Civil4 t1 s1 U1 Act2016
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Sucesión
Es necesario que sepamos lo que significa la palabra sucesión. El vocablo, desde el punto
de vista de su acepción, implica una sustitución, un cambio. Puede haber sucesión de
persona o puede haber sucesión de cosa; en una u otra hay un cambio, una sustitución.
La sucesión ocurre en muchos campos de la vida humana y de la vida jurídica. Cada día,
nos encontramos con sucesiones, unas que son relevantes para el Derecho y otras que no.
Ahora bien, la situación que sigue a la muerte de una persona física, en relación con la
titularidad de las relaciones jurídicas de las cuales éste era sujeto, no puede ser ignorada por
el Derecho. Por el contrario, a través de los tiempos, han existido disposiciones legales
encaminadas a regular la suerte de estas relaciones y a determinar los efectos que sobre
ellas produce la muerte de su titular.
Para el autor patrio, Sojo Bianco (2001) en Apuntes de Derecho de Familia y Sucesiones, es
“el conjunto de normas jurídicas que, dentro del Derecho Privado, regulan el destino del
patrimonio de una persona natural, después de su muerte”. (p-305).
Por su parte, López Herrera (2006) en Derecho de Sucesiones, entiende al Derecho Sucesoral
como “el conjunto de normas y de principios jurídicos que gobiernan la transmisión del
patrimonio que deja una persona que fallece, a la persona o las personas que le suceden”.
(p-17).
El Derecho de Sucesiones es una parte del Derecho Civil. La mayoría de las normas que lo
El fundamento del Derecho Hereditario estriba en que la muerte no rompa las relaciones
jurídicas de quien deja de existir asegurándose de que éstas continúan a través de sus
herederos o causahabientes.
El artículo 796 del Código Civil Venezolano en su primer aparte nos dice que: “La propiedad y
demás derechos se adquieren y transmiten por la ley, por la sucesión y por efecto de los
contratos”.
Como podemos observar, de dicho dispositivo legal se desprende que la sucesión es uno de
los modos de adquirir y transmitir la propiedad y demás derechos. Se denomina sucesión al
cambio en la titularidad de una relación jurídica de carácter patrimonial. De ahí, resulta que el
nuevo titular de dicha relación, no la adquiere a título originario sino a título derivativo.
Quien transmite los derechos se llama causante y quien los recibe se denomina sucesor o
causahabiente.
Clases de Sucesión
La sucesión que nos interesa es la sucesión a causa de muerte o mortis causa; Sojo
Bianco (2001) la define como: “aquella mediante la cual a la muerte de un sujeto de derecho,
se realiza una transferencia de estos derechos a otro u otros sujetos, que continúan vivos “. (p-
309).
En principio quien sucede al difunto puede hacerlo, tanto en los derechos, como en las
obligaciones que configuran su patrimonio. Sin embargo, es necesario señalar que no se
transmiten por causa de la muerte, todos los derechos; sino sólo aquellos que no se extinguen
La Sucesión Universal
La sucesión universal es una universalidad de derechos, entendiéndose por éstos no sólo los
derechos sino también las obligaciones del sujeto que fallece siempre y cuando estos
derechos y obligaciones no sean por su naturaleza intransmisibles o que su intransmisibilidad
sea expresamente ordenada por una prescripción del Derecho Positivo.
Los principios generales básicos que gobiernan a la sucesión a título universal, son los
siguientes:
Por tanto, el hecho de que existan varios sucesores universales, no disgrega la unidad
conceptual del patrimonio hereditario, puesto que sólo determina que a cada uno de ellos
corresponda un derecho de copropiedad sobre toda esa unidad patrimonial.
En este sentido el artículo 942 del Código Civil preceptúa: “ Si uno de los herederos
instituidos muere antes que el testador o renuncia a la herencia, o es incapaz, su porción
pasará al coheredero o a los coherederos cuando haya lugar al derecho de acrecer, salvo
lo que se establece en el artículo 953”.
5. Confusión del patrimonio del de cuyus con el del heredero. La sucesión a título universal
produce la confusión del patrimonio del difunto con el del heredero. Por tanto, los
acreedores del difunto pueden satisfacer sus créditos en el patrimonio del heredero y los
acreedores de éste, del patrimonio del difunto. Sin embargo, el heredero puede recurrir al
beneficio de inventario cuyo objeto es impedir la confusión de patrimonios. Por su parte, los
acreedores del difunto pueden impedir la confusión, invocando la separación de
patrimonios.
6. Continuación del heredero de las relaciones jurídicas del de cuyus. Todos los derechos y
El encabezamiento del artículo 781 del Código Civil al respecto señala que: “La posesión
continúa de derecho en la persona del sucesor a título universal”.
Esta regla funciona respecto de todo tipo de sucesión, puesto que la sucesión consiste en
el simple cambio en la titularidad de una relación jurídica patrimonial, sin que se produzca
una modificación en el objeto o contenido de la misma.
La posesión sobre bienes que estuviere ejerciendo la persona que fallece, pasa al
momento de su muerte, al heredero, sin necesidad de que éste entre materialmente a
ejercer tal posesión.
Como las relaciones patrimoniales de la persona que fallece pasan a sus herederos sin
modificación alguna, esa posesión civilísima, por una parte, sólo funciona respecto de los
bienes cuya posesión estuviere ejerciendo la persona que muere, sin extenderse a otros
bienes respecto de las cuales el difunto tenía el derecho de poseer, pero no lo ejercía para
el momento de su muerte. También podemos señalar que la posesión que pasa de
derecho, de la persona que fallece a su heredero, debe reputarse de buena fe o de mala
fe, según como la haya ejercido el causante e independiente de como la sea por el
heredero. Por tanto, si el causante poseía de buena fe, la posesión que pasa al heredero,
debe considerarse también de buena fe; y si el causante poseía de mala fe, la posesión
que pasa al heredero también debe considerarse de mala fe.
En la época arcaica, la familia era una unidad de producción, con la idea de continuar de
generación en generación sustentada en ese patrimonio, que ha de ser mantenido y
conservado. La muerte del pater familia no origina la división de la familia, sino que tanto el
aspecto personal como el patrimonial permanecían unidos, de manera que el heredero sui
designado en testamento era el sucesor de la potestad soberana sobre la familia
agnaticia. En caso de que no hubiese testamento ni heredero sui, se confiere a los
agnados o gentiles.
Posteriormente, la muerte del pater familia conlleva la formación de tantos grupos menores
nacidos del anterior, como hijos de familia son, salvo que estos hubiesen decidido
mantener indiviso el patrimonio. La herencia se convierte en una noción patrimonial y se
permitió la licencia de instituir heredero a un sujeto extraño a la familia.
a. Sinere, que era temporal o provisional, no prevalecía frente al heredero civil, quien la podía
b. Cumre, que era de carácter definitiva y era semejante a la situación del heredero.
c. Sucundum tabulas, según la cual el pretor, concede por edicto los bienes al heredero
instituido en testamento, siempre que se observaran los requisitos en éste, y el causante al
morir fuera civis romanus sui iuris.
d. Contra tabulas. Era cuando los omitidos en el testamento por el causante, con derecho a
concurrir con la herencia, acudían al pretor para que se les reconozca su derecho y éste
así lo ordena, contra la voluntad del de cuyus en el testamento.
e. Edictal y Decretal, según que el pretor la concediera por edicto o por decreto, a petición
del interesado.
El Imperio trató de desterrar los antiguos vínculos civiles o agnaticios, limitar la facultad de
legar, así como asegurar a ciertos herederos la asignación de una porción legítima.
La época postclásica supone la modificación tanto del Derecho Civil, como del Pretoriano,
llegando a una fusión de ambos sistemas, en donde predominó un nuevo orden sucesorio: se
antepone el derecho de los legitimarios a la posición preponderante ocupada por el
testamento, con base a razones de índole moral, y se eliminan antiguas solemnidades
testamentarias y relativas a la institución de heredero.