Filosofia Del Renacimiento. Maquiavelo y Utopías
Filosofia Del Renacimiento. Maquiavelo y Utopías
Filosofia Del Renacimiento. Maquiavelo y Utopías
dentes del mundo pagano -los motivos del retorno de la aetas am'eel
a los Satumia reg1tCl- que se armonizaban can el escatologismo cris-
tiano en Ia obm cOllcordista de los platonicos del Renacimiento, espe-
cialmente en Fidno; todo ello guardaba una estrecha reIadon con el
anhelo de una reforma religiosa, de una purificacion del cristianismo,
que se expresaba desde val"iados :lmbitos y perspectivas y que desdc
1517, desde In entrada en escena de Lutero, experimenta una infle-
xion decisiva que se expresanl con toda su fucrza en 1a decada
de 1520.
En este marco tremendumentc movil -y aunque no toclos los
hcchos senalados sc reflejen en su obra- las dos figuras mencionadas
-MaquiaveIo y Mora, figuras casi contemponineas- tienen una tra-
ycctoria biognHica similar: ambos naeen en una familia vincuIada con
el derecho y ambos se forman en la nueva edl1cacion humanistica, si
bien es Mora quien alcanza un nlvd mayor: realiza estudios de dere-
eho y adql1iere la solida fOfmacion hmnanistica tanto en el ambito del
griego como del latin que justifica Ia elevada consideraci6n en que
Ie tiene Erasmo, eI principe de los humanistas. Ambos ingresan tam-
bien en 1a administraci6n del Estac!o y en Ia politica: Maquiave10
sent canciUeI' de b republica florentina de 1498 a 1512, 10 que Ie
permitira decir que «quindici anni che io so no stato a studio all'arte
deHo stato, non gli ho ne dOl'miti ne giuocati»; Mora ingresa en e1
Parlamento en 1507 y desarrolla una brillante carrera polftica que
culminara en 1529 con su nombramiento de canciller del reino. Pero
tanto Maquiavelo como Mora cnen de Sl1 puesto: Maquiavelo en
1512, cuando 1a republica florentina se hunde ante las trapas de la
Liga Santa y los Medicis fccuperan cl dominio sobre la ciudad; Mora
en 1532 como eonsecllcncia de la conversi6n de Enrique VIII a Ia
Refotma. EI periodo de desgracia tienc un caractcf muy diferente en
ambos autores: en Maquiavclo son quince largos anos de odo fo1'-
zado, en los que se reclactan las gmndes obras de la madurez teo rica
-Ef Principe, los Discorsi, el Arte de fa guerra, la Historia de Flo-
renda-, en Mora son t1'es anos de p1'is16n en los que redacta obras
ascetico-religiosas Hntes de motir decapitado.
Por atm parte, su obm, mas concretamente aquella producci6n
suya que ha ejerdclo una honda influenda sobre el pensamiento y 1a
cuitum posteriores, es practicamente eontemp0rUnea: El Principe y
los Discorsi de Maquiavclo son obras de 1513, que en el caso de los
Discorsi se pralongan a 1515-1517; In Utopia de TanHls Mow es
LA FILOSOrlA POLlTlCA EN i:L f{ENACrM[FNTo'5-~)
1. MAQUIAVELO
alguna cosa grande. Esta m~ll1era de vivir, pucs, parece babel' vllelto
al lIlundo debil y haberlo dado en botin a los malvados, los ClIales
10 pueden gobernar can toda tranquilidad al vcr como In mayoria
de los hombres, para ir al Pmafso, pknSill1 rm15 en sopor tar sus
golpes que en vengarse de ellos (Disconi, II, 2).
a la ellal considera -110 tanto pOl' S1 misma como par el grado cle
corrupcion al que ha llegado en Italia de 1a mana cle la Iglesia-
lin factor decisivo en e1 hundimienta pull lieo it.diano contempo-
n1neo:
que Ie ha sido dada, de 105 ardin! que han sido cstableddos, pOl' el
legislador otiginario, pues en opinion de Maquiavelo,
Yos rcpito cle nucvo qllC, ~in fucrzn, las Cllldades no se man! le-
nen, sino que se enemninnn n Sl1 fin ." va que toda cit1(bd, tmio
Estado, clehe tener pot encmigos nq!lel1~s qne pl1edan ahrigar 10.
esperanza de poder ocuparlo y de los cuales 110 pue<ie ddcnd(·t'se.
Jam:is hubo Senor 0 republicn snbia que quisiera tenet su tcrrito-
rio a discreci6n de otTOS a quc, teniendolo, Ie parecicm tenerlo
segl1l'O '" Os hallarCis desarmados, vercis a vncstros suhditos des-
kales v es razonablc que sea :ISI jiorque los homhres no pllcdcn
-ni dehen- SCI' siervos leales de un senor pOl' e1 que no pueden
sel" 111 clefenc1idos nl corrcgldos ... YD as he dicho que senln amip.os
VU('5troS aqllellos estados que no pncdan atacaros y os 10 digo una
vez m~ts, pot'que el1!TC los partict11ares las los documento:>
escritos y ios pactos hacen ohsel"val' 1a palabra c1nda, pe!'o entre los
estaclos s610 b haccn ohservar Jas armns '" y no siempre se ptlede
echar mano a In cspada de otros; pOl' eso 10 COl"rccto es tenerla al
Indo y env(linarln cuando e1 enemigo esUI lejos, pues de 10 contrario
deSptH~S ya no Be esui a tictnpo y no sc encuel1tra remedio.
del calamar; sin embargo, sus manos son bendeddas pOl' todos y 10
senln tanto mas cuanto mas adc1ante se pl'oceda». La necesidad po-
litica del mal no condon a el mal mismo: el fin puede hacer inevita-
bies los medios y estos pueden ser excusados pot el vulgo (Princi-
pe, XVIII) y par el mismo sabia (Disco!'si, I, 9), pero no se afirma
en Maquiavelo ninguna razon de Estado ni ninguna jerarquizacion
entre etica y poHtica que hagan del mal y del crimen un bien a esta-
blezcan una especie de suspensi6n provisional de la moral en ams
de la bondael ultima del fin propuesto; mal y crimen son 10 que
son y de hecha no hay mixtificaci6n posible. Maquiavelo constata,
pues, una ineductiblc escision entre la poHtica (el reino de krtlfOS,
de Ia fuerza) y las exigencias la moral, una escision que hunde sus
rakes en la constituci6n natural del hombre como sujeto de pasiones
entre las que OCl1pa un Iugar prefcrente la insaciable ambici6n.
En la situacion natural ele inevitable choque de las ambiciones
partic111ares el Estado representa el linico factor de estabiHdad, de
orden y de reglamentadon; en el chague tambien inevitable de Jas
mnbiciones estatales In buena ordenaci6n del propio Estado (y ella
incIuye la buena organizacion militar) constituye ]a linica garantfa
de scguridad, Y el Estado se aparece a Maquiavelo -como a derta
tradidon aristotelica represcntada en Sll tiempo par Pomponazzi-
como un organismo vivo (<<il COl'PO misto dell' umana genet'azionc»)
can sus bumores, su salud y su enfermcelad, su inevitable canup·
cion can el curso del tiempo y 1a neccsidad consecuente de regene·
rado pOl' retorno a los prindpios a par media de una reforma com-
pletamente nueva, El senticlo, pues, que Maquinve10 tiene del Estado
es vivisimo y no es extrafio que en los Discor:;i nos diga que «entt'e
todos los hombres que reciben alabanz,ls los mas alabados son quie-
nes han siela cabezas y ordenadores de las rcligiones. A continuacton
quienes han fl1ndaclo l'epliblicas a teinos... Son pot el contrada
infames y detestablcs los destructores de las rcligiancs, los dilapida·
dares de teinos y de republicas» (I, 10). Y it sabemos que esta fun-
dacion y reform a de un organismo estatal solo puecle scr ohm de
una personaHdad individual legislaclor 0 principe nuevo, figura
de Ia que se nos nombran como ejcmplos Moises, Ciro, Teseo, R6·
mulo, y en c1 momento contempotaneo Cesar Borgia- de virtit fne·
1'a de 10 comlin.
Pero, ,:cu61es son los componentes de la tJirti't paHtica? Es
dente que ella comporta una competenda tccnica, nna capacidad
556 lIISTORIA DE LA ETICA
con todo clIo Ia adopcion de una edca social de corte hedonista que
evidencia Ia influencia del epicurefsmo a travcs de ValIa y del propio
Erasmo. En efecto, los utopianos «parecen estar inclinados a aceptar
Ia opinion de los que dcfienden el placer como la Fuente uniOl y
principal de 1a felicidad humana» (p. 145). Naturalmentc, cste
donismo va unido a llna sllblimaci6n cf.istiana y espiritual destinncla
a impecUr todo atisbo de una busqueda compulsiva del placer desor-
denado del cuerpo; la pruc1encia y Ia recta razon gohiernan la c1ecdon
y fuga de los placeres sobre Ia base de Ia prim ada de 10 espiritual
sobre 10 corporal y de In subordinacion del pIncer a la salud:
3. CAMPANELLA Y BACON
como compendio del universo, con St1 plantu circular, can su disposi-
cion intertm segun siete circulos conccntricos y su templo circular
central que resume en su altar esta vinculacion cosmlcl de Ia cill-
dad y esta apropiacion benefica de las it1Huencias celestes:
triota ColOn), {ne para unifical'lo todo bajo una mism:1 ley, y estos
flJosofos de la Ciudad del Sol deben sel' testigos de In verdad,
elegidos par Dios. Plles yo estay en que no sabel110s que es 10 que
hacel11os, pero actuamos como instrumentos de Dios. Y aunque los
espanoles vayan en busca de nlIevas tietras y palses porIa codicia
del dinero, en realidad est~ln sirviendo on'os fines mas altos que
Dios se propane ... [Los de la Giudad del Sol] dicen tambicn que
cuando entre d upside de Saturno en Capticomio, el de Mercurio
en Sagitario, c1 de Marte en Virgo, y las conjuncioncs magnas vue!-
van a Ia tripliciclad primcra, tras habet aparccido la nova en 1:1
orbita de Casiopea, aelvendl':1 una gran monarquia nueva, con refor-
ma de las leyes y de las artes. Surgil':1n nuevas profetas y habra una
gran renovacion en toelas Jas casas. P,lta los cristianos todo esto
resuItad l11uy provcchoso, pero hay que empezar pOl' del'ruh- y des-
brozar antes de edificar y plantar de nuevo (ibid., pp. 78 Y 55.).