Educación Sanitaria

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 28

EDUCACIÓN SANITARIA

La educación sanitaria son todas aquellas prácticas y medidas que se llevan a


cabo con el fin de aumentar el conocimiento de los individuos sobre la salud y
sus determinantes y promover en ellos comportamientos sanos.

LA COMUNICACIÓN

La comunicación es el intercambio de información, sentimientos y emociones


entre dos o más personas con el objetivo de transmitir información o estimular
un comportamiento en una persona o grupo.

La comunicación puede ser directa (entre dos personas, en pequeño grupo,


frente a un auditorio, etcétera) o indirecta, sin contacto inmediato entre emisor
y receptor (como por carteles, circulares o correo electrónico).

ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

• Emisor: persona que emite el mensaje.

• Receptor: persona o personas que reciben el mensaje y lo descodifican para


entenderlo y responderlo.

• Mensaje: contenido de la comunicación, información que el emisor transmite


al receptor mediante representaciones simbólicas (palabras, números, símbolos,
etc.).

• Código: sistema de signos con los que se codifica el mensaje, es decir, el


lenguaje que se utilice para la comunicación (palabras, signos escritos, gestos,
etc.).

• Canal: medio por el que se transmite el mensaje. Puede ser natural (por
ejemplo, el aire o la luz) o técnico (imprenta, internet, televisión, radio,
teléfono, entre otros medios). El receptor percibe el canal mediante los sentidos
(vista, oído, tacto, olfato y gusto).

• Contexto: condiciones de tiempo, espacio, sociedad, cultura, etcétera, en las


que se desarrolla el proceso de comunicación. Sin este elemento, sería difícil
que el receptor pudiera comprender el mensaje.
TIPOS DE COMUNICACIÓN

Comunicación verbal

La comunicación verbal es el tipo de comunicación en el que se utilizan las


palabras para transmitir el mensaje, el canal podrá ser oral, escrito o signado. El
lenguaje es el instrumento más importante que tiene el ser humano para
comunicarse.

Distinguimos la expresión oral (a través del lenguaje hablado y que permite una
retroalimentación inmediata), y la expresión escrita (a través del lenguaje
escrito y con un texto que debe ser claro, breve, gramaticalmente correcto,
original y estar bien presentado).

Para interpretar correctamente los mensajes escritos, es necesario conocer el


código, que debe ser común al emisor y al receptor del mensaje.

Comunicación no verbal

La comunicación no verbal se refiere a aquellos aspectos de la comunicación en


los que no interviene la palabra, sino elementos corporales (contacto visual,
expresión facial, postura corporal, etc.).

Los principales componentes de la comunicación no verbal son:

• La expresión facial: la cara es una de las partes más expresivas del cuerpo
porque muestra las emociones que sentimos. La expresión facial la constituyen
los movimientos de la boca, los ojos, las cejas y la frente.

• La mirada: en la mayoría de las conversaciones se realiza un contacto visual


con la otra persona como señal de implicación. El tipo de mirada informa de
actitudes interpersonales, por ejemplo, una mirada intensa y fija indica
sentimientos activos, mientras que el desvío de la mirada está ligado a la
timidez, superioridad o humillación.

• La sonrisa: forma parte de las conductas sociales de cortesía. Influye en la


interacción con los demás, muestra a las personas relajadas, origina una
corriente de bienestar que abre los canales de comunicación y actúa como
elemento contrario a las emociones negativas, tales como temor, ira, enojo, etc.

• Los gestos: acciones que solo tienen sentido si son vistas por otro, ya que
deben comunicar determinada información. Se localizan principalmente en las
manos y, en menor frecuencia, en la cabeza y en los pies. La finalidad de los
gestos dentro del mensaje puede ser muy variada.

• La postura y orientación corporal: las personas adoptan principalmente tres


posturas corporales: de pie, sentadas o acostadas. Se pueden diferenciar
distintos tipos de posturas corporales.

o Acercamiento: la inclinación del cuerpo hacia adelante indica atención.


o Retirada: la inclinación del cuerpo hacia atrás, retroceder o girar hacia
otro lado indica una postura negativa.
o Expansión: la expansión del pecho con la cabeza recta y los hombros
elevados indica una actitud orgullosa o de desprecio.
o Contracción: el tronco inclinado hacia adelante con la cabeza hundida y
los hombros caídos indica depresión.

•La distancia /proximidad: Este concepto se entiende como la percepción que el


ser humano tiene de su espacio físico y su intimidad personal.

•El contacto físico: forma básica para expresar actitudes interpersonales. Tocar
a otra persona significa entrar en su espacio de intimidad.

• Elementos paralingüísticos: son elementos vocales de la comunicación que


hacen referencia a la forma en que se dice algo. El sonido es el medio principal
de comunicación, ya que refuerza, da significado al habla y comunica
sentimientos, emociones, actitudes e incluso personalidad. Los principales tipos
son:

o El tono es la resonancia de la voz, influye en las impresiones que se


forman sobre las actitudes de otros.
o La velocidad del habla debe ajustarse a las características del
interlocutor, de manera que no sea ni demasiado lenta (puede provocar
aburrimiento) ni demasiado rápida (dificultad de comprensión).
o La claridad del habla evita interpretaciones equivocadas ola pérdida de
información. Se debe vocalizar de forma que el mensaje sea lo más claro
posible
o Las pausas o silencios que se hacen en las interacciones comunicativas
también dan información sobre la persona y actúan como elemento
regulador de las interacciones.
CANALES DE COMUNICACIÓN

Los canales de comunicación son el medio por el que se transmite el mensaje y


el receptor percibe este canal mediante sus sentidos (vista u oído). De forma
general pueden ser naturales (por ejemplo, el aire o la luz) o técnicos (imprenta,
internet, televisión, radio, teléfono, entre otros medios).

Existen diferentes tipos de canales de comunicación, entre ellos se encuentran:


los personales: es decir, la comunicación es directa (voz a voz); los masivos:
escritos, por radio, por televisión o a través del ordenador; las reuniones y
sesiones informativas a través de la comunicación oral; la lectura de
instrucciones, circulares o normas generales que se comunican mediante la
escritura; tablones de anuncios donde se cuelgan comunicados que se pueden
leer; a través de plataformas como internet o un chat, etc.

BARRERAS, INTERFERENCIAS Y DISTORSIONES EN LA COMUNICACIÓN

En la creación, transmisión e interpretación de los mensajes hay factores que


dificultan, limitan e incluso impiden que la comunicación sea eficiente. Estos
elementos se denominan barreras u obstáculos de la comunicación.

Las barreras más frecuentes son:

• Barreras lingüísticas: se debe evitar emplear términos muy técnicos y


garantizar que el receptor o receptores entiende el idioma con el que nos
vamos a expresar.

• Atención inadecuada: hay que evitar interrumpir, mostrarse impaciente o


bostezar, ya que podría sentirse no escuchado e incomprendido.

•Inicio apropiado de la conversación: para iniciar una conversación, hay que


evitar las preguntas bruscas e inadecuadas y la falta de cordialidad, ya que esta
actitud puede intimidar a la persona y hacer que se sienta incómoda.

•Actitud negativa: es importante no clasificar a las personas o grupos de


personas en función de sus características. Es conveniente ser tolerante, flexible
y tener la capacidad de adecuarnos a cualquier situación.

•Barreras relacionadas con el receptor: en determinadas ocasiones, es posible


que el receptor o receptores tengan dificultades físicas o psíquicas, haciendo
que la comunicación resulte más complicada. Para resolver esta barrera, es
conveniente hacer uso de la intuición, la paciencia y la buena voluntad.
•Falta de tiempo: debido a este factor, es posible que no se realicen las
preguntas relacionadas con la solución a diferentes problemas o que no se
respondan de la forma adecuada por el mismo motivo. Es importante que el
paciente no se sienta desatendido o incómodo.

MECASISMOS QUE FAVORECEN LA COMUNICACIÓN

Durante la comunicación existen ciertos mecanismos que pueden favorecer que


esta sea efectiva. Entre ellos se encuentran:

• Mantener una conducta asertiva: se basa en exponer las ideas de forma


segura y confiada, pero sin arrogancia ni agresividad.

• Sincronizar la comunicación verbal y no verbal: con el fin de reforzar el


mensaje que se está emitiendo. El lenguaje empleado debe ser claro, conciso,
con un vocabulario adaptado al grupo receptor y una estructura de la frase
correcta. Al mismo tiempo que se está hablando, se debe cuidar la expresión y
la actitud, intentando transmitir confianza y tranquilidad. La mirada, los gestos y
la postura deben ser naturales e ir sincronizados con el mensaje que se está
emitiendo.

• Escucha activa: a la hora de transmitir un mensaje, es tan importante saber


hablar como saber escuchar. Cuando se escucha, es conveniente estar atento y
mantener la mirada a la persona que habla y, además, se evitará realizar
movimientos de impaciencia o interrumpir.

• Plantear preguntas abiertas: se trata de aquellas preguntas planteadas para


iniciar una comunicación fluida.

• Crear un entorno adecuado: es importante que la conversación tenga lugar en


un ambiente agradable, que se eviten los ruidos o los olores que puedan
provocar distracción.

• Prestar atención a la diversidad: no se va a contar siempre con un grupo


homogéneo de personas, por lo que hay que tener en cuenta sus características,
es decir, su idioma, las costumbres o la forma de comunicarse. En estos casos, la
comunicación no verbal es de gran ayuda.
LA MOTIVACIÓN

La motivación es el proceso que impulsa a una persona a actuar de una forma


determinada. Ese impulso puede provenir del ambiente o puede ser generado
por los procesos mentales del individuo.

TEORÍAS DE LA MOTIVACIÓN

Teoría de la motivación intrínseca y extrínseca

Esta teoría sugiere que existen dos tipos de motivación: la motivación intrínseca
se evidencia cuando el individuo realiza una actividad por el simple placer de
realizarla, sin incentivos, como puede ser por gratificación personal. Por su
parte, la motivación extrínseca aparece cuando lo que atrae no es la acción en
sí, sino lo que se recibe a cambio de la actividad realizada (involucran
recompensas como el dinero, trofeos o reconocimiento social).

Teoría de los incentivos

La teoría de los incentivos es una de las principales y defiende que el


comportamiento es motivado por un deseo de refuerzo o, como su nombre
indica, por incentivos.

De acuerdo con este punto de vista, las personas se inclinan hacia


comportamientos que ofrecen incentivos positivos y se aparta de los
comportamientos asociados con incentivos negativos.

Los incentivos pueden ser utilizados para provocar que la gente adopte ciertos
comportamientos, pero también pueden ser utilizados para que deje de realizar
otros. Las recompensas que se ofrezcan siempre deben ser obtenibles con el fin
de ser motivadoras.

Teoría de los impulsos

Esta teoría sugiere que las conductas están motivadas por los instintos y
patrones innatos de comportamiento.

Según dicha teoría, la reducción de “las unidades” es la fuerza principal detrás


de la motivación. Clark Casco, el creador de esta teoría, se basaba en torno al
concepto de homeostasis, la idea de que el cuerpo trabaja activamente para
mantener un cierto estado de balance o equilibrio. Casco cree que la conducta
es una de las formas en que un organismo mantiene este equilibrio.
LA MOTIVACIÓN Y LA JERARQUÍA DE NECESIDADES

Según el psicólogo humanista Abraham Maslow, nuestras acciones están


motivadas por la finalidad de satisfacer ciertas necesidades. Maslow presentó
por primera vez su concepto de una jerarquía de necesidades en su documento
de 1943, Una teoría de la motivación humana.

Los niveles, de descendente a ascendente, son los siguientes:

•Necesidades fisiológicas: son las necesidades más básicas como la


alimentación, el agua, el sueño, el calor, la respiración o el sexo.

• Necesidades de seguridad: el siguiente escalón es que la persona se sienta


protegida y que tenga ciertos recursos asegurados, como la seguridad física o
familiar o el empleo.

• Necesidades de aceptación social o afiliación: las personas necesitan poseer


ciertas relaciones sociales, en mayor o menor medida, de forma que se sientan
aceptados en su grupo social (amistad, afecto, amor, etc.).

• Necesidades de autoestima y reconocimiento: se basa en la necesidad de


tener éxito y sentirse respetados y valorados por las personas que nos rodean
(logros académicos o promoción laboral, entre otros).

• Necesidades de autorrealización: es el nivel más alto de la jerarquía de


necesidades propuesta por Maslow y consiste en utilizar plenamente todos los
talentos, capacidades, habilidades y potencialidades que tiene cada persona.
FACTORES QUE FAVORECEN LA MOTIVACIÓN

El psicólogo Frederick Herzberg tenía el criterio que el nivel de rendimiento en


las personas varía en función de su nivel de satisfacción; es decir, que las
respuestas hacia el trabajo eran diferentes cuando se sentía bien o cuando se
sentía mal. En su Teoría de los dos factores, Herzberg menciona los siguientes
factores motivadores:

• Logro: los logros son fundamentales para el ser humano. Alcanzar o exceder
objetivos planteados es una motivación muy poderosa y trae gran satisfacción.

• Reconocimiento: reconocer los logros es un gran motivador porque aumenta


la autoestima. Para muchos, el reconocimiento es un premio.

• Interés: una actividad que provea placer y satisfacción es mucho más


motivante que una que no lo haga. Siempre que sea posible, esta debe estar
relacionada con los intereses de la persona.

• Responsabilidad: la oportunidad de ejercer autoridad es muy motivadora y


aumenta la autoestima.

• Mejora: progresar y obtener crecientes premios es importante, pero quizás lo


más importante es sentir que se puede mejorar. Es fundamental ser honesto
con las posibilidades de progreso y el tiempo en que esto puede ocurrir.
PROCEDIMIENTOS Y ESTRATEGIAS DE PLANIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE
ACTIVIDADES DE FORMACIÓN

La educación sanitaria se lleva a cabo mediante tres componentes:

 Querer
 Saber
 Planificar

La planificación en salud pública y educación para la salud se estructura en


cinco niveles:

1. Plan: es el máximo nivel de organización para la actuación sobre la salud. Los


planes expresan las líneas políticas de las administraciones, por lo tanto, están
dirigidos a una gran cantidad de personas y suelen plantear objetivos a largo
plazo.

2. Programa: es el segundo nivel de organización, formado por un conjunto


integrado y estructurado de proyectos que forman parte de un mismo plan. Por
tanto, un plan va a estar formado por varios programas. Se trata de la actuación
más completa de un plan, sus objetivos están más definidos y se plantea a
medio plazo.

3. Proyecto: es el nivel más básico y concreto en planificación. Se consideran las


unidades operativas para conseguir los objetivos del programa a corto plazo, ya
que un programa está formado por varios proyectos.

4. Actividad: es la unidad mínima de acción para lograr los objetivos específicos


del proyecto. Cada proyecto está compuesto de múltiples actividades para
lograr los objetivos.

5. Tarea: es la acción concreta para ejecutar una actividad. Cada actividad se


desarrolla gracias a la planificación de tareas.

La planificación se caracteriza porque:

• La salud debe ser el objetivo y resultado del plan, programa o proyecto.

• Tiene carácter prospectivo.

• Es multidisciplinar.

• Está contextualizada por el marco social, político y económico del momento y


del lugar donde se va a llevar a cabo.
• Se trata de una acción continuada. Los tipos de planificación sanitaria se
resumen en la siguiente tabla:

La planificación de una campaña educativa va a tener dos fases bien


diferenciadas: fase de investigación y fase de intervención educativa.

FASE DE INVESTIGACIÓN

También llamada diagnóstico, es la primera fase y la más importante a la hora


de afrontar cualquier problema sanitario y para elaborar, posteriormente,
proyectos y programas de educación sanitaria. Cuando se quiere solucionar
cualquier problemática, es esencial investigar y llevar a cabo el análisis de la
situación, teniendo en cuenta las necesidades de la población en materia de
salud para marcar los problemas prioritarios que se quieran abordar.

Por lo tanto, la fase de investigación se basa en dos pasos fundamentales: el


análisis y la priorización.

• Análisis: que se puede realizar mediante:

–Datos de la población (censo, pirámides poblacionales).

– Indicadores de salud (tasas de mortalidad, de morbilidad, incidencia de


enfermedades, número de centros de atención primaria, etc.

–Datos del entorno (rural, urbano, condiciones de salud ambiental).

–Hábitos de ocio, alimentarios, de consumo de drogas, alcohol o tabaco.

– Encuestas.

– Búsqueda de estudios epidemiológicos con el fin de documentarse sobre el


problema identificado y buscar información fiable de diversas fuentes.
• Establecimiento de prioridades: una vez identificado el problema o los
problemas, se procede a establecer las prioridades, ya que, dependiendo del
problema, lo podremos afrontar o no. La prioridad se establecerá en función de
la transcendencia social, de la gravedad o de los recursos de los que se
disponga.

FASE DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA

Esta fase se lleva a cabo una vez que se han identificado los problemas
existentes y se ha decidido cuáles se van a priorizar para abordarlos a corto
plazo a través de un proyecto de educación sanitaria.

La intervención educativa debe realizarse mediante una planificación, es decir,


especificar el número de personas a las que se quiera informar, el tiempo que
durará la campaña sanitaria, a qué zonas irá el personal educador, materiales
que se necesitarán, etcétera. Hay que saber que esta fase se divide a su vez en
tres pasos: planificación, ejecución y evaluación.

Planificación

Planificar consiste en decidir qué pasos se van a seguir en el proyecto de


educativo de EpS, por lo que es necesario definir una serie de fases:
Ejecución

En esta fase se pone en práctica toda la planificación elaborada previamente. A


medida que se vayan obteniendo resultados, estos se irán evaluando para
comprobar si se ha cometido cualquier fallo con el fin de rectificarlo. Por ello, es
imprescindible ir apuntando todos los pasos que se ejecuten, así como los
cálculos que se realicen.

Evaluación

Consiste en examinar los datos que se han obtenido antes, durante y una vez
finalizado el proyecto. Gracias a la evaluación, se puede comprobar si se han
cumplido o no los objetivos iniciales y si el trabajo de campo ha sido eficaz. Se
trata de una evaluación continuada que permita ir modificando pequeños
errores que se hayan podido cometer a lo largo de la intervención educativa.
Esta evaluación puede ser de dos tipos:

• Cuantitativa: mide los datos obtenidos en números.

• Cualitativa: mide la calidad de la investigación. Con todos estos datos


recabados durante todo el proyecto, se realizará una memoria o informe final.
IDENTIFICACIÓN DE NECESIDADES EDUCATIVAS (FASE DE INVESTIGACIÓN)

Una vez que hemos encontrado un problema de salud pública que podría
solucionarse con educación sanitaria, deberemos valorar con más precisión las
necesidades educativas de la población objetivo. Aunque este apartado justifica
la necesidad de un programa de educación sanitaria, estrictamente no forma
parte del programa, normalmente se encuentra una necesidad por otros
motivos (otros estudios) y después se valora su importancia. Para ello, la
herramienta que más se utiliza es la encuesta/cuestionario o las entrevistas,
pero también la observación.

Se debe valorar la interacción de dos factores: la necesidad de la educación (la


determinaremos nosotros como profesionales) y la predisposición del individuo
o grupo a recibirla.

Para explicar las interacciones de motivaciones en educación sanitaria se utiliza


el modelo transteórico que propusieron Prochaska y DiClemente.

Este modelo propone que los cambios de conducta, tanto espontáneos como
promovidos, pasan por una serie de pasos estandarizados:

• Precontemplación: durante esta etapa, el individuo no ve necesidad de


cambio en sus hábitos. Aunque se le plantee la posibilidad de cambio, se
negará, hasta puede no escuchar. En esta etapa no tiene sentido insistir, porque
eso provocará más reticencias, incluso agresividad.

• Contemplación: en esta etapa el individuo sí está preparado para oír


informaciones contrarias a sus creencias. Puede que aún no crea que necesite
un cambio, pero tampoco se cierra a él. General mente, el principal problema
es la motivación. Dirá frases como: “Puede que me venga bien, pero…”. En esta
fase buscará excusas para no cambiar de hábitos. Es importante motivarlo a
cambiar, pero no discutir con él, porque solo conseguiremos desmotivarlo. En
esta fase, nuestro papel es el de informar sobre beneficios, así como de las
posibles consecuencias.

• Preparación: aquí es cuando el individuo ya ha tomado la decisión de hacer


algo, pero no suele saber cómo hacerlo. En esta etapa ya existe motivación, por
lo que es importante informarle de forma más técnica sobre qué hacer y por
qué; en todo momento hay que reforzar la motivación y se puede comenzar a
plantear un plan de acción. Sin embargo, como no suelen tener conocimientos
de calidad, a menudo terminan siguiendo recomendaciones de fuentes dudosas.
• Acción: en esta etapa el individuo ya ha iniciado el cambio. Si lo encontramos
en esta fase, seguramente nos haga una lista de todas las estrategias que no le
han funcionado (y es posible que vuelva a etapas anteriores). En esta fase,
nuestro papel es de guía para llevar al cambio de conducta, además, se deben
proponer estrategias que proporcionen adherencia al plan de acción; por otro
lado, es necesario establecer refuerzos al paciente, así como felicitaciones.

• Mantenimiento: esta fase siempre es temporal, porque pueden darse recaídas


en cualquier momento. En ese caso, es importante no culpabilizarlo, sino
animarlo a volver al buen camino.

ELABORACIÓN DEL PROGRAMA EDUCATIVO (FASE DE INTERVENCIÓN


EDUCATIVA)

Cuando tenemos claro qué necesita la población objetivo de nuestro programa,


debemos elaborar el programa educativo. El programa educativo es un
documento que contiene toda la información sobre cómo se va a llevar a cabo la
actividad de educación sanitaria. Aunque este documento debe tener la
información más concreta posible sobre todas las actuaciones, también debe
estar abierto a modificaciones según se desarrolle la ejecución.

JUSTIFICACIÓN

Una vez identificado el problema en la fase previa (fase de investigación), es


necesario justificar cuáles son los motivos por los que se elabora un proyecto de
prevención del problema detectado. Este apartado es muy útil y necesario, ya
que prácticamente es la carta de presentación del proyecto educativo. Es decir,
a raíz de la lectura de la justificación de un proyecto por parte del centro donde
se presente, puede ser decisivo el aceptarlo y seguir leyendo el proyecto o no.
En la justificación del proceso se puede plantear a través de la res puesta a las
siguientes preguntas:

o ¿Por qué se va a hacer?


o ¿Para qué se va a hacer?
o ¿Qué problemática resuelve?
o ¿Cómo se va a hacer?
OBJETIVOS

Un objetivo es el enunciado que indica los resultados que se desean conseguir.


En general, los objetivos definirán quién va a hacer qué, y cuándo y cómo.

• Objetivos generales: se refieren al fin último del programa. No son evaluables,


son los objetivos específicos los que informarán del grado de consecución de los
generales.

• Objetivos específicos: dividen el objetivo general en objetivos más pequeños y


que sí son evaluables. Son estos los que dictarán las formas de evaluación que
utilizaremos.

Los objetivos específicos deben incluir:

 Sujeto (quién lo va a hacer): persona que tiene que realizar la acción, por
defecto, serán los destinatarios del programa.
 Acción esperada (qué se va a hacer): aquello que es necesario que realice
y que no hace en el momento de la intervención. Siempre se usarán
verbos de acción en infinitivo.
 Criterios (cuándo y cómo lo va a hacer): la forma y la cantidad mínima de
esa acción para mejorar la salud:
– De cantidad: “disminuir el consumo de bollería industrial en el
desayuno y la merienda, de cinco días a un día a la semana”.
– De precisión: “cocinar la carne a 70 ºC”.
– De duración: “mantener una dieta equilibrada durante al menos un
mes”.
 Condiciones: contextualización de la acción para determinar la situación
en que se desarrolla la acción.

Para formular objetivos, George Doran propuso la técnica SMART en 1981,


que podemos utilizar para comprobar que los objetivos que hemos
propuesto son adecuados. SMART es un acrónimo de:

– Specific (específico): se deben evitar formulaciones ambiguas como


“aumentar los conocimientos”, más propias de los objetivos generales.
En cambio, se deben mencionar todas las áreas posibles, por ejemplo,
“conocer la proporción ideal de proteínas de la dieta de un adulto sano”.
– Measurable (medible): los objetivos ideales incluyen una medición y un
margen. No es lo mismo plantear “conocer las vitaminas” que “conocer al
menos cinco vitaminas distintas”. Normalmente, se recomienda fijar un
mínimo.

– Achievable (alcanzable): con esto nos referimos a plantearlos de forma


realista; es probable que no se cumpla el objetivo “conocer todos los
micronutrientes y sus funciones”, pero sí el de “conocer al menos tres
micronutrientes”.

– Relevant (relevante): esto dependerá de los destinatarios y de la


necesidad que pretendemos satisfacer. Por ejemplo, el objetivo “conocer
los alimentos que aumentan la tensión arterial” puede ser un objetivo
relevante para una población de riesgo de ictus, pero no tanto para una
población infantil.

– Time-Bound (temporizado): si un objetivo no tiene un límite de tiempo,


nunca se considerará fallado. A menudo, el límite de tiempo será el de la
última sesión del programa, sin embargo, esta característica es más útil a
la hora de hacer un seguimiento de los participantes. Si queremos
promover una conducta mantenida en el tiempo, utilizaremos
propuestas como “reducir un 10% la ingesta de bollería industrial antes
de un mes”. Lo ideal es incluir la fecha real.

DESTINATARIOS

La población a la que va dirigida el proyecto de educación sanitaria será


principalmente aquella en la que hemos encontrado la necesidad educativa, que
puede coincidir con una población enferma o no. En este apartado es
conveniente especificar:

- Edad: adolescentes, lactantes, jóvenes, personas mayores.


- Número de personas aproximado.
- Género: masculino o femenino.
- Nacionalidad: población autóctona, emigrantes.
- Patologías o estado fisiológico: diabéticos, asmáticos, embaraza das, personas
con osteoporosis.
- Actividad: estudiantes, jubilados, profesión.
CONTENIDOS

Selección de la información

La información que se recoja y se desarrolle en un proyecto de educación para


la salud debe tener las siguientes características:

- Veraz
- Completa
- De procedencia acreditada
- Clara
- Comprensible
- De interés para el receptor
- Repetida y reiterada
- Breve y concisa

La información científica aparecerá en estudios epidemiológicos publicados, o


bien como revisiones de estudios. Existen dos tipos de revisiones principales:

• Revisiones sistemáticas: son artículos que recopilan estudios sobre un tema


concreto. Su objetivo es recuperar todos los estudios posibles, y son
sistemáticas porque, además, explican los criterios que se han utilizado para
buscar esos estudios, aunque no incluyen cálculos sobre los datos de los
estudios.

• Metaanálisis: son revisiones sistemáticas que incluyen cálculos estadísticos


sobre los estudios incluidos. Teniendo en cuenta estos y los demás tipos de
estudios, la pirámide de la evidencia científica según la calidad de información
que aportan es la siguiente:
Adaptación de la información

Una vez seleccionada la información que se quiera desarrollar a lo largo de las


sesiones del proyecto, hay que tener claro que la misma información se puede
transmitir de diversas formas, y la forma de presentar los contenidos es tan
importante como la calidad. A la hora de exponer los contenidos, no es
necesario tener planeada cada palabra, pero sí debemos tener ideas claras
sobre el estilo y la forma.

En general, la forma en que transmitamos la información debe ser:

• Ordenada: deberemos tener muy claro el orden que queremos utilizar y por
qué. Una forma muy sencilla es hacer un esquema de todo lo que vamos a hacer
y mostrarlo de nuevo cada vez que cambiemos de apartado.

• Coherente: la información debe tener una coherencia interna. La profundidad


de un tema debe ser creciente (superficial en la introducción y profundo en las
partes más específicas). Además, deberemos mantener una misma profundidad
a lo largo de todo el contenido.

• Narrativa: cuando nos comunicamos, utilizamos las historias, y no las listas.


Por eso, cuando un educador se limita a citar listas, perdemos el interés. Esta
recomendación es esencial a la hora de exponer oralmente un tema.

• Novedosa: la sorpresa (sobre todo la positiva) favorece la memoria. Una forma


sencilla es dejar la información importante al final de forma que obligamos a
prestar atención hasta ese momento.

• Emocional: la información que apela a las emociones (sobre todo positivas)


provoca más impacto. Podemos utilizar esta característica de dos formas: como
facilitadora de la memoria o como motivación. Ejemplo del primer caso sería
contar una historia real (o al menos realista) personal que ilustre por qué es
importante el tema. El uso de la charla motivacional es un claro ejemplo del
segundo caso.

• Práctica: cuanto más se parezca la información al mundo real, mejor se


recordará. La primera medida es convertirla en visual. Cuando la estructura de
un tema es importante, utilizaremos esquemas y, en caso de mostrar datos,
siempre se debe recurrir a gráficas o, cuanto menos, a tablas. En general, cuanta
más participación provoquemos, mejor.
Programas generales de atención como bases de información

Cuando educamos a la población para que modifique ciertos hábitos de vida


poco saludables, estamos evitando que un gran número de individuos enfermen
y, por tanto, que la calidad de vida sea más elevada. Además, que la proporción
de personas enfermas de una población sea baja implica que el gasto sanitario
sea menor.

En España, los programas de educación sanitaria se llevan a cabo desde el


Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que, junto con los servicios
sanitarios y concejalías de medio ambiente y de familia, elabora campañas de
concienciación social sobre salud. Estos programas deben tener la capacidad de
adecuarse en función de las características que presente el público al que vayan
dirigidos: colegios, institutos, universidades, amas de casa, jubilados, etcétera.

Lo importante es que los órganos encargados de transmitir la información


tengan claro qué es aquello que quieren hacer llegar a la población, para lo que
se debe realizar una planificación de antemano.

Las principales áreas propuestas por la OMS que suelen tratarse en la mayoría
de los países son:

• Promoción de una alimentación sana y una vida saludable

• Prevención del consumo de alcohol, drogas y tabaco

• Prevención y riesgo de las enfermedades transmisibles

• Prevención y seguimiento de enfermedades crónicas

Los programas de educación sanitaria son la base fundamental o herramienta


principal que utilizan los distintos países para mejorar la salud de la población y
para hacer hincapié en la importancia que tiene conocer las enfermedades que
padecen las personas con mayor frecuencia y las formas más adecuadas de
prevenirlas, mejorando con ello la calidad de vida.
METODOLOGÍA O TECNOLOGÍA EDUCATIVA

Dependiendo de la relación existente entre la persona encarga da de llevar a


cabo el proceso educativo (agente educador) y la persona o grupos de personas
que van a recibirlo (receptor de la intervención) se utilizarán unos métodos u
otros en función de las necesidades, bien métodos directos, es decir, que
permitan un contacto más estrecho con el individuo posibilitando que haya un
intercambio de opiniones entre el educador y el receptor, o bien métodos
indirectos o a distancia, que impiden que haya ese intercambio de ideas. Los
principales ejemplos de cada tipo de método son:
Métodos indirectos

Estos métodos de información no permiten el intercambio de información entre


el orador y el receptor, por lo que suponen un canal informativo unidireccional.
Esto se traduce en que no se pueden transmitir ideas complejas y, por tanto, no
pueden ser muy específicos. La información aportada en este tipo de método
debe ser sencilla y clara para que pueda ser comprendida por todos los
individuos a los que va dirigida, ya que se trata de un medio que puede llegar a
un gran número de personas. Por otro lado, no crean consciencia tan
rápidamente como los métodos directos y el cambio de actitud por parte del
receptor es más lento. Serán los medios elegidos para programas de educación
a gran escala, ya que reducen mucho los costes de ponerlo en práctica.

El punto a favor es que tienen un gran impacto en la sociedad porque son muy
fácilmente consumibles. Todos los medios indirectos se pueden utilizar también
como herramientas de apoyo a los métodos directos. Entre los métodos
indirectos, podemos destacar los medios visuales, los medios sonoros, los
medios audiovisuales y los medios interactivos.

• Medios visuales: los dos tipos principales son los carteles (grandes
para ser vistos desde lejos, pero con muy poca información) y los
folletos (más pequeños, más específicos, con más información y
pensados para llevarse una copia). También debemos citar las
infografías, que actualmente están a la orden del día, especialmente
en redes sociales. Otros métodos menos utilizados de este tipo son
las pegatinas promocionales
• Medios sonoros: aquí podríamos citar anuncios de radio, que, al igual
que los carteles en los medios visuales, pueden tener doble función:
ser la parte principal de la campaña o ser una herramienta de
marketing de la campaña.
• Medios audiovisuales: mezcla de los dos anteriores, básicamente se
reducen al vídeo en sus múltiples versiones. En la educación primaria
y secundaria se suelen utilizar vídeos para concienciar a los alumnos
sobre ciertos temas: drogas, tabaco, práctica de ejercicio, etcétera.
También forman parte de este tipo de medios los reportajes, los
documentales o las conferencias que se pueden consultar en
plataformas online de vídeos como YouTube o Vimeo.
• Medios interactivos: podemos citar aquí los juegos educativos, tanto
de mesa como los videojuegos o las aplicaciones.
Métodos directos

Los métodos directos se caracterizan porque el educador y el alumno coinciden


en el espacio y en el tiempo. Son los idóneos para grupos relativamente
pequeños y para temas largos o complejos porque son más flexibles (el
educador puede resolver dudas y cambiar el contenido o la forma de
transmitirlo sobre la marcha, cosa imposible en los indirectos).

A menudo, estos métodos se utilizan acompañados de medios visuales


(diapositivas, presentaciones de PowerPoint) o audiovisuales (proyección de
vídeos explicativos).

Dentro de los métodos directos, se encuentran los métodos expositivos y los


métodos participativos:

• Métodos expositivos. Algunos de los métodos expositivos son los siguientes:

– Clase expositiva: En este tipo de método, un experto expone un tema de


forma amplia y pormenorizada hacia su público.

– Demostración práctica: Un experto demuestra una operación práctica ante el


público, aunque es recomendable una explicación previa de los pasos a seguir. A
menudo, la clase magistral y la demostración se unen para enseñar teoría y
práctica a la vez.

– Entrevista: Un entrevistador pregunta a un experto sobre un tema en


concreto. Este formato obliga al experto a incluir temas distintos en su
exposición, que pueden ser sugerencia previa de los asistentes o responder
exclusivamente a la planificación del entrevistador. Es un formato mucho más
dinámico y ameno de ver que la clase expositiva.

– Simposio o conferencia: En un simposio se intenta dar una idea lo más


completa y amplia posible sobre un tema. Para ello, expertos de distintas ramas
del conocimiento exponen uno tras otro la contribución que su campo puede
aportar.

– Panel de discusión: tiene un objetivo muy parecido al del simposio: aportar


una visión completa sobre un tema. La diferencia es que, en un panel de
discusión, los expertos hablan entre ellos, por lo que se necesita un conductor
que se encargue de dirigir la conversación hacia los aspectos importantes
prefijados.
– Mesa redonda: En este método un grupo de participantes (no necesariamente
expertos) hablan informalmente sobre un tema. Conviene tener un conductor
que proponga temas relacionados y dinamice la conversación. Este método
aporta al auditorio puntos de vista distintos y evita sesgos.

– Debate: Se basa en la discusión de dos personas o grupos sobre un tema


establecido. Los participantes no tienen que ser expertos necesariamente, solo
deben tener el conocimiento suficiente para entender el tema. Existen dos
tipos:

o Karl Popper (llamado así por el filósofo), normalmente dos grupos se


posicionan a favor o en contra de una afirmación, que es la que da título
al debate. En la primera parte, cada grupo intenta dar argumentos que
respalden sus posiciones, después discuten sobre la fundamentación del
contrincante y, por último, se lanzan preguntas el uno al otro.
o Lincoln-Douglas (recibe su nombre de los políticos americanos). En este
no hay una afirmación específica, sino un tema, a menudo de índole
ética, sobre el que dan su opinión dos personas. Este modelo es uno de
los más utilizados en política.

• Métodos participativos: En este tipo de métodos, tanto el educador como los


alumnos aportan conocimiento. Su característica principal es que facilitan la
retroalimentación alumno-educador, por lo que pueden resultar muy flexibles.
Los métodos participativos propuestos son los siguientes:

– Rueda de preguntas: En este método, son los propios destinatarios quienes


hacen las preguntas, sin pasar por el entrevistador. Lo más común es que los
destinatarios levanten la mano y el experto les vaya dando el turno de pregunta
y responda.

– Discusión guiada: Es un debate en el que participan los propios alumnos. Para


ello, deberemos plantear un tema susceptible de obtener distintos puntos de
vista.

– Práctica: los alumnos llevan a cabo de forma real las acciones que se les pide,
permitiendo que el educador compruebe en directo el aprendizaje. Puede ser
individual o en grupo, pero se recomiendan grupos pequeños, de dos a cuatro
personas, para asegurarnos de que todo el mundo participa. Suele requerir
material.
– Seminario o comisión de trabajo: se propone un tema al grupo sobre el que
tiene que investigar en distintas sesiones planificadas de antemano. Un grupo
reducido debate sobre un tema propuesto y se divide en comisiones que se
encargarán cada una de la preparación de un aspecto concreto para luego
tratarlo de forma integral con el resto del grupo y presentar posteriormente las
conclusiones a un grupo mayor.

– Aprendizaje basado en problemas: estudio de casos: En esta técnica, un grupo


de trabajo debe estudiar un caso real (o, al me nos, realista) lo más detallado
posible y se pide a los alumnos que den la solución más completa que puedan.
Normalmente, suele poseer una sola solución, pero no tiene por qué. El caso
puede ser escrito, en vídeo, e incluso una persona real. Para dar una respuesta
adecuada, tendrán que analizar el conocimiento que tienen y ampliarlo hasta
los niveles necesarios (tanto del caso como de otras fuentes)

– Juego de roles: consiste en representar una situación verosímil en la que cada


participante interpreta un personaje. Se trata de una técnica muy flexible, ya
que se pueden plantear situaciones muy diversas (muy estructuradas o no,
participantes que colaboran o no, distintas edades, distintas necesidades). Sirve
para interiorizar todos los conocimientos y, además, propicia un acercamiento
al mundo real, pero lo que más la caracteriza es que permite a los alumnos
implicarse más emocionalmente que las demás.

ACTIVIDADES

Las actividades están formadas por tareas que se van a ejecutar para conseguir
los objetivos específicos que se han planteado. Es conveniente que las
actividades sean variadas y que estén numeradas, integradas y diseñadas con
criterios homogéneos. Se suele realizar una ficha por cada actividad, donde se
indica:

- Nombre y número de la actividad


-Objetivos
- Destinatarios
- Metodología empleada (clase expositiva, debate, práctica, etc.)
- Descripción del procedimiento
- Recursos necesarios
- Lugar y duración
- Métodos de evaluación
RECURSOS

Los recursos se pueden clasificar en:

• Humanos: las personas necesarias para implantar el proyecto.

• Organizativos: en los cuales se puede diferenciar entre:

– Temporales: aquí se puede detallar el cronograma del proyecto educativo:


número de horas necesarias, horario en que se impartirá, fechas, etcétera.

– Espaciales: aulas o recintos.

• Materiales: este apartado se refiere de forma amplia a todo material que


podamos necesitar, por ejemplo:

– Material de gestión y promoción: medios de publicidad, como carteles,


formularios de asistencia o bolígrafos.

– Material didáctico: equipos y programas informáticos, proyectores, fichas,


folletos, figuras, juguetes, etcétera.

EVALUACIÓN

La evaluación del proyecto es la forma de comprobar que se han cumplido los


objetivos específicos. La creación de herramientas para evaluar estos depende
del tipo de objetivo que se quiera evaluar:

• Los objetivos cognitivos se evaluarán con pruebas de conocimiento, que


pueden ser exámenes orales o escritos, también a través de cuestionarios
concretos o entrevistas estructuradas o semi-estructuradas.

• Los objetivos emocionales se suelen valorar con cuestionarios específicos


sobre emociones o mediante la observación.

• Los objetivos conductuales pueden evaluarse a través de la observación,


cuestionarios, entrevistas o incluso hojas de rúbrica.
EJECUCIÓN DEL PROYECTO EDUCATIVO

Una vez que el programa está elaborado y hemos planeado cada paso, tenemos
que llevarlo a la práctica. Esta etapa es la culminación de toda la preparación
anterior y su confrontación con el mundo real. En primer lugar, tendremos que
asegurarnos de que dispondremos de todo el material que hemos considerado
pertinente, tanto el elaborado por nosotros como profesionales (como figuras,
presentaciones, infografías, trípticos o evaluaciones) como los recursos ajenos
(aulas, ordenadores, etcétera).

Por muy concienzuda que sea una programación, hay que tener en cuenta que
siempre es teórica y que puede sufrir multitud de modificaciones cuando se
lleve a la práctica. Es por este motivo que los profesionales sanitarios que
realicen educación sanitaria deben ser capaces de improvisar. Se pueden dar,
por ejemplo, cambios en:

• Los destinatarios: es posible que los participantes dejen de asistir,


especialmente si la formación se hace en varias sesiones. Un caso bastante
menos frecuente es el aumento de los participantes. A no ser que los cambios
sean muy grandes, no suelen representar una amenaza para la ejecución del
programa, pero hay algunos casos en los que sí será necesario hacer ajustes.

• Los recursos: hay que prever posibles fallos en los recursos materiales
(especialmente equipos informáticos), así como organizativos (cambios de
recinto o de horario) y personales (enfermedad de los educadores). No todo se
puede solucionar con improvisación. El profesional responsable de formación
también debe ser capaz de valorar cuándo no es posible realizar el programa y,
o bien anularlo, o bien posponerlo.
ELABORACIÓN DEL INFORME

Cuando se ha terminado toda la programación, hay que elaborar un informe


que incluya una valoración completa de nuestra actuación en materia de
educación sanitaria. En especial, se debe consignar en qué medida se han
cumplido los objetivos planteados, la valoración de los destinatarios tanto del
contenido como de la forma en que se ha llevado a cabo (educadores,
organización, etcétera) y las propuestas de mejora de los participantes.

EVALUACIÓN DEL PROYECTO EDUCATIVO

La evaluación puede ser interna (el mismo equipo que planifica y ejecuta el
programa hace la evaluación, por tanto, una parte esencial es la autoevaluación)
o externa (la realizan personas ajenas a la intervención, generalmente agencias
especializadas).

Podemos dividir la evaluación en:

• Evaluación del proceso: se evalúa tanto la planificación como la ejecución.


Algunos indicadores que podemos utilizar son:

– Cobertura: relación entre la población diana y los inscritos, o entre los


inscritos y los asistentes (nivel de abandono).

– Fidelidad a la programación: porcentaje de la programación que se ha llevado


a cabo.

• Evaluación de resultados: se mide aquí la utilidad del programa.

– Satisfacción de los usuarios: valoración media de los asistentes en distintos


ámbitos (contenidos, materiales, organización).

– Intención de cambio: proporción de asistentes que planea cambiar sus


hábitos.

• Evaluación de impacto: aquí valoramos el efecto que ha tenido el programa en


el nivel más amplio posible, a nivel de población general, a nivel epidemiológico
o incluso demográfico. Este tipo de evaluación se reserva para programas a gran
escala con capacidad de tener un efecto muy grande. Básicamente, se trata de
volver a medir la característica epidemiológica que motivó la puesta en marcha
del programa en primer lugar.

También podría gustarte