JEON MONTANA ➳ KookMin - 국민
JEON MONTANA ➳ KookMin - 국민
JEON MONTANA ➳ KookMin - 국민
by JUANC0C0
" Así te quería ver.. díme, Park, ¿tienes idea de quién soy yo como para que te atrevas a robar
en mi propiedad? ¿no? Por supuesto que no lo sabes. Oh, tranquilo, soy Jeon Montana, tu
pesadilla. "
Una cámara.
Desde el jardín, cerca de la piscina, otra cámara.
Los chicos triunfantes, se adentraron al interior de la enorme casa sin sospechar nada, fue pan
comido para ellos el no oír alarmas activarse, para ellos tenían el plan como caso ganado.
Já, o eso pensaban.
JiMin llevaba en su gran bolso negro joyas, objetos demasiado costosos y dinero que
encontraba en grandes cantidades sobre la mesa. Para P, el lugar le era en cierta parte extraño,
el toque antiguo y lujoso le daba cierto escalofrío aunque no lo quiera admitir.
Entró junto a TaeHyung a una gran habitación, más parecido a un gran armario, con sus
linternas, notaron grandes bolsas con joyas y dinero.
Simplemente increíble.
-Bendita mierda, JiMin, con ésto podremos vivir el resto de nuestras malditas vidas.- TaeHyung
soltó emocionado, metiendo las bolsas que podía en su propia maleta.
-Imbécil, sin nombres.- Gruñó JiMin imitando la acción de TaeHyung.
-Já, está casa no tiene ninguna buena seguridad, al parecer el propietario no valora sus
preciosas joyas.- Dijo burlonamente el castaño y adoptar un gesto de completa arrogancia.
Tenía razón.
Exitosamente, ambos chicos abandonaron la mansión junto a sus nuevos negocios en manos,
montándose en su auto y largarse del lugar festejando a gritos su caso completado y tal vez
emborracharse por tal asombroso éxito.
Por otro lado.
-Fue un placer poder pasar tiempo con usted negociando, Gran Jeon Montana.- El castaño
estrechó su mano fuertemente con la del Señor Montana.
-El placer es todo mío, Mr. Kim.- Jeon Montana mantuvo el ceño fruncido y el rostro serio que
tanto le hacía honor a su persona.- En dos semanas quiero el dinero de vuelta, sin excusas.
-Por supuesto, Montana, soy un hombre de palabra.- El azabache asintió acomodando su
lujoso traje y meter sus manos a sus bolsillos.
-Nos estaremos viendo en dos semanas y el trato queda sellado.- Dicho esto, Jeon salió junto a
sus guardaespaldas de la mansión del señor Kim.
Jeon JungKook era el jefe, el líder de todos los narcotraficantes o mejor conocido como
mafiosos, el hombre tenía un enorme talento con los negocios, y se podía decir que la palabra
"magnate" le quedaba muy pequeña para lo que él era. JungKook era el ídolo y mentor de todos
los vándalos nuevos. Y la presa número uno de la policía en el país, nunca se cansaban de
buscar a Jeon Montana, y sus esperanzas eran cada vez más nulas de atraparlo.
Todo empezó gracias a su extraño gusto por los números, las películas de crímen y entre otras
cosas. Jeon a sus jóvenes veinticinco años ya tenía más logros que muchos criminales quisieran
tener, actualmente era el magnate más exitoso mundialmente.
Y vaya la forma en que su éxito creció.
No hace falta mencionar su sobre nombre, aquél que lo destacaba por todo y por la cuál lo
identificaban.
Jeon Montana.
JungKook siempre ha tenido un ídolo a seguir desde sus ocho años, y por más que fuera un
personaje, Tony Montana era el elegido en su vida. Conforme fué creciendo, en su vida alejado
de los lujos con una madre que se vendía por dinero y un padre drogadicto, Jeon fue creando su
pequeña pandilla a su corta edad, empezando desde lo más bajo de la vida criminal: Siendo
águilas de sus jefes.*
Era increíble que ahora Jeon JungKook, o mejor conocido como Jeon Montana,
tenga su propio negocio de drogas y él no las consuma en absoluto, su cuerpo estaba
completamente puro de drogas. Un negocio realmente exitoso.
Negociar con Jeon Montana era la mejor colaboración que grandes magnates criminales
tendrían. Y esta vez era el afortunado Kim NamJoon, o mejor conocido como "Mr. Kim"
actualmente, él era el jefe y líder de la creación de armas fuertes en todo el país.
Pero ¿Jeon Montana sabía de TripleB?
Oh, claro que JungKook sabía de la existencia de aquéllos dos mocosos que se la pasaban
asustando toda la población de Busan, para Montana, TripleB simplemente eran unos malditos
urgidos de atención, creyéndose los putos amos de todos.
Lo que Jeon no se esperó, fue que aquéllos dos urgidos de atención, acababan de huír de su
mansión con sus joyas y dinero.
Su limosina aparcó en el estacionamiento privado del hombre, bajándose, notó su propia reja
de entrada abierta, con los candados en el césped.
Jeon tomó los candados en sus manos, observando los grandes daños usados para tumbarlos
con suma seriedad.
Arrastró su mirada hasta la gran puerta de entrada y lo que sus ojos vieron fue un chiste de mal
gusto, uno realmente malo.
En su puerta, en su maldita puerta de madera fina había una gran frase en color rojo.
"Nos divertimos jugando a robar tus cosas, no olvides quiénes mandan. :)
-TripleB "
-Oh, par de mocosos, yo les voy a enseñar quién manda en su puto jueguito.- Gruñó dando
zancadas hasta el interior de su enorme casa y lanzar los candados a un lado.
Claro que se esperó ver su casa de cabeza, no se asombró al ver todo tirado, cajones abiertos
de sus pequeños armarios decorativos, pero lo que le importaba no eran sus putos adornos.
Casi corrió hasta su planta de material, azotó la puerta de golpe y gruñó completamente
furioso.
De veinte bolsas de joyas nuevas, solo habían diez y las restantes con solo pocas joyas.
Jeon Montana estaba demasiado furioso como para volver a leer la oración de spray en las
paredes de la habitación.
"Bonitos pendientes. "
-Hijos de puta.- Gruñó ya bastante furioso, azotando la puerta al cerrar. TripleB había hecho
enojar a una bestia, una bastante peligrosa a decir verdad.
Ordenó a su equipo de seguridad activar las cámaras y ver la cinta en vídeo. Jeon observaba
desde su costoso asiento detrás de su escritorio el vídeo, y debía admitir una cosa.
Hacían muy bien su trabajo los primeros dos minutos.
Sus voces quedaron guardadas, y Jeon realmente no podía creer el nivel de idiotez por parte
de TripleB al no notar las cámaras en su propiedad.
"Bendita mierda, JiMin, con esto podemos vivir el resto de nuestras malditas vidas."
-¡Repite eso de nuevo!- Ordenó de nuevo en voz alta a uno de sus empleados.
"Bendita mierda, JiMin."
-Te tengo en mis manos, hijo de puta.- Murmuró Jeon para sí mismo y sonreír muy lentamente.
La cinta corrió hasta la escapatoria, donde cruzaron la calle y el nombrado JiMin, se quitó su
pasamontañas.
Error.
-Pausa.- Gruñó Jeon, poniéndose de pie para dirigirse hacia los computadores y memorizar
sus facciones.
Cabello negro, ojos felinos, mandíbula afilada, nariz pequeña y labios prominentes. Y ni qué
decir sobre aquél cuerpo de infarto.
-Imbécil.- Susurró burlón, soltando una risilla socarrona y meter las manos en sus bolsillos.-
Quiero que en las noches, todos ustedes se escabullan, tarde o temprano aquél par de mocosos
vendrán por más porciones de joyas, les gustó lo que presenciaron, obviamente volverán.- Jeon
Montana miró a sus guarda espaldas.- Esta vez no fueron tan inteligentes como muchos
mencionaban, es una lástima.
Jeon terminó de dar sus órdenes y subió agotado a su gran recamara, agradeció que aquél par
de idiotas fueran tan perezosos para no subir el tercer nivel de la mansión y entrar a su espacio.
-Ya me conocerás, JiMin, y te voy a enseñar quién es el que manda en éstos juegos.. y
lamentarás haber nacido.
.
Tiendas negras: Lugares privados dónde venden armas, objetos para la práctica de magia
negra y droga.
Águilas: En el mundo de los traficantes de droga, un águila son un grupo de personas
dispersas alrededor de la fábrica de droga para vigilar que ningún policía ú otras bandas del
narcotrafico invadan el lugar y hacer una masácre.
Un guapo V pa ustedes.
0 2.
El hombre se colocó frente a ambos chicos, inflando su pecho con aire y soltar un
suspiro bastante exagerado, chasqueando la lengua.
—Quítenles los pasamontañas.— Ordenó, metiendo sus manos en sus bolsillos y mecerse
lentamente sobre sus pies.
Los hombres obedecieron al instante, quitándoles los pasamontañas con una brusquedad
enorme, provocando que la pequeña nariz de JiMin sintiera dolor con tal brusquedad,
arrancándole un quejido por lo bajo.
Malditos lamebolas. Pensó Park.
JiMin le dió su mejor mirada asesina, no logrando conseguir alguna reacción al niño riquillo.
—..K, P.. es un placer conocerlos por fin..— Dijo mirando a cada nombrado con burla, pero
manteniendo su rostro serio.— Al fin los conozco personalme...
—Ve al punto, maldito niño de papi..— Soltó furiosamente Park.
Jeon arqueó una ceja, cerrando su boca lentamente, oh, éste niñato no sabe a quién acaba de
interrumpir. Pensó Jeon.
—Park JiMin, ¿no te enseñaron a mantener la boca cerrada mientras uno habla?— Preguntó
Jeon, contemplando satisfactoriamente las miradas sorprendidas de los dos criminales.
—¿C-cómo tú..
—Shh..— Calló Jeon, aclarando su garganta y suspirar con arrogancia.— Park JiMin y Kim
TaeHyung, provenientes de Busan y los delincuentes más nombrados en estos últimos meses,
mejor conocidos como "TripleB" o "Busan Bad Boys".— Sonrió con sorna el castaño.— Han
robado en un total de cinco bancos fuertes y doscientas cincuenta y cuatro casas, incluyendo
mansiones, contando la mía como la número doscientos cincuenta y cinco, ambos con familias de
economía estable, habitando en Seúl.— El hombre misterioso, suspiró mirando a los dos chicos
esperando aprobación por parte de ellos.
Decir que estaban sorprendidos, era poco para lo que estaban TripleB en ese momento.
¿quién era ese tipo? ¿cómo sabía tanto de ellos?
—Es un número grande de delincuencia, me sorprenden un poco, chicos, mis respetos.—
Sonrió burlonamente hasta que comenzó a dar zancadas peligrosas hacia ellos. JiMin tragó
fuertemente saliva, esperando el golpe que nunca llegó.
Jeon tomó una silla y se sentó con el respaldo al frente, apoyando los brazos en este.
—Yo sé de ustedes, hasta su matrícula del colegio, sus pasiones, a parte de robar..— Guardó
silencio unos minutos, contemplando el rostro cansado y drogado de Park, soltando una pequeña
risilla.— Así te quería ver, Park.. díme ¿tienes idea de quién soy como para que te atrevas a robar
en mi propiedad?
JiMin gruñó, queriendo ahorcar al fino hombre con las sogas en sus manos.
—Déjame adivinar ¿un intento de delincuente con dinero, queriendo espantarnos con sus
empleados?— Soltó JiMin, dándole una mirada retadora a Jeon.
—JiMin..— Calló TaeHyung al ver la mirada de Jeon sobre él unos segundos.
—¿no sabes? ¿no? Definitivamente no sabes, Oh.. tranquilo, soy Jeon Montana, tu pesadilla.
JiMin casi se atraganta con su propia saliva al oír al hombre.
¿Jeon Montana?
—Estás de joda..— Susurró incrédulo.
TaeHyung tenía una mirada sorprendida, más no decía nada.
—Oh, Park JiMin, te atreves a meterte a mi propiedad, llevarte mis joyas ¿Y todavía tienes el
descaro de ofenderme de ésta forma?— En su voz se notó el ligero acento Satoori.
La casa anónima.
Las joyas.
El aspecto tétrico.
Mierda. Mierda. Y más mierda.
JiMin no formuló nada, se estaba haciendo en sus pantalones, frente a sus ojos tenía a nada
más y nada menos que a Jeon Montana, el mentor de los mafiosos.
—Mañana tendremos muchas cuentas que arreglar, TripleB, se metieron en mi terreno, ya
veremos como me van a compensar todos los carísimos daños.— Gruñó Jeon Montana,
levantándose de su silla, acercárse a JiMin y tirar de su cabello, obligándole a mirarlo.
—¿No que eras fuerte y nada te daba miedo, Park?— Preguntó con su típica risilla, soltándolo
y dirigirse a la puerta.
—Sédenlos de nuevo y póngale seguro a la puerta, mañana arreglamos el asunto con los
niñatos.— Dicho esto, abandonó la habitación, seguido de sus guardias.
JiMin no quería ser drogado de nuevo, se sacudió en su lugar tratando de evitar la aguja que
se dirigía a su cuello.
TripleB se perdió en sus sueños, muriéndose de miedo por lo que pasará después con sus
vidas.
.
Hellooooooow.
Al fin, capítulo nuevo de Jeoncito Montana ¿qué les pareció? ¿qué teorías tienen en sus mentes
ahora mismo?
Perdón por subir el capítulo tan tarde, es que andaba con mucha inspiración.
Jojojojo.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Aquí tienen la reacción de JiMin bebé al tener a Jeon Montana frente a él.
0 3.
—Ay no, ¿cómo crees? Me va a odiar ese bombón.— SeokJin mordió su labio al
pensar en el líder de la creación ilegal de armas.
—Me enfermas, cierra el pico un momento.— Sacudió su mano unos segundos, soltando una
risilla.
—¿Y qué piensas de TripleB, bebé?
Jeon solo podía tener una imagen en su mente respecto a TripleB, y eran los labios del
pelinegro junto a ese esponjoso trasero.
—Que son unos niños sin vida.— Dijo finalmente, cuidando de no tener una erección frente a
su amigo.
—El pelinegro se parece a tu tipo, ardientes y retadores.— Formuló el rubio con una ceja
arqueada, claramente con la maldad pura implantada en su rostro.
Claro que el rubio ya notó que Jeon miraba de más al pelinegro, más no decía nada.
Montana cerró los ojos suspirando, apoyando la espalda en la silla de cuero marrón.
—Sí, es parecido a mi tipo, pero ni lo sueñes, SeokJin, me robó diez malditos sacos con joyas
y dinero.
Si algo sabía SeokJin, era que su peligroso amigo era rencoroso hasta por una diminuta cosa
que le cabree.
—Además..— Continuó Montana, soltando humo de sus labios, dejándole ver peligroso quién
lo mirara.—.. El tal TaeHyung formará parte del asunto con J-Hope y Mr. Kim.
SeokJin abrió de más los ojos, sorprendido.
—Jeon, el potencial de ese chico es muy bajo al de ustedes tres.
—Va a hackear el banco fuerte de Busan.— Afirmó el castaño.— Mr. Kim mató a su hacker y J-
Hope simplemente le da pereza conseguirse uno.
—¿Con cuánto le beneficiarás?
—cinco por ciento.— Dijo decidido.
—Ay no ¡¡no seas egoísta!!— Chilló.— Dále tan lo menos un quince, Jeon, todavía te va a
ayudar, maldito insensible.
—¿ahora estás del lado de los niñatos esos?— Preguntó con falso dolor Jeon.
—No, pero creo que no sería justo.— Se cruzó de brazos el rubio.— Ser hacker no debe ser
algo fácil, eh.
Jeon lo pensó unos segundos.
—Lo consideraré.
SeokJin iba a hablar hasta que el teléfono de escritorio comenzó a sonar.
—¿Sí?— Preguntó el castaño.
—Jefé, llegaron los invitados fuertes.— Dijo el guardia al otro lado de la línea.
—¿Qué esperas para hacerlos pasar?— Preguntó Jeon con veneno en su voz. Como siempre
hacía a la hora de trabajar.
—Enseguida, señor.
Jeon se colocó de pie, suspirando.
—Hoy TripleB tendrá una pequeña clase con tres fuertes.— Dijo Jeon con una mirada burlesca
en su rostro.
SeokJin asintió.
—TripleB son unos bebés aún, Jeon, está de ti si quieres entrenarlos o matarlos. Aunque no te
creo idiota, no desperdiciarías un buen partido por un simple robo. Jeon Montana no desperdicia
buen producto.
.
Súper ultra mega helloooow.
Les traigo nuevo capítulo. De ahora en adelante se viene lo hot de Jeon Montana, chicas, esto es
solo una probada. (?)
Con eso de que ven a mi Montana como moja bragas, decidí subírle un nivel a su sensualidad,
ahké mentira.
He visto que apoyan demasiado Jeon Montana y no saben lo agradecida que estoy, tienen un
pedacito de mi corazón.
Igual grax a la beba de ratakuk por recomendar mi historia, en serio me siento halagada.
(Además que fue la primera que confesó que Jeon daddy Montana le mojaba la tanga,
JAJAJAJA)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
¿shippean el VMin?
Yo.. a veces sí y a veces no, I don't know. Me fascina más la amistad de ellos dos, me dan ganas
de tener una mejor amiga *forever alone* *cries in my eskiusmi*
0 5.
Para Jeon Montana, convivir con el ilegal de armas y el encargado de ciertos secuestros a
señoritas era de lo más normal, parte de la rutina del peligroso hombre.
Pero para TripleB era el mejor día de sus putas vidas, era como tener a su grupo musical
favorito frente a ellos y querer gritar como fangirls hormonales.
Dos rangos completamente diferentes.
—Aquí los tienen, caballeros, TripleB está frente a sus ojos..— Habló por fin Montana, sin
quitar ese atractivo ceño fruncido de su rostro y repetir aquél hábito de meter sus manos a los
bolsillos de su costoso pantalón y mecerse disimuladamente sobre sus talones.
Mr. Kim y J-Hope estaban de pie a cada lado de Montana, uno con el mismo acto de las manos
como Jeon y el otro de brazos cruzados. Mirando detenidamente a los pequeños aprendíces.
Y es que JiMin se sentía un animal de zoológico, pues los tres hombres lo recorrían con la
mirada junto con su amigo.
—¿Y quién de lo dos es el que nos sirve?..— Preguntó J-Hope, mirando a TaeHyung fijamente.
—El de la bandana, K.— Murmuró Montana, relamiendo sus labios sin mirar a ninguno de los
presentes.
—¿Qué tan bueno eres, niño?— Preguntó NamJoon firmemente, sin perder ese tono elegante
en su voz.
TaeHyung aclaró su garganta, un poco nervioso por las miradas de aquéllos tres hombres
sobre él.
—H-he logrado ingresar a cinco grandes bancos y..
—Listo, está dentro.— Interrumpió J-Hope, mirando a los creadores del plan con arrogancia.
JiMin se sentía orgulloso por su amigo, pero muy en el fondo, estaba decepcionado por no
formar parte del plan, por no ser tomado en cuenta.
Montana asintió y junto con los invitados, salieron unos segundos, dejando a los chicos con la
intriga.
—Ese del cabello naranja está para chuparse los de..
—No es momento de ser puta, TaeHyung, contrólate.— JiMin lo calló claramente
malhumorado.
Mientras del otro lado de la puerta, aquéllos tres elegantes y peligrosos criminales discutían
seriamente.
—La verdad no estoy seguro, Hope, ¿qué tal si lo pillan?— Preguntó NamJoon cruzado de
brazos.
—No lo creo, si ha desbloqueado cinco bancos grandes no creo que el banco fuerte sea
problema para él.— Respondió el pelinaranja con tranquilidad.
Montana solo oía atentamente a los dos indecisos, pues él daría el veredicto, él decídia qué
hacer y qué no.
—¿Montana? ¿qué opinas?— NamJoon preguntó de repente.— Principalmente.. ¿por qué
mierdas tienes a estos dos mocosos atrapados?
Jeon de solo pensarlo se cabreaba.
—Robaron diez de las veinte bolsas con joyas que aquí Hope entregó a mi mando.— Soltó con
leve veneno en su voz.
J-Hope alzó el ceño sorprendido.
—¿Y tú dónde estabas?
—En la mansión de Mr. Kim sobre la negociación de otros ingresos nuevos.— Montana gruñó
cuando pilló a NamJoon sonriendo burlonamente.
—Hobiii ¡al fin te asomas por la casita de Montana!— La conocida voz de SeokJin
aturdió a los tres únicos presentes en aquél pasillo.
—Lo que pasa es que el trabajo me tiene enjaulado, SeokJinnie, lo siento.— Sonrió
cálidamente Hobi.
Fué el turno de Montana para burlarse de los absurdos celos de su compañero NamJoon.
—Oh~ Hola, Mr. Kim.— el tono coqueto de SeokJin alertó a Montana.
Estaban aquí por negocios no para ligar y llevarse a alguno a la cama. Por lo menos no ahora.
—Oh, SeokJin, hola..— Respondió Mr. Kim de la misma manera.
Montana estaba enfermo con aquéllos dos tipos, no estaba en contra del amor, pero le ofendía
que se pasen el trabajo por el arco del triunfo con tal de conseguir un par de piernas para pasar la
noche.
—Bien, caballeros, basta de desconcentración.— Dijo firme Jeon, soplando un pequeño
mechón de su castaño cabello que cubría su ojo izquierdo.
—Perdón por interrumpir, yo venía a ver a mis bebitos.— Dicho esto, SeokJin se alejó de los
tres criminales y se adentró a la habitación.— ¡Hola, bebéees!
Jeon no quería que SeokJin haga sentir a aquéllos mocosos como si estuvieran protegidos por
él, comenzaba a cabrearle que les llamara de esa forma estando el presente.
Porque hasta Jeon Montana se empalagaba facilmente de las cursilerías de su amigo.
...
—¿Y bien?— Pregunto NamJoon.
—TaeHyung será el hacker, pero JiMin también participará en el robo, ese mocoso es bueno
escabulléndose tomando las cosas del lugar.— Sentenció Montana.
—¿estás seguro de querer incluír al otro?— J-Hope preguntó inseguro.
—Él sabe escoger las joyas, Hope, él eligió las mejores bolsas del sótano.— Afirmó el líder de
ambos invitados.
—Si bien.. en dos semanas es el evento, pueden ser nuestras águilas antes de hacer acto de
presencia en el banco.— Asintió Mr. Kim al hablar.
El acuerdo terminó y Montana se adentró tranquilamente a la habitación donde estaba el
ardiente pelinegro y su amigo.
JiMin reía junto a TaeHyung por alguna idiotez que mencionó SeokJin.
De seguro uno de sus pésimos chistes. Pensó.
JiMin de inmediato paró de reír al ver a Montana en el marco de la puerta observarle
detenidamente.
Montana era un supermodelo sacado de alguna revista para adolescentes hormonales, a JiMin
le atraía el rostro serio y duro de Jeon, sumado con ese traje elegante negro ceñido a su
musculoso cuerpo, era igual a un hombre ardiente y antojable para el gusto de Park.
—¿Terminaron de hablar por fin?— SeokJin miró a Jeon como si fuera una persona común y
corriente.
Y el pelinegro, JiMin, se sentía intimidado cuando esos oscuros ojos se posaban sobre los
suyos aunque fueran por milésimas de segundos.
—Sí, y Park estará incluído.— Suspiró Jeon Montana mirando hacia la ventana.— Sigo
cabreado, pero trabajo es trabajo..
—¿Cuando vas a dejar de ser tan rencoroso, hombre?— Preguntó SeokJin con fastidio.
Jeon se encogió de hombros, dándose la vuelta sobre sus talones dispuesto a irse a su oficina.
—Cuando dejes de hacer tan horribles chistes y el agradable culo de Park sea plano.— Dijo
azotando la puerta.
JiMin estaba sonrojado.
Jeon Montana pensaba que su trasero era agradable.
Hellooooow.
Sorry chicas, como que hoy no estuve del todo inspirada, me disculpo si el capítulo no quedó
como esperaban. u ú
En fin, tengo tantos planes para esta historia que sé que les va a encantar. Jejejox.
Hoy volveré a subir capítulo, las voy a consentir con dos o tres capítulos para que me amen, no lo
sé. (?)
O amen más a Daddy Montana, que es lo más seguro, pecadoras:v.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Ay Néstor qUÉ ES ESTO AAAÁAAAAAAAAAA.😍
0 6.
El día comenzaba y JiMin no podía estar más agradecido con Montana por tan lo menos dejarlos
ducharse, se sentía una rata de alcantarilla apestosa y pegajosa. El chorro de agua fresca
relajaba su tenso cuerpo de una manera increíble, pensó que se quedaría dormido si no fuera
porque sabía que se daría tremendo golpe si dejaba tumbar su cuerpo por culpa del sueño.
—Apúrate, JiMin, también tienes un amigo que se siente asqueroso.— Chilló TaeHyung al otro
lado de la puerta, cortándole a Park su momento de paz.
Bufando cerró la llave de la regadera y tomó su toalla comenzando a secarse, por fin se sentía
oloroso y limpio, la frescura no abandonaba su cuerpo.
Aunque de todas formas volvería a sudar y quedar apestoso.
En una hora más, Jeon Montana les había dicho que hoy los entrenarían con armas, JiMin
estaba extasiado por tener en sus manos por primera vez un arma.
Sabía que aquéllos objetos de muerte eran los juguetes favoritos de Montana, por lo que tendría
cuidado con sus movimientos y palabras si no quería un enorme hueco con bala en su delicado
cuerpo.
Vistió unos Jeans que les había dado SeokJin, estaría feliz con ellos, pero no, la prenda le
hacía sentir una salchicha mal empaquetada de lo mal que le apretaba el trasero, sabía que ese
era uno de sus mejores atributos.
Pero odiaba no poder vestir algunas prendas por lo redondo y grande que era, y sus muslos
tampoco ayudaban, realmente se sentía una salchicha mal empaquetada.
Pero un leve sonrojo decoró sus regordetas mejillas al recordar las palabras de Montana sobre
su trasero, ¿se lo ha mirado mientras él está distraído? JiMin no estaba para nada incómodo,
¿quién no se sentiría sexy si un hombre caliente con porte elegante y sonrisa de infarto dice que
tu trasero es agradable? JiMin se sentía en ese momento Kim Kardashian.
Claro, sin operaciones y más guapo.
Salió del baño una vez vestido, ignorando las quejas de su amigo apurándole por la demora de
tiempo, cepilló sus cabellos negros con sus dedos y sacudió la cabeza como cachorro para
terminar de quitar las gotas de agua sobrantes. Estaba curioso por saber a dónde iban a llevarlos
para empezar con las clases sobre las armas.
¿Jeon los entrenaría? ¿Jeon iba a supervisar?
Tantas preguntas sin respuesta tenía el pelinegro sobre Jeon Montana. Mordió su labio inferior
al recordar las potentes miradas que le dedicaba, y es que JiMin estaba cien por ciento seguro
que no había hombre más caliente y seductor que Jeon Montana.
—Listo, ya podemos esperar al cara de pocos amigos.— Interrumpió TaeHyung con la sonrisa
idiota en su rostro.
—Te recuerdo que estás bajo su techo, si te escucha que le llamas así, te matará.— JiMin
advirtió jugando con sus anillos de plata en sus lindos, pequeños y gordos deditos.
.
—Llegamos, jefe y compañía..— La puerta de la limosina de Jeon se abrió, dejando ver al
frente un gran campo.
TaeHyung suspiró horrorizado por el tremendo calor que el lugar tenía, pero para Montana no
significaba nada, bajó del auto, dejándole a JiMin una vista de pocos segundos de su trasero y
piernas al bajar del juguetito andante. Park tragó saliva, después de todo, ese hombre ardiente es
el mismo que le va a hacer pagar por cada robo que le hizo, pero su vestimenta no le ayudaba a
apartar su mirada de él.
Camisa blanca con las mangas dobladas a sus codos, pantalón negro y unas
botas que si bien JiMin no se equivocaba, eran unas botas Timberland.
En silencio y rodeado de muchos guardias, Park y Kim siguieron su camino detrás de Jeon,
ellos tan nerviosos y Montana tan firme y seguro de sí mismo.
—Te vuelvo a ver el rostro, Montana.— La voz del conocido Mr. Kim llamó la atención de
ambos chicos, buscándole con la mirada y sentirse pequeños al lado de ellos dos.
—Trabajo, Kim, no lo olvides.— Mencionó Jeon con una sonrisa arrogante, relamiendo sus
labios gracias al calor que los resecaba.— Bien, aquí los tienes, son todos tuyos.
Jeon se fué alejando de NamJoon y TripleB, dirigiéndose a la primera sombra que se le
atravesó para poder relajarse del horrible calor que hacía en el lugar, cruzándose de brazos y
separar levemente las piernas estando de pie.
Oh, Jeon se iba a divertir observando la torpeza de esos niños.
—¿Ya han tenido en sus manos un arma?— Preguntó el más alto, poniendo nervioso a
TaeHyung con su potente mirada.
—No, he visto en televisión cómo cargar el arma pero..— Park se encogió de hombros.
Mr. Kim estaba por reír, estaba seguro que Montana estaba con la risilla burlona en su rostro,
sin embargo, se tragó toda la burla para no querer ofender al pelinegro y continuó explicando un
par de minutos el como cargar un arma, resolviendo las dudas de aquéllos emocionados chicos.
—¿Ya les quedó claro?— Volvió a preguntar NamJoon.
Asintieron y el dueño de las armas les entregó una a cada quién, alejándose un poco a su
derecha para darle campo libre de disparar los muñecos tamaño real que estaban a unos cuantos
escasos metros de ellos.
—Lúzcanse.— Dicho esto, Mr. Kim dejó que TaeHyung disparara primero, logrando pegarle en
el brazo de su muñeco.
—Deja de temblar, el arma no sacará la bala del otro lado.— Aconsejó el ahora maestro de
Park y Kim.
Montana por su lado, tenía la mirada fija en el pelinegro, sonriendo maliciosamente al notar que
los jeans que eligió para Park le quedaban mejor de lo que pensaba. Era un malicioso hijo de
puta.
Ver a JiMin tan nervioso con el arma en manos le hicieron recordar su pasado como un águila
aprendíz, dónde sujetar una pistola era lo más peligroso que había tocado en su corta vida. El
turno de aquél caliente y pequeño pelinegro llegó y Jeon se acomodó mejor en su lugar, el
espectáculo apenas comenzaba.
Era mejor de lo que pensó, JiMin cerraba sus ojos al oír el ruidoso sonido de la bala siendo
liberada, desviándose de su objetivo por despistado.
—Park, no cierres los ojos.— Sentenció Mr. Kim mirándole sin ninguna expresión.
JiMin asentía pero no conseguía concentrarse, lanzaba balas a lo estúpido y eso a Jeon
comenzaba a irritarle.
Minutos pasaron y dos balas desviadas fueron suficientes para que Jeon mandara todo a la
bendita mierda y comenzara a dar zancadas hacia el lugar dónde el pequeño estúpido estaba.
—Dáme eso, te enseñaré como se hace.— Gruñó Jeon arrebatándole la pistola de las
pequeñas manos de Park, cargándola con fácilidad y menos tiempo que lo que se demoró Park y
se acomodó sin mirar el muñeco.
—Por ser nuevo en ésto, mira hacia el frente, jamás desvíes los ojos del objetivo.— Jeon
miraba retadoramente a JiMin desde arriba, puesto que su altura era superior a la de Park y estiró
el brazo en dirección al muñeco, jalando el gatillo y dándo en la frente del objetivo.— De ésta
jodida manera.— Gruñó ladeando a su izquierda el arma.— Buscas la posición más cómoda y..—
Jaló de nuevo el gatillo.— Matas a tu maldito rival tan fácilmente.
Park estaba demasiado intimidado por la grandeza de Jeon, tragaba saliva más nervioso
cuando sus ojos se encontraron con los del hombre, dándole toda clase de escalofríos.
—Es tu turno.— La voz de Jeon sonaba firme y dura.
Asintió aún aturdido y tomó la pistola, procurando no tocar los dedos de Montana o se
desmayaría. Sentía la mirada de Jeon sobre él tan fuerte que tuvo que tragarse todo esos
nervios, sus narices estaban a escasos centímetros de rozarse y JiMin contempló unas solitarias
gotas de sudor deslizarse por su cuello y perderse por su camisa.
—Intenta darle en la cabeza.
JiMin asintió, apuntó la pistola en la cabeza del muñeco y temblorosamente jaló el gatillo,
logrando ver como la bala salía con fuerza y se impactaba en la cabeza del muñeco.
Oh mil mierdas.
¿Eso lo hice yo? Se preguntó Park abriendo de más los ojos.
Jeon relamió sus labios mirando el paradero de la bala y asintió.
—Nada mal.
Fijó su mirada en NamJoon y asintió cortamente, dándose la vuelta y dirigirse a su limosina.
—Continuaremos mañana, traten de no desobedecer al señor Montana o les revienta el trasero
a patadas.— NamJoon tomó las armas de ambas manos de Park y Kim y las guardó en sus
respectivos maletines.
Vaya día de malditos locos asesinos.
.
Hellooow por segunda vez.
Listo, segundo capítulo del día completado. :D
En unos minutos más tendrán el siguiente para que no se queden con la intriga de lo sucederá
con Park nervios locos JiMin ¿chí?
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Les dejo a la imaginación este gesto, cjau.
0 7.
.
Yastáaaa.
¿felices? ¿satisfechas? ¿con ganas de más daddy Montana? Jejejox.
Ya cumplí, shiquillas, disfruten y deleiten su imaginación con el ardiente Jeon Montana.
Digo, no pensaba que el papel de JungKook les vaya a encantar tanto, so.. es bien daddy
ahora que lo pienso. JSJSJSJS.
Ahora mismo me iré a terminar algunos proshektos, ñaña.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Esa sonrisa lujuriosa está matando a mis lectoras y a mi, Jeon, párale ya wey.😍
0 8.
—Yo..
—Cállate, qué bueno es verte despierto ahora.— Murmuró Jeon soltando un suspiro y cruzarse
de brazos, provocando que al hacerlo, su camisa se pegara a su cuerpo, marcando a la
perfección esa caliente anatomía que ponía peor al pelinegro.
—¿Eh? ¿por qué es bueno tenerme despierto?— Preguntó JiMin, relamiendo sus labios al
observarlo disimuladamente.
—Verás.. te había oído hablar con tu amigo que estabas curioso por saber como resuelvo mis
negocios.— Montana no quitaba ese ceño de su rostro en ningún momento.
—Dijo que lo resuelve con un balazo en la cabeza.
—De igual forma, ¿quieres ir? Me acaban de llamar con urgencia.
JiMin quería gritar como adolescente hormonal con su primera cita, ¿era eso posible? ¿ir con
Jeon a una misión?
—Eh, yo.. ¡Claro! Iré a vestirme.— Dejó el vaso vacío sobre la barra.
—Cuando termine de suspirar quiero que estés aquí.
—¿Qué?
—Que muevas el lindo culo que te cargas y te apures.— Gruñó Jeon, mirando su costoso
Rolex para verificar la hora.
Aunque en realidad estaba aguantando las ganas de mirarle otra vez el culo a Park, ya que lo
tenía a centímetros de él.
JiMin salió disparado a la habitación con otro sonrojo decorando sus mejillas, se colocó uno de
los jeans que le dió SeokJin y una sudadera negra, cambió sus pantuflas de conejitos por sus
botines color mostaza, listo para ir a dónde Jeon dijo que iría. Bajó corriendo las escaleras, viendo
a Montana ponerse el saco negro de siempre y seguirle a la puerta.
La brisa de la noche les golpeaba suavemente sus rostros, estremeciéndoles de una manera que
querían solamente terminar de dormir.
Bueno, solo para Jeon, porque JiMin parecía niño de cinco años yendo por primera vez a
Disneylandia.
—¿En qué te quieres montar? ¿la limosina o la camioneta?
En el dueño de ambas. Pensó Park.
—En la que sea está bien.— Sonrió JiMin, agradecía que fuera de noche para que Montana no
detectara su notorio sonrojo.
Jeon imitó su acción, esbozando una perversa sonrisa y sacar su lengua levemente,
relamiendo sus labios. Los guardias del narco terminaron abriendo la puerta de la camioneta,
según Jeon así pasarían desapercibidos.
—Entra.
JiMin obedeció, se montó en la parte trasera de la camioneta y esperó en la esquina de la otra
puerta a Jeon. Su delicioso aroma a perfume costoso olía demasiado bien. Montana subió a la
camioneta y JiMin no pudo contener el pequeño suspiro en sus labios cuando vio las tonificadas y
gruesas piernas de Jeon Montana, mirando de reojo hasta la entrepierna de su acompañante.
Me voy a volver loco, cálmate un segundo. Se repetía mentalmente JiMin en todo el trayecto.
Montana solo quería dormir en ese momento, estaba tan cansado que apoyó la cabeza en el
respaldo de la silla, cruzándose nuevamentente de brazos y tragar saliva, cerrando sus ojos.
Jeon no quería mirar el Sur de JiMin, estaba conteniéndose sabiendo que Park lo estaba mirando
descaradamente.
—¿Te gusta lo que ves?..— No contuvo en preguntar Montana.
JiMin, completamente sorprendido y sonrojado, alejó la mirada rápidamente del protagonista de
sus deseos más impuros. ¿qué debía responder si lo había pillado mirándole el paquete?
—Eh..
—Llegamos, señor Jeon.— Una voz le salvó del vergonzoso momento.
Suspiró aliviado y bajó después del gruñón Montana, sin alejarse mucho de él puesto que
estaban en un lugar bastante alejado de la población de Busan, el tiempo pasaba tan rápido
cuando estaba junto a Jeon.
Escuchaba el chillido agudo de algunas ratas de alcantarilla que se paseaban por el abandonado
y oscuro pasillo.
—Quédate cerca, Park.— Advirtió Jeon mirandole detrás de su hombro.
—A-ajám..
Unas súplicas se oían con claridad, Park estaba curioso por saber a dónde dirigían. Uno de los
guardias de Jeon abrió la puerta de lo que parecía ser una bodega y el hombre suspiró antes de
entrar. Park le seguía en todo momento, hasta que sus ojos captaron a un hombre atado a una
silla, justo como Montana los tenía hace algunos días atrás. Jeon lo observaba seriamente
apretando su prominente mandíbula y metió sus manos en sus bolsillos.
JiMin solo se quedó tras él, observando el evento escondido tras su espalda.
Jeon suspiró, alzando las cejas cansadamente.— Señor, Lee.. señor Lee..— Murmuró
llamando la atención del nombrado, tragando saliva al momento de reconocer a Montana.
—Se-señor Jeon Montana..— El hombre tartamudeó, encogiéndose en su lugar.
—Esta es la segunda vez que me pide dinero y no me devuelve..— Jeon se alejó de Park,
caminando peligrosamente hasta el hombre, encogiéndose muy levemente hasta quedar a la
altura del hombre.— Ya es un millón de wons, y todo te lo gastaste en un paseo en yate ¿es eso
posible, señor Lee? ¿mentirme diciendo que su hija necesitaba una operación urgente del
corazón?..
Park pronto averiguaría como mierda Jeon se enteraba de la verdad tan rápido. Su atractiva
espalda era lo único que podía mirar el pelinegro con encanto, verlo tan peligroso y diabólico a la
hora de negociar se estaba volviendo una de las cosas más calientes que había visto JiMin.
—E-eso del paseo es mentira.
—Por favor, Lee, ¿crees que estás tratando con un idiota?— Rió sin ganas Montana, dejando
en silencio al pobre hombre.— Desde que pisaste mi bar para hablar conmigo tuve ojos sobre
ti.— Gruñó, irguiéndose correctamente y cruzarse de brazos.
—E-está bien, mentí.
—Por supuesto que mentiste, estaba esperando a que lo confirmaras tú mismo.— Acomodó su
saco con la sonrisa socarrona en su rostro.— Te dí dos semanas y no me pagaste, te advertí que
conmigo no hay juegos, señor Lee..
Park sabía lo que iba a hacer. Park se estaba cagando en sus pantalones ahora mismo.
—Po-por favor déme más tiempo..— Suplicó Lee.
Jeon negó rápidamente.
—Soy un hombre de palabra, y te dije que te mataría si no me pagabas.— De la parte trasera
de su pantalón sacó rápidamente su pistola, cargándola y apuntar la frente del tipo.— ¿Algo más
que agregar?— Preguntó sin interés, mirando hacia al frente con su lengua empujando su mejilla.
Sexy asesino.
—P-por favor..
—No.— Jaló el gatillo, haciendo rápida la muerte de Lee con aquél balazo en su frente.
Park dió un pequeño brinco en su lugar, no quería terminar como Lee, claro que no quería.
Jeon era tan frívolo a la hora de matar.
Obedecería en todo a Montana.
Jeon suspiró y guardó su pistola en su respectivo lugar, dándose la vuelta para fijar su mirada
en JiMin.
—Vámonos.— Fué el primero en salir del lugar, seguido por Park, quién miró tras su hombro el
cuerpo del hombre sin vida y sus guardias tras ellos.
JiMin no había visto en su vida cosa más caliente y peligrosa a las cinco y media de la mañana.
Hellooooow.
Ya lleguéeeeeeeeeee (?)
Les traje capítulo sexy/asesino de Jeoncito bb, jejejox.
Mañana actualización, las amo, gracias por el apoyo.
Kookaracha beBÉ NO ME MATES PLS YA TE DEDIQUÉ CAPÍTULO PA QUE VEAS QUE PURO
AMOR A TI.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Me pasaron esto por WA y literal me dió un millón de infartos, SLFLELRLG.
0 9.
Park había quedado con un leve trauma al ver como Jeon dejaba ahí tirado el cuerpo del señor
Lee, le había dicho que los guardias se encargarían de él, pero es que ¿no se arrepentía después
de haberlo asesinado? JiMin pensaba que a los dos minutos de matarlo ya se estaría quitando la
vida él también.
Tremendo marica. Pensó el pelinegro.
Eran las ocho cuarenta y tres de la mañana y apenas estaban llegando a la mansión ¿dónde
estaban? Simple: Montana tenía que atender otras cosas después del incidente del señor Lee.
Como visitar su fábrica de droga, por ejemplo.
JiMin se había quedado perplejo ante el gran tamaño de la fábrica, aunque JiMin no se
drogaba, veía asombrosa la manera en como se creaban esos polvos, pastillas entre otras cosas
que te llevan a ser imbécil. Al salir, Montana se dirigió a visitar a J-Hope, diciendo que tenían que
verse en su mansión al anochecer para terminar de preparar el esperado asalto que por cierto, a
JiMin se le mojaban los pantalones de solo pensar que robaría el banco fuerte junto a Jeon
Montana.
Ahora mismo, en la mansión, JiMin se estaba dando una asombrosa ducha, sin que TaeHyung
molestara ya que seguía durmiendo.
—Ah~ tengo sueño..— Murmuró Park para sí mismo, pasando el jabón por su cuerpo un poco
cansado.
—¿Enano? ¿con quién estás hablando?— La voz ronca y somnolienta de TaeHyung del otro
lado de la puerta le alarmó a Park.
—C-conmigo mismo.— Park tartamudeó.
—¿Seguro? ¿o le estás dedicando una jalada a Jeon Montana? Porque te oyes tan drogado y
lujurioso..— TaeHyung canturreó sin medir el sonido de su voz.
Haciendo que Jeon le oyera mientras pasaba por la habitación dónde Park estaba para ir a la
suya. Paró en seco cuando su nombre fue mencionado y quedó como piedra en su lugar.
—¿Q-qué? ¡N-no! Me estoy terminando de duchar..— JiMin jadeó nervioso.
—¿Ahora así se le dice, JiMin? ¿terminar de ducharte cuando te estás tocando pensando de
Montana?— Kim preguntó con ese tono burlón.
Claro que a Jeon le estaba gustando oír eso, oh, claro que lo hacía.
—¡Cállate!— Park abrió la puerta del baño con fuerza, con su toalla enrollada en su cintura.
Para la buena suerte de Montana, la puerta de la habitación de TripleB estaba semi abierta, y
por la ranura libre estaba viendo todo el espectáculo. Y vaya espectáculo..
A Jeon le fascinó tanto ver a JiMin en solo una simple toalla que consiguió una erección en
cuestión de segundos.
—Oh, por la jodida mierda..— Jeon susurró soltando un jadeo e irse dando zancadas hasta su
habitación, iba a bajarse la erección por mucho que anhelara ver el cuerpo de JiMin empapado.
.
—Derecho, JiMin, deja de bostezar.— Mr. Kim gruñó al ver a un cansado y debilucho JiMin.
El nombrado solo asintió y pestañeó varias veces para tratar que mantenerse despierto, bajo
sus felinos ojos habían unas medias lunas púrpuras decorándolos.
—¿Por qué se estará durmiendo el bebé?— SeokJin preguntó estando al lado de Jeon.
SeokJin quiso venir a ver a sus niños entrenar, pero Jeon no era imbécil, SeokJin venía
solamente para comerse con la mirada al entrenador de sus "niños".
—Ésta madrugada me acompañó a ver unos asuntos, quiero pensar que no ha dormido
absolutamente nada.— Jeon explicó cruzándose relajadamente de brazos, sin dejar de mirar al
pelinegro.
—Pobrecito.. debiste dejarlo descansar..— SeokJin susurró.
Montana miró a SeokJin unos segundos, considerando si hacer que JiMin descansara en su
auto mientras solo entrenaban a TaeHyung.
Algo en Jeon le gritaba que tomara a JiMin y lo llevara al auto para que descansara.
Y es que el pelinegro estaba tan cansado que con solo Jeon mirarlo, igual tuviera sueño.
—Está bien, le diré a NamJoon, no está del todo concentrado.— Jeon metió sus manos en sus
bolsillos y trotó bajo el fuerte sol hacia donde estaba aquél aprendíz.
SeokJin mordió su uña soltando una risilla maliciosa, Jeon no se había dado cuenta que el
rubio lo hacía con intenciones.
JiMin no se fijó cuando Jeon llegó al círculo para hablar con NamJoon, quería dormir tan mal
que comenzaba a alucinar cosas estúpidas con la pistola en sus manos y la sonrisa somnolienta
de completo idiota era prueba de su sueño.
—No, NamJoon, él me acompañó toda la madrugada hasta ahora para resolver asuntos.— Dijo
firme Jeon.
—Pero él..
—Yo lo entrenaré mañana, debe dormir si no queremos un asesinato inesperado.— Sentención
Jeon dándole una última mirada a NamJoon.— continúa con TaeHyung.
JiMin sacudió su cabeza cuando escuchó a Jeon, mirándole tímidamente, se sentía
avergonzado de estar durmiéndose en momentos importantes para ámbos hombres.
—Vamos, JiMin, sígueme..— Jeon murmuró solo para que Park le escuchara, comenzando a
alejarse del círculo.
JiMin dejó la pistola en la mesilla y se disculpó con Mr. Kim avergonzadamente, para ir
corriendo a dónde el hombre se dirigía.
El auto.
—Descansa un poco, Park, has estado despierto toda la noche.— Jeon abrió la puerta de la
camioneta negra, esperando a que JiMin ingresara.
—Yo.. gracias, no volverá a suceder..— JiMin bajó avergonzado el rostro hasta mirar sus
zapatos unos momentos.
—No pasa nada, entra.— Ordenó Jeon con un movimiento de cabeza.
JiMin obedeció, se montó en el auto y miró unos segundos eternos a Montana, este le
correspondía la mirada. La tensión sexual cada vez era más potente, ámbos se comían con solo
mirarse, todo comenzaba a calentarse sin ser por culpa del sol hasta que...
Jeon fue empujado contra JiMin, cayendo sobre el pequeño cuerpo de este bruscamente y la
puerta de la camioneta fue cerrada de golpe, se escuchó el bloqueo de todos los botones del auto
y el seguro bloquear las puertas.
—Ahg.. mierda..— Jeon se levantó de poco en poco, hasta caer en cuenta sobre quién estaba
tumbado.
JiMin estaba sonrojado completamente, con la mirada asombrada y con cierta inocencia en sí
mismo. Eso solo despertaba el hambre de Jeon.
Sin querer hacerlo, Jeon se levantó de encima del cuerpo de JiMin sentándose correctamente
e intentar abrir las puertas.
—Tiene el seguro de niños, joder..— Jeon gruñó, dejando caer su rostro en el respaldo de la
silla y llevar las manos por su rostro, revolviendo sus cabellos y bufar cansado.
JiMin no podía dejar de mirarlo, no podía creer que cualquier movimiento que Montana haga lo
deje ver sexy.
—Desde la madrugada estás mirándome como un pedazo de carne, cariño ¿qué acaso la
atención que te diste en el baño esta mañana no ayudó?— Jeon preguntó con su acento Satoori,
cruzándose de brazos y mover perezosamente sus ojos hasta JiMin.
Park estaba sonrojado, demasiado sonrojado.
—¿A-atención en el baño esta ma-mañana?— Repitió el pelinegro con asombro.
—Oí a tu amigo mientras caminaba a mi habitación, me siento halagado de ser yo la razón de
tu orgasmo matutino.— Jeon le guiñó un ojo, intimidando a JiMin.
—No me masturbé esta mañana, yo..— JiMin no supo que decir.
JiMin sí se había masturbado pensando en Jeon, que eso era lo peor.
—Tú... ¿qué?..— Preguntó con sorna el castaño, arqueando una de sus cejas.— porque si te
avergüenza decirle al protagonista de tu actividad matutina sobre tus tratos cariñosos, cariño,
también de diré que te he dedicado unos cuántos orgasmos.— Jeon cerró sus ojos tranquilo.
—¿Yo por qué?— Preguntó JiMin de repente.
—Ese lindo culo que tienes me llama.— Jeon se encogió de hombros.— Es ardiente.
—¿Ah sí?
—Sí~ y cuando caminas frente a mi, me siento seducido.— Dijo sin más, Jeon relamió sus
labios inconscientemente al recordar cuando JiMin estaba solo en pijama esta madrugada.
—Lo tomaré en cuenta, señor Montana..— JiMin sin querer mencionó con su voz coqueta.
—¿Piensas seducirme más seguido, Park?~— Preguntó socarronamente, conteniendo las
ganas de darle una palmada a sus prominentes muslos.
Park se encogió de hombros, sonriendo tentadoramente.
—Quizás~.
.
Hellooooooow.
¿cómo están, me extrañaron? Ahk.
Ya les traje capítulo de su historia moja calzones fav, jsjs.
Disfrútenlo, chicuelas, en un rato se sube el prólogo de la historia ganadora.
Sho me despido cochitas beias, cjau cjau.
🌚.
1 0.
Capítulo dedicado: ratakuk (la fan #1 del moja bragas Montana ahr)
04 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.
11:35am.
Me las vas a pagar, Jeon.
-
—Mmhh..
—Piénsalo, no lo sé..— Murmuró Jeon con la voz ronca.
—Sí, lo pensaré..— Respondió JiMin cerrando los ojos.
Jeon esbozó una sonrisa coqueta, mordiendo su labio de solo pensarlo.
—Aunque no te va a salir gratis ésto, Jeon.— Sentenció Park, cruzando sus piernas y provocar
de el nombrado gruñera en silencio al ver como se marcaban sus muslos.
—Oh, si a dinero te refieres no será proble..
—No quiero dinero.— Cortó JiMin, esbozando una sonrisa que a Jeon le comenzaba a poner
como una piedra.
—¿Y qué quieres?..
—Lo sabrás cuando robe lo que me estás pidiendo.— Dicho esto, el pelinegro le dió la espalda
dispuesto a dormirse.
—¿Sabías que me estás dando una maravillosa vista de ese culo, Park?— Jeon preguntó de
brazos cruzados sin alejar la vista de los glúteos de JiMin.
Este solo asintió.
—Esa es la idea, señor Montana.— Si vieras lo maravilloso que es sin nada que lo cubra.
Pensó JiMin.
—No es momento de comenzar a coquetear en el auto, joder..— Bufó Jeon colocando su mano
sobre su creciente bulto en sus pantalones y tratar de cubrirlo.
—Shh, si sigue hablando así de caliente, señor Jeon, en la noche me escabulliré en su
habitación.— JiMin sentenció sin mirarle.
—¿Y eso se supone que es una amenaza?— Montana soltó una ronca risa socarrona.— Oh,
precioso, estaría encantado con tu compañía en mi habitación en la noche.
JiMin se sonrojó.
—Esta bien, me calmaré con los coqueteos.— El tono en la voz de JiMin le provocó una risa a
Jeon.
—¿Ya te estás arrepintiendo?
—Para nada.— JiMin se giró hasta quedar frente a Jeon, mordiendo su labio al ver a aquél
caliente hombre.
—No me mires así, joder.— Jeon apretó los dientes, devolviéndole la mirada a Park.
Por fuera del auto, escondidos de no ser pillados, un rubio y un castaño observaban el auto
desde atrás.
—No hacen nada..— TaeHyung bufó.— ¿Que Park es lento o no ha calentado a Jeon?
—No, desde que Jeon conoció a Park se pone caliente, de seguro están discutiendo o yo que
sé.
—Te dije que encerrarlos en el auto no resultaría fácil, SeokJin.
—Ya caerán..— SeokJin miró por última vez el auto para dirigirla al castaño.— Y tú, pequeño
travieso..— Pinchó su nariz tiernamente, haciendo que TaeHyung sonriera como un niño de cinco
años.— Vas a ayudarme a que ambos dejen de ser gruñones y por fin follen ¿entendido?
TaeHyung asintió obediente.
—Sí, ¿qué hay que hacer?
—Primero que nada, Jeon no debe saber nada del plan, o nos mete una bala por la cabeza, no
nos arriesgaremos tanto.— SeokJin colocó sus brazos sobre sus caderas en forma de jarra.—
Segundo, tienta a Park a que seduzca al gruñón, el resto lo aclararemos cuando todo fluya
¿entendiste?
¿Qué mierda estás pensando, Jeon? Sacudió su cabeza alejando cualquier pensamiento
estúpido sobre Park.
Él solo quería follarlo tan mal, solo era eso.
.
—Jiminnie..— TaeHyung intentó llamar la atención de un JiMin dormido.
—Mghm..
—¿Enano?..— Preguntó notando que su amigo no respondía.
—Nalgón..— Bufó y al no recibir respuesta por parte del chico dormido, sonrió con malicia.
—JiMin, Jeon está en la puerta y dice que si no sales, entrará y te follara muy duro por
desobedecerle.— TaeHyung murmuró cerca de su oído.
JiMin despertó de golpe, con sus cabellos negros como la noche revueltos y su rostro
somnoliento.
—¡¿QUE EL QUÉ?!— Preguntó alarmado, con el notorio sonrojo en sus mejillas.
TaeHyung no se contuvo más y soltó la carcajada más ruidosa de su vida. Park solo tomó unos
segundos en captar la broma de su cruel amigo para despertarlo.
—Te odio, estaba tan dormido.
—Entonces hablaron en el auto cosas sobre follar.~— K canturreó.
—¿Eh? ¡c-claro que no! N-nada más queríamos ha-hablar sobre lo del asalto..— JiMin
tartamudeó.
—Otra vez esos tartamudeos de abuela, no me mientas, Park.— TaeHyung sonrió
burlonamente.
—Agh, solo cállate y déjame dormir.— JiMin se recostó de golpe en la almohada.
Pero él tuvo una idea.
—No, mejor iré a comer algo, hace hambre.— JiMin se colocó sus pantuflas de conejo y salió
de la habitación, dejando a TaeHyung reír como idiota.
Bajando las escaleras, se congeló cuando vio a Montana en la cocina dándole la espalda.
Sin. Su. Puta. Camisa.
Solo lucía un pantalón pijama gris y sus pantuflas, su cabello castaño revuelto dejándolo más
apetecible de lo que ya era.
Estaba esperando a que la cafetera terminara de preparar ese antojable café que JiMin anheló
probar, con cada fornido brazo apoyado en la mesada provocando que sus omoplatos resaltaran
tan calientemente.
—Ay, Jeon, qué encantadora espalda.~— Pensó JiMin.
Pero en realidad no lo pensó.
Él lo dijo. Y Montana lo escuchó.
—¿Te gustaría enterrar las uñas en mi espalda, cariño?— Jeon lo miró por su hombro, sin
moverse del todo.— Se verá más encantadora con bonitas líneas rojas provocadas por tí.
Park se sorprendió al darse cuenta que Jeon le escuchó, sintiendo su cuerpo erizarse ante la
penetrante mirada que el protagonista de sus sueños húmedos le daba.
—Tal vez, no me has convencido lo suficiente para que te abra mis piernas.— Dijo sin más,
terminando de bajar las escaleras y llegar hasta la cocina, abriendo el refrigerador e inclinarse un
poco para mirar lo que había.
—Inclínate solo un poco más y la pijama se rompe, Park.— Jeon miró descaradamente el
trasero de JiMin.
—Lástima que solo podrás verlo con la pijama rota y no sin ella.— Atacó de regreso Park.
Pero no se esperó escuchar sus firmes pasos hacia él, y la palma de Jeon estrellarse contra su
trasero.
—¿Dijiste algo?— Preguntó Jeon.
—Ah..
—Tarde o temprano te terminaré follando, bebé..— Murmuró Jeon, juntando su entrepierna
contra el trasero de Park y darle apretones a este.— y créeme que cuando lo haga no vas a poder
caminar durante un largo tiempo.
JiMin soltó un gemido cuando sintió la hombría de Jeon restregarse con su trasero.
—Ah, Jeon, oh...
—Buenas noches, Park.— Dijo con la sonrisa burlona en su rostro antes de alejarse de él,
dando una última palmada a su trasero e ir hacia su habitación.
Dejando caliente a JiMin.
—Hijo de puta.. me las vas a pagar..
.
Helloooooooow.
Estaba aburrida y pues aquí les traigo un poco de lectura caliente, cjau.
Este capítulo se lo quise dedicar a la niñita beia fan número uno de Montana, para que con gusto
se moje su tanga jejejox.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
¿qué se imaginan?🌚
1 1.
Por otro lado, JiMin iba seguro de sí mismo, él confiaba de que podía salir
ganando de ésta, SeokJin le daba indicaciones del interior del lugar a donde se dirigían.
—¿Memorizaste ya el camino, cariño?— SeokJin preguntó, cuando el auto frenó finalmente,
aparcándose frente al lugar del asalto.
" JOYERÍA AGD. "
JiMin sintió la adrenalina correr por sus venas cuando aparcaron en el lugar, miró por la
ventana polarizada y asintió.
—Estoy listo, SeokJinnie..
El nombrado sonrió y le colocó a JiMin el pasamontañas y la capucha de su abrigo.
—Házme sentir orgulloso, bebito lindo.— SeokJin no borró su sonrisa y se giró al conductor del
auto.— Ábre la puerta.
JiMin respiró profundamente y corrió fuera de la camioneta cuando la puerta se abrió, sin mirar
atrás, tenía el tiempo contado. Con la pinza que le prestó TaeHyung, Park tumbó el candado de la
puerta de entrada y se apresuró a introducirse al interior.
"No mires arriba, hay cámaras".
JiMin recordó la advertencia de SeokJin y mantuvo la cabeza gacha, recorriendo los pasillos en
busca del objetivo. Joyas hermosas estaban a su alrededor, pero ninguna como la que Jeon le
había descrito.
Al fondo, justo en la última vitrina, había una gran joya color azúl marino, brillaba tan
preciosamente que JiMin se embelesó con ella.
Te encontré, pequeñín. Pensó JiMin sacando del bolsillo de su abrigo la bolsa de tela y dirigirse
a la vitrina.
Gruñó cuando vió que arriba de la vitrina de la joya, había una alarma automática.
¿Cómo carajos voy a romper la vitrina sin armar un escándalo? Pensó JiMin unos segundos,
hasta que recordó cómo TaeHyung rompía los cristales sin hacer demasiado ruido.
Envolvió la bolsa de tela en su mano y suspiró seguramente, estrellando después su mano
contra la vitrina.
¡Bingo!
JiMin sonrió satisfecho y metió la joya en la bolsa, quejándose un poco ya que pesaba.
—¿Qué caraj.. ¡Atrápenlo!— Un hombre alto, con cabello negro, descubrió a JiMin en pleno
acto.
—Mierda..— Masculló JiMin y abrazando fuertemente la bolsa, corrió como si su vida
dependiera de ello.
Rodeaba las vitrinas en zig-zag ágilmente, y soltó una risilla burlona cuando un guardia de
quién haya sido ese cabrón, cayó a su lado cuando quiso saltar y pezcarlo.
—¡Vamos, P, corre!— SeokJin chilló cuando divisó a JiMin correr como imbécil hacia la
camioneta.
—¡Tu maldita capucha, rubio!— JiMin gruñó cuando de un salto entró en la camioneta y esta
arrancaba a toda velocidad.
Se libró de ser secuestrado de nuevo, pero estaba agitado y nervioso cuando los guardias
reconocieron a SeokJin.
—Mierda.. me va a matar Jeon.— SeokJin pasó su mano por su cabello desesperado.
Y JiMin no podía animarlo, porque ya había visto a Jeon y su lado frívolo.
Mientras tanto, en el lugar del desastre, aquél pelinegro metió sus manos en sus bolsillos,
observando tranquilamente la camioneta alejarse de su joyería.
—Así que Montana está aliado con los niñatos de TripleB..— Murmuró con su voz ronca y
seria, acariciando su mandíbula.
—¿Montana?..— Preguntó uno de sus guardias.
—Sí, Jeon Montana..— El hombre misterioso asintió, mirando las farolas del la camioneta
doblar en un callejón y perderse por la vida con su maldita joya.
—Investiguen el paradero de Montana.— Ordenó el pelinegro.
—P-pero, señor, es como buscar una aguja en un pajar..— Uno de los guardias tartamudeó.
—Me importa una mierda, háganlo o les bajo a su sueldo, bola de inútiles.— El hombre se
introdujo en la joyería, hecho una furia.
—Yah~ Montana, al fin te volveré a ver.
Hellooooooow.
Al fin les actualizo Jeon, amixes, sorry por tardar un poquito, lo que sucedió es que mi internet fue
cortado en plena lluvia, Djfkdmf.
En fin, les dejo el suspenso, añaña.
Veré si puedo subir otro capítulo.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
.
Me tardé porque tuve visita inesperada, sorry, bebitas:c.
Mañana hay actualización de nuevo, relajen la raja oki grax.
LO SIENTO POR ARRUINAR SU LIMÓN AJAJAJAJA
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
La hembra de Montana:vvvv.
1 3.
.
Helloooooooow.
Ya, TRANQUILAS QUE ES LA PARTE UNO DEL CAPÍTULO, TENGO VISITA Y NO ME
CONCENTRO, POR FAVOR SEAN PACIENTES, ¿OK? OK.
Esperen un poquitico más, porfi.
Te va a doler, Park:v.
1 4.
2/2.
07 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.
9:30pm.
Ah~.
-
—Joder, JiMin.. así..— Jeon había perdido su poco autocontrol cuando los perfectos labios de
JiMin abrazaban su polla y lo chupaban como si de una paleta derretida se tratase.
Jeon había hecho realidad aquél pensamiento desde que vio a JiMin, y santísimo infierno que
el pelinegro sabía lo que estaba haciendo con su enorme polla entre sus manitos y su boca. JiMin
solo quería que el ardiente Jeon nunca olvidara este íntimo momento junto a él.
Y Jeon por supuesto que no lo haría, soñaría con ello una y otra vez.
—Su-suficiente, Park..— Jeon echó la cabeza de JiMin hacia atrás para que su polla sea
liberada, no quería correrse justo ahora y menos en su boca. Aunque era una idea bastante
tentadora.
JiMin sonrió malicioso y relamió sus labios, poniéndose de pie y sentarse nuevamente en la
repisa y separar sus piernas, esperando a que Montana ocupara ese vacío espacio. Y claro que
lo hizo, bajó los bóxers del travieso pelinegro y dejó unas palmadas sobre sus muslos desnudos,
sacándole un jadeo a JiMin y cerrar sus ojos.
Puso dos dedos cerca de los labios de Park y este seductoramente los chupo tan perfectamente
bien.
—Deja de provocarme más, Park.. sé lo que te estoy pidiendo..— Jeon advirtió peligrosamente
mientras alejaba sus dedos de la deliciosa boca de Park e iba a enterrarlos en su interior con
brusquedad, provocando en JiMin un gran gemido.
—Ah~..— JiMin tragaba saliva cuando los dedos de Jeon ágilmente se movían en su interior.
Quería todo del castaño, sin importar nada, quería a Jeon hacerle lloriquear y olvidarse de su
nombre en ese momento.
Pero quería exprimir su enojo, tentar su lujuria.
—¿O qué.. Montana?..— JiMin sonrió malicioso, mirando en todo momento a su amante.
Jeon arqueó una de sus cejas y se encogió de hombros, sacando los ahora tres dedos de su
interior y sujetar su polla.
—Tú lo pediste, cariño, yo te lo voy a dar..— JiMin no entendió lo que quiso decir hasta que el
dolor sedó su cuerpo y el miembro de Jeon se abría paso entre sus paredes anales.
Mierda.. Jeon era grande.
—Ahg.. J-Jeon..— Los dientes de Montana apretaron suavemente el labio inferior de JiMin,
acallando sus quejas.
—Me voy a cobrar todas esas veces que me tentabas, Park..— Jeon movió hacia atrás sus
caderas y nuevamente, se empujó fuertemente en JiMin, haciéndolo gemir tan audiblemente y
apretar su labio entre sus dientes.
—Ah.. Jeon.. mmgh..— Era lo único que JiMin formulaba ya que toda la conciencia la había
perdido desde que Jeon se enterró en él y movía sus caderas tan deliciosamente bien.
El Montana adoraba oír su nombre distorcionado de los labios de su nuevo amante, invitándole
a seguir moviéndose. Sus grandes manos sujetaron la cintura de JiMin y descargó toda su fuerza,
follándolo tan salvajemente que podía creer que el golpeteo de sus pieles se oían hasta el jardín
de su mansión. Por otro lado, Park apretaba la deliciosa polla de Jeon entre sus paredes,
haciéndole gruñir y gemir su nombre junto con ardientes maldiciones, su cuerpo levemente
bronceado comenzó a perlarse por el sudor que se comenzaba a hacer presente, marcando tan
bien sus prominentes abdominales, su perfecta "V" y su pene desaparecer entre sus glúteos.
Y qué decir de su rostro, tan ardiente y deseoso de buen sexo, JiMin no había visto algo tan
caliente a la hora de follar, nada comparado con el sabroso sexo de Jeon Montana.
.
—JiMin, iré con SeokJinnie a comprar pizza ¿no quieres ir?— Preguntó TaeHyung sentándose
en la cama dónde el adolorido JiMin yacía descansando.
—Mmno.. me duele el trasero..— Susurró JiMin inconscientemente, hundiendo la cabeza el la
almohada.
—¿Te caíste otra vez en el baño?— TaeHyung preguntó haciéndose tonto, él sabía que su
pequeño amigo había sido follado por Montana.
—Uhúmm, traigan de pepperoni y papas fritas..— Pidió JiMin sin abrir los ojos.
TaeHyung sonrió enternecido y revolvió sus cabellos, dejando un suave beso en el brazo de
JiMin y caminar hacia la puerta.
Era su pequeño hermano, y quería consentirlo en lo que sea.
.
Helloooow.
Ahora sí, niñas pecadoras, ya pueden amarme, su tan esperado Limón llegó, lo siento si hay
incoherencias o faltas de ortografía, me estoy muriendo y pues no me fijé mucho de los detalles.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Papi.🌚
1 5.
—Dios, me duele horrores..— JiMin susurró bajo la regadera, definitivamente había tenido la
mejor aventura sexual de su vida, pero su trasero dolía como el infierno.
Debía cuidar no hacer enojar a Montana si no quería terminar con el culo partido o
posiblemente inválido.
—¡Jiminnie! ¿Dónde estáaaaas?~— La voz de SeokJin interrumpió los pensamientos de JiMin.
—Duchándome..~— El pelinegro anunció sin ganas, alejando el jabón de su cuerpo con la
deliciosa agua de la regadera.
—Oh, bebé, suenas cansado, ¿estás bien?— La voz del rubio sonaba más cerca de la puerta.
—No dormí bieeen.— Dijo JiMin, cerrando la ducha y tomar la toalla, secando su blanca piel y
comenzar a vestir sus interiores.
Y vaya que le dolía, porque soltó un pequeño lloriqueo. Logró ponerse sus interiores cuando
SeokJin abrió la puerta de golpe, asustando al pelinegro.
—¿Qué te duele? Y más te vale que no me mientas, niño.— SeokJin comenzó a vestirlo sin
pedir permiso.
Y JiMin se sentía como un pequeño de cinco años siendo vestido por su madre.
—Yo..— Las mejillas de JiMin brillaron en un color melón intenso, llenando de ternura al rubio.
—Lo sé, no necesito detalles..— Sonrió dulcemente SeokJin cuando le colocó la camisa
blanca.— Pónte un abrigo, bebé, hace frío ahí afuera.— Besó su frente y salió del baño, dejando
sorprendido a Park.
¿él lo sabía? ¿qué carajos?..
Entonces se miró al espejo y confirmó sus sospechas. Los chupetones.
Oh, Montana, qué hermosas marcas.
Helloooooow.
Sha vine, chingus, disfruten que lo hice con tanto esmero, jijitl.
Preguntaaaaaa:
¿maratón? *caras pensando* (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Bebote roto.
1 6.
Y seguimos, ahr.
Meloso capítulo, jijitl, disfrútenlo, en unos momentos está listo el siguiente.
Cjau cjau.
Pinches tiernos los amo.
1 7.
—Guárdate las burlas si no quieres que Daisy te deje un lindo hoyo en la cabeza,
Kim.— Sentenció Jeon bufando sin mucho ánimo.
Se estaba preocupando y no sabía por qué.
—Llegaron, tumba la puerta de aluminio en sile.. está bien, es un milagro que no activaran la
alarma, gracias Ninja Hope.— El tono sarcástico le sacó una carcajada a Kim.
Jeon cerró los ojos realmente estresado de la bola de idiotas que tenía por compañeros.
—Pon el chip, ahora siéntense y déjenme trabajar, hihihi qué chistosito cuando te vea te rompo
el hocico.— Amenazó TaeHyung comenzando a teclear rápidamente.
—¿Estás seguro que puedes con ello, K?— Preguntó Mr. Kim.
—Ajám, las claves con código de número son sencillas.— TaeHyung movía sus dedos
haciendo un horrible ruido para Montana.
Minutos transcurrían y TaeHyung no anunciaba el puto código. Jeon realmente estaba dudando
de la habilidad de TaeHyung y cuando estaba dispuesto a reclamar, el castaño habló.
—¡Ajá! lo tengo, teclea JiMin..— TaeHyung esperó unos segundos. — cero, nueve, siete, uno..
sí, uno, cinco, tres, cero, ocho, tres, tres.
Jeon y Mr. Kim se sonrieron, jodida mierda que todo salió perfecto.
—Te repito, sordo.. cero, nueve, siete, uno, cinco, tre...— Jeon dejó de oír cuando una patrulla
de policía silenciosamente se asomaba por el lugar.
—¡Carajo, NamJoon!— Jeon cargó su pistola y le puso el silenciador en la punta, bajar la
ventanila suavemente y gruñir.— ¡TaeHyung, díles que se apuren!
TaeHyung obedeció y cuando la patrulla estacionó frente al banco, esperaron el momento los
dos armados para desatar su furia.
—Estos idiotas debían quedarse en su puta estación comiendo una puta rosquilla con café o yo
que mierda sé.— Masculló NamJoon cuando soltó la primera bala al primer hombre que había
bajado, tumbándolo en milisegundos.
Y bueno.. el desastre no se hizo esperar.
Los policías no encontraban de dónde salían las balas, ¿quién iba a imaginar que una preciosa
camioneta elegante estaría infestado de ladrones y fuertes narcotraficantes? Nadie.
Con real sarcasmo.
Aproximádamente habían siete policías tumbados en el suelo, cuando JiMin y J-Hope
aparecieron por la puerta con unas enormes bolsas con dinero y joyas. Arrastrándolas hasta ellos.
¡Bang!
Jeon miró quién menos se esperó caer al suelo y desplomar su cuerpo en el frío y duro
pavimento.
Joder, joder ¡Maldita sea!
—¡Espera, Jeon, no salgas sin el pasamontañas!— Gritó NamJoon cuando vio a un
desesperado Montana bajar de la camioneta echo furia y acabar con la vida del policía que había
disparado a su pequeño pelinegro.
—Santa mierda, ¡JiMin! ¡No te duermas! ¡NamJoon, mete tú el saco!— Gruñó Montana cuando
tomó el herido cuerpo de Park entre sus brazos.
—¡JiMin!~— El chillido asustado de TaeHyung resonó en sus oídos.
—Montana aún quedan dos bolsas y..
—¡A la mierda las bolsas, Hoseok! ¡JiMin se está desangrando!— Gruñó Jeon con el rostro rojo
de la ira.
Definitivamente éste era el Jeon furioso, los presentes lo habían comprobado en ese instante.
Arrancaron la camioneta y a toda velocidad regresaron a la mansión, Jeon acariciaba el rostro
de JiMin, tratando de mantenerlo despierto en todo el trayecto. Park se sentía cegado por el dolor,
joder, ¡esto era lo que estaba evadiendo de Montana y llega un puto judicial a cagarle la
existencia!
Jeon tan lo menos lo mató, y eso era lo que importaba.
Iba a matar a todo aquél que le ponga mano encima a Park.
.
Hellooooow.
Perdónenme por subir el capítulo demasiado tarde, bebas, lo que pasó es que me dolía horrible
mi cabeza y no estaba en casa, ya sabrán el estrés, mal humor y dolor que tenía, estaba en modo
Montana gruñón jiji.
Espero que entiendan, cochitas, mañana trataré de seguir la maratón para que no se queden con
la duda.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
—Estuvieron en el banco fuerte y se llevaron casi todo el dinero y joyas, Montana y compañía
iban en una camioneta negra cuatro por cuatro, con posible Mr. Kim de compañero de crímen.—
El espía lanzó varias fotos del suceso en el banco fuerte al escritorio del pelinegro.
—¿Eso es todo?..— Aquélla voz ronca alarmó al espía, revisando foto por foto con
detenimiento.
—No, lo más curioso es que mataron a siete judiciales pero uno de ellos antes de morir le
disparó a P de TripleB y Jeon Montana salió desesperado de la camioneta para matar al policía y
huír con el chico en sus brazos. No descarto la idea de un posible romance con él, pero estaba
bastante furioso.
—Hasta J-Hope está aliado con él..— Murmuró en voz baja mirando la última imagen con
detenimiento.
—Así es, estaba por seguirlos pero fueron más rápidos y los perdí de vista.
El pequeño pelinegro abrió sus ojos lentamente, encontrándose con las oscuras paredes de su
habitación y un suave dolor en su espalda baja.
—Igh~— Se quejó apretando los dientes cuando quiso sentarse en la cama, pero sin embargo
no lo consiguió.
Sólo recordaba arrastrar un saco con dinero y...
¡Mierda!
¿dónde estaban todos? ¿estará bien Jeon? ¿por qué estaba en silencio todo? ¿TaeHyung
dónde está?
Y como si leyeran su mente, la puerta blanca se abrió silenciosamente.
—¿JiMinnie?— SeokJin apareció con algunas pequeñas cajas de pastillas y algodones.
—Mgh.. me duele mucho..— JiMin se quejó sin poder moverse de la cama.
—Lo sé, cariño, vine para revisar tu estado otra vez.— Sonrió cálidamente encendiendo la luz y
sentarse a un lado de la cama.— Trata de no hacer fuerza ¿bien?
El pelinegro asintió, dejando que el rubio le acomodara con sumo cuidado.
—Uh~ ¡Al fin dejaste de sangrar! te va a arder un poco ésto, bebé, sé valiente.— SeokJin alzó
un poco más la camisa de JiMin.
Park estaba sonrojado hasta las orejas, ya se estaba acostumbrando a que solo Montana lo
mirara sin ropa.
Pero no estaba del todo feliz que SeokJin le mirara la puta espalda.
Y al parecer tampoco a Montana, pues estaba del otro lado de la puerta entre abierta, apretando
la mandíbula y convertir sus manos en puños apenas observó a SeokJin alzar la camisa de JiMin.
Joder, basta, tranquilízate. Pensaba Montana una y otra vez.
—¡¡Aahg!!~— JiMin mordió la almohada apenas sintió el algodón tocar su cortada carne.
—Tranquilo, bebé.. es solo alcohol, un poco más y listo.— SeokJin usaba la voz más dulce con
el pelinegro.
Estás celándolo con tu casi hermano marica, JungKook, maldición. Se repitió de nuevo
Montana, dándose suaves golpecitos con su palma.
SeokJin sabía de sus amoríos escondidos con JiMin, no haría nada estúpido. Se relajó por
segundos cuando otro chillido por parte del pequeño pelinegro retumbaron por tal vez.. toda la
mansión.
—Listo, cariño..— SeokJin acomodó de nuevo la camisa blanca de JiMin con demasiado
cuidado y revolvió sus cabellos.
Jeon estaba dispuesto a irse, cuando escuchó la voz casi rota de JiMin.
—¿D-dónde esta el señor Montana?..
Jeon se sintió extraño al oír su dulce voz a punto de estallar en llanto, ese instinto le pedía ir a
donde Park y abrazarlo.
—Le hablaré, tranquilo, no te muevas..— Dijo SeokJin antes de aparecer por la puerta y ver a
Montana con las manos en sus bolsillos y la cabeza gacha.
—Vaya, al parecer aquí hay otro desesperado.. entra antes de que me arrepienta.— SeokJin
señaló la puerta y Jeon sin dudarlo, dió zancadas, cerrando la puerta tras él.
SeokJin era como una madre con la gente que le rodea y no hace falta decir que le dió el
enorme y más grande sermón a Montana de toda su vida por no haber cuidado al "bebé frágil de
JiMinnie" como diría él.
—JiMin..— Jeon se acercó lentamente a dónde estaba el nombrado, después de todo, tal vez
SeokJin tenga razón.
Era un chico frágil.
—¿J-jeon?..— El pelinegro abrió de poco en poco sus pequeños y dulces ojos, provocando una
pequeña punzada de culpa a Jeon.
Debí cuidarlo. Pensó el castaño.
—Hola..— Se sentó a su lado, mirando lo delicado que se encontraba en ese momento.
Y es que Jeon comenzaba a sentirse extraño estando con JiMin, una explosión de sentimientos
dentro de él, era tan torpe hablando con JiMin. Acababa de notarlo.
—L-lo siento.. yo arruiné e-el plan y..— Iba a continuar hablando el pelinegro, sin embargo,
unos dulces labios acallaron sus impulsos.
—Shh.. no era tu culpa..— Susurró Jeon llevando una de sus manos y acariciar su mejilla.—
ese puto policía fue el culpable de que estés así.. y mi culpa por no cuidarte..
—¿Suya por qué?..— Preguntó JiMin de repente, sintiendo mariposas o lombrices en su
estómago.
—Pues.. eres tan frágil..— Fue lo único que mencionó Jeon, dejando unos cuántos besos en
los párpados cansados de su pelinegro.—..Tan frágil que por naturaleza me siento atraído a
cuidarte..
JiMin se sonrojó hasta las orejas y esbozó una sonrisita tímida.
—Está loco..
—Basta de formalidades JiMin..— Jeon acarició sus cabellos casi azules por la luz que los
golpeaba, dándole ese efecto azulado.— Sólo llámame Jeon.
—Jeon.— Afirmó JiMin revolviendo débilmente los cabellos de Montana.
Yah, JiMin, deja de corromper al serio Montana.~
.
Helloooooooow.
Aquí yo, la que combina las emociones en un solo capítulo.
Aquí encontrarás emociones como.. Ternura/suspenso/ ganas de putearte al negro por jugarle al
vergas/el pendejo pelinegro misterioso etc.
Avedá.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Era solo un pequeño niño de ocho años, no sabía la más mínima razón del por qué sus
hermosos padres se peleaban siempre que regresaba de su escuela.
¿qué está mal con ellos? Se preguntaba el pequeño JungKook siempre que iba a su habitación
a jugar con sus carritos.
Él era tan inocente, él no tenía la culpa de las bajas fuentes económicas en la familia y sobre
todo.
Él nunca debió bajar a beber agua en la madrugada.
Estaba tan adormilado que no entendió por unos segundos lo que su bella madre estaba
haciendo con un desconocido hombre en la sala de su casa.
El pequeño castaño tapó sus ojos con sus pequeñas manos y volvió a subir lentamente las
escaleras.
¿por qué mamá hace cosas de adultos con otro hombre que no es su papá? Se preguntaba el
pequeño sentado en uno de los escalones más altos, así no tendría que ver la escena de su
madre.
Pequeñas y silenciosas lágrimas se deslizaban por sus aterrados ojitos, hasta que la puerta de
su casa fue abierta con brutalidad, alarmando a todo presente en el lugar.
—Así te quería encontrar, pequeña puta..— La voz distorsionada de su padre le aterró cuando
la mujer comenzó a chillar y el hombre desconocido le arrojaba un fajo de billetes y se escapaba
del lugar.
Su padre estaba golpeando con brutalidad a la mujer semi desnuda.
JungKook lloraba y lloraba al ver a su madre golpeada.
—¡Papá! ¡deja a mamá en paz!— JungKook fue en su rescate, tratando de alejar a su padre
drogado con sus debiluchos brazos.
¿cómo un niño de ocho años iba a tomar fuerza para alejar a un hombre de treinta y siete
años?
—Aléjate, pequeño estorbo, por ti estoy siendo golpeada, si no fuera por tu culpa no estaría
vendiéndome por dinero. Niño estúpido.— Escupió su madre acomodando sus faldas negras y su
cabello.— Eres un bastardo, eso eres.
JungKook sintió todo el amor hacia su madre quebrarse en cuestión de segundos, y un fuerte
sentimiento de odio crecía poco a poco.
—Tu madre tiene razón, pequeño imbécil.— El hombre, con la corbata mal acomodada, los
botones de su camisa abiertos y una botella de alcohol a su lado.— Y es mejor que te largues de
casa si no quieres terminar mal como lo hará tu madre..
JungKook no pudo odiar tanto a alguien como odiaba a sus padres. Subió las escaleras no sin
antes tropezarse con ellas gracias a sus ojos inundados en lágrimas dolorosas.
En su pequeña mochila metió toda la ropa que pudo, ropa interior, camisas, y cuatro shorts.
Claro que se largaría.
Tomó su pequeño conejo blanco sucio de peluche, se puso sus zapatos y bajó corriendo las
escaleras, prácticamente huyendo de su casa mientras escuchaba risotadas ebrias por parte de
su padre.
Caminaba y caminaba calles oscuras, estuvo a punto de ser asaltado, no veía el final de su
caminata.
¿a dónde debía ir? No tenía dónde estar.
El sol salía y comenzaba a iluminar tan hermosamente sus calles con sus tonalidades
anaranjadas.
Pero maldición, JungKook no sabía a dónde ir. Estaba perdido.
.
Abrió de poco en poco sus ojos y se encontró con una cálida sábana protegiendo su cuerpo.
¿dónde estaba?
Cuando se sentó en aquél colchón en el suelo, se encontró con un niño bastante adorable y
con su cabello forzosamente teñido de rubio. El pequeño calculaba que aquél rubio tendría diez u
once años.
—¡Holaa! ¡Soy SeokJin! ¿cómo te llamas?— El niño saludó animadamente, esbozando una
tierna sonrisa.
Muy lindo.
—J-jungKook..— Tartamudeó el pequeño castaño, aferrándose a su peluche de conejo.
—Pues, hola JungKook, ¿por qué escapaste de casa?— Preguntaba el rubio sentado en el
suelo con sus piernas entrelazadas.
—Yo.. m-mamá y papá me odian.— JungKook comenzó a llorar, y SeokJin no tardó en
abrazarlo para consolarle durante varios minutos.
—Yah, niño, déjalo en paz, así nunca se hará fuerte.— Un hombre alto, con notables canas y
aspecto de cabrón entraba por la puerta.— ¿Cómo te llamas?
JungKook, con miedo, le dijo su nombre, haciendo que el hombre asintiera. Le daba miedo,
mucho miedo.
—Bien, niñito ¿quieres comida y agua?— Tras al ver que el pequeño asentía, el hombre
continuó.— Podrás vivir aquí, sólo si trabajas para nosotros.
JungKook asintió, a pesar de ser un niño, era muy inteligente, si se negaba ¿a dónde más iría?
Claro que la calle no era su lugar favorito para dormir.
—Bien, chico listo..— El hombre revolvió sus cabellos y sacó dos bolsas con un polvo blanco y
dos binoculares.— SeokJin, enséñale al niño su trabajo.
SeokJin asintió y tomó la mano del pequeño JungKook, éste se colgó la cuerda de sus
binoculares en su cuello y con aquélla bolsas en los brazos de cada uno.
Salieron de lo que parecía ser una bodega y SeokJin subió unas escaleras de metal fuera del
lugar, el castaño con curiosidad le siguió, hasta la azotea de la bodega.
—Bien, JungKookie, ésta calle es solitaria, pero con éste pequeño radio..— SeokJin sacó una
radio de su bolsillo.— Le avisaremos al jefe cuando veamos un auto o una patrulla de policía
cerca, ¿entendido?
JungKook asintió con su pequeña sonrisa de conejo en su rostro.
—¿Y este polvo para qué?
—Tenemos un cliente, las descripciones son, camisa roja, jeans azules y gorra blanca, cuando
lo veas, me avisarás y yo haré lo demás.— SeokJin sonrió.— Tú vigilas aquí, yo iré del otro lado
de la azotea.
JungKookie asintió y se sentó, con sus binoculares en sus manos.
Tantos minutos que se convertían en horas, el castaño logró ver a un tipo con las descripciones
que le dijo el rubio.
Se acercaba tranquilamente, fumando un cigarro.
.
Hellooooooow.
K onda k pex k kuentan ahr mentira.
Hoy ando como que cariñosa e inspirada y pues esta cosa salió, jijiji.
Vénganse todas que tengo mucho lof que repartir.(?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
2 1.
Justo así, amo este fanart dios mío qué preciOSOS YO QUIERO DIBUJAR ASÍ YORELÉ
YORELÉ YORELÉ YIJÚUUUUU.😭
2 2.
—Me siento culpable de que tengas esa horrible herida aquí..— Jeon con la yema
de su pulgar trazó con demasiado cuidado la reciente piel herida de JiMin, haciéndole dar un
pequeño salto en su lugar.— ¿Duele?..
JiMin negó.
—N-no..— Hundió el rostro en la almohada mientras sentía la respiración cálida de Montana en
su espalda baja.— No es tu culpa, Jeon..
Dejó un beso sobre la herida antes de separar los muslos de JiMin, metiéndose entre ellos y
con sus manos apretujar suavemente los globos del trasero de JiMin, sacándole jadeos
distorsionados al estar con el rostro pegado a la almohada.
Entonces fue que lubricó sus dedos con su propia saliva, separando sus glúteos y enterrar
suuavemente sus dedos.
—A-ahg..— Se quejó JiMin cuando sintió la invasión en su interior y la respiración de Montana
cerca de su oído.
—Tranquilo, amor..— besó la piel detrás de su oreja dulcemente, comenzando a mover sus
dedos en las estrechas paredes de Park.
JiMin confiaba en él como para sentirse tan relajado y excitado cuando sus largos dedos se
movían con experiencia en su interior. Tan íntimo como hermoso, JiMin no quería que el
momento se acabara. Nunca.
Jeon por lo tanto continuaba besando ahora la piel de su nuca mientras concentraba todo el
placer de JiMin en sus besos y no en el dolor en su interior para dilatarle. Y vaya que lo lograba.
—J-Jeon.. por favor..— Susurró JiMin mientras movía sus caderas lentamente contra sus
dedos.
Jeon entendiendo lo que quería, giró a JiMin boca arriba, enrollando sus piernas en su cintura y
alinear su miembro preparado en su dilatada entrada.
—Quiero que me mires mientras te hago el amor, JiMin..— Jeon ordenó besando sus labios y
lentamente se deslizaba en su interior.
Maldición, Jeon podría estar unido de esta manera con Park y jamás se cansaría de él, no se
creía lo mucho que deseaba el dulce cuerpo de su pelinegro bajo el suyo y sus labios gimiendo su
nombre por más.
Pero hoy no sería la noche en que lo tomaría salvajemente, hoy iba a hacerle el amor.
JiMin trató de no cerrar los ojos cuando la larga extensión de Montana se abría paso en sus
paredes anales, y sus manos acariciaban la piel de su cuello.
Sus ojos fijos en los de Montana, comunicándose a través de esas miradas llenas de amor,
dulzura y paz. Porque Montana así se sentía junto a JiMin, un hombre en completa paz y
felicidad.
Jeon deslizó hacia atrás sus caderas y de nuevo se hundió en JiMin, sacándole un gemido a
este al momento en que su pene se abría paso nuevamente en sus paredes.
—Ah.. Jeon..— JiMin atrajo a su amante y juntó sus labios con los suyos mientras el castaño
se hundía rítmica y lentamente en el interior de JiMin.
—JiMin..— Gimió Montana sobre los labios del pelinegro.
Miel se derretía entre ellos, una conexión tan única que a Jeon se le erizaba la piel al saber que
aquél pelinegro era suyo.
Park JiMin de Jeon.
Ambos no se dieron cuenta hasta ese momento que Jeon junto a Park era todo lo contrario a
su actitud fuerte y gruñona, y Park junto a Jeon que era el ser más frágil y querido. Eso los tenía
felices.
No voy a dejar que te aleje nadie de mi, Park. Pensaba Jeon mientras hacía suyo a JiMin con
tanto amor.
.
Helloooooooow.
Esta es mi forma de agradecerles a quiénes votaron por mi nueva historia y quiénes fueron
timadas pensando que era capítulo ahr.
Me vale un pedazo del chosto de Jeon las faltas, me estoy muriendo de hambre KDIXKDKF.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Me fascinan, son mi única religión, mi única esperanza de creer en el amor y mi todo, pinche
ratucán y nalgas duras.😍😭
MiREN COMO JEON MIRÓ A JIMIN AY NO DÍGANME QUE ESTO NO ES REAL Y LES
REBANO LAS TETAS LISTO CAMBIO Y FUERA.(?)
2 3.
—Ya te dije que no te creo un carajo, JiMin.— Escuchaba la dulce voz de JiMin
suplicarle algo en voz baja.
Pero él iba a averiguar porqué TaeHyung estaba gruñéndole a su pelinegro y claro que iba a
usar fuerza si TaeHyung no cuidaba la boca.
Jeon abrió la puerta y JiMin se sonrojó cuando observó aquélla camiseta blanca ajustada a su
fornido cuerpo, bajó la mirada preparándose para lo que vendría.
—¿Qué se te ofrece, TaeHyung?— Jeon preguntó mirando al adorable y avergonzado JiMin.
—¡¿Cómo carajo te atreves a llevarte a JiMin de su cama sabiendo que estaba herido?!—
Soltó TaeHyung.
—TaeHyung..— JiMin apretó los dientes con el rostro completamente sonrojado.
Jeon estaba furioso, y maldita sea que tenía que aguantarse las ganas de sacar a Daisy y
meterle unos cuántos balazos al cara de imbécil frente a él.
Pero simplemente se cruzó de brazos, empujando su lengua contra su mejilla y apoyándose en el
marco de su puerta.
—¿Y eso en qué te afecta a ti, Kim?— Jeon era un experto jugando con su voz, y vaya que
usar el tono divertido solo enfurecía más a TaeHyung.
—¡¿En qué me afecta?!— Repitió el chico de la bandana alzando la voz.— ¡A JiMin iba a
afectarle que se volviera a abrir su herida!
—Hey, para un segundo, Kim..— Jeon arqueó una de sus cejas.— A mi ningún cabrón viene a
alzarme la voz y menos un niñato imbécil como tú ¿Te quedó claro? No hice nada que JiMin no
estuviera a favor.— Jeon se estaba acercando a TaeHyung, cabreado hasta el último cabello.
Ay no, no ahora. Pensó JiMin para meterse entre los dos más altos y separarlos de su batalla
de miradas furiosas.
—Ya basta. —Sentenció JiMin mirando a TaeHyung.— Te dije que fue voluntad propia, Tae,
deja de armar un escándalo, por favor.
TaeHyung gruñó sin dejar de mirar a Jeon.
—No será problema, JiMin.— Gruñó por última vez antes de irse dando zancadas lejos de
JiMin.
Park realmente estaba sorprendido por el extraño comportamiento de TaeHyung. Tal vez él
tenía razón y fue un completo irresponsable sabiendo que apenas su herida estaba fresca y fue a
meterse con Jeon.
Jeon por otro lado, estaba en su posición anterior, apoyado en el marco de la puerta con los
brazos cruzados y mirando al pelinegro tener una batalla en su pequeña cabeza.
Adorable. Pensó.
—¿Qué tanto piensas, Park?— Preguntó el castaño, haciendo que JiMin parpadeara varias
veces y se sonrojara por completo.
—Eh.. yo.. disculpa por la escenita de T-TaeHyung yo..— JiMin calló cuando los brazos de
Jeon lo atrajeron a su cuerpo y cerraba la puerta tras ellos.
—No pasaría esto si no hubieras salido de mi habitación..— Susurró el castaño mordisqueando
el lóbulo de JiMin.
—Y-yo..
—Shh, justamente estaba pensando en ti hace unos minutos.— Jeon cargó a JiMin y lo recostó
cuidadosamente sobre su cama.— Le haré caso a tu amiguito y te cuidaré como debe ser.
JiMin podía autonombrarse "tomate" ya que no podía evitar ponerse rojo y caliente con los
cuidadosos gestos que Jeon hacía.
Montana se echó a un lado de JiMin y suspiró abrazándolo.
Por unos minutos que parecieron años, JiMin se encontraba acurrucado en el pecho de
Montana, con miles de preguntas en su cabeza que deseaba que sean respondidas.
—¿Jeon?..
—¿Hmh?..— Ronroneó haciendo que su pecho vibrara con el sonido.
—¿C-cuál es tu verdadero nombre?
Jeon suspiró y acarició el cabello lacio de JiMin.
—Jeon JungKook.— Murmuró buscando más cercanía en el cuerpo de Park.
Nombre lindo para alguien infernalmente sexy. Pensó JiMin.
—Me gusta.
—A mi no.— Dijo planamente, segundos después soltó una pequeña ronca risa.— Y lo digo en
serio, no estoy orgulloso de mi nombre.
—¿Por qué no? Qué dirán tus padres de ti, JungKook.
Jeon se tensó a su lado y JiMin supo que no debió soltar demasiado su boca porque después
soltó un pequeño gruñido.
—Que sea la última vez que menciones a mis padres, Park.— Montana se alejó de JiMin y se
sentó en la cama.
El pelinegro estaba bastante sorprendido como para decir algo.
—Ve a tu habitación.— Ordenó sin ninguna emoción en su voz pues no quería enloquecer
frente a JiMin.
—Y-yo..
—¡Que te vayas a tu habitación, Park!— Pero lo hizo, gritó, haciendo que JiMin saliera
disparado de su cama y huyera de su habitación con ojos acuosos
¿Por qué de repente JiMin se sentía tan débil? Tal vez porque la persona de quién gustaba le
había mirado con furia y le gritara asustándolo. No debió decir aquéllo, el pasado que guardara
Jeon, Park sabía que no debía escarbar para llegar al punto del inicio de la vida misteriosa de
Jeon.
Y Jeon no se sentía seguro de si contarle a JiMin sobre sus padres, su niñez y su empiezo en
el mundo criminal.
—Eres un imbécil, Jeon, infernalmente imbécil..— Se insultó a sí mismo mientras recordaba la
mirada asustada de JiMin cuando le alzó la voz.
Y simplemente saber que él causó ese sentimiento en su pelinegro le jodió, a tal grado de
golpear sus puños contra el colchón y empujar su mejilla con su lengua.
Jeon estaba teniendo miedo después de muchísimo tiempo, y la razón era porque no quería
alejar a JiMin por contarle su pasado. Estaba asustado de perderlo.
.
Helloooooow.
Mi mood de hoy es el dramaqueen y pues aquí me tienen desquitándome con el capítulo
JAJAJAJAKXKFKF.
En la tarde o noche tengo el otro listo, jejejox las amo.
Ya después edito las faltas de ortografía me da paja ahora sale sale sale.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
.
Helloooooooow.
Añosello les dejé colgadas tres días y jsjsjsjsjsjsjsjsjs
Sólo diré que fue para una buena causa, y sí, corté el podrido limón para después ok no me
vengan a llorar jijitl.
Las amo y si tengo tiempo les actualizo en la tarde.
El capítulo es dedicado a la linda Susy porque sus historias son vida ok ok ok ok.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Ándale, pinche Jeon, cuida a tu bebé no seas pendejo en fase dos, gracias.
Ya sé que es TaeHyung el que platica con JiMin pero concéntrense en la penDEJA LENGUA DE
JUNGKOOK MGH PAPI TE HAGO DE TODO AHR NO SI.
2 5.
El jadeante Jeon no paraba de soltar roncas maldiciones en cuanto unas manos traviesas
comenzaban a apretar con ganas aquél bulto en sus pantalones y un desnudo JiMin yacía sobre
su regazo chupando la piel de su cuello. En aquél momento Montana había olvidado que existiera
un SeokJin, un Hoseok y unos guardias en la mansión.
Necesitaba tan mal a JiMin.
—Mh..— Ronroneó el pelinegro sobre su ya marcada piel, antes de comenzar un vaivén con
sus caderas.— Si quieres que te perdone no debes moverte..
—No me pidas tal mier.. ¡Park!~— Gritó en cuanto JiMin dió un sentón sobre su bulto, dándole
una enorme sensación de placer recorrer su caliente cuerpo.
—Sin moverte o no te perdono.— Sentenció JiMin posando sus oscuros y finos ojos sobre los
embriagados de Jeon.
Maldita sea, es un demonio vestido de ángel. Pensó Jeon antes de tragar saliva y asentir
lentamente.
Cuando echó la cabeza hacia atrás hasta chocar con el respaldo y cerrar sus ojos, sintió a
JiMin escurrirse de sus piernas y quedar entre ellas, desabrochando su pantalón y bajarlo junto a
sus bóxers.
—Sí, cariño.. justo a.. mhg..— Montana había perdido cómo hablar después de que la lengua
de Park recorriera toda la base de su pene hasta su glande, mandándole un cosquilleo.
Cuando JiMin metió su extensión en su boca, el castaño iba a tomarlo del cabello, sin embargo,
la mano de JiMin golpeó la suya y continuó abrazando su miembro con sus labios.
—No tienes permitido tocarme..— Dijo JiMin un minuto después de que haya golpeado la mano
de Montana y soltado su miembro en busca de aire, dejando una fina línea de saliva que
conectaba su extensión a sus labios.
Jeon sabía que JiMin era una mezcla de tentación y pecado, porque maldita sea, el chico era
tan infernalmente caliente al momento de succionar su pene con esos voluminosos labios y con
los pómulos resaltados. Pero también, cuando lo miraba justamente a los ojos, veía una cara de
ángel, una maldita pureza demoniaca.
JiMin subió de nuevo a su regazo con ambas piernas separadas y frente a los labios de Jeon
colocó tres dedos, el castaño, verdaderamente asombrado y excitado, jadeó en respuesta.
—No me digas que..
—Sí, recuerda que no debes tocarme.— JiMin mordió su labio en cuanto Montana cubrió sus
dedos con su boca y los lubricaba tan bien.
Entonces fué que lo hizo, JiMin llevó sus dedos a su pequeña y estrecha entrada,
empujándolos contra él y gruñir cuando el pequeño dolor abarcó su cuerpo.
—Es lo más caliente que he visto en mi puta vida..— Jeon cubrió su boca con una mano
mientras gustosamente contemplaba la escena de su JiMin tocándose.
—J-Jeon.. mgh..— Gimió el pelinegro en el oído de Montana con la única intención de
enloquecerlo.
Y es que el castaño sí estaba enloqueciendo debajo de él. Montana quería enterrarse en lo
más profundo de JiMin y enseñarle a su niño que no debe retarle de esa forma.
—A-apúrate, Park..— Gruñó mirando los ojos perdidos del nombrado.
—Aún no.. ah..~— Relamió sus labios en cuanto movía sus dedos dentro de él y gemía el
nombre de Jeon tan seductoramente.
Eres más demonio que ángel, Park. Murmuró internamente cuando intentó sujetar
su cintura y nuevamente el pelinegro le alejó.
—T-te dije que sin tocarme..— Sacó sus dedos y llevó su mano a la extensión de Jeon,
alineándolo contra su dilatada entrada y deslizarse de golpe sobre él.
—¡Joder, JiMin!— Gritó Montana apretando los dientes en cuando el cálido interior de JiMin le
daba una asombrosa bienvenida a moverse.
Pero sabía que JiMin estaba siendo un tremendo diablo con él, y no iba a hacerle enojar, no
tenía idea de lo que el pelinegro era capaz de hacer con su pene dentro de él. Valoraba su pene.
Jeon nuevamente quiso sujetar su cintura pero JiMin fue más ágil y lo inmovilizó a los costados
del sofá.
—Una más y te dejo solo con esta erección, Montana.— Advirtió Park mientras movía con
facilidad sus caderas para enloquecer a su acompañante.
Y joder, Montana se preguntaba por qué fué tan imbécil con su pelinegro para terminar con esa
dolorosa y excitante tortura.
Sus ojos estaban sobre el cuerpo de JiMin el cuál se movía ágilmente sobre él, Montana quería
dominar a Park porque aquélla risilla burlona le estaba poniendo loco, demasiado loco.
—¿T-te la estás pasando bien, bebé?..— JiMin provocaba aquél ruidoso sonido de sus pieles
golpearse cuando él se deslizaba en su miembro, provocándole a Jeon un placer único.
—Ah.. de-demonios que s-sí..— Gimió cerrando sus ojos fuertemente y morder su labio.
Por otro lado, JiMin se estaba muriendo por sentir las manos de aquél hombre sobre su cuerpo,
explorándole como solo él sabía hacerlo. Paró por completo de moverse cuando dos oscuros y
embriagados ojos se posaron sobre él, gruñendo por lo bajo y sentir sus mejillas sonrojadas de la
vergüenza.
—¿Por qué te detienes?..— Preguntó jadeante Jeon.
—T-tócame.. por favor..— Suplicó JiMin besando la piel de su cuello.
Y claro que Jeon no se iba a negar a tan asombrosa propuesta. Soltó una risilla socarrona,
colocó a JiMin sobre su escritorio y estando él entre sus muslos, tomó el control de los
movimientos, JiMin comenzó a gemir echando la cabeza hacia atrás cuando Jeon sujetaba su
cintura y besaba sus clavículas, dejando mordidas y marcas sobre ellas.
—Te rendiste en tu propio juego, cariño.. muy mal..— Jadeó roncamente sobre su oído
golpeando con fuerza sus caderas contra JiMin, haciéndole lloriquear.
—J-Jeon.. p-por favor..— Suplicó en lloriqueos el pelinegro.
—por favor.. ¿qué?— Preguntó Montana delineando con sus yemas las musculosas piernas de
Park que se abrazaban a su propia cintura.
—No pares..— JiMin sintió sus mejillas arder y sus ojos se cerraron lentamente, deseoso de
más placer.
Placer que solo Jeon Montana podría darle.
—En este momento lo que menos haré es detenerme, fuíste tan valiente, Jiminnie..— El
castaño mordió el inferior de JiMin cuando volvió a tomar vida en sus movimientos, enterrándose
más en JiMin y juntos alcanzar su esperado clímax.
El pelinegro enterraba sus uñas en su ancha espalda a su vez que le miraba con dificultad a los
ojos. Una escena tan erótica como hermosa para Jeon.
Mejillas sonrojadas, cabello negro revuelto por su frente, ojos entrecerrados mirándole, ceño
fruncido y labios húmedos separados para soltar deliciosos gemidos. JiMin era un precioso
desastre y tan sumiso estando Jeon entre sus piernas.
Simplemente sexy.
Jeon estimuló a JiMin hasta hacerle temblar las piernas y avisarle a su amante que estaba a
punto de correrse.
Y así lo hizo, liberó su orgasmo en su mano, gritando el nombre de su sexy amante, con su
respiración irregular y tragando saliva de lo bien que se la había pasado.
Jeon por otro lado dió sus últimas fuertes embestidas antes de dejar su escencia dentro de JiMin,
apoyar su frente en su hombro y cerrar los ojos.
—Quedas perdonado, Jeon..— Murmuró JiMin abrazando con fuerza a Montana,
acurrucándose en su cuello y abrazar su cintura con sus piernas.
.
Hellooooooow.
Me desaparecí, naik si te diste cuenta /dar naik.
Naah, ando de visita en casa de mi hermana, ya la extrañaba, ahr.
Preguntaaaaa.
¿tienen ARMY Amino? Yo hace dos días me hice uno pero no le entiendo un pito ¿alguien que
sea tan amable de explicarle a Nxchu?;;
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
AHHH SE ME OLVIDABA.
Voy a estar dedicando capítulos, y las que ya me lo pidieron y no lo he hecho, recuérdenmelo que
tengo cerebro de cacahuate, eso, cjausito.
Los amo demasiado, par dias.
2 6.
JiMin desde su ventana podía observar el amplio jardín de la mansión Montana, pasto verde
con una gran alberca y pequeños árboles decorando el hogar. Pero eso no llamaba su atención
completa.
Era a J-Hope salir de una desconocida camioneta que no era de Jeon y mucho menos del
pelinaranja.
JiMin solo logró distinguir una cabellera negra y unos profundos ojos fijarse en el segundo gran
piso de la mansión, JiMin sintió su piel erizarse. Lo estaba mirando a él.
.
Helloooooooow.
Como me encanta mezclar las emociones en los capítulos, ahre.
Tal vez tengan Jeon Montana para muuuucho tiempo más, I don't know, las ideas llegan a mi muy
rápido y ya sé lo que tengo planeado para Montana, jiji.
POR CIERTO, COCHITAS.
Muchas han estado preguntándome si la historia tendrá M-Preg.
Esta duda surgió en muchas hace cinco capítulos atrás (creo) porque en la nota les había
preguntado si les gustaba esta clase de temática.
Pero no, niñas, no hay M-Preg en Jeon Montana, no sé, siento que perdería el color la historia
si le agrego el M-Preg ya que es una historia con una temática que yo considero fuerte y con
emoción.
Veo que muchas están tan emocionadas con la trama y no saben lo feliz que estoy de que mi
historia sea de su gusto, como está escrito en la descripción del libro, los errores ortográficos son
corregidos al terminar la historia ¿por qué? Pues yo tengo la costumbre de escribir en la
madrugada porque me relajo y tengo más imaginación, aparte todo lo hago en el celular, desde la
edición de la portada hasta el último punto del capítulo, so, sean tolerantes con los errores que
encuentren, porfi.
Espero que su duda se haya arreglado, beiezas.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Me encanta la cara de meme que se carga el kuko xdios, JiMin como siempre brillando.
2 7.
SeokJin había insistido demasiado con la corbata negra en vez de la roja, según él, el negro
resaltaba el color avellana de los ojos de Montana.
—Después sigue tu cabello.— Afirmó SeokJin concentrado en el nudo de la corbata.
—Maldición, SeokJin, no tengo diez años para que estés con la corbata y quieras peinar mi
cabe..
—No tienes diez años pero tan lo menos sorprende a JiMin si lo que quieres es tenerlo
contigo.— Suspiró cuando terminó con el nudo y miró a Jeon unos segundos.— La imagen varonil
vale por un millón de puntos.
—¿eso quiere decir que..
—Sí, con ello conquistas a JiMin y posiblemente le provoques una erección.— Asintió SeokJin
y de su bolso sacó unos peines de diferentes tamaños.
Sí, Montana se sentía una de esas super estrellas siendo arreglado por su estilista para que
tenga un concierto asombroso y haga empapar las bragas de las fans con solo una mirada.
—SeokJin, todos cumplen con arreglar el cabello ¿por qué tienes tantos?— Preguntó mientras
el rubio se encogía de hombros y pasaba un cepillo con los picos delgados y crear un flequillo.
—Si me pongo a explicarte para qué funciona cada uno llegarás tarde a tu cita, así que cállate
y déjame peinarte.— Rió por lo bajo y roció algún spray para el cabello.
Jeon cerró los ojos y arrugó la nariz cuando el aroma a flores de aquél spray taparon sus fosas
nasales.
—No me jodas, SeokJin, ésto huele a pasividad, no va conmi..
—Cierra la boca, con el perfúme se quíta.
Montana rodó los ojos y miraba divertido a SeokJin quién hacía gestos al examinar su cabello y
arreglarlo.
—¿Estás más alto o es mi imaginación?— Preguntó de repente el rubio, parándose
correctamente.
—Estoy más alto.— Jeon infló su pecho orgulloso y sonrió con arrogancia.
—Quítate los zapatos.— Ordenó SeokJin cruzándose de brazos.
—¿Qué? ¿por qu..
—Tienes puesto plantillas ¿verdad?— SeokJin arqueó una ceja.
Jeon negó rápidamente.
—¿para qué las necesitaría?
—Mentiroso, sí traes plantillas, quítate los zapatos y déjame terminar de peinarte, no alcanzo la
parte de arriba.— Gruñó enfadado.
—No tengo plantillas puestas, otra cosa que seas un pitu..
—Atrévete a decirlo y te meto este secador de cabello por el culo.— SeokJin amenazó,
haciendo callar a Jeon y obligarle a sacar sus pies de sus zapatos.
—Te dejo a cargo de todo por unas horas, SeokJin, ya sabes qué hacer si no puedes con algo
y se te salga de las manos.
SeokJin rodó los ojos y asintió, agitando sus manos en señal de correrlo.
—Ya viene JiMin, cállate que esto está bajo control.— El rubio arqueó sus cejas
pícaramente.— Diviértanse.
—Imbécil.— Murmuró Jeon soltando una risilla.
Y fué ahí cuando vió a un adorable JiMin con unos jeans negros y un enorme abrigo color
blanco que cubría sus pequeños dedos, cabello negro perfectamente peinado.
Perfectamente peinado..
Jeon miró rápidamente a SeokJin y este captó el mensaje, se encogió de hombros y en susurró
musitó:
"Ambos son igual de torpes".
Cuando JiMin estuvo al lado de Jeon, SeokJin casi los sacó de la mansión.
—¿A dónde iremos?..— Preguntó JiMin de repente, agitando sus brazos y hacer que las
mangas dieran vueltas tan adorablemente.
—A tu cena.— Jeon sonrió mirando al más bajo y atreverse a encorvar un brazo.
Park se sonrojó pero tímidamente pasó el suyo, entrelazando así sus brazos.
Caminaron por el amplio jardín y JiMin se extrañó por algo.
Sus guardias no estaban cerca.
—¿irémos solo los dos?..— Preguntó de nuevo.
Jeon paró de repente su caminata y miró a JiMin, provocando que la luz ténue de la luna
iluminara el lado derecho de su rostro.
—En una cita solo son dos personas ¿no?— Preguntó arqueando una ceja completamente
atontado al ver como la luz de la luna iluminaba tan precioso los ojos oscuros de JiMin y su
cabello adoptaba pequeños rayos azules.
—Yo.. quiero decir.. tus guardias.— JiMin se sonrojó al oírse tan tonto.
—No quiero que nos cuíden.— Dijo Montana volviendo a caminar con JiMin a su lado.
—¿Por qué?..
Al llegar a un lujoso audi negro último modelo, Jeon tomó de la cintura a Park y besó ambas
mejillas dulcemente y abrirle la puerta.
—Quiero que sea algo memorable..— Murmuró esbozando una tímida sonrisa.
JiMin lo miró por unos minutos embelesido por la belleza de Montana y asintió.
—Lo será..— Se adentró al auto y Jeon cerró la puerta de copiloto.
Ambos dieron partida a algún lugar que JiMin no sabía, pero sentía algo nuevo en Jeon.. un
aura cálida.
.
Hellooooooow.
Tranquilas, son dos partes, solo que decidí cortarlo porque la cabeza comienza a dolerme y no
quiero ponerme en modo Montana gruñón porque quiero que el capítulo sea algo que las haga
enternecer/llorar/gritar cuál fangirl KookMin etc.
Seguimos con las dedicatorias, jiji.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Park es una bola de ternura, es el sol de mis mañanas y mi luz de luna.
My beautiful moonlight.
2 8.
Ambos estaban con el estómago lleno después de quién sabe cuántas porciones de carnes
finas colocaron en su mesa, el vino se terminó pero asombrosamente ninguno estaba ebrio.
—No debí comer tanto..— JiMin llevó sus manos a su estómago y suspiró.
—Ya pronto olvidarás tu estómago lleno..— Jeon llamó a un mesero con señas y le indicó la
cuenta.
—¿Por qué?..— Preguntó el pelinegro apoyando su mejilla en su mano y miraba a aquél
hombre que le estaba robando más que un simple suspiro.
—Park JiMin.. Park JiMin..— Jeon sonrió levemente y apoyó sus codos sobre la mesa.—
¿Olvidaste que tengo que llevarte a la cama?..
Y nuevamente JiMin se sonrojó al imaginar los jadeos y cuerpo sudado de JungKook encima
del suyo.
.
Hellooooooow.
Ahre, me duele el estómago y me estoy durmiendo, pero como soy bien terca aquí les tengo el
capítulo de Montana ahre yorelé yorelé yorelé yijúuuu.(?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Pinches torpes.
2 9.
Besos en su cuello fue lo primero que JiMin sintió antes de abrir los ojos e inspeccionar la
habitación de Jeon. Maldición ¿se había dormido? ¿Jeon lo tomó en brazos hasta aquí? Se
preguntaba el pelinegro antes de girarse y ver a Jeon sin su camisa y solo un pantalón pijama
color gris.
—Por fin despiertas..— Sonrió el castaño besando su frente.
—Hola..— Murmuró somnoliento y recibió gustoso a un Jeon adormilado entre sus brazos y
enterraba el rostro en sus clavículas.
—¡Hyung! Al fin llegas, ¡Choi te está esperando!— JungKook gritó desde el techo de la bodega
al ver al pelinegro caminar tan tranquilamente.
—Véte al carajo, mocoso.— El mayor enseñó el dedo de en medio y se adentró a la bodega.
JungKook pensaba que su hyung solo era un chico de mal temperamento, delicado para hablar
y muy, muuy pesado. Sin tomar importancia, siguió vigilando el lugar por las siguientes dos horas
cuando SeokJin gritó del otro lado de la bodega.
—¡Intrusos! ¡JungKook, tu arma!— SeokJin cargó su propia pistola y comenzó a disparar al
auto negro que sin permiso alguno manejaba por el pasillo a la bodega.
La primera masácre de JungKook y sin duda la más difícil de su vida. Claro ¿cómo una
masácre de ese estilo sería pan comido para un novato en el mundo del narcotráfico? JungKook
a sus diesciséis años comenzó a disparar hasta que lo vio salir de la bodega. SeokJin y JungKook
bajaron del techo y continuaron disparando como podían.
—¡Vamos, YoonGi, sube!— Un joven se asomó por la camioneta negra que en ese entonces
Jeon no recordaba.
YoonGi miró a JungKook y sonrió socarronamente, dando escape a su exitoso desastre.
..
Jeon despertó de golpe y se sentó en la cama, su torso estaba desnudo y comenzaba a sudar,
a su lado estaba un pequeño y dormido JiMin, quién no sintió en qué momento el castaño saltaba
en la cama y desaparecía con su pantalón pijama a su oficina. Simplemente no podía ser cierto,
era un sueño, parte de su mente.. él no.. él no tenía nada que ver.
Tomó el teléfono y rápidamente marcó a Mr. Kim.
—¿¿Hola??— La voz ronca y somnolienta de NamJoon sonó al otro lado de la línea.
—Ven en diez minutos a mi oficina.— Jeon ordenó revolviendo sus cabellos.
—Hmm. A ver, tigre..— NamJoon bostezó.— ¿Me estás pidiendo a las tres y media de la
mañana ir a tu oficina cuando hace dos días me sacaste a patadas?
—Efectivamente, apúrate si no quieres que te prohiba volver a ver a SeokJin.— Dicho esto,
colgó la llamada y fue a la cocina en busca de café.
Aquél rostro aparecía en su mente y JungKook se convencía a sí mismo que su mente ya lo
estaba carcomiendo entero.
—¿Ju-JungKook?— Una dulce y somnolienta voz se escuchó a su espalda y al voltear, miró a
JiMin restregar sus ojos y con solo una camisa de él puesta que le llegaba hasta un poco más
arriba de sus rodillas.— ¿Qué haces despierto?..
—Cariño..— Jeon dejó la taza sobre la barra y cargó a JiMin, este enrolló sus piernas en su
cintura y Montana caminó de regreso a su habitación.
—¿Tú qué haces despierto a esta hora?— Preguntó Montana llenando su rostro de besos.
—No te sentí a mi lado y me asusté..— El pelinegro hundió el rostro en su hombro y aspiró su
aroma.
—Yo te dije que estaba actuando demasiado raro, Jeon, su forma de trabajar es diferente a la
nuestra y se contradecía demasiado.— NamJoon musitó cruzándose de brazos, miraba a Jeon
sentado del otro lado de los asientos con un rostro inexpresivo.
—Esto lo confirmaremos tarde o temprano.— Jeon sacó su celular y comenzó a teclear algo en
él.
—Hay algo que me mantiene consternado.. ¿No J-Hope estaba tratando de seducir al amigo
de JiMin?— Preguntó cuando la mirada pensativa de Jeon cayó sobre NamJoon.— No me digas
que él..
—Sí es lo mismo que yo estoy pensando, más vale alejarlo a toda cosa de TaeHyung.— Jeon
arqueó una ceja y oprimió el botón verde, esperando unos segundos.
—Jeon ¡es un milagro recibir una llamada tuya! ¿qué tal el negocio?
—Surgió un problema y se necesita de tu presencia.— Jeon mintió tan bien que NamJoon no
dudó en saber que J-Hope caería.
—¿Qué pasa? ¿algo anda mal? Yah~ Montana, ¿que no eres un hombre que resuelve todo sin
ayuda?— Jeon logró escuchar una risa al fondo de la voz de J-Hope.
—Si no quieres amanecer muerto el día de mañana más te vale que muevas el culo fuera de tu
mansión, te estoy esperando.— Montana gruñó.
NamJoon, quién estaba oyendo todo, sonrió cómplice al escuchar como J-Hope se atragantaba
al otro lado de la línea.
—¿Qué dices? Debiste avisarme, n-no estoy en mi mansión.— Arrastró las palabras el
pelinaranja.
—El problema salió de última hora, ¿dónde carajo estás?— Jeon realmente ya
estaba planeando un final trágico para J-Hope, y NamJoon lo supo cuando la mirada del castaño
estaba perdida y su mandíbula se apretaba.
—En mi negocio, pero estoy bastante ocupado ahora, díme por aquí qué sucede.
—En persona te lo diré, no olvides que todavía tengo ojos sobre ti, J-Hope, y no dudaría que
estuvieras en otros tipos de negocios.
Claro que J-Hope entendió lo que Montana le dijo, el pelinegro frente a él levantó las cejas, sin
embargo no mencionó nada.
—¿C-cómo crees? En el único negocio importante que estoy es en el tuyo con Mr. Kim.
—Ya veremos eso, Hoseok, buen día.— Sin más, Montana colgó la llamada y miró satisfecho a
NamJoon.— Ahí lo tienes, estamos frente a su negocio y no está, tampoco en su mansión
¿dónde crees que está?
—Lo pusiste a prueba.— NamJoon soltó una risilla.
—Y lo que le falta al cabrón.— Jeon completó soltando una risilla y abrió la puerta de la
limosina.
—¿A dónde vas?— Preguntó el más alto.
—Le dejaré un mensaje con su águila.— Suspiró apenas el sol golpeó con fuerza sobre él y
caminó cruzando la calle y adentrarse al pasillo. Sin embargo, las pistolas apuntaron hacia él
apenas cayó en la vista de los empleados de J-Hope.
—¡Bajen las armas, idiotas! ¿qué no ven que es Jeon Montana?— Un chico bastante alto gritó
y todos en segundos bajaron sus pistolas. El hombre hizo una pequeña reverencia.— Señor
Montana, una disculpa por éstos imbéciles.
Jeon asintió y metió sus manos en sus bolsillos.— Tu debes ser ChanYeol, el encargado del
negocio de J-Hope.
El pelirrojo asintió obediente.
—Necesito que le pases un mensaje que te voy a dar para él.
NamJoon dentro del auto observaba todo el panorama cruzado de brazos hasta que
nuevamente Montana aparecía por el pasillo y trotaba hasta treparse al auto.
—¿Y bien? ¿Con qué lo amenazaste?
Jeon sonrió socarronamente y acomodó las mangas de su traje, mirando su reloj.
—Lo suficiente para hacerle mearse en sus pantalones.— Suspiró satisfecho y palmeó el
asiento del chófer.— Muévete, a la bodega.
Era de noche cuando J-Hope salió de la joyería del pelinegro cansado, escuchar y crear
nuevos planes con él ya le estaba matando de sueño, más el alcohol estaba seguro que estaba
por dormirse en el asiento de su limosina. Algo le decía ir a su bodega después de la llamada de
Montana y sin dudarlo indicó al chofer dirigirse a su negocio.
Al llegar, J-Hope necesitaba ver que todo estuviera en órden y que ningún tipo peligroso
llamado Jeon Montana se haya introducido en su terreno sin siquiera él saberlo. ChanYeol estaba
fumando un cigarro en la puerta de la bodega hasta que vio a su jéfe caminar apresuradamente.
—¡Jéfe! ¡bienvenido!— ChanYeol hizo una pequeña reverencia.
—Buenas noches, ChanYeol, ¿todo en órden?— J-Hope se adentró a la bodega seguido del
alto pelirrojo.
El dinero en órden, las joyas, las armas, todo estaba en órden. Y J-Hope iba a suspirar aliviado
si no fuera por lo que ChanYeol mencionó.
—Todo en órden, jéfe.. pero esta tarde vino el señor Montana y me dió esto para usted.—
ChanYeol trotó hasta su escritorio y sacó un papel en blanco, entregándoselo en seguida.
—Espero y no hayas husmeado mis cosas, Park.— Miró amenazante a ChanYeol y este negó.
Abrió el papel y sintió su sangre helarse, un nudo en su garganta y su piel pálida.
" No creas que no sé dónde estuviste toda la tarde. Te pondré a prueba, J-Hope, y espero que
seas lo suficientemente listo para saber mentirme.
— Jeon Montana. "
.
Hellooooooooooow.
Se prendió esto, ahre, se prendió demasiado. (?)
Vieran que oír los Cypher mientras escribo ayuda demasiado, JAJAJA.
No es por hacer spam, pero ¿ya se pasaron a leer mi oneshot? ¿No? Oc bai. Ahre nocierto.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Fallecí.
3 2.
Jeon salió de la habitación una hora después con una camisa a botones blanca con las
mangas remangadas, después de agotar a JiMin y dejarlo ducharse tranquilamente, salió en
dirección a su oficina, revisó su reloj de muñeca y bufó ante la temprana hora. Apenas
comenzaba la tarde y Jeon ya quería regresar a la cama con JiMin, pero dijo que hablaría de
algunas cosas con SeokJin y lo amenazó con ahogarlo en la bañera si se aparecía durante la
tarde por su habitación.
Mandilón La frase de SeokJin golpeó sus pensamientos de repente ¿realmente era un
mandilón? Solamente no quería hacer enojar a su rollo de sushi.
Ajám, Montana. Pensó nuevamente girando la perilla de su puerta y notar algo raro
en su escritorio.
Por lo normal, él solía ser un hombre pulcro y ordenado.. ¿por qué sus papeles estaban regados
por todo el escritorio? ¿por qué sus cajoneras estaban semi abiertas?
Dando zancadas, ojeó cada papel hasta ordenarlos por número de fecha. Revisó sus
cajoneras, pero no vió algo valioso.
No estaba la joya.
Jeon gruñó buscando en toda su oficina, pero la joya jamás apareció. Activó el teléfono hasta
marcar a SeokJin.
—¿Hola? ¿qué pasa, bebé?
—¿Estás con JiMin ya?— Jeon apretó la mandíbula mirando un punto fijo en su oficina.
—Estoy yendo en camino ¿por qué?
—¿No entraste a mi oficina?— Preguntó sin un toque de tranquilidad.
—No, no me gusta husmear tus cosas y lo sabes.
—¿No viste a alguien en mi oficina?— Insistió tronando sus dedos furioso.
—Hace como media hora vi a TaeHyung en el pasillo de tu oficina, llevaba una pequeña
mochila que le regalé ¿por qué?
Montana gruñó golpeando su puño en la madera de caoba.
—Búscalo y díle que venga a mi oficina, suena tranquilo.— Dicho esto colgó el teléfono
gruñendo.
Dió zancadas hasta su mini bar y sirvió un pequeño vaso con whisky. Trataba de tranquilizarse,
pero el simple hecho de saber que alguien husmeara sus cosas le cabreaba.. le cabreaba mucho.
Toques en la puerta regresaron a Jeon de su infierno y decidido, fué hasta la puerta, abriendo
esta y ver a TaeHyung acomodando su bandana.
—Pasa.— Dijo secamente.
TaeHyung obedeció con la mirada en sus pies y tragó saliva, estaba jugando con sus dedos
nerviosamente, ¿quién no se pondría nervioso con tremenda bestia escaneando cada movimiento
y respiración?
—¿P-pasa algo?..— TaeHyung alejó sus ojos completamente intimidado por los de Montana.
—TaeHyung, realmente espero que tú no me vayas a dar la espalda, sería una pena acabar
contigo cuando comienzas a agradarme.— TaeHyung no supo si lo decía en sarcasmo o en serio
ya que la voz de Jeon estaba peligrosamente neutra.
—¿De qué habla?..
—TaeHyung ¿acaso has husmeado mis cosas hace un rato?— Jeon memorizó cada
movimiento que hiciera TaeHyung.
Pero nada, K solo frunció el ceño y negó extrañado.
—¿Ah? ¿Yo? Para nada, hace un momento sí vine, pero estaba buscando a JiMin a que me
acompañara a comprar nuevas películas.— TaeHyung explicó mirando a Jeon.— Pero como no
lo encontré en la oficina, ya que no se despega de usted, estaba subiendo a la habitación hasta
que me habló.
—¿Y la mochila?— Jeon pestañeó perezosamente observando la mochila que estaba
descansando en los hombros de TaeHyung.
—Pensaba meter todo lo que compraramos en la mochila..— TaeHyung se encogió de
hombros.— Espere.. ¿está pensando que vine a robar o algo así.
—Sí.
—Vaya, eres más directo que JiMin mal follado.— El chico acomodó su bandana y arqueó las
cejas.— ¿Ya puedo irme? Pienso ir a teñirme el cabello y se me hace tarde.
—Eh, sí, gracias de todas formas.
TaeHyung sonrió y trotó infantilmente hasta la puerta, desapareciendo del lugar y escuchar un
chillido proveniente de él.
Maldito raro. Pensó Jeon descartando la posibilidad de que TaeHyung husmeara en su oficina.
Pero es que no quería que aquéllo se le saliera de sus manos.
Si no fue TaeHyung.. ¿Quién revisó sus cosas y robó la joya?
.
Helloooooooow.
Hoy se me dió la gana actulizar porque sí.(?)
El día está nublado y me encanta, el clima está cambiando y eso me pone re feliz.
En fin, namás quería decir que me encantan las piernas de JungKook, ahora sí.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
JiMin despertó con un gran bostezo y se sentó en la cama, estirando sus brazos y piernas.
Toda la mansión estaba en un misterioso silencio, pero sin tomarle importancia, se fue a la ducha
somnoliento, metiéndose en la bañera y disfrutar del agua fresca.
No le extrañaría saber que Jeon estaba fuera de la mansión y SeokJin con TaeHyung de
compras o algo por el estilo. Si JiMin analizaba, la última vez que salió de la mansión fue el día de
su cita con Jeon.. y vaya cita.
Montana cuando se le proponía era un perfecto romántico, eso terminó por convencer a JiMin
para caer realmente a sus pies.
Eso sin contar lo bueno que era en la cama.
Minutos después, enrolló su toalla en su cintura y salió de la ducha, poniéndose la primer
prenda suya que encontró en el guardaropa de Jeon. JiMin tarareó una canción mientras
deslizaba su camisa en su cuerpo y caminaba alrededor de la gran habitación, pensando qué
hacer para no aburrirse. Iba a encender la televisión cuando escuchó unos pasos en el pasillo.
—¿Jeon?..— JiMin preguntó asomando el rostro por la puerta abierta y se repitió
mentalmente que estaba alucinando, pues nunca vio nada extraño. Se encogió de hombros y giró
en sus talones, y fue que sucedió todo aquéllo tan rápido que ni siquiera logró pestañear.
Un brazo le tomó por el cuello y un trapo blanco en su nariz, JiMin luchó para sacárselo de
encima, pero el hombre lucía demasiado alto y fuerte, por lo que sus jaloneos eran en vano,
además de que seguía débil por recién despertar.
—¡A-Auxilio! ¡A-ayuda!— JiMin logró gritar lo suficientemente audible sin ninguna fuerza antes
de quedar completamente drogado por aquél trapo con cloroformo.
A lo lejos escuchó una voz, conocida y a su vez no, no pudo identificar al dueño de tal voz ya
que el efecto estaba surgiendo y aflojó el agarre de sus pequeños brazos contra el del hombre
desconocido.
...
—¿Son doscientas cajas? ¿estás seguro?— Jeon le preguntó a su empleado, tras recibir un
firme "sí" Montana negó.— Vuelvan a contar, no te creo.
NamJoon bufó a su lado para después sonreír.— Ya es la tercera vez que los mandas a contar
las cajas.
—Quiero estar seguro.
—Pues cuéntalas tú.— Mr. Kim carcajeó tras recibir una mirada asesina de Montana.
—Hay cosas aún más importantes.— Jeon revisó su reloj de muñeca y bostezó.— No he
dormido casi nada.— Pestañeó varias veces sintiendo un leve dolor en su pecho.
—De seguro estuviste de vago follándote a JiMin.— NamJoon sonrió pícaramente.
—Creo que mis asuntos privados, como los sexuales, por ejemplo, no debo mencionarlos con
imbéciles depravados como tú.— Jeon metió sus manos en sus bolsillos y se meció en sus
talones.— Por respeto a JiMin y porque te importa un enorme pepino en el culo.
NamJoon realmente estalló en risas y negó, mirando el rostro de Jeon suavizado por su
sonrisa.
—No necesito detalles, igual sé que follaste duro por la enorme sonrisa que te cargas y el
humor por los cielos.— NamJoon arqueó las cejas.
—Uff.. cállate, cierra el hocico un momento.— Siseó el castaño cerrando sus ojos y mostrando
su palma en señal a NamJoon cuando una imagen erótica de JiMin debajo de él desnudo
apareció en sus pensamientos.
—¿Cómo te dice? "¡Ah, Señor Jeon dáme todo de esa pistola!" O "¡Méteme plomo hasta por
los oídos, señor Montana"— Mr. Kim hizo un pésimo intento de imitar la voz de JiMin y continuó
con sus falsos gemidos.— A-ah ¡Monta..
—¡Cierra la boca ya, imbécil!— Jeon golpeó su puño contra su hombro, doblegando a
NamJoon.
—Ah, si así golpeas no me imagino como le das a JiMin.. pobre de él y su trasero..— Mr. Kim
se sobó el hombro mientras daba círculos quejándose.
Idiota. Pensó Jeon sonriendo socarronamente cuando su celular vibró en su bolsillo, extrañado,
lo sacó y contestó al ver que era su guardia.
—¿Qué pasa?— Jeon preguntó con el ceño fruncido.
Entonces escuchó disparos del otro lado de la línea.
—Me duele idio..
—Cállate, NamJoon.— Pidió Montana mirándolo asesinamente.
—S-señor Montana..— El hombre jadeó y se escuchó su respiración entrecortada y supo que
algo andaba mal por los cercanos disparos, quedándose paralizado.— I-invadieron la mansión y..
—¡¿Y JiMin?! ¡¿Él está bien?!— Jeon gruñó saliendo de la bodega y NamJoon tras él.
—S-se lo llevaron, señor.. fue..— La llamada se cortó y Jeon literalmente corrió hasta la
limosina.
—¡¿Qué sucede?!— Preguntó NamJoon subiéndose tras él.
—¡¡Se llevaron a JiMin!! Infiernos, NamJoon, ¡Ese fue J-Hope!— Jeon apresuró al chófer hasta
su mansión.
Al llegar, vió a sus guardias desplomados en el suelo heridos, las puertas de su propiedad
estaban abiertas y el interior hecho un desastre. Subió las escaleras y corrió hasta su habitación
para encontrar algo de valor para los hijos de puta que se llevaron a su JiMin. Y fue que vió una
nota en su cama.
" Como en los viejos tiempos, me robas algo de valor y yo me llevo lo más importante en tu
vida. Negociemos si quieres a P de vuelta.. o a tu puta personal, como quieras llamarle.
Un cordial saludo, Jeon JungKook.
—AgustD. "
—Ya veremos quién sale perdiendo, hijo de puta.— Jeon arrugó el papel en su mano y lo lanzó
sintiendo la rabia apoderarse de su ser.
Iba a buscar a JiMin y acabar con todo aquél que estuviera involucrado en el secuestro de él.
Así tenga que armar escándalos por todo Busan. JiMin estaría en sus brazos de nuevo.
.
Hellooooooooow.
Dorilaic si no te esperabas ese final /Dorilaic. (?)
Ahora sí se viene lo chido, ya hizo aparición el pinche Agustín y viene con todo.
Juancoco y Agustín tienen tanto poder ¿qué crees qué va pasar con ellos cuando se vean? No
cuenta decir que Jeon se lo va a chingar, cállense:v
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Cómo que te robaste al nalgón equivocado, Agustín, se viene el bardo bien fuerte chamas:0
3 4.
.
Helloooooow.
No se desesperen, son dos partes, ahr, por lo mientras disfruten este capítulo jejejox.
*Inserta aquí tus insultos para Agustín* (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
La hembra de Jeon queriendo verse Daddy, like si te reíste al notar que el aura de pasiva no se
le quita.(??)
No mentira, se ve bien chuloooOoOoOoo.
3 5.
Ahora entendía porqué tanta inseguridad de su parte al verlo con otros hombres
cerca.
Ocho de la noche y Jeon estaba de un lado a otro en la enorme ciudad de Seúl, tratando de
buscar alguna cabellera naranja misteriosa. Pero nada daba con su objetivo.. ¿dónde carajo
estaba?
—Jeon, no lo encontraremos hoy.. es de noche y no lo creo tan imbécil.— Murmuró NamJoon
apoyando su mejilla sobre la cabellera rubia de un SeokJin plácidamente dormido entre sus
brazos.
Pero no todo era mala suerte en su vida. Adentrándose en una de las calles de los barrios
bajos de Seúl, encontró un bonito BMW estacionado frente a una casa de renta.
—Oh.. claro que es imbécil.— Jeon empujó su lengua contra su mejilla a su vez que sonreía
con malicia.— Estaciona frente al BMW.
Dicho esto, bajó ágilmente de la camioneta negra con su arma guardada en su cintura y dió
zancadas hacía la puerta de cristal con adornos que distorsionaban el interior. NamJoon tras él
junto con SeokJin. Sabían que tan animal se podría poner Jeon Montana y por lo mismo, los
únicos que podían calmarlo eran JiMin y SeokJin.
Jeon fue hasta el auto y miró la placa trasera, sumiéndose en su mundo de recuerdos para
confirmar el número.
*Flashback*
—Bonito modelo.— Jeon halagó el nuevo auto blanco último diseño de J-Hope y asintió
metiendo sus manos en sus bolsillos.
El sol golpeaba tan fuerte que su cabeza se sentía caliente y sus ojos se entrecerraban por la
molestia de la luz.
—Gracias, Monti, no salió tan caro después de todo.— J-Hope sonrió con orgullo.
Pero Jeon estaba con una mirada de total desprecio.— En tu puta vida vuelvas a llamarme
"Monti"
J-Hope soltó una risilla pero asintió, Jeon sacó un nuevo cigarrillo de su cajetilla y lo encendió,
soltando humo de sus labios y suspirar gruesamente.
—Quiero verlo de cerca.— Murmuró dando pasos tranquilos con el tábaco en sus dedos y con
ojos juzgadores y atentos observó el nuevo auto de pies a cabeza, hasta ver el número de la
placa.
"J47893"
Aquél auto no era de su total gusto, para él era un modelillo para niño mimado por papi y para
maricas.
*fin del flashback*
—Te encontré, maldito bastardo..— Sonrió con malicia al ver el número de la placa.
"J47893"
Miró por la ventana y confirmó aquéllas sospechas de que Hoseok podría pensar que en los
barrios bajos no podría ser encontrado. Pero era un tremendo imbécil querer jugar con Montana.
Y sí J-Hope quería jugar, Jeon pondría la primera carta en la mesada.
Su trabajo se había facilitado al cien por ciento cuando observó a J-Hope estar recostado en la
cama de seguramente pésima calidad, mirando la televisora. Su arma estaba del otro extremo en
la mesa, sabiendo Jeon que sería más fácil de lo que parecía.
Sin dudarlo, con fuerza pateó la puerta y por el mal estado en ella, se abrió
azotándose contra la pared y hacer saltar a J-Hope en su lugar. Jeon dió pasos peligrosos a él y
lo tomó del cuello de su camisa.
—¡¿Dónde mierda está?!— Jeon gruñó con las venas de su cuello marcadas y mirando con
furia al pelinaranja.
—¿Q-quién? J-Jeon.. ¿q-qué pasa?— J-Hope tartamudeó.
Pero Jeon miraba en sus ojos miedo y mentira.. dulce mentira.
—Yo no soy ningún demonio al que puedas jalarle los cuernos y la cola, J-Hope..— Jeon
apretó sus dedos en su cuello, logrando cortar de poco en poco el acceso de aire y sin alejar sus
penetrantes ojos de los de J-Hope.— Yo soy el diablo.. el mismo que te hara sufrir dolorosamente
si decides retarme, el que elije jugar con los títeres como tú.
—N-no respiro..— J-Hope rasguñó la manos de Montana tratando de liberarlas de su cuello.
—Y dejarás de hacerlo donde no me digas dónde se encuentra JiMin.— Amenazó Montana y
posteriormente gritar:— ¡¿Dónde infiernos está JiMin, J-Hope?!
—Y-yo..¡N-no sé!— Le respondió J-Hope.
—Excelente..— Asintió Jeon sacando su pistola de su cintura y quitar el seguro para colocar la
boquilla en su cien.— ¿Ahora así me dirás dónde carajo está JiMin?
—N-no me matarías.— J-Hope sonrió incrédulo, pero el rostro de Jeon mostraba furia y
seriedad.
—Lo comprobarás cuando jale el maldito gatillo para que te dejes de putadas.— Jeon alzó
ambas cejas, gruñendo por lo bajo.
—Ya te dije.. ya te dije que no sé dónde está JiMin.— J-Hope retó a Montana con la mirada,
demostrando en sus ojos la viva mentira de sus palabras.
Pero Montana era suficientemente experto para saber cuando alguien mentía, e infiernos ¿por
qué J-Hope se aferraba a la idea de tratar de joder a Montana? J-Hope ni dos años tenía en el
mismo mundo de Montana y ya pensaba dominar a una tremenda bestia que desde su niñez
estaba sumergido en ese mundo.
—Jung Hoseok, tan novato y tan imbécil..— Montana dijo con sorna y odio cuando apuntó el
arma a su muslo izquierdo y jalaba el gatillo.
J-Hope chilló de dolor cuando la fuerza de la bala atravesó su piel, que en cuestión de
segundos la sangre comenzó a recorrer libre.
—Hijo de pu..— J-Hope masculló apretando sus dientes, luchando por no desequilibrar su
respiración.
Jeon solo lo miraba desde arriba sin expresión alguna, el ver a J-Hope sufriendo era algo que
había deseado desde que supo que se había metido con su mayor joya.
—Es..tán.. ahg..
—¿Están...?— Jeon alargó la palabra esperando la continuación de la oración.— Y más te vale
darme la dirección correcta o lo siguiente que tendra un hueco va a ser tu frente.
—Do-dos cuadras antes del centro comercial cercano de aquí.. bodega color bl-blanco al fondo
de un oscuro pasillo.. e-en frente del callejón hay una casa abandonada con pla-plantas
crecidas..— J-Hope confesó tratando de controlar su respiración.
—Excelente, gracias por su cooperación, J-Hope, pase unas buenas noches..— Jeon revisó su
reloj y se dió vuelta.
—Maldito cínico hijo de put.. ¡AAH!— Volvió a gritar cuando una nueva bala se enterró en la
piel de su costado derecho.
Jeon miró el costoso celular de J-Hope y sin dudarlo lo tomó en manos, miró a J-Hope y
sonrió.— Para no alertar a las hienas del león..
Cuando Montana te ordena algo, es mejor obedecer. Pensó con repudio al ver a Jeon llevarse
su celular en sus manos y desaparecer de aquélla casa.
.
Helloooooooooow.
Ya se vino la faceta demoniaca sangrienta de Jeon, ahre, a partir de aquí, trata de no beber o
comer algo (si te asqueas con cualquier cosa:v) que el Jeon se viene con todo.
RECOMENDACIÓN DE NXCHUCITA:
Hace poco subí un nuevo O.S, "I can't quit you" y dÉJENME DECIRLES QUE ES TODO LO
CONTRARIO A "DIRTY PARK" ¿POR QUÉ? Bueno....
Es trISTE, digo, namás decía por si querían ponerse un poquito sad el día de hoy. unu.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Lo siento, Hobi hermoso, pero debes recordar que el que truena los cacahuates y los dedos es
Jeon, es nota mental, loviu.
3 7.
—Yah~ ¡Deja de llorar!— Gruñó YoonGi tirando de los cabellos negros de JiMin.
Park derramaba lágrimas en silencio con la viva esperanza de que Jeon llegara y lo jalara a sus
brazos, necesitaba tanto su olor, sus besos.. lo extrañaba a él.
—¿Qué?..— YoonGi sonrió burlonamente al ver los ojos cristalizados y llenos de odio de
JiMin.— ¿ahora quieres hacerte el inocente debilucho cuando antes ibas de banco en banco
robando dinero como el rebelde que te sentías? Santa mierda, Park ¿tan nena te ha convertido
Montana?
—É-él te va a matar..— Tartamudeó apretando sus dientes.
—¡Estoy esperando por ello, bombón!— YoonGi relamió sus labios soltando una gran risotada
y suspiraba.— Tan lo menos tuve el jodido honor de probar a la pequeña puta de Montana.
—Oh.. y no sabes lo que vas a pagar por tocarme.— JiMin parpadeó alejando las lágrimas para
sonreír cínicamente.— Jeon es una bestia cuando alguien respira cerca de mi, no tienes idea de
lo que es capaz de hacer.
—Claro, me lo dice su pequeña puta personal..— AgustD apuntó al pelinegro con su dedo
índice.— Solo eres un pedazo de carne para pasar el rato, cariño, así es Montana, él no piensa
cambiar por una fácil como tú.
—Cuando me dijiste que lo traicionaste ¿crees que te va a dejar con vida? ¿y más cuando
sepa que tú me tienes en tus manos? Imbécil.— JiMin carcajeó sin color.— Ya veremos quién
será el pedazo de carne para Montana.
—Tanto él como yo tenemos tanto jodido poder, cariño.— AgustD miró detenidamente a
JiMin.— Uno de los dos va a caer al suelo sin vida, y mi alma me dice que es tu lindo novio.
Si tan solo supieras lo que es capaz de hacer, AgustD. Pensó JiMin antes de sonreír ladino.
—Ya veremos eso, señor AgustD..
.
Helloooooooow.
Lo siento, ya deben saber el porqué no actualicé en todo el día.
nuestROS NENOS GANARON Y YO NO PUDE SER TAN FANGIRL ORGULLOSA, SE
MERECEN EL BENDITO PREMIO DEL CIELO MIS REYES, MIS TALENTOSOS ANGELITOS.
BTS VA POR MÁS, VAMOS POR MÁS, CADA VEZ SUBEN UN ESCALÓN MÁS AL ÉXITO. LOS
AMO TANTO.😭😭
BTSxARMY
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.😭
En serio estoy tan orgullosa, tan feliz de que mis siete angelitos hayan pisado los Billboard y se
vayan a casa con un premio. Los amo tanto.
3 8.
Sin más, Jeon elevó el largo palo y sin piedad alguna, golpeó con fuerza el
costado de YoonGi, sacándole un gran quejido de dolor.— Bas-bastardo..
Y nuevamente otro. AgustD cayó de lado en el frío suelo y escupía de su propia metálica
sangre. Jeon sonrió cuando lo vio retorcerse en el suelo. Pensó que era hora y a paso tranquilo,
recogió su pistola del suelo y la cargó, caminando de nuevo hasta el pelinegro, respirando hondo,
como si lo que estuviera haciendo sea algo rutinario. De todos los días.
—¿Últimas palabras?..— Jeon preguntó empujando su mejilla con su lengua y mirar con
desgano a YoonGi. Sin embargo la sonrisa perezosa no
—N-no te irás vivo hoy, Montana..— Gimoteó al formular aquéllo mientras que luchaba por
mantenerse estable.
—Ay, por favor, Min YoonGi, algo parecido me dijiste hace unos minutos antes de que te
moliera a golpes.— Se quejó el castaño entrecerrando sus ojos y cruzarse de brazos.— Espera,
quiero verte sufrir un poco más..
—¿D-disfrutas ver sufrir a las personas?..— Preguntó mientras tosía.
—Disfruto verte sufrir..— Sonrió ampliamente dándole una patada con la punta de su zapato en
su estómago, sacándole el oxígeno que con mucho trabajo había conseguido.— Me has jodido la
puta existencia con el negocio, y no te voy a permitir que estés vivo cuando te jodiste a mi JiMin,
bastardo.
YoonGi logró dar una carcajada.— ¿E-en verdad estás aquí golpeándome por el pequeño con
un culo de infarto? Vaya, Montana, eso es nuevo en ti..
Jeon gruñó y apuntó su arma a su frente, rozó su dedo en el gatillo y estuvo a punto de
disparar.— Y será nueva la jodida bala que tendrás en la fren...
¡¡Pang!!
Por un momento, hubo un incómodo silencio, Jeon de poco en poco sintió su propia sangre
brotar desde su espalda y con ardor, giró a ver para encontrarse con la jodida cabellera naranja
de J-Hope. Su sangre hirvió más de lo que ya estaba al notar que aquél imbécil había sobrevivido
después de los balazos que había recibido.
—vue-vuélvelo a tocar y te ma-mato..— Tartamudeó J-Hope incapaz de conectar su mirada
con la asesina de Montana.
Eso le dió ventaja a YoonGi para estirar su pie y hacer tropezar al herido Jeon Montana. Le
quitó la pistola de sus manos, y miró al castaño con una sonrisa.— Estuviste a punto de
conseguirlo, Montana...— Se encogió dolorosamente de hombros.— pero la victoria está
destinada para AgustD.
El pelinegro jaló el gatillo, sin embargo, no surgió nada, intentó de nuevo y la bala no salía del
arma ¿qué mierdas le pasaba si había visto a Jeon cargarla cuando lo tenía tumbado como perro
en el frío suelo? YoonGi frunció el ceño y miró a J-Hope.
—Trae la mía, está a unos cuantos metros de mi lado izquierdo.— Gruñó atento a la pistola
costosa de Montana.
Pero mientras YoonGi se retorcía en el suelo, jamás notó a Montana tomar su arma, solo
escuchó el famoso "Jjak" que hacían estas al ser cargadas.
—¡No está en ningún lado! Malditas bestias, ¿tan violentos se comportaron?
Observó a Jeon después de unos segundos y observó que tras su dolor, tenía una enorme
sonrisa impregnada en el rostro.— Hasta para buscar tu arma eres un imbécil..
YoonGi, se agachó para golpearlo sin piedad, nublado por la furia y desesperación
por el hecho que Jeon Montana se estuviera riendo estando casi moribundo.
—Te voy a matar, maldito hijo de...
—¡D-Déjalo, AgustD!— Una voz ajena a todo aquél presente en la bodega provino de la
entrada del lugar.
YoonGi paró sus golpes y levantó la vista para ver a JiMin tragando todo aquél sollozo que
brotaba de sus labios. Estaba claramente desesperado que sus neurónas en esos momentos no
querían funcionar.
—¿O qué? ¿quieres decírle algo a tu novio, creador de la heroína y otras drogas? Apúrale,
cariño, necesito terminar con el infierno..— YoonGi apuró.
—Tómame a mí, d-déjalo en paz..— JiMin logró decir ya que sus lágrimas y sollozos le
cortaban la voz.
A JiMin le partía el corazón ver a Jeon sangrar en el suelo, con el rostro golpeado y su labio
herido. Él pagaría aquéllo.. total él fue el causante de todo.
—Si tú lo dices, vas a morir primero, bombón.— YoonGi le guiñó antes de apuntar el arma a él.
¡¡Pang!!
Silencio.
JiMin entrecerró los ojos cuando el sonido de la pistola lo alarmó, sin embargo, jamás sintió
algo atravesar su piel como la vez que fué herido en el banco.
¡¡Pang!!
De nuevo otra bala se liberó y poco en poco abrió los ojos, respirando entrecortadamente y
sus lágrimas volvían a nublarle la vista. JiMin estaba asombrado, dolorido y asustado.
Simplemente esto debe ser una pesadilla.. maldito seas. Pensó JiMin cuando vió a Jeon
quitarse a YoonGi de encima y con dificultad se ponía de pie con la pistola del recién baleado en
una mano y la suya en la otra.
—¡¡JungKook!!— El pelinegro corrió hasta Jeon y lo abrazó con fuerza cuando este soltó un
pequeño quejido, sin embargo logró rodearlo con ambos brazos.
—Rollo de sushi..— Murmuró besando la frente de JiMin sintiendo la paz en su cuerpo cuando
aquél chico de su vida se aferraba a él. Lo tenía de nuevo.
—J-Jeon.. yo.. pensé que..— Park hundió el rostro en su acelerado pecho y sollozó con fuerza.
—¿Q-que no vendría por ti? Cariño, hacer eso es como ser imbécil mil veces en un momento y
condenarme a no tener felicidad..— Suspiró apoyando el mentón en su coronilla y suspirar.—
Estoy tan perdidamente enamorado de ti que no podía permitir que otro hijo de puta te tuviera en
sus manos..
—Pero él..
—¡¡Jeon!! ¡es hora de irnos!— Mr. Kim apareció por la puerta repentinamente desesperado.—
¡La policía está viniendo!
Las sirenas se escuchaban cerca del lugar, JiMin intentó llevarlo, pero Jeon se negó.
—Estos hijos de puta siguen vivos.— Jeon miró a YoonGi y Hoseok, quienes respiraban como
peces fuera del agua por las balas recibidas. El tiempo les estaba ganando y Jeon no podía
matarlos definitivamente porque Mr. Kim estaba llamándoles desesperadamente.
—Eso es lo de menos, ¡ya vámonos!— Mr. Kim se acercó a él y pasó su brazo por
su hombro, JiMin imitó su acción y ambos salieron del lugar, dejando a AgustD y J-Hope a su
suerte.
Jeon había sido vendado por Jin en el auto y ahora, durante la carretera bajo la luz de la luna y
las estrellas, Montana acariciaba la espalda relajada de un JiMin durmiendo sentado en su
regazo, con las piernas enrolladas en su cintura y su rostro en su hombro.
—Jeon, bájalo de encim tuyo, te lastimarás má...
Montana gruñó fulminando a Mr. Kim con la mirada.
—Déjalo, NamJoonnie, no creo que sea fácil para él soltar de nuevo a JiMin.— El rubio apoyó
su mejilla en el pecho del moreno.
Jeon estaba en los últimos asientos de su camioneta y agradeció que estuviera oscuro, así se
podría relajar más con JiMin en sus brazos y pasaría desapercibido. Suspiró y miró por la ventana
la luna, quien iluminaba perfectamente sus ojos al fijarse en ella. Jeon estaba asustado y furioso
consigo mismo, se sentía culpable de que YoonGi haya tomado a JiMin a la fuerza, que lo haya
violado.. lo peor de todo fue que Park le había llorado y pedido perdón por no haber podido
impedirle a YoonGi que lo tocara de la manera en que Montana lo hacía con él.
Pero Jeon entendía, su rollo de sushi estaba tan asustado de que él se enfadara y lo
abandonara después de salvarlo. Y eso era lo que menos haría en su miserable vida, abandonar
a Park JiMin.
Cerró sus ojos y besó suavemente sobre el cabello de Park, relajándose al momento de sentir
de nuevo esa paz que el pelinegro desprendía al estar cerca de él. Él sabía que era el único que
podía sanar el dolor que YoonGi le hizo pasar a JiMin y estaba más que dispuesto a ayudar a su
pelinegro.
—J-Jeon..— JiMin sollozó entre sus sueños, tomando por sorpresa a Montana.
—Shh.. aquí estoy..— Susurró Jeon aferrando sus brazos a su cintura como si estuviera
consolando a un pequeño infante.
JiMin rápidamente volvió a relajarse, dejando un beso en el cuello de Montana y suspirar
completamente dormido, sabiendo que estaba de vuelta en los brazos de su hombre.
.
Helloooooooow.
Ya llegué, perdón por dejarlas con la desesperación por el capítulo desde antier, pero no estoy
bien, digo..
Me siento terrible porque soy Arianator, y ahora muchos están culpando a mi beba de lo sucedido
en Manchester al final de su concierto.
En fin, ando preocupada por Ari, pero debía distraerme y aqUÍ LES TRAJE ESTE INTENTO DE
VIOLENCIA JAJAJAJA.
PREGUNTAAA 1 (Más les vale contestar, pillinas):
¿Les gustaría que al final de la historia haga un tipo de entrevista con Montana y los demás?
De ese estilo donde ustedes preguntan y los weyes esos responden ahre no sí la que se expresa
bien.(?)
PREGUNTAAA 2:
¿Tienen Twitter? Yo hace como un mes abrí uno pero como no tengo frens, quiero frens,
dénme sus username
Yo soy JUANC0C0_
JAJAJA.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Juancoquito en evolución, vean ese intento de niño malo con el de ahora.. si me disCULPAN
ME Voy a LlOooRAR GRACIAS.
3 9.
JiMin chilló cuando su rostro fué golpeado contra una mesa y sus brazos en su espalda. En ese
momento sus lágrimas no podían detenerse y trató de alejar al hombre que estaba tras él.
—Quédate quieto, maldita sea.— Gruñó YoonGi jaloneando con fuerza su cabello, sacándole
un quejido.
Entre tantos jaloneos e intentos por zafarse, JiMin se rindió cansado cuando el otro pelinegro
bajaba de manera brusca sus pantalones junto a sus interiores y dejaba a la vista su trasero. Sin
esperar un segundo, AgustD amasó entre sus manos los glúteos de JiMin y los palmeaba con
fuerza.
—¡D-déjame!— JiMin lloriqueó cuando escuchó una hebilla de cinturón sonar y seguido un
cierre.
Por favor no. Pensó JiMin.
—Cállate ya.— Gruñó regresando el rostro de Park sobre la mesa cuando este quiso
levantarse.
JiMin solo cerró los ojos roto cuando sintió el miembro ajeno alinearse y gritó con fuerza
cuando lo invadió sin ningún tipo de cuidado o dilatación.
—Mngh.. estás apretado..— Jadeó echando la cabeza hacia atrás y moverse sin compasión
alguna.
JiMin sollozó sin sentir una pizca de placer cuando sentía las embestidas salvajes de YoonGi.
Solo dolor y sufrimiento.
—J-Jeon..— Sollozó JiMin cuando sintió el puño de AgustD golpearlo sin pudor.
—¡Jeon no está! Maldita perra.— El pelinegro se quejó soltando gemidos al moverse.
..
JiMin de solo recordar lo que aquél asqueroso hombre había hecho con su cuerpo le sacaban
lágrimas, se hacía bolita en un rincón de la cama, metiendo el rostro entre sus piernas y llorar en
silencio. Pero ahora estaba con su Jeon, y debería mantenerse tranquilo por ello.
—Hey, amor..— La puerta se abrió y la voz de Jeon acompañó la habitación junto a los
sollozos de JiMin.
En el camino Jeon se descalzó y se subió a la cama para atraer a JiMin cuidadosamente hasta
él y meterlo entre sus piernas, abrazándolo protectoramente.
—J-Jeon..— Sollozó el pelinegro hundiendo el rostro en el pecho de Montana, sintiéndose
pequeño hecho bolita cuando las largas y musculosas piernas y brazos de Jeon lo cubrían
cálidamente.
—Shh..— Siseó dejando un casto beso en las mejillas empapadas de Park para ascender a
sus párpados.— No llores más..
JiMin fijó sus ojos en los de Montana y contuvo la respiración cuando notaba aquéllos luceros a
cortos centímentros de él, obligándose a parpadear para retirar las lágrimas que bloqueaban una
visión clara del bello rostro de Jeon.
Un gesto que a el mismo Jeon Montana le enterneció.
—Hermoso..— Besó el botón rojo en la punta de su pequeña nariz y por fin bajó a sus labios,
besándolos con toda la dulzura del mundo.— Y completamente mío..
—P-pero YoonGi..
—Yo me encargaré de borrar todo el daño que ese infeliz te causó al poner sus manos sobre
tí.— Lo cortó acariciando el cuello de Park con su nariz.— Será difícil pero no me daré por
vencido, eres mío, rollo de sushi..
—S-soy tuyo, Jeon..— Respondió JiMin sumisamente ante la posesividad y protección que
Jeon le estaba demostrando, acurrucándose más cerca de su cuerpo.
Tengo que atrapar a YoonGi y hacerle pagar por lo que le ha hecho a mi JiMin. Pensó Montana
besando la suave piel de JiMin para hacerle olvidar un momento su nombre.
.
Helloooooooow.
Ahre, ya ni sé cuántos capítulos tendrá la historia pero bueno, estoy rompiéndome la cabeza en
darle un giro chido y con final que les encante, no si.
Les actualizo a esta hora porque se me pega la gana y me da paja corregir los errores del cap (si
es que tiene).
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Necesito este puto tRABAJO, YO QUIERO TENERLO A LA MISMA DISTANCIA PORQUÉ
MAMÁ ¿POR QUÉ ME GUSTAN LOS ASIÁTICOS SI JAMÁS PODRÉ TENERLOS CERCA?
(???)💔
@SATANÁS.
4 0.
.
Hellooooooow.
Espero hayan reproducido la multimedia pq ajá la sentimental soy yo.
Amo la voz de Jeon, lo siento, tenía que hacer un capítulo re fluff de esos que te sacan la
lagrimita (lo intenté ok)
Estaba pensando hacerme un ig para seguirlas a todas pq las amo mucho y y también quería
ver esas mierdas de los directos que dicen JAJAJA.
POR CIERTO.
¡MUCHÍSIMAS GRACIAS A LAS 526 COCHITAS QUE ME SIGUEN!
¡TAMBIÉN POR LOS 67.1K!
Muchas gracias, en serio me siento tan feliz, tan.. no sé, es una sensación bonita saber que
mis escritos lleguen a ojitos de más personitas, nuevamente Nxchu les agradece el
apoyo.😭
Veré si puedo hacer un pequeño oneshot, o un mini maratón de Jeon, no lo sé, pero haré algo
para ustedes, lo prometo. Las amo.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Mi nenito consentido, el Juancoquito de mi vida.😍
4 1.
.
Hellooooooow.
Ya llegué chingurz, nada más quiero decir que me duele el ojo, ahr nocierto.
Estaba leyendo sus comentarios sobre el regalo para ustedes y me dieron la idea de hacer un
one shot correspondiente a la cita de Jeon y Park ¿les gustaría?
Por cierto ya tengo Instagram, síganme para que las stalkee a todas (aún no publico nada bc
flojera)🌚
_juancoco_
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Este wey se enoja por todo vdd, mi nene consentido.
Por cierto, se me olvidaba decirles que escribí algo en mi tablero de mensajes respecto a la
vestimenta común de Jeon, para facilitarles la idea, corran a verlo jiji.
4 2.
—Yo confié en su palabra porque me había dicho usted días antes que iba a tratar
con él.— Yugyeom se defendió.— Sabe que yo estoy en mi mundo y usted en en suyo.
—Ábre el maldito expediente y borra mi nombre junto al de TripleB.— Ordenó asesinándole
con la mirada.
—TripleB.. ¿TripleB?— Repitió confuso.
—Sígue mi puta órden.— Gruñó entre dientes.
—E-está bien pero.. ¿no que obligaría a TripleB a entregarse a la policía para el beneficio del
negocio?— Preguntó mientras tecleaba en su computador.
—¿Yo dije eso?
—No pero..
—Entonces es mentira. Otro puto jueguito de J-Hope.— Jeon cortó a Yugyeom.
—Jeon..—Miró de nuevo a NamJoon quién seguía leyendo los expedientes en sus manos.
Caminó hasta él traquilamente y NamJoon soltó un suspiro levantando su mirada de los
papeles a Montana, y el castaño notó la duda en ese brillo.
—No sé qué están tramando, Jeon..— Le extendió un papel tragando saliva.
Jeon lo miró un momento antes de tomar el papel en sus manos y comenzar a leerlo.
" Nombre: Min YoonGi.
Sobrenombre/apodo: AgustD.
Edad: 29 años.
Fecha de nacimiento: 09 de Marzo de 1988.
Estado civil: Casado. "
—¿qué hay de interesante en el expediente de este imbécil?— Jeon miró a NamJoon
adoptando un gesto confuso en su rostro.
—Lo último llamará tu atención, sáltate lo básico y ve a la redacción que hizo el pelinegro de
ahí.— NamJoon mumuró apuntando fugazmente a Yugyeom.
Jeon tenía un mal sabor de boca, pero obedeció y leyó.
" Actualmente, el día 08 de Agosto del 2015, en Seúl, Corea del Sur, a las 08:30 de la noche,
Min YoonGi o mejor conocido como "AgustD" cometió violación al líder del grupo criminal TripleB,
P, quién se dice que se encuentra en una presunta relación amorosa con Jeon Montana. AgustD
junto a J-Hope se fugaron a Busan, dispuestos a realizar el segundo plan para derrotar a
Montana, según las teorías de los detectives."
Jeon apretó el papel entre su mano y gruñó, si alguien podía sentir algo más que fuerte que ira,
Montana era el vivo ejemplo encarnado, su rostro se endureció y lanzó el papel lejos. NamJoon
observó como Jeon dió firmes zancadas a Yugyeom y lo tomaba desprevenido del cuello de su
camisa, al instante se alarmó cuando notó a Jeon más furioso que un león.
—¡¿Cómo mierda obtuviste la información de la violación de P?!— Jeon preguntó enrollando
sus dedos en el cuello de Yugyeom, comenzando a apretarlo.
—Y-yo.. esa información no debía ser vista por ti..— Yugyeom comenzó a tartamudear por la
falta de aire que empezaba a hacerle falta.
Jeon golpeó su mejilla con fuerza.
—¡¡Responde mi puta pregunta!!— Gritó Montana importándole poco que la gente afuera le
oyera. Mientras el pelinegro se quejó de dolor en su asiento.
—S-sabía desde antes q-que AgustD violaría a P...— Gimoteó de dolor nuevamente por el
nuevo golpe que Montana le dió en su nariz.
—¡¿Y por qué mierda no me dijiste nada?!— Jeon respiró agitado sintiendo como de poco en
poco se salía de control.
—P-porque AgustD me pagó..— Confesó el chico retirando la sangre de su nariz.
—¿Dónde están?— Preguntó demandante Mr. Kim.
—Están su bodega al final de Busan..— El pelinegro jadeó.
—Escucha, menudo imbécil..— Jeon se enderezó guiando su mano a su cintura y sacar su
arma.
Yugyeom se encogió en su lugar arrepintiéndose en ese momento de meterse en ese peligroso
mundo de la mafia por unos cuantos billetes.
—Espero y comiences a mover tus malditos botones y me consigas el plan de AgustD, me vas
a servir por lo que desgraciadamente no puedo matarte ahora por más que quiera hacerlo..—
Jeon cargó su pistola y arqueó sus cejas.— Más te vale que esta vez me obedezcas si no quieres
terminar con el cuerpo perforado a brutales cantidades..
Jeon jaló el gatillo y Yugyeom chilló desgarradoramente de un insoportable dolor en su pierna.
Pero no podía hacer nada, le había jalado la cola al diablo y estaba pagando las consecuencias.
Y eso que Jeon aún no sabía algo, porque en serio comenzaría a decorar su tumba.
—¿Te quedó claro?— Preguntó Montana.
Yugyeom no logró oírle y nuevamente recibió otra bala en su otra pierna, chillando
nuevamente.
—¡¿Te quedó claro?!— Jeon preguntó de nuevo alzando la voz.
Yugyeom asintió cuando la vista se le nubló.— M-más que c-claro se-señor Montana..
Jeon sonrió socarronamente disfrutando del dolor que le provocó a Yugyeom y lo tomó del
cuello de su camisa.— Me voy a enterar de todo, y si me estás ocultando algo, considérate un
hombre muerto, Yugyeom.
Mierda. Pensó el pelinegro.
Jeon lo soltó bruscamente y ladeó su cabeza a NamJoon, indicándole su salida. Y no se
sorprendió cuando sus guarda espaldas estaban tras la puerta y al final del pasillo, toda la gente
lo miraba en pleno silencio con los rostros delatando su miedo, algunos bajaron su vista de Jeon
ya que habían sido terriblemente intimidados por el hombre vestido en costoso traje con detalles
dorados que salía por la puerta de la estación de policía y se montaba en su camioneta.
.
Hellooooooooow.
No se debieron ilusionar con el bebo de Yugyeom, cochitas, JSJDKXKDKFKDKD. /Inserta tus
quejas a Nxchu aquí.
Yugyeom tendrá un corto lapso de aparición en pocos capítulos pero definitivamente juega un
papel REALMENTE importante. En fin, quería echar sal a la herida. :)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Ay, nenito, si tú supieras lo que ese otro nenito hizo definitivamente hubieras sido el infierno
encarnado..................... (?)
4 3.
Jeon lentamente abrió la puerta de su habitación y logró notar una bola de sábanas moverse.
Montana no iba a mentir, JiMin podía llegar a ser tan adorable que su corazón no podría
soportarlo.
—Cariño..— Susurró Jeon sentándose en la orilla de la sábana.
Una cabellera negra se asomó por las miles de sábanas y los ojos de JiMin pestañando varias
veces derritieron más el corazón de Jeon.
—¿J-jungKook?— Preguntó.
—Aquí estoy, amor..— Jeon gateó hasta JiMin y besó ambos párpados.
JiMin parecía muerto en vida, estaba bastante pálido y aquéllas mejillas rellenas no estaban
más.
—Santo infierno, JiMin, estás adelgazando demasiado..— Jeon alejó las sábanas que cubrían
a JiMin y observó el delgado cuerpo de Park.
Sus muslos estaban perdiendo ese asombroso volúmen, sus brazos parecían de poco en poco
unos fídeos y sus clavículas se notaban exageradamente. Jeon gruñó furioso consigo mismo
mientras observaba su cuerpo y JiMin tembló bajo de él.
—J-jeon.. yo..— Montana lo silenció con un beso.
—Vas a comer, tienes que comer, no quiero que mi rollo de sushi enferme mucho más..—
Susurró JungKook besando sus mejillas repetidas veces.
Le haría sentirse mucho mejor, oh claro que lo haría.
.
Hellooooooow.
Ahora sí, esto no es una trolleada jijiji.
Estaba un poco ocupada pero por fin les tengo el capítulo.
Sho me despido, cochitas beias, ¡cjau cjau!
Actúa como un bebé travieso, lo amo tanto.😍
4 4.
Jeon abrió de golpe sus ojos cuando escuchó un sollozo proveniente de JiMin. La luz de la luna
era lo único que iluminaba su habitación y por ella logró distinguir el delicado cuerpo de JiMin a su
lado.
Jeon sentía un aliento a menta contra su rostro, sin embargo, sus párpados estaban aún
pesados y no quería despertar aún. Nuevamente, otro golpe de aire mentolado golpeó su rostro y
abrió solo un ojo.
JiMin tenía apoyado su mentón sobre el pecho de Jeon y lo miraba con ojos brillosos, una
mirada curiosa.
—JungKook..— JiMin besó la frente de Jeon.
Jeon frunció el ceño, JiMin solía dormir a esta hora ¿qué lo había despertado?
—JungKook.. ¿quién es Yugyeom?— JiMin preguntó frunciendo los labios.
—¿Quién?..— Jeon cubrió su boca bostezando cuando entendió el nombre.
Mierda.
—Yugyeom..— JiMin se sentó sobre él con las piernas a ambos lados de Jeon y se cruzó de
brazos.— ¿Quién es y por qué soñaste con él?
Jeon sonrió, posando las manos sobre las piernas de JiMin y acarició su piel.
—Es mi novio..
—Bien, entonces ve a tocar a ese tal Yugyeom y a mi déjame en paz.— JiMin gateó en la cama
cuando los brazos de Jeon sujetaron su cintura, deteniendo su escapada.
—¿Estás celoso?..
—Nnno.— JiMin sonrió falsamente, cuando la palma de Jeon chocó contra su trasero y
nuevamente lo acomodaba sobre sus piernas.
—No me mientas.
—Sí estoy celoso..— JiMin confesó gruñendo.— ¿Quién carajos es Yugyeom, Jeon JungKook?
—El comandante que soborno para que me dé información de J-Hope y AgustD.— Jeon
acarició la cintura de JiMin y agregó:— No es mi tipo, cariño. Él no tiene unas piernas como
éstas..— Jeon recorrió con sus yemas los muslos de JiMin.—.. No tiene un bonito trasero como él
tuyo..— Guió sus manos a los glúteos de Park y los apretó, provocándole a JiMin un pequeño
gemido.— Él no es tú..— Montana se sentó en la cama y besó a JiMin.
—P-pero soñaste con él..
—Porque he estado viendo su maldito rostro estos días, cariño, ahora..— Tomó a JiMin en
brazos y lo recostó a su lado.— Vamos a descansar, no quiero irme aún.
—Yo.. está bien.— JiMin besó las mejillas de JungKook y se sumergió en sus brazos.
—¿Sabes?.. a veces me pregunto por qué eres la persona más sexy y tierna a la vez ¿cuál es
tu secreto?— Jeon preguntó mirando al techo.
—Mi secreto es..— JiMin calló unos segundos.
—¿Es?..— Alargó Montana.
—¿Seducirte?..— Park preguntó con duda, provocándole una carcajada a Jeon.
—Sí, desde que te vi por las cámaras la primera vez, me sentí seducido.— Admitió.
—Hablando de ello.— JiMin se giró frente a Jeon apoyando los codos sobre el colchón y
observar al somnoliento Montana desde arriba.— ¿Cómo lograste encontrarnos?
—Las cámaras ayudaron, ya que cierto pequeño con piernas de infarto se quitó el
pasamontañas antes de fugarse con mis pertenencias..— Jeon entrelazó sus manos detrás de su
cabeza y miró al pelinegro.— Dos días después logré buscar tu departamento y te encontré
fumando.
—Yo fumaba cuando estaba nervioso..— JiMin rió por lo bajo, relamiendo sus labios.— Algo
me decía que robar a la mansión anónima iba a traer graves consecuencias.
—Claro, consecuencias como estar en la cama del dueño ¿no?— Jeon sonrió ladino cuando
notó el sonrojo de Park.— Oh, P, ¿tan cabrón y peligroso soy?
JiMin boqueó indignado.
—¿Qué si eres un cabrón? ¡me sedaste! ¡me ataste a una silla y tienes fama de sanguinario!—
Chilló Park.
—Lo soy..— Jeon relamió sus labios recordando los momentos dónde hacía utilidad de sus
actividades sanguinarias a lo largo de los años.— Solo me jode que no cumplan sus tratos, fin,
me enfurezco y los mato.
—¿Eso no es ser igualmente un sanguinario?
—Cállate y bésame hasta romperme el labio, Park.
JiMin carcajeó pero sin lloriquear, besó a su chico sanguinario demostrándole a través de sus
labios lo mucho que lo amaba.
.
Hellooooooow.
Sha vine con un capítulo bien sad y meloso ahre DKXKDKK.
Por ciertoOOOOOoO, pregunta random:
¿cuál es la canción que más están escuchando ahora?
Yo "Bon appétit" de Katy Perry porque son de esas canciones que alegran al mundo a pesar de
la letra asquerosa y perversa JSKDKDKWKFK.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Vengo a alegrar su día con este angelito, protéjanlo de todo mal amén.😍
4 5.
Jeon se encontraba bajo la ducha, dejando que la regadera empapara todo su cuerpo de
manera relajante y fresca, sus músculos dejaron de tensarse ante la idea de llevarse a JiMin a
aquélla fiesta de quién infiernos sea. Estando él siempre al lado suyo no tendría por qué
preocuparse.
.
Helloooooow.
Estuve como dos horas tratando de escribir este limón podrido porque las visitas interrumpen mi
mente. :)
En fiiiiin, ya tengo listo el desmadre de más adelante, abróchense los cinturones, chingus:v.
POR CIERTO, ¿YA NOTARON QUE JEON MONTANA TIENE WATTPAD? JAJAJA STE
NARCO ES UN LOQUILLO.
Jeon_Montana
YO OPINO QUE VAYAN Y LE PUBLIQUEN SU APODO FAVORITO, USTEDES SABEN CUÁL
ES, HÁGANLO ENOJAR AHR, XDDDDDDDD.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
La limosina se adentró a un enorme jardín y Jeon supó que al lugar a dónde se dirigían era
grande, una mansión al igual de enorme que la suya. Pequeñas fuentes habían en el césped, el
camino estaba perfectamente limpio y los arbustos estaban muy bien decorados. Jeon al ver la
gran piscina supo qué tierra estaba pisando su auto.
JiMin tenía su mejilla apoyada en su hombro y miraba por la ventana al igual que
él, todo era iluminado con lámparas realmente costosas. El auto frenó y Jeon supo que era hora
de enfrentar a los cientos de idiotas que querían mirar de más a su rollo de sushi. Realmente la
misión de Jeon con su asistencia no era pasarla bien o soportar a mafiosos queriendo hacer
negocios con él.
Era encontrar a AgustD.
El guardia abrió la puerta y Jeon salió primero, entendiendo su mano para ayudar a salir a
JiMin y entrelazar su brazo con el suyo. Para Park todo era algo nuevo, su mirada seria con ojos
brillosos llenos de curiosidad era lo que Jeon quería cuidar, lucía tan tentador como bello, y dejar
que otros le miraran en este estado le cabreaba demasiado.
NamJoon se le unió junto a SeokJin y ambos caminaron subiendo las escaleras tapizadas con
una alfombra roja que llevaba al interior de la mansión. No bastaba decir que Jeon quería girar en
sus talones e ir de regreso a casa para que JiMin le llenara de besos o alguna otra cosa relajante.
Pero era demasiado tarde y sus pies ya se encontraban en el interior de la mansión.
Miradas curiosas y algunas de asombro fue lo primero que Jeon percibió en los invitados, era
obvio ¿Jeon Montana asistiendo a una celebración como esta? ¡debía ser una broma!
—Vaya, al parecer alguien se dignó a presentarse en cuerpo y alma a una reunión.— Un
hombre con el cabello castaño y traje ceñido al cuerpo apareció con una copa de vino en sus
manos.— Señor Jeon Montana.. ¿debería sentirme afortunado de que usted asista a mi
celebración?
Jeon sonrió soltando un incrédulo suspiro y ladeó la cabeza.— Tal vez muy afortunado..— El
hombre estrechó su mano con la suya y le sostuvo sin problema alguno la mirada.— Choi MinHo,
tanto tiempo sin saber de usted.
El hombre soltó una pequeña risa y negó lentamente, llevando la copa a sus labios.
—Nada de eso, Montana, ¿dónde ha estado usted? Me sorprende saber que asista a una
ceremonia como la mía.— MinHo de repente guió sus ojos al brazo de Jeon y lo encontro
entrelazado con otro, siguió la extensión hasta encontrarse con una dulce mirada atenta.— Vaya
¿y ésta bonita sorpresa?
—No mires mucho si no quieres verme destruyendo tu bonita ceremonia, Choi..— Jeon pasó
su brazo alrededor de la cintura de JiMin.— Es mi pareja.
—Oh, ¿éste chico es quién creo que es?— Choi extendió su mano educadamente a JiMin.—
Es un placer conocerte, P de TripleB. Soy Choi MinHo.
Jeon le sostuvo la mirada a Choi unos segundos antes que JiMin educadamente
correspondiera al saludo de manos.
—Mucho gusto.— Dijo JiMin.
Jeon divisó a NamJoon al otro extremo de su lugar y lo miraba seriamente.
—Entonces, Choi, ¿boda por fin?— Jeon preguntó atento a los movimientos de NamJoon.
Pero MinHo estaba tan sumido pavoneándose como para darse cuenta que Jeon estaba
buscando disimuladamente a cierto invitado en su ceremonia de matrimonio.
—Sí, por supuesto..— MinHo asintió.— En realidad es un matrimonio por contrato, no es como
que escoger a SooYoung como mi esposa sea elección mía, son negocios.
JiMin comprendió que la palabra "negocios" era de mucho significado para mafiosos como
MinHo y Jeon.
—Ya, pues felicidades, disfruta tu matrimonio por contrato.— Jeon soltó cuando NamJoon le
hizó una seña con su mirada para que se fijara a su lado derecho.
Y Jeon así lo hizo, pero no le gustó para nada lo que vió, sus ojos taladraban con fuerza aquél
punto.
AgustD, J-Hope y Yugyeom estaban en el mismo círculo hablando tranquilamente, disfrutando
del vino en sus copas.
JiMin notó la mirada de Jeon observando a su derecha y se sorprendió cuando vió a AgustD,
se apegó a Jeon, pero sin embargo, sabía que él y NamJoon estaban tramando algo, por lo que
comenzó a distraer a MinHo, haciéndole plática y que se olvide de la presencia de Jeon un
momento.
—¿Y la boda será muy pronto?— JiMin esbozó una sonrisa amigable.
—Claro que sí, P, es en dos estresantes semanas..— MinHo detuvo a un repartidor de vinos y
le extendió una copa a JiMin.— Tan lo menos quiero aparentar un feliz matrimonio, pero sabiendo
la mujer que me llevo encima no creo que resulte fácil.
—Deje que todo fluya tranquilamente..— JiMin guiñó soltando una risilla.— Así nadie notará
que todo ésto una obra.
Jeon se había acercado a NamJoon y ambos estaban planeando lo que harían, pero claro que
Montana no despegaba sus ojos de JiMin, su posesividad quería salir a flote, pero la mirada
tranquilizadora y fugaz que JiMin le dio, le dieron permiso de continuar con su trampa.
—Entonces hay que hacer aquéllo, a esperar que Yugyeom salga de la reunión.— Murmuró
NamJoon.— Le obligas a darte la verdadera información y lo matas, yo trataré de acercarme un
poco con SeokJin para tratar de escuchar lo que esos tres hijos de puta hablan.
Jeon asintió y palmeó sus hombros.— Muévete, corre tiempo.
.
Helloooooooooow.
Primera parte ahre ahre.
Debo admitir que para que este capítulo salga, tuve que descargar algunas canciones bien
danger al momento porque si no, no me inspiro un pito (por si no lo sabían, la música es mi primer
apoyo a escribir so..)
Pregunta randoooom
¿cuál es su sabor de helado favorito?
El mío es el de fresa, galleta oreo y napolitano ahrrree.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Qué guapo.
El JiMinnie prestándose al desmadre de nuevo, ese es mi niño, soy una madre orgullosa. :') (?)
4 7.
—Jeon, por la bendita mierda, ¡¿te vas sin JiMin?!— NamJoon murmuró
quejándose a su lado.— Va a cagar el plan y..
—Sé dónde está JiMin, contigo parado a un extremo como cosa que no sirve no vamos a llegar
a ningún lado.— Jeon bufó entrando a la limosina.
—¡¿Entonces a la mierda tu sobreprotección y salvajismo?!
—Eh, cállate, me costó dos milenios convencerlo de que JiMin entre en su papel de P y lo deje
alejarse un momento de él.— SeokJin interrumpió tranquilamente siguiendo a Montana.
—¡¡Y yo como imbécil perdiendo el tiempo cuando podía estar bebiendo!!— NamJoon estaba
tan indignado que causaba gracia.
Sea cual sea su plan, Jeon sabía que esa misma noche Yugyeom dejaría de respirar. Tarde o
temprano tendría que hacerlo.
—¡Lo sé! Yo les llamo cuando tenga noticias de los movimientos de Montana.— Yugyeom
estrechó su mano con la de AgustD y J-Hope.
—Quiero que Jeon esté dando vueltas por Busan hasta hartarse y mandar todo a la mierda,
pero para eso necesito que me avises con tiempo.— AgustD pidió sonriendo mientras abrazaba a
J-Hope por la cintura.— Nos estaremos viendo, Comandante.
—Así será.— Yugyeom se despidió moviendo la mano y se dirigió a su auto.
Aquél jardín era enorme, por lo que le fué un poco difícil recordar la ubicación de su coche.
Estaba tan aliviado de no ver a Jeon paseándose por el lugar, tal vez debía confiar en AgustD.
Después de todo, él tenía razón, Jeon no pierde el tiempo asistiendo a ceremonias estúpidas
como la de Choi MinHo.
Quitó el seguro de su auto y rápidamente se montó en él, prendiéndolo y comenzar a salir del
aparcamiento. Pero no se sentía tranquilo ¿por qué tenía esa sensación de estar siendo
observado? Yugyeom apretaba los nudillos en el volante y se convenció a sí mismo que estaba
alucinando o que simplemente era idiota. La carretera solo estaba acompañada por su auto y
otros cuatro, curiosamente de color negro, Yugyeom por el espejo retrovisor no logró apreciar la
marca o el tamaño ya que la luz de los focos lo cegaba de una forma horrible. Semáforo tras
semáforo, calle tras calle y Yugyeom comenzó a desesperarse ya que esos autos lo seguían a
una distancia considerable. Yugyeom aparcó el coche a un lado y estuvo pensativo.
—¿Debería avisarle a AgustD?— Se preguntó en voz alta.
Entonces sintió un perfume dulce proveniente en sus asientos traseros.
—Yo opino que no lo hagas, cielo.— Un chico se asomó violentamente de la parte trasera y
con su brazo enrolló su cuello, haciendo que Yugyeom no pudiera respirar.
Se movía ágilmente que Yugyeom no tuvo tiempo de reaccionar, sus manos estaban atadas y
su boca cubierta con cinta, con sus propias cosas de trabajo. Se maldijo a sí mismo por dejar
cinta en su asiento trasero y otros materiales.
Cuando miró el espejo logró reconocer aquél rostro, aquél rostro que lo perseguía desde hace ya
dos o tres semanas.
Chilló pero sus gritos eran en vano pues estaba bien atado.
El pelinegro tomó su celular y marcó un número, lo apegó a su oído y miró al cristal trasero.
—Lo tengo, cariño.— Sonrió al recibir una respuesta en la otra línea y mordió su labio.— Será
después, apresúrate que chilla como una ardilla, ugh.
Dicho esto, colgó y esperó pacientemente hasta que unos hombres aparecieron
alrededor del auto de Yugyeom.
JiMin sonrió y abrió su puerta trasera, se dirigió a Jeon y besó su mejilla, murmurando en su
oído:— Espero una buena recompensa.~
—La tendrás, ve al auto, cariño.— Le sonrió cortamente Jeon.
JiMin asintió y caminó hasta la camioneta, vio a NamJoon salir y no dudó en echar un poco de
veneno. El azabache lo miró incrédulo y dirigió palabra a JiMin.—¿Lo atrapaste en verdad?
JiMin le devolvió la misma mirada incrédula y puso un pie en el escalón de la camioneta.
—Ahí tienes la prueba de que no solo sirvo montando a Jeon, NamJoon.— De un salto se
hundió al interior de la camioneta dejando al azabache sin palabra que decir.
Por otro lado, Jeon sacó a su amada Daisy de su cintura y se colocó frente a la puerta del auto
de Yugyeom.
—Comandante.— Jeon saludó con su típico tono sarcástico.— Te vuelvo a ver, necesitamos
hablar.
Jeon examinó los nudos que JiMin le dejó, y no deseó ser Yugyeom ya que sus muñecas
estaban tan apretadas que su circulación comenzaba a entrecortarse. Por supuesto que le daría
una gran recompensa a su pelinegro, se había portado excelente y cumplió con su misión.
—Do mm mtes aku.— Yugyeom habló distorsionadamente gracias a los trapos que JiMin le
había atascado en su boca.
—¿Cómo has dicho?— Jeon se hizo el sordo a propósito pero la viva sonrisa socarrona
delataba otra cosa.— ¿Que no te mate aquí? Oh, tranquilo, por más comodidad y privacidad
irémos a la bodega, pero antes, Yugyeom..
Jeon cargó su pistola y dejándolo a su pulso, jaló el gatillo sin ver.
Yugyeom chilló de dolor cuando la bala se enterró con fuerza en su hombro y sintió su propia
sangre rodar por su piel.
—Llévenlo a la otra camioneta y diríjanse a la bodega, ahí terminaremos con este cabrón.—
Jeon gruñó dirigiéndose a su propia camioneta, estuvo a punto de subirse, sin embargo se detuvo
ya que sus oídos estaban encontrándose con la sorpresa de SeokJin, NamJoon y JiMin discutir
sin órden alguno.
—¡Salió involuntariamente! ¡No es como que yo le ande mirando el culo las veinticuatro horas
del día!— Bufó NamJoon.
—¡¿Entonces por qué me llamaste "culo de durazno"?! ¡Tremendo pervertido de mierda!—
JiMin chilló ofendido.
—¡Perdóname, señorito! ¡¡No tengo la jodida culpa de que tu culo sea más llamativo que el
resto de tu mísera persona!!
Un sonido ahogado salió de SeokJin y dos segundos pasaron para que sus gritos comenzaran.
—¡¿CÓMO TE ATREVES A APODARLE ASÍ AL NIÑO, KIM NAMJOON?!— SeokJin gritó
completamente furioso.— ¡ERES UN SIN VERGÜENZA!
—¡¡ME LLAMÓ CULO DE DURAZNO!! SEOKJINNIE..— JiMin chilló con un tono de dolor total.
Jeon sin perder el tiempo, se montó a la camioneta y las tres miradas sorprendidas de los
presentes lo recibieron.
—¿Quién te ha llamado "Culo de durazno"?— Jeon gruñó dirigiéndose a JiMin y se sentó a su
lado.
JiMin disimuladamente sonrió malicioso y miró a NamJoon, quién tragó saliva duramente.
El azabache captó el brillo diabólico en los ojos de Park y de su propio SeokJin.
—Oh.. qué cabrón.— Jeon murmuró con el tono sarcástico en su voz y volvió a
jalar el gatillo.— Confiesa ahora, dílo si quieres salir ileso de ésta.
Yugyeom observó a Jeon con el semblante duro y los músculos de su mandíbula tensarse.
—Y-yo..— El chico controló su respiración y continuó.— AgustD está viviendo en la masión "la
perla" ahora. Y-yo fuí el espía de AgustD.. yo capturé en fotos el momento exacto del robo a la
joyería que hizo P y el robo el doce de Julio en el banco fuerte.. también capturé cuando tuviste
en tus brazos a P.
Jeon se quedó callado unos segundos, su ceño estaba fruncido y su lengua empujaba su
mejilla. El fuego aumentaba en su cuerpo y su furia estaba por salir.
—Continúa.
Yugyeom pestañeó varias veces y asintió.— D-desde ahí, AgustD supo que tú y P estaban
juntos, poco después J-Hope se lo confirmó..— Yugyeom gruñó en dolor.— ellos hicieron el plan
para el secuestro de JiMin y yo..
Jeon sentía los segundos más eternos en su vida, era demasiado tarde como para detenerse.
Se acercó a Yugyeom dando zancadas y golpeó al chico en su mejilla.
—¡¿Tú qué?! ¡¿Qué mierda hiciste, Yugyeom?!— Gritó Montana.
—T-tú fuiste el que me s-secuestró..— JiMin habló de repente, reconociendo a Yugyeom en
segundos.— ¿ve-verdad?..
Jeon arrastró lentamente su mirada de JiMin a Yugyeom y éste último anheló no estar vivo.
—Y-yo lo secuestré y J-Hope solo utilizó la voz para confundirlo..— El chico bajó la mirada.—
D-después de que AgustD lo violara y lo drogara, y-yo también lo toqué.
Golpe tras golpe recibió Yugyeom sin tiempo de reaccionar hasta lograr que la silla ladeara
hasta caer, Jeon estaba nublado en furia y no paró de golpearlo hasta de NamJoon lo alejó de él.
—¡¡Eres un bastardo!!— Jeon gritó mientras trataba de zafarse de NamJoon.— ¡¡Un jodido
enfermo!!
JiMin estaba estático en su lugar, incapaz de poder procesar lo que aquél enfermo ser humano
confesó, sus labios comenzaron a temblar y de inmediato sintió nuevamente su mundo
derrumbarse. Pero JiMin quería ser fuerte, JiMin quería salir de esto de una vez por todas.
SeokJin y lo abrazó notando la situación y Park lloró en silencio todo lo que pudo.
—¡¿Pero sabes?!— Jeon gruñó jadeante de tanto forzarse, se liberó de NamJoon y apuntó su
arma justo en la frente de Yugyeom.— No te voy a dejar vivir después de traicionarme y tocar lo
que es mío.
Montana jaló el gatillo, y sin pudor alguno dejó que la bala saliera hasta terminar en la frente de
Yugyeom y así acabar con la vida de lo que alguna vez fue el comandante más importante de
Busan.
Jeon estaba bastante furioso, su propia frente se perlaba en sudor y las gotas descendían por
su cuello, perdiéndose en su traje.
Tragó saliva y giró para encontrarse a JiMin temblando en brazos de SeokJin mientras lloraba en
silencio.
—J-jiMin..— Jeon murmuró acercándose a él. El pelinegro se zafó del abrazo de SeokJin y
corrió hasta Jeon, abrazándolo y sintiendo nuevamente ese aura de seguridad que solo su
JungKook soltaba para él.
Jeon tenía la ubicación, y esta vez iba a acabar con AgustD, le haría ahogarse con su propia
sangre.
.
Helloooooow.
Sí, lo sé, éste capítulo estuvo más largo de lo que acostumbro a escribir.
Pero wenoooooo
YA SALIÓ LA VERDAD DE YUGYEOM OHOHOHOHO ¿Qué opinan?
POR CIERTAAAAA MI CIELAAAS
Se tomaron re en serio los fakes de esta historia que ya hay Rollo de Sushi y AgustD, baia
baia, ¿quieren desmadre? Vayan a sus perfiles a joderlos jijiji meNOS AL ROLLITO DE SUSHI, A
ESE DÍGANLE COSAS BONITAS. ^
Rollo_De_Sushi y 1_AGUSTD
¿quieres ser parte del Jeon Montana Fake pero no sabes cómo? ¡es fácil! Sólo entra a
www.JUANC0C0pendejadas.com.mx ¡LLAMA YA! *voz de comercial*
No es cierto JAJAJAJA, ya si quieren unirse al desmadre háblenme al imbaaaax.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
—Así.. y ahora así.. paso ésto por aquí..— Jeon decía inconscientemente.
—JungKook, ya son tres abrigos los que tengo..— JiMin musitó mientras las manos de
Montana se movían por las prendas, acomodándolas.
—Lo sé, pero no quiero que te enfermes..— Jeon besó sus labios y pasó alrededor de él una
manta gruesa color negro, se alejó un poco ante la imagen adorable de JiMin y sonrió.— ¡Eres un
rollo de sushi!
—¡Jeon!
—Ahora ve a la cama, cariño, me toca ir a ducharme.— Jeon buscó ropa cálida y se dirigió a la
ducha.
—¡Apúrate!— Chilló JiMin.
—¡Sí, bebé!— Respondió Jeon haciendo eco en el cuarto de baño.
JiMin se trepó en la cama con todo lo que tenía encima y hundió el rostro en la almohada de
Jeon, respirando el aroma del dueño de su corazón tan deliciosamente.
—Hueles rico..— JiMin susurró felíz y tranquilo mientras trataba de mantenerse despierto, ya
que el sonido de la lluvia se le hacía tan relajador, tan tranquilo que llegaba a dormirle.
Pero no, esperó pacientemente al chico de sus sueños para que le repitiera lo mucho que lo
amaba y que era su lindo rollito de sushi.
Porque JiMin adoraba ser mimado por Jeon.
.
Hellooooooow.
Capítulo random, eso es lo que es, pero es que esTÁ LLOVIENDO FUERTE Y ME INSPIRÉ EN
HACER ESTE CAPÍTULO KK.
Amo la lluvia con mi vida, y ahora estoy casi como JiMin en mi cama, tengo cuatro sábanas
encima mío y me siento un rollo de sushi iwal ahk no mentira. (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Los amo con mi vida entera bASTA.
4 9.
—No.— Jeon sonrió colocándose de puntas para alejar más el arma del rubio.
—Dá-me-la.— Se quejó con el rostro rojo lleno de ira.
—Está bien, SeokJinnie, yo lo haré..— Una melosa voz alertó a Jeon y se encontró con una
cabellera negra detrás de SeokJin.
El rubio se hizo a un lado y JiMin sonrió con el sonrojo natural en sus mejillas, cosa que
provocó que el corazón de Jeon se derritiera de poco en poco.
—¿Me lo das, cariño?— JiMin se cruzó de brazos.
—Todas las noches.
—Eso no, lo otro, bobito..— JiMin apuntó la pistola riendo por lo bajo.— ¿Me lo das?..
—Ñññño.— Jeon apretó los dientes tratando de no caer.
—JungKookie~— Canturreó JiMin.
—Dije que.. oh..— Jeon cerró los ojos tan pronto al sentir a JiMin colocarse de puntas y besar
su cuello tentadoramente.
—Si no me das la pistola hoy no te dejaré tocar..
—¡Toma! ¡toma!— Jeon le extendió el arma, cortando el susurro que JiMin le daba.
—Buen niño, cariño..— JiMin besó su mejilla guardando la pistola en la cajonera.
JungKook se sintió un orgulloso de ser el niño malo/bueno para JiMin hasta que dos voces
provinieron de la puerta gritarle:
—¡MANDILÓN!— Tan pronto como Jeon vio a NamJoon y a SeokJin, éstos desaparecieron de
la puerta.
Jeon iba a perseguirlos pero las manitos de Park tomaron su pecho, evitándole irse.
—No vayas, bebé, ignóralos.— JiMin sabía que una de las debilidades de Jeon era verlo
pucherear, y así lo hizo puchereó tan adorablemente como pudo.
—A la mierda los imbéciles de arriba, ven aquí.— Jeon tomó de la cintura a JiMin y con agilidad
lo cargó, enrollando las piernas de Park en su cintura.— Ya te dije que me pone mal verte
pucherear.
—¿Así?— JiMin volvió a doblegar su labio inferior, consiguiendo que Jeon soltara un suspiro
enternecido.
—Para, Park, es mucho para mí..— Jeon volvió a mirarle y notó que el pelinegro comenzó a
sollozar falsamente.— Oh.. mi corazón, Jeon JiMin, piensa en mi pobre corazón.
Entonces fue que JiMin besó sus labios con dulzura, enrollando sus brazos en su cuello y frotar
su pequeña nariz con la de Jeon.
—Te amo.
—Te amo más, rollo de sushi.— El castaño repartió besos por sus mejillas y párpados, notando
la adorable sonrisa que JiMin tenía en su precioso rostro.— Hasta el fin de mis días.
—Ese luce de maricas.— TaeHyung miró por las vitrinas seleccionadamente.— Aunque Jeon
me dijo: "Algo fino y precioso, que no sea llamativo pero tampoco opaco"— El pelirrojo imitó la
voz de Jeon.— Que en resúmen es la misma putada y quiere algo de maricas.
Minutos pasaron donde TaeHyung se entretuvo mirando otros objetos, como los
cuadros del lugar, las luces, los ventiladores y el piso. Hasta que reaccionó que Jeon en su
mansión tenía demasiados hombres con objetos del diablo y él mismo con uno, "Daisy" si mal no
recordaba el pelirrojo.
—A la mierda, le diré que todos estaban de oferta.— El chico rompió las vitrinas y metió todas
las bandejas que pudo en su bolsa, la alarma sonó pero él tranquilamente caminó a la salida.—
Biu biu biu.— Imitó por lo bajo colgándose el saco en su hombro.
Entonces se trepó a la camioneta y partieron de regreso a la mansión Montana, aturdiendo al
conductor con sus preguntas algo.. salidas de lugar.
—Cállate ya, niño.— Pidió el hombre estresándose.
—Ay, en serio ¿no me dirás cómo se creó la tierra?
—Mejor pregúntame porqué ella no me dejó amarla.— El hombre preguntó con sarcasmo.
—Es pregunta de idiotas.
—Es perfecta para ti, entonces.— El chofer sonrió aparcando el auto en el jardín de Montana.
TaeHyung entró cuando recibió la respuesta de Jeon, pero tan pronto como encontró a JiMin
en la pequeña mini sala recostado, escondió el saco lo más que pudo.
—Está dormido.— Jeon se encogió de hombros.
—No lo está.
—Ya te dije que sí.
—Lo conozco hace diecinueve años de mi maldita y miserable vida y puedo confirmarte que se
está haciendo el idiota muerto porque no respira tranquilamente.— TaeHyung le dió el saco a
Jeon y éste lo escondió detrás del escritorio.— Además ¡Él se hace bolita al dormir y éste idiota
está completamente estira..
JiMin le lanzó un cojín, su ceño estaba fruncido y se puso de pie para salir de la oficina de
Jeon, no sin antes besar sus labios cortamente.
—Te lo dije.— Dijo TaeHyung cuando el pelinegro desapareció de la puerta.— Espera..— El
pelirrojo calló un segundo y miró hacia la puerta.— ¡JiMin ya te oí!
—¡Te odio, Tae!— JiMin chilló del otro lado de la puerta y dio zancadas fuera del pasillo.
—Ahora sí.. ¿Qué te estaba diciendo?
—Lo del sa..
—¡Lo del saco, sí, eso!— TaeHyung asustó a Jeon cuando gritó, haciendo que el castaño diera
un respingo.
TaeHyung vació la bolsa en el escritorio y Jeon suspiró estresado.
—Te pedí como máximo diez de ellos, TaeHyung, no toda la tienda.
—Pues ¿qué te digo?— TaeHyung se cruzó de brazos y suspirar desinteresado.— Estaban en
oferta.
—Pero si los has robado..
—En el letrero decía "Los de robo en oferta"
Jeon se golpeó la frente.
—Es "rodio" no "robo", menudo imbécil.
—Pues agarré muchos, escóge, iré a ducharme, huelo a perro.— TaeHyung se dió vuelta y
salió de la habitación.— De nada.
—¿Gracias?— Dudó Jeon incrédulo.
¿Por dónde debería empezar?
.
Hellooooooow.
Sha shegué, sha me fuí. (?)
SI NO ENTENDIERON EL CAP, PUES.. YO MENOS ASÍ QUE ESPÉRENSE UNOS CINCO
MÁS, AHKNO.
GRACIAS POR TODO EL AMOR QUE LE DAN A JEON MONTANA, COCHITAS, LAS AMO,
SON LAS MEJORES #PODERCOQUITO (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Fué su momento de brillar, déjen ser a mi bebé. >:c (?)
5 0.
El cielo aún ni cambiaba sus tonalidades azules marino a unas más claras, y cierto hombre
estaba gruñendo sin ganas de querer salir de la cama cuando cierto chico estaba tan bien
acurrucado en él bajo sus cálidas sábanas.
—En veinte minutos te quiero en mi oficina..— Jeon bufó con la voz somnolienta.— No me
importa, NamJoon, sé que te quedaste a dormir en la habitación de SeokJin.. ya te dije, te quiero
en veinte minutos en mi habitación o ve despidiéndote del rubio.
—Hijo de puta.— Fué lo último que escuchó NamJoon antes de cerrar la llamada y dejar de
nuevo el celular en su mesita de noche.
—No te vayas aún..— JiMin susurró asomando el rostro de su pecho, sus pequeños y finos
ojos parpadeaban para mantenerse despierto, como si de un pequeño minino se tratara. Una
escena adorable que Montana no olvidaría.
—Debo salir temprano, amor..— Jeon acarició los cabellos de JiMin, dejando un pequeño beso
en éstos y suspirar.— No quiero irme.
—Entonces no hay razón para írte.— JiMin apoyó su mentón sobre sus pequeñas y gorditas
manos y lo miró.— Tú eres el jefe, ¿no? Tú eliges lo que quieras.
Jeon suspiró entrelazando sus manos detrás de su cabeza, mirándole tan fijamente, tenía
razón, si él era el jefe ¿por qué demonios tendría que levantarse tan temprano cuando podía
mandar a alguno de sus guardias a buscar la mansión "la perla"
—Sea lo que estés tramando, cariño, déjame decírte que lo conseguiste.— Jeon prendió su
teléfono y entrecerró los ojos cuando la lastimosa luz chocó con sus ojos, haciendo que estos
lagrimearan y tecleó algo en la pantalla, tan pronto como lo tomó, lo dejó de lado y atrajo el
pequeño cuerpo de JiMin, recostándolo bajo su cuerpo.
—Separa las piernas.— Ordenó mordisqueando el lóbulo de su oreja.
—No.— JiMin sonrió inocentemente.
—Park, separa las piernas.— Repitió mordiendo el hombro de JiMin y palmeando sus muslos
con fuerza, causándole un quejido y cediera a su órden.— Muy bien, bebé..
Jeon trazó el inicio de la filosa mandíbula de Park con besos hasta llegar a sus labios y
tomarlos con dulzura, sus manos vagaron traviesamente por debajo de la camisa de Park y éste
soltó un pequeño gemido al sentir la frialdad de los dedos de Montana. Su piel se erizó y echó la
cabeza hacia atrás, cortando el beso de inmediato y cubrir el rostro con sus manos. Jeon estaba
confuso, de pronto sentir a JiMin romper el beso tan espontáneamente y esconderse bajo de él no
era algo que le tranquilizara.. no era algo que JiMin haría.
—M-me siento sucio.. no deberías estar tocándome.. Lo siento.— JiMin confesó con las
mejillas al borde de rojas. Recordar cómo aquél sucio hombre había confesado que también lo
había tomado fué la gota que derramó el vaso, se sentía tan sucio.. tan.. tan jugueteado e
inservible.
Jeon no merecía alguien inservible.
Pequeñas lágrimas picaron sus ojos, tan destrozado como herido, quiso salir del encierro que
Jeon le daba con su cuerpo, pero fue inútil.. él era más fuerte.
—JiMin.. mi JiMin..— Jeon besó las manos del pelinegro, nudillo tras nudillo, dedo
por dedo.— Eres la persona más pura y dulce que pude conocer en mi vida..— Jeon con sus
labios acalló los temerosos sollozos de JiMin y lo abrazó tanto como sus brazos y su cuerpo le
permitían.— No eres sucio por nada de ésto, esos dos hijos de perra jugaron con tu dulzura y eso
no puedo permitirlo más, no puedo permitir que sigan burlándose de ti.. de tu belleza, de tu
preciosa existencia..
Jeon besó cada lágrima que rodaba por sus mejillas, sintiendo el sabor salado hasta llegar a
sus empapados ojos, besando ambos párpados y bajar a la punta de su nariz.— Eres mío, Park
JiMin, y en mi presencia no quiero volver a oírte denigrarte a tí mismo. Te amo tal y como eres,
sin importar cada defecto tuyo ¿me entendiste, rollo de sushi? Te amo con toda mi alma.
Park en ese momento sus lágrimas dejaron de ser amargas y con el propósito de tristeza,
ahora, su corazón se sentía derretido y felíz, sus lágrimas demostraban un poco de la felicidad
que Jeon le provocaba y aunque quisiera llorarle a mares el ser aceptado aunque haya sido
tomado a la fuerza aumentaba su amor por Jeon Montana... Y bastante.
—Te amo, te amo, te amo.— JiMin murmuró besando todo el rostro de Jeon y lo abrazó tan
fuerte que escondió su pequeño y empapado rostro en el arco del cuello de su pareja.
Y cualquiera que los mirara, sabría que ellos dos dependían del otro, y que su amor era más
fuerte que cualquier cosa.
—Entonces por ello hay tantos collares en tu escritorio..— NamJoon murmuró, observando
como Jeon metía los collares de plata y otros materiales en el saco con cuidado.
—Sí, le pedí al amiguito de JiMin que consiguiera como máximo diez, pero me trajo la tienda
entera..— Jeon bufó llevando la bolsa a un pequeño ropero donde no guardaba nada.
—A lo que vengo..— NamJoon rascó su cabeza y aclaró su garganta.— Las camionetas
tendrán que camuflarse.
Jeon sacudió sus manos y frunció el ceño.
—¿Por qué?..
—Si bien la perla es una mansión bastante costosa que no cualquier idiota compraría, está
completamente reforzada en seguridad.— NamJoon le extendió una pequeña carpeta con
fotos.— Desde la entrada hasta el final del patio trasero hay seguridad y cámaras por donde
mires.
Jeon se meció en sus talones suavemente, mirando las fotos con detenimiento.
—Debe tener un punto ciego.— Jeon murmuró observando fotos de AgustD y J-Hope en la
piscina, un gruñido involuntario salió de sus labios.
—Y lo tiene, pero..— NamJoon calló.
Jeon solo levantó sus ojos hasta posarlos en NamJoon.— ¿Pero?..
—El punto ciego de aquélla mansión es el pasillo por fuera que da con la habitación de
AgustD.— NamJoon suspiró.— Pero tiene alarmas.
Jeon suspiró estresado y lanzó la carpeta al escritorio, hasta que una idea atravesó por su
mente. Si bien no era fan del cabello color fresa, en aquélla situación le iba a servir.
—Las cámaras no son problema.
—¿Qué?— Preguntó NamJoon confuso.
—Kim TaeHyung es la respuesta a ese obstáculo.
—¿lo vas a poner a desconectar cámaras con sus habilidades?— Preguntó incrédulo
NamJoon.
—¿O quieres contratar uno? Digo, el dinero viene y va pero ¿crees que haya alguien tan bueno
con ello como K?— Jeon lo miró esperando una respuesta.
—Sí, bueno.. es talentoso el niño.
—Aunque me jode las bolas.— Jeon completó.— A veces me estresa.. más que SeokJin en
sus días de mal humor, ya sea porque su novela terminó o por la historia que leyó.
—Te escuché, idiota.— SeokJin entró con una cajita en sus manos.— Vengo a darte ésto y lo
único que escucho es lo mucho que detestas mis momentos tristes.
Jeon miró la caja sin importarle lo que mencionó el rubio.
—¿Quién lo manda?
—Tu vecina, imbécil, tu vecina..— Dijo con obviedad SeokJin.— JiMinnie.
Y la sonrisa estúpida salió de sus labios.
—Listo, vámonos, NamJoon, debes acompañarme, necesito un corte.
—¡Dios me libre!— Chilló el azabache en voz baja.
—¡¿Qué?!
—Que ya voy, amorcito.— NamJoon siguió a SeokJin.
—Y el mandilón soy yo.— Jeon murmuró riendo por lo bajo y aprovechó en revisar la cajita en
ella.
En ella, un pequeño y añejo anillo se encontraba, dos piedrillas se habían caído del anillo y el
color estaba un poco opaco. Entonces fue que vió la notita al fondo de la caja, curioso y con el aro
viejo en manos, lo leyó.
" Mi madre antes de morir me lo dió, no puedo decírte que fué la mejor del mundo (porque
claramente no lo fue) pero en un momento de borrachera, me entregó este pequeño anillo y me
dijo que yo se lo diera a alguien que yo ame con toda mi vida, y que sabría que cuando a la
persona que se lo obsequiara, mi corazón estaría pacífico y feliz.
Me siento feliz, más que feliz, Jeon JungKook, te amo.
— Siempre tuyo, Jeon JiMin. "
Jeon tragó saliva cuando terminó de leer las preciosas letras que JiMin escribió para él.
Maldición que estaba sentimental, claro que lo está, su corazón dolía de tanto amor y sus ojos
querían arder. Contempló la argolla en sus dedos y sonrió, deslizándola por su dedo anular, Park
JiMin era demasiado, era su nueva razón de vivir.
Park JiMin era su obra de arte.
.
Helloooooooow.
Les vuelvo a actualizar pq sí pq quiero y pq puedo. (?)
Mentira, está lloviendo y el rayo de inspiración se metió a mi alma, you know.
AAAAH EL SONIDO DE LA LLUVIAAAA /Gritos internos de felicidad.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
No puedo creer que los ame más a ellos que a otra cosa, ni ganas de tener pareja me da
porque lo veo pérdida de tiempo.. pero amo verlos juntos.
Ya pueden verme morir sola, JSJSJSJSJSJS.
5 1.
—¿Cómo le vas a decir eso, JiMinnie? Si se nota desde Marte que te ama..— SeokJin pasó
uno de sus miles de cepillos para el cabello en el de JiMin.
—Me sentí tan sucio, en serio..— JiMin jugó con los dedos largos de TaeHyung.— Creí que ya
no me querría más.
—Sé que Jeon puede tener cara de idiota, pero no lo es.— El rubio musitó chasqueando la
lengua.— Es muy posesivo y territorial, te aseguro que podría incluso defenderte de cualquier
comentario que hicieran sobre ti.
En eso, a lo lejos de la habitación de SeokJin, se escuchó un quejido de dolor que rompía la
paz del resto de la mansión.
—¡Ya basta! ¡Está bien! ¡está bien! ¡me duele!— SeokJin reconoció la voz de NamJoon de
inmediato.— ¡No volveré a llamarle culo de durazno!
JiMin se avergonzó y SeokJin ignoró los quejidos.— Se merece el puño de Jeon ¿en qué
estábamos?
...
JiMin salió contento de la habitación de SeokJin ya que este le había arreglado el cabello tan
ligeramente y sacudió las mangas del abrigo de Jeon. Caminó por los pasillos hasta dar con su
habitación, abrió la puerta silenciosamente y vió al dueño de sus pensamientos dándole la
espalda mientras miraba en el gran ventanal, sus manos estaban en sus bolsillos y JiMin se
acercó silenciosamente.
Le abrazó por detrás y pasó su pequeña nariz en medio de sus omoplatos.
—Hola, cariño.— Murmuró Jeon girándose para besar sus labios cortamente.
—¿Por qué golpeaste a NamJoon?— Preguntó apoyando su mejilla en el pecho de Jeon.
—Creo que ya había dicho que no se iba a quedar así el asunto.— Jeon besó repetidas veces
las mejillas de JiMin y lo abrazó.— Aunque muy en el fondo, no dijo una mentira.
—Jeon..
—¿Qué? ¿Estoy mintiendo?— Jeon bajó sus palmas hasta el trasero de Park y apretó este
entre sus dedos.
JiMin jadeó por lo bajo y escondió el rostro en el fuerte pecho de Montana.
—E-res un tonto, deten.. ¡Ah!— JiMin chilló cuando la palma de Jeon golpeó ruidosamente su
trasero.
—Shh..— Jeon compensó a JiMin besando nuevamente sus labios y y lo abrazó
fuertemente.— Tengo sueño, pero tengo que irme..— Murmuró.
—¿A dónde?— JiMin se aferró a él no muy seguro de querer saber la respuesta.
—Iré a ver la ubicación de AgustD, pero tu amiguito ese nos acompañará.— Jeon besó su
cuello dulcemente, acariciando la cintura de Park y hacer que este se estremeciera ante su tacto.
—¿T-tae?— Preguntó.
—Él nos ayudará.— Dijo mirándole unos segundos.— ¿No te ha dicho?
—No, pero.. ¿estás seguro? Tae puede ser muy tonto pero es adorable, podrá hacerte
enojar.— JiMin jugó con sus mangas, mirando los ojos de Jeon.
—¿Ahora resulta que tu amiguito es adorable?— Jeon se cruzó de brazos, empujando su
lengua contra su mejilla.
—¿Estás celoso?— Preguntó JiMin soltando una risilla.
—Sí.
—Tonto.— Sonrió poniéndose de puntas para lamer la piel del cuello de Montana.
—N-no hagas es.. mgh.— Jeon cerró los ojos sintiendo un cosquilleo en su cuello a causa de la
húmeda y suave lengua de Park.
—¿Ya no estarás celoso?— Preguntó dejando que Montana jadeara en su oído y conteniendo
las ganas de comérselo ahí mismo.
—Por la mierda que no..— Jeon jadeó apretando la cintura de JiMin.— Detente si no quieres
que te tumbe en el colchón antes de irme.
JiMin soltó una carcajada y asintió.
—¿Y qué estás esperando?
.
Hellooooooooow.
ESTÁ LLOVIENDO AGAIN, ESTOY FELIZ.
Les cuento que este capítulo iba a estar máaaas largo pero me levanté a hacer un deber y perdí
la idea de lo vendría después so.. JAJAJAJAA /Facepalm
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
.
Helloooooow.
¡Recuperé el capítulo!
Ahora sí, chicas, pienso que Jeon Montana se acerca a su FIN, no he pensado en una segunda
temporada, ya que el final que pienso no deja huellas posibles de una continuación.
Ya viendo que la ÚNICA RAZÓN por la que SÍ se pueda otro libro, es dándole un final a éste un
poco.. ¿si me entienden lo que quiero decir? Trágico.
En serio estoy contra la espada y la pared, no lo sé, estoy batallando con ello desde el capítulo
25.
Además, ya no tendría una emoción cómo éste.
¿qué opinan? ¿Final trágico para continuación o final felíz sin ella?
OJO: si hay continuación, se quedará en lo trágico, solo eso diré.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Hola, Jeon Montana, un placer verlo tan guapo.
5 3.
JiMin entró en la sala de estar minutos después de que Jeon le avisara que sería importante su
presencia, sus dedos jugaban con sus anillos nerviosamente, sin embargo, ver la sonrisa
cuadrada de TaeHyung le relajó completamente. Y es que se sentía incómodo ¿por qué
NamJoon, SeokJin, Jeon y Tae lo miraban fijamente?
—JiMinnie..— El pelirrojo saludó al chico con sus manos.
Jeon realmente parecía preocupado, nervioso, alguna definición que Park no lograba ver con
claridad. Tomó asiento al lado de Jeon y suspiró, juntando sus pequeñas manos en su regazo.
—¿Para qué me citaron aquí? ¿por qué me miran extraño?— JiMin arrastró la mirada a cada
nombrado curiosamente.
Jeon estiró un poco el nudo de su corbata mientras tragaba saliva, SeokJin actuó como si la
pregunta de JiMin fuera soltada por el mismo aire, NamJoon suspiró pesadamente y TaeHyung..
bueno, él estaba emocionado.
—JiMinnie..— TaeHyung arqueó una ceja.— Creo que TripleB debe cumplir un nuevo desastre.
Park sonrió ampliamente.
—¿Sí? Oh, ¿dónde?— JiMin preguntó con emoción cuando sintió el brazo de Montana sujetar
su cintura.
—Ese es el problema, JiMin..— Jeon lo miró con un extraño brillo en sus ojos.— El lugar no te
va a agradar para nada.
Entonces JiMin comprendió tanta seriedad por parte de todos, la sonrisa se borró de su rostro y
frunció el ceño.
—¿Es donde AgustD?— Preguntó, notando como Jeon se tensaba a su lado y lo acercaba
más a él. No necesitaba respuestas verbales, los movimientos de Montana confirmaban todo,
estaba intranquilo y sabía que la razón era porque luchaba con su mente para no llevarlo a su
habitación y cubrirlo con las mantas para que nadie le hiciera daño.
—Sí, sabes que K necesita a P en este trabajo ¿verdad?— TaeHyung acomodó su bandana y
miró suplicante a JiMin.— Por favor, JiMinnie, piénsalo.
—Yo.. no lo sé.— JiMin se removió en el sofá bastante incómodo.
—Park, en serio te necesitamos.— NamJoon habló con un tono tranquilo. Pero eso no
calmaban los nervios de JiMin, para nada que lo hacían.
—JiMinnie..
—Suficiente, si JiMin no quiere, debemos buscar otra forma.— Jeon sentenció en su defensa y
agregó:— Deberían tener en claro que aún es algo sensible para él éste tema.
Y claro que lo era, JiMin se sentía un pequeño animal indefenso cuando el nombre de aquél
idiota era formulado, pero.. ¿Cuando iba a superarlo si no se enfrentaba nunca? Park sabía que
saldría de ese desorden traumático sólo si enfrentaba las cosas como eran. Así fuera estar frente
a ese pelinegro cara a cara.
Debía dejar de tener miedo, no debía ser un tonto débil cuando tenía a su pequeño casi hermano
necesitando su ayuda en su misión, no podría vivir tranquilo mientras K estuviera en riesgo en la
cueva del lobo. Era hora de salir a la luz y dar la cara a lo que se venía encima.
—Está bien, yo lo haré.— Habló después de unos minutos regresando a la fuerte realidad.
Todos se quedaron en silencio y lo observaron.— No puedo seguír escondiéndome más, y no
dejaré que Tae se arriesgue solo.
—JiMin ¿estás segu..
—Estoy seguro, Jeon.— Cortó Park, mirándolo unos segundos.— No quiero seguir
ocultándome. Iré con TaeHyung.
Silencio por parte de Montana ¿por qué le era tan difícil aceptar la decisión de
JiMin y dejarlo arriesgarse? Se limitó a asentir y dejó que NamJoon explicara a Park todo ya que
éste había notado el desastre silencioso en el que se encontraba Jeon. Sí, Montana aceptaba que
su mundo se vendría de nuevo hacia abajo si a JiMin le sucediera algo.
JiMin era algo así como su única casa, la cuna de amor que Jeon jamás tuvo.
Y eso lo sabía, era tan débil pero nadie lo notaba, nadie comprendía que lo que ellos llaman
"sobreprotección y posesividad" solo es un fuerte miedo, preocupación y tristeza.
Porque amaba con su alma a Park JiMin, lo amaba tan malditamente mal que llegaba a doler, y
gracias a ese pelinegro, Montana supo el significado de lo que es el amor, el cariño y la pasión.
Ahora que JiMin iba a arriesgar su vida de nuevo con AgustD ¿cómo JungKook podría estar
tranquilo esperando en el auto a que las cámaras se desactiven cuando en cualquier momento
aquél dolor de cabeza convertido en persona podía atacar en cualquier momento a JiMin? Y
siendo Jeon JungKook, el chico que jamás supo lo que era "amor de familia" y no Jeon Montana,
le dolía, le aterraba que Park se hiciera daño.
Pero se supone que es un mafioso, uno importante, justamente el que encabezaba la lista, el
que reinaba, y no debía mostrar miedo en ningún momento y mucho menos por un precioso
ladrón que se metió bruscamente en su corazón para no írse jamás. No debía mostrar miedo y
mucho menos llorar porque siempre pensaba en el "qué dirán los demás".
Jeon comenzaba a pensar que su vida realmente era un asco, su simple existencia era un
jodido chiste y que en realidad no valía nada. Pero nuevamente esos felinos y dulces ojos lo
miraban como sí él fuera una obra de arte, y todo pensamiento negativo se escondía justo en la
mierda otra vez, porque Jeon ahora vivía por y para JiMin, sus ojos no podían brillar junto a su
alma si ese pelinegro no estaba en su vida.
Park JiMin era la enorme pieza que sellaba el rompecabezas de Montana.
Pestañeó varias veces cuando la realidad le pedía a gritos poner sus pies en la tierra y se
encontró a JiMin, ese precioso ser humano estaba tomando su mano y lo observaba con la viva
preocupación en sus hermosos ojos. Y era el único en la sala de estar.
—¿JungKook?..— JiMin acarició su mejilla suavemente y Jeon automáticamente se apoyó en
ésta cerrando sus ojos.— ¿estás bien, cariño?..
Jeon soltó un suspiro pesado y sintió sus labios temblar, no, él no debía...
Rompió en llanto.
Un llanto doloroso y mudo, JiMin se quedó paralizado unos segundos antes de subirse a su
regazo y abrazarlo fuertemente, tal vez Park no entendiera nada del porqué Jeon Montana estaba
sollozando en su pecho, pero estaba seguro que lo necesitaba.. y por supuesto que no lo dejaría
solo. No cuando aquél hombre se aferraba a él como si se estuviera derrumbando por pedazos.
Entonces comprendió que estaba siendo Jeon JungKook y no el mafioso y poderoso Jeon
Montana.
—S-sin tí no estaría bien..— Sollozó JungKook enterrando el rostro en medio de sus clavículas.
JiMin besó la coronilla de Jeon de manera dulce y posteriormente apoyó su mejilla en ésta.
—Estaré bien, JungKookie..— JiMin cerró sus ojos acunándolo en sus brazos.— Estaré bien
para tí.
Y JiMin hablaba en serio, por él, estaría con sus sentidos siempre despiertos, tendría ese
cuidado que al principio le valía tres héctareas de cielo, porque por otro lado de Jeon, JiMin
siempre miraba al castaño con ojos soñadores, con esa preciosa admiración hacia él. Y cuando lo
observaba de lejos, su corazón latía con fuerza, ver cada gesto facial, ese lindo ceño fruncido.. o
esa mandíbula tensa, cada pequeño detalle, como sus movimientos al caminar o al mover sus
manos al hablar, todo eso y demás, JiMin lo guardaba tanto en su mente y siempre que se
encontraba solo, recordaba a su chico malo y suspiraba cuál adolescente en su primera cita.
Y ahora que le mostraba ese lado tan humano, lo oía sollozar, y empapaba su sudadera con sus
lágrimas, no pudo expresar cuánto amor soltaba para una sola persona. Park JiMin estaba tan
rendido ante Jeon JungKook.
Así como Jeon JungKook a Park JiMin.
—Te amo, Jeon JungKook, y por tí me atrevería a hacer cualquier locura que me obligaran a
hacer por verte felíz.— JiMin besó su frente y separó el rostro de Jeon de su escondite solo para
limpiar sus lágrimas.— Te amo solo a tí.
JungKook esbozó una sonrisa débil y tímida, y JiMin notó como los pómulos del castaño se
teñían de un ligero rosado. Precioso. Pensó Park, besando cada mejilla, la punta de su nariz y
sus labios.
—Te amo más, Park JiMin..— Jeon correspondió al beso del pelinegro y lo abrazó más
fuerte.— Y confío en que lo harás bien.
Así sería, se cuidaría ese transcurso de tiempo en el que Jeon no estaría para protegerlo.
Y quién lo diría.. Se invirtieron sus papeles y ahora Jeon lucía tan débil y temeroso. JiMin debía
ser ahora el fuerte. Por los dos.
Por su amor.
.
Helloooooooow.
Sé que pensarán que ando enamorada por tanto sentimiento pero nel, enamorada estoy pero del
KookMin de mi historia, ahr.
Pronto, queridas coquitos, pronto esta historia llegará a su fin, y pueden confíar en mi de que será
uno felíz.
Andaba inspirada y pues lol, esto salió. Fkxkdkf ¿qué tal estuvo? ¿les gustó?
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Estoy tan enamorada de ellos dos.😍
5 4.
Últimos capítulos.
30 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.
5:30pm.
TripleB regresa.
-
—¿No sería mejor rodear hasta llegar a la parte trasera?— JiMin preguntó pasando su dedo
índice por la fotografía de la mansión de AgustD.— Sería más sencillo ya que no hay cámaras en
esa área.
—Pero no sabemos si el idiota está planeando algo.— TaeHyung acomodó los lentes que
lentamente resbalaban por el puente de su nariz y guió con su dedo el trazo.— Si entramos por
los lados de la casita podemos desactivar las cámaras más fácilmente, y Jeon podrá entrar al
terreno tranquilamente.
—Te estás olvidando que tienen guardias.— JiMin recordó.— Aunque.. creo que ahora
debemos poner en práctica las clases que nos dió Mr. Kim con las pistolas.
—¿De qué hablas? ¿quieres hacer el escándalo y cagarla?
—No, idiota..— JiMin revolvió sus cabellos.— Existen silenciadores.
—El problema es el siguiente, JiMinnie..— TaeHyung apoyó su mentón sobre sus palmas.—
Todos mis juguetes me los quitó Jeon, por si lo olvidaste.
JiMin bufó inflando sus mejillas.—Se los puedo pedir.
—Lo sé, solamente te recordaba, tonto.— K soltó una pequeña risa y regresó su mirada a la
fotografía.— Una vez que estemos de pie en la puerta, podemos usar la pinza para..
Jeon del otro lado de la puerta escuchaba el plan de TripleB junto a NamJoon.— ¿Crees que la
caguen?
Jeon suspiró y metió sus manos a sus bolsillos mientras apretaba su mandíbula.
—La primera vez fueron despistados, ahora no creo que caigan de nuevo.— Jeon dijo firme.—
Solo necesito que dejen el campo libre de las cámaras.
—Entonces será fácil, quiero pensar.— NamJoon se cruzó de brazos.
Jeon no respondió ya que ni él sabía que tan fácil sería el plan. Aunque el castaño ya tenía
más de mil formas planeadas en como acabar con la vida de Min YoonGi y Jung HoSeok,
necesitaba verlos sufrir, sus ojos lo pedían a gritos, sin embargo, debía concentrarse en que
tampoco JiMin sufriera algún daño.
La puerta se abrió repentinamente y JiMin apareció por ésta, sus mejillas se encendieron en un
adorable color salmón en cuanto observó a Jeon observarle con una sincera sonrisa. NamJoon,
quién sentía que era momento de tocar el violín, lentamente se alejó del dúo y se perdió por los
pasillos de la mansión, pero eso no lo notaron en absoluto, estaban tan concentrados en mirarse
que no les importaba si llegaban a incomodar a alguien. JiMin tomó la iniciativa y se acercó hasta
Jeon, rodeando sus brazos alrededor de él y restregar su pequeña nariz en el pecho de Jeon.
—Jeon JiMin.— Montana besó la frente de Park y correspondió a su dulce abrazo.
En medio de ese pasillo, donde el silencio abundaba, ambos se abrazaban tan cómodamente y
regalándose besos por todo sus rostros.
—¿Estás listo?..— Jeon preguntó rompiendo el cómodo silencio, sus manos acariciaban la
cintura de JiMin tan dulcemente que JiMin creía estar en el cielo, tan cuidadosamente Jeon lo
tocaba, como si fuera una frágil obra de arte.
—Lo estoy, cariño.— Park se colocó sobre sus puntas y besó los labios de Jeon.—
No debes preocuparte.
—Es imposible no estarlo..— Montana acarició la mejilla de Park, perdiéndose unos segundos
al contemplarlo.— No me lo perdonaría si le pasara algo a mi rollo de sushi.
JiMin sonrió.
—Rollo de sushi.— El pelinegro repitió mostrando sus brillosos dientes.— Qué apodo tan
dulce.
—Como tú, tal vez.— Jeon llenó de besos las mejillas de Park, haciendo que el nombrado
comenzara a reír.
—¡J-JungKook!— JiMin escondió su rostro en su hombro antes de que la puerta se abriera
ruidosamente, tomándolos por sorpresa.
—¿Qué les pasa?— TaeHyung preguntó con un lápiz en su mano y su ceño fruncido.—
¿Perdieron su habitación y van a follar en el pasillo?
—TaeHyung.— Jeon gruñó.
—Hola, Monti.— Saludó con desinterés antes de darles una última mirada.— Los hoteles no
son tan caros, hay personas que necesitan trabajar y no se concentran porque ciertas parejas
están de calientes frente a sus puertas.
—¡TaeHyung!— JiMin chilló sintiendo su rostro hervir.
Pero TaeHyung cerró la puerta, sonriendo a sí mismo al ver el rostro de Jeon deformarse en
enojo cuando le llamó por ese apodo que tanto él odiaba.
" A él le jode que le digan así, puedes molestarlo cuando quieras, total no podrá hacerte nada,
eres amigo de su JiMin." TaeHyung recordó las palabras de NamJoon y susurró para sí mismo:
—Ay, Monti, espero y comiences a acostumbrarte a los chistes de tu cuñado.— Sonrió
regresando a trazar con el lápiz los puntos importantes de la mansión.
—Llegamos.— Jeon apagó el motor de su auto y bajó primero para ayudar a JiMin.
Las botas de JiMin se sentían resbalosas cuando el ligero lodo se encontraba bajo éstas.
—¿Es aquí?— Preguntó cuando el viento fresco chocó con su rostro, estremeciéndolo.
Jeon hizo un sonido en aprobación y se dirigió a la cochera, sacando dos pequeñas maletas y
regresar con él.
—Aquí es donde practicaba mi puntería hace años.— Jeon suspiró y comenzó a caminar,
siendo seguido por JiMin, quién miraba con adoración a su alrededor, aquél bosque se abría
paso, viéndose más misterioso de lo que ya era. JiMin, temiendo de que algún animal o insecto,
se abrazó a Jeon, ayudándole con una maleta.
Montana paró y dejó las maletas sobre un tronco, miró a su alrededor y bufó.
—Esto luce tan viejo.— Jeon abrió las maletas cuando se encontró con lo que antes le servía
como blanco.
Aquéllos muñecos lucían tan viejos y desgastados, sin embargo, no sería problema para ellos.
—¿Venías solo?— JiMin de repente preguntó.— Yo me perdería.
—Sí, a veces SeokJin me acompañaba, pero era muy raro ya que después se quejaba de los
mosquitos y chillaba hasta estresarme y me sintiera obligado a regresarlo a casa.— Jeon rió por
lo bajo armando las pistolas y colocarle los silenciadores.
—Todo esto..— JiMin volvió a hablar, mirando con curiosidad las manos de Montana moverse
con facilidad al cargar las pistolas y armarlas.— ¿Quién te ha enseñado todo lo que sabes?..
Jeon miró unos segundos a JiMin y suspiró melancólicamente. El recuerdo de él aprendiendo a
usar su primera y única fiel pistola llegó y le abrumaba.
—Él me enseñó..— Jeon habló después de unos segundos.— Choi SeungHyun creó lo que
soy ahora, ese hombre cuidó de mí desde pequeño, fué un buen.. padre, si le puedo llamar así.
Jeon se enderezó y besó la nariz de JiMin, quién lucía cada vez más curioso.— Pero todo eso
te lo contaré cuando regresemos a casa, curioso, ahora déjame enseñarte a usar un arma.
JiMin sonrió y asintió, siguiendo a Jeon hasta que éste lo colocó frente a él, dándole la
espalada.
—Toma.— Jeon le dió la pistola y colocó sus manos en las caderas de Park.— Intenta darle en
la frente.
—Creo que eso lo he escuchado antes.— JiMin rió.— Pero no me hagas mucho caso, eh.
Jeon rió cuando Park confirmó que la pistola esté sin el seguro y la apuntó a la frente del
muñeco.
—Así, amor..— Montana estiró un poco más su brazo y acomodó la posición de JiMin.— Será
más fácil así.
JiMin asintió y jaló el gatillo, dándole al árbol al lado del muñeco.
—Mátaste al árbol.— Soltó Montana antes de reírse.— Inténtalo de nuevo.
—Tonto.— Respondió JiMin cuando sintió la palma de Jeon golpear su trasero.— ¡Jeon!
—Es para la buena suerte, lo sabes, cariño.— Jeon volvió a sujetar sus caderas cuando Park
volvió a jalar el gatillo.
Y le dió al punto que quería.
—¿Ves? Tengo razón.
—Me limito a golpearte por lo duro que fuiste.— JiMin palmeó su brazo soltando una carcajada.
—Ya, Park, póngase serio si no quiere ver su frente con un lindo hoyo.— Jeon frunció el ceño
cuando los labios de JiMin sellaron los suyos.
—Repíte eso hasta creértelo.— JiMin sonrió malicioso y regresó a disparar los muñecos.
Y Jeon sabía que tenía razón, no podía hacerle daño a la fuente de su felicidad.
.
Helloooooooow.
Capítulo kk porque sí, yorelé yorelé yorelé yijúuuuu.
Tal vez hoy suba otro capítulo, no lo sé, jejejox.
Sho me despido, cochitas beias.
Últimos capítulos.
01 de Septiembre del 2015, Busan, Corea del Sur.
12:40pm.
Jeon Montana vs AgustD.
-
—Envía éstas tres cajas al centro de Busan..— Jeon terminó de revisar las cajas y las empujó
sobre su oficina.— Y éstas cóbralas por separado..
—Pero, jefe.. él debe dos más.— El empleado de Jeon musitó con cuidado, pues, sabía que
Montana era un hombre por la cuál debes tratarlo con pinzas, ya que rápido enfurecía y cuando lo
estaba, era más soportable colgarse de una soga que resistir su mirada de máldito sádico.
—¿Dos?..— Jeon preguntó seriamente desconcertado y metió sus manos a sus bolsillos.
El hombre asintió bajando la mirada después de dos eternos segundos.— Y tres sedantes..—
Continuó tratando de ocultar su nerviosismo acomodando las cajas.
—Bien..— Jeon se meció en sus talones suavemente mientras giraba su muñeca para mirar la
hora, empujó su lengua contra su mejilla y suspiró. El hombre sabía que ese pesado suspiro solo
significaba una cosa, y lo estaba esperando nerviosamente. Montana apretó la mandíbula
mirando al hombre y agregó secamente:— Mátenlo.
Sin más, Jeon se alejó del hombre para acercarse a otros y juzgar con su mirada lo que hacían
bien y lo malo. No mentía Montana al decir que tenía constantemente una frustración con su
estúpida obsesión de perfeccionista, todo el interior de su bodega se permanecía en órden y
separada por secciones. Perfeccionista hasta para envíar paquetes con droga a sus respectivos
empleados para distribuírlos por todo Busan y demás lugares.
—Jefe ¿y éstas cajas?..— Otro empleado apuntó seis cajas, llamando la atención inmediata de
Jeon.
—Irán a Seúl ésta noche.— Dijo con desinterés, cuando nuevos pasos provinieron de la puerta
de la bodega. El castaño volteó para confirmar la presencia de NamJoon.
—¿Listo para la reunión de esta hora?— Preguntó palmeando el hombro de Montana y
seguidamente meter sus manos a sus bolsillos.
—Si no fueran por negocios, créeme que estaría ahora mismo encerrado en mi habitación.—
Jeon acomodó su corbata y juntos se dirigieron a la salida, antes de salir completamente, apuntó
a cada uno de sus empleados y formuló con voz amenazante.— Cuando regrese quiero ver todo
listo, no me hagan enojar.
—Siempre estás enojado, Monti.— NamJoon sonrió burlón.
—Tú cierra el maldito hocico.— Gruñó encaminándose a la puerta de su limosina y adentrarse
a ésta.
—Ya, pero no te enojes, Mon..
—Dílo..— Jeon sacó rápidamente su pistola, apuntándole a NamJoon.— ..Díme Monti, cabrón.
—Hey, M-Monti..— NamJoon corrigió rapidamente sacudiendo su cabeza y alzar sus manos.—
Montana, s-se hace tarde..
Jeon sonrió socarronamente guardando su arma y acomodarse en el asiento. NamJoon suspiró
aliviado de no ser devorado por aquélla bestia y juntos se dirigieron a su destino.
NamJoon podía notar cada vez más un joven rostro cansado por parte de Jeon, frustrado por no
obtener todo en órden, Mr. Kim sabía que día a día Jeon lidiaba con demasiados asuntos al borde
de saturarse hasta la cabeza, sin embargo, se mantenía fuerte, era una estátua de jamás
romperse. Y eso.. era algo que Mr. Kim le envidiaba, le admiraba ver a ese hombre gruñón de
pocas palabras y muchos actos hacer las cosas de manera inteligente, y nunca daba su brazo a
torcer, además de tener el orgullo gobernarle para nunca decírlo, NamJoon se preocupaba por él,
tanto tiempo estando trabajando junto al castaño fué creciendo un afecto hacia él. Y se sentía
satisfecho.. satisfecho de que Jeon tenga a alguien que lo reciba con los brazos abiertos, sin
juzgarlo y dispuesto a entregarle su corazón. NamJoon siempre se daba cuenta de como el pecho
de Jeon se inflaba de orgullo y sus ojos brillaban cuando hablaba de aquél durazno de mejillas
apretables. No podía estar más satisfecho.
Sin embargo, NamJoon entendía esa posesividad de Montana por cuidarlo, por
buscar hasta por debajo de la más diminuta piedra al bastardo que lo tomó cruelmente, Kim no
era nadie para juzgarlo, estaba en todo su derecho de actuar como un león furioso cuando
alguien se acerca a su chico. Jeon a pesar de que su joven vida le ha dado los peores golpes..
encontró lo que tanto anhelaba desde que era un simple crío.
Amor.
Después de obtenerlo, el rostro de Montana no era tan amargo como antes lucía, recordó
cuando SeokJin le decía entre lágrimas lo agradecido que estaba de que ese diablillo de cabellos
negros se adentrara a su mansión, de lo contrario, SeokJin juraba que permanecería toda su vida
siendo un pesado gruñón.
NamJoon salió de su ensoñación cuando la voz del hombre frente a él formuló su nombre.
—¿Te piensas quedar aquí?— Jeon ya estaba fuera de la limosina, sus manos estaban en sus
bolsillos y la risilla socarrona en sus labios.
—No soy JiMin.— NamJoon rió bajando y adentrarse juntos a la conocida mansión de Choi
MinHo.
MinHo les dió la bienvenida, como si de dos reyes se tratara, Jeon sabía que él era respetado,
pero tanto a nivel extremo le estresaba hasta ponerlo de mal humor. El hombre los guiaba por
muchos pasillos hasta dar con su destino. MinHo abrió la puerta de su pequeña sala de reuniones
y ahí vió a muchos hombres elegantes que Jeon conocía tan bien. Pero sus ojos captaron hasta
el fondo una cabellera negra como la noche, unos ojos felinos y burlones, una piel lechosa y
bastante clara.
Claro, no podía faltar Min YoonGi en éstas putadas.
—¿Problemas con el señor AgustD, señor Montana?— MinHo preguntó dándose cuenta de la
tensa y asesina mirada que los dos hombres se lanzaban.
—Problemas enormes, Choi.— NamJoon habló por Jeon.
AgustD se colocó de pie de aquél sofá y con su copa en sus largos dedos, se dirgió hasta
Montana.
—Jeon, Jeon..— Musitó palmeando el hombro del nombrado.— ¿Cómo sigue JiMin?
El rostro de Jeon endureció y juró ver el vivo retrato de la misma burla en el rostro de AgustD.
Montana estaba por convertirse en una bestia, oh.. claro que lo iba a matar. Pero solo observó
sus movimientos arrogantes en silencio, un silencio bastante tenso que a AgustD le comenzaba a
enfurecer ya que no veía reacciones del castaño.
—¿Qué pasa?.. ¿está muy grave?— Fingió inocencia, bebiendo de su copa.
MinHo y NamJoon esperaban respuesta de Montana, pero este seguía quieto en su lugar, sin
mover un solo dedo.
—Oh, Montana ¿entonces sí era tu puta personal?— YoonGi rió burlón mostrando esas encías
rosadas.— Deberías darme su número, necesitaré de sus servicios desp..
Jeon lo tomó de su camisa, enrollando sus dedos en su cuello, tomándolo por sorpresa y hacer
que la copa del pelinegro cayera en la alfombra y quebrarse, así llamar la atención de la gente
presente.
—Repítelo.— Pidió Jeon enterrando sus uñas en la piel blanca de AgustD.
Y claro que estaba sintiendo mucho dolor, sus gestos lo decían todo, su piel comenzaba a
ponerse rojiza, sin embargo, actuó lo más normal que pudiera resistir.
—¿Q-qué quieres que repita?— Pregutó soltando una carcajada burlona.— ¿qué disfruté de tu
pequeña puta? ¡Así es, señores, estuve con la zorrita de Montana!
Sus gritos pararon cuando Jeon lanzó el primer golpe en su pómulo, haciéndole tambalearse
en sus talones. Estaba furioso, claro que lo estaba, y se iba a desquitar con él.
—Jeon, basta.— NamJoon gruñó deteniendo al castaño que estaba por golpearlo con su otra
mano decorada con anillos bastante gruesos.
Y por supuesto que paró, pero dió su último golpe y se acercó hasta que sus rostros estaban a
milimetros de distancia.
—Más te vale que te cuídes la espalda, Min YoonGi, un día de éstos podría llegarte una
sorpresa no muy agradable a ti y a tu maldito inútil.— Jeon gruñó por lo bajo, penetrando con sus
ojos la mirada de AgustD.
—Tú mataste a Yugyeom ¿verdad?— Gruñó de vuelta YoonGi, limpiando con sus dedos la
sangre que comenzaba a salir de sus labios.
—Sí. Me faltas tú y HoSeok para terminar con la lista de pendientes.— Jeon musitó.— Antes
de dar un paso hacia adelante, yo dí cuatro, no podrás superarme..— Jeon tocó la cien de
YoonGi dando fuertes y bruscos golpecitos.— Sácalo de tu puta cabeza, Min YoonGi. Vas a
pagar demasiado caro por tocar a JiMin, y lo digo en serio, cuídate, rodéate de guardias que en
cualquier momento llegaré a matarte.
AgustD lo fulminó mientras lo miraba girar en sus talones e irse, Jeon no iba a cometer su
mayor deseo en la mansión de un idiota millonario y en frente de unas quince personas como
espectadores, él quería matar a AgustD en su mansión.
Porque ese esperado momento.. sería en dos días.
.
Helloooooooooow.
Sha shegué.
Lo siento por no actualizar dos días, estuve estudiando mucho para pasar un importante exámen
y weno weno, PERO YA LO PRESENTÉ Y VENGO CON TODO.
Quiero pedir que me disculpen si encuentran una incoherencia en el capítulo, hoy me levanté a
las 5:00am y no he dormido nada, igual, me siento más tranquila dándoles su capítulo, ahora sí
iré a descansar feliz.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Agustín se ve tan nena en este gif, pero igual es un cabrón por lastimar a Mochi.
Fuera de ello, es una cosita preciosa, ei tu de yi tu de yu tu de estidi, am di boi bicoz aim fron di
PENÚLTIMO.
Jeon metió sus manos a sus bolsillos y observó detenidamente cómo TaeHyung contaba sus
herramientas con las que haría quién sabe qué mierda con ellas, Jeon encontraba gracioso el que
tuviera el lápiz en su oreja.
—¡Oye, arquitecto!— Habló Montana con burla cuando TaeHyung anotaba algo en un papel.
—¿Qué quieres, drogadicto?— Habló el pelirrojo sin despegar la mirada de sus apuntes.
—¿Vas a joder cámaras o construír un edificio?— Preguntó Jeon con sorna.
—¿Tú estás en tus cinco sentidos o estás en Marte?— Devolvió el ataque TaeHyung, metiendo
su maletín en la cochera.
—No empiecen, por favor.— Pidió SeokJin llegando al lado de Jeon con expresión de completo
fastidio.— Pronto vamos a partir y ustedes actuando como imbéciles.
—Aún son las ocho de la noche.— Dijo Jeon, confirmábdolo al ver su reloj de muñeca.
—¡Es la hora perfecta para meterte polvitos mágicos!— TaeHyung exclamó desde el auto.—
Corre, Monti, tu momento ha llegado ¡es hora de ir a Marte!
—Por favor, el que parece de Marte con lo retrasado que es, eres tú.— Dijo Montana
meciéndose en sus talones.— Creo que perdiste tu vuelo.
—Mira, drogadicto..— TaeHyung colocó una mano en la tapa de la cochera y con la otra
apuntó indignado a Jeon.— Con mi personalidad perfecta no te me...
—¡Ya cállense!— Chilló SeokJin cruzado de brazos.— Jeon, te habla NamJoon y tú,
TaeHyung, deja de hacerte tonto y apúrate.
—¡Pero!..— Exclamaron los dos al unísono.
—¡Pero nada, parecen idiotas peleando como dos niños!— SeokJin bufó.— No sé cómo
JiMinnie los soporta si son tan retrasados.
Y sin más, se alejó del jardín, subiendo los escalones de la entrada y perderse en el interior de
la mansión. Después de unos minutos de los cuáles parecieron horas, se alejó, dejando a
TaeHyung trabajar en paz y se encontró con Mr. Kim.
—¿Me hablabas?— Preguntó Jeon entrando a la sala de estar.
—Jeon Montana, Jeon Montana..— Habló NamJoon.— Tenemos problemas.
—¿Más?— Dijo incrédulo, arqueando las cejas.
NamJoon suspiró asintiendo y revolvió sus cabellos.
—AgustD acaba de robarte cuatro enormes cajas de droga y ya está enterado de que irás hoy.
Bendito infierno.
.
Hellooooooooow.
Quise hacer el penúltimo ligero para dejar todo el desmadre en el último ¿inteligente, no?
JAJAJAAJ.
Las dejé re colgadas, lol, perdónenme:(
Tal vez hoy o mañana suba el final, les aviso que habrá epílogo, so..🌚
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Sigo sin superar el hecho de que Jeon se vea mil veces más gigante que JiMin, basta, los amo.
FINAL.
—¿Qué?..— Preguntó de golpe Jeon, notando que en el rostro de Mr. Kim no había ninguna
pizca de gracia.—..¿Y cómo mierda se enteró?
Mr. Kim se encogió de hombros y bufó.— ¿Hablaste sobre ello en la bodega?
Jeon se quedó pensativo unos segundos, mirando seguidamente a NamJoon.
—Sólo tú lo sabías en la bodega.— Jeon frunció el ceño, cruzándose de brazos.
—Eh, no me lances la culpa a mi, tigre.— NamJoon alzó las manos al aire.— No fuí yo,
recuerda que prácticamente tus empleados oyeron nuestras pláticas y..
—Es lo de menos ahora, NamJoon.— Cortó secamente Jeon, empujando su lengua contra su
mejilla.— Tenemos que ir hoy, no hay marcha atrás.
—Pero ¡¿estás notando lo que estás diciendo?!— NamJoon revolvió sus cabellos.— ¡Ellos ya
saben que vamos en camino!
—¿Y?..— Preguntó Montana arqueando una ceja, caminando hasta quedar detrás de su
escritorio.— Sabes como es el pensar estúpido de AgustD, si no vamos pensará que nos
acobardamos.
Jeon era consciente de los riesgos que podrían cometerse al armar su desastre en la mansión
de YoonGi, pero todo estaba listo, no podía echarse atrás, no ahora que estaba ansioso por tener
el cuello blanquecino de AgustD entre sus largos dedos, apretándolo con toda fuerza que él
quisiera.
Jeon salió de sus pensamientos y tomó el teléfono completamente decidido.
—Jeon..— Llamó insistente NamJoon.
Pero éste no dió su brazo a torcer.
—Preparen la camioneta, nos vamos ahora.— Ordenó decidido y colgó la llamada, abriendo
sus cajoneras tratando de buscar algo.
—Jeon, en serio es riesgoso..
—Vivo de ello, NamJoon.— Jeon fijó su mirada en la del azabache mientras apoyaba sus
palmas en el escritorio.— Y por más riesgoso que sea, YoonGi esta noche acaba muerto.
NamJoon observo las recargas de bala que Jeon enfiló y guardó, tomando su pistola se
encaminó a la puerta. Sabía que Jeon no podía dejar caer su orgullo ahora que Min YoonGi sabía
de los planes de Montana para acabarlo, tampoco impediría que acabara con el enemigo, pero no
estaba pensando en algo realmente importante, algo más valioso que un simple desastre
nocturno.
JiMin.
NamJoon salió detrás de Jeon, tratando de hablar con éste, sin embargo, Montana se dedicó a
dar órdenes por toda la mansión, hasta que todos se encontraran dentro de la camioneta. Mr. Kim
debía mantener la guardia en alto, no sabía en qué momento todo podía salirse de control y los
únicos que podrían tranquilizar todo era él o Jeon.
Pero Jeon estaba tan sediento de matar a YoonGi que dudaba que se mantuviera con la cabeza
fría las siguientes horas.
Dentro del auto, NamJoon observó a TaeHyung y JiMin en la parte trasera del auto
concentrados, poniéndose sus pasamontañas y cubrir hasta el más reconocible pedazo de piel
expuesta, TaeHyung preparaba aquéllas pinzas que le servirían para una mierda y cuando ambos
estuvieron listos, se miraron.
—¿Estás listo, P?..— Preguntó el pelirrojo en un susurro.
Park suspiró cerrando los ojos y asintió respondiendo en un susurro:— Estoy listo, K.
Jeon por otro lado, miraba por la ventana, los músculos de su mandíbula estaban
tensos y sus dedos eran tronados ruidosamente, seguido de su cuello y por último sus muñecas.
Estaba furioso.. muy furioso.
No tardaron los minutos cuando estaban entrando al callejón oscuro y conocido que guiaba a la
mansión de AgustD. JiMin miró el enorme lugar, las luces del jardín yacían encendidas, sin
embargo, la casa por dentro estaba en completa oscuridad, TaeHyung, quién antes había visto
todo y planeado lo que harían, habló:
—Estaría excelente que aparcaran atrás de la mansión.
—¿Atrás?— Se giró Jeon para encararlo.
—Sí, atrás.— TaeHyung apoyó su brazo en el respaldo del asiento.— Se me acaba de ocurrir
algo asombroso.
—TaeHyung, no es hora de planes sorpresa..— JiMin llamó mirándolo fijamente.— Siempre
resultan una mierda y..
—Cállate, enano, te juro que ésta vez sé lo que hago.— TaeHyung sacudió su mano, haciendo
que JiMin dejara volar sus palabras por el viento.
La hora había llegado, la camioneta estacionó por detrás de la mansión como K había pedido y
los nervios de Park crecían más ¿por qué se encontraba tan nervioso de repente? Entonces supo
que las palabras podrían fácilmente sin afrontar la situación.. sentirse fuerte antes del desastre.
Pero sentirse débil a la hora de la tormenta, sin saber qué músculo mover o qué palabra liberar
de sus gruesos labios.
Tragó saliva y sacudió su cabeza, no, Park no se daría por vencido, P de TripleB guardaba sus
miedos en el baúl del olvido a la hora de asaltar, justo como lo había hecho en la mansión de su
ahora chico malo. Frunció su entrecejó e infló su pecho.
Ésta noche, olvidaría que es el chico de Montana.. ésta noche solo sería un ladrón. P de
TripleB.
—¡JiMin!— TaeHyung chilló sacando al pelinegro de su trance mental.— ¡Es hora, muévete!
JiMin iba a hacerlo, doblegó el asiento del la fila delantera y justo antes de bajar de la
camioneta, una mano más grande y fuerte que la suya sujetó su muñeca, esa deliciosa sensación
cálida como el vapor del café, tan protectora cómo sentirse en casa; Jeon estaba mirándole, unos
ojos tan cafés como una taza servida con ese amargo líquido atrapaban a Park
cautivadoramente.
Pero el brillo en ellos reflejaban una tormenta, un caos.. un miedo.
Lo que no podía decir en palabras gracias al nudo en su garganta, Park pudo expresárselo en
un abrazo, uno confortante y fuerte. El perfume de Montana le hizo la bienvenida tan
embriagadoramente, haciéndole prometer que lograrían su cometido.
Después de todo, era el amor de ellos lo que los llevó hasta ahí.
—Estaré bien..— Susurró JiMin, besando la mejilla de Jeon, sobre su disimulada cicatríz.
Éste sólo asintió, dándole una última mirada con el brillo de esperanza plasmado de sus
preciosos ojos marrones, y sin más, JiMin salió de sus cálidos brazos a enfrentar la esperada
tormenta para encontrarse pisando el frío pavimento de la calle, TaeHyung bajó tras él y le
extendió un arma, JiMin miró esa cosa de muerte unos segundos, haciendo que el pelirrojo
bufara.
—Sólo tómalo, te recuerdo que antes de desconectar cámaras, debemos de derribar idiotas.—
JiMin finalmente aceptó y sujetó la pistola entre sus pequeñas manos, hasta que nuevamente la
voz de TaeHyung hizo presencia, haciéndole bufar.— Es como esa serie llamada "The walking
dead", mataremos zombies con pistolas y toda la mierda explosiva a nuestra jodida manera, pero
en silencio porque luego destalla el desas..
—¿Dónde está mi joya?— Preguntó, tomando por sorpresa a Park.— Sí, cariño, la
que tú me robaste..
—No lo sé..— JiMin confesó cuando de nuevo una bala hirió a K.— ¡¡No lo sé, AgustD, no lo
sé!!
TaeHyung estaba luchando por mantenerse despierto, sentía sus párpados pesados y estaba
debilitándose, sin embargo, los ojos sonrientes de Park aparecían en su mente y nuevamente
hacía fuerza para liberarse. No iba a abandonar a su pequeño JiMinnie.
—¿Por qué no te creo?..— Preguntó YoonGi entrecerrando sus ojos.— A ver, pequeña puta
¿quieres ver a éste estúpido morir por tu culpa?
Entonces TaeHyung se llenó de rabia, atacó a los guardias que lo sostenían, con la poca
fuerza que le quedaba sacó su arma y disparó al infeliz que tenían frente a ellos, por su mala
suerte solo logró darle en su hombro pero logró tumbarlo y cuando Jeon llegó, K suspiró tranquilo
y cayó al suelo.
—No, no, no ¡Tae! ¡despierta!— JiMin cayó de rodillas a su lado cuando Jeon lo liberó de
aquéllos dos hombres, nuevas lágrimas brotaron de sus ojos y rodaron desesperadas por sus
mejillas.
—E-estoy bien..— Sonrió débilmente K.
JiMin luchaba por mantener despierto a K, Montana debía apresurarse.
Mientras tanto, Jeon Montana caminaba peligrosamente a AgustD, sus ojos llameaban en furia,
y su única meta era acabar con él.
—Lamento la tardanza, AgustD, estaba lidiando con tu pequeña puta.— Jeon habló con la voz
ronca, su mandíbula estaba tensa y su frente perlaba en sudor.
—¡¿Qué le hiciste, Montana?!— Preguntó furioso YoonGi.
—Lo suficiente para mandarlo al otro mundo.— Jeon tronó su cuello gruñendo.— Te dije que te
encontraría y hoy me divertiré con tu juguete favorito.
Uno de los hombres de Jeon le extendió una pequeña maleta que el castaño no tardó en
tomar, YoonGi no podía olvidar sus fieles objetos, y ahora que estaban en manos de Jeon, temía
de ellos.
—Oh..— Soltó Jeon con falsa sorpresa cuando abrió el maletín y sacaba un filoso y viejo
cuchillo con su hoja bastante delgada.— Creo que jugaremos primero con éste ¿lo reconoces,
YoonGi?
Cómo olvidar el causante de la cicatríz en la mejilla de Montana.
—Te aprovechas de que esté débil..— AgustD soltó.
—Sería inútil sobre explotar tu poca fuerza, y no tengo tiempo que desperdiciar.— Jeon le quitó
el arma a YoonGi e iba a acercarse él cuando el puño del hombre golpeó su mejilla.
Jeon enfureció tanto, que creía ver nublado del enojo, YoonGi se abalanzó sobre él dispuesto a
golpearlo, y lo consiguió, ambos se golpeaban tirando las cosas a su alrededor, no se daban por
vencido y su orgullo gobernaba todo, avisando que la noche entera sería desastre total hasta no
verse muertos.
—¡Suficiente!— Jeon empujó a YoonGi contra una pared y sujetó sus manos con fuerza, tenía
listo el cuchillo y sin pensarlo, apuñaló a YoonGi.
AgustD se quejaba de dolor nuevamente cuando el cuchillo cortaba la piel de su mejilla, Jeon le
hacía la misma herida que él le proporcionó años atrás. Notaba furia en él, nada más y nada
menos que furia total, y se sorprendía de ser AgustD el causante.
—Ahora que te tengo quieto..— Jeon lo lanzó sobre una silla paseó su mirada por toda la
habitación hasta dar con un adorno en forma de bate de béisbol, Montana sonrió socarronamente
y tomó el objeto en manos, dando pequeños golpes sobre su palma.— Juguemos un poco de
béisbol..
AgustD no podía ni moverse, había tratado con fuerza librarse de las garras de
Jeon, pero nunca conoció a la bestia furiosa de la que todos hablaban hasta ese momento,
YoonGi sabía que lo haría sufrir, si con palabras crudas le había confesado que su esposo había
muerto bajo sus manos ¿que más podía hacer? Tristemente, AgustD era un rey del orgullo y se lo
demostró con una sonrisa burlona.
—Con que en ésta bestia te conviertes cuando te enojas..— Rió con sorna el hombre, Jeon era
un hombre con una conocida paciencia del tamaño de un grano de arroz, tan delgada y fina como
una hilera.
—Tal vez..— Murmuró Jeon alzando el bate.
Y YoonGi sintió un fuerte dolor en sus costillas, tan pronto como el objeto de madera golpeó su
cuerpo, el pelinegro comenzó a toser y escupir sangre, dolía como el infierno y ardía como éste
mismo.
—Creo que buscabas esta manera para que comprendieras quién es el que manda aquí,
AgustD..— Jeon volvió a golpear a YoonGi con el objeto de fuerte madera y continuó:— Dañaste
lo único que amo en ésta vida y si pensabas que me quedaría de brazos cruzados, eres bastante
imbécil.
YoonGi escupía sangre pero seguía sosteniéndole la mirada, tan furioso como débil,
murmuró:— ¿T-tú enamorado? ¿y de esa pequeña pu..
Jeon tomó dos de aquéllos filosos cuchillos y los clavó en ambos muslos de YoonGi, la sangre
comenzó a tintar el pantalón del pelinegro y bajaba por sus piernas, joder, dolía como la mierda,
una sensación insoportable, pero.. YoonGi sabía que jugaba a jalarle la cola al diablo, y su límite
fue tocar a ese pelinegro.. ese ser preciosamente tentador que solo tenía un nombre tatuado y
era el de aquél cruel diablo. Jeon Montana era un diablo desatando el mismo infierno por P, un
ángel de la cuál cayó enamorado como un loco.
—Por cada insulto a JiMin es otro cuchillo, Min.— Jeon advirtió disfrutando la escena tan
dolorosa en la que AgustD se encontraba, sus gestos de dolor le satisfacían de una manera que
anheló ver desde que tocó a JiMin.
—E-eres una caja de sorpresas, Jeon..— YoonGi soltó una carcajada oxidada.— Estás a punto
de matarme por un idiota con buenas piernas.
Jeon ladeó el rostro soltando una sonrisa socarrona y tomó otro cuchillo del maletín— No solo
es un idiota con buenas piernas..— Jeon tomó fuerza y enterró ésta nueva peligrosamente cerca
de su entrepierna. YoonGi gritó sin importarle nada y Montana continuó:— Él es lo que en tu puta
vida podrás tener, ténlo por seguro.
—L-lo tuve un momento de mi vida..— YoonGi se encogió de hombros.— No gime mal, eh..
Jeon estampó su puño en el rostro de AgustD con tanta fuerza que su nariz comenzó a
sangrar, le enterró tantos cuchillos como pudo, cortó su piel con éstos y con cristales rotos, los
gritos de completo dolor estresaban a Jeon, el bate de béisbol comenzaba a teñirse de la sangre
de YoonGi hasta que éste gritó rendido:
—¡Ya mátame, Montana!— YoonGi masculló sintiéndose tan inservible ahora, tan.. tan sin
vida.— A-acaba conmigo, lo conseguiste, me tienes donde querías, no me arrepiento de tocar a
tu perra, pero mátame.
Los nudillos de Jeon estaban heridos de tanto golpear a YoonGi y dolían como la mierda, su
mandíbula dolía de tanto estar tensada y por fin.. sacó su arma.
—Soportaste demasiado, Min YoonGi, poco inteligente de tu parte..— Jeon colocó un nuevo
cartucho de balas y cargó su arma.— Obedeceré a tu órden y te mataré.. pero antes, debo hacer
algo.
YoonGi cerró fuertemente sus ojos, estaba esperando algún nuevo objeto ser estampado
contra él, hasta que nuevamente la voz de Montana le hizo mirar atento.
—JiMin, ven aquí..
JiMin, quién estaba en un rincón de la habitación con el cuerpo de TaeHyung en sus brazos
roto en llanto, dolorosamente se zafó de él y se acercó a Jeon, su sola mirada lo intimidaba,
pero.. era Jeon, y por muy furioso que estuviera, no dañaría a Park, parecía un pequeño cachorro
sin su madre al caminar hasta él y cuando estuvo a su lado, Montana habló:
—Esto no curará el dolor que le causaste, maldito infeliz..— Jeon gruñó apuntando el arma a
YoonGi.— Pero quiero oír de tí una jodida disculpa. Será satisfactorio antes de matarte.
Aunque Jeon muy en el fondo lo hacía por la tranquilidad de JiMin, sabía que tan lo menos un
perdón le ayudaría a calmar su dolor. AgustD, quién cansadamente rodó los ojos a Park, sonrió
negando lentamente, la risilla socarrona brotó viejamente de sus labios, un sonido tétrico como
traumático.
—N-no es lo mío ésta clase de mierdas, las disculpas son palabras vacías, niño..— YoonGi
tosió.— Pero c-creo que contigo haré una puta excepción.
JiMin apretó los labios, su corazón no tenía aún la suficiente fuerza para soportar ver a una
persona sufrir de tal manera, y aunque viniera de su violador, Park sentía desvanecerse.
—Perdón, Park.— YoonGi soltó tomando pesadamente el oxígeno.— Perdón por convertir de
tu vida un puto infierno..
Park comenzaba a sentir dolor gracias al enorme nudo en su garganta, le era imposible tragarlo
y mucho menos contener las lágrimas. Sentía dolor, enojo.. pero había paz.
Paz por tan lo menos no oír un simple perdón y su último suspiro, paz de que tan lo menos
recordaría por siempre esa disculpa, por muy corto y áspero que haya sonado, a JiMin le
ayudaría bastante para curar su dolorido corazón.
Entonces vió cuando la chocolatada mirada de AgustD se fijó en Jeon en modo de súplica para
acabar con su dolor. Y Jeon Montana cedió.
Jaló el gatillo al momento que JiMin cerraba sus ojos y se escondiera detrás de Montana, no era
capaz de mirar tal escena, no era como su Jeon.
Jeon lanzó una segunda bala y bajó el arma lentamente, su respiración estaba agitada y su
mirada en el cuerpo sin vida frente a él, Montana tragó saliva cuando los sollozos de JiMin le
colocaron de nuevo los pies sobre su realidad. Giró al sentir los brazos de su JiMin abrazarlo con
fuerza.
—T-TaeHyung e-está.. é-él..— JiMin se atragantaba con sus propios sollozos.
—Lo sé, cariño..— Jeon lo abrazó con fuerza y lo miró.— Queda poco tiempo y debemos
írnos..
NamJoon y SeokJin entraron después de lidiar con el cuerpo de HoSeok y tomaron a
TaeHyung en brazos. Lo habían logrado, hicieron su desastre, Jeon mató a YoonGi en venganza
a JiMin.. pero el corazón del pelinegro no iba a sanar, no sería sencillo ahora, pues TaeHyung
estaba en sus brazos, besaba su frente dulcemente y los lamentos salían por montones. JiMin no
podía ser felíz sin un pedazo de su corazón.
Sin embargo, su corazón latía con fuerza, prometiéndole algo que Park no descifraba en esos
momentos.
.
Hellooooooow.
BAJEN LAS ARMAS, TENGO UNA EXPLICACIÓN A ÉSTO, PERO BAJEN ESAS COSAS DE
MUERTE. /(OnO)/
Sí, éste es el capítulo final, PERO, falta epílogo, lol, esperen unos minutos, por favor, ya casi
está listo.
OTRA COSA
Los errores que vean los corregiré mañana ¿está bien? Ahora estoy empeñada en terminar el
epílogo, jijo
No me wa despedir porque en unos minutos les doy su epílogo, AHRRRR.
:v
EPÍLOGO.
-Qué bueno que llegamos a la habitación, excelente idea, cariño..- Jeon murmuró
abrazando por detrás a JiMin y hundir su nariz en el arco de su cuello.- Tenemos una fantasía por
cumplir..
-Oh.. es verdad..- Park gimió cuando Montana mordisqueó su sensible piel.
-Pero antes..- Jeon se sentó sobre la cama y palmeó sus muslos, JiMin sin pensarlo se sentó
sobre ellos y paseó sus manos traviesamente en el pecho de Montana.- Quiero hablar contigo..
-¿Hablar conmigo?..- JiMin preguntó sonriendo confuso.
-Sí, y seré directo.- Jeon murmuró besando la afilada mandíbula de su amante, sus fuertes
manos sujetaron su cintura y suspiró.- Casémonos.
JiMin se atragantó con su saliva, sus ojos se abrieron como platos y miró a Jeon sorprendido.
-JungKookie.. ¿e-es en serio?- Preguntó no logrando evitar la sonrisa estúpida.
-Muy en serio..- Jeon asintió y del bolsillo interno de su saco, mostró una linda cajita roja, la
abrió con sus dedos y se la enseñó a Park.- Jeon JiMin ¿quieres casarte conmigo y llevar mi
apellido de ahora en adelante?
Park estaba explotando de felicidad, Jeon lo quería eternamente junto a él y eso no podía
mejorarlo más, JiMin quería saltar de emoción pero eso solo provocaría a JungKook una enorme
erección y conociéndolo bien, sabía que mandaría a la mierda la propuesta y buscaría la forma de
meterse entre las piernas de JiMin.
Asintió, asintió demostrándole con su mirada lo que no podía decir con sus labios, sin embargo,
él quería hablar, darle la misma felicidad a Montana.
-Sí quiero, Jeon, quiero casarme contigo y quiero llevar tu apellido de ahora en adelante.
JungKook esbozó la más grande sonrisa y sacó la brillante argolla de la caja, lanzó ésta al
carajo y la deslizó en el dedo de JiMin suavemente, sus corazones latían con la más grande
felicidad del mundo, sus ojos brillaban como calurosos soles y sus mejillas estaban tan rojas
como unos maduros tomates.
Pero estaban juntos, a pesar de ser tan torpes y tímidos al mirarse.
-Te amo..- Jeon besó sus labios y desabotonó su propia camisa lentamente.- Ahora, desnúdate
frente a mí y móntame mientras enciendo un cigarro.
Bueno.. solo JiMin, porque Jeon era un descarado de mierda, y uno grande.
JiMin sonrió coquetamente y se desnudó tal y como Jeon ordenó, ayudó a JungKook a quitarse
sus prendas y lo vió recostarse bien sobre el colchón, acomodó su cabeza sobre su almohada y
observó a JiMin dilatar su entrada con sus dedos frente a él, algo tan caliente como tentador.
Minutos largos pasaron cuando JiMin ya se encontraba sobre Jeon, gimiendo mientras alzaba sus
caderas y se sentaba de nuevo sobre la extensión de Montana.
Y éste cumplió su fantasía, su ceño estaba fruncido, una mano sujetaba su cintura y la otra
llevaba su cigarrillo encendido a sus labios, tan concentrado como caliente, Montana soltó
suavemente el humo, dándole a JiMin la imágen más sensual de su persona.
Tal vez deba hacerlo fumar a la hora del sexo. Pensó Park cuando lo escuchó gruñir en placer.
-Oh, mierda, bebé, sabes lo que haces..- Echó la cabeza hacia atrás y dió otra calada a su
cigarro.- A-así, amor.. muévete así..
-¿Así?- JiMin movió lentamente sus caderas cuando éste se limitó a asentir.
Tuvieron el sexo más caliente de sus vidas, Jeon después le hizo el amor, ambos tan sumidos
en su mundo, un mundo donde su amor gobernaba y había felicidad por donde voltearas a mirar..
Un mundo donde sólo existía Jeon Montana, el más peligroso mafioso de la industria criminal y
P de TripleB, el ladrón que reinaba su corazón.
FIN.
.
I'M NOT CRYING YOU ARE
¡MUCHAS GRACIAS, COQUITOS! ¡GRACIAS POR LEER MI HISTORIA!
No saben la tristeza que tengo de terminar esta obra, estaba tan acostumbrada por escribirles
tanto mi historia, en serio, estoy tan agradecida de que cada una de ustedes haya disfrutado y
sintiendo las mismas emociones que yo al escribir cada palabra de los capítulos.
Tal vez, y lo sé, algunas no se quedaron satisfechas sobre el final de YoonGi, pero
comprendanme, es mi tercer bias, me dolía escribir algo tan crudo para él bc soy una chillona
sentimental oki.
En fin, solo quiero decir que lxs amo a todxs por leerme, por esperar ansiosxs cada capítulo, y me
esforcé mucho por tenerlxs entretenidxs, tal vez el final fue re cliché, pero se me ocurrió dejar
para el final el limón con la propuesta pa la boda zikzi.
Jeon Montana y P les agradecen por leer su historia de amor, amor criminal(?)
SHO ME DESPIDO, COCHITAS BEIAS, GRACIAS POR TODO, COCO LES AGRADECE
ETERNAMENTE POR HACER ESTO POSIBLE.
MIS SIETE ÁNGELES CRIMINALES LES AGRADECEN TODO.
EXTRA.
Traje negro sumado con zapatos de marca costosa, moño negro decorando el cuello de su
camisa blanca en vez de sus acostumbradas corbatas, florecillas blanquecinas diminutas en el
bolsillo derecho de su saco, dejando la silueta masculina de Montana de lo más varonil y sexy
posible.. a pensar de Park JiMin.
Cabellos castaños peinados de forma levantada y un poco revuelta, sin dejarlo tan exagerado,
pequeños aros de plata decorando sus orejas y por supuesto, su rostro guapo y arrogante.
Jeon Montana estaba de esa elegante forma gracias a su compañero de su juventud y casi
madre/padre, Kim SeokJin de Kim NamJoon, tuvo que someterse ante los millones de olores a
flores que el rubio tenía por sprays para el cabello y otras cosas, Jeon era un hombre que nunca
en su vida utilizaría tales fragancias con auras de chico muerde almohadas, pero por supuesto.. a
SeokJin no debes decírle no si no quieres amanecer con el secador de cabello por el culo.
-Oye, Montiiii.~
Jeon suspiró con fastidio y rodó sus intimidantes ojos cuando a sus espaldas una forzada voz
aguda dañaban sus oídos. Montana ya había aprendido a lidiar con el pelirrojo, y por ende, era
ahora inmúne a su estresante apodo.
-¿Qué quieres, arquitecto?- Jeon preguntó con voz neutra, mirando la punta de sus brillantes
zapatos negros para no realizar la tentadora idea de sacar a su consentida Daisy de su cintura y
dejarle un adorno en la frente de K.
-No quiero sonar demasiado fácil pero.. ¿puedes decírme el nombre de ese hombre parado en
el ventanal?- TaeHyung rápidamente notó como Jeon se dignaba a mirarlo con rostro confuso y
dirigir sus negrizos ojos hasta el ventanal frente a ellos.
-Ah.. se llama..- Jeon estuvo a punto de mencionar cuando frunció el ceño y fulminaba a K.-
¿para qué quieres saber eso?
-jaja saludos.- TaeHyung soltó una carcajada por lo bajo.
-¿Ah?
-El nombre, Monti, su nombre.- TaeHyung acomodó su bandana negra.
-Choi MinHo.- Dijo finalmente.- Pero olvídalo, es casado con una preciosa mujer.
-No veo el anillo, así que.. ¡gracias, drogadicto!- El pelirrojo se alejó de Jeon dispuesto a
hablarle a tal bombón que para Montana solo era uno más en el mundo.
Suspirando, se alejó del espejo del salón y caminó decidido hasta su oficina, sus pasos firmes
resonaron en todo el ancho espacio del pasillo de su mansión, los invitados de vez en cuando
saludaban al festejado palmeando sus hombros y lo dejaban ir a su destino, para ser honesto,
Jeon Montana jamás se vió en el futuro en una situación así, creía su vida asegurada sin proteger
a nadie más que él mismo y SeokJin.
Pero, bueno.. la vida te da sorpresas, y solo los elegidos obtienen las sorpresas más
hermosas.
Jeon tronó su cuello cuando tocó la dura madera de su puerta con sus nudillos y escuchaba
voces del otro lado de ésta.
-¡Si eres Jeon déjame decírte que JiMin aún no está listo!- SeokJin gritó, provocando la
melodiosa y preciosa risa de JiMin.- ¡Largo!
Chocolate negro.. chocolate negro fué el primer pensamiento que JiMin tuvo al fijar su mirada en
la de Jeon.. chocolate negro con sabor dulce, aquél chocolate negro que solo JiMin logró cambiar
su sabor amargo por dulce, brillo estelar decoraban e chocolate de sus ojos, Park estaba tan
embelesido con su hombre, lo estaba y no iba a mentir en lo absoluto, ese peligroso hombre
como un furioso tigre ahora lucía junto a él como una pantera, misteriosa y preciosa, una bestia
capaz de sentir amor y deseo de protegerlo para que nada malo le sucediera, JiMin suspiró tan
delicadamente, como el pétalo de una flor de cerezo, y besó la frente de su amado Jeon
JungKook, quién cerró el chocolate negro de sus ojos estremecedoramente y sonreía tan
dulcemente como el caramelo de los labios de Park, ambos aprendieron a amarse con todo y
bestias furiosas internas, en especial Jeon, quien pensaba que para él, el amor estaba en su
respectiva tumba bien sellada al profundo de su amargo corazón, ¿cómo un simple ladrón pudo
despertar ese sentimiento en el poderoso Jeon Montana? Pregunta que nadie sabía qué
responder.
Silencios nerviosos, suspiros de ensueño femeninos y una voz de formulando palabras que
solo se mencionan cuando dos personas se unen matrimonialmente se oían por todo el salón,
JiMin miró de reojo al semental que tenía por marido, perfil serio y bien marcado, ojos brillantes
en felicidad en el hombre que realizaba la ceremonia. Los dedos de Montana acariciaban
suavemente los de JiMin al tener sus brazos entrelazados, así darle a confianza necesaria para
que Park no se desmayase ahí mismo de los nervios y de la emoción. Park sabía que se estaban
casando ilegalmente, pero, Jeon siendo el jéfe de la estación policiaca en Busan ¿qué más daba?
Total aquéllos papeles terminaban siendo legales al segundo que Jeon lo ordenaba.
-Jeon JungKook..- El hombre frente a ellos dirigió su mirada a Montana, tragando saliva cuando
los felinos y peligrosos ojos del hombre se fijaron en los suyos.- ¿Aceptas a Park JiMin como tu
legítimo esposo, en la salud y en la enfermedad.. hasta que la muerte los sepa..
-Acepto.- Jeon sonrió enseñando su blanquecina dentadura.
JiMin sonrió divertido y miró a Jeon ante su adelantación, estaba claro y confirmado que el
corazón de Jeon pertenecía a una sola persona.. y ese era él.
-Park JiMin..- El hombre suavizó su mirada tranquilo cuando la alejó de Montana para fijarla en
la de JiMin y continuar con voz neutra.- ¿Aceptas a Jeon JungKook como tu legítimo esposo, en
la salud y en la enfermedad.. hasta que la muerte los separe?
JiMin encontró su mirada con la del más alto y el brillo de amor se hizo notar en ambos pares
de ojos, su sonrisa reflejaba la más sincera felicidad y decidido, contestó, sellando su relación:
-Acepto.
Jeon no pudo evitar esbozar la más estúpida sonrisa de idiota enamorado y bajó la mirada
cuando en sus mejillas un muy suave color durazno decoraban sus mejillas.
-Te declaro entonces ahora como Jeon JiMin y.. JungKook, puedes besarlo ya.- El hombre
esbozó una falsa sonrisa de completa incomodidad.
Jeon atrajo a JiMin de nuevo por la cintura y éste enrolló sus brazos en su cuello, sus
respiraciones a menta y fresas se mezclaban, la mirada color caramelo estaba tan cerca de la
mirada color chocolate negro de Jeon, nuevamente la burbuja de ellos se creó a su alrededor. Al
fin JiMin era de Jeon y Jeon era de JiMin, dispuestos a cumplir con todos los votos de su
matrimonio, se limitaron a mirarse profundamente. Los chillidos de los invitados no se hicieron
esperar y mucho menos el grito delicado --no tan delicado-- de SeokJin provocó risas en todo el
lugar, hasta a los recién casados, quiénes juntaron sus frentes al oír tan indignado grito.
-¡POR LA PUTA MADRE, JEON! ¡QUE LO BESES!
Jeon le dedicó una mirada divertida a SeokJin y encontró a éste extendiéndole la mano a
NamJoon, quién le entregó billetes con una mirada de completo perdedor. No hace falta aclarar
que fué una apuesta el hecho que SeokJin gritase tal oración.
Jeon, necesitado de los dulces y esponjosos labios de JiMin, no dudo más y los selló con los
suyos, un beso tan dulce que todos gritaron eufóricos y emocionados, JiMin sonrió sobre los
labios de Jeon y acarició los anchos hombros de su marido, desprendiendo felicidad por todos
sus poros.
-Te amo, Jeon JiMin..- Murmuró Jeon después de finalizar su beso.
-Te amo mucho más, Jeon JungKook de Park.- JungKook sonrió ante tal nombre y se sonrojó
suavemente.
-Disculpen.. ¿ya puedo alejarme?- El hombre que los casó lucía nervioso, como si lo estuvieran
devorando en silencio.
Jeon miró al hombre y adoptó un gesto de recordar algo, asintió y agregó: -Listo, TaeHyung,
puedes dejar de apuntarle con Daisy.
El hombre huyó del lugar y TaeHyung apareció tras la silueta del tipo, le regresó la pistola a su
respectivo dueño, completamente emocionado.
-Me sentí un puto amo drogadicto con ese bebé en manos.- TaeHyung explicó emocionado y
abrazó a JiMin con fuerza, haciendo que éste ría melodiosamente.- ¡Al fin te casas con éste tipo
adicto a las drogas, JiMinnie, sé felíz!
Jeon bufó sin borrar la sonrisa cuando se llevó la sorpresa de tener a K abrazándole, sus
brazos no tocaban a TaeHyung y se notaba confuso.
-Cuída a mi hermano como si de una joya se trate, Monti, porque si le haces daño,
personalmente voy a encontrarte durante su luna de miel y te cortaré el motivo de la felicidad
sexual de mi bebé por tremendo cabrón.- K susurró en el oído de Jeon.- ¿Entendido?
-S-sí.- Jeon frunció el ceño tras ver la mirada divertida de JiMin.
-Ah.. y fóllatelo mucho, es un consejo.- Dicho ésto, se alejó de Montana y los dejó solos.
-¿Qué te dijo, cariño?- JiMin dejó que Jeon rodeara su cintura con su brazo.
-Nada, solo me dijo que me ponga entre tus piernas en la luna de miel y te haga gritar mucho,
amor, lo que siempre te hago.- Explicó Jeon en su erróneo y directo modo de maquillar las
palabras de K.
-¿En serio no vas a decírme a dónde me llevas?- JiMin dejó que Jeon lo guiase sobre su
hombro, sus ojos estaban vendados y sentía la fuerte palma de Jeon masajear su trasero.
-No, cariño, solo te diré que te voy a follar de la manera más ruda y dulce posible.
-Oh, vaya, qué romántico suena eso..- Dijo JiMin con sarcasmo cuando la misma palma que
acariciaba su trasero, lo golpeaba haciéndole gemir.- ¡J-Jeon!
-¿Con cigarros?- Preguntó de repente Jeon.
-Por supuesto, quiero ver a mi marido tan caliente a la hora del sexo.- JiMin adoptó el tono
pícaro en su voz, provocando que Jeon de nuevo le diera otra nalgada.
JiMin escuchó unas llaves y seguidamente un picaporte girar, pasos firmes de Jeon sobre lo
que parecía ser una alfombra y el sonido de olar romperse. Montana dejó a JiMin sobre un suave
y enorme colchón boca abajo y separó sus muslos para meterse entre ellos.
-Esos pantalones de noche marcan tan bien éste dulce culo..- Jeon apretó entre sus dedos los
globos de JiMin y quitó la venda que cubría la visión de Park lentamente.- Sorpresa, cariño..
JiMin pestaneó varias veces para adaptar sus ojos a la suave luz amarillenta de las velas y
encontrarse con pétalos de flores de cerezo sobre el colchón donde se encontraba, esa
habitación la conocía perfectamente.
La habitación dónde hicieron el amor por primera vez, en la playa.
-J-JungKook..- Park sonrió estúpidamente cuando sintió el cuerpo de Jeon encerrar el suyo
entre el colchón y él, dejando mordisqueos en el lóbulo de su oreja y movimientos sensuales de
caderas contra las suyas.
-Shh, debo desnudarte.- Jeon cortó cuando decidido, desabrochó el botón del
pantalón de Park para quitarlo de sus muslos y dejar éstos a su vista.
Minutos transcurrieron y JungKook estaba sentado en la orilla de la cama, con los muslos
levemente separados y un hambriendo JiMin entre ellos, rápidamente desabrochó la hebilla de su
cinturón, haciendo ruído al sacarla de las caderas de Jeon y lanzarla lejos, sus manos bajaron
apresuradamente los pantalones junto a los interiores de Montana, dejando ver la creciente
erección libre.
-Házlo..- Ordenó Jeon encendiendo un cigarro de forma malditamente caliente frente a los ojos
de JiMin.
Y así lo hizo Park, le practicó la felación más ardiente que Jeon jamás había tenido en su vida,
sus mejillas se ahuecaron para tener más de la dura polla de Montana dentro de su boca y Jeon
gruñía mientras soltaba el humo de sus labios de forma que JiMin memorizara el momento en que
el humo dejaba a JungKook tan misterioso y sexy a la vez. Tan infernalmente caliente como
erótico, JiMin terminó con su labor para subirse al colchón y recostarse boca abajo, necesitaba
sentirlo dentro de él rompiéndolo en miles de pedazos, claro que lo hacía, y Jeon no pudo
resistirse ante tal invitación ya que JiMin levantó sus caderas, dándole una vista bastante
preciosa de aquél agujero rosado que se encargaba de asfixiarle la polla mientras se enterraba en
él. Montana con el cigarrillo entre sus dedos, subió al colchón para meterse entre las piernas de
su esposo y quitar su propia camisa de botones blanca, dejando a la vista los nuevos adornos en
el omoplato derecho de Jeon, un tatuaje de un furioso tigre, y en su nuca un tatuaje de JiMin
escrito finas letras chinas.
-JungKook.. oh..- JiMin gimió enterrando su rostro en la almohada, estirando sus piernas y
hacer que sus glúteos quedasen bajo el miembro de Jeon mientras éste lo dilataba.
-Sepáralas para mí, amor..- Jeon llevó el cigarro a sus labios y aprovechó a palmear su trasero.
JiMin sumisamente obedeció y separó sus nalgas, dándole el espacio para que Jeon
contemplase como sus dedos eras sustituídos por su polla, que de poco en poco desaparecía por
el orificio de JiMin.
-J-Jeon.. mierda, no tengas piedad de mí..- JiMin perdía fuerza sujetando sus nalgas por cada
centímetro que Jeon enterraba en su culo.
-Sépara ese bonito culo, cariño.- Ordenó amenazante Montana y JiMin de nuevo trató de
obedecer.
Jeon se detuvo cuando su longitud estuvo completamente en el interior de JiMin, observando
por unos segundos la unión de sus cuerpos mientras daba una nueva calada a su cigarro y la
subía hasta el rostro extasiado en placer de JiMin, cabellos negros sobre sus ojos y labios
hinchados de tanto relamérselos.
Perfecta razón para que Jeon diera una fuerte embestida y provocar que Jeon JiMin gritase su
nombre.
-¡JungKook, oh mierda! ¡Lo encontraste!- JiMin boqueó cuando en segundos de su primera
embestida Montana encontró su próstata.
Y Jeon no se resistió a darle el merecido placer que ambos necesitaban, la noche era jóven
aún y los recién casados repitieron sus escenas sexuales de diferentes formas. Después de
todo...
Estaban casados, y se amaban con todas sus fuerzas.