Embolia Grasa

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Índice

Introducción ---------------------------------------------------------------------------------------3
Definición -------------------------------------------------------------------------------------------4
Características de la embolia cerebral ----------------------------------------------------4
Tipos de embolia cerebral ---------------------------------------------------------------------5
Signos y síntomas ------------------------------------------------------------------------------- 6
Secuelas medicas -------------------------------------------------------------------------------- 6
Diagnostico ------------------------------------------------------------------------------------------7
Tratamiento ------------------------------------------------------------------------------------------8
Conclusión -------------------------------------------------------------------------------------------9
Anexo --------------------------------------------------------------------------------------------------10
Bibliografía -------------------------------------------------------------------------------------------11

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Introducción

Un embolo es una masa sólida, líquida o gaseosa que se libera dentro de los vasos y
es transportada por la sangre a un lugar del organismo distinto del punto de origen,
pudiendo provocar una embolia.
Se distinguen tres tipos de émbolos, dependiendo del estado físico de la partícula a la
deriva:
 Sólido: son los más frecuentes y generalmente se producen durante la disolución
de un trombo, resultando un émbolo trombótico. Pueden alcanzar tamaños
considerables, llegando a ser mortales en caso de oclusión a la arteria pulmonar

 Líquido: se pueden producir por embolia grasa, causada por fractura, en que
ocurre infiltración de restos de tejido adiposo en los vasos, o por embolia de líquido
amniótico, observada en partos complicados donde un desgarro en el miometrio
permite la entrada del líquido, rico en células muertas, grasa, lanugo, trofoblastos,
etc., a las venas de la madre.

 Gaseoso: se producen por una descompresión abrupta, que genera burbujas


dentro de la sangre. Este tipo de embolia es común en buzos, cuando ascienden
rápidamente desde profundidades considerables del mar hasta la superficie.
También puede ocurrir durante cirugías en tórax o cuello, o por heridas profundas
en tórax.
Basado en la ruta que toma el émbolo, puede haber tres tipos:
 Anterógrado: se dice que el movimiento del émbolo viaja en dirección del flujo
sanguíneo.

 Retrogrado: el peso del émbolo es tal que se opone a la dirección del flujo
sanguíneo.

 paradójico: también llamado embolismo cruzado, el émbolo de una vena cruza al


sistema arterial, usualmente se produce en defectos del corazón donde existe un
shunt sanguíneo o en fístulas arteriovenosas.

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Embolia cerebral

Es también conocida como ictus embólico, es un tipo de accidente cerebrovascular, es


decir, una alteración transitoria o permanente del flujo sanguíneo en una o varias áreas
cerebrales.
En la embolia cerebral la oclusión sanguínea es producto de la presencia de un
émbolo, un cuerpo de materia orgánica (coágulo sanguíneo, graso o gaseoso) que se
sitúa en un vaso sanguíneo encefálico impidiendo o dificultando el flujo sanguíneo
habitual y generando una zona isquémica o infartada.
A nivel clínico, la embolia cerebral puede producir un amplio espectro de alteraciones
neurológicas:
 Entumecimiento y parálisis muscular.
 Cefalea severa.
 Confusión.
 Pérdida de consciencia.
Además, este tipo de accidente cerebrovascular constituye una condición médica
potencialmente mortal. Hasta aproximadamente un 20% de las personas afectadas
fallecen en los primeros momentos y, buena parte de los supervivientes, presentan
discapacidades secundarias de por vida.
Los procedimientos de diagnósticos se suelen ajustar a los protocolos estandarizados
de intervención hospitalaria. Generalmente incluyen un examen neurológico extenso,
basado esencialmente en el empleo de pruebas de neuroimagen (Tomografía
Computarizada, Resonancia magnética, etc.). Además, las intervenciones terapéuticas
en la fase aguda suelen incluir un abordaje farmacológico y/o quirúrgico, con el objetivo
fundamental de reestablecer el flujo sanguíneo cerebral. Por otro lado, las
intervenciones en la fase post-aguda se centran en la rehabilitación física y
neuropsicológica.
 Características de la embolia cerebral
Un accidente cerebrovascular o ictus, se trata de un trastorno neurológico en el que el
riego sanguíneo cerebral se interrumpe de forma repentina, ya sea por una obstrucción
o por un derrame de sangre.
Nuestro cerebro, a diferencia de otras estructuras, no tiene la capacidad de acumular o
almacenar reservas energéticas, por este motivo, el suministro sanguíneo constante es
fundamental para su funcionamiento eficiente.

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En condiciones normales, la glucosa y el oxígeno circulan por nuestro torrente
sanguíneo alcanzado todas las estructuras del organismo, entre ellas el cerebro. Así, la
perfusión sanguínea cerebral necesaria es de 52ml/min/100g.

Por lo tanto, cualquier evento que altere este flujo situándolo por debajo de
30ml/min/100g, va a interferir de forma significativa en el metabolismo celular cerebral.
De esta forma, si una o varias áreas del cerebro reciben poco aporte de oxígeno
(hipoxia) o ninguno (anoxia) y de glucosa, resultado de una obstrucción o entrada
masiva de material sanguíneo, buena parte de las células afectadas podrán dañarse y,
consecuentemente, morir de forma inmediata y generar una zona infartada (área de
tejido muerto).
A pesar de que existen diferentes tipos de accidentes cerebrovasculares, la embolia
cerebral se clasifica dentro de los eventos de tipo isquémico. Los ataques o accidentes
isquémicos constituyen un evento médico en el que un vaso sanguíneo cerebral se
cierra o bloquea impidiendo el paso de la sangre y, como consecuencia, del oxígeno y
la glucosa hacia diferentes áreas cerebrales.
Los eventos isquémicos pueden dividirse en dos grupos:
1. Accidentes trombóticos: oclusión por la formación de un coagulo sanguíneo en
áreas cerebrales.

2. Accidentes embólicos: oclusión por la presencia de un coagulo sanguíneo,


fragmento de materia grasa o entrada de aire, procedente de un área extra-cerebral.
La embolia cerebral la clasificamos dentro de los accidentes de tipo embólico, en esta
el material que dificulta o impide el flujo normal de la sangre se genera en otros lugares
del sistema circulatorio, es decir, fuera del cerebro, accediendo este a través de las
arterias cerebrales.
 Tipos de embolia cerebral
Podemos clasificarla en función de su característica o del tipo de embolo:
 Embolo cardiaco: en este caso, se produce la formación de un coágulo sanguíneo
que se forma a partir del incremento del espesor de la sangre. Esta se endurece
formando una masa. Suele formarse dentro de las venas o las arterias del nuestro
sistema circulatorio, así, tienden a desprenderse y viajar por el torrente sanguíneo
hacia el cerebro.

 Embolo graso: se produce una acumulación de material graso en forma de


depósito o placa, que al igual que el material sanguíneo coagulado, puede
desprenderse y viajar, a través del sistema circulatorio, hacia el cerebro.

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 Embolo aéreo: el evento que obstruye la circulación sanguínea es una burbuja de
aire. Normalmente, resulta de fugas en los vasos sanguíneos o accidentes
quirúrgicos.

 Embolo séptico: el material que causa la obstrucción se deriva de la acumulación


de tejido o material purulento, producto de un proceso infeccioso.

 Embolo tisular: un fragmento de tejido canceroso o neoplásico se desprende de su


foco de origen y viaja hacia el cerebro obstruyendo a su paso la circulación de
sangre.

 Embolo de cuerpo extraño: cuando otro tipo de cuerpos ajenos al organismo (ej.:
Bala), acceden a este, también pueden causar obstrucción de la circulación
sanguínea cerebral, cuando alcanzan estas áreas.
A pesar de que cualquier persona puede sufrir un accidente cerebrovascular y, en
particular, una embolia cerebral, estas alteraciones neurológicas son más frecuentes en
la población que supera los 55 años, además su ocurrencia se incrementa de forma
exponencial con la edad.
Al margen de esto, existen algunos factores personales y ambientales que pueden
incrementar el riesgo de padecerlos, algunos de estos incluyen: pertenecer al sexo
masculino, presentar antecedentes familiares, padecer hipertensión, diabetes, vida
sedentaria, consumo de sustancias tóxicas, etc.
 Signos y síntomas
Cuando el flujo sanguíneo cerebral se interrumpe de forma transitoria o permanente,
podrán aparecer diferentes eventos patológicos identificables a nivel clínicos que,
aunque pueden variar en función de las áreas cerebrales afectadas, en buena parte de
los casos, suelen incluir:
 Desarrollo progresivo o aparición repentina de sensaciones de hormigueo, debilidad
muscular, entumecimiento o parálisis en una o varias áreas corporales,
especialmente en las extremidades o en zonas faciales.

 Desarrollo progresivo o aparición repentina de confusión espacio-temporal y


personal, dificultas para hablar o alteración del nivel de alerta y estado de
consciencia.

 Desarrollo progresivo o aparición repentina de alteraciones visuales, generalmente,


asociadas a la pérdida de visión.

 Desarrollo progresivo o aparición repentina de sensación de cansancio, sueño,


fatiga, desequilibrio e incluso mareo o náuseas.

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 Desarrollo progresivo o aparición repentina de un dolor de cabeza intenso, en
forma de cefalea grave.

 Secuelas medicas
Una vez transcurrida la fase aguda de la embolia cerebral, es decir, los momentos
iniciales tras la hospitalización y la intervención médica de urgencia, cuando las
constantes vitales de la persona afectada están estabilizadas y presenta un nivel de
conciencia funcional, es posible observar una serie de secuelas o complicaciones
médicas secundarias. Las más comunes son:
 Parálisis o debilidad muscular: la incapacidad para realizar movimiento con
alguna o varias extremidades es una de las secuelas médicas más frecuentes tras
las embolias cerebrales. En la mayor parte, suele afectar de forma unilateral, es
decir, a uno de los lados del cuerpo. Podemos identificar tanto una dificultad
significativa para ejecutar actos motores con las áreas afectadas (Hemiparesia),
como una incapacidad completa (Hemiplejia).

 Apraxia: incapacidad o dificultad significativa para realizar y ejecutar de forma


voluntaria actos motores coordinados aprendidos previamente.

 Afasia: incapacidad o dificultad significativa para producir o comprender el lenguaje.

 Disfagia: incapacidad o dificultad significativa para deglutir, es decir, tragar


alimentos, líquidos externos, o saliva de forma eficiente.

 Déficits Neuropsicológicos: normalmente, una de las secuelas más prevalentes


tras los accidentes cerebrovasculares, es la presencia de déficits relacionados con
la orientación espacial, la atención o la capacidad de resolución de problemas, sin
embargo, también pueden aparecer problemas de memoria, asociados a los
eventos anteriores o posteriores al accidente cerebral.

 Trastornos emocionales: el impacto de las complicaciones físicas y cognitivas el


evento cerebrovascular, puede generar en la persona afectada irritabilidad, cambios
de humor, problemas conductuales e incluso sentimientos de tristeza, por lo que es
posible que se desarrollen algunos trastornos psicológicos relacionados con éstos.

 Diagnostico

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Comenzando con el examen físico y neurológico, el diagnóstico de la embolia cerebral
se centra fundamentalmente en los resultados obtenidos a través de diversas pruebas
de laboratorio:
1. Tomografía computarizada (TC): se considera una de las mejoras pruebas para
detectar a presencia de sangrado o áreas infartadas en el cerebro, ésta nos ofrece
una información visual acerca de su integridad estructural. Además, también puede
ofrecer información acerca de la perfusión sanguínea y, por tanto, identificar
aquellas áreas en las que existe un flujo significativamente deficiente.

2. Imagen por resonancia magnética (IRM): al igual que la anterior, ofrece una
información visual acerca de las áreas afectadas, además ofrece resultados fiables
incluso tras varios minutos del comienzo de los primeros signos y síntomas clínicos.

3. Angiografía: este tipo de prueba se emplea para examinar la integridad de los


vasos sanguíneos que componen nuestro sistema circulatorio, en el caso de la
embolia, se examinan específicamente aquellos que nutren las áreas cerebrales. La
angiografía puede indicarnos si alguno de los vasos sanguíneos estudiados está
bloqueado por algún cuerpo extraño.

4. Ecocardiograma: este tipo de prueba se emplea fundamentalmente para detectar


la presencia o formación de coágulos sanguíneos en áreas cardíacas que puedan
desprenderse y viajar hacia otras áreas de las ramas circulatorias.

 Tratamiento

 Farmacológico
Se recetan anticoagulantes para ayudar a prevenir la coagulación de la sangre y el
crecimiento posterior al coagulo, el medicamento mas recetado es la heparina y se
administra tanto por vía endovenosa como subcutánea.
Una vez el paciente se encuentre estable es posible que se recomiende un
anticoagulante oral como la Warfarina como tratamiento periódico.
Existen varios fármacos que pueden aumentar el riesgo de embolia cerebral como:
1. Corticoesteroides
2. Anticonceptivos orales
3. Talidomida
4. Tamoxifeno
5. L-asparaginasa

 Quirúrgico

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Se utiliza un catéter que se introduce por otra parte del cuerpo y se desplaza hasta
llegar al vaso donde se encuentre el émbolo.

Conclusión

Se considera que una embolia cerebral es una emergencia médica que pone en peligro
la vida y se debe buscar atención médica inmediatamente si se presenta alguno de los
síntomas que se exponen en este artículo. La recuperación puede ser un proceso largo
y arduo. Sin embargo, un estilo de vida saludable que incluya ejercicio, una
alimentación balanceada y una supervisión médica periódica son acciones que pueden
prevenir una embolia cerebral.

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Anexo

Trombo, cada flecha indica un


trombo.

Embolo

Embolia cerebral

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Bibliografía

 Trastornos Neurológicos. (1995). En J. León-Carrión, Manual de Neuropsicología


Clínica. Madrid: Siglo Veintiuno Editores.

 Balmesada, R., Barroso y Martín, J., & León-Carrión, J. (2002). Déficits


neuropsicológicos y conductuales de los trastornos cerebrovasculares. Revista
Española de Neuropsicología, 4(4), 312-330.

 NIH. (2016). What Are the Signs and Symptoms of a Stroke? Obtenido de National
Heart, Lung, and Blood Institute.

 NIH. (2015). Stroke: Hope Through Research. Obtenido de National Institute of


Neurological Disorders and Stroke.

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