Los Padres Ante Las Drogas 2

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Los padres: La anti-droga

Un estudio reciente realizado por el Centro Nacional sobre


la Adicción y el Abuso de Sustancias Ilícitas demuestra
que el 42% de adolescentes que no fuman marihuana,
indican que sus padres influyeron más que otras personas
en su decisión. Se nota claramente, que los muchachos
no solamente escucharán a sus padres, sino que también
quieren que sus padres compartan sus valores con ellos.
Los siguientes consejos le pueden ayudar a conversar
con sus hijos acerca de las drogas:
 Comience: Nunca es demasiado pronto para
prevenir que su niño pruebe las drogas. Al crear
factores protectores, tales como indicarle a su hijo
que usted, desempeña un papel importante porque
está protegiendo incluso a los niños más pequeños
contra las drogas.
 Conecte: Aproveche cada oportunidad para
establecer mejor comunicación con sus hijos. Haga
actividades con toda la familia. Pasen tiempo juntos,
cenen y enséñeles que para divertirse no se
necesitan drogas.
 Escuche: Entérese de lo que sucede en la vida de
sus hijos. Escuche sus preocupaciones e intereses.
Sepa lo que hacen -a qué fiestas van, con quién van,
y qué van a servir o habrá disponible en esas fiestas.
 Aprenda: Los hijos de hoy son sofisticados. Para
educar a su hijo sobre el peligro de las drogas, usted
necesita primero que todo educarse. En muchos
casos, usted y su hijo pueden aprender juntos.
Siéntese con ellos para aprender acerca de los
riesgos que las drogas presentan.
 Eduque: Pase por lo menos treinta minutos con sus
hijos cada mes explicándoles, con hechos simples,
cómo las drogas y el alcohol pueden lastimar a los
jóvenes y destruir sus sueños.
 Muéstreles interés: Pase por lo menos algunos
minutos cada día diciéndoles y mostrándoles a sus
hijos que usted se interesa por ellos. Cerciórese de
que ellos sepan que a usted le importa mucho que
ellos estén libres de las drogas. Explíquele a su hijo
que usted siempre estará allí para ellos -no importa lo
que pase. Cerciórese de que sepan que pueden venir
a usted primero ya sea por ayuda o por información.
Los familiares también desempeñan un papel
importante en influenciar la vida de un niño(a).
 Esté pendiente: Busque señales de advertencia que
indiquen que su niño pueda estar desarrollando un
problema de abuso de drogas ilícitas y consiga ayuda
antes de que ocurra el problema. Su pediatra puede
ayudarle.
 Fije límites: Al fijar límites en lo que es un
comportamiento aceptable, usted le mostrará a sus
hijos que usted se preocupa por ellos, y ayude a
dirigirlos hacia un futuro más seguro libre de drogas.
Declare límites: "Esta familia no usa drogas. Esta
familia no pasa tiempo con personas que usan
drogas." Haga cumplir estos límites. Si usted dice no
a las drogas y no a conducir bajo la influencia del
alcohol, la regla se aplica también al padre. Sea
constante.
 Involúcrese: La prevención eficaz se extiende más
allá del hogar, va hacia la comunidad. Involúcrese en
su comunidad. Asegúrese de que las calles, los
parques, y las escuelas de su comunidad sean
seguras y estén libres de drogas. Comience o únase
a un grupo comunitario de vigilancia o a una coalición
comunitaria en contra de las drogas. Participe
activamente en las asociaciones de padres y
maestros. Involúcrese más en su iglesia, sinagoga o
religión.
 Guíe: Los muchachos están tan enterados tanto de lo
que usted hace, como de lo que usted dice. No sólo
diga lo que es correcto, haga lo correcto también.
Sea un buen ejemplo. Si usted mismo, tiene un
problema de abuso de sustancias ilícitas, consiga
ayuda.
La influencia más poderosa de los jóvenes
La influencia más poderosa en contra del uso de las
drogas no es la policía, ni las prisiones, ni los políticos--es
usted mismo. Los jóvenes que aprenden acerca de los
riesgos del uso de las drogas de parte de sus padres,
tienen un 36% menos de probabilidad de fumar
marihuana que aquellos jóvenes que no aprenden nada
de parte de ellos. Si usted le habla a sus hijos acerca del
peligro del uso de las drogas, ellos tendrán también un
50% menos de probabilidad de usar inhalantes, un 56%
menos de usar cocaína y un 65% menos de usar LSD,
simplemente porque usted se tomó el tiempo para
hablarles del tema. Recientes investigaciones indican que
los jóvenes quieren escuchar lo que sus padres piensan al
respecto. Estas encuestas también muestran que el 74%
de los hijos, que están en el cuarto grado de la escuela
primaria, desean que sus padres les hablen acerca de las
drogas.
Por último, recuerde siempre los siguientes consejos:
Establezca reglas claras y consistentes dentro de la
familia.Exprese claramente su opinión sobre el uso de las
drogas.
 Reconozca y premie la buena conducta de sus hijos.
Establezca una conversación amplia y constante con
sus hijos acerca del alcohol, el tabaco y otras drogas.
Cómo ayudar a su adolescente a mantenerse alejado del
alcohol
Aunque las conversaciones entre padres e hijos sobre la
bebida son esenciales, hablar no es suficiente, también
necesita tomar acción concreta para ayudar a su hijo(a) a
resistir la tentación del alcohol. Las investigaciones
muestran en gran medida que un apoyo activo por parte
de padres y tutores puede ayudar a los adolescentes a
evitar el consumo del alcohol antes de alcanzar la edad
apropiada. La supervisión de un adulto es un factor clave
para los adolescentes. Algunas formas de supervisión
son:
 Monitoree que sustancias entran a su hogar
 Comuníquese con otros padres
 Conozca a los amigos de su hijo(a) y a sus padres
 Esté al tanto de las actividades de su hijo(a)
 Pregunte quién, qué, dónde, cuándo
 Establezca las reglas tocante al no consumo de
alcohol entre adolescentes en su familia
 Dé un buen ejemplo
 No apoye el consumo de bebidas alcohólicas
entre los adolescentes
 Ayude a su hijo(a) a desarrollar amistades
saludables
 Fomente actividades saludables como
alternativas al consumo del alcohol
Qué hacer si sospecha que tiene un problema
Algunos padres pueden sospechar que su hijo(a) ya tiene
un problema con la bebida. Si bien puede ser difícil estar
seguro, algunas conductas pueden ser señal de que
posiblemente haya un problema de alcohol. Si piensa que
hijo(a) está teniendo problemas con el alcohol, considere
solicitar la ayuda de un profesional de la salud
especializado en problemas de alcohol antes de hablar
con el adolescente. Para encontrar un profesional,
Comprenda por qué no debe dejar que sus hijos fumen
marihuana.
Los padres deben decirle claramente a sus hijos que se
preocuparían mucho si ellos empezaran a fumar
marihuana.
Los padres podrían explicar también que el uso de la
marihuana interfiere con.
la concentración mental de los jóvenes
afecta la memoria
la coordinación motora e interfiere con la motivación
lo cual conduce a un bajo rendimiento escolar
puede llevar a los que fuman marihuana a decepcionar a
las personas que más quieren en su vida.
Este mensaje puede ser comunicado con cariño. “Yo te
quiero y deseo lo mejor para ti, así que espero que tú no
pruebes la marihuana”.
Algunos padres que vieron el uso frecuente de la
marihuana durante su juventud todavía se preguntan,
“¿Es tan dañina la marihuana para mi hijo?” La respuesta
es un “Sí” enfático.
¿Todavía no está muy convencido? ¿Necesita más
razones? Lea lo siguiente:

1 La marihuana es ilegal.

2 Ahora existen variedades más fuertes de marihuana con


. altos niveles de substancias psicoactivas que producen
mayores efectos mentales como visiones, distorsión de
la percepción, ideas de ser perseguido y pérdida de
precaución que provoca conductas riesgosas al usuario
y su familia.
3 Algunos estudios indican que la persona que fuma unos
. cinco cigarrillos de marihuana a la semana, podría estar
ingiriendo tantos químicos carcinogénicos de la misma
forma como si se fumara una cajetilla diaria de cigarrillos
corrientes.

4 El mantenerse alrededor de personas que usan


. marihuana significa no solo estar expuesto a otras
drogas ilegales, sino también a un estilo de vida que
puede llevar a la persona a tener problemas en la
escuela, relaciones sexuales a temprana edad,
embarazos no planeados, y problemas con la ley entre
otras dificultades.

5 El uso de la marihuana puede aminorar los reflejos y


. distorsionar la percepción. Lo cual puede interferir con la
ejecución de actividades atléticas, disminuir la
capacidad de detectar el peligro y aumentar el riesgo de
ocasionarse algún daño físico.

6 Las personas que usan marihuana regularmente pueden


. perder la habilidad de concentración que se necesita
para realizar actividades académicas importantes,
además pueden sufrir la pérdida de la memoria de
retención. El fumador de marihuana tiene la tendencia a
no funcionar bien en la escuela y es más susceptible a
la deserción escolar.

7 Los adolescentes que dependen de la marihuana como


. un impulso químico y que se rehúsan a enfrentar los
retos de la niñez, nunca maduran emocional, sicológica
y socialmente durante la adolescencia.

8 Todavía no se han completado las investigaciones con


. respecto a los efectos de la marihuana en el desarrollo
del cerebro y el cuerpo.
Un serio riesgo
¿Sabía usted que la marihuana significa un riesgo para
los jóvenes? Esta es la droga ilícita que los jóvenes
consumen con más frecuencia, y es más potente que
nunca. El consumo de la marihuana puede contribuir a
una serie de problemas significativos de
la salud,
sociales,
aprendizaje y de la conducta en un momento crítico en el
desarrollo del adolescente.
El consumo de la marihuana también disminuye la
capacidad de los jóvenes para tomar decisiones, lo cual
puede causar serias dificultades entre los adolescentes
que viven en condiciones sociales donde existe mucha
presión y puede conducir a decisiones riesgosas en
situaciones como las que involucran la actividad sexual,
actividades criminales, o la decisión de acompañar a una
persona que maneja bajo la influencia de las drogas.
No se deje engañar por las mitos. Los jóvenes pueden
adquirir la adicción a la marihuana. Los estudios
demuestran que el uso de la marihuana puede causar
adicción. Cada año un número mayor de adolescentes
recibe tratamiento por el consumo de la marihuana, más
que para todas las demás drogas ilícitas.

Hable con sus hijos acerca de las drogas


Trate de llevar las conversaciones con sus hijos al tema
de las drogas y por qué éstas son dañinas.
Los expertos piensan que si usted puede inculcar estas
ideas en las mentes de sus hijos antes de que ellos se
vean en la necesidad de tomar decisiones difíciles,
tendrán una mayor tendencia a evitar las drogas que a
usarlas. Se ha comprobado que los adolescentes que han
aprendido de sus padres acerca del riesgo con las drogas,
son menos propensos a probar la marihuana que aquellos
que nunca aprendieron de ellos.
No tenga miedo de hablar con sus hijos del tema de las
drogas, esto no les induce malas ideas. Es lo mismo que
si les hablara de como prevenir los peligros
automovilísticos. Lo que usted está haciendo es
simplemente advirtiéndoles de los posibles peligros que
puedan enfrentar en su ambiente, para que estén
propiamente informados y preparados.
Los jóvenes en los últimos años de la escuela primaria
deben ser advertidos acerca de los peligros que
representan los inhalantes. Existen algunas substancias
de uso común en el hogar que algunos muchachos de esa
edad tratarán de inhalar por curiosidad. Es importante que
los padres de estos jóvenes adviertan a sus hijos que el
sólo inhalar esas substancias por un instante puede
provocar serios daños al cerebro y algunas veces hasta la
muerte.
Los padres deben aprovechar las buenas conversaciones
que tienen con sus hijos a diferentes edades para
indicarles claramente que se oponen al uso de la
marihuana. Ellos deben comunicar claramente a sus hijos
que si éstos usan marihuana sus padres se sentirán
defraudados. Los padres también podrían explicar a sus
hijos durante estas conversaciones que el uso de la
marihuana interfiere con la habilidad de concentración
mental de los jóvenes, con la memoria, con las
habilidades motoras, y que ésta interfiere con la
motivación lo cual conduce a un pobre rendimiento
escolar y lleva a los jóvenes a decepcionar a sus seres
más queridos. Este mensaje puede ser comunicado por
los padres en una forma muy amable. “Yo te quiero
mucho y deseo lo mejor para ti, así que espero que no
pruebes la marihuana”.
Presentando el tema de las drogas
Si usted escucha de sus hijos algo que no le gusta, por
ejemplo que uno de sus amigos fuma marihuana o tal vez
él le confiesa que se tomó una cerveza en una fiesta, es
muy importante que usted no reaccione en una forma que
corte completamente la conversación. Si el muchacho(a)
se pone defensivo o le asegura a usted que él(ella) no
conoce a nadie que use drogas, pregúntele entonces por
qué cree él que las personas usan drogas.
Platique acerca de que si vale la pena el arriesgarse al
cambio de vida que las personas experimentan cuando
usan drogas, y de que si él(ella) tomaría ese riesgo. Aún
sin tener en cuenta la adicción, la simple experimentación
es un juego muy arriesgado. Una mala experiencia como
la de caminar bajo la influencia de las drogas puede llevar
a una persona a cruzar una calle muy transitada sin tomar
precauciones, lo que podría cambiar o terminar la vida de
la persona para siempre.
Establezca una conversación amplia y constante con sus
hijos acerca del tabaco, el alcohol y otras drogas
“No hay suficientes horas en el día”. Algunas veces es
frustrante darse cuenta de que hay muy pocas
oportunidades para tener conversaciones con nuestros
hijos acerca de las drogas. En esta cultura de constante
movimiento en la que las familias tienen que coordinar
tantas demandas del trabajo, de la escuela, de las
actividades después de la escuela, además de los
compromisos sociales y religiosos, es un reto para los
padres y los hijos el tratar de estar en el mismo lugar a la
misma hora.
Sin embargo, entre más se comunique usted con sus hijos
más fácil será para ellos hablarle de las drogas y de otros
temas delicados.
Algunos consejos al respecto:
1 Sea absolutamente claro con sus hijos de que usted no
. quiere que ellos usen drogas. Nunca. En ningún lugar.
No deje espacio para malos entendidos y hable
frecuentemente con ellos acerca de los peligros y
resultados que se derivan del uso de las drogas y del
alcohol. No es suficiente conversar con ellos sobre este
tema solo una o dos veces por año. Nunca. En ningún
lugar. No deje espacio para malos entendidos y hable
frecuentemente con ellos acerca de los peligros y
resultados que se derivan del uso de las drogas y del
alcohol. No es suficiente conversar con ellos sobre este
tema solo una o dos veces por año.

2 Mejore su habilidad de escuchar. Haga preguntas y


. anímelos a hacer preguntas. Reinterprete lo que sus
hijos tratan de comunicarle. Pídales su opinión en las
decisiones. Demostrando su deseo de escuchar, hará
que su hijo(a) se sienta más cómodo de contarle sus
cosas.

3 Trate de responder honestamente. No invente lo que


. usted no sabe pero dígale que usted va a buscar la
respuesta. Si le preguntan si usted ha usado drogas en
el pasado, hágales saber que lo más importante ahora
es que usted no quiere que ellos las usen.

4 Use informes de la televisión, anuncios contra las


. drogas o charlas de la escuela acerca de las drogas
para traer el tema en una forma natural, sin forzarlo.
5 No reaccione en una forma que pueda cortar
. completamente la conversación. Si su hijo dice cosas
que lo sorprenden o desafían, tome una actitud más
calmada en su conversación, para que pueda discutir
con su hijo(a) el por qué las personas usan drogas o si
él(ella) piensa que los efectos que producen las drogas
valen la pena como para arriegarse.

6 Actué varias situaciones o escenas con su hijo(a) y


. practique con él(ella) diferentes formas de rechazar las
drogas en distintas situaciones. Reconozca lo difícil que
estos momentos pueden ser.
Cuando mamá y papá usan drogas o beben demasiado...
Un refrán muy conocido dice que las apariencias
engañan. Y ese podría ser el caso del hijo de tu vecino o
de la mejor amiga de tu hija. Ellos aparentan ser jóvenes
perfectamente normales y que disfrutan de una vida
alegre. Pero detrás de sus dulces rostros, guardan un
gran secreto del cual sienten que no pueden hablar: mi
mamá o mi papá es un alcohólico o drogadicto.
Cuando los jóvenes crecen en un hogar en el que uno de
los padres abusa de sustancias controladas, pueden
desarrollar problemas que potencialmente perduren toda
su vida. Corren el riesgo de sufrir de depresión y
ansiedad, a menudo carecen de destrezas
sociales/interpersonales o de otro tipo y tienen una
probabilidad mayor de desarrollar problemas de abuso de
sustancias controladas que los jóvenes que no tienen un
padre adicto.
Los jóvenes de padres que abusan de sustancias
controladas también pueden sentirse aislados,
avergonzados o temerosos de traer amigos de visita a su
casa. Los expertos dicen que estos jóvenes necesitan
adultos comprensivos que los ayuden, aunque sea sólo
para conversar de la situación, demostrándoles que
desahogarse al respecto no significa que estén
traicionando a sus padres. Estos adultos de confianza
(como parientes, amigos, maestros, entrenadores o el
personal de enfermería de la escuela) pueden ayudar a
los jóvenes de padres que abusan de sustancias
controladas a sentirse menos solos, faltos de cariño y
confundidos por las acciones de sus padres. Estos
adultos comprensivos pueden hacerles entender que la
situación por la que están pasando no es su culpa, ya que
ellos no pueden curar a sus padres y probablemente no
pueden mejorar lo que está pasando.
Los adultos pueden reconocer a los jóvenes que sufren de
este tipo de problema si están atentos a señales como:
llegar tarde a la escuela, la tendencia de mantenerse
apartados de otras personas, inestabilidad en el
desempeño académico y en otras funciones y/o el
padecimiento de enfermedades físicas como dolores de
cabeza o de estómago sin causa aparente. A veces, el
mero hecho de conversar en un ambiente familiar o en la
escuela sobre su situación particular es suficiente apoyo
para un niño. En otras ocasiones, estos jóvenes necesitan
ayuda a través de un grupo de apoyo de la comunidad.
Por ejemplo, una niña de 12 años que participa en un
programa de apoyo para jóvenes de padres que abusan
de sustancias controladas dijo: "El grupo es como una
familia para mí. Está lleno de personas jóvenes que me
entienden y me siento segura ahí. Frecuentemente me
recuerdan que no es mi culpa y me brindan esperanza".
Los adultos comprometidos que trabajan a diario con hijos
de padres que abusan de sustancias controladas se
pueden convertir en un apoyo permanente para estos
jóvenes.

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