Introduccion A Los Quesos Franceses
Introduccion A Los Quesos Franceses
Introduccion A Los Quesos Franceses
La palabra francesa utilizada desde 1180 para denominar el queso es "fromage", que
reemplazó a la palabra "formage" (derivado del latín "formaticus", que significa "elaborado
en un molde").
Las 22 regiones de Francia producen más de 400 variedades de queso distintas
procedentes de vacas, ovejas y cabras. Para los franceses los quesos, más que una
comida, son una pasión que se transmite de generación en generación, hasta el punto de
que habitualmente el queso es un manjar con entidad propia que se toma después del
plato principal y antes del postre.
1. Chèvre: Quesos elaborados con leche de cabra, son suaves y sabrosos (Couturier,
Chèvretine, Chèvre de Bellay, Soignon). Se elaboran en pequeñas granjas de toda
Francia bajo la denominación "frais" o queso fresco, "affiné" cuando ha madurado y
su textura es aterciopelada, cremosa y algo blanda, y "vieux" o maduro, con
consistencias que van desde blandas hasta duras como piedras.
El sabor de los quesos de cabra varía según el período de maduración, la localidad
y la altura de lugar donde se elaboran (que alteran el gusto y la calidad de la
leche), y los pastos de los que se alimentan los animales, que afectan al sabor y a
la textura de los quesos.
4. Duros: Elaborados en las regiones montañosas como los Alpes y Jura, son quesos
muy grandes con el exterior dorado y el interior de color amarillo pálido (Emmental,
Madrigal).
5. Azules: Se elaboran en las regiones montañosas y se suelen envejecer en cuevas
naturales, frías y húmedas. La pasta de estos quesos puede ser firme o cremosa,
mantecosa o desmenuzable, y pueden presentar desde un tono blanco hasta
amarillo dorado, veteados por el efecto del hongo penicillium (Roquefort, Bresse
Bleu, Bleu des Causses).
6. Fràiche: Son los quesos más simples, no están cocidos ni curados. La leche
empleada en la elaboración de estos quesos puede ser entera o parcialmente
desnatada, y algunos quesos crema frescos tienen un alto contenido graso.
Estos quesos se elaboraban en las granjas cuando existía un excedente de leche,
pero en la actualidad se elaboran en las fábricas con leche pasteurizada, por lo que
a veces resultan un poco insípidos (Fromage blanc, Fontaneibleau, Neufchatel).
7. Elaborados: Mezcla de varios quesos, suelen ser blandos y untables, y se
presentan bajo una gran variedad de texturas y sabores.
La Fromagerie
Emmental Reblochon
Eppoises Roquefort
El Delicioso Foie
El foie gras es una de las maravillas de la Cocina Francesa. Su delicado sabor,
su untuosa textura y su ligero y sutil amargor lo convierten en una de las
preparaciones más apreciadas del mundo.
La diferencia entre el paté y el foie gras estriba el que el paté (que en francés
significa "pasta") es una preparación a base de carnes, hígado (normalmente de
cerdo) y otros ingredientes para dar sabor, mientras que el foie gras (foie significa
"hígado") es simplemente el hígado fresco de la oca, pato o ganso.
El foie gras se obtiene tras un proceso de alimentación especial de las aves, por
medio del cual se engordan y se ceban únicamente con una papilla de maíz maduro
hervido, y la calidad del foie gras depende del aumento cuidado de la dosis de
comida diaria que se les da a las aves. Esta sobrealimentación les produce una
enfermedad llamada esteatosis-amilosis, en la que las células de grasa penetran en
el hígado y hacen que éste adquiera unas proporciones anormales. Como no todos
los hígados reaccionan igual a este tratamiento los hígados que se presentan
pequeños y duros se desechan.
En Francia existen dos regiones productoras de foie gras: Alsacia, que produce un
foie gras que normalmente se sirve fresco, y el Sudoeste del país, que generalmente
se enlata. Entre los de esta región destacan el foie gras de Périgord, que se presenta
envuelto en la grasa amarilla que desprende el foie tras su cocción y que es
particularmente fino y apreciado.
Para elegir un buen foie gras hay que tener en cuenta que los hígados de oca son
más finos y aguantan en conserva mejor y durante más tiempo, mientras que el
hígado de pato tiene un aroma más fuerte y puede ser más idóneo para su
preparación fresca. El hígado ha de ser muy fresco, voluminoso, firme pero con
cierta ligereza, de color rosado y sin manchas. Los hígados de oca que pesan de
700 a 800 gramos son los que funden menos al cocerse, por lo que suelen ser los
más apreciados, mientras que los hígados de pato mejores son los que tienen estas
mismas cualidades pero un peso en torno a los 500 gramos.
Para preparar el foie gras hay que abrir los lóbulos, retirar la delgada película que los
cubre, la hiel y cualquier resto verdoso de ésta, las venitas y demás impurezas. Se
sazona el hígado y se deja reposar tapado 24 horas en la nevera. Si se desea
aromatizar con Armagnac o con Oporto, se riega con el vino y se deja macerar
durante unas horas (el hígado absorbe el alcohol con extrema rapidez).
El hígado debe cocerse al baño maría; el tiempo de cocción depende del tamaño del
hígado, pero para un hígado de 600 a 800 gramos rondará entre 30 y 45 minutos a
una temperatura moderada.
El vino adecuado para acompañar al foie gras puede ser un buen tinto, un cava, un
Oporto servido frío o un vino blanco semidulce, como un Sauternes bien frío, que
además de estar de moda hace una combinación fabulosa. En este punto me
permito la licencia de recomendaros un vino húngaro llamado Tokaji Oremus
(importado en España por las Bodegas Vega Sicilia), o un Fariña blanco semidulce
de la zona de Zamora, más económico y muy bueno.
Al ser el foie gras un producto de moda, han proliferado en el mercado varios tipos
de foie en conserva. El mejor de éstos es el denominado foie gras entier, que es un
hígado entero o un trozo del mismo en una pieza. El foie gras mi-cuit es un foie semi-
cocido que se suele encontrar envasado al vacío. Si en el producto aparece bloc de
foie gras se trata de un foie reconstituido y prensado, que habitualmente se
encuentra en lata.
Las Fondues
Comer una fondue tiene un encanto especial, ya que los comensales se reúnen junto al
fuego para compartir la comida y la fiesta, además de que suelen ser relativamente fáciles
de preparar porque no tienen una elaboración complicada, ya que cada comensal es el
que se prepara su propia comida. Para elaborar una fondue se necesita un recipiente
especial (llamado "caquelon") que queda sujeto sobre un pequeño hornillo, y las fondues
más funcionales son las de hierro fundido con el interior esmaltado o las metálicas.
Normalmente el kit para fondue suele incorporar unos pinchos especiales con el mango
de madera para evitar quemaduras. Los auténticos pinchos para fondue de queso tienen
tres púas, mientras que los de carne tienen dos. El número mínimo de comensales para
degustar una fondue es de 2 personas, y el máximo es de 6, ya que introducir más de
seis pinchos en la fondue hace que descienda la temperatura de la misma, además de
que resulta un poco incómodo manejarse.
Otro tipo de fondues son aquellas en las que los ingredientes se fríen en aceite caliente.
Las más habituales son las de carne de ternera o vaca y las de pollo, aunque también se
pueden hacer de trozos de pescado y gambas. El recipiente de fondue más
recomendable en estos casos es el de hierro esmaltado, el de cobre o el de acero, y no
se recomienda utilizar recipientes de cerámica, ya que existe el riesgo de que no soporten
una temperatura tan alta y se rompan en la mesa. Es importante que la carne que se
introduce en el recipiente esté bien seca para evitar que el aceite salpique. El aceite más
idóneo para las fondues de carne es el de oliva de 0,4º, que además se puede reutilizar
una vez terminada la fondue. En este tipo de fondues cada comensal introduce el pincho
en el aceite con un trozo de carne y deja que se haga hasta alcanzar el punto deseado,
dejando que la carne se enfríe ligeramente en el plato mientras se fríe el siguiente trozo
de carne. Se suele acompañar con un surtido de salsas para mojar la carne.
En los años 60 se puso de moda en Estados Unidos la fondue de Toblerone como postre,
idea que se exportó a Europa, donde se utilizó también el chocolate. Estas fondues se
elaboran en un recipiente de cerámica pequeño que se calienta sobre la llama de una
vela, y en el que se utilizan frutas, bizcochos, picatostes, nubecitas ("marsmallows"), etc.
para introducirlas en la mezcla de chocolate, haciendo las delicias de los más golosos.
La Trufa Negra
La mejor ayuda para la recolección de las trufas es una cerda hembra a la que desde
pequeña se le ha alimentado con trufas de baja calidad, cuyo olfato le indica donde
puede encontrar una trufa a cierta distancia. La cerda bien adiestrada desentierra la
trufa con el hocico, se aparta de la misma para que su dueño la recoja y espera su
recompensa. Pero en ocasiones puede suceder que la cerda, acostumbrada a trufas
de menor calidad, rechace las mejores, o que mientras la desentierra se la coma de
un bocado, o que engañe al dueño haciéndole creer que ha encontrado una trufa
para recibir su puñado de maíz.
También se suelen emplear perros para la recolección de las trufas y se adiestran de
un modo similar al de las cerdas, con la diferencia de que el perro desentierra la trufa
con las patas.
Las zonas más afamadas en la producción de la trufa negra son las de Périgord y
Tricastín. Si localizar las trufas en su estado salvaje es cuestión de caminar mucho y
una cierta paciencia, hay que saber cómo arrancarlas de la tierra sin dañarlas, y en
los años en que la cosecha de trufas es excelente, una persona puede llegar a
recoger hasta 20 kilos de trufas en un solo día, que después venderá en los
mercados especializados como los de Apt, Richerenche y Lalbenque.
Existen en torno a unas 30 variedades de trufas, de las que solamente 5 tienen algún
valor gastronómico, siendo la más apreciada la que procede del hongo tuber
melanosporum. Es la trufa que tiene el perfume más completo y un sabor único, y
tradicionalmente se le han atribuido sugerentes propiedades afrodisíacas.
¿Te gustaría conocer las principales denominaciones del origen de los platos
franceses?
A la Bordelesa: plato servido con una salsa elaborada a base de vino blanco o tinto
y tuétano, aunque también se aplica a los platos elaborados con hongos o a los
adornados con patatas y alcachofas.
A la Holandesa: con una salsa caliente elaborada con yemas de huevo y zumo de
limón.
A la Vasca: plato adornado con setas, jamón picado y patatas laminadas muy finas,
untadas con mantequilla y asadas en un molde