Manifiesto equicrático.

Primeramente, definamos qué es “Equicracia”: La equicracia es una corriente de

pensamiento que tiene como objetivo promover e inculcar en las personas una
manera de pensar y actuar más crítica y responsable hacia su entorno, junto con
todo aquello que lo compone, pues esta ideología busca por medio del
pensamiento positivo-colectivo se pueda comenzar con la creación de una mejor
sociedad a nivel global, donde diferentes naciones y pueblos se acepten como uno
solo, el pueblo humano, dando lugar a la edificación de un futuro glorioso para
la raza humana.
La palabra “Equicracia” es un neologismo proveniente de dos palabreas de
lenguas distintas; la palabra latina Aequitas, que significa equidad. Y la otra
palabra de origen griego, la cual es Κράτος (kratos) la cual tiene el significado de
poder.
Dentro de los objetivos, y para concretar las acciones y peticiones dentro de este
manifiesto se toma como base el sistema caótico en el que el mundo se rige, ya
que para concretar la idea de la construcción de una mejor y más equitativa
sociedad se tendrá que domar a este efecto mariposa, dándole algún sentido por
medio de las acciones a realizar, pues muchas veces se actúa sin pensar en las
reacciones colaterales y los perjuicios que generaran. El ser humano tiene una
gran capacidad de sin duda no se utiliza correctamente, llevando muchas veces
a la humanidad a la desdicha, pues en medio de frenesís de locura que llevan a
destruirnos los unos a los otros, hemos creado habilidades y armas para acabar
con todos nosotros, siendo la historia de la humanidad la que corrobore esto. Se
tiene la capacidad de superar nuestras expectativas como sociedad y especie,
todo está en saber actuar y pensar, tratar de ver más allá, cada persona
apoyando activamente al progreso, todos juntos saliendo de la tempestad; el
poder de la equidad guiando a la humanidad.
Siendo algo necesario declarar, que es momento que las nuevas y más jóvenes
generaciones deben ser las encargadas de dirigir al mundo por este camino hacia
la paz y el progreso de la humanidad, preparar el terreno para el futuro y sus
habitantes, pues en tiempos pasados el enfoque en el mundo que se tenía
enfrente fue tal, que para el momento de escrito este manifiesto, el mundo se
acerca tiempos turbios, donde el sin fin de problemas que azotará a la
humanidad, no tendrá clemencia con aquellos que se encuentren en el auge de
la vida, además de tener que obligarlos a remediar todos estos estragos dejados
por acciones del pasado, de lo contrario el martirio se extenderá por varias
generaciones más. Sin duda, una triste distopía que aguarda a la vuelta de la
esquina.

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Desde los inicios de la humanidad, el ser humano a lo largo de su historia ha
atravesado por diferentes épocas, épocas en las cuales surgieron grandes
cambios, tanto tecnológicos como ideológicos, siendo en estos momentos cuando
la sociedad logra dar un paso adelante en su incesante evolución, cambiando
ideales y costumbres que mantienen atado al espíritu humano, todo con el fin de
lograr un ímpetu de cambio entre las personas; todos estos cambios se crean y
logran en sociedad: desde pensadores, poderosos he influyentes, hasta todas esas
personas que se les suele denominar como “normales”, pues es esta fuerza de
colaboración y búsqueda de un objetivo en concreto la que ha logrado grandes
cambios a lo largo de la historia, y dando cuantiosos frutos que muchas de las
sociedades de hoy en día tienen la dicha de gozar.
Ya es momento de darnos cuenta que es hora de llegar a nuestra siguiente etapa
en la historia y en la evolución, pues este cambio no solamente se tiene que dar
en la sociedad, sino en la especie, cambiando formas de ser y de pensar; darnos
cuenta muchas de las cosas en la que estamos y hemos estado mal,
resignándonos ante aquellos errores del pasado que dejaran estragos y cicatrices
en el futuro; poner la piedra angular de aquel futuro próspero y glorioso que
todos anhelamos, del cual seremos parte fundamental al sembrar la semilla que
posteriormente florecerá como el árbol que dote de sombra y frutos a esta nueva
era llena de luz y esperanza, pues habremos dado inicio a la marcha que nos
llevará fuera de este infierno, que ha tenido que soportar la humanidad.
Gente del mundo, es momento de despertar, de levantarnos en contra de los
males y calamidades que mantienen al mundo de rodillas, no tomando las armas,
ni haciendo uso de la violencia y la barbarie, sino haciendo conciencia:
deshacerse de ideologías que diezmen el espíritu y el progreso humano, enfocarse
en el futuro, dejar de ver por el beneficio de unos pocos y ver por el de la mayoría,
pues la búsqueda de aquella sociedad deseada comenzara por ahí.
Ya es tiempo de vernos como iguales, dejar de lado todas aquellas supuestas
diferencias que por milenios nos han separado, pues entre humanos no tenemos
nada de diferente más allá de nuestras culturas, pues tenemos lazos en común
mucho más fuertes y duraderos que aquellas efímeras brechas que nos separan,
ya que basta con recordar que venimos de una misma especie y un mismo
planeta, para voltear a ver aquellos que nos vuelve uno. Pues todas aquellas
supuestas diferencias han sido muchas veces la raíz de conflictos, ira, rencor e
indiferencia entre nosotros, lo cual solo vuelve más grande la brecha que divide
a las sociedades; y tal vez sea cierto que nunca estaremos de acuerdo en todo,
pero que eso no nos impida buscar la unidad, el progreso y el entendimiento
mutuo, pues no hay duda que cuando el humano se une, cosas extraordinarias
surgen. Nuestra especie debe de darse cuenta que puede vivir en paz, sin la
necesidad de estar en conflicto u odiando a quien cree es diferente, pues basta el

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hecho de recordar todas aquellas manchas en la historia en las que estas
supuestas diferencias, fueron las protagonistas de grandes tragedias y oscuros
parajes, donde miles perecieron víctimas de la arrogancia y discordia humana.
Además, cabe mencionar el hecho de que cuando alguien con poder de desatar su
odio y desprecio hacia a aquellos que considera “diferentes”, es cuando logramos
observar uno de los lados más pútridos del ser humano, pues este al ser guiado
casi en su totalidad por sus instintos más bajos, puede llegar a cometer actos
viles e inhumanos, impropios de un ser que suele denominarse como “civilizado”;
en pocas palabras vemos un contraste donde se puede apreciar una de las partes
más oscuras de nuestra especie. Y enserio es triste que después de miles de años,
miles de errores a lo largo de la historia, miles de culturas y civilizaciones que
han existido, muchas personas sigan siendo incivilizadas en su forma de pensar
y actuar.
Sin lugar a dudas es algo totalmente nefasto el que vivamos en una sociedad
donde personas poseedoras de poder y riqueza abusen de los privilegios que de
estos emanan, pues al presentar una tenue o nula oposición ante actos viles que
estos cometen, se da rienda suelta a que se haga y dicte su voluntad en contra
de la de los demás, ya que gran parte de las veces no se hace algo al respecto, ya
sea por miedo o avaricia, pero cuando alguien decide alzar la voz ante esta clase
de situaciones y/o intenta generar un cambio al respecto, muchas veces se le
ignora, juzga, somete y hasta silencia mediante el uso de la fuerza, pues el hecho
de pensar y obrar diferente es motivo suficiente para ser condenado el resto de
su vida, cosa que termina por fortalecer el poder despótico que ejercen estas
personas, pues si algo es bien sabido hoy en día, es que aquel poder que alguna
vez perteneció a los reyes y emperadores, hoy pertenece a grupos de elites, en
pocas palabras, el poder despótico simplemente cambio de manos, además de que
son justamente estos actos los que matan la esperanza, orillando a muchos a
tener que gritar a través del silencio y huir dentro de su mente mientras sus
cuerpos se paralizan. Démonos cuenta que el dicho <<pueblo pan y circo>>; es
cierto, pues en estos tiempos a muchas personas no les interesa nada más allá
del bienestar propio y el de sus más próximos, pues mientras tengan algo en que
mantener su mente distraída y todo se encuentre bien para ellos, “el mundo
entero estará de maravilla”, lo cual lleva a reducir la realidad de una persona a
una simple burbuja, la cual muchas veces ciega y nubla la vista de lo que
acontece, creando falsos paradigmas de bienestar y progreso, dejando a las
personas en una zona de confort desde donde creen hacer colosales
contribuciones al mejoramiento y cambio que cada día se pudre, corrompe y
desmorona más, por falta de acción real, a la par que terminan por beneficiar el
actuar de intereses oscuros, pues esta inactividad es lo que se necesita para obrar
sin mayor dificultad, y la peor parte viene cuando creen que contribuyen por el
hecho de hablar, gritar y protestar al vacío, mientras que se abaten en

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debatiendo en acaloradas pugnas sin sentido, defendiendo de manera
empecinada alguna postura o pensamiento propio de cada individuo, provocando
un falso sentimiento de satisfacción y provecho por estas “fantásticas” acciones
que no repercuten en nada, las cuales solo inutilizan a las personas, haciéndolas
seguir inconscientemente el sentido de la torna que lucha por voltear, viviendo
con la quimérica idea de ser dueños de su destino y de poder cambiar al mundo
desde la comodidad de su alta vitrina, mientras que el mundo continua su curso
hacia su inminente y macabro desenlace; y prueba de ello se encontrará hoy en
día en las redes sociales. Ya que mientras unos no pueden actuar, los demás lo
hacen sin hacerlo.
¿Qué sucede con la sociedad de hoy en día? Una sociedad donde generalmente se
observa, habla y critica, pero pocas veces se actúa, una sociedad donde se le deja
todo el trabajo a políticos, ricos, poderosos, intelectuales y los que deciden hacer
algo al respecto. Todo para que posteriormente surjan interminables quejas de
las acciones y la autoridad que estos ejercen, a pesar de que esta autoridad fue
entregada inconsciente y voluntariamente, todo por la falta de acción de los
grupos mayoritarios ante problemas de interés y responsabilidad general.
Algo parecido sucede con nuestro medio ambiente, pues lentamente estamos
desangrando al planeta en aquel frenesí por la búsqueda de una mayor
comodidad y placer, y aunque las necesidades son mayores por el gran
crecimiento de la población, no se han tomado las medidas suficientes para evitar
este deterioro del planeta, además de que la muy desigual distribución de la
riqueza ha sido otro de los factores que sin duda han animado este duro golpe
contra el ecosistema, pero dentro de todo esto parece que se ha olvidado que si
acabamos con el ambiente, nosotros nos iremos con él. Mientras algunas
personas se benefician económicamente de esto, a la larga todos nos veremos
afectados por un problema, donde ni el dinero, con todo su poder e influencia que
le hemos designado, podrá salvarnos ante la agonía y exhaustivo final que le
precederá; y una cruel realidad es que, todas las generaciones jóvenes y por
venir, serán las principales afectadas. Es desalentador el hecho de que muchas
personas no hagan nada al respecto o no les importe en lo más mínimo este tema
de vital importancia, puesto que lo único que parecen hacer es esperar a que una
solución les llueva del cielo y termine con el problema mágicamente. Esa es la
falta de acción que se necesita para que en cualquier momento el problema haga
implosión, y una vez se quiera volver atrás, la desgracia nos habrá alcanzado, la
desesperanza adueñada del espíritu humano y no quedara más que resignarse y
aceptar la ya muy evidente caída de la humanidad, pues sin un lugar que nos
albergue, habremos de perecer.
Una de las posibles opciones para este problema es la minería espacial y
colonización de otros planetas, y quizá sea una buena idea implementarlas para

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la resolución de esta clase de problemas, sin embargo tenemos que ser realistas,
aun no tenemos el desarrollo tecnológico y científico para ello, además de que
aún nos encontramos con otro obstáculo, y ese es que, como especie no podemos
ni siquiera con el orden geopolítico de nuestro planeta, lo cual se dificultaría más
al momento de dirigirnos al espacio, pues sin acuerdos ni apoyo mutuo entre
nosotros como especie, lo único que será seguro, serán los problemas; esto nos
indica que esa no es la solución correcta, o al menos por ahora, pues primero
tendremos observar y resolver lo que estamos haciendo mal aquí, ya que no
podemos salir de la tierra sin antes haber resuelto problemas como la discordia
que existe entre nosotros, pues si ahora nos encontramos distanciados y en
conflicto por supuestas diferencias ¿Qué será de nosotros cuando de repente
estas “diferencias” trasciendan más allá de nuestro planeta madre, y poseamos
un armamento aún más mortífero del que ya poseemos? Sumado el hecho de que
tenemos que aprender a ser merecedores de un planeta, pues si no aprendemos
a cuidar el lugar que nos albergue, iremos de un planeta a otro, colonizando,
destruyendo y abandonando, para ir a otro lugar a hacer lo mismo, así una y otra
vez; y no tenemos que llegar ni siquiera a eso para darnos cuenta que como
especie nos hemos convertido en un parasito; así de simple es a lo que el humano
se ha rebajado como forma de vida, destruyendo ecosistemas y la vida de estos,
con el fin de satisfacer mundanas comodidades pasajeras para poder conllevar
una vida reconfortante mientras intenta sobrevivir a las adversidades que se le
presentan, jugando a ser dios, retando a la naturaleza para imponer su pseudo
dominación hegemónica en donde sea que se encuentre; sin lugar a duda se
puede apreciar lo mucho que se ha denigrado nuestra especie, pues no aporta
nada y arrasa con lo que se encuentre a su paso en la búsqueda de su beneficio
propio; volviéndonos una especie indigna de la inteligencia que poseemos.
Desde tiempos inmemorables se ha soñado con la construcción de una utopía,
pero eso jamás saldrá de nuestra imaginación hasta que mejoremos como
individuos y por ende como sociedad, estando dispuestos a cambiar en pro del
bien común, dando inicio a la marcha hacia un futuro prometedor y menos
apocalíptico, el cual habremos de construir en conjunto con cada una de nuestras
acciones, siendo fruto del actuar general y no solo de personas poderosas, porque
al vivir todos en un mismo mundo, la responsabilidad recae en cada uno de
nosotros, pues el dejar esta labor a un determinado grupo de personas será
inservible, ya que el cambio será lento o simplemente nulo. Y como fue
mencionado anteriormente “cuando se da rienda suelta a dictar y llevar acabo la
voluntad de los poderosos a costa de los demás y sin limitación alguna, la
sociedad se vuelve más nefasta”, a la par que es en ese entonces cuando les
otorgamos poder sobre nosotros como individuos, pues hacemos y cumplimos con
lo que ordenan; y sea cual sea la causa que origine este estado de obediencia, de
alguna manera este poder que poseen provoca que su imagen se refleje de

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maneras distorsionadas, y muchos la perciban como la de “seres superiores” ante
los cuales debemos inclinarnos y rendir honores, cuando ciertamente es una
visión errada, pues absolutamente todos somos iguales como personas; y si
tomamos como referencia el poder o influencia que poseen, debemos ser
conscientes, de que somos nosotros aquellos que hacen que los poderosos se
vuelvan aún más poderosos de lo que son, pues ¿Qué es un rey sin súbditos?
Simplemente una persona más y es todo, pues este es humano y no tiene algo
que otra persona no posea en potencia; es aquí donde damos vía libre al
pensamiento y criterio individual, ya que cada quien es libre de creer y pensar
en lo que considere mejor, pero algo que se debe tener en cuenta es que, no se
debe dejar sosegar el sentido de pelear por lo correcto, pues cuando aquellos que
poseen el poder y confianza de los demás, deciden abusar de estos “privilegios” y
las personas lo permiten, a pesar de saber que lo que se hace es algo incorrecto,
dan inicio a una larga cadena de malestares, que confiere a las personas que
ejecutan estos males, la libertad para saciar su sed de avaricia, llevándolos a
buscar cada vez más, pues con el paso del tiempo aquellos que mandan se
vuelven más poderosos, y entre más poder, mayor será la sed, lo que llevará a
buscar imponerse de la manera que sea necesaria, aferrándose a un poder que
poco a poco desgarra los rastros de humanidad en su interior. Y para cuando
finalmente se decida alzar la voz ante estas acciones, ante la mirada despótica
del poder, “se comienza a incurrir en el mal y el desorden, pues se va en contra
de lo ya establecido, y lo que por ende se considera como bueno”. Y suficientes ya
son las novelas y programas de ciencia ficción dístopicos, donde estas realidades
crudas terminan por diezmar el espíritu humano y su natural búsqueda por la
libertad y un mundo mejor.
Ya es momento de unirnos como sociedad, como un solo pueblo, en el cuál, las
distancias y aquellas supuestas diferencias, no nos separen; que la maldad no
nos divida y que sin importar que, siempre luchemos por lo correcto; viéndonos
todos como iguales, sin dejarnos oprimir, y recordando que por el beneficio de
unos pocos la mayoría tendrá que perecer en la miseria. Levantémonos, tomemos
verdadera acción, luchemos en contra de la tiranía y de la maldad, todos unidos
como uno solo; es momento de que liberemos a nuestro mundo del yugo del mal,
que rompamos aquellas cadenas de odio que lo mantienen atado, y que no nos
dejemos intimidar por aquellos supuestos líderes que solamente se esmeran por
el beneficio propio y el de unos cuantos.
Finalmente, todo recaerá en las acciones que tomemos cada uno de nosotros, en
nuestro día a día, y es por eso que debemos de asegurarnos de hacer siempre lo
correcto, de saber que si juntamos todas esas pequeñas acciones, se lograrán
grandes cosas; ser conscientes de que como personas somos parte de una misma
especie, sin importar aquellas “diferencias” que se nos han venido imponiendo y

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dividiendo a lo largo de la historia, pues además, hasta el momento vivimos en
un mismo mundo, siendo eso mayor motivo de tener que esperar a salir del
planeta, pues tenemos la posibilidad de mejorar y dejar de ser un parasito para
la vida y una amenaza para nosotros; convertirnos verdaderamente es una
especie que construye y no destruye. Con todo esto y más, poder llegar a la
siguiente etapa de nuestra evolución, donde evolucionemos en nuestra forma de
ser y de pensar, intentando asegurar la existencia de nuestra especie sin la
necesidad de incurrir en la repetición de tantos errores, enalteciendo la
verdadera capacidad y gloria que merece, haciendo honor al nombre de
civilización, por el cual nos identificamos; ya que con cada pequeño paso que
demos, juntos recorreremos grandes distancias.

Y siendo preciso exponer los objetivos de esta ideología, serán expuestos a continuación,
pues manifestamos que son varios de los cambios que necesita este mundo para su
progreso:
Objetivos
-La creación de una sociedad más equitativa en el amplio sentido que abarcan
ambas palabras.
-Generar el interés y activismo en gran parte de la población de todo el mundo,
para concretar los objetivos presentados aquí.
-El reconocimiento y aplicación efectiva a las garantías de los derechos humanos en
todo el mundo.
-El final de todo tipo de discriminación que atente en contra de la integridad, tanto
física como moral y psicológica de las personas.
- La abolición de las ideologías que inciten al odio, agresión y división humana.
-El exterminio del poder despótico en cualquier sector de la sociedad, y con ello la
exterminación de grupos elitistas.
-Lograr la unidad mundial, bajo un mismo gobierno que abogue, vele y luche por el
bienestar y progreso de la humanidad y todos sus integrantes, sin la necesidad de la
abolición y prohibición de libertades y derechos ya vigentes y fundamentales.
-Concretar a la identidad del pueblo humano, como el único en todo el planeta y
futuras colonias en el espacio.
-luchar por la paz mundial y final de las guerras entre nuestra especie.
-La lucha por lograr la preservación de los pocos ecosistemas que quedan en pie en
el planeta.

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-La creación y fomentación del cuidado de los ecosistemas en cualquier lugar que el
ser humano se encuentre, para un desarrollo sustentable.
-La presión activa a los gobiernos poseedores de cualquier tipo de arma de
destrucción masiva y que pueda causar daños catastróficos en el mundo y a sus
habitantes, para que esas armas sean desmanteladas y destruías.
-La presión a los gobiernos del mundo para alentar la instauración de estos
objetivos paulatinamente.

La equicracia no es una corriente de pensamiento estática, pues esta se adaptará a los

cambios que se produzcan tanto en la sociedad, como en los ideales humanos y por ende
en la humanidad, buscando con ello, luchar por la búsqueda y creación de un mejor
futuro para la raza humana.
“Napoleón, creo la célebre y muy conocida frase <<el fin justifica los medios>>, y siempre se ha buscada respuesta a esa
frase, cuando ciertamente no hay un “si” o un “no” como respuesta, simplemente un “depende las circunstancias”.

Credo:
¡LA HUMANIDAD, VIVE!
¡LA SOCIEDAD, PROGRESA!
¡Y EL SER HUMANO EVOLUCIONA!

Jafet Emmanuel Figueroa Toro. Creada el 29/03/18

(Fechas de modificación: 18/03/19, 13/09/19--13/09/19, 07/06/20--08/06/20)