Sistema Vestibular y Visual
Sistema Vestibular y Visual
Sistema Vestibular y Visual
VESTIBULAR Y
VISUAL
4-Abril-22
Sistema Modulador del Movimiento
Vestíbulo óseo
Sobre la pared superior desembocan los dos extremos del conducto semicircular
superior y la cruz comunis, y sobre la posterior el extremo ampollar del conducto
semicircular posterior, que vemos en la tomografía en la unión de la pared posterior,
externa e inferior.
Importancia
Cuando este aparato es destruido y después de perder la mayoría de la información
propioceptiva del cuerpo, una persona aun puede emplear los mecanismos visuales
para conservar el equilibrio con una eficacia razonable.
Cualquier ligero movimiento lineal o rotatorio del cuerpo desplaza rápidamente las
imágenes visuales sobre la retina y esta información viaja hasta los centros del
equilibrio. Algunas personas con una destrucción bilateral del aparato vestibular tienen
un equilibrio casi normal mientras sus ojos permanecen abiertos; sin embargo, cuando
se desplazan rápidamente o sus ojos están cerrados, pierden el equilibrio
inmediatamente.
Conexiones Neuronales
La mayoría de las fibras nerviosas acaban en los núcleos vestibulares del tronco del
encéfalo, ubicados en la unión entre el bulbo raquídeo y la protuberancia. Algunas
llegan directamente a los núcleos reticulares del tronco del encéfalo sin hacer sinapsis.
Las que terminan en los núcleos vestibulares del tronco del encéfalo hacen sinapsis
con neuronas de segundo orden que también envían fibras hacia el cerebelo. La vía
principal de los reflejos del equilibrio empieza en los nervios vestibulares, donde
reciben su excitación por parte del aparato vestibular.
Los lóbulos floculonodulares del cerebelo se ocupan especialmente de las señales
referidas al equilibrio dinámico de los conductos semicirculares. La destrucción de
estos lóbulos ocasiona casi los mismos síntomas clínicos que la de los conductos
semicirculares. Una lesión grave de los lóbulos o de los conductos produce la pérdida
del equilibrio dinámico durante los cambios rápidos en la dirección del movimiento, pero
no perturba seriamente el equilibrio en condiciones estáticas.
Las señales transmitidas en sentido ascendente a lo largo del tronco del encéfalo
desde los núcleos vestibulares y el cerebelo por medio del fascículo longitudinal medial
generan movimientos de corrección en los ojos cada vez que rota la cabeza, de modo
que se conserve su fijación sobre un objeto visual específico.
Los impulsos también ascienden (a través de este mismo fascículo o de los fascículos
reticulares) hasta la corteza cerebral, y terminan en un centro cortical primario para el
equilibrio situado en el lóbulo parietal en la profundidad del surco lateral al lado opuesto
del área auditiva situada en la circunvolución temporal superior. Estas señales informan
al psiquismo del estado de equilibrio corporal.
En el curso del control del equilibrio, se supone que la información procedente de la
periferia corporal y del aparato vestibular se maneja en un típico circuito de control por
retroalimentación con el fin de procurar una corrección por adelantado de las señales
motoras posturales necesarias para conservar el equilibrio incluso durante un
movimiento sumamente veloz, contando con las variaciones rápidas que puedan ocurrir
en su dirección.
Cinetocilio
Siempre está situado en uno de sus lados y los estereocilios van haciéndose cada vez
más cortos en dirección hacia el lado opuesto de la célula. Unas diminutas conexiones
filamentosas, casi invisibles incluso para el microscopio electrónico, conectan la punta
de cada estereocilio al siguiente más largo y, finalmente, al cinetocilio.
Conductos semicirculares
Los tres conductos semicirculares de cada aparato vestibular, denominados conductos
semicirculares anterior, posterior y lateral (horizontal) mantienen una disposición
perpendicular entre sí de manera que representan los tres planos del espacio.
Cada conducto semicircular posee una dilatación en uno de sus extremos llamada
ampolla y tanto los conductos como la ampolla están llenos de un líquido denominado
endolinfa. El flujo de este líquido a través de uno de los conductos y de su ampolla
excita el órgano sensitivo.
Cuando la cabeza de alguien empieza a rotar en cualquier sentido, la inercia del líquido
en un conducto semicircular o en varios hace que permanezca inmóvil mientras gira el
conducto que lo aloja arrastrado por la cabeza. Este proceso hace que se desplace en
su interior y a través de la ampolla, lo que inclina la cúpula hacia un lado.
Conclusiones
Este sistema permite que las personas se puedan adaptar al medio, controlando su
estabilidad visual y corporal también gracias a los reflejos, sin embargo, la función de
este también incluye la cogni-tividad de la persona refiriéndose a la memoria espacial y
procesar la ubicación en la que se encuentra.
Bibliografías
Fisiología médica. 2016. Elsevier, Inc. Pág. 1757-1768. Decimotercera edición.
Recuperado el día 4 de abril del 2022.