MILITAR ➳ KookMin - 국민 FANFIC.
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Alfas furiosos.
Siete cuarenta de la mañana y JiMin suspiró
somnoliento mientras apretaba el volante con sus
manos y dejaba que algunos mechones de su
cabello cayeran sobre su frente y cubrieran parte
de sus ojos. Tan lo menos BaeJeon había llegado
a tiempo a sus clases en el jardín de niños, y JiMin
podría regresar a casa descansar tranquilo si no
fuese porque cierto alfa estaría en su puerta a las
ocho con veinte de la maldita mañana ¿por qué
JiMin escogió esa hora para citarlo y hablar?
No quería que Jeon viese a su cachorro.. no aún.
Y es que el omega estaba preocupado y
temoroso, tenía miedo de que Jeongguk y
BaeJeon se conozcan para que al final el maldito
alfa se largase de nuevo de sus vidas. JiMin
necesitaba estar seguro de que Jeon estaba
actuando seriamente para que pueda conocer a
su hijo.. antes no. JiMin llegó a casa y lanzó las
llaves sobre la mesa, subiendo para darse una
ducha y prepararse mentalmente para lo que
vendría después. Maldición, Jeongguk vería a
TaeHyung, y el pelinegro no había pensado en
ello, su alfa se enojaría mucho si ve a otro alfa en
casa.
No, él no tiene derecho a reclamar nada. Dijo
JiMin mentalmente sacudiendo su cabeza de lado
a lado y meterse bajo el chorro de agua. La idea
de tener a su alfa invadiendo su hogar,
observando todo con esos ojos potentes y andar
firme a JiMin le ponía los vellos de punta, su
corazón latía muy fuerte al imaginarlo.
Porque a pesar de todo, lo amaba aún, y eso le
jodía mucho.
Minutos transcurrieron donde JiMin perdió la
completa pereza gracias a su refrescante ducha y
obtó por ponerse lo primero que encontrase.
Jeans color azul fué su perfecta elección junto a
una camisa un poco grande color azul, tampoco
era como si quisiera sorprender al alfa con su
belleza. El omega sabía que tenía un rostro muy
guapo junto a esas buenas proporciones en su
cuerpo, y por ende, cuando estaba con su alfa
fuera de casa, éste se empeñaba en impregnar su
olor ya que a la vista de muchos alfas, JiMin era
un ser precioso, uno al que les encantaría enterrar
sus colmillos en su cuello para marcarlo.
JiMin de solo recordar la posesividad de
Jeongguk sonrió tristemente, y ahora que lo vió
de nuevo en el supermercado su corazón latió
más, su omega aulló de emoción cuando su alfa
lucía más fuerte de lo que recordaba, diablos,
JiMin no iba a negar que estuvo tentado a
lanzarse a sus brazos y besar esas mejillas junto a
sus labios, quería demostrarle cuánto le extraño y
lo mucho que quería mostrarle a su cachorro.
Pero la realidad fué cruel y su diablillo dominó sus
pensamientos diciendo un doloroso: Él te
abandonó, JiMin.
Por ello, luchó por su autocontrol, tampoco
quería desplomarse en llanto por culpa del alfa,
no quería ser un débil omega ante sus preciosos
ojos.
—¿JiMin? ¿qué haces arreglándote?— Un
somnoliento TaeHyung apareció por su puerta,
con sus cabellos rojizos revueltos y su mano
derecha restregando su ojo mientras
bostezaba.— ¿Saldrás?
JiMin tragó saliva ¿qué iba a hacer con éste
alfa? No lo sabía, y realmente temía que su casa
se convirtiese en un espectáculo de boxeo por
parte de los dos alfas, porque Park lo sabía,
TaeHyung a pesar de solo quererlo como un
pequeño hermano, era altamente protector, y
sabiendo que Jeongguk le abandonó con pleno
cachorro en su vientre, sería igual a un león
furioso.
—Tae..— JiMin giró sus anillos de plata en sus
deditos nervioso, sus ojos se posaron en los de su
amigó y murmuró.— Él volvió..
Solo bastaron unos segundos para que el
pelirrojo frunciera su ceño y gruñera.— ¿Y te irás
a verlo?
—É-él quiere hablar..— JiMin miraba el suelo,
¿por qué de pronto se sentía como si estuviera
cometiendo el peor error de su vida?
—¿Dónde está BaeJeon?— Preguntó TaeHyung
con una voz oscura y ronca.
—En clases..
—Qué inteligente, llevando al pequeño que no
tiene la culpa de nada al colegio para que no vea
al idiota de su padre, increíble.— TaeHyung soltó
una risa sin gracia, adoptando la ironía en su
voz.— JiMin, sabes que si le ocultas su hijo a Jeon
vas a empeorar las cosas ¿no?
JiMin no dijo nada, simplemente se sentó en el
borde de su cama con las manos entrelazadas
sobre su regazo y sintiendo sus ojos aguados, el
nudo en su garganta era horrible, de pronto se
sentía un crío regañado por su madre.
—Mírame, llorón..— TaeHyung se agachó
frente a él y tomó sus manos, dándole seguridad
y confianza.— No estás solo.. me tienes a mí,
sabes que yo he cuidado de tí desde que BaeJeon
vino a éste mundo, los he protegido como se
debe.. pero yo no soy el padre del diablillo, él sabe
que soy su tío, y.. ¿no te has preguntado qué es lo
que piensa cuando en el jardín de niños ve a sus
compañerillos con sus dos padres?— TaeHyung
con sus yemas acariciaba el dorso de las manos
más pequeñas, JiMin lucía tan débil, tan roto.—
BaeJeon es muy inteligente, y aunque no te
pregunte o toque el tema, él debe estar tan
confuso sobre su otro padre. Haz ésto por él.
—No ahora..— JiMin negó dejando que sus
lágrimas se perdiesen por su mandíbula.— Quiero
que cuando Bae conozca a Jeongguk, éste último
no sea tan idiota como antes. N-no quiero que él
sufra, cualquiera menos él..
TaeHyung suspiró comprensible y apoyó su
mentón en el regazo de JiMin, dejando que éste
jugase con sus rojizos cabellos como un cachorro
mientras lloraba en silencio. De alguna manera
JiMin sentía apoyo por parte del alfa, éste
acariciaba el dorso de sus manos mientras
cerraba sus ojos. Park sabía que su olor se
quedaría impregnado en él, pero estaba tan
deprimido como para alejar a TaeHyung.. además
de que lo estaba apoyando.
El timbre sonó y JiMin suspiró, preparándose
para lo que vendría después, el alfa pelirrojo
gruñó suavemente y se puso de pie, ayudando a
JiMin y avisarle que estaría en su habitación, y si
el idiota “cara de rata” le quería hacer daño, que
gritase lo más fuerte que pudiese.
JiMin sonrió mientras sorbía por la nariz,
acomodó sus ropas y caminó decidido a la puerta,
su corazón latía muy rápido mientras bajaba las
escaleras, tan sumido en sus pensamientos que
no notó algo en el sofá que debía esconder de los
ojos de Jeon.
Tragó saliva cuando vió por el ojo de cristal en su
puerta a Jeongguk, maldición, era muy guapo, y
definitivamente ir vestido de negro no ayudaba al
pobre corazón roto de JiMin. Abrió la puerta
finalmente y observó al alfa mirarle fijamente,
con aquéllos ojos oscuros como la noche, con un
brillo que JiMin no identificaba y no quería
analizar.
—Hola, JiMin.— Jeongguk trató de buscar la
mirada de JiMin pero éste lo evadía.
—Hola, pasa.— JiMin dijo quedante y se hizo a
un lado para que Jeongguk entrase.
Y así fué, el alfa entró lentamente, examinando
todo a su alrededor, tan hogareño, tan.. con olor
a alfa.
Jeongguk hizo vibrar su pecho ante el olor, había
un alfa alrededor de su omega y eso era lo que
menos quería, fué difícil para Jeongguk dormir
después de que JiMin le confesara que vivía con
uno. No mencionó nada, sólo tronó su cuello y
empujó su lengua contra su mejilla.
—Siéntate ¿quieres algo de tomar?— Preguntó
el omega, observando todos los movimientos de
Jeon.
—Gracias, estoy bien así.— Jeon tomó lugar en
el sofá individual y observó con detenimiento a
JiMin.
¿Desde cuando su cintura estaba más delgada?
¿por qué su cuerpo se veía más maduro? Jeon se
preguntó en silencio cuando observó a JiMin
sentarse frente a él, con las manos en su regazo y
mirar a Jeon unos segundos.
—Bien. Habla.— Dijo el pelinegro quedante.
Mierda, odiaba tratarle así, quería acariciar sus
cabellos, quería recordarle lo gruñón que era el
alfa, decírle cuanto lo amaba.
Pero si Jeon quería de nuevo su amor, debía
ganárselo de nuevo.
—JiMin..— Jeon rascó su nuca arrugando su
nariz.— No puedo comenzar si ese olor sigue
drogando a mi alfa en furia..
—Él está durmiendo.— Contestó JiMin sin más.
—¿Es tu alfa?— Preguntó Jeon firme.
—¿Eso importa, Jeon?— JiMin echó hacia atrás
sus cabellos.
—Importa más de lo que tú piensas.— Jeon
gruñó por lo bajo cuando JiMin desvió la mirada y
negaba.
—N-no es mi alfa..— Dijo en un murmuro.
—Bien..— Jeon apoyó sus codos sobre sus
muslos y frotó sus palmas. — JiMin, yo.. no huí de
tí por haberme aburrido, yo..
—¿Y por qué otra razón me vas a dejar si no es
por aburrimiento? Sé honesto, Jeon.— JiMin soltó
dolido.
—Si no te callas un momento jamás vas a
entender.— Jeongguk suspiró cuando JiMin se
quedó en silencio.— Mi padre murió horas antes
de írme..
Jeongguk estaba nervioso, se notaba, JiMin
estaba en completo silencio ¿el papá de su alfa
murió? ¿y por qué no le llevó con él?
—Nunca te dije a qué se dedicaba y..
—¿Vendía drogas?— Preguntó JiMin de
repente, con los ojos como platos.
Jeongguk rió negando. Su omega tan
inoportuno.
—No, JiMin.— Jeon levantó la mirada hasta
fijarla en la de Park.— Él era el alfa líder del
cuerpo militar, mi padre murió durante una
guerra.
JiMin tragó saliva sintiéndose estúpido, se
sonrojó completamente avergonzado.
—L-lo siento.
—No importa.— Jeon se encogió de
hombros.— Mi padre me dejó su puesto, yo..
ahora soy el alfa líder y..
—¿Por qué huíste, Jeon?..— JiMin preguntó
mirándolo con tristeza. — ¿No era mejor
decírme? Yo pude haber esperado y tamb..
—Huí porque sabía que no volvería pronto,
JiMin.— Jeongguk cortó al omega.— No quería
que estés tan preocupado por mí sabiendo que
estaría en guerras y mierdas así..
—De igual manera lo estuve, porque te fuíste sin
decír a dónde irías.
— JiMin recalcó.— Me dejaste con…— JiMin
tragó el nudo reaccionando a tiempo.— Me
dejaste solo, no supe a dónde ir.. no podía con la
angustia, quería saber de tí, Jeongguk.— Corrigió
dejando que sus lágrimas volvieran a salir.—
Hubiese sido mejor si me decías, yo.. ¿militar?
Jeongguk golpeó su frente suavemente
mientras murmuraba.— Sí, JiMin, soy un militar.
Wow, JiMin estaba tan perdido mirándolo que
apenas se daba cuenta de la profesión de su alfa,
ahora entendía la vestimenta de Jeongguk la
noche anterior. De verdad que era un omega
lento.
—Si me iba, no te aseguraba regresar con
vida.— Jeon explicó quitándose su gorra negra
con aros y revolver sus cabellos castaños.— Éstos
cuatro años estuve en misiones difíciles, casi
muero por bala y.. ¿creías poder vivir sabiendo
que mi vida corre riesgo? El miedo me hizo huír, y
acepto que fuí un cobarde. Pero volví y quiero
recuperarte, estuve pensando tanto en tí, ansiaba
verte.
JiMin sentía el nudo lastimarle la garganta,
maldición, no estaba listo para escuchar eso,
sentía miedo, felicidad, tristeza ¿era posible eso?
Jeongguk le confundía tanto que no sabía cómo
responder.
—¿Un carrito?— Jeon preguntó de repente,
estirándose para alcanzar el juguete al otro
extremo del sofá y observarlo con detenimiento
entre sus grandes manos, el objeto olía a una
especie de fresas y chocolate, un olor tan fuerte
como también dulce.
JiMin tragó saliva nervioso, mierda, ahora
recordaba que debía quitar el juguete de BaeJeon
de los sofás si no quería que Jeongguk dudase
nada. Tremendo idiota. Se dijo JiMin a sí mismo.
—Ah.. sí, eso..— JiMin se rascó la nuca
sintiendo su frente acalorada en nervios ¿qué
mierda debo decir ahora? Pensó JiMin moviendo
su pierna rápidamente.
—¿De quién es?— Jeongguk no miraba a JiMin,
y eso el omega lo agradecía.
—Ah, es..— Park pensó unos segundos.— ¡Es
del sobrino del alfa que está durmiendo!
—¿Quién eres tú?— Jeongguk miró por la
espalda de JiMin, gruñendo por lo bajo y dejar
que sus ojos llamearan en furia sin soltar el
juguete en sus manos.
JiMin se encogió en su lugar cuando TaeHyung
gruñó de vuelta, oh no, no quería un espectáculo
de alfas estúpidos en su casa, JiMin debía actuar
rápido si no quería llamar después a una
ambulancia. Por otro lado esperaba haber hecho
lo correcto al mentírle a Jeongguk.
—Tú debes ser Jeon Jeongguk.— El pelirrojo
terminó de bajar las escaleras y enfrentó sin
problema a Jeon.— El alfa cobarde que abandonó
a JiMinnie.
JiMin cerró los ojos cuando oyó a Jeongguk
ponerse de pie ruidosamente y gruñir cuál bestia
furiosa.
—¿Quién mierda eres tú, cabeza de tomate?—
Jeongguk estaba tan cerca de TaeHyung,
retándolo con la mirada.
—Kim TaeHyung, el alfa que cuída a JiMin.—
TaeHyung peinó sus cabellos, acomodando su
bandana.— ¿Dónde estabas metido? ¿volviste de
comprar cigarros?
Jeon lo tomó del cuello de su camisa,
empujándolo contra la pared.
—Cuída esa boca conmigo, imbécil.— Jeon
murmuró entre gruñidos.
JiMin no quería desastre, no cuando en esa casa
vivía su cachorro también, por lo que
rápidamente se puso de pie y corrió metiéndose
entre los dos grandes alfas.
—Ya basta.— Dijo mirando a TaeHyung, quién
estaba retando a Jeongguk con su arrogante
sonrisa.— Tae, por favor, detente.
El pelirrojo miró a JiMin unos segundos y bufó
cuando el brazo de Jeon rodeaba la cintura de
Park de manera protectora. Jeongguk estaba
celoso, claro que lo estaba, no era un hombre de
odiar pero en ese momento detestaba que ese
alfa estuviese en el mismo lugar que su omega. Se
sentía amenazado.
—Le estaba comentando a Jeongguk..—
Lentamente JiMin alejó la mano de Jeon de su
cintura y le hacía retroceder para sentarse de
nuevo en el sofá.— Que el carrito en el sofá es de
tu sobrino ¡¿verdad?!— JiMin pidió ayuda con la
mirada a TaeHyung.
El pelirrojo enfureció, apretó la mandíbula y
bufó, no podía creerlo ¿JiMin estaba negándole
su hijo? Quería gritarle a Jeon que ese juguete era
de su cachorro, que era padre y es su
responsabilidad cuidarlo. Pero de nuevo sabía
que la situación era difícil para el omega, y solo
asintió fulminando a JiMin.
—Sí.— Dijo sin más, dando zancadas hasta la
puerta y azotar ésta al salir.
BaeJeon no tiene la culpa de la mierda de sus
padres. Pensó TaeHyung mientras se perdía entre
las calles de Busan. El pelirrojo adoraba a ese
cachorro, era tan diablillo y tan dulce ¿por qué
tenía que ser ocultado de su padre? TaeHyung por
más que amase a ese lindo crío, sabía que no era
su problema.. y que haría solo lo que el omega
sienta correcto.
Maldita sea, JiMin, eres un omega tan tonto.
Pensó TaeHyung.
—¿Por qué tanta furia por su sobrino?—
Jeongguk preguntó dejando el pequeño juguete
en la mesita de centro con cuidado.
—Uhmm..— JiMin pensó encogiéndose de
hombros.— Mal día para él, supongo.
—¿Y estando de mal humor te trata así? No me
gusta en lo absoluto. — Jeongguk gruñó.
JiMin iba a responder cuando el teléfono sonó
a su lado. El pelinegro frunció el ceño y cogió la
llamada.
—¿Hola?
—¿Hablo con el padre de Park BaeJeon? ¿Park
JiMin?— Una voz femenina resonó en la bocina.
—Sí, soy yo ¿pasa algo con él?
Él. Pensó Jeongguk celoso.
—¡Oh! Sí, BaeJeon tiene malestares, comienza a
presentar fiebre y quiere que venga a recogerlo.
Mierda. Mierda. Mierda.
♡.
Hellooooooooooow.♡
Kzual, JiMin negando al bebé lindo
apachurrable.
*inserta golpes virtuales para
JiMin aquí* *inserta cosas
adorables para BaeJeon aquí*
*inserta insultos o confesiones para
Jeongguk aquí*(?
*inserta coqueteos para el papi de
TaeHyung con
bandanas(????)♡*
Sho me despido, cochitas beias, cjau
cjau.❤
Le soy fiel a Jeongguk, Tae,
aléjate:’ccc♡
04.
Alfa observador.
Después de unos largos minutos donde
BaeJeon le contaba emocionado a Jeongguk
sobre sus caricaturas favoritas, llegaron a un
restaurante de la cuál JiMin no tenía idea de su
existencia, no iba a mentir, su lobo se retorcía
satisfecho de que ese alfa estuviese a punto de
pagarle su comida a BaeJeon, porque sí.. Jeon le
dijo a JiMin que no gastase ni un solo billete.
Bajaron del auto y Jeongguk apenas se colocó al
lado de JiMin, el cachorro extendió sus pequeños
brazos, robándose la atención del alfa por un
momento, no se podría negar, el niño estaba con
ojitos brillantes y sonrisa adorable. JiMin tragó
saliva cuando Jeongguk tomó al cachorro en
brazos y caminaban hacia la entrada del lugar. El
omega podía ver los perfíles de ambos al mirarse
y suspiró al confirmar que BaeJeon era el retrato
de Jeongguk, ambos lucían como dos gotas de
agua ¿por qué su corazón palpitaba mucho? ¿por
qué no era capaz de actuar tranquilo sin que la
idea de que Jeon le llamase “appa” se cruzase por
su mente? No lo sabía, quería morder sus uñas
pero sería tan evidente sus nervios, aunque Jeon
estaba muy entretenido con el niño para notar la
actitud callada del omega. BaeJeon se sentía
cómodo en los brazos del alfa y su aroma a
chocolate con café le gustaba tanto que llevó su
naricita hasta el arco de su cuello, donde se
encontraba el nacimiento de tal delicioso olor.
Jeongguk se tensó solo un poco, pues el cachorro
se había estremecido en sus brazos con solo
olfatearlo, no sabía que hacer o que decír, solo
llevó su palma a su pequeña espalda y acarició
ésta suavemente hasta llegar a su mesa, fué ahí
donde BaeJeon se sentó al lado de JiMin, jugando
con los dedos del mayor.
—¿JiMin?— Jeongguk miró al omega perdido
en su mundo de pensamientos.
—¿Mhm?— Respondió, tardando unos
segundos en alejar su vista detrás de Jeon para
fijarla en él.
Maldición, esos ojos color chocolate lo
atrapaban de manera indescriptible, ¿por qué no
era capaz de formular algo con esos ojos sobre él?
Resultaba inútil decir palabra alguna cuando su
mirada lo decía todo por sí solo, sin embargo,
alejó sus pensamientos. JiMin no entendería mi
amor intacto por él
—¿E-estás bien?— Preguntó Jeongguk tratando
de no incomodar al omega con su mirada.
—¿Estás bien tú? Luces nervioso.— JiMin tuvo
unas inmensas ganas de acariciar sus castaños
cabellos, su orgullo no le permitía aquéllo, y Jeon
lo entendía a la perfección.
—Uhm.. sí, estoy bien, tú pareces distraído.
—Pensaba.— Respondió con simpleza el más
bajo, ganándose un suspiro del alfa.
Sin más que decir, Jeongguk miró al pequeño al
lado de JiMin, quieto en su lugar y con la mejilla
apoyada en la mesa, mirando las lámparas de
cristal colgando del techo como si fuesen la cosa
más entretenida del mundo. Algo en Jeongguk le
decía algo de ese cachorro, pero no procedería a
nada. Sólo observaría en silencio.
Ambos ordenaron cuando el mesero llegó y el
alfa miró con cuidado al omega, entendía que
sean tan cercanos el cachorro y él que JiMin
cuidase de él en todo momento, pero ¿por qué no
le llamaba por su nombre? Palabras como bebé o
cielo eran los apodos que JiMin utilizaba para el
cachorro. En definitiva Jeongguk tenía una nueva
misión de ahora en adelante.
Pero bueno, su análisis mental acabó cuando su
teléfono vibró en su bolsillo y notar que en la
pantalla el nombre de YoonGi aparecía en grande.
—Adelante, Min.— Respondió mirando a la
nada para evitar las curiosas de JiMin y BaeJeon.
—Sé que de seguro estás follando con tu omega
como reconciliación pero ésto es impor..
—Ve al punto, comandante Min.— Jeongguk
gruñó golpeando sus nudillos suavemente sobre
la madera de la mesa.
—El cuerpo militar es un infierno ahora con
NamJoon de líder.— Empezó YoonGi soltando un
suspiro.— Casi mata a un soldado por llegar dos
minutos tarde para entrenar y le fracturó el brazo
a otro por disparar mal las armas. SeokJin es su
omega pero dice que es sano que te comuniques
con NamJoon y controles su poca paciencia, ya
que los soldados se sienten amenazados con ese
idiota.
Jeongguk suspiró con fastidio y cerró sus ojos
para acariciar el puente de su nariz. JiMin al
momento detectó que el alfa no había recibido
una buena noticia, más no mencionó nada y
siguió jugando con la nariz de BaeJeon. Jeongguk
en ese momento pensaba que su descanso se iría
pronto a la mierda si NamJoon sería el líder
temporal. Chasqueó la lengua y gruñó.
—SeokJin es el único que puede calmarlo.—
Dijo firmemente.
—Ya lo intentó, dice que lo dejó sin sexo y..
—Ahí está el problema, díle que no esté
jodiendo y que cuando regrese quiero encontrar
el campo militar intacto, sin ningún rasguño y
ninguno de mis hombres muertos.— Ordenó
Jeongguk cerrando la llamada y bufar.
Entonces al levantar la mirada vió a JiMin con
una ligera sonrisilla en el rostro y las mejillas
infladas como si quisiera reír.
—¿Qué te causa gracia?— Preguntó abultando
sus labios el alfa.
—Nada, comandante.— Negó lentamente el
omega para dejar escapar su risa y hablar con
tono burlón.— ¿Tú siendo rudo? No matas ni a
una sola mosca.
—No me retes, Park.— Jeon arqueó una de sus
cejas y BaeJeon rió ante el gesto.
—Señor, sí señor.— JiMin le burló.
Los tres se dispusieron a comer con una
agradable charla sobre caricaturas de villanos. Sí,
conversación iniciada por el pequeño BaeJeon. Y
al parecer no pensaba parar.
♡Maratón 2/5.♡
Dedicado a: heartofFire57
El tío alfa de oro.
Después de un delicioso helado y muchas burlas
al alfa y al omega por parte del cachorro en la
calle sobre su amor, Jeongguk regresó a casa y se
despidió de BaeJeon, prometiéndole que pronto
volverían a verse y jugarían al villano y al
superhéroe, JiMin pudo notar en el momento en
que BaeJeon entraba corriendo a su habitación
cuando Jeon le miraba con esa sensación de
querer decírle algo, pero, no se atrevía, o eso
JiMin pensaba.
—Seré directo..— Jeongguk comenzó rascando
su nuca nervioso.— Quiero verte mañana.
El omega regresó su mirada al alfa y suspiró
preguntándose: “¿Realmente va a luchar por lo
nuestro?” JiMin estuvo con esa interrogante un
largo rato, sin responderle y tal parece que a
Jeongguk le gustaba pues su mirada potente se
suavizó cuando los frágiles ojos de JiMin se
posaron sobre él, Jeon se sentía tan mierda, había
herido tanta dulzura y belleza, eso no pensaba
perdonárselo nunca. Pero, tan pronto como se
perdieron mirándose, el alfa notó miedo y nervios
en su omega, ¿acaso algo le incomoda y no tiene
el valor de decírlo?
—JiMin..— El alfa se colocó frente a éste y llevó
su mano a su mejilla, acariciando ésta
suavemente y notar como su omega se
estremecía ante su tacto.— Gracias por aceptar
hablar conmigo..
JiMin se ruborizó, mierda, el omega tenía ganas
de abrazar a su alfa y decírle que lo amaba con
todo su corazón y que todo era parte del pasado,
pero algo se lo impedía y eso era su orgullo, por
milésima vez se repetía que Jeon debía luchar por
él, después de todo.. si él quería estar con JiMin,
tendría que aceptar el paquete completo.
Sus labios, esos carnosos labios siempre fueron
una potente tentación para el alfa y esa tarde no
sería la excepción, esos labios que tanto había
degustado y atrapado, hoy lucían un poco
marchitos y sin preguntarlo, Jeon sabía que los
suyos eran el perfecto bálsamo para hacerlos
coloridos y brillantes; dulcemente, tomó el
mentón de JiMin para contemplar su belleza, ya
no lucía como aquél jovencito inocente y
adorable de la cuál el alfa amaba proteger, ahora
parecía un omega maduro, con todos sus
sentimientos desbordando sus ojos, y eso a
Jeongguk le volvía loco, su omega era el ser más
precioso que había visto nunca. Idiota. Se repetía
millones de veces por segundo al abandonarlo de
tal manera, acercando sus labios lentamente,
notó que JiMin no se negaba, el omega estaba de
brazos cruzados mientras observaba atento los
movimientos de su alfa, mierda, quería
arrancarse el corazón y lanzarlo lejos, porque
simplemente se ponía ansioso cuando Jeongguk
se acercaba y tomaba su mentón dulcemente.
El alfa, con su lobo completamente felíz, unió sus
labios con los del omega, tan suave como el
pétalo de una rosa y tan dulce como la miel,
ambos se sumegieron en su burbuja, tal vez JiMin
estaba dándole tanta libertad en solo un día
después de reencontrarse, pero, mierda, su
corazón aún latía como adolescente en su
primera cita. Park sentía sus lágrimas acumularse
en sus ojos y rodeó el cuello del alfa con sus
manos, éste lo rodeó de la cintura y después de
un largo pero amoroso beso, se mantuvieron
abrazados un momento. Momento que era oro
puro para ambos.
El omega escondió su rostro en su lugar
favorito, su cuello del alfa y sintió como la paz se
adueñaba de él, ese vacío era llenado con su
delicioso aroma, ese que siempre le hacía
suspirar. Jeon por su parte, delineó con el ápice
de su nariz la zona dónde se encontraba el
nacimiento del aroma de JiMin, frutos rojos le
daban la bienvenida a sus fosas nasales, y joder,
su lobo estaba tan contento de que no huela más
a otro alfa, porque Jeongguk sabía que de ahora
en adelante sería tan territorial con su omega.
Porque a pesar de todo JiMin era su omega.
—Jeongguk..— JiMin murmuró aferrándose a
su cuerpo, el alfa no lo separó de sus brazos en
ningún momento.
—¿Mhm?— Preguntó haciendo vibrar su pecho y
estremecer a JiMin.
Sus mejillas se tiñeron de un rosa intenso y
ardían cuando más se escondía en el gran cuerpo
de su alfa.
—Te extrañé mucho..— Susurró apretando la
camisa del alfa entre sus pequeñas manos, se
sentía tan débil nuevamente y temía alejarse por
miedo de verlo irse nuevamente.
El pecho del alfa dolió, su corazón se derritió y
su alma brilló. Su abrazo se volvió protector y Jeon
mordió su labio para no soltar algún extraño
sollozo que pudiera asustar a su precioso omega.
—Yo te extrañé más, caramelo..— Jeongguk
susurró cerca de su oído y después optar por
mordisquear su lóbulo dulcemente.
Amor se desprendía por el aire, todo aquél que
pasaba en el piso de su departamento les miraba
con cierta dulzura y envidia, porque unos terceros
ojos podían notar el fuerte amor entre el alfa y el
omega, y no fué excepción para un pelirrojo que
estaba de regreso.
Mierda. TaeHyung pensó cuando observó a
Jeongguk besar la frente de JiMin de forma
amorosa ¿por qué demonios JiMin lo había
aceptado tan pronto? ¿por qué ambos lucían
como un rompecabezas completado? Y lo peor de
todo..¿por qué su pecho dolía?
TaeHyung tragó saliva y respiró profundo,
caminando hasta la puerta cuando Jeongguk
reconoció su aroma a la distancia y levantaba solo
un poco el rostro para mirar al otro alfa con cara
de pocos amigos. JiMin casualmente abrió sus
ojos cuando reconoció la cabellera rojiza del alfa
y salió del cómodo y cálido refugio en el pecho de
Jeon, observando los ojos llameantes y mirada
inexpresiva de TaeHyung, completamente
intimidado, bajó la mirada sumisamente, su
estómago se contrajo y Jeon lo aferró a sus
brazos.
—Sigan en lo suyo, yo volveré a irme.— Dijo el
alfa de hebras rojizas entrando a la propiedad sin
mirar a JiMin, pero desafiando la de Jeongguk.
TaeHyung, tu trabajo terminó aquí. Pensó
suspirando cuando llegó a su habitación con el
pecho dolorido, y no, no era porque estuviese
enamorado del omega, eso era un tema del
pasado, y aunque JiMin lo haya rechazado de la
forma más dulce, TaeHyung había matado ese
sentimiento de amor por JiMin de su corazón.
Solo tenía miedo, por BaeJeon.
Ese dulce angelito ¿ese estúpido alfa será capaz
de amarlo, criarlo y protegerlo como él lo había
hecho? Y no era por lanzarse rosas encima, pero
a comparación de Jeon Jeongguk, él hizo casi la
imagen paterna del cachorro, sin embargo, él era
únicamente su “tío de oro” como BaeJeon solía
llamarle, su corazón se apretujó ante el
pensamiento, no quería dejarle solo con el alfa.
Es su padre, TaeHyung. Se recordó nuevamente
y suspiró, ahora sabía que el futuro del omega con
el cachorro lo decidía Park JiMin, ese lindo omega
que tentaba a todo alfa con su dulzura. Tomó una
mochilla con un poco de ropa en ella y se la colgó
en el hombro, si el alfa decidía quedarse por esa
noche, TaeHyung no quería ser un toca violín o el
florero de casa. Iría donde su madre excusándose
con alguna cosa estúpida, además de que
extrañaba sus galletas horneadas.
Bajó las escaleras encontrándose con BaeJeon
en el sofá jugando con su perro de peluche que él
le había obsequiado cuando cumplió sus dos
lindos años. Infló sus mejillas al recordar lo
pequeño que era en ese entonces, y a pesar de
tener solo cuatro años, el alfa se sentía como un
padre orgulloso. Se acercó al cachorro y revolvió
sus cabellos, sacándole una risilla.
—Hey, diablillo.— Sonrió dulcemente
sentándose a su lado.
—¡Tío Tae!— BaeJeon se lanzó a sus brazos
emocionado.
¿Cuál sería la reacción de BaeJeon cuando él se
marchara de casa? Se preguntaba
completamente preocupado, lo que menos
quería era ver al diablillo triste por su partida.
Pero era hora, el verdadero alfa de la casa estaba
en la puerta con JiMin, y aunque su orgullo se
doblegara con lo que iba a confesar, TaeHyung
sabía que no era un mal alfa y que sería capaz de
cuídar de sus dos ángeles.
Porque eso eran JiMin y BaeJeon, sus ángeles,
las piezas importantes de su vida, y deseaba los
mejor para ambos ¿y qué cosa mejor que Jeon
Jeongguk? El hombre era militar y lucía como un
fuerte alfa, capaz de proteger a su cachorro y a su
omega. TaeHyung suspiró aliviado.
—Sabes, tío TaeHyung debe visitar a su madre
como la vez pasada.— El alfa habló después de
salir de sus pensamientos, aún con el cachorro en
sus brazos.
—¿Sí? Oh ¿podrías traer galletas, tío Tae?— Los
ojitos del cachorro brillaron emocionados.
El alfa sonrió y besó su frente.
—Lo haré, obedece al tonto de tu appa ¿de
acuerdo? Cuando regrese podremos jugar un día
completo.— BaeJeon asintió y juntó su naricita
con la del alfa en un beso esquimal.
—Adiós, tío Tae..— BaeJeon lo despidió
agitando su manito cuando TaeHyung se
levantaba del sofá.
—Adiós, diablillo.— Sonrió dulcemente y se
acercó a la puerta.
Los alfas se miraron unos segundos y TaeHyung
habló:
—JiMin, no volveré en dos días.— Avisó.
—¿Ah?— JiMin se despegó de Jeongguk,
mirando con preocupación al pelirrojo.— ¿Pasó
algo, Tae?
Tae. Tae. Tae. Jeon apretó la mandíbula y bajó
la mirada unos segundos para no taladrarla en el
pelirrojo y empujó su lengua contra su mejilla.
—No, debo ver a mamá, insiste en querer
verme.— Sonrió dulcemente al hablar de su
madre y miró al alfa.— Oye, tú, comandante de
cuarta.
Jeon levantó su mirada ofendido y frunció el
ceño.
—Cuída a mis dos angelitos, sé un buen alfa.—
Dicho ésto, les dió la espalda y partió en su viaje.
JiMin no notó nada raro, pero Jeon sí, espera, él
dijo..
¿Dos ángelitos?
♡.
Helloooow.♡
Listo, perdón por no publicarlo ayer, se me
acabó el tiempo y no pude continuar, pero ¡hoy
se viene el maratón con todo!♡
*insertar mimos para TaeHyung
aquí*♡
Sho me despido, cochitas beias, cjau
cjau.❤
Mi bebé es guapo, guapo, guapo.❤
07.
Maratón 3/5
Lunar.
Para JiMin, la tarde pasó volando junto a Jeon
en su sofá, su cachorro lucía contento teniendo al
alfa cerca de él que no tuvo la molestia de
sentarse en su regazo, JiMin jugaba con sus dedos
mientras veía la adorable escena. Jeongguk
parecía perdido en sus pensamientos mientras
respondía a la charla del periquito BaeJeon con un
“ah”, “Mm”, “ajám”, “¿en serio?”, “Increíble”.
JiMin sonreía en silencio, hasta que BaeJeon
bostezó, en definitiva su batería se agotaba más
rápido al entablar conversación con alguien, se
acurrucó en el pecho de Jeongguk e inhaló su
aroma, así calmándole en segundos, el alfa
acariciaba su espalda dulcemente hasta que el
cachorro se quedó plácidamente dormido en sus
brazos. JiMin, quién miraba todo con dulzura,
murmuró suavemente para no despertar al crío.
—Déjame lo llevo a la cam..
—Yo lo llevaré.— Jeongguk sonrió dulcemente
y se colocó de pie fácilmente con el cachorro en
brazos, JiMin le siguió pues tenía que quitarle esa
molesta ropa y ponerle su pijama.
El alfa en el camino observaba los rasgos del
niño, era tan lindo y su sangre hervía en el buen
ámbito cuando el cachorro se acurrucaba contra
él, sus cabellos negros eran tan suaves como una
nube y su piel cremosa, un niño tan frágil y dulce..
dulce como JiMin.
Dejó que el aroma del pequeño le guiase por la
habitación hasta llegar a ésta, girando la perilla
con facilidad ingresó para segundos después la luz
se encienda gracias al omega. El alfa observaba la
habitación del cachorro, con peluches y colores
azules cielo decorando las paredes, en las tapas
de su cama había una gran imagen de su
superhéroe favorito, IronMan.
Oh, IronMan. Jeongguk tragó el chillido de
fanboy y recostó al cachorro en su cama,
maldición, si él fuese un niño, hubiese amado
tener una habitación con todo decorado de
IronMan. JiMin sabía que a Jeongguk le
encantaba tal personaje y sintió una pizca de
ternura cuando notó cómo Jeon observaba a su
alrededor con ojos curiosos a cada objeto de tal.
Encontró la pijama del cachorro en sus
cajoneras y comenzó a cambiar a su bebé,
BaeJeon solo fruncía el ceño al mover JiMin sus
bracitos para cambiarle, gesto que en cuestión de
segundos le recordó al alfa a su lado. Fué que
entonces algo en BaeJeon llamó la atención del
alfa al verlo sin su camisa de pijama.
Un lunar en su clavícula.
Jeon sabía, conocía perfectamente el cuerpo de
su omega, recordaba sus lunares y en dónde se
encontraban, y eso fué un detalle que no pasó por
alto.
—JiMin..
—¿Mhm?— JiMin se giró para mirarlo, y lo
confirmó.
Tenían el mismo lunar en el mismo lugar.
—¿Hay algo que me estés ocultando?—
Jeongguk arqueó una ceja, cruzándose de brazos.
JiMin se puso nervioso en cuestión de
segundos. Mierda, mierda, Jeon no se debe dar
cuenta. Pensaba el pelinegro regresando la vista
a su cachorro y terminar de vestirle.
—No ¿por qué debería?— Preguntó de la mejor
manera posible.
—Se fué TaeHyung y no se llevó a su sobrino.—
Jeongguk lucía observador, JiMin sabía que no se
podía escapar del alfa, cuando quería mentir,
siempre era pillado.
—Ahmm..— JiMin pensó.— L-la madre de Bae
está de viaje y lo dejó aquí, TaeHyung suele
encargarlo conmigo cuando debe salir.
—En éste caso..— Jeongguk delineó su propia
mandíbula, adoptando un gesto pensativo.— Fué
a visitar a la abuela de BaeJeon ¿por qué no lo
llevó con él?
Mierda.
—N-no lo sé, supongo que era una
emergencia.— JiMin cortó el contacto visual
terminando de vestir a su pequeño y cubrirlo con
las tapas de su cama, dejó un beso en su frente y
le indicó a Jeongguk que hay que abandonar la
habitación.
Pero Jeon tenía interrogantes.
—Si fuese una emergencia, TaeHyung estaría
desesperado ¿no crees? — Jeon le seguía por
detrás.
Tu mentira no va a durar mucho tiempo, JiMin.
Se dijo el pelinegro al notar lo astuto que era su
alfa.
—JiMin.— Jeon lo tomó del hombro y lo giró
contra él, sus grandes y rasposas manos tomaron
el delicado rostro del nombrado, viendo el miedo
en su mirada.— ¿Quién es él?..
—E-es el sobrino de Tae..
—No me mientas, Park JiMin, no creas que no
he notado tus nervios. — Jeongguk posó sus
labios en sus párpados y dejó unos dulces
besos.— Huelo miedo, y tu mirada me lo
transmite..
Ay, Jeon. JiMin se lanzó a sus brazos y escondió
el rostro en su pecho, su corazón parecía romper
su pecho de tanto latir, su lobo aullaba en
petición a que confesara. Pero JiMin no quería,
miedo era lo que se adueñaba de su cuerpo sin
dejarle formular nada.
—Jeon..— JiMin se colocó de puntas para besar
la frente de Jeongguk.— Ese niño tiene una linda
historia.. y tengo miedo de contártela.
Jeongguk sonrió ante el tono temeroso y dulce
de JiMin.
—Tengo todo el tiempo del mundo, todo para
mi omega.— Jeongguk acarició sus cabellos.
—No soy tu omega, no estoy marcado.— JiMin
infló las mejillas infantilmente.— Por lo tanto soy
libre..
—No por mucho tiempo, caramelo..— Jeon
sonrió ladino, bajando sus palmas para acariciar
la cintura del omega.— Pronto vas a ser
únicamente mío..
—No te lo has ganado.— Refunfuñó el omega.
—Me lo voy a ganar.— Dijo Jeongguk decidido,
bajando su mirada y atrapar entre sus dientes un
poco de la piel del arco del cuello de JiMin, éste
se estremeció sumisamente ante el toque de su
alfa.
—Me tengo que ir, caramelo ¿estarás bien sin
el idiota alfa?— Preguntó Jeongguk mirando su
reloj de muñeca.
JiMin asintió, inhalando por última vez su
aroma y separarse lentamente de su pecho. El alfa
sonrió mirando el cuerpo de JiMin darle la espalda
para abrir la puerta y despedirlo.
¿Soy yo o su dulce trasero se ve más grande?
Preguntó el alfa en su mente, conteniendo las
ganas de apretar esos dos globos de carne entre
sus grandes manos. Salió de la casa de JiMin y le
propinó un corto beso a su frente.
—Te dejé mi número en la mesa, envíame un
mensaje cuando estés ahora en la cama. Así
estaré tranquilo.— Dijo el alfa con tono dulce.
El omega sintió su interior estallar en alegría,
pues su alfa estaba cuidando de él y se
preocupaba por su bienestar.
—B-buenas noches, Jeongguk..— JiMin se
sonrojó cuando el alfa le sonreía.
—Buenas noches, cariño.— Dicho ésto,
Jeongguk abandonó el piso, perdiéndose al bajar
las escaleras.
JiMin cerró su puerta y gimió en alegría, sentía
que pronto mandaría su orgullo a la mierda y le
confesaría el enorme secreto a Jeon. Secreto que
ahora estaba casi descubierto.
Appa.
Jeon bajó del auto y al poner seguro de alarma
a éste, caminó tranquilamente hacia el pasillo
para comenzar a subir las escaleras, el Jeongguk
de cuatro años atrás lloraría por subir tres pisos a
pie con lo poco --muy-— perezoso que era, pero
ahora solo le parecía un chiste subir escaleras
para llegar al tercer piso, pues sus piernas se
hicieron más fuertes con el pasar de los años en
la milicia. Jeongguk pensaba que si se encontraba
con el Jeon del pasado, lo mataría, pues había
hecho tantas estupideces.. como dejar a su
omega, por ejemplo.
JiMin. Ese nombre ha estado taladrando la
mente del alfa por estos cuatro años ausentes, y
maldición, ese precioso omega había sido su
amuleto de la suerte cuando estaba en alguna
guerra salvando a su país. Con solo recordar su
bella sonrisa con su paletita chueca y ojos en
forma de líneas finas, Jeon lograba sacar más
fuerza para no caer. Pero.. ¿cómo le explicaría eso
a él? Park JiMin era aún un omega herido,
pensaría que solo Jeon mentiría para recuperar su
amor. Jeongguk se estresaba, quería a su omega
a su lado, dormir con él, desayunar con él.. todo
lo que ellos hacían antes de que él metiese la
pata, porque para ser honestos, si JiMin lo que
buscaba era hacer revolcar a Jeon en una
montaña de sal.. lo estaba consiguiendo, la culpa
estaba matando al hombre de poco en poco. Pero
no se daría por vencido, JiMin estaría de vuelta a
sus brazos.
Jeon llegó al tercer piso con su mente perdida
en sus pensamientos y caminó hasta el hogar con
el número 268, Jeongguk podía sentir el aroma de
su omega desde cinco pasos antes de llegar, su
aroma a frutos rojos lo embriagaban tanto.. pero
ahí estaba otra vez ese olor a chocolate con
fresas.
BaeJeon. Pensó el alfa, quién sentía su sangre
correr velozmente cuando ese cachorro lo miraba
o le sonreía, maldición, no iba a negar que ese
lindo niño era una dulzura, pero.. no creía
ninguna palabra de JiMin, conocía al omega con
la palma de su mano, algo le estaba ocultando y
Jeon comenzaba a hacerse una idea.
Oh, mierda.. Jeon palideció con la sola idea de
pensar. Pero, de ser así, JiMin le diría al momento
¿no?
Alejando sus pensamientos, tocó la puerta
suavemente con sus nudillos y después el timbre.
En ese momento lo único que el alfa quería hacer,
es estrechar al omega a sus brazos, su lobo lo
extrañaba, y su aroma lo calmaba solo un poco. Es
el efecto JiMin. Pensó para sí mismo, cuando la
puerta fue abierta, esperando ver a un dulce
JiMin con mirada mañanera.
Pero no había nadie, y sus ojos de poco en poco
fueron bajando hasta el pequeñín que
comenzaba a hacerle un nudo mental, BaeJeon
tenía unos ojitos brillantes y sostenía en sus
brazos un perro de peluche, el cachorro, chilló
emocionado y estiró sus brazos en dirección a
Jeon, el alfa no podía negarse a ése angelito,
simplemente no podía. Lo cargó y sintió como el
cachorro enrollaba sus piernitas en su cintura y
sus brazos en su cuello.
—¡Señor militar!— Chilló con emoción
lanzando el peluche de perro al sofá para abrazar
al alfa.
—¡Hola, Bae!— Jeongguk dejó que el cachorró
juntase la punta de su naricita con la suya en un
beso esquimal.
Y ahí estaba de nuevo JiMin, parado en la
puerta de la cocina con expresión pensativa.
Oh, JiMin, hoy te voy a sacar la verdad quieras
o no. Pensó el alfa sin soltar al cachorro.
Jeongguk se acercó hasta JiMin y dejó un beso
en su frente, tomándole por sorpresa y verlo
sonrojarse tal como un tomate. —Caramelo,
¿algo te preocupa?..— Preguntó Jeon cuando
observó a JiMin tensarse y negar.
—Nada de eso, es bueno verte, militar.— Sonrió
suavemente JiMin y regresó a terminar sus
pancakes.
Y por ende, el alfa se sentó en el sofá con el
cachorro en su regazo, de pronto el crío estaba
relajado contra su cuerpo, con su mejilla apoyada
en su pecho y sus cortos brazos rodeándole lo
más que podía. La sangre llamaba, y Jeongguk por
su naturaleza de alfa protector, abrazó al
cachorro, dejándolo recostarse sobre él.
—Acabo de recordar que le mostraría la
colección de IronMan que appa me obsequió la
navidad pasada ¿quiere verla, señor militar?
—Tal vez cuando terminemos el desayuno,
cachorro..— Jeongguk dijo dulcemente sin dudar
nada.
BaeJeon sonrió y asintió, observando la puerta
de la cocina donde JiMin estaba.
—Appa es muy lindo.. ¿verdad, señor militar?—
Soltó de golpe el cachorro, con su adorable voz
dulce.
Appa.
Appa.
Appa.
Jeon frunció el ceño observando al cachorro y
acarició sus cabellos dulcemente, poniendo su
cerebro a trabajar.
—No sé quién es tu appa, cachorro ¿podrías
contarme sobre él?..— Jeon preguntó de la
manera más dulce, pues, si JiMin no estaba
dispuesto a contarle nada sobre el pequeño,
BaeJeon lo haría, justo como se le acababa de
escapar.
—Señor militar ¿acaso usted olvida las
cosas?— El dulce cachorro rió jugando con la
placa de la milicia que colgaba en el cuello de
Jeongguk. —Supongo que soy un tonto alfa que
olvida las cosas importantes..— Jeongguk hizo
una mueca, haciendo reír al infante.— ¿Ese alfa
pelirrojo es tu appa?..
BaeJeon negó riendo y peinó los cabellos del
alfa.
—Él es el tío de oro, Tae, el alfa más torpe y
consentidor del mundo. — BaeJeon sonrió
apoyándose de nuevo en su pecho al hablar sobre
su tío favorito.— Appa es de cabello negro y muy
pequeño… y está cocinando pancakes ahora
mismo.
Jeongguk tardó un momento en analizar las
palabras del cachorro, se atragantó con su saliva,
su piel palideció y sus ojos estaban abiertos como
platos, su respiración estaba agitada y su corazón
latía con fuerza, fué que el militar obtuvo la
respuesta de todo gracias al pequeño de sonrisa
adorable.
Hace cuatro años nació, cuando él se fué a la
milicia.
Huele a chocolate con fresa, una combinación
de él con JiMin.
Jeon con el corazón alocado, delineó el rostro
de BaeJeon, mierda, fué tan idiota para no notar
que ese niño era su copia, su reflejo de él en
versión pequeña, pero, la rabia se adueñaba de él,
miles de sentimientos confundían al alfa en ese
maldito momento.
¡¿Por qué mierda JiMin le trataba de ocultar a
su hijo de él?!
—C-cachorro..— Jeon tragó el nudo en su
garganta y trató de parecer tranquilo.— ¿Por qué
no vas por esa colección de IronMan que me
habías contado?
BaeJeon, sin entender o analizar la situación,
sonrió emocionado y bajó de sus piernas para
correr escaleras arriba por su colección de
IronMan. Jeongguk gruñó y se colocó de pie,
caminando a zancadas rumbo a la cocina.
—P-Park JiMin.— Jeon entró furioso que su voz
se quebraba.
JiMin frunció el ceño y giró su rostro en
dirección a Jeon, viendo como de sus ojos
disparaban miles de sentimientos. El omega no
entendía ¿había pasado algo?
—¿Pasa algo, Jeon?— JiMin lavó sus manos y se
quitó el delantal, acercándose al alfa para
tranquilizarlo.
Pero en el intento, Jeongguk sujetó sus
muñecas sin herírlo, y JiMin tembló bajo su
penetrante mirada, ladeando el rostro para
mostrar su cuello sumisamente.
—¿Cuándo mierda pensabas decírmelo?—
Jeongguk preguntó gruñendo, su voz sonaba baja
y muy sombría.
Oh, no, BaeJeon, cariño, ¿qué le dijiste a éste
idiota? JiMin se preguntó mientras dejaba que
Jeon lo taladrara con la mirada.
—¿De-decírte qué, Jeongguk? Me estás
lastimando..— JiMin mintió para tratar de zafar
su agarre.
Pero Jeongguk no cedió.
—¿H-hasta cuando pensabas decírme que ese
lindo niño es mi hihijo, JiMin?— Jeongguk
preguntó con la voz rota.— ¿N-nunca pensabas
hacerlo?
JiMin vió los ojos llorosos de Jeongguk,
alarmándose, mierda, a BaeJeon se le escapó y el
omega ahora estaba contra la espada y la pared,
no quería que Jeongguk se enterase ahora, no
cuando volvió a su vida dos días atrás. No te duró
nada la mentira, Park JiMin. Pensó el omega.
—¿Q-qué estás diciendo?— JiMin se hizo el
desentendido.— E-ese niño no es mí..
—¡No más mentiras, Park!— Jeon exclamó
fastidiado, su omega le había ocultado algo
importante, y si el cachorro no se lo decía,
probablemete el alfa no se enteraría nunca.—
¿Vas a decírme que el niño miente? ¿que decírte
“appa” solo es costumbre y un simple juego?
JiMin se quedó en siencio, sus lágrimas
salpicaron sus mejillas y tomó asiento en las
bancas de la barra.
Si sabes que si le ocultas su hijo a Jeon,
empeorarán las cosas ¿no? JiMin recordó lo que
le había dicho TaeHyung aquélla mañana. Mierda,
él tenía razón, él tenía el error.. ¿y si Jeon
desconfía de él por mentirle? ¿y si él lo deja de
amar por tener un hijo?
¿y si él los abandona?
JiMin observó y sintió como el alfa se aferraba
a su cuerpo, enterrando el rostro en el cuello de
Park para calmarse con su aroma. El omega se
sentía tan culpable, tan tonto.
—JiMin, yo no puedo..
Lo sabía, JiMin lo sabía.
♡.
Helloooooooooow.♡
Namamen mi gaypad falló y no me dejaba
crear capítulos D: En fin, ya está.
YA SE ENTERÓOOOOOO /huye de las
clanchas.
No me despido bc el otro cap está a
medio terminar:v
JEON Q TE PASA, CONEJO MALO:(
09.
Maratón 5/5
Cachorro.
JiMin lo sabía, ya estaba preparado para que lo
negara, se negara a crecer a su cachorro, Jeon no
era un hombre que acepte cargas pesadas como
un niño.
—J-Jeon, sabía que no podrías, yo, tal vez no
querías un hijo y yo te entie..
Jeongguk le calló tomando sus labios entre los
suyos, las lágrimas caían en las mejillas de la
pareja, sus brazos rodearon la cintura de JiMin y
lo protegió entre su cuerpo, el omega lloraba y
Jeon separó sus labios cuando consiguió hacerlo
callar.
—Yo no puedo dejarte solo con mi cachorro..—
Terminó su frase Jeon, delineando el rostro de
JiMin entre sus manos.— Ya no más, JiMin.
JiMin tragó saliva quedándose sin palabras
¿Jeon no huiría? Lo peor de todo ¿Jeon estaba
sonriendo?
—Mierda, JiMin ¿por qué no me dijiste nada?
¿No poder qué? ¿criar a un cachorro?— Jeongguk
apoyó su frente en el hombro de JiMin y
sollozó.— ¿A-acaso olvidaste cuando te decía por
las noches lo ansioso que estaba por tener un
cachorro contigo?
JiMin mordió sus labios y guardó silencio.
—Lo suponía..— Jeongguk alzó la mirada
tomando una bocanada de aire mientras sentía la
mirada curiosa de JiMin sobre él.— Desde que me
dijiste que nació hace cuatro años ¡BaeJeon es
idéntico a mí de cachorro, caramelo!— Jeongguk
habló sorbiendo por la nariz mientras limpiaba las
lágrimas de JiMin.— Pero decidí creerte, ¿por qué
lo protegías de mí? —P-porque creía que no era
el momento para que lo sepas.— JiMin no lo
miraba a los ojos, la culpa se instalaba en su rostro
y lo avergonzaba tanto.— Tenía miedo de que no
lo aceptes, cuando me enteré de que él estaba en
mi vientre, yo me emocioné mucho, iba a
decírtelo pero te fuíste una noche an..
—Shh..— Jeon no quería oír más, su omega era
un tonto si pensaba que él huiría, pero.. lo
entendía, ahora lo entendía, su miedo se adueñó
de él y lo único que hizo fue protegerlo.
Pero Jeongguk no le importaba aceptar el
paquete completo, con cachorro incluído. Es mi
sangre. Jeongguk pensó con la sonrisa en su
rostro, JiMin se hacía ideas tontas, demasiado
tontas, Jeongguk estaba más que dispuesto a ser
el alfa que críe a su cachorro, el alfa de la familia..
de su familia.
Porque Jeongguk hizo su familia pequeña junto al
omega, y estaba seguro que lo daría todo por ella.
Su lobo aulló en felicidad con la idea de que ese
cachorro sea suyo, mierda, por supuesto que no
dejaría a Park sólo. Tenía que ganarse ahora el
amor de dos corazones que esperaron tanto por
él.
—Me siento culpable..— JiMin bajó la mirada
jugando con los dedos de Jeon entrelazados con
los suyos.— No sé porqué dudé de tí si ahora
estás sonriendo como idiota.
Jeongguk frunció el ceño cuando vió la sonrisa
de JiMin en su rostro. Pagaría el mundo entero
por ver esa media luna perlada. Pensó Jeongguk.
—¿Cómo no voy a tener sonrisa de idiota?
¡Tengo un cachorro y hoy me vengo a enterar!
JiMin rió por lo bajo y tomó la iniciativa de
besarlo, acariciando el rostro de su alfa con sus
pequeñas manos. Jeongguk desprendía amor
hasta por los poros. JiMin nuevamente se sentía
un idiota por dudar del amor del militar.
—¡S-señor militar! ¿p-por qué está besando a
mi appa?— BaeJeon entró con un puchero y ceño
fruncido en su rostro, unos juguetes de IronMan
bajo sus bracitos y manos enternecieron al alfa,
demostrándolo en su mirada.
Mi cachorro. Pensó el alfa mirándolo pucherear
y acercarse para cargarlo en sus brazos hasta
sentarlo sobre la alta mesada. BaeJeon soltó los
juguetes para cruzarse de brazos y mirarlo
molesto.
—Él me besó, cachorro, me robó un beso y..
—Mentira, appa no haría algo como eso.—
refunfuñó el crío.
Soy una perfecta fotocopiadora, hasta el
carácter le entregué. Pensó Jeongguk con gracia
al ver al cachorro mirarlo molesto.
—¿No me vas a perdonar?..— Preguntó el alfa
con voz triste.
—Ño.— Negó moviendo su cabecita.
—Ahm..— Jeongguk pensó unos segundos y
sonrió.— Si te compro un helado ¿me perdonas?
BaeJeon apretó los labios para no sonreír, pero
no lo consiguió pues su berrinche acabó y enseñó
sus dientitos de conejito en una sonrisa.
—¡Síiii!~— Abrazó al alfa por su cuello y se
escondió entre sus brazos.
JiMin era un mar de lágrimas en silencio y
Jeongguk al notarlo le causó cierta ternura, tomó
su mano y le dió un dulce apretón, dándole a
entender de que estaría siempre, de ahora en
adelante Jeongguk cuidaría de su cachorro y de su
omega, no sabría cómo contárselo a YoonGi o a
SeokJin. Su rostro no dejaba de mostrar la
felicidad del alfa, nada ni nadie podría arruinarle
su humor.
No cuando su cachorro lo abrazaba como si
fuera a irse.
BaeJeon corría divertido junto a otros cachorros
de su misma edad mientras reía dulcemente.
Jeongguk había propuesto traer al parque de
diversiones a su cachorro junto con JiMin, quién
aceptó de inmediato.
Aunque JiMin seguía algo sentimental, el omega
no podía procesar tan rápido el que su alfa
aceptara a su cachorro y que le haya dicho al salir
de casa un: “tengo dos corazones por conquistar,
no lo hagas más difícil, el helado de vainilla y las
rosas son costosas hoy en día, caramelo.”
Lo que no esperaba, es ver al alfa rodear su
cintura con su brazo y atraerlo a su cuerpo, aúm
sentados en aquélla banca.
—¿Qué haces?..— Preguntó alarmado cuando
sintió los dientes de Jeon mordisquear
suavemente la piel de su cuello.
—Hay otros alfas mirándote, dejo en claro que
eres mío.— Murmuró con la voz baja y para el
gusto de JiMin, ronca y sensual.
—Olvídaba lo posesivo que eras..— Ladeó su
cuello dejando que Jeongguk hiciera de las suyas
con su cuello mientras vigilaba a BaeJeon jugar.
—No lo olvídes, en cualquier momento puedo
marcarte, y lo vas a disfrutar.— Jeon apoyó su
espalda en el respaldo de cemento y respiró el
aire fresco.
JiMin se sonrojó y golpeó su brazo suavemente.
—¡J-Jeongguk!— JiMin reía nervioso ante el
comentario indecente de su alfa.
—¿Qué?— El alfa echó la cabeza hacia atrás
soltando un suspiro ronco.— Si te dí un cachorro
puedo hacerte unos cinco má…
—¡Jeon!— JiMin cubrió su boca con sus manos
pequeñas, soltaba risas nerviosas y su rostro
brillaba en tonos rojizos del sonrojo.
—¿Mhm?..— Preguntó enrollando sus brazos
en su cintura y mirar de cerca sus ojos gatunos,
dejando ver el brillo amoroso en los suyos.— ¿Me
vas a decir que me controle?
—Sí.— Dijo dejando un beso en su frente y
volver a acomodarse a su lado, mirando a todos
lados.— Jeon.. ¿y BaeJeon?..
Jeongguk observó a su alrededor hasta ver a
BaeJeon salir de un arbusto y acercarse hasta
ellos con un puchero en su rostro. Jeongguk casi
podía ronronear al ver lo adorable que era su
cachorro y como estiraba sus brazos en su
dirección, lo atrajo hasta sentarlo en su regazo y
esperó pacientemente a que hablara.
—¿Qué pasa, bebé?— Preguntó JiMin alejando
algunas plantitas que estaban enredadas en su
cabello lacio.
—M-me caí..— BaeJeon sollozó llevando sus
manitos hasta su rostro y cubrirlo para comenzar
a llorar en silencio.
Jeon gruñó en preocupación y escaneó los
brazos y piernitas del cachorro para confirmar
que no estuviese herido, pequeños raspones
adornaban su rodilla izquierda y Jeongguk bufó.
—Tiene raspones y hay que desinfectarlo.—
Jeon se puso de pie con su crío llorando en sus
brazos.
—¿Regresamos a casa?— Preguntó JiMin
siguiéndole y dejar que Jeon tome su mano.
—No, tengo un botiquín en el auto.— Jeongguk
ladeó un poco su cuello, dejándole a BaeJeon
acurrucarse en éste.
JiMin observaba en silencio al alfa desbloquear
el seguro del auto y abrir la puerta de copiloto,
sentando a su cachorro y sacar del maletero un
botiquín con los colores de la milicia. Se agachó
hasta la medida del cachorro sacó alcohol con
algodón.
—Si arde, debes ser fuerte como IronMan ¿de
acuerdo?..— Preguntó Jeongguk con voz dulce,
sin mirar a su bebé.— Después, militar promete
comprarte unas galletas.
BaeJeon asintió restregando sus ojitos. JiMin
por otro lado, se apoyó de lado sobre el coche
mientras se cruzaba de brazos y miraba al alfa con
ese instinto de papá sobreprotector.
Le hace ver más caliente. JiMin pensó
observando a su alfa y notar como juntaba el
algodón húmedo en sus raspones. BaeJeon
sollozó audiblemente, pero no gritó y se mantuvo
quieto en todo momento.
—¿Galletas o helado?— Preguntó Jeongguk
cuando terminó y ponía una curita de IronMan en
su rodilla.
JiMin no pasó por irrelevante aquéllo, la sonrisa
burlona adoptó su rostro y esperó a que
terminara de hablar con su cachorro.
—L-los dos..— BaeJeon se sonrojó mirando su
curita de su superhéroe favorito.
Jeongguk rió y asintió.— De acuerdo, los dos
serán, pero debes dejar de llorar.
El cachorro sonrió y se lanzó a los brazos del
alfa, dándole un famoso “beso esquimal” y
acurrucarse en su hombro.
—Curitas de IronMan..— JiMin murmuró con
burla.— ¿Acaso los compraste especialmente
para BaeJeon o un alfa maduro y rudo las utiliza?
Jeongguk se sonrojó.
—Qué dices, cállate.— Jeon acarició la espalda
de BaeJeon mientras oía reír a JiMin.
—Aw, mi alfa sigue siendo un cachorro.— JiMin
jugó con las mejillas de Jeongguk.
Pero éste estaba tan feliz como para reaccionar
en ese momento.
Soy su alfa.
♡.
Hellooooooooow.♡ Listo,
¡maratón finalizado!
CLXKDKG.
Espero les haya gustado, ahr, aquí pudimos ver
a un Jeongguk super paternal y algo celoso
ckckckv.♡
Sho me despido, cochitas beias, cjau
cjau.❤
Observen sus manos. Yoro♡
10.
Omega sonriente.
Días habían pasado y Jeongguk no dejaba de
visitar a JiMin junto a BaeJeon, no podía negarlo,
estaba fascinado con el trato que tenía el alfa
hacia su cachorro.
Pero en definitiva, hoy no era uno de esos días en
los que podría enseñar su media luna perlada.
—Pero JiMin..— Jeongguk siguió a Park hasta
que ambos quedaron encerrados en la cocina.
—¡Te tengo dicho que dulces de noche no,
Jeon!— JiMin frunció el ceño cruzándose de
brazos cuál mamá indignada.— ¡BaeJeon suele
ser una tormenta inquieta cuando come esas
cosas de noche!
—¡Ca-caramelito!— Jeon trató de acercarse al
omega pero éste le evitó.— ¡Pensé que un
chocolate no le afectaría tanto!
—¿Un chocolate? ¿es en serio Jeongguk?—
JiMin preguntó incrédulo mientras bufaba.— ¡Le
trajiste la barra triple de extra chocolate amargo!
—¡¿De qué te quejas?! ¡Si aún no lo ha
comido!— El alfa se indignó también.— ¡Además
si se vuelve inquieto yo puedo tranquilizarlo!
JiMin sonrió con malicia.— No sabes lo que
estás diciendo, cariño..
—No sé a lo que me enfrento, pero no me
importa.— Jeongguk llegó hasta JiMin para
abrazarlo por la cintura y besar su frente de la
manera más suave posible.— No estés molesto
más conmigo, caramelo..
—Eres un alfa idiota..— JiMin se quejó por lo
bajo pero en segundos apoyó su mejilla en el
pecho del más alto.— Pero no puedo enojarme
más contigo..
Jeongguk sonrió socarronamente antes de
murmurar de manera dulce. — Me alegra saber
eso..
—¡Y-ya es la vez número cinco en que te atrapo
abrazando a mi appa, militar!— JiMin se separó
bruscamente de Jeongguk cuando escuchó a
BaeJeon en la puerta.
El cachorro no mentía, Jeon parecía un vírus
detrás de JiMin cada que podía y lo abrazaba, el
omega estaba pensando seriamente que tenía
dos chicos celosos en casa, pues Jeon fulminaba a
TaeHyung cuando llegaba y BaeJeon a Jeongguk
cuando éste le abrazaba.
Son un bonito lío. JiMin pensó mirando como
Jeon tomaba en brazos a su cachorro y lo mimaba
hasta que éste dejara de estar enojado. En ese
momento el omega recordó una corta charla que
tuvo con TaeHyung días atrás y suspiró por lo
bajo.
*flashback*
—Menos mal que no reaccionó como
retrasado.— TaeHyung murmuró apoyando su
mentón sobre su mano cuando JiMin acabó por
contarle el cómo se enteró Jeongguk de que tenía
un cachorro.— Es padre primerizo, por naturaleza
querrá estar pegado a su cachorro para
consentirlo.— El alfa se encogió de hombros con
tranquilidad.
—Pero tengo miedo de que me abandone de
nuevo.. y ahora con BaeJeon.— JiMin bajó la
mirada acomodándose mejor en el banco alto y
cruzarse de piernas, a la vez que jugaba con sus
anillos en sus dedos. — N-no quiero que mi bebé
sufra..
—JiMin..— TaeHyung, quién estaba frente a
Park, con su mano desocupada acarició el cabello
del nombrado.— Jeon te va a dejar por la..
—Eso no ayuda.
—Cállate, déjame terminar.— El alfa frunció el
ceño por ser interrumpido.— Jeon te tiene que
dejar porque es militar, y tarde o temprano tendrá
que volver a la milicia a poner órden, eso no quiere
decir que te va a abandonar y dejarte a tu suerte
como la primera vez. —L-lo sé..— JiMin apretó los
labios.
—Cuando lo vi me sorprendí.— TaeHyung se
encogió de hombros confesando aquéllo.— Antes
lucía como todo un mocoso con mentalidad de
infante. Hoy en día es otra persona, confío de que
su lobo cuidará de su cachorro y de ti.
—No sé cómo explicarle a BaeJeon que ese
estúpido alfa con botas de militar es su padre..—
JiMin suspiró.— Llegó de repente y p-puede
confundirlo.
TaeHyung sonrió suavemente, comprendiendo
las inseguridades.
—BaeJeon por su cuenta sentirá su sangre
hervir en emoción cuando esté con Jeongguk.— El
pelirrojo suspiró mirando a la nada y sonreír
ensoñadamente.— Créeme que se siente bonito
cuando tu cachorro busca tu olor para calmarse.
JiMin miró fijamente a TaeHyung con nuevas
interrogantes en su mente ¿cómo es que el alfa
hablaba con esa voz de experiencia? ¿Por qué
estaba sonriendo como si recordara algo?
—Espera..— JiMin parpadeó confuso.— ¿Por
qué hablas así? ¿eres padre?
TaeHyung fijó sus ojos a JiMin y negó
rápidamente, tragando saliva.
—Lo digo porque.. mi papá me contaba que
cuando yo buscaba refugio en él, se sentía lindo,
yo no tengo hijos.— TaeHyung frunció el ceño.
JiMin asintió, decidido a creerle.
—Entonces supongo que debo esperar a que
BaeJeon lo reconozca como su papá..
TaeHyung asintió sonriéndole cálidamente.
*Fin del flashback*
—Caramelo.. ¡Reacciona!— Jeongguk aplaudió
ruidosamente, provocando que el omega se
sobresaltara.
—¡A-ah! ¿decías algo?— JiMin preguntó
observando a Jeongguk salir de la cocina con
BaeJeon en brazos y caminar a la sala para
recostarse en el sofá.
JiMin observó como Jeongguk con cuidado
acomodaba a BaeJeon sobre su pecho y lo
protegía con sus brazos, no sin antes tomar el
control de la televisión y prender ésta.
—Que vengas con nosotros, cariño.— Anunció
Jeongguk sin despegar su vista de la televisión.
Su cachorro tenía apoyada su mejilla sobre el
fuerte pecho del alfa y hacer que ésta se
apachurrase de manera adorable, sus ojitos
yacían algo dormitados pero luchaba por
mantenerse despierto para ver esa caricatura de
superhéroes junto al alfa. JiMin sentía tierno el
hecho que Jeongguk esté viendo programas para
niños solo por BaeJeon, jamás se imaginó verlo de
ésta forma con su pequeño, y ahora que los tenía
juntos, con sus perfíles izquierdos de sus rostros,
el omega podía presumirle al mundo que su
cachorro era el vivo retrato de su alfa, su pecho
parecía ronronear con el orgullo plantado en su
expresión y la sonrisa pegada a su rostro. Decidió
quedarse en la cocina, viéndolos desde esa
distacia cómo de poco en poco comenzaban a
caerse dormidos en el sofá. Pero sin embargo,
BaeJeon gruñó bajito, al parecer incómodo y
buscó refugio en el arco del cuello de Jeongguk..
justo en el nacimiento de su aroma.
Jeongguk solo suspiró pasando su mano por su
pequeña espalda y perderse en su mundo de
sueños con su cachorro en brazos. JiMin tenía
apoyado su mentón sobre su mano y su codo
sobre la mesada alta, su corazón derretía con esa
imagen tan paternal por parte de su alfa, y sin
dudarlo, fué por una manta con la única intención
de dejarlos dormir juntos, JiMin cada vez se sentía
un poco más seguro sobre el alfa y su regreso.
Pero si quería entregarle por completo su
corazón, tendría que seguír luchando, porque
JiMin era un omega inseguro.
Cuando volvió con la manta, JiMin la desdobló y
estuvo a punto de cubrirles si no fuera por el
brazo de Jeongguk que lo jaló hacia él con
intención de recostarlo a su lado; el sofá en el que
estaban era ancho y muy suave, ideal para dos
adultos y un pequeño.
—No pienso dormir sin el paquete completo.—
Murmuró Jeon roncamente, abriendo solo un
párpado y esbozar una perezosa sonrisa.
JiMin devolvió la sonrisa y se acurrucó entre el
brazo que le ofrecía Jeon como refugio, ya que el
otro protegía a BaeJeon. El castaño hizo vibrar su
pecho satisfecho cuando tuvo a aquéllos dos
ángeles a su lado. Jeongguk percibía tranquilidad
en JiMin y sentía que lo estaba haciendo bien,
estaba ganándose de nuevo su confianza. El alfa
cerró sus ojos cuando los esponjosos y dulces
labios del omega se posaron en su mandíbula.
—Descansa, señor militar..— Susurró JiMin
cuando los labios de Jeongguk buscaron los suyos
en un corto y dulce beso.
—Buenas noches, caramelo..— Murmuró el alfa
sonriendo y dar por terminado su día con su
omega y su cachorro en brazos.
Botas de militar.
Jeongguk en aquél día caluroso, estando
recostado en su cama sin nada que hacer, miró
por la ventana completamente aburrido,
definitivamente estar solo sin la compañía de su
amigo YoonGi era como vivir en una cueva
silenciosa, según el pelinegro gruñón, había salido
a comprar el almuerzo, era su turno ya que
Jeongguk era el que siempre conseguía comida
para ambos. Pero el alfa tenía la mente en otro
mundo, en JiMin, para ser más exactos.
Suspiraba cual adolescente enamorado al pensar
en esas finas líneas que tenía el omega por ojos,
aquéllos que le hacían gruñír en felicidad y deseo,
pero sobre todo, estaba recordando el cómo
JiMin buscaba su calor, apegándose a su pecho o
escondiéndose en el arco de su cuello. Eso al alfa
lo ponían más que satisfecho, porque JiMin lo
quería a él, y aunque el omega se negara a
aceptarlo completamente en su vida aún, se
notaba lo dependiente que era de ese alfa. Su
alfa.
Por otro lado estaba BaeJeon, ese dulce
cachorro que tenía su sangre y era gruñón cuando
Jeon abrazaba a su appa, aquél pequeño que se
había robado tan rápido su corazón, al igual que
JiMin, BaeJeon buscaba su calor, su cercanía, y
cuando lo conseguía, caía plácidamente dormido,
sabiendo que aquéllos fuertes brazos del alfa lo
protegían con tanta dulzura y cariño.
Ring ring ring.
Jeon salió bruscamente de sus pensamientos y
saltó de su cama por la llamada en su celular.
—¿Hola?— Preguntó Jeon al segundo de
deslizar el botón verde.
—¿Comandante alfa Jeon?..— Respondió una
voz ronca.
—Así es, soy yo.— Confirmó el castaño.
—Se le solicita en el cuerpo militar de Busan en
dos horas, necesitamos informes en su estadía en
Japón.— Aquél hombre sonaba firme con su
petición.
Y Jeon recordó entonces que ese mismo día
debía presentarse en la milicia para extender su
descanso y pasar su informe.
—Estaré presente, muchas gracias.— Dicho
ésto, colgó el teléfono, pasando sus manos por su
cara completamente estresado.
Duchándose y sacando su uniforme de la
milicia, Jeon se vistió sintiéndose fresco y
preparado para ese día. Sus medallas brillaban
cuando los rayos del sol en la mañana chocaban
contra ellos. Estando listo, se calzó sus botas
negras y salió de casa con su informe en su mano.
Jeon quería unas largas vacaciones ahora que
tenía a su omega con él.
13.
Beso.
JiMin no encontraba mejor refugio esa tarde
nublada más que la de estar entre los brazos de
Jeongguk y sentir su calor.
Bueno, un poco, puesto que BaeJeon estaba
recostado sobre el torso y pecho del alfa.
—¿Sabes?..— El alfa como pudo, atrajo a su
omega más cerca, adorando el contacto de éste
con su cuerpo.— Recordé algunas cosas..
—¿En serio?..— JiMin levantó la mirada curioso
y tras recibir un asentimiento de cabeza por parte
del alfa, prosiguió.— ¿Qué recordaste?
—Un precioso omega, uno que luchaba hace
seis años por alcanzar una caja de galletas.—
Jeongguk rió cuando JiMin golpeó suavemente su
hombro.— ¡Lucías adorable!
—¡J-Jeongguk!— JiMin se sonrojó tras recordar
la sonrisa coqueta del alfa.
—Despertará nuestro cachorro, joven Park, no
grite.— Jeongguk meció a BaeJeon suavemente
cuando el pequeño se movía incómodo por el
ruído.
JiMin escondió el rostro en el cuello de su alfa,
besando el lugar dulcemente y escuchar unos
leves gruñidos satisfactorios de su parte.
Definitivamente Jeongguk no era el alfa que JiMin
recordaba hace cuatro años, era delgado y sin
tantos músculos, un poco blanquecino de tez,
rostro de bebé y mirada amorosa. El Jeon
Jeongguk de ahora, que lo abrazaba en ese
momento, era un alfa más fuerte físicamente, tez
levemente bronceada, facciones duras en su
rostro y mirada de completas ganas de protegerlo
y ser un alfa posesivo.
—Caramelo..
—¿Mhm?..— Ronroneó estremeciéndose con
las yemas ajenas acariciar su cintura sobre la tela
de su ropa.
—¿Puedo llevar al cachorro a su cama?—
Preguntó el alfa en un ronco susurro.
JiMin asintió y se puso de pie en el sofá,
observando como Jeon tomaba cuidadosamente
a BaeJeon entre sus brazos e imitaba su acción
para encaminarse a las escaleras. El omega los
siguió completamente embobado por su alfa, ese
alfa fuerte que caminaba con seguridad frente a
él y su cachorro descansando su mejilla en su
pecho. JiMin se apoyó en el marco de la puerta
tras ver como Jeongguk levantaba las tapas de la
cama de su cachorro y lo recostaba dulcemente,
cubriéndole después con las mismas y dejar un
suave beso en su frente.
Mi cachorro. Pensó Jeongguk, admirando a
aquél pequeño descansar de la misma maner en
que él lo hacía. Y es que Jeon inflaba su pecho en
orgullo tras saber que ese bebé era el fruto de su
amor con JiMin. Suspirando y regresando al
mundo real, se colocó de pie y se dirigió a la
puerta con su omega, quién le miraba con una
suave sonrisa y brazos cruzados.
—Ese pequeño es tan dulce.— Dijo el alfa por
fin cuando éste cerraba la puerta tras él.
—Es mi hijo, por supuesto.— Respondió JiMin
con obviedad.
—Humilde.— Jeon rió apoyándose en la pared
al lado de la puerta y cruzar sus brazos.
—¿Lo vas a negar?
Jeon guardó silencio unos minutos, viendo
como su omega lo observaba con ese conocido
brillo en sus ojos que tanto había extrañado. JiMin
se acercó al alfa completamente hechizado por
sus encantos y sintió los brazos enrollarse en su
cintura, acariciando con sus yemas su espalda.
—Jeongguk..— Susurró JiMin pasando su
pequeña nariz por la mandíbula afilada del alfa.
Jeon gruñó en respuesta, guiando sus labios a
los ajenos y comenzar un beso profundo, uno
donde el alfa confesaba lo que no podía hacer en
palabras, mierda, se habían extrañado tanto y
apenas tenían tiempo solos para sentir sus labios,
JiMin podía sentir culpa, arrepentimiendo, y la
más deseada disculpa en el beso que el alfa le
transmitía.
—Perdóname..— Jeongguk murmuró
rompiendo el beso y apoyar su frente en el
hombro de del omega.— Perdóname por haberte
abandonado de ésta manera.
Perdóname.
Perdóname.
Me está pidiendo perdón. Pensó JiMin sintiendo
su corazón estrujarse y notar como el alfa se
aferraba a él en un abrazo, lucía tan arrepentido
que dolió.
—Alfa..— JiMin susurró llamando la atención de
Jeon y al levantar su vista, el omega besó su
frente.— Promete ahora que no me vas a
abandonar…
Jeongguk cerró sus ojos doloridos al notar la
clara desconfianza de JiMin. El alfa quería
proteger a su omega y a su cachorro, dedicarle su
tiempo a su pequeña familia, y no podía culpar a
JiMin porque después de todo, él rompió una de
las promesas que le hizo. No abandonarlo.
—Lo prometo, mi amor..— Jeongguk apoyó su
frente con la ajena y suspiró.— Prometo no
abandonarlos nunca más.
Y eso fué todo para que JiMin sintiera su
corazón latir con fuerza. El omega sonrió
dulcemente y asintió.
—Te perdono, alfa..— JiMin observó como los
ojos de Jeongguk se cristalizaban de poco en poco
y sin más cortó la distancia en un apasionado
beso.
Un beso que Jeongguk correspondió aferrando
el pequeño cuerpo de JiMin contra el suyo como
si éste fuera a desaparecer, Jeon no volvería a
cagarla y claro estaba pues el omega notaba lo
enamorado que el alfa estaba de él.
Besos y caricias, lenguas traviesas y pequeños
casi inaudibles gemidos por parte de JiMin
provocaron a Jeon un mar de sensaciones, una
satisfacción al saber que le estaba causando de
cierto modo placer a su omega con un beso y
tocando su piel bajo su camisa. Y claro estaba que
el alfa lo quería solo para él, por lo que sujetó de
la cintura a JiMin y lo levantó del suelo, éste
entendiendo sus intenciones, enrolló sus piernas
a su alrededor y ambos se dirigieron a vista ciega
a alguna habitación. Sin embargo, al estar en una
habitación --claramente la de JiMin-— Jeongguk
paró estando en medio del lugar, rompiendo el
beso y esconderse en el nacimiento del aroma de
su omega, su respiración tanto agitada como
emocionada aturdía al chico encima suyo.
—Mío..— Jeongguk gruñó pasando su lengua
en la delicada zona.
JiMin no hizo más que ceder sumisamente ante
su alfa mientras era recostado en el colchón, Jeon
contempló a su sumiso omega, tan precioso como
tentador, en ese momento el castaño se sentía el
alfa más afortunado del puto universo, pues la
belleza de JiMin era bastante enorme y en cierto
modo exótica, ya que podía ser infernalmente
caliente sin perder su dulzura, esa ternura que
tentaría los instintos de un alfa. JiMin se sentía
tan bello en ese momento, pues Jeongguk lo
miraba como si él fuera la obra más hermosa de
arte, haciéndole encender sus mejillas en un color
durazno. Jeon lucía tan depredador y él como la
presa que se degustaría esa tarde de lluvia, y a
JiMin no le estaba molestando en absoluto.
—Jeongguk..— JiMin enrolló sus piernas en la
cintura de su alfa y lo atrajo hasta él, abrazándole
por el cuello.
Jeon estaba tan embelesado con los encantos
de Park JiMin, mirándole tan profunda y
brillosamente que llegaba a ser obvio y destilara
su amor a través de su penetrante mirada.
—Joder, caramelo, creo que estoy más
enamorado que nunca..— Murmuró el alfa
escondiendo su nariz en el arco de su cuello y
hacer vibrar su pecho satisfactoriamente al
inhalar aquél olor a frutos rojos.
JiMin se estremecía con tales caricias a su zona
débil en su cuello, por lo que ladeó la cabeza,
dándole la invitación al alfa a reclamarle como
suyo si así lo deseaba, pero ¿Jeongguk que hacía?
Contener sus ganas de hacerlo pues aunque su
lobo exigiera que enterrase sus dientes en su
cremosa piel, su mente pedía que lo hiciera en un
momento especial.. como el celo de su omega.
—No, cariño..— Jeongguk suspiró rendido,
escuchando un lloriqueo por parte de su omega.
—¿No soy suficiente?— Preguntó JiMin
deprimido pues había sido rechazado por el alfa.
—Más que suficiente, diría yo..— Jeon calmó su
expresión deprimida llenándola de besos y
murmuró.— Quiero que sea algo especial para
ambos ¿cuando es tu próximo celo?..
Y JiMin se sonrojó.
Normalmente cuando entraba en celo tomaba
supresores y TaeHyung salía de casa hasta que
dejará de destilar fuertes hormonas, su corazón y
su lobo chillaron de emoción al saber que
tendrían a un fuerte alfa dispuesto a darle
atenciones íntimas durante el celo.
—En..— JiMin se quedó pensativo mientras
movía sus cortos dedos al contar.— ¿Quince
días?..
—¿Quince días? ¿seguro?— Jeongguk preguntó
dulcemente mientras besaba con cariño sus
mejillas.
El omega asintió dejando que su alfa le
estuviera mimando de tal forma que se pudo
acurrucar entre sus brazos.
—Entonces en quince días serás un omega
marcado.— Jeongguk mencionó decidido.— Mi
compañero.
JiMin estaba en la cocina preparando una
deliciosa cena, pero no estaba del todo
concentrado pues su mirada estaba centrada en
el extraño comportamiento de su cachorro.
¿Qué había pasado? Bien, BaeJeon despertó
lloriqueando y el aroma de JiMin no era suficiente
para tranquilizarle, apenas el alfa lo cargó en
brazos, el cachorro paró su llanto. Era extraño,
BaeJeon no solía despertar llorando y mucho
menos rechazar a JiMin.
Y es que el omega estaba haciendo sus propias
concluciones, ya que desde que BaeJeon
despertó, no deja que Jeongguk se acerque a
JiMin, y cuando lo hace, BaeJeon da un pequeño
manotazo o se lanza a morder a JiMin.
Tenían que ir con un médico si es que las
concluciones de JiMin son ciertas.
—¿Caramelo?..— Jeon asomó su cabeza por la
puerta de la cocina tras ver a JiMin pensativo.—
Quiero decírte algo.
—Escucho, alfa..— JiMin sonrió regresando a su
principal tarea.
—Sobre BaeJeon..— Jeongguk entró
sigilosamente pues había dejado al cachorro en la
sala viendo algunos dibujos animados
interesantes.— Creo que ha llegado el momento
de llevarlo al médico..
—Lo mismo pensaba.— JiMin asintió.
—Bueno, mi principal razón para llamarte es
que..— Jeon abultó sus labios.— Quiero un beso.
—No.— JiMin rió cortando unos vegetales.
—Dame un beso.— Jeongguk pidió sin dejar de
abultar sus labios.— Cariñooo.~
—¿Te has escapado de BaeJeon solo por un
beso?— JiMin preguntó incrédulo tras ver a
Jeongguk acechar a su cachorro por la puerta.
—Sí.— Afirmó.— Dame mi beso.
Y JiMin no pudo negarle, se pusó de puntitas
para dejar un beso en los labios del alfa a la vez
que oía el pecho de éste vibrar satisfecho.
♡.
Helloooooooooow.♡
Al fin no me tardé en actualizar /pedir un
deseo.(?)
Algo me dice que Militar no tendrá muchos
capítulos por lo que trataré de poner todo mi
esfuerzo ah.♡
Sho me despido, cochitas beias, cjau
cjau.❤
Este lindo hombre me tiene mal,
matadlo.(?)❤❤
15.
¿U-usted me quiere?
—Jeongguk, cariño, por favor..— JiMin tomó la
mano de su alfa para entrelazar sus pequeños
dedos con los de éste, quien por instinto, acarició
el dorso de JiMin suavemente.— No hagas caso,
por favor..
—Dáme una razón para no matarlo aquí mismo,
caramelo.— El alfa gruñó poniéndose frente al
omega, así protegiéndolo.
—TaeHyung llevara pronto a BaeJeon a casa y
no debemos perder el tiempo.— JiMin estaba
apegado al alfa, tratando de controlar su enojo
con su dulce voz.
¿qué había pasado? Bueno, después de tener
un caliente momento con el alfa donde éste le
hacía estremecer con sus caricias hasta llegar a su
delicioso orgasmo, el olor de JiMin era un poco
más fuerte de lo que debería ser, por lo tanto, la
pareja estaba saliendo ahora de un restaurante
con sus estómagos felizmente llenos hasta que un
alfa se sintió atraído por el aroma de JiMin.
Y digamos que las palabras que salieron de su
boca no eran para nada dulces, eran lo
suficientemente perversas para que el alfa de
JiMin enfadara a tal nível de amenazar con
matarlo, el omega por dentro estaba feliz ya que
su alfa lo estaba protegiendo, pero.. estaban en la
calle, y tal vez el hombre desconocido estaba
ebrio o algo así ya que sus ojos yacían algo
desorientados. Jeongguk lo estaba quemando
con su potente mirada, naturalmente los alfas
suelen ser posesivos con sus omegas, pero Jeon
se llevaba la corona.
—Comandante alfa Jeon..— JiMin jaloneó un
poco la camiseta de Jeongguk para llamar su
atención.— Un militar como usted no debería
amenazar a un ciudadano completamente
borracho, vamos a casa..
Y Jeongguk bufó, pasando su brazo en la cintura
de su omega posesivamente y comenzar su
caminata al auto, conteniendo sus preciosas
ganas de regresar y tomar por el cuello al idiota
que trataba de robarle a su omega. Jeon tenía la
mandíbula apretada y su ceño fruncido al
momento que desbloqueaba el seguro de alarma
de su automóvil para abrir la puerta de JiMin, y el
omega sonrió ante el enojo de su alfa.
—Entra, caramelo.— Pidió Jeongguk
planamente.
JiMin no cedió, se quedó en silencio admirando
a su alfa, el hueco entre su mejilla que se formaba
cuando éste apretaba sus labios, sus ojos
delatando lo enojado que estaba y por supuesto,
su ceño gruñón. Ahí está ese alfa gruñón que
tanto extrañé. Pensó JiMin cuando Jeongguk lo
miraba pacientemente.
—Entra al auto, cariño.— Repitió el alfa
seriamente.
JiMin rió cortamente y se puso de puntitas,
dejando cortos besos sobre el ceño fruncido del
alfa y hacerlo desaparecer, bajo por sus párpados,
cambiándoles el brillo enojado por el dulce, y sus
labios dejaron de parecer una línea cuando el
omega besó éstos con el amor acumulado en
ellos.
—Alfa gruñón, tranquilo que yo solo soy de tí.—
Murmuró cariñosamente antes de adentrarse al
auto y dejar la sonrisa estúpida en el rostro de
Jeongguk.
Damas y caballeros, ese es el efecto que Park
JiMin deja en Jeon Jeongguk.
Omegas.
—Entonces BaeJeon soltó sin querer que yo era
su appa..
—Aw, el bebé no tiene la culpa ¿cuál fué la
reacción del diablo?— Preguntó el omega de
cabellos rubios.
—¿Su reacción? Se alteró un poco y pensé que
se rendiría.— Confesó JiMin mirando por
milésima vez sus dedos.— Me equivoqué, él
ahora está tan felíz con su cachorro que es tan
difícil para mí procesarlo todo en segundos..
—Es normal, los alfas suelen amar demasiado a
sus cachorros, son como unas bestias
sobreprotectoras y muy amorosas con sus
niños.— Sonrió dulcemente SeokJin.— No sabes
lo mucho que Jeongguk te extrañó..
—¿En serio?
—Muy en serio..— El omega rubio suspiró
mirando hacia la ventana detrás de JiMin.— Una
noche lo encontré en la torre de vigilancia solo,
pensaba que estaría haciendo su trabajo pero me
equivoqué..
*Flashback*
El omega rubio salió de la cocina del campo
militar con una caja con rosquillas y dos cafés en
sus manos, la luz de la luna caía abrazadoramente
sobre el oscuro lugar, el canto de los grillos rompía
el silencio y algunas solitarias luciérnagas
pasaban a su alrededor con sus focos verdosos. El
objetivo del omega era encontrar al alfa líder del
campo militar, sin embargo, al mirar la torre de
vigilancia, suspiró con fastidio, odiaba las
escaleras y comenzaba a convencerse de ir a su
tienda y dejar al alfa trabajar.
Pero no ha comido nada en todo el día por
cuídar el campo. Pensó el rubio sin poder evitar la
preocupación en su rostro. Con toda la pereza,
arrastró sus pies hasta la torre y comenzó a
escalar silenciosamente, si no tuviera el corazón
tan sensible y muy amable, posiblemente dejaría
que el alfa muriera de hambre en aquélla torre. Al
estar frente a la puerta metálica color café, luchó
para abrir la puerta cuando escuchó un extraño
sonido.. sollozos.
SeokJin se quedó estático en su lugar ¿Jeongguk
llorando? Já, eso debe ser una broma. El omega
logró abrir la puerta y la empujó suavemente con
su cadera.
—Jeongg.. oh, cariño..— SeokJin sorprendió a
Jeongguk sentado en su silla con una foto en sus
manos de un omega de cabellos negros como la
noche y mirada angelical.
El alfa ni se inmutó ante el invasor en la torre de
vigilancia, dejó que el omega dejara la comida
sobre el escritorio y lo acercara a sus brazos,
Jeongguk no dudó en aceptar el abrazo del
omega, tal vez la soledad empeoraban las cosas y
la compañía de alguien para desahogarse era
mucho mejor.
—Mírate, tu nariz y ojos están rojizos,
Gukkie..— SeokJin tomó una servilleta de los cafés
y secó las lágrimas del alfa.— Yo no te juzgaré,
puedes confíar en mí y contarme lo que sucede..
Jeongguk sorbió por la nariz mirando la
servilleta ahora en sus manos, pensando si debía
o no contarle al omega su problema.
—¿Quién es él?
Jeon miró a SeokJin con la foto de JiMin en sus
manos mirándole con detenimiento. El alfa tragó
el nudo en su garganta y murmuró:—M-mi
omega.. Park JiMin..
—Es muy lindo.. ¿Él te dejó?..
—Lo abandoné para cumplir la milicia y tomar
el puesto de mi padre. — Dijo Jeongguk
suspirando.— Estoy tan arrepentido y preocupado
por él..
SeokJin sonrió al ver al tierno omega sentado en
las piernas de Jeongguk, con sus brazos en el
cuello del alfa y sus labios besando la mejilla de un
sonriente y orgulloso Jeon, un brazo del jóven alfa
en su cintura y la otra descansando en los muslos
de su omega. Foto de su primer aniversario como
una felíz pareja.. foto tomada por el pulgoso de su
suegro.
—Él debe esperar por tí, en cuatro meses inician
tus vacaciones, puedes recuperarlo aún.— SeokJin
anunció.
—No puedo dejar la milicia tan fácilmen..
—No, tarado..— El rubio suspiró controlando su
poca paciencia.— NamJoonie puede tomar tu
puesto en éstas vacaciones.. JuMin debe esperar
explicaciones..
—Su nombre es JiMin, no JuMin.— Corrigió
Jeongguk.— No lo sé, Jin, no quiero decepcionar a
mi padre dejando un tiempo la mili..
—Eres un alfa muy tonto.— SeokJin cortó a
Jeon, extendiéndole su café.— Si yo fuera tú y
JaMin fuera mi omega yo..
—JiMin.— Volvió a corregir el alfa con molestia.
—Eso, JiMin, yo hubiera luchado desde ahora
por tenerlo de nuevo en mis brazos.. míralo.—
SeokJin tomó un sorbo de su caliente café y le
enseñó la foto.— ¡Es muy adorable! , ¡Algún alfa
puede quitártelo!
Y Jeon gruñó celoso, pero no mencionó nada.
—Lo sé, enoja ¿verdad? Entonces no seas tonto
y recupera a tu omega, Jeongguk ¿no lo extrañas?
—L-lo extraño muchísimo..— Concordó el alfa
sintiendo su voz quebrarse para darle paso a sus
sollozos.
JiMin con otro alfa, imposible. Jeongguk pensó
sintiendo su lobo gruñír en furia. Aunque Jeon lo
dudaba, pues algo le decía que JiMin lo esperaba
ansioso y estaba alejado de otros alfas.
*fin del flashback*
—Entonces.. Hey ¿estás llorando, corazón?—
SeokJin paró de contar su anécdota con Jeon
cuando vió a JiMin cubrir su rostro con su manos
y sollozar bajito.— Oh, JiMinnie..
El omega mayor se estiró para abrazar de igual
forma a JiMin, su corazón latía conmovido al ver
la relación de ambos tan fuerte pero tan revuelta,
sin aclarar sus verdaderos sentimientos, sus
miedos, sus metas.. ¿era posible eso? Claro que lo
era, JiMin necesitaba abrirse en corazón y alma
ante su alfa y vicevérsa, ellos deberían dejar de
sufrír tonterías ahora que estaban juntos y darle
bienvenida a su amor junto a su cachorrito.
JiMin después de llorar por minutos, sus
mejillas se sonrojaron y bajó la mirada, sí, ahora
el omega confirmaba lo mucho que amaba a
Jeongguk, su corazón se derritió de solo pensar
que su alfa lo lloraba por las noches bajo la
brillante luna justo como él lo hacía al estar en su
ventana, sus lobos se extrañaban y aullaban en
dolor por las noches. El omega necesitaba los
brazos de su alfa ahora mismo.
Necesitaba decírle que lo amaba.
—É-él nunca me contó sobre eso..
—Claro que no lo va a hacer, es muy tonto y su
lado de alfa orgulloso no le permitiría decír que
lloró por un omega.— Explicó SeokJin.— Si me
permítes darte un consejo.. pienso que ambos
deberían hablar claramente, hace falta la
comunicación entre ustedes y deben actuar como
adultos. Mírate.. estás llorando por tu alfa que
ahora debe estar matando al mío pero no
importa..— SeokJin le quitó importancia.—
Abrázalo y dále una oportunidad, cariño.. te lloró
muchas noches, y tanto él como tú, tuvieron
culpa y deben perdonarse.
—Lo sé, gracias por el consejo, SeokJin.— El
omega pelinegro asintió dándole una débil
sonrisa cuando a lo lejos observó a su alfa caminar
hacia donde se encontraban tranquilamente.
Tan fuerte e intimidante. Pensó el omega al ver
cómo otros alfas se acercaban a él para saludarle
en modo de reverencia y llevar sus manos a su
frente al pasar junto a él. Ese precioso y gruñón
alfa que lloraba por él todas las noches, era
imposible de creer. Un suspiro salió de sus labios
cuando sus potentes ojos se posaron sobre los
suyos, transmitiéndole miles de sensaciones y
ganas de lanzarse sumisamente a sus brazos.
—Creo que amo su relación, ambos son lindos
pero muy torpes, justo mi estilo de relaciones
favoritas.— Comentó SeokJin haciéndose notar
para sacar a JiMin de su mundo con el alfa. Se
puso de pie y revolvió los cabellos del omega.—
Tengo que curar los posibles moretones de mi
alfa, les deseo que todo vaya de maravilla,
JiMinnie, espero verte muy pronto.— SeokJin
sonrió por última vez antes de abandonarle,
saliendo de la cafetería del campo militar y
despedirse de Jeongguk educadamente.. dándole
un golpe en la cabeza al final.
JiMin se puso de pie también y se apresuró en
su encuentro con su alfa. Abrazándole y hundir el
rostro en su pecho, sin notar que varios soldados
los observaban curiosos, porque claro..
irrespetuosamente abrazaban al comandante
alfa Jeon.
Jeon bajó su mirada para sonreír al ver los
brillantes ojos de su omega verle suavemente.
—Hola, alfa..— Murmuró dulcemente JiMin.
—Hola, caramelito..— Respondió el alfa
ignorando los ojos curiosos a su alrededor y
depositó un pequeño beso en la coronilla de su
cabeza. — Nuestro hijo nos espera en el jardín.
—Uhúmm..— Respondió el omega con el rostro
en el pecho del ajeno, embriagándose con su
aroma a chocolate y café.
Jeongguk rió por lo bajo y entrelazando su
mano con la del omega, lo guió a la salida del
campo militar, gruñendo celoso cuando el guardia
le guiñaba un ojo a su omega.
—¿Se te perdió algo?— Preguntó Jeon parando
en seco.
JiMin había evitado el intento de coqueteo que
el otro tonto chico le daba, pero no pensó que su
gruñón alfa lo notara.
—Cariño, por favor..— JiMin suavemente lo
jaloneaba hacia él.
—Haces guardia dos semanas por noches
completas por mirar a mi omega.— Gruñó furioso
el alfa siendo jaloneado por JiMin.
—¡Pero comandante!
—¡Disfrúta tus dos semanas de trabajo
nocturno!~— Canturreó el alfa abriéndole la
puerta a su avergonzado omega.
Por dios, Jeongguk. Pensó JiMin cubriendo su
rostro con sus manitos al ver la expresión
divertida de su alfa.
…
—¡Oh, señor militaaaaaar!— Gritó emocionado
BaeJeon al ver a Jeongguk esperándole en la
puerta del jardín y acomodar su pequeña mochila
de IronMan para correr con la sonrisa en su rostro
hasta los brazos del alfa.
Éste se agachó para recibirle y lo cargó al
tenerlo, el cachorro le dió un beso esquimal al alfa
y le abrazó por el cuello.
—¡Cachorro!— Exclamó el alfa dirigiéndose
hacia el auto mientras BaeJeon inhalaba su
aroma.— Appa nos espera en el auto, cariño y
quiere verte.
—¡Quiero ver a appa!— Dijo emocionado el
cachorro cuando
Jeongguk abría la puerta trasera para sentar a su
cachorro en los asientos.
Entonces al cerrar la puerta para caminar a la
suya.. Jeon vió del otro lado de la calle algo que le
llamó su atención.
♡.
Helloooooow.♡
Bebitxs míxs, sorry por no actualizar, pronto
tendré un poco de tiempo para escribir, sean
pacientes por favor♡.
Capítulo realmente kk para su consumo y
adicción ahrk.♡
Sho me despido, cochitas beias, cjau
cjau.❤
¿Qué creen que vió el Comandante Alfa
Jeon? Dejen sus teorías aquí
HSHSJSSJ.
19.
Alfa :
Ya estoy cerca.
Envíado.✔✔
JiMin escondió el teléfono en su bolsillo y la
radio del guardia comenzó a sonar.
—Guardia A, si valoras tu plano culo, te
recomiendo que dejes entrar al omega junto a su
cría.— Una voz ronca se escuchó a través del
parlante.— ¿No te dejaron la nota de la visita,
inepto?
—Solo hago mi trabajo, y no me dejaron
ninguna nota, por lo que no le dejaré entrar.—
Respondió el alfa a la radio secamente.
—Yo te quise advertir a tiempo, en unos
segundos tendrás al Comandante Alfa Jeon
bajándote el sueldo por hacer llorar a un
pequeño..— La voz dejó de sonar un momento.—
Y si me permites decírte, acabas de hacer llorar a
su pequeño.
JiMin se sentía transparente con la mirada
asesina que el alfa le daba, y no iba a mentir, total
era un omega y se sentía intimidado.
Completamente.
—Cariño..— Llamó a su cachorro sintiendo su
estómago revuelto.— Creo que es mejor irn..
—¡JiMin!— La voz de Jeongguk se escuchó
cerca y el nombrado giró para verle salir del
portón con dos soldados más a sus costados
cuidándole la espalda armados.
Su traje de la milicia se ajustaba tan bien a su
cuerpo que JiMin quiso tragar saliva, su cabello
estaba un poco húmedo debido al sudor de su
frente y su mirada mostraba enojo. Su alfa estaba
enojado tras saber que le amenazaron e hicieron
llorar a su pequeño.
Pero los ojos del alfa bajaron por el pequeño
escondido entre sus piernas con sus lágrimas
silenciosas cayendo por sus mejillas. Jeongguk
apretó la mandíbula y gruñó.
—Ven aquí, hijo.— Llamó el alfa
agachándose y estirar sus brazos.
BaeJeon se separó de JiMin sintiéndose
intimidado por el guardia que le hizo llorar y llegó
hasta los brazos de Jeon, quién lo cargó y con su
brazo libre tomó la mano de JiMin para entrelazar
sus dedos.
—Hey.— Llamó el alfa al hombre.— Quedas
suspendido de la milicia durante dos semanas por
amenazar a un omega junto a su cachorro. Sin
sueldo.
Y sin más, Jeon comenzó a caminar de regreso
al campo junto a su omega y a su cachorro en
brazos.
—¡Te lo dije, maricón!— YoonGi habló por el
parlante del guardia soltando una risotada.
…
—Aquí es donde los soldados hacen deporte ¿te
gustan los deportes, cachorro?— Preguntó el alfa
caminando al interior del lugar con su pequeño y
su omega.
—¡Me gustan!— Sonrió el niño tras ver pelotas
de baloncesto abandonadas, sorbiendo por la
nariz.
—De acuerdo.— El alfa bajó a su pequeño
cuidadosamente.— Ve por una pelota, jugaremos
un poco.
El cachorro se fué corriendo obediente y JiMin
suspiró.
—Alfa, ¿no crees que te excediste?— Preguntó
JiMin acariciando con su pulgar el dorso de la
mano de su alfa y sentarse en las gradas del area
de deportes.
—No. Un soldado tiene prohibido amenazar a
un omega o maltratar a un cachorro.— Jeongguk
dijo firme.
—Pero si no maltrató a BaeJeonnie.
—Pero le hizo llorar.— Dijo Jeon, suspirando.—
Y lo del sueldo por atreverse a hacer llorar a mi
cachorro.
JiMin sonrió.— Supongo que tal vez se lo tiene
merecido.
Jeon rió cuando vió a su cachorro intentar
patear la pelota y fallaba.
—¡Señor militar! ¡Ésta pelota lastimó mi pie!—
Gritó BaeJeon.
—¡Eso es porque es de baloncesto, cachorro, no
de fútbol!— Jeongguk se alejó trotando hasta su
cachorro.
JiMin estando sentado, les observó jugar,
inconscientemente una sonrisa se asomó en sus
labios cuando vió a su pequeño reír a carcajadas
con el alfa tras hacer rebotar muy alto la pelota.
Y JiMin sintió felicidad al ver a su cachorro tan
lleno de vida junto a su padre.
♡.
Hellooow.♡
pERDÓN POR TARDAR, EL COLEGIO ME TIENE
BIEN MUERTA AKFKDKF.♡
MARATÓN DEDICADO A: whatsjikooks ¡FELÍZ
CUMPLEAÑOS SUPER ATRASADO,
BEBA!;;♡♡♡♡.
Sho me despido, cochitas beias, cjau
cjau.❤
La cara de Mochi cuando vió a Jeongguk
bajarle el sueldo al
guardia
“No k no, prra?:D”
21.
Maratón 2/5
No, señor militar no.
JiMin en ese momento no sabía cómo
reaccionar, realmente estaba enternecido y
BASTANTE sorprendido ¿razón? Creo que sería
algo extraño.
¿Se entiende el que esté así porque Jeon tenga
sentado en sus hombros a BaeJeon mientras
entrena a los soldados novatos?
JiMin había visto a alfas acercarse a Jeon con el
propósito de ver a su cachorro y saludarle, era
entendible, el niño era una copia perfecta de Jeon
triplemente más pequeño que él.
Y de todos los alfas que se acercaban a hablarle a
su hijo, el que quería alejar de él era Min
Grandioso YoonGi ¡era un peligro! ¿por qué?
Bueno, porque..
—Entonces, si te molestan en el jardín los
tomas del brazo así..— YoonGi tomó el brazo del
omega rubio con el que había hablado algunos
días atrás.— ..Y le pateas de ésta forma.— Pateó
a SeokJin haciendo que éste cayera al césped
maldiciendo.— ¿De acuerdo?..
El cachorro asintió con una enorme sonrisa en
su rostro.
—¡¡Min YoonGi!!— SeokJin gritó furioso,
levantándose del césped y fulminar al alfa que
llevaba una sonrisa de completo “ganador”.—
¡¡Tiraré tus putos pastelitos de arroz a la basura!!
—¡¡No te atrevas, rubio forzado!!— YoonGi
gruñó en defensa.
—¡¡No me gruñas, imbé..
—Cierren la boca.— Jeon dijo estresado
acercándose con una toalla y secar el sudor de su
frente y cuello, dándole una botella de agua que
su hijo le había pedido.— Hay un cachorro aquí.
SeokJin respiró profundamente, dándose aire
con la mano y acercarse a su cachorro,
agachándose a la medida de él para mirarle
mejor. BaeJeon tomaba de la botella
completamente distraído obsevando a su
alrededor que al ver al rubio omega cerca suyo,
abrió sus ojitos como platos y bajó la botella
lentamente.
—Awñ, eres una cosita hermosa.~— SeokJin
apretó dulcemente su mejilla, estirándola.
BaeJeon sonrió tímidamente, para cuando le
soltó SeokJin, se refugió tras las piernas de su
padre. Mirando a SeokJin sonrojado.
—Definitivamente es muy dulce, tan idéntico a
Ji..
—A mí, por supuesto.— Jeon se le adelantó
inflando su pecho de aire completamente
orgulloso.
—No, idiota, tú torturas alfas, lo digo por JiMin,
¡Oh! ¿Qué haces ahí, JiMinnie?— SeokJin se alejó
hasta unas bancas bajo la sombra de un árbol,
dónde ahí se encontraba el pelinegro observando
de lejos con ojos ensoñados.
—Señor militar..— Llamó BaeJeon a su lado.
Jeon bajó la mirada tras sus piernas, sonriendo
al ver los dientitos de su cachorro.
—¿Mhm?
—¿P-puedo ponerme su gorro de la milicia?—
Preguntó tímidamente, apuntando el gorrito en la
cabeza del alfa.
Éste sin dudarlo, se lo quitó, acomodándola en
la cabeza de su cachorro, riendo al notar que
estaba un poco grande y se resbalaba hasta tapar
sus ojitos.
—No veo..— Dice el pequeño riendo.
—Déjame ponerlo bien.— El alfa se agachó a su
medida y quitó el gorro para peinar los lacios
cabellos de su pequeño.
Pero su pequeño se lanzó a sus brazos,
haciéndole caer al césped.
—Señor militar.. ¿En casa podemos hablar?..—
Preguntó el cachorro inhalando el fuerte aroma
de Jeongguk.
—Claro, cachorro.. ¿Tienes alguna duda?
BaeJeon miró pensativo a Jeon y asintió.
—Ya casi es el cumpleaños de appa..— Susurró
como si el omega estando a unos largos metros
de distancia, le escuchase.
Jeon asintió, pues el cumpleaños de JiMin sería
en dos semanas.
—¿Quieres regalarle algo?— Preguntó el alfa
sentándose con su pequeño en su regazo.
—Por ello quiero que lleguemos a casa, señor
militar.— Rió el cachorro entrecerrando sus
ojitos.
Jeongguk rió con él, dejando un pequeño beso
en su frente.
—Pequeño soldado, le ordeno ir ahora mismo
con appa y le ataque con abrazos y besos.— Dijo
Jeon firme terminando de colocar su gorro en la
cabeza de su pequeño.
El cachorro se pusó de pie firme y llevó su mano
a su frente en saludo militar.
—Señor, ¡sí señor!— Dicho ésto, BaeJeon corrió
hasta donde se encontraba JiMin y SeokJin.
—¿Señor militar?— Preguntó YoonGi
caminando hasta estar al lado del alfa.
—No sabe.— Jeon dijo mirando a su cachorro
en todo momento, suspirando cuando se aseguró
que llegue con su omega.
—Uh.. qué jodido.— Dijo YoonGi bebiendo de
su botella de agua.— El mocoso tiene todo tu
rostro, hombre, no puedes decir que ese niño no
es tuyo.
—¿A qué te refieres?— Jeon se giró a mirarle.
—La nariz, los ojos, los labios, la nariz..—
YoonGi describió.— La forma de sus dientes, la
nariz, los pómulos.. y nuevamente la nariz.
—¿Qué tiene nuestra nariz?
YoonGi negó bebiendo agua.
—El niño no, solo tú.— YoonGi secó sus labios
con una servilleta y buscó las palabras
“adecuadas”.— Digamos que tu nariz es un poco..
más grande del tamaño promedio, diablo.
Jeon le miró fijamente, arrugando su nariz.
—¿Es muy notorio?— Preguntó tocando su
propia nariz.
—¡Demasiado! Digo.. ¡no! ¡no!— YoonGi se
corrigió tragando saliva.— Es un poquito más
grande de lo que se acostumbra a ver, nada grave.
Jeongguk se encogió de hombros sonriendo
victorioso.
—Ahora ya entiendo el rumor de “nariz grande,
pene enorme” ¿o cómo era? Bah, da igual.— Jeon
palmeó el hombro de YoonGi.— Mi más sincero
pésame por tu pene y tu pequeña nariz.
Y sin más, se alejó en dirección a su cachorro y
su omega. YoonGi estaba más que indignado,
¡ofendido!
Hijo de mil putas, ésta vez me ganaste. Pensó el
pelinegro gruñendo. ¿Será cierto el rumor? Estoy
jodido. Volvió a pensar mientras tocaba su nariz.
…
—Presentas al comandante Alfa de segundo
mando Min que tu sueldo se minimíza a la mitad,
por amenaza e intento de atacar a un omega con
su cachorro..— Dijo Jeon escribiendo en el papel
de reporte.— Y también lavarás los baños tres
semanas, día y noche ¿Entendido?
—Señor, sí señor..— El guardia dijo con poco
ánimo.
—No te oí, soldado.— Jeon arqueó su ceja
mirándole fijamente.
—¡Señor, sí señor!— Repitió el guardia firme.
Jeon le entregó su reporte.— Puedes retirarte,
soldado.
El soldado salió furioso de la oficina de Jeon,
fulminando a JiMin quién estaba sentado con su
pequeño en un pequeño sofá.
—¿Tres semanas? Es mucha tortura, Jeon..—
JiMin habló finalmente, sintiendo lástima por el
chico.
—No lo es, caramelo.— Jeon sonrió cuando su
pequeño se acercó a él y se sentaba en su regazo,
bostezando.— ¿Agotado, cachorro?
BaeJeon asintió restregando sus ojitos.
—Vamos a casa.— Dijo Jeon cargando en sus
brazos a BaeJeon y tomar sus pertenencias.
La noche había comenzado y las farolas del
campo militar se encendieron, todos se
encontraban descansando, algunos cenando y
otros incluso jugando baloncesto. Jeongguk tomó
la mano de su omega y entrelazó sus dedos,
BaeJeon apoyó su mejilla en el ancho hombro del
militar y observó adormilado a su alrededor.
—Debes estar tan cansado, alfa, déjame cargar
a BaeJeon..— Murmuró el omega cuando salían
del campo militar, notando tenso a su alfa.
Pero éste se negó.
—Puedo llevar a mi cachorro, cariño.— Dijo
tranquilizando a su omega.— Luce tan cómodo en
mi hombro.
Y es que BaeJeon con sus pequeños brazos
rodeó el cuello del alfa y había caído en los brazos
de Morfeo.
Al quitar el seguro del auto de Park, guió a su
omega al asiento de copiloto. Y abrió la puerta de
éste.
—Yo conduciré.— Anunció Jeon esbozándole
una sonrisa tranquilizadora.
JiMin asintió enseñando su media luna perlada
y se colocó de puntas para besar a su alfa
cortamente.
—De acuerdo, alfa..— Dijo finalmente entrando
al auto.
Jeon se había atontado un poco por el beso que
le dió su omega, pero sin embargo, cerró su
puerta y abrió la trasera, recostando a su
pequeño en el asiento y tomar el abrigo que JiMin
le extendió, pues la noche era fría y lo que menos
deseaba era ver a su cachorro resfriarse, así que
lo cubrió y dejó un beso en su frente. Salió para
cerrar su puerta y rodeó el auto.
Minutos después ya estaban conduciendo de
regreso a casa de Park.
—BaeJeon luce tan felíz..— Dijo JiMin mientras
veía autos moverse y luces rojas de los semáforos.
El alfa miró a su omega.
—¿A qué te refieres, caramelo?
JiMin suspiró.
—Antes de que vuelvas, nunca había visto a
BaeJeonnie tan emocionado..— JiMin bajó la
mirada.— Le estás haciendo muy felíz, Jeongguk..
El alfa sintió a su lobo gruñír contento ante la
confesión que el omega le daba y la honesta
sonrisa apareció en sus labios.
—Incluso.. su profesora me ha dicho que ya se
integra con sus compañeritos, él era muy aislado
y en sus recesos comía solo en su aula. — JiMin
suspiró.— Su profesora me ha comentado que ha
dibujado últimamente a un tipo de traje verde,
alto.. y le tomaba la mano a BaeJeon ¿sabes quién
es ese tipo de traje verde?— Preguntó JiMin
contento.
—Y-yo..— Tartamudeó Jeongguk sintiendo un
horrible nudo en su garganta.
JiMin asintió.
—La profesora me dijo que eso es una buena
señal para BaeJeon, porque ve en tí protección y
amor..— JiMin explicó jugando con los anillos
decorando sus deditos.— BaeJeonnie se siente
más seguro ahora que estás aquí.
Jeongguk estaba a punto de echarse a llorar si
no fuera porque estaba conduciendo.
—No me hagas llorar, caramelo, podemos
chocar.— Dijo el alfa sintiendo sus ojos
cristalizarse.
—Aw, alfa.. hey ¿estás lloran.. oh, amor..—
JiMin aprovechó a abrazarle cuando el semáforo
activó su farola roja en su vía.
Jeongguk sollozó ante la noticia de su omega,
¿su hijo le estaba aceptando? ¿realmente lo
estaba haciendo bien? Joder, Jeon tenía una
enorme felicidad, y sus lágrimas eran prueba de
que el esfuerzo que ha estado haciendo el último
tiempo, estaba dando sus frutos. Su hijo, su
pequeña copia de él mismo, su orgullo de alfa, por
fin estaba aceptándole en su vida, eso implicaba
el llanto del alfa.
El cláxon de otro auto sonó, alarmando a la
pareja y hacer que Jeongguk regresara a conducír.
—Joder, estoy felíz..— Murmuró Jeon mirando
por el espejo retrovisor a su cachorro dormitar.—
Mi hijo..
JiMin le observaba con una sonrisa en su rostro
y tomó la mano de su alfa, entrelazando sus
dedos con los suyos.
Explicación.
Eran recién las ocho y media de la bendita
mañana y JiMin no dejaba de bostezar, después
de que su alfa haya estado media noche llorando
y ocupado más pañuelos de lo que JiMin
normalmente usa, decidieron que ya era
momento de dormir pues Jeongguk necesitaba
entrar a la milicia a las ocho de la mañana. Sin
embargo, el corazón de Park aún latía con fuerza
después de que Jeon le contase cómo es que su
cachorro le llamó “papá”, definitivamente JiMin
se sentía conmovido, felíz.. pero las preguntas de
BaeJeon pronto vendrían, y JiMin no sabía si
estaba listo para responderlas o qué decir al
respecto, sabía que su cachorro era inteligente y
que adivinaría si JiMin llegaba a mentír, por lo que
no tendría opciones si Park quería facilitar la
explicación.. además de que su alfa se molestaría
mucho si llega a meter la pata en un tema que
para él es más que importante.
—Appi..— La voz dormilona de BaeJeon le hizo
dar un respingo y mirar las escaleras.
BaeJeon lucía su pijama y bajo su brazo estaba
su cobija de IronMan, se acercaba a él hasta
subírse a su regazo y acurrucarse en él.
—¿Qué haces despierto tan temprano, bebé?
Ya es fin de semana.— Preguntó JiMin
acariciando sus cabellos.
—Hambre..— Dijo el pequeño con voz
dormilona mientras restregaba sus ojitos.
—Ya desayunaremos, bebé..— Dijo JiMin
acariciando sus cabellos y besar la coronilla de su
cabeza.
BaeJeon mantenía su mejilla apoyada en el
pecho de su padre y su mirada estaba fija en algún
punto de la casa, lo cuál JiMin sabía que
significaba un gran análisis y encontrando
palabras correctas para hacer preguntas o hablar
sobre nuevos temas.
Como suele ser Jeon.
—A-anoche el señor militar me dejó llamarle
papá..— Comenzó el pequeño sonrojándose.—
Pero él lloró y me dijo que me amaba.. ¿por qué?
JiMin quedó helado en su lugar ¿cómo se
supone que debe explicarle las cosas a su hijo?
—Bueno.. él..— JiMin rascó su nuca nervioso y
observó a su pequeño cachorro erguírse en su
regazo para verle atentamente.— El señor militar
estaba muy felíz de que le permitieras tomar un
puesto muy importante para tí ¿no?..
—Ah.. ¿Pero es mi papá?..— BaeJeon volvió a
preguntar.
—Él es tu papá, cariño.— El pelinegro sonrió
dulcemente evitando las lágrimas en sus ojos.
—¿Por qué lo conozco hasta ahora, appi?— El
cachorro preguntó tapándose con su cobija hasta
su cabecita, donde solo su rostro se veía.
Adorable.
La pregunta que JiMin quiso evadír salió a la luz.
Tragó saliva pesadamente y suspiró tratando de
mostrarle a su pequeño una fallida tranquilidad
cuando estaba a punto de echarse a llorar, sin
embargo, el cachorro tenía dudas y JiMin debía
responderlas. Inhaló el dulce aroma de BaeJeon y
asintió decidido.
—Papá ha trabajado siempre de militar, mi
bebé.. él.. — JiMin miró unos segundos a otro
lado buscando palabras adecuadas mientras
acariciaba sus cabellos.— ..Él tuvo que írse mucho
tiempo de casa porque tenía que salvar nuestro
país, por ello tú.. vienes a conocerlo ahora..
BaeJeon pensó unos segundos y asintió
abrazando con fuerza a JiMin. —Está bien, appi..
igual me gusta que papá sea un militar.— Dijo el
pequeño escondiendo su naricita en el arco de
JiMin.— Es un buen militar, y lo quiero mucho..
—Murmuró escondiéndose en su cuello.
JiMin sonrió enternecido y cubrió a su pequeño
con sus brazos.
—¿Te gusta que el señor militar sea tu papá,
cariño?— Preguntó JiMin.
BaeJeon asintió.
—El señor militar me cuída mucho, es cariñoso
¡y nos quiere a los dos, appi!— El cachorro dijo
emocionado.— ¡Papá realmente nos quiere
mucho!
JiMin sentía un montón de mariposas hacerle
cosquillas en el estómago cuando el cachorro se
refería a Jeongguk como su padre,
definitivamente el futuro que se había ideado con
su hijo había sido alterado y mejorado gracias a su
alfa. Ese tonto alfa que se atrevió a invadír no
solamente su vida, si no también la de su propio
cachorro, y sus planes no eran írse pronto.
Tampoco era como si JiMin quisiera que se vaya,
de echo lo necesitaba más que nunca.
—¿Papá volverá pronto?— Preguntó BaeJeon.
—Cielo, hace unos minutos se fué al trabajo.—
El omega rió.— Dijo que ésta vez volverá
temprano.
—¡Ya quiero verlo!
—Yo también..— JiMin sonrió dejando un beso
en su frente.— Ahora, pequeño diablillo, vamos a
desayunar, visitaremos al tío TaeHyung.
A BaeJeon le brillaron los ojos y asintió
emocionado, bajando del regazo de JiMin y correr
a las escaleras.— ¡Ya voy!
Park solo observó a su pequeño desaparecer
por las escaleras y fué ahí donde se echó a llorar,
sintiendo más que felicidad por su bebé y su alfa.
—Mariposa gay en todo su esplendor.— YoonGi
dijo riendo burlonamente cruzándose de brazos.
—Cierra la puta boca, Min YoonGi.— SeokJin le
regañó mientras acariciaba en forma de consuelo
la espalda de Jeongguk.
Sí.. Jeongguk volvió a llorar al contarle la
historia a sus amigos.
—Qué adorable escena.— Dijo YoonGi
sarcásticamente.
—Ya quiero verte siendo padre..— SeokJin dijo
molesto, aunque a los segundos adoptó un gesto
de terror.— No, mejor no, con lo brusco que eres
podrías tirarlos de la cuna a los dos días de
nacidos y morirían por inanición a causa tuya.
—Sería un buen padre, cuando su madre o
padre me los deje, los pondré en la pared y les
pegaré cinta fuerte para que no jodan mientras
tomo una merecida siesta.— Explicó YoonGi
plasmando los momentos con sus manos.
Jeongguk solo tenía atención para su
cachorrito, su lindo hijo llamándole “papá” y su
precioso omega consolándole en la madrugada.
—Yo opino que eres un imbécil, YoonGi, serías
un pésimo padre.— El omega rubio dijo volviendo
a Jeongguk.— ¿Te sientes mejor, Jeon?
—Estoy putamente felíz.— Dijo Jeon con voz
ronca debido al llanto.
—¿Cómo no estarlo? Si tu cachorro por fin te ha
aceptado como su padre.— SeokJin dijo con una
sonrisa.— Además es una cosita hermosa, tiene
unos bonitos cachetitos ¿Verdad, YoonGi?
—Fí, pof su puefto..— YoonGi dijo con la boca
atascada de pastelitos de arroz.— ef un
áaanngeeel.
—¡No seas asqueroso!— SeokJin le dió un golpe
en el hombro.— ¡Trágate eso!
—¡Trágate lo que tengo entre las piernas,
mariposa gay sin reparo!— YoonGi dijo indignado
apuntándose la entrepierna con ambas manos.
SeokJin boqueó ofendido y Jeongguk solo
apretó los labios para no reír ante la cara de
señora indignada del rubio.
—Disculpa.. ¿Qué le has dicho a mi omega?—
NamJoon entró a la oficina de Jeongguk con el
ceño fruncido.
YoonGi le observó en silencio y huyó del lugar
con pastelitos de arroz en la boca, siendo
perseguido por NamJoon.
—Los alfas son unas bestias asquerosas..—
SeokJin dijo para sí mismo.
—Disculpa..— Jeongguk llamó a SeokJin.— Me
siento ofendido.
—Oh, tú eres la excepción, Jeon, pero todos los
demás piensan en sexo hasta tragando.— SeokJin
explicó.— Mejor vamos a trabajar antes de que
de nuevo te pongas sentimental y llores como
mariposa gay.
—¿También tú vas a joder con eso?— Jeongguk
dijo con fastidio levantándose de su silla.— A tí no
te sale porque eres omega, cierra el pico.
—Alfasista.
—¿Alfa qué?— Jeongguk preguntó riendo,
abriendo la puerta para que el omega saliera
primero.
—¡Menosprecias a los omegas! ¡tenemos
derechos también!—
SeokJin dijo molesto mientras salía de la oficina
indignado.
Jeongguk solo rió ante las tontas ocurrencias
del omega y le siguió al punto de encuentro con
los aprendíces.
El día comenzaba pesado, y Jeon sentía que
trabajarían más de lo normal, pues al comenzar
sus prácticas, los novatos lucían pésimos y
trabajaban con pocos ánimos.
Park.
“Fuera de mi casa.”
Jeon apretó su mandíbula, el alfa estaba
completamente furioso, si tan solo JiMin se
hubiese quedado dentro de casa, ¡no tendría que
ver a su madre! Pero no, ahí estaba la señora Park
mirando con ojos juzgadores el interior de la casa
donde su omega vivía con su cachorro. Sí, la mujer
logró convencer a JiMin diciendo que añoraba por
conocer a su nieto, que de seguro era idéntico a
los Park.
Claro.. sobre todo a los Park. Pensó Jeon con
burla.
—Es un lugar muy.. pequeño para un omega y
su cachorro.. ¿acaso tu alfa no te llevará a otro
lado?— Preguntó la señora Park acentuando la
pregunta y mirar con desprecio a Jeongguk.
—Bueno.. yo me siento a gusto aquí, mi
cachorro también, es lo que importa.— Dijo JiMin
incómodo.— Iré por BaeJeon para que lo
conozcas..
—¿BaeJeon? ¿ese es su nombre?— Preguntó la
mujer frunciendo el ceño.
—Jeon BaeJeon.— Terminó el alfa.
Si bien el verdadero nombre del cachorro era
Park BaeJeon, el alfa estaba dispuesto a cambiar
eso muy pronto, puesto que era su sangre y por
gusto de recordarle a esa mujer que ese cachorro
fué el fruto del amor que tenía con su hijo. JiMin
sonrió ante lo que su alfa dijo y subió las escaleras
en busca de su cachorro, dejando a Jeongguk con
la mujer en el piso principal.
—¿Cariño?..— Murmuró JiMin mirando a su
pequeño recostado en su cama.
—¿A-ah?.. — Preguntó BaeJeon abriendo sus
ojitos y mirarle.— ¿Y papá?..
—Él está abajo, bebé..— JiMin se sentó en la
orilla de su cama.— Ahm, BaeJeon, la madre de
appa te quiere conocer.. ¿quieres verla?
Los ojitos de BaeJeon brillaron.
—¿Abuela?— Preguntó emocionado, saliendo
de sus sábanas para subirse al regazo de JiMin y
abrazarlo.— ¡Quiero conocerla!
JiMin por su parte tragó duro, ¿y si su madre le
dice algo hiriente? La conocía perfectamente y
sabía que ella era capaz de decir algo que lastime
a su cachorro, pero ya era tarde y necesitaba dar
la cara, por lo que se puso de pie con su hijo en
brazos y caminó escaleras abajo con tanta
lentitud que odió que las escaleras fuesen tan
cortas. Su cachorro escondió el rostro en su
cuello, sentía él también el miedo de su padre,
pero, ¿por qué lo estaba si era su abuela la visita?
Eso lo supo cuando levantó la vista lentamente.
Jeongguk caminó hasta ellos y se situó detrás de
JiMin mirando con ojos amenazadores a la señora
Park, dándole a entender que por nada del
mundo permitiría cualquier daño a su pequeña
familia. La mujer tras ver la expresión seria del
alfa, sonrió incrédulamente. Bajándola ahora al
pequeño que la miraba con ojos enormes y
curiosos.
—Ow.. es una dulzura..— Murmuró la mujer
sarcásticamente, apretando la mejilla del
cachorro suavemente.— ¿Cuántos años tienes,
BaeJeon?
BaeJeon se sonrojó no sabiendo si contestar o
no. Miró detrás del hombro de JiMin para
observar al alfa líder de su familia, quién le dió
una dulce sonrisa tranquilizadora, con todo el
valor, volvió a enfrentar a la mujer sonrojado.
—C-cuatro..— Dijo BaeJeon nervioso.
La mujer asintió, mirándolo detenidamente,
revisando hasta el último defecto del cachorro.
JiMin se removió incómodo y Jeongguk se puso
alerta en cualquier momento. Definitivamente la
señora Park no estaba contenta con el fruto de su
hijo.
—Nada haces bien, JiMin..— Dijo la mujer con
completa seriedad.— Éste.. niño, tiene todo el
rostro de éste tipo..— La mujer miró con asco a
Jeongguk.— No es mi nie-…
—No pensábamos que lo fuera, señora Park.—
Jeongguk escondió a JiMin y su cachorro tras su
espalda.— Y no voy a permitir que lastime a mi
familia, le pido por favor que se vaya.
—Ése niño no se parece en nada a los Park, no
puede ser mi nieto.
—Y mejor que no se parezca a usted, señora, mi
hijo es un ángel.— Jeongguk dijo firme.
BaeJeon no entendía nada, solo apoyaba su
mejilla en el hombro de JiMin, su abuela lucía
enfadada ¿a caso no era bonito para ella?
—Fuera de mi casa.— JiMin dijo mirando a la
mujer.
La señora Park le miraba duramente,
juzgándole con sus potentes ojos.
—Véte de mi casa, mamá, no le harás ningún
bien a mi hijo, lo has conocido, ahora puedes irte.
La mujer gruñó molesta, girando en sus talones
para que furiosa, saliera de su hogar no sin antes
formular un hiriente:— Por ser tan inútil jamás te
consideraré mi hijo.
JiMin se sentía mareado, con el corazón
latiendo con fuerza, Jeongguk le atrajo a sus
brazos y el omega enterró su rostro en el cuello
del alfa, buscando tranquilizarse con su aroma.
Jeongguk estaba furioso, ¿esa era la intención de
la señora Park? ¿Llegar a alterar la tranquilidad de
su omega? Definitivamente a partir de ahora, la
señora Park no iba a molestar más a su familia y
de eso se iba a encargar él.
BaeJeon extendió sus brazos a Jeon, pidiendo
ser acobijado por su fuerte anatomía, y Jeongguk
cedió, tomándolo de JiMin y abrazarlo con un solo
brazo mientras el otro protegía a Park para
calmarlo si es que éste rompía en llanto.. pero
maravillosamente no pasó así, JiMin se
estremeció poniéndose de puntas y besar su
mejilla.
—Ella no merece mis lágrimas, alfa.. puedes
estar tranquilo.— Susurró JiMin esbozándole una
sonrisa.
—Aún me odia..— Murmuró Jeongguk con
ironía.
—Ella quería elegírme alfa ¿lo olvidas? Llegaste
a rescatarme.— JiMin rió bajito.— BaeJeon se ha
dormido en tu hombro, Jeon.
Jeongguk ladeó un poco su rostro para ver a su
pequeño dormitar cerca de su cuello, haciéndole
sonreír orgulloso. Ese precioso ángel era su
cachorro y nadie podrá negarlo, le haría sentirse
el niño más querido del mundo, con unos padres
que darían todo por él.
—Lo llevaré a la cama, caramelo, debe estar
sintiéndose mal aún.— Murmuró el alfa
llevándoselo escaleras arriba.— ¿Qué tal si
preparas la cama? Veamos una película en la
habitación.
JiMin por su parte solo le observó subir escalón
por escalón con una sonrisa tonta en el rostro
¿cómo era posible que ese atractivo alfa le haga
olvidar todo lo malo que su madre le dijo con una
simple y seductora sonrisa? El omega estaba
pensando seriamente que el efecto que Jeon
tiene sobre él es muy fuerte. Sin más acató la
órden de su alfa, subiendo las escaleras para
acolchar su cama cómodamente, colocando
almohadas y sábanas, alrededor solo con el único
pensamiento de mantener cómodo a Jeongguk.
Arrugó su pequeña naricita cuando el aroma a
frutos rojos se sentía tan fuerte en su habitación
de repente.
Tanto que el alfa subió corriendo las escaleras
olisqueando el olor con palomitas en un bowl.
JiMin se quedó estático en su lugar cuando
Jeongguk se quedaba hipnotizado con el omega y
su aroma en el umbral de la puerta.
—¿Bebé?..— Jeongguk preguntó roncamente,
dudando si acercarse o mantenerse distante.
JiMin, sintiendo de poco en poco como el calor
comenzaba a afectarle, soltó un pequeño jadeo.
—A-alfa..— JiMin sentía sus mejillas bastante
calurosas y sus oscurecidos ojitos viajaron por la
anatomía del alfa.
Observando la camisa negra ajustada a su
ejercitado cuerpo, junto a esos pantalones
rasgados resaltar los fuertes muslos del alfa,
subiendo nuevamente, Park contempló las firmes
clavículas, su largo y fino cuello, y terminar en esa
apretada mandíbula, Jeongguk apretó sus puños
y las venas de éstas y brazos resaltaron, haciendo
gemir por lo bajo a JiMin. Ante sus ojos, el omega
estaba notando que su alfa era bastante caliente,
por lo que tragó saliva escondiéndose en la cueva
de sábanas y almohadas.
—Estás entrando en celo..— Jeongguk se
acercó a su omega, quitando sus zapatos y
dejarlos en el suelo alfombrado junto a las
palomitas, trepó a su cama peligrosamente y
aspiró el olor de JiMin en el nacimiento entre su
cuello y hombro.— Caramelo, mierda..
JiMin ladeó por naturaleza su cuello,
permitiéndole a su alfa olerle cuánto él gustase.
Sus manos se aferraron a la camisa de Jeon y
jadeó cuando éste dejaba besos en su sensible
piel.
—Has hecho un nido, cariño..— Jeongguk
contempló la pequeña y cómoda montaña de
sábanas y almohadas sobre la cama, recostando a
su omega para mezclar su aroma con el suyo.
—Alfa..— El poco razonamiento de JiMin le hizo
alarmarse cortamente.— BaeJeon está en su
habitación..
Jeongguk optó por asentir.
—Lo sé, amor, pero haré que te corras con mi
mano para que te relajes por hoy…— Jeongguk
dejó un camino de besos por su cuello hasta sus
labios.— Sé silencioso o nuestro bebé despertará,
caramelito..
Park asintió, dejando que Jeongguk desabroche
sus pantalones y libere su erección provocada por
su alfa.
—J-Jeon..
—Shh..— El alfa le calló mientras le besaba
dulcemente, JiMin tenía tantas ganas de gritar su
nombre de lo bien que se sentía ser tocado en su
zona dolorosa por aquélla fuerte mano con dedos
largos y finos, prometiéndole un buen orgasmo
por el momento.
JiMin gimió sobre los labios de su alfa cuando
éste bombeaba su extensión suavemente, con
tanta paciencia para que el omega pueda
disfrutar del placer de su entrante celo. Jeon
tomó entre sus dientes su carnoso labio inferior,
chupándolo con tanta dulzura mientras contenía
las intensas ganas de gruñír, porque vamos ¿qué
alfa se controlaría teniendo a tan precioso omega
en celo y dispuesto a ser marcado? Exacto.. Jeon
Jeongguk, señoras y señores.
Su corazón latía tan ruidosamente que temía que
JiMin lograra escucharle, pero no paró, el alfa
necesitaba contenerse por el bien de su cachorro,
o sino éste se traumaría.. y nadie desea eso
¿verdad?
—Oh.. a-alfa..— JiMin gimió en su oído de
manera tan baja que agradeció ser solo audible
para Jeongguk. Las caderas del omega
comenzaron a moverse contra su mano en busca
de liberar su ansiado placer. Sus ojos estaban
oscuros en lujuria, deseando con toda intensidad
al fuerte alfa cubriendo su cuerpo con el suyo.
—¡J-Jeon!—Y logró su orgasmo soltando un
pequeño grito, manchando su vientre y mano del
alfa con su esencia.
Su cuerpo dejó de arquearse y cayó en el
colchón, recibiendo los besos cortos de su alfa en
todo su rostro.
—Lo has hecho muy bien, mi amor..— Jeongguk
susurró en su oído. — Déjame limpiarte y
podremos dormir.
Aunque lo que Jeongguk quiso decír fue un
“podrás” ya que no podría estar tranquilo
sabiendo que el aroma de su omega le tentarían
a altas horas de la noche, donde solo estaba
pensando usar su mano como desahogo.
—Gracias, alfa..
Mañana no te escaparás de mí, caramelo.
Pensó Jeongguk saliendo de la cama para limpiar
a su omega, con un plan ya creado en su mente.
♡.
Hellooooooow.♡
Lo prometido es deuda, hihi.
yA lLeGó El CeLo De JiMin
aAaAAAaaaHHHHHhhh
¿creen que BaeJeonnie les oyó? Ahre.
Sho me despido, coquitos míxs, cjau
cjau.❤
Amárrate la manguera por ésta noche,
Jeongguk alfa, pOR EL
BIEN DE BAEJEON OQEI. PROMETO NO HACERTE
SUFRIR EN EL CELO DE ESE PICIOSO OMEGA. ❤
25.
Celo.
—También no te olvides de romperle el cul-…
—TaeHyung, por favor.— Jeon le cortó
entregándole la pequeña maletita con ropa al alfa
pelirrojo.— ¿Nos ayudarás con ello?
—¿A qué? ¿a romperle el culo?
Jeongguk gruñó molesto.
—No, TaeHyung..— Murmuró apretando la
mandíbula, así tratar de contener las ganas de
golpearle.— A cuidar de nuestro hijo unos días.
—Ah, sí ¡seguro!— TaeHyung asintió
comprendiendo la situación, asomando su cabeza
para ver al cachorro desayunar.— Maldita
mierda.. huele a omega en celo.
—Sí, ya sé.— Jeongguk peinó sus revueltos
cabellos y adentrarse junto a TaeHyung a la sala
de estar.
—Me perturba verte sin camisa, pónte una
cortina, mi retina se quema.— TaeHyung cubrió
su rostro con un cojín, se notaba falsamente
malhumorado.
—Ya sé que te pongo, apesar de ser un alfa.—
Jeongguk dijo burlonamente.
—Ahora dílo sin llorar.— TaeHyung peinó sus
cabellos con chulería.
Mientras tanto, BaeJeon movía sus piecitos
mientras masticaba su delicioso cereal, su appa
no había salido de la habitación desde anoche.. ¡y
olía bastante bien la casa a él! Jeongguk le había
preguntado si quería ir con su tío de oro a pasar
unas cortitas vacaciones, y por supuesto que el
pequeño no se negó, porque vamos ¡¿quién se
negaría a descansar unos días?! Y mejor aún
¡¿Con el tío más divertido del mundo?! Además
de todo, extrañaba mucho a su amigo KwanSoo,
ya quería jugar con él todo el día.
—Cachorro..— La voz de su padre le sacó de sus
pensamientos, mirando al dueño de esa
tranquilizadora voz con su boquita llena y una
pequeña gotita de leche escapar por la comisura
de sus labios. Su expresión era tan graciosa al ser
sorprendido y obligado a salir de sus
pensamientos.
Lindo. Pensó el alfa soltando una risilla y se
acercó para besar la coronilla de su cabeza.
—Tío TaeHyung te está esperando, pequeño
IronMan.— Jeongguk tomó asiento a su lado,
apoyando sus antebrazos cruzados sobre la mesa
y observar a su pequeño comer.
Definitivamente la señora Park no era para
nada inteligente, tenía un nieto tan lindo y
amable, y la mujer no era capaz de notarlo por el
desprecio que tenía hacia el alfa. Jeongguk amaba
a su cachorro, y era capaz de notar el precioso
ángel que había creado junto a su omega.
Sus pequeños ojos brillaban en inocencia pura,
sus mejillas llenitas como las de su omega y ni qué
decir de la sonrisa que poseía, idéntica a la del
alfa. Su lobo aullaba felíz, por el simple hecho de
tener a su pequeña familia junto a él, deseando
disfrutar cada momento junto a ellos.
—¿Papi?..— BaeJeon preguntó tímidamente,
sintiendo sus mejillas algo sonrojadas.
—¿Qué sucede, pequeño?— Jeongguk
preguntó acariciando los lacios cabellos de su
hijo.
—¿Por qué..— BaeJeon guardó silencio un
momento para elegír las palabras correctas
mientras jugaba con sus deditos.— ¿Por qué mi
abuela se fué molesta? ¿por qué todos estaban
furiosos?..
Jeongguk guardó silencio un momento,
imitando la acción inconscientemente de mirar
sus manos y sonreírle a su hijo.
—Tu abuela solo ha tenído un mal día,
cachorro, se sentía estresada y decía cosas
tontas..— Jeongguk tranquilizó a su pequeño
exitosamente cuando vió a éste asentir
satisfecho.
—Yo..— BaeJeon estaba pensando lo que diría
nuevamente, y el alfa detectó desconfianza.
—Puedes contármelo, cachorro, mi boca es una
tumba.— Dijo Jeongguk sonriendo.
—¿Lo prometes, papi?— BaeJeon preguntó
nervioso.
Jeongguk infló su pecho y formó con sus dedos
un cierre en sus labios, viendo que su hijo reía y le
imitaba. BaeJeon estiró sus brazos en su dirección
y Jeongguk le sentó en su regazo, protegiéndole
en el calor que le ofrecían sus fuertes brazos.
—Ahora puedes confiarme lo que sucede,
cariño.— Jeongguk dejó un beso sobre su frente.
BaeJeon suspiró decidido y miró a su padre
valientemente.
—Bueno, hace unos días yo vi a un-…
—¡¡Diablillo, KwanSoo está listo, hay que ir a
recogerlo!!— TaeHyung chilló desde la sala.
BaeJeon puchereó al ser interrumpido, era
demasiado importante lo que le diría a su padre,
pero se sentía apresurado y prefirió dejar la
conversación con su padre para después.
Jeongguk por su parte le prometió que
hablarían pronto y despidió a su pequeño.
—Tú puedes, alfa, déjalo inmóvil.— TaeHyung
simuló garras con sus dedos, dándole una mirada
coqueta.
—Se te hace tarde, imbécil.— Jeongguk dijo
molesto.— ¡¡Adiós, cachorro, pórtate mal!!
BaeJeon rió y Jeongguk cerró la puerta, siendo
golpeado por el fuerte aroma a omega en celo,
JiMin no había querido salir de la habitación por
lo fuerte que su celo se encontraba.. o más bien
la posesividad de su alfa no le permitió salír tan
siquiera a despedír a su hijo.
Jeongguk, completamente embriagado con el
fuerte aroma a frutos rojos, subió las escaleras
pesadamente, escuchando pequeños y casi
inaudibles gemidos desde la habitación. Jeon
abrió la puerta en silencio para ver a Park mover
sus caderas contra el colchón suavemente para
tratar de bajar el calor y la excitación que
dominaban su cuerpo..
Y su alfa despertó en lujuria, sus pupílas se
dilataron y soltó un jadeante gruñído, llamando la
atención de su omega. Park se perdió en esos
penetrantes ojos, gimiendo en necesidad al ver a
su dominante alfa frente a él.
Los ojos de JiMin oscurecieron y hundió el
rostro en la almohada, jadeando el nombre de
Jeon, era verdad que sus temporadas de celo eran
bastante fuertes, tanto que él no podía con su
propio aroma, y cualquier cosa le ponía
demasiado caliente, cosa que antes detestaba, o
mejor, detestaba su celo.
Grandes manos se colocaron en su cintura y la
cama se hundió justo detrás del omega, era obvio
que Jeongguk estaba dejando salir a flote su
instinto de alfa, sus manos se sentían como hielo
en piel quemada, sus caricias como fuego y su
presencia como humo. JiMin no escuchaba el
cantar de los pájaros, no era necesario, no cuando
estaba en un estado crítico donde sus gemidos se
volvían súplicas para su alfa. Entonces el omega
se quiso apoyar sobre sus rodillas y puños,
chocando su delgada espalda con el pecho
desnudo de Jeongguk, no sabía en qué momento
el alfa había sacado de su cuerpo la prenda, pero
unas apetecibles filas de firmes abdominales le
daban caricias a la caliente piel del omega. Besos
helados como la nieve fueron depositados por
todo el trayecto de su columna.
—Te has desnudado sin que yo pueda
contemplarte..— La voz dominante y ronca del
alfa hicieron gemír al omega en apuros.
JiMin sufría, claro que lo hacía, había querido
sentír a su alfa a piel con piel, pero se había
llevado la decepción de sentirle una molesta tela
de mezclilla en su entrepierna y muslos. Sus
piernas flaqueaban de lo excitado que se sentía y
de su entrada corría lubricante a gran y perfecta
cantidad, preparado para unirse a su alfa, quién
por cierto se sentó sobre sus talones para ver a su
omega recostar el pecho sobre su cama y separar
sus muslos para él, dandole una asombrosa vista
de sus globos prominentes y ese estrecho
músculo tensarse con cada gemido que JiMin
soltaba.
Y Jeongguk no lo soportó más.
Rápidamente se deshizo de sus pantalones, no
sin antes sacar un preservativo de éstos y bajar
por último sus interiores, su erección comenzaba
a dolerle como el infierno, prominente y deliciosa
erección ante los ojos de su dulce omega.
—A-alfa..~— Park soltó cuando el nombrado se
metía entre sus muslos con la protección de látex
diviéndoles finamente y sentía su torso sobre su
espalda, los antebrazos de Jeongguk se colocaron
a los costados del omega, y su jadeante
respiración cerca de su oído.
Tenía a Jeongguk tan cerca, sus cuerpos
amoldados a la perfección, JiMin estaba tan
perdido en su mundo, listo para ser dominado en
la cama por su alfa, las sábanas y las paredes
serían testigos de su unión junto a su placer,
donde Jeon Jeongguk decidió marcar a Park JiMin,
su preciado y precioso omega.
—¿Qué es ésto?..— Jeongguk preguntó cuando
al meter uno de sus finos dedos, éste se deslizaba
tranquilamente y con facilidad a la calidez de
JiMin.— ¿Te has preparado para mí, amor?..
JiMin escondiendo el rostro en la almohada y
con el potente rubor pintando sus mejillas,
asintió, apretando entre sus manitos las blancas
sábanas de su cama.
Jeongguk sonrió ladino al ver el efecto que
poseía sobre su omega. Y nuevamente tras cubrir
su cuerpo con el suyo, alineó su goteante
miembro a la entrada de JiMin, deslizándose en él
lentamente. Park se comenzó a mover ante la
gran invasión en su interior, y siendo
tranquilizado por besos aterciopelados en su
cuello.
—A-alfa..— JiMin lloriqueó dificultosamente al
sentir dolor entre sus estrechas paredes, mordía
su labio incómodo, esa sensación la había
extrañado tanto, tener a su alfa haciéndole el
amor incontables veces y llevándole más allá de
las estrellas y diferentes constelaciones.
—Shhh…— Calló Jeongguk suavemente, dando
como efecto a Park un cuerpo tranquilo sin
tensiones.
El calor en la habitación comenzaba a
aumentar, pero eso no era problema para un
dispuesto alfa atendiendo a su omega en plena
primera etapa de su celo.
—Alfa, por favor..— JiMin suplicó luego de unos
eternos minutos para ambos, Park había logrado
amoldar su interior al miembro del alfa,
completamente listo para su entrega total.
Y Jeon no se hizo de rogar.
Embestidas lentas, gemidos agudos y golpes
suaves de pieles chocar, eso era lo que se oía en
la habitación de JiMin, un fuerte olor a sexo,
frutos rojos y chocolate con café brotaba de ahí,
confirmando que ambos estaban disfrutando del
celo de uno, donde crearían su lazo y
posiblemente procreen más cachorros.
Jeongguk tenía atrapado entre sus dientes el
hombro de JiMin, como soporte para impulsarse
contra el omega y hacer de sus embestidas
certeras y profundas, JiMin no podía estar más
que caliente con grandes gruñidos y jadeos de
parte del alfa en su oído, ¿él? Pff.. el omega
estaba derretido en gemidos, apresado entre su
cuerpo y disfrutando de su placer compartido con
Jeongguk. El alfa se alejó dolorosamente de Park
solo para girarle en su lugar.
—¡J-Jeon!~..— JiMin chilló cuando de un solo
empujón su alfa le llenó completamente.
Jeongguk quería contemplar sus facciones al
hacerle suyo, porque joder.. Jeon extrañó tanto el
poder amar a su omega en la cama, demostrarle
a través del sexo que podía amarlo, y más cuando
éste ahora le necesitaba tan intensamente para
calmar sus etapas de celo.
Jeongguk balanceba sus caderas con
profundidad, sacándole grandes gemidos a JiMin,
quién paseó sus manos por su espalda como un
buen perfecto amante.
—¿Lo disfrutas, bebé?..— Jeongguk preguntó
entre gruñidos y algún gemido rebelde, alejando
sus cabellos de la vista de su omega para
contemplar mejor sus facciones.
Park mordió su labio.— L-lo disfruto, alfa..—
Gimió en respuesta, arrugando el ceño cuando
éste aceleraba más y más sus vaivénes, un placer
tan enorme y estremecedor se adueñó de su
cuerpo, y estaba seguro que solo con su alfa
lograba experimentarlo. Sin embargo, el orgasmo
de JiMin se adelantaba más y más, era tanto su
placer que su abandonado pene goteaba varias
veces del líquido pre-seminal.
JiMin iba a avisar, cuando uno de sus fuertes
embestidas tocó su próstata, haciéndole soltar un
grito bastante erótico y poco discreto.
—Mierda, JiMin..— Jeongguk tomó posesión de
su cintura y dió embestidas certeras en su
interior, haciendo que la cama que era testigo
número uno de su unión se moviera al rítmo
brutal del alfa, chocando con la pared y hacer
sonidos con eco alrededor de la habitación.
—Jeongguk..— JiMin jadeó cuando éste le
abrazó y daba sus últimos gemidos.
Park llegó a su orgasmo de una manera
descomunal, soltando un lloriqueo placentero,
ladeando el rostro para dejar visible su cuello en
completa sumisión al alfa, invitándole a marcarlo
para que sea su compañero de vida, y el amor de
ésta. Jeon por su parte logró alcanzar el orgasmo
segundos después, gimiendo gruesamente en
respuesta a los lloriqueos de su omega y vió la
plena invitación. Jeongguk no permitiría que
nadie más tome lo que era suyo, y por ende
enterró sus dientes en la unión de su hombro y
cuello, así crear su lazo. Ambos experimentando
y oyendo los latidos del contrario, tan suaves
como el pétalo de una flor y tan rítmicas como el
bailar de las hojas cuando el viento las impulsaba
lejos de sus ramas. Una paz tan preciosa abrazó
tan cálidamente a la oficial pareja, el alfa pudo
sentir por fin las emociones de su omega tanto
como el omega a las del alfa. Ambos estaban
agotados, era claro, pero un abrazo no vino mal..
tan perfecto y adecuado para el momento. El
omega se sintió felízmente protegido entre sus
brazos, como si de un león territorial se tratase el
alfa y él se sentía tan diminuto, tan amado como
nadie lo había hecho nunca, tan deseado y tan
valorado.
Jeongguk por su parte estaba cegado con las
fuertes y claras emociones de su felíz omega, el
“boom boom” de su corazón latír en paz y en
armonía le envíaba un cosquilleo por su cuerpo, y
como nunca antes, sus instintos tomaban
posesión de él, como único propósito de amar a
su omega y a su cachorro más de lo que ya lo
hacía. Fuera de ello, comenzó a lamer repetidas
veces la rosada y orgullosa marca en el
nacimiento del aroma de JiMin, así cesar y
desaparecer todo tipo de dolor que quedase
después. Park siguiente de varios minutos dónde
los espasmos del orgasmo y el lazo lo
hipnotizaron, por fin habló tan sumisamente
frente a Jeon, escondiendo el rostro en su cuello.
Y hacer gruñír a su alfa satisfecho con sus
palabras:
—Mi alfa..
♡.
Hellooooow.♡
YA ESTÁ, TODO KAKA EL LEMON PERO WENO
SE VIENEN MUCHOS MEJORES
Lamento si no quedó o no superó sus
expectativas, realmente una parte la escribí en
el colegio, otra en casa ajena y el resto en casa,
brr.
Sho me despido, coquitos míxs, cjau
cjau.❤
❤
26
Pastelitos de frambuesa.
En el cálido y nuevo hogar del alfa con cabellos
rojizos, habían dos lindos y adorables cachorros
jugando a los carritos en la gran alfombra de la
sala, haciendo chocar sus juguetes entre sí
haciendo sonidos como “pum” “piuff”. BaeJeon
mantenía entre sus brazos el peluche que su tío
de oro le había obsequiado, mientras KwanSoo
echaba a andar su autitos.
—Oye, BaeBae..— KwanSoo murmuró
suavemente, puesto que lo que tendrían que
hablar era privado y el alfa pelirrojo estaba a un
costado de ellos mirando televisión.
BaeJeon fijó sus ojitos castaños en el rostro de
KwanSoo y al entender la señal de las escaleras,
asintió, dejaron sus juguetes sobre la alfombra y
en silencio escaparon del alfa, subiendo
apresurados a “la habitación de los secretos”.
—¿Qué secreto tienes que contar hoy,
KwanKwan?— BaeJeon se adentró a la gran casita
hecha con mantas y una linterna en sus pequeñas
y gorditas manos.
KwanSoo le siguió y suspiró.
—¿Recuerdas la vez que enfermaste y tu appi
fué por tí?— Preguntó KwanSoo observando el
rostro pensativo del cachorro.
—¡Sí!— Dijo finalmente BaeJeon.
—¡Dijiste que me contarías y ha pasado
muuuucho tiempo!— KwanSoo puchereó
cruzándose de brazos.
—Oh, KwanKwan, ¡no te enfades conmigo!—
BaeJeon soltó su peluche para lanzarse a los
brazos del cachorro.— ¡Te contaré ahora! —Sigo
esperando eso, BaeBae tonto.— Frunció el ceño
enseñando su pequeña lengua.
BaeJeon suspiró.
—Appi se creyó que realmente tenía fiebre.—
Rió maliciosamente.— ¡Y fué el mismo día donde
conocí al señor militar que resultó ser mi papá!
—¡¿ves?! ¡te lo dije, BaeBae!— KwanSoo dijo
emocionado.— ¡Nuestras investigaciones
ayudaron de mucho!
BaeJeon asintió felíz.
—Por cierto, cuando estuviste faltando a la
cárcel de cachorros, volvió la señorita de los
pasteles ¡llevó nuevos de frambuesa!
—¡puaaj!~— Se quejó BaeJeon sacando su
lengua asqueado.— ¡recuerda que la última vez
que me regaló un pastelito de frambuesa vi
elefantes en la cárcel de lo horrible que estaba!
KwanSoo permaneció serio.
—Sí, pero BaeBae.. la señorita había preparado
otros sabores solo para tí..— Musitó pensando.
BaeJeon bajó la cabecita al igual de
pensativo.— Ahora que recuerdo.. su rostro me
es conocido..
KwanSoo volvió a mirarle interesado.
—¡Tenemos nuevas investigaciones, BaeBae!—
KwanSoo dijo emocionado al igual que BaeJeon,
con la inocencia recorriendo todo su pequeño
ser.
Niños..
—Joder.. JiMin..— Se oyó un ronco jadeo en la
sala y seguidamente un gruñido de completa
satisfacción.
Jabón con aroma a lavanda combinado con el
olor a frutos rojos de su cuerpo en completa y
pura etapa de calor, ese era JiMin recién duchado
paseándose por la cocina con solamente una
camisa que débilmente cubría la mitad de sus
llamativos glúteos, sus gruesas piernas se movían
sensualmente por todo el lugar, sabiendo el
omega que había un alfa en el sofá con un horrible
dolor en sus pantalones con solo verle en una
diminuta prenda, durante esa mañana, Jeongguk
le había hecho el amor de la forma más dulce
posible, pero viendo la situación seductora en la
que el omega se encontraba, dudaba el alfa poder
ir despacio con su pareja.
—Por el bien de tu precioso culo, miraré la
televisión o de lo contrario yo perder-..—
Jeongguk observó a JiMin tomar impulso en la
alacena para tomar un paquete de galletas,
provocando que la molesta prenda subiera por
completo.— ¡Al puto infierno! ¡Ven aquí! — Jeon
usó su voz de comando, estremeciendo al sumiso
omega y levantar las caderas, apoyándose de la
mesada inmediatamente en la espera de su alfa.
El celo de Park aumentaba demasiado, la casa
estaba infestada con el fuerte olor del omega en
época de calor y el alfa habitando ahí mareaba en
lujuria por poseer al dueño de tal aroma seductor
y atrayente.
—¿Quién es tu alfa, cariño?..— La gruesa voz
de comando se oyó en el oído de JiMin, éste,
retorciéndose en sumisión junto al placer de
escucharle tan dominante, gimió arqueando su
espalda.
—T-tú, Jeongguk.. tú eres mi alfa..— Respondió
JiMin sintiendo las fuertes y grandes manos de
Jeon en su cintura y seguidamente, una cálida
lengua lamer la rojiza y orgullosa marca en el
cuello del omega.
—Perfecto, caramelo..— Jeongguk murmuró
roncamente, dejando que descaradamente, JiMin
restregase sus caderas contra el bulto notorio de
éste.
La espalda de JiMin rozó con el torso desnudo
del alfa, sintiendo las filas de abdominales
decorando su estómago y los pectorales duros de
su pecho.
—Oh, Jeongguk..— JiMin suspiró por el caliente
roce de sus cuerpos.
Y el alfa comenzó a alzar la camisa del omega
para retirarla de su cuerpo, seguidamente, bajar
sus pantalones junto a sus interiores, la viva y
rojiza erección salió libremente, transmitiéndole
a JiMin que perdería la razón y se entregaría al
placer, de solo pensar en su alfa dominándole,
lubricante escurría por sus piernas, demostrando
cuán preparado estaba para el alfa.
Jeongguk no necesitó preguntar si el omega
estaba listo para recibírle, los gemidos
provocativos de JiMin invitaban al alfa a dar el
primer paso entre el largo camino de placer y
calor que se vendría a continuación. Y así fué,
Jeon se adentró en JiMin, recordándole al omega
que él era el único que podría tomarle, amarle..
desearle. Como si de una hoja seca entre llamas
se tratase, así se sentía Jeongguk en el cálido
interior de JiMin, y el omega nuevamente se
sentía deliciosamente lleno, perdiéndose entre
las galaxias y constelaciones de la lujuria y de lo
que el sexo les ofrecería, como si ambos
estuviesen moldeados a la perfección, como si la
luna los haya diseñado especialmente para ser
solo ellos.. alfa y omega, Jeongguk y JiMin.
El alfa movió sus caderas con tanta sensualidad
que JiMin se vió embelesido por el seductor poder
de estas al moverse para él, sumergiéndose
nuevamente en las llamas de su acogedor
interior, Park mordió su grueso labio inferior,
escuchando los gruñidos del alfa tras suyo al
compás de sus movimientos que cada segundo se
volvía más apresurado, el pequeño cuerpo se veía
impulsado por las fuertes caderas del alfa,
tomándole con tanta intensidad.
—Oh.. Jeon..— Park se vió lloriqueando en
placer cuando Jeongguk llevaba sus matadores
labios a su hombro izquierdo, dejando desde
caminos de besos hasta la más seductora
mordida, se sentía tan suyo, cada intensa caricia
sobre cada espacio de su cremosa piel, le hacían
recordar que cada parte hecha con átomos, era
propiedad del militar, ese fuerte hombre que era
capaz de llevarle a la perdición como también a su
salvación.
—¿Qué desea ahora mi omega?..— Jeongguk
paró de moverse, sonriendo ladinamente al ver el
rostro dolido de Park por pausar el caliente placer
que construían.
—U-usa tu voz de comando conmigo.—
Lloriqueó JiMin moviendo desesperadamente sus
propias caderas.
Jeongguk sonrió ladinamente, llevando su
mano a masajear sus propios labios, con su oscura
mirada lujuriosa en su vivo miembro entrar y salir
del interior de JiMin, siendo él, el que se
encontraba quieto y dejar que el omega hiciese el
trabajo de moverse, gemidos poco silenciosos
salieron de esos gruesos labios tan dulces como el
precioso caramelo y tan intensos como el sabor
del vino.
—Detente.— Ordenó Jeongguk, riendo
roncamente satisfecho ante la sumisión de su
omega en celo.
Saliendo de su interior, tomó asiento en una de
las sillas del comedor, palmeando sus gruesas
piernas para después ordenar nuevamente con
voz seductora:— Ven aquí, bebé.
JiMin tambaleándose un poco ante el frío que
recorrió su espalda al no sentir más el calor
corporal del alfa, llegó hasta él y se sentó a
horcajadas, levantando sus caderas y dejar que su
hombre guíe su miembro en su entrada, JiMin,
gimiendo fuertemente, cayó sentado, ahora
completamente lleno de Jeon Jeongguk.
—Móntame, ahora.— Pidió Jeongguk,
apoyando su espalda en el duro respaldo y situar
sus palmas en la marcada cintura del omega.
JiMin completamente en su estado puro de
sumisión, acató la órden del hombre con linaje
mayor, moviéndose seductoramente y a su vez,
rápido sobre la erección del alfa.
JiMin fijó su perdida mirada en la del alfa,
ámbos escuchaban los fuertes latidos llamando el
nombre de cada unos, sus respiraciones cálidas
como el humo de un poderoso incendio forestal,
ojos marrones casi negros entre la lujuria y
pupílas dilatadas tras dejarse entregar al mundo
del placer y el satisfacción. Jeon Jeongguk y Park
JiMin eran solo uno, las únicas piezas faltantes de
sus rompecabezas, pero, sobre todo ese íntimo y
potente sexo en la cocina… había amor..
promesa.
Jeongguk sobre toda su rudeza al embestirle,
prometía amor eterno y protección, JiMin se
sentía sumergido en amor puro, amor
correspondido por su alfa predestinado. Y
juntando su frente con la del dominante, dejó que
éste termine por llevarles al final del precioso
camino de la excitación.
—¡Joder, JiMin!— Jeongguk embistió con
fuerza su interior, sintiendo el nudo construírse
en su interior y su final cada vez más cerca.
JiMin solo logró dejar besos en el cuello de su
alfa, los fuertes brazos de éste le protegieron en
un gran abrazo mientras sus vaivénes se volvían
brutales, causándole hasta el más desgarrador
grito al omega, el chocar de pieles, el casi mudo
sonido de la televisión abandonada y
respiraciones pesadas era lo único audible en el
silencioso departamento de Park JiMin, porque..
bueno.. el omega estaba siendo marcado una vez
más por el militar en un larga etapa de calor.
—¡J-Jeon!— JiMin chilló cuando la próstata fué
estremecida con el falo del mayor. Sus manos se
apretaron a Jeon y sintió el líquido blanquecino
salir libremente, manchando ámbos abdómenes.
Jeongguk gimió ante la seductora imágen y
tomando fuertemente las caderas de JiMin, dió
sus últimas embestidas en su interior, antes de
correrse y el nudo unírles fuertemente, Park chilló
ante el ligero dolor del nudo adaptarse a él, sin
embargo, dejó de tensarse cuando los besos del
alfa se mantenían en su cuello, siendo
dulcemente mimado entre sus brazos,
ayudándole de esa forma a recuperarse del gran
espasmo de su orgasmo. Pero sus labios estaban
resecos, necesitaban ser humectados por esos
cerezos rosados, y lo consiguió, ambos se besaron
con tanto amor, que podían escuchar el aullar de
sus lobos felices tras estar unidos, sus almas en
completa paz y armonía. Definitivamente, Park
JiMin era de Jeongguk como Jeon Jeongguk era de
Park JiMin.
—Te amo..— Susurró Jeongguk, acariciando la
espalda de su omega adormilado.
—Te amo mucho más..— JiMin susurró de
vuelta, con el sonrojo en sus mejillas
potentemente, orgulloso de ser marcado una vez
más por su alfa.
Y el lobo de Jeon chilló felíz tras ver tan dulce
rostro dedicarle la mejor de las sonrisas.
♡.
Hellooooooow.♡
Traté de no hacer solo un “mete saca gime ah
ag ah” oqei lo intenté
JAJAJA.♡
Leí por ahí una chica decir que Jeongguk era
el hombre más pasivo sobre la tierra, yo me
quedé en estado de scok *voz de Auron*
Ahora díganme ustedes ¿Jeon es pasivo
ante sus ojitos? Sho me despido,
Puedo sentirte.
Entre montones de sábanas blancas y
acogedoras, yacía una pareja dormitando
abrazados, como si la mágia de ámbos fuese a
desaparecer si alguno soltaba a su pareja. Los
rayos mañaneros del sol chocaban con el rostro
de un alfa dormilón, Jeongguk abrazaba por
detrás a JiMin, con el rostro y nariz hundidos en el
lacio y oloroso cabello del omega, sus fuertes
brazos rodeaban el pecho de Park en señal de
protección y amor. JiMin por su parte tenía
recostado su rostro en el brazo de su alfa como
almohada mientras el otro le abrazaba.
Ámbos habían terminado más que agotados
por la noche, nuevamente, el celo de Park
provocaba que el mayor tomase a JiMin para
reclamarlo una vez más, y por supuesto que el
omega no se resistió ante el porte de alfa que
tenía su amado. Se amaban, no era más un
secreto y ya no lo negaban, un fuerte amor sin
barreras ni obstáculos que no permitiesen
aquéllo.
Los ojos del omega fueron abriéndose poco a
poco, el sol lastimaba sus dormilones y sensibles
luceros marrones al levantar los párpados, por lo
que soltó un pequeño jadeo y se giró,
escondiendo el rostro en el pecho de su alfa,
quien al sentirle moverse, se acomodó mejor para
darle un mejor abrazo. JiMin ronroneó
suavemente, la comodidad que sentía con
Jeongguk era asombrosa, tanto que la sonrisa
inconsciente se hizo presente en sus labiales, y
besos comenzaron a llenar el amplio pecho del
mayor, Jeongguk estaba bastante sumergido en
sus sueños que no lograba sentir los besos de su
omega ya despierto.
—Alfa..~— Ronroneó el omega con voz
adormilada y baja, llenando de besos las mejillas
de su hombre.
Hombre que por cierto.. parecía peso muerto
sobre su colchón.
JiMin rió bajito con la adorable imagen de Jeon,
tan perdido y vulnerable al dormir que no era
capaz de notar que su omega necesitaba de sus
atenciones mañaneras.
—Jeongguk..~— Volvió a ronronear el omega
besando ruidosamente su frente.— Despierta,
cariño..
—N-no..— Su gruesa voz ronca se hizo notar en
la habitación, derritiendo al omega y despertar el
calor de éste con ese simple bajo tono en su voz.
—¿No?— Preguntó JiMin sonriente, mirando el
ceño fruncido del alfa, sin recibir respuesta
alguna.
JiMin solo se acobijó entre sus fuertes brazos,
su pequeño cuerpo se amoldaba a la perfección
del alfa. Pero tan pronto como se acobijó, su
necesidad de celo volvía a despertarle, y eso con
solo admirar el torso desnudo del hombre frente
suyo.
Oh.. El omega pensó mirando el cuerpo
desnudo de Jeon hasta que sus caderas, donde la
estorbosa sábana cubría más para la vista
hambrienta de JiMin, de pronto el omega relamió
sus labios necesitado del alfa nuevamente, por lo
que levantando la sábana de sus cuerpos,
delatando el aparato viril de su alfa le provocó
unas inmensas ganas de tenerle entre sus labios.
Y así lo hizo, JiMin en silencio bajó hasta la
extensión del alfa, tal vez con una amorosa
felación a su hombre, éste despertaría felíz,
¿verdad?
Las pequeñas manos de Park tomaron la
virilidad del alfa, Jeongguk suspiró entre sus
sueños, y JiMin pasó su lengua por toda su
extensión, mandándole cosquilleos al alfa,
lamidas juguetonas y besos fueron depositados al
pene de Jeon hasta que JiMin finalmente
introdujo el falo a su cavidad bucal, moviendo su
cabeza para lograr lubricar por completo,
pequeños y agudos gemidos salían de sus labios
al intentar meter todo a su boca, pero Jeon era un
fuerte y saludable alfa, él no era pequeño, y JiMin
luchaba en ese momento. No fué en ese
momento dónde Park sintió una conocida mano
en sus cabellos, sujetándole, acariciando con
lujuria y dulzura éstos.
—Mierda, JiMin..— Jeon murmuró con su voz
ronca y dormilona, Park había cumplido su
cometido al querer despertar a su alfa con una
buena felación, pero ahora no quería despegarse
de él, y menos cuando Jeongguk gemía
gruesamente por culpa suya.
JiMin simplemente siguió con lo suyo,
observando al mayor colocar uno de sus brazos
detrás de su cabeza para ver toda la escena que
él había preparado traviesamente para Jeon. Park
levantó las caderas, meneando así su trasero para
distraer la mirada del alfa un momento, y la risita
brotó de sus labios al conseguir su propósito.
—Oh, lamentarás mucho el tentarme ésta
mañana, caramelo.— Jeongguk advirtió cuando
JiMin sacó su miembro de sus labios.
—¿Tentarte, cómo?— JiMin preguntó
inocentemente, viendo la sonrisa ladina del
mayor y negar lentamente.
—Déja de chupármela y recuéstate boca abajo
sobre mis piernas.
—¿Ahora?— Preguntó JiMin dándose
golpecitos en la mejilla con su miembro.
—Ahora.— Afirmó el alfa.
—Pero yo quiero segui-..
—Ahora, he dicho.— La voz de comando salió a
flote y el sumiso omega de JiMin aulló
desesperadamente por obedecer a su alfa.
Inflando sus mejillas, JiMin se acomodó como
Jeongguk le había ordenado, las rasposas y
grandes manos de éste acariciaron su espalda,
bajando hasta sus glúteos y amasar entre sus
dedos la prominente carne de su omega.
—Así me gusta, cariño..— Musitó, apoyando su
propia espalda contra la cabecera de la cama.
—Oh, por favor, yo quería.. ¡Ah!..~— Un
gemido interrumpió las palabras del pelinegro,
pues la palma de Jeongguk golpeó su trasero
ruidosamente y con certeza, prontamente, la
marca de su mano se fué notando de un ligero
color rosa.
—Shh.. solo gíme para mí, caramelo.— Dijo
Jeongguk introduciendo uno de sus largos dedos
en el interior de Park, haciéndole lloriquear en
placer, el lubricante chorreaba por sus muslos,
manchando las sábanas de su cama.
JiMin disfrutaba de las poderosas manos del
mayor tocarle, quemaban tan perfectamente con
su piel, que le llegaba hacer delirar en locura, sus
labios emitían los gemidos que su alfa pedía
dominantemente y se sintió felíz de satisfacerle
cuando le oyó jadear en respuesta.
Más palmadas marcaron el redondo trasero de
Park, dejándole en claro que el alfa era el líder al
momento de intimar, el guía del placer al unirse.
—J-Jeongguk..~— JiMin chilló necesitando
fuertemente a su alfa reclamarle.— Por favor..
—¿Mhm?..~— Roncamente el alfa preguntó,
dejando dulces besos en toda la columna del
omega, hasta llegar a su nuca.
El celo de JiMin era muy fuerte, y no necesitó
decírle a Jeongguk sus necesidades, éste lo
comprendió cuando el aroma del omega se hizo
más potente que minutos antes, embriagando sus
sentidos y dejar que su alfa interior domine la
situación donde ámbos necesitaban fuertemente
amarse.
Y así fué..
Jeon le hizo el amor en la cama..
Demostrándole que ningún alfa podrá amarle y
tocarle tanto como él lo hacía. Y JiMin
simplemente se dejó amar sumisamente ante
Jeon, porque el sentimiento de su potente amor
era más fuerte que cualquier otra cosa en el
mundo.
—No.
—Pero, ¡Jeongguuuuk!~— JiMin lloriqueó
abrazándose al cuerpo del alfa.— He dicho que
quiero ir contigo.
—Y yo te he respondido que no te llevaré, mi
amor.— Jeongguk terminó de abotonar su camisa
blanca y doblar sus mangas hasta sus codos.
—Alfa..— Musitó triste el omega escondiendo
el rostro en la espalda de éste.
—Oh, amor…— Jeongguk se giró para llenar de
besos el rostro de su omega y abrazarle
fuertemente.— Solo iré a comprar el almuerzo,
bebé…
—Pero quiero ir contigo…— JiMin sabía que en
sus etapas más fuertes de celo lo que más
gobernaba era su sensibilidad, el omega se ponía
tan sentimental y el alfa nunca se había olvidado
de eso.
—Cariño, no puedo llevarte, estás en lo más
fuerte del celo y cualquier alfa querrá
acercarse.— Explicó Jeongguk acariciando sus
mejillas.
—Pero..
—Shhh…— Calló el alfa dejando un suave beso
sobre sus labios.— Permite que tu alfa cuíde de tí,
caramelito.
JiMin sonrió levemente y asintió, pensar que su
alfa solo buscaba protegerle del malvado mundo
provocaba un enorme cosquilleo en su vientre,
por lo que, asintiendo, se colocó de puntitas para
besar su frente.
—Está bien, alfa..— Dijo suavemente JiMin.
Jeongguk sonrió tontamente tomando las llaves
de su auto.
—Pónte una camisa mía y no le ábras a nadie
hasta que yo vuelva, ¿de acuerdo?— Preguntó
Jeongguk acariciando la curva de su cintura con
sus yemas.
JiMin asintió y vió partir a su alfa, ambos no
deseaban cocinar, JiMin por pereza y Jeongguk
porque no sabía hacer nada más que arroz con
pollo y sopa, alimento que a ninguno le apetecía,
aunque JiMin dijo que se le antojaba, Jeongguk se
negó a cocinar por el simple hecho de saber que
Park se pondría caliente de nuevo con solo verle
cocinar y Jeon no quería terminar seco mucho
antes del final del celo. El omega obedeció a su
alfa y cambió su fea camisa de pijama por una
camisa del mayor, sabía el propósito de ésto, pues
si una visita no deseada llegaba al hogar con Park
en celo, no podría acercarse por la marca y por el
potente olor del alfa protegiendo al omega,
dejando en claro que tendrían problemas si le
tocaban un cabello.
Y JiMin caía enamorado nuevamente de pensar
en su alfa con su natural posesividad sobre él,
amaba la naturaleza de su alfa, pues le dejaba
completamente sexy y atractivo ¿quién no
pensaría eso? Además, es un alfa jóven y
completamente caliente.. ah.. y es padre de un
bello cachorro que es copia de él mismo ¿a que
no es asombroso? Y sí, por si las dudas, era suyo.
Jeongguk no había encontrado algo mejor para
el almuerzo que unas deliciosas ensaladas con
pollo entre otras cosas nutritivas, deseaba que su
omega comiese saludable durante su celo, así no
tendría problemas de salud durante. Con las
bolsas en el asiento de copiloto, Jeongguk se
colocó el cinturón de seguridad y encendió el
auto, podía sentir los latidos de su omega
tranquilos a través del lazo, por lo que sabía que
éste estaba seguro en casa. Sin embargo, no muy
lejos de él, observó algo sorpresivamente,
haciéndole quedarse quieto y captar cada detalle.
—¿TaeHyung?..— Preguntó el alfa para sí
mismo, viendo a su cachorro a su lado con el
sobrino del pelirrojo.
Sus ojos observaban detalladamente la
situación, BaeJeon lucía alegre con el pequeño
KwanSoo en una heladería y TaeHyung lucía
radiante, tanto que le extrañaba.
—¿Qué hace TaeHyung con él?.. ¡¿tomados de
la mano?!
Tendría una seria plática con él en la milicia, y
no se salvaría de sus sermones. Joder. Pensó
Jeongguk al verles irse de la heladería felices,
como una dulce familia felíz.
♡.
Hellooooooow.♡ YA
PUDE
ACTUALIZARRRSSS.
¿Cómo están, coquitos preciosxs? Ya lxs
extrañabaaaaa ㅠㅠ /cries in coco.
¿Quién creen que es la pareja de
TaeHyung?
Dato: dos alfas pueden estar juntos, sin
embargo, al intimar es algo complicado pues
su naturaleza no les permite someterse a otro
alfa, peRO SENTIMENTALMENTE SI PUEDEN
ESTAAAAR.♡
Digo, para que saquen teorías por sí las
tienen.
Teorías aquí, lxs leo a todxs, hehe.
Sho me despido, coquitos míxs, cjau
cjau.❤
Jeon en la era Wings me re puede, es todo
un sugar daddy.
¿cuál es su jk era fav?❤
28.
Omega en aprietos.
—¿Qué haces aquí?— La voz del rubio omega
fué lo primero que Jeongguk escuchó al entrar a
la oficina militar.
Jeon no mencionó nada y comenzó a mover sus
hombros circularmente, preparándose para un
largo día entrenando nuevos alfas militares.
—¿No se supone que deberías estar atendiendo
el celo de JiMinnie? — SeokJin preguntó desde su
asiento, con una pierna sobre la otra y mirando
sus uñas buscando algún rastro de inexistente
mugre.
Y fué donde el alfa miró al omega por
primera vez desde que entró.
—¿Tú cómo sabes que mi omega está en
celo?— Preguntó casi en un gruñido.
—Solo lo sé y punto.— Dijo dedicándole una
sonrisa inocente.— No sé qué mierda haces en la
milicia.
Jeongguk suspiró alejando la tensión de su
cuerpo. Esa mañana JiMin amaneció un poco
sentimental, y se sentía deprimido de que su alfa
estuviese perdiendo días en la milicia por atender
sus necesidades, por ende, prácticamente sacó a
Jeon de la casa para que tan lo menos hiciese acto
de presencia en la milicia. Otros omegas llorarían
por tener lejos a sus alfas en sus épocas de celo,
pero JiMin nuevamente destacaba por ser un
precioso omega fuerte que podría esperar a su
alfa hasta que éste saliese del trabajo.
—¿Y bien?..— La voz de SeokJin resonó en sus
oídos, sacándole de sus pensamientos.
—JiMin está sentimental y se cree culpable de
que esté perdiendo días aquí por cuídarle.—
Confesó incómodo el alfa.
—¿Pero qué cosas dice ese bomboncito?.. —
SeokJin preguntó indignado, ignorando la mirada
asesina que el alfa le dió por apodarle así a su
omega.— Es un angelito, pero debería exprimirte
todo su época de cal-..
—Me haces sentir como un juguete, SeokJin.—
Cortó el alfa rodando sus ojos.
—Bueno, prácticamente los alfas son nuestros
juguetes cuando entramos en calor..— Dijo el
rubio pensativamente.— Y no lloriquees,
mariposa gay, que de seguro no te resistes un
segundo cuando JiMin gíme tu nombre.
Jeongguk abrió su boca para protestar, sin
embargo palabras no nacieron nunca.
—¿Alguien de casualidad dijo “mariposa
gay”?— Una burlona y gruesa voz se escuchó en
la puerta.
No puede ser. Jeongguk pensó mientras
masajeaba el puente de su nariz y cerró sus ojos
cuando YoonGi hizo presencia en su oficina.
—¡Oh, sí!— SeokJin chilló cómplice.— Yo lo he
dicho.
—¿Por qué tan estresado, diablo?— YoonGi
preguntó tomando asiento en el sofá con una caja
de pastelitos de arroz.— ¿No has desbloqueado el
túnel con tu pala?
SeokJin soltó su conocida carcajada cuál madre
verdulera de cuatro hijos al oír el chiste del alfa
pelinegro.
—Te importa una mierda.— Respondió
secamente Jeon, centrándose en sus papeles
sobre su escritorio.
—Sí, definitivamente no desbloqueaste
túneles.— YoonGi dijo burlón.— Oh, vamos,
hombre, hueles a caramelito en celo ¿qué mierda
es ésto?
Jeongguk le miró por última vez, decidiendo
que hacerse de oídos sordos sería buena materia
a aplicar en ese momento, y era realmente bueno
en ello, tanto que cuando usaba su técnica para
ignorar, YoonGi terminaba fastidiándose de
molestarle.
Y eso que YoonGi es un terrible grano en el culo.
El alfa se sometió tanto en su trabajo que las
voces de los otros dos individuos presentes
parecían solo murmullos.
—Comandante Alfa Jeon.— Una voz ajena a la
de YoonGi y SeokJin resonó en la oficina, sacando
al alfa nombrado de sus informes y levantar su
vista.
NamJoon estaba en la puerta de ésta, con su
uniforme altamente pulcro de la milicia, cabello
prefectamente peinado y una noble sonrisa con
hoyuelos decorando sus mejillas.
Jeongguk levantó las cejas en señal de que
podría continuar y el alfa cedió.
—Me han informado que aún no conoce al
nuevo suplente del comandante Alfa Min, por lo
que se me ha ordenado presentarlos y que usted
sea el guía de éste.
Jeon empujó su lengua contra su mejilla y se
colocó de pie, mirando al alfa fijamente, la
tensión era fuerte en la habitación.
—Házle entrar.— Dijo Jeongguk seriamente,
YoonGi se acomodó mejor en el sofá para admirar
del espectáculo mientras comía sus pastelitos y
SeokJin simplemente andaba mironeando a su
alfa descaradamente.
Jeongguk infló su pecho con aire estando tenso,
las placas doradas sujetas a su uniforme en
muestra de orgullo a su país brillaban
descaradamente, mostrando que ese alfa era el
líder del campo militar.
—Buen día.— Una voz un poco ronca y educada
resonó en la oficina, los tres presentes
respondieron neutramente y el alfa escaneó con
la mirada al hombre parado frente suyo.
—Soy el Comandante suplente del líder de
segundo mando Min.— Se presentó el chico
estirando su mano esperando correspondencia
de Jeongguk.— Jung HoSeok, será un honor
trabajar con usted un mes, Comandante Alfa
Jeon.
Jeongguk miró fijamente los ojos del chico,
estrechando su palma con la suya en un cordial
saludo.
—Es un gusto para mí conocerle finalmente,
Comandante Jung.— Respondió con voz neutra el
alfa.— Supongo que ya conoce al señor Min, que
es ese hombre de ahí.— Jeongguk señaló con su
mirada al zángano glotón en el sofá.— Espero
tener un desempeño igual o mejor al de él, no soy
tolerante de las quejas, quiero porte, fuerza,
firmeza, y más ¿usted podrá brindarme éstos
requisitos?
NamJoon antes le había advertido a HoSeok lo
altamente estricto que era aquél alfa a la hora de
trabajar, y ahora viéndolo frente a él, creía en
todos los rumores que se decían los militares
sobre lo “infernal” que era Jeon Jeongguk en la
milicia.
Un diablo, vaya.
—Soy consciente que necesita de un buen
apoyo y cuento con ello, Comandante Alfa
Jeon.— HoSeok asintió firmemente.
Jeongguk asintió, rodeando su escritorio rumbo
a la puerta.
—Muy bien.. a trabajar.— Dijo el alfa abriendo
la puerta.— Y tú, Min YoonGi. —Jeongguk dijo
mirando al alfa en el sofá.— Te quiero trabajando
en veinte minutos.
—Pero mis pasteli-..
—Sin peros.— Dijo sin más, saliendo junto al
nuevo suplente de YoonGi con una sonrisa en su
rostro mientras el otro alfa bufaba sobre lo
malnacido que Jeon era.
Qué bien se siente molestar a YoonGi. Pensó
Jeon caminando firmemente hasta el campo de la
milicia, donde yacían los militares esperando por
ellos para su entrenamiento.
—Comandante Alfa Jeon ¿qué es lo primero
que tengo que hacer? — HoSeok se puso firme en
desde el primer momento, y Jeongguk, comenzó
a guiarle.
Así fué el transcurso del día, guiando y dando
órdenes en el campo militar.
Sumiso.
Por fin, era el último día del celo de JiMin y
Jeongguk había olvidado lo que era quedarse
descargado, sin energía que lo mantuviese
despierto, su precioso omega por fin le había
había dado el adiós a su época de calor y ahora
mismo, ámbos se encontraban mirando la
televisión, sin embargo, JiMin lucía decaído, y
Jeon lo único que hacía es protegerlo entre sus
brazos como si de un pequeño florero de cristal
se tratase.
—¿Cariño? ¿estás bien?— El alfa se atrevió a
preguntar con una voz suave, dejando besos en la
frente del omega.
JiMin solo se encontraba tratando de
tranquilizar a su lobo que lloraba en tristeza, y a
pesar que su alfa estuviese a su lado, algo sentía
que le hacía falta.
—BaeJeon…— Murmuró suavemente,
sentándose en el regazo de Jeongguk y esconder
el rostro en su cuello.
Jeongguk entendió enseguida y solamente
esbozó una ligera sonrisa, era lo más adorable
que su bello omega estuviese pidiendo a su
cachorro de vuelta, después de todo, le habían
dado un correcto “hasta pronto” al celo de Park,
el alfa no había podido respirar un solo segundo
pues su precioso omega le encontraba para
restregarse contra su sensible entrepierna,
buscando ser reclamado por él una vez más.
Y claro que Jeon no se negaba en lo más
absoluto.
ㅡ Eres un bobo.
Alfa.
Los pequeños estaban comiendo gustosamente
de las alitas que por fin llegaron a su domicilio, sin
embargo, el pelirrojo alfa estaba en su móvil
moviéndose de un lado a otro con desesperación,
revolviendo sus intensos cabellos rojos como una
preciosa manzana madura, y su respiración
estaba agitada.
ㅡ Alfa…
ㅡ¿Hola?
ㅡ¿Eso qué?
ㅡ Necesito salir urgentemente y a mí me dejó a
cargo en lo que volvía
de comprar.
Jeongguk cerró sus ojos lentamente, soltando el
ㅡ¿JiM-…
ㅡ TaeHyung..
Jeongguk sintió su sangre hervirse de la furia,
pero mantuvo la poca compostura que había en
él y tranquilamente musitó:ㅡ ¿Qué te ha hecho?
No, mi amor.
ㅡ Cariño…
platos y vasos. ㅡ No
tonto!ㅡ Interrumpió
Park.
ㅡ Pero,
cariño… ㅡ¡Te
revelas!
ㅡ Alfa…
ㅡ…
ㅡ¡¡Jeongguk!!ㅡ El dulce omega golpeó el
pecho del nombrado
cruzándose de brazos indignado.
Pero es que Jeon ni siquiera se inmutó, sus ojos
brillaban concentrados en el rostro precioso de su
omega, admirando hasta sus poros, su corazón
latía felízmente, su sangre corría a la velocidad de
la luz a causa de su enamoramiento eterno por el
más bajo y su nariz rozaba la pequeña de JiMin. El
alfa podía jurar que en los íris del pelinegro
lograba admirar diversas constelaciones y
planetas, estrellas fugaces y colores espaciales,
tan brillantes como la potencia del sol y tan
suaves como la imaginable textura de la luna.
Desde su nariz pequeña y respingada como un
pequeño tobogán de emociones, hasta sus
pecadores labios suaves como la textura del
pétalo de una flor y dulces como el caramelo
mismo. Jeon estaba loco admirándolo, Park era
poseedor de una piel cremosa y delicada, cabellos
tan negros como el pecado en su punto más
fuerte de peligro, con pómulos dulcemente
prominentes y adorables, decorados de un color
rosa pastel como la más hermosa y pequeña flor
en el campo, tan frágil y fuerte al mismo tiempo…
Jeongguk tenía frente suyo al omega más
precioso del planeta.
ㅡ Ve con cuidado…
♡.
Hellooooooooow.♡
MIREN ESKE ME SEKUESTRARON Y PUES
ME TARDÉ EN ACTUALIZAR JEJEJEJEJE
No mentira, debo ser honesta con ustedes del
porqué no actualicé…
Tenía paja. :v
SorRRYYYYYYY X SER UMA IRRESPONSABLE
DE MIERDA XDDDD.
YA VINE CON TODO EL C0C0DESMADRE FULL
HD 4K OQEI,
AMENME
¿Qué se traen Jeon y Kim?
Teorías aki grasias x su koperasion
jeje
Sho me despido, coquitos míos, cjau cjau. ❤
OTP KBRONES, LOS AMO.♥♥
PREGUNTA PENDEJA COMO YO:
¿Les gusta Ariana Grande? ¿sí? ¿no? ¿por
qué?
Pinche Ariana, yo queriendo ser un poquito
más hetero y tú recordándome lo
tortilla que soy:’c♡
32.
BlueWolf.
El rechinar de las llantas de la camioneta militar
al frenar frente al bar
BlueWolf confirmaban que el conductor estaba
apresurado y prácticamente enojado. Al abrir la
puerta de éste, la firme pisada de aquél alfa llamó
ligeramente la atención de varios jóvenes
disfrutando de un cigarrillo, alejando su mirada
de la figura masculina cuando notaron el rostro
del hombre.
Jeon estaba cabreado y no venía con
intenciones de arreglar sus asuntos
tranquilamente.
Prontamente al entrar, el olor a alcohol,
cigarros y marihuana llenó sus fosas, haciéndole
gruñir ligeramente, en ningún rincón de aquél bar
encontraba al pelirrojo que tanto le tenía
enfadado y para ser relativamente sincero,
Jeongguk era el alfa más impaciente del mundo.
Caminando hacia la barra de licores, tomó asiento
en una de las altas sillas frente a la gran mesada.
—Vodka.— Jeon respondió secamente ante la
mirada de aquél beta mirándole fijamente para
escuchar su pedido y atender.
Jeongguk no tenía ánimos, él quería estar con
su omega y su cachorro, mirando algunos dibujos
animados mientras JiMin y BaeJeon descansaban
sobre su pecho con las sábanas cubriéndoles
hasta el cuello. No en un jodido bar con imbéciles
perdiéndose en los vicios.
Minutos pasaban y el alfa apretó los dientes
enojado, su mandíbula tensa alertaba y alejaba a
los omegas que habían querido acercarse a Jeon
en esos escasos quince minutos que yacía ahí
sentado, obligándose a ser paciente con
TaeHyung.
—Mierda…— Jeongguk chasqueó la lengua,
mirando su reloj. Un suspiro brotó de sus labios
deseando terminar pronto éste asunto
pendiente.
—Qué horrendo te ves enojado.— La conocida
voz de su impuntual quedante sonó tras su
espalda con burla.
El alfa castaño no volteó a mirarle, su espalda
se tensó y un gruñido brotó de sus labios.
TaeHyung frente a él tomó asiento y ordenó lo
que parecía ser una cerveza.
—Creo que hoy no es tu día.— TaeHyung siguió.
—A la mierda, TaeHyung, suéltalo ya.— Jeon
furioso respondió.
Una sonrisa apareció en los labios del alfa
pelirrojo.
—Bien, ya hice tu deber por dos años seguidos,
y te voy avisando que tener alejado a una bola
inmensa de alfas de tu omega no fue pan comido.
Jeongguk levantó la mirada de su bebida
lentamente hasta el alfa pelirrojo, atento a cada
palabra y analizándola cuidadosamente.
—Continúa.
TaeHyung rió.— No toqué a tu omega, sabes
que yo no soy una bestia. Sólo le daba mi
chaqueta. Le apoyaba con el dinero que me
enviabas.
—Mhm.— Soltó Jeon delineando con su dedo
índice el vaso, notándose ido.
Entonces fue dónde el pelirrojo suspiró
agotado.
—Jeon…— Llamó el joven.— Ya te he dicho que
yo respeté la decisión de JiMin respecto a
BaeJeon.
Jeon gruñó de una forma intensa, sintiendo en
cualquier momento explotar en aquél bar.
—Joder, pero ¡Tenía derecho de saberlo,
TaeHyung!— Jeongguk soltó apretando la
mandíbula.— ¡Quedé como un imbécil al dudar
de JiMin y mi hijo!
—Pero ¿Por qué?— El pelirrojo soltó confuso.—
Si sabías que no me gustaba JiMin.
El alfa castaño rió sin gracia, con una pizca de
sarcasmo.
—Fuíste cómplice con mi madre de separarme
hace años de mi primera pareja, hiciste lo posible
por hacer que la madre de mi omega me tuviera
un repudio gigantesco.— Jeon soltó con furia,
sintiendo su cabeza hervir.— ¿Y todavía te dignas
a hacerte la mosca muerta?
—Con tu primera pareja hablas de YoonGi,
¿No?— TaeHyung preguntó tranquilamente.—
Deberías agradecerme que te he hecho un gran
favor, tu relación con YoonGi era de lo más
antinatural.
—¿Por qué?— Jeongguk golpeó su palma sobre
la barra, alarmando al barista.— ¿Porque ambos
éramos alfas? Por favor, TaeHyung, que mente
más podrida.
—Exacto, hermanito.— Jeongguk odió el tono
de voz chillón que usó su hermano menor con
él.— Papá te odiaría si se enteraba que su hijo
estaba con otro de su mismo linaje..— TaeHyung
observó su propia cerveza con un brillo burlón en
sus ojos.— Y sobre JiMin… no lo sé, me interesaba
antes.
El castaño apretó sus puños, enterrando sus
cortas uñas en sus palmas.
—¿Qué?
—Lo que oyes, lo quería para mí, ¿Pero
sabes?— El pelirrojo se atrevió a mirarle.—
Cuando perdí contacto contigo y dos años
después me buscaste para pedírme que cuide de
tu omega, me contuve por BaeJeon.— Confesó
con el ceño lineal y serio, sosteniendo la mirada
de Jeon.— Te odié por haber dejado a JiMin con
un cachorro de dos años, ese pequeño no tenía la
culpa de absolutamente nada. Yo quería que tú
luches por recuperar a JiMin, pero a la vez
deseaba que supieras de Bae. JiMin no me lo
permitió, fin.
Jeon sintió su corazón debilitarse, pero
continuó firme.
—Luego, pasa… pasa la muerte de
KwanSeok…— TaeHyung desvió la mirada y
sacudió su cabeza tratando de recuperar la
compostura.— BaeJeon fué el motivo por la cuál
yo no quise interferir.
—Pero tú tenías pareja, TaeHyung.
—Después del accidente en la playa con
KwanSeok me separé de SeokJin.— TaeHyung
negó rápidamente.— Pero eso no importa ya,
deja tus celos estúpidos que no toqué a Park.
—SeokJin es felíz ahora con NamJoon, supongo.
—Me alegro mucho.— TaeHyung sonrió
levemente.
—JiMin no lo sabe ¿verdad?— Jeongguk
preguntó mirando al barista tratando de
reflexionar.
TaeHyung negó.
—No sabe que realmente BaeJeon es mi
sobrino de sangre y tú mi jodido hermano.
Jeon bufó.— Qué amor me tienes.
—Es solo un cariño frustrado y cierta envidia.
—¿Envidia?— Jeongguk preguntó antes de dar
el último trago del vodka.
—Síp.— TaeHyung le siguió con su cerveza.—
Fuíste el consentido de papá, él te amaba por ser
alfa… yo solo soy un inútil beta.
Jeongguk frunció el ceño.
—Eso es mentira, papá te amaba.
—Claro que no, él te consintió para que tú
tomes su puesto en la milicia, Jeon.— TaeHyung
rió sin gracia.— Él no quería hijos beta, solo alfas
y por eso yo me obsesioné con los aromatizantes
de alfa.
Jeongguk le escuchó atento, sin saber qué decir.
—Él me despreciaba cuando le pedía un poco
de cariño.— TaeHyung estaba con sus ojos
cristalizados, sin embargo, pestañeó varias veces
para alejar el sentimiento de tristeza que quería
adoptar su cuerpo.— Por ello te odié, Jeongguk.
—Pero ¿Y mamá?
TaeHyung soltó una carcajada.
—¿En serio? Mamá nunca nos quiso, éramos
sus estorbos, ya ves.. terminó acostándose con el
rival de papá en la milicia cuando el murió. — El
pelirrojo acomodó su bandana.— Pero bueno,
solo te pido el pago a la ayuda que te dí éstos dos
años.
—¿De cuánto hablamos?— Jeongguk sacó su
billetera.
TaeHyung negó.
—Págale a mi omega su jodido mes en la milicia,
Jeon.— TaeHyung rió levemente.— HoSeok sigue
esperando su pago.
Jeon asintió.— De acuerdo ¿Eso es todo?—
Preguntó alzando las cejas.
—No, y que me compres una pizza, le dije a mi
cachorro que saldría por una pizza para él.
Jeongguk asintió y sacó las llaves de su auto,
pagando ambas bebidas y ponerse de pie.
—Andando, cabeza de menstruación.
TaeHyung carcajeó golpeando la espalda de
Jeon.
—Andando, retrasado narizón.
.
Helloooooooooow.❤
ESPEREN NO ME PEGUEEEEEEN
SÍ, V ES EL HERMANO DE JEON, YA SE
CONOCÍAN,
FINGIERON ODIARSE CUANDO SE “vIERON
POR PRIMERA VEZ”, V MANTENÍA A
BEBEJIMIN CON EL DINERO QUE LE ENVIABA
JEON ETC.
SJGKKSFJDJCJEKGKDFMMEMRRMMRMRMFN
ENGMMGN DNRNNENG.
*Putazos o quejas para C0C0 aki*
Sho me despido, coquitos míxs, cjau
cjau.❤
Últimos capítulos.
El tiempo cobra factura, Jeon.
Amaneciendo entre las deliciosas y cálidas
sábanas, el alfa abrió sus chocolates luceros
lentamente, no podía contemplar la belleza
frente a él, ya que esta le daba la espalda, pero
estaba seguro que seguía viéndose igual de
hermoso como siempre.
JiMin dormitaba entre los brazos de su alfa y no
pudo evitar soltar un ronroneo en medio de sus
sueños cuando Jeongguk acarició la cremosa piel
del torso y vientre del omega, debía ser honesto
con él pronto, contarle todo desde un principio de
su reencuentro, sin embargo, algo se lo impedía,
no lo sabía, era tanto el miedo de volver a
perderle y ahora por ocultar secretos bastante
graves.
Como la sangre que compartía con TaeHyung.
Honestamente, Jeongguk casi no logró dormir,
dos horas no servían para un carajo cuando en su
mente habitaba un lobo bastante furioso por su
silencio ante JiMin, y lo entendía pero ¿Qué
pasaría si abre la boca aparte de perder a JiMin?
Jeon tenía otra vida por la cuál temer.
BaeJeon.
Separarse de su cachorro sería bastante
doloroso, sabía que JiMin le alejaría de BaeJeon
por el engaño pero, Jeongguk era un alfa con un
corazón bastante sensible respecto a su hijo y
BaeJeon podría enfermar terriblemente por el
vacío del alfa. Era tan imbécil.
Pero le amaba tanto, y le dolía saber que por su
culpa los amores de su vida sufrirían por saber la
verdad.
Gruñendo por lo bajo, el alfa se sentó en la orilla
de su cama y llevó sus manos a su rostro,
cubriendo cobardemente la preocupación que en
él albergaba.
No merezco a un ángel como JiMin. Pensó y su
lobo gruñó en completa furia.
Miró por su hombro el cuerpo de su pareja,
cubierto con solo una camisa blanca que trazaba
perfectamente las curvas sensuales, su rostro
angelical era un peligro, y su corazón se estrujó
aún más. La culpa le estaba matando. Suspirando,
el alfa se puso de pie y caminó directo al cuarto
de baño, el trabajo le ayudaría a quitar el estrés.
O solo lo aumentaría más…
Secreto de BaeJeon.
Últimos capítulos.
Confesiones dolorosas.
Últimos capítulos.
Aquella noche había sido de lo más placentera
posible para Jeongguk y JiMin, después de hacer
el amor por la noche sin crear tanto ruido fue una
experiencia llena de adrenalina y encanto total,
ambos disfrutando de su amor expresado en la
cama, entre gemidos silenciosos, jadeos discretos
y besos sinceros se podía decir que estaban de lo
más felices como pareja.
Pero no todo es eterno, ni el tiempo más dulce
compensaría aquél detonante que torturaba al
alfa.
Jeongguk abrió los ojos perezosamente, lo
primero que observó fue una preciosa cabellera
negra, olor a frutos rojos fusionados con
chocolate, más un muy discreto aroma que le era
un poco difícil de adivinar, era lo que se olía
dentro de la habitación con su omega
plácidamente dormido.
Sin embargo, estaba con su lobo lleno de furia,
respecto a su cachorro. BaeJeon no solía ser un
pequeño mentiroso, y tomando la declaración de
su hijo, creía capaz a la señora Park de hacer eso
y muchísimo más, todo por su enorme rencor
hacia el alfa, de pronto comenzaba a pensar que
no viviría en paz junto a JiMin, ya que la señora
Park buscaba hasta el mínimo detalle para sacar
de sus casillas a Jeongguk.
Y vaya que lo estaba logrando.
Necesitaba una salida rápida, acabar con el
acoso obsesivo de aquella mujer que solo traería
negatividad a su familia.
—Alfa…— JiMin murmuró mientras enterraba
la nariz en el cuello del castaño.
—Buenos días, bebé.— Jeongguk murmuró con
la clásica voz ronca que le caracterizaba al
momento de despertar por las mañanas.
JiMin parecía como un tierno gatito en busca de
protección cuando despertaba, acurrucándose en
el fornido cuerpo del militar para su propia
comodidad. Y Jeon no pudo evitar sonreír.
—Oye, caramelo, deja el comportamiento de
gatito.— Murmuró el alfa.
—Cierra la boca, muero de sueño.— Park pasó
una larga y preciosa pierna por la cintura de su
hombre, recibiendo caricias por parte de Jeon en
el muslo invasor.
—Creo que deberías ponerte de pie, omega
testarudo y gruñón.— El alfa resopló mientras
JiMin acomodaba su mejilla en su amplio pecho.
—¿Por qué debería…? —Preguntó entre tiernos
gruñidos que solo provocaban una dulzura en el
alfa.
—Un cachorro debe ir al jardín de niños, precio-
…
—¡BaeJeon!— JiMin saltó de la cama,
poniéndose sus bóxers y la camisa de Jeongguk,
saliendo de la habitación entre gritos.—
¡BaeJeon, arriba, es hora de ir al jardín!
Jeon se perdió unos minutos en la puerta blanca
de la habitación, antes de soltar un suspiro y bajar
la mirada. Los pasitos de su cachorro somnoliento
por el pasillo, un JiMin refunfuñando mientras
hacía el desayuno y ruido del cepillo de dientes,
era el ambiente recibía a Jeon, un alfa con un
desorden mental y batallas constantes con su
subconsciente. Jeongguk sabía que el tiempo le
estaba comiendo cada vez más y que le sería
imposible callarse más.
Hoy es el día, Jeon. Dijo decidido, parándose de
la cama para ir al cuarto de ducha, donde estaba
un pequeño y dormido BaeJeon cepillándose los
dientes sobre un banquito.
Padre e hijo se quedaron observando un par de
segundos sin saber que movimiento realizar
primero, un poco sorprendidos.
—¿Quieres que me vaya?— Preguntó Jeon.
—Sí.— Respondió el pequeño con la espuma de
la pasta dental cayendo tiernamente de su boca.
—Ya has tardado, pequeño bebé.— Recordó el
alfa.
—Mis dientitos son de leche aún, appi dice que
tengo que darme el tiempo necesario para
lavarlos.— Dijo el cachorro.
Ambos en un sepulcral silencio se quedaron
observándose, sin saber qué decir.
—Papá…— BaeJeon habló después de unos
minutos.
—Dime, cachorro.— Jeongguk respondió
después de tres segundos.
—¿Ya te puedes salir del baño?— BaeJeon
cuestionó.— Me estoy haciendo pipí también.
—¡Oh! ¡Sí! ¡Lo siento, amor!— Jeongguk cerró
la puerta y se quedó observando ésta con una
incomodidad intensa en su ser.
¿Por qué mi hijo tiene la actitud de un adulto?
Se cuestionó el alfa. Es tan maduro que me
intimida.
—¡BaeJeon! ¡Baja a desayunar!— JiMin le sacó
de su trance mental, sacudiendo su cabeza y
convenciéndose que debe calmarse, miró a su
hijo salir del baño más fresco y despierto.
Pronto el pequeño se abrazó a las piernas de su
padre y le esbozó una sonrisa brillante, pequeños
dientes de leche completamente limpios
provocaron la sonrisa idiota de Jeon.
—Buenos días, papi.— Dijo el pequeño
mientras recibía caricias de Jeongguk en su
cabello.— Sea bueno con los militares y nunca
olvides que te amo mucho.
Sin más, el pequeño cachorro, le soltó y se
dirigió escaleras abajo, dejando al alfa con un
nudo horrible en su garganta y los ojos
amenazando con liberar lágrimas de completa
tristeza y culpabilidad. —También te amo,
bebé…— Dijo Jeon para después meterse al baño.
— Siempre lo hago…
Equipo Alfa.
Últimos capítulos.
Helloooooooooooooooow.
JAJAJAJA.
Oficialmente, C0C0 sale del hiatus, estoy
100/100. uwu
Estoy tan emocionada por llegar al final de
esta historia, aquí tienen más suspenso para
que me quieran matar 24/7 por irme tres
meses enteros y regresar para darles más
suspenso, jAJAJAJAJAJAAJA *La matan*
Yo sé que esto las va a tener más
apegadas al libro, so…
(Marketing) aHRE JAJAJAJAJA. Los amo, bebés,
estoy más fuerte que nunca y les prometo dar lo
mejor para cerrar Militar de forma respetable:(
¿Qué piensan que va a pasar?
nI SE
IMAGINAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN.
UWU.♥
thank u, next, see u soon, my love.♥
Siempre daddy nunca indaddy uwu.
pd: r.i.p
39.
¡Diablo! ¡Despierta!
PENÚLTIMO.
HELLOOOOOOOOOW.
FINALMENTE CASI LE DAMOS ADIÓS A MI
FANFIC CONSENTIDO DESPUÉS DE
TIGRE. TTTT
eSTOY TAN FELÍZ DE POR FIN NARRAR LO
ÚLTIMO DE
ESTE FANFIC, ESTABA TAN NERVIOSA DE CÓMO
QUEDARÍA,
LLEVABA TIEMPO PLANEANDO UN FINAL
DIGNO DE UN
MILITAR. SIN EMBARGO, TENÍA PLANES DE
HACER UNA
SEGUNDA TEMPORADA, ASÍ QUE
CONSULTE ESO CON
USTEDES EN EL DIRECTO DE INSTAGRAM,
GRACIAS A
TODOS LOS COQUITOS QUE ME AYUDARON A
ELEGIR ENTRE MI INSEGURIDAD JAJAJA.
NO HABRÁ SEGUNDA TEMPORADA DE
MILITAR, POR MAYORÍA DE
VOTOS.
¿ESTÁN LISTOS PARA DARLE ADIÓS A
MILITAR?
YONOAJAJAJAJAJAJABAI.
PERDÓN POR LAS FALTAS ORTOGRÁFICAS
AAAAAA AÚN NO ME ACOSTUMBRO
A LA LAPTOP:(
POR CIERTO, YA CASI LLEGAMOS AL MILLÓN DE
LEÍDAS
EN MILITAR, ESTOY ASÍ )( DE ECHARME A
LLORAR TTTTT MUCHAS GRACIAS BEBÉS.
TEORÍAS AKI.
NOS VEMOS EN EL CAPÍTULO 40. LOS
AMO.
Thank u, next, see u soon, my love. <3 *escribí
desde la laptop y no tengo
emojis jjaja*
Jerarquía Jeon.
Una bella cabellera castaña con ondas hasta la
cintura danzaba ligeramente con cada paso que la
fémina daba alrededor de su habitación, hoy era
su día y todo tenía que salir perfecto.
Con una belleza deslumbrante, se miró al
espejo por última vez, su pequeña nariz de botón
ligeramente sonrojada al igual que sus mejillas
dejaban el aspecto tierno y dulce de la cual todos
se derretían al verla. No se quejaba, había
heredado esa incomparable preciosidad de su
padre, el carácter firme de su padre alfa y la
sensualidad del omega.
—Hoy es el día, maldición.— Suspiró nerviosa,
dándose consuelo frente al espejo y mirarse.—
Este es mi sueño, aullaba a la luna por esta
oportunidad y no la desaprovecharé.
La puerta sonó y seguidamente, un omega
mayor, amoroso y guapo entró a la habitación de
la menor.
—Mírate, qué preciosa te ves…— JiMin susurró
acariciando la mejilla suave de su pequeña flor.—
Tu padre estará demasiado orgulloso de ti, Mimi.
—Appa, ya tengo dieciocho para que me sigas
diciendo Mimi.— BaeMin se avergonzó ante la
risa cariñosa de su padre.— Solo espero que esté
igual de orgulloso como lo está de BaeJeon.
—Claro que lo estará, no te hagas nudos
mentales por eso, amor.— JiMin acomodó mejor
las ondas de su bella cabellera chocolate.— Él
está abajo esperando por ti junto con tu
hermano, ya terminó su desayuno ¿Por qué no
bajas a comer también? Necesitas energías.
BaeMin besó la mejilla de su padre antes de
asentir.
—De acuerdo, ya iré, appa.
JiMin sonrió dándose la vuelta y llegar a la
puerta, no sin antes soltar:
—Te amo mucho, mi bella florecita.
BaeMin ronroneó, lanzándole un beso lleno de
amor.
Su familia particularmente era como las demás,
con un pequeño detalle que las demás familias no
tenían.
Sus padres eran joyas de la luna.
Tan amorosos, protectores, BaeMin junto a
BaeJeon crecieron llenos de amor y cuidados,
siendo los hijos más dulces, con el corazón
bondadoso de JiMin y la sabiduría de Jeongguk.
BaeMin se miró por última vez en el espejo y
salió de su habitación, sus piernas temblaban,
estaba nerviosa, emocionada y con ganas de
llorar en el regazo de su padre alfa por consuelo.
Pero dejaba atrás su cachorro interior para
darle entrada a su verdadero ser.
Terminó de bajar las escaleras y fue captada por
la mirada del alfa líder de su familia.
Jeongguk dejó la taza de café cuidadosamente
sobre la mesa y contempló a la bella chica que
estaba de pie al borde de las escaleras, tímida y
nerviosa. Era su bella cachorrita, su lobita traviesa
que rayaba paredes y rompía los juguetes de su
hermano mayor por diversión.
—¿Estoy viendo a una futura comandante de
primer mando, Jeon?— Jeongguk se puso de pie,
caminando hasta ella y tomar sus manos.—
Cariño… ¿Estás segura de esto?
BaeMin contempló sus manos, protegidas entre
las más grandes y poderosas, la calidez que le
brindaba le dio la seguridad de que era lo
correcto, lo que deseaba.
—Estoy segura, papá.— BaeMin sonrió, una
bella sonrisa igual a la de su bello JiMin.
Jeongguk la abrazó protectoramente,
meciéndola suavemente y besar su frente.
—Mi preciosa alfa… mi cachorrita traviesa.—
Jeongguk tomó sus mejillas entre sus manos.—
¿Qué haré contigo cuando te vuelvas una mujer
mayor y decidida? ¿Cuando tengas omegas detrás
de ti?
—Lo dudo, no me voy a despegar de su lado.—
Respondió BaeJeon mientras leía el periódico.—
Appa y yo somos los únicos omegas en su vida.
—No seas egoísta con tu hermana,
BaeJeonnie.— JiMin carcajeó.— Ya tienes a tu
alfa, tu hermana igual puede emparejarse.
—Va a ser un dolor de cabeza para papá, con lo
sobreprotector que es con nosotros.— BaeJeon
rió echando sus cabellos azabaches hacia atrás. —
Aún recuerdo cuando le hizo un interrogatorio a
KwanSoo*, papá es un intenso.
BaeJeon se había convertido en un omega
mayor completamente radiante, fuerte y con la
belleza de su padre alfa, por no decir que era casi
idéntico al Jeon Jeongguk joven que conoció.
—Muy bien, es hora de que vayas a tu primer
día en la milicia, amor. — Jeongguk protegió una
vez más a su hija menor, antes de darse la vuelta
y lanzarle las llaves del automóvil a BaeJeon.—
Cachorro, vayan.
—¿No irás con nosotros?
Jeongguk miró a JiMin, este le dio una mirada
amorosa.
—Tengo que resolver unos asuntos con appa,
adelántense.— Jeongguk sonrió.— Le diré a tu tío
YoonGi que venga por mí.
—De casualidad, papá…— BaeMin se
sonrojó.— ¿YoonHa será parte de la milicia?
Jeongguk la miró automáticamente.
—Ni lo sueñes.— BaeJeon respondió.
—¡Cállate, BaeJeon! ¡O te arrancaré los ojos!—
BaeMin amenazó recibiendo pellizcos en las
mejillas por su hermano mayor.
—¡Nos vemos en el campo militar, señor
Militar!— BaeJeon se despidió.
—Sigo sin entender porqué le dices “señor
Militar” a papá…— Jeongguk escuchó murmurar
a su cachorro menor.
—¡Por las lunas! ¡Cállate y sube al auto,
llegaremos tarde y sabes que a tío SeokJin no le
gusta la impuntualidad!
Jeongguk suspiró viendo a sus cachorros
perderse en la carretera, tragando saliva, sintió
unos dulces brazos rodearle por detrás y un rostro
esconderse en su ancha espalda.
—¿Todo bien, alfa?
—E-estoy orgulloso, felíz…— Jeongguk sollozó
ligeramente, necesitando sentarse en el sofá,
siendo perseguido por su omega.
—Nuestros hijos tienen un corazón tan noble
¿Es eso?— JiMin acunó su rostro entre sus manos.
—Muchas cosas, amor… son mis pequeños.—
Jeongguk pestañeó varias veces tratando de
evitar las lágrimas.— Santa mierda… no recuerdo
ser tan llorón.
—Yo sí, y muy bien.— JiMin bromeó besando
sus labios ruidosamente.
—Gracias…— Jeongguk murmuró entre cada
beso.— Por darme dos preciosos hijos…— Otro
beso.— Y por aparecer en mi vida tan coqueto.
JiMin rió.
—Gracias por chocar conmigo en la estantería
de galletas.— JiMin le guiñó, abrazando a su
militar con fuerza.— Eres el alfa más puro y
precioso.
—Coqueto.
—Aparte mírate…— JiMin se alejó para
contemplar al alfa.— Sigues tan bueno y
delicioso, Jeongguk ¿Eres un vampiro?
—Ojalá, así me pasaría una eternidad
contigo.— Le guiñó el alfa pelinegro.
—Esos cuarenta y seis años vienen deliciosos en
ti.— Rió JiMin, acariciando su abdomen.— Quiero
que me hagas el amor.
—Me encantaría, mi amor.
Jeongguk tomó a su omega en brazos y
subieron las escaleras en dirección a su
habitación, ahí, Jeon lo desnudó con cariño, con
promesa y amor, lo besó en todas partes,
marcando una vez más esa piel cremosa y
aterciopelada.
—Qué puedo decir de ti, JiMin…— Jeongguk
murmuró sobre las clavículas del pelinegro.—
Sigues tan precioso, radiante… sensual.
—Los omegas no se marchitan con facilidad,
cariño…
—Lo sé, caramelo.— Jeongguk lo abrazó
mientras se deslizaba en él lentamente.— Eres
divino aún así.
Entonces le hizo el amor de la forma más dulce
posible, contemplando lo que era amar a su
omega en las sábanas, recordando una vez más
que ese omega de la cuál compartió miles de
momentos seguía ahí, entre sus brazos y
murmurando “te amo” de sus labios esponjosos
repetidas veces.
Porque era su alma gemela.
Y no pudo estar más agradecido con la luna por
darle a su destinado… a su familia.
…
—Entonces fue hoy su presentación como la
heredera al comando de Jeon.— TaeHyung
abrazaba a JiMin en el sofá.
—Esta familia de militares me abandona.—
JiMin rió apenado.— Supongo que es parte de la
vida.
—Claro que sí, omega feo.— Besó su frente
cuidadosamente.
—Tarde o temprano iban a tomar rumbo de sus
vidas… eso me duele ¿Sabes? Son mis pequeños…
mis cachorritos llorones.— JiMin lloraba en
silencio.— Saber que ahora están tomando ritmo
de su futuro… wow, me siento satisfecho, mi alfa
sigue aquí conmigo, al final de todo él siempre
estará junto a mí para dejar volar juntos a
nuestros hijos.
—Me pones sentimental, JiMin, cierra la
boca.— TaeHyung ya se encontraba llorando
junto al omega.— Me empalagas.
—¿No sientes lo mismo con KwanSoo?
TaeHyung asintió, mirando al techo
perdidamente.
—A veces me pregunto cómo hubiera sido si
KwanSeok estuviera aquí… conmigo.
—YeYé…
—Tranquilo, cielo… la recuerdo con una
sonrisa.— Acarició la cabellera del omega.—
Cómo hubieran sido las cosas junto a su hermano.
—Ella debe estar orgullosa de ti, de SeokJin y de
KwanSoo.
—No lo dudo, SeokJin tiene tres hijos, tú dos…
yo uno.— Rió.— Además… te tengo una noticia.
JiMin pestañeó curioso.
F I N.
KwanSoo: Él y BaeJeon fueron un caso
especial de la luna, a pesar de compartir
sangre (primos) la luna los había seleccionado
desde cachorros para ser destinados debido a
la historia de sus padres, y como no quería
cagar sus ilusiones aquí está jajaja.
.
Helloooooow.❤
LLEGAMOS AHORA SÍ AL FINAL DE
MILITARRRRRRRR.
ME GUSTÓ CÓMO QUEDÓ, HONESTAMENTE,
JEJEJEJE.
¿QUÉ TAL LES PARECIÓ LA OBRA?
MUCHAS GRACIAS POR EL APOYO, LAS AMO
MUCHÍSIMO.
😢😢❤
BaeJeon:
KwanSoo:
BaeMin:
MUCHAS GRACIAS POR EL APOYO QUE ME HAN DADO
CON EL LIBRO, ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, NOS VEMOS
PRONTO. ❤❤❤❤