#2 - Depredador (Yoonmin) Segunda Parte
#2 - Depredador (Yoonmin) Segunda Parte
#2 - Depredador (Yoonmin) Segunda Parte
Liha2000
Published: 2019
Source: https://www.wattpad.com
¡ARDE!
Jimin - oí que llamaban mi nombre, abrí los ojos y pude ver a mi madre
mirándome preocupada.
¿Mamá? - balbuceé - ¿Dónde estoy?
- En el hospital mi vida - me acarició el rostro.
- ¿Qué ha pasado?
- Te han atropellado y el coche se dió a la fuga - miró detrás de ella - Tu
amigo lo vió, pero no se acuerda de la matrícula.
- ¿Amigo?
- Sí, él - señaló a un chico castaño que estaba a su lado.
- ¿Jeon? - miré a mi madre - Mamá, por favor, ¿puedes traerme algo de
beber?
- Claro cielo - besó mi mejilla y se fue.
- Jimin, lo siento - suplicó Jungkook acercándose
- Te dije que no te me acercaras - le frené con mis palabras
Permaneció en silencio y se alejó poco a poco de mí. En su mirada se
podía percibir la tristeza y la decepción que le provocaba mí reacción.
- Jimin...-
- ¡Arrancaste medio cuello a ese hombre! - exclame casi temblando
- Te había hecho daño - contraatacó
- Por tú culpa
-... - calló con una expresión inescrutable, como quién intentaba analizar lo
que esas palabras querían decir.
- Si no te hubiera conocido - proseguí con una voz entre cortada por las
ganas de llorar que tenía - Si no hubiera venido a este maldito pueblo -
intenté contener las lágrimas - Nada de esto me hubiera pasado.
- Pensé que tú serías diferente... - dijo apenado él - Que tú y yo tendríamos
algo.
- Yo jamás tendría algo con un monstruo...- aparté mí mirada. Tenía que
reconocer que las palabras que salían por mí boca me estaban doliendo,
pero seguro que no tanto como a Jungkook.
- Lo habías prometido - se acercó a mí y me tomó del rostro - Habías
prometido seguir mirándome - le salió la primera y última lágrima de esos
ojos carbón - No apartes la mirada, odiame, pero no apartes tu mirada de
mí, Jimin.
Las lágrimas salían sin control de mí mientras lo miraba perplejo por
esos ojos cristalizados por culpa de modo crueles palabras.
- Por favor - prosiguió él en una voz poco audible - No apartes la mirada.
Del perplejo pasé a la agitación, mi cuerpo comenzó a sentirse tenso y la
sangre me comenzó arder.
- ¡Ahh!~ - grité de dolor tensándome y llevando las manos a la cabeza.
- ¿Jimin? - llamó preocupado Jeon mientras me miraba con exclamó y
preocupación - ¿Qué pasa?
- ¡¡L-la sangre- me arde!! - se podía notar el dolor en mi voz entre cortada -
¡¡Ahh!!~
El doctor entró enseguida a la habitación, exaltado y preocupado.
- Nam ¿qué le pasa? - preguntó una vez vió al medico.
Namjoon lo miró preocupado y se dirigió hacia mí.
- Tranquilo Jimin - sacó una linterna y miró con ella a través de mis ojos.
- ¡M-me arde l-la cabeza! - exclamé en dolor - ¡N-No puedo ag-aguantarlo!
- ¿Qué pasa? - insistió angustiado Jeon
- No puede ser - Exclamó erizado Namjoon mientras se apartaba de mí.
- Nam ¿¡Qué le pasa!?
- Es... es la ponzoña... - miró a su hijo - Se ha extendido por todo su cuerpo.
La ponzoña
- ¿Qué quiere decir eso? - preguntó Jungkook disgustado sin dar crédito a lo
que oía.
- Debes hacerlo - le incitó Nam
- No - negó con la cabeza - Dijiste que no hacía falta, que se pondría bien.
- Eso pensé... - me miró preocupado - Pero tienes que elegir Jungkook. Lo
salvas o dejas que muera.
- No puedes hacerme esto - se cubrió el rostro con las manos con actitud
debatiente.
- ¡Ahh!~ - grité yo arqueado la espalda.
- Jimin... - me miró preocupado
- Debes hacerlo Jeon - volvió a decirle Nam
- ¿Y si no logró parar? - preguntó inseguro
- Lo harás - le animó - Encontrarás la voluntad de hacerlo...
Jungkook avanzó lentamente hacia mí, mirándome como si el también
sintiera mi dolor.
- Haré que pare, lo prometo - se inclinó hacia mí, hiendo de manera
insegura a mi cuello - lo siento... - susurró y clavó sus colmillos en el.
- ¡A-ahh! - le agarré de la camiseta y apreté muy fuerte mientras él
succionaba la ponzoña...
-Para, Jeon - ordenó Nam Joon - ya está limpio.
Jungkook no parecía escucharle ya que no paraba. Mi cuerpo comenzó
ha sentirse débil, mis fuerzas me abandonaban poco a poco y me
comenzaron a pesar los párpados.
- Jeon, para - repitió apartándolo de un golpe, que provocó que este
chocará contra una de las cuatro paredes de la habitación.
- J-Jeon - susurré preocupado antes de desmayarme.
- Lo siento - le extendió la mano a su hijo.
- Entiendo... - aceptó su ayuda - Si no lo hubieras hecho... ¡Ah! - exclamó
furioso llevándose las manos a la cara - Si no lo hubieras hecho - repitió en
un tono más pensativo - Lo habría matado - me miró triste.
- No lo has matado - le intentó animar Nam Joon.
- ¡Por que tú me has detenido! - Salió de la habitación disgustado con sigo
mismo.
- Jungkook - Lo llamó apenado, pero este se fue sin mirar atrás.
Desde esa vez, Jungkook no volvió a pisar el hospital, ni siquiera para
verme. Se aisló de todo y todos.
Habían pasado 2 semanas de mi recuperación, pero seguía estando
ingresado por las revisiones constantes que me hacían. Ahí me di cuenta de
lo que realmente sentía por él, esa angustia que me daba en el pecho cada
vez que recordaba las palabras que de mi boca salieron, era más hiriente
que la ponzoña, mucho más hiriente. Deseaba que viniera, que al menos
escuchara un lo siento de mi parte.
¿Se vá?
Habían pasado casi dos meses, y hoy me daban el alta debido a la notable
recuperación. Cuando salimos del hospital estaba lloviendo. No lo
consideré un presagio, en Boseong siempre llovía, bueno, casi siempre.
Subí al coche y miré a través de la ventanilla en silencio.
El paisaje se veía hermoso, o yo estaba harto de solo mirar cuatro paredes
blancas y sosas. Todo era verde: los árboles, el dosel de ramas que colgaba
de ellos, la hierba. Incluso el aire que se filtraba tenía un matiz de verdor.
Llegamos por fin a casa y pude divisar la camioneta de Minho, y a él y
Seol apoyándose en ella, he de admitir que a pesar de ser unos pesados
aveces, los había echado de menos.
- ¡Miren quien está aquí! - exclamó Minho una vez vio que bajaba del
coche de mi padre.
- Hola, Minho - dije dirigiéndome a ellos.
- Te juro que cuando pille a ese desgraciado que te atropelló, se va a comer
un puñetazo - añadió Seol.
- Hola, Seol - me paré frente a ellos.
- Hola - me abrazó y yo correspondí
- Chicos, está lloviendo - exclamó mi madre al vernos parados en medio
de la lluvia.
- No se preocupe - contestó Minho - Llevamos chubasqueros
- Mi hijo no...
- Es cierto - me di cuanta después de estar ya empapado hasta los dientes -
Lo siento mamá - entré rápido a casa.
Después de ducharme y cambiarme la ropa, bajé con el resto, cuando me
vieron todos callaron de repente, por sus caras era evidente que me
ocultaban algo. Fui a pasos lentos hasta ellos, con la mirada fija en Minho,
que era a quien le daba fatal esconder secretos.
- ¿Qué pasa? - pregunté una vez frente a ellos.
- Cariño - mi madre se puso frente a mí y me acarició el pelo - ¿Y si vamos
a la cocina y preparamos unas tortitas?
- Siempre que me preparas mis platos favoritos o me haces un regalo, es
que pasa algo malo - aparté sus manos de mi pelo - ¿Me lo vais a decir o
no? - insistí, y mi madre miró a los demás preocupada.
- Hay gente en el instituto... - decidió hablar Seol - que dice que hoy Jeon
ha sido trasferido a otro instituto lejos de Boseong.
- ¿Qué? - me alteré yo - ¿Se va?
- Pero solo es un rumor - trató de calmarme Minho - No hay que
creerselos...
- No puede irse... - dije en un tono suplicante y salí corriendo en dirección
al bosque.
- ¡Jimin! - trató de pararme mi madre
- Dejalo, Sun - le impidió ir mi padre - Necesita esto.
- Pero, está lloviendo - replicó la escritora.
- Un resfriado no viene mal - dijo y se fue adentro.
Corrí hasta encontrarme en medio del bosque. Tenía el pelo empapado y
los pies repletos de barro, pero lo que más me importaba era que el chico
castaño a quién no había visto por dos meses apareciera ante mí.
- ¡Jeon! - lo llamé, pero mi grito fue enmudecido por la lluvia - ¡Se que
puedes oírme, así que ven! - volví a gritar - Por favor...
¿Se vá? #2
[...]
- J-Jungkook... - A pesar que había pasado tanto tiempo, todavía tenía la
esperanza de que él viniera a por mí, aunque dijera esas palabras tan
crueles, yo lo esperaba.
No podía ver con claridad y apenas sentir algo más que no sea frío y
tristeza, hasta que noté que unos brazos fríos me cargaban, separándome
del suelo húmedo...
- ¿Jungkook...? - Susurré mirando un rostro borroso antes de caer
inconsciente.
[...]
Mi padre y Minho volvieron a casa con las manos vacías. Minho bajó del
coche pero mi padre no fue capaz.
- Habrá alguna parte en la que no hayamos mirado... Yo sé que la hay -
dijo en un tono entre frustración y decepción - Solo tenemos que seguir
buscando, lo encontraremos.
- Hemos recorrido todo el pueblo durante dos horas señor Sun - hizo saber
el joven.
- ¡Pues no lo hemos hecho bien! - exclamó para luego intentar calmarse -
Lo siento chico - suspiró llevándose las manos a la cara.
- No es nada. Entiendo su preocupación...
Mi padre apoyó su cabeza en la silla y desde el retrovisor pudo ver una
silueta humana venir hacia ellos. Confundido, salió del coche mirando
hacia atrás para confirmar que lo que había visto no era producto de su
imaginación. Cuando se dio cuenta que esa persona me llevaba en brazos,
corrió hasta su encuentro seguido por Minho...
- Está bien - dijo la persona entregándome a mi padre...
- Le tengo - me cogió en brazos - Gracias... - dudó de como llamar al chico.
- Yoongi - contestó por él Minho - Se llama Yoongi...
- Gracias, Yoongi - mi padre me llevó hasta la casa, donde me atendieron
todos y Yoongi se marchó sin dar explicación alguna.
[...]
Había pasado la época de clase, y yo desde aquel día no había ido a
ninguna. Permanecía encerrado en mi habitación por el miedo a salir y
toparme con algo que me recordase a él.
Jungkook, has desaparecido, como todo lo demás ¿con quién puedo
refugiarme ahora? Estoy perdido. Cuando te fuiste, cuando me dejaste, te
llevaste todo contigo. Por que veo ausencia haya donde mire, es como si
algo me estuviera perforando el pecho. Evito dormir por que sueño contigo,
y cuando lo hago se convierte en una pesadilla y acabo sintiendo un dolor
en el pecho, como si algo me perforara el alma . La época navideña se a
convertido en un tormento para mí y de paso para mis padres. No se como
evitar no pensar en ti, no se como enfrentar mis sentimientos. Pero en
cierto modo me alegro, el dolor es la única confirmación de que tú
realmente existías, de que todo existía...
Pesadumbre #2
- Llamalo - me ordenó
- No - dije firme
- ¡Qué lo llames! - me aventó hasta un pilar y me volvió agarra del cuello a
una velocidad fugaz. - Ahora.
-... - permanecí abrumado y perdía mucha sangre.
- Jeon - miró el hombre a los alrededores - ¿No vendrás a salvarlo? - llevó
su mano a mí muslo y clavó sus uñas en ella.
- AHHH~ - no pudo evitar gritar de dolor.
- ¿Qué se siente no poder proteger a la persona que amas? - pregunto con
rabia mientras cogía uno de mis brazos - Esto fue lo que sentí yo cuando
mataste a mí pareja - me mordió en la muñeca y antes de que pudiera
succionar la sangre, un Jungkook enojado lo agarró de cuello lo levito y
arrancó medio cuello.
[•••]
Me desperté sobre exaltado, tenía el rostro sudoroso y la respiración
agitada. Otra vez, había soñado con eso otra vez.
Mis esperanzas de olvidar aquella escena de mi vida tan traumante habían
desaparecido, supe que nunca eso iba a desaparecer de mi mente y decidí
darme por vencido.
Froté mi frente y me puse en pie.
Después de una larga ducha de agua caliente.
Me encontraba en mi cama, ya alistado. Seguía concentrado el lo que
había pasado ayer.
Había tres cosas de las que esta completamente seguro, la primera.. Yoongi
también era un vampiro.
Me incorporé en la cama.
La segunda.. Una parte de mí vacila sobre mis sentimientos.
Me levanté y asomé a la ventana en cuanto oí el pitido de un volante.
Y la tercera... Que estaba empezando a olvidarme de Jeon gracias a la
persona que se encontraba delante de mí casa.
Yoongi vino a buscarme para ir al instituto. No se como no pensé en la
reacción que tendría los alumnos al ver al chico que antes andaba con Jeon,
llegar en el coche de su hermano mayor después que este desapareciera por
su culpa. Realmente merecía ser el centro de críticas.
Cuando llegamos las reacciones no se hicieron esperar.
- Vamos - dijo el fanfarrón de Yoongi mientras se colocaba unas gafas de
sol en un clima nublado.
- Vaya.. - musité. - Todos nos están mirando.
- Menos aquel de ahí - señaló a un chico rubio de pelo rizado. - No, acaba
de mirar - dijo con una sonrisa engreída. - Estamos rompiendo todas las
reglas - me puso un brazo en el hombro. - De todos modos iré al infierno.
-Oye... - aparté su brazo - No hagas eso, pueden malpensar.
- Que malpiensen entonces - volvió a rodear mi hombro.
DESPUÉS DE CLASES.
Me encontraba lavando el coche en el patio delantero de mi casa, que
momento de tranquilidad después de haber sufrido numerosas miradas de
alumnos en el instituto. Ese momento de tranquilidad que Yoongi rompió
apareciendo de repente en el techo de mi auto.
- ¿Puedes actuar como un humano? - le regañe mientras él se bajaba. Al
menos Jungkook se preocupaba por no ser descubierto - Tengo vecinos.
- Mañana te llevaré a mi casa - dijo inquieto, pero serio.
- Espera.. ¿Con tu familia? ¿Y-y con Jeon?
- Sí... Menos por lo de Jeon- respondió llevando sus manos al bolsillo de su
chaqueta azul marino. Mientras yo apartaba la mirada por lo último que
soltó.
- ¿Y por qué me llevas allí? - Jungkook nunca me lo sugirió.
- A ver - rió irónico mientras se apoyaba en el coche. - Así que, a ti lo que
te preocupa no es estar en una casa repleta de vampiros, si no saber por qué
te llevo allí.
- Mmm. Me alegra divertirte. Pero no has respondido a mi pregunta...-
En ese memento la brillante sonrisa que te tenía se desvaneció.
- ¿Qué ocurre? - me preocupé de haber fastidiado todo con mis palabras.
- Complicaciones - respondió en un suspiro. - Te recogeré mañana - subió
en su coche y se fue. Dando por sentado que iría.
A eso llegaron el señor Min, a quien mi padre le había comprado mi
camioneta y su hijo.
- Hola - dije cuando salieron ambos del coche.
- ¿Vienes a visitar la camioneta?
- Ja, la veo bien - contestó Min mientras su hijo lo acomodaba en una silla
de ruedas. El señor Min y mi padre se habían hecho muy amigos, a ambos
les agradaba el mundo del fútbol y las noticias.
- En realidad venimos a visitar vuestra pantalla plana - confesó Min. - Es el
primer partido del Madrid. Además, un sujeto quería volver a verte - miró a
su hijo.
- ¿Otra vez papá? - exclamó este avergonzado.
Sonreí tímidamente apartando la mirada. La única vez que vi al hijo del
señor Min, fue en la venta de la camioneta, y la verdad, no intercambiamos
muchas palabras. Así que, no me esperaba que hubiera causado una
reacción positiva en él.
Lo cierto era que es un chico bastante atractivo. Su belleza era un tanto
diferente a la de Jeon y Yoongi.
Él es Un chico joven de ojos negros, cuerpo fuerte, pelo largo y negro más
la piel ligeramente bronceada y podía medir 1,78 m, o eso me pareció.
- Hola, Jimin - Me saludó.
- Hola, Taehyung - Correspondí a su saludo.
La visita
Cuando Yoongi condujo fuera del centro del pueblo comprendí que no tenía
ni idea de donde vivían. Cruzamos un puente, donde la carretera se
desviaba hacia el norte. Las casas que aparecían de forma intermitente al
pasar se encontraban cada vez más alejadas de nosotros. Luego
sobrepasamos otro núcleo de edificios antes de dirigirnos al bosque
neblinoso. Intentaba decidir entre preguntarle o tener paciencia y
mantenerme callado cuando giró bruscamente para un camino sin
pavimentar. La casa estaba serpenteante entre los centenarios arboles. Se
podía oír el ruido de un río cerca de allí, oculto en la penumbra del bosque.
La casa, de unos 100 años de antigüedad, era atemporal y elegante, igual
que la mía. Estaba pintada de un blanco suave y desvaído. Tenía tres pisos
de altura y era rectangular y bien proporcionada.
Salimos del coche y Yoongi me agarró de la mano de forma casual, sin
pensarlo.
Abrió la puerta para que pudiera pasar.
El interior era aún más sorprendente y menos predecible. Era muy
luminoso, muy espacioso y grande. Las paredes el alto techo de madera,
los suelos de baldosas blancas y las gruesas alfombras eran de diferentes
tonalidades de blanco.
- Oh, vaya - me impresione mientras que Yoongi se ofrecía a sacarme el
Jersey verde agua que llevaba puesto y dejándolo en una silla de madera
que estaba junto a la puerta. - Es increíble, es tan... luminosa y abierta.
- ¿Qué esperabas? - preguntó dejando su chaqueta azul marino en la misma
silla. - Ataúdes, mazmorras y fosas - se notó una pizca de burla en su voz.
- No - intenté disimular que había dado en el clavo. - Fosas no.
- Fosas no - repitió con ironía.
Mientras subíamos por las escaleras él se detuvo a mirarme.
- Es el único sitio en donde no tenemos que ocultarnos.
Los padres de Yoongi nos aguardaban en una cocina blanca de estilo loft.
Mientras preparaban: Karēraisu, Kaisengomachazuke, Soba, etc.
- ¿Acaso es japones? - preguntó una chica de pelaje rubio, igual de rubio
que Yoongi, y la piel y igual de blanca y pálida como la nieve.
- Se llama Jimin, seguro que le encantará - le contestó Un chico, quien, a
diferencia de todos, tenía el pelo de un color castaño y con reflejos
marrones, igual que Jungkook.
- Uh. Que olor - avisó Rose, la chica rubia.
- Ya está aquí el humano - dijo emocionado Hoseok. Quien tenía los
mismos rasgos pálidos y hermosos que el resto. Se dirigió hacia nosotros y
me sonrió en señal de bienvenida.
- Jimin, te estamos preparando algo japonés -
La voz de Yoongi rompió el breve lapso de silencio.
- Jimin, este es Hobi... Mi hermano a efectos prácticos
- Ohayō - le saludé en japonés.
- Anataniaeteyokatta - me respondió él.
- Nos has dado una escusa para estrenar la cocina - dijo el doctor Nam.
- Espero que tengas hambre - inquirió Jina. La mujer de Namjoon. Quien,
como adivinaréis, era igual de hermosa que todos.
- Sí, mucha - mentí para no quedar mal.
- Ya ha comido - desmintió mi acompañante.
Entonces se pudo oír al fondo un cuenco rompiéndose. Rose lo había echo
añicos con sus propias manos.
- Perfecto - dijo cabreada.
- Ah.. ah. Es que... como se que vosotros no coméis.
- Por supuesto - me cortó Jina. - Muy atento por tú parte.
- Ignora a Rose - me susurro Yoongi. - Yo lo hago.
- Sí. Sigamos fingiendo que esto no es peligroso para todos nosotros -
contestó furiosa ella.
Hoseok se acercó a ella para calmarla.
- Yo jamás... Le contaría nada... a nadie - prometí.
- Eso ya lo sabe - intervino Nam.
- Ya. Pero el problema es... que por su culpa se marchó Jungkook
- Rose - le cortó Nam.
Debo reconocer que se me removió el alma al escuchar eso con tanta
claridad, pero no podía hundirme ahí.
- No. Debe enterrarse - se aferró a la conversión Rose. - Toda la familia se
verá implicada si esto sale mal.
- Mal en el sentido... de que yo me convierta en la comida.
Todos a excepción de Rose dejaron escapar una risa floja.
- ¡Hola, Jimin! - saludó otra chica rubia con entusiasmo caminando sobre
una rama, y entró por la ventana seguida de un chico. Llegó para detenerse
delante de mí repentinamente y con elegancia. Jina y Nam le lanzaron
sendas miradas de aviso. Ella se adelantó para darme un beso en la mejilla.
- Oh. Si que hueles bien - me alabó, para mi enorme vergüenza.
- Lisa, que... - a Yoongi no le había hecho gracia su cumplido.
- Tranquilo. Jimin y yo seremos buenos amigos - dijo segura de si misma.
Nadie más sabía qué decir. Sentí una sensación de alivió y de repente me
encontraba muy a gusto a pesar del sitio en que me hallaba. Yoongi miró
fijamente al acompañante de Lisa y enarcó una ceja. Entonces me acorde
que en un libro sobre vampiros ponía que algunos eran capaces de alterar
los sentimientos de cualquier persona. Pero... no creí que eso fuera más que
una broma.
- Disculpale - dijo Nam al ver que el chico no se presentaba. - Chanyeol
es nuestro vegetariano más reciente, aún le resulta un poco difícil.
- Es un placer conocerte - Me habló lo más lejos posible y con el cuerpo
tenso.
- Tranquilo Chanyeol. No le harás daño - confió en él Lisa.
- En fin... - dijo Yoongi un poco avergonzado. - Voy a enseñarte el resto de
la casa.
- Bueno, hasta luego - me despidió Lisa.
- Vale.
Encuentro
HOLA A TODOS
Sé que he tardado mucho para esta tercera temporada, pero es que mis
ganas de escribir permanecían bajo cero, y cada vez que me quería poner a
ello me daba una pereza.
Creo que para el sábado que viene podréis disfrutar del primer capítulo de
esta nueva temporada.
GRACIAS POR VUESTRA PACIENCIA♥