Apelacion Arce Ramos
Apelacion Arce Ramos
Apelacion Arce Ramos
I. PETITORIO:
En virtud del artículo 35º del Código Procesal Constitucional, Interpongo
RECURSO DE APELACIÓN contra la sentencia (Resolución N° 8), expedida el 29 de
mayo de 2020, que declaró: IMPROCEDENTE la demanda de Habeas Corpus interpuesta
por SANTOS INOCENCIO ARCE RAMOS, a su favor, demanda dirigida contra los
magistrados MALZON URBINA LA TORRE, MARCO ANTONIO LIZARRAGA REBAZA y
ROSA SOTELO PALOMINO, en su condición de miembros de la Segunda Sala
Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de
Justicia de Lima y en contra de JAVIER VILLA STEIN, JOSUE PARIONA PASTRANA,
RICARDO GUILLERMO VINATEA MEDINA, HECTOR ROJAS MARAVI y DUBERLY
APOLINAR RODRIGUEZ TINEO, en su condición de miembros de la Segunda Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia.
En tal sentido, señor Juez, solicito: SE ME CONCEDA EL RECURSO DE
APELACIÓN interpuesto contra la resolución antes citada y se sirva elevar,
oportunamente, los autos a la Sala Penal Superior llamada por ley, a fin de que REVOQUE
la sentencia impugnada y REFORMÁNDOLA declare: FUNDADA la misma en todos sus
extremos.
En base a los siguientes argumentos que paso a exponer:
que carecen de valor (y hasta referencial) toda pericia efectuada por un solo especialista,
puesto que violenta principios básicos de prueba. Si a ello se adiciona que en el presente
caso la sentencia resulta ser un reproche moral, empero que no se encuentra afincada en
derecho. Es decir, no cumple los estándares mínimos prefijados constitucionalmente, como
lo señala el fundamento correspondiente del referido acuerdo: 31°. (…), es pertinente precisar:
Primero, que la valoración de esa modalidad de pericia psicológica presupone una declaración prestada
en forma legal, y con todas las garantías procesales y constitucionales. Segundo, que el análisis crítico del
testimonio es una tarea consustancial a la responsabilidad de valorar y resolver de los jueces (…)
[conforme: STS de 29 de octubre de 1996, de 16 de mayo de 2003, y de 488/2009, de 23 de junio].
c) También se afecta el debido proceso (en el ámbito de la justificación
judicial), cuando no se evalúa el instituto de la conclusión anticipada. La ley exige dos
tipos de evaluaciones que, necesariamente, deben realizar los jueces cuando se enfrentan
a la “terminación anticipada” como a la “conclusión anticipada”. Estas dos vertientes
examinadoras son la de legalidad y de convencionalidad. Ello exige que solo cuando se
cumple tal doble estándar puede llegarse a la condena, lo contrario conduce a la
exculpación. El examen de convencionalidad nos exige verificar si no hay prueba para una
confesión (la sola imputación, aun cuando confluya con la confesión, no son prueba
suficiente, por presunción de inocencia fijada constitucionalmente). La Sala Superior, como
la Suprema Corte, no realizaron el examen de convencionalidad (examen constitucional)
puesto que incorporaron prueba incriminatoria impropia: examen médico legal realizado, y
suscrito por un solo especialista. Por lo que se concluye la incorporación de prueba
inválida, de donde no realizaron el control de convencionalidad (al ejecutar la “conclusión
anticipada”), o no realizaron tal examen. Lo que torna en nulas tales sentencias.
7.8. En consecuencia, el Ad-quem con la facultad revisora que le concede la ley procesal
constitucional, realice un examen y análisis serio e integral en todo su contexto de
nuestra demanda de Habeas Corpus y expida una ejecutoria superior ajustada a ley y a
derecho.