Las Maneras de Cuidar El Patrimonio Cultural Samir Aylas

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LAS MANERAS DE CUIDAR EL PATRIMONIO

CULTURAL

¿Qué es el patrimonio cultural?


Para los efectos de nuestro MPAS, el patrimonio cultural se define como:

 objetos tangibles muebles o inmuebles, propiedades, sitios, estructuras o grupos de


estructuras, que tienen valor arqueológico, paleontológico, histórico, cultural,
artístico o religioso;
 características naturales u objetos tangibles únicos que representan valores culturales,
como los bosques, rocas, lagos y cascadas sagrados; y
 ciertas formas intangibles de cultura para las que se haya propuesto un uso con fines
comerciales, como los conocimientos culturales, las innovaciones y las prácticas de
comunidades que representan estilos de vida tradicionales.

La ND 8 prevé requisitos relativos tanto para las formas tangibles de patrimonio cultural,
como para las formas intangibles.

8 puntos para tener en cuenta


1. El cumplimiento de la legislación pertinente de cada país respecto de la protección del
patrimonio cultural (legislación nacional y aquellas obligaciones asumidas según el
Convenio sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural). Será necesario
identificar y proteger el patrimonio cultural velando por la aplicación de prácticas
internacionales reconocidas para la protección, estudios de campo y un proceso
documentado.

2. Si el proceso de la debida diligencia determina que existe una posibilidad de impactos


sobre el patrimonio cultural, se deberá contar con profesionales competentes para que
colaboren en la identificación y propongan planes de gestión para la protección de dicho
patrimonio.

3. En caso de que los proyectos se localicen en zonas donde se espera encontrar elementos
del patrimonio cultural durante la construcción o la operación, es necesario contar con
un procedimiento de hallazgos fortuitos. Se espera que el prestatario no genere
perturbaciones adicionales a ningún hallazgo fortuito hasta que profesionales competentes
realicen una evaluación y se determinen acciones acordes con los requisitos de la ND.

4. En caso de que un proyecto pueda afectar el patrimonio cultural, el prestatario deberá


llevar a cabo consultas con las personas afectadas que usen o tengan memoria viviente de
haber usado el patrimonio cultural para fines culturales de larga data.
5. Cuando el emplazamiento del proyecto del prestatario contenga elementos del
patrimonio cultural o impida el acceso a sitios del patrimonio cultural previamente
accesibles, utilizados en la actualidad o previamente por las personas afectadas por el
proyecto sobre la base de las consultas, se deberá seguir facilitando el acceso de la
comunidad al sitio cultural o proporcionar, de ser el caso, una vía de acceso alternativa
(salvo que hayan consideraciones de salud y seguridad que dictaminen lo contrario).

6. La ND establece los requisitos para el retiro de patrimonio cultural


reproducible e irreproducible.
7. La ND también pone especial interés en el patrimonio cultural crítico, como el
patrimonio internacionalmente reconocido de comunidades que usen o que tengan memoria
viviente de haber usado el patrimonio cultural para fines culturales de larga data, así como
áreas de patrimonio cultural legalmente protegidas, incluidas las propuestas por el gobierno
para tal designación. En tal sentido, la ND indica expresamente que el prestatario no deberá
retirar, alterar sustancialmente ni dañar ningún patrimonio cultural crítico. En
circunstancias excepcionales, cuando los impactos sobre un patrimonio cultural crítico sean
inevitables, se utilizará un proceso de consulta y participación informada de las personas
afectadas por el proyecto, mediante la aplicación de un proceso de negociación de buena fe
que permita llegar a un resultado documentado.

8 . El patrimonio cultural ayuda a definir el sentido de identidad de un pueblo, hace parte de


su historia y puede ser una fuente de cohesión social y orgullo colectivo. Además, puede
convertirse en un activo económico vital que impulse el desarrollo sostenible. Sin duda, el
cumplimiento de la ND 8 no sólo ayudará a gestionar de manera adecuada los impactos en
el patrimonio cultural, sino que coadyuvará a la misión del Banco de mejorar vidas en la
región.

Inventario, diagnóstico y planificación, claves para


conservar el patrimonio
La protección y conservación del patrimonio cultural empieza por un reconocimiento de
todos y cada uno de los elementos que lo conforman. Al tenerlo inventariado y en
constante actualización se podrán establecer continuos diagnósticos que permitan
optimizar las intervenciones y realizar así acciones que reduzcan, minimicen e incluso
anulen el efecto de los riesgos y afecciones a los que los bienes culturales son
sometidos. En el caso de los edificios patrimoniales, por ejemplo, es necesario prever
y contrarrestar los efectos antrópicos (como la contaminación, el turismo, las
intervenciones u obras en las inmediaciones, etc) y ambientales (como el clima, la
incidencia de la luz, etc) entre otros.
 

Hay que tener en cuenta los factores que pueden generar daños a los bienes
patrimoniales, realizando un diágnóstico y planificación basada en diferentes
estudios que se realicen sobre estos elementos y elaborando programas de inspección
regulares y de mantenimiento, como lo prevén muchas de las leyes de conservación del
patrimonio cultural de España. Estos programas de inspección también deben incluir
planes de urgencia y de emergencia en caso de incendios, inundaciones, infecciones
biológicas o catástrofes naturales.
 

La sociedad es el principal protector del patrimonio cultural


Concienciar a las nuevas generaciones es parte fundamental de la protección y
conservación del patrimonio de un territorio. La educación reglada debe incluir
contenidos sobre patrimonio, que incidan en el concepto de que el patrimonio cultural es
una herencia que forma parte de nuestra identidad como sociedad y que, explotado de
forma sostenible, puede convertirse en motor económico de un territorio.

Como parte de éste compromiso, los organismos públicos deben fomentar la formación
de profesionales enfocados a la preservación, conservación, divulgación y promoción de
los bienes culturales, incrementando el protagonismo de especialistas relacionados con la
historia, la arquitectura, la arqueología y hasta la paleontología, permitiendo así que
la sociedad cuente con expertos que garanticen la gestión óptima de su patrimonio
cultural.

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