El Abuso de Sustancias en Adolescentes

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1 Estela Elizabeth Diaz Redacción Psicológica

El abuso de sustancias en adolescentes

El abuso de sustancias es un trastorno de salud reconocido. Se refiere al abuso de


sustancias legales o ilegales. El alcohol es la droga legal más común. La drogadicción es
un problema serio que puede tener consecuencias devastadoras para la salud física y
mental, así como para el desarrollo social y académico.

Entre las sustancias que generan abuso con mayor frecuencia, se incluyen las siguientes:

 Alcohol: Uno de los consumos más comunes entre los adolescentes. Afecta la
coordinación, el juicio y puede llevar a la dependencia.

 Marihuana: Popular en muchas culturas y legal en algunos lugares como


California, Colorado, Connecticut. Entre los efectos negativos tenemos que:
Puede afectar la memoria, la concentración y el desarrollo cognitivo.

 Tabaco: El uso de cigarrillos electrónicos ha aumentado entre los adolescentes.


Existen riesgos de dependencia y efectos adversos a largo plazo en la salud
pulmonar.

 Medicamentos recetados: como analgésicos, estimulantes o pastillas para la


ansiedad. También pueden tomar un medicamento recetado para otra persona,
Tomar una dosis mayor a la indicada, Usar el medicamento de una manera
diferente de la que debe hacerlo. Por ejemplo, inhalar o inyectarse las tabletas en
lugar de tragarlas.

 Cocaína: aunque menos común, algunos adolescentes pueden experimentar con


ella.

 Éxtasis (MDMA): Su uso se ha visto en entornos de fiestas y festivales.

 Hongos alucinógenos y LSD: A veces utilizados en fiestas, con riesgos de


experiencias negativas.

 Inhalantes (Productos domésticos): Como pegamentos, aerosoles y disolventes


que pueden ser inhalados para experimentar efectos eufóricos.

Los años de adolescencia suelen ser una época para explorar y aprender acerca de uno
mismo al irse acercando a la edad adulta. En muchos casos esto significa experimentar y
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poner a prueba los límites. El deseo de hacer cosas nuevas y arriesgadas es parte normal
del desarrollo adolescente.

El abuso de sustancias en la adolescencia es un tema crítico por varias razones:

El consumo de drogas ilegales entre los adolescentes ha aumentado durante los últimos
años. Los datos muestran que prácticamente uno de cada 4 jóvenes ha consumido
alguna sustancia durante el último mes, entre éstas, el alcohol, el tabaco, los derivados
cannábicos y la cocaína son las sustancias más consumidas. En Honduras el 21% de los
adolescentes han consumido al menos una vez cocaína o marihuana, según afirma el
Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y
Farmacodependencia (IHADFA).

Este aumento del consumo no se puede explicar por una sola causa. Estas son algunas
de las razones que explican una buena parte este fenómeno:

La gran disponibilidad a las sustancias, el aumento de las familias con problemas


relacionales y el aumento de los trastornos mentales. También consumen drogas para:

 Para encajar en su grupo: Los jóvenes pueden consumir drogas porque quieren
ser aceptados por amigos o compañeros que también consumen drogas

 Para sentirse bien: El abuso de drogas puede producir sentimientos de placer

 Para sentirse mejor: Algunos jóvenes sufren depresión, ansiedad, trastornos


relacionados con el estrés y dolor físico. Por ello, pueden usar drogas para tratar
de obtener algo de alivio

 Mejorar su desempeño académico o deportivo: Algunos jóvenes pueden


tomar estimulantes para estudiar o esteroides anabólicos para mejorar su
rendimiento deportivo

 Experimentar: Los jóvenes a menudo quieren probar nuevas experiencias,


especialmente aquellas que creen que son emocionantes o audaces.

Factores de riesgo:

Son circunstancias y eventos que incrementan el consumo y abuso de drogas en el


chico. Mientras más factores de riesgo, más probable que el chico consuma drogas y se
meta en problemas. Estos son algunos factores de riesgo de consumir drogas:
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 Bajas calificaciones o fracasos en la escuela

 Ser víctima de acoso físico o cibernético

 Poca autoestima

 Padres permisivos

 Padres o hermanos mayores que consumen drogas o alcohol

 Vivir en una comunidad con gran tolerancia al tabaco, la bebida y el consumo de


drogas entre los jóvenes

 Asistir a una escuela sin reglas estrictas sobre tabaco, alcohol y drogas, y que las
aplique de forma irregular cuando se violen

 Creer que hay poco riesgo al consumir drogas

 El abuso sexual

Los adolescentes que tienen familiares con problemas con el alcohol o con otras drogas
tienen más probabilidades de tener problemas graves de consumo de sustancias.
Además, los adolescentes que sienten que no están conectados con sus padres ni que son
valorados por ellos corren un riesgo mayor. Los adolescentes con autoestima baja o con
problemas emocionales o de salud mental, como la depresión, también corren un mayor
riesgo.

Consecuencias del abuso de sustancias en el adolescente

Desarrollo Cerebral: Durante la adolescencia, el cerebro está en una fase crucial de


desarrollo. El uso de sustancias puede interferir con este proceso, afectando áreas
relacionadas con la toma de decisiones, el autocontrol y la regulación emocional.

Vulnerabilidad Emocional: Los adolescentes son especialmente susceptibles a


problemas emocionales y psicológicos. La presión de grupo, la búsqueda de identidad y
las experiencias de estrés pueden llevar a algunos a recurrir al abuso de sustancias como
una forma de afrontamiento.
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Consecuencias a Largo Plazo: El abuso de sustancias en la adolescencia puede tener


repercusiones duraderas. Puede resultar en problemas de salud física y mental,
dificultades académicas y laborales, y un mayor riesgo de desarrollar adicciones en la
edad adulta.

Impacto Social: El abuso de sustancias puede afectar las relaciones interpersonales, la


vida familiar y el rendimiento académico. Los adolescentes que abusan de sustancias a
menudo enfrentan problemas de comportamiento y conflictos con la ley.

Necesidad de Prevención: Dada la alta vulnerabilidad de los adolescentes, es esencial


implementar programas de prevención y educación que aborden tanto los factores de
riesgo como las habilidades de afrontamiento saludables. Fomentar un entorno de apoyo
en la familia y la comunidad puede ser clave para mitigar el riesgo de abuso.

¿Qué podemos hacer para proteger a nuestros jóvenes?

El período de mayor riesgo de inicio en el consumo de drogas ocurre en la adolescencia


mediana a tardía (a partir de los 15 años de edad), por lo que esta etapa entre los 11 y 14
años es clave para tomar acciones preventivas y evitar que tu hijo experimente con
drogas.

Los factores de riesgo (fracaso académico, problemas familiares, baja autoestima,


comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos), el tiempo de ocio, la socialización con
la familia, amigos, escuela, son de vital importancia, y deben ser conocidos por
educadores, padres y profesionales para poder ser capaces de hacer intervenciones
preventivas que pueden proporcionar recursos para mejorar los niveles de los factores
de protección de los jóvenes.

Entre las medidas que los padres pueden implementar para prevenir el consumo de
drogas en los hijos se encuentran:

1. Fomentar la autoestima
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Desde la infancia los padres deben estar atentos a la forma en que se desarrolla la
autoestima de sus hijos. Es importante acompañarlos, quererlos, entenderlos y en todo
momento comunicarse con ellos. Hay que adoptar medidas que estimulen que el niño
tenga un buen concepto de sí mismo, lo que es un factor que tiene un gran impacto en la
autoestima.

Un joven con una buena imagen de sí mismo y una buena sensación de autovalor tiene
menos riesgos de recurrir a las drogas, mientras que una baja autoestima por factores
como un bajo rendimiento escolar, es una causa que lleva a muchos jóvenes a la
adicción.

2. Mantener una buena comunicación

Mantener un buen canal de comunicación con los padres es una forma de reducir el
miedo y la incertidumbre de los hijos frente a todos los cambios que ocurren en su
cuerpo y en su mente en la adolescencia. El diálogo constante entre padres e hijos es
fundamental, pero también lo es el control parental en esta etapa de la vida del
adolescente. Aunque los hijos suelen rehuir de los padres, el diálogo debe favorecer un
entendimiento entre las partes para saber qué está haciendo el hijo en cada momento.

Los padres extremadamente autoritarios o exigentes pueden generar tensión en la


relación que lleve a su hijo a buscar apoyo o consejo en terceros, lo que no siempre es
conveniente.

3. Estimular que tengan una conducta responsable

Es muy importante aportar valores. Tanto la escuela como la familia deben enseñar e
inculcar unos valores que el adolescente debe crear como propios. Cuando los
adolescentes han aprendido a respetar los límites y las normas impuestas por sus padres,
tienen un modelo de conducta a seguir y una conducta más responsable.

Por lo general uno de los límites se refiere al uso de sustancias que pueden hacerles
daño, como es el caso de las drogas, el cigarrillo y el alcohol.
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4. Conocer las actividades que realiza tu hijo y fomentar actividades de ocio

Si bien en esta etapa los adolescentes tienen muchas actividades fuera del hogar, es
necesario que tengamos conocimiento del entorno del adolescente. No hace falta ejercer
un control exhaustivo sobre los hijos, pero debemos saber quiénes son sus amigos, los
lugares que frecuencia, sus actividades porque no sabemos de qué manera pueden llegar
los malos hábitos y costumbres en su vida. Crear buenas relaciones entre el grupo de
iguales, familia y colegio es fundamental también para detectar problemas.

Fomentar actividades de ocio tanto entre padres e hijos como entre hermanos y amigos,
es importante para crear hábitos de ocio que fomenten el deporte y la práctica de
diversas actividades. Con ello se mantienen ocupados y adquieren rutinas estables.

5. Hablar sobre las drogas

En ocasiones este puede ser un tema difícil de tratar, pero hay que hacerlo lo antes
posible.

El adolescente necesita de una total información sobre el tabaco y otras drogas desde el
colegio o el instituto y desde casa. Es la sociedad en general quien debe también educar
e informar sobre los peligros que suponen el uso repetitivo de estos hábitos. El mejor
momento para hablar de este tema es cuando tu hijo hace alguna pregunta. Sin embargo,
se debe aprovechar cualquier oportunidad para plantear el tema y hablar abiertamente
sobre ello.

En ocasiones puede haber sesgos sobre los efectos de las sustancias, en un sentido o en
otro. Por ello es de gran relevancia proporcionar información correcta y tener siempre
presente que el objetivo de una persona es tener las suficientes habilidades para
enfrentarse adecuadamente a su entorno y tener una buena adaptación en el mismo.

Las drogas traen graves consecuencias tanto a la salud física como a la salud mental del
individuo que deben ser explicadas. Hay que hablar también sobre la posibilidad de que
al niño le ofrezcan drogas en la calle, en el colegio y que lo pueden hacer incluso sus
amigos. También es posible que se las ofrezca un extraño sin decirle que se trata de una
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droga, por lo que hay que reforzar los cuidados frente a la interacción con personas
extrañas.

Y por último es vital ponerse en contacto con profesionales ante la sospecha o


confirmación del consumo de cualquier droga, para valorar la situación de manera
conjunta y realizar una intervención precoz.

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