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Deforestación 2016-2021

El pragmatismo irresponsable de la “Agenda Patriótica 2025”

Gonzalo Colque
Equipo técnico:
Efraín Tinta
Fernando Alcons
Gustavo Salas
Contenido

Resumen ejecutivo 7
INTRODUCCIÓN 11
1. ESTADO DE DEFORESTACIÓN EN BOLIVIA 17

Antecedentes y contexto 18
Deforestación en Bolivia (2001-2021) 23
Políticas de bosques, tierra y desarrollo agropecuario 32
2. ESTADO DE dEFORESTACIÓN EN SANTA CRUZ 41

Antecedentes del protagonismo departamental 42


Deforestación en Santa Cruz (2001-2021) 45
Consolidación de la Zona Agroindustrial 48
Más allá de la Zona Agroindustrial 53

3. DEFORESTACIÓN RECIENTE 2016-2021 55


Deforestación en tiempos de la Agenda Patriótica 2025 56


Identificación de zonas con mayor afectación 58
1. Zona Laguna Concepción 59
2. Zona Bolibras 68
3. Zona San Ignacio 76
4. AFECTACIONES SOCIOAMBIENTALES 85

Laguna Concepción 86
Campesinos e interculturales de San Ignacio de Velasco 94
Pueblo indígena Guarayos 100
Balance de las afectaciones socioambientales 109
5. RESULTADOS DEL ESTUDIO 111

Sobre el estado de deforestación 114


El papel de la Agenda Patriótica 2025 119
Principales actores implicados en las deforestaciones recientes 123
Motivaciones o causas directas 129

6. recomendaciones 137

Medidas con respecto a la Agenda Patriótica 2025 138


Recomendaciones específicas para la mitigación de la deforestación 140

CONCLUSIÓN 145

BIBLIOGRAFÍA 151

ANEXOS 157
>> Introducción

INTRODUCCIÓN
El 2019, la Amazonía atrajo la atención global debido a los incendios forestales
de gran magnitud que se registraron en Brasil y Bolivia. Ese año, el fuego arrasó
al menos 7,2 millones de hectáreas de bosques en la Amazonia de Brasil
(INPE, PRODES, 2020) y 5 millones de hectáreas en Bolivia (TIERRA, 2019),
sobrepasando el promedio de la última década en el gigante sudamericano y
marcando un nuevo record en Bolivia (solo superado por lo reportado el año
2011). Estos dos desastres ambientales ocurrieron en contextos nacionales
similares: las políticas de Jair Bolsonaro alentaron la explotación comercial de
la Amazonía y la Agenda Patriótica 2025 de Evo Morales incitó a la ampliación
de la frontera agrícola y la exportación de carne vacuna a China.

Los incendios forestales tienen directa y estrecha relación con la deforestación,


pero no son lo mismo. Por lo general, los incendios abarcan extensiones
mucho mayores que las áreas efectivamente desmontadas. Los focos de
calor sobrepasan las áreas en habilitación para la agricultura, abarcando
pastizales de los potreros ganaderos, áreas colindantes afectadas por
incendios descontrolados, bosques propensos a quemas por sequías y zonas
de explotación de carbón vegetal, entre muchas otras. Parcialmente, las
cicatrices de fuego son temporales.

La deforestación está provocada por la mano del hombre y se diferencia


de los incendios porque las pérdidas de bosques y vegetación nativa son
duraderas. Las técnicas tradicionales de tala y quema siguen utilizándose para
el desmonte de los bosques, las regulaciones son cada vez más laxas y se sigue
empleando técnicas displicentes para el manejo del fuego. En consecuencia,
el riesgo de incendios descontrolados aumenta exponencialmente a partir de
los desmontes con fuego.

Un año después del revuelo por los incendios forestales, Bolivia


dejó de atraer la misma atención global a pesar de que pasó a
ocupar el tercer lugar en la clasificación mundial de los países con
mayor pérdida de bosques primarios. El reporte 2020 de Global

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Deforestación 2016-2021. el pragmatismo
irresponsable de la “Agenda Patriótica 2025”

Watch Forest (GWF, 2020) ubicó a Brasil en el primer lugar con


1,7 millones de hectáreas perdidas, luego a Congo con 490 mil hectáreas
y le sigue Bolivia registrando 240 mil hectáreas (GWF, 2020). Indonesia
cedió su lugar a nuestro país al caer al cuarto lugar con respecto a los
registros de 2019. Este protagonismo incómodo contrasta con los
discursos de ambientalismo radical y de defensa intransigente de los
derechos de la Madre Tierra que difunde el Gobierno boliviano en las
palestras internacionales.

Históricamente, los altos niveles de deforestación anual han tenido


correspondencia directa con la expansión de la agricultura mecanizada que
avanza a costa de los bosques tropicales de Bolivia, particularmente en el
departamento de Santa Cruz. Hacia inicios de los años noventa, la agricultura
a mediana escala y gran escala recibió incentivos económicos decisivos con
la apertura de los mercados de exportación de materias primas agrícolas. El
boom mundial de la soya fue determinante para la consolidación de la llamada
Zona Agroindustrial de Santa Cruz: un área triangular de cerca de 2,7 millones
de hectáreas, cuyos vértices geográficos y referenciales serían la Comunidad
Canandoa al norte; Comunidad Cerrito al este, en las proximidades de
Laguna Concepción; y Comunidad Río Seco al sur, cerca de Cabezas.

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>> Introducción

En algo más de tres décadas, esta zona fue desmontada, puesta en producción
para cultivos comerciales y actualmente el 85% está deforestada. Es decir,
además de concentrar la mayor parte de la deforestación histórica de Bolivia,
esta zona se constituye en el corazón de las actuales brechas de expansión
de nuevos desmontes.

El modelo agrario que se instaló en la Zona Agroindustrial tiene una conexión


evidente con el agronegocio de Brasil. Al final de cuentas, el modelo soyero
de Bolivia no es más que un efecto colateral que tiene lugar en un país pobre,
un vecino marginal que juega el papel de un socio minoritario y utilitario de
Brasil y Argentina. Basta notar que mientras Brasil dedica 37.1 millones de
hectáreas al cultivo de la soya y Argentina destina 16,7 millones de hectáreas
al mismo propósito, Bolivia tiene solamente 1,3 millones de hectáreas de
tierras cultivadas con soya (FAO, 2020). En otros términos, el agronegocio
boliviano es la principal mega-obra que explica el protagonismo boliviano
entre los países con mayores pérdidas de bosques y las recientes medidas
agroambientales emergentes de la Agenda Patriótica 2025 están detrás del
incómodo tercer lugar que ocupamos a nivel global.

Existen varios estudios sobre la correlación histórica entre la deforestación y


la consolidación de la agricultura mecanizada o el modelo agrario dominante
(TIERRA, 2019; Muller, Pacheco y Montero, 2014), pero poco se conoce
sobre las recientes características, causas y consecuencias de la deforestación.
Mientras las tendencias y políticas de muchos países apuntan a frenar, luego
disminuir y finalmente revertir las pérdidas de bosques, la Agenda Patriótica
2025 de Bolivia, adoptada el año 2013, dio rienda suelta a las pretensiones
y exigencias de los actores agropecuarios para desmontar nuevas áreas. La
decisión gubernamental de ampliar la frontera agrícola sigue en pie con el
sucesor de Evo Morales (Luis Arce), cuyo programa de gobierno revive la fallida
propuesta cepalina de “industrialización con sustitución de importaciones”,
donde ocupa un lugar preponderante el plan de instalar varias plantas de
producción de biocombustibles, principalmente para obtener biodiesel a
partir de la soya.

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Deforestación 2016-2021. el pragmatismo
irresponsable de la “Agenda Patriótica 2025”

Objetivos del estudio

Este trabajo analiza la deforestación y la degradación forestal de Boli-


via, prestando mayor atención a los desmontes de los años recientes, sus
características, causas y consecuencias. Al decir recientes, nos referimos al pe-
riodo de implementación de la Agenda Patriótica 2025 inaugurada mediante
el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) del año 2016. Privilegiamos el
análisis de los últimos seis años (2016-2021), periodo en el que las deforesta-
ciones avanzan con fuerza más allá de la Zona Agroindustrial, expandiéndose
la intervención humana hacia nuevos territorios. La deforestación de los últimos
años sigue concentrada en el departamento de Santa Cruz, pero con impactos
socioambientales diferenciados y novedosos, debido a que afectan con mayor
fuerza ecosistemas frágiles, áreas protegidas y hábitats indígenas protegidos
por ley. También entre los actores involucrados en los desmontes (y los incen-
dios forestales) —además de las ya conocidas grandes propiedades— ocupan
un lugar visible las colonias menonitas, los agropecuarios brasileros y argen-
tinos y las comunidades campesinas e interculturales políticamente vinculadas
al partido gobernante (Movimiento Al Socialismo, MAS).

La Ley Nº 741 de 2015 que autoriza desmontes sin mayor trámite de hasta
20 hectáreas para pequeñas propiedades y comunidades, encarna uno de
los cambios normativos más representativos para entender las deforestaciones
recientes. También juegan un papel decisivo, desde el 2018, las compras
estatales de alcohol anhidro al sector agroindustrial para la producción
estatal de etanol, al igual que las autorizaciones para la masificación de
cultivos transgénicos. El escenario boliviano se inclina hacia la agricultura
comercial con degradación de los suelos en lugar de la intensificación de la
agricultura en las áreas existentes. Lo mismo ocurre en el sector ganadero
de tipo hacendal y latifundiario, que desmonta nuevas áreas, no solo para
ampliar los potreros y pastizales, sino para la agricultura mecanizada.

Metodología

Este trabajo se basa en la recopilación, valoración, procesamiento e integración


de la información cuantitativa y cualitativa en una sola unidad de análisis.

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>> Introducción

En un primer momento, la revisión de fuentes documentales y bibliográficas


facilitó la organización del estudio y develó la necesidad de examinar con
mayor detenimiento los desmontes recientes y sus conexiones con las políticas
públicas. Para la obtención y procesamiento de la información geográfica,
inicialmente se utilizó dos fuentes digitales: los datos del periodo 1990 –
2000 elaborados por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP)
y Conservación Internacional Bolivia y los elaborados el año 2013 por el
Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado (GeoBolivia, 2022). La
segunda fuente digital proviene de la Serie Temporal de Extensión y Cambio
de los Bosques (2001 – 2021) del Departamento de Ciencias Geográficas de
la Universidad de Maryland (Global Forest Change, 2022).

Mediante el uso de Sistemas de Información Geográfica (SIG) se discriminó la


deforestación relacionada con el uso agropecuario y la deforestación a causa
de eventos extraordinarios, como inundaciones e incendios. Esta información
se combinó con datos de tenencia de la tierra para enriquecer los reportes y
los resultados del estudio.

Finalmente, el proceso se completó con trabajos de campo para la verificación,


en terreno, de una pequeña muestra de desmontes seleccionados, zonas de
deforestación y asentamientos. Los recorridos por tierra fueron completados
con imágenes áreas generadas con el uso de drones. El trabajo de campo
permitió descartar algunas zonas que figuran como deforestadas en algunos
reportes globales e identificar áreas desmontadas que todavía no aparecen
en las imágenes satelitales. Para la identificación de las afectaciones
socioambientales se recopiló información mediante entrevistas a informantes
claves, entrevistas semi-estructuradas y contactos con las comunidades
indígenas de la Chiquitanía y Guarayos del departamento de Santa Cruz.

Contenido

La estructura de este estudio está compuesta por cinco secciones. La primera


sección está dedicada al estado de deforestación de Bolivia, situándolo en el
contexto histórico y en el contexto de las políticas agroambientales emergentes
de la Agenda Patriótica 2025. Incluye información sobre la deforestación

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Deforestación 2016-2021. el pragmatismo
irresponsable de la “Agenda Patriótica 2025”

del periodo 2000-2021, sus ciclos y tendencias. La segunda


sección se focaliza en el departamento de Santa Cruz, bajo
el entendido de que en esa región se concentra la mayor
parte de los desmontes, ofreciendo un repaso rápido de las
pérdidas de bosques de los últimos 20 años y la consecuente
consolidación de la Zona Agroindustrial como el núcleo
neurálgico de la agricultura mecanizada. En la tercera sección
analizamos la deforestación de los últimos seis años (2016-
2021) del departamento de Santa Cruz para identificar las
recientes tendencias en cuanto a las zonas más afectadas
por los desmontes, las motivaciones y los protagonistas. Esta
valoración de los últimos años tiene mucha relevancia para
conocer los impactos y alcances de las políticas agroambientales
implementadas mediante el Plan de Desarrollo Económico y
Social (PDES) 2016–2020 y el PDES 2021-2025. Incluye la
identificación de tres zonas representativas de los desmontes
recientes. La siguiente sección presenta tres casos concretos
de afectaciones socioambientales: Laguna Concepción,
Comunidades interculturales y campesinos de San Ignacio de
Velasco y Comunidades indígenas de Guarayos.

Los resultados del estudio se exponen en la quinta sección. Están


organizados de la siguiente forma: i) el estado de deforestación
2001-2021, ii) el papel de la Agenda Patriótica 2025, iii)
los principales actores detrás de las deforestaciones recientes,
iv) las principales motivaciones o causas, y v) afectaciones
socioambientales. La sección sexta ofrece recomendaciones
para mitigar los efectos del pragmatismo irresponsable
de la Agenda Patriótica 2025. Finalmente, el apartado de
conclusión, que no debe confundirse con conclusiones del
estudio, redondea algunas consideraciones finales.

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