JEON MONTANA ➳ KookMin - 국민

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JEON MONTANA KookMin - FANFIC.

by JUANC0C0

" Así te quería ver.. díme, Park, ¿tienes idea de quién soy yo como para que te atrevas a robar
en mi propiedad? ¿no? Por supuesto que no lo sabes. Oh, tranquilo, soy Jeon Montana, tu
pesadilla. "

Historia 100% mía.


No está permitido adaptar y mucho menos plagiar.
Lenguaje explícito.
Top: JungKook
Bottom: JiMin
Actualizaciones: Seguidas.
Historia corregida.
PORTADA: @OhMyJeno
Prólogo

25 de Junio del 2015, Busan, Corea del Sur.


23:30pm
Mansión anónima.
-
La esperada noche del Viernes había llegado y Park JiMin estaba emocionado por poder
adentrarse a las grandes mansiones para poder robar todo lo valioso del lugar.
Y por supuesto que Park tenía su mansión elegida, claro que la tenía.
Según sus investigaciones, el propietario de tal asombrosa mansión estaba en completo
anonimato, cosa que para Park no era relevante. De igual manera entraría a robar sí o sí.
-Park ¿Estás seguro de querer adentrarte a aquélla mansión?- Susurró su pareja de crímen,
Kim TaeHyung.
-Estoy más que seguro, ¿qué podría salir mal?- Preguntó JiMin examinando la mansión elegida
estando detrás de un auto.
Ambos jóvenes eran conocidos como " TripleB." o " Busan Bad Boys " gracias a sus grandes
robos a bancos y hogares de propietarios con cantidades de dinero sumamente altos. La estación
de policía de Busan luchaba por encontrar a aquéllos dos jóvenes criminales, pero sus miles de
investigaciones eran en vano, o eso se creía.
Ellos eran más inteligentes en no dejar rastro y mucho menos huella de su presencia en el
lugar afectado. Sus crímenes eran perfectamente planeados, el ejemplo a seguir de muchos
pequeños vándalos novatos de Busan.
Ésta noche no sería la excepción de uno de sus perfectos crímenes.
Park JiMin y Kim TaeHyung lucharon y dieron lo mejor de ellos para investigar cada zona de la
Mansión más conocida de la población de Busan por ser malditamente costosa y muy hermosa.
-¿Estás listo, K?- Preguntó Park colocándose el pasamontañas y ponerse la capucha de su
sudadera negra.
-Más listo que nunca, P.- Soltó TaeHyung una risilla maliciosa.
Para lo dos criminales, sus nombres claves eran "K" y "P", haciendo referencia a sus apellidos,
así los policías se joderían sus vidas por adivinar dos de los miles de apellidos de Corea del Sur.
Aunque no eran difíciles después de todo, de echo eran los más usados en el país.
Corre tiempo, JiMin y TaeHyung treparon las altas rejas de la mansión en silencio y se
adentraron al lujoso jardín, pasando la mirada por si algo que valiera la pena se encontraba ahí.
-El propietario de esta linda casita caga dinero, estoy seguro.- Escupió K, sacándole una
sonrisa al líder del plan.
-Ya sea de algún magnate poderoso o de mi madre, dejaré en claro quién es el que manda en
éste lugar.- Gruñó Park.
Si tan solo supiera Park en ese momento de quién era ese terreno que estaban pisando sus
pies y los de su pareja de crímen.
-Ésta mansión no es fácil, colega.- Murmuró TaeHyung mirando los enormes candados difíciles
de penetrar.
Park JiMin rió ante el comentario de su amigo y negó con su cabeza suavemente.
-Lo mismo dijiste cuando viste la caja fuerte del banco hace dos semanas, K.- Susurró el
pelinegro.
TaeHyung asintió.
-Nada que no se pueda resolver.- TaeHyung quitó de su cinturón con armas y llaves una pinza
que le costó meses conseguir en tiendas negras.*
Ámbos chicos estaban tan entretenidos desbloqueando los candados que no notaron un detalle
provinente del costado izquierdo de la gran puerta de entrada.

Una cámara.
Desde el jardín, cerca de la piscina, otra cámara.
Los chicos triunfantes, se adentraron al interior de la enorme casa sin sospechar nada, fue pan
comido para ellos el no oír alarmas activarse, para ellos tenían el plan como caso ganado.
Já, o eso pensaban.
JiMin llevaba en su gran bolso negro joyas, objetos demasiado costosos y dinero que
encontraba en grandes cantidades sobre la mesa. Para P, el lugar le era en cierta parte extraño,
el toque antiguo y lujoso le daba cierto escalofrío aunque no lo quiera admitir.
Entró junto a TaeHyung a una gran habitación, más parecido a un gran armario, con sus
linternas, notaron grandes bolsas con joyas y dinero.
Simplemente increíble.
-Bendita mierda, JiMin, con ésto podremos vivir el resto de nuestras malditas vidas.- TaeHyung
soltó emocionado, metiendo las bolsas que podía en su propia maleta.
-Imbécil, sin nombres.- Gruñó JiMin imitando la acción de TaeHyung.
-Já, está casa no tiene ninguna buena seguridad, al parecer el propietario no valora sus
preciosas joyas.- Dijo burlonamente el castaño y adoptar un gesto de completa arrogancia.
Tenía razón.
Exitosamente, ambos chicos abandonaron la mansión junto a sus nuevos negocios en manos,
montándose en su auto y largarse del lugar festejando a gritos su caso completado y tal vez
emborracharse por tal asombroso éxito.
Por otro lado.
-Fue un placer poder pasar tiempo con usted negociando, Gran Jeon Montana.- El castaño
estrechó su mano fuertemente con la del Señor Montana.
-El placer es todo mío, Mr. Kim.- Jeon Montana mantuvo el ceño fruncido y el rostro serio que
tanto le hacía honor a su persona.- En dos semanas quiero el dinero de vuelta, sin excusas.
-Por supuesto, Montana, soy un hombre de palabra.- El azabache asintió acomodando su
lujoso traje y meter sus manos a sus bolsillos.
-Nos estaremos viendo en dos semanas y el trato queda sellado.- Dicho esto, Jeon salió junto a
sus guardaespaldas de la mansión del señor Kim.
Jeon JungKook era el jefe, el líder de todos los narcotraficantes o mejor conocido como
mafiosos, el hombre tenía un enorme talento con los negocios, y se podía decir que la palabra
"magnate" le quedaba muy pequeña para lo que él era. JungKook era el ídolo y mentor de todos
los vándalos nuevos. Y la presa número uno de la policía en el país, nunca se cansaban de
buscar a Jeon Montana, y sus esperanzas eran cada vez más nulas de atraparlo.
Todo empezó gracias a su extraño gusto por los números, las películas de crímen y entre otras
cosas. Jeon a sus jóvenes veinticinco años ya tenía más logros que muchos criminales quisieran
tener, actualmente era el magnate más exitoso mundialmente.
Y vaya la forma en que su éxito creció.
No hace falta mencionar su sobre nombre, aquél que lo destacaba por todo y por la cuál lo
identificaban.
Jeon Montana.
JungKook siempre ha tenido un ídolo a seguir desde sus ocho años, y por más que fuera un
personaje, Tony Montana era el elegido en su vida. Conforme fué creciendo, en su vida alejado
de los lujos con una madre que se vendía por dinero y un padre drogadicto, Jeon fue creando su
pequeña pandilla a su corta edad, empezando desde lo más bajo de la vida criminal: Siendo
águilas de sus jefes.*

Era increíble que ahora Jeon JungKook, o mejor conocido como Jeon Montana,
tenga su propio negocio de drogas y él no las consuma en absoluto, su cuerpo estaba
completamente puro de drogas. Un negocio realmente exitoso.
Negociar con Jeon Montana era la mejor colaboración que grandes magnates criminales
tendrían. Y esta vez era el afortunado Kim NamJoon, o mejor conocido como "Mr. Kim"
actualmente, él era el jefe y líder de la creación de armas fuertes en todo el país.
Pero ¿Jeon Montana sabía de TripleB?
Oh, claro que JungKook sabía de la existencia de aquéllos dos mocosos que se la pasaban
asustando toda la población de Busan, para Montana, TripleB simplemente eran unos malditos
urgidos de atención, creyéndose los putos amos de todos.
Lo que Jeon no se esperó, fue que aquéllos dos urgidos de atención, acababan de huír de su
mansión con sus joyas y dinero.
Su limosina aparcó en el estacionamiento privado del hombre, bajándose, notó su propia reja
de entrada abierta, con los candados en el césped.
Jeon tomó los candados en sus manos, observando los grandes daños usados para tumbarlos
con suma seriedad.
Arrastró su mirada hasta la gran puerta de entrada y lo que sus ojos vieron fue un chiste de mal
gusto, uno realmente malo.
En su puerta, en su maldita puerta de madera fina había una gran frase en color rojo.
"Nos divertimos jugando a robar tus cosas, no olvides quiénes mandan. :)
-TripleB "

-Oh, par de mocosos, yo les voy a enseñar quién manda en su puto jueguito.- Gruñó dando
zancadas hasta el interior de su enorme casa y lanzar los candados a un lado.
Claro que se esperó ver su casa de cabeza, no se asombró al ver todo tirado, cajones abiertos
de sus pequeños armarios decorativos, pero lo que le importaba no eran sus putos adornos.
Casi corrió hasta su planta de material, azotó la puerta de golpe y gruñó completamente
furioso.
De veinte bolsas de joyas nuevas, solo habían diez y las restantes con solo pocas joyas.
Jeon Montana estaba demasiado furioso como para volver a leer la oración de spray en las
paredes de la habitación.
"Bonitos pendientes. "

-Hijos de puta.- Gruñó ya bastante furioso, azotando la puerta al cerrar. TripleB había hecho
enojar a una bestia, una bastante peligrosa a decir verdad.
Ordenó a su equipo de seguridad activar las cámaras y ver la cinta en vídeo. Jeon observaba
desde su costoso asiento detrás de su escritorio el vídeo, y debía admitir una cosa.
Hacían muy bien su trabajo los primeros dos minutos.
Sus voces quedaron guardadas, y Jeon realmente no podía creer el nivel de idiotez por parte
de TripleB al no notar las cámaras en su propiedad.
"Bendita mierda, JiMin, con esto podemos vivir el resto de nuestras malditas vidas."
-¡Repite eso de nuevo!- Ordenó de nuevo en voz alta a uno de sus empleados.
"Bendita mierda, JiMin."
-Te tengo en mis manos, hijo de puta.- Murmuró Jeon para sí mismo y sonreír muy lentamente.
La cinta corrió hasta la escapatoria, donde cruzaron la calle y el nombrado JiMin, se quitó su
pasamontañas.
Error.
-Pausa.- Gruñó Jeon, poniéndose de pie para dirigirse hacia los computadores y memorizar
sus facciones.
Cabello negro, ojos felinos, mandíbula afilada, nariz pequeña y labios prominentes. Y ni qué
decir sobre aquél cuerpo de infarto.
-Imbécil.- Susurró burlón, soltando una risilla socarrona y meter las manos en sus bolsillos.-
Quiero que en las noches, todos ustedes se escabullan, tarde o temprano aquél par de mocosos
vendrán por más porciones de joyas, les gustó lo que presenciaron, obviamente volverán.- Jeon
Montana miró a sus guarda espaldas.- Esta vez no fueron tan inteligentes como muchos
mencionaban, es una lástima.
Jeon terminó de dar sus órdenes y subió agotado a su gran recamara, agradeció que aquél par
de idiotas fueran tan perezosos para no subir el tercer nivel de la mansión y entrar a su espacio.
-Ya me conocerás, JiMin, y te voy a enseñar quién es el que manda en éstos juegos.. y
lamentarás haber nacido.
.
Tiendas negras: Lugares privados dónde venden armas, objetos para la práctica de magia
negra y droga.
Águilas: En el mundo de los traficantes de droga, un águila son un grupo de personas
dispersas alrededor de la fábrica de droga para vigilar que ningún policía ú otras bandas del
narcotrafico invadan el lugar y hacer una masácre.

ACTUALIZACIÓN DE NOTA (12.03.2019):


Muchas gracias a las personas que me desearon buenas vibras durante el desmadre que sucedió
en Enero, debido a la presión, comenzaré a subir Jeon Montana para quitarme ese peso de
encima por las exigencias, gracias a las personas pacientes/dulces/comprensivas. Y a los que no
tuvieron delicadeza quiero decirles que tengo una vida fuera de esto y si no había subido JM es
porque siendo sincera este es mi ff que más vergüenza/inseguridad me da, espero que en el
futuro puedan ser un poco más empáticos y gentiles. Los amo mucho.
Lamento haberles hecho esperar mucho.
0 1.

27 de Junio del 2015, Busan, Corea del Sur.


5:20pm.
Dos días después del incidente.
-
JiMin no podía sentirse más que felíz por el exitoso asalto en la gran mansión misteriosa.
TaeHyung estaba frente al pequeño escritorio dónde él estaba sentado descansando, observando
muy detalladamente las joyas.
—Esto es el cielo, JiMin, son joyas puras.— Murmuró TaeHyung sin despegar la vista de las
piedras preciosas.
JiMin rió con sorna.
—Por supuesto, son piedras de algún niño millonario.— Se encogió de hombros y cruzarse de
brazos.
—Aunque es muy raro que han pasado ya dos días y el propietario no anuncie a la policía que
hemos hecho de las nuestras.— TaeHyung por fin miró a JiMin, acomodando la llamativa
bandana roja bajo su frente y revolver bien sus cabellos.
Viéndolo del lado lógico, TaeHyung tenía razón.
—Siento que el dueño está de vacaciones..
—Por lo que podemos regresar a atacar.— La sonrisa maliciosa de TaeHyung no tardo en
aparecer.
JiMin asintió, soltando un suspiro.
—Esperemos un poco, si no hay noticias sobre ésto, regresaremos y veremos quién se quiere
pasar de listo con nosotros.— Sentenció JiMin, ayudando a su compañero de crímen a verificar el
estado de las joyas y contar el dinero robado con facilidad.
JiMin en su mente recordó las teorías del famoso Jeon Montana, según algunos, él había
muerto, otros juraban que estaba vivo y seguía habitando en Busan.
¿cómo podrían estar seguros de verlo vivo.. si nadie le ha visto el rostro? Muchos dicen que es
alguien viejo, y la mayoría dice que es un jóven en sus criminales veinti y pico.
Aquéllas joyas le recordaban las leyendas nuevas de Jeon Montana, todos hablaban del
susodicho, que era su mentor, para JiMin, oír que muchos vándalos de barrios bajos mencionaran
a Jeon Montana como lo máximo, le causaba náuseas.
Él quería ser leyenda como Montana, él soñaba con que TripleB tuviera a todos respetándolos
como al mencionado Jeon Montana.
—¿Crees que Jeon Montana esté vivo?— Preguntó JiMin de repente, llamando la atención de
su amigo.
Éste le miró unos segundos dejando el pequeño pedazo de tela con el que limpiaba las joyas,
encogiendo los hombros.
—No tengo ni puta idea, pero si lo está, debe habitar alguna de aquéllas casas de barbies.
—Rodeado de barbies.— Corrigió JiMin.
—Exacto, la verdad no creo que sea alguien joven, ha cometido bastantes crímenes
profesionales como para que sea alguien menor a sus crímenes.— TaeHyung se apoyó en el
respaldo de su asiento.
—Tae... nosotros tenemos veintiuno y ya cometimos muchos crímenes.— Dijo JiMin burlón.
—Basta, JiMin Montana.— Bromeó TaeHyung.
—No suena mal, pero no pienso plagiar el apodo de un grande, gracias, sé más original,
idiota.— Se cruzó de brazos el más bajo soltando una risa.

—Cierra el pico y ayúdame a contar el dinero, bueno para nada.— Gruñó el


castaño.
Ambos estuvieron contando dinero, mientras oían la radio esperanzados de que el locutor
mencionara de nuevo a los temibles TripleB.
Pero nada, todo en órden, TaeHyung se comenzaba a extrañar por aquéllo.
Normalmente cuando roban en mansiones, los hijos de papi y mami acusan directo a la
estación de policía, pero ésta vez, en la enorme mansión anónima, no había ninguna queja y
JiMin se comenzaba a irritar.
—Hay algo extraño aquí, JiMin.— Murmuró TaeHyung, dejando de lado las joyas con un mal
sabor de boca.
—Lo sé, pero no hay que comenzar a preocuparnos, no por ésta estupidez.— Bufó el pelinegro
convenciéndose más a sí mismo, ocultando su preocupación en todo momento.
JiMin moría por adentrarse de nuevo a aquélla mansión y sacar el resto de joyas y dinero que
se ocultaba en las enormes cuatro paredes de aquélla gigante mansión.
Pero lo que más le intrigaba al pelinegro... era saber quién habitaba el lugar.
.
La noche había llegado y TripleB estaba en su departamento gozando de algunas películas de
acción, todo estaba bien hasta que JiMin decidió salir a fumarse un cigarro completamente
estresado. La llama del encendedor logró prender la puntilla a pesar del fuerte viento, el pelinegro
relajadamente soltó el humo por sus pronunciados y esponjosos labios, haciendo perfectos aros
con el humo.
Todo estaba bien, cuando su vista capta algo al frente de él.
Una lujosa camioneta negra.
JiMin frunció el ceño extrañado de que un lujoso auto estuviera andando por las calles
peligrosas de su región.
Ni estando en efecto de las drogas se acerca, algo le pedía solo observar.
Metió su mano desocupada en los bolsillos de su chaqueta, mirando detenidamente las piezas
finas de aquél auto.
—¿Qué haces aquí solo, Park?— La gruesa voz de su compañero se escuchó detrás del
pelinegro.
—Necesitaba un cigarro, Tae.— Respondió sin quitar la mirada del lujoso carrito.
TaeHyung soltó un silbido mirando lo mismo que el pelinegro.
—Mira qué bonito juguete hay por estos lares bajos, enano.— La sonrisa maliciosa apareció en
sus labios.
—Ni lo pienses, Kim, no me está dando buena espina.— Gruñó JiMin, alzando la mirada para
poder ver a su malicioso amigo.
—Yo solamente decía, hoy no quiero hacer desastre.— Se encogió de hombros mientras
giraba sus talones y dirigirse al interior de su hogar.— No tardes en entrar, te pueden robar las
chicas.
—Lo sé, muchas de ellas quieren tenerme en su cama.
—Ugh, quién fuera tú, apúrate.— Soltó una sonora carcajada y entró por la puerta,
desapareciendo de la vista de JiMin.
El pelinegro miró unos minutos más el auto hasta que decidió terminar su cigarro, pisando la
colilla con la punta de su zapato y dirigirse al interior de su casa con un mal sabor de boca, y no
provocado por el cigarro, si no por el temor de lo que se encontrara ahí dentro.
—Tae, iré a dormir.— Dicho esto, el pelinegro entró a su habitación, encerrándose y mirar por
su ventana.
El auto, la maldita camioneta, arrancó y se fué por la vida, perdiéndose por las vagas y
silenciosas calles. JiMin soltó un quejido preocupado, recostándose en su cama para tratar de
dormir y olvidar cualquier pensamiento absurdo que venía a su mente, no quería pensar cosas
malas, no quería ser pillado por la policía.
JiMin pensaba que no debió salir a fumar, algo malo presentía. Estaba seguro que los vigilaban
a ellos.
Lástima que no era la policía quién los vigilaba, JiMin iba a conocer pronto al dueño de esa
lujosa camioneta.
Hellooooooow.
Ya vine, bebechitas, con un nuevo capítulo de Jeoncito daddy Montana. 7u7
Debo admitir que estoy emocionada por mostrarles toda la trama de esta historia, jejejox, me
inspiro mucho con solo una canción. CIZKFKK.
Preguntaaaaaa:
¿Cuál es su color favorito?
El mío es el negro, rojo y blanco, añañaña.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Un guapo V pa ustedes.
0 2.

29 de Junio del 2015, Busan, Corea del Sur.


12:30am.
Segundo asalto a la mansión anónima.
-
Park y Kim estaban listos de nuevo para invadir una vez más la misteriosa mansión a la cuál ya
habían asaltado cuatro días atrás.
—Bien, P, hemos llegado.— Murmuró TaeHyung colocándose su pasamontañas, mirando cada
lado de la casa.
—No estoy ciego, idiota.— JiMin soltó con sorna, imitando la acción de su colega y colocarse el
pasamontañas en el rostro.
JiMin al igual que TaeHyung, estaban dispuestos a descubrir el porqué esta mansión estaba en
completo anonimato, querían creer que todo era porque el propietario estaba de viaje junto a unas
lindas barbies.. pero no.
En la enorme puerta entrada, ya no estaba su marca roja.
Un escalofrío recorrió la espina dorsal del pelinegro, tragando fuertemente saliva.
—Algo no me sabe bien, P.— Susurró TaeHyung.— Pero si nos quedamos observando a mitad
de la calle jamás lo descubriremos.— K dio zancadas hasta las enormes rejas negras con
aspecto misterioso, comenzando a trepar estas con gran agilidad.
—Espérame, Spiderman.— Se burló JiMin, imitando al desesperado de curiosidad.
Los pequeños criminales se dirigieron a la puerta principal, con cierto temor en sus cuerpos,
TaeHyung soltó un suspiro, sacando su llave y romper el candado de la gran puerta.
—En estos últimos años nunca me he sentido tan nervioso por robar en una mansión como lo
estoy ahora mismo..— Susurró regresando en su lugar la llave y al conseguir tumbar el candado y
dejarlo cuidadosamente en el suelo.
Para ser honestos, JiMin también se estaba cagando en sus pantalones de los nervios.
Pero no, TripleB no le tiene miedo a nada al momento de asaltar.
—Calla y saca las bolsas.— Ordenó el pelinegro, extendiendo su mano para que el castaño le
dejara su bolsa en su mano y empezaran la misión. Aunque JiMin quería ir a la habitación
misteriosa a sacar las bolsas restantes con joyas preciosas.
De nuevo, metieron adornos costosos, algunas cosas de cristal, monedas antigüas, dejaron el
hogar de cabeza, pero no estaban satisfechos, ambos chicos subieron las escaleras en busca de
la principal presa.
JiMin creía que estaban solos, pero no sabían qué alguien los estaba vigilando desde su
oficina.
—Ésta puerta no tenía seguro antes, P, maldición.— Gruñó TaeHyung, dejando en el lujoso
piso la bolsa con cosas frágiles y sacar de nuevo su llave para tumbar el pestillo de la puerta.
Bingo.
Ambos jóvenes se adentraron, notando las mismas bolsas en su mismo lugar, ambos
fruncieron el ceño y se acercaron dispuestos a tomar las bolsas y salir huyendo del lugar.
Pero los desconcentró el azote de la puerta y seguido, el seguro en ella.
JiMin se quedó estático, mirando la puerta a pesar de la oscuridad, su piel se erizo. Estaba
pensando que sus pies pisaban una casa embrujada y pronto los demonios poseerían sus
cuerpos.

—Qué mier...— Su amigo no terminó de hablar puesto que se escuchó un fuerte


golpe y después su cuerpo desplomarse en el suelo con brusquedad.
JiMin tragó saliva, retrocediendo hasta chocar con la puerta, intentó abrir la puerta, intento
tumbarla, pero no se abría.
En segundos donde la vista de JiMin se volvió una desventaja, recibió un golpe en su cabeza,
mareándole y seguido, sentir una aguja enterrarse en su cuello. JiMin no era idiota.
Lo sedaron.
.
El pelinegro de poco en poco abrió sus cansados y drogados ojos, recuperando la consciencia
en tiempo demasiado lento, solo recordaban que estaban en la mansión y..
¡Tae!
El pelinegro quiso moverse, pero un quejido salió de sus labios al querer zafar sus manos
atadas detrás suyo, seguido cayó en cuenta que estaba sentado en una silla, con los pies al igual
de atados. JiMin estaba entrando en desesperación, él quería saber tan lo menos que su mejor
amigo estuviera sano y salvo.
—¡TaeHyung!— Gritó JiMin cansadamente.
—Estoy a tu lado, imbécil.— La voz drogada de TaeHyung provino del lado izquierdo de JiMin.
Al girar para mirarlo, notó el labio partido del castaño, con la respiración cansada.
—Seguimos en la mansión ¿verdad?— Preguntó, cerrando los ojos lentamente.
Un "uhúmm" agitado provino de los labios sangrientos de TaeHyung. Park sabía que estaban
drogados, sabía que los atraparon.
La policía les había vencido por fin.
Unas llaves se golpearon entre sí y pasos firmes, voces masculinas y por último, el pestillo de
la puerta abrirse. JiMin arrastró la mirada lentamente hasta la puerta que se abría lentamente.
Hombres en traje, con apuntadores cubriendo sus oídos y lentes negros, se adentraron al
cubículo, máximo habían cuatro o cinco hombres, JiMin no los logró contar debido a que la droga
se adueñaba de sus neuronas, se sentía un poco mareado y con un pésimo sabor de boca.
—Sí, están despiertos, jefe.. por supuesto.. enseguida..— Habló uno de los empleados en su
fuerte acento satoori, alejando su mano del apuntador y quedarse quieto en su lugar.
—Despierten, malditas ratas.— Ordenó otro de los hombres rudamente, haciendo que
TaeHyung abriera los ojos de golpe, desconcertado.
Pero JiMin no obedecía, JiMin estaba en su actitud de "oblígame".
No tardó en sentir el puño chocar dolorosamente en su mejilla, haciendo que el pelinegro soltara
un pequeño alarido de dolor y respirar agitadamente
—Que despiertes, enano rebelde.— Gruñó el hombre, cuando la puerta se volvió a abrir,
ganándose la atención de todos.
Otros dos hombres se asomaron por la puerta y se quedaron a cada lado de ésta, esperando
por alguien atentamente.
Un chico alto, con un costoso traje pegándose perfectamente a su ejercitado cuerpo, entró
peligrosamente, con el rostro serio y ojos malditamente asesinos escaneando los rostros de
TripleB. JiMin pensaba que estaba en sus veintes, era tan atractivo, o mejor dicho.. estaba muy
caliente ese hombre con complejos frustrados de peligroso.

El hombre se colocó frente a ambos chicos, inflando su pecho con aire y soltar un
suspiro bastante exagerado, chasqueando la lengua.
—Quítenles los pasamontañas.— Ordenó, metiendo sus manos en sus bolsillos y mecerse
lentamente sobre sus pies.
Los hombres obedecieron al instante, quitándoles los pasamontañas con una brusquedad
enorme, provocando que la pequeña nariz de JiMin sintiera dolor con tal brusquedad,
arrancándole un quejido por lo bajo.
Malditos lamebolas. Pensó Park.
JiMin le dió su mejor mirada asesina, no logrando conseguir alguna reacción al niño riquillo.
—..K, P.. es un placer conocerlos por fin..— Dijo mirando a cada nombrado con burla, pero
manteniendo su rostro serio.— Al fin los conozco personalme...
—Ve al punto, maldito niño de papi..— Soltó furiosamente Park.
Jeon arqueó una ceja, cerrando su boca lentamente, oh, éste niñato no sabe a quién acaba de
interrumpir. Pensó Jeon.
—Park JiMin, ¿no te enseñaron a mantener la boca cerrada mientras uno habla?— Preguntó
Jeon, contemplando satisfactoriamente las miradas sorprendidas de los dos criminales.
—¿C-cómo tú..
—Shh..— Calló Jeon, aclarando su garganta y suspirar con arrogancia.— Park JiMin y Kim
TaeHyung, provenientes de Busan y los delincuentes más nombrados en estos últimos meses,
mejor conocidos como "TripleB" o "Busan Bad Boys".— Sonrió con sorna el castaño.— Han
robado en un total de cinco bancos fuertes y doscientas cincuenta y cuatro casas, incluyendo
mansiones, contando la mía como la número doscientos cincuenta y cinco, ambos con familias de
economía estable, habitando en Seúl.— El hombre misterioso, suspiró mirando a los dos chicos
esperando aprobación por parte de ellos.
Decir que estaban sorprendidos, era poco para lo que estaban TripleB en ese momento.
¿quién era ese tipo? ¿cómo sabía tanto de ellos?
—Es un número grande de delincuencia, me sorprenden un poco, chicos, mis respetos.—
Sonrió burlonamente hasta que comenzó a dar zancadas peligrosas hacia ellos. JiMin tragó
fuertemente saliva, esperando el golpe que nunca llegó.
Jeon tomó una silla y se sentó con el respaldo al frente, apoyando los brazos en este.
—Yo sé de ustedes, hasta su matrícula del colegio, sus pasiones, a parte de robar..— Guardó
silencio unos minutos, contemplando el rostro cansado y drogado de Park, soltando una pequeña
risilla.— Así te quería ver, Park.. díme ¿tienes idea de quién soy como para que te atrevas a robar
en mi propiedad?
JiMin gruñó, queriendo ahorcar al fino hombre con las sogas en sus manos.
—Déjame adivinar ¿un intento de delincuente con dinero, queriendo espantarnos con sus
empleados?— Soltó JiMin, dándole una mirada retadora a Jeon.
—JiMin..— Calló TaeHyung al ver la mirada de Jeon sobre él unos segundos.
—¿no sabes? ¿no? Definitivamente no sabes, Oh.. tranquilo, soy Jeon Montana, tu pesadilla.
JiMin casi se atraganta con su propia saliva al oír al hombre.
¿Jeon Montana?
—Estás de joda..— Susurró incrédulo.
TaeHyung tenía una mirada sorprendida, más no decía nada.
—Oh, Park JiMin, te atreves a meterte a mi propiedad, llevarte mis joyas ¿Y todavía tienes el
descaro de ofenderme de ésta forma?— En su voz se notó el ligero acento Satoori.
La casa anónima.
Las joyas.
El aspecto tétrico.
Mierda. Mierda. Y más mierda.
JiMin no formuló nada, se estaba haciendo en sus pantalones, frente a sus ojos tenía a nada
más y nada menos que a Jeon Montana, el mentor de los mafiosos.
—Mañana tendremos muchas cuentas que arreglar, TripleB, se metieron en mi terreno, ya
veremos como me van a compensar todos los carísimos daños.— Gruñó Jeon Montana,
levantándose de su silla, acercárse a JiMin y tirar de su cabello, obligándole a mirarlo.
—¿No que eras fuerte y nada te daba miedo, Park?— Preguntó con su típica risilla, soltándolo
y dirigirse a la puerta.
—Sédenlos de nuevo y póngale seguro a la puerta, mañana arreglamos el asunto con los
niñatos.— Dicho esto, abandonó la habitación, seguido de sus guardias.
JiMin no quería ser drogado de nuevo, se sacudió en su lugar tratando de evitar la aguja que
se dirigía a su cuello.
TripleB se perdió en sus sueños, muriéndose de miedo por lo que pasará después con sus
vidas.

.
Hellooooooow.
Al fin, capítulo nuevo de Jeoncito Montana ¿qué les pareció? ¿qué teorías tienen en sus mentes
ahora mismo?
Perdón por subir el capítulo tan tarde, es que andaba con mucha inspiración.
Jojojojo.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Aquí tienen la reacción de JiMin bebé al tener a Jeon Montana frente a él.
0 3.

01 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


9:47am.
Atrapados en la mansión Montana.
-
JiMin de poco en poco abrió los ojos gracias a la molesta luz que entraba por la ventana,
calculaba que apenas era muy temprano por la potencia del sol al colarse por las lujosas cortinas
de la habitación.
—Al fin despiertas, idiota.— TaeHyung sonrió dulcemente mirando a su mejor amigo.
¿cómo podía sonreír cuando los tenían prácticamente secuestrados por nada más y nada
menos que Jeon Montana?
Eres raro, Kim TaeHyung.
—No entiendo como es que tienes buen humor cuando estamos atrapados.— Se quejó JiMin
con su acento Satoori, entrecerrando sus pequeños ojos hasta que parezcan unas indignadas y
finas líneas.
—Cállate, pensé que podríamos escapar pero me quitaron el cinturón con mi bebés mientras
dormía.— Se bufó el castaño.
—¿Crees que ese tipo sí sea Jeon Montana?— JiMin cambió de tema, mirando hacia la puerta
perdidamente.
TaeHyung asintió incrédulo.
—Solo basta verle el maldito traje costoso y esa mirada de "te voy a reventar la puta madre"
que se carga.— Rodó los ojos el castaño.
JiMin mordió su labio inferior e infló sus mejillas, evitando soltar una carcajada, vaya,
disfrutaban de sus vidas aunque estuvieran en la cueva del lobo.
—A que es guapo~..— Canturreó JiMin arqueando las cejas, atento ante la reacción de su
amigo.
—No, tiene cara de tremendo hijo de puta.
JiMin bufó, solo él pensaba que Jeon Montana era guapísimo y ardiente, no estaba loco, el
hombre tenía un enorme porcentaje masculino que despertaban los deseos más sucios de quién
lo tuviera cerca.
Pero una pregunta rebotaba en su mente, causándole los más terribles escalofríos.
¿Dónde está Jeon Montana ahora mismo?
Lo más seguro es que esté en su lujosa cama con alguna super modelo preciosa, o tal vez esté
preparando el lugar dónde se llevará a cabo su muerte junto a la de su amigo. Tal vez sea lo
segundo. Pensó JiMin.
—Tengo hambreee, ¿tan hijo de puta es para que no nos lance tan siquiera un pedazo de
pan?~.— Canturreó TaeHyung indignado.
—¡Cállate, idiota! Si queremos salir con vida de aquí debes mantener respeto, imbécil.— Gruñó
fulminando a TaeHyung.
Mientras tanto, el peligroso Jeon los miraba detrás de la puerta, riendo burlonamente ante la
idiotez que había dicho el pelinegro.
—Todavía piensa el incrédulo que lo voy a dejar vivir..— Sus guardias soltaron una risilla
socarrona.
Jeon no tiene planes de dejarlo con vida, oh, claro que no. Estuvo mirando por minutos al par
de niñatos atados en sus respectivas sillas y bufó cuando aquél pensamiento se le cruzó por la
mente al ver al pequeño pelinegro.
Esos gruesos labios serían excelentes abrazando su..
—Jefe, ¿les damos comida? Sus gritos rompen el precioso y acogedor silencio.— Agradeció
mentalmente ante la interrupción de su guardia.
—Eh, sí, dénles comida y agua, vigilen que no escapen, hagan bien su trabajo.—
Aclaró su garganta el castaño.— Tengo una importante reunión con Mr. Kim y J-Hope.— Dicho
ésto, Jeon Montana partió del lugar, adentrándose a su lujosa limosina y dirigirse al punto de
encuentro.
Aunque no olvidaba aquélla imagen mental de los labios del pelinegro, joder, no quería una
erección durante la reunión. Jeon Montana nunca se desconcentra de los asuntos importantes,
nunca pasará eso.
Y menos por la culpa de un niñato caliente.
.
—¡Al fin se acuerdan que también somos humanos y comemos, santo infierno!— Se quejó
TaeHyung al ver a un empleado entrar con bandejas de comida en sus manos.
—Cállate por un demonio, nos tienes hasta las bolas con tanto maldito grito.— Gruñó el
guardia.— No se sorprendan si entra un Jeon Montana jodidamente enfadado con su pequeña
Daisy en manos para matarlos.
TaeHyung rió.
—¿Quién es Daisy? ¿su muñeca de trapo?— Preguntó K divertido.
—Sí, una muñeca que te meterá por el ano y disparará una bala donde lo sigas cabreando con
tus alaridos de gata en celo.— Lo miró socarronamente y se fué azotando la puerta y colocar de
nuevo el seguro.
—Bien, ¡a parte de ser guardia eres un inútil! ¡¿Cómo mierda vamos a comer si tenemos las
manos atadas?! ¡¡Menudo imbécil!!— Chilló TaeHyung.
—Cállate de una buena vez, TaeHyung, igual me estás estresando.— JiMin gruñó.
Estuvieron pensando por unos cuántos minutos el como mierda comer con las manos atadas
hasta que un guardia diferente entró por la puerta tranquilamente.
—Me disculpo por mi amigo, hoy su chica no le dió su mañanero y está con un humor de los
mil infiernos.— Soltó una risilla y desató a ambos jóvenes para que pudieran comer.— Si son
inteligentes no intentarán huír, sean niños buenos por primera vez y coman en silencio.— Sonrió
amablemente.
Tenía una sonrisa encantadora.
—¿Y cuál es tu nombre, rubio?— Preguntó JiMin mientras comía tranquilamente.
—Kim SeokJin, un gusto..— Dijo amablemente.
Vaya, al fin alguien amigable. Pensó el pelinegro.
—¿Y eres guardia de Montana?— Siguió preguntando JiMin, intentando sacar más información
del rubio.
—Te pillé, lo siento, no puedo decírte nada más que mi nombre, cariño.— El rubio se encogió
de hombros sin borrar su sonrisa.
Park soltó una pequeña risa.
—Se supone que todos los que cuidan de Jeon Montana tienen personalidades de cabrones, tú
eres un ángel.— Musitó TaeHyung embobado.
—Imbécil, te entrará una mosca.— Se burló JiMin.
Comieron en un agradable ambiente junto a la compañía de SeokJin, algo realmente extraño.
Desgraciadamente tuvieron que ser atados de nuevo.
—Fué un gusto conocerlos, chicos, ya llegó el gruñón de la casa, tengo que atenderlo, nos
vemos luego.— Se despidió alegremente y salió por la puerta, dejando a TripleB embelesidos
con su aura amigable.

—Yo lo ví primero.— Dijo TaeHyung de repente.


—¿ah?— JiMin frunció el ceño.
—Que es mío el rubio.
—Estás bien estúpido.— Se quejó el pelinegro.
—Quédate con el cara de hijo de puta.
JiMin negó lentamente incrédulo ante la idiotez de su mejor amigo, hasta que una demandante
y firme voz se oyó por los pasillos de la mansión.
—Tres elefantes se columpiaban sobre la tanga de tu hermana~
—Cierra el pico, TaeHyung.— Pidió JiMin mirando hacia la puerta.
—Cuando veían aquélla cuevita fueron asustados con tu tía~
—TaeHyung ¡cierra la boca!— Chilló JiMin enfadado.
TaeHyung miró con un puchero a JiMin, guardando silencio.
—¿Les dieron comida?..— La firme voz de Jeon fue lo primero que oyó el pelinegro.
—Sí, y se hicieron amigos íntimos de Seok..— Una voz desconocida le siguió.
—SeokJin es amigo hasta del maldito perro, díme algo que no sepa. Abre la puerta, ahora.—
Demandó Jeon.
La puerta se abrió en cuestión de segundos y el guapísimo Montana apareció por ella, con sus
manos metidas en sus bolsillos y con esa cara de "te voy a reventar la puta madre", como diría
TaeHyung.
—¿Qué tal durmieron?— Fué lo primero que preguntó Jeon con su acento burlón.
—¡De puta madre! ¡Soñé con ponys y dildos!— Dijo sarcástico TaeHyung, ganándose la
mirada asesina del ardiente Montana.
—No le tienes miedo a la muerte ¿verdad, niño?— Preguntó el dueño de la mansión anónima.
No le tiene miedo ni a su madre cuando le robaba las gomas de mascar, Montana, imagínate.
Pensó el pelinegro.
—Un poco, prefiero morir ahorcado.
—Bien, ordenaré que preparen la soga en la habitación para que cuando te mate, mueras a
gusto, maldito idiota.— Gruñó Montana, dirigiendo su mirada ahora a Park recorriéndolo
seriamente con sus ojos.— ¿Y tú, P?
—De huevos, capitán.
—¿eh?
—Que sí, el sedante ayudó de mucho.— JiMin rodó los ojos.
Montana miró por unos segundos a JiMin, soltando un suspiro y comenzar a hablar.
—TripleB.. ¿quién de ustedes dos es bueno hackeando cuentas importantes de bancos?
¿Qué?
.
Hellooooooow.
Valoren esto, estuve desde las 2:30am hasta las 4:18am escribiéndoles los nuevos capítulos de
Jeon Montana. (?)
No es por agobiarles con mis constantes renovaciones pero.. estoy haciendo otra sorpresa para
ustedes. (?) JSJSJSJS.
Eso sí, no será publicada por ahora, estoy cómodamente actualizándoles Jeon Montana y Angel.
Pero prometo que cuando Angel llegué a su final, lanzaré el nuevo proyecto ¿chí? Si estás de
acuerdo comenta aquí un "Chí nochusita" Si no lo estás, comenta un "Ño, lo quiero ahora,
Nochusita" (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Pero miren esas piernas de sugar daddy, cochitas, añañña.
0 4.

01 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


12:30pm
Acuerdo para salir con vida.
-
—¿Qué?— JiMin preguntó incrédulo apúntandolo con su dedo índice.— Tú, Jeon Montana
¿pidiendo ayuda a TripleB?
—Háblame formalmente, niñito, que no estás compartiendo tiempo con tus amigos de barrio.—
Jeon acomodó su traje negro bufando.— Y no, sólo se requiere para un hackeo y de regreso a
sus casas.— Volvió a meter sus manos en sus bolsillos.
—Al final es la misma mierda, necesitas ayuda.— Dijo TaeHyung mirándole obviamente.
—En realidad no es para mi, caballeros, ese hackeo me beneficiará demasiado.— arqueó las
cejas, adoptando un gesto demasiado sexy en su rostro.
—¿Qué tanto le beneficia, señor Montana?— TaeHyung no se cansaba de retarle.
—El cincuenta y cinco por ciento.
—¿a nosotros nos beneficiará?— Preguntó el castaño con la bandana, con la mirada burlona.
—A ti posiblemente te beneficiará una patada en el culo por andar retándome.— Montana miró
a Park.— Y depende de ti, P, si quieres algún beneficio y no comportarte como tremendo imbécil.
Kim gruñó fastidiado, él no quería quedarse sin dinero.
—TaeHyung es bueno hackeando, lo siento.— Park se encogió de hombros.
Jeon bufó, él no quería la ayuda del cara de imbécil.
Él quería explotar el potencial de Park.
—Está bien, ésto solo es un negocio grupal, caballeros, ésto no salva el hecho de que sigo tan
malditamente cabreado con ustedes por robar en mi propiedad, no se hagan ilusiones de salir
pronto de aquí.— Carraspeó, soltando un suspiro y dirigirse a la puerta.
—¿Cómo te pagamos los daños, Montana?— Preguntó el pelinegro.
—Jeon Montana arregla sus disgustos con una bala en la cabeza de su víctima, nada
personal.— Se detuvo en la puerta y miró socarronamente a Park.— solo negocios.
Azotó la puerta, dejando a un JiMin con sus palabras atascadas en su garganta.
—A veces no sé qué mierdas le viste de interesante a ésta puta mansión, ahora estaríamos
robando un centro comercial.. no lo sé, lo de siempre.— Dijo con melancolía el castaño, mirando
un punto fijo en la habitación.
—Todo lo atractivo me atrae, idiota.— Park se defendió.
—Entonces te atrae Montana.— Rió sin ganas al ver el rostro sorprendido del pelinegro.— Y no
me lo niegues, que siempre que entra a ésta puñetera habitación, te lo comes con la mirada como
si fuera lo más caliente del mundo.
—So-solo su porte es elegante.
—Vaya justificación más pirata y barata la tuya, amigo.— Sonrió irónico.— No te conocí
ayeeer.~— Canturreó.

Y TaeHyung no estaba lejos de la realidad, Park realmente veía a Jeon Montana


como algo caliente que no todos tienen el gusto de contemplar.
—¿Servirás para Jeon?— JiMin cambió en segundos el tema.
El castaño solo se encogió de hombros.
—No lo sé, no llega a mi talla..
—Es al revés, imbécil, nosotros no llegamos a su talla.— Corrigió Park.— Házlo, nos conviene
recibir una cantidad de dinero.
—Ajá, sí, después de terminar la misión nos arrodillará Montana y nos regalará la esperada
bala en la cabeza ¿no? ¿qué sentido tiene?— TaeHyung bufó usando un tono obvio en su voz.
—Podríamos trabajar para él.
—Lo siento, pero yo no soy de los que hacen el papel de "doble cara" solo para salir con
vida.— Se quejó.
—Infiernos, Kim ¡coopera, maldita sea! ¡¡No quiero que me maten antes por tu maldita
terquedad!!— JiMin se sacudió en su lugar furioso.
Él estaba desesperado.
TaeHyung miró unos segundos eternos a su mejor amigo, su compañero de crímen y su único
hermano. Finalmente suspiró y asintió.
—Está bien, lo haré, es la última vez que confiaré en tu palabra, Park.— Sonrió
cuadradamente.— por tu culpa estamos encerrados en la casita de Jeon ardiente Montana.
JiMin rió.
—Imbécil..
.
—Bebé.. ¿sigues aquí?— Una voz masculina sacó de sus pensamientos a Montana.
La conocida cabellera rubia de su querido amigo SeokJin apareció en la puerta.
—Deja de llamarme bebé, SeokJin, no lo soy.
El rubio entró animado a su oficina y tomó asiento frente a él, no sin antes apretar sus mejillas
y hacer boca de pato.
—Sígues siendo un bebé que juega a las pistolas y pinta muros para mí.— Jeon pensaba que
si el que tomaba sus mejillas no fuera su amigo, probablemente ya le estuviera demostrando que
no es un bebé que juega con pistolas.
Dándole un balazo en la cabeza.
—Sí, sí, ya, basta, me empalagas ¿qué sucede?— Bufó el castaño.
—Pesado..— Formó un puchero y se acomodó mejor en su asiento.— He conocido a TripleB.
—Y son una ladilla en el culo, lo sé.— Dijo Jeon alzando las cejas y tomar un cigarro del
escritorio, dirigirlo a sus labios y fruncir el ceño concentrado en hacer que el encendedor lograra
quemar el tabaco, soltando de sus labios un gran aro de humo al conseguirlo.
—No, son unas ternuras, JiMin es muy lindo cuando ríe y TaeHyung es simplemente
adorable.— Corrigió SeokJin, bateando las pestañas por milésima de segundos.
Jeon le miró con fastidio, soltando humo de sus labios, pensando alguna respuesta coherente.
—Quiero que repitas lo mismo cuando tengas a NamJoon a tu lado.— Fue lo único que
mencionó el hombre, disfrutando cada calada de su cigarrillo.

—Ay no, ¿cómo crees? Me va a odiar ese bombón.— SeokJin mordió su labio al
pensar en el líder de la creación ilegal de armas.
—Me enfermas, cierra el pico un momento.— Sacudió su mano unos segundos, soltando una
risilla.
—¿Y qué piensas de TripleB, bebé?
Jeon solo podía tener una imagen en su mente respecto a TripleB, y eran los labios del
pelinegro junto a ese esponjoso trasero.
—Que son unos niños sin vida.— Dijo finalmente, cuidando de no tener una erección frente a
su amigo.
—El pelinegro se parece a tu tipo, ardientes y retadores.— Formuló el rubio con una ceja
arqueada, claramente con la maldad pura implantada en su rostro.
Claro que el rubio ya notó que Jeon miraba de más al pelinegro, más no decía nada.
Montana cerró los ojos suspirando, apoyando la espalda en la silla de cuero marrón.
—Sí, es parecido a mi tipo, pero ni lo sueñes, SeokJin, me robó diez malditos sacos con joyas
y dinero.
Si algo sabía SeokJin, era que su peligroso amigo era rencoroso hasta por una diminuta cosa
que le cabree.
—Además..— Continuó Montana, soltando humo de sus labios, dejándole ver peligroso quién
lo mirara.—.. El tal TaeHyung formará parte del asunto con J-Hope y Mr. Kim.
SeokJin abrió de más los ojos, sorprendido.
—Jeon, el potencial de ese chico es muy bajo al de ustedes tres.
—Va a hackear el banco fuerte de Busan.— Afirmó el castaño.— Mr. Kim mató a su hacker y J-
Hope simplemente le da pereza conseguirse uno.
—¿Con cuánto le beneficiarás?
—cinco por ciento.— Dijo decidido.
—Ay no ¡¡no seas egoísta!!— Chilló.— Dále tan lo menos un quince, Jeon, todavía te va a
ayudar, maldito insensible.
—¿ahora estás del lado de los niñatos esos?— Preguntó con falso dolor Jeon.
—No, pero creo que no sería justo.— Se cruzó de brazos el rubio.— Ser hacker no debe ser
algo fácil, eh.
Jeon lo pensó unos segundos.
—Lo consideraré.
SeokJin iba a hablar hasta que el teléfono de escritorio comenzó a sonar.
—¿Sí?— Preguntó el castaño.
—Jefé, llegaron los invitados fuertes.— Dijo el guardia al otro lado de la línea.
—¿Qué esperas para hacerlos pasar?— Preguntó Jeon con veneno en su voz. Como siempre
hacía a la hora de trabajar.
—Enseguida, señor.
Jeon se colocó de pie, suspirando.
—Hoy TripleB tendrá una pequeña clase con tres fuertes.— Dijo Jeon con una mirada burlesca
en su rostro.
SeokJin asintió.
—TripleB son unos bebés aún, Jeon, está de ti si quieres entrenarlos o matarlos. Aunque no te
creo idiota, no desperdiciarías un buen partido por un simple robo. Jeon Montana no desperdicia
buen producto.

.
Súper ultra mega helloooow.
Les traigo nuevo capítulo. De ahora en adelante se viene lo hot de Jeon Montana, chicas, esto es
solo una probada. (?)
Con eso de que ven a mi Montana como moja bragas, decidí subírle un nivel a su sensualidad,
ahké mentira.
He visto que apoyan demasiado Jeon Montana y no saben lo agradecida que estoy, tienen un
pedacito de mi corazón.
Igual grax a la beba de ratakuk por recomendar mi historia, en serio me siento halagada.
(Además que fue la primera que confesó que Jeon daddy Montana le mojaba la tanga,
JAJAJAJA)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

¿shippean el VMin?
Yo.. a veces sí y a veces no, I don't know. Me fascina más la amistad de ellos dos, me dan ganas
de tener una mejor amiga *forever alone* *cries in my eskiusmi*
0 5.

02 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


7:25pm.
Sirviendo para Montana.
-

Para Jeon Montana, convivir con el ilegal de armas y el encargado de ciertos secuestros a
señoritas era de lo más normal, parte de la rutina del peligroso hombre.
Pero para TripleB era el mejor día de sus putas vidas, era como tener a su grupo musical
favorito frente a ellos y querer gritar como fangirls hormonales.
Dos rangos completamente diferentes.
—Aquí los tienen, caballeros, TripleB está frente a sus ojos..— Habló por fin Montana, sin
quitar ese atractivo ceño fruncido de su rostro y repetir aquél hábito de meter sus manos a los
bolsillos de su costoso pantalón y mecerse disimuladamente sobre sus talones.
Mr. Kim y J-Hope estaban de pie a cada lado de Montana, uno con el mismo acto de las manos
como Jeon y el otro de brazos cruzados. Mirando detenidamente a los pequeños aprendíces.
Y es que JiMin se sentía un animal de zoológico, pues los tres hombres lo recorrían con la
mirada junto con su amigo.
—¿Y quién de lo dos es el que nos sirve?..— Preguntó J-Hope, mirando a TaeHyung fijamente.
—El de la bandana, K.— Murmuró Montana, relamiendo sus labios sin mirar a ninguno de los
presentes.
—¿Qué tan bueno eres, niño?— Preguntó NamJoon firmemente, sin perder ese tono elegante
en su voz.
TaeHyung aclaró su garganta, un poco nervioso por las miradas de aquéllos tres hombres
sobre él.
—H-he logrado ingresar a cinco grandes bancos y..
—Listo, está dentro.— Interrumpió J-Hope, mirando a los creadores del plan con arrogancia.
JiMin se sentía orgulloso por su amigo, pero muy en el fondo, estaba decepcionado por no
formar parte del plan, por no ser tomado en cuenta.
Montana asintió y junto con los invitados, salieron unos segundos, dejando a los chicos con la
intriga.
—Ese del cabello naranja está para chuparse los de..
—No es momento de ser puta, TaeHyung, contrólate.— JiMin lo calló claramente
malhumorado.
Mientras del otro lado de la puerta, aquéllos tres elegantes y peligrosos criminales discutían
seriamente.
—La verdad no estoy seguro, Hope, ¿qué tal si lo pillan?— Preguntó NamJoon cruzado de
brazos.
—No lo creo, si ha desbloqueado cinco bancos grandes no creo que el banco fuerte sea
problema para él.— Respondió el pelinaranja con tranquilidad.
Montana solo oía atentamente a los dos indecisos, pues él daría el veredicto, él decídia qué
hacer y qué no.
—¿Montana? ¿qué opinas?— NamJoon preguntó de repente.— Principalmente.. ¿por qué
mierdas tienes a estos dos mocosos atrapados?
Jeon de solo pensarlo se cabreaba.
—Robaron diez de las veinte bolsas con joyas que aquí Hope entregó a mi mando.— Soltó con
leve veneno en su voz.
J-Hope alzó el ceño sorprendido.
—¿Y tú dónde estabas?
—En la mansión de Mr. Kim sobre la negociación de otros ingresos nuevos.— Montana gruñó
cuando pilló a NamJoon sonriendo burlonamente.

—Hobiii ¡al fin te asomas por la casita de Montana!— La conocida voz de SeokJin
aturdió a los tres únicos presentes en aquél pasillo.
—Lo que pasa es que el trabajo me tiene enjaulado, SeokJinnie, lo siento.— Sonrió
cálidamente Hobi.
Fué el turno de Montana para burlarse de los absurdos celos de su compañero NamJoon.
—Oh~ Hola, Mr. Kim.— el tono coqueto de SeokJin alertó a Montana.
Estaban aquí por negocios no para ligar y llevarse a alguno a la cama. Por lo menos no ahora.
—Oh, SeokJin, hola..— Respondió Mr. Kim de la misma manera.
Montana estaba enfermo con aquéllos dos tipos, no estaba en contra del amor, pero le ofendía
que se pasen el trabajo por el arco del triunfo con tal de conseguir un par de piernas para pasar la
noche.
—Bien, caballeros, basta de desconcentración.— Dijo firme Jeon, soplando un pequeño
mechón de su castaño cabello que cubría su ojo izquierdo.
—Perdón por interrumpir, yo venía a ver a mis bebitos.— Dicho esto, SeokJin se alejó de los
tres criminales y se adentró a la habitación.— ¡Hola, bebéees!
Jeon no quería que SeokJin haga sentir a aquéllos mocosos como si estuvieran protegidos por
él, comenzaba a cabrearle que les llamara de esa forma estando el presente.
Porque hasta Jeon Montana se empalagaba facilmente de las cursilerías de su amigo.
...
—¿Y bien?— Pregunto NamJoon.
—TaeHyung será el hacker, pero JiMin también participará en el robo, ese mocoso es bueno
escabulléndose tomando las cosas del lugar.— Sentenció Montana.
—¿estás seguro de querer incluír al otro?— J-Hope preguntó inseguro.
—Él sabe escoger las joyas, Hope, él eligió las mejores bolsas del sótano.— Afirmó el líder de
ambos invitados.
—Si bien.. en dos semanas es el evento, pueden ser nuestras águilas antes de hacer acto de
presencia en el banco.— Asintió Mr. Kim al hablar.
El acuerdo terminó y Montana se adentró tranquilamente a la habitación donde estaba el
ardiente pelinegro y su amigo.
JiMin reía junto a TaeHyung por alguna idiotez que mencionó SeokJin.
De seguro uno de sus pésimos chistes. Pensó.
JiMin de inmediato paró de reír al ver a Montana en el marco de la puerta observarle
detenidamente.
Montana era un supermodelo sacado de alguna revista para adolescentes hormonales, a JiMin
le atraía el rostro serio y duro de Jeon, sumado con ese traje elegante negro ceñido a su
musculoso cuerpo, era igual a un hombre ardiente y antojable para el gusto de Park.
—¿Terminaron de hablar por fin?— SeokJin miró a Jeon como si fuera una persona común y
corriente.
Y el pelinegro, JiMin, se sentía intimidado cuando esos oscuros ojos se posaban sobre los
suyos aunque fueran por milésimas de segundos.
—Sí, y Park estará incluído.— Suspiró Jeon Montana mirando hacia la ventana.— Sigo
cabreado, pero trabajo es trabajo..
—¿Cuando vas a dejar de ser tan rencoroso, hombre?— Preguntó SeokJin con fastidio.
Jeon se encogió de hombros, dándose la vuelta sobre sus talones dispuesto a irse a su oficina.
—Cuando dejes de hacer tan horribles chistes y el agradable culo de Park sea plano.— Dijo
azotando la puerta.
JiMin estaba sonrojado.
Jeon Montana pensaba que su trasero era agradable.

Hellooooow.
Sorry chicas, como que hoy no estuve del todo inspirada, me disculpo si el capítulo no quedó
como esperaban. u ú
En fin, tengo tantos planes para esta historia que sé que les va a encantar. Jejejox.
Hoy volveré a subir capítulo, las voy a consentir con dos o tres capítulos para que me amen, no lo
sé. (?)
O amen más a Daddy Montana, que es lo más seguro, pecadoras:v.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Ay Néstor qUÉ ES ESTO AAAÁAAAAAAAAAA.😍
0 6.

03 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


7:15am.
Entrenando a los novatos.
-

El día comenzaba y JiMin no podía estar más agradecido con Montana por tan lo menos dejarlos
ducharse, se sentía una rata de alcantarilla apestosa y pegajosa. El chorro de agua fresca
relajaba su tenso cuerpo de una manera increíble, pensó que se quedaría dormido si no fuera
porque sabía que se daría tremendo golpe si dejaba tumbar su cuerpo por culpa del sueño.
—Apúrate, JiMin, también tienes un amigo que se siente asqueroso.— Chilló TaeHyung al otro
lado de la puerta, cortándole a Park su momento de paz.
Bufando cerró la llave de la regadera y tomó su toalla comenzando a secarse, por fin se sentía
oloroso y limpio, la frescura no abandonaba su cuerpo.
Aunque de todas formas volvería a sudar y quedar apestoso.
En una hora más, Jeon Montana les había dicho que hoy los entrenarían con armas, JiMin
estaba extasiado por tener en sus manos por primera vez un arma.
Sabía que aquéllos objetos de muerte eran los juguetes favoritos de Montana, por lo que tendría
cuidado con sus movimientos y palabras si no quería un enorme hueco con bala en su delicado
cuerpo.
Vistió unos Jeans que les había dado SeokJin, estaría feliz con ellos, pero no, la prenda le
hacía sentir una salchicha mal empaquetada de lo mal que le apretaba el trasero, sabía que ese
era uno de sus mejores atributos.
Pero odiaba no poder vestir algunas prendas por lo redondo y grande que era, y sus muslos
tampoco ayudaban, realmente se sentía una salchicha mal empaquetada.
Pero un leve sonrojo decoró sus regordetas mejillas al recordar las palabras de Montana sobre
su trasero, ¿se lo ha mirado mientras él está distraído? JiMin no estaba para nada incómodo,
¿quién no se sentiría sexy si un hombre caliente con porte elegante y sonrisa de infarto dice que
tu trasero es agradable? JiMin se sentía en ese momento Kim Kardashian.
Claro, sin operaciones y más guapo.
Salió del baño una vez vestido, ignorando las quejas de su amigo apurándole por la demora de
tiempo, cepilló sus cabellos negros con sus dedos y sacudió la cabeza como cachorro para
terminar de quitar las gotas de agua sobrantes. Estaba curioso por saber a dónde iban a llevarlos
para empezar con las clases sobre las armas.
¿Jeon los entrenaría? ¿Jeon iba a supervisar?
Tantas preguntas sin respuesta tenía el pelinegro sobre Jeon Montana. Mordió su labio inferior
al recordar las potentes miradas que le dedicaba, y es que JiMin estaba cien por ciento seguro
que no había hombre más caliente y seductor que Jeon Montana.
—Listo, ya podemos esperar al cara de pocos amigos.— Interrumpió TaeHyung con la sonrisa
idiota en su rostro.
—Te recuerdo que estás bajo su techo, si te escucha que le llamas así, te matará.— JiMin
advirtió jugando con sus anillos de plata en sus lindos, pequeños y gordos deditos.
.
—Llegamos, jefe y compañía..— La puerta de la limosina de Jeon se abrió, dejando ver al
frente un gran campo.
TaeHyung suspiró horrorizado por el tremendo calor que el lugar tenía, pero para Montana no
significaba nada, bajó del auto, dejándole a JiMin una vista de pocos segundos de su trasero y
piernas al bajar del juguetito andante. Park tragó saliva, después de todo, ese hombre ardiente es
el mismo que le va a hacer pagar por cada robo que le hizo, pero su vestimenta no le ayudaba a
apartar su mirada de él.

Camisa blanca con las mangas dobladas a sus codos, pantalón negro y unas
botas que si bien JiMin no se equivocaba, eran unas botas Timberland.
En silencio y rodeado de muchos guardias, Park y Kim siguieron su camino detrás de Jeon,
ellos tan nerviosos y Montana tan firme y seguro de sí mismo.
—Te vuelvo a ver el rostro, Montana.— La voz del conocido Mr. Kim llamó la atención de
ambos chicos, buscándole con la mirada y sentirse pequeños al lado de ellos dos.
—Trabajo, Kim, no lo olvides.— Mencionó Jeon con una sonrisa arrogante, relamiendo sus
labios gracias al calor que los resecaba.— Bien, aquí los tienes, son todos tuyos.
Jeon se fué alejando de NamJoon y TripleB, dirigiéndose a la primera sombra que se le
atravesó para poder relajarse del horrible calor que hacía en el lugar, cruzándose de brazos y
separar levemente las piernas estando de pie.
Oh, Jeon se iba a divertir observando la torpeza de esos niños.
—¿Ya han tenido en sus manos un arma?— Preguntó el más alto, poniendo nervioso a
TaeHyung con su potente mirada.
—No, he visto en televisión cómo cargar el arma pero..— Park se encogió de hombros.
Mr. Kim estaba por reír, estaba seguro que Montana estaba con la risilla burlona en su rostro,
sin embargo, se tragó toda la burla para no querer ofender al pelinegro y continuó explicando un
par de minutos el como cargar un arma, resolviendo las dudas de aquéllos emocionados chicos.
—¿Ya les quedó claro?— Volvió a preguntar NamJoon.
Asintieron y el dueño de las armas les entregó una a cada quién, alejándose un poco a su
derecha para darle campo libre de disparar los muñecos tamaño real que estaban a unos cuantos
escasos metros de ellos.
—Lúzcanse.— Dicho esto, Mr. Kim dejó que TaeHyung disparara primero, logrando pegarle en
el brazo de su muñeco.
—Deja de temblar, el arma no sacará la bala del otro lado.— Aconsejó el ahora maestro de
Park y Kim.
Montana por su lado, tenía la mirada fija en el pelinegro, sonriendo maliciosamente al notar que
los jeans que eligió para Park le quedaban mejor de lo que pensaba. Era un malicioso hijo de
puta.
Ver a JiMin tan nervioso con el arma en manos le hicieron recordar su pasado como un águila
aprendíz, dónde sujetar una pistola era lo más peligroso que había tocado en su corta vida. El
turno de aquél caliente y pequeño pelinegro llegó y Jeon se acomodó mejor en su lugar, el
espectáculo apenas comenzaba.
Era mejor de lo que pensó, JiMin cerraba sus ojos al oír el ruidoso sonido de la bala siendo
liberada, desviándose de su objetivo por despistado.
—Park, no cierres los ojos.— Sentenció Mr. Kim mirándole sin ninguna expresión.
JiMin asentía pero no conseguía concentrarse, lanzaba balas a lo estúpido y eso a Jeon
comenzaba a irritarle.
Minutos pasaron y dos balas desviadas fueron suficientes para que Jeon mandara todo a la
bendita mierda y comenzara a dar zancadas hacia el lugar dónde el pequeño estúpido estaba.
—Dáme eso, te enseñaré como se hace.— Gruñó Jeon arrebatándole la pistola de las
pequeñas manos de Park, cargándola con fácilidad y menos tiempo que lo que se demoró Park y
se acomodó sin mirar el muñeco.
—Por ser nuevo en ésto, mira hacia el frente, jamás desvíes los ojos del objetivo.— Jeon
miraba retadoramente a JiMin desde arriba, puesto que su altura era superior a la de Park y estiró
el brazo en dirección al muñeco, jalando el gatillo y dándo en la frente del objetivo.— De ésta
jodida manera.— Gruñó ladeando a su izquierda el arma.— Buscas la posición más cómoda y..—
Jaló de nuevo el gatillo.— Matas a tu maldito rival tan fácilmente.
Park estaba demasiado intimidado por la grandeza de Jeon, tragaba saliva más nervioso
cuando sus ojos se encontraron con los del hombre, dándole toda clase de escalofríos.
—Es tu turno.— La voz de Jeon sonaba firme y dura.
Asintió aún aturdido y tomó la pistola, procurando no tocar los dedos de Montana o se
desmayaría. Sentía la mirada de Jeon sobre él tan fuerte que tuvo que tragarse todo esos
nervios, sus narices estaban a escasos centímetros de rozarse y JiMin contempló unas solitarias
gotas de sudor deslizarse por su cuello y perderse por su camisa.
—Intenta darle en la cabeza.
JiMin asintió, apuntó la pistola en la cabeza del muñeco y temblorosamente jaló el gatillo,
logrando ver como la bala salía con fuerza y se impactaba en la cabeza del muñeco.
Oh mil mierdas.
¿Eso lo hice yo? Se preguntó Park abriendo de más los ojos.
Jeon relamió sus labios mirando el paradero de la bala y asintió.
—Nada mal.
Fijó su mirada en NamJoon y asintió cortamente, dándose la vuelta y dirigirse a su limosina.
—Continuaremos mañana, traten de no desobedecer al señor Montana o les revienta el trasero
a patadas.— NamJoon tomó las armas de ambas manos de Park y Kim y las guardó en sus
respectivos maletines.
Vaya día de malditos locos asesinos.

.
Hellooow por segunda vez.
Listo, segundo capítulo del día completado. :D
En unos minutos más tendrán el siguiente para que no se queden con la intriga de lo sucederá
con Park nervios locos JiMin ¿chí?
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Les dejo a la imaginación este gesto, cjau.
0 7.

03 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


8:30pm.
Maldito Jeon ardiente.
-
Llegar rendido y ser encerrado de nuevo en aquélla maldita habitación no era de las cosas
favoritas de Park en ese momento, él quería salir de esta maldita mansión rápido.
Pero la curiosidad por aprender más de Jeon Montana le ganaba de todos modos, así que se
sentía estúpido pensando miles de formas de escapar si al final se iba a arrepentir por quedarse
con miles de preguntas en su cabeza.
Esta vez no le ataron a la silla, le dejaron andar por la habitación y maldijo entre dientes al ver
que las ventanas tenían sus respectivos protectores.
A parte no estaba imbécil para saltar de un segundo enorme piso.
—Oye, JiMin..— TaeHyung habló después de comer unas galletas que SeokJin le dió por ser
según él un buen alumno con las pistolas.
—¿Ah?— Le miró sin alejarse de la ventana.
—¿Siempre sí te measte en los pantalones?
Frunció el ceño, realmente confundido.
—¿De qué hablas, Kim?
—De que tener tan cerca a Jeon te hizo mearte en los pantalones.— Soltó una risilla burlona.
Bufó frustrado, una de las cosas que Park más odiaba, era no poder disimular sus gestos, no
iba a aceptar que Jeon le causaba cierto temor porque no quería tener el culo de TaeHyung
burlándole cada segundo de su existencia.
—Si eso es lo que tú piensas te diré que sí.— Se encogió de hombros, estremeciéndose al
recordar como gotas de sudor se resbalaban por el tentador cuello de Jeon al enseñarle cómo
disparar, su cabello un poco húmedo al pegarse con su sudada frente y sus penetrantes ojos.
JiMin no quería morir de un infarto, debía dejar de pensar en Montana aunque sea un segundo
de su maldita vida.
Después del asalto ¿qué hará Jeon Montana con ellos? JiMin se repetía esa pregunta una y
otra vez.
—¡Bebéeeees!~— La risueña voz de SeokJin interrumpió el desastre mental de JiMin y esbozó
una pequeña sonrisa.
Tan lo menos había hecho un amigo más en esta mansión de aspécto tétrico. En las manos del
rubio habían diferentes tipos de snacks y sodas, cosa que a JiMin le agradó desde un principio.
—Póngan alguna película, yo que sé, necesitan distraerse de su entrenamiento.— SeokJin
preparó quién sabe qué cosa en las papas fritas y TaeHyung corrió a prender la televisión con su
almohada en sus brazos.
—Jiminnie, cóme algo, estás adelgazando.— SeokJin le tendió algunas galletas al pelinegro.—
No son saludables pero igual cómetelas.
—Gracias..— JiMin sonrió tímidamente y comenzaron a ver alguna película de terror que para
JiMin parecía comedia, ya que le daba cierta gracia ver la asustada expresión exagerada de los
actores americanos.

—Me mato si matan al asiático.— SeokJin formuló con la mirada clavada en la


televisión.
JiMin quería dormirse, pero el sonido de la puerta abrirse le tomó por sorpresa y al girar, se
encontró con nada más y nada menos que el hombre que lo invitaba a pecar en su mente.
—¿Qué mierda están hacien..
—Shhh, cállate.— SeokJin hizo un gesto con la mano, llevándose un puñado de palomitas a su
boca y masticar ruidosamente.
Jeon arqueó un ceja y suspiró, mirando ahora a Park.
—Sígueme, Park.— Dicho esto, Montana volvió a salir de la habitación.
Obvio que JiMin no lo iba a ignorar. Saltó del sofá sin tropezar con nada y corrió hacia la
puerta, dejando a sus amigos mirando la aburrida película de terror.
Siguió a Jeon pensando que hasta su forma de caminar era tan ardiente como él, su espalda
ancha le causaba ciertos deseos de enterrar sus uñas en ella con rudeza, no le importaba qué tan
perverso sea eso, estaban naciendo deseos impuros hacia Montana y eso le estaba comenzando
a asustar.
Jeon abrió una puerta y esperó a JiMin, quién apresuró el paso al ver el rostro serio de
Montana cuando sus ojos se posaron en él.
—Entra.— Ordenó haciendo una un gesto con su brazo, dándole a entender que JiMin debía
pasar primero que él.
Aparte es caballeroso el cara de amargado.
Se quedó de pie esperando la siguiente órden del narcotraficante, jugando con sus anillos
nuevamente, gesto de estar nervioso.
—Bonitos pendientes..— JungKook señaló los aros de plata que adornaban los deditos de
JiMin.— Siéntate..
JiMin tomó asiento en la silla frente a su escritorio, Jeon imitó su acción sentándose en su gran
sillón de cuero color negro.
—¿Whisky?— Jeon preguntó mirando fijamente a Park con un gesto de curiosidad.
JiMin era un excelente bebedor, a tal grado de amanecer sin quedar ebrio.
—Me encantaría.
Jeon esbozó una sonrisa ladina y sirvió dos pequeños shots de Whisky, vaciando el líquido
marrón, parecido a jugo de manzana en los pequeños vasos de cristal.
Park estaba nervioso nuevamente, y creía que eso era entendible ¿quién no se pondría así
teniendo una bestia feroz frente a él con una pistola a su lado a la que le llama Daisy? Qué loco.
Pensaba JiMin.
—Y.. ¿a qué se debe mi presencia?— Preguntó el pelinegro fijando su mirada en el alcohol
servido en sus manos, haciendo movimientos circulares suavemente para que el hielo sonará
agudamente con el cristal.
Jeon tomó su whisky y se encogió de hombros.
—Quería saber qué es lo que has hecho con mis joyas.— Dijo por fin, abriendo uno de sus
cajones y sacar un cigarrillo, no sin antes ofrecerle uno a JiMin, a la cuál este negó cortésmente.
JiMin solo fumaba cuando estaba nervioso o estresado, sin embargo y por más que se le
hiciera tentador fumarse un cigarrillo, se negó.
Igual terminarás muriendo, imbécil. Dijo su subconsciente de Park.
Park pensaba que Montana era lo más sexy del mundo con una pistola en sus manos, pero ese
pensamiento lo desechó cuando lo estaba mirando fumar tan tranquilamente.
Éste hombre me va a matar, maldición. Pensaba JiMin.
—¿No piensas hablar?..— La voz ahora áspera y ronca de JungKook sacó a JiMin de sus
pensamientos lujuriosos.
—Lo siento.. eh, yo..— JiMin tragó saliva.— Están en nuestra pequeña bodega.
Jeon asintió, apoyando su codo izquierdo en el costado de su silla, con el cigarro entre sus
largos dedos y con la mirada seria sobre él, exhalando humo de sus labios.
—¿Qué ganas con ello, Park?— Preguntó relamiendo sus labios al contemplar fugazmente los
del pelinegro.
—Dinero.— Dijo Park de golpe.
—Maldito chistosito.— el veneno en la voz de Montana salió a flote.
Jeon observó los labios de JiMin unos segundos, estaba a punto de tener una erección por
imaginarse cosas perversas con esos carnosos labios.
—Es nuestro negocio.
—¿Vender cosas robadas?— Preguntó el castaño.
—Es casi lo mismo que robar un banco.
Por primera vez, JiMin dejó sin palabras qué decir a Montana.
—Si esa es la situación supongo que tienes razón, Park.— Dijo fríamente el castaño, dándole
otra calada a su cigarro.
—¿Qué hará con nosotros después de ayudarle, señor Montana?— Preguntó Park.
Joderte la existencia, y si es posible, el culo. Pensó Jeon.
—Te quedarás con la pregunta en esos apetecibles labios un rato.
—¿Me va a dejar con la duda?— JiMin no reaccionó ante el halago a sus labios, estaba tan
sumergido en los ojos de Montana como para notarlo.
—Así es, puedes irte, Park.
JiMin frunció los labios frustrado, poniéndose de pie y caminar hacia la puerta meneando las
caderas inconscientemente. Jeon no había tenido tantas ganas de apretar un trasero como quería
hacerlo con el de JiMin.
Y sí, Montana obtuvo la erección por su culpa y se la dedicó a JiMin en su habitación.

.
Yastáaaa.
¿felices? ¿satisfechas? ¿con ganas de más daddy Montana? Jejejox.
Ya cumplí, shiquillas, disfruten y deleiten su imaginación con el ardiente Jeon Montana.
Digo, no pensaba que el papel de JungKook les vaya a encantar tanto, so.. es bien daddy
ahora que lo pienso. JSJSJSJS.
Ahora mismo me iré a terminar algunos proshektos, ñaña.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Esa sonrisa lujuriosa está matando a mis lectoras y a mi, Jeon, párale ya wey.😍
0 8.

Capítulo dedicado a: kookaracha-


03 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.
3:59am.
Los trabajos extras de Montana.
-
Jeon había estado durmiendo plácidamente entre sus suaves y calientes sábanas cuando el
sonido del teléfono le despertó repentinamente. Bufó revolviendo sus cabellos castaños, tomando
el aparato sin revisar el número.
—¡¿Quién mierdas es?!— Gruñó dejándose caer de nuevo en la cama.
Revisó su hora y abrió los ojos de golpe. Son las tres cincuenta y nueve de la maldita mañana.
—Jefe.. volvimos de Seúl y tenemos al irresponsable que le debe.— La voz de uno de sus
guardias se oyó desde el otro lado de la línea.
Jeon suspiró, relamiendo sus labios rápidamente y fruncir el ceño.
—Llevénlo a la bodega, en media hora estoy ahí.— Dicho esto, colgó la llamada y regresó el
teléfono a su gran mesita de noche.
Jeon se estaba cayendo de sueño, y cuando lo despiertan tiene un humor de los mil infiernos,
pobre señor Lee, no sabe la bestia que se va a encontrar en la bodega. Se colocó sus pantuflas
azul marino y caminó hasta el baño dispuesto a darse una ducha, cuando una asombrosa idea se
le cruzó por la mente.
¿Debería llevar a Park conmigo?
Se preguntaba una y otra vez mientras se enjabonaba y enjuagaba su cuerpo. Jeon sabía
perfectamente que no portaba un fideo como cuerpo, de hecho sin mover un solo dedo, tenía
muchas invitaciones nocturnas ya sean hombres o mujeres, se sentían atraídos por la
masculinidad de Montana, su atractivo rostro y ese aura peligroso que portaba.
Personas que se atraen por él, como Park JiMin, por ejemplo.
Cerró la ducha y enrolló una toalla en su cadera, pensando en como lidiar con los planes a
futuro, y por supuesto que pensaba en como lidiar no obtener una erección al ver el trasero de
Park.
Sonrió ladinamente, relamiendo sus húmedos labios mientras pasaba otra toalla por su torso
marcado, secando cada gota de agua que se resbalaba por sus bíceps hasta perderse por su
marcada "V".
Se vistió rápidamente, con unos pantalones de gala negros y su camisa de manga larga color
blanco. La elegancia iba primero según Jeon.
Por otro lado, JiMin estaba muriéndose de hambre, quería comer lo primero que viera delicioso
con tal de callar los sonidos de su estómago al revolverse, pidiendo dolorosamente comida.
Nadie le dijo que no podía salir en busca de comida, Jeon debería estar en sus profundos
sueños así que.. se colocó sus pantuflas de conejito que SeokJin le compró y silenciosamente
abandonó la habitación, revisó por el lujoso pasillo que nadie le viera y con pasos de ninja bajó
las escaleras en dirección a la cocina, nadie estaba en la mansión por lo que se relajó y al entrar
a la enorme cocina, lo primero que hizo fue servirse un vaso de agua.
Jeon lo estaba mirando, ya que a unos metros de la cocina, estaba su oficina, había bajado
antes que JiMin por lo que al principio pensó que el pelinegro huiría.
Pero solo podía perderse mirando su ardiente trasero. Respiró hondo, no se puede poner caliente
por verle solo el trasero a Park. Maldito delicioso Park.
JiMin bebía tranquilamente su vaso de agua que jamás se dió cuenta cuando detrás de él, en
la barra, estaba Jeon apoyado de codos, sus manos entrelazadas y su mentón descansando
sobre estas, mirándole atentamente, y, al voltear, casi se atraganta cuando la penetrante mirada
del hombre fue lo primero que vio.

—Yo..
—Cállate, qué bueno es verte despierto ahora.— Murmuró Jeon soltando un suspiro y cruzarse
de brazos, provocando que al hacerlo, su camisa se pegara a su cuerpo, marcando a la
perfección esa caliente anatomía que ponía peor al pelinegro.
—¿Eh? ¿por qué es bueno tenerme despierto?— Preguntó JiMin, relamiendo sus labios al
observarlo disimuladamente.
—Verás.. te había oído hablar con tu amigo que estabas curioso por saber como resuelvo mis
negocios.— Montana no quitaba ese ceño de su rostro en ningún momento.
—Dijo que lo resuelve con un balazo en la cabeza.
—De igual forma, ¿quieres ir? Me acaban de llamar con urgencia.
JiMin quería gritar como adolescente hormonal con su primera cita, ¿era eso posible? ¿ir con
Jeon a una misión?
—Eh, yo.. ¡Claro! Iré a vestirme.— Dejó el vaso vacío sobre la barra.
—Cuando termine de suspirar quiero que estés aquí.
—¿Qué?
—Que muevas el lindo culo que te cargas y te apures.— Gruñó Jeon, mirando su costoso
Rolex para verificar la hora.
Aunque en realidad estaba aguantando las ganas de mirarle otra vez el culo a Park, ya que lo
tenía a centímetros de él.
JiMin salió disparado a la habitación con otro sonrojo decorando sus mejillas, se colocó uno de
los jeans que le dió SeokJin y una sudadera negra, cambió sus pantuflas de conejitos por sus
botines color mostaza, listo para ir a dónde Jeon dijo que iría. Bajó corriendo las escaleras, viendo
a Montana ponerse el saco negro de siempre y seguirle a la puerta.
La brisa de la noche les golpeaba suavemente sus rostros, estremeciéndoles de una manera que
querían solamente terminar de dormir.
Bueno, solo para Jeon, porque JiMin parecía niño de cinco años yendo por primera vez a
Disneylandia.
—¿En qué te quieres montar? ¿la limosina o la camioneta?
En el dueño de ambas. Pensó Park.
—En la que sea está bien.— Sonrió JiMin, agradecía que fuera de noche para que Montana no
detectara su notorio sonrojo.
Jeon imitó su acción, esbozando una perversa sonrisa y sacar su lengua levemente,
relamiendo sus labios. Los guardias del narco terminaron abriendo la puerta de la camioneta,
según Jeon así pasarían desapercibidos.
—Entra.
JiMin obedeció, se montó en la parte trasera de la camioneta y esperó en la esquina de la otra
puerta a Jeon. Su delicioso aroma a perfume costoso olía demasiado bien. Montana subió a la
camioneta y JiMin no pudo contener el pequeño suspiro en sus labios cuando vio las tonificadas y
gruesas piernas de Jeon Montana, mirando de reojo hasta la entrepierna de su acompañante.
Me voy a volver loco, cálmate un segundo. Se repetía mentalmente JiMin en todo el trayecto.
Montana solo quería dormir en ese momento, estaba tan cansado que apoyó la cabeza en el
respaldo de la silla, cruzándose nuevamentente de brazos y tragar saliva, cerrando sus ojos.
Jeon no quería mirar el Sur de JiMin, estaba conteniéndose sabiendo que Park lo estaba mirando
descaradamente.
—¿Te gusta lo que ves?..— No contuvo en preguntar Montana.
JiMin, completamente sorprendido y sonrojado, alejó la mirada rápidamente del protagonista de
sus deseos más impuros. ¿qué debía responder si lo había pillado mirándole el paquete?
—Eh..
—Llegamos, señor Jeon.— Una voz le salvó del vergonzoso momento.
Suspiró aliviado y bajó después del gruñón Montana, sin alejarse mucho de él puesto que
estaban en un lugar bastante alejado de la población de Busan, el tiempo pasaba tan rápido
cuando estaba junto a Jeon.
Escuchaba el chillido agudo de algunas ratas de alcantarilla que se paseaban por el abandonado
y oscuro pasillo.
—Quédate cerca, Park.— Advirtió Jeon mirandole detrás de su hombro.
—A-ajám..
Unas súplicas se oían con claridad, Park estaba curioso por saber a dónde dirigían. Uno de los
guardias de Jeon abrió la puerta de lo que parecía ser una bodega y el hombre suspiró antes de
entrar. Park le seguía en todo momento, hasta que sus ojos captaron a un hombre atado a una
silla, justo como Montana los tenía hace algunos días atrás. Jeon lo observaba seriamente
apretando su prominente mandíbula y metió sus manos en sus bolsillos.
JiMin solo se quedó tras él, observando el evento escondido tras su espalda.
Jeon suspiró, alzando las cejas cansadamente.— Señor, Lee.. señor Lee..— Murmuró
llamando la atención del nombrado, tragando saliva al momento de reconocer a Montana.
—Se-señor Jeon Montana..— El hombre tartamudeó, encogiéndose en su lugar.
—Esta es la segunda vez que me pide dinero y no me devuelve..— Jeon se alejó de Park,
caminando peligrosamente hasta el hombre, encogiéndose muy levemente hasta quedar a la
altura del hombre.— Ya es un millón de wons, y todo te lo gastaste en un paseo en yate ¿es eso
posible, señor Lee? ¿mentirme diciendo que su hija necesitaba una operación urgente del
corazón?..
Park pronto averiguaría como mierda Jeon se enteraba de la verdad tan rápido. Su atractiva
espalda era lo único que podía mirar el pelinegro con encanto, verlo tan peligroso y diabólico a la
hora de negociar se estaba volviendo una de las cosas más calientes que había visto JiMin.
—E-eso del paseo es mentira.
—Por favor, Lee, ¿crees que estás tratando con un idiota?— Rió sin ganas Montana, dejando
en silencio al pobre hombre.— Desde que pisaste mi bar para hablar conmigo tuve ojos sobre
ti.— Gruñó, irguiéndose correctamente y cruzarse de brazos.
—E-está bien, mentí.
—Por supuesto que mentiste, estaba esperando a que lo confirmaras tú mismo.— Acomodó su
saco con la sonrisa socarrona en su rostro.— Te dí dos semanas y no me pagaste, te advertí que
conmigo no hay juegos, señor Lee..
Park sabía lo que iba a hacer. Park se estaba cagando en sus pantalones ahora mismo.
—Po-por favor déme más tiempo..— Suplicó Lee.
Jeon negó rápidamente.
—Soy un hombre de palabra, y te dije que te mataría si no me pagabas.— De la parte trasera
de su pantalón sacó rápidamente su pistola, cargándola y apuntar la frente del tipo.— ¿Algo más
que agregar?— Preguntó sin interés, mirando hacia al frente con su lengua empujando su mejilla.
Sexy asesino.
—P-por favor..
—No.— Jaló el gatillo, haciendo rápida la muerte de Lee con aquél balazo en su frente.
Park dió un pequeño brinco en su lugar, no quería terminar como Lee, claro que no quería.
Jeon era tan frívolo a la hora de matar.
Obedecería en todo a Montana.
Jeon suspiró y guardó su pistola en su respectivo lugar, dándose la vuelta para fijar su mirada
en JiMin.
—Vámonos.— Fué el primero en salir del lugar, seguido por Park, quién miró tras su hombro el
cuerpo del hombre sin vida y sus guardias tras ellos.
JiMin no había visto en su vida cosa más caliente y peligrosa a las cinco y media de la mañana.

Hellooooow.
Ya lleguéeeeeeeeeee (?)
Les traje capítulo sexy/asesino de Jeoncito bb, jejejox.
Mañana actualización, las amo, gracias por el apoyo.
Kookaracha beBÉ NO ME MATES PLS YA TE DEDIQUÉ CAPÍTULO PA QUE VEAS QUE PURO
AMOR A TI.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Me pasaron esto por WA y literal me dió un millón de infartos, SLFLELRLG.
0 9.

04 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


8:43am.
Seduciendo accidentalmente a Montana.
-

Park había quedado con un leve trauma al ver como Jeon dejaba ahí tirado el cuerpo del señor
Lee, le había dicho que los guardias se encargarían de él, pero es que ¿no se arrepentía después
de haberlo asesinado? JiMin pensaba que a los dos minutos de matarlo ya se estaría quitando la
vida él también.
Tremendo marica. Pensó el pelinegro.
Eran las ocho cuarenta y tres de la mañana y apenas estaban llegando a la mansión ¿dónde
estaban? Simple: Montana tenía que atender otras cosas después del incidente del señor Lee.
Como visitar su fábrica de droga, por ejemplo.
JiMin se había quedado perplejo ante el gran tamaño de la fábrica, aunque JiMin no se
drogaba, veía asombrosa la manera en como se creaban esos polvos, pastillas entre otras cosas
que te llevan a ser imbécil. Al salir, Montana se dirigió a visitar a J-Hope, diciendo que tenían que
verse en su mansión al anochecer para terminar de preparar el esperado asalto que por cierto, a
JiMin se le mojaban los pantalones de solo pensar que robaría el banco fuerte junto a Jeon
Montana.
Ahora mismo, en la mansión, JiMin se estaba dando una asombrosa ducha, sin que TaeHyung
molestara ya que seguía durmiendo.
—Ah~ tengo sueño..— Murmuró Park para sí mismo, pasando el jabón por su cuerpo un poco
cansado.
—¿Enano? ¿con quién estás hablando?— La voz ronca y somnolienta de TaeHyung del otro
lado de la puerta le alarmó a Park.
—C-conmigo mismo.— Park tartamudeó.
—¿Seguro? ¿o le estás dedicando una jalada a Jeon Montana? Porque te oyes tan drogado y
lujurioso..— TaeHyung canturreó sin medir el sonido de su voz.
Haciendo que Jeon le oyera mientras pasaba por la habitación dónde Park estaba para ir a la
suya. Paró en seco cuando su nombre fue mencionado y quedó como piedra en su lugar.
—¿Q-qué? ¡N-no! Me estoy terminando de duchar..— JiMin jadeó nervioso.
—¿Ahora así se le dice, JiMin? ¿terminar de ducharte cuando te estás tocando pensando de
Montana?— Kim preguntó con ese tono burlón.
Claro que a Jeon le estaba gustando oír eso, oh, claro que lo hacía.
—¡Cállate!— Park abrió la puerta del baño con fuerza, con su toalla enrollada en su cintura.
Para la buena suerte de Montana, la puerta de la habitación de TripleB estaba semi abierta, y
por la ranura libre estaba viendo todo el espectáculo. Y vaya espectáculo..
A Jeon le fascinó tanto ver a JiMin en solo una simple toalla que consiguió una erección en
cuestión de segundos.
—Oh, por la jodida mierda..— Jeon susurró soltando un jadeo e irse dando zancadas hasta su
habitación, iba a bajarse la erección por mucho que anhelara ver el cuerpo de JiMin empapado.

.
—Derecho, JiMin, deja de bostezar.— Mr. Kim gruñó al ver a un cansado y debilucho JiMin.
El nombrado solo asintió y pestañeó varias veces para tratar que mantenerse despierto, bajo
sus felinos ojos habían unas medias lunas púrpuras decorándolos.
—¿Por qué se estará durmiendo el bebé?— SeokJin preguntó estando al lado de Jeon.
SeokJin quiso venir a ver a sus niños entrenar, pero Jeon no era imbécil, SeokJin venía
solamente para comerse con la mirada al entrenador de sus "niños".
—Ésta madrugada me acompañó a ver unos asuntos, quiero pensar que no ha dormido
absolutamente nada.— Jeon explicó cruzándose relajadamente de brazos, sin dejar de mirar al
pelinegro.
—Pobrecito.. debiste dejarlo descansar..— SeokJin susurró.
Montana miró a SeokJin unos segundos, considerando si hacer que JiMin descansara en su
auto mientras solo entrenaban a TaeHyung.
Algo en Jeon le gritaba que tomara a JiMin y lo llevara al auto para que descansara.
Y es que el pelinegro estaba tan cansado que con solo Jeon mirarlo, igual tuviera sueño.
—Está bien, le diré a NamJoon, no está del todo concentrado.— Jeon metió sus manos en sus
bolsillos y trotó bajo el fuerte sol hacia donde estaba aquél aprendíz.
SeokJin mordió su uña soltando una risilla maliciosa, Jeon no se había dado cuenta que el
rubio lo hacía con intenciones.
JiMin no se fijó cuando Jeon llegó al círculo para hablar con NamJoon, quería dormir tan mal
que comenzaba a alucinar cosas estúpidas con la pistola en sus manos y la sonrisa somnolienta
de completo idiota era prueba de su sueño.
—No, NamJoon, él me acompañó toda la madrugada hasta ahora para resolver asuntos.— Dijo
firme Jeon.
—Pero él..
—Yo lo entrenaré mañana, debe dormir si no queremos un asesinato inesperado.— Sentención
Jeon dándole una última mirada a NamJoon.— continúa con TaeHyung.
JiMin sacudió su cabeza cuando escuchó a Jeon, mirándole tímidamente, se sentía
avergonzado de estar durmiéndose en momentos importantes para ámbos hombres.
—Vamos, JiMin, sígueme..— Jeon murmuró solo para que Park le escuchara, comenzando a
alejarse del círculo.
JiMin dejó la pistola en la mesilla y se disculpó con Mr. Kim avergonzadamente, para ir
corriendo a dónde el hombre se dirigía.
El auto.
—Descansa un poco, Park, has estado despierto toda la noche.— Jeon abrió la puerta de la
camioneta negra, esperando a que JiMin ingresara.
—Yo.. gracias, no volverá a suceder..— JiMin bajó avergonzado el rostro hasta mirar sus
zapatos unos momentos.
—No pasa nada, entra.— Ordenó Jeon con un movimiento de cabeza.
JiMin obedeció, se montó en el auto y miró unos segundos eternos a Montana, este le
correspondía la mirada. La tensión sexual cada vez era más potente, ámbos se comían con solo
mirarse, todo comenzaba a calentarse sin ser por culpa del sol hasta que...
Jeon fue empujado contra JiMin, cayendo sobre el pequeño cuerpo de este bruscamente y la
puerta de la camioneta fue cerrada de golpe, se escuchó el bloqueo de todos los botones del auto
y el seguro bloquear las puertas.
—Ahg.. mierda..— Jeon se levantó de poco en poco, hasta caer en cuenta sobre quién estaba
tumbado.
JiMin estaba sonrojado completamente, con la mirada asombrada y con cierta inocencia en sí
mismo. Eso solo despertaba el hambre de Jeon.
Sin querer hacerlo, Jeon se levantó de encima del cuerpo de JiMin sentándose correctamente
e intentar abrir las puertas.
—Tiene el seguro de niños, joder..— Jeon gruñó, dejando caer su rostro en el respaldo de la
silla y llevar las manos por su rostro, revolviendo sus cabellos y bufar cansado.
JiMin no podía dejar de mirarlo, no podía creer que cualquier movimiento que Montana haga lo
deje ver sexy.
—Desde la madrugada estás mirándome como un pedazo de carne, cariño ¿qué acaso la
atención que te diste en el baño esta mañana no ayudó?— Jeon preguntó con su acento Satoori,
cruzándose de brazos y mover perezosamente sus ojos hasta JiMin.
Park estaba sonrojado, demasiado sonrojado.
—¿A-atención en el baño esta ma-mañana?— Repitió el pelinegro con asombro.
—Oí a tu amigo mientras caminaba a mi habitación, me siento halagado de ser yo la razón de
tu orgasmo matutino.— Jeon le guiñó un ojo, intimidando a JiMin.
—No me masturbé esta mañana, yo..— JiMin no supo que decir.
JiMin sí se había masturbado pensando en Jeon, que eso era lo peor.
—Tú... ¿qué?..— Preguntó con sorna el castaño, arqueando una de sus cejas.— porque si te
avergüenza decirle al protagonista de tu actividad matutina sobre tus tratos cariñosos, cariño,
también de diré que te he dedicado unos cuántos orgasmos.— Jeon cerró sus ojos tranquilo.
—¿Yo por qué?— Preguntó JiMin de repente.
—Ese lindo culo que tienes me llama.— Jeon se encogió de hombros.— Es ardiente.
—¿Ah sí?
—Sí~ y cuando caminas frente a mi, me siento seducido.— Dijo sin más, Jeon relamió sus
labios inconscientemente al recordar cuando JiMin estaba solo en pijama esta madrugada.
—Lo tomaré en cuenta, señor Montana..— JiMin sin querer mencionó con su voz coqueta.
—¿Piensas seducirme más seguido, Park?~— Preguntó socarronamente, conteniendo las
ganas de darle una palmada a sus prominentes muslos.
Park se encogió de hombros, sonriendo tentadoramente.
—Quizás~.

.
Hellooooooow.
¿cómo están, me extrañaron? Ahk.
Ya les traje capítulo de su historia moja calzones fav, jsjs.
Disfrútenlo, chicuelas, en un rato se sube el prólogo de la historia ganadora.
Sho me despido cochitas beias, cjau cjau.
🌚.
1 0.

Capítulo dedicado: ratakuk (la fan #1 del moja bragas Montana ahr)
04 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.
11:35am.
Me las vas a pagar, Jeon.
-
—Mmhh..
—Piénsalo, no lo sé..— Murmuró Jeon con la voz ronca.
—Sí, lo pensaré..— Respondió JiMin cerrando los ojos.
Jeon esbozó una sonrisa coqueta, mordiendo su labio de solo pensarlo.
—Aunque no te va a salir gratis ésto, Jeon.— Sentenció Park, cruzando sus piernas y provocar
de el nombrado gruñera en silencio al ver como se marcaban sus muslos.
—Oh, si a dinero te refieres no será proble..
—No quiero dinero.— Cortó JiMin, esbozando una sonrisa que a Jeon le comenzaba a poner
como una piedra.
—¿Y qué quieres?..
—Lo sabrás cuando robe lo que me estás pidiendo.— Dicho esto, el pelinegro le dió la espalda
dispuesto a dormirse.
—¿Sabías que me estás dando una maravillosa vista de ese culo, Park?— Jeon preguntó de
brazos cruzados sin alejar la vista de los glúteos de JiMin.
Este solo asintió.
—Esa es la idea, señor Montana.— Si vieras lo maravilloso que es sin nada que lo cubra.
Pensó JiMin.
—No es momento de comenzar a coquetear en el auto, joder..— Bufó Jeon colocando su mano
sobre su creciente bulto en sus pantalones y tratar de cubrirlo.
—Shh, si sigue hablando así de caliente, señor Jeon, en la noche me escabulliré en su
habitación.— JiMin sentenció sin mirarle.
—¿Y eso se supone que es una amenaza?— Montana soltó una ronca risa socarrona.— Oh,
precioso, estaría encantado con tu compañía en mi habitación en la noche.
JiMin se sonrojó.
—Esta bien, me calmaré con los coqueteos.— El tono en la voz de JiMin le provocó una risa a
Jeon.
—¿Ya te estás arrepintiendo?
—Para nada.— JiMin se giró hasta quedar frente a Jeon, mordiendo su labio al ver a aquél
caliente hombre.
—No me mires así, joder.— Jeon apretó los dientes, devolviéndole la mirada a Park.
Por fuera del auto, escondidos de no ser pillados, un rubio y un castaño observaban el auto
desde atrás.
—No hacen nada..— TaeHyung bufó.— ¿Que Park es lento o no ha calentado a Jeon?
—No, desde que Jeon conoció a Park se pone caliente, de seguro están discutiendo o yo que
sé.
—Te dije que encerrarlos en el auto no resultaría fácil, SeokJin.
—Ya caerán..— SeokJin miró por última vez el auto para dirigirla al castaño.— Y tú, pequeño
travieso..— Pinchó su nariz tiernamente, haciendo que TaeHyung sonriera como un niño de cinco
años.— Vas a ayudarme a que ambos dejen de ser gruñones y por fin follen ¿entendido?
TaeHyung asintió obediente.
—Sí, ¿qué hay que hacer?
—Primero que nada, Jeon no debe saber nada del plan, o nos mete una bala por la cabeza, no
nos arriesgaremos tanto.— SeokJin colocó sus brazos sobre sus caderas en forma de jarra.—
Segundo, tienta a Park a que seduzca al gruñón, el resto lo aclararemos cuando todo fluya
¿entendiste?

TaeHyung volvió a asentir.


—Sí, me parece excelente.— Sonrió con malicia.
—Ese es mi niño.— SeokJin revolvió sus cabellos dulcemente.
—¿Qué hacen aquí escondi..
—Shh, calla.— SeokJin cortó a NamJoon cuando por alguna extraña razón, la puerta del auto
se abrió y Jeon salía con el rostro confuso al no ver a nadie en el campo.
—¿Estaban intentando hacer que ellos dos fo..
—Sí, cállate.— Volvió a interrumpir SeokJin.
—Bien, métanse a la casa rodante, diré que el niñito este se cortó con uno de los cuchillos.
Ambos asintieron.
—Montana ¿por qué tardaste tanto?— NamJoon arqueó una de sus cejas pícaramente.
Jeon buscó las palabras necesarias.
—Hablé algunas cosas con Park, cosas banales.
—Ajám, ahora así se le dice ¿no?
Jeon gruñó.
—En realidad me importa una putada lo que estés pensando, depravado ¿dónde están SeokJin
y TaeHyung?
NamJoon quería reír, pero hacer enfadar a Jeon era como tener a cuatro leones de mal humor.
—TaeHyung se cortó la mano jugando con las navajas de la mesilla y pues ya sabes a
SeokJinnie y su papel sobreprotector.
—¿Me quieres decir que..
—Sí, lo está curando.
Como si fueran invocados, el rubio y el castaño salieron de la casa rodante, TaeHyung comía
una paleta con una sonrisita inocente y SeokJin masajeaba sus hombros y decirle "fuiste un niño
valiente ¿ves que no dolió?".
Jeon se enfermaba de mirarlos, no se imaginaba ver a un JiMin siendo consentido por SeokJin.

¿Qué mierda estás pensando, Jeon? Sacudió su cabeza alejando cualquier pensamiento
estúpido sobre Park.
Él solo quería follarlo tan mal, solo era eso.

.
—Jiminnie..— TaeHyung intentó llamar la atención de un JiMin dormido.
—Mghm..
—¿Enano?..— Preguntó notando que su amigo no respondía.
—Nalgón..— Bufó y al no recibir respuesta por parte del chico dormido, sonrió con malicia.
—JiMin, Jeon está en la puerta y dice que si no sales, entrará y te follara muy duro por
desobedecerle.— TaeHyung murmuró cerca de su oído.
JiMin despertó de golpe, con sus cabellos negros como la noche revueltos y su rostro
somnoliento.
—¡¿QUE EL QUÉ?!— Preguntó alarmado, con el notorio sonrojo en sus mejillas.
TaeHyung no se contuvo más y soltó la carcajada más ruidosa de su vida. Park solo tomó unos
segundos en captar la broma de su cruel amigo para despertarlo.
—Te odio, estaba tan dormido.
—Entonces hablaron en el auto cosas sobre follar.~— K canturreó.
—¿Eh? ¡c-claro que no! N-nada más queríamos ha-hablar sobre lo del asalto..— JiMin
tartamudeó.
—Otra vez esos tartamudeos de abuela, no me mientas, Park.— TaeHyung sonrió
burlonamente.
—Agh, solo cállate y déjame dormir.— JiMin se recostó de golpe en la almohada.
Pero él tuvo una idea.
—No, mejor iré a comer algo, hace hambre.— JiMin se colocó sus pantuflas de conejo y salió
de la habitación, dejando a TaeHyung reír como idiota.
Bajando las escaleras, se congeló cuando vio a Montana en la cocina dándole la espalda.
Sin. Su. Puta. Camisa.
Solo lucía un pantalón pijama gris y sus pantuflas, su cabello castaño revuelto dejándolo más
apetecible de lo que ya era.
Estaba esperando a que la cafetera terminara de preparar ese antojable café que JiMin anheló
probar, con cada fornido brazo apoyado en la mesada provocando que sus omoplatos resaltaran
tan calientemente.
—Ay, Jeon, qué encantadora espalda.~— Pensó JiMin.
Pero en realidad no lo pensó.
Él lo dijo. Y Montana lo escuchó.
—¿Te gustaría enterrar las uñas en mi espalda, cariño?— Jeon lo miró por su hombro, sin
moverse del todo.— Se verá más encantadora con bonitas líneas rojas provocadas por tí.
Park se sorprendió al darse cuenta que Jeon le escuchó, sintiendo su cuerpo erizarse ante la
penetrante mirada que el protagonista de sus sueños húmedos le daba.
—Tal vez, no me has convencido lo suficiente para que te abra mis piernas.— Dijo sin más,
terminando de bajar las escaleras y llegar hasta la cocina, abriendo el refrigerador e inclinarse un
poco para mirar lo que había.
—Inclínate solo un poco más y la pijama se rompe, Park.— Jeon miró descaradamente el
trasero de JiMin.
—Lástima que solo podrás verlo con la pijama rota y no sin ella.— Atacó de regreso Park.
Pero no se esperó escuchar sus firmes pasos hacia él, y la palma de Jeon estrellarse contra su
trasero.
—¿Dijiste algo?— Preguntó Jeon.
—Ah..
—Tarde o temprano te terminaré follando, bebé..— Murmuró Jeon, juntando su entrepierna
contra el trasero de Park y darle apretones a este.— y créeme que cuando lo haga no vas a poder
caminar durante un largo tiempo.
JiMin soltó un gemido cuando sintió la hombría de Jeon restregarse con su trasero.
—Ah, Jeon, oh...
—Buenas noches, Park.— Dijo con la sonrisa burlona en su rostro antes de alejarse de él,
dando una última palmada a su trasero e ir hacia su habitación.
Dejando caliente a JiMin.
—Hijo de puta.. me las vas a pagar..

.
Helloooooooow.
Estaba aburrida y pues aquí les traigo un poco de lectura caliente, cjau.
Este capítulo se lo quise dedicar a la niñita beia fan número uno de Montana, para que con gusto
se moje su tanga jejejox.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

¿qué se imaginan?🌚
1 1.

06 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


10:48pm

Park JiMin, el ladrón más caliente.


-
—Ya sabes lo que tienes que traerme, Park ¿verdad?— Jeon preguntó levantándose del la silla
de su escritorio.
El nombrado imitó su acción, poniéndose de pie y asentir ante la pregunta de Montana.
—Claro que lo sé, estoy confiado de que lo conseguiré.
—Bien, mis hombres te van a estar cubriendo la espalda.— Montana acomodó el saco de su
traje y se dirigió a la puerta para despedir a JiMin.— Suerte, Park, después discutiremos tu pago.
JiMin sonrió ladinamente, alzando un poco la mirada a la del mafioso.
—Eso espero, señor Montana.~— Canturreó meneando las caderas al caminar.
Le salía tan naturalmente que Jeon se sorprendió, lucía tan caliente. Sin contener las ganas,
cuando el pelinegro pasó a su lado, Jeon palmeó su trasero ruidosamente, haciendo boquear a su
víctima.
—Es para la suerte, cariño.— El castaño se encogió de hombros sonriendo malignamente.
JiMin arqueó su ceja y sonrió.
—Claro, no perderé el tiempo en reprochar, tengo una misión por cumplir.— El pelinegro se fue
alejando por el pasillo, provocando que Jeon se apoyara en el marco de la puerta y solamente lo
mirara alejarse de él, relamiendo sus labios y sonreír maliciosamente.
Cuando Montana reaccionó, se adentró de nuevo a su oficina y fué apresurado al teléfono.
—¿Sí, bebé?— La voz de SeokJin sonó por el parlante del teléfono.
Jeon gruñó por el apodo y contuvo las ganas de matar a su rubio amigo.
—Quiero que cuides a Park, lo quiero sano de regreso.— Ordenó Jeon firmemente.
La carcajada de SeokJin ahogó el parlante, haciendo un sonido horrible para los oídos del
hombre.
—Claro que sí, bebé, tu pequeño está en buenas manos.~— SeokJin canturreó.
—No es mi pequeño.
—¿Ah? ¿no lo es? Bien, entonces se lo presentaré al señor AgustD, a ver sí él lo reclama
como su pequeño.— SeokJin dijo maliciosamente.
Jeon gruñó. Jeon se enloqueció.
—Después del robo me traes a mi culón de vuelta, SeokJin, o..
—¿O qué?— SeokJin preguntó retadoramente.
Jeon rió con sorna, la maldad estaba impregnada en su guapo rostro.
—Hoy vendrá Mr. Kim, rubio, sabes lo que puedo decirle..
—¡¡NI TE ATREVAS!! ¡ESTÁ BIEN! CUIDARÉ DE TU CULÓN!— Jeon soltó una gran
carcajada, sintiéndose ganador de la pequeña discusión.
—Lo quiero sin ningún raspón, no querrás verme furioso, SeokJinnie.— Dicho esto, colgó el
teléfono mientras sonreía maliciosamente. Sacó un cigarro de su respectiva cajetilla y lo prendió
ágilmente, relajándose al soltar el humo de sus labios.
—Oh, JiMin, de éste robo depende tu vida, bombón..— Jeon Murmuró para sí mismo, mirando
por su gran ventanal frente a él los autos negros salir de su propiedad.

Por otro lado, JiMin iba seguro de sí mismo, él confiaba de que podía salir
ganando de ésta, SeokJin le daba indicaciones del interior del lugar a donde se dirigían.
—¿Memorizaste ya el camino, cariño?— SeokJin preguntó, cuando el auto frenó finalmente,
aparcándose frente al lugar del asalto.
" JOYERÍA AGD. "
JiMin sintió la adrenalina correr por sus venas cuando aparcaron en el lugar, miró por la
ventana polarizada y asintió.
—Estoy listo, SeokJinnie..
El nombrado sonrió y le colocó a JiMin el pasamontañas y la capucha de su abrigo.
—Házme sentir orgulloso, bebito lindo.— SeokJin no borró su sonrisa y se giró al conductor del
auto.— Ábre la puerta.
JiMin respiró profundamente y corrió fuera de la camioneta cuando la puerta se abrió, sin mirar
atrás, tenía el tiempo contado. Con la pinza que le prestó TaeHyung, Park tumbó el candado de la
puerta de entrada y se apresuró a introducirse al interior.
"No mires arriba, hay cámaras".
JiMin recordó la advertencia de SeokJin y mantuvo la cabeza gacha, recorriendo los pasillos en
busca del objetivo. Joyas hermosas estaban a su alrededor, pero ninguna como la que Jeon le
había descrito.
Al fondo, justo en la última vitrina, había una gran joya color azúl marino, brillaba tan
preciosamente que JiMin se embelesó con ella.
Te encontré, pequeñín. Pensó JiMin sacando del bolsillo de su abrigo la bolsa de tela y dirigirse
a la vitrina.
Gruñó cuando vió que arriba de la vitrina de la joya, había una alarma automática.
¿Cómo carajos voy a romper la vitrina sin armar un escándalo? Pensó JiMin unos segundos,
hasta que recordó cómo TaeHyung rompía los cristales sin hacer demasiado ruido.
Envolvió la bolsa de tela en su mano y suspiró seguramente, estrellando después su mano
contra la vitrina.
¡Bingo!
JiMin sonrió satisfecho y metió la joya en la bolsa, quejándose un poco ya que pesaba.
—¿Qué caraj.. ¡Atrápenlo!— Un hombre alto, con cabello negro, descubrió a JiMin en pleno
acto.
—Mierda..— Masculló JiMin y abrazando fuertemente la bolsa, corrió como si su vida
dependiera de ello.
Rodeaba las vitrinas en zig-zag ágilmente, y soltó una risilla burlona cuando un guardia de
quién haya sido ese cabrón, cayó a su lado cuando quiso saltar y pezcarlo.
—¡Vamos, P, corre!— SeokJin chilló cuando divisó a JiMin correr como imbécil hacia la
camioneta.
—¡Tu maldita capucha, rubio!— JiMin gruñó cuando de un salto entró en la camioneta y esta
arrancaba a toda velocidad.
Se libró de ser secuestrado de nuevo, pero estaba agitado y nervioso cuando los guardias
reconocieron a SeokJin.
—Mierda.. me va a matar Jeon.— SeokJin pasó su mano por su cabello desesperado.
Y JiMin no podía animarlo, porque ya había visto a Jeon y su lado frívolo.
Mientras tanto, en el lugar del desastre, aquél pelinegro metió sus manos en sus bolsillos,
observando tranquilamente la camioneta alejarse de su joyería.
—Así que Montana está aliado con los niñatos de TripleB..— Murmuró con su voz ronca y
seria, acariciando su mandíbula.
—¿Montana?..— Preguntó uno de sus guardias.
—Sí, Jeon Montana..— El hombre misterioso asintió, mirando las farolas del la camioneta
doblar en un callejón y perderse por la vida con su maldita joya.
—Investiguen el paradero de Montana.— Ordenó el pelinegro.
—P-pero, señor, es como buscar una aguja en un pajar..— Uno de los guardias tartamudeó.
—Me importa una mierda, háganlo o les bajo a su sueldo, bola de inútiles.— El hombre se
introdujo en la joyería, hecho una furia.
—Yah~ Montana, al fin te volveré a ver.
Hellooooooow.
Al fin les actualizo Jeon, amixes, sorry por tardar un poquito, lo que sucedió es que mi internet fue
cortado en plena lluvia, Djfkdmf.
En fin, les dejo el suspenso, añaña.
Veré si puedo subir otro capítulo.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Un daddy en todo su esplendor.


1 2.

06 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


01:15am.
Frustración en el peor momento.
-
—Relájate, SeokJin, si el señor Montana te ve así se va a dar cuenta de que la cagamos..—
JiMin acariciaba la espalda de SeokJin, tratando de relajarlo mientras caminaban por el jardín de
la mansión Montana.
—Es verdad, bebé, debo tranquilizarme..— SeokJin suspiró nervioso mirando a todos lados
mientras caminaba a su lado.
Al entrar, SeokJin divisó a Mr. Kim solo en la enorme sala de estar, sin dudarlo dos veces se
lanzó sobre él, desesperadamente, aturdiendo al hombre.
—SeokJinnie, ¿qué pasa?..
—Después te cuento, bebé..— SeokJinnie susurró sin despegarse de Mr. Kim.
Estuvieron así unos segundos, hasta que alguien aclaró su garganta. Montana miraba atento a
Park, recorriéndole con la mirada.
—Entonces nos veremos éste doce de Julio, Mr. Kim.— Jeon finalizó la conversación cuando
Mr. Kim se llevaba en brazos a SeokJinnie.
—Ridículos..— Murmuró Jeon mirando la escena para después dirigirla a Park.— Bien, JiMin,
vamos a mi oficina.
JiMin como perrito obediente, siguió al candente hombre por los pasillos hasta su oficina,
entrando primero que él.
Cuando la puerta se cerró, Jeon caminó hacia la silla negra de su escritorio, tomando asiento y
entrelazar sus dedos.
—¿Tienes el pendiente?— Jeon preguntó peligrosamente, desafiándolo con la mirada.
Park le guiñó un ojo.
—Nada es imposible, señor Montana..— Del saco de tela, sacó cuidadosamente la joya azul
marino entre sus manitos, era grande entre ellas.
—Santo infierno..—Murmuró Jeon tomándolo con cuidado, contemplando la belleza en manos.
Montana estaba asombrado, había traído la joya correctamente sin ningún rayón.
Y él tampoco lucía herido, que era algo le desesperaba más que la joya.
—Oh, Park, con ésto tenemos demasiado dinero de por medio..— Jeon abrió uno de sus
cajones y metió cuidadosamente la delicada joya después de contemplarla unos minutos. Mirando
después al pelinegro.— Y bien.. ¿Cuál quieres que sea tu pago?..
Tú. Pensó Park.
—No lo sé, señor Montana, pero le aseguro que dinero no quiero..— JiMin mordió su labio
discretamente.
Jeon soltó una de esas risillas de infarto mientras se ponía de pie, rodear el escritorio y meter
sus manos en sus bolsillos, examinándolo aún sentado.
—Repetiré una vez más, ¿qué quieres como pago, Park?..— Jeon le observaba hasta el
alma.— Y si continúas mirándome así, prometo que te voy a montar sobre éste jodido escritorio..
Park se puso de pie de inmediato, chocando contra el escritorio y sosteniéndole la mirada a
Montana.
—Y según usted, señor Montana.. ¿Cómo le estoy mirando?..— JiMin se mordió el labio.

En cuestión de segundos que aturdieron a Park, Jeon lo sujetó fuertemente de la


cintura y lo empotró contra el escritorio, separando sus muslos y meterse entre ellos. Park lo
sentía tan demandante, tan fuerte, que no tuvo palabra que decir para quejarse.
—Te lo advertí, cariño.. te lo advertí tan jodidamente mal..— Jeon murmuró con aquélla voz
ronca, tentando la lujuria de Park.
Y es que lo estaba consiguiendo, Park se estaba sintiendo necesitado de aquél semental entre
sus piernas, la erección de JiMin comenzaba a hacer presencia cuando los labios de Jeon
quemaban su sensible piel.
—¿Ésta clase de pago me has estado dando a entender, bebé? Pídelo y yo te lo daré..—
JungKook murmuró en el oído de Park.
—A-ah..— JiMin gimió cuando los labios de Jeon absorbieron la dulce piel blanca de su
acompañante, dejando una notoria marca en ella.
—Je-Jeon.. no pa..
Toc toc toc.
Jeon gruñó, mirando por la puerta frustrado.
—¡¿Quién jodidos es?!— Preguntó alterado.
Y en eso corto lapso de tiempo que Jeon dejó a la vista su cuello, JiMin prendió sus labios en
él, chupando su cuello hasta dejar también una marca.. y excitándose más cuando Jeon jadeó
ante el roce de sus labios.
—¿B-bebé?..— La voz rota de SeokJin alarmó a ambos hombres calientes.
Jeon se separó de JiMin y trotó apresurado hacia la puerta, Park se bajó del escritorio y
acomodó su cabello completamente sonrojado.
Le enterneció ver cómo Jeon al abrir la puerta, SeokJin se prendiera de él, soltando lágrimas a
mares.
Montana correspondió el abrazo y miró a JiMin unos segundos.
Sal de aquí, Park. Pensó el pelinegro y caminó hasta la puerta, mirando a Jeon antes de salir a
su habitación asignada.
Definitivamente no iba a poder dormir, por dos razones: estaría preocupado por SeokJinnie y la
otra, es por el ardiente momento junto a Montana.
Estaba a punto de follárselo, JiMin de solo pensarlo se sonrojó aún más, sorprendiendo a
TaeHyung cuando entró a la habitación.
—¿Y tú por qué estás rojo? ¿te comiste un kilo de tomates?— Kim apagó la televisión, mirando
burlonamente.
JiMin negó.
—Yo.. ahg. Iré a dormir.
—Claro, de seguro te dió Montana una clase privada de pistolitas.— Era claro el doble sentido
en la voz de TaeHyung.
—¿Qué dices?— Refunfuñó Park metiéndose entre las cómodas sábanas cuando obtuvo su
pijama puesta.
—Que te dió una buena sesión de pistolitas que te premió con un chupetón en el cuello.— Rió
TaeHyung.
Y JiMin se sonrojó. Otra vez.
—Tú no viste nada.
—¡Entonces sí fue Montana! Oh santa mierda..— TaeHyung canturreó victorioso.
Park hizo como si estuviera sordo y cerró los ojos pensando de el ardiente Montana.
Mientras tanto, Jeon consolaba a SeokJin de su momento con el corazón roto.
—¿Pero estás seguro que dijo eso?
—Estoy seguro, JungKookie, ¡dijo otro nombre mientras lo hacíamos!— Jin volvió a romper en
llanto.
Jeon ya le arrancaría las bolas a NamJoon, y por supuesto que lo obligaría a disculparse.
—Tranquilízate, SeokJinnie, hablaré con él de esto ¿está bien? Deja de llorar que te ves más
pasiva.— Jeon le consolaba acariciando su espalda dulcemente.
Y después de eternos minutos que para Jeon le parecían horas, SeokJin se calmó y miró a
Montana con picardía.
—¿Qué hacías solo aquí con JiMin?— El rubió sorbió por la nariz y sonrió.
—Eh.. nada interesante..— Jeon se puso por primera vez nervioso.
—No lo creo, pilluelo, tienes un lindo chupetón en el cuello.
Montana frunció el ceño y sacó su celular, nada más para ver su reflejo.
Oh. Mierda.
—Nidi intirisinti.— SeokJin imitó con burla.— La tensión sexual entre ustedes es fuerte, me
duele pensar que los interrumpí.
Jeon negó.
—Ya después me arreglaré con ese culón.
—Tu culón.— corrigió SeokJin.
—No es mi cu..
—¡Ah-ah!— El rubio levantó su dedo índice arrogantemente.— Es tu culón, eso dijiste cuando
llamamos antes del robo.
Jeon miró un punto fijo en el suelo, tratando de recordar.
" después del robo me traes a mi culón de vuelta."
Montana se sonrojó disimuladamente, manteniendo su rostro serio.
—Ni una palabra de esto a nadie.— Sentenció.
SeokJin soltó una risa.
—Tranquilo, bebé, está a salvo tus ganas de follarte a Park conmigo.— SeokJin sonrió.
Porque el rubio, junto al amigo de Park, iban a unir a aquéllos dos malhumorados sí o sí.

.
Me tardé porque tuve visita inesperada, sorry, bebitas:c.
Mañana hay actualización de nuevo, relajen la raja oki grax.
LO SIENTO POR ARRUINAR SU LIMÓN AJAJAJAJA
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
La hembra de Montana:vvvv.
1 3.

07 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


08:55pm.
Educando a Park.
-
Jeon no podía tener un día más agotador que éste, definitivamente logró enterarse de la gran
metida de pata por parte de SeokJin al momento de robar. Estaba furioso, como si de un leon se
tratara.
—K..— Jeon llamó a TaeHyung, quién estaba mirando los cuadros de la sala de estar como si
fuera lo más bello.
El nombrado le miró y alzó las cejas en forma de darle a entender que tenía toda su atención.
—¿Sí, señor Montana?— Preguntó el castaño.
—Por favor, cuando veas a SeokJin díle que lo necesito en mi oficina lo más pronto posible.—
Jeon ordenó sin quitar su molesto ceño fruncido, logrando intimidar al castaño.
—S-sí, no se preocupe.
—Gracias.— Jeon se alejó dando zancadas hasta su oficina y encerrarse echo una fiera.
Si SeokJin no hubiera metido la pata, el robo de Park sería un completo éxito, ahora su odiado
enemigo descubrió su casi alianza con TripleB. Y joder, no le tenía miedo para nada, ni él ni
mucho menos nadie le va a joder la existencia.
Suficiente tiene lidiando con el culo de Park haciéndole miles de invitaciones.
Sacó un vaso de vidrio de su mini bar y se sirvió un poco de whisky, necesitaba bajar su enojo
con el líquido quemándole hasta el alma, al beberlo de golpe, hizo un gesto rasposo, mostrando
los dientes y cerrar sus ojos.
—¡JungKookie! ¿para qué me busca... oh.— SeokJin se calló cuando vio la mirada furiosa de
Jeon y su lengua empujando su mejilla, con sus brazos apoyados en la mesa de bar.
SeokJin sabía que estaba furioso.
—Sí sabes por qué estoy enojado, ¿no?— Alzó las cejas rápidamente, gruñendo al hablar.
Oh. Mierda. Jeon. Ya. Se. Enteró.
—Yo..
—Oh, claro que lo sabes, SeokJinnie.. por supuesto que lo sabes..— Jeon canturreaba sin
ganas, metiendo las manos en sus bolsillos y rodear la barra para salir del minibar.
—Puedo explicártelo.. solo..
—Shh, ¿Para qué carajos sirve el pasamontañas, SeokJin?— Montana paró frente a el,
meciéndose en sus talones suavemente.
—Lo siento, Jeon, sólo no quería que le pasara algo a JiMin..— El rubio no podía sostenerle la
mirada.
Porque por más que sea su pequeño bebé que jugaba pistolitas, no le gustaba hacerlo enojar,
porque cuando lo hacía parecía realmente un hombre peligroso, de esos que con la mirada te
arrancan la cabeza.
Jeon notó el miedo y la vergüenza en los ojos de su despistado rubio, suspiró y asintió,
respirando profundamente. Apretando sus párpados al cerrarlos.
—Está bien, no fue tu culpa, no pasa nada..— Al decir aquéllo, SeokJin lo abrazó con fuerza.
—No volverá a pasar, bebé gruñón, lo prometo, pagaré las consecuencias.
Jeon frunció el ceño.
—Por más enojado que esté no puedo matarte, ya te lo dije.— Dijo firme, revolviendo los
cabellos amarillentos de su amigo.— Te lo prometí desde que huímos juntos hace demasiado.

—Lo sé, solo no quiero que te enojes conmigo.


—Ya no lo estoy, aunque se vendrán problemas.— Asintió Jeon, recordando el mensaje que
tenía que hacerle llegar al rubio y cambiar drásticamente el tema.— Ah, olvidaba decirte..— Jeon
separó suavemente a SeokJin de él.— NamJoon está en el jardín con su auto esperándote hace
dos horas.
SeokJin hizo un grito ahogado.
—¡¿Qué?! ¡¿Dos horas?!— SeokJin miró desaprobatoriamente a Jeon.
Éste sólo se encogió de hombros.
—Qué sufra un poco el hijo de puta.— Jeon por más que sea duro con SeokJin, lo cuidaba.
Daría su vida por aquél chico afeminado si era necesario.
Claro que eso no lo admitiría, porque no quería ser burla de este.
.
—Ahg.. noventa y nueve.. mgñh.. ci-cien..— La voz rasposa de Jeon llamó la atención de un
curioso Park, deteniéndose en su tour de aquélla mansión.
Vió un amplio cuarto de ejercicio, un enorme ventanal con la vista al jardín, aparatos de
ejercicio, pesas... y un caliente Jeon sin camisa haciendo lagartijas.
Park miraba por la puerta de cristal corrediza el cuerpo sudado de Jeon, las pequeñas gotas de
sudor se deslizaban por sus fuertes hombros y su rostro se endurecía suavemente cuando hacía
fuerza para doblegar sus brazos sin caerse.
Maldición, Park se estaba poniendo caliente por mirarlo hacer ejercicio, y su erección quería
despertar cuando le oía gruñir.
Cuando Jeon terminó, caminó relajadamente hasta sus pesas cerca del ventanal y comenzar a
alzarlas en sus dos brazos como si fueran unas plumas.
Park últimamente estaba siendo despistado, porque a través del reflejo del ventanal Jeon lo
miraba con una sonrisa burlona.
—¿Me seguirás mirando, Park? ¿No quieres entrar y secar mi sudor?..— La voz de Montana
tomó desprevenido al caliente JiMin.
No lo dudó más, de hecho JiMin lo tomó como una invitación. Entró al cuarto de ejercicio y el
olor a chocolate mezclado con el sudor de Montana lo embriagaron completamente. Jeon dejó
tranquilamente las pesas en el suelo tapizado y se puso de pie, pasando la pequeña toalla por su
frente.
Park estaba asombrado por ver a Montana con el torso desnudo, le daban cada vez más ganas
de pasear su lengua por sus deliciosas abs y secar así el sudor de aquélla tentación con piernas.
Su boca se hizo agua del solo pensarlo.
Le quitó la toalla de las manos a Jeon y comenzó a secarlo lentamente, tratando de no mirarle
el rostro o se arrepentiría. Jeon por supuesto que le encantaba aquél JiMin sumiso, obediente y
caliente como siempre.
—Bonito chupetón..
—Gracias, un hombre caliente me lo obsequió.— JiMin soltó mientras se atrevía a mirar a
Montana.
—Y solo es la parte principal del obsequio.— Dicho esto, Jeon sujetó a Park de la cintura y lo
alzaba ágilmente, JiMin enrolló sus piernas en sus caderas y dejó que Jeon se comiera sus labios
salvajemente, hasta sentir la fría pared en su espalda.
Para Jeon, fue imposible no hacer un vaivén contra la entrepierna de Park, le ponía caliente ver
ésta vez a JiMin tan sumiso y entregado. Estaba seguro que lo follaría, oh, claro que lo haría.
Le haría entender quién es el que manda.. entre sus piernas.
—Oh.. Montana.. ahí..— JiMin gimió cuando Jeon movió sus caderas deliciosamente contra su
entrepierna y chupaba de nuevo la piel de su cuello.
—¿Aquí, bebé?..— Preguntó Jeon con la voz ronca cuando volvió a moverse en aquél punto,
sacándole un gran gemido a JiMin.
—Oh, mierda, sí..— Park gimió en el oído de Jeon, poniéndolo más duro de lo que ya se
encontraba.
Jeon desvió la mirada hasta la repisa dónde algunas pequeñas pesas yacían, gruñendo por el
repentino movimiento de JiMin contra su erección, lo cargó hasta la repisa y hacer a un lado todo
objeto que estaba ahí, montando a Park y meter sus manos ahora bajo la tela de su camisa.
—Te voy a educar, pequeño, te voy a educar tan mal..— Jeon murmuró con esa voz deseosa
de sexo, poniendo más sensible a Park con su tacto bajo su camisa.
—S-sí..
Montana como pudo sin romper su beso, sacó la prenda de su cuerpo y la tiró al suelo.
...
—Vámonos..
—Pero..
—Vámonos, Tae, lo conseguimos, no queremos ver como éstos dos follan.— SeokJin susurró
cerca de TaeHyung y lo jaló del brazo fuera del pasillo.
SeokJin antes de irse de la oficina de Jeon, le aconsejó que vaya a ejercitarse y TaeHyung
acompañó a JiMin en su exploración hasta hacerse tonto y perderse para que JiMin encuentre
solo a Montana.
Podrían no servir robando, pero uniendo a esos dos idiotas eran excelentes.

.
Helloooooooow.
Ya, TRANQUILAS QUE ES LA PARTE UNO DEL CAPÍTULO, TENGO VISITA Y NO ME
CONCENTRO, POR FAVOR SEAN PACIENTES, ¿OK? OK.
Esperen un poquitico más, porfi.
Te va a doler, Park:v.
1 4.

2/2.
07 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.
9:30pm.
Ah~.
-
—Joder, JiMin.. así..— Jeon había perdido su poco autocontrol cuando los perfectos labios de
JiMin abrazaban su polla y lo chupaban como si de una paleta derretida se tratase.
Jeon había hecho realidad aquél pensamiento desde que vio a JiMin, y santísimo infierno que
el pelinegro sabía lo que estaba haciendo con su enorme polla entre sus manitos y su boca. JiMin
solo quería que el ardiente Jeon nunca olvidara este íntimo momento junto a él.
Y Jeon por supuesto que no lo haría, soñaría con ello una y otra vez.
—Su-suficiente, Park..— Jeon echó la cabeza de JiMin hacia atrás para que su polla sea
liberada, no quería correrse justo ahora y menos en su boca. Aunque era una idea bastante
tentadora.
JiMin sonrió malicioso y relamió sus labios, poniéndose de pie y sentarse nuevamente en la
repisa y separar sus piernas, esperando a que Montana ocupara ese vacío espacio. Y claro que
lo hizo, bajó los bóxers del travieso pelinegro y dejó unas palmadas sobre sus muslos desnudos,
sacándole un jadeo a JiMin y cerrar sus ojos.
Puso dos dedos cerca de los labios de Park y este seductoramente los chupo tan perfectamente
bien.
—Deja de provocarme más, Park.. sé lo que te estoy pidiendo..— Jeon advirtió peligrosamente
mientras alejaba sus dedos de la deliciosa boca de Park e iba a enterrarlos en su interior con
brusquedad, provocando en JiMin un gran gemido.
—Ah~..— JiMin tragaba saliva cuando los dedos de Jeon ágilmente se movían en su interior.
Quería todo del castaño, sin importar nada, quería a Jeon hacerle lloriquear y olvidarse de su
nombre en ese momento.
Pero quería exprimir su enojo, tentar su lujuria.
—¿O qué.. Montana?..— JiMin sonrió malicioso, mirando en todo momento a su amante.
Jeon arqueó una de sus cejas y se encogió de hombros, sacando los ahora tres dedos de su
interior y sujetar su polla.
—Tú lo pediste, cariño, yo te lo voy a dar..— JiMin no entendió lo que quiso decir hasta que el
dolor sedó su cuerpo y el miembro de Jeon se abría paso entre sus paredes anales.
Mierda.. Jeon era grande.
—Ahg.. J-Jeon..— Los dientes de Montana apretaron suavemente el labio inferior de JiMin,
acallando sus quejas.
—Me voy a cobrar todas esas veces que me tentabas, Park..— Jeon movió hacia atrás sus
caderas y nuevamente, se empujó fuertemente en JiMin, haciéndolo gemir tan audiblemente y
apretar su labio entre sus dientes.
—Ah.. Jeon.. mmgh..— Era lo único que JiMin formulaba ya que toda la conciencia la había
perdido desde que Jeon se enterró en él y movía sus caderas tan deliciosamente bien.
El Montana adoraba oír su nombre distorcionado de los labios de su nuevo amante, invitándole
a seguir moviéndose. Sus grandes manos sujetaron la cintura de JiMin y descargó toda su fuerza,
follándolo tan salvajemente que podía creer que el golpeteo de sus pieles se oían hasta el jardín
de su mansión. Por otro lado, Park apretaba la deliciosa polla de Jeon entre sus paredes,
haciéndole gruñir y gemir su nombre junto con ardientes maldiciones, su cuerpo levemente
bronceado comenzó a perlarse por el sudor que se comenzaba a hacer presente, marcando tan
bien sus prominentes abdominales, su perfecta "V" y su pene desaparecer entre sus glúteos.
Y qué decir de su rostro, tan ardiente y deseoso de buen sexo, JiMin no había visto algo tan
caliente a la hora de follar, nada comparado con el sabroso sexo de Jeon Montana.

Follándolo sin piedad alguna.


—¿Te gusta, cariño?..— Jeon preguntó entre jadeos con su fuerte acento Satoori, haciendo a
JiMin estremecer y pasar su lengua por la piel del cuello de su amante.
—S-sí, ah.. ¡Jeon! ¡ahí! Oh.. infiernos.. sí..— JiMin lloriqueó cuando Montana tocó su próstata,
llevándolo más allá del cielo.— Justo ahí, bebé.. ah.. más.
—M-mierda, qué delicia, Park..— Montana gimió en el oído del nombrado a propósito,
moviendo sus caderas en círculos como Park había pedido entre deliciosos gemidos que para él,
era la mejor melodía que había escuchado jamás.
JiMin enterró sus cortas uñas en la piel bronceada de la espalda de Jeon mientras cerraba sus
ojos y se dedicaba a gemir el nombre de su amante. No había palabras para describir lo bien que
estaba siendo follado por Montana, sin duda era la mejor experiencia sexual de toda su puta vida
y cada que le recuerde se pondrá duro.
Jeon chupó una vez más el ahora sudado cuello de Park, llevándolo al límite con su tacto.
—J-jeon, y-ya casi.. ter.. ¡Ah!— JiMin volvió a gritar cuando una de las manos de Jeon
palmeaba sus piernas y sujetaba su propio miembro para bombearlo.
—Termina para mí, cariño, házme saber que tan caliente te pongo..— Montana lo provocaba
con solo esa seductora y ronca voz, mordiendo el lóbulo de su oreja y gruñía al sentir su
liberación construírse en su interior.
JiMin enrolló sus piernas en la cintura de Montana y solo bastó unas cuántas salvajes
estocadas más para correrse entre la mano de Jeon, manchando su propio abdomen y sentirse
rendido.
Jeon siguió golpeando hasta que su clímax fue liberado, disminuyendo los movimientos de sus
caderas, llevó sus propios dedos a su boca y chupaba la esencia de un rendido Park.
Mientras tanto, Park se seguía preguntando cuál era su defecto, porque Jeon era bueno hasta
en el sexo.
—Tan obediente, cariño, así me gusta..— Susurró Montana besando su cuello ruidosamente.—
Creo que me encanta más verte sin ropa que con ella.
Park rió débilmente.
—Me duele..— Murmuró por lo bajo después de unos minutos.
—Esa es la idea, bebé..— Las manos de Jeon acariciaban su cintura hasta bajar lentamente a
sus piernas.— Te lo advertí pero eres un caliente niño terco..
—Cállate, no podré moverme..— JiMin prendió sus labios de su cuello y chupó su piel, hasta
dejarle notorias marcas.
—Lo sé, y créeme que me encanta ser yo el que te haya inmovilizado.— Guiñó un ojo a Park y
besó sus labios fugazmente.— Te ayudaré a vestir.
Así lo hizo, vistió a Park primero lentamente, toqueteándolo a su gusto y aprovecharse del
dolor de JiMin para que este no pudiera quejarse.

.
—JiMin, iré con SeokJinnie a comprar pizza ¿no quieres ir?— Preguntó TaeHyung sentándose
en la cama dónde el adolorido JiMin yacía descansando.
—Mmno.. me duele el trasero..— Susurró JiMin inconscientemente, hundiendo la cabeza el la
almohada.
—¿Te caíste otra vez en el baño?— TaeHyung preguntó haciéndose tonto, él sabía que su
pequeño amigo había sido follado por Montana.
—Uhúmm, traigan de pepperoni y papas fritas..— Pidió JiMin sin abrir los ojos.
TaeHyung sonrió enternecido y revolvió sus cabellos, dejando un suave beso en el brazo de
JiMin y caminar hacia la puerta.
Era su pequeño hermano, y quería consentirlo en lo que sea.
.
Helloooow.
Ahora sí, niñas pecadoras, ya pueden amarme, su tan esperado Limón llegó, lo siento si hay
incoherencias o faltas de ortografía, me estoy muriendo y pues no me fijé mucho de los detalles.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Papi.🌚
1 5.

08 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


02:30pm.
Hombre intimidante.
-
—¡Montana! ¡Qué honor es tenerte por aquí!— Exclamó Hoseok bajando las escaleras de la
entrada de su lujosa mansión, animado por la gran visita.
Jeon le había extendido la mano pero Hoseok la rechazó y le abrazó con esmero.
—Hoseok.. me estás.. ugh..— Jeon sintió el dolor acumularse por la falta de aire.— asfixiando..
—Uh, lo siento.— Hoseok lo soltó con la viva sonrisa en su rostro.— ¡Adelante, bienvenido!
Jeon quiso sonreír, hoy había despertado demasiado alegre, recordar la razón le pondría
caliente en segundos.
—¿Vodka? ¿Whisky?— Hoseok preguntó cuando estuvo en su mini bar.
—Whisky, estaría bien..— Jeon tomó asiento en uno de aquéllos costosos sofás de piel color
beige, descansando su talón sobre su pierna y cruzarse de brazos.
—¿A qué se debe tu visita?..— Preguntó por fin J-Hope.
Jeon suspiró, frunciendo su ceño lentamente.
—Tengo la joya.
J-Hope tosió cuando oyó aquélla noticia, la leve sonrisa apareció por sus labios y le entregó su
vaso de whisky, sentándose frente a Montana.
—¿Es preciosa?
—Es asombrosa..— Jeon sonrió por cortos segundos.— Pero sucedió algo jodidamente mal.
J-Hope de inmediato adoptó su rostro serio ¿algo salió mal?
—Park hizo el robo, todo salió excelente, pero SeokJin al abrir la puerta del auto no tenía el
pasamontañas y..
—Lo reconocieron.— J-Hope terminó la frase por Jeon.
—Me temo que sí.— Jeon asintió.— Sabes que no me aterra enfrentar de nuevo a ese cabrón,
solo que va a buscar sus medios para joderme la vida.
—Hay que mantener la vista en alto, Jeon, en cualquier momento vendrá por su joya.— J-Hope
pasó una mano por su cabello naranja, revolviéndolo.
—Nada más venía a avisarte sobre ello, con lo imbécil que eres para fijarte en las cosas.—
Jeon bebió de un sorbo su whisky y lo dejó sobre la mesita de centro.— Tengo que seguir
trabajando, otro endeudado se metió en la cueva del lobo.— Se puso de pie.
J-Hope asintió e imitó su acción, acompañándolo hasta la puerta de entrada.
—Quiero creer que sabe de Park, ¿qué harás si lo mata primero?
Jeon paró en seco, girando lentamente su rostro por su hombro. Oh, mala pregunta, J-Hope.
—¿Tú qué piensas que haré?— El tono en su voz podía intimidar hasta los de su talla.— Está
en mi mansión, al igual que SeokJin, no voy a permitir que le pase algo.
—Pero..
—Shh..— Siseó Montana, girándose hasta quedar frente a él, y seguido tomarlo del cuello de
su camisa.— Y te conviene no hacer algo estúpido alrededor de él, J-Hope, estás advertido.

El pelinaranja tragó saliva y asintió lentamente, liberándose del fuerte agarre de


Montana.
—Que tengas un buen día, J-Hope.— Montana acomodó su saco y bajó los escalones de la
entrada, alejándose de un temoroso y asombrado J-Hope.
—¿Qué te está pasando, Montana?— Se preguntó a sí mismo el pelinaranja, entrando a su
hogar y subir sus escaleras dispuesto a tomar una siesta.
Jeon por otro lado bufó cuando pisó el cajellón de su bodega, maldición que le hartaba tanta
irresponsabilidad de sus clientes. Sus zancadas firmes anunciaban la llegada del hombre y
abriéndose paso entre sus guardias, entró a la bodega, parándose frente a su cliente drogado y
meter las manos a sus bolsillos.
—Buenas tardes, jóven Kim..— Jeon ladeó el rostro con malicia en sus oscuros ojos.— ¿Sí
sabe por qué está usted aquí?..
—No me sorprende saber por qué estoy aquí, señor.— Escupió retándole con la mirada.
Éste chico le recordaba a alguien con labios prominentes y cabello negro, y por supuesto mil
veces más caliente que éste mocoso.
—Qué valiente al responderme así, niño..— Murmuró Montana mirando su reloj sin mucho
interés.— No tengo todo tu jodido tiempo.. ordenaste dos kilos de cocaína y no has pagado ni la
mitad de una bolsa, ¿cómo resolverás esto ahora?
—Dígame usted, señor.— La malicia en la voz del castaño despertaba la ira de Jeon.
Oh, niño, te recomiendo que pares tu escenita aquí. Pensó Montana cuando soltó un suspiro e
inflaba sus mejillas, mirando con detenimiento al muchacho.
—No conseguirás na..
—¿Y qué es lo que estoy tratando de conseguir?..— El chico relamió sus labios comiéndose a
Montana con sus ojos.
Mierda, este niñato estaba bajo el efecto de las drogas.. a parte se vendía por dinero.
Trágico.
—Es una lástima que estando drogado pierdas la vida, niño.— Dicho esto, Montana sacó su
pistola, quitando el seguro y apuntar la frente del joven, jalando suavemente el gatillo y acabar en
segundos con la vida del muchacho.
Jeon arrugó la nariz desviando la mirada y volver a guardar su arma detrás de él, dándose
vuelta para salir del lugar.
Maldita rutina de todos los días.

—Dios, me duele horrores..— JiMin susurró bajo la regadera, definitivamente había tenido la
mejor aventura sexual de su vida, pero su trasero dolía como el infierno.
Debía cuidar no hacer enojar a Montana si no quería terminar con el culo partido o
posiblemente inválido.
—¡Jiminnie! ¿Dónde estáaaaas?~— La voz de SeokJin interrumpió los pensamientos de JiMin.
—Duchándome..~— El pelinegro anunció sin ganas, alejando el jabón de su cuerpo con la
deliciosa agua de la regadera.
—Oh, bebé, suenas cansado, ¿estás bien?— La voz del rubio sonaba más cerca de la puerta.
—No dormí bieeen.— Dijo JiMin, cerrando la ducha y tomar la toalla, secando su blanca piel y
comenzar a vestir sus interiores.
Y vaya que le dolía, porque soltó un pequeño lloriqueo. Logró ponerse sus interiores cuando
SeokJin abrió la puerta de golpe, asustando al pelinegro.
—¿Qué te duele? Y más te vale que no me mientas, niño.— SeokJin comenzó a vestirlo sin
pedir permiso.
Y JiMin se sentía como un pequeño de cinco años siendo vestido por su madre.
—Yo..— Las mejillas de JiMin brillaron en un color melón intenso, llenando de ternura al rubio.
—Lo sé, no necesito detalles..— Sonrió dulcemente SeokJin cuando le colocó la camisa
blanca.— Pónte un abrigo, bebé, hace frío ahí afuera.— Besó su frente y salió del baño, dejando
sorprendido a Park.
¿él lo sabía? ¿qué carajos?..
Entonces se miró al espejo y confirmó sus sospechas. Los chupetones.
Oh, Montana, qué hermosas marcas.
Helloooooow.
Sha vine, chingus, disfruten que lo hice con tanto esmero, jijitl.
Preguntaaaaaa:
¿maratón? *caras pensando* (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Bebote roto.
1 6.

08 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


12:10am.
Día agotador.
-
Jeon por fin llegó a casa después de tantos asuntos que resolver, joder que era tan tarde y él
solo quería dormir.
Y tal vez ver a un caliente pelinegro.
Bajó de su camioneta negra y agotado caminó hasta el interior de su hogar y subir las
escaleras rumbo a su habitación, soltando un suspiro cuando al pasar por la habitación de su
pelinegro, vea por la ranura de la puerta la luz apagada, siguió su camino hasta abrir la puerta.
Oh, sorpresa.
Un pequeño chico de cabellos negros y piel blanca dormía plácidamente entre sus sábanas.
Jeon sintió su estómago revolverse al pensar que JiMin se durmió esperando por su llegada.
Esperándolo a él.
Montana se quitó su saco y la regresó a su gran clóset, y caminar a la ducha y refrescar su
cuerpo. Ya después le preguntaría qué era lo que estaba haciendo invadiendo su habitación.
Por el momento solo quería tenerlo cerca.
Después de unos cuántos deliciosos minutos donde el agua relajaba su cuerpo, Jeon salió de
la ducha con solo un pantalón pijama color celeste, secando sus empapados cabellos ahora
chocolates por lo mojado que estaba. Dejó su toalla en el baño y se dirigió a su gran cama.
Verlo tan frágil al dormir le causó un pequeño cosquilleo a Jeon, su rostro suavemente
iluminado por la luz de la luna que se colaba por su ventana lo dejaba tan malditamente angelical.
Se metió entre las sábanas y atrajo el pequeño cuerpo de Park, rodeándole por detrás.
Lo que sea que haya estado haciendo en su habitación, le daba una paz que desde su primer
crímen no había tenido.
Su aroma a fresas y jabón era un manjar para Montana, mezclado con la suavidad de su piel, era
igual a estar en el cielo.
Pero al parecer el pelinegro no estaba perdido en su mundo de sueños, porque rápidamente
aturdió a Jeon subiéndose sobre él y atacar el apetecible cuello de su acompañante.
—Te estaba esperando~..— Susurró con una voz coqueta que estremeció por completo a
Montana.
Y claro que Jeon no iba a empujarlo.
Sujetó su cintura, dejando electrizantes caricias a ésta, estremeciendo a su pequeño travieso.
—Al parecer me has extrañado, bebé..— Ronroneó mientras soltaba un pequeño jadeo por los
expertos labios de JiMin.
—Quizás..~— Canturreó en un susurro, uniendo sus labios con los ajenos, dispuesto a
devorarle la boca.
—Mmh~— Fue lo único que Jeon soltó de sus labios cuando correspondió al beso.
Ambos sabían que estaban jugando con fuego, pero.. ¿qué más da unos deliciosos besos y
miradas de complicidad?
Jeon suavemente cambió las posiciones, metiéndose entre sus muslos y escuchar un quejido
por parte de JiMin.
—Me duele, idiota...— Susurró JiMin rompiendo el beso y provocarle una ronca risa a Jeon.
—No me vayas a culpar ahora, tú estabas tentándome.
JiMin bufó, dejando besos por su mandíbula.
—Es verdad, pero no lo recuerdes ahora.— JiMin susurró divertido.
Y entre tantos besos y ciertas sensaciones extrañas, los dos se durmieron, sin hacer nada
fuera de tono.
Los rayos del sol se filtraron por la ventana, chocando justo en el rostro de Park, y
maldición que eso le enfurecía.
Pero al examinar bien la habitación se sonrojó, sintiendo un fuerte brazo sujetarse bien en su
cintura y una tranquila respiración en su nuca.
¿Cómo por qué había tenido la fascinante idea de colarse a la habitación de Montana? No lo
sabía, las altas horas de la noche lo ponían más que idiota.
Pero no se arrepentía, en absoluto.
Giró hasta quedar frente a Jeon sin alejar su brazo de su cintura, y JiMin suspiró cuando lo vio
tan tranquilo y relajado, no sabía qué hora era, y no quería saberlo, no quería que ese pequeño
momento se acabara aún.
Sus pequeños dedos se enredaron en el sedoso cabello de su acompañante, adorando la
suavidad de éste y hacerle peinados ridículos a su gusto.
—Mgh~— Ronroneó Jeon frunciendo el ceño, JiMin no quería reír, pero aquél intimidante y
caliente hombre, en aquél momento parecía un adorable conejito durmiendo.
—Park~— Susurró roncamente Jeon, hundiendo el rostro en el cuello del nombrado y respirar
pesadamente.— Déjame dormir, Park..~
—No he hecho nada..— Se justificó JiMin acariciando sus cabellos suavemente y contener la
risa.
—Estás jodiéndome el cabello, sólo acaricialo.. así..— Musitó Jeon sin abrir sus ojos, besando
las clavículas de Park.
Cualquiera pensaría que ambos son una romántica y melosa pareja. Pero no lo eran, y eso a
JiMin le decepcionó, sin embargo, no quería alejarse de Jeon.
—Buenos días..— Musitó Jeon comenzando a besar su cuello y mordisquearlo a su gusto.
—Bu-buenos días, señor Montana..— Tartamudeó JiMin con una sonrisa en su rostro
—¿Ya me contarás qué hacías aquí anoche?— Jeon sujetó muy bien su cintura, impidiéndole
todo movimiento a Park.
—Si quieres me voy ahora..
—Es curiosidad, si das un paso fuera de ésta habitación sin mi consentimiento, aumentaré ese
dolor el triple ¿Entendido, Park?— Sentenció mirándole un poco somnoliento.
—Entendido, señor Montana..— Sonrió lentamente JiMin, encogiéndose de hombros.— No lo
sé, pensé que ya estabas aquí, así que decidí esperarte.
Jeon sonrió.
—Al parecer querías ciertas atenciones especiales.
—Sí, cállate.— Gruñó Park, removiéndose como un pequeño gusano de los brazos de Jeon,
perderse bajo las sábanas.
Jeon con curiosidad, descansó sus brazos detrás de su cabeza cuando sintió las pequeñas
manos de JiMin en su privada extensión, seguido de una traviesa lengua.
—Ah, cariño..— Jeon jadeó cuando JiMin comenzó a hacer de las suyas con su miembro,
estimulándolo tal y como a Jeon le estaba fascinando.
Y es que solo veía la sábana subir y bajar justo por el área de sus caderas. JiMin gimió cuando
sacó la extensión de Jeon para tomar aire, cosa que le envió un cosquilleo a Jeon.
—¿Necesitas aire, bebé?— Jeon sacó las sábanas de encima de ambos cuerpos, hasta dejar
la mejor vista frente a él.
Maravillosos labios rosados e hinchados, pómulos bien marcados y mejillas ahuecadas cuando
tenían su miembro en su boca, cabello revuelto y ojos fijos en él.
Mierda, JiMin, deja de ser tan precioso, joder. Pensó Jeon cuando llegó su orgasmo y llenó la
boca de su amante.

Y seguimos, ahr.
Meloso capítulo, jijitl, disfrútenlo, en unos momentos está listo el siguiente.
Cjau cjau.
Pinches tiernos los amo.
1 7.

12 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


03:40am.
El asalto al banco fuerte.
-
Los días habían pasado rápido y después de varios entrenamientos y repasos al banco, el día
había llegado, Jeon Montana, TripleB, Mr. Kim y J-Hope estaban más que listos para invadir el
lugar y dejar su marca.
Todo más que preparado.
Todos en una sola camioneta para no levantar posibles sospechas.
—TaeHyung ¿estás listo?— J-Hope preguntó al castaño de la bandana roja.
—Todo listo.— Asintió encendiendo la laptop y ponerse los auriculares.
Por otro lado, JiMin estaba extasiado por entrar al banco y explorar todo a su alcance.
—¿Listo, Park?— Jeon murmuró observando fijamente a su acompañante.
Este solo asintió, esbozando una sonrisa maliciosa.
—La pregunta debería ser a qué hora me van a soltar como ave en libertad.— JiMin bromeó,
provocando risillas entre los hombres.
Cuando el momento llegó, Park se colocó el pasamontañas y la capucha de su abrigo.
—Abran la puerta.— Pidió JiMin distorsionadamente por la tela que cubría su boca y ajustaba
bien el auricular bajo la tela.
Apenas la puerta corrediza se abrió paso, Park salió como estrella fugaz junto a J-Hope,
caminando unos cuantos pasos más y empezar su asalto.
Jeon solo los miraba seriamente.. o más bien miraba a Park tumbar los candados del lugar con
agilidad, apoyando su espalda en el respaldo de su asiento y cruzarse de brazos.
—Todo saldrá bien..— Musitó Mr. Kim tratando de quitarle el peligroso ceño del rostro de su
compañero.
Los dos exploradores lograron entrar rápidamente y TaeHyung comenzó a hablar cual loro con
su primera palabra aprendida.
—Gira a la derecha.. a tu otra derecha, imbécil.. tumba la puerta blanca.. ¡La puta puerta
blanca, ineptos, no la azul!— TaeHyung gruñó mientras dirigía a los dos perdidos chicos.
Mr. Kim no pudo acallar su risa, y Jeon mucho menos.
—Mejor, JiMin, toma la puta cámara y guíanos.— Soltó exasperado el castaño.
Hubo un pequeño silencio dentro del auto, hasta que TaeHyung se alarmó.
—¡Vi una puta sombra por el pasillo izquierdo, Park! Quédense quietos..— Chilló.
Jeon y Kim se miraron serios, estaban seguros que el lugar estaba vacío.
—Agarra el tubo a tu lado y méteselo por el... ándale, justo así, ese es mi enano.— El orgullo
no tardó en aparecer en la voz de K.
—¿Serían tan amables de ponerse serios ahora, hombres? Me están estresando las bolas.—
Jeon soltó de repente.
—Dice Park que después le quita el estrés en las bo... está bien, me callo..— Dijo TaeHyung
sin mucho interés, mirando atentamente la pantalla de su ordenador portátil.
Claro que Jeon sonrió para sí mismo, la idea estaba más que genial.
—Con que amoríos con Park, eh, Montana travieso..— Mr. Kim alzó las cejas dispuesto a
bromearle al castaño.

—Guárdate las burlas si no quieres que Daisy te deje un lindo hoyo en la cabeza,
Kim.— Sentenció Jeon bufando sin mucho ánimo.
Se estaba preocupando y no sabía por qué.
—Llegaron, tumba la puerta de aluminio en sile.. está bien, es un milagro que no activaran la
alarma, gracias Ninja Hope.— El tono sarcástico le sacó una carcajada a Kim.
Jeon cerró los ojos realmente estresado de la bola de idiotas que tenía por compañeros.
—Pon el chip, ahora siéntense y déjenme trabajar, hihihi qué chistosito cuando te vea te rompo
el hocico.— Amenazó TaeHyung comenzando a teclear rápidamente.
—¿Estás seguro que puedes con ello, K?— Preguntó Mr. Kim.
—Ajám, las claves con código de número son sencillas.— TaeHyung movía sus dedos
haciendo un horrible ruido para Montana.
Minutos transcurrían y TaeHyung no anunciaba el puto código. Jeon realmente estaba dudando
de la habilidad de TaeHyung y cuando estaba dispuesto a reclamar, el castaño habló.
—¡Ajá! lo tengo, teclea JiMin..— TaeHyung esperó unos segundos. — cero, nueve, siete, uno..
sí, uno, cinco, tres, cero, ocho, tres, tres.
Jeon y Mr. Kim se sonrieron, jodida mierda que todo salió perfecto.
—Te repito, sordo.. cero, nueve, siete, uno, cinco, tre...— Jeon dejó de oír cuando una patrulla
de policía silenciosamente se asomaba por el lugar.
—¡Carajo, NamJoon!— Jeon cargó su pistola y le puso el silenciador en la punta, bajar la
ventanila suavemente y gruñir.— ¡TaeHyung, díles que se apuren!
TaeHyung obedeció y cuando la patrulla estacionó frente al banco, esperaron el momento los
dos armados para desatar su furia.
—Estos idiotas debían quedarse en su puta estación comiendo una puta rosquilla con café o yo
que mierda sé.— Masculló NamJoon cuando soltó la primera bala al primer hombre que había
bajado, tumbándolo en milisegundos.
Y bueno.. el desastre no se hizo esperar.
Los policías no encontraban de dónde salían las balas, ¿quién iba a imaginar que una preciosa
camioneta elegante estaría infestado de ladrones y fuertes narcotraficantes? Nadie.
Con real sarcasmo.
Aproximádamente habían siete policías tumbados en el suelo, cuando JiMin y J-Hope
aparecieron por la puerta con unas enormes bolsas con dinero y joyas. Arrastrándolas hasta ellos.
¡Bang!
Jeon miró quién menos se esperó caer al suelo y desplomar su cuerpo en el frío y duro
pavimento.
Joder, joder ¡Maldita sea!
—¡Espera, Jeon, no salgas sin el pasamontañas!— Gritó NamJoon cuando vio a un
desesperado Montana bajar de la camioneta echo furia y acabar con la vida del policía que había
disparado a su pequeño pelinegro.
—Santa mierda, ¡JiMin! ¡No te duermas! ¡NamJoon, mete tú el saco!— Gruñó Montana cuando
tomó el herido cuerpo de Park entre sus brazos.
—¡JiMin!~— El chillido asustado de TaeHyung resonó en sus oídos.
—Montana aún quedan dos bolsas y..
—¡A la mierda las bolsas, Hoseok! ¡JiMin se está desangrando!— Gruñó Jeon con el rostro rojo
de la ira.
Definitivamente éste era el Jeon furioso, los presentes lo habían comprobado en ese instante.
Arrancaron la camioneta y a toda velocidad regresaron a la mansión, Jeon acariciaba el rostro
de JiMin, tratando de mantenerlo despierto en todo el trayecto. Park se sentía cegado por el dolor,
joder, ¡esto era lo que estaba evadiendo de Montana y llega un puto judicial a cagarle la
existencia!
Jeon tan lo menos lo mató, y eso era lo que importaba.
Iba a matar a todo aquél que le ponga mano encima a Park.
.
Hellooooow.
Perdónenme por subir el capítulo demasiado tarde, bebas, lo que pasó es que me dolía horrible
mi cabeza y no estaba en casa, ya sabrán el estrés, mal humor y dolor que tenía, estaba en modo
Montana gruñón jiji.
Espero que entiendan, cochitas, mañana trataré de seguir la maratón para que no se queden con
la duda.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Mochi bello, perdóname. :c


1 8.

13 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


5:10pm
Ojos sobre Montana.
-
—¿Pero estás seguro de que estás tranquilo?— Mr. Kim preguntó por milésima vez,
desesperando más a Jeon.
—¡¡Que sí, joder!! Estoy bien, ¡no me pasa nada!— Jeon gritó golpeando su puño contra la
dura mesa de su escritorio.
No, no estaba bien, JiMin estaba en su habitación y SeokJin aún no salía de ahí con la bala
extraída del cuerpo de JiMin, eso tenía a Jeon como un leon furioso y posesivo, caminando por
toda la oficina y revolviendo sus cabellos con ganas de tener al pelinegro entre sus brazos.
—Tan lo menos J-Hope desactivó todas las cámaras del lugar, así no podrán encontrarnos.—
NamJoon suspiró.
Jeon rodó los ojos frente al ventanal y chasquear la lengua.
—¿Crees que me importa que vean mi puto rostro? No, infiernos, me importa del chico de
cabellos negros mal herido.— Jeon gruñó yendo a su pequeño mini bar y servirse whisky.
Lo necesitaba tan mal.
—Para, Montana ¿Acaso te enamoraste de Park JiMin?— NamJoon frunció el ceño mientras
observaba a Jeon.
¿realmente le gustaba JiMin?
Jeon iba a responder con más fuego en su voz pero la voz de SeokJin abriendo la puerta de la
oficina le salvó de la vergüenza.
—Ya está vendado y la bala está aq...
—¿Él está bien?— Jeon interrumpió al rubio desesperado.
—Eh.. sí, está descansando, por ahora déjalo dormir, bebé.— El rubio sobó el hombro de
Montana, tratando de relajarlo.— La herida fué un poco más arriba de su riñón, afortunadamente
no fue algo taaan grave.— SeokJin explicó con un pedazo de tela blanco y algunas tinturas
rojizas.
Jeon sólo podía desesperarse más, quería verlo, pero SeokJin tenía razón, lo dejaría
descansar un poco. Por otro lado, su mente no dejaba de procesar la pregunta de NamJoon, no
quería aceptarlo, no sentía nada por JiMin.
Que eres imbécil, JungKook. Pensó sarcásticamente.

—Estuvieron en el banco fuerte y se llevaron casi todo el dinero y joyas, Montana y compañía
iban en una camioneta negra cuatro por cuatro, con posible Mr. Kim de compañero de crímen.—
El espía lanzó varias fotos del suceso en el banco fuerte al escritorio del pelinegro.
—¿Eso es todo?..— Aquélla voz ronca alarmó al espía, revisando foto por foto con
detenimiento.
—No, lo más curioso es que mataron a siete judiciales pero uno de ellos antes de morir le
disparó a P de TripleB y Jeon Montana salió desesperado de la camioneta para matar al policía y
huír con el chico en sus brazos. No descarto la idea de un posible romance con él, pero estaba
bastante furioso.
—Hasta J-Hope está aliado con él..— Murmuró en voz baja mirando la última imagen con
detenimiento.
—Así es, estaba por seguirlos pero fueron más rápidos y los perdí de vista.

—Entiendo, buen trabajo, aquí tienes.— El pelinegro sacó un sobre de papel


amarillo bastante grueso y un poco pesado.— El resto quédatelo.
Pronto Montana iba a saber qué ojos estaban sobre él, y es que la mente de aquél misterioso
pelinegro estaba ideando un plan contra Jeon.
—Si Jeon tiene cierta debilidad por P, me voy a divertir pellizcando su suerte..— Canturreó
para sí mismo antes de llevarse aquél puro a sus labios.— Te siento cerca, viejo amigo, muy,
muuuy cerca...

El pequeño pelinegro abrió sus ojos lentamente, encontrándose con las oscuras paredes de su
habitación y un suave dolor en su espalda baja.
—Igh~— Se quejó apretando los dientes cuando quiso sentarse en la cama, pero sin embargo
no lo consiguió.
Sólo recordaba arrastrar un saco con dinero y...
¡Mierda!
¿dónde estaban todos? ¿estará bien Jeon? ¿por qué estaba en silencio todo? ¿TaeHyung
dónde está?
Y como si leyeran su mente, la puerta blanca se abrió silenciosamente.
—¿JiMinnie?— SeokJin apareció con algunas pequeñas cajas de pastillas y algodones.
—Mgh.. me duele mucho..— JiMin se quejó sin poder moverse de la cama.
—Lo sé, cariño, vine para revisar tu estado otra vez.— Sonrió cálidamente encendiendo la luz y
sentarse a un lado de la cama.— Trata de no hacer fuerza ¿bien?
El pelinegro asintió, dejando que el rubio le acomodara con sumo cuidado.
—Uh~ ¡Al fin dejaste de sangrar! te va a arder un poco ésto, bebé, sé valiente.— SeokJin alzó
un poco más la camisa de JiMin.
Park estaba sonrojado hasta las orejas, ya se estaba acostumbrando a que solo Montana lo
mirara sin ropa.
Pero no estaba del todo feliz que SeokJin le mirara la puta espalda.
Y al parecer tampoco a Montana, pues estaba del otro lado de la puerta entre abierta, apretando
la mandíbula y convertir sus manos en puños apenas observó a SeokJin alzar la camisa de JiMin.
Joder, basta, tranquilízate. Pensaba Montana una y otra vez.
—¡¡Aahg!!~— JiMin mordió la almohada apenas sintió el algodón tocar su cortada carne.
—Tranquilo, bebé.. es solo alcohol, un poco más y listo.— SeokJin usaba la voz más dulce con
el pelinegro.
Estás celándolo con tu casi hermano marica, JungKook, maldición. Se repitió de nuevo
Montana, dándose suaves golpecitos con su palma.
SeokJin sabía de sus amoríos escondidos con JiMin, no haría nada estúpido. Se relajó por
segundos cuando otro chillido por parte del pequeño pelinegro retumbaron por tal vez.. toda la
mansión.
—Listo, cariño..— SeokJin acomodó de nuevo la camisa blanca de JiMin con demasiado
cuidado y revolvió sus cabellos.
Jeon estaba dispuesto a irse, cuando escuchó la voz casi rota de JiMin.
—¿D-dónde esta el señor Montana?..
Jeon se sintió extraño al oír su dulce voz a punto de estallar en llanto, ese instinto le pedía ir a
donde Park y abrazarlo.
—Le hablaré, tranquilo, no te muevas..— Dijo SeokJin antes de aparecer por la puerta y ver a
Montana con las manos en sus bolsillos y la cabeza gacha.
—Vaya, al parecer aquí hay otro desesperado.. entra antes de que me arrepienta.— SeokJin
señaló la puerta y Jeon sin dudarlo, dió zancadas, cerrando la puerta tras él.
SeokJin era como una madre con la gente que le rodea y no hace falta decir que le dió el
enorme y más grande sermón a Montana de toda su vida por no haber cuidado al "bebé frágil de
JiMinnie" como diría él.
—JiMin..— Jeon se acercó lentamente a dónde estaba el nombrado, después de todo, tal vez
SeokJin tenga razón.
Era un chico frágil.
—¿J-jeon?..— El pelinegro abrió de poco en poco sus pequeños y dulces ojos, provocando una
pequeña punzada de culpa a Jeon.
Debí cuidarlo. Pensó el castaño.
—Hola..— Se sentó a su lado, mirando lo delicado que se encontraba en ese momento.
Y es que Jeon comenzaba a sentirse extraño estando con JiMin, una explosión de sentimientos
dentro de él, era tan torpe hablando con JiMin. Acababa de notarlo.
—L-lo siento.. yo arruiné e-el plan y..— Iba a continuar hablando el pelinegro, sin embargo,
unos dulces labios acallaron sus impulsos.
—Shh.. no era tu culpa..— Susurró Jeon llevando una de sus manos y acariciar su mejilla.—
ese puto policía fue el culpable de que estés así.. y mi culpa por no cuidarte..
—¿Suya por qué?..— Preguntó JiMin de repente, sintiendo mariposas o lombrices en su
estómago.
—Pues.. eres tan frágil..— Fue lo único que mencionó Jeon, dejando unos cuántos besos en
los párpados cansados de su pelinegro.—..Tan frágil que por naturaleza me siento atraído a
cuidarte..
JiMin se sonrojó hasta las orejas y esbozó una sonrisita tímida.
—Está loco..
—Basta de formalidades JiMin..— Jeon acarició sus cabellos casi azules por la luz que los
golpeaba, dándole ese efecto azulado.— Sólo llámame Jeon.
—Jeon.— Afirmó JiMin revolviendo débilmente los cabellos de Montana.
Yah, JiMin, deja de corromper al serio Montana.~

.
Helloooooooow.
Aquí yo, la que combina las emociones en un solo capítulo.
Aquí encontrarás emociones como.. Ternura/suspenso/ ganas de putearte al negro por jugarle al
vergas/el pendejo pelinegro misterioso etc.
Avedá.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Pinche Montana ya acéptalo, wey, te cagas por JiMin.


1 9.

Diescisiete años atrás, Busan, Corea del Sur.


7:35pm.
Pasado.
-

Era solo un pequeño niño de ocho años, no sabía la más mínima razón del por qué sus
hermosos padres se peleaban siempre que regresaba de su escuela.
¿qué está mal con ellos? Se preguntaba el pequeño JungKook siempre que iba a su habitación
a jugar con sus carritos.
Él era tan inocente, él no tenía la culpa de las bajas fuentes económicas en la familia y sobre
todo.
Él nunca debió bajar a beber agua en la madrugada.
Estaba tan adormilado que no entendió por unos segundos lo que su bella madre estaba
haciendo con un desconocido hombre en la sala de su casa.
El pequeño castaño tapó sus ojos con sus pequeñas manos y volvió a subir lentamente las
escaleras.
¿por qué mamá hace cosas de adultos con otro hombre que no es su papá? Se preguntaba el
pequeño sentado en uno de los escalones más altos, así no tendría que ver la escena de su
madre.
Pequeñas y silenciosas lágrimas se deslizaban por sus aterrados ojitos, hasta que la puerta de
su casa fue abierta con brutalidad, alarmando a todo presente en el lugar.
—Así te quería encontrar, pequeña puta..— La voz distorsionada de su padre le aterró cuando
la mujer comenzó a chillar y el hombre desconocido le arrojaba un fajo de billetes y se escapaba
del lugar.
Su padre estaba golpeando con brutalidad a la mujer semi desnuda.
JungKook lloraba y lloraba al ver a su madre golpeada.
—¡Papá! ¡deja a mamá en paz!— JungKook fue en su rescate, tratando de alejar a su padre
drogado con sus debiluchos brazos.
¿cómo un niño de ocho años iba a tomar fuerza para alejar a un hombre de treinta y siete
años?
—Aléjate, pequeño estorbo, por ti estoy siendo golpeada, si no fuera por tu culpa no estaría
vendiéndome por dinero. Niño estúpido.— Escupió su madre acomodando sus faldas negras y su
cabello.— Eres un bastardo, eso eres.
JungKook sintió todo el amor hacia su madre quebrarse en cuestión de segundos, y un fuerte
sentimiento de odio crecía poco a poco.
—Tu madre tiene razón, pequeño imbécil.— El hombre, con la corbata mal acomodada, los
botones de su camisa abiertos y una botella de alcohol a su lado.— Y es mejor que te largues de
casa si no quieres terminar mal como lo hará tu madre..
JungKook no pudo odiar tanto a alguien como odiaba a sus padres. Subió las escaleras no sin
antes tropezarse con ellas gracias a sus ojos inundados en lágrimas dolorosas.
En su pequeña mochila metió toda la ropa que pudo, ropa interior, camisas, y cuatro shorts.
Claro que se largaría.
Tomó su pequeño conejo blanco sucio de peluche, se puso sus zapatos y bajó corriendo las
escaleras, prácticamente huyendo de su casa mientras escuchaba risotadas ebrias por parte de
su padre.
Caminaba y caminaba calles oscuras, estuvo a punto de ser asaltado, no veía el final de su
caminata.
¿a dónde debía ir? No tenía dónde estar.
El sol salía y comenzaba a iluminar tan hermosamente sus calles con sus tonalidades
anaranjadas.
Pero maldición, JungKook no sabía a dónde ir. Estaba perdido.

Como un vagabundo, se sentó en un cartón y abrazando su peluche, se durmió


derramando lágrimas.
Los odio demasiado. Dijo antes de perderse en sus sueños. Dejando su inocencia de infante en
aquélla casa de la cuál jamás volvería.

.
Abrió de poco en poco sus ojos y se encontró con una cálida sábana protegiendo su cuerpo.
¿dónde estaba?
Cuando se sentó en aquél colchón en el suelo, se encontró con un niño bastante adorable y
con su cabello forzosamente teñido de rubio. El pequeño calculaba que aquél rubio tendría diez u
once años.
—¡Holaa! ¡Soy SeokJin! ¿cómo te llamas?— El niño saludó animadamente, esbozando una
tierna sonrisa.
Muy lindo.
—J-jungKook..— Tartamudeó el pequeño castaño, aferrándose a su peluche de conejo.
—Pues, hola JungKook, ¿por qué escapaste de casa?— Preguntaba el rubio sentado en el
suelo con sus piernas entrelazadas.
—Yo.. m-mamá y papá me odian.— JungKook comenzó a llorar, y SeokJin no tardó en
abrazarlo para consolarle durante varios minutos.
—Yah, niño, déjalo en paz, así nunca se hará fuerte.— Un hombre alto, con notables canas y
aspecto de cabrón entraba por la puerta.— ¿Cómo te llamas?
JungKook, con miedo, le dijo su nombre, haciendo que el hombre asintiera. Le daba miedo,
mucho miedo.
—Bien, niñito ¿quieres comida y agua?— Tras al ver que el pequeño asentía, el hombre
continuó.— Podrás vivir aquí, sólo si trabajas para nosotros.
JungKook asintió, a pesar de ser un niño, era muy inteligente, si se negaba ¿a dónde más iría?
Claro que la calle no era su lugar favorito para dormir.
—Bien, chico listo..— El hombre revolvió sus cabellos y sacó dos bolsas con un polvo blanco y
dos binoculares.— SeokJin, enséñale al niño su trabajo.
SeokJin asintió y tomó la mano del pequeño JungKook, éste se colgó la cuerda de sus
binoculares en su cuello y con aquélla bolsas en los brazos de cada uno.
Salieron de lo que parecía ser una bodega y SeokJin subió unas escaleras de metal fuera del
lugar, el castaño con curiosidad le siguió, hasta la azotea de la bodega.
—Bien, JungKookie, ésta calle es solitaria, pero con éste pequeño radio..— SeokJin sacó una
radio de su bolsillo.— Le avisaremos al jefe cuando veamos un auto o una patrulla de policía
cerca, ¿entendido?
JungKook asintió con su pequeña sonrisa de conejo en su rostro.
—¿Y este polvo para qué?
—Tenemos un cliente, las descripciones son, camisa roja, jeans azules y gorra blanca, cuando
lo veas, me avisarás y yo haré lo demás.— SeokJin sonrió.— Tú vigilas aquí, yo iré del otro lado
de la azotea.
JungKookie asintió y se sentó, con sus binoculares en sus manos.
Tantos minutos que se convertían en horas, el castaño logró ver a un tipo con las descripciones
que le dijo el rubio.
Se acercaba tranquilamente, fumando un cigarro.

—¡SeokJin!— Chilló silenciosamente, ganando la atención del nombrado.— Ya


viene..
El rubio dejó todo de lado y corrió hacia él, le indicó que lo siguiera y fueron a la bogeda a
avisarle al "jefe". Salieron los tres, hasta que los hombres se estrecharon las manos y los infantes
se alejaban.
—Aquí tienes por las dos bolsas..— El hombre de la camisa roja le extendió al otro un fajo
grande de dinero.
Éste lo contó rápidamente hasta que asintió satisfecho.
—Dénles los paquetes, niños..— Murmuró el hombre mirando a ambos críos detrás de él.
Obedecieron a su órden, JungKook tembló cuando la mirada de aquél comprador de ese polvo
lo miró asquerosamente.
—Hey, Choi.. ¿no los rentas a ellos?— JungKook se refugió rápidamente tras el rubio.
Choi soltó una carcajada y negó.
—Mis niños no se rentan, lo siento, tendrás que ir a un bar con putas.— Dicho ésto, se dio la
vuelta y empujándoles suavemente en los hombros a "sus niños" se dirigieron de regreso a la
bodega.

Nueve años después...


—JungKook.. tu turno, muchacho.— Choi le lanzó dos paquetes de cocaína al castaño.
JungKook asintió y se levantó de su colchón, cambiándose ahí mismo su pijama azul por unos
jeans negros desgastados y una camisa blanca, pegada a su fornido cuerpo de adolescente. Se
puso sus tenis blancos y salió de la gran bodega, con su pistola metida en su cintura. Saliendo de
la bodega para ir en busca del nuevo cliente.
...
—¡JungKook! ¡es bueno verte, hermano!
—Ahórrate tus comentarios hipócritas y dáme el puto dinero.— Jeon gruñó esperando el fajo
de billetes.
A pesar de ser demasiado joven, lograba intimidar a sus mayores.
Éste le dio el dinero y Jeon se tomó segundos de su sagrado tiempo en contarlos.
—Bien, trajiste lo de la semana pasada, no eres tan imbécil después de todo.— Bufó el castaño
lanzándole su paquete y disponer a abandonar el lugar y dejar al comprador boquiabierto.
Caminando, encontró a su segundo cliente e imitó los mismos pasos.
Era tarde cuando volvió a la bodega, y vio en la televisión a Tony Montana. Lanzó el dinero a
Choi y corrió al sofá para dedicarse a mirar su personaje favorito en acción como cuál niño con
Barney.
Choi solo lo observaba, y cada vez se enorgullecía más de su próximo narcotraficante estrella.
—Futuro Jeon Montana..— Susurró para sí mismo.— ya llegó tu momento, mi muchacho..
Jeon simplemente podía considerar a Choi como a un padre, a pesar de los retorcidos trabajos
del tráfico de droga, lo apreciaba por acobijarle y alimentarle todos estos nueve años.
Un año después..
Jeon volvía a cargar su arma y disparaba a los intrusos de la bodega.
—YoonGi, ¡Maldición dispárale a él!— JungKook gritó al chico de piel lechosa,
quién solo observaba divertido la escena dónde yacía el cuerpo moribundo de Choi.
SeokJin y Jeon eran los únicos que luchaban contra aquéllos hijos de puta. Disparos, sangre,
sudor y desesperación era lo que experimentaba Jeon JungKook.
Después de la masácre, los hombres que sobrevivieron miraron a YoonGi.
—Tu misión terminó aquí, vámonos.
Jeon sintió la rabia subir por su sangre y SeokJin sollozó al oír aquéllo.
Min YoonGi solo era un infiltrado, nada de abandonos familiares como lo sufrió Jeon.
Y eso que comenzaba a enamorarse de ese bastardo.
Ambos chicos gruñeron cuando YoonGi pasó a su lado y sonreía burlonamente. Cuando se
fueron, los dos jóvenes cayeron de rodillas frente a su mayor protector, Choi no podía morir, no
ahora.
—Jefe.. ¡despierte! ¡no se duerma, por favor!— SeokJin y JungKook trataban de mantenerlo
despierto.
—J-Jung.. JungKook..— El hombre a pocos segundos de morir tomó la mano de JungKook.—
T-te dejo a cargo de todo, ahora eres el líder..
—Yo, no puedo, usted no puede mo..
—Y-ya lo estoy haciendo..— Tosió el hombre.— Tú.. Jeon Montana, cuida de mi otro
muchacho..— Tomó la mano de SeokJin.— Háganme sentir orgulloso tan lo menos..
SeokJin estaba roto en su llanto y JungKook simplemente lloraba en silencio.
—Ambos.. deben hacer lo que yo hice con ustedes. A quién resguarden bajo su propio techo
deberán cuidarlo, niños, así es la función del negocio para no destruírlo.
Dió su último jodido respiro.
Maldita sea, JungKook apretaba la mandíbula para no gritar aquéllo. Vengaría a Choi, claro
que lo haría. Pues la llama de su rabia había encendido cada vez más.
Al día siguiente, ambos jóvenes se las ingeniaron para enterrarlo decentemente, SeokJin daba
sus palabras en susurros hasta que llegó el turno de JungKook.
—Te vengaré, Choi.. no permitiré que el negocio se derrumbe por tu muerte, te haré sentir
orgulloso de mí.
Dicho esto, ambos salieron del lugar, meláncolicos y rotos, huyendo de la antigua bodega.

Siete años después..


—Yo personalmente me encargaré de él..— Jeon cargó su adorada Daisy y la descansó en su
cintura, con ese ceño fruncido.
—Pero, JungKookie.. es tu padre.— SeokJin trató de detener a la furia en persona.
Jeon paró en seco y giró su rostro, claramente furioso.
—Padre no es el que engendra, SeokJin, es el que cría..— Murmuró con veneno en su voz.—
Y Choi fué un verdadero padre, no ese cabrón.
SeokJin no mencionó más y lo dejó irse, ya que el castaño tenía razón.
Jeon furioso, salió de su mansión y se montó en su camioneta, ordenándole a su chófer la
ubicación.
Choi no se equivocó, su muchacho, ahora convertido en un ardiente hombre,
había crecido demasiado bien el negocio, supo cómo manejar la droga, el dinero y sus beneficios
junto a los de SeokJin.
Hombre digno de admirar en el mundo de la mafia.
—Detente, es aquí..— Jeon bajó de la camioneta cuando esta paró y acomodando su traje
negro, dio zancadas hacia su antiguo y horrible hogar.
Seguro de sí mismo, tocó firmemente la puerta de madera desgastada.
—Vooooooy~— Una conocida voz ronca y algo distorsionada se escuchó al otro lado de la
puerta.
Los guardias de Jeon estaban tras él, esperando alguna órden, éste solo silbaba paseando la
mirada por aquél edificio viejo donde antes habitaba.
Volvió a tocar la puerta, controlando su desesperación.
—Que ya voy, infier..— Cuando el hombre abrió la puerta, se encontró con Jeon.
—¿Usted es?..— Preguntó con su notable resaca.
Jeon suspiró y chasqueó la lengua.
—¿No me vas a dejar entrar?.. ¿o es que acaso tienes a alguna puta por aquí?..— Jeon no
pudo evitar el veneno en su voz.
Su padre, confundido e intimidado por aquél jóven dió un paso atrás dejándole la entrada.
—Esperen aquí, caballeros..— Jeon miró por su hombro a sus guardias y tranquilamente,
entró, cerrando la puerta tras él.
Nada había cambiado, la casa seguía cada vez más desgastada y horrible.
—Siéntese..— Ofreció su padre, tomando asiento, estaba aún con su uniforme del trabajo,
Jeon sabía que de nuevo se había embriagado por el fuerte olor a alcohol.
Jeon tomó asiento, mirando hacia la mesa desgastada de centro, en ella un portaretrato de él,
su madre y su padre.
Cuando era feliz. Pensó Jeon unos segundos.
—Qué linda foto, señor Jeon.. ¿es su familia?— Preguntó Montana haciéndose el desconocido.
—Sí, desgraciadamente mi esposa murió, era una perra que se vendía por mantener al
pequeño mocoso de ahí.— Escupió el hombre.
Primer ataque.
—¿Y el niño?..— Se atrevió a preguntar Montana, con un extraño brillo en sus ojos que su
padre no supo descifrar.
—El pequeño Jeon JungKook, el escuincle que arruinó mi vida..— Suspiró el hombre.—
Escapó de su hogar el malagradecido hijo de puta.
Segundo ataque.
Jeon soltó una sarcastica risa.
—¿Nunca le importó su familia, señor Jeon?— Montana se apoyó en el respaldo del sofá y
acomodó su tobillo sobre su rodilla.
—Nah.. nada más me acosté con su madre en una fiesta pero no nos protegimos y ¡sorpresa!
Un bastardo en camino.
Tercer y último ataque.
—A todo ésto.. ¿quién es usted y a qué se debe su visita?
Jeon adoraba que su propio padre le mantuviera el respeto como Jeon Montana, oírlo tan
nervioso le hacía sentir poderoso y ansioso de tener su sangre derramando por el suelo.
Se puso de pie Montana, caminando hacia la pequeña chimenea dónde habían más fotos.
—Esperaba a que preguntara aquéllo, señor Jeon..— Metió sus manos a sus bolsillos y frunció
su ceño tambaleándose sobre sus talones relajadamente.— Soy Jeon Montana.. Jeon JungKook,
o mejor conocido por usted como su bastardo hijo.
El señor Jeon se atragantó con su propia saliva y miró la foto de la mesa y seguidamente a
Montana.
Oh mierda.
—¿Y cómo es que saliste adelante, muchacho? No creas que todo lo que dije fue cierto.— El
hombre arrastraba nervioso sus propias palabras mientras veía a Jeon caminar lentamente en
círculos como un tiburón hambriento.
Claro que sabía del mencionado Jeon Montana, consumía su droga, pero nunca se imaginó
que fuera su propio hijo.
—Es lo de menos, vengo nada más a alejar estorbos de mi negocio.— Jeon soltó con veneno,
relamiendo sus labios y sacar su arma.— Y de la única manera en que lo hago..— Cargó la
pistola, haciendo al hombre dar un respingo en su lugar y alejarse de Montana.— Es dejándoles
agujeros en la frente.
—No matarías a tu propio padre, Kookie, ¿o sí?..— El hombre chocó con la pata del comedor,
tragando saliva cuando miró a Montana acercarse a él lentamente, con la pistola cargada en su
mano derecha y su mirada depredadora.
—Oh, no señor Jeon.. mi padre murió hace siete años por protegerme a mí y a mi hermano, es
lo que todo padre haría por sus hijos ¿no?— Jeon pateó con fuerza el pecho de su padre,
sacándole un quejido.
—H-hijo..
—Tan lo menos tengo que agradecerte por darme la existencia, maldito hijo de puta, fue lo
único bueno que hiciste conmigo.— Dicho ésto, Montana apuntó su arma y disparó sin dudarlo,
quitándole la vida a su progenitor.
Desde ahí, Jeon respiró tranquilamente, sin la puta existencia de aquél hombre jodiéndole. Su
vida obtuvo la deseada paz y regresó de nuevo a su rutina sin el pendiente de acabar con su
padre molestándole a cada segundo.
Meses después, Jeon tuvo una reunión con Mr. Kim, todo excelente en su peligrosa vida sin
problemas.. hasta que aquél desastre se apareció por sorpresa en su propiedad.
"Nos divertimos jugando a robar tus cosas, no olvides quiénes mandan. :)
—TripleB "
—Oh, par de mocosos, yo les voy a enseñar quién manda en su puto jueguito.
.
Helloooooooooow.
Sí, este es el capítulo del pasado de nuestro ardiente Montana, ahr.
Me disculpo por las faltas que encuentren, andaba durmiéndome JAJAJA.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Pero te encanta ese desastre, Montana, ahksi.🌚


2 0.

15 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


8:40pm
El extraño Jeon Montana.
-
Recordar su pasado no era algo de que Jeon se alegrara, no era sencillo recordar toda su
mierda de vida cuando había creado su propia barrera para no sufrir.
¿desde cuando regresó a ser un hombre débil?
Montana simplemente obtuvo una respuesta cuando en su mente una preciosa sonrisa
apareció junto a una pequeña nariz y ojos frágiles con forma de línea.
—¿Qué voy a hacer contigo, Park?..— Jeon se preguntó a sí mismo con el vaso con Whisky en
sus manos y con la mirada tratando de descifrar la dulzura del caramelo.
Tragó duro cuando la vaga idea de su extrañez llegó a él.
No es amor, Jeon, joder. Se repitió a sí mismo, tratando de convencerse.
Y por cierto, no había ido a visitar a su pelinegro herido.
Jeon casí lanzaba el vaso si no fuera por su poco autocontrol y lo dejó sobre su escritorio,
deslizando su silla hacia atrás y ponerse de pie.
¿debería llevarle algo? Se preguntó Jeon.
—Estás imbécil, JungKook..— Susurró el castaño saliendo por fin de su oficina y caminar hacia
la habitación del pequeño inválido temporal.
Nervioso, tocó la puerta suavemente, pero no obtuvo respuesta. Con lentitud, abrió ésta y vio a
su pelinegro con un libro en sus pequeñas manos casi cubiertas con el abrigo blanco que
seguramente SeokJin le obsequió y sus ojitos tan concentrados que no notaron a Montana hasta
tenerlo a escasos centímetros de él y chillar por lo bajo.
—¡J-Jeon!~— Soltó de golpe el libro y cubrió su rostro con sus pequeñas manos, soltando una
risilla nerviosa.
—Hola, ¿qué lees?— Jeon se acurrucó a su lado, sonrojando al pelinegro.
—Ahmm..— Tragó saliva apoyando su mejilla sobre la coronilla de Jeon.— N-nada importante,
novelas tontas..
Jeon suspiró no controlando esa extraña preocupación por JiMin.
—¿Ya has cenado?— El castaño cerró los ojos lentamente cuando JiMin con una de sus
manitas jugaban con el cabello de este.
—No.. se supone que estoy esperando a Tae y a SeokJinnie..— Como arte de magia, el
estómago del pelinegro crujió, sonrojándole.— Pero ya se demoraron mucho.
Jeon sintió ira en ese momento, hace minutos había hablado por llamada con SeokJin y este le
había dicho que estaba de compras con el amigo de su pelinegro.
—Al parecer no vendrán aún, espera aquí..— Jeon se levantó de la cama, dirigiéndose
decidido a la cocina.
—¿A- a dónde vas?— Preguntó JiMin con sus manitos en sus mejillas.
Jeon le miró por el hombro y sonrió.
—Conseguiré algo para alimentarte.— Guiñó un ojo y salió de la habitación, dejando a un muy
sonrojado Park JiMin.

—Este no es el Jeon Montana que conocí cuando me atrapó..— JiMin tontamente


sonrió, cubriéndose su rostro nuevamente y pensar en ese guiño que el castaño le dedicó antes
de salir de la habitación.
Jeon por otro lado, bajó las escaleras y llegó a la cocina.
—¿Qué te daré, JiMin?..— Preguntó Jeon mirando la alacena.
¿ordeno comida rápida?
Jeon después de analizar aquélla tentativa opción, se negó.
Nada saludable.
Del refrigerador sacó cuatro huevos y demás cosas, quién diría que Montana le estaría
cocinando al pequeño Park, y solo sonreía mientras se quitaba su saco y lo dejaba sobre la barra,
colocándose el delantal color café, remangó su camisa hasta sus codos.
—Yah~ Igual tengo hambre..— Murmuró sacando dos huevos más y comenzar a romperlos en
el plato hondo.
JiMin desde la habitación percibía el delicioso aroma a huevos fritos y tocino, odiaba no poder
moverse demasiado, cada que lo intentaba, el dolor regresaba horriblemente mal y eso que
pronto le quitaría SeokJin la hilera de su herida.
Su estómago respondía gustoso ante el delicioso olor ¿Jeon está cocinando para mi? Se
preguntó el pelinegro mientras metía sus manos en las mangas comenzando a sentir frío.
Minutos transcurrían y por fin, la puerta de su habitación fue abierta. Jeon empujaba esta con
su ancha espalda ya que sus manos estaban ocupadas.
Y sí, llevaba una charola en ellas con dos platos con huevos fritos y dos vasos llenos de jugo
de naranja. Dejó la charola sobre los muslos de Park y se quitó nuevamente su saco, quedando
solo con su camisa de botones.
JiMin tragó saliva.
—¿Cenarás conmigo?
—Sí ¿te incomoda?
—¡N-no! ¡quédate!— JiMin arrastró nervioso sus palabras.
Por supuesto que Montana sonrió, le gustaba esa actitud tímida del pelinegro.
Jeon tomó el tenedor con comida y crió a JiMin, este hacía lo mismo con él y a veces algunas
bromas se decían ambos, soltando hasta la más vieja carcajada que no soltaban en años.
Jeon se sentía demasiado bien.
JiMin se estaba enamorando inconscientemente del castaño.
—Yah~ deja de hacer esa cara que me duele reír..— JiMin secó una de sus lágrimas con la
manga de su gran abrigo.
—Tus manos se pierden en el abrigo..— Jeon tomó cuidadosamente una de sus manos y
sonrió.— ¡Mira qué pequeño es tu meñique, Park!
JiMin estaba sonrojado, definitivamente sus manos no eran algo que adore demasiado.
—Otra cosa que tú tengas manos de troll.— Se defendió JiMin, soltando una risotada.
—Cállate, pitufo.
JiMin abrió su boca sorprendido. No, Montana, con la estatura de Park nadie se mete.
—Retráctate.— Ordenó JiMin.
—Mh, no.
—Jeon...— JiMin puchereó.
Entonces fue cuando sucedió, en segundos los labios de Montana abrazaban los de Park
dulcemente, tomando por sorpresa al pelinegro que lentamente fue correspondiendo el beso.
Ambos parecían dos pubertos dando su primer beso de lo sonrojados que se encontraban ¿qué
les pasa para que se comporten así?
—¡JiMinn... oh..— SeokJin apareció con miles de bolsas, hasta que vió la acaremelada escena
en la cama de JiMin.— ¡PUERTA EQUIVOCADA TAE! ¡CÓDIGO ROJO!— SeokJin
prácticamente azotó la puerta haciendo ruidos de sirena con su boca.— ¡CÓDIGO ROJO!
—¡BIU BIU BIU BIU!— TaeHyung le siguió corriendo por todo el pasillo.
Jeon gruñó rompiendo suavemente el beso y juntó su frente con la del pelinegro, cerrando sus
ojos cansado.
—Hijos de puta..— Susurró Montana..
JiMin sonrió acariciando su cabello.
—Será mejor que te vayas antes de que terminen de colmar tu paciencia.— Soltó una pequeña
risa, embobando a Jeon por segundos.
—Eh.. sí, me iré ya..— Montana dejó un pequeño beso en la punta de la nariz de JiMin y se
puso de pie, tomando la charola con los platos y vasos vacíos.
—Gracias por la cena, Jeon..— JiMin sintió sus mejillas arder cada vez más.— estuvo
delicioso..
Jeon se inclinó para besar las dos mejillas del pelinegro.
—No es nada, Park..— Dicho esto, salió de la habitación, encontrando a dos chismosos
tropezar justo a sus pies.
Jeon quería patearlos ahí mismo, hacerles gritar de dolor.
—Jeon..— SeokJin sonrió bastante nervioso cuando recibió una mirada asesina del castaño.
—Tú y yo ya hablaremos después, SeokJin.— Gruñó Montana abriéndose paso y dirigirse a la
cocina para dejar la charola.
Estaba con una extraña y agradable sensación a pesar de las payasadas de su amigo.

.
Hellooooooow.
K onda k pex k kuentan ahr mentira.
Hoy ando como que cariñosa e inspirada y pues esta cosa salió, jijiji.
Vénganse todas que tengo mucho lof que repartir.(?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
2 1.

19 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


4:36pm.
Hombre sobreprotector.
-
JiMin se encontraba por fin sentado en su cama apretando con fuerza los dientes mientras
SeokJin le retiraba los puntos en su ya cuidada herida que pronto sería una horrible cicatríz. El
pelinegro no quería soltar esos deseados alaridos de dolor, SeokJin por más que trataba de
quitarle los hilos con cuidado, le provocaban un horrible ardor.
Y es que maldecía al imbécil polícia que le disparó, dolía como el infierno el solo recordar como
la fuerza de la bala se enterraba en lo más profundo de su piel.
-Basta.. igh.. duele mucho..- Se quejó el pelinegro mordiendo fuertemente su labio hasta que
por fin sintió el líquido metálico de su sangre adueñarse de sus papilas gustativas.
-Faltan dos puntos, bebé, resiste un poco más.- SeokJin acarició su espalda por segundos y
continuó su trabajo retirando los dolorosos hilos de la piel de Park.
Mierda, si hubiera sido más cuidadoso y no tan despistado, no estaría pasando por esto. Pero
es que quería demostrarle a Montana que era bueno en los robos.
Se sentía una basura.
-¡Listo!- Chilló emocionado SeokJin cuando se levantó de la cama y así sacar a JiMin de su
estúpida depresión mental.
-¿Ya puedo moverme?
-No puedes hacer mucha fuerza o la herida se abrirá de nuevo.- SeokJin miró unos segundos a
JiMin.- Y si lo dices por el motivo del sexo con Jeon yo creo que sí puedes, ya esta sellado, pero
nada de rudeza, pásale el dato a Montana.
JiMin se atragantó con su saliva, sintiendo sus mejillas sonrojarse completamente y sentir una
pequeña punzada sobre su herida.
JiMin no preguntaba por aquél motivo.. aunque era bueno estar prevenido.
-¡N-no lo decía por eso, SeokJin! Yah~ ¡¿qué está mal contigo?!- JiMin chilló cubriéndose el
rostro.
-Es bueno avisarte de todas formas.- SeokJin se encogió de hombros.- Jeon anda estos
últimos días con un humor de perros, es seguro que necesita de tí y no unos simples besos.
JiMin en solo pensar en Jeon sintió un revoloteo en el estómago.
-Yo.. bien, entiendo, creo que lo pides como un favor..- JiMin mantenía la cabeza gacha.
SeokJin miró al pelinegro antes de irse.
-No, porque tú también andas con un humor horrible, bebé.- Dicho esto, desapareció por la
puerta, dejando al pelinegro solo.
Él sabía que enamorarse de Jeon era peligroso, no era correcto, quería realzar esa fuerte
barrera contra Jeon para que no se metiera tanto en su piel.
Pero lo hizo. Y eso le estaba doliendo demasiado.
Y es que simplemente no sabía exáctamente qué era ser amado, con unos padres
homofóbicos y muertos en el trabajo, junto a sus hermanos mayores cruelmente rechazándolo..
¿qué se siente ser querido por alguien? ¿Se siente como en las películas de amor? JiMin estaba
sediento de que alguien cuide de él y lo ame, alguien que le dedicara tiempo escuchando qué tal
fue su día.

Oh, JiMin.. te enamoraste de la persona equivocada. Pensaba Park mientras


sentía sus ojos comenzar a cristalizarse.
El pelinegro sabía perfectamente que Jeon era un hombre de negocios, no tiene tiempo para
relaciones serias. JiMin se sentía un juguete sexual para que Jeon desquite todo su estrés y
enojo, jamás en su lista de pendientes y deseos estaría una relación seria o su nombre.
Pero.. ¿Qué hay de esos besos tan privados y únicos? ¿eran parte del juego de Jeon?
JiMin estaba con un desastre mental, mientras sus ojos traicioneros dejaban aquéllas lágrimas
salir y deslizarse por sus mejillas.
Quiero ser amado.. Pensaba una y otra vez.
-Carajo.. ¡JiMin!- Unas zancadas se oyeron cerca de JiMin y seguido una cabellera castaña
frente a él.
Mierda. Jeon estaba de rodillas frente a él tomando sus empapadas mejillas con dulzura y
alejar todas las lágrimas con sus pulgares.
-¿Qué pasa, JiMin?- Preguntó suavemente Jeon.- ¿Quién te ha hecho llorar?
El pelinegro se preguntaba si en realidad Jeon se preocupaba por él.. ¿Jeon quiere a JiMin?
-Y-yo.. nadie..- Park sorbió por la nariz, evitando la mirada de Montana a propósito porque
sabía perfectamente que esas hermosas pupílas lo hipnotizaban por completo.
Y Montana se dio cuenta.
-Oye, mírame.- Pidió suavemente pero JiMin no cedía, por lo que con sus dedos, guió su
mirada a la de él.- Mírame, cariño.. mírame y díme qué te pasa.
-S-sólo estuve recordando algunas cosas..- JiMin mintió.- Cosas estúpidas..
-Si fueran cosas estúpidas no estarías llorando..- Jeon frunció su ceño.- ¿qué tienes, bebé?..
Bebé.
Bebé.
Me dijo bebé. Pensó.
-N-no quiero hablar sobre esto ahora, Jeon..- JiMin notaba destellos extraños en los ojos de
Montana, algo tan malditamente atrayente, como el insecto a la luz de la lámpara.- P-por favor..
Jeon analizaba cada facción de JiMin, era tan bello y frágil, algo en el interior del hombre le
pedía a gritos atraer al pelinegro a sus brazos y protegerlo a lo que malditamente le estaba
haciendo daño.
Y lo hizo, lo atrajo a su cuerpo sin saber que él era la causa del llanto de aquél pelinegro.
-Aquí estoy..- Susurró acariciando el cabello sedoso y lacio del pelinegro, sentándose en el
suelo alfombrado con JiMin aferrándose a él, llorando en su cuello.- Me preocupa que es lo que te
pasa, Jiminnie..
Entonces el pelinegro se sonrojó como nunca, Jeon jamás le había llamado de esa forma.
El efecto de TaeHyung no era nada comparándolo con el de Jeon.
Jeon le enviaba cosquilleos por todo su cuerpo, una sonrisa de idiota y cuatro anguílas marinas
en su estómago revolverse entre ellas.
-Jeon..- JiMin comenzó a besar la afilada mandíbula del castaño lentamente hasta encontrar
sus labios.- Bésame, por favor..
Me enamoré demasiado. Pensaba el pelinegro.
Estoy loco por Park. Respondía el castaño correspondiendo al beso dulcemente mientras
protegía a JiMin con sus brazos, haciendo al pelinegro crearse un cálido hogar entre ellos y
sentirse tan pequeño junto a él.
-P-Park..- Jeon rompió el beso después de un largo rato, haciendo un sonido húmedo y juntar
su frente con la del pequeño pelinegro.- Me tienes mal, Park...
Si no fuera porque estuviera tan cómodo, JiMin probablemente estuviera corriendo por toda la
mansión emocionado con lo que Jeon acababa de decir.
-¿Hmh?- Preguntó JiMin llevando sus pequeñas manos y acunar las mejillas de Jeon.
-Que me tienes imbécil..- Susurró cerrando los ojos cuando JiMin comenzó a acariciar sus
mejillas.- Eres paz y amor hecho en persona.. una tentadora dulzura que me ha atrapado.
-¿Qué te hace pensar eso, Jeon?..
-Pienso eso porque me siento en casa contigo, me siento tan vivo cuando te escucho reír, una
melodía tan hermosa como colorida también..- Jeon delineaba suavemente el rostro de JiMin con
el ápice de su nariz, respirando su delicioso aroma a fresas.- Estoy enamorándome de ti, JiMin..
Jeon enamorado de mi.
Jeon está enamorado también de mí.
.
Hellooooooow.
Al fin actualización, anduve de pinche floja pq no me inspiraba pero pues la madrugada es mi fiel
compañera y aquí está, ahr.
Pregunta seria y NO ME IGNOREN XFAVAR.
¿les gusta el M-Preg?
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Justo así, amo este fanart dios mío qué preciOSOS YO QUIERO DIBUJAR ASÍ YORELÉ
YORELÉ YORELÉ YIJÚUUUUU.😭
2 2.

20 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


9:30pm.
Ámame, Jeon.
-
—¿T-tú? ¿enamorado de mi?..— JiMin preguntó con el ya notorio sonrojo en sus mejillas.
Sus ojos brillaban de una forma tan bella que Jeon se quedó atrapado por unos minutos
contemplando el amor, el miedo y la confusión en ellos.
—Mh.. ¿Crees que estoy haciéndote una broma?— Preguntó Jeon mientras besaba los
párpados aún húmedos del pelinegro con dulzura.— Desde el primer día que te metiste a mi
propiedad algo chispeó en mí, pero me negaba con el tiempo a aceptar de que me estabas
enamorando..
JiMin sonrió como tal adolescente con su primer novio y escondió el rostro en su pecho.
—También me estoy enamorando de ti, Jeon..— JiMin no podía decir aquéllo sin conseguirse
un sonrojo y un revoloteo en el estómago.
—Corres peligro estando conmigo ¿sabes?— Jeon acarició el cabello de JiMin con tal cuidado
que este se estaba adormilando entre sus brazos.— Si estás junto a mi podrías ser la presa de
muchos hijos de puta..
JiMin sabía perfectamente eso, incluso su corazón se aplastó un poco ante el pensamiento de
ser alejado de Montana y asesinado.
Incluso ya se acostumbró a su calor.
—Yo.. entiendo, no es necesario que te arriesgues por m..
—No, nada más te estoy advirtiendo porque en realidad te quiero conmigo.— Jeon cortó
rápidamente y sonrió al ver la mirada de JiMin.— No me importaría armar un desastre por tenerte
junto a mí y que nadie te toque.
JiMin se estaba emocionando demasiado, si Jeon Montana lo quería y él también a Jeon ¿qué
hay de malo estar juntos? Aunque tendría que ser un chico todavía más cuidadoso y con los
sentidos activos en todo momento.
—Jeon..
—¿Hmh?— Preguntó Jeon besando su frente.
—Ámame.— Pidió, llevando sus pequeñas manos y acunar su rostro.— ámame como lo has
hecho en tu habitación.
Jeon no se iba a negar, oh claro que no lo haría. Como pudo se puso de pie con JiMin en sus
brazos y ambos salieron de la habitación, Park iba en completo silencio mirando embelesado las
facciones finas de Jeon Montana, sus profundos ojos, nariz pronunciada dándole ese toque
atractivo y por supuesto.. sus encantadores labios.
Jeon no podía pensar en otra cosa que no fuera hacer sentir bien a su pelinegro, iba a
complacerlo ésta noche, estaba dispuesto a amarlo en su cama.
Cuando estuvieron en su habitación, Jeon lo recostó sobre su gran colchón, mirando las
facciones de JiMin suavemente iluminadas con las luz ténue de la luna que se colaba por su
ventanal. Montana se colocó entre sus piernas y comenzó a dejar besos por el cuello de JiMin,
sacándole pequeños gemidos ante el tacto de sus húmedos labios contra su suave piel.
—Mmh.. Jeon..— Jadeó Park enredando sus pequeños dedos en la cabellera castaña de Jeon
y ladeaba su cuello para darle más acceso.
—Shh, tranquilo, cariño, déjame amarte..— Pidió con su voz ronca, llevando sus manos a
acariciar su cintura suavemente y comenzar a desvestirlo.
Besos y caricias era lo que se brindaban los amantes mientras se desvestían y dejaban a la
vista de cada uno sus cuerpos. Entonces Jeon fue cuando atacó su cuerpo con besos, haciendo
que JiMin se colocara boca abajo y Jeon pudiera seguir con su ronda de besos por sus
omoplatos, su espalda y detenerse en su herida.

—Me siento culpable de que tengas esa horrible herida aquí..— Jeon con la yema
de su pulgar trazó con demasiado cuidado la reciente piel herida de JiMin, haciéndole dar un
pequeño salto en su lugar.— ¿Duele?..
JiMin negó.
—N-no..— Hundió el rostro en la almohada mientras sentía la respiración cálida de Montana en
su espalda baja.— No es tu culpa, Jeon..
Dejó un beso sobre la herida antes de separar los muslos de JiMin, metiéndose entre ellos y
con sus manos apretujar suavemente los globos del trasero de JiMin, sacándole jadeos
distorsionados al estar con el rostro pegado a la almohada.
Entonces fue que lubricó sus dedos con su propia saliva, separando sus glúteos y enterrar
suuavemente sus dedos.
—A-ahg..— Se quejó JiMin cuando sintió la invasión en su interior y la respiración de Montana
cerca de su oído.
—Tranquilo, amor..— besó la piel detrás de su oreja dulcemente, comenzando a mover sus
dedos en las estrechas paredes de Park.
JiMin confiaba en él como para sentirse tan relajado y excitado cuando sus largos dedos se
movían con experiencia en su interior. Tan íntimo como hermoso, JiMin no quería que el
momento se acabara. Nunca.
Jeon por lo tanto continuaba besando ahora la piel de su nuca mientras concentraba todo el
placer de JiMin en sus besos y no en el dolor en su interior para dilatarle. Y vaya que lo lograba.
—J-Jeon.. por favor..— Susurró JiMin mientras movía sus caderas lentamente contra sus
dedos.
Jeon entendiendo lo que quería, giró a JiMin boca arriba, enrollando sus piernas en su cintura y
alinear su miembro preparado en su dilatada entrada.
—Quiero que me mires mientras te hago el amor, JiMin..— Jeon ordenó besando sus labios y
lentamente se deslizaba en su interior.
Maldición, Jeon podría estar unido de esta manera con Park y jamás se cansaría de él, no se
creía lo mucho que deseaba el dulce cuerpo de su pelinegro bajo el suyo y sus labios gimiendo su
nombre por más.
Pero hoy no sería la noche en que lo tomaría salvajemente, hoy iba a hacerle el amor.
JiMin trató de no cerrar los ojos cuando la larga extensión de Montana se abría paso en sus
paredes anales, y sus manos acariciaban la piel de su cuello.
Sus ojos fijos en los de Montana, comunicándose a través de esas miradas llenas de amor,
dulzura y paz. Porque Montana así se sentía junto a JiMin, un hombre en completa paz y
felicidad.
Jeon deslizó hacia atrás sus caderas y de nuevo se hundió en JiMin, sacándole un gemido a
este al momento en que su pene se abría paso nuevamente en sus paredes.
—Ah.. Jeon..— JiMin atrajo a su amante y juntó sus labios con los suyos mientras el castaño
se hundía rítmica y lentamente en el interior de JiMin.
—JiMin..— Gimió Montana sobre los labios del pelinegro.
Miel se derretía entre ellos, una conexión tan única que a Jeon se le erizaba la piel al saber que
aquél pelinegro era suyo.
Park JiMin de Jeon.
Ambos no se dieron cuenta hasta ese momento que Jeon junto a Park era todo lo contrario a
su actitud fuerte y gruñona, y Park junto a Jeon que era el ser más frágil y querido. Eso los tenía
felices.
No voy a dejar que te aleje nadie de mi, Park. Pensaba Jeon mientras hacía suyo a JiMin con
tanto amor.

.
Helloooooooow.
Esta es mi forma de agradecerles a quiénes votaron por mi nueva historia y quiénes fueron
timadas pensando que era capítulo ahr.
Me vale un pedazo del chosto de Jeon las faltas, me estoy muriendo de hambre KDIXKDKF.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Me fascinan, son mi única religión, mi única esperanza de creer en el amor y mi todo, pinche
ratucán y nalgas duras.😍😭
MiREN COMO JEON MIRÓ A JIMIN AY NO DÍGANME QUE ESTO NO ES REAL Y LES
REBANO LAS TETAS LISTO CAMBIO Y FUERA.(?)
2 3.

23 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


3:00pm.
Lengua furiosa.
-
Al día siguiente después de que JiMin amaneciera en la cama de Jeon y con medio cuerpo de
él sobre el suyo, logró regresar salvo y sano a su propia habitación no sin antes ser atacado con
millones de besos en su rostro. Se sentía feliz bajo la ducha y no se arrepentía de absolutamente
nada.
—Park JiMin.— TaeHyung gruñó furioso del otro lado de la puerta de la ducha.
El pelinegro dió un brinco y casi resbala en plena ducha al oír la voz demandante de su mejor
amigo.
—¡¿Q-qué?!— Preguntó tratando de recuperar la respiración por su casi caída en la ducha, su
corazón latía demasiado rápido y una pequeña punzada ardió en su herida.
—¡¿Dónde estabas toda la noche?! ¡¿se te olvida que eres un inválido temporal?!— JiMin notó
que TaeHyung estaba completamente furioso.
Rodó los ojos y salió de la ducha, tomándose su tiempo para cambiarse ya que su herida
seguía sensible. Cuando abrió la puerta, vió a TaeHyung con un brazo apoyado en el marco de
ésta, con aquélla bandana roja bajo su cabello y el ceño fruncido en su rostro.
—¿Y bien?— Preguntó insistente.
JiMin suspiró con fastidio y alzó el rostro para enfrentar al más alto con una mirada sin interés.
—Estaba con Jeon ¿feliz?— Park se cruzó de brazos con los labios levemente fruncidos.
—Lo supuse, ese chupetón promete demasiado.— Gruñó mirando el cuello del pelinegro por
segundos.— JiMin ¡la herida sigue sensible y tú en la cama de ese cabrón! ¡debiste amarrarte el
trasero un tiempo más!
JiMin no iba a admitir que se sentía un pequeño crío intimidado por su madre, porque eso
significaba tener el trasero de TaeHyung regañándole cada que tuviese la oportunidad y él no
tendría humor para soportarlo.
—¡No me pasó nada, TaeHyung!— Pasó sus dedos por su húmedo cabello y miró a TaeHyung,
quién lo estaba taladrando con la mirada.
—No.. tú no tienes la culpa..— TaeHyung soltó de repente, dirigiéndose a la puerta dando
zancadas
—¿A- a dónde vas?— JiMin preguntó tratando de caminar al mismo rítmo de TaeHyung,
gruñendo por lo bajo gracias a los puntos de su herida.
—A hablar con tu noviecito, él tiene la culpa por convencerte a darle el trasero.— Dijo sin más,
abriendo la puerta.
Fue ahí dónde JiMin se puso nervioso, ¿qué acaso TaeHyung se está dando cuenta a quién
estaba yendo a hacerle pelea? La respuesta era.. no, estaba pasándose de idiota.
—¡TaeHyung! ¡Yo se lo pedí! ¡regresa!— JiMin sentía que le hablaba a un sordo porque
TaeHyung ni siquiera se volteó a mirarle.
Jesús, sálvame de la vergüenza en unos segundos, por favor. Suplicó JiMin internamente
mientras seguía a TaeHyung a paso tranquilo, no iba a arriesgar de nuevo su herida por el
estúpido de su mejor amigo.
Jeon por otro lado, estaba saliendo de su ducha con su toalla en sus estrechas caderas y
secando su cuerpo con otra. Su mente viajaba de nuevo cuando tenía a su pelinegro debajo suyo
gimiendo su nombre y abrazándolo mientras se demostraban de todo sentimiento en su cama.
Hermoso. Pensó Jeon cuando escuchó unos chillidos por el pasillo.
Era JiMin.
Jeon se vistió rápidamente, colocándose sus interiores y aquéllos jeans azules rasgados de las
rodillas, tomó la primera camisa blanca ajustada que encontró y estaba dispuesto a abrir la puerta
hasta que tocaron esta y los gruñidos de TaeHyung resonaron en el lugar.

—Ya te dije que no te creo un carajo, JiMin.— Escuchaba la dulce voz de JiMin
suplicarle algo en voz baja.
Pero él iba a averiguar porqué TaeHyung estaba gruñéndole a su pelinegro y claro que iba a
usar fuerza si TaeHyung no cuidaba la boca.
Jeon abrió la puerta y JiMin se sonrojó cuando observó aquélla camiseta blanca ajustada a su
fornido cuerpo, bajó la mirada preparándose para lo que vendría.
—¿Qué se te ofrece, TaeHyung?— Jeon preguntó mirando al adorable y avergonzado JiMin.
—¡¿Cómo carajo te atreves a llevarte a JiMin de su cama sabiendo que estaba herido?!—
Soltó TaeHyung.
—TaeHyung..— JiMin apretó los dientes con el rostro completamente sonrojado.
Jeon estaba furioso, y maldita sea que tenía que aguantarse las ganas de sacar a Daisy y
meterle unos cuántos balazos al cara de imbécil frente a él.
Pero simplemente se cruzó de brazos, empujando su lengua contra su mejilla y apoyándose en el
marco de su puerta.
—¿Y eso en qué te afecta a ti, Kim?— Jeon era un experto jugando con su voz, y vaya que
usar el tono divertido solo enfurecía más a TaeHyung.
—¡¿En qué me afecta?!— Repitió el chico de la bandana alzando la voz.— ¡A JiMin iba a
afectarle que se volviera a abrir su herida!
—Hey, para un segundo, Kim..— Jeon arqueó una de sus cejas.— A mi ningún cabrón viene a
alzarme la voz y menos un niñato imbécil como tú ¿Te quedó claro? No hice nada que JiMin no
estuviera a favor.— Jeon se estaba acercando a TaeHyung, cabreado hasta el último cabello.
Ay no, no ahora. Pensó JiMin para meterse entre los dos más altos y separarlos de su batalla
de miradas furiosas.
—Ya basta. —Sentenció JiMin mirando a TaeHyung.— Te dije que fue voluntad propia, Tae,
deja de armar un escándalo, por favor.
TaeHyung gruñó sin dejar de mirar a Jeon.
—No será problema, JiMin.— Gruñó por última vez antes de irse dando zancadas lejos de
JiMin.
Park realmente estaba sorprendido por el extraño comportamiento de TaeHyung. Tal vez él
tenía razón y fue un completo irresponsable sabiendo que apenas su herida estaba fresca y fue a
meterse con Jeon.
Jeon por otro lado, estaba en su posición anterior, apoyado en el marco de la puerta con los
brazos cruzados y mirando al pelinegro tener una batalla en su pequeña cabeza.
Adorable. Pensó.
—¿Qué tanto piensas, Park?— Preguntó el castaño, haciendo que JiMin parpadeara varias
veces y se sonrojara por completo.
—Eh.. yo.. disculpa por la escenita de T-TaeHyung yo..— JiMin calló cuando los brazos de
Jeon lo atrajeron a su cuerpo y cerraba la puerta tras ellos.
—No pasaría esto si no hubieras salido de mi habitación..— Susurró el castaño mordisqueando
el lóbulo de JiMin.
—Y-yo..
—Shh, justamente estaba pensando en ti hace unos minutos.— Jeon cargó a JiMin y lo recostó
cuidadosamente sobre su cama.— Le haré caso a tu amiguito y te cuidaré como debe ser.
JiMin podía autonombrarse "tomate" ya que no podía evitar ponerse rojo y caliente con los
cuidadosos gestos que Jeon hacía.
Montana se echó a un lado de JiMin y suspiró abrazándolo.
Por unos minutos que parecieron años, JiMin se encontraba acurrucado en el pecho de
Montana, con miles de preguntas en su cabeza que deseaba que sean respondidas.
—¿Jeon?..
—¿Hmh?..— Ronroneó haciendo que su pecho vibrara con el sonido.
—¿C-cuál es tu verdadero nombre?
Jeon suspiró y acarició el cabello lacio de JiMin.
—Jeon JungKook.— Murmuró buscando más cercanía en el cuerpo de Park.
Nombre lindo para alguien infernalmente sexy. Pensó JiMin.
—Me gusta.
—A mi no.— Dijo planamente, segundos después soltó una pequeña ronca risa.— Y lo digo en
serio, no estoy orgulloso de mi nombre.
—¿Por qué no? Qué dirán tus padres de ti, JungKook.
Jeon se tensó a su lado y JiMin supo que no debió soltar demasiado su boca porque después
soltó un pequeño gruñido.
—Que sea la última vez que menciones a mis padres, Park.— Montana se alejó de JiMin y se
sentó en la cama.
El pelinegro estaba bastante sorprendido como para decir algo.
—Ve a tu habitación.— Ordenó sin ninguna emoción en su voz pues no quería enloquecer
frente a JiMin.
—Y-yo..
—¡Que te vayas a tu habitación, Park!— Pero lo hizo, gritó, haciendo que JiMin saliera
disparado de su cama y huyera de su habitación con ojos acuosos
¿Por qué de repente JiMin se sentía tan débil? Tal vez porque la persona de quién gustaba le
había mirado con furia y le gritara asustándolo. No debió decir aquéllo, el pasado que guardara
Jeon, Park sabía que no debía escarbar para llegar al punto del inicio de la vida misteriosa de
Jeon.
Y Jeon no se sentía seguro de si contarle a JiMin sobre sus padres, su niñez y su empiezo en
el mundo criminal.
—Eres un imbécil, Jeon, infernalmente imbécil..— Se insultó a sí mismo mientras recordaba la
mirada asustada de JiMin cuando le alzó la voz.
Y simplemente saber que él causó ese sentimiento en su pelinegro le jodió, a tal grado de
golpear sus puños contra el colchón y empujar su mejilla con su lengua.
Jeon estaba teniendo miedo después de muchísimo tiempo, y la razón era porque no quería
alejar a JiMin por contarle su pasado. Estaba asustado de perderlo.
.
Helloooooow.
Mi mood de hoy es el dramaqueen y pues aquí me tienen desquitándome con el capítulo
JAJAJAJAKXKFKF.
En la tarde o noche tengo el otro listo, jejejox las amo.
Ya después edito las faltas de ortografía me da paja ahora sale sale sale.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Pinche Montana se emputeció y asustó al bebito cachetoncito.😢


2 4.

Capítulo dedicado a: susy1599


29 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.
5:40pm.
Montana ¿con celos?
-
Definitivamente Jeon no saldría de su oficina después de escuchar la voz de J-Hope en la sala
de estar, las risas extrañas de SeokJin y... las risillas de JiMin.
Joder, Jeon no soportaba nada de esto, parecía un león furioso enjaulado, caminando de un lugar
a otro dentro de su oficina.
Él se conocía perfectamente, y su conciencia le decía que no salga de la oficina hasta que el
ruído cesara. Pero su terca curiosidad le ganó.
Arreglando su traje, salió de su oficina y caminar hasta la sala de estar y.. vaya.
SeokJin en un sofá pequeño, TaeHyung en el otro y JiMin en el grande junto a Hoseok, quién
tenía un brazo en el respaldo justo detrás de su pelinegro.
Esa cercanía, maldita sea. Pensó malhumorado JungKook mientras gruñía en silencio.
Y fue cuando SeokJin notó a Jeon taladrar a Hoseok con la mirada mientras caminaba
tranquilamente hacía la cocina a hacer alguna estúpidez para no volverse loco y claro que el rubio
conocía esa lengua contra su mejilla. Jeon estaba bastante furioso y ese gesto solo traía
desastre.
—Chicos.. ya vengo..— SeokJin salió rápidamente de la sala de estar y casi corrió hasta la
cocina, abriendo la puerta de ésta y mirar a Montana servirse un vaso con agua mientras
tarareaba alguna canción.
—¿Kookie?— El rubio llamó, haciendo que Montana solo moviera un poco su cuerpo para
poder mirarlo.
—¿Mmh?— Preguntó sonriendo tan extrañamente, sacando un cigarrillo de su bolsillo y tomar
el encendedor de la barra.
—¿Estás bien?— Preguntó nuevamente, notando como la atención del castaño estaba en su
cigarro y fruncía el ceño al prenderlo, soltando el humo de sus labios y mirarlo detenidamente.
—¿Hay alguna razón para no estarlo, rubio?— Jeon apoyó sus codos sobre la barra mientras
fumaba tranquilamente.
—Tal vez porque Hoseok está muy cerca de JiMin.— El rubio notó de nuevo el gesto con su
lengua y una fina vena marcarse por su cuello.
—Creo que no soy el dueño de JiMin, por lo tanto..
—Cállate, estás celoso de que JiMin esté muy cerca de Hoseok.
Jeon suspiró estresado y con el cigarro entre sus dedos sacando humo, extendió su palma.
—Espera.. ¿qué?— Calló unos segundos cuando observó el gesto desaprobatorio que le dió
SeokJin.
—Sabes que está muriéndose por tí, JungKook, estos últimos seis días no los he pillado
besándose y mucho menos convivir juntos ¿qué pasa?— SeokJin apoyó su cadera contra la
barra y cruzarse de brazos frente a él.
—Enloquecí porque JiMin mencionó a mis padres.— Confesó Jeon revolviendo sus cabellos.—
Sé que él no sabe nada pero sabes en la bestia que me convierto cuando ellos son mencionados.

SeokJin escuchaba atentamente y suspiraba.


—Y cualquiera estando en tu lugar reaccionaría de la misma manera, bebé..— SeokJin peinó
los revueltos cabellos de Montana con sus dedos.— Pero aquél pequeño chico está esperando a
que te acerques, se nota decaído.
—Esa no es mi molestia, esta noche iba a robármelo de su cama para hablar con él y
disculparme..
—Te jode las bolas que J-Hope se le acerque ¿no?— SeokJin alzó las cejas divertido.— Pues
no sé qué haces aquí aplastado fumándote esa cosa de muerte y no vas por JiMin, quiero que
sepas que ese hombre está coqueteándole desde que llegó.
La sangre de Jeon hirvió y sus puños se apretaron.
—¿Pero no él estaba seduciendo a TaeHyung?
—TaeHyung está duchándose y sabes que J-Hope no le gusta ser hombre de solo una
persona.. así que apúrate, yo trataré de ayudarte.— Guiñó un ojo y salió de la cocina, dejando
solo a Montana.
Claro.. convertido en una besita celosa.
Por otro lado, JiMin se incomodaba más estando al lado de aquél pelinaranja que no paraba de
seducirle y hacerle alguna propuesta que JiMin solo quería cumplir con el dueño de la mansión.
—Gracias.. pero no, estoy bien así.— Repitió JiMin sonriendo avergonzadamente y desvíar la
mirada.
—No vendría mal, cariño, insisto.. tú y yo solos un momento ¿sí?— J-Hope se apegaba más a
JiMin y este se asfixiaba.
Mi espacio personal, pedazo de borracho idiota. Pensó JiMin.
—Olvídalo, J-Hope, este niño tiene hombre que le haga todo lo que tú le estás proponiendo..—
SeokJin apareció de nuevo y se sentó en el mismo sofá de siempre.
JiMin se sonrojó cabizbajo y J-Hope miró incrédulo a SeokJin.
—¿Es TaeHyung?— Preguntó.
—Es muy pasiva para mí, y es casi mi hermano.— TaeHyung apareció con una nueva bandana
blanca y se sentaba sobre el sofá.
—No, Hobi, su hombre está ahí parado y te está observando con ganas de querer asesinarte al
estar cerca de su bebé.— SeokJin apuntó detrás de ellos.
JiMin volteó rápidamente y al ver a Jeon con el ceño fruncido, la lengua empujando su mejilla y
sus manos en sus bolsillos, no dudó en alejarse al otro extremo del sofá.
—¿Eres tú, Montana?— Preguntó J-Hope con una risilla que a Jeon no le estaba relajando.
JiMin sólo lo miraba y pensaba que era el hombre más sexy del mundo con ese gesto y
balanceándose disimuladamente por sus talones. Tan caliente. Pensó el pelinegro.
—Sí, y más te vale mantenerte lejos de JiMin porque ganas de joderte a balazos no me faltan,
J-Hope, estás advertido.— J-Hope asintió intimidado cuando Jeon fijó sus furiosos ojos en JiMin.
—Ven aquí, JiMin.— Ordenó Jeon sin moverse de su lugar, notando como el pelinegro
temblaba como gelatina y se levantaba del sofá, caminando tranquilamente hasta él.
—Qué sumiso..— Murmuró J-Hope mirando al obediente JiMin acercarse demasiado a
Montana.
—Tal vez lo es menos que tú cuando estabas tras cierto tipo proveniente de Daegu, Hoseok.—
Montana sonrió victorioso cuando observó el rostro de J-Hope deformarse.
JiMin, quién se hacía el sordo, mantenía el rostro en el suelo, sintiendo el brazo de Montana en
su cintura y guiarlo a su oficina.
No quería enojarlo más y mucho menos diría algo estúpido porque estar seis días lejos de él ya le
estaba jodiendo mucho.
—Entra.— Ordenó Montana sin mirarle, por lo contrario, estaba taladrando a Hoseok con sus
dos hermosos ojos y JiMin no lo pensó un minuto más, se adentró a la oficina, escuchando la
puerta cerrarse tras Montana y al girarse para mirarle, éste solo lo tomó por la cintura, alzándole
hasta sentarlo sobre el escritorio y meterse entre sus muslos.
JiMin estaba tan emocionado como extrañado con el comportamiento de Montana.
—Me jodía verte con él..— Susurró Jeon pasando su nariz por su cuello y acariciar su cintura
con ambas manos.
—Y-yo.. él me trataba de..
—Lo sé, bebé, SeokJin me dijo y créeme que tengo ganas de matarlo..— Susurró besando la
mandíbula de JiMin hasta llegar a sus labios y mirarlos hambrientamente.
—J-Jeon..— Suplicó JiMin cuando sintió los labios de Jeon sobre los suyos.
—Shhh.. amor, primero tengo que pedirte perdón por ser tan imbécil y después puedes
preguntar lo que quieras, estoy dispuesto a responderte.— Jeon susurró mordisqueando el lóbulo
de su oreja y suspirar.
Se irguió correctamente y sin alejar sus manos de la cintura de Park y sin salirse de sus
muslos, miró al pelinegro frente a él.
—¿Me disculpas, cariño?.. ¿puedes perdonar a este imbécil que está entre tus piernas y con
ganas de comerse tus labios?— Preguntó esbozando una pequeña sonrisita.
—N-no lo sé, me asustaste mucho y creo que deberías practicar otra disculpa.— Bromeó el
pelinegro alejando su rostro de Montana y cruzarse de brazos.
—Oh, bien.. en ese caso yo tengo otro método.— Jeon tomó el mentón de JiMin y le obligó a
mirarle, robándole así un beso.
—Uh.. creo que te disculpo..— Susurró JiMin entre el beso que se iba profundizando.
—¿"crees"?— Jeon soltó una risilla sobre sus labios.
—Sí, no me convences..
—Está bien..— Jeon se alejó de JiMin y colocó seguro a la puerta, al regresar, rodeó el
escritorio hasta sentarse sobre su silla de cuero, apoyando su cabeza en el respaldo y separar las
piernas ligeramente, palmeando éstas.— Desnúdate frente a mi y ven aquí, JiMin..
Jeon mordió su labio cuando JiMin se lo comía con la mirada y comenzaba a tomar el borde de
su abrigo para comenzar a desnudarse.

.
Helloooooooow.
Añosello les dejé colgadas tres días y jsjsjsjsjsjsjsjsjs
Sólo diré que fue para una buena causa, y sí, corté el podrido limón para después ok no me
vengan a llorar jijitl.
Las amo y si tengo tiempo les actualizo en la tarde.
El capítulo es dedicado a la linda Susy porque sus historias son vida ok ok ok ok.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Ándale, pinche Jeon, cuida a tu bebé no seas pendejo en fase dos, gracias.
Ya sé que es TaeHyung el que platica con JiMin pero concéntrense en la penDEJA LENGUA DE
JUNGKOOK MGH PAPI TE HAGO DE TODO AHR NO SI.
2 5.

30 de Julio del 2015, Busan, Corea del Sur.


7:30pm.
Reconciliación.
-

El jadeante Jeon no paraba de soltar roncas maldiciones en cuanto unas manos traviesas
comenzaban a apretar con ganas aquél bulto en sus pantalones y un desnudo JiMin yacía sobre
su regazo chupando la piel de su cuello. En aquél momento Montana había olvidado que existiera
un SeokJin, un Hoseok y unos guardias en la mansión.
Necesitaba tan mal a JiMin.
—Mh..— Ronroneó el pelinegro sobre su ya marcada piel, antes de comenzar un vaivén con
sus caderas.— Si quieres que te perdone no debes moverte..
—No me pidas tal mier.. ¡Park!~— Gritó en cuanto JiMin dió un sentón sobre su bulto, dándole
una enorme sensación de placer recorrer su caliente cuerpo.
—Sin moverte o no te perdono.— Sentenció JiMin posando sus oscuros y finos ojos sobre los
embriagados de Jeon.
Maldita sea, es un demonio vestido de ángel. Pensó Jeon antes de tragar saliva y asentir
lentamente.
Cuando echó la cabeza hacia atrás hasta chocar con el respaldo y cerrar sus ojos, sintió a
JiMin escurrirse de sus piernas y quedar entre ellas, desabrochando su pantalón y bajarlo junto a
sus bóxers.
—Sí, cariño.. justo a.. mhg..— Montana había perdido cómo hablar después de que la lengua
de Park recorriera toda la base de su pene hasta su glande, mandándole un cosquilleo.
Cuando JiMin metió su extensión en su boca, el castaño iba a tomarlo del cabello, sin embargo,
la mano de JiMin golpeó la suya y continuó abrazando su miembro con sus labios.
—No tienes permitido tocarme..— Dijo JiMin un minuto después de que haya golpeado la mano
de Montana y soltado su miembro en busca de aire, dejando una fina línea de saliva que
conectaba su extensión a sus labios.
Jeon sabía que JiMin era una mezcla de tentación y pecado, porque maldita sea, el chico era
tan infernalmente caliente al momento de succionar su pene con esos voluminosos labios y con
los pómulos resaltados. Pero también, cuando lo miraba justamente a los ojos, veía una cara de
ángel, una maldita pureza demoniaca.
JiMin subió de nuevo a su regazo con ambas piernas separadas y frente a los labios de Jeon
colocó tres dedos, el castaño, verdaderamente asombrado y excitado, jadeó en respuesta.
—No me digas que..
—Sí, recuerda que no debes tocarme.— JiMin mordió su labio en cuanto Montana cubrió sus
dedos con su boca y los lubricaba tan bien.
Entonces fué que lo hizo, JiMin llevó sus dedos a su pequeña y estrecha entrada,
empujándolos contra él y gruñir cuando el pequeño dolor abarcó su cuerpo.
—Es lo más caliente que he visto en mi puta vida..— Jeon cubrió su boca con una mano
mientras gustosamente contemplaba la escena de su JiMin tocándose.
—J-Jeon.. mgh..— Gimió el pelinegro en el oído de Montana con la única intención de
enloquecerlo.
Y es que el castaño sí estaba enloqueciendo debajo de él. Montana quería enterrarse en lo
más profundo de JiMin y enseñarle a su niño que no debe retarle de esa forma.
—A-apúrate, Park..— Gruñó mirando los ojos perdidos del nombrado.
—Aún no.. ah..~— Relamió sus labios en cuanto movía sus dedos dentro de él y gemía el
nombre de Jeon tan seductoramente.

Eres más demonio que ángel, Park. Murmuró internamente cuando intentó sujetar
su cintura y nuevamente el pelinegro le alejó.
—T-te dije que sin tocarme..— Sacó sus dedos y llevó su mano a la extensión de Jeon,
alineándolo contra su dilatada entrada y deslizarse de golpe sobre él.
—¡Joder, JiMin!— Gritó Montana apretando los dientes en cuando el cálido interior de JiMin le
daba una asombrosa bienvenida a moverse.
Pero sabía que JiMin estaba siendo un tremendo diablo con él, y no iba a hacerle enojar, no
tenía idea de lo que el pelinegro era capaz de hacer con su pene dentro de él. Valoraba su pene.
Jeon nuevamente quiso sujetar su cintura pero JiMin fue más ágil y lo inmovilizó a los costados
del sofá.
—Una más y te dejo solo con esta erección, Montana.— Advirtió Park mientras movía con
facilidad sus caderas para enloquecer a su acompañante.
Y joder, Montana se preguntaba por qué fué tan imbécil con su pelinegro para terminar con esa
dolorosa y excitante tortura.
Sus ojos estaban sobre el cuerpo de JiMin el cuál se movía ágilmente sobre él, Montana quería
dominar a Park porque aquélla risilla burlona le estaba poniendo loco, demasiado loco.
—¿T-te la estás pasando bien, bebé?..— JiMin provocaba aquél ruidoso sonido de sus pieles
golpearse cuando él se deslizaba en su miembro, provocándole a Jeon un placer único.
—Ah.. de-demonios que s-sí..— Gimió cerrando sus ojos fuertemente y morder su labio.
Por otro lado, JiMin se estaba muriendo por sentir las manos de aquél hombre sobre su cuerpo,
explorándole como solo él sabía hacerlo. Paró por completo de moverse cuando dos oscuros y
embriagados ojos se posaron sobre él, gruñendo por lo bajo y sentir sus mejillas sonrojadas de la
vergüenza.
—¿Por qué te detienes?..— Preguntó jadeante Jeon.
—T-tócame.. por favor..— Suplicó JiMin besando la piel de su cuello.
Y claro que Jeon no se iba a negar a tan asombrosa propuesta. Soltó una risilla socarrona,
colocó a JiMin sobre su escritorio y estando él entre sus muslos, tomó el control de los
movimientos, JiMin comenzó a gemir echando la cabeza hacia atrás cuando Jeon sujetaba su
cintura y besaba sus clavículas, dejando mordidas y marcas sobre ellas.
—Te rendiste en tu propio juego, cariño.. muy mal..— Jadeó roncamente sobre su oído
golpeando con fuerza sus caderas contra JiMin, haciéndole lloriquear.
—J-Jeon.. p-por favor..— Suplicó en lloriqueos el pelinegro.
—por favor.. ¿qué?— Preguntó Montana delineando con sus yemas las musculosas piernas de
Park que se abrazaban a su propia cintura.
—No pares..— JiMin sintió sus mejillas arder y sus ojos se cerraron lentamente, deseoso de
más placer.
Placer que solo Jeon Montana podría darle.
—En este momento lo que menos haré es detenerme, fuíste tan valiente, Jiminnie..— El
castaño mordió el inferior de JiMin cuando volvió a tomar vida en sus movimientos, enterrándose
más en JiMin y juntos alcanzar su esperado clímax.
El pelinegro enterraba sus uñas en su ancha espalda a su vez que le miraba con dificultad a los
ojos. Una escena tan erótica como hermosa para Jeon.
Mejillas sonrojadas, cabello negro revuelto por su frente, ojos entrecerrados mirándole, ceño
fruncido y labios húmedos separados para soltar deliciosos gemidos. JiMin era un precioso
desastre y tan sumiso estando Jeon entre sus piernas.
Simplemente sexy.
Jeon estimuló a JiMin hasta hacerle temblar las piernas y avisarle a su amante que estaba a
punto de correrse.
Y así lo hizo, liberó su orgasmo en su mano, gritando el nombre de su sexy amante, con su
respiración irregular y tragando saliva de lo bien que se la había pasado.
Jeon por otro lado dió sus últimas fuertes embestidas antes de dejar su escencia dentro de JiMin,
apoyar su frente en su hombro y cerrar los ojos.
—Quedas perdonado, Jeon..— Murmuró JiMin abrazando con fuerza a Montana,
acurrucándose en su cuello y abrazar su cintura con sus piernas.

.
Hellooooooow.
Me desaparecí, naik si te diste cuenta /dar naik.
Naah, ando de visita en casa de mi hermana, ya la extrañaba, ahr.
Preguntaaaaa.
¿tienen ARMY Amino? Yo hace dos días me hice uno pero no le entiendo un pito ¿alguien que
sea tan amable de explicarle a Nxchu?;;
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
AHHH SE ME OLVIDABA.
Voy a estar dedicando capítulos, y las que ya me lo pidieron y no lo he hecho, recuérdenmelo que
tengo cerebro de cacahuate, eso, cjausito.
Los amo demasiado, par dias.
2 6.

01 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


10:40am
¿infiltrado?
-
Jeon tronaba sus nudillos mientras miraba atentamente a Mr. Kim en su lugar. Maldición, salía
de una para meterse en otra y eso a Montana le estaba jodiendo demasiado.
—No me salgas con esto ahora, NamJoon, no me jodas..— El castaño gruñó revolviendo sus
cabellos desesperado.
NamJoon, aún quieto en su lugar se encogió de hombros mientras observaba a Jeon ponerse
de pie y caminar de un lugar a otro con alta desesperación.
—Es lo que yo escuché al pasar a su lado, Montana, no estoy completamente seguro de que
haya hablado con él..— NamJoon suspiró y se sirvió más whisky en su vaso de cristal.— Y si te
soy honesto, ya no me da mucha confianza seguír negociando con J-Hope..
Jeon sabía que tenía razón, pero simples palabras de Mr. Kim podrían ser para el propio
beneficio de él y para ambos. Así era su trabajo.. sucio y peligroso.
Pero Montana no podía pensar que NamJoon tal vez estuviera creando un teatro cuando él por
años había sido su fiel socio en la industria de la mafia. Recuerdos cruzaron por su mente cuando
J-Hope visitó a Montana en su misma oficina.
*Flashback*
—¿Ahora qué, Jeon? Ya obtuviste lo que querías, el gran robo ¿ya vas a matarlos?
El nombrado apretó la mandíbula, mirándole con atención y furia.
—No voy a matarlos, J-Hope, ya te lo he dicho tantas malditas veces ¿qué tú tienes poca
memoria? ¿eres sordo acaso?— Atacó Jeon con el cigarrillo descansando en sus dedos
elegantemente.
J-Hope gruñó en respuesta.
—Ese pelinegro junto a su amigo se convierten en una amenaza para el negocio, Montana, y lo
sabes perfectamente.— J-Hope se cruzó de brazos en su lugar.— TripleB está siendo la comidilla
de Busan ahora, todos los narcotraficantes sabemos de su existencia ¿qué crees que sucederá
cuando noten que están aliados al "Gran Montana rey de reyes"?— J-Hope alargó su última frase
señalando comillas con sus dedos.
—¿Qué es lo que haré? Joder, J-Hope, como si no supieras lo que soy capaz de hacer para
quitar a cualquier estorbo del camino.— Jeon soltó una pequeña risa sin ánimo.
—Entonces si lo sabes..— J-Hope se acercó al escritorio, chocando el pecho con la dura
madera de caoba fina y mirar fijamente a Montana.— Mata a P y K.. sabes perfectamente que
ellos son un estorbo.
Jeon golpeó sus palmas sobre el escritorio y su rostro comenzaba a marcar pequeñas venas,
demostrando cuán furioso se encontraba.
—¡¡No voy a matar a TripleB, J-Hope!! Maldición ¿qué te hace pensar que ellos son de otra
bolsa?— Gruñó apretando los dientes fuertemente.
—¿Qué te hace pensar que ellos están siendo leales a ti?— Hoseok sonrió socarronamente.—
Oh.. Montana, un amor hasta al más duro y firme ablanda..
Jeon estando de pie, miró fijamente al pelinaranja ponerse de pie y acomodar su traje.
—Asuntos de mi vida privada no son de tu puta incumbecia, Jung..— Jeon chasqueó la lengua
y se acercó lentamente a J-Hope hasta tomarlo del cuello.— Y más te vale que no me des la
espalda.. no quieres terminar como tu hermana.. ¿verdad?

Hoseok contuvo la respiración tratando de mantenerle fija su vista.


—No era culpa de ella..
—Oh, claro que lo era..— Montana arqueó ambas cejas socarronamente.— Tu hermanita metió
su nariz más allá del negocio, a tal punto de querer hacer tratos con AgustD estando ella en MI
grupo..— Jeon apretó rápidamente la garganta de J-Hope, mirándole cómo éste luchaba con el
aire.— El que tiene la batuta en manos y el último voto soy yo, no lo olvides, Jung Hoseok.
Jeon soltó a J-Hope y este obtuvo de poco en poco su color de piel de nuevo, mirando con
asombro y una pizca de ira a Montana.
—No lo creo, Jeon.. ese jodido pelinegro solo es tu puta personal, tu cama opcional para pasar
un rato.— Escupió el pelinaranja acomodando su traje y enfrentar a Montana.— Esa misma puta
hará que tu negocio se destruya, y perderás ese puesto que te marca como el mejor.
Por desgracia J-Hope no notó que Montana estaba con su arma en manos y limpiaba esta
cuidadosamente. Montana alejó perezosamente su vista de la pistola hasta mirar al pelinaranja.
—¿Cómo le has llamado?— Preguntó tranquilamente sin mover ni un solo dedo.
Esa era su técnica, parecer tranquilo cuando dentro de él, el mismísimo diablo estaba armando
su gran incendio junto a sus demonios.
—¿Te importa acaso cómo le llame?— Rió fuertemente.— ¡Vaya, Montana! ¡una pequeña
zorra te movió el tapete!
Jeon en segundos cargó el arma y apuntó a J-Hope, rozando seguramente el gatillo.
—No te quieras sentir como yo, J-Hope.. no por ser tu primer negocio conmigo ya te puedes
sentir con el puto derecho de hablarme de tú a tú.— Soltó Montana de golpe.— ¿Te quedó claro?
J-Hope asintió y retrocedió hasta la puerta, gruñendo por lo bajo maldiciones.
"Ya veremos qué sucede con tu pelinegro, Jeon.." fue lo último que Montana oyó antes de que
el pelinaranja saliera por la puerta."
*fin del flashback*

—¡Montana!— NamJoon alzó la voz tratando de recuperar la atención de Jeon.


Este pestañeó varias veces y miró a NamJoon.
—Eh.. lo siento, estaba pensando algunas cosas..
—Ajá, no me queda la duda.— Rió NamJoon.— Te pregunté que qué haremos con Hoseok.
Montana suspiró y miró a Mr. Kim por unos largos segundos.
—Lo tendremos bien vigilado, Kim y si dices que hablaba con AgustD hay que asegurarnos
perfectamente.
.

JiMin desde su ventana podía observar el amplio jardín de la mansión Montana, pasto verde
con una gran alberca y pequeños árboles decorando el hogar. Pero eso no llamaba su atención
completa.
Era a J-Hope salir de una desconocida camioneta que no era de Jeon y mucho menos del
pelinaranja.
JiMin solo logró distinguir una cabellera negra y unos profundos ojos fijarse en el segundo gran
piso de la mansión, JiMin sintió su piel erizarse. Lo estaba mirando a él.

Cruzado de brazos y con el corazón alterado, se alejó de la ventana con aquélla


extraña sensación de que esos ojos ya los había visto en otra parte. Pero.. ¿de dónde?
—¿JiMin?— La voz de TaeHyung sacó al pelinegro de su batalla de recuerdos y miró al chico
de las bandanas que tenía por casi hermano.
—¿Mh?..— Preguntó asomándose de nuevo por la ventana y observar la camioneta que ahora
ya no estaba más.
Esos ojos yo los he visto, profundos y oscuros, como los de un demonio. Pensó JiMin.
—¿Me perdonas por el escándalo de hace unos días?..— TaeHyung abrazó con fuerza a Park,
con las mejillas sonrojadas y sin poder sostenerle la mirada.
—Ya pasó, no importa, Tae..— JiMin acarició sus cabellos con dulzura y suspiraba.
—Pero me comporté mal.— Miró a JiMin unos segundos antes de alejarse asustado cuando la
puerta se abrió de golpe.
—Oh.. ¿interrumpo algo?— Jeon preguntó con un brillo extraño en sus ojos y con la mandíbula
levemente apretada.
TaeHyung se alejó de JiMin y pasó al lado de Montana.
—No..— El castaño miró a Park y sonrió.— Tengo que ver a SeokJin, gracias, Jiminnie.
Jeon solo le siguió con la mirada y empujó su mejilla suavemente con su lengua. Se adentró y
abrazó por la cintura a JiMin.
—¿Gracias de qué?..— Preguntó besando el cuello de JiMin y hacerle soltar una risilla.—
¿Mh?..
—De na-nada.. ¡Yah!~— Chilló Park tratando de alejar los labios de Montana de su cuello
mientras reía.
—Díme antes de que yo mismo vaya a preguntarle, cariño.— Sonrió al notar el sonrojo de
JiMin en sus mejillas.
—Se disculpó por el escándalo de unos días atrás..— Bajó la mirada avergonzado.
—Menos mal que yo ya obtuve tu perdón.— Montana mostró una sonrisa victoriosa e infló su
pecho con orgullo.
—En realidad solo obtuviste la mitad del perdón.— JiMin le observó divertido.
Jeon borró su sonrisa y soltó el aire que alzaba su pecho, frunciendo el ceño
berrinchudamente.
—¡¿Es en serio?! Ahg.. ¿Qué más tengo que hacer para que mi culón me perdone por
completo? ¿quiere un auto? ¿ropa de marca? ¿qué quieres? ¿mi corazón?— Preguntó con los
ojos entrecerrados y desesperado por la respuesta de JiMin.
—A ti..— Ronroneó JiMin.
—Oh, infiernos, ¿es en serio, bebé?— Preguntó tragando saliva y acariciar la cintura de Park
tranquilamente.
—No, quiero una cena.— Dicho esto, JiMin se alejó de Montana y se echó sobre la cama.
Una cena..
Una maldita cena.
Cena es igual a una cita. Pensó Montana considerándolo unos minutos como si fuera un
problema de matemáticas.
—Está bien, tendrás una cena en el mejor restaurant de Busan.— Dijo seguro Jeon antes de
echarse a un lado de JiMin y abrazarle por detrás.
Oh dios mío. JiMin se sonrojó ante la idea de salir con Jeon por una cena.

.
Helloooooooow.
Como me encanta mezclar las emociones en los capítulos, ahre.
Tal vez tengan Jeon Montana para muuuucho tiempo más, I don't know, las ideas llegan a mi muy
rápido y ya sé lo que tengo planeado para Montana, jiji.
POR CIERTO, COCHITAS.
Muchas han estado preguntándome si la historia tendrá M-Preg.
Esta duda surgió en muchas hace cinco capítulos atrás (creo) porque en la nota les había
preguntado si les gustaba esta clase de temática.
Pero no, niñas, no hay M-Preg en Jeon Montana, no sé, siento que perdería el color la historia
si le agrego el M-Preg ya que es una historia con una temática que yo considero fuerte y con
emoción.
Veo que muchas están tan emocionadas con la trama y no saben lo feliz que estoy de que mi
historia sea de su gusto, como está escrito en la descripción del libro, los errores ortográficos son
corregidos al terminar la historia ¿por qué? Pues yo tengo la costumbre de escribir en la
madrugada porque me relajo y tengo más imaginación, aparte todo lo hago en el celular, desde la
edición de la portada hasta el último punto del capítulo, so, sean tolerantes con los errores que
encuentren, porfi.
Espero que su duda se haya arreglado, beiezas.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Me encanta la cara de meme que se carga el kuko xdios, JiMin como siempre brillando.
2 7.

02 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


8:30pm.
Expertos en el narcotráfico. Torpes en las citas.
-

SeokJin había insistido demasiado con la corbata negra en vez de la roja, según él, el negro
resaltaba el color avellana de los ojos de Montana.
—Después sigue tu cabello.— Afirmó SeokJin concentrado en el nudo de la corbata.
—Maldición, SeokJin, no tengo diez años para que estés con la corbata y quieras peinar mi
cabe..
—No tienes diez años pero tan lo menos sorprende a JiMin si lo que quieres es tenerlo
contigo.— Suspiró cuando terminó con el nudo y miró a Jeon unos segundos.— La imagen varonil
vale por un millón de puntos.
—¿eso quiere decir que..
—Sí, con ello conquistas a JiMin y posiblemente le provoques una erección.— Asintió SeokJin
y de su bolso sacó unos peines de diferentes tamaños.
Sí, Montana se sentía una de esas super estrellas siendo arreglado por su estilista para que
tenga un concierto asombroso y haga empapar las bragas de las fans con solo una mirada.
—SeokJin, todos cumplen con arreglar el cabello ¿por qué tienes tantos?— Preguntó mientras
el rubio se encogía de hombros y pasaba un cepillo con los picos delgados y crear un flequillo.
—Si me pongo a explicarte para qué funciona cada uno llegarás tarde a tu cita, así que cállate
y déjame peinarte.— Rió por lo bajo y roció algún spray para el cabello.
Jeon cerró los ojos y arrugó la nariz cuando el aroma a flores de aquél spray taparon sus fosas
nasales.
—No me jodas, SeokJin, ésto huele a pasividad, no va conmi..
—Cierra la boca, con el perfúme se quíta.
Montana rodó los ojos y miraba divertido a SeokJin quién hacía gestos al examinar su cabello y
arreglarlo.
—¿Estás más alto o es mi imaginación?— Preguntó de repente el rubio, parándose
correctamente.
—Estoy más alto.— Jeon infló su pecho orgulloso y sonrió con arrogancia.
—Quítate los zapatos.— Ordenó SeokJin cruzándose de brazos.
—¿Qué? ¿por qu..
—Tienes puesto plantillas ¿verdad?— SeokJin arqueó una ceja.
Jeon negó rápidamente.
—¿para qué las necesitaría?
—Mentiroso, sí traes plantillas, quítate los zapatos y déjame terminar de peinarte, no alcanzo la
parte de arriba.— Gruñó enfadado.
—No tengo plantillas puestas, otra cosa que seas un pitu..
—Atrévete a decirlo y te meto este secador de cabello por el culo.— SeokJin amenazó,
haciendo callar a Jeon y obligarle a sacar sus pies de sus zapatos.

—¿Ves? No tengo plantillas.— Se encongió de hombros y se sentó sobre su silla,


dejando que SeokJin terminara.
—No acepto que estés alto, es como perder la dignidad y la pa..
—Cállate ya, en una hora es la reserva de la mesa y no tengo mucho tiempo para lidiar con tu
culo indignado.
.
—¿Blanco o negro?
—Rojo.
—TaeHyung..
—Aunque el verde luce genial.
—¡Escoge, maldita sea! ¿Blanco o negro?— Preguntó JiMin sosteniendo dos abrigos de lana
bastante cómodos.
TaeHyung dejó el celular de lado y miró las prendas.
—¿No tienes uno rosado?— Sonrió maliciosamente cuando notó que JiMin se desesperaba
cada vez más.
TaeHyung no quería que Jeon le robara a su hermano, oh claro que no, esa bola cachetona
debía tener su atención solo para él. Esa cita no le había caído bien y solo quería atrasarle para
que no asistiera y el cara de asesino serial no se lo robara.
—Última vez que te pregunto, Kim TaeHyung..— Suspiró controlando su coraje y miró
asesinamente al chico de la bandana.— ¿El negro?.. ¿o el blanco?..
—Amarillo pollo, los pollitos son como tú, son esponjosos y apachurrables..— TaeHyung colocó
sus brazos simulando unas alas.— Pio pio pi..
—¡Aish! ¡¡Me caes mal!!— JiMin le lanzó una almohada furioso, atinándole al rostro del
castaño.
—¿JiMinnie? ¿por qué aún no te has arreglado?— SeokJin entró con un bolso negro bastante
costoso.
Y el pelinegro se sonrojó.
—TaeHyung no me quiere ayudar a elegir, me estoy estresando.— JiMin revolvió sus cabellos.
Jin miró fugazmente a TaeHyung y este se encogió de hombros para prender el televisor e
ignorar los berrinches del más bajo.
—Yo te ayudaré, veámos qué tienes en el armario..

—Te dejo a cargo de todo por unas horas, SeokJin, ya sabes qué hacer si no puedes con algo
y se te salga de las manos.
SeokJin rodó los ojos y asintió, agitando sus manos en señal de correrlo.
—Ya viene JiMin, cállate que esto está bajo control.— El rubio arqueó sus cejas
pícaramente.— Diviértanse.
—Imbécil.— Murmuró Jeon soltando una risilla.
Y fué ahí cuando vió a un adorable JiMin con unos jeans negros y un enorme abrigo color
blanco que cubría sus pequeños dedos, cabello negro perfectamente peinado.
Perfectamente peinado..
Jeon miró rápidamente a SeokJin y este captó el mensaje, se encogió de hombros y en susurró
musitó:
"Ambos son igual de torpes".
Cuando JiMin estuvo al lado de Jeon, SeokJin casi los sacó de la mansión.
—¿A dónde iremos?..— Preguntó JiMin de repente, agitando sus brazos y hacer que las
mangas dieran vueltas tan adorablemente.
—A tu cena.— Jeon sonrió mirando al más bajo y atreverse a encorvar un brazo.
Park se sonrojó pero tímidamente pasó el suyo, entrelazando así sus brazos.
Caminaron por el amplio jardín y JiMin se extrañó por algo.
Sus guardias no estaban cerca.
—¿irémos solo los dos?..— Preguntó de nuevo.
Jeon paró de repente su caminata y miró a JiMin, provocando que la luz ténue de la luna
iluminara el lado derecho de su rostro.
—En una cita solo son dos personas ¿no?— Preguntó arqueando una ceja completamente
atontado al ver como la luz de la luna iluminaba tan precioso los ojos oscuros de JiMin y su
cabello adoptaba pequeños rayos azules.
—Yo.. quiero decir.. tus guardias.— JiMin se sonrojó al oírse tan tonto.
—No quiero que nos cuíden.— Dijo Montana volviendo a caminar con JiMin a su lado.
—¿Por qué?..
Al llegar a un lujoso audi negro último modelo, Jeon tomó de la cintura a Park y besó ambas
mejillas dulcemente y abrirle la puerta.
—Quiero que sea algo memorable..— Murmuró esbozando una tímida sonrisa.
JiMin lo miró por unos minutos embelesido por la belleza de Montana y asintió.
—Lo será..— Se adentró al auto y Jeon cerró la puerta de copiloto.
Ambos dieron partida a algún lugar que JiMin no sabía, pero sentía algo nuevo en Jeon.. un
aura cálida.

.
Hellooooooow.
Tranquilas, son dos partes, solo que decidí cortarlo porque la cabeza comienza a dolerme y no
quiero ponerme en modo Montana gruñón porque quiero que el capítulo sea algo que las haga
enternecer/llorar/gritar cuál fangirl KookMin etc.
Seguimos con las dedicatorias, jiji.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Park es una bola de ternura, es el sol de mis mañanas y mi luz de luna.
My beautiful moonlight.
2 8.

02 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


8:40pm.
La sonrisa que cambia vidas.
-
El pelinegro estaba entretenido mirando los autos atrasarse ante la velocidad que Montana
estaba ejerciendo en carretera, aunque le era divertido mirar las gotas que aquélla llovizna dejó
en sus cristales minutos antes y apostaba por la gota más grande en su carrerita mental, algo
adorable e infantil. Por otro lado estaba Montana, sujetando con fuerza el volante y apretaba la
mandíbula. Maldición ¿cómo es posible que aquél ladrón haya trepado la barrera que tenía en su
corazón y descongelara aquéllos sentimientos que él juraba haber enterrado en sus respectivas
tumbas? Pero.. ¿quién no sentiría un aleteo en su estómago si aquélla tentación con piernas
estaba jugando con las enormes mangas de su abrigo? Maldición, Jeon pensaba que JiMin lucía
como un rollito de sushi ya que esos jeans negros hacían el perfecto encaje con su abrigo blanco
y cabello oscuro como la noche.
—¿Que las gotas de la llovizna son más importantes que tu cita, Park?— Jeon rompió
finalmente el silencio, llamando la atención de su acompañante en segundos.
JiMin se giró para apoyar la mejilla en el respaldo de su asiento y mirar su delineado perfil,
esbozando una adorable sonrisa que provocaba que sus ojos se formaran en una fina línea.
—Claro que no.. es solo te vi bastante serio que pensé estabas enojado..— JiMin notó como el
músculo de su mandíbula desapareció de poco en poco.
—Esa es mi cara de todos los días, ya te debiste acostumbrar.— Jeon soltó una pequeña risilla
y paró en un semáforo.
Dios, la luz roja les golpeaba horriblemente el rostro pero ninguno quería romper el contacto
visual, ambos tan profundos en sus propios deseos y sueños.. deseando besarse.
—Jeon Montana...
—Jeon JungKook para ti, cariño..— El castaño se acercó un poco para acariciar la mejilla de
JiMin y dejar un tímido beso en sus labios.
—J-JungKook..— Tartamudeó debido al efecto que aquél delicioso perfume le embriagaba,
Jeon olía a tentación.
Una sexy tentación.
—Me gusta mi nombre cuando lo mencionas tú..— Se separó finalmente para volver a poner el
auto en marcha y dirigirse a algún lugar de Busan.
JiMin liberó una de sus manos de las mangas de su abrigo y dejó que Jeon la tomara y
entrelazara sus dedos con los de él. Ambos estaban sonrojados pero ninguno era capaz de mirar
al otro, ¿qué les está pasando a Jeon Montana y a P? ¿Por qué tanta timidez estando juntos?
Estaban enamorados, aquéllos dos criminales estaban conociendo el amor juntos, una
sensación tanto hermosa como dulce, donde experimentan las famosas mariposas en el
estómago y sonrisas tontas.
—JungKook..
—¿Mhm?..— Murmuró Jeon sin alejar su vista de la carretera y acariciar la pequeña mano de
JiMin con su pulgar.
—Tienes una cicatríz en tu mejilla derecha.. ¿puedo preguntar cuál fué la causa?— Preguntó
JiMin, temiendo que su estúpida pregunta enfadara a Jeon y arruinara la cita.
Pero él solo sonrió.
—¿Cómo es que la has visto si solo estás viendo mi perfil izquierdo?— Preguntó curioso.
—Y-yo..— JiMin se avergonzó y soltó una pequeña risa.— Anteriormente la había visto pero no
quería hacerte enfadar..
—Supongo que aquélla vez que conociste mi lado histérico te dió desconfianza preguntarme
cosas.. ¿no?

JiMin asintió y Jeon lo vió por su reflejo.


—En ese momento tenía miedo de que huyeras de mi, esa es la razón principal de mi actitud
estúpida.— Jeon suspiró pesadamente entrando a un estacionamiento.— Y la cicatríz tiene una
historia muy larga.. ¿qué te parece si te la cuento cuando te lleve a la cama?
—¡Ju-JungKook!— JiMin abrió sus ojos como platos y se sonrojó.
—¿Qué? Yo lo decía en el sentido de dormir..— Jeon le acompañó con su risa.— Aunque lo
otro me está tentando demasiado, me será difícil concentrarme sin ver tus piernas.
—Shh, eso es para después..
...
—¿La mesa está reservada a nombre de quién?— Preguntó una chica pelirroja.
—Jeon JungKook.— Dijo sin más, acariciando el brazo de JiMin entrelazado con el suyo hasta
bajar a sus deditos y jugar dulcemente con éstos.
—Sí, aquí está..— La chica tomó dos menús y comenzó a caminar moviendo sus caderas tan
exageradamente.— Síganme por favor.
Algún botón se oprimió en los sentidos de JiMin ya que rápidamente notó que la pelirroja
estaba tratando de coquetear disimuladamente con JungKook.
Con SU JungKook.
Apoyó la cabeza en el hombro de Jeon y juntos caminaron hacia la mesa más lejana del
restaurant. Y la más lujosa.
El pelinegro parecía un pequeño en su primer día visitando Disneyland, porque sus ojos
miraban tan asombrados por los lujos de aquél restaurant.
¿En verdad Jeon había pagado por una reserva aquí por él? JiMin no podía dejar de pensar en
aquéllo y se sonrojaba al ver como Jeon le guiñó hasta llegar a la mesa.
La chica les cedió sus lugares y al estar sentados, la pelirroja colocó el menú frente a JiMin sin
mucho cuidado a comparación de Jeon, quién se inclinó de más solo para que sus pechos
resaltaran y Montana degustara su pupíla.
Pero no. Montana estaba mirando a JiMin, porque al igual que él, notó la insinuación silenciosa
de la mujer y claro que le resultaba incómodo.
—Disfruten su velada~— Le guiñó a Montana y se alejó de su mesa.
—Puta. Zorra. Falsa. Sinvergüenza. Perra.— Murmuró JiMin entrando en su pequeño ataque
de celos.
Jeon solo veía un pequeño rollo de sushi enfadado, las mejillas de JiMin estaban levemente
infladas y su nariz arrugada.
—¿Acaso Jiminnie está celoso?— Preguntó Montana estirando el dedo meñíque de JiMin con
suavidad.
—N-nnnno.— Sonrió falsamente y regresó su mirada en la ofrecida pelirroja que se paseaba
por todo el restaurant.
—Oh, claro que Jiminnie está celoso..— Rió y dejó un pequeño beso en su mejilla.— Tuyo.
JiMin por fin lo miró a pocos centímetros y su rostro adoptó un color carmín, tragó saliva y
contempló los profundos ojos de Montana.
—¿M-mío?— Preguntó.
—Uhúum..— Mordió la mejilla del pelinegro dulcemente y susurró cerca de su oído.— Tuyo..

Ambos estaban con el estómago lleno después de quién sabe cuántas porciones de carnes
finas colocaron en su mesa, el vino se terminó pero asombrosamente ninguno estaba ebrio.
—No debí comer tanto..— JiMin llevó sus manos a su estómago y suspiró.
—Ya pronto olvidarás tu estómago lleno..— Jeon llamó a un mesero con señas y le indicó la
cuenta.
—¿Por qué?..— Preguntó el pelinegro apoyando su mejilla en su mano y miraba a aquél
hombre que le estaba robando más que un simple suspiro.
—Park JiMin.. Park JiMin..— Jeon sonrió levemente y apoyó sus codos sobre la mesa.—
¿Olvidaste que tengo que llevarte a la cama?..
Y nuevamente JiMin se sonrojó al imaginar los jadeos y cuerpo sudado de JungKook encima
del suyo.

.
Hellooooooow.
Ahre, me duele el estómago y me estoy durmiendo, pero como soy bien terca aquí les tengo el
capítulo de Montana ahre yorelé yorelé yorelé yijúuuu.(?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Pinches torpes.
2 9.

03 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


6:15am.
Mandilón.
-
El auto había aparcado por fin en su propiedad y Montana no vió algo más tierno que un JiMin
dormido en su asiento con los cabellos revueltos y aquéllas manchas color vino con púrpura en su
cuello. Oh, claro que tuvieron la velada más emocionante y hermosa de sus vidas. JiMin se había
sorprendido que Montana había reservado una habitación en el mejor hotel de Busan y ahí, en las
sábanas color blanco con algunos pétalos de rosa y velas aromáticas, JungKook hizo suyo a
JiMin incontables veces, prometiéndole la luna y la última estrella de la existencia, no iba a negar
que le encantaba aquél Montana tan romántico y amoroso con él, se sentía feliz de aquéllo y
nadie se lo iba a impedir. Aunque.. ¿qué pasaría si sus peores enemigos de Jeon se enteraban
de su relación amorosa con JiMin? El pelinegro se hacía esa misma pregunta todo el trayecto de
regreso hasta que se vió sumergido en sus más profundos sueños dónde Jeon JungKook lo
protegía de todo aquél que quisiera herirle.
El cielo se comenzaba a tornar de un ligero azul grisáceo y las nubes decoraban este. Jeon
apagó el motor y contempló a Park unos segundos, apoyándo su cabeza en el respaldo
silenciosamente, preguntándose si había alguien más hermoso qué ese pelinegro a su lado y sin
perder más tiempo, bajó del auto y rodeó este para tomar a JiMin en brazos y caminar por el
jardín tranquilamente hasta adentrarse a la mansión Montana.
Pero.. vaya.
Jeon tuvo la desagradable sorpresa de ver a NamJoon y a SeokJin en el sofá devorándose que
ni siquiera notaron la presencia de Montana.
—Ejém..— El castaño tosió logrando asustar a la pareja y frunció el ceño.
—Je-Jeon..— SeokJin rápidamente cubrió su torso desnudo con el cojín y NamJoon estaba
bastante sonrojado.
—Mi casa no es un hotel, SeokJin, y tú, NamJoon, fuera.— Ordenó Montana reforzando su
agarre de un dormido JiMin.
—P-pero Jeon..— El rubio se colocó rápidamente la camiseta.
—Pero nada SeokJin.— Jeon se encaminó a las escaleras no sin antes mirar a NamJoon.—
No me has pedido su mano, imbécil.
—Jeon ¿Me permites tomar la mano de SeokJin?— Preguntó NamJoon acomodando sus
ropas.
—No.— Jeon sonrió victorioso al escuchar los berrinches de SeokJin y se encaminó a su
habitación para recostar a JiMin.

Besos en su cuello fue lo primero que JiMin sintió antes de abrir los ojos e inspeccionar la
habitación de Jeon. Maldición ¿se había dormido? ¿Jeon lo tomó en brazos hasta aquí? Se
preguntaba el pelinegro antes de girarse y ver a Jeon sin su camisa y solo un pantalón pijama
color gris.
—Por fin despiertas..— Sonrió el castaño besando su frente.
—Hola..— Murmuró somnoliento y recibió gustoso a un Jeon adormilado entre sus brazos y
enterraba el rostro en sus clavículas.

Montana inhaló su aroma y besó ambas clavículas.


—Jódeme el cabello..— Pidió sin más, provocándole un risilla a JiMin y sin quejarse, comenzó
a acariciar sus cabellos tranquilamente.
Y qué decir que se sentía tan cómodo con Jeon abrazándolo como si fuera a irse y el rostro en
sus clavículas.
—Gracias..— Murmuró JiMin esbozando una pequeña sonrisa mientras miraba al ventanal.
—¿Gracias por qué, cariño?..— Jeon habló soltando un pequeño gruñido al acomodarse más
cerca de él.
—Por la noche más especial que me has dado, por la cena, por todo...— JiMin sintió besos en
su cuello hasta sus labios, logrando estremecerse.
—Mhm..— JungKook interrumpió el beso y miró a JiMin unos segundos.— Gracias a ti por
aceptarme la cita, Jiminnie..
Ambos se sonrieron hasta que un nuevo intruso se adentró con furia a su habitación.
—JEON JUNG...kook..— SeokJin paró en seco cuando el par de ojos sorprendidos cayeron
sobre él de una manera que le hizo sonrojar hasta las orejas.
Entonces Jeon gruñó cubriendo el brazo desnudo de JiMin con las sábanas, una actitud
posesiva que el pelinegro no pasó por alto y por fin notó el rostro furioso de Montana y agradeció
no estar en el lugar de SeokJin.
—¿Qué a ti no te enseñaron a tocar la puerta?— Preguntó el castaño alnzando un poco el
rostro para observar mejor al rubio.
—Yah.. déjalo, de seguro pensó que estabas solo..— Susurró JiMin acariciando su mejilla.
—Yo.. lo siento, ¡Pero tenemos que hablar después, maldito amargado! ¡Por tu culpa
Namjoonie no quiere que nos veamos aquí!— Chilló el rubio dirigéndose de nuevo a la puerta.
—Mejor para mí, su presencia es estresan..
—JungKook..— Murmuró JiMin callándolo.
—¡¿Qué dijiste?!— SeokJin se giró enojado.
—Nada importante..— Jeon sonrió falsamente.
—Mandilón..— Susurró el rubio saliendo de su habitación dando un portazo.
—¿Qué hiciste ahora, Jeon JungKook?— Preguntó Park con el ceño fruncido al igual que sus
labios.
Jeon le miró indignado y sorprendido.— ¿Yo? ¿estás culpándome a mi?
—Díme qué hiciste, SeokJin no se enoja por nada.— JiMin bufó.
—Bien..— Montana suspiró rendido.— Lo encontré a punto de darle el baúl a NamJoon cuando
llegamos.
—¿Darle el baúl a NamJoon?
—Sí, el baúl para que él meta la llave y juntos sientan mariposas en el estómago.— Jeon
arqueó una ceja al notar que JiMin no estaba entendiendo lo que le quería decir.
—Ahh.. ¿te refieres a que te estaban sacando dinero?
Jeon soltó una gran carcajada y negó.— No, amor..— Rápidamente Montana cambió la
posición, metiéndose entre sus piernas y crear un suave vaivén que le arrancó un jadeo a
JiMin.— Algo así..
Entonces fue que JiMin logró entender el significado del baúl y echó la cabeza hacia atrás.
—A-ah.. ya e-entendí..— Gimoteó cuando Jeon metió sus manos debajo de su cuerpo y
apretaba los glúteos de JiMin..
—¿Acaso mi bebé se quedó con ganas?..— Jeon preguntó yendo a volver a marcar los
chupetes en el cuello y resaltar aún más su color.
—Mh.. s-sí.. Ju-JungKook.— Enterró sus pequeños dedos en el cabello de Montana y dejó que
este hiciera lo que quisiera con su cuerpo.
Al final de todo.. JiMin era de Jeon y si a él se le antojaba tatuarle su nombre, no se negaría en
absoluto.
.
Hellooooooooow.
He aquí un capítulo relleno no tan relleno pero igual es relleno *juegos mentales*
Les voy a contar algo triste.. Jeon Montana esta por terminar.
Y no es broma, digo, aún faltan capítulos de más pero pronto esta historia llegará a su final. :'c
Y bien.. ya está pasando la etapa amorosa, chicuelaaaas, se viene todo el drama así bn kbrón k
dises "QUÉ HACES BESANDO A LA LISIADAAAAA?!??" Ahre no. JAJAJA.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Les invito a pecar con este hombre.🌚


Es que JiMin con cabello negro es la perfección, la octava maravilla del mundo, la cura del todo
mal, amén.
Siento que tiene de esas miradas pesadas, no me malentiendan, me refiero a que es ese tipo de
hombre que con solo mirarte un minuto ya te intimidó y descubrió tus secretos más impuros ¿no
les pasa? Es muy observador y eso suma 10393928283 puntos, solo basta mirar el gif para
incomodarte, jsjsjs. Igual me encanta, mi mochi bello.
3 0.

05 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


03:30am.
¿Qué fue eso?
-

—¡Hyung! Al fin llegas, ¡Choi te está esperando!— JungKook gritó desde el techo de la bodega
al ver al pelinegro caminar tan tranquilamente.
—Véte al carajo, mocoso.— El mayor enseñó el dedo de en medio y se adentró a la bodega.
JungKook pensaba que su hyung solo era un chico de mal temperamento, delicado para hablar
y muy, muuy pesado. Sin tomar importancia, siguió vigilando el lugar por las siguientes dos horas
cuando SeokJin gritó del otro lado de la bodega.
—¡Intrusos! ¡JungKook, tu arma!— SeokJin cargó su propia pistola y comenzó a disparar al
auto negro que sin permiso alguno manejaba por el pasillo a la bodega.
La primera masácre de JungKook y sin duda la más difícil de su vida. Claro ¿cómo una
masácre de ese estilo sería pan comido para un novato en el mundo del narcotráfico? JungKook
a sus diesciséis años comenzó a disparar hasta que lo vio salir de la bodega. SeokJin y JungKook
bajaron del techo y continuaron disparando como podían.
—¡Vamos, YoonGi, sube!— Un joven se asomó por la camioneta negra que en ese entonces
Jeon no recordaba.
YoonGi miró a JungKook y sonrió socarronamente, dando escape a su exitoso desastre.
..
Jeon despertó de golpe y se sentó en la cama, su torso estaba desnudo y comenzaba a sudar,
a su lado estaba un pequeño y dormido JiMin, quién no sintió en qué momento el castaño saltaba
en la cama y desaparecía con su pantalón pijama a su oficina. Simplemente no podía ser cierto,
era un sueño, parte de su mente.. él no.. él no tenía nada que ver.
Tomó el teléfono y rápidamente marcó a Mr. Kim.
—¿¿Hola??— La voz ronca y somnolienta de NamJoon sonó al otro lado de la línea.
—Ven en diez minutos a mi oficina.— Jeon ordenó revolviendo sus cabellos.
—Hmm. A ver, tigre..— NamJoon bostezó.— ¿Me estás pidiendo a las tres y media de la
mañana ir a tu oficina cuando hace dos días me sacaste a patadas?
—Efectivamente, apúrate si no quieres que te prohiba volver a ver a SeokJin.— Dicho esto,
colgó la llamada y fue a la cocina en busca de café.
Aquél rostro aparecía en su mente y JungKook se convencía a sí mismo que su mente ya lo
estaba carcomiendo entero.
—¿Ju-JungKook?— Una dulce y somnolienta voz se escuchó a su espalda y al voltear, miró a
JiMin restregar sus ojos y con solo una camisa de él puesta que le llegaba hasta un poco más
arriba de sus rodillas.— ¿Qué haces despierto?..
—Cariño..— Jeon dejó la taza sobre la barra y cargó a JiMin, este enrolló sus piernas en su
cintura y Montana caminó de regreso a su habitación.
—¿Tú qué haces despierto a esta hora?— Preguntó Montana llenando su rostro de besos.
—No te sentí a mi lado y me asusté..— El pelinegro hundió el rostro en su hombro y aspiró su
aroma.

—NamJoon vendrá en unos minutos y no quiero que te vea en paños menores.—


Jeon sonó tan posesivo que JiMin mordió dulcemente la piel de su hombro.
—Tonto, igual no creo a NamJoon tan descarado como para mirarme estando tú frente a él.—
JiMin rió y dejó que Montana le cubriera con las mantas y besara su frente y labios.
—Sus ojos son bastante curiosos que no tomaría mal llenarlos de balas para que no te vuelva
a mirar.— JungKook rió y caminó hasta su guardaropa para ponerse la primera camisa blanca
que encontrara.
—Celoso..— JiMin movió sus pequeños pies debajo de las sábanas y miró dulcemente a Jeon
vestirse.
—Tal vez, déjemos ese asunto de mis celos y duerme..— Jeon caminó rápidamente a JiMin y
una vez más besó sus labios.— En una hora estoy devuelta contigo.
JiMin asintió y observó a Montana salir por la puerta, dejándolo solo en la oscuridad de su
propia habitación ¿por qué se ha levantado en la madrugada? ¿por qué parecía desesperado?
JiMin no dejaba de hacerse aquéllas preguntas pero lo mejor era no estresarlo más si es que
Montana estaba así.
Y Jeon estaba furioso, por supuesto que lo estaba, lo han cabreado y quisieron verle la cara de
imbécil. Él no se dejaría engañar por nadie.
Y menos por un idiota que busca jalarlo de los pies a último momento.
Una limosina se escuchó en el jardín y Jeon supo que era NamJoon, joder ¿cómo era posible
que ninguno de los dos lo haya notado? Tal vez NamJoon dudaba.. y Montana estaba demasiado
embelesido con el pelinegro yaciente en su cama.
Pasos firmes y elegantes sonaron por toda la mansión y cuando vió a NamJoon no dudo en
hacerle pasar. El hombre de piel bronceada lo escaneó con la mirada y tomó asiento en el sofá.
Jeon sirvió dos vasos con whisky cuando escuchó a NamJoon hablar.
—Jamás en mi vida había visto a Jeon Montana usar un pantalón pijama color púrpura.— Dijo
mientras sonreía burlón.— Tampoco con unas pantuflas de conejo.
Jeon miró sus pies rápidamente y se maldijo mentalmente por ponerse las pantuflas de JiMin.
—No son mías.— Se justificó con los vasos en manos y caminó al sofá, dándole a NamJoon.
—No me sorprendería que JiMin estuviera en tu cama ahora..
—Lo está, ese no es el asunto de tu presencia.— Jeon colocó su tobillo en su rodilla y bebió un
poco del alcohol.
—¿Y cuál es? ¿Hay algo mal con el negocio?
Jeon asintió mirando a un punto dijo de la pared y apretó la mandíbula, NamJoon arqueó una
ceja y con cuidado comenzó a tomar de su licor.
—J-Hope está en el grupo de Agust D.
NamJoon se atragantó con el pequeño hielo de su vaso y comenzó a toser.— N-no vayas tan
rápido, casi muero..
—Estoy hablando en serio, NamJoon, J-Hope está del lado de Agust D.— Jeon revolvió sus
cabellos.
—Yo te lo dije, tanta desesperación de J-Hope por el dinero era demasiado extraño.—
NamJoon se encogió de hombros y suspiró mirándole.— ¿Cómo te diste cuenta?
—Tuve un sueño de mi pasado. Eso es otro tema, ahora hay que quitarle varios privilegios a J-
Hope.— Dijo decidido el castaño.
—Sí sabes que posiblemente J-Hope esté en asuntos amorosos con Agust D ¿verdad?
—¿A qué va eso?
—Que si tratas de tocar a Hoseok, Agust D va a investigar y dar con JiMin.— Mr. Kim apoyó
ambos codos en sus rodillas y adoptó un gesto pensativo.— Y JiMin apenas es un novato en este
mundo.
—Nadie va a dañar a JiMin.— Gruñó.
—Sabes que Agust D ataca cuando menos te lo esperas, Jeon..— NamJoon dejó su vaso
vacío en la mesa de centro frente a él y palmeó los hombros de Jeon.— Es hora de que pares un
poco al nido de amor y actives tus sentidos al máximo, Montana.
Sin más, el más alto caminó hasta abandonar la oficina y posiblemente escabullirse en la
habitación de SeokJin. Dejando a un Jeon Montana pensativo y preocupado por su JiMin.
.
Hellooooooooow.
Qué horas son estás de actualizar, ahre, pero bueno, perdón, aquí viene su dósis de drama
DKXKDKFK.
Estuve viendo sus comentarios en el capítulo anterior y déjenme decirles que..
¡JEON AÚN NO ACABA! JAJAJAJAJA, sorry pero es que tengo planeado algo mejor, so.. ¡LO
SIENTO! XDD
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Cuidando la carne zí k zí juancoquito.🌚


3 1.

07 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


9:30am.
Te pondré a prueba, imbécil.
-
Aquélla mañana, JiMin había estado duchándose en el baño de Jeon, ¿y por qué no? También
el dueño de dicho baño se había colado sin permiso y le había tocado como se dio su antojo.
JiMin estaba calentándose por las traviesas manos de Montana en su cintura y su trasero, sin
embargo, él tenía que para sus manos si no quería que todos los presentes de aquélla mansión
escucharan sus gritos provocados por Jeon.
—A-ahora no, J-jeon..— JiMin apoyó su cabeza en el pecho de Jeon cuando este le abrazaba
por detrás y besaba su hombro.
—Tu boca dice que no pero tu rostro todo lo contrario.— Jeon sonrió socarronamente y besó
por última vez su hombro.— Pero por ahora pararé, hoy debo salir con NamJoon.
JiMin pasó el jabón por el torso de Jeon y asintió esbozando una pequeña sonrisa.— Está bien,
ve con cuidado.
...
—Aquí tienes el informe de hoy.— El pelinaranja lanzó unas carpetas color amarillo sobre el
escritorio del pelinegro.
—¿Es todo?— Preguntó sosteniendo el cigarro en sus dedos y tomar las carpetas con la otra.
—Completamente.— Asintió el pelinaranja mientras guiñaba y tomó asiento frente a su
escritorio.
Ojeando y ojeando las páginas, el pelinegro encontró algo que robó su completa atención, una
ladina sonrisa apareció en sus labios y arrastró sus ojos hacia J-Hope, quién le miraba con
malicia.
—Oh, J-Hope, con esto podemos doblegar a Montana.

—Yo te dije que estaba actuando demasiado raro, Jeon, su forma de trabajar es diferente a la
nuestra y se contradecía demasiado.— NamJoon musitó cruzándose de brazos, miraba a Jeon
sentado del otro lado de los asientos con un rostro inexpresivo.
—Esto lo confirmaremos tarde o temprano.— Jeon sacó su celular y comenzó a teclear algo en
él.
—Hay algo que me mantiene consternado.. ¿No J-Hope estaba tratando de seducir al amigo
de JiMin?— Preguntó cuando la mirada pensativa de Jeon cayó sobre NamJoon.— No me digas
que él..
—Sí es lo mismo que yo estoy pensando, más vale alejarlo a toda cosa de TaeHyung.— Jeon
arqueó una ceja y oprimió el botón verde, esperando unos segundos.
—Jeon ¡es un milagro recibir una llamada tuya! ¿qué tal el negocio?
—Surgió un problema y se necesita de tu presencia.— Jeon mintió tan bien que NamJoon no
dudó en saber que J-Hope caería.
—¿Qué pasa? ¿algo anda mal? Yah~ Montana, ¿que no eres un hombre que resuelve todo sin
ayuda?— Jeon logró escuchar una risa al fondo de la voz de J-Hope.
—Si no quieres amanecer muerto el día de mañana más te vale que muevas el culo fuera de tu
mansión, te estoy esperando.— Montana gruñó.
NamJoon, quién estaba oyendo todo, sonrió cómplice al escuchar como J-Hope se atragantaba
al otro lado de la línea.
—¿Qué dices? Debiste avisarme, n-no estoy en mi mansión.— Arrastró las palabras el
pelinaranja.

—El problema salió de última hora, ¿dónde carajo estás?— Jeon realmente ya
estaba planeando un final trágico para J-Hope, y NamJoon lo supo cuando la mirada del castaño
estaba perdida y su mandíbula se apretaba.
—En mi negocio, pero estoy bastante ocupado ahora, díme por aquí qué sucede.
—En persona te lo diré, no olvides que todavía tengo ojos sobre ti, J-Hope, y no dudaría que
estuvieras en otros tipos de negocios.
Claro que J-Hope entendió lo que Montana le dijo, el pelinegro frente a él levantó las cejas, sin
embargo no mencionó nada.
—¿C-cómo crees? En el único negocio importante que estoy es en el tuyo con Mr. Kim.
—Ya veremos eso, Hoseok, buen día.— Sin más, Montana colgó la llamada y miró satisfecho a
NamJoon.— Ahí lo tienes, estamos frente a su negocio y no está, tampoco en su mansión
¿dónde crees que está?
—Lo pusiste a prueba.— NamJoon soltó una risilla.
—Y lo que le falta al cabrón.— Jeon completó soltando una risilla y abrió la puerta de la
limosina.
—¿A dónde vas?— Preguntó el más alto.
—Le dejaré un mensaje con su águila.— Suspiró apenas el sol golpeó con fuerza sobre él y
caminó cruzando la calle y adentrarse al pasillo. Sin embargo, las pistolas apuntaron hacia él
apenas cayó en la vista de los empleados de J-Hope.
—¡Bajen las armas, idiotas! ¿qué no ven que es Jeon Montana?— Un chico bastante alto gritó
y todos en segundos bajaron sus pistolas. El hombre hizo una pequeña reverencia.— Señor
Montana, una disculpa por éstos imbéciles.
Jeon asintió y metió sus manos en sus bolsillos.— Tu debes ser ChanYeol, el encargado del
negocio de J-Hope.
El pelirrojo asintió obediente.
—Necesito que le pases un mensaje que te voy a dar para él.
NamJoon dentro del auto observaba todo el panorama cruzado de brazos hasta que
nuevamente Montana aparecía por el pasillo y trotaba hasta treparse al auto.
—¿Y bien? ¿Con qué lo amenazaste?
Jeon sonrió socarronamente y acomodó las mangas de su traje, mirando su reloj.
—Lo suficiente para hacerle mearse en sus pantalones.— Suspiró satisfecho y palmeó el
asiento del chófer.— Muévete, a la bodega.

Era de noche cuando J-Hope salió de la joyería del pelinegro cansado, escuchar y crear
nuevos planes con él ya le estaba matando de sueño, más el alcohol estaba seguro que estaba
por dormirse en el asiento de su limosina. Algo le decía ir a su bodega después de la llamada de
Montana y sin dudarlo indicó al chofer dirigirse a su negocio.
Al llegar, J-Hope necesitaba ver que todo estuviera en órden y que ningún tipo peligroso
llamado Jeon Montana se haya introducido en su terreno sin siquiera él saberlo. ChanYeol estaba
fumando un cigarro en la puerta de la bodega hasta que vio a su jéfe caminar apresuradamente.
—¡Jéfe! ¡bienvenido!— ChanYeol hizo una pequeña reverencia.
—Buenas noches, ChanYeol, ¿todo en órden?— J-Hope se adentró a la bodega seguido del
alto pelirrojo.
El dinero en órden, las joyas, las armas, todo estaba en órden. Y J-Hope iba a suspirar aliviado
si no fuera por lo que ChanYeol mencionó.
—Todo en órden, jéfe.. pero esta tarde vino el señor Montana y me dió esto para usted.—
ChanYeol trotó hasta su escritorio y sacó un papel en blanco, entregándoselo en seguida.
—Espero y no hayas husmeado mis cosas, Park.— Miró amenazante a ChanYeol y este negó.
Abrió el papel y sintió su sangre helarse, un nudo en su garganta y su piel pálida.
" No creas que no sé dónde estuviste toda la tarde. Te pondré a prueba, J-Hope, y espero que
seas lo suficientemente listo para saber mentirme.
— Jeon Montana. "

.
Hellooooooooooow.
Se prendió esto, ahre, se prendió demasiado. (?)
Vieran que oír los Cypher mientras escribo ayuda demasiado, JAJAJA.
No es por hacer spam, pero ¿ya se pasaron a leer mi oneshot? ¿No? Oc bai. Ahre nocierto.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Fallecí.
3 2.

09 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


01:40pm.
TaeHyung ¿Acaso has husmeado mis cosas?
-
Dos días habían pasado rápido desde que Montana le había dejado su mensaje a J-Hope y
supo que este lo había recibido ya que no se apareció en ningún momento. Por otro lado, hoy iba
a pasar el día entero con cierto pelinegro que estaba durmiendo sobre su brazo.
—JiMin..— El castaño susurró mordisqueando el lóbulo de su oreja dulcemente.— Despierta..
JiMin se limitó a ronronear y hundir el rostro en su pecho, suspirando pesadamente.
—Cariño..
—Estaba teniendo un sueño húmedo y vienes a arruinarlo..— El pelinegro bostezó abriendo los
ojos como si fuera un pequeño minino.
—Oh, ¿en serio?.. ¿y cómo te tenía? ¿gemías o gritabas?
—¿Quién te ha dicho que fue contigo?— JiMin no pudo mantenerse serio cuando escuchó el
gruñido de Jeon y soltó una pequeña risa.— Tal vez en cuatro y sí.. gritaba.
—Te pondría en cuatro pero me enojé.— Jeon cerró los ojos y ladeó el rostro.
—Oh, vamos.. es broma..— JiMin rió colocándose sobre él y abrazarlo.— No me imagino a
alguien más tocándome que no seas tú.
—Eso me contenta solo un poco.— Jeon bufó frunciendo el ceño.
—Bien, ya que no quieres cooperar..— JiMin se perdió bajo las sábanas y Jeon supo lo que
haría, llevó sus manos entrelazadas tras su cabeza y jadeó cuando algo cálido y húmedo le
enviaba cosquilleos a su extensión ya despierta.
Tan malditamente asombroso. Pensó mordiendo su labio.
—E-estoy.. ah.. feliz ahora..— Montana gruñó cuando la lengua de JiMin recorría todo su falo y
gemía a propósito.
Sacó las sábanas que protegían a JiMin y admiró las mejillas ahuecadas y sus pómulos
resaltados, obligó a que soltara su miembro para recostarlo boca abajo en el colchón.
—¿Vas a hacer realidad mi sueño, señor Montana?..— JiMin preguntó con lujuria cuando Jeon
lo desnudaba y palmeaba con fuerza el trasero del pelinegro.
—Por supuesto que lo haré y más te vale que gimas tan mal o te irá peor.— Advirtió para
comenzar a prepararlo con sus largos dedos.

Jeon salió de la habitación una hora después con una camisa a botones blanca con las
mangas remangadas, después de agotar a JiMin y dejarlo ducharse tranquilamente, salió en
dirección a su oficina, revisó su reloj de muñeca y bufó ante la temprana hora. Apenas
comenzaba la tarde y Jeon ya quería regresar a la cama con JiMin, pero dijo que hablaría de
algunas cosas con SeokJin y lo amenazó con ahogarlo en la bañera si se aparecía durante la
tarde por su habitación.
Mandilón La frase de SeokJin golpeó sus pensamientos de repente ¿realmente era un
mandilón? Solamente no quería hacer enojar a su rollo de sushi.

Ajám, Montana. Pensó nuevamente girando la perilla de su puerta y notar algo raro
en su escritorio.
Por lo normal, él solía ser un hombre pulcro y ordenado.. ¿por qué sus papeles estaban regados
por todo el escritorio? ¿por qué sus cajoneras estaban semi abiertas?
Dando zancadas, ojeó cada papel hasta ordenarlos por número de fecha. Revisó sus
cajoneras, pero no vió algo valioso.
No estaba la joya.
Jeon gruñó buscando en toda su oficina, pero la joya jamás apareció. Activó el teléfono hasta
marcar a SeokJin.
—¿Hola? ¿qué pasa, bebé?
—¿Estás con JiMin ya?— Jeon apretó la mandíbula mirando un punto fijo en su oficina.
—Estoy yendo en camino ¿por qué?
—¿No entraste a mi oficina?— Preguntó sin un toque de tranquilidad.
—No, no me gusta husmear tus cosas y lo sabes.
—¿No viste a alguien en mi oficina?— Insistió tronando sus dedos furioso.
—Hace como media hora vi a TaeHyung en el pasillo de tu oficina, llevaba una pequeña
mochila que le regalé ¿por qué?
Montana gruñó golpeando su puño en la madera de caoba.
—Búscalo y díle que venga a mi oficina, suena tranquilo.— Dicho esto colgó el teléfono
gruñendo.
Dió zancadas hasta su mini bar y sirvió un pequeño vaso con whisky. Trataba de tranquilizarse,
pero el simple hecho de saber que alguien husmeara sus cosas le cabreaba.. le cabreaba mucho.
Toques en la puerta regresaron a Jeon de su infierno y decidido, fué hasta la puerta, abriendo
esta y ver a TaeHyung acomodando su bandana.
—Pasa.— Dijo secamente.
TaeHyung obedeció con la mirada en sus pies y tragó saliva, estaba jugando con sus dedos
nerviosamente, ¿quién no se pondría nervioso con tremenda bestia escaneando cada movimiento
y respiración?
—¿P-pasa algo?..— TaeHyung alejó sus ojos completamente intimidado por los de Montana.
—TaeHyung, realmente espero que tú no me vayas a dar la espalda, sería una pena acabar
contigo cuando comienzas a agradarme.— TaeHyung no supo si lo decía en sarcasmo o en serio
ya que la voz de Jeon estaba peligrosamente neutra.
—¿De qué habla?..
—TaeHyung ¿acaso has husmeado mis cosas hace un rato?— Jeon memorizó cada
movimiento que hiciera TaeHyung.
Pero nada, K solo frunció el ceño y negó extrañado.
—¿Ah? ¿Yo? Para nada, hace un momento sí vine, pero estaba buscando a JiMin a que me
acompañara a comprar nuevas películas.— TaeHyung explicó mirando a Jeon.— Pero como no
lo encontré en la oficina, ya que no se despega de usted, estaba subiendo a la habitación hasta
que me habló.
—¿Y la mochila?— Jeon pestañeó perezosamente observando la mochila que estaba
descansando en los hombros de TaeHyung.
—Pensaba meter todo lo que compraramos en la mochila..— TaeHyung se encogió de
hombros.— Espere.. ¿está pensando que vine a robar o algo así.
—Sí.
—Vaya, eres más directo que JiMin mal follado.— El chico acomodó su bandana y arqueó las
cejas.— ¿Ya puedo irme? Pienso ir a teñirme el cabello y se me hace tarde.
—Eh, sí, gracias de todas formas.
TaeHyung sonrió y trotó infantilmente hasta la puerta, desapareciendo del lugar y escuchar un
chillido proveniente de él.
Maldito raro. Pensó Jeon descartando la posibilidad de que TaeHyung husmeara en su oficina.
Pero es que no quería que aquéllo se le saliera de sus manos.
Si no fue TaeHyung.. ¿Quién revisó sus cosas y robó la joya?
.
Helloooooooow.
Hoy se me dió la gana actulizar porque sí.(?)
El día está nublado y me encanta, el clima está cambiando y eso me pone re feliz.
En fin, namás quería decir que me encantan las piernas de JungKook, ahora sí.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Difaman al bebito con complejos de idiotita:c.


3 3.

08 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


10:00am.
S-señor Jeon..
-
—Ya ni sé qué mierda pensar..— Jeon revolvió su cabello mientras apoyaba los puños sobre la
madera de su escritorio.
—Si hubiera sido J-Hope tus guardias te debían avisar ¿no así les tienes ordenado?—
NamJoon metió sus manos a sus bolsillos y estando de pie frente a él, suspiró pesadamente.—
No me estoy confiando mucho de lo que dijo TaeHyung, Montana.
—A este paso ya no tengo confianza en nadie, joder.— Jeon bufó y cerró sus ojos con
fuerza.— ¿Ahora entiendes por qué no me gusta armar negocios con imbéciles con aires de
grandeza? Si no fuera porque estoy más que enderezado y estricto, el cabrón se me sube a la
cabeza.
Y NamJoon lo entendía perfectamente, todos estos seis años en un fiel negocio con Jeon
Montana, siempre admiró la forma en que el castaño administraba sus órdenes hasta crear el
perfecto crímen. Hasta ahora Mr. Kim permanecía con la duda todo este tiempo de algo.
—Montana..
Jeon deslizó su mirada pensativa a NamJoon sin moverse, dándole acceso a hablar.
—¿La policía no te busca?
Jeon realmente sonrió, una risilla socarrona brotó de sus labios y se cruzó de brazos.
—¿Tú realmente piensas que la policía está rompiéndose la cabeza en buscarme?— Jeon le
miraba divertido.
—¿Corrupción por dinero?
—En vivo retrato.— Asintió suspirando y se colocó su saco.— Vámonos a la bódega, llegó la
nueva mercancía.
NamJoon aún tenía dudas, pero le siguió arreglando su corbata.— ¿Y por qué mataste a los
del día del asalto?
—Jeon Montana es intocable por la policía, TripleB no.— Jeon sacó un cigarrillo de su bolsillo
junto a un encendedor y concentrado, soltó humo de sus labios cuando lo prendió.— Hirieron a
JiMin y les tengo dicho que muere el que le ponga mano encima a lo que es mío. Por ello las
muertes ni el asalto están en los periódicos.
Ambos hombres salieron de la mansión, TaeHyung y SeokJin salieron de compras, por lo que
el único en el lugar era JiMin.
Pero Montana no se encargó de ordenar que cuidaran de su dormilón pelinegro, estaba tan
apresurado que solo se montó en su limosina y partieron rumbo a su bodega.

JiMin despertó con un gran bostezo y se sentó en la cama, estirando sus brazos y piernas.
Toda la mansión estaba en un misterioso silencio, pero sin tomarle importancia, se fue a la ducha
somnoliento, metiéndose en la bañera y disfrutar del agua fresca.
No le extrañaría saber que Jeon estaba fuera de la mansión y SeokJin con TaeHyung de
compras o algo por el estilo. Si JiMin analizaba, la última vez que salió de la mansión fue el día de
su cita con Jeon.. y vaya cita.
Montana cuando se le proponía era un perfecto romántico, eso terminó por convencer a JiMin
para caer realmente a sus pies.
Eso sin contar lo bueno que era en la cama.
Minutos después, enrolló su toalla en su cintura y salió de la ducha, poniéndose la primer
prenda suya que encontró en el guardaropa de Jeon. JiMin tarareó una canción mientras
deslizaba su camisa en su cuerpo y caminaba alrededor de la gran habitación, pensando qué
hacer para no aburrirse. Iba a encender la televisión cuando escuchó unos pasos en el pasillo.
—¿Jeon?..— JiMin preguntó asomando el rostro por la puerta abierta y se repitió
mentalmente que estaba alucinando, pues nunca vio nada extraño. Se encogió de hombros y giró
en sus talones, y fue que sucedió todo aquéllo tan rápido que ni siquiera logró pestañear.
Un brazo le tomó por el cuello y un trapo blanco en su nariz, JiMin luchó para sacárselo de
encima, pero el hombre lucía demasiado alto y fuerte, por lo que sus jaloneos eran en vano,
además de que seguía débil por recién despertar.
—¡A-Auxilio! ¡A-ayuda!— JiMin logró gritar lo suficientemente audible sin ninguna fuerza antes
de quedar completamente drogado por aquél trapo con cloroformo.
A lo lejos escuchó una voz, conocida y a su vez no, no pudo identificar al dueño de tal voz ya
que el efecto estaba surgiendo y aflojó el agarre de sus pequeños brazos contra el del hombre
desconocido.
...
—¿Son doscientas cajas? ¿estás seguro?— Jeon le preguntó a su empleado, tras recibir un
firme "sí" Montana negó.— Vuelvan a contar, no te creo.
NamJoon bufó a su lado para después sonreír.— Ya es la tercera vez que los mandas a contar
las cajas.
—Quiero estar seguro.
—Pues cuéntalas tú.— Mr. Kim carcajeó tras recibir una mirada asesina de Montana.
—Hay cosas aún más importantes.— Jeon revisó su reloj de muñeca y bostezó.— No he
dormido casi nada.— Pestañeó varias veces sintiendo un leve dolor en su pecho.
—De seguro estuviste de vago follándote a JiMin.— NamJoon sonrió pícaramente.
—Creo que mis asuntos privados, como los sexuales, por ejemplo, no debo mencionarlos con
imbéciles depravados como tú.— Jeon metió sus manos en sus bolsillos y se meció en sus
talones.— Por respeto a JiMin y porque te importa un enorme pepino en el culo.
NamJoon realmente estalló en risas y negó, mirando el rostro de Jeon suavizado por su
sonrisa.
—No necesito detalles, igual sé que follaste duro por la enorme sonrisa que te cargas y el
humor por los cielos.— NamJoon arqueó las cejas.
—Uff.. cállate, cierra el hocico un momento.— Siseó el castaño cerrando sus ojos y mostrando
su palma en señal a NamJoon cuando una imagen erótica de JiMin debajo de él desnudo
apareció en sus pensamientos.
—¿Cómo te dice? "¡Ah, Señor Jeon dáme todo de esa pistola!" O "¡Méteme plomo hasta por
los oídos, señor Montana"— Mr. Kim hizo un pésimo intento de imitar la voz de JiMin y continuó
con sus falsos gemidos.— A-ah ¡Monta..
—¡Cierra la boca ya, imbécil!— Jeon golpeó su puño contra su hombro, doblegando a
NamJoon.
—Ah, si así golpeas no me imagino como le das a JiMin.. pobre de él y su trasero..— Mr. Kim
se sobó el hombro mientras daba círculos quejándose.
Idiota. Pensó Jeon sonriendo socarronamente cuando su celular vibró en su bolsillo, extrañado,
lo sacó y contestó al ver que era su guardia.
—¿Qué pasa?— Jeon preguntó con el ceño fruncido.
Entonces escuchó disparos del otro lado de la línea.
—Me duele idio..
—Cállate, NamJoon.— Pidió Montana mirándolo asesinamente.
—S-señor Montana..— El hombre jadeó y se escuchó su respiración entrecortada y supo que
algo andaba mal por los cercanos disparos, quedándose paralizado.— I-invadieron la mansión y..
—¡¿Y JiMin?! ¡¿Él está bien?!— Jeon gruñó saliendo de la bodega y NamJoon tras él.
—S-se lo llevaron, señor.. fue..— La llamada se cortó y Jeon literalmente corrió hasta la
limosina.
—¡¿Qué sucede?!— Preguntó NamJoon subiéndose tras él.
—¡¡Se llevaron a JiMin!! Infiernos, NamJoon, ¡Ese fue J-Hope!— Jeon apresuró al chófer hasta
su mansión.
Al llegar, vió a sus guardias desplomados en el suelo heridos, las puertas de su propiedad
estaban abiertas y el interior hecho un desastre. Subió las escaleras y corrió hasta su habitación
para encontrar algo de valor para los hijos de puta que se llevaron a su JiMin. Y fue que vió una
nota en su cama.
" Como en los viejos tiempos, me robas algo de valor y yo me llevo lo más importante en tu
vida. Negociemos si quieres a P de vuelta.. o a tu puta personal, como quieras llamarle.
Un cordial saludo, Jeon JungKook.
—AgustD. "
—Ya veremos quién sale perdiendo, hijo de puta.— Jeon arrugó el papel en su mano y lo lanzó
sintiendo la rabia apoderarse de su ser.
Iba a buscar a JiMin y acabar con todo aquél que estuviera involucrado en el secuestro de él.
Así tenga que armar escándalos por todo Busan. JiMin estaría en sus brazos de nuevo.

.
Hellooooooooow.
Dorilaic si no te esperabas ese final /Dorilaic. (?)
Ahora sí se viene lo chido, ya hizo aparición el pinche Agustín y viene con todo.
Juancoco y Agustín tienen tanto poder ¿qué crees qué va pasar con ellos cuando se vean? No
cuenta decir que Jeon se lo va a chingar, cállense:v
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Cómo que te robaste al nalgón equivocado, Agustín, se viene el bardo bien fuerte chamas:0
3 4.

08 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


8:30pm.
A-aléjate de mí.
-
JiMin abrió los ojos de poco en poco y el olor a alcohol era tan potente que mareó al querer
pestañear hasta que las imágenes de él siendo drogado llegaron a su mente, tratando de
moverse en vano ya que estaba atado en una silla. Justo como Jeon lo ató.
Su respiración estaba agitada y sus ojos ardían por las lágrimas rebeldes que comenzaban a
rodar por sus mejillas, su pecho dolía y no entendía el porqué estaba en una clase de bodega con
los pies y muñecas atados a la silla.
—J-Jeon..— JiMin sollozó rogando porque Jeon llegara en su rescate.
Y es que él sabía que algo tendría que pasar, Jeon era un gran narcotraficante odiado y a su
vez adorado, tarde o temprano estaría en un rollo de estos. Por ahora, solo deseaba ver a su
hombre rudo con sonrisa de conejo. Y fué cuando se preguntó a sí mismo ¿Por qué se volvió tan
débil y dependiente de Jeon? Toda esa maldad que alguna vez tuvo, la perdió cuando miró por
primera vez esos oscuros ojos. Esos que le encantaban con locura. Porque Jeon eso era.. su
locura, el vino que derramó su vaso, y ahí estaba él y sus recuerdos, notando qué tan sumiso era
estando a su lado, ya que sentía protección con Jeon. ¿Realmente vendría a su rescate?
—Jiminnie..— Una voz provino de la puerta y cuando el nombrado volteó, gruñó.
—Traicionaste a Jeon..— El pelinegro soltó mirando a J-Hope con odio.
—Ajá, ese no es tu asunto.— J-Hope arrastró una silla hasta dejarla frente a JiMin y sentarse
con el respaldo de frente, mirándole de pies a cabeza.
Como Jeon hizo cuando lo atrapó.
—¿Entonces qué hago aquí? Suéltame.— JiMin volvió a gruñír pareciendo un pequeño minino.
J-Hope lo observó unos segundos y sonrió ampliamente, mostrando aquélla fila de dientes
perlados perfectamente alineados, soltando una risilla corta.
—Idéntico a Jeon, igual de gruñones.— El pelinaranja acomodó sus cabellos alejando la
mirada y negó.— Solo obtendremos a Jeon arrebatándole lo más importante para él ¿qué no es
obvio?
—¿Has dicho "obtendremos"?— JiMin retó a J-Hope con la mirada.
Y es que el pelinaranja le sostuvo la batalla de miradas por unos segundos antes de alejarla
intimidado.
Por algo este idiota es el pequeño de Jeon, mismas miradas de cabrones. Pensó J-Hope
tratando de adivinar porqué aquél rostro dulce de JiMin era una diábolica en ese momento.
—¿Qué piensas que yo afrontaré a Montana solo? Joder, qué ingénuo.— J-Hope rió sin gracia.
—Cobarde..— Soltó JiMin sonriendo aún con la mirada penetrante.— Sabes que sin alguien
que te cuíde la espalda eres un simple pedazo de carne para Jeon..— JiMin soltó una risilla
socarrona cuando notó el rostro algo sorprendido de J-Hope.— ¿Qué?.. ¿qué crees que eres
superior a Jeon y puedes subirte hasta su coronilla para reinar? Qué ingenuo.

J-Hope gruñó y formó un puño en su mano listo para golpear la mejilla de


JiMin—Maldito hijo de..
—Suficiente, Hoseok.— Una gruesa voz detuvo al pelinaranja y JiMin al verlo, su rostro se le
hizo tan familiar.
—Pero..
—Déjame a solas con éste..— El pelinegro despetó con desprecio, miró a JiMin y sintió su piel
erizar.
Su mirada era más pesada que la de Jeon y eso le asustaba.
J-Hope obedeció y dio zancadas hasta desaparecer de la bodega.
—P de TripleB..— El hombre suspiró tomando el lugar dónde minutos antes estaba Hoseok e
incomodó a JiMin con su mirada.— Park JiMin.. al fin tengo el placer de conocerte.
JiMin miraba sus propias piernas, imposible de ver al hombre.— ¿Q-quién eres?
—Oh.. ¿Jeon nunca te ha contado de mí?— El pelinegro enseñó sus encías al sonreír.
—De seguro es otro idiota queriendo sentirse grande.— JiMin rodó los ojos.
—Cuida esa boquita conmigo, cariño, que yo no resuelvo las cosas a golpes como J-Hope ni a
balazos como Jeon..— El hombre sonrió maliciosamente.— Soy AgustD, el dolor de cabeza para
Jeon y su primer amor.
JiMin rápidamente miró a AgustD y frunció el ceño.— ¿su primer amor?..
—Realmente no sabes de mi..— AgustD rió echando la cabeza hacia atrás.— Te contaré un
poco.. Él y yo trabajábamos para el mismo hombre como sus águilas, ambos éramos unos
estúpidos mocosos de diécisiete y diecinueve años.. no voy a negar que Jeon desde adolescente
era atractivo, pero no era lo mío..— AgustD suspiró entrecerrando los ojos y miró al techo.— Jeon
era un perrito faldero de su jefe, tan obediente y sumiso, yo necesitaba más que ser un simple
águila, entonces fue que conocí a J-Hope, su grupo criminal prometía mucho.
JiMin seguía con el ceño fruncido mirando a AgustD, pero se mantuvo en silencio esperando
por más información.
—Su jéfe pagaba mucho mejor de lo que esperé, ¿y sabes? Él era el rival de Choi, el jefe de
Jeon.— AgustD sonrió con orgullo.— Si no fuera por unirme a su grupo ahora no sería el
heredero.
—No te entiendo una mierda.— JiMin soltó con la voz más oscura de lo que él quiso sonar.
—Te comprendo, ser un estúpido mocoso que solo roba por atención es algo demasiado
diferente a lo que somos Jeon y yo.— JiMin bajó la mirada ante tal gran ofensa, pero la mano
delgada de AgustD tomó su mentón y le obligó a mirarle.
Tan pocos centímetros lo alejaban de aquél hombre, y era lo suficiente para que JiMin
temblara.
—Y es que no estás para nada mal, eh..— AgustD contempló sus gruesos labios y JiMin al
notarlo, rápidamente los apretó.— Tienes unas piernas que joder bendito..
AgustD colocó su otra mano sobre el muslo de JiMin y este gruñó sacudiendo su muslo para
alejar su asquerosa mano.— No me toques.
—Cállate.. Si le abriste las piernas a J-Hope y a Jeon ¿por qué no para mi?— AgustD palmeó
su muslo.
Pero JiMin estaba tan confuso como para chillar de dolor.
—¿Abrirle las piernas a J-Hope?— Frunció el ceño.
—¿Qué no se las abriste? Hasta grabó gemidos.
—Yo jamás me acosté con él.— JiMin negó.— Ya quisiera el pobre tener una noche
conmigo.— Soltó una risilla burlona.
Entonces recordó la noche cuando estaban en la sala de Jeon, J-Hope estaba borracho y JiMin
cuando bajó con SeokJin miró un gran chupete en el cuello de TaeHyung.
Chupete.. gemidos.. TaeHyung.
Arrugó la nariz al pensar que TaeHyung se entregaba a Hoseok y realmente sintió asco por el
pelinaranja al jugar con su mejor amigo.
—Entonces comprobemos si esos gemidos eran tuyos o de alguien más.— AgustD se levantó
bruscamente de su silla y se acercó a JiMin para desabrochar sus pantalones.
—A-aléjate de mi ¡Déjame!— JiMin chilló cuando la palma de AgustD golpeó su mejilla.
Él no iba a permitir que nadie más lo tocara, le prometió a Jeon que solo él tendría el derecho..
y así sería.

.
Helloooooow.
No se desesperen, son dos partes, ahr, por lo mientras disfruten este capítulo jejejox.
*Inserta aquí tus insultos para Agustín* (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

La hembra de Jeon queriendo verse Daddy, like si te reíste al notar que el aura de pasiva no se
le quita.(??)
No mentira, se ve bien chuloooOoOoOoo.
3 5.

09 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


10:30pm.
El pequeño secreto de Jeon y JiMin.
-
—¡Ya deja ese maldito cigarro, Jeon JungKook!— SeokJin le arrebató el cigarro junto a la
cajetilla y los lanzó al cesto de basura.— ¡Fumando JiMin no volverá!
Jeon golpeó sus puños contra el escritorio maldiciendo en voz baja lo imbécil que fue al no
llevarse a JiMin con él. TaeHyung, quién estaba enterado de la traición de J-Hope y mirando la
bestia que se había convertido Jeon, salió de su escondite tras la espalda del rubio y aclaró su
garganta.
—J-Jeon..— TaeHyung estaba mordiendo su labio y tembló cuando la mirada penetrante de
Jeon se posó sobre TaeHyung.— Y-yo debo decirte algo..
Jeon estaba quieto en su lugar, empujando su mejilla con su lengua y con el ceño fruncido.
—J-Hope me..— El chico ahora pelirrojo con la bandana tragó saliva jugando con sus dedos.—
Me engañó, comenzó a seducirme y y-yo caí.. me acosté con él pero..
—¿Y eso en qué me afecta a mí?— Jeon interrumpió con veneno en su voz.
—Déjalo terminar, Jeon.— SeokJin gruñó fulminando al castaño.
—Después de que eso pasara..— TaeHyung suspiró sin mirar a Montana..— Me había pedido
unos papeles, según él, tú se los encargaste pero los dejó en tu oficina, eran parte del
"negocio"— TaeHyung formó comillas con sus dedos.— Me había dicho que en esa carpeta había
información tuya y de JiMin.
Entonces Jeon comprendió su escritorio con papeles regados por todo el lugar.
—¿Y por qué me mentiste? ¿Te llevaste la joya?
—N-no, yo solo entré por los papeles.
—La joya la tengo yo.— SeokJin bufó colocándose al lado de TaeHyung.— No confiaba de J-
Hope, se veía tan obvio estando frente a ustedes, pero como son tan idiotas para notarlo, tomé la
joya y la guardé en mi habitación.
—¡¿Y por qué mierda no me dijiste?!— Jeon gruñó fijando su vista en el rubio.
—¿Querías que te lo dijera frente a J-Hope? Has estado tan apegado a JiMin que ni
encontraba el momento para decírtelo.— El rubio se encogió de hombros.
Jeon asintió y suspiró bajando la mirada.— Gracias..— Dicho esto, aclaró su garganta.
Y SeokJin notó el nudo que estaba tragando Jeon, se sintió culpable por mencionar a JiMin y
sorprendido por ver lo débil que se notaba al estar tan lejos de Park.
—¿No te dijo a dónde iría después?— Jeon habló a TaeHyung después de unos minutos, alzó
la mirada hasta el pelirrojo y se notó el brillo en sus ojos.
—Dijo que los siguientes días iría a Seúl por algunas cosas pero no sé en realidad.
Seúl.. Seúl.
En Seúl estaba la segunda bodega de YoonGi.
—JiMin está en Seúl.— Dijo Montana de repente.

—Espérate, Jeon..— SeokJin detuvo a Montana, quién estaba cargando su pistola


y tomar su saco.— No te irás ahora, es de noche y es más peligroso.
—No me interesa la hora, SeokJin, AgustD tiene a JiMin y es capaz de hacerle algo.— Jeon se
quejó tratando de alejar a SeokJin de su camino.
—No, Jeon, tan lo menos si vas a rescatar a JiMin debes estar con energía. Mírate..— El rubio
apuntó su rostro.— Luces tan cansado.
—Eso no me impor..
—Dije que no, JungKook.— SeokJin sentenció.— Véte a dormir y mañana temprano partes a
Seúl.
Jeon gruñó y salió de su oficina, rumbo a su habitación. SeokJin tenía razón, tenía que estar
con los sentidos despiertos para rescatar a su JiMin. Cuando abrió su puerta, vió las sábanas
revueltas y su estómago se revolvió al pensar que JiMin fue arrebatado mientras dormía.
Pero era imposible.. Jeon había visto las cámaras hasta hace un momento y confirmó sus
sospechas.. J-Hope y sus hombres se llevaron a JiMin mientras se dirigía a ver televisión.
Lo extrañaba, un día había pasado y Montana estaba tan desesperado por tener a JiMin entre
sus brazos y protegerlo.
Pero esta vez fue imbécil.. esta vez descuidó a su pequeño y ahora estaba en Seúl sin él para
cuidarle. Y es que no dudaba de la fuerza del chico, al contrario, era fuerte, pero.. ¿cómo él iba a
poder vencerlos si eran más de tres hombres y además armados?
...
—Mira qué linda se ve la luna..— JiMin musitó parando su caminata por la playa y observó con
entusiasmo la brillante luna.
Jeon lo abrazó por detrás y besó su mejilla, contemplando al igual que él la bonita vista que
tenían frente a ellos.
—Brilla como tú..— Jeon murmuró cerrando sus ojos cuando escuchó las olas romper en la
orilla y el fresco viento chocaba su rostro de una manera estremecedora.
—Claro que no.. ella es muy bonita a comparación de mi.— JiMin se quejó soltando una
pequeña risilla.
—¿Ya vas de nuevo con lo mismo, cariño?— Jeon abrió sus ojos y giró a JiMin hasta ponerlo
frente a él.— Ya te he dicho que no hay nada más hermoso que tú. Tienes una belleza
inexplicable.
JiMin sonrió enseñando la pequeña paleta chueca de su dentadura tan adorablemente y hundió
el rostro sonrojado en su pecho.— Mentiroso..
—No miento.— Jeon dijo firme, acariciando los cabellos negros de Park y abrazarlo
protectoramente.— Eres la persona más preciosa que camina sobre este planeta, Park JiMin, y
no me cansaré de decirlo hasta que te convezcas de que hablo en serio y comiences a mirarte
con otros ojos.
—Jeon..— JiMin alzó su rostro para besar la mandíbula de Jeon.— ¿Por qué te fijaste en mi?
Jeon recordó el día en que sus ojos miraron a Park de otra forma, sonrió y respondió mirando
los brillantes ojos de JiMin.
—Porque lucías como un ángel, quiero decir.. luces como un ángel, y cualquier demonio como
yo se siente atraído por un ángel tan precioso como tú.— Jeon suspiró y besó los labios de
JiMin.— La primera vez que te escabulliste por mi habitación no ví nada más bello en el mundo.
JiMin sonrió tímidamente y correspondió al beso de Jeon, apoyando sus manos cubiertas por
sus mangas en el pecho de Montana.— No me dejes ir..
—No está en mis planes dejarte ir.
Ambos corrieron por la arena como adolescentes y Jeon cargó en su espalda a JiMin. Risas y
chillidos se escuchaban en la solitaria playa, Jeon había descongelado sus sentimientos y le
demostró a JiMin que podía quererlo.
Realmente podía quererlo.
...
Jeon salió de sus recuerdos y se encontró a sí mismo sollozando y llorando por JiMin. Se sentó
sobre su cama y cubrió su rostro, ahogando todos esos sollozos y tratando de calmar su dolorido
corazón, pero ¿cómo iba a hacerlo si JiMin estaba en las garras de su enemigo? ¿de su primer
dolor de cabeza?
Miró a su lado derecho y encontró el espacio de JiMin vacío.
—Sólo ha pasado un día y ya te extraño, mierda..— Murmuró con la voz ronca y abrazó la
almohada de JiMin, logrando dormir con las mejillas empapadas y con el aroma de Park
impregnado en aquélla almohada. Recordando a cada rato el secreto de JiMin y suyo al
comportarse como adolescentes en su primera cita.
.
Helloooooooow.
Pobre bebito, extraña a su rollito de sushi. :c
#CampañaParaQueElSapoDeAgustínLeDevuelvaASuNiñoConsentido.(???)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Mi bebito, no llores, te amo. :(


3 6.

10 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


7:00am.
Te encontré, es tiempo de correr..
-
Apenas salió el sol, Jeon se había puesto de pie con suficiente energía para ir al rescate de su
JiMin, estaba tan sediento por torturar a J-Hope y sacarle toda la información que pueda.
Porque iba a conseguirlo, no volvería a Busan sin JiMin en sus brazos. Por otro lado, la simple
idea de volver a ver a YoonGi después de tantos años le causaba cierta extrañez. Ahora que
ambos eran unos hombres maduros.. podían ser más peligrosos de lo que recordaban.
YoonGi sabía que jugaba con fuego y Jeon sabía lo mismo. Ambos tenían esa pequeña
rivalidad por la corona.
Pero por supuesto, Jeon siempre le arrebasaba aunque sea por una pizca, y eso le jodía a
AgustD.
Por más que Jeon trate de concentrarse, el miedo abrumaba su mente por JiMin.
Dios.. ¿él estará bien?.. Pensó Jeon mientras se metía en su camioneta con NamJoon a su
lado y SeokJin.
—Tranquilo, bebé..— SeokJin masajeó los hombros de Jeon, tratando de alguna manera darle
apoyo al hombre.
Jeon suspiró por milésima vez en la mañana y cerró con fuerza sus ojos. Necesitaba saber que
su pequeño rollo de sushi estuviera bien, sin ningún rasguño, pero.. ¿Cómo podía tratar de
pensar eso si AgustD era un sanguinario de lo peor?
Imágenes desagradables de JiMin llenaron su mente y deseó tentativamente apuntar su pistola
a su boca y jalar del gatillo por hacerse ideas tan estúpidas. JiMin está bien.
Debe de estarlo.
—Me gustó, Montana es un suertudo, tal vez considere quedarme contigo definitivamente.—
YoonGi murmuró abrochando sus pantalones y sin una pizca de piedad trató de ayudar a un JiMin
malherido.
Y violado.
El pómulo derecho de JiMin tenía un hematoma y su labio estaba roto, su interior se sentía tan
sucio y dolía como el infierno.
No había cumplido su promesa, YoonGi logró darle por vencido a punta de golpes y estando
débil, aprovechó de su frágil cuerpo para su satisfacción personal.
—H-hijo de puta..— Gimoteó de dolor apenas observó a AgustD irse y dejarlo en el suelo con
sus pantalones e interiores bajo sus rodillas.
Jeon, te necesito. Pensó JiMin al borde de un nuevo silencioso llanto sin parar.
Y es que al único hombre que se había entregado carnalmente.. era a Jeon, se sentía un asco
de persona por no haber resistido más e impedir que YoonGi lo violara tan horriblemente mal.
En definitiva él no era como Jeon. Lo estaba extrañando y demasiado. Seguía con la
esperanza de que aquél gruñón narcotraficante y dulzura de persona llegara, no podía dejarlo en
manos de aquélla bestia sin corazón. JiMin estaba destrozado hasta que se dió cuenta de lo
importante que es Jeon JungKook para él, en lo protectores que eran sus brazos y en los
altamente posesivos celos que tenía con él.

Ahora entendía porqué tanta inseguridad de su parte al verlo con otros hombres
cerca.

Ocho de la noche y Jeon estaba de un lado a otro en la enorme ciudad de Seúl, tratando de
buscar alguna cabellera naranja misteriosa. Pero nada daba con su objetivo.. ¿dónde carajo
estaba?
—Jeon, no lo encontraremos hoy.. es de noche y no lo creo tan imbécil.— Murmuró NamJoon
apoyando su mejilla sobre la cabellera rubia de un SeokJin plácidamente dormido entre sus
brazos.
Pero no todo era mala suerte en su vida. Adentrándose en una de las calles de los barrios
bajos de Seúl, encontró un bonito BMW estacionado frente a una casa de renta.
—Oh.. claro que es imbécil.— Jeon empujó su lengua contra su mejilla a su vez que sonreía
con malicia.— Estaciona frente al BMW.
Dicho esto, bajó ágilmente de la camioneta negra con su arma guardada en su cintura y dió
zancadas hacía la puerta de cristal con adornos que distorsionaban el interior. NamJoon tras él
junto con SeokJin. Sabían que tan animal se podría poner Jeon Montana y por lo mismo, los
únicos que podían calmarlo eran JiMin y SeokJin.
Jeon fue hasta el auto y miró la placa trasera, sumiéndose en su mundo de recuerdos para
confirmar el número.
*Flashback*
—Bonito modelo.— Jeon halagó el nuevo auto blanco último diseño de J-Hope y asintió
metiendo sus manos en sus bolsillos.
El sol golpeaba tan fuerte que su cabeza se sentía caliente y sus ojos se entrecerraban por la
molestia de la luz.
—Gracias, Monti, no salió tan caro después de todo.— J-Hope sonrió con orgullo.
Pero Jeon estaba con una mirada de total desprecio.— En tu puta vida vuelvas a llamarme
"Monti"
J-Hope soltó una risilla pero asintió, Jeon sacó un nuevo cigarrillo de su cajetilla y lo encendió,
soltando humo de sus labios y suspirar gruesamente.
—Quiero verlo de cerca.— Murmuró dando pasos tranquilos con el tábaco en sus dedos y con
ojos juzgadores y atentos observó el nuevo auto de pies a cabeza, hasta ver el número de la
placa.
"J47893"
Aquél auto no era de su total gusto, para él era un modelillo para niño mimado por papi y para
maricas.
*fin del flashback*
—Te encontré, maldito bastardo..— Sonrió con malicia al ver el número de la placa.
"J47893"
Miró por la ventana y confirmó aquéllas sospechas de que Hoseok podría pensar que en los
barrios bajos no podría ser encontrado. Pero era un tremendo imbécil querer jugar con Montana.
Y sí J-Hope quería jugar, Jeon pondría la primera carta en la mesada.
Su trabajo se había facilitado al cien por ciento cuando observó a J-Hope estar recostado en la
cama de seguramente pésima calidad, mirando la televisora. Su arma estaba del otro extremo en
la mesa, sabiendo Jeon que sería más fácil de lo que parecía.

Sin dudarlo, con fuerza pateó la puerta y por el mal estado en ella, se abrió
azotándose contra la pared y hacer saltar a J-Hope en su lugar. Jeon dió pasos peligrosos a él y
lo tomó del cuello de su camisa.
—¡¿Dónde mierda está?!— Jeon gruñó con las venas de su cuello marcadas y mirando con
furia al pelinaranja.
—¿Q-quién? J-Jeon.. ¿q-qué pasa?— J-Hope tartamudeó.
Pero Jeon miraba en sus ojos miedo y mentira.. dulce mentira.
—Yo no soy ningún demonio al que puedas jalarle los cuernos y la cola, J-Hope..— Jeon
apretó sus dedos en su cuello, logrando cortar de poco en poco el acceso de aire y sin alejar sus
penetrantes ojos de los de J-Hope.— Yo soy el diablo.. el mismo que te hara sufrir dolorosamente
si decides retarme, el que elije jugar con los títeres como tú.
—N-no respiro..— J-Hope rasguñó la manos de Montana tratando de liberarlas de su cuello.
—Y dejarás de hacerlo donde no me digas dónde se encuentra JiMin.— Amenazó Montana y
posteriormente gritar:— ¡¿Dónde infiernos está JiMin, J-Hope?!
—Y-yo..¡N-no sé!— Le respondió J-Hope.
—Excelente..— Asintió Jeon sacando su pistola de su cintura y quitar el seguro para colocar la
boquilla en su cien.— ¿Ahora así me dirás dónde carajo está JiMin?
—N-no me matarías.— J-Hope sonrió incrédulo, pero el rostro de Jeon mostraba furia y
seriedad.
—Lo comprobarás cuando jale el maldito gatillo para que te dejes de putadas.— Jeon alzó
ambas cejas, gruñendo por lo bajo.
—Ya te dije.. ya te dije que no sé dónde está JiMin.— J-Hope retó a Montana con la mirada,
demostrando en sus ojos la viva mentira de sus palabras.
Pero Montana era suficientemente experto para saber cuando alguien mentía, e infiernos ¿por
qué J-Hope se aferraba a la idea de tratar de joder a Montana? J-Hope ni dos años tenía en el
mismo mundo de Montana y ya pensaba dominar a una tremenda bestia que desde su niñez
estaba sumergido en ese mundo.
—Jung Hoseok, tan novato y tan imbécil..— Montana dijo con sorna y odio cuando apuntó el
arma a su muslo izquierdo y jalaba el gatillo.
J-Hope chilló de dolor cuando la fuerza de la bala atravesó su piel, que en cuestión de
segundos la sangre comenzó a recorrer libre.
—Hijo de pu..— J-Hope masculló apretando sus dientes, luchando por no desequilibrar su
respiración.
Jeon solo lo miraba desde arriba sin expresión alguna, el ver a J-Hope sufriendo era algo que
había deseado desde que supo que se había metido con su mayor joya.
—Es..tán.. ahg..
—¿Están...?— Jeon alargó la palabra esperando la continuación de la oración.— Y más te vale
darme la dirección correcta o lo siguiente que tendra un hueco va a ser tu frente.
—Do-dos cuadras antes del centro comercial cercano de aquí.. bodega color bl-blanco al fondo
de un oscuro pasillo.. e-en frente del callejón hay una casa abandonada con pla-plantas
crecidas..— J-Hope confesó tratando de controlar su respiración.
—Excelente, gracias por su cooperación, J-Hope, pase unas buenas noches..— Jeon revisó su
reloj y se dió vuelta.
—Maldito cínico hijo de put.. ¡AAH!— Volvió a gritar cuando una nueva bala se enterró en la
piel de su costado derecho.
Jeon miró el costoso celular de J-Hope y sin dudarlo lo tomó en manos, miró a J-Hope y
sonrió.— Para no alertar a las hienas del león..
Cuando Montana te ordena algo, es mejor obedecer. Pensó con repudio al ver a Jeon llevarse
su celular en sus manos y desaparecer de aquélla casa.
.
Helloooooooooow.
Ya se vino la faceta demoniaca sangrienta de Jeon, ahre, a partir de aquí, trata de no beber o
comer algo (si te asqueas con cualquier cosa:v) que el Jeon se viene con todo.
RECOMENDACIÓN DE NXCHUCITA:
Hace poco subí un nuevo O.S, "I can't quit you" y dÉJENME DECIRLES QUE ES TODO LO
CONTRARIO A "DIRTY PARK" ¿POR QUÉ? Bueno....
Es trISTE, digo, namás decía por si querían ponerse un poquito sad el día de hoy. unu.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Lo siento, Hobi hermoso, pero debes recordar que el que truena los cacahuates y los dedos es
Jeon, es nota mental, loviu.
3 7.

10 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


12:25am.
Miradas asesinas.
-
La desesperación llegaba cada vez más y Montana no lograba mantenerse quieto en su lugar
con la cabeza fría, pero.. ¿quién lo estaría sabiendo que la adorable razón de tu felicidad estaba
en peligro seguramente llorando por ser rescatado? Exacto..
Nadie.
—Jeon, escúchame..— SeokJin salió de los brazos de NamJoon y tomó de las mejillas a
Montana quién rápidamente fijó su mirada en el rubio.— JiMin está bien.. debes mantenerte fuerte
por los dos, él necesita ahora de tí por lo que debes estar con la cabeza fría.
—Y-yo..— Jeon bajó su mirada avergonzado por los ojos cristalizados y respiró hondo.
—Lo sé, no es necesario que menciones tu miedo..— SeokJin acarició las mejillas de
Montana.— Es hora de que le demuestres a AgustD quién es el que lleva la batuta. Es tiempo de
que Jeon Montana acabe con éste circo.
Y por supuesto de Montana lo haría, estaba tan sediento por ver a Min YoonGi y Jung Hoseok
sufriendo por morir tras una cruel tortura. Jeon estaba saliendo de su nido, tal y como Mr. Kim le
había dicho.
—Está bien.— Asintió Montana y miró a Mr. Kim, quién estaba en silencio observando su
postura débil desde su lugar.— Tú vas a quedarte a mi lado durante la masácre.

—Yah~ ¡Deja de llorar!— Gruñó YoonGi tirando de los cabellos negros de JiMin.
Park derramaba lágrimas en silencio con la viva esperanza de que Jeon llegara y lo jalara a sus
brazos, necesitaba tanto su olor, sus besos.. lo extrañaba a él.
—¿Qué?..— YoonGi sonrió burlonamente al ver los ojos cristalizados y llenos de odio de
JiMin.— ¿ahora quieres hacerte el inocente debilucho cuando antes ibas de banco en banco
robando dinero como el rebelde que te sentías? Santa mierda, Park ¿tan nena te ha convertido
Montana?
—É-él te va a matar..— Tartamudeó apretando sus dientes.
—¡Estoy esperando por ello, bombón!— YoonGi relamió sus labios soltando una gran risotada
y suspiraba.— Tan lo menos tuve el jodido honor de probar a la pequeña puta de Montana.
—Oh.. y no sabes lo que vas a pagar por tocarme.— JiMin parpadeó alejando las lágrimas para
sonreír cínicamente.— Jeon es una bestia cuando alguien respira cerca de mi, no tienes idea de
lo que es capaz de hacer.
—Claro, me lo dice su pequeña puta personal..— AgustD apuntó al pelinegro con su dedo
índice.— Solo eres un pedazo de carne para pasar el rato, cariño, así es Montana, él no piensa
cambiar por una fácil como tú.
—Cuando me dijiste que lo traicionaste ¿crees que te va a dejar con vida? ¿y más cuando
sepa que tú me tienes en tus manos? Imbécil.— JiMin carcajeó sin color.— Ya veremos quién
será el pedazo de carne para Montana.
—Tanto él como yo tenemos tanto jodido poder, cariño.— AgustD miró detenidamente a
JiMin.— Uno de los dos va a caer al suelo sin vida, y mi alma me dice que es tu lindo novio.
Si tan solo supieras lo que es capaz de hacer, AgustD. Pensó JiMin antes de sonreír ladino.
—Ya veremos eso, señor AgustD..

YoonGi iba a responder con veneno cuando su celular vibró en su bolsillo, al


sacarlo con el ceño fruncido, miró el nombre antes de contestar.
J-Hope
—¿Qué pasa, galán?.. ¿qué noticias me vienes trayendo? ¿alguna novedad?— YoonGi
caminó tranquilamente por toda la bodega, esperando la respuesta del pelinaranja.
Una risilla. Una maldita risilla que a YoonGi le colocó los vellos de punta.
—Me temo que el galán no te podrá dar las respuestas que deseas.. por lo que te las daré
yo.— Jeon suspiró y YoonGi escuchó con claridad un pequeño gruñido.— Si no quieres ver tu
cuerpo con orificios y tu cabeza en el suelo, más te vale que sueltes a JiMin, Min YoonGi.
—¿O qué?.. vamos, Montana ¿te atreves a amenazarme por una puta llamada? ¿cuánto amor
le tienes a esta puta para que quieras negociar conmigo por medio del celular?— AgustD observó
el rostro asombrado de JiMin al oír el apodo de su salvador.
—Lo malditamente suficiente para bajarme de la puta camioneta..— Un balazo se escuchó por
la bocina del celular y fuera de la bodega.— Matar a tus jodidos guardias..— Otro balazo.— Y
llegar hasta donde estás tú, bastardo hijo de puta.
La llamada se cortó y el portón de la bodega fué abierta con tanta brusquedad que esta chocó
con la pared y un furioso Montana apareció por ella con su pistola en su mano derecha.
JiMin al verlo sintió un revuelco en su estómago y sus lágrimas salieron de alivio. Jeon llegó
por él. Y Montana gruñó con furia al ver a su rollo de sushi con moretones decorando sus brazos
y rostro, tenía sus prendas rasgadas y lucía tan débil, como si de una mariposa de cristal se
tratara.
—Jeon Montana, al fin vuelvo a verte..— Jeon arrastró su mirada de JiMin a AgustD, quién
estaba con sus manos en sus bolsillos y una sonrisa socarrona decoraba su rostro.
Su pulso aceleró cuando sus asesinos ojos se encontraron con los sangrientos de YoonGi.
Ambas bestias se miraban retantes, con hambre de muerte, de sufrimiento y odio.
—AgustD, desgraciadamente tengo que volver a ver tu asqueroso rostro ya que te robaste algo
que me pertenece.— Jeon caminó lentamente para acercarse al lugar dónde su pelinegro se
encontraba con YoonGi.
—Corrección..— YoonGi rió con la viva lujuria y malicia.— Mi propiedad, Montana, he
disfrutado de tu pequeña puta un rato, es difícil ignorar unas piernas como las de Park.
En ese momento Jeon sintió el fuego aparecer en sus ojos y sus manos se convirtieron en
puños, su mandíbula se tensó y gruñó.
—¿Lo tocaste?— Preguntó sintiendo como sus venas resaltaban su cuello.
—Y lo saborée.— YoonGi relamió sus labios.
JiMin estaba con el rostro gacho, no podía ver a Jeon a los ojos cuando otro lo había tocado,
lágrimas dolorosas rodaban por sus mejillas.
—Tocaste a mi chico, Min jodido YoonGi, lo tocaste y ahora vas a conocer el verdadero infierno
en tu puta bodega..— Jeon soltó con la voz más sombría y cargó su arma.— vas a pagar por
cada golpe que le has dado a JiMin y te haré sufrir de la peor manera..
YoonGi sonrió y asintió.
—Que así sea, viejo amigo, veámos quién golpea el suelo primero.— YoonGi sacó su arma de
su cintura.— Muéstrame la fiera que tanto JiMin me restregó que tenías.
—Así va a ser..

.
Helloooooooow.
Lo siento, ya deben saber el porqué no actualicé en todo el día.
nuestROS NENOS GANARON Y YO NO PUDE SER TAN FANGIRL ORGULLOSA, SE
MERECEN EL BENDITO PREMIO DEL CIELO MIS REYES, MIS TALENTOSOS ANGELITOS.
BTS VA POR MÁS, VAMOS POR MÁS, CADA VEZ SUBEN UN ESCALÓN MÁS AL ÉXITO. LOS
AMO TANTO.😭😭
BTSxARMY
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.😭

En serio estoy tan orgullosa, tan feliz de que mis siete angelitos hayan pisado los Billboard y se
vayan a casa con un premio. Los amo tanto.
3 8.

10 de Agosto del 2015, Seúl, Corea del Sur.


12:30am.
Balas, sangre y masácre.
-
Jeon había pensado mil y un formas para torturar al pelinegro de ojos gatunos frente a él. Su
mandíbula estaba tensa, y su cuerpo respondía ante sus pensamientos más sanguinarios que
pudo imaginar.
-Hagamos esto, Jeon..- Habló YoonGi lanzando su arma lejos de él.- Sin armas, a puño y
sangre fría.
Montana se estaba hartando de tantos peros por parte de AgustD, lanzó su pistola a la misma
distancia que la del pelinegro. Lo suficientemente lejos para que ninguno de los dos corra
arrepentido e irse por el camino fácil.
-SeokJin.. ¡¡SeokJin!!- Gritó Jeon sin alejar su mirada calculadora de YoonGi.
-A-aquí estoy.- Respondió el rubio asomando su cabellera por la puerta con cierto nerviosismo
en su voz.
-Llévate a JiMin, llévatelo al auto.- Ordenó apretando los dientes y caminar hacia YoonGi, quién
le sonreía con arrogancia.
-¡Jeon, no!- Chilló JiMin cuando SeokJin comenzó a desatar los nudos de sus muñecas y
tobillos, así hasta que Mr. Kim y el rubio lo sacaran de la bodega dando patadas y gritando el
nombre de Jeon seguido de su inrreparable llanto.
Pero Jeon estaba más concentrado en AgustD golpeándolo en el suelo, sus puños estaban
chocando fríamente contra los pómulos del pelinegro y sus fuertes piernas paralizaban las del
hombre, así impedirle cualquier movimiento para tumbarlo.
-¿Eso es todo, Montana?..— Preguntó el pelinegro con una sonrisa ladina en su rostro, que
pronto fue borrada por el agresivo puño de Jeon.
—Esto es una jodida cucharada de lo que te espera por tocar a JiMin, idiota.— Gruñó
tomándolo del cuello de su camisa y lanzarlo contra la pared.
—¿Ah sí?..— AgustD respiró lo que pudo, limpiando la sangre que caía de sus labios con sus
dedos.— Bien, pero tampoco te irás sin rasguños.
Dicho esto, YoonGi se apresuró y logró darle el primer golpe a Jeon en su mandíbula, haciendo
que tronara de una manera dolorosa, sin embargo, Jeon apretó los dientes y nuevamente el
pelinegro golpeó su abdomen con su rodilla. El ruido de cosas caerse era lo que se oía en la
bodega, quejidos y gruñidos furiosos salían del lugar. Pero ambos hombres vivían de su orgullo y
no pararían de golpearse hasta matar a su enemigo.
Jeon estando de pie, tenía su puño enterrado en el cabello de YoonGi mientras que con su otra
mano lo golpea de una manera que cualquiera que viera la escena sentiría dolor alguno.
—¿Se-seguirás jodiéndome la existencia, Min YoonGi?..— Preguntó un jadeante Montana
mientras empujaba a YoonGi hasta hacerlo caer al suelo.
—Oh.. Por s-supuesto, hasta el día en que muera dejaré de joderte, Jeon Montana.— Sonrió
de una manera cínica cuando miró a Jeon desde el suelo tomar un pedazo de madera yaciente
en un lugar tirado que usualmente YoonGi usaba con sus víctimas para desquitar sus enojos.
—Bien, pues este es tu último día, maldito hijo de puta.— Gruñó golpeando suavemente la
punta del objeto contra su palma mientras caminaba lentamente hacia él.— Te daré un trago de
tu propia medicina..

Sin más, Jeon elevó el largo palo y sin piedad alguna, golpeó con fuerza el
costado de YoonGi, sacándole un gran quejido de dolor.— Bas-bastardo..
Y nuevamente otro. AgustD cayó de lado en el frío suelo y escupía de su propia metálica
sangre. Jeon sonrió cuando lo vio retorcerse en el suelo. Pensó que era hora y a paso tranquilo,
recogió su pistola del suelo y la cargó, caminando de nuevo hasta el pelinegro, respirando hondo,
como si lo que estuviera haciendo sea algo rutinario. De todos los días.
—¿Últimas palabras?..— Jeon preguntó empujando su mejilla con su lengua y mirar con
desgano a YoonGi. Sin embargo la sonrisa perezosa no
—N-no te irás vivo hoy, Montana..— Gimoteó al formular aquéllo mientras que luchaba por
mantenerse estable.
—Ay, por favor, Min YoonGi, algo parecido me dijiste hace unos minutos antes de que te
moliera a golpes.— Se quejó el castaño entrecerrando sus ojos y cruzarse de brazos.— Espera,
quiero verte sufrir un poco más..
—¿D-disfrutas ver sufrir a las personas?..— Preguntó mientras tosía.
—Disfruto verte sufrir..— Sonrió ampliamente dándole una patada con la punta de su zapato en
su estómago, sacándole el oxígeno que con mucho trabajo había conseguido.— Me has jodido la
puta existencia con el negocio, y no te voy a permitir que estés vivo cuando te jodiste a mi JiMin,
bastardo.
YoonGi logró dar una carcajada.— ¿E-en verdad estás aquí golpeándome por el pequeño con
un culo de infarto? Vaya, Montana, eso es nuevo en ti..
Jeon gruñó y apuntó su arma a su frente, rozó su dedo en el gatillo y estuvo a punto de
disparar.— Y será nueva la jodida bala que tendrás en la fren...
¡¡Pang!!
Por un momento, hubo un incómodo silencio, Jeon de poco en poco sintió su propia sangre
brotar desde su espalda y con ardor, giró a ver para encontrarse con la jodida cabellera naranja
de J-Hope. Su sangre hirvió más de lo que ya estaba al notar que aquél imbécil había sobrevivido
después de los balazos que había recibido.
—vue-vuélvelo a tocar y te ma-mato..— Tartamudeó J-Hope incapaz de conectar su mirada
con la asesina de Montana.
Eso le dió ventaja a YoonGi para estirar su pie y hacer tropezar al herido Jeon Montana. Le
quitó la pistola de sus manos, y miró al castaño con una sonrisa.— Estuviste a punto de
conseguirlo, Montana...— Se encogió dolorosamente de hombros.— pero la victoria está
destinada para AgustD.
El pelinegro jaló el gatillo, sin embargo, no surgió nada, intentó de nuevo y la bala no salía del
arma ¿qué mierdas le pasaba si había visto a Jeon cargarla cuando lo tenía tumbado como perro
en el frío suelo? YoonGi frunció el ceño y miró a J-Hope.
—Trae la mía, está a unos cuantos metros de mi lado izquierdo.— Gruñó atento a la pistola
costosa de Montana.
Pero mientras YoonGi se retorcía en el suelo, jamás notó a Montana tomar su arma, solo
escuchó el famoso "Jjak" que hacían estas al ser cargadas.
—¡No está en ningún lado! Malditas bestias, ¿tan violentos se comportaron?
Observó a Jeon después de unos segundos y observó que tras su dolor, tenía una enorme
sonrisa impregnada en el rostro.— Hasta para buscar tu arma eres un imbécil..

YoonGi, se agachó para golpearlo sin piedad, nublado por la furia y desesperación
por el hecho que Jeon Montana se estuviera riendo estando casi moribundo.
—Te voy a matar, maldito hijo de...
—¡D-Déjalo, AgustD!— Una voz ajena a todo aquél presente en la bodega provino de la
entrada del lugar.
YoonGi paró sus golpes y levantó la vista para ver a JiMin tragando todo aquél sollozo que
brotaba de sus labios. Estaba claramente desesperado que sus neurónas en esos momentos no
querían funcionar.
—¿O qué? ¿quieres decírle algo a tu novio, creador de la heroína y otras drogas? Apúrale,
cariño, necesito terminar con el infierno..— YoonGi apuró.
—Tómame a mí, d-déjalo en paz..— JiMin logró decir ya que sus lágrimas y sollozos le
cortaban la voz.
A JiMin le partía el corazón ver a Jeon sangrar en el suelo, con el rostro golpeado y su labio
herido. Él pagaría aquéllo.. total él fue el causante de todo.
—Si tú lo dices, vas a morir primero, bombón.— YoonGi le guiñó antes de apuntar el arma a él.
¡¡Pang!!
Silencio.
JiMin entrecerró los ojos cuando el sonido de la pistola lo alarmó, sin embargo, jamás sintió
algo atravesar su piel como la vez que fué herido en el banco.
¡¡Pang!!
De nuevo otra bala se liberó y poco en poco abrió los ojos, respirando entrecortadamente y
sus lágrimas volvían a nublarle la vista. JiMin estaba asombrado, dolorido y asustado.
Simplemente esto debe ser una pesadilla.. maldito seas. Pensó JiMin cuando vió a Jeon
quitarse a YoonGi de encima y con dificultad se ponía de pie con la pistola del recién baleado en
una mano y la suya en la otra.
—¡¡JungKook!!— El pelinegro corrió hasta Jeon y lo abrazó con fuerza cuando este soltó un
pequeño quejido, sin embargo logró rodearlo con ambos brazos.
—Rollo de sushi..— Murmuró besando la frente de JiMin sintiendo la paz en su cuerpo cuando
aquél chico de su vida se aferraba a él. Lo tenía de nuevo.
—J-Jeon.. yo.. pensé que..— Park hundió el rostro en su acelerado pecho y sollozó con fuerza.
—¿Q-que no vendría por ti? Cariño, hacer eso es como ser imbécil mil veces en un momento y
condenarme a no tener felicidad..— Suspiró apoyando el mentón en su coronilla y suspirar.—
Estoy tan perdidamente enamorado de ti que no podía permitir que otro hijo de puta te tuviera en
sus manos..
—Pero él..
—¡¡Jeon!! ¡es hora de irnos!— Mr. Kim apareció por la puerta repentinamente desesperado.—
¡La policía está viniendo!
Las sirenas se escuchaban cerca del lugar, JiMin intentó llevarlo, pero Jeon se negó.
—Estos hijos de puta siguen vivos.— Jeon miró a YoonGi y Hoseok, quienes respiraban como
peces fuera del agua por las balas recibidas. El tiempo les estaba ganando y Jeon no podía
matarlos definitivamente porque Mr. Kim estaba llamándoles desesperadamente.

—Eso es lo de menos, ¡ya vámonos!— Mr. Kim se acercó a él y pasó su brazo por
su hombro, JiMin imitó su acción y ambos salieron del lugar, dejando a AgustD y J-Hope a su
suerte.

Jeon había sido vendado por Jin en el auto y ahora, durante la carretera bajo la luz de la luna y
las estrellas, Montana acariciaba la espalda relajada de un JiMin durmiendo sentado en su
regazo, con las piernas enrolladas en su cintura y su rostro en su hombro.
—Jeon, bájalo de encim tuyo, te lastimarás má...
Montana gruñó fulminando a Mr. Kim con la mirada.
—Déjalo, NamJoonnie, no creo que sea fácil para él soltar de nuevo a JiMin.— El rubio apoyó
su mejilla en el pecho del moreno.
Jeon estaba en los últimos asientos de su camioneta y agradeció que estuviera oscuro, así se
podría relajar más con JiMin en sus brazos y pasaría desapercibido. Suspiró y miró por la ventana
la luna, quien iluminaba perfectamente sus ojos al fijarse en ella. Jeon estaba asustado y furioso
consigo mismo, se sentía culpable de que YoonGi haya tomado a JiMin a la fuerza, que lo haya
violado.. lo peor de todo fue que Park le había llorado y pedido perdón por no haber podido
impedirle a YoonGi que lo tocara de la manera en que Montana lo hacía con él.
Pero Jeon entendía, su rollo de sushi estaba tan asustado de que él se enfadara y lo
abandonara después de salvarlo. Y eso era lo que menos haría en su miserable vida, abandonar
a Park JiMin.
Cerró sus ojos y besó suavemente sobre el cabello de Park, relajándose al momento de sentir
de nuevo esa paz que el pelinegro desprendía al estar cerca de él. Él sabía que era el único que
podía sanar el dolor que YoonGi le hizo pasar a JiMin y estaba más que dispuesto a ayudar a su
pelinegro.
—J-Jeon..— JiMin sollozó entre sus sueños, tomando por sorpresa a Montana.
—Shh.. aquí estoy..— Susurró Jeon aferrando sus brazos a su cintura como si estuviera
consolando a un pequeño infante.
JiMin rápidamente volvió a relajarse, dejando un beso en el cuello de Montana y suspirar
completamente dormido, sabiendo que estaba de vuelta en los brazos de su hombre.

.
Helloooooooow.
Ya llegué, perdón por dejarlas con la desesperación por el capítulo desde antier, pero no estoy
bien, digo..
Me siento terrible porque soy Arianator, y ahora muchos están culpando a mi beba de lo sucedido
en Manchester al final de su concierto.
En fin, ando preocupada por Ari, pero debía distraerme y aqUÍ LES TRAJE ESTE INTENTO DE
VIOLENCIA JAJAJAJA.
PREGUNTAAA 1 (Más les vale contestar, pillinas):
¿Les gustaría que al final de la historia haga un tipo de entrevista con Montana y los demás?
De ese estilo donde ustedes preguntan y los weyes esos responden ahre no sí la que se expresa
bien.(?)
PREGUNTAAA 2:
¿Tienen Twitter? Yo hace como un mes abrí uno pero como no tengo frens, quiero frens,
dénme sus username
Yo soy JUANC0C0_
JAJAJA.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Juancoquito en evolución, vean ese intento de niño malo con el de ahora.. si me disCULPAN
ME Voy a LlOooRAR GRACIAS.
3 9.

11 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


8:40am.
Más furia.
-
" El día de ayer, diez de Agosto del dos mil quince en la capital de Corea del Sur, Seúl, hubo
una balacera con duración larga de tiempo de la cuál en una bodega ubicada cerca de un centro
comercial en un callejón solitario, se confirma que el lugar era perteneciente al narcotraficante
AgustD, desgraciadamente la policía solo encontró rastros de sangre y posiblemente huellas
digitales del mafioso Jeon Montana, agentes especiales están abriendo el caso para lograr
encontrar a estos dos prófugos crimina..."

Jeon apagó la televisión soltando un gruñido y lanzó el control remoto a su escritorio.


—Lograron escapar los hijos de puta.— NamJoon murmuró aún con la vista pegada al televisor
apagado.
—¿Los creías tan idiotas como para quedarse?— Preguntó el castaño mirando al ajeno de
brazos cruzados.
—Efectivamente, el solo enfrentarte ya son el cincuenta por ciento imbéciles, qué puedo
esperar..— Arqueó el entrecejo el hombre mirando por fin a Montana.
—No he terminado con ellos..
—¿Qué?
Jeon sonrió soltando un bufido y cerrar fugazmente sus ojos.— No puedo dejarlos con vida,
AgustD es tan rencoroso como yo y va a buscar la manera de joderme de vuelta.
—No estas incluyendo a Hoseok.— Recordó.
—¿J-Hope? Hmh, ese es un pobre diablillo, NamJoon, le valió un carajo demostrar su miedo
frente a mi.— Se encogió de hombros y tomó un cigarro para después prenderlo y soltar el humo
de sus labios.— Desde ahí tengo mi ventaja, él estando cerca mío se mea en sus pantalones, el
pez gordo es AgustD.
NamJoon asentía sirviéndose otro poco de la botella de Whisky y carraspear.— ¿Qué
sentiste?..
—Mh.. ¿de qué?— Jeon subió su tobillo sobre su rodilla mientras apoyaba su espalda contra el
respaldo y sus codos a sus costados.
—Volver a ver a AgustD ¿qué sentiste?..
Esa pregunta voló entre sus pensamientos, pensando qué fue lo que sintió al volver a ver esos
felinos ojos oscuros y perversos.. ¿qué era lo que realmente sintió? Eran tantas sensaciones que
tuvo en un solo segundo cuando en el proceso recuerdos traicioneros atravesaban su memoria
con fuerza.
—Ira.— Sentenció, empujando su lengua contra su mejilla.— Fué ira lo que sentí cuando vi que
había maltratado lo que más me importa en ésta vida.
NamJoon asintió y no dijo nada en unos eternos segundos, pues no quería continuar con el
tema de la noche anterior pero tampoco quería mantener sus preguntas sin respuesta.
—Entonces son pareja oficialmente..— Murmuró con la pizca de duda en su voz.
Jeon lo observó con una mezcla de diversión e incredulidad en su rostro.
—Me entero que AgustD lo tiene secuestrado, viajo a Seúl, lloro por él, desato mi furia al saber
que el cabrón lo violó, pongo mi vida por sobre la de él.. ¿y todavía te preguntas si no es nada
mío?— Jeon carcajeó echando el rostro hacia atrás.

NamJoon se sonrojó avergonzado.— Eh.. es verdad.


—JiMin es mío, tan malditamente mío.— Mencionó posesivamente mientras daba suaves
golpecitos al cigarro con su dedo índice para retirar la ceniza.— Me enferma saber que ese
maldito idiota colocó sus asquerosas manos en él.
—Tienes mucho trabajo por hacer con JiMin, tigre.— NamJoon arqueó las cejas pícaramente y
se puso de pie, dispuesto a irse.— Hoy tengo una importante cita con SeokJin y estoy aquí
contigo, no quiero quedarme sin sexo dos meses más.
—Ajám, igual te vas a quedar dos meses más sin sexo donde SeokJin se entere que me estás
contando esto.
NamJoon abrió sus ojos como platos y su rostro se deformó.
—N-no le vayas a decir que hoy quiero meterle mi amor esta no..— NamJoon se golpeó la
frente.— Qui-quiero decir, no le vayas a decir que esta noche le tengo una sorpresa.
Jeon sonrió con malicia y levantó el celular de su escritorio, tecleando algún número y a su vez
mirando diabólicamente a NamJoon.
—No-te-a-tre-vas.— NamJoon amenazó.
Duuc.. duuc.. duuc..
—¿H-hola?..— Una voz aguda y un poco ronca respondió la línea.
—Hola, cariño.. ¿te desperté?— Jeon preguntó con la voz más melosa y carcajeaba en silencio
cuando vió el rostro aliviado de NamJoon al notar que le había hablado a JiMin y no a SeokJin.
—Jódete..— Susurró NamJoon mientras le enseñaba el dedo de en medio y dejaba a Jeon
solo.
—Mmh, a-algo así.. ¿dónde estás?
—En la oficina, quería verte pero si necesitas dormir yo..
—No, ven.— JiMin tragó saliva y tartamudeó:— S-soñé con él y te ne-necesito.
Jeon formó sus manos en puños y gruñó, poniéndose de pie.— En un segundo estoy contigo,
rollo de sushi.— Colgó el teléfono y se dirigió a la puerta.

JiMin chilló cuando su rostro fué golpeado contra una mesa y sus brazos en su espalda. En ese
momento sus lágrimas no podían detenerse y trató de alejar al hombre que estaba tras él.
—Quédate quieto, maldita sea.— Gruñó YoonGi jaloneando con fuerza su cabello, sacándole
un quejido.
Entre tantos jaloneos e intentos por zafarse, JiMin se rindió cansado cuando el otro pelinegro
bajaba de manera brusca sus pantalones junto a sus interiores y dejaba a la vista su trasero. Sin
esperar un segundo, AgustD amasó entre sus manos los glúteos de JiMin y los palmeaba con
fuerza.
—¡D-déjame!— JiMin lloriqueó cuando escuchó una hebilla de cinturón sonar y seguido un
cierre.
Por favor no. Pensó JiMin.
—Cállate ya.— Gruñó regresando el rostro de Park sobre la mesa cuando este quiso
levantarse.
JiMin solo cerró los ojos roto cuando sintió el miembro ajeno alinearse y gritó con fuerza
cuando lo invadió sin ningún tipo de cuidado o dilatación.
—Mngh.. estás apretado..— Jadeó echando la cabeza hacia atrás y moverse sin compasión
alguna.
JiMin sollozó sin sentir una pizca de placer cuando sentía las embestidas salvajes de YoonGi.
Solo dolor y sufrimiento.
—J-Jeon..— Sollozó JiMin cuando sintió el puño de AgustD golpearlo sin pudor.
—¡Jeon no está! Maldita perra.— El pelinegro se quejó soltando gemidos al moverse.
..
JiMin de solo recordar lo que aquél asqueroso hombre había hecho con su cuerpo le sacaban
lágrimas, se hacía bolita en un rincón de la cama, metiendo el rostro entre sus piernas y llorar en
silencio. Pero ahora estaba con su Jeon, y debería mantenerse tranquilo por ello.
—Hey, amor..— La puerta se abrió y la voz de Jeon acompañó la habitación junto a los
sollozos de JiMin.
En el camino Jeon se descalzó y se subió a la cama para atraer a JiMin cuidadosamente hasta
él y meterlo entre sus piernas, abrazándolo protectoramente.
—J-Jeon..— Sollozó el pelinegro hundiendo el rostro en el pecho de Montana, sintiéndose
pequeño hecho bolita cuando las largas y musculosas piernas y brazos de Jeon lo cubrían
cálidamente.
—Shh..— Siseó dejando un casto beso en las mejillas empapadas de Park para ascender a
sus párpados.— No llores más..
JiMin fijó sus ojos en los de Montana y contuvo la respiración cuando notaba aquéllos luceros a
cortos centímentros de él, obligándose a parpadear para retirar las lágrimas que bloqueaban una
visión clara del bello rostro de Jeon.
Un gesto que a el mismo Jeon Montana le enterneció.
—Hermoso..— Besó el botón rojo en la punta de su pequeña nariz y por fin bajó a sus labios,
besándolos con toda la dulzura del mundo.— Y completamente mío..
—P-pero YoonGi..
—Yo me encargaré de borrar todo el daño que ese infeliz te causó al poner sus manos sobre
tí.— Lo cortó acariciando el cuello de Park con su nariz.— Será difícil pero no me daré por
vencido, eres mío, rollo de sushi..
—S-soy tuyo, Jeon..— Respondió JiMin sumisamente ante la posesividad y protección que
Jeon le estaba demostrando, acurrucándose más cerca de su cuerpo.
Tengo que atrapar a YoonGi y hacerle pagar por lo que le ha hecho a mi JiMin. Pensó Montana
besando la suave piel de JiMin para hacerle olvidar un momento su nombre.

.
Helloooooooow.
Ahre, ya ni sé cuántos capítulos tendrá la historia pero bueno, estoy rompiéndome la cabeza en
darle un giro chido y con final que les encante, no si.
Les actualizo a esta hora porque se me pega la gana y me da paja corregir los errores del cap (si
es que tiene).
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Necesito este puto tRABAJO, YO QUIERO TENERLO A LA MISMA DISTANCIA PORQUÉ
MAMÁ ¿POR QUÉ ME GUSTAN LOS ASIÁTICOS SI JAMÁS PODRÉ TENERLOS CERCA?
(???)💔
@SATANÁS.
4 0.

11 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


10:00pm.
Nadie es como nosotros.
-
Jeon siguió meciéndose de lado a lado suavemente con una bola blanca entre sus brazos,
había visto el sol esconderse por su ventanal y ahora la hermosa luna era lo único que iluminaba
la habitación.
—¿Tienes calor?..— Preguntó con la dulzura y cuidado en su voz, casi en un susurro.
—S-sí..— La bola blanca respondió en un débil susurro.
Jeon luchó para estirar su brazo y atraer dificultosamente el control de su clima acondicionado,
soltó un suave quejido pero finalmente lo obtuvo en sus manos. Ágilmente encendió este y el
"tiiic" le dió la señal de que el aparato estaba encendido.
Jeon siguió meciéndose lentamente sobre la cama protegiendo a la bola blanca entre sus
brazos. Cuando sintió el frío aire erizar de poco en poco su piel, preguntó besando la cabellera
negra.
—¿Mejor, cariño?— Sonrió levemente cuando JiMin envuelto entre muchas sábanas le
asentía, aferrándose como podía al calor de Jeon.
Jeon suspiró mirando al techo como si tuviera la respuesta de porqué se sentía tan culpable de
ser como era, tan dañino, tóxico para JiMin, pensar que por no cuidarlo, su pelinegro había sido
arrebatado de sus brazos y tomado a la fuerza, ¿Debería dejarlo libre? Pensó Montana mientras
miraba las luces apagadas de su gran habitación.
Pero era tan egoísta como para dejarlo, tan dependiente de Park JiMin se convirtió al conocer
aquél niño interior de aquél pelinegro en la playa.
" Yah~ ¡mira, JungKook! ¡escribí tu nombre en la arena!"
Jeon sonrió inconscientemente al recordar su sonrisa brillante.
" —¿Eso es una lagartija marina?
—No, JiMin, es un cocodrilo..
— Ahh, es un cocodri... Jeon ¡Corre! ¡corre!
— ¡JiMin, espérame!"
Jeon soltó una risilla ronca cuando los recuerdos le llenaron su cabeza. P de TripleB solo era
un escudo de lo que realmente era JiMin, tan dulce como sensible. Un alma pura.
—¿J-Jeon?— JiMin levantó el rostro para observar a Jeon con una pequeña pero cálida
sonrisa que estremeció a JiMin.— ¿D-de qué te ríes?..
—¿Recuerdas cuando vimos aquél cocodrilo a dos centímetros de nosotros?— Jeon volvió a
reír por lo bajo.
Provocando la risa de JiMin, lo que estaba buscando desde que se metió entre las sábanas en
la tarde.
—L-lo recuerdo, tu rostro de asombro fué lo mejor.— JiMin se acercó más hasta esconderse en
el cuello de Jeon.
—Me habías dejado solo, ¡Casi me arrancaba el zapato!— Jeon se quejó besando el hombro
de Park dulcemente.
JiMin rió y por primera vez en todo el día le sostuvo la mirada a Jeon, sus ojos brillaban como
los de Montana.
—Te cantaré, ¿te gustaría?..— Preguntó Jeon atrapado en la mirada de Park.

JiMin parpadeó varias veces emocionado y asintió, volviendo a esconderse en su


cuello. Jeon trataba de buscar en su mente alguna canción apropiada para el momento. Suspiró
un poco nervioso cuando una melodía llenó su mente, aclaró su garganta y cerró sus ojos,
disponiéndose a cantar.
" Lately I’ve been thinkin’,
thinkin’ ‘bout what we had
I know it was hard,
it was all that we knew, yeah. Have you been drinkin’, to take all the pain away?
I wish that I could give you what you, deserve
‘Cause nothing could ever
ever replace you
Nothing can make me feel like you do
You know there’s no one,
I can relate to
And know we won’t find a love that’s so true. "
A JiMin se le erizó la piel al oír la suave y melodiosa voz de Jeon al oírlo cantar de esa forma
tan íntima para él, solo para él.
" There’s nothing like us
There’s nothing like you and me
Together through the storm
There’s nothing like us
There’s nothing like you and me, together
I gave you everything babe
Well, everything I had to give
Boy, why would you push me away?
Lost in confusion, like an illusion
You know I’m used to making your day
But that is the past now, we didn’t last now
Guess that this is meant to be
Tell me, was it worth it? we were so perfect
But baby I just want you to see
There’s nothing like us, there’s nothing like you and me
Together through the storm.
There’s nothing like us, there’s nothing like you and me
Together."
Jeon terminó su canción con un suave suspiro, abrió sus ojos lentamente para encontrarse a
JiMin sentado en sus piernas con los ojos llenos en lágrimas mientras las grandes sábanas solo
dejaban a la vista su rostro.
JungKook en automático se sonrojó cuando supo que JiMin lo había estado observando mientras
cantaba para él.
—¿T-te gustó?..— Preguntó sintiendo sus mejillas arder vivamente por la vergüenza.
JiMin no mencionó nada, sus ojos hablaban por sí solos junto con sus labios que se habían
unido por sorpresa con los de Jeon.
—T-tienes una voz tan angelical..— Susurró entre lágrimas, tratando de tragar todos esos
sollozos para poder hablar claramente.— Y-y nadie había cantado algo tan bonito para mí.. y-yo..
—Shh..— Jeon siseó besando ambas mejillas y nariz rojiza debido al llanto, acercó a Park a su
pecho y lo acunó entre sus brazos.— Por ti sería capaz hasta de irme a la horca si lo deseas, yo..
Hizo un silencio que para JiMin le comenzaba a desesperar, ¿Jeon quería decírle algo?
—¿Tú?..— Preguntó JiMin mirándole atentamente.
—Park..— Jeon inhaló el aroma a fresas de JiMin en su cuello, dejando un casto beso en el
lugar.— Mi Park JiMin..— Volvió a susurrar antes de mirarlo por unos segundos, tratando de
admirar hasta su alma.
—JiMin..— Murmuró manteniendo su mirada fija en el pelinegro, quién estaba sonrojado hasta
las orejas.— Te amo.
Park se había quedado mudo ante tales palabras, Jeon lo amaba, lo amaba como él de vuelta,
juraba que el grifo de su llanto estaba roto porque nuevas gotas saladas bañaron sus empapadas
y rojizas mejillas, sacó rápidamente sus brazos de sus montañas de sábanas y se abalanzó
contra Jeon, haciendo que este cayera acostado en el colchón.
—Te amo de vuelta, JungKook..— Susurró JiMin al notar como silenciosas lágrimas salían de
los ojos de Jeon.
¿así se siente amar?.. Se preguntó Jeon, dejando que JiMin limpiara sus lágrimas.
Y es que aquél pelinegro no solo se había robado sus joyas.
También se había robado su alma y su corazón.

.
Hellooooooow.
Espero hayan reproducido la multimedia pq ajá la sentimental soy yo.
Amo la voz de Jeon, lo siento, tenía que hacer un capítulo re fluff de esos que te sacan la
lagrimita (lo intenté ok)
Estaba pensando hacerme un ig para seguirlas a todas pq las amo mucho y y también quería
ver esas mierdas de los directos que dicen JAJAJA.
POR CIERTO.
¡MUCHÍSIMAS GRACIAS A LAS 526 COCHITAS QUE ME SIGUEN!
¡TAMBIÉN POR LOS 67.1K!
Muchas gracias, en serio me siento tan feliz, tan.. no sé, es una sensación bonita saber que
mis escritos lleguen a ojitos de más personitas, nuevamente Nxchu les agradece el
apoyo.😭
Veré si puedo hacer un pequeño oneshot, o un mini maratón de Jeon, no lo sé, pero haré algo
para ustedes, lo prometo. Las amo.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Mi nenito consentido, el Juancoquito de mi vida.😍
4 1.

12 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


12:10pm.
Buscando por debajo de las piedras.
-
Los firmes pasos de alguien rebotaban por toda la mansión Montana sin parar, NamJoon
llevaba consigo una carpeta color crema mientras su saco se movía con el aire al caminar, jugó
con sus anillos unos segundos hasta adentrarse a la oficina de Montana.
—Los tengo.— Soltó el azabache lanzando la carpeta sobre el escritorio de fuerte caoba,
suspiró y se sentó frente a Montana, subiendo su tobillo a su rodilla.
Montana solamente alejó la vista del periódico en sus manos a la carpeta sobre su propio
escritorio y nuevamente arrastrarla a NamJoon, quién se notaba nervioso.
—¿Cómo lo conseguiste?— Preguntó doblando el periódico y dejarlo a un lado, tomar la
carpeta en sus manos y apoyarse en el respaldo nuevamente.
—Tengo contacto con el comandante.— NamJoon tragó saliva cuando los asesinos ojos de
Jeon lo taladraron.— Tuve que confesarle que TripleB está bajo tus manos. Fue la única forma de
conseguir la información, Jeon.
Y es que eso a Jeon no le importaba tanto, total la policía comía de su mano y si a él se le
antojaba, podía crear un gran caos con ellos y Busan jamás sabría que todo sería obra de él. El
comandante solo era la figura de poder ante Busan. Era un títere de Jeon.
Porque realmente Montana era el jéfe.
Su mente salió de sus pensamientos y asintió, leyendo la escritura de la tapa en voz alta.
—Estación de Policía en Busan, Corea del Sur..— Suspiró soltando una socarrona sonrisa y
abrir la tapa con la esperanza de encontrar información valiosa.
" Nombre: Jung HoSeok.
Sobrenombre/apodo: J-Hope.
Lugar de nacimiento: Gwangju, Corea del Sur.
Fecha de nacimiento: 18 de Febrero de 1988.
Edad: 29 años
Estatura: 1.77cm
Estado civil: Casado "
Jeon se atragantó con su propia saliva y miró con asombro a NamJoon, quién seguía con el
rostro serio ya que había ojeado la carpeta dentro de su auto.
—¡¿J-Hope está casado?!
—Así es. Sigue leyendo..— NamJoon movió su cabeza en un gesto que a Jeon le hizo regresar
su vista a la carpeta.
" Hijos: ninguno.
Delito: trata de blancas a fuerte nivel.
Estado: fugitivo.
Colaboraciones criminales: Rumores de trato con Jeon Montana y TripleB. Conocido solamente
AgustD.
Pareja civil: AgustD. "
Jeon terminó de leer la hoja arqueando una de sus cejas y cerrar sus ojos sin poder creer lo
que sus ojos veían.— Hijo de puta..
—Te lo dije, J-Hope no solo es la cama de AgustD.— NamJoon murmuró sirviéndose un poco
del alcohol de Montana.
Y es que por primera vez Jeon se sintió estúpido al nunca darse cuenta de los sucios planes de
J-Hope y AgustD, ¿por qué no fue capaz de notar que el hombre estaba infiltrándose en sus
asuntos, planes y futuros desastres? A parte Jeon jamás se había percatado de alguna argolla en
su dedo ya que es absolutamente normal en su mundo que los hombres decoraran sus dedos con
carísimos anillos, collares de plata u oro y reloj de muñeca ¿de dónde Jeon pensaría que J-Hope
estaba casado con su enemigo?
Lo peor de todo es que Hoseok había manchado su expediente criminal con el nombre de
TripleB.

—Santo infierno..— Murmuró Jeon revolviendo sus cabellos de forma


desesperada.
—Tenemos que buscar a esos hijos de puta ahora, Montana, es hora de que comiences a
mover tus cartas.— NamJoon habló firmemente.
Jeon relamió sus labios y se puso de pie, asintiendo dispuesto a comenzar su desastre
buscando a AgustD y J-Hope.
—Ordénales a tres camionetas buscar por todo Busan, hasta su último callejón.— Jeon
comenzó a hablar tomando el teléfono y marcar a SeokJin.
—Jeon, no tiene ni media hora que preguntaste por JiMin y..
—Cuídalo un momento con K, tengo que salir con urgencia.— Jeon se apresuró a decir.
—¿pasa algo?— SeokJin preguntó desde la otra línea.
—Sí.— Cortó la llamada y cargó su arma en su cintura.
—¿A dónde iremos?— NamJoon le siguió cuando el castaño daba pasos firmes a la puerta.
—A la estación de policía.— NamJoon tosió y consiguió caminar a su lado.
—¿Qué?— Soltó mirándole.
—Querías que moviera mis cartas ¿no?— Jeon lo miró ladeando su rostro y sonrió de manera
arrogante.— Oh, Mr. Kim, ¿ya se te olvidó con quién estás tratando?
NamJoon soltó una carcajada y negó.— Por supuesto que no olvido que estoy tratando con
Jeon Montana..— Metió sus manos a sus bolsillos y agregó:— Sólo que después de tanto tiempo
en tu nido de amor con uno de los integrantes de TripleB hasta ahora que haces todo de golpe
me abruma.
—Oh, cállate con eso, hombre..— Murmuró riendo por lo bajo bajando los escalones de su
mansión y caminar por el jardín.— Te recuerdo que tengo que torturar a AgustD después de tocar
lo que me pertenece.
NamJoon asintió colocando una mano en frente a él para proteger sus ojos de los rayos del
fuerte sol.— Haría lo mismo que tú.
—Por supuesto que harías lo mismo que yo, estarías igual de furioso si supieras que violaron a
tu pareja.— Jeon se adentró a su limosina apenas su guardia la abría apresurado.
—Con la única diferencia de que yo no soy un sanguinario posesivo como tú, hijo de puta.—
Rió adentrándose al lado de Jeon.
—Ajá, no lo has vivido así que cierra un momento la boca y deja de abrumarme con tus
estupideces.— Jeon aclaró su garganta y se acomodó en su asiento.— Llévanos a la estación de
policía.— Ordenó al chofer.

" BUSAN. ESTACIÓN DE POLICÍA "


Jeon observó el nombre en lo más alto de aquél edificio y bufó al ver una masa de gente dentro
de ella.
—¿Acaso a Monti se le olvidó pedir que sacaran a toda la gente del lugar?— NamJoon
preguntó burlonamente.
—NamJoon, por milésima vez, deja de llamarme "Monti" si no quieres otro hoyo en el culo.—
Jeon gruñó fulminando a Mr. Kim.
—Está bien, Monti.— Sonrió inocentemente el azabache.
—Tú no quieres vivir ¿verdad?— Jeon miró con fastidio a NamJoon y bajó de la limosina.
—Espérate, Monti ¡hay gente!— NamJoon le siguió apresurado.
Para su suerte, dos filas de guarda espaldas se colocaron a los lados de cada hombre y Jeon
caminó tranquilamente hasta la puerta. Rápidamente se abrió ésta y Montana se adentró al lugar
llamando la atención de todas las personas y judiciales del lugar.
—Disculpe, ¿usted tiene alguna cita con algún general?— Uno de los policías se colocó frente
a Montana, bloqueándole el paso.
Y no era de esperarse la mirada intimidante de Jeon, taladrando la del policía.
—Con el comandante.— Soltó sin más.
Jeon estaría relajado si no fuera por la risilla que soltó el hombre y las curiosas miradas de la
gente sobre él. De poco en poco sentía la vena de su cuello resaltar de la furia.
—Eh, amigo, te recomiendo que le cedas el paso.— NamJoon habló a su lado.
—Lo siento.. pero el comandante no recibe visitas.— El policía habló como si estuviera
tratando con cualquier ciudadano.
Jeon infló su pecho de aire y miró con atención al chico.
—Quítenlo de mi camino.— Ordenó cuando el policía era empujado por sus guarda espaldas y
Jeon volvía a su caminata con NamJoon.
Quería suponer que aquél policía era nuevo porque los demás judiciales no hicieron nada por
detener a Montana. O ya sabían a quién tenían en la estación.
Tocó la puerta de la oficina del comandante hasta oír un "adelante", Jeon sonrió y entró en
compañía de NamJoon.
El hombre dejó de lado sus papeles y miró la peligrosa visita en su puerta.
—Buenas tardes, Comandante Yugyeom.

.
Hellooooooow.
Ya llegué chingurz, nada más quiero decir que me duele el ojo, ahr nocierto.
Estaba leyendo sus comentarios sobre el regalo para ustedes y me dieron la idea de hacer un
one shot correspondiente a la cita de Jeon y Park ¿les gustaría?
Por cierto ya tengo Instagram, síganme para que las stalkee a todas (aún no publico nada bc
flojera)🌚
_juancoco_
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Este wey se enoja por todo vdd, mi nene consentido.
Por cierto, se me olvidaba decirles que escribí algo en mi tablero de mensajes respecto a la
vestimenta común de Jeon, para facilitarles la idea, corran a verlo jiji.
4 2.

12 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


01:40pm.
¿Te quedó claro?
-
Los ojos de aquél pelinegro se abrieron como platos cuando notó la presencia de Montana.
Y por su expresión serena con ojos endiablados sabía que no venía contento.
—No avisaste que vendrías..
—¿Acaso tengo que avisarles a la manada de ratas que voy a venir?— Preguntó con
arrogancia, clavando la mirada sobre la de Yugyeom.
—En horarios laborales creo que sí, mucha gente te ha visto..— El pelinegro emparejo la
gruesa capa de papeleos y las colocó sobre su escritorio.
—Crees.. crees.— Jeon repitió soltando una risilla y comenzar una pequeña y lenta caminata
por la oficina de Yugyeom.— Yo vengo cuando se me da mi puta gana, comandante.
Yugyeom tragó saliva cuando vio a Montana con ojos observadores en su espacio de trabajo.
—E-entiendo, si quieres el informe de hoy yo aún no lo tengo lis..
—Shh.. cierra la boca y escúchame bien, Yugyeom.— Jeon dio zancadas hasta quedar frente
al pelinegro que se encogió al tenerlo cerca.— ¿para qué te pago?
—P-para dárte información personal de la estación de policía.
Jeon asintió y empujó su lengua contra su mejilla.
—¿Acaso hay algo que me estés ocultando, comandante?..— Jeon ladeó fugazmente su
rostro, taladrándole con la mirada.— ¿Algo relacionado con J-Hope?..
Por la bendita mierda. Pensó Yugyeom.
—Le diste los papeles, imbécil.— Giró el rostro el pelinegro hablándole a NamJoon.
Pero tan rápido como lo hizo, la mano de Jeon tomó su mentón y bruscamente regresó su
mirada a él. Una vena se marcaba en su cuello y su mandíbula estaba tensa.
—Cuando te esté preguntando algo no te hagas el imbécil hablándole a alguien más y
respóndeme.— Soltó con veneno Montana.
Yugyeom jugó con sus dedos nervioso y sintió la vergüenza decorar sus mejillas.
—Lo siento..— Tragó saliva y agregó:— Y-yo obtuve la información del estado civil de HoSeok
un día después de que haya firmado trato contigo..
Jeon miró de reojo a NamJoon, quién le dió una mirada pensativa, seguramente sus reales
teorías se construían en su inteligente mente.
—Escucho..— Jeon asintió, dándole la libertad a Yugyeom de continuar.
—Yo agregué su estado civil a su expediente criminal ya que había dicho que fue una órden
tuya y que aprobabas su matrimonio con AgustD.— Yugyeom notó como los músculos de Jeon se
tensaron y un ligero gruñido salía de sus labios.
—Y comandante, tengo una pregunta para usted..— Jeon habló después de unos largos
segundos, metiendo sus manos a sus bolsillos.— Si usted sabía de antemano que el señor
AgustD y yo tenemos gran rivalidad ¿No pudo usar un poco su inútil cerebro para darse cuenta de
lo J-Hope le estaba diciendo?

—Yo confié en su palabra porque me había dicho usted días antes que iba a tratar
con él.— Yugyeom se defendió.— Sabe que yo estoy en mi mundo y usted en en suyo.
—Ábre el maldito expediente y borra mi nombre junto al de TripleB.— Ordenó asesinándole
con la mirada.
—TripleB.. ¿TripleB?— Repitió confuso.
—Sígue mi puta órden.— Gruñó entre dientes.
—E-está bien pero.. ¿no que obligaría a TripleB a entregarse a la policía para el beneficio del
negocio?— Preguntó mientras tecleaba en su computador.
—¿Yo dije eso?
—No pero..
—Entonces es mentira. Otro puto jueguito de J-Hope.— Jeon cortó a Yugyeom.
—Jeon..—Miró de nuevo a NamJoon quién seguía leyendo los expedientes en sus manos.
Caminó hasta él traquilamente y NamJoon soltó un suspiro levantando su mirada de los
papeles a Montana, y el castaño notó la duda en ese brillo.
—No sé qué están tramando, Jeon..— Le extendió un papel tragando saliva.
Jeon lo miró un momento antes de tomar el papel en sus manos y comenzar a leerlo.
" Nombre: Min YoonGi.
Sobrenombre/apodo: AgustD.
Edad: 29 años.
Fecha de nacimiento: 09 de Marzo de 1988.
Estado civil: Casado. "
—¿qué hay de interesante en el expediente de este imbécil?— Jeon miró a NamJoon
adoptando un gesto confuso en su rostro.
—Lo último llamará tu atención, sáltate lo básico y ve a la redacción que hizo el pelinegro de
ahí.— NamJoon mumuró apuntando fugazmente a Yugyeom.
Jeon tenía un mal sabor de boca, pero obedeció y leyó.
" Actualmente, el día 08 de Agosto del 2015, en Seúl, Corea del Sur, a las 08:30 de la noche,
Min YoonGi o mejor conocido como "AgustD" cometió violación al líder del grupo criminal TripleB,
P, quién se dice que se encuentra en una presunta relación amorosa con Jeon Montana. AgustD
junto a J-Hope se fugaron a Busan, dispuestos a realizar el segundo plan para derrotar a
Montana, según las teorías de los detectives."
Jeon apretó el papel entre su mano y gruñó, si alguien podía sentir algo más que fuerte que ira,
Montana era el vivo ejemplo encarnado, su rostro se endureció y lanzó el papel lejos. NamJoon
observó como Jeon dió firmes zancadas a Yugyeom y lo tomaba desprevenido del cuello de su
camisa, al instante se alarmó cuando notó a Jeon más furioso que un león.
—¡¿Cómo mierda obtuviste la información de la violación de P?!— Jeon preguntó enrollando
sus dedos en el cuello de Yugyeom, comenzando a apretarlo.
—Y-yo.. esa información no debía ser vista por ti..— Yugyeom comenzó a tartamudear por la
falta de aire que empezaba a hacerle falta.
Jeon golpeó su mejilla con fuerza.
—¡¡Responde mi puta pregunta!!— Gritó Montana importándole poco que la gente afuera le
oyera. Mientras el pelinegro se quejó de dolor en su asiento.
—S-sabía desde antes q-que AgustD violaría a P...— Gimoteó de dolor nuevamente por el
nuevo golpe que Montana le dió en su nariz.
—¡¿Y por qué mierda no me dijiste nada?!— Jeon respiró agitado sintiendo como de poco en
poco se salía de control.
—P-porque AgustD me pagó..— Confesó el chico retirando la sangre de su nariz.
—¿Dónde están?— Preguntó demandante Mr. Kim.
—Están su bodega al final de Busan..— El pelinegro jadeó.
—Escucha, menudo imbécil..— Jeon se enderezó guiando su mano a su cintura y sacar su
arma.
Yugyeom se encogió en su lugar arrepintiéndose en ese momento de meterse en ese peligroso
mundo de la mafia por unos cuantos billetes.
—Espero y comiences a mover tus malditos botones y me consigas el plan de AgustD, me vas
a servir por lo que desgraciadamente no puedo matarte ahora por más que quiera hacerlo..—
Jeon cargó su pistola y arqueó sus cejas.— Más te vale que esta vez me obedezcas si no quieres
terminar con el cuerpo perforado a brutales cantidades..
Jeon jaló el gatillo y Yugyeom chilló desgarradoramente de un insoportable dolor en su pierna.
Pero no podía hacer nada, le había jalado la cola al diablo y estaba pagando las consecuencias.
Y eso que Jeon aún no sabía algo, porque en serio comenzaría a decorar su tumba.
—¿Te quedó claro?— Preguntó Montana.
Yugyeom no logró oírle y nuevamente recibió otra bala en su otra pierna, chillando
nuevamente.
—¡¿Te quedó claro?!— Jeon preguntó de nuevo alzando la voz.
Yugyeom asintió cuando la vista se le nubló.— M-más que c-claro se-señor Montana..
Jeon sonrió socarronamente disfrutando del dolor que le provocó a Yugyeom y lo tomó del
cuello de su camisa.— Me voy a enterar de todo, y si me estás ocultando algo, considérate un
hombre muerto, Yugyeom.
Mierda. Pensó el pelinegro.
Jeon lo soltó bruscamente y ladeó su cabeza a NamJoon, indicándole su salida. Y no se
sorprendió cuando sus guarda espaldas estaban tras la puerta y al final del pasillo, toda la gente
lo miraba en pleno silencio con los rostros delatando su miedo, algunos bajaron su vista de Jeon
ya que habían sido terriblemente intimidados por el hombre vestido en costoso traje con detalles
dorados que salía por la puerta de la estación de policía y se montaba en su camioneta.

.
Hellooooooooow.
No se debieron ilusionar con el bebo de Yugyeom, cochitas, JSJDKXKDKFKDKD. /Inserta tus
quejas a Nxchu aquí.
Yugyeom tendrá un corto lapso de aparición en pocos capítulos pero definitivamente juega un
papel REALMENTE importante. En fin, quería echar sal a la herida. :)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Ay, nenito, si tú supieras lo que ese otro nenito hizo definitivamente hubieras sido el infierno
encarnado..................... (?)
4 3.

15 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


5:40pm
Un pequeño gran descuido.
-
—Creo que sí, era tan grande que sentí las estrellas y..
—SeokJin, cállate, por favor.— JiMin cubrió su rostro con su almohada, con las mejillas
completamente sonrojadas.
—¿Por qué? ¡Si ese pastel era muy grande y demasiado delicioso!— El rubio chilló
emocionado.
—Pues creo que tu descripción no era la correcta, SeokJinnie..— TaeHyung sonrió mirando a
JiMin, quién aún no despegaba la vista de la almohada.
—Otra cosa es que ustedes dos sean un par de pervertidos necesitados y malentiendan todo lo
que dije.— SeokJin bufó echando sus cabellos hacia atrás hasta que recordó la situación de
JiMin.— Eh, hablo nada más por TaeHyung, bebé..
El pelinegro asintió mirando sus pies, infló sus mejillas y nuevamente la voz de Jeon
cantándole invadió sus pensamientos. Haciéndole estremecer.
—¿Qué le pasa?..— Le susurró K a SeokJin.
—No lo sé ¿tal vez sigue asustado por lo que le hizo el malnacido de YoonGi?..— SeokJin dijo
con obviedad mientras no dejaba de mirar a JiMin.
—JiMinnie ¿No tienes hambre? No has comido en todo el día..— TaeHyung sacó a Park de
sus pensamientos y este negó.
—N-no tengo hambre..— JiMin hizo una mueca que para los ojos de cualquiera sería adorable.
Es muy bonito. Pensó SeokJin. Pero no se lo digas a Jeon, Jin, no quieres ver tu trasero fuera
de casa. Se repitió a sí mismo.
—Pero, tienes ojeras y estás muy delgado, bebé ¿en serio no quieres aunque sea unas
galletas?— El rubio quiso acercar su mano a acariciar el cabello de Park, sin embargo se alejó
asustado.
—N-no, gracias..— JiMin no miró a SeokJin y mucho menos a TaeHyung.— Yo.. dormiré un
poco, l-lo siento.
El chico de la bandana miró a SeokJin y ambos se levantaron de la cama dispuestos a
marcharse.
—Tengo que hablar con Jeon apenas llegue..— Jin murmuró caminando junto a K.— JiMin
enfermará muy grave si deja de comer por varios días más.
—Ve, yo ni idiota me acerco a Jeon, me debe odiar.— El pelirrojo se encogió de hombros.
—No te odia, confía en mi, ahora está tan concentrado en buscar a AgustD y J-Hope que ni
tiempo de odiar a alguien más tiene.
TaeHyung bajó la mirada al suelo.
—Y-yo creí que J-Hope realmente gustaba de mi..— Murmuró.
SeokJin detuvo su caminata y observó al chico, sintiendo una enorme tristeza al ver como en
segundos había apagado su aura alegre.
—Oh, Tae..— El rubio abrazó a TaeHyung con fuerza, acunándolo en sus brazos.— Eres un
chico muy guapo.. quiero decir, puedes tener a quién quieras a tus pies, solo que J-Hope no es el
indicado, tiene la mente tan podrida que.. bueno, tú sabes.. esto es parte de este mundo, esa es
su mayor técnica y..
—Entiendo..— Interrumpió el pelirrojo, sonriendo levemente.
Y por más que SeokJin vea bonita esa sonrisa, sabía que solo era un espejo por como
TaeHyung estaba en realidad. Maldición, SeokJin se preguntaba ¿cómo es posible que de la
noche a la mañana TripleB estuviera en su mismo espacio, y lo peor de todo es..

¿Cómo es que JiMin logró doblegar a Jeon?


El corazón de SeokJin chillaba de felicidad por su niño de las pistolitas, después de tantos años
donde la amargura y soledad lo acompañaba, llegó un pequeño pelinegro descaradamente a
poner de cabeza todo ese vacío en él.. en su mansión. Porque SeokJin sabía que este hogar ya
no se sentiría hogar sin la presencia de Park JiMin y Kim TaeHyung. Tenía que hablar con Jeon y
hacerle volver a sonreír a JiMin.
Él se encargaría de TaeHyung.
Jeon bajó de su camioneta ladeando su cabeza buscando tronar su cuello, estaba agotado, lo
único que anhelaba era meterse en sus sábanas con su pequeño pelinegro, aquél que ahora lo
necesitaba con cuerpo y alma. Apenas las suelas de sus zapatos pisaron el costoso piso de su
mansión, sintió todo tan apagado.. tan él antes de que JiMin entrara a su vida.
Cansado, se dirigió a su oficina, las suelas hacían un estresante y elegante ruido al caminar, pero
Jeon estaba tan agotado como para caminar en silencio.
Vaya para su sorpresa fue encontrar a SeokJin sentado en los sofás color chocolate con las
piernas cruzadas y un conocido entrecejo fruncido en su frente.
—¿No deberías estar durmiendo?— Preguntó Jeon sin mirarlo y sacar su pistola de su cintura,
poniéndole el seguro y regresarla a su cajón.
SeokJin de reojo miró la espalda de Jeon, ¿debería hablar con él ahora?
Sí debes, JiMin puede enfermar. Se convenció a sí mismo el rubio.
—Debemos hablar seriamente, Jeon.— Firmemente, SeokJin respondió.
Jeon solo se giró un poco y caminó hasta él, tomando el asiento frente a SeokJin y como de
costumbre, separó un poco sus muslos, subiendo su tobillo a su rodilla.
—Te escucho.— Jeon suspiró y se cruzó de brazos.
—Bien, al fin no te pones gruñón porque si así era la situación yo te iba a..
—Ve al punto, mierda, estoy cansado.— Jeon bufó frunciendo el ceño.
—Se trata de JiMin.
Montana suavizó su mirada a SeokJin e irguiéndose en su lugar, preguntó alarmado:— ¡¿Él
está mal?! ¡¿qué pasa con él?!
—Tranquilízate, idiota..— SeokJin empujó suavemente el pecho de Jeon, haciendo que
nuevamente Montana se recostara sobre el respaldo.
—JiMin no deja que nadie lo toque, ni aunque sea para revolver su cabello..— SeokJin bajó la
mirada a sus dedos entrelazados y suspiró.— No ha comido absolutamente nada éstos días, está
muy pálido y tiene ojeras.. realmente puede enfermarse, Jeon..
El corazón de Jeon se detuvó un largo momento ¿Cómo había sido tan imbécil buscando la
venganza a AgustD si su pequeño pelinegro estaba enfermándose de poco en poco? Se sentía la
más grande mierda del mundo.
—Yo..
—Sé que estás bastante ocupado por matar a los otros idiotas y toda esa basura, pero
deberías ocuparte un poco en JiMin. Sólo tú puedes tocarlo y convencerle a comer algo, en serio
no quiero que le suceda nada..— Los ojos de SeokJin comenzaron a aguarse.— P-por primera
vez desde que nos escapamos de la vieja bodega me siento como si tuviera una familia, JiMin es
como un pequeño hermano para mi.. yo.. no sabría como reaccionar si algo vuelve a pasarle, le
tengo tanto cariño, Jeon.
—Me encargaré de JiMin, SeokJin..— Murmuró Jeon aclarando su garganta y tragar el nudo.—
Estoy demasiado concentrado con el asunto de AgustD que perdí de vista la salud de él..
—Lo entiendo..— Se puso de pie el rubio y revolvió los cabellos de Jeon.— Será mejor que
vaya a dormir, aún tienes una tarea por hacer.

Jeon lentamente abrió la puerta de su habitación y logró notar una bola de sábanas moverse.
Montana no iba a mentir, JiMin podía llegar a ser tan adorable que su corazón no podría
soportarlo.
—Cariño..— Susurró Jeon sentándose en la orilla de la sábana.
Una cabellera negra se asomó por las miles de sábanas y los ojos de JiMin pestañando varias
veces derritieron más el corazón de Jeon.
—¿J-jungKook?— Preguntó.
—Aquí estoy, amor..— Jeon gateó hasta JiMin y besó ambos párpados.
JiMin parecía muerto en vida, estaba bastante pálido y aquéllas mejillas rellenas no estaban
más.
—Santo infierno, JiMin, estás adelgazando demasiado..— Jeon alejó las sábanas que cubrían
a JiMin y observó el delgado cuerpo de Park.
Sus muslos estaban perdiendo ese asombroso volúmen, sus brazos parecían de poco en poco
unos fídeos y sus clavículas se notaban exageradamente. Jeon gruñó furioso consigo mismo
mientras observaba su cuerpo y JiMin tembló bajo de él.
—J-jeon.. yo..— Montana lo silenció con un beso.
—Vas a comer, tienes que comer, no quiero que mi rollo de sushi enferme mucho más..—
Susurró JungKook besando sus mejillas repetidas veces.
Le haría sentirse mucho mejor, oh claro que lo haría.

.
Hellooooooow.
Ahora sí, esto no es una trolleada jijiji.
Estaba un poco ocupada pero por fin les tengo el capítulo.
Sho me despido, cochitas beias, ¡cjau cjau!
Actúa como un bebé travieso, lo amo tanto.😍
4 4.

15 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


12:30am.
No temas más.
-
—Abre la boca.
—Mghmghmh..
—Abre la boca, cariño..— Jeon murmuró por lo bajo, acariciando los cabellos negros de JiMin.
—Temgo la buca llema..— JiMin masticó rápidamente puesto que Jeon lo estaba alimentando.
Jeon acarició su cintura mientras admiraba las mejillas llenas de Park, tan adorable como una
pequeña ardilla con su bellota. Su corazón se achicó ante tal comparación. JiMin era más que
hermoso.
—Ya, igh..— JiMin relamió sus labios acomodándose mejor sobre las piernas de Montana.
—Debes comer, amor, no quiero que mi rollo de sushi se enferme ¿quieres verme triste
acaso?— Jeon preguntó metiendo una nueva cucharada de pollo y brócoli.
—Do..— El pelinegró negó moviendo su cabeza de lado a lado.
—Entonces cuando esté fuera de casa, debes comer lo que tanto se te antoje..— Jeon sonrió
cuando los ojitos de JiMin parecían platos.
Cuando esté fuera de casa.
Casa.
—¿De casa?.. yo.. n-no puedo tomar las cosas, es tu casa y..
—Nuestra.— Corrigió Jeon llevándose una cucharada de brócoli a su boca.— Mh.
—¿N-nuestra?— JiMin se sonrojó y bajó la mirada al gran plato con pollo, brócoli y arroz.
—Sí, a partir de ahora tú te conviertes en Jeon JiMin y vivirás aquí.— Jeon enterró el tenedor
en un trozo de pollo y lo guió a los labios de JiMin.— Por lo tanto, puedes hacer lo que te plazca.
JiMin se atragantó, con el pollo y Jeon palmeó su espalda suavemente.
—P-pero no estamos comprometidos, Jeon..— JiMin tartamudeó cuando los largos dedos de
Jeon le invitaban a los suyos entrelazarse.
—Pronto lo estaremos, ahora co..
—¡¿Es en serio?!— JiMin preguntó en un chillido.— Y-yo.. ¡ay! ¡Jeon!
El pelinegro rió tontamente cubriendo su rostro con sus largas mangas sin borrar la enorme
sonrisa en su rostro.
Jeon rió por lo bajo contemplando la adorable imágen en la que se encontraba JiMin.
—No espero un "no" por respuesta, Jeon JiMin, estás advertido.— Jeon besó la pequeña nariz
de JiMin y continuó alimentándolo.
—No soy tonto.— JiMin cerró sus ojos cuando los labios de Montana se posaron en el ápice de
su nariz.

Jeon abrió de golpe sus ojos cuando escuchó un sollozo proveniente de JiMin. La luz de la luna
era lo único que iluminaba su habitación y por ella logró distinguir el delicado cuerpo de JiMin a su
lado.

JiMin estaba soñando con ello otra vez.


Jeon sabía que obligarlo a despertar podría ser malo para él, la primera vez no tuvo una
excelente experiencia, así que atrajo su cuerpo al suyo y lo envolvió con sus brazos, notó las
mejillas empapadas y sus ojos cerrados.
—Shh, estoy aquí, cariño..— Jeon susurró besando su frente cuando los sollozos de JiMin
comenzaron a calmarse.— Aquí estoy, no temas más..
JiMin se aferraba a su cuerpo temblando, sin embargo, su cuerpo se sintió tranquilo
nuevamente y durmió sobre el pecho de Montana.
Jeon miró el techo un largo rato y suspiró pesadamente, a pesar de querer velar por su rollo de
sushi, comenzaba a dormirse, sus párpados se sentían pesados y sus brazos a JiMin
comenzaban a debilitarse. Los últimos tres días había estado tan atento al negocio y más con la
búsqueda de AgustD que nunca tuvo un sueño como regularmente podía tener. Estaba agotado,
cansado.

Jeon sentía un aliento a menta contra su rostro, sin embargo, sus párpados estaban aún
pesados y no quería despertar aún. Nuevamente, otro golpe de aire mentolado golpeó su rostro y
abrió solo un ojo.
JiMin tenía apoyado su mentón sobre el pecho de Jeon y lo miraba con ojos brillosos, una
mirada curiosa.
—JungKook..— JiMin besó la frente de Jeon.
Jeon frunció el ceño, JiMin solía dormir a esta hora ¿qué lo había despertado?
—JungKook.. ¿quién es Yugyeom?— JiMin preguntó frunciendo los labios.
—¿Quién?..— Jeon cubrió su boca bostezando cuando entendió el nombre.
Mierda.
—Yugyeom..— JiMin se sentó sobre él con las piernas a ambos lados de Jeon y se cruzó de
brazos.— ¿Quién es y por qué soñaste con él?
Jeon sonrió, posando las manos sobre las piernas de JiMin y acarició su piel.
—Es mi novio..
—Bien, entonces ve a tocar a ese tal Yugyeom y a mi déjame en paz.— JiMin gateó en la cama
cuando los brazos de Jeon sujetaron su cintura, deteniendo su escapada.
—¿Estás celoso?..
—Nnno.— JiMin sonrió falsamente, cuando la palma de Jeon chocó contra su trasero y
nuevamente lo acomodaba sobre sus piernas.
—No me mientas.
—Sí estoy celoso..— JiMin confesó gruñendo.— ¿Quién carajos es Yugyeom, Jeon JungKook?
—El comandante que soborno para que me dé información de J-Hope y AgustD.— Jeon
acarició la cintura de JiMin y agregó:— No es mi tipo, cariño. Él no tiene unas piernas como
éstas..— Jeon recorrió con sus yemas los muslos de JiMin.—.. No tiene un bonito trasero como él
tuyo..— Guió sus manos a los glúteos de Park y los apretó, provocándole a JiMin un pequeño
gemido.— Él no es tú..— Montana se sentó en la cama y besó a JiMin.
—P-pero soñaste con él..
—Porque he estado viendo su maldito rostro estos días, cariño, ahora..— Tomó a JiMin en
brazos y lo recostó a su lado.— Vamos a descansar, no quiero irme aún.
—Yo.. está bien.— JiMin besó las mejillas de JungKook y se sumergió en sus brazos.
—¿Sabes?.. a veces me pregunto por qué eres la persona más sexy y tierna a la vez ¿cuál es
tu secreto?— Jeon preguntó mirando al techo.
—Mi secreto es..— JiMin calló unos segundos.
—¿Es?..— Alargó Montana.
—¿Seducirte?..— Park preguntó con duda, provocándole una carcajada a Jeon.
—Sí, desde que te vi por las cámaras la primera vez, me sentí seducido.— Admitió.
—Hablando de ello.— JiMin se giró frente a Jeon apoyando los codos sobre el colchón y
observar al somnoliento Montana desde arriba.— ¿Cómo lograste encontrarnos?
—Las cámaras ayudaron, ya que cierto pequeño con piernas de infarto se quitó el
pasamontañas antes de fugarse con mis pertenencias..— Jeon entrelazó sus manos detrás de su
cabeza y miró al pelinegro.— Dos días después logré buscar tu departamento y te encontré
fumando.
—Yo fumaba cuando estaba nervioso..— JiMin rió por lo bajo, relamiendo sus labios.— Algo
me decía que robar a la mansión anónima iba a traer graves consecuencias.
—Claro, consecuencias como estar en la cama del dueño ¿no?— Jeon sonrió ladino cuando
notó el sonrojo de Park.— Oh, P, ¿tan cabrón y peligroso soy?
JiMin boqueó indignado.
—¿Qué si eres un cabrón? ¡me sedaste! ¡me ataste a una silla y tienes fama de sanguinario!—
Chilló Park.
—Lo soy..— Jeon relamió sus labios recordando los momentos dónde hacía utilidad de sus
actividades sanguinarias a lo largo de los años.— Solo me jode que no cumplan sus tratos, fin,
me enfurezco y los mato.
—¿Eso no es ser igualmente un sanguinario?
—Cállate y bésame hasta romperme el labio, Park.
JiMin carcajeó pero sin lloriquear, besó a su chico sanguinario demostrándole a través de sus
labios lo mucho que lo amaba.

.
Hellooooooow.
Sha vine con un capítulo bien sad y meloso ahre DKXKDKK.
Por ciertoOOOOOoO, pregunta random:
¿cuál es la canción que más están escuchando ahora?
Yo "Bon appétit" de Katy Perry porque son de esas canciones que alegran al mundo a pesar de
la letra asquerosa y perversa JSKDKDKWKFK.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Vengo a alegrar su día con este angelito, protéjanlo de todo mal amén.😍
4 5.

19 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


7:30pm
Soy yo.
-
—He dicho que no, NamJoon.— Jeon repitió soltando un pequeño gruñido hacia el
azabache.— Hay cosas más importantes que hacer que ir a una bendita reunión.
—Sabes que muchos mafiosos estarán ahí, además.. ¿qué tal si en esa reunión te encuentras
con AgustD? Es la cuna del desastre.— NamJoon arqueó una ceja ante la mirada pensativa de
Jeon.
—¿Se puede ir solo?— Preguntó Montana.
—No, con una pareja de compañía.. en este caso, JiMin.— Se encogió de hombros.
—Olvídalo.— Jeon negó repetidas veces segundos antes de que NamJoon bufara.
—¿Pero por qué? Maldición, es tu oportunidad de encontrar a esos dos imbéciles, Montana.
—No voy a exponer a JiMin ante las miradas hambrientas de muchos idiotas que lo hagan
sentir incómodo.— Jeon sentenció tomando asiento en su silla, optando por servirse aquél líquido
rasposo en su vaso de cristal.— Sabes que JiMin apenas está superando lo que ese cabrón hizo,
y si lo ve empeorará su estado.
NamJoon lo pensó unos minutos, si bien sabía que Jeon era un sobreprotector de mierda, no
permitiría que JiMin sea tocado por alguien más que no fuera él y peor aún cuando P había sido
violado.
—Es la única manera de lograr capturar a AgustD, Jeon.
—¿cuándo será?
—Mañana.— NamJoon dijo firme.
—¿Y cómo sabes que ese imbécil irá?— Jeon preguntó cruzándose de brazos en su asiento.
—Vamos, Jeon, AgustD sabe perfectamente que no pierdes el tiempo yendo a reuniones como
ésta, pensará que como siempre no asistirás.— NamJoon sonrió pasando la mano por su
cabello.— AgustD ama lucirse, sentirse el mejor, asistirá para echar en cara lo bueno que es en
su negocio.
Jeon mordía su mejilla izquierda pensativo, ¿acaso sería bueno exponer a JiMin de esa forma?
Sabía cómo eran esa clase de reuniones pues había asistido una vez en su vida a una que
terminó en un desastre pues dos idiotas comenzaron su masácre.
Aunque no tenía porqué temer nada ni preocuparse.
JiMin iría de su brazo.
—Está bien..— Suspiró Jeon asintiendo. NamJoon sabía que Montana lo estaba masticando
con dificultad, por ende no mencionó nada.— Iré con JiMin, pero donde no esté YoonGi prometo
con mi vida cortarte los testícu..
—¡Está bien, joder! ¡trato hecho!— Mr. Kim asintió evadiendo la oración de Jeon.

Jeon se encontraba bajo la ducha, dejando que la regadera empapara todo su cuerpo de
manera relajante y fresca, sus músculos dejaron de tensarse ante la idea de llevarse a JiMin a
aquélla fiesta de quién infiernos sea. Estando él siempre al lado suyo no tendría por qué
preocuparse.

Sus pensamientos fueron interrumpidos y regresó a su realidad cuando escuchó a


puerta de cristal corrediza de la ducha abrirse, no dijo nada, pues aquél aroma a fresas confirmó
que el invasor era su rollo de sushi.
—¿Estás bien?..— JiMin murmuró abrazándole por detrás y hundir su rostro en medio de sus
omoplatos.
—De maravilla ahora que estás aquí.— Jeon sonrió girándose para contemplar a JiMin
empapado al igual que él con los cabellos pegados a su frente y una adorable sonrisa.
—¿Sabes? Hoy necesito algo..— JiMin bajó la mirada sonrojado. Jeon sabía a qué llegaban
esos sonrojos.— Algo que solo tú puedes darme..
—¿Lo dices en serio, cariño?— Jeon preguntó alzando el mentón de Park.— Quiero decir..
¿estás seguro?
—Ahora sé que tú no eres como él, JungKook.. por favor..— JiMin pidió cuando los labios de
Jeon se juntaron con los suyos.
Ambos terminaron de ducharse y Jeon cargó en brazos a JiMin, caminó hasta su cama y lo
recostó sobre esta, las mejillas de JiMin estaban sonrojadas, sus labios hinchados y húmedos, su
cabello mojado revuelto y por supuesto que demasiado excitado. Montana le quitó la toalla que
cubría su desnudez y atacó la piel de su cuello, aquélla sensible piel que solo él podía lamer,
morder y chupar.
JiMin hundió la cabeza en la almohada y sus ojos se cerraron cuando la lengua de Jeon entró en
contacto con su piel, sus labios se abrieron un poco y sus manos a donde su espalda ancha,
paseándolas perdidamente por todo el tronco.
—J-jungKook..— Gimió por lo bajo, separando sus piernas para que Jeon se colocara
cómodamente entre ellas.
—Shh, tranquilo, bebé, soy yo..— Montana habló con la voz ronca y antes de soltar un jadeo,
se colocó sobre sus rodillas haciendo que las piernas de JiMin estén a sus dos costados.
Se quitó la toalla de sus caderas y gimió junto a Park cuando sus dos duras extensiones
rozaron entre ellas. Llevó dos dedos a sus labios y los chupó tanto como pudo, el rostro de JiMin
solo lo pedía a él, lo deseaba únicamente a él. Y qué decir de Montana, estaba peor, había
estado tantos días sin tocarlo, sin poder amarlo.
—¡A-ah!~— JiMin chilló cuando los dígitos de Montana se hundieron en su estrecha entrada,
Jeon lo calló besando sus labios, concentrando su atención en sus besos y no en el dolor que le
estaba dando al dilatarlo.
Dos, tres, cuatro minutos pasaron y JiMin movió voluntariamente sus caderas contra los dedos
de JungKook.
—Por favor..— JiMin pidió retorciéndose bajo su cuerpo.
—Te lo daré, cariño..— Jeon sacó sus dígitos y agregó:— Confía en mí, piensa solo en mí..
JiMin asintió cuando sintió la punta de Jeon alinearse en su entrada, se encontró a sí mismo
boqueando cuando Montana se deslizó ágilmente, sacándole un verdadero gemido placentero.
—Mgh, J-jeon..— JiMin mordió su labio cuando la extensión de Jeon comenzó a salir y entrar
en él. Segundos después tenía a JungKook gimiendo por lo bajo en su oído y el golpeteo de sus
pieles inundar suavemente la habitación.
JiMin chilló cuando Montana separó más sus muslos y sus manos acariciaban tentadoramente
las caras internas de sus piernas, un toque tan seductor como ardiente que a JiMin le puso la piel
de gallina, además de sentirse más caliente ante la mirada nublada en deseo que Jeon le
mostraba a JiMin.
Montana tenía una seductora vista de JiMin, sus mejillas tenían un tono salmón, su cabello ahora
seco estaba revuelto por todo su rostro y se movía al compás de sus movimientos, sus ojos
estaban entrecerrados, sin embargo, lo estaba observando con lujuria, sus labios emitían
pequeños gemidos y estaban más rojizos de lo que Jeon podía soportar. Sus caderas de movían
de poco en poco más rápido y notó como el pequeño pelinegro se retorcía de placer enterrando
las uñas en la tela de las sábanas.
Y por fin gritó cuando Jeon encontró su próstata. Su espalda se arqueó en placer, enrollando
las piernas en la cintura de Montana y pedírle entre gemidos que nunca se detuviera. Jeon estaba
felíz de que JiMin tuviera solo a él en sus pensamientos sucios e impuros que al hijo de puta que
lo tocó.
—Ji-JiMin..— Gruñó Montana entre dientes cuando sus manos se vieron apretando la cintura
del pelinegro y sus caderas se movieran bruscamente contra las suyas. Su orgasmo estaba a
punto de liberarse y no se creía capaz siquiera de avisar.
Pero grande fue su alivio cuando JiMin se corrió manchando su propio estómago y los
abdominales de Montana. Su sonrojo aumentó y aunque estuviera bastante agotado, ayudó a
Jeon moviendo sus propias caderas contra las suyas a alcanzar su delicioso orgasmo.
Y así fué, Jeon se liberó dentro de JiMin, gritando su nombre y soltar un gemido gutural. Ambos
estaban jadeantes, luchando por recuperar el aire, sus frentes estaban sudorosas al igual que sus
perlados cuerpos.
Y Jeon no tuvo palabras ante la mirada llena de amor que le dió JiMin, expandiendo sus
brazos, Jeon se echó sobre él suavemente, dejando que el pequeño pelinegro lo abrazara
mientras hundía su rostro en el cuello de Park.

.
Helloooooow.
Estuve como dos horas tratando de escribir este limón podrido porque las visitas interrumpen mi
mente. :)
En fiiiiin, ya tengo listo el desmadre de más adelante, abróchense los cinturones, chingus:v.
POR CIERTO, ¿YA NOTARON QUE JEON MONTANA TIENE WATTPAD? JAJAJA STE
NARCO ES UN LOQUILLO.
Jeon_Montana
YO OPINO QUE VAYAN Y LE PUBLIQUEN SU APODO FAVORITO, USTEDES SABEN CUÁL
ES, HÁGANLO ENOJAR AHR, XDDDDDDDD.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Yo me moRÍ MARIK MIRA QUE AÚN NO LOS


SUPEROOOOOO.😭😭😭😭
4 6.

20 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


8:40pm.
Vestidos de a trajes y pistolas.
-
Jeon estaba acomodando su corbata aún con la creciente duda de si llevar a JiMin con él o
simplemente dejarlo en la protección de su casa. Seguía con ese ligero sentimiento de cuidarlo
hasta de él mismo.
Pero es que sin él no podría adentrarse a aquélla reunión de mafiosos e intento de mafiosos.
Jeon sabía perfectamente que JiMin no se despegaría en ningún momento de su lado y avisaría
si notaba algo raro en el lugar.
—Hey, Montana..— Mr. Kim apareció con un traje color grisaceo metálico, corbata azul marino
y cabello peinado hacia atrás.— Ya es hora de salir ¿JiMin está listo?
—La verdadera pregunta es ¿está listo SeokJin?— Jeon arqueó sus cejas y sonrió ladino.—
Sabes que él se tarda hasta dos horas por escoger un bendito perfume.
NamJoon rascó su nuca y chasqueó la lengua.
—Se tarda demasiado, pero no se lo digo porque no quiero terminar en abstinencia por dos
meses como la primera vez que me quejé.— NamJoon cerró los ojos frunciendo el ceño.—
Recuerdo perfectamente que dijo "Todavía que me arreglo bien para tí y se te ocurre quejarte
¡¿crees que no me cuesta elegir una camisa?! ¿cuál es tu maldito problema?"
Jeon contuvo la risa apretando sus labios y bajó la mirada a sus zapatos pues no quería cobrar
su risa con el maldito karma.
—Pues ahora por contar esto olvídate de la cita en dos días, NamJoonie.— SeokJin entró por
la puerta con JiMin detrás suyo.
NamJoon dejó caer su mandíbula y maldijo todos los nombres existentes en todos los idiomas
por ser tan imbécil. Y Jeon realmente quería reír si no fuera por que su rollo de sushi lo miraba
tímidamente con una pequeña gargantilla negra que dejaba en él un fino y largo cuello que Jeon
quiso morder y chupar en ese mismo instante.
—¿Todos los días eres así de caliente?— Jeon preguntó en su oído, estremeciendo al
pelinegro con su aliento a menta.
—Te pregunto lo mismo, señor Montana..— JiMin rió por lo bajo y terminó de acomodar la
corbata de Jeon.
—Disculpa, ¿podemos irnos ahora? Los cariñitos y esas putadas para después por fav..—
NamJoon interrumpió después de recibir un golpe en su nuca por parte de SeokJin.
—Deja a mis bebés, NamJoon.— SeokJin bufó jalándole del brazo y sacarlo de la oficina de
Montana.
—Espero que no seas igual que SeokJin, cariño.— Jeon musitó mirando la puerta por dónde la
pareja salió.
JiMin soltó una carcajada y sonrió ladino.
—No me tientes, que puedo ser peor, bebé..

La limosina se adentró a un enorme jardín y Jeon supó que al lugar a dónde se dirigían era
grande, una mansión al igual de enorme que la suya. Pequeñas fuentes habían en el césped, el
camino estaba perfectamente limpio y los arbustos estaban muy bien decorados. Jeon al ver la
gran piscina supo qué tierra estaba pisando su auto.

JiMin tenía su mejilla apoyada en su hombro y miraba por la ventana al igual que
él, todo era iluminado con lámparas realmente costosas. El auto frenó y Jeon supo que era hora
de enfrentar a los cientos de idiotas que querían mirar de más a su rollo de sushi. Realmente la
misión de Jeon con su asistencia no era pasarla bien o soportar a mafiosos queriendo hacer
negocios con él.
Era encontrar a AgustD.
El guardia abrió la puerta y Jeon salió primero, entendiendo su mano para ayudar a salir a
JiMin y entrelazar su brazo con el suyo. Para Park todo era algo nuevo, su mirada seria con ojos
brillosos llenos de curiosidad era lo que Jeon quería cuidar, lucía tan tentador como bello, y dejar
que otros le miraran en este estado le cabreaba demasiado.
NamJoon se le unió junto a SeokJin y ambos caminaron subiendo las escaleras tapizadas con
una alfombra roja que llevaba al interior de la mansión. No bastaba decir que Jeon quería girar en
sus talones e ir de regreso a casa para que JiMin le llenara de besos o alguna otra cosa relajante.
Pero era demasiado tarde y sus pies ya se encontraban en el interior de la mansión.
Miradas curiosas y algunas de asombro fue lo primero que Jeon percibió en los invitados, era
obvio ¿Jeon Montana asistiendo a una celebración como esta? ¡debía ser una broma!
—Vaya, al parecer alguien se dignó a presentarse en cuerpo y alma a una reunión.— Un
hombre con el cabello castaño y traje ceñido al cuerpo apareció con una copa de vino en sus
manos.— Señor Jeon Montana.. ¿debería sentirme afortunado de que usted asista a mi
celebración?
Jeon sonrió soltando un incrédulo suspiro y ladeó la cabeza.— Tal vez muy afortunado..— El
hombre estrechó su mano con la suya y le sostuvo sin problema alguno la mirada.— Choi MinHo,
tanto tiempo sin saber de usted.
El hombre soltó una pequeña risa y negó lentamente, llevando la copa a sus labios.
—Nada de eso, Montana, ¿dónde ha estado usted? Me sorprende saber que asista a una
ceremonia como la mía.— MinHo de repente guió sus ojos al brazo de Jeon y lo encontro
entrelazado con otro, siguió la extensión hasta encontrarse con una dulce mirada atenta.— Vaya
¿y ésta bonita sorpresa?
—No mires mucho si no quieres verme destruyendo tu bonita ceremonia, Choi..— Jeon pasó
su brazo alrededor de la cintura de JiMin.— Es mi pareja.
—Oh, ¿éste chico es quién creo que es?— Choi extendió su mano educadamente a JiMin.—
Es un placer conocerte, P de TripleB. Soy Choi MinHo.
Jeon le sostuvo la mirada a Choi unos segundos antes que JiMin educadamente
correspondiera al saludo de manos.
—Mucho gusto.— Dijo JiMin.
Jeon divisó a NamJoon al otro extremo de su lugar y lo miraba seriamente.
—Entonces, Choi, ¿boda por fin?— Jeon preguntó atento a los movimientos de NamJoon.
Pero MinHo estaba tan sumido pavoneándose como para darse cuenta que Jeon estaba
buscando disimuladamente a cierto invitado en su ceremonia de matrimonio.
—Sí, por supuesto..— MinHo asintió.— En realidad es un matrimonio por contrato, no es como
que escoger a SooYoung como mi esposa sea elección mía, son negocios.
JiMin comprendió que la palabra "negocios" era de mucho significado para mafiosos como
MinHo y Jeon.
—Ya, pues felicidades, disfruta tu matrimonio por contrato.— Jeon soltó cuando NamJoon le
hizó una seña con su mirada para que se fijara a su lado derecho.
Y Jeon así lo hizo, pero no le gustó para nada lo que vió, sus ojos taladraban con fuerza aquél
punto.
AgustD, J-Hope y Yugyeom estaban en el mismo círculo hablando tranquilamente, disfrutando
del vino en sus copas.
JiMin notó la mirada de Jeon observando a su derecha y se sorprendió cuando vió a AgustD,
se apegó a Jeon, pero sin embargo, sabía que él y NamJoon estaban tramando algo, por lo que
comenzó a distraer a MinHo, haciéndole plática y que se olvide de la presencia de Jeon un
momento.
—¿Y la boda será muy pronto?— JiMin esbozó una sonrisa amigable.
—Claro que sí, P, es en dos estresantes semanas..— MinHo detuvo a un repartidor de vinos y
le extendió una copa a JiMin.— Tan lo menos quiero aparentar un feliz matrimonio, pero sabiendo
la mujer que me llevo encima no creo que resulte fácil.
—Deje que todo fluya tranquilamente..— JiMin guiñó soltando una risilla.— Así nadie notará
que todo ésto una obra.
Jeon se había acercado a NamJoon y ambos estaban planeando lo que harían, pero claro que
Montana no despegaba sus ojos de JiMin, su posesividad quería salir a flote, pero la mirada
tranquilizadora y fugaz que JiMin le dio, le dieron permiso de continuar con su trampa.
—Entonces hay que hacer aquéllo, a esperar que Yugyeom salga de la reunión.— Murmuró
NamJoon.— Le obligas a darte la verdadera información y lo matas, yo trataré de acercarme un
poco con SeokJin para tratar de escuchar lo que esos tres hijos de puta hablan.
Jeon asintió y palmeó sus hombros.— Muévete, corre tiempo.

.
Helloooooooooow.
Primera parte ahre ahre.
Debo admitir que para que este capítulo salga, tuve que descargar algunas canciones bien
danger al momento porque si no, no me inspiro un pito (por si no lo sabían, la música es mi primer
apoyo a escribir so..)
Pregunta randoooom
¿cuál es su sabor de helado favorito?
El mío es el de fresa, galleta oreo y napolitano ahrrree.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Qué guapo.
El JiMinnie prestándose al desmadre de nuevo, ese es mi niño, soy una madre orgullosa. :') (?)
4 7.

20 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


10:35pm.
Yo estuve detrás de todo esto.
-
Mr. Kim estaba con una copa de vino tinto a una distancia moderada de los tres hombres.
AgustD y J-Hope tenían unos anillos de correspondiente compromiso, y sonreían ante lo que
animadamente Yugyeom hablaba.
—Créeme, Yugyeom, estando de mi lado, Jeon jamás logrará encontrarte.— AgustD mencionó
con una sonrisa ladina.— Además.. ¿crees que estaría perdiendo el tiempo para venir a una
patética ceremonia como esta?
NamJoon sonrió irónicamente.
—Debe estar con su cama temporal, si saben a lo que me refiero.— J-Hope llevó la copa a sus
labios, bebió un trago y palmeó suavemente el hombro de Yugyeom.— Yah~ hombre, deja tus
preocupaciones. Montana no está aquí, diviértete un poco.
—Para ustedes es sencillo, pues saben lo peligroso que es al enojarse.— Yugyeom bufó.—
Por cierto ¿cómo van tus puntos, J-Hope?
—El recuerdo de Montana está completamente curado y..
NamJoon rodó los ojos ante el tono patético de voz que J-Hope utilizó y se encontró con un
curioso JiMin a su lado oyendo la conversación.
—¿Qué haces aquí, culo de durazno? Véte con Jeon.— Murmuró Mr. Kim.
—¿Me has estado mirando el culo para ponerme ese apodo?..— JiMin frunció el ceño pero al
instante se fijó en las presas.— Quiero ver en que soy útil.
—Sólo eres útil montando a Jeon, ahora véte.
—Oh, Mr. Kim, estás hablando con el niño consentido de SeokJin y el rollo de sushi de Jeon,
cuida esa boca ahora.— JiMin sonrió malicioso.
NamJoon gruñó pero ignoró su comentario.
—¿Ese es Yugyeom?— Preguntó el pelinegro.
—Sí.
—Lo seguiré..— JiMin iba a caminar cuando Mr. Kim lo tomó del brazo bruscamente.
—¡¿Qué demonios haces?!— Murmuró.— ¿Quieres que de nuevo te jodan?
—Ajá, cállate.— JiMin sacudió su mano en gesto de poca importancia.— Sé lo que hago,
suéltame.
Pero estaban llamando la atención, por lo que NamJoon lo soltó actuando casualmente,
observando como la baja estatura de JiMin se perdía entre la masa de gente con trajes costosos
y joyas que cegaban cuando la luz chocaba con ellas.
NamJoon regresó al lado de Jeon dispuesto a anunciar que su pequeño culo de durazno
estaba cagando el plan, pero SeokJin interrumpió cuando él apenas abría la boca.
—Ya está dentro, vámonos..— Anunció SeokJin en el pequeño círculo.— Lo encontró.
Montana infló su pecho asintiendo y con una seña le indicó a NamJoon que lo siguiera. Y es
que el azabache no entendía lo que estaba planeando su rubio con Jeon.. momento ¡¿se estaba
olvidando de JiMin?! ¡¿qué mierda?!

—Jeon, por la bendita mierda, ¡¿te vas sin JiMin?!— NamJoon murmuró
quejándose a su lado.— Va a cagar el plan y..
—Sé dónde está JiMin, contigo parado a un extremo como cosa que no sirve no vamos a llegar
a ningún lado.— Jeon bufó entrando a la limosina.
—¡¿Entonces a la mierda tu sobreprotección y salvajismo?!
—Eh, cállate, me costó dos milenios convencerlo de que JiMin entre en su papel de P y lo deje
alejarse un momento de él.— SeokJin interrumpió tranquilamente siguiendo a Montana.
—¡¡Y yo como imbécil perdiendo el tiempo cuando podía estar bebiendo!!— NamJoon estaba
tan indignado que causaba gracia.
Sea cual sea su plan, Jeon sabía que esa misma noche Yugyeom dejaría de respirar. Tarde o
temprano tendría que hacerlo.

—¡Lo sé! Yo les llamo cuando tenga noticias de los movimientos de Montana.— Yugyeom
estrechó su mano con la de AgustD y J-Hope.
—Quiero que Jeon esté dando vueltas por Busan hasta hartarse y mandar todo a la mierda,
pero para eso necesito que me avises con tiempo.— AgustD pidió sonriendo mientras abrazaba a
J-Hope por la cintura.— Nos estaremos viendo, Comandante.
—Así será.— Yugyeom se despidió moviendo la mano y se dirigió a su auto.
Aquél jardín era enorme, por lo que le fué un poco difícil recordar la ubicación de su coche.
Estaba tan aliviado de no ver a Jeon paseándose por el lugar, tal vez debía confiar en AgustD.
Después de todo, él tenía razón, Jeon no pierde el tiempo asistiendo a ceremonias estúpidas
como la de Choi MinHo.
Quitó el seguro de su auto y rápidamente se montó en él, prendiéndolo y comenzar a salir del
aparcamiento. Pero no se sentía tranquilo ¿por qué tenía esa sensación de estar siendo
observado? Yugyeom apretaba los nudillos en el volante y se convenció a sí mismo que estaba
alucinando o que simplemente era idiota. La carretera solo estaba acompañada por su auto y
otros cuatro, curiosamente de color negro, Yugyeom por el espejo retrovisor no logró apreciar la
marca o el tamaño ya que la luz de los focos lo cegaba de una forma horrible. Semáforo tras
semáforo, calle tras calle y Yugyeom comenzó a desesperarse ya que esos autos lo seguían a
una distancia considerable. Yugyeom aparcó el coche a un lado y estuvo pensativo.
—¿Debería avisarle a AgustD?— Se preguntó en voz alta.
Entonces sintió un perfume dulce proveniente en sus asientos traseros.
—Yo opino que no lo hagas, cielo.— Un chico se asomó violentamente de la parte trasera y
con su brazo enrolló su cuello, haciendo que Yugyeom no pudiera respirar.
Se movía ágilmente que Yugyeom no tuvo tiempo de reaccionar, sus manos estaban atadas y
su boca cubierta con cinta, con sus propias cosas de trabajo. Se maldijo a sí mismo por dejar
cinta en su asiento trasero y otros materiales.
Cuando miró el espejo logró reconocer aquél rostro, aquél rostro que lo perseguía desde hace ya
dos o tres semanas.
Chilló pero sus gritos eran en vano pues estaba bien atado.
El pelinegro tomó su celular y marcó un número, lo apegó a su oído y miró al cristal trasero.
—Lo tengo, cariño.— Sonrió al recibir una respuesta en la otra línea y mordió su labio.— Será
después, apresúrate que chilla como una ardilla, ugh.

Dicho esto, colgó y esperó pacientemente hasta que unos hombres aparecieron
alrededor del auto de Yugyeom.
JiMin sonrió y abrió su puerta trasera, se dirigió a Jeon y besó su mejilla, murmurando en su
oído:— Espero una buena recompensa.~
—La tendrás, ve al auto, cariño.— Le sonrió cortamente Jeon.
JiMin asintió y caminó hasta la camioneta, vio a NamJoon salir y no dudó en echar un poco de
veneno. El azabache lo miró incrédulo y dirigió palabra a JiMin.—¿Lo atrapaste en verdad?
JiMin le devolvió la misma mirada incrédula y puso un pie en el escalón de la camioneta.
—Ahí tienes la prueba de que no solo sirvo montando a Jeon, NamJoon.— De un salto se
hundió al interior de la camioneta dejando al azabache sin palabra que decir.
Por otro lado, Jeon sacó a su amada Daisy de su cintura y se colocó frente a la puerta del auto
de Yugyeom.
—Comandante.— Jeon saludó con su típico tono sarcástico.— Te vuelvo a ver, necesitamos
hablar.
Jeon examinó los nudos que JiMin le dejó, y no deseó ser Yugyeom ya que sus muñecas
estaban tan apretadas que su circulación comenzaba a entrecortarse. Por supuesto que le daría
una gran recompensa a su pelinegro, se había portado excelente y cumplió con su misión.
—Do mm mtes aku.— Yugyeom habló distorsionadamente gracias a los trapos que JiMin le
había atascado en su boca.
—¿Cómo has dicho?— Jeon se hizo el sordo a propósito pero la viva sonrisa socarrona
delataba otra cosa.— ¿Que no te mate aquí? Oh, tranquilo, por más comodidad y privacidad
irémos a la bodega, pero antes, Yugyeom..
Jeon cargó su pistola y dejándolo a su pulso, jaló el gatillo sin ver.
Yugyeom chilló de dolor cuando la bala se enterró con fuerza en su hombro y sintió su propia
sangre rodar por su piel.
—Llévenlo a la otra camioneta y diríjanse a la bodega, ahí terminaremos con este cabrón.—
Jeon gruñó dirigiéndose a su propia camioneta, estuvo a punto de subirse, sin embargo se detuvo
ya que sus oídos estaban encontrándose con la sorpresa de SeokJin, NamJoon y JiMin discutir
sin órden alguno.
—¡Salió involuntariamente! ¡No es como que yo le ande mirando el culo las veinticuatro horas
del día!— Bufó NamJoon.
—¡¿Entonces por qué me llamaste "culo de durazno"?! ¡Tremendo pervertido de mierda!—
JiMin chilló ofendido.
—¡Perdóname, señorito! ¡¡No tengo la jodida culpa de que tu culo sea más llamativo que el
resto de tu mísera persona!!
Un sonido ahogado salió de SeokJin y dos segundos pasaron para que sus gritos comenzaran.
—¡¿CÓMO TE ATREVES A APODARLE ASÍ AL NIÑO, KIM NAMJOON?!— SeokJin gritó
completamente furioso.— ¡ERES UN SIN VERGÜENZA!
—¡¡ME LLAMÓ CULO DE DURAZNO!! SEOKJINNIE..— JiMin chilló con un tono de dolor total.
Jeon sin perder el tiempo, se montó a la camioneta y las tres miradas sorprendidas de los
presentes lo recibieron.
—¿Quién te ha llamado "Culo de durazno"?— Jeon gruñó dirigiéndose a JiMin y se sentó a su
lado.
JiMin disimuladamente sonrió malicioso y miró a NamJoon, quién tragó saliva duramente.
El azabache captó el brillo diabólico en los ojos de Park y de su propio SeokJin.

—¡Fué él!— JiMin y SeokJin apuntaron a NamJoon, quién se removió nervioso en


su asiento.
Jeon palmeó sus piernas y Jimin sin dudarlo se sentó sobre ellas, su brazo rodeó la cintura de
aquél demonio sin cola y suspiró mirando con ojos observadores a NamJoon.
—¿Le estás mirando el culo a mi chico, NamJoon?— Preguntó tranquilamente Montana.
—¡S-s.. ¡Noo!— NamJoon tartamudeó rascando su nuca.— ¡Él me obligó a llamarle así!
El auto frenó en un semáforo.
—¡¡Difamación!!— JiMin chilló, siendo callado por las suaves caricias que Montana le daba a
su cintura.
—¡Cállate que eres un tremendo demonio!— NamJoon bufó.
—¡Pero denigraste mi persona diciendo que solo sirvo para montar a Jeon!— JiMin se
defendió.
SeokJin volvió a soltar un sonido ahogado completamente asombrado y el rostro de Jeon se
endureció.
—Tú y yo hablaremos después, hijo de puta, esto no se quedará así.— Jeon gruñó apuntando
a NamJoon.
—¡Ustedes dos parecen señoras indignadas por el final de su novela de las cuatro! ¡Dejen su
cara de mustias!— NamJoon chilló dirigiéndose a JiMin y SeokJin.— Jeon ¡Mejor mátame!
—Con gusto.— Jeon sonrió amigablemente e hizo un movimiento para querer sacar su pistola.
—¡¡NO!!— SeokJin interrumpió.— No hay que ir a esos límites, bebé.— SeokJin sonrió
nervioso.
JiMin, quién había creado su pequeño desastre, solo observaba por la ventana mientras la
sonrisita maliciosa estaba impregnada en sus labios.
Yugyeom fué bajado por dos hombres ya que el chico se retorcía para negarse al punto de su
muerte. Tras ellos, Jeon, JiMin, NamJoon y SeokJin los seguían por el oscuro pasillo rumbo a la
bodega. Y es que JiMin desde que vió a Yugyeom, algo en él le decía que ese tipo ya había
estado frente a sus ojos. Pero tal vez solo eran alucinaciones.
Yugyeom fue atado a la silla y observó con temor a Montana, quién tenía en su mano su arma,
listo para destruír la carne del chico.
—Vamos directo al punto, Yugyeom ¿qué tratos tienes con AgustD?— Jeon preguntó
rompiendo el silencio mientras caminaba a su alrededor como león enjaulado.
—Solo estoy para sacarle información.
—Respuesta incorrecta.— Jeon apuntó a Yugyeom y jaló el gatillo, disparándole en su
pierna.— Quiero la verdad, comandante.
El herido apretó los dientes sintiendo el nuevo dolor y el olor de su propia sangre brotar.
—E-esa es la verdad..
—Incorrecto.— Jeon volvió a jalar el gatillo, escuchando otro grito de dolor.
—¡A-agh! ¡e-está bien!— Yugyeom tragó saliva tratando de ignorar el dolor en su cuerpo que
comenzaba a dormitarlo junto a la sangre para poder contestar.— L-los suficientes como para jo-
joderte.

—Oh.. qué cabrón.— Jeon murmuró con el tono sarcástico en su voz y volvió a
jalar el gatillo.— Confiesa ahora, dílo si quieres salir ileso de ésta.
Yugyeom observó a Jeon con el semblante duro y los músculos de su mandíbula tensarse.
—Y-yo..— El chico controló su respiración y continuó.— AgustD está viviendo en la masión "la
perla" ahora. Y-yo fuí el espía de AgustD.. yo capturé en fotos el momento exacto del robo a la
joyería que hizo P y el robo el doce de Julio en el banco fuerte.. también capturé cuando tuviste
en tus brazos a P.
Jeon se quedó callado unos segundos, su ceño estaba fruncido y su lengua empujaba su
mejilla. El fuego aumentaba en su cuerpo y su furia estaba por salir.
—Continúa.
Yugyeom pestañeó varias veces y asintió.— D-desde ahí, AgustD supo que tú y P estaban
juntos, poco después J-Hope se lo confirmó..— Yugyeom gruñó en dolor.— ellos hicieron el plan
para el secuestro de JiMin y yo..
Jeon sentía los segundos más eternos en su vida, era demasiado tarde como para detenerse.
Se acercó a Yugyeom dando zancadas y golpeó al chico en su mejilla.
—¡¿Tú qué?! ¡¿Qué mierda hiciste, Yugyeom?!— Gritó Montana.
—T-tú fuiste el que me s-secuestró..— JiMin habló de repente, reconociendo a Yugyeom en
segundos.— ¿ve-verdad?..
Jeon arrastró lentamente su mirada de JiMin a Yugyeom y éste último anheló no estar vivo.
—Y-yo lo secuestré y J-Hope solo utilizó la voz para confundirlo..— El chico bajó la mirada.—
D-después de que AgustD lo violara y lo drogara, y-yo también lo toqué.
Golpe tras golpe recibió Yugyeom sin tiempo de reaccionar hasta lograr que la silla ladeara
hasta caer, Jeon estaba nublado en furia y no paró de golpearlo hasta de NamJoon lo alejó de él.
—¡¡Eres un bastardo!!— Jeon gritó mientras trataba de zafarse de NamJoon.— ¡¡Un jodido
enfermo!!
JiMin estaba estático en su lugar, incapaz de poder procesar lo que aquél enfermo ser humano
confesó, sus labios comenzaron a temblar y de inmediato sintió nuevamente su mundo
derrumbarse. Pero JiMin quería ser fuerte, JiMin quería salir de esto de una vez por todas.
SeokJin y lo abrazó notando la situación y Park lloró en silencio todo lo que pudo.
—¡¿Pero sabes?!— Jeon gruñó jadeante de tanto forzarse, se liberó de NamJoon y apuntó su
arma justo en la frente de Yugyeom.— No te voy a dejar vivir después de traicionarme y tocar lo
que es mío.
Montana jaló el gatillo, y sin pudor alguno dejó que la bala saliera hasta terminar en la frente de
Yugyeom y así acabar con la vida de lo que alguna vez fue el comandante más importante de
Busan.
Jeon estaba bastante furioso, su propia frente se perlaba en sudor y las gotas descendían por
su cuello, perdiéndose en su traje.
Tragó saliva y giró para encontrarse a JiMin temblando en brazos de SeokJin mientras lloraba en
silencio.
—J-jiMin..— Jeon murmuró acercándose a él. El pelinegro se zafó del abrazo de SeokJin y
corrió hasta Jeon, abrazándolo y sintiendo nuevamente ese aura de seguridad que solo su
JungKook soltaba para él.
Jeon tenía la ubicación, y esta vez iba a acabar con AgustD, le haría ahogarse con su propia
sangre.

.
Helloooooow.
Sí, lo sé, éste capítulo estuvo más largo de lo que acostumbro a escribir.
Pero wenoooooo
YA SALIÓ LA VERDAD DE YUGYEOM OHOHOHOHO ¿Qué opinan?
POR CIERTAAAAA MI CIELAAAS
Se tomaron re en serio los fakes de esta historia que ya hay Rollo de Sushi y AgustD, baia
baia, ¿quieren desmadre? Vayan a sus perfiles a joderlos jijiji meNOS AL ROLLITO DE SUSHI, A
ESE DÍGANLE COSAS BONITAS. ^
Rollo_De_Sushi y 1_AGUSTD
¿quieres ser parte del Jeon Montana Fake pero no sabes cómo? ¡es fácil! Sólo entra a
www.JUANC0C0pendejadas.com.mx ¡LLAMA YA! *voz de comercial*
No es cierto JAJAJAJA, ya si quieren unirse al desmadre háblenme al imbaaaax.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Bebé Mochi felíz y travieso.


Jeon, ¿P-por qué te estás midiendo la nari.. olvídalo, continúa.
4 8.

21 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


6:24pm.
Lluvia.
-
Jeon no podía sentirse más mierda que ver a JiMin tan deprimido, tan roto, no actuaba como la
primera vez, sin embargo, sólo miraba por la ventana las gotas de lluvia deslizarse y perderse. La
pareja estaba en esos días donde no querían hacer absolutamente nada más que estar
abrazados en su cama, tal ese era el caso de Jeon y JiMin, el aire era agradable y el cuerpo de
Montana parecía estar creado con la temperatura cálida sólo para Park.
—Jeon..— Habló JiMin.
—¿Mhm?
—Yo..— Park figuró con sus dedos una personita caminar sobre el pecho de Montana.—
Quiero salir..
—¿Ahora?..— Preguntó Jeon despegando la vista de su ventana para contemplar a su
pelinegro.— Amor.. está lloviendo.
—Por eso..— Park se sonrojó cuando un trueno lo asustó y se escondiera en su pecho.—
Quiero mojarme bajo la lluvia contigo..
Jeon miró de nuevo el cielo y contempló que este estaba en un potente gris y la lluvia no
cesaba.. ¿por qué no? Si ello implicaba ver feliz a su rollo de sushi, no le importaría salir a
enfermarse bajo la lluvia.
—Está bien, pero cámbiate esa ropa, será cálida cuando volvamos..— Jeon besó su mejilla y
se sentó en la cama, cambiando sus propias ropas por unas viejas.
JiMin esbozó una sonrisita y saltó de la cama, poniéndose las primeras prendas que encontró
en el cajón de Jeon. Tal vez bajo la lluvia se olvidara de que había sido tomado por dos enfermos
hombres que no eran su chico y pasaría un rato agradable.
Jeon tomó su mano y entrelazó sus dedos, caminando en dirección al patio trasero. JiMin estaba
encantado con ver a Jeon vestido tan informalmente, seguía luciendo tan caliente y hermoso
como sólo él era.
Jeon miró a través de la puerta de cristal que daba vista al patio y se erizó su piel cuando el frío
aire chocó contra sus brazos descubiertos.
—Esta idea está muy loca, cariño, llueve tanto que no se ve absolutamente nada..— Jeon
murmuró besando cortamente los labios de JiMin.— Pero no me interesa, quiero verte felíz,
saldré primero.
JiMin se sonrojó y asintió, observando como el castaño abría la puerta y salía corriendo bajo la
lluvia.
Tal vez no era malo después de todo, Jeon se sentía agradable bajo la fuerte lluvia y se
estremeció cuando las gotas empaparon su cuerpo completo.
—¡Jeon JungKook! ¡¿qué demonios haces afuera?! ¡¡te vas a enfermar!!— SeokJin le gritó
desde el segundo piso en la ventana.
—¡Cállate un rato!— Jeon chilló sonriendo y miró a JiMin, quién seguía dentro de la casa.—
¡Ven, cariño!
—Oh, ¡No te atrevas a sacar a Ji... ¡¡Park JiMin!!— SeokJin gritó como histérico a la vez que un
trueno sacudía los oídos de todos.
JiMin brincó corriendo bajo la lluvia ignorando los quejidos de SeokJin.
—¿Por qué gritas, SeokJinnie?— TaeHyung se asomó por la ventana y al ver a los tórtolos
mojarse, dió pequeños brincos.— Oh, oh, oh ¡Yo quiero! ¡yo quiero mojarme!

—TaeHyung ni se te ocu.. ¡¿Qué nadie piensa en su salud?! ¡¡Bola de enfermos,


me rindo!!— SeokJin lanzó la revista que leía y se adentró a la casa.
Jeon rió cuando JiMin empezó correr por el mojado césped, sus ropas se pegaron a su cuerpo
marcando su figura, era lo mismo con Jeon. Jugaban como dos inocentes infantes, tratando de
atrapar al otro bajo la lluvia y viceversa. Cuando se atraparon, se dieron un cálido beso, JiMin lo
abrazó restregando su pequeña nariz en el pecho de Jeon.
—¡¡Yo quiero jugar!!— TaeHyung apareció y consigo arrastró a SeokJin por los pies.— ¡¡Y él
también quiere jugar!!
—TaeHyung, ¡¡Suéltame!! ¡Acabo de peinar mi cabello y se va arruinar!— El rubio chilló
cuando las gotas heladas comenzaron a empaparlo.— Oh, ¡Está helada!
JiMin miró maliciosamente a TaeHyung y le hizo una seña hacia la piscina. Jeon se unió a su
plan y sujetaron a SeokJin.
Park sujetó su brazo izquierdo, TaeHyung el derecho y Jeon sus piernas.
—¡No se atrevan! ¡No! ¡No!— SeokJin pataleó como pudo pero fué demasiado tarde, los tres
chicos lo habían lanzado a la piscina y ahora huían por sus vidas.
Las carcajadas no se hicieron esperar cuando SeokJin estaba rojo en furia como un tomate al
salir de la piscina por las escaleras de metal, sin embargo, nunca había visto a Jeon reír tan
fluídamente como lo estaba haciendo junto a JiMin y Tae. Y eso en cierta parte le aliviaba.
JiMin le vino a traer color a Jeon.
SeokJin fué arrastrando uno por uno a la piscina, lanzándolos sin una pizca de cuidado, y
cuando vió a Jeon sonreír nervioso, rió.
—No te me vas a escapar, pedazo de idiota.— SeokJin persiguió a Jeon dando vueltas por
todo el patio.
—¡JiMinnie!— TaeHyung revolvió los cabellos mojados de Park y sonrió dulcemente.— ¿Ahora
te sientes mejor?
—Síp, ¿no extrañaste ésto?
—¡¿Cómo no lo voy a extrañar?! ¡Si desde pequeños hemos jugado bajo la lluvia!— El pelirrojo
chilló.
Sin duda, era uno de los días en que Jeon se sentía como un chico de su edad, donde no tenía
que envíar la droga que creaba y buscar cabrones que hirieron a su pequeño.
Y eso fue gracias a JiMin.

—Así.. y ahora así.. paso ésto por aquí..— Jeon decía inconscientemente.
—JungKook, ya son tres abrigos los que tengo..— JiMin musitó mientras las manos de
Montana se movían por las prendas, acomodándolas.
—Lo sé, pero no quiero que te enfermes..— Jeon besó sus labios y pasó alrededor de él una
manta gruesa color negro, se alejó un poco ante la imagen adorable de JiMin y sonrió.— ¡Eres un
rollo de sushi!
—¡Jeon!
—Ahora ve a la cama, cariño, me toca ir a ducharme.— Jeon buscó ropa cálida y se dirigió a la
ducha.
—¡Apúrate!— Chilló JiMin.
—¡Sí, bebé!— Respondió Jeon haciendo eco en el cuarto de baño.
JiMin se trepó en la cama con todo lo que tenía encima y hundió el rostro en la almohada de
Jeon, respirando el aroma del dueño de su corazón tan deliciosamente.
—Hueles rico..— JiMin susurró felíz y tranquilo mientras trataba de mantenerse despierto, ya
que el sonido de la lluvia se le hacía tan relajador, tan tranquilo que llegaba a dormirle.
Pero no, esperó pacientemente al chico de sus sueños para que le repitiera lo mucho que lo
amaba y que era su lindo rollito de sushi.
Porque JiMin adoraba ser mimado por Jeon.

.
Hellooooooow.
Capítulo random, eso es lo que es, pero es que esTÁ LLOVIENDO FUERTE Y ME INSPIRÉ EN
HACER ESTE CAPÍTULO KK.
Amo la lluvia con mi vida, y ahora estoy casi como JiMin en mi cama, tengo cuatro sábanas
encima mío y me siento un rollo de sushi iwal ahk no mentira. (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Los amo con mi vida entera bASTA.
4 9.

24 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


11:03pm.
Idiota.
-
—A él le encantan mucho que sean finos, tú sabes..— K se encogió de hombros peinando
hacia atrás sus cabellos rojizos junto a su bandana.— Tiene esa pequeña obsesión con todo lo
que brilla.
Jeon estuvo pensativo un minuto.
—¿No sería mejor que yo salga a verlo? Me sentiría una porquería si no soy yo el que lo
consiga.— Jeon pasó su mano por su mentón, realmente confuso.
—De eso nada, te traeré una bandeja entera, nadie tiene que sospechar eso, Monti.
—¿Qué?— Jeon apretó los dientes.
—¿De qué?— TaeHyung frunció el ceño.
—¿Qué acabas de decir hace un segundo?— Gruñó apretando los puños.
—Aaah..— TaeHyung sonrió.— Dije "de qué".
—¿Eres idiota?
—No.. bueno, sí..— TaeHyung adoptó un gesto pensativo.— Mi madre me decía "¡¡Eres idiota,
Kim TaeHyung!!" Cuando tropezaba con ella o simplemente me hacía el imbécil cuando me
ordenaba algo.. así que creo que sí lo soy.. ¿O lo era?
Jeon apretó los labios e infló su pecho, sus ojos rodaron y se preguntaba mil veces por
segundo: ¿Por qué carajos le pedí a éste idiota ayuda cuando iba a contarme el chiste que tiene
por vida?
—En éste momento lo que menos quiero oír es tu vida, idiota.
—¿Ves? Todos me llaman así ¿sabes? Comienza a gustarme, cambiaré mi nombre a..—
TaeHyung movió sus manos con la sonrisa cuadrada a la vez que pronunciaba:— Kim Idiota
TaeHyung.. me encanta.
—Eres imposible, un jodido desastre..— Jeon cubrió su rostro con sus manos completamente
estresado.— ¿Vas a ayudarme o no?
—Yes, bro.
—"Bro" te voy a meter en el ano donde sigas haciéndote el imbécil, K.— Jeon golpeó su mano
sobre la madera de su escritorio.— ¿Entendiste?
—Yes, bro.— TaeHyung reaccionó cuando vió a Montana sacar a su amada Daisy y se cubrió
nervioso.— Q-quiero decir ¡S-sí! ¡SÍ MR. MONTI!
—CON UN INFIERNO, KIM TAEHYUNG.— Jeon gruñó cargó la pistola disparando al techo y
aturdiendo a K.
—¡Iré ahora a verlo!— TaeHyung tomó su saco en manos y corrió a la puerta nerviosamente.
Jeon bufó cuando minutos después Jin entró corriendo con una crema en todo su rostro y
algunas cosas rosas en su cabello.
—¡¿QUÉ DEMONIOS FUÉ ESO, JEON JUNGKOOK?!— SeokJin se acercó dispuesto a
quitarle a Daisy en manos.— ¡DENTRO DE CASA NO SE JUEGA A LAS PISTOLAS! ¡¿QUÉ
ERES IDIOTA?!
Me dijo idiota. Pensó Jeon, frunció el ceño y levantó el arma para que SeokJin no lo alcanzara.
—¡¡Dame eso!! ¡¡Te pudiste matar!!— SeokJin gruñó dando saltos para alcanzarlo.

—No.— Jeon sonrió colocándose de puntas para alejar más el arma del rubio.
—Dá-me-la.— Se quejó con el rostro rojo lleno de ira.
—Está bien, SeokJinnie, yo lo haré..— Una melosa voz alertó a Jeon y se encontró con una
cabellera negra detrás de SeokJin.
El rubio se hizo a un lado y JiMin sonrió con el sonrojo natural en sus mejillas, cosa que
provocó que el corazón de Jeon se derritiera de poco en poco.
—¿Me lo das, cariño?— JiMin se cruzó de brazos.
—Todas las noches.
—Eso no, lo otro, bobito..— JiMin apuntó la pistola riendo por lo bajo.— ¿Me lo das?..
—Ñññño.— Jeon apretó los dientes tratando de no caer.
—JungKookie~— Canturreó JiMin.
—Dije que.. oh..— Jeon cerró los ojos tan pronto al sentir a JiMin colocarse de puntas y besar
su cuello tentadoramente.
—Si no me das la pistola hoy no te dejaré tocar..
—¡Toma! ¡toma!— Jeon le extendió el arma, cortando el susurro que JiMin le daba.
—Buen niño, cariño..— JiMin besó su mejilla guardando la pistola en la cajonera.
JungKook se sintió un orgulloso de ser el niño malo/bueno para JiMin hasta que dos voces
provinieron de la puerta gritarle:
—¡MANDILÓN!— Tan pronto como Jeon vio a NamJoon y a SeokJin, éstos desaparecieron de
la puerta.
Jeon iba a perseguirlos pero las manitos de Park tomaron su pecho, evitándole irse.
—No vayas, bebé, ignóralos.— JiMin sabía que una de las debilidades de Jeon era verlo
pucherear, y así lo hizo puchereó tan adorablemente como pudo.
—A la mierda los imbéciles de arriba, ven aquí.— Jeon tomó de la cintura a JiMin y con agilidad
lo cargó, enrollando las piernas de Park en su cintura.— Ya te dije que me pone mal verte
pucherear.
—¿Así?— JiMin volvió a doblegar su labio inferior, consiguiendo que Jeon soltara un suspiro
enternecido.
—Para, Park, es mucho para mí..— Jeon volvió a mirarle y notó que el pelinegro comenzó a
sollozar falsamente.— Oh.. mi corazón, Jeon JiMin, piensa en mi pobre corazón.
Entonces fue que JiMin besó sus labios con dulzura, enrollando sus brazos en su cuello y frotar
su pequeña nariz con la de Jeon.
—Te amo.
—Te amo más, rollo de sushi.— El castaño repartió besos por sus mejillas y párpados, notando
la adorable sonrisa que JiMin tenía en su precioso rostro.— Hasta el fin de mis días.

—Ese luce de maricas.— TaeHyung miró por las vitrinas seleccionadamente.— Aunque Jeon
me dijo: "Algo fino y precioso, que no sea llamativo pero tampoco opaco"— El pelirrojo imitó la
voz de Jeon.— Que en resúmen es la misma putada y quiere algo de maricas.

Minutos pasaron donde TaeHyung se entretuvo mirando otros objetos, como los
cuadros del lugar, las luces, los ventiladores y el piso. Hasta que reaccionó que Jeon en su
mansión tenía demasiados hombres con objetos del diablo y él mismo con uno, "Daisy" si mal no
recordaba el pelirrojo.
—A la mierda, le diré que todos estaban de oferta.— El chico rompió las vitrinas y metió todas
las bandejas que pudo en su bolsa, la alarma sonó pero él tranquilamente caminó a la salida.—
Biu biu biu.— Imitó por lo bajo colgándose el saco en su hombro.
Entonces se trepó a la camioneta y partieron de regreso a la mansión Montana, aturdiendo al
conductor con sus preguntas algo.. salidas de lugar.
—Cállate ya, niño.— Pidió el hombre estresándose.
—Ay, en serio ¿no me dirás cómo se creó la tierra?
—Mejor pregúntame porqué ella no me dejó amarla.— El hombre preguntó con sarcasmo.
—Es pregunta de idiotas.
—Es perfecta para ti, entonces.— El chofer sonrió aparcando el auto en el jardín de Montana.

TaeHyung entró cuando recibió la respuesta de Jeon, pero tan pronto como encontró a JiMin
en la pequeña mini sala recostado, escondió el saco lo más que pudo.
—Está dormido.— Jeon se encogió de hombros.
—No lo está.
—Ya te dije que sí.
—Lo conozco hace diecinueve años de mi maldita y miserable vida y puedo confirmarte que se
está haciendo el idiota muerto porque no respira tranquilamente.— TaeHyung le dió el saco a
Jeon y éste lo escondió detrás del escritorio.— Además ¡Él se hace bolita al dormir y éste idiota
está completamente estira..
JiMin le lanzó un cojín, su ceño estaba fruncido y se puso de pie para salir de la oficina de
Jeon, no sin antes besar sus labios cortamente.
—Te lo dije.— Dijo TaeHyung cuando el pelinegro desapareció de la puerta.— Espera..— El
pelirrojo calló un segundo y miró hacia la puerta.— ¡JiMin ya te oí!
—¡Te odio, Tae!— JiMin chilló del otro lado de la puerta y dio zancadas fuera del pasillo.
—Ahora sí.. ¿Qué te estaba diciendo?
—Lo del sa..
—¡Lo del saco, sí, eso!— TaeHyung asustó a Jeon cuando gritó, haciendo que el castaño diera
un respingo.
TaeHyung vació la bolsa en el escritorio y Jeon suspiró estresado.
—Te pedí como máximo diez de ellos, TaeHyung, no toda la tienda.
—Pues ¿qué te digo?— TaeHyung se cruzó de brazos y suspirar desinteresado.— Estaban en
oferta.
—Pero si los has robado..
—En el letrero decía "Los de robo en oferta"
Jeon se golpeó la frente.
—Es "rodio" no "robo", menudo imbécil.
—Pues agarré muchos, escóge, iré a ducharme, huelo a perro.— TaeHyung se dió vuelta y
salió de la habitación.— De nada.
—¿Gracias?— Dudó Jeon incrédulo.
¿Por dónde debería empezar?
.
Hellooooooow.
Sha shegué, sha me fuí. (?)
SI NO ENTENDIERON EL CAP, PUES.. YO MENOS ASÍ QUE ESPÉRENSE UNOS CINCO
MÁS, AHKNO.
GRACIAS POR TODO EL AMOR QUE LE DAN A JEON MONTANA, COCHITAS, LAS AMO,
SON LAS MEJORES #PODERCOQUITO (?)
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Fué su momento de brillar, déjen ser a mi bebé. >:c (?)
5 0.

25 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


05:30am.
La perla.
-

El cielo aún ni cambiaba sus tonalidades azules marino a unas más claras, y cierto hombre
estaba gruñendo sin ganas de querer salir de la cama cuando cierto chico estaba tan bien
acurrucado en él bajo sus cálidas sábanas.
—En veinte minutos te quiero en mi oficina..— Jeon bufó con la voz somnolienta.— No me
importa, NamJoon, sé que te quedaste a dormir en la habitación de SeokJin.. ya te dije, te quiero
en veinte minutos en mi habitación o ve despidiéndote del rubio.
—Hijo de puta.— Fué lo último que escuchó NamJoon antes de cerrar la llamada y dejar de
nuevo el celular en su mesita de noche.
—No te vayas aún..— JiMin susurró asomando el rostro de su pecho, sus pequeños y finos
ojos parpadeaban para mantenerse despierto, como si de un pequeño minino se tratara. Una
escena adorable que Montana no olvidaría.
—Debo salir temprano, amor..— Jeon acarició los cabellos de JiMin, dejando un pequeño beso
en éstos y suspirar.— No quiero irme.
—Entonces no hay razón para írte.— JiMin apoyó su mentón sobre sus pequeñas y gorditas
manos y lo miró.— Tú eres el jefe, ¿no? Tú eliges lo que quieras.
Jeon suspiró entrelazando sus manos detrás de su cabeza, mirándole tan fijamente, tenía
razón, si él era el jefe ¿por qué demonios tendría que levantarse tan temprano cuando podía
mandar a alguno de sus guardias a buscar la mansión "la perla"
—Sea lo que estés tramando, cariño, déjame decírte que lo conseguiste.— Jeon prendió su
teléfono y entrecerró los ojos cuando la lastimosa luz chocó con sus ojos, haciendo que estos
lagrimearan y tecleó algo en la pantalla, tan pronto como lo tomó, lo dejó de lado y atrajo el
pequeño cuerpo de JiMin, recostándolo bajo su cuerpo.
—Separa las piernas.— Ordenó mordisqueando el lóbulo de su oreja.
—No.— JiMin sonrió inocentemente.
—Park, separa las piernas.— Repitió mordiendo el hombro de JiMin y palmeando sus muslos
con fuerza, causándole un quejido y cediera a su órden.— Muy bien, bebé..
Jeon trazó el inicio de la filosa mandíbula de Park con besos hasta llegar a sus labios y
tomarlos con dulzura, sus manos vagaron traviesamente por debajo de la camisa de Park y éste
soltó un pequeño gemido al sentir la frialdad de los dedos de Montana. Su piel se erizó y echó la
cabeza hacia atrás, cortando el beso de inmediato y cubrir el rostro con sus manos. Jeon estaba
confuso, de pronto sentir a JiMin romper el beso tan espontáneamente y esconderse bajo de él no
era algo que le tranquilizara.. no era algo que JiMin haría.
—M-me siento sucio.. no deberías estar tocándome.. Lo siento.— JiMin confesó con las
mejillas al borde de rojas. Recordar cómo aquél sucio hombre había confesado que también lo
había tomado fué la gota que derramó el vaso, se sentía tan sucio.. tan.. tan jugueteado e
inservible.
Jeon no merecía alguien inservible.
Pequeñas lágrimas picaron sus ojos, tan destrozado como herido, quiso salir del encierro que
Jeon le daba con su cuerpo, pero fue inútil.. él era más fuerte.

—JiMin.. mi JiMin..— Jeon besó las manos del pelinegro, nudillo tras nudillo, dedo
por dedo.— Eres la persona más pura y dulce que pude conocer en mi vida..— Jeon con sus
labios acalló los temerosos sollozos de JiMin y lo abrazó tanto como sus brazos y su cuerpo le
permitían.— No eres sucio por nada de ésto, esos dos hijos de perra jugaron con tu dulzura y eso
no puedo permitirlo más, no puedo permitir que sigan burlándose de ti.. de tu belleza, de tu
preciosa existencia..
Jeon besó cada lágrima que rodaba por sus mejillas, sintiendo el sabor salado hasta llegar a
sus empapados ojos, besando ambos párpados y bajar a la punta de su nariz.— Eres mío, Park
JiMin, y en mi presencia no quiero volver a oírte denigrarte a tí mismo. Te amo tal y como eres,
sin importar cada defecto tuyo ¿me entendiste, rollo de sushi? Te amo con toda mi alma.
Park en ese momento sus lágrimas dejaron de ser amargas y con el propósito de tristeza,
ahora, su corazón se sentía derretido y felíz, sus lágrimas demostraban un poco de la felicidad
que Jeon le provocaba y aunque quisiera llorarle a mares el ser aceptado aunque haya sido
tomado a la fuerza aumentaba su amor por Jeon Montana... Y bastante.
—Te amo, te amo, te amo.— JiMin murmuró besando todo el rostro de Jeon y lo abrazó tan
fuerte que escondió su pequeño y empapado rostro en el arco del cuello de su pareja.
Y cualquiera que los mirara, sabría que ellos dos dependían del otro, y que su amor era más
fuerte que cualquier cosa.

—Entonces por ello hay tantos collares en tu escritorio..— NamJoon murmuró, observando
como Jeon metía los collares de plata y otros materiales en el saco con cuidado.
—Sí, le pedí al amiguito de JiMin que consiguiera como máximo diez, pero me trajo la tienda
entera..— Jeon bufó llevando la bolsa a un pequeño ropero donde no guardaba nada.
—A lo que vengo..— NamJoon rascó su cabeza y aclaró su garganta.— Las camionetas
tendrán que camuflarse.
Jeon sacudió sus manos y frunció el ceño.
—¿Por qué?..
—Si bien la perla es una mansión bastante costosa que no cualquier idiota compraría, está
completamente reforzada en seguridad.— NamJoon le extendió una pequeña carpeta con
fotos.— Desde la entrada hasta el final del patio trasero hay seguridad y cámaras por donde
mires.
Jeon se meció en sus talones suavemente, mirando las fotos con detenimiento.
—Debe tener un punto ciego.— Jeon murmuró observando fotos de AgustD y J-Hope en la
piscina, un gruñido involuntario salió de sus labios.
—Y lo tiene, pero..— NamJoon calló.
Jeon solo levantó sus ojos hasta posarlos en NamJoon.— ¿Pero?..
—El punto ciego de aquélla mansión es el pasillo por fuera que da con la habitación de
AgustD.— NamJoon suspiró.— Pero tiene alarmas.
Jeon suspiró estresado y lanzó la carpeta al escritorio, hasta que una idea atravesó por su
mente. Si bien no era fan del cabello color fresa, en aquélla situación le iba a servir.
—Las cámaras no son problema.
—¿Qué?— Preguntó NamJoon confuso.
—Kim TaeHyung es la respuesta a ese obstáculo.
—¿lo vas a poner a desconectar cámaras con sus habilidades?— Preguntó incrédulo
NamJoon.
—¿O quieres contratar uno? Digo, el dinero viene y va pero ¿crees que haya alguien tan bueno
con ello como K?— Jeon lo miró esperando una respuesta.
—Sí, bueno.. es talentoso el niño.
—Aunque me jode las bolas.— Jeon completó.— A veces me estresa.. más que SeokJin en
sus días de mal humor, ya sea porque su novela terminó o por la historia que leyó.
—Te escuché, idiota.— SeokJin entró con una cajita en sus manos.— Vengo a darte ésto y lo
único que escucho es lo mucho que detestas mis momentos tristes.
Jeon miró la caja sin importarle lo que mencionó el rubio.
—¿Quién lo manda?
—Tu vecina, imbécil, tu vecina..— Dijo con obviedad SeokJin.— JiMinnie.
Y la sonrisa estúpida salió de sus labios.
—Listo, vámonos, NamJoon, debes acompañarme, necesito un corte.
—¡Dios me libre!— Chilló el azabache en voz baja.
—¡¿Qué?!
—Que ya voy, amorcito.— NamJoon siguió a SeokJin.
—Y el mandilón soy yo.— Jeon murmuró riendo por lo bajo y aprovechó en revisar la cajita en
ella.
En ella, un pequeño y añejo anillo se encontraba, dos piedrillas se habían caído del anillo y el
color estaba un poco opaco. Entonces fue que vió la notita al fondo de la caja, curioso y con el aro
viejo en manos, lo leyó.
" Mi madre antes de morir me lo dió, no puedo decírte que fué la mejor del mundo (porque
claramente no lo fue) pero en un momento de borrachera, me entregó este pequeño anillo y me
dijo que yo se lo diera a alguien que yo ame con toda mi vida, y que sabría que cuando a la
persona que se lo obsequiara, mi corazón estaría pacífico y feliz.
Me siento feliz, más que feliz, Jeon JungKook, te amo.
— Siempre tuyo, Jeon JiMin. "
Jeon tragó saliva cuando terminó de leer las preciosas letras que JiMin escribió para él.
Maldición que estaba sentimental, claro que lo está, su corazón dolía de tanto amor y sus ojos
querían arder. Contempló la argolla en sus dedos y sonrió, deslizándola por su dedo anular, Park
JiMin era demasiado, era su nueva razón de vivir.
Park JiMin era su obra de arte.

.
Helloooooooow.
Les vuelvo a actualizar pq sí pq quiero y pq puedo. (?)
Mentira, está lloviendo y el rayo de inspiración se metió a mi alma, you know.
AAAAH EL SONIDO DE LA LLUVIAAAA /Gritos internos de felicidad.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

No puedo creer que los ame más a ellos que a otra cosa, ni ganas de tener pareja me da
porque lo veo pérdida de tiempo.. pero amo verlos juntos.
Ya pueden verme morir sola, JSJSJSJSJSJS.
5 1.

27 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


6:40pm.
Equipo.
-
—Seré directo, K..— Jeon se puso de pie y apoyó dus palmas contra la madera de su
escritorio.— No me agradas en lo absoluto, y me jode el alma verte. Pero necesito de tu ayuda.
—Desde que pisé esta mansión quieres mi ayuda..— TaeHyung sonrió burlonamente.— Ya me
acostumbré, dudo de que tus palabras tengan una gota de credibilidad..
Jeon lo miró apretando su mandíbula, su paciencia era el tamaño del dedo meñique de Park,
igual de diminuto y sin duda Kim TaeHyung lograba sacarlo de sus casillas a níveles extemos
¿era posible que Jeon esté pensando en agarrar la pluma que tenía a un lado y enterrarsela en
los ojos? Porque siendo sincero, Jeon lo estaba considerando realmente.
—Eh, K, yo opino que te pongas serio en esta situación.— Intervino NamJoon notando como
Jeon sin moverse y asesinando a K con su mirada, se salía de control lentamente.
—Bien, les ayudaré solamente porque esos bastardos hirieron a mi pequeño JiMinnie.—
TaeHyung se encogió de hombros.
Mi pequeño JiMinnie. Mi pequeño JiMinnie.
Jeon era de lo más posesivo que el mundo podía pedir y sabía que el chico de cabellos rojos
solo quería cabrearlo, así era, pensaba Jeon que amaba ser una ladilla de culo.
—Gracias.— Jeon gruñó por lo bajo entre dientes, esquivando su mirada a la de NamJoon,
quién se mantenía serio en todo momento.
TaeHyung sonrió amablemente y se puso de pie, con aura arrogante caminó hasta la puerta y
antes de irse, miró a Jeon burlonamente.
—Lo voy a matar.— Habló de repente Montana.
—Pero, Jeon..
—Lo voy a matar, es tan imbécil, tan, tan..— Jeon bufó desesperado, revolviendo sus cabellos.
—Ya, no puedes hacerlo, entiéndelo.— NamJoon se encogió de hombros.— Es amigo cercano
del durazno.
—Qué bueno que mencionas eso..— Jeon rodeó el escritorio hasta colocarse frente a
NamJoon.— Con que culo de durazno..
Mierda. Pensó NamJoon. Sonrió nerviosamente evadiendo la mirada de Jeon.
—En mi defensa.. él me provocó.— NamJoon luchó por verse desinteresado en el tema, pero
era imposible, digo..
¿quién se sentiría desinteresado y tranquilo cuando frente a ti está una mezcla de cuatro
leones que lo taladraban con la mirada? NamJoon estiró el nudo de su corbata, tragando saliva y
desviar su mirada.
—Te pregunto, NamJoon ¿le has estado viendo el culo siempre?— Jeon gruñó.
—¡No! Pero no me lo vas a negar, a comparación de todos, P tiene el cu... el trasero más
llamativo, no me vas a golpear solo por ello ¿verdad?— NamJoon miró como Jeon giraba su
muñeca tranquilamente.
—Lo que sea que haya pasado, te quiero lejos de JiMin, no voy a permitir que sigas
obsevándole de más.
—P-pero si yo no hice na..

—Prácticamente le dijiste que es un inútil que solo sabía.. ugh, me avergüenzas.—


Jeon se alejó apretando los puños.
—¡Pues tu pedazo de demonio estaba haciendo algo que ni yo sabía! ¿cómo querías que
reaccionara?
—Lo denigraste, imbécil.— Jeon bufó.
—Pero sí eso es lo que sabe hacer.. ¿no?— Soltó de golpe NamJoon.
Ups.

—¿Cómo le vas a decir eso, JiMinnie? Si se nota desde Marte que te ama..— SeokJin pasó
uno de sus miles de cepillos para el cabello en el de JiMin.
—Me sentí tan sucio, en serio..— JiMin jugó con los dedos largos de TaeHyung.— Creí que ya
no me querría más.
—Sé que Jeon puede tener cara de idiota, pero no lo es.— El rubio musitó chasqueando la
lengua.— Es muy posesivo y territorial, te aseguro que podría incluso defenderte de cualquier
comentario que hicieran sobre ti.
En eso, a lo lejos de la habitación de SeokJin, se escuchó un quejido de dolor que rompía la
paz del resto de la mansión.
—¡Ya basta! ¡Está bien! ¡está bien! ¡me duele!— SeokJin reconoció la voz de NamJoon de
inmediato.— ¡No volveré a llamarle culo de durazno!
JiMin se avergonzó y SeokJin ignoró los quejidos.— Se merece el puño de Jeon ¿en qué
estábamos?
...
JiMin salió contento de la habitación de SeokJin ya que este le había arreglado el cabello tan
ligeramente y sacudió las mangas del abrigo de Jeon. Caminó por los pasillos hasta dar con su
habitación, abrió la puerta silenciosamente y vió al dueño de sus pensamientos dándole la
espalda mientras miraba en el gran ventanal, sus manos estaban en sus bolsillos y JiMin se
acercó silenciosamente.
Le abrazó por detrás y pasó su pequeña nariz en medio de sus omoplatos.
—Hola, cariño.— Murmuró Jeon girándose para besar sus labios cortamente.
—¿Por qué golpeaste a NamJoon?— Preguntó apoyando su mejilla en el pecho de Jeon.
—Creo que ya había dicho que no se iba a quedar así el asunto.— Jeon besó repetidas veces
las mejillas de JiMin y lo abrazó.— Aunque muy en el fondo, no dijo una mentira.
—Jeon..
—¿Qué? ¿Estoy mintiendo?— Jeon bajó sus palmas hasta el trasero de Park y apretó este
entre sus dedos.
JiMin jadeó por lo bajo y escondió el rostro en el fuerte pecho de Montana.
—E-res un tonto, deten.. ¡Ah!— JiMin chilló cuando la palma de Jeon golpeó ruidosamente su
trasero.
—Shh..— Jeon compensó a JiMin besando nuevamente sus labios y y lo abrazó
fuertemente.— Tengo sueño, pero tengo que irme..— Murmuró.
—¿A dónde?— JiMin se aferró a él no muy seguro de querer saber la respuesta.
—Iré a ver la ubicación de AgustD, pero tu amiguito ese nos acompañará.— Jeon besó su
cuello dulcemente, acariciando la cintura de Park y hacer que este se estremeciera ante su tacto.
—¿T-tae?— Preguntó.
—Él nos ayudará.— Dijo mirándole unos segundos.— ¿No te ha dicho?
—No, pero.. ¿estás seguro? Tae puede ser muy tonto pero es adorable, podrá hacerte
enojar.— JiMin jugó con sus mangas, mirando los ojos de Jeon.
—¿Ahora resulta que tu amiguito es adorable?— Jeon se cruzó de brazos, empujando su
lengua contra su mejilla.
—¿Estás celoso?— Preguntó JiMin soltando una risilla.
—Sí.
—Tonto.— Sonrió poniéndose de puntas para lamer la piel del cuello de Montana.
—N-no hagas es.. mgh.— Jeon cerró los ojos sintiendo un cosquilleo en su cuello a causa de la
húmeda y suave lengua de Park.
—¿Ya no estarás celoso?— Preguntó dejando que Montana jadeara en su oído y conteniendo
las ganas de comérselo ahí mismo.
—Por la mierda que no..— Jeon jadeó apretando la cintura de JiMin.— Detente si no quieres
que te tumbe en el colchón antes de irme.
JiMin soltó una carcajada y asintió.
—¿Y qué estás esperando?

.
Hellooooooooow.
ESTÁ LLOVIENDO AGAIN, ESTOY FELIZ.
Les cuento que este capítulo iba a estar máaaas largo pero me levanté a hacer un deber y perdí
la idea de lo vendría después so.. JAJAJAJAA /Facepalm
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Oye Parker estás demente xdxdxdxdxd


5 2.
27 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.
6:30pm.
El dueño de "la perla"
-
Jeon dió un último beso en los labios de JiMin para ponerse su saco y salir de su habitación
con una gran sonrisa en su rostro. Pasó un rato bastante agradable y caliente con Park que sabía
que su felicidad no duraría mucho pues ahora se estaba dirigiendo rumbo a "la perla". Sus ojos
estaban listos para ver lo que sea, para Jeon no sería una sorpresa ver a AgustD viviendo en una
cascada de oro, pues éste amaba lucirse y presumir lo que poseía.
Hombre demasiado diferente a Montana.
Estaba enloqueciendo al subir a su camioneta, odiaba esa horrible sensación de enojo que
traía consigo mismo, ansiaba tener el delgado cuello de AgustD entre sus dedos y apretarlo hasta
que su respiración se cortara. Sabía y se conocía tan bien que todos sus enojos los descargaría
cuando tuviera a AgustD en sus manos, rogando por piedad. Relamió sus labios ansioso, la
pequeña sonrisilla socarrona no hizo falta y la luz de la tenue luna que comenzaba a salir
alumbraba, haciendo sombra a la pequeña cicatríz en su pómulo izquierdo. Jeon pasó sus yemas
por la cicatríz y suspiró silenciosamente.
Esa cicatríz..
*flashback*
—Jin ¡pásame el arma! ¡ahora!— Jeon giró a mirar a SeokJin apresurado, con todos sus
sentidos alertas.
La fuerte lluvia estropeaba su campo de visión, sus cabellos se pegaban a su frente y cubrían
un poco de su vista, sus ropas estaban tan empadas y él tan furioso como un rayo mismo.
SeokJin estaba oculto tras un gran bote de basura por órden de Jeon pues lo estaba protegiendo
del enemigo.
Y vaya enemigo para más imbécil.
Jeon fué golpeado con brusquedad y cayó al mojado pavimento, un silencioso quejido salió de
sus labios, no debía darse por vencido.. no ahora que su vida estaba en riesgo junto a la de
SeokJin.
Se impulsó de sus manos y miró al causante de su caída, tantas gotas de lluvia cayendo sobre
su rostro obstruían el rostro del enemigo.
—Oh.. Jeon ¿ahora entiendes que tú y yo no somos iguales?— La voz grave de YoonGi le hizo
soltar un gruñido.
Un rayo iluminó el oscuro callejón y Montana pudo apreciar el rostro burlón de AgustD. Con
dificultad, Jeon se puso de pie con el arma en manos. Y fue que sus reflejos le hicieron alejar el
rostro rápidamente.
YoonGi tenía una navaja y había logrado cortar la piel de Jeon en su mejilla izquierda. Éste se
tragó el ligero dolor y al impulsarse hacia atrás, el arma resbaló de sus manos.
*fin del flashback*
—Cada vez falta poco para vernos otra vez, Min YoonGi..— Jeon susurró mirando por la
ventana las gotas de lluvia que decoraban los cristales.
—Llegamos, jefe.— El chofer anunció moviendo el auto lentamente.
Jeon vió una preciosa mansión blanca con detalles dorados decorando el lugar, el lugar era un
poco más grande que la de Jeon pero no lo suficientemente hermosa, sin embargo, Jeon solo
quería saber dónde atacar.
—Listo, cabeza de manzana, míra y dínos cuál es el punto ciego de éste lugar.— Ordenó Jeon
y se dirigió a su chofer.— Y tú acelera un poco que notarán algo raro.

Ambos obedecieron y TaeHyung captó las cámaras rápidamente, estaba tan


concentrado que parecía un pequeño cachorro espiando a los gatos callejeros pegado a la
ventana.
—En la estatua al lado de la fuente hay una.. en la piscina hay una..— Fué anunciando.— En
los cuatro puntos laterales de la mansión hay dos.. en los jardínes hay..
Jeon frunció el ceño tratando de visualizar los pequeños objetos inteligentes pero simplemente
no hayaba ninguno, así que decidió confíar en K.
—Oh, mierda.. en la reja principal hay dos ¡Entra a otro callejón, idiota!— Chilló aturdiendo a
todos y el chofer cedió rápidamente.
—¡Me gritaste en el oído, idiota!— Se quejó Mr. Kim cubriendo su aturdida oreja.
—¡¿Pues qué querías?!— Preguntó K.— ¡¿que te captaran las cámaras y el plan de Jeon se
cague por tu asquerosa culpa?!
Todos hicieron silencio dándole la victoria a K y éste siguió observando.
—Jeon, el que te dió la información de las cámaras, es un tremendo asco.— Habló K después
de unos minutos.
—¿Por qué?— Jeon miró a TaeHyung por su hombro pues este estaba en el asiento trasero.
—La parte trasera de la casita no tiene cámaras..— K chasqueó la lengua.— En serio, deberías
acabar con la vida del idiota que te dió tremenda basura porque es un inútil que no sabe ni lo que
ha..
—Ya entendí.— Sentenció Jeon al observar los ojos de Mr. Kim taladrando a TaeHyung con
intensidad.— ¿Todo está despejado?
—Sí, de hecho es como si a propósito pusieran esa área sin seguridad..— TaeHyung se
encogió de hombros.— Quiero decir.. las ventanas traseras junto a la puerta no tienen protección.
Jeon confirmó las palabras de K con sus propios ojos, algo podía tramar AgustD y la parte
trasera sería su campo perfecto.
—Jeoncito.. Mr. Monti.. Montanita..— TaeHyung agudizó un poco su voz y rápidamente captó
la mirada intimidante de Jeon.— No me odies más de lo que haces, quiero decir.. disfruto ver tus
caras horrorosas cuando te enojas, pero.. en este trabajo se necesita a JiMinnie..
A JiMin.
—Por la mierda que no.— Jeon gruñó golpeando su puño en el respaldo del asiento.
—¡Sabes que P es un experto escabulléndose en esas mierdas!— Gruñó de vuelta K.— P es
diferente a JiMinnie, P es una estrella en el silencio. Si yo hago esto solo capaz y tire la primera
reja, rompa una estátua o me haga el imbécil en el lugar ¡Sin P no puedo progresar! ¡K es un inútil
sin P! ¡¿no lo notas?!
Jeon bufó mirando largamente a K, ¿debería ceder y exponer a JiMin en una situación tan
riesgosa como esa? No quería, JiMin ha tenido suficiente como para meterse a la cueva del lobo.
" ¡K es un inútil sin P! " La voz de TaeHyung retumbó en su mente, llevándole a sus recuerdos,
como cuando entraron a su mansión, un trabajo limpio en equipo.. o cuando se ingresaron al
banco.
—Jeon, suelta a Park..— NamJoon murmuró cuando observó a Montana tan concentrado
pelear con su fiera protectora.
Jeon miró por última vez la mansión y cerró sus ojos, suspirando pesadamente.
—Está bien.— Dijo firme.— Dejaré que JiMin ayude.
TaeHyung respiró tranquilo y observó la mansión de nuevo, ideándose un plan para establecer
junto a su pequeño P. Y es que algo le decía que la azotea del lugar guardaba algo importante.
La camioneta se alejó de la propiedad y se vieron regresando a la mansión Montana. K estaba
ansioso por contarle a P el plan que tenía en mente.
Y vaya asombroso plan, plan que solo TripleB podía cumplir.

.
Helloooooow.
¡Recuperé el capítulo!
Ahora sí, chicas, pienso que Jeon Montana se acerca a su FIN, no he pensado en una segunda
temporada, ya que el final que pienso no deja huellas posibles de una continuación.
Ya viendo que la ÚNICA RAZÓN por la que SÍ se pueda otro libro, es dándole un final a éste un
poco.. ¿si me entienden lo que quiero decir? Trágico.
En serio estoy contra la espada y la pared, no lo sé, estoy batallando con ello desde el capítulo
25.
Además, ya no tendría una emoción cómo éste.
¿qué opinan? ¿Final trágico para continuación o final felíz sin ella?
OJO: si hay continuación, se quedará en lo trágico, solo eso diré.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Hola, Jeon Montana, un placer verlo tan guapo.
5 3.

29 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.


2:36pm.
P.
-

JiMin entró en la sala de estar minutos después de que Jeon le avisara que sería importante su
presencia, sus dedos jugaban con sus anillos nerviosamente, sin embargo, ver la sonrisa
cuadrada de TaeHyung le relajó completamente. Y es que se sentía incómodo ¿por qué
NamJoon, SeokJin, Jeon y Tae lo miraban fijamente?
—JiMinnie..— El pelirrojo saludó al chico con sus manos.
Jeon realmente parecía preocupado, nervioso, alguna definición que Park no lograba ver con
claridad. Tomó asiento al lado de Jeon y suspiró, juntando sus pequeñas manos en su regazo.
—¿Para qué me citaron aquí? ¿por qué me miran extraño?— JiMin arrastró la mirada a cada
nombrado curiosamente.
Jeon estiró un poco el nudo de su corbata mientras tragaba saliva, SeokJin actuó como si la
pregunta de JiMin fuera soltada por el mismo aire, NamJoon suspiró pesadamente y TaeHyung..
bueno, él estaba emocionado.
—JiMinnie..— TaeHyung arqueó una ceja.— Creo que TripleB debe cumplir un nuevo desastre.
Park sonrió ampliamente.
—¿Sí? Oh, ¿dónde?— JiMin preguntó con emoción cuando sintió el brazo de Montana sujetar
su cintura.
—Ese es el problema, JiMin..— Jeon lo miró con un extraño brillo en sus ojos.— El lugar no te
va a agradar para nada.
Entonces JiMin comprendió tanta seriedad por parte de todos, la sonrisa se borró de su rostro y
frunció el ceño.
—¿Es donde AgustD?— Preguntó, notando como Jeon se tensaba a su lado y lo acercaba
más a él. No necesitaba respuestas verbales, los movimientos de Montana confirmaban todo,
estaba intranquilo y sabía que la razón era porque luchaba con su mente para no llevarlo a su
habitación y cubrirlo con las mantas para que nadie le hiciera daño.
—Sí, sabes que K necesita a P en este trabajo ¿verdad?— TaeHyung acomodó su bandana y
miró suplicante a JiMin.— Por favor, JiMinnie, piénsalo.
—Yo.. no lo sé.— JiMin se removió en el sofá bastante incómodo.
—Park, en serio te necesitamos.— NamJoon habló con un tono tranquilo. Pero eso no
calmaban los nervios de JiMin, para nada que lo hacían.
—JiMinnie..
—Suficiente, si JiMin no quiere, debemos buscar otra forma.— Jeon sentenció en su defensa y
agregó:— Deberían tener en claro que aún es algo sensible para él éste tema.
Y claro que lo era, JiMin se sentía un pequeño animal indefenso cuando el nombre de aquél
idiota era formulado, pero.. ¿Cuando iba a superarlo si no se enfrentaba nunca? Park sabía que
saldría de ese desorden traumático sólo si enfrentaba las cosas como eran. Así fuera estar frente
a ese pelinegro cara a cara.
Debía dejar de tener miedo, no debía ser un tonto débil cuando tenía a su pequeño casi hermano
necesitando su ayuda en su misión, no podría vivir tranquilo mientras K estuviera en riesgo en la
cueva del lobo. Era hora de salir a la luz y dar la cara a lo que se venía encima.
—Está bien, yo lo haré.— Habló después de unos minutos regresando a la fuerte realidad.
Todos se quedaron en silencio y lo observaron.— No puedo seguír escondiéndome más, y no
dejaré que Tae se arriesgue solo.
—JiMin ¿estás segu..
—Estoy seguro, Jeon.— Cortó Park, mirándolo unos segundos.— No quiero seguir
ocultándome. Iré con TaeHyung.

Silencio por parte de Montana ¿por qué le era tan difícil aceptar la decisión de
JiMin y dejarlo arriesgarse? Se limitó a asentir y dejó que NamJoon explicara a Park todo ya que
éste había notado el desastre silencioso en el que se encontraba Jeon. Sí, Montana aceptaba que
su mundo se vendría de nuevo hacia abajo si a JiMin le sucediera algo.
JiMin era algo así como su única casa, la cuna de amor que Jeon jamás tuvo.
Y eso lo sabía, era tan débil pero nadie lo notaba, nadie comprendía que lo que ellos llaman
"sobreprotección y posesividad" solo es un fuerte miedo, preocupación y tristeza.
Porque amaba con su alma a Park JiMin, lo amaba tan malditamente mal que llegaba a doler, y
gracias a ese pelinegro, Montana supo el significado de lo que es el amor, el cariño y la pasión.
Ahora que JiMin iba a arriesgar su vida de nuevo con AgustD ¿cómo JungKook podría estar
tranquilo esperando en el auto a que las cámaras se desactiven cuando en cualquier momento
aquél dolor de cabeza convertido en persona podía atacar en cualquier momento a JiMin? Y
siendo Jeon JungKook, el chico que jamás supo lo que era "amor de familia" y no Jeon Montana,
le dolía, le aterraba que Park se hiciera daño.
Pero se supone que es un mafioso, uno importante, justamente el que encabezaba la lista, el
que reinaba, y no debía mostrar miedo en ningún momento y mucho menos por un precioso
ladrón que se metió bruscamente en su corazón para no írse jamás. No debía mostrar miedo y
mucho menos llorar porque siempre pensaba en el "qué dirán los demás".
Jeon comenzaba a pensar que su vida realmente era un asco, su simple existencia era un
jodido chiste y que en realidad no valía nada. Pero nuevamente esos felinos y dulces ojos lo
miraban como sí él fuera una obra de arte, y todo pensamiento negativo se escondía justo en la
mierda otra vez, porque Jeon ahora vivía por y para JiMin, sus ojos no podían brillar junto a su
alma si ese pelinegro no estaba en su vida.
Park JiMin era la enorme pieza que sellaba el rompecabezas de Montana.
Pestañeó varias veces cuando la realidad le pedía a gritos poner sus pies en la tierra y se
encontró a JiMin, ese precioso ser humano estaba tomando su mano y lo observaba con la viva
preocupación en sus hermosos ojos. Y era el único en la sala de estar.
—¿JungKook?..— JiMin acarició su mejilla suavemente y Jeon automáticamente se apoyó en
ésta cerrando sus ojos.— ¿estás bien, cariño?..
Jeon soltó un suspiro pesado y sintió sus labios temblar, no, él no debía...
Rompió en llanto.
Un llanto doloroso y mudo, JiMin se quedó paralizado unos segundos antes de subirse a su
regazo y abrazarlo fuertemente, tal vez Park no entendiera nada del porqué Jeon Montana estaba
sollozando en su pecho, pero estaba seguro que lo necesitaba.. y por supuesto que no lo dejaría
solo. No cuando aquél hombre se aferraba a él como si se estuviera derrumbando por pedazos.
Entonces comprendió que estaba siendo Jeon JungKook y no el mafioso y poderoso Jeon
Montana.
—S-sin tí no estaría bien..— Sollozó JungKook enterrando el rostro en medio de sus clavículas.
JiMin besó la coronilla de Jeon de manera dulce y posteriormente apoyó su mejilla en ésta.
—Estaré bien, JungKookie..— JiMin cerró sus ojos acunándolo en sus brazos.— Estaré bien
para tí.
Y JiMin hablaba en serio, por él, estaría con sus sentidos siempre despiertos, tendría ese
cuidado que al principio le valía tres héctareas de cielo, porque por otro lado de Jeon, JiMin
siempre miraba al castaño con ojos soñadores, con esa preciosa admiración hacia él. Y cuando lo
observaba de lejos, su corazón latía con fuerza, ver cada gesto facial, ese lindo ceño fruncido.. o
esa mandíbula tensa, cada pequeño detalle, como sus movimientos al caminar o al mover sus
manos al hablar, todo eso y demás, JiMin lo guardaba tanto en su mente y siempre que se
encontraba solo, recordaba a su chico malo y suspiraba cuál adolescente en su primera cita.
Y ahora que le mostraba ese lado tan humano, lo oía sollozar, y empapaba su sudadera con sus
lágrimas, no pudo expresar cuánto amor soltaba para una sola persona. Park JiMin estaba tan
rendido ante Jeon JungKook.
Así como Jeon JungKook a Park JiMin.
—Te amo, Jeon JungKook, y por tí me atrevería a hacer cualquier locura que me obligaran a
hacer por verte felíz.— JiMin besó su frente y separó el rostro de Jeon de su escondite solo para
limpiar sus lágrimas.— Te amo solo a tí.
JungKook esbozó una sonrisa débil y tímida, y JiMin notó como los pómulos del castaño se
teñían de un ligero rosado. Precioso. Pensó Park, besando cada mejilla, la punta de su nariz y
sus labios.
—Te amo más, Park JiMin..— Jeon correspondió al beso del pelinegro y lo abrazó más
fuerte.— Y confío en que lo harás bien.
Así sería, se cuidaría ese transcurso de tiempo en el que Jeon no estaría para protegerlo.
Y quién lo diría.. Se invirtieron sus papeles y ahora Jeon lucía tan débil y temeroso. JiMin debía
ser ahora el fuerte. Por los dos.
Por su amor.

.
Helloooooooow.
Sé que pensarán que ando enamorada por tanto sentimiento pero nel, enamorada estoy pero del
KookMin de mi historia, ahr.
Pronto, queridas coquitos, pronto esta historia llegará a su fin, y pueden confíar en mi de que será
uno felíz.
Andaba inspirada y pues lol, esto salió. Fkxkdkf ¿qué tal estuvo? ¿les gustó?
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Estoy tan enamorada de ellos dos.😍
5 4.

Últimos capítulos.
30 de Agosto del 2015, Busan, Corea del Sur.
5:30pm.
TripleB regresa.
-

—¿No sería mejor rodear hasta llegar a la parte trasera?— JiMin preguntó pasando su dedo
índice por la fotografía de la mansión de AgustD.— Sería más sencillo ya que no hay cámaras en
esa área.
—Pero no sabemos si el idiota está planeando algo.— TaeHyung acomodó los lentes que
lentamente resbalaban por el puente de su nariz y guió con su dedo el trazo.— Si entramos por
los lados de la casita podemos desactivar las cámaras más fácilmente, y Jeon podrá entrar al
terreno tranquilamente.
—Te estás olvidando que tienen guardias.— JiMin recordó.— Aunque.. creo que ahora
debemos poner en práctica las clases que nos dió Mr. Kim con las pistolas.
—¿De qué hablas? ¿quieres hacer el escándalo y cagarla?
—No, idiota..— JiMin revolvió sus cabellos.— Existen silenciadores.
—El problema es el siguiente, JiMinnie..— TaeHyung apoyó su mentón sobre sus palmas.—
Todos mis juguetes me los quitó Jeon, por si lo olvidaste.
JiMin bufó inflando sus mejillas.—Se los puedo pedir.
—Lo sé, solamente te recordaba, tonto.— K soltó una pequeña risa y regresó su mirada a la
fotografía.— Una vez que estemos de pie en la puerta, podemos usar la pinza para..
Jeon del otro lado de la puerta escuchaba el plan de TripleB junto a NamJoon.— ¿Crees que la
caguen?
Jeon suspiró y metió sus manos a sus bolsillos mientras apretaba su mandíbula.
—La primera vez fueron despistados, ahora no creo que caigan de nuevo.— Jeon dijo firme.—
Solo necesito que dejen el campo libre de las cámaras.
—Entonces será fácil, quiero pensar.— NamJoon se cruzó de brazos.
Jeon no respondió ya que ni él sabía que tan fácil sería el plan. Aunque el castaño ya tenía
más de mil formas planeadas en como acabar con la vida de Min YoonGi y Jung HoSeok,
necesitaba verlos sufrir, sus ojos lo pedían a gritos, sin embargo, debía concentrarse en que
tampoco JiMin sufriera algún daño.
La puerta se abrió repentinamente y JiMin apareció por ésta, sus mejillas se encendieron en un
adorable color salmón en cuanto observó a Jeon observarle con una sincera sonrisa. NamJoon,
quién sentía que era momento de tocar el violín, lentamente se alejó del dúo y se perdió por los
pasillos de la mansión, pero eso no lo notaron en absoluto, estaban tan concentrados en mirarse
que no les importaba si llegaban a incomodar a alguien. JiMin tomó la iniciativa y se acercó hasta
Jeon, rodeando sus brazos alrededor de él y restregar su pequeña nariz en el pecho de Jeon.
—Jeon JiMin.— Montana besó la frente de Park y correspondió a su dulce abrazo.
En medio de ese pasillo, donde el silencio abundaba, ambos se abrazaban tan cómodamente y
regalándose besos por todo sus rostros.
—¿Estás listo?..— Jeon preguntó rompiendo el cómodo silencio, sus manos acariciaban la
cintura de JiMin tan dulcemente que JiMin creía estar en el cielo, tan cuidadosamente Jeon lo
tocaba, como si fuera una frágil obra de arte.

—Lo estoy, cariño.— Park se colocó sobre sus puntas y besó los labios de Jeon.—
No debes preocuparte.
—Es imposible no estarlo..— Montana acarició la mejilla de Park, perdiéndose unos segundos
al contemplarlo.— No me lo perdonaría si le pasara algo a mi rollo de sushi.
JiMin sonrió.
—Rollo de sushi.— El pelinegro repitió mostrando sus brillosos dientes.— Qué apodo tan
dulce.
—Como tú, tal vez.— Jeon llenó de besos las mejillas de Park, haciendo que el nombrado
comenzara a reír.
—¡J-JungKook!— JiMin escondió su rostro en su hombro antes de que la puerta se abriera
ruidosamente, tomándolos por sorpresa.
—¿Qué les pasa?— TaeHyung preguntó con un lápiz en su mano y su ceño fruncido.—
¿Perdieron su habitación y van a follar en el pasillo?
—TaeHyung.— Jeon gruñó.
—Hola, Monti.— Saludó con desinterés antes de darles una última mirada.— Los hoteles no
son tan caros, hay personas que necesitan trabajar y no se concentran porque ciertas parejas
están de calientes frente a sus puertas.
—¡TaeHyung!— JiMin chilló sintiendo su rostro hervir.
Pero TaeHyung cerró la puerta, sonriendo a sí mismo al ver el rostro de Jeon deformarse en
enojo cuando le llamó por ese apodo que tanto él odiaba.
" A él le jode que le digan así, puedes molestarlo cuando quieras, total no podrá hacerte nada,
eres amigo de su JiMin." TaeHyung recordó las palabras de NamJoon y susurró para sí mismo:
—Ay, Monti, espero y comiences a acostumbrarte a los chistes de tu cuñado.— Sonrió
regresando a trazar con el lápiz los puntos importantes de la mansión.

—Llegamos.— Jeon apagó el motor de su auto y bajó primero para ayudar a JiMin.
Las botas de JiMin se sentían resbalosas cuando el ligero lodo se encontraba bajo éstas.
—¿Es aquí?— Preguntó cuando el viento fresco chocó con su rostro, estremeciéndolo.
Jeon hizo un sonido en aprobación y se dirigió a la cochera, sacando dos pequeñas maletas y
regresar con él.
—Aquí es donde practicaba mi puntería hace años.— Jeon suspiró y comenzó a caminar,
siendo seguido por JiMin, quién miraba con adoración a su alrededor, aquél bosque se abría
paso, viéndose más misterioso de lo que ya era. JiMin, temiendo de que algún animal o insecto,
se abrazó a Jeon, ayudándole con una maleta.
Montana paró y dejó las maletas sobre un tronco, miró a su alrededor y bufó.
—Esto luce tan viejo.— Jeon abrió las maletas cuando se encontró con lo que antes le servía
como blanco.
Aquéllos muñecos lucían tan viejos y desgastados, sin embargo, no sería problema para ellos.
—¿Venías solo?— JiMin de repente preguntó.— Yo me perdería.
—Sí, a veces SeokJin me acompañaba, pero era muy raro ya que después se quejaba de los
mosquitos y chillaba hasta estresarme y me sintiera obligado a regresarlo a casa.— Jeon rió por
lo bajo armando las pistolas y colocarle los silenciadores.
—Todo esto..— JiMin volvió a hablar, mirando con curiosidad las manos de Montana moverse
con facilidad al cargar las pistolas y armarlas.— ¿Quién te ha enseñado todo lo que sabes?..
Jeon miró unos segundos a JiMin y suspiró melancólicamente. El recuerdo de él aprendiendo a
usar su primera y única fiel pistola llegó y le abrumaba.
—Él me enseñó..— Jeon habló después de unos segundos.— Choi SeungHyun creó lo que
soy ahora, ese hombre cuidó de mí desde pequeño, fué un buen.. padre, si le puedo llamar así.
Jeon se enderezó y besó la nariz de JiMin, quién lucía cada vez más curioso.— Pero todo eso
te lo contaré cuando regresemos a casa, curioso, ahora déjame enseñarte a usar un arma.
JiMin sonrió y asintió, siguiendo a Jeon hasta que éste lo colocó frente a él, dándole la
espalada.
—Toma.— Jeon le dió la pistola y colocó sus manos en las caderas de Park.— Intenta darle en
la frente.
—Creo que eso lo he escuchado antes.— JiMin rió.— Pero no me hagas mucho caso, eh.
Jeon rió cuando Park confirmó que la pistola esté sin el seguro y la apuntó a la frente del
muñeco.
—Así, amor..— Montana estiró un poco más su brazo y acomodó la posición de JiMin.— Será
más fácil así.
JiMin asintió y jaló el gatillo, dándole al árbol al lado del muñeco.
—Mátaste al árbol.— Soltó Montana antes de reírse.— Inténtalo de nuevo.
—Tonto.— Respondió JiMin cuando sintió la palma de Jeon golpear su trasero.— ¡Jeon!
—Es para la buena suerte, lo sabes, cariño.— Jeon volvió a sujetar sus caderas cuando Park
volvió a jalar el gatillo.
Y le dió al punto que quería.
—¿Ves? Tengo razón.
—Me limito a golpearte por lo duro que fuiste.— JiMin palmeó su brazo soltando una carcajada.
—Ya, Park, póngase serio si no quiere ver su frente con un lindo hoyo.— Jeon frunció el ceño
cuando los labios de JiMin sellaron los suyos.
—Repíte eso hasta creértelo.— JiMin sonrió malicioso y regresó a disparar los muñecos.
Y Jeon sabía que tenía razón, no podía hacerle daño a la fuente de su felicidad.

.
Helloooooooow.
Capítulo kk porque sí, yorelé yorelé yorelé yijúuuuu.
Tal vez hoy suba otro capítulo, no lo sé, jejejox.
Sho me despido, cochitas beias.

Sé inteligente, sé como JiMin. (??)


La cara de Tae tipo "ya van a empezar estos pendejos" JAJAJAJAJAJA LO AMO.
5 5.

Últimos capítulos.
01 de Septiembre del 2015, Busan, Corea del Sur.
12:40pm.
Jeon Montana vs AgustD.
-
—Envía éstas tres cajas al centro de Busan..— Jeon terminó de revisar las cajas y las empujó
sobre su oficina.— Y éstas cóbralas por separado..
—Pero, jefe.. él debe dos más.— El empleado de Jeon musitó con cuidado, pues, sabía que
Montana era un hombre por la cuál debes tratarlo con pinzas, ya que rápido enfurecía y cuando lo
estaba, era más soportable colgarse de una soga que resistir su mirada de máldito sádico.
—¿Dos?..— Jeon preguntó seriamente desconcertado y metió sus manos a sus bolsillos.
El hombre asintió bajando la mirada después de dos eternos segundos.— Y tres sedantes..—
Continuó tratando de ocultar su nerviosismo acomodando las cajas.
—Bien..— Jeon se meció en sus talones suavemente mientras giraba su muñeca para mirar la
hora, empujó su lengua contra su mejilla y suspiró. El hombre sabía que ese pesado suspiro solo
significaba una cosa, y lo estaba esperando nerviosamente. Montana apretó la mandíbula
mirando al hombre y agregó secamente:— Mátenlo.
Sin más, Jeon se alejó del hombre para acercarse a otros y juzgar con su mirada lo que hacían
bien y lo malo. No mentía Montana al decir que tenía constantemente una frustración con su
estúpida obsesión de perfeccionista, todo el interior de su bodega se permanecía en órden y
separada por secciones. Perfeccionista hasta para envíar paquetes con droga a sus respectivos
empleados para distribuírlos por todo Busan y demás lugares.
—Jefe ¿y éstas cajas?..— Otro empleado apuntó seis cajas, llamando la atención inmediata de
Jeon.
—Irán a Seúl ésta noche.— Dijo con desinterés, cuando nuevos pasos provinieron de la puerta
de la bodega. El castaño volteó para confirmar la presencia de NamJoon.
—¿Listo para la reunión de esta hora?— Preguntó palmeando el hombro de Montana y
seguidamente meter sus manos a sus bolsillos.
—Si no fueran por negocios, créeme que estaría ahora mismo encerrado en mi habitación.—
Jeon acomodó su corbata y juntos se dirigieron a la salida, antes de salir completamente, apuntó
a cada uno de sus empleados y formuló con voz amenazante.— Cuando regrese quiero ver todo
listo, no me hagan enojar.
—Siempre estás enojado, Monti.— NamJoon sonrió burlón.
—Tú cierra el maldito hocico.— Gruñó encaminándose a la puerta de su limosina y adentrarse
a ésta.
—Ya, pero no te enojes, Mon..
—Dílo..— Jeon sacó rápidamente su pistola, apuntándole a NamJoon.— ..Díme Monti, cabrón.
—Hey, M-Monti..— NamJoon corrigió rapidamente sacudiendo su cabeza y alzar sus manos.—
Montana, s-se hace tarde..
Jeon sonrió socarronamente guardando su arma y acomodarse en el asiento. NamJoon suspiró
aliviado de no ser devorado por aquélla bestia y juntos se dirigieron a su destino.
NamJoon podía notar cada vez más un joven rostro cansado por parte de Jeon, frustrado por no
obtener todo en órden, Mr. Kim sabía que día a día Jeon lidiaba con demasiados asuntos al borde
de saturarse hasta la cabeza, sin embargo, se mantenía fuerte, era una estátua de jamás
romperse. Y eso.. era algo que Mr. Kim le envidiaba, le admiraba ver a ese hombre gruñón de
pocas palabras y muchos actos hacer las cosas de manera inteligente, y nunca daba su brazo a
torcer, además de tener el orgullo gobernarle para nunca decírlo, NamJoon se preocupaba por él,
tanto tiempo estando trabajando junto al castaño fué creciendo un afecto hacia él. Y se sentía
satisfecho.. satisfecho de que Jeon tenga a alguien que lo reciba con los brazos abiertos, sin
juzgarlo y dispuesto a entregarle su corazón. NamJoon siempre se daba cuenta de como el pecho
de Jeon se inflaba de orgullo y sus ojos brillaban cuando hablaba de aquél durazno de mejillas
apretables. No podía estar más satisfecho.

Sin embargo, NamJoon entendía esa posesividad de Montana por cuidarlo, por
buscar hasta por debajo de la más diminuta piedra al bastardo que lo tomó cruelmente, Kim no
era nadie para juzgarlo, estaba en todo su derecho de actuar como un león furioso cuando
alguien se acerca a su chico. Jeon a pesar de que su joven vida le ha dado los peores golpes..
encontró lo que tanto anhelaba desde que era un simple crío.
Amor.
Después de obtenerlo, el rostro de Montana no era tan amargo como antes lucía, recordó
cuando SeokJin le decía entre lágrimas lo agradecido que estaba de que ese diablillo de cabellos
negros se adentrara a su mansión, de lo contrario, SeokJin juraba que permanecería toda su vida
siendo un pesado gruñón.
NamJoon salió de su ensoñación cuando la voz del hombre frente a él formuló su nombre.
—¿Te piensas quedar aquí?— Jeon ya estaba fuera de la limosina, sus manos estaban en sus
bolsillos y la risilla socarrona en sus labios.
—No soy JiMin.— NamJoon rió bajando y adentrarse juntos a la conocida mansión de Choi
MinHo.
MinHo les dió la bienvenida, como si de dos reyes se tratara, Jeon sabía que él era respetado,
pero tanto a nivel extremo le estresaba hasta ponerlo de mal humor. El hombre los guiaba por
muchos pasillos hasta dar con su destino. MinHo abrió la puerta de su pequeña sala de reuniones
y ahí vió a muchos hombres elegantes que Jeon conocía tan bien. Pero sus ojos captaron hasta
el fondo una cabellera negra como la noche, unos ojos felinos y burlones, una piel lechosa y
bastante clara.
Claro, no podía faltar Min YoonGi en éstas putadas.
—¿Problemas con el señor AgustD, señor Montana?— MinHo preguntó dándose cuenta de la
tensa y asesina mirada que los dos hombres se lanzaban.
—Problemas enormes, Choi.— NamJoon habló por Jeon.
AgustD se colocó de pie de aquél sofá y con su copa en sus largos dedos, se dirgió hasta
Montana.
—Jeon, Jeon..— Musitó palmeando el hombro del nombrado.— ¿Cómo sigue JiMin?
El rostro de Jeon endureció y juró ver el vivo retrato de la misma burla en el rostro de AgustD.
Montana estaba por convertirse en una bestia, oh.. claro que lo iba a matar. Pero solo observó
sus movimientos arrogantes en silencio, un silencio bastante tenso que a AgustD le comenzaba a
enfurecer ya que no veía reacciones del castaño.
—¿Qué pasa?.. ¿está muy grave?— Fingió inocencia, bebiendo de su copa.
MinHo y NamJoon esperaban respuesta de Montana, pero este seguía quieto en su lugar, sin
mover un solo dedo.
—Oh, Montana ¿entonces sí era tu puta personal?— YoonGi rió burlón mostrando esas encías
rosadas.— Deberías darme su número, necesitaré de sus servicios desp..
Jeon lo tomó de su camisa, enrollando sus dedos en su cuello, tomándolo por sorpresa y hacer
que la copa del pelinegro cayera en la alfombra y quebrarse, así llamar la atención de la gente
presente.
—Repítelo.— Pidió Jeon enterrando sus uñas en la piel blanca de AgustD.
Y claro que estaba sintiendo mucho dolor, sus gestos lo decían todo, su piel comenzaba a
ponerse rojiza, sin embargo, actuó lo más normal que pudiera resistir.
—¿Q-qué quieres que repita?— Pregutó soltando una carcajada burlona.— ¿qué disfruté de tu
pequeña puta? ¡Así es, señores, estuve con la zorrita de Montana!
Sus gritos pararon cuando Jeon lanzó el primer golpe en su pómulo, haciéndole tambalearse
en sus talones. Estaba furioso, claro que lo estaba, y se iba a desquitar con él.
—Jeon, basta.— NamJoon gruñó deteniendo al castaño que estaba por golpearlo con su otra
mano decorada con anillos bastante gruesos.
Y por supuesto que paró, pero dió su último golpe y se acercó hasta que sus rostros estaban a
milimetros de distancia.
—Más te vale que te cuídes la espalda, Min YoonGi, un día de éstos podría llegarte una
sorpresa no muy agradable a ti y a tu maldito inútil.— Jeon gruñó por lo bajo, penetrando con sus
ojos la mirada de AgustD.
—Tú mataste a Yugyeom ¿verdad?— Gruñó de vuelta YoonGi, limpiando con sus dedos la
sangre que comenzaba a salir de sus labios.
—Sí. Me faltas tú y HoSeok para terminar con la lista de pendientes.— Jeon musitó.— Antes
de dar un paso hacia adelante, yo dí cuatro, no podrás superarme..— Jeon tocó la cien de
YoonGi dando fuertes y bruscos golpecitos.— Sácalo de tu puta cabeza, Min YoonGi. Vas a
pagar demasiado caro por tocar a JiMin, y lo digo en serio, cuídate, rodéate de guardias que en
cualquier momento llegaré a matarte.
AgustD lo fulminó mientras lo miraba girar en sus talones e irse, Jeon no iba a cometer su
mayor deseo en la mansión de un idiota millonario y en frente de unas quince personas como
espectadores, él quería matar a AgustD en su mansión.
Porque ese esperado momento.. sería en dos días.
.
Helloooooooooow.
Sha shegué.
Lo siento por no actualizar dos días, estuve estudiando mucho para pasar un importante exámen
y weno weno, PERO YA LO PRESENTÉ Y VENGO CON TODO.
Quiero pedir que me disculpen si encuentran una incoherencia en el capítulo, hoy me levanté a
las 5:00am y no he dormido nada, igual, me siento más tranquila dándoles su capítulo, ahora sí
iré a descansar feliz.
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Agustín se ve tan nena en este gif, pero igual es un cabrón por lastimar a Mochi.
Fuera de ello, es una cosita preciosa, ei tu de yi tu de yu tu de estidi, am di boi bicoz aim fron di
PENÚLTIMO.

03 de Septiembre del 2015, Busan, Corea del Sur.


10:30am.
Todo listo.
-
Hoy era el día que todos estaban esperando ansiosos, hoy era el día en que Jeon
desaparecería rastro de lo que alguna vez fue AgustD y J-Hope. JiMin estuvo todo el día nervioso
por lograr su cometido sin salir herido, debía hacerlo.
Por JungKook.
Por otro lado, Jeon estaba limpiando con un suave trapo su vieja pistola sentado en la orilla de
su cama, mirando los raspones que ésta había conseguido con el pasar de los años, las marcas
de sus huellas yacían impregnadas en el mango de la pistola. Jeon recordó cuántas personas
habían muerto con esa pistola en sus manos, cuántas veces había puesto la boquilla del arma en
su cien, queriéndose quitar la vida tan peligrosa y sin retorno que tenía. Definitivamente había
tenido un asco de vida, pero bueno.. todo lo malo algún día acabaría, y eso lo comprobó cuando
sintió unas pequeñas manos rodearle hasta viajar traviesamente por su pecho desnudo. Montana
sonrió cuando JiMin besó su hombro.
—Aún es temprano y tú ya estás casi fuera de la cama..— JiMin murmuró abrazando por la
espalda a Jeon.— ¿nervioso?..
—Ni que lo digas, cariño..— Confesó soltando una risilla.
—JungKook.. ya te he dicho mil veces que..
—Que vas a estar bien, ya lo sé.— Repitió Jeon dejando que las pequeñas manos de Park le
dieran suaves masajes a sus hombros.— No puedes pedírme que no me preocupe por tí, es
imposible eso.
JiMin sonrió aspirando su aroma, sabía que Jeon tenía razón, pues estaba en todo su derecho
de preocuparse por él, no podía pedírle que se mantuviera tranquilo cuando él estaba por
arriesgarse a meterse a la cueva del lobo. Sin sentido tendrían sus peticiones.
...
Park no se extrañó al no ver a Jeon en la habitación cuando salió de la ducha, sabía que el
hombre no podría quedarse quieto hasta asegurarse de que todo estuviera perfecto y listo, en
realidad, JiMin estaba igual o peor que Jeon, por lo que se terminó de vestir y salió de la
habitación rumbo a la sala de estar.
—Monti, en serio ya te dije que cuidaré de JiMinnie..— La voz de TaeHyung fue lo primero que
Park escuchó, se detuvo detras de una gran maseta a escuchar atentamente sin ser visto, y
bueno, nadie lo veía, puesto que su estatura era no muy dotada y vestía de negro.
—Me jode la maldita existencia que me llames Monti, por favor, no me hagas olvidar que eres
amigo de JiMin, Kim.— Jeon gruñó frotando sus cienes estresado.
—Monti.— TaeHyung sonrió malicioso.
—TaeHyung..— Advirtió JungKook.
—Monti.
Montana, completamente cabreado, quitó el seguro de su pistola y apuntó a TaeHyung, quién
seguía con la expresión maliciosa en su rostro.
—Está bien ¡suficiente!— JiMin intervino rápidamente colocándose en medio de Jeon y Kim.—
Cariño, baja el arma, y tú, Tae, deja de decírle Monti a Monti.
—¡¿QUÉ?!— Se alteró Montana mirando con incredulidad a Park.— JiMin, por la mierda
¡¿también tú?!
TaeHyung reía en silencio, tanto que llevó sus manos a su estómago.
—Deja de reírte, maldito imbécil.— Jeon apuntó a Kim con su dedo.
JiMin quería reír de lo gracioso que Montana lucía cuando le mencionaban tal apodo, sin
embargo, lo alejó lo más que pudo de TaeHyung.

—Yah, Monti..— JiMin besó las mejillas de Jeon.


—No, me siento traicionado.— Bufó Jeon dejando que JiMin hiciera de las suyas con sus
mejillas.— Te voy a dar el castigo de tu vida, a mi nadie me dice Monti.
—Monti.— Repitió JiMin.
Jeon lo miró unos segundos contando hasta diez, no podía hacerle nada a su rollo de sushi, y
menos cuando estaba haciendo un maldito puchero.
—No puedo hacerte nada..— Dijo finalmente.— Pero sí podré dejarte inválido mínimo dos
semanas, así que escóndete de mí, Jeon JiMin.
JungKook volvió a colocar el seguro de su arma, dándole la espalda a JiMin.
—No te atreverías..— Dijo Park con incredulidad, siguiéndolo cuando éste se dirigía a su
oficina.
—Oh, sí, cariño, sí me atrevería..~— Jeon canturreó decidido. Abriendo la puerta y dirigirse a
su escritorio.
Mierda. Pensó JiMin rezando porque Jeon sea dulce con él o que se le olvidara el hecho de
haberlo llamado Monti.
Jeon comenzó a dar órdenes las siguientes dos horas, JiMin yacía sentado en los muslos de
Jeon pasándole papeles y otras cosas que serían de utilidad. Hasta que prendió aquél cigarro.
—Jeon..
—¿Mh?..— Preguntó Montana soltando el humo tranquilamente mientras apoyaba su espalda
en el respaldo de su silla.
—¿Te han dicho que luces demasiado sexy fumando?— Preguntó Park pasando su mano por
su cabello mientras soltaba una risilla.— Creo que estoy comenzando a crearme una fantasía con
esos cigarros.
Jeon arqueó sus cejas dándole una nueva calada a su cigarro y soltar el humo en el rostro de
JiMin.
—¿Te parezco sexy?..— Preguntó descansando el objeto en sus dedos, mirando como Park
asentía.— Lo tomaré en cuenta, cariño.
—Espero verte pronto sin ropa mientras fumas.— Pidió el pelinegro con voz coqueta.
Jeon soltó una carcajada y asintió, acariciando la cintura de Park.— Ténlo por hecho, cariño,
pero igual debes estar desnudo y a mi disposición..
—¿Entonces el castigo ya no tiene valor?
—¿Yo he mencionado que no tiene valor ahora?— Preguntó Montana observando fijamente a
JiMin.
—No, pero..
—Entonces aún sigue en pie, te voy a romper el culo por llamarme "Monti", precioso.— Dijo
firme apagando su cigarro en el cenicero y regresar a ordenar papeles por firmar.

Jeon metió sus manos a sus bolsillos y observó detenidamente cómo TaeHyung contaba sus
herramientas con las que haría quién sabe qué mierda con ellas, Jeon encontraba gracioso el que
tuviera el lápiz en su oreja.
—¡Oye, arquitecto!— Habló Montana con burla cuando TaeHyung anotaba algo en un papel.
—¿Qué quieres, drogadicto?— Habló el pelirrojo sin despegar la mirada de sus apuntes.
—¿Vas a joder cámaras o construír un edificio?— Preguntó Jeon con sorna.
—¿Tú estás en tus cinco sentidos o estás en Marte?— Devolvió el ataque TaeHyung, metiendo
su maletín en la cochera.
—No empiecen, por favor.— Pidió SeokJin llegando al lado de Jeon con expresión de completo
fastidio.— Pronto vamos a partir y ustedes actuando como imbéciles.
—Aún son las ocho de la noche.— Dijo Jeon, confirmábdolo al ver su reloj de muñeca.
—¡Es la hora perfecta para meterte polvitos mágicos!— TaeHyung exclamó desde el auto.—
Corre, Monti, tu momento ha llegado ¡es hora de ir a Marte!
—Por favor, el que parece de Marte con lo retrasado que es, eres tú.— Dijo Montana
meciéndose en sus talones.— Creo que perdiste tu vuelo.
—Mira, drogadicto..— TaeHyung colocó una mano en la tapa de la cochera y con la otra
apuntó indignado a Jeon.— Con mi personalidad perfecta no te me...
—¡Ya cállense!— Chilló SeokJin cruzado de brazos.— Jeon, te habla NamJoon y tú,
TaeHyung, deja de hacerte tonto y apúrate.
—¡Pero!..— Exclamaron los dos al unísono.
—¡Pero nada, parecen idiotas peleando como dos niños!— SeokJin bufó.— No sé cómo
JiMinnie los soporta si son tan retrasados.
Y sin más, se alejó del jardín, subiendo los escalones de la entrada y perderse en el interior de
la mansión. Después de unos minutos de los cuáles parecieron horas, se alejó, dejando a
TaeHyung trabajar en paz y se encontró con Mr. Kim.
—¿Me hablabas?— Preguntó Jeon entrando a la sala de estar.
—Jeon Montana, Jeon Montana..— Habló NamJoon.— Tenemos problemas.
—¿Más?— Dijo incrédulo, arqueando las cejas.
NamJoon suspiró asintiendo y revolvió sus cabellos.
—AgustD acaba de robarte cuatro enormes cajas de droga y ya está enterado de que irás hoy.
Bendito infierno.

.
Hellooooooooow.
Quise hacer el penúltimo ligero para dejar todo el desmadre en el último ¿inteligente, no?
JAJAJAAJ.
Las dejé re colgadas, lol, perdónenme:(
Tal vez hoy o mañana suba el final, les aviso que habrá epílogo, so..🌚
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.
Sigo sin superar el hecho de que Jeon se vea mil veces más gigante que JiMin, basta, los amo.
FINAL.

03 de Septiembre del 2015, Busan, Corea del Sur.


12:00am.
Perdón, Park.
-

—¿Qué?..— Preguntó de golpe Jeon, notando que en el rostro de Mr. Kim no había ninguna
pizca de gracia.—..¿Y cómo mierda se enteró?
Mr. Kim se encogió de hombros y bufó.— ¿Hablaste sobre ello en la bodega?
Jeon se quedó pensativo unos segundos, mirando seguidamente a NamJoon.
—Sólo tú lo sabías en la bodega.— Jeon frunció el ceño, cruzándose de brazos.
—Eh, no me lances la culpa a mi, tigre.— NamJoon alzó las manos al aire.— No fuí yo,
recuerda que prácticamente tus empleados oyeron nuestras pláticas y..
—Es lo de menos ahora, NamJoon.— Cortó secamente Jeon, empujando su lengua contra su
mejilla.— Tenemos que ir hoy, no hay marcha atrás.
—Pero ¡¿estás notando lo que estás diciendo?!— NamJoon revolvió sus cabellos.— ¡Ellos ya
saben que vamos en camino!
—¿Y?..— Preguntó Montana arqueando una ceja, caminando hasta quedar detrás de su
escritorio.— Sabes como es el pensar estúpido de AgustD, si no vamos pensará que nos
acobardamos.
Jeon era consciente de los riesgos que podrían cometerse al armar su desastre en la mansión
de YoonGi, pero todo estaba listo, no podía echarse atrás, no ahora que estaba ansioso por tener
el cuello blanquecino de AgustD entre sus largos dedos, apretándolo con toda fuerza que él
quisiera.
Jeon salió de sus pensamientos y tomó el teléfono completamente decidido.
—Jeon..— Llamó insistente NamJoon.
Pero éste no dió su brazo a torcer.
—Preparen la camioneta, nos vamos ahora.— Ordenó decidido y colgó la llamada, abriendo
sus cajoneras tratando de buscar algo.
—Jeon, en serio es riesgoso..
—Vivo de ello, NamJoon.— Jeon fijó su mirada en la del azabache mientras apoyaba sus
palmas en el escritorio.— Y por más riesgoso que sea, YoonGi esta noche acaba muerto.
NamJoon observo las recargas de bala que Jeon enfiló y guardó, tomando su pistola se
encaminó a la puerta. Sabía que Jeon no podía dejar caer su orgullo ahora que Min YoonGi sabía
de los planes de Montana para acabarlo, tampoco impediría que acabara con el enemigo, pero no
estaba pensando en algo realmente importante, algo más valioso que un simple desastre
nocturno.
JiMin.
NamJoon salió detrás de Jeon, tratando de hablar con éste, sin embargo, Montana se dedicó a
dar órdenes por toda la mansión, hasta que todos se encontraran dentro de la camioneta. Mr. Kim
debía mantener la guardia en alto, no sabía en qué momento todo podía salirse de control y los
únicos que podrían tranquilizar todo era él o Jeon.
Pero Jeon estaba tan sediento de matar a YoonGi que dudaba que se mantuviera con la cabeza
fría las siguientes horas.
Dentro del auto, NamJoon observó a TaeHyung y JiMin en la parte trasera del auto
concentrados, poniéndose sus pasamontañas y cubrir hasta el más reconocible pedazo de piel
expuesta, TaeHyung preparaba aquéllas pinzas que le servirían para una mierda y cuando ambos
estuvieron listos, se miraron.
—¿Estás listo, P?..— Preguntó el pelirrojo en un susurro.
Park suspiró cerrando los ojos y asintió respondiendo en un susurro:— Estoy listo, K.
Jeon por otro lado, miraba por la ventana, los músculos de su mandíbula estaban
tensos y sus dedos eran tronados ruidosamente, seguido de su cuello y por último sus muñecas.
Estaba furioso.. muy furioso.
No tardaron los minutos cuando estaban entrando al callejón oscuro y conocido que guiaba a la
mansión de AgustD. JiMin miró el enorme lugar, las luces del jardín yacían encendidas, sin
embargo, la casa por dentro estaba en completa oscuridad, TaeHyung, quién antes había visto
todo y planeado lo que harían, habló:
—Estaría excelente que aparcaran atrás de la mansión.
—¿Atrás?— Se giró Jeon para encararlo.
—Sí, atrás.— TaeHyung apoyó su brazo en el respaldo del asiento.— Se me acaba de ocurrir
algo asombroso.
—TaeHyung, no es hora de planes sorpresa..— JiMin llamó mirándolo fijamente.— Siempre
resultan una mierda y..
—Cállate, enano, te juro que ésta vez sé lo que hago.— TaeHyung sacudió su mano, haciendo
que JiMin dejara volar sus palabras por el viento.
La hora había llegado, la camioneta estacionó por detrás de la mansión como K había pedido y
los nervios de Park crecían más ¿por qué se encontraba tan nervioso de repente? Entonces supo
que las palabras podrían fácilmente sin afrontar la situación.. sentirse fuerte antes del desastre.
Pero sentirse débil a la hora de la tormenta, sin saber qué músculo mover o qué palabra liberar
de sus gruesos labios.
Tragó saliva y sacudió su cabeza, no, Park no se daría por vencido, P de TripleB guardaba sus
miedos en el baúl del olvido a la hora de asaltar, justo como lo había hecho en la mansión de su
ahora chico malo. Frunció su entrecejó e infló su pecho.
Ésta noche, olvidaría que es el chico de Montana.. ésta noche solo sería un ladrón. P de
TripleB.
—¡JiMin!— TaeHyung chilló sacando al pelinegro de su trance mental.— ¡Es hora, muévete!
JiMin iba a hacerlo, doblegó el asiento del la fila delantera y justo antes de bajar de la
camioneta, una mano más grande y fuerte que la suya sujetó su muñeca, esa deliciosa sensación
cálida como el vapor del café, tan protectora cómo sentirse en casa; Jeon estaba mirándole, unos
ojos tan cafés como una taza servida con ese amargo líquido atrapaban a Park
cautivadoramente.
Pero el brillo en ellos reflejaban una tormenta, un caos.. un miedo.
Lo que no podía decir en palabras gracias al nudo en su garganta, Park pudo expresárselo en
un abrazo, uno confortante y fuerte. El perfume de Montana le hizo la bienvenida tan
embriagadoramente, haciéndole prometer que lograrían su cometido.
Después de todo, era el amor de ellos lo que los llevó hasta ahí.
—Estaré bien..— Susurró JiMin, besando la mejilla de Jeon, sobre su disimulada cicatríz.
Éste sólo asintió, dándole una última mirada con el brillo de esperanza plasmado de sus
preciosos ojos marrones, y sin más, JiMin salió de sus cálidos brazos a enfrentar la esperada
tormenta para encontrarse pisando el frío pavimento de la calle, TaeHyung bajó tras él y le
extendió un arma, JiMin miró esa cosa de muerte unos segundos, haciendo que el pelirrojo
bufara.
—Sólo tómalo, te recuerdo que antes de desconectar cámaras, debemos de derribar idiotas.—
JiMin finalmente aceptó y sujetó la pistola entre sus pequeñas manos, hasta que nuevamente la
voz de TaeHyung hizo presencia, haciéndole bufar.— Es como esa serie llamada "The walking
dead", mataremos zombies con pistolas y toda la mierda explosiva a nuestra jodida manera, pero
en silencio porque luego destalla el desas..

—Ya cállate.— JiMin soltó acomodando la capucha de su suéter negro.—


Debemos apurarnos ¿traes las bengalas?
—Creo que las olvidé..— TaeHyung acomodó su bandana azul marino y revisó su cinturón,
donde yacían pinzas y otros objetos importantes, hasta que dió con el objetivo.— ¡Aquí están!
¡andando!
Sin más, de JiMin y TaeHyung pasaron a ser P y K, los ladrones más hablados los últimos
meses en la localidad de Busan. Ambos sigilosamente corrieron hasta las rejas de la propiedad,
trepándose con facilidad y caer sobre el frío césped, ambos con sus sentidos completamente
despiertos y alertas.
Jeon solo miraba desde el auto, esperando la señal de ambos ladrones, se removía ansioso en
su asiento y movía su pierna en señal de nervios, y para ser honestos, estaba estresando a la
persona por la cuál debes tratarla con pinzas.
—Jeon.— El rubio llamó, captando la atención del castaño al responder a su llamado en
segundos.
Jeon encontraba la mirada de SeokJin tan penetrante, como si de revisar su alma se tratase.
—¿Ah?— Preguntó.
—Quédate quieto.— SeokJin se cruzó de brazos bufando.— Ya me colmas la paciencia con
tus nervios, me contagias.
Montana no dijo nada, tal vez si podría estar nervioso, y seamos sinceros ¿quién en su sano
juicio estaría tranquilo cuando el amor de tu míserable vida estaba ahora tirado en el césped
como cosa inservible para que los guardias del enemigo no los notaran y empezaran el caos
antes de tiempo? Jeon tenía toda la razón de ponerse nervioso, cosa que era muy extraña de ver
en él ¿Jeon Montana nervioso? ¿Y por P de TripleB? Pfff por supuesto que sí, el hombre estaba
tan enamorado de él que se estaba desmayando de ansiedad.
—Dáme el silenciador..— Pidió JiMin en un susurro, extendiendo su mano.
—No traje tu consolador..— TaeHyung frunció el ceño asqueado.— ¿te pensabas meter un
pene de juguete en pleno desastre? Vaya fetiches, P.
—El silenciador, pedazo de imbécil..— P gruñó golpeando suavemente su cabeza.— la mierda
esa para no hacer ruido.
—Aaah..— K desabrochó de su cinturón el silenciador y se lo extendió a P.— Ya me habías
alarmado, enano..
—No quiero golpearte ahora por mi estatura, cierra la boca.— JiMin masculló mientras
colocaba el silenciador en la pistola.
Y agradecían que el césped estuviera un poco alto, pues estaban muy bien camuflados. Sus
manos sujetaron bien la pistola y apuntó al guardia que caminaba de una esquina a otra, vigilando
--entre comillas-- el lugar. El corazón de P latía con tanta fuerza, ese hombre de ahí sería la
primera persona en morir por sus manos.
Pero su coraje podía más, y sin perder tiempo, jaló el gatillo, provocando que el hombre cayera
al suelo. La respiración de P estaba agitada y temía que las personas que se acercaban al cuerpo
sin vida lo oyeran.
Dos nuevas balas salieron en silencio y P miró a K, éste se encogió de hombros y suspiró.— A
mi me enseñó NamJoon.. no sé tú, pero creo que me veo caliente con una pistola.
JiMin lo miró ponerse de pie con expresión de completa incredulidad y optó por seguírlo en
silencio, JiMin se preguntaba porqué tenía un amigo tan.. único, ya que resultaba ser a veces
difícil de comprender.
TaeHyung paró cuando llegó a la enorme fuente y con cuidado, se trepó sobre ésta, alarmando
a JiMin.
—¡Idiota! ¡¿qué haces?!— JiMin preguntó en un murmuro, mirando a los lados para confirmar
que nadie los viera.

—¿Mi trabajo?— K usó un tono de obviedad en su voz y con la pinza en su mano,


comenzó a cortar los cables de la cámara que estaba hasta la punta de la fuente y así arruínar el
objeto.
Primera cámara de siete.
TaeHyung bajó de la fuente y caminó sigilosamente hasta llegar a la piscina, para la sorpresa
de ambos, vigilando aquél área habían dos guardias, con chalecos anti balas.
—Mierda..— Soltó K mirando la escena.
Y es que JiMin en lo más profundo de su ser, por más angelical que él luciera, tenía una mente
un poco retorcida.. y qué genial le resultaba la idea de llevar a esos dos tipos a la piscina y
hacerlos soltar burbujitas bajo el agua hasta que dejaran de respirar.
—Ahoguémoslos..— Dijo sin más JiMin.
TaeHyung por un momento creyó ver a un adorable demonio con cuernos y cola salir de su
escondite sigilosamente, y moriría de ternura si no fuera porque la idea de su amigo la encontraba
realmente retorcida.
JiMin a la vez que se acercaba, cada momento más comenzaba a verse más pequeño, bien.. tal
vez no fuera el chico más alto del mundo pero ¿era capaz de tumbar a uno de esos dos edificios
andantes? Claro que lo era, y justo antes de que los hombres escucharan sus pisadas, JiMin
tumbó a primer hombre, arrebatándole la pistola que tenía en manos para arrastrarlo con
dificuldad a la piscina. TaeHyung, como buen alumno y espectador, imitó a JiMin y juntos
ahogaron a los dos hombres en la piscina.
Jeon por otro lado miraba por la ventana todo el espéctaculo que aquéllos dos ladrones
estaban montando en el patio trasero de aquélla mansión.
—¿Ahogar guardias en la piscina? Eso me lo apunto.— NamJoon asintió soltando una
pequeña risa.
—¿No así mataste a tu hacker?— Preguntó SeokJin confuso.
—No, ese era un idiota que me jodía las bolas..— NamJoon se rascó la nuca.— Al hacker lo
maté por accidente.
—Ahora así se le dice ¿no?— El rubio miró incrédulo a NamJoon.
—¡No miento! ¡pensé que era un ladrón cuando estaba contando el dinero y como yo me había
dormido, le disparé!— Mr. Kim explicó.— Ya después a los dos segundos reaccioné tarde porque
ni un dedo movía, me dió un ataque de risa por mi propia estupidez.
—Qué persona más idiota eres.— Jeon se unió a la conversación.— Aunque creo que también
me daría risa.
—Ustedes están enfermos.— Atacó SeokJin observando por la ventana.
Y así estuvieron esperando aquéllos tres hombres en la camioneta por la señal de TripleB
aproximádamente una hora y media. JiMin por poco era descubierto por dos guardias pero por
suerte K entró en acción. Faltaba ahora la última cámara.
La cámara en la puerta del patio trasero.
—Nos falta una, sí podemos, P.— TaeHyung trotó con todos los ánimos del mundo hasta llegar
justo al lado para no ser captado.
JiMin estaba sintiéndose un poco cansado, K no mentía cuando decía que había que trepar
estátuas para desactivar cámaras, literalmente lo decía y Park estaba arrastrando la lengua en
busca de un momento de relajación. TaeHyung estaba cortando los cables de la cámara cuando
por el reflejo del cristal observó siluetas ajenas acercarse sigilosamente.
—P, ¿quiénes son e.. ¡JiMin!— K soltó la pinza y bajó de las rejas de la ventana para ayudar al
pelinegro, quién había sido atrapado por dos guardias que estaban escondidos en quién sabe
Dios.
K también había sido atrapado ¿De dónde salieron tantas personas para atraparlos? TaeHyung
juraba haber matado a todos hasta dejar la mansión sin ser humano despierto. Ámbos lanzaban
patadas pero era inútil, los tenían bien sujetados, hasta que JiMin recordó algo valioso.

—¡La bengala!— Gritó Park.— ¡Lanza las dos bengalas!


TaeHyung había logrado golpear a uno de los hombres y fué más fácil para él zafarse, corrió
para poder poner las bengalas en el lanzador y apenas cargó el objeto, lanzó rápidamente la
pirotecnia, dejando que después lo atraparan.
Y Jeon vió las dos bengalas iluminar el oscuro cielo.
—¡Los atraparon!— Jeon gruñó desesperado.— ¡Entra a la propiedad, joder!
El chofer de Jeon obedeció y se abrió paso en el terreno de la mansión, otras dos camionetas
les siguieron y Montana solo tuvo un pensamiento.
El desastre acababa de comenzar.
Sin pensarlo, bajó de la camioneta y sacó la pistola de su cintura, la cargó mientras que su
corazón latía furioso y comenzó a disparar a los hombres que tenía en frente, sin importarle
absolutamente nada.. Su cometido era AgustD, y no se cansaría buscando en la mansión hasta
dar con él.
Aunque JiMin lo encontró primero, y verlo una vez más no fue algo que le hiciera demasiada
gracia, al contrario, se sentía de nuevo con esa sensación de pequeñez, de debilidad. Sabía que
estaba entrando voluntariamente al infierno y no le importó quemarse, pero no debía porque
temer, total.. Jeon ya estaba aquí, y no dejaría que nuevamente aquél infeliz lo tocara.
—Te vuelvo a ver el rostro, P..— AgustD habló cuando sus guardias le quitaron los
pasamontañas a ambos.
—Imbécil.— Masculló K mirándole con rabia mientras trataba de zafarse de los brazos de
aquéllos edificios andantes.
AgustD ignoró la ofensa y continuó mirando a JiMin, éste solo correspondía la batalla de
miradas, sus ojos llameaban en furia y su ceño estaba fruncido.
—Lleguemos al punto en lo que llega tu marido, cariño..— El pelinegro de piel cremosa habló
mirando su reloj y sacó su pistola de su cintura.— Ésto se maneja así.. tú respondes mis
preguntas y si te niegas..— YoonGi cargó la pistola, apuntándole a K.— Tu amigo recibirá las
consecuencias.
JiMin sintió su mundo caerse en pedazos cuando vió el rostro de TaeHyung desmoronarse en
miedo, ¿debía callarse por proteger a Jeon o responder para salvar a TaeHyung? JiMin comenzó
a desesperarse y K habló por lo bajo.
—No respondas nada, JiMinnie..— Pidió K.— No lo hagas..
—¡Estás idiota! ¡No dejaré que te haga daño!— Gritó JiMin.
En serio era una decisión difícil.
—Primera pregunta, JiMinnie.— AgustD imitó pésimo la voz de K.— ¿Mr. Kim es el brazo
derecho de Jeon o simplemente tienen negocio?
JiMin iba a responder, pero K se adelantó.
—Que te valga tanta mierda, fantasmín.— Masculló TaeHyung.
Error, maldito jodido error.
—¡Tae! ¡No!— JiMin gritó como pudo cuando AgustD disparó en la pierna del pelirrojo y éste
chillaba de dolor en silencio.
—Responde, JiMin.— Pidió el pelinegro con tono de advertencia.
JiMin tragó saliva conteniendo las lágrimas y miró a TaeHyung hacer expresiones de dolor.
Mentir no serviría de nada, igual era pésimo con ello.
—Tres..dos..
—Es su brazo derecho.— Soltó de golpe Park.
La sonrisa maliciosa apareció por los labios de AgustD y asintió satisfecho.

—¿Dónde está mi joya?— Preguntó, tomando por sorpresa a Park.— Sí, cariño, la
que tú me robaste..
—No lo sé..— JiMin confesó cuando de nuevo una bala hirió a K.— ¡¡No lo sé, AgustD, no lo
sé!!
TaeHyung estaba luchando por mantenerse despierto, sentía sus párpados pesados y estaba
debilitándose, sin embargo, los ojos sonrientes de Park aparecían en su mente y nuevamente
hacía fuerza para liberarse. No iba a abandonar a su pequeño JiMinnie.
—¿Por qué no te creo?..— Preguntó YoonGi entrecerrando sus ojos.— A ver, pequeña puta
¿quieres ver a éste estúpido morir por tu culpa?
Entonces TaeHyung se llenó de rabia, atacó a los guardias que lo sostenían, con la poca
fuerza que le quedaba sacó su arma y disparó al infeliz que tenían frente a ellos, por su mala
suerte solo logró darle en su hombro pero logró tumbarlo y cuando Jeon llegó, K suspiró tranquilo
y cayó al suelo.
—No, no, no ¡Tae! ¡despierta!— JiMin cayó de rodillas a su lado cuando Jeon lo liberó de
aquéllos dos hombres, nuevas lágrimas brotaron de sus ojos y rodaron desesperadas por sus
mejillas.
—E-estoy bien..— Sonrió débilmente K.
JiMin luchaba por mantener despierto a K, Montana debía apresurarse.
Mientras tanto, Jeon Montana caminaba peligrosamente a AgustD, sus ojos llameaban en furia,
y su única meta era acabar con él.
—Lamento la tardanza, AgustD, estaba lidiando con tu pequeña puta.— Jeon habló con la voz
ronca, su mandíbula estaba tensa y su frente perlaba en sudor.
—¡¿Qué le hiciste, Montana?!— Preguntó furioso YoonGi.
—Lo suficiente para mandarlo al otro mundo.— Jeon tronó su cuello gruñendo.— Te dije que te
encontraría y hoy me divertiré con tu juguete favorito.
Uno de los hombres de Jeon le extendió una pequeña maleta que el castaño no tardó en
tomar, YoonGi no podía olvidar sus fieles objetos, y ahora que estaban en manos de Jeon, temía
de ellos.
—Oh..— Soltó Jeon con falsa sorpresa cuando abrió el maletín y sacaba un filoso y viejo
cuchillo con su hoja bastante delgada.— Creo que jugaremos primero con éste ¿lo reconoces,
YoonGi?
Cómo olvidar el causante de la cicatríz en la mejilla de Montana.
—Te aprovechas de que esté débil..— AgustD soltó.
—Sería inútil sobre explotar tu poca fuerza, y no tengo tiempo que desperdiciar.— Jeon le quitó
el arma a YoonGi e iba a acercarse él cuando el puño del hombre golpeó su mejilla.
Jeon enfureció tanto, que creía ver nublado del enojo, YoonGi se abalanzó sobre él dispuesto a
golpearlo, y lo consiguió, ambos se golpeaban tirando las cosas a su alrededor, no se daban por
vencido y su orgullo gobernaba todo, avisando que la noche entera sería desastre total hasta no
verse muertos.
—¡Suficiente!— Jeon empujó a YoonGi contra una pared y sujetó sus manos con fuerza, tenía
listo el cuchillo y sin pensarlo, apuñaló a YoonGi.
AgustD se quejaba de dolor nuevamente cuando el cuchillo cortaba la piel de su mejilla, Jeon le
hacía la misma herida que él le proporcionó años atrás. Notaba furia en él, nada más y nada
menos que furia total, y se sorprendía de ser AgustD el causante.
—Ahora que te tengo quieto..— Jeon lo lanzó sobre una silla paseó su mirada por toda la
habitación hasta dar con un adorno en forma de bate de béisbol, Montana sonrió socarronamente
y tomó el objeto en manos, dando pequeños golpes sobre su palma.— Juguemos un poco de
béisbol..
AgustD no podía ni moverse, había tratado con fuerza librarse de las garras de
Jeon, pero nunca conoció a la bestia furiosa de la que todos hablaban hasta ese momento,
YoonGi sabía que lo haría sufrir, si con palabras crudas le había confesado que su esposo había
muerto bajo sus manos ¿que más podía hacer? Tristemente, AgustD era un rey del orgullo y se lo
demostró con una sonrisa burlona.
—Con que en ésta bestia te conviertes cuando te enojas..— Rió con sorna el hombre, Jeon era
un hombre con una conocida paciencia del tamaño de un grano de arroz, tan delgada y fina como
una hilera.
—Tal vez..— Murmuró Jeon alzando el bate.
Y YoonGi sintió un fuerte dolor en sus costillas, tan pronto como el objeto de madera golpeó su
cuerpo, el pelinegro comenzó a toser y escupir sangre, dolía como el infierno y ardía como éste
mismo.
—Creo que buscabas esta manera para que comprendieras quién es el que manda aquí,
AgustD..— Jeon volvió a golpear a YoonGi con el objeto de fuerte madera y continuó:— Dañaste
lo único que amo en ésta vida y si pensabas que me quedaría de brazos cruzados, eres bastante
imbécil.
YoonGi escupía sangre pero seguía sosteniéndole la mirada, tan furioso como débil,
murmuró:— ¿T-tú enamorado? ¿y de esa pequeña pu..
Jeon tomó dos de aquéllos filosos cuchillos y los clavó en ambos muslos de YoonGi, la sangre
comenzó a tintar el pantalón del pelinegro y bajaba por sus piernas, joder, dolía como la mierda,
una sensación insoportable, pero.. YoonGi sabía que jugaba a jalarle la cola al diablo, y su límite
fue tocar a ese pelinegro.. ese ser preciosamente tentador que solo tenía un nombre tatuado y
era el de aquél cruel diablo. Jeon Montana era un diablo desatando el mismo infierno por P, un
ángel de la cuál cayó enamorado como un loco.
—Por cada insulto a JiMin es otro cuchillo, Min.— Jeon advirtió disfrutando la escena tan
dolorosa en la que AgustD se encontraba, sus gestos de dolor le satisfacían de una manera que
anheló ver desde que tocó a JiMin.
—E-eres una caja de sorpresas, Jeon..— YoonGi soltó una carcajada oxidada.— Estás a punto
de matarme por un idiota con buenas piernas.
Jeon ladeó el rostro soltando una sonrisa socarrona y tomó otro cuchillo del maletín— No solo
es un idiota con buenas piernas..— Jeon tomó fuerza y enterró ésta nueva peligrosamente cerca
de su entrepierna. YoonGi gritó sin importarle nada y Montana continuó:— Él es lo que en tu puta
vida podrás tener, ténlo por seguro.
—L-lo tuve un momento de mi vida..— YoonGi se encogió de hombros.— No gime mal, eh..
Jeon estampó su puño en el rostro de AgustD con tanta fuerza que su nariz comenzó a
sangrar, le enterró tantos cuchillos como pudo, cortó su piel con éstos y con cristales rotos, los
gritos de completo dolor estresaban a Jeon, el bate de béisbol comenzaba a teñirse de la sangre
de YoonGi hasta que éste gritó rendido:
—¡Ya mátame, Montana!— YoonGi masculló sintiéndose tan inservible ahora, tan.. tan sin
vida.— A-acaba conmigo, lo conseguiste, me tienes donde querías, no me arrepiento de tocar a
tu perra, pero mátame.
Los nudillos de Jeon estaban heridos de tanto golpear a YoonGi y dolían como la mierda, su
mandíbula dolía de tanto estar tensada y por fin.. sacó su arma.
—Soportaste demasiado, Min YoonGi, poco inteligente de tu parte..— Jeon colocó un nuevo
cartucho de balas y cargó su arma.— Obedeceré a tu órden y te mataré.. pero antes, debo hacer
algo.
YoonGi cerró fuertemente sus ojos, estaba esperando algún nuevo objeto ser estampado
contra él, hasta que nuevamente la voz de Montana le hizo mirar atento.
—JiMin, ven aquí..
JiMin, quién estaba en un rincón de la habitación con el cuerpo de TaeHyung en sus brazos
roto en llanto, dolorosamente se zafó de él y se acercó a Jeon, su sola mirada lo intimidaba,
pero.. era Jeon, y por muy furioso que estuviera, no dañaría a Park, parecía un pequeño cachorro
sin su madre al caminar hasta él y cuando estuvo a su lado, Montana habló:
—Esto no curará el dolor que le causaste, maldito infeliz..— Jeon gruñó apuntando el arma a
YoonGi.— Pero quiero oír de tí una jodida disculpa. Será satisfactorio antes de matarte.
Aunque Jeon muy en el fondo lo hacía por la tranquilidad de JiMin, sabía que tan lo menos un
perdón le ayudaría a calmar su dolor. AgustD, quién cansadamente rodó los ojos a Park, sonrió
negando lentamente, la risilla socarrona brotó viejamente de sus labios, un sonido tétrico como
traumático.
—N-no es lo mío ésta clase de mierdas, las disculpas son palabras vacías, niño..— YoonGi
tosió.— Pero c-creo que contigo haré una puta excepción.
JiMin apretó los labios, su corazón no tenía aún la suficiente fuerza para soportar ver a una
persona sufrir de tal manera, y aunque viniera de su violador, Park sentía desvanecerse.
—Perdón, Park.— YoonGi soltó tomando pesadamente el oxígeno.— Perdón por convertir de
tu vida un puto infierno..
Park comenzaba a sentir dolor gracias al enorme nudo en su garganta, le era imposible tragarlo
y mucho menos contener las lágrimas. Sentía dolor, enojo.. pero había paz.
Paz por tan lo menos no oír un simple perdón y su último suspiro, paz de que tan lo menos
recordaría por siempre esa disculpa, por muy corto y áspero que haya sonado, a JiMin le
ayudaría bastante para curar su dolorido corazón.
Entonces vió cuando la chocolatada mirada de AgustD se fijó en Jeon en modo de súplica para
acabar con su dolor. Y Jeon Montana cedió.
Jaló el gatillo al momento que JiMin cerraba sus ojos y se escondiera detrás de Montana, no era
capaz de mirar tal escena, no era como su Jeon.
Jeon lanzó una segunda bala y bajó el arma lentamente, su respiración estaba agitada y su
mirada en el cuerpo sin vida frente a él, Montana tragó saliva cuando los sollozos de JiMin le
colocaron de nuevo los pies sobre su realidad. Giró al sentir los brazos de su JiMin abrazarlo con
fuerza.
—T-TaeHyung e-está.. é-él..— JiMin se atragantaba con sus propios sollozos.
—Lo sé, cariño..— Jeon lo abrazó con fuerza y lo miró.— Queda poco tiempo y debemos
írnos..
NamJoon y SeokJin entraron después de lidiar con el cuerpo de HoSeok y tomaron a
TaeHyung en brazos. Lo habían logrado, hicieron su desastre, Jeon mató a YoonGi en venganza
a JiMin.. pero el corazón del pelinegro no iba a sanar, no sería sencillo ahora, pues TaeHyung
estaba en sus brazos, besaba su frente dulcemente y los lamentos salían por montones. JiMin no
podía ser felíz sin un pedazo de su corazón.
Sin embargo, su corazón latía con fuerza, prometiéndole algo que Park no descifraba en esos
momentos.

.
Hellooooooow.
BAJEN LAS ARMAS, TENGO UNA EXPLICACIÓN A ÉSTO, PERO BAJEN ESAS COSAS DE
MUERTE. /(OnO)/
Sí, éste es el capítulo final, PERO, falta epílogo, lol, esperen unos minutos, por favor, ya casi
está listo.
OTRA COSA
Los errores que vean los corregiré mañana ¿está bien? Ahora estoy empeñada en terminar el
epílogo, jijo
No me wa despedir porque en unos minutos les doy su epílogo, AHRRRR.
:v
EPÍLOGO.

03 de Octubre del 2015, Busan, Corea del Sur.


03:40pm.
Corazones sanados, almas unidas y amores eternos.
-
Un mes.. un maldito mes había pasado desde el desastre en la mansión "la perla", JiMin aún
miraba el periódico donde las fotos del cuerpo del mafioso "AgustD" yacía en la silla sin vida,
después del de HoSeok colgado de una soga, y qué decir que fué obra de Mr. Kim y SeokJin en
que todo parezca un perfecto suicidio doble, había pasado rápido el tiempo y JiMin aún lo sentía
como si fuera ayer, en que su corazón se detuvo y vivió la amgustia de su vida, su peor dolor.
Dejó el periódico a un lado de su cama y bajó de ésta, Jeon debía estar en su oficina, por lo que
caminó apresurado a la habitación que le habían asignado cuando llegó por primera vez y
tragando saliva, abrió la puerta, encontrándose con algo tan adorable.
TaeHyung dormía abrazando su almohada y sus cabellos naranjos caían sobre su frente, Park
sonrió para sí mismo y se adentó a la habitación, con pasos silenciosos, llegó hasta su cama,
lucía como un pequeño gatito dormilón. Por suerte y durante el desastre, JiMin había impedido la
pérdida de sangre enrollando su abrigo en sus heridas y TaeHyung solo estaba inconsciente, por
suerte, SeokJin logró curarlo y ahora, cumplía un mes desde su reposo. Aunque para JiMin,
sentía dolor de que su hermano se haya herido de esa manera tan peligrosa.. pero bueno, el
causante ahora tal vez estaba aún en laboratorio, tratando de encontrar alguna huella de un
posible asesino.
TaeHyung abrió los ojos al sentir esa conocida presencia que le llenaba de paz y sonrió
levemente cuando vió a JiMin sentado a un lado.
-Ven aquí, abrázame..- Pidió roncamente.- Abraza a tu inválido temporal favorito..
Y JiMin se recostó a su lado, abrazándolo con mucha fuerza, después de todo, recuperó la otra
mitad que gobernaba su corazón.
Su hermano.
-¿Si sabes que si Monti nos encuentra así no le importará volver a darme un hoyo en el
cuerpo?- TaeHyung sonrió besando la coronilla de JiMin.- Tu novio es un posesivo de mierda.
-Yah~ Déjalo tranquilo, Tae..- JiMin rió por lo bajo.
-¡Es la verdad, te cela hasta con tu abuelita!- TaeHyung rió a la vez que se quejaba de dolor.-
Mierda.. pero estoy felíz, Monti sabe cómo cuidar de mi JiMinnie, después de todo, no fué malo
venir a robar aquí..
Park se sonrojó y cubrió su rostro en el pecho de TaeHyung, no cabia duda que meterse a la
mansión anónima le iba a resultar peligrosamente tentador, y mejor aún que el dueño de tal
preciosa casa sea el mismo hombre caliente que JiMin deseaba con tener en su cama. Era su
JungKook, sólo de él.
Park habló con TaeHyung aproximádamente dos horas hasta que dejó que se diera una ducha,
salió felíz de la habitación, hasta que vió un guapo rostro, sorprendiéndole y hacerle soltar un
pequeño grito.
-¡Jeon!- Golpeó suavemente su rostro soltando una risa.
-¿Terminaste de charlar con el arquitecto?- Preguntó Montana besando la punta de su nariz.
-¡Te escuché, maldito marihuano!- Gritó TaeHyung desde el fondo de la habitación.
JiMin rió y tomó la mano de Jeon, alejándolo de la puerta antes de que comenzara una guerra
de estúpidos insultos sobre quién era mejor que quién.

-Qué bueno que llegamos a la habitación, excelente idea, cariño..- Jeon murmuró
abrazando por detrás a JiMin y hundir su nariz en el arco de su cuello.- Tenemos una fantasía por
cumplir..
-Oh.. es verdad..- Park gimió cuando Montana mordisqueó su sensible piel.
-Pero antes..- Jeon se sentó sobre la cama y palmeó sus muslos, JiMin sin pensarlo se sentó
sobre ellos y paseó sus manos traviesamente en el pecho de Montana.- Quiero hablar contigo..
-¿Hablar conmigo?..- JiMin preguntó sonriendo confuso.
-Sí, y seré directo.- Jeon murmuró besando la afilada mandíbula de su amante, sus fuertes
manos sujetaron su cintura y suspiró.- Casémonos.
JiMin se atragantó con su saliva, sus ojos se abrieron como platos y miró a Jeon sorprendido.
-JungKookie.. ¿e-es en serio?- Preguntó no logrando evitar la sonrisa estúpida.
-Muy en serio..- Jeon asintió y del bolsillo interno de su saco, mostró una linda cajita roja, la
abrió con sus dedos y se la enseñó a Park.- Jeon JiMin ¿quieres casarte conmigo y llevar mi
apellido de ahora en adelante?
Park estaba explotando de felicidad, Jeon lo quería eternamente junto a él y eso no podía
mejorarlo más, JiMin quería saltar de emoción pero eso solo provocaría a JungKook una enorme
erección y conociéndolo bien, sabía que mandaría a la mierda la propuesta y buscaría la forma de
meterse entre las piernas de JiMin.
Asintió, asintió demostrándole con su mirada lo que no podía decir con sus labios, sin embargo,
él quería hablar, darle la misma felicidad a Montana.
-Sí quiero, Jeon, quiero casarme contigo y quiero llevar tu apellido de ahora en adelante.
JungKook esbozó la más grande sonrisa y sacó la brillante argolla de la caja, lanzó ésta al
carajo y la deslizó en el dedo de JiMin suavemente, sus corazones latían con la más grande
felicidad del mundo, sus ojos brillaban como calurosos soles y sus mejillas estaban tan rojas
como unos maduros tomates.
Pero estaban juntos, a pesar de ser tan torpes y tímidos al mirarse.
-Te amo..- Jeon besó sus labios y desabotonó su propia camisa lentamente.- Ahora, desnúdate
frente a mí y móntame mientras enciendo un cigarro.
Bueno.. solo JiMin, porque Jeon era un descarado de mierda, y uno grande.
JiMin sonrió coquetamente y se desnudó tal y como Jeon ordenó, ayudó a JungKook a quitarse
sus prendas y lo vió recostarse bien sobre el colchón, acomodó su cabeza sobre su almohada y
observó a JiMin dilatar su entrada con sus dedos frente a él, algo tan caliente como tentador.
Minutos largos pasaron cuando JiMin ya se encontraba sobre Jeon, gimiendo mientras alzaba sus
caderas y se sentaba de nuevo sobre la extensión de Montana.
Y éste cumplió su fantasía, su ceño estaba fruncido, una mano sujetaba su cintura y la otra
llevaba su cigarrillo encendido a sus labios, tan concentrado como caliente, Montana soltó
suavemente el humo, dándole a JiMin la imágen más sensual de su persona.
Tal vez deba hacerlo fumar a la hora del sexo. Pensó Park cuando lo escuchó gruñir en placer.
-Oh, mierda, bebé, sabes lo que haces..- Echó la cabeza hacia atrás y dió otra calada a su
cigarro.- A-así, amor.. muévete así..
-¿Así?- JiMin movió lentamente sus caderas cuando éste se limitó a asentir.
Tuvieron el sexo más caliente de sus vidas, Jeon después le hizo el amor, ambos tan sumidos
en su mundo, un mundo donde su amor gobernaba y había felicidad por donde voltearas a mirar..
Un mundo donde sólo existía Jeon Montana, el más peligroso mafioso de la industria criminal y
P de TripleB, el ladrón que reinaba su corazón.
FIN.
.
I'M NOT CRYING YOU ARE
¡MUCHAS GRACIAS, COQUITOS! ¡GRACIAS POR LEER MI HISTORIA!
No saben la tristeza que tengo de terminar esta obra, estaba tan acostumbrada por escribirles
tanto mi historia, en serio, estoy tan agradecida de que cada una de ustedes haya disfrutado y
sintiendo las mismas emociones que yo al escribir cada palabra de los capítulos.
Tal vez, y lo sé, algunas no se quedaron satisfechas sobre el final de YoonGi, pero
comprendanme, es mi tercer bias, me dolía escribir algo tan crudo para él bc soy una chillona
sentimental oki.
En fin, solo quiero decir que lxs amo a todxs por leerme, por esperar ansiosxs cada capítulo, y me
esforcé mucho por tenerlxs entretenidxs, tal vez el final fue re cliché, pero se me ocurrió dejar
para el final el limón con la propuesta pa la boda zikzi.
Jeon Montana y P les agradecen por leer su historia de amor, amor criminal(?)
SHO ME DESPIDO, COCHITAS BEIAS, GRACIAS POR TODO, COCO LES AGRADECE
ETERNAMENTE POR HACER ESTO POSIBLE.
MIS SIETE ÁNGELES CRIMINALES LES AGRADECEN TODO.
EXTRA.

24 de Noviembre del 2015, Busan, Corea del Sur.


07:40pm.
Amor ilegal.
-

Traje negro sumado con zapatos de marca costosa, moño negro decorando el cuello de su
camisa blanca en vez de sus acostumbradas corbatas, florecillas blanquecinas diminutas en el
bolsillo derecho de su saco, dejando la silueta masculina de Montana de lo más varonil y sexy
posible.. a pensar de Park JiMin.
Cabellos castaños peinados de forma levantada y un poco revuelta, sin dejarlo tan exagerado,
pequeños aros de plata decorando sus orejas y por supuesto, su rostro guapo y arrogante.
Jeon Montana estaba de esa elegante forma gracias a su compañero de su juventud y casi
madre/padre, Kim SeokJin de Kim NamJoon, tuvo que someterse ante los millones de olores a
flores que el rubio tenía por sprays para el cabello y otras cosas, Jeon era un hombre que nunca
en su vida utilizaría tales fragancias con auras de chico muerde almohadas, pero por supuesto.. a
SeokJin no debes decírle no si no quieres amanecer con el secador de cabello por el culo.
-Oye, Montiiii.~
Jeon suspiró con fastidio y rodó sus intimidantes ojos cuando a sus espaldas una forzada voz
aguda dañaban sus oídos. Montana ya había aprendido a lidiar con el pelirrojo, y por ende, era
ahora inmúne a su estresante apodo.
-¿Qué quieres, arquitecto?- Jeon preguntó con voz neutra, mirando la punta de sus brillantes
zapatos negros para no realizar la tentadora idea de sacar a su consentida Daisy de su cintura y
dejarle un adorno en la frente de K.
-No quiero sonar demasiado fácil pero.. ¿puedes decírme el nombre de ese hombre parado en
el ventanal?- TaeHyung rápidamente notó como Jeon se dignaba a mirarlo con rostro confuso y
dirigir sus negrizos ojos hasta el ventanal frente a ellos.
-Ah.. se llama..- Jeon estuvo a punto de mencionar cuando frunció el ceño y fulminaba a K.-
¿para qué quieres saber eso?
-jaja saludos.- TaeHyung soltó una carcajada por lo bajo.
-¿Ah?
-El nombre, Monti, su nombre.- TaeHyung acomodó su bandana negra.
-Choi MinHo.- Dijo finalmente.- Pero olvídalo, es casado con una preciosa mujer.
-No veo el anillo, así que.. ¡gracias, drogadicto!- El pelirrojo se alejó de Jeon dispuesto a
hablarle a tal bombón que para Montana solo era uno más en el mundo.
Suspirando, se alejó del espejo del salón y caminó decidido hasta su oficina, sus pasos firmes
resonaron en todo el ancho espacio del pasillo de su mansión, los invitados de vez en cuando
saludaban al festejado palmeando sus hombros y lo dejaban ir a su destino, para ser honesto,
Jeon Montana jamás se vió en el futuro en una situación así, creía su vida asegurada sin proteger
a nadie más que él mismo y SeokJin.
Pero, bueno.. la vida te da sorpresas, y solo los elegidos obtienen las sorpresas más
hermosas.
Jeon tronó su cuello cuando tocó la dura madera de su puerta con sus nudillos y escuchaba
voces del otro lado de ésta.
-¡Si eres Jeon déjame decírte que JiMin aún no está listo!- SeokJin gritó, provocando la
melodiosa y preciosa risa de JiMin.- ¡Largo!

-¡Increíble!- Jeon bufó sonriendo sarcásticamente.- ¡En mi propia oficina no me


dejan ingresar! ¿qué hice mal?
-¡Jeooon!~- JiMin canturreó cuando el nombrado completamente embobado por la dulce voz
del pelinegro apoyó su mejilla en la puerta, adoptando un gesto ensoñado.
-¡Quiero verte ya, Jeon JiMin!- Gritó Montana con órden y emoción en su voz, dándose suaves
golpecitos en la frente contra la puerta y cerrar sus ojos desesperado.
JiMin gimió por lo bajo completamente emocionado, él mismo quería ver qué tan guapo estaba
su casi marido esa noche, sin embargo, SeokJin estaba por terminar de colocarle la gargantilla de
plata para poder dejarlo libre de su alistamiento.
-Es un desesperado éste niño..- El rubio murmuró buscando el arito adecuado para
engancharlo con la pinza de la gargantilla.- Si te dejó hace cuatro horas.
-Ya quiero verlo, SeokJinnie..- JiMin sonrió ampliamente que sus ojos se formaron en finas
líneas y sus mejillas adoptaban su sonrojo natural.
-Oh, están tan mal acostumbrados entre ustedes..- SeokJin rió cuando terminó y se colocó
frenté a él, colocándole las florecillas color lila en el bolsillo izquierdo de su fino saco.- Listo,
puedes ir a ver a Monti.
JiMin rió por lo bajo y caminó emocionado, dispuesto a abrir la puerta, pero.. ¿cómo
reaccionaría cuando lo tuviese en frente? JiMin no podría soportar tanta belleza y sensualidad
masculina frente a sus débiles ojos, y si algo reconoció, fue el fuerte perfume a hombre que Jeon
desprendía por la puerta. Tragó duro y abrió la madera que los dividía.. ¡Bendito demonio!
Jeon es el maldito pecado en persona. Pensó JiMin a la vez que reaccionaba de su ensoñación
al sentir las fuertes manos de Montana sujetar su cintura y acercarlo a su cuerpo lentamente, era
evidente que ambos estaban completamente sumergidos en sus pensamientos opinando sobre lo
calientes que lucían en ese momento. Jeon nuevamente volvió a pensar sobre lo bendecido que
estaba por tener a su lado a tal precioso chico que estaba a punto de abandonar su apellido Park
por el suyo Jeon.
-Cariño ¿acaso tú no tienes piedad por mi corazón?- Jeon preguntó metiendo sus manos en el
saco de JiMin y acariciar sus costados con sus yemas de manera que el pelinegro se
estremeciera bajo su seductor tacto.
-Debería preguntarte lo mismo, luces tan caliente.- JiMin se paró sobre sus puntas y dejó un
beso en los labios de Jeon, quién sonrió ladinamente sexy tras su comentario.
-No me hagas iniciar la boda ahora para poder irnos a la luna de miel después.- Jeon oyó la
dulce melodía de la risa de JiMin y notar como éste escondía su rostro en su pecho.
-Eres insaciable..- Murmuró cuando los brazos lo rodearon de manera protectora, sensaciones
completamente diferentes a comparación de tener esos fuertes brazos en su cintura.
Sensaciones de amor.

Chocolate negro.. chocolate negro fué el primer pensamiento que JiMin tuvo al fijar su mirada en
la de Jeon.. chocolate negro con sabor dulce, aquél chocolate negro que solo JiMin logró cambiar
su sabor amargo por dulce, brillo estelar decoraban e chocolate de sus ojos, Park estaba tan
embelesido con su hombre, lo estaba y no iba a mentir en lo absoluto, ese peligroso hombre
como un furioso tigre ahora lucía junto a él como una pantera, misteriosa y preciosa, una bestia
capaz de sentir amor y deseo de protegerlo para que nada malo le sucediera, JiMin suspiró tan
delicadamente, como el pétalo de una flor de cerezo, y besó la frente de su amado Jeon
JungKook, quién cerró el chocolate negro de sus ojos estremecedoramente y sonreía tan
dulcemente como el caramelo de los labios de Park, ambos aprendieron a amarse con todo y
bestias furiosas internas, en especial Jeon, quien pensaba que para él, el amor estaba en su
respectiva tumba bien sellada al profundo de su amargo corazón, ¿cómo un simple ladrón pudo
despertar ese sentimiento en el poderoso Jeon Montana? Pregunta que nadie sabía qué
responder.

Nadie excepto él mismo.


-No he dicho lo precioso que luces ésta noche..- Jeon besó dulcemente la mejilla de Park y
cayó en los encantos del pelinegro cuando éste acariciaba los cabellos de su nuca de forma
estremecedora.- Luces tan bello.. como un ángel, uno bastante para éste mundo.
JiMin sintió el sonrojo en sus pómulos crecer más y más, no importaba cuántos halagos le
entregase Jeon, no importaba cuántos cumplidos le dijera a la hora de hacer el amor.. JiMin
nunca se acostumbraba y actuaba como un adolescente en su primera cita.
Y eso evidentemente le gustaba a Jeon.
-Mi ángel..- Completó Montana besando el ápice de su nariz.
JiMin estuvo a punto de mencionar algo igual de dulce que él pero una voz ajena a ambos los
interrumpió, rompiendo la burbuja que ellos se habían creado para desprender su amor.
-Eh.. tórtolos, llegó la hora de condenarse para toda la vida.- NamJoon se rascó la nuca y miró
a Jeon.- Montana.. ¿estás listo para atarte la soga al cuello y ser el mandilón de JiMin para toda
tu vida?
Jeon solo lo observó unos segundos cuando sonrió socarronamente y con su mano alejó su
saco para mostrar la pistola en su cintura, su otro brazo en la cintura de Park. JiMin por su lado
tenía los suyos alrededor de su cuello su mirada expresaba a NamJoon un directo: "Corre antes
de que Jeon te la corte".
-¡Entieeeeendo!- NamJoon sonrió notando la cagada que realizó.- Digo.. no es necesario que
se apuren, total son los que se van a conde.. digo, ¡casar! ¡sí, casar! Yo.. ¡me voy!
Jeon observó a NamJoon huír y preguntó con voz sombría:
-¿En serio no puedo sacar a Daisy?
-No, cariño, ya te dije que SeokJinnie se enojará contigo.- JiMin besó su mejilla y colocó su
brazo alrededor del de Jeon, así entrelazar éstos y comenzar su caminata al punto de ceremonia.

Silencios nerviosos, suspiros de ensueño femeninos y una voz de formulando palabras que
solo se mencionan cuando dos personas se unen matrimonialmente se oían por todo el salón,
JiMin miró de reojo al semental que tenía por marido, perfil serio y bien marcado, ojos brillantes
en felicidad en el hombre que realizaba la ceremonia. Los dedos de Montana acariciaban
suavemente los de JiMin al tener sus brazos entrelazados, así darle a confianza necesaria para
que Park no se desmayase ahí mismo de los nervios y de la emoción. Park sabía que se estaban
casando ilegalmente, pero, Jeon siendo el jéfe de la estación policiaca en Busan ¿qué más daba?
Total aquéllos papeles terminaban siendo legales al segundo que Jeon lo ordenaba.
-Jeon JungKook..- El hombre frente a ellos dirigió su mirada a Montana, tragando saliva cuando
los felinos y peligrosos ojos del hombre se fijaron en los suyos.- ¿Aceptas a Park JiMin como tu
legítimo esposo, en la salud y en la enfermedad.. hasta que la muerte los sepa..
-Acepto.- Jeon sonrió enseñando su blanquecina dentadura.
JiMin sonrió divertido y miró a Jeon ante su adelantación, estaba claro y confirmado que el
corazón de Jeon pertenecía a una sola persona.. y ese era él.
-Park JiMin..- El hombre suavizó su mirada tranquilo cuando la alejó de Montana para fijarla en
la de JiMin y continuar con voz neutra.- ¿Aceptas a Jeon JungKook como tu legítimo esposo, en
la salud y en la enfermedad.. hasta que la muerte los separe?
JiMin encontró su mirada con la del más alto y el brillo de amor se hizo notar en ambos pares
de ojos, su sonrisa reflejaba la más sincera felicidad y decidido, contestó, sellando su relación:
-Acepto.
Jeon no pudo evitar esbozar la más estúpida sonrisa de idiota enamorado y bajó la mirada
cuando en sus mejillas un muy suave color durazno decoraban sus mejillas.
-Te declaro entonces ahora como Jeon JiMin y.. JungKook, puedes besarlo ya.- El hombre
esbozó una falsa sonrisa de completa incomodidad.
Jeon atrajo a JiMin de nuevo por la cintura y éste enrolló sus brazos en su cuello, sus
respiraciones a menta y fresas se mezclaban, la mirada color caramelo estaba tan cerca de la
mirada color chocolate negro de Jeon, nuevamente la burbuja de ellos se creó a su alrededor. Al
fin JiMin era de Jeon y Jeon era de JiMin, dispuestos a cumplir con todos los votos de su
matrimonio, se limitaron a mirarse profundamente. Los chillidos de los invitados no se hicieron
esperar y mucho menos el grito delicado --no tan delicado-- de SeokJin provocó risas en todo el
lugar, hasta a los recién casados, quiénes juntaron sus frentes al oír tan indignado grito.
-¡POR LA PUTA MADRE, JEON! ¡QUE LO BESES!
Jeon le dedicó una mirada divertida a SeokJin y encontró a éste extendiéndole la mano a
NamJoon, quién le entregó billetes con una mirada de completo perdedor. No hace falta aclarar
que fué una apuesta el hecho que SeokJin gritase tal oración.
Jeon, necesitado de los dulces y esponjosos labios de JiMin, no dudo más y los selló con los
suyos, un beso tan dulce que todos gritaron eufóricos y emocionados, JiMin sonrió sobre los
labios de Jeon y acarició los anchos hombros de su marido, desprendiendo felicidad por todos
sus poros.
-Te amo, Jeon JiMin..- Murmuró Jeon después de finalizar su beso.
-Te amo mucho más, Jeon JungKook de Park.- JungKook sonrió ante tal nombre y se sonrojó
suavemente.
-Disculpen.. ¿ya puedo alejarme?- El hombre que los casó lucía nervioso, como si lo estuvieran
devorando en silencio.
Jeon miró al hombre y adoptó un gesto de recordar algo, asintió y agregó: -Listo, TaeHyung,
puedes dejar de apuntarle con Daisy.
El hombre huyó del lugar y TaeHyung apareció tras la silueta del tipo, le regresó la pistola a su
respectivo dueño, completamente emocionado.
-Me sentí un puto amo drogadicto con ese bebé en manos.- TaeHyung explicó emocionado y
abrazó a JiMin con fuerza, haciendo que éste ría melodiosamente.- ¡Al fin te casas con éste tipo
adicto a las drogas, JiMinnie, sé felíz!
Jeon bufó sin borrar la sonrisa cuando se llevó la sorpresa de tener a K abrazándole, sus
brazos no tocaban a TaeHyung y se notaba confuso.
-Cuída a mi hermano como si de una joya se trate, Monti, porque si le haces daño,
personalmente voy a encontrarte durante su luna de miel y te cortaré el motivo de la felicidad
sexual de mi bebé por tremendo cabrón.- K susurró en el oído de Jeon.- ¿Entendido?
-S-sí.- Jeon frunció el ceño tras ver la mirada divertida de JiMin.
-Ah.. y fóllatelo mucho, es un consejo.- Dicho ésto, se alejó de Montana y los dejó solos.
-¿Qué te dijo, cariño?- JiMin dejó que Jeon rodeara su cintura con su brazo.
-Nada, solo me dijo que me ponga entre tus piernas en la luna de miel y te haga gritar mucho,
amor, lo que siempre te hago.- Explicó Jeon en su erróneo y directo modo de maquillar las
palabras de K.

-¡JungKook!- JiMin rió.


Todos se acercaron a felicitarlos por la nueva unión de su relación hasta que llegó el turno de
SeokJin, quién de lanzó a los brazos de Jeon sollozando.
-Mi bebé que juega pistolas ya no es un bebé..- Murmuró cuando Jeon trató de tranquilizarlo
sobando su espalda.- Estoy felíz de que JiMinnie sea tu esposo, sé que es el indicado y ambos
serán felíces.. me entra la melancolía, bebé, lo siento..- SeokJin miró a Jeon quién secó sus
lágrimas con una sonrisa.- Se acabó tu loca idea de proteger a SeokJinnie, ahora tu único motivo
a proteger es a JiMin, sólo a él ¿entendido?
-Pero, SeokJ..
-¡Pero nada!- El rubio cortó a Jeon.- Yo ya tengo a alguien que me cuíde, es hora de dedicarle
todo tu tiempo a JiMinnie.
-¿Alguien? ¿hablas de NamJoon? Ni lavarse bien el culo sabe y ya va a cuid..
-Jeon..- JiMin advirtió, haciendo que Jeon acallara.
-Pero.. ¡Cariño! ¡no voy a dejar que NamJoon tome su ma..
-¡Basta de celarme a mí!- SeokJin chilló divertido.- ¡Preocúpate en celar como bestia enferma a
JiMin!
-En ese caso.. Jeon JiMin.- JungKook sonrió con malicia.- Te quiero lejos de otros hombres
que no sean yo o el idiota con raíces de arquitecto.
SeokJin rodó los ojos y rió disfrutando la escena de los recién casados.

-¿En serio no vas a decírme a dónde me llevas?- JiMin dejó que Jeon lo guiase sobre su
hombro, sus ojos estaban vendados y sentía la fuerte palma de Jeon masajear su trasero.
-No, cariño, solo te diré que te voy a follar de la manera más ruda y dulce posible.
-Oh, vaya, qué romántico suena eso..- Dijo JiMin con sarcasmo cuando la misma palma que
acariciaba su trasero, lo golpeaba haciéndole gemir.- ¡J-Jeon!
-¿Con cigarros?- Preguntó de repente Jeon.
-Por supuesto, quiero ver a mi marido tan caliente a la hora del sexo.- JiMin adoptó el tono
pícaro en su voz, provocando que Jeon de nuevo le diera otra nalgada.
JiMin escuchó unas llaves y seguidamente un picaporte girar, pasos firmes de Jeon sobre lo
que parecía ser una alfombra y el sonido de olar romperse. Montana dejó a JiMin sobre un suave
y enorme colchón boca abajo y separó sus muslos para meterse entre ellos.
-Esos pantalones de noche marcan tan bien éste dulce culo..- Jeon apretó entre sus dedos los
globos de JiMin y quitó la venda que cubría la visión de Park lentamente.- Sorpresa, cariño..
JiMin pestaneó varias veces para adaptar sus ojos a la suave luz amarillenta de las velas y
encontrarse con pétalos de flores de cerezo sobre el colchón donde se encontraba, esa
habitación la conocía perfectamente.
La habitación dónde hicieron el amor por primera vez, en la playa.
-J-JungKook..- Park sonrió estúpidamente cuando sintió el cuerpo de Jeon encerrar el suyo
entre el colchón y él, dejando mordisqueos en el lóbulo de su oreja y movimientos sensuales de
caderas contra las suyas.

-Shh, debo desnudarte.- Jeon cortó cuando decidido, desabrochó el botón del
pantalón de Park para quitarlo de sus muslos y dejar éstos a su vista.
Minutos transcurrieron y JungKook estaba sentado en la orilla de la cama, con los muslos
levemente separados y un hambriendo JiMin entre ellos, rápidamente desabrochó la hebilla de su
cinturón, haciendo ruído al sacarla de las caderas de Jeon y lanzarla lejos, sus manos bajaron
apresuradamente los pantalones junto a los interiores de Montana, dejando ver la creciente
erección libre.
-Házlo..- Ordenó Jeon encendiendo un cigarro de forma malditamente caliente frente a los ojos
de JiMin.
Y así lo hizo Park, le practicó la felación más ardiente que Jeon jamás había tenido en su vida,
sus mejillas se ahuecaron para tener más de la dura polla de Montana dentro de su boca y Jeon
gruñía mientras soltaba el humo de sus labios de forma que JiMin memorizara el momento en que
el humo dejaba a JungKook tan misterioso y sexy a la vez. Tan infernalmente caliente como
erótico, JiMin terminó con su labor para subirse al colchón y recostarse boca abajo, necesitaba
sentirlo dentro de él rompiéndolo en miles de pedazos, claro que lo hacía, y Jeon no pudo
resistirse ante tal invitación ya que JiMin levantó sus caderas, dándole una vista bastante
preciosa de aquél agujero rosado que se encargaba de asfixiarle la polla mientras se enterraba en
él. Montana con el cigarrillo entre sus dedos, subió al colchón para meterse entre las piernas de
su esposo y quitar su propia camisa de botones blanca, dejando a la vista los nuevos adornos en
el omoplato derecho de Jeon, un tatuaje de un furioso tigre, y en su nuca un tatuaje de JiMin
escrito finas letras chinas.
-JungKook.. oh..- JiMin gimió enterrando su rostro en la almohada, estirando sus piernas y
hacer que sus glúteos quedasen bajo el miembro de Jeon mientras éste lo dilataba.
-Sepáralas para mí, amor..- Jeon llevó el cigarro a sus labios y aprovechó a palmear su trasero.
JiMin sumisamente obedeció y separó sus nalgas, dándole el espacio para que Jeon
contemplase como sus dedos eras sustituídos por su polla, que de poco en poco desaparecía por
el orificio de JiMin.
-J-Jeon.. mierda, no tengas piedad de mí..- JiMin perdía fuerza sujetando sus nalgas por cada
centímetro que Jeon enterraba en su culo.
-Sépara ese bonito culo, cariño.- Ordenó amenazante Montana y JiMin de nuevo trató de
obedecer.
Jeon se detuvo cuando su longitud estuvo completamente en el interior de JiMin, observando
por unos segundos la unión de sus cuerpos mientras daba una nueva calada a su cigarro y la
subía hasta el rostro extasiado en placer de JiMin, cabellos negros sobre sus ojos y labios
hinchados de tanto relamérselos.
Perfecta razón para que Jeon diera una fuerte embestida y provocar que Jeon JiMin gritase su
nombre.
-¡JungKook, oh mierda! ¡Lo encontraste!- JiMin boqueó cuando en segundos de su primera
embestida Montana encontró su próstata.
Y Jeon no se resistió a darle el merecido placer que ambos necesitaban, la noche era jóven
aún y los recién casados repitieron sus escenas sexuales de diferentes formas. Después de
todo...
Estaban casados, y se amaban con todas sus fuerzas.

27 de Enero del 2017, Busan, Corea del Sur.


JiMin estaba sentado en las piernas de Jeon, dos felices años de matrimonio junto a aquél
caliente mafioso y no se arrepentía de absolutamente nada. Ambos estaban mirando la televisora
de la oficina de su marido, quién lucía atento a las noticias que transmitían en ese momento.
" Nuevamente se encuentran tres cuerpos sin vida al final de las localidades de Busan a causa
de balas y todas las investigaciones apuntan nuevamente a Jeon Montana y a Jeon JiMin, nada
confirmado, pero sin embargo, las autoridades aún no dan con el paradero del dúo amoroso de
criminales. "
-Saben dónde estamos, y resulta gracioso porque no se atreven a molestar a la pareja Jeon..-
Jeon sonrió socarronamente acomodando sus brazos a los costados de su asiento.
JiMin bajó su mirada para observarlo y lo primero que sus ojos atraparon fué el tatuaje de un
pequeño sol bajo su oreja izquierda, pasó la yema por la figura en tinta negra y sonrió, para
después sentir los dedos de Jeon acariciar su tatuaje en el mismo lugar, una pequeña luna para
ser exactos y subir hasta su cuello, donde había uno más con el nombre de Jeon en letras chinas.
" Hasta hoy, después de dos años, se confirma que Jeon JiMin, la pareja de Montana, es el
integrante de TripleB, P. Fuentes cercanas anunciaron que Jeon JiMin fué el causante de que
Jeon Montana asesinara a sangre fría a AgustD y J-Hope. "
- Y lo que soy capaz de hacer por tí, Jeon JiMin. - Anunció Jeon uniendo los labios de su
esposo con los suyos.
.
Helloooooow.
Ahk no c la esperaban vdd.
KDKCDKKGKSKDL GRACIAAAAS POR TODO EL APOYO OTRA VEZ, DECIDÍ DARLES ÉSTE
CAPÍTULO ÉXTRA, DISFRÚTENLO MUCHO QUE LO HICE CON MUCHO AMOR PARA MIS
COQUITOS, O SEA USTEDES.
AHORA SÍ, JEON MONTANA ACABA AQUÍ, GRACIAS POR SUS VOTOS Y COMENTARIOS
DE APOYO.
¿LES GUSTÓ?
Sho me despido, cochitas beias, cjau cjau.

Amo tanto a mis padres.

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