El Desarrollo Psicológico de Los Niños

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El desarrollo psicológico de los niños,

paso a paso

Fuente: 
Asociación Española de Pediatría

No sólo crecen en estatura, sino también interiormente. Conocer cuáles son las etapas por las
que pasan tus hijos durante su desarrollo psicológico hacia la edad adulta puede resultar de gran
ayuda para educarles.

De hecho, los niños progresan gradualmente en el ámbito cognitivo, afectivo, sexual y social.
Os explicamos cómo evolucionan según su edad.

De 0 a 2 años, primera infancia: “yo y mis padres”


 Descubrimientos: el bebé tiene ante sí un mundo totalmente nuevo, y manifiesta
interés por los objetos y las personas que le rodean. Incluso su propio cuerpo es una
herramienta que todavía no conoce ni sabe controlar bien.
 La figura materna: durante esta etapa, el recién nacido considera a la madre como una
prolongación de su cuerpo. Su presencia constante, además de sus intervenciones
positivas cada vez que se topa con una dificultad, le ayuda a superar los miedos y
favorece la estabilización del sentimiento de seguridad.
 Sonrisas: aparecen como una expresión de alegría del bebé en relación a un objeto
externo. A partir de los 2 o 3 meses, las sonrisas son un indicador importante para saber
si el niño o la niña es feliz.
 El padre: se incorpora al espacio psicológico del bebé de forma lenta y progresiva. Su
importancia en su desarrollo aumentará en la medida que él comparta tiempo y
actividades con el pequeño.
 Empezar a recordar: entre los 10 y los 12 meses, el bebé ya es capaz de pensar en los
objetos y en las personas que conoce. Esto le permite empezar a asociar cada cosa
con un nombre o un sonido que los identifique.

De 2 a 5 años, segunda infancia: “yo y los otros niños”


 Pequeños exploradores: el niño explora todo lo que le rodea de forma relativamente
autónoma. Tiene curiosidad por conocer el porqué de las cosas y, ante sus preguntas,
hay que argumentar las respuestas de forma sencilla, comprensible y lógica, para que
aprenda a dialogar.
 Diferencias sexuales anatómicas: su interés por lo que le distingue de los niños del
sexo opuesto está motivado exclusivamente por la curiosidad y, una vez satisfecha,
tanto niñas como niños suelen olvidarse del tema.
 Relaciones afectivas: el niño ya se relaciona con sus hermanos y otras personas de la
familia, que se convierten en compañeros de juegos si tienen su misma edad. De esta
manera, se amplía el círculo afectivo primario del niño.
 Creatividad: la actividad fantástica, a través de la fabulación o la lectura de cuentos,
contribuye al desarrollo de su pensamiento. Es normal que a veces los más
pequeños confundan la realidad con la fantasía.
 Egocentrismo: el niño sólo percibe el mundo a través de sus propios ojos. Todavía no
es capaz de ponerse en el lugar de los demás, una perspectiva que se adquiere
progresivamente durante el proceso de maduración cognitiva.
 Socialización: la etapa preescolar facilita las relaciones sociales. Además, las nuevas
figuras de adultos que coordinan la convivencia de los niños en la guardería les
empujan a seguir las primeras normas sociales.
 Control de las necesidades fisiológicas: este es un avance importante en la autonomía
del niño. No se le debe regañar si el control de esfínteres se retrasa ni por pequeños
accidentes, ya que puede sentir frustración e inseguridad.
 ¡No quiero! ¡Yo! ¡Mío!: no es egoísmo ni mal genio, sino que el niño está buscando
cuáles son los límites a su voluntad. Los padres deben marcar esos límites, aunque esto
pueda significar alguna rabieta.
De 5 a 11 años, tercera infancia (o niñez): “voy a la escuela:
maestros y compañeros”
 La vida como una aventura: el pensamiento del niño es cada vez más flexible, y ya es
capaz de relacionar ideas y conceptos nuevos.
 La entrada a la escuela: se trata de un contexto más estructurado con respecto a la
guardería, con normas sociales necesarias para que todos los alumnos aprendan. El
profesor se convierte en una nueva figura de adulto significativo para el niño.
 Tiempo libre: los niños necesitan jugar con sus amigos y correr al aire libre. No se
deben sobrecargar con exigencias de adultos. En su tiempo de ocio, hay que ofrecerles
alternativas y ayudarles a descubrir sus posibles intereses.
 El juego en equipo: en esta etapa aprenden a tener empatía y a cambiar su perspectiva
para ponerse en el lugar de otra persona. Los grupos de juego en la niñez no suelen ser
mixtos, ya que no tienen especial interés en los niños del otro sexo.

De 11 a 16 años, la primera adolescencia: “yo, mis amigos y


el mundo”
 Transformación: se vuelven cada vez más independientes, a la vez que se desarrollan
físicamente. Los adolescentes querrán poner a prueba sus propias capacidades y forjar
una personalidad autónoma.
 Interés por el otro sexo: la atracción, la curiosidad y los enamoramientos los
descolocan. Las pruebas de relaciones de pareja, a partir de los 15 o 16 años, tienen para
los adolescentes una gran trascendencia, ya que les ayudan a madurar una identidad
propia y definida.
 Cambio de mentalidad: desarrollan la lógica por deducción y la creación de hipótesis.
Los adolescentes lo cuestionan todo y, a la vez, son idealistas. A las puertas de la edad
adulta es cuando alcanzarán una posición definida y relativamente estable en cuando a
sus ideas.
 Definición de la identidad: hacen nuevas amistades, cultivan ciertas pasiones o
intereses o incluso cambian su estilo de vestir. La búsqueda de su propia identidad les
hará capaces de relacionarse con los otros de manera crítica y creativa.
 Responsabilidad: en la transición hacia la edad adulta buscan un camino propio y
ensayan vías alternativas a las que habían asumido como correctas hasta el momento.
Deben arriesgarse, aunque también tienen que ser conscientes que pueden equivocarse
y, por lo tanto, deben ser responsables de sus propios errores.

Fuente: http://www.aepap.org/familia/psicologico.htm
Etapa: 
Primer año
De 1 a 5 años
De 5 a 12 años
Adolescentes
Tema: 
Desarrollo y aprendizaje
Educación
Educación en general
Psicología Infantil (0-12 años)

 
Una vez superada la primera infancia, los niños y niñas se enfrentan a una nueva
etapa de cambios y crecimiento en la que nuevas emociones, relaciones,
responsabilidades y aprendizajes van a protagonizar su día a día. El cómo se adapte
el menor a todo ello determinará el éxito en su proceso evolutivo.
 
¿Cuáles son las características generales de los
niños y niñas a esta edad?
 
Desarrollo lingüístico: el niño/a conoce las reglas de funcionamiento de la lengua y
es capaz de aplicarlas a situaciones comunicativas. Domina las estructuras sintácticas,
los fonemas de la lengua materna y conoce el léxico.  El lenguaje es instrumento de
pensamiento por lo que sirve de apoyo al desarrollo cognitivo.
Desarrollo cognitivo: nos encontramos en el periodo de las operaciones concretas,
es decir, el niño actúa sobre la realidad y su entorno de forma interiorizada e integrada
en un sistema, no lo hace por intuición como en la etapa anterior, sino mediante
representaciones mentales acerca de sí mismo y lo que le rodea que van
modificándose a medida que adquiere nuevos conocimientos y nuevas experiencias.

Desarrollo afectivo-social: comprenden
quiénes son aquéllos con los que viven y se relacionan, las raciones que existen entre
ellos, acaban por entender el funcionamiento de las relaciones y la organización social.
Es la etapa de la ruptura del egocentrismo que permite el acercamiento a los otros
configurando un papel en el grupo. Su personalidad y autoestima irá forjándose
basándose en la interacción con el grupo y la adopción de un sistema de valores. Al
final de la etapa aparecerán los primeros indicios de la pubertad, donde aparecen los
primeros cambios corporales y el despertar de la sexualidad.
Desarrollo moral: hacia el segundo ciclo de primaria consideran que la buena
conducta es la que aprueban los demás por lo que los juicios sobre lo bueno y lo malo
se basan en las relaciones con los otros. Su preocupación se basa en adaptarse a las
normas de amigos y familiares.
Desarrollo motor: se afirma la lateralidad, el cuerpo se convierte en el punto de
apoyo de la organización de las relaciones espaciales con los objetos y las personas.
Adquiere independencia brazo-mano así como una coordinación óculo-manual
fundamental para los aprendizajes de la lecto-escritura. Al final de la etapa se
incrementa su desarrollo físico, resistencia, velocidad, potencia, etc.
A nivel general, podríamos decir que esta etapa se caracteriza por:
 Consolidación de la identidad
 Conciencia de sus capacidades y limitaciones
 Percepción de su situación en el mundo social
 Aceptación de las normas
 Comportamiento cooperativo
 Desarrollo de actitudes y comportamientos de participación, respeto
recíproco y tolerancia
 
 
 ¿Cómo sé que mi hijo/a necesita ayuda?
 
Cada niño es diferente al resto e igual según se mire, es decir, es cierto que cada uno
tendrá su propia identidad, sus cualidades, pensamientos y formas de actuar pero
también es cierto que cualquier niño de esta edad deberá crecer acorde a unos
patrones que ya hemos comentado. Dentro de unos márgenes de variabilidad, todo
aquel niño o niña que se separe de la norma y esto le esté ocasionando alguna
dificultad tanto a nivel social, escolar, familiar como personal deberá ser objeto de
estudio. En el momento en que la calidad de vida de nuestros hijos/as se ve
comprometida en cualquiera de sus áreas será conveniente consultar con un
profesional.
En esta etapa, estas son las cuestiones que tendrán que ser tenidas en cuenta para
tomar esta decisión:

 Dificultad en el aprendizaje de la
lectura y la escritura.
 Mal comportamiento en casa y/o en el colegio.
 Falta de respecto a normas y límites.
 Carencia de habilidades sociales y tendencia al individualismo.
 Falta de concentración y mantenimiento de la atención.
 Movimiento e inquietud excesiva.
 Tristeza, apatía y retraimiento.
 Problemas de sueño y ansiedad.
 Miedos irracionales.
 Acoso escolar.
 Falta de motivación ante los estudios y otras actividades.
 Fracaso escolar.
 
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo/a?
 
Desde Personaliza os proponemos tres programas diferentes según sea la casuística
concreta de vuestro hijo/a de manera que éste encaje a la perfección con vuestro
caso. Independientemente de cuál sea el más acorde desde Personaliza os ofrecemos
la misma manera de proceder.
En primer lugar, tendremos una primera sesión informativa en la que, como padres,
podréis explicar la situación en que se encuentra vuestro hijo/a, qué os preocupa, qué
os han indicado en el centro escolar y qué queréis conseguir en nuestro centro.
Tras esto y a razón de los primeros indicios, llevaremos a cabo
una evaluación completa de las diferentes áreas de desarrollo del menor a través de
una entrevista inicial y pruebas estandarizadas que nos permitirán acercarnos a sus
dificultades y emitir una hipótesis sobre lo que está ocurriendo.
Analizamos de forma particular cada caso para establecer unos objetivos de trabajo
adecuados a cada problemática, estableciendo una dinámica de trabajo basada en
técnicas psicológicas y psicopedagógicas que ayuden al niño o adolescente a
progresar. Elaboramos así un Plan de Desarrollo Personal totalmente individualizado
que contempla cuatro áreas de intervención: personal, familiar, escolar y social
encuadradas en uno de nuestros tres programas según las características concretas
del menor y su problemática.
A nivel personal se trabaja el conocimiento y aceptación de la problemática
incidiendo en la autoestima del menor.  El propósito es tomar conciencia de cuáles son
sus dificultades, aprender a manejarlas y fortalecer su autoestima eliminando ideas o
creencias que desvirtúen su capacidad.
A nivel familiar potenciamos la comunicación e integración del niño o adolescente en
la familia, extinguiendo comportamientos inadecuados creando un ambiente de
colaboración y ayuda.
A nivel escolar por un lado, trabajamos las dificultades que puedan estar dándose en
el ámbito escolar desde el punto de vista académico y desde el punto de vista de las
relaciones sociales.
A nivel social nos centramos en dotar al niño o adolescente de recursos y estrategias
que le ayuden a establecer buenas relaciones con sus iguales y los adultos.
La duración de estos programas es de 9 a 12 meses y los objetivos planteados son
reevaluados y revisados conjuntamente mes a mes, viendo los avances y
replanteándolos en caso de ser necesario.

A continuación os detallamos las problemáticas que se trabajan en cada uno de los


programas. Muchas de ellas son detectadas en los primeros años de esta etapa
aunque los primeros signos hayan aparecido en la anterior, otras son más tardías.
Podríamos decir que, a nivel general, las dificultades de aprendizaje son más propias
de los primeros años de esta etapa de 6 a 12 años y las dificultades en el ámbito
social más de los últimos años cuando el menor va afianzando sus relaciones
personales. Asímismo, las que se refieren al área de bienestar van en paralelo
pudiendo manifestarse en cualquier momento de la vida del niño, variando únicamente
la forma en que lo hacen.
Desde el Programa Educativo-Escolar se trabaja la detección e intervención sobre
dificultades de aprendizaje. Para esta etapa de crecimiento las cuestiones que se
abordan son:
 Trastorno de la lectura. Dislexia: es la dificultad para aprender a leer.
Confunden y/o invierten las letras, omiten letras o incluso sílabas… También
supone una dificultad para identificar, comprender y reproducir los símbolos
escritos. Se puede detectar inicialmente por el retraso en el aprendizaje de
la lecto-escritura, la grafía desproporcionada, dificultades en los conceptos
básicos, posponer las tareas, la lentitud, la tendencia al deletreo, la escasa
comprensión lectora debida a la falta de ritmo, frecuentes errores en la
lectura, arrítmica, pasarse de renglón, etc
 
 Trastorno de la escritura y/o expresión escrita. Disgrafía y
Disortografía: La disgrafía es la dificultad a la hora de realizar los trazados
que requiere la escritura. Afecta a la forma o al contenido. Tienen mala
caligrafía, márgenes irregulares en los cuadernos, líneas torcidas, letras
irregulares y pegadas unas a otras, tachones…
La disortografía es la dificultad en la escritura cuya característica principal es un déficit
específico y significativo de la ortografía en palabras que son familiares, omisiones o
cambios en artículos, acentos y plurales.
 Trastorno del cálculo. Discalculia: suele aparecer al iniciar el aprendizaje
de la resta con llevada. Los números se escriben con letras grandes, a
veces de izquierda a derecha, buscan soluciones muy complicadas a los
problemas matemáticos, etc.
 
 Trastorno del habla. Dislalias, Dificultades del lenguaje: son la dificultad
o incapacidad de articular fonemas por ausencia, alteración o sustitución de
éstos por otros.
 
 Trastornos generalizados del desarrollo (TGD): son un conjunto de
trastornos caracterizados por retrasos y alteraciones cualitativas en el
desarrollo de las áreas sociales, cognitivas y de la comunicación así como
un repertorio repetitivo, estereotipado y restrictivo de conductas, intereses y
actividades. No se interesan por los demás o lo hacen pero sin empatía ni
normas sociales, pueden no comunicarse o hacerlo pero con dificultades en
el uso del lenguaje como por ejemplo, no entender las ironías o bromas,
presentan conductas estereotipadas, son rígidos y perseverantes.
 
 Trastorno por déficit de atención (TDA): principalmente inatentos, se
distraen fácilmente, les cuesta entender lo que se les dice, tienen dificultad
para organizarse y tienen serios problemas de atención y concentración que
les impide llevar a término sus tareas.
 
 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): aúna el
déficit de atención (dificultad para prestar atención suficiente a los detalles,
mantener la atención, no escuchar, no seguir instrucciones, falta de
organización, fácil distracción), la impulsividad (precipitación en las
respuestas, incapacidad para guardar turno, falta de organización, hablar en
exceso) y la hiperactividad (intranquilidad excesiva, corre y salta, se levanta
de la silla, ruidoso, hablador).
 
 Falta de hábitos y habilidades de estudio: carecen de un método de
estudio y un cómo hacer y llevar a cabo sus tareas. Les cuesta planificarse,
identificar y sintetizar ideas así como organizar el material y contenido.
 
 Fracaso escolar: falta de motivación, implicación y aprovechamiento
académico llegando al abandono escolar.
 
Desde el Programa Bienestar se trabaja la salud emocional del niño/a, su imagen de
sí mismo/a y su relación para con los demás. Para esta etapa de crecimiento las
cuestiones que se abordan son:
 Están muy nerviosos sin motivo aparente
 Pierden fácilmente el control (llanto, ira, rabia, tristeza, melancolía, etc..)
 Somatizan (diversos dolores en función de las características de cada
persona: dolores de cabeza frecuentes, malestar digestivo, dermatitis,..)
 Ataques de ansiedad (presión en el pecho, se acelera el ritmo cardíaco,
hiperventilan, sudoración,..)
 Se sienten como en una situación límite y no saben resolver o poner
solución, siente que no tiene fuerza para afrontar los obstáculos.
 Está más irascible de lo normal (hace una “montaña de un grano de
arena”)
 Tiene pensamientos negativos y catastrofistas, obsesiones o fijaciones

que le impiden vivir con normalidad.


 Siente que no sabe quién es o cuál es su lugar.
 Se muestra agresivo e irascible sin motivo y de manera casi permanente.
 Piensa que todo el mundo está en su contra.
 No duerme bien
 Pasa demasiadas horas encerrado en la habitación y no sale.
 Se da atracones de comida
 Apatía, desmotivación y actitud pasiva frente a la vida.
 Timidez extrema
 Niños y adolescentes con respuestas agresivas hacia los demás, que
pegan, insultan con o sin motivo aparente.
 Dificultades en la comunicación con los demás. Niños y adolescentes
con pocas o escasas habilidades sociales y de comunicación. Les suele
costar hacer amigos o mantenerlos durante el periodo de juego o durante un
periodo estable de tiempo.
 Baja autoestima y autoconcepto
 Comenta que no quiere ir al colegio o al instituto
 Desorientación. Niños y adolescentes que no saben lo que quieren hacer,
no saben ponerse metas o tienen metas pero no saben cómo alcanzarlas.
 Respuestas salidas de tono, agresivas y excesivas para la situación o
contexto cuando el niño/adolescente no consigue lo que desea o cuando no
le sale bien un ejercicio o pierde en la consola,..
 Dificultades conductuales. Niños ansiosos, que no aceptan críticas,
correcciones o imposiciones y que responden ante esa frustración con
reacciones emocionales intensas, agresivas y desobedientes.
 Acoso escolar o Bullying. Niños o adolescentes que sufren cualquier
forma de conducta agresiva (psicológica, verbal o física) en el ámbito
escolar, con una intencionalidad clara y mantenida a lo largo del tiempo.
 Problemas familiares (separaciones, celos, duelos, etc.), y manejo de las
emociones, autoregulación emocional, aceptación y cambio.
 Tratamiento en niños adoptados, trabajo a nivel familiar e individual, tanto
con la familia adoptiva como con el menor.
Desde el Programa Social se trabajan las habilidades con las que cuenta el niño o
niña para relaciones con los demás y su entorno de manera saludable. Para esta
etapa de crecimiento las cuestiones que se abordan son:
 Problemas de conducta. Niños ansiosos, que no aceptan críticas,
correcciones o imposiciones y que responden ante esa frustración con
reacciones emocionales intensas o agresivas. Son los niños desobedientes
o negativistas, que expresan continuamente la negativa a realizar una orden
o una petición y que muestran su enfado con rabietas llevadas al extremo.
 
 Acoso escolar o Bullying. La violencia entre iguales en el ámbito escolar
hace referencia a cualquier forma de conducta agresiva (psicológica, verbal
o física) en él, con una intencionalidad clara y mantenida a lo largo del
tiempo. En la mayoría de los casos, este acoso no queda delimitado al
contexto escolar, sino que va más allá: el acoso puede continuar fuera,
llegando a utilizar las nuevas tecnologías como medio de propagación (lo
que conocemos como “ciberacoso” o “ciberbullying”).
 
 Problemas en la relación con los demás debido a la falta de habilidades
sociales. Carecer de habilidades sociales puede derivar en nuestro hijo en
problemas de autocontrol de la ira o la agresividad, ansiedad social o miedo
irracional a ser evaluado negativamente, dificultades para comunicarnos de
forma adecuada con los demás, falta de asertividad o dificultades para
expresar nuestros sentimientos o pensamientos acerca de un hecho,
problemas de autoestima o valoración que nos hacemos a nosotros mismos,
etc.
 
 Problemas familiares desde cualquier ámbito: separaciones, celos, duelos,
etc. Parte de los problemas a nivel relacional que puede presentar un menor
vienen derivados de dificultades en el ámbito familiar. Delimitar los
problemas que pueden existir dentro de la una familia y concretizar qué
aspectos están influyendo en el menor nos ayudan a trabajar desde otra
perspectiva la problemática.
 Trabajo con niños adoptados. Cada niño llega a una casa con una
historia, unas vivencias personales y con una dinámica familiar muchas
veces diferente a la que se encuentran en su nueva familia. Todo ello puede
suponer, tanto para los padres como para el menor, la imposibilidad de
establecer una vinculación adecuada y, por tanto, pueden ser susceptibles a
presentar ciertas dificultades a nivel emocional y comportamental.
 
Si tu hijo/a presenta signos de alguna de las problemáticas reseñadas o tienes dudas
al respecto, consúltanos. Todas y cada una de estas circunstancias detectadas y
tratadas a tiempo hacen que el pronóstico y evolución sean mucho más positivos. Te
orientaremos sobre lo que le ocurre, te aconsejaremos sobre qué hacer y trabajaremos
conjuntamente para que estas dificultades no entorpezcan su bienestar psicológico y
su éxito escolar.

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