LECTURA 2 - Por Qué Es Buena La Biodiversidad (2012)
LECTURA 2 - Por Qué Es Buena La Biodiversidad (2012)
LECTURA 2 - Por Qué Es Buena La Biodiversidad (2012)
ISSN: 1900-6896
[email protected]
Universidad El Bosque
Colombia
Marcos, Alfredo
¿Por qué es buena la biodiversidad? Una visión humanista del valor de la biodiversidad
Revista Colombiana de Bioética, vol. 7, núm. 2, diciembre, 2012, pp. 45-56
Universidad El Bosque
Bogotá, Colombia
Resumen
Las tres ideas centrales del texto son: i) La diversidad cultural y biológica parece ser un valor positivo. Existe
actualmente un gran consenso al respecto. Sin embargo no es fácil fundar dicho consenso sobre bases racio-
nales. ii) El presente ensayo distingue varios tipos de diversidad, para centrarse únicamente en la reflexión
sobre la diversidad biológica o biodiversidad. El término biodiversidad también se emplea en varios sentidos.
Entre ellos el principal parece ser el de la diversidad de especies. Esta observación nos obliga a revisar el
propio concepto de especie. Hemos de aceptar que la biología actual requiere un concepto de especie plural,
y que cada especie es un concepto abstracto, sin valor intrínseco. iii) Si se acepta esta tesis habrá que acep-
tar también que el valor de la diversidad específica ha de fundarse en valores indirectos y en gran medida
antropocéntricos.
Palabras clave: especie, diversidad específica, valor intrínseco, valor indirecto, bioética.
Abstract
The text presents three main ideas: i) Cultural and biological diversity seems to represent a positive value.
There is now a large consensus regarding this point. However, it is not easy to establish this consensus on a
rational basis. ii) This essay distinguishes various types of diversity, to focus solely on the reflection on biological
diversity or biodiversity. The term biodiversity is also used in many different senses. The most salient among
them seems to be the diversity of species. This observation forces us to review the very concept of species.
After this review, we must accept that current biology requires a plural species concept, and that each species
is an abstract concept with no intrinsic value. iii) If we accept this thesis, we will also accept that the value
of the species diversity must be based on largely indirect and anthropocentric values.
Key words: species, species diversity, intrinsic value, indirect value, bioethics.
*
Artículo de reflexión. Este documento que recoge las ideas y argumentos presentados durante el XVIII Seminario Internacional de Bioética
“Bioética, biodiversidad y bienestar común”, realizado en la Universidad El Bosque –Bogotá, Colombia–, agosto de 2012 en conjunto con el
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos “Alexander Von Humboldt”. Documento entregado el 10 de agosto de 2012 y aprobado el 19
de noviembre de 2012.
**
Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación (Sección: Filosofía) por la Universidad de Barcelona. Doctor en Filosofía por la Universidad
de Barcelona. Catedrático de Universidad, área de Lógica y Filosofía de la Ciencia, en el Departamento de Filosofía, Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Valladolid. Correo electrónico: [email protected]
el planeta en su conjunto a lo largo del tiempo, que con frecuencia apela al concepto de especie
puede presentar una mayor o menor diversidad de humana5. Afecta también a nuestras relaciones
ecosistemas. A su vez, cada uno de los ecosistemas con el resto de los seres vivos y a los criterios
puede ser más o menos diverso internamente, que aplicamos para la discriminación entre los
por el número de especies distintas que incluye mismos6. Y afecta, finalmente, al valor de la bio-
y por las relaciones ecológicas que se dan entre diversidad específica. Aquí me centraré solo en
sus componentes. esta última cuestión (sección 2).
Por último, tenemos el sentido más común del En función del concepto de especie aquí defendido,
término biodiversidad, el que se refiere al núme- y como conclusión (sección 3), podemos decir que
ro de especies que existen sobre la Tierra. Aquí existen sólidas razones en las que fundar el valor
vamos a centrarnos precisamente en este último de la biodiversidad específica, pero todas ellas
sentido, es decir, en la diversidad de especies o son de carácter principalmente antropocéntrico,
diversidad específica. La razón es que al hablar mientras que las razones que rigen nuestro trato
de biodiversidad, y cuando no se explicita lo con los organismos, poblaciones o ecosistemas
contrario, solemos referirnos al número y varie- pueden ser tanto antropocéntricas como biocén-
dad de las especies que habitan nuestro planeta. tricas. Ello se debe a que las entidades concretas,
De hecho, el DRAE, que recoge el significado a diferencia de los conceptos abstractos, pueden
ordinario de los términos más que sus sentidos tener valor inherente.
científicos, define biodiversidad simplemente
como “variedad de especies animales y vegetales
en su medio ambiente”. Además, según el biólogo
1. Especies
italiano Ludovico Galleni, “las especies son la
principal herramienta para obtener información 1.1 El concepto de especie
sobre la biodiversidad”4. en perspectiva histórica
Ahora bien, si queremos fundar el valor de la El relato histórico del concepto de especie suele
biodiversidad específica nos veremos obligados a comenzar por Platón. Una especie (eidos) sería
pensar el concepto mismo de especie. Para ello, para él un tipo, una Idea, cuya existencia es
haré una presentación del estado de la cuestión inmutable y eterna. Este concepto de especie
respecto de dicho concepto (sección 1). La noción no resulta particularmente adecuado para los
de especie es actualmente el centro de numerosos vivientes, precisamente por su carácter estático.
debates biológicos y filosóficos. Defenderé una Ya Aristóteles criticó por ello la noción platónica
visión plural y abstracta de la especie. Es decir, de especie en su tratado Sobre las partes de los
argumentaré que se requieren en la biología actual animales7. En palabras del filósofo francés Jean
varios conceptos de especie, y que cada especie es Gayon: “El corpus aristotélico deja aparecer una
una entidad abstracta, a diferencia de los ecosiste-
mas, poblaciones y organismos, que son entidades 5
Para este tema puede verse: MARCOS, Alfredo. Especie biológica y
deliberación ética. Revista Latinoamericana de Bioética, 2010 , (10):
concretas, situadas espacio-temporalmente. 108-123; MARCOS, Alfredo. Filosofía de la naturaleza humana,
Eikasia. Revista de Filosofía, 2010, (6): 181-208.
6
Para este tema puede verse: MARCOS, Alfredo. Política animal: El
Esta noción de especie tiene importantes impli- “Proyecto Gran Simio” y los fundamentos filosóficos de la biopolítica.
caciones bioéticas. Afecta a la bioética médica, Revista Latinoamericana de Bioética, 2007, (7): 60-75.
7
ARISTÓTELES. De Partibus Animalium. En: Aristóteles: Obra
biológica, (traducción de Rosana Bartolomé; introducción y notas
4
GALLENI, Ludovico. Biodiversity, Biotechnologies and the Philo- de Alfredo Marcos). Madrid: Luarna, 2010. Disponible desde: www.
sophy of Biology. Rivista di Biologia-Biology Forum, 2004, (97): 215. luarna.com/Paginas%20comunes/DispFormLuarna.aspx?IDlibro=85
tensión entre dos conceptos de eidos. Uno de estos caótica prodigalidad con que muchos renacen-
conceptos es de naturaleza lógica y clasificatoria tistas repartían las transformaciones acá y allá a
[...] En los tratados biológicos interviene, no lo largo y ancho de la naturaleza.
obstante, un segundo concepto de eidos, el de
eidos-forma: desde este punto de vista, el eidos No es extraño, pues, que los naturalistas an-
es el alma del organismo individual”8. teriores a Darwin pensasen que sólo se podría
establecer una biología científica, racional y
Lo importante del pensamiento aristotélico en realista sobre la base de una constancia del tipo
este punto es que deja ya planteado el difícil de organismos a través de la reproducción, o lo
problema de las relaciones entre la especie como que es lo mismo, sobre la base de la estabilidad
clase lógica y la especie como principio físico que de las especies. Sólo así –pensaron- la biología
interviene en la generación. Veremos cómo esta podría llegar a construir clasificaciones y leyes
dicotomía pesa aun sobre el actual debate ético. auténticamente científicas.
No obstante, el relato estereotípico de la historia Ahora podemos apreciar con justicia cuál es
hace emerger el concepto evolucionista de especie el conflicto de Darwin respecto a la noción de
por contraste con un supuesto concepto tipológico especie y cuál es la posición que adopta. Darwin
de Aristóteles. Esta simplificación injusta, no sólo no puede aceptar la definición fijista de especie
desaprovecha las sugerencias que pueda aportar vigente en sus días, pero necesita contar con las
aun hoy el pensamiento de Aristóteles, sino que especies para que su teoría no se vea expuesta
dificulta la apreciación del propio concepto evo- a objeciones como la formulada por William
lucionista de especie. “Contrariamente a los que Hopkins en 1860: “Todas aquellas teorías […]
afirma la leyenda esencialista –señala acertadamente que afirman la derivación de todas las clases de
R. A. Richards– existieron ya desde Aristóteles animales desde un origen común, de hecho, lo
diversos conceptos de especie en uso”9. que hacen es negar absolutamente la existencia
de especies naturales”11. O más sucintamente: “Si
El concepto de especie con el que se enfrentó las especies no existen en absoluto –se pregunta
Darwin es el de Linneo y los naturalistas de los Louis Agassiz-, como mantienen los partidarios
siglos XVIII y primera mitad del XIX, no el de de la teoría de la transmutación, ¿cómo pueden
Aristóteles. Entre otras cosas, porque el concepto variar?”12.
de especie del XVIII está ya pensado contra un
trasfondo “evolucionista”, cosa que no ocurre En definitiva, Darwin tenía que comunicar sus
con el de Aristóteles. Entre Aristóteles y Linneo nuevas ideas a la comunidad de naturalistas en
el concepto de especie ha pasado por diversas la que él se sentía ubicado, para ello tenía que
vicisitudes. No podemos olvidar la polémica utilizar el lenguaje común entre los miembros
medieval sobre los universales y las posiciones de esa comunidad, en particular por lo que al
de realistas y nominalistas adoptadas durante término especie se refiere. Y, sin embargo, lo
la misma10. Tampoco podemos pasar por alto la que tenía que decirles negaba las características
definitorias de la propia categoría de especie.
8
GAYON, Jean. L’Espèce sans la forme. En: Gayon, J. y Wunen-
burger, J-J. (Eds). Les figures de la forme. París: L’Harmattan,
1992, pp. 51-52.
9
RICHARDS, Richard. The Species Problem. Cambridge: C.U.P., 11
Cit. en BEATTY, John. Speaking of species: Darwin’s strategy. En:
2010. p. 205. Ereshesfsky, M. (Ed). The Units of Evolution. Essays on the
10
Cf. STAMOS, David. The Species Concept: Biological Species, Nature of Species. Cambridge, Massachusetts: M.I.T. Press, 1992.
Ontology, and the Metaphysics of Biology. Lanham, MD: Lexington, p. 232.
2003. pp. 1-9 y cap. 2; RICHARDS, Richard. Op. cit., caps. 2 y 3. 12
Ibíd., p. 232.
“Tenemos que discutir en esta obra –propone el más clásico, es el concepto biológico de especie.
Darwin- si las formas llamadas por todos los na- Por relación a este concepto, ya sea como con-
turalistas especies distintas no son descendientes traposición o desarrollo, iremos viendo el resto.
lineales de otras formas”13. A cambio propone
no discutir “las varias definiciones que se han La formulación canónica del concepto biológico
dado del término ‘especie’”14. “Los naturalistas de especie se encuentra en los textos de Ernst
han encontrado en ello una dificultad sin espe- Mayr17. Recoge la idea de que las especies son
ranzas, si juzgamos por el hecho de que apenas poblaciones mendelianas máximas, es decir,
dos de ellos han dado la misma”15. comunidades reproductoras aisladas reproduc-
tivamente del resto.
¿Pero puede funcionar la biología sin definir nada
menos que el concepto de especie? Los biólogos Pero, según Van Valen18, la interfertilidad no es
posteriores tendrían la tarea de elaborar nuevas condición ni necesaria ni suficiente para definir la
definiciones de especie adaptadas a la perspec- categoría de especie. Las especies, en su opinión,
tiva evolucionista. Ahora bien, el resultado no se mantienen principalmente por causas ecoló-
ha sido una definición de especie, sino muchas. gicas. Y elabora un concepto ecológico de especie,
Veámoslo. según el cual cada especie viene a ser un linaje
que ocupa una zona adaptativa, o nicho ecoló-
1.2 Diversas nociones de especie gico, mínimamente diferente de la de cualquier
en la biología evolucionista otro linaje, y que evoluciona separadamente.
Por un lado, la reflexión sobre el concepto de Por otro lado, el criterio biológico de especie no
especie se retrasó casi un siglo porque tuvo que deja de tener sus limitaciones y problemas. Por
esperar al establecimiento de la Teoría Sintética de ejemplo, es obvio que la categoría de especie así
la Evolución, cosa que no ocurre hasta mediado definida no es aplicable a organismos que carezcan
el siglo veinte. Por otro lado, la maduración de de reproducción sexual. Por esta y otras razones
la biología como ciencia ha producido mientras han ido apareciendo otros conceptos de especie
una inevitable especialización, de modo que en que hacen énfasis en los aspectos morfológicos19,
realidad cada disciplina ha construido su pro- como el concepto fenético de especie, que está en la
pio concepto de especie según su perspectiva y base de la taxonomía fenética, también llamada
necesidades prácticas16. numérica. Los conceptos más tipológicos de
especie, como el de la taxonomía fenética, tienen
En conjunto, sin embargo, podremos ver cómo la ventaja indiscutible de su operatividad.
se mantiene la tensión entre el componente
morfológico, que se fija en el parecido, y el ge-
nealógico, que se fija en el parentesco. El criterio
que más se ha generalizado, hasta convertirse en 17
Cf. MAYR, Ernst. Animal Species and Evolution. Cambridge, Mas-
sachusetts: Harvard University Press, 1963. En un sentido muy
parecido se expresa también Theodosius Dobzhansky, uno de los
13
DARWIN, Charles. Charles Darwin’s Natural Selection: Being the creadores de la teoría sintética de la evolución (cf. DOBZHANSKY,
Second Part of this Big Species Book Written From 1856 To 1858. Thodosius. Genetics and the Evolutionary Process. New York:
Editado por Robert C. Stauffer. Cambridge: Cambridge University Columbia University Press, 1970, p. 357).
Press, 1975, p. 97. 18
VALEN, Leigh van. Ecological Species, Multispecies and Oaks.
14
DARWIN, Charles. On the Origin of Species by Means of Natural Taxon, 1976, (25): 233-239.
Selection. Londres: John Murray, 1859. (Versión en español de J. 19
Cf. también SOKAL, Robert y CROVELLO, Theodore. The Biological
Fuster: El origen de las especies, Petronio, Barcelona, 1974). Species Concept: A critical evaluation. En: Ereshesfsky, M. (Ed).
15
DARWIN, Charles. 1975. Op. cit., p. 95. The Units of Evolution. Essays on the Nature of Species. Cambridge,
16
Cf. STAMOS, David. Op. cit., pp. 352-353. Massachusetts: M.I.T. Press, 1992. pp. 27-56.
tiene indudables ventajas28: por ejemplo, dota pectivamente30. Philip Kitcher y Bradley Wilson31
de realismo a la noción de especie. Sin embargo, han defendido que las especies son conjuntos,
la tesis de las especies como individuos (species Mayr32 que son poblaciones, Ruse33 que son gru-
as individuals thesis) no carece de problemas. El pos y, recientemente, Stamos34 ha hablado de las
más obvio es que no parte de ninguna definición especies como relaciones.
previa de individuo. Aquí la estrategia de Hull y
Ghiselin es clara: nos piden que nos apañemos Llamar a las especies “individuos” resulta de-
con nuestras intuiciones previas acerca de lo masiado chocante. Entenderíamos mejor las
que es un individuo y con el caso paradigmático especies como “poblaciones”. Sin embargo, el
de los organismos. Pero las especies en algunos filósofo Mario Bunge35 señala atinadamente
aspectos no parecen ajustarse a los rasgos del que si pudiéramos igualar “bioespecies” y “bio-
caso que se ofrece como paradigma. poblaciones”, alguno de los dos términos sería
redundante. Pero resulta que necesitamos los dos
También existe un problema relacionado con la por la evidente razón de que hay poblaciones
especies gemelas, que están aisladas reproducti- uniespecíficas y otras pluriespecíficas.
vamente pero no difieren apenas en nada29. La
pura decisión de ver las especies como indivi- 1.4 Especie y evolución:
duos nos obligaría a considerarlas como especies un balance provisional
distintas. Otro tanto sucede con la posibilidad
de recuperar especies ya extintas mediante inge- El concepto de especie ha resultado históri-
niería genética. La discontinuidad temporal nos camente tan polémico como polisémico. La
obligaría a decir que no estamos ante la misma biología evolucionista requiere un concepto
especie, aunque la “nueva” sea en todo idéntica de especie plural, pues tiene que ser útil en
a la extinta. Y el mismo problema generan los diversas disciplinas, cada una con sus intereses
casos de poliploidismo reiterado. prácticos y puntos de vista teóricos. La noción
de especie que puede ser útil en paleontología
Dado el estado del debate podríamos pregun- no lo es tanto en zoología o en botánica, ni éstas
tarnos si no existe una tercera vía, algo que tienen por qué coincidir con la que interesa al
reúna las ventajas de la condición de clase y de biólogo que trata con organismos asexuales. Y
la condición de individuo, pero sin los incon- cada una de ellas dará lugar a una ordenación
venientes que éstas presentan cuando tratamos peculiar del mundo vivo. Ni siquiera está claro el
de pensar las especies. “Clases individualizadas” tipo de entidad que es una especie. Oscila entre
o “particulares complejos”, han sido categorías
híbridas propuestas por Van Valen y Suppe res-
30
Este tipo de conceptos híbridos entre lo lógico y lo físico recuerdan
las Ideas de Platón, que son entidades concretas al tiempo que ha-
cen funciones de conceptos universales abstractos. También Hegel
habla del universal concreto como la síntesis dialéctica lo general
abstracto y de lo particular.
31
Cf. KITCHER, Phillip. Species. Philosophy of Science, 1984 (51):
Concepts, Individuality and Objectivity. Biology and Philosophy, 1987, 308-333; WILSON, Bradley. Are Species Sets? Biology and Philosophy,
(2): 127-145; GHISELIN, Michael. Metaphysics and the Origin of 1991, (6): 413-432.
Species. Albany: State University of New York Press, 1997. 32
Cf. MAYR, Ernst. The Ontological Status of Species: Scientific Pro-
28
Cf. HULL, David. Are Species Really Individuals? Systematic Zoology, gress and Philosophical Terminology. Biology and Philosophy, 1987,
1976, (25): 174-191; HULL, David. A Matter of Individuality. Phi- (2): 145-166.
losophy of Science, 1978, (45): 335-360; HULL, David. The Role of 33
Cf. RUSE, Michael. The Darwinian paradigm. Londres: Routledge,
Theories in Biological Systematics. Studies in History and Philosophy 1989. pp. 108-109.
of Biological and Biomedical Sciences, 2001, (32): 221-238. 34
Cf. STAMOS, David. Op. cit.
29
Es el caso, por ejemplo, de Drosophila pseudoobscura y Drosophila 35
Cf. BUNGE, Mario. Biopopulations, not Biospecies, Are Individuals
persimilis. and Evolve. The Behavioural and Brain Sciences, 1981, (4): 284-285.
y afectado por nuevos descubrimiento empíri- en los animales, tenemos ya del orden de un trillón. Si queremos
establecer una comparación con lo no vivo, recordemos que no
cos, nuevas posibilidades tecnológicas y nuevas hay más allá de 200 mil millones de estrellas en nuestra galaxia.
perspectivas teóricas. Menos que aves sobre el nuestro planeta (unos 300 mil millones),
y mucho menos que hormigas (unos diez mil billones).
mil especies de plantas, de las cuales una buena plementario, pensamos que sin biodiversidad no
parte son endémicas38. será posible el desarrollo sostenible39. Así pues,
necesitamos pensar la biodiversidad específica
Podríamos preguntarnos por qué hace falta desde el punto de vista racional de la bioética, y
una reflexión ética sobre biodiversidad, ¿no es no meramente desde un punto de vista intuitivo
suficiente con el actual consenso, o incluso con o sentimental.
nuestras intuiciones y sentimientos? No podemos,
ni debemos, prescindir de los mismos, pero sin Pues bien, los vivientes individuales, los orga-
una discusión racional no se podrían decidir nismos, son las sustancias paradigmáticas. Son
correctamente los problemas básicos de legiti- seres en sí mismos, su existencia tiene valor por
midad ni los conflictos. Las políticas de medio sí y para sí, objetivamente. Desde este paradigma,
ambiente buscan mantener un medio limpio y podemos identificar otras entidades biológicas
utilizable para las personas, preservar algunos concretas susceptibles de valor intrínseco, como
espacios naturales y proteger la biodiversidad. las poblaciones, familias, clanes, comunidades
Pero siempre puede haber quien se pregunte por de diverso tipo, ecosistemas… En contrapartida,
qué ha de pagar impuestos o aceptar restricciones las especies, como hemos sostenido, son entida-
para favorecer la biodiversidad. Además, estos tres des abstractas, con base real, cuya construcción
objetivos pueden entrar en conflicto y amenazarse depende en parte de la acción cognoscitiva de
mutuamente, de manera que a veces tendremos un sujeto. En consecuencia, se debería esta-
que decidir entre uno u otro, o conciliarlos blecer una distinción entre las razones para
creativamente: para mantener la diversidad o la respetar la vida de los seres vivos individuales,
limpieza puede hacer falta intervención humana, así como la continuidad de otras entidades bio-
con lo cual se reduce el carácter natural de un lógicas concretas, y las razones para preservar
entorno. De hecho, el tradicional objetivo de la las especies, pues en muchos supuestos ambas
primera generación de conservacionistas era la finalidades entran en conflicto. Sólo las razones
preservación de espacios naturales no tocados para respetar las entidades concretas pueden ser
por la mano del hombre. Actualmente este ob- no-antropocéntricas, o sea, basadas en el valor
jetivo ha sido desplazado por la búsqueda de la intrínseco de las entidades. Siempre que se hable
biodiversidad. La biodiversidad como objetivo de razones para preservar especies habremos
no distingue entre lo natural y lo artificial, lo de admitir que tienen carácter principalmente
cual era clave para el conservacionismo más antropocéntrico. Lo cual no quiere decir que no
tradicional ¿Cómo elegimos en estos casos, con sean razones válidas y poderosas.
qué criterios, si no fijamos bases racionales?
Cuando uno piensa en la conservación de una
Por añadidura, el objetivo de la biodiversidad ha especie no piensa en los individuos concretos que
cobrado todavía más importancia al conectarse pertenecen a esa especie, sino en las funciones,
con otro de los conceptos guía de nuestro tiempo. con fin exterior al propio individuo, que éstos
Me refiero al concepto se sostenibilidad. Con ejecutan de modo aproximadamente equivalente
frecuencia hablamos de desarrollo sostenible, y (por ser todos ellos de la misma especie). Fun-
entendemos que parte de lo que hay que sostener
el precisamente la biodiversidad. De modo com- 39
Los conceptos de sostenibilidad y de desarrollo sostenible presentan
sus propios problemas teóricos. No los abordaré aquí, pero remito
para esta cuestión a: MARCOS, Alfredo. Sviluppo umano sostenibile.
Los datos han sido tomados y redondeados a partir de GLEICH, M.
38
Ponencia para el simposio sobre Human Ecology. Un Indicatore per la
et al. Las cuentas de la vida. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2000. Sostenibilità. Roma, 24 de noviembre 2011. Disponible desde: www.
pp. 258-274. fyl.uva.es/~wfilosof/webMarcos/textos/Roma_14_oct_2011.pdf
ciones de dos tipos: por un lado, ecológicas y, Pero no podemos olvidar que los ecosistemas
por otro, cognoscitivas o estéticas. Empecemos también presentan una cierta integración fun-
por considerar estas últimas. cional y una memoria evolutiva, contienen y
procesan información40, aunque la información
Las especies tienen un papel cognoscitivo y no esté concentrada en un soporte físico como el
estético, como objetos de conocimiento y con- genoma o el sistema nervioso, sino difusa en la
templación. El conocimiento de universales estructura y funcionamiento del ecosistema (son
exige diferentes tipos de individuos como su más bien los vivientes concretos los que acaban
“alimento”. Para un realista, el conocimiento por integrar esta información ecosistémica en el
lo es de la realidad o no es conocimiento. Si genoma y en los sistemas nervioso e inmune).
el fin de la vida humana, la vida buena, es la
felicidad y ésta incluye conocimiento, entonces Los ecosistemas son, por tanto, entidades vivas,
no podemos eliminar, sin riesgo para nuestra son más grandes que los individuos que viven
propia felicidad, aquello que puede ser objeto de en ellos, pero no por eso necesariamente más
conocimiento. No podemos laminar la riqueza valiosas. Tienen un valor instrumental objetivo,
del universo como objeto de contemplación sin por eso procede su mantenimiento si procede el
jugarnos nuestras posibilidades de ser felices. Esta mantenimiento de las formas de vida que susten-
idea se expresa frecuentemente en el discurso tan. Además tienen valores antropocéntricos, más
conservacionista. Evidentemente se trata de una subjetivos, pero también considerables, como su
valoración indirecta de las especies, en función utilidad productiva, su belleza, sus aspectos pai-
de la utilidad que tienen para el ser humano sajísticos, sus evocaciones emotivas. Estos valores
como objeto de contemplación. son más subjetivos, pues no están propiamente
en el ecosistema, sino que son puestos por ciertos
Por otro lado, la idea de mantener una especie seres humanos; y si otros no los ven no se trata
por su valor ecológico transfiere a la especie el necesariamente de un error epistémico de los
valor que otorgamos al ecosistema. Por tanto, segundos, sino quizá de una diferencia legítima
aquí el valor de la especie también es indirecto, en su cultura, perspectiva o gustos. Y, en tercer
está en función del valor del ecosistema. Esto nos lugar, tienen un cierto valor intrínseco que cabe
lleva a la cuestión del valor de los ecosistemas. determinar a partir de indicios empíricos, como
En principio pudiera parecer que, en sí mismo, el grado de integración funcional y de memoria.
tanto vales un ecosistema como cualquier otro, Hay ecosistemas que pueden ser más valiosos
pues siempre han estado en proceso de cambio; que otros en cualquiera de estos tres sentidos:
unos equilibrios ceden y aparecen otros. Se porque algunas personas se sienten apegadas a
puede eliminar o dañar la vida de un individuo ellos, por las formas de vida que sustentan o por
sin aportar nada a la de otro, pero, salvo des- su valor intrínseco. Dicho esto, podemos consi-
trucción total de la vida en nuestro planeta, no derar que la conservación de las especies tiene
se puede desequilibrar una situación ecológica valor indirecto, en la medida en que lo tienen los
sin generar otra. Por otra parte, la misma iden- ecosistemas a los que pertenecen, ecosistemas
tidad de los ecosistemas es difícil de establecer. que no podrían sobrevivir de modo saludable
Todo ello parece indicar que los ecosistemas sólo sin dichas especies.
poseen valor indirecto, por constituir el marco
imprescindible para la vida de ciertos vivientes
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40
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