3.3 Lectura Ictericia 2
3.3 Lectura Ictericia 2
3.3 Lectura Ictericia 2
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Hospital Clinic, Barcelona
Eritropoyesis ineficaz
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10. Ictericia y colestasis
to de la producción de bilirrubina no
conjugada. El diagnóstico se basa en la
normalidad de la vida media de los hematíes,
aumento de la sideremia y aceleración del
ciclo metabólico del hierro.
Enfermedad de Crigler-Najjar
La enfermedad de Crigler-Najjar, de herencia
au- tosómica recesiva, se observa con rara
frecuencia. Se inicia en los primeros días
después del naci- miento, cursa con una
intensa hiperbilirrubinemia no conjugada y
aparece como consecuencia de un déficit
muy acusado de glucuroniltransferasa
(enzima responsable de la conjugación de
la bi- lirrubina) que puede ser absoluto
(enfermedad de Crigler-Najjar tipo I) o parcial
(enfermedad de Crigler-Najjar tipo II).
Tipo i
En el hígado destaca la ausencia absoluta de
glu- curoniltransferasa, por lo que no se
detecta bili- rrubina conjugada ni en la bilis ni
en la sangre. Los pacientes alcanzan cifras
elevadísimas, de hasta 30 mg/dl. Fallecen
antes del primer año de vida afectos de
ictericia nuclear o kernicterus.
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Hiperbilirrubinemia no
conjugada
Síndrome de Gilbert
Se define como un trastorno familiar, benigno,
con aumento muy moderado de la bilirrubina no
conju- gada (menos de 5 mg/dl). No cursa con
hemólisis y la función y la biopsia hepática son
absolutamente normales. Es muy frecuente y
afecta al 2-5% de la población. Se hereda de
forma autosómica recesiva.
La sospecha diagnóstica se establece tras una
ex- ploración médica de rutina o cuando se
realiza un análisis de sangre por otro motivo. La
ictericia es muy moderada e intermitente y
puede ser más evidente durante un proceso
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10. Ictericia y colestasis
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Aguda.
❱ Hepatitis vírica.
❱ Hepatitis tóxica.
❱ Colestasis pura por fármacos.
❱ Colestasis benigna postoperatoria.
❱ Asociada a infecciones
bacterianas. Crónica del adulto.
Figura 3. Imagen histológica de una enfermedad de Dubin- ❱ Cirrosis biliar primaria.
Johnson. Puede apreciarse el pigmento negruzco característico
alrededor de la vena centrolobulillar.
❱ Hepatitis autoinmune (forma colestásica).
❱ Colangitis esclerosante.
❱
sulftaleína es muy característico de la Colangiocarcinoma.
extrahepáticas. Cronológicamente también se
enfermedad y permite establecer el puedeninfantil.
Crónica clasificar en agudas y crónicas. Desde el
diagnóstico. Así, la inyec- ción intravenosa de ❱ punto
Atresiadebiliar.
vista etiológi-
bromosulftaleína (5 mg/kg) es rápidamente ❱ Déficit de α-1-antitripsina.
eliminada del plasma, pero al cabo de 45-90
❱ Displasia arteriohepática.
minutos se observa un aumento plasmático
paradójico debido al reflujo de ❱ Enfermedad de Caroli.
bromosulftaleína conjugada por un defecto ❱ Enfermedad
metabólico en el trans- porte intrahepatocitario de Byler. Otras.
de este colorante. La biop- sia hepática no suele ❱ Recurrente del embarazo.
ser necesaria y muestra un típico pigmento ❱ Idiopática recurrente
negruzco centrolobulillar (figura 3).
benigna. Causas menos
Síndrome de Rotor frecuentes.
Colestasis
Se entiende por colestasis la existencia de un
blo- queo o supresión del flujo biliar que
impide, total o parcialmente, la llegada de bilis al
duodeno. Clínica- mente la colestasis suele
manifestarse por ictericia, coluria, acolia y
ocasionalmente prurito intenso. En el suero se
detecta un aumento de los productos
normalmente excretados por las vías biliares:
sales biliares, bilirrubina conjugada, fosfatasa
alcalina,
-glutamiltransferasa, 5’nucleotidasa, colesterol
total y esterificado. Según la localización, las
coles- tasis se dividen en intrahepáticas o
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10. Ictericia y colestasis
Ictericia mixta
La aparición de una hiperbilirrubinemia mixta
se presenta como consecuencia de una lesión
hepa- tocelular en la que se alteran de forma
simultánea varios pasos del metabolismo de la
bilirrubina en el interior de la célula hepática.
Así, se pueden alterar la captación, conjugación
y excreción de la bilirrubi- na, por lo que se
produce un aumento de bilirrubi- na
conjugada y no conjugada.
En estos pacientes la alteración de la
función he- patocelular, puede ser aguda o
subaguda, o bien crónica. Habitualmente la
hiperbilirrubinemia que
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Hiperbilirrubinemia conjugada
N Sí
o
Bromosulftaleí Ecografí
na a
Coproporfirina
190 s Biopsia
hepática Intrahepátic Extrahepátic
Dubin-Johnson Rotor
Ver algoritmo figura 14
10. Ictericia y colestasis
Figura 4. Actitud en la hiperbilirrubinemia conjugada.
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Hiperbilirrubinemia mixta
Lesión
hepatocelular
Hepatitis Hepatopatía
aguda crónica
Biopsia
hepática
Anamnesis
La forma de presentación de la ictericia
puede ofrecer información diagnóstica. Así,
en las he- patitis agudas suele ser brusca y
progresiva; en la coledocolitiasis suele ser
brusca y oscilante; en las colestasis crónicas,
como en la cirrosis biliar prima- ria o la
colangitis esclerosante primaria, de progre- sión
muy lenta, y en las neoplasias de cabeza de
páncreas, relativamente rápida. La coluria
indica la existencia de una hiperbilirrubinemia
conjuga- da. En la ictericia de causa
hepatocelular no suele aparecer acolia, salvo en
la primera semana de una hepatitis aguda. En la
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10. Ictericia y colestasis
le ser intermitente, mientras que en las
neoplasias habitualmente es continua.
El prurito es frecuente en las enfermedades
coles- tásicas, aunque también puede estar
presente en las hepatopatías con afección
predominantemente hepatocelular. Un cuadro
de prurito que precede en meses o en años a
la aparición de ictericia en una mujer de
mediana edad permite sospechar el
padecimiento de una cirrosis biliar primaria. El
pru- rito puede ser, igualmente, un síntoma
característi- co del tercer trimestre del
embarazo.
Los pródromos y la sintomatología
acompañante también son de gran interés. Las
hepatitis víricas van precedidas con frecuencia
de malestar general, anorexia, náuseas o
molestias abdominales. La pér- dida de peso
orienta hacia una etiología neoplásica, una
elevada ingesta etílica o una hepatopatía ter-
minal. La asociación de fiebre y escalofrios
sugiere la presencia de colangitis, hepatitis
vírica, un origen farmacológico o etílico o una
leptospirosis icterohe- morrágica. El dolor en el
hipocondrio derecho su- giere litiasis biliar. El
dolor del cáncer de páncreas
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
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10. Ictericia y colestasis
negativo al inicio de la hepatitis aguda por virus puede sugerir la presencia de hepatitis crónica
C (capítulos 49 y 54). o cirrosis o detectar metástasis u otras
lesiones focales (figura 10).
Anticuerpos antitisulares
La ecoendoscopia puede tener interés para
Más del 90% de los pacientes con cirrosis biliar
visuali- zar el colédoco terminal y la ampolla de
pri- maria presentan positividad de los
Vater. Hoy
anticuerpos an- timitocondriales en suero;
además, es frecuente en estos pacientes una
elevación de la concentración de IgM (capítulo
66).
Los pacientes con una hepatitis crónica
autoinmu- ne presentan positividad de los
anticuerpos anti- nucleares, antimúsculo liso o
antimicrosomas de hígado y riñón (anti-LKM)
(capítulo 51).
Aproximadamente el 75% de los pacientes con
co- langitis esclerosante primaria presentan
positividad de los anticuerpos frente a los
neutrófilos del cito- plasma, los denominados
(ANCAS) (capítulo 66).
Niveles de cupremia, ceruloplasmina y
cupruria ante la sospecha clínica de la
presencia de enfer- medad de Wilson (capítulo
57).
Niveles de ferritina, saturación de
transferrina y sideremia ante la sospecha
clínica de la presencia de hemocromatosis
(capítulo 57).
Determinación de la -1-
antitripsina. Estudio de
porfirinas.
La elevación de la -fetoproteína es
prácticamente exclusiva del hepatocarcinoma,
aunque su deter- minación carece de la
sensibilidad y especificidad adecuadas (capítulo
67). En los tumores de origen pancreático o
digestivo y en los colangiocarcinomas es común
la elevación de marcadores como el antí- geno
carcino-embrionario (CEA) o el CA-19.9.
Exploraciones complementarias
Ecografía abdominal
La ecografía es una exploración rápida,
segura, efectiva, barata y fácilmente
transportable, que permite apreciar la
dilatación de la vía biliar en más del 95% de los
casos de colestasis extrahepática8 y, además,
detectar el lugar de la obstrucción en el 80%
de los casos y su causa en el 40%; asimismo,
permite descubrir la presencia de cálculos
biliares. El patrón ecográfico del hígado
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
B
en día, se considera una exploración importante superior a la
para completar el estudio de procesos
expansivos localizados en la encrucijada bilio-
pancreática, obtener material para estudio
histológico y con- tribuir a su correcta
estadificación, como ocurre en las neoplasias
periampulares o de la cabeza del páncreas. A
su vez, añade mayor precisión y sen- sibilidad
para la detección de cálculos coledocales que
permanecen ocultos a otras exploraciones
como la ecografía convencional o la colangiorre-
sonancia.
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Colangiopancreatografía retrógrada
endoscópica (CPRE)
Se trata de una técnica invasiva con un 95% de
sen- sibilidad y especificidad para el diagnóstico
de la obstrucción biliar9. Además, es útil por sus
ventajas terapéuticas, puesto que, permite
realizar papiloto- mías, extracción de cálculos y
colocación de drena- jes biliares (figura 12).
Colangiografía transparietohepática
(CTPH)
Es equiparable a la anterior, en cuanto a la
eficacia diagnóstica, y ofrece además la
posibilidad de rea- lizar un drenaje biliar, siendo
preferible cuando se trata de lesiones
obstructivas altas.
Biopsia hepática
Se debe realizar cuando se sospecha una
enfer- medad hepatocelular difusa o colestasis
intrahe- pática de etiología no clara. Es de
máxima utilidad en la hepatitis alcohólica, la
hepatitis crónica, la cirrosis biliar primaria y
en las enfermedades sis- temicas que afectan
al hígado, incluyendo enfer- medades
granulomatosas, sarcoidosis y amiloido- sis.
También puede ser útil en las hepatopatías por
fármacos.
Ante la presencia de una masa hepática está
indi- cado el estudio citológico a través de una
punción con aguja fina bajo control ecográfico
o de TAC. La figura 14 muestra el glosario de
actuación ante un enfermo con colestasis.
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Sospecha de colestasis
Ecografí
a
Sospecha clíica de
Intrahepátic Extrahepática colestasis extrahepática
a1 [con o sin
dilatación
Colangiorresonanci intrahepática] Sí N
a [Colangiografía o
transparietohepáti Considerar CRMN como
Pruebas
ca si la paso previo a CPRE (por ej.:
analíticas
probabilidad si existen dudas acerca de la
especiale
de indicar un existencia de cálculos en el
s
drenaje biliar es colédoco)2
elevada] CPRE Considerar biopsia hepática
(1) Posibilidad de TC
(2) La CRMN puede no detectar cálculos coledocales <
2 mm CPRE: colangiografía endoscópica
CRMN: Colangiorresonancia nuclear magnética
204
10. Ictericia y colestasis
cholangiopancreato- graphy: Techniques
and clinical applications. Am J Roentgenol
1997;169:1295-1303.
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