DERECHO PUBLICO. Material Estudio

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TEORIA GENERAL DEL DERECHO

TEMA 1
Aproximación al concepto de derecho. Problemas para abordar el concepto desde el punto de
vista de las definiciones y desde el punto de vista del lenguaje. Enfoque desde las concepciones
jusnaturalista, positivismo y realismo. Noción de justicia, validez y eficacia. El derecho como
argumentación

Concepto de Derecho: El Derecho se ha considerado una cuestión suficientemente compleja como


para que no tenga sentido pretender resolverla desde el comienzo con una simple definición. Esto no
implica la imposibilidad de una definición, ni tampoco que sea inútil un análisis del
significado de "Derecho". 

Kant, definió el Derecho como "el conjunto de condiciones bajo las cuales el arbitrio del uno puede
conciliarse con el arbitrio del otro, según una ley general de libertad". O sea, para Kant, el Derecho
es aquello que hace posible la libertad de todos.

Herbert Hart en una de las obras cumbres de la teoría del Derecho del siglo XX, El Concepto de
Derecho (de 1961) decía que la respuesta a la pregunta qué es el Derecho resulta demasiado
compleja para poder ser encerrada en una simple cláusula definitoria.

Problemas para abordar el concepto desde el punto de vista de las definiciones y desde el punto
de vista del lenguaje:

Desde el punto de vista de las definiciones sabemos


que no basta con indicar los diversos usos de 'Derecho', sino que es preciso dilucidar también el
concepto de "Derecho" (y quizás no sólo en la dimensión del Derecho objetivo), lo cual se consigue
fijándose en los puntos cuya aceptación es pacífica pero, sobre todo, intentando afrontar los aspectos
controvertidos que apuntan a problemas a veces muy complejos.

Conviene advertir de que 1a definición de definición" no es una cuestión pacífica. Existen diversas
formas de entender las definiciones y diversos usos de las mismas, de todo lo cual podemos
encontrar ejemplos en el Derecho.

En el plano legislativo, las definiciones sirven para dar una mayor claridad y precisión a los textos
y, en consecuencia, operan también como un mecanismo de
distribución de poder: por ejemplo, si el legislador decide definir con mucha exactitud

Desde el punto de vista del lenguaje


Debemos tener en cuenta que el derecho tiene dos grandes cuestiones que son su ambigüedad y su
vaguedad. Podemos decir que es ambiguo porque es susceptible de asumir diversos significados,
generalmente distinguibles por el contexto.

Mientras que la ambigüedad es una dificultad que afecta por así decirlo a las palabras y es
relativamente fácil de solucionar, la vaguedad es otro de los defectos congénitos del lenguaje,
considerablemente más grave, en cuanto afecta a los conceptos.

 Éstos pueden analizarse en un Plano intencional o connotativo y en un plano extensional o


denotativo. La intensión de un concepto es el conjunto de propiedades que lo caracterizan, y su
extensión el campo de aplicabilidad del mismo.

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Todos los conceptos tienen una intensión y una extensión, aunque esta última puede ser vacía (por
ejemplo, "juez infalible"). Por otro lado, la intensión y la extensión de los conceptos son
inversamente proporcionales. El significado de un concepto se determina estableciendo su intensión
y su extensión. Y la vaguedad consiste precisamente en que es posible que la intensión y/o la
extensión de los conceptos no estén bien determinadas.

Enfoque desde las concepciones jusnaturalista, positivismo y realismo

El iuspositivismo y el iusnaturalismo que hemos llamado "ideológicos"manejan también una


definición persuasiva de "Derecho". Se aprovechan de la emotividad favorable de esta expresión, de
que para la mayoría de la gente decir que algo es legal o conforme a Derecho implica, al menos en
principio, que es justo, que debe ser obedecido, para sacralizar el Derecho
existente y evitar que se plantee el problema del Derecho injusto, el problema de qué hacer frente al
mismo. Los criterios para determinar que algo es Derecho les sirven también (pero en forma oculta,
ideológica) para establecer la obligación (una obligación que—como se ha visto— sólo puede ser
moral) de obedecerlo. Ahora bien, con lo anterior no queda descartada la posibilidad de suscribir un
positivismo de tipo metodológico o un iusnaturalismo crítico, dispuesto a negar carácter jurídico a
normas dictadas por la autoridad. De manera que
si el iusnaturalismo y el positivismo jurídico no nos parecieran concepciones aceptables del Derecho,
tendría que ser por razones distintas a las señaladas.

Positivismo Jurídico: Es la escuela del pensamiento jurídico que establece la necesidad de estudiar
el derecho separado de cualquier otra disciplina, es decir sin vinculación con los fenómenos sociales.
El positivismo supone  que el derecho es lo que se ha promulgado sin tener en cuenta su contenido
en concreto respecto a la bondad o maldad moral. Esta escuela ve el derecho como puro mandato y
divorciado de la moral y la ética.

El positivismo planteaba que el objeto de estudio de las ciencias jurídicas debía ser el derecho, pero
entendiendo éste sólo como un sistema de normas emanadas de la autoridad con calidad para dictarla
y nada más éstas debían ser consideradas como derecho. Esto no quiere decir que los positivistas no
dediquen tiempo al estudio de las influencias de los factores morales y sociales en el campo del
derecho, sino que trata de que estos factores sean pocos influyentes en la creación o reformación de
las normas.

Es decir, que cuando el positivista afirma que el derecho tal y como es, y nada más, constituye el
objeto de sus afanes, entiende que el derecho puede ser realmente estudiado como algo separado de
la consideración global de los fenómenos sociales.

El positivismo fue fundado por Augusto Comte (1789-1853). Este distinguió tres estados en la
evolución de la humanidad: teológico, metafísico y positivista.

La escuela Iusnaturalista: El Ius Naturalismo atribuye el fundamento de la regla del derecho a la


esencia del ser humano, por su condición de ser racional, por su instinto de preservación. La
conciencia de los individuos se ajusta a las exigencias de la naturaleza, la justicia y la razón. Por lo
que existe una justicia natural que reside en la naturaleza misma de las cosas y que es revelada al
hombre y a la mujer a través de la razón.

El Ius Naturalismo constituye un conjunto de doctrinas variadas cuyos planteamientos se basan en


establecer que el derecho positivo debe ampararse en un conjunto superior de normas o principios
que los constituye el derecho natural.

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La escuela Realista: La consideración del derecho como una realidad fáctica: el verdadero derecho
es el derecho realmente aplicado o tenido en cuenta.

El realismo designa lo relativo al mundo real, al mundo tal y como existe en realidad. Este sentido
conlleva la actitud de ser pragmático, de tener los pies en el suelo.

Esta doctrina surge en los años 30 del siglo XX, constituye una especie de positivismo, pero
orientado en el derecho que es, no en el  que debe ser. Los realistas distinguieron el derecho de los
libros y el derecho de la acción, para ellos lo importante es lo que los jueces hacen y no lo que dicen.

Dentro de sus principales precursores podemos destacar a Karl Lewellyn, el cual consideró el
derecho como aquello que los funcionarios de la justicia hacen sobre las disputas que surgen en la
sociedad.  

Noción de justicia, validez y eficacia.

Las nociones de justicia, validez y eficacia, comprenden cada una un orden propio que puede ser
analíticamente separado y  distinguido del resto; o lo  que es lo mismo, lógicamente  ellos no se
implican los unos con los otros (  no hay necesidad de que  ello ocurra) o más simplemente como
dice Bobbio, no coinciden  (5) Que, tanto la norma jurídica  como un sistema jurídico pueden existir
( representar la categoría de derecho valido ) en una comunidad determinada, aun  cuando el
contenido de su deber, esto  es, lo debido colisione con la moral de dicha comunidad.-El hecho de
que la persistencia  del derecho en este sentido  sea garantizada, en última instancia, por   el uso de
la fuerza no debe sorprendernos, pues  constituye precisamente una contingencia que los órganos
creadores y aplicadores del derecho impongan en una cierta comunidad, estándares  de conducta a
seguir coincidentes o disidentes con la moral que efectivamente siga la misma.

El estudio  de las normas jurídicas, presenta  muchos problemas interesantes de gran actualidad, no 


solo para la teoría General del Derecho, sino  también para la lógica y para la filosofía
contemporánea, razón  por lo cual frente a cualquier norma jurídica se puede plantear un triple orden
de  problemas  o criterios de valoración .de la norma jurídica.
a)  Si la norma jurídica es  Justa o Injusta.
b)  Si la norma  jurídica es  Valida  o Invalida.
c)  Si la norma jurídica es Ineficaz  o Eficaz.

La  validez  de  la norma


Sobre la  validez de una norma, no se  sigue que ella sea justa o injusta viceversa.
Hay normas jurídicas que no son efectivamente  aplicables, pero no por ello se puede afirmar que su
ineficacia derive en invalidez.
Por tanto, validez y eficacia son nociones conceptuales separadas; así también la eficacia y la
justicia, puesto  que todo lo eficaz no es derecho y todo lo que es derecho, no  siempre resulta ser
eficaz. En consecuencia  la noción de justicia, validez  y eficacia comprende cada uno un orden
propio que puede ser estudiado analíticamente por  separado y distinguido del resto. No coinciden.
Por eso se dice, una norma es obedecida  cuando cumple los requisitos de validez, justicia y
eficacia. 

El problema de la validez de una norma se resuelve con un  juicio de existencia o de hecho  de la
norma y para  ello se determina en base a tres juicios:
a) Determinar si la autoridad que la promulgó tenía poder legitimo para expedir normas
jurídicas, es decir normas vinculantes en ese determinado ordenamiento jurídico, para  ello  hay que

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remontarse  a la norma fundamental que es la base de la validez de todas las normas de determinado
sistema.
b) Comprobar si la norma no ha sido derogada para  que tenga su validez- Como quiera que una
norma puede haber sido valida, en el sentido de haber sido promulgada por un poder autorizado para
hacerlo, pero esto no quiere decir que lo sea para toda la vida y; sucede  cuando una norma posterior
en el tiempo lo ha derogado expresamente o ha  regulado la misma materia.
c) Comprobar que no sea incompatible con otras normas del sistema, lo que se llamada
derogación implícita, particularmente con una norma jerárquicamente superior (una norma
Constitucional es superior a una ley ordinaria en una Constitución rígida).El problema de la validez
jurídica presupone que se haya dado respuesta a la pregunta ¿ Qué se entiende por derecho?
Responde al problema antológico del derecho.

Eficacia  de una norma.

La eficacia se refiere al seguimiento o acatamiento de la norma. Una norma es eficaz si


la población la cumple con independencia de si la percibe como justa o valida e ineficaz si es
ampliamente desobedecida  Ejemplo la prohibición de aparcar en zona prohibida, suele  ser percibida
como algo justo, es una prohibición valida, pero se refiere  al cumplimiento o no de los  fines que la
sociedad considera como buenos.

Una norma es  injusta si la población considera mayoritariamente que no se atiene a


los objetivos colectivos de esa misma sociedad o injusta si ocurre lo contrarió, con  independencia si
se considera válida o  no.

Criterios de valoración de una norma.


Su estudio comprende  seis proposiciones:

1.-  Que la norma puede ser justa sin ser válida.- Su validez se da en la medida que sean acogidas
en un sistema de derecho positivo-Quien formulaba estas normas las consideraba justas porque las
reputaban coherentes con principios universales de justicia. Normas que quedaban escritas en un 
tratado derecho natural, no eran validas.- Adquirían validez, solo en la medida en que fueran
acogidas en un sistema de derecho positivo. El derecho natural puede ser considerado   derecho
justo; pero por el solo hecho de  ser justo, no es también valido.

2.- Que, una norma puede ser válida sin ser justa.-Ningún ordenamiento jurídico es perfecto.
Entre el ideal de la justicia y la realidad del derecho siempre hay un vacío más o menos grande según
lo regímenes Por ejemplo aceptar el esclavismo (no es justo) pero no por eso deja de ser valido.- Las
normas racistas (no son justas) pero eran válidas.- Para un pensador socialista no es justo
la propiedad privada.-Para un reaccionario no es justo la huelga.- Por  lo que se concluye en decir
que tanto el socialista como el reaccionario  no dudaran del hecho.
De que en un ordenamiento positivo, tanto las normas que regulan la propiedad privada como las que
reconocen el derecho de huelga, son  validas.
3.- Que, una  norma puede ser válida sin ser  eficaz.- Cuando se dictan normas jurídicas  que
prohíben el consumo de alcohol y tabaco, son  leyes validas pero no son eficaces.- Algunos artículos
de la constitución del  Perú referidos a la salud, significa que aun siendo validas, esto  es, existen
como normas pero no son eficaces.
4.- Que una norma puede ser eficaz sin ser válida.- Hay muchas normas sociales que se  cumplen
espontánea o habitualmente, vale decir son eficaces en  algunos círculos sociales (reglas de
buena educación) y que por el solo hecho de ser cumplidas no pertenecen a un sistema  jurídico, esto 
es, no adquieren validez jurídica, vale  decir que ninguna costumbre se vuelve jurídica  por medio de
su uso. Una norma consuetudinaria, mientras  sea eficaz, no  por eso se convierte en  norma jurídica.

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Se vuelve jurídica cuando los órganos del poder le atribuyen validez también una norma jurídica
puede continuar siendo eficaz sin que por ello  llegue a  ser jurídica
5.- Que una norma jurídica puede ser justa sin ser eficaz.
Si una norma jurídica  es justa sin ser válida, se infiere también que una norma puede ser justa sin ser
eficaz, de allí que se diga en el argot popular ¿No hay Justicia en este mundo ? se refiere al hecho de
que aunque son muchos quienes teóricamente exaltan la justicia, pocos  son quienes teóricamente
exaltan la justicia, pocos  son quienes la practican Por tanto una norma es eficaz cuando es válida en
consecuencia hay muchas normas jurídicas que no son validas, con  mayor razón no son eficaces.
6.-  Que  una norma jurídica puede ser eficaz sin ser justa.- La justicia es independiente de la
validez, pero  también es independiente de la eficacia.- Ejemplo, la  esclavitud practicada en los
pueblos civilizados de la antigüedad no significa que sea una institución conforme a la
justicia.-                        
El derecho como argumentación

Si bien es cierto que la argumentación es una parte fundamental dentro de la existencia del derecho y
más que nada en la forma en que se expone el tema jurídico, es cierto también como lo dice el propio
Manuel Atienza muchas veces no entendemos el cómo y el porqué de la argumentación en materia
jurídica.

Atienza hace una distinción entre lógica jurídica u argumentación jurídica, dice, no son lo mismo ya
que la lógica jurídica se puede entender más que nada como un silogismo es decir la unión de presis
que llegan a una conclusión racional y jurídica, en cambio la argumentación jurídica se entiende
como una técnica o hasta cierto punto como un arte ya que no cualquiera posee la “virtud” de
argumentar de manera correcta sobre todo buscando convencer de manera objetiva al público.

TEMA 2
Teoría de la Norma. Concepto de norma. Tipos de normas: a) morales; b) sociales; c) jurídicas.
Diferencia entre los tipos de normas. Estructura de la norma jurídica. Diferencia entre las normas
prescriptivas y las directivas.

La Norma Jurídica es una regla u ordenación del comportamiento humano dictada por una
autoridad competente de acuerdo a un criterio de valor, la cual generalmente impone deberes y
confiere derechos, y cuyo incumplimiento implica una sanción. Los iusnaturalistas añadirán que la
Norma jurídica tiene como objeto el “bien común.”

Constituye el principio del Derecho, el sistema mediante el cual se ordenan los actos humanos.
Así vemos que regula las relaciones particulares, para ordenar las relaciones colectivas y así llegar al
Bien Común.

La norma jurídica se relaciona con el ordenamiento jurídico, en que este último es un conjunto de
normas. Ahora bien, la norma jurídica no sólo constituye una Ley, sino que también puede ser un
decreto, un reglamento, un acto administrativo que regula acciones, etc.

Tipos de normas
Normas sociales: estas normas son dictadas a partir de una serie de costumbres, tradiciones, y
modas que prevalecen en una sociedad en particular y frente a la cual los sujetos deben responder
con su cumplimiento. Estas reglas surgen de manera espontánea tras la repetición de determinadas
costumbres a lo largo del tiempo pero no por esto no son percibidas por el individuo, a quien se las
imponen, como no obligatorias. En caso de que un miembro de la sociedad, del que se espera que las
respete, no lo haga, puede ser castigado con el rechazo y repudio social.

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Normas religiosas: estas normas devienen de Dios, quien las destina a todos los seres humanos,
quienes deben responder ante él con su cumplimiento. A pesar de esto, su cumplimiento se espera
por parte de la comunidad de los creyentes. En caso de que no cumplan con las normas divinas, el
individuo será castigado con la conciencia del pecado.

Normas morales: estas normas, a diferencia de las anteriores, no son dictadas por nadie más que por
el propio individuo, es por esto que están destinadas a sí mismo y responden a la propia conciencia.
Las normas morales, en caso de no ser obedecidas por el individuo, este será castigado con su propio
remordimiento.

Normas jurídicas: estas leyes son formuladas por el poder legislativo y son dirigidas para todos los
individuos de una comunidad política en particular, de quienes se espera su cumplimiento. El
individuo debe responder, en caso de su incumplimiento, ante un tribunal y será castigado con
aquello que dictamine la ley.

Diferencias entre los tipos de normas:


La diferencia con respecto a otros tipos de normas en lo social son:

Las normas de uso social solo se aplican a un grupo de personas específicas y no conllevan una
condena o sanción jurídica y las normas jurídicas se aplican a la sociedad en general y si tienen
sanciones penales que pueden ser desde prisión o multas y prohibiciones.

Estructura y caracteres.
Estructura lógica de la norma jurídica está constituida por:
1. Supuesto de Hecho: requisitos establecidos en la norma de cuya realización se hace
depender la producción de efectos jurídicos.
2. Deber ser: es el enlace lógico entre el supuesto de hecho y la consecuencia jurídica.
3. Consecuencia Jurídica: es la sanción por el incumplimiento del Deber Ser.

En cuanto a la estructura de la norma jurídica se entiende mejor de la siguiente forma:


Mandato + sanción = norma jurídica

Por otro lado, el sistema jurídico establece dos estructuras fundamentales que son:
Estructura Vertical: Según la Escuela Pura del Derecho, de Kelsen, el ordenamiento jurídico se
concibe como una pirámide, que está presidida por la norma constitucional.
Estructura Horizontal: La Escuela de Viena realizó mediciones acerca de la estructura horizontal,
que es un orden consecutivo partiendo de la naturaleza disyuntiva de la norma.
Entre sus caracteres podemos mencionar:
 Generalidad. La norma es de general aplicación.
 Coactividad. Supone que la norma es de fuerza obligatoria.
 Permanencia. No desaparece por contingencia. (Eventualidad, fatalidad)
 Es Exterior. Se juzga la conducta externa del individuo.
 Es Bilateral. Crea obligaciones, deberes y derechos.

Diferencia entre normas prescriptivas y las directivas.

La función prescriptiva, propia del lenguaje normativo, consiste en dar órdenes, consejos,
recomendaciones, advertencias, de suerte que influyan sobre el comportamiento de los demás y lo
modifiquen.

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Asimismo, una prescripción puede ir acompañada de proposiciones de otro tipo, ya que la persona a
quien se dirige la prescripción se decida a actuar, no siempre es suficiente que escuche el mensaje
del mandato puro y simple…..Según Bobbio.

Prescripciones: Von Wright caracteriza a las normas prescriptivas mediante estos elementos que las
distinguen de las anteriores especies: Emanan de una voluntad del emisor de la norma, a la que se
llama autoridad normativa. Están destinadas a algún agente, llamado el sujeto normativo.

Las directivas o reglas técnicas: son reglas que indican un medio para alcanzar determinado fin. Por
ejemplo: las instrucciones de uso: “si quiere encender el televisor, presione el botón de la izquierda”.
Las reglas técnicas no están destinadas a dirigir la voluntad del destinatario, sino que lo que indican
está condicionado a esa voluntad.

Las prescripciones a diferencia de las directivas tienen un sentido más preciso ya que apuntan a las
normas, en cuanto a estas podemos nombrar las siguientes peculiaridades.

Las prescripciones se caracterizan por establecer una relación asimétrica entre el emisor y el
destinatario. En cuanto a la superioridad respecto al emisor que puede ser física o moral dependerá
de la situación que los afecte. En el caso que un destinatario infrinja el cumplimiento de la norma, el
emisor podría tomarlo como una provocación que conduciría por ejemplo a una sanción.

Efectos Esenciales de las Normas. El incumplimiento de la norma puede dar como resultado el
constreñimiento para el cumplimiento de la obligación y la imposición de un castigo al infractor. El
efecto esencial de la norma es el sancionador, derivándose de éste, los efectos de coerción y de
coacción. (Franklin García y Rosalía Sosa)

TEMA 3
Teoría del Ordenamiento Jurídico. El concepto de ordenamiento jurídico. Marco formal y
Marco material. Relación de las normas y el ordenamiento jurídico. Fundamento del
ordenamiento jurídico según Kelsen. Concepto de unidad, coherencia y plenitud. Concepto de
laguna normativa y axiológica. Antinomias y criterios de solución.

La evolución constante de la sociedad en busca de su bienestar, el desarrollo mental del hombre


como consecuencia de su necesidad de progreso, la potencia de renovación humana y todos los
factores conducentes a la supervivencia, dan origen a normas de moral, de política, de justicia y de
seguridad, dirigidas a la regulación de la conducta recíproca de las personas.

Todo encuentra su fundamento en la característica principal del Ser Humano, ser un ente social. Su
propia naturaleza lo impulsa a buscar la compañía de otros seres humanos, y para poder convivir en
sociedad es necesario establecer reglamentaciones, de lo contrario, la anarquía y el desorden
aniquilarían el desarrollo de la misma. De ahí nace el Ordenamiento Jurídico, que es el Sistema
Jurídico. Es el conjunto de normas generales coherentes de las cuales proceden todos los demás
elementos del orden jurídico, como el Derecho Penal, el Derecho Civil, y tiene como finalidad la
prevención de conflicto.

El Ordenamiento Jurídico es el conjunto de leyes y de normas sistematizadas por el Estado para


garantizar la convivencia social. El ordenamiento jurídico está formado por la Constitución del
Estado, tratados internacionales, por los códigos de derecho público y privado, las leyes entre otros,
por un lado, y por otro, por las diferentes instituciones de derecho.

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Es la regla de derecho destinada a organizar el funcionamiento de la sociedad. Este ordenamiento
jurídico es el que garantiza el mantenimiento de la unidad de interpretación y de aplicación de las
leyes.

Marco Formal y Marco Material (Fuentes)

Fuentes Materiales del Derecho: Se definen como aquellos factores de diversas índoles que,
presentes en una sociedad dada en un determinado momento, y en dinámica y reciproca interacción
unos con otros influyen en la producción, modificación o derogación de las normas.(“Introducción al
Derecho”; Agustín Squella)
Características de las Fuentes Materiales:
Advierte que las normas jurídicas no son pura creación de los sujetos autorizados para producirlas;
Las normas deben su origen a factores anteriores al acto formal de su producción. El origen de las
normas en las fuentes formales se presenta en hechos y factores objetivos, que sin duda están
relacionados con la vida de los hombres en sociedad.

Fuentes Formales del Derecho: Agustin Squella las define: “Como aquellas que se componen por
los distintos procedimientos de creación dela normas jurídicas, así como los modos de
exteriorización de éstas y los continentes donde es posible hallarlas, tras los cuales es posible
identificar el órgano, autoridad, fuerza social o sujetos con facultad para producir normas
jurídicas…”
Clasificación de las Fuentes Formales:

Clasificación Fuentes Formales según Agustin Squella Desde el punto de vista del órgano o sujeto
que la produce en Heterónomas son aquellas en las que el productor de la norma se encuentra en
una posición de autoridad respecto de los sujetos normativos que deben cumplirlas, como es el caso
de la ley y la jurisprudencia de los tribunales; y en Autónomas: el productor de la norma es de algún
modo el mismo que debe cumplirla, como es el caso de la costumbre jurídica y los actos jurídicos.

Desde el punto de vista de las normas que producen en Generales: en las primeras la producción
de las normas resultan ser abstractas y generales (ley); y particulares son las que dan lugar a
normas concretas y singulares, como lo es la jurisprudencia.
Agustin Squella: Clasificación Fuentes Formales Atendiendo a si las normas que crean se
encuentran expresada en un texto o no: Formalizadas: su contenido se exterioriza en un texto,
como la ley, la jurisprudencia de los tribunales y los contratos por escrito. De su lado las No
formalizadas, son las que no se exteriorizan en un texto que dé expresión cabal a las mismas.
Partiendo de su fuerza obligatoria se dividen en inmediatas son las que producen directamente
normas jurídicas obligatorias y mediatas son aquellas que su fuerza obligatoria viene otorgada por
otra fuente formal.
Atendiendo a la vinculación que los órganos jurisdiccionales tiene con ellas, las fuentes formales
se clasifican en: Principales: son las que los jueces siempre tienen el deber de aplicar. Subsidiarias:
son la que los jueces están autorizados a recurrir ante un defecto de las fuentes principales o sólo con
el fin de interpretar éstas.

Relación entre la norma y el ordenamiento jurídico

Entre los elementos estructurales del sistema jurídico, tenemos al ordenamiento jurídico y a la célula
del orden jurídico, o sea a la norma jurídica. La doctrina ha considerado que nada excluye que el
sistema resulte de la vinculación de varios ordenamientos a un ordenamiento más general.
El mismo paso de una norma inferior a una norma superior,…puede presentarse cuando se trate del
paso de un ordenamiento inferior a un ordenamiento superior.

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Luego entonces, el sistema jurídico está compuesto de varios ordenamientos jurídicos, que a su vez,
éstos se componen de normas jurídicas.

La relación entre las normas y el ordenamiento jurídico

La relación existente entre ordenamiento jurídico y norma es apreciable desde la definición de este
primero, toda vez, que simplemente el ordenamiento jurídico es el conjunto de normas jurídicas 
que rigen en un lugar determinado en una época concreta, por lo cual, la relación entre ambos
conceptos es el de todo con la parte, ya que el todo está compuesto por cada una de las partes. Dicha
relación es de carácter cuantitativo, ya que el ordenamiento jurídico estaría constituido por el
conjunto de las normas jurídicas.

Fundamento del ordenamiento jurídico según Kelsen.

Kelsen pretende explicar el fenómeno jurídico exclusivamente desde el punto de vista normativo,
excluyendo elementos valóricos, sociológicos, políticos o fácticos. Kelsen clasifica los distintos
sistemas normativos (normas de trato social, religiosas, moral y derecho) en dinámicos y estáticos.
Los primeros son aquellos en los cuales sus normas son válidas por fundarse en una norma superior
independientemente de su contenido intrínseco. Para Kelsen el derecho es un sistema normativo
dinámico ya que, por ejemplo, una ley vale no por su contenido de justicia sino por ser dictada
conforme a la Constitución. Por el contrario, los sistemas estáticos son aquellos en que sus normas
tienen validez por su contenido intrínseco. La moral es según Kelsen un sistema estático, ya que sus
normas valen sólo si son percibidas por la comunidad como acorde a su perspectiva ética. Para
Kelsen una norma jurídica es válida por una cuestión puramente formal.
Kelsen concibe al ordenamiento jurídico como una estructura escalonada de normas jurídicas, de
modo que estas forman gráficamente una pirámide. En esta pirámide las normas superiores están
más cerca de la cúspide y las normas inferiores, más cerca de la base. De esta concepción, se derivan
varias consecuencias:

a) La norma jurídica de jerarquía superior determina al ente autorizado para crear una norma jurídica
inferior (autoridad normativa y su competencia); fija el procedimiento o método para crear esa
norma jurídica; y establece límites de contenido a los cuales debe ajustarse la norma inferior.
b) El fundamento de validez de las distintas normas se resuelve en una serie sucesiva de relaciones
que se da entre normas jurídicas superiores e inferiores. Es decir el fundamento de validez de una
norma, será otra norma que se encuentra por encima de ella.
c) La norma jurídica superior será más general que la norma inferior, la que tendrá un contenido más
singularizado y concreto. La norma más singularizada es la sentencia.

d) Cada vez que se crea derecho (norma jurídica inferior), se está aplicando derecho (norma jurídica
superior). La idea es que el juez cuando falla un caso, aplica derecho, de contenido más general, y al
hacerlo crea una norma jurídica particular. Los parlamentarios, al crear una ley, aplican la
Constitución.
e) Las normas jurídicas superiores no contienen todo el material jurídico, su desarrollo está
entregado a las normas jurídicas inferiores. La vida social requiere a veces altos grados de precisión
y determinación, cuestión que las fuentes más generales no pueden lograr.
f) Si una norma jurídica fue creada por un ente no autorizado (incompetente), o no se observó el
procedimiento (la “forma”) o se sobrepasaron los límites de contenido fijados en la norma superior,
esta norma inferior no será válida (nula).

Características del Ordenamiento Jurídico. Concepto de Unidad, Coherencia y Plenitud

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En la concepción del derecho como sistema de normas están contenidas una serie de características,
como son: unidad, coherencia y plenitud de presupuestos. (Kelsen)

La Unidad: El Derecho está compuesto por normas que provienen de órganos y sujetos distintos, sin
embargo, esto no excluye su unidad, siempre y cuando sea posible un criterio que permita identificar
las normas que pertenecen al Estado. La Unidad exige la reconducción de todos sus componentes a
una norma donde se establecen las condiciones formales y materiales de validez del resto de las
normas.
Cuando se habla de unidad como una de las características del orden jurídico nos referimos a la
constitución. Porque cada tipo de norma en función de su fuente de producción va a ser igual a las
que siguen su misma forma aunque el contenido sea distinto.

La Coherencia: Esta estrechamente vinculada con la unidad. Una norma infra- constitucional que
vulnera lo establecido en la constitución debe, en virtud del principio de No Contradicción ser
expulsada, de lo contrario, afecta la unidad y la coherencia del ordenamiento. La exigencia de
coherencia es esencial en el Derecho, hasta el punto de que debe constituirse como criterio de
identificación e incluso como elemento legitimador. Implica la ausencia de normas contradictorias o
incompatibles.

La Plenitud: Consiste en que el ordenamiento jurídico tiene la propiedad de contener normas para
regular cada caso concreto. Sin embargo, el ordenamiento jurídico no es totalmente ni pleno ni
coherente.

De manera absoluta, la plenitud llevaría aparejada la existencia de normas que solucionasen, por
decirlo de alguna manera, todos los problemas.
Desde un punto de vista relativo, la plenitud admitiría la existencia de normas específicas en la
solución de determinados problemas

Concepto de Laguna normativa y Axiologia


Imerio Jorge Catenacci dice que hay laguna cuando un caso no ha sido previsto por el legislador.

La laguna normativa es aquella en que el caso no se haya previsto ni resuelto por las normas
vigentes. En la laguna axiológica sí existe una norma, pero el juzgador la considera valorativamente
inadecuada, injusta o inconveniente para las partes. Es el juzgador el que crea la laguna axiológica,
para aplicar una solución distinta a la prevista en la norma.

Para Bobbio por integridad del ordenamiento jurídico se entiende la propiedad por la cual el
ordenamiento jurídico tiene una norma para regular cada caso. La integridad significa en la ausencia
de lagunas (ausencia de norma para regular un caso específico). La integridad es una condición
necesaria para los ordenamientos que apliquen como reglas para la solución de sus conflictos: que el
juez está obligado a juzgar todas las controversias que se le presenten a examen y que debe juzgarlas
con base en una norma que pertenezca al sistema

Para resolver el problema de las lagunas, Bobbio explica que se utilizan los procedimientos de
heterointegración y autointegración.

Heterointegración: se realiza recurriendo a ordenamientos diversos o a fuentes distintas, como la


costumbre o el denominado derecho judicial en el sistema anglosajón. En tanto, que la
autointegración: se hace acudiendo al mismo ordenamiento o a otros pero en grado menor. La
autointegración se vale de la analogía y de los principios generales del derecho. Al prescribir estos
procedimientos, el legislador asume o pretende que en caso de laguna la regla se debe encontrar en el

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ámbito mismo de leyes vigentes, esto es, sin recurrir a otros ordenamientos ni a fuentes diferentes de
las leyes..

Antinomias o conflictos de leyes. Criterios de solución.

La definición que se ha dado del término antinomia en el sentido estrictamente jurídico podría ser
enunciada de la siguiente manera: "Dos enunciados son lógicamente incompatibles cuando uno
prohíbe una acción y el otro la permite". Atendiendo a las condiciones necesarias para que existan
antinomias jurídica.

La antinomia: es la situación en que dos normas pertenecientes a un mismo sistema jurídico, que
concurren en el ámbito temporal, espacial, personal y material de validez, atribuyen consecuencias
jurídicas incompatibles entre sí a cierto supuesto fáctico, y esto impide su aplicación simultánea.
Antes de declarar la existencia de una colisión normativa, el juzgador debe recurrir a la
interpretación jurídica, con el propósito de evitarla o disolverla, pero si no se ve factibilidad de
solucionar la cuestión de ese modo, los métodos o criterios tradicionales de solución de antinomias
mediante la permanencia de una de ellas y la desaplicación de la otra, son tres:

Criterio jerárquico (lex superior derogat legi inferiori), ante la colisión de normas provenientes de
fuentes ordenadas de manera vertical o dispuesta en grados diversos en la jerarquía de las fuentes, la
norma jerárquicamente inferior tiene la calidad de subordinada y, por tanto, debe ceder en los casos
en que se oponga a la ley subordinante;

Criterio cronológico (lex posterior derogat legi priori), en caso de conflicto entre normas
provenientes de fuentes jerárquicamente equiparadas, es decir, dispuestas sobre el mismo plano, la
norma creada con anterioridad en el tiempo debe considerarse abrogada tácitamente, y por tanto,
ceder ante la nueva; y,

Criterio de especialidad (lex specialis derogat legi generali), ante dos normas incompatibles, una
general y la otra especial (o excepcional), prevalece la segunda, el criterio se sustenta en que la ley
especial substrae una parte de la materia regida por la de mayor amplitud, para someterla a una
reglamentación diversa (contraria o contradictoria).

En la época contemporánea, la doctrina, la ley y la jurisprudencia han incrementado la lista con otros
tres criterios.

Criterio de competencia, aplicable bajo las circunstancias siguientes: a) que se produzca un conflicto
entre normas provenientes de fuentes de tipo diverso; b) que entre las dos fuentes en cuestión no
exista una relación jerárquica (por estar dispuestas sobre el mismo plano en la jerarquía de las
fuentes), y c) que las relaciones entre las dos fuentes estén reguladas por otras normas
jerárquicamente superiores, atribuyendo -y de esa forma, reservando- a cada una de ellas una diversa
esfera material de competencia, de modo que cada una de las dos fuentes tenga la competencia
exclusiva para regular una cierta materia. Este criterio guarda alguna semejanza con el criterio
jerárquico, pero la relación de jerarquía no se establece entre las normas en conflicto, sino de ambas
como subordinadas de una tercera;

Criterio de prevalencia, este mecanismo requiere necesariamente de una regla legal, donde se
disponga que ante conflictos producidos entre normas válidas pertenecientes a subsistemas
normativos distintos, debe prevalecer alguna de ellas en detrimento de la otra, independientemente
de la jerarquía o especialidad de cada una; y,

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Criterio de procedimiento, se inclina por la subsistencia de la norma, cuyo procedimiento legislativo
de que surgió, se encuentra más apegado a los cánones y formalidades exigidas para su creación.
Para determinar la aplicabilidad de cada uno de los criterios mencionados, resulta indispensable que
no estén proscritos por el sistema de derecho positivo rector de la materia en el lugar, ni pugnen con
alguno de sus principios esenciales. Si todavía ninguno de estos criterios soluciona el conflicto
normativo, se debe recurrir a otros, siempre y cuando se apeguen a la objetividad y a la razón. En
esta dirección, se encuentran los siguientes: 7. Inclinarse por la norma más favorable a la libertad de
los sujetos involucrados en el asunto, por ejemplo, en el supuesto en que la contienda surge entre una
norma imperativa o prohibitiva y otra permisiva, deberá prevalecer esta última. Este criterio se limita
en el caso de una norma jurídica bilateral que impone obligaciones correlativas de derechos, entre
dos sujetos, porque para uno una norma le puede ser más favorable, y la otra norma favorecerá más
la libertad de la contraparte

TEMA 5
Las Fuentes del Derecho. Concepto de fuentes del derecho. Diferentes criterios para su
clasificación. Jerarquización y coordinación del sistema de fuentes. Los principios generales
del derecho. el bloque de constitucionalidad y su lugar en el sistema de fuentes.

La palabra fuente es usada preferentemente para designar el origen directo y generador de una norma
con relación a su procedencia. Son aquellos hechos o actos de los cuales el ordenamiento jurídico
hace depender la producción de las normas jurídicas.

CRITERIOS CLÁSICOS Y PLANTEAMIENTOS ACTUALES.

La Escuela Histórica alemana del siglo XIX, con Friedrich Karl von Savigny y Gustav von Hugo al
frente, supuso un planteamiento nuevo sobre el mundo jurídico: abogaron por enlazar el derecho con
el “espíritu del pueblo” (Volksgeist) y con la “conciencia común.”

Enmanuel Kant se oponía a Savigny. Para Kant no había más fuente de derecho que la razón
humana, y la supremacía de la ley se justificaba por esa misma razón. A partir de aquí la mayoría de
los autores clasificaron las fuentes del derecho en reales (o materiales), y formales.

Se denominan fuentes materiales del derecho a los elementos que han influido en la generación de
ciertas normas, a saber, factores ideológicos, sociales, económica, física y religiosa, morales,
históricos y todo lo que incide en la sociedad. Es lo que determina el contenido de la Norma Jurídica
para solucionar el conflicto de intereses que justifican la oposición de la norma. Entonces, las fuentes
materiales del derecho son las fuentes extras jurídicas.

Características de las Fuentes Materiales:

1-Advierte que las normas jurídicas no son pura creación de los sujetos autorizados para producirlas.
2- Las normas deben su origen a factores anteriores al acto formal de su producción.
3-El origen de las normas en las fuentes formales se presenta en hechos y factores objetivos, que sin
duda están relacionados con la vida de los hombres en sociedad.

Las fuentes formales, por otro lado, son las fuentes jurídicas: la Ley, la costumbre la jurisprudencia,
la doctrina científica. Las fuentes formales son las normas positivas de cualquier tipo que puedan ser
invocadas por un organismo. Son las manifestaciones exteriores de una voluntad dispuesta a crear
derecho, a dar nacimiento a una nueva norma jurídica, que proviene de un acto individual o colectivo

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humano, que la moldea y la hacer surgir a la realidad no se incluye en este concepto el órgano que
dicta las normas ni que participa en su elaboración.

Metodológicamente para la investigación de las fuentes del derecho se deben contemplar dos
aspectos: las fuentes directas o primarias y las fuentes indirectas o secundarias.

Las fuentes directas son: la constitución, los tratados internacionales, las leyes y la jurisprudencia. Y
las fuentes indirectas son: la costumbre y la doctrina.

Nuestro derecho, ha tenido al derecho francés como la fuente más influyente, sin embargo en los
últimos tiempos se ha distanciado de éste de modo excepcional, por ejemplo con el surgimiento del
Código de NNA y el CPP.

Nueva concepción de fuentes de derecho. La transición del Estado liberal de derecho hacia el
Estado Constitucional sustituyó poco a poco la supremacía de las leyes por la supremacía de la
Constitución. Esto ha significado un cambio en las fuentes del derecho, las cuales se han
constitucionalizado e internacionalizado. Si bien subsiste el concepto sociológico de “las fuerzas
sociales a las que el ordenamiento jurídico califican como inspiradoras y creadoras de mandatos
jurídicos”, el diseño básico viene establecido por la Constitución, y al mismo tiempo ésta actúa como
reguladora del sistema de fuentes.

Criterios clásicos para la clasificación de las fuentes son:

El Derecho Romano (Der. Escrito). Francia estuvo dividida en dos regiones, la del Der. Escrito y la
del Der. Consuetudinario. El Der. Romano tuvo gran influencia en el Der. Positivo Francés, y éste
último en el Der. Dominicano.
El Derecho Consuetudinario: La costumbre era de origen germánico y predominó en el norte de
Francia. Era muy variada. Su inconveniente mayor fue la incertidumbre porque dependía de la
prueba por parte de quien la abogaba.
El Derecho Canónico: Son las normas de Derecho que rigen en la iglesia católica. Se aplicaba en
los países católicos de Derecho consuetudinario y escrito. Comprendía varias materias, entre ellas, el
matrimonio y los testamentos.
Los Códigos de Napoleón Bonaparte, es la obra legislativa más trascendental en la historia
moderna, abarca la totalidad del Derecho y fue promulgado en el año 1804, derogó todas las
costumbres generales locales, los estatutos y reglamentos, las leyes generales y las ordenanzas.

La Constitución y la Ley como fuentes del Derecho. La Constitución es norma suprema y


fundamento del ordenamiento jurídico del Estado, como norma jurídica incide sobre la marcha de
todo proceso judicial tomando pautas de procedimiento, y como fuente del derecho es la fuente
primaria de donde parten las demás leyes y sin nunca contradecirlas.
La Ley es el acto votado por las cámaras legislativas y promulgada por el Presidente de la
República, que se impone al libre albedrío de los hombres, indicándoles lo que debe ser, en que
forma deben obrar para conseguir una conducta recta.

La Jurisprudencia consiste en el hábito práctico de interpretar rectamente las leyes y hacer posible
su aplicación oportuna a los casos que ocurren, por parte de la SCJ. En la interpretación de las leyes,
los tribunales antes de pegarse a métodos que estarían fijados de antemano prefieren inspirarse en
conceptos morales, en la equidad, en las necesidades sociales y económicas. El Juez crea
jurisprudencia desde el momento en que trata de adaptar el texto a un caso no previsto por el
legislador.

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Jurisprudencia Ordinaria. Son las decisiones de los tribunales relativas a conflictos jurídicos
derivados de la interpretación de las leyes ordinarias, reglamentos y convenciones entre particulares.
Jurisprudencia Constitucional. Son las decisiones de los tribunales relativas a la interpretación de
la norma constitucional y a las dificultades de su aplicación, sea por los tribunales apoderados por
vía de excepción o por apoderamiento directo ante la SCJ.

La Costumbre como fuente del Derecho. La costumbre es una regla que emana directamente del
pueblo, que es general y permanente, y que está reconocida como obligatoria por la autoridad.
(Josserand).

Los Principios generales del Derecho.

Son los principios básicos que inspiran todo nuestro ordenamiento jurídico y tienen como fin que los
Jueces tengan plena libertad para resolver un juicio en el que no hay Ley ni Costumbre aplicable.
Algunos de estos principios son:
La irretroactividad de las leyes;
La igualdad de todos ante la ley;
Nadie puede ser juzgado sin haber sido oído o citado;
No se puede ser Juez y parte en el mismo proceso;
La ley del lugar rige las formalidades del acto;
No hay delito o pena sin una ley previa.

La Doctrina. Se denomina doctrina a las opiniones emitidas por los juristas, en sus respectivos
trabajos u obras. Puede ser una fuente indirecta. (Carlos Romero Butén)

Sistema de Jerarquía de las fuentes del Derecho, materias en las que no se aplica. El principio
de jerarquía es aquel que trata de ordenar las normas dependiendo de su fuerza y contenido. En la
República Dominicana, el vértice de la pirámide lo constituye en 1er. orden la Constitución y los
Tratados Internacionales, en 2do. Orden Códigos y las Leyes, en ese mismo orden le siguen los
Decretos, Reglamentos, Resoluciones, la Jurisprudencia, la Doctrina y la Costumbre. Podemos decir
que no se aplica: en Derecho Laboral, por el principio de la norma más favorable al trabajador.

Los principios informadores del sistema de fuentes del ordenamiento jurídico dominicano.

Las fuentes del derecho dominicano se remontan en la antigüedad a las legislaciones de otras
culturas como la francesa y la romana, para mencionar algunas.

Las principales fuentes del derecho dominicano según Jorge Blanco, son:

El derecho romano (derecho escrito): El derecho romano no ha sido aplicado directamente sobre la
legislación dominicana pero se estudian sus principios por la gran influencia que tuvo el derecho
romano sobre el derecho francés.

El derecho romano fue aplicado de manera consuetudinaria al derecho francés por los principios
establecidos en el Corpus Juris Civiles de Justiniano, que estaba compuesto por el Digesto, el
Código, las institutas y las novelas.

El derecho canónico: Cuando se firmó el concordato entre la Santa Sede y la República


Dominicana se convino que los dominicanos que contraían matrimonio bajo el régimen
concordatario automáticamente se sometían a la ley católica para todo lo relativo a la indisolubilidad.
Sin embargo, a raíz de las fricciones entre la Iglesia Católica y Trujillo, la SCJ decidió que la Ley

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dominicana tenía primacía sobre el tratado, especialmente cuando descansaba sobre consideraciones
de orden público como la indisolubilidad del matrimonio, por lo que a partir de ahí se aplicó el
derecho dominicano sobre el derecho canónico, aunque algunas consideraciones eclesiásticas se
siguen utilizando.

Los códigos napoleónicos: Que tuvieron gran preponderancia sobre la legislación francesa. Un
código es un conjunto de disposiciones que se refieren a una misma materia. De los Códigos
napoleónicos el más preponderante fue el Código Civil de 1804, que fue trasplantado a nuestra
legislación.
La legislación francesa: La adopción de los códigos franceses tuvo un auge fuerte en el momento
de la ocupación haitiana. La población se había habituado a estos códigos, por lo cual tras la
desocupación haitiana, se mantuvieron en el país.

Así, en el año 1802, el congreso dispuso la traducción y adecuación de los Códigos Civil, Comercial,
Procedimiento Civil y de Instrucción Criminal.

La adopción de los Códigos franceses es el principal informador del sistema de fuentes del
ordenamiento jurídico dominicano.

Otros sistemas informadores del derecho dominicano, son el sistema anglosajón en materias de
fideicomiso, de contratos innominados como el joint venture, entre otros.
También el derecho español, y últimamente el derecho latinoamericano con la implementación del
Nuevo Código Procesal Penal.

El bloque de constitucionalidad y su lugar en el sistema de fuentes

Cabe acentuar que la noción de “bloque de constitucionalidad” (bloc de constitutionnalité) surge en


la doctrina francesa a comienzos de los años sesenta para designar el conjunto de normas situadas en
el nivel constitucional cuyo respeto se impone a la ley. Es por tanto, el conjunto de todas las normas
que el “Conseil Constitutionnel” utiliza en el control previo de constitucionalidad de las leyes y de
los reglamentos parlamentarios. Componen este bloque de normas la Constitución francesa de 1958,
la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, el Preámbulo de la Constitución
francesa de 1946 y los Principios Fundamentales reconocidos en las leyes de la República.  

En virtud de la resolución número 1920-2003 del 13 de noviembre de 2003 emitida por la Suprema
Corte de Justicia Integran el “Bloque de Constitucionalidad”, los pactos y convenciones
internacionales y las opiniones consultivas y decisiones de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, teniendo como consecuencia el reconocer y establecer los principios fundamentales del
debido proceso y su aplicación inmediata en todos los tribunales de República Dominicana.

Mientras tanto nuestra jurisprudencia diserta que esta doctrina se refiere a un conjunto de normas
con jerarquía constitucional que se ha empleado para emitir juicio sobre la constitucionalidad una
norma jurídica y de otros actos susceptibles al control judicial. De esta forma, el acto impugnado se
confronta con un mayor número de normas de rango constitucional que incluyen, pero no se limitan,
a la Constitución en sentido formal.”

El bloque de constitucionalidad, a nuestro entender es la doctrina utilizada para la interpretación


constitucional, ya no solamente basándose en el texto de la Constitución, sino en otros elementos
jurídicos que, en un momento dado la Constitución formal no contempla claramente y/o
taxativamente, y a fin de evitar la emisión de una sentencia carente de razonamiento y sustento
jurídico, o bien, para realzar o consolidar derechos que en la Constitución no están expresos o

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determinados, sino de manera tácita, es que esta doctrina viene a suplir esas necesidades del
intérprete constitucional.

DERECHO PENAL
Tema 1
El concepto de Derecho Penal. Concepto de derecho penal. Derecho penal objetivo. Derecho penal
subjetivo. Reseña de la evolución histórica del Derecho Penal: El Talión. La venganza privada. La
composición, etc. Diferentes escuelas penales: clásica, positiva, ecléctica, etc. Método, caracteres y
fuentes de derecho penal. Método y sistema jurídico-penal. El Método Dogmático o Dogmática
Jurídica, Rudolf von Jhering. Definición de fuentes del derecho. Fuentes de Derecho Penal:
Constitución, leyes, jurisprudencia. Aplicación del principio de reserva en las fuentes de Derecho
Penal.

Concepto de derecho penal.

El Derecho Penal según el jurista Leoncio Ramos, es el conjunto de principios y reglas jurídicas que
determinan las infracciones, las penas o sanciones, y las relaciones del Estado con las personas con
motivo de las infracciones o para prevenirlas.

El Derecho Penal es una técnica de definición, comprobación y represión de la desviación.

Esta técnica se manifiesta en restricciones y constricciones sobre las personas de los potenciales
desviados y de todos aquellos de los que se sospecha o son condenados como tales. Las restricciones
son tres, y corresponden al delito, a la pena y al proceso. La primera restricción consiste en la
definición y prohibición de los comportamientos clasificados por la ley como desviados. La segunda
consiste en el sometimiento coactivo a juicio penal de todo aquello que resulte sospechoso de una
violación de las prohibiciones penales. La tercera consiste en la represión o punición de todos
aquellos a quienes se juzgue culpables de una de dichas violaciones”

Ferrajoli, Luigi. En Derecho y Razón. Teoría del galantismo penal.

Derecho penal objetivo.

El Derecho Penal objetivo es el conjunto de normas penales. Es decir, en conjunto de reglas jurídicas
que determinan los comportamientos que resultan inaceptables para el sistema (delitos y
contravenciones), las sanciones o castigos que deben imponerse a quienes incurren en los mismos
(penas y medidas de seguridad), y las reglas para la aplicación de estas consecuencias jurídicas.

Derecho penal subjetivo.

El Derecho Penal subjetivo, derecho a castigar o ius puniendi, es la facultad del Estado para crear y
aplicar el Derecho Penal objetivo, es decir, el derecho que tiene el Estado para definir delitos,
establecer penas y aplicarlas.

Desde esta perspectiva, el Derecho Penal en sentido objetivo lo constituyen las concretas
manifestaciones de aquel derecho a penar o ius puniendi, que están recogidas en las normas penales
vigentes.

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La referida potestad punitiva está referida a la capacidad del Estado para crear normas
incriminatorias. Esta capacidad requiere que el Derecho Penal del Estado cumpla determinadas
condiciones y respete ciertos límites para ser legítimo. De hecho, el concepto de Ius puniendi está
íntima e indisolublemente unido a la pregunta de dentro de qué límites puede un Estado de derecho
ejercer legítimamente esta potestad punitiva. Desde esta perspectiva, el Derecho Penal en sentido
subjetivo se considera como el “conjunto de condiciones que determinan la legitimidad de la
amenaza y aplicación de las penas por parte del Estado”.

Desde otra perspectiva, el Derecho Penal en sentido subjetivo puede referirse a la potestad atribuida
a determinados órganos del Estado (juzgados y tribunales), para imponer las penas y medidas de
seguridad previstas en las leyes, siempre y cuando concurran los presupuestos previstos en las
mismas, es decir, que concurra la violación de las prohibiciones o mandatos que las normas penales
incorporan. Desde este enfoque es claro que el ius puniendi no puede actuarse si no se produce la
conducta humana prevista en la norma. Ley penal y delito son, por tanto, presupuestos del ius
puniendi.

Reseña de la evolución histórica del derecho penal: el talión. La venganza privada. La


composición, etc.

Antes de que los españoles llegaran a nuestra Isla el Derecho Penal no era conocido ni necesitado,
puesto que la mayoría de las tribus eran pacíficas y respetuosas unas con otras.

Las primeras leyes puestas en función dentro del territorio de la española fueron las Leyes de Indias,
puestas en vigor a partir de 1525, estas eran el resultado de las Ordenanzas, que eran disposiciones
de los reyes para los territorios recién descubiertos.

Todas estas leyes no contemplaban a los indígenas como seres humanos, sino como cosas u objetos,
consideraban que los taínos eran propiedad de los españoles, por tanto no tenían Derecho alguno.

Hacia 1795, por el Tratado de Basilea Francia obtuvo por parte de España el dominio de la colonia,
y se hicieron a parte las leyes españolas. Entraron en vigencia las Leyes Francesas, y con ella la
implementación de lo que más tarde sería conocido como Códigos Napoleónicos. Años después
España recuperó el control de la isla y al hacerlo instauró la Constitución de Cádiz (1812) y el
Código de Comercio Español.

Al realizar la Independencia Efímera se conservaron las Leyes Españolas, pero en 1822 los
haitianos nos invadieron, y nos ocuparon durante 22 años, en los cuales las leyes haitianas fueron
reinstaladas en la vida jurídica de la Isla, estas leyes tenían como base las Leyes Francesas.

En 1844 efectuada ya la Independencia definitiva e instaurada la nación como República, empieza


a tomar control de la existencia jurídica. En 1845 el Código Francés de 1832 quedó vigente en las
legislaciones nacionales, es decir, asumimos la legislación francesa al independizarnos. Hasta el
1877 se tiene el Código Francés sin traducir.

Años más tarde, como el Código que se usaba estaba en francés, se nombró una comisión para que
tradujesen del francés al español el Código y que a su vez, hicieran las modificaciones de lugar para
que se adaptara a la situación actual del país. Esto fue porque la diferencia de lenguas y la falta de
entendimiento por parte de los legisladores traía inconvenientes e inestabilidad jurídica a una nación
de por sí inestable, por su condición de nación recién formada.

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Unas décadas más tarde por la incompetencia y falta de fe de los gobernantes, se buscó la Anexión a
España (1861), instaurando de esta forma el Código Penal Español, pero en 1865 por la Guerra de
la Restauración se expulsaron los españoles y se obtuvo de nuevo la soberanía de la República,
trayendo con esta el Código Penal Francés en nueva ocasión.

Este Código tenía innumerables defectos e incompatibilidades con respecto a la sociedad a la que
estaba siendo aplicado, así que una mejor traducción fue requerida. Estas modificaciones al Código
Penal fueron puestas en manos de 5 Abogados Dominicanos, José de Jesús Castro, Apolinar de
Castro, Manuel de Jesús Galván, José Joaquín Pérez y José Ma. Valencia, ellos deberían de finalizar
la corrección en 1 año, así que el 20 de agosto de 1884 fue puesto en vigor el nuevo Código Penal.

El recorrido de cambios y correcciones de nuestro Código Penal, no para ahí, puesto que esta última
modificación tampoco fue lo suficientemente correcta como para que los legisladores pudieran
seguirla sin problemas, así que en el 1935 el Lic. Arturo Logroño fue designado, por el Poder
Ejecutivo, para que revisara los anteproyectos del Código, no siendo este fructífero, por eso en 1936,
se designó otra comisión para reformarlo, no aportando los resultados esperados.

En conclusión, el Código Penal que nos rige en la actualidad es el francés de 1832, traducido y con
pocas modificaciones, eso nos pone a siglos de atraso debido a la ancianidad del mismo y a los
huecos en materia Penal. Estar regidos por un Código que tiene siglos de escrito, y que no ha sido
concretamente adaptado a nuestra forma de sociedad, nos ha costado años de desarrollo.

Actualmente hay un anteproyecto del Código Penal que está conociendo el Congreso de la
República. Está integrado por 5 libros, y va a tener 699 artículos en su contenido.

El profesor Leoncio Ramos indica que existen fundamentalmente 4 etapas más o menos definidas en
lo que ha sido la evolución histórica del Derecho Penal, pero que no se han dado de modo continuo,
sino que se ha dado de modo interrelacionado, por lo que la diferenciación de etapas no es del todo
perfecta. Es decir, que en cada período se dan situaciones características de períodos anteriores o
posteriores.

Una época primitiva, anterior a la organización de los pueblos en ciudades-estados, estados o


imperios, no se puede hablarse propiamente de la existencia de un Derecho Penal, pero sí existía la
venganza, siendo ésta algo parecido a la pena y que se cumplía su función.

Varios autores coinciden en que la venganza debió ser la primera manifestación de la Justicia Penal,
teniendo la pena un sentido individualista. La venganza también se puede visualizar, no sólo como
una manifestación o equivalente de la apena, sino como una guerra entre grupos sociales, siendo
éstos organismos políticos primarios dotados de un rudimentario sistema de prohibiciones y
sanciones.
Pero esta venganza, ya sea individual o realizada por un grupo familiar contra otro, no puede
considerarse como una auténtica forma de reacción propiamente penal, ya que ostenta un carácter
puramente personal o familiar, permaneciendo el resto de la sociedad indiferente a ella. Sólo cuando
la sociedad se pronuncia a favor del vengador, se pone de su parte y le ayuda, reconociendo la
legitimidad de su reacción, es cuando ya se puede hablar de la venganza equivalente de la pena.
La venganza dio lugar a sangrientos enfrentamientos y al exterminio de numerosas familias. Para
evitar este mal, surgió una institución, a primera vista cruel y bárbara, pero que supuso un
considerable avance estableciendo límites a la venganza: El Talión.
En virtud del muy conocido principio “ojo por ojo, diente por diente”, o principio talional, no podía
responderse a la ofensa con un mal superior al inferido a la víctima.

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Otra importante limitación al primitivo sistema de la venganza fue la Composición, calificada como
el “primer progreso en área punitiva”, mediante la cual el ofensor y su familia rescataban del
ofendido y su familia el derecho de venganza mediante el pago de una cantidad. “La enardecida
venganza de sangre entre las tribus, se concilia, la reconciliación, basada sobre la reparación en
metálico a la tribu ofendida, negociada primero, se convierte después en obligatoria. Así nace el
segundo grado en el desenvolvimiento de la pena: el sistema de composición”
Esta ley se encontraba escrita en el código Hammurabi, 1927 a 2000 años antes de Cristo y con
mayor desarrollo y perfección en algunas legislaciones antiguas, tales como la hebrea, la griega y la
romana.
La aplicación de ésta ley creó grandes conflictos, ya que no siempre era posible hacer cumplir al reo
tal pena cual delito, en algunos delitos de lascivas, contra la propiedad o contra la honestidad, o en
circunstancias especiales, como la de que el agresor le cortara un brazo a un manco o sacara un ojo a
un tuerto.

La Venganza Privada.

La idea de la venganza es un movimiento natural y por mucho tiempo se consideró esta idea no sólo
como natural, sino como legítima y necesaria. La Venganza privada era realizada de familia a
familia, de tribu a tribu, de clan a clan, por lo que se afirma que la responsabilidad penal, antes que
individual, fue social.
Este período se caracteriza por que la acción penalizadora no se ejerce como función política del
Estado, sino que el ofensor es víctima de una reacción desorbitada y sin medida, sin que la sociedad
como organización política intervenga para nada. Es una reacción punitiva entre el ofendido y el
ofensor, o entre un grupo familiar y el ofensor.

Ley Del Talión.

Al final de la primera edad de piedra, Paleolítico, nace un orden fundado en principios que se
concretó en la ley del Talión, la cual, al no permitir hacerle al ofensor mayor mal que el que había
causado, constituye un avance en las instituciones represivas. De esta ley se desconoce el lugar y
tiempo exacto de su nacimiento.
La ley del Talión reza así: “Alma por alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por
pie, quemadura por quemadura, llaga por llaga, cardenal por cardenal” esto es, “tal pena cual delito”
que es lo que significa la palabra “Talión”.
Esta ley se encontraba escrita en el código Hammurabi, 1927 a 2000 años antes de Cristo y con
mayor desarrollo y perfección en algunas legislaciones antiguas, tales como la hebrea, la griega y la
romana.
La aplicación de ésta ley creó grandes conflictos, ya que no siempre era posible hacer cumplir al reo
tal pena cual delito, en algunos delitos de lasciva, contra la propiedad o contra la honestidad, o en
circunstancias especiales, como la de que el agresor le cortara un brazo a un manco o sacara un ojo a
un tuerto.

La Composición.

La composición nace con el fin de evitar inconvenientes surgidos por la aplicación del Talión.
Mediante ésta se buscaba reparar el daño con una suma de dinero negociable, como precio de la
sangre. Con esta ley el agresor estaba obligado por ley a reparar los daños por medio de recursos
monetarios y el agredido estaba en obligación de aceptar la indemnización, con el fin de renunciar a
la venganza.
Esta transformación de la pena en una reparación pecuniaria y privada, fue la fuente de los delitos
privados que existían en muchas legislaciones, como la romana y más tarde los pueblos germánicos.

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La venganza privada desaparece poco a poco, bajo las influencias de las ideas de la Iglesia, al
derecho de asilo, a la tregua de Dios y a un mayor y creciente poder público el cual brindaba mejores
garantías al individuo; asegurando por medio de la defensa pública la defensa de la sociedad y se
encargó de satisfacer los deseos de venganza de los ofendidos.

Período Teológico-Político De La Venganza Divina, Pública y De La Intimidación


La autoridad pública toma para sí el encargo de sancionar las ofensas al derecho; pero ya éstas no la
son solamente contra la víctima de la infracción, sino que como esa autoridad se presentaba con
calidad de representante de la divinidad, se las estimaba dirigidas contra ella, es por eso que los actos
menos graves eran considerados como turbadores del orden público y religioso y como tales
castigados con penas rigurosas, con suplicios desatinados a apaciguar la divinidad o la autoridad
ofendida. Se colmaba no sólo de dolor y sufrimiento al ofensor, sino de terror a los que en el futuro
intentaran faltar al derecho.
Se castigaba con muerte por medio del fuego la blasfemia, el ateísmo, la herejía, el sacrilegio; la
brujería y la posesión demoniaca. La penalidad europea desde la antigüedad hasta fines del siglo
XVIII se basaba en la idea de la venganza social y de la intimación.
En este período es notoria la concepción mágica y divina de los fenómenos naturales y de la vida en
general.

Diferentes escuelas penales: clásica, positiva, ecléctica, etc.

Las Escuelas Penales

La Escuela Clásica: Esta fundaba la responsabilidad penal en el libre albedrío, esto es, en la libertad
de decisión de la voluntad humana. El hombre es un ser inteligente y libre de escoger entre el bien y
el mal, entre realizar la acción prohibida o respetar la prohibición. Si a pesar de esa libertad de que
está dotado, ha elegido el mal, ha perturbado libremente el orden jurídico, es justo que se retribuya
con otro mal, que se le castigue con una pena.

La Escuela Positiva. Para esta escuela, el Derecho es un producto social lo mismo que otras
manifestaciones de la vida humana asociada. La ley penal tiene su origen en la necesidad evidente de
la vida asociada y representa el poder soberano que el Estado ejercita, como derecho y deber
impuesto por aquella necesidad.

La Escuela Positivista Italiana. Esta escuela entendía que no se debía hablar de culpabilidad ni de
falta moral que castigar sino de sanciones que son medidas de seguridad y de defensa social. Estimo
que la voluntad humana no es libre, sino determinada, que la responsabilidad en consecuencia no es
moral, sino jurídica, social o legal.

La Escuela de la Justicia Absoluta. La justicia del derecho a castigar no era tanto la utilidad sino
una exigencia social.

La Escuela Neoclásica. Es necesario que la pena tenga un propósito de retribución y que esa
retribución desemboque al perfeccionamiento del culpable.

Escuelas Antropológicas y Sociológicas: Estas escuelas entienden que toda acción humana es el
efecto de causas internas o externas que obran sobre nosotros, y contra las cuales cada individuo
reacciona de una manera diferente, según su carácter particular. Tal acción no es por tanto, el
producto de una voluntad libre.

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La Escuela de la Defensa Social. El mejoramiento del individuo fue considerado como el mejor
medio de asumir una verdadera defensa social; hacer a los delincuentes aptos para vivir en sociedad,
debía ser la defensa de la sociedad contra la criminalidad.

Método, caracteres y fuentes de derecho penal.

Caracteres del derecho penal

a) Positivismo. El derecho penal dominicano es de naturaleza positivista. Los estudiosos del derecho
penal se preocupan poco por el análisis del espíritu de la norma y se conforman más con el estudio
del sentido literal de la ley. De esta manera no hay preocupación por determinar si la norma tiene por
objeto la protección de algún bien jurídico tutelado o si la norma se ciñe a todos los principios
constitucionales y, en especial, al principio de legalidad y a todos los elementos que lo conforman
(vgr. razonabilidad, proporcionalidad, utilidad, etc.).

El positivismo no se ocupa de buscar la esencia de la norma; no se preocupa por ir más allá de la


letra de la ley, a la voluntad del legislador para desentrañar de allí el porqué de su existencia.

b) Anticuado. Tal como se ha dicho, en la primera parte de este capítulo introductorio, el derecho
penal dominicano, en su mayor parte, se encuentra en pleno siglo XIX. El Código Penal dominicano
es una copia fiel del Código Penal Napoleónico y por tanto nuestro derecho penal se ubica en esta
época. Si tomamos en cuenta que el derecho penal, como instrumento de política criminal, debe tener
entre sus principales funciones la de coadyuvar en la disminución del fenómeno criminal, debemos
concluir que estamos utilizando un instrumento totalmente anticuado con relación al fenómeno que
se pretende combatir.
En efecto, la criminalidad de nuestro tiempo se vale de toda la tecnología disponible, mientras
nuestro derecho no ha sido concebido pensando en tales posibilidades.
Así las cosas, estamos “utilizando viejas carretas.... para perseguir a una delincuencia organizada que
se ha sofisticado, viaja en jets, usa computadores, se sale de los sistemas financieros y bancarios de
los países, etc.”.

La poca labor actualizadora del derecho penal ha estado a cargo de la legislación especial dejando el
Código Penal, como instrumento que fija los principios generales del derecho penal, relegado y
anticuado, y por tanto por lo cual no dispone de las condiciones suficientes como para cumplir de
manera eficiente su función.

c) Abultamiento. Cada vez más nuestro derecho penal sufre el efecto inflacionario. Nos encontramos
frente a una cada vez mayor y dispersa legislación penal, lo cual presenta múltiples inconvenientes.
Con ello el derecho penal dominicano se inclina hacia la descodificación lo que, a su vez, acarrea la
pérdida de organización en la legislación y la claridad descriptiva. Se ignora, pues, por completo la
idea de código.
A través del fenómeno del abultamiento de la legislación se pretende impresionar a aquellos que se
pretender proteger mediante el derecho penal por la monumentalidad de la obra como si ello
incidiera en la solución de grandes problemas sociales, cuando en realidad incrementa el clima de
inseguridad jurídica y con ello se merma cualquier efecto pretendido.
Por otro lado el abultamiento penal se arriesga a la creación de tipos penales verdaderamente
insólitos y poco apegados a la técnica jurídico-penal. El derecho penal, en consecuencia, se convierte
en trivial. El abultamiento penal debe ser combatido mediante la codificación y el respeto al
principio de reserva de código, según el cual todas las conductas reprochables penalmente deberían
quedar incluidas en el Código Penal.

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d) Totalmente importado. la legislación penal dominicana es el fruto casi absoluto de la importación
de la legislación de diversos países. Aunque mayormente el legislador dominicano ha hecho la
adopción de manera voluntaria y sin mayor justificación que la “comodidad” de un sistema ya
probado, el fenómeno de la importación legislativa ha sido el resultado, en muchos casos, de las
directrices trasnacionales que han impuesto legislaciones ordinarias que obedecen a patrones y
principios distintos de los contenidos en el Código Penal (vgr. ley 50-88 sobre drogas, ley de
propiedad industrial, ley de derecho de autor, etc.). La presión generada por las potencias o por los
bloques de naciones provoca, en muchas ocasiones, legislaciones aberrantes totalmente
erosionadoras de las garantías de cualquier Derecho Penal democrático. De estas legislaciones
surgen muchas figuras jurídicas que, lejos de ajustar el sistema al ideal republicano, rescatan viejas
tradiciones propias de los sistemas inquisitivos que llegan a legitimarse al amparo de su alegado
sentido práctico.

e) Sin política criminal definida y clara. El derecho penal dominicano no responde a ningún modelo
de política criminal. Ciertamente el Estado nunca ha definido una determinada política criminal clara
y concreta.
Nuestro derecho penal es de un sistema conformado y dotado de una serie
de herramientas cuyo propósito político criminal es totalmente ignorado incluso por aquellos que los
han elaborado. Nuestro derecho penal, en tanto herramienta de la política criminal, es como un barco
que navega sin ruta definida y que como tal corre el riesgo de arribar a cualquier puerto o,
simplemente, quedarse a la deriva.

f) Plagado de tipos penales abiertos, en blanco o difusos. El examen de la legislación penal


dominicana revela que la misma se encuentra repleta de ejemplos de tipos penales abiertos, en
blanco o difusos. Este fenómeno constituye un verdadero atentado al principio de legalidad y en
consecuencia constituye un vicio digno de tomar en cuenta en el estudio de nuestro derecho penal.

g) Bienes jurídicos difusos o inexistentes. El tema del bien jurídico tutelado como fundamento para
erigir determinada conducta en reprochable penalmente ha estado totalmente ausente de la discusión
jurídico-penal dominicana. Es un tema que incluso ha estado ausente de la enseñanza de esta rama en
las aulas universitarias.
Ni los juristas ni los legisladores toman en cuenta, como elemento de la discusión jurídica o de la
decisión legislativa, que el reproche penal obedece a la idea de tutela de un determinado bien
jurídico y que este bien debe estar establecido como tal por la Constitución. Por tal razón el elemento
del bien jurídicamente tutelado debe ser un asunto de primer orden en la elaboración de la norma
penal y, en consecuencia, en el estudio de la ciencia penal.

h) Erosionador del régimen de garantías. Un derecho penal con todas las características que hemos
venido señalando, las que no necesariamente sean todas, resulta atentatorio al régimen de garantías
establecido en el bloque de constitucionalidad en tanto tiende a erosionarlo. En efecto, un derecho
penal anticuado, abultado, plagado de tipos abiertos, en blanco o difusos y que no tome en cuenta la
idea de bien jurídico tutelado, resulta contrario a los principios consagrados en la Constitución y en
la normativa supranacional, fundamentalmente en todo lo atinente al principio de legalidad y todos
sus componentes.

Fuentes del derecho penal.

Como consecuencia de la adopción del principio de legalidad como garantía constitucional se deriva
que la única fuente directa del Derecho Penal es la ley. De este modo, las fuentes indirectas tienen
una virtualidad sumamente limitada.

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Tales fuentes indirectas son las que no tienen, por tanto, la virtud de crear normas penales, pero que
sí pueden influir y coadyuvar de forma indirecta, aunque careciendo en absoluto de fuerza coercitiva,
únicamente reconocida a la ley penal.

La primera fuente es la Ley, porque existen solamente las infracciones contenidas en una ley con
anterioridad al hecho que se castiga o persigue. Ese carácter del derecho penal es conocido como el
principio de la legalidad de los delitos y penas y por otro lado en el principio contrario: que no existe
crimen ni delito sin ley previa.

Los tratados internacionales, en la medida que tengan infracciones penales, pueden ser fuentes de
derecho penal.

La doctrina contribuye a modificaciones en el sistema penal, pero no es per se una fuente. Lo mismo
puede decirse de la jurisprudencia. Son fuentes indirectas. Con la diferencia de que la
jurisprudencia es la palabra oficial de cómo debe interpretarse la ley.

En fin, fuente para crear infracciones y penas, solamente la ley.

La costumbre.

La costumbre, que puede ser fuente creadora de normas en otras ramas del Derecho, como en
Derecho Civil o Mercantil, no puede ser considerada fuente directa en Derecho Penal, porque
entraría en abierta contradicción con el principio de legalidad penal y la prohibición de analogía.

Los principios generales del derecho.

En otras ramas del derecho pueden ser fuentes supletorias. Sin embargo, en
Derecho Penal, por su naturaleza abstracta y por la primacía del principio de legalidad, no pueden ser
fuente directa e inmediata. Sin embargo, dada su naturaleza de postulados axiológicos, son de
importancia para la interpretación, valoración y aplicación de las normas de Derecho Penal.

Una fuente muy importante que tiene que ver con directamente la Ley, es la Constitución. Por la
supremacía de la Constitución sobre toda otra ley. Ella no crea infracciones particulares pero crea
reglas especiales que se aplican al derecho penal, como la regla del non bis in idem y las reglas del
debido proceso.

Método y sistema jurídico-penal.

Por sistema penal se entiende el conjunto de agencias que operan la criminalización


(primaria y secundaria) o que convergen en la producción de ésta.

En este entendimiento, cabe hablar de sistema en el elemental sentido de conjunto de entes, de sus


relaciones recíprocas y de sus relaciones con el exterior (o ambiente), y nunca como símil biológico,
de órganos del mismo tejido que realizan una función, puesto que estas agencias no operan de modo
coordinado sino por compartimentos estancos, o sea, cada una conforme a su propio poder, con sus
propios intereses sectoriales y controles de calidad respectivos. El resultado de su funcionamiento
conjunto no pasa de ser una referencia discursiva a la hora de develar sus reales funciones (se
distancian las funciones manifiestas o proclamadas de las latentes) cuando, en realidad, las
motivaciones de los operadores de cada agencia son propias y contradictorias frente a las de los
pertenecientes a las otras, e incluso entre las de quienes forman parte de otros estamentos de
la misma agencia.

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El derecho penal es un saber jurídico; método significa camino; el Camino para alcanzar un saber
jurídico debe ser jurídico.
El método jurídico es fundamentalmente de interpretación de la ley y ésta se expresa en palabras
(lenguaje escrito). Ese camino conduce a un objetivo práctico -que es orientar las decisiones
de la jurisdicción- y, por ende, lo alcanza conforme al modo en que se conciben esas decisiones. De
allí que el método siempre se halle condicionado por el modelo de estado al que sirve el saber
jurídico, o sea, que su elección va precedida por una decisión política fundamental. Cuando el
poder judicial sólo ejecuta leyes, en función de un ordenamiento disciplinante de la sociedad y en el
marco de un estado verticalizado en forma de ejército, basta con un saber jurídico basado en una
interpretación puramente gramatical (exégesis) (estado bonapartista), que hace de la ley de inferior
jerarquía una especie de fetiche'; si el poder judicial es un instrumento en manos de una facción que
gobierna sin atender siquiera a sus propias decisiones previas, no hay método sino sólo
racionalizaciones de la arbitraria voluntad omnímoda del que manda (estado de policía); pero si el
poder judicial tiene a su cargo la toma racional de decisiones, en el marco de una Constitución
republicana, cuya supremacía debe controlar, el método se orienta hacia la construcción de
un sistema (estado constitucional de derecho). Pero incluso dentro del modelo napoleónico, la
apelación a la exégesis resulta insuficiente, presentándose sólo como el primer paso de una
interpretación útil, pero que no resuelve el problema planteado por leyes gramaticalmente equívocas
y con frecuencia contradictorias, sin contar con que el lenguaje nunca es totalmente unívoco. Por
ello, es claro que el derecho no es objeto de interpretación sino fruto de ella, o sea, de una variable
que no depende sólo de la legislación sino sobre todo de la actividad doctrinal y jurisprudencial, que
nunca es inocente ni aséptica respecto del poder.

Cualquier método que no se degrade a una mera metodología de racionalización al servicio del que
manda, es decir, cualquier método propiamente jurídico, requiere un análisis exegético (y también
histórico y genealógico) de la ley, tanto como una posterior construcción explicativa.

En definitiva, se trata de la necesidad de construir un sistema, es decir, de formar un conjunto


ordenado enlazando sus elementos. Aproximadamente es lo que se hace desde que los glosadores
inauguraron el saber jurídico penal recordándose como primera definición jurídica del delito la de
Tiberio Deciani, pero que se expresa como metalenguaje manifiesto desde el siglo XIX, con la
llamada dogmática jurídica consistente en la descomposición del texto en elementos simples
(dogmas), con los que luego se procede a construir una teoría interpretativa, que debe responder a
tres reglas básicas:

(a) Completividad lógica, o sea, no ser interiormente contradictoria. No cumple esta regla, por
ejemplo, una teoría que considera una misma circunstancia eximente y atenuante, sin compatibilizar
los criterios (precisar en qué casos exime y en cuáles atenúa), porque equivale a decir que algo es y
no es al mismo tiempo;

(b) Compatibilidad legal, o sea que no puede postular decisiones contrarias a la ley. Por tal no debe
entenderse servilismo exegético con la letra de la ley penal subordinada: la ley que debe tener en
cuenta la construcción es, ante todo, la Constitución y el derecho internacional de los Derechos
Humanos; si hay contradicción debe privilegiar la ley constitucional e internacional,

(c) Armonía jurídica, también llamada ley de la estética jurídica (o de la belleza jurídica),
Según la cual debe ser simétrica, no artificiosa ni amanerada, mostrar cierta gráce du naturel.

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Esta tercera regla no responde a una pauta tan absoluta como las dos anteriores, pero su observancia
es altamente conveniente. (Una teoría que admite que en un supuesto falta lo que es necesario en
otro, y sale del paso inventando equivalentes eventuales en cada oportunidad, no respeta esta regla.

El método dogmático o dogmática jurídica, Rudolf von jhering.

La dogmática es la disciplina que se ocupa de la interpretación, sistematización y elaboración y


desarrollo de de las disposiciones legales y opiniones de la doctrina científica en el campo del
Derecho penal”.

Una de las funciones desarrolladas por la dogmática es la construcción sistemática como esfuerzo de
estructuración de todos los conocimientos sobre la materia con el fin de ordenar y evidenciar las
conexiones e interrelaciones de los elementos.

El método de la dogmática jurídica evidentemente es el método jurídico, consistente en los medios


debidamente ordenados que nos llevan a conocer en toda su plenitud las normas jurídico penales.

A estos fines el denominado método dogmático propuesto por Von Jhering para el derecho privado y
que luego pasó a ser utilizado en las demás ramas jurídicas resulta el más conveniente y adecuado.
Este método consiste en la descomposición del texto de ley en elementos simples o dogmas con los
que se procederá a la elaboración de una teoría de interpretación que responda a reglas
fundamentales:

En primer lugar debe ser completamente lógica y no contradictoria. El análisis no puede, por
ejemplo, establecer que un mismo elemento constituye a la par una atenuante y un agravante.

En segundo lugar, el análisis debe estar sometido a la Constitución. En consecuencia, no puede ser
anteponer la ley penal a la norma sustantiva, sino que ella debe estar subordinada a aquella. Si
existiera alguna contradicción entre la ley y la norma sustantiva debe prevalecer el bloque de
Constitucionalidad.

En tercer término, el análisis debe ser jurídicamente armónico, lo cual implica que debe ser
“simétrica, no artificiosa ni amanerada, y mostrar cierta grâce du natural”..

La dogmática procura una aplicación objetiva del derecho sin desmedrar la exclusión absoluta de los
puntos de vista del intérprete. Por ello constituye un mecanismo más idóneo del estudio de la ciencia
penal que el tradicional método de la lectura de la ley por su sentido literal al cual estamos
acostumbrados.

Definición de fuentes del derecho. Fuentes de Derecho Penal: Constitución, leyes,


jurisprudencia. Aplicación del principio de reserva en las fuentes de Derecho Penal

Fuentes significa tanto manantial de agua que brota o surge de la tierra, como principio, fundamento,
causa u origen de que procede alguna cosa", y es claro que "en el derecho, la expresión se emplea
metafóricamente para señalar el origen o principio del mismo"

En la ciencia jurídica se habla de fuentes del derecho atribuyéndose a la palabra una doble
significación: en primer término, debemos entender por "fuente"  el "sujeto" que dicta o del cual
emanan las normas jurídicas; en segundo lugar, el modo o medio por el que se manifiesta la voluntad

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jurídica, es decir, la forma cómo el Derecho Objetivo se cristaliza en la vida social. Sobre este doble
significado se basa la distinción entre Fuentes de Producción y Fuentes de Cognición, o
de Conocimiento.

Zaffaroni indica que las fuentes del derecho tienen diferentes sentidos:

Fuentes de la producción de la legislación penal, es decir, de los órganos capaces de producir


legislación penal. (de donde emerge la legislación: Congreso, Legislatura)
Fuentes del conocimiento de la legislación penal indicando los elementos legislativos que el saber
jurídico-penal debe interpretar y explicar (leyes nacionales, provinciales).
Fuentes de conocimiento de la ciencia (o saber) jurídico-penal que es la legislación como
cualquier otro dato o información que el saber penal debe tomar en consideración para elaborar sus
conceptos (las que emplea este saber para elaborar sus conceptos:
legislación, datos históricos, jurisprudencia).
Fuentes de información de la ciencia (o saber) jurídico-penal, que es de donde obtenemos la
información acerca del estado pasado o presente de nuestra disciplina (tratados, monografías, entre
otros).
Como consecuencia de la adopción del principio de legalidad como garantía constitucional se deriva
que la única fuente directa del Derecho Penal es la ley. De este modo, las fuentes indirectas tienen
una virtualidad sumamente limitada.

Tales fuentes indirectas son las que no tienen, por tanto, la virtud de crear normas penales, pero que
sí pueden influir y coadyuvar de forma indirecta, aunque careciendo en absoluto de fuerza coercitiva,
únicamente reconocida a la ley penal.

La primera fuente es la Ley, porque existen solamente las infracciones contenidas en una ley con
anterioridad al hecho que se castiga o persigue. Ese carácter del derecho penal es conocido como el
principio de la legalidad de los delitos y penas y por otro lado en el principio contrario: que no existe
crimen ni delito sin ley previa.

Los tratados internacionales, en la medida que tengan infracciones penales, pueden ser fuentes de
derecho penal.

La doctrina contribuye a modificaciones en el sistema penal, pero no es per se una fuente. Lo mismo
puede decirse de la jurisprudencia. Son fuentes indirectas. Con la diferencia de que la
jurisprudencia es la palabra oficial de cómo debe interpretarse la ley.

En fin, fuente para crear infracciones y penas, solamente la ley.

La costumbre.

La costumbre, que puede ser fuente creadora de normas en otras ramas del Derecho, como en
Derecho Civil o Mercantil, no puede ser considerada fuente directa en Derecho Penal, porque
entraría en abierta contradicción con el principio de legalidad penal y la prohibición de analogía.

Los principios generales del derecho.

En otras ramas del derecho pueden ser fuentes supletorias. Sin embargo, en Derecho Penal, por su
naturaleza abstracta y por la primacía del principio de legalidad, no pueden ser fuente directa e
inmediata. Sin embargo, dada su naturaleza de postulados axiológicos, son de importancia para la
interpretación, valoración y aplicación de las normas de Derecho Penal.

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Una fuente muy importante que tiene que ver con directamente la Ley, es la Constitución. Por la
supremacía de la Constitución sobre toda otra ley. Ella no crea infracciones particulares pero crea
reglas especiales que se aplican al derecho penal, como la regla del non bis in idem y las reglas del
debido proceso.

La Constitución y la Ley como fuentes del Derecho.

La Constitución es norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico del Estado, como
norma jurídica incide sobre la marcha de todo proceso judicial tomando pautas de procedimiento, y
como fuente del derecho es la fuente primaria de donde parten las demás leyes y sin nunca
contradecirlas.

La Ley. En sentido amplio, significa toda regla social obligatoria establecida por una autoridad
competente que se impone al libre albedrío de los hombres, indicándoles lo que debe ser en que
forma deben obrar para conseguir una conducta recta. En sentido lato, es un conjunto de normas
jurídicas dictadas por el legislador.

Clases y Alcances de las mismas. La clasificación de las leyes se hace necesaria, pues no todas
tienen el mismo alcance, naturaleza o fines.
a) Leyes materiales y leyes formales:
Las leyes materiales son aquellas que regulan un número indefinido de casos; contrario a las leyes
formales, que se limitan a medidas particulares.
b) Leyes generales y leyes especiales:
Las leyes generales tienen por finalidad regir situaciones corrientes, aplicables a la generalidad de
las personas y casos. Mientras que las leyes especiales son creadas para regular situaciones
particulares.
c) Leyes forzosas y leyes no forzosas:
Las leyes forzosas abarcan casi todo el campo del Derecho público, pueden ser imperativas y
prohibitivas. Las leyes no forzosas pueden ser permisivas, supletorias y de interpretación.

La Jurisprudencia consiste en el hábito práctico de interpretar rectamente las leyes y hacer posible
su aplicación oportuna a los casos que ocurren, por parte de la SCJ. En la interpretación de las leyes,
los tribunales antes de pegarse a métodos que estarían fijados de antemano prefieren inspirarse en
conceptos morales, en la equidad, en las necesidades sociales y económicas. El Juez crea
jurisprudencia desde el momento en que trata de adaptar el texto a un caso no previsto por el
legislador.

Jurisprudencia Ordinaria. Son las decisiones de los tribunales relativas a conflictos jurídicos
derivados de la interpretación de las leyes ordinarias, reglamentos y convenciones entre particulares.
Jurisprudencia Constitucional. Son las decisiones de los tribunales relativas a la interpretación de
la norma constitucional y a las dificultades de su aplicación, sea por los tribunales apoderados por
vía de excepción o por apoderamiento directo ante la SCJ.

Aplicación del Principio de Reserva en las fuentes del derecho penal manifiesta exclusividad de
competencia del Poder Legislativo para que intervenga sobre determinadas materias, en virtud del
mandato de la misma ley, no pudiendo renunciar a ella, pues la potestad legislativa es irrenunciable
en materia reservada.

La formulación clásica del principio de legalidad penal corresponde a feuerbach, que lo enunció
mediante el aforismo “nullum crimen, nulla poena sine lege”, y lo fundamentó en la teoría de la

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pena como coacción psíquica (prevención general): Para él, como apunta Vives Antón, toda pena
jurídica pronunciada por el Estado es consecuencia de una ley fundada en la necesidad de conservar
los derechos exteriores y que contiene la amenaza de un mal sensible frente a una lesión al derecho.
Y no puede ser sino consecuencia de una ley, puesto que el fin de la amenaza penal es evitar las
lesiones del derecho por medio de la intimidación de todos aquellos que podrían cometer tales
lesiones, y mal podría intimidar a la generalidad una amenaza penal que no se hallase, clara y
públicamente, establecida por medio de la ley.

Tema 2
Derecho Penal Dominicano. Origen. Evolución. Modificaciones más importantes. Proyección del
Derecho Penal en República Dominicana a partir de la reforma penal pendiente de aprobación
(modificaciones más relevantes, eventos que impulsan la reforma). Derecho Penal General y
Derecho Penal Especial en República Dominicana.

Origen. Evolución. Modificaciones más importantes.

Al momento en que nuestro continente fue conocido por el mundo occidental los habitantes de
nuestra isla se encontraban en un momento cultural semejante al neolítico del continente europeo.
Así, como en el neolítico, nuestra isla sólo disponía de una organización social, política y económica
con características primitivas.

En torno a la administración de justicia se ha afirmado que la misma estaba a cargo de ancianos que
rendían decisiones con carácter irrevocable. Otros firman que esto no puede ser, afirmado
categóricamente debido a la falta de pruebas contundentes y a la existencia de muy escasos datos que
puedan revelar las normas que se aplicaban durante esta etapa histórica. Así, por ejemplo, se ha
comprobado que existían normas que prohibían y castigaban el robo y el incesto.

A partir de 1492 nuestro territorio, al igual que toda América, pasó a ser colonia española. Sin
embargo, nuestra isla no se mantuvo todo el tiempo bajo el imperio español, como sí ocurrió con la
mayoría de los países americanos. De este modo, la parte de la isla de Santo Domingo que hoy
corresponde a República Dominicana fue colonia de modo sucesivo de España (1492-1801), Francia
(1801-1809), España (1809-1821), Independencia Efímera (1821-1822), y de Haití (1822-1844).

A pesar de que en nuestra isla imperó una mayor tradición hispánica, en el momento de la fundación
de la nación dominicana como Estado independiente, el legislador de la época optó por tomar de
modelo la legislación francesa. De esta manera, durante nuestro primer período histórico conocido
como “Primera República”, se adoptan los llamados Códigos Franceses de la Restauración.

Se desconoce la razón precisa que llevó al legislador criollo a la adopción de la legislación francesa,
y no otra. Sobre este aspecto se afirma que en 1845 se optó por los códigos franceses y no por los de
otra nación o por crear códigos propios en vista de que “…..en aquel momento pareció lo más
natural y no se protestó por ello, ni hubo discusiones en el Congreso al presentarse el proyecto de
ley. Parece que hubo consenso en que la codificación del país debía ser la francesa y que ni debía
conservarse la haitiana ni volver a las antiguas leyes del período colonial español…..Es evidente que
los 22 años de legislación haitiana habían acostumbrado a los juristas dominicanos al sistema legal
francés……”

El Código Penal francés de la Restauración que estaba vigente en aquel país desde 1832 fue el texto
adoptado por nuestro país como norma reguladora del derecho penal. El mismo fue puesto en vigor
en el año 1845, en su lengua original, a pesar de que en nuestro país no se comprendía tal idioma.

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Este texto en idioma francés estuvo vigente incluso después de la época de la Anexión a España y
luego de la Restauración de la República. Ya en 1884 aparece, por primera vez, una versión en
idioma castellano que resultó de la traducción, localización y adecuación ordenada por el gobierno
dominicano en el año 1883 a una comisión de connotados juristas de la época.

Desde esta época nuestra Código Penal no ha sido sometido a ningún tipo de modificación
significativa, pensada ni consensuada, siendo tan solo objeto de pequeñas y aisladas reformas. La
más reciente de ellas fue la incorporada mediante la ley 24 del año 1997, que inserta nuevas
infracciones en aspectos muy particulares, especialmente en lo relativo a la violencia de género e
intrafamiliar.

El letargo en que se ha mantenido el derecho penal dominicano obedece a razones de diversos


órdenes. En primer lugar se puede decir que desde 1845 la República Dominicana ha experimentado
diversas situaciones en el orden social, político y económico que han absorbido el tiempo de todos
aquellos sectores que pudieron haber tenido el interés o la facultad para generar los cambios
necesarios en la legislación penal. En pocas palabras, la realidad imperante en cada momento de la
historia dominicana ha determinado que el centro de atención de las grandes mayorías y de la clase
dominante se haya dirigido hacia otros aspectos rubros y que, por supuesto, la legislación penal haya
ocupado un nivel de importancia secundario.
En sentido general, estos fenómenos y situaciones se pueden comprender si se conocen los más
importantes acontecimientos experimentados durante las distintas épocas de la historia local.

La primera etapa de la historia dominicana es la comprendida entre los años 1844 a 1861 y ha sido
nominada como de Primera República. Este período se encuentra caracterizado por grandes y
constantes convulsiones políticas y enfrentamientos entre grupos, principalmente encabezados por
los caudillos Buenaventura Báez y Pedro Santana, quienes se alternan en el poder. Durante esta
época, cuyo declive se ubica a partir de 1857, el Código Penal se mantuvo, incluso sin haberse
traducido al castellano.

Para 1861 la República Dominicana, por voluntad de sus gobernantes, vuelve a convertirse en
provincia española de ultramar. Tal situación desata una división entre los partidarios de la anexión y
los defensores del ideal de independencia pura que había proclamado la República hacían tan sólo 17
años. La anexión culmina con el triunfo de la Restauración de la República en 1865, iniciándose lo
que se conoce como Segunda República.

Este período se caracteriza, principalmente, por un amplio divisionismo político en varios grupos y
subgrupos. En tan sólo 17 años hubo 23 gobiernos distintos. En ocasiones incluso existieron
gobiernos paralelos. Toda esta convulsión y división creó las bases para la consolidación del
liderazgo de Ulises Hereaux quien, tras llegar al poder, instituye una dictadura que se extiende hasta
1899. Es durante este gobierno que se ordena y lleva a cabo la traducción al castellano del texto en
francés que imperaba en ese momento.

Las grandes deudas contraídas por nuestro país con el extranjero lo sumergieron en una difícil
situación económica que, a su vez, sirvió de excusa para que Estados Unidos realizara, en 1916, la
primera intervención armada del territorio dominicano.
Esta intervención se extendió desde 1916 a 1924.

Durante la ocupación norteamericana se insertaron grandes modificaciones en la legislación


dominicana, destacándose principalmente la organización del sistema de propiedad de la tierra y la
ley general de educación. El sistema penal material, empero, se mantuvo prácticamente intacto, salvo

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lo relativo a la incorporación del Hábeas Corpus en el ámbito procesal, que se destaca como uno de
los grandes aportes.
Tras el retiro de los norteamericanos se instauró un gobierno libremente elegido, encabezado por
Horacio Vásquez, quien durante su segundo período presidencial fue víctima de un golpe de Estado
que llevó al poder a Rafael Leonidas Trujillo Molina un militar dominicano que había hecho carrera
oficial durante la intervención, por lo cual era una figura del agrado de los Estados Unidos.

A través de múltiples métodos, entre los que se enumeran la represión, el espionaje, la traición, el
culto al tirano y la apropiación de los bienes del Estado, Trujillo permanece en el poder por más de
treinta años e instauró la que, para muchos, constituye la más cruel y férrea dictadura conocida en
Latinoamérica.

El período medio de la dictadura coincide con los grandes cambios que, en el orden mundial,
experimentó el derecho penal, muy especialmente luego de transcurrida la Segunda Guerra Mundial.
Estas corrientes liberales, por supuesto, no encajaban dentro de un régimen dictatorial. Por tal
motivo, durante toda esta etapa, a pesar de que se contaba con el material humano intelectual para
haber desarrollado plenamente una evolución del pensamiento penal, el mismo se mantuvo estático y
anticuado tal y como convino al dictador y a su interés de manejar el país como si se tratara de un
feudo personal.

Las escasas modificaciones que se insertaron en el Código Penal durante esta época, tuvieron por
propósito acomodar la ley a los intereses del tirano. Tal es el caso de la modificación que se le
hiciera al artículo 405 del Código Penal, que sanciona el delito de estafa y al cual se le agregó un
párrafo que establece penas considerablemente más graves cuando la víctima del delito es el Estado
dominicano o cualquiera de sus instituciones; modificación que tuvo como motivo una estafa de la
que fue víctima el Estado en la construcción de una obra. En segundo lugar se puede mencionar la
incorporación del magnicidio como agravante del homicidio cuando este recae en la persona del
Presidente de la República.

. No fue hasta el año 1984 que el gobierno dominicano comenzó a preocuparse por la posibilidad de
una reforma. En ese tenor se crearon una serie de comisiones tendentes a la adecuación de los
diversos El final de la dictadura tuvo lugar en 1961 y con ésta la esperanza del establecimiento de un
régimen democrático. La situación política, social y económica volvería, sin embargo, a impedir
cualquier intención de reforma penal. El primer gobierno elegido democráticamente que el de Juan
Bosch, quien resulta derrocado siete meses después por un golpe de Estado militar tras el cual se
instauró un régimen de facto que acarrea una guerra civil, cuyo estallido se ubica en abril del 1965,
acontecimiento que sienta las bases para la segunda intervención militar norteamericana.

Retornada la calma se establece un gobierno provisional que celebra las elecciones en 1966. Durante
esta etapa de transición, en la legislación penal especial se aprueba la ley 36 sobre porte y tenencia
ilegal de armas, ley severa cuyo propósito político criminal fue lograr el desarme general dada la
gran cantidad de armas que estaban en manos de la población civil como consecuencia de la revuelta
armada.

Mediante estas elecciones resulta electo como Presidente de la República uno de los más cercanos
colaboradores de Trujillo: el Doctor Joaquín Balaguer, quien gobierna el país durante 12 años
apoyado en la estructura militar y policial.

De los principales instrumentos penales utilizados en esa época fue la ley que prohibía la práctica
comunista. Una ley a todas luces contraria a la constitución y al libre ejercicio de las ideas

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consagrado por ella. Claro está que bajo el concepto de comunista se consideraba a todo aquel que,
de algún modo, manifestara oposición al gobierno de turno. Evidentemente que al sistema político
instaurado por Balaguer le resultaba más útil un Código Penal como el nuestro de neto corte
inquisitorial y, en consecuencia, más en sintonía con un régimen aparentemente democrático, pero
ciertamente despótico.

Durante este período, en el ámbito penal, sólo se puede destacar la aprobación de la ley que sanciona
el delito de secuestro; esta inserción obedeció, como siempre, a una necesidad coyuntural tras el
secuestro del agregado militar de la Embajada de los Estados Unidos. Naturalmente, durante estos
años el país concentró sus esfuerzos en concretar avances en el ámbito político y social. El derecho
penal, como tema de interés político, quedó pues relegado a un plano inferior.

En 1978, luego de un amplio acuerdo de toda la oposición, alcanza el poder el Presidente Antonio
Guzmán, quien durante sus cuatro años de gobierno solo alcanzó a desmontar el sistema represivo
que se había mantenidocódigos que integran la legislación dominicana. Estas comisiones, sin
embargo, sólo se dedicaron a la adecuación formal de estos textos y no registraron [cambio
significativo alguno] para la legislación penal. El retorno al poder de Balaguer, en 1986, mantiene
estático el interés por reformar el cuerpo legislativo. Con excepción de ciertos cambios introducidos
mediante la legislación especial, sobre todo por presiones internacionales, no se insertaron mayores
modificaciones al cuerpo penal dominicano. Tal es el caso de la ley 50-88 sobre drogas y sustancias
controladas, así como la aprobación del Código Tributario y del Código Laboral en 1992. Balaguer
culmina su último período de gobierno en 1996, manteniéndose el sistema penal prácticamente
estático.

El año 1997 se inicia con una importante modificación al Código Penal. Se trata de la ley 24-97 que
inserta importantes cambios, sobre todo, en lo relativo a los delitos de violencia de género e
intrafamiliar. Esta modificación tiene como fundamento el compromiso contraído por la República
Dominicana en el ámbito de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer –Convención Belém do Pará. Pero no cabe duda que esta reforma tuviera
lugar, principalmente, gracias al interés que en ella tenían los movimientos feministas locales que
lograron imprimir el impulso necesario para lograr la atención del legislador.
Luego de esta reforma y en el mismo año 1997, se crean comisiones con el propósito de elaborar
propuestas que planteen profundas y adecuadas reformas a los diversos códigos. Cada una de estas
comisiones elaboraron sus proyectos, que fueron, en su momento, depositados en el Congreso para
su posterior aprobación.

Esta iniciativa gubernamental coincide con el surgimiento en el país de un importante movimiento


tendente a impulsar la reforma. Todo ello constituye, sin duda alguna, el gran despertar de la ciencia
jurídica dominicana. De allí surgieron círculos de apoyo que han logrado, en gran medida, dinamizar
la labor reformadora. Por todo lo expuesto hasta ahora podemos darnos cuenta que las reformas
penales en República Dominicana sólo se han llevado a efecto cuando el poder político se encuentra
presionado, bien sea por una causa coyuntural, por el interés de la comunidad internacional o por la
voluntad de los más importantes bloques de la sociedad civil. Así las cosas, resulta importante
generar el movimiento necesario para, desde la sociedad civil, impulsar la reforma del Derecho Penal
material, habida cuenta de que en esta materia y en cuanto a los principios generales que lo
gobiernan, la República Dominicana se encuentra ubicada en pleno siglo XIX y por tanto inmersa en
una evidente discrepancia entre el estado social y el estado jurídico que requiere una urgentísima y
profunda revisión y modificación.

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Proyección del Derecho Penal en República Dominicana a partir de la reforma penal pendiente
de aprobación (modificaciones más relevantes, eventos que impulsan la reforma).
El Código penal representa, en primer lugar un instrumento de comunicación de un estado hacia
los habitantes de su territorio. sirve para enviar mensajes a los miembros de la sociedad acerca de
cuáles comportamientos no satisfacen las expectativas de la convivencia civilizada, y de manera
especial sobre aquellas conductas que reprochamos más intensamente porque afectan un interés vital
de la comunidad, a las que llamamos delitos o crímenes. en este aspecto, el código penal sistematiza
los comportamientos punibles, de forma que toda la población conozca los límites y alcance de la
acción del estado para sostener la convivencia civilizada en el cuerpo social.
 al mismo tiempo el código penal es un instrumento de organización del poder penal del estado. es,
sin dudas, el más importante de todas las herramientas destinadas a este fin, agrupadas en la
legislación penal, en el marco de los principios constitucionales, dentro de la cual ocupa el papel
estelar. en este aspecto el código penal está llamado a servir de guía de orientación y principal
referente de toda la legislación penal, para lo cual, en su parte general debe irradiar con sus
principios y reglas toda la legislación penal dispersa en otras leyes.
y, no menos importante, es que el código penal es un instrumento de la política criminal del estado,
de forma que se pueda intervenir en la conflictividad más grave, como último recurso, a través de
una política pública que conocemos como política criminal. Su eficacia depende en buena medida de
que se haga una selección certera de aquellos conflictos que el Estado va a criminalizar. El Código
Penal, como instrumento de la Política Criminal, debe propiciar que la atención del Estado se
concentre en los conflictos que son verdaderamente relevantes para el Derecho Penal y que afecten
la calidad de vida de la población.
 Sin lugar a dudas, el conocimiento, discusión y reflexión de la Propuesta de Reforma del Código
Penal, representa un punto importante en el proceso de modernización y eficientización de la justicia
penal dominicana, una de las bases fundamentales para el mejoramiento del clima de seguridad
ciudadana y aumento de la convivencia pacífica que es reclamada hoy por todos los sectores
nacionales.
 Una primera ponderación del trabajo positivo de la Comisión Revisora nos arroja importantes
novedades, entre las que destacamos, las precisiones sobre la autoría y la complicidad; Sistematiza
las penas, de manera más moderna; Tipifica el castigo al sicariato y la autoría intelectual, el
feminicidio y uso de sustancias como el “ácido del Diablo” y  Contempla el castigo de la extorsión y
el chantaje. Se mantuvo la penalidad hacia el aborto aunque aprobaron una propuesta para que éste
no se castigue cuando la vida de la madrea esté en peligro. 
Entendemos que actualizar el Código Penal tendrá un amplio impacto en todos los órdenes sociales,
pues nuestro Código Penal data del año 1884, y es una copia fiel de su similar francés. Desde hace
más de un siglo nuestra norma que tipifica los crimines y delitos no es sometida a ninguna variación

Derecho Penal General y Derecho Penal Especial en República Dominicana

Derecho penal general: estudia todas las infracciones consagradas y tipificadas en el Código Penal.

Derecho penal Especial: todas las infracciones que no están contenidas en el código penal pero si en
códigos especiales.

Ej.: La ley de tránsito.

Con el pasar del tiempo el derecho penal especial pasa a formar parte del derecho penal general.

Ej.: En el futuro se piensa incorporar una serie de legislaciones que se encuentran dispersas, al
Código Pena

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Tema 3
Los Principios Informadores del Derecho Penal. Naturaleza de los principios limitadores de la
acción punitiva del Estado. Principio de legalidad. Requisitos de las normas penales: lexcerta,
lexstricta, lexscripta, lexpraevia. Irretroactividad. Principio de trascendencia mínima. Principio de
lesividad. Non bis in ídem. Máxima taxatividad legal. Principio de tipicidad. Principio de
culpabilidad

Los Principios Informadores del Derecho Penal.

Los Principios Básicos, inspiradores de la Ley Penal son los siguientes:

El Principio de Intervención Mínima. Significa que la actuación del Derecho Penal debe reducirse
al mínimo posible. Es lo que se ha llamado también minimización de la respuesta jurídica violenta
frente al delito.

Este principio es una consecuencia del estado social y democrático de derecho, conforme el cual, el
derecho penal debe aparecer como el último recurso. Debe encontrarse siempre en último lugar y
entrar en juego sólo cuando resulta indispensable para el mantenimiento del orden jurídico y de la
paz ciudadana. Esto es, por la dureza de sus sanciones que afectan los bienes más preciados de la
persona. El Derecho Penal debe intervenir únicamente cuando resultan insuficientes otros medios
menos gravosos.

El Principio de Legalidad. Este principio supone que la acción punitiva del Estado debe atenerse
estrictamente a lo establecido por las leyes penales que sean anteriores a la acción delictiva. Esto, a
su vez, significa, entre otras cosas, que el juez no puede castigar una conducta como delictiva si no
existe una ley promulgada y vigente con anterioridad a la realización del hecho delictivo, que
califique a esa acción como delictiva y que no se puede establecer por el juez una pena que no venga
prefijada por una ley anterior. Este principio constituye lo que se ha llamado "la carta magna del
Derecho Penal", porque es la máxima garantía normativa frente al poder represivo del Estado.

Principio de Culpabilidad. La culpabilidad es el conjunto de presupuestos que fundamentan la


reprobabilidad personal de la conducta antijurídica. Lo que se le reprocha al hombre es su acto en la
medida de la posibilidad de autodeterminación que tuvo en el caso concreto.

El Principio "No bis in idem". Este Principio se encuentra establecido por la Convención
Americana de Derechos Humanos. Integrante del debido proceso, no es solo una garantía procesal
sino un principio político de seguridad individual que prohíbe la doble persecución por un mismo
hecho. Es una garantía que establece que nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo hecho.

El principio de la irretroactividad de las leyes penales. El fundamento del principio de


irretroactividad se encuentra en las exigencias de la seguridad jurídica del ciudadano frente a un
poder punitivo del Estado arbitrario. En nuestro ordenamiento esta previsto en el artículo 110 de
nuestra Constitución, que dispone que “La ley solo dispone y aplica para lo porvenir. No tiene efecto
retroactivo sino cuando sea favorable al que esté subjúdice o cumpliendo condena. En ningún caso
los poderes públicos o la ley podrán afectar o alterar la seguridad jurídica derivada de situaciones
establecidas conforme a una legislación anterior”.

La Prohibición de las penas Inhumanas y Degradantes. Toda persona tiene derecho a que se
respete su integridad física, psíquica, moral y a vivir sin violencia. Del mismo modo el art. 42 de la

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Constitución prevé que: “Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o procedimientos
crueles. Toda persona tiene derecho a la integridad personal.

El principio de Presunción de Inocencia. Este principio de presunción de inocencia pone a cargo


de la acusación, ya sea el ministerio público, el querellante o parte civilmente constituida, la
obligación de destruir esa presunción de inocencia, y, en consecuencia, el imputado o justiciable
tiene derecho a ser considerado y tratado como tal en el proceso, y mientras este dure y culmine en
sentencia condenatoria irrevocable.

El principio In Dubio Pro Reo, la duda favorece al reo, sólo entra en juego cuando existe una duda
racional sobre la real concurrencia de los elementos del tipo penal, aunque se haya practicado una
prueba válida con cumplimiento de las correspondientes garantías procesales.

La Interpretación en el Derecho Penal. Es el análisis que hace el juez de una ley oscura al
momento de decidir sobre un caso determinado. La interpretación extensiva se permite solo para
favorecer la libertad del imputado o el ejercicio de sus derechos y las facultades. La duda favorece al
imputado. La naturaleza de la interpretación es limitada, pero al mismo tiempo es útil y necesaria,
porque con ella se llenan las lagunas que el legislador no puede prever al promulgar las leyes.

La Analogía. Consiste en la decisión de un caso penal no contenido en la ley, argumentando con el


espíritu latente de la ley, a base de la semejanza del caso planteado con que la ley ha definido o
enunciado en su texto, y en los casos extremos acudiendo a los fundamentos jurídicos tomados en
conjunto.

Naturaleza de los principios limitadores de la acción punitiva del Estado.

Cuando se hizo referencia al Derecho Penal en sentido subjetivo, se indicó que la capacidad del
Estado para crear normas incriminadoras debe cumplir determinadas condiciones y respetar ciertos
límites para ser legítimo.

De hecho, el concepto de Ius puniendi está íntima e indisolublemente unido a la idea de límites
dentro de los cuales puede un Estado ejercer legítimamente esta potestad punitiva.
La respuesta a esta pregunta dependerá de la configuración constitucional del Estado, en cuanto la
función que se asigna al Derecho Penal es distinta en un Estado autoritario o en un Estado
democrático, y también son distintos los límites que en uno y otro Estado inciden en el Derecho
Penal. La configuración del Estado, por lo tanto, tiene una trascendencia definitiva en la
configuración del Derecho Penal.

Estos límites no tienen que ver únicamente con las normas constitucionales que regulan los
procedimientos mediante los que se crean y apruebas leyes, ni con los procedimientos mediante los
que se actúa el Derecho Penal, recogidos en Códigos Procesales o Leyes de Enjuiciamiento, sino con
el propio contenido del Derecho Penal.

Así, si partimos de la concepción del Estado como Estado democrático de derecho, veremos que, de
un lado, el Estado de derecho impone la sujeción de la potestad punitiva al derecho, dando lugar a
los límites que se derivan del principio de legalidad. De otro, el carácter democrático del Estado de
derecho también impone una serie de límites al Derecho Penal, en cuanto sitúa en su centro al
ciudadano y el respeto a su dignidad. Tales son los principios de intervención mínima, lesividad y
culpabilidad.

Principio de legalidad.

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El principio de legalidad

El principio de legalidad es una condición básica del Estado de derecho. Es una exigencia de
seguridad jurídica, y una garantía individual:

1) Seguridad jurídica: el ciudadano debe poder conocer qué no puede hacer (o qué debe hacer) y la
pena que sufrirá si lo hace (o deja de hacerlo).
2) Garantía individual: el ciudadano no puede verse sometido a un castigo si no está previsto en una
ley aprobada por el órgano competente del Estado.

La formulación clásica del principio de legalidad penal corresponde a Feuerbach,que lo enunció


mediante el aforismo “nullum crimen, nulla poena sine lege”, y lo fundamentó en la teoría de la
pena como coacción psíquica (prevención general): Para él, como apunta Vives Antón, toda pena
jurídica pronunciada por el Estado es consecuencia de una ley fundada en la necesidad de conservar
los derechos exteriores y que contiene la amenaza de un mal sensible frente a una lesión al derecho.
Y no puede ser sino consecuencia de una ley, puesto que el fin de la amenaza penal es evitar las
lesiones del derecho por medio de la intimidación de todos aquellos que podrían cometer tales
lesiones, y mal podría intimidar a la generalidad una amenaza penal que no se hallase, clara y
públicamente, establecida por medio de la ley.

El principio de legalidad es, por lo tanto, la garantía jurídica de los ciudadanos frente al ius puniendi
estatal. Esta garantía comprende las siguientes vertientes:

a) Garantía criminal La garantía criminal exige que se califique como delito única y exclusivamente
lo que ley considera como tal (nullum crimen sine lege).
La garantía criminal está contemplada en el art. 8.6 CRD, cuando dispone que “a nadie se le puede
obligar a hacer lo que la ley no manda, ni impedírsele lo que la ley no prohíbe”. También puede
deducirse del art. 47 CRD, que dispone que “la ley sólo dispone y se aplica para el porvenir. No tiene
efecto retroactiva sino cuando sea favorable al que esté sub-iúdice o cumpliendo condena”. Este
precepto no recoge todas las exigencias del principio de legalidad, sino sólo la garantía criminal y la
exigencia de irretroactividad de las leyes, que obviamente se aplica con absoluto rigor a las que
establecen delitos y faltas.

El Código Penal, por su parte, recoge la garantía criminal del principio de legalidad en su art. 4, al
indicar que las contravenciones, los delitos y los crímenes que se cometan, no podrán penarse, sino
en virtud de una disposición de ley promulgada con anterioridad a su comisión.

Requisitos de las normas penales: lexcerta, lexstricta, lexscripta, lexpraevia. Irretroactividad.

Las normas jurídico-penales, como consecuencia del principio de legalidad, deben reunir una serie
de requisitos que se sistematizan en la tradicional exigencia de lex certa, lex praevia, lex stricta y lex
scripta.

Lex certa.

El principio de legalidad impone al legislador la obligación de determinar con la mayor claridad y


precisión tanto el presupuesto de la norma como la consecuencia jurídica. Es lo que Roxin ha
denominado el “mandato de certeza”.

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Estos elementos normativos aunque inevitables en ocasiones para la adecuada y certera descripción
del tipo, deben ser empleados restrictivamente, en cuanto, al requerir una valoración judicial, traen
consigo cierta indeterminación y subjetivismo para la integración del tipo.

Otro problema que presenta el grado de determinación del tipo penal es el de su mayor o menos
casuismo. Desde luego, el casuismo tiene la ventaja de la mayor certeza en la especificación la
conducta prohibida. Un ejemplo es la tipificación de la falsedad, en el art. 145 CP, que castiga al
“que cometiere falsedad, contrahaciendo o fingiendo letra, firma o rúbrica, alterando la naturaleza de
los actos, escrituras o firmas, suponiendo en un acto la intervención o presencia de personas que no
han tenido parte en él, intercalando escrituras en los registros u otros actos públicos después de su
confección o clausura”.

El problema que presenta es que por mucho que abarque, es imposible describir todas las conductas
con cada una de sus modalidades, lo que genera peligrosas lagunas, difíciles de salvar sin acudir a la
más peligrosa analogía.

Otro riesgo para la exigencia de certeza de los tipos penales es el empleo de conceptos jurídicos
intedeterminados.

Lex stricta.

En la misma dirección que la exigencia de lex certa, la exigencia de que la ley penal sea estricta hace
referencia, fundamentalmente, a la exclusión de la analogía.

En su labor de interpretación y aplicación de las leyes penales, a los jueces y tribunales, en cuanto se
hallan sometidos al principio de tipicidad, les está vedada la analogía in malam partem, (la
desfavorable al reo, que castiga hechos no previstos en la ley, aplicando otra norma penal a falta de
una regla legal exactamente aplicable.)

E decir, la exégesis y aplicación de las normas fuera de los supuestos y de los límites que ellas
mismas determinan. En caso contrario la misma se convertiría en fuente creadora de delitos y penas
y, por su parte, el aplicador de la nueva norma así obtenida invadiría el ámbito que sólo al legislador
corresponde, en contra de los postulados del principio de división de poderes.

El problema en estos casos se traduce en determinar cuándo hay analogía in malam partem, habida
cuenta que toda norma penal admite diversas interpretaciones, como consecuencia natural, entre
otros factores, de la vaguedad del lenguaje, el carácter genérico de las normas y su inserción en un
sistema normativo relativamente complejo.

La cuestión es más discutida en relación con la analogía in bonam partem (que es la favorable al
acusado, admitiendo eximentes o atenuantes no definidas por el legislador) La doctrina clásica la
consideró admisible, con el argumento de que la doctrina excepcional de las fuentes del derecho
penal por exigencias del principio de legalidad no se opone a que, en todo lo que no sea la
determinación de mandatos y prohibiciones y consecuencias jurídicas, rija la doctrina general de las
fuentes del derecho. De este modo, estaría legitimada en la aplicación de la doctrina general de la
interpretación penal: una interpretación que extendiera analógicamente las circunstancias atenuantes
o excluyentes de la responsabilidad penal, sería inobjetable. En el mismo sentido, Ferrajoli indica
que la analogía se admite in bonam partem, “al estar dirigida su prohibición, con arreglo al criterio
general del favor rei, a impedir no la restricción, sino sólo la extensión por obra de la
discrecionalidad judicial de la esfera penal de la punibilidad”.

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Lex scripta.

La ley formal es la única fuente directa del Derecho Penal, estando prohibido fundamentar la
punibilidad en la costumbre.
Esta exclusión de la costumbre rige estrictamente en la fundamentación de la punibilidad. Ello no
impide, sin embargo, que pueda admitirse como fuente indirecta in bonam partem (que es la
favorable al acusado, admitiendo eximentes o atenuantes no definidas por el legislador).

Lex praevia.

La exigencia de lex praevia expresa la prohibición de retroactividad de las leyes penales: el principio
de legalidad penal prohíbe la retroactividad de la ley penal que, por lo tanto, no pueden aplicarse a
hechos cometidos antes de su entrada en vigor.

Este principio se completa con el de no ultra actividad de la ley penal, en cuya virtud la ley penal
tampoco se aplica a hechos realizados con posterioridad a su derogación.

El principio de irretroactividad de las leyes penales tiene una excepción respecto de las leyes penales
posteriores al momento de comisión del hecho delictivo pero más favorable al acusado.

La retroactividad de la ley más favorable tiene rango constitucional, disponiendo el art. 47 CRD que
la ley “no tiene efecto retroactivo sino cuando sea favorable al que está sub-júdice o al que está
cumpliendo condena”. 

La determinación de cuál es la ley más favorable no es, en muchas operaciones, sencilla. Requiere
una comparación concreta de las dos situaciones legales coexistentes tras la reforma legal: debe
compararse la solución del caso que resultaría aplicando la situación legal existente al tiempo de
comisión de los hechos con la que resultaría como consecuencia de la reforma.

Principio de trascendencia mínima.

En el estado de policía, se extiende la responsabilidad a todos los que rodean al delincuente, por lo
menos por no haber denunciado su actividad delictiva. En cambio, en el estado de derecho la pena
debe ser personal y no trascender de la persona del delincuente.
Sin embargo, de hecho en la práctica esa trascendencia del poder punitivo a terceros es inevitable,
pues la comunicación, el conocimiento, el efecto estigmatizante, la perdida de
nivel de ingresos, etc, son todos efectos que trascienden a la familia y a otras personas cercanas o
dependientes, no ya del condenado, sino del mero imputado

Principio de lesividad.

El principio de lesividad ha supuesto la evolución de una antijuridicidad meramente formal, que


estimaba conveniente para considerar delictivo un comportamiento determinado su mera tipificación
como tal por el legislador positivo, incluyéndolo al efecto en el Código Penal o en leyes penales
especiales, a una antijuricidad material, que plasma en la idea de dañosidad social.

Esta idea de lesividad o dañosidad social del bien jurídico puede enunciarse afirmando
que “No hay hecho punible sin bien jurídico vulnerado o puesto en peligro”.

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Este principio, enseña Ferrajoli, impone a la ciencia y a la práctica jurídica precisamente la carga de
la demostración de la lesividad de la conducta. De este modo, la necesaria lesividad del resultado,
cualquiera que sea la concepción que de ella tengamos, “condiciona toda justificación utilitarista del
derecho penal como instrumento de tutela y constituye su principal límite axiológico”.

Non bis in ídem.


El principio non bis in idem, que tiene su anclaje constitucional en el art. 8.2.h CRD (“nadie podrá
ser juzgado dos veces por una misma causa”), constituye un verdadero derecho fundamental del
ciudadano en nuestro derecho, ha sido reconocido expresamente también en los textos
internacionales orientados a la protección de los derechos humanos, y en particular en el art. 14.7 del
Pacto internacional de derechos civiles y políticos de la ONU —hecho en Nueva York el 19 de
diciembre de 1966, protegiendo al ciudadano, frente a la ulterior sanción administrativa o penal por
los mismos hechos.

El principio non bis in idem tiene, en otras palabras, una doble dimensión:

a) la material o sustantiva, que impide sancionar al mismo sujeto “en más de una ocasión por el
mismo hecho con el mismo fundamento”, y que “tiene como finalidad evitar una reacción punitiva
desproporcionada en cuanto dicho exceso punitivo hace quebrar la garantía del ciudadano de
previsibilidad de las sanciones, pues la suma de la pluralidad de sanciones crea una sanción ajena al
juicio de proporcionalidad realizado por el legislador y materializa la imposición de una sanción no
prevista legalmente; y

b) la procesal o formal, que proscribe la duplicidad de procedimientos sancionadores en caso de que


exista una triple identidad de sujeto, hecho y fundamento, y que tiene como primera concreción la
regla de la preferencia o precedencia de la autoridad judicial penal sobre la administración respecto
de su actuación en materia sancionadora en aquellos casos en los que los hechos a sancionar puedan
ser, no sólo constitutivos de infracción administrativa, sino también de delito o falta según el Código
penal (en este sentido las SSTEDH de 29 de mayo de 2001, en el caso Franz Fischer contra Austria;
y de 6 de junio de 2002, en el asunto Sallen contra Austria).
El principio non bis in idem opera pues, tanto en su vertiente sustantiva como en la procesal, para
regir las relaciones entre el ordenamiento penal y el derecho administrativo sancionador. Pero este
principio despliega sus efectos tanto materiales como procesales cuando concurre una identidad de
sujeto, hecho y fundamento. Es decir, que no actúa y, por tanto, no impide la concurrencia de
cualesquiera sanciones y procedimientos sancionadores, ni siquiera si éstos tienen por objeto los
mismos sujetos y los mismos hechos, cuando no concurre el mismo fundamento o la misma
perspectiva.

Esto ha llevado, por ejemplo, a admitir la duplicidad de sanciones disciplinarias y penales cuando el
interés jurídicamente protegido sea distinto y la sanción sea proporcionada a esa protección. Así, por
ejemplo, en el caso de un abogado que cometa un hecho delictivo y que sea sancionado penalmente
por los órganos jurisdiccionales penales y, al mismo tiempo, sea sancionado disciplinariamente por
el correspondiente Colegio de Abogados u órgano que tenga atribuida la potestad disciplinaria sobre
las faltas disciplinarias, éticas o deontológicas en que los abogados incurran. En estos casos el
fundamento de cada sanción es distinto: el fundamento de la sanción penal es la protección del bien
jurídico protegido que ha sido lesionado o puesto en peligro.

Máxima taxatividad legal.

Conforme al principio de máxima taxatividad, la criminalización primaria debe ser formalizada en


una ley en forma taxativa y con la mayor precisión técnica posible. Cuando el legislador establece

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una escala penal muy amplia, o cuando remite a conceptos vagos de dudosa precisión, el derecho
penal puede declarar la inconstitucionalidad de la ley, o aplicar el principio de máxima taxatividad
interpretativa.

El principio de máxima taxatividad se manifiesta mediante la prohibición absoluta de la analogía “in


malam partem”, aquella que integra la ley extendiendo la punibilidad.

La analogía queda absolutamente vedada en materia penal, porque la norma tiene un límite
lingüísticamente insuperable, que es la máxima capacidad de la palabra

Principio de tipicidad.
Para que un hecho sea “típico”, basta que una ley lo prevea, no importa de qué manera.

La tipicidad es un elemento del delito que implica una relación de perfecta adecuación de total
conformidad entre un hecho de la vida real y algún tipo legal o tipo penal. Se entiende por tipo legal,
la descripción de cada uno de los actos acciones u omisiones que la ley penal considera delictivos.
En este orden de ideas, Mendoza (1986). Señala que “la tipicidad no debe confundirse con el de
legalidad. La tipicidad es aquella cuando la acción humana viola una norma, sino además debe reunir
otros elementos de encuadre en algunas de las figuras que establece el Código Penal, o, en leyes
especiales. Jiménez de Asúa define la tipicidad como “La abstracción concreta que ha trazado el
legislador descartando detalles innecesarios para la determinación del hecho que se cataloga en la
ley como delito.

Principio de culpabilidad
Este principio proviene del principio democrático elemental de la dignidad de la persona humana. El
principio de culpabilidad significa que únicamente debe ser castigado con una pena criminal el autor
de una conducta típica y antijurídica cuando le pueda ser personalmente reprochada. Sólo en este
caso puede afirmarse que el sujeto es culpable. Y se entiende que una conducta le puede ser
reprochada personalmente cuando el autor es imputable, actúa dolosa o culposamente, y le es
exigible otra conducta distinta.

La consecuencia de este principio es que sin culpabilidad no hay delito y, por tanto, no puede
imponerse pena alguna: la culpabilidad es el límite de la responsabilidad penal.

Siguiendo a Mir Puig, bajo la expresión “culpabilidad” pueden incluirse diferentes límites del ius
puniendi:

-Principio de personalidad de las penas


-Principio de responsabilidad por el hecho
-Principio de culpabilidad en sentido estricto o principio de dolo o culpa.
-Principio de atribuibilidad normal o de imputabilidaTema 4
Teoría General del Delito. Función de la teoría del delito y diferentes escuelas sobre la teoría del
delito. Concepto de teoría del delito. Funciones de la teoría del delito. Legitimidad del poder
punitivo. Límite o permiso a la acción punitiva del Estado. Evolución histórica. La teoría causalista.
La teoría finalista. El funcionalismo. Teorías actuales.

Teoría General del Delito.

Función de la teoría del delito y diferentes escuelas sobre la teoría del delito.

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Es un instrumento conceptual que tiene por finalidad la aplicación racional de la ley penal a un caso,
empleando el método analítico que separa los distintos problemas en diversos niveles o categorías.

De la partición de la aplicación de la ley penal surgen las categorías designadas como acción,
tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad.

Siguiendo a Fontán Balestra, se llama teoría del delito a la parte del derecho penal que se ocupa de
explicar que es el delito en general, es decir, cuales son las características que debe tener cualquier
delito. Responde a la pregunta, ¿cuándo hay delito?
La teoría del delito es una construcción dogmática que nos proporciona el camino lógico para
averiguar si hay delito en cada caso en concreto.

Cuando queremos averiguar, que es "delito" (es decir, cuales son las características que tiene que
tener un hecho para ser considerado delito), necesariamente debemos buscar las respuestas en el
código penal. Para poder distinguir las conductas que son delitos de aquellas que no los son,
acudimos al libro segundo del código penal (artículo 79º en adelante), donde unos dispositivos
legales describen las conductas prohibidas a las que se asocia una pena. Como consecuencia, no
habrá delito cuando la conducta de un hombre no se adecue a alguno de esos dispositivos.

Diferentes escuelas sobre la teoría del delito.

Las cuatro grandes categorías a las que se ha hecho referencia, como conceptos fundamentales del
Derecho penal, estaban prácticamente fijadas a comienzos del s. XX. Ahora bien, la dogmática,
como también se ha señalado, no se ha limitado a describir su contenido y función, sino también a
analizar y reflexionar las relaciones que guardaban entre sí. Ello ha dado lugar a diferentes teorías o
sistemas del delito.

La Escuela causalista, Dentro de la teoría causalista también se encuadra el sistema neoclásico,


imperante a partir de la década de los 30 del pasado siglo, cuyo representante más influyente fue
Mezger. Con esta corriente, inspirada por la filosofía neokantiana, se comienza a prestar una mayor
atención a lo normativo y a lo valorativo. Escuela finalista. A principio de los años 40 del s. XX,
Welzel, por influencia de las corrientes filosófica Fenomenológicas, apunta un nuevo concepto de
acción en que lo esencial es que el hombre determina su conducta de modo final controlando el curso
causal en busca de un objetivo.

Concepto de teoría del delito.

La teoría jurídica del delito es la sistematización de los diversos elementos que, partiendo del
Derecho penal positivo, pueden entenderse comunes a todos los ilícitos penales o a un grupos
significativo de ellos.

La teoría del delito es el conjunto de instrumentos conceptuales aptos para determinar si el hecho que
se enjuicia es el presupuesto de la consecuencia jurídico – penal prevista en la ley, según indica
Mass. También puede decirse que la teoría del delito es el medio técnico jurídico para establecer a
quien se debe imputar ciertos hechos y quien debe responder por ellos.

Funciones de la teoría del delito.

Legitimidad del poder punitivo.

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La función punitiva del Estado social y democrático se origina en su soberanía para identificar como
punibles ciertas conductas y establecer la sanción correspondiente (Derecho Penal subjetivo). Esta
función está fundamentada y limitada por la Constitución Política, y en ella se encuentra su
justificación política, como también en las normas internacionales. En nuestro caso, partimos del
modelo de Estado social y democrático de Derecho. Así, el principio de Estado de Derecho busca el
sometimiento del poder punitivo al derecho; el principio de Estado social sirve para dar legitimidad a
la función de prevención en función a la protección de la sociedad; y, el principio de Estado
democrático pone al Derecho Penal al servicio del ciudadano.

Políticamente, el Estado es su único titular y pueden diferenciarse matices en el ejercicio del poder
penal: función penal legislativa, judicial y ejecutiva.

Así, si partimos de la concepción del Estado como Estado democrático de derecho, veremos que, de
un lado, el Estado de derecho impone la sujeción de la potestad punitiva al derecho, dando lugar a
los límites que se derivan del principio de legalidad. De otro, el carácter democrático del Estado de
derecho también impone una serie de límites al Derecho Penal, en cuanto sitúa en su centro al
ciudadano y el respeto a su dignidad. Tales son los principios de intervención mínima, lesividad y
culpabilidad.

Así planteadas las cosas, de lo que se trataría es de regular las diferencias entre sujetos desiguales: el
Estado, como aparato coercitivo y el ciudadano, generalmente inerme. Creemos que a partir de las
atribuciones funcionales del Estado se pueden estudiar limitaciones a su poder penal: principio de
necesidad, exclusiva tutela de bienes jurídicos, protección de Derechos Humanos (Derecho Penal
garantista), etc.

Límite o permiso a la acción punitiva del Estado.

El Estado ya no tiene un poder absoluto, como antes lo tuvo, sino que al ejercer su derecho de
castigar lo hace de acuerdo a determinados límites que lo rigen. Estos límites se expresan en forma
de principios que se componen de bases constitucionales. Por tanto, el Estado cuando promulga y
aplica determinadas normas penales, tiene que mantenerse dentro del marco de estos principios
garantistas.

Por ende, el problema de los principio legitimantes del poder sancionador del Estado es tanto
constitucional como jurídico – penal. En este sentido, su legitimación extrínseca proviene de la
Constitución y los tratados internacionales; pero su legitimación intrínseca se basa en una serie de
principios específicos. Aún así “todos son igualmente importantes en la configuración de un derecho
penal respetuoso con la dignidad y libertad humana, meta y límite del Estado social y democrático de
derecho, y por tanto de todo su ordenamiento jurídico”. 

Cuando estos límites actúan en la creación de las normas penales, se les denomina límites materiales
o garantías penales; pero cuando actúan durante la aplicación de las normas penales, reciben la
denominación de límites formales o garantías procesales, de persecución o de ejecución.

El principio de legalidad limita el ejercicio de la función punitiva estatal exclusivamente a las


acciones u omisiones previstas en la ley como infracciones punibles: nullum crimen, nulla poena
sine lege.

Evolución histórica.

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Las cuatro grandes categorías a las que se ha hecho referencia, como conceptos fundamentales del
Derecho penal, estaban prácticamente fijadas a comienzos del s. XX. Ahora bien, la dogmática,
como también se ha señalado, no se ha limitado a describir su contenido y función, sino también a
analizar y reflexionar las relaciones que guardaban entre sí. Ello ha dado lugar a diferentes teorías o
sistemas del delito.

La teoría causalista, Dentro de la teoría causalista también se encuadra el sistema neoclásico,


imperante a partir de la década de los 30 del pasado siglo, cuyo representante má sinfluyente fue
Mezger. Con esta corriente, inspirada por la filosofía neokantiana, se comienza a prestar una mayor
atención a lo normativo y a lo valorativo. Así, manteniendo en esencia la categorización desarrollada
por el sistema clásico, sin embargo, se fue imponiendo, frente a lo puramente descriptivo, una cierta
normativización de todas las categorías del delito, que cabe apreciar especialmente en la relación de
causalidad y en el contenido de la culpabilidad. Además, se rompió con el paradigma de la rígida
bipartición entre parte externa e interna de la conducta, asumiendo la existencia de elementos
subjetivos del tipo, pero manteniendo el dolo y la culpa como formas de la culpabilidad.

Teoría finalista.

A principio de los años 40 del s. XX, Welzel, por influencia de las corrientes filosóficas
Fenomenológicas, apunta un nuevo concepto de acción en que lo esencial es que el hombre
determina su conducta de modo final controlando el curso causal en busca de un objetivo. Esta teoría
de la acción, en la medida en que implicaba poner como centro del concepto de conducta el fin
perseguido por el sujeto, revolucionó el sistema del delito.
Una primera e inmediata consecuencia sistemática del concepto final de acción fue que el dolo,
entendido como una mera voluntad de dirigir la conducta, abandona la culpabilidad, apareciendo ya
como un elemento subjetivo del tipo, culminando de esa manera el proceso de subjetivización y
normativización del tipo iniciado por el concepto neoclásico de delito. Igualmente, como
consecuencia directa de ello, hubo un necesario replanteamiento de la categoría de la culpabilidad en
que se mantuvo como único contenido tradicional del dolo malo causalista, la conciencia de la
antijuridicidad.

Situación actual.
Hasta los años 70 del s. XX pervivió la defensa de la teoría causalista a la vez que se iba
consolidando y evolucionando la teoría finalista. A partir de ese momento la doctrina mayoritaria ha
venido a defender una posición de síntesis, caracterizada esencialmente por el rechazo de un
concepto final de acción, pero una defensa de su principal consecuencia sistemática: la pertenencia
del dolo al tipo, propiciada a partir del concepto social de acción. En esta posición de síntesis se ha
llegado a un cierto consenso dogmático sobre que el injusto, como categoría unificadora de la
tipicidad y la antijuridicidad, se caracteriza por el desvalor del hecho –acción y, en su caso,
resultado- y la culpabilidad, por el desvalor de la actitud del sujeto hacia el hecho

El funcionalismo.
El funcionalismo es la teoría que considera a la sociedad como un conjunto de parte (normalmente
instituciones) que funciona para mantener el conjunto y en la que el mal funcionamiento de una parte
obliga al reajuste de las otras. El funcionalismo tiene dos corrientes filosóficas: la Sociología
sistemática y el Idealismo Neokantiano, constituye la teoría del delito en base a la función político
criminal del Derecho Penal.

Teorías actuales.
Hasta los años 70 del s. XX pervivió la defensa de la teoría causalista a la vez que se iba
consolidando y evolucionando la teoría finalista. A partir de ese momento la doctrina mayoritaria ha

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venido a defender una posición de síntesis, caracterizada esencialmente por el rechazo de un
concepto final de acción, pero una defensa de su principal consecuencia sistemática: la pertenencia
del dolo al tipo, propiciada a partir del concepto social de acción. En esta posición de síntesis se ha
llegado a un cierto consenso dogmático sobre que el injusto, como categoría unificadora de la
tipicidad y la antijuridicidad, se caracteriza por el desvalor del hecho –acción y, en su caso,
resultado- y la culpabilidad, por el desvalor de la actitud del sujeto hacia el hecho.

Sin embargo, simultáneamente a esta corriente sintética, también se está intentando desarrollar un
nuevo sistema del delito partiendo de concepciones teleológicas (Roxin) y funcionales (Jakobs) que
comparten el tomar como elemento referencial para la construcción de la teoría jurídica del delito los
fines del Derecho penal, excluyendo un sistema basado en realidades o conceptos ontológicos
previos, como habían hecho las teorías causalista y finalista. Algunos logros que han ido
consolidando estas nuevas doctrinas son, a parte de la profundización en el análisis de los fines del
Derecho penal, la teoría de la imputación objetiva, como superación de la relación de causalidad
entre conducta y resultado, y la inclusión dentro de la culpabilidad de la categoría de
responsabilidad, como lugar de análisis de la necesidad preventiva de la pena.

Tema 5

La Tipicidad. Concepto. Clases de tipicidad: objetiva y subjetiva. Funciones principales: garantía,


motivación e indiciaria. Estructura del tipo penal: conducta típica, sujetos de la conducta típica y
objetos. Clasificación de los tipos penales: a) según las modalidades de conducta; b) según las
características del autor o sujeto activo, y c) según la afectación del bien jurídico. Elementos del tipo:
objetivos y subjetivos. Elementos descriptivos y elementos normativos en la formulación del tipo.

Concepto.

Tipicidad no se debe confundir con el tipo penal. Tampoco con la tipificación penal, ni con la
calificación penal.

Se denomina tipicidad al encuadramiento de la conducta humana al tipo penal (el tipo). Así cuando
la ley describe el homicidio diciendo "el que matare a otro", la conducta típica está dada por el hecho
concreto de matar a otro. En el tipo se incluyen todas las características de la acción prohibida que
fundamenten positivamente su antijuricidad.

Tipicidad. Adecuación del acto humano voluntario ejecutado por el sujeto a la figura descrita por la
ley como delito. Es la adecuación, el encaje, la subsunción del acto humano voluntario al tipo penal.
Si se adecua es indicio de que es delito. Si la adecuación no es completa no hay delito.
"La tipicidad es la adecuación de un hecho cometido a la descripción que de ese hecho se hace en la
ley penal”.

La adecuación debe ser jurídica, no debe ser una adecuación social. Como ejemplo de esta última
podemos citar: invitar una copa a servidor público (cohecho) o golpes en el boxeo (lesiones). Estos
se estiman comportamientos adecuados socialmente, no deben considerarse típicos y mucho menos
antijurídicos ni penalmente relevantes.

La tipificación penal es la criminalización de una norma de cultura realizada por el legislador y


establecida en una ley penal.

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La tipicidad lo aplica el juez, la tipificación lo realiza el legislador- La calificación de un
comportamiento como delito lo hace el fiscal.

El concepto de tipo, tal como se entiende hoy, se debe a los trabajos desarrollados por Beling a
principios del s. XX, quien hizo de ese concepto el centro del análisis dogmático, al situar la
tipicidad, al lado de la antijuridicidad y la culpabilidad, como categoría del delito.

Beling define el tipo afirmando que es la descripción valorativamente neutra de la parte objetiva de
la acción punible. De ese modo, le dota de dos características esenciales: la objetividad y la
neutralidad valorativa. La objetividad implicaba que del tipo debía quedar excluido todo proceso
subjetivo, que queda remitido a la culpabilidad. La neutralidad valorativa, por su parte, debía
entenderse en el sentido de que el tipo no contenía ninguna valoración respecto de la antijuridicidad
del hecho. Al contrario el tipo era el puro objeto de la valoración en el marco de la antijuridicidad.

Clases de tipicidad: objetiva y subjetiva.

La tipicidad subjetiva consiste en apreciar si el agente conoce lo que hace. Llegados a este punto,
conviene diferenciar entre conocer el riesgo de la conducta y conocer la valoración jurídica de ese
riesgo. En nuestras conductas el conocimiento de lo que hacemos incluye de ordinario saber, tanto
que efectuamos algo, como que ese algo es bueno o malo, correcto o incorrecto, ajustado a Derecho
o injusto. Pero que se den habitualmente unidos ambos conocimientos no quita que se refieran a
objetos distintos: si se me permite la expresión, una cosa es conocer lo que se hace (que muevo
violentamente la mano contra la cara de alguien) y otra saber lo que se hace (que ese movimiento
está mal, es injusto)
Subjetivos. Son características y actividades que dependen del fuero interno del agente, son tomados
en cuenta para describir tipo legal de la conducta por eso estos elementos tienen que probarse.
La tipicidad objetiva
Funciones principales: garantía, motivación e indiciaria.

Las funciones principales que tiene encomendado el tipo dentro de la teoría jurídica del delito son
tres: garantía, motivación e indiciaria.

a) Función de garantía: El art. 4 CP dominicano consagra el principio de legalidad, determinando


que ninguna conducta puede sancionarse como un ilícito penal, sino en virtud de una disposición de
ley promulgada con anterioridad a su comisión. Ello implica que la ley debe contener de forma
precisa todas las circunstancias del hecho y de las consecuencias jurídicas asociadas al mismo. La
tipicidad es la categoría del delito a la que se encomienda esa función garantizadora del principio de
legalidad, toda vez que es por medio del tipo penal como la ley delimita las conductas sancionadas.

b) Función de motivación: La delimitación normativa de las conductas sancionadas a través de los


elementos típicos que la configuran no sólo permite establecer una garantía del ciudadano frente al
ejercicio del Ius puniendi del Estado, sino que, además, con el fin de mantener la indemnidad de los
bienes jurídicos, también tiene la misión de motivar, con la imposición de la pena asociada a su
comisión, para que no se realicen dichas conductas.

c) Función indiciaria: El Derecho penal tiene como fin evitar la lesión de bienes jurídicos y, por ello,
tipifica las conductas que suponen los más graves ataques a los intereses sociales primordiales. De
ese modo, la delimitación normativa de las conductas sancionadas contenida en las normas penales
tiene también la función de indicar que dichas conductas son antijurídicas. Esta función indiciaria de
la antijuridicidad supone, desde una perspectiva metodológica, que, en principio, una vez constatada

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la tipicidad del hecho, también esa conducta es antijurídica, excepto si concurre, como excepción,
una causa de justificación.

Estructura del tipo penal: conducta típica, sujetos de la conducta típica y objetos.

El tipo penal, con carácter general, puede quedar estructurado en una parte objetiva y otra subjetiva.
En el estado actual de la dogmática, se ha impuesto con un reconocimiento prácticamente unánime la
existencia de un tipo objetivo y otro subjetivo como plasmación de los factores internos –subjetivos-
y externos –objetivos de todo comportamiento humano.

Los elementos estructurales de la parte objetiva del tipo son la conducta, los Sujetos y el objeto.

La conducta.

Aun hoy es discutido si la conducta debe quedar integrada como un elemento estructural del tipo o,
más bien, debe ser considerado un elemento independiente y previo al resto de las categorías del
delito. Esto es, si delito es el hecho típico, antijurídico y culpable o, más bien, la conducta típica,
antijurídica y culpable. Sin perjuicio de ello, en la medida en que el tipo penal se configura como una
proposición lingüística, la conducta es siempre el núcleo central del tipo, en tanto que realización de
lo descrito en el verbo. Para cada delito la conducta típica dependerá, lógicamente, de dicha
descripción.
En los casos en que el verbo describa un resultado –matar, lesionar…-, ese resultado pasará también
a ser un elemento de la parte objetiva del tipo y, con él, el necesario nexo causal entre la conducta
humana y ese resultado, que es lo que se denomina la relación de casualidad. En efecto, si la
conducta del tipo de homicidio es matar a otro, la conducta típica no será disparar, apuñalar, dar
veneno o golpear, sino que dichas acciones efectivamente tengan como resultado la muerte de una
persona

Sujetos de la conducta típica: Los sujetos activo y pasivo.


La conducta es la realización del verbo contenido en la proposición lingüística y el sujeto activo será,
lógicamente, el que ejecute o realice dicha conducta. Ahora bien, aunque será objeto de análisis en la
lección correspondiente a la autoría, es preciso aclarar que sujeto activo, desde el punto de vista
típico, no es necesariamente el que realiza directa y personalmente la conducta, sino aquél a quien
pueda imputársela como un hecho propio, en el sentido de que tiene el dominio sobre ella.
Junto al sujeto activo debe existir siempre un sujeto pasivo, que será el titular del bien jurídico
lesionado. El sujeto pasivo en ocasiones podrá ser una persona física, como en los delitos de
lesiones. En otras serán personas jurídicas, como cuando se atente contra el patrimonio del que sean
titulares. E, incluso, en muchos casos será el propio Estado, como en los delitos contra la Hacienda
Pública, o determinados colectivos, como pueden ser los practicantes de una determinada religión en
los delitos contra el libre ejercicio de los cultos (arts. 260 a 264 CP).
No puede confundirse el concepto de sujeto pasivo con el de persona sobre el que recae la acción de
sujeto, ya que si bien en muchos casos coinciden (por ejemplo, delitos contra los particulares), en
otros no sucede necesariamente así, como puede ser el caso de las defraudaciones patrimoniales en
que el abuso puede recaer sobre un tercero distinto de quien se ve privado de un bien de su
propiedad. Igualmente, tampoco puede confundirse sujeto activo con perjudicado, ya que éste
concepto a pesar de tener una indudable trascendencia civil no prejuzga la titularidad del bien
jurídico lesionado, como sucede en los casos de los herederos de un asesinado.

Objetos

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El objeto del delito es aquel sobre el que recae físicamente la conducta descrita en el verbo y puede
ser tanto una persona como una cosa. Puede coincidir con el sujeto pasivo en los casos de delitos
contra los particulares, pero no siempre sucede así, como ocurre en los delitos de apoderamiento
patrimonial en que mientras el sujeto pasivo es el titular de bien sustraído, el objeto material es dicho
bien. También puede distinguirse, junto con el objeto material, el objeto jurídico, que viene a
coincidir con el bien jurídico protegido en la norma penal.

Clasificación de los tipos penales: a) según las modalidades de conducta; b) según las
características del autor o sujeto activo, y c) según la afectación del bien jurídico.

La clasificación de los tipos penales puede variar mucho en función del criterio de referencia que se
adopte.
Clasificación legal.
El CP dominicano establece en el art. 1 una tripartición de los tipos penales en función de la
gravedad de las consecuencias jurídicas aplicables y que, de menor a mayor gravedad, son las
contravenciones, los delitos y los crímenes. Así en dicho precepto se establece que los tipos penales
que contengan infracciones que las leyes castigan con penas de policía (arts. 464 a 466 CP) son las
contravenciones, las que castiga con penas correccionales, descritas en los arts. 9 y 11 CP, delitos, y
las que castigan con penas aflictivas o infamantes, descritas en los arts. 6 a 8 y 11 CP, los crímenes.

Según las modalidades de conducta.


Diversas son, a su vez, las clasificaciones que pueden adoptarse si se toma como criterio referencial
la modalidad de conducta.

a) Delitos de mera actividad y de resultado: Esta clasificación toma en consideración si el tipo penal
exige que la conducta provoque un resultado distinto a la propia conducta, en el sentido de separable
espacio-temporalmente (delito de resultado), o bien que la propia conducta, en sí misma, suponga la
lesión del bien jurídico protegido (delito de mera actividad). Un ejemplo de los primeros es el
homicidio (art. 295 CP) y de los segundos, la inhumación de cadáveres (art. 358 CP).

b) Delitos instantáneos y permanentes: Esta clasificación responde a la diferencia existente según


que la conducta típica genere una situación de ilegalidad que se agota con la realización del hecho
(delitos instantáneos), como puede ser el homicidio, o que resulte duradera, proyectando dicha
situación en el tiempo (delitos permanentes), como puede ser el secuestro (art. 354 CP).

c) Delitos de acción y de omisión: Esta clasificación discrimina entre aquellos tipos penales en que la
norma que lo contiene prohíbe realizar una conducta (delitos de acción) y aquellas en que se ordena
realizar una conducta (delitos de omisión).

d) Delitos de omisión propia y de comisión por omisión: Dentro de la clasificación de los delitos de
omisión, si el mandato se limita a ordenar un no hacer sin exigir un resultado, este delito de mera
omisión se denomina omisión pura o propia.

Por el contrario si el mandato de no hacer se concreta en la obligación de evitar un resultado, este


delito se denomina omisión impropia o comisión por omisión.

e) Delitos de medios determinados y resultativos: El Derecho penal, por su carácter fragmentario, en


unas ocasiones protege bienes jurídicos, especialmente lo más importantes, contra cualquier ataque
que se le dirija, como ocurre con la vida o la integridad física. Sin embargo, hay ocasiones en que,
respecto de otros bienes jurídicos, solo sanciona los más graves ataques, como ocurre con el

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patrimonio. En función de ello, si en la descripción de la conducta el tipo penal se limita a recoger
una determinada modalidad de ataque, se le denomina delito de medios determinados, como sucede
con el delito de robo; y si se extiende a cualquier forma de ataque, como las lesiones, es un delito
resultativo.

f) Delitos de un acto, de pluralidad de actos, alternativos o de habitualidad:


Esta clasificación toma en cuenta si la descripción de la conducta típica sólo contiene un acto, como
el contraer matrimonio en el delito de bigamia del art 340 CP, o una pluralidad de ellos que deban ser
concurrentes, como el engaño, violencia o intimidación
y el robo del menor en el delito de secuestro de menores del art. 354 CP; o alternativos, como
vender, introducir, fabricar, poseer, detentar o portas bombas en el tipo del art. 435.I CP. Por otra
parte, también hay tipos penales que necesitan para su comisión que la conducta no sea puntual sino
que exista una habitualidad su realización, como ocurre en el delio de mendicidad del art. 275 CP.

Según los sujetos.


Un segundo criterio de clasificación general de los tipos penales puede efectuarse teniendo en cuenta
diversas características del sujeto activo.

a) Delitos comunes y delitos especiales: La mayoría de los tipos penales cuando describen el sujeto
activo de la conducta típica suelen hacerlo a través de la expresión “el que” (arts. 132, 139 a 141 ó
154 CP), “los que” (arts. 216 ó 248 CP), “aquel que” (arts. 95 ó 148 CP), “aquellos que” (arts. 92, 99
ó 100 CP) o “cualquiera que” (art. 104 CP). Aunque también cabe apreciar que en otros tipos penales
se opta por la fórmula “toda persona” (arts. 76 ó 135 CP), “todo aquel” (arts. 77, 94, 105, 143 ó 151
CP), “todo individuo” (arts. 95, 103 ó 150 CP) o “todo ciudadano (art. 113 CP).

Todas estas expresiones indican que puede ser sujeto activo de estos delitos cualquier persona,
constituyendo, por tanto, ejemplos de delitos comunes.
No obstante, hay otros tipos penales en que el ámbito de los sujetos activos queda delimitado a un
determinado grupo de personas como son, por ejemplo, los funcionarios, agentes o delegados del
gobierno (art. 114 CP), funcionarios públicos (arts. 119 ó 166 a 199 CP), alcaides, guardianes o
conserjes de las cárceles (art. 120 CP), jueces, fiscales o suplentes (art. 127 CP), posaderos, fondistas
o mesoneros (art. 154 CP), o, incluso, sacerdotes y ministros de culto (art. 201 a 208 CP). Habida
cuenta de que estos delitos sólo pueden ser cometidos por ese ámbito limitado de sujetos activos se
les denomina delitos especiales.

b) Delitos especiales propios e impropios: Los delitos especiales pueden, a su vez, clasificarse en
delitos especiales impropios, que serían aquéllos que también pueden ser cometidos por el resto de
personas, pero por determinadas circunstancias se establece una sanción distinta si se lleva a cabo
por un ámbito concreto de sujetos activos.
Por su parte, los delitos especiales propios son aquéllos que sólo y exclusivamente pueden ser
cometidos por ese delimitado grupo de sujetos activos, de tal modo que si la conducta la desarrolla
cualquier otra persona no tendrían relevancia penal.

c) Delitos de autoría o participación: El criterio de clasificación relevante en estos casos es que


respecto de los tipos de autoría se exige su realización directa o mediata, sólo o conjuntamente, de la
conducta descrita en el tipo y, sin embargo, los tipos de participación exigen la ejecución de otras
conductas típicas de coadyuvancia con la desarrollada por el autor.
(En Derecho, una coadyuvancia (del latín coadiuvo -are, 'contribuir a la ayuda de') es una institución
utilizada en el derecho procesal, tanto a nivel judicial como administrativo.

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Se denomina coadyuvante a la persona que interviene en el proceso velando por sus intereses
legítimos pero en una posición subordinada a una de las partes principales a la que ayuda de forma
instrumental, adhiriéndose a sus pretensiones y sin poder actuar con autonomía respecto de ella)

Según la afectación al bien jurídico.


La manera en que los diversos tipos penales describen la afectación al bien jurídico protegido
también sirve de criterio de clasificación. Así, cabe diferenciar entre delitos de lesión y delitos de
peligro. Los primeros exigen que se produzca una efectiva lesión del bien jurídico protegido. Ello no
significa, sin embargo, que deban confundirse con los delitos de resultado, ya que los delitos de
lesión pueden referirse a delitos de resultado, como es el caso del homicidio, o de mera actividad,
como es el caso de la difamación.
Por el contrario, los delitos de peligro se consuman con la mera constatación del peligro para el bien
jurídico. Esta técnica de tipificación es usada para adelantar las barreras de protección dispensada
por el Derecho penal.

Elementos del tipo: objetivos y subjetivos.

El tipo objetivo (o la vertiente objetiva del tipo penal) se integra por la descripción objetiva-sin
referencias subjetivas-del suceso. Tipo Objetivos. Son los diferentes tipos penales que están en la
Parte Especial del código penal y que tienen como punto de arranque una descripción objetiva de
determinados estados y procesos que deben constituir base de la responsabilidad criminal.

También pertenecen al tipo objetivo las referencias a los medios utilizados por el autor para la
comisión del delito, bien porque esos medios den sentido a la prohibición, bien porque esos medios
den sentido a una agravación de la pena. Las referencias al momento de la acción son también
elementos del tipo objetivo. Son igualmente del tipo objetivo las referencias al lugar de la acción.

Precisamente las alocuciones: “El que a sabiendas...”, “El que se atribuya autoridad...” que usa el
código penal para describir tipos delictivos, aluden a los elementos subjetivos de los mismos. Se
debe probar que sabía, se debe probar que actuó como autoridad, etc.

Tipo Subjetivo:
La parte subjetiva del tipo se haya constituida siempre por la voluntad, dirigida (en los delitos
dolosos de resultados), o bien, a una sola conducta (en los delitos imprudente o en los delitos de
mera actividad), y a veces por especiales elementos subjetivos. Por lo que los elementos subjetivos
pertenecerán al mundo síquico del agente o del tercero en tal virtud lo identificaríamos a nivel de
intangibles, inmateriales, pero perceptibles por medios de los sentidos.

Los elementos subjetivos son las especiales cualidades, intelectuales o intangibles que exige el tipo
penal al sujeto activo, en algunos casos de necesaria presencia como es el caso de la voluntabilidad y
la imputabilidad, y en otros con un carácter variable siendo tal el caso del dolo o la culpa, y el
animus en el sujeto activo.

Elementos descriptivos y normativos del tipo.

Los elementos del tipo objetivo pueden ser descriptivos y normativos. Los elementos descriptivos
son aquellos que se pueden conocer predominantemente a través de los sentidos. Normalmente para

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la interpretación de estos elementos el operador jurídico debe acudir al sentido que tenga esa
expresión en el lenguaje común u ordinario.

Los elementos normativos, por su par te, son los que se refieren a realidades sociales o de valoración
jurídica. En tales casos, si se refieren a realidades o valoraciones sociales, el interprete deberá
intentar derivar su significado acudiendo al común sentir social. Así, por ejemplo, en el delito de
injurias (ar t. 367 CP) se considera como tal cualquier expresión afrentosa o término de desprecio.
Pues bien, qué quepa considerar como afrenta o desprecio no resulta directamente aprehensible a par
tir del lenguaje ordinario, sino que exige una función previa del intérprete de esforzarse en poder
captar cuál es la valoración social sobre el particular.

La comprensión del significado de los elementos normativos de valoración jurídica es más sencilla y
de carácter más estático en tanto que, por definición, su contenido queda fijado en otra norma del
ordenamiento jurídico.

Los elementos normativos son aquellos cuya constatación requiere predominantemente de una
valoración: en unos casos la valoración es puramente jurídica; en otros casos, la valoración es
empírico-cultural.

Tema 6
La Acción y la Omisión. La acción penalmente relevante. Elementos de la acción. La ausencia de
acción por involuntabilidad. Fuerza física irresistible. Estado de absoluta inconsciencia. Actos
reflejos. El concepto causal de la acción. Concepto final de la acción. Concepto personal de la
acción. Concepto social de la acción. Concepto negativo de la acción. La Omisión. Concepto.
Formas típicas de realización omisiva: a) concepto; b) clases; c) Distinción entre la acción y la
omisión; d) Los elementos típicos de la omisión. La comisión por omisión: ausencia de cláusula
expresa en el Código Penal dominicano. Concepto y presupuestos. Evolución dogmática.
Equiparación con la realización activa: la teoría de la equivalencia estructural. Peculiaridades del
tipo objetivo en el tipo de Comisión por omisión: a) posición de garante: función de protección de un
bien Jurídico y deber de control de una fuente de peligro; b) producción de un resultado; y c)
capacidad para evitar el resultado. Peculiaridades del tipo subjetivo en el tipo de comisión por
omisión.

La acción penalmente relevante.

La acción es un concepto prejurídico, omnicomprensivo tanto de comportamientos activos como


omisivos, y que constituye el primer eslabón de la teoría del delito y primer presupuesto para la
sanción.

Acción. La conducta humana (acción u omisión) es la base sobre la cual descansa toda la estructura
del delito. Si no hay acción humana, si no hay conducta, no hay delito. Sin embargo, el concepto de
acción engloba igualmente el de omisión, en la cual existe una conducta en la que conscientemente
se evita una acción concreta. Una de las principales funciones del concepto de acción es servir de
límite o filtro para seleccionar previamente las acciones que pueden ser relevantes para el Derecho
Penal.

En su más amplia concepción, en el sentido del derecho penal, la acción es el comportamiento


exterior voluntario que causa un resultado.

Elementos de la acción.

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La acción consta de 3 elementos:

a) la voluntad del autor:

La voluntad, en el sentido que aquí la tomamos, es el proceso anímico impulsor o inhibidor de los
nervios motores y, así, de la actividad o inactividad corporal de la persona. Si la actividad
o inactividad corporal es ajena a la actuación real o posible de ese factor anímico, no representa una
acción personal.

b) el comportamiento exterior de éste; 

Es la actividad a través de la que se manifiesta en el exterior el impulso interno.

 c) en los delitos que lo exigen, el resultado.

Como componente de la acción, no es su resultado jurídico.


Este, que corresponde a todo delito, es la ofensa que el delito implica para un bien jurídico. Ofensa
que puede existir con el daño o lesión del bien o sólo con su exposición a peligro, presumido o real.
El resultado, como elemento material integrante de la acción, puede consistir en algo físico o en algo
síquico
El resultado es una consecuencia del comportamiento. Entre ambos debe mediar una relación de
causalidad
(Raúl Eugeni Zaffaroni)

La ausencia de acción por involuntabilidad.

La involuntabilidad es la incapacidad psíquica de conducta, es decir, el estadio en que se encuentra el


que no es psíquicamente capaz de voluntad.
En el curso de la exposición veremos que (en el aspecto positivo del delito) se requiere una
capacidad psíquica de voluntad para que haya conducta (de la que nos ocuparemos aquí), una cierta
capacidad psíquica para que haya tipicidad y otra para que haya culpabilidad (llamada
imputabilidad). A la suma de las tres la llamamos capacidad psíquica del delito.

Fuerza física irresistible.

 La fuerza física irresistible es cualquier fuerza que impide a una persona moverse a voluntad, es
decir, la que reduce al cuerpo a una condición mecánica, sea impulsado por fuerza externa o interna

El art. 64 CP establece, junto a los supuestos de estado de demencia –que en puridad son supuestos
de exclusión de la culpabilidad-, que “cuando al momento de cometer la acción el inculpado (…) se
hubiese visto violentado a ello por una fuerza a la cual no hubiese podido resistir, no hay crimen ni
delito”.

Las notas esenciales para que pueda apreciarse la fuerza irresistible son que se trate de una fuerza de
carácter físico, de origen exterior y que anule totalmente la voluntad.

La limitación de esta excusa a la vis física o fuerza de carácter físico, con exclusión de los supuestos
de vis moralis o violencia moral, viene justificada, desde una perspectiva legal, de la conjunción de
los conceptos violentado y fuerza, que se utilizan el art. 64 CP, y desde una perspectiva dogmática,
del hecho de que sólo en tales casos la acción del inculpado no depende en absoluto de su voluntad.

50
La ejecución de un acto, por ejemplo, bajo la conminación inmediata de muerte –vis moralis- podrá,
en su caso, excusar la responsabilidad de quien actúa, pero dicha excusa no deriva de que su acción
no dependa de su voluntad natural, pues, a pesar de ser compelida, todavía tiene la posibilidad de
oponerse a ella.

El carácter exterior de la fuerza implica que la voluntad del sujeto no se haya visto anulada por
motivaciones o fuerzas internas, tales como impulsos provocados por un arrebato o situación
pasional o incluso actuaciones en cortocircuito en que el sujeto actúa de manera irreflexiva. Tales
supuestos también pueden tener una influencia en la excusa o disminución de la responsabilidad,
pero no por excluir la acción, sino por la incidencia que tengan en la menor culpabilidad del sujeto,
como son los casos de inmediatez en la previa provocación de la víctima en los delitos contra las
personas (art. 321 CP) o la castración inmediatamente provocada por ultraje violento a la honestidad
(art. 325 CP).
El carácter exterior de la fuerza no implica, sin embargo, que, necesariamente, tenga que tener origen
humano, siendo perfectamente posible que tengan origen natural como, por ejemplo, supuestos de un
terremoto o una inundación en que el sujeto se ve arrojado contra bienes patrimoniales u otras
personas causando daños o lesiones.

La última característica es que sea irresistible. Ello implica que la fuerza, además de ser física y
externa, debe ser absoluta, como manifestación de la anulación completa de la voluntad del sujeto.
Los casos en que la fuerza sea vencible y dependiendo de las circunstancias concurrentes en el caso,
cabría apreciar atenuaciones o incluso otras excusas, en atención a la concreta afectación que tengan
sobre la capacidad de motivación del sujeto.
a su hijo-.

Estado de absoluta inconsciencia. Actos reflejos.

Ninguna de ambas situaciones aparecen recogidas expresamente en el CP, como tampoco aparecen,
por ejemplo, en el CP español, lo que no es impedimento para que desplieguen los efectos de excusa
que le son propios al impedir que concurra el presupuesto típico de la acción humana.

Los movimientos reflejos son aquellos actos que desarrolla el cuerpo humano directamente desde
los centros motores sin mayor intervención de la conciencia como pueden ser convulsiones,
espasmos e incluso determinados movimiento instintivos.
De ese modo, por ejemplo, quien a consecuencia de las convulsiones de un ataque epiléptico provoca
la destrucción de injertos quedaría excusado del delito previsto en el art. 447 CP. En todo caso,
nuevamente hay que insistir en que si bien cabe incluir en esta categoría determinados tipos de
movimientos instintivos como los de protección, no lo serían aquellos de tipo impulsivo, como el
caso de la llamada retorsión o agresión, sea física o de palabra, a quien profiere una ofensa verbal.

Las situaciones de inconsciencia, por su parte, también son supuestos en que a pesar de existir
movimientos corporales queda totalmente excluida o anulada la voluntad humana, en este caso,
porque el sujeto carece de conciencia de la conducta realizada. Son los supuestos de sonambulismo,
narcosis o hipnosis. Así, por ejemplo, quien encargado del cuidado de un niño es narcotizado por un
tercero y no evita que caiga desde una ventana quedaría excusado del homicidio imprudente (art. 319
CP).
Estas situaciones deben distinguirse de las conductas realizadas en estado de demencia, reguladas en
el art. 64 CP, en las que la consciencia no está ausente, sino alterada, ya que en tales supuestos, como
ya se dijo, lo determinante es la falta de motivación suficiente y, por tanto, la culpabilidad.

El concepto causal de la acción.

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La concepción causal de la acción surgió a finales del siglo XIX y fue la posición predominante en la
doctrina hasta bien entrado el siglo XX.

Este concepto causal-naturalista constituyó el pilar fundamental sobre el que se elaboraron autores
como Von Liszt el esquema clásico del delito. En dicho esquema la acción era concebida como
un movimiento corporal provocado por un impulso de la voluntad que causa una modificación del
mundo exterior. El elemento fundamental de tal definición era la "causalidad", dado que el "impulso
de la voluntad" sólo interesaba como causa del movimiento corporal, siendo indiferente cuál fuera el
contenido de dicha voluntad y si se dirigía o no a realizar el hecho. Para el concepto causal de acción
es irrelevante, por ejemplo, si el movimiento corporal va dirigido a matar a una persona, o a espantar
una abeja; lo único trascendente es si ha o no causado una modificación del mundo exterior.

En la teoría neoclásica, cuyos representantes más destacados fueron Mezger y M. E. Mayer, por
inspiración de la filosofía neokantiana y el resurgir de valorativismo, se mantuvo en su integridad las
características definitorias de la teoría clásica, pero añadiendo el matiz corrector de que dicho
movimiento corporal fuera manifestación de la realización de la voluntad del ser humano en tanto
que ello dotaba de valor y sentido a la acción humana.

Concepto final de la acción.

El concepto final de acción, formulado por Welzel a partir de los años 30 del s. XX, comparte con el
causal su carácter prejurídico, sin embargo, el concepto final de acción pone el acento, partiendo de
la naturaleza de las cosas, en la finalidad como elemento esencial de la acción humana, al entender
que en ella radica la diferencia de las acciones humanas con el resto de eventos causales.

Así, ya no es sólo el contenido de la voluntad de querer realizar la acción, predicado por los
causalistas neoclásicos, lo que distingue la acción humana, sino el que el sujeto, conociendo los
cursos causales y pudiendo prever las consecuencias de su conducta, desarrolle una actividad con la
finalidad de conseguir un objetivo, planificando su acción. En ese sentido, el concepto final de
acción es valorativo y subjetivo.

Concepto personal de la acción.

El concepto personal de acción, defendido por Roxin, para quien su característica fundamental es
que sea una manifestación de la personalidad. Con este concepto pretende, por un lado, esencializar
la conducta humana frente a otras manifestaciones humanas que no están controladas por la
personalidad, dotándola, de ese modo, de un matiz subjetivo, y, por otro, permitir una labor
delimitadora del resto de categorías jurídicas, al excluir del mismo la conciencia y la voluntad.

Concepto personal de la acción.
Lo define como lo que se produce por un humano como centro de acción anímico-espiritual o, más
brevemente, como exteriorización de la personalidad

Concepto social de la acción.

La teoría social de la acción, asumió como objetivo incidir allí donde habían fracasado el concepto
causal y final: el intento de ofrecer un concepto unitario de conducta. Para ello, ya en los años 30 del
s. XX, autores como Larenz y H. Mayer inciden en un aspecto objetivo-final de la conducta como es

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que, con independencia de la intención del sujeto, resulte objetivamente adecuada para cualquiera
que pudiera pretender producir el resultado buscado. De ese modo, sólo sería acción aquélla que
socialmente puede ser valorada como apta para producir el resultado. Más modernamente, en autores
como Jescheck, se pasará a una conceptuación en que se afirma de manera genérica que sólo las
conductas socialmente relevantes son las que pueden interesar a priori al Derecho penal.

Concepto negativo de la acción.

La búsqueda de un concepto de acción no es un mero ejercicio intelectual, sino que tiene una amplia
repercusión sistemática y dogmática. Ya se ha comprobado como, con centro en el concepto de
acción, se desarrollaron distintas estructuras y categorías sistemáticas dentro del delito. No acaba ahí
la importancia práctica del concepto de acción. También tiene una influencia relevante en delimitar
aquellas conductas procedentes del hombre que, a pesar de causar resultados típicos, deben quedar
excluidas del Derecho penal por no ser aptas ya inicialmente para considerarse acciones sobre las
que se pueda proyectarse un juicio de responsabilidad penal. Son las llamadas causas de exclusión de
la acción y se caracterizan, en el lado positivo, por ser conductas que tienen su origen y se
desarrollan por el cuerpo humano y, en el lado negativo, porque no pueden ser consideradas como
humanas, en el sentido de que no cuentan con las notas que, según se ha expuesto para cada teoría de
la acción, son esenciales para definirlas como resultado del comportamiento humano, careciendo por
ello de relevancia penal.

Algunos ordenamientos hacen expresas alguna o algunas de estas causas de exclusión de la acción en
su articulado como supuestos de exclusión de la responsabilidad penal, pero lo común es que no se
haga mención a ellas. Ello no es impedimento, sin embargo, para que se pueda apreciar su eficacia
para excluir la responsabilidad penal, ya que conceptualmente está ausente uno de sus prepuestos
esenciales: la acción. Es más, la inclusión expresa en los ordenamientos penales de estas causas
viene siendo considerada por muchos autores como superflua e innecesaria.

La Omisión. Concepto.

La omisión es un concepto normativo, porque presupone la existencia de una norma (no


necesariamente jurídica).
En este sentido, por omisión no debe entenderse la mera pasividad, en mero no hacer; omitir
significa no hacer algo determinado prescrito por una norma. Rara vez existirá una real
pasividad en la realización de una omisión, pues si lo relevante no es el hecho de no hacer, sino el no
hacer lo que la norma prescribe, mientras se infringe la norma (mientras no se ayuda al herido), el
agente puede estar realizando otras muchas acciones (fumar, correr, conducir, etc.

Formas típicas de realización omisiva: a) concepto; b) clases;

La omisión constituye otra forma de realización de los delitos junto a la modalidad comisiva. Esa
posibilidad de realización omisiva puede plantearse de dos maneras distintas:

-Los delitos de omisión pura son conductas elevadas a delitos específicos por el legislador en la
parte especial de los Códigos Penales. Se trata de delitos en los que lo que realiza el tipo no es la
omisión de la evitación de un determinado resultado, sino la mera omisión de una acción que el
ordenamiento jurídico ordena que se realice en aras, ciertamente, de la protección de un bien
jurídico, pero sin que la producción de ese resultado constituya elemento del tipo correspondiente,
ni, por ello, la efectiva evitación del mismo forme parte del contenido del mandato. Son, en otras
palabras, delitos de mera actividad; o, mejor, delitos de “inactividad”.

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-En los delitos realizados en comisión por omisión no estamos ante figuras delictivas reguladas de
modo independiente por el legislador, sino ante formas de realización de los tipos de resultado de la
parte especial. La conducta realizada en comisión por omisión deberá ser subsumida directamente en
los tipos legales respectivos de la parte especial. Ello ha planteado una notable discusión doctrinal
acerca de la compatibilidad de esta figura con el principio de legalidad, en los casos – como ocurre
en el CP dominicano- en los que no hay una cláusula legal expresa que permita dicha subsunción. La
cuestión será, entonces, determinar si es precisa dicha expresa regulación por parte del legislador o,
si, en cambio, la conducta puede subsumirse directamente en los tipos de la parte especial, al menos
en los delitos puros de resultado, los cuales no introducen formas específicas de acción (como el
robo con violencia) ni requieren ser realizados de propia mano (como las agresiones sexuales), sino
que limitan la descripción típica a la producción de

c) Distinción entre la acción y la omisión;

La diferencia fundamental entre acción y omisión, a efectos de imputación penal, es que la acción
constituye la aplicación de energía en el mundo exterior que producirá causalmente el resultado; en
cambio, la omisión no causa nada; expresado en el adagio latino: ex nihilo nihil fit, por lo que no
cabrá apreciar una relación causal entre la omisión y el resultado

El criterio de delimitación será el de la causalidad. Así, “debe empezarse preguntando si el resultado


se ha causado por una acción positiva, sea dolosa o imprudente, que constituya delito; cuando la
respuesta sea positiva deberá afirmarse la presencia de un delito e acción”
d) Los elementos típicos de la omisión.

-En el delito omisivo se plantea como primer elemento de partida la existencia de una situación
típica, en la que deben darse los elementos descritos en el correspondiente tipo penal y a partir de la
cual surge el deber de actuar.

-El segundo elemento será la ausencia de la acción debida, pudiendo Consistir el comportamiento
del sujeto, como ya hemos anticipado, desde no hacer nada, hasta realizar otra conducta distinta a la
prescrita por el mandato.

-El tercer elemento básico es la capacidad actual del sujeto de realizar la conducta omitida, tanto
en un sentido puramente fáctico (casos de fuerza irresistible, etc., en los que estaríamos ante una
ausencia de acción) como en un sentido normativo, debiendo serle exigible la conducta: así, no sería
exigible una acción que conllevará un riesgo para la propia vida del sujeto, pues el derecho penal no
puede aspirar al heroísmo de los ciudadanos

La comisión por omisión: ausencia de cláusula expresa en el Código Penal dominicano.


¿para poder aplicar la comisión por omisión es preciso que el legislador haya incluido una cláusula
específica que avale tal modalidad de realización delictiva, o por el contrario los supuestos de
comisión por omisión pueden subsumirse directamente en los tipos respectivos de la parte especial
del Código Penal?

Ello es especialmente importante por cuanto el CP dominicano no posee ninguna cláusula –ni
general, ni específica para grupos determinados de delitos- que incorpore la comisión por omisión,
por lo que, caso de considerarse que ello es requisito sine qua non, podría argumentarse que su
aplicación efectiva Vulneraría el principio de legalidad.

Ante esta discusión se enfrentan dos concepciones doctrinales opuestas: (a) un primer grupo
doctrinal que considera indispensable de cara al respeto al principio de legalidad la introducción

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expresa en el CP de la posibilidad de castigar por comisión por omisión, y (b) un sector que parte de
la premisa que la comisión por omisión ya está regulada en la descripción típica de los
Correspondientes delitos de resultado

Concepto y presupuestos.

La comisión por omisión constituye una forma de realización de los tipos de resultado recogidos en
la parte especial del CP. Así, delitos como el homicidio, las lesiones, el aborto, las detenciones
ilegales y en general todos aquellos delitos cuya regulación no prevea formas específicas de
actuación, sino meramente la producción de un resultado lesivo, podrán ser realizados tanto por
acción como por omisión.

El principal presupuesto para determinar la comisión por omisión lo es Situación de garante que
resulte equiparable a la imputación en el delio comisivo. La situación de garante conlleva el dominio
de la situación de riesgo y, por ello, que la víctima se halle en una situación de dependencia con
respecto al omitente
“Es lo que la doctrina ha venido denominando “deber de garante” y que para algunos autores
constituye el criterio esencial de atribución de responsabilidad en la comisión por omisión.

Evolución dogmática.

Hasta mediados del siglo XIX, mientras imperaba un concepto del delito de corte hegeliano y basado
en la responsabilidad moral, la atribución de responsabilidad
por el resultado de determinadas omisiones no planteaba un problema especial. Fue con el
surgimiento de la metodología causalista y su enfoque naturalísta, que concebía el delito como la
realización de un movimiento corporal que causa una modificación en el mundo exterior, cuando la
omisión se convirtió en un problema para el derecho penal. Así, dado que los caracteres centrales del
delito, inspirados en la metodología de las ciencias naturales, eran instancias fácticas como la acción
(entendida ésta como un movimiento corporal externo) y la causalidad, la omisión, caracterizada
precisamente por la falta de causalidad y por la ausencia de un movimiento corporal, no podía sino
pasar a configurarse como un cuerpo extraño en el sistema penal.

2. Tras fracasados intentos de hallar en la omisión una causalidad en sentido naturalísta, la doctrina
terminó por renunciar a situar la causalidad como núcleo de la responsabilidad penal en la omisión,
optando por adoptar una concepción de carácter normativo – inherente al propio concepto de
omisión-, pasando a concebir la esencia del ilícito de la omisión en la infracción de un deber
cualificado y específico de evitar el resultado. Surge con ello la teoría del “deber de garante” que,
parcialmente, imperará hasta nuestros días. En un primer momento, los deberes de garante se
concibieron en un sentido formal, a partir del trío ley, contrato e injerencia. Es decir, deberes de
garante serían los determinados por la ley (tales como las obligaciones inherentes a las relaciones
paterno-filiales o al matrimonio, contempladas habitualmente en los Códigos Civiles), los surgidos
en virtud de relaciones contractuales, y el deber de salvaguarda derivado de un actuar precedente que
genera una situación de peligro.
Más adelante, a medida que iban surgiendo nuevas realidades sociales y que la teoría de los deberes
formales de garante se consideraba demasiado limitada para abarcarlos, se desarrolló una concepción
del deber de garante de carácter material, especialmente a partir de la llamada “teoría de las
funciones” de Armin KAUFMANN, que incorpora una serie de fuentes del deber de garante basadas
ya en el deber de proteger el bien jurídico, ya en el deber de control de la situación de peligro.

3. No obstante, por otro sector doctrinal más reciente se ha puesto en duda que el deber de garante
permita trazar una verdadera equiparación con la realización activa del delito, considerando unos

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(Mir Puig, por ejemplo) que es insuficiente, y otros (Silva Sánchez o Gimbernt) incluso que no
resulta necesario. Estos autores parten de que lo determinante para poder equiparar la omisión a la
acción en los delitos de resultado es –brevemente expresado- que el omitente tenga a su cargo el
control de una situación de peligro por haber asumido su vigilancia, y que permita con su omisión
que ese riesgo desemboque en el resultado. Es lo que podemos denominar “teoría de la equivalencia
estructural”, por cuanto, a diferencia de la teoría de los deberes de garante, no se limita a buscar una
mera equiparación valorativa con la acción, sino que aspira a una cuasi-identidad estructural basada
en la utilización de los mismos criterios de imputación.

Equiparación con la realización activa: la teoría de la equivalencia estructural.

Los presupuestos básicos de esta concepción han sido desarrollados con especial concreción por
Enrique Gimbernat, quien ya con sus primeros escritos sobre el tema ha ejercido una influencia
directa sobre otros autores de habla hispana. Esta concepción viene presidida por una pretensión
restrictiva dirigida a limitar el castigo de la comisión por omisión a los casos de los que
verdaderamente pueda predicarse una identidad de sentido (esto es, una identidad en las estructuras
de imputación) con la acción, evitando la ampliación de la comisión por omisión a supuestos que
carecen de los requisitos para esa equiparación, a que había llevado la teoría de los deberes de
garante

Sus planteamientos básicos serían los siguientes. Lo característico de los delitos activos de
resultado es que en ellos el agente crea con su acción un riesgo prohibido, ya surgiendo ex
novo, ya transformando un riesgo que hasta entonces era permitido en prohibido, y que ese
riesgo produce causalmente un resultado. Además, para imputar ese resultado como obra del
agente, es preciso poder acreditar con total certeza que tal foco de riesgo creado por el agente
ha sido causa del resultado. Trasladando tales criterios de imputación objetiva al ámbito de la
omisión, será entonces necesario para la equiparación estructural que la omisión del sujeto genere o
aumente una situación de riesgo, y que el resultado venga determinado con total seguridad por ese
foco de riesgo. Pero si, como se sabe, ex nihilio nihil fit, ¿cómo puede sostenerse que una omisión
pueda crear o aumentar una situación de riesgo? Ello puede fundamentarse en que el riesgo es un
concepto normativo, cuya existencia y medida ha de ser evaluada en atención no sólo a la posibilidad
de producción de resultado sino también en la presencia o ausencia de medidas de precaución, a
partir de las cuales puede establecerse una mayor o menor probabilidad de lesión y, normativamente,
trazar la diferencia entre riesgos permitidos por el derecho y riesgos prohibidos

Peculiaridades del tipo objetivo en el tipo de comisión por omisión:

a) posición de garante:

La persona que se encuentre en esa posición estrecha de vinculación con el bien jurídico es
denominada garante.”…. “¿cuándo se da la estrecha relación entre el omitente y el bien jurídico que
caracteriza la posición de garante? se distinguen dos situaciones diversas: cuando el omitente tiene a
su cargo el cuidado de una fuente de peligro frente a la generalidad de los bienes jurídicos y cuando
tiene a su cargo el cuidado de un bien jurídico frente a los peligros que puedan amenazarlo.” 

La posición de garante se encuentra constituida por el conjunto de circunstancias y condiciones que


hacen que jurídicamente una persona esté particularmente obligada a proteger un bien jurídico de un
riesgo o a supervigilar su indemnidad con relación a ciertas fuentes de peligro; estas circunstancias
específicas hacen para el derecho, que quien omite salvaguardar el bien sea asimilado a autor del
hecho punible o a partícipe del mismo.

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Función de protección de un bien jurídico y deber de control de una fuente de peligro;

Bajo este primer grupo se incluyen aquellos supuestos en los que el sujeto está obligado a proteger
un determinado bien jurídico de los peligros que puedan amenazarse, fundado tal deber en
determinadas relaciones especiales entre el omitente y el interés protegido.
a) Estrecha vinculación familiar: Las relaciones familiares estrechas –o de convivencia,
asimiladas - generan un haz de expectativas de protección o salvaguarda que pueden derivar en una
situación de mutua dependencia de unas personas respecto de otras
b) Comunidad de peligro: “esa comunidad de peligro sólo puede fundamentar una posición de
garante cuando se trata de una empresa arriesgada concertada por anticipado y no, en cambio,
cuando Se ha originado de una manera casual
c) La asunción voluntaria: Este supuesto puede erigirse, en realidad, en presupuesto central de
la comisión por omisión. La idea básica radica en que quien asume voluntariamente el control de una
situación de peligro se convierte en garante de la misma, estando obligado a evitar que desemboque
en el resultado.

c) producción de un resultado;

Junto a los deberes de protección de un determinado bien jurídico, la situación de garantía puede
proyectarse también hacia el control de un determinado foco de peligro, respecto del que el garante
queda obligado a evitar que del mismo se deriven lesiones frente a cualesquiera bienes jurídicos.

a) El actuar precedente (o injerencia): El actuar precedente constituye una de las fuentes del
deber de garante más antiguas doctrinalmente; no obstante, es también una de las que más
controversia suscita. La idea básica radica en que quien con su conducta precedente provoca una
situación de peligro se halla obligado a evitar que de ella se deriven resultados lesivos siendo
responsable de los mismos en caso de su producción como si los hubiera causado por una conducta
activa.
b) Deber de control de fuentes de peligro que operan en el propio ámbito de dominio:
Constituye ésta quizá una de las más evidentes fuentes de la posición de garante, dado que parte de
una premisa comúnmente aceptada: quien tiene bajo su esfera de dominio social una fuente de
peligro (fábricas, vehículos, animales, máquinas, etc.) está obligado a vigilar esos riesgos en aras de
evitar que de ello se deriven resultados lesivos
c) Deber de control de acciones peligrosas de terceras personas: En no pocas ocasiones de la
vida social determinadas personas asumen el compromiso de vigilar los comportamientos de otros
que, debido a determinadas circunstancias, pueden constituir un riesgo para sí mismos o para los
demás. Requisito imprescindible para ello será que el deber de vigilancia abarque la obligación de
controlar una específica peligrosidad que pueda emanar de la conducta del vigilado.

y c) capacidad para evitar el resultado.

Este elemento de la estructura del tipo de omisión requiere, además de valorar si el autor era capaz,
teniendo en cuenta las circunstancias del caso concreto, de realizar la acción debida, que,
precisamente por las circunstancias del caso concreto, exista una casi total seguridad de que, de
haber actuado, el autor hubiera impedido la producción del resultado.

Peculiaridades del tipo subjetivo en el tipo de comisión por omisión.

Junto a los requisitos necesarios para fundar los presupuestos de responsabilidad de la comisión por
omisión, la imputación de un resultado delictivo a una omisión presupone asimismo la concurrencia

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de los requisitos generales de la imputación objetiva y subjetiva que también son aplicables al delito
comisivo, a saber: la causalidad y la relación de riesgo en el tipo objetivo, y el dolo o la imprudencia
en el tipo subjetivo.

Si bien, ciertamente, tales elementos son igualmente exigibles en el delito omisivo, pueden presentar
alguna particularidad en su aplicación, que precisa de un análisis concreto.

Los delitos de comisión por omisión el requisito de la relación de causalidad que preside la
imputación del delito activo, no será de aplicación. En lugar de ello, para que pueda imputarse el
resultado será preciso poder concluir el sujeto habría podido evitar el resultado si hubiera realizado
la acción a la que estaba obligado. Es lo que la doctrina denomina “causalidad hipotética”.

Tema 7
Tipos de Imperfecta Realización. Actos preparatorios punibles y tentativa. Consideraciones
generales: I. Planteamiento. Etapas del delito: Fase interna (itercriminis) y fase externa. Fundamento
de la punición de fases anteriores a la consumación: a) teorías objetivas; b) teorías subjetivas; c)
teorías mixtas; y d) toma de posición. II. Actos preparatorios punibles: punibilidad, fundamento y
naturaleza jurídica. III. La tentativa. Fundamento del castigo de la tentativa y el principio de
lesividad. Delimitación entre actos preparatorios y ejecutorios. Delimitación de la tentativa frente a
los actos preparatorios. La parte objetiva del tipo de la tentativa: a) el comienzo de ejecución; y b)
ejecución parcial o total. La parte subjetiva del tipo de la tentativa. Tentativa acabada, consumación
y terminación (o agotamiento) del delito. El delito imposible o tentativa inidónea. El desistimiento
voluntario. La regulación de la tentativa en el Código Penal dominicano.

Actos preparatorios punibles y tentativa.


Los actos preparatorios son formas previas de codelincuencia en el hecho consumado. Así, la
conspiración constituye una forma previa de coautoría, o coautoría anticipada, y la proposición
puede verse como una inducción frustrada. La consecuencia es que todas estas figuras se hallan
sometidas a los principios que rigen la codelincuencia como el de accesoriedad limitada de la
participación y el de imputación reciproca de los actos de los coautores, respecto al hecho futuro que
se refiere.

Consideraciones generales: I. Planteamiento.

Etapas del delito: Fase interna (itercriminis) y fase externa.

Las fases del delito o iter criminis.

La fase interna. Esta fase se encuentra sumergida en la esfera psíquica y espiritual del autor. Sólo él
la conoce. Además, está vedado su acceso a otros, por razones de protección
de Derechos Fundamentales y organización política de los Estados respetuosos de
la libertad de pensamiento. Aunque fuere posible en un determinado caso, conocer
los procesos cognitivos de determinado sujeto, y a pesar que estos fueran delictuosos, aun así, no
podría justificarse ninguna afrenta jurídico penal (cogitationis poenam nemo patitur). Desde los
albores del pensamiento liberal de LOCKE y HOBBES, se protege la intimidad intelectual y
cognoscitiva de los hombres, a través de la escisión clara entre la moral y el Derecho. En la fase
interna del delito podemos señalar la ideación, la deliberación y la resolución criminal. La ideación
no es otra cosa más que la concepción potencial del acto de delinquir por el autor. En la deliberación,
el autor se auto cuestiona la ejecución del delito previo a la toma de una decisión final. Advierte
ventajas y desventajas, probabilidades de éxito o fracaso, en fin, todos aquellos
elementos personalísimos, circunscriptos a móviles y motivaciones autárquicas. Finalmente, la fase

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interna concluye con una resolución delictiva final. Los estadios psicológicos anteriores puede faltar,
pero en los delitos dolosos, la resolución criminal no puede faltar jamás. Quizás su duración sea
mínima, pero siempre direcciona, el nacimiento de la intención de cometer un delito determinado.

 La fase externa del delito esta estructurada por los actos de ejecución.

Estos contienen los actos preparatorios, la tentativa y la consumación. Los actos preparatorios
constituyen la organización material y externa del autor o autores, sin comenzar a ejecutar ninguno
de los verbos rectores del tipo penal planificado o resuelto a cometer. Estos actos preparatorios son:
la proposición, la conspiración, la provocación y la apología del delito. Los actos preparatorios por
regla general serán impunes, salvo en los casos que la Ley, disponga lo contrario taxativamente. La
tentativa es el comienzo de actos inequívocos de ejecución, que no logran el perfeccionamiento del
tipo objetivo, por causas ajenas a la voluntad del agente (excluyéndose el desistimiento voluntario y
el arrepentimiento activo). Por norma general, la tentativa será castigada siempre, como la comisión
misma naturaleza del delito.

Fundamento de la punición de fases anteriores a la consumación: a) teorías objetivas; b)


teorías subjetivas; c) teorías mixtas; y d) toma de posición.
Las opiniones acerca del fundamento de la punición de la tentativa se dividieron conforme a las
perspectivas legitimantes del poder punitivo de los diferentes autores, y dieron por resultado que
unos intentasen la explicación en razón de circunstancias objetivas, y otros lo hiciesen fundados en la
subjetividad del agente, sin perjuicio de una tercera corriente, que se ubicó en el marco del
pretendido derecho penal subjetivo del estado. Conforme a estas tres variables legitimantes, se
sostuvo una teoría objetiva, otra subjetiva y una tercera denominada mixta.
Las ideas plasmada por MIR PUIG establecen porqué, a pesar de no producirse el resultado
planificado por el autor, en algunos casos sin ni siquiera poder afirmar la puesta en peligro efectivo
del bien jurídico, el Estado debe desplegar su potestad punitiva.

Las teorías objetivas sostienen que el castigo está justificado, por la puesta en peligro del bien
jurídico protegido. Esto explica porque, las diversas manifestaciones de actos de ejecución se
castigan con diferente intensidad, de acuerdo a su aproximación objetiva, a la lesión del bien
jurídico. Estas son sus consecuencias político criminales.

a. El principio de impunidad de los actos preparatorios, en virtud de su objetivo distanciamiento con
el bien jurídico (insuficiente peligrosidad objetiva)
b. Menor punición de la tentativa respecto a la consumación, ya que objetivamente es menos grave la
puesta en peligro que la lesión al bien jurídico.
c. La impunidad de la tentativa completamente inidónea, porque no resulta objetivamente peligrosa.

Las teorías subjetivas ven el fundamento de la pena de las fases anteriores a la consumación en la


voluntad contraria al Derecho, manifestada por el autor. Aquí lo reprochable para quienes
sostuvieron esta teoría, entre otros, WELZEL, es el desafió al norma, con actos manifiestos y
externos.
Las consecuencias políticas, de tales posturas serian (en caso que aceptásemos este planteamiento
desde su forma pura, cosa que no puede suceder):

a. Una ampliación del contenido de los actos preparatorios punibles, desde el momento en que pueda
afirmarse en el autor, una afrenta a los valores juridificados por el Derecho penal.
b. Igual punición de la tentativa y la consumación, porque en ambas, el tipo subjetivo o intención se
ha perfeccionado, independientemente del resultado.

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c. Punición de la tentativa absolutamente inidónea, puesto que la inidoneidad objetiva no empece a la
presencia de una perfecta voluntad criminal.

 Las teorías mixtas parten de la voluntad delictiva como fundamento del castigo, pero creen limitar
éste por las exigencias objetivas de la conmoción de la colectividad (teoría de la impresión o
conmoción). Las consecuencias político criminales de esta perspectiva, serian:
a. La adopción de criterios objetivos para la delimitación de actos preparatorios y actos ejecutivos:
sólo se deben castigar los actos que producen ya una objetiva conmoción social.
b. La atenuación facultativa de la pena de la tentativa: según se aminore o no la conmoción social.
c. La impunidad de la tentativa irreal, porque no determina alarma social alguna.

d) toma de posición.

II. Actos preparatorios punibles: punibilidad, fundamento y naturaleza jurídica.

Frente a la finalidad preventiva, el principio de lesividad, así como el clásico principio cogitationes
poena nemo patitur (que en realidad puede entenderse como una concreción del anterior “los
pensamientos no delinquen”;) Por regla general sólo aquellas conductas que conlleven un cierto
riesgo para la indemnidad de los bienes jurídicos habrán de ser sancionadas bajo pena, pues
“los pensamientos no delinquen”; es decir, que el Estado debe respetar el fuero interno de la persona,
sin que resulte legítimo el castigo de la mera exteriorización de las ideas o de las intenciones
criminales.

De ahí que se establece la impunidad de los actos preparatorios del delito, pues los mismos, en
principio, carecen del peligro necesario para ser merecedores de sanción penal y forman parte del
ámbito privado de actuación del sujeto.

No obstante, es habitual que esa regla de la impunidad encuentre excepciones ante casos
considerados especialmente peligrosos. Tales excepciones se configuran en los códigos penales
elevando a delitos autónomos determinadas conductas – tales como tenencia o venta de explosivos o
de otros útiles dirigidos a la comisión de delitos -, o bien configurando formas preparatorias de
intervención delictiva.

En el CP dominicano se encuentran diversos tipos delictivos que constituyen en realidad formas


anticipadas de otros delitos castigadas autónomamente. Así, por ejemplo, el art. 277, bajo la rúbrica
“Disposiciones comunes a los vagos y mendigos”, dispone que “se impondrá la pena de prisión
correccional de seis días a seis meses a los mendigos o vagos a quienes se aprehendieren disfrazados,
o que lleven armas, aun cuando no hubieren hecho uso de ellas, ni proferido amenazas contra
persona alguna.

Se castigará con la pena de tres meses a un año, a los que vayan provistos de limas, ganzúas u otros
instrumentos que puedan servir para cometer robos u otros delitos, o que puedan facilitarles los
medios de introducirse en las casas”.

O, por poner otro ejemplo, en el art. 403 CP se castiga tanto el homicidio consumado del Presidente
de la República, como asimismo la proposición de realización de tal delito, cuando haya habido
“proposición hecha y no aceptada de formar una trama para consumar el atentado”.
Por lo que respecta a la segunda alternativa de tipificación, la misma ha sido utilizada
tradicionalmente por el legislador español con el castigo de las figuras de la conspiración,
proposición y provocación para delinquir (arts. 17 y 18 CP) ; pero puede encontrarse también,
aunque bajo otra formulación, por ejemplo en el art. 285 del CP dominicano, cuando, bajo la rúbrica

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de los “Delitos cometidos por medio de escrito, imágenes o grabados distribuidos sin el nombre del
autor, impresor o grabador”, se castiga el supuesto – muy similar a la figura de la “provocación”-
consistente en que “Si en el escrito se provocare o excitare a una o más personas a cometer
crímenes o delitos”.

III. La tentativa. Fundamento del castigo de la tentativa y el principio de lesividad.

El castigo de la tentativa de delito, así como incluso la de determinados actos preparatorios, se


fundamenta en la finalidad preventiva del ius puniendi; así, en aras de una más efectiva protección
de los bienes jurídicos, se castigan ya fases anteriores a la consumación para intentar evitar,
mediante la función de motivación de las normas de conducta, no sólo la lesión, sino ya la
realización de conductas que puedan llegar a lesionar los intereses protegidos por el derecho penal.

Principio de lesividad

Frente a la finalidad preventiva, el principio de lesividad, así como el clásico principio cogitationes
poena nemo patitur (que en realidad puede entenderse como una concreción del anterior), vienen a
operar como límites restrictivos de la punición. Desde el primero, como es sabido, sólo aquellas
conductas que conlleven un cierto riesgo para la indemnidad de los bienes jurídicos habrán de ser
sancionadas bajo pena. El segundo, por su parte, establece el presupuesto –propio del liberalismo
político- de que “los pensamientos no delinquen”; es decir, que el Estado debe respetar el fuero
interno de la persona, sin que resulte legítimo el castigo de la mera exteriorización de las ideas o de
las intenciones criminales

Delimitación entre actos preparatorios y ejecutorios.

Los actos preparatorios se encuentran en una fase intermedia entre lo que puede llamarse la “fase
interna” del delito (momento de ideación y deliberación por parte del autor), que indudablemente
pertenece al ámbito de las “cogitationes”, al fuero interno del sujeto, y la “fase ejecutiva”, que entra
ya en el ámbito de la tentativa típica: comprar el arma, hacerse con las ganzúas necesarias para forzar
la puerta, observar el lugar donde se realizará el delito, conseguir cómplices, etc., serían ejemplos de
actos preparatorios.

Los actos ejecutorios.

Son aquellos que entrañan un principio de ejecución y se caracterizan por el hecho de que el agente
ha puesto toda su voluntad en la comisión del hecho.

En cuanto a los actos ejecutivos todos los actos son punibles. Se han utilizado varias teorías para
diferenciar los actos preparatorios y los actos ejecutivos:
1. Teorías subjetivas: serían aquellas para las cuales lo esencial era la peligrosidad del autor:
la acción encaminada a la lesión de un bien jurídico era expresión de la peligrosidad del sujeto, al
que había que castigar para evitar una reiteración de conductas similares
2. Teoría objetivo-material: sostienen que la razón del castigo es la puesta en peligro del
bien jurídico protegido.
3. Teoría mixta: “Lo decisivo para la punibilidad de la tentativa es la voluntad del autor
contraria a Derecho, pero no como un fenómeno en sí mismo, sino entendida en sus efectos sobre la
comunidad
Los actos ejecutivos, en definitiva son aquellos en que el sujeto comienza la ejecución del delito,
independientemente que se termine o no produciendo, es decir que sea consumado (parcial o
totalmente) o que se quede en tentativa de delito.

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En los actos preparatorios el agente solo idea el plan en su mente, sin embargo en los actos
ejecutorios el agente se apresta a realizar la acción con toda su intención puesta en ello.

Delimitación de la tentativa frente a los actos preparatorios.


La general impunidad de los actos preparatorios da lugar a la necesidad establecer un criterio que
permita diferenciar el comienzo de la tentativa de los actos preparatorios pues viene a trazar la línea
de separación entre la impunidad y la relevancia penal. El CP dominicano acoge la fórmula del
comienzo de la ejecución”, proveniente del Código Penal francés de 1810 y de carácter
eminentemente objetivo.
Ese carácter objetivo se traduce en el presupuesto básico de que sólo los hechos exteriores ya
subsumibles en la descripción típica del delito respectivo, y no la fase preparatoria de ideación y
deliberación del delito, pero tampoco la fase externa de preparación previa a la conducta típica,
puede considerarse como un comportamiento relevante para el derecho penal. En este sentido, por tal
noción debe entenderse, en el sentido formal que impone el principio de legalidad penal, el comienzo
de ejecución del tipo penal correspondiente. Ello implica que para establecer el tipo legal de la
tentativa será preciso siempre contar con la respectiva descripción típica del crimen o delito en
cuestión. Así, por ejemplo, la tentativa de homicidio consistirá en comenzar la ejecución de actos
que ya pueden subsumirse bajo la conducta descrita como “matar a otro” (art. 295 CP). De este
modo, actos como comprar el arma, acechar a la víctima o apostarse en el lugar desde el que horas
después se disparará no constituyen un comienzo de ejecución del homicidio, pues no pueden
definirse como “comenzar a matar”. Dicha fórmula, y su vinculación al principio del hecho y al
principio de legalidad, responde a una determinada fundamentación ideológica, inspirada en los
postulados del liberalismo político y la separación entre derecho y moral.

No obstante tal pretensión de seguridad jurídica, dicha definición típica de la tentativa no permite
llegar a una delimitación nítida entre actos ejecutivos y preparatorios, puesto que en realidad no
ofrece un criterio definido de diferenciación, sino una mera descripción genérica y, hasta cierto
punto tautológica, que es preciso dotar de contenido.

La parte objetiva del tipo de la tentativa.

La llamada teoría objetivo-formal es quizá la más restrictiva de las teorías que se afanan por
establecer el comienzo de la ejecución del delito. Según esta concepción (que ha encontrado un
amplio apoyo en la doctrina jurídico-penal española) sólo serán actos de tentativa aquellos que
realicen la acción descrita por el tipo legal correspondiente, esto es, “cuando la conducta del autor
pueda conjugarse conforme al verbo típico”. Expresado inversamente, todos aquellos actos que
queden fuera del sentido del verbo típico serán considerados actos preparatorios. Así, no estaremos
ante una conducta típica y, por tanto, de tentativa, hasta que la acción del autor no pueda
considerarse, por ejemplo, como “matar”, como “robar” o como “estafar”.

a) el comienzo de ejecución; en realidad no aporta criterios para determinar el comienzo de


ejecución, sino que lo que hace es modificar el interro-gante: la respuesta que da a la cuestión de
cuándo comienza la fase ejecutiva es: cuando dé comienzo la realización del verbo típico; con lo que
la respuesta se formula con otro interrogante: ¿cuándo comienza el verbo típico? Ejemplo: ¿cuándo
se comienza a matar?, ¿al sacar la pistola, al apuntar, al disparar?
y b) ejecución parcial o total.

La parte subjetiva del tipo de la tentativa.

Subjetivamente, la tentativa requiere un dolo del agente dirigido a la producción del resultado, en el
sentido de que el autor o bien ha de realizar los actos de ejecución con la intención de producir el

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resultado típico (dolo intencional), o bien, al menos, debe asumir que la realización de dichos actos
dará lugar a la consumación del delito (dolo eventual). Ello implica que no cabe la existencia de una
tentativa imprudente.
Por lo demás, a pesar de que el art. 2 del CP dominicano describa la tentativa punible refiriéndose al
“propósito” del autor, tal noción debe interpretarse en sentido amplio y no identificarse con la
intención que caracteriza al dolo intencional

Tentativa acabada, consumación y terminación (o agotamiento) del delito.

Es cuando delincuente realiza todos los actos necesarios para ejecutar el delito, pero no consigue el
efecto, el sujeto ha realizado todo lo que concebía necesario para conseguir el fin, no le queda nada
más que hacer, y no logra el resultado típico, por una causa fortuita que no previo. El delito ha sido
subjetivamente consumado, es decir, lo es con relación al hombre que lo comete, pero no lo es
objetivamente, ello es, con relación al objeto contra el cual se dirigía y a la persona que hubiera
perjudicado.

Consumación y terminación (o agotamiento) del delito.

La consumación supone la completa realización del tipo penal, pues de la configuración del
respectivo tipo dependerá en qué medida el autor deba realizar su resolución criminal para
alcanzarla.

El delito imposible o tentativa inidónea.

Por tentativa inidónea (también denominada “delito imposible”) deben entenderse aquellos supuestos
en los cuales, ya sea por la inidoneidad de los medios empleados, por la del objeto o bien por la del
sujeto, la conducta era desde un principio inadecuada para llega a la consumación del delito que se
pretendía realizar. Ciertamente, una vez realizada, toda tentativa de delito se revela inidónea para
producir el resultado, pero, desde esa perspectiva de enjuiciamiento ex post (teniendo en cuenta
todos los elementos que han rodeado el hecho), pueden distinguirse las acciones de tentativa que en
el momento de iniciar su realización (ex ante) resultaban adecuadas para producir el resultado,
aunque luego no alcanzaran a producirlo (tentativas idóneas), de aquéllas en las que ya desde ese
momento de inicio de la ejecución existía un factor que hacía imposible la realización del delito
consumado.

El desistimiento voluntario.

El desistimiento puede definirse, así, como la evitación voluntaria del resultado por parte del autor
de una tentativa. Y su consecuencia jurídica es la de eximir de pena la tentativa ya realizada El
desistimiento aparece regulado en el CP dominicano bajo la misma definición de la tentativa: si la
tentativa se dará cuando el culpable no logre su propósito por causas independientes de su voluntad,
a sensu contrario podemos concluir que no estaremos ante una tentativa punible cuando la no
producción del resultado se deba a causas dependientes de la voluntad del autor.

La regulación de la tentativa en el Código Penal dominicano.

La tentativa de delito aparece regulada en los artículos 2 y 3 del CP dominicano en los siguientes
términos:
Art. 2: “Toda tentativa de crimen podrá ser considerada como el mismo crimen, cuando se
manifieste como un principio de ejecución, o cuando el culpable, a pesar de haber hecho cuanto

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estaba de su parte para consumarlo, no logra su propósito por causas independientes de su voluntad,
quedando estas circunstancias sujetas a la apreciación de los jueces”.
Art. 3: “Las tentativas de delito no se reputan delitos, sino en los casos en que una disposición
especial así lo determine”

Tema 8
El dolo como tipo subjetivo. Concepto. Concepciones generales del dolo: teoría de la voluntad y
teoría de la representación. Clases: dolo intencional, dolo directo o de consecuencias necesarias, dolo
eventual. Actioliberi in causa.

Concepto y Evolución Sistemática

En una primera aproximación, el dolo puede definirse como el conocimiento y voluntad de


realización de los elementos del hecho típico. Ahora bien, dicha definición responde a la noción de
dolo neutro que mayoritariamente viene siendo manejada por la teoría del delito en la actualidad, tras
la aparición de la corriente dogmática del finalismo (abanderada en su origen por Hans Welzel) y el
abandono de una sistemática clásica de corte causalista. Así, desde el actual sistema del delito, el
dolo –y la imprudencia- pasa a formar parte de la tipicidad y deja de entenderse como un dolus
malus, que formaba parte de la categoría de la culpabilidad y en el que quedaba también incluido el
conocimiento de la antijuridicidad.

Concepciones generales del dolo: teoría de la voluntad y teoría de la representación.

Teoría de la voluntad.

La voluntad criminal constituida por la conciencia de querer y por la conciencia de obrar traducidas
en una conducta externa es el dolo que en el Derecho Romano Justiniano se denominada "dolos",
"dolos malus", "propositum". Significaba la intención encaminada al delito conciencia del hecho
criminoso que se iba a cometer. En el Derecho canónico el dolo expreso con las palabras "dolos",
"voluntas", "sciens", "malitia" por eso el dolo equivalió a la malicia, astucia. En fin el dolo consiste
en la voluntad de cometer un acto sabiendo que es punible, es una posición de voluntad distinta de la
actuación voluntaria, que es la acción.
La evolución del concepto de Dolo surgió primero la Teoría de la voluntad, y así el dolo se definió
tomando en cuenta solo el resultado previsto y querido por el autor del delito. Después, se encontró
que este único criterio no era aplicable a la construcción técnico- jurídica del dolo eventual; surgió
entonces una tesis más avanzada: "La teoría de representación" propugnada por Von Liszt que
sostenía que el dolo es el conocimiento que acompaña a la manifestación de voluntad, de todas las
circunstancias que concurren al acto previsto por la ley penal.
Posteriormente surgió la "Teoría de la Voluntariedad" sostenida por Francisco Carrara; según esta
teoría el dolo es la intención o voluntad más o menos perfecta de ejecutar un acto que se conoce
contrario a la ley.

La teoría del consentimiento

La teoría del consentimiento, o de la aprobación, asume que la distinción con la imprudencia


consciente radica en que en el dolo eventual el agente ha de consentir en la probabilidad de
producción del resultado. Para comprobar dicho consentimiento, suele utilizarse una fórmula
hipotética (llamada Fórmula de Frank), según la cual estaríamos ante un dolo eventual cuando,
anticipando mentalmente la efectiva producción del resultado y contemplando el mismo como

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seguro, el autor habría realizado igualmente la acción. Estaremos, en cambio, ante una imprudencia
consciente si, en cambio, el autor dejaría de actuar si supiese con seguridad que el resultado lesivo
iba a producirse.

Teoría de la representación La teoría de la representación, o de la probabilidad, por su parte, se


desentiende de todo componente volitivo y se conforma para afirmar un dolo eventual con que el
agente se represente como posible o probable la producción del resultado. Es decir, lo fundamental
es el conocimiento del peligro de la acción: ante un peligro elevado estaremos en el ámbito del dolo
eventual; si, en cambio, el peligro representado es menor y la producción del resultado típico ser
presenta como poco probable, estaremos ante una imprudencia inconsciente.

Clases de dolo: Intencional, directo, eventual

Tradicionalmente el dolo ha venido recibiendo una clasificación tripartida, a saber:


a)      Dolo intencional (o directo de primer grado)
b)     Dolo directo  (de segundo grado o de consecuencias necesarias)
c)      Dolo eventual
Este orden suele ser asumido, en ocasiones como un orden jerárquico, basado en la gravedad de la
conducta realizada; así, un homicidio, por ejemplo, realizado con dolo intencional, será más grave
que un homicidio realizado con dolo eventual.

El dolo intencional. En este tipo de dolo, el autor persigue la realización del delito.

Dolo Directo. Es también llamado de consecuencias necesarias, y concurre cuando la acción


realizada no va dirigida a la realización del hecho típico, pero tiene la práctica seguridad de que si la
realiza se producirá el resultado. En esta modalidad, la intención ya no es el elemento determinante
para la afirmación del dolo, pasando a serlo el conocimiento seguro de las consecuencias del actuar.

En este tipo de dolo se afirma que “el que mata y sabe que mata, entonces quiere matar” es decir, el
que actúa a sabiendas de que producirá un resultado “quiere” ese resultado, porque en caso contrario
no actuaría.

Dolo Eventual. Es la modalidad más relevante del dolo, porque determina el límite con la
imprudencia. Este tipo de dolo se caracteriza porque al autor se le presenta la posibilidad –la
eventualidad- de que el resultado se produzca y aún así actúa. Para algunos, lo relevante es que el
agente cuanta con la producción del resultado y a pesar de ello actúa; para otros que el actor se ha
decidido a favor de la posible lesión del bien jurídico.

Actioliberi in causa.
Concepto
Entendemos como actio libera in causa (ALIC) las situaciones en las que
determinado individuo lleva a cabo una conducta antijurídica y peligrosa socialmente, en estado de
inimputabilidad, estado que ha provocado él mismo con anterioridad. En estos casos, la conducta se
manifiesta en dos etapas; la primera donde el sujeto voluntariamente se pone en estado de
inimputabilidad, llamada acción precedente; y la segunda, en el cual el sujeto desarrolla el acto
delictivo en estado de inimputabilidad, llamada acción defectuosa ya que está condicionada por el
estado de incapacidad de culpa. Por tanto se hace aplicable la ALIC cuando el sujeto es incapaz
de culpabilidad en el momento de la comisión del delito, pero produjo de manera dolosa o
imprudente tal estado.

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Evolución Histórica
La teoría de la actio libera in causa fue elaborada por los prácticos italianos, influida por los
conceptos del Derecho Canónico, el cual inicialmente exigía la voluntad como condición para
conferir la responsabilidad por el acto, lo que planteaba que no existía delito sin el elemento volitivo
de la acción, sosteniendo de este modo una concepción subjetiva del delito sin distinguir los
componentes objetivo que en él tenían lugar. Luego, advirtieron que era necesario reducir la
amplitud de la impunidad, cobrando vida de esta manera la teoría de la actio libera in causa por los
prácticos italianos.
Para la conformación de la teoría utilizaron la clasificación derivada del Derecho canónico sobre los
distintos tipos de embriaguez. Se distinguió así entre embriaguez voluntaria o involuntaria, la
primera adquirida de manera consciente, por el contrario la segunda, hacía referencia a la que el
individuo llegaría a ella sin conciencia previa de alcanzar tal estado, si esta era completa se excluía la
imputabilidad, si era incompleta la pena es disminuida. Para la embriaguez voluntaria fueron
instituidas dos formas; la preordenada, en la cual el individuo bebía para utilizar tal estado como el
medio para cometer un delito y conseguir la impunidad; y la simplemente voluntaria era en la cual el
individuo conocía el resultado probable de su acto, pero sin la intención predeterminada de cometer
el delito. Aunque el Derecho Canónico sostenía principios que impedía la punición del delito en
estado de incapacidad por no estar presentes los elementos cognoscitivos y volitivos en el momento
del hecho, los prácticos italianos establecían que tal estado de incapacidad tenía su origen en un
estado libre y voluntario, y por tal se podía certificar la responsabilidad, ya que se deduce de una
etapa anterior donde el sujeto capaz y voluntariamente engendra el estado de incapacidad, durante el
que cometió el delito.

Tema 09
Tipo subjetivo como Imprudencia: Concepto. Estructura del tipo imprudente: la infracción de la
norma de cuidado y causación del resultado e imputación objetiva. Clases: a) según el grado de
conocimiento; y b) según la gravedad. Imprudencia consciente: concepto, alcance y efecto.
Imprudencia inconsciente: concepto, alcance y efecto. Caso fortuito: concepto, alcance y efecto.
Diferencia entre la imprudencia consciente y el dolo eventual.

Concepto.
La imprudencia es la falta de prudencia, de cautela o precaución. Un delito imprudente es aquél que
como consecuencia de la inobservancia del cuidado debido se produce un resultado material, externo
o peligro concreto de un bien jurídico. En el delito imprudente el sujeto no quiere cometer el hecho
previsto en el tipo, pero lo realiza por infracciones de la norma de cuidado, es decir por
inobservancia del cuidado debido. La imprudencia es la falta de prudencia, de cautela o precaución.
Un delito imprudente es aquél que como consecuencia de la inobservancia del cuidado debido se
produce un resultado material, externo o peligro concreto de un bien jurídico. En el delito
imprudente el sujeto no quiere cometer el hecho previsto en el tipo, pero lo realiza por infracciones
de la norma de cuidado, es decir por inobservancia del cuidado debido.

El término “imprudencia” equivale al de “culpa”, que la doctrina había venido utilizando


tradicionalmente. En la presente lección, hemos optado por emplear la primera acepción –y hablar,
así, de delito imprudente en lugar de “culposo”-, en aras de evitar confusiones con la categoría de la
“culpabilidad”, que constituye el tercer eslabón de la teoría del delito.

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Estructura del tipo imprudente: la infracción de la norma de cuidado y causación del resultado
e imputación objetiva.

Estructura del delito imprudente

Anteriormente, la doctrina clásica o causalista contemplaba la imprudencia como una forma menos
grave de culpabilidad al lado del dolo. Al evolucionar el estudio sobre la dogmática jurídico-penal, la
concepción moderna del Derecho penal en forma casi unánime considera a la imprudencia como un
problema de tipo. Ello significa que una determinada conducta puede estar justificada o exculpada en
el caso concreto, pero en el tipo se decide si era imprudente

El tipo de injusto imprudente no está constituido sólo por la imprudencia o infracción del cuidado
objetivamente debido, sino que, se añade la parte objetiva del tipo positivo y también la parte
negativa del tipo. Sin embargo, existen una serie de peculiaridades del delito imprudente, que a
diferencia del doloso) no admite como injusto penalmente típico la simple participación, sino sólo la
autoría, ni la imperfecta ejecución, sino sólo la consumación, ni cualquier grado de imprudencia,
sino que excluye la levísima, hacen necesaria una referencia a la totalidad de los elementos del tipo.

Infracción del deber de cuidado

Sostiene Maurach que los perjuicios a bienes jurídicos solamente son evitables cuando la acción que
los provoca puede ser dirigida de manera diferente a lo objetivamente acontecido, es decir cuando
por medio de una dirección -subjetiva- la acción puede tomar otro rumbo -objetivo- distinto; por lo
tanto el elemento de evitabilidad objetiva es integrante de la infracción normativa. Agrega que si no
es posible evitar el perjuicio de un bien jurídico, mediante la renuncia a la dirección final que apunta
a dicho resultado, esa evitación sólo será posible mediante otra dirección final, en una conducta que
objetivamente reconozca y respete ese bien jurídico, concretamente, en virtud de precauciones
especiales que tiendan a impedir la lesión del bien jurídico en la ejecución de una acción concreta. Si
el sujeto actúa de esa manera, utiliza el cuidado objetivo necesario para proteger el respectivo bien
jurídico, que constituye el objeto de la norma. Al contrario, si el sujeto actúa con infracción del deber
de cuidado provocando el perjuicio de un bien jurídico, habrá podido evitar este último actuando
adecuadamente. En consecuencia, tal perjuicio del bien jurídico que fue provocado con infracción
del deber de cuidado era objetivamente evitable.

Tales criterios que afirman la existencia del elemento “infracción del deber de cuidado” en el tipo de
los delitos imprudentes es cuestionada por parte de la doctrina (especialmente, Roxin y Jakobs), que
sostiene que en la medida en que el tipo de los delitos imprudentes no contenga una descripción
adicional de conducta, “se colma” mediante la teoría de la imputación objetiva18 . Es más, en este
sentido se sostiene detrás de la infracción al deber de cuidado “se esconden” distintos elementos de
la imputación que caracterizan a la imprudencia de manera más precisa que aquella cláusula general.

También se ha indicado, en esta inteligencia, que la infracción al deber de cuidado no conduce más
allá que a los criterios generales de imputación. En esta línea de pensamiento, Jacobs señala que en
rigor es “erróneo desde el punto de vista de la lógica de la norma”, pues da la impresión de que el
delito comisivo imprudente consistiría en la omisión del debido cuidado, lo que sugiere su
interpretación errónea como un delito de omisión.

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Imputación objetiva del resultado y Causación del resultado.

El resultado debe haber sido la concreción del riesgo creado por la acción del sujeto, debe ser
imputable objetivamente a la acción que infringió el deber de cuidado, o si se quiere, a la que ha
creado un riesgo no permitido. Este requisito que vincula el resultado con el peligro creado o la
infracción al deber de cuidado -postulado de la teoría de la imputación objetiva- es denominado por
la doctrina como “conexión de antijuricidad”, “causalidad de la evitabilidad”, “nexo de
determinación” o “concreción de la creación de peligro no permitido”. Este concepto se basa en que
no es suficiente la relación causal, sino que debe darse una relación de otro carácter, puramente
normativa.

En este mismo sentido, cabe señalar que para que el resultado pueda ser imputado a la imprudencia
de la acción, se requiere una doble exigencia: a) la relación de causalidad entre la acción y el
resultado y b) la causación del resultado no debe ser ajena a la “finalidad de protección” de la
norma de cuidado infringida.

Respecto de la “relación de causalidad”, diversas posiciones jurídicas fueron ensayadas a fin de


acreditar que un determinado hecho produce –jurídicamente- un determinado resultado, y van desde
las llamadas teorías de la causalidad (teorías de la equivalencia de las condiciones, de la causa
eficiente, de la causalidad adecuada, etc.) hasta las modernas teorías en base a la imputación
objetiva.
En cuanto al restante requisito expuesto, se precisa que además de la relación de causalidad, la
causación del resultado entre dentro de la “finalidad de protección” de la norma de prudencia
vulnerada. De ello se colige que tal exigencia faltará: a) cuando, pese a haberse incrementado el
riesgo, no era previsible el resultado causado; b) cuando el resultado nada tenga que ver con la
infracción cometida (por ejemplo, el conductor que excede el límite de velocidad y atropella al
suicida que se arroja bajo las ruedas del automotor); y c) en los casos de comportamiento alternativo
correcto, esto es, cuando el resultado se haya causado por la conducta imprudente del sujeto activo,
pero “se hubiese causado igual” con otro conducta no imprudente (v.gr., los célebres “caso del
ciclista” –un camión atropelló a un ciclista mientras se adelantaba a una distancia antirreglamentaria,
pero porque el ciclista, ebrio, se abalanzó sobre él de manera que también hubiera sido atropellado
aunque el camionero hubiera guardado la distancia requerida- y “caso del pelo de cabra” –una
fábrica de pinceles utilizó sin desinfectar, pese a que debía hacerlo, pelos de cabra cuyo empleo
ocasionó la muerte de cuatro trabajadores, pero después se comprobó que portaban gérmenes que
probablemente no habrían podido ser eliminados por la desinfección-); en estos casos de
comportamiento alternativo correcto, la doctrina dominante exige para la imputación del resultado,
en virtud del principio in dubio pro reo, la seguridad –o una probabilidad rayana a la seguridad- de
que si la acción no hubiese sido imprudente no se hubiera producido el resultado.

Clases: a) según el grado de conocimiento; y b) según la gravedad

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Según el grado de conocimiento esta se divide en Imprudencia consciente e imprudencia
inconsciente.

Según la Gravedad de la imprudencia

Dada la forma de incriminación de la imprudencia en el CP dominicano, no aparece una expresa


delimitación entre formas más y menos graves de imprudencia.
No obstante, es importante trazar la distinción porque será un factor importante para la labor de
concreción de la pena a imponer dentro el marco penal establecido legalmente. Asimismo, en casos
de escasa gravedad (culpa levisima) resultaría planteable considerar atípica la conducta, aunque
hubiera producido el resultado lesivo, y no imponer la pena.
Ello implicaría que, por ejemplo, un resultado de muerte que, en principio, pudiera calificarse como
producido por “torpeza, imprudencia, inadvertencia, negligencia o inobservancia de reglamentos”
(art. 319 CP) podría quedar impune por no alcanzar el mínimo de relevancia penal. Ciertamente,
puede resultar sorprendente que la producción imprudente de un homicidio llegue a quedar impune –
o, en su caso, reciba una pena muy inferior62-; en este sentido, debe enfatizarse lo afirmado, relativo
a que la gravedad de la conducta no puede mediarse únicamente por la gravedad del resultado.

Es preciso tener en cuenta, además, que la gravedad de la imprudencia tampoco depende


directamente de la clase de imprudencia que sea, consciente o inconsciente; expresado en otros
términos: que la imprudencia consciente sea per se más grave que la inconsciente. Ello puede ser así
en ocasiones, pero son otros factores los que, junto con éstos, tendrán que ponderarse para efectuar
ese juicio desvalorativo. Por ejemplo, puede haber casos en los que la ausencia de representación del
peligro concurrente en la acción (culpa inconsciente) pueda deberse a una grave desatención de las
normas más básicas de cuidado propias del ámbito social donde el sujeto.

Imprudencia consciente e inconsciente.

En la imprudencia consciente el sujeto tiene conciencia de la posibilidad de producción de la parte


objetiva del hecho típico, pero a diferencia del dolo eventual, no acepta su eventual producción por
confiar con un mínimo fundamento en que se podrá evitar.

Ejemplo: Cuando el médico finaliza la operación se da cuenta de que la herida no esta bien suturada
y queda una pequeña hemorragia, pero confía en que se cerrara sola y la hemorragia cesará. Al
paciente se le infecta la herida y sufre lesiones de consideración.

En la imprudencia inconsciente el sujeto no tiene siquiera conciencia de la posibilidad de


producción de la parte objetiva del hecho típico, bien porque no se da cuenta en absoluto de la
peligrosita de la conducta en relación con un hecho típico así, o bien, porque, aun siendo consciente
de la posibilidad y peligro de que concurran algunos elementos del tipo, por un error vencible de tipo
desconoce la presencia o posible concurrencia de algún otro elemento típico.
Ejemplo: El médico deja por descuido una gasa dentro del cuerpo del paciente después de la
operación, sin apercibirse de ello. El paciente sufre una infección y muere.

Dicha clasificación entre imprudencia consciente e inconsciente, de igual modo que ocurría con las
diferencias entre el dolo intencional y el directo, tiene una finalidad más analítica que práctica, pues
ni el legislador dominicano –ni, por lo demás, tampoco otros Códigos Penales como el español o el
alemán- acogen dicha clasificación para establecen diferencias de penalidad; de hecho, ni siquiera la
doctrina, por lo general, considera que entre ambas modalidades de la imprudencia deban

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establecerse diferencias de penalidad, considerando que habrán de ser otros factores, y no el grado de
conocimiento, el que determine la mayor gravedad penal de la conducta imprudente.

Según su gravedad
A veces se sostiene que la imprudencia consciente es más grave que la inconsciente, dado que el
sujeto actúa pese a tener conciencia de la posibilidad o peligro de producir el tipo, lo que supondría
un mayor desvalor subjetivo de la acción que cuando, como en la imprudencia inconsciente, sólo hay
previsibilidad pero no efectiva previsión del tipo.
Sin embargo, para determinar la gravedad de la imprudencia, lo que cuenta es la gravedad de la
infracción de la norma o deber de cuidado, fundamentalmente atendiendo al grado de peligro en
relación con la entidad de los bienes jurídicos y al grado de control o descontrol del peligro. Y ello
puede dar lugar a que, según las circunstancias, la imprudencia inconsciente. Puede ocurrir que, por
no ser siquiera consciente del peligro o la posibilidad de realizar el tipo, el sujeto realice una
gravísima infracción del deber de cuidado con un alto grado de peligro sin control alguno. Y en la
imprudencia consciente podría darse ciertamente la misma gravedad de la infracción del deber de
cuidado que en una imprudencia inconsciente, lo que, unido a la conciencia de la situación, puede
suponer un desvalor de la acción aún mayor; pero también ocurrirá frecuentemente que,
precisamente por ser conciente del peligro, el sujeto se esfuerce por controlarlo y tome alguna
medida de precaución, aunque insuficiente, con lo que la gravedad de la imprudencia disminuirá.

La distinción entre imprudencia consciente e inconsciente no posee en cambio gran relevancia,


pues el legislador nunca vincula a ella diferentes consecuencias jurídicas. Sin embargo la
imprudencia consciente resulta, más merecedora de pena que la inconsciente, de modo que la
diferencia repercutirá en la medición de la pena. Es verdad que se señala siempre que no existe una
verdadera "relación gradual" según el contenido de culpabilidad, porque "la falta de atención
conducente a la no previsión de la posibilidad del daño" podría "pesar ya más que la confianza en la
no producción del resultado" '*. Pero únicamente puede darse el caso de un mayor contenido de
culpabilidad de la imprudencia inconsciente cuando se compara una grave falta de atención con un
caso en el que la confianza en la no producción del resultado estaba poco menos que justificada. Si
por el contrario se toma por base el mismo grado de creación de riesgo no permitido, la imprudencia
consciente resulta más merecedora de pena que la inconsciente, porque la representación de una
posible realización del tipo proporciona al sujeto un motivo en contra de
la misma sustancialmente más fuerte que los indicios que se daban al sujeto para advertir el peligro
procedente de él en la imprudencia inconsciente.

Caso Fortuito

Se considera fortuito el hecho causado por mero accidente, totalmente imprevisto, sin que medie
dolo ni culpa del sujeto. Cuando algo se considera fortuito normalmente hay una exclusión de la
responsabilidad. Por caso fortuito entendemos la situación no prevista, aleatoria y que no existió
voluntad de alguien en su creación.

Caso fortuito e imprudencia: Si el resultado era "imprevisible", resulta del todo inútil hablar de culpa
y menos aún de grados en ella, pues precisamente la "imprevisibilidad" del resultado diferencia el
caso fortuito, de la culpa. Refiriéndose al caso fortuito, la mayoría de los autores lo precisan como
aquel que se origina, no sólo por las fuerzas de la naturaleza, sino por la acción del hombre, pero el
cual se halla fuera de los límites de la previsibilidad humana, determinando que tanto el "caso" como
la "fuerza mayor" excluyen la responsabilidad penal, pero existiendo entre ambas situaciones
fundamental diferencia, ya que mientras en el "caso fortuito" existe imposibilidad de prever, en la
"fuerza mayor" existe "opresión de la voluntad".

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El error objetivamente invencible sobre el tipo o sobre los presupuestos de una causa de exclusión de
la tipicidad o de una causa de justificación es realmente un subgrupo del caso fortuito por ausencia
de dolo e imprudencia. Hay otros supuestos de caso fortuito fuera de los de error objetivamente
invencible: los de inevitabilidad o imprevisibilidad objetiva y los de riesgo permitido. El error
objetivamente invencible es a su vez un supuesto de creencia razonable, racional u objetivamente
fundada. Y otro supuesto de tal creencia razonable es el consentimiento presunto, que luego puede
resultar erróneo o no. Todas estas categorías tienen en común la ausencia de unanimidad sobre su
ubicación sistemática: en el caso fortuito y el error objetivamente invencible las posiciones van
desde su tradicional entendimiento como causas de exculpación a las concepciones más modernas
que los entienden o como causas de justificación o como causas de atipicidad o de exclusión de la
parte subjetiva del tipo; y en el consentimiento presunto las opiniones a su vez oscilan entre la causa
de justificación idéntica en fundamento al consentimiento, o fundada en el riesgo permitido, o la
causa de atipicidad, o su entendimiento como estado de necesidad o como causa de justificación
peculiar.

Diferencia entre la imprudencia consciente y el dolo eventual.

En el dolo eventual el autor considera seriamente como posible la realización del tipo legal y se
conforma con ella. El contenido del injusto del dolo eventual es menor que en el de las otras dos
clases de dolo (dolo directo y dolo indirecto o de consecuencias necesarias), porque aquí el resultado
no fue ni propuesto ni tenido como seguro sino que se abandona al curso de las cosas. Pertenecen al
dolo eventual, de un lado la conciencia de la existencia del peligro concreto de que se realice el tipo,
y del otro, la consideración seria de este peligro por parte del autor. A la representación de la
seriedad del peligro debe añadirse además, que el autor se conforme con la realización del tipo y
soportar el estado de incertidumbre existente al momento de la acción.

En tanto que en el dolo eventual el autor se representa como probable la producción del resultado
dañoso protegido por la norma penal, pero continúa adelante sin importarle o no la causación del
mismo, aceptando de todos modos tal resultado (representado en la mente del autor), es decir, que el
agente actúa de todos modos, asumiendo la producción del resultado lesivo, siendo conciente del
peligro que ha creado, al que de todas formas somete a la víctima, y cuyo control le es indiferente.-

En tal sentido se destaca que en la imprudencia consciente, el sujeto se ha representado precisamente


el resultado de su accionar, el mismo es consciente de que está obrando con falta de cuidado, fuera
de la prudencia exigida en el caso; el actor prevé, se representa la posibilidad de producción de la
parte objetiva del hecho típico, pero confía (no asiente) que el riesgo no se materializará en un
resultado dañoso; a diferencia del dolo eventual, no acepta su eventual producción por confiar
indebidamente, aunque con un mínimo fundamento –equivocado y no diligente- en que se podrá
evitar, esperando entonces la no producción del resultado.- En definitiva, tal lo señalado por
Stratenwerth, el autor reconoce efectivamente el peligro creado o incrementado por él.

Tema 10
Antijuridicidad y Tipos Penales. Concepto. Elementos que constituyen la antijuridicidad. Causas
que excluyen la antijuridicidad: legítima defensa, estado de necesidad, cumplimiento de un deber y
ejercicio de un derecho. Clases de error: El error de tipo. Concepto. Tipos: evitable e inevitable.
Alcance y efectos del error de tipo evitable e inevitable. Error de tipo sobre elementos descriptivos y
normativos. El error sobre la dirección del curso causal: a) error in objeto e in persona; b) error sobre
la dirección causal; c) aberratio ictus; y d) desviación causal derivadas del momento de la
consumación: consumación anticipada y dolusgeneralis. Error de prohibición: Concepto. Clases:
vencible o evitable e invencible o inevitable.

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Antijuridicidad y Tipos Penales. Concepto.

La antijuricidad ha sido descrita como la contradicción entre el hecho (conducta) del autor y el
derecho, es antijurídica la conducta que infringe el mandato del orden jurídico haciendo lo prohibido
o no haciendo lo impuesto (obligado) por él” (Carlos Creus)

Elementos que constituyen la antijuridicidad.


Se constituyen como elementos característicos de la antijuricidad:
-El desvalor de acción
-El desvalor de resultado
Lo cual nos permite establecer que la antijuricidad se encuentra en un contexto eminentemente
valorativo.

Causas que excluyen la antijuridicidad: legítima defensa, estado de necesidad, cumplimiento


de un deber y ejercicio de un derecho.

Las causas de exclusión de la antijuridicidad: Son aquellas causas que excluyen la antijuricidad de
una conducta, que puede subsumirse en un tipo legal; esto es aquellos actos u omisiones que revisten
aspecto de delito, pero en los que falta sin embargo el carácter de ser antijurídicos y de contrarios al
derecho, que es el elemento más importante del crimen; ejemplo el estado de necesidad. La
característica fundamental de una causa de justificación es la de excluir totalmente la posibilidad de
toda consecuencia jurídica.

La doctrina y la jurisprudencia han reconocido tres causas de justificación:


 La Legítima Defensa,
 El Estado de Necesidad, y
 El Error.

Legítima Defensa. Es la repulsa de la agresión antijurídica, actual o inminente, por el atacado o


tercera persona, contra el agresor, sin traspasar la necesidad de la defensa y dentro de la racionalidad
proporcional de los medios. Condiciones necesarias para que exista Legítima Defensa:
 Una agresión actual o inminente;
 Que se ejecute una acción delictuosa defendiéndose a si mismo o a otro;
 Que la defensa no traspase los límites de la necesidad.

Estado de Necesidad. Existe estado de necesidad cuando una persona, a causa de un suceso natural
o humano, se ve forzada a realizar un acto delictuoso para salvar su vida, su integridad corporal, su
libertad, sus bienes, de un mal imprevisto, presente e inevitable. Es una situación de peligro actual de
los intereses protegidos por el derecho, en el cual no queda otro remedio que la violación de los
intereses del otro jurídicamente protegido. Ej.: Una persona no tiene que comer para sí ni para su
familia, no encuentra trabajo ni quien le suministre alimentos, y roba pan en un establecimiento y lo
lleva a su familia.

Cumplimiento de un deber
El cumplimiento de un deber, consiste en causar daño actuando de forma legítima en el
cumplimiento de un deber jurídico, siempre que exista la necesidad racional del medio empleado.
El cumplimiento de un deber se encuentra derivado del ejercicio de una profesión.

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La razón por la que queda justificada penalmente la conducta de quien daña un bien jurídico en
cumplimiento de un deber jurídico es la misma que se exponía respecto a la conducta típica de quien
ejercita un derecho: si una norma jurídica, tras la correspondiente ponderación de lo que se gana y se
pierde socialmente con la medida, obliga a un ciudadano a lesionar un bien jurídico, no puede
después sancionarle, y nada menos que penalmente, por haber cumplido con su obligación. Es, pues,
una razón de seguridad jurídica, y una razón de unidad del ordenamiento jurídico, y, de fondo, una
razón de ponderación de intereses.
En realidad esta causa de justificación tiende a confluir con la del estado de necesidad en forma de
colisión de deberes, y no tiene mayor trascendencia analizar un supuesto desde una perspectiva u
otra. Estaremos ante el cumplimiento de un deber jurídico si se trata de un deber específicamente
reconocido y regulado por una norma y cuyo contenido específico consista en la lesión de un bien
jurídico, lo que comportará la ventaja de una mayor automaticidad: el juez no tendrá que ponderar
deber y bienes o deberes, sino que se limitará a constatar la existencia del deber jurídico regulado y a
reconocer la ponderación que subyace a esa regulación. Por ejemplo, la conducta del profesional que
tiene deber de secreto y que no impide la comisión de un delito deberá ser analizada desde el prisma
de la colisión de deberes, pues no se trata de un deber específico de lesión del bien jurídico, como sí
sucede con la detención a la que procede un agente de policía o la coacción que emplea para detener
a un delincuente.

Ejercicio de un derecho
El ejercicio de un derecho se da cuando se causa algún daño al obrar en forma legítima, siempre y
cuando exista la necesidad racional del medio empleado.
La razón de la eficacia eximente del ejercicio de un derecho radica, en última instancia, en el
principio lógico de la no contradicción interna de un mismo ordenamiento jurídico, aunque su
fundamento inmediato se encuentra en el principio del interés preponderante, lo que supone que, en
todo conflicto normativo, late una tensión entre intereses protegidos que debe resolverse de manera
casuística, a través de la ponderación (con criterios normativo-valorativos) de tales intereses
enfrentados. Es evidente que toda causa de justificación conlleva una tarea de ponderación de bienes
o intereses en conflicto, pero en esa circunstancia específica de ejercicio de un derecho, puede
concluirse sin dificultad que tal ponderación está, en la mayoría de los casos, previamente hecha por
el constituyente o el legislador, que solamente han condicionado la aplicabilidad de los efectos
eximentes, en el caso concreto, a la constatación (por el Juez) de la legitimidad de su ejercicio”
(Esteban Mestre Delgado, “La eximente de ejercicio legítimo de un derecho y las causas legales de
justificación”, Madrid, Ed. Edisofer, 2001, pp. 216 y s).

Clases de error: El error de tipo.


Existen dos tipos de error: error de tipo y error de prohibición.
El error de tipo consiste en el desconocimiento por parte del agente de alguno o algunos de los
elementos descritos en el tipo
El error sobre la dirección del curso causal
El error de prohibición consiste en el desconocimiento de que la realización de ese hecho está
prohibida por el derecho penal.

Concepto. Tipos: evitable e inevitable.

El error de tipo consiste en el desconocimiento por parte del agente de alguno o algunos de los
elementos descritos en el tipo
Este puede ser evitable e inevitable
Error Evitable, también llamado vencible: el error evitable puede definirse como aquél que habría
podido evitarse si se hubiera aplicado el cuidado debido en la concreta situación. “

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Error inevitable o invencible: El error inevitable, por su parte, será el que no hubiera logrado
evitarse ni aun prestando toda la atención exigible. Con los conocimientos de éste y empleando toda
la diligencia objetivamente debida. En tales hipótesis no hay ni dolo ni imprudencia, por lo que se
trata de un supuesto especial de caso fortuito”

Alcance y efectos del error de tipo evitable e inevitable.

La doctrina considera que el error de tipo vencible existe cuando el autor hubiera podido superar el
error aplicando la diligencia debida. Por ello, el error vencible produce que se castigue el delito en
forma imprudente, siempre y cuando tal delito tenga prevista su punción imprudente…Para decidir si
el error es objetivamente vencible se debe atender a las posibilidades del hombre medio ideal según
la correspondiente posición jurídica, colocado en la situación del autor y con los conocimiento de
éste.

El error de tipo invencible produce la impunidad. En este caso se entiende que la persona no sólo no
tuvo la intención de realizar el hecho, sino que, además, no infringió el deber de diligencia, puesto
que le era imposible superar el error aun actuando prudentemente. En este caso, el error de tipo se
basa en la creencia objetivamente fundada para el hombre medio ideal colocado en la situación del
autor.

Error de tipo sobre elementos descriptivos y normativos.


El error de tipo sobre elementos descriptivos se caracteriza por referirse a objetos, hechos o
circunstancias fácticas y propias de la realidad exterior aprehensible, en consecuencia, por los
sentidos.

El error de tipo sobre elementos normativos: aluden a una realidad a su vez determinada por
normas, ya sean sociales o jurídicas.

El error sobre la dirección del curso causal: El error puede referirse a cualquier elemento del tipo,
también, por tanto al objeto de ataque, o al curso causal.
a) error in objeto e in persona; Los supuestos de error in objecto (o in persona) se caracterizan
porque el autor confunde el objeto de ataque, dirigiendo su acción contra un objeto (o una persona)
distinto del que pretendía;

b) error sobre la dirección causal; El sujeto que inicia una acción dirigida dolosamente a producir
un resultado puede también errar sobre la dirección que tome el curso causal por él creado,
produciéndose el resultado pretendido pero por un curso causal distinto al abarcado por el dolo. La
cuestión que debemos plantearnos es si ese resultado es o no imputable al dolo. Al respecto cabe
plantear diversas situaciones:

a) Que la desviación llegue a excluir la imputación objetiva del resultado, al romperse la necesaria
relación de riesgo entre la conducta peligrosa y el resultado producido. b) Que la desviación no
excluya la imputación objetiva del resultado. Una vez afirmado el tipo objetivo, es cuando hemos de
indagar si el error sobre el curso causal resulta relevante a los efectos de imputar el resultado al dolo.
Para establecer si esa desviación del curso causa es esencial, un sector doctrinal utiliza la siguiente
regla: el error será irrelevante cuando el resultado se produzca en virtud de la clase de riesgo que el
autor se representó con su acción;

c) aberratio ictus; Constituye igualmente una forma de desviación del curso causal, con la
diferencia de que en la aberratio ictus (error en el golpe) esa desviación conlleva que el resultado se
materialice en un objeto de ataque distinto. En este sentido, este grupo de supuestos guarda similitud

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con el error in persona (o in objecto), puesto que en ambos casos el sujeto quiere o asume, por
ejemplo, matar a A, y termina por matar a B. La diferencia es precisamente que en el error in objecto
no hay desviación el curso causal, ya que el agente mata al sujeto que se representaba, errando sólo
sobre su identidad. En cambio, en la aberratio ictus, el curso causal termina por dirigirse a un sujeto
distinto del previsto;
y d) desviación causal derivadas del momento de la consumación: Junto a los casos ya
analizados, pueden también producirse desviaciones del curso causal con respecto a lo representado
por el dolo del autor referidas al momento en que se produce la consumación del hecho, pudiendo
darse tanto el caso en que el resultado se produce antes de lo esperado por el autor, como casos en
los que se produce después

Consumación anticipada y dolusgeneralis.


Son los casos en los que el autor, con una primera acción y sin representárselo produce el resultado,
y continúa después con sus actos dirigidos a la producción de un resultado que objetivamente ya
tenido lugar con la primera acción

Dolusgeneralis.
Es el segundo grupo de casos, con la estructura inversa al anterior, se denominan dolus generalis
(aunque, como veremos, esa acepción no es del todo correcta). Son aquellos en los que el autor, en la
creencia errónea de haber causado el resultado perseguido con una primera acción, sin saberlo lo
causa realmente con una segunda acción, destinada por lo general a ocultar la primera.

Error de prohibición: Concepto.


El error de prohibición consiste en el desconocimiento, inevitable o evitable, de la ilicitud penal
de la conducta; expresado en otros términos, actuará bajo un error de prohibición aquél que
tenga la creencia errónea de que la conducta que realiza no está sancionada por las leyes
penales.

Clases: vencible o evitable e invencible o inevitable

El error de prohibición vencible

En el error de prohibición vencible, encontramos que el sujeto tuvo una apreciación errónea de la
realidad que lo llevó a conducirse en la comisión de un delito, pero si hubiera actuado el sujeto
informándose adecuadamente de las circunstancias concurrentes en el hecho o de la significación del
mismo no hubiera incurrido en la equivocación como bien dice el profesor Quintero Olivares para
quien este error“pudo  haberse  evitado informándose adecuadamente de las circunstancias
concurrentes o de la significación del hecho”

Este, si bien no excluiría la culpabilidad –porque con una diligencia mínima o media podría el agente


haber salido de su error-, sí permitiría reducir el grado de reprochabilidad y, por tanto, de respuesta
penal a la acción realizada bajo ese déficit de conocimiento.

El error de prohibición invencible o inevitable.

El Doctor Creus nos dice dice que: “El error de prohibición invencible es aquel en el cual no se
puedo evitar la comisión del delito, empleando una diligencia normal o la que estuvo al alcance del
autor en las circunstancias en que actuó”.

Este excluye la culpabilidad penal. Esta afirmación puede fundamentarse por diferentes vías, según
cuál sea el concepto de culpabilidad que se sostenga. Baste con afirmar que si elfundamento de la

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culpabilidad radica en la capacidad de motivación normal por las normas de conducta, requisito para
la culpabilidad será el conocimiento
previo de las mismas por parte de su destinatario, pues solo entoncespodremos concluir que la
persona había tenido la posibilidad de acceder al mensaje normativo.
Tema 11
Autoría y Tipos de Participación. I. Concepto de autor: sentido doctrinal y legal. Concepto unitario
de autor. Teorías diferenciadoras: a) teorías extensivas de la autoría: teoría subjetiva; b) Teorías
restrictivas: objetivo-formal y del dominio del hecho. Formas de autoría: a) directa e individual; b)
Coautoría: concepto y requisitos. c) mediata: concepto y supuestos. II. La participación:
consideraciones generales. La accesoriedad de la participación. Clasificación dogmática: inducción.
Complicidad. Formas de complicidad en República Dominicana.

Concepto de autor: sentido doctrinal y legal.

El autor Mir Puig: “El autor es un sujeto que se encuentra en una relación especialmente importante
respecto de alguno de los hechos previstos como delitos en la Parte Especial o que constituyen fases
de imperfecta ejecución de los mismos

El sentido doctrinal establece que el autor es: el sujeto a quien se puede imputar uno de tales
hechos como suyo.

En el sentido legal se nos dice que autor es: el “verdadero” autor de un hecho sería, en efecto, aquél
que lo realiza y del que se puede afirmar que es ‘suyo’”.

Concepto unitario de autor.

Se considera autor a todos los intervinientes que aporten una contribución causal a la realización de
la conducta descrita en el tipo legal, con independencia de la importancia que corresponda a su
contribución en el marco de la totalidad del suceso.

Teorías diferenciadoras: a) teorías extensivas de la autoría: teoría subjetiva; b) Teorías


restrictivas: objetivo-formal y del dominio del hecho.

La mayoría de los sistemas jurídico-penales acogen la distinción entre autoría y participación. Es


decir, acogen una teoría diferenciadora.
Estas concepciones pretenden encontrar elementos que permitan trazar dicha distinción entre quienes
ocupan un lugar central en el hecho (autores), y quienes ostentan un papel secundario (partícipes).
Dentro de éstas podemos trazar una primera distinción entre las teorías extensivas y las teorías
restrictivas.

a) teorías extensivas de la autoría: teoría subjetiva


El concepto extensivo de autor parte, al igual que la teoría unitaria, de la causalidad y, en concreto,
de la teoría causal de la equivalencia de las condiciones, según la cual toda ayuda que haya
contriaborado causalmente al resultado es causa del mismo. Para este sector doctrinal, en
consecuencia, toda contribución causal a la realización de un hecho tenía la misma importancia, por
lo que partiendo de la causalidad resultaba imposible establecer diferencias de mayor o menor grado
en la intervención en un hecho

Teoría subjetiva: acogiendo la teoría de la equivalencia de las condiciones (que, antes del
surgimiento de la teoría de la imputación objetiva, era el único criterio del tipo objetivo) no es
posible trazar esa distinción; no obstante la ley establece esa distinción, por lo que obliga a

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encontrar un criterio que permita distinguir los casos de autoría de los de mera participación. En
consecuencia, dado que en plano objetivo no pueden establecerse diferencias entre las contribuciones
de los distintos intervinientes en el hecho, pues tanto autores como partícipes han realizado
aportaciones sin las cuales el resultado no se habría producido, el criterio de distinción habrá de
buscarse en el plano subjetivo.

A partir de estas premisas, la diferencia entre autor y partícipe vendrá dada por el ánimo con que se
intervenga en el hecho. Así, será autor quien habiendo contribuido causalmente a la realización del
hecho típico, haya actuado en función de un interés personal en la consecución del resultado lesivo,
esto es, actúe con un animus auctoris. En cambio, será partícipe quien actúe con un mero animus
socii.

Teorías restrictivas: objetivo-formal y del dominio del hecho

Desde esta concepción restrictiva, no todo aquél que contribuya a causar el resultado ha de ser, sólo
por ello, autor del mismo, porque la causación del resultado no es equivalente a la realización del
tipo. “Causación no es igual a realización del delito. Para ésta es preciso algo más que la causación”.
Desde esta concepción, entonces, se parte de la necesidad de la distinción entre autoría y
participación, pero asimismo se rechaza el elemento subjetivo como criterio de delimitación,
acogiéndose la premisa de que es posible encontrar criterios objetivos que delimiten la importancia
de la contribución al hecho punible

Teoría objetivo-formal y del dominio del hecho

Autor es, aquél cuya conducta puede subsumirse directamente en la descripción típica del delito, la
teoría objetivo-formal considera que sólo quien realiza todos o algunos de los actos ejecutivos
expresamente previsto en el tipo podrá ser considerado autor. Es decir, se atiene a la descripción
literal de la conducta prevista en los respectivos tipos legales, prescindiendo de la importancia
efectiva de la contribución realizada para la totalidad del hecho.

Teoría objetivo-formal presenta ciertas ventajas, como su apego al principio de legalidad, en tanto en
cuanto aspira a partir de la redacción literal de la Ley para establecer la distinción entre autor y
partícipe; no obstante, sus evidentes deficiencias han hecho que gran parte de la doctrina la haya
rechazado como teoría de la autoría Entre tales deficiencias pueden citarse las siguientes:
• En primer lugar, no es capaz de explicar la autoría mediata
• Tampoco llega a soluciones razonables en la coautoría, porque llevaría a negar carácter de autor a
quienes realizan actos en división de trabajo que resultan esenciales para la consecución del delito
• Como colofón de las anteriores, se concluye que la teoría objetivo-formal presenta notables
inconsecuencias político-criminales, al ser incapaz de acomodar bajo su definición de autoría
supuestos que unánimemente se consideran merecedores de tal condición.

Teoría del dominio del hecho

La teoría del dominio del hecho, dominante en la doctrina alemana y quizá también mayoritaria en la
actualidad en la española, acoge un criterio material para delimitar la autoría de la participación. Tal
criterio sería el siguiente: autor del hecho será quien ostente el dominio final sobre el acontecer de la
acción típica hacia el resultado lesivo. Esta fórmula genérica se ha concretado afirmando que ostenta
el dominio del hecho quien tiene en sus manos el curso del suceder típico, de modo que la
producción del resultado depende de su decisión.

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Formas de autoría: a) directa e individual; La autoría directa (por oposición a la mediata) e
individual (por oposición a la coautoría) constituye la forma más simple de realización del hecho, en
la medida en que es una sola persona – a salvo los partícipes – quien realiza el hecho típico. Así, en
otras palabras, consiste en que un solo sujeto realiza por sí mismo todos los elementos del tipo,
razón por la que tiene un pleno dominio del hecho.
b) Coautoría: concepto y requisitos. Los tipos penales pueden ser realizados por una sola persona,
pero también pueden llevarse a cabo por varias personas. Esa realización conjunta puede establecerse
bajo el esquema de autoría/participación, en el que existe una persona que ocupa el papel central en
la realización del hecho (autor) y otras contribuyen al fin delictivo con actos de apoyo o ayuda,
subordinados a la acción principal (actos de participación). Pero la realización conjunta del hecho
también puede revestir el esquema de la coautoría, consistente en la realización en común del delito
por varias personas, pero ocupando todas un papel equiparable en importancia; es decir, ejerciendo
todas ellas el papel de autores. La coautoría se basa, así, en un principio de división de trabajo, en un
reparto de funciones, cada una de las cuales resulta esencial para la consecución del fin delictivo.

Requisitos: son 2 el mutuo acuerdo y la contribución esencial.

a) La imputación recíproca que caracteriza a la coautoría exige, en primer lugar, la existencia


de un mutuo acuerdo entre todos los intervinientes. El fundamento de la necesidad del mutuo
acuerdo puede hallarse en los mismos presupuestos que establecen la imputación subjetiva propia del
dolo. Así, al igual que para poder imputar un determinado resultado al dolo del agente es preciso que
éste hubiera asumido su producción, pera poder imputar a un coautor lo realizado por todos los
demás es también preciso que éste tuviera conocimiento y hubiera asumido que el resto de los
coautores van a llevar a cabo sus respectivos actos encaminados a la producción del delito.

Normalmente, ese mutuo acuerdo vendrá dado por la existencia de un plan conjunto previamente
acordado; es decir, un mutuo acuerdo expreso y previo a la realización del hecho. Pero nada obsta a
que tal acuerdo pueda ser tácito y actual, surgiendo durante la misma realización del hecho. Así,
cabría imaginar un supuesto en el que un sujeto inicia la realización de un delito, y en ese momento
un tercero interviene para ayudarle a producir el resultado lesivo. Estaríamos ante lo que la doctrina
llama coautoría sucesiva.

b) Si el mutuo acuerdo constituye el elemento subjetivo de la coautoría, que permite establecer


ese vínculo de imputación recíproca, como elemento objetivo es preciso que se realice una
intervención de carácter esencial, sin la cual el hecho punible no habría podido ser realizada. Sólo en
esos casos cabe afirmar que el coautor tiene un dominio funcional del hecho, dado que de su
contribución depende el éxito de la producción del delito.

El mutuo acuerdo, además, delimita el ámbito de la imputación recíproca, en el sentido de que el


exceso de un coautor respecto del plan conjunto no puede serle imputado a los demás, sino que será
únicamente atribuido a quien realiza la acción que va más allá de lo asumido conjuntamente por los
coautores.

c) mediata: concepto y supuestos.

La autoría mediata se caracteriza porque el autor del hecho utiliza a otra persona como un
instrumento para la ejecución del delito. Así, será el “instrumento” el que fácticamente ejecute los
actos típicos (el que apretará el gatillo, se apoderará de la cosa, etc.), sin embargo se imputará el
hecho al llamado “hombre de atrás” porque es él quien, al haber instrumentalizado a aquél, tiene el
control sobre el riesgo del suceso para el bien jurídico protegido.

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Tal dominio del hecho, que es lo que permite calificar como autor al hombre de atrás a pesar de que
no ha ejecutado de propia mano los actos descritos por el tipo penal, se fundamenta en que el agente
tiene un control sobre la decisión de actuar del otro, control fundado en la instrumentalización que el
hombre de atrás hace de aquél. Ello puede darse, esencialmente, por las siguientes circunstancias:

• De una parte, por un déficit de conocimiento: el que actúa se halla sumido en un error sobre el
riesgo de su acción para la producción del resultado típico, o bien sobre un error acerca de la
prohibición del hecho, y el autor mediato ha provocado ese error o bien se aprovecha del mismo para
dirigir su comportamiento hacia tal resultado.
• De otra parte, por un déficit de libertad: el que actúa lo hace sin libertad para elegir la realización
de los actos ejecutivos, debido a la situación de coacción, de necesidad o de inimputabilidad que ha
generado – o de la que se ha aprovechado- el hombre de atrás.
• En tercer lugar, cabe plantear también supuestos de autoría caracterizados por un déficit de
cualificación típica del instrumento. Son los casos llamados de “instrumento doloso no cualificado”,
en lo que el instrumento carece de los requisitos típicos para poder considerar típica la conducta
realizada, poseyéndolos el hombre de atrás.

Supuestos.
-Instrumento que actúa sin capacidad de acción: En estos casos, si bien por algunos autores se
afirma la existencia de una autoría mediata, otros autores, más correctamente, prefieren hablar de
una autoría directa. En palabras de MIR PUIG, “cuando [el instrumento] no realiza un
comportamiento humano no se halla justificado acudir a la autoría mediata, pues la utilización
meramente material de una persona, sin que ésta actúe como tal bajo el control de su voluntad, no
tiene por qué distinguirse del empleo de otro instrumento no humano. Conviene considerar a la
persona de atrás autor directo.

-Déficit de conocimiento en el instrumento.

En estos casos estaremos ante un supuesto de autoría mediata si el hombre de atrás ha generado el
error en el instrumento y se aprovecha del mismo para producir un resultado típico. El error puede
recaer sobre:
a) la peligrosidad del hecho (ejemplos 1 y 2),
b) la concurrencia de otros elementos que hacen la conducta típica (ejemplo 3, en el que hay un error
acerca de la ajenidad de la cosa),
c) la prohibición (ejemplo 4).

-Déficit de libertad en el instrumento.

Más complejos son los supuestos en los que el instrumento actúa movido por un déficit de libertad,
por lo que procede distinguir los siguientes casos.

Supuestos de coacción.

Los casos de coacción presentan más dudas, en relación con la cuestión de si cabe la autoría mediata.
Ello se debe a que, de una parte, el instrumento que actúa coaccionado actúa con dolo y realiza un
hecho típico y, en muchas ocasiones, antijurídico; de otra, a que en estos casos, el sujeto sí tiene
capacidad, aunque limitada, para decidir acerca de la lesión del bien jurídico, a diferencia de aquéllos
en los que existe un error, en los que la falta de conocimiento sobre la trascendencia de su acción
impide al sujeto tomar una decisión al respecto.

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El problema radica en la delimitación entre inducción y autoría mediata: determinar si estos casos, o
cuáles de ellos, deben considerarse de autoría mediata o si, en cambio, han de ser considerados como
una inducción. A diferencia de en los casos en los que el instrumento no realiza una acción típica
(por un error de tipo), en estos casos, por lo general, el instrumento actúa típica y antijurídicamente,
por lo que, desde el principio de accesoriedad limitada –que después veremos- y aun cuando la
amenaza anulara completamente la capacidad de elección y con ello la culpabilidad, no habría
obstáculos teóricos para entender que el hombre de atrás solamente participa en el hecho principal
realizado por la persona que fácticamente ejecuta el tipo, dado que esta acción sería antijurídica. De
hecho, lo cierto es que la coacción, bajo la forma de amenazas, aparece expresamente recogida en el
art. 60 del CP como una forma de complicidad: “se castigarán como cómplices…aquéllos que por
dádivas, promesas, amenazas, abuso de poder o de autoridad…provocaren esa acción o dieren
instrucción para cometerla”. Por ello, como ya se ha anticipado, el ámbito de la autoría mediata no
puede abarcar todos los supuestos en los que un sujeto emplee la amenaza para que otro actúe
delictivamente, sino que, de hecho, y dado que el propio legislador regula dicha conducta como una
forma de participación, la regla habrá de ser considerarlo como inducción y la excepción hallar una
autoría mediata.
En cualquier caso, dentro de la instrumentalización bajo coacción es preciso distinguir varios
supuestos.
a) Por una parte, estaremos siempre ante una autoría mediata en los casos en los que con la
amenaza el hombre de atrás sitúe al instrumento ante una situación de estado de necesidad, porque el
delito que haya de realizar bajo coacción sea menos grave que el mal con que se amenaza.

b) En los casos en los que la conducta del agente sí sea antijurídica, la doctrina alemana, por
lo general, acoge para tal distinción el criterio de la responsabilidad, según el cual la utilización de la
coacción sólo dará lugar a una autoría mediata cuando ésta, por las circunstancias en que se realiza y
la gravedad de la amenaza, llegue a anular la capacidad de decisión del sujeto acerca de la lesión del
bien jurídico, pues sólo entonces podrá decirse que el hombre de atrás ejerce un pleno dominio sobre
la decisión de producir el resultado. En caso contrario, nos hallaremos ante una inducción.

Supuestos de utilización de inimputables.

Al igual que hemos mencionado en los supuestos anteriores, en este caso la conducta del hombre de
atrás podría ser tanto de autoría (mediata) como de inducción.

Ello se debe a que quien actúa en estado de inimputabilidad realiza, no obstante, una conducta
contraria a Derecho (antijurídica), por lo que, aunque dicha conducta quedara impune por serle
aplicable una causa de exención de pena, quien participe en la misma puede ser condenado como
cómplice.

Déficit de cualificación típica en el instrumento.

Un supuesto ulterior que suele plantearse en los delitos especiales es el caso en el que una persona
que posee los elementos de autoría requeridos por el tipo (funcionario, autoridad, juez, etc.) utiliza a
una persona que carece de dicho requisito típico para realizar un delito que sólo puede ser realizado
por quienes poseen dicha cualificación.
A diferencia de en otros grupos de casos ya estudiados, en los que la cuestión se reducía a determinar
si existía una inducción o una autoría mediata, en el presente supuesto la alternativa pasa por la
autoría o la impunidad. Ello es así porque el sujeto que fácticamente ejecuta la acción (la mujer que
destruye los papeles en nuestro ejemplo) no tiene la cualificación típica requerida (no es funcionaria
o administradora), por lo que su conducta sería atípica y, en consecuencia, a menos que se pueda
considerar autor mediato al hombre de atrás, también su conducta sería atípica y, por tanto, impune,

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pues, como ya hemos mencionado y veremos en páginas posteriores de esta lección, la participación
delictiva presupone intervenir en un hecho principal típico y antijurídico.
También aquí debemos distinguir dos supuestos básicos. De una parte, si por el hombre de atrás se
induce a un error o se emplea la coacción, estaremos ante un supuesto “normal” de autoría mediata, a
analizar según lo afirmado con anterioridad.
Así, aun cuando estemos ante un delito especial, si el hombre de atrás reúne la cualificación típica
requerida, y si instrumentaliza efectivamente a la persona que ejecuta los actos típicos, no habrá
problema en atribuirle a él la autoría.

II. La participación: consideraciones generales.

Como habíamos dicho, cuando en un hecho intervienen varias personas pueden éstas realizar
contribuciones de distinta relevancia para el fin delictivo. Si los autores se caracterizan por ocupar un
papel central en el hecho punible, atribuyéndosele el mismo como una obra propia, los partícipes,
por el contrario, ocupan un papel secundario, en la medida en que su contribución posee una menor
relevancia para la producción del resultado lesivo.
Si el hecho punible se va a imputar a los autores, la participación, en consecuencia, consiste en la
contribución a un hecho ajeno. Ello implica, para empezar, que la participación sólo puede concurrir
cuando existe un hecho principal atribuido a un autor (principio de accesoriedad).
En segundo lugar, desde el punto de vista de la tipicidad penal ello conlleva que la participación
deberá requerir una tipificación expresa por parte del legislador, dado que la conducta de
participación no puede subsumirse en la descripción típica del delito correspondiente de la parte
especial (tipos de autoría).

Citando a Mir Puig, la teoría de la causación es la “más convincente. La imputación personal (lo que
suele denominarse es una cuestión personal de cada sujeto: su sentido se agota en permitir la
atribución al sujeto del hecho antijurídico; que falte esa atribuibilidad respecto de uno de los sujetos
que intervienen en un hecho antijurídico sólo puede afectarle a él, y no rompe la relación entre dicho
hecho y los demás sujetos que contribuyen a su realización, si a tales sujetos sí les es atribuible tal
relación. El partícipe contribuye a causar el hecho del autor, sea interponiendo una condición
propiamente causal del mismo…sea favoreciendo eficazmente su realización (lo que basta para la
complicidad). Si, además, puede imputársele personalmente esa contribución, ¿por qué no habría de
atribuírsele por la circunstancia, ajena a él y que no empecé a la antijuridicidad del hecho favorecido
ni por tanto a la de su favorecimiento, de que al autor no pueda atribuírsele personalmente su
hecho?”.

La accesoriedad de la participación.

La conducta del partícipe es accesoria respecto del hecho principal realizado por el autor, de modo
que sin la existencia de éste no cabe fundamentar una participación. Expresado gráficamente: si no
concurre el hecho del autor no hay nada en lo que participar. Ahora bien, ese grado de accesoriedad
puede ser de diferente intensidad, por lo que es preciso concretar cuál ha de ser el grado de
dependencia del hecho de autoría. Caben tres alternativas:
a) accesoriedad mínima: basta con que la conducta del autor sea típica, aunque no sea antijurídica
(esto es, concurra una causa de justificación), para que la conducta de participación pueda castigarse.
b) accesoriedad limitada: el hecho de autoría debe ser típico y antijurídico, pero no es preciso que sea
culpable.
c) accesoriedad máxima: la conducta del autor debe ser no sólo típica y antijurídica, sino también
culpable.

81
Clasificación dogmática: inducción. Complicidad.

Los modos de participación suelen ser divididos en dos formas básicas: la inducción y la
complicidad.

Inducción:
En los términos de Roxin, la inducción puede definirse como la causación objetiva y subjetivamente
imputable, mediante un influjo psíquico, de la resolución y realización por parte de otra persona de
un delito de autoría doloso. El inductor se limita, así, a provocar en otro la resolución de delinquir a
través de un influjo psíquico, si bien, a diferencia de la autoría mediata, tal influjo no conlleva una
merma de libertad de decisión en el autor.

Requisitos:
- Así, el primer requisito objetivo sería el de la causalidad: el influjo psíquico del inductor debe ser
causal para la resolución del delito por parte del inducido, en el sentido de la teoría de la conditio
sine qua non.
- b) Desde el plano subjetivo, la inducción debe ser dolosa, bastando el dolo eventual. No cabe, en
consecuencia, la inducción imprudente. El ámbito del dolo determina el marco de lo que puede serle
imputado como inducción. Así, no le serán atribuibles como inducción los delitos realizados por el
autor principal que constituyan un exceso respecto de la resolución de voluntad generada por aquél si
su realización no fue abarcada al menos con dolo eventual.
La doctrina entiende que en la inducción concurre un dolo “doble”: no sólo debe ir dirigido a generar
la resolución de voluntad delictiva, sino además a conseguir la producción del resultado lesivo a
través el hecho principal. Desde esta exigencia puede justificarse la impunidad del llamado “agente
provocador”, quien actúa como inductor pero sin pretender que el autor culmine su acción delictiva.

Complicidad

La complicidad puede definirse como la realización de actos de ayuda o favorecimiento


al delito realizado por otro, pudiendo consistir ya en la aportación de un bien (armas, por ejemplo),
ya en conductas de apoyo (actos de vigilancia, por ejemplo), ya en refuerzos de carácter psíquico.
Los mismos requisitos derivados de la accesoriedad limitada que mencionamos en la inducción son
aplicables en sus exactos términos para la complicidad: la acción debe ser típica y antijurídica, lo que
a su vez implica que tiene que haberse sobrepasado la fase de comienzo de la tentativa.

Requisitos.
a) Por lo que respecta a su aspecto objetivo, la complicidad debe consistir en una aportación efectiva
al hecho principal, que haya constituido una contribución al mismo.
b) En lo tocante a su aspecto objetivo, y al igual que hemos afirmado de la inducción, la complicidad
debe, en principio, ser dolosa, bastando con un dolo eventual.
c) La cuestión esencial radica en establecer el criterio de diferenciación entre la complicidad y la
coautoría, dada la evidente diferencia de penalidad que establece el art. 59 CP. En principio, la
misma conducta puede ser de coautoría o complicidad según la relevancia que la misma tiene para la
realización del plan delictivo, por lo que, ciertamente, el punto de partida será encontrar un criterio
que permita discriminar aportaciones de mayor o menor relevancia.
Para trazar dicha diferenciación podemos partir de dos criterios: el primero atiende al momento de
realización del hecho – si bien su papel se limitará a servir como mera orientación -, y el segundo al
de la importancia para la realización del hecho.

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Formas de complicidad en República Dominicana.

El CP dominicano, en sus arts. 59 y ss., establece un listado de las posibles formas de participación
en el delito, a las que asigna una pena menor que a la autoría; concretamente, según dispone el art.
59 CP, “a los cómplices de un crimen o de un delito se les impondrá la pena inmediatamente inferior
a la que corresponda a los autores de ese crimen o delito; salvo los casos en que la ley otra cosa
disponga”. Como ya habíamos anticipado, el legislador utiliza únicamente el término “cómplices”
para englobar todas las formas de participación, si bien ello no obsta a que, dentro de las conductas
descritas en tales preceptos, podamos establecer una clasificación entre conductas de inducción y
conductas de complicidad en sentido estricto.

Como modalidades de complicidad en sentido estricto encontramos las siguientes (art. 60 CP):

1. “Aquellos que, a sabiendas, proporcionaren ambas o instrumentos, o facilitaren los medios que
hubieren servido para ejecutar la acción”.
2. “Aquellos que, a sabiendas, hubieren ayudado o asistido al autor o autores de la acción, en
aquellos hechos que prepararon o facilitaron su realización, o en aquellos que la consumaron”.

b) Junto a las citadas, los artículos 61 y 62 incorporan también otras modalidades de complicidad:

“Aquellos que, conociendo la conducta criminal de los malhechores que se ejercitan en


salteamientos o violencia contra la seguridad del Estado, la paz pública, las personas o las
propiedades, les suministren habitualmente alojamiento, escondite o lugar de reunión, serán
castigados como sus cómplices” (art. 61 CP).

“Se considerarán también como cómplices y castigados como tales, aquellos que a
sabiendas hubieren ocultado en su totalidad o en parte, cosas robadas, hurtadas, sustraídas o
adquiridas por medio de crimen o delito” (art. 62 CP).

Tema 12
Circunstancias Modificativas de la Responsabilidad Penal. Teoría general de las circunstancias.
Circunstancias atenuantes: nociones generales. Análisis de las 31 eximentes incompletas. Atenuantes
y eximentes específicas. Circunstancias agravantes: nociones generales. Tipos de agravantes: a)
objetivas y subjetivas; b) Especiales y generales; c) legales y judiciales. Regulación de las agravantes
en el Código Penal Dominicano: agravantes especiales y generales. El problema de la
comunicabilidad de las circunstancias: a) comunicabilidad de las atenuantes; y b) Comunicabilidad
de las agravantes Teoría del concurso: concurso de Leyes. Concurso de infracciones.

Teoría general de las circunstancias.

Resulta evidente que el estudio de las circunstancias que modifican la responsabilidad criminal debe
realizarse mediante el examen de la legislación penal vigente. Tal examen debe ser realizado desde
dos puntos de vista. En primer lugar, debe evaluarse el régimen de estas circunstancias, tomando en
cuenta de manera principal la función, origen y sentido que ellas juegan dentro del marco general de
nuestro sistema penal. Y en segundo término, el examen propuesto se debe hacer comprobando en
cual medida cada circunstancia modificativa en particular, de las que hoy existen, tienen o mantienen
el sentido que las inspiró o si ellas resisten el análisis concreto de nuestro sistema, tomando en
cuenta, sobre todo, el análisis desde el plano sustantivo constitucional.

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Lo anterior significa que el estudio que nos proponemos en el presente capítulo es más cercano a la
realidad del Código Penal. Obviamente, el presente capítulo no pretende abandonar el plano
dogmático, pues él resulta muy importante como marco general del “deber ser” en el tema abordado.
Independientemente de que el estudio de las circunstancias modificativas encuentra fundamento por
sí mismo, no debe olvidarse que ellas juegan un rol muy importante en la determinación de la pena.
En efecto, las circunstancias modificativas resultan ser elementos de fundamental importancia en la
medición del nivel de intensidad sancionadora. Se trata de circunstancias que completan, de manera
accidental, la descripción de la conducta reprochable y que, en consecuencia, deben regirse según
las reglas de la tipicidad en todo lo que tiene que ver con subsunción y la relación que debe existir
entre el tipo objetivo y subjetivo

Circunstancias atenuantes: nociones generales.

Al igual que en nuestro derecho existen agravantes, encontramos circunstancias que tienden a
disminuir o atenuar la pena imponible y, en algunos casos, hasta impiden la imposición de una pena
–circunstancias atenuantes especiales o excusas-. Para distinguir las primeras de las segundas
llamaremos a aquellas que tienden a disminuir la pena –circunstancias atenuantes propiamente
dichas- y a las que tienden a impedir su imposición la llamaremos –circunstancias atenuantes
especiales o excusas

Las atenuantes propiamente dichas son circunstancias accidentales del tipo, no descritas
expresamente en la norma, que tienden a disminuir la pena establecida para el hecho prohibido y
cuyo apreciamiento se realiza de manera unilateral por el juez o tribunal.

Análisis de las eximentes incompletas.

Las eximentes incompletas son aquellas circunstancias atenuantes que atenúan la pena en mayor
medida que las ordinarias, esto se da cuando en un delito que está legalmente eximido de pena, no
concurren todos lo requisitos necesarias para eximir de responsabilidad al infractor, y es por esto que
se clasifica como eximente. Dan lugar a una disminución del carácter antijurídico de la conducta o
de la culpabilidad del sujeto. Estas son:
1. La imputabilidad disminuida;
2. La embriaguez;
3. La minoridad;
4. El exceso en el cumplimiento de un deber o ejercicio de un derecho: en la legítima
defensa, el estado de necesidad y en la obediencia legítima.

Atenuantes y eximentes específicas

Contrario a lo que ocurre con las agravantes, las circunstancias atenuantes se encuentran organizadas
de manera general en el Código Penal que establece un régimen al respecto. En efecto, el artículo
463 organiza una escala para la aplicación de las circunstancias atenuantes. Esta escala permite
que:

1) Cuando la ley pronuncie la pena de treinta años de reclusión mayor, se reduzca hasta veinte años
de reclusión mayor;
2) Cuando la pena establecida en la ley sea la del veinte años de reclusión mayor, se podrá reducir e
imponer una pena en una escala comprendida entre los tres y diez años de reclusión mayor, e incluso
se puede rebajar a dos años de reclusión menor, si se considera que a favor del condenado existen
más de dos circunstancias atenuantes;

84
3) Cuando la Ley establece una pena que se comprenda en la escala de la reclusión mayor (3 a 20
años) y siempre que no sea el máximo, se podrá reducir la pena hasta la escala de de reclusión menor
(2 a 5 años), e incluso a la prisión correccional cuya duración no podrá ser menos de un año, salvo
que la ley permita una reducción de la prisión a menor tiempo;
4) Cuando la pena sea la reclusión menor (2 a 5 años) o la de detención (3 a 10 años), se podrá
reducir hasta la de prisión correccional sin que la duración mínima de la pena pueda bajar de dos
meses;
5) Cuando se deba imponer de manera simultánea las penas de prisión y multa, se podrá reducir el
tiempo de la prisión, a menos de seis días, y la multa a menos de cinco pesos, aún en el caso de
reincidencia, o simplemente imponer la prisión o la multa e incluso sustituir la pena de prisión con la
de multa, sin que en ningún caso puedan imponerse penas inferiores a las de simple policía.

La doctrina clásica es unánime en afirmar que del artículo 463 del Código Penal se deducían dos
fundamentales consecuencias, a saber: 1) La norma no exige que el juez o tribunal explique de donde
deduce o cuáles son las atenuantes tomadas en cuenta para reducir la pena; y 2) El juez o tribunal
aun cuando aplique las circunstancias atenuantes no puede imponer una pena menor que la
autorizada para cada caso

Cabe aquí destacar la influencia sobre el tema que ha tenido el Código Procesal Penal, puesto en
vigor en el año 2004, y que se ha referido a las atenuantes de los casos cuya pena imponible mayor
no supere los diez años. En efecto, el artículo 340 de dicho cuerpo normativo establece el
denominado perdón judicial, que no es otra cosa que la posibilidad de que el tribunal al aplicar la
pena atenúe la pena e incluso la exima totalmente.

Este texto legal dispone cuáles son los elementos que pueden tomarse en cuenta para la atenuación
de la pena o para permitir que el condenado sea eximido de la misma. Todo ello es posible cuando
concurren una o varias de las circunstancias siguientes:
1) La participación mínima del imputado durante la comisión de la infracción;
2) La provocación del incidente por parte de la víctima o de otras personas;
3) La ocurrencia de la infracción en circunstancias poco usuales;
4) La participación del imputado en la comisión de la infracción bajo coacción, sin llegar a constituir
una excusa legal absolutoria;
5) El grado de insignificancia social del daño provocado;
6) El error del imputado en relación al objeto de la infracción o debido a su creencia de que su
actuación era legal o permitida;
7) La actuación del imputado motivada en el deseo de proveer las necesidades básicas de su familia
o de sí mismo;
8) El sufrimiento de un grave daño físico o psíquico del imputado en ocasión de la comisión de la
infracción;
9) El grado de aceptación social del hecho cometido.

Resulta evidente la modificación introducida por el artículo 340 del Código Procesal Penal al
artículo 463 del Código Penal, a saber, en primer lugar, en los casos cuya pena imponible es la de
diez años o menos existe la posibilidad de que se pueda imponer una pena por debajo de los límites
establecidos en la ley e incluso que se pueda eximir al condenado de la pena, lo cual no era posible
anteriormente.
En segundo término, el tribunal se encuentra limitado, al aplicar las atenuantes, a aquellas
circunstancias limitativamente enunciadas en el Código Procesal Penal.

Circunstancias agravantes: nociones generales.

85
Tal como se ha explicado anteriormente, en toda infracción pueden ser consideradas ciertas
circunstancias modificativas de la responsabilidad penal. Cuando tales circunstancias inciden de
modo tal que la pena se incrementa, se denomina circunstancias agravantes. Según la doctrina clásica
las agravantes se definen como aquellos “hechos que, uniéndose a los elementos materiales o
morales del delito, aumentan la criminalidad de la acción o la culpabilidad del autor”.
Las circunstancias agravantes son conocidas desde la antigüedad. En el derecho romano estaban
vinculadas a los medios utilizados para llevar a cabo el hecho delictivo.
De igual manera, se vinculaban al tiempo, al lugar, a la condición del autor o a la condición de la
víctima; también se podían derivar de la reincidencia. En el derecho germánico también existían
agravantes vinculadas a la naturaleza de la paz violada. En el derecho canónico, también
encontramos ejemplos de agravantes tales como la premeditación y la reincidencia, así como
aquellos vinculados con la condición del elemento activo de la infracción o la condición del
elemento pasivo; y los relacionados con el carácter sagrado del derecho conculcado.

Tipos de agravantes: a) objetivas y subjetivas; b) Especiales y generales; c) legales y judiciales.


En el derecho penal dominicano tal y como en su modelo francés, existen agravantes de diversas
naturaleza aunque ellas no se encuentran en ningún apartado especial –como si existe en el caso de
las atenuantes- que se dedique a definirlas ni en el Código Penal, ni en ninguna ley especial. Estas
circunstancias han sido establecidas de manera especial y con relación a ciertas y determinadas
infracciones.
Nuestra legislación tampoco se ha encargado de elaborar ningún tipo de clasificación de las
agravantes siendo labor exclusiva de la doctrina su división en categorías.
De esta manera encontramos que las agravantes se clasifican en: a) circunstancias agravantes
objetivas y subjetivas; b) circunstancias agravantes generales y especiales; y c) circunstancias
agravantes legales y judiciales2. En la mayor parte de la legislación extranjera, sin embargo, la única
clasificación conocida es la que distingue las agravantes entre objetivas y subjetivas.

a) objetivas y subjetivas; se considera como objetiva aquella en la que es posible apreciar una
mayor gravedad del daño producido por el ilícito o bien de la mayor facilidad de ejecución que
supone una mayor desprotección del bien tutelado independientemente de que de ellas se deduzca o
no una mayor reprochabilidad del sujeto.
Se consideran subjetiva, en cambio, aquellas que no están relacionadas directamente con el hecho
cometido, sino que el autor se ve reprochado con mayor pena por situaciones relacionadas con su
persona o con circunstancias de su vida anterior

La doctrina francesa y con ella la dominicana, empero, ha defendido la existencia de un modelo


ecléctico al considerar que las circunstancias agravantes son subjetivas y objetivas a la vez, y que
ello dependerá de que ellas se encuentren vinculadas a la materialidad del hecho o a la moralidad de
la acción . Tal es el caso del robo cometido con pluralidad, nocturnidad, con escalamiento, con
fractura o haciendo uso de armas, etc. que devienen en agravar el robo según las previsiones de los
artículos del 381 al 385 del Código Penal. Estas circunstancias agravantes atienden a la manera,
circunstancia y tiempo en que se comete el hecho.

Se llama circunstancias agravantes objetivas a aquellas que se encuentran unidas a los elementos
materiales de la infracción.
Son circunstancias agravantes subjetivas, aquellas que se encuentran vinculadas a la culpabilidad
del autor o que individualiza a quien comete la infracción (autor) o a quien le perjudica (víctima).
Tal es el caso de la premeditación y la asechanza en el homicidio o en los golpes y heridas previstos
en los artículos 296, 297 y 310 del Código Penal que son circunstancias vinculadas a la culpabilidad
del autor.

86
Por otro lado, encontramos agravantes que individualizan al autor por encontrarse relacionado
mediante lazos de consanguinidad con la víctima, como es el caso del parricidio o del incesto y
circunstancias que agravan el hecho por la calidad de la víctima, como ocurre con la violación
cometida en perjuicio de personas especialmente vulnerables (niños, ancianos, mujeres embarazadas,
etc.).

b) Especiales y generales

Las agravantes especiales: son aquellas que solamente recaen sobre determinados o algunos tipos
penales, tal como la calidad de empleado o asalariado en el robo cuya víctima es el patrón o
empleador del imputado.
Las agravantes generales son aquellas que recaen sobre cualquier tipo penal como ocurre con la
reincidencia y la condición de funcionario público.

Regulación de las agravantes en el Código Penal Dominicano: agravantes especiales y


generales.

Ya hemos dicho que las agravantes en la legislación dominicana no están reglamentadas de manera
general como sí lo están las atenuantes y que las mismas se encuentran estipuladas de manera
particular en cada tipo penal. Así veremos de manera sucesiva algunos ejemplos de las más
relevantes agravantes según cada una de las más importantes infracciones contenidas en el Código
Penal.
Agravantes especiales
Del homicidio
El homicidio se agrava en nuestra legislación fundamentalmente por varias situaciones que pueden
ser agrupadas en dos conjuntos, a saber: 1) la manera o medio empleado para cometerlo; 2) la
calidad de la víctima o por su edad.

Las relativas a la manera o medio empleado para cometerlo


Dentro de esta categoría encontramos como agravante la asechanza y la premeditación, que
convierten el homicidio simple en un asesinato y que se sanciona con mayor pena (arts. 295, 297,
298 y 302 del Código Penal). También entra dentro de esta clasificación el homicidio cometido con
el empleo de venenos o sustancias tóxicas denominado “envenenamiento” (arts. 301 y 302 del
Código Penal).

Las relativas a la calidad de la víctima o a su edad


dentro de estas agravantes encontramos la del homicidio cometido por un hijo en contra de sus
padres u otros ascendientes que se denomina parricidio (art. 299 y 302 del Código Penal).
Igualmente entra dentro de la presente clasificación el homicidio cometido en la persona del
presidente de la República (Art. 295 y 304 Párrafo I del Código Penal). En lo relativo a la agravante
por la edad de la víctima encontramos la del infanticidio (art. 300 y 302 del Código Penal).

Del robo
Las agravantes del robo son diversas. Algunas tienen que ver con el tiempo de comisión de la
infracción, otras se encuentran relacionadas con el lugar de comisión del ilícito, otras tienen que ver
con la manera como éste se ejecute y otras tienen que ver con la calidad de la víctima o del autor que
comete la infracción.

Las relativas al tiempo de comisión de la infracción

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La única agravante relacionada con el tiempo de comisión de la infracción es la de la nocturnidad. El
robo cometido de noche se agrava si además se cumplen las otras condiciones enumeradas en los
artículos 381, 384, 385 y 386 del Código Penal.

Las relativas al lugar de comisión del ilícito


Algunas agravantes se encuentran relacionadas con el lugar de la comisión de la infracción. Así
tenemos el robo en casa o lugar habitado o habitable (arts. 381, 385 y 386 del Código Penal), el robo
en caminos públicos (asrt. 383 del Código Penal) y el robo en los campos (art. 388 del Código
Penal).
Las relativas a la manera de comisión del robo
Dependiendo de la manera de comisión del robo el mismo puede resultar agravado. Estas maneras
son principalmente el robo mediante fractura (arts. 381, 384, 393, 394, 395 y 396 del Código Penal),
el robo mediante escalamiento (arts. 381, 384 y 397 del Código Penal), el robo con uso de llaves
falsas (arts. 381, 384 , 398 y 399 del Código Penal), el robo cometido por dos o mas personas (arts.
381, 384, 385 y 386 del Código Penal), el robo cometido haciendo uso de armas (arts. 101, 102, 381,
384, 385 y 386 del Código Penal y 2, 39, 40 y 56 de la ley 36), el robo haciendo uso de falsa calidad
(arts. 381, 384, 385 y 386 del Código Penal) y el robo haciendo uso de violencia (art. 382 del Código
Penal).

Las relativas a la calidad de la víctima o del autor de la infracción


La calidad de empleado o asalariado del autor del robo, así como la calidad de empleador de la
víctima es la única agravante del robo que puede ser ubicada dentro de esta clasificación (art. 386 del
Código Penal).

De la estafa
La única condición que agrava la estafa es la calidad de la víctima. En efecto, si la estafa recae sobre
el Estado dominicano o alguna de sus instituciones el delito de estafa reviste carácter de crimen y se
sanciona con mayor rigor. (art. 405 del Código Penal).

Del abuso de confianza


Dos situaciones específicas agravan el abuso de confianza. La primera de ellas es cuando la cosa
distraída o sustraída tiene un valor superior a los mil (RD$1,000.00) pesos (art. 408 párrafo del
Código Penal), la segunda condición que lo agrava es la calidad del autor del hecho; es decir, si se
trata de un empleado o asalariado de la víctima (art. 408 del Código Penal).

Agravantes generales
La calidad de funcionario público
Esta es una agravante general contenida en el artículo 198 del Código Penal que se aplica a los
funcionarios públicos que cometan infracciones. Esta agravante ha sido aplicada por los tribunales
dominicanos, de manera indistinta, a toda clase de funcionarios siguiendo la interpretación del
modelo francés. Así se ha aplicado de manera indistinta a toda clase de funcionarios, sin distinguir su
categoría.
La doctrina dominicana ha señalado, con justísima razón, que la interpretación dada por la práctica
en nuestro país al artículo 198 es errónea y que en nuestro caso la agravante sólo se aplica a los
jueces y no a ninguna otra clase de funcionario público.

La reincidencia

Cabe iniciar este apartado con afirmar que modernamente la legitimidad de la reincidencia ha sido
puesta en duda. Se ha llegado a afirmar que la misma trasgrede principios fundamentales y que, en
consecuencia, no es posible aplicarla. Y en abono a esta opinión se puede decir que incluir criterios

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como la reincidencia en una legislación penal resulta contraria a la exigencia constitucional de
desarrollar un derecho penal de acto. Del mismo modo podemos afirmar que la reincidencia resulta
violatoria del principio de non bis in idem y que con ella se introducen criterios para la imposición
de penas prescindiendo del debate de los hechos, anulando, de esta manera, la centralidad del juicio
y la utilidad de la cesura del debate (principios reconocidos por la Constitución y por el Código
Procesal Penal).

Hechas tales precisiones y haciendo abstracción de tales argumentos pasamos a examinar el


tratamiento dado a la reincidencia por el Código Penal, el cual la reconoce como una agravante de
carácter general y la reglamenta en sus artículos del 56 al 58.
La aplicación de la agravante de la reincidencia debe ser examinada desde varios ángulos.
En primer lugar, es necesario, comprender cuáles son las condiciones generales que deben
encontrarse reunidas para que se considere la reincidencia. Estas condiciones se encuentran
señaladas en la ley. Así como condiciones generales encontramos la necesidad de una condena
anterior que haya adquirido carácter de lo juzgado irrevocablemente y la necesidad de que se cometa
una nueva infracción que tenga por consecuencia una segunda condena.
En segundo término, examinamos el tema tomando en cuenta la consecuencia que, de manera
general, acarrea la aplicación de la reincidencia como agravante. Siendo esta que se proceda a la
agravación de la pena ordinaria que corresponda imponer por la segunda infracción.

El problema de la comunicabilidad de las circunstancias:

Como elementos del delito se plantea la cuestión de si una circunstancia se extiende a todos, o sólo a
alguno de los agentes intervinientes; por ej.:, si el autor lleva disfraz, ¿ha de extenderse la agravación
a quien no va disfrazado? Estamos ante una cuestión propia del sub‐principio de culpabilidad, que
exige la personalidad de las sanciones. En virtud de dicho enunciado, cada agente ha de responder
por aquello que es propio suyo, sin que pueda extenderse a uno lo que hace otro.

a) comunicabilidad de las atenuantes; Sobre la posibilidad de comunicabilidad de las atenuantes se


presentan varias situaciones. La jurisprudencia ha sido constante en afirmar que el cómplice puede
ser perseguido de manera independiente al autor Una primera situación relativa a la posibilidad de
que el autor se beneficie de una cláusula legal de no culpabilidad. Dado que en el sistema penal
dominicano se es cómplice o partícipe de un hecho y no de la persona que lo comete resulta que las
circunstancias modificativas de la responsabilidad atribuible al autor por sus personales
características no se comunican al partícipe o cómplice. Por eso cuando existe una causa de no
imputabilidad que favorece al autor (como sería la demencia -art. 64 del Código Penal) ella no es
reconocida a favor del partícipe quien sigue siendo responsable y condenable con la pena
correspondiente a su grado de participación.
Una segunda hipótesis que se presenta cuando existe una imposibilidad legal de proseguir la
persecución en contra del autor. Tal es el caso en que el autor ha muerto y por tanto la acción penal
se ha extinguido en cuanto a él. En tal caso la responsabilidad penal del partícipe puede ser
determinada de manera independiente ya que, como hemos explicado, su responsabilidad penal es
independiente a la del autor. Un tercer caso que resulta de determinar si las excusas absolutorias que
pueden favorecer al autor, favorecen por igual al partícipe. En tal hipótesis la responsabilidad del
cómplice subsiste aún cuando el autor se favorezca de la excusa. Cabe, por último, resaltar que esta
incomunicabilidad de estas atenuantes es biunívoca, es decir, que no se comunica del autor al
partícipe, ni viceversa.
En lo relativo a las excusas legales como la provocación, el repelimiento de robo con escalamiento
durante el día y la castración como consecuencia del ultraje al pudor se admite, de manera general,
que todas ellas se comunican del autor al partícipe y que, en consecuencia, le favorecen por igual.

89
y b) Comunicabilidad de las agravantes.

Si bien las circunstancias modificativas atenuantes no se comunican entre el autor y el partícipe, no


ocurre lo mismo con las circunstancias modificativas agravantes. En efecto, en el caso de las
agravantes sí existe la comunicabilidad aunque la misma no es biunívoca ya que las agravantes
relativas a la persona del autor se comunican al partícipe pero las de éste no se les comunican a
aquél.

Las denominadas agravantes objetivas que, como hemos dicho anteriormente, van unidas al hecho
son perfectamente comunicables. Por eso, cuando se trata de un robo agravado por la manera o el
tiempo de su comisión, la agravante afecta al partícipe porque él es tal del hecho.

Esto ocurre porque se entiende que el partícipe cuando ha consentido en cometer la infracción ha
aceptado a todas las eventualidades y asumido todos los riesgos que implica el ilícito incluyendo el
consentimiento del empleo de todos aquellos medios necesarios para cometer el hecho.

Pero la solución dada para los partícipes y las agravantes objetivas no es la misma que se ha dado
para el caso de las llamadas agravantes subjetivas, es decir, aquellas que surgen como consecuencia
de la calidad que tiene el autor del ilícito. Como el caso del robo cuyo autor es el empleado o
asalariado de la víctima, o el homicidio cometido por el hijo en perjuicio de su padre.

En torno a la comunicabilidad de estas agravantes las opiniones son diversas y algunos han opinado
que estas agravantes son totalmente personales y que, por tanto, no pueden ser comunicadas al
partícipe. Otra corriente, la que por cierto ha suscrito nuestra Suprema Corte de Justicia, es de
opinión de que estas agravantes deben comunicarse al cómplice ya que, por un lado, según la
legislación aplicable a la materia (art. 59 del Código Penal) se es cómplice (partícipe) de la
infracción cometida por el autor y, por el otro, porque la pena que corresponde al partícipe se fija
tomando en cuenta a la pena que corresponde al autor.

Teoría del concurso: concurso de Leyes.

Concurso de leyes y el principio non bis in ídem


El concurso de leyes es un tema que nunca ha sido tratado, al menos formal y expresamente, por la
doctrina dominicana. Sin embargo, las reglas y principios que lo integran resultan muy interesantes y
resulta casi imposible prescindir de ellas. Distinto a lo que ocurre con el concurso de delitos en el
que resulta necesario aplicar tantas disposiciones legales como las violadas por los hechos
cometidos, en el concurso de leyes hay que aplicar una sola ley al hecho cometido aunque, de
manera aparente, existan varias normas aplicables. Tal es el caso del que comete un parricidio,
obviamente que quien comete un parricidio comete, a la vez, un homicidio. Así se encontrarían
simultáneamente aplicables el artículo 295 del código penal (homicidio) y el artículo 299
(parricidio).

Según las reglas del denominado concurso de leyes, sólo sería aplicable el artículo 299 por ser este el
tipo que describe más ajustadamente la conducta prohibida. La decisión en torno a cuál de las
normas aplicar cuando se presenta un concurso de leyes depende mucho de la interpretación de las
distintas normas que sean posibles aplicar. La doctrina ha elaborado diversos principios que tienen
por finalidad hacer más fácil la aplicación de la norma que corresponda.

Los principios más conocidos son el de especialidad, el de subsidiariedad y el de consunción.

90
Siguiendo el principio de especialidad, cuando haya concurso entre varias normas, se aplicará la ley
más especial. Esto es el tipo que mejor se ajusta al caso en particular.

Por su parte, siguiendo el principio de subsidiariedad se pretende aplicar la norma general frente a la
subsidiaria.

Por último, encontramos el principio de consunción, según cuyas reglas si un hecho se subsume
dentro de otro sólo se aplicará la norma que prohíbe este último.

Concurso de infracciones.
Hay concurso de infracciones toda vez que el elemento activo de la infracción (autor) haya cometido
dos o más infracciones sin que haya intervenido condenación irrevocable con respecto a ninguna de
ellas.
Hay diversos tipos de concurso de infracciones. La doctrina clásica refiere que el mismo puede ser
real o material, ideal o intelectual.
1. Se dice que hay concurso real o material en aquellos casos en que el autor del hecho reprochable
penalmente ha cometido varios actos que, de manera separada y por sí mismos, constituyen un ilícito
distinto.
Cada uno de estos hechos constituye violación a un tipo penal distinto

2. En cambio se afirma que hay concurso ideal o intelectual, cuando un mismo acto produce la
violación de varios tipos penales. Con un mismo hecho se violan varias normas penales a la vez. En
la doctrina dominicana el concurso ideal no es sub-clasificado en ninguna otra categoría como si se
hace en otras corrientes doctrinales como la de España. En este sentido, allí se lo divide en concurso
ideal propiamente dicho que correspondería al que hemos explicado y concurso ideal impropio o
medial.

Tema 13
Consecuencias Jurídicas del Delito. La pena y la medida de seguridad. I. La pena: concepto,
fundamento y fines. Teorías de la Pena: absolutas, relativas y de la unión o mixta. Clasificación de
las penas en el Código Penal dominicano: a) En función de su gravedad: aflictivas o infamantes,
correccionales y de simple policía; b) En función del bien jurídico afectado: penas privativas de
libertad, penas privativas de derechos y pena pecuniaria. Modalidades de penas privativas de
libertad: a) penas fijas; b) penas flexibles. Determinación de la pena: Concepto. Principios
fundamentales que la rigen: legalidad, respeto a la dignidad humana y proporcionalidad. El sistema
de no cúmulo o absorción de las penas. Excepciones. Tratamiento del cúmulo o no de penas en el
anteproyecto al Código Penal Dominicano. Clases de determinación: legal, judicial y penitenciaria.
La determinación de la pena en la legislación penal dominicana y en el Código Procesal Penal. II.
Las medidas de seguridad: concepto, fundamento y fines. Clases. Las medidas de seguridad en el
anteproyecto de Código Penal. Las medidas de seguridad en la legislación de menores. Concurrencia
de penas y medidas de seguridad. Diferencias entre penas y medidas de seguridad.

La pena: concepto, fundamento y fines.


La pena cuenta con 2 vertientes su punto de vista positivo y el negativo.

Desde el punto de vista positivo


La pena es la consecuencia jurídica de los actos reprobados por el derecho penal y sólo se aplica a
imputables, una vez que se ha determinado su culpabilidad de conformidad con las normas del
Estado de derecho. “Es el medio coactivo más contundente con que cuenta el Estado” para
reaccionar frente a los hechos punibles. Desde el punto de vista de quien la sufre, la pena siempre

91
implicará la privación forzosa de derechos subjetivos, como la vida, la libertad, o el derecho de
propiedad sobre bienes materiales, impuesta a quien es declarado culpable de la realización de un
acto considerado socialmente dañoso y relevante para el derecho Penal.

A través de la pena el Estado persigue fines retributivos o de justicia o fines preventivos o de


utilidad. En procura de legitimar uno u otro criterio, surgen en el siglo XVIII con un amplio impulso
en el siglo XIX dos corrientes teóricas antagónicas: las teorías absolutas y las teorías relativas.

Teorías de la Pena: absolutas, relativas y de la unión o mixta.

Las teorías absolutas, basadas en la idea de justicia que postulan como principio legitimante de la
pena la retribución justa, o sea, que cada quien pague “lo que sus hechos valen”.
Las teorías relativas: que legitiman el poder punitivo del Estado en función de la persecución de un
fin preventivo: Prevención general y prevención especial.

Teorías de la unión mixta: Roxin Sostiene que “en una teoría unificadora o mixta correctamente
entendida, la retribución no puede, por el contrario, entrar en consideración ni siquiera como un fin
atendible junto a la prevención. Del hecho de que en el castigo radica un reproche social no se
deduce que la pena sea esencialmente retribución ni tampoco únicamente causación de un mal. Pues
de la desaprobación de una conducta se puede derivar igualmente la consecuencia de que tiende a su
futura habitación en el sentido de su influencia resocializadora”.

Concepto negativo de pena


El concepto negativo de pena parte de la premisa de que la pena es el instrumento menos efectivo de
todos los que existen como medio de solución de la conflictividad social. “El modelo punitivo es
poco apto para la solución de los conflictos pues cuando prisioniza no resuelve el conflicto, sino que
lo suspende, o sea, lo deja pendiente en el tiempo, dado que por definición excluye a la víctima. Es la
dinámica social la que, en el modelo punitivo, disuelve el conflicto, que la intervención estatal lanza
al tiempo para que lo borre.

Así el concepto negativo de pena expuesto por Zaffaroni, reza así: la pena es “ (a)una coerción, (b)
que impone una privación de derechos o un dolor, (c) que no repara ni restituye y (d) ni tampoco
detiene las lesiones en curso ni neutraliza los peligros inminentes” . Según el propio Zaffaroni, este
concepto de pena es mucho más amplio que el tradicional, pues permite “poner de manifiesto el
poder punitivo del Estado en toda su dimensión” , abarcando tanto las penas lícitas como las ilícitas

Clasificación de las penas en el Código Penal dominicano: sistema de penas establecido


originalmente en la legislación dominicana desde antes de la fundación del Estado se caracteriza por
el predominio de las corrientes retribucionistas de la pena, con escasas influencias de los criterios
utilitarios. Nuestro Código Penal, que es una copia del texto francés de la Restauración, se orienta
hacia una concepción de la pena basada preponderantemente en la retribución.
De acuerdo con la teoría retributiva, la pena tiene un fin compensatorio, en el sentido de que el autor
de un crimen debe sufrir un mal como compensación del mal que él causó con el crimen cometido.
En la clasificación de las penas que hace el artículo 1 del Código Penal dominicano, este criterio
queda claramente establecido, cuando el legislador denomina penas aflictivas o infamantes, a
aquellas destinadas a castigar el tipo de infracciones que el referido texto legal denomina crímenes.

a) En función de su gravedad: aflictivas o infamantes, correccionales y de simple policía;

92
Las infracciones las clasifica según su gravedad en crímenes, delitos y contravenciones, siendo el
tipo de pena aplicable en cada caso el elemento que permite distinguir si en un caso en concreto
estamos frente a un crimen, un delito o una contravención. En ese sentido el legislador dispuso que
los crímenes son las infracciones que conllevan un tipo de penas denominadas “aflictivas o
infamantes”, que los delitos son aquellas infracciones que la ley castiga con “penas correccionales”
y las contravenciones son aquellas infracciones que conllevan las “penas de simple policía

Con respecto a la determinación de los tipos de penas, es decir las que son aflictivas o infamantes,
correccionales o de simple policía, el propio CP en sus artículos 7, 8, 9 y 464, las identifica de forma
expresa:
- El artículo 7, incorporando los cambios que se han producidos desde su redacción original,
establece que son penas aflictivas e infamantes: 1) la reclusión mayor, 2) La detención y 3) La
reclusión menor.
- Las penas correccionales de acuerdo al artículo 9 CP, son: 1) el destierro; 2) el confinamiento, 3) la
prisión temporal, 4) la interdicción por determinado tiempo de ciertos derechos cívicos, civiles y de
familia; 5) la multa.
- Las penas de simple policía están identificadas en el artículo 464 CP. Son: 1) el arresto, 2) la multa
y 3) el comiso de ciertos bienes embargados. Se trata de la estructura punitiva de menor importancia.
El articulo 464 CP establece que “las penas en materia de policía son: el arresto, la multa y el comiso
de ciertos objetos embargados. En nuestro ordenamiento jurídico penal hay dos tipos de arresto, el
arresto como pena y el arresto como medida cautelar regido por el CPP, a partir del artículo 221. En
el presente caso nos referimos al arresto como pena de policía privativa de libertad de 1 a 5 días. Las
multas en esta materia son sumamente insignificantes, ya que el artículo 466 la sitúa de 1 a 5 pesos
básicamente.

Las penas denominadas aflictivas e infamantes constituyen los supuestos de sanción más graves
establecidas en nuestro ordenamiento para ser aplicadas en los casos de infracciones altamente
lesivas. Los tipos de infracciones a las que le son aplicables las penas aflictivas y las infamantes son
las que el propio código denomina crímenes, tal y como lo establece el artículo uno en su parte final:
“La infracción que las leyes castigan con una pena aflictiva o infamante, es un crimen”.

Un ejemplo de pena aflictiva es la contenida en el articulo 302 CP, que establece que “se castigará
con la pena de treinta años de trabajos públicos a los culpables de asesinato, parricidio, infanticidio y
envenenamiento”. La pena aflictiva sería la que causa dolor en el condenado, de ahí que cuando el
legislador instituyó la pena de trabajos públicos tomó en cuenta las crueles e inhumanas condiciones
en que se ejecutaban este tipo de sanción, en términos de exceso de trabajo, escasa alimentación,
exposición al peligro y el hacinamiento. En ese sentido, el artículo 15 del código penal establece:
“Los hombres condenados a trabajos públicos se emplearán en los más penosos” lo que demuestra el
interés del legislador por hacer prevalecer la noción de castigo a través de este tipo de penas. Con
respecto a las mujeres se estableció cierta indulgencia, en razón de que las penas de trabajos públicos
serían cumplidas por éstas haciendo tareas interiores en las cárceles y presidios. (Ver artículo 16). La
pena de trabajos públicos como tal fue derogada por la ley 224, de 1984 sobre Régimen
Penitenciario, siendo sustituida por la de Reclusión Mayor.
El artículo 106 de la ley 224 que es la norma que suprime los trabajos públicos, incurre en una
contradicción con los principios en que se funda esa importante legislación, en razón de que siendo
esta ley un instrumento de reforma que introduce una nueva visión sobre la función de la pena
orientándose hacia la resocialización del condenado, al mismo tiempo establece que “en lo sucesivo
las penas aflictiva e infamante serán solamente la detención y la reclusión”. El legislador debió
suprimir el obsoleto carácter aflictivo e infamante de las penas en materia criminal y asignarle una
función a la pena coherente con la filosofía en que se inspira la ley 224. A partir de esta ley debió
desaparecer el carácter aflictivo de la pena puesto que esta legislación se orienta totalmente hacia los

93
esquemas modernos que ven en la pena un medio de rehabilitación y de reeducación de los
condenados y no como un castigo.

b) En función del bien jurídico afectado: penas privativas de libertad, penas privativas de
derechos y pena pecuniaria.

Desde el punto de vista del bien jurídico afectado, las penas en el ordenamiento jurídico vigente
actualmente en la RD pueden clasificarse en:
1) las penas privativas de libertad: reclusión mayor, reclusión menor, prisión correccional y arresto.
2) Las penas privativas de derechos: la interdicción por determinado tiempo de ciertos derechos
cívicos, civiles y de familia; degradación cívica y
3) la pena pecuniaria: la multa.

Exceptuamos del presente análisis algunas que aun estando vigentes en el Código Penal, en la
práctica han caído en desuso, como el confinamiento, la vigilancia de la alta policía, el comiso, la
pena de restricción de algunos derechos civiles, cívicos y de familia (art. 42 del CP), etc. Nuestro
sistema de justicia penal actual mantiene en los hechos la tendencia hacia el abandono del
anacrónico estatuto de origen francés que contiene una clasificación compleja de los tipos de penas
para privilegiar un sistema simple basado exclusivamente en la pena privativa de libertad, de otros
derechos y la multa

Modalidades de penas privativas de libertad: a) penas fijas; b) penas flexibles.

En el caso específico de la República Dominicana, la pena privativa de libertad no le ha aportado


ningún beneficio ni al Estado, ni a las víctimas, ni a la sociedad en sentido general. Ninguna víctima
resarce su daño porque su agresor cumpla una determinada privación de libertad. No hay datos
concretos de que a través de esta pena se hayan alcanzados fines de prevención general, por el
contrario las estadísticas muestran un incremento inusitado de la actividad delictiva, como si la
amenaza de pena no representara ningún medio disuasivo para el crimen. No ha servido como medio
de resocialización pues no existen evidencias de algún éxito en ese ámbito, por el contrario el criterio
prevaleciente es que por las condiciones inhumanas que imperan en las cárceles, la privación de
libertad en vez de resocializar tiende a agravar los niveles de deformación en los condenados,
constituyéndose los fines preventivos de la pena en ideales absurdos desmentidos por una realidad
cada día más cruda.

a) penas fijas;
Pena de 30 años de trabajos públicos (reclusión mayor). La pena de 30 años de reclusión mayor es la
sanción más grave aplicable en nuestro país hasta el momento, sustituyó la pena de muerte suprimida
en 1924. En nuestra legislación la pena de 30 años aparece en una importante cantidad de
infracciones; sin embargo, en los casos que más la aplican los tribunales es en los crímenes contra las
personas, como el asesinato, envenenamiento, infanticidio y parricidio, (art. 302). Aunque esta pena
es pronunciada con cierta frecuencia, en realidad pocos condenados llegan a cumplirla en su
totalidad, esto se debe probablemente a que las condiciones de vidas en las cárceles son tan malas
que difícilmente un condenado sobreviva tanto tiempo. Un medio más razonable utilizado para
evadir el cumplimiento de esta pena es mediante el beneficio de la libertad condicional una vez que
se haya cumplido la mitad de la pena. La ausencia de antecedentes de cumplimiento de la pena de 30
años en la RD, pone de manifiesto la ineficacia de las penas largas en este país, situación que deben
tomar en cuenta los tribunales al momento de pronunciar condenas innecesariamente
desproporcionadas, así como nuestro legislador cuando se presente la oportunidad reformar nuestra
legislación penal.

94
Pena de 20 años de trabajos públicos (reclusión mayor). Esta es una pena fija que a partir de la ley
224 de 1984 sobre régimen penitenciario, con la supresión de los trabajos públicos quedó
transformada en reclusión mayor. Es la segunda pena más grave dentro del ordenamiento, y se aplica
en caso de crímenes considerados graves.

Como ejemplo de este tipo de pena podríamos citar el artículo 92 que castiga con 20 años de trabajos
públicos (reclusión mayor) a los que sin autorización levanten ejércitos.

b) penas flexibles.

A) Penas flexibles de reclusión mayor. Es evidente que la estructura de penas establecida en nuestro
ordenamiento represivo se caracteriza por el predominio de penas flexibles, es decir aquellas que han
sido configuradas con un mínimo y un máximo.

Este sistema se introdujo en Francia desde 1810 con la finalidad de otorgarle al juez la facultad de
aplicar el principio de proporcionalidad en la determinación de la pena en cada caso concreto, así
como la individualización de la condena en función de criterios objetivos y subjetivos, situación que
es muy difícil cuando se trata de penas únicas o fijas.
La pena flexible con mayor rango establecida en nuestro código penal es la reclusión mayor de 3 a
20 años, consignada en el artículo 18, el cual establece que “la condenación a trabajos públicos se
pronunciará por tres años a lo menos y 20 a lo más”. El homicidio intencional sin agravantes es una
infracción sometida al régimen punitivo de la reclusión mayor de 3 a 20 años, así lo establece el
párrafo II, del artículo 304: “En cualquier otro caso, el culpable de homicidio será castigado con la
pena de trabajos públicos”

Otra pena flexible dentro de la categoría de reclusión mayor es la de 5 a 20 años. El crimen de robo
con violencia establecido en el artículo 382, así como las modalidades de robo contenidas en los
artículos 384 y 385. Esta es una de las penas aplicadas con mayor frecuencia en los tribunales debido
a la gran cantidad procesos que se llevan a cabo por este tipo de infracción.

La pena de reclusión mayor, en este caso de 3 a 10 años, aparece en la norma 153 de nuestro Código
Penal, el cual establece que “se impondrá la pena de tres a diez años de trabajos públicos, al que
hiciera un pasaporte falso, al que falsificare un pasaporte primitivamente verdadero, y al que hiciere
uso de un pasaporte falso o falsificado. En ese mismo orden se encuentran bajo la misma modalidad
punitiva el robo ejecutado en las condiciones prescritas por los artículos 386 y 387.

B) La pena de detención. Es una pena criminal flexible que va de 3 a 10 años, (ver artículo 21 del
CP), instituida en nuestro código penal en los artículos 7, 19, 20 y 21. La detención es una pena
aflictiva especial, con relación a la reclusión. Esta pena no se cumple en cárceles comunes, sino en
una de las fortalezas de la República, que haya sido destinada a ese efecto por disposición del Poder
Ejecutivo” (ver artículo 19, CP). Los condenados a la pena de detención disfrutan de un régimen de
encerramiento flexible, puesto que se les permite mantener comunicación constante tanto con el
personal interno de la fortaleza, como con personas de afuera, (ver artículo 20). Los artículos 81 y 82
CP castigan con la pena de detención determinadas conductas que afectan la seguridad del Estado.
La pena de detención no es aplicable en crímenes comunes. Es por esa razón que los tribunales no la
pronuncian con frecuencia, a tal punto que en la actualidad es muy probable que ningún ciudadano
esté cumpliendo este tipo de pena en la
República Dominicana.

C) La reclusión menor. Esta es una pena criminal flexible con un mínimo de dos años y un máximo
de cinco. Así lo establece el artículo 23 del Código Penal: “La duración máxima de esta pena será de

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cinco años, y la mínima de dos años”. A título de ejemplo podríamos citar, el artículo 148, el cual
establece la pena de reclusión menor para los culpables de hacer uso de los actos falsos descritos en
el artículo 147.

D) La pena de prisión correccional. La pena de prisión correccional de acuerdo con el artículo 40 del
Código Penal es una pena restrictiva de libertad de carácter preventivo especial, o de enmienda. La
propia disposición legal establece que esta pena se cumple en “una casa de corrección”, debiendo el
condenado destinarse, “según su elección, a uno de los talleres establecidos en la casa”. Este artículo
confirma una tendencia, aunque tímida de nuestro legislador ancestral hacia la prevención especial.

Otras penas en desuso. a) El destierro, (art. 37), b) El confinamiento, (art. 39) y c) el arresto (art.
464). Nuestro Código Penal establece otras penas restrictivas de libertad como el destierro, el
confinamiento y el arresto, sin embargo estos tipos de penas carecen de importancia en la práctica
porque han caído desuso, en consecuencia, para los fines de este trabajo, carece de utilidad cualquier
análisis que se haga sobre las mismas.

Determinación de la pena: Concepto.

Determinar la pena es establecer la consecuencia jurídica que habrá de derivarse de cada delito. Una
pena implica siempre la afectación de uno o varios de los bienes jurídicos de los que es titular el
condenado. En consecuencia, la determinación de la pena implica establecer cuál es el bien jurídico
que se va a afectar, por cuánto tiempo y en qué condiciones o modalidad. El derecho penal vigente
en una sociedad no se estructura con un único tipo de penas, ni en género ni en modalidad, sino que
dependiendo de la naturaleza y gravedad de los delitos que se comenten, así como de las
características culturales del grupo social, se establecen distintas modalidades de punición como la
pena de muerte, la privación de libertad, la pena pecuniaria, la realización de trabajos sociales o a
favor de la víctima, la restricción de la libertad tránsito, la inhabilitación para el ejercicio de derecho
civiles y políticos, etc.
En sentido amplio, el concepto de determinación de la pena incluye también la posibilidad del
perdón (art. 340 CPP), la suspensión (art. 341 CPP), las condiciones especiales de cumplimiento,
(art. 342 CPP), así como la sustitución de la pena por medida de seguridad.

Principios fundamentales que la rigen: legalidad, respeto a la dignidad humana y


proporcionalidad.
Legalidad
El principio de legalidad de la pena es una de las principales garantías con que cuenta el ciudadano
frente al poder punitivo del Estado o ius puniendi. Este principio es consustancial al modelo de
sociedad organizada como Estado social democrático de derecho y postula que no hay delitos ni
penas si no es en virtud de una determinación legal: nullum crimen nulla pena sine previa lege
penale

El carácter garantista de este principio se manifiesta en la posibilidad que tienen los ciudadanos de
conocer de antemano cuales son las conductas desaprobadas por el derecho penal, así como las penas
o cualquier otra consecuencia jurídica a que se expone la persona que incurra en la comisión de
alguna de esos actos delictivos.
En todos los ordenamientos jurídicos modernos el principio de legalidad de la pena es de rango
constitucional. En la República Dominicana rige el principio de legalidad en las disposiciones
establecidas en el artículo 8, numeral 2, letra J, donde establece la legalidad del proceso. El numeral
5 del mismo artículo establece el principio general de legalidad al disponer que “a nadie se le puede
obligar a hacer lo que la ley no manda ni impedirle lo que la ley no prohíbe”.

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En ese mismo orden se expresa el Código Penal dominicano en su artículo 4 cuando establece que
“las contravenciones, los delitos y los crímenes que se cometan, no podrán penarse, sino en virtud de
una disposición de ley promulgada con anterioridad a su comisión.
Respeto a la dignidad humana.
El proceso de determinación de la pena tanto en la esfera abstracta (el legislador), como en ámbito
concreto (el juez), debe llevarse a cabo de tal manera que la pena bajo ninguna circunstancia
implique una agresión o violación al derecho fundamental que tiene todo individuo a que se respete
su dignidad humana. Al igual que el de legalidad, el principio de respeto a la dignidad humana que
debe tomarse en cuenta en la determinación de la pena tiene un rango constitucional. Así lo establece
el numeral 1 de la Constitución dominicana: “La inviolabilidad de la vida. En consecuencia no podrá
establecerse, pronunciarse ni aplicarse en ningún caso la pena de muerte, ni las torturas, ni ninguna
otra pena o procedimiento vejatorio o que implique la pérdida o disminución de la integridad física o
de la salud del individuo.
La protección del principio de humanidad a través del proceso de racionalización de la cuantía de la
pena implica, además, la posibilidad de que tanto el legislador como los jueces renuncien a imponer
penas privativas de libertad cuando se trata de delitos de baja intensidad punitiva o de bagatela, en
razón de que se ha demostrado la inutilidad de las penas cortas, ya que no sirven ni como castigo ni
como medio de intimidación ni como medios de resocializacion. Toda pena inútil para el condenado
sería atentatoria a la dignidad humana. De lo que se infiere la necesidad de solo recurrir a la pena
privativa de libertad cuando se trate de la protección de un bien jurídico de alto valor para la
sociedad y, por consiguiente, donde su justifique una punición razonablemente importante, que
permita proyectar los fines de la pena.

Proporcionalidad.

Este principio postula que en la determinación de la pena debe existir una proporción razonable entre
la gravedad del delito y la pena a imponer. En consecuencia las penas más graves deben aplicarse
exclusivamente a los delitos graves. De igual modo, en el proceso de individualización en concreto
de la pena por parte del juez el monto de la pena debe guardar relación con la intensidad del daño
objetivo causado en combinación con un examen racional de la intensidad de la culpabilidad y
demás condiciones subjetivas particulares al autor. El principio de proporcionalidad debe ser
respetado y aplicado en las dos esferas en que opera la determinación de la pena. Es decir, el
legislador, al momento de establecer en abstracto la pena que conlleva determinado delito, debe
intentar ser justo y equilibrado, de tal forma que en la relación delito- pena prime la equidad, el buen
juicio y el sentido común.

El sistema de no cúmulo o absorción de las penas. Excepciones.


El legislador dominicano cuando adoptó el Código de Procedimiento Criminal como regla procesal
no incluyó el artículo 365 que era el que establecía que en caso de condenación por muchos crímenes
y delitos se aplicaría la pena más grave. Esto llevó a que el régimen de no cúmulo de penas fuera
reconocido, entre nosotros, jurisprudencialmente, siendo constante que nuestra Suprema Corte de
Justicia considere que este régimen ha sido implícitamente adoptado por el legislador dominicano.
A partir de la entrada en vigor del Código Procesal Penal la regla del no cúmulo de penas parece
haber sido reconocida legalmente por el artículo 441, que ordena al juez de la ejecución penal la
unificación de las penas de los condenados.

Esta regla comporta algunas excepciones.


Tal es el caso de las contravenciones, cuya pena es imponible de manera acumulada.
Igual hemos dicho de las penas de multa, que se suman unas a otras También algunos casos
contenidos en la ley, como el caso del artículo 49 de la ley 36, que establece el cúmulo de penas
cuando dispone que todas las sanciones establecidas para las armas de fuego, serán aplicadas sin

97
perjuicio de aquellas en que pueda incurrir el imputado por otros hechos punibles cometidos por él
correlativamente con aquellos incriminados por dicha ley.
Del mismo modo se incluye el caso contemplado por el artículo 245 del Código Penal, que sanciona
la evasión de prisioneros y que dispone que el prisionero que se evada cumplirá la pena impuesta por
la evasión inmediatamente después de cumplida su condena, o después que se le descargue de la
instancia a que dio lugar la imputación del crimen o delito que motivó su prisión.
La doctrina y la jurisprudencia son unánimes en afirmar que el no cúmulo de pena no tiene
aplicación para el caso en que un condenado de manera irrevocable, cometiere nueva infracción caso
en el cual la pena impuesta por la nueva infracción deberá comenzar a computarse cuando finalice el
cómputo de la primera pena impuesta.

Tratamiento del cúmulo o no de penas en el anteproyecto al Código Penal Dominicano.


El anteproyecto de Ley del código penal que se encuentra pendiente de aprobación ante el congreso
nacional establece en cuanto al cumulo de penas, que el límite de la pena aplicable en el concurso de
infracciones graves, que conlleven penas de la misma naturaleza, en ningún caso podrá ser superior a
sesenta años de prisión mayor.

Cuando en ocasión de tipo incriminado en este código se establezca alguna agravante esto no
impedirá la aplicación de las reglas del concurso dispuestas en el artículo anterior y este, en el caso
en que se caractericen.
A las personas culpables de dos o más infracciones que acarreen penas de multas, se les aplicarán
todas, pero éstas nunca podrán exceder de:
1. Sesenta salarios, si se trata de infracciones graves;
2. Quince salarios, si se trata de infracciones menos graves;
3. Cinco salarios, si se trata de contravenciones.
Artículo 40.- Para la aplicación de los artículos 37, 38 y 39, todas las penas de prisión son de la
misma naturaleza.

Clases de determinación: legal, judicial y penitenciaria.


El proceso de determinación de la pena no se agota en el ámbito legal y en el judicial, en razón de
que además de esas dos esferas interviene otra que es la administrativa, es decir aquella área del
sistema penal que se encarga de materializar la ejecución, de ahí que desde 1898, Saleilles identificó
tres niveles de individualización de la pena: el legal, el judicial y el administrativo o penitenciario.
En el anterior concepto se afirma que en la realización del derecho penal en lo que respecta a la
imposición de una pena en un caso en concreto intervienen tres instancias: a) el legislador, a través
del cual se garantiza que la pena impuesta se ajuste a los dictámenes del principio de legalidad, b) el
juez, quien es que interpreta al legislador y determina la pena cumpliendo con la garantía del debido
proceso, y c) el sistema penitenciario, que tiene a su cargo la responsabilidad administrativa de la
ejecución de la pena dispuesta.

La determinación de la pena en la legislación penal dominicana y en el Código Procesal Penal.


II.
El ordenamiento jurídico penal dominicano desde su origen ha establecido un sistema mixto para la
determinación de la pena. Es decir, tanto en el ámbito legal o abstracto, como en el judicial la
individualización de la pena está determinada tanto por la ocurrencia de un hecho como por
circunstancias particulares propias del autor del acto delictivo de que se trate. Nuestro sistema penal
persigue hechos concretos pero al momento de determinar la pena la conducción de vida del
imputado tiene determinada importancia.

98
Por ejemplo, al momento de aplicar circunstancias atenuantes de conformidad con el artículo 463 del
CP, así como al tomar en cuenta los criterios de determinación de la pena establecidos en el artículo
339 del CPP, el legislador manda a examinar los antecedentes
del imputado como uno de los requisitos fundamentales de para la individualización. De igual modo
en virtud del sistema de reincidencia establecido en los artículos 56, 57 y 58 del CP., la
determinación de la pena está vinculada a los antecedentes del condenado.

En nuestra opinión, una persona no puede ser juzgada en función de sus antecedentes negativos, ya
que con ello se incurre en una violación del principio al principio de legalidad y al marco general del
sistema punitivo basado en el principio de culpabilidad por el hecho. Sin embargo, los antecedentes
positivos de una persona sí pueden ser tomados en cuenta para la determinación de la pena, puesto
que ello conduciría al predominio de la racionalidad y la prudencia en la administración de justicia.
Al aplicar el régimen de reincidencia debe tomarse en cuenta hasta qué punto al condenado le es
impuesta una doble pena por un mismo hecho, en cuyo caso procedería examinar las implicaciones
de carácter constitucional que podrían derivarse, a partir del principio que establece que nadie puede
ser juzgado dos veces por los mismos hechos.

El nuevo Código Procesal Penal ha instituido una serie de normativas destinadas a controlar y pautar
el proceso de determinación e individualización de la pena por parte del órgano jurisdiccional. En
ese orden el legislador ha provisto la normativa que dispone la obligación de motivar, los criterios de
determinación, el perdón judicial, la suspensión condicional de la pena, las condiciones especiales de
cumplimiento, el juicio sobre la pena y el control judicial de la ejecución. Ese conjunto de
instituciones creadas por el legislador con respecto a la determinación e individualización de la pena
configuran evidentemente una tendencia legislativa que procura básicamente la racionalización de
los procesos de fijación de penas, privilegiando las penas cortas, la atenuación, así como la
posibilidad de acceder cada día más a modalidades distintas a la pena privativa de libertad. Esa
tendencia debe ser entendida por los jueces como un reconocimiento implícito del legislador de la
inutilidad de las penas largas y desproporcionadas.

Las medidas de seguridad: concepto, fundamento y fines.

La medida de seguridad, es la consecuencia del estado peligroso del autor del delito y se dirige tanto
a imputables como a inimputables. Ranieri la define como “providencias administrativas, con
garantía jurisdiccional, consistentes en la privación o disminución de uno o varios bienes jurídicos,
que la ley conmina como medios de defensa social contra las personas peligrosas; que el juez aplica
a estas, aunque no sean imputables, cuando hayan cometido un hecho considerado delito, o, por vía
de excepción, cuando hayan observado una conducta definida de otro modo en la ley penal; y que se
ejecutan con modalidades conforme a su fin, que es el de tender hacia la readaptación del individuo
peligroso para la vida social”

El fundamento de las medidas de seguridad es la «peligrosidad criminal» del sujeto, exteriorizada en


la comisión de «un hecho previsto como delito»

Se adjudica a las medidas “un carácter puramente preventivo especial”, “cuya única finalidad
consiste en combatir con intervenciones terapéuticas, de aseguramiento o de eliminación de
peligrosidad del autor para el futuro, expresada en el hecho y en su vida anterior”, siendo por ello
que su “cometido primario es en todo caso preventivo especial porque, con la ayuda de la medida de
seguridad, se trata de evitar futuros actos delictivos del afectado por ella”

De las seis principales teorías que en el ámbito de la dogmática intentan explicar la cuestión del fin
de la pena, las tres más recientes son: a) la teoría unificadora preventiva de Roxin, b) la teoría de la

99
reafirmación del orden jurídico de Jakobs (Prevención general positiva), y c) el concepto negativo de
pena, que le atribuye un político y sólo legitima su existencia de forma excepcional. (Zaffaroni).

De lo anterior se desprende que el fin de la pena es el restablecimiento del orden establecido.

Clases. Las medidas de seguridad en el anteproyecto de Código Penal.

Proyecto de Código Penal actualmente en discusión se inspira en el Código Penal francés de 1994.
En el ámbito de la determinación de la pena, esta normativa incorpora un sistema de reacción estatal
frente al delito, que consta de tres instrumentos: la pena privativa o restrictiva de libertad, la
privativa o restrictiva de derechos y la pecuniaria, (art. 14 (131). Por lo visto, en términos generales
se trata del mismo sistema vigente en la legislación tradicional. Para las infracciones consideradas
graves, el proyecto ha instituido la prisión mayor, la multa y las penas complementarias. La
estructura punitiva propuesta es de carácter flexible, es decir, basada en el establecimiento de
mínimo y máximo, aunque con un incremento sustancial de las escalas cuyo límite superior en
determinadas infracciones es de hasta 40 años. De igual modo, las multas son expresadas de forma
flexible y tomando como base el salario mínimo del sector público. Un ejemplo ilustrativo de la
tendencia seguida en el proyecto en materia de penas lo constituye el artículo 19 (131), el cual
establece de norma expresa el sistema de penas de prisión y de multa para las penas graves de la
forma siguiente:
1. Prisión de 30 a 40 años;
2. Prisión de 20 a 30 años;
3. Prisión de 7 a 40 años;
4. Prisión de 6 a 30 años;
5. Prisión de 5 a 20 años y;
6. Prisión de 4 a 10 años;

Tomamos en cuenta la tradición de nuestros tribunales que por lo general al momento de determinar
la pena en concreto optan por los límites máximos, es de suponer que de aprobarse un sistema de
penas de prisión como el anterior estaremos asistiendo a una época de endurecimiento sustancial y
real del sistema de determinación de penas en la República Dominicana. Esto constituye una
evidencia de que los sectores impulsores de este proyecto apuestan más a la pena privativa de
libertad como instrumento político para enfrentar el crimen, que a otros medios de prevención, lo
que constituye un retroceso o un abandono de los criterios científicos modernos que cada vez
cuestionan con mayor rigor la eficacia de la pena privativa de libertad, desde el punto de vista
político criminal.

El sistema de multas es el siguiente:


1) 8 a 50 salarios; 2) 7 a 40 salarios; 3) 6 a 30 salarios; 4) 5 a 20 salarios; 5) 4 a 10 salarios;
El sistema de multa establecido pudiera ser una importante herramienta de punición alternativa a la
pena privativa de libertad. Sin embargo, si examinamos la parte especial del proyecto nos damos
cuenta que la multa solo se utiliza como pena principal en supuestos de muy poca importancia y de
escasa incidencia en los tribunales, lo que pone de manifiesto que es la pena privativa de libertad el
instrumento determinante en la nueva propuesta, recurriéndose a la multa como pena
complementaria fundamentalmente. La misma situación puede advertirse en la propuesta de medidas
de seguridad. Este tipo de reacción tiene un carácter residual en el proyecto, aplicables no como
reacción principal fundamentalmente sino conjuntamente con la pena privativa de libertad. Solo en
caso de infracciones de escasa importancia es que se establecen medidas de seguridad como
consecuencia principal.

Las medidas de seguridad en la legislación de menores.

100
Las medidas de seguridad constituyen un medio de reacción frente al delito que al igual que la pena
implican privación o restricción de derechos, pero se fundamentan por lo general en la peligrosidad
del individuo

Las medidas de seguridad sirven en los menores como medio de evitación de futuros delitos.

Art. 461.- Definición. Las medidas de protección y restitución de derechos son disposiciones


provisionales y excepcionales, emanadas de la autoridad competente con la finalidad de garantizar el
cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en condiciones de
amenaza, vulneración y/o violación flagrante de los mismos. Dicha amenaza, vulneración o
violación de derechos puede provenir de la acción u omisión de cualquier persona física, moral,
pública o privada.
 
Art. 462.- Imposición de Medidas. Las medidas de protección y restitución de derechos podrán
imponerse siempre que un niño, niña o adolescente esté en condición de amenaza, vulnerabilidad o
violación flagrante de cualquiera de sus garantías y derechos fundamentales establecidos en el título
II del libro primero de este Código, por los siguientes motivos:
 
a) Por acción u omisión de las instituciones públicas y privadas;
b) Por falta, omisión o abuso de los padres, tutores, encargados o responsables;
c) Por acciones u omisiones contra sí mismos;
d) Por acciones u omisiones o abusos de particulares.
 
Concurrencia de penas y medidas de seguridad.

En nuestro CP no están organizadas las medidas de seguridad de manera sistemática, sin embargo, si
revisamos las penas establecidas en nuestra legislación penal, encontraremos que entre ellas hay
algunas que tienen carácter de medidas de seguridad, tales como:

 La Interdicción legal;
 La Privación de ciertos derechos cívicos, civiles y de familia;
 La Degradación cívica;
 La Supervigilancia de alta policía.

Todas son penas post delictivas, de ahí que intervengan a consecuencia de la comisión de un hecho
reñido con la ley penal, constituyéndose en accesorias de la pena principal.

Se aplicará primero la medida de seguridad. Una vez alzada la medida, el juez o tribunal podrá, si
con la ejecución de la pena se pusieran en peligro los efectos conseguidos a través de aquélla,
suspender el cumplimiento de resto de la pena por un plazo no superior a la duración de la misma, o
aplicar alguna de las medidas previstas en la Ley.

Diferencias entre penas y medidas de seguridad.

En los últimos tiempos ha tomado mucho auge en las legislaciones modernas el denominado sistema
vicarial o de aplicación conjunta. En este sistema el criterio de diferenciación entre pena y medida de
seguridad parte de la justificación de la reacción estatal. La pena es una “reacción que mira al
pasado, porque presupone entonces la culpabilidad del autor por la comisión de un hecho

101
antijurídico”. La medida de seguridad en cambio mira hacia el futuro, “ya que presupone una
peligrosidad duradera del autor”

“Resulta por tanto que el fin de la pena y de las medidas de seguridad no se diferencian en esencia.
Ciertamente, los fines preventivos se persiguen las medidas de seguridad de una forma diferente y
que la mayoría de las veces contrasta también con la orientación de los cometidos de la pena en el
caso individual, pero la tendencia fundamental preventiva es la misma.

Tema 14
Los Menores en Conflicto de la Ley Penal. Imputabilidad. Responsabilidad.
Sanciones y medidas socioeducativas. Infracciones en perjuicio de los menores de edad contenidas
en el artículo 398 de la ley nùm.136-03. Elementos constitutivos y sanciones.

La Imputabilidad. Los menores son inimputables. Si se les atribuye la comisión de actos contrarios
a la ley, no podrán ser enjuiciados y penados por los Tribunales Ordinarios. En todo caso están bajo
la jurisdicción de los Tribunales de Niños, Niñas, y Adolescentes y se les aplicarán las reglas
establecidas en la Ley 136-03, que establece la inimputabilidad ante los tribunales ordinarios de los
menores de edad, y que son imputables ante su tribunal especializado

Culpabilidad y responsabilidad de los menores de edad. El juez especializado de la materia,


conocerá del proceso y determinará la culpabilidad conforme a lo establecido en la Ley 136-03, que
crea un proceso similar al establecido en el proceso penal ordinario sobre valorización de las
pruebas, contemplando los mismos derechos y garantías.

Determinada la culpabilidad, el juez procede a ubicar la responsabilidad penal y civil, y puede


aplicar medidas cautelares o sanciones conforme a la gravedad del hecho punible y al principio de
grupos etéreos que hace el código. Donde la privación de libertad es la excepción y es exclusiva de
los crímenes. Cuando el hecho causado por un menor produzca daños en perjuicio de personas y
propiedades, comprometerá la responsabilidad civil de sus padres o responsables.

Sanciones y medidas socioeducativas


Sanciones aplicables al tenor de dicha ley. Es importante señalar que los niños y niñas menores de
trece (13) años, en ningún caso, son responsables penalmente, por tanto no pueden ser detenidos, ni
privados de su libertad, ni sancionados por autoridad alguna. La finalidad de la sanción es la
educación, rehabilitación e inserción social de las personas adolescentes en conflicto con la ley
penal, y es deber del juez encargado de la ejecución de la sanción velar porque el cumplimiento de
toda sanción satisfaga dicha finalidad.

Tipos de Sanciones (Art. 327):

Art. 327.- Tipos de Sanciones. Comprobada la responsabilidad penal de un adolescente, sea por su
comisión o por su participación en una infracción a la ley penal vigente, y tomando en cuenta los
supuestos enunciados en el artículo anterior, el juez podrá imponer a la persona adolescente en forma
simultánea, sucesiva o alternativa, garantizando la proporcionalidad, los siguientes tipos de
sanciones:
a) Sanciones socio-educativas. Se fijarán las siguientes:
1.- Amonestación y advertencia;
2.- Libertad asistida con asistencia obligatoria a programas de atención integral;
3.- Prestación de servicios a la comunidad;
4.- Reparación de los daños a la víctima.

102
b) Órdenes de orientación y supervisión. El juez podrá imponer las siguientes órdenes de
orientación y supervisión a la persona adolescente:
1.- Asignarlo a un lugar de residencia determinado o disponer cambiarse de él;
2.- Abandono del trato con determinadas personas;
3.- Obligación de matricularse y asistir a un centro de educación formal, o a otro cuyo objetivo sea el
aprendizaje de una profesión o la capacitación para algún tipo de trabajo;
4.- Obligación de realizar algún tipo de trabajo;
5.- Obligación de atenderse médicamente para tratamiento, de modo ambulatorio o mediante
hospitalización, o por medio de un programa de rehabilitación en institución pública o privada, con
la finalidad de lograr su desintoxicación y el abandono de su adicción.

En ningún caso se podrán establecer responsabilidades a la persona adolescente, por el


incumplimiento de las medidas socioeducativas, por la falta de apoyo de la persona o institución
obligada a acompañar el cumplimiento de dichas medidas.

c) Sanciones privativas de libertad. Se fijan las siguientes:


1.- La privación de libertad domiciliaria;
2.- La privación de libertad durante el tiempo libre o semi libertad;
3.- La privación de libertad en centros especializados para esos fines;

Infracciones en perjuicio de los menores de edad contenidas en el artículo 398 de la ley


nùm.136-03. Elementos constitutivos y sanciones.

Art. 398.- Sanción A La No Supervisión De Adultos. Cuando se compruebe que el padre o la madre
de niños y niñas los dejen dentro del hogar, sin estar provistos de supervisión de adultos, serán
castigados con penas de dos (2) a seis (6) meses de prisión. También serán referidos a tratamiento
sicoterapéutico y asistencia social.

Elementos:

1-Que el padre o la madre dejen el niño o niña dentro del hogar


2-Que el niño o niña este sin Supervisión.
3-La intención
4-Que cause un daño al niño o niña.

Tema 15
Delitos Contra las Personas. Bienes jurídicos protegidos. Homicidio. Clasificación. Homicidio
involuntario. Homicidio voluntario. Homicidio preterintencional. Elementos constitutivos de cada
tipo. Agravantes del homicidio voluntario. Infanticidio. Parricidio. Atentados contra el Presidente de
la República. Homicidio con premeditación y asechanza. Sanciones. El aborto: Clases. Elementos
constitutivos y sanciones. El envenenamiento: Tipo de infracción. Tentativa. Elementos
constitutivos. Sanciones. Torturas y actos de barbarie: elementos constitutivos y sanciones. Los
golpes, heridas y otras violencias voluntarias e involuntarias: elementos constitutivos y sanciones.
Las amenazas: tipos, elementos constitutivos y sanciones. Castración: elementos constitutivos y
sanciones. Concurso de infracciones, elementos constitutivos y sanciones. Crímenes y delitos
excusables: Excusas atenuantes, Excusas absolutorias y Las causas justificativas. Agresión sexual:
elementos constitutivos y sanciones, agravantes. Violación sexual: elementos constitutivos y
sanciones, agravantes. Acoso sexual: elementos constitutivos y sanciones, agravantes. Proxenetismo:
elementos constitutivos y sanciones. Sustracción de menores: elementos constitutivos y sanciones,
agravantes. Abuso de las debilidades de un menor: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

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Incesto. La bigamia: elementos constitutivos y sanciones, agravantes. Detención y encierros ilegales:
Tipos, elementos constitutivos y sanciones, agravantes. Secuestro: traslado, ocultación y abandono
de niños, niñas y adolescentes: elementos constitutivos y sanciones, agravantes. Abandono de
familia: elementos constitutivos y sanciones, agravantes. Atentado a la autoridad del padre y la
madre: elementos constitutivos y sanciones, agravantes. Atentado a la filiación: elementos
constitutivos y sanciones, agravantes. La difamación: elementos constitutivos y sanciones,
agravantes. La injuria: elementos constitutivos y sanciones, agravantes. Diferencia entre difamación
e injuria. La revelación del secreto profesional: elementos constitutivos y sanciones. Violación de
correspondencia y otros documentos: elementos constitutivos y sanciones, agravantes. El perjurio:
elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

Bienes jurídicos protegidos.


Bien jurídico conceptualmente hablando puede ser el bien material o inmaterial protegido por el
derecho por servir para satisfacer necesidades de la vida humana (Ej.: la vida, el honor, la libertad, la
propiedad, etc.). Los delitos dañan o ponen en peligro los bienes jurídicos; la ley tiende a proteger
dichos bienes.

Homicidio.

Homicidio. El art. 295 del CP, define el Homicidio de la siguiente manera: El que voluntariamente
mata a otro, se hace reo de homicidio.

Elementos constitutivos
 La preexistencia de una vida humana destruida.
 Un elemento material, un acto de naturaleza tal que pueda producir la muerte de otro.
 Un elemento moral, la intención.

Clasificación. Homicidio involuntario. Homicidio voluntario. Homicidio preterintencional.

Homicidio Intencional o Voluntario: Cuando se comete a sabiendas y con intención, esto es, con
conocimiento de lo que se hace y con ánimo de quitar la vida. Conforme lo define el artículo 295 del
Código Penal, el que voluntariamente mata a otro se hace reo de homicidio.

El homicidio Involuntario: Es involuntario cuando se comete por torpeza, imprudencia,


inadvertencia, negligencia o inobservancia de los reglamentos. Hay homicidio no intencional en el
siguiente caso: Cuando al reñir dos personas le quitan la vida sin querer, a otra que se acerca. es
homicidio no Intencional, en el que no hay intención de causar la muerte, es sancionado según el
artículo 319 del Código Penal con penas correccionales.

Homicidio Accidental: No constituye delito, puesto que no se le puede imputar a quien lo causa,
ninguna culpa ni falta. Es el que se comete por mero accidente o como resultado de una circunstancia
fortuita o de fuerza mayor, o como consecuencia de la falta exclusiva de la víctima. Ej: cuando
corriendo uno a caballo en el lugar destinado para ello, como el hipódromo, se atraviesa rápidamente
algún individuo y muere atropellado.

Homicidio preterintencional: hace mención al desbordamiento de las intenciones del causante, en


las que primitivamente se quiso dañar, pero que desafortunadamente resultó matándola. Por ejemplo,
si se desea simplemente golpear a alguien para causarle unas magulladuras, y se termina matándolo.

104
Se ha afirmado que el homicidio preterintencional es un punto medio entre el dolo y la culpa; dolo
frente a la acción y culpa frente al resultado.

La preterintencionalidad tiene lugar cuando el autor quiere producir dolosamente un determinado


resultado lesivo, pero termina por producir un resultado más grave que el abarcado por su dolo
[praeter intentionem: más allá de la intención]. La figura más tradicional es la del homicidio
preterintencional, caracterizado porque de la realización de unas lesiones dolosas se deriva la
producción de un resultado de muerte.
Castigar por homicidio doloso consumado sería incorrecto porque dicho resultado de muerte no fue
abarcado por el dolo del sujeto; e igualmente sería incorrecto castigar sólo por homicidio imprudente
porque esa calificación no abarcaría el desvalor propio del dolo de lesiones.

Dicho esto, lo cierto es que el CP dominicano, en su artículo 309, contempla una regulación
específica del homicidio preterintencional, en los términos siguientes: “si las heridas o los golpes
inferidos voluntariamente han ocasionado la muerte del agraviado, la pena será de trabajos públicos,
aún cuando la intención del ofensor no haya sido causar la muerte de aquél”. Tal regulación
específica implica que la solución del concurso no sería aplicable, puesto que entraría en aplicación
directamente la regulación específica, que, al conllevar una pena superior a la de las lesiones,
abarcaría todo el desvalor del hecho.

Elementos constitutivos de cada tipo

Los elementos constitutivos del homicidio Voluntario son tres:


 La preexistencia de una vida humana que ha sido destruida.
 El elemento material.
 El elemento moral.

El cuanto al primer elemento se refiere la preexistencia de una vida humana que ha sido destruida; de
este elemento hay que extraer algunas consideraciones tales como la de que los golpes que se le
ocasionan a una persona ya muerta no constituyen homicidio ni tentativa de homicidio, por que se
necesita que la persona esté viva aunque se moribundo, porque mientras quede un ápice de vida hay
homicidio.
El segundo elemento, elemento material es un acto de naturaleza tal que puede producir la muerte a
otro, es decir que haya una relación directa de causa efecto entre el hecho cometido y por el agente y
la muerte de la víctima, poco importa de los instrumentos utilizados.
Tercer elemento, elemento moral lo constituye la intención e matar, animus necandi, importa poco
que la muerte se hubiera producido a solicitud de la víctima, como por ejemplo a un enfermo que
afectado por su sufrimiento le pide a otro que ponga fin a su agonía ocasionándole la muerte, importa
poco que también sea por error en la persona, o sea que queriendo matar a una persona mate a otra
ya que la intención de matar es evidente y está caracterizada.
Elementos Constitutivos Homicidio Involuntario

-Un hecho material de homicidio o de graves herida


-Una falta imputable al auto del hecho material
-Una relación de causa a efecto entre la falta cometida y el homicidio.

Agravantes del homicidio voluntario

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En la ejecución del homicidio pueden concurrir determinadas circunstancias que la ley valora como
agravantes para sancionarlo con penas más severas. Estas pueden ser relativas a las condiciones en
las cuales el homicidio se haya cometido, y otras son inherentes a la calidad de victimas.

Las causas agravantes relativas a las condiciones en la cuales se haya cometido son: A) La
premeditación o acechanza: cuando el homicidio sea cometido con premeditación o acechanza se
llama ¨asesinato¨

B) Empleo de actos de barbarie y torturas. El hecho de que un crimen cualquiera haya sido precedido
de torturas o actos de barbarie es considerado por el art. 303 CP, como una circunstancia agravante.
El agente será considerado un asesino y castigado como tal.

C) Concurso de homicidio con otro crimen: el homicidio de agrava cuando ha sido precedido,
acompañado o seguido de otro crimen (art. 304, 1ero.) Robo cali8ficado, estupro, ect. La
circunstancia agravante exige dos condiciones esenciales: la primera condición exigida por la ley es
la condición de tiempo, los dos crímenes deben haber sido cometidos en el mismo espacio de tiempo,
la segunda condición para que haya agravación del homicidio es que el otro hecho al cual precede,
acompaña, sea un crimen pera la naturaleza de este crimen es indiferente.

Causa de agravación tomando en cuenta la calidad de la víctima.

Tomando en consideración la calidad de la víctima, el homicidio se agrava en dos casos: A) Cuando


la víctima es funcionario público en el ejercicio o con motivo del ejercicio en sus funciones, y B)
Cuando la víctima es un ascendiente del homicida.

Infanticidio

El artículo 300 del CP, que es una traducción del francés del 1810, establece que ¨ El que mata a un
niño recién nacido, se hace reo de homicidio¨.

Elementos
1-El hecho material de homicidio
2-Es preciso que la victima sea un recién nacido
3-Es necesario que el autor haya actuado con intención de darle muerte

Penalidad: El crimen de infanticidio se sanciona con 30 años de trabajos públicos. Pero esta pena no
suele imponerse a la madre sino rara vez, no solo por la dificultad que hay de reunir las pruebas
necesarias para calificar de intencional el infanticidio, sino también por la necesidad de tomar en
consideración el estado particular en que se encuentra la madre, y el móvil que la arrojó a cometer el
crimen.

La tentativa de infanticidio es castigable como a toda tentativa de crimen.

Complicidad El sujeto no solo puede ser el padre o la madre del niño, sino cualquier persona que
intervenga en la realización de la acción típica descrita en el artículo 300, el cual será juzgado como
cómplice de infanticidio y se le aplicará los artículos 59 y 60 del código penal.

Parricidio

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Definición: Puede definirse el patricio como el homicidio intencional de los padres y madres
legítimos naturales o adoptivos, o de todo otro ascendiente legitimo, sabiendo la gente ese
parentesco.

Elementos constitutivos:

1-El homicidio intencional. El parricidio es un homicidio intencional. Dado que el elemento


material.

2-La existencia de un vinculo de filiación entre la gente culpable y la victima. En nuestra legislación,
la agravación resultante del vinculo de filiación entre la gente y su víctima, solo se concibe en un
sentido único: Hay parricidio si el hijo mata al padre, pero si el padre mata al hijo este hecho no se
traduce en una agravación de la pena, tomando en cuenta el lazo de parentesco que liga al homicida
con su víctima en este último caso habrá homicidio simple.

3-La intención. El elemento intencional es doblemente específico en el parricidio. Esta constituido


con la intención de matar y por la conciencia del lazo de parentesco.

El parricidio es inexcusable. El parricidio nunca es excusable según los estatuye el artículo 323.
Algunos autores creen que a pesar de los términos generales de este artículo solo se refiere a la
excusa de la provocación. No obstante, los golpes y heridas voluntarias inferidos a los ascendientos
pueden ser excusados por la provocación. El artículo 321 establece un principio general que
únicamente se deroga para el caso del crimen de parricidio. La jurisprudencia Francesa se pronuncia,
juez, en el sentido de que la provocación del padre podría excusar el delito de golpes y heridas
intencionales, cometidos por el hijo, aun cuando hayan ocasionado la muerte sin intención de darla.

Se señala finalmente, que aunque el parricidio nunca es excusable, puede constituir un hecho
justificativo. De manera que el hijo que da muerte a su padre en legítima defensa, no se le puede
llamar homicida ni parricida.

El Atentado contra la vida del Presidente de la República

304. Párrafo I. del Código Penal de Dominicano. El atentado contra la vida o contra la persona del
Presidente de la República, así como la tentativa y la trama para cometerlo, se castigará con la pena
de treinta años de reclusión mayor. Del mismo modo se castigará la complicidad. Si ha habido
proposición hecha y no aceptada de formar una trama para consumar el atentado, aquél que hubiere
hecho la proposición será castigado con la pena de veinte a treinta años de reclusión mayor. El
artículo 463 del Código no tiene aplicación a los crímenes previstos en este párrafo; y sí son
aplicables a éstos las disposiciones de los artículos 107 y 108.

Elementos constitutivos:
* Un hecho material de atentado.
* La calidad de la víctima.
* La intención.

Homicidio con premeditación y asechanza. Sanciones.

 El asesinato Art. 296: El homicidio cometido con premeditación o acechanza, se califica de
asesinato. El asesinato es un crimen sui generis. Las únicas agravantes que convierten el homicidio
en asesinato son la premeditación y la asechanza.

107
Premeditación: en el art. 297. Consiste en el designio, formado antes de la acción, de atentar contra
una persona determinada o que sea hallada o encontrada, aun cuando ese designio sea dependiente de
cualquier circunstancia o condición.

La acechanza: Art. 298. Consiste en el mero hecho de esperar, en unos o varios lugares, a la víctima
elegida, con el fin de darle muerte, o de ejercer contra ella actos de violencia.

Sanción: Art. 302 CP. Se castigará con la pena de treinta años de reclusión mayor a los culpables de
asesinato, parricidio, infanticidio y envenenamiento.

Aborto: Clases. Elementos constitutivos y sanciones.

Concepto jurídico-penal del aborto.


La noción médica de aborto consiste en la interrupción del embarazo por expulsión prematura del
feto, natural o provocada, cuando todavía no es viable.

Desde una perspectiva penal el aborto consiste en dar muerte a un embrión o feto humanos, bien en
el claustro materno, bien provocando su expulsión prematura.

El bien jurídico protegido es la vida del concebido o como también se describe en ocasiones, la vida
humana dependiente, prenatal o en formación. 

Tipos de abortos.

Aborto  quirúrgico, inducido o provocado: consiste en provocar la interrupción del desarrollo vital


del embrión o feto para su posterior eliminación, con o sin asistencia médica y en cualquier
circunstancia social o legal.

Aborto por medicamentos medico, con pastillas, químico, farmacológico o no quirúrgico: Se le


llama así al aborto inducido o provocado por la interrupción del desarrollo del embrión y en
su eliminación por el canal del parto, todo ello inducido por la administración de medicamentos. Los
medicamentos de referencia son la mifepristona y el misoprostol.

Aborto espontaneo o natural: Es la pérdida de un embrión o feto por causas no provocadas


intencionalmente, por eso se distingue del aborto inducido. El termino solo se aplica estrictamente
cuando dicha perdida se produce antes de la semana 20 del embarazo, denominándose a partir de ese
momento parto prematuro, así a su vez se subdivide en temprano (antes de la semana 12) y  tardío
(después de la semana 12 y antes de la 20 semanas de gestación). El aborto espontaneo puede ser
retenido, cuando no se elimina nada,  incompleto, cuando no se eliminan todos los productos de
la gestación o completo cuando todo es eliminado.             

Aborto terapéutico: es el justificado por razones médicas, es cuando se encuentra en peligro la vida
de la madre. -Aborto ético o humanitario: cuando el embarazo ha sido consecuencia de una acción
delictiva, fundamentalmente violación y relaciones incestuosas

Elementos constitutivos:

Para Rousselet y Patin, los elementos constitutivos del crimen de aborto son:

108
A) La expulsión prematura del feto;
B) El empleo de medios artificiales para provocar la expulsión del feto; y
C) La intención culpable.

Sanciones:

Art. 317. CPD- (Modificado por las Leyes 1690 del 8 de abril de 1948 G.O. 6783; 224 del 26 de
junio del 1984 y 46-99 del 20 de mayo del 1999). El que por medio de alimentos, brevajes,
medicamentos, sondeos, tratamientos o de otro modo cualquiera, causare o cooperare directamente a
causar el aborto de una mujer embarazada, aun cuando ésta consienta en él, será castigado con la
pena de reclusión menor. La misma pena se impondrá a la mujer que causare un aborto o que
consintiere en hacer uso de las substancias que con ese objeto se le indiquen o administren o en
someterse a los medios abortivos, siempre que el aborto se haya efectuado.

Se impondrá la pena de prisión de seis meses a dos años a las personas que hayan puesto en
relación o comunicación una mujer embarazada con otra persona para que le produzca el aborto,
siempre que el aborto se haya efectuado, aun cuando no hayan cooperado directamente al aborto.
Los médicos, cirujanos, parteras, enfermeras, farmacéuticos y otros profesionales médicos, que,
abusando de su profesión, causaren el aborto o cooperaren a él, incurrirán en la pena de cinco a
veinte años de reclusión mayor, si el aborto se efectuare.

El que causare a otro una enfermedad o imposibilidad de trabajo personal, administrándole


voluntariamente, o de cualquier otra manera, substancias nocivas a la salud, aun cuando por su
naturaleza no sea de aquellas que ocasionaran la muerte, será castigado con prisión de un mes a dos
años y multa de diez y seis a cien pesos. Si la enfermedad o imposibilidad de trabajar personalmente
ha durado más de veinte días la pena será de reclusión menor. Si los delitos de que tratan los dos
párrafos anteriores se han cometido en la persona de uno de los ascendientes del culpable, la pena en
el primer caso será la de reclusión menor, y en el segundo caso la de reclusión mayor. En todos los
casos de este artículo, los reos de los delitos podrán ser condenados, además de la pena principal, a
la accesoria de sujeción a la vigilancia de la alta policía por cinco años, sin perjuicio de las
indemnizaciones que puedan resultar en favor de los agraviados.

El envenenamiento: Tipo de infracción. Tentativa. Elementos constitutivos. Sanciones

El Envenenamiento: 

Está previsto en el artículo 301 del Código Penal, el atentado contra la vida de una persona,
cometido por medio de sustancias que puedan producir la muerte con más o menos prontitud, se
califica envenenamiento, sea cual fuere la manera de administrar o emplear esas sustancias, y
cualesquiera que sea sus consecuencias. El atentado a la vida no constituye un homicidio pero tiene
cierta gravedad, dad la facilidad para cometerlo y la dificultad para determinar los autores porque
casi siempre es el resultado de una traición. Siendo un atentado es indiferente que la víctima no se
muera después de haber suministrado la sustancia toxica, así como también el hecho de que el agente
le haya suministrad su antídoto.

Este crimen presupone ordinariamente una premeditación, esto es, un designio formado ante de la
acción de atentar contra una vida humana.

Elementos del Crimen: 1º Que exista un atentado a la vida humana y 2º Que ese atentado sea
cometido mediante el uso de una sustancia capaz de producir la muerte o sea el uso de sustancia

109
toxica que puedan producir la muerte más o menos a prontitud, sin importar el resultado. La
inoculación de virus o bacilos mortales se asimila a la administración de sustancias toxicas.

En cuanto a la tentativa hay que distinguir toda vez, que el artículo 301 se refiere a sustancia que
puedan producir la muerte con más o menos prontitud; de ahí que la administración de sustancias
inofensivas, aun con la intención de producir la muerte no será castigable; por lo cual es necesario
que el agente tenga la intención de administrar la sustancia toxica para que la tentativa pueda ser
castigable conforme a las disposiciones del artículo 2 de Código Penal.

Penalidad: La penalidad del envenenamiento es de 30 años de trabajos públicos conforme al artículo


302 del Código Penal. Por lo tanto a los cómplices les corresponde la pena inferior a esta que es la de
trabajos públicos de 3 a 20 años.

Torturas y actos de barbarie: elementos constitutivos y sanciones

El artículo 303. Constituye tortura o acto de barbarie, todo acto realizado con método de
investigación criminal, medio intimidatorio, castigo corporal, medida preventiva, sanción penal o
cualquiera otro fin que cause a las personas daños o sufrimientos físicos o mentales. Constituye
igualmente tortura acto de barbarie la aplicación de sustancias o métodos tendentes a anular la
personalidad o la voluntad de las personas o a disminuir su capacidad física o mental, aún cuando
ellos no causen dolor físico o sufrimiento psíquico.

Elementos:

1-un hecho de tortura o barbarie


2- haber ocurrido un daño físico o psíquico. Si la tortura o la barbarie no producen nada, no hay
crimen tipificado
3- un dolo especial o una intención marcada

Sanciones:
Art. 303-1.- (Agregado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945 y modificado por la
Ley 46-99 del 20 de mayo del 1999). El hecho de someter a una persona a torturas o actos de
barbarie se castiga con reclusión mayor de diez a quince años.

Los golpes, heridas y otras violencias voluntarias e involuntarias: elementos constitutivos y


sanciones.

Elementos Constitutivos. Como el homicidio, el delito de golpes y heridas voluntarios encierran 2


elementos: Elemente material y otro intencional.

Elemento Material. Consiste en el hecho de haber inferido golpes o heridas, o violencias o vías de
hechos a la víctima. Los artículos 309 y siguientes no castigan las violencias que un individuo se
haga sobre mismo.

A) Golpes y heridas. Por golpes se entiende toda impresión producida en el cuerpo de una
persona mediante una agresión o un ataque, sea directamente con la mano o el pie, o indirectamente
con un objeto. El golpe de no deja ninguna lección orgánica. La herida produce, por el contrario, una
lección en el cuerpo humano. Las lecciones se clasifican según el medio empleado para causarlas: A)
Contusa, B) Punzantes, cortantes, punzocortantes y corto contundentes. C) Por armas de fuego D)

110
Por quemaduras, por asfixia, por calor. E) Por envenenamiento.

B) Violencias y vías de hechos

Elemento Intencional. El segundo elemento del delito es la intensión. La ley al emplear la palabra
voluntariamente, obliga al juez a comprobar la intensión de la gente. Esta puede deducirse de
circunstancias de hechos que por sí mismo determinan la intención culpable. Si la intención de
ejercer las violencias existe, poco importa:
A) El móvil. La intención culpable no debe confundirse con el móvil que hay impulsado el
agente.
B) El consentimiento de la víctima: El consentimiento de la víctima no destruye la intensión
delictuosa.
C) El error sobre la persona: Como en los dos casos precedentes, el texto es también aplicable
para el caso de error in persone o aberratio ictus. La intensión culpable no se borrara aunque la gente
pruebe, por ejemplo, que erró sobre la persona en quien quiso cometer el delito.
Sanciones

Art. 309.- (Modificado por las Leyes 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945 y 46-99 del 20 de
mayo del 1999). El que voluntariamente infiere heridas, diere golpes, cometiere actos de violencia o
vías de hecho, si de ellos resultare al agraviado (a) una enfermedad o imposibilidad de dedicarse al
trabajo durante más de veinte días, será castigado (a) con la pena de prisión de seis meses o dos años,
y multa de quinientos a cinco mil pesos. Podrá además condenársele a la privación de los derechos
mencionados en el artículo 42, durante un año a lo menos, y cinco a lo más. Cuando las violencias
arriba expresadas hayan producido mutilación, amputación o privación del uso de un miembro,
pérdida de la vista, de un ojo, u otras discapacidades, se impondrá al culpable la pena de reclusión
menor. Si las heridas o los golpes inferidos voluntariamente han ocasionado la muerte del agraviado,
la pena será de reclusión menor, aún cuando la intención del agresor (a) no haya sido causar la
muerte de aquél.

Las amenazas: tipos, elementos constitutivos y sanciones

La amenaza es el anuncio que se le hace a una persona de un mal que se le prepara contra su persona,
sus familiares o su patrimonio. La ley incrimina las amenazas porque constituyen verdaderas
violencias morales ejercidas contra las personas.

Tipos de Amenazas

• Escritas de atentar contra las personas o de incendio. En este caso, hecho por escrito o firmado,
de asesinar, envenenar o atentar de una manera cualquiera contar un individuo, la pena es de prisión
correccional de uno a dos años, además se podrá sujetar al culpable a la vigilancia de la alta policía.
(Art. 306)

• Verbales de atentar contra las personas o de incendiar una victima. Las amenazas verbales
solo se castigaran si son hechas bajo orden o condición (avec ordre ou sous condition), pues las
amenazas verbales simples no se castigan en ningún caso, ya que la orden o la condición no es en
este caso, una circunstancia agravante si no un elemento constitutivo de la infracción.

• De vías de hecho. La amenaza escrita o verbal de cometer violencias o vías de hecho, es decir, de
un atentado castigado con penas correccionales (golpes, heridas o violencias voluntarios) o con

111
penas criminales (amputamiento de un miembro), solo se incrimina cuando hubiere sido hecha bajo
orden o condición.

Elementos.

Los elementos constitutivos del delito de amenazas, se integran desde el momento en que el sujeto
activo amaga al sujeto pasivo con causarle un mal determinado, a su integridad física, patrimonio o
familia, afectándolo en su estado anímico, provocándole zozobra e inquietud por algún tiempo, o de
manera indefinida, por lo que es irrelevante que, con posterioridad a los hechos constitutivos del
delito, afirmen ambos sujetos tener buenas relaciones de amistad, pues el delito quedó configurado.

Elementos constitutivos:
Amenazas Escritas.
* Un escrito.
* Que la amenaza enuncie un atentado contra las personas.

Amenazas Verbal.
* Un hecho de amenaza verbal.
* Que la amenaza enuncie un atentado contra las personas.
* Que la amenaza se formule bajo orden o condición.

Sanciones:

Art. 305.- (Modificado por las Leyes 64 del 19 de noviembre de 1924 G.O. 3596; 224 del 26 de
junio del 1984 y 46-99 del 20 de mayo del 1999). La amenaza que, por escrito anónimo o firmado, se
haga de asesinar, envenenar o atentar de una manera cualquiera, contra un individuo, se castigará con
la detención, cuando la pena señalada al delito consumado sea la de treinta años de reclusión mayor,
o reclusión mayor, siempre que a dicha amenaza acompañe la circunstancia de haberse hecho
exigiendo el depósito o la entrega de alguna suma en determinado lugar, o el cumplimiento de
alguna condición cualquiera. Al culpable se le podrá privar de los derechos mencionados en el
artículo 42 del presente código, durante un año a lo menos, y cinco a lo más.

Art. 306.- Cuando la amenaza no se acompañare de la circunstancia de haberse hecho, exigiendo el


depósito o la entrega de alguna suma en determinado lugar, o de cumplir una condición cualquiera,
la pena será de prisión correccional de uno a dos años. En este caso, así como en el anterior, se podrá
sujetar a los culpables a la vigilancia de la alta policía.

Art. 307.- Siempre que la amenaza se haga verbalmente, y que del mismo modo se exija dinero o se
imponga condición la pena será de seis meses a un año de prisión y multa de veinticinco a cien
pesos. En este caso, como en los anteriores artículos, se sujetará al culpable a la vigilancia de la alta
policía.

Art. 308.- La amenaza, por escrito o verbal, de cometer violencia o vías de hecho no previstas por el
artículo 305, si la amenaza hubiere sido hecha con orden o bajo condición, se castigará con prisión
de seis días a tres meses y multa de cinco a veinte pesos, o a una de las dos solamente.

Castración: elementos constitutivos y sanciones

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La castración es la extirpación de los órganos sexuales, tono masculino como femeninos, aunque
preferentemente esta infracción se localice sobre los varones. La naturaleza interna de los órganos
sexuales femeninos hace más difícil la perpetración del crimen.

Definición. La jurisprudencia y la doctrina francesa han definido la castración como la extirpación o


la amputación de un órgano cualquiera, necesario para la procreación. Para Faustin Hélie es la más
grave de las lesiones intencionales, por los efectos trascendentales que produce.

Elementos constitutivos:

* Elemento material. Extirpar un órgano necesario para la procreación.


* La intención. La intención de privar a su víctima de la facultad reproductora.

Sanción
Art. 316.- (Modificado por las Leyes 64 del 19 de noviembre de 1924 G.O. 3596; 224 del 26 de
junio del 1984 y 46-99 del 20 de mayo del 1999). Los culpables del crimen de castración, sufrirán la
pena de reclusión mayor. Si dentro de los cuarenta días del delito sobreviniere la muerte del
ofendido, el culpable sufrirá la pena de treinta años de reclusión mayor.

La tentativa de este crimen es punible.

Concurso de infracciones, elementos constitutivos y sanciones

Hay concurso de infracciones siempre que el elemento activo de la infracción (autor) haya cometido
dos o más infracciones sin que haya intervenido condenación irrevocable con respecto a ninguna de
ellas. El concurso puede ser: a) real o material b) ideal o intelectual c) medial

Se dice que hay concurso real o material cuando el autor del hecho reprochable penalmente ha
cometido varios actos que, de manera separada y por sí mismos, constituyen un ilícito distinto.

Se dice que hay concurso ideal o intelectual cuando un mismo acto produce la violación de varios
tipos penales. Con un mismo hecho se violan varias normas penales a la vez.

Se dice que hay concurso medial cuando se cometen dos o más acciones delictivas siendo una de
ellas necesaria para cometer la otra.

La influencia que tiene el concurso de infracciones sobre la responsabilidad penal del autor o
partícipe resulta en responder si ellos deben ser sancionados mediante la imposición de tantas penas
como ilícitos hayan cometido y si tales penas deben ser ejecutadas todas de manera sucesiva, una
detrás de la otra.
Al planteamiento que hemos hecho le han sido dadas varias soluciones. En primer lugar, el llamado
sistema de suma o adición de penas; en segundo lugar, el sistema denominado de no cúmulo o
absorción de las penas; y en tercer término, encontramos el llamado sistema de cúmulo jurídico de
las penas.
Elementos constitutivos

1.- Que haya dos o más infracciones


2.- Que ninguna haya adquirido la autoridad de la cosa juzgada.

Sanciones

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Siempre se impondrá la pena de la infracción superior.

Crímenes y delitos excusables: Excusas atenuantes, Excusas absolutorias y Las causas


justificativas

Causas de justificación: el homicidio cesa de ser una infracción cuando se cometió por un motivo
legitimo, esto es, cuando ha sido ordenado por la ley o por la autoridad legítima (Art. 327) y cuando
se infiere por necesidad de actual de la legítima defensa (Art. 328)

Excusas legales: no existe excusa legal absolutoria en materia de homicidio, sino solamente una
excusa atenuante: La provocación. La excusa atenuante disminuye legalmente la pena. El papel del
juez que constate un hecho de excusa es determinar primero la pena que deberá ser aplicable al caso,
haciendo abstracción de la excusa, y sobre esta pena determinar la pena aplicable por la excusa legal
conforme a la escala establecida en el art.326 para le provocación; si se trata de un crimen que
amerite pena de treinta años de trabajos públicos la pena será la prisión correccional de seis meses a
dos años. Si se trata de cualquier otro crimen, la pena será de prisión de tres meses a un año.

Según nuestro código son:


Crímenes Y Delitos Excusables, Y Casos En Que No Pueden Ser Excusados

Art. 321.- El homicidio, las heridas y los golpes son excusables, si de parte del ofendido han
precedido inmediatamente provocación, amenazas o violencias graves.

Art. 322.- También son excusables los delitos de que trata el artículo anterior, cuando se cometan
repeliendo durante el día escalamientos o rompimientos de paredes, cercados o fracturas de puertas y
otras entradas de casas habitadas, o en sus viviendas o dependencias. Si el hecho se cometiere de
noche, se regulará el caso por el artículo 329.

Art. 323.- El parricidio nunca es excusable.

Art. 324.- (Derogado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945).

Art. 325.- Se considerará homicidio o herida excusable, el crimen de castración, cuando haya sido
inmediatamente provocado por ultraje violento hecho a la honestidad.

Art. 326.- (Modificado por las Leyes 64 del 19 de noviembre de 1924 G.O. 3596; 224 del 26 de
junio del 1984 y 46-99 del 20 de mayo del 1999). Cuando se pruebe la circunstancia de excusa, las
penas se reducirán del modo siguiente: si se trata de un crimen que amerite pena de treinta años de
reclusión mayor o de reclusión mayor, la pena será la de prisión correccional de seis meses a dos
años. Si se trata de cualquiera otro crimen, la pena será la de prisión de tres meses a un año. En tales
casos, los culpables quedarán por la misma sentencia de condenación, sujetos a la vigilancia de la
alta policía durante un tiempo igual al de la condena. Si la acción se califica de delito, la pena se
reducirá a prisión correccional de seis días a tres meses.

Agresión sexual: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

114
Las Agresiones Sexuales: se definen como comportamientos sexuales impuestos contra la voluntad
de una persona: exhibicionismo, palabras obscenas, tocamientos, caricias, acoso sexual en el trabajo,
violación, etc. En muchos casos, las agresiones sexuales provienen de personas conocidas.

Art. 330.- (Modificado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945). Constituye una
agresión sexual toda acción sexual cometida con violencia, constreñimiento, amenaza, sorpresa,
engaño.

Nuestro código Penal castiga ciertos hechos bajo denominación de ¨Delitos contra la honestidad,
cuyas características comunes comportan un atentado al pudor: el ultraje publico el pudo, los
atentados al pudor, el estupro o violación, el proxenetismo. A estos se agregan el adulterio y la
bigamia.

Ultraje publico a pudor.


La ley castiga como ultraje público al pudor, todo hecho material contrario al pudor cometido en
público, capaz de herir el pudor de aquellos que pueden ser testigo del hecho.

Elementos
-Un hecho material contrario al pudor
-Publicidad
-Intención delictuosa

Atentado al Pudor

El atentado al pudor propiamente dicho esun acto ejercido directamente sobre una persona, ofensivo
a su pudor. No es necesario que sea público.

El atentado al pudor puede ser sin violencia o con violencia. Ambos tienen los mismos elementos: 1-
Elhecho material de atentado al pudor y 2-Atentado al pudor sobre un menor de 11 años o más años.

Agravantes
El Art. 333 prevé circunstancias agravantes para los que cometan las infracciones prevista por el art.
331 como son: a) Una enfermedad, una discapacidad, una deficiencia física o estado de gravidez; b)
Con amenaza de uso de arma; c) Por un ascendiente legítimo, natural o adoptivo de la víctima; d)
Por una persona que tiene autoridad sobre ella; e) Por dos o más autores o cómplices; f) Por una
persona que ha abusado de la autoridad que le confieren sus funciones; g) Cuando ha ocasionado
heridas o lesiones.

Sanciones: según el Art. 333.- (Modificado por las Leyes 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945
y 46-99 del 20 de mayo del 1999). Toda agresión sexual que no constituye una violación, se castiga
con prisión de cinco años y multa de cincuenta mil pesos.
Sin embargo, la agresión sexual definida en el párrafo anterior se castiga con reclusión mayor de
diez años y multa de cien mil pesos, cuando es cometida o intentada contra una persona
particularmente vulnerable en razón de: a) Una enfermedad, una discapacidad, una deficiencia física
o estado de gravidez;
b) Con amenaza de uso de arma; c) Por un ascendiente legítimo, natural o adoptivo de la víctima; d)
Por una persona que tiene autoridad sobre ella; e) Por dos o más autores o cómplices; f) Por una
persona que ha abusado de la autoridad que le confieren sus funciones; g) Cuando ha ocasionado
heridas o lesiones.

115
Violación sexual: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

Estupro. Estupro y violar en lo mismo para el legislador dominicano.

Definición: La violación es el coito practicado en una mujer sin su consentimiento, sea empleando
violencia o coacción moral, sea obrando con engaño y sorpresa.

Según nuestro CP Art. 331.- (Modificado por las Leyes 24-97 del 28 de enero de
1997 G.O. 9945 y 46-99 del 20 de mayo del 1999). Constituye una violación todo acto de
penetración sexual, de cualquier naturaleza, que sea, cometido contra una persona mediante
violencia, constreñimiento, amenaza o sorpresa.

Elementos constitutivos

Es preciso que haya la intención de estuprar por consiguiente la intención de vencer la resistencia de
la víctima en su consentimiento, obrando con engaño o ejerciendo violencia.

Intención criminal (elemento moral)

Una penetración sexual

Que la penetración se obtenga sin el consentimiento de la victima

Sanciones y agravantes.

La violación será castigada con la pena de diez a quince años de reclusión mayor y multa de cien mil
a doscientos mil pesos.

Sin embargo, la violación será castigada con reclusión mayor de diez a veinte años y multa de cien
mil a doscientos mil pesos cuando haya sido cometida en perjuicio de una persona particularmente
vulnerable en razón de su estado de gravidez, invalidez o de una discapacidad física o mental.
Será igualmente castigada con la pena de reclusión mayor de diez a veinte años y multa de cien mil a
doscientos mil pesos cuando sea cometida contra un niño, niña o adolescente, sea con amenaza de un
arma, sea por dos o más autores o cómplices, sea por ascendiente legítimo, natural o adoptivo de la
víctima, sea por una persona que tiene autoridad sobre ella, o por una persona que ha abusado de la
autoridad que le confieren sus funciones, todo ello independientemente de lo previsto en los artículos
121, 126 a 129, 187 a 191 del Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

También podemos mencionar como agravantes: a) La edad de la víctima, b) La calidad del autor, c)
Pluralidad de participantes.

Acoso sexual: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

El acoso sexual es genéricamente la manifestación de una serie de conductas compulsivas de


solicitud de favores sexuales con distintas formas de proceder dirigidas a un(a) receptor(a) contra su
consentimiento. Se puede aplicar a ambos sexos o personas del mismo sexo; pero predomina
comúnmente en los hombres que se mueven en ambientes de relaciones laborales, académicos,
estudiantiles, que incluyen hasta el hogar.

116
Según nuestro CPD en su art. 333-2.- (Agregado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O.
9945). Constituye acoso sexual toda orden, amenaza, constreñimiento u ofrecimiento destinado a
obtener favores de naturaleza sexual, realizado por una persona (hombre o mujer) que abusa de la
autoridad que le confieren sus funciones.

Sanciones: El acoso sexual se castiga con un año de prisión y multa de cinco mil a diez mil pesos.
(Art. 333-2)

El acoso sexual en los lugares de trabajo da lugar a dimisión justificada de conformidad con las
previsiones de los artículos 96 y siguientes del Código de Trabajo, sin perjuicio de otras acciones
que pueda intentar la víctima.

Proxenetismo: elementos constitutivos y sanciones.

Art. 334.- (Modificado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945). Será considerado
proxeneta aquél o aquélla:
1ro. Que de cualquier manera ayuda, asista o encubra personas, hombres o mujeres con miras a la
pros-titución o al reclutamiento de personas con miras a la explotación sexual;

2do. El o la que del ejercicio de esa práctica reciba beneficios de la prostitución;

3ro. El que relacionado con la prostitución no pueda justificar los recursos correspondientes a su tren
de vida;

4to. El o la que consienta a la prostitución de su pareja y obtenga beneficios de ello;

5to. Que contrata, entrena o mantiene, aún con su consentimiento, una persona, hombre o mujer, aún
mayor de edad con miras a la prostitución, o al desenfreno y relajación de las costumbres;

6to. Que hace oficio de intermediario, a cualquier título, entre las personas (hombres o mujeres) que
se dedican a la prostitución o al relajamiento de las costumbres o los individuos que explotan o
remuneran la prostitución y el relajamiento de las costumbres de otro;

7mo. Que por amenazas, presión o maniobras, o por cualquier medio, perturba la acción de
prevención, asistencia o reeducación emprendida por los organismos calificados a favor de las
personas (hombres o mujeres) que se dedican a la prostitución o está en riesgo de prostitución.
.
El proxenetismo se castiga con prisión de seis meses a tres años y multa de cincuenta mil a
quinientos mil pesos.

La tentativa de las infracciones previstas en el presente artículo se castigará con la misma pena que
el hecho consumado.

La pena será de reclusión mayor de dos a diez años y multa de cien mil a un millón de pesos en los
casos siguientes:
1ro. Cuando la infracción ha sido cometida respecto de un niño, niña o adolescente de cualquier
sexo, sin perjuicio de lo dispuesto por los artículos 126 a 129, 187 a 191 del Código para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes;

2do. Cuando la infracción ha estado acompañada de amenaza, violencia, vía de hecho, abuso de
autoridad o dolo;

117
3ro. Cuando el autor de la infracción era portador de un arma aparente u oculta;

4to. Cuando el autor de la infracción sea el esposo, esposa, conviviente, padre o madre de la
víctima o pertenezca a una de las categorías establecidas en el artículo 303-4;

5to. Cuando el autor está investido de autoridad pública o cuando, en razón de su investidura, está
llamado a participar, por la naturaleza misma de sus funciones, en la lucha contra la prostitución, la
protección de la salud o al mantenimiento del orden público;

6to. Cuando la infracción ha sido cometida respecto de varias personas;

7mo. Cuando las víctimas de la infracción han sido entregadas o incitadas a dedicarse a la
prostitución fuera del territorio nacional;

8vo. Cuando las víctimas de la infracción han sido entregadas o incitadas a dedicarse a la
prostitución a su llegada al extranjero o en un plazo próximo a su llegada al extranjero;

9no. Cuando la infracción ha sido cometida por varios autores, coautores o cómplices.

Las penas previstas en el artículo 334 y en el presente artículo serán pronunciadas aún cuando los
diversos actos que son los elementos constitutivos de la infracción hayan sido realizados en
diferentes países.
La tentativa de estos hechos se castigará con las mismas penas que el hecho consumado. En ninguno
de los casos previstos en el Párrafo I de las Agresiones Sexuales podrán acogerse circunstancias
atenuantes en provecho del agresor o la agresora.

Sustracción de menores: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

Art. 345.- (Modificado por las Leyes 24-97 de fecha 28 de enero de 1997 G.O. 9945 y 46-99 del
20 de mayo del 1999). Los culpables de sustracción, ocultación o supresión de niños y niñas, los que
sustituyan un niño o niña con otro, y los que supongan el nacimiento de un niño o niña en una mujer
que no le hubiere dado a luz, serán castigados con pena de cinco a diez años de reclusión mayor y
multa de quinientos a cinco mil pesos. Si se probare que el niño o niña no estaba vivo, la pena será
de seis meses a un año de prisión.

Se impondrá la pena de prisión correccional a los que, teniendo a su cargo la crianza de un niño, niña
o adolescente, no lo presentaren a las personas que tengan derecho para reclamarlo (a).

Todo sin perjuicio de lo dispuesto por los artículos 194 a 196; 211 a 223 del Código para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Ley No. 14-94).

Elementos
A) Elemento material, es una de las cincos maniobras contempladas en el art 345, la
sustracción, ocultación, la supresión, la sustitución, la suposición.
B) El hecho debe ser de tal naturaleza que comprometa el estado civil del niño.
C) Debe tratarse de un niño nacido vivo.
D) Intención culpable

Abuso de las debilidades de un menor: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

118
Abuso de la Debilidades de un Menor

El Artículo 406 de Código Penal castiga a los que abusando de las debilidades, las pasiones o las
necesidades de una persona menor de edad, le hicieren suscribir en su propio perjuicio, obligación,
finiquito o descargo por préstamos de dinero o de cosas muebles, o de efectos de comercio u otros
efectos obligatorios, cual que fuere la forma que se diere a la negociación, o la manera que se emplee
para dar al abuso los visos de la legalidad.

Los Elementos Constitutivos son seis:


 La víctima debe de ser una persona menor de edad.
 El inculpado debe de haber abusado de las pasiones, debilidades o necesidades del menor.
 El menor ha debido suscribir compromisos de una naturaleza determinada.
 La obligación debe tener por causa un préstamo de una suma de dinero, de cosas mobiliarias o de
efectos negociables.
 El menor ha debido sufrir un perjuicio.
 El autor debe de haber actuado con intensión culpable

Sanciones
Incurrirá en la pena de prisión correccional de uno a dos años, y multa que no bajará de cincuenta
pesos, ni excederá el tanto de la tercera parte de las indemnizaciones y restituciones que se deban al
agraviado. Estas disposiciones tendrán su aplicación, cual que fuere la forma que se diere a la
negociación, o la manera que se emplee para dar al abuso los visos de la legalidad. Las accesorias de
inhabilitación de que trata el último párrafo del artículo anterior podrán pronunciarse en los casos de
este artículo. (Art. 406). El inculpado puede ser también condenado a sufrir la pena accesoria de la
inhabilitación absoluta o especial para los cargos y oficios de que trata el art. 42.

Incesto.

Art. 332-1.- (Agregado por la Ley 24-97 del 28 de enero de


1997 G.O. 9945). Constituye incesto todo acto de naturaleza sexual realizado por un adulto mediante
engaño, violencia, amenaza, sorpresa o constreñimiento en la persona de un niño, niña o adolescente
con el cual estuviere ligado por lazos de parentesco natural, legítimo o adoptivo hasta el cuarto grado
o por lazos de afinidad hasta el tercer grado.

Art. 332-2.- (Agregado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945). La infracción
definida en el artículo precedente se castiga con el máximo de la reclusión, sin que pueda acogerse
en favor de los prevenidos de ella circunstancias atenuantes.

Art. 332-3.- (Agregado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945) . La tentativa de la
infracción definida en el artículo 332-1 se castiga como el hecho consumado.

Art. 332-4.- (Agregado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945). Quedan excluidos
del beneficio de la Libertad Provisional bajo Fianza los prevenidos de la infracción definida en el
artículo 332-1.

La bigamia: elementos constitutivos y sanciones, agravantes

119
Art. 340.- (Modificado por las Leyes 224 del 26 de junio del 1984 y 46-99 del 20 de mayo del
1999). El que contrajere segundo o ulterior matrimonio, sin hallarse disuelto el anterior, será
castigado con la pena de reclusión menor.
El Oficial del Estado Civil que, a sabiendas, prestare su ministerio para la celebración de dicho
matrimonio, incurrirá en la misma pena que se imponga al culpable.

De acuerdo con la definición contenida en la primera parte del Art. 340, comete bigamia aquella
persona que estando legítimamente casada contrae segundo matrimonio, y si el matrimonio es
tercero o ulterior, se presentara la poligamia.

Elementos constitutivos.

A) La existencia de un matrimonio valido que no esté legítimamente disuelto


B) Celebración de un segundo matrimonio o ulterior matrimonio antes de disolverse el vinculo
matrimonial anterior.
C) Intención culpable del agente

Sanción:
Pena de reclusión menor

Detención y encierros ilegales: Tipos, elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

Art. 341.- (Modificado por las Leyes 224 del 26 de junio del 1984 y 46-99 del 20 de mayo del
1999). Son reos de encierros y detenciones ilegales, y como tales, sujetos a la pena de reclusión
menor: 1o. los que sin orden de autoridad constituida y fuera de los casos que la ley permite que se
aprehenda a los inculpados, arrestaren, detuvieren o encerraren a una o más personas; 2o. los que
proporcionaren el lugar para que se efectúe la detención o el encierro; 3o. los que de cualquier modo
ayudaren a llevar a cabo la detención o el encierro.

Art. 342.- Si la detención o el encierro han durado más de un mes, se impondrá a los culpables la
pena de detención.

Art. 343.- La pena se reducirá a la de prisión correccional de seis meses a dos años, si los culpables
de los delitos mencionados en el artículo 341, pusieren en libertad a la persona arrestada o encerrada,
antes de que se les persiga por ese hecho y antes de los diez días de la detención o encierro;
quedarán, sin embargo, sujetos a la vigilancia de la alta policía.

Elementos constitutivos
A) El elemento material: u hecho material constituido por un arresto, una detención o un
encierro.
B) Carácter ilegal del hecho, la misma debe ser antijurídica e ilegal.
C)  Intención, el agente debe de actuar con intención culpable, es decir, sabiendo que privaba a
una persona de la libertad ambulatoria

Circunstancias Agravantes: (Art 342 y 344)

1. Si la retención ha durado más de un mes

2. Si el arresto o detención se ejecuta valiéndose de los autores de traje o uniforme falso o de orden
falsa de la autoridad pública

120
3. Si la víctima ha sido amenazada de muerte

4. Si la víctima ha sido sometida a torturas corporales

Excusa legal:

Para la ley es excusable el arresto o la detención cuando la víctima ha sido puesta en libertad antes
de toda persecución y antes del decimo día del encierro o la detención y no pueden haber ninguna de
las agravantes del art 344.

Elementos constitutivos de la excusa:

1. El hecho material de la duración de la detención durante un plazo menor de diez días


2. La circunstancia de que el culpable haya libertado espontáneamente a la victima 
3. Que esta puesta en libertad tenga lugar antes de toda persecución contra el culpable 

Tentativa:
Nos indica que la tentativa es posible, mientras no se llegue a la lesión efectiva de la libertad
ambulatoria siquiera por breve plazo estaremos en presencia de su tentativa.

Secuestro, traslado, ocultación y abandono de niños, niñas y adolescentes: elementos


constitutivos y sanciones, agravantes.

Desde el artículo 354 hasta el 357-1, la ley tipifica el secuestro, traslado y ocultamiento de la
minoridad, agravándose la acción cuando no se devuelven a los/as menores, después que el
Ministerio Público (Fiscal) haya concedido un plazo de 24 horas para hacerlo y cuando los/as
niños/as sustraídos/as, ocultados/as, arrebatados/as o trasladados/as, sufran perjuicios morales
notorios a consecuencia de la acción.

Existen atenuantes, en los artículos 356 y 357, cuando el seductor que sustrae a una menor y la
embarace, se case con ella y cuando fuere de igual o menor edad que la agraviada. (El matrimonio de
quien embaraza a una menor, justifica en la mayoría de los casos los abusos sexuales a las niñas y es
frecuente ver que, para salvarse de la acusación de violación y de penas mayores, estos violadores
ofrezcan casarse con la menor, lo que equivale a entregar a la pequeña víctima, "con todo y papeles"
a manos de su agresor).

El abandono y maltrato de menores

Los artículos 347, 348, 349, 350, 351, 351-1, 351-2, 352 y 353 del Código Penal reformado por la
ley 24-97, castiga a quienes:

1-Encontraren un niño o niña recíen nacido/a y no lo/a entregue al oficial del Estado Civil,

2-Aquellas personas que teniendo a su cargo la crianza o el cuidado de menores de siete años, le
lleven a una institución pública o privada dedicada al cuidado de niños y niñas abandonados/as

3-Quien, simplemente abandone en un lugar solitario a un niño o niña en un lugar solitario, así como
a quienes hubieren ordenado o dispuesto el abandono y a quienes lo hubieren ejecutado.

121
Si por la circunstancia del abandono, el niño o niña resultare mutilado, lisiado o muerto, las penas se
agravarán en proporción al daño resultante, llegando hasta la pena de prisión de diez a veinte años y
multa de veinte a cien mil pesos.

Además, los artículos 351-1, 351-2 y 352, amplían la infracción a aquellas personas que:

1-contraten, mediante acto, y que comprometan a los futuros padres y madres al abandono del niño o
niña por nacer, con el propósito de hacerse cargo de la criatura.

2-con espíritu de lucro, negocien y faciliten el abandono de una criatura. Abandonan menores a su
cargo, o no le presten atención, afecto o vigilancia.

3-sean padre, madre o personas a cargo, por acción u omisión y de manera intencional, les causen
daños físicos, mentales o emocionales o cometan o permitan que otras personas cometan abuso
sexual o utilicen a los/as menores en la mendicidad y, en fin, pongan en peligro la vida de niños,
niñas y adolescentes.

Abandono de familia: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

Art. 357-3.- (Agregado por la Ley 24-97 de fecha 28 de enero de 1997 G.O. 9945). Será castigado
con una pena de prisión de tres meses a un año y una multa de quinientos a quince mil pesos:
1ro. El padre o la madre de familia que abandone sin motivo grave, durante más de dos meses, la
residencia familiar, y que se sustraiga de todas o parte de las obligaciones de orden moral o de orden
material resultantes de la autoridad del padre y la madre o de la tutela legal.

El plazo de dos meses no podrá ser interrumpido sino por un retorno al hogar que implique la
voluntad de reintegrarse definitivamente a la vida familiar;

2do. El cónyuge o conviviente que, sin motivo grave, abandone voluntariamente, durante más de dos
meses, al cónyuge o conviviente, conociendo su estado de gravidez;

3ro. El padre o madre que, descuidando la autoridad, sea o no pronunciada sobre él o ella,
compromete gravemente por malos tratos, ejemplos perniciosos, por embriaguez habitual, o por mala
conducta notoria, por una falta de atenciones o por una falta de dirección necesaria, sea la salud, sea
la seguridad, sea la moralidad de sus hijos, o de uno o varios de estos últimos.
Respecto de las infracciones previstas en los Párrafos 1ro. Y 2do. del presente artículo, la
persecución comportará inicialmente una intimación comprobada en acta, del o la infractor(a), por
un oficial de la Policía Judicial, acordándole un plazo de ocho días para ejecutar sus obligaciones. Si
el o la infractor(a) se fuga o si no tiene residencia conocida, la intimación se reemplazará por el
envío de una carta certificada al último domicilio conocido, o mediante el uso del procedimiento
establecido en el Código de Procedimiento Civil, artículo 69, Párrafo 7mo. En los mismos casos,
durante el matrimonio, la persecución sólo podrá ser ejercida por la querella del esposo(a) que ha
permanecido en el hogar.

Acerca del tema del abandono a la familia, la ley reformada, castiga la desobediencia a las sentencias
referidas a la condena de pago de pensiones alimenticias a los hijos e hijas, a la persona cónyuge y a
los y las ascendentes, a quien no evada la responsabilidad indicada por más de dos meses,
presumiendo siempre que esa falta de pago es voluntaria, por lo que, la persona en deuda deberá
probar cualquier justificación en contrario, es decir, presentar excusas válidas en ése sentido. (En

122
realidad, estas previsiones tratan de completar los vacíos de la ley civil en materia de divorcio y/o
separación, cuando indican las obligaciones que trascienden a las rupturas).

Elemento.

A) Abandono del padre o la madre


B) El abandono tiene que ser voluntarios
C) EL abandono tiene que ser durante o más de 2 meses
D) La intención

Atentado a la autoridad del padre y la madre: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

El artículo 357-2 castiga a quienes atentan con la autoridad parenteral decidida judicialmente,
(asignación de la guarda) ya sea provisonal o definitiva, así como la sustracción o desplazamiento
del o la menor del lugar asignado, con lo que la ley trata de intervenir en una práctica tradicional y
abusiva, como es la que mantienen muchos padres y muchas madres, de manipular las rabias y los
rencores a través de los hijos e hijas.

Art. 357-2 dice ¨Cuando en virtud de la ley, por una decisión judicial, provisional o definitiva, o una
convención judicialmente homologada, se decida que la autoridad será ejercida por el padre o la
madre solos, o por los dos padres conjuntamente, o que el menor sea confiado a un tercero, el
padre, la madre o toda persona que no presenta a este menor a aquéllos que tienen el derecho de
reclamarlo o que, aún sin fraude o violencia, lo sustraigan o lo desplacen, o lo hagan sustraer o
desplazar de las manos de aquéllos que ejerzan la autoridad o a los cuales les ha sido confiada o de la
casa donde tiene su residencia habitual, o de los lugares donde estos últimos lo hubieren colocado.

Sanción: será castigado con prisión de un mes a un año, y de multa de quinientos a quince mil pesos.
Si el culpable ha sido despojado de la autoridad, la prisión podrá ser elevada hasta tres años, todo sin
perjuicio de lo dispuesto por los artículos 23 a 26, 115, 116, 117, 173 y 174 del Código para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 14-94).

Atentado a la filiación: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

La difamación e Injuria: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

Difamación e Injuria
El significado de la palabra difamación varía dependiendo del contexto, aunque en el marco jurídico
está sujeto a la procedencia del sistema de derecho, en el Sistema español, que define la injuria
como "la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o
atentando contra su propia estimación", Sistema francés, que diferencia entre injuria -expresión
ultrajante que no suponga imputación de hechos- y difamación, imputación de un hecho que atente
al honor o a la consideración de la persona.
El art. 367 del código penal define La difamación como la alegación o imputación de un hecho, que
ataca el honor o la consideración de la persona o del cuerpo a cual se imputa
La injuria es cualquier expresión afrentosa, cualquier invectiva o término de desprecio, que no

123
encierre la imputación de un hecho preciso

Elemento constitutivo común de la difamación y la injuria


La publicidad: la difamación y la injuria contra los particulares no constituyen delitos propiamente
dichos cuando no se efectúen públicamente. En ausencia del elemento de la publicidad la injuria
constituye una contravención de simple policía según el art.373. la difamación misma cuando ella no
se efectúa públicamente cambia en cierto sentido de naturaleza y es sancionada como la simple
injuria. De conformidad de disposiciones del articulo 471, apartado 16 del código penal.
Los lugares públicos por naturaleza son aquellos frecuentados por todo el mundo o donde cualquier
persona puede tener aseso en todo momento. Los lugares públicos por destino son aquellos avenibles
a todas las personas que quieran entrar en ellos con un fin determinado.
Se distingue de los anteriores en que la publicidad no es inherente a su naturaleza: en cierto
momento puede dejar de abrirse al público (salas de audiencias, etc.) para determinar la diferencia
hay en realidad, en el momento del delito estaba abierto al público. En general los lugares privado
pueden ocasionalmente en convertirse en lugares públicos.es una cuestión de echo corresponde a la
corte de casación verificar si el carácter público de la difamación resulta de la circunstancia de echo
comprobadas por los jueces del fondo.
Elementos constitutivos espéciales de la difamación
A) La alegación o imputación de un hecho preciso: La alegación es una aserción producida sobre
un rumor público o una simple suposición, mientras que la impugnación es una afirmación personal
fundada en un conocimiento personal firme.
B) Un hecho que encierre un ataque al honor o a la consideración: Ataca al honor cuando es
contrario a la propiedad, a la lealtad, a la honestidad, poco importa que sea castigable por la ley
penal. Por ejemplo: las alegaciones que un ciudadano ha empleado sus influencias para que le
exoneren del servicio militar o que actúa de mala fe en los negocios. Ataca la consideración cuando
lesiona a una persona en su aspecto ético, esto es, cuando es susceptible de comprometer su
situación social o profesional. Tal es la alegación de que un hombre casado tiene una concubina.
C) La designación de la persona o del organismo al cual se impute el hecho: No es necesario que
la persona sea designada expresamente por su nombre: es suficiente que pueda identificarse de un
modo claro y preciso a la persona aludida.
D) La intención culpable: Es siempre exigida y aun a falta de publicidad, cuando la difamación se
convierte en una simple contravención; poco importa el móvil. Esta intención delictuosa se presume.
Elementos constitutivos especiales de la injuria
A) Expresión afrentosa, término de desprecio o invectiva: Para que exista el delito de injuria a
particulares es necesario, según el art. 373 del código penal, que la expresión afrentosa, el término
de desprecio o la invectiva, entrañe el doble carácter de publicidad y de imputación de un vicio
determinado pero la ley no exige como en el caso de la difamación, la imputación de un hecho
preciso.
B) Designación de la persona injuriada: Como la difamación, la injuria debe haber sido dirigida
contra una persona o un cuerpo constituido. . En efecto, los artículos 367 y 369 se refieren (al hablar
de difamación e injuria) la persona vivas puesto que solo ellas pueden ser lastimadas por la
difamación o por la injuria. Así se expresa la SCJ, en la sentencia que, en funciones de corte de
casación, pronuncio el 28 de enero de 1927 (bol.jud.no.198,p.13). lo que se protege pues no es la
reputación o la memoria del muerto, sino a los herederos cuando prueban que han sufrido un
perjurio.
C) Intención culpable: Como en el caso de la difamación, el autor de la injuria debe haber actuado
con intención culpable. No puede haber injuria sin intención de injuria. Se presume la intención.
Agravantes.
-La difamación o injuria pública dirigida contra el Jefe de Estado
-La difamación o la injuria hechas a los Diputados, o Representantes al Congreso, a los Secretarios

124
de Estado, a los Magistrados de la Suprema Corte, o de los tribunales de
primera instancia, o a los Jefes y Soberanos de las naciones amigas

Las penas en difamación e injuria


Las penas que establecen la ley 6132 de 15/12/1962 sobre expresión y difusión del pensamiento
en su artículo 33 es de de quince días a seis meses de prisión y con multa de RD$25.00 a
RD$200.00, o con una de estas dos penas solamente. Y en algunos caso especiales como lo son la
difamación al presidente de la republica se castigara con la pena de tres meses a un año de prisión y
con multa de RD$100.00 a RD$1,000.00, o con una de las dos penas solamente. Según el art.26 de
dicha ley
En el caso de la injuria los art.34 y 35 de la ley 6132 expresan lo siguiente
Art. 34.- La injuria cometida por los mismos medios en perjuicio de los organismos o personas
designados por los artículos 30 y 31 de la presente ley se castigara con pena de seis días a tres meses
de prisión y con multa de RD$6.00 a RD$60.00 o con una sola de estas dos penas.
Art. 35.- La injuria cometida de la manera establecida en el artículo 34, en perjuicio de particulares,
cuando no fuere precedida de provocación, se castigará con cinco días a dos meses de prisión y con
multa de RD$6.00 a RD$50.OO, o con una sola de esta penas.
El máximo de la pena será de 6 meses y el de la multa será de RD$100.00, si la injuria hubiere sido
cometida con el propósito de provocar sentimientos de odio en la población, en perjuicio de un
grupo de personas que, por su origen, pertenecen a alguna raza o a alguna religión determinada.
Art. 371.- La difamación contra los particulares se castigará con prisión de seis días a tres meses y
multa de cinco a veinticinco pesos.

Las penas son iguales sea para la injuria o difamación, expresadas en los artículos 21, 22 de la ley
53-07 Sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología.
La ley No. 53-07 Sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, sanciona este acto según lo
descripto: Artículo 21.- Difamación. La difamación cometida a través de medios electrónicos,
informáticos, telemáticos, de telecomunicaciones o audiovisuales, se sancionará con la pena de tres
meses a un año de prisión y multa de cinco a quinientas veces el salario mínimo.
La ley No. 53-07 en su Artículo 22.- Injuria Pública. La injuria pública cometida a través de medios
electrónicos, informáticos, telemáticos, de telecomunicaciones, o audiovisuales, se sancionará con la
pena de tres meses a un año de prisión y multa de cinco a quinientas veces el salario mínimo.
La palabra difamación es igual a dis-famación; es decir es el proceso mediante el cual se logra
desacreditar gravemente la buena fama de una persona. La difamación propiamente dicha es ese
hablar mal de alguien para desposeerle de su buena fama.
Y la difamación no se justifica aunque lo que se diga de él sea exacto, ya que si no es sabido por
aquellos a los que se dirige el discurso difamador, se mantiene su buena fama. Pues mientras no se
tenga noticia de lo malo de alguien, su fama se mantiene.
Diferencia entre difamación e injuria

La revelación del secreto profesional: elementos constitutivos y sanciones

Elementos

El art. 377 del CP tiene por objeto reprimir la revelación de los secretos confiados a ciertas personas.
El delito de revelación de secretos, también llamado “violación del secreto profesional” se compone
de cuatros elementos:

1– Revelación de un secreto. Es necesario que un secreto haya sido divulgado.

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2- Revelación de un secreto confiado en razón de la profesión de aquel que lo ha recibido. La ley
contempla a todas las personas depositadas, por el oficio o profesión, de secretos que les hayan sido
confiados.
3- Intención delictuosa. Para que haya delito es necesario que la revelación haya sido intencional.
4- Falta de obligación legal de denunciar. La negatividad: no se considera que se obra delictivamente
en los casos en que la ley obliga a los depositarios del secreto constituirse en denunciadores, o
cuando sin obligarles, la ley les autoriza denunciar los hechos de los cuales tienen conocimiento.

Sanciones:

Todo aquel de revelare el secreto profesional serán castigados con prisión correccional de uno a seis
meses, y multa de diez a cien pesos. (Art. 377)

Violación de correspondencia y otros documentos: elementos constitutivos y sanciones,


agravantes.

La clase de secretos privados de más concreta y escrita protección penal es la contenida en


documentos escritos.

El CP en su Art. 378 dice: - (Modificado por la Ley 1603 del 11 de diciembre de 1947 G.O. 6724).
El que para descubrir secretos de otros, se apoderare de sus papeles o cartas, y divulgare aquellos,
será castigado con las penas de tres meses a un año de prisión, y multa de veinticinco a cien pesos. Si
no los divulgare, las penas se reducirán a la mitad. Las penas no son aplicables a los esposos, padres,
tutores o quienes hagan sus veces, en cuanto a los papeles o cartas de sus cónyuges o de los menores
que se hallen bajo su tutela o dependencia.

Agravantes.

Constituyen circunstancias agravantes de este delito:


1º El que fuera cometido por persona adscripta al servicio postal, telegráfico o telefónico.
2º Que se tratare de correspondencia oficial.
3º Que la revelación se efectuare públicamente.

El perjurio: elementos constitutivos y sanciones, agravantes.

El perjurio es un delito que consiste en mentir estando bajo juramento. A la persona que comete


perjurio se le denomina perjuro.

En el CP se define según el Art. 361.- (Modificado por la Orden Ejecutiva 202 del 28 de agosto de
1918, G.O. 2939-A): Perjurio es la afirmación de un hecho falso, bajo juramento o promesa de
decir verdad; sea al declarar por ante algún Tribunal, Juez, funcionario u otra persona competente
para recibir el juramento o la promesa; sea en algún documento suscrito por la persona que haga la
declaración, en cualquier procedimiento civil o criminal, en cualquier caso en que la ley exija o
admita el juramento o la promesa;

Son cómplices de perjurio los que por amenazas, promesas, persuasión, inducción, súplica o dádivas
hubieren conseguido que otra persona cometa el perjurio; El perjurio se comete aún en el caso de
que el juramento o la promesa sean irregulares por vicios de forma;

126
Sanciones: Art. 361 (Modificado por las Leyes 224 del 26 de junio del 1984 y 46-99 del 20 de
mayo del 1999). El perjurio se castigará con las penas y según las distinciones siguientes:

a) Cuando a consecuencia del perjurio un acusado hubiere sido condenado a treinta años de
reclusión mayor, y la sentencia hubiere sido ejecutada, se impondrá al autor del perjurio el máximum
de la reclusión mayor.
b) Fuera del caso previsto en el párrafo anterior, siempre que a consecuencia del perjurio el
acusado hubiese sufrido total o parcialmente una pena.
Elementos:
1- Debe existir un testimonio bajo la fe del juramento o promesa de decir la verdad.
2- Las declaraciones bajo juramento deben ser hechas en las formas determinadas por la ley.
La ley 202 prevé que las declaraciones bajo juramento sean rendidas: A) Ante un tribunal, Juez,
funcionario u otra persona competente para recibir el juramento o la promesa; B) en algún
documento suscrito por la persona que haga la declaración; C) En cualquier procedimiento civil o
penal; D) En cualquier caso en que la ley exija o admita el juramento o la promesa.
3- La intención culpable. Se establece cuando se establece que el testigo ha alterado la verdad.
4- La declaración debe haber sido hecha de mala fe. No hay perjurio castigable si una
intención delictuosa, el testigo de un hecho puede equivocarse de buena fe respecto de las
circunstancia derivadas del hecho que l ha creído ver o haya visto en efecto.

Tema 16

Delitos Contra la Propiedad. Tipos. Bien jurídico protegido. Robo. Clasificación. Robo simple.
Robo agravado. Robo en los campos: elementos constitutivos, agravantes, exenciones, sanciones.
Estafa: Elementos constitutivos, agravantes, exenciones, sanciones. Abuso de confianza. Tipos:
elementos constitutivos, agravantes, exenciones, sanciones. Análisis comparativo entre el robo, la
estafa y el abuso de confianza. Incendio. Clasificación: elementos constitutivos. Sanciones. Pillaje:
Elementos constitutivos. Sanciones. La banca rota: tipos, sanciones y agravantes. El chantaje:
elementos constitutivos. Sanciones. La extorsión: Elementos constitutivos y Sanción

Delitos Contra la Propiedad. Tipos.

La infracción o delitos contra la propiedad pueden presentarse bajo 2 formas: 1-como una violación
puramente jurídica del derecho de propiedad, y 2- como un atentado material contra la integridad
física de la cosa, sin ninguna idea de apropiación.

Principales infracciones contra la propiedad:

El robo, la estafa. El abuso de confianza, Distracción de objetos embargados, Chantaje, Extorsión de


firma o título, Abuso de firma en blanco, Incendio.

Bien jurídico protegido.

El bien jurídico es la elevación a la categoría de "bien tutelado o protegido por el derecho", mediante
una sanción para cualquier conducta que lesione o amenace con lesionar este bien protegido, de esta
reflexión se puede deducir que el bien jurídico, obtiene este carácter con la vigencia de una norma
que lo contenga en su ámbito de protección, más si esta norma no existiera o caducara, este no deja
de existir pero si de tener el carácter de "jurídico"..

127
Bien jurídico hace referencia a los bienes, tanto materiales como inmateriales, que son efectivamente
protegidos por el Derecho, es decir, son valores legalizados: la salud, la vida, el patrimonio, etc

Robo.

El robo es la aprehensión material de una cosa ajena, sin el consentimiento del propietario (Charles
Dunlop).

Según el art. 379 del CP: “El que con fraude sustrae una cosa que no le pertenece se hace reo de
robo.

Clasificación.

El robo puede ser simple o agravado.

Robo simple.

Es aquel que reuniendo todos los elementos indispensables para constituir el delito, no está
acompañado de ninguna circunstancia especial que pueda agravarlo, dentro de esta clasificación
entran las fullerías y raterías

Robo agravado.

El robo es calificado y se convierte en un crimen, cuando concurren circunstancias que aumenta su


gravedad.

Elementos Constitutivos del robo.

1. Una sustracción
2. Sustracción fraudulenta.
3. La sustracción debe tener por objeto una cosa mueble.
4. La cosa sustraída ha de ser ajena.

Modalidades que agravan el Robo.

 Robo agravado en razón de la calidad del agente. Ej.:Robo cometido por un sirviente o por
un asalariado.
 Robos agravados en razón del tiempo en que son cometidos. Ej.: Nocturnidad: El robo
revela una mayor resolución criminal cuando su comisión ha tenido lugar de noche.
 Robos agravados en razón del lugar de su ejecución. Ej.: En una casa habitada o en su
dependencia.
 Robos agravados en razón de la circunstancia que han acompañado su ejecución: Ej.: La
pluralidad de agente.
 Robo con amenazas o violencias.

Robo en los campos: elementos constitutivos, agravantes, exenciones, sanciones.


Cuando hablamos de robo en los campos nos referimos a los robos cometidos enPropiedades rurales
en las cuales los bienes sustraídos quedan expuestos a la fe pública.

128
Elementos Constitutivos

1-Que los robos se cometan en los campos.


2-Que se trate de robos.

Agravantes el Art. 388 del Código Penal plantea que el robo en los campos se agrava con: el robo de
cosechas ya desprendidas del suelo: nocturnidad, pluralidad de agentes, y ayuda de vehículos o
animales de carga;

En el robo de cosechas aún no desprendidas del suelo: Uso de cestos, sacos, u otros objetos
análogos; nocturnidad, pluralidad de agentes, y ayuda de vehículos o animales de carga.

Exenciones.

El art. 380 del Código Penal. Excluye el robo cuando se trata de sustracciones entre cónyuges,
viudos, ascendientes, descendientes y sus afines. No existe inmunidad entre colaterales.

Sanciones.

El art. 388, cód. Penal, Son castigados con prisión correccional de 6 meses a 2 años y multa de RD$
500.00 a RD$ 1,000.00 pesos, además, facultativamente, con la privación de todos o algunos de
los derechos mencionados en el artículo 42, por no menos de un año ni más de dos años, contados
desde la fecha en que se haya cumplido la pena principal, y la sujeción a la supervigilancia de la alta
policía por un período igual:
.- Los robos de cosechas.
.- Los robos de caballos o bestias de carga, de tiro o silla, de ganado mayor o menor o de
instrumentos de agricultura.
.- Los robos de maderas en los astilleros, cortes y derrumbaderos o embarcaderos.
.- Los robos de piedras en las canteras.
.- Los robos de peces en los estanques, viveros o charcas.
La tentativa: de los robos mencionados se castiga como el robo consumado

Estafa: Elementos constitutivos, agravantes, exenciones, sanciones.

La estafa consiste en el empleo de maniobras fraudulentas destinadas a provocar la entrega de la


cosa. Tiene lugar cuando el agente se hace entregar o remesar fondos, valores u objetos, usando un
falso nombre o una falsa calidad o empleando maniobras fraudulentas en las condiciones previstas
por la ley (Art. 405 C.P).

Elementos Constitutivos
a. La entrega de una cosa
b. El empleo de maniobras fraudulentas.
c. Que haya un perjuicio.
d. Que el culpable haya actuado con intención delictuosa.
Exenciones

La doctrina ha determinado que la estafa proviene de la misma naturaleza del robo, por lo tanto le es
aplicable lo establecido en el art. 380 del Código Penal cuando nos dice: se excluye el robo cuando
se trata de sustracciones entre cónyuges, viudos, ascendientes, descendientes y sus afines. No existe
inmunidad entre colaterales.

129
Sanciones. Prisión correccional de 6 meses a 2 años y multas de veinte a doscientos pesos (Estafa
simple). Pena de trabajos públicos, cuando la estafa sea por un valor mayor de RD$5,000.00
(Agravada).

Agravantes. La estafa se agrava cuando los hechos incriminados sean cometidos en perjuicio del
estado y cuando alcance una suma superior a los cinco mil pesos. En ambos casos se sanciona al
culpable con la devolución del valor que envuelva la estafa y a una multa no menor de ese valor ni
mayor del triple del mismo.

Abuso de confianza. Tipos: elementos constitutivos, agravantes, exenciones, sanciones.

El abuso de confianza es la distracción o disipación de la cosa entregada voluntariamente en virtud


de un contrato. Esta establecido en el Art. 408 C.P.

Elementos Constitutivos

1. La entrega de la cosa
2. La Disipación o distracción.
3. La distracción fraudulenta.
4. Distracción en perjuicio del propietario.
5. Carácter mobiliar de la cosa distraída.
6. Entrega de los objetos a título precario.
7. Entrega en virtud de uno de los contratos enumerados por la ley.

Agravantes. En razón de la calidad de los autores. Cuando ha sido cometido por ciertas personas a
las cuales su profesión, sus funciones o su carácter oficial imponen más imperiosamente todavía,
para con la víctima el respeto del contrato intervenido.

Exenciones.

Las exenciones previstas en el artículo 380 del C. P no pueden ser invocadas.

Sanciones. En ausencia de circunstancias agravantes se impondrá una pena de prisión correccional


de 1 a 2 años. Y en todos los casos de abuso de confianza, cuando el perjuicio causado exceda de mil
pesos, pero sin pasar de 5 mil pesos, la pena será de 3 a 5o años de reclusión menor y del máximum
de la reclusión menor si el perjuicio excediere de 5 mil.

Análisis comparativo entre el robo, la estafa y el abuso de confianza.

La estafa difiere del robo en que la victima entrega voluntariamente la cosa que el inculpado se ha
apropiado, difiere del abuso de confianza en que la entrega ha sido determinada por el empleo de
maniobras fraudulentas. Sin embargo los delitos de robo y de abuso de confianza son de la misma
naturaleza.

El robo se diferencia de la estafa en que la cosa desposeída ha sido entregada voluntariamente por la
victima en virtud de la confianza que le inspiraba y esta es una de las características más peculiares
de este delito. Se distingue de la estafa en que el autor no ha hecho uso de medios fraudulentos para
obtener la entrega de la cosa que sustrae o distrae.

130
Incendio. Clasificación: elementos constitutivos. Sanciones.
Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede abrasar algo que no está destinado
a quemarse.

El incendio pertenece a las infracciones previstas y penadas en la sección 3era capítulo II del Código
Penal, son varias, algunas mixtas, es decir contra la propiedad y contra las personas. Pero la
característica principal de estas infracciones es que son hechos que además de lesionar un interés
particular, ponen en peligro otros intereses, constituyendo una amenaza para los derechos de todos
los ciudadanos, para la misma colectividad y aun para el estado mismo

Clasificación:

Los incendios pueden ser intencionales o involuntarios

Los incendios pueden ser intencionales


Cuando el inculpado ejecuta la acción incriminada para prender fuego, es decir, cuando quiere el
acto y sus consecuencias.

Los incendios intencionales pueden ser:

a) Contra la cosa ajena


Elementos constitutivos:

-el fuego debe ser contra uno de las cosas especificadas en el artículo 434 del C.P (Lugares habitados
que sirvan de habitación, edificios, buques, almacenes, arsenales o astilleros, carruajes y vagones,
edificios y navíos no habitados ni destinados a habitación).
-la cosa debe ser propiedad ajena
-el fuego de la cosa.
-intención criminal

Los incendios intencionales se pueden dividir en:


-incendio de la cosa ajena;
-incendios de la cosa propia

Agravantes:
-La naturaleza de la cosa incendiada, según la jurisprudencia el hecho de que el fuego haya sido
aplicado a edificios, barcos etc., que sirvan de habitación estén habitados o no
-la consecuencia del incendio. Si hubo muerte de una o mas personas, si estas se hallaban presentes,
sin importar si el inculpado sabia o no gente dentro del lugar al momento de la comisión del crimen;
si el agente aplica el fuego con el fi de matar (en este caso puede ser castigado por asesinato, al
mismo tiempo que por el incendio, pues habría concurso ideal de infracciones.

Sanciones

El artículo 343, p.3 castiga con trabajos públicos al autor de incendio cuando se ejecute
voluntariamente en edificios, buques, almacenes, arsenales o astilleros que no estén habitados ni
sirvan de habitación.

Se aplica la pena de reclusión si se trata de incendio de pajares, cosechas, en montones o en ranchos,


trojes o graneros, o en maderas ya labradas, coches o vagones que no formen parte de un convoy que
contenga personas (Art. 434, p.6).

131
Se aplica la pena de 30 años de trabajos públicos si existe una circunstancia agravante, sea que los
edificios, buques, almacenes, arsenales, etc incendiados estén habitados o sirvan de habitación, sea
por que el incendio haya causado muerte de alguna persona que se hallare en el lugar incendiado en
el momento del siniestro.

La pena de 30 años de trabajos públicos es igualmente incurrida si el fuego ha sido aplicado a


carruajes o vagones que contengan personas o no, siempre que formen parte de un convoy que las
contenga (Art. 434. Párrafo 2)

b) Contra la cosa propia

Cuando el incendio solo cause estragos en la coa propia no constituye delito. Pero si el si se ha
causado perjuicio a otro compromete su responsabilidad penal.

El incendio preparado en la cosa propia con el fin de cobrar un seguro significa un detrimento para la
compañía aseguradora por lo que este hecho podría constituir una estafa de seguro.

Elementos constitutivos:

-El fuego debe ser contra uno de las cosas especificadas en el artículo 434 del C.P (Lugares
habitados que sirvan de habitación, edificios, buques, almacenes, arsenales o astilleros, carruajes y
vagones, edificios y navíos no habitados ni destinados a habitación).
-que exista un perjuicio a otro
-el autor debe ser propietario de la cosa
-el fuego de la cosa.
-intención criminal

Sanciones
La pena por incendio a la propia cosa varía según las distinciones hechas por la Ley:
a) si el agente ha prendido fuego a edificios, buques, almacenes, arsenales o astilleros, cuando
ellos estén habitados o sirvan de habitación, aun cuando les pertenezcan, la pena será de 30 años de
reclusión mayor (art 434 p. 1).
b) Si el agente ha prendido fuego a edificios, buques, almacenes, arsenales o astilleros, cuando
ellos no estén habitados ni sirvan de habitación la pena será de trabajos públicos.
c) Si se trata de incendio a sus pajares, cosechas, en montones o en ranchos, trojes o graneros,
o en maderas ya labradas, coches o vagones cargados o no de mercancías u otros objetos mobiliarios
qur no formen parte de un convoy que contenga personas y si por este medio es causado un perjuicio
cualquiera, la pena será del máximum de prisión correccional (Art. 434, p.6).
d) Si ha incendiado objetos que le pertenecen pero el incendio se ha comunicado a una
propiedad ajena, será castigado como si hubiere incendiado directamente esta propiedad.
En todos los casos la pena de 30 años de trabajos públicos es aplicable si el incendio ha causado la
muerte de una o más personas que se encontraban en el lugar incendiado en el momento que el
incendio ha estallado.

Los incendios involuntarios o no intencionales.


Se reputa causado por imprudencia o negligencia: 1o. el incendio de chimeneas, casas, ingenios o
fraguas, cuando resulta por vetustez de las oficinas, o por falta de reparación o limpieza; 2o. el de
selvas, pastos, sabanas, siembras, montes, cosechas y otras materias combustibles, amontonadas o
depositadas en casas, trojes o cualquier otro edificio, cuando resulta a consecuencia de hogueras
encendidas o quemas de los campos, a menos de cien varas de distancia; 3o. El de los casos

132
enumerados en los párrafos que preceden, cuando resulte por haber llevado velas encendidas o
candelas, y haberlas dejado sin las precauciones necesarias en los lugares susceptibles de incendio.

Elementos constitutivos

-El hecho del incendio


-Que el incendio haya consumido propiedades mobiliarios o inmobiliarias ajenas;
-Que el incendio sea por negligencia o la imprudencia del agente.

Agravantes:

Cuando los culpables de los delitos mencionados en este capítulo, ejerzan las funciones de
inspectores de agricultura, alcaldes pedáneos o de oficiales o agentes de policía, cualquiera que sea
su denominación, las penas se agravarán en la proporción de una tercera parte más de las que
quedan establecidas para otros culpables de idéntico delito.(Art. 432 C. P).

Sanciones
El incendio causado en propiedad ajena, por negligencia o imprudencia, se castigará con multa de
veinte a cien pesos.
No se establece en estos casos pena de prisión por no existir en ellos una intención delictual.

Pillaje: Elementos constitutivos. Sanciones.

Pillaje, es la toma o el apoderamiento ilegítimo e indiscriminado de bienes ajenos: por la fuerza


como parte de una victoria política o militar; en el transcurso de una catástrofe, o tumulto, como una
guerra; o bien pacíficamente, aprovechando el descuido o la falta de vigilancia de bienes La palabra
designaba originalmente al asalto de villas, pueblos y ciudades, no solamente en situación de
conflicto, sino también por los mismos miembros de la comunidad.

Este delito se encuentra textualmente en nuestro código penal, en su artículo 440: EL pillaje o la
destrucción de frutos, efectos o propiedades mobiliarias cometidos con violencia por cuadrillas, 

Elementos constitutivos

Sanciones
Se castigará con la pena de trabajos públicos, que se impondrá individualmente a cada uno de los
culpables. (Art. 440 C.P).
Sin embargo, a los que justificaren que no tomaron parte en dichas violencias, sino arrastrados por
las provocaciones o solicitaciones de otros, podrá rebajárseles la pena, e imponérseles tan solo la de
reclusión (art. 441 C.P)

La banca rota: tipos, sanciones y agravantes.

Se ha de entender por bancarrota la situación legal de un comerciante que ha entrado en cesación de


pagos, entendiéndose por esto, el estado de insolvencia que impide a un deudor cumplir con
sus obligaciones esenciales.es el estado de u comerciante quebrado al cual se le pueden imputar sean
actos de imprudencia, de negligencias o de fraude.

Tipos

La bancarrota puede ser simple o fraudulenta.

133
Simple: es un delito castigado en el artículo 402 del c.p y previsto en los art. 585 y 586 del Código
de comercio.

Art. 585 cód. Comercio: declarará en bancarrota simple, al comerciante quebrado que se hallare en
uno de los casos siguientes: 1o. si sus gastos domésticos o personales se juzgaren excesivos; 2o. si
hubiere gastado gruesas sumas, sean en negociaciones de puro azar, sea en operaciones ficticias de
bolsa o de mercancías; 3o. si con la intención de retardar su quiebra, hubiere hecho compras para
revender por menos precio; y si con la misma intención hubiere contraído empréstitos o puesto en
circulación efectos de comercio, o hubiere apelado a otros medios ruinosos para procurarse fondos;
4o. si después de la cesación de pagos hubiere pagado a algún acreedor con perjuicio de la masa.

Art. 586.- (Modificado por la Ley 5006 del 28 de junio de 1911 G.O. 2207 del 8 de julio de 1911).
Podrá declararse en bancarrota simple, al comerciante quebrado que se encontrare en uno de los
casos siguientes: 1o. si hubiere contraído, por cuenta de otro sin recibir valores en cambio,
compromisos considerados excesivos en vista de su situación cuando los contrajo; 2o. si fuere de
nuevo declarado en quiebra sin haber cumplido las obligaciones del precedente concordato; 3o. si
estando casado bajo el régimen dotal o hallándose separado de bienes, no se hubiere conformado a
las disposiciones de los artículos 69 y 70; 4o. si dentro de los tres días de la cesación de pago, no
hubiere hecho en la secretaría del tribunal de comercio, la declaratoria exigida por los artículos 438 y
439, o si dicha declaración no contuviere los nombres de todos los asociados solidarios; 5o. si, sin
tener impedimento legítimo, no se hubiere presentado personalmente ante los síndicos, en los casos y
plazos fijados, o si después de haber obtenido salvo-conducto no se hubieren presentado a la justicia.

La bancarrota simple puede ser simple obligatoria y simple facultativa


La bancarrota es simple obligatoria cuando concurren las circunstancias establecidas en el art. 585
del Cod. Comercio:

1o. si sus gastos domésticos o personales se juzgaren excesivos; 2o. si hubiere gastado gruesas
sumas, sean en negociaciones de puro azar, sea en operaciones ficticias de bolsa o de mercancías; 3o.
si con la intención de retardar su quiebra, hubiere hecho compras para revender por menos precio; y
si con la misma intención hubiere contraído empréstitos o puesto en circulación efectos de
comercio, o hubiere apelado a otros medios ruinosos para procurarse fondos; 4o. si después de la
cesación de pagos hubiere pagado a algún acreedor con perjuicio de la masa.

La bancarrota es simple facultativa cuando concurren las circunstancias establecidas en el art. 586
del Cod. Comercio:
1o. si hubiere contraído, por cuenta de otro sin recibir valores en cambio, compromisos considerados
excesivos en vista de su situación cuando los contrajo; 2o. si fuere de nuevo declarado en quiebra sin
haber cumplido las obligaciones del precedente concordato; 3o. si estando casado bajo el régimen
dotal o hallándose separado de bienes, no se hubiere conformado a las disposiciones de los artículos
69 y 70; 4o. si dentro de los tres días de la cesación de pago, no hubiere hecho en la secretaría del
tribunal de comercio, la declaratoria exigida por los artículos 438 y 439, o si dicha declaración no
contuviere los nombres de todos los asociados solidarios; 5o. si, sin tener impedimento legítimo, no
se hubiere presentado personalmente ante los síndicos, en los casos y plazos fijados, o si después de
haber obtenido salvo-conducto no se hubieren presentado a la justicia

Elementos constitutivos

-El autor debe ser un comerciante.


-El comerciante debe haber cesado en el pago de sus obligaciones mercantiles.

134
- El comerciante debe hallarse en uno de los casos de bancarrota enumerados por la ley, bancarrota
simple obligatoria y simple facultativa.

Agravantes

Sanciones:
En los de bancarrota simple, se aplicará la prisión correccional de quince días a lo menos, y un año a
lo más.

Fraudulenta: constituye un crimen, conviene distinguir 2 casos: la bancarrota fraudulenta


propiamente dicha y la bancarrota de los agentes de cambio y corredores.

Elementos constitutivos
-la intención fraudulenta
-El autor debe ser un comerciante.
-El comerciante debe haber cesado en el pago de sus obligaciones mercantiles.
- El comerciante debe hallarse en uno de los casos de bancarrota enumerados por el código de
comercio en su artículo 591: 1o. el comerciante quebrado que hubiere sustraído sus libros, u
ocultando o disimulado parte de su activo; 2o. el comerciante quebrado a quien se le hubiere
reconocido fraude cometido en escritos, actos públicos o bajo firma privada o por su balance
constituyéndose deudor de sumas que no debiere; 3o. el que no hubiere llevado los libros o los
hubiere llevado con irregularidad; 4o. el que no hubiere formado con exactitud

Sanciones
Cuando en los casos previstos por el Código de Comercio, se declare a alguno culpable de
bancarrota, se le impondrán las penas siguientes: en los casos de bancarrota fraudulenta, se aplicará
la reclusión;

Los agentes de cambio y los corredores que hubieren quebrado, se castigarán con la pena de
reclusión; y con la de trabajos públicos, si la bancarrota fuere fraudulenta.

El chantaje: elementos constitutivos. Sanciones. La extorsión: Elementos constitutivos y


Sanción

El chantaje: elementos constitutivos.

Consiste en el empleo de amenaza escrita o verbal de revelación o imputación difamatoria para


arrancar o intentar arrancar la entrega de fondos o valores o la firma o entrega de escritos que
contengan u operen obligación, disposición o descargo.

Elementos constitutivos
-La mala fe o intención.
-El fin de codicia del agente.
-Amenaza escrita o verbal de revelaciones o imputaciones difamatorias.

Sanciones.

La pena de reclusión y multa de doscientos a quinientos pesos.(Art. 400.2 C.P)

La extorsión: Elementos constitutivos y Sanción

135
Consiste en arrancar por fuerza, violencia o constreñimiento, la firma o la entrega de un escrito, acto,
título o documento cualquiera que contenga u opere obligación, disposición o descargo.
La extorsión puede estar dirigida tanto a obligar a la víctima a entregar un título preexistente como a
obligarla a firmar un documento de esa naturaleza. La fuerza, violencia o constreñimiento: Se
refieren a la violencia física y a la violencia moral. La intención: Existe cuando el agente actúe
sabiendo que lograra la firma o la entrega del documento que la víctima no le entregaría en ausencia
de esos medios coercitivos.

Elementos constitutivos

-Un hecho de extorsión o entrega de un título que contenga u opere obligación, disposición o
descargo.
- El empleo de la fuerza, la violencia o la intimidación.
- La intención.

Sanción

Pena de tres (3) a diez (10) años de Reclusión Mayor.

Tema 17
Derecho Penal Económico. Fundamento. Fin del derecho penal económico y bien jurídico
protegido. Tipos más comunes: Lavado de activos. Trata de Personas. Delitos monetarios.
Defraudaciones electrónicas. Violación a la Ley de Cheques. Delitos fiscales. Prevaricación y
corrupción.

Derecho Penal Económico. Fundamento.

El Derecho penal económico ha ido definiéndose a lo largo de la historia, hasta llegar a su


configuración y contenido actual, como el conjunto de figuras delictivas que giran en torno a la
tutela del orden económico del Estado y de las relaciones económicas derivadas de los sistemas de
producción, distribución y acceso de los consumidores a bienes y servicios en una sociedad concreta,

Que la República Dominicana es signataria de convenios internacionales que la obligan a legislar en


contra de los delitos económicos, lavado de activos y contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y
Sustancias Sicotrópicas.

Estos documentos fueron la Declaración de Principios del Comité para la Reglamentación Bancaria
y las Prácticas de Vigilancia de Basilea, mejor conocida como la “Declaración de Basilea”, emitida
por los reguladores bancarios del Grupo de los Diez3 y formulada por los Reguladores Bancarios en
fecha 12 de diciembre de 1988, así como la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico
Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, mejor conocida como la Convención de Viena
de ese mismo año.
La Declaración de Basilea tuvo por objetivo impedir que los bancos y otras instituciones financieras
fueran utilizados para transferencias o depósitos de fondos de procedencia ilícita, a través de unas
reglas de comportamiento, como la identificación de la clientela, la comprobación o averiguación de
la conformidad de las transacciones a estándares éticos, la cooperación con autoridades judiciales,
controles internos y adiestramiento del personal.
La Convención de Viena de 1988, por su parte, refleja en su preámbulo el reconocimiento de la
preocupación por el tema del lavado de activos proveniente del tráfico ilícito de drogas, al declarar
las partes de la Convención estar conscientes “de que el tráfico ilícito genera considerables

136
rendimientos financieros y grandes fortunas que permiten a las organizaciones delictivas
transnacionales invadir, contaminar y corromper las estructuras de la administración pública, las
actividades comerciales y financieras lícitas y la sociedad a todos sus niveles”.
De ahí, que con la firma y ratificación de los Estados de la Convención de Viena, estos se obliguen a
tipificar de una manera uniforme el delito de lavado de activos proveniente del tráfico de drogas,
proporcionándole la Convención mecanismos de asistencia judicial internacional que permiten
perseguir a los delincuentes en cualquier parte del mundo, a través de la extradición6, así como
incautar y/o decomisar7 en cualquiera de los países signatarios los bienes que tienen su origen o se
deriven de un delito de tráfico de drogas.

A partir de este instrumento de Derecho Internacional, se crearon numerosos grupos de trabajos,


mundiales y regionales, se propiciaron nuevos Convenios Internacionales de alcance universal, como
los relativos a la Delincuencia Organizada Transnacional, y la Corrupción.

Es por ello que se promulgo la Ley 50-88 sobre drogas y sustancias controladas, ley 72-00 sobre
lavado de activos, se incluyo el delito electrónico en la reforma constitucional del 26 de enero del
año 2010 etc.

Fin del derecho penal económico y bien jurídico protegido

El Derecho Penal Económico tiene por finalidad proteger el orden económico por tanto se enmarca
en la Economía Social de Mercado.
Concepto y Bien Jurídico en el Derecho penal económico son temas que estructural y
funcionalmente se encuentran muy estrechamente vinculados. La postura que se adopte sobre uno de
ellos incidirá en el otro. Es por lo tanto posible identificar o delimitar al Derecho penal económico a
partir de la identificación del bien jurídico que ésta supuesta rama del Derecho penal busca tutelar.

BACIGALUPO señala que “son delitos económicos aquellos comportamientos descritos en las leyes
que lesionan la confianza en el orden económico vigente con carácter general o en alguna de sus
instituciones en particular y, por tanto, ponen en peligro la propia existencia y las formas de
actividad de ese orden económico. Por tanto, el Derecho penal económico en sentido estricto está
dedicado al estudio de estos delitos y de las consecuencias jurídicas que las leyes prevén para sus
autores”. Acto seguido el autor hace la salvedad de que una visión absolutamente restrictiva de la
criminalidad económica no es totalmente satisfactoria.. Agrega que el desarrollo de la sociedad
posindustrial se manifiesta en dos vertientes: por un lado, en los riesgos de la modernización que
delimitan los contornos de la llamada “sociedad de riesgos” y por otro, los problemas que advierte
cuando se sitúa en el centro de atención las contradicciones inmanentes entre la modernidad y la
contra modernidad en el plano de la sociedad industrial .

Tipos más comunes:

a) Lavado de activos
b)Violaciones a la ley monetaria y financiera
c)Violaciones a la ley de sociedades
d)Delitos fiscales y arancelarios
Violaciones a la ley de electricidad
F=Delitos electrónico

Lavado de activos.

137
Lavado de activos en la RD está regulado por la Ley 72-02, contra el lavado de activos cuyo origen
sea el tráfico ilícito de drogas y sustancias controladas y otras infracciones graves. A los fines de
dicha ley, se entiende por activos los dineros, valores, títulos, billetes o bienes generados de una
infracción grave

El Prof. Isidoro Blanco Cordero, define este comportamiento delictivo como “el proceso a través del
cual bienes de origen delictivo se integran en el sistema económico legal con apariencia de haber
sido obtenidos de forma lícita”.

Otro jurista español, Diego J. Gómez Iniesta, define el lavado de activos como aquella operación a
través de la cual el dinero de origen siempre ilícito es invertido, ocultado, sustituido o transformado
y restituido a los circuitos económico-financieros legales, incorporándose a cualquier tipo de negocio
como si se hubiera obtenido de forma lícita.

Finalmente, la jurista suiza Ursula Cassani señala que el lavado de activos “es el acto por el cual la
existencia, la fuente ilícita o el empleo ilícito de recursos son disimulados con el propósito de
hacerlos aparecer como adquiridos de forma lícita. Lavar dinero es reintroducirlo en la economía
legal, darle la apariencia de legalidad y permitir así al delincuente disfrutarlo sin ser descubierto: el
que lava dinero procedente de un delito ayuda por tanto al delincuente a aprovecharse plenamente
del producto de su infracción”.

El artículo 3 de la Ley 72-00 nos indica que, incurre en lavado de activos la persona que, a sabiendas
de que los bienes, fondos e instrumentos son el producto de una infracción grave:
a) Convierta, transfiera, transporte, adquiera, posea, tenga, utilice o administre dichos bienes;
b) Oculte, encubra o impida la determinación real, la naturaleza, el origen, la ubicación, el destino, el
movimiento o la propiedad de dichos bienes o de derechos relativos a tales bienes;
c) Se asocie, otorgue asistencia, incite, facilite, asesore en la comisión de alguna de las infracciones
tipificadas en este artículo, así como a eludir las consecuencias jurídicas de sus acciones;

Sanciones

La persona que incurra en la infracción de lavado de activos previsto en las letras a) y b) del
Artículo 3 de esta ley, será condenada a una pena de reclusión no menor de cinco (5) años, ni mayor
de veinte (20), y a una multa no menor de cincuenta (50) salarios mínimos ni mayor de doscientos
(200) salarios mínimos. (Art. 18 ley 72-00).

La persona que incurra en la infracción de lavado de activos prevista en la letra c) del Artículo 3 de
esta ley será condenada a una pena de reclusión no menor de tres (3) años, ni mayor de diez (10) y
una multa no menor de cincuenta (50) salarios mínimos ni mayor de cien (100) salarios mínimos.
(Art. 19 ley 72-00)

Párrafo.- La persona que incite, facilite o asesore en la comisión de algunas de las infracciones
mailto:se@ladasseñaladas en la presente ley, así como a eludir las consecuencias jurídicas de sus
acciones, será condenada a la pena inmediatamente inferior aplicable al autor principal.
En los casos en que proceda en lo que respecta a las personas morales, además de las sanciones
pecuniarias establecidas en los artículos precedentes, el tribunal competente ordenará la revocación
del acto administrativo que lo autorizó a operar o la clausura del establecimiento o la suspensión
temporal de sus operaciones, vía el órgano público competente. (Art. 20 ley 72-00)

Agravantes:

138
Se consideran circunstancias agravantes del delito de lavado de activos para los fines de la presente
ley, y en consecuencia caerán bajo la esfera de los Artículos 56, 57 y 58 del Código Penal
Dominicano:
a) La participación de grupos criminales organizados;
b) El hecho de haber cometido el delito en asociación de dos o más personas;
c) Cuando el agente autor del delito hubiese ingresado al territorio nacional con artificios o engaños
o sin autorización legal, sin perjuicio del conjunto de delitos que puedan presentarse;
d) Cuando el que comete el delito ostente un cargo público o fuese funcionario o servidor público
encargado de la prevención o investigación de cualquier delito, o tuviese el deber de aplicar penas o
vigilar su ejecución;
e) Las reincidencias;
f) El empleo de menores para facilitar la ejecución del delito y el uso de instituciones educativas a
los mismos fines.
(Art. 21 ley 72-00)

Trata de Personas.
Es el reclutamiento, transporte, encubrimiento o recepción de personas, por medio del uso de
amenazas, el uso de la fuerza u otra forma de coacción. Los traficantes son aquellos que transportan
individuos y se benefician de éstos económicamente o de alguna otra manera”. (Organización de la
Naciones Unidas Santia Velázquez -)

Por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción


de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al
fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o la concesión o recepción
de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra,
con fines de explotación. Protocolo de Palermo (2000).

El ordenamiento jurídico dominicano establece que debe entenderse como Trata de Personas: la
captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza,
a la fuerza, a la coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder, o situaciones de
vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de
una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación, para que ejerza cualquier
forma de explotación sexual, pornografía, servidumbre por deudas, trabajos o servicios forzados,
matrimonio servil, adopción irregular, esclavitud y/o prácticas análogas a ésta, o la extracción de
órganos.

El bien jurídico tutelado es la vida, la libertad, la integridad.

Elementos constitutivos del tipo penal de trata de personas:


 Acción Típica:

-Captar: consiste en atraer a personas con el propósito ulterior de explotarlas.


-Transportar: consiste en llevar personas de un lugar a otro, ya sea por vía terrestre, marítima o
aérea.
-Trasladar: es el traslado de una persona de su ciudad o país a otro diferente
-Acoger o la recepción de personas: consiste en recibir personas en una vivienda u hotel para fines
de explotación.

2. una conducta típicamente antijurídica: el tipo penal de la trata de personas está contenido en la
ley 137-03.

139
3. Los medios:
-Recurriendo a la amenaza: es el anuncio que se le hace a una persona de un mal que se prepara
contra su persona, sus familiares o en su patrimonio.
-A la fuerza: entraña el uso de violencia, golpes y reclusión para controlar a las víctimas. La
violencia por la fuerza se utiliza especialmente durante las primeras etapas de sometimiento de la
víctima. Se utiliza para quebrar la resistencia de la víctima con el fin de facilitar su control.
-A la coacción: violencia o amenazas graves que se aplica a una persona para que la misma haga o
deje de hacer algo o tolere algo a lo cual no está obligado.

-Al rapto: delito que consiste en llevarse de su domicilio, con miras deshonestas a una persona por la
fuerza o por medio de ruegos engañosos.
-Al fraude: implica ofertas falsas de empleo. Tal es el caso, mujeres y niños que responden a
anuncios de trabajos prometedores como camareras, niñeras y bailarinas en otros países y luego se
ven forzadas a ejercer la prostitución una vez que llegan a sus destinos.
-Al engaño: falta de verdad, falsedad. Ej: Aquella persona que se le dice que va a trabajar como
bailarina y luego que llega al destino se obliga a que se prostituya.
-Al abuso de poder: consiste en el aprovechamiento que realiza una persona que tiene una relación
de supremacía ya sea etérea, económica, o de jefatura con otras personas.
-Situaciones de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra: situaciones extraordinarias en las
cuales una persona está a merced de otra, ya sea por razones personales, económicas, familiares, etc.

4. fines de explotación:
Ejercer cualquier forma de explotación sexual, Pornografía, Servidumbre por deudas:, trabajos o
servicios forzados,  Matrimonio servil, Adopción irregular, Esclavitud[ y/o prácticas análogas a ésta,
la extracción de órganos

5-Elemento moral o intencional:

Consiste en el conocimiento de la ilicitud de los hechos cometidos que tiene el tratante, probado este
elemento con la presunción legal de que toda persona conoce la legislación vigente en la RD, y en
este caso, la Ley 137. En este sentido el artículo 45 de la Constitución de la República, establece que
las leyes, después de promulgadas se publicarán en la forma que por la ley se determine, y serán
obligatorias una vez hayan transcurrido los plazos indicados para que se reputen conocidas en cada
parte del territorio nacional

Delitos monetarios.

Defraudaciones electrónicas.

Violación a la Ley de Cheques.

Cuando el deudor, que ha emitido un cheque sin fondos, hace abonos a éste que son aceptados por el
tenedor, se opera un cambio en la naturaleza de la relación, despojándola de su aspecto delictual,
para convertirla en una obligación puramente civil.No. 85, Seg., Ene. 2007, B.J. 1154.
Aun cuando el prevenido recurrente haya realizado el pago en efectivo correspondiente al cheque
emitido, la figura de la emisión de cheques sin fondos se encuentra caracterizada desde el momento
en que, mediante acto de protesto, se comprueba la insuficiencia de fondos del mismo. No. 81, Seg.,
Jun. 2007, B.J. 1159.

140
Cuando el librador ha hecho pagos parciales al beneficiario del cheque y aunque no haya realizado el
pago total del mismo, el asunto deja de ser un delito penal. El cobro del saldo es de la competencia
de los tribunales civiles. No. 04, Seg., May. 2008, B.J. 1170.

Elementos constitutivos
Se configura el delito de emisión de cheques sin fondo con los siguientes elementos: 1º la emisión
del cheque; 2º la provisión irregular o insuficiente, o la ausencia de provisión; 3º la mala fe,
establecida por la no reposición de los fondos no obstante la intimación hecha al efecto.
La mala fe se presume desde el momento que se emite un cheque sin la debida provisión
Delitos fiscales.

Según el Artículo 204 del Código Tributario los delitos tributarios o fiscales son: La defraudación
tributaria, Elaboración y comercio clandestino de productos gravados, y La falsificación y
fabricación de especies o valores fiscales. 
   
Prevaricación y corrupción.

La palabra prevaricación, según Henri Capitant significa “Término genérico con el que se designa un
conjunto de infracciones calificadas como crímenes cometidos por funcionarios públicos en el
ejercicio de sus funciones: Ej.: Sustracciones cometidas por los depositarios públicos, concusión,
falsedad en escritura pública”. 
La prevaricación es un crimen previsto y sancionado en las disposiciones del Código Penal
Dominicano, el cual es cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones y
apareja sanción de degradación cívica, en los casos en que la Ley no pronuncia penas más graves. 

El artículo 166 del Código Penal Dominicano, dice textualmente:


“El crimen cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones, es una
prevaricación.”

Contiene tan solo dos elementos constitutivos, a saber: Que su autor material e intelectual sea un
funcionario público y que sea con ocasión del ejercicio de sus funciones, es decir que tenga una
relación directa con dichas funciones.

El crimen de prevaricación se castiga, agrega el artículo 167 del mismo código, con “La degradación
cívica, en todos los casos en que la ley no pronuncie penas más graves”.

Tema 18
Criminalidad Organizada. Concepto de criminalidad organizada. Características. Tipo de
infracción. Bien jurídico protegido. Asociación de malhechores. Tipicidad. Sanciones. Diferencia
entre criminalidad organizada y asociación de malhechores.

Criminalidad Organizada. Concepto de criminalidad organizada.

Se trata de un grupo social con una cierta estructura y con miembros que se organizan para cometer
acciones delictivas. A diferencia del delincuente que actúa en solitario, los individuos que forman
parte de una banda de delincuencia organizada deben responder a la estructura y cumplir con una
determinada función

141
El crimen organizado haya sido conceptualizado como una "sociedad", que busca operar fuera del
control del pueblo y del gobierno, pues involucra a miles de delincuentes que trabajan dentro de sus
estructuras complejas, ordenadas y disciplinadas como cualquier corporación, mismas que están
sujetas a reglas aplicadas con rigidez

Este tipo de delincuencia –señala la PGR- fue designada con la palabra "organizada", ya que se
refiere a la "asociación", a la "sociedad", a la "corporación", al "grupo", al "sindicato", a la "liga", al
"gremio", a la "coalición", en sí a la "unión", como forma de conjuntar esfuerzos en grupo; y con el
empleo de la violencia, soborno, intimidación y fuerza, los delincuentes llevaban a cabo sus
actividades ilegales.

Características.

La criminalidad organizada tiene las siguientes características:


1. Concurrencia de más de 2 personas.
2. Reparto de tareas.
3. Actuación en un periodo de tiempo prolongado o indefinido.
4. Observancia de alguna forma de disciplina.
5. Comisión de delitos graves.
6. Ámbito de actuación internacional.
7. Empleo de la violencia o medios intimidatorios.
8. Uso de estructuras comerciales o de negocio.
9. Actividades de blanqueo de dinero.
10. Influencias en la esfera política, medios de comunicación, administraciones pública, judicial y
económica.
11. Búsqueda de beneficios económicos o de otro tipo.
Tipo de infracción.

Las "sociedades criminales" como tal, tienen objetivos específicos, la obtención de ganancias a
través de actividades ilícitas, en orden de importancia podemos mencionar los siguientes:

 Trafico de Personas
 Prostitución
 Piratería
 Contrabando y venta ilegal de armas y automóviles
 Contrabando y mercado de obras de arte y piezas arqueológicas.
 Delitos ecológicos, tales como contrabando de sustancias químicas peligrosas, mercado de
maderas preciosas taladas ilegalmente, tráfico de especies animales en peligro de extinción.

Bien jurídico protegido.

Más allá de la cantidad de intereses sociales que proteja la norma penal en cuestión, la doctrina
también debate sobre cuales (y no cuantos) son los bienes jurídicos resguardados por el delito. En
este sentido, las distintas líneas de opinión se dividen entre quienes sostienen que los delitos de
criminalidad organizada protege uno o dos de los siguientes cuatro bienes jurídicos: (a) el bien
jurídico protegido por el delito previo o subyacente al del blanqueo de capitales; (b) la
administración de justicia; (c) el sistema socio-económico o la libre competencia; y, finalmente, (d)
quienes creen que el delito de blanqueo protege la estabilidad o seguridad de las naciones y el
sistema democrático de gobierno.

142
Asociación de malhechores.

Asociación de Malhechores. El Código Penal dominicano en su artículo 265 y 266 sanciona un tipo
de pluralidad de agentes, al expresar que “toda asociación formada, cualquiera que sea su duración o
el número de sus miembros; todo concierto establecido, con el objeto de preparar o de cometer
crímenes contra las personas o contra las propiedades, constituye un crimen contra la paz pública.”

Tipicidad.

Sanciones.

Diferencia entre criminalidad organizada y asociación de malhechores.

1.- asociación delictuosa es cuando dos o más personas se coluden para realizar una conducta con un
fin delictivo, pero no hay nivel de jerarquía entre ellos.

2.- delincuencia organizada es cuando un grupo de personas se coluden para realizar actos delictivos
pero existe una estructura jerarquizada ( hay jefes y chalanes, somos delincuentes pero no somos
iguales que no se te olvide ).

Esta diferencia es muy importante ya que en los casos de delincuencia organizada el ministerio
público tiene más tiempo para integrar la averiguación, además puede realizar solicitudes de arraigo
y el ministerio público interviene.

Hay una clara nota distintiva entre el llamado pandillerismo y la asociación delictuosa. En el primero
se trata de la reunión habitual, ocasional o transitoria de tres o más personas que sin estar
organizadas con fines delictuosos, cometen comunitariamente algún ilícito, en cambio, la asociación
delictuosa se integra tambien al tomar participación en una banda, tres o más personas, pero se
presisa que aquella (la banda) esté organizada para delinquir. La distinción entre una y otra de las
figuras analizadas consiste: la consistente en que en el pandillerismo no hay organización con fines
delictuosos, y en la asociación si los hay.

Tema 19
Delitos producidos en el curso de la audiencia. Tratamiento en el Código de
Procedimiento Criminal. Tratamiento en el Código Procesal Penal. Delito de audiencia.
Concepto. Naturaleza. Características. Fines. Elementos constitutivos. Sanciones. Litigación
temeraria. Bien jurídico protegido. Configuración del tipo. Sanciones. Ultraje contra el juez.
Elementos constitutivos, sanciones. Desacato: Tipificación y sanción.

Tratamiento en el Codigo de Procedimiento Criminal.

Aplicación supletoria del art. 89 del Código de Procedimiento Civil. El art. 89, del Código de
Procedimiento Civil establece: “Si uno o muchos individuos, sean quienes fueren, interrumpieren el
silencio, haciendo señales de aprobación o desaprobación, sea a la defensa de las partes, sea a los
discursos de los jueces o del fiscal, sea a las advertencias u órdenes del presidente, juez comisario o
fiscal, sea a las sentencias o autos; a los que causaren alboroto o excitación a ello, de cualquier

143
manera que sea, si después de la advertencia de los alguaciles, no se contuvieren, se les ordenará que
se retiren de la sala; los que se resistieren serán aprehendidos y detenidos en la cárcel pública durante
veinticuatro horas; el alcalde les recibirá en ella con la presentación de la orden del presidente, de la
cual se hará mención en el acta de audiencia”

Delito de audiencia. Concepto. Naturaleza. Características. Fines. Elementos constitutivos.


Sanciones

El Delito de Audiencia. Las perturbaciones al orden de la audiencia o delitos de audiencia, son


aquellas infracciones que constituyen toda interrupción al silencio y al orden de cualquier manera
que sea para estos casos, la autoridad correspondiente competirá al infractor a retirarse de la sala y en
caso de resistencia por parte del mismo, éste será detenido en la cárcel pública durante 24 horas.

El art.314 del CPP establece que los deberes de las personas que asistan a una audiencia deben
guardar el debido respeto. A excepción del personal de custodia y disciplina, nadie puede portar
armas u otros instrumentos aptos para molestar, perturbar u ofender a los demás. Este tipo de sanción
no sólo se aplica en materia penal sino que también se aplica en material civil (ver art. 88 y
siguientes del CC).

En cambio los delitos en audiencias son aquellos delitos que están sancionados por una ley vigente
y que dicha infracción sea cometida en una audiencia, ejemplo: los golpes y heridas, robo, amenaza,
difamación e injuria, homicidio.

Estas medidas van dirigidas a mantener el orden y disciplina de las audiencias y tienden a evitar
cualquier alteración del curso normal de las mismas, no constituyendo ninguna pena sino un acto del
poder discrecional del presidente del tribunal. En consecuencia son simples medidas de policía que
pueden ser tomadas sin previo dictamen del Ministerio Público.

Las disposiciones del Art.314 se aplican a las personas que asisten a la audiencia y a los presentes en
el lugar en que se realiza un acto de instrucción por un juez; incluyendo a los abogados. El arresto
tiene lugar por orden del Presidente del Tribunal y será ejecutado en la cárcel a la vista de dicha
orden, la cual será mencionada en el acta o proceso verbal de la audiencia. El arresto está sin
embargo sujeto a una condición previa: que haya ordenado la expulsión del perturbador y este se
haya resistido.

Al tratarse de simples medidas, órdenes que no constituyen sentencias, no son susceptibles de


atacarse por las vías de recursos.

Litigante Temerario.
Son aquellos litigantes que falsean los hechos o la prueba en que fundamenta su querella o litiga con
temeridad. Las partes deben litigar con lealtad, absteniéndose de proponer medidas dilatorias,
meramente formales y de abusar de las facultades que este código les reconoce.
Cuando se comprueba que las partes o sus asesores actúan con mala fe, realizan gestiones o asumen
actitudes dilatorias o litigan con temeridad, el juez o tribunal puede sancionar la falta con multa de
hasta quince días del salario base del juez de primera instancia, sin perjuicio de lo previsto para el
abandono de la defensa. Cuando el juez o tribunal estima que existe la posibilidad de imponer esta
sanción, advierte a la parte en falta a los fines de que ofrezca sus explicaciones y presente prueba de
descargo, la cual recibe en el momento. Cuando el hecho se verifique en una audiencia oral, el
procedimiento se realiza en ella.

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Bien Jurídico Protegido.

El bien jurídico protegido es la administración pública. Es decir, la sanción del delito tiene como fin
garantizar la obediencia de los ciudadanos al poder coactivo del Estado.

Los Delitos contra los Jueces. Arts. 222 y 223 del CP

Art. 222 del Código Penal: “Cuando uno o muchos Magistrados del orden administrativo o judicial,
hubieren recibido en el ejercicio de sus funciones, o a causa de este ejercicio, algún ultraje de
palabra, o por escrito, o dibujos no públicos, tendentes en estos diversos casos a herir el honor o la
delicadeza de dichos magistrados, aquel que hubiere dirigido tales ultrajes será castigado con prisión
correccional de seis días a seis meses. Si el ultraje con palabras se hiciere en la audiencia de un
tribunal, la pena será de prisión correccional de seis meses a un año”.

Art. 223 reza de la siguiente manera: “El ultraje hecho por gestos o amenazas a un magistrado, en el
desempeño de sus funciones, o con motivo de ese ejercicio, se castigará con prisión de seis días a
tres meses, aumentándose la pena de un mes a un año, si el ultraje se hiciere en la audiencia del
tribunal”.

Desacato: tipificación y sanción.


Definición: Incumplimiento a la ordenanza del juez de los habeas corpus de presentar ante él a la
persona a favor de quien se ha presentado un mandamiento de habeas corpus, sin alegar causa de
fuerza mayor, o la no ejecución de una resolución que ordena la libertad de una persona.[2]
Efectos
El funcionario se expone a ser conducido ante el juez mediante una orden de captura para que
explique las razones de su actitud.
El desacato o resistencia a la autoridad es, en algunos ordenamientos, un delito que se comete al
calumniar, injuriar, insultar o amenazar a una autoridad en el ejercicio de sus funciones o con
ocasión de ellas, ya de hecho o de palabra, o ya en escrito que se le dirija.
La acción penalmente sancionada consiste en desobedecer o resistir. En el primer caso, la
desobediencia, se trata de una omisión, que se concreta simplemente con la falta de acatamiento a
una orden; por lo tanto, es indispensable que exista esa orden. En el segundo caso, la resistencia,
requiere una acción, mediante la cual una persona intenta evitar que otra realice determinada acción;
en este caso, la acción que ordena un funcionario público en ejercicio de sus funciones.
Además, para que el delito penal se conforme, es necesario que exista una orden (un pedido no es
suficiente), que sea un funcionario público el que imparta la orden y que esa orden haya sido
impartida en ejercicio de sus funciones.

El Art. 94 de la Constitución en su Párrafo, dice “La renuencia de las personas citadas a


comparecer o a rendir las declaraciones requeridas, será sancionada por los tribunales penales de la
República con la pena que señalen las disposiciones legales vigentes para los casos de desacato a las
autoridades públicas, a requerimiento de la cámara correspondiente.”

Tema 20Derecho Penal Laboral. Fundamentos de la tipicidad en materia laboral.


Características del Derecho Penal Laboral. Infracciones graves, infracciones leves.
Infracciones muy leves. Trabajos realizados y no pagados. Trabajos pagados y no realizados
Fundamentos de la tipicidad en materia laboral
En materia laboral existe el principio de la independencia de causas entre las razones del despido y la
merituación de los antecedentes penales, por lo que es relativa la aplicación del art. 1103 del Código
Civil. Puede existir perfectamente el caso en que penalmente no se haga responsable al trabajador,
pero no obstante ello su conducta lesione los intereses del empleador y el motivo de despido sea

145
razonable y justificado. La tipicidad de conductas para el derecho penal es un concepto más
restringido que la tipicidad de conductas exigidas para dar continuidad o no a la relación laboral. Es
decir, no es necesario que un acto sea penalmente punible para estimar justificado un despido. Basta
para ello una razonable pérdida de confianza del empleador hacia el trabajador.
Características del Derecho Penal Laboral
Derecho Penal Laboral es una rama relativamente nueva del Derecho Penal. El código de trabajo
plante una serie de derechos y obligaciones a cargo de los actores de la relación laboral, siendo la
mayor parte de ellas sancionadas por los tribunales laborales y mediantes los procedimientos
establecidos a tales fines. Sin embargo, existen unas violaciones tan graves a las relaciones laborales,
que el legislador ha decidido la imposición de sanciones de tipo penal a cargo de sus infractores. El
conjunto de esas disposiciones relacionadas con el mundo del derecho del trabajo y que son
sancionadas penalmente, es lo que se conoce como derecho penal laboral.
Infracciones graves, infracciones leves. Infracciones muy leves.
Infracciones contenidas en la Legislación Laboral. El Código de Trabajo establece la competencia de
los juzgados de paz para conocer de las infracciones laborales. Estas infracciones son de carácter
penal-correccional, en contra de las personas que haya violado las normas laborales que prevé el
Código de Trabajo, aunque se puede seguir la acción civil al mismo tiempo y en los mismos juicios.

El legislador laboral ha hecho una división triple de las infracciones Penales Laborales siguiendo un
criterio inverso, pues la calificación de la infracción no depende de la pena, sino esta de la gravedad
de aquella, gravedad que está tipificada desde un principio.
En tal sentido, el Artículo 720 del Código de Trabajo establece que: “Las violaciones sujetas a
sanciones penales se clasifican en:
1ro. Leves: Cuando se desconozcan obligaciones meramente formales o documentales, que no
incidan en la seguridad de la persona ni en las condiciones del trabajo;
2do. Graves: Cuando se transgredan normas referentes a los salarios mínimos, a la protección del
salario, al descanso semanal, a las horas extraordinarias o a todas aquellas relativas a la seguridad e
higiene del trabajo, siempre que no pongan en peligro la vida, la salud o la seguridad de los
trabajadores en materia de los derechos colectivos, se reputan como graves el incumplimiento a las
obligaciones estipuladas en el convenio colectivo;
3ro. Muy graves: Cuando se violen las normas sobre protección a la maternidad, edad mínima para el
trabajo, protección de menores, empleo de extranjeros, inscripción y pago de las cuotas al Instituto
Dominicano de Seguros Sociales y todas aquellas relativas a la seguridad e higiene del trabajo,
siempre que de la violación se derive peligro riesgo de peligro para la vida, la salud o la seguridad de
los trabajadores. En materia de derechos colectivos, se reputa como muy grave, la comisión de
prácticas desleales contrarias a la libertad sindical.
Las sanciones de estas faltas, están contempladas en el Articulo 721: “Las violaciones que figuran en
el articulo 720 son sancionadas del modo siguiente:
1ro. Las leves, con multas de uno a tres salarios mínimos;
2do. Las graves, con multas de tres a seis salarios mínimos;
3ro. Las muy graves, con multas de siete a doce salarios mínimos.
En caso de reincidencia, se aumentara el importara el importe de la multa en un cincuenta por ciento
de su valor.

Trabajos realizados y no pagados. Trabajos pagados y no realizados. Ley No. 3143 Trabajos
realizados y no pagados:

La Ley No. 3143 de 1951 sanciona penalmente al contratista que, habiendo recibido el precio de la
obra, no paga a sus trabajadores. La acción prescribe a los 3 años. En adición al valor de los trabajos
realizados, el trabajador tiene derecho a daños y perjuicios morales y materiales. El subcontratista

146
puede invocar la Ley si el contratista, al ser pagado, no le entrega su participación. Si el prevenido
dispuso de la suma que recibió como avance sin hacer el trabajo, cometió violación a la Ley.

Elementos constitutivos del delito de trabajo realizado y no Pagado

De acuerdo a la Suprema Corte de Justicia los elementos que configuran el tipo penal de Trabajo
Realizado y no Pagado son: 1) La contratación de trabajadores para una obra o servicio determinado;
2) Que esa contratación fuera hecha por aquellos que han sido encargados de la ejecución de la obra
o servicio de que se trate; 3) Que el contratista recibiera el costo de la obra o servicio de que se trate;
4) Que no pagara a los trabajadores la remuneración del servicio a ellos encomendado; 5) La
intención fraudulenta, tal y como de los Art. 3 y 5 de la referida ley. (Sentencia del 24 de julio del
2002, No. 6 B.J. No. 1100, páginas 57-58).

Penalidad

El artículo 211 del Código de Trabajo expresa, “se castigará como autor de fraude y se aplicarán las
penas establecidas en el artículo 401 del código Penal, según la cuantía, todas las personas que
contraten trabajadores y no les paguen remuneración que les corresponda en la fecha estipulada o a
la terminación de la obra o servicio convenido”.

La intención fraudulenta queda evidenciada cuando el empleador no paga a los trabajadores la


remuneración correspondiente en la fecha acordada o a la terminación de la obra o servicio
convenido. Cuando el infractor de este artículo sea una persona moral, la pena prevista se aplicará a
los administradores, gerentes, representantes o personas que tengan la dirección de la empresa.

El requerimiento de puesta en mora a la persona en falta debe hacerse por medio del procurador
fiscal, quien citará a las personas interesadas y levantará acta de sus declaraciones. Dicho
funcionario concederá a las personas en falta un plazo de no menos de cinco días ni más de quince
días para que cumpla con su obligación.

Si la persona no obtempera a la citación del procurador fiscal o no cumple con sus obligaciones en el
plazo que le fue concedido, será puesta en movimiento la acción pública.

Art. 401 CPD. PARRAFO III.- El que sin tener recursos suficientes para pagar el alojamiento, se
alojare en calidad de huésped en cualquier hotel, pensión, posada u otro establecimiento destinado a
esos fines y no pagare el precio en la forma y plazo establecidos, comete el delito de fraude, y será
penalizado con prisión de un mes a un año y multa de quinientos a tres mil pesos.

Trabajo Pagado y No Realizado


Normativa que sanciona a todo aquel que incumpla su obligación de dentro de un contrato, donde se
estipuló la contraprestación de un servicio por un pago previamente ejecutado. Esta disposición se
encuentra de manera general, en el Código Civil.

Actualmente, existe mucha confusión, acerca, del delito de trabajo pagado y no realizado o del
trabajo realizado y no pagado, hecho tipificado por los artículos 211 del código laboral y el 2 de la
Ley 3143,sin embargo, dicho delito se castiga de acuerdo a los elementos constitutivos de la estafa,
definidos por el artículo 405 del Código Penal.  

147
De ahí, que por ser considerado, realmente un delito, la prescripción del mismo sea de tres
años según lo establece el Código Procesal Penal. Para mayor claridad, la Suprema Corte
se expreso de esta manera:  

Considerando , que contrario al criterio sustentado por los recurrentes, la decisión de la Corte a-qua,
es correcta puesto que si bien es cierto que el trabajo Realizado y No Pagado esta establecido en el
artículo 2 de la Ley 3143 y el Pagado y No Realizado en el artículo 211 del Código de Trabajo, es no
menos cierto que ambos tipifican el hecho como un delito castigado conforme a las penas de la
estafa, del artículo 405 del Código penal, por lo que al tratarse de un delito, es claro que la
prescripción es la tres (3) años y no la de tres (3) meses, como se alega, por todo lo cual procede
desestimar el medio propuesto.
Art. 211. Se castigará como autor de fraude y se aplicarán las penas establecidas en el artículo 401
del Código Penal, según la cuantía, a todas las personas que contraten trabajadores y no les paguen la
remuneración que les corresponda en la fecha estipulada o a la terminación de la obra o servicio
convenidos.
Para los fines indicados en este artículo, se comprueba la intención fraudulenta por la circunstancia
de no pagar a los trabajadores la remuneración correspondiente en la fecha estipulada o a la
terminación de la obra o servicio convenido.
Cuando el infractor de este artículo sea una persona moral, la pena prevista se aplicará a los
administradores, gerentes, representantes o personas que tengan la dirección de la empre
Tema 21
Delitos Especiales. Infracciones contra la Ley 36 Sobre Porte y Tenencia de Armas. Delitos
electrónicos. Infracciones y sanciones. Delitos ambientales: Infracciones y sanciones. Delitos
contra el régimen municipal y el ornato. Ilícitos tipificados y sus elementos constitutivos.
Sanciones. Infracciones a la ley de tránsito, agravantes y sanciones. Infracciones contra el
régimen de aguas

Delitos contenidos en la Ley de Comercio, Porte y Tenencia de Armas.


La ley 36 sobre Comercio, Porte y Tenencia de Armas establece, a partir de su art. 50 las directrices
legales sobre porte y tenencia de armas blancas, otorgándole competencia al juzgado de paz, para
conocer de tales infracciones.

Infracciones y Penalidades Relativas a las Armas de FuegoLa persona que fabrique, reciba;
compre o tenga bajo su custodia; venda o use armas de fuego y municiones para estos, ilegalmente se
sancionará con las siguientes penalidades: (Los artículos a mencionar modificados por la Ley No.
589 del 2 de julio del 1970, G.O No.9191 del 8 de julio del 1970).

Si se tratare de escopetas de pistón o rifles de aire comprimido, será castigada con prisión
correccional de dos (2) o seis (6) meses y multa de cincuenta (50) a doscientos (200) pesos.

Si se tratare de escopetas de cartucho esto es, construidas para disparar perdigones exclusivamente
con fines de caza, se castigara con prisión correccional de uno (1) a dos (2) días a quinientos (RD$
500.00) pesos de multa.

Si se tratare de revolver o pistola se castigara con pena de reclusión y una multa de mil
(RD$1,000.00) a dos mil (RD$2,000.00) pesos.

Si se tratare de cualquier arma de fuego no mencionadas anteriormente, será condenado a   la pena


de detención y multa de dos mil (RD$2,000.00) a cinco mil (RD$5,000.00) pesos. Serán también
sancionadas con esta pena aquellas personas que negocien o trafiquen con armas de fuego.

148
Se le prohíbe portar en cualquier forma cortaplumas, navajas, sevillanas, estoques verduguillos,
puñales, estiletes, dagas, sables, espadas, o cualquier otro objeto afilado o con punta cuyas
dimensiones no excedan de 3 pulgadas de largo por media pulgada de ancho

Delitos electrónicos. Infracciones y sanciones


Aquellos delitos que tienen método o fin los medios tecnológicos son conocidos como delitos
informáticos o, en un sentido más amplio, delitos de alta tecnología. Estos involucran conductas
delictivas y antisociables que se realizan a través de medios electrónicos a fin causar un daño físico,
psicológico, moral y/o económico a la víctima o dañar equipos, redes informáticas y/o componentes
de sistemas de información.
Aunque los delitos de alta tecnología son altamente dinámicos, pudiendo renovarse o surgir nuevos
tipos o variantes, la Ley 53-07 sobre crímenes y delitos de alta tecnología en la república dominicana
define estos últimos como “aquellas conductas atentatorias a los bienes jurídicos protegidos por la
constitución, las leyes, decretos, reglamentos y resoluciones relacionadas con los sistemas de
información.
En República Dominicana los delitos informáticos van en aumento por ser uno de los países en
Latinoamérica con mayor presencia de terminales móviles y telecomunicaciones.
Aunque el grado en que se encuentra el país a nivel de delitos informáticos no es alarmante y apenas
puede llegar a un 3 en una escala de 10, la masiva cantidad de terminales móviles existentes a nivel
nacional constituye una amenaza para la seguridad nacional en términos de delito informáticos.
Entidades encargadas del cumplimiento de la Ley 53-07.
El artículo 30 de la Ley sobre crímenes y delitos de alta tecnología establece la creación y
composición de la comisión internacional contra crímenes y delitos de alta tecnología (CICDAT), la
cual estará compuesta por un representante de: a) la procuraduría general de la república; b) la
secretaria de estado de las fuerzas armadas; c) la secretaria de estado de interior y policía; d) la
policía nacional; e) la dirección nacional de control de drogas (DNCD); f) el departamento nacional
de investigaciones (DNI); g) el instituto dominicano de las telecomunicaciones (INDOTEL); h) la
superintendencia de bancos de la república dominicana.
A través del artículo 36 de la ley 53-07, se crea el departamento de investigación de crímenes y
delitos de alta tecnología (DICAT); como entidad subordinada a la dirección central de
investigaciones criminales de la policía nacional.
Delitos ambientales: Infracciones y sanciones.
Delito contra el medio ambiente: conjunto de acciones u omisiones capaces de producir daño al
medio ambiente y los recursos naturales, produciendo modificación al ambiente propicio para la
reproducción y supervivencia de organismos vivos.

Bien Jurídico Protegido Penalmente en la Ley No. 64-00 El medio ambiente El aire El suelo y
subsuelo La flora La fauna Las aguas Calidad de vida Integridad física, emocional, psicológica Vida
Salud

Elementos Constitutivos de la infracción Penal Ambiental Generales: Nos permiten establecer la


existencia de una infracción. • Legal: Tanto el ilícito como sus agravantes deben estar previstos en la
ley. • Material: Acción u omisión que ponga en peligro el medio ambiente • Moral: Intención
delictual, aun cuando no se admite las excusas ni causas de justificación art. 65 ley 64.00. 

Sanciones.
La ley 64-00 es la encargada de regular el derecho ambiental y establecer las sanciones para estos
delitos.

La Constitución Dominicana establece en sus artículos 66 y 67, la protección constitucional de los


derechos colectivos y los intereses difusos.

149
Según la Ley 64-00 Todos los seres humanos están legitimados para denunciar delitos ambientales.
El que contamina paga. El que contamina en principio debe cargar con los costos de la
contaminación, y los estados deben promover la internacionalización de los costos ambientales.

Restaurabilidad: es imprescindible la efectiva restauración del daño, los recursos de sanciones


pecuniarias deben destinarse a la restauración del daño.

Responsabilidad Penal Ambiental Personas Jurídicas: Consagrada en el artículo 176 de la ley 64-00.
Sancionadas con multa, confiscación de ciertos objetos, el cierre de los establecimientos, prohibición
de actividades por un período de hasta tres años.

(Artículos 176 y 183 de la Ley No. 64-00) 1-Prisión hasta tres años 2-Destrucción de materiales
nocivos. 3-Instalar los dispositivos necesarios para evitar y detener el daño. 4-Devolución de
elementos al Medio Natural.

Delitos contra el régimen municipal y el ornato. Ilícitos tipificados y sus elementos


constitutivos. Sanciones.

Ley 675 sobre Urbanización y Ornato Público. Es un sistema que regula la urbanística,
zonificación y ornato en relación a las edificaciones que se erijan en el país. Con el fin de ordenar la
ciudad. Trae violaciones sobre: a) linderos; b) permiso de construcción.
Leyes Especiales:
 Ley 6232 que crea la Dirección General de Planeamiento Urbano.
 Ley 5888, que crea el Juzgado de Paz para Asuntos Municipales.
 3455, sobre Organización Municipal.
 Ley 317, sobre instalación de estaciones de gasolina.

Infracciones a la ley de tránsito, agravantes y sanciones


La Ley No. 241 sobre Tránsito de Vehículos regula todo lo que se refiere a:
 Tránsito vehicular en todas sus manifestaciones.
 Conceptualización, definición, señalización y autorización de los vehículos de
motor, y
 Establecimiento de sanciones para los transgresores de la ley en sus distintas
manifestaciones.
La Ley 585 crea el Juzgado de Paz Especial de Tránsito, indicando que el mismo será competente
para conocer exclusivamente, de las violaciones a la Ley 241 sobre Tránsito de Vehículos.

Actualmente se está conociendo un nuevo  anteproyecto final de la ley de Movilidad, Transporte


Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial pone énfasis en criminalizar los casos en los que una persona
cause un accidente con muertes al cruzar un semáforo en rojo, conduzca a exceso de velocidad o
conduzca sin licencia de conducir con penas de 5 a 10 años.

De acuerdo al anteproyecto final de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial


actualizado al 25 de abril de 2013 incluye penalizaciones severas tanto al chófer o conductor así
como al peatón en base al salario mínimo, también señala que después de 180 días de la entrada en
vigor de la ley desaparecerán la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), la Dirección
General de Tránsito Terrestre, (DGTT), la Oficina Técnica de Transporte Terrestre, (OTTT), el

150
Consejo para la Administración de Taxis, (CART), el Departamento de Vehículos de Motor, de la
DGII, y la Autoridad Metropolitana de Transporte de Santiago (AMETRASAN).

Infracciones contra el régimen de aguas

Ley sobre Dominio de Aguas Terrestres y Distribución de Aguas Públicas. La ley No. 5852,
sobre Dominio de Agua Terrestre y Distribución de Aguas Públicas regula lo referente al dominio de
las aguas pluviales, o aguas vivas (manantiales y corrientes) aguas muertas o estancadas, así como
las aguas subterráneas, distribuidas en todo el territorio nacional. Tiene por objeto:
a) Regular el dominio de las aguas terrestres, así como su distribución.
b) Conceptuar, definir y establecer los diferentes tipos de aguas que se encuentra
distribuidas a nivel nacional.

Tema 22
La culpabilidad: Concepto. Fundamento. Elementos constitutivos: Imputabilidad y
punibilidad.

Culpabilidad Concepto: Conjunto de condiciones que determinan que el autor de una acción típica,
antijurídica y atribuible, sea criminalmente responsable de la misma. (Bacigalupo).

Roxin la define desde una perspectiva material, como una “actuación injusta pese a la exigencia de
asequibilidad normativa” [17].Se afirma la culpabilidad cuando el sujeto “estaba disponible en el
momento del hecho para la llamada de la norma según su estado mental y anímico, cuando (aún) le
eran psíquicamente asequibles ‘posibilidades de decisión por una conducta orientada conforme a la
norma’

El concepto funcional de culpabilidad de Jakobs

Jakobs nos presenta como un fin rector y determinante de la culpabilidad a la estabilización de la


confianza en el ordenamiento perturbada por la conducta delictiva. Así, existe responsabilidad
“cuando falta la disposición a motivarse conforme a la norma correspondiente y este déficit no se
puede hacer entendible sin que afecte a la confianza general en la norma”. Esta falta de motivación
por la norma, se entiende tanto si el autor no tuvo disposición o estuviera obligado a ella, “es decir,
cuando fuera competente por su falta de motivación”. Se entiende a la culpabilidad, como una
infidelidad al derecho, es un menoscabo a la confianza que se tiene en la norma, para lo que debe
desarrollarse un determinado “tipo de culpabilidad”: el autor debe comportarse antijurídicamente;
debe ser capaz de cuestionar la validez de la norma; debe actuar sin respetar el fundamento de
validez de las normas; y en algunas oportunidades, acompañar elementos especiales de culpabilidad
que dependen del tipo de delito.

Evolución del Concepto de Culpabilidad 

Teoría psicológica de la culpabilidad (Liszt – Beling) Concepto: Es la relación psicológica entre la


conducta y el resultado. Injusto: Objetivo Culpabilidad: Subjetiva Dolo Culpa.

Teoría Normativista. (Compleja). (Frank, Goldschmitd) Culpabilidad: Juicio de valor. Juicio de


reproche por el obrar antijurídico cuando era exigible obrar conforme a derecho.

Infracción a la norma de determinación. (o de deber), de este modo se puede reprochar la culpa


inconsciente. Dolo y culpa continúan en la culpabilidad pero ya no como especies de ésta. 

151
 Teoría (Puramente) Normativa (Welzel.) Culpabilidad: reproche del injusto al autor. Condiciones:
posibilidad de comprender la criminalidad del acto. 2-Gozar de un ámbito de autodeterminación
suficiente.

El Fundamento de La Culpabilidad

La culpabilidad conlleva un juicio de desvalor, de reproche hacia el sujeto que realizó la conducta
antijurídica, o, en otros términos, implica la atribución de responsabilidad por lo realizado y,
consecuentemente, la legítima posibilidad de imposición de una sanción penal. Pero cabe formular
una pregunta ¿Cómo puede justificarse ese juicio de reproche, esa atribución de responsabilidad? Y
para esto, es preciso avocarnos al libre albedrío y al fundamento de la pena. Desde la primera
posición (libre albedrio) se asume que el hombre  tiene capacidad de decidir sobre su actuación. A
partir de este criterio, se dice que es posible la atribución de culpabilidad, por cuanto solo puede
reprocharse a alguien lo realizado si hubiera podido actuar de otro modo. Y en cuanto a que es
fundamento de la pena, se dice que el fundamento de la culpabilidad es la necesidad preventiva de
pena, y que solo ocurre en aquellos ciudadanos que tienen capacidad de ser motivados por la norma.
Si la finalidad del derecho penal es la evitación de conductas lesivas de bienes jurídicos a través de
normas de conducta, el presupuesto de la culpabilidad radicará en la capacidad del sujeto de ser
motivado por la norma. Basta con atribuir que el sujeto, en el momento de realización del hecho,
estaba en condiciones psíquicas normales a los efectos de ser motivado por la norma de conducta.

Elementos de la Culpabilida
Imputabilidad. Su ausencia. Actio liberae in causa.

La conciencia de la antijuridicidad y el error de prohibición.

El error de prohibición consiste en el desconocimiento, inevitable o evitable, de la ilicitud penal de la


conducta; expresado en otros términos, actuará bajo un error de prohibición aquel que tenga la
creencia errónea de que la conducta que realiza no está sancionada por las leyes penales. El error de
prohibición pleno-invencible, no evitable- excluye la culpabilidad penal.

Si el fundamento de la culpabilidad radica en la capacidad de motivación normal de las normas de


conducta, el requisito para la culpabilidad será el conocimiento previo de las mismas por parte de su
destinatario, pues solo entonces podremos concluir que la persona había tenido posibilidad de
acceder el mensaje normativo.

Algunos autores también justifican este fundamento, en el hecho de que quien desconoce la norma
carece de la posibilidad de haber actuado de otro modo, en cuanto desconocía las consecuencias de
las opciones a tomar, desconocía la antijurididicidad.

Imputabilidad y punibilidad.

Definición de Imputabilidad o de la capacidad de culpabilidad.

Imputabilidad o capacidad de culpabilidad, es capacidad del autor:


 
• ·         De comprender lo injusto del hecho y.

• ·         De determinar la voluntad conforme a esta comprensión

152
La Imputabilidad

Es la capacidad de comprender la relevancia jurídica de su acción y de motivarse conforme a esa


comprensión.
La capacidad de culpabilidad tiene, por tanto, un momento cognoscitivo (intelectual) y uno de
voluntad (volitivo): la capacidad de comprensión de lo injusto y de determinación de voluntad
(conforme al sentido) Solo ambos momentos conjuntamente constituyen la capacidad de
culpabilidad. Cuando a causa de falta de madurez de un joven o a consecuencia de estados mentales
anormales, no se da aunque solo sea uno de estos momentos, el autor no es capaz de culpabilidad.

Para el momento intelectual es decisiva la capacidad de comprensión de lo injusto del hecho, no de


lo permitido. No es necesario que el autor pueda reconocer el hecho como contrario a la ley o en
general, como punible, ni es suficiente la conciencia de perpetrar una simple inmoralidad, sino que el
autor tiene que poder reconocer que su hecho es una transgresión de aquellas normas sociales que
son indispensables para la vida en común. Si no se da esta capacidad entonces se excluye también la
punibilidad concreta de comprensión del injusto. De ahí que la culpabilidad se excluya por
desconocimiento inevitable de la antijuridicidad (error de prohibición inevitable).

 La EXIGIBILIDAD en la culpabilidad se da cuando el sujeto es imputable y tiene conciencia de la


antijuridicidad.
Si el sujeto tuvo posibilidad de actuar conforme a la norma y no actúa conforme a ella, a ese sujeto
habrá que hacerle el juicio de reproche en virtud de que a ese sujeto se le exigía actuar de diferente
manera, entonces, como ese sujeto le era exigible y no obstante actúo de diferente manera, es porque
se le va hacer un juicio de reproche.

Son requisitos generales de la culpabilidad entendida como reprochabilidad que al sujeto le haya sido
exigible la posibilidad de comprender la antijuridicidad de su conducta y que las circunstancias en
que actúo no le hayan reducido su ámbito de determinación por debajo de un umbral mínimo.

La exclusión de la culpabilidad es la inimputabilidad, es la incapacidad psíquica de comprensión de


la antijuridicidad en el Derecho vigente La incapacidad psíquica para comprender la antijuridicidad
tiene como base necesaria una perturbación de la conciencia.

La punibilidad.

La punibilidad es un elemento secundario del delito, que consiste en el merecimiento de una pena, en
función o por razón de la comisión de un delito.

Cuello Calón, considera que la punibilidad no es más que un elemento de la tipicidad, pues el hecho
de estar la acción conminada con una pena, constituye un elemento del tipo delictivo.
Guillermo Saucer, dice que la punibilidad "es el conjunto de los presupuestos normativos de la pena,
para la ley y la sentencia, de acuerdo con las exigencias de la Idea del Derecho".

Por su parte Ignacio Villalobos, tampoco considera a la punibilidad como elemento del delito, ya que
el concepto de éste no concuerda con el de la norma jurídica: " una acción o una abstención humana
son penadas cuando se les califica de delictuosas, pero no adquieren este carácter porque se les
sancione penalmente. Las conductas se revisten de delictuosidad por su pugna con aquellas
exigencias establecidas por el Estado para la creación y conservación del orden en la vida gregaria y
por ejecutarse culpablemente. Mas no se pueden tildar como delitos por ser punibles". El aspecto
negativo de la punibilidad se llama excusa absolutoria.

153
Jiménez de Asúa dice que son excusas absolutorias las causas que hacen que a un acto típico,
antijurídico, imputable a un autor y culpable, no se asocie pena alguna por razones de utilidad
pública.

Tema 23
Extinción: La prescripción, la amnistía y el indulto.

La acción penal. Según el art. 29 del código procesal penal la acción penal puede ser pública o
privada. La acción penal tiene como fin sancionar la infracción mediante la imposición de una pena
establecida por el código penal, así como también por cualquier disposición legal, para lo cual es
necesario que se pruebe la culpabilidad del procesado. La acción penal es también una acción social
en razón de que pertenece a la sociedad el derecho de castigar. Y es a través del ministerio público
que la sociedad realiza dicho ejercicio.

Extinción de la acción penal. La extinción de la obligación de pagar la pena, no obstante a la


accesoriedad que presenta, puede ser por vía principal o por vía accesoria:

 Muerte del imputado,

 Amnistía,

 Abandono de la acusación, en las infracciones de acción privada,

 Prescripción,

 Vencimiento del plazo de suspensión condicional del procedimiento penal, sin que haya mediado
revocación,

 Muerte de la víctima en los casos de acción privada, salvo que sea continuada por sus herederos,
conforme a lo previsto en el código procesal penal,

 Revocación o desistimiento de la instancia privada, cuando la acción pública depende de aquella,

 Resarcimiento integral del daño particular o social provocado, realizada antes del juicio, en
infracciones contra la propiedad sin grave violencia sobre las personas, en infracciones culposas y en
las contravenciones, siempre que la víctima o el ministerio público lo admitan, según el caso,

 Conciliación,

 Vencimiento del plazo máximo de duración del proceso,

 Vencimiento del plazo máximo de duración del procedimiento preparatorio sin que haya formulado
acusación u otro requerimiento conclusivo,

 Pago del máximo previsto para la pena de multa en el caso de infracciones sancionadas solo con
esa clase de penas.

154
La prescripción. (Art 45 al 48 CPP)

Art. 45.- Prescripción. La acción penal prescribe: 1) Al vencimiento de un plazo igual al máximo de
la pena, en las infracciones sancionadas con pena privativa de libertad, sin que en ningún caso este
plazo pueda exceder de diez años ni ser inferior a tres. 2) Al vencimiento del plazo de un año cuando
se trate de infracciones sancionadas con penas no privativas de libertad o penas de arresto.

Cómputo de la prescripción. Los plazos de prescripción se rigen por la pena principal prevista en la
ley y comienzan a correr, para las infracciones consumadas, desde el día de la consumación; para las
tentativas, desde el día en que se efectuó el último acto de ejecución y, para las infracciones
continuas o de efectos permanentes, desde el día en que cesó su continuación o permanencia.

La prescripción corre, se suspende o se interrumpe, en forma individual para cada uno de los sujetos
que intervinieron en la infracción. En caso de persecución conjunta de varias infracciones, las
acciones penales respectivas que de ellas resultan prescriben separadamente en el término señalado
para cada una.

La prescripción se interrumpe por:

1) La presentación de la acusación;

2) El pronunciamiento de la sentencia, aunque sea revocable;

3) La rebeldía del imputado.

Provocada la interrupción, el plazo comienza a correr desde su inicio.

Art. 48.- Suspensión. El cómputo de la prescripción se suspende:


1) Cuando en virtud de una disposición constitucional o legal la acción penal no puede ser
promovida ni proseguida. Esta disposición no rige cuando el hecho no puede perseguirse por falta de
la instancia privada;

2) En las infracciones cometidas por funcionarios públicos en el ejercicio del cargo o en ocasión de
él, mientras sigan desempeñando la función pública y no se les haya iniciado el proceso;

3) En las infracciones que constituyen atentados contra la Constitución y la libertad o relativas al


sistema constitucional, cuando se rompa el orden institucional, hasta su restablecimiento;

4) Mientras dure en el extranjero el trámite de extradición.

5) Cuando se haya suspendido el ejercicio de la acción penal en virtud de un criterio de oportunidad,


o cuando se haya dictado la suspensión condicional del procedimiento y mientras dure la suspensión.

Terminada la causa de la suspensión, el plazo de la prescripción continúa su curso.

La amnistía y el indulto

La Amnistía. Es una medida de olvido que hace desaparecer la infracción. Cuando durante un
período de perturbación se ha necesitado para mantener el orden, pronunciar condenaciones severas,
es útil, una vez que ha retornado el orden, amnistiar algunas de esas condenaciones para asegurar el

155
apaciguamiento de los espíritus. La materia de la amnistía no está reglamentada de una manera
general en el código penal. Cada ley de amnistía precisa las condiciones y los efectos que desde
entonces, pueden variar de una ley a otra.

Sólo indicaremos aquí las reglas generalmente admitidas por las leyes de amnistía. Ella interviene ya
sea antes o después de la condenación, pero en ambos casos hace desaparecer todo cuanto ha
ocurrido antes, pues siempre la infracción, la persecución, la sentencia, todo lo que pueda ser
destruido y no se detiene sino ante la imposibilidad de hecho. La amnistía tiene, en principio, un
carácter real. Una ley de amnistía no señala las personas que se benefician de ella, sino solamente las
infracciones que son amnistiadas. Los autores de las infracciones señaladas se benefician
enteramente. No se la concibe sino como aplicándose a ciertos delitos de una naturaleza especial
como los delitos políticos, de prensa, fiscales, militares, los cuales no tienen el carácter odioso de los
delitos de derecho común.

Indulto: procede del latín indultus y refiere a la gracia que permite eximir a alguien de un


castigo o modificar una sanción. El término también se utiliza para nombrar el perdón que puede
otorgar un presidente o mandatario para anular, reducir o cambiar un castigo.
El indulto, por lo tanto, puede considerarse como una vía para extinguir una responsabilidad del
ámbito penal. Se diferencia de la amnistía ya que ésta supone que la falta se perdona, mientras que
el indulto implica el perdón del cumplimiento del castigo aunque la persona aún sigue siendo
considerada como culpable.
Es atribución del Presidente de la república conceder el indultos según el Art. 128, j) Conceder
indultos los días 27 de febrero, 16 de agosto y 23 de diciembre de cada año, de conformidad con la
ley y las convenciones internacionales;

DERECHO PROCESAL PENAL

Tema 1
Conceptos de Persecución Estatal y Política Criminal. Límites a la Persecución penal. Sujetos
responsables. Disposiciones constitucionales que regulan la implementación de la política
criminal. Derecho Procesal Penal. Contexto material y formal del derecho procesal penal.
Evolución de los sistemas procesales en República Dominicana. Procesos: inquisitivo, mixto y
acusatorio. Sus características distintivas. Código Modelo o Tipo y su impacto en la Reforma
procesal penal a nivel latinoamericano. Alcance del concepto “Constitucionalización del
Proceso Penal.” Concepto de proceso penal acusatorio y sus diferencias con el modelo
adversativo.
Conceptos de Persecución Estatal y Política Criminal.
Una de las funciones del Estado es la de coordinar, disciplinar y organizar la vida en comunidad. En
la medida de lo posible, debe tratar de solucionar los conflictos y tensiones sociales o individuales
para que la vida social sea estable y fecunda.
La Política Criminal es el conjunto de decisiones relativas a los instrumentos, reglas, estrategias y
objetivos que regulan la coerción penal y forma parte del conjunto de la actividad política de una
sociedad.

Límites a la Persecución penal.


El hecho de que la duración del procedimiento penal pueda llegar a suspenderse en el tiempo
indefinidamente hace necesario que se estipulen de manera precisa límites temporales a la
persecución del Estado.

156
Para evitar estos casos y que el imputado sea indefinidamente perseguido se han creado límites
temporales para la aplicación de las vías de derecho, esto como un castigo al estado una sanción a los
órganos encargados de la persecución penal por el retardo en la ejecución de sus deberes, en Caso
contrario la persecución penal puede prolongarse Indefinidamente. El Estado está obligado a realizar
el proceso en un plazo razonable
Para esto el código procesal penal de la república Dominicana ha establecido en su artículo 44 las
causas de extinción de la acción penal, dentro de las cuales tenemos:
Muerte del imputado;
2) Prescripción;
3) Amnistía;
4) Abandono de la acusación, en las infracciones de acción privada;
5) Revocación o desistimiento de la instancia privada, cuando la acción pública depende de aquella;
6) Aplicación del criterio de oportunidad, en la forma prevista por este código;
7) Vencimiento del plazo de suspensión condicional del procedimiento penal, sin que haya mediado
revocación;
8) Muerte de la víctima en los casos de acción privada, salvo que la ya iniciada por ésta sea
continuada por sus herederos, conforme lo previsto en este código;
9) Resarcimiento integral del daño particular o social provocado, realizada antes del juicio, en
infracciones contra la propiedad sin grave violencia sobre las personas, en infracciones culposas y en
las con-24 Código Procesal Penal de la República Dominicana
travenciones, siempre que la víctima o el ministerio público lo admitan, según el caso;
10) Conciliación;
11) Vencimiento del plazo máximo de duración del proceso;
12) Vencimiento del plazo máximo de duración del procedimiento preparatorio sin que se haya
formulado acusación u otro requerimiento conclusivo;
13) Pago del máximo previsto para la pena de multa, en el caso de infracciones sancionadas sólo con
esa clase de penas.

Zaffaroni nos dice acerca de la prescripción. “La prescripción de la acción penal es una causa de
extinción de la pretensión punitiva estatal que opera por el mero transcurso del tiempo tras la
comisión del delito.”

La prescripción es el medio utilizado en general en los fallos mencionados anteriormente para poner
fin a un proceso indefinido que atenta contra los derechos y garantías del imputado, se encuentra
definido en el artículo 45 del Código Procesal penal.

Zaffaroni nos dice que, “el más importante y complejo de los impedimentos de perseguibilidad es la
prescripción de la acción. Si bien de trata de un instituto de esencia procesal, comparte sus
fundamentos con la prescripción de la pena, aunque agregando a estos los específicamente
procedimentales, entre los que corresponde revelar fundamentalmente el derecho a un juzgamiento
en un tiempo razonable.

Este derecho del imputado derivado del principio de razonabilidad aparece afectado cuando el estado
– por cualquier motivo- viola los plazos máximos legales para la persecución punitiva, extremo que
si bien no debe confundirse con los limites que la ley impone a las penas anticipadas por prisión
preventiva, no deja de indicar que en parte se superpone con la problemática de la prescripción
penal”.

157
La prescripción importa la invalidación del poder penal del Estado por el mero transcurso del
tiempo. Se trata como dice Zaffaroni de un instituto procesal; como instrumento jurídico realizador
del derecho fundamental del desarrollo del proceso penal en un plazo razonable.

Sujetos responsables.

En el proceso penal intervienen diversos sujetos, los cuales pueden actuar en similares o diferentes
direcciones. Estos sujetos procesales normalmente son: el imputado, el defensor, el MP, la víctima,
el querellante, el actor civil, el demandado civil, el juez y sus correspondientes auxiliares, la policía
judicial, la policía administrativa, peritos, entre otros.
El Ministerio Público. Este sujeto procesal será el responsable de la investigación, será quien
ordene practicar las diligencias pertinentes y útiles para determinar la ocurrencia del hecho punible y
su responsable. Puede afirmarse que el funcionario del MP que inició la investigación deberá
sostener la acusación en el juicio y defender su posición ante todas las instancias. El MP es único e
indivisible y cuando uno de ellos actúa en un procedimiento está en representación completa del
cuerpo del MP.

La Víctima. Es la persona que ha sido perjudicada directa o indirectamente en un hecho penal.


El querellante. Es la mismas víctima, cuando ella misma o a través de representante legal,
promueve la acción penal y acusa en los términos y las condiciones establecidas en el CPP. Cuando
la víctima adquiere la calidad de querellante, adquiere inmediatamente el derecho de perseguir por sí
sola o conjuntamente a la persecución ya iniciada por el MP, según que se traten de hechos de acción
privada o de acción pública.

El actor civil. Toda persona que pretenda obtener resarcimiento o indemnización por un daño
derivado de un hecho punible debe constituirse en actor civil mediante demanda motivada. El actor
civil interviene a través de un abogado y puede hacerse representar, además, por mandatario con
poder especial.
El tercero civilmente demandado. Es la persona que, por previsión legal o relación contractual,
deba responder por el daño que el imputado provoque con el hecho punible y respecto de la cual se
plantee una acción civil resarcitoria. El tercero que pueda ser civilmente demandado tiene derecho a
solicitar su intervención en el procedimiento, cuando se ejerza la acción civil.
El imputado. Es toda persona que se le imputa o se le acusa de haber cometido un acto delictivo. El
Código ha introducido la obligación, como derecho del imputado, de que le sean comunicados todos
los derechos que le asisten, de conformidad a la ley e impone como sanción la nulidad de los actos y
sus derivados en los casos en que éstos derechos sean violentados.

El Defensor. Es otra figura del proceso penal, en el se involucra tanto la defensa técnica, que es la
que realiza un profesional en derecho; como la defensa material, que es la que puede efectuar el
propio imputado, fuera y dentro del proceso. Si el procesado carece de recursos económicos, el
Estado debe proporcionarle gratuitamente los servicios de un defensor público.
La Defensa Técnica. Todo imputado tiene el derecho a hacerse asistir por un profesional letrado. Si
él no tiene, se le designará un defensor público. Este derecho a la defensa técnica es una facultad
irrenunciable. Esto quiere decir que la defensa es obligatoria. La designación del defensor no limita
el derecho del imputado a formular directamente solicitudes e informaciones. La inobservancia de
esta norma produce la nulidad del procedimiento.
La defensa técnica penal proporcionada por la Oficina Nacional de Defensa Pública se extiende
desde el primer acto del procedimiento hasta su desvinculación del sistema penal, manteniéndose
inalterable para la interposición y correspondientes tramites de los sucesivos recursos establecidos
por la ley.

158
Disposiciones constitucionales que regulan la implementación de la política criminal.

El artículo 169 de la Constitución está dedicado fundamentalmente al ministerio público. Nos dice
que:”El Ministerio Público es el órgano del sistema de justicia responsable de la formulación e
implementación de la política del Estado contra la criminalidad, dirige la investigación penal y ejerce
la acción pública en representación de la sociedad”.

De conformidad con la nueva normativa constitucional, en el ámbito misional del Ministerio Público
pueden diferenciarse lo que llamaremos tareas propias, entendiendo por tales aquellas que están
vinculadas a la persecución penal y otras funciones, comprendiendo en este bloque aquellas
funciones que se apartan de las tareas que tradicionalmente ha desplegado el Ministerio Público en el
ámbito penal y que pueden calificarse más propiamente como tareas de gobierno.

Formulación e implementación de la política criminal. Ya la Ley 78-03, sobre el Estatuto del


Ministerio Público (Art. 13, Párrafo I y 47, numeral 5), le atribuía al Ministerio Público ser “el
órgano o canal de conformación de Revista de la Escuela Nacional del Ministerio Público, núm. 1,
enero-junio 2011 [45] la política del Estado contra la criminalidad” (Art. 13, Párrafo I), siendo
atribución del Procurador General de la República “(d)irigir la política del Estado contra la
criminalidad, en coordinación con los lineamientos trazados a tales fines por el Poder Ejecutivo”. El
texto constitucional de 2010 ha venido pues a darle cobertura constitucional a esta función que, por
no tratarse sólo de la “política de persecución penal”, que entra dentro del ámbito propio del
Ministerio Público como actor del proceso penal, sino del ámbito más amplio de la “política
criminal”, se trata, junto a la dirección del sistema penitenciario y a la inclusión del Procurador
General de la República en el Consejo Nacional de la Magistratura, de una de las misiones asignadas
al Ministerio Público que lo acercan más a la esfera del ejecutivo y en ese sentido es entendible que
el constituyente haya reservado al Presidente de la República la designación del Procurador General
de la República y de la mitad de sus Adjuntos.

Derecho Procesal Penal.

Es la rama del derecho público que establece los principios y regulación tanto de los órganos
jurisdiccionales del Estado para la administración de justicia, como del proceso como medio para la
concreción del derecho concluir jurídico-penalmente. Ello es lo que se hace por medio del proceso,
con intervención de las partes, ante un órgano jurisdiccional. Ésta es la materia que es objeto del
derecho procesal penal, y ésta, también, su parte en la función penal del Estado

El Derecho Procesal es un conjunto de normas que regulan los tres pilares del debido proceso, con la
única finalidad de la aplicación de las leyes de fondo, o derecho sustancial.
El Derecho Procesal se ocupa también de la competencia, y la regula; así como la actividad de los
jueces. Asimismo, materializa la ley de fondo en la sentencia.
En el Derecho Procesal Penal también existe un conjunto de normas que regulan el proceso desde el
inicio hasta la finalización del proceso. Tiene la función de investigar, identificar, y sancionar (si
fuese necesario) las conductas que constituyen delitos, evaluando las circunstancias particulares de
cada caso concreto.
El Derecho Procesal Penal es aquélla disciplina jurídica encargada de proveer de conocimientos
teóricos, prácticos y técnicos necesarios para comprender y aplicar las normas jurídicas-procesal-
penales, destinadas a regular el inicio, desarrollo y culminación de un Proceso Penal.
En síntesis, es el conjunto de normas jurídicas que regulan el desarrollo del Proceso Penal.

Contexto material y formal del derecho procesal penal.

159
Evolución de los sistemas procesales en República Dominicana.

Procesos: inquisitivo, mixto y acusatorio. Sus características distintivas.

Sistema Acusatorio: La primitiva concepción del Juicio Criminal exigía un acusador, prevalecía el


interés privado, el del ofendido; posteriormente evoluciona y esta persona era cualquiera del
pueblo, procedimiento que a su vez evoluciona por introducir la publicidad y la oralidad.
La decadencia de este sistema radica básicamente en que para que funcione se requiere que se dé en
un pueblo eminentemente educado en las virtudes ciudadanas y que en la realidad este sistema no
consulta los intereses de la defensa social y el inadecuado ritmo de la vida contemporánea
corrompida por la baja política y donde están ausentas las virtudes cívicas.

Características:
Instancia única: Se parte de que si la soberanía reside en el pueblo, la administración de justicia debe
hacerse de modo directo por tribunales y jurados populares cuyos fallos son inapelables.
Existencia de acusación a cargo de particulares: No puede procederse de oficio por parte de los
jueces. Se confía la acusación inicialmente a ciudadanos particulares, que deben demostrar lo que
afirman so pena de recibir las consecuencias de una denuncia o acusación calumniosa.
Posteriormente se encargará esta actividad a una institución estatal que deberá llenar las expectativas
de los ciudadanos (El Ministerio Público o Fiscal).
Igualdad entre las partes: Tratándose de un régimen democrático, el sistema acusatorio debe
garantizar al acusado su derecho a la libertad y a defenderse por sí mismo o con defensor técnico,
con las mismas facultades del acusador (proponer pruebas, interrogar testigos, etc.).
Pasividad del juez: En el sistema acusatorio el juez no desempeña el rol asignado al juez inquisitivo.
Se trata más bien de un juez pasivo que debe limitarse a esclarecer los hechos
con las pruebas que se le someten a su conocimiento. No tiene la iniciativa para abrir la causa ni para
investigar el caso participando activamente en ello. Su labor se parece aquí más a la de un “árbitro”
que debe ver y escuchar lo que las partes proponen - desde luego ejerciendo una labor de control y
vigilancia para garantizar los derechos de las partes y el respeto en sus actuaciones - para luego
resolver de acuerdo con su valoración.

Oralidad: Contrariamente a la escritura que impulsaba el sistema inquisitivo, el proceso acusatorio se


asienta sobre la oralidad como forma primaria y natural de comunicación del ser humano. Por medio
de esta característica fundamental, se garantiza una rápida y directa comunicación entre los sujetos y
demás intervinientes en el juicio, así como mayor transparencia y control de las actividades de cada
uno, incluido el juez.
Publicidad: Es otro rasgo de indudable importancia. Supone que las actuaciones del proceso se
realizan a la vista del público, garantizando con ello, al igual que la oralidad, un verdadero control
por parte de los ciudadanos en el ejercicio del juzgamiento.
Igualmente sirve como instrumento pedagógico de civismo y de respeto de los derechos
fundamentales.
Materializa el principio del contradictorio: El sistema acusatorio permite que el acusado tenga
derecho desde el momento inicial a que se le informe de los hechos que se le atribuyen y conozca las
pruebas que existen en su contra, para que esté en posibilidad de contestar, refutar o contradecir los
cargos que le son imputados.
Valoración de las pruebas y decisión conforme a la equidad (Sana crítica): Las apreciaciones
probatorias no se sustentan en reglas jurídicas inflexibles (prueba tasada o legal) sino que se realiza
conforme al leal saber y entender de los jueces, quienes pueden valorar libremente los elementos
para resolver en equidad antes que conforme un derecho estricto y formal.

160
Normalmente los tribunales se asientan sobre la base de jurados populares que resuelven en
conciencia o en íntima convicción (lo cual implica que no es necesario justificar su decisión o
veredicto). Hoy día se admite la variable de que los jueces sean profesionales del derecho que
valoran las pruebas conforme a las reglas de la sana crítica, debiendo fundamentar debidamente sus
fallos.

Sistema Inquisitivo.

El tipo inquisitorio nace desde el momento en que aparecen las primeras pesquisas de oficio y esto
ocurre cuando desaparece la venganza y cuando el Estado, velando por su conservación, comprende
la necesidad de reprimir poco a poco ciertos delitos y así es como nació en Roma y en las
monarquías cristianas del siglo XII, lo cual origina el desuso del sistema acusatorio que se practicó
hasta el siglo XIII.

Bajo la influencia de la Inquisición recibió el proceso penal hondas modificaciones que lo


transformaron por completo. Es así que en algunos países como España, el sistema inquisitivo
floreció gracias al compromiso de algunos reyes con la iglesia católica, como sucedió con la
instalación del tribunal de la Santa Inquisición.
En este sistema el Juez, es el que por denuncia, por quejas, por rumores, inicia el procedimiento de
oficio, se dedica a buscar las pruebas, examina a los testigos, todo lo guarda en secreto. No hay
acusado, la persona es detenida y colocada en un calabozo. Dura hasta la aparición de
la Revolución Francesa, cuya influencia se extiende por todo Europa, con el espíritu renovador de
los libertarios, que generó una conciencia crítica frente a todo lo que venía de la vieja sociedad
feudal. El nuevo modelo proponía en lugar de la escritura y el secreto de los procedimientos, de la
negación de la defensa y de los jueces delegados del poder imperial, la publicidad y oralidad en los
debates, la libertad de defensa y el juzgamiento de los jurados, lo cual generó la extinción de este
sistema netamente inquisitorio para aparecer el denominado sistema inquisitivo reformado o sistema
mixto.

Características del sistema inquisitivo


- Justicia delegada: El sistema inquisitivo supone un régimen político de gran concentración de poder
en un solo órgano estatal (el Monarca, el Papa, etc.), que determina las principales funciones del
Estado, tanto administrativas, como legislativas y judiciales. De él emana la justicia, y por cuestiones
de orden práctico, delega en órganos subalternos su función. De ahí que se justifique la doble
instancia (mediante el recurso de apelación).
- Proceso de oficio: Aunque la inquisición del Derecho Canónico no eliminó del todo la acusación
como medio de iniciación del proceso, un rasgo muy característico de este sistema es que se faculta
al juez para que active de oficio, continúe y concluya el proceso sin que nadie lo incite a hacerlo, sin
que el denunciante esté obligado a probar lo que afirma ni a sustentar sus afirmaciones durante el
juicio.
-Juez activo: Pero como se dijo anteriormente, el juez dentro de este sistema no solamente inicia el
proceso de oficio, sino que tiene entre sus atribuciones la instrucción e investigación del caso, por lo
que interroga al acusado, recibe la prueba, y concluye con su sentencia (no se separa su función
instructora de la juzgadora).
- Preponderancia de la instrucción: La fase instructiva se hipertrofia, otorgándosele una importante
preponderancia, a tal punto, que puede decirse que en ella se decide prácticamente la suerte del
imputado.
- Escritura: Como corolario de lo anterior (dada la necesidad de dejar por escrito las actuaciones
procesales efectuadas) el sistema inquisitivo emplea como aspecto básico la escritura, contradiciendo
el modo natural de comunicación del ser humano, como lo es la expresión oral.

161
- Secreto: Íntimamente relacionado con el carácter escrito de los actos está el secreto, pues
concentrado el poder decisorio en un Monarca que delega su actividad para efectos solamente
prácticos en otros funcionarios, pierde sentido la publicidad del proceso que impulsa el sistema
acusatorio.
- No hay contradicción: Como este sistema otorga notable actividad y participación al juez por
encima de los demás sujetos procesales, prácticamente desaparece la posibilidad de confrontar los
elementos probatorios y de discusión de argumentos por parte de aquéllos. Esta característica se
revela desde el inicio mismo del proceso, pues no resulta necesario que el acusado conteste la litis u
ofrezca probanzas para contradecir o atenuar los efectos de ésta. No existe un acusador propiamente
dicho o ente alguno que cumpla una función similar a la que desarrollan los Fiscales del Ministerio
Público y se restringe seriamente la figura del defensor o procurador, a la vez que se dan serias
limitaciones en la producción y control de las pruebas.
- Indefensión: Producto de los problemas mencionados resulta un evidente estado de indefensión. El
acusado no es sujeto sino objeto del proceso, y se le puede acusar aún de modo anónimo, sin que
sepa quién y por qué o de qué se le acusa.
Puede ser sometido a interrogatorio, tormento y mantenido preso preventivamente por tiempo
indefinido (“preso sin condena”), inclusive durante todo el proceso. Se le sentencia sin obligación,
por parte del juez, de fundamentar su fallo, y si es absuelto o sobreseído por falta de pruebas, la
causa puede ser reabierta si posteriormente aparecen nuevos elementos que en criterio del juzgador
lo ameriten.
- Valoración de la prueba: Como un mecanismo para limitar los poderes omnímodos del juez, se
estableció que éste debía fallar conforme a la valoración que la propia ley hacía de la prueba (sistema
de prueba legal o tasada). Este instrumento, de decisión conforme a derecho (por otorgar la ley a los
elementos probatorios un determinado valor), no evitó el abuso de las pruebas ilegales,
convirtiéndose la confesión (espontánea u obtenida mediante tortura o coacción) en la “reina” de
ellas.

Las mencionadas son, pues, las características esenciales del sistema inquisitivo que se pretendieron
superar en las diferentes legislaciones, pues si bien es cierto que – como se dijo anteriormente -
nuestros Estados no siguieron sistemas inquisitoriales “puros”, lo cierto es que se habían venido
inclinando peligrosamente hacia él, en detrimento de la tutela y protección de los derechos
fundamentales de los individuos.

Sistema mixto:
Debido a los inconvenientes y ventajas de los procesos acusatorios e inquisitorios y a modo de una
combinación entre ambos ha nacido la forma mixta. Tuvo su origen en Francia.
La Asamblea Constituyente ideó una nueva forma y dividió el proceso en dos fases: una secreta que
comprendía la instrucción y otra pública que comprendía el oral.

Esta forma cobra realidad con el Código de Instrucción Criminal de 1808 y de allí se difundió a
todas las legislaciones modernas más o menos modificadas, pero manteniendo siempre el principio
básico de la combinación de las dos formas tradicionales.
El proceso mixto comprende dos períodos, en el primero tiene una mayor influencia inquisitoria y el
segundo cuando aparece el con el decreto de envío.

Características del sistema mixto


Primer periodo
1. Instrucción escrita.
2. Absoluto secreto.
3. Encarcelación preventiva y segregación del inculpado

162
4. Dirección de la investigación al arbitrio del juez, con mayor o menor subordinación al
Ministerio Público.
5. Intervalo arbitrario entre los actos.
6. Procedimiento siempre analítico.
7. Decisión secreta o sin defensa o con defensa escrita, en lo relacionado del envío del
procesado al juicio o sobre su excarcelación provisoria.
Segundo periodo
1. Desde aquél momento nace la publicidad.
2. Se emite por el Ministerio Público el libelo de acusación contra el reo, quien de "inquisito"
pasó a ser "acusato".
3. Cesa el análisis y comienza la síntesis.
4. Se intima un juicio que debía hacerse a la vista del público.
5. Se da libre comunicación al justiciable y al defensor.
6. Se da noticia de los testimonios de los cuales se valdrá la acusación en el nuevo proceso.
7. El proceso entero se repite en audiencia pública y los actos del proceso escrito no son
valederos si no se producen en el proceso oral. En otras palabras, el proceso tiene dos fases: una que
comienza con la fase preparatoria o de instrucción, le sigue el juicio o procedimiento principal, cuyo
eje central es el debate y la inmediación entre el tribunal y el acusado.
8. Siempre en la audiencia pública, en presencia del pueblo del acusado y de su defensor, el
acusador debe reproducir y sostener la acusación; el acusado sus descargos y el defensor exponer sus
razones.
9. Debe leerse la sentencia en público.
10. Todo debe seguirse sin interrupción, esto es, sin desviación a otros actos.

Código Modelo o Tipo y su impacto en la Reforma procesal penal a nivel latinoamericano.


Alcance del concepto “Constitucionalización del Proceso Penal.”

La Constitucionalización del Proceso Penal. Las reglas constitucionales que regulan o inciden en
el proceso penal se derivan del reconocimiento que hace de determinados derechos individuales, los
cuales son garantías para toda persona, que se agrupan bajo las categorías siguientes:
 Garantías de la integridad física de las partes del proceso;
 La de su seguridad individual;
 Las relativas a la estructura de jurisdicción;
 El respecto al debido proceso y a los derechos de defensa;
 Garantías de los medios procesales efectivos para la protección de los derechos.
Las normas relativas a la garantía de la constitucionalidad

En el Estado constitucional se incorporan los valores que legitiman externamente al ordenamiento


jurídico, en forma de normas positivas con rango constitucional, bajo la modalidad de principios; en
el derecho penal, algunos de estos valores constitucionales, también son formulados dentro de los
propios códigos bajo el título de normas rectoras, las cuales son entonces reflejo del contenido
axiológico que la constitución impone al sistema penal, como parámetros de legitimación y límite al
ejercicio del ius puniendi. De aquí la importancia de los principios constitucionales de
proporcionalidad, razonabilidad y necesidad, que orientan la aplicación de las penas y que se
encuentran enunciados en el Código Penal.

Al incorporar normas con rango constitucional que son de textura abierta, como ocurre con los
principios y derechos constitucionales; que deben tener aplicabilidad judicial y que de hecho su
cumplimiento por todas las autoridades del Estado es exigible judicialmente; que adicionalmente
limitan al legislador y que ni siquiera él puede disponer injustificadamente de su contenido y que se

163
introducen en los diferentes ámbitos de la legislación orientando su interpretación; ocurre un
importante e innegable cambio en la configuración de las diferentes fuentes del derecho.

Ha habido una constitucionalización del derecho penal porque tanto en materia sustantiva como
procedimental, la Carta incorpora preceptos y enuncia valores y postulados - particularmente en el
campo de los derechos fundamentales- que inciden de manera significativa en el derecho penal y, a
la vez, orientan y determinan su alcance. Esto significa entonces que el Legislador no tiene una
discrecionalidad absoluta para definir los tipos delictivos y los procedimientos penales, ya que debe
respetar los derechos constitucionales de las personas, que aparecen así como el fundamento y límite
del poder punitivo del Estado. Fundamento, porque el ius puniendi debe estar orientado a hacer
efectivos esos derechos y valores constitucionales. Y límite, porque la política criminal del Estado no
puede desconocer los derechos y la dignidad de las personas.

Concepto de proceso penal acusatorio y sus diferencias con el modelo adversativo.

Tema 2
Reglas y Normas de Interpretación del Proceso Penal. Los principios del proceso penal.
Concepto de principio y su rol en la interpretación de las normas que conforman el proceso
penal. Contenido del Principio de Supremacía de la Constitución y de los tratados. Enfoque
neoconstitucionalista y su impacto en la interpretación de las normas que conforman el
proceso penal. Impacto de los tratados y convenios en el proceso penal dominicano. Rol de la
Jurisprudencia de la SCJ y del Tribunal Constitución en el proceso penal. Aportes de la
doctrina.

Reglas y Normas de Interpretación del Proceso Penal. Los principios del proceso penal.
Los Principios Rectores. En el marco del Título I del libro I, del CPP, que contiene los artículos del
1 al 28, se instituyen los principios fundamentales que gobiernan el proceso penal, los cuales son:
1. Primacía de la Constitución y los tratados.
2. Solución del conflicto.
3. Juicio previo, nadie puede ser sancionado a una pena o medida sin un juicio previo.
4. Juez natural, solo los tribunales establecidos por el código pueden juzgar y condenar.
5. Imparcialidad e independencia de los jueces en el proceso penal.
6. Participación de la ciudadanía, en la administración de la justicia.
7. Legalidad del proceso, nadie puede ser sometido a proceso penal sin la existencia de una ley
previa que sanciones el hecho atribuido al imputado.
8. Plazo razonable, para ser juzgada una persona.
9. Única persecución, nadie puede ser jugado ni condenado dos veces por el mismo hecho.
10. Dignidad de la persona, respeto a la dignidad personal e integridad física moral.
11. Igualdad ante la ley.
12. Igualdad entre las partes que intervienen en el proceso.
13. No autoincriminación, nadie puede ser obligado a declarar contra si mismo y todo imputado tiene
derecho a guardar silencio.
14. Presunción de inocencia hasta tanto una sentencia irrevocable declare la culpabilidad.
15. Estatuto de libertad, toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal.
16. Límite razonable de la prisión preventiva.
17. Personalidad de la persecución, nadie puede ser perseguido, investigado ni sometido a medidas
de coerción sino por el hecho personal.
18. Derecho de defensa.
19. Formulación precisa de cargos.

164
20. Derecho a indemnización, en caso de error judicial.
21. Derecho a recurrir, del imputado de las decisiones condenatorias.
22. Separación de funciones, de investigación y persecución.
23. Obligación de decidir, los jueces no pueden abstenerse de fallar.
24. Motivación de las decisiones, de los jueces.
25. Interpretación, las normar procesales que coarten la libertad o establezcan sanciones procesales
se interpretaran restrictivamente.
26. Legalidad de la prueba, los elementos de prueba solo tiene valor si son obtenidos conforme las
normas del código.
27. Derechos de la víctima, a intervenir en el derecho penal.
28. Ejecución de la pena, bajo control judicial.

Concepto de principio y su rol en la interpretación de las normas que conforman el proceso


penal.

Del latín principium, el principio es el comienzo de la existencia de alguna cosa. Puede tratarse de


un inicio o de un estreno.

Principio también es el punto que se encuentra en el primer lugar en una enumeración o en algo que
se extiende, y el origen o motivo de algún asunto

Los principios pueden concebirse como criterios que regulan las diferentes actuaciones que integran
el procedimiento.

Los principios fundamentales del Derecho penal son pautas generales sobre los cuales descansan las
diversas instituciones del Derecho Penal Positivo. Asimismo la doctrina las propone como guía para
la interpretación del conjunto de normas que integran el ordenamiento jurídico-penal.

Contenido del Principio de Supremacía de la Constitución y de los tratados.

El artículo 1 del Código Procesal Penal de la Rep. Dom. Establece como principio general de
aplicación la Primacía de la Constitución y los tratados. Los tribunales, al aplicar la ley, garantizan la
vigencia efectiva de la Constitución de la República y de los tratados internacionales y sus
interpretaciones por los órganos jurisdiccionales creados por éstos, cuyas normas y principios son de
aplicación directa e inmediata en los casos sometidos a su jurisdicción y prevalecen siempre sobre la
ley.

La inobservancia de una norma de garantía judicial establecida en favor del imputado no puede ser
invocada en su perjuicio.

Enfoque neoconstitucionalista y su impacto en la interpretación de las normas que conforman


el proceso penal.
El neoconstitucionalismo abarca un conjunto de fenómenos que consiste en desarrollos teóricos
novedosos, los cuales parten de los textos constitucionales fuertemente sustantivos y de la práctica
jurisprudencial recién enunciada, pero también suponen aportaciones que contribuyen, no solo a
explicar un fenómeno jurídico, sino incluso a crearlo, y no es más que lo novedoso del Derecho
Procesal Penal, donde se interpretan normas que meramente van en protección de los derechos
fundamentales en el proceso penal.

Impacto de los tratados y convenios en el proceso penal dominicano.

165
Los Convenios Internacionales y el Proceso Penal. Se admite que los tratados y convenciones
internacionales tienen, dentro de las fuentes del derecho, un rango superior a las normas del derecho
adjetivo. Sólo la Constitución está sobre ellos. En el proceso penal se han tomado en cuenta los
siguientes tratados y convenciones:
1. Declaración Universal de los Derechos Humanos.
2. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
3. Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica).
4. Los Tratados y Convenios relativos a la Extradición.

Rol de la Jurisprudencia de la SCJ y del Tribunal Constitución en el proceso penal. Aportes de


la doctrina.

Tema 3
Régimen de la Acción en el Proceso Penal Dominicano. La acción pública. Ejercicio.
Obligatoriedad. La acción pública a instancia privada. La acción privada. Condiciones para su
ejercicio. Calidad de quien la ejerce. El criterio de oportunidad. Reglamentación. La
conversión de la acción pública a instancia privada en acción privada. Criterios que la rigen.
La acción civil. Distintas modalidades de extinción de la acción penal y civil. La prescripción
de la acción penal. Cómputo. Diversas eventualidades. Imprescriptibilidades

Régimen de la Acción en el Proceso Penal Dominicano.

La acción pública. Ejercicio. Obligatoriedad.


La nueva normativa sobre el régimen de la acción distingue la acción penal de la acción civil, y
dentro de la primera contempla la acción penal pública, acción penal pública a instancia privada, y la
acción penal privada.
La Acción Pública. La acción pública es aquella cuyo ejercicio es confiado al MP, sin perjuicio de la
participación que el CPP le concede a la víctima (ARt. 29 CPP). Su carácter de obligatoriedad se
revela en lo dispuesto por el art. 30 del CPP, que establece que: El MP debe perseguir de oficio todos
los hechos punibles de que tenga conocimiento, siempre que existan suficientes elementos fácticos
para verificar su ocurrencia

La acción pública a instancia privada.


La Acción Pública a Instancia Privada. La acción pública a instancia privada es aquella en la que el
MP sólo puede ejercer la acción si previamente se ha presentado una instancia o querella por parte de
la víctima, la que debe ser sostenida de manera constante. Una vez presentada la instancia privada
queda autorizada la persecución de todos los imputados
Dependen de instancia privada:
1. Vías de hecho;
2. Golpes y heridas que no causen lesión permanente;
3. Amenaza, salvo las proferidas contra funcionarios públicos en ocasión del ejercicio de sus
funciones;
4. Robo sin violencia y sin armas;
5. Estafa;
6. Abuso de confianza;
7. Trabajo pagado y no realizado;
8. Revelación de secretos;

166
9. Falsedades en escrituras privadas.

Condiciones para su ejercicio.


La instancia privada se produce con la presentación de la denuncia o querella por parte de la víctima.
El ministerio público la ejerce directamente cuando el hecho punible sea en perjuicio de un incapaz
que no tenga representación o cuando haya sido cometido por uno de los padres, el tutor o el
representante legal.

Calidad de quien la ejerce.


La instancia privada se produce con la presentación de la denuncia o querella por parte de la víctima.

La acción privada.

Es otra modalidad de ejercicio de la acción penal, sólo puede ser ejercida de modo directo por la
víctima. Está consagrada en el art. 32 del CPP, y sólo es posible para los hechos punibles siguientes:
Violación de propiedad; Difamación e injuria; Violación de la propiedad industrial, Violación a la
ley de cheques.
Condiciones para su ejercicio. Para su ejercicio se requiere que la víctima o su representante legal
pongan en movimiento la acción, a través de una instancia dirigida al Juez Presidente de la Cámara
Penal del Juzgado de 1ra. Inst. del D. N., conforme el procedimiento especial previsto en este
código.
Calidad de quien la ejerce. Este tipo de acción la ejerce directamente la víctima o su representante
legal, la cual puede constituirse en querellante para promover la acción penal y acusar en los
términos y condiciones establecidos en el CPP.

El criterio de oportunidad.
Es la facultad que tiene el MP en algunos casos específicos, de prescindir de la acción pública
respecto de uno o varios de los hechos atribuidos, respecto de uno o de algunos de los imputados o
limitarse a una o algunas de las calificaciones jurídicas posibles, todo esto mediante dictamen
motivado.
Reglamentación.
Se puede aplicar un criterio de oportunidad, según el Art.34 del CPP, cuando:
1. Se trate de un hecho que no afecte significativamente el bien jurídico protegido o no
comprometa gravemente el interés público.
2. El imputado haya sufrido, como consecuencia directa del hecho, un daño físico o psíquico
grave, que torne desproporcionada la aplicación de una pena:
La pena que corresponde por el hecho o calificación jurídica de cuya persecución se prescinde carece
de importancia en consideración a una pena ya impuesta.

La conversión de la acción pública a instancia privada en acción privada. Criterios que la


rigen. (Art. 33 CPP)

La conversión de la Acción Pública a Instancia Privada en Acción Privada. A solicitud de la víctima,


el MP puede autorizar la conversión de la acción pública en privada, si no existe un interés público
gravemente comprometido.
Criterios que la rigen. La conversión de acción privada se aplica bajo los siguientes casos:
1. Cuando se trate de un hecho punible que requiera instancia privada;
2. Cuando se trate de un hecho punible contra la propiedad realizada sin violencia
grave contra las personas; o
3. Cuando el MP dispone la aplicación de un criterio de oportunidad.

167
La conversión es posible antes de la formulación de la acusación, de cualquier otro requerimiento
conclusivo o dentro de los diez días siguientes a la aplicación de un criterio de oportunidad.
Si existen varias víctimas, es necesario el consentimiento de todas.

La acción civil.

Toda persona que pretenda obtener resarcimiento o indemnización por un daño derivado de un hecho
punible debe constituirse en actor civil mediante demanda motivada. La acción civil puede ejercerse
conjuntamente con la acción penal conforme a las reglas establecidas por el CPP, o intentarse
separadamente ante los tribunales civiles, en cuyo caso se suspende su ejercicio hasta la conclusión
del proceso penal.

Distintas modalidades de extinción de la acción penal y civil.


El art. 44 del CPP establece las 13 causas de la extinción de la acción penal, entre las que tenemos
las siguientes:
1. Muerte del imputado;
2. Prescripción; Conciliación;
3. Abandono de la acusación, en las infracciones de acción privada;
4. Aplicación del criterio de oportunidad;
5. Muerte de la víctima en los casos de acción privada;
Vencimiento del plazo máximo de duración del proceso

La prescripción de la acción penal.


La prescripción es uno de los modos de extinción de la acción penal, y presupone que ningún acto
que implique el ejercicio de la acción pública ha sido realizado durante cierto lapso de tiempo

Cómputo. Diversas eventualidades.


Los plazos de prescripción se rigen por la pena principal prevista en la ley y comienzan a correr, para
las infracciones consumadas, desde el día de la consumación; para las tentativas, desde el día en que
se efectuó el último acto de ejecución y, para las infracciones continuas o de efectos permanentes,
desde el día en que cesó su continuación o permanencia.

Diversas eventualidades. La prescripción corre, se suspende o se interrumpe, en forma individual


para cada uno de los sujetos que intervinieron en la infracción. Las eventualidades que se pueden dar
en el curso del tiempo precisado para la prescripción son La Interrupción y la Suspensión

Imprescriptibilidades
Conforme estipulaciones del art. 49 del CPP, el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes
contra la humanidad son imprescriptibles, considerándose como tales aquellos contenidos en los
Tratados Internacionales, sin importar la calificación jurídica que se les atribuya en las leyes
nacionales
Tema 4
La jurisdicción Penal. Organización y clasificación de las jurisdicciones represivas.
Competencias: competencia territorial, competencia subsidiaria, competencia universal.
competencia territorial. Principios sobre la competencia: exclusividad y universalidad;
irrenunciabilidad e indelegabilidad. Conflictos de competencia; la competencia de los jueces
durante la investigación. La jurisdicción universal: crímenes de lesa humanidad, terrorismo,
crímenes de guerra. competencia del juez de lo penal para conocer de la demanda civil
accesoria
Organización y clasificación de las jurisdicciones represivas.

168
Son órganos jurisdiccionales en los casos y forma que determinan la Constitución y las leyes:
 La Suprema Corte de Justicia; Las Cortes de Apelación;
 Los Jueces de Primera Instancia; Los Jueces de la Instrucción;
 Los Jueces de Ejecución Penal; Los Jueces de Paz.

La SCJ mantiene la competencia para conocer de los recursos de casación, de revisión, de los
conflictos de competencia entre Cortes de Apelación o entre jueces o tribunales inferiores, del
procedimiento de extradición, entre otros. Las Cortes de Apelación seguirán conociendo de los
conflictos dentro de su jurisdicción, de las recusaciones de los jueces, las quejas por demora procesal
o denegación de justicia, etc. Los Jueces de Primera Instancia conocen de modo unipersonal del
juicio por hechos punibles que conlleven penas pecuniarias o pena privativa de libertad cuyo
máximo previsto sea de 2 años, o ambas penas a la vez, de las acciones de Habeas Corpus que le
sean planteadas y de los hechos punibles de acción privada. Se modifica la naturaleza de las
funciones del Juez de la Instrucción, quien deja de ser el encargado de la investigación, para pasar
a ser un verdadero juez de control de garantías. Los jueces de Ejecución Penal tendrán bajo su
control la ejecución de las sentencias, de la suspensión condicional del procedimiento, de la
sustanciación y la resolución de todas las cuestiones que se planteen sobre le ejecución de las
condenas. Mientras que los jueces de Paz seguirán conociendo del juicio por contravenciones y
otras infracciones menores, así como actuar en casos no sea posible lograr la intervención inmediata
de juez de la instrucción, entre otros aspectos. La Jurisdicción de Atención Permanente asegura
que en cada Distrito Judicial se mantenga en funcionamiento un despacho judicial las 24 horas del
día, de tal forma que las diligencias y actuaciones no sufran demora alguna.

Competencias: competencia territorial, competencia subsidiaria, competencia universal.

La Competencia es improrrogable. No obstante, la competencia territorial de un tribunal de juicio


no puede ser objetada ni modificada una vez transcurrido el plazo establecido para la fijación de
audiencia y solución de los incidentes previstos en el art. 305.

Un juez o tribunal competente en razón de la materia no puede declararse incompetente porque el


caso corresponde a un juez con competencia para juzgar hechos punibles más leves, cuando dicha
incompetencia es invocada o advertida durante el juicio.
El juez o tribunal competente para conocer de una infracción lo es también para resolver todas las
cuestiones incidentales que se susciten en el curso del procedimiento, aunque no correspondan a la
jurisdicción penal. La resolución sobre tales incidentes produce efectos limitados al ámbito penal.

Competencia territorial. El CPP asume como principio que el juez o tribunal territorialmente
competente lo es del lugar donde se produjo la infracción

Competencia subsidiaria. Cuando no se conoce el lugar de la consumación de la infracción, o el de


la realización del último acto dirigido a su comisión, o aquél donde haya cesado la continuidad o
permanencia, el conocimiento del caso corresponde, según su orden, al juez o tribunal: Del lugar
donde se encuentren elementos que sirvan para la investigación del hecho y la identificación de los
autores o cómplices; De la residencia del 1er. investigado.

La competencia universal. La regla en materia de competencia, lo es, que el tribunal competente lo


sea el del lugar donde se cometió el hecho, pero cuando se trate de juzgar hechos punibles por la
norma dominicana, pero que hayan sido cometidos en el extranjero, el CPP, estableció, como
competencia excepcional, el Juzg. de 1ra. Inst. del D. N.

169
Competencia territorial.
La competencia territorial de los jueces o tribunales se determina por el lugar donde se haya
consumado la infracción.
En caso de tentativa, es competente el juez del lugar donde se haya ejecutado el último acto dirigido
a la comisión de la infracción.
En los casos de infracciones continuas o permanentes, el conocimiento corresponde al juez o tribunal
del lugar en el cual haya cesado la continuidad o permanencia o se haya cometido el último acto
conocido de la infracción.
En los casos de infracciones cometidas parcialmente dentro del territorio nacional, es competente el
juez o tribunal del lugar donde se haya realizado total o parcialmente la acción u omisión o se haya
verificado el resultado.

Principios sobre la competencia: exclusividad y universalidad; irrenunciabilidad e


indelegabilidad.
Es de la competencia exclusiva y universal de las jurisdicciones penales el conocimiento y fallo de
todas las acciones y omisiones punibles previstas en el Código Penal y en la legislación penal
especial, y la ejecución de sus sentencias y resoluciones, según lo establece este código.

Las normas de procedimiento establecidas en este código se aplican a la investigación, conocimiento


y fallo de cualquier hecho punible, sin importar su naturaleza ni la persona imputada, incluyendo los
miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, aun cuando los hechos punibles que les son
atribuidos hayan sido cometidos en el ejercicio de sus funciones y sin perjuicio de las facultades
estrictamente disciplinarias de los cuerpos a los que pertenecen.

Irrenunciabilidad e indelegabilidad de la competencia. La jurisdicción penal es irrenunciable e


indelegable, excepto en los casos en los cuales el ejercicio de la acción pública esté sujeto a la
presentación de querella o instancia previa, o la ley permita de modo expreso el desistimiento del
ejercicio de la acción pública.

Conflictos de competencia;
Si dos jueces o tribunales se declaran contradictoriamente competentes o incompetentes para conocer
de un hecho punible, el conflicto es resuelto por: La Corte de Apelación correspondiente, cuando se
plantee entre jueces o tribunales de un mismo Departamento Judicial; La SCJ, en los demás casos.

La competencia de los jueces durante la investigación.


Cuando el MP decide investigar de forma conjunta hechos punibles cometidos en distintos distritos o
departamentos judiciales, es competente el juez o tribunal del lugar correspondiente al hecho más
grave.
La jurisdicción universal: crímenes de lesa humanidad, terrorismo, crímenes de guerra.
Las normas de procedimiento establecidas en este código se aplican a la investigación, conocimiento
y fallo de cualquier hecho punible, sin importar su naturaleza ni la persona imputada, incluyendo los
miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Crímenes de lesa humanidad. Terrorismo, crímenes de guerra. Los crímenes de lesa humanidad son
los crímenes que se cometen contra la humanidad y los mismos son imprescriptibles y será
competencia de los tribunales nacionales independientemente del lugar de su comisión juzgar estos
casos, siempre que el imputado resida, aun temporalmente en el país o los hechos se hayan cometido
en contra de los nacionales. Terrorismo, crímenes de guerra son aquellos contenidos en los tratados
internacionales, sin importar la calificación jurídica que se les atribuya en las leyes nacionales.
Competencia del juez de lo penal para conocer de la demanda civil accesoria.
(Art. 59 del CPP). El juez o tribunal competente para conocer de una infracción lo es también para
resolver todas las cuestiones incidentales que se susciten en el curso del procedimiento, aunque no

170
correspondan a la jurisdicción penal. La resolución sobre tales incidentes produce efectos limitados
al ámbito penal.

Tema 5
Los Sujetos Procesales. La víctima: calidad, derechos; Querellante: calidad, actuación y
representación, responsabilidad. Ministerio Público: funciones, unidad y jerarquía, inhibición
y recusación. El imputado: derechos, identificación, domicilio, incapacidad, forma de prestar
declaración. La defensa técnica: elección, capacidad, designación, renuncia y abandono. El
actor civil: calidad, requisitos, ejercicio, oportunidad, facultades. Tercero civilmente
demandado: derechos, intervención. Los órganos auxiliares de la investigación.

La víctima: calidad, derechos; (Art. 83 y 84 CPP)


La víctima: Es la persona que ha sido perjudicada directa o indirectamente en un hecho penal.
Calidad: Se considera víctima:

1) Al ofendido directamente por el hecho punible;


2) Al cónyuge, conviviente notorio, hijo o padre bioló-gico o adoptivo, parientes dentro de tercer
grado de consanguinidad o segundo de afinidad, a los herederos, en los hechos punibles cuyo
resultado sea la muerte del directamente ofendido;
3) A los socios, asociados o miembros, respecto de los hechos punibles que afectan a una persona
jurídica, cometidos por quienes la dirigen, administran o controlan.

Derechos de la víctima:

1) Recibir un trato digno y respetuoso;


2) Ser respetada en su intimidad;
3) Recibir la protección para su seguridad y la de sus familiares;
4) Intervenir en el procedimiento, conforme a lo establecido en este código;
5) Recurrir todos los actos que den por terminado el proceso;
6) Ser informada de los resultados del procedimiento;
7) Ser escuchada antes de cada decisión que implique la extinción o suspensión de la acción penal,
siempre que ella lo solicite.

Querellante: calidad, actuación y representación, responsabilidad. (Art. 85 al 87 CPP)

El querellante: Es la mismas víctima, cuando ella misma o a través de representante legal, promueve
la acción penal y acusa en los términos y las condiciones establecidas en el CPP. Cuando la víctima
adquiere la calidad de querellante, adquiere inmediatamente el derecho de perseguir por sí sola o
conjuntamente a la persecución ya iniciada por el MP, según que se traten de hechos de acción
privada o de acción pública.

Calidad: a víctima o su representante legal puede constituirse como querellante, promover la acción
penal y acusar en los términos y las condiciones establecidas en este código.
En los hechos punibles que afectan intereses colectivos o difusos pueden constituirse como
querellante las asociaciones, fundaciones y otros entes, siempre que el objeto de la agrupación se
vincule directamente con esos intereses y se hayan incorporado con anterioridad al hecho.
En los hechos punibles cometidos por funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones o con
ocasión de ellas, y en las violaciones de derechos humanos, cualquier persona puede constituirse
como querellante.
Las entidades del sector público no pueden ser querellantes.

171
Actuación y representación. El querellante es representado por un abogado. En los casos en que la
víctima puede delegar la acción civil a una organización no gubernamental también puede delegar la
acción penal.
Cuando sean varios querellantes, deben actuar bajo la representación común de no más de dos
abogados, los que pueden ser designados de oficio por el juez o tribunal en caso de que no se
produzca un acuerdo.

Responsabilidad. El querellante es responsable, de conformidad con la ley, cuando falsee los hechos
o la prueba en que fundamenta su querella o cuando litigue con temeridad.

Ministerio Público: funciones, unidad y jerarquía, inhibición y recusación. (Art. 88 al 90 CPP)

El ministerio público dirige la investigación y practica u ordena practicar las diligencias pertinentes y
útiles para determinar la ocurrencia del hecho punible y su responsable.

El ministerio público es único e indivisible. Cada uno de sus funcionarios, cuando actúa en un
procedimiento, lo representa íntegramente.
El funcionario encargado de la investigación actúa ante toda jurisdicción competente y continúa
haciéndolo durante el juicio sosteniendo la acusación y los recursos cuando corresponda. Si el
funcionario del ministerio público no reúne
los requisitos para actuar ante la jurisdicción en la que se sustancia un recurso, actúa como asistente
del funcionario habilitado ante esa jurisdicción.
El ministerio público a cargo de la dirección jurídica de una investigación principal puede extender
los actos y diligencias a todo el territorio nacional por sí mismo o por instrucciones impartidas al
órgano investigativo con la única obligación de dar noticia al ministerio público del distrito o
departamento judicial en que tenga que realizar tales actuaciones

Los funcionarios del ministerio público pueden inhibirse y pueden ser recusados Cuando existan
motivos graves que afecten la objetividad en su desempeño.
La recusación es planteada ante el superior inmediato y resuelta sin mayores trámites.

El imputado: derechos, identificación, domicilio, incapacidad, forma de prestar declaración.


El imputado. Es toda persona que se le imputa o se le acusa de haber cometido un acto delictivo. El
Código ha introducido la obligación, como derecho del imputado, de que le sean comunicados todos
los derechos que le asisten, de conformidad a la ley e impone como sanción la nulidad de los actos y
sus derivados en los casos en que éstos derechos sean violentados

Derechos y Garantías procesales del imputado. Todo imputado tiene, desde que se solicite la
aplicación de una medida de coerción o la realización de un anticipo de prueba, derecho a:
 Ser informado del hecho que se le imputa y de las circunstancias que rodean el referido
hecho;
 Recibir durante el arresto un trato digno, respetando su integridad física;
 conocer de donde emana la autoridad que ordena su arresto.
 Llamar de inmediato a su abogado y familiar;
 Ser asistido por un defensor de su elección;
 Tiene derecho a guardar silencio, sin que esto pueda interpretarse en su contra;
 Debe ser presentado ante el juez o el MP dentro del plazo establecido en la ley.
 Hablar con su defensor de manera confidencial.

172
Identificación. Desde el primer acto en que interviene el imputado es identificado por sus datos
personales. Si se abstiene de proporcionar estos datos o lo hace falsamente, se le identifica por
testigos u otros medios útiles, aún contra su voluntad, pero sin violentar sus derechos. La duda sobre
los datos obtenidos no altera el curso del procedimiento y los errores pueden ser corregidos en
cualquier oportunidad.
Domicilio. En su primera intervención, el imputado declara su domicilio real y fija el domicilio
procesal; posteriormente puede modificarlos.
Incapacidad. El trastorno o alteración mental temporal del imputado, que excluye su capacidad de
entender o de asentir en los actos del procedimiento, o de obrar conforme a ese conocimiento y
voluntad, provoca la suspensión de su persecución penal hasta que desaparezca esa incapacidad, sin
perjuicio de los procedimientos especiales que establecen este código y las leyes. Los actos
realizados o autorizados por el incapaz son nulos. La suspensión del procedimiento no impide la
investigación del hecho, ni su prosecución con respecto a otros imputados. (Art. 95 al 98 CPP).
Forma de prestar declaración. (Art. 102 al 107 CPP).
El imputado tiene derecho a declarar o abstenerse de hacerlo o suspender su declaración, en
cualquier momento del procedimiento.
El imputado no puede ser citado a los fines exclusivos de ser interrogado ni ser obligado a declarar,
salvo que voluntaria y libremente decida hacerlo. En este último caso, durante el procedimiento
preparatorio, el imputado puede declarar ante el ministerio público que tenga a su cargo la
investigación. Los funcionarios o agentes policiales sólo tienen derecho a requerir del imputado los
datos correspondientes a su identidad, cuando éste no se encuentre debidamente individualizado. Si
manifiesta su deseo de declarar, se le hace saber de inmediato al ministerio público correspondiente.
Durante las audiencias y el juicio, el juez o el tribunal deben permitir al imputado declarar cuantas
veces manifieste interés en hacerlo, siempre que su intervención sea pertinente y no aparezca como
un medio dilatorio del procedimiento y sin que esta facultad de lugar a indefensión material.
En todos los casos, la declaración del imputado sólo es válida si la hace en presencia y con la
asistencia de su defensor.
Antes de comenzar su declaración, el imputado debe ser advertido de su derecho a no
autoincriminarse y de que el ejercicio de ese derecho no puede perjudicarle. Asimismo, se le instruye
en el sentido de que su declaración es un medio para su defensa y, por consiguiente, tiene derecho a
explicar todo cuanto sirva para desvirtuar las imputaciones que se le formulen, y a solicitar la
práctica de las diligencias que considere oportunas.
Acto seguido, se le formula la indicación del hecho punible que se le atribuye, con todas las
circunstancias de tiempo, lugar y modo, en la medida conocida, incluyendo aquellas que sean de
importancia para la calificación jurídica, un resumen de los contenidos de prueba existentes, salvo
las que se encuentren bajo reserva, y las disposiciones legales que se juzguen aplicables.
El imputado inicia su declaración consignando su nombre, apellido, edad, estado civil, profesión u
ocupación, nacionalidad, cédula de identidad y electoral, fecha y lugar de nacimiento, domicilio real
y procesal. Asimismo si se le solicita, el imputado puede ofrecer un informe sobre la identidad y
datos generales de familiares cercanos con quienes mantenga contacto permanente, si tiene. En las
declaraciones posteriores basta con la confirmación de los datos ya proporcionados. El imputado
declara todo lo que considere conveniente sobre los hechos que se le atribuyen e indica los medios
de prueba cuya práctica considera oportuna. Las partes pueden dirigir al imputado las preguntas que
estimen convenientes, con la autorización de quien presida el acto. El imputado tiene derecho a
consultar a su defensor en cualquier momento del interrogatorio.
Las preguntas deben ser claras y precisas; nunca capciosas ni sugestivas. Las respuestas no son
exigidas perentoriamente. El imputado no puede ser interrumpido mientras responde una pregunta u
ofrece una declaración.
El interrogatorio se suspende a solicitud del imputado, de su defensor o del ministerio público si el
imputado demuestra signos de fatiga o cansancio.

173
En ningún caso se puede requerir del imputado ratificación solemne de su exposición o promesa de
decir la verdad. No puede ser expuesto a métodos de coacción, amenazas o promesas con el fin de
llevarlo a declarar contra su voluntad.
También están prohibidas todas las medidas que menoscaben su libertad de decisión, su memoria o
capacidad de comprensión y dirección de sus actos; en especial, las violencias corporales o
psicológicas, la tortura, el engaño, la administración de psicofármacos o cualquier sustancia que
disminuya su capacidad de comprensión o altere su percepción de la realidad, como los sueros de la
verdad, detectores de mentiras y la hipnosis. Se prohibe inducir al imputado a hacer cualquier tipo de
declaración mediante el chantaje y la amenaza de sufrir las consecuencias de la declaración de otro
imputado. El imputado no puede ser obligado a confrontarse con ningún otro declarante o testigo.
La defensa técnica: elección, capacidad, designación, renuncia y abandono.

Defensa Técnica. Todo imputado tiene el derecho a hacerse asistir por un profesional letrado. Si él
no tiene, se le designará un defensor público. Este derecho a la defensa técnica es una facultad
irrenunciable. Esto quiere decir que la defensa es obligatoria. La designación del defensor no limita
el derecho del imputado a formular directamente solicitudes e informaciones. La inobservancia de
esta norma produce la nulidad del procedimiento.
La defensa técnica penal proporcionada por la Oficina Nacional de Defensa Pública se extiende
desde el primer acto del procedimiento hasta su desvinculación del sistema penal, manteniéndose
inalterable para la interposición y correspondientes tramites de los sucesivos recursos establecidos
por la ley.

Elección: El imputado tiene el derecho irrenunciable a hacerse defender desde el primer acto del
procedimiento por un abogado de su elección y a que si no lo hace se le designe de oficio un
defensor público. El imputado puede asumir su propia defensa, conjuntamente con aquél. En este
caso, el juez vela para que esto no perjudique la eficacia de la defensa técnica. La designación del
defensor no debe menoscabar el derecho del imputado a formular directamente solicitudes e
informaciones. La inobservancia de esta norma produce la nulidad del procedimiento.

Capacidad Sólo pueden ser defensores los abogados matriculados en el Colegio de Abogados de la
República Dominicana y debidamente juramentados ante la Suprema Corte de Justicia, sin perjuicio
de las reglas especiales de la representación en los casos de cooperación judicial internacional.

Designación La designación del defensor por parte del imputado está exenta de formalidades. La
simple presencia del defensor en los procedimientos vale como designación y obliga al ministerio
público, al juez o tribunal, a los funcionarios o agentes de la policía y de otras agencias ejecutivas o
de gobierno a reconocerla. Luego de conocida la designación se hace constar en acta.
Cuando el imputado esté privado de su libertad, cualquier persona de su confianza puede proponer,
por escrito u oral mente, ante la autoridad competente, la designación de un defensor, lo que debe ser
comunicado al imputado de inmediato.

Renuncia y abandono.
El defensor particular puede renunciar a la defensa. En este caso el juez o tribunal emite una
resolución fijando un plazo para que el imputado nombre un nuevo defensor.
Transcurrido el plazo y a falta de dicho nombramiento, el juez o tribunal nombra de oficio un
defensor público. El renunciante no puede abandonar la defensa hasta que intervenga su reemplazo.
El defensor no puede renunciar durante las audiencias.
Si el abandono ocurre poco antes o durante el juicio, se puede aplazar su comienzo o suspenderse por
un plazo no mayor de diez días si lo solicita el imputado o su defensor.

174
El abandono de la defensa se sanciona con el pago de las costas producidas por el reemplazo, sin
perjuicio de las sanciones disciplinarias establecidas en la ley y en el Código de Ética del Colegio de
Abogados.

El actor civil: calidad, requisitos, ejercicio, oportunidad, facultades. (Art. 118 al 123 CPP)

El actor civil. Toda persona que pretenda obtener resarcimiento o indemnización por un daño
derivado de un hecho punible debe constituirse en actor civil mediante demanda motivada. El actor
civil interviene a través de un abogado y puede hacerse representar, además, por mandatario con
poder especial.
Requisitos del escrito de constitución en actor civil debe contener:
1) El nombre y domicilio del titular de la acción y, en su caso su representante. Si se trata de
personas jurídicas o entes colectivos, la denominación social, el domicilio social y el nombre de
quienes la representan legalmente.
2) El nombre y el domicilio del demandado civil, si existe, y su vínculo jurídico con el hecho
atribuido al imputado;
3) La indicación del proceso a que se refiere;
4) Los motivos en que la acción se fundamenta, con indicación de la calidad que se invoca y el daño
cuyo resarcimiento se pretende, aunque no se precise el monto.

Ejercicio: Si en el proceso existen varios imputados y civilmente responsables, la pretensión


resarcitoria puede dirigirse indistintamente contra uno o varios de ellos. Cuando el actor civil no
mencione a ningún imputado en particular, se entiende que se dirige contra todos solidariamente.
El ejercicio de la acción civil resarcitoria procede aun cuando el imputado no esté individualizado.

Oportunidad
El escrito de constitución en actor civil debe presentarse ante el ministerio público durante el
procedimiento preparatorio, antes de que se formule la acusación del ministerio público o de la
víctima, o conjuntamente con ésta.

Facultades

El actor civil interviene en el procedimiento en razón de su interés civil. En la medida que participe
en su calidad exclusiva de actor civil, limita su intervención a acreditar la existencia del hecho, a
determinar sus autores y cómplices, la imputación de ese hecho a quien considere responsable, el
vínculo con el tercero civilmente demandado, la existencia, extensión y cuantificación de los daños y
perjuicios cuya reparación pretende y la relación de causalidad entre el hecho y el daño.

El actor civil puede recurrir las resoluciones únicamente en lo concerniente a su acción. La


intervención no le exime de la obligación de declarar como testigo.

Tercero civilmente demandado: derechos, intervención. (Art. 126 al 131 CPP).


Es la persona que, por previsión legal o relación contractual, deba responder por el daño que el
imputado provoque con el hecho punible y respecto de la cual se plantee una acción civil
resarcitoria. El tercero que pueda ser civilmente demandado tiene derecho a solicitar su intervención
en el procedimiento, cuando se ejerza la acción civil.
Derechos.

175
Desde su intervención en el procedimiento, el tercero civilmente demandado goza de las mismas
facultades concedidas al imputado para su defensa, en lo concerniente a sus intereses civiles. La
intervención del tercero civilmente demandado no lo exime de la obligación de declarar como
testigo.
El tercero civilmente demandado debe actuar con el patrocinio de un abogado y puede recurrir contra
la sentencia que declare su responsabilidad.

Intervención
El tercero que pueda ser civilmente demandado tiene derecho a solicitar su intervención en el
procedimiento, cuando se ejerza la acción civil. Su intervención es notificada a las partes.

Los órganos auxiliares de la investigación (Art. 91 al 94 CPP)


Son órganos auxiliares de la investigación, la policía, así como otros funcionarios y agentes de otras
agencias ejecutivas o de gobierno que cumplen tareas auxiliares de investigación con fines judiciales.
Se ofrecen a las partes de un proceso la oportunidad de auxiliarse de consultores técnicos en materias
especializadas.
Los funcionarios y agentes de policía tienen las obligaciones de practicar las diligencias orientadas a
la individualización física e identificación de los autores y cómplices del hecho punible y llevar a
cabo las actuaciones que el ministerio público les ordene, previa autorización judicial si es necesaria.

Tema 6
Fase Preparatoria o de Investigación. Actos iníciales: denuncia, querella, conocimiento directo.
Diligencias preliminares: arresto, inspección de lugares, levantamiento de cadáveres, registros
de personas, vehículos y lugares, operaciones técnicas, entrega de cosas y documentos,
secuestro, devolución, interceptación, clausura de locales, reconocimiento de personas,
peritajes. Autorizaciones dadas por el juez de la instrucción: allanamiento, intercepciones,
intervención corporal, arresto, secuestro, reserva de identidad, cierre temporal de locales.
Objeción a dictámenes del Ministerio Público: Admisibilidad o inadmisibilidad de querellas,
examen de archivo, devolución de bienes muebles. Resolución de peticiones, excepciones e
incidentes; Declaratoria de caso complejo. Prórroga de plazo. Anticipo de prueba.

Actos iníciales: denuncia, querella, conocimiento directo.

La Denuncia. Toda persona que tenga conocimiento de una infracción de acción pública, puede
denunciarla ante el MP, la policía o cualquier otra agencia ejecutiva que realice actividades
auxiliares de investigación. La denuncia puede ser presentada en forma oral o escrita, personalmente
o por mandatario con poder especial.

La Querella. La querella es el acto por el cual las personas autorizadas por la ley promueven el
proceso penal por acción pública o solicitan intervenir en el proceso ya iniciado por el MP. La
querella se presenta por escrito ante el MP y debe contener los siguientes datos:
Los datos generales e identidad del querellante;
La denominación social, el domicilio y los datos personales de su representante legal, para el caso de
las personas jurídicas;
El relato circunstanciado del hecho, con la identificación de los autores, cómplices perjudicados y
testigos;
El detalle de los datos o elementos de prueba y la prueba documental.

Conocimiento directo. (Art. 273 CPP)


Los funcionarios de la policía que tengan conocimiento directo de una infracción de acción pública
deben de dar noticia al ministerio público, sin demora innecesaria y siempre dentro del plazo

176
máximo de las veinticuatro horas siguientes a su intervención. Cuando la información provenga de
una fuente no identificada, el funcionario que la recibe está en la obligación de confirmarla y hacerla
constar en un registro destinado a tales fines, en el que conste el día, la hora, el medio y los datos del
funcionario.

Diligencias preliminares: arresto, inspección de lugares, levantamiento de cadáveres, registros de


personas, vehículos y lugares, operaciones técnicas, entrega de cosas y documentos, secuestro,
devolución, interceptación, clausura de locales, reconocimiento de personas, peritajes.

Arresto.
La policía debe proceder al arresto de una persona cuando una orden judicial así lo ordene. La
policía no necesita orden judicial cuando el imputado:
1) Es sorprendido en el momento de cometer el hecho punible o inmediatamente después, o mientras
es perseguido, o cuando tiene objetos o presenta rastros que hacen presumir razonablemente que
acaba de participar en una infracción;
2) Se ha evadido de un establecimiento penal o centro de detención;
3) Tiene en su poder objetos, armas, instrumentos, evidencias o papeles que hacen presumir
razonablemente que es autor o cómplice de una infracción y que puede ocultarse, fugarse o
ausentarse del lugar.

Los funcionarios de la policía sólo pueden arrestar a los imputados en los casos que este código lo
autoriza, con apego estricto a los siguientes principios básicos de actuación:
1) Identificarse, al momento del arresto, como funcionario de policía y verificar la identidad de la
persona contra quien se procede. La identificación previa de la persona sujeta al arresto no es
exigible en los casos de flagrancia;
2) Abstención del uso de la fuerza, salvo cuando es estrictamente necesario y siempre en la
proporción que lo requiere la ejecución del arresto;
3) Abstención del uso de las armas, excepto cuando se produzca una resistencia que coloque en
peligro la vida o integridad física de las personas, o con el objeto de evitar la comisión de otras
infracciones, dentro de lo necesario y la proporcionalidad a que se refiere el numeral precedente;
4) No aplicar, instigar o tolerar actos de tortura, tormentos u otros tratos o castigos crueles,
inhumanos o degradantes;
5) Informar a la persona, al momento de su arresto, de su derecho a guardar silencio y a nombrar su
defensor;
6) No permitir la presentación del arrestado a ningún medio de comunicación social o la comunidad,
sin su expreso consentimiento, el que se otorga en presencia del defensor, previa consulta, y se hace
constar en las diligencias respectivas;
7) Comunicar a los familiares, persona de confianza o al abogado indicado por la persona arrestada,
sobre el arresto y el lugar al cual es conducida o permanece;
8) Hacer constar, en un registro inalterable, el lugar, día y hora del arresto, la orden o circunstancia
en que ocurre y los funcionarios o agentes responsables de su ejecución.

Inspección de lugares (Art. 173 CPP)


La Inspección ocular del lugar del hecho. Los funcionarios del MP o de la policía deben custodiar el
lugar del hecho y comprobar, mediante la inspección del lugar y de las cosas, los rastros y otros
efectos materiales que sean el resultado del hecho punible. El funcionario a cargo de la inspección
levanta acta en la cual describe detalladamente el estado de los lugares y de las cosas, recoge y
conserva los elementos probatorios útiles, dejando constancia de ello en el acta. El acta debe ser
firmada por el funcionario o agente responsable y, de ser posible, por uno o más testigos.

Levantamiento de cadáveres (Art. 174 CPP)

177
En caso de muerte, cuando existan indicios de la comisión de un hecho punible, antes de procederse
al traslado e inhumación del occiso, los funcionarios y agentes de la policía realizan la inspección
corporal preliminar, la descripción de la situación o posición del cuerpo y de la naturaleza de las
lesiones o heridas, además de las diligencias ordenadas por el ministerio público.
La identificación del occiso puede realizarse por cualquier medio posible.
En caso de urgencia y en ausencia del ministerio público, la policía, luego de realizadas las
operaciones correspondientes, dispone el traslado del cadáver al laboratorio médico forense para
practicar la autopsia, efectuar su identificación y entregarlo a sus familiares.

Registros de personas, vehículos y lugares (Art. 175 al 184 CPP).


El registro es otra de las diligencias de investigación que pueden ser practicadas para el mejor
esclarecimiento de los hechos. El CPP prevé 3 tipos de registro: de personas, de lugares y de cosas.
Los funcionarios del MP o la policía pueden realizar registros cuando razonablemente existan
motivos que permitan suponer la existencia de elementos de prueba útiles para la investigación o el
ocultamiento del imputado de conformidad a las normas legales.

Los funcionarios del ministerio público o la policía pueden realizar registros de personas, lugares o
cosas, cuando razonablemente existan motivos que permitan suponer la existencia de elementos de
prueba útiles para la investigación o el ocultamiento del imputado, de conformidad a las normas y
previsiones de este código.

Los registros a personas. Este se caracteriza por su carácter superficial pues tiene por objeto las ropas
o pertenencias de una persona, cuando se sospecha que oculta objetos relacionados a u hecho
punible. Antes de proceder al registro personal, el funcionario actuante, debe advertir a la persona
sobre la sospecha de que entre sus ropas o pertenencias oculta un objeto relacionado con el hecho
punible, invitándole a exhibirlo. Los registros de personas se practican separadamente, respetando el
pudor y dignidad de las personas, y en su caso, por una de su mismo sexo.
Registros colectivos. En los casos que excepcional y preventivamente sea necesario realizar el
registro colectivo de personas o vehículos, el funcionario de la policía debe informar previamente al
ministerio público. Si el registro colectivo se realiza a propósito de una investigación ya iniciada,
debe hacerse bajo la dirección del MP.
Horarios. Los registros en lugares cerrados o cercados, aunque sean de acceso público, sólo pueden
ser practicados entre las seis horas de la mañana y las seis horas de la tarde. Sin embargo,
excepcionalmente pueden realizarse registros en horas de la noche:
En los lugares de acceso público, abiertos durante la noche;
Cuando el juez lo autorice de modo expreso mediante resolución motivada.
Registro de moradas. El registro de un recinto privado, destinado a la habitación o a otros fines
particulares, sólo puede realizarse, a solicitud del MP, por orden de allanamiento expedida mediante
resolución judicial motivada. En los casos de urgencia y en ausencia del MP, la policía puede
solicitarla directamente.
Orden de registro. La orden de registro debe contener:
La indicación del juez o tribunal que ordena el registro;
La indicación de la morada o lugares a ser registrados;
La autoridad designada para el registro;
El motivo preciso del registro.
La fecha y lugar de expedición y la firma del juez.

Operaciones técnicas (Art. 185 CPP) Para mayor eficacia y calidad de los registros e inspecciones,
se pueden ordenar operaciones técnicas o científicas, reconocimientos y reconstrucciones. La
reconstrucción del hecho es procedente a los fines de comprobar si se efectuó o pudo efectuarse de
un modo determinado.

178
El imputado no está obligado a participar de la reconstrucción del hecho, pero si decide hacerlo se
aplican las reglas previstas para su declaración.
En lo que atañe a la participación de testigos, peritos e intérpretes se aplican las disposiciones
establecidas por este código.

Entrega de cosas y documentos, secuestro.

Los objetos y documentos relacionados con el hecho punible y los sujetos a confiscación o
decomiso, relevantes para la investigación, son individualizados, tomados en depósito y conservados
del mejor modo posible, salvo que la ley disponga su destrucción, en cuyo caso siempre se conserva
una muestra que permita su examen.
La persona que tenga en su poder objetos o documentos de los señalados precedentemente, está
obligada a presentarlos y entregarlos, cuando le sea requerido. Si los objetos requeridos no son
entregados se dispone su secuestro

Objetos no sometidos a secuestro. No pueden ser objeto de secuestro los exámenes o diagnósticos
médicos protegidos por el secreto profesional ni las comunicaciones entre el imputado y su abogado
defensor.

Orden de secuestro. La orden de secuestro es expedida por el juez en una resolución motivada. El
ministerio público y la policía pueden hacerlo sin orden en ocasión de un registro.

Procedimiento. Rige el procedimiento previsto para el registro. Los efectos secuestrados son
individualizados, inventariados y depositados de forma que asegurare su custodia y buena
conservación, bajo la responsabilidad del ministerio público.

Devolución de objetos secuestrados.

Tan pronto como se pueda prescindir de ellos, los objetos secuestrados que no estén sometidos a
decomiso deben ser devueltos por el ministerio público a la persona de cuyo poder se obtuvieron.
Esta devolución puede ordenarse provisionalmente en calidad de depósito judicial e imponerse al
poseedor la obligación de presentarlos cuando se le requiera.
Transcurridos seis meses sin reclamo ni identificación del dueño o poseedor, los objetos pueden ser
entregados en depósito a un establecimiento asistencial que los necesite, que sólo pueden utilizarlos
para cumplir el servicio que brinda al público.
En caso de controversia acerca de la tenencia, posesión o dominio sobre una cosa o documento, para
entregarlo en depósito o devolverlo, se aplican, analógicamente, las reglas civiles respectivas.
La decisión del ministerio público referida a la devolución puede ser objetada ante el juez.

Secuestro de correspondencia. Siempre que sea útil para el establecimiento de la verdad, el juez
puede ordenar, por resolución motivada, el secuestro de la correspondencia epistolar o telegráfica,
remitida por el imputado o destinada a él, aunque sea bajo nombre supuesto

Interceptación.

Se requiere autorización judicial para la interceptación, captación y grabación de las


comunicaciones, mensajes, datos, imágenes o sonidos transmitidos a través de redes públicas o
privadas de telecomunicaciones por el imputado o cualquier otra persona que pueda facilitar
razonablemente información relevante para la determinación de un hecho punible, cualquiera sea el
medio técnico utilizado para conocerlas. Se procede conforme a las reglas del allanamiento o
registro.

179
Clausura de locales,

Cuando para la averiguación de un hecho punible sea indispensable la clausura temporal de un local
o la inmovilización de cosas muebles que por su naturaleza o dimensión no puedan ser mantenidas
en depósito, se procede a asegurarlas, según las reglas del secuestro.

Reconocimiento de personas (Art. 218 CPP).

Cuando sea necesario individualizar al imputado se ordena su reconocimiento de la siguiente


manera:
1) Se ubica al imputado o a la persona sometida a reconocimiento junto con otras de aspecto exterior
semejante;
2) Se pregunta claramente a quien lleva a cabo el reconocimiento, si después del hecho ha visto a la
persona mencionada, si entre las personas presentes se encuentra la que mencionó y, en caso
afirmativo, se le invita para que la señale con precisión;
3) Al momento de reconocerla, debe expresar las diferencias y semejanzas que observa entre el
estado de la persona señalada y el que tenía al momento del hecho.
La observación de la rueda de personas puede ser practicada desde un lugar oculto, cuando se
considere conveniente para la seguridad del testigo.
Se adoptan las previsiones para que el imputado no se desfigure.
El reconocimiento procede aun sin consentimiento del imputado. Cuando el imputado no pueda ser
conducido personalmente, se procede a utilizar su fotografía u otros registros, observando las
mismas reglas.
El acto de reconocimiento de personas debe realizarse en presencia del defensor del imputado. De la
diligencia se levanta acta donde se consignan todas las circunstancias útiles, incluso los datos
personales y el domicilio de los que han formado la rueda de personas, la cual puede ser incorporada
al juicio por su lectura.

Peritajes (Art. 204 CPP)

Puede ordenarse un peritaje cuando para descubrir o valorar un elemento de prueba sea necesario
poseer conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o técnica. La prueba pericial debe ser
practicada por expertos imparciales, objetivos e independientes.

Autorizaciones dadas por el juez de la instrucción:

El allanamiento de morada. Con el allanamiento de morada se intentan localizar objetos relacionados


con el hecho punible.
El registro de un recinto privado, destinado a la habitación o a otros fines particulares, sólo puede
realizarse, a solicitud del MP, por orden de allanamiento expedida mediante resolución judicial
motivada. En los casos de urgencia y en ausencia del MP, la policía puede solicitarla directamente.
Excepciones. El registro sin autorización judicial procede cuando es necesario para evitar la
comisión de una infracción, en respuesta a un pedido de auxilio o se persigue a un sospechoso que se
introdujo a una vivienda ajena.
La orden de allanamiento debe contener:
Indicación del juez o tribunal que ordena el registro;
La indicación de la morada o lugares a ser registrados;
La autoridad designada para el registro;
El motivo preciso del registro, con indicación exacta de los objetos o personas que se espera
encontrar y las diligencias a practicar;

180
La fecha y lugar de expedición, y la firma del juez.

El mandamiento u orden de allanamiento tiene validez para su ejecución dentro de un plazo de 15


días, transcurrido el cual queda sin efecto, salvo cuando se expide para ser ejecutado en un tiempo
determinado, en cuyo caso así se hace constar.

Intercepciones

Para que estas medidas sean efectivas, al momento de efectuarlas se deben cumplir, con los
preceptos legales estatuidos por el CPP para su ejecución. Se procede conforme a las reglas del
allanamiento o registro.
La medida de interceptación de comunicaciones tiene carácter excepcional y debe renovarse cada 30
días, expresando los motivos que justifican la extensión del plazo. La resolución judicial que autoriza
la interceptación o captación de comunicaciones debe indicar todos los elementos de identificación
de los medios a interceptar y el hecho que motiva la medida.
El funcionario encargado debe levantar acta detallada de la transcripción de las comunicaciones
útiles y relevantes para la investigación con exclusión de cualquier otra comunicación de carácter
personal o familiar. Bajo esas formalidades la grabación puede ser reproducida en el juicio o su
transcripción puede ser incorporada por su lectura, sin perjuicio de que las partes puedan solicitar su
reproducción íntegra.
Intervención corporal.

Por intervenciones corporales se entiende según González Cuéllar "todas aquellas medidas de
investigación que se realizan sobre el cuerpo de las personas, sin necesidad de obtener su
consentimiento, con el fin de descubrir circunstancias fácticas que sean de interés para el proceso, en
relación con las condiciones o el estado físico o psíquico del sujeto o con el fin de encontrar objetos
escondidos en él".

El juez o tribunal competente puede ordenar el examen médico del imputado para la constatación de
circunstancias relevantes para la investigación. Son admisibles, siempre con autorización judicial,
extracciones de sangre y fluidos en general, además de otros estudios corporales, que deben
realizarse preservando la salud del imputado.

Arresto,

La policía debe proceder al arresto de una persona cuando una orden judicial así lo ordene. La
policía no necesita orden judicial cuando el imputado:
1) Es sorprendido en el momento de cometer el hecho punible o inmediatamente después, o mientras
es perseguido, o cuando tiene objetos o presenta rastros que hacen presumir razonablemente que
acaba de participar en una infracción;
2) Se ha evadido de un establecimiento penal o centro de detención;
3) Tiene en su poder objetos, armas, instrumentos, evidencias o papeles que hacen presumir
razonablemente que es autor o cómplice de una infracción y que puede ocultarse, fugarse o
ausentarse del lugar.
En el caso del numeral 1 de este artículo, si la búsqueda o persecución ha sido interrumpida, se
requiere orden judicial.
En ningún caso se puede practicar el arresto cuando se trate de infracciones de acción privada o de
aquellas en las que no está prevista pena privativa de libertad.
Si se trata de una infracción que requiere la instancia privada, es informado inmediatamente quien
pueda presentarla y, si éste no presenta la denuncia en el término de veinticuatro horas, el arrestado
es puesto en libertad.

181
La autoridad policial que practique el arresto de una persona debe ponerla, sin demora innecesaria, a
la orden del ministerio público, para que éste, si lo estima pertinente, disponga directamente su
puesta en libertad o solicite al juez una medida de coerción. La solicitud del ministerio público debe
formularse luego de realizar las diligencias indispensables y, en todo caso, dentro de las veinticuatro
horas contadas a partir del arresto.

En el caso del numeral 1 de este artículo, cualquier persona puede practicar el arresto, con la
obligación de entregar inmediatamente a la persona a la autoridad más cercana.
En todos los casos el ministerio público debe examinar las condiciones en que se realiza el arresto. Si
el arresto no resulta conforme con las disposiciones de la ley, dispone la libertad inmediata de la
persona y en su caso vela por la aplicación de las sanciones disciplinarias que correspondan.

Orden de arresto. El juez, a solicitud del ministerio público, puede ordenar el arresto de una
persona cuando:
1) Es necesaria su presencia y existen elementos suficientes para sostener, razonablemente, que es
autor o cómplice de una infracción, que puede ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar;
2) Después de ser citada a comparecer no lo hace y es necesaria su presencia durante la investigación
o conocimiento de una infracción.
El arresto no puede prolongarse más allá del agotamiento de la diligencia o actuación que lo motiva.
Si el ministerio público estima que la persona debe quedar sujeta a otra medida de coerción, así lo
solicita al juez en un plazo máximo de veinticuatro horas, quien resuelve en una audiencia. En caso
contrario, dispone su libertad inmediata.

Secuestro y reserva de identidad


La orden de secuestro es expedida por el juez en una resolución motivada. El ministerio público y la
policía pueden hacerlo sin orden en ocasión de un registro.

Cierre temporal de locales.


Cuando para la averiguación de un hecho punible sea indispensable la clausura temporal de un local
o la inmovilización de cosas muebles que por su naturaleza o dimensión no puedan ser mantenidas
en depósito, se procede a asegurarlas, según las reglas del secuestro

Objeción a dictámenes del Ministerio Público: Admisibilidad o inadmisibilidad de querellas, examen


de archivo, devolución de bienes muebles.

El archivo dispuesto en virtud de cualquiera de las causas establecidas por la ley se notifica a la
víctima que haya presentado la denuncia y solicitada ser informada o que haya presentado la
querella. Ella puede objetar el archivo ante el Juez, dentro de los tres días, solicitando la ampliación
de la investigación, indicando los medios de prueba practicables, individualizando al imputado

Objeción a la Admisibilidad de la Querella. 


El artículo 267 del C. P. P., trata sobre la querella, el articulo 268 sobre la forma y contenido de la
misma, y el 269 sobre la admisibilidad, este ultimo artículo establece, que si el ministerio público
estima que la querella reúne las condiciones de forma y de fondo y que existen elementos para
verificar la ocurrencia del hecho imputado, da inicio a la investigación. 

Si ésta ya ha sido iniciada, el querellante se incorpora como parte en el procedimiento. Si falta


alguno de los requisitos previstos en el artículo precedente, el ministerio público requiere que se
complete dentro del plazo de tres días. Vencido este plazo sin que haya sido completada, se tiene por
no presentada.

182
Si el ministerio público declara la admisibilidad o inadmisibilidad de la querella, y usted entiende
que la decisión es incorrecta, el articulo 269, le da la facultad al solicitante y al imputado para acudir
ante el juez de la instrucción a fin de que éste decida sobre esa disposición adoptada por el ministerio
público, y la decisión del juez a su vez es susceptible de apelación ante la corte.

Objeción a la Proposición de Diligencias.

De conformidad con el articulo 285 del C. P. P., en la fase de la investigación el ministerio público
puede exigir informaciones de cualquier particular o funcionario público, fijando un plazo conforme
a las circunstancias del caso, y practicar por sí, o hacer practicar por funcionarios policiales,
cualquier clase de diligencias. Solicitando la intervención judicial cuando lo establezca el código
procesal penal. 

Esas prerrogativas que tiene el ministerio público, también las tienen las partes en el proceso, ya que,
de conformidad con el artículo 286, las partes pueden proponer al ministerio público diligencias de
investigación en cualquier momento del procedimiento preparatorio. El ministerio público las realiza
si las considera pertinentes y útiles; en caso contrario, hace constar las razones de su negativa, es
decir, por escrito.

Pero  como el ministerio público no tiene la ultima palabra, las partes pueden acudir ante el juez,
para que decida sobre la procedencia de la prueba propuesta. Si el juez estima que la diligencia es
procedente, ordena al ministerio público su realización.

Objeción al Dictamen de Archivo Fiscal.


El articulo 281 del C. P. P., le da al ministerio público la facultad de disponer el archivo de un caso
acogiendo cualquiera de las 9 causales que establece dicho texto legal; dicho dictamen de archivo
tiene un carácter de provisionalidad cuando ha sido dispuesto acogiendo una de las causales previstas
en los numerales 1, 2, 3, y 4; en cambio cuando se dispone el archivo en virtud de las causales
contenidas en los numerales 5, 6, 7, 8 y 9, el mismo es definitivo, ya que extingue la acción penal.

Esta facultad que la norma le otorga al ministerio público no es absoluta, ya que, de conformidad con
el articulo 282, antes de disponer el archivo invocando las causas previstas en los numerales 4 y 5
del artículo 281, el ministerio público debe ponerlo en conocimiento del querellante o, en su caso, de
la víctima que ha solicitado ser informada y ofrecido su domicilio, para que éstos manifiesten si
tienen objeción al respecto; en este caso, deben indicarlo por escrito ante el ministerio público dentro
de los diez (10) días siguientes a su notificación.

Si el ministerio público decide archivar, no obstante la objeción de la víctima o del querellante, éstos
pueden acudir al juez para que proceda al examen del archivo.

Por otra parte el artículo 283 establece que, si el ministerio público dispone el archivo del caso en
virtud de cualquiera de las causales previstas en el artículo 281, se notifica a la víctima que haya
presentado la denuncia o al querellante. Ella puede objetar el archivo ante el juez, dentro de los tres
días, solicitando la ampliación de la investigación, indicando los medios de prueba practicables o
individualizando al imputado.

En todas las causales que se presente una objeción, el juez convoca a una audiencia en el plazo de
cinco días, pudiendo confirmar o revocar el archivo. Dicha decisión es Apelable ante la corte.

Objeción a la Solicitud de Peticiones.

183
Durante el procedimiento preparatorio las partes se ven con frecuencia en la necesidad de acudir ante
el ministerio público a los fines de ofrecer pruebas que entienden que le son útiles, a realizar
peticiones sobre devolución de pertenencias, requerir cualquier información con relación al proceso,
presentar excepciones o incidentes, etc.; como es natural en muchos casos la respuesta del ministerio
público no satisface los requerimientos de las partes, provocando una controversia.

En ese ultimo caso no hay porque alterarse ni molestarse, ya que el articulo 292, establece que las
partes pueden acudir ante el juez a los fines de que resuelva peticiones, excepciones o incidentes en
los que se verifique la necesidad de ofrecer prueba o resolver una controversia, convocando a una
audiencia dentro de los cinco días de su presentación. En los demás casos no señalados
precedentemente, el juez resuelve directamente dentro de los tres días de la presentación de la
solicitud.

Objeción a la devolución de bienes muebles


La decisión del ministerio público referida a la devolución puede ser objetada ante el juez.

Resolución de peticiones, excepciones e incidentes


Cuando el juez debe resolver peticiones, excepciones o incidentes en los que se verifique la
necesidad de ofrecer prueba o resolver una controversia, convocará a una audiencia dentro de los
cinco días de su presentación. En los demás casos resuelve directamente dentro de los tres días de la
presentación de la solicitud.

Declaratoria de caso complejo. Prórroga de plazo.


Cuando la tramitación sea compleja a causa de la pluralidad de hechos, del elevado número de
imputados o víctimas o por tratarse de casos de delincuencia organizada, a solicitud del ministerio
público titular, antes de la presentación de cualquier requerimiento conclusivo, el juez puede
autorizar, por resolución motivada, la aplicación de las normas especiales previstas en este título. La
decisión rendida es apelable.

Una vez autorizado este procedimiento, produce los siguientes efectos:


1) El plazo máximo de duración del proceso es de cuatro años;
2) El plazo ordinario de la prisión preventiva se extiende hasta un máximo de dieciocho meses y, en
caso de haber recaído sentencia condenatoria, hasta seis meses más;
3) El plazo acordado para concluir el procedimiento preparatorio es de ocho meses, si se ha dictado
la prisión preventiva o el arresto domiciliario, y de doce meses si se ha dictado cualquier otra de las
medidas de coerción previstas en el artículo 226. La prórroga puede ser de cuatro meses más;
4) Cuando la duración del debate sea menor de treinta días, el plazo máximo de la deliberación se
extiende a cinco días y el de la redacción de la motivación de la sentencia a diez. Cuando la duración
del debate sea mayor, esos plazos son de diez y veinte días respectivamente;
5) Los plazos para la presentación de los recursos se duplican;
6) Permite al ministerio público solicitar la aplicación de un criterio de oportunidad si el imputado
colabora eficazmente con la investigación, brinda información esencial para evitar la actividad
criminal o que se perpetren otras infracciones, ayude a esclarecer el hecho investigado u otros
conexos o proporcione información útil para probar la participación de otros imputados, siempre que
la acción penal de la cual se prescinde resulte considerablemente más leve que los hechos punibles
cuya persecución facilita o
cuya continuación evita. En este caso, la aplicación del criterio de oportunidad debe ser autorizada
por sentencia del juez o tribunal competente. En todos los casos rigen las normas de retardo de
justicia

Anticipo de prueba.

184
El anticipo de la prueba. ¿Cuándo procede? Las partes pueden excepcionalmente solicitar al juez un
anticipo de prueba cuando:
Se trate de un peritaje que por sus características no permita que se realice posteriormente un nuevo
examen;
Es necesaria la declaración de un testigo que, por algún obstáculo difícil de superar, se presuma que
no podrá hacerse durante el juicio o, cuando por la complejidad del asunto, exista probabilidad de
que el testigo olvide circunstancias esenciales sobre lo que conoce

Tema 7
Fase Intermedia. Actos o requerimientos conclusivos: suspensión condicional del
procedimiento, requisitos, reglas, periodo de duración, posibilidad de revocación;
procedimiento penal abreviado en acuerdo pleno, requisitos, fase de admisibilildad,
procedimiento, decisiones probables; solicitud de apertura a juicio: Contenido de la acusación,
acusación alternativa o subsidiaria, la audiencia preliminar: Alcance, objeto y desarrollo de la
audiencia,; posibles decisiones

Actos o requerimientos conclusivos: suspensión condicional del procedimiento, requisitos, reglas,


periodo de duración, posibilidad de revocación;

Suspensión Condicional de Procedimiento. El MP, de oficio o a petición de parte, puede solicitar al


juez la suspensión condicional del procedimiento en cualquier momento previo a que se ordene la
apertura de juicio.

Requisitos
1) Que se trate de una infracción que conlleve una pena privativa de libertad igual o inferior a 5
años;
2) Que el imputado no haya sido condenado penalmente con anterioridad;
3) El imputado debe de declarar su conformidad con el procedimiento;
4) El imputado admite los hechos que se le atribuyen; y
5) Repara el daño causado en ocasión de la infracción, firmado un acuerdo con la víctima o prestado
garantía suficiente para cumplir con esa obligación.

Las reglas a imponer serán:


1) Residir en un lugar determinado o someterse a la vigilancia que señale el juez;
2) Abstenerse de visitar ciertos lugares o personas;
3) Abstenerse de visitar al extranjero;
4) Abstenerse del abuso de bebidas alcohólicas;
5) Aprender una profesión u oficio o seguir cursos de capacitación o formación indicados en la
decisión;
6) Prestar trabajo de utilidad pública o interés comunitario en una institución estatal u organización
sin fines de lucro, fuera de sus horarios habituales de trabajo remunerado;
7) Abstenerse del porte o tenencia de armas; y
8) Abstenerse de conducir vehículos de motor fuera del trabajo, en los casos en que el hecho que se
atribuye se relaciona con una violación a las reglas relativas al tránsito de vehículos.

Periodo de duración
El juez, al decidir sobre la suspensión, fija el plazo de prueba, no menor de un año ni mayor de tres.
El plazo de prueba se suspende mientras el imputado se encuentre privado de su libertad en razón de
otro procedimiento.

185
Cuando, sin ser privado de su libertad, el imputado está sujeto a otro procedimiento, plazo sigue
corriendo, pero se suspende la declaración de extinción de la acción penal hasta que se dicte la
resolución que lo sobresee, absuelve o extingue la acción penal a su respecto en el otro
procedimiento

Posibilidad de revocación
Si en forma considerable e injustificada, el imputado se aparta de las condiciones impuestas, comete
una nueva infracción o incumple con los acuerdos sobre la reparación, el juez, a solicitud del
ministerio público, puede ordenar en audiencia, mediante decisión motivada, la revocación de la
suspensión condicional y la reanudación del procedimiento.

Procedimiento penal abreviado en acuerdo pleno, requisitos, fase de admisibilildad, procedimiento,


decisiones probables;

Es un procedimiento especial bilateral o multilateral, a través del cual, las partes pueden
voluntariamente, suprimir ciertas fases del proceso ordinario, entre ellos el juicio, fijando los hechos
y negociando la pena a imponer con algunos efectos vinculantes, y les solicitan al juez de juicio
resolver en sentencia, con los elementos de pruebas existentes.

Modalidades. Existen dos modalidades: el pleno acuerdo y el acuerdo parcial

El acuerdo pleno. Donde las partes se ponen de acuerdo sobre los hechos y las penas. En cualquier
momento previo a que se ordene la apertura de juicio, el MP puede proponer la aplicación del juicio
penal abreviado.

Requisitos:
Cuando concurren las siguientes circunstancias:
1) Se trate de un hecho punible que tenga prevista una pena máxima igual o inferior a cinco años de
pena privativa de libertad, o una sanción no privativa de libertad;
2) El imputado admite el hecho que se le atribuye y consiente la aplicación de este procedimiento,
acuerda sobre el monto y tipo de pena y sobre los intereses civiles;
3) El defensor acredite, con su firma, que el imputado ha prestado su consentimiento de modo
voluntario e inteligente sobre todos los puntos del acuerdo. La existencia de co-imputados no impide
la aplicación de estas reglas a alguno de ellos.

Fase de admisibilidad:
En cualquier momento previo a que se ordene la apertura de juicio, el ministerio público puede
proponer la aplicación del juicio penal abreviado

Si el juez no admite la aplicación del juicio penal abreviado ordena al ministerio público que
continúe el procedimiento. En este caso, el requerimiento anterior sobre la pena no vincula al
ministerio público durante el juicio, ni la admisión de los hechos por parte del imputado puede ser
considerada como reconocimiento de culpabilidad.

Procedimiento.
Cumplidos los requisitos previstos en el artículo anterior, el ministerio público presenta la acusación
con indicación de la pena solicitada.
Si admite la solicitud, el juez convoca a las partes a una audiencia, en la que les requiere que funden
sus pretensiones. Escucha al querellante, al ministerio público y al imputado y dicta la resolución
que corresponde. El juez puede absolver o condenar, según proceda, y resuelve sobre los intereses
civiles.

186
Si condena, la pena impuesta no puede superar la requerida en la acusación ni agravar el régimen de
cumplimiento solicitado. La sentencia contiene los requisitos previstos en este código, aunque de un
modo sucinto y es apelable.

El acuerdo parcial. En cualquier caso las partes pueden acordar exclusivamente sobre los hechos y
solicitar un juicio sobre la pena. Esta solicitud se hace directamente al Juez o tribunal que debe
conocer del juicio y contiene el ofrecimiento de prueba para la determinación de la pena.

Procedimiento.
El juez o tribunal convoca a las partes a una audiencia para verificar el cumplimiento de los
requisitos formales, debatir sobre la calificación y proveer o rechazar el ofrecimiento de prueba para
el juicio sobre la pena. Se sustancia de conformidad a las reglas previstas para la división del juicio.

Decisiones probables
Concluida la audiencia el juez o tribunal declara la absolución o culpabilidad del imputado, admite la
prueba ofrecida, y fija el día y la hora para la continuación del debate sobre la pena.

Solicitud de apertura a juicio: Contenido de la acusación, acusación alternativa o subsidiaria,


El juez dicta auto de apertura a juicio cuando considera que la acusación tiene fundamentos
suficientes para justificar la probabilidad de una condena. La resolución por la cual el juez ordena la
apertura a juicio contiene:
1) Admisión total de la acusación;
2) La determinación precisa de los hechos por los que se abre el juicio y de las personas imputadas,
cuando el juez sólo admite parcialmente la acusación;
3) Modificaciones en la calificación jurídica, cuando se aparte de la acusación;
4) Identificación de las partes admitidas;
5) Imposición, renovación, sustitución o cese de las medidas de coerción, disponiendo en su caso, la
libertad del imputado en forma inmediata;
6) Intimación a las partes para que en el plazo común de cinco días, comparezcan ante el tribunal de
juicio y señalen el lugar para las notificaciones.
Esta resolución no es susceptible de ningún recurso. Efectuadas las notificaciones correspondientes,
y dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, el secretario remite la acusación y el auto de
apertura a juicio a la secretaría del tribunal de juicio correspondiente.

Contenido de la acusación (Art. 294 CPP)


Cuando el ministerio público estima que la investigación proporciona fundamento para someter a
juicio al imputado, presenta la acusación requiriendo la apertura de juicio.
La acusación debe contener:
1) Los datos que sirvan para identificar al imputado;
2) La relación precisa y circunstanciada del hecho punible que se atribuye al imputado, con
indicación específica de su participación;
3) La fundamentación de la acusación, con la descripción de los elementos de prueba que la motivan;
4) La calificación jurídica del hecho punible y su fundamentación;
5) El ofrecimiento de la prueba que se pretende presentar en juicio, que incluye la lista de testigos,
peritos y todo otro elemento de prueba, con la indicación de los hechos o circunstancias que se
pretende probar, bajo pena de inadmisibilidad.

Acusación alternativa o subsidiaria.


En la acusación, el ministerio público o el querellante pueden señalar, alternativa o subsidiariamente,
las circunstancias del hecho que permitan calificar el comportamiento del imputado como una
infracción distinta, a fin de posibilitar su correcta defensa

187
La audiencia preliminar: Alcance, objeto y desarrollo de la audiencia,; posibles decisiones

Cuando se presente la acusación, el secretario notifica a las partes e informa al ministerio ponga a
disposición de las partes los elementos de prueba reunidos durante la investigación, quienes pueden
examinarlos en el plazo común de cinco días. Por el mismo acto, convoca a las partes a una
audiencia oral y pública, que debe realizarse dentro de un plazo no menor de diez días ni mayor de
veinte.

La Audiencia Preliminar como Instrumento Garantista Al Imputado Ofrece la oportunidad de


derrotar la acusación demostrando la inexistencia de responsabilidad Protege su dignidad y honra
Garantiza la razonabilidad de las pretensiones del querellante. A los ciudadanos que colaboran con el
proceso como testigos o de alguna otra forma garantiza que serán objeto de un trato digno evitando
que se disponga de su tiempo innecesariamente. A la administración pública como medida de
economía procesal que no se instarán acciones infundadas impidiendo el gasto público innecesario.
A la víctima el derecho a intervenir en el proceso y a ser escuchada antes de cada intervención que
implique la extinción de la acción penal siempre que lo solicite.

Objeto de la Audiencia Preliminar Un juicio a la acusación no al imputado, se pretede con ella


valorar la admisibilidad de las pruebas y la suficiencia de la acusación determinar la validez de las
alegaciones que impidan la celebración del juicio, particularmente aquellas de naturaleza jurídica

Procedimiento
El día señalado se realiza la audiencia con la asistencia obligatoria del ministerio público, el
imputado, el defensor y el querellante. Las ausencias del ministerio público y del defensor son
subsanadas de inmediato, en el último caso, nombrando un defensor público o permitiendo su
reemplazo. El juez invita al imputado para que declare en su defensa, dispone la producción de la
prueba y otorga tiempo suficiente para que cada parte fundamente sus pretensiones. El juez vela
especialmente para que en la audiencia preliminar no se pretenda resolver cuestiones que son propias
del juicio.
Si no es posible realizar la audiencia por ausencia del imputado, el juez fija nuevo día y hora y
dispone todo lo necesario para evitar su suspensión. A solicitud del ministerio público o del
querellante, el juez puede ordenar el arresto.
En cuanto sean aplicables, rigen las reglas del juicio, adaptadas a la sencillez de la audiencia
preliminar.
De esta audiencia se elabora un acta

Posibles decisiones

Inmediatamente después de finalizada la audiencia, el juez resuelve todas las cuestiones planteadas
y, en su caso:
1) Admite total o parcialmente la acusación del ministerio público o del querellante, y ordena la
apertura a juicio;
2) Rechaza la acusación del ministerio público o del querellante y dicta auto de no ha lugar a la
apertura a juicio;
3) Ordena la suspensión condicional del procedimiento;
4) Resuelve conforme un procedimiento abreviado;
5) Ordena la corrección de los vicios formales de la acusación del ministerio público o del
querellante;
6) Impone, renueva, sustituye o hace cesar las medidas de coerción;

188
7) Aprueba los acuerdos a los que lleguen las partes respecto de la acción civil resarcitoria y ordena
todo lo necesario para ejecutar lo acordado;

La lectura de la resolución vale como notificación.

Tema 8
Las Medidas de Coerción. Medidas de coerción: Tipos. Las medidas de coerción personales:
Finalidad. Enumeración. Presupuestos necesarios para su imposición. Duración. Efectos sobre
los plazos procesales. Principios que la rigen: provisionalidad, instrumentalidad, variabilidad;
las medidas de coerción reales: tipos, alcance y fines. Embargo y otras medidas conservatorias.
Reglas aplicables. Vías de recursos para ambos tipos de medidas. Revisión posible.

Medidas de coerción: Tipos.


Las medidas de coerción pueden ser personales reales.

Las medidas de coerción personales: Finalidad.


Las medidas de coerción personales son aquellas que recen directamente sobre la persona. Tienen
por finalidad limitar la libertad de actividades o de movimiento del imputado para asegurar su
presencia en el procedimiento.
Enumeración
1. El arresto;
2. La conducencia;
3. La presentación de una garantía económica suficiente;
4. La prohibición de salir sin autorización del país;
5. La obligación de presentarse periódicamente ante el juez;
6. La colocación de localizadores electrónicos;
7. El arresto domiciliario;
8. La prisión preventiva.
Presupuestos necesarios para su imposición.

Procede aplicar medidas de coerción, cuando concurran todas las circunstancias siguientes:
1. Existen elementos de prueba suficientes para sostener que el imputado es autor o cómplice
de una infracción;
2. Existe peligro de fuga basado en una presunción razonable.
La infracción que se le atribuya esté reprimida con pena privativa de libertad

Duración.

La prisión preventiva está sometida a un límite temporal razonable a los fines de evitar que se
convierta en una pena anticipada

Efectos sobre los plazos procesales.


El MP debe concluir el procedimiento preparatorio y presentar el requerimiento respectivo o
disponer el archivo en un plazo máximo de 3 meses si contra el imputado se ha dictado prisión
preventiva o arresto domiciliario, y de 6 meses si ha sido ordenada otra de las medidas de coerción
previstas en el artículo 226.

Principios que la rigen: provisionalidad, instrumentalidad, variabilidad;


Principio de provisionalidad: todas las medidas de coerción nacen con una vocación de
provisionalidad, pues deberán dejarse sin efecto cuando no sean necesarias para asegurar el
cumplimiento de las finalidades del proceso penal.

189
El carácter instrumental de las medidas de coerción, viene determinado, por el hecho de que las
medidas de coerción no pueden considerarse como un fin en si misma, sino que su finalidad es
asegurar el normal desarrollo del proceso penal.

El principio de Variabilidad. La resolución judicial que impone una medida de coerción o la


rechace es revocable o reformable en cualquier estado del procedimiento

Las medidas de coerción reales: tipos, alcance y fines.

Con la finalidad de asegurar el cumplimiento de la reparación del daño y perjuicio causado por el
hecho punible, y el pago de las multas y costas del procedimiento. Se aplica al imputado mediante la
constitución de una garantía económica en diversas modalidades.
Tipos de medidas de coerción reales. EL juez puede, a solicitud de la parte, autorizar el embargo, la
inscripción de hipoteca judicial, o cualquier otra medida conservatoria prevista por la ley civil. Del
mismo modo, el MP puede solicitar dichas medidas a los fines de garantizar el pago de multas
imponibles o las costas y, aun la acción civil si ella le ha sido delegada.

Garantía. La garantía es presentada por el imputado u otra persona mediante el depósito de dinero,
valores, con el otorgamiento de prendas o hipotecas sobre bienes libres de gravámenes, con una
póliza con cargo a una empresa de seguros dedicada a este tipo de actividades comerciales, con la
entrega de bienes, o la fianza solidaria de una o más personas solventes. Al decidir sobre la garantía,
el juez fija el monto, la modalidad de la prestación y aprecia su idoneidad. En ningún caso fija una
garantía excesiva ni de imposible cumplimiento en atención a los recursos económicos del imputado.
Embargo y otras medidas conservatorias. Reglas aplicables.
Embargo y otras medidas conservatorias. Para garantizar la reparación de los daños y perjuicios
provocados por el hecho punible y el pago de las costas del procedimiento, las partes pueden
formular al juez la solicitud de embargo, inscripción de hipoteca judicial u otras medidas
conservatorias previstas por la ley civil. La adopción de tales medidas requiere de la previa solicitud
de las partes o del ministerio público, para garantizar el pago de las multas imponibles o de las costas
o cuando la acción civil le haya sido delegada.
Reglas aplicables. El trámite se rige, en cuanto sean aplicables, por las reglas del Código de
Procedimiento Civil y la legislación especial

Vías de recursos para ambos tipos de medidas.

Todas las decisiones judiciales relativas a las medidas de coerción reguladas por este Libro son
apelables. La presentación del recurso no suspende la ejecución de la resolución.
Revisión posible.
La resolución judicial que impone una medida de coerción o la rechace es revocable o reformable en
cualquier estado del procedimiento. Salvo lo dispuesto especialmente para la prisión preventiva, el
juez, en cualquier estado del procedimiento, a solicitud de parte, o de oficio en beneficio del
imputado, revisa, sustituye, modifica o hace cesar las medidas de coerción por resolución motivada,
cuando así lo determine la variación de las condiciones que en su momento las justificaron
Tema 9
Régimen Probatorio en el Proceso Penal. La Prueba. Concepto; objeto. Modalidades de la
prueba según su objeto: medio de prueba, fuente de prueba. Sujetos de prueba, objeto de
prueba. Valoración de pruebas. La actividad probatoria y su alcance. La prueba como
garantía en un estado de derecho. Clasificación de los medios probatorios: conceptos de
prueba testimonial, pericial documental. Prueba preconstituida y anticipo de prueba.
Conceptos relativos a la prueba:admisión, incorporación, oferta, pertinencia, idoneidad,

190
sobreabundancia, relevancia, valoración. Principios Generales relativos a la prueba. Libertad
probatoria. Legalidad de la prueba.Exclusión probatoria. Obtención ilícita. Producción
irregular. Principios procesalesrelativos a la prueba y su incorporación: oralidad,
contradicción, inmediación

La Prueba. Concepto; objeto.

Es un medio o motivo alegado por las partes, y como certeza inequívoca en la convicción del juez
tiene como finalidad la búsqueda de la verdad material de los hechos.

 La prueba es una garantía contra la arbitrariedad en las decisiones judiciales. La prueba es el medio
más seguro para la reconstrucción judicial de un hecho, haciéndolo de forma comprobable y
demostrable. “

El objeto: Es aquello sobre lo que puede o debe recaerla prueba. Las características de cada
caso,determinan el objeto de la prueba; es decir,los hechos y circunstancias que pueden odeben ser
probados. Los hechos “notorios” no son objeto de prueba; la causa y manera de muerte, son objeto
de prueba en un homicidio

Modalidades de la prueba según su objeto: medio de prueba, fuente de prueba.

Son las realidades que en general pueden ser probadas, con lo que se incluye todo lo que
las normas jurídicas pueden establecer como supuesto fáctico, del que se deriva una consecuencia
también jurídica.

La prueba es la actividad necesaria que implica demostrar la verdad de un hecho, su existencia o


contenido según los medios establecidos por la ley. En el mismo sentido que el anterior, Claus Roxin
define a la prueba como “el medio u objeto que proporciona al Juez el convencimiento de la
existencia de un hecho”

Los medios de prueba más importantes o al menos los que se reconocen como factibles en las leyes
de procedimiento son:
 La confesión.
 El testimonio.
 La pericia.
 La prueba documental.
 La inspección ocular.
 La prueba de presunciones.

La fuente de prueba se refiere a un concepto extrajurídico, a una realidad anterior al proceso:


Las fuentes de prueba son los elementos que existen en la realidad; La fuente es anterior al proceso y
existen independientemente de él, el medio se forma durante el proceso y pertenece a él. La fuente es
lo sustancial y material: el medio, lo adjetivo y formal
Las fuentes son los hechos percibidos por el juez y que le sirven para la deducción de los hechos a
probar.

Los medios de prueba aluden a conceptos jurídicos, y sólo existen en el proceso, en cuanto en él


nacen y se desarrollan., consisten en las actividades que es preciso desplegar para incorporar las
fuentes al proceso.

191
José Ovalle los define como “los instrumentos con los cuales se pretende probar
En lo penal, la prueba por excelencia lo es el testigo

Sujetos de prueba, objeto de prueba.

Sujetos de prueba

Es la persona que introduce en el proceso el elemento o medio probatorio que sirve de forma
demostrativa.

Objeto de prueba es todo hecho que precisa demostración en el proceso por construir presupuestos
para la decisión.
Objeto de prueba son los hechos penalmente relevantes, pues lo que se prueba son las afirmaciones
respecto de lo que se diga del hecho, que puede ser verdadera o falsa

Valoración de pruebas. La actividad probatoria y su alcance.

Para Devis Echandía la valoración o apreciación de la prueba judicial es aquella operación que tiene
como fin conocer el mérito o valor conviccional que pueda deducirse de su contenido. Se trata de
una actividad procesal exclusiva del juez. Es el momento culminante y decisivo de la actividad
probatoria. Su importancia es extraordinaria.

La actividad probatoria está constituida por la actuación que realizan dentro del proceso todos los
sujetos procesales (órgano jurisdiccional, Ministerio Público, imputado, partes) con el fin de
establecer la exactitud o inexactitud de los hechos objeto delproceso, dado que la prueba es el único
medio científico legalmente admitido para llegar al descubrimiento de la verdad. También se conoce
como “la actividad dirigida a buscar, proporcionar, introducir, y utilizar objetos y órganos de
prueba”. En ese sentido, la prueba debe realizarse “con todas las garantías procesales y
especialmente con respeto absoluto a los derechos fundamentales, ya que de lo contrario el juez no
podría entrar a examinar su fuerza de convicción, al estarle prohibida su valoración”; estos derechos
no solo deben garantizarse al momento de su obtención, sino también dentro del proceso, cuando es
propuesta por las partes, hasta el momento de su valoración

La prueba como garantía en un estado de derecho.


Dentro de la concepción del proceso acusatorio, que es el consagrado por la Constitución Política de
la República Dominicana , y en los Convenios Internacionales que forman parte, (por su naturaleza),
de disposiciones con carácter constitucional y del ordenamiento jurídico adjetivo, el sistema
probatorio está regido por los principios de publicidad, oralidad y contradicción, así como de
inmediación, concentración y de manera fundamental por el de legalidad, todo lo cual se desarrollará
y se hará una somera incursión, empleando el método comparativo con el propuesto nuevo Código
Procesal Penal, que consagra, sin mediatización, el sistema acusatorio o debido proceso penal, que es
la garantía de la vigencia de los derechos humanos.

El principio de legalidad exige que la medida limitativa de derechos fundamentales esté prevista
expresamente en la ley . Constituye una garantía del Estado de Derecho, que expresa el principio de
supremacía de las leyes, del que se deriva la vinculación positiva a la ley del poder ejecutivo y
judicial. Es un presupuesto formal de toda medida limitativa o restrictiva de derechos fundamentales.
Además exige que la ley tenga un contenido mínimo, reflejando la aplicación del principio de
proporcionalidad a la concreta medida limitativa. El juez únicamente podrá autorizar aquellas
concretas medidas limitativas previstas y reguladas en la ley. Además, toda limitación o restricción

192
de derechos fundamentales deberá interpretarse restrictivamente, en el sentido más favorable a la
eficacia y esencia de tales derechos.

Conforme al sistema jurídico vigente, en las resoluciones judiciales sólo podrán admitirse como
ocurridos los hechos o circunstancias que hayan sido acreditados (con distintos grados de
convicción, según que resolución de que se trate: v. gr., para la prisión preventiva se requiere la
acreditación probable, en cambio para sentencia de condena se exige la acreditación cierta–certeza–)
mediante pruebas objetivas, las que no podrán ser sustituidas a tal fin por elementos puramente
subjetivos (v. gr., prejuicios, impresiones, etc.), ni por meros actos de voluntad de los jueces; ni por
“ningún consenso político, del parlamento, la prensa, los partidos o la opinión pública” (Ferrajoli): la
prueba por ser insustituible como fundamento de una condena, es la mayor garantía frente a la
arbitrariedad punitiva.
La convicción de culpabilidad necesaria para condenar, únicamente puede derivar de los datos
probatorios legalmente incorporados al proceso: Son las pruebas, no los jueces, las que condenan;
ésta es la garantía.

Clasificación de los medios probatorios: conceptos de prueba testimonial, pericial documental.


Los medios de prueba pueden ser: testimonial, pericial, documental y material;

Prueba testimonial. El testimonio es la declaración que hace una persona sobre hechos de los cuales
ha tenido conocimiento por si mismo, por haberlos visto u oído. Este modo de prueba es la prueba
ordinaria en materia penal, en donde se trata casi siempre de hechos materiales que no se pueden
establecer sino por testigos.
Prueba pericial. Es aquella que intenta obtener para el proceso una decisión judicial fundada en
especiales conocimientos científicos, técnico o artísticos, útiles para el descubrimiento o la
valoración de un elemento de prueba. La prueba pericial debe ser practicada por expertos
imparciales, objetivos e independientes.

Prueba documental y material: Es un papel escrito, o voces o sonidos grabados, donde constan
palabras, fotos, imágenes o dibujos, sobre cualquier soporte (papel, madera, mármol, vidrio, soporte
electrónico, etcétera). Es un objeto o cosa material, que relata experiencias pasadas, pensamientos,
manifestaciones de voluntad, actos comunicativos que sirven para confirmar o desmentir, hechos o
actos de relevancia jurídica. El documento es un medio de prueba, que deberá ser valorado por el
Juez al decidir la controversia, pero a su vez es un objeto de prueba, ya que debe ser examinado y
verificado en el proceso, para corroborar su autenticidad. Es una prueba preconstituida, pues existe
antes del proceso judicial.

Prueba preconstituida y anticipo de prueba.

La Prueba Preconstituida, es la que nace antes del proceso, fuera del proceso y sin orden ni
intervención del Juez. Aquí el control de la Prueba es posible pero "a posteriori". Pues, como su
formación ha ocurrido fuera del proceso, solo es posible el control ulterior.. Sin embargo, ella
adquiere de forma inmediata un valor preestablecido por la ley, y por ello se dice que la prueba
preconstituida "entra probando al proceso".

Anticipo de prueba.

El anticipo de pruebas es una figura que está contemplada en el Art. 287 del Código Procesal Penal,
el mismo constituye una excepción, cuya finalidad se traduce en primer término, en un peritaje que
por sus características no permita que se realice posteriormente un nuevo examen y en segundo
lugar, cuando se trata de prueba testimonial con la cual puede presentarse también de dos forma: una,

193
cuando es necesario la declaración de un testigo que, por algún obstáculo difícil de superar, se
presume que no podrá hacerse durante el juicio; y la otra, cuando por la complejidad del asunto,
exista probabilidad de que el testigo olvide circunstancias esenciales sobre lo que conoce.

Art. 287 CPP: Excepcionalmente, las partes pueden solicitar al juez un anticipo de prueba cuando:
1) Se trate de un peritaje que por sus características no permita que se realice posteriormente un
nuevo examen;

2) Es necesaria la declaración de un testigo que, por algún obstáculo difícil de superar, se presuma
que no podrá hacerse durante el juicio o, cuando por la complejidad del asunto, exista probabilidad
de que el testigo olvide circunstancias esenciales sobre lo que conoce.
El juez practica el acto, si lo considera admisible, y cita a las partes, quienes tienen derecho a asistir,
a hacer uso de la palabra con autorización del juez. En todo caso, las partes presentes pueden
solicitar que consten en el acta las observaciones que estiman pertinentes, incluso sobre
irregularidades e inconsistencias del acto.
El acto se registra por cualquier medio fehaciente y será conservado por el ministerio público, sin
perjuicio de que las partes se puedan hacer expedir copia.

Conceptos relativos a la prueba:

La admisibilidad o denegación de los medios de pruebas está sujeta a su referencia directa o indirecta
con el objeto del hecho investigado y a su utilidad para descubrir la verdad.
Incorporación, incorporación alude al momento procesal de producción probatoria. O acreditación
es el requisito previo a la admisibilidad, y se satisface con la presentación de evidencia suficiente
para sostener una determinación de que la materia en cuestión es lo que el oponente sostiene

La Oferta de los medios de prueba la hace el MP al momento de presentar la acusación, enumera


cada una de aquellas con las que cuenta para demostrar e hecho alegado.

Pertinencia prueba impertinente es la no relativa a hechos que guarden relación con el objeto del
proceso (quae ad obiectum non pertinent). Pertinente por tanto, no es lo que parezca oportuno o
conveniente, o incluso necesario, sino lo que pertenece al ámbito objetivo del proceso.

Se refiere a que “El dato probatorio deberá relacionarse con los extremos objetivo y subjetivo de la
imputación delictiva, o con cualquier hecho o circunstancia jurídicamente relevante del proceso”

Idoneidad Se refiere a la relevancia y la utilidad de la prueba.

Sobreabundancia cuando los medios ofrecidos versan sobre un asunto que ya está sobre demostrado.

Relevancia,
Hace referencia a la idoneidad de un dato, es decir que todo acto encaminado a demostrar un hecho,
debe versar sobre él en la medida que la obtención de un conocimiento cierto o probable sobre el
objeto de averiguación, permite alcanzar la verdad en el proceso penal. La relevancia está
directamente relacionada con la utilidad de la prueba, es decir, con aquél elemento que tenga
relación al objeto que pretende probarse, por cuanto todo aquella circunstancia que carezca de toda
importancia será irrelevante para verificar el hecho investigado.

Valoración El juez o tribunal valora cada uno de los elementos de prueba, conforme las reglas de la
lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencia y está en la obligación de explicar

194
las razones por las cuales se les otorga determinado valor, con base a la apreciación conjunta y
armónica de toda la prueba.
Las actas que tienen por objeto la comprobación de contravenciones hacen fe de su contenido hasta
prueba en contrario

Principios Generales relativos a la prueba. Libertad probatoria.


(Artículo No.170).
          Los hechos punibles y sus circunstancias pueden ser acreditados mediante cualquier medio de
prueba permitido, salvo prohibición expresa

Legalidad de la prueba.

(Artículos Nos. 26, 166 y 167).

Los elementos de prueba sólo pueden ser valorados si han sido obtenidos por un medio lícito y
conforme a las disposiciones del CPP.

Exclusión probatoria.

No puede ser apreciada para fundar una decisión judicial, ni utilizada como presupuesto de ella, la
prueba recogida con inobservancia de las formas y condiciones que impliquen violación de derechos
y garantías del imputado, previstos en la Constitución de la República, los tratados internacionales y
este código. Tampoco pueden ser apreciadas aquellas pruebas que sean la consecuencia directa de
ellas, salvo si se ha podido obtener otra información lícita que arroje el mismo resultado.
Asimismo, no pueden ser valorados los actos cumplidos con inobservancia de las formas que
impidan el ejercicio del derecho a la tutela judicial de la víctima o impidan el ejercicio de los deberes
del ministerio público, salvo que el defecto haya sido convalidado

Obtención ilícita.

La prueba ilícita es aquella que se ha obtenido o valorado con vulneración de derechos


constitucionales e implican un perjuicio real y efectivo para alguna de las partes en el proceso. Las
mismas no son admitidas en el juicio

Producción irregular.

Cuando no se violen derechos o garantías del imputado, los actos defectuosos pueden ser
inmediatamente saneados, renovando el acto, rectificando el error, o cumpliendo el acto omitido, de
oficio o a petición del interesado.

Principios procesales relativos a la prueba y su incorporación: oralidad, contradicción,


inmediación.

Oralidad. El juicio es oral. La práctica de las pruebas y en general, toda intervención de quienes
participen en él se realiza de modo oral.
Contradicción. Es conocer el razonamiento del contrario y las pruebas que los sustentan, que es solo
de esta manera es posible rebatir u oponerse adecuadamente. A través de la contradicción del debate
se logra la imposición de los argumentos por todas las partes, por lo cual es posible el inmediato
cuestionamiento y objeción

195
Inmediación. Este principio consiste en que el juicio se lleve a cabo con la presencia ininterrumpida
de los jueces y de las partes. La inmediación implica el conocimiento directo de la prueba, el medio
probatorio como objeto de conocimiento y las partes del proceso como sujetos cognoscentes

Tema 10.
La Prueba II. Sistemas de Valoración de la Prueba.
Evolución de los sistemas de valoración de pruebas en Rep. Dom. Íntima convicción. Prueba
tasada. Sistema racional de valoración de pruebas. Sana crítica racional. Elementos que
conforman la sana crítica como sistema de valoración probatoria. La lógica, máximas de
experiencia y conocimientos de la ciencia

Evolución de los sistemas de valoración de pruebas en Rep. Dom.

Conforme al sistema de valoración de prueba que se adopta en el proceso penal, se establece que
para que un medio probatorio pueda ser tomado en consideración en una resolución debe ser
obtenida mediante un procedimiento permitido e incorporado al proceso conforme a la ley.
En la etapa preliminar. Se señala que la simple relación de documentos o la mención de los
requerimientos de las partes, no reemplazan la fundamentación. El juzgador debe referirse en su
resolución a todas las pruebas producidas en el juicio, indicando de forma clara y expresa, porque le
da credibilidad o se le resta credibilidad a los medios de prueba. Solo este sistema garantiza el
derecho de defensa.
Probabilidad de condena. El juez dicta Auto de Apertura a Juicio cuando considera que la
acusación tiene fundamentos suficientes para justificar la probabilidad de una condena.
Principios que rigen la prueba
 Objetividad. Tanto el fiscal en la parte de investigación, como el juez previo a emitir el
fallo, deben procurar hacer llegar al proceso toda la prueba tendente a lograr la más fiel reproducción
del hecho que se investiga.
 Legalidad. No podrán ser valorados para fundar una decisión judicial, ni utilizados como
presupuestos de ella, los actos que se lleven a cabo inobservando las formas y condiciones previstas
en la constitución, en los tratados sobre derechos humanos y la legislación ordinaria.
Íntima Convicción
En oposición al sistema de la prueba legal, existe el de la libre apreciación de la prueba, donde se le
confiere al juez la potestad para determinar sobre la admisión de las pruebas y sobre la valoración de
las mismas, dentro de los límites de la legalidad, para definir por sí mismo el valor de ellas, el grado
de certeza o certidumbre para forjar su convicción; este método, también se denomina el de la
certeza moral, o de la íntima convicción. Con arreglo al método de la libre convicción el juez debe
examinar y apreciar todos los medios de pruebas de conformidad con su raciocinio y su conciencia;
los medios de prueba tienen por lo general un contenido material, del cual deduce sus consecuencias
el juez, para la obtención de la verdad judicial.

Prueba tasada
Sistema de la tarifa legal o prueba tasada
Es aquel sistema de valoración de la prueba en donde el juzgador en el momento de apreciar los
elementos de prueba, queda sometido a una serie de reglas abstractas preestablecidas por el
legislador.
Según Iglesias (1995:44) en este sistema es el legislador el que, partiendo de supuestos
determinados, fija de modo abstracto la manera de apreciar determinados elementos de decisión,
separando ésta operación lógica de aquellas que el juez debía realizar libremente por su cuenta.
Si el juez valora la prueba según sus propios criterios hablamos de libre valoración de la prueba. Si
el juez ha de someterse a criterios legales que le dicen qué valor ha de dar a una determinada

196
actividad para fijar los hechos alegados por las partes, estamos ante la denominada prueba tasada o
legal.
Criterios Evaluación de la Prueba
Desde el punto de vista de la libertad dada al juez para la valoración de la prueba, y, dependiendo de
la mayor o menor atadura del juez a la ley, para la reconstrucción del relato conforme a la norma a
aplicar nos vamos a referir al sistema de la prueba legal y al de la íntima convicción del juez.

El Sistema de la Prueba Legal

Los criterios de la prueba legal están destinados a limitar el poder del juez, a sustituir al juez por el
legislador, y por consiguiente, a señalarle al juez el camino en forma minuciosa; la credibilidad del
medio de prueba era pesada y medida por la ley, no por el juez; no obstante ser el juez el amo y
señor del proceso; la ley intervenía para establecer el control previo para su admisión y apreciación.

Cuando las normas procesales le dan al juez indicación precisa acerca de cómo tiene que estructurar
la información obtenida de los medios de prueba admitidos y discutidos por las partes, o sea, que
obligan al juez a estructurar la información dentro del marco legal fijado por las normas procesales.
Por ejemplo sobre el valor de los documentos: según su clasificación en auténticos, bajo firma
privada y simples datos, haciendo los primeros fe máxima, hasta inscripción en falsedad.

Sistema de valoración de la prueba: Sana Crítica

Significado de la sana crítica frente a la prueba: Esa actitud crítica se revela esencial frente al acervo
probatorio. El medio de prueba no genera el convencimiento judicial.

El convencimiento judicial es un proceso mental, lógico, que se produce con una interacción de
elementos provenientes de su conocimiento, de su experiencia y de su pertenencia a un grupo social
y cultural.

La sana crítica vendría a ser un camino intermedio entre el sistema de tasación legal y el de
persuasión moral. Es, sin embargo, un sistema más libre de valoración pero con limitaciones para el
juez ya que debe expresar las razones de su conclusión. Es, en palabras de Couture, una feliz fórmula
para someter el trabajo intelectual del juez.

Para Eugenio Florian en el proceso de la valoración de la prueba, según el sistema de la de la libertad


de apreciación, son utilizables los métodos de la investigación histórica, que tiene por meta la
comprobación de la verdad: el encuadramiento del hecho en el derecho, lo que implica una operación
lógica, la absorción del primero en el segundo.

El libre convencimiento o íntima convicción debe combinarse con los fines del proceso, y, en este se
trata de obtener que la apreciación de las pruebas se haga con arreglo a la verdad, el método del libre
convencimiento debe siempre fundarse en pruebas lícitas.

Según Couture, el principio que exige valorar la prueba de acuerdo con “las reglas de la sana
crítica”, se aplica a todos los medios y no exclusivamente al testimonio. Por ejemplo, las
presunciones del hombre y los indicios se basan en esas reglas de la sana crítica: “preceptos de
higiene mental, que tienden a depurar la reflexión del juez sobre los frecuentes equívocos en que
puede incurrir. Para que el juez pueda apreciar la “mayor o menor relación o conexión entre los
hechos que la constituyen (presunciones no legales) y el que se trata de averiguar”, con el carácter
necesario que un solo indicio presente, o el valor de una sola presunción del hombre, o correlación,

197
gravedad y precisión de varios indicios no necesarios, debe recurrir no solo a la lógica, sino a la
sicología para el examen de sus propias reacciones e impresiones ante tales hechos.

Esas reglas de la sana crítica constituyen, pues, “un stándard jurídico”, un criterio permanente y
general para la valoración de la prueba judicial, pero no son inflexibles ni estáticas, porque son
tomadas del normal comportamiento social e individual, está sujeto a la ley de la evolución cultural,
técnicas, científicas, moral y económica.

En el nuevo Código Procesal Penal en su Art.172, al respeto de la valoración de la prueba establece


lo siguiente: “El juez o tribunal valora cada uno de los elementos de prueba, conforme las reglas de
la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de la experiencia y está en la obligación de
explicar las razones por las cuales se les otorga determinado valor, con base a la apreciación
conjunta y armónica de toda la prueba“.

Dentro del conjunto de las pruebas en el proceso penal la prueba más utilizada es el testimonio por
ser la que mejor se adapta al método histórico que es el idóneo para la reconstrucción de los hechos,
para la solución del caso concreto según el presupuesto de la norma general, ya que generalmente la
manifestación de la delincuencia no se presta a la prueba preconstituida y a otros medios de pruebas
dominados por criterios puramente formales como serían los documentos escritos, juramento, etc.

Elementos que conforman la sana crítica como sistema de valoración probatoria. La lógica,
máximas de experiencia y conocimientos de la ciencia.

La sana crítica en nuestro ordenamiento jurídico ha pasado de ser un sistema residual de valoración
de la prueba a uno que se ha abierto paso en muchas e importantes materias, y seguramente pasará a
ser la regla general cuando se apruebe el nuevo Código Procesal Civil. Sus elementos esenciales son
los principios de la lógica, las máximas de la experiencia, los conocimientos científicamente
afianzados y la fundamentación de las decisiones. La forma en que la sana crítica se está empleando
por los tribunales no puede continuar ya que desgraciadamente muchos jueces amparados en este
sistema no cumplen con su deber ineludible de fundamentar adecuadamente sus sentencias.

La lógica se define como el estudio de las reglas y métodos para distinguir el razonamiento válido
del inválido. Un razonamiento viene a ser el producto de una inferencia, pues puede ser entendido
como un conjunto de proposiciones tal que una de ellas (la conclusión) se afirma que se deriva de las
otras (las premisas), las cuales son consideradas como elementos explicativos de la primera

La lógica como integrante de la sana crítica Couture: señala las siguientes proposiciones: 1-Principio
de identidad, una cosa solo puede ser igual a sí misma; 2-Principio de contradicción, que una cosa
no puede ser explicada por proposiciones contrarias entre sí; 3-Principio de razón suficiente, las
cosas existen y son conocidas por una causa capaz de justificar su existencia

Las reglas de la experiencia son nociones de dominio común y que integran el acervo cognoscitivo
de la sociedad sin necesidad de mayores profundizaciones esto, las que cualquiera aprende en forma
inmediata y espontánea como verdades indiscutibles.

Las máximas de la experiencia Según Stein:


 Son juicios hipotéticos
 Su contenido es general
 Se desligan de los hechos concretos de donde derivan

198
 Pretenden tener validez para hechos nuevos.
 Las máximas de la experiencia son variables en el tiempo, mutan en la medida que lo hace la
experiencia humana.
 Se trata de cuestiones que se han inducido de las experiencias del juez y comprenden lo que este
tiene como vivencia propia.

Conocimientos científicamente afianzados Además de la lógica y las máximas de la experiencia se


incluye modernamente también a los conocimientos científicamente afianzados.

El avance y conocimiento científicos en cuanto a los elementos necesarios para probar ciertos
hechos o para manifestar ciertas circunstancias integra directamente el grupo de herramientas que el
juez puede utilizar para formar su criterio.

Tema 11
El Juicio: Principios:
Principios generales del Juicio. Principio de imputación, principio de oralidad e inmediación,
principio de publicidad, principio de contrariedad, principio de continuidad. Libertad del
imputado. Incomparecencia del resto de las partes. Juicio público. Participación de medios de
comunicación. Restricción de acceso a la sala de audiencias. Oralidad. Excepciones a la
oralidad. Dirección del debate por el presidente del tribunal. Deberes de los asistentes.
Causales de suspensión.
Formalidades de suspensión. Interrupción superior a 10 días. Preparación del debate. Fijación
de audiencia. Plazos que corren a partir de convocatoria: interponer excepciones, incidentes y
recusaciones. Resueltas por el juez en un solo acto o diferidas al momento de dictar sentencia.
Recursos en contra de la decisión de estos incidentes. Comunicar el orden en que pretenden las
partes presentar las pruebas. Prórroga del plazo del artículo 305 y casos en los cuales es
aplicable.

El Juicio: Principios: Principios generales del Juicio. Principio de imputación, principio de


oralidad e inmediación, principio de publicidad, principio de contrariedad, principio de
continuidad.

Principio de imputación
Cuando la ley nos informa que el juicio “..se realizará sobre la base de la acusación, se sitúa sobre el
principio de imputación definido como un componente de los derechos de audiencia y defensa,
cuando ha delineado el concepto del debido proceso. Este principio supone la formulación de una
acusación por parte del actor penal (ministerio público o querellante), descriptora del hecho de modo
preciso y circunstanciado con la respectiva calificación legal y, además, la individualización del
acusado”.

La importancia de este principio se establece por los efectos que trae consigo. La actuación del
acusador debe ser transparente en cuanto a los hechos que atribuye al imputado, para efectos de que
no haya trampas para la defensa. Y el tribunal tiene limitada su competencia fáctica a los hechos
objeto del proceso, aunque puede darles una calificación distinta a la propuesta por el actor penal.

Principios de oralidad e inmediación

199
En la fase de juicio el principio de oralidad juega un papel fundamental, en cuanto la mayoría de los
actos de esta etapa del proceso se cumplen de viva voz.
El conocimiento de los medios probatorios y la derivación de elementos de juicio a través de la
oralidad, es una decisión de importancia para un sistema penal democrático. El procedimiento escrito
está plagado de enormes dificultades de orden humano, constitutivas de obstáculos imposibles de
soslayar para alcanzar la verdad mediante la prueba.

La oralidad en la recolección de la prueba ubica en el mismo sitio a todas las partes -incluido el
tribunal- como receptor. Esto permite conocer al testigo, durante la brevedad de la declaración, en
los aspectos de educación y uso del lenguaje; las partes pueden descender al nivel del deponente,
para así valorar de la mejor forma el mensaje. Incluso, de ser necesario, este podrá expresar sus ideas
con ademanes o una dramatización en la sala de audiencias, con el uso de una pizarra o maqueta, etc.
Así se conocerá de la mejor forma la versión del testigo. Éste es el valor de la oralidad en la
recolección de la prueba, íntimamente relacionada con la inmediación.

La oralidad está íntimamente relacionada con la inmediación, pues no es suficiente la forma de cómo
se realiza el juramento del testigo, cómo se identifica y cómo habla; además debe el juzgador estar
atento a sus gestos y movimientos, permitiendo inclusive la demostración corporal y el
desenvolvimiento espacial. Este contacto permite otorgar crédito o desconfianza al testigo, imposible
durante el juicio escrito.

Inmediación implica el conocimiento directo de la prueba, el medio probatorio como objeto de


conocimiento y las partes del proceso como sujetos cognoscentes, enfrentadas sin obstáculos o filtros
que impidan la apreciación personal por el interesado.

La oralidad permite conocer directamente -de primera mano- la prueba incorporada al debate.

Principio de publicidad
La publicidad del debate es la posibilidad de cualquier ciudadano de presenciar la audiencia,
escuchar y observar la prueba para formarse su propio juicio. Es un medio que sirve a un derecho
penal democrático en dos sentidos: para la transparencia de la administración de justicia penal,
sometida al control indirecto del pueblo y como derecho del acusado de ser sometido a una pena sólo
en el caso de ser demostrada su culpabilidad. Quienes presencien el debate controlan la aplicación de
los derechos constitucionales y humanos, de modo que, cuando pudieran verse en la situación del
acusado tengan la seguridad de ser condenados únicamente a través de un juicio justo y legal. Por lo
dicho, la publicidad del debate en su totalidad es la regla y la ley admite pocas excepciones. La
regulación concreta está en el artículo 308 del Código Procesal Penal.

Las excepciones pueden ser clasificadas de la siguiente forma:

1- Excepciones generales a la publicidad por necesidad del secreto.

2- Excepciones individuales a la publicidad por razones de


Orden. Estas se dividen en:

A) Limitaciones de acceso a la prensa: Un problema es el de la concurrencia de la prensa a la


sala de audiencias, por cuanto en la actualidad la mayoría de los medios de comunicación colectiva
dirigen sus esfuerzos a la satisfacción del morbo antes que a informar objetivamente.
B) Exclusión de menores de doce años: Por lo general, los menores de doce años y en algunos
casos los mayores de esa edad también no guardan el comportamiento y atención debidos durante

200
audiencias prolongadas de cualquier naturaleza, a menos que se encuentren al cuidado de un mayor
de edad.
C) Limitaciones de acceso por razones de orden y disciplina: Cuando alguien no observe el
comportamiento adecuado dentro de la sala de audiencias, el tribunal podrá prohibir su acceso.
Igualmente podrá excluir el exceso de concurrentes o limitar la asistencia, de acuerdo a la capacidad
de la sala.

Principio de contradictoriedad.
El enfrentamiento entre partes en el proceso implica, en la mayoría de los casos, un choque de
intereses sustentados en ideas opuestas, de modo que el razonamiento o la argumentación de cada
uno se dirigirán a convencer acerca de la debilidad de la tesis de la contraparte y de la fortaleza de la
propia. Es el espacio para la aplicación práctica de la retórica jurídica.

Supuesto importante del contradictorio es conocer el razonamiento del contrario y las pruebas que lo
sustentan, pues solo de esta manera es posible rebatir u oponerse adecuadamente. A través de la
concentración del debate se logra la imposición de los argumentos por todas las partes, por lo cual es
posible el inmediato cuestionamiento y objeción.

Cualquier actuación en quebranto de la contradictoriedad del debate o en negación a la posibilidad


de rebatir, atenta contra el principio de inviolabilidad de la defensa y abre la posibilidad de recurrir

Principio de continuidad

El principio de continuidad es una forma de proteger los resultados de la oralidad, inmediación y


contradictoriedad. Estos permiten, en principio, conocer la prueba, examinarla y derivar de ella los
elementos de juicio en forma directa por el tribunal y las partes, en forma ininterrumpida

El principio de continuidad es un elemento integrante del debido proceso. Acerca del tiempo para la
celebración del debate, causas de suspensión y continuidad, se volverá posteriormente (no obstante,
basta de momento establecer que, cualquier violación en este aspecto constituye un quebranto del
debido proceso, con las consecuencias apuntadas).

Libertad del imputado.


El Art. 15 del NCPP, habla del estatuto de libertad y lo hace de la siguiente manera: “toda persona
tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Las medidas de coerción, restrictivas de
libertad personal o de otros derechos, tienen carácter excepcional y su aplicación debe ser
proporcional al peligro que trata de resguardar. Toda persona que se encuentre de manera arbitraria o
irrazonable privada de su libertad o amenazada de ello tiene derecho a recurrir ante cualquier juez o
tribunal a fin de que éste conozca y decida sobre la legalidad de tal privación o amenaza, en los
términos que establece este código”.

La libertad individual debe protegerse al máximo dentro del proceso penal, debiendo elegirse entre
normas que rigen la interpretación más favorable al imputado. Tal como señala Juan González
Bustamante, “si fuere posible, por respeto a la libertad humana, a nadie debiere privársele de ella
sino hasta el fin del proceso, cuando han quedado plenamente comprobadas la existencia del delito y
la responsabilidad penal del inculpado”.

El derecho a la libertad supone que cualquier persona tiene que tener un ámbito de actuación libre en
el que no tenga interferencias de los poderes públicos, sin otras limitaciones que las que vengan
impuestas por la ley, como expresión de la voluntad popular, o de su propia voluntad.

201
El reconocimiento de la libertad se ha plasmado, como derecho fundamental, en todas las
convenciones internacionales sobre la materia, como en el pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (Nueva York, 16 de diciembre de 1966), o en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (San José de Costa Rica, 7 al 22 de noviembre de 1969.

Juicio público. Participación de medios de comunicación. Restricción de acceso a la sala de


audiencias.

El Art. 308 del NCPP, establece lo siguiente: “El juicio es público, salvo que de oficio o a petición
de parte, el tribunal decida, mediante resolución motivada, que se realice total o parcialmente a
puertas cerradas, siempre que:
1. Se afecte directamente el pudor, la vida privada o la integridad física de alguno de los
intervinientes;

2. Peligra un secreto oficial autorizado por la ley, o un secreto particular, comercial o industrial, cuya
revelación indebida resulte punible.

Limitaciones de acceso a la prensa: Un problema es el de la concurrencia de la prensa a la sala de


audiencias, por cuanto en la actualidad la mayoría de los medios de comunicación colectiva dirigen
sus esfuerzos a la satisfacción del morbo antes que a informar objetivamente. Además de lo anterior,
el uso de cámaras y micrófonos es molesto para el tribunal y las partes, o podrían inhibir al
declarante al sentirse observado por los comunicadores.

El Art. 309 del NCPP, establece lo siguiente: “Los medios de comunicación pueden instalar en la
sala de audiencias los equipos técnicos a los fines de informar al público sobre las incidencias del
juicio. El tribunal señala en cada caso las condiciones en que se ejerce el derecho a informar. El
tribunal puede, sin embargo, prohibir, mediante auto debidamente fundamentado, la grabación,
fotografía, filmación, edición o reproducción, cuando puedan resultar afectados algunos del interés
señalados en el artículo precedente o cuando se limite el derecho del imputado o de la víctima a un
juicio imparcial y justo.

El Art. 310 del NCPP, expresa lo siguiente: “Está prohibido el ingreso a la sala de audiencias de los
menores de doce años, salvo que estén acompañados de un mayor de edad responsable del menor.
Tampoco pueden ingresar militares o policías uniformados, salvo que cumplan funciones de
vigilancia o custodia. Del mismo modo les está vedado el ingreso a personas que porten distintivos
gremiales o partidarios”. Este principio tiene por finalidad el control social o público de la función
judicial, este derecho garantiza la imparcialidad y diligencia del juez para administrar justicia, y
significa que en todo proceso la discusión de las pruebas, los alegatos y conclusiones de las partes, el
dictamen del ministerio público y el pronunciamiento de la sentencia deben tener lugar en una
audiencia pública, salvo en los casos en que la publicidad sea perjudicial, como cuando es contraria
al orden público (Constitución Dominicana, Art. 8-2-j).

El derecho a un proceso público, igualmente consagrado constitucionalmente en el artículo 8 de la


Constitución de la República Dominicana, que dispone “Las audiencias serán públicas, con las
excepciones que establezca la ley, en los casos en que la publicidad resulte perjudicial al orden
público o a las buenas costumbres”, constituye un principio de carácter político informador del
Derecho Procesal, de aplicación general, como derecho fundamental del proceso, con las
excepciones previstas en la Ley.

Oralidad. Excepciones a la oralidad (Ver principio de oralidad)

202
Dirección del debate por el presidente del tribunal. Deberes de los asistentes. Causales de
suspensión. Formalidades de suspensión. Interrupción superior a 10 días. Preparación del
debate.

Dirección del debate.


En lo relativo a la dirección del debate, no hay dificultad ni amerita mayores explicaciones, pues
resulta claro que el poder de dirección y disciplina está a cargo, en el tribunal unipersonal, de quien
preside la audiencia, y en un tribunal colegiado quien tenga la presidencia para el caso.

Le corresponde al presidente leer los documentos, hacer las prevenciones legales, tomar los
juramentos, moderar la discusión, declarar la apertura y cierre del debate, etc.

Como tesis de principio el director de la audiencia resuelve cualquier articulación, excepto cuando la
ley indique que deba hacerlo el tribunal en pleno. En todo caso, en Costa Rica, será quien ejerza la
presidencia el que notifique verbalmente cualquier resolución; en República Dominicana puede
hacerlo el Secretario (art. 355 del CPP). Sin embargo, en todo caso, el presidente o uno de los jueces,
si se trata de un tribunal colegiado, hará la explicación verbal de sus fundamentos, aun cuando tenga
que ser diferida la fundamentación escrita de la sentencia, para dentro del plazo de cinco días
previsto en el Código Procesal Penal. En todo caso, los demás jueces pueden informar su voto de
minoría, sea voto salvado o disidente, según los términos de la legislación procesal dominicana,
haciéndolos constar en la sentencia.

El juez puede dividir informalmente la producción de la prueba en el juicio y el debate, conforme a


las reglas sobre la división del juicio, permitiendo una discusión diferenciada sobre ambas
cuestiones, pero dictando una decisión única, conforme lo previsto para la sentencia.

Causales de suspensión. Formalidades de suspensión. Interrupción superior a 10 días.


Una vez iniciado el debate, debe continuar durante todas las audiencias consecutivas que sean
necesarias hasta su terminación, pero puede suspenderse hasta por diez días por cuatro causas
distintas: (i) aspectos incidentales, (ii) necesidades probatorias, (iii) razones de salud y (iv) respeto
de la defensa.

El término de diez días de suspensión del debate se ha fijado como medida protectora de la
inmediatez con que se ha conocido la prueba, en el sentido de evitar que el transcurso de un tiempo
prolongado pueda borrar de la memoria de los jugadores y otras partes los actos del debate.

En consecuencia, cualquier superación del plazo de diez días es causa de anulación del debate y la
sentencia por la vía de impugnación, aun cuando hubiera sido prorrogado el término con el
consentimiento de las partes. Sobre este particular, debe subrayarse, no hay disponibilidad de las
normas procesales. Una característica del término de suspensión es que no se trata de una medida
acumulativa, en cuanto no se suman los diversos períodos de suspensión hasta alcanzar diez días,
pues a partir de cada decreto de cesación de la continuidad comienza a correr el plazo que en caso de
darse tres suspensiones, cada una por el término de cinco días, no implica el exceso del / plazo por
sumar quince días; cada vez que comenzó a correr un tiempo de diez días y por no haberse excedido
nunca, el trámite se encuentra a derecho.

Finalmente, en lo que hace al plazo, debe computarse en días hábiles. Esto no deja de ser un
obstáculo a la inmediación, sobre todo cuando se presentan juntos varios días no laborales como son
por ejemplo: jueves, viernes, sábado y domingo santos.

203
Transcurrida la suspensión, el debate retoma el estado en que se encontraba cuando cesó su
continuidad, y no es menester la repetición de actuaciones ni la reiteración de incidentes.

Preparación del debate.


Con el nuevo ordenamiento, el tribunal de juicio recibe un legajo de mínima extensión (sin actas de
declaraciones salvo las recibidas par el procedimiento de prueba anticipada), con un auto de apertura
a juicio, dictado por el juez del procedimiento intermedio que ordena -entre otros- «la prueba
ofrecida para el juicio». De esta manera el tribunal de juicio es «virgen» con respecto al
conocimiento de la prueba, no hay posibilidad de prejuicio por esa vía.

Con esta novedad que da al juez de juicio su verdadero papel como juzgador objetivo e imparcial,
cabe detallar el trámite una vez que sea recibido materialmente el proceso.

El juicio tiene 3 parte preparación, sustanciación y conclusión.


La fase de preparación puede dividirse en:

Preparación del debate. En el mismo plazo de 5 días de la convocatoria, las partes comunican al
secretario el orden en el que pretenden presentar la prueba. El secretario del tribunal notifica de
inmediato a las partes, cita a los testigos y peritos, solicita los objetos, documentos y demás
elementos de prueba y dispone cualquier otra medida necesaria para la organización y desarrollo del
juicio. Cuando el imputado está en prisión, el auto de fijación de juicio se le notifica personalmente.
El encargado de su custodia también es notificado y debe velar porque el imputado comparezca a
juicio el día y hora fijados.
Solución de incidentes. Las excepciones y cuestiones incidentales que se funden en hechos nuevos y
las recusaciones son interpuestas en el plazo de 5 días de la convocatoria al juicio y son resueltas en
un solo acto por quien preside el tribunal dentro de los 5 días, a menos que resuelva diferir alguna
para el momento de la sentencia, según convenga al orden del juicio. Esta resolución no es apelable.
El juicio no puede ser pospuesto por el trámite o resolución de estos incidentes.
Fijación de audiencia. El presidente del tribunal, dentro de las 48 horas de recibidas las actuaciones,
fija el día y la hora del juicio, el cual se realiza entre los 15 y los 45 días siguientes.
Sustanciación del juicio. Son los pasos que se dan en el curso del juicio, desde el día del
conocimiento de la audiencia hasta la emisión de la sentencia. Estos comprenden
 Apertura de la audiencia
 Declaración del imputado
 Recepción y exhibición de la prueba
 Discurso Final; Cierre del Debate
Conclusión. Deliberación de los jueces y Emisión de la sentencia

Fijación de audiencia. Plazos que corren a partir de convocatoria: interponer excepciones,


incidentes y recusaciones.

Fijación de audiencia. El presidente del tribunal, dentro de las 48 horas de recibidas las actuaciones,
fija el día y la hora del juicio, el cual se realiza entre los 15 y los 45 días siguientes.

Solución de incidentes. Las excepciones y cuestiones incidentales que se funden en hechos nuevos y
las recusaciones son interpuestas en el plazo de 5 días de la convocatoria al juicio y son resueltas en
un solo acto por quien preside el tribunal dentro de los 5 días, a menos que resuelva diferir alguna
para el momento de la sentencia, según convenga al orden del juicio. Esta resolución no es apelable.
El juicio no puede ser pospuesto por el trámite o resolución de estos incidentes.

204
Sustanciación del juicio. Son los pasos que se dan en el curso del juicio, desde el día del
conocimiento de la audiencia hasta la emisión de la sentencia.
 Apertura de la audiencia
 Declaración del imputado
 Recepción y exhibición de la prueba
 Discurso Final; Cierre del Debate.

Tema 12
Sustentación del Juicio. Vista de la causa. Apertura: verificación y lecturas. Dirección del
debate. Declaración del imputado. Recepción de pruebas. Lectura de documentos y prueba
anticipada. Excepciones a la oralidad. Pruebas nuevas y circunstancias para que proceda.
Partes del juicio. Tiempo del juicio: Suspensión y continuidad. Suspensión por aspectos
incidentales. Suspensiones por necesidades probatorias. Suspensiones por razones de salud.
Suspensión por respeto al derecho de defensa. Discusión final y cierre del debate. Orden,
deliberación y sentencia. Registro de audiencia. Acta de audiencia y contenido. Sentencia.
Requisitos. Redacción y lectura. Condiciones de la sentencia absolutoria. Condiciones de la
sentencia condenatoria. División del juicio. Fundamento para la censura o división del juicio.
Juicio sobre la pena. Desarrollo del debate. Informes obligatorios. Reglas del informe.
Clausura. Deliberación y decisión, votación. Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura.

Vista de la causa. Apertura: verificación y lecturas.


El día y hora fijados, el tribunal se constituye en la sala de audiencias. Acto seguido, el secretario
procede a verificar la presencia de las partes, los testigos, peritos e intérpretes, y el presidente declara
abierto el juicio, advirtiendo al imputado y al público sobre la importancia y significado de lo que va
a ocurrir e indicando al imputado que preste atención a lo que va a escuchar.

El tribunal ordena al ministerio público, al querellante y a la parte civil, si la hay, que lean la
acusación y la demanda, en la parte relativa al hecho imputado y a su calificación jurídica. Acto
seguido pueden exponer oral y sucintamente sus fundamentos. Luego se concede la palabra a la
defensa a fin de que, si lo desea, se exprese de manera sucinta sobre la acusación y la demanda

Dirección del debate.


El presidente dirige la audiencia, ordena la exhibición de la prueba, las lecturas necesarias, hace las
advertencias legales, modera el debate, rechaza todo lo que tienda a prolongarlo sin que haya mayor
certidumbre en los resultados, e impide en consecuencia, las intervenciones impertinentes o que no
conduzcan a la determinación de la verdad, sin coartar por ello el ejercicio de la acusación ni la
amplitud de la defensa.
El juez puede dividir informalmente la producción de la prueba en el juicio y el debate, conforme a
las reglas sobre la división del juicio, permitiendo una discusión diferenciada sobre ambas
cuestiones, pero dictando una decisión única, conforme lo previsto para la sentencia.

Declaración del imputado.


Una vez que se declare la apertura de juicio se da preferencia al imputado para que declare si lo
estima conveniente para su defensa, y el presidente le explica con palabras claras y sencillas el hecho
que se le atribuye, con la advertencia de que puede abstenerse de declarar, sin que su silencio o
reserva le perjudique y que el juicio puede continuar aunque él no declare.
El imputado puede exponer cuanto estime conveniente. Luego es interrogado por el ministerio
público, el querellante, la parte civil, el defensor y los miembros del tribunal en ese orden.

205
Durante la audiencia, las partes y el tribunal pueden formular preguntas destinadas a esclarecer sus
manifestaciones.

Recepción de pruebas.
Recibida la declaración del imputado, si la hay, el tribunal procede a recibir las pruebas presentadas
por el ministerio público, por el querellante, por la parte civil, por el tercero civilmente responsable y
por la defensa, en ese orden, salvo que las partes y el tribunal acuerden alterarlo.
La prueba es recibida en el orden escogido por cada una de las partes, conforme lo hayan
comunicado al tribunal y a las demás partes en la preparación del juicio.

Lectura de documentos y prueba anticipada.


Una vez recibida la prueba testimonial y pericial, se pasa a la lectura de documentos. Sin embargo,
cabe aclarar que antes de suspender el debate por la falta o incomparecencia de algún testigo o
perito, debe agotarse la prueba que se tiene a mano, donde resulta clara la modificación del orden de
recepción de la prueba y es posible pasar inmediatamente a la lectura de la prueba documental. Entre
ella la más importante es la prueba anticipada.
El procedimiento de anticipo de prueba es la confirmatoria de una regla de capital importancia para
el juicio oral: solamente tiene validez para fundamentar una sentencia, la prueba producida
verbalmente en el juicio oral. Esto es, no tiene validez acto alguno de investigación realizado por el
ministerio público o por la policía en la fase preparatoria, pues aquellos sólo han de aprovechar para
dar fundamento a la acusación o requerimiento de apertura a juicio.
Esto cambia el concepto mismo de prueba, que será la producida en el debate o incorporada por
lectura cuando excepcionalmente se ha utilizado el mecanismo del anticipo jurisdiccional. En otros
términos, los actos de investigación de la policía y del ministerio público para preparar la acusación
no son prueba ni pueden llegar a tener el valor de tal. El principio está recogido por el artículo 276
del Código Procesal Penal, que reza así:
«Artículo 276. Validez de las actuaciones».
«No tendrán valor probatorio para fundar la condena del acusado las actuaciones de la investigación
preparatoria, salvo las pruebas recibidas de conformidad con las reglas de los actos definitivos e
irreproducibles y las que este Código autoriza introducir en el debate por lectura».

La regla es la ausencia de todo valer a las diligencias policiales y actos del ministerio público, con
las aparentes salvedades: (i) las pruebas recibidas de acuerdo a la regulación de los actos definitivos
e irreproducibles, y (ii) las actuaciones autorizadas a incorporar al debate por lectura. Es claro que
estas dos situaciones no constituyen excepción a la regla, por cuanto la normativa para la realización
de actos definitivos e irreproducibles y cualquiera otro autorizado a introducirse por lectura al
debate, son los anticipos de prueba dirigidos por un juez y no por un policía o un fiscal.
Aquel debe hacer un señalamiento con cita de las partes, y procurar el ambiente del juicio sólo para
el recibo de la prueba, con contradictorio, oralidad e inmediación, y desde luego con el interrogatorio
de las partes.
Las dos situaciones en que corresponde la realización del anticipo jurisdiccional de prueba, son
correlativas a las indicadas por el artículo 276:
(i) La práctica de un acto definitivo e irreproducible, es decir que no podrá reproducirse en el debate;
como por ejemplo: la inspección ocular de un escaparate que debe repararse inmediatamente, un
peritaje que exige la destrucción de la evidencia, la declaración de un testigo moribundo o de quien
puede olvidar las circunstancias del hecho. Y los actos que afecten los derechos fundamentales,
constitucionales o previstos en convenios internacionales En este último caso, es evidente que la
potestad de suspender individualmente derechos fundamentales está a cargo del juez, nunca del
Ministerio Público y menos de la policía. Una conclusión preliminar es que la nominación anticipo
jurisdiccional de prueba o prueba anticipada corresponde al género, en tanto los actos definitivos e

206
irreproducibles y los que producen afección de derechos fundamentales son la especie. Ambos casos
de anticipo jurisdiccional de prueba, son correlativos a los incisos 1 y 2 del artículo 312.

Excepciones a la oralidad.
Excepciones a la oralidad. Pueden ser incorporados al juicio por medio de la lectura:
1) Los informes, las pruebas documentales y las actas que este código expresamente prevé;
2) Las actas de los anticipos de prueba, sin perjuicio de que las partes soliciten al tribunal la
comparecencia personal del testigo, cuando sea posible;
3) Los informes de peritos, sin perjuicio de que los peritos deban concurrir para explicar las
operaciones técnicas realizadas y las conclusiones a las que han llegado;
4) Las declaraciones de co-imputados que se encuentren en rebeldía, registradas conforme a este
código.
Cualquier otro elemento de prueba que pretenda ser incorporado al juicio por medio de la lectura, no
tiene valor alguno.

Pruebas nuevas y circunstancias para que proceda.


El tribunal puede ordenar, excepcionalmente y a petición de parte, la recepción de cualquier prueba,
si en el curso de la audiencia surgen circunstancias nuevas que requieren esclarecimiento.

Partes del juicio. El juicio tiene 3 parte preparación, sustanciación y conclusión.

La fase de preparación puede dividirse en:


Preparación del debate. En el mismo plazo de 5 días de la convocatoria, las partes comunican al
secretario el orden en el que pretenden presentar la prueba. El secretario del tribunal notifica de
inmediato a las partes, cita a los testigos y peritos, solicita los objetos, documentos y demás
elementos de prueba y dispone cualquier otra medida necesaria para la organización y desarrollo del
juicio. Cuando el imputado está en prisión, el auto de fijación de juicio se le notifica personalmente.
El encargado de su custodia también es notificado y debe velar porque el imputado comparezca a
juicio el día y hora fijados.
Solución de incidentes. Las excepciones y cuestiones incidentales que se funden en hechos nuevos y
las recusaciones son interpuestas en el plazo de 5 días de la convocatoria al juicio y son resueltas en
un solo acto por quien preside el tribunal dentro de los 5 días, a menos que resuelva diferir alguna
para el momento de la sentencia, según convenga al orden del juicio. Esta resolución no es apelable.
El juicio no puede ser pospuesto por el trámite o resolución de estos incidentes.
Fijación de audiencia. El presidente del tribunal, dentro de las 48 horas de recibidas las actuaciones,
fija el día y la hora del juicio, el cual se realiza entre los 15 y los 45 días siguientes.
Sustanciación del juicio. Son los pasos que se dan en el curso del juicio, desde el día del
conocimiento de la audiencia hasta la emisión de la sentencia. Estos comprenden
 Apertura de la audiencia
 Declaración del imputado
 Recepción y exhibición de la prueba
 Discurso Final; Cierre del Debate
Conclusión. Deliberación de los jueces y Emisión de la sentencia

Tiempo del juicio: Suspensión y continuidad.


El debate se realiza de manera continua en un solo día. En los casos en que ello no es posible, el
debate continúa durante los días consecutivos que haya menester hasta su conclusión. Puede
suspenderse en una única oportunidad por un plazo máximo de 10 días, contados de manera
continua, sólo en los casos siguientes:

207
1. Para resolver una cuestión incidental.
2. Cuando no comparecen testigos, peritos o intérpretes.
3. Cuando uno de los jueces, el imputado, su defensor o el representante del ministerio
público, se encuentren de tal modo indispuestos que no puedan continuar.
4. Cuando el MP solicite un plazo para ampliar la acusación o el defensor lo solicite por igual
motivo.
5. Cuando alguna revelación o retractación inesperada produce alteraciones sustanciales en el
objeto de la causa, y hace indispensable una investigación.
Si los debates no se reanudan a más tardar al undécimo día después de la suspensión, se considera
interrumpido y como no iniciado, por lo que deben realizarse todos los actos desde el principio

Suspensión por aspectos incidentales.


Si bien la finalidad de justicia pronta es base fundamental del juicio oral, la presteza no debe
sobreponerse a la averiguación de la verdad y a la emisión de una resolución justa. Por ello, de
presentarse alguna situación no postergable hasta el dictado de sentencia el tribunal debe resolver
inmediatamente, pero de no poder hacerlo tiene la facultad de ordenar la suspensión del debate por el
tiempo necesario para la decisión, en un tiempo no mayor de diez días autorizados por el Código
Procesal Penal en su artículo 315, como límite en la duración de toda suspensión.

Se trata aquí de incidentes, recursos y cualquier otro aspecto que por su naturaleza o grado de
dificultad impidan el rápido análisis por parte del tribunal. La suspensión para la solución de estos
incidentes, constituye una excepción expresa al principio establecido en el artículo 146 del mismo
código dominicano, sobre la decisión que sigue a una audiencia oral, en tanto los jueces se toman el
tiempo necesario para proveer la solución, lo cual no está permitido en el tiempo de preparación del
juicio según las normas del artículo 405

Suspensiones por necesidades probatorias.


La actividad probatoria durante el juicio oral impone en algunos casos el traslado al exterior del
recinto de audiencias para la producción de una prueba (inspecciones oculares, peritaciones en
laboratorios, reconocimientos, etc.), o la presentación compulsiva de testigos o peritos que
desatendieron la citación del tribunal o del Ministerio Público, y en ocasiones-la información
obtenida en juicio impone la recepción de prueba no ordenada originalmente para la audiencia.
En estos casos es admisible la suspensión del juicio.
Caso de suspenderse el debate por la incomparecencia de testigos-y es aplicable por analogía a la
incomparecencia de peritos de no lograrse su conducción por la fuerza pública-se prescinde de la
prueba y continúa el debate. Con esta previsión se evita la práctica de los tribunales de juicio, de no
dictar sentencia y anular el debate a fin de repetirlo integralmente cuando sea localizada la persona
cuya declaración se echa de menos. Refuerza este criterio el principio de irrectractabilidad de los
actos procesales, según el cual “...bajo pretexto de renovación del acto, rectificación del error o
cumplimiento del acto omitido, no puede retrotraerse el proceso a períodos ya precluídos, salvo los
casos expresamente previstos”.

Suspensiones por razones de salud.


En tanto la salud humana es contingente, el debate puede ser suspendido por enfermedad de los
jueces, fiscales, defensores e imputado. Sin embargo, cuando desde el principio del juicio el tribunal
se hubiera constituido por un número mayor de jueces de los requeridos, en tanto se conserve el
número mínimo exigido por la ley el debate: Lo que no puede admitirse es que los jueces no
presencien completamente el debate, o el dictado de sentencia por juzgadores distintos a quienes
asistieron al juicio oral y público.
No se suspenderá el debate y continuará, cuando a pesar del deterioro de salud de fiscales

208
y defensores puedan ser sustituidos. La sustitución no operará cuando se hubiera evacuado con
anterioridad algunos testigos o peritos, cuyas declaraciones se rindieron de viva voz. Por el contrario,
cuando la prueba evacuada es sólo documental (dictámenes, actas de prueba anticipada, etc.), porque
puede ser reproducida nuevamente o el suplente podría imponerse de ella aun fuera de la audiencia si
estuviera de acuerdo.

Suspensión por respeto al derecho de defensa.


El ministerio público, el querellante o ambos a la vez, pueden ampliar la acusación, para introducir
un hecho o una circunstancia nueva no contenida en el requerimiento o en la querella, si modifica la
calificación legal y agrega una agravante o lleva a la configuración de un delito continuado o
continuo. La ampliación es sumada a la acusación inicial, por lo cual el imputado tiene derecho a la
suspensión del juicio para preparación de la defensa, y hecha la ampliación se integra a la acusación
formando parte de ella, con lo cual se asegura posteriormente la correspondencia entre la acusación y
la sentencia. Es lo que resulta de las disposiciones del artículo 322 del Código Procesal Penal.

Discusión final y cierre del debate.


Terminada la recepción de las pruebas, el presidente concede la palabra, sucesivamente, al fiscal, al
querellante, a la parte civil, al tercero civilmente responsable y al defensor, para que expongan sus
conclusiones. Luego otorga al ministerio público y al defensor la posibilidad de replicar, para hacer
referencia sólo a las conclusiones formuladas por la parte contraria. Si la víctima está presente y
desea exponer, se le concede la palabra, aunque no se haya constituido en parte ni haya presentado
querella.
Finalmente se le concede la palabra al imputado. Acto seguido el presidente declara cerrado el
debate

Orden, deliberación y sentencia.


Deliberación. Cerrado el debate, los jueces se retiran de inmediato y sin interrupción, a deliberar en
sesión secreta, en la sala destinada a tal efecto.
La deliberación no puede suspenderse, salvo la enfermedad grave de alguno de los jueces, a menos
que el tribunal se haya constituido desde el inicio con un número de miembros superior al mínimo
requerido para su integración. La deliberación no puede suspenderse más de tres días, luego de los
cuales se procede a reemplazar al tribunal y a realizar el juicio nuevamente.

Sentencia. Registro de audiencia. Acta de audiencia y contenido.

El acta y la grabación tienen por objeto demostrar, en principio, el modo en que se desarrolla el
juicio, la observancia de las formalidades de ley, las partes intervinientes y los actos agotados en su
curso.
La falta o insuficiencia del registro no produce, por sí misma, un motivo de impugnación de la
sentencia. En ese caso, se puede recurrir a otros medios de prueba para acreditar un vicio que
invalida la decisión.
En el recurso de impugnación que corresponda se hace constar la omisión o falsedad que sirve de
fundamento al mismo.

El El secretario extiende acta de la audiencia, en la cual hace constar:

1) El lugar y fecha de la audiencia, con indicación de la hora de apertura y de cierre, incluyendo las
suspensiones y reanudaciones;
2) El nombre de los jueces, las partes y sus representantes;
3) Los datos personales del imputado;

209
4) Un breve resumen del desarrollo de la audiencia, con indicación de los nombres y demás
generales de los peritos, testigos e intérpretes, salvo que el tribunal haya autorizado la reserva de
identidad de alguno de ellos; la referencia de las actas y documentos o elementos de prueba
incorporados por lectura y de los otros elementos de prueba reproducidos, con mención de las
conclusiones de las partes;
5) Las solicitudes formuladas, las decisiones adoptadas en el curso del juicio y las oposiciones de las
partes;
6) El cumplimiento de las formalidades básicas; y la constancia de la publicidad o si ella fue
restringida total o parcialmente;
7) Las otras menciones prescritas por la ley que el tribunal adopte, de oficio o a solicitud de las
partes, cuando sea de interés dejar constancia inmediata de algún acontecimiento o del contenido de
algún elemento esencial de la prueba;
8) La constancia de la lectura de la sentencia;
9) La firma del secretario.
En los casos de prueba compleja, el tribunal puede ordenar el registro literal de la audiencia,
mediante cualquier método, pero estos registros no pueden ser usados como prueba en desmedro de
los principios de inmediación y oralidad

Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura.

Como todo documento público, la sentencia tiene dos perfiles, uno externo y otro interno. Los
requisitos externos están debidamente enumerados en el CPP, de manera que no requieren mayor
explicación. Sin embargo, es necesaria una rápida visión de las exigencias internas del fallo.
Internamente la sentencia está estructurada por la fundamentación o motivación a tres niveles: i) la
fundamentación fáctica; (ii) la fundamentación probatoria, tanto descriptiva comointelectiva; y (iii)
la fundamentación jurídica.
Art. 334.- Requisitos de la sentencia. La sentencia debe contener:
1) La mención del tribunal, el lugar y la fecha en que se dicta, el nombre de los jueces y de las
partes y los datos personales del imputado;
2) La enunciación del hecho objeto del juicio y su calificación jurídica;
3) El voto de cada uno de los jueces con exposición de los motivos de hecho y de derecho en que los
fundan, sin perjuicio de que puedan adherirse a las consideraciones y conclusiones formuladas por
quién vota en primer término.
4) La determinación precisa y circunstanciada del hecho que el tribunal estima acreditado
judicialmente y su calificación jurídica;
5) La parte dispositiva con mención de las normas aplicables;
6) La firma de los jueces, pero si uno de los miembros del tribunal no puede suscribir la sentencia
por impedimento ulterior a la deliberación y votación, ello se hace constar en el escrito y la sentencia
vale sin esa firma.

Redacción y lectura

La sentencia se pronuncia en audiencia pública “En nombre de la República”. Es redactada y firmada


inmediatamente después de la deliberación. Acto seguido, el tribunal se constituye nuevamente en la
sala de audiencias. El documento es leído por el secretario en presencia del imputado y las demás
partes presentes.

Cuando, por la complejidad del asunto o lo avanzado de la hora, sea necesario diferir la redacción de
la sentencia, se lee tan sólo la parte dispositiva y uno de los jueces relata de manera resumida al
público y a las partes los fundamentos de la decisión. Asimismo, anuncia el día y la hora para la
lectura integral, la que se lleva a cabo en el plazo máximo de cinco días hábiles subsiguientes al

210
pronunciamiento de la parte dispositiva. La sentencia se considera notificada con la lectura integral
de la misma. Las partes reciben una copia de la sentencia completa.

Condiciones de la sentencia absolutoria.

Absolución. Se dicta sentencia absolutoria cuando:


1) No se haya probado la acusación o ésta haya sido retirada del juicio;
2) La prueba aportada no sea suficiente para establecer la responsabilidad penal del imputado;
3) No pueda ser demostrado que el hecho existió o cuando éste no constituye un hecho punible o el
imputado no participó en él;
4) Exista cualquier causa eximente de responsabilidad penal;
5) El ministerio público y el querellante hayan solicitado la absolución.
La sentencia absolutoria ordena la libertad del imputado, la cesación de las medidas de coerción, la
restitución de los objetos secuestrados que no estén sujetos a decomiso o destrucción, las
inscripciones necesarias y fija las costas.
La libertad del imputado se hace efectiva directamente desde la sala de audiencias y se otorga aun
cuando la sentencia absolutoria no sea irrevocable o se haya presentado recurso.

Condiciones de la sentencia condenatoria.


Se dicta sentencia condenatoria cuando la prueba aportada sea suficiente para establecer con certeza
la responsabilidad penal del imputado.
La sentencia fija con precisión las penas que correspondan y, en su caso, determina el perdón
judicial, la suspensión condicional de la pena y las obligaciones que deba cumplir el condenado.
Se unifican las condenas o las penas cuando corresponda.
La sentencia decide también sobre las costas con cargo a la parte vencida y sobre la entrega de los
objetos secuestrados a quien tenga mejor derecho para poseerlos, sin perjuicio de los reclamos que
correspondan ante los tribunales civiles. Decide además sobre el decomiso y la destrucción, previstos
en la ley.

División del juicio. Fundamento para la censura o división del juicio.


En los casos en que la pena imponible pueda superar los diez años de prisión, el tribunal,
a petición de la defensa, puede dividir el juicio en dos partes.
En la primera se trata todo lo relativo a la existencia del hecho y la culpabilidad del imputado y en la
segunda, lo relativo a la individualización de la sanción aplicable.
Es inadmisible la revelación de prueba sobre los antecedentes y la personalidad del imputado en la
primera parte del juicio.
En los demás casos, a petición de parte, el tribunal también puede dividir informalmente la
producción de la prueba en el juicio y el debate, conforme a las reglas que anteceden, permitiendo
una discusión diferenciada sobre ambas cuestiones, pero dictando una decisión única, conforme lo
previsto para la sentencia

La cesura es un mecanismo creado para celebrar el juicio en dos partes:

1. Una primera fase denominada interlocutorio de culpabilidad, a cuyo término decide el tribunal
acerca del hecho investigado y de la culpabilidad del imputado para lo cual mite una sentencia
fraccionada
2. Caso de declarar la responsabilidad penal del acusado, continúa el juicio con el capítulo de
punición en el que se recibe la prueba relativa a la individualización de la pena.

Juicio sobre la pena.


En los casos que procede la división del juicio, al dictar la sentencia que establece la

211
culpabilidad del imputado, el presidente fija el día y la hora del debate sobre la pena, que no puede
celebrarse ni antes de diez ni después de veinte días, y dispone la realización del informe previsto en
el artículo 351.
Las partes ofrecen prueba en el plazo de cinco días a partir de la lectura de la sentencia.

Desarrollo del debate.


El debate sobre la pena se realiza conforme a las reglas del juicio. El presidente concede la palabra a
las partes para que aleguen sobre la pena aplicable. El imputado puede presentar pruebas de
circunstancias atenuantes, aunque no estén previstas en la ley

Informes obligatorios.
El tribunal, antes del fallo sobre la pena, debe tener ante sí un informe que le es rendido sobre la base
de una investigación minuciosa de los antecedentes de familia e historia social del imputado convicto
y del efecto económico, emocional y físico que ha provocado en la víctima y su familia la comisión
de la infracción, que le permita emitir la decisión.

Reglas del informe.


La investigación para los informes sobre la pena se rige por las siguientes reglas:
1) No se puede obligar al imputado a suministrar información;
2) Los jueces no pueden considerar el informe sino hasta el momento de la vista sobre la pena;
3) Antes de considerar el informe, los jueces deben leerlo al imputado a fines de verificar la fidelidad
de su contenido respecto de la información suministrada por éste;
4) El informe se anexa al acta de la vista.
El informe debe concluirse por lo menos dos días antes de la celebración del debate sobre la pena.
En caso de que el informe no sea suministrado para la época del debate, el tribunal puede suspender
por una única vez la vista sobre la pena por un plazo no mayor de cinco días. Si el informe no es
presentado, el juez o tribunal falla prescindiendo de su examen. Las partes tienen acceso a los
informes, a los fines de que estos puedan ser controvertidos mediante la presentación de prueba

Clausura. Deliberación y decisión, votación. Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura.


Al concluir el debate y examen de la prueba para la determinación de la pena, los jueces pasan de
inmediato y sin interrupción a deliberar en sesión secreta, sin que pueda suspenderse la deliberación
hasta que logren, conforme las reglas de valoración de la
prueba, individualizar la pena, conforme a los criterios de determinación establecidos en este código.
El fallo se adopta por mayoría. De no producirse ésta en relación a la cuantía de la pena se aplica el
término medio. Acto seguido, los jueces regresan a la sala de audiencias y quien presida, da lectura
al fallo, en el cual se explican los elementos considerados para alcanzar la solución contenida en el
mismo, en términos comprensibles para el común de las personas y se completa la sentencia,
conforme a las reglas previstas. El pronunciamiento del fallo no puede ser postergado. La sentencia
se pronuncia conforme a lo establecido en el artículo 335.

Tema 13
Procedimientos Especiales I. Procedimiento por Contravenciones: Requerimiento. Citación a
juicio. Juicio. Particularidades de este juicio con el juicio del procedimiento ordinario. Defensa
del imputado y reglas sobre la defensa pública. Medidas de coerción. Tribunal
Competente. Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura. Procedimiento para infracciones de
acción privada: Acción privada. Conciliación. Abandono de acusación. Acusación. Auxilio
judicial previo. Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura. Procedimiento penal abreviado en
acuerdo parcial: admisibilidad. Procedimiento. Decisión. Tribunal competente para conocer
del acuerdo pleno.

212
Recursos posibles contra la decisión que resuelve un acuerdo parcial. Admisión de los hechos
por parte del imputado. Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura.

Procedimiento por Contravenciones: Requerimiento.


Los jueces de paz tienen competencia para conocer y fallar del juicio por contravenciones, en esta
materia debe comprobarse la materialización del hecho. El juzgamiento por contravenciones se inicia
con la presentación de la víctima o del MP, o la solicitud del funcionario a quien la ley atribuye la
facultad para comprobarlos y perseguirlos.
Requerimiento
El juzgamiento de las contravenciones se inicia con la presentación de la acusación de la víctima o
del ministerio público o la solicitud del funcionario a quien la ley le atribuye la facultad para
comprobarlas y perseguirlas. La acusación o requerimiento de enjuiciamiento debe contener:
1) La identificación del imputado y su domicilio;
2) La descripción suscinta del hecho atribuido, consignando el tiempo, lugar de comisión u omisión;
3) La cita de las normas legales infringidas;
4) La indicación de los elementos de prueba, acompañando los documentos y los objetos entregados
o secuestrados; y;
5) La identificación y firma del solicitante.

Basta como requerimiento un formulario en el que se consignen los datos antes mencionados. La
acusación de la víctima puede presentarse oralmente y sin indicar las normas legales infringidas, las
cuales son precisadas por el juez al inicio del juicio.

Citación a juicio.
Sin perjuicio de que las partes puedan comparecer voluntariamente, la víctima, el ministerio público
o el funcionario competente deben citar al imputado con indicación del juez o tribunal, la fecha y la
hora de la comparecencia

Juicio.
Recibida la acusación o requerimiento, el juez, si no ha intervenido una citación previa, convoca a
las partes a juicio inmediatamente y siempre dentro de los tres días siguientes.

El imputado, al inicio del juicio, manifiesta si admite su culpabilidad. De lo contrario se continúa


con la audiencia, en cuyo caso el imputado puede ofrecer prueba o solicitar las diligencias que
considere pertinentes para su defensa.
El juicio se realiza en una sola audiencia, aplicando las reglas del procedimiento común, adaptadas a
la brevedad y sencillez. La conciliación procede en todo momento. La sentencia se hace constar en el
acta de la audiencia

Particularidades de este juicio con el juicio del procedimiento ordinario.

Las contravenciones no están sujetas a fase preparatoria. La acusación de la víctima puede


presentarse oralmente y sin indicar las normas legales infringidas, las cuales son precisadas por el
juez al inicio del juicio. Recibida la acusación o requerimiento, el juez, si no ha intervenido una
citación previa, convoca a las partes a juicio inmediatamente y siempre dentro de los tres días
siguientes. El juicio se realiza en una sola audiencia, aplicando las reglas del procedimiento común,
adaptadas a la brevedad y sencillez. La conciliación procede en todo momento.

Defensa del imputado y reglas sobre la defensa pública.

213
El imputado puede designar un defensor, pero no son aplicables en esta materia las normas sobre la
defensa pública.

Medidas de coerción.
En las contravenciones: No se aplican medidas de coerción, salvo el arresto, el cual no puede
exceder en ningún caso las 12 horas. El arresto es facultativo del juez, salvo en caso de reincidencia,
puesto que en este caso es imperativo

Tribunal Competente.
Los jueces de paz tienen competencia para conocer y fallar del juicio por contravenciones, en esta
materia debe comprobarse la materialización del hecho. El juzgamiento por contravenciones se inicia
con la presentación de la víctima o del MP, o la solicitud del funcionario a quien la ley atribuye la
facultad para comprobarlos y perseguirlos

Sentencia. Requisitos.
La sentencia se hace constar en el acta de la audiencia y rigen las reglas del derecho común.

Redacción y lectura.
Para su redacción y lectura rigen las reglas del derecho común art. 334 y 335 del CPP.
Procedimiento para infracciones de acción privada: Acción privada.

Conciliación.
Admitida la acusación, el juez convoca a una audiencia de conciliación dentro de los diez días. La
víctima y el imputado pueden acordar la designación de un amigable componedor o mediador para
que dirija la audiencia.

Si no se alcanza la conciliación, el juez convoca a juicio conforme las reglas del procedimento
común, sin perjuicio de que las partes puedan conciliar en cualquier momento previo a que se dicte
la sentencia.

Abandono de acusación.
Además de los casos previstos en este código, se considera abandonada la acusación y extinguida la
acción penal cuando:
1) La víctima o su mandatario no comparece a la audiencia de conciliación, sin causa justificada;
2) Cuando fallecida o incapacitada la víctima, el procedimiento no es proseguido por sus
continuadores jurídicos o representantes legales, dentro de los treinta días subsiguientes a la muerte o
incapacidad.

Acusación.
En las infracciones de acción penal privada, la víctima presenta su acusación, por sí o por apoderado
especial, conforme lo previsto en este código.

Auxilio judicial previo.


Cuando la víctima no ha podido identificar o individualizar al imputado, o determinar su domicilio, o
cuando para describir de modo claro, preciso y circunstanciado el hecho punible se hace necesario
realizar diligencias que la víctima no puede agotar por sí misma, requiere en la acusación el auxilio
judicial, con indicación de las medidas que estime pertinentes.
El juez ordena a la autoridad competente que preste el auxilio, si corresponde. Luego, la víctima
completa su acusación dentro de los cinco días de obtenida la información faltante.

Sentencia. Requisitos.

214
Para su redacción y lectura rigen las reglas del derecho común art. 334 y 335 del CPP
Redacción y lectura.
Para su redacción y lectura rigen las reglas del derecho común art. 334 y 335 del CPP.

Procedimiento penal abreviado en acuerdo parcial: admisibilidad.


Admisibilidad. En cualquier momento previo a que se ordene la apertura de juicio, el ministerio
público puede proponer la aplicación del juicio penal abreviado cuando concurren las siguientes
circunstancias:
1) Se trate de un hecho punible que tenga prevista una pena máxima igual o inferior a cinco años de
pena privativa de libertad, o una sanción no privativa de libertad;
2) El imputado admite el hecho que se le atribuye y consiente la aplicación de este procedimiento,
acuerda sobre el monto y tipo de pena y sobre los intereses civiles;
3) El defensor acredite, con su firma, que el imputado ha prestado su consentimiento de modo
voluntario e inteligente sobre todos los puntos del acuerdo.
La existencia de co-imputados no impide la aplicación de estas reglas a alguno de ellos.

Procedimiento.
Cumplidos los requisitos previstos en el artículo anterior, el ministerio público presenta la acusación
con indicación de la pena solicitada.
Si admite la solicitud, el juez convoca a las partes a una audiencia, en la que les requiere que funden
sus pretensiones. Escucha al querellante, al ministerio público y al imputado y dicta la resolución
que corresponde.
El juez puede absolver o condenar, según proceda, y resuelve sobre los intereses civiles. Si condena,
la pena impuesta no puede superar la requerida en la acusación ni agravar el régimen de
cumplimiento solicitado.

Decisión.
La sentencia contiene los requisitos previstos en este código, aunque de un modo sucinto y es
apelable.

Tribunal competente para conocer del acuerdo pleno.


Los casos de acuerdo pleno son conocidos y resueltos por Juez de Instrucción.

Recursos posibles contra la decisión que resuelve un acuerdo parcial.


Es apelable

Admisión de los hechos por parte del imputado.


Si el Juez de la instrucción declara inadmisible la solicitud ordena al Ministerio Público que continúe
el procedimiento, caso en el cual la pena solicitada por el Ministerio Público no vinculará al mismo
durante el juicio ni la admisión de los hechos por parte del imputado podrá ser utilizado en su contra
mas adelante.

Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura. La sentencia contiene los requisitos previstos en este
código, aunque de un modo sucinto.

Tema 14
Procedimientos Especiales II. Procedimiento para asuntos complejos: Procedencia. Plazos.
Producción de prueba masiva. Investigadores bajo reserva. Acusador adjunto. Sentencia.
Requisitos. Redacción y lectura. Procedimiento para inimputables: Procedencia.
Reglas Especiales. Rechazo. Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura.

215
Recursos. Competencia especial: Privilegio de jurisdicción. Investigación. Juez de la
instrucción. Recursos (Art. 380). El habeas corpus: Procedencia. Solicitud. Mandamiento.
Ejecutoriedad. Desacato. Audiencia y decisión. Ejecutoriedad. Ocultamiento o secuestro.
Amenaza de traslado al extranjero. Solidaridad. Exención. Supletoriedad del procedimiento
ordinario. Previsiones de la Ley 137-11 sobre el Habeas Corpus. Procedimiento establecido en
esta legislación.

Procedimiento para asuntos complejos: Procedencia.


Cuando la tramitación sea compleja la causa de la pluralidad de hechos, del elevado número de
imputados o víctimas o por tratarse de casos de delincuencia organizada, a solicitud del ministerio
público titular, antes de la presentación de cualquier requerimiento conclusivo, el juez puede
autorizar, por resolución motivada, la aplicación de las normas especiales previstas en este título. La
decisión rendida es apelable

Plazos.
Una vez autorizado este procedimiento, produce los siguientes efectos:
1) El plazo máximo de duración del proceso es de cuatro años;
2) El plazo ordinario de la prisión preventiva se extiende hasta un máximo de dieciocho meses y, en
caso de haber recaído sentencia condenatoria, hasta seis meses más;
3) El plazo acordado para concluir el procedimiento preparatorio es de ocho meses, si se ha dictado
la prisión preventiva o el arresto domiciliario, y de doce meses si se ha dictado cualquier otra de las
medidas de coerción previstas en el artículo 226. La prórroga puede ser de cuatro meses más;
4) Cuando la duración del debate sea menor de treinta días, el plazo máximo de la deliberación se
extiende a cinco días y el de la redacción de la motivación de la sentencia a diez. Cuando la duración
del debate sea mayor, esos plazos son de diez y veinte días respectivamente;
5) Los plazos para la presentación de los recursos se duplican;
6) Permite al ministerio público solicitar la aplicación de un criterio de oportunidad si el imputado
colabora eficazmente con la investigación, brinda información esencial para evitar la actividad
criminal o que se perpetren otras infracciones, ayude a esclarecer el hecho investigado u otros
conexos o proporcione información útil para probar la participación de otros imputados, siempre que
la acción penal de la cual se prescinde resulte considerablemente más leve que los hechos punibles
cuya persecución facilita o cuya continuación evita. En este caso, la aplicación del criterio de
oportunidad debe ser autorizada por sentencia del juez o tribunal competente.
En todos los casos rigen las normas de retardo de justicia.

Producción de prueba masiva.

Cuando se trate de
Un caso con pluralidad de víctimas o sea indispensable el interrogatorio de numerosos testigos, el
ministerio público puede solicitar al juez que le autorice a realizar los interrogatorios.
El ministerio público registra por cualquier medio los interrogatorios y presenta un informe que
sintetiza objetivamente las declaraciones. Este informe puede ser introducido al debate por su
lectura. Sin perjuicio de lo anterior el imputado puede
requerir la presentación de cualquiera de los entrevistados. Cuando el juez o tribunal advierte que un
gran número de querellantes concurren por separado en idénticos intereses, puede ordenar la
unificación de la querella. Unificada la querella, interviene un representante común de todos los
querellantes.

216
Investigadores bajo reserva.
El ministerio público puede solicitar al juez que se autorice la reserva de identidad de uno o varios de
sus investigadores cuando ello sea manifiestamente útil para el desarrollo de la investigación.
El juez fija el plazo de la reserva de identidad. Este plazo sólo puede prorrogarse si se renuevan los
fundamentos de la solicitud.
En ningún caso el plazo de reserva de identidad puede superar los seis meses. Concluido el plazo, el
ministerio público presenta al juez un informe del resultado de estas investigaciones, revelando la
identidad de los investigadores, quienes pueden ser citados como testigos al juicio. El ministerio
público solicitante es responsable directo de la actuación de tales investigadores.

Acusador adjunto.
En los casos complejos, el Procurador General de la República puede contratar los servicios de uno o
dos abogados particulares que cumplan con las condiciones de ley para ejercer las funciones de
ministerio público, para que actúen como acusadores adjuntos con iguales facultades y obligaciones
del funcionario al cual acompañan

Sentencia. Requisitos. Redacción y lectura.


La sentencia se redacta y lee de acuerdo a los requisitos previstos en este código en los artículos 334
y 335.

Procedimiento para inimputables: Procedencia.


Cuando en razón de particulares circunstancias personales del imputado el ministerio público o el
querellante, estiman que sólo corresponde aplicar una medida de seguridad, solicitan este
procedimiento, en las formas y condiciones previstas para la acusación, con indicación de los
antecedentes y circunstancias que motivan la solicitud. El imputado puede solicitar la aplicación de
este procedimiento.

Reglas Especiales.
El procedimiento se rige por las reglas comunes, salvo las excepciones establecidas a continuación:
1) Cuando el imputado es incapaz, sus facultades son ejercidas por su representante legal, o en su
defecto por la persona que designe el juez o tribunal, con quien se desarrollan todas las diligencias
del procedimiento, salvo los actos de carácter personal;
2) En el caso previsto en el numeral anterior, el representante legal del imputado o el designado en
su defecto, puede manifestar cuanto estime conveniente para la defensa de su representado;
3) Este procedimiento no puede ser tramitado conjuntamente con uno común;
4) El juicio se realiza a puertas cerradas, sin la presencia del imputado, cuando es imposible a causa
de su estado de salud o resulta inconveniente por razones de orden, caso en el cual es representado a
todos los efectos por su representante legal;
5) La sentencia tiene por objeto disponer la absolución o la aplicación de una medida de seguridad;
6) No son aplicables las reglas referidas al juicio penal abreviado, ni las de suspensión condicional
del procedimiento.

Rechazo.
El juez o tribunal puede rechazar la aplicación del procedimiento especial por entender que no se
trata de un inimputable y corresponde la aplicación del procedimiento común.

Sentencia.
La sentencia tiene por objeto disponer la absolución o la aplicación de una medidas de seguridad;

Requisitos. Redacción y lectura.

217
La sentencia se redacta y lee de acuerdo a los requisitos previstos en este código en los artículos 334
y 335.

Recursos. Competencia especial: Privilegio de jurisdicción.

En los casos cuyo conocimiento en primera o única instancia compete excepcionalmente a las Cortes
de Apelación o a la Suprema Corte de Justicia en razón de la función que desempeña el imputado, se
aplica el procedimiento común, salvo las excepciones previstas en este título.-

Investigación. Juez de la instrucción.

La investigación de los hechos punibles atribuidos a imputados con privilegio de jurisdicción es


coordinada por el ministerio público competente ante la Corte que ha de conocer del caso en primera
o única instancia, sin perjuicio de la intervención de otros funcionarios del ministerio público.

Juez de la instrucción. Las funciones de juez de la instrucción son cumplidas por un juez de Corte de
Apelación o de la Suprema Corte de Justicia, según competa, designado especialmente por el
presidente de la Corte correspondiente.
En caso de apertura a juicio, el juez designado no puede integrar el tribunal.

Recursos (Art. 380).

Las apelaciones procedentes sobre decisiones del procedimiento preparatorio se sustancian por la
Corte de Apelación o por la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia, según el caso.
El conocimiento de la apelación de las sentencias de la Corte de Apelación compete a la Cámara
Penal de la Suprema Corte de Justicia.
El conocimiento del recurso de casación corresponde en todos los casos al Pleno de la Suprema
Corte de Justicia.

El habeas corpus: Procedencia.


Toda persona privada o cohibida en su libertad sin las debidas formalidades de ley o que se viere
inminentemente amenazada de serlo, tiene derecho, a petición suya o de cualquier persona en su
nombre, a un mandamiento de habeas corpus con el fin de que el juez o tribunal decida, sin demora,
sobre la legalidad de la medida de privación de libertad o de tal amenaza.
No procede el habeas corpus cuando existan recursos ordinarios o pueda solicitarse la revisión de las
medidas de coerción.

Solicitud.
La solicitud de mandamiento de habeas corpus no está sujeta a formalidad alguna y puede ser
presentada por escrito firmado o por declaración en secretaría, por la persona de cuya libertad se
trate o por su representante, en lo posible con indicación de:
1) El nombre de la persona en cuyo favor se solicita;
2) El lugar en donde se encuentre;
3) El nombre o designación del funcionario o la persona que haya adoptado la medida de privar,
cohibir o amenazar en su libertad física a otra o el encargado del recinto en el cual se encuentre;
4) Una breve exposición de las razones por las que se invoca que la medida que le priva, cohíbe o
amenaza en su libertad es ilegal;
5) La mención de que no existen recursos ordinarios ni es posible la revisión de la medida conforme
a las reglas de este código.
Esta solicitud puede ser presentada cualquier día.

218
Mandamiento.
Presentada la solicitud de habeas corpus, si procede, el juez o tribunal ordena la presentación
inmediata del impetrante. Una vez oído el impetrante, resuelve inmediatamente sobre la acción o fija
una audiencia sin demora innecesaria, siempre dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, para lo
cual dispondrá que el funcionario demandado comparezca a los fines de que exponga los motivos
legales que justifiquen su actuación.

Ejecutoriedad.
El mandamiento de habeas corpus debe ser cumplido y ejecutado, sin que haya lugar a su
desconocimiento por defectos formales.
Cualquier persona a quien se haya entregado el mandamiento se considera como su destinatario, aún
cuando se haya dirigido con un nombre o generales equivocados o a otra persona, siempre que bajo
su guarda o disposición se encuentre la persona en cuyo favor se expide o le haya sido encargada la
ejecución de un arresto que se pretenda ilegal

Desacato.
Si el funcionario a quien se le dirige un mandamiento de habeas corpus no presenta a la persona en
cuyo favor se expide, sin alegar una causa de fuerza mayor, es conducido en virtud de una orden
general de captura expedida por el juez o tribunal.

Audiencia y decisión. En la audiencia de habeas corpus, la cual no puede suspenderse por motivo
alguno, el juez o tribunal escucha a los testigos e interesados, examina los documentos, aprecia los
hechos alegados y dispone en el acto que la persona privada o cohibida en su libertad o amenazada
de serlo, sea puesta en libertad o el cese de la persecución si no han sido cumplidas las formalidades
que este código establece. En los demás casos, rechaza la solicitud.

Ejecutoriedad.
Decretada la libertad o el cese de la medida que la amenaza, ningún funcionario puede negarse a
cumplir lo dispuesto por el juez o tribunal, bajo pretexto alguno.
El funcionario que se niegue a cumplir, retarde o ejecute negligentemente la libertad decretada en
virtud de un mandamiento de habeas corpus, se hace reo de encierro ilegal y procede su destitución y
persecución penal por este hecho, sin perjuicio de la acción civil por los daños y perjuicios a que
hubiere lugar.

Ocultamiento o secuestro.
Toda persona que tenga bajo su custodia a otra en cuyo favor se ha emitido un mandamiento de
habeas corpus, que con intención de eludir el cumplimiento del mismo, o para anular sus efectos,
traslade a la persona privada de su libertad a la custodia o poder de otra, u oculte o cambie el lugar
de arresto o custodia; y el que a sabiendas contribuye a la realización de estos actos, incurre en
encierro ilegal, procede su destitución si se trata de funcionario público, y en todo caso su
persecución por estos hechos, sin perjuicio de la acción civil por los daños y perjuicios a que hubiere
lugar.

Amenaza de traslado al extranjero.


Siempre que un juez o tribunal autorizado para librar mandamiento de habeas corpus tenga
conocimiento de que una persona está ilegalmente privada de su libertad y existan motivos
suficientes para suponer que pueda ser trasladada fuera de la República, expide las órdenes y
resoluciones para impedirlo, dirigiéndolas a las personas que estime oportuno, y que se conduzca
inmediatamente a la presencia del juez o tribunal, para que se proceda de conformidad con este
código y las demás leyes que corresponda.

219
En este caso, si la persona que tiene a otra privada de su libertad o bajo su custodia, es encontrada, se
le notifica la orden, la cual surte a su respecto los mismos efectos que el mandamiento de habeas
corpus y está obligado a satisfacerlo.
Este artículo no se aplica cuando hay un procedimiento de extradición en curso.

Solidaridad.
En todos los casos en que en este título se pone a cargo de funcionarios públicos el pago de
indemnizaciones por daños y perjuicios, el Estado es solidariamente responsable para el pago de esas
indemnizaciones.

Exención.
La solicitud de habeas corpus está exenta del pago de cualesquier impuestos, tasas, valores,
derechos, cargas o tributos.

Supletoriedad del procedimiento ordinario.

Art. 392 CPP. Cuanto sean compatibles y a falta de una regla específica, se aplican a los
procedimientos especiales previstos en este libro las normas del procedimiento ordinario.

Previsiones de la Ley 137-11 sobre el Habeas Corpus. Procedimiento establecido en esta


legislación.
Artículo 63.- Toda persona privada de su libertad o amenazada de serlo de manera ilegal, arbitraria o
irrazonable, tiene derecho a una acción de hábeas corpus ante un juez o tribunal competente, por sí
misma o por quien actúe en su nombre, para que conozca y decida, de forma sencilla, efectiva,
rápida y sumaria, la legalidad de la privación o amenaza de su libertad.

Procedimiento establecido en esta legislación:


La acción de hábeas corpus se rige por las disposiciones del Código Procesal Penal y no puede ser
limitada o restringida cuando no exista otra vía procesal igualmente expedita para la tutela de los
derechos garantizados por esta vía procesal.

Tema 15
Los Recursos. Oposición y Apelación. Derecho a recurrir de las partes. El imputado. El
Ministerio Público. La víctima. Los actores civiles. Los terceros civilmente responsables. El
recurso de oposición, procedencia, oposición en audiencia, oposición fuera de la audiencia. El
recurso de apelación, plazo y forma para su interposición, motivos del recurso, comunicación a
las partes y remisión, Procedimiento, efectos jurídicos.

Derecho a recurrir de las partes.


Las decisiones judiciales sólo son recurribles por los medios y en los casos expresamente
establecidos en este código. El derecho de recurrir corresponde a quienes le es expresamente
acordado por la ley. Las partes sólo pueden impugnar las decisiones judiciales que les sean
desfavorables.

El imputado.
El defensor puede recurrir por el imputado.
El imputado tiene el derecho de recurrir aunque haya contribuido a provocar el vicio objeto del
recurso.

El Ministerio Público.

220
El ministerio público sólo puede presentar recurso contra aquellas decisiones que sean contrarias a su
requerimiento o conclusiones.
Sin embargo, cuando proceda en interés de la justicia, el ministerio público puede recurrir en favor
del imputado

La víctima. Los actores civiles.


La víctima, aunque no se haya constituido en parte, puede recurrir las decisiones que pongan fin al
proceso.
El querellante y la parte civil pueden recurrir las decisiones que le causen agravio,
independientemente del ministerio público. En el caso de las decisiones que se producen en la fase
de juicio sólo las pueden recurrir si participaron en él.

Los terceros civilmente responsables.


El tercero civilmente responsable puede recurrir las decisiones que declaren su responsabilidad.

El recurso de oposición, procedencia, oposición en audiencia, oposición fuera de la audiencia.


El recurso de oposición procede solamente contra las decisiones que resuelven un trámite o incidente
del procedimiento, a fin de que el juez o tribunal que las dictó examine nuevamente la cuestión y
dicte la decisión que corresponda, modificando, revocando o ratificando la impugnada.
Oposición en audiencia. En el transcurso de las audiencias, la oposición es el único recurso
admisible, el cual se presenta verbalmente, y es resuelto de inmediato sin que se suspenda la
audiencia.
Oposición fuera de audiencia. Fuera de la audiencia, la oposición procede solamente contra las
decisiones que no son susceptibles del recurso de apelación. Se presenta por escrito motivado, dentro
de los tres días que siguen a la notificación de la decisión. El tribunal resuelve dentro del plazo de
tres días mediante decisión que es ejecutoria en el acto.

El recurso de apelación, plazo y forma para su interposición, motivos del recurso,


comunicación a las partes y remisión, Procedimiento, efectos jurídicos.
Son recurribles ante la Corte de Apelación sólo las decisiones del juez de paz o del juez de la
instrucción señaladas expresamente por este código.

Presentación. La apelación se formaliza presentando un escrito motivado en la secretaría del juez que
dictó la decisión, en el término de cinco días a partir de su notificación.
Para acreditar el fundamento del recurso, el apelante puede presentar prueba, indicando con
precisión lo que se pretende probar.
La presentación del recurso no paraliza la investigación ni los procedimientos en curso.

Presentado el recurso, el secretario lo notifica a las demás partes para que lo contesten por escrito
depositado en la secretaría del tribunal dentro de un plazo de tres días y, en su caso, promuevan
prueba.
El secretario, sin más trámite, dentro de las veinticuatro horas siguientes al vencimiento del plazo
anterior, remite las actuaciones a la Corte de Apelación, para que ésta decida.
Con los escritos del recurso se forma un registro particular, el cual sólo contiene copia de las
actuaciones pertinentes. Excepcionalmente, la Corte de Apelación puede, solicitar otras copias u
otras piezas o elementos comprendidos en el registro original, cuidando de no demorar por esta causa
el procedimiento.

El Recurso de apelación es admisible contra la sentencia de absolución o condena.


Motivos. El recurso sólo puede fundarse en:

221
1) La violación de normas relativas a la oralidad, inmediación, contradicción, concentración y
publicidad del juicio;
2) La falta, contradicción o ilogicidad manifiesta en la motivación de la sentencia, o cuando ésta se
funde en prueba obtenida ilegalmente o incorporada con violación a los principios del juicio oral;
3) El quebrantamiento u omisión de formas sustanciales de los actos, que ocasionen indefensión;

4) La violación de la ley por inobservancia o errónea aplicación de una norma jurídica

Presentación. La apelación se formaliza con la presentación un escrito motivado en la secretaría del


juez o tribunal que dictó la sentencia, en el término de diez días a partir de su notificación. En el
escrito de apelación se expresa concreta y separadamente cada motivo con sus fundamentos, la
norma violada y la solución pretendida. Fuera de esta oportunidad, no puede aducirse otro motivo.
Para acreditar un defecto del procedimiento el recurso versará sobre la omisión, inexactitud o
falsedad del acta del debate o de la sentencia, para lo cual el apelante presenta prueba en el escrito,
indicando con precisión lo que pretende probar

Comunicación a las partes y remisión.


Presentado el recurso, el secretario lo notifica a las demás partes para que lo contesten por escrito
depositado en la secretaría del tribunal dentro de un plazo de cinco días y, en su caso, presenten
prueba.
El secretario, sin más trámite, dentro de las veinticuatro horas siguientes al vencimiento del plazo
anterior, remite las actuaciones a la Corte de Apelación, para que ésta decida.

Procedimiento:
Recibidas las actuaciones, la Corte de Apelación, dentro de los diez días siguientes, si estima
admisible el recurso, fija una audiencia que debe realizarse dentro de un plazo no menor de cinco
días ni mayor de diez

La parte que haya ofrecido prueba en ocasión del recurso, tiene la carga de su presentación en la
audiencia.
Si la producción de la prueba amerita una actuación conminatoria el secretario de la Corte de
Apelación, a solicitud del recurrente, expide las citaciones u órdenes que sean necesarias.
Audiencia. La audiencia se celebra con las partes que comparecen y sus abogados, quienes debaten
oralmente sobre el fundamento del recurso.
En la audiencia, los jueces pueden interrogar al recurrente sobre las cuestiones planteadas en el
recurso. La corte de apelación resuelve, motivadamente, con la prueba que se incorpore y los testigos
que se hallen presentes. Decide al concluir la audiencia o, en caso de imposibilidad por la
complejidad del asunto, dentro de los diez días siguientes

Efectos jurídicos:
Al decidir, la Corte de Apelación puede:
Rechazar el recurso, en cuyo caso la decisión recurrida queda confirmada; o
Declarar con lugar el recurso, en cuyo caso:

-Dicta directamente la sentencia del caso, sobre la base de las comprobaciones de hecho ya fijadas
por la sentencia recurrida, y cuando resulte la absolución o la extinción de la pena, ordena la libertad
si el imputado está preso; o
Ordena la celebración total o parcial de un nuevo juicio ante un tribunal distinto del que dictó la
decisión, del mismo grado y departamento judicial, cuando sea necesario realizar una nueva
valoración de la prueba.

222
.-Doble exposición. Si se ordena la celebración de un nuevo juicio en contra de un imputado que
haya sido absuelto por la sentencia recurrida, y como consecuencia de este nuevo juicio resulta
absuelto, dicha sentencia no es susceptible de recurso alguno.

-Libertad del imputado. Cuando por efecto de la decisión del recurso debe cesar la privación de
libertad del imputado, la Corte de Apelación ordena su libertad, la cual se
ejecuta en la misma sala de audiencias, si está presente

Tema 16
Los Recursos. Casación y Revisión. El recurso de casación, concepto, decisiones recurribles,
motivos, plazo, procedimiento y decisión, efectos jurídicos, el recurso de revisión, casos en los
que procede, quienes pueden ejercerlo, competencia, procedimiento, suspensión, decisión,
rechazo y nueva presentación

El recurso de casación, concepto, decisiones recurribles, motivos, plazo, procedimiento y


decisión, efectos jurídicos,
Es una acción extraordinaria y específica de impugnación, mediante la cual se pretende anular total o
parcialmente una sentencia definitiva proferida por un tribunal superior, cuando contiene errores
injudicando o inprocedendo; acción impugnativa que es conocida por la Corte Suprema de Justicia
que sólo procede por motivos taxativamente señalados por la ley procedimental.

El recurso de casación es el que tiene por fin la enmienda de las deficiencias de derecho que contiene
la sentencia rendida en última instancia. 

Decisiones recurribles. La casación es admisible contra las sentencias de la Corte de Apelación, las
decisiones que ponen fin al procedimiento, o deniegan la extinción o suspensión de la pena.

Motivos. El recurso de casación procede exclusivamente por la inobservancia o errónea aplicación


de disposiciones de orden legal, constitucional o contenidas en los pactos internacionales en materia
de derechos humanos en
los siguientes casos:
1) Cuando en la sentencia de condena se impone una pena privativa de libertad mayor a diez años;
2) Cuando la sentencia de la Corte de Apelación sea contradictoria con un fallo anterior de ese
mismo tribunal o de la Suprema Corte de Justicia;
3) Cuando la sentencia sea manifiestamente infundada;
4) Cuando están presentes los motivos del recurso de revisión.

Procedimiento y decisión. Para lo relativo al procedimiento y la decisión sobre este recurso, se


aplican, analógicamente, las disposiciones relativas al recurso de apelación de las sentencias, salvo
en lo relativo al plazo para decidir que se extiende hasta un máximo de un mes, en todos los casos.

El recurso de revisión, casos en los que procede, quienes pueden ejercerlo, competencia,
procedimiento, suspensión, decisión, rechazo y nueva presentación.
Casos en que procede. Puede pedirse la revisión contra la sentencia definitiva firme de cualquier
jurisdicción, siempre que favorezca al condenado, en los casos siguientes:
1) Cuando después de una sentencia condenatoria por el homicidio de una persona, su existencia
posterior a la época de su presunta muerte resulta demostrada por datos que constituyan indicios
suficientes;

223
2) Cuando en virtud de sentencias contradictorias estén sufriendo condena dos o más personas por un
mismo delito, que no pudo ser cometido más que por una sola;
3) Cuando la prueba documental o testimonial en que se basó la sentencia es declarada falsa en fallo
posterior firme;
4) Cuando después de una condenación sobreviene o se revela algún hecho, o se presenta algún
documento del cual no se conoció en los debates, siempre que por su naturaleza demuestren la
inexistencia del hecho;
5) Cuando la sentencia condenatoria fue pronunciada a consecuencia de prevaricación o corrupción
de uno o más jueces, cuya existencia sea declarada por sentencia firme;
6) Cuando se promulgue una ley penal que quite al hecho el carácter de punible o corresponda
aplicar una ley penal más favorable.
7) Cuando se produzca un cambio jurisprudencial en las decisiones de la Suprema Corte de Justicia
que favorezca al condenado.

Quien pueden pedir revisión:


El derecho a pedir la revisión pertenece:
1) Al Procurador General de la República;
2) Al condenado, su representante legal o defensor;
3) Después de la muerte del condenado, a su cónyuge, conviviente, a sus hijos, a sus padres o
hermanos, a sus legatarios universales o a título universal, y a los que el condenado les haya
confiado esa misión expresa;
4) A las asociaciones de defensa de los derechos humanos o las dedicadas a la ayuda penitenciaria o
postpenitenciaria.
5) Al juez de la ejecución de la pena, cuando se dicte una ley que extinga o reduzca la pena, o en
caso de cambio jurisprudencial.

Presentación.
El recurso de revisión se presenta por escrito motivado, con indicación de los textos legales
aplicables. Junto con el escrito, el recurrente ofrece la prueba pertinente y, en lo posible, agrega la
prueba documental o designa el lugar donde ésta puede ser requerida.

Competencia.
La Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia es el órgano competente para conocer de los
recursos de revisión.

Procedimiento.
En los casos en que admite el recurso, la Suprema Corte de Justicia, si lo estima necesario para
decidir sobre el recurso, procede directamente o por delegación en uno de sus miembros a la práctica
de toda medida de investigación que estime pertinente y celebra audiencia.
Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia en caso de que estime reunidos suficientes elementos para
emitir fallo, decide sobre el escrito y las pruebas que le acompañan.

Suspensión. Durante la tramitación del recurso, la Suprema Corte de Justicia puede suspender la
ejecución de la sentencia recurrida y disponer la libertad provisional del condenado o la aplicación
de una medida de coerción.

Decisión.
Al resolver la revisión, la Suprema Corte de Justicia, puede rechazar el recurso, en cuyo caso la
sentencia atacada queda confirmada; o anular la sentencia. En este último caso, la Suprema Corte de
Justicia:

224
1) Dicta directamente la sentencia del caso, cuando resulte la absolución o la extinción de la pena, en
cuyo caso ordena la libertad del condenado si está preso; u ordena la rebaja procedente, cuando la ley
haya disminuido la pena establecida;
2) Ordena la celebración de un nuevo juicio, cuando es necesaria una nueva valoración de la prueba.
En el nuevo juicio no se puede absolver ni modificar la sentencia como consecuencia de una nueva
apreciación de los mismos hechos del proceso anterior, con prescindencia de los motivos que
tornaron admisible la revisión. La sentencia que se dicte en el nuevo juicio no puede contener una
pena más grave que la impuesta en la primera sentencia.
Cuando la sentencia es absolutoria, el recurrente puede exigir su publicación en el Boletín Judicial y
en un periódico de circulación nacional, así como la restitución, por quien las percibió, de las sumas
pagadas por concepto de multas, costas y daños y perjuicios.

Rechazo y nueva presentación.


Tras la negativa de la revisión o la sentencia confirmatoria de la recurrida, el recurso puede ser
interpuesto nuevamente si se funda en motivos distintos.
Las costas de una revisión rechazada están a cargo del recurrente.

Tema 17
La Ejecución de la Sentencia Penal Concepto de ejecución de la pena, base legal, competencias
y atribuciones del juez de ejecución de la pena, derechos fundamentales de los privados de
libertad, el juez de ejecución de la pena como garante de los derechos de los sentenciados,
principios rectores de la ejecución de la Pena.

Concepto de ejecución de la pena, base legal, competencias y atribuciones del juez de ejecución
de la pena, derechos fundamentales de los privados de libertad, el juez de ejecución de la pena
como garante de los derechos de los sentenciados, principios rectores de la ejecución de la
Pena.
La Ejecución Penal. El Art. 74 instituye un nuevo tipo de jueces dentro del orden judicial penal,
estos son los jueces de la ejecución penal, quienes tienen a su cargo:
 El control de la ejecución de las sentencias;
 La suspensión condicional del procedimiento; y
 La sustanciación y resolución de las cuestiones que se planteen sobre la ejecución de la
condena.
Base legal.
El art. 74 del CPP instituye un nuevo tipo de jueces dentro del orden judicial penal. La Resolución
No. 296-05 de la SCJ, establece el reglamento del juez de la ejecución de la Pena para el Código
Procesal Penal.
Competencia Territorial. El Juez de la Ejecución de la Pena tiene jurisdicción territorial dentro del
Departamento Judicial para el que ha sido nombrado. En caso de designarse más de uno, la Suprema
Corte de Justicia al momento de su designación establecerá el ámbito de su competencia territorial.
Atribuciones. Son atribuciones del Juez de la Ejecución de la Pena, entre otras, las siguientes:
 Garantizar a los condenados el goce de los derechos humanos fundamentales.
 Controlar el cumplimiento adecuado de las sentencias condenatorias,
 Controlar el cumplimiento de las condiciones de la suspensión condicional.
 Disponer las inspecciones y visitas a los establecimientos penitenciarios necesarias,
 Resolver las propuestas de libertad condicional de los condenados y su revocación si
procediere,

225
 Declarar la prescripción de las penas y ordenar la liberación del condenado, cuando
procediere.
Derechos del condenado. El condenado goza de todos los derechos y facultades que le reconocen la
Constitución, los tratados internacionales, las leyes y este código, y no puede aplicársele mayores
restricciones que las que expresamente dispone la sentencia irrevocable y la ley.
El Juez de la Ejecución es el Juez del orden judicial que preside la Jurisdicción especializada y
tiene como función principal garantizar al condenado por sentencia irrevocable, el goce de los
derechos y garantías fundamentales que le reconocen la Constitución, los tratados internacionales, la
Ley 224 sobre Régimen Penitenciario, el CPP y controla y vigila la legalidad de la Ejecución de la
Pena.
Principios rectores de la ejecución penal
Principio de Legalidad. Principio de Reserva. Principio de Humanización de la Pena. Principio de
Igualdad. Principio de Progresividad. Principio de Resocialización. Principio de Judicialización de la
Ejecución Penal. Principio de inmediación de la Ejecución Penal.

Tema 18
Ejecutoriedad o apoderamiento, el computo definitivo de la pena, la unificación de las penas,
las condiciones especiales de ejecución de las penas, ejecución de la pena de multa, papel del
juez de ejecución de la pena en la suspensión condicional del procedimiento y en la suspensión
condicional de la pena, el perdón judicial, la prescripción de las penas y el cumplimiento de la
pena en el extranjero.

Ejecutoriedad o apoderamiento: En el marco legal del Art. 438 del Código Procesal Penal:
1. El Juez de la Ejecución de la Pena se apodera con la sentencia condenatoria irrevocable
dictada por los tribunales del orden judicial.
2. Desde el momento en que la sentencia es irrevocable, luego del ejercicio de los recursos
correspondientes o hayan transcurridos los plazos para ejercerlos, la Secretaria del tribunal o Corte
que dictó la sentencia condenatoria, sin más trámite, y dentro de las cuarentiocho horas siguientes,
certifica el carácter irrevocable de la sentencia y la remite al Juez de la Ejecución, quien
inmediatamente:
a. Verifica el carácter irrevocable de la sentencia condenatoria;
b. Ordena a la Secretaria la inscripción de la sentencia condenatoria, en el libro registro físico
o digital, abierto al efecto, en la Secretaría del Despacho del Juez de la Ejecución de la Pena, con el
mismo número único del expediente del tribunal de procedencia;
c. Dicta, mediante auto motivado, la orden de ejecución del fallo, de conformidad con el Art.
438 del Código Procesal Penal; y lo notifica al condenado, a la Dirección General de Prisiones y al
establecimiento penitenciario donde el condenado debe cumplir la pena privativa de libertad y donde
es remitido, si se encontrase en libertad o en otro establecimiento penitenciario;
d. En caso de que el condenado, se encontrare en libertad, el Juez de la Ejecución dicta orden
de arresto para su comparecencia o captura
La Ejecución Penal. El Art. 74 instituye un nuevo tipo de jueces dentro del orden judicial penal,
estos son los jueces de la ejecución penal, quienes tienen a su cargo:
 El control de la ejecución de las sentencias;
 La suspensión condicional del procedimiento; y
 La sustanciación y resolución de las cuestiones que se planteen sobre la ejecución de la
condena.
Resolución 296-05 dictada por la SCJ. La Resolución No. 296-05 de la SCJ, establece el
reglamento del juez de la ejecución de la Pena para el Código Procesal Penal.

226
El Juez de la Ejecución es el Juez del orden judicial que preside la Jurisdicción especializada y
tiene como función principal garantizar al condenado por sentencia irrevocable, el goce de los
derechos y garantías fundamentales que le reconocen la Constitución, los tratados internacionales, la
Ley 224 sobre Régimen Penitenciario, el CPP y controla y vigila la legalidad de la Ejecución de la
Pena.
Competencia Territorial. El Juez de la Ejecución de la Pena tiene jurisdicción territorial dentro del
Departamento Judicial para el que ha sido nombrado. En caso de designarse más de uno, la Suprema
Corte de Justicia al momento de su designación establecerá el ámbito de su competencia territorial.
Atribuciones. Son atribuciones del Juez de la Ejecución de la Pena, entre otras, las siguientes:
 Garantizar a los condenados el goce de los derechos humanos fundamentales.
 Controlar el cumplimiento adecuado de las sentencias condenatorias,
 Controlar el cumplimiento de las condiciones de la suspensión condicional.
 Disponer las inspecciones y visitas a los establecimientos penitenciarios necesarias,
 Resolver las propuestas de libertad condicional de los condenados y su revocación si
procediere,
 Declarar la prescripción de las penas y ordenar la liberación del condenado, cuando
procediere.
Procedimiento del Cómputo Definitivo de La Pena
Según el Art. 440 del Código Procesal Penal:
1. Para la revisión del cómputo definitivo el Juez de la Ejecución de la Pena tomará en cuenta:
a. La privación de libertad sufrida por el condenado desde el día de su arresto o bajo arresto
domiciliario;
b. El tiempo transcurrido en libertad por el condenado durante el proceso, ya sea por el
disfrute de la libertad provisional bajo fianza; o por la presentación de garantía económica u otra
medida de coerción, en que estuviese en libertad el condenado;
c. Tiempo en libertad del condenado durante la libertad condicional hasta su revocación; y,
d. Cualquier otra circunstancia que pueda influir en el cálculo de la duración de la pena.
2. La finalidad del cómputo es para determinar con precisión:
a. La fecha en que finaliza la condena;
b. La fecha a partir de la cual el condenado o condenada puede solicitar su libertad
condicional; o
c. Solicitar su rehabilitación.
3. El cómputo siempre es reformable, aún de oficio, cuando nuevas circunstancias lo hagan
necesario.
4. La revisión del cómputo definitivo se hace de oficio por el Juez de la Ejecución, dentro de un
plazo de tres (3) días hábiles de la recepción de la sentencia condenatoria, mediante auto motivado y
notificado al condenado, al Ministerio Público, la Dirección General de Prisiones y a la autoridad
administrativa del establecimiento penitenciario, en que deba cumplir la condena.
5. En caso de cualquier queja por el resultado del cómputo por el condenado o condenada, se conoce
la reclamación o petición conforme al procedimiento de los incidentes.
Procedimiento para Condiciones Especiales De Ejecución
1. De conformidad con el Art.342 del Código Procesal Penal, la fijación de la pena por el tribunal de
fondo, debe estar sometida a condiciones particulares de cumplimiento, determinadas por
características individuales de la persona del imputado o imputada, de conformidad con el principio
rector de la humanización de la pena, que determinan un régimen especial para el cumplimiento de la
pena, en los casos siguientes:
a. Cuando el condenado o condenada sobrepasa la edad de los setenta años;
b. Cuando padezca una enfermedad terminal o un estado de demencia sobreviniente con
posterioridad a la comisión de la infracción;
c. Cuando la condenada se encuentre en estado de embarazo o lactancia;

227
d. Cuando exista adicción a las drogas o al alcohol.
2. El cumplimiento de las penas impuestas en los casos precedentes, puede ser cumplida total o
parcialmente en la forma indicada en la sentencia como son:
a. en el domicilio del condenado o condenada;
b. en un centro de salud mental, geriátrico, clínico o de desintoxicación, según se ordene en la
sentencia condenatoria irrevocable;
3. Es atribución del Juez de la Ejecución controlar y vigilar su adecuado cumplimiento, para lo cual
establecerá los controles necesarios a fin de verificar el cumplimiento de lo fijado en la sentencia
condenatoria, pudiendo ser asesorado por peritos.
4. En el caso de que el tribunal condicione el descuento total o parcial de la pena al cumplimiento
satisfactorio del programa de desintoxicación por parte del condenado o condenada, el Juez de la
Ejecución, controlará y supervisará el cumplimiento de las obligaciones impuestas al condenado o
condenada, a los fines de la determinación del tiempo de la condena y de la excarcelación del
condenado o condenada.
5. Cumplidas por el condenado o condenada las obligaciones impuestas, el Juez de la Ejecución dicta
el auto de excarcelación correspondiente.
6. En los casos en que durante el procedimiento de ejecución de la pena sobreviniere una de las
circunstancias extraordinarias de atenuación de la pena, establecidas en el Art. 342 del Código
Procesal Penal, el Juez de la Ejecución puede realizar las modificaciones de la misma según lo
previsto en el Art. 443 del Código Procesal Penal, para lo cual está obligado a solicitar el dictamen
del Ministerio Público del Distrito Judicial de que se trate. Una vez tomada la decisión el Juez de la
Ejecución de la Pena informará al Presidente de la Corte de Apelación de su Departamento Judicial
Procedimiento sobres la Ejecución de da Pena De Multa
El principio es que la pena de multa es sustituible por otras formas alternativas, siendo la conversión
de la multa en privación de libertad la extrema a aplicar, en virtud del estatuto de libertad, de
conformidad con el Art. 15 del Código Procesal Penal.
En los casos en que el condenado o condenada no pague la multa fijada en la sentencia condenatoria
dentro del plazo fijado en la misma, es citado por el Juez de la Ejecución, para que se decida por las
siguientes alternativas:
a. Sustituir la multa por trabajo comunitario;
b. Solicitar plazo para pagarla;
c. Entregar bienes suficientes que alcancen a cubrirla;
d. Pagarla en cuotas, en cuyo caso el Juez de la Ejecución puede autorizarlo.
En ausencia de las alternativas indicadas anteriormente, el juez ordenará, si es necesario, el embargo
y la venta pública de los bienes embargados, conforme a las reglas procesales civiles.
Si es necesario sustituir la multa por prisión, el Juez de la Ejecución, según el procedimiento de los
incidentes, cita al Ministerio Público, al imputado o imputada y a su defensor, oye a quienes
concurran y decide, terminada la audiencia, por decisión motiva.
Sustituida la multa por prisión, ordena el arresto del condenado o condenada, si estuviere en libertad.
Esta resolución es apelable ante la corte de apelación correspondiente, y no es suspensiva de la
ejecución de la pena, salvo disposición contraria de la Corte.
Caso De Suspensión Condicional Del Procedimiento
1. Es una excepción al principio de que sólo la sentencia irrevocable es ejecutable.
2. Al ser dictada por el Juez de la Instrucción apoderado, la decisión sobre la suspensión del
procedimiento, conteniendo la fijación del plazo de prueba, no menor de un año ni mayor de tres, y
establecidas las reglas a que está sujeto el imputado o imputada, de conformidad con el art. 41 del
Código Procesal Penal; dicha decisión es remitida inmediatamente por la Secretaria del Juez de la
Instrucción que dictó la decisión al Juez de la Ejecución, quien procederá conforme a lo establecido
en la "ejecutoriedad", en los siguientes aspectos:

228
a. Ordena a la Secretaria la inscripción de la decisión, en un libro registro físico o
digital, especializado para los casos de suspensión condicional del procedimiento, con el mismo
número único del expediente, del tribunal de procedencia;
b. Dicta, mediante auto motivado, la orden de control del período de prueba impuesto
para la suspensión condicional del procedimiento, y lo notifica al Ministerio Público, al querellante
y/o actor civil.
3. Le corresponde al Juez de la Ejecución:
a. Recibir los informes sobre el cumplimiento de las obligaciones asumidas por el
imputado o imputada, para lo que se asistirá de un personal especializado;
b. Transmitir al juez de la instrucción competente los informes para la revocación de la
suspensión condicional del procedimiento, en caso de incumplimiento por el condenado o condenada
de las condiciones asumidas o para la declaración de la extinción de la acción penal, según proceda,
por el Juez de la Instrucción de donde emanó la decisión.
Procedimiento Para el Caso del Perdón Judicial
En el caso de perdón judicial instituido en el Art. 340 del Código Procesal Penal, se aplicará el
procedimiento de la suspensión condicional de la pena, con las distinciones siguientes:
a. Si a consecuencia del perdón judicial el condenado queda eximido de pena se excluye de la
ejecutoriedad ante el Juez de la Ejecución de la Pena; y
b. En el caso de que a consecuencia del perdón judicial sea reducida la pena, se seguirá, para
su ejecución, el mismo procedimiento establecido en lo relativo a la suspensión condicional de la
pena, previamente expuesto. 
Derechos del condenado.
El condenado goza de todos los derechos y facultades que le reconocen la Constitución, los tratados
internacionales, las leyes y este código, y no puede aplicársele mayores restricciones que las que
expresamente dispone la sentencia irrevocable y la ley.
Control. El juez de ejecución controla el cumplimiento adecuado de las sentencias condenatorias y
resuelve todas las cuestiones que se suscitan durante la ejecución. Ejecutoriedad. Conjunto de los
requisitos formales para el apoderamiento del Juez de la Ejecución de la Pena. Sólo la sentencia
condenatoria irrevocable puede ser ejecutada.
Prescripción de las penas.
Extinción de la pena basada en el transcurso del tiempo, que se computa a partir del
pronunciamiento de la sentencia irrevocable o desde el quebrantamiento de la condena. Las penas
señaladas para hechos punibles prescriben:
1. A los 10 años para las penas privativas de libertad superiores a 5 años;
2. A los 5 años, para las penas privativas de libertad iguales o menores de 5 años;
3. Al año, para las contravenciones y penas no privativas de libertad.
Unificación de Penas o Condenas
Partiendo del principio del cúmulo o no cúmulo de penas según estuviere establecido, determinación
por el Juez de la Ejecución, de la pena única imponible al condenado, partiendo del principio del no
cúmulo de penas y de las diversas penas a que ha sido condenado el imputado en diversos procesos
por hechos distintos.
El sistema de no Cúmulo o de absorción de las penas.
En el Sistema Penal Dominicano se ha decidido la instauración del no cúmulo de la pena por lo que
al momento de la imposición de una condena por varios crimines o delitos la pena mayor absorbe la
menor sin perjuicio de que el juzgador deberá declarar la culpabilidad del imputado; solo se admite
el cúmulo de la pena en materia contravensional.
Pedimentos. Las peticiones o solicitudes y quejas son medios que tiene abierto el condenado para
acudir, por sí o a través de su representante, por ante el Juez de la Ejecución de la Pena, cuando por
acción u omisión le sean afectados derechos y garantías consagrados en la Constitución, los tratados
internacionales, en el CPP y en la Ley sobre Régimen Penitenciario.
Cumplimiento de la pena en el extranjero.

229
El juez de juicio en los casos de ciudadanos extranjeros provenientes de Estados con los cuales exista
tratados de cooperación judicial o penitenciaria con la República Dominicana, puede ordenar que la
ejecución de la pena impuesta sea cumplida total o parcialmente en el país de origen o residencia del
condenado o condenada.
Atribuciones relativas a la Suspensión Condicional del Procedimiento.
Le corresponde al Juez de la Ejecución:
 Dictar, mediante auto motivado, la orden de control del período de prueba impuesto para la
suspensión condicional del procedimiento.
 Recibir los informes sobre el cumplimiento de las obligaciones asumidas por el imputado.
 Transmitir al juez de la instrucción competente los informes para la revocación de la
suspensión condicional del procedimiento, en caso de incumplimiento.
 Facultad otorgada al Juez de juicio de suspender la ejecución de la pena, por el Art. 341 del
CPP, sobre la base de la cuantía de la pena privativa de libertad igual o inferior a cinco años y del
carácter primario del condenado.

Tema 19
La Libertad Condicional y el Régimen Penitenciario. La libertad condicional, concepto,
naturaleza jurídica, base legal, requisitos, procedimiento, derechos de la victima en el proceso
de solicitud de libertad condicional, recurso contra la decisión, efectos del recurso, facultad de
la corte de apelación. Régimen penitenciario dominicano, base legal, La Dirección General de
Prisiones, clasificación de los recintos penitenciarios, régimen disciplinario, el nuevo modelo de
gestión penitenciaria, base legal, características, el nuevo modelo frente al sistema tradicional,
diferencias entre ambos sistemas, el régimen semi abierto de Harás Nacionales, base legal,
características, Oficina del Medio Libre, base legal, características.

La libertad condicional, concepto, naturaleza jurídica, base legal, requisitos, procedimiento,


derechos de la víctima en el proceso de solicitud de libertad condicional, recurso contra la
decisión, efectos del recurso, facultad de la corte de apelación

La Ley No. 164 de 1980 estatuyo lo referente a la Libertad Condicional, que es el mecanismo legal
que permite a una persona que esté cumpliendo una condena, cuya duración sea mayor de un año,
pueda obtener su libertad bajo una serie de condiciones reguladas por la Ley, antes del cumplimiento
de esta.
Procedimiento.
La concesión de la libertad condicional es de la competencia del Juez de la Ejecución de la Pena. El
director del establecimiento penitenciario debe remitir al juez los informes necesarios para resolver
sobre la libertad condicional, un mes antes del cumplimiento del plazo fijado al practicar el cómputo.
La libertad condicional puede ser promovida de oficio o a solicitud del condenado o su defensor.
Están legitimados para promover la libertad condicional:
 El condenado o condenada;
 El defensor del condenado o condenada;
 De oficio, el Juez de la Ejecución; o,
 El Alcalde o Director del establecimiento penitenciario que corresponda;
 Cualquier interesado.

Requisitos.
Los requisitos para solicitar la libertad condicional son:
 Que el solicitante haya cumplido la mitad de la pena impuesta.

230
 Que la pena impuesta sea mayor de un año.
 Que haya demostrado hábito de trabajo y observado conducta intachable en la cárcel.
 Que se encuentre capacitado física y psíquicamente para reintegrarse a la vida social.
 Que su estado de rehabilitación haga presumible que se conducirá bien en libertad.
Efectos. Si el penado o condenado se conduce bien hasta la expiración del plazo de prueba (es decir,
mediante libertad condicional) su liberación deviene definitivamente. Se puede revocar la libertad
condicional por incumplimiento injustificado de las condiciones o cuando ella ya no sea procedente
por unificación de sentencias o penas.
Presencia de la víctima en el proceso de solicitud libertad condicional.
No hay previsión al respecto en el CPP, ni en la ley 224 de 1984, no obstante, existe la necesidad de
darle una limitada entrada al respecto a la víctima, debiendo admitir las denuncias hechas por esta en
el proceso.
El infracto debe haber hecho frente a la responsabilidades civiles, solo en aquellos casos en los que
ocurra una real posibilidad de hacerlo, toda vez que en caso contrario, nos encontraríamos ante una
prisión por deudas proscrita en el articulo 11 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Recurso contra la decisión.
Las decisiones relativas a la libertad condicional y su revocación son apelables ante la corte de
apelación, y cuya interposición no suspende la ejecución de la pena, salvo que lo disponga la corte
de apelación apoderada.
Facultad de la Corte de Apelación.
La Corte de Apelación tiene la facultad de:
 Rechazar el recurso, en cuyo caso la decisión recurrida queda confirmada,
 Declarar con lugar el recurso, en cuyo caso:
o Dicta directamente y ordena la libertad, si el condenado esta preso;
o Ordena la celebración total o parcial de un nuevo juicio ante un tribunal distinto del
que dictó la decisión.

Régimen penitenciario dominicano, base legal, La Dirección General de Prisiones, clasificación


de los recintos penitenciarios, régimen disciplinario, el nuevo modelo de gestión penitenciaria,
base legal, características, el nuevo modelo frente al sistema tradicional, diferencias entre
ambos sistemas, el régimen semi abierto de Harás Nacionales, base legal, características,
Oficina del Medio Libre, base legal, características

Base Legal.
Ley núm. 224 de 1984. En nuestro país está en vigencia la Ley 224 del 265 de junio del año 1984,
en virtud de la cual tenemos los fundamentos del sistema progresivo en lo que al tratamiento
penitenciario se refiere. Esta ley contempla gran parte de las llamadas reglas mínimas para el
tratamiento penitenciario, aprobadas en el congreso de la Organización de las Naciones Unidas de
1955. El ingreso de los reclusos a los establecimientos carcelarios solo será posible en virtud de una
orden emanada de autoridad judicial competente.
Legislación complementaria

Ley 674 de 1934, que establece el pago y cobro de multas impuestas por los tribunales.
Ley 672 de 1972, que sanciona los malos tratos y actos de tortura cometidos por funcionarios
públicos encargados de hacer cumplir la ley y la negligencia que ponga en peligro la integridad de
las personas bajo su guarda.
Ley 164 de 1980, sobre libertad condicional.
Ley 60-93, que dispone la creación de cárceles modelos exclusivas para mujeres en todo el territorio
nacional.

231
Ley 76-02, que establece el Código Procesal Penal de la República Dominicana.
Ley 78-03, que crea el Estatuto del Ministerio Público.
Ley 277/04, que crea el Servicio Nacional de Defensa Pública.
Dirección General de Prisiones.
Es la entidad determinada por la ley, adscrita a la Procuraduría General de la Republica encargada de
la administración penitenciaria. Se crea la Dirección General de Prisiones como un organismo
central dependiente de la Procuraduría General de la República Dominicana, y bajo cuya dirección y
control estarán todos los establecimientos penales del país.
Atribuciones.
La Dirección General de Prisiones tendrá a su cargo, de manera principal, la atención de los reclusos
y elementos antisociales que la ley designe, con miras a obtener su readaptación, eliminar o
disminuir su peligrosidad y atender sus necesidades de orden moral o material, en coordinación con
otros servicios afines, sean éstos de carácter público o privado. Esta institución consta de un director
general designado por el Poder Ejecutivo y subordinado directamente al Procurador General de la
República.
Régimen disciplinario.
El régimen penitenciario aplicable a los condenados por sentencias definitivas, en aquellas penas que
por su duración lo permitan, tendrá carácter progresivo y contará de tres períodos fundamentales:
1. De observación;
2. De tratamiento;
3. De prueba;

Durante el período de observación que durará entre 10 y 30 días se mantendrá al recluso en


dependencia separada del resto de la población penal que se encuentre en otros períodos de
tratamientos, y se efectuará el estudio de su personalidad, de su medio social y de sus antecedentes
personales, para determinar la sección o establecimiento a que deba ser destinado y la naturaleza del
tratamiento que sea conveniente aplicarle.

Durante el período de tratamiento se intentará la rehabilitación del recluso, mediante la instrucción,


el trabajo, la asistencia espiritual, la disciplina, la práctica de ejercicios y de sanos pasatiempos y
demás métodos que la naturaleza del caso aconseje.

Clasificación de los Recintos Penitenciarios


Los establecimientos penales se clasifican en Penitenciarías, Cárceles, Presidios e Institutos
Especiales. En las penitenciarías cumplirán sus condenas los reclusos sujetos a penas de privación de
libertad superiores a dos años; en los presidios lo harán los condenados a penas inferiores a dos años;
en las cárceles permanecerán los reclusos mientras dure su prisión preventiva.

Institutos especiales son aquellos donde son recluidos condenados con características especiales,
tales como: enfermos mentales, reclusos primarios o que se encuentren dentro del período de prueba.
Podrán ser establecimientos abiertos o granjas agrícolas. El Poder Ejecutivo determinará los lugares
en que existan establecimientos de una y otra clase, pero en cada Distrito Judicial existirá
necesariamente una cárcel.

Clasificación penitenciaria.
Habrá establecimientos separados para hombres y mujeres. En aquellas localidades en que esto no
fuere posible, se habilitarán, en un mismo establecimiento, secciones totalmente independientes, de
tal modo que no pueda existir comunicación alguna entre las clases de reclusos mencionados. Los
establecimientos para menores seguirán regidos por su ley especial.
Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, en los establecimientos carcelarios deberá
existir conveniente clasificación entre los reclusos mayores y menores de 21 años de edad, y respecto

232
de los pertenecientes a la primera clase, entre los que hayan cometido delitos de sangre o que atenten
contra el sexo, y los demás delitos establecidos por el Código Penal y las leyes especiales.
Cuando las dependencias del establecimiento lo permitan, se procurará mayor separación atendiendo
a la naturaleza del delito, la edad y personalidad del recluso, la cuantía de la pena y la reincidencia.
El nuevo modelo frente al sistema tradicional, diferencias entre ambos sistemas

Sistema penitenciario tradicional: Al sistema tradicional donde tienen lugar las más aberrantes
condiciones de vidas, los reclusos en vez de regenerarse, se hunden mas en el estercolero de todos
los vicios e inconductas, dominan bandas integradas por profesionales del crimen, muchas veces con
la tolerancia y hasta con la complicidad pagada del custodio. Tipo cualquiera de las infracciones
terminan aprendiéndolas todas, debido a que no se aplica la terapia ocupacional como lo está
llevando a la práctica el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.

El sistema tradicional que todavía existe pero de manera parcial es aquel que el Nuevo Modelo de
Gestión Penitenciara viene trasformando. En este sistema el índice de reincidencia es alarmante,
debido a que es una incubadora de crímenes.

Según la resolución 78 de fecha 22 de Noviembre del Año 2007 la cual crea la Unidad Coordinadora
del Modelo de Gestión Penitenciario y la Oficina Nacional de Coordinación de los Centros de
Corrección y Rehabilitación, da la definición siguiente de lo que es el Nuevo Modelo de Gestión
Penitenciario, " es el modelo de gestión basado en el sistema progresivo, establecido por la ley 224,
de fecha 26 de junio de 1984, que consiste en obtener la rehabilitación social mediante la etapa de
grado, apoyado en herramientas  de gestión moderna consignadas en el manual de gestión
penitenciaria y otras herramientas normativas y procedimentales existente o por crearse ".

El régimen semi abierto de Harás Nacionales, base legal, características


En el 2006 se creó el reglamento para instituciones abiertas del régimen penitenciario de la república
dominicana el cual los defines de la siguiente manera:
Se entiende por Régimen Abierto una de las fases del período de prueba donde el interno luego de
haber participado en programas de tratamiento y previa comprobación por parte de las instituciones
correspondientes de que ha observado una modificación positiva de su conducta, es considerado
merecedor de la confianza necesaria para ingresar a una institución especial con las siguientes
características:

Párrafo I. Instituciones Semi-abiertas: Estas instituciones se caracterizan por mantener al penado


en un régimen flexible de libertad, pero bajo un sistema de control y seguridad acorde al nivel de
confianza. El objetivo principal de este sistema es promover y fomentar la responsabilidad del
interno y acrecentar sus competencias personales y sociales. Para ello se permitirán las visitas
familiares en el establecimiento y en su comunidad, así como se le insertará en programas de
formación y laborales de responsabilidad con el fin de promover su readaptación social.

Párrafo II. Instituciones Abiertas: Estas instituciones se caracterizan por mantener un régimen de
permisos de salida y contactos con el exterior más amplios que el régimen semi-abierto, partiendo de
los mismos criterios de control y seguridad. Está destinado a todos los internos que hayan
demostrado una conducta que permita pronosticar su integración a la sociedad. En este sistema se
planificarán y elaborarán programas de trabajos externos y otras actividades de carácter educativo,
formativo, cultural o cualquier otra que permitan preparar a los condenados para su reinserción en la
sociedad.
DISPOSICIONES GENERALES

233
Art. 1 Aplicación: Lo establecido en el presente reglamento está destinado a regir los Centros
especiales que constituyen el Régimen Abierto del Sistema Penitenciario Dominicano y tiene un
carácter complementario respecto de las disposiciones de la ley 224 de 1984, en todo lo consignado
por ésta, en relación a los derechos, deberes y obligaciones a cargo de las autoridades penitenciarias
y los internos.
Art. 2 Implementación Gradual: El régimen abierto se implementará, en primer lugar, en las
instalaciones habilitadas a tal efecto en la comunidad de HARAS NACIONALES, Villa Mella,
Provincia San Domingo; y de manera gradual, en la medida en que se vayan abriendo instalaciones
semejantes en otras localidades.
Disposición Transitoria: Durante los primeros tres (03) años del régimen abierto establecido por el
presente reglamento, solo se aplicará la modalidad de régimen Semi-Abierto

Oficina del Medio Libre, base legal, características


Las oficinas de la Subcoordinación Nacional del Medio Libre, es el organismo que contribuirá con la
reinserción social de las personas privadas de libertad egresadas de los centros de corrección y
rehabilitación.
La Subcoordinación del Medio Libre también se encargará de gestionar el sistema correccional en
coordinación con las autoridades competentes, y gestionar el funcionamiento de los Centros de
Atención en el Medio Libre con el apoyo de las casas del redentor, así como del funcionamiento de
la oficina de monitoreo, entre otros.

DERECHO CONSTITUCIONAL
Tema 1
Derecho Constitucional. La Constitución dominicana. Características. Diferencia entre
Derecho Constitucional y Teoría Constitucional. Constitución escrita, no escrita, rígida y
flexible. Sistema de derechos fundamentales. Constitucionalismo y neoconstitucionalismo.
Populismo Constitucional.

La Constitución es la norma suprema y fundamento del Ordenamiento Jurídico del Estado. De ella
dependen y a ella se someten las demás disposiciones legales o con carácter de ley. La constitución
regula la creación de las demás normas jurídicas esenciales del Estado.
La constitución Dominicana, igual que la mayoría de las Constituciones, se ocupa ampliamente de la
ley, así como de los demás actos normativos, toda vez que ésta encierra en potencia todo el poder
normativo del ordenamiento.

Nuestra Carta Magna, se caracteriza por ser:


 Escrita, pues sus normas se encuentran contenidas en un documento solemne.
 Derivada, no original, ya que no aporta ningún principio constitucional nuevo.
 Es rígida, para su modificaron se requiere de un procedimiento especial distinto al de las
leyes ordinarias.

Diferencia entre Derecho Constitucional y Teoría Constitucional.


El Derecho Constitucional está encargado de estudiar normas del estado y su aplicación cotidiana.
Puede ser considerado como una disciplina. Dentro la Teoría de la Constitución se encuentran
establecidos los principios necesarios para poder interpretar la constitución es decir es el
fundamento.

Constitución escrita, no escrita, rígida y flexible


 Constituciones escritas: Aquellas que están contenidas en un texto o documento con fuerza
jurídica.

234
 Constituciones no escritas o Constituciones consuetudinarias: Son aquellas que están integradas
por normas tradicionales reconocidas como supremas por los pueblos y los gobernantes.
 Constituciones rígidas: Son aquellas que no pueden ser modificadas sino por una asamblea
especial y con la intervención de un órgano calificado para tal efecto.
 Constituciones flexibles pueden ser reformadas por las asambleas.

Sistema de derechos fundamentales.


Los Derechos fundamentales reconocidos en la Constitución determinan la existencia de un orden
de responsabilidad jurídica y moral, que obliga la conducta del hombre y la mujer en sociedad.
Nuestra constitución contempla esos derechos en el titulo II sobre Los Derechos, Garantías y
Deberes Fundamentales, y en cierta forma van muy ligados a los principios constitucionales.
Los Derechos Individuales y Sociales reconocidos y protegidos por la Constitución
Dominicana. Los Derechos individuales es un concepto perteneciente al Derecho constitucional, que
hace referencia a aquellos derechos de los que gozan los individuos como particulares y que no
pueden ser restringidos por los gobernantes, siendo por tanto inalienables, inherentes e
imprescriptibles.

Derechos de Primera Generación, que son los llamados Derechos Civiles y Políticos, que están
destinados a la protección del ser humano individualmente, contra cualquier agresión de algún
órgano público, y son:
 Derecho a la vida
 Dignidad Humana
 Derecho a la Igualdad
 Derecho a la Libertad y Seguridad
personal
 Prohibición de la Esclavitud
 Derecho a la Integridad Personal
 Libertad de Tránsito, de Asociación,
de Reunión.
 Libertad de Expresión e Información.
 Libertad de Conciencia y Culto
 Entre otros de relativa importancia.

235
Derechos de Segunda Generación, son los económicos, sociales, culturales y deportivos que garantizan a
todos los ciudadanos por el hecho de serlo, el acceso a los medios necesarios para tener unas
condiciones de vida dignas. Son garantías de la igualdad y la libertad reales, pues la libertad no es
posible si es imposible ejercerla por las condiciones materiales de existencia. Estos son:Libertad de
Empresa
D) Derecho de Propiedad
E) Derecho a la Propiedad Intelectual
F) Derechos del Consumidor
G) Seguridad Alimentaria
H) Derechos de la Familia
I) Derecho a la vivienda
J) Derecho de la Salud
K) Derecho al Trabajo
L) Derecho a la Educación
M) Derecho a la Cultura y al Deporte, entre otros.

Derechos de Tercera Generación también conocidos como Derechos Colectivos y del Medio Ambiente,
contemplan cuestiones de carácter supranacional como son Derechos Colectivos y Difusos y Protección
del medio ambiente.

Constitucionalismo y neo constitucionalismo. Populismo Constitucional.


Constitucionalismo: es la teoría o ideología que instaura el principio de gobierno limitado y la garantía
de los derechos en la dimensión estructural de la organización político-social de una comunidad.
También se concibe como el movimiento político, social y cultural que cuestiona en los planos político,
filosófico y jurídico los esquemas tradicionales de dominio político, surgiendo, al mismo tiempo, la
invención de una nueva forma de ordenación y fundamentación del poder político. Antiguamente se
definía el constitucionalismo como el conjunto de principios escritos o consuetudinarios que sirven de
base a la existencia de derechos estamentales concedidos por el monarca y limitadores de su poder.

Sintéticamente El constitucionalismo es cómo se denomina al movimiento social, político y jurídico del


cual emergen las constituciones nacionales.

Constitucionalismo Dominicano.
La elaboración de nuestra 1ra. Constitución fue en San Cristóbal, el 6 de noviembre de 1844, aspiramos
a convertirnos en una nación regida por un sistema democrático-liberal en que imperasen los valores
supremos de la libertad, la justicia, la separación de poderes y el respeto a la dignidad de los ciudadanos.
Diseñamos nuestro primer texto constitucional conforme a los modelos de la Constitución
Norteamericana, conocida como la Constitución de Filadelfia, la Declaración Universal de los Derechos
del Hombre y el Ciudadano de 1789 y la Constitución de Cádiz de 1812.
El neo constitucionalismo
El neo constitucionalismo surge de la integración de dos clásicos modelos constitucionales, el modelo
norteamericano y el modelo europeo. En el primer caso, nos encontramos con la idea de la Constitución
como regla de juego de la competencia social y política, como pactos de mínimos para que en un
contexto de igualdad los individuos desarrollen sus planes de vida dentro del marco de un Estado
neutral, en cambio, en el modelo Europeo la Constitución es nítidamente un proyecto político de
transformación social y política que busca aproximarse a los ideales políticos de la revolución francesa,
en el sentido de afirmar valores como el de la libertad y sobre todo el de la democracia.

El neo constitucionalismo también puede ser visto como la teoría jurídica que describe, explica,
comprende las consecuencias y alienta el proceso de transformación del ordenamiento jurídico. Es una
toma de conciencia, una reflexión e intento de conceptua0lización de las transformaciones jurídicas que
se advierten. Con el neo constitucionalismo se da un cambio importante en el concepto de derecho, en la
teoría de la interpretación y en la metodología jurídica. 

Populismo Constitucional.

El populismo, definido en el diccionario Larousse como « La actitud política que busca satisfacer
reivindicaciones inmediatas del pueblo, sin objetivo a largo plazo » o como “La doctrina política que
pretende defender los intereses y aspiraciones del pueblo”,

El Populismo es un estilo de gobernar mas que una ideología política. Por esta razón, es difícil
identificar un vinculo entre una posición política en particular y el populismo.

La práctica populista se ha apropiado paulatinamente de la Constitución hasta convertirla en un


instrumento al servicio de intereses electorales y coyunturales por esencia de corto plazo, más que en un
instrumento fundador e integrador sobre el cual se deberían construir las diferentes instituciones
políticas.

Tema 2
La Constitución como Norma Jurídica y como Fuente del Derecho. Aspecto formal y contenido
material de la norma constitucional. La supremacía de la norma. La cuestión de la validez y de la
eficacia constitucional. Los tratados internacionales y su posición en el sistema de fuentes.

La Constitución como norma es la Ley fundamental y suprema que se da un pueblo libre. En ese
sentido, como Ley fundamental, la constitución normativa es fundadora de la sociedad política pues
define los principios y reglas según las cuales serán resueltas las cuestiones comunes y generales por
oposición a las cuestiones particulares y privadas que son regidas por las reglas de la sociedad civil.

La Constitución es norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico del Estado, como norma
jurídica incide sobre la marcha de todo proceso judicial tomando pautas de procedimiento, y como
fuente del derecho es la fuente primaria de donde parten las demás leyes y sin nunca contradecirlas.

Características de la Constitución como norma: se caracteriza por ser (I) Norma; (II) Primera Norma;
(III) Norma Suprema; (IV) Fuente del Derecho; (V) Norma vinculante y; (VI) norma de aplicación
directa.

Alicia Silverio y Diana de León 2


La Constitución como norma suprema implica, en consecuencia, una determinada estructura del
ordenamiento jurídico. Por ello, la supremacía de la Constitución es un concepto histórico: no todo
ordenamiento jurídico tiene una Constitución.
La Constitución es fuente formal del Derecho de donde emanan valores, principios y reglas de
inspiración para el Juez, para funcionarios y para particulares. Concebir la Constitución como fuente
implica aceptar la aplicación judicial de la Constitución y, en general, que todos quienes deban aplicar el
Derecho, deberán tomar en cuenta la norma constitucional como premisa de su decisión, como si se
tratase de cualquier otra cosa. Esta no será solo norma sobre normas, sino norma aplicable, no será solo
fuente sobre la producción, sino también fuente de derecho sin más.

Aspecto formal y contenido material de la norma constitucional


Según Kelsen la Constitución puede ser contemplada en dos sentidos: en un sentido material y en un
sentido formal.

En su sentido material está constituida por los preceptos que regulan la creación de normas jurídicas
generales y, especialmente, la creación de leyes. Además de la regulación de la norma que crea otras
normas jurídicas, así como los procedimientos de creación del orden jurídico; también desde el punto de
vista material, la Constitución contempla a los órganos superiores del Estado y sus competencias. Otro
elemento que contiene dicho concepto material, son las relaciones de los hombres con el
propio poder estatal y los derechos fundamentales del hombre. La Constitución en sentido material
implica pues, el contenido de una Constitución.

La Constitución en su sentido material tiene tres contenidos: el proceso de creación de las normas
jurídicas generales, las normas referentes a los órganos del Estado y sus competencias, y las relaciones
de los hombres con el control estatal.

La Constitución en sentido formal –dice Kelsen—es cierto documento solemne, un conjunto de normas
jurídicas que sólo pueden ser modificadas mediante la observancia de prescripciones especiales, cuyo
objeto es dificultar la modificación de tales normas. La Constitución en sentido formal es el documento
legal supremo. Hay una distinción entre las leyes ordinarias y las leyes constitucionales; es decir, existen
normas para su creación y modificación mediante un procedimiento especial, distintos a los abocados
para reformar leyes ordinarias o leyes secundarias.

Afirmamos, conforme a la concepción que la constitución, en sentido material, se define como norma
reguladora de la creación de normas por los órganos superiores del Estado.   Supremacía material

Supremacía formal “Surge, fundamentalmente, del hecho de que sus normas han sido consagradas
mediante procedimientos especiales, diferentes a los de la ley ordinaria, y de que para modificar esas
normas se requiere igualmente de procedimientos especiales.” (V. Naranjo M. p. 384)

La supremacía de la norma
En el sentido de Ley Suprema, es una Ley superior a todas las demás leyes. Todas las leyes hechas por
los gobernantes, especialmente las leyes votadas por el Poder Legislativo y promulgadas por el Poder
Ejecutivo, están subordinadas a la Constitución. En tanto que Ley Suprema, la Constitución es
jerárquicamente superior a toda regla de Derecho no importa cual sea su naturaleza, privada o pública,
interna o internacional. Es en ese sentido que la Constitución define una jerarquía de normas fundada en
un orden jurídico que concierne por prioridad y principalmente las normas internas tales como las leyes,

Alicia Silverio y Diana de León 3


los decretos y las resoluciones. Tratándose de normas externas, la Constitución debe entenderse como
una norma de reconocimiento más que de jerarquía, ya que la misma no puede ser “jerárquicamente
superior” a las leyes de los países extranjeros o las leyes internacionales como la costumbre o los
tratados.

La Constitución ocupa el lugar de primera norma en el ordenamiento jurídico dominicano, así se


desprende de su artículo 46, que prevé: “son nulos de pleno derecho toda ley, decreto, resolución,
reglamento o acto contrarios a la Constitución” y de la lectura del contenido material de muchos
artículos constitucionales.

El constitucionalismo norteamericano, es el primero que le otorga a su Constitución el valor normativo


de ley suprema y rompe con la idea y concepción de contemplar a la Constitución como un conjunto de
ideas políticas sin vinculación jurídica, otorgándole un verdadero valor jurídico exigible ante los
tribunales en caso de su trasgresión.

El principio de supremacía de la Constitución y el control de la constitucionalidad, tienen un estrecho


vínculo, ya que, mientras la supremacía constitucional se encarga de ser el parámetro para que ningún
acto de autoridad, ley o tratado pueda contravenir la ley fundamental, el control o la jurisdicción
constitucional se encarga de hacer efectivo dicho principio, al otorgar los mecanismos efectivos para
garantizar la supremacía constitucional.

La cuestión de la validez y de la eficacia constitucional


Validez de la Constitución.Desde la perspectiva estrictamente jurídica, la validez de la Constitución
depende del grado de aplicación que alcance; desde la perspectiva sociológica y política la legitimidad
de la norma fundamental dependerá de que la persona o la asamblea que la produzca sea reconocida por
la mayoría social como la entidad apta para hacerlo, además, que el contenido de la Constitución sea
congruente con la ideología y los valores predominantes en la sociedad.
La norma constituyente tiene validez jurídica sólo en la medida en que alcanza aplicación en el resto de
las normas del orden jurídico.
Así, una vez que es expedida la Constitución, cuando se establecen y funcionan los órganos que crea y
se producen las leyes, los reglamentos, los decretos y las sentencias, adquiere validez jurídica y será
'"más válida" en la medida en que se aplique con mayor intensidad a través de las normas derivadas. 
La Eficacia Constitucional. Existen dos sistemas:
E) Eficacia directa.
F) Eficacia indirecta.

La importancia de la Constitución en cualquier país del mundo, radica en que establece una limitación al
ejercicio del poder y fija las reglas del juego para el funcionamiento de la democracia y la convivencia
civilizada entre los integrantes de un conglomerado social.

Los tratados internacionales y su posición en el sistema de fuentes.


Un Tratado Internacional o convenio internacional es una especie de contrato o acuerdo entre dos o más
estados. Adhiriéndose al criterio de Herrera Billini, nuestra jurisprudencia consideró que los tratados
internacionales debidamente aprobados por el Congreso, tienen autoridad de una ley interna en cuanto
afecten derechos e intereses privados, objeto de acuerdo. De conformidad con esta decisión, todo tratado

Alicia Silverio y Diana de León 4


suscrito por el Estado Dominicano y aprobado por el Congreso Nacional, forma parte del Derecho
Positivo Dominicano.

En el caso especifico de la República Dominicana, la propia Constitución reconoce la supremacía de los


tratados sobre las normas del derecho interno, de conformidad con lo dispuesto en el segundo párrafo,
del artículo 3 de la carta sustantiva, al disponer: “La República Dominicana reconoce y aplica las
normas de derecho internacional general y americano, en la medida en que sus poderes públicos los
hayan adoptado”.
Esto significa que el derecho contenido en los tratados suscritos por la República Dominicana,
ratificados por el Congreso, promulgados y publicados de conformidad con la ley, se incorporan a
nuestro ordenamiento jurídico, sin necesidad de que sean dictadas normas que hagan obligatorio el
cumplimiento de los mismos, constituyéndose los tratados en fuente directa del derecho
Tema 3
El Estado de Derecho. Los modelos de estado de derecho. Estado constitucional. Estado formal.
Estado material. Estado social. Estado de derecho procesal. Estado parlamentario. Estado social y
democrático de derecho; el principio del estado social, principio de subsidiariedad. Exigibilidad de
los derechos sociales.

Estado derecho.
Un Estado de derecho es aquel que se rige por un sistema de leyes e instituciones ordenado en torno de
una constitución. Cualquier medida o acción debe estar sujeta o ser referida a una norma jurídica escrita
El Estado de derecho está formado por dos componentes: el Estado (como forma de organización
política) y el derecho (como conjunto de las normas que rigen el funcionamiento de una sociedad). En
estos casos, por lo tanto, el poder del Estado se encuentra limitado por el derecho.
El Estado de derecho surge por oposición al Estado absolutista, donde el rey se encontraba por encima
de todos los ciudadanos y podía ordenar y mandar sin ningún otro poder que le hiciera contrapeso. El
Estado de derecho, en cambio, supone que el poder surge del pueblo, quien elige a sus representantes
para el gobierno.

Con el desarrollo del Estado de derecho, aparece la división de poderes (el Poder Legislativo, el Poder
Judicial y el Poder Ejecutivo, tres instancias que, en el Estado absolutista, se reunían en la figura del
rey). De esta forma, los tribunales se vuelven autónomos respecto al soberano y aparece
el parlamento para contrarrestar el poder del gobernante.

Modelos de estados de derechos.

El estado de derecho formal


Un Estado de Derecho es aquel en el que la ley es el instrumento preferente para guiar la conducta de
los ciudadanos. La transparencia, predictibilidad y generalidad están implícitas en él. Esto conlleva a
que se facilite las interacciones humanas, permite la prevención y solución efectiva, eficiente y pacífica
de los conflictos; y nos ayuda al desarrollo sostenible y a la paz social. Para un Estado de Derecho
efectivo es necesario:
C) Que el Derecho sea el principal instrumento de gobierno.
D) Que la ley sea capaz de guiar la conducta humana.
E) Que los poderes la interpreten y apliquen congruentemente.

Alicia Silverio y Diana de León 5


El Estado de Derecho en sentido material
El vínculo a la observación de las leyes sería inútil e ineficaz si no se pudiera garantizar que las leyes
que ellos mismos son los garantes de los derechos fundamentales. Por lo tanto, los elementos formales
del Estado de Derecho se han desarrollado y ampliado por parte de elementos materiales del Estado, en
particular mediante la adopción de normas que protegen los derechos fundamentales.
Por ejemplo, la Constitución federal de la Confederación Suiza establece:
Art. 5 Principios de la actividad del Estado regidos por el Derecho
D) El Derecho es la base y el límite de la actividad del Estado.
E) La actividad del Estado debe responder a un interés público y ser proporcionada al fin buscado.
F) Los órganos del Estado y los particulares deben actuar de manera conforme a las reglas de la
buena fe.
G) La Confederación y los cantones deben respetar el Derecho internacional
Estado de derecho Constitucional
Estado Constitucional Presupone la existencia de una Constitución que sirve de orden jurídico formativo
fundamental, que vincula a todos los poderes públicos.

Sistema Parlamentario
El sistema parlamentario de gobierno es aquel que se funda en el principio de colaboración de poderes,
en donde por existir un nexo vinculatorio directo entre la composición del órgano legislativo y el
ejecutivo, se admite una relación inmediata entre ambos. El sistema parlametario de gobierno se
identifica por los siguientes distintivos:

1. El Jefe del Estado y el parlamento son entidades distintas con injerencia excepcional
2. El parlamento se estructura por dos entidades a saber : el gabinete, órgano colegiado
integrado principalmente por miembros del partido mayoritario vencedor y la asamblea propiamente
dicha, la cual es representante popular y órgano legislativo.
3. El parlamento opera bajo el principio de coalición de funciones
4. Existe un contro interorgánico entre la asamblea interpalamentaria y el gabinete, lo que
supedita reciprocamente su permanencia

Estado Social
Un estado social es todo aquel que cuya prioridad sean sus obligaciones sociales, de encaminar la
justicia social. Deriva del valor fundamental de la igualdad y no discriminación, y de la declaración del
principio de la justicia social como base del sistema económico.
Es un sistema que se dispone a fortalecer servicios y garantizar derechos esenciales para mantener el
nivel de vida digno para participar como miembro pleno en la sociedad.
El estado se presenta como garante de asistencia sanitaria, salud, educación pública, trabajo y vivienda
digna, indemnización de desocupación, subsidio familiar, acceso a los recursos culturales, asistencia del
inválido y del anciano, defensa ecológica.
El estado debe garantizar los denominados derechos sociales mediante su reconocimiento en la
constitución.

Estado Democrático.
El Estado Democrático está definido como "el gobierno de las mayorías, el gobierno del pueblo y para
el pueblo". Este sistema permite la participación del pueblo en la esfera de gobierno, generalmente por
medio del sufragio y del control sobre la toma de decisiones de sus representantes.

Alicia Silverio y Diana de León 6


El estado democrático está fundamentado por toda la organización política de la nación en conjunto, y a
su vez identifica como recurso indispensable para el constitucionalismo a la representación del pueblo
por dirigentes políticos, mejor conocido como democracia indirecta o representativa, y por elementos
de organización popular mejor conocidos como democracia directa o participativa.

Encontramos que la democracia participativa es superior a la representativa, debido a que en la


democracia representativa es el pueblo quien acompaña a su represéntate elegido, lo supervisa, lo apoya
y lo sanciona para que este cumpla los propósitos de su representación, sin menospreciar sus aportes
personales.
Todo estado democrático debe respetar el principio de soberanía popular, que contradice el
establecimiento de monarcas o caudillos; y la regla de la mayoría, que establece al sufragio como
el método más efectivo para resolver controversias.
En un estado democrático todos los representantes o partidos políticos que participen en el sufragio,
deben someterse al mismo reglamento y respetar el resultado, ya que este representa la voluntad de las
mayorías electorales.

Estado Social y Democrático


Inspirado en las Constituciones de  Querétaro, México del año 1917, de Weimar, Alemania de 1919, de
España de 1931,  de Perú de 1933, de Cuba de 1940, de Suiza de 1946, de Brasil de 1946, de Italia de
1947, de Francia de 1958.  
Este nuevo sistema está al servicio del hombre, y debe ser garante del bien común, basado en
los principios de justicia social y dignidad humana. El estado debe crear, conservar y comprometerse a
materializar esos derechos para satisfacer las necesidades de sus habitantes, logrando así un bienestar
general. Por ello la justicia, la educación, la salud, la seguridad social, el desarrollo integral
del individuo y de la sociedad y la protección de sus derechos humanos, se transforman en funciones
prioritarias del Estado.
El estado social de derecho y de justicia persigue la armonía entre las clases, evitando que
la clase dominante abuse o subyugue a otra clase de grupos sociales, impidiéndoles el desarrollo y
sometiéndolas a la pobreza y a la ignorancia; a la categoría de explotados y sin posibilidad de avance.
En un Estado de Derecho la aplicación de la ley es imperante, en un Social de Derecho y de Justicia el
estado está obligado a ayudar a aquellos ciudadanos que se encuentren en minusvalía jurídica. El Estado
Social de Derecho y de Justicia protege a los asalariados ajenos al poder económico, tutela la salud, la
vivienda, la educación y las relaciones económicas.
El estado es garante de satisfacer las necesidades vitales de todos los ciudadanos, tales como la salud, la
vivienda, la educación, etc.
La constitución en su artículo 7.- Estado Social y Democrático de Derecho. La República Dominicana
es un Estado Social y Democrático de Derecho, organizado en forma de República unitaria, fundado en
el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la
separación e independencia de los poderes públicos.

Principio del estado social


El Estado Social de Derecho se soporta en los principios de:
D) Equidad: constituye un componente del desarrollo humano donde la igualdad en los bienes o
servicios necesarios permite gozar de una adecuada calidad de vida.
E) Solidaridad: Implica el reparto orgánico de la riqueza de un país, con la intención de crear
riqueza común en materia de infraestructura de bienes de servicios considerados para el buen
funcionamiento y desarrollo de la solidaridad, pudiendo ser desde un punto de vista altruista o

Alicia Silverio y Diana de León 7


mutualista.
F) Bien común: obedece al conjunto de principios, reglas, instituciones y medios q permiten
promover y garantizar la existencia de todos los miembros de luna comunidad humana en el plano
inmaterial. Es decir, el reconocimiento, el respeto y la tolerancia en las relaciones con el otro. Por otra
parte, en el plano material, el bien común representa la materialización de los bienes y servicios
como: Alimentación, vivienda digna, energía, educación, salud, transporte, información, democracia y
expresión artística.
G) Responsabilidad social: Se refiere generalmente al daño causado a la sociedad por acciones de
otro individuo o grupo. Es el compromiso de cada persona con su sociedad.
H) Convivencia Social: desde un punto de vista abstracto son todos esos aspectos formales como
la ética, moral, sinergia y respeto al otro. En cambio, desde un punto de vista concreto se refiere a la no
discriminación, la aceptación de la diversidad cultural, social e ideológica, es decir el respeto a los
derechos y a las diferencias de todos los valores que comprenden vivir en sociedad.
I) Justicia Social: Se refiere a las nociones fundamentales de igualdad y derechos humanos, a la
inclusión social de manera que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades de un buen
desarrollo integral, desarrollo humano y la paz integral, y q a su vez pueda cumplir con sus deberes. No
puede considerarse justicia social si alguno de estos atributos es excluido.
Principio de subsidiariedad. Exigibilidad de los derechos sociales.
Este principio tiene sus raíces teóricas en la doctrina social de la Iglesia católica, pero en su aplicación
se ha independizado en gran parte de ella y es empleada en el Derecho para justificar la abstención de
regulación. El principio de subsidiariedad se basa en el máximo respeto al derecho de
autodeterminación o a la libre determinación de todos y cada uno de los miembros de una estructura
social y, a su vez, es el fundamento sobre el que se sustenta todo el edificio de esa dinámica de
interacción sociopolítica que denominamos democracia participativa.

El principio de subsidiariedad no se refiere solamente al reparto de competencias entre los diferentes


niveles jerárquicos y/o funcionales de una estructura social sino que constituye la expresión de un
determinado concepto participativo de todos los grupos de dicha estructura. Este principio, de necesaria
aplicación en la política social, tiene por objeto el reparto y la limitación de las competencias para la
ordenación de los grupos sociales. Además, ordena las relaciones de las sociedades intermedias.
La subsidiariedad supone, en primer término, reconocimiento de la autonomía de cada colectivo de la
estructura para establecer sus objetivos y decidir los procesos con que intentar alcanzarlos, pero también
implica diálogo y participación de todos los miembros (individuales y colectivos) del grupo social en la
definición de los objetivos globales, en el diseño de las estrategias para conseguirlos, en su ejecución y
en su evaluación así como el respeto de los instrumentos de autorregulación y correglamentación.
El principio de subsidiariedad, en Derecho, es un principio jurídico que puede plantearse en
situaciones jurídicas en las que se dan dos alternativas, de manera que a una de ellas sólo se podrá acudir
en defecto de la otra.
Se contrapone al principio de solidaridad, en virtud del cual no se establece un orden de prelación de
alternativas, sino que se deja a disposición de un determinado actuante.
El principio de subsidiariedad se manifiesta en campos tan dispares como el Derecho civil, el penal o
el constitucional

Exigibilidad de los derechos sociales.

El proceso de constitucionalizacion de los derechos sociales, e la República Dominicana se inicia con la


Constitución de 1963, prohijada bajo la insigne figura continental del profesor Juan Bosch; como

Alicia Silverio y Diana de León 8


expresara el Senador Julio Cesar Valentín en el marco de la conferencia la visión progresista de la
Constitución de 1963.

La diferencia entre los Derechos Civiles y Políticos y los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(DESC), tenemos que decir que hay un gran sector de la doctrina comparada que considera que los
derechos civiles y políticos exigen la no prohibición del Estado para su ejercicio, como el derecho al
voto, el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la libertad de tránsito, lo cual impone al Estado
obligaciones negativas de no injerencia, que en principio no requieren erogación de dinero. Sin embargo
los DESC imponen al Estado, tanto la obligación negativa de no lesionar, como la obligación positiva, la
cual en la mayoría de los casos  requiere la utilización de recursos, por ser estos  derechos
prestacionales, como: la salud, la educación y la protección del medio ambiente.

Partiendo de estas postulaciones como sostienen Víctor Abramovic y Christian Courtis, no existe 
ninguna diferencia de estructura entre los distintos tipos de derechos fundamentales. En Consecuencia
los DESC son exigibles, justiciable, sancionables y reparables. Un aspecto que potencializa su
exigibilidad es que estos están contenidos en el Pacto Internacional de los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales de 1966 y otros instrumentos internacionales de Derechos Humanos.

 Estos instrumentos internacionales vinculantes que postulan que las prohibiciones y de las obligaciones
inmediatas  que los Estados deben de respetar, proteger, garantizar y promover, constituyen una especie
de jurisprudencia sobre los contenidos normativos del Pacto de 1966, que al igual que otros
instrumentos internacionales de derechos humanos tienen rango supranacional y además están
contenidos en muchas constituciones de Latinoamérica.

Los obstáculos para la exigibilidad de los DESC que surgen desde la doctrina, según postulaciones de
Victor Abramovich y Christian Courtis, no son obstáculos de carácter teóricos, sino mas bien
contingentes los cuales pueden ser superados por vía de la exigibilidad de los DESC, ya sea por la vía
directa o indirectamente. Claro está exigibilidad debe ir acompañada de acciones innovadoras y
originales, las cuales deben tener rigurosidad y estar fundamentada sobre la base del derecho positivo
vigente. La idea es que las acciones de exigibilidad, se realice sobre la base de la violación a principios
y derechos, de manera indirecta, cuya violación podamos vincularlas de manera estratégica con un
derecho social.

Cuando hablamos de derechos económicos, sociales y culturales, nos referimos a la posibilidad de


reclamar ante un juez o tribunal de justicia el cumplimiento al menos de algunas obligaciones que se
derivan de esos derechos.

Los argumentos esgrimidos por los objetores de la justiciabilidad de los derechos económicos, sociales y
culturales parten de diferenciar la naturaleza de estos derechos, con la de los derechos civiles y
políticos. Uno de los argumentos que se repiten para sostener la pretendida distinción de los derechos
civiles y políticos con respecto a los derechos económicos, sociales y culturales, radica en el supuesto
carácter de obligaciones negativas del primer género de derechos, mientras que los derechos
económicos, sociales y culturales implicarían el nacimiento de obligaciones positivas que en la mayoría
de los casos deben solventarse con recursos del erario público.

De acuerdo a esta posición, las obligaciones negativas se agotarían en un no hacer por parte del Estado:
no detener arbitrariamente a las personas, no aplicar penas sin juicio previo, no restringir la libertad de

Alicia Silverio y Diana de León 9


expresión, no violar la correspondencia ni los papeles privados, no interferir con la propiedad privada,
etc. Por el contrario, la estructura de los derechos económicos, sociales y culturales se caracterizaría por
obligar al Estado a hacer, es decir, a brindar prestaciones positivas: proveer servicios de salud, asegurar
la educación, a sostener el patrimonio cultural y artístico de la comunidad. En el primer caso, bastaría
con limitar la actividad del Estado, prohibiéndole su actuación en algunas áreas. En el segundo, el
Estado debería necesariamente erogar recursos para llevar a cabo las prestaciones positivas que se le
exigen

Tema 4
Constitucionalización de los Procesos. La oralidad como principio constitucional; ventajas y
desventajas. Constitucionalización del proceso penal, civil, laboral, de niños, niñas y adolescentes;
inmobiliario y administrativo. Tutela judicial efectiva y debido proceso

La oralidad como principio constitucional; ventajas y desventajas.


Principio de Oralidad. Concepto: Regla aplicable al juicio de fondo, según la cual todos los
intervinientes tienen el deber y el derecho a expresar a viva voz sus pretensiones y sus fundamentos de
hecho y derecho.

La Constitución de la República en el Artículo 8.2.j “Nadie podrá ser juzgado sin haber sido oído o
debidamente citado…

Ventajas.

a) Mayor celeridad.
b) La justicia escrita es una justicia ¨muerta¨.
c) Mayor Publicidad del Proceso.
d) Favorece el ejercicio del poder la dirección del proceso de que disfruta el juez civil contemporáneo.
e) La resistencia hacia el proceso oral obedece a una suerte de inercia.
f) Evita, en mayor medida que el proceso escrito, la inconducta procesal.
e) Favorece el principio de concentración.

Constitucionalización del proceso penal


Apuntes sobre la Constitucionalización del Derecho Procesal Penal- 36 -Es de todos sabidos que «al
incursionar en el campo de lo penal, el con-trol constitucional de la actividad del Estado» —y la
consecuente constitucionalización del derecho— «adquiere dimensiones excepcionales, al relacionarse
con la efectiva tutela de la libertad individual y con las limitaciones a los mecanismos de afectación de
aquella que puede disponer el Estado en el ejercicio de su potestad punitiva»
 No se cuestiona que la causa determinante de la constitucionalización del proceso resida en la propia
Constitución, debido a la adopción de nuevos textos que rigen el proceso y otras múltiples normas que
inciden en mayor en menor grado. Pero ha de precisarse que «la constitucionalización de las normas
sobre derechos y garantías procesales [penales]… no es una simple formalización de reglas, conceptos y
principios elaborados dogmáticamente por el Derecho Procesal [Penal], sino la consagración de normas
que han adquirido un significado distinto, desde el momento de su incorporación en el Texto

Alicia Silverio y Diana de León 10


Constitucional, por ser ‘normas de garantía’, que configuran la tutela del ciudadano frente a los poderes
públicos y de los particulares entre si»

Esto significa entonces que el Legislador no tiene una discrecionalidad absoluta para definir los
procedimientos penales, ya que debe respetar los derechos constitucionales de las personas, que
aparecen así como el fundamento y límite del poder punitivo del Estado.

Es inadmisible, entonces, «la tesis de que los criterios de valoración de la constitucionalidad de un


sistema procesal penal no son algo preestablecido por el legislador constitucional», sino que dependen
de la concreta realidad contextual en que se inserta cada sistema; y mucho menos la pretendida
«naturaleza subsidiaria de la Constitución» respecto a la construcción del ordenamiento jurídico
procesal penal, quedando entonces a la libre configuración del legislador ordinario. Que la Constitución
sea una estructura de prescripciones, mandatos y principios formulados de modo abstracto y abierto, en
modo alguno significa que éstos no sean normas jurídicas de aplicación directa y, menos aún, que no
existan reglas interpretativas para asegurar su eficacia. Admitir ello, sería vaciar de contenido la
Constitución y, por ende, asumir que los parámetros de constitucionalidad sean fijados por las normas
ordinarias o, mejor dicho, por la interpretación que les atribuyan sus aplicadores. No sería, pues, la
Constitución que descendería hacia el quehacer del proceso penal, sino que éste ascendería hasta
aquella, alterando consecuentemente «la configuración del problema de la constitucionalidad», lo que
contradice frontalmente la naturaleza de la constitucionalización del proceso penal, cuya bondad radica
en la capacidad de nulificar las normas e instituciones no concordes con los principios y valores
inherentes a la Constitución, forzando así su reforma para garantizar a plenitud la protección de la
persona humana.

Constitucionalización del proceso civil.


“Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida
por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”. Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José), Artículo 25

El proceso es una creación artificial, un instrumento que nace de la ley, es decir que carecía de
existencia en el seno de la sociedad”“Los procesos constituyen materia que solo puede ser regulados
mediante la ley. En tal sentido corresponde al legislador elaborar la mejor técnica procesal para asegurar
la debida protección de las libertades y los derechos fundamentales”.

Estado en cumplimiento de su obligación Jurisdiccional consagrada en la Constitución debe poner a


disposición de los ciudadanos (as), y de toda persona que lo requiera, los tribunales necesarios para que
estos puedan dirimir sus conflictos. Las Garantías y principios constitucionales vienen a asegurar a las
partes la protección efectiva e inviolabilidad de sus derechos consagrados en la Constitución y las leyes
adjetivas.

Principios constitucionales que rigen el proceso civil

Juez natural
Imparcialidad
Independencia

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Acceso a justicia
Legalidad
Derecho de defensa
Derecho a la prueba
Derecho a los recursos
Igualdad de las partes ante la ley
Igualdad de armas procesales
Plazo razonable del proceso
Tutela judicial efectiva y debido proceso

Constitucionalización del proceso laboral

El Trabajo como un Derecho Toda persona tiene derecho a un trabajo, lo que comprende el derecho de
toda persona a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente escogido o
aceptado. Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones dignas y a seguir libremente su
vocación, en cuanto lo permitan las oportunidades existentes de empleo. Toda persona tiene derecho a la
libre elección de su trabajo. La constitución en su art.62 establece el derecho al trabajo.

La Igualdad en el Trabajo Todas las personas son iguales ante la ley, lo cual también se aplica en el
ámbito del trabajo. En consecuencia, tanto la mujer como el hombre tienen igual derecho a elegir un
trabajo, profesión o empleo, a obtener igual remuneración por igual trabajo, a recibir igual trato en
cuanto a prestaciones y derechos. Así como también asumen las mismas responsabilidades y deberes.

La Libertad de Trabajo Nadie debe ser constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio, es decir,
en contra de su voluntad. Toda persona es libre para dedicarse al oficio o actividad laboral que
considere, siempre y cuando no sea contraria al orden público y a las buenas costumbres.

La Obligación de Trabajar y Principio de Interés General del Trabajo Toda persona tiene la obligación
de dedicarse a un trabajo de su elección con el fin de proveer dignamente el sustento propio y el de su
familia, alcanzar el más amplio perfeccionamiento de su personalidad y contribuir al bienestar y
progreso de la sociedad.

Constitucionalización del proceso de niños, niñas y adolescentes


La jurisdicción penal encargada de la investigación de los menores de edad que cometen delitos, ha
pasado de un modelo de “situación irregular” a un enfoque de “protección integral”. Derecho Penal
Juvenil. Bajo el modelo de la “situación irregular”, el sistema solía calificar a los menores de edad que
cometían delitos como personas en “riesgo social” y la única solución posible era la privación de
libertad que terminaba cuando se cumplía la mayoría de edad. Derecho Penal Juvenil

El enfoque de la “protección integral” entiende que la persona menor de edad que ha cometido un delito,
requiere una respuesta diferente del Derecho Penal. El menor de edad es ahora una persona a quien se
debe reinsertar en su familia y en la sociedad... Derecho Penal Juvenil

Se debe respetar sus derechos, se le debe incorporar al sistema educativo y; por ende, aunque los
principios generales del proceso penal de adultos son comunes a la jurisdicción penal juvenil, existen
matices importantes. Así, la restricción de la libertad es aún más excepcional en ésta materia... Derecho
Penal Juvenil

Alicia Silverio y Diana de León 12


La duración del proceso se debe abreviar aún más, la publicidad cede ante la protección de la imagen de
la persona menor de edad y la prisión preventiva se transforma en órdenes de orientación y supervisión
que permitan la reinserción del menor de edad en el sistema educativo, en su familia y en la sociedad.
Derecho Penal Juvenil

 Declaración de los Derechos del Niño: 03/12/1986 ONU Reconoce que los niños tienen iguales
derechos, sin posibilidad de hacer distinciones de ninguna clase, asimismo que es una persona en
formación y que el Estado debe crear las condiciones para que en libertad y con respeto a su dignidad, el
menor se desarrolle física, mental, moral, espiritual y socialmente.

Convención Internacional de los Derechos del Niño: 20/11/1989 ONU Es la culminación de un proceso
de reconocimiento y protección de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes. Marca el
surgimiento de un verdadero Derecho de la Infancia.

Convención Internacional de los Derechos del Niño: principios: Derecho a ser escuchado de acuerdo a
su edad y madurez. No sometimiento a tortura, tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes. Se
prohíbe la pena de muerte y la pena perpetua sin posibilidad de excarcelación.

Toda persona menor de edad tiene derecho a un pronto acceso a la asistencia jurídica; así como el
derecho de impugnar su detención ante un Tribunal independiente imparcial, cuya decisión deberá
recaer con prontitud. Convención Internacional de los Derechos del Niño: principios:

Durante el trámite del proceso penal y la ejecución de la pena, los menores de edad deben ser tratados
acorde con el fomento de su dignidad y promoviendo su reintegración a la sociedad. Convención
Internacional de los Derechos del Niño: principios:

A toda persona menor de edad acusada de haber cometido un delito se le garantizará: Ser considerada
inocente mientras no se prueba su culpabilidad. Ser informada sin demora y directamente de los cargos.
Contar con asistencia jurídica en la preparación y ejecución de su defensa.

Constitucionalización del proceso administrativo.


Se basa en los siguientes principios.

En primer lugar, está el principio de la legalidad derivado del principio de la supremacía constitucional
incorporado en el artículo 6 de la Constitución, cuando dispone que la misma es “norma suprema y
fundamento del ordenamiento jurídico del Estado,” a la cual están sujetas “todas las personas y los
órganos que ejercen potestades públicas,” constituyendo uno de los deberes fundamentales de las
personas el “acatar y cumplir la Constitución y las leyes” (art. 75.1). En la Constitución, además, se
atribuyó a los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados por
el Estado dominicano, “jerarquía constitucional” disponiéndose que “son de aplicación directa e
inmediata por los tribunales y demás órganos del
Estado.”

Alicia Silverio y Diana de León 13


Como complemento de la supremacía constitucional, la Constitución dominicana, además, incorporó en
su propio texto el principio de lo que Hans Kelsen llamó la “garantía objetiva de la Constitución” al
declarar que “son nulos de pleno derecho toda ley, decreto, resolución, reglamento o acto contrarios a
esta Constitución.” Todos los órganos del Estado que ejercen los poderes públicos, por tanto, están
sometidos a la Constitución, siendo sus atribuciones “únicamente las determinadas” en ella y en las
leyes (art 4), lo que se ratifica en relación con los órganos que conforman la Administración Pública, al
disponer el artículo 138 de la propia Constitución que la misma debe realizar su actuación “con
sometimiento pleno al ordenamiento jurídico del Estado.”

El segundo principio del derecho público que se recoge en la Constitución dominicana,


particularmente por la consolidación de la Jurisdicción constitucional, es el principio de la formación del
derecho por grados, el cual conlleva a establecer una distinción entre los actos de los órganos del Estado
que se dictan en ejecución directa e inmediata de la
Constitución, es decir, que son dictados directamente en ejercicio de potestades constitucionales

El tercer principio del derecho administrativo que recoge la Constitución es el principio de la


distribución vertical o territorial de los poderes públicos del cual deriva la configuración básica de las
personas jurídicas estatales; principio que se adopta constitucionalmente como sistema limitado de
descentralización política, sólo establecida hacia el nivel de la Administración local

La Constitución también recoge el principio dla personalidad jurídica estatal

El quinto principio constitucional que condiciona el derecho administrativo en la República


Dominicana, es el principio clásico de la separación orgánica o división horizontal de los poderes
públicos, que origina órganos constitucionales independientes y autónomos entre sí, que ejercen no sólo
las clásicas ramas del poder público, es decir, la legislativa, la ejecutiva y la judicial, sino otras
potestades públicas constitucionales

El sexto de los principios del derecho administrativo recogido en la misma, que es el principio del
carácter inter orgánico de la Administración Pública como conjunto de órganos del estado

Esta connotación inter orgánica de la Administración Pública conllevó en la Constitución, a establecer


en séptimo lugar, un conjunto de principios relativos a la Administración Pública y a la actividad
administrativa, comenzando con el artículo 138.2 que exige del Legislador regular “el procedimiento
administrativo a través del cual deben producirse las resoluciones y actos administrativos, garantizando
la audiencia de las personas interesadas.”

El octavo de los principios del derecho administrativo recogido en la Constitución de 2012 es el


principio del carácter interorgánico de las funciones del estado, en particular de la función
administrativa.

El noveno de los principios del derecho administrativo recogidos en la Constitución dominicana de


2010 que es el principio del carácter inter funcional de los actos estatales, en particular de los actos
administrativos.

Décimo de los principios generales del derecho administrativo recogidos en la Constitución de la


República Dominicana de 2010, que es el principio de la universalidad del control de los actos

Alicia Silverio y Diana de León 14


estatales por parte tanto de los órganos de la Jurisdicción Constitucional como de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, en el sentido de que no hay actos que escapen al control jurisdiccional.

En décimo primer lugar, en la Constitución de 2010, también se regula, el principio de la


responsabilidad administrativa del Estado y de los funcionarios públicos, como principio fundamental
de un Estado de derecho.

Tutela judicial efectiva y debido proceso


La Tutela Judicial Efectiva Este derecho podemos definirlo como aquel que permite obtener de modo
real y efectivo la realización de los derechos y garantías que comprende el proceso, esto es, un
protección concreta y efectiva de esos derechos y garantías y no meramente formal , teórica e ilusoria.
La tutela judicial efectiva se manifiesta en diferentes aspectos, que garantizan la seguridad jurídica, eso
tiene que ver con el acceso a la justicia, el derecho de defensa, a la aportación de la prueba, a una
resolución razonada y fundada en derecho.

La Tutela Judicial Efectiva La tutela judicial efectiva tiene una relación directa con la eficacia jurídica
de las resoluciones judiciales pues no tendría razón de ser tener una sentencia laboral que no pueda ser
ejecutada o que tenga como soporte una garantía (Ver Art. 539 y 667 C.T.). Ante un crédito privilegiado
que tiene un carácter alimentario como son prestaciones laborales y los salarios.

El Debido Proceso El costarricense Mario Houed, dentro del criterio del derecho Penal define el debido
proceso de ley “Como el proceso en el cual no se prive a ningún individuo de la tutela de sus derechos
fundamentales. Que concluya en el dictado de una sentencia fundada en el fiel cumplimiento de los
principios supremos inherentes a un estado de derecho”

La constitución dominicana, por su parte, lo considera como el proceso que es realizado en observancia
a los procedimientos legales y culmina en una sentencia resultante de un juicio imparcial, garantizando
el derecho de la defensa (Art. 8-2), sobre los derechos individuales y sociales que consagra.

Conceptos del Debido Proceso Resumiendo y partiendo de las reflexiones anteriores, nos permitimos
definir el Debido Proceso de Ley (Due Process of Law) o simplemente el debido proceso, como aquel es
el cual los justiciable, sujeto activo y pasivo, concurren al mismo en condiciones de igualdad dentro de
un marco de garantías, de tutela de los derechos, libertades y garantía fundamentales, que les son
reconocidos por el ordenamiento, a fin de concluir en decisión justa y razonable.

La institución del debido proceso está contemplada en todas las legislaciones y ello ha permitido
consagrar este principio como pilar fundamental de las tesis que forman el debido Proceso Universal. Ya
particularizada la figura del debido proceso de convierte en un derecho fundamental constitucional en
beneficio de las personas consideradas partes dentro de la relación procesal (T-419/92)”.

 El derecho al debido proceso comprende un conjunto de principios materiales y formales entre los que
se encuentran el principio de legalidad (Memo index lege), el principio del juez natural o juez legal, el
principio de favorabilidad penal y el principio de presunción de inocencia, todos los cuales en estricto
rigor responden mejor a la estructura jurídica de verdaderos derechos fundamentales.

Alicia Silverio y Diana de León 15


Tema 5
El Poder Judicial en la Constitución Dominicana. El Consejo Nacional de la
Magistratura. La Suprema Corte de Justicia. El Ministerio Público. La sumisión del juez a la ley y
a la independencia judicial. La inamovilidad judicial. Estatuto de los jueces y magistrados. La
carrera judicial. Prohibiciones e incompatibilidades. Responsabilidad de los jueces y magistrados.
La responsabilidad disciplinaria. La evaluación del desempeño y el escalafón judicial. Ley de
Carrera Judicial y su Reglamento.

El Consejo Nacional de la Magistratura


Titulo V de la Constitución
Conforme al art. 149 de la Constitución “La justicia se administra gratuitamente, en nombre de la
República, por el Poder Judicial. Este poder se ejerce por la Suprema Corte de Justicia y los demás
tribunales creados por esta Constitución y por las leyes. El Poder Judicial goza de autonomía funcional,
administrativa y presupuestaria.
El Consejo Nacional de la Magistratura nace con la Constitución de 1994, y su Ley Orgánica es la
No. 169-97. Titulo VI de la nueva Constitución. No es un órgano permanente, sino que se reúne
ocasionalmente dada las vacantes o cesación de uno o varios de los jueces de la SCJ.
Funciones. El Consejo Nacional de la Magistratura tendrá las siguientes funciones:
1) Designar los jueces de la Suprema Corte de Justicia;
2) Designar los jueces del Tribunal Constitucional;
3) Designar los jueces del Tribunal Superior Electoral y sus suplentes;
4) Evaluar el desempeño de los jueces de la Suprema Corte de Justicia.
El CNM al conformar la Suprema Corte de Justicia deberá seleccionar las tres cuartas partes de sus
miembros de jueces que pertenezcan al sistema de carrera judicial, y la 4ta. parte restante los escogerá
de profesionales del derecho, académicos o miembros del MP.

El CNM estará integrado por: (art. 178 de la Constitución)


1. El Presidente de la Rep.; quien lo presidirá y, en su ausencia el Vicepresidente
2. El Presidente del Senado;
3. Un Senador o (a) escogido por el Senado que pertenezca al partido o bloque de partidos
diferentes al del Presidente del Senado;
4. El Presidente de la Cámara de Diputados;
5. Un Diputado o (a) escogido por la Cámara de Diputados, que pertenezca al partido o bloque
de partidos diferentes al del Presidente de la Cámara de Diputados;
6. El Presidente de la SCJ;
7. Un Magistrado de la SCJ escogido por ella misma, quien fungirá de Secretario.
8. El Procurador General de la República.

La Suprema Corte de Justicia


Es el órgano jurisdiccional superior de todos los organismos judiciales. Estará integrada por no menos
de 16 jueces y podrá reunirse, deliberar y fallar válidamente con el quórum determinado por la ley que
establece su organización. Estará dividida en salas, de conformidad con la ley.

Atribuciones. Corresponde exclusivamente a la SCJ, sin perjuicio de las demás atribuciones que le
confiere la ley:

Alicia Silverio y Diana de León 16


1) Conocer en única instancia de las causas penales seguidas al Presidente y al Vicepresidente de la
República; a senadores, diputados; jueces de la SCJ, del Tribunal Constitucional; ministros y
viceministros; Procurador General de la Rep., jueces y procuradores generales de las cortes de apelación
o equivalentes; jueces de los tribunales superiores de tierras, de los tribunales superiores administrativos
y del Tribunal Superior Electoral; al Defensor del Pueblo; a miembros del Cuerpo Diplomático y jefes
de misiones acreditados en el exterior; miembros de la Junta Central Electoral, de la Cámara de Cuentas
y de la Junta Monetaria;
2) Conocer de los recursos de casación de conformidad con la ley;
3) Conocer, en último recurso, de las causas cuyo conocimiento en primera instancia sea competencia de
las cortes de apelación y sus equivalentes;
4) Designar, de conformidad con la Ley de Carrera Judicial, los jueces de las cortes de apelación o sus
equivalentes, de los juzgados de primera instancia o sus equivalentes, los jueces de la instrucción, los
jueces de paz y sus suplentes, los jueces de cualesquier otros tribunales del Poder Judicial creados por la
Constitución y las leyes.
El Consejo del Poder Judicial es el órgano permanente de administración y disciplina del Poder
Judicial. (arts. 155 y 156 de la Constitución)

El Ministerio Público.
Es el representante de la sociedad por ante los tribunales de la República, le compete la persecución de
las infracciones cuyo castigo corresponde a los tribunales judiciales; su competencia está circunscrita a
la competencia y la jurisdicción del tribunal por ante el cual ejerce sus funciones.
 Por ante la SCJ: Procurador General de la República.
 Cortes de Apelación: Procurador General de la Corte de Apelación.
 Juzgados de Primera Instancia: Procurador Fiscal.
 Juzgados de Paz: Fiscalizador.
 Tribunales de Tierra: Abogado del Estado.

Son designados por el Poder Ejecutivo. La nueva constitución en sus artículos 173 y 174 crean la
Carrera del Ministerio Público y el Consejo Superior del Ministerio Público.

El MP es uno e indivisible, cada uno de sus funcionarios, cuando actúa en un procedimiento, lo


representa íntegramente. En materia penal debe estar presente en la audiencia, su presencia es
obligatoria para la composición del tribunal; en materia civil no es necesaria su presencia en la
audiencia, salvo en los casos en que la ley establece que su dictamen es necesario y le remite el
expediente a tales fines.

La sumisión del Juez a la Ley y a la Independencia Judicial.


La justicia deber ser independiente de cualquier poder político, social o económico. Las garantías
constitucionales, el debido proceso, derecho de defensa, oralidad, inmediatez, y contradicción, sólo
tienen significado si el Juez es imparcial. La independencia judicial es la garantía de que el Juez sólo
está sujeto a la Constitución y a las leyes, se conforma con aplicar el derecho vigente. Las y los jueces
integrantes del Poder Judicial son independientes, imparciales, responsables y están sometidos a la
Constitución y a las leyes.

Alicia Silverio y Diana de León 17


La independencia judicial es una garantía jurídica y política, para los ciudadanos de que su conflicto se
podrá dirimir con estricto apego a la Constitución, la ley y a los hechos comprobados,
independientemente de todo poder o influencia.

La Inamovilidad Judicial.
La constitución en su art. 151 establece que los Las y los jueces integrantes del Poder Judicial son
inamovibles. No podrán ser removidos, separados, suspendidos, trasladados o jubilados, sino por alguna
de las causas establecidas y con las garantías previstas en la ley.

La edad de retiro obligatoria para los jueces de la Suprema Corte de Justicia es de 75 años. Para los
demás jueces, funcionarios y empleados del Poder Judicial se establecerá de acuerdo con la ley que rige
la materia.
La Carrera Judicial. (art. 150 de la Constitución) La ley regulará el estatuto jurídico de la carrera
judicial, el ingreso, formación, ascenso, promoción, desvinculación y retiro del juez, con arreglo a los
principios de mérito, capacidad y profesionalidad; así como el régimen de jubilaciones y pensiones de
los jueces, funcionarios y empleados del orden judicial.
La ley también regulará la Escuela Nacional de la Judicatura, que tendrá por función la formación inicial
de los y las aspirantes a jueces, asegurando su capacitación técnica.
Para ser designado juez del Poder Judicial, todo aspirante debe someterse a un concurso público de
méritos mediante el sistema de ingreso a la ENJ que al efecto establezca la ley y haber aprobado
satisfactoriamente el programa de formación de dicha escuela. Sólo estarán exentos de estos requisitos
los miembros de la SCJ que sean de libre elección.

Prohibiciones e Incompatibilidades. Establece nuestra Constitución en su artículo 151 numeral 1 que


el servicio en el Poder Judicial es incompatible con cualquier otra función pública o privada, excepto la
docente. Sus integrantes no podrán optar por ningún cargo electivo público, ni participar en actividad
político partidista.

La Ley de Carrera Judicial y el art. 149 del Reglamento de Aplicación de dicha Ley, contemplan como
prohibiciones, entre otras, las siguientes:
1. Realizar actividades ajenas a sus funciones.
2. Retardar o negar injustificadamente el despacho de los asuntos a su cargo o la prestación de
los servicios que le corresponden.
3. Solicitar, aceptar o recibir, directamente o por persona interpuesta, gratificaciones, dádivas,
obsequios, comisiones o recompensa, como pago por actos inherentes a su investidura.
4. Asistir al lugar de trabajo en estado de embriaguez o bajo el influjo de drogas o
estupefacientes, etc.

Responsabilidad de los Jueces y Magistrados. La ley establecerá el régimen de responsabilidad y


rendición de cuentas de jueces y funcionarios del Poder Judicial. La Ley de Carrera Judicial estableces
los siguientes:
 Prestar Juramento.
 Cumplir con las disposiciones legales sobre la declaración jurada ante Notario de la
composición activa y pasiva de su patrimonio.
 Desempeñar con interés, ecuanimidad, dedicación, eficiencia, probidad, imparcialidad y
diligencia las funciones a su cargo, observando buena conducta y evitando la comisión de faltas

Alicia Silverio y Diana de León 18


disciplinarias.
 Evitar los privilegios y discriminaciones por motivos de filiación política, religión, raza,
sexo, condición social, parentesco y otros criterios que colindan con los derechos humanos y/o con el
mérito personal.

Responsabilidad Disciplinaria. El régimen disciplinario tiene como fin prevenir la comisión de faltas
de parte de los jueces y pautar de manera clara su conducta dentro y fuera de la institución. El Consejo
del Poder Judicial es el órgano permanente de administración y disciplina del Poder Judicial tendrá el
control disciplinario sobre jueces, funcionarios y empleados del Poder Judicial con excepción de los
integrantes de la Suprema Corte de Justicia. Incurren en responsabilidad disciplinaria los Jueces que
incumplan con la observancia de la Constitución, las leyes, reglamentos, instrucciones y demás normas
vigentes.

Según la gravedad de las faltas, las autoridades competentes en los términos de la Ley de Carrera
Judicial podrán imponer las siguientes sanciones:
 Amonestación Oral
 Amonestación Escrita
 Suspensión sin sueldo
 Destitución

La Evaluación del desempeño y el Escalafón Judicial. La evaluación del desempeño se tomará en


cuenta para conceder estímulos de carácter moral y económico, así como para la participación en planes
de perfeccionamiento personal, programas de bienestar social y para cualquier movimiento en miras a
suplir las demandas por la aplicación del estatuto de la función jurisdiccional. Las evaluaciones se
realizarán anualmente, bajo la coordinación del Consejo del Poder Judicial quien tendrá la aplicación y
ejecución de los instrumentos de evaluación del desempeño de jueces y personal administrativo que
integran el Poder Judicial.

El Escalafón Judicial: El art. 15 de la Ley de Carrera Judicial crea el escalafón judicial, de manera que
los Jueces puedan, sobre la base del mérito personal y profesional, pasar de una categoría a otra
superior. A tales fines, el orden ascendente es como sigue:
 Juez de Paz o sus equivalentes.
 Juez de Primera Instancia, Juez de Instrucción, Juez de Jurisdicción Original del
Tribunal de Tierras, Juez de Trabajo, Juez de Niños, Niñas y Adolescentes o sus equivalentes.
 Juez de la Corte de Apelación, Juez del Tribunal Superior de Tierras, Juez del Tribunal
Contencioso-Tributario, Juez de la Corte de Trabajo, Juez de la Corte de Niños, Niñas y Adolescentes o
sus equivalentes.
 Juez de la SCJ.

Tal como establece el artículo 77 del Reglamento de la Ley de Carrera Judicial, el escalafón judicial
representa la relación de todos los Jueces integrantes del Poder Judicial clasificados de acuerdo a su
nivel jerárquico y categoría, antigüedad y méritos profesionales.

Ley de Carrera Judicial y Reglamento. El estatuto de los Jueces y Magistrados esta regulado por la
Ley No. 327-98, sobre Carrera Judicial y su reglamento.

Alicia Silverio y Diana de León 19


Tema 6
Interpretación Constitucional. Interpretación legal y constitucional. Teoría de la interpretación
constitucional. Métodos de interpretación. La hermenéutica: Interpretación restrictiva y
extensiva. Interpretación conforme a los principios y valores constitucionales. Interpretación
constitucional con perspectiva de género.
Comunidad jurídica interpretativa.

Interpretación legal y constitucional


La interpretación constitucional pertenece al género de la interpretación jurídica pero se debe plantear si
la interpretación de las normas constitucionales (entendidas en sentido amplio) asume características
peculiares que requieran de un estudio particular y autónomo.
Existen innumerables posiciones doctrinales al respecto que podrían agruparse en 2 grandes corrientes: 
a) la que considera que la interpretación constitucional no posee métodos peculiares y que deben
aplicarse los generales de la interpretación jurídica y b) la doctrina contemporánea predominante que
señala que la interpretación constitucional debe analizarse y aplicarse de manera peculiar debido a una
serie de factores específicos.

La interpretación legal.

Es una actividad fundamental en el Derecho, constituyéndose en la principal actividad del operador


jurídico. Es la interpretación la que le da verdadera naturaleza y valor a la norma.  Posee una función
normativa y no meramente recognoscitiva. En sentido amplio: Asigna significado a expresiones del
lenguaje jurídico En sentido estricto: Determina el sentido de una expresión jurídica dudosa Da claridad
a la norma.

La Interpretación jurídica por excelencia es la que pretende descubrir para sí mismo (comprender) o
para los demás (revelar) el verdadero pensamiento del legislador o explicar el sentido de una
disposición.

Considerándola como toda una Teoría, Marcial Rubio Correa define la Interpretación Jurídica
diciendo:"La teoría de la interpretación jurídica, ., es la parte de la Teoría General del Derecho destinada
a desentrañar el significado último del contenido de las normas jurídicas cuando su sentido normativo
no queda claro a partir del análisis lógico-jurídico interno de la norma." 

El objeto de una ciencia, materia o disciplina es aquello de lo que se ocupa o sobre lo que recae. Así,


dado que la Interpretación se ocupa o recae sobre el derecho, resulta obvio que es el derecho el objeto de
la Interpretación. El Derecho que es objeto de la interpretación, a su vez, puede provenir bien de una
norma jurídica, de la Costumbre o de los Principios Generales del Derecho; en cualquiera de estos casos
la labor interpretativa estará presente, aunque en el este trabajo nos ocupamos sólo del primer caso.

El propósito u objetivo de la Interpretación (fin inmediato) es desentrañar el sentido y significado del


Derecho. Ludwig Enneccerus lo dice de la manera siguiente: "El objetivo de la Interpretación es el
esclarecimiento del sentido propio de una proposición jurídica.

Interpretación constitucional.

Alicia Silverio y Diana de León 20


La interpretación constitucional es de vital importancia dentro de un Estado Constitucional y
democrático de derecho, en virtud de la fuerza normativa de la Constitución, cuya aplicación se
constituye en eje fundamental para la preservación del Estado de Derecho. La Constitución como norma
suprema y parámetro de control jurisdiccional de las demás normas del ordenamiento logra concretarse
sólo mediante criterios objetivos para su interpretación.

Patrones de interpretación Constitucional: Todo aquel instrumento de naturaleza constitucional con el


cual se compara, en un juicio objetivo de normas, un precepto del ordenamiento que ofrece dificultades
en el momento de su creación o de su aplicación. Fin del patrón de interpretación es verificar la
compatibilidad de una norma con el instrumento utilizado para su verificación

Métodos de interpretación
En materia de interpretación en general debe hablarse de Métodos en plural, ya que éstos son
innumerables y tan variados como las aportaciones de las Escuelas de los distintos países que dieron su
teoría al mundo del derecho.

Cuando de interpretación constitucional se trata los métodos deben ser fiables, previsibles, prácticos con
el fin de producir efectos beneficiosos para el Sistema Político democrático (Canosa Usera, 2002).
Hesse señala que los métodos tradicionales a la hora de interpretar la constitución, son insuficientes,
debe haber una conexión entre la norma y la realidad. Los métodos encierran una lógica normativista
que descarta la realidad.
El método jurídico o hermenéutico-clásico: este método mantiene fidelidad a los postulados
tradicionales e la interpretación jurídica elaborados por la dogmática iusprivativista de Savigny, o sea, a
los medios gramaticales, lógicos, históricos y sistemáticos. Forman parte del método hermenéutico
clásico las interpretaciones gramatical, lógica, histórica y sistemática.

El método histórico consiste en investigar los antecedentes de la norma constitucional para deducir su
espíritu. En este método se toman en cuenta las motivaciones y circunstancias que en su momento
llevaron a la adopción de la norma constitucional interpretada, así como las circunstancias políticas,
económicas, sociales y culturales que rodearon el momento de la consagración de la norma.

El método lógico utiliza los argumentos de lógica formal para extraer el sentido de la norma. Estos
argumentos incluyen a “a contrario sensu”, “a fortiori ratione”, “ad absurdum”, “a generali sensu”, “a
rubrica” (en sentido contrario; un argumento con mayor razón; al absurdo; en sentido general; -----).
Aunque los argumentos lógicos de razonamiento son útiles como auxilio del intérprete que utiliza los
demás métodos, muchas veces son inútiles porque la Constitución no es una matemática.

El método sistemático parte de la idea de que la Constitución es un todo coherente que recoge todos los
principios esenciales del a sociedad, al cual deben sujetarse todas las normas e instituciones del
ordenamiento jurídico y cuyas normas no deben ser interpretadas de manera aislada.

El método teleológico pretende llegar a la interpretación de la norma a través del fin de la misma,
buscando en su  espíritu, que es la finalidad por la cual la norma fue incorporada al ordenamiento
jurídico. Este método entiende que el fin de la norma radica no en la intención del constituyente sino en
que esta ligada esencialmente a esta. Es ponerse en las sandalias del constituyente para pensar como este
hubiese pensado si tuviese que elaborar de nuevo la norma para aplicarla a un caso del presente, es para

Alicia Silverio y Diana de León 21


muchos más que un método de interpretación, una verdadera técnica adivinatoria cercana más a la
astrología que al Derecho Constitucional.

El método tópico, según sus partidarios la interpretación constitucional vendría a ser un proceso abierto
de argumentación entre varios participantes a través el cual se busca adaptar o adecuar la norma
constitucional a la solución del problema concreto. El interprete se sirve de  varios puntos de vista que
permiten desvelar, dentro de las varias posibilidades derivadas de a polisemia de sentido del texto
constitucional, la interpretación más conveniente para el problema.

Método de la concretización: parte de la idea de que la lectura de un texto normativo arranca por la
precomprensión de su sentido a través del intérprete, el cual es un mediador entre el texto sujeto a
interpretación y el contexto de la norma. La actividad de interpretación sería entonces un constante ir y
venir entre el texto y el contexto (círculo hermenéutico).

El método científico-espiritual parte de la idea de que la Constitución expresa un orden de valores que
se encuentra subyacente en la norma constitucional y que solo puede ser captado espiritualmente a
través de un proceso cuyo objetivo es lograr la integración espiritual real de la comunidad.

La hermenéutica: Interpretación restrictiva y extensiva


La hermenéutica es la disciplina (arte y ciencia) de la interpretación de textos. El interpretar se entiende
como un proceso de comprensión, que cala en profundidad, que no se queda en una intelección
instantánea y fugaz. La noción de texto abarca desde el texto escrito, que es la idea tradicional, pasando
por el diálogo hasta la acción significativa.

La hermenéutica constitucional está disciplinada por dos tipos de normas: las reglas de contenido y las
de preferencia: Las reglas de preferencia.

La interpretación restrictiva, restringe el alcance de la norma, apartando de ella determinados


elementos que se encuentran incluidos en el texto, pretendiendo que no fue voluntad del legislador
comprenderlos dentro de este, ya que la norma no obedece a su finalidad.

Interpretación Restrictiva. La norma constitucional dice más de lo que el constituyente ha querido


expresar, corresponde recortar el significado el enunciado normativo a lo que realmente quiso decir la
genuina voluntad del constituyente.

La interpretación extensiva, al contrario de la interpretación restrictiva, extiende el alcance de la


norma integrando a ella supuestos no comprendidos en el texto, pretendiendo que la norma expresa
menos de lo que el legislador quiso decir, buscando supuestamente el verdadero alcance de la norma.

Interpretación Extensiva: la norma constitucional dice menos de lo que el constituyente originario quiso
decir, cabe ampliar el sentido literal de la clausula, para recepcionar el autentico mensaje del
constituyente. 

Ambos tipos de interpretaciones distorsionan el sentido de la norma y su alcance, violando el principio


de legalidad jurídica, por lo que el aplicarla de una u otra manera se considera anticonstitucional.

Alicia Silverio y Diana de León 22


Interpretación conforme a los principios y valores constitucionales.
Hay una serie de principios que la doctrina y la jurisprudencia ha señalado como guías de la
interpretación constitucional. Estos principios, en contraste con los métodos de interpretación hacen
referencia a los instrumentos utilizados en la actividad interpretativa. La aplicación de estos principios
depende de si hace una interpretación “de o desde” la Constitución que, aunque son dos cuestiones
estrechamente vinculadas, tienen perfiles netamente diferenciados. Y es que la Constitución es
simultáneamente la norma fundamental y fundamentadota de todo orden jurídico.

El principio de la unidad de la Constitución consiste en que la norma constitucional no se puede


interpretar en forma aislada sino que debe considerarse dentro del conjunto de normas que integran e
informan la constitución.

El principio de concordancia práctica se basa en la conexidad entre los bienes constitucionalmente


protegidos. La concepción de la Constitución como unidad fundamental tiene importantes consecuencias
en caso de conflictos entre principios constitucionales, entre bienes o intereses constitucionalmente
amparados. Conflictos estos que exigen que el intérprete constitucional asegure una concordancia
práctica entre los principios en conflicto. Esto conlleva a que los valores constitucionalmente amparados
deban ser armonizados los unos con los otros y que se evite que un valor se realice en base al sacrificio
de otro.

El principio de la Constitución como orden de valores vinculado con el principio de la Constitución


como unidad lógica-teleológica encontramos el de la Constitución como orden objetivo de valores, en
tanto esta incorpora los valores fundamentales provenientes de sus redactores.

El principio del efecto integrador significa que, en la resolución de los problemas jurídico-
constitucionales, se debe dar preeminencia a los criterios que favorecen la integración política y social y
que refuercen la unidad política.

El principio de máxima efectividad supone que de varias posibles interpretaciones se debe dar
preferencia a la que mayor eficacia confiera a la norma constitucional. Este principio ésta ligado al
principio de máxima expansión de los derechos fundamentales.

El principio de corrección funcional supone que el intérprete debe respetar el marco de distribución de
las funciones estatales establecido por la Constitución.

El principio de la fuerza normativa de la Constitución significa que, para la solución de los


problemas jurídico-constitucionales, debe dársele preeminencia a aquellas soluciones interpretativas que
posibilitan una eficacia óptima de la Constitución, sin que ello impida la actualización constitucional y
su permanencia (ver principio de máxima efectividad).

Interpretación constitucional con perspectiva de género.


La interpretación constitucional debe perseguir la consecución de la igualdad sin ninguna discriminación
por razones de género y salvaguardando la dignidad humana. Es así, como la transversalización de la
perspectiva de género, juega su papel fundamental, porque constituye una herramienta de análisis que
nos permite identificar las diferencias entre hombres y mujeres para establecer acciones tendientes a
promover situaciones de equidad.

Alicia Silverio y Diana de León 23


Perspectiva de género, es un concepto que se refiere a la metodología y los mecanismos que permiten
identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se
pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres.

Y, por tanto, postulan quienes defienden esta postura: “La perspectiva de género como categoría
analítica en la creación e interpretación jurídica es una vía confiable y segura para cumplir cabalmente
con el principio de igualdad jurídica consagrado en nuestra carta magna.”

De tal forma, podemos darnos cuenta de que la perspectiva de género es un novedoso planteamiento de
interpretación judicial que pretende poner en manos de quienes realizan esa labor, un nuevo elemento de
juicio: esta perspectiva de género, este considerar las diferencias, no solamente sexuales, sino de roles y
participación social, aplicándola en los casos prácticos que a diario se resuelven.

Comunidad jurídica interpretativa


De ese modo, la Constitución interesa no solo a juristas, sino a cualquier ciudadano, y desde esa
perspectiva Peter HABERLE se ha encargado de denunciar la desatención del problema de los
participantes en la interpretación constitucional, concluyendo en la fórmula: "de la sociedad cerrada de
los intérpretes constitucionales hacia la interpretación por y para la sociedad abierta"6, que implica sacar
el tema del ámbito cerrado de los juristas y reclamar que en los procesos de la interpretación
constitucional "están incluidos potencialmente todos los órganos del Estado, todos los poderes públicos,
todos los ciudadanos y los grupos", de modo que "el Derecho procesal constitucional no es el único
acceso al procedimiento de la interpretación constitucional". Una tesis complementaria y fundante del
autor alemán citado es "La teoría de la Constitución como ciencia de la cultura", que es precisamente el
título de un libro publicado en 1982, y desde ese marco puede concluirse que la Constitución excede el
mundo jurídico y el de los profesionales del Derecho, y para saber lo que ella dice no puede marginarse
a la sociedad. Pero ello se potencia porque el derecho en todas sus ramas se ha constitucionalizado, y
así, consiguientemente, se fractura el autismo decimonónico de los juristas.

Son varios los sujetos que interpretan la Constitución: la interpretación de los legisladores
(interpretación auténtica); la interpretación de los órganos del Estado (interpretación oficial); la
interpretación de los órganos jurisdiccionales (interpretación judicial); la interpretación de los autores
(interpretación doctrinal); y la interpretación de los particulares (interpretación popular), esta última
muy en boga debido al avance vertiginoso de la comunicación.

Tema 7
Justicia Constitucional y Jurisdicción Constitucional. Derecho Procesal Constitucional. Principio
de unidad jurisdiccional. Alcance de la justicia constitucional. Mecanismos de protección
constitucionales: habeas data, habeas corpus y amparo. El control constitucional: control
concentrado, preventivo y difuso. Control de convencionalidad. Bloque constitucional. Bloque de
convencionalidad.

Derecho Procesal Constitucional.

Alicia Silverio y Diana de León 24


El derecho procesal constitucional como rama del derecho, tiene como finalidad el estudio de los
órganos encargado de la defensa de la Constitución, las garantías procesales y los procesos
constitucionales.

Los órganos encargados de la defensa de la constitución y de los derechos fundamentales no tienen las
mismas características en los diferentes países, de ahí la importancia del derecho comparado en la
materia. “Derecho Procesal Constitucional”

La legitimidad en materia procesal constitucional se mueve en medio de dos concepciones una


restrictiva y otra abierta, prevaleciendo en nuestro sistema la última de las concepciones. Una situación
similar se presenta en el caso del objeto, aunque vinculado más directamente al control de
constitucionalidad. “Derecho Procesal Constitucional”

El derecho procesal constitucional comprende esencialmente la magistratura constitucional y los


procesos constitucionales; en síntesis, la Jurisdicción Constitucional; se ocupa de los órganos y de los
procesos que garantizan la efectividad de los derechos y libertades fundamentales, y la supremacía de la
Constitución. Los Procesos Constitucionales, pueden concebirse, como vías o mecanismos destinados a
lograr el respeto y aplicación de los derechos fundamentales de la persona humana alterados y hacer
efectiva la supremacía de la norma fundamental, de oficio o gracias al esfuerzo probatorio de quien
afirma su afectación.

En la República Dominicana no existe una jurisdicción constitucional, sin embargo, contamos con
procesos constitucionales, como el control de constitucionalidad, el hábeas corpus y el amparo. 

El Principio De Unidad Jurisdiccional


La Constitución española se refiere a la independencia como aquella que tienen atribuida los jueces y
magistrados cuando actúan sus funciones jurisdiccionales. Ahora bien, también se ha indicado que la
independencia individual puede adquirir una mayor plenitud si además la organización judicial en su
conjunto se sustrae de la influencia de los otros poderes del estado. Se hará referencia, pues, a
continuación, al principio de unidad jurisdiccional que se configura como base de la organización y
funcionamiento de los juzgados y tribunales.

En sus orígenes se concibe la unidad jurisdiccional como un corolario del principio de división de
poderes. A través del mismo se explicita la voluntad de mantener la separación del Poder Judicial –
entendido éste como una organización con unas reglas propias de funcionamiento– respecto tanto del
Poder Legislativo como del Poder ejecutivo. En virtud del mencionado principio se incardina a todos los
órganos jurisdiccionales en una organización que, en la mayoría de los casos, es relativamente autónoma
de los restantes poderes del estado y se les dota de unas reglas de funcionamiento propias. En otras
palabras, la unidad jurisdiccional supone como regla general una organización judicial ordinaria de
ámbito general y predeterminado en la ley y que esté salvaguardada de las posibles obstrucciones que
pretendan ejercer sobre ella y sobre cada uno de sus integrantes los otros poderes del estado,
principalmente el ejecutivo

El principio de unidad jurisdiccional como base de la organización de los juzgados y tribunales requiere
en general y, como mínimo, una planta judicial y unas circunscripciones judiciales homogéneas en todo

Alicia Silverio y Diana de León 25


el territorio del estado, el que los jueces y magistrados de carrera formen un cuerpo único, la unidad de
gobierno del Poder Judicial, y un tribunal que culmine, en la función jurisdiccional, dicha organización.
En definitiva, una organización judicial ordinaria de ámbito general y predeterminada en la ley que
integre todos los órganos que ejercen la función jurisdiccional.

Mecanismos de protección constitucionales: habeas data, habeas corpus y amparo.


La constitución establece en art. 68 al 72 cuales son los mecanismos de protección constitucionales:

Artículo 68.- Garantías de los derechos fundamentales. La Constitución garantiza la efectividad de los
derechos fundamentales, a través de los mecanismos de tutela y protección, que ofrecen a la persona la
posibilidad de obtener la satisfacción de sus derechos, frente a los sujetos obligados o deudores de los
mismos. Los derechos fundamentales vinculan a todos los poderes públicos, los cuales deben garantizar
su efectividad en los términos establecidos por la presente Constitución y por la ley.

Artículo 70.- Hábeas data. Toda persona tiene derecho a una acción judicial para conocer de la
existencia y acceder a los datos que de ella consten en registros o bancos de datos públicos o privados y,
en caso de falsedad o discriminación, exigir la suspensión, rectificación, actualización y
confidencialidad de aquéllos, conforme a la ley. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de
información periodística.

La Ley 137-11 Artículo 64.- Hábeas Data. Toda persona tiene derecho a una acción judicial para
conocer de la existencia y acceder a los datos que de ella consten en registros o bancos de datos públicos
o privados y en caso de falsedad o discriminación, exigir la suspensión, rectificación, actualización y
confidencialidad de aquéllos, conforme la ley. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de
información periodística. La acción de hábeas data se rige por el régimen procesal común del amparo

Hábeas Corpus.
Artículo 71. Constitución- Acción de hábeas corpus. Toda persona privada de su libertad o
amenazada de serlo, de manera ilegal, arbitraria o irrazonable, tiene derecho a una acción de hábeas
corpus ante un juez o tribunal competente, por sí misma o por quien actúe en su nombre, de
conformidad con la ley, para que conozca y decida, de forma sencilla, efectiva, rápida y sumaria, la
legalidad de la privación o amenaza de su libertad.

La Ley 137-11 Orgánica del Tribunal Constitucional y de los procedimientos constitucionales, también
establece lo siguiente:

Artículo 63.- Hábeas Corpus. Toda persona privada de su libertad o amenazada de serlo de manera
ilegal, arbitraria o irrazonable, tiene derecho a una acción de hábeas corpus ante un juez o tribunal
competente, por sí misma o por quien actúe en su nombre, para que conozca y decida, de forma sencilla,
efectiva, rápida y sumaria, la legalidad de la privación o amenaza de su libertad. La acción de hábeas
corpus se rige por las disposiciones del Código Procesal Penal y no puede ser limitada o restringida
cuando no exista otra vía procesal igualmente expedita para la tutela de los derechos garantizados por
esta vía procesal.

Alicia Silverio y Diana de León 26


Acción de amparo.
Artículo 72. De la Constitución- Acción de amparo. Toda persona tiene derecho a una acción de
amparo para reclamar ante los tribunales, por sí o por quien actúe en su nombre, la protección inmediata
de sus derechos fundamentales, no protegidos por el hábeas corpus, cuando resulten vulnerados o
amenazados por la acción o la omisión de toda autoridad pública o de particulares, para hacer efectivo el
cumplimiento de una ley o acto administrativo, para garantizar los derechos e intereses colectivos y
difusos. De conformidad con la ley, el procedimiento es preferente, sumario, oral, público, gratuito y no
sujeto a formalidades.

Párrafo.- Los actos adoptados durante los Estados de Excepción que vulneren derechos protegidos que
afecten irrazonablemente derechos suspendidos están sujetos a la acción de amparo.

La Ley 137-11 Orgánica del Tribunal Constitucional y de los procedimientos constitucionales, también
establece desde el Art. 65 al 114 todo lo relacionado al amparo en materia constitucional.

Artículo 65.- Actos Impugnables. La acción de amparo será admisible contra todo acto omisión de una
autoridad pública o de cualquier particular, que en forma actual o inminente y con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta lesione, restrinja, altere o amenace los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución, con excepción de los derechos protegidos por el Hábeas Corpus y el Hábeas Data.

Artículo 66.- Gratuidad de la Acción. El procedimiento en materia de amparo es de carácter gratuito, por
lo que se hará libre de costas, así como de toda carga, impuestos, contribución o tasa. No habrá lugar a
la prestación de la fianza del extranjero transeúnte.

Artículo 67.- Calidades para la Interposición del Recurso. Toda persona física o moral, sin distinción de
ninguna especie, tiene derecho a reclamar la protección de sus derechos fundamentales mediante el
ejercicio de la acción de amparo.

Artículo 68.- Calidad del Defensor del Pueblo. El Defensor del Pueblo tiene calidad para interponer la
acción de amparo en interés de salvaguardar los derechos fundamentales de las personas y los intereses
colectivos y difusos establecidos en la Constitución y las leyes, en caso de que estos sean violados,
amenazados o puestos en peligro por funcionarios u órganos del Estado, por prestadores de servicios
públicos o particulares.

Párrafo.- Toda persona puede denunciar ante el Defensor del Pueblo los hechos que permitan articular
una acción de amparo.

Artículo 69.- Amparo para Salvaguardar los Derechos Colectivos y Difusos. Las personas físicas o
morales están facultadas para someter e impulsar la acción de amparo, cuando se afecten derechos o
intereses colectivos y difusos.

Está claramente establecido, que todos los jueces de primera instancia tienen igual atribución para
conocer del amparo constitucional y que la cámara competente debería ser aquella que se corresponda
con la naturaleza del acto o arbitrariedad atacada, es decir que si el asunto es de naturaleza penal, sean
los jueces penales los competentes, si es laboral, sean los tribunales de trabajo, etc., criterio que se
sostiene en razón de la especialización y de la facilidad de acceso al juez. A este respecto ha indicado el

Alicia Silverio y Diana de León 27


artículo 72 de la ley 137-11 que "Sera competente para conocer de la acción de amparo, el juez de
primera instancia del lugar donde se haya manifestado el acto u omisión cuestionado"

En los Distritos Judiciales donde los Juzgados de Primera Instancia están divididos en salas, será
atribución del juez cuya competencia guarde mayor relación con el derecho vulnerado, se entiende que
el juez donde se produce la conducta lesiva, es el que tiene mejores posibilidades de investigar el caso
por su proximidad con las partes y con las pruebas.

La acción de amparo será siempre admisible cuando sea el resultado de una violación de los derechos
constitucionales del ciudadano, así lo ha dispuesto el Art. 65 de la ley 137-11 cuando prescribe que "La
acción de amparo será admisible contra todo acto u omisión de una autoridad pública, o de cualquier
particular, que en forma actual o inminente y con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, lesione, restrinja,
altere o amenace los derechos fundamentales consagrados en la constitución, con excepción de los
derechos protegidos por el Hábeas Corpus y el Hábeas data.
El recurso de amparo constitucional puede ser interpuesto por cualquier persona, física o moral, sin
distinción de ninguna especie, cuando pueda demostrar que le están violando o intentando vulnerar sus
derechos protegidos por la Constitución de la República, por las Convenciones Internacionales y por la
ley que regula la violación de esos derechos.

El Control de la Constitucionalidad.
Es la ejecución del principio de la separación del poder constituyente y de los poderes constituidos (el
poder del pueblo y los poderes constituidos por el pueblo). Para que este principio sea algo más que un
simple voto piadoso, se busca que los poderes constituidos no puedan desconocer, modificar o alterar las
voluntades del poder constituyente sin ser sancionados. Este control puede ser el del poder constituyente
mismo, es decir, el pueblo. Pero este poder excepcional del pueblo no puede ser de aplicación cotidiana,
por lo que se precisa confiar el control de la constitucionalidad a los mismos poderes constituidos
El ejercicio procesal del control de la legitimidad constitucional en el Estado constitucional moderno es
el poder ya sea concentrado o difuso asignado, por la Constitución y las leyes, a un órgano especial o
atendiendo a una estructura funcional, para la guarda de la integridad de la constitución.
Se puede definir, también, atendiendo a sistemas particulares de cada país, según la asimilación ya del
sistema difuso o norteamericano o concentrado o austríaco o según sus derivados como asignación a un
órgano especializado o como facultad común.
El Título VII, artículos 184 al 189, de la constitución abarca el tema del Control Constitucional. Se
entiende por control de la constitucionalidad de las leyes, las operaciones encaminadas a verificar si una
ley es irregular y que debe conducir regularmente a la anulación o a la no aplicación de la ley.
Constituye una garantía, sustentada en el principio de la supremacía jurídica de la Constitución.

Por medio del artículo 184 de la Constitución se crea el Tribunal Constitucional para garantizar la
supremacía de la Constitución, la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos
fundamentales. Sus decisiones son definitivas e irrevocables y constituyen precedentes vinculantes para
los poderes públicos y todos los órganos del Estado. Gozará de autonomía administrativa y
presupuestaria.
Control Concentrado.
El método concentrado de control constitucional se caracteriza por el hecho de que el ordenamiento
jurídico constitucional confiere el poder de actuar como Juez constitucional, a un solo órgano del
Estado. Además por el carácter general, principal o constitutivo de sus decisiones y objeto. En nuestro
país la jurisdicción competente es la SCJ. La decisión dictada por la SCJ, en materia de control

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constitucional tienen un carácter erga omnes, sobre la norma que actúan. La característica principal del
método concentrado de control de la constitucionalidad es el control posterior, que permite anular actos
estatales efectivos, pero inconstitucionales.
El sistema de control concentrado de la constitucionalidad se establece en la Constitución mediante la
regulación en el propio texto constitucional, en forma expresa, de la acción de inconstitucionalidad, del
control a priori de la constitucionalidad de los tratados internacionales, de los procesos de resolución de
conflictos constitucionales entre órganos del Estado y del control de constitucionalidad de las omisiones
legislativas. En forma indirecta, también se abre posibilidad en la Constitución para la estructuración del
control de la constitucionalidad de la actuación de los partidos políticos.
A tal efecto, el artículo 184 de la Constitución creó el Tribunal Constitucional “para garantizar la
supremacía de la Constitución, la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos
fundamentales,” al cual conforme al artículo 9 de la Ley Orgánica, le corresponde conocer de los casos
previstos por el artículo 185 de la Constitución y de los que se le atribuyen en la Ley Orgánica, tiene,
además, competencia para conocer “de las cuestiones incidentales que surjan ante él y dirimirá las
dificultades relativas a la ejecución de sus decisiones.”
El control de constitucionalidad puede ejercerse por vía incidental o por vía principal.

Control Difuso.
En el sistema difuso,  la competencia para controlar la constitucionalidad de las leyes se le reconoce a
todos los jueces como parte inherente de la función jurisdiccional de aplicar las leyes a lo casos
concretos sometidos a la apreciación judicial. Se trata del “judicial review”, sistema plasmado en el aso
Marbury vs Madison, y que ha sido el sistema tradicional dominicano. Este sistema parte de la idea
expresada por el Juez Marshall de que la constitución es superior a cualquier acto ordinario de la
legislatura y que un acto de la legislatura que contradiga la constitución es nulo
En lo que se refiere al control difuso de la constitucionalidad, la Constitución de la República
Dominicana lo reguló, en paralelo al control concentrado, al disponer en su artículo 188 que: “Los
tribunales de la República conocerán la excepción de constitucionalidad en los asuntos sometidos a su
conocimiento.”
En estos casos, por tanto, todos los tribunales de la República tienen el carácter de jueces
constitucionales cuando al resolver un caso concreto sobre el cual tengan conocimiento, declaren la
inconstitucionalidad de una norma (el juez la considera “nula”), como si la misma nunca se hubiese
dictado (ab initio), y por tanto, la desapliquen al decidir el caso concreto. En estos casos, por supuesto,
el juez no anula la ley cuestionada, competencia que está reservada al Tribunal Constitucional.
En este supuesto, la consideración de la ley aplicable al caso como inconstitucional con efectos
retroactivos, debería permitir al juez, también, graduar dichos efectos, como es en general aceptado en el
derecho comparado, en materia penal o sancionatoria si se trata de previsiones más favorables, o de
respeto a ciertos derechos adquiridos.
Ley 137-11 Orgánica del Tribunal Constitucional y de los procedimientos constitucionales.
Artículo 51.- Control Difuso. Todo juez o tribunal del Poder Judicial apoderado del fondo de un asunto
ante el cual se alegue como medio de defensa la inconstitucionalidad de una ley, decreto, reglamento o
acto, tiene competencia y está en el deber de examinar, ponderar y decidir la excepción planteada como
cuestión previa al resto del caso.
Control de convencionalidad.
La comunidad internacional siempre ha tenido como lenguaje común la importancia del respeto a los
derechos humanos, recogida en acuerdos y convenciones que ha impulsado el reconocimiento de
amplios catálogos de derechos humanos en las constituciones de los Estados.

Alicia Silverio y Diana de León 29


La Corte es una institución jurídica y autónoma cuyo objeto principal es la aplicación e interpretación de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y otros tratados sobre la materia, según lo
establece el artículo 52 de la propia Convención. 
La Republica Dominicana, conforme lo establece el Artículo 26 de la Constitución, reconoce, acepta y
aplica las normas de derecho internacional, en la medida en que sus poderes públicos las hayan
adoptado.
De igual modo, el Artículo 74.3, consagra el denominado bloque de constitucionalidad, que enmarca a
la Constitución y los Tratados de Derechos Humanos, como normas con idéntico rango jurídico o fuerza
jerárquica. 
El término control de convencionalidad se ha utilizado desde el año 2003 por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), primero recogida en votos disidentes de jueces de la Corte y,
posteriormente, por el Pleno desde el año 2006. 
El control de convencionalidad fue establecido por primera vez en el Caso Almonacid Arellano y otros
vs. Gobierno de Chile, resuelto el 26 de septiembre de 2006. Esta sentencia se inscribe en la línea de
varios fallos de la (CIDH) en casos de leyes de auto amnistía. Se resolvió la invalidez del decreto ley
que perdonaba los crímenes de lesa humanidad, en el período 1973 a 1979 de la dictadura militar de
Augusto Pinochet, debido a que dicho decreto resultaba incompatible con la CADH careciendo de
“efectos jurídicos” a la luz de dicho tratado.
Dicha figura jurídica ha sido objeto de importantes precisiones, siendo especialmente relevantes la de
los años recientes (2010 y 2011), cuando ya se han perfilado los actores estatales obligados a su
aplicación, a la necesidad de su ejercicio sobre las decisiones mayoritarias en contextos democráticos y
a la verificación que la Corte puede realizar sobre el control de convencionalidad que alegan haber
ejercido los Estados a nivel interno.
De lo anterior se desprende que los jueces nacionales no son simples aplicadores de la ley nacional, sino
que tienen además, una obligación de realizar una “interpretación convencional”, verificando si dichas
leyes que aplicarán a un caso particular, resultan “compatibles” con la CADH; de lo contrario su
proceder sería contrario al artículo 1.1. de dicho tratado, produciendo una violación internacional, ya
que la aplicación de una ley inconvencional produce por sí misma una responsabilidad internacional del
Estado 
Este denominado “control difuso de convencionalidad” (Eduardo Ferrer Mac Gregor:2010) constituye
un nuevo paradigma que deben ejercer todos los jueces nacionales, quienes deben armonizar los actos y
normas nacionales con la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), sus Protocolos
adicionales, y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), único órgano
jurisdiccional del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, que interpreta de
manera “última” y “definitiva” el Pacto de San José. 
El control de convencionalidad representa para los Estados partes del Sistema Interamericano de
Derechos Humanos, la garantía jurídica-procesal necesaria para el debido respeto del contenido,
aplicación y efectos de la Convención Americana.
Se presentan dos clases de conceptos de Control de Convencionalidad: en sede internacional y en sede
interna:

Control de convencionalidad en sede internacional.


El Control de Convencionalidad es un mecanismo de protección procesal que ejerce la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en el evento de que el derecho interno (Constitución, ley, actos
administrativos, jurisprudencia, prácticas administrativas o judiciales, etc.), es incompatible con la
Convención Americana sobre Derechos Humanos u otros tratados –aplicables, con el objeto de aplicar
la Convención u otro tratado, mediante un examen de confrontación normativo (derecho interno con el

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tratado), en un Caso concreto, dictando una sentencia judicial y ordenando la modificación, derogación,
anulación o reforma de las normas o prácticas internas, según corresponda, protegiendo los derechos de
la persona humana, con el objeto de garantizar la supremacía de la Convención Americana.

Se presentan dos modalidades o formas: En la primera forma, el Constituyente expide una nueva
Constitución o reforma constitucional, o el legislador expide una ley o la administración dicta un acto
administrativo, en incompatibilidad con el artículo 2 de la Convención ( “Deber de adoptar
Disposiciones de Derecho Interno”) violando los derechos humanos reconocidos en la Convención,
según el caso; también ocurre la incompatibilidad de la jurisprudencia, prácticas administrativas o
judiciales con el tratado.

En la segunda forma, el legislador omite expedir una ley a que está obligado internacionalmente el
Estado por el artículo 2, para garantizar el ejercicio de los derechos reconocidos en la Convención.

Control de convencionalidad en sede nacional


A su vez el juez interno tiene competencia para inaplicar el derecho interno y aplicar la Convención u
otro tratado, mediante un examen de confrontación normativo (derecho interno con el tratado), en un
Caso concreto y adoptar una decisión judicial que proteja los derechos de la persona humana.

La incompatibilidad normativa genera un conflicto que el juez interno resuelve, según lo preceptuado
por la Constitución26, las leyes o la jurisprudencia, en especial la constitucional. Sin embargo, a partir
del Caso ALMONACID ARELLANO contra Chile, todo juez nacional tiene competencia para aplicar el
Control de Convencionalidad (párrafo 124), como se expondrá adelante. Es una especie de Control de
Convencionalidad difuso. “Esta nueva teoría corresponde a todos los jueces nacionales. Se trata, en
otras palabras, de una forma muy nueva de control disperso de las leyes (nacionales) por parte de los
jueces”27.

“Lo que el tribunal juzga aquí es la conformidad o no con el Convenio de una aplicación concreta de la
norma general”28.

“Se instituye así de forma expresa un sistema de enjuiciamiento de la ‘convencionalidad’ de las


disposiciones internas29; aclarando que no se “instituye en beneficio de los particulares una especie de
‘acción popular’ que autorice a demandar en abstracto una ley por la sola razón de que les parezca
contraria al Convenio”30 .

Bloque constitucional. Bloque de convencionalidad.

Bloque constitucional: esto es, un conjunto de normas que ostentan el mayor rango o fuerza jurídica y
se integra con la propia Constitución y los Acuerdos Internacionales que sobre Derechos Humanos
hemos ratificado, al tenor de lo dispuesto en el Art. 74.3 de la Constitución

Tema 8
Sentencia y Precedente Constitucional. Contenido de la sentencia. Efectos erga omnes. Carácter
vinculante de la sentencia. El precedente judicial: horizontal y vertical. Efecto jurídico de los
precedentes constitucionales. Razón suficiente. Obiter dictum. Stare decisis.

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Sentencia y Precedente Constitucional
Las decisiones del Tribunal Constitucional son definitivas e irrevocables y constituyen precedentes
vinculantes para los poderes públicos. La figura del precedente, ha sido definida por la Corte
Constitucional de Colombia (Sent. T-292 de 2006) como “ (…) aquel antecedente del conjunto de
sentencias previas al caso que se habrá de resolver, que por su pertinencia para la resolución de un
problema jurídico, debe considerar necesariamente un juez o una autoridad determinada, al momento de
dictar sentencia”.
El Tribunal Constitucional Dominicano• De orden con el artículo 184 CD es el órgano encargado de
garantizar la supremacía de la Constitución, la defensa del orden constitucional y la protección de los
derechos fundamentales. Sus decisiones son definitivas e irrevocables y constituyen precedentes
vinculantes para los poderes públicos y todos los órganos del Estado. Goza de autonomía administrativa
y presupuestaria. Tiene como sede la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, pero
puede sesionar en cualquier otro lugar de la República Dominicana.

Contenido de la sentencia

Estas sentencias están sometidas a las mismas exigencias que las demás sentencias dictadas por los
tribunales ordinarios. Deben estar motivadas y contener los demás aspectos formales de las sentencias
ordinarias, como son:
1. La mención del tribunal, el lugar y la fecha en que se dicta, el nombre de los jueces y de las
partes y los datos personales del imputado;
2. La enunciación del hecho objeto del juicio y su calificación jurídica;
3. El voto de cada uno de los jueces con exposición de los motivos de hecho y de derecho en
que los fundan, sin perjuicio de que puedan adherirse a las consideraciones y conclusiones formuladas
por quién vota en primer término.
4. La determinación precisa y circunstanciada del hecho que el tribunal estima acreditado
judicialmente y su calificación jurídica;
5. La parte dispositiva con mención de las normas aplicables;
6. La firma de los jueces, pero si uno de los miembros del tribunal no puede suscribir la sentencia
por impedimento ulterior a la deliberación y votación, ello se hace constar en el escrito y la sentencia
vale sin esa firma.
Son dictadas en instancia única porque no son susceptibles de ningún recurso y definitivas porque ponen
fin al proceso. Estas sentencias tienen unas características que las tipifican y las diferencian del resto de
las sentencias, la más importante de estas es su carácter sui generis del proceso de control concentrado
de constitucionalidad. Debe de ser abordada desde la triple perspectiva del proceso, de la interpretación
constitucional y de su politicidad.

Efectos erga omnes


Erga omnes es una locución latina, que significa "respecto de todos" o "frente a todos", utilizada en
derecho para referirse a la aplicabilidad de una norma, un acto o un contrato.

Una ley tiene un ámbito de referencia personal de carácter general, en otras palabras, es erga omnes en
tanto es de obligatorio cumplimiento para todos. Así mismo, el control de constitucionalidad abstracto
que de las leyes hace la Corte, ya sea en calidad de legislador positivo o negativo, se debe entender
como con efectos para todos o frente a todos, esto es, erga omnes. Basta con revisar una sentencia de
Constitucionalidad para encontrarse frente a los efectos erga omnes.

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Carácter vinculante de la sentencia
 Que una sentencia constituya un precedente implica algún tipo de vinculatoriedad de esta con casos
futuros. En un sentido estricto, un precedente sólo es aquel que tiene eficacia jurídicamente vinculante
para las decisiones sucesivas de casos análogos, y desde este punto de vista opera de modo semejante a
una norma de origen parlamentario o gubernamental. Sin embargo, este modo de entender el precedente
es demasiado limitado, puesto que sólo sirve para explicar algunos aspectos del mismo (así se afirma
que este sentido estricto daría cuenta del sistema inglés pero no así del de EE.UU. en el que
el stare decisis es más flexible). 

Las sentencias del Tribunal Constitucional que adquieren la autoridad de cosa juzgada constituyen
precedente vinculante cuando así lo exprese la sentencia, precisando el extremo de su efecto normativo.
Cuando el Tribunal Constitucional resuelva apartándose del precedente, debe expresar los fundamentos
de hecho y de derecho que sustentan la sentencia y las razones por las cuales se aparta del precedente”
El precedente constitucional vinculante es aquella regla jurídica expuesta en un caso particular y
concreto que el Tribunal Constitucional (TC) decide establecer como regla general; y, que, por ende,
deviene en parámetro normativo para la resolución de futuros procesos de naturaleza homóloga.
El TC ha precisado que si se desconoce un precedente vinculante procede el recurso de agravio
constitucional. Además, si se desconoce la doctrina constitucional puede interponerse una demanda de
amparo contra amparo ante el Juez competente.

El precedente judicial: horizontal y vertical.


Hablamos de precedente judicial cuando una decisión de un tribunal constituye una autoridad
obligatoria para el mismo tribunal y para otros de igual o inferior rango. La doctrina del precedente,
surgida en el sistema jurídico del common law, tiene en la actualidad una relevancia destacada en todos
los sistemas jurídicos dada la importancia de las decisiones judiciales no sólo en la vertiente que le es
propia (aplicación del derecho), sino en la medida en que han adquirido relevancia como fuente formal
de derecho. El análisis del precedente judicial tiene especial complejidad dado que están implicadas las
siguientes dimensiones: la dimensión objetiva: qué es lo que tiene eficacia de precedente, y que lleva a
distinguir entre  ratio decidendi yobiter dicta; la dimensión estructural: qué sentencias constituyen
precedentes respecto de una decisión ulterior; la dimensión institucional: esto es, la organización de los
tribunales y las relaciones de autoridad entre los mismos, y que lleva a distinguir entre precedente
horizontal, precedente vertical y autoprecedente, y la dimensión de la eficacia, relativa a la intensidad
con que los precedentes ejercen su eficacia y que distingue entre precedentes persuasivos y obligatorios.

Precedente vertical: La violación de un precedente vertical ocurre cuando un tribunal o cualquiera de


los poderes del estado no acata los lineamientos del Tribunal Constitucional como el último órgano de
interpretación de la Constitución

Precedente Vinculante Vertical no admite el overruling. El Overrruling. El caso en el cual de modo


expreso se deja sin efecto un precedente vinculante, y se le sustituye por uno nuevo. El caso en que se
quiebra un precedente vinculante y se le reemplaza por uno nuevo, en virtud de la misma facultad de
establecimiento de los precedentes vinculantes

Precedente horizontal: Hay violación al precedente horizontal cuando el mismo juez o autoridad
pública ante situaciones idénticas no acata su propio precedente. Guarda estrecha relación con la

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igualdad en la aplicación de las normas jurídicas. Precedente Vinculante Horizontal (stare decisis, es
aquel que admite cambios motivados u overruling)

Efecto jurídico de los precedentes constitucionales.

El precedente constitucional tiene por su condición de tal efectos similares a una ley. A diferencia del
precedente, la jurisprudencia vinculante no sujeta de un modo tan claro como la primera, pues será el
juez quien determine los fundamentos que debe considerar en su fallo proveniente de una resolución
anterior.

Por todo lo anterior observamos que el precedente constitucional es la regla jurídica establecida
expresamente por el Tribunal Constitucional que tiene la capacidad de convertirse en un parámetro
normativo para los órganos judiciales, y que por eso tiene efectos normativos generales. En cambio, si
bien la jurisprudencia constitucional también vincula a los jueces, son ellos los que, prudentemente,
adecuarán los fundamentos de aquellas resoluciones del Tribunal Constitucional que sean aplicables al
caso concreto, con lo cual nos encontramos con una diferencia en cuanto a la forma y los efectos
jurídicos.
Artículo 31. Ley 137-11- Decisiones y los Precedentes. Las decisiones del Tribunal Constitucional son
definitivas e irrevocables y constituyen precedentes vinculantes para los poderes públicos y todos los
órganos del Estado.

Razón Suficiente.

Ratio decidendi es una expresión latina, que significa literalmente en español "razón para decidir" o
"razón suficiente". Hace referencia a aquellos argumentos en la parte considerativa de una sentencia o
resolución judicial que constituyen la base de la decisión del tribunal acerca de la materia sometida a su
conocimiento.

En el common law, es decir, en el derecho anglosajón, la ratio decidendi tiene gran importancia, pues al
revés del obiter dictum, sí tiene carácter vinculante y, por tanto, obligan a los tribunales inferiores
cuando deben resolver casos análogos (principio de stare decisis).

La razón suficiente expone una formulación general del principio o regla jurídica que se constituye en la
base de la decisión específica, precisa o precisable, que adopta el Tribunal Constitucional.

En efecto, esta se constituye en aquella consideración determinante que el Tribunal Constitucional


ofrece para decidir estimativa o desestimativamente una causa de naturaleza constitucional; vale decir,
es la regla o principio que el Colegiado establece y precisa como indispensable y, por ende, como
justificante para resolver la litis.
Se trata, en consecuencia, del fundamento directo de la decisión; que, por tal, eventualmente puede
manifestar la basa, base o puntal de un precedente vinculante.
La razón suficiente (la regla o principio recogida como fundamento) puede encontrarse expresamente
formulada en la sentencia o puede ser inferida por la vía del análisis de la decisión adoptada, las
situaciones fácticas y el contenido de las consideraciones argumentativas.

Obiter dictum.

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Es una consideraciones de derecho que no serían estrictamente necesarias para sentenciar la causa, pero
que un juez o una Corte incluyen en los considerandos porque quieren dar una decisión más completa y
abarcativa. Esto se suele oponer y distinguir del "holding", que es la pieza de doctrina más directamente
conectada con la sentencia.

“Obiter dicta” es el plural de “obiter dictum”, es decir, dicho de pasada. Tanto en derecho continental,
como common law, la expresión se refiere a las manifestaciones de los jueces que, presentadas en los
considerandos, no tienen valor de precedente, por ausencia de relación con la decisión.

Según la Corte Constitucional de Colombia, en la sentencia SU-047 de 1999, la ratio decidendi es la


formulación general, más allá de las particularidades irrelevantes del caso, del principio, regla o razón
general que constituye la base de la decisión judicial específica. Es, si se quiere, el fundamento directo
de la parte resolutiva. Mientras que el obiter dicta, de acuerdo con el mismo fallo, constituye un mero
dictum, o reflexión adelantada por el juez al motivar su fallo, pero que no es necesaria para la decisión,
por lo cual son opiniones más o menos incidentales en la argumentación del funcionario.

Stare decisis.

La doctrina del stare decisis et no quieta moveré ha sido definida como sigue: “Una decisión de un
tribunal o un juez, tomada después de un razonamiento  sobre una cuestión de derecho planteada en un
caso, y necesaria para el establecimiento del mismo, es una autoridad o precedente obligatorio para el
mismo tribunal y para otros tribunales de igual o inferior rango, en subsiguientes casos en que se plantee
otra vez la misma cuestión” (Kokourek y Koven, 1935: 985).

Stare decisis es el nombre abreviado de la doctrina que constituye la esencia del sistema jurídico
imperante en los países anglosajones. Este sistema, como es sabido, se llama common law. El nombre
completo de la doctrina es stare decisis et quieta non movere, que significa, en traducción flexible, "estar
a lo decidido y no perturbar lo ya establecido, lo que está quieto" 3. La idea general que subyace a la
doctrina es la del respeto por las decisiones precedentes -o, simplemente, los "precedentes"-, es decir,
decisiones tomadas previamente por otros tribunales que resolvieron un problema semejante. Sin
embargo, la comprensión del sistema originado en Inglaterra requiere entender que un solo precedente
constituye derecho y genera obligación.

La doctrina del precedente en el common law tiene dos dimensiones, que llamaremos stare decisis
horizontal y stare decisis vertical. La primera se refiere a la obligación de los tribunales de seguir sus
propios precedentes. La segunda alude a la obligación de los tribunales de seguir los precedentes de sus
superiores jerárquicos. En ambos casos la obligación de aplicar el precedente tiene igual naturaleza, pero
en el stare decisis vertical se advierte con más claridad la sanción en caso de incumplimiento: si un
tribunal se aparta de los precedentes de su superior jerárquico este dejará sin efecto la sentencia en
cuestión (en caso de que sea apelada); aunque lo mismo puede darse también en el stare decisis
horizontal, ya que un tribunal superior puede dejar sin efecto la sentencia del inferior que no sigue su
propia jurisprudencia (la jurisprudencia del propio tribunal inferior).

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