Las Pasas

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Las pasas

Es posible que tu única relación con las pasas sea la de apartarlas cuando te las


encuentras en mitad de tu bolsa de frutos secos, pero quizás hagas el esfuerzo de
probarlas después de conocer las múltiples cualidades de este superalimento que
concentra las propiedades de la fruta en un tamaño mínimo. Es importante
comenzar por el principio: por aclarar que una pasa no es un fruto seco aunque te
las cuelen en los paquetes, sino una fruta deshidratada que procede, sobre todo,
de las uvas. Se obtienen tras un proceso de secado de la fruta fresca para
disminuir su humedad y lograr que se conserve durante más tiempo, y la fibra y los
minerales destacan en su perfil nutricional.
Explican desde la Fundación Española de Nutrición (FEN) que durante la
desecación de la uva se concentran los nutrientes, pero también aumentan las
calorías. De hecho, casi se cuatriplican con respecto a su equivalente fresco. Esto
se debe, en parte, a su abundancia en hidratos de carbono simples. También
supone una fuente de fibra soluble e indisoluble, de potasio y fósforo, así como de
vitamina B6, que ayuda a regular la actividad hormonal. No están aconsejadas, en
cambio, para personas que quieran perder peso puesto que es una de las frutas
con más carga glucémica, llegando a tener 28 por ración.
Ser un chute de energía de calidad para el organismo es uno de los beneficios
más aplaudidos de las pasas, pero también contribuyen a mejorar el tránsito
intestinal y prevenir el estreñimiento. La interacción de su fibra con su elevado
contenido en potasio, así como sus polifenoles y antioxidantes, hacen de esta fruta
deshidratada una aliada de la salud cardiovascular, regulando los lípidos en
sangre y la presión arterial. Además, hemos escuchado toda la vida que los rabos
de pasa mejoran la memoria, una afirmación que podría explicarse por sus
propiedades antioxidantes contra los radicales libres y las vitaminas del tipo B que
previenen el estrés.
Decíamos antes que el apellido pasa no es exclusivo de las uvas, sino que
también otras frutas como las ciruelas lo llevan. Se transforma en orejón cuando
hablamos de albaricoques o melocotón. No obstante, aunque otras muchas frutas
se deshidraten como sucede con los higos, por ejemplo, vamos a centrarnos esta
vez en las cualidades de las uvas pasas, siendo las más apreciadas las que se
obtienen de variedades sin semillas, con baja acidez y dulces.
Se producen en todo el mundo de forma similar aunque su origen está muy
definido. La clasificación de sus principales variedades, según la FEN, es la
siguiente:
-Pasas de Corinto. Proceden de unas uvas negras sin semillas que se cultivan en
la ciudad griega de Corinto. Son de color oscuro, no tienen pepitas y son más
pequeñas y con un aroma más intenso.
-Pasas sultanas. Se obtienen de las uvas blancas sin semillas que crecen en la
ciudad de Esmirna, en Turquía. Son de color claro, sin semillas y
extraordinariamente dulces, por eso son las más apreciadas en repostería.
-Pasas de Málaga. Poseen denominación de origen propia y proceden de la uva
moscatel. Son grandes, dulces y con pepitas.
Valor nutricional de las uvas pasas
El valor nutricional por 100 gramos de uvas pasas es el siguiente:
Calorías: 286 kcal
Proteínas: 1,4 g
Grasas totales: 0,3 g
Colesterol: 0 g
Hidratos de carbono: 66 g
Fibra: 6,8 g
Calcio: 71 mg
Potasio: 860 mg
Fósforo: 110 mg

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