Revisión Teórica de Estrategias de Afrontamiento

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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE


PSICOLOGÍA

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO: UNA


REVISIÓN TEÓRICA
Para obtener el grado de Bachiller en Psicología

Autor:

Izquierdo Martínez Miluska Alejandra

Asesor:

Dr. Edmundo Arévalo Luna

Línea de investigación:

Comunicación y desarrollo humano

Pimentel-Perú

2020

1
RESUMEN

La presente investigación tuvo como objetivo analizar las definiciones sobre estrategias
de afrontamiento en base a las diferentes acepciones teóricas propuestas por los diversos
autores, a través de revisiones bibliográficas, por medio de artículos y revistas, así como
también de trabajos de investigación, hallados en los repositorios de universidades a
nivel nacional e internacional, aunado a ello, los instrumentos de medición de la
variable de estudio, con una revisión bibliográfica de diseño teórico. Los resultados
evidencian que la definición de las estrategias de afrontamiento, al igual que sus teorías
se ha ido incrementando con el fin de explicar a mayor detalle, la variable en mención.
Se concluye que la conceptualización de las estrategias de afrontamiento surgió en
1986. La teoría con mayor realce hasta la actualidad se produjo con la revolución
cognitiva a raíz del trabajo de Lazarus. Se necesita la creación de instrumentos para la
evaluación en niños. Si se requiere de un mejor empleo de estrategias de afrontamiento
en la actualidad, para mejorar la calidad de vida en las personas, se debe brindar un
mayor conocimiento sobre la temática establecida a la población en general.

Palabras clave: estrategias de afrontamiento

2
ABSTRAC

The objective of this research was to analyze the definitions of coping strategies base
don the different theoretical meanings proposed by the various authors, through
bibliographic reviews, through articles and magazines, as well as research papers, found
in the University repositories at national and international level, coupled whit this, the
instruments for measuring the study variable, with a bibliographic review of theoretical
design. The results show that the definition of coping strategies, as well as their theories
has been increasing in order to explain in greater detail, the variable in question. It is
concluded that the conceptualization of coping strategies emerged in 1986. The theory
with the greatest enhancement to date was produced with the cognitive revolution
following Lazarus’ work. The creation of instruments for evaluation in children is
needed. If a better use of coping strategies is required at present, to improve the qality
of life in people, greater knowledge about the established theme should be provided to
general population.

Keywords: coping strategies

3
ÍNDICE
RESUMEN ...................................................................................................................................1
ABSTRAC ....................................................................................................................................3
I. Introducción ..............................................................................................................................5
II. Material y Método ...................................................................................................................8
III. Resultados ..............................................................................................................................8
IV. Discusión .............................................................................................................................. 22
V. Conclusiones .......................................................................................................................... 26
Referencias: ................................................................................................................................ 26

4
I. Introducción

Actualmente las personas buscan lograr sus metas, solucionar problemas y


acoplarse a su entorno social para poder obtener una mejor calidad de vida. ¿Cómo lo
logran? ¿Qué es lo que realizan cuando se enfrentan a diversas dificultades y cuánta
planificación existe de por medio para tomar decisiones y resolver el problema? En
primera instancia deben realizar un análisis primario referido al impacto y significado
que el acontecimiento tiene sobre el individuo y que da respuesta a la pregunta: ¿Es el
evento una amenaza para mi comodidad? Y una valoración secundaria que implica
considerar todos los recursos propios de la persona para manejar la situación estresante
y que responde a la interrogante ¿Tengo las capacidades para enfrentar los conflictos?
(Ojeda y Espinosa, 2010).

El estrés ha tomado afluencia en el transcurso de estos últimos años al punto de


ser un fenómeno reconocido socialmente, el cual abarca muchos ámbitos o áreas en
donde se desarrolla la persona. Puede estar presente y manifestarse de distintas formas
en cada individuo repercutiendo de manera significativa física, mental y socialmente
(Luna, 2019).

Al ser considerado el estrés como un problema de salud genérico en la


actualidad, puede ser considerado como un fenómeno complejo, determinado por la
correlación entre el individuo y los acontecimientos en su entorno (Ávila, 2014) Por tal
razón, los seres humanos tienen que controlar en mayor medida las demandas y desafíos
que precisan de los recursos a nivel físico y psicológico para afrontar el problema que
los afecta (Alfonso, Calcines, Monteagudo y Nieves, 2015).

En base a ello, Gaeta y Martin (2016) señalan que la situación confrontada


deteriora la salud y conducta de muchos individuos, generando consecuencias
desfavorables a nivel psicológico (depresión, alteraciones en la concentración y
memoria, ansiedad) y fisiológico (alteración cutánea y gastrointestinal).

En un estudio de Muñoz (2014) se halló que los individuos que sufren de estrés,
se encuentran afectados por la edad, sexo, estado civil y capacitación, condiciones
desfavorables en el ámbito laboral, el incremento del trabajo, los insumos, entre otras
actividades.

5
En otro contexto, La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2014) confirmó
que 16 millones de adolescentes entre 15 a 19 años y 1 millón de niñas menores de 15
años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos. En el 2016
reporto que 2000 000 de homicidios son cometidos por jóvenes cuyas edades se
encuentran entre 10 a 29 años, perteneciendo un 43% del total de homicidios.
Asimismo, el INEGI (2013) manifiesta que en México la edad promedio en la que los
jóvenes inciden en haber tomado su primera bebida alcohólica es a los 16 años y que en
el transcurso del 2011 murieron 38 mil jóvenes en accidentes vehiculares,
encontrándose bajo los efectos del alcohol. En Perú se han hallado 31, 893 casos de
sida, siendo el 4.8% menores de 19 años de edad (UNICEF, 2014), en cuanto el
Instituto Nacional de Estadística e Informática (2014) ratificó que el embarazo en los
adolescentes aumentó al 14.6%, el Diario La república (2014) también señaló que, en
los recientes cinco años, los actos de infracción ejecutados entre los jóvenes de 12 y 23
años aumentaron en un 80%.

Por tanto, a diario, tanto adultos como adolescentes, hacen frente a un sin número
de acontecimientos que requieren de distintos tipos de respuestas, y los recursos que
presenta cada sujeto, establecerán la eficacia de dichas respuestas para dar resolución a
lo acontecido en el entorno social. Éstas respuestas hacen mención a las estrategias de
afrontamiento, las cuales conforman un fenómeno extensamente estudiado desde la
psicología, siendo entonces una importante variable intermediaria de la adaptación de la
persona ante acontecimientos significativamente estresantes (Gantiva, Luna, Dávila y
Salgado, 2010).

Hoy en día las investigaciones sobre las estrategias de afrontamiento se han


encaminado hacia dos objetivos: en primer lugar a desarrollar tipologías que ayuden a
clasificarlas, y en segundo lugar, analizar la relación que tiene con las emociones y la
conducta. En lo que respecta a las tipologías, han sido persistentes los debates en
cuanto a la propia definición y medición del afrontamiento, sin encontrar en la
actualidad un consenso final. Sin embargo, se ha logrado considerar un primer grupo de
estrategias inclinadas a cambiar directamente al estresor. Estas estrategias abarcan
esfuerzos por modificar algunos aspectos personales del entorno o de la relación entre la
persona y su entorno que son concebidos como perturbadores. Estas estrategias son
designadas como afrontamiento centrado en el problema. Un segundo grupo de

6
estrategias se encuentran orientadas a conservar la estabilidad emocional por medio del
apoyo social y han sido catalogadas como afrontamiento centrado en la emoción
(Gómez, Jaraba, Guerrero y López, 2012).

En la actualidad es usual clasificar las distintas estrategias en base a su capacidad


para disminuir el desasosiego y/o aumentar el bienestar. Desde esta concepción, las
investigaciones han hallado que las estrategias centradas en el control primario se
encuentran relacionadas sistemáticamente con un mejor bienestar emocional. El control
primario significa modificar el acontecimiento, es decir, solucionar el conflicto, e
incluye las estrategias inclinadas a la acción (afrontamiento activo) y las de toma de
decisiones (planificación). El control secundario no cambia el evento, sino más bien
consiste en cambiar uno mismo, es decir, que el individuo cambie la perspectiva que
tiene sobre el acontecimiento o que realice una reestructuración cognitiva positiva de
dicha situación (Sanjuán, y Ávila, 2016).

Desde ésta perspectiva, las estrategias de afrontamiento cumplen un rol


intermediario fundamental entre las experiencias estresantes en las que se encuentran
inmersas las personas, los recursos personales y sociales con los que cuentan para
enfrentar dicha situación y los efectos derivados (Mestre, Samper, Tur, Richaud y
Mesurado, 2012).

Por ésta razón, es importante conocer las variables psicológicas que se relacionan
con los estilos adecuados e inadecuados de afrontamiento, ya que éstos promueven los
recursos de la persona que pueden afectar el bienestar psicológico. Conocer éstas
variables puede permitir el desarrollo de intervenciones que optimicen los recursos
psicológicos del individuo y favorezcan su bienestar percibido. (Espinosa, Contreras y
Esguerra, 2009).

Es relevante entonces el estudio del constructo de estrategias de afrontamiento ya


que a diario nos encontramos en una constante toma de decisiones sobre diversas
situaciones de conflicto que requieren de ciertas habilidades para la adecuada resolución
de problemas, en este sentido, apelamos al uso de determinadas estrategias que de ser
conocidas por toda la población podrían ser utilizadas en beneficio propio, es por ello
que se ha realizado la elaboración de la presente investigación que tiene como objetivo

7
analizar las definiciones sobre estrategias de afrontamiento en base a las diferentes
acepciones teóricas propuestas por los diversos autores sobre la variable en mención.

En base a los hallazgos encontrados, se ha considerado estudiar dicha variable,


porque nos permitirá obtener mayores conocimientos en cuanto a las estrategias de
afrontamiento, además esto podrá servir para que en nuestra sociedad se tome mayor
conciencia sobre las diferentes problemáticas a las que nos encontramos expuestos, de
manera tal que se pueda capacitar a la ciudadanía en el correcto empleo de dichas
estrategias, con el fin de enfrentar de modo funcional las vicisitudes presentadas a
diario, mejorando así nuestra calidad de vida y la interacción social con nuestro
prójimo.

II. Material y Método


Diseño

Se realiza una investigación de revisión teórica en donde se sustenta el estudio de las


estrategias de afrontamiento, contando así con la detección, obtención y consulta de la
literatura pertinente para el desarrollo temático (Hernández, Sampieri y Méndez, 2009).

Procedimiento

Para llevar a cabo la presente investigación se revisaron artículos en Abril 2019, en


diferentes bases de datos como: Redalyc, Scielo, Science Diret, Scopus y repositorios de
universidades peruanas e internacionales, con la finalidad de obtener la revisión teórica
sobre las estrategias de afrontamiento; para ello, se utilizaron descriptores como:
estrategias de afrontamiento y estrés. En continuidad a ello, se organizó la información
obtenida para sistematizarla y crear una estructura basada en 5 componentes:
definiciones, teorías, instrumentos de evaluación, predominancia y relación otras
variables.

III. Resultados
Centrándonos en las estrategias de afrontamiento se han elaborado diversos conceptos
acordes a la forma en la que los individuos enfrentan situaciones estresantes. Su estudio
se ha convertido en un ámbito atractivo desde la perspectiva de la intervención, es por
ello que no es de extrañar que se haya propiciado mayor interés sobre investigaciones
respecto al tema.

8
En la tabla 1 se evidencian las diversas definiciones que se le atribuyeron a las
estrategias de afrontamiento.

Tabla 1
Conceptualización de las estrategias de afrontamiento

Autor Año Definición

Lazarus y Folkman 1986 Los recursos que posee una persona para reducir las
consecuencias de un evento estresor.

Fernández 1997 Es considerada como un conjunto de procesos


específicos empleados en diferentes situaciones y
que son altamente modificables en base a los
eventos producidos.

Della y Flores 2006 Son el conjunto de respuestas (ideas, emociones y


conductas) que un individuo emplea para solucionar
eventos conflictivos y disminuir el estrés que eso
acarrea.

Nava, Ollua, Vega y 2010 Son un conjunto de procesos claros y precisos que
Soria se emplean en cada situación y pueden ir
cambiando de acuerdo a los eventos que la
producen.

Jimenez, Amarís y 2012 Son todas aquellas ideas y comportamientos que el


Valle ser humano aplica con el fin de adquirir óptimos
resultados ante un evento estresor, ya sea para
obtener estabilidad en la respuesta emocional o para
alterar el conflicto.

9
Bedoya, Matos y 2014 Es la percepción general que se encuentra vinculada
Zelaya a cada uno de los eventos presentados y que
desencadenan en el afrontamiento de una situación
frustrante.

Fuente: elaboración propia

En las diferentes investigaciones encontramos, desde la definición más conocida


formulada por Lazarus y Folkman, 1986 en donde son denominadas como conjunto de
medios conductuales y competencias inclinadas a solucionar el asunto estresante, a
disminuir la respuesta emocional o a variar la evaluación que se realiza sobre el
acontecimiento adverso, hasta la conceptualización de Bedoya, Matos, y Zelaya, 2014
en donde son consideradas como la perspectiva que tiene el individuo en relación a los
eventos estresores planteados y que desencadenan el afrontamiento del estrés.

Los diversos estudios que se han ido elaborando a lo largo de los años sobre el
afrontamiento, han desencadenado en una mayor curiosidad sobre el tema en mención,
tal es así el caso, que diferentes autores han podido constatar la existencia de una gama
de estrategias de afrontamiento empleadas por los sujetos ante situaciones o eventos
estresores

En la tabla 2 se muestra la clasificación de las estrategias de afrontamiento basada en


los autores mencionados.

Tabla 2
Clasificación de estrategias de afrontamiento

Autor Año Estrategias Descripción

Afrontamiento activo Esfuerzos por reducir el estresor.

Planificación Planear lo que se realizará.

Búsqueda de apoyo Buscar un consejo o información.


Carver, instrumental
Sheier y 1989
Weintraus Búsqueda de apoyo social Buscar ayuda de alguna persona.

10
Suspensión de actividades Enfocarse en el asunto.
distractoras

Religión Hacer partícipe a la religión.

Reinterpretación positiva y Obtener el mayor provecho de la


crecimiento situación.

Refrenar afrontamiento Enfrentamiento pasivo.

Aceptación Aceptar el hecho.

Centrarse en las emociones y Fijar la atención en el evento y


desahogarse expresar emociones.

Negación Negarse a la realidad.

Desconexión mental Desconexión psicológica.

Desconexión conductual Renunciar a cualquier esfuerzo.

Consumo de alcohol y drogas Tomar alcohol o sustancias


psicoactivas.

Humor Bromas sobre el estresor.

Fuente: elaboración propia

Autor Año Clasificación Descripción

Buscar diversiones relajantes. Situaciones relajantes.

Esforzarse y tener éxito. Cumplimiento de objetivos.

Distracción física. Hace mención al deporte.

Frydenberg 1997 Fijarse en lo positivo. Percepción positiva sobre la


y Lewis realidad.

Concentrarse en resolver el Enfocarse en el problema para


problema. obtener posibles soluciones.

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Buscar apoyo espiritual. Creencia en el apoyo de Dios.

Invertir en amigos íntimos. Busca amistades en su entorno.

Buscar ayuda profesional. Buscar expertos que lo ayuden.

Buscar apoyo social. Buscar ayuda de los demás.

Buscar pertenencia. Se fija en lo que otros piensan.

Acción social. Informar el problema a los demás

Autoinculparse Se culpa por el conflicto.

Hacerse ilusiones. Idea de que todo saldrá bien.

Ignorar el problema. Desentenderse del problema.

Falta de afrontamiento. Incapacidad para resolverlo.

Preocuparse Miedo por el futuro.

Reservarlo para sí. Impide que se sepa su problema.

Reducción de la tensión. Llanto, grito.

Fuente: elaboración propia

Presentamos así, la clasificación de Carver, Sheier y Weintraus (1983): afrontamiento


activo, planificación, búsqueda de apoyo instrumental, búsqueda de apoyo social,
suspensión de actividades distractoras, religión, reinterpretación positiva y crecimiento,
refrenar afrontamiento, aceptación, centrarse en las emociones y desahogarse, negación,
desconexión mental, desconexión conductual, consumo de alcohol y drogas, humor.

Bajo esta perspectiva, tenemos a Frydenberg y Lewis (1997) quienes clasificaron a las
estrategias de afrontamiento en: buscar diversiones relajantes, esforzarse y tener éxito,
distracción física, fijarse en lo positivo, concentrarse en resolver el problema, buscar
apoyo espiritual, invertir en amigos íntimos, buscar ayuda profesional, buscar apoyo
social, buscar pertenencia, acción social, autoinculparse, hacerse ilusiones, ignorar el

12
problema, falta de afrontamiento, preocuparse, reservarlo para sí y reducción de la
tensión.

El gran surgimiento del afrontamiento como objeto de estudio se produjo con la


revolución cognitiva, específicamente a raíz del trabajo de Lazarus, planteando así
diversas teorías sobre el afrontamiento ante situaciones adversas (Cano, Rodríguez y
García, 2007).

En la tabla 3 se describen las diferentes teorías que explican el constructo estudiado.

Tabla 3
Modelos teóricos sobre las estrategias de afrontamiento

Autor (es) Año Teoría Descripción

Byrne 1964 Represor- Se presentan dos estilos de afrontamiento,


Sensibilizador represor (afrontamiento que implica evitar o
negar el problema) y sensibilizador (estar
alerta y externalizar el conflicto).

Miller 1980, Incrementador- Hace alusión al control de la información de


1987 Atenuador la situación perturbadora (incrementador) o
evitar/modificar los pensamientos
(atenuador).

Lazarus y 1984 Modelo teórico Para afrontar situaciones estresantes


Folkman de Lazarus y contamos con diversos planteamientos. Uno
Folkman. de ellos señala que existen dos grupos de
estrategias: las de afrontamiento orientado a
la emoción y las de afrontamiento orientado
al problema, considerados como aspectos
disfuncionales y funcionales.

Lazarus y 1984 Modelo Se refiere que el afrontamiento consiste en


Folkman transaccional de la evaluación y reevaluación de las
estrés y estrategias con las que cuentan las personas
afrontamiento. para enfrentar una situación de conflicto y
su finalidad es disminuir o aplacar el estrés.

13
Roth y 1986 Aproximación- Dirigido a los rasgos relevantes del evento
Cohen Evitación (aproximación) o separación de lo que
propicia el estrés (evitación).

Moss y 1993 Modelo Se presentan cuatro maneras de


Schaefer Transaccional afrontamiento: aproximación conductual al
estresor, aproximación cognitiva evitación
conductual y evitación cognitiva.

Se determinan tres estilos de afrontamiento:


Frydenberg 1997 Modelo teórico productivo (donde intervienen acciones
y Lewis de Frydenberg encaminadas a resolver el conflicto), no
productivo (sentimiento de culpa,
y Lewis
aislamiento social o acciones que no están
abocadas a la resolución del conflicto) y
orientada a otros (relacionada a aquellas
estrategias que se encuentran inclinadas a
otras personas, como busca de apoyo social,
profesional o espiritual.

Dunahoo, 1998 Postula tres dimensiones: afrontamiento


Hobfoll, Modelo activo vs pasivo, prosocial vs antisocial,
Monnier, Multiaxial directo vs indirecto.
Hulsizer y
Johnson

Fuente: elaboración propia

En la revisión de la literatura, se halló el modelo de Byrne (1964) quien presenta dos


estilos de afrontamiento, uno enfocado en evitar el conflicto y el otro en externalizar el
problema. Continuando así, con el más conocido y relevante modelo transaccional de
Lazarus y Folkman (1984) quienes refieren que existen dos tipos de estrategias de
afrontamiento: las de afrontamiento orientado a la emoción y las de afrontamiento
orientado al problema. Encontrando también, en este enunciado, el modelo teórico de
Frydenberg y Lewis (1997), quienes plantean tres estilos de enfrentar el evento estresor:
productivo, no productivo y orientado a otros.

14
Continuando con la literatura, a lo largo de los años, se han podido encontrar diferentes
autores que en afán de medir el constructo, han ido creando instrumentos que hoy en día
son utilizados de modo eficaz debido a su validez y confiabilidad.

En la tabla 4 se hace mención a los instrumentos planteados por diversos autores.

Tabla 4

Instrumentos de medición

Autor Año Instrumento Dimensiones Objetivo de


medición

Tobin, 1989 Inventario de Resolución de Evaluar las


Holroyd, estrategias de problemas, estrategias de
Reynolds y afrontamiento al reestructuración, apoyo afrontamiento
Kigal estrés. social, expresión al estrés en el
emocional, evitación de individuo.
problemas, pensamiento
diserativo y autocrítica.

Carver, Sheier 1989 Inventario de Enfocados en el Identificar las


y Weintraub formas de problema, enfocados en estrategias de
afrontamiento al la emoción y enfocados afrontamiento
estrés COPE-60 en la conducta. ante
situaciones
estresantes.

Frydenberg y 2000 Escala de Buscar apoyo social, Evaluación de


Lewis afrontamiento concentrarse en resolver las estrategias
para adolescentes el problema, esforzarse de

15
y tener éxito, afrontamiento.
preocuparse, invertir en
amigos íntimos, buscar
pertenencia, hacerse
ilusiones, falta de
afrontamiento,
reducción de la tensión,
acción social, ignorar el
problema,
autoinculparse,
reservarlo para sí,
buscar apoyo espiritual,
fijarse en los positivo,
buscar ayuda
profesional, buscar
diversiones relajantes,
distracción física.

Sandin y 2003 Focalizado en la Evalúa los


Chorot solución del problema, estilos de
autofocalización afrontamiento
negativa, reevaluación
positiva, expresión
emocional abierta,
evitación, búsqueda de
apoyo social y religión.
Fuente: elaboración propia

En la tabla 4 se muestran los instrumentos más importantes, que miden la variable de


estudio, los mismos que se encuentran mencionados en orden cronológico, siendo los
más relevantes: el inventario de formas de afrontamiento al estrés COPE-60 de Carver,
Sheier y Weintraub (1989) en donde se evalúan 3 dimensiones; enfocadas en el
problema, enfocadas en la emoción y enfocadas en la conducta. Así mismo, la escala de
afrontamiento para adolescentes ACS de Frydenberg y Lewis (2000) mediante la cual,
16
se evalúan 18 estrategias de afrontamiento: Rp, Es, Ai, Po, Dr, Fi, Ap, Ae, So, As, Pr,
Pe, Hi, Na, Ip, Rt, Cu.

En base a nuestra realidad en cuanto a diferentes problemáticas establecidas a lo largo


del tiempo, aunado a ello el estrés que cada día se ve incrementado por las fuertes
demandas escolares, laborales y por los trajines del día a día, por estar en una constante
toma de decisiones ante eventos estresores, se han realizado diversos estudios, tratando
de determinar las estrategias que la población emplea ante situaciones de conflicto.

En la tabla 5 se señalan investigaciones sobre estrategias de afrontamiento en diferentes


poblaciones.

Tabla 5

Investigaciones sobre EA en diferentes poblaciones

Autor (es) Año Tema de Resultados


investigación

Sicre y Casaro 2014 Estrategias de Se encontró un mayor empleo de


afrontamiento en estrategias por aproximación
estudiantes de cognitiva.
Psicología.

Mayordomo, 2015 Estrategias de En el adulto mayor predomina la


Sales, Satorres y afrontamiento en estrategia de religión. Los que
Blasco. adultos mayores en presentan estudios bajos emplean
función de la autofocalización negativa y
variables evitación, a diferencia de los que
sociodemográficas. tienen mayores ingresos, que
usan estrategias focalizadas a la
solución de problemas.

2015 Afrontamiento del Las estrategias mayor empleadas


Morales y Moysén estrés en son: comprometerse y cumplir
adolescentes con los objetivos, buscar

17
estudiantes de nivel relajarse y preocuparse. Las
medio superior. mujeres utilizan estrategias
dirigidas a solucionar el
conflicto, y los hombres, las
relacionadas a evadir el
problema.

2018 Estrategias de
Herrera, Fernández afrontamiento en En cuanto a los conflictos, se
y Barros relación con los empleó el afrontamiento activo y
eventos estresantes búsqueda de ayuda. Con la edad
que ocurren al se redujo la búsqueda de ayuda,
envejecer. mientras más educación mayor
afrontamiento activo y menos
evasivo, en cuanto menor es la
disponibilidad de apoyo social,
mayor evitación.

Fuente: elaboración propia

Se observa entonces, que en los estudiantes de psicología existe un mayor empleo de


estrategias de aproximación cognitiva. En el adulto mayor, se utilizan estrategias
involucradas a la religión. En el caso de adolescentes se dan diferencias entre mujeres y
hombres, ya que en el primer caso se usan estrategias enfocadas en el conflicto,
mientras que en el segundo caso se emplean estrategias de evitación. Y finalmente, en el
caso del adulto de avanzada edad, en cuanto más sea el nivel de educación, mayor es el
empleo de afrontamiento activo y menor el de evitación.

Como se puede apreciar, se han realizado diversas investigaciones tratando de


relacionar el constructo con otras variables a fin de comprender mejor su
funcionamiento.

18
En la tabla 6 se muestran investigaciones con diferentes variables de estudio.

Tabla 6

Investigaciones en relación con otras variables

Autor (es) Año Variables Resultados

19
Casari, 2014 Ansiedad Se obtuvo un nivel bajo de ansiedad ante
Anglada y ante exámenes, con un mayor empleo de estrategias
Daher. exámenes de gratificación alternativas y descarga
emocional.

Ortiz, 2014 Depresión, Relación positiva entre ansiedad, autoestima y


Méndez, ansiedad y estrategias de solución de problemas,
Camargo, autoestima. reevaluación positiva y reacción agresiva.
Chavarro, Además de correlación entre depresión y
Toro, y negación, reacción agresiva y la expresión de la
Vernaza. dificultad de afrontamiento en los pacientes con
cáncer.

Viñas, 2015 Bienestar Las estrategias de fijarse en lo positivo,


González, personal distracción física, esforzarse y tener éxito están
García, relacionadas a un mejor bienestar personal, a
Cerrato y diferencia del autoinculparse y reservarlo para
Casas. sí, los cuales están asociados a la ausencia de
bienestar personal.

Chavez y 2015 Estilos de Existe correlación entre búsqueda de apoyo


Orozco personalidad social y estilos de personalidad como
protección, extraversión, comunicatividad y
concordancia. La evitación cognitiva
correlacionó negativamente con reflexión.

Hewitt, 2016 Afectaciones Las afectaciones psicológicas serían la


Juárez, psicológicas, sensación de que alguna persona intenta
Parada, Resiliencia. dañarlos, ingesta de alcohol y signos de estrés
Guerrero, ´postraumático, el nivel de resiliencia es
Romero, moderado y las estrategias más utilizadas son la

20
Salgado, y religión y dejar que el problema se solucione.
Vargas.

Reyes, 2017 Miedo Las mujeres ante el miedo emplean estrategias


Reséndiz, de desahogo emocional y búsqueda de apoyo,
Alcázar y los hombres utilizan estrategias directas al
Reidl. problema, agresivas y de distracción.

Salavera y 2017 Felicidad Los hombres emplean mayores estrategias no


Usán productivas, y las mujeres requieren de apoyo
social. La percepción de felicidad subjetiva es
mayor para los que utilizan estilos de
afrontamiento dirigidos hacia los demás, a
diferencia del afrontamiento no productivo,
quien se encuentra ligado a menos felicidad
subjetiva.

Castillo 2017 Dependencia Existe relación negativa moderada entre


emocional y dependencia emocional y estrategias de
depresión. aproximación, relación directa entre
dependencia emocional y las estrategias por
evitación, correlación negativa moderada entre
estrategias por aproximación y depresión,
correlación positiva entre estrategias por
evitación y depresión.

Fuente: elaboración propia

Las estrategias de afrontamiento que se emplean ante situaciones que nos resultan
estresantes, van a determinar el modo funcional o disfuncional de afrontar los
conflictos, lo cual quiere decir, que en cuanto más se empleen estrategias productivas
mayor será el bienestar personal, como se sugiere en la investigación de Viñas,
González, García, Cerrato y Casas (2015). Del mismo modo, a través de una
investigación, de Salavera y Usán (2017) se puede corroborar que la percepción de
21
felicidad subjetiva es mayor para los que utilizan estilos de afrontamiento dirigidos
hacia los demás, a diferencia del afrontamiento no productivo, quien se encuentra ligado
a menos felicidad subjetiva.

IV. Discusión
En la investigación se analizaron las diferentes teorías científicas halladas en
múltiples bases de datos electrónicas, con el fin de obtener una mayor comprensión del
constructo estudiado, teniendo en cuenta como objetivo: analizar las definiciones sobre
estrategias de afrontamiento en base a las diferentes acepciones teóricas propuestas por
diversos autores.

En lo que concierne a definiciones, se puede denotar que con los años se ha ido
construyendo un concepto más amplio sobre las estrategias e afrontamiento, teniendo
como pioneros a Lazarus y Folkman (1986) quienes conceptualizan esta variable
como los recursos que posee una persona para reducir las consecuencias de un evento
estresor, pero es Fernández (1997) quien le atribuye más elementos a este constructo,
al puntualizar que dichas estrategias son consideradas como un conjunto de procesos
específicos empleados en diferentes situaciones y que son altamente modificables en
base a los eventos producidos, definición que concuerda con la de Nava, Ollua, Vega y
Soria (2010) en donde se hace alusión a un conjunto de procesos claros y precisos que
se emplean en cada situación y pueden ir cambiando de acuerdo a los eventos que la
producen.

Todo ello es ratificado por Bedoya, Matos y Zelaya (2014) quienes han sido los
últimos autores en conceptualizar a las estrategias de afrontamiento como la
percepción general que se encuentra vinculada a cada uno de los eventos presentados y
que desencadenan en el afrontamiento de una situación frustrante. Por tanto se puede
deducir que las estrategias de afrontamiento son todos aquellos recursos con los que
cuenta la persona para poder enfrentar un evento estresor, teniendo en cuenta que estos
pueden ser modificados con el tiempo.

Sin embargo, a pesar de haber logrado concluir en lo que serían las estrategias de
afrontamiento, diversos autores continuaron sus estudios, llegando así a clasificarlas,
de manera tal que se encontrarían las diferentes formas de enfrentar el evento estresor.

22
Bajo esta concepción, nos encontramos con Carver, Sheier y Weintraus (1983)
quienes dividieron a las estrategias en: afrontamiento activo (dirigido a efectuar
esfuerzos para reducir al estresor), planificación (premeditar lo que se llevará a cabo
durante el conflicto), búsqueda de apoyo instrumental (buscar un consejo), búsqueda
de apoyo social (buscar ayuda de otros), suspensión de actividades distractoras
(erradicar la atención en actividades para centrarse en el asunto), religión (creencia en
Dios) reinterpretación positiva y crecimiento (obtener el mayor beneficio de la
circunstancia), refrenar el afrontamiento (enfrentar el evento de manera pasiva),
aceptación (aceptar el hecho), centrarse en las emociones y desahogarse (mantener la
atención en la situación y manifestar nuestro sentir), negación (negarse a la realidad),
desconexión mental (desconectarse a nivel psicológico), desconexión conductual
(renuncia a todo esfuerzo), consumo de alcohol y drogas (ingerir alcohol o sustancias
psicoactivas), humor (efectuar bromas sobre el detonante).

En similitud con algunas de estas estrategias y difiriendo de otras, nos


encontramos con Frydenberg y Lewis (1997) quienes clasifican a las estrategias en las
siguientes: Buscar diversiones relajantes (buscar eventos que nos relajen), esforzarse y
tener éxito (compromiso y cumplimiento de metas), distracción física (referido al
deporte), fijarse en lo positivo (perspectiva óptima sobre la realidad), concentrarse en
resolver el problema (centrarse en el conflicto para obtener posibles soluciones),
buscar apoyo espiritual (fe en el apoyo de una divinidad), invertir en amigos íntimos
(aludiendo a busca amistades en su entorno), buscar ayuda profesional (tendencia a
buscar personas con experiencia para la solución de sus problemas), buscar apoyo
social (implica tratar de encontrar ayuda por parte de los demás), buscar pertenencia
(preocupación por lo que los otros piensen sobre uno mismo), acción social (consultar
a los demás nuestro conflicto), autoinculparse (se siente culpable de su conflicto),
hacerse ilusiones (mantiene la idea de que todo saldrá bien), ignorar el problema
(busca desentenderse del problema), falta de afrontamiento (no soluciona el conflicto),
miedo a futuro (temor por el futuro), reservarlo para sí (se guarda los problemas para
sí mismo), reducción de la tensión (disminuye la tensión a través del llanto o grito).

Dichos estudios nos han permitido reconocer cuáles son las estrategias que se
ponen de manifiesto ante un evento estresor, obtener un mayor conocimiento sobre

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ello, nos permite identificar estrategias funcionales y disfuncionales para el
enfrentamiento de situaciones estresantes.

En cuanto a las teorías sobre estrategias de afrontamiento se pudo encontrar en


base a sus inicios, la efectuada por Byrne (1964) en donde se presentan dos estilos de
afrontamiento: represor, referido al afrontamiento que implica evitar o negar el
problema; y sensibilizador que requiere de estar alerta y externalizar el conflicto, esto
concuerda con la teoría de Miller (1980) en donde se hace alusión al incrementador
como el control de la información; es decir, estar alerta y también se tiene en cuenta el
atenuador, que se refiere a evitar/modificar los pensamientos.

Además, ambas teorías presentan similitudes con la teoría de Roth y Cohen


(1986), quienes plantean dos puntos importantes como son la aproximación, que son
aquellas estrategias de cognición conductas que se aproximan al problema; y de
evitación en donde se da la separación de lo que propicia el estrés. Y para ratificar
dichos estudios nos encontramos con el modelo transaccional de Moss y Schaefer
(1993) quienes coinciden con los autores a priori, manifestando que existen cuatro
maneras de afrontamiento: aproximación conductual al estresor, aproximación
cognitiva, evitación conductual y evitación cognitiva.

De lo cual, se puede dilucidar, que en cuanto a las estrategias de afrontamiento se


presentan dos formas de enfrentar las situaciones estresantes: la primera, enfocada en
el acercamiento y atención hacia el estresor o la evitación del conflicto.

Por otro lado, también cabe resaltar el modelo teórico de Lazarus y Folkman
(1984), quienes adjudican al enfrentamiento de situaciones estresantes dos grupos de
estrategias: las de afrontamiento orientado a la emoción y las de afrontamiento
orientado al problema, considerados como aspectos funcionales y disfuncionales. Esto
puede ser complementado con el modelo teórico de Frydenberg y Lewis (1997) en
donde se determinan tres estilos de afrontamiento: productivo (donde intervienen
acciones encaminadas a resolver el conflicto), no productivo (sentimiento de culpa,
aislamiento social o acciones que no están abocadas a la resolución del conflicto) y
orientada a otros (relacionada a aquellas estrategias que se encuentran inclinadas a
otras personas, como busca de apoyo social, profesional o espiritual.

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Esto nos indica que las estrategias de afrontamiento si pueden estar establecidas
en base al orden funcional y disfuncional, acordes al modo de enfrentar las situaciones
que se consideran amenazantes.

En lo respectivo a la predominancia de las estrategias de afrontamiento en los


diversos estudios, se ha podido encontrar como datos relevantes, que Mayordomo,
Sales, Satorres y Blasco (2015) hallaron que el adulto en cuanto más edad tiene, mayor
es el empleo de estrategias orientadas a la religión, así como también, si es bajo el
nivel de educación, mayor es el empleo de autofocalización negativa y evitación, a
diferencia de los que cuentan con mayores ingresos, quienes usan estrategias
enfocadas en la solución de problemas. Esto es ratificado por el estudio de Herrera,
Fernández y Barros (2018), quienes encontraron que mientras más educación haya en
el adulto, mayor es el empleo de afrontamiento activo y menos evasivo.

Del mismo modo, otro estudio significativo que cabe resaltar es el de Morales y
Moysén (2015) en donde ambos autores encontraron que las mujeres emplean
estrategias dirigidas a solucionar el problema a diferencia de los hombres que utilizan
estrategias relacionadas a evadir el problema. Esto se encuentra relacionado al estudio
de Reyes, Reséndiz, Alcázar y Reidl (2017) quienes hallaron que las mujeres ante el
miedo emplean estrategias de desahogo emocional y búsqueda de apoyo, los hombres
utilizan estrategias directas al problema, agresivas y de distracción. Así mismo, para
complementar dichos estudios, tenemos a Salavera y Usán (2017) quienes
encontraron que los hombres emplean mayores estrategias no productivas, y las
mujeres requieren de apoyo social.

Los estudios encontrados nos permiten comprender entonces, las diferencias


significativas entre hombres y mujeres al momento de emplear estrategias de
afrontamiento ante el estrés.

En cuanto a las investigaciones planteadas en relación a nuestra variable con otros


constructos, cabe mencionar la de Casari, Anglada y Daher (2014) sobre estrategias de
afrontamiento y ansiedad ante exámenes, en donde se obtuvo como resultado un nivel
bajo de ansiedad y el empleo de estrategias de gratificación alternativas y descarga
emocional, lo que sugiere que aquellos adolescentes con menor índice de ansiedad
tienen tendencia a buscar alternativas nuevas y negativas ante los exámenes, como es

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el consumo excesivo de alimentos, de sustancias psicoactivas, entre otras, del mismo
modo externalizan sus emociones negativas a través del llanto o discusiones con sus
pares, incluso familia.

Finalmente, cabe mencionar el estudio de Viñas, González, García, Cerrato y


Casas (2015) sobre nuestra variable y el bienestar personal, en donde se obtuvieron
como resultados que las estrategias de fijarse en lo positivo, distracción física,
esforzarse y tener éxito están relacionadas a un mejor bienestar personal, a diferencia
del autoinculparse y reservarlo para sí, los cuales están asociados a la ausencia de
bienestar personal.

Este último estudio nos permite ahondar en la importancia de conocer y estudiar


las estrategias de afrontamiento, porque a través de él, se puede deducir, que en la
actualidad aún con tantas demandas en los diferentes ámbitos de nuestra vida, si se
puede tener un mayor bienestar si nos enfocamos en el empleo de estrategias
funcionales que reafirmen nuestra calidad de vida como seres útiles para la sociedad.

V. Conclusiones
1. Se puede concluir que el concepto de la variable en estudio, fue propuesta en 1986
por Lazarus y Folkman en donde se refiere que las estrategias de afrontamiento son los
recursos que posee una persona para reducir las consecuencias de un evento estresor.

2. La teoría con mayor realce hasta la actualidad se produjo con la revolución


cognitiva, específicamente a raíz del trabajo de Lazarus, planteando y originándose así
nuevas teorías sobre nuestra variable estudiada.

3. Existen instrumentos con validez y confiabilidad, sobre las estrategias de


afrontamiento en adolescentes y adultos; sin embargo, no se cuentan con instrumentos
sobre dicha evaluación para niños.

4. Si se requiere de un mejor empleo de estrategias de afrontamiento en la actualidad,


para mejorar la calidad de vida en las personas, se debe brindar un mayor
conocimiento sobre la temática establecida a la población en general.

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