Introducción A La Inteligencia Emocional

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

Introducción a la Inteligencia Emocional: las emociones

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan intentos de adaptación


al medio”
Básicamente, lo que hace nuestro cerebro es modificar nuestras cogniciones, nuestras
reacciones fisiológicas e impulsar una conducta que nos ayude a sobrevivir. Las
emociones se originan en el sistema límbico y tienen tres componentes. Se trata de una
función adaptativa de nuestro organismo.
 Fisiológicos. Es la primera reacción frente a un estímulo y son involuntarias: la
respiración aumenta, cambios a nivel hormonal.
 Cognitivos. La información es procesada a nivel consciente e inconsciente.
Influye en nuestra experiencia subjetiva.
 Conductuales. Provoca un cambio en el comportamiento: los gestos de la cara,
los movimientos del cuerpo.
Tipos de emoción
Emociones primarias o básicas
Son las que experimentamos en respuesta a un estímulo.
Paul Ekman afirma que las emociones básicas son seis: miedo, ira, alegría sorpresa, asco
y tristeza. Teniendo en cuenta la finalidad adaptativa de las emociones, podemos decir
que tienen distintas funciones.
 Miedo. Puede pasar que nuestro organismo se paralice antes de tomar una
salida acertada. El cuerpo se encuentra sometido a un estado de máxima alerta.
Se asocia al nerviosismo, ansiedad, preocupación, inquietud y en un nivel más
grave, con la fobia y el pánico.
 Ira. Se acelera la frecuencia cardíaca y se elevan hormonas (la adrenalina) que
predisponen nuestro organismo para emprender la acción. Se asocia con la
hostilidad, la furia, la indignación, y en casos extremos, el odio patológico.
 Alegría. Se suprimen sensaciones negativas o de incomodidad. Anulación de
prácticamente todas las reacciones fisiológicas de importancia, excepto la
sensación de tranquilidad y calma corporal. Se asocia con el placer, la diversión,
la armonía sensual y en niveles más altos con la euforia y el éxtasis.
 Sorpresa. Subir las cejas expresando sorpresa nos permite ampliar el campo
visual y nuestra retina recibe más luz. Esta reacción aumenta la información
sobre el acontecimiento, facilitando la mejor manera de elegir ante la nueva
situación.
 Asco. Un gesto facial de disgusto se perfila para bloquear las fosas nasales en
caso de percibir un olor desagradable. Nos produce rechazo a algo que tenemos
por delante.
 Tristeza. En caso de pérdidas, se asocia a una función adaptativa y reparadora.
Provoca una disminución de la energía e ilusión por las actividades cotidianas.
Paraliza nuestro metabolismo y nos limita y aísla. En casos graves, podemos
llegar a la depresión.

Emociones secundarias
Son un grupo de emociones que siguen a las anteriores. Cuando experimentamos la
emoción básica de miedo, por ejemplo, podemos sentir las emociones secundarias de
amenaza o enfado. Las emociones secundarias son generadas a nivel individual como
consecuencia del aprendizaje por las normas sociales y las normas morales.
“Las emociones afectan el comportamiento de las personas de manera positiva o
negativa”
Positivas. Son las emociones saludables. Favorecen la manera de pensar, de razonar y
de actuar de las personas. La alegría, la satisfacción, la gratitud, nos provocan una
actitud positiva frente a la vida y nos hacen sentir experiencias de sentirnos bien.
Negativas. Afectan el bienestar de los demás, se conocen como emociones toxicas y
suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. Por ejemplo: miedo y tristeza. Hay que
tener en cuenta que en pequeñas cantidades y baja intensidad no son perjudiciales.
Forman parte del proceso de aprendizaje. Gracias a ellas, nuestra memoria emocional
nos ayuda a recordar las consecuencias que tienen determinadas conductas o
exponernos a ciertos contextos.
Ambiguas. Se conocen también como emociones neutras, ej. la sorpresa. No nos hace
sentir ni bien ni mal.
Las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales,
motivacionales, deseos, necesidades e incluso objetivos.
La Inteligencia Emocional
Es una herramienta básica para nuestra salud mental y es una forma de empoderarnos
frente a la vida. De este modo, nos convertirnos en personas más preparadas para
afrontar los altibajos diarios. Al controlar nuestras emociones, no somos víctimas de
ellas y podemos manejar de forma más adecuada las situaciones adversas que se nos
pueden presentar.
La inteligencia emocional es un término que se hizo famoso con Daniel Goleman. Es
el conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar los sentimientos de la
manera más adecuada en el terreno personal y social. Incluye por lo tanto, un buen
manejo de los sentimientos, motivación, perseverancia, empatía o agilidad mental;
cualidades que configuran una persona adaptada socialmente.
Componentes de la inteligencia emocional
 Autoconocimiento emocional.
 Autocontrol emocional.
 Automotivación.
 Reconocimiento de las emociones de los demás.
 Relaciones interpersonales.
Las personas emocionalmente inteligentes

 Poseen autoestima alta.


 Son personas positivas.
 Saben dar y recibir.
 Tienen empatía, entienden los sentimientos de otros.
 Reconocen sus propios sentimientos.
 Son capaces de expresar tanto los sentimientos positivos como los negativos.
 Son capaces de controlar estos sentimientos.
 Motivación, ilusión, interés.
 Tienen valores alternativos.
 Superan dificultades y frustración.
 Encuentran equilibrio entre exigencia y tolerancia.

Los cuatro factores de Inteligencia Emocional


Salovey y Mayer propusieron un modelo que identifica cuatro factores diferentes de la
Inteligencia Emocional y que son: la percepción emocional, la capacidad de razonar
usando las emociones, la capacidad de comprender las emociones y la capacidad de
manejar las emociones.
1. Percibir las emociones
El primer paso en la comprensión de las emociones es percibirlas con precisión. En
muchos casos, esto podría implicar la comprensión de las señales no verbales como
el lenguaje corporal y las expresiones faciales.
2. Razonar con las emociones
El siguiente paso consiste en utilizar las emociones para promover el pensamiento y la
actividad cognitiva. Las emociones ayudan a priorizar aquello a lo que es prioritario
prestar atención y por tanto reaccionar, respondiendo de este modo emocionalmente a
las cosas que captan nuestra atención.
3. Comprensión de las emociones
Las emociones que percibimos pueden tener a una gran variedad de significados. Si
alguien está expresando emociones de ira, el observador debe interpretar la causa de
su ira y lo que podría significar. Por ejemplo, si nuestro jefe está actuando de manera
airada, podría significar que está insatisfecho con nuestro trabajo, o tal vez que tiene un
exceso de carga laboral o que ha estado discutiendo con su esposa por la mañana.
4. Gestión de las emociones
La capacidad de gestionar con eficacia las emociones es una parte crucial de la
Inteligencia Emocional. La regulación de las emociones, responder de manera
apropiada, y saber cómo y cuándo responder a las emociones de los demás, son todos
aspectos importantes de la gestión emocional.
La importancia de la Inteligencia Emocional
Los expertos coinciden en que este tipo de inteligencia juega un papel vital en el éxito
tanto personal como profesional, siendo incluso más importante que el cociente
intelectual. En cualquier caso, la Inteligencia Emocional parece estar vinculada a todo,
desde la toma de decisiones para el rendimiento académico.
Entonces, ¿qué se necesita para ser emocionalmente inteligente? Daniel Goleman habla
de cinco componentes críticos de la Inteligencia Emocional.
Los Cinco Componentes de la Inteligencia Emocional
1. Conciencia de uno mismo o autoconciencia emocional
Esta es la forma en que nos damos cuenta de nuestras emociones y somos capaces de
evaluarlas. La mayoría de nosotros estamos tan ocupados con la rutina diaria, que rara
vez nos paramos a pensar en cómo estamos respondiendo a las situaciones y cómo nos
encontramos. La otra forma de conciencia de uno mismo es el reconocer las emociones
de los demás hacia nosotros. Esto a menudo es difícil debido a que tendemos a ver lo
que queremos ver y solemos evitar pedir a los demás opiniones si creemos que van a
resultar incómodas para nosotros.
Mejorando nuestra autoconciencia emocional podremos ser capaces de comprender
muchas más cosas de nuestro día a día. También es interesante saber recoger los
comentarios de personas que se muestran honestas con nosotros y cuyas ideas
valoramos.
2. Autorregulación o autocontrol emocional
La autogestión es la capacidad de controlar nuestras emociones. Este componente
también incluye transparencia emocional, capacidad de adaptación, logro y optimismo.
Las personas con un buen nivel de autorregulación tienden a ser flexibles y adaptarse
bien a los cambios. También son buenas en la gestión de conflictos y la difusión de
situaciones tensas o difíciles. Goleman también sugiere que las personas con fuertes
habilidades de autorregulación siguen su camino sin desviarse de él. Son capaces de
influir positivamente en los demás y asumir la responsabilidad de sus propias acciones.
3. Habilidades sociales o relaciones interpersonales
Se trata de ser capaz de interactuar correctamente con quienes nos rodean,
independientemente del lugar y la situación. La verdadera comprensión emocional
implica algo más que la comprensión de nuestras propias emociones y los sentimientos
de los demás, también tiene que ver con ser capaz de poner en práctica esta información
en nuestras interacciones y comunicaciones diarias.

En los entornos profesionales, las personas con buenas habilidades sociales son capaces
de construir buenas relaciones y conexiones con los compañeros de trabajo, saben
desarrollar una fuerte relación con líderes, iguales y subordinados. Algunas habilidades
sociales importantes incluyen la escucha activa, habilidades de comunicación verbal,
habilidades de comunicación no verbal, liderazgo y capacidad de persuasión.
4. Empatía o reconocimiento de las emociones de los demás
La empatía es la capacidad de entender los sentimientos de otros, es absolutamente
fundamental para la Inteligencia Emocional. Pero esto implica algo más que ser capaz
de reconocer los estados emocionales de los demás, también implica dar respuesta a las
personas basándonos en esta información. Si percibimos empáticamente que alguien se
siente triste o desesperanzado, seremos más capaces de influir en la forma de responder
a sus emociones. Podremos mostrar nuestra preocupación y haremos un esfuerzo para
mantener ayudarle a sentirse mejor en estos momentos.
Ser empático también permite a la gente entender la dinámica de poder que a menudo
influyen en las relaciones sociales, especialmente en los lugares de trabajo. Los que
tienen una buena competencia en esta área, son capaces de ejercer una correcta
influencia en las relaciones, comprender cómo funcionan los sentimientos y
comportamientos, e interpretar eficazmente las diferentes situaciones que giran en
torno a este tipo de dinámicas de poder.
5. Automotivación
La motivación intrínseca también juega un papel clave en la Inteligencia Emocional. Las
personas que son emocionalmente inteligentes suelen estar motivadas por cosas más
allá de las meras recompensas externas, como la fama, el dinero o el reconocimiento
social. Pueden sentir una genuina pasión que les lleva a cumplir con sus propias
necesidades y objetivos internos. Buscan cosas que les conducen a recompensas
internas y se involucran en experiencias que les lleven a sentirse bien consigo mismas.
Las personas que son competentes en esta área tienden a estar orientadas hacia la
acción. Se fijan metas, tienen una alta necesidad de logro y siempre están buscando
maneras de hacerlo mejor. También tienden a mostrarse muy comprometidas con los
temas sociales y son buenas tomando la iniciativa para llevar a cabo gran diversidad de
tareas.

Referencias
 Bisquerra, R. (Coord.) (2012). ¿Cómo educar las emociones?. La inteligencia
emocional en la infancia y la adolescencia. Faros: Cuadernos.

 Bisquerra, R. (2000). Educación emocional y bienestar. Barcelona: Praxis


 Cabello González, Rosario, et al. Mejorar la inteligencia emocional de los
adolescentes. Madrid: Pirámide, 2016.
 Castellanos, Luis, Diana Yoldi, y José Luis Hidalgo. La ciencia del lenguaje positivo:
cómo nos cambian las palabras que elegimos. Barcelona: Paidós, 2016
 Damasio, Antonio R. En busca de Spinoza: neurobiología de la emoción y los
sentimientos. Barcelona: Booket, 2014
 García Fernández Abascal, Enrique. Disfrutar de las emociones positivas. Madrid:
Grupo 5, 2015
 Goleman, Daniel (1996). Inteligencia emocional (4a ed. edición). Barcelona:
Kairos
 Morgado Bernal, Ignacio. Emociones e inteligencia social: las claves para una
alianza entre los sentimientos y la razón. Barcelona: Editorial Ariel, 2007
 Punset, Elsa. El llibre de les petites revolucions. Barcelona: Columna, 2016
 Salmurri, Ferrán. Razón y emoción: recursos para aprender y enseñar a pensar.
Barcelona: RBA, 2015
 http://emotional.intelligence.uma.es/documentos/pdf61modelo_de_mayer_sa
lovey.pdf
 http://emotional.intelligence.uma.es/documentos/PDF35estudio_felicidad.pdf
 https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/45497/6-15.pdf
 http://publicacionesdidacticas.com/hemeroteca/articulo/071037/articulo-pdf
 http://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/56160/Inteligencia%20Emocional
%2c%20Recursos%20y%20Problemas%20psicol%C3%B3gicos%20en%20la%20i
nfancia%20y%20adolescencia..pdf?sequence=1&isAllowed=y
 https://www.upv.es/contenidos/SIEORIEN/infoweb/sieorien/info/869054C
https://www.psicoactiva.com/blog/la-inteligencia-emocional-y-las-emociones/

También podría gustarte