TAEKOOK - Keep A Secret
TAEKOOK - Keep A Secret
TAEKOOK - Keep A Secret
by YelyDi
Jungkook estaba en su habitación caminando de un lado a otro sin saber qué hacer,
su pulso era rápido, por su frente se resbalaba unas finas gotas de sudor mientras
que trataba de no enfocarse en la prueba de embarazo que estaba encima de su
escritorio.
De repente su teléfono empezó a vibrar logrando que pegara un pequeño brinco por
la sorpresa. Lo sacó de su bolsillo y vio el nombre de la pantalla: Jiminie-hyung.
— Jimin.
—¿Qué salió?
— N-no Jim-...
Se sentó en su cama para poder esperar a su mejor amigo, aún seguía dándoles
vueltas al asunto.
Si le hubiera hecho caso a su madre y se hubiera quedado en su casa esa noche, las
cosas no serían de la misma manera.
—Oh vamos Jimin será divertido. —menciono Jungkook tratando de convencer a su
amigo para que ambos vayan a tan aclamada fiesta.
—¿Y bien?
—Aish, está bien, iré. Dame unos minutos para decirle a YoonGi y poder cambiarme.
—Varias veces.
Y dicho eso Jimin se fue al baño dejando a Jungkook en su cuarto pensando en todas
las cosas fabulosas que pasaran esta noche.
— Aish, ¿por qué no me quedé en casa esa noche? –se regañó a si mismo.
— ¡Jungkook!, ¡Jimin está aquí! —la voz de su madre le indico que su mejor amigo
había llegado.
— ¡Gracias mamá!
En ese mismo instante la cabeza de Jimin se asomó por su puerta. Jungkook lo tomó
del brazo y lo halo dentro de la habitación cerrando la puerta tras de ellos con todo y
seguro.
— Okay, okay, ya. —dijo dejando su mochila en la cama del menor para luego
ponerse de pie.— A ver, ¿dónde está?
El menor se sentó al lado de su amigo con la vista perdida, para luego echar su
cabello hacia atrás con notable preocupación.
— No. No puede saberlo. —se levantó y Jimin solo continuaba mirándolo.—Él está con
HoSeok, no puedo hacerle eso, además, ni siquiera somos amigos, solo nos
saludamos de vez en cuando en clases, nada más.
—No te harás cargo del bebé tu solo. —agregó Jimin.— Además él debe saberlo,
pues el ayudo con... eso.
— No me lo recuerdes, por favor. –paso sus manos por su cara y tomó su mochila.—
Mejor vayámonos a la escuela, capaz y llegamos tarde.
Ambos salieron de la casa del menor y empezaron a caminar hacia la escuela. Todo
en el camino estaba sombrío. Jimin caminaba tranquilamente al lado de Jungkook, y
el menor solo miraba al suelo.
— ¡Hey! —se quejó Jungkook. —solo dilo con palabras que pueda entender.
Jimin soltó una risita detuvo a Jungkook, ya estaban cerca de la escuela, por lo que
había varias personas cerca y no quería que los escucharan porque si se enteran es fu
fin, Jungkook lo mataría.
Jungkook fue rápido a taparle la boca a Jimin, pues se daba cuenta de que si lo
dejaba iba a seguir gritando y si los demás se enteraban todo se pondría feo, para
ambos.
— ¿Ahora dices que no es para tanto? Hace un rato estabas que no sabías que hacer
y justo ahora me dices que tienes casi mes y medio de embarazo.
— No es para tanto Jimin, -lo soltó y se paró frente a él.— hace mucho sentía eso,
solo es que duré mucho para decírtelo.
— Pero me lo dijiste hace unos días, ¿Qué acaso creías que haría una escena?
Jungkook levantó una ceja mirándolo dándole la señal de que era evidente su
respuesta.
Jungkook se tensó por completo, obviamente su madre no sabía nada acerca de aquel
tema y esperaba no tener que decírselo en todo este tiempo, o hasta que se notara
evidente.
— No, no lo sabe, y dudo que tú seas el que se lo diga. Por ahora solo vallamos a
clase y pensare en cómo decírselo cuando llegue a casa.
***
Jungkook estaba introduciendo su llave en la cerradura de la puerta de su hogar,
estaba muy nervioso por así decirlo. No sabía cómo reaccionaría su madre, no sabía si
lo aceptaría, si lo echaría de la casa o si simplemente lo dejara de llamar hijo, tenía
mucho miedo al respecto. Lo único que quería era que su madre le dijera que no está
solo, que la tiene a ella.
— ¿Mamá?
Comenzó a buscar área por área, cuarto por cuarto y en el lugar donde la encontró
fue en el suyo.
— ''Me va a dar con la escoba'''' me doy por hombre muerto'' hasta aquí llego''
Esos fueron los pensamientos de Jungkook en ese momento. Sin saber que más
rompió el hielo.
— ¿M-mamá?
La señora Jeon se fue dando vuelta lentamente, todo parecía pasar en cámara lenta.
Jungkook posó su vista a lo que tenía su madre en las manos. Su corazón empezó a
bombear con más velocidad, sentía que le iba a dar algo si su madre no hacía algo,
cuando se mantenía demasiado quiera y sin hablar significaban cosas malas, y no
quería que dejara de hablarle.
— P-por favor, di algo.—le rogó.— Si quieres pegarme hazlo, si quieres decirme todas
las groserías que estén en tu cabeza hazlo, pero por favor, d-di algo.
Se acercó a pasos lentos hacia él, y Jungkook en ningún momento apartó la vista de
sus ojos.
— No. Solo, es difícil de digerir, tengo media hora mirando la prueba. —agregó.—
Solo dime como pasó
Jungkook pasó varias horas contándole a su madre como fueron las cosas, desde lo
de la fiesta hasta quien era el padre.
Su madre era una mujer de lo más dulce, le prestó atención sin decir ni media
palabra de por medio.
Pasaron más horas y esta vez su madre era la que le estaba hablando, le estaba
dando algunos consejos para el futuro y cosas así.
— Lo sé.
— Debes ser más cuidadoso con todo, al comer, al actuar, en todo kookie.
— Lo sé.
— Por cierto, dile a ese TaeHyung que quiero hablar con el. —le guiñó un ojo a
Jungkook y se fue.
— ¡Y baja a cenar!
Soltó una pequeña risita y terminó de sacar sus cosas para bajar a cenar.
Mientras bajaba se sintió aliviado, una persona menos a quien decirle, solo faltaban
dos, YoonGi y el más importante, Tae.
***
Por favor, denle amor a esta historia. Voten y comenten, no es tan difícil.
— Ányely.
Capítulo 2.
Anoche comió como nunca, su madre había preparado su comida favorita y pues él
comió más de lo que pudo, pero a que costo, más tarde cuando creía que podía irse a
dormir en paz, vomitó casi todo lo que había comido. La señora Jeon le preparó algo
más ligero para que no durmiera con él estómago vacío.
No pudo pegar un ojo en toda la noche, le molestaba cada posición en la que dormía.
Normalmente dormía boca abajo pero en vista de que ya no podía debía
acostumbrarse a dormir de otra manera.
Abrió los ojos lentamente y enfocó su vista en el techo de su habitación, con manos
torpes palpó su mesita de noche en busca de su celular para poder ver la hora.
— Esperen. —se sentó en la cama de un jalón y se quitó las sabanas de encima para
salir corriendo a cambiarse.
Su alarma no había sonado, y si sonó estaba bastante sumido en su sueño como para
no escucharla por lo que estaba retrasado.
Ya había perdido la primera hora de clases y debía darse prisa si quería llegar a la
siguiente.
No es que Jungkook fuera pésimo en la escuela pero tampoco era reconocido por ser
uno de los mejores, y si quería graduarse no podía perder más clases de las que ya
había perdido.
***
— Park.
La voz del maestro hizo que Jimin se sobresaltara, levanto la cabeza y escondió su
celular.
— ¿S-si señor?
— N-nada.
El profesor lo miro pensativo por unos segundos para volver a darse la vuelta y seguir
con su clase.
Luego de un rato la puerta del salón se habré de pronto haciendo que todos los
alumnos dejen de prestar atención a la clase para ver de qué se trataba.
— S-siento llegar tarde. —hizo una pequeña reverencia y se fue rápidamente hacia su
asiento
El murmuró algunas cosas que Jimin no logró entender, hasta que algo hizo click en
su cabeza.
— Jungkook, dime que te bañaste con todo y ropa y no que corriste desde tu casa
hasta acá. —susurro para que nadie los escuchara.
El menor hizo caso y levantó lentamente la cabeza girándola para poder ver a Jimin.
— ¿Qué carajo?
— Oh, tengo una idea. — mencionó Jimin volviendo a captar la atención de Jungkook.
— Hoy al salir de clases, vendrás a mi casa, puedo ayudarte.
— No hijos, pero si tengo dos sobrinos. —agregó recogiendo sus cosas. — Tuve que
ver cómo eran todas esas cosas, mi hermana pasó por todo ese proceso con mi
familia, por ende se algunas cosas.
Jungkook aún seguía sin entender algunas cosas pero prefería dejarlas así, levantó su
cabeza miro a Jimin con confusión.
Y así era, solo quedaban ellos dos en el salón. Se puso a recoger sus cosas sin ganas.
— ¡¿Qué?! —preguntó alarmado. — Si realizo algún otro esfuerzo físico más me voy a
morir.
— Tranquilo, hablaré con el entrenador, le diré que estas enfermo y que no puedes
hacer ejercicios.
— Debe saberlo, Jungkook. Es uno de tus mejores amigos, para el eres una especie
de hermano menor, hijo, primo, eso mismo.
— No, aun no. —dijo haciendo una pequeña rabieta para colgarse la mochila y seguir
a su amigo. — Yo se lo diré cuando me sienta con ganas de hacerlo.
— Puede que sí, puede que no. —respondió encogiéndose de los hombros.
— Jungkook.
YoonGi solo miraba como el menor se terminaba de amarrar las agujetas de sus
zapatos. No dejaba de preguntarle que le pasa y por qué se veía tan mal. Tampoco
dejaba de decirle que si estaba así por culpa de alguien lo mataría.
En la mente de Jungkook se estaba armando una guerra. Estaba pensando en las mil
y una maneras en las que le diría a YoonGi y a tae, pero también se estaba
imaginando de como mataría a tae si YoonGi se enteraba primero.
Uno de sus compañeros fue enviado a decirles que salieran de los vestidores, por lo
que no tuvieron más opción.
Jungkook se sentía cada vez más mareado, justo ahora recordó que aun ni había
desayunado, ya que salió tan rápido de su casa que ni se acordó.
Jimin logró ver que en la otra esquina de una de las bancas estaban Tae y HoSeok
charlando muy animadamente. Luego se volteó para decirle algo a YoonGi.
YoonGi y Jimin era amigos de HoSeok y Tae, en cambio Jungkook apenas y si los
conocía.
— Bueno chicos, llamaré a las seis primeras personas que practicarán la carrera de
los cuatrocientos metros, según vaya diciendo sus nombres se van poniendo de pie y
se van a la alineación. —el entrenador se puso a revisar su lista y empezó a llamar
personas. — Y no quiero quejas.
— Park Jimin, Kim YiHoo, Park HyungSik, Jung HoSeok, Kim TaeHyung y Jeon
Jungkook.
YoonGi levantó la vista al escuchar el nombre de su amigo, iba a intervenir que Jimin
se le adelantó.
Cuando estaban todos colocados en las línea Jimin se acercó un poco a Jungkook para
poder hablarle.
— No tienes que correr, tómatelo con calma. —le tomo por los hombros y lo paró
estable. — Hablaré con el entrenador para que te cambie por YoonGi-hyung.
Todos iban bastante rápido, excepto Jungkook. Estaba más bien trotando, no quería
reprobar pero tampoco quería matarse más de la cuenta.
No fueron ni cinco segundos cuando un ruido de una caída causó que se voltearan.
Toda la clase se acercó para ver que sucedía. Jimin le hablaba para hacer que
reaccionara pero nada funcionaba.
— Déjenme pasar.
Todos los demás se dispersaron comenzando a murmurar las diferentes razones por
las cuales creen que se desmayó.
— Pobre Jungkookie. —HoSeok fue el primero en agregar algo. — ¿Qué creen que le
haya pasado?
— Ni la más mínima idea. —agregó uno de sus amigos. — Espero que este bien.
— ¿Por qué siento que tengo algo que ver con lo que te pasa Jeon? —apenas susurró
y volvió con su pareja para seguir preguntándose que andaba mal.
***
— Ányely.
Capítulo 3.
La enfermera ya lo había atendido y le tuvo que poner una intravenosa con suero
para que no terminara de deshidratarse.
Su vista se enfocó en la puerta cuando vio que esta fue abierta, dejando ver a YoonGi
asomándose.
El peli-naranja negó.
— No sabes lo difícil que fue hacer que el de la entrada se fuera para poder ir a
recoger la comida. —agregó riendo un poco. — ¿Para qué la quieres? A ti no te gusta
ese tipo de comida.
— Por lo visto quieres hacer que explote. —apuntó a la bolsa la cual tenía más
comida. — Porque eso, es mucha comida.
— Lo siento hyung. —se disculpó y levantó la vista para ver a su pareja. — Pero, no
puedo decirte, Jungkook debe hacerlo. Eso no me corresponde a mí.
El menor fue abriendo los ojos poco a poco, pestañeo varias veces para
acostumbrarse a la luz que había en el lugar. Sus ojos estaban explorando todo a su
paso con confusión.
— ¿D-dónde estoy?
Su voz se escuchaba algo ronca y cansada, pero aun así se notaba que estaba mejor.
— ¿E-enfermería?
Con ayuda de su amigo logró incorporarse e hizo una mueca al darse cuenta de la
intravenosa.
Jungkook solo miro la cara del peli-negro y sintió algo de culpa por que aún no se lo
decía.
Quería primero pensar en las palabras correctas para confesarle aquello, pero
también quería decirle primero a Tae, y que así esté preparado por si intentan
matarlo.
— Primero busca a la enfermera para que termine de revisarlo. —le dijo Jimin. —
Luego él se irá a comer.
Jungkook confirmó con un asentimiento, Jimin por su lado suspiró y sonrió un poco.
— Bueno, ahora siéntate a esperar a la enfermera para que te quite eso. —dijo
volviendo a poner la comida en la bolsa.— Porque tú, —lo señaló. — Vas a comerte
todo esto.
Jungkook bajo la vista a la bolsa y abrió la boca asombrado por la cantidad de comida
que había ahí.
Jungkook paso su lengua por sus labios dando a notar que si quería, y Jimin por su
lado sonrió de forma vencedora.
El sabía bastante bien los gustos alimenticios de su amigo, y sabía que no se negaría
al ramen y la carne.
— Mejor.
La mujer asintió y se fue para escribir algo en sus notas. Esperaron unos minutos
para luego volver a escuchar a la enfermera, pero esta vez le estaba entregando el
papel a Jungkook.
— ¿Qué es esto?
Jungkook miró a Jimin y este solo se encogía de los hombros en señal de no le culpes.
— Lleva ese permiso a todas tus clases para que sepan que te sientes mal. Te dejaran
salir si es necesario.
— Gracias.
Dio un asentimiento y una pequeña sonrisa para luego salir del lugar y dirigirse al
área de la cafetería.
Jimin iba tarareando una canción mientras caminaban a paso lento, Jungkook por su
parte iba con la cabeza gacha pensando en lo tonto que fue.
Cuando habló con su madre una cosa llevó a la otra y ella termino diciéndole lo bello
que era tener un hijo.
Jeon Jungkook quería a su hijo, y de eso estaba más que seguro. Desde el día de hoy
hará lo que sea por él, aunque tenga que llevarse al mundo por delante.
La voz de Jimin lo hizo volver en sí. Su mejor amigo lo miraba con la sonrisa que
siempre tenía.
— ¿Eh? En nada.
— No parece eso.
— Oh, bueno.
— ¿Enserio crees que me voy a comer todo eso, hyung? —preguntó haciendo una
mueca.
Y con eso bastó para que ambos empezaran a comer hasta quedar completamente
llenos.
Después de unas horas ambos estaban que no se podían ni mover. Jimin estaba
repleto, y Jungkook ni se diga. Ahora los dos estaban hablando animadamente. Todo
se sentía tranquilo sin todos los compañeros revoltosos.
— ¿Qué?
— No tienes nauseas.
El menor sonrió un poco y asintió. Ya había pasado una hora y algo desde que habían
terminado de comer y no sentía malestar alguno.
Ambos empezaron a reír y a contar historias hasta que Jungkook sintió lo que menos
quería y su cara mostró el evidente desagrado.
— Dame tregua. —le susurró a su vientre. — Déjame digerir bien la comida al menos
un día.
— Te ves horrible.
— También me alegra verte TaeHyung. —agregó evitándolo para pasar a uno de los
lavamanos para poder limpiarse la cara.
— ¿Te sientes mejor? —preguntó después de un rato. — Ya sabes, por lo del desmayo
y eso.
— Sí. Gracias. —respondió cortante para luego salir rápido del baño.
TaeHyung estaba más que confundido. No entendía porque estaba actuando de esa
manera pero lo averiguaría por que la curiosidad lo mataba.
Kim TaeHyung llegaría al final de eso. Averiguaría que sucedía con Jeon Jungkook.
***
— Ányely.
Capítulo 4.
Ya había pasado una semana desde que TaeHyung había visto a Jungkook en el baño
de la escuela. Estaba totalmente empeñado en saber que le sucedía, pero cada vez
que se le acercaba para preguntarle el menor hacia algo para evitarlo.
Hace unas horas intento acercarse pero Jungkook logró verlo y saco su celular para
simular que lo llamaban y lo evitó. Hace unos días intentó lo mismo, otra vez logró
verlo pero esta vez no sacó nada, simplemente se fue caminando por el lado
contrario. Esa actitud hacia que quisiera saber con más ansias.
Y ahí se encontraba él, caminando hacia Jungkook nuevamente. Esta vez el menor
estaba en su casillero hablando con Jimin. Iba a acercarse hasta que recordó algo
interesante.
Se apoyó en uno de los casilleros que estaban cerca para poder escucharlos, porque
aunque estuviera mal, el necesitaba saber.
— ¿Y que te dijo?
— Me dijo que aún seguiría teniendo nauseas, mareos y posibles dolores de cabeza.
—agregó para luego suspirar. — Y eso por dos meses más.
— No es tanto.
— Por ahora. —se acomodó frente a su amigo dejando de estar apoyado en los
casilleros. — No quiero saber si los siguientes serán peores o no.
— Vamos TaeHyung, usa la poca mente que tienes. —se dijo a sí mismo.
HoSeok estaba sonriendo como siempre y se acercó para darle un corto beso en los
labios a su pareja.
— Lo siento. —soltó una risita. — ¿En qué piensas? Escuche que dijiste que querías
usar tu mente.
TaeHyung tuvo una brillante idea en ese momento. Si no podía llegar al fondo el
buscaría ayuda de personas que lo puedan ayudar y HoSeok podía ser una de ellas.
TaeHyung fue haciendo una lista mental recordando todas las palabras que HoSeok le
dijeran.
— ¿Estómago?
— Dolor de cabeza.
— Mareos.
— La última. —mencionó para luego prensar como decirla. — ¿Qué entiendes por la
frase ''por dos meses más''?
Esta vez el mayor duró más tiempo pensando sin saber que decir. TaeHyung se
estaba poniendo más ansioso conforme su pareja pensaba.
HoSeok suspiró y pensó un poco más. Esta vez ya Tae no se sentía ansioso, esta vez
se sentía nervioso. La cara de su pareja cambió de una feliz y risueña a una seria,
como si ya hubiera escuchado esas palabras o síntomas.
Tae estaba maquinando que responderle, su cabeza estaba que echaba humo, jamás
había estado tan asustado y nervioso como en ese momento. En cambio HoSeok
estaba comenzando a asustarse.
— Mi mamá estaba viendo uno de esos doramas y pues la protagonista se puso a
decir esas cosas. —se excusó lo más rápido que pudo y continuó con eso. — Y pues
sabes lo curioso que soy, entonces quise saber.
Tae puso esa típica sonrisa de niño que siempre tenía. Y HoSeok solo comenzó a reír
y a negar.
Quería llegar al aula para poder hablar con Jungkook. Necesitaba saber si era verdad,
necesitaba escucharlo venir de él. Se sentía muy nervioso y asustado. Había
recordado muchas cosas de lo que pasó en la fiesta después de que había quedado
ebrio.
Recordó que estuvo con Jungkook, recordó que había un cuarto y Jungkook estaba
con él. También recordó escuchar gemidos y al otro día dolía su cuerpo y estaba algo
arañado.
Apresuró su paso para llegar al aula y cuando entro corrió para sentarse detrás del
pupitre de Jungkook.
— Pero...
No tuvo más opción que salir del aula, pero antes hecho un vistazo hacia atrás y vio a
Jungkook viéndolo de reojo. Sin más salió.
Tenía que pensar en algo. Faltaban alrededor de cuatro horas para salir de clases y
hoy era viernes, simplemente no podía esperar todo un fin de semana para hablar
con él.
Así que pensó en algo sumamente arriesgado. Posiblemente lo expulsaran, pero era
mejor eso que esperar.
***
La alarma de incendios se escuchaba por toda la escuela haciendo que los maestros
abrieran las puertas y sacaran a todos rápidamente de las aulas.
Jimin estaba con Jungkook en ese momento. Le dijo que se quedara con él.
— ¿Y Jungkook?
— Esta justo aq- —dijo dándose la vuelta imaginando que su amigo estaba con él, al
darse cuenta que no comenzó a mirar a todas partes con desesperación. — Estas
adentro, d-debemos entrar a buscarlo, no puede estar allí.
— Jimin, mírame. —YoonGi tomo al menor por los hombros para girarlo y hacer que
lo vea. — Dime lo que le pasa a Jungkook, ¿Por qué te preocupas tanto?
El menor estaba en un dilema, ¿decirle a YoonGi? o ¿dejar que algo peor pase? Solo
esperaba hacer lo correcto.
***
TaeHyung halaba a Jungkook por una muñeca caminando a paso veloz por las
escaleras. El menor de ambos se quejaba y se quejaba, solo le decía que lo soltara y
que debían salir de la escuela.
Llegaron a la azotea y Tae por fin soltó a Jungkook solo para cerrar la puerta que se
encontraba detrás de él.
— ¿Quieres decirme porque estamos aquí y no allá abajo con los demás?
Jungkook lo miro con cara de estás loco para luego darse la vuelta y dirigirse a la
puerta. Al tomar la perilla esta no giraba. Comenzó a moverla con desesperación.
— La cerré con llave. —habló TaeHyung. — Ninguno de los dos se ira de aquí hasta
que hablemos.
— ¿Estas embarazado?
Con eso bastó para que todas sus preguntas fueran respondidas.
Jungkook cada vez se ponía más nervioso. Su corazón latía a una velocidad
increíblemente rápida, sentía que se le iba a salir del pecho. Tae se acercaba cada vez
más y más hasta el punto de casi besarlo.
Ahora sí que estaba en serios problemas porque detrás de YoonGi estaba Jimin
simulando un lo siento con los labios. Sabía ya lo que eso significaba.
***
— Ányely.
Capítulo 5.
Jimin al notar que Jungkook estaba en el suelo se acercó rápido a él para luego
ayudarlo a levantarse.
El mayor de todos le susurraba algunas cosas entre dientes. Su rostro estaba algo
rojo por la evidente furia y podía jurar que iba a golpear a Tae.
— Hyung. —esta vez fue Jungkook quien se acercó. — Dejalo, no me hizo nada, estoy
bien.
— Oh claro, puede que ahora no te haya hecho nada. —carraspeó.— Pero no quita de
que ya te hizo algo.
Jungkook entendió perfectamente lo que dijo YoonGi y tenía todo su derecho de estar
molesto pero a su parecer ninguno de los dos estaba del todo consiente de lo que
sucedió esa noche.
— YoonGi. —Jimin dijo logrando apartar las manos de YoonGi.— Dejalo, estás
enojado piensa bien.
Pasaron varios segundos en los del mayor estaba pensándolo, pero al final accedió a
irse.
Jimin veía como su pareja bajaba por las escaleras. Jungkook le indicó que fuera con
él, luego hablarían y así lo hizo, se fue dejando nuevamente solos a Tae y a Kook.
Por unos minutos ninguno hablaba, solo estaban ambos mirando al suelo.
TaeHyung pudo notar que Jungkook estaba algo tembloroso por lo que asintió sin
decir nada. Justo cuando estaban ya en la puerta de entrada tocaron el timbre
indicando la hora de la salida.
— Te acompaño.
Pasaron unos minutos caminando y las cosas estaban algo tensas e incómodas.
Ninguno de los dos decían nada.
— Jungkook. —el nombrado dejo de mirar al suelo para ver al mayor. — ¿Por qué no
me lo dijiste?
— N-no sabía que dirías o como reaccionarías. —aceptó. — Siquiera sabía cómo
decírtelo.
— Entiendo.
— No lo sé. Quizás me vaya de viaje por algunos 20 años para luego volver. —dijo de
lo más normal.
El menor en ese instante abrió la boca creyéndose todo lo que dijo. Tae al ver su
reacción se echó a reír.
Jungkook podía respirar más tranquilo, eso era lo que quería escuchar.
— Ahora, espero que no te moleste pero, tendrás que verme mucho. —se echó a reír.
— En siendo que no me jodas cuando no quiero está bien. —dijo riendo un poco.
Después de una despedida rápida Tae se fue por su lado y Jungkook entró a su casa.
Estaba caminando y por la sala de estar buscando a su madre. Fue hacia la cocina y
en el refrigerador había una nota y al parecer la dejo su madre.
''Salí a comprar más comida, te la acabaste toda niño, tendré que comprarla por
camión los siguientes meses...
No hagas nada raro, si llego tarde pide algo de comer (nada de comida chatarra, te
conozco) ¡te amo! Mamá''
Suspiró y se fue a su cuarto se cambió de ropa por una más cómoda, se tiró en la
cama, reviso algunas cosas en su celular y luego de unos minutos ya estaba dormido
desparramado en la cama.
***
O eso creía.
Jungkook soltó un gruñido y abrió los ojos. En su ventana estaban sonando como si
algo estuviera chocando en ellas. Se levantó de su cama y fue a ver qué pasaba. La
abrió y sintió como algo le golpeaba la frente. Se agachó para ver que era y resultaba
ser una pequeña piedra.
— ¿Cómo subiste?
— Robé la escalera del vecino. —dijo de lo más normal terminando de entrar al cuarto
cerrando la ventana tras de él.
Jungkook se sorprendió por la repentina confesión. Está bien que ellos no tuvieran
tanto tiempo juntos, pero no se preguntaba el por qué ya que ellos siempre estaban
riendo y que él sepa casi nunca tenían problemas o discusiones.
— Ven, —Jungkook tomó por el brazo a TaeHyung e hizo que se sentara en una
esquina de la cama. — ¿Qué pasó?
— Bueno, estábamos hablando por chat y luego pues, le conté. —eso último lo dijo en
un susurro. — Luego él llegó a mi casa y empezamos a discutir y una cosa llevó a la
otra y pues terminamos.
— Lo siento si no debía decirlo. —se encogió un poco como si hubiera sido regañado.
— Está bien, pero trata de que eso no se riegue más de la cuenta, ¿sí?
— Sé que no teníamos mucho tiempo pero aun así me siento algo triste.
Jungkook dijo eso con un tono triste en su voz, no sabía el por qué pero sentía que
eso le dolía más a el que a Tae.
— Al menos sé que los tengo a ustedes. —dijo el mayor algo susurrado puesto a que
estaba quedando dormido. De un momento a otro su mano fue a parar al vientre de
Jungkook.
El menor se tensó un poco ya que eso no se lo esperaba pero poco a poco fue
volviendo en sí y se dejó llevar quedando casi dormido el también.
No me linchen pero tengo grandes ideas para capítulos siguientes así que no se
desesperen.
Puede que mañana suba dos capítulos. Eso dependerá de a qué hora me despierte y
si mi madre está de buen humor para dejarme escribir.
— Ányely.
Pd: creo que debo narrar uno que otro acontecimiento como: la separación de vhope,
la noche milagrosa 7u7, y próximamente la conversación de la madre de Kook con
Tae :v
HoSeok por el otro lado estaba enojado. Se le notaba en el rostro que quería gritarle
a su pareja, que quería por una parte desaparecer o hacer que el menor desaparezca.
El mayor solo entró a la casa y halo a TaeHyung con el subiendo las escaleras a toda
prisa para luego entrar a la habitación del menor y cerrar la puerta con seguro detrás
de él.
— Explícame bien lo que me escribiste. —le dijo en la cara con algo de furia.— Mejor
que sea una de tus bromas de mal gusto y no que sea verdad TaeHyung.
— Puede que sea algo bromista, —se defendió.— Pero creo que con algo así no
jugaría.
Tae por otro lago estaba algo calmado, no tenía por qué esconderle eso a su pareja.
Si en verdad lo quería lo aceptaría ya que en parte fue su culpa.
Las cosas estaban comenzando a descontrolarse para ellos dos. Había cada vez más
gritos, los vecinos les gritaban de vez en cuando que dejaran de gritar y que los
dejaran dormir pero ellos ni los escuchaban.
HoSeok estaba que ardía. Estaba furioso y dolido. Simplemente no podía aceptarlo.
Le agradaba Jungkook. No pasaba mucho tiempo con el pero aun así le agradaba. No
terminaba de digerir lo que había ocurrido, aun no aceptaba el hecho de que Tae va
ser padre, tampoco acepta el hecho de que tantas personas en esa fiesta fuera
exactamente Jungkook el que se había juntado con él.
— Hyung.
El menor se dio cuenta de unas lágrimas que se resbalaban por las mejillas de su
novio en ese instante, acto que causó más dolor en él.
— Sería mejor dejar todo aquí TaeHyung. —HoSeok agregó después de un largo rato
de silencio y se acercó a la puerta abriendo esta.— Espero que tengas suerte.
El mayor salió de la habitación dejando a TaeHyung con la palabra en la boca.
Había herido a una de las personas más importante para él. Había herido a una de las
personas más alegres que ha llegado a conocer en toda su vida. Sentía que se había
convertido en un monstruo.
Sin más tomo sus llaves y salió de su cuarto. Sabía que iban a decirle más cosas
malas pero necesitaba hablar, no podía quedarse en su casa justo ahora.
Ya después de unos largos minutos estuvo frente al lugar. Rodeó la casa hasta llegar
al patio trasero.
Cuando vio que estaba libre salió de su escondite. Ya sabía cuál ventana era pero
debía saber por dónde subir y cómo subir.
Como todo un inteligente que era se fue al patio de al lado y vio una escalera así que
decidió ir a cogerla, lo que no vio fue al perro del vecino por lo que otra vez tuvo que
correr.
Ya después de escapar se puso a tirar piedritas a la ventana correcta, cuando vio que
alguien se asomaba a abrirla —y ese alguien era la persona correcta— comenzó a
subir hasta llegar a la ventana.
— ¿Qué parte de esta bien en siendo que no me judas no entiendes? —la voz del
menor se escuchaba algo cansada y aspera pero supuso que se debía a que estaba
dormido, —como todo el vecindario— pero aun así se veía adorable.
Jungkook escuchaba atentamente la historia de que fue lo que pasó y por qué fue a
parar a su casa.
Eran alrededor de las seis de la mañana. Ambos se habían despertado como dos
después de que Tae se apareciera a en su casa porque Jungkook se sentía mal otra
vez, luego de eso no se volvieron a dormir mejor prefirieron ponerse a hablar para
perder el tiempo y pues ahí estaban, habían durado más de dos horas riendo y
hablando incoherencias hasta que Jungkook le preguntó el por qué terminaron.
— Ya veo. Lo siento.
— Aun así no me arrepiento. —agregó Tae.— Le daré tanto amor al pequeñín que
explotará.
Esta vez fue el turno de Jungkook de reír y luego de unos segundos TaeHyung se le
unió.
Más tarde el sonido de algo —más bien alguien— tocando la puerta de Jungkook hizo
que dejaran de conversar.
El menor fue a abrir la puerta de su cuarto para encontrarse con su madre la cual en
este momento parecía una bruja muy fea.
— Jungkook, ¿Qué son todas esas risas? ¿Estás viendo videos graciosos de las chinas
otra vez?
TaeHyung soltó una risita al escuchar eso y cuando la señora Jeon lo escuchó entró a
la habitación. Primero vio a Tae y luego a su hijo, volvió a ver a Tae y luego a
Jungkook otra vez.
— Ay niño, ¿no te bastó con ese tal TaeHyung esa noche verdad? —dijo suspirando y
negando. — Deja de putear, no más hijos hasta después del matrimonio, engendro
del demonio.
— Primero, auch. —el menor llevó una mano a su corazón simulando estar dolido.—
Segundo, auch. —volvió a repetir.— Tercero, No estoy puteando, él es TaeHyung.
—apuntó al chico y este sonrió y saludó.— Y último tú me engendraste.
Su madre puso cara de dolida esta vez abriendo la boca como si estuviera
sorprendida para luego ver a TaeHyung.
— Con que tú eres ese tal TaeHyung. —la mujer se acercó para luego darle con la
chancla. — ¿Cómo te atreviste a embarazar a mi hijo? —chanclaso. — Ahora se
pondrá todo gordo. —otro chanclaso. — Y ya se puso glotón. —otro chanclaso. — Tú
vas a aguantar su bipolaridad y antojos. —más chanclasos. — Y si dices que no te
harás cargo del bebé te castro.
— Perdón, es que, —trató de calmar su risa sin mucho éxito.— debiste ver tu cara.
Pareciera como si te fueras morir.
— Tu madre es encantadora. —dijo con bastante sarcasmo.— No tengo más opción.
Me mudaré a Alaska.
— Bueno. —dijo alargando la palabra ''e'' con un tono chillón. Tae solo lo miro con
cara de ''me están jodiendo'' — Estoy bromeando, hyung.
Esa mañana fue tranquila y divertida. Jungkook logro que TaeHyung riera como
nunca y la madre de Jungkook dijo que TaeHyung era un buen chico, es divertido y
risueño pero cuando quiere puede ser serio y bastante comprensivo.
Todo estaba yendo de mejor en mejor. Solo esperaban que las cosas se quedaran así
y no cambiaran.
***
— Ányely.
Capítulo 7.
Un mes más había pasado para Jungkook. Era lunes otra vez. Solo faltaban unas
cuantas semanas para que los exámenes finales iniciaran y se podía sentir la
desesperación, el estrés y las ganas de tirarse de algún edificio o un puente.
Posó sus manos en su vientre ya algo hinchado y sonrió un poco. Y pensar que si
alguien hace tres meses le hubiera dicho que estaría esperando un hijo se hubiera
reído en su cara y seguiría su camino.
— ¡Jungkook! —la voz de su madre hizo que dejara de verse.— ¡Jimin ya llegó!
Tomo rápido una camiseta blanca y se la puso para luego bajar las escaleras. Le dio
un beso en la mejilla a su madre y salió de su casa para subirse al auto de su mejor
amigo.
— ¿Ibas a durar todo el día allí? —preguntó su amigo con algo de gracia arrancando
el auto.— ¿Estudiaste algo?
— Nop.
— A quien le van a preguntar será a mí. —dijo Jungkook.— A los demás los pondrán a
mostrarlo en la cancha, mientras yo me quedo sentado viéndolos.
— Que tú no puedas hacer educación física no quiere decir que sea motivo para
burlarte de las otras almas que si deben hacerla.
— Eso tiene su solución. —dijo Jungkook.— Si no quieres hacer educación física solo
debes-...
— Déjame terminar, hyung. —el menor se puso a reír.— Solo decía que lo único que
debes hacer es irte donde la enfermera y que te escriba una nota diciendo que estas
enfermo.
Esta vez Jungkook dejó de reír y Jimin fue el que empezó a carcajear como loco.
Lo que restaba del camino hacia la escuela lo pasaron cantando una que otra canción
y hablando cualquier porquería que se le viniera a la mente.
Cuando al fin llegaron ambos se fueron a sus casilleros para buscar sus libros e irse a
su primera clase.
***
— Debemos tener en cuenta que si combinamos químicos erróneos podemos causar
una explosión y no queremos eso, así que piensen bien antes de mezclar.
El profesor estaba explicando algo sobre las combinaciones químicas y esas cosas que
a casi nadie le interesaban. Todos estaban ahí porque queda pocas semanas para
graduarse y debían ir por obligación.
Todos se fueron con sus amigos y el profesor solo se quedó observando, analizando.
Luego se levantó y se puso en frente de su escritorio.
— Como evidentemente siempre se sientan con las mismas personas haré esto más
interesante. —agregó viendo a la clase.— Las personas sentadas a la izquierda
rueden un asiento hacia atrás.
Jimin miró a Jungkook para luego recoger sus cosas y rodar un asiento hacia atrás. El
menor se quedó mirando a su compañero sin percatarse de quien estaba
acomodándose a su lado.
— HoSeok.
Las cosas entre ellos no habían mejorado para nada. HoSeok pocas veces estaba
donde ellos y si se veían no era por más de unos segundos.
— Jungkook. —la voz del profesor hizo que el nombrado levantara la vista.— Que
estés con HoSeok no quiere decir que él hará todo el trabajo.
El profesor se puso a escribir los químicos que debíamos usar y debajo escribió el
nombre de lo que se supone que haríamos. ''Gas relajante''
HoSeok terminó de mezclar lo que le correspondía mientras que Jungkook seguía sin
saber qué hacer.
— HoSeok, está bien que no me hables pero al menos dime que debo hacer.
— Pero hagas lo que hagas no le eches demasiado. —HoSeok volvió a ver al menor.
Lamentablemente dijo eso tarde por que Jungkook ya le había echado toda la botella
a la mezcla.
El mayor se levantó rápido cuando vio que el tubo de ensayo comenzó a humear. El
profesor se giró cuando empezó a oler la sustancia y abrió los ojos de par en par al
ver que tan grande era.
Los alumnos empezaron a correr saliendo a toda prisa del salón. El profesor cerró la
puerta y la selló.
Al ser un salón especializado para trabajar con químicos tenía una especie de
forjadura que se usaba para casos de emergencias, así que no permitía que los
compuestos salieran de allí.
Todos los estudiantes asintieron. Jimin, YoonGi y tae se fueron con Jungkook.
Los tres se pararon frente a él y se cruzaron de brazos para luego negar y suspirar. El
menor se encogió un poco en su lugar.
— En mi defensa él me lo dijo tarde. —levantó las manos para dejar en claro que no
tenía la culpa.
Los otros dos continuaron negando. Más tarde tocaron el timbre y se fueron a
educación física.
***
A Jungkook le gustaba cada vez más pasar tiempo con TaeHyung. Al principio solo se
reunían unos cuantos minutos, luego fueron unas horas y ahora era casi todo el día. A
veces se iban juntos cuando terminaban las clases.
— ¿Entonces crees que aprobarás? —le preguntó el menor a uno de sus hyungs.
— ¡Hey!
Ambos empezaron a reír hasta que el enemigo mortal de Jungkook atacó de nuevo. El
menor salió corriendo al baño de los vestidores y pues TaeHyung no se quedaría así
que se fue corriendo igual detrás de él.
— Solo espero que para los siguientes meses eso cambien porque si sigue así creo
qu-... —el menor dejo de hablar y abrió un poco la boca pero no dijo nada más.
— E-el bebé se está moviendo. —dijo en un leve susurro pero TaeHyung escuchó eso
perfectamente.— E-es la primera vez que se mueve.
La sonrisa del Tae no podía ser más grande, andaría así el resto de su vida. Sentir a
su hijo por primera vez era indescriptible.
— Hola. —le susurró a su hijo.— Soy yo, tu papá. Bueno, tu otro papá.
Poco a poco ambos se fueron acercando hasta que unieron sus labios.
***
:vvvv
— Ányely.
Capítulo 8.
— Malditos mosquitos. —YoonGi llevaba todo el camino quejándose. Digamos que los
mosquitos creían que era azúcar e iban todos sobre él.
Ese era el último fin de semana antes de los exámenes y la escuela había organizado
una especie de campamento entre los alumnos de último año. Se supone que
Jungkook no debía ir por órdenes de la enfermera de la escuela pero su madre tenía
planes ese fin de semana con una ''amigo'' y quería a Kookie fuera de la casa sea
como sea. Aunque la señora Jeon no era tonta, había hablado con Jimin, YoonGi,
TaeHyung y la enfermera para que lo mantuvieran vigilado porque, conociendo bien a
su hijo se podría decir que capaz y hace algo fuera de lo normal.
— Da igual, es lo mismo.
Los más jóvenes habían formalizado las cosas después de ese beso. Resulta que
después de lo ocurrido Jimin se apareció allí dentro para ver cómo estaba su amigo y
los vio muy juntitos y pues el intervino entre ellos dos.
El menor solo le hacía señas a Jimin para que cerrara la boca o si no lo decapitaba.
Su mejor amigo solo formó su risa malvada y abrió más la boca para hablar.
— ¿Qué no es obvio? ¿Ya le dijiste a tae que quieres estar con él?
Jungkook chocó tan fuerte su mano contra su frente que retumbó por todo el
vestidor. TaeHyung tenía los ojos abiertos de par en par y el menor no podía estar
más rojo, el pobre parecía un tomate.
En los ojos de Jungkook se veía un brillo peculiar, y con eso bastó para que el mayor
supiera la respuesta.se acercó más a Kook para luego volver a besarlo.
— ¡Vamos hyung tu puedes! —Jungkook animaba a TaeHyung a que cargara más leña
mientras que él lo seguía.
— ¡En vez de decir que si puedo ayúdame vago! —Jungkook abrió la boca para
reprocharle pero su pareja continuó.— Y no digas que no puedes por si tomas un
pocos no se te hace pesado.
— Ya estoy llevando leña hyung. —el menor levantó una varita que tenía en la mano.
Parecía más bien un palillo chino solo que un poco más grande.
Cuando llegaron a donde se suponía que debían hacer la fogata todos dejaron la leña
en el suelo y Jungkook —como estaba en su etapa de cambios de humor— comenzó a
echarle porras a TaeHyung como si hubiera movido todo un camión completo de leña.
HoSeok veía de lejos lo bien que se estaban llevando esos dos. Algo se instaló en su
corazón por lo que no soportó verlos más y se fue a buscar más leña.
No supo cuánto estuvo caminando pero se dio cuenta que estaba perdido cuando no
veía nada más que no fueran árboles.
Una voz se escuchó a lo lejos pero el chico no veía a nadie. Buscó y buscó por todas
partes pero solo veía árboles.
La voz continuó hablando pero esta vez HoSeok solo quería escuchar.
— ¿Cómo estas tan seguro de eso? ¿Cómo estas tan seguro de que si es verdad?
Siempre veo a Jungkook de lo más normal.
HoSeok seguía pensando en lo que aquella voz le estaba diciendo. Estaba empezando
a dudar.
— Escúchame perfectamente...
***
— ¡HoSeok! —todos los alumnos estaban buscando a HoSeok. Ya había oscurecido y
todos habían salido con sus linternas a buscarlo.
Jungkook y tae estaban por su lado. Hace poco se habían separado de los otros dos.
Fue difícil pero debían hacerlo.
— Nah ¡¿enserio?! —se queja TaeHyung.— Ahora me vas a decir que va a pasar como
en esas típicas películas de terror en donde la linterna se apagan y secuestran a los
protagonistas.
— H-hyung.
Ambos corrieron un poco para poder salir del bosque. Luego frenaron de repente
cuando vieron una sombra frente a ellos. Comenzaron a retroceder lentamente pero
escucharon más pasos detrás de él, se voltearon lo más rápido que pudieron y justo
en ese momento TaeHyung cae al suelo.
Los pasos continuaron. Jungkook se levantó y tomó una rama lo bastante grande
como para noquear a una persona.
El menor empezó a perder la fuerza, sus ojos empezaron a cerrarse poco a poco, la
rama calló al suelo y luego todo fue oscuridad.
***
El chico fue abriendo los ojos poco a poco. Una luz estaba molestándole en los ojos.
Un dolor punzante se instaló en su cabeza lo que causo que hiciera una mueca.
El mencionado apartó la linterna de la cara del más chico. Los otros dos lo ayudaron a
incorporarse. TaeHyung seguía sobándose la cabeza buscando aminorar el dolor.
— ¿Estás bien?
— ¿Y Jungkook? —esa pregunta la hizo YoonGi. Había buscado al menor por todas
partes y con la persona que pensó que estaría seria con Tae, al no verlo comenzó a
alarmarse.— ¿Donde esta Jungkook?
Bay
— Ányely.
Capítulo 9.
Desde que YoonGi había preguntado por Jungkook él no había dejado de correr y no
pensaba hacerlo.
Aún era de noche, por lo que no se veía nada, solo había tomado la linterna del
mayor y se había ido corriendo dejando a los otros dos detrás suyo.
Jimin y YoonGi llamaban a Tae para que los esperara, pero él los ignoraba. Debía
encontrarlo, no se perdonaría si por su culpa les pasaba algo.
— ¡TaeHyung espera!
El menor de los tres seguía corriendo hasta que tropezó con una rama y calló al suelo.
Jimin y YoonGi apresuraron su paso y se acercaron a Tae. Ambos se arrodillaron
frente a él y se miraron el uno al otro. La verdad es que ver a Tae así los ponía
tristes, no podían imaginarse lo que debe estar sintiendo en ese momento.
El chico dejo la frase al aire y se pasó las manos por el rostro. YoonGi posó las manos
en los hombros de menor.
Empezó a correr nuevamente y luego volvió a tropezar con algo más. Pero era esta
vez o fue una rama lo que lo hizo caer, fue una especie de puerta, de esas que
llevaban al sótano.
Cuando llegaron a lo que se suponía que era un sótano no encontraron nada. Solo
había polvo, unos muebles viejos cubiertos por unas sábanas y más cosas viejas.
Todos continuaron su búsqueda hasta que llegaron a otras escaleras. Esta vez fue
YoonGi quien subió las escaleras primero. Al tomar la manija vio que la puerta estaba
cerrada, se puso a forcejear para intentar abrirla pero no pudo.
Los otros dos se le quedaron viendo asombrados, pero el menor estaba furioso ya, si
no encontraba a Jungkook iba a correr sangre, así tuviera que mandar a medio Corea
a buscar lo haría si es necesario.
Las cosas allí dentro estaban bastante extrañas. No todo se veía tan deteriorado pero
ese lugar de por si daba miedo.
Los cuadros eran extraños, la casa parecía haber sufrido un incendio pero no todo se
echó a perder.
Los demás subieron más escaleras hasta llegar a una pequeña habitación. Era la
única que se veía en buenas condiciones. Tae iba a girar la manija de la puerta pero
otra vez tenia seguro, pateo esta puerta también buscando romperla como la otra
pero no funcionó.
— Debemos buscar algo con que romperla. —agregó Jimin revisando todo alrededor
para ver si encontraba algo.
De la nada TaeHyung aparece con un bate de metal en las manos y le da a la manija
logrando romperla.
— ¿De dónde sacaste ese bate? —preguntó YoonGi algo confundido y curioso.
Lo primero que lograron ver fue la silueta de una persona en el suelo. Jimin por
inercia lo apuntó con la linterna encendida para poder ver mejor. TaeHyung salió
corriendo hacia la persona cuando se dio cuenta que se trataba de Jungkook.
YoonGi y el más chico de edad lo tomaron como pudieron y lo sacaron de aquella casa
vieja y se fueron directo al campamento.
El sol estaba comenzando a salir y ellos cada vez se daban más prisa.
Cuando ya estaba lo suficientemente cerca del campamento como para que los demás
los escucharan gritaron por ayuda.
Algunos chicos se acercaron para ayudarlos y los demás armaron algo para atenderlo.
— ¿Qué le paso? Y ¿Por qué están apareciendo ahora? —preguntó uno de los
maestros que los habían acompañado al viaje.
— Nos atacaron en el bosque y... —mencionó Tae para luego negar frenéticamente.
— ¿Sabe qué? Solo ayúdenlo.
La enfermera se acercó lentamente y comenzó a revisar los signos vitales del menor,
su pulso, latidos su rostro y esas cosas.
TaeHyung sintió su mundo venirse abajo al escuchar esas palabras. Jimin y YoonGi
solo lo miraron.
— Alguien que trate de conseguir señal y llame a una ambulancia.
Todo el mundo comenzó a revisar sus celulares hasta que uno de ellos consiguió
llamarla.
TaeHyung cargó a Jungkook y empezó a caminar para salir un poco más del bosque y
que fuera más fácil llegar a la ambulancia.
Cuando llegaron con los paramédicos estos lo colocaron en una camilla y empezaron a
hacerles preguntas. TaeHyung le contó todo lo que sucedía, su situación y lo demás.
Subieron a Jungkook a la ambulancia pero a TaeHyung no. Le dijeron que no podía ir
en la ambulancia pero que si podía ir detrás de ellos.
En ese mismo instante TaeHyung fue corriendo y buscó su auto. Arrancó a toda
velocidad siguiendo el vehículo.
Era lo único que iba repitiendo todo el camino. Lo único que quería que tanto su
pareja como su hijo estuvieran bien. Era lo único que pedía.
***
— ¿Estoy en un hospital?
Intentó sentarse y Tae, al ver que su chico tenía problemas con eso decidió ayudarlo.
— Por favor dime que todo está bien. —Jungkook dijo apenas en un susurró.
TaeHyung bajó la cabeza sin decir nada.
— ¿P-por qué no dices nada? —su voz estaba empezando a quebrarse un poco.
TaeHyung levantó la vista hacia los ojos del menor y se quedó así por un rato sin
saber que decir.
***
— Ányely.
Capítulo 10.
— ¡No voy a salir! —el menor respondió a través de la puerta.— ¡El mundo conspira
en mi contra!
— ¡No! —volvió a gritar.— Me quedaré aquí los otros seis meses si es necesario. No
me voy a arriesgar.
— Respóndeme TaeHyung.
— No está todo bien Jungkook. —respondió y con esa bastó para que el menor
abriera los ojos asustado. — ¡Es muy pequeño! ¿Qué acaso no comes bien?
— ¿Ves eso que está ahí? —el chico apuntó a un punto que había en la imagen.— Es
nuestro bebé.
Jungkook sintió que le quitaban el mundo de encima al escuchar eso. Tomó la imagen
de lo que aparentemente era una ecografía y la observó detalladamente. Se veía tan
pequeño, tan frágil, pero aun así sentía que estaba bien.
— ¿Y los exámenes?
— ¿Y la graduación?
El menor empezó a reír. La actitud que estaba mostrando le parecía bastante tierna.
— ¿Y no quieres verme? —esta vez preguntó con una sonrisa en el rostro esperando
la respuesta del menor pero no llegó. Su sonrisa se volvió más grande.
El menor dudó por un momento pero luego abrió más la puerta dejando que
TaeHyung pasara.
Después de que el mayor entró a la habitación, el más pequeño cerró la puerta tras él
y volvió a ponerle seguro. TaeHyung volvió a reír y palmeó el lado de la cama que se
encontraba libre para que Jungkook se sentara y así lo hizo.
— Jungkook, no dejare que nada les pase. —dijo en un susurro pero con seguridad.—
No debes quedarte encerrado aquí por eso.
El menor abrazó por la cintura y se apegó más a él escondiendo su cara en su pecho.
— P-pero, —el menor empezó a tartamudear un poco.— ¿y si el que atacó ese día
vuelve a hacerlo pero esta vez sí lo pierdo?
— Mientras yo esté contigo eso no va a pasar. —se separó un poco para verlo a los
ojos.— Así tenga que venir a vigilarte todas las noches hasta que me asegure de que
están a salvo. Lo haré.
TaeHyung levantó la mirada después de que sintió que Jungkook no se movía ni decía
nada.
Hace mucho que no veía a Jungkook tan tranquilo, sin complicaciones. Hace mucho
que no lo veía sin malestares, sin miedo de que lo lastimaran o que alguien se
enterar.
— Todo estará bien, pequeño. —le susurró acariciando su cabello.— Mientras estés
conmigo no dejare que nada te pase. Lo juro.
— Te amo, hyung. —el menor dijo en un pequeño susurro medio dormido.— Y sé que
tú a mí.
***
Otra vez el sonido de la puerta hizo que ambos se levantaran. Jungkook se sobresaltó
y tomó el bate que siempre dejaba cerca de su cama y empezó a moverlo por si se le
acercaba alguien. TaeHyung corrió y le quitó el ''arma'' de las manos.
Tae fue a abrir la puerta y la figura de su querida suegra fue visible para ellos.
— Vengan a comer. —su vista pasó al bate que tenía TaeHyung en la mano y
automáticamente se colocó las manos en las caderas y se puso en modo peleo. —
¿Qué acaso pensabas darme con el bate? ¿Qué clase de yerno eres? Das vergüenza.
Se dio la vuelta como una diva y bajo las escaleras con la frente en alto.
En la mesa todo era alegría y risas, como debe ser. Al fin la felicidad estaba llegando
a la pequeña familia que se estaba formando, y no pensaba irse en un largo tiempo.
***
Se la creyeron wey :vvvvvvv ¿Cómo se les ocurre que el beibi iba a morir? Nah.
Nevah.
Un capítulo bien suit aquí —y cortito—, aunque el que sigue puede que sea más suit.
Puede que quede poco, puede que no :v todo depende de mi imaginación ewe.
— Ányely.
c
Capítulo 11.
— ¿A dónde me llevas hyung? —el menor estaba siendo guiado por TaeHyung.
Hace unas horas que TaeHyung le vendó los ojos a Jungkook y lo subió a su auto para
luego arrancar. Aparentemente era un viaje largo porque Jungkook siente que han
pasado horas y horas y el auto aún no se detiene.
— Al fin. —dijo levantando sus manos haciendo que Tae riera.— ¿Me puedo quitar la
venda de los ojos ya?
— Nop.
Escuchó como TaeHyung salió del auto y lo rodeo corriendo para luego abrir la puerta
a su lado y ayudarlo a bajar. Continuaron caminando y Jungkook solo se sostenía de
su hyung para no caerse.
— ¿Falta mucho?
Al momento en el que su vista logró enfocarse al frente su boca se abrió con evidente
asombro. Sus ojos inspeccionaban la casa en el árbol que se encontraba frente a él.
Unas escaleras de madera llevaban los barandales cubiertos de luces, la casa se veía
totalmente hermosa.
Más al frente había un lago y podía notar que todo se reflejaba perfectamente en las
tranquilas aguas.
Jungkook no pudo apartar la vista de tal belleza.
— ¿Te gusta? —preguntó TaeHyung sonriendo colocando sus manos en sus bolsillos.
— ¿Tu lo hiciste? —esta vez posó su vista en su hyung y pudo notar un asentimiento
de su parte.
— Me di cuenta de que no hemos tenido una cita como es debido. —agregó para
luego mirar a Jungkook.— ¿Por qué no ahora?
La sonrisa del menor se hacía cada vez más grande. Su mirada tenía un brillo
bastante peculiar. Reflejaba felicidad en todas partes, alegría y admiración.
Esta vez TaeHyung había dado en el clavo. Pasó bastante tiempo planeando esto.
Desde que le dieron el alta a Jungkook vino directamente a preparar todo. Pasó casi
una noche entera sin dormir y parte del día por terminarlo solo para él.
— Vamos.
Las escaleras —a pesar de estar hechas de madera— eran como las de una casa
normal por lo que fue más fácil subir, pero aun así eso no quita de que TaeHyung
estuviera al tanto de que el menor no se resbalara por accidente.
Continuaron caminando hasta que entraron a la tan esperada casa. Adentro había una
pequeña mesa con unos cojines en el suelo para que ellos pudieran sentarse. La única
iluminación que había era la de las pequeñas luces que estaba rodeando casi todo el
lugar.
Jungkook continuaba mirando todo el lugar. TaeHyung se le acercó y lo abrazó por los
hombros.
— A esto mi querido Kookie, se le llama un día completo sin dormir. —contestó riendo
un poco.— Literal, no pegué un ojo hasta que terminé.
— Enserio te quedo bastante bonito. —aceptó el menor.— No tenías que hacer esto,
hyung.
— Claro que sí. —respondió.— Jungkook, siéndote sincero, jamás creí que estarías así
en estos momentos. —declaró.— Pensaba que apenas y si nos hablaríamos y si así
fuera no serían cosas de nosotros sino por lo del bebé y eso. —rio un poco.— Pero,
me siento realmente feliz contigo. Eres divertido, atento, a veces un poco terco y algo
agresivo, pero, me has hecho sentir totalmente enamorado de ti en muy poco tiempo.
— Me siento como todo un cursi enamorado de esas series que ve mi madre cuando
quiere deprimirse. —sonrió.— Pero no me arrepiento de decírtelo y jamás lo haré.
Jeon Jungkook, te amo.
— Al parecer fue obra del destino que desobedecieras a tu madre esa noche.
—admitió el mayor riendo.
Ambos continuaron comiendo y riendo. Para ser verdad Jungkook estaba más que
impresionado, TaeHyung se había esmerado con todo. Él había cocinado y el menor
se preguntaba cómo es que no había quemado nada, hasta que fue a la cocina y vio
el recibo del envío del restaurante.
Cuando terminaron de cenar el más grande colocó una manta en el suelo y ambos se
recostaron en ella para ver las estrellas.
— Ya tenemos una bella historia para contar cuando el niño llegue a casa diciendo
que le dejaron una tarea de decir cómo fue la primera cita de sus padres. —dijo
TaeHyung riendo y Jungkook le acompaño con una risa más sonora.— ¿Escuchaste
pequeñín? —dijo esta vez acariciando el vientre ya crecido de Jungkook.— Si te
atreves a decir que tu padre no es detallista te castigo hasta que cumplas los 30.
Al llegar Jungkook pudo notar que aquel lugar también estaba decorado. Había un
pequeño bote a un lado de ellos. TaeHyung solo lo tomó por la mano y se subieron al
bote empezando a remar hasta quedar un poco alejados de la orilla.
— E aquí la parte número dos de nuestra cita. —abrió sus brazos en señal de que
viera todo el lago.
El chico lo miro confundido pero aun así no se quejó y solo se dejó llevar. Continuaron
hablando por un largo rato más hasta que Jungkook no dejaba de preguntarle cual
era la otra sorpresa.
— Okay ya te diré. —contestó riendo porque ya era como la décima vez que su menor
le preguntaba.— Primero, ¿te gusto la casa del árbol? —preguntó recibiendo un
asentimiento de parte del otro.— Que bueno porque ahora es nuestra. —agregó.—
Hace mucho que estaba construida, era de mi padre y pues me la dejó y yo la
arregle. Bueno en realidad contraté gente para que la arreglara, soy muy torpe.
—confesó rascándose un poco la nuca.— Segundo, resulta que también no tendremos
problemas con lo del dinero para las cosas del bebé ni nada de eso porque mi abuela
me dejo algo de dinero, no es mucho pero ayuda. —volvió a agregar.
— ¿Por qué me das todo eso? —preguntó algo curioso.— Se supone que te dejo todo
eso a ti, no a mí.
La boca del chico se abrió a más no poder cuando se percató de lo que estaba escrito
a lo lejos con las mismas luces.
El chico volvió a girarse para ver a su pareja pero este ya no estaba sentado en frente
de él, estaba arrodillado sacando una pequeña caja enseñando un anillo liso de lo que
parecía ser oro.
Solo bastó con eso para que Jungkook asintiera y se acercara a besar a su futuro
esposo.
Quedaba toda una vida por delante para la futura familia. Momentos de felicidad y
tristeza, momentos soleados y lluviosos, pero, si se tenían ellos dos nada más
importaba.
— Te amo, hyung.
— Te amo Kookie.
El bebé se movió un poco y TaeHyung puso sentirlo en vista de que estaba abrazando
a Jungkook.
Se dieron otro beso sellando el momento. Sin duda esa noche la iban a recordar por
el resto de sus vidas.
***
Pd: no esperen capítulo para mañana. No pdré concentrarme por el comeback ahre.
— Ányely.
Capítulo 12
Jungkook conducía lo mejor que podía. Nuevamente no durmió como quería la noche
anterior pero eso no le bajaría el ánimo.
Lo único en lo que TaeHyung no pensó para esa noche fue en la hora a la que se
irían y en llenar el tanque de gasolina de su auto.
Y pues ahí estaba, conduciendo medio dormido. Cuando por fin ''logró'' aparcar su
auto en el estacionamiento de la escuela se bajó de este y caminó hasta la entrada
prácticamente arrastrándose.
Cuando abrió la puerta para entrar todo el mundo se dio la vuelta para verlo.
— ¿Jungkook?
El mencionado se dio vuelta al escuchar una voz muy poco conocida detrás de él.
— ¿Sí?
Jungkook estaba algo confundido no entendía nada. Conforme iban pasando los
segundos un tumulto de personas se iban acumulando alrededor de él logrando que
empezara a sofocarse un poco.
El menor asintió y se sentó para no marearse más de lo que ya estaba. Aún seguía
preguntándose de cómo toda la escuela se enteró de un día para otro sobre su
embarazo.
— ¿No te hicieron nada? —ese fue solo Jimin el que preguntó.— Cuando fui a buscar
casi lo despedazan.
— Debemos descubrir quien soltó la sopa. —esta vez fue el turno del mayor de todos
para hablar.— Luego podré partirle la cara.
— Hasta ahora, las únicas personas que sabemos sobre eso somos tú, —TaeHyung
apuntó a YoonGi.— Jimin-hyung, la señora Jeon, la enfermera y yo.
Todos continuaron analizando quien podría haber regado el chisme hasta que
Jungkook agregó a una persona más a la lista.
— Y HoSeok.
En ese momento TaeHyung y YoonGi solo se miraron para que luego sus rostros
comenzaran a tornarse algo rojo y sus gestos cambiaran a unos evidentemente
molestos.
El menor se levantó y los otros tres hicieron lo mismo. TaeHyung fue a abrir la puerta
para ver si los chicos se habían ido pero cuando logró abrirla un poquito casi fue
halado para sacarlo de allí.
— Si Jungkook sale con todas esas personas, capaz y no lo volvemos a ver vivo.
—respondió apuntando detrás de él.
— A ver, yo me encargo. —YoonGi salió como pudo y se paró en medio del tumulto.—
A ver, cavernícolas. Déjense de estar molestando y muévanse para que Jungkook
salga en paz, si tanto les importa hablar al menos dejen que viva, ignorantes de
mierda, porque si les tocan un pelo se las verán conmigo.
Todos los que estaban cerca se fueron lo más rápido que pudieron del lugar dejando
el pasillo todo solitario. YoonGi volvió a entrar al salón para ver a los chicos y
limpiarse las manos.
— Problema resuelto.
— No digas eso. —esta vez habló su mejor amigo abrazándolo por los hombros.—
Llamé a la artillería pesada.
— Obvio no. —respondió obvio.— Es mejor que eso, mejor que un abogado y jamás
pierde un caso.
***
— Perdón por llegar tarde. —la señora Jeon dejó su bolso en sus piernas después de
que se sentara en la silla que se encontraba frente al escritorio del director.
Jungkook estaba sentado justo a su lado un poco encogido en su mismo asiento con
la cabeza gacha.
— ¿Cuál es el problema?
El director se quitó los lentes que tenía puesto para luego cruzarse de los brazos y
mirar serio a la señora.
— Como sabrá usted, en ningún momento debe interesarle lo que hace mi hijo o no.
—agregó la señora Jeon con calma.— Lo hecho, hecho está. No puede usted estarse
metiendo en las vidas de sus alumnos. Si eso no influye con su enseñanza— apuntó a
su hijo.—no veo el problema.
— Puedo mostrarle el manual si quiere para que se dé cuenta que lo que digo es
correcto. —agregó más serio.— Esta es una institución muy prestigiosa como para
permitir que chismes así se estén divulgando por todas partes.
— Señor director, —esta vez la señora Jeon se levantó y se apoyó en el escritorio del
hombre.— Yo pago dinero por la enseñanza de mi hijo, enseñanza en la cual no he
visto baja por su situación. Así que deje de estar parloteando y hágame el gran favor
de dejar al muchacho en paz. Ya perdí mi cita en el spa por venir a resolver esto. —
se abanicó con sus propias manos.— Y si no quiere llegar a un acuerdo tengo un bello
álbum de fotos en mi casa que muestra las bellas fachas de su querido y admirado
director cuando era estudiante. —esta vez marcó una pequeña sonrisa en su rostro.—
Porque ambos aquí sabemos cómo era en la escuela, y un santo no era.
En ese momento el director abrió los ojos y pestañeo confundido para luego mostrar
un notable nerviosismo.
— Fue un placer hablar con usted. —esta vez puso su sonrisa triunfadora y se arregló
la ropa para luego tomar a Jungkook.
Los Jeon salieron de la oficina del director. En el momento en el que los otros tres
vieron a la señora y a Jungkook se levantaron de donde estaban sentados para
acercarse a ellos.
— Gracias señora Jeon. —agradeció Jimin sonriendo un poco para luego recibir un
abrazo de parte de la mujer.
— No hay de que, pero ahora todos me deben pagar el spa. —suspiró.— Ustedes
hacen que me estrese demasiado.
La mujer después de haber dicho aquello empezó a caminar hacia la salida con un
leve contoneo.
— Jamás me había sentido tan estresado en tan poco tiempo. —agregó Jungkook
sentándose en una banca que había cerca.
TaeHyung se sentó junto a él y le dio un leve beso en la frente para luego masajear
un poco sus hombros.
***
:vvv...
—Ányely.
Capítulo 13.
HoSeok fue el que les dijo a todos que Jungkook y TaeHyung iban a ser padres. Pero
el chico es bastante inteligente, él lo había dicho, pero anónimamente. Lo único que
hiso fue enviar un mensaje a todos sus contactos desde su celular.
¿Cómo los otros no se dieron cuenta que era él? Fácil, solo tuvo que desvincular su
número mientras enviaba el mensaje, así las personas no verían su nombre.
El chisme se fue regando más rápido de lo que esperaba, en solo unos cuantos
minutos toda la escuela sabía lo que ocurría.
— Nuestro plan está yendo mejor de lo esperado. Pronto podremos empezar con la
siguiente fase.
El mismo sabía que lo que hizo estaba mal, pero no entendía por qué sintió ese
impulso de hacerlo. La voz de su cabeza empezaba a hacerse cada vez más
constante, y cada vez más posesiva de sí mismo, como si fuera su propia mente y
fuera ella quien lo controlaba.
No hace mucho que HoSeok vivía solo, desde que se separó de TaeHyung todo
comenzó a ser raro para él. Ya no era lo mismo estar con su familia. Todo se había
vuelto más sombrío para él. Ya no hablaba como antes, ya o sonreía como siempre.
Esa voz había sido a culpable de todo.
''El plan y nada más'' esa frase empezó a reproducirse como un disco rayado en la
cabeza del chico, como si estuvieran lavándole el cerebro, como si estuvieran
borrando todo lo que hay en su mente y eso tendría que ser lo único que debería
recordar.
— El plan y nada más. —fue lo último que repitió HoSeok antes de tirarse a su cama y
quedar profundamente dormido.
***
— ¡Date prisa TaeHyung! —YoonGi le grito pero a la vez susurró a TaeHyung, quien
se encontraba trepándose por los árboles para poder entrar a la habitación de
HoSeok.
Esperaron hasta la noche para poder ir a ''hablar con el'' y como no fueron
inteligentes pues no llevaron escaleras y tuvieron que trepar.
YoonGi aún no bajaba la guardia y después de darle un zape al menor por menso y
torpe se acercó al menor para luego subirse a la cama y sostenerle las manos a lo
que TaeHyung le sostenía los pies.
— ¿Qué carajos? —HoSeok empezó a moverse para soltarse del agarre de los chicos
pero resultaba en vano. Eran dos contra uno.
— Ahora si vamos a hablar HoSeok. —YoonGi dijo aun sosteniendo las manos del
chico.— Dime ¿tú le dijiste a toda la escuela que Jungkook y TaeHyung iban a ser
padres?
— ¿Y que si yo les dije? No veo el problema. —dijo logrando que zafarse del agarre de
YoonGi para luego sentarse en la cama.— Si ambos están tan felices por ser padres
no veo porque no compartían su felicidad con los demás.
— Escúchame bien HoSeok. —esta vez fue TaeHyung quien habló.— Si vuelves a
estar siquiera un poco cerca de Jungkook, te mato. —puntualizó más serio de lo
normal.— No lo toques, no lo mires, no pienses en acercarte, ¿me oíste?
Tanto HoSeok como YoonGi estaban asombrados por la actitud un tanto posesiva del
menor de los tres.
— No te quiero hacer daño porque, aunque no estemos juntos, me sigues
importando. —agregó.— Puedes maltratarme todo lo que quieras, pero a ellos no.
¿Entendiste?
— Y ni se diga que si llego a enterarme que le hiciste algo. —habló YoonGi.— Porque
si vez a TaeHyung así, no vas a querer conocerme cuando estoy furioso.
El mayor aún seguía confundido por lo que acababa de escuchar. Se sentía algo
aterrado y a la vez aliviado de saber que tenía una excusa para no acercarse más a
Jungkook.
En realidad HoSeok no quería dañar a nadie. Su mente estaba en una lucha constante
contra su subconsciente. Estaba seguro de que no podía dañarlo, pero a la vez debía.
Creía que él no estaba embarazado, creía que todo era una falsa para terminar de
amarrar a TaeHyung a Jungkook.
No creía y a la vez sí, no quería dañarlo y a la vez sí. Todo eso lo tenía confundido.
— ¿Por qué debería? —respondió con un tono sombrío.— El plan apenas comienza.
El chico pus una sonrisa macabra en su rostro. Sacó su teléfono y se puso de pie.
Marco el número que tanto sabía y llevó su celular a su oreja.
— Ányely.
Pd2: estaré escribiendo unos capítulos sueltos de vez en cuando (cosas que pasaran
en el futuro o que ya pasaron (en el pasado obviamente)). Pero avisaré para que no
se pierdan.
Ahora si me voy.
Paz.
Capítulo 14.
Jungkook corría y corría por los pasillos de la escuela escapando de HoSeok y otro
chico que lo venían persiguiendo. Se sentía cansado, mareado y agregándole algo
más al asunto comenzaba a sentirse enfermo. El día de hoy se había convertido en
algo inimaginable para él. Se sentía aterrado. Quería que los que lo perseguían
desaparecieran y lo dejaran en paz. Él no les había hecho nada malo a ninguno. A
pesar de que no tenía conocimiento acerca de la otra persona que estaba con HoSeok
también sentía que no le había hecho nada. El no tenía la culpa de que fuera
TaeHyung específicamente quien se involucrara con él, pero lo que pasó paso y no
puede retroceder el tiempo.
Las voces estaban empezando a escucharse cada vez más fuerte y más cerca de
donde se encontraba escondido. Tenía miedo, mucho miedo. Para el colmo estaba
solo. No sabía dónde estaba TaeHyung. No sabía dónde estaba YoonGi o Jimin. Ni
siquiera sabía dónde estaba su madre. Tampoco encontraba su celular, no recordaba
dónde lo había dejado y justo en esos momentos se maldecía a si mismo por tener
tan mala memoria la mayoría del tiempo.
El menor pasaba salón por salón tratando de abrir alguna puerta, pero es sábado y
todos los salones están cerrados con llave. Continuaba corriendo por todas partes
hasta que al fin encontró un lugar donde esconderse.
La oficina del director. Jamás se había sentido tan feliz de estar en ese lugar con
ahora.
A la hora en la que logró entrar colocó todo lo que pudo frente a la puerta para poder
trabarla e impedir que HoSeok entrara. Cuando lo consiguió fue a una de las esquinas
y se sentó rodeando su vientre de manera en la que pudiera protegerlo.
El sonido de alguien golpeando la puerta con una evidente fuerza y furia hizo que se
sobresaltara y volviera a sentirse acorralado como una presa que cayó en la trampa.
— Vean que tenemos aquí. —HoSeok apareció desde la oscuridad que había en el
lugar.— El pequeño Jungkookie. Todo indefenso, sin su querido YoonGi ni su amado
TaeHyung. Y sin dejar fuera a su mano derecha, Jiminie. Me doy cuenta de algo
¿Dónde están los amigos cuando se necesitan?
— Tienes razón. Yo no soy así. —aceptó.— Eso era antes de que aparecieras para
arruinarlo todo. —dijo acercándose al menor tomándolo por el cuello.— Todo estaba
perfectamente bien hasta que apareciste. Me llevaba bien con mi familia, tenía un
novio fantástico, yo era feliz. Pero no. Jeon Jungkook tenía que venir a entrometerse
en todo.
— Y-yo no tengo l-la culpa d-de esto H-HoSeok. —dijo difícilmente ya que le estaba
costando hablar.— Y-yo no me entrometí c-contigo y-y tu familia.
El chico estaba tratando de zafarse del agarre que cada vez se hacía más fuerte
impidiéndole respirar.
El mayor duró unos segundos antes de soltar a Jungkook haciendo que este caiga
directamente al suelo tosiendo.
— N-no por favor HoSeok. M-mi bebé... —el seguía tartamudeando hasta que HoSeok
empezó a reír sarcásticamente y acercó más el arma al menor.
— No me vengas con eso del bebé por que no te creo absolutamente nada. Arruinaste
mi vida y pagarás por ello.
— N-no. P-por favor. —el menor continuaba rogándole para que no le hiciera daño.
El chico ignoró completamente las peticiones del menor y soltó el seguro del arma. Lo
único que se escuchó fue un disparo luego para Jungkook todo pasó a ser negro.
***
— ¡HoSeok no! —el menor se sentó de golpe en su cama. Su cara estaba toda sudada
y la fiebre que tenía se había elevado bastante.
El chico había vivido la peor pesadilla de toda su vida. Sentía que todo eso había
pasado realmente.
El mayor pasó una mano por la frente del menor para ver cómo estaba.
— Estas ardiendo. —dijo para levantarse.— Recuéstate. Iré a buscar un paño húmedo
para ver si baja un poco.
— Sí que estas nervioso. —TaeHyung empezó a preparar el paño con agua para el
chico.— Relájate, no te pasará nada.
— ¿Y-y si HoSeok me ataca? ¿Y-y si le hace daño a nuestro bebé? —preguntó con
miedo.— N-no quiero que nada le pase.
— Estoy contigo Jungkook. ¿Si? —dijo mirándolo a los ojos.— Ambos son demasiado
importantes para mí como para permitirles que algo les pase. HoSeok no se acercará
a ti. Todos estamos contigo. YoonGi, Jimin, yo. Siempre estaremos contigo. —se
acercó a su pareja y le dejo un dulce beso en la frente. Jungkook cerró los ojos al
sentir la suave piel de los labios de TaeHyung.— Ahora descansa. No te hace para
nada bien estresarte de esa manera. Duerme y ya mañana te sentirás mejor.
Jungkook asintió y se recostó. Tomó una de las manos de Tae y la entrelazó con una
de las suyas.
TaeHyung solo suspiró y se puso a acariciar la espalda del menor para tranquilizarlo.
***
— Ányely.
Capítulo 15.
Había pasado una semana más y todo estaba tranquilo. Jungkook y TaeHyung ya
sabían el sexo de su hijo por lo que el mayor se fue con YoonGi a la tienda por que
iba a empezar a comprar las cosas y así no dejar todo para el último momento.
O se imaginan todo lo que tuvo que hacer TaeHyung para que YoonGi fuera con él a
la tienda. Tenía planeado traer a Jimin en primer lugar —a petición de Jungkook, ya
que conocían como era TaeHyung— pero resulta que Jimin debía ir a ayudar a su
familia con algo en Busan y YoonGi fue el que tuvo que acompañarlo. ¿Por qué fue
YoonGi y no Jungkook? Pues el chico tenía sueño y no quería salir. Así de fácil.
— ¿Crees que esto es bonito? —TaeHyung tenía en manos un pequeño vestido color
morado con puntos blancos y un pequeño lasito en un costado. YoonGi
instantáneamente se puso una mano en la barbilla con cara de concentración.
— Oh, no lo preguntaba por eso. —dijo tranquilo.— Lo pregunte por que mi madre me
dijo que le comprar algo bonito porque tiene que darle una regalo a una de sus
compañeras del trabajo que va a tener una niña.
YoonGi asintió y continuó en lo que estaba. Pasaron horas y horas buscado ropa para
bebés. TaeHyung veía muchas cosas pequeñitas y se imaginaba a su hijo usándolas.
Lo adorable y tierno que se vería en sus brazos o los de Jungkook.
No iba a mentir. TaeHyung no tenía ni la más mínima idea de cómo ser un padre,
pero nadie nace sabiendo las cosas, uno las aprende con el transcurso del tiempo y
eso era lo que tenía planeado hacer. Aprender. Aprender porque ya no solo sería el.
Estaba su hijo pero también estaba Jungkook. Además de ser un buen padre quería
ser un buen esposo. Cariñoso, detallista, leal, fiel, amoroso. Jungkook se merecía eso
y más.
— ¿En qué tanto piensas rarito? —YoonGi se encontraba moviendo un poco a
TaeHyung para que volviera a la realidad.— Creí que te habías ido a tu planeta natal
en uno de esos alejados.
El chico soltó una pequeña risita y se sentó en una de las bancas que había en el
centro comercial.
— ¿Crees que lo estoy haciendo bien? —preguntó mirado a las personas pasar.
— Digo. —esta vez se acomodó y se quedó viendo a YoonGi.— ¿Crees que estoy
haciendo las cosas bien con Jungkook? Bueno, tu eres uno de sus mejores amigos, lo
conoces primero que yo, debes saber si algo cambio en él o no.
La sonrisa del chico se ensanchó un poco más y bajo la cabeza algo sonrojado.
Ambos chicos empezaron a caminar para poder salir del centro comercial. TaeHyung
iría a ver a Jungkook y YoonGi a ver si Jimin ya regresó.
El sonido de un celular sonando hizo que ambos se detuvieran para poder revisar cuál
de los dos era. TaeHyung se dio cuenta que se trataba del teléfono de YoonGi cuando
este se lo llevó a la oreja para contestar.
— ¿Hola?
— ¿Y-YoonGi?
— ¿Jimin? —el mayor frunció el ceño al escuchar la voz de su pareja.— ¿Por qué me
estas llamando desde un número desconocido?
— Tú y TaeHyung deben venir a la casa de Jungkook rápido. —la voz del chico se
escuchaba bastante agobiada y nerviosa. Lo curioso el que el mayor escuchó unos
sollozos en el fondo.— Dense prisa.
— N-No HoSeok no hizo nada. —respondió aun algo nervioso.— Solo apresúrense.
— Algo pasa con Jungkook. Debemos ir rápido a su casa. —ambos chicos asintieron y
fueron lo más rápido que pudieron a la casa del menor.
***
Min YoonGi y Kim TaeHyung jamás habían subido unas escaleras tan rápido como ese
día. Ambos volaron prácticamente.
De la forma en la que Jimin le había hablado a su pareja quería decir que las cosas no
estaban del todo bien.
Los chicos casi rompen la puerta cuando la abrieron. Al entrar se encontraron con un
Jimin tratando de levantar a Jungkook del suelo, quien se encontraba medio
agonizando en el mismo.
— ¿Q-Qué le pasa? —TaeHyung fue rápido para ayudar a Jimin a levantarlo.
El rostro de los otros dos chicos se tornó en uno más que preocupado. YoonGi se
acercó a Jimin y a TaeHyung para también darles una mano en eso.
— E-El b-bebé...—dijo apenas en un susurro.— D-Duele. —el chico tenía las manos en
su vientre y estaba encorvado hacía en frente.
— H-Hyung. —esta vez volvió a susurrar como si estuviera pidiendo ayuda. — N-no p-
pued-... —Jungkook dejó la palabra al aire porque de un momento a otro perdió el
conocimiento.
TaeHyung al ver que no serviría ni funcionaria llevarlos entre los tres lo cargó él solo.
— Hyung, ve y busca un auto, rápido. —el mayor de los cuatro asintió y bajo
rápidamente las escaleras.— Hyung. —esta vez miró a Jimin.— Quita cualquier cosa
que pueda estorbar mi camino. —el otro rápidamente asintió y abrió la puerta de la
habitación y fue despejando el pasillo para que a TaeHyung se le hiciera más fácil el
salir.
Cargo a Jungkook de forma nupcial y salió lo más rápido que pudo de esa habitación.
Bajó las escaleras con sumo cuidado de no hacerle más daño y se dirigió al auto que
YoonGi ya tenía encendido. Jimin abrió la puerta de atrás para que pueda entrar. El
mayor acomodó a Jungkook como pudo y luego entró el. Sentó a Jungkook como
pudo y lo abrazó apoyando su cuerpo con el suyo para evitar que se fuera a mover.
Cuando llegaron todo fue un alboroto. Entraron como si fueran policías, gritando
''muévanse'' o ''déjennos pasar tenemos una emergencia aquí'. Algunos enfermeros
llegaron súper rápido para poder atender a Jungkook. TaeHyung le explicó la
situación del porque trajeron a Jungkook así y que le había pasado. Los enfermeros
asintieron y se lo llevaron para revisarlo pero TaeHyung no pudo entrar con ellos. A la
hora en la que le dijeron que el doctor quería hablar con él estaba súper nervioso. No
es la primera vez que escuchaba esa frase, pero sentía que esta vez tenía que ver con
algo diferente.
— TaeHyung. —el doctor que había atendido a Jungkook estos meses estaba sentado
frente al menor con una libreta médica en las manos.
— ¿Qué le pasó doctor? ¿Por qué se sentía tan mal? Eso no es normal.
— Te diré algo. —el médico se quitó unos lentes que tenía y los puso en su
escritorio.— Si quieres que las cosas sigan normal. Que Jungkook esté bien y junto
con él su bebé. O que no tenga un aborto o parto prematuro. Debes mantenerlo lo
más sereno posible. Nada de lo que le está pasando le hace bien.
El chico escuchaba atentamente cada una de las palabras que el doctor le decía
grabándolas con punto y coma.
— Le daré unas pastillas para el dolor de espalda. Eso ayudará a que pueda dormir.
—dijo escribiendo la receta en su libreta para luego arrancar a hoja y pasársela a
TaeHyung.— Como me dijiste que él come bien, supongo que las cosas seguirán así.
Ya dejo en tus manos lo de que no se vuelva a estresar.
— E-el. —dijo tartamudeando ya que no sabía cómo articular las palabras.— C-casi
tiene un aborto instantáneo.
Jimin abrió los ojos y se llevó las manos al rostro tapándose la boca. YoonGi suspiró y
se pasó las manos por la cara.
— Pero ¿no paso, verdad? —preguntó nuevamente Jimin recibiendo una negación de
su amigo.
— Ya nada de esto puede seguir así. —aclaró YoonGi.— Debemos alejarlo de todo
esto.
— Justamente tenía esa misma idea. De hoy en adelante se dónde llevar a Jungkook
para que se aleje. —dijo TaeHyung.— Solo necesito que salga de aquí y lo alejaré de
todo lo malo. Lo haré. Esto no se puede repetir.
***
— Ányely.
��]�~�r
Capítulo 16.
Todo al fin estaba tranquilo. El sol brillaba, no había nubes en el cielo y se podía
sentir la paz.
Hace unos días los chicos se habían graduado de la escuela y al fin se sentían
totalmente libres de no tener que trasnocharse haciendo tareas o de no tener que
levantarse temprano para tener que ir a ese lugar tan horroroso e incomprensible.
TaeHyung se fue con Jungkook a la playa para celebrar y para mantenerlo alejado de
las loqueras de la ciudad. Pero lo que el menor no sabía era que su novio le tenía una
linda sorpresa.
— ¿Hola? Hyung. —el chico estaba hablando con YoonGi quien venía de camino junto
con Jimin.— ¿Van llegando?... Si, ya está todo listo, no dormí para eso... No, —esta
vez se dio vuelta para ver a Jungkook, quien seguía dormido placenteramente en la
cama.— Aun sigue dormido... No sabes lo difícil que fue salir para irme a preparar las
cosas... Si... ¿Ellos vienen con ustedes? Oh genial. —el chico volvió a voltearse al
escuchar unos pequeños gruñidos.— Jungkook está despertando, hablamos en unos
minutos. —susurró eso último para luego colgar y acercarse a su pareja.
El menos se veía tan tierno cuando se despertaba y en estos momentos más. Cargaba
una de las playeras de TaeHyung —ya que había ensuciado una de las pocas limpias
que aun tenía— y le quedaba sumamente grande aun cuando su vientre estaba
bastante crecido. El chico se sentó en la cama y se restregó los ojos con sus puños.
TaeHyung quería comérselo a besos por lo adorable que se veía.
Se sentó al lado de su menor y le puso el desayuno al lado para luego darle un corto
beso en los labios.
— Buenos días. —dijo TaeHyung con dulzura dejando completamente de lado lo que
había dicho Jungkook.— ¿Cómo dormiste?
— Iré a ver si encuentro n lugar donde podamos lavar la ropa. —se rascó la nuca y rió
un poco.— Cuando termines sal a tomar un poco de aire. Ya limpié las sillas.
— ¡Sí! —el menor asintió como si fuera un niño pequeño y continuó comiendo.
TaeHyung l dio otro corto beso y salió de la pequeña casa. Rápidamente se fue hacia
la parte de atrás y buscó la ropa que tenía escondida allí. Se vistió lo más rápido que
pudo y volvió al frente para poder esperar a Jimin y los demás.
***
Jungkook entró al baño tranquilo y vio que sobre una pequeña mesa que había allí
había una camisa y unos pantalones blancos. Se preguntaba donde TaeHyung buscó
eso. Si fue que llevó uno de sus propios pantalones y los baño en cloro o no sé qué.
Dejó esas ideas a un lado y se concentró en vestirse para poder salir a tomar algo de
aire.
Los cuatro se movieron dejando ver a TaeHyung parado frente al arco con una
hermosa sonrisa en su rostro. Al lado de TaeHyung se encontraba otro hombre,
parecía ser un sacerdote. Aunque no tuviera túnica sabía lo que era.
— Se supone que si te pedí matrimonio algún día deberíamos casarnos, ¿no crees?
El chico abrió más la boca pero luego en su rostro apareció una sonrisa indescriptible.
TaeHyung lo tomó de las manos y ambos se pararon frente al pequeño pero bello
altar y escucharon las palabras del sacerdote.
— Hoy estamos aquí reunidos para celebrar la unión de Kim TaeHyung y Jeon
Jungkook en el don del sagrado matrimonio. —el hombre empezó a hablar mientras
que ambos jóvenes no dejaban de mirarse a los ojos con una sonrisa. Ambos se veían
tan enamorados el uno del otro.— Han tomado la decisión de pasar el resto de sus
vidas como uno solo. Tendrán problemas en el camino, pero juntos sabrán como
resorberlos.
Todos prestaban atención a lo que decían. Las madres de los chicos estaban
abrazadas tratando de no llorar por que son bien rudas y sus hijos no podían verlas
así. Jimin y YoonGi se sostenían de las manos y sonreían.
— ¿Prometen ustedes dos aceptar lo defectos del otro? —preguntó el padre recibiendo
un acepto de ambos chicos.— ¿Prometen ustedes dos aceptar los hijos que Dios les
mande sin distinción? Y aparentemente no duraran mucho esperando. —dijo eso
ultimo riendo a lo obvio que era que ya estaban esperando un hijo. Los chicos
volvieron a repetir el acepto.— ¿Y los anillos?
TaeHyung miró a su madre y esta se levantó para darle los anillos a su hijo y luego
este se los dio al sacerdote para que los bendijera. Luego de eso ambos se lo
pusieron y volvieron a tomarse de las manos.
— ¿Alguien tiene algo que decir? —preguntó mirando a las cuatro personas que
habían en el lugar sentadas frente a ellos.
— ¿Alguien más?
— TaeHyung, —esta vez fue Jimin quien se levantó.— Me cuidas a Jungkook, porque
si no YoonGi-hyung y yo te mataremos, es como mi hermanito y haría cualquier cosa
por él. Ya. —y con eso se sentó.
— Señora Kim.
— Todos aquí están amenazando a mi hijo, así que yo haré lo mismo. —agregó y
TaeHyung abrió la boca algo indignado.— No te sorprendas, te conozco, se lo cabeza
hueca que eres. Cuídalo bien, se nota que se quieren mucho. Además, también es mi
nieto así que no la cagues. —la mujer se sentó.— Continúe.
El padre soltó una pequeña risa y negó con diversión para continuar con la
ceremonia.
— Si alguien no se opone ahora no habrá marcha atrás. —dijo y como vio que todos
le hicieron señas para que continuara no tuvo más opción.— Lo que ha unido Dios que
no lo separe el hombre. Los declaro marido y... marido. —agregó riendo e hizo
silencio. Los demás lo miraron como que ''diga lo que sigue rápido''— ¿Qué? No me
miren así, no tengo para que decirlo, apuesto a que ya saben bastante bien como
besarse.
Dicho esto ambos chicos se miraron para luego sumirse en un dulce y suave beso
lleno de sentimientos. La familia de ambos chicos empezaron a aplaudir como locos.
Después de unos segundos ambos chicos se separaron y miraron a los demás. Todos
comenzaron a lanzarles arroz a la cabeza y Jungkook solo reía.
El menor esta que rebosaba de felicidad. Ese sin duda era uno de los mejores días de
su vida y quedaría con él por siempre.
Todos ahí estaban felices. TaeHyung cada vez se esmeraba más con las sorpresas
para Jungkook, y eso al menor le fascinaba.
— ¿Siempre juntos? —esta vez fue TaeHyung quien le preguntó a Jungkook mirándolo
a los ojos.
— Siempre juntos.
Volvieron a besarse y así quedar sellados como uno solo.
***
Beio, beio, beio. Quiero un TaeHyung en mi vida ¿Dónde lo consigo? Alguien dígame.
Lo curioso es que yo soy la que me hago bullying escribiendo cosas así. Mejor
volvamos al dolor. Eso no me hace daño. :v
He muerto con el video de Not Today. ¡Váyanse a reproducir esclavas! Okno. ¡Paz!
— Ányely.
Capítulo 17.
Jungkook y TaeHyung habían vuelto a la ciudad. Tenían que comprar más cosas, el
menor quería ir ya que no iba a dejar ir solo al idiota de su esposo a comprar las
cosas. También fue porque quería un helado y en la playa no había.
Ambos iban mirando las tiendas hasta que encontraran las de cosas de bebé. El
menor miraba las cosas asombrado. Hace mucho que no salía de su casa a ver los
alrededores y se sentía algo excluido de la sociedad pero a él le valía y por eso no le
importaba mucho.
TaeHyung soltó una pequeña risa y abrazó a Jungkook por los hombros.
— Que hace mucho te dije que tenía dinero, pero como tenías hambre no prestaste
atención. —el chico continuó su risa recibiendo un leve golpe en el hombro y una
sonrisa del menor.
Continuaron revisando todo. Jungkook no sabía si tenían espacio para todo lo que
compraron, aparentemente TaeHyung tenía bastante dinero ya que no le tembló la
mano a la hora de aflojar su tarjeta de crédito para pagar, y eso, que habían
comprado muchas cosas. Habían pagado también el envío a la casa de su madre por
que fue decisión de ambos decir que pasarían los primeros años viviendo todos allí
—también porque la señora Jeon amenazo con desheredar a Jungkook si no se volvía
a mudar con ella, porque según la mujer, aún seguía castigado de por vida por
haberse embarazado— así que no tuvieron muchas opciones.
Ambos seguían caminando por el centro comercial tomados de la mano. Todo estaba
fluyendo grandiosamente bien para los recién casados. Otra de las razones por la que
habían salido de la casa en la playa es porque Jungkook ya cumplió mes más y tenía
cita con el obstetra. Solo faltaban tres meses más para poder tener a su pequeño.
Cada vez lo esperaba más con ansias.
Salieron del centro comercial y se fueron a un parque que había cerca para poder
sentarse y estar tranquilos hasta que su cita llegara. Se sentaron en una banca a ver
como los niños jugaban con sus padres. TaeHyung acariciaba el dorso de la mano de
Jungkook con suavidad.
El celular del mayor empezó a sonar y este contestó. Jungkook se concentró en una
ardilla siendo perseguida por un gran perro que iba pasando por el frente ellos.
***
— Creo que debería estar en la esquina, hyung.
Como el menor no puede poner mover los muebles pasados, le tocaba a TaeHyung y
para su mala suerte, puede que justamente hoy Jungkook estuviera un poco indeciso
en cuanto como arreglar la no tan pequeña estancia.
El mayor movió la cuna —la cual pesaba bastante— a la esquina donde su esposo le
había dicho.
— No, no, no, espera. —lo frenó Jungkook.— Déjalo donde estaba, se ve mejor allí.
El mayor miró al cielo y le pidió paciencia a Dios para no matarse. Volvió a empujar la
cuna al lugar donde estaba y se tiró al suelo en señal de me rindo.
Justo estaba echando el líquido tranquilamente en el vaso cando siente nos leves
estirones y bastadas en su vientre.
El menor se detuvo dónde estaba y solo respiró profundo esperando a que la molestia
pasa —la cual solo duró unos segundos— para volver a subir las escaleras.
Jungkook ya sabía cómo controlar esas molestias porque desde que se levantó en la
mañana ha estado sintiendo aquello.
— S-solo m-me cansé un poco. N-no es nada. —respondió tratando de formular una
sonrisa sin mucho éxito.
Cuando el menor se puso de pie la ''molestia'' que tenia se intensifico hasta el punto
en el que se convirtió en una contracción. Jungkook soltó un pequeño jadeo de dolor
y sintió algo líquido correr por sus pantalones.
— ¡A-ah! —las contracciones del menor se hacían más fuertes y frecuentes conforme
pasaban los minutos haciendo que cerrara los ojos con fuerza y se retorciera un poco
en su asiento.
— A-aguanta, Kookie, aguanta. —dijo Tae cuando logró visualizar el gran letrero
donde decía Hospital frente a sus ojos.— Estamos aquí, ya llegamos, ya llegamos.
TaeHyung bajo lo más rápido que pudo del auto sin siquiera aparcarlo, lo rodeo y se
fe directo donde Jungkook quien estaba casi agonizando. Entró corriendo a la sala de
emergencias y llamó a todas las enfermeras posibles para que lo ayudaran. Colocaron
a Jungkook en una camilla.
— Estarás bien. —dijo dándole un corto beso en los labios.— Ambos lo estarán.—dijo
para ver como alejaban a su esposo en la camilla y se perdían en el pasillo.
Lamentablemente no lo dejaron entrar a la sala de partos por que tenía que quedarse
a llenar unos papeles del hospital, entonces se quedó con la incertidumbre y los
nervios a más no poder. Lo último que vio fue a su pareja irse sabiendo que su hijo
ya venía en camino.
***
Ya no sé qué hacer con mi vida ;-;, de verdad. Siento que esta wea se estaba
poniendo aburrida y se me estaba acabando la imaginación.
Aún falta para el final, que allá nacido el bebé no quiere decir que el fic se vaya a
terminar :v.
Pd: ahora si se va a prender esta wea, dije anterior mente que se me estaban
acabando las ideas, pero era sobre que poner mientras Kook aún estaba embarazado,
tengo todo un mundo echo en mi cabeza sobre que va a pasar cuando ya no lo esté
:v.
Mejor me voy.
— Ányely.
TaeHyung caminaba de un lado a otro sin saber cómo controlar sus nervios.
— TaeHyung.
— ¿Qué pasó? ¿Sabes algo de ellos? —preguntó el peli-rosa para luego recibir una
negación por parte del menor.— Relájate, ya vendrá a decirte que todo salió
perfectamente y que Jungkook y tu hijo están bien.
— Llevan casi cuatro horas ahí, hyung. —agregó tae moviendo sus piernas en forma
nerviosa jugando con sus manos.— Me tiene vuelto loco. Siento que entraré a la
fuerza a ver qué pasa.
— Sígame.
El doctor se dio media vuelta y empezó a caminar por el extenso pasillo. Jimin y
YoonGi empujaron al chico para que reaccionara y lo siguiera. Al instante empezó a
trotar para poder alcanzar al doctor.
El hombre entró en una pequeña oficina y le pidió que tomara asiento frente a él, a lo
cual obedeció rápidamente.
TaeHyung volvió a respirar normalmente al escuchar esas palabras. Sintió que el peso
que tenía en sus hombros se iba desvaneciendo.
— Pero Jungkook deberá permanecer aquí unos días más de lo acostumbrado, solo
para mantenerlo en revisión. —agregó el doctor y esta vez fue el turno de TaeHyung
para asentir.
Ambos empezaron a caminar hasta llegar al piso de maternidad. En ese lugar había
muchos bebes en sus respectivas áreas. El doctor le abrió la puerta para que entrara
lo cual TaeHyung no dudó ni un segundo.
El doctor Park se detuvo frente a un lindo y gordito bebé. Sus pequeños labios tenían
ligero tono de rosa y sus ojitos estaban cerrados. Para Tae esa era la imagen más
bella que jamás había visto. Su hijo lo había segado de todo lo que hubiera alrededor,
solo podía concentrarse en él.
El chico tomó la pequeña persona en sus manos. Se veía tan frágil, tan delicado como
el mismo cristal. El tenerlo en sus brazos era una sensación que no cualquiera puede
sentir.
La sonrisa de TaeHyung no podía ser más grande que en ese momento, estaba que
sentía que no necesitaba nada más.
Caminaron por un rato hasta que llegaron a una habitación en el quinto piso. Se
preguntaba porque lo habían llevado a un piso tan alto pero luego de un rato le perdió
importancia.
Los ojos del menor se iluminaron al instante al ver a su esposo cargando a su hijo.
Los demás sonrieron cariñosamente mirando la pequeña escena. El chico se acercó a
la camilla donde estaba acostado su querido esposo.
— ¿Cómo te sientes?
— Como una mierda hecha de gelatina. —agregó haciendo una mueca.— Me duele
hasta respirar. Pero después de todo valió la pena.
— Míralo, hyung. —dijo mirando a su hijo con admiración. — Se ve tan lindo, tan
frágil y delicado. —el menor estaba acariciando suavemente la mejilla del bebé.—
Nuestro pequeño SookYong.
— Lamento interrumpirlos pero tengo que llevarme al pequeño. —dijo con una voz
suave y relajante.
— No por favor. —dijo Jungkook haciendo un puchero.— Quiero quedarme con él.
— Lo siento pero me temo que eso no se podrá. —respondió con un rostro sereno.—
Necesitamos llevarlo con los demás bebés.
TaeHyung con algo de pesadez tomó a su hijo con sumo cuidado y se lo entregó al
hombre.
— Y eso que el niño no tiene ni un día de nacido. —dijo la señora Jeon limándose las
uñas. Los demás la miraron con cara de ¿enserio? Ella solo se encogió de los hombros
y agregó:— No me miren así, recuerden que soy madre de este escuincle.
Todos rieron menos Jungkook. La puerta volvió a sonar dejando ver a otro enfermero.
***
— Ányely.
Capítulo 19.
— ¡Déjenme! —Jungkook cada vez se movía más. Todos en el cuarto habían tenido
que sostenerlo para que no se levantara. No sabían de donde había sacado tanta
fuerza si hace un rato sentía que si se movía le iba a dar algo, pero justo ahora está
el solo contra cuatro y estaba ganándoles.
Luego tenemos a TaeHyung. El chico estaba que ni podía hablar, sus manos
temblaban y no dejaba de caminar de un lado a otro. Su mente estaba hecha un puro
desastre, no sabía si matarse, si quedarse vivo, si matar a HoSeok, si dejarlo vivo, si
quedarse con Jungkook para que no le dé una crisis nerviosa más grande de la que ya
estaba pasando o si irse a buscar a su hijo.
— ¡Ah! —el chico soltó un fuerte grito ronco y se acuclilló en el suelo cubriendo su
rostro. Jimin fue hacia el para darle apoyo.
Tanto YoonGi como Jimin podían sentir la desesperación, la angustia y el dolor de sus
amigos, la verdad no se imaginaban lo que los dos deben estar sintiendo en estos
momentos.
— Mataré a ese maldito. —masculló TaeHyung con furia levantándose del suelo.—
Puedo aceptar que me joda la vida a mí, pero no a mi hijo ni a Jungkook. Pasé lo de
la otra vez porque no pasó nada tan grave pero esta vez cruzó la línea. Se llevó a mi
hijo, mi hijo. —agregó señalándose a sí mismo.— Nadie se mete con mi familia.
El chico caminó hasta el menor e hizo que lo mirara a los ojos. Jungkook aún no
dejaba de llorar, las lágrimas no dejaban de salir. Con su pulgar quitó las pequeñas
gotas que quedaban en sus mejillas y le dio un corto beso.
— Lo traeré de vuelta. —le susurró.— Lo prometo. —el chico observo que a Jungkook
parecía no funcionarle bien la mente en esos momentos por lo que solo dio un
pequeño asentimiento. — Tu solo descansa.
Jimin al ver que los dos chicos salían de la habitación también se levantó y se fue con
ellos, no sin antes decirle a la señora Jeon que no dejara a Jungkook solo ni un
segundo. Salieron del hospital y se fueron en busca de HoSeok.
***
Con una simple patada TaeHyung rompió la puerta de la casa del mayor. Tenía tanta
furia que ni sintió el golpe, solo estaba concentrado en encontrar a su hijo.
— ¡Jung HoSeok! —todos empezaron a llamarlo sin nada de tacto, solo querían que
aparecieran.
— Ya sé dónde está.
***
— ¡HoSeok! —el chico subía las escaleras toda viejas y maltratadas hasta salir de ese
oscuro sótano de la casa abandonada en el bosque. Había recordado que ahí fue
donde el mismo HoSeok llevó a Jungkook la vez que estuvieron en aquel lugar.— ¡Sal
de tu escondite cobarde! ¡Y devuélveme a mi hijo, hijo de puta!
Al instante en el que puso un pie puedo percatarse de una de las imágenes más
escalofriantes de su vida. HoSeok estaba cargando a su hijo con un brazo y en el otro
se podía ver un arma. El chico al percatarse de que ya no estaba solo puso una
sonrisa bastante macabra en su rostro.
— Deja a mi hijo. —dijo con voz suave acercándose poco a poco.— Puedes
molestarme a mí todo lo que quieras, pero déjalo a él.
— ¡No te acerques! —dijo esta vez apuntando a TaeHyung. El chico se frenó y HoSeok
bajó su arma para volver a ver el niño.— Tengo que admitir que es un bebé muy
tierno. —agregó sonriendo un poco.— Y pensar que este bebé podría ser nuestro.
¿Sabes algo? Si fueran otras las circunstancias no estaríamos aquí. Tu estarías muy
feliz acompañando a tu esposo en el hospital adorando a su recién nacido hijo y yo
estaría acompañando a mi madre donde sea que se encuentre en este momento.
—admitió.— Pero las cosas no son así. —dijo poniendo un rostro serio, subió la vista y
miro a TaeHyung.— Y lamentablemente, este bebé se parece demasiado a Jungkook.
Justo en ese momento otra puerta que estaba detrás de HoSeok es abierta dejando
ver al chico que se había llevado al bebé en el hospital.
— ¿Acaso estás loco? ¿Qué haces aquí? Te dije que te quedaras descansando. —lo
regañó.
— L-lo siento. —se disculpó. — P-pero no podía descansar con lo que está pasando.
Ambos chicos quedaron viéndose por nos segundos hasta que el llanto del pequeño
SookYong se escuchó nuevamente. Jungkook reaccionó e intentó acercarse pero
TaeHyung lo detuvo.
— Miren que tenemos aquí. —habló HoSeok.— La hermosa familia Kim. —la sonrisa
siniestra volvió a aparecer en el rostro del mayor. — Anota la fecha NamJoon. —le
dijo al hombre.— Porque este día será uno que jamás olvidarás.
***
Lamentablemente (según creo yo), no falta mucho para el final. Sé que el fic será
algo cortito pero ya los demás fics que escriba buscaré que sean más largos.
— Ányely.
Capítulo 20.
El menor cada segundo que pasaba sentía que iba a morirse. Aún estaba mal, se
sentía mal, debería estar en recuperación, la pérdida de sangre aún sigue mostrando
efecto y uno de esa notoriedad es lo mareado y débil que está. Sumándole a eso está
el nerviosismo y al mismo tiempo impotencia. El chico debía idear un plan para poder
salvar a su pequeño.
— Hyung, ¿Por qué los molestas tanto? —hablo NamJoon.— Solo dales el bebé, es un
recién nacido, por más loco que estés no deberías caer tan bajo.
— Cállate. —masculló.— Hago lo que quiera cuando quiera. Y si digo que me quedaré
con el bebé, me quedo con él. Si digo que lo mataré, lo voy a hacer. Así que cierra la
boca.
El chico lo pensó por unos segundos y antes de que dijera algo otro hombre entró.
Este vestía bastante bien como para entrar a un lugar tan abandonado como este.
— Que bueno que llegas SeokJin. Ya no sabía cómo hacer que dejara de llorar.
HoSeok le pasó al bebé al otro chico y ese momento Jungkook se zafó del agarre de
TaeHyung y fue directo a tratar de recuperar a su bebé. El mayor fue más ágil e
inteligente, le dio una patada justo detrás de las rodillas de Jungkook haciendo que el
menor callera al suelo de una forma no muy linda.
— S-solo deja a mi bebé HoSeok. Haz lo que quieras conmigo, pero déjalo a él.
— Lo siento pequeño pero creo que eso no se va a poder. —dijo fingiendo una cara de
pena.— Además ya estoy haciendo lo que quiera contigo. Estoy haciendo que tú
mismo te consumas y eso me llena de felicidad.
— A ver querida familia, les contaré una bella y emotiva historia. —empezó a hablar
HoSeok nuevamente.— Cuando tenía diez años me diagnosticaron esquizofrenia,
escuchaba voces en todas partes, al principio me daba miedo y me molestaba pero
con el tiempo fui aprendiendo a llevarlo. —dijo caminando alrededor de Jungkook.—
Al cumplir los diecisiete la esquizofrenia se fue. El doctor que me atendía no sabía
cómo explicar lo que paso, la verdad no me importaba escuchar lo que tenía que
decir, solo me importó saber que la horrible molestia se fue. Con el paso de los años
fui volviéndome ''normal'' dentro de lo que cabe, hice amigos, entré a una escuela
normal, ya saben, empecé a vivir una vida normal. —dijo y luego se detuvo para
ponerse de cuclillas frente a Jungkook.— Luego entré a la escuela donde
estudiábamos y conocí a TaeHyung. —miró al mencionado quien lo miraba a él con
ganas de matarlo.— Esos dos años y medio que estuvimos juntos fueron estupendos,
me sentía querido, amado por alguien, recordado. —volvió a ver a Jungkook.—
¿Sabes que pasó después? TaeHyung me contó que iba a ser padre y todo se fue a la
misma mierda. —en ese mismo momento su mirada se oscureció y su rostro cambió
completamente a un sombrío.— Mi esquizofrenia volvió y ahora estamos aquí. —dijo a
lo último para luego levantarse y apuntar a la frente de Jungkook con el arma.— Tú
fuiste el causante de lo que soy ahora, por ti estoy como estoy, por ti soy infeliz, por
ti es que me estoy hundiendo en mi miseria. Mereces la muerte Jeon Jungkook. Tú y
tu hijo merecen desaparecer de este mundo.
Todos estaban debatiendo en si correr y taclear a HoSeok, pero eso implicaría que
pudiera disparar instantáneamente.
— ¿Por qué jamás me haces caso? —preguntó Tae revisándolo con delicadeza.— ¿Te
duele mucho? —preguntó cuando vio que Jungkook hizo una mueca en el instante
que el mayor realizó un poco de presión en su abdomen.
— P-puedo soportarlo. —respondió como pudo. El chico se puso a mirar a todos lados
buscando alguna señal, algo que le dijera que hacer. — ¿D-dónde está Jimin?
Justo cuando preguntó eso el chico que se había llevado a su bebé para calmarlo
apareció con la pequeña criatura y se la entregó a Jungkook. El chico tomo a su bebé
y lo abrazó sin hacerle daño. TaeHyung también se acercó a ellos y se unió al abrazo.
— Salgan de aquí antes de que HoSeok vuelva. —susurró mirando a los lados.— Su
amigo está afuera esperando con el auto encendido, también llamé a la policía. Pero
váyanse ya.
Los dos chicos asintieron y se levantaron. Jungkook protegió más a su bebé con
miedo de que fueran a arrebatárselo nuevamente.
Cuando ya todos estaban en el auto YoonGi aceleró saliendo se ese espantoso lugar.
Se podría decir que ya lo malo pasó pero jamás se debe cantar victoria por
adelantado.
***
Otro más.
— Ányely.
Capítulo 21.
TaeHyung le había pasado el bebé a Jimin para que lo sostuviera, mientras que el
presionaba la herida de Jungkook para que dejara de sangrar. El chico se veía pálido
y cada vez se notaba que perdía la fuerza. Comenzaba a preguntarse porque las
cosas siempre iban en su contra, todo lo que quería terminaba yéndose, quería ser
completamente feliz una vez. Su familia y amigos eran su felicidad y se reusaba a
perderlos.
— C-cuida a-a S-Sook... SookYong. —dijo el menor con algo de dificultad al hablar.
— N-nada te va a pasar. —respondió con los ojos algo cristalizados.— N-no vas a irte
a ningún lado, d-deja de decir idioteces.
Las lágrimas no dejaban de salir por los ojos de TaeHyung. No podía resignarse a
creer que iba a perder a Jungkook, simplemente no podía. Él, junto a su hijo, se
habían convertido en las personas más importantes en su vida, no podía simplemente
dejarlo ir sin luchar.
— ¿Siempre juntos? —esta vez fue TaeHyung quien le preguntó a Jungkook mirándolo
a los ojos.
— Siempre juntos.
— N-no cierres los ojos, —le rogó moviéndolo haciendo que los vuelva a abrir con
algo de dificultad. — N-no puedes irte y dejar a SookYong solo, n-no puedes dejarnos
solos... t-tienes que vivir por él, piensa en él, piensa en mí.
— T-te amo, h-hyung. —dijo dejando a un lado lo que había mencionado TaeHyung.
— ¡Que dejes de despedirte! —gritó haciendo que el bebé empezara a llorar. — ¡Min
YoonGi acelera el maldito auto y llega al maldito hospital!
— ¿Te gusta? —preguntó TaeHyung sonriendo colocando sus manos en sus bolsillos.
— ¿Tu lo hiciste? —esta vez posó su vista en su hyung y pudo notar un asentimiento
de su parte.
— Me di cuenta de que no hemos tenido una cita como es debido. —agregó para
luego mirar a Jungkook. — ¿Por qué no ahora?
La sonrisa del menor se hacía cada vez más grande. Su mirada tenía un brillo
bastante peculiar. Reflejaba felicidad en todas partes, alegría y admiración.
Esta vez TaeHyung había dado en el clavo. Pasó bastante tiempo planeando esto.
Desde que le dieron el alta a Jungkook vino directamente a preparar todo. Pasó casi
una noche entera sin dormir y parte del día por terminarlo solo para él.
— Vamos.
Los recuerdos iban y venían haciendo que su cabeza doliera, todo lo que estaba
pasando lo tenía en una especie de shock sin saber cómo reaccionar. YoonGi conducía
tan rápido que no sabía cómo pagaría todas las multas que sabía que le pondrían,
pasaba todos los altos, casi atropellaba a muchas personas, las luces en rojo solo
eran una luz verde para él.
— Al menos sé que los tengo a ustedes. —dijo el mayor algo susurrado puesto a que
estaba quedando dormido. De un momento a otro su mano fue a parar al vientre de
Jungkook.
El menor se tensó un poco ya que eso no se lo esperaba pero poco a poco fue
volviendo en sí y se dejó llevar quedando casi dormido el también.
— Te amo. —esas fueron las últimas palabras que escuchó salir de los labios de
Jungkook antes de verlo perderse tras las puertas.
Taehyung tuvo que ser llevado a la sala de espera a la fuerza ya que se reusaba a
irse de la puerta del quirófano.
— ¿D-dónde está SookYong? —preguntó al ver a Jimin con las manos vacías.—
¡¿Dónde está mi hijo?! ¡Lo quiero conmigo, ahora! —comenzó a sacudir a Jimin
frenéticamente cuando gritó desesperado. YoonGi los separó e hizo que se sentara en
una silla. Las personas que estaban en el lugar miraban la escena algo confundidos,
otros reocupados y otros simplemente por curiosidad.
La mente de TaeHyung estaba hecha un ocho, sentía que si le daban otra mala noticia
le daría un ataque al corazón y moriría. Todo lo que estaba pasando era difícil de
llevar.
— Tranquilízate. —YoonGi le había dado una bofetada al más chico de los tres para
que entrara en razón. El pobre chico ya estaba perdiendo la poca cordura que le
quedaba, parecía que siquiera era el quien se encontraba en su cuerpo.— Deja de
pensar de esa manera Kim, si sigues así te va a dar algo. Todo va a estar bien.
SookYong ya está siendo atendido en estos momentos, Jungkook también. Saldrán de
esta, pero capta de una buena vez y deja de comportarte como un loco mental. —lo
sacudió un poco antes de volver a hablar.— Sé que todo ha sido un maldito infierno
para ustedes, pero ya, es suficiente. Si no te calmas los tres terminaran
hospitalizados aquí. No quiero ser pesimista ni adelantarme a los hechos, pero, si
Jungkook llega a morir hoy no puedes dejarte caer, SookYong te va a necesitar y no
puedes dejarlo tú también.
TaeHyung empezó a llorar a mares al escuchar las palabras del blanquecino. Jimin fue
a abrazarlo y hacerle saber que pasara lo que pasara siempre estaría cerca para lo
que necesitara.
***
Pasaron alrededor de ocho horas y los tres chicos aun no sabían nada ni de Jungkook
ni de SookYong. Cada vez que TaeHyung intentaba preguntarle a los doctores sobre
el estado de alguno de los dos simplemente lo evadían y continuaban con lo suyo. El
chico ya se había bebido como doce vasos de café para calmar los nervios, pero se
dio cuenta de que eso lo ponía peor.
TaeHyung se había desconectado del mundo. Solo se limitaba a respirar y a mirar sus
manos temblorosas. Jugando con su sortija y de vez en cuando soltando una que otra
lágrima.
La imagen de una persona en bata blanca tapó la vista de los chicos. Todos volvieron
a tener la misma ansiedad y nerviosismo que el de hace unos minutos al no ver una
cara muy feliz en el rostro del doctor.
— Traigo noticias sobre el estado de Jeon Jungkook y Kim SookYong. —dijo revisando
su libreta para luego abrirla y mirar a los demás.— Y me temo que no son muy
buenas.
— Te amo, hyung.
— Te amo Kookie.
FIN...
***
Este fue como un capítulo final pequeñines :v solo esperen el epilogo y ahí cerrare
esto como se debe. Solo lo dejé aquí para que sacaran sus conclusiones y escribieran
lo que creen que pasará.
Con esto me despido y nos leemos en el final (siempre quise escribir eso XD) aun así
les dije que haré extras, so no se sientan mal.
— Ányely.
Epílogo.
5 años después...
— Traigo noticias sobre el estado de Jeon Jungkook y Kim SookYong. —dijo revisando
su libreta para luego abrirla y mirar a los demás.— Y me temo que no son muy
buenas.
— ¿Q-qué sucede doctor? —el chico se levantó rápido de su asiento. Su labio temía
un leve tic nervioso y temía escuchar lo peor.
— ¡Pero papá! ¡el es el que me da los dulces! —dice riendo.— No puedo negarme a
eso. Mi tío se ganó mi amor y confianza.
— S-solo quería saber que se sentía correr como los chicos normales.
— ¿Por qué no mejor vuelves al patio a jugar con YoungGi? —pregunto y en seguida
vio como el rostro de su hijo se iluminó. Con un asentimiento se levantó de las
piernas de su padre y con su pequeño perrito se fue al patio con su pequeña prima.
La pequeña YoungGi había llegado a su familia dos años después de que todo aquel
infierno. Fue un día cualquiera como el que están viviendo ahora cuando Jimin llego a
darles la noticia a los demás.
— Chicos —el pequeño Jiminie se acercaba lentamente hacia nosotros con una sonrisa
en su rostro. YoonGi se encontraba dormido en una de las sillas del patio. El pequeño
SookYong estaba dormido en los brazos de TaeHyung quien ahora miraba a Jimin con
atención.— Tengo algo importante que decirles.
— ¿Qué pasó? —preguntó algo alarmado sin saber que pasaba.— ¿Kookie volvió a
comerse mi comida? Te juro que ahora si matare a ese jodido perro.
Todos los presentes rieron menos YoonGi, quien esperaba escuchar lo que su pareja
tenía que decir.
— Ya dios que pasa, hyung. —dijo aun riendo y vio como Jimin soltó un suspiro y
llevó una mano a su vientre.
— Voy a tener un bebé. —confesó al fin y vio como todos se quedaban en silencio.
YoonGi solo se levantó y le dio unas pequeñas palmaditas en el hombro a Jimin para
luego dirigirse a la salida.— ¿A-a dónde vas? —preguntó algo dolido Jimin.
— ¿A qué te refieres? —preguntó confuso hasta que sintió las tan esperadas nauseas.
— ¡A eso me refiero! —le grito riendo más.— Cuanto me encantaría que Jungkook
estuviera aquí para ver eso.
El chico miró a su pequeño para luego caminar para ver que el pelirrubio en ese
entonces no se vaya a morir vomitando.
Se sentó al lado de su hijo y empezó a jugar con él. Jimin apareció con una pequeña
torta de chocolate con el número 26 encima y unas bellas velitas —las cuales estaban
apagadas aun—. Dejó el pastel sobre una mesa donde se encontraba más comida.
El sonido de una puerta abriéndose dio a conocer que la persona que más esperaban
había llegado a casa. El pequeño Kookie empezó a ladrar y los niños se pararon de
alegría para empezar a correr tomados de la mano.
— Uno, dos, tres. —susurró Jimin la escuchar los pasos acercándose al patio.
— Feliz cumpleaños, amor. —TaeHyung depositó un beso en los labios del menor.
Se sentía tan afortunado de que se allá quedado con él. Esa tarde en la que le dijeron
que Sookie había nacido ciego también le habían dicho que Jungkook se estaba
recuperando.
— ¿Y-y que hay de Jungkook? ¿E-está bien? —el chico preguntó al ver que el doctor
no seguía viendo nada.
— El señor Jeon acaba de salir del quirófano en estos momentos. El chico sigue
inconsciente aun. —le dijo con su semblante serio y profesional. — La bala rasgó un
poco su pulmón izquierdo y debemos mantenerlo bajo vigilancia por unos meses en el
hospital. Perdió mucho sangre y debido a que en el parto también perdió, el banco
que no las dona ya no quiere enviar más, necesitamos a un donante lo más rápido
posible, ya que las primeras horas son críticas para su salud. De eso depende si se
recuperará o no.
El chico sonrió más y apagó las velitas de su pastel para luego ver como el pequeño
perrito que le habían comprado a SookYong para que se guiara se acercaba a él con
su hijo sujetando su correa.
— ¡Papi! ¡Feliz cumpleaños! —el niño estiró sus brazos pero no fue Jungkook quien lo
cargó sino TaeHyung. El niño rápidamente llevó sus manos a la cara de TaeHyung
para saber cuál de sus dos padres era el que lo tenía en brazos.— ¡No! ¡Quiero que
sea papi Kookie quien me cargue!
Ambos padres rieron un poco al ver el puchero de su hijo.
— ¡Pues, entonces quiero sentir a mi hermanita otra vez! —gritó más animado.
TaeHyung bajo a SookYong al ver que Jungkook se arrodillaba en el suelo con una
sonrisa en su rostro. El pequeño ya cuando estaba en el suelo palpó por todo el rostro
de Jungkook y fue bajando hasta sentir el vientre abultado de su padre. El pequeño
sintió una pequeña pataditas y comenzó a pequeños brinquitos de alegría.
Hace seis meses Jungkook se había enterado que iba a ser padre nuevamente, y hace
justamente unas semanas SookYong dijo que sería una niña. Al principio Jungkook no
se la creyó hasta que el doctor se lo confirmó.
— Felicidades, usted está esperando un hijo. —el doctor estaba sonriente mostrándole
los resultados de la prueba de sangre que le hicieron a Jungkook.
El menor había ido al hospital ya que sentía molestia en la espalda y el abdomen otra
vez. Creía que era algo que quedó de lo que pasó cinco años atrás, ya que a veces
cuando hacía mucho frio o el chico se esforzaba mucho le molestaba.
Jungkook había comido poco por resolviendo algo para SookYong. Estaba buscando
médicos en todo Corea y algunos lugares fuera del país para ver si le podían devolver
la vista a su pequeño. Había pasado noches desvelándose en el monitor de su
computadora buscando y buscando. Se descuidó cuando se sentía mal hasta el día de
hoy cuando volvió a saber que iba a ser padre otra vez.
— ¿Por qué estás tan feliz? —preguntó TaeHyung al ver que Jungkook se estaba
perdiendo en sus pensamientos. El menor levantó la cabeza y vio que su hijo ya no se
encontraba frente a él, estaba jugando animada mente con YoungGi, se veía bastante
feliz. El mayor ayudó a su esposo a levantarse para luego mirarse a los ojos.— ¿Me
dirás la razón?
El niño se acercó a paso rápido hacia sus padres para luego ser cargado por
TaeHyung.
— Tenemos una excelente noticia para ti. —dijo Jungkook tranquilamente al ver que
SookYong ponía una carita de confusión.
— ¿Ya van a traer a mi hermanita? —preguntó aún confuso.— Porque si es así no voy
a compartir mis juguetes. Que tenga los suyos. Y tío YoonGi solo puede darme dulces
a mí, no a ella. —ambos mayores rieron con ternura al ver lo serio que lo decía el
niño.
— No pequeño, no es eso.
— ¿Entonces?
— ¿Qué pasaría si te digo que vas a poder vernos pronto? —preguntó Jungkook
esperando ver la reacción del menor. El niño abrió su boquita asombrado y de pronto
una pequeña sonrisa se formó en su linda carita.
— Espera ahí pequeña rata. —YoonGi se paró de su silla para empezar a caminar
hacia el chiquillo.— ¿Acaso acabas de decir que estas feliz porque vas a ver a mi
niña? —en ese mismo momento Jimin tomó por un brazo a YoonGi para que no fuera
a brincarle encima al pequeño.— ¡Si le pones un dedo encima te quedas sin dulces y
te mando a un internado al otro lado del mundo! ¡Kim! ¡Jeon! ¡Controlen las
hormonas de su hijo antes de que se desarrollen más!
Todos en ese lugar empezaron a reír al ver la actitud tan posesiva de YoonGi con su
hija y no lo culpan, después de todo así debe ser.
El cumpleañero abrazó a su pareja con suma alegría. Ya todo era paz para ellos. Nada
de disturbios. Nada de molestias. Solo quedaban ellos y su rara pero bella familia. Así
como dice el dicho, después de la lluvia aparece un arcoíris.
Fue bastante lo que tuvieron que pasar para ver ese bello arcoíris, pero sin duda justo
ahora disfrutan de su belleza y no lo cambiarían por nada. Porque de alguna manera
esa tormenta los unió, y ahora están viendo ese bello arcoíris juntos.
— Siempre juntos.
***
-llora mares-
Esta wea se volvió parte de mi corashonshito... me siento como una madre dejando ir
a sus pollitos al mundo exterior ellos solitos.
Esta fue la primera historia que publico en mi vida y sin duda para mí, ha ido
bastante bien, obviamente seguiré escribiendo y espero que sean leales a mi (no me
dejen solita ;-;).
Subiré alrededor de 5 extras (es lo que tengo planeado que nadie sabe si cambio de
opinión.
Los quiere.
— Ányely.
Extra I.
El pequeño SookYong estaba sentado en medio de sus padres en el avión. Los tres se
dirigían a Japón para la operación del pequeño y sin duda el chico estaba bastante
emocionado. Kookie dormía plácidamente en las piernas de su dueño. Las azafatas
dejaron que el niño conservara al perro solo porque es ciego y lo necesita, justo en
esos momentos agradecía no tener vista, podía pasar el todo el tiempo del mundo con
su mascota sin que le dijeran que no.
— Papi, ¿los colores son bonitos? —preguntó el pequeño buscando la mano de uno de
sus padres.
— Si es un color bonito, es color blanco. —esta vez fue Jungkook el que respondió.
— Papi, —esa vez le preguntó a Jungkook recibiendo un si por parte del menor para
que continuara hablando.— ¿De qué color soy yo? Mis ojos, mi cabello. ¿Soy bonito?
— Hyung, sabes que te amo, pero Sookie es más hermoso que tú. —afirmo riendo al
ver la cara de TaeHyung.
— ¡Sí! Lo siento papi TaeTae, pero soy más bonito que tú. —dijo con un rostro que
reflejaba la evidente cara de victoria que sentía sobre su padre. TaeHyung sonrió con
dulzura al ver la emoción de su hijo.
Pasajeros del vuelo 517 con destino a Tokio, Japón. Favor de volver a sus asientos y
colocarse el cinturón de seguridad, comenzaremos el descenso en cinco minutos.
La voz de una de las azafatas se escuchó por el parlante del avión. Jungkook abrochó
el cinturón de su hijo y luego el suyo para esperar a que aterrizaran. Ya faltaba poco
para que la luz de sus vidas pudiera ver.
***
— ¿Ya llegó el doctor? ¿Ya me van a quitar las vendas? ¿Falta mucho? ¿Papi
TaeHyung está aquí? ¿Trajeron a Kookie? ¿Ya llegó el doctor? —el niño estaba
lanzando preguntas a mas no poder, los nervios estaban en cada una de pues
pequeñas células, y no quieren imaginarse como están Jungkook y Tae.
— Paciencia, pequeño. —lo calmó Jungkook. — El doctor está casi por llegar.
— Hola, hola. —el doctor se asomó por la puerta con un sonrisa en su rostro. —
¿Cómo está mi paciente favorito? ¿Emocionado? ¿Nervioso?
El pequeño niño dio un asentimiento y soltó la mano de Jungkook ya que el mayor fue
a pararse al lado de su esposo.
— A ver pequeño, ya no tienes el vendaje en los ojos. —dijo dejando las tijeras y las
demás cosas a un lado del niño.— A la cuenta de tres abrirás los ojos lentamente y
me dirás que vez. —el hombre fue hacia las ventanas y cerró las cortinas para que la
luz del sol no le molestara.— Uno, dos, —el hombre se detuvo por unos momentos
antes de decir el último número. El matrimonio que estaba frente al doctor se
mantuvo todo el tiempo en silencio esperando.— Tres.
Jungkook y TaeHyung se tomaron de las manos al ver que su hijo abría los ojos
lentamente, el niño frunció el ceño y pestañeó varias veces y movió su cabeza como
si estuviera inspeccionando toda la habitación.
— V-veo, veo todo blanco, y-y algo borroso. —admitió el niño algo nervioso.
Continuó recorriendo todo el cuarto y se detuvo viendo justamente a dos hombres
tomados de la mano frente a él.— ¿P-papi Jungkook? ¿Papi TaeHyung? ¿S-son
ustedes? —preguntó al ver a sus padres. — ¡Puedo ver a mis papis! —el niño se
levantó corriendo de la cama y se fue a abrazar a sus padres, los cuales no pudieron
con la emoción y se arrodillaron en el suelo abrazando a su pequeño. Las lágrimas y
sollozos de la alegría no faltaban. La felicidad se podía sentir en el aire.
— Los veo, los veo. —respondió esta vez llorando. El doctor los miraba enternecido
desde una distancia razonable. Por esa razón le gustaba ayudar a los niños que no
tuvieron la suerte de nacer con su vista al cien por ciento, le gustaba ver la felicidad
en sus rostros al poder visualizar algo por primera vez. El niño se separó de sus
padres y se fue directo a abrazar al doctor por las piernas. El hombre no pudo
contenerse le devolvió el abrazo sonriendo.
— No tienes que agradecerme pequeño. —el hombre acarició su cabello.— Con ver su
felicidad, es suficiente.
***
TaeHyung conducía con una sonrisa imborrable de su rostro. Hace poco que habían
salido del aeropuerto y se dirigían a casa. SookYong no despegaba los ojos de la
ventana del auto, estaba maravillado con todo lo que veía. Había hecho un sin
número de preguntas a sus padres sobre que era cada cosa. Le decía que todo era
bonito. A Jungkook le encantó escuchar a su hijo decirle lo bonito que era, y que su
otro papi también lo era, que sin duda eran lo más bonito que existía en la tierra.
El niño admiró la bella entrada. Justo en la puerta había un cartel que decía
¡Bienvenido Sookie! Todo era realmente bonito.
SookYong se bajó corriendo del auto y entró a su casa eufórico. Se sentía tan feliz de
por fin ver cómo era el lugar donde vivía, todo para él era tan bonito y colorido que
dudaba mucho que se fuera a dormir hoy.
En ese instante Suga estuvo casi al perseguirlo pero Jimin y TaeHyung lo detuvieron.
Sin duda la familia ya era feliz, solo faltaba poco para que más felicidad llegara a sus
vidas.
***
Lamento durar tanto para subirlo, tengo muchas asignaciones en mi escuela y estoy
hasta la coronilla, quiero tirarle una bomba de cloroformo a la profesora.
Anyways. Wattpad me emperra, no deja que comenten el epílogo. ¡Me esforcé mucho
para escribirlo y que les gustara! ¡Y quería leer sus comentarios con ansias! Pero
bueno.
Pd: estoy escribiendo dos historias. Una Namjin y una Yoonmin. Cuando las publique
me gustaría que las lean :v.
— Ányely.
Extra II.
— ¡Papá! —la pequeña niña de apenas diez años estaba llamando desesperadamente
a sus padres. — ¡SookYong está escuchando esa música satánica otra vez!
JiWoo estaba corriendo por los pasillos buscando a sus padres. No era la primera vez
que trataba de delatar a su hermano mayor porque no le gustaba la música que
escuchaba.
Los dos hermanos tenían sus diferencias y sus gustos. La mayoría de veces TaeHyung
apoyaba a JiWoo y Jungkook a SookYong, eso causaba leves peleas entre los dos
menores.
— ¡Papá! ¡Se puso a gritar otra vez! —esta vez había bajado y ahora estaba volviendo
a subir las escaleras con TaeHyung. Como él la apoyaba siempre prefería llevarlo a él
que a su otro padre.
La niña llevó una mano a su pecho sin creer lo que su padre había dicho. JiWoo era
bastante caprichosa, no aceptaba un no por respuesta y eso Jungkook y TaeHyung lo
tenían más que claro.
Ambos padres cuidaban de más a su pequeña. Temían que le pasara lo mismo que ha
SookYong. Gracias a Dios HoSeok estaba en las instalaciones para personas
esquizofrénicas, ya que por esa enfermedad no pueden llevarlo a la cárcel en sí.
Sus vidas ahora estaban llenas de felicidad. SookYong le encantaba tocar su guitarra
eléctrica y su música, en cuanto a JiWoo, a la niña le encantaba el modelaje, y a
Jungkook le encantaba tomarla de modelo para una de las editoras en la que trabaja
y eso ha hecho que su creciente deseo por ser una modelo exitosa creciera.
— ¡Papá! —esta vez gritó más fuerte haciendo que TaeHyung pegara un pequeño
brinco por la sorpresa. Luego vio como la niña volvía a bajar las escaleras para ir en
busca de su otro padre.
— Si, y ese día llegue medio demalancrado. —dijo haciendo una mueca sobando su
brazo.— ¿Pero sabes qué? Valió la pena.
El mayor sonrió al ver la cara de felicidad de su hijo y lo abrazó por los hombros.
Hace poco su SookYong y YoungGi había formalizado las cosas. YoonGi no lo tomó
muy bien, pero no tuvo más opción que aceptar porque Jimin sabia sus puntos débiles
y no le convenía decirle que no a su pequeña.
***
Jimin corría lo más rápido que podía de allá para acá detrás de sus dos hijos
pequeños. El YoonMin había tenido gemelos. Los pequeños apenas tenían seis años
de edad y parecía que podían derribar todo un edificio ellos dos solos.
Estaban todos reunidos en la casa de los Min. Habían preparado una parrillada,
siempre hacían una por mes, así que por ahora ahí estaban.
Hoy era un día importante para el chico, pues daría un paso importante en su vida.
El tener dieciséis años no era un gran impedimento para él, pues sacó la inteligencia
de su padre y sabía bastante bien lo que quería.
YoonGi les estaba contando la historia de cuando todos fueron de campamento, solo
estaba obviando algunas partes irrelevantes. Como la del secuestro, el tipo maniático,
gente desesperada buscando señal, un Jungkook desmayado, un TaeHyung con casi
una contusión, ya saben, nada importante.
— ¡No es eso! ¡Voy a ir a estudiar a Estados Unidos! —respondió lo más rápido que
pudo para que la tercera guerra mundial no se desatara en el patio. Todo el mundo
hizo silencio. La familia Kim guardó silencio al igual que los Min. — Envié una solicitud
a una escuela de música allá y me aceptaron. —sonrió un poco.— Solo quería decirlo
aquí para que lo supieran todos.
— O no, ni hablar, no dejaré que mi pequeña se vaya al otro lado del mundo a vivir
con este chico hormonal, ¡me reúso!
***
Estoy pensando en hacer una historia YoonMin con el tema del mpreg también :v esta
wea es como un fetiche mío, no se wey :'v –cries in spanish- ¿la leerían? Díganme
para saber wey.
Nos vemos en el próximo extra (será el último, y les traeré ago bien solicitado 7w7)
¡Chaus!
— Ányely.
Nota.
Pd: sobre KAS. Estoy durando poco mas de lo normal... Digamos que tiene contenido
que me sale un poco difícil escribir :3 so, sean pacientes...
¡Bay!
— Ányely.
Extra III.
***
— No Jungkook, debo estudiar. Además, YoonGi vendrá más tarde. —agregó el mayor
de ambos chicos aun continuando con lo que estaba haciendo.
— Aish, está bien, iré. —dijo ya cerrando su cuaderno rendido.— Dame unos minutos
para decirle a YoonGi y poder cambiarme.
— Varias veces.
Y dicho eso Jimin se fue al baño dejando a Jungkook en su cuarto pensando en todas
las cosas fabulosas que pasaran esta noche.
Lo habían invitado a una de las fiestas más fabulosas del año. La fiesta de mitad de
semestre. Ahí se ve de todo, alcohol, drogas, chica muy candentes, chicos haciendo
cosas que ni se imaginan y locos borrachos por doquier.
El chico estaba jugando con su teléfono esperando a que Jimin se dignara a salir del
baño. No paso mucho cuando vio a Jimin salir.
— Tu mamá te dio el permiso para ir, ¿verdad? —preguntó el chico volviendo a entrar
al baño con la ropa para cambiarse.
Jungkook pensó en si decir que no o que, por que obviamente no le darán permiso
para ir a una de esas fiestas.
— Por supuesto que sí. —respondió lo más seguro que pudo.— Sabes que no voy en
contra de lo que dice mi madre, siempre acato sus órdenes al pie de la letra.
— He ahí otra de las razones por las que te quiero. —dijo volviendo a abrazarlo.
***
— ¡TaeHyung! ¡Debo irme! —HoSeok gritaba lo más que podía para que su pareja lo
escuchara sobre la fuerte música que había en el lugar.
— ¡¿Qué tienes gripe?! —preguntó soltando una risita.— ¡No debiste venir si estas
enfermo hyung!
— ¡¿Qué?! ¡No! ¡Te dije que debo irme! ¡Mi hermana llegó de su viaje y debo ir al
aeropuerto a buscarla! —el chico se levantó y buscó a alguien con la mirada.— ¡Hey
Jimin!
El chico caminó un poco para tomar al mencionado por un brazo y llevarlo a un lugar
donde no haya tanto ruido para así poder hablar con él.
— ¿Estás muy ocupado? Necesito que le eches un ojo a TaeHyung y que lo vigiles.
Debo irme por unas horas y no quiero que se meta en problemas, ya sabes como es.
—el mayor se rascó un poco la nuca algo avergonzado.— ¿No es mucha molestia?
— Oh, no, claro que no. —respondió el chico sonriente.— Puedo cuidarlo.
— Muchas gracias. —le dio un pequeño abrazo y sin lo llevó donde se encontraba
TaeHyung.
— ¡Oki doki capitán! —respondió llevándose una mano a la frente parándose como si
fuera de la milicia para luego hipar y soltar una risita, vaya que estaba bien
embriagado.
Jimin solo vio como HoSeok se alejaba y cuando volvió a voltear TaeHyung ya no
estaba. Su vista instantáneamente empezó a viajar por todas partes en busca del
castaño pero al que encontró fue a YoonGi.
Jimin solo suspiró. Ahora sí que estaba en problemas. Debía encontrar a dos
borrachos en una fiesta de tal magnitud.
***
Jungkook caminaba sin saber siquiera a donde iba, solo quería escaparse del aburrido
de YoonGi. Estaba muy tranquilo hasta que chocó con alguien y ambos cayeron al
suelo.
— ¡Mierda! ¡Fíjate por donde vas! —el chico estaba sobándose el trasero inexistente
que tenía.
El chico lo pensó unos momentos, ¿diría que anda con sus mejores amigos? Nah,
quería divertirse y esos dos no lo dejarían.
— Por supuesto. —respondió con una sonrisa para luego ponerse de pie y seguir a su
nuevo amigo.
***
— Espera, ¿entonces los dos fueron los que conspiraron? Yo creía que TaeHyung
había persuadido a Jungkook a hacerlo a la fuerza, que lo había secuestrado o algo
así. —dijo YoonGi de lo más normal.
— Cállate, quiero saber que paso. —lo SookYong. — Ándele sigan, sigan.
***
Ambos chicos entraron ya bien caliente a la habitación. TaeHyung había cargado a
Jungkook y ahora el menos se encontraba con sus piernas rodeando la cintura del
mayor y se besaban a más no poder.
El mayor de ambos había bajado a Jungkook sin nada de tacto en la cama para luego
despojarse de sus prendas.
***
— Wow, frena ahí tu caballo, —dijo Jimin.— ¿Jungkook reacciono así? —preguntó
recibiendo un asentimiento por parte de TaeHyung, luego vio a Jungkook quien tenía
la cabeza media gacha y se estaba rascando la nuca. — Y a mí me llamas puta.
—agregó riendo más.
Los cuerpos chocaban y no era con delicadeza. TaeHyung azotaba a Jungkook como si
de un animal se tratase. El chico gemía y gritaba como gata en celo. Por suerte en la
fiesta la música estaba tan alta que creo que si explotaban una bomba no se
escucharía.
Sabía que el efecto del alcohol podía hacer grandes cosas pero creo esta vez estaba
haciendo milagros.
TaeHyung sin pensarlo dos veces aceleró sus embestidas asiendo gritar más al menor
y a él mismo.
Las cosas se estabas poniendo cada vez más buenas y candentes. Jungkook arañaba
al mayor sin piedad alguna. TaeHyung iba a partir a Jungkook a la mitad
—prácticamente—.
— Eso fue...
— Asombroso. —respondió TaeHyung.
— Sep. —respondió Jungkook tapándose con la sabana para dar inicio a lo que sería
la ronda dos.
***
— Ustedes dos son peores que los conejos. —agregó SookYong riendo. — Al menos la
historia de cómo me crearon no fue... aburrida. —puntualizó.
— ¿La historia de cómo me crearon fue aburrida? —preguntó JiWoo con una sonrisa.
— ¡Ya voy YoonGi! —gritó TaeHyung para irse por el mismo camino.
La niña se quedó con la boca abierta viendo como sus padres, claramente, habían
huido de la pregunta. SookYong estaba que ya no podía respirar debido al ataque de
risa que estaba dándole. JiWoo tomó un cojín de los que se encontraban en el sofá y
comenzó a golpear a su hermano.
Los adultos estaban asomados por el marco de la puerta con cara de asombro, miedo
y pena por los hijos de los Kim.
— TaeHyung, ¿no crees que sería buena idea ir a la casa del árbol en el bosque?
—preguntó Jungkook buscando una forma de escapar de lo que sería la masacre del
año.
— Jiminie, empaca tus cosas. —dijo YoonGi.— Nos vamos con ellos.
El chico asintió y se fue rápido a buscar sus cosas. Cuando estaban bajando
sigilosamente las escaleras YoungGi logró verlos. Los cuatro quedaron paralizados sin
saber qué hacer.
Todos se echaron a correr escapando del pequeño demonio Min. Ese día todos
salieron medios molidos, sin duda era una buena experiencia que contar en un futuro.
Lo bueno es que por más que quieran esta pequeña pero hermosa familia jamás será
normal. ¿Quién lo diría?, que de una noche paso a mantener un secreto y de
mantener un secreto pasamos a esto.
Al menos algo si tienen por seguro, a veces un poco de misterio, chicos maniáticos,
un demente, un gruñón, un terroncito, un destructor, y un medio emo pueden poner
las cosas más que interesantes.
***
*iora mares* último extra amores... no quiero que me maten, me odien por lo
horrorosamente horroroso que quedó el capítulo, simplemente no me sale el lemon,
me sale más lo de risa, misterio, dejar capítulos en las mejores partes digo, ¿eh?
También me salen las cosas bien kiut y kawaiis... no me juzguen.
Espero que esta historia les allá gustado, la hice con mucho amors...
Pd: la historia que estoy escribiendo con esta misma temática (mpreg) será YoonMin.
Estoy tratando de hacerla un poco mas realista, hablo de no pintarles las cosas color
de rosa. (se que en este fic le hice la vida media imposible a Kook pero no me refiero
a eso) me refiero a que no todo el mundo aceptaría que un chico este embarazado o
un joven de su edad sin siquiera estar casado lo esté.
Bueno no me gusta hacer las notas tan largas, por eso me voy ¡bay!
— Ányely.
I'm back bitches.
Hellow!
Bueno, estoy aquí por que siempre quise hacer algo así.
También algo así como que le pregunten cosas a los personajes, no se, algo que
quieran saber.
Jungkook.
TaeHyung.
HoSeok.
Jimin.
YoonGi.
Namjoon.
Jin.
Señora Jeon.
Ya saben amixes.
¡Bay!
— Ányely.
Respuestas.
Para Jungkook:
De Dhanyss234:
¡¿A quién le llamas Oppa?! *una señora Jeon salvaje aparece con una chancla* Eeh
digo, bueno, respondiendo a tu pregunta... soy así porque quiero. Ya, lo dije.
De critinagundis:
De SoomyBTS:
Jungkookie OPPAAAAA!!! ¿Qué se siente ser la pasiva de un macho pecho peludo
como Taehyung???
Creo que el término pasiva es algo doloroso ;-; pero créeme, se siente bien 7w7.
De _marshx:
Primero. ¿crees que si no me gusta la palabra Oppa me va a gustar más Unnie? :'v.
Segundo. Siéndote sincero, me mudo a Japón. Tercero. ¡A mi hija no te acercas!
*carga a su niña y sale del cuarto*
Para TaeHyung:
De YamiletRosales7:
Te amo <3 ya ahora ahí te va mi pregunta :v ¿piensas tener más hijos con Jungkook
o ya cerraste la fábrica? :v
Yo también te amo, y si quiero tener más hijos ps: esa fábrica jamás se cierra 7u7r.
De SoomyBTS:
De _marshx:
De _marshx:
Créeme, aún tengo marcas en el cuerpo, pero luego de eso todo fue normal... maldita
chancla.
Para HoSeok:
De _marshx:
De YamiletRosales7:
De _marshx:
Nop.
Para YoonGi:
De YamiletRosales7:
De SoomyBTS:
Pregunta difícil. Digamos que a Jimin, porque si lo tengo a él me dejara tener a Holly.
De _marshx:
MIN YOONGI c:
Para NamJoon:
De _marshx:
Para Jin:
De Dhanyss234:
De _marshx:
Princesa~~ ¿Por qué aceptaste ayudar a HoSeok con lo del bebé de Tae y Jungkook?
A veces tomo decisiones muy raras y pues también le debía algo. Resulta que yo
tomaba clases con NamJoon ;'v.
De Dhanyss234:
Bueno, todo inició una bella noche de diciembre. El estúpido padre de Jungkook y yo
estábamos solos en casa y pues cogimos, nueve meses después nació la rata. Fin.
De _marshx:
Adópteme, soy buena niña ;-;
¿No tragas mucho verdad? Es que Jungkook me dejo sin fondos para comprar
comida.
Holiwis.
Bueno, no es la gran cosa en realidad, solo vine porque tengo algunos anuncios.
1. No puedo creer que Keep A Secret consiguió más de 10.5K de votos, me está por
dar algo, sinceramente creía que nadie leería esta cosa. Gracias es una palabra corta
para todos ustedes, pero es lo único que se me ocurre.
-- Yely.