.
-Cuando construyes tu casa, tu familia, tu trabajo, tus relaciones, tu visión basado
en la bendición hablada de tu padre; tu vida se convertirá en un gran templo de
encuentro con Dios; y el fundamento claro de todo lo que hagas se llamará: Él es
quien establece y en Él está mi fuerza.
-Muchos estamos clamando por Su bendición, pero desconocemos que la
principal bendición de Dios ya fue dada: El fundamento sobre el cual tengo que
construir mi vida y que me da la fuerza diaria que necesito para avanzar es Jesús.
-La bendición no está en lo que ves. La bendición está en lo que él hizo. No hay
más templo en Jerusalén por una razón muy poderosa: El fundamento y la fuerza
de nuestra fe no depende de la visita diaria a un templo para ofrecer un sacrificio
de un animal por nuestro pecado.
-El fundamento y la fuerza de nuestra fe radica en que Jesús pagó de una vez y
para siempre el precio por nuestro pecado al morir en la cruz.

Cierre y ministración
Pedirle perdón a Dios por no reconocer que mis decisiones traen la bendición a
mis generaciones.
Aceptar y apropiarnos de Jesús como nuestra mayor bendición.
Vivir con Jesús y creer que mientras lo hacemos estamos asegurándole
bendiciones a los que vendrán después de nosotros.

También podría gustarte