Cartas de Restauración
Cartas de Restauración
Cartas de Restauración
Restauración
ARQ. GILDA DE LANDAVERDE
POR:ANDREA JIMENA FUENTES ALVARADO
Universidad Dr. José Matías Delgado
Facultad de Ciencias y Artes "Francisco Gavidia"
Escuela de Arquitectura
Arquitectura de interiores
Cartas de Restauración
Catedrática
Arq. Gilda de Landaverde.
Cátedra
Conservación de Bienes Culturales.
Grupo
1-1
San Salvador, martes 18 de agosto de 2020
Presentado por
Andrea Jimena Fuentes Alvarado.
Introducción
Antes que nada tenemos que explicar qué es una "CARTA". Pues bien, la UNESCO (Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) junto a otros organismos internacionales como la
Unión Europea y el Consejo de Europa, han promovido la creación de las denominadas "CARTAS" que junto a
convenciones y normas, rigen la conservación del Patrimonio Mundial pero no dictando normas sino
aconsejando y asesorando a los distintos miembros sobre la protección de algún bien o todo el Patrimonio
Cultural en su conjunto.Ya hemos dicho que su misión no es la legislativa pero ejercen su influencia en el
desarrollo legislativo de los países miembros.(Flores,2013)
CARTA DE VARSOVIA- NAIROBI
I.Recomendación relativa a la Salvaguardia de los Conjuntos
Históricos o Tradicionales y su Función en la Vida Contemporánea
La Carta de Nairobi consta de diversas recomendaciones donde se relata y describe como conjuntos
históricos o tradicionales que constituyen un patrimonio universal irremplazable a todo grupo de
construcciones y de espacios, inclusive los lugares arqueológicos y paleontológicos, que constituyan un
asentamiento humano y se vincule a ellos de manera inmediata lazos sociales, económicos o culturales.
• Los gobiernos y los ciudadanos de los Estados en cuyo territorio se sitúan deben considerar su deber
salvaguardar este patrimonio e integrarlo en la vida social de nuestro tiempo.
• Todo espacio histórico y su entorno debe ser considerado en su totalidad como un todo coherente cuyo
equilibrio y especificidad dependen de la fusión de las partes que lo componen.
• Las áreas históricas y sus alrededores deben protegerse activamente contra daños de todo tipo, en
particular los que resulten de un uso inadecuado, adiciones innecesarias y cambios equivocados o
insensibles que menoscaben su autenticidad, y de los daños causados por cualquier forma de contaminación.
• Cualquier trabajo de restauración realizado debe basarse en principios científicos. Asimismo, se debe
prestar mucha atención a la armonía y el sentimiento estético que produce la vinculación o el contraste de
las distintas partes que componen los conjuntos de edificios y que dan a cada grupo su carácter particular.
La carta considera que los conjuntos históricos o tradicionales son parte del entorno cotidiano del ser humano
en todos los países, constituyen la presencia viva del pasado que los moldeó, aseguran la variedad de vida
necesaria para responder a la diversidad de la sociedad y, por tanto, adquirir una dimensión y un valor
humanos adicionales, considerando que los conjuntos históricos o tradicionales constituyen, a través de los
tiempos, los testimonios más tangibles de la riqueza y diversidad de las creaciones culturales, religiosas y
sociales de la humanidad y que su salvaguarda e integración en la vida contemporánea como la prevención de
su tráfico ilicito son elementos fundamentales en la planificación de áreas urbanas y planificación físico-
territorial.(UNESCO, 1976)
I. PRINCIPIOS GENERALES
Cada conjunto histórico y su medio deberían considerarse globalmente como un todo coherente cuyo
equilibrio y carácter específico dependen de la síntesis de los elementos que lo componen y que
comprenden tanto las actividades humanas como los edificios, la estructura espacial y las zonas
circundantes. Así pues, todos los elementos válidos, incluidas las actividades humanas (por modestas
que sean), tienen en relación con el conjunto, un significado que procede respetar.
Los conjuntos históricos y su medio deberían ser protegidos activamente contra toda clase de
deterioros, en especial los resultantes de un uso inapropiado, aditamentos parásitos y
transformaciones abusivas o desprovistas de sensibilidad que dañan su autenticidad, así como los
provocados por cualquier forma de contaminación.
Todas las obras de restauración que se emprendan deberían basarse en principios científicos.
Asimismo, debería prestarse especial atención a la armonía y a la emoción estética resultantes del
encadenamiento o de los contrastes de los diferentes elementos que componen los conjuntos y que
dan a cada uno de ellos su carácter particular.
Los arquitectos y los urbanistas deberían procurar que la vista de los monumentos y los conjuntos
históricos, o desde ellos, no se deteriore y de que dichos conjuntos se integren armoniosamente en la
vida contemporánea.
En una época en que la creciente universalidad de las técnicas de construcción y de las formas
arquitectónicas presentan el riesgo de crear un medio uniforme en todo el mundo, la salvaguardia de
los conjuntos históricos puede contribuir de una manera sobresaliente a mantener y desarrollar los
valores culturales y sociales de cada nación, así como al enriquecimiento arquitectónico del
patrimonio cultural mundial.
MEDIDAS DE SALVAGUARDIA
Medidas jurídicas y administrativas
El Estado debe adaptar las disposiciones existentes o, en su caso, promulgar nuevas legislaciones y
reglamentos con objeto de asegurar la salvaguardia de los conjuntos históricos y de su medio, así mismo
revisar las leyes asociadas a la ordenación del territorio, al urbanismo y a las viviendas, para coordinar y
armonizar sus disposiciones con las leyes relativas a la salvaguardia del patrimonio arquitectónico.
Se debería establecer, en el plano nacional, regional o local, un inventario de los conjuntos históricos y de su
medio que hayan de salvaguardarse. En esa lista deberían indicarse unas prioridades, para facilitar una
asignación racional de los limitados recursos disponibles con fines de salvaguardia. Las medidas de protección,
de cualquier tipo, que tengan carácter urgente deberían tomarse sin esperar a que se establezcan planes de
salvaguardia.
Debería hacerse un análisis de todo el conjunto, incluida su evolución espacial, que integrase los datos
arqueológicos, históricos, arquitectónicos, técnicos y económicos. Además, deberla establecerse, con ese mismo
fin, un inventario de los espacios abiertos, públicos y privados, así como de su vegetación.
En los conjuntos históricos que posean elementos de varios periodos diferentes, la salvaguardia debe hacerse
teniendo en cuenta las manifestaciones de todos esos periodos.
No se deberla dar autorización para aislar un monumento demoliendo lo que le rodea; asimismo, solo
excepcionalmente y por razones de fuerza mayor se deberla decidir su desplazamiento.
En los presupuestos de los organismos públicos o privados deberían establecerse consignaciones especiales
para la protección de los conjuntos históricos que la ejecución de grandes obras publicas o la contaminación
puedan poner en peligro. Las autoridades deberían consignar también fondos especiales para reparar los danos
causados por desastres naturales.
DEFINICIONES
Se considera “conjunto histórico o tradicional” todo grupo de construcciones ,y de espacios, inclusive los lugares arqueológicos y paleontológicos, que
constituyan un asentamiento humano tanto en medio urbano como en medio rural y cuya cohesión y valor son reconocidos desde el punto de vista
arqueológico, arquitectónico, prehistórico, histórico, estético o sociocultural.
Entre esos “conjuntos”, que son muy variados, pueden distinguirse en especial: los lugares prehistóricos, las ciudades históricas, los antiguos barrios
urbanos, las aldeas y los caseríos, así como los conjuntos monumentales homogéneos, quedando entendido que estos últimos deberán por lo común ser
conservados cuidadosamente sin alteración.
Se considera “medio” de los conjuntos históricos el marco natural o construido que influye en la percepción estática o dinámica de esos conjuntos o se
vincula a ellos de manera inmediata en el espacio o por lazos sociales, económicos o culturales.
Se entiende por “salvaguardia” la identificación, la protección, la conservación, la restauración, la rehabilitación, el mantenimiento, y la revitalización de
los conjuntos históricos o tradicionales y de su medio.
Institución cultural: todo establecimiento permanente administrado en función del interés general, con miras a conservar, estudiar, valorizar y poner al
alcance del público unos bienes culturales, y que ha sido reconocido por la autoridad publica competente;
Bienes culturales: los bienes que son expresión y testimonio de la creación humana o de la evolución de la naturaleza y que tenga, o puedan tener, a juicio
de los órganos competentes de cada Estado, in valor y un interés histórico, artístico, científico o técnico y que pertenezcan entre otras, a las categorías
siguientes:
a) especímenes de zoología, botánica y geología
b) objetos de interés arqueológico
c) objetos y documentación de etnología
d) objetos de las artes plásticas y decorativas, así como de las artes aplicadas
e) obras literarias, musicales, fotográficas y ciNematográficas
f) archivos y documentos
Intercambio internacional: toda transferencia que se refiere a la propiedad, al uso o a la custodia de bienes culturales entre Estados o instituciones
culturales de diferentes países en forma de préstamo, depósito, venta o donación, efectuada en las condiciones que puedan convenir las partes interesadas.
RECOMENDACIONES
2. Teniendo en cuenta que todos los bienes culturales forman parte del patrimonio cultural común de la humanidad y que cada Estado tiene una responsabilidad a ese respecto no
sólo hacia sus propios nacionales sino también hacia la comunidad internacional en su totalidad, los Estados Miembros deberían, dentro del marco de su competencia, para
desarrollar la circulación de bienes culturales entre instituciones culturales de diferentes países, adoptar las medidas que se indican a continuación en cooperación, si, es
necesario, con las autoridades regionales y locales.
3. Conforme a la competencia legislativa y constitucional y con arreglo a las condiciones propias de cada país, los Estados Miembros deberían adaptar las leyes o los reglamentos
existentes o adoptar nuevas disposiciones legislativas o reglamentarias en materia de propiedad pública, en materia fiscal y de aduana, y tomar todas las demás medidas
necesarias para permitir o facilitar exclusivamente con fines de intercambios internacionales de bienes culturales las siguientes operaciones:
a) la importación o exportación, definitiva o temporal, así como el tránsito de bienes culturales,
b) la enajenación o el cambio de categoría eventuales de bienes culturales pertenecientes a una colectividad pública o a una institución cultural.
4. Los Estados Miembros deberían alentar, si lo juzgan oportuno, la creación ya sea directamente por su propia autoridad, ya sea por medio de instituciones culturales, de ficheros
de las demandas y ofertas de intercambio de bienes culturales disponibles para un intercambio internacional.
5. Las ofertas de intercambio solo deberían inscribirse en los ficheros cuando se haya probado que la situación jurídica de los objetos de que se trata se ajusta a la legislación
nacional y que la institución que los ofrece posee el titulo jurídico requerido para ello.
6. Las ofertas de intercambio deberían comportar toda la documentación científica, técnica, y si se solicita, jurídica, que permita asegurar en las mejores condiciones la utilización
cultural, la conservación y la restauración eventual de los objetos propuestos.
7. Debería indicarse en los acuerdos de intercambio que la institución receptora está dispuesta a adoptar todas las medidas de conservación necesarias para la adecuada
protección de los objetos culturales de que se trate.
8. Debería estudiarse la posibilidad ce otorgar una ayuda financiera suplementaria a las instituciones culturales o de emplear parte de la ayuda financiera existente para facilitar
la realización de los intercambios internacionales.
9. Los Estados Miembros deberían conceder especial atención al problema de la cobertura de los riesgos que corren los bienes culturales durante todo el periodo de los préstamos
incluso durante el transporte, y sobre todo, estudiar la posibilidad de establecer sistemas de garantías y de indemnizaciones gubernamentales para los préstamos de objetos de
gran valor, como los que existen ya en determinados países.
10. Cada Estado Miembro debería examinar de acuerdo con su práctica constitucional la posibilidad de confiar a organismos especializados adecuados la tarea de coordinar las
distintas operaciones que entrañan los intercambios internacionales de bienes culturales.
NORMAS DE QUITO
Coloquio sobre la preservación de los Centros Históricos
ante el crecimiento de las ciudades contemporáneas.
Se menciona el caso de las obras de infraestructura que han afectado bienes patrimoniales en vista del
progreso, sosteniéndose que en muchos casos la contribución de los monumentos a la economía y
bienestar social de los países respectivos es potencialmente mayor, como lo demuestra el turismo.
Las Normas de Quito afirma que los monumentos son recursos económicos de los países, del mismo modo
que lo son sus riquezas naturales, por lo cual su preservación y adecuada utilización debe formar parte de
los planes de desarrollo respectivos.
Las Normas de Quito destacan el principio de que la protección estatal a los monumentos culturales
debe incluir el contexto urbano en que se encuentra, el ámbito natural que lo enmarca y los bienes
culturales que comprende.
Establece el principio de que una zona, recinto o sitio puede tener carácter monumental sin que
ninguno de los elementos que lo constituyen, considerados aisladamente, merezcan esa designación.
Expone la importancia de la declaración y registro oficiales de los bienes culturales para que se
constituyan en monumentos nacionales, de tal manera que el Estado podrá hacer que su función social
prevalezca y determinar la medida, según los casos, en que tal función social sea compatible con la
propiedad privada o el interés de los particulares.
Por otra parte, se reconoce la necesidad de incluir el patrimonio monumental en los planes de
regulación urbanística.
GENERALIDADES
La idea de espacio es inseparable del concepto de monumento, por lo que la tutela del Estado
puede y debe extenderse al contexto urbano, al ámbito natural que lo enmarca y a los bienes
culturales que encierra. Pero puede existir una zona, recinto o sitio de carácter monumental,
sin que ninguno de los elementos que lo constituyen aisladamente considerados, merezca esa
designación.
Los lugares pintorescos y otras bellezas naturales objeto de defensa y protección por parte
del Estado, no son propiamente Monumentos Nacionales.
La huella histórica o artística del hombre es esencial para impartir a un paraje o recinto
determinado esa categoría específica.
Todo Monumento Nacional está implícitamente destinado a cumplir una función social.
Corresponde al Estado hacer que la misma prevalezca y determinar, en los distintos casos, la
medida en que dicha función social es compatible con la propiedad privada y el interés de los
particulares.
Este coloquio define como Centros Históricos a todos aquellos asentamientos humanos vivos, fuertemente condicionados por una estructura física
proveniente del pasado, reconocibles como representativos de la evolución de un pueblo. Como tales se comprenden tanto asentamientos que se
mantienen íntegros desde aldeas a ciudades, como aquellos que a causa de su crecimiento, constituyen hoy parte de una estructura mayor. Los
Centros Históricos, por sí mismos y por el acervo monumenta] que contienen, representan no solamente un incuestionable valor cultural sino
también económico y social. Los Centros Históricos no sólo son patrimonio cultural de la humanidad sino que pertenecen en forma particular a
todos aquellos sectores sociales que los habitan.
CARTA DE MACHU PICHU
Planeación Urbana y Desarrollo
A finales de 1977, un nuevo grupo de arquitectos, convocado bajo la iniciativa de los Arquitectos Peruanos y el propio
presidente del Perú, Arq. Fernando Belaúnde Terry, se reunen para la revisión y actualización de la Carta de Atenas.
Todos bajo la influencia del Movimiento Moderno, encabezado por Charles Eames, Richard Buckminster Fuller, Oscar
Kenzo Tange, Oscar Niemeyer o Alejandro Moser. Con objeto de crear un documento acorde a los nuevos tiempos, que
mantuviera en alto los valores doctrinales de la Carta de Atenas -pero que reconociera los nuevos retos de la vida
moderna, donde el crecimiento poblacional acelerado y las nuevas tecnologías, planteaban nuevos horizontes tanto
para la planeación urbana como para el diseño arquitectónico.
Ciudad y región
El crecimiento urbano
Concepto de sector
Vivienda
Transporte en las ciudades
Disponibilidad del suelo urbano
Recursos naturales y ornamentación ambiental
Preservación y defensa de los valores culturales
Patrimonio Histórico-monumental, Tecnología
Implementación
Diseño urbano y arquitectónico.
La carta de machu pichu es un documento que analiza principalmente los conceptos de urbanismo y planeación de
asentamientos humanos y relación entre la ecología y el hábitat y medio ambiente del hombre.
En esta carta, se manifiesta que hay que preservar las zonas históricas y arquitectónicas y el Patrimonio Cultural ya
que los dos tienen la misma importancia y gracias a ellos cada pueblo tiene una personalidad y mejor aún, una historia
que contar, ya sea a nivel local o a nivel nacional. Lo cierto es que durante el desarrollo de las cartas, se tiene que
tomar el desarrollo de la humanidad, y al mismo tiempo, nos tiene que servir de recordatorio de que existen una serie
de pautas que hay que cumplir para poder dejar nuestro gran legado patrimonial a las generaciones futuras.
Para finalizar, debemos de tomar en cuenta tres preguntas que se hacen implícitamente en esta carta, ¿Qué hay?, ¿Qué
se puede hacer? y ¿Qué vamos a dejar? para las futuras generaciones.
DESARROLLO DE TEMAS
CIUDAD Y REGIÓN
La falla de la ciudad al enfrentar las necesidades del crecimiento urbano y los cambios
socioeconómicos hacen requerir la reafirmación de ese principio en términos más específicos y
urgentes. La planificación, debe reflejar la unidad dinámica de las ciudades y sus regiones
circundantes, tanto como las regiones funcionales esenciales entre los barrios, distritos y otras
áreas urbanas.
VIVIENDA
EL CRECIMIENTO URBANO
Desde la Carta de Atenas a nuestros días la población del mundo se ha duplicado, el crecimiento
poblacional de las ciudades es muy superior al demográfico general. Las soluciones urbanísticas
propugnadas por la Carta de Atenas no tuvieron en cuenta este acelerado crecimiento
constituyendo la raíz del problema de nuestras ciudades.
Crecimiento caótico de las ciudades podemos diferenciar dos modalidades: La primera corresponde
a los países industrializados donde se da una emigración de la población de mayores ingresos
hacia los suburbios. La segunda modalidad corresponde a las ciudades de los países en desarrollo,
caracterizándose por la masiva inmigración rural que se asienta en barrios marginales carentes de
servicios y de infraestructura urbana.
Las ciudades deberán planear y mantener el transporte público masivo, considerándolo como un
elemento básico en el proceso de la planificación urbana. El costo social del sistema del transporte
deberá ser apropiadamente evaluado y debidamente considerado en la planificación del crecimiento
de nuestras ciudades
DISPONIBILIDAD DEL SUELO URBANO
La Carta de Atenas planteó la necesidad de un ordenamiento legal que permitiera disponer sin
trabas del suelo urbano para satisfacer las necesidades colectivas, para lo que se estableció que el
interés privado debía subordinarse al interés colectivo.
Una de las maneras más atentatorias contra la naturaleza es hoy la contaminación ambiental que
ha agravado en proporciones sin precedentes y potencialmente catastróficas, como consecuencia
directa de la urbanización no planeada y la explotación excesiva de recursos.
La identidad y el carácter de una ciudad están dados no sólo por su estructura física sino, también
por sus características sociológicas. Por ello se hace necesario que no sólo se preserve y conserve
el Patrimonio Histórico-Monumental, sino que se asuma también la defensa del Patrimonio Cultura.
TECNOLOGÍA
En los últimos 45 años, el mundo ha experimentado un desarrollo tecnológico sin precedentes que
ha afectado a nuestras ciudades y también a la práctica de la arquitectura y el urbanismo. La
tecnología se ha desarrollado explosivamente en algunas regiones del mundo, y su difusión y
aplicación eficaz, es uno de los problemas básicos de nuestra época.
IMPLEMENTACIÓN
El planeamiento, los profesionales y las autoridades pertinentes deben tener presente que el
proceso no termina en la formulación de un plan y en su subsecuente ejecución, sino que dedo que
la ciudad es un organismo vivo es necesario considerar y proveer los procesos de su
mantenimiento.
Durante las últimas décadas para la arquitectura contemporánea, el problema principal no es más
el juego visual de volúmenes puros, sino la creación de espacios sociales para vivir en ellos. En
1977, el objetivo debe ser reintegrar esos componentes, que fuera de sus relaciones formales han
perdido vitalidad y significado.
RECOMENDACIÓN 88O
Recomendación 880 de la Asamblea del Consejo de Europa
Relativa a la Conservación del Patrimonio Arquitectónico Europeo
El patrimonio arquitectónico europeo está formado no solamente por monumentos más importantes sino
también por los conjuntos que constituyen los pueblos antiguos y ciudades de tradición en el ambiente natural
donde están construidos.
El patrimonio arquitectónico es un capital espiritual, cultural económico y social con valores irremplazables.
La conservación integrada descarta las amenazas. La conservación integrada pide la toma de una serie de
medidas jurídicas, administrativas, financieras y técnicas.
Finalmente define al patrimonio arquitectónico como el bien común del continente Europeo, la totalidad de los
países debe esforzarse en lo posible en aplicar criterios comparables para catalogar los edificios y los sitios de
interés arquitectónico y adoptar para su conservación medidas eficaces de orden legislativo, administrativo y
financiero. (APCE, 1977)
CARTA DE FLORENCIA
Jardines Históricos
El Comité Internacional de Jardines Históricos (ICOMOS-IFLA) decide elaborar una carta relativa a la
salvaguarda de los jardines históricos, ya que Para la defensa del jardín antiguo se requiere reconocer su valor
histórico
Según la carta de Florencia, la composición arquitectónica de un jardín histórico viene determinada por:
su trazado y los diferentes perfiles del terreno.
sus masas vegetales: especies, volúmenes, juego de colores, distancias, alturas respectivas.
sus elementos constructivos o decorativos.
las aguas en movimiento o en reposo, reflejo del cielo.
En esta se define que la denominación de jardín histórico se aplica lo mismo a jardines modestos que a
grandes parques de composición formalista o de naturaleza paisajista. Puede estar o no unido a un edificio
y no puede desligarse de su propio entorno urbano o rural, artificial o natural.
Y se deben considerar monumentos y estar protegidos como tal La protección de los jardines históricos
exige que estén identificados e inventariados. Precisa intervenciones diferentes, a saber: de mantenimiento,
de conservación y de restauración. En ciertos casos, es recomendable la recuperación.
Las características de un jardín histórico se definen por sus componentes arquitectónicos y sobretodo los
vegetales, su trazado por lo general responde a una composición geométrica, sea formal o pintoresca.
La Carta de Florencia da recomendaciones en cuanto a lo que se refiere a las distintas operaciones a realizar
en dichos jardines. (ICOMOS, 1981)
GENERALIDADES
Comienza con un preámbulo donde dice el lugar y la fecha donde fue realizada la reunión para la
redacción de dicha carta. Se trata de la salvaguardia de los jardines históricos con vistas a completar la
Carta de Venecia.
Continua con una serie de definiciones y objetivos de dicha carta, que van del articulo 1 al 9.
En las definiciones habla de jardín histórico, que es, cual es su composición, cual es su aspecto, como
debe ser protegido, etc. También determina la composición de este, el sentido que contiene, a que
jardines se le aplica la denominación jardín histórico, etc. Si este esta unido o no a un edificio no puede
ser separado, habla de un sitio histórico como un paisaje definido y de la necesidad de protección de
estar identificados e inventariados, además de la autenticidad que estos contienen.
Apartado utilización recoge los artículos 18, 19, 20, 21 y 22 donde tratan temas como la restricción
según la extensión y fragilidad del paraje así como el favorecimiento del contacto humano con la
naturaleza, la practica de juegos acordes con los terrenos apropiados o no. También del mantenimiento
propio de cada estación debe ser especifico y el cerramiento de los jardines para la modificación y
protección de este.
Y por ultimo habla sobre la protección legal y administrativas en los artículos 23, 24 y 25, donde hace
nombramiento a las autoridades responsables de la protección , el mantenimiento, etc. de estos lugares.
La necesidad de personas cualificadas para desempeñar la administración de dicho lugar, así como el
interés por estos parajes debe ser estimulado revalorizando el lugar.
DEFINICIONES
“Un jardín histórico es una composición arquitectónica y vegetal que, desde el punto de vista de la historia o del arte, tiene un interés público”. Como tal,
está considerado como un monumento.
“El jardín histórico es una composición de arquitectura cuyo material es esencialmente vegetal y, por lo tanto, vivo, perecedero y renovable”. Su aspecto es,
pues, el resultado de un perpetuo equilibrio entre el movimiento cíclico de las estaciones, del desarrollo y el deterioro de la naturaleza, y de la voluntad
artística y de artificio que tiende a perpetuar su estado
GRACIAS
REFERENCIAS
Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo (APCE). Recomendación 880 de la Asamblea del Consejo de Europa Relativa a la Conservación del Patrimonio Arquitectónico
Europeo. 1977
Hernández Fernández, S. (1998): La fauna y la conservación del patrimonio. Seminario: Turismo, conservación y rehabilitación del patrimonio arquitectónico y artístico. Vivir las
ciudades históricas, (97), pp. 59-66. Cáceres, Universidad de Extremadura y Fundación “la Caixa”
LEY 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (BOE de 29 de junio de 1985), disponible en mcu.es
López Jaén, J. (1990): Sobre los conjuntos Históricos españoles. I Ciudad y Territorio, 3, nº85, pp. 57-66. Madrid, M.O.P.T.M.A.
Madrid, 22 de junio de 1989.–El Secretario general Técnico del Ministerio de Asuntos Exteriores, Javier Jiménez-Ugarte Fernández.
Manquillo, J. (1976). DECLARACIÓN DE NAIROBI (1976) RECOMENDACIÓN RELATIVA A LA SALVAGUARDIA DE LOS CONJUNTOS HISTÓRICOS Y SU FUNCIÓN EN LA VIDA
CONTEMPORÁNEA. ACADEMIA.
https://www.academia.edu/31602704/DECLARACI%C3%93N_DE_NAIROBI_1976_RECOMENDACI%C3%93N_RELATIVA_A_LA_SALVAGUARDIA_DE_LOS_CONJUNTOS_HIST%C3
%93RICOS_Y_SU_FUNCI%C3%93N_EN_LA_VIDA_CONTEMPOR%C3%81NEA
Recomendación relativa a la Salvaguardia de los Conjuntos Históricos o Tradicionales y su Función en la Vida Contemporánea. (1976). UNESCO.
http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=13133&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
Troitiño Vinuesa, M. Á. (1992): Cascos antiguos y centros históricos: problemas, políticas y dinámicas urbanas. Madrid, M.O.P.T. 225 Págs.
UNESCO. Convenciones y recomendaciones de la Unesco sobre la protección del patrimonio cultural. Paris: UNESCO, 1983