SINTESISJURISPRUDENCIAL

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ANEXO

SÍNTESIS JURISPRUDENCIAL

A. CORTE CONSTITUCIONAL

JURISPRUDENCIA AÑO 2008

SENTENCIA NORMAS DEMANDADAS PROBLEMA JURIDICO DECISIÓN


SENTENCIA C-060/08 El siguiente es el texto de la norma Se desprende de lo analizado en DECISIÓN Declarar
atacada, advirtiéndose que la páginas precedentes que si bien INEXEQUIBLE la palabra
Referencia: expediente D-6774, demanda de inconstitucionalidad resulta razonable que sólo al final “condenatoria” y EXEQUIBLE
Demandante: Luis Enrique Giraldo Durán, se dirige contra la parte subrayada del proceso se adopte una el resto de la expresión
Demanda de inconstitucionalidad contra el de dicho texto: “Ley 906 de 2004 decisión definitiva sobre la acusada contenida en el
artículo 101 (parcial) de la Ley 906 de 2004 (Agosto 31) Diario Oficial No cancelación de los títulos inciso 2° del artículo 101 de la
(Código de Procedimiento Penal). 45.658 de 1° de septiembre de apócrifos, el hecho de que ello sólo Ley 906 de 2004, en el
Magistrado Ponente: Dr. NILSON PINILLA 2004, Por la cual se expide el pueda ocurrir dentro de la entendido de que la
PINILLA, Bogotá, D.C., treinta (30) de enero Código de Procedimiento Penal, sentencia condenatoria, tal como cancelación de los títulos y
de dos mil ocho (2008). EL CONGRESO DE COLOMBIA, lo exige el inciso 2° del artículo 101 registros respectivos también
DECRETA: … … … ARTÍCULO de la Ley 906 de 2004, puede sin se hará en cualquier otra
101. SUSPENSIÓN Y duda llegar a excluir el acceso de providencia que ponga fin al
CANCELACIÓN DE REGISTROS las víctimas a la administración de proceso penal.
OBTENIDOS justicia, pues al terminar el proceso
FRAUDULENTAMENTE. En penal de diferente manera,
cualquier momento y antes de quedaría extinguido para ellas y
presentarse la acusación, a concretamente para el legítimo
petición de la Fiscalía, el juez de titular, el poder dispositivo sobre
control de garantías dispondrá la los bienes a que tales títulos se
suspensión del poder dispositivo refieren. Se quebranta así la
de los bienes sujetos a registro garantía de acudir a un debido
cuando existan motivos fundados proceso que la Constitución
para inferir que el título de Política reconoce y se crea un
propiedad fue obtenido obstáculo para el cumplimiento de
fraudulentamente.  algunas de las obligaciones que el
texto superior le impone a la
En la sentencia condenatoria se
Fiscalía General de la Nación para
ordenará la cancelación de los
que vele eficientemente, como le
títulos y registros respectivos
es indefectible hacerlo, por los
cuando exista convencimiento más
intereses de las víctimas y
allá de toda duda razonable sobre
contribuya a proteger y restablecer
las circunstancias que originaron la
sus derechos.
anterior medida.
Por lo anterior, concluye la Corte
que la palabra “condenatoria”
resulta entonces contraria al
contenido de varias normas
constitucionales, como los
artículos 29 (debido proceso), 229
(acceso a la administración de
justicia) y 250 (funciones de la
Fiscalía General de la Nación), por
lo cual debe entonces declararse
su inexequibilidad.
En lo que atañe a la expresión “En
la sentencia”, que también hace
parte del segmento normativo
acusado, la Corte acoge
parcialmente el planteamiento del
demandante y los coadyuvantes,
así como el de los impugnadores.
Ello por cuanto, si bien se entiende
que sólo al término del proceso
penal puede existir certeza
suficiente para justificar la
definitiva cancelación de los títulos
fraudulentamente obtenidos, no es
menos cierto que dicha certeza
bien puede haberse generado
como resultado del debate
probatorio surtido durante el
proceso, aun cuando éste haya
concluido, bien mediante sentencia
absolutoria, bien por efecto de
alguna otra decisión de las que
supone la imposibilidad de
continuarlo, como aquellas que
implican la extinción de la acción
penal, y todas las demás a que la
Corte tuvo oportunidad de referirse
páginas atrás.
En desarrollo del principio de
conservación del derecho, ello
conduce entonces a la declaratoria
de exequibilidad condicionada de
la expresión “En la sentencia”, bajo
el entendido de que igualmente
procederá la orden de cancelación
definitiva de los títulos apócrifos
cuando quiera que se dicte otra
providencia que ponga fin al
proceso penal.
En todo caso y para plena claridad,
la Corte Constitucional advierte
que en cualquier evento en que, de
acuerdo con lo expuesto, la
cancelación de los títulos apócrifos
deba ordenarse en un contexto
diferente al de la sentencia de
fondo, dicha decisión sólo podrá
tomarse en la medida en que,
habiéndose permitido el pleno
ejercicio del derecho de defensa y
contradicción de quienes
resultaren afectados por la
cancelación, su derecho haya sido
legalmente desvirtuado, lo que
ocurre precisamente al alcanzarse
el “convencimiento más allá de
toda duda razonable” sobre el
carácter fraudulento de dichos
títulos, requisito cuyo rigor
obviamente se mantiene, así no se
logre la identificación, vinculación y
condena de la o las personas
penalmente responsables.
SENTENCIA C-118/08 A continuación se transcriben las Ahora, la garantía que es objeto de DECISIÓN Declarar
normas acusadas contenidas en la análisis no supone el estudio EXEQUIBLES las
Referencia: expediente D-6818, Demanda Ley 906 de 2004, y se subrayan y aislado de cada una de las expresiones “el fiscal”,
de inconstitucionalidad contra los artículos resaltan los apartes demandados: oportunidades procesales que la contenidas en los artículos
294, 331, 332 y 333 de la Ley 906 de 2004 “Ley 906 de 2004 (31 de agosto) ley confiere a las partes del 294, inciso 1º; 331, inciso 1º y
“Por la cual se expide el Código de Por la cual se expide el Código de proceso penal, sino, por el 332, inciso 1º, de la Ley 906
Procedimiento Penal”. Actor: Edgar Procedimiento Penal(…) contrario, requiere una de 2004 y “previa solicitud del
Saavedra Rojas Magistrado Ponente: Dr. interpretación sistemática y de fiscal” y “al fiscal”, contenidas
MARCO GERARDO MONROY CABRA ARTÍCULO 294. VENCIMIENTO
contexto del todo el procedimiento, en el artículo 333 de la Ley
Bogotá D. C., trece (13) de febrero de dos DEL TÉRMINO. Vencido el término
pues lo que parecería ser una 906 de 2004.
mil ocho (2008 previsto en el artículo 175 el fiscal
medida adoptada en detrimento
deberá solicitar la preclusión o
del interés de una de las partes
formular la acusación ante el juez
puede resultar favorable si se
de conocimiento. De no hacerlo,
analiza en su conjunto. Luego, se
perderá competencia para seguir
concluye que el principio de
actuando de lo cual informará
igualdad de armas para el acusado
inmediatamente a su respectivo
y el acusador supone un análisis
superior. En este evento el
de contexto del proceso penal.
superior designará un nuevo fiscal
quien deberá adoptar la decisión Entonces, al hacer un análisis
que corresponda en el término de sistemático de las normas que
treinta (30) días, contados a partir regulan cuáles son los sujetos
del momento en que se le asigne facultados para solicitar la
el caso. Vencido el plazo, si la preclusión de la investigación en la
situación permanece sin definición primera fase del proceso, para la
el imputado quedará en libertad Sala es evidente que si bien es
inmediata, y la defensa o el cierto, dada la estructura del
Ministerio Público solicitarán la sistema penal acusatorio la
preclusión al juez de conocimiento. defensa tiene menos posibilidades
El vencimiento de los términos de solicitar la terminación
señalados será causal de mala anticipada del proceso, no lo es
conducta. El superior dará aviso menos que sí puede acudir al juez
inmediato a la autoridad penal y competente para pedirla, pues el
disciplinaria competente. artículo 294 de la Ley 906 de 2004
ARTÍCULO 331. PRECLUSIÓN. autoriza a la defensa y al Ministerio
En cualquier momento1, el fiscal Público a solicitar la preclusión de
solicitará al juez de conocimiento la investigación y la libertad
la preclusión, si no existiere mérito inmediata del imputado cuando el
para acusar. ARTÍCULO 332. Fiscal encargado del caso no ha
CAUSALES. El fiscal solicitará la formulado la acusación ante el juez
preclusión en los siguientes casos: de conocimiento dentro del término
1. Imposibilidad de iniciar o señalado en el artículo 175 del
continuar el ejercicio de la acción estatuto procesal penal y el plazo
penal. 2. Existencia de una causal concedido por el mismo artículo
que excluya la responsabilidad, de 294 ibídem. En consecuencia, el
acuerdo con el Código Penal. 3. hecho de que la defensa no pueda
Inexistencia del hecho investigado. solicitar la preclusión de la
4. Atipicidad del hecho investigado. investigación en la fase de la
5. Ausencia de intervención del averiguación con base en las
imputado en el hecho investigado. mismas causales que la ley
6. Imposibilidad de desvirtuar la consagra para el fiscal, no significa
presunción de inocencia. 7. que el imputado nunca pueda
Vencimiento del término máximo solicitar la terminación anticipada
previsto en el inciso segundo del del proceso en la etapa de la
artículo 294 del este código. investigación ni que se encuentra
PARÁGRAFO. Durante el impedido para ejercer su derecho
juzgamiento, de sobrevenir las de defensa, pues cuenta con los
causales contempladas en los recursos y oportunidades propios
numerales 1 y 3, el fiscal, el de cada fase del proceso penal.
Ministerio Público o la defensa, Además, se tiene que si el fiscal
podrán solicitar al juez de decide acusar pese a que se dan
conocimiento la preclusión.
2 los presupuestos para precluir la
ARTÍCULO 333 . TRÁMITE. investigación, es perfectamente
Previa solicitud del fiscal el juez posible que la defensa presente
citará a audiencia, dentro de los sus observaciones sobre el hecho
cinco (5) días siguientes, en la que en el escrito de acusación (artículo
se estudiará la petición de
1
Originalmente, el artículo 331 del Código de Procedimiento Penal contenía la expresión “a partir de la formulación de la imputación”, la cual fue declarada inexequible por la Corte
Constitucional en sentencia C-591 de 2005. M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
2
Este artículo fue declarado exequible de manera condicionada, por la Corte Constitucional mediante Sentencia C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, en el entendido “de que
las víctimas pueden allegar o solicitar elementos materiales probatorios y evidencia física para oponerse a la petición de preclusión del fiscal”.
preclusión. Instalada la audiencia, 339 del Código de Procedimiento
se concederá el uso de la palabra Penal), o que interponga recurso
al fiscal para que exponga su de reposición contra la decisión de
solicitud con indicación de los dar por terminada la audiencia de
elementos materiales probatorios y formulación de acusación (artículo
evidencia física que sustentaron la 176 de la Ley 906 de 2004) o que,
imputación, y fundamentación de en etapa del juzgamiento, solicite
la causal incoada. Acto seguido se la preclusión (parágrafo del artículo
conferirá el uso de la palabra a la 332 del estatuto procesal penal), o
víctima, al agente del Ministerio que en el curso del juicio
Público y al defensor del imputado, demuestre la existencia de una
en el evento en que quisieren causal que excluya de
oponerse a la petición del fiscal. responsabilidad al acusado, o la
atipicidad del hecho investigado, o
En ningún caso habrá lugar a
la ausencia de intervención del
solicitud ni práctica de pruebas.
imputado en el hecho investigado;
Agotado el debate el juez podrá
casuales estas de preclusión de la
decretar un receso hasta por una
investigación que, de todas
(1) hora para preparar la decisión
maneras, conducen a la
que motivará oralmente
absolución del acusado. En
consecuencia, no se encuentra
que la exclusión al imputado de la
posibilidad de solicitar la preclusión
de la investigación vulnere sus
derechos de defensa y de acceso
a la justicia. Incluso, vale la pena
tener en cuenta que, como lo ha
advertido esta Corporación, la
solicitud de preclusión de la
investigación debe estar rodeada
de garantías para todos los
afectados por el delito, pues la
terminación anticipada del proceso
tiene incidencia directa sobre los
derechos de las víctimas, en la
medida en que no les permite
llegar al juicio para demostrar la
responsabilidad del imputado ni
para obtener la verdad, justicia y
reparación de sus derechos
afectados con el delito. Al
respecto, la Corte dijo:
“dado que cuando se decreta la
preclusión, esta decisión tiene
como efecto cesar la persecución
penal contra el imputado respecto
de loshechos objeto de
investigación, y tiene efectos de
cosa juzgada, no permitir a la
víctima controvertir
adecuadamente la solicitud del
fiscal puede conducir a una
afectación alta de sus derechos, e
incluso, a la impunidad. En efecto,
dado que al decretarse la
preclusión, la víctima no puede
solicitar la reanudación de la
investigación, ni aportar nuevos
elementos probatorios que
permitan reabrir la investigación
contra el imputado favorecido con
la preclusión, resulta esencial
adelantar un control adecuado de
las acciones y omisiones del fiscal,
y controvertir de manera efectiva
de sus decisiones. Por ello, el
trámite de la solicitud de preclusión
debe estar rodeado de las
mayores garantías” (subrayas
fuera del texto)3.
Así las cosas, la Sala encuentra
que los cargos expuestos por el
demandante no prosperan porque
las expresiones normativas
acusadas se ajustan a la
Constitución, por lo que debe
declarar su exequibilidad.

3
Sentencia C-209 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
SENTENCIA C-163/08 A continuación se transcribe el Corresponde a la Corte determinar DECISIÓN Declarar
texto de la disposición si el inciso final del artículo 1° de la EXEQUIBLE el inciso tercero
Referencia: expediente D-6903, Demanda parcialmente demandada, de Ley 1142 de 2007, al disponer que del artículo 1° de la Ley 1142
de inconstitucionalidad contra el inciso 3° conformidad con su publicación en “En todos los casos se solicitará el de 2007, que modificó el
del artículo 1° de la Ley 1142 de 2007. el Diario oficial No. 46.673 de julio control de legalidad de la captura artículo 2° de la Ley 906 de
Actor: Franky Urrego Ortiz, Magistrado 28 de 2007 y se subraya lo al juez de garantías, en el menor 2004, en el entendido que
Ponente: Dr. JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO. acusado. "LEY No. 1142 DE 2007 ( tiempo posible, sin superar la dentro del término de treinta y
Bogotá, D.C., veinte (20) de Febrero de dos Julio 28 ), “Por medio de la cual se treinta y seis (36) horas seis (36) horas posterior a la
mil ocho (2008 reforman parcialmente las Leyes siguientes”, contempla un estándar captura, se debe realizar el
906 de 2004, 599 de 2000 y 600 menor de protección a la libertad al control efectivo a la restricción
de 2000 y se adoptan medidas que se deriva de los mandatos de de la libertad por parte del
para la prevención y represión de los artículos 28 inciso 2° y 250.1 juez de garantías, o en su
la actividad delictiva de especial inciso tercero de la Constitución, caso, del juez de
impacto para la convivencia y conforme al cual el plazo conocimiento.
seguridad ciudadana ”El Congreso perentorio de 36 horas está
de Colombia, DECRETA: (…) previsto para poner la persona
“ARTÍCULO 1°. El artículo 2º. de la privada de la libertad a disposición
Ley 906 de 2004 quedará así: del juez competente (28), y
efectuar el correspondiente control
Libertad. Toda persona tiene
de legalidad de la aprehensión
derecho a que se respete su
(250.1).
libertad. Nadie podrá ser
molestado en su persona ni Para resolver el anterior problema
privado de su libertad sino en jurídico la Corte desarrollará la
virtud de mandamiento escrito de siguiente metodología: (i) Reiterará
autoridad judicial competente, su jurisprudencia sobre la
emitido con las formalidades protección constitucional a la
legales y por motivos previamente libertad individual; (ii) hará una
definidos en la ley.  breve referencia a la garantía de la
persona privada de la libertad de
El juez de control de garantías,
ser llevada sin demora ante una
previa solicitud de la Fiscalía
autoridad judicial; (iii) establecerá
General de la Nación, ordenará la
restricción de la libertad del el alcance y contenido de la norma
impugnada; (iv) En ese marco
imputado cuando resulte necesaria
examinará el cargo formulado.
para garantizar su comparecencia
o la preservación de la prueba o la
protección de la comunidad, en
especial, de las víctimas.
Igualmente, por petición de
cualquiera de las partes, en los
términos señalados en este
código, dispondrá la modificación o
revocación de la medida restrictiva
si las circunstancias hubieren
variado y la convirtieren en
irrazonable o desproporcionada. 
En todos los casos se solicitará el
control de legalidad de la captura
al juez de garantías, en el menor
tiempo posible, sin superar las
treinta y seis (36) horas
siguientes.”(…)
SENTENCIA C-187/08 En ejercicio de la acción pública La ciudadana María del Pilar Declararse INHIBIDA de
consagrada en el artículo 241 de la Orjuela Bossa demanda la emitir pronunciamiento de
Referencia: expediente D-6851, Demanda Constitución Política, la ciudadana inexequibilidad del numeral 2º del fondo contra la expresión “El
de inconstitucionalidad contra el numeral 2º María del Pilar Orjuela Bossa artículo 310 de la Ley 906 de 2004, número de delitos que se le
del artículo 310 de la Ley 906 de 2004. demandó la inexequibilidad del a cuyo tenor “El número de delitos imputan y la naturaleza de los
Demandante: María del Pilar Orjuela Bossa. segundo numeral del artículo 310 que se le imputan y la naturaleza mismos”, del artículo 310 de
Magistrado Ponente: Dr. HUMBERTO de la Ley 906 de 2004, por estimar de los mismos, por estimar que la Ley 906 de 2004, por inepta
ANTONIO SIERRA PORTO, Bogotá, D.C., que vulnera el Preámbulo y los vulnera el Preámbulo y los demanda
veintisiete (27) de febrero de dos mil ocho artículos 13, 24, 28, 29 Superiores. artículos 13, 24, 28, 29 Superiores.
(2008).
Argumenta que para imponer una
medida de aseguramiento,
cualquiera que sea, primero se
debe establecer el cumplimiento
de al menos uno de los requisitos
establecidos en el artículo 308 de
la Ley 906 de 2004 y desarrollados
en los artículos subsiguientes. El
legislador contempló dentro de
éstos, considerar que el imputado
constituye un peligro para la
sociedad (art. 308.2), lo cual es
desarrollado en el artículo 310 del
C.P.P., causal según la cual el juez
deberá tomar en cuenta “El
número de delitos que se le
imputan y la naturaleza de los
mismos”.
Al respecto, explica que la norma
acusada admitiría dos posibles
interpretaciones: (i) que ambos
delitos tengan prevista la
imposición de medida de
aseguramiento consistente en
detención preventiva; y (ii) que al
menos uno de ellos la tenga.
Según la ciudadana, solamente la
primer interpretación sería
conforme con el Preámbulo y los
artículos 24, 28, 29
constitucionales. No obstante lo
anterior, asegura que algunos
jueces de control de garantías
vienen aplicando la segunda
interpretación de la norma
acusada, hermenéutica que estima
violatoria de la Constitución. De allí
que la ciudadana aclare que su
demanda se encamina a que “se
declare que existe una sola
interpretación y que esa
interpretación es la restrictiva, es
decir, que los dos delitos de los
cuales habla la norma, deben estar
cobijados con medida de
aseguramiento de detención
preventiva, ya que lo contrario es
irracional y desconoce el mandato
constitucional consagrado en el su
(sic) artículos 13, 28 y 29”.
Agrega que la existencia de estas
dos interpretaciones de la norma
acusada conduce a una violación
al principio de igualdad, ya que
dependiendo del juez de control de
garantías que examine el caso, la
persona resultará o no privada de
su libertad.
De igual manera, a lo largo de su
demanda insiste en que la Corte
tiene competencia para examinar
la compatibilidad de una
interpretación de la ley con la
Constitución; tanto más y en
cuanto está de por medio el
derecho a la libertad.
Los intervinientes coinciden a
solicitarle a la Corte se declare
inhibida para proferir un fallo de
fondo por inepta demanda, o en su
defecto, declare exequible la
disposición acusada.
La Vista Fiscal, por su parte,
solicita a esta Corte declararse
inhibida para fallar, por cuanto con
posterioridad a la presentación de
la demanda la disposición fue
modificada por el artículo 24 de la
Ley 1142 de 2007 “y, en caso de
que la Corte asuma el
conocimiento de la disposición
acusada, declararse INHIBIDA por
ineptitud sustancial de la
demanda”.
Así las cosas, la Corte deberá
examinar si efectivamente la
ciudadana planteó al menos un
cargo de inconstitucionalidad.
SENTENCIA C-879/08 Demanda de inconstitucionalidad A pesar del número de DECISIÓN Declarar
contra los artículos 4 (parcial), 12 disposiciones demandadas en el INEXEQUIBLE la Ley 1153
Referencia: expedientes D-7208 y D-7211, (parcial), 18 (parcial), 19 (parcial), presente proceso, los cargos de 2007, “Por medio de la
Actores: Jairo Antonio Ardila Espinosa, 34 (parcial), 36 (parcial), 37 presentados por los demandantes cual se establece el
Carlos Felipe Sánchez Lugo y Mercedes (parcial), 39 (parcial), 42 (parcial), se pueden agrupar bajo seis tratamiento de las pequeñas
Olaya Vargas, Magistrado Ponente: Dr. 44, 45 (parcial), 50, 52, 53 grandes temas: (i) la unidad causas en materia penal”.
MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA (parcial), 54 (parcial) y 55 (parcial) procesal y la vulneración del
Bogotá, D.C., diez (10) de septiembre de de la Ley 1153 de 2007, derecho al debido proceso (Art. 29
dos mil ocho (2008). CP) por desconocimiento del juez
natural y de la competencia
constitucional de la Fiscalía
establecida en los artículos 121 y
250 de la Carta, planteado contra
el inciso final del artículo 4 de la
Ley 1153 de 2007; (ii) el
tratamiento de la reincidencia y de
los antecedentes penales o
contravencionales que establecen
los artículos 12, 18, 19, 37, 39, 52,
54 y 55 de la Ley 1153 de 2007,
que supuestamente hacen más
gravoso el tratamiento para el
infractor bajo la Ley 1153 de 2007
que el que recibe quien debe ser
investigado y juzgado bajo la Ley
906 de 2004, y que según los
accionantes desconoce los
derechos a la igualdad y al debido
proceso y el principio non bis
ibídem; (iii) las funciones de
indagación e investigación
asignadas a la Policía Nacional,
que establecen los artículos 36 y
42 de la Ley 1153 de 2007, y que
en opinión de los accionantes
desconocen las competencias
constitucionales de investigación
penal asignadas de manera
exclusiva a la Fiscalía General de
la Nación por el artículo 250 de la
Carta; (iv) la delegación de
funciones judiciales a los
particulares supuestamente
consagrada en el inciso final de
artículo 44 de la Ley 1153 de 2007,
y que según los accionantes
desconoce los artículos 116 y 250
de la Carta; (v) la captura ante la
declaratoria de persona ausente
que establece el artículo 45 de la
Ley 1153 de 2007 y que según los
accionantes vulnera el derecho a
la igualdad al dar un tratamiento
más benévolo a los autores de
delitos que a los contraventores y
además establece una limitación
desproporcionada al derecho de la
libertad personal pues existe una
medida efectiva menos gravosa
como es el juicio en ausencia; y
(vi) la iniciación e impulso oficioso
del proceso contravencional en los
casos de flagrancia, previsto en los
artículos 34 y 50 de la Ley 1153 de
2007 y que según los accionantes
desconoce el debido proceso y la
autonomía personal al permitir que
se inicie de oficio la investigación
penal y se nombre un abogado de
oficio que represente al querellante
que no se halla presente en la
iniciación del proceso
contravencional.

Frente a estos cargos, los


intervinientes del Ministerio del
Interior y de Justicia y de la
Fiscalía General de la Nación,
consideran que (i) el inciso final del
artículo 4 de la Ley 1153 de 2007
resulta acorde con los artículos 13
y 29 de la Carta al garantizar que
asuntos conexos puedan ser
tramitados ante un mismo
funcionario judicial. Sostienen
también que (ii) las disposiciones
acusadas que establecen una
consecuencia negativa cuando se
presenta la reincidencia, no están
sancionando dos veces la misma
conducta, ni castigando la
reincidencia per se, sino
estableciendo un factor de
graduación punitiva o de exclusión
de ciertos beneficios que la Corte
Constitucional ya ha declarado
conforme a la Carta.
Adicionalmente afirman que tales
disposiciones no desconocen el
principio de igualdad, como quiera
que no es posible establecer una
comparación entre dos sistemas
penales distintos, ni frente a las
situaciones de hecho diferentes
que enfrenta quien infringe por
primera vez la Ley 1153 de 2007 y
quien reincide. Señalan que (iii) las
disposiciones que asignan algunas
funciones de investigación a la
Policía Nacional no son contrarias
a la Carta, como quiera que el
mismo artículo 250 constitucional
en su numeral 8, reconoce que la
Policía Nacional ejerce funciones
de policía judicial bajo la dirección
y coordinación de la Fiscalía.
Agregan que dado que la Ley 1153
de 2007 en su artículo 1, integra
de manera sistemática y armónica
los principios rectores y normas de
la Ley 906 de 2004, dentro de las
cuales se encuentra el artículo
117, resulta claro que los
organismos que ejercen funciones
de policía judicial deberán actuar
siempre bajo la dirección y
coordinación de la Fiscalía
General. Argumentan que (iv) el
legislador goza de una amplia
libertad de configuración para
definir la política criminal y
establecer el tratamiento y las
sanciones que deben recibir
aquellas conductas que atentan
contra el orden social. En esa
medida, el legislador puede
determinar si una conducta es
delito o contravención, así como
definir cuándo el Estado persigue
de oficio tales conductas y cuándo
requiere la iniciación del proceso
mediante querella, por lo que
concluyen que el inciso final del
artículo 44 de la Ley 1153 de 2007
no desconoce la Constitución.
Aseveran también (v) que la
expedición de la orden de captura
contra quien ha sido declarado
persona ausente en el proceso
contravencional no vulnera el
derecho a la libertad personal,
como quiera que la finalidad de tal
captura se restringe a asegurar la
comparecencia del presunto
contraventor y por lo mismo no
implica la aplicación anticipada de
una sanción. Y, finalmente, (vi) en
relación con el cargo contra los
artículos 34 y 50 de la Ley 1153 de
2007, los intervinientes consideran
que en principio habría lugar a un
fallo inhibitorio, dado que los
accionantes no desarrollan el
cargo de manera completa. No
obstante, indican que en caso de
que se considere que puede
hacerse un pronunciamiento de
fondo, afirman que no se vulnera el
debido proceso porque el
legislador haya considerado que
en los casos de flagrancia es
posible la iniciación oficiosa del
proceso contravencional, mediante
la designación de un abogado de
oficio que represente al querellante
que presentará la querella.

Por su parte el Procurador General


de la Nación solicita a la Corte
Constitucional que algunas de las
disposiciones demandadas sean
declaradas inexequibles.
En cuanto (i) al inciso final del
artículo 4 de la Ley 1153 de 2007
el Procurador señala que esta
disposición garantiza los derechos
de defensa, al debido proceso y de
igualdad, al asegurar que diversos
hechos punibles cometidos por
una misma persona sean juzgados
por una misma autoridad judicial,
por lo que solicita que sea
declarada exequible.
Frente a los cargos contra (ii) las
disposiciones que no permiten la
rebaja de pena por confesión, la
extinción de la acción por
conciliación o indemnización
integral, ni otorga subrogados
penales a quien tiene
antecedentes penales o
contravencionales, la Vista Fiscal
afirma que son contrarias a la
Carta por vulnerar los derechos a
la igualdad y al debido proceso de
los querellados, por lo cual solicita
que sean declaradas inexequibles.
En relación con (iii) las
atribuciones de investigación que
atribuyen a la Policía Nacional las
normas cuestionadas, sostiene
que éstas tienen un claro respaldo
constitucional en el numeral 8 del
artículo 250 de la Carta.
Ante (iv) el inciso 4º del artículo 44
de la Ley 1153 de 2007, el
Procurador afirma que
efectivamente delega funciones
judiciales a los particulares en
forma desproporcionada e
irrazonable al exigir que sea el
querellante quien califique los
cargos, por lo cual solicita que se
declare inexequible.
En relación con (v) la expedición
de la orden de captura que prevé
el artículo 45 de la Ley 1153 de
2007, el Procurador señala que
dado que esta medida opera aún
para los eventos en que la
contravención no contempla una
pena privativa de la libertad, debe
ajustarse a los criterios
constitucionales para su
procedencia.
Finalmente, (vi) en relación con los
artículos 34 y 50 de la Ley 1153 de
2007, el Procurador sostiene que
no vulneran la autonomía personal
ni el debido proceso como quiera
que el legislador goza de una
amplia facultad de configuración
para definir los mecanismos a
través de los cuales se garantiza la
efectividad de los principios,
derechos y deberes
constitucionales y se aseguran la
convivencia pacífica, la seguridad
ciudadana y el acceso a la justicia.

Por lo anterior, corresponde a la


Corte Constitucional resolver los
siguientes problemas jurídicos:
¿Resulta contrario al derecho al
debido proceso (art. 29 C.P.) por
desconocimiento del juez natural y
de la competencia constitucional
de la Fiscalía establecidas en los
artículos 121 y 250 de la Carta
Política, que cuando exista
conexidad entre un delito y una
contravención penal de las
reguladas por la Ley 1153 de
2007, el inciso final del artículo 4º
de esta ley extienda la
competencia de la Fiscalía para
investigar delitos a
contravenciones y asigne a un
funcionario judicial distinto del juez
de pequeñas causas, el
conocimiento de tales conductas?
¿Desconocen los apartes deman-
dados de los artículos 12, 18, 19,
37, 39, 45, 52, 54 y 55 de la Ley
1153 de 2007, los derechos a la
igualdad y el debido proceso
(Art.13 y 29 CP) porque supues-
tamente al regular el tratamiento
de la reincidencia y de los
antecedentes penales o contravén-
cionales, hacen más gravoso el
tratamiento para el infractor bajo la
Ley 1153 de 2007 que el que
recibe quien debe ser investigado
bajo la Ley 906 de 2004?
¿Resulta conforme a la
Constitución que los artículos 36 y
42 de la Ley 1153 de 2007 le
asignaran funciones de indagación
e investigación a la Policía
Nacional?
¿Se violan los artículos 29 y 250
de la Carta, porque el inciso 4º del
artículo 44 de la Ley 1153 de 2007
hace recaer en los particulares la
obligación de precisar la
calificación de los cargos durante
la audiencia preliminar?
¿Resulta contrario a la Carta que
el artículo 45 de la Ley 1153 de
2007 autorice la expedición de la
orden de captura contra el
presunto contraventor que haya
sido declarado persona ausente,
aún para aquellas contravenciones
cuya pena no contempla la
privación de la libertad?
¿Se quebranta el artículo 29
Superior, cuando los artículos 34 y
50 de la Ley 1153 de 2007, prevén
que en los casos de flagrancia y
ante la ausencia del querellante en
la audiencia preliminar, se inicie de
oficio el proceso contravencional y
se le asigne un defensor de oficio
al querellante para que haga la
imputación?
En primer lugar, la Corte
examinará si, tal como lo señalan
los accionantes, la regulación de la
investigación y el juzgamiento de
las pequeñas causas penales que
hace la Ley 1153 de 2007,
desconoce los artículos 116 y 250
de la Carta. Para ello, la Corte
identificará las características
principales del proceso de
pequeñas causas dentro del
sistema penal acusatorio
colombiano, con el fin de precisar
el contexto dentro del cual se
aplicarán las normas cuestionadas
en el presente proceso e
identificará los elementos
estructurales de este proceso para
determinar si es contrario a los
artículos 116 y 250 Superiores.
Si resuelto el anterior problema,
cabe un pronunciamiento adicional
en relación con los 6 problemas
jurídicos desarrollados por los
demandantes, la sentencia se
estructurará resolviendo cada
problema jurídico en una sección
separada, incluyendo en cada
acápite tanto la doctrina
constitucional pertinente, como su
aplicación para juzgar las normas
cuestionadas.
Así, en relación con el principio de
unidad procesal, recordará
brevemente la jurisprudencia de la
Corte Constitucional y la aplicará
para examinar la constitucionalidad
del inciso final del artículo 4 de la
Ley 1153 de 2007.
A continuación, se hará una breve
referencia a la doctrina
constitucional sobre el empleo del
criterio de reincidencia y con base
en ella estudiará si los apartes
cuestionados de los artículos 12,
18, 19, 37, 39, 52, 54 y 55 de la
Ley 1153 de 2007 se ajustan a la
Constitución Política.
Posteriormente se estudiarán las
disposiciones constitucionales que
fijan la competencia para la
investigación penal, así como la
jurisprudencia sobre la materia y
con base en ese análisis, se
determinará si la facultad
establecida en los artículos 36 y 42
de la Ley 1153 de 2007 es
contraria a la Carta.
Luego se recordará brevemente la
jurisprudencia de la Corte sobre el
ejercicio de la acción penal dentro
del sistema penal acusatorio y se
determinará si la regulación que
establece el inciso 4º del artículo
44 de la Ley 1153 de 2007 es
constitucional.
En seguida se ocupará del estudio
de la constitucionalidad del artículo
45 de la Ley 1153 de 2007 y para
ello recordará los lineamientos
constitucionales que deben
seguirse para la expedición de
órdenes de captura contra la
persona declarada ausente.
Y, finalmente, se recordará la
jurisprudencia sobre el margen de
configuración del legislador penal
para regular las formas de
iniciación del proceso penal y
posteriormente examinar si el
régimen consagrado en los
artículos 34 y 50 son contrarios a
la Carta.

SENTENCIA C-740/08 Demanda de inconstitucionalidad Corresponde a la Corte establecer, DECISIÓN Primero.-


contra los Arts. 3° (parcial), 15 en relación con las disposiciones DECLARARSE INHIBIDA
Referencia: expediente D-7152, (parcial), 24 (parcial), 28, 32 demandadas de la Ley 1098 de para adoptar decisión de
Demandante: Campo Elías Cruz Bermúdez, (parcial), 48 (parcial), 51, 62, 71, 2006: fondo en relación con las
Magistrado Ponente: Dr. JAIME ARAUJO 73 (parcial), 74 (parcial), 80 expresiones demandadas
RENTERIA, Bogotá, D. C., veinti trés (23) 5.1. Si las definiciones de niño y de
(parcial), 82 (parcial), 89 (parcial), contenidas en los Arts. 15, 24,
de Julio de dos mil ocho (2008). adolescente contenidas en el Art.
95 (parcial), 96 (parcial), 98 28, 32, 51, 62, 71, 73, 74, 82,
3º son contrarias a la Constitución,
(parcial), 99 (parcial), 100 (parcial), 89, 98, 99, 100, en el inciso 1º
104 (parcial), 109, 111 (parcial), por desconocimiento del Art. 1º de y en los parágrafos 1º y 2º,
129 (parcial), 131, 132, 133, 134, la Convención sobre los Derechos 104, 109, 111, 129, 130, 131,
142 (parcial), 143 (parcial), 144, del Niño, según el cual niño es 132, 133, 134, 142, 143, 148,
147, 148, 150 (parcial), todo menor de 18 años de edad. 150, 151, en el inciso 1º, 157,
151(parcial), 157, 158, 162 158, 162, 163, en el Num. 8 y
5.2. Si al exigir el Art. 80, Num. 3,
(parcial), 163 (parcial), 165, 170, el parágrafo 2º, 165, 170, 179,
título de posgrado para
179 (parcial), 180 (parcial), 187 180, 187, 189, 190, 191, 193,
desempeñar el cargo de Defensor
(parcial), 189, 190 (parcial), 191, 204, 216 y 217 de la Ley 1098
de Familia vulnera los derechos al
193 (parcial), 204 (parcial), 216 y de 2006, por ineptitud
trabajo y a la igualdad de los
217 de la Ley 1098 de 2006. sustantiva de la demanda.
posibles aspirantes a su
desempeño. Segundo.- DECLARARSE
INHIBIDA para adoptar
5.3. Si la función de hacer
decisión de fondo respecto de
recomendaciones a las
la expresión “la Defensoría de
autoridades y a los particulares en
Familia” contenida en el Art.
caso de amenaza o violación de
189, inciso 1º, de la Ley 1098
los derechos humanos de los
de 2006, por incompetencia
menores, atribuida en el Art. 95,
de la Corte Constitucional por
Num. 4, al Ministerio Público,
haber caducado la acción de
quebranta la Constitución por no
inconstitucionalidad por vicios
estar prevista en ésta.
de forma.
5.4. Si al asignar el Art. 100, inciso
Tercero.- ESTARSE A LO
4º, competencia al Juez de Familia
RESUELTO en la Sentencia
para homologar el fallo dictado en
C-061 de 2008 dictada por
la actuación administrativa, y al
esta corporación, que declaró
disponer el parágrafo 2º del mismo
INEXEQUIBLE el Art. 48,
artículo que la autoridad
inciso 2º, de la Ley 1098 de
administrativa perderá la
2006.
competencia en caso de
incumplimiento del término para Cuarto.- ESTARSE A LO
decidir la actuación o el recurso de RESUELTO en la sentencia
reposición y deberá remitir el C-228 de 2008 proferida por
expediente al Juez de Familia para esta corporación, que declaró
que adelante la actuación o el EXEQUIBLE el Art. 96, inciso
proceso respectivo, establecen 2º, de la Ley 1098 de 2006 en
una intromisión indebida de la relación con el cargo de
rama judicial en el ejercicio de las violación del principio de
funciones administrativas de legalidad.
protección de los menores por
parte de los Defensores de Familia
y los Comisarios de Familia y Quinto.- ESTARSE A LO
quebrantan los Arts. 113 y 209 de RESUELTO en la sentencia
la Constitución. C-228 de 2008 dictada por
esta corporación, que declaró
5.5. Si i) al preceptuar el Art. 144 EXEQUIBLE el Art. 100 de la
que el procedimiento de Ley 1098 de 2006 respecto
responsabilidad penal de los del cargo de vulneración del
adolescentes se regirá por las principio de la doble instancia.
normas del sistema penal
acusatorio contenidas en la Ley Sexto.- DECLARAR
906 de 2004, ii) al disponer el Art. EXEQUIBLES, por los cargos
151, inciso 2º, que los derechos de examinados en esta
los adolescentes serán, como sentencia, los siguientes
mínimo, los previstos en la Ley 906 enunciados normativos de la
de 2004, y iii) al estatuir el Art. 163, Ley 1098 de 2006:
Nums. 1 y 5, que funcionarios de la i) La expresión “sin perjuicio
Fiscalía General de la Nación de lo establecido en el artículo
forman parte del sistema de 34 del Código Civil, se
responsabilidad penal para los entiende por niño o niña las
adolescentes, desconocen que el personas entre los 0 y los 12
procedimiento penal aplicable a años, y por adolescente las
dichos menores debe ser personas entre 12 y 18 años
específico y distinto del aplicable a de edad” contenida en el Art.
los adultos e infringen los Arts. 2, 3º;
28, 29, 44, 45, 93 y 94 de la
Constitución. ii) El Art. 80, Num. 3;
5.6. Si al disponer el Art. 147 que, iii) La expresión “y
en el proceso de responsabilidad recomendaciones” contenida
penal para adolescentes, los en el Art. 95, Num. 4;
jueces de control de garantías iv) Las expresiones “el
podrán decidir que las audiencias expediente deberá ser
sean cerradas al público cuando remitido al Juez de Familia
su publicidad exponga al menor a para homologar el fallo, si
un daño psicológico, contraviene dentro de los cinco días
los Arts. 44, 45, 93 y 94 de la siguientes a su ejecutoria
Constitución. alguna de las partes o el
Ministerio Público lo solicita
Para tal efecto, la Corte hará unas
con expresión de las razones
consideraciones sobre la
en que se funda la
protección especial de los niños en
inconformidad” y “sin haberse
el Derecho Internacional Público y
emitido la decisión
en la Constitución Política
correspondiente, la autoridad
colombiana y a continuación
administrativa perderá
examinará los cargos formulados.
competencia para seguir
Protección especial de los niños conociendo del asunto y
en el Derecho Internacional remitirá inmediatamente el
Público y en la Constitución expediente al Juez de Familia
Política colombiana para que, de oficio, adelante
6. Desde hace un tiempo amplio, la actuación o el proceso
los niños han concentrado la respectivo”, contenidas en el
atención de los Estados y de los Art. 100, inciso 4º y parágrafo
organismos internacionales, que 2º;
han consagrado en diversos v) El Art. 144;
instrumentos de Derecho
vi) Las expresiones “los
Internacional su protección
jueces de control de
especial por parte de la familia, la
garantías” y “si el juez
sociedad y el Estado, por su falta
considera que la publicidad
de madurez y consiguiente
del procedimiento expone a
vulnerabilidad o indefensión, la
un daño psicológico al niño,
necesidad de garantizarles un
niña o adolescente. Cuando
proceso de formación o desarrollo
así lo disponga, en ellas
en condiciones adecuadas y ser
solamente podrán intervenir
quienes representan el futuro de
los sujetos procesales”,
los pueblos.
contenidas en el Art. 147.
En este sentido, la necesidad de vii) El Art. 151, inciso 2º.
proporcionar a los niños una viii) El Art. 163, Nums. 1 y 5.
protección especial fue enunciada
en la Declaración de Ginebra de
1924 sobre los Derechos del Niño.
Por su parte, la Declaración
Universal de Derechos Humanos
de 1948, en su artículo 25, Num. 2,
establece que “la maternidad y la
infancia tienen derecho a cuidados
de asistencia especiales”, y que
“todos los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio,
tienen derecho a igual protección
social”.
Así mismo, el Principio 2 de la
Declaración de los Derechos del
Niño, proclamada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el
20 de Noviembre de 1959, esta-
blece que “el niño gozará de una
protección especial y dispondrá de
oportunidades y servicios, dispen-
sado todo ello por la ley y por otros
medios, para que pueda
desarrollarse física, mental, moral,
espiritual y socialmente en forma
saludable y normal, así como en
condiciones de libertad y dignidad.
Al promulgar leyes con este fin, la
consideración fundamental a que
se atenderá será el interés
superior del niño”. (se subraya)
Igualmente, el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos,
adoptado por la Asamblea General
de las Naciones Unidas en 1966 y
aprobado en Colombia mediante la
Ley 74 de 1968, dispone en su Art.
24, Num. 1, que “todo niño tiene
derecho, sin discriminación alguna
por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, origen nacional o
social, posición económica o
nacimiento, a las medidas de
protección que su condición de
menor requiere, tanto por parte de
su familia como de la sociedad y
del Estado”.
A su vez, el Art. 10, Num. 3, del
Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales,
adoptado por la Asamblea General
de las Naciones Unidas en 1966 y
aprobado en Colombia mediante la
Ley 74 de 1968, prevé que “se
deben adoptar medidas especiales
de protección y asistencia a favor
de todos los niños y adolescentes,
sin discriminación alguna por razón
de filiación o cualquier otra
condición”.
En el mismo sentido, el Art. 19 de
la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San
José de Costa Rica), suscrita en
1969 y aprobada en Colombia
mediante la Ley 16 de 1972,
contempla que “todo niño tiene
derecho a las medidas de
protección que su condición de
menor requiere por parte de su
familia, de la sociedad y del
Estado”.
Posteriormente, en la Convención
sobre los Derechos del Niño,
adoptada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas el 20 de
Noviembre de 1989 y aprobada en
Colombia mediante la Ley 12 de
1991, se convino:
Artículo 1
Para los efectos de la presente
Convención, se entiende por niño
todo ser humano menor de
dieciocho años de edad, salvo que,
en virtud de la ley que le sea
aplicable, haya alcanzado antes la
mayoría de edad. (se subraya)
Artículo 3.
1. En todas las medidas concernientes
a los niños que tomen las
instituciones públicas o privadas
de bienestar social, los tribunales,
las autoridades administrativas o
los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se
atenderá será el interés superior
del niño (se subraya)
2. Los Estados Partes se
comprometen a asegurar al niño la
protección y el cuidado que sean
necesarios para su bienestar,
teniendo en cuenta los derechos y
deberes de sus padres, tutores u
otras personas responsables de él
ante la ley y, con ese fin, tomarán
todas las medidas legislativas y
administrativas adecuadas.
7. En concordancia con las normas
citadas del Derecho Internacional
Público, la Constitución Política
colombiana de 1991 consagró la
protección especial de los niños, al
disponer en su Art. 44 que son
derechos fundamentales de los
mismos la vida, la integridad física,
la salud y la seguridad social, la
alimentación equilibrada, su
nombre y nacionalidad, tener una
familia y no ser separados de ella,
el cuidado y amor, la educación y
la cultura, la recreación y la libre
expresión de su opinión.
Así mismo estableció que serán
protegidos contra toda forma de
abandono, violencia física o moral,
secuestro, venta, abuso sexual,
explotación laboral o económica y
trabajos riesgosos.
También, señaló que la familia, la
sociedad y el Estado tienen la
obligación de asistir y proteger al
niño para garantizar su desarrollo
armónico e integral y el ejercicio
pleno de sus derechos y que éstos
prevalecen sobre los derechos de
los demás.
De igual modo, en el Art. 45
prescribió que el adolescente tiene
derecho a la protección y a la
formación integral y que el Estado
y la sociedad garantizan la
participación activa de los jóvenes
en los organismos públicos y
privados que tengan a cargo la
protección, educación y progreso
de la juventud.
En relación con la protección
constitucional a los adolescentes,
la Corte Constitucional ha
considerado que ellos están
comprendidos en el concepto
amplio de “niños” de que trata el
Art. 44 de la Constitución y por
tanto gozan de protección especial
por parte de la familia, la sociedad
y el Estado y son titulares de los
derechos fundamentales en él
consagrados, que prevalecen
sobre los derechos de los demás.
En este sentido ha señalado que la
distinción constitucional entre
niños y adolescentes no tiene
como finalidad otorgar a estos
últimos distinta protección, sino
otorgarles participación en los
organismos públicos y privados
que adopten decisiones que les
conciernen, teniendo en cuenta su
mayor grado de desarrollo
respecto de los primeros. Sobre el
particular ha expresado:
“(…) El concepto de adolescente
no se encuentra claramente
definido. En los debates de la
Comisión Quinta de la Asamblea
Nacional Constituyente se discutió
sobre la necesidad de señalar el
límite de edad para efectos de la
protección contenida en el artículo
44 superior, lo cual finalmente no
fue objeto de consideración
alguna, apareciendo simplemente
breves alusiones al tema,
existiendo una serie de variables
que dificultan tal delimitación. En
este sentido, se expresó:
"¿Quién es joven en el mundo?
Joven es aquel niño pasado de 10
años, según dicen algunos países
hasta que otros, en su extremo,
dicen que joven es aquel que, no
pasando los 40 años, se conserva
aún soltero; extremos en donde es
difícil ubicarnos, pero nosotros
decimos simplemente que jóvenes
son todos los que están sometidos
a la protección y formación moral,
física, psicológica, intelectual,
sexual y social por parte del
Estado y la sociedad." 4
“De este modo, la Carta utiliza el
término adolescentes para
referirse a aquellos jóvenes que no
han alcanzado aún la mayoría de
edad, pero que tienen capacidad y
madurez para participar en los
organismos públicos y privados
que tengan a cargo la protección,
educación y progreso de la
juventud, sin definir cuándo
comienza y a qué edad termina la
adolescencia. Lo que se buscó con
tal consagración fue pues
garantizar la protección y la
formación física, psicológica,
intelectual y social, así como la
participación activa de los jóvenes
en la vida cultural, deportiva,
política, laboral y económica del
país, promoviendo su intervención
en las decisiones de los
organismos que tienen a su cargo
políticas respecto de ese grupo de
la población. Así, la distinción entre
niño y adolescente, no se hizo
para efectos de la prevalencia de
sus derechos, sino de la
participación. La intención del
constituyente no fue excluir a los
adolescentes de la protección
especial otorgada a la niñez, sino
hacerla más participativa respecto

4
Actas de los debates de la Asamblea Nacional Constituyente, Transcripción de sesiones, Presidencia de la República, Plenaria, Junio 10 de 1991, pag. 68
de las decisiones que les
conciernen”.
“(…)
“(…) la Corte, con un gran sentido
garantista y proteccionista ha
considerado que es niño, todo ser
humano menor de 18 años,
siguiendo los parámetros de la
Convención sobre los Derechos
del Niño(...).
“(…)
“Con base en lo anterior, esta
Corporación ha sostenido que "en
Colombia, los adolescentes
poseen garantías propias de su
edad y nivel de madurez, pero
gozan de los mismos privilegios y
derechos fundamentales que los
niños, y son, por lo tanto,
"menores" (siempre y cuando no
hayan cumplido los 18 años)"5. En
consecuencia, la protección
constitucional estatuida en el
artículo 44 C.P. en favor de los
"niños" ha de entenderse referida a
todo menor de dieciocho años6”. 7
Examen de los cargos
formulados
5
Sentencia C-019 de 1993 M.P. Ciro Angarita Barón
6
Ver también sentencias T-415 y T-727de 1998 M.P. Alejandro Martínez

7
Sentencia C-092 de 2002, M. P. Jaime Araújo Rentería.
Exequibilidad de la expresión
contenida en el Art. 3º de la Ley
1098 de 2006
8. Afirma el demandante que las
definiciones de niño y de
adolescente contenidas en el Art.
3º de la Ley 1098 de 2006 son
contrarias a la Constitución, por
desconocimiento del Art. 1º de la
Convención sobre los Derechos
del Niño, según el cual niño es
todo menor de 18 años de edad.
El Art. 44 de la Constitución de
1991 consagra los derechos
fundamentales de “los niños”.
Establece que la familia, la
sociedad y el Estado tienen la
obligación de asistir y proteger “al
niño” para garantizar su desarrollo
armónico e integral y el ejercicio
pleno de sus derechos. Agrega
que los derechos de “los niños”
prevalecen sobre los derechos de
los demás.
Por su parte, el Art. 45 ibídem
estatuye que “el adolescente” tiene
derecho a la protección y a la
formación integral y que el Estado
y la sociedad garantizan la
participación activa de los jóvenes
en los organismos públicos y
privados que tengan a cargo la
protección, educación y progreso
de la juventud.
El contenido de estas dos
disposiciones podría conducir a
pensar que la Constitución otorga
una protección distinta a los niños
y a los adolescentes. Sin embargo,
de acuerdo con sus antecedentes
en los debates en la Asamblea
Constituyente, es claro que la
intención de los constituyentes fue
otorgar una misma protección
especial tanto a los niños en
sentido estricto o restringido como
a los adolescentes, de modo que
unos y otros están comprendidos
en el concepto amplio de “niño”
contenido en el Art. 44 superior.
En este orden de ideas, la
disposición sobre los adolescentes
contenida en el Art. 45 de la
Constitución sólo busca permitirles
su participación activa en la
adopción de las decisiones que les
conciernan, por parte de
organismos o entidades públicos y
privados, tomando en
consideración su mayor grado de
desarrollo o madurez en relación
con los menores de edad inferior.
Esta concepción del constituyente
guarda total armonía con lo
previsto en el Art. 1º de la
Convención sobre los Derechos
del Niño, adoptada por la
Asamblea General de las Naciones
Unidas el 20 de Noviembre de
1989, según el cual “para los
efectos de la presente Convención,
se entiende por niño todo ser
humano menor de dieciocho años
de edad, salvo que, en virtud de la
ley que le sea aplicable, haya
alcanzado antes la mayoría de
edad”.
La Corte Constitucional ha
señalado este mismo criterio, en
varias sentencias, como se indicó
en los enunciados normativos
contenidos en el numeral anterior.
Por estas razones, las definiciones
de niño o niña, como la persona
entre cero y los 12 años de edad, y
de adolescente, como la persona
entre los 12 y los 18 años de edad,
que contiene la norma
demandada, no privan a los
adolescentes de la protección
especial que les brindan la
Constitución colombiana y la
Convención sobre los Derechos
del Niño, en armonía con otros
instrumentos internacionales, y en
cambio son definiciones
necesarias en la regulación legal
sobre la protección de los
menores, que permiten determinar
los marcos respectivos para el
diseño y la ejecución de los planes
y programas sobre los niños en
sentido estricto o restringido y
sobre los adolescentes.
Por consiguiente, el cargo no
puede prosperar y la Corte
declarará exequible la expresión
contenida en el Art. 3º de la Ley
1098 de 2006, por dicho cargo.
Exequibilidad del Art. 80, Num.
3, de la Ley 1098 de 2006
9. Sostiene el demandante que al
exigir el Art. 80, Num. 3, de la Ley
1098 de 2006 título de posgrado
para desempeñar el cargo de
Defensor de Familia, vulnera los
derechos al trabajo y a la igualdad
de los posibles aspirantes a su
desempeño.
Este cargo parte de la idea equi-
vocada de considerar que la
forma-ción de un profesional sin
especia-lización, en cualquier
campo, es la misma de un
profesional especia-lizado, lo que
implica que en el camino de la
adquisición de los conocimientos
profesionales es inútil hacer
estudios adicionales a la obtención
del grado y que si estos últimos se
realizan el Estado no debería
tomarlos en cuenta. Este
razonamiento es contrario a la
Lógica y a la realidad.
En este aspecto debe tenerse en
cuenta que, en forma general, de
conformidad con lo previsto en el
Art. 26 de la Constitución, la ley
puede exigir títulos de idoneidad
para el ejercicio de las profesiones
y que, por otra parte, el legislador
goza de la potestad de
configuración en la expedición de
las leyes que regulan la función
pública, con los límites impuestos
por los valores, principios y
derechos constitucionales (Arts.
114 y 150, Num. 23, C. Pol.).
En este orden de ideas, a la luz de
la Constitución es completamente
válido que, con fundamento en la
protección especial que aquella y
tratados internacionales ratificados
por el Estado colombiano
dispensan al niño, el legislador
exija una formación calificada para
el desempeño del cargo de
Defensor de Familia.
Por tanto, el cargo no tiene
fundamento y la Corte declarará
exequible el Art. 80, Num. 3, de la
Ley 1098 de 2006, por dicho
cargo.
Exequibilidad de la expresión
contenida en el Art. 95, Num. 4,
de la Ley 1098 de 2006
10. Expresa el demandante que la
función de hacer recomendaciones
a las autoridades y a los
particulares en caso de amenaza o
violación de los derechos humanos
de los menores, atribuida en el Art.
95, Num. 4, al Ministerio Público,
quebranta la Constitución por no
estar prevista en ésta.
Según lo dispuesto en la dispo-
sición impugnada, el Ministerio
Público tendrá a su cargo, entre
otras, la función de hacer las
obser-vaciones y
recomendaciones a las
autoridades y a los particulares en
caso de amenaza o violación de
los derechos humanos de los
niños, las niñas y los adolescentes.
En virtud de lo prescrito en el Art.
118 de la Constitución, al
Ministerio Público corresponde la
guarda y promoción de los
derechos humanos, entre otras
funciones, y según lo previsto en el
Art. 277 ibídem, el Procurador
General de la Nación, por sí o por
medio de sus delegados y
agentes, tendrá, entre otras, las
funciones de proteger los derechos
humanos y asegurar su efectividad
con el auxilio del Defensor del
Pueblo y las demás que determine
la ley.
Por otra parte, de acuerdo con lo
contemplado en los Arts. 114 y
150, Num. 23, de la Constitución,
el legislador goza de potestad de
configuración para regular la
función pública, con los límites
impuestos por los valores,
principios y derechos constitucio-
nales, los cuales en este asunto
ostensiblemente no aparecen
vulnerados, pues, por el contrario,
la norma acusada tiene como
propósito la protección de los
derechos humanos.
En estas condiciones, el cargo
carece de fundamento y la Corte
declarará exequible la expresión
contenida en el Art. 95, Num. 4, de
la Ley 1098 de 2006, por dicho
cargo.
Exequibilidad de las
expresiones contenidas en el
Art. 100, inciso 4º y parágrafo 2º,
de la Ley 1098 de 2006
11. Expone el demandante que al
asignar el Art. 100, inciso 4º, de la
Ley 1098 de 2006 competencia al
Juez de Familia para homologar el
fallo dictado en la actuación admi-
nistrativa, y al disponer el
parágrafo 2º del mismo artículo
que la autoridad administrativa
perderá la competencia en caso de
incumpli-miento del término para
decidir la actuación o el recurso de
reposi-ción y deberá remitir el
expediente al Juez de Familia para
que ade-lante la actuación o el
proceso res-pectivo, establecen
una intromisión indebida de la
rama judicial en el ejercicio de las
funciones adminis-trativas de
protección de los meno-res por
parte de los Defensores de Familia
y los Comisarios de Familia y
quebran-tan los Arts. 113 y 209 de
la Constitución.
En virtud de lo consagrado en el
Art. 1º de la Constitución, el
Estado colombiano es un Estado
Social de Derecho, una de cuyas
características fundamentales es la
sujeción de todos los habitantes al
ordenamiento jurídico (Arts. 4º, 6º
y 95 C. Pol.). Ello explica que por
regla general los actos de la
Administración Pública estén
sometidos al control de legalidad
por parte de la rama jurisdiccional,
cuya función general es “decir el
Derecho” con carácter definitivo.
Por otra parte, conforme a la
jurisprudencia de esta corporación,
el legislador goza de potestad de
configuración para regular los
procedimientos administrativos y
judiciales (Arts. 29, 114 y 150,
Num. 1 y 2, C. Pol.), con los límites
impuestos por los valores, los
principios y los derechos
constitucionales.
Así mismo, en virtud de lo previsto
en el Art. 113 superior, los
diferentes órganos del Estado
tienen funciones separadas pero
colaboran armónicamente para la
realización de sus fines, lo cual es
una característica del Estado
democrático moderno.
Por estas razones, en el presente
asunto es constitucionalmente
válido que, por razón del interés
superior del niño y la protección
especial que le confieren la
Constitución colombiana y tratados
internacionales ratificados por el
Estado colombiano, el Art. 100,
inciso 4°, de la Ley 1098 de 2006
someta las decisiones
administrativas adoptadas por los
Defensores de Familia y los
Comisarios de Familia, en relación
con dicha protección, a la
homologación o confirmación de
los Jueces de Familia, que tienen
carácter especializado, por petición
de una de las partes o del
Ministerio Público.
En el mismo sentido, es
constitucionalmente válido que el
parágrafo 2º del mismo artículo
establezca que si la autoridad
administrativa no toma su decisión
sobre la actuación o sobre el
recurso de reposición dentro del
término legal correspondiente,
pierda la competencia y deba
remitir el expediente al Juez de
Familia para que adelante la
actuación o el proceso respectivo.
En ambos casos se pone de
manifiesto el interés plausible del
legislador de otorgar efectividad a
la protección especial de los
menores, mediante decisiones
calificadas por parte de una
jurisdicción especializada, que
otorgan certeza con carácter
definitivo y confieren también
celeridad al reconocimiento de sus
derechos.
En consecuencia, el cargo resulta
sin fundamento y la Corte
declarará exequibles las
expresiones contenidas en el Art.
100, inciso 4º y parágrafo 2º, de la
Ley 1098 de 2006, por dicho
cargo.
Exequibilidad de los Art. 144,
151, inciso 2º, y 163, Nums. 1 y
5, de la Ley 1098 de 2006
12. Plantea el demandante que: i)
al preceptuar el Art. 144 de la Ley
1098 de 2006 que el procedimiento
de responsabilidad penal de los
adolescentes se regirá por las
normas del sistema penal
acusatorio contenidas en la Ley
906 de 2004, ii) al disponer el Art.
151, inciso 2º, de aquella ley que
los derechos de los adolescentes
serán, como mínimo, los previstos
en la Ley 906 de 2004, y iii) al
estatuir el Art. 163, Nums. 1 y 5, de
la primera ley que funcionarios de
la Fiscalía General de la Nación
forman parte del sistema de
responsabilidad penal para los
adolescentes, desconocen que el
procedimiento penal aplicable a
dichos menores debe ser
específico y distinto del aplicable a
los adultos e infringen los Arts. 2,
28, 29, 44, 45, 93 y 94 de la
Constitución.
Como se ha señalado en estas
consideraciones, los niños gozan
de una protección especial en la
Constitución Política colombiana
(Arts. 44 y 45) y en tratados
internacionales ratificados por el
Estado Colombiano, como el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, la Convención
Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica) y la Convención sobre
los Derechos del Niño.
En particular, la Convención sobre
los Derechos del Niño establece
en el Art. 40, Num. 3, la obligación
de los Estados Partes de adoptar
procedimientos específicos o
especiales para los niños a
quienes se impute responsabilidad
penal, así:
“3. Los Estados Partes tomarán
todas las medidas apropiadas para
promover el establecimiento de
leyes, procedimientos, autoridades
e instituciones específicos para los
niños de quienes se alegue que
han infringido las leyes penales o a
quienes se acuse o declare
culpables de haber infringido esas
leyes (…)”. (se subraya)
La Ley 1098 de 2006, de la cual
forman parte las normas deman-
dadas, contempla en el Libro II,
Título I, el “Sistema de Responsa-
bilidad Penal para Adolescentes y
Otras Disposiciones” el cual com-
prende los principios rectores y
definiciones del proceso (Capítulo
I), las autoridades y entidades del
sistema (Capítulo II), la reparación
del daño (Capítulo III) y las
sanciones (Capítulo IV).
El Art. 139 de dicha ley define el
Sistema de Responsabilidad Penal
para Adolescentes como el con-
junto de principios, normas, proce-
dimientos, autoridades judiciales
especializadas y entes administra-
tivos que rigen o intervienen en la
investigación y juzgamiento de
delitos cometidos por personas
que tengan entre catorce (14) y
dieciocho (18) años al momento de
cometer el hecho punible.
Por su parte, el Art. 140 de la
misma ley dispone que en materia
de responsabilidad penal para
adolescentes tanto el proceso
como las medidas que se tomen
son de carácter pedagógico,
específico y diferenciado respecto
del sistema de adultos, conforme a
la protección integral, y señala que
el proceso deberá garantizar la
justicia restaurativa, la verdad y la
reparación del daño.
Agrega esta disposición que en
caso de conflictos normativos entre
las disposiciones de esta ley y
otras leyes, así como para todo
efecto hermenéutico, las autorida-
des judiciales deberán siempre
privilegiar el interés superior del
niño y orientarse por los principios
de la protección integral, así como
los pedagógicos, específicos y
dife-renciados que rigen este
sistema.
En estas condiciones, se puede
establecer que el Sistema de
Responsabilidad Penal para
Adolescentes consagrado en la
Ley 1098 de 2006 tiene carácter
específico o especial, lo cual
guarda concordancia con la
protección especial de los niños
consagrada en los Arts. 44 y 45 de
la Constitución y en los tratados
internacionales citados.
En este sentido, por una parte, las
remisiones que en forma
complementaria hacen los Arts.
144 y 151, inciso 2º, de la Ley
1098 de 2006 a la Ley 906 de
2004, que contiene el nuevo
Código de Procedimiento Penal y
regula un procedimiento con
tendencia acusatoria, y, por otra
parte, la inclusión de funcionarios
de la Fiscalía General de la Nación
en el citado sistema, por parte del
Art. 163, Nums. 1 y 5, de la
primera ley, no desvirtúan la
naturaleza específica o especial
del procedimiento de
responsabilidad penal para
adolescentes y en, cambio,
amplían las garantías de las que
tales menores pueden ser
beneficiarios.
En consecuencia, tal norma y tales
expresiones serán declaradas
exequibles, por este cargo.
Exequibilidad de las
expresiones contenidas en el
Art. 147 de la Ley 1098 de 2006
13. Manifiesta el demandante que
al disponer el Art. 147 de la Ley
1098 de 2006 que, en el proceso
de responsabilidad penal para
adolescentes, los jueces de control
de garantías podrán decidir que las
audiencias sean cerradas al
público cuando su publicidad
exponga al menor a un daño
psicológico, contraviene los Arts.
44, 45, 93 y 94 de la Constitución.
Relativamente a este cargo debe
señalarse que ni la Constitución
Política ni los tratados
internacionales mencionados en
los enunciados normativos de
estas consideraciones exigen la
reserva de los procesos de
responsabilidad penal para
adolescentes, en todo o en parte,
por causa del interés superior del
niño y de la protección especial
que los mismos le otorgan. En
consecuencia, el legislador, en
ejercicio de su potestad de
configuración normativa en materia
de procedimientos (Arts. 29, 114 y
150, Nums. 1 y 2, C. Pol.) puede
regular el desarrollo de las
audiencias dentro de dichos
procesos en forma amplia, siempre
y cuando respete los valores,
principios y derechos
constitucionales.
En este asunto la norma
parcialmente acusada dispone que
los jueces de control de garantías
y de conocimiento podrán
determinar que las audiencias
sean públicas o privadas, lo cual
deberán decidir conforme a cada
caso, atendiendo a su naturaleza y
características, a las condiciones
del adolescente y, en particular, a
los posibles efectos sicológicos
negativos de la publicidad de las
audiencias sobre el mismo. La
norma otorga así un voto de
confianza al juez, como garante o
como director del proceso, para
lograr la efectividad de la
protección especial del
adolescente.
A este respecto es oportuno tener
en cuenta que conforme a lo pre-
visto en el Art. 163, parágrafo 2°,
de la misma Ley 1098 de 2006,
que trata de la integración del
sistema de responsabilidad penal
para adolescentes, la designación
de quienes conforman dicho
sistema deberá recaer en
personas que demuestren
conocimiento calificado de derecho
penal, y de infancia y familia, y de
las normas internas e
internacionales relativas a
derechos humanos, lo cual lógica-
mente garantiza en mayor medida
los derechos de los adolescentes.
Por estas razones, las expresiones
demandadas contenidas en el Art.
147 de la Ley 1098 de 2006
confieren una protección adecuada
al adolescente a quien se imputa la
comisión de delitos y no vulneran
las normas constitucionales
indicadas, por lo cual serán
declaradas exequibles, por el
cargo examinado.

JURISPRUDENCIA AÑO 2009

SENTENCIA NORMAS DEMANDADAS PROBLEMA JURIDICO DECISIÓN

SENTENCIA Artículos 237 (parcial), 242 (parcial), 243, 244 Como ya se ha manifestado, los Primero.- Declarar
(parcial) y 245 de la Ley 906 de 2004 demandantes le solicitan a la Corte INEXEQUIBLE la expresión
C-025 de 2009 que declare la inexequibilidad “sólo” contenida en el inciso
Referencia: expediente D-7226 parcial de los artículos 237, 242, segundo del artículo 237 de la
243, 244 y 245 del Código de Ley 906 de 2004, “por la cual
Demandante: Egar Saavedra Procedimiento Penal, por se expide el Código de
Rojas y otro. considerar que los mismos Procedimiento Penal”, y
Magistrado Ponente: RODRIGO vulneran los derechos a la EXEQUIBLE, por los cargos
ESCOBAR GIL defensa, a la igualdad y al debido propuestos y analizados, la
proceso penal, consagrados en la expresión “Durante el trámite
Bogotá D.C., veintisiete (27) de Constitución Política y los tratados de la audiencia […] podrán
enero de dos mil nueve (2009). de derechos humanos, al no asistir, además del fiscal, los
permitirle al indiciado y a su funcionarios de la policía
defensor participar en la audiencia judicial y los testigos o peritos
de revisión de legalidad de las que prestaron declaraciones
diligencias de: (i) registros y juradas con el fin de obtener
allanamientos, retención de la orden respectiva, o que
correspondencia, interceptación de intervinieron en la diligencia”,
comunicaciones o recuperación de contenida en la misma
comunicación dejada al navegar disposición, siempre que se
por Internet u otros medios; (ii) entienda, dentro del respeto a
actuación de agentes en cubierta; la naturaleza de cada una de
(iii) entrega vigilada de objetos; (iv) las etapas estructurales del
búsqueda selectiva en base de procedimiento penal
datos; y (v) realización de acusatorio, que cuando el
exámenes de ADN, cuando tales indiciado tenga noticia de que
diligencias se realizan en la etapa en las diligencias practicadas
de indagación preliminar, es decir, en la etapa de indagación
antes de que se formule la anterior a la formulación de la
imputación y se de inicio a la etapa imputación, se está
de investigación formal. investigando su participación
en la comisión de un hecho
punible, el juez de control de
garantías debe autorizarle su
participación y la de su
abogado en la audiencia
posterior de control de
legalidad de tales diligencias,
si así lo solicita.
Segundo.- Declarar EXEQUI-
BLE, por los cargos propues-
tos y analizados, la expresión
“para lo cual se aplicarán, en
lo pertinente, las reglas
previs-tas para los registros y
allana-mientos”, contenida en
el inciso cuarto del artículo
242 de la ley 906 de 2004,
“por la cual se expide el
Código de Procedimiento
Penal”, siempre que se
entienda que cuando el
indiciado tenga noticia de que
en las diligencias practicadas
en la etapa de indagación
anterior a la formulación de la
imputación, se está
investigan-do su participación
en la comi-sión de un hecho
punible, el juez de control de
garantías debe autorizarle su
participa-ción y la de su
abogado en la audiencia
posterior de control de
legalidad de tales dili-gencias,
si así lo solicita.
Tercero.- Declarar EXEQUI-
BLE, por los cargos propues-
tos y analizados, la expresión
“En todo caso, una vez
concluida la entrega vigilada,
los resultados de la misma y,
en especial, los elementos
materiales probatorios y
evidencia física, deberán ser
objeto de revisión por parte
del juez de control de
garantías, lo cual cumplirá
dentro de las treinta y seis
(36) horas si-guientes con el
fin de establecer su legalidad
formal y material”, contenida
en el inciso quinto del artículo
243 de la Ley 906 de 2004,
“por la cual se expide el
Código de Procedimiento
Penal”, siempre que se
entienda que cuando el
indiciado tenga noticia de que
en las diligencias practicadas
en la etapa de indagación
anterior a la formulación de la
imputación, se está investí-
gando su participación en la
comisión de un hecho punible,
el juez de control de garantías
debe autorizarle su participa-
ción y la de su abogado en la
audiencia posterior de control
de legalidad de tales diligen-
cias, si así lo solicita.
Cuarto.- Declarar EXEQUI-
BLE, por los cargos propues-
tos y analizados, la expresión
“se aplicarán, en lo pertinente,
las reglas relativas a los
registros y allanamientos” ,
contenida en el inciso
segundo del artículo 244 de la
Ley 906 de 2004, “Por la cual
se expide el Código de
Procedi-miento Penal”,
siempre que se entienda que
cuando el indi-ciado tenga
noticia de que en las
diligencias practicadas en la
etapa de indagación anterior a
la formulación de la impu-
tación, se está investigando
su participación en la
comisión de un hecho punible,
el juez de control de garantías
debe autorizarle su
participación y la de su
abogado en la audiencia
posterior de control de legali-
dad de tales diligencias, si así
lo solicita.
Quinto.- Declarar EXEQUI-
BLE, por los cargos propues-
tos y analizados, la expresión
“Si se requiere cotejo de los
exámenes de ADN con la
información genética del indi-
ciado o imputado, mediante el
acceso a bancos de esperma
y de sangre, muestras de
laboratorios clínicos, consulto-
rios médicos u odontológicos,
entre otros, deberá adelan-
tarse la revisión de legalidad,
ante el juez de control de
garantías, dentro de las
treinta y seis (36) horas
siguientes a la terminación del
examen respectivo, con el fin
de esta-blecer su legalidad
formal y material”, contenida
en el inciso segundo del
artículo 245 de la ley 906 de
2004, “por la cual se expide el
Código de Procedimiento Pe-
nal”, siempre que se entienda
que cuando el indiciado tenga
noticia de que en las diligen-
cias practicadas en la etapa
de indagación anterior a la
formulación de la imputación,
se está investigando su
participación en la comisión
de un hecho punible, el juez
de control de garantías debe
autorizarle su participación y
la de su abogado en la
audiencia posterior de control
de legalidad de tales
diligencias, si así lo solicita.

SENTENCIA Artículos 8 literal b, 282, 303, y 385 de la Ley En este caso, el problema de Quinto.- Declarar la
906 de 2004 y otros artículos de otras leyes. exclusión censurado por los EXEQUIBILIDAD, por los
C-069 de 2009 accionantes no puede atribuirse a cargos analizados, de las
EXPEDIENTE 7318. la norma constitucional, sino que expresiones “compañero
surge del alcance legal que tiene la permanente” y “compañero o
M.P. DRA. CLARA INES expresión “compañeros compañera permanente” de
VARGAS HERNANDEZ permanentes”, como referida los artículos 8-b, 282, 303 y
exclusivamente a la unión de un 385 de la Ley 906 de 2004,
hombre y una mujer. Por 222, 431 y 495 de la Ley 522
consiguiente, el problema de de 1999 y 71 de la Ley 734 de
constitucionalidad que plantean las 2002 en el entendido de que
disposiciones demandadas las mismas incluyen, en
conduce a establecer si el alcance igualdad de condiciones, a los
legal de la expresión “compañero integrantes de las parejas del
permanente” cuando es aplicado a mismo sexo.
las mismas, que reproducen, a su
vez, el contenido del artículo 333
de la Constitución, resulta
discriminatorio.

SENTENCIA Artículo 371 (parcial) de la Ley 906 de 2004. En su concepto, la presentación de EXEQUIBLE la expresión “si
la teoría del caso por parte de la lo desea, podrá hacer”, del
C-069 de 2009 defensa constituye la piedra artículo 371 del Código de
Referencia: expediente D-7318. angular y su hoja de ruta en el Procedimiento Penal.
proceso penal, por lo que debe ser
M.P. CLARA INÉS VARGAS obligatoria y no simplemente
HERNÁNDEZ potestativa. Afirma que dejar al
Bogotá, D.C., diez (10) de arbitrio del defensor si expone o no
febrero de dos mil nueve (2009) su teoría del caso constituye una
laxitud normativa que dificulta una
exitosa defensa, pues en el nuevo
sistema penal ésta debe ser
particularmente activa y dinámica,
de modo que el silencio es
impensable en un momento tan
crucial como la apertura del juicio
oral. Además, acusa la violación
del derecho a la igualdad por
cuanto la norma impone a la
Fiscalía la obligación de exponer la
teoría del caso, mientras lo deja
como una simple posibilidad para
el defensor.

SENTENCIA C-151 Artículo 237 (parcial) de la Ley 906 de 2004. La disposición acusada constituye ESTARSE A LO RESUELTO
un caso de omisión legislativa en sentencia C- 025 de 2009.
Expediente: 7369 relativa, en la medida en que
Demandante: Leonardo aquélla no prevé la participación
Cuadrado Arévalo. de la defensa durante el trámite de
la audiencia de control de legalidad
M.P. Dr. HUM SIERRA
posterior efectuada luego de la
PORTO.
práctica de órdenes de registro y
Bogotá, D.C., once (11) de allanamiento, retención de
marzo de dos mil nueve (2009). correspondencia, interceptación de
comunicaciones o recuperación de
información dejada al navegar por
Internet.
A su juicio, no se vislumbra razón
objetiva y suficiente que justifique
la exclusión a la defensa de la
posibilidad de asistir a la
mencionada audiencia, con el fin
de controvertir los elementos
probatorios recaudados por la
Fiscalía.

SENTENCIA C-243/09 Artículos 506, 509 y 511 de la Ley 906 de Establecer si las normas Declarar EXEQUIBLES los
2004. demandadas, mediante las cuales artículos 506, 509 y 511 de la
Referencia: expediente D-7347 se faculta al Fiscal General de la Ley 906 de 2004, únicamente
M.P. JORGE IVÁN PALACIO Nación para ordenar la captura de respecto de los cargos
PALACIO una persona solicitada en analizados en la presente
extradición o respecto de quien se providencia.
Bogotá D. C., primero (1º) de
haya concedido la misma,
abril de dos mil nueve (2009).
desconocen lo establecido en la
Carta Política en cuanto omiten el
control de legalidad de la medida
restrictiva de la libertad,
resultando, según el actor,
vulnerados los derechos a la
igualdad, a la libertad individual y
al debido proceso.
SENTENCIA C-409/09 Artículo 108 parcial de la Ley 906 de 2004. Citar exclusivamente para efectos Primero: Declarar
de conciliación al asegurador de la INEXEQUIBLES las
Referencia: expediente D-7478 responsabilidad civil amparada en expresiones “Exclusivamente”
M.P. JUAN CARLOS HENAO virtud del contrato de seguro y “quien tendrá la facultad de
PEREZ válidamente celebrado, y que éste participar en dicha
cuente con la facultad –que no conciliación” contenidas en el
Bogotá, D. C., diez y siete (17)
obligación- de participar en dicha artículo 108 de la Ley 906 de
de junio de dos mil nueve
conciliación, ¿atentan contra lo 2004.
(2009).
establecido en los numerales 6º y Segundo: Declarar
7º del art. 250 de la Constitución, EXEQUIBLE la expresión
al representar una negación del “para los efectos de la
deber de protección de los conciliación de que trata el
derechos de reparación integral de art. 103” del artículo 108 de la
las víctimas en cuanto mecanismo Ley 906 de 2004, por el cargo
de la justicia restaurativa? En otros analizado en este proceso.
términos, ¿se violan los numerales
6º y 7º del art. 250 de la
Constitución política por la norma
que permite que se cite a una
aseguradora de responsabilidad en
el incidente de reparación integral
en el proceso penal,
exclusivamente para efectos de la
conciliación y dándole la facultad
de asistir o no sin que por demás
se generen consecuencias
jurídicas en su contra?
SENTENCIA C-489/09 Artículo 37 (parcial) de la Ley 906 de 2004, tal Conforme al artículo 241 ordinal 4º ESTARSE A LO RESUELTO
y como fue modificado por el artículo 2º de la de la Constitución, la Corte es en la sentencia C-1198 de
Referencia: expediente D-7596 Ley 1142 de 2007 competente para conocer de la 2008, que declaró la
M.P. JORGE IGNACIO constitucionalidad de la expresión inexequibilidad de la
PRETEL CHALJUB demandada contenida en el expresión “En los delitos de
artículo 37 de la Ley 906 de 2004, violencia intrafamiliar, los
Bogotá D. C., veintidós (22) de
ya que se trata de una demanda beneficios quedarán
julio de dos mil nueve (2009)
de inconstitucionalidad en contra supeditados a la valoración
de una ley de la República. positiva del Instituto
Colombiano de Bienestar
Familiar”, contenida en el
inciso segundo del numeral 3º
del artículo 2º de la Ley 1142
de 2007, que modificó el
artículo 37 de la Ley 906 de
2004.
SENTENCIA C-558/09 Los artículos 175 y 294 (parcial) de la Ley 906 A partir del contenido de la Primero. INHIBIRSE para
de 2004 demanda y de las intervenciones emitir un pronunciamiento de
Referencia: expediente D-7608 presentadas, le corresponde fondo en relación con el
M.P. GABRIEL EDUARDO dilucidar a la Corte si en el artículo artículo 175 de la Ley 906 de
MENDOZA MARTELO. 294 del Código de Procedimiento 2004, por ineptitud sustantiva
Penal, el legislador incurrió en una de la demanda.
Bogotá, D.C., veinte (20) de
omisión legislativa contraria a la
agosto de dos mil nueve (2009). Segundo. Declarar la
Constitución por no señalar un EXEQUIBILIDAD, por el
término para que, en el evento allí cargo estudiado, del artículo
previsto, el superior designe un 294 de la Ley 906 de 2004.
nuevo fiscal para que adopte la
decisión que corresponda
SENTENCIA C-806/09 Articulo 184 inciso final, 230 , numeral 1 y 445 ¿Vulnera el principio de la Primero.- Declararse
parcial de la Ley 906 de 2004 inviolabilidad del domicilio y el INHIBIDA para pronunciarse
Referencia: expediente D-7707 derecho a la intimidad, permitirle a de fondo por ineptitud
M.P. MARIA VICTORIA CALLE la policía judicial allanar y registrar sustancial de la demanda
CORREA un domicilio sin orden de autoridad contra las expresiones “se
judicial competente, cuando medie fijará fecha para la audiencia
Bogotá, D.C., once (11) de
el consentimiento expreso del de sustentación que se
noviembre de dos mil nueve
propietario o simple tenedor del celebrará dentro de los treinta
(2009).
bien objeto del registro, o de quien (30) días siguientes, a la que
tenga interés por ser afectado podrán concurrir,” contenida
durante el procedimiento? en el inciso final del artículo
184, y “para anunciar el
sentido del fallo”, contenida
en el artículo 445 de la Ley
906 de 2004.
Segundo.- Declarar
EXEQUIBLE, por los cargos
analizados en esta sentencia,
el numeral 1 del artículo 230
de la Ley 906 de 2004, en el
entendido de que el
allanamiento realizado en las
circunstancias previstas en la
norma, se debe someter en
todo caso a control posterior
del juez de control de
garantías.
a. CORTE CONSTITUCIONAL, AÑO 2010.

SENTENCIA NORMAS DEMANDADAS PROBLEMA JURIDICO DECISIÓN

SENTENCIA Artículo 6º Y 448 de la Ley 906 de 2004. FUNDAMENTOS DE LA DECISIÓN Primero.-  Declararse INHIBIDA para
proferir un fallo de fondo en relación con la
C-025 DE 2010 En primer lugar, la Corte determinó que si
expresión “al momento de los hechos”, del
bien existe una divergencia lingüística
EXPEDIENTE D-7858 artículo 6º de la Ley 906 de 2004, por
entre el texto acusado del artículo 6º de la
inepta demanda. Segundo.- Declarar
M.P.: HUMBERTO ANTONIO Ley 906 de 2004, que se refiere a
EXEQUIBLE el artículo 448 de la Ley 906
SIERRA PORTO “hechos”, y el artículo 29 de la
de 2004, por el cargo analizado.
Constitución, que alude al juzgamiento
conforme a leyes preexistentes al “acto
que se le imputa”, en realidad el
demandante no explicó los motivos por los
cuales tal estado de cosas deba conducir
a una declaratoria de inexequibilidad.
Ttrata de demostrar las implicaciones que
esa diferencia tendría en el sistema penal
acusatorio colombiano, sin que finalmente
se logre precisar  tales consecuencias. Por
tal razón, ante la ausencia del concepto de
violación de la Carta Política, la Sala se
inhibió de emitir una decisión de fondo en
este punto.

Por otro lado, la Corte precisó que


contrario a lo sostenido por el actor, el
principio de congruencia previsto en el
artículo 448 de la Ley 906 de 2004, se
predica tanto de la concordancia entre la
acusación y la sentencia como, guardadas
proporciones, entre la imputación de
cargos y la audiencia de formulación de la
acusación, siendo manifestación del
derecho al debido proceso penal (art. 29
C.P.), acorde con lo estipulado en el
artículo 14 de Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos. De ello se
sigue, que no se pueda incorporar hechos
nuevos, es decir, no imputados
previamente al procesado, como bien lo ha
determinado la Sala de Casación Penal de
la Corte Suprema de Justicia.
Esto no significa que la valoración jurídica
de los hechos deba permanecer incólume,
pues como fruto de la labor investigativa,
es posible que al momento de efectuar la
calificación jurídica cuente con mayores
detalles sobre lo acaecido, lo cual implica,
dentro de  unos parámetros racionales y
preservando el derecho de defensa,
modificar la calificación jurídica de los
hechos.
Para la Corte, aunque el artículo 448
atacado puede admitir una interpretación
literal según la cual, el principio de
congruencia opera únicamente entre la
acusación y la sentencia, lo cierto es que 
acorde con los artículos 29 y 31 de la
Constitución Política, en consonancia con
el artículo 8º de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y el artículo 14
del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, tal garantía procesal se
extiende igualmente y dentro de ciertos
límites fácticos, a la relación existente
entre la imputación de cargos y la
formulación de la acusación, interpretación
que ha sostenido la jurisprudencia. En tal
sentido, la expresión normativa acusada
resulta ajustada a los mandatos
constitucionales y por ende, la Sala
procedió a declarar su exequibilidad.
JURISPRUDENCIA AÑO 2010

SENTENCIA C-060-10 INCISO FINAL DEL ARTICULO 454 LEY Fundamentos de la decisión ESTARSE A LO RESUELTO EN C-059-10
906 DE 2004
EXPEDIENTE D-7806  La Corte encontró que la expresión
demandada del artículo 454 de la Ley 906
M.P.: JORGE IGNACIO de 2004, coincide con uno de los
PRETELT CHALJUB segmentos normativos sobre los que se
acababa de pronunciar en la sentencia
anterior, respecto del cual se esgrimían los
mismos cargos analizados en ese fallo.
Por tanto, se configura en este caso, la
figura de cosa juzgada constitucional que
impide que haya un nuevo
pronunciamiento acerca de la
constitucionalidad de la norma demandada
y simplemente, ha de estarse a lo resuelto
en la sentencia C-059/10.
SENTENCIA C-144-10 ARTICULOS 17, 454, 112, 357, 245, 362, Fundamentos de la decisión Primero.- Declararse INHIBIDA para
397, 415, 438 Y 450 de la Ley 906 de pronunciarse sobre la constitucionalidad
EXPEDIENTE D-7832  El pronunciamiento de la Corte en el
2004. de los apartes acusados de los artículos
presente caso, se circunscribe a los
M.P.: JUAN CARLOS HENAO 245, 362, 415 y  450 del CPP, por ineptitud
cargos de inconstitucionalidad formulados
PEREZ sustancial de la demanda.
contra los artículos 17 y 154, 112 y 357,
397 y 438 de la Ley 906 de 2004, por Segundo.- Declarar EXEQUIBLE, por los
cuanto reúnen las exigencias mínimas cargos propuestos, la proposición
para que el juez constitucional pueda normativa “sin perjuicio de que el juez que
pronunciarse sobre el fondo del asunto. No dirija la audiencia excepcionalmente la
ocurre lo mismo respecto de la acusación suspenda por un término hasta de treinta
presentada frente a los artículos 362 (30) días, si se presentaren circunstancias
(parcial), 415 (parcial) y 450 (parcial) de la especiales que lo justifiquen”, contemplada
Ley 906 de 2004, por lo que en relación en el art. 17 del CPP.
con estas disposiciones se dictó un Tercero: Declarar EXEQUIBLE, por los
fallo inhibitorio por las siguientes razones: cargos propuestos, la proposición
(i) En primer lugar, la Corte encontró que normativa “salvo que se trate de
los argumentos expuestos por el situaciones sobrevinientes de manifiesta
demandante en relación con el artículo gravedad, y sin existir otra alternativa
362 (parcial) no son ciertos ni específicos, viable, en cuyo caso podrá suspenderse
ya que no justifica por qué  “el orden en por el tiempo que dure el fenómeno que ha
que debe presentarse la prueba” de que motivado la suspensión”, del artículo 454
trata esta disposición, equivale sin más a del CPP.
un decreto oficioso de nuevas pruebas. (ii) Cuarto: Declarar EXEQUIBLE, por los
En igual sentido, el actor no presenta una cargos propuestos, la proposición
exposición en la que se evidencie la normativa “Asimismo, podrá solicitar
oposición objetiva y verificable entre el pruebas en el evento contemplado en el
contenido del artículo 362 del Código de último inciso del artículo 357 de este
Procedimiento Penal y los artículos 29 de código”, del artículo 112 del C.P.P.
la Constitución, 8º de la Convención
Americana de derechos Humanos y 14 del Quinto: Declarar EXEQUIBLE, por los
Pacto de derechos Civiles y Políticos. No cargos propuestos, la proposición
se encuentran argumentos que normativa “Excepcionalmente, agotadas
demuestren, aunque sea someramente, las solicitudes probatorias de las partes, si
que con lo preceptuado en el artículo 362 el Ministerio Público tuviere conocimiento
el juez viene a suplir la voluntad de las de la existencia de una prueba no pedida
partes en cuanto a la prueba de su por éstas que pudiere tener esencial
pretensión. influencia en los resultados del juicio,
solicitará su práctica”, del artículo 357 del
 (iii) A la misma conclusión llegó la Corte
C.P.P.
respecto de los cargos formulados en
relación con el aparte acusado del artículo Sexto: Declarar EXEQUIBLE, por los
415 del C.P.P., los cuales se plantean a cargos propuestos y analizados, la
partir de una norma inexistente, apenas proposición normativa “salvo lo dispuesto
inferida por el actor, que revela una en el inciso final del artículo 357”,
comprensión sesgada del precepto ya que contemplada en el art. 374 del CPP.
de su texto no se puede concluir que el Séptimo: Declarar EXEQUIBLE, por los
informe pericial sólo puede ser pedido por cargos propuestos, la proposición
el fiscal y no por la defensa. (iv) De igual normativa “Una vez terminados los
modo, la Sala encontró que la demanda no interrogatorios de las partes, el juez y el
es apta respecto de la acusación sobre el Ministerio Público podrán hacer preguntas
artículo 450 de la Ley 906 de 2004, toda complementarias para el cabal
vez que los argumentos expuestos entendimiento del caso”, del artículo 397
carecen de especificidad, en la medida del CPP. Octavo: Declarar EXEQUIBLE,
que no existe una explicación acerca de por los cargos propuestos, la expresión “o
por qué la proposición jurídica que se evento similar”, prevista en el literal b del
demanda, es contraria a lo preceptuado en artículo 438 del CPP.
los artículos 28, 29 y 31 de la
Constitución.  A lo anterior, se añade que
el argumento principal del actor se funda
en que la proposición normativa objeto de
acusación, ante todo representa un “gran
inconveniente”, pues la detención
preventiva puede resultar equivocada en la
medida que la sentencia condenatoria sea
posteriormente revocada, razón que no es
pertinente, porque antes que alegar la
contradicción entre la ley la Constitución y
estar construida a partir de una reflexión
jurídica de las disposiciones enfrentadas,
tiene como idea fuerza la inconveniencia
del precepto legal. En esas condiciones, la
Corte procedió a inhibirse de emitir un fallo
de mérito sobre la constitucionalidad de
las disposiciones mencionadas.
En relación con los apartes demandados
de los artículos 17 y 454 de la Ley 906 de
2004, la Corte estableció que la facultad
excepcional atribuida al juez para
suspender por un plazo determinable la
audiencia del juicio oral en circunstancias
especiales, que el artículo 454 precisa
como “situaciones sobrevinientes de
manifiesta gravedad” e inexistencia de
“otra alternativa viable”, no vulnera el
principio de legalidad requerido para esta
clase de actuaciones. Se trata de
circunstancias de difícil ocurrencia, no
previsibles ni comunes, sobrevinientes,
graves e insuperables, que
necesariamente el juez debe justificar para
suspender dicha audiencia. Para este
efecto, el juez cuenta con muchas
herramientas y elementos de juicio para
valorar en el caso concreto y comprender
el alcance de las expresiones utilizadas en
las citadas disposiciones, las cuales se
aproximan a nociones como las de caso
fortuito y fuerza mayor,  que consisten en
hechos no imputables, no previsibles o
imposibles de evitar. En consecuencia,  los
artículos 17 y 454 de la Ley 906 de 2004,
en lo demandado, fueron declarados
exequibles por los cargos propuestos.
En cuanto de los segmentos normativos
acusados de los artículos 112 y 357 del
Código de Procedimiento Penal, a los que
se integra por unidad normativa el artículo
374, en la expresión “deberá ser solicitada
o presentada en la audiencia preparatoria,
salvo lo dispuesto en el inciso final del
artículo 357”, la Corte determinó que
resultaban ajustados a los artículos 29 y
250 de la Carta Política. A su juicio, el
modelo de proceso penal adoptado por el
constituyente en el Acto Legislativo 3 de
2002, no excluye cualquier intervención en
el debate probatorio que no provenga de
las partes. De esta forma, la facultad del
Ministerio Público para solicitar una
prueba, no rompe con el debido proceso,
el carácter adversarial y la igualdad de
armas que debe existir entre la Fiscalía y
el procesado. Por el contrario,  atiende a
los principios y fines del Estado, en al
procura de una justicia imparcial, conforme
con los principios de legalidad e  igualdad
de las partes en el proceso y salvaguarda
los demás derechos en juego, en especial,
el debido proceso, defensa y acceso a la
administración de justicia.  A lo anterior se
agrega que la Constitución (art. 250,
parágrafo), de manera expresa, conforma
la participación del Ministerio Público en el
proceso penal, conforme las competencias
atribuidas en el artículo 277 de la Carta.  
De igual modo, no prosperan los cargos
planteados respecto de la autorización
para que el juez de conocimiento y el
Ministerio Público, una vez concluidos los
interrogatorios de las partes, hagan
preguntas complementarias a los testigos
del proceso para el cabal entendimiento
del caso, según lo preceptuado en el
artículo 397 de la Ley 906 de 2004.
Además de las razones ya expuestas, la
Corte reiteró que conforme al
ordenamiento superior, se ha entendido
que en el sistema procesal penal
colombiano  el juez no es un convidado de
piedra en el proceso sino que por el
contrario, cumple una función de dirigirlo
hacia la finalidad común a todo juicio, a
saber, alcanzar la justicia formal y sobre
todo material. Así mismo, la participación
del Ministerio Público en el proceso penal,
dispuesta por el constituyente, es uno de
los elementos estructurales de nuestro
sistema penal procesal. En ese sentido, el
juez y el Ministerio Público pueden
complementar el interrogatorio de testigos
en el proceso, sin que resulte contrario al
debido proceso, como una manifestación
de la especificidad del sistema procesal
penal colombiano, acorde con la potestad
de configuración del legislador en esta
materia.
Por último, la  Corte consideró que el
legislador, al emplear la expresión “o
evento similar”, en el literal b) del artículo
438 de la Ley 906 de 2004, el cual
establece los casos en que es admisible la
denominada prueba de referencia, no ha
introducido una opción que abra en exceso
los contornos de la facultad excepcional
del juez para decretar este tipo de
pruebas. En el marco de su poder de
configuración legislativa, ha contemplado
un elemento adicional que aunque por sus
características no permite que su
aplicación se reduzca a un simple proceso
de subsunción, sí permite al juez una
adecuada comprensión y aplicación.   Esto
es, dicha expresión se incorpora de
manera tal al precepto, que hace posible
reconocer racionalmente otras
circunstancias  próximas al secuestro  o
desaparición forzada.
En ese orden, los artículos 17 y 154, 112 y
357, 397 y 438 de la Ley 906 de 2004
fueron declarados exequibles en lo
acusado, y frente a los cargos analizados
en esta sentencia
SENTENCIA C-059/10. Artículos 189, 454, 349, 294 y 108. Fundamentos de la decisión Primero.- ESTARSE A LO RESUELTO
en sentencia C-408 de 2009, en relación
EXPEDIENTE D-7844. M.P. El pronunciamiento de la Corte
con el artículo 108 de la Ley 906 de 2004.
Humberto Antonio Sierra Porto Constitucional se contrajo a los cargos
formulados respecto de los artículos 349 y Segundo.- Declararse INHIBIDA para
454 (parcial) de la Ley 906 de 2004 y 189 proferir un fallo de fondo, en relación con
de la Ley 1098 de 2004, toda vez que en las expresiones “De no hacerlo, perderá
relación con el artículo 108 de la Ley 906 competencia para seguir actuando de lo
de 2004, ya se pronunció en la sentencia cual informará inmediatamente a su
C-408/09 y con referencia a los apartes respectivo superior” y “En este evento el
acusados del artículo 294 de la misma ley, superior designará un nuevo fiscal quien
se advirtió que los cargos de deberá adoptar la decisión que corres-
inconstitucionalidad no corresponden al ponda en el término de treinta (30) días,
sentido y alcance que tiene la disposición contados a partir del momento en que se
legal y no demuestran en qué medida el le asigne el caso”, del artículo 294 de la
cambio excepcional de fiscal previsto en la Ley 906 de 2004, por inepta demanda.
norma acusada, vulnera realmente los Tercero.- Declarar EXEQUIBLE el artículo
artículos 250 y 251 de la Constitución, en 349 de la Ley 906 de 2004, por los cargos
lo que tiene que ver con las competencias analizados.
de la Fiscalía y del Fiscal General de la
Nación, por lo que la Corte se inhibió de Cuarto.- Declarar EXEQUIBLES las
emitir fallo de fondo sobre la citada expresiones “Si el término de suspensión
disposición legal.   incide por el transcurso del tiempo en la
memoria de lo sucedido en la audiencia y,
En cuanto al artículo 349 de la Ley 906 de sobre todo de los resultados de las
2004, la Sala encontró que la limitación a pruebas practicadas, esta se repetirá.
la celebración de acuerdos del imputado o Igual procedimiento se realizará si en
procesado con la Fiscalía en los supuestos cualquier etapa del juicio oral se debe
establecidos en la norma, los cuales se
cambiar al juez”, del artículo 454 de la Ley
condicionan a que se reintegre, al menos, 906 de 2004 y “. Se podrá suspender por
el 50% de lo percibido en el incremento un plazo máximo de 10 días hábiles y la
patrimonial y se asegure el recaudo del interrupción por más tiempo conlleva a la
remanente, no vulnera la igualdad, ni el nueva realización del debate desde su
debido proceso, ni los derechos de las inicio”, del artículo 189 de Ley 1098 de
víctimas, en primer lugar, porque no 2006, por los cargos analizados
constituye un privilegio para las víctimas
de los delitos de contenido económico, ya
que antes que buscar como fin principal la
reparación de las víctimas de estos delitos,
lo que realmente pretende es evitar que
quienes han obtenido provecho económico
mediante la comisión de delitos, puedan
recurrir a los instrumentos procesales de la
justicia negociada, para obtener generosos
beneficios punitivos, sin comprometer sus
fortunas ilegales.  En segundo lugar, la
norma no apunta exclusivamente a los
delitos contra el patrimonio económico,
sino que alude a todo delito en el cual el
acusado hubiese obtenido un “incremento
patrimonial fruto del mismo”, que
comprende un amplio espectro de
perjudicados y en algunos casos no
existen víctimas directas del delito.
En tercer lugar, en toda negociación los
derechos de las víctimas a la verdad, la
justicia y la reparación deben quedar
garantizados, de modo que la norma
acusada no puede ser entendida como un
mecanismo encaminado a privilegiar a
unas víctimas sobre otras. En cuarto
lugar, la norma demandada no puede
confundirse en cuanto a sus fines y objeto
con aquellos del  incidente de reparación
integral, pues el legislador obliga al
acusado a reintegrar, al menos, el 50% del
incremento patrimonial obtenido y a
asegurar el pago del remanente, lo cual no
implica una reparación integral a las
víctimas. Por último, si se aceptase la
argumentación de la demandante, sólo los
victimarios que contasen con recursos
económicos podrían beneficiarse de la
aplicación de las figuras procesales
propias de la justicia negociada y de esta
forma, se establecería una discriminación
entre los procesados. Por tales razones, el
artículo 349 fue declarado exequible,
frente a los anteriores cargos.
En lo concerniente a los artículos 454 de la
Ley 906 de 2004 y 189 de la Ley 1098 de
2006, la Corte determinó que el deber de
repetir una audiencia de juzgamiento
cuando quiera que el paso del tiempo
pueda alterar gravemente la percepción
que tiene el fallador acerca de las pruebas
practicadas o no ha presenciado su
práctica, no se opone al derecho a un
juicio sin dilaciones injustificadas,
consagrado en los artículos 29 de la
Constitución y 8º de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos,
además de que en todo caso los jueces
tienen la rigurosa obligación de realizar los
juicios orales de manera concentrada (art.
250.4 C.P.); sólo se suspenderán cuando
sea absolutamente indispensable y por el
mínimo lapso posible. Para la Sala,
aunque la utilización de medios
tecnológicos (no sólo audio sino, de
manera también indispensable, video),
constituye un mecanismo necesario para
la preservación y registro en un sistema
penal fundado en la oralidad, también lo es
que se trata de simples instrumentos que
no reemplazan a cabalidad la percepción
directa que tiene el juez sobre las pruebas.
Finalmente, subrayó que la repetición de
las audiencias de juzgamiento debe ser
muy excepcional y fundada en motivos
serios y razonables, so pena de vulnerar
los derechos de las víctimas y testigos.
Con ello, las citadas normas fueron
declaradas exequibles, por los cargos
analizados.   
SENTENCIA C-334/10 ARTÍCULO 237. AUDIENCIA DE CONTROL DE LEGALIDAD DEL Decisión
CONTROL DE LEGALIDAD COTEJO DE EXÁMENES DE ADN CON
EXPEDIENTE D-7915. M.P. Juan Primero.- Con relación al cargo formulado
POSTERIOR. Dentro de las LA INFORMACIÓN GENÉTICA DEL
Carlos Henao Pérez contra el artículo 16, inciso primero de la
veinticuatro (24) horas siguientes al INIDICADO O IMPUTADO  DEBE SER Ley 1142 de 2007, por medio del cual se
diligenciamiento de las órdenes de SIEMPRE PREVIO modificó el artículo 237, inciso primero de
registro y allanamiento, retención de Fundamentos de la decisión la Ley 906 de 2004, ESTARSE A LO
correspondencia, interceptación de RESUELTO en la sentencia C-131 de
comunicaciones o recuperación de En primer término, la Corte encontró que
2007.
información dejada al navegar por en relación con el aparte acusado del
internet u otros medios similares, el artículo 237 de la Ley 906 de 2004, se ha Segundo.- Declarar EXEQUIBLE por el
fiscal comparecerá ante el juez de producido el fenómeno de la cosa juzgada cargo analizado, el inciso segundo del
control de garantías, para que realice constitucional, en cuanto esta disposición artículo 245 de la Ley 906 de 2004,
la audiencia de revisión de legalidad ya fue valorada en la sentencia C-131/07, excepto la expresión “… dentro de las
sobre lo actuado, incluida la orden. entre otras razones, por el mismo cargo treinta y seis (36) horas siguientes a la
que se plantea en la presente demanda, terminación del examen respectivo”, que
Durante el trámite de la audiencia sólo relativo a la oportunidad del control se declara INEXEQUIBLE, en el entendido
podrán asistir, además del fiscal, los judicial. Por el contrario, no existe cosa de que la revisión de legalidad que
funcionarios de la policía judicial y los juzgada constitucional respecto del inciso corresponde al juez de garantías, debe
testigos o peritos que prestaron segundo  del artículo 245 de la Ley 906 de hacerse de manera previa.
declaraciones juradas con el fin de 2004 frente a la sentencia C-025/09, por
obtener la orden respectiva, o que  
cuanto en esta decisión se atendió un
intervinieron en la diligencia. problema jurídico distinto relacionado con
El juez podrá, si lo estima conveniente, el derecho de defensa del indiciado y su
interrogar directamente a los posibilidad de participar en la audiencia de
comparecientes y, después de escuchar control de garantías.
los argumentos del fiscal, decidirá de El análisis de la Corte parte de las
plano sobre la validez del procedimiento. facultades que el artículo 250, numerales
PARÁGRAFO. Si el cumplimiento de la 2º y 3º de la Constitución Política le
orden ocurrió luego de formulada la confieren a la Fiscalía General de la Na-
imputación, se deberá citar a la audiencia ción, en aras de asegurar la investigación
de control de legalidad al imputado y a su y punición del delito.  De un lado, el
defensor para que, si lo desean, puedan numeral 2º establece competencia para
realizar el contradictorio. En este último adelantar registros, allanamientos, incauta-
evento, se aplicarán analógicamente, de ciones e interceptaciones de comunica-
acuerdo con la naturaleza del acto, las ciones, sin contar con orden judicial previa,
reglas previstas para la audiencia en las que el control del juez de garantías
preliminar. opera sólo dentro de las 36 horas si-
guientes a la actuación respectiva. De otra
ARTÍCULO 245. EXÁMENES DE ADN
parte, en el numeral 3º se reconoce  la
QUE INVOLUCREN AL INDICIADO O
posibilidad de efectuar otras actuaciones
AL IMPUTADO. Cuando la policía
que en caso de implicar afectación de
judicial requiera la realización de
derechos fundamentales, deben proceder
exámenes de ADN, en virtud de la
siempre y cuando se haya obtenido la
presencia de fluidos corporales, cabellos,
respectiva autorización por parte del juez
vello púbico, semen, sangre u otro
que ejerce las funciones de control de
vestigio que permita determinar datos
garantías. Es claro que en ambas hipó-
como la raza, el tipo de sangre y, en
tesis, existe afectación de derechos funda-
especial, la huella dactilar genética, se
mentales, entre otros, a la intimidad perso-
requerirá orden expresa del fiscal que
nal y familiar, al hábeas data, a la priva-
dirige la investigación.
cidad de la correspondencia y del domici-
Si se requiere cotejo de los exámenes lio, a la honra y al buen nombre, así como
de ADN con la información genética a los derechos reales de propiedad de los
del indiciado o imputado, mediante el inmuebles y bienes materiales e inmate-
acceso a bancos de esperma y de riales que el indiciado o imputado tiene a
sangre, muestras de laboratorios su disposición. En la hipótesis del numeral
clínicos, consultorios médicos u 3º se incorporan todas las restantes
odontológicos, entre otros, deberá injerencias sobre derechos fundamentales
adelantarse la revisión de legalidad, no comprendidas en las anteriores.
ante el juez de control de garantías,
Para la Corte, la facultad prevista en el
dentro de las treinta y seis (36) horas
artículo 245, inciso segundo de la Ley 906
siguientes a la terminación del
examen respectivo, con el fin de de 2004, para que la policía judicial coteje
exámenes de ADN practicados
establecer su legalidad formal y
anteriormente, con información genética
material.
del indiciado o imputado que reposa en
bancos de sangre, esperma, laboratorios,
consultorios médicos u odontológicos o
similares, representa una intervención no
comprendida dentro de los procedimientos
de registro, allanamiento, incautación o
interceptación de comunicaciones. En
particular, no se trata de un registro, pues
no opera sobre bienes o espacios que
sean de propiedad o que se encuentran
bajo la tenencia del indiciado o imputado.
Al contrario, se realizan sobre muestras
biológicas de éste, pero que se encuentran
archivadas y custodiadas por centros
especializados. Es decir, la intervención de
la Fiscalía que contiene el precepto
acusado, representa una afectación de
derechos fundamentales no comprendidos
dentro de las actuaciones de que trata el
numeral 2º del artículo 250 de la
Constitución, ya que tiene lugar sobre
ámbitos del derecho a la intimidad
relacionados con la persona en sí misma
del indiciado o imputado o con su entidad
propia, razón por la cual debería contar
con la previa autorización judicial.
Tampoco cabe en la hipótesis del numeral
2º del artículo 250, porque no hay urgencia
por recoger un elemento probatorio, con la
que se evite su destrucción o pérdida,
como quiera que la información genérica
del indiciado o imputado reposa en bancos
y laboratorios, consultorios médicos y
odontológicos y similares  que por sí
mismos representan garantías de custodia
y preservación, incluso frente al proveedor
natural de la muestra.  Es decir, que
esperar a que proceda la orden judicial
previa, no supone poner en riesgo el
medio de prueba correspondiente y sí
preserva los derechos fundamentales que
se pueden afectar.
Por lo expuesto, prever solamente un
control judicial posterior a la práctica del
respectivo cotejo resulta contrario a la
Constitución, la cual a la vez que en
ejercicio del ius punendi del Estado,
habilita a la Fiscalía General para
adelantar todas las actividades necesarias
para perseguir el delito, ver por su
punición y por la reparación integral de las
víctimas, procura la salvaguarda de los
derechos fundamentales involucrados, con
la intervención previa del juez de control
de garantías. De ahí que la Corte haya
procedido a declarar inexequible la
expresión “dentro de las treinta y seis (36)
horas siguientes a la terminación del
examen respectivo”, contenida en el inciso
segundo del artículo 245 de la Ley 906 de
2004 y a condicionar la exequibilidad del
resto del inciso a que se entienda que la
revisión de legalidad que corresponde al
juez de garantías, debe hacerse de
manera previa.
4.  Aclaración de voto
El magistrados Nilson Pinilla Pinilla,
presentará una aclaración de voto relativa
al equilibrio que debe haber entre la
garantía de los derechos fundamentales y
la acción efectiva del Estado contra la
impunidad y al mismo tiempo preservar los
derechos de las víctimas a la verdad, la
justicia y la reparación.

SENTENCIA C-648/10 ARTÍCULO 333. TRÁMITE. Previa   Fundamentos de la decisión Decisión


solicitud del fiscal el juez citará a
EXPEDIENTE D-8014. M.P. Para resolver si la expresión acusada del Declarar INEXEQUIBLE la expresión “en
audiencia, dentro de los cinco (5) días
Humberto Antonio Sierra Porto artículo 333 de la Ley 906 de 2004 vulnera el evento en que quisiera oponerse a la
siguientes, en la que se estudiará la el derecho de defensa del procesado, a petición del fiscal” del artículo 333 de la
petición de preclusión. quien se limita su intervención en la Ley 906 de 2004.
Instalada la audiencia, se concederá el audiencia de petición de preclusión al
uso de la palabra al fiscal para que evento en que se oponga a la petición –lo
exponga su solicitud con indicación de cual, por obvias razones jamás ocurriría- la
los elementos materiales probatorios y Corte dio un repaso a las principales
evidencia física que sustentaron la líneas jurisprudenciales en materia de
imputación, y fundamentación de la derecho de defensa en el sistema penal
causal incoada. acusatorio. En tal sentido, esta
Corporación ha considerado que (i) una de
Acto seguido se conferirá el uso de la
las principales garantías del debido
palabra a la víctima, al agente del
proceso, es precisamente el derecho de
Ministerio Público y al defensor del
defensa, entendido como la oportunidad
imputado, en el evento en que
reconocida a toda persona, en el ámbito
quisieren oponerse a la petición del
de cualquier proceso o actuación judicial o
fiscal.
administrativa, de ser oída, de hacer valer
En ningún caso habrá lugar a solicitud ni las propias razones y argumentos, de
práctica de pruebas. controvertir, contradecir y objetar las
Agotado el debate el juez podrá decretar pruebas en contra y de solicitar la práctica
un receso hasta por una (1) hora para y evaluación de las que se estiman
preparar la decisión que motivará favorables, así como de ejercitar los
oralmente. recursos que la ley otorga; (i) el derecho
de defensa es general y universal y no
  restringible al menos, desde el punto de
vista temporal. Ni en la Constitución ni en
los tratados internacionales de derechos
humanos se ha establecido un límite en
este sentido;  (ii) el ejercicio del derecho
de defensa surge desde que se tiene
conocimiento que cursa un proceso en
contra de una persona y solo culmina
cuando finalice dicho proceso; (iii) el
derecho de defensa, como derecho
fundamental constitucional, es un derecho
que prima facie puede ser ejercido
directamente por un procesado, quien
puede hacer valer él mismo, sus
argumentos y razones dentro de un
proceso judicial; (iv) la importancia del
derecho de defensa, en el contexto de las
garantías procesales, radica en que su
ejercicio se busca impedir la arbitrariedad
de los agentes estatales y evitar la
condena injusta, mediante la búsqueda de
la verdad, con la activa participación o
representación de quien puede ser
afectado por las decisiones que se
adopten con base en los actuado; y (v) si
bien es cierto que el legislador cuenta con
un amplio margen de configuración para
diseñar los diversos procesos judiciales,
también lo es que el derecho de defensa
debe encontrarse plenamente garantizado
a lo largo de todas y cada una de las
etapas que conforman un proceso penal
de carácter acusatorio.
A juicio de la Corte, le asiste razón al
demandante cuando afirma que, de
acuerdo con los dispuesto en el artículo
333 de la Ley 906 de 2004, en la práctica,
el defensor del imputado no podrá
intervenir en el curso de la audiencia de
solicitud de preclusión, por la sencilla
razón de que nunca se opondrá a la
petición de preclusión del proceso,
elevada por el fiscal, que es el único
supuesto en que la ley prevé la
intervención del procesado en la audiencia
de petición de prelusión. En tal sentido,
aunque la Constitución en su artículo
250.5 estipula que es competencia de la
Fiscalía General de la Nación “solicitar
ante el juez de conocimiento la preclusión
de las investigaciones cuando según lo
dispuesto en la ley no hubiere mérito para
acusar”, razón por la cual la defensa del
acusado carece de competencia para
solicitar motuo proprio la preclusión del
proceso penal, también loe s que cuando
la Fiscalía considere que tiene lugar una
causal legal para solicitar la preclusión
(art. 332 de la Ley 906/04) y por ende,
decide solicitar al juez de conocimiento la
celebración de una audiencia para tales
fines, carece de razonabilidad que la
defensa no pueda participar de forma
alguna, en el curso de aquélla.
Para la Corte, la expresión acusada
resulta ser una medida de intervención
desproporcionada del legislador en el
ejercicio del derecho de defensa, por
cuanto no busca la consecución de ningún
fin constitucionalmente admisible. En
efecto, negarle toda intervención a la
defensa en el curso de la audiencia de
petición de preclusión, no apunta a (i)
racionalizar un proceso penal de corte
acusatorio; (ii) tampoco, constituye un
rasgo definitorio esencial de aquél, ni (iii)
mucho menos, atenta contra los derechos
las garantías de las demás partes e
intervinientes en el proceso. Por el
contrario, facultar al acusado para
coadyuvar la solicitud de la Fiscalía, alegar
una causal de preclusión distinta de la
planteada por el órgano investigador o
controvertir los argumentos de los demás
intervinientes, le permitirá al juez de
conocimiento escuchar a la defensa y de
esta forma, contar con más elementos de
juicio al momento de decidir acerca de la
procedencia de la petición de preclusión.
Así las cosas, la Corte concluyó que no
existe razón constitucional alguna para
excluir toda participación de la defensa en
el curso de la audiencia de petición de
preclusión, motivo por el cual, procedió a
declarar inexequible la expresión “en el
evento en que quisiere oponerse a la
petición del fiscal” que hacía parte del
artículo 3333 de la Ley 906 de 2004.
SENTENCIA C-025/10 “ARTÍCULO 6o. LEGALIDAD. Nadie 3.2. Examen en relación con el artículo PRIMERO. Declararse INHIBIDA para
podrá ser investigado ni juzgado sino 6 de la Ley 906 de 2004. proferir un fallo de fondo en relación con la
Referencia: expediente D- 7858 conforme a la ley procesal vigente al expresión “al momento de los hechos”, del
En relación con la expresión “al momento
M. Ponente: Dr. HUMBERTO momento de los hechos, con observancia artículo 6º de la Ley 906 de 2004, por
de los hechos”, del artículo 6 de la Ley
ANTONIO SIERRA PORTO de las formas propias de cada juicio. inepta demanda.
906 de 2004, sostiene el demandante que
Bogotá, D.C., veintisiete (27) de La ley procesal de efectos sustanciales vulnera el artículo 29 Superior, a cuyo SEGUNDO. Declarar EXEQUIBLE el
enero de dos mil diez (2010). permisiva o favorable, aun cuando sea tenor “Nadie podrá ser juzgado sino artículo 448 de la Ley 906 de 2004, por el
posterior a la actuación, se aplicará de conforme a leyes preexistentes al acto cargo analizado
preferencia a la restrictiva o que se le imputa, ante juez o tribunal
desfavorable. competente y con observancia de la
plenitud de las formas propias de cada
Las disposiciones de este código se
juicio”. A renglón seguido sostiene que no
aplicarán única y exclusivamente para la
se trata de un asunto meramente
investigación y el juzgamiento de los
lingüístico sino que implica una
delitos cometidos con posterioridad a su
vulneración del derecho de defensa del
vigencia.
procesado en el sistema penal acusatorio,
“ARTÍCULO 448. CONGRUENCIA. El ya que “una cosa es la imputación y otra
acusado no podrá ser declarado culpable muy diversa la acusación en términos del
por hechos que no consten en la derecho penal y lo que exige la
acusación, ni por delitos por los cuales Constitución es “el acto imputado”.
no se ha solicitado condena”.
Los intervinientes sostienen, a su vez, que
si bien existe una discordancia entre la
redacción de la disposición legal y aquella
del artículo 29 Superior, el demandante
realmente no explicó los motivos por los
cuales tal estado de cosas deba conducir
a una declaratoria de inexequibilidad. La
Corte comparte tal postura, por las
siguientes razones.
A efectos de estructurar un cargo de
inconstitucionalidad, no basta con indicar o
señalar la existencia de una contradicción
entre la norma legal acusada y una o
varias disposiciones constitucionales. Se
requiere, además, argumentar
suficientemente las razones por las cuales
tal contradicción es real y no aparente, así
como sus respectivas implicaciones.
En tal sentido, el ciudadano se limita a
transcribir las normas legal y
constitucional, indicando que mientras que
la primera alude a “hechos”, la segunda
refiere a “actos”. A partir de allí, su
argumentación se encamina, de manera
confusa, a tratar de demostrar las
implicaciones que tal diferencia tendría en
el sistema penal acusatorio colombiano,
sin que se logren finalmente precisar tales
consecuencias.
De tal suerte que si bien, prima facie, se
constata la existencia de una divergencia
lingüística entre los términos “hechos”,
empleado por el legislador, con aquel de
“acto que se le imputa”, estipulado en el
artículo 29 Superior, el ciudadano se
encontraba ante la carga de demostrar los
efectos prácticos que tal contradicción
comporta.
Así las cosas, la Corte considera que debe
declararse inhibida para proferir un fallo de
fondo en relación con la expresión “al
momento de los hechos”, del artículo 6º de
la Ley 906 de 2004.
3.3. Examen del artículo 448 de la Ley
906 de 2004.
El demandante sostiene que la expresión
“no consten en la acusación” vulnera el
artículo 29 Superior, en la medida en que
restringe la aplicación del principio de
congruencia a la relación existente entre la
acusación y la sentencia, dejando por
fuera a la imputación de cargos. En
palabras del ciudadano “La acusación es
la formalización de la imputación del acto,
por tanto, primero hay que imputar el acto
y luego, para efectos del juicio, formalizar
la imputación mediante la formulación de
la acusación, lo cual implica que
debiéndose juzgar conforme al acto
imputado (artículo 29 C.N.), la formulación
de la acusación debe guardar armonía y
congruencia con la formulación de la
imputación; las que, a su vez, deben
tenerla con el sentido del fallo y la ulterior
sentencia”.
Más adelante señala: “La congruencia
debe predicarse entre formulación de
imputación, formulación de acusación
(escrito y audiencia), sentido del fallo y
sentencia; si no existe alguno de ellos, no
sólo se atenta contra las garantías
fundamentales sino que se resquebraja la
estructura del proceso”.
En tal sentido, y contrario a lo sostenido
por algunos intervinientes y la Vista Fiscal,
y tomando en consideración la naturaleza
pública de la acción de
inconstitucionalidad, la Corte considera
que el ciudadano configuró, al menos, un
cargo de inconstitucionalidad, consistente
en sostener que el legislador, al momento
de consagrar el principio de congruencia,
en el sentido de que “el acusado no podrá
ser declarado culpable por hechos que no
consten en la acusación, ni por delitos por
los cuales no se ha solicitado condena”,
vulneró el artículo 29 Superior, en la
medida en que la congruencia debe existir
igualmente entre la audiencia de
formulación de la imputación y la audiencia
de formulación de la acusación.
Como se puede observar, el demandante
plantea una argumentación que resulta ser
suficientemente clara y específica,
configurándose un cargo de
inconstitucionalidad. En efecto, se
entiende que, el mencionado cargo apunta
a señalar que el legislador vulneró el
derecho de defensa del procesado, al
limitar la aplicación del principio de
congruencia entre la acusación y el fallo,
excluyendo de esta forma su vigencia
entre la audiencia de imputación de cargos
y la audiencia de formulación de la
acusación.
En este orden de ideas, la Corte (i)
analizará la aplicación del principio de
congruencia en el sistema penal mixto y
sus implicaciones en uno de carácter
acusatorio; (ii) traerá a colación los fallos
pertinentes de la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia en la materia; y (iii)
resolverá el caso concreto.
4. El principio de congruencia en un
sistema penal.
En teoría general del proceso, el principio
de congruencia configura una regla que
condiciona la competencia de las
autoridades judiciales, en el sentido de
que sólo pueden resolver sobre lo
solicitado y probado por las partes. De tal
suerte que el juez, en su sentencia, no
puede reconocer lo que no se le ha pedido
(extra petita) ni más de lo pedido (ultra
petita). De allí la necesidad de fijar con
precisión, desde el comienzo, el objeto del
litigio.
Ahora bien, en materia procesal penal, el
principio de congruencia adquiere una
mayor relevancia debido a su íntima
conexión con el ejercicio del derecho de
defensa. De tal suerte que no se trata de
una simple directriz, llamada a dotar de
una mayor racionalidad y coherencia al
trámite procesal en sus diversas etapas,
sino de una garantía judicial esencial para
el procesado.
Así las cosas, el contenido y el alcance del
mencionado principio en asuntos penales
se encuentran determinados por una
interpretación sistemática de los artículos
29 y 31 Superiores; 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y 14
del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos.
Al respecto, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, en sentencia del 20
de junio de 2005, en el asunto Fermín
Ramírez vs. Guatemala, consideró lo
siguiente:
“La Convención no acoge un sistema
procesal penal en particular. Deja a los
Estados en libertad para determinar el que
consideren preferible, siempre que
respeten las garantías establecidas en la
propia Convención, en el derecho interno,
en otros tratados internacionales
aplicables, en las normas consuetudinarias
y en las disposiciones imperativas de
derecho internacional.
Al determinar el alcance de las garantías
contenidas en el artículo 8.2 de la
Convención, la Corte debe considerar el
papel de la “acusación” en el debido
proceso penal vis-à-vis el derecho de
defensa. La descripción material de la
conducta imputada contiene los datos
fácticos recogidos en la acusación, que
constituyen la referencia indispensable
para el ejercicio de la defensa del
imputado y la consecuente consideración
del juzgador en la sentencia. De ahí que el
imputado tenga derecho a conocer, a
través de una descripción clara, detallada
y precisa, los hechos que se le imputan.
La calificación jurídica de éstos puede ser
modificada durante el proceso por el
órgano acusador o por el juzgador, sin que
ello atente contra el derecho de defensa,
cuando se mantengan sin variación los
hechos mismos y se observen las
garantías procesales previstas en la ley
para llevar a cabo la nueva calificación. El
llamado “principio de coherencia o de
correlación entre acusación y sentencia”
implica que la sentencia puede versar
únicamente sobre hechos o circunstancias
contemplados en la acusación.
Por constituir el principio de coherencia o
correlación un corolario indispensable del
derecho de defensa, la Corte considera
que aquél constituye una garantía
fundamental del debido proceso en
materia penal, que los Estados deben
observar en cumplimiento de las
obligaciones previstas en los incisos b) y
c) del artículo 8.2 de la Convención”
(negrillas agregadas).
En igual sentido, en el asunto Pélissier y
Sassi vs. Francia, el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos declaró que el Estado
era responsable por violación del derecho
de los peticionarios a ser informados de
manera detallada sobre la acusación, así
como del derecho de aquéllos a disponer
del tiempo y las facilidades necesarios
para la preparación de su defensa
(artículos 6.1 y 6.3 incisos a) y b) de la
Convención Europea de Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales). Lo anterior por cuanto:
“al hacer uso del derecho que
incuestionablemente tenía para recalificar
hechos sobre los cuales tenía jurisdicción
propiamente, la Corte de Apelaciones de
Aix-en-Provence debió haber provisto a los
peticionarios de la posibilidad de ejercer
sus derechos de defensa respecto de
dicha cuestión de manera práctica y
efectiva y, en particular, de manera
oportuna. En el presente caso, la Corte no
encuentra algún elemento capaz de
explicar los motivos por los cuales, por
ejemplo, la audiencia no fue aplazada para
recibir ulterior argumentación o,
alternativamente, los peticionarios no
fueron requeridos para presentar
observaciones escritas mientras la Corte
de Apelaciones deliberaba. Por el
contrario, del expediente del caso ante la
Corte surge que los peticionarios no
tuvieron oportunidad para preparar su
defensa respecto de la nueva
calificación, ya que fue sólo a través de la
sentencia de la Corte de Apelaciones que
conocieron del cambio de calificación de
los hechos. Ciertamente, para ese
momento fue demasiado tarde” (negrillas
agregadas).
SENTENCIA C-335/10 El cargo por igualdad tiene como "Finalmente, la Corte precisa que el Declarar ESTARSE A LO RESUELTO en
fundamento una presunta discriminación legislador goza de un amplio margen de la sentencia C-073 de 10 de febrero de
Referencia: expediente D-7886 respecto de los otros delitos juzgados configuración normativa al momento de 2010.
Magistrado Ponente: bajo el procedimiento previsto en la ley diseñar el proceso penal, y por ende, de
HUMBERTO ANTONIO SIERRA 906 de 2004, por cuanto los delitos conceder o negar determinados beneficios
PORTO incluidos en el artículo 26 de la ley 1121 o subrogados penales. Lo anterior por
de 2006 recibirían un tratamiento cuanto no existen criterios objetivos que le
procesal diferente a los demás delitos permitan al juez constitucional determinar
juzgados bajo el marco establecido por el qué comportamiento delictual merece un
Código de Procedimiento Penal de 2004 tratamiento punitivo, o incluso
penitenciario, más severo que otro,
decisión que, en un Estado Social y
Democrático de Derecho, pertenece al
legislador quien, atendiendo a
consideraciones ético-políticas y de
oportunidad, determinará las penas a
imponer y la manera de ejecutarlas8. En
efecto, el legislador puede establecer,
merced a un amplio margen de
configuración, sobre cuáles delitos permite
qué tipo de beneficios penales y sobre
cuáles no. Dentro de esos criterios, los
más importantes son: (i) el análisis de la

8
Ver al respecto, L.A. Hart, Punishment and Responsability, Oxford, 1968 y Lopera M, G, Principio de proporcionalidad y ley penal, Madrid, 2006, p. 144.
gravedad del delito y (ii) la naturaleza
propia del diseño de las políticas
criminales, cuyo sentido incluye razones
políticas de las cuales no puede
apropiarse el juez constitucional.
‘En el caso concreto, la demandante sólo
alega la violación al derecho a la igualdad
tratando de establecer una comparación
entre diversos delitos, sin contar con el
segundo elemento que configura el
margen de discrecionalidad del legislador,
tal y como se ha explicado. Por tal razón,
el cargo de inconstitucionalidad no está
llamado a prosperar.”9

9
Corte Constitucional, Sentencia C-073 de 2010.
b. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN
PENAL AÑOS 2008 A 2010

JURISPRUDENCIA AÑO 2008

SENTENCIA NORMA RAZONES DE LA DECISION DECISIÓN

PROCESO 24920 Formuló la demandante una violación de la 1.1. El problema jurídico que plantea la La Corte aprehenderá el estudio de las
ley sustancial proveniente de un error de demandante consiste en establecer si para censuras formuladas en la demanda en el
Ponente, JOSE LEONIDAS derecho por falso juicio de convicción en la los asuntos regidos antes de la entrada en orden que fue observado para efectos de
BUSTOS MARTINEZ, Aprobado apreciación de la prueba, que condujo a la vigencia (gradual y sucesiva) del nuevo su resumen. No casar el fallo recurrido,
Acta No.248 Bogotá, D. C., dos falta de aplicación del inciso 2º del artículo sistema penal acusatorio previsto en la ley conforme a lo expuesto en la parte
(2) de septiembre de dos mil 381 de la ley 906 de 2004, que estipula que 906 de 2004 sería posible aplicar, en considerativa.
ocho (2008) el fallo condenatorio no podrá fundarse atención al principio de la ley penal más
únicamente en testimonios de referencia favorable, la tarifa legal negativa
contemplada en el inciso 2º del artículo 381
del estatuto en comento, que prohíbe fundar
el fallo de condena de manera exclusiva en
pruebas de referencia.
La Sala ha sido enfática al señalar que en
tratándose de los dos sistemas de
procedimiento penal actualmente vigentes
en el país, el reconocimiento de instituciones
propias de la ley 906 de 2004 para los
procesos que se rigen por la ley 600 de
2000 es procedente si resulta más
beneficioso para los intereses del
procesado, “siempre que ello no comporte
afectación de lo vertebral del sistema
acusatorio, esto es, de aquellos rasgos que
le son esenciales e inherentes y sin los
cuales se desnaturalizarían tanto sus
postulados y finalidades como su
sistemática”10.
Según la noción establecida en el artículo
437 de la ley 906 de 2004, la prueba de
referencia es toda aquella declaración que
se realiza por fuera de la actuación judicial y
que es utilizada para probar o excluir uno o
varios de los elementos del delito o
cualquier otro aspecto sustancial objeto de
debate.
Dicho concepto comprende lo que en la ley
600 de 2000 se ha denominado testimonio
de oídas, es decir, la declaración judicial que
una persona brinda acerca de determinados
hechos que no presenció directamente y
que, de acuerdo con la tradicional y
reiterada postura de la Sala en ese sentido,
debe ser analizada en conjunto y a la luz de
10

?
Auto de 4 de mayo de 2005, radicación 23567.
la sana crítica, como cualquier otro medio de
prueba:
“El testimonio de oídas, indirecto, de
referencia o ex auditu, per se, no puede
ser desechado en el estudio conjunto de
la prueba. Es posible de análisis y, por
ende, objeto de la sana crítica judicial con
fundamento en las leyes científicas, las
reglas de la experiencia y los principios
lógicos. Merece, entonces, el mismo
examen que el directo. La Sala ha sido
enfática sobre el punto. Por ejemplo, ha
dicho que:
”“Si bien es cierto el testigo de oídas lo
único que puede acreditar es la existencia
de un relato que otra persona le hace
sobre unos hechos...y que generalmente
ese concreto elemento de convicción no
responde al ideal de que en el proceso se
pueda contar con pruebas caracterizadas
por su originalidad, que son las
‘inmediatas’, tampoco implica lo anterior
que dicho mecanismo de verificación
deba ser rechazado; lo que ocurre es que
frente a las especiales características en
precedencia señaladas, es necesario
estudiar en cada caso particular,
analizando de manera razonable su
credibilidad de acuerdo con las
circunstancias personales y sociales del
deponente, así como las de la fuente de
su conocimiento, si se ha de tener en
cuenta que el testigo de oídas no fue el
que presenció el desarrollo de los
sucesos y que por ende no existe un real
acercamiento al hecho que se pretende
verificar (sentencia de 2ª. Instancia, 29 de
abril de 1999, M. P. Carlos E. Mejía
Escobar)”11.
Este criterio de ninguna manera ha sido
alterado con la entrada en vigencia de la ley
906 de 2004, pues si bien es cierto que el
contenido de lo declarado por los testigos de
oídas, en tanto representan manifestaciones
realizadas al deponente por fuera de la
actuación judicial, bien puede ser entendido
como prueba de referencia en los términos
del nuevo sistema, también lo es que la
prohibición de valoración probatoria prevista
en el inciso 2º del artículo 381 de la norma
en comento obedece a los principios
probatorios que le son inherentes al proceso
acusatorio y, por lo tanto, no puede
predicarse para los casos sometidos a la ley
600 de 2000.
En efecto, la Sala, en pretérita oportunidad,
tuvo la ocasión de analizar a fondo el tema
de la prueba de referencia y llegó a la
conclusión de que su regulación en la ley
906 de 2004 está sujeta a la concurrencia
de principios propios del sistema acusatorio
como lo son la oralidad, la concentración y,
particularmente, la inmediación, que de
conformidad con lo señalado en la norma
rectora prevista en el artículo 16 del estatuto
en comento consagra que “[e]n el juicio
11

?
Sentencia de 2 de octubre de 2001, radicación 15286.
únicamente se estimará como prueba la que
haya sido producida o incorporada en forma
pública, oral, concentrada y sujeta a
confrontación y contradicción ante el juez de
conocimiento”:
“En Colombia, el régimen de
procedimiento penal adoptado con la ley
906 de 2004 consagra la prueba testifical
directa como norma general, al prever en
el artículo 402 (conocimiento personal)
que el “testigo únicamente podrá declarar
sobre aspectos que en forma directa y
personal hubiese tenido la ocasión de
observar y percibir”.
”Ello es así, por cuanto forma parte del
principio de inmediación en materia
probatoria que el contenido de la
declaración se circunscriba a lo visto o
escuchado en forma personal y sin
intermediarios, para no romper la
conexión directa que debe existir entre el
sujeto que percibe y el objeto de la
percepción.
”En virtud de aquel principio, en el juicio
oral únicamente se estimarán los
contenidos probatorios que se hubiesen
producido e incorporado en forma pública,
oral y ante el juez de conocimiento, con
excepción de los eventos en que se
admite la prueba anticipada y la prueba
de referencia”12.

12

?
Sentencia de 30 de marzo de 2006, radicación 24468.
En la ley 600 de 2000, la inmediación no es
un principio rector del procedimiento, pues
en éste, por el contrario, impera el principio
de permanencia de la prueba, en el que
incluso suele suceder que “desde
primigenios estadios de la instrucción, e
incluso al momento de verificarse la
investigación previa, se recojan los
elementos suasorios suficientes para […] no
sólo imponer medida de aseguramiento,
sino acusar al encartado o proferir condena
en disfavor suyo”13.
Adicionalmente, el fundamento para valorar
los testimonios de oídas como si se tratasen
de cualquier otro medio de prueba reside en
el principio de satisfacción de la justicia
material, que al derivarse del mandato
previsto en el artículo 16 de la ley 600 de
200014 rige la actividad del funcionario
judicial en el procedimiento mixto que
actualmente coexiste con el de la ley 906 de
2004.
En el sistema acusatorio, por el contrario, el
principio de satisfacción de la justicia
material concurre con otros principios de
idéntico raigambre, como el de inmediación,
y, por consiguiente, la admisión de la prueba
de referencia se encuentra mucho más
restringida, de acuerdo con lo señalado en
los artículos 381 inciso 2º y 438 de la ley
906 de 2004:
13

?
Sentencia de 25 de abril de 2007, radicación 27062.
14
Artículo 16-. Finalidad del procedimiento. En la actuación procesal los funcionarios judiciales harán prevalecer el derecho sustancial y buscarán su efectividad.
“En síntesis, las pruebas de referencia –el
testimonio de oídas o indirecto entre
ellas– sólo son pertinentes por excepción
cuando por alguna razón acreditada en
términos razonables no se pueda
recaudar la prueba directa; y, como tal, la
prueba indirecta no es válida por sí sola,
ni en conjunto de pruebas indirectas, para
desvirtuar la presunción de inocencia más
allá de toda duda razonable, sino que
siempre será necesaria la presencia de
otros medios de conocimiento”15.
En este orden de ideas, el testimonio de
oídas debe ser valorado como cualquier otro
medio de prueba dentro del procedimiento
previsto en la ley 600 de 2000, en la medida
en que no es viable considerar la aplicación
retroactiva del inciso 2º del artículo 381 de la
ley 906 de 2004, ni cualquier otra norma de
dicho ordenamiento que regule el tema de
las pruebas de referencia, pues el
tratamiento distinto se justifica en razón de
los principios que en materia probatoria son
inherentes a cada uno de los sistemas.
1.2. En el asunto que concita la atención de
la Sala, la demandante sostuvo que las
instancias incurrieron en un error de derecho
por falso juicio de convicción al valorar la
declaración del menor V. M. C. R. quien
participó en la muerte de José Gabriel
Baracaldo Castro ocurrida el 30 de abril de
2004 y que involucró a la esposa de la

15
Sentencia de 30 de marzo de 2006, radicación 24468.
víctima de la siguiente manera:
“Todo empezó un día que ENRIQUE, al que
no le sé el apellido, llegó a llamar ahí en la
panadería y él se fue debiendo, entonces yo
me lo encontré y le cobré, le dije ‘oiga, no
sea hijueputa [sic] págueme’, y después de
eso empezamos a hablar, y entonces él
estaba pagando por otro lado para que le
hicieran la vuelta a ese man [sic] José
Gabriel Baracaldo Castro, y yo le dije que
qué era lo que estaba necesitando, él me
contó que era que un man había violado a la
hermana y que él quería vengar eso y yo le
dije que yo le ayudaba […] yo le dije ‘espere
que se me cayó algo’ y pues en ese
momento llegó ENRIQUE por atrás y lo atacó,
le mandó un machetazo en la cabeza y él, o
sea, José Gabriel Baracaldo Castro, se
cogió la cabeza y dijo ‘hay [sic], virgen
santísima’ y él le siguió dando, yo le mandé
una puñalada al pecho, él se corrió y me la
pegué fui yo en la pierna derecha que es
donde estoy herido […], cayó al piso y
ENRIQUE le siguió dando machete en el
cuello y en la cara, y ya fue cuando
arrancamos a correr y él botó el machete a
un lado de la quebrada […] íbamos
caminando cuando recibió ENRIQUE una
llamada de una mujer, preguntándole si ya
había cascado a José, y él le dijo que
esperara un momento y él le hacía una
llamada para confirmar, él me preguntó ‘será
que el man [sic] ya se murió’ y yo le dije ‘con
esa mano de machete que usted le dio yo
creo que sí’, y ENRIQUE le devolvió la
llamada a la señora y le dijo que él ya
estaba bien muertecito, y ella le dijo ‘pero yo
le estaba marcando para decirle que ya no
hicieran eso, porque mi cuñado se dio
cuenta cuando el muchacho fue a recoger a
José Gabriel’, y entonces ENRIQUE le colgó y
me dijo ‘compadre, cómo así que había
alguien allá donde usted recogió a ese man
[sic]’, yo le dije ‘llegó un calvo y después
llegó una señora’ […] Yo lo hice por un lado
por el dinero, pero por otro porque él me dijo
que era una venganza por la violación de
una hermana de él, porque según él José
Gabriel le había violado una hermana.
PREGUNTADO. ¿En qué momento se entera
usted que no hubo tal violación? CONTESTÓ.
Cuando estábamos al pie del muerto,
ENRIQUE dijo ‘lo que uno hace por una
mujer’, y también cuando la señora lo llamó
y él me dijo que era la esposa del muerto y
que ella era la que había dado toda la
información para que lo mataran, entonces
cuál violación. PREGUNTADO. ¿Sabe usted el
nombre de esa señora, la esposa de José
Gabriel? CONTESTÓ. No, pero me acuerdo
que la vi en el parque, era bajita, un cuerpo
medio, ni tan gorda ni tan flaca, no le vi
mucha cara”16.
De conformidad con lo analizado en
precedencia, si bien es cierto que es de
oídas el señalamiento concreto por parte de
V. M. C. R., en el sentido de que la persona

16

?
Folios 32-36 del cuaderno I de la actuación principal.
que había dispuesto lo necesario para la
realización del resultado típico no era otra
que la esposa de la víctima (es decir,
ROSALBA BERNAL POVEDA, pues ella
misma reconoció tal vínculo en diligencia
de indagatoria17), también es cierto que
ninguna tarifa legal negativa figura en el
ordenamiento procesal previsto para la ley
600 de 2000, ni mucho menos cualquier
otra norma co-existente y aplicable, que
impidiera a los operadores jurídicos, en
virtud del principio de la ley penal más
favorable, valorar el relato integral del
testigo, tal como en efecto lo hizo el
Tribunal en el fallo impugnado, en tanto que
la prohibición señalada en el inciso 2º del
artículo 381 de la ley 906 de 2004
únicamente procede para el nuevo sistema,
que desde el punto de vista probatorio se
rige a la luz del principio de inmediación.
Aunado a lo anterior, le asiste la razón a lo
considerado por el agente del Ministerio
Público en su concepto, en el entendido de
que el problema jurídico propuesto por la
demandante es intrascendente, toda vez
que los fundamentos probatorios de la
sentencia no sólo comprendieron el
testimonio de V. M. C. R., sino también la
versión que en diligencia de indagatoria
rindió MISAEL ENRIQUE RODRÍGUEZ
DELGADO, quien mediante prueba directa
corroboró cada uno de los señalamientos
del menor de edad:

17
Folio 66 ibídem.
“Hace como unos seis meses o siete
meses resultó que José Gabriel tenía una
amante y ROSALBA volvió a hablarme de
los mismo, que tocaba hacerle la vuelta de
matar al esposo y ya empezó a
presionarme ROSALBA de que si yo la
quería a ella verdaderamente por qué no
hacía la vuelta de matar a José Gabriel, y
como yo la quería a ella, y la amaba con
toda el alma y la adoraba, yo dije ‘pues yo
por ella voy a hacer lo que sea’ […] Visto
que yo no tenía compañero que me
ayudara, yo le dije al muchacho V. M. C. R.
que si iba y me ayudaba a ponerle una
trampa a un man [sic] para matarlo […] Ya
después yo ya tenía mi celular y eran como
las ocho de la noche, me llamó ROSALBA
a mi celular y me dijo que no fuéramos a
hacer nada, que el cuñado de ella de
nombre Óscar había visto a V. M. C. R. con
José Gabriel, ante lo cual yo le contesté
que ya era demasiado tarde y que ya lo
habíamos matado […] Incluso el mismo V.
M. C. R., yo no sé cómo hizo, pero se
apuñalió [sic] una pierna”18.
El cargo, en consecuencia, está destinado
al fracaso.
2. Segundo cargo
2.1. De los tres aspectos que en el
desarrollo del segundo reproche resaltó la
demandante, ninguno de ellos está llamado

18

?
Folios 58-59 ibídem.
a trascender.
2.2. En primer lugar, la Sala comparte el
criterio esgrimido por el representante de la
Procuraduría General de la Nación en lo que
a la demostración de las llamadas
telefónicas realizadas entre ROSALBA
BERNAL POVEDA y MISAEL ENRIQUE
RODRÍGUEZ DELGADO se refiere, pues en
virtud del principio de libertad probatoria
consagrado en el artículo 237 de la ley 600
de 200019, y tal como se aprecia de la
simple lectura de lo declarado por este
último y por el menor V. M. C. R. que se
transcribió en precedencia (supra 1.2), dicha
circunstancia figura en ambos relatos, a los
cuales tanto el a quo como el ad quem les
otorgaron especial credibilidad.
También le asiste la razón al Ministerio
Público cuando sostuvo que de las
declaraciones de Graciela Bernal Poveda
(“ella me dijo que se iba para la casa porque
Gabriel había quedado de pasar por ella
para que fuera a acompañarlo a Bogotá y de
ahí no sé nada más”20) y de Óscar Gabriel
Montes Rodríguez (“ahí en ese momento
ella se devolvió conmigo para la casa y
estaba angustiada y se quedó como
pensando, entonces estuvo un rato ahí en la
casa y al momento se fue y dijo que iba a
esperar a Gabriel”21) no es posible extraer

19
Artículo 237-. Libertad probatoria. Los elementos constitutivos de la conducta punible, la responsabilidad del procesado, las causales de agravación y atenuación punitiva, las que excluyen la responsabilidad, la
naturaleza y cuantía de los perjuicios, podrán demostrarse con cualquier medio probatorio, a menos que la ley exija prueba especial, respetando siempre los derechos fundamentales.
20

?
Folio 135 del cuaderno I de la actuación principal.
que la noche de los hechos la procesada
estuviera en todo momento a su lado, como
para que estos testigos tuvieran la
capacidad de desvirtuar que la conversación
telefónica entre ella y MISAEL ENRIQUE
RODRÍGUEZ DELGADO jamás se presentó.
2.3. En segundo lugar, el hecho de que a
MISAEL ENRIQUE RODRÍGUEZ DELGADO no se
le haya tomado juramento al momento en
que presentó cargos en contra de
ROSALBA BERNAL POVEDA, tal como lo
estipula el inciso 1º del artículo 337 de la ley
600 de 2000, no constituye motivo para que
su relato deje de ser apreciado como medio
de prueba.
Así lo ha contemplado la Sala en pacífica y
reiterada jurisprudencia:
“[P]or omitirse juramentar al indagado frente a
los cargos que lanza contra terceros, la
versión dada en esas condiciones no pierde
validez ni eficacia porque conserva su calidad
de prueba, que como tal debe ser apreciada
por el funcionario judicial con apego a las
pautas de la sana crítica y en especial con los
criterios de evaluación fijados por el artículo
277 de la Ley 600 de 2000, equivalente al 294
del Decreto 2700 de 1991. El único efecto
adverso de la falta de juramento es la
imposibilidad de investigar a quien declaró
falsamente (cfr., entre otras, sentencias del 22
de octubre de 1998, radicación 10.934; 21 de
noviembre de 2002, radicación 14065, y 27 de

21
Folio 147 ibídem.
febrero de 2003, radicación 17.837)”22.
2.4. Por último, que a la demandante le
haya parecido ‘realista’ la retractación que
acerca de su incriminación inicial realizara
MISAEL ENRIQUE RODRÍGUEZ DELGADO en
audiencia pública tampoco es motivo
suficiente para desvirtuar la doble
presunción de acierto y legalidad que
ostenta el fallo objeto de este extraordinario
recurso, como quiera que en el escrito de
demanda de ninguna manera se precisaron
los argumentos que sustentarían una
afirmación en ese sentido, ni mucho menos
la defensora confrontó su particular y
subjetivo criterio con la postura del Tribunal,
que mediante varios aspectos distintos
realizó “un trabajo analítico de comparación
entre lo dicho por el procesado […] en la
inicial versión y en la retractación efectuada
posteriormente”23, para llegar a la conclusión
de que “merece credibilidad lo dicho por
MISAEL ENRIQUE en su inicial injurada, ya
que encuentra respaldo en otros elementos
de juicio, como lo es el testimonio de V. M.
C. R. y el protocolo de necropsia”24.
Como consecuencia de lo analizado, la Sala
no casará la sentencia proferida por el
Tribunal Superior de Cundinamarca.

22

?
Auto de 20 de junio de 2007, radicación 27382.
23
Folio 34 del cuaderno de segunda instancia original.
24
Folio 37 ibídem.
PROCESO No 25091 En libelos separados, pero Aunque el defensor de CARLOS Como consecuencia de lo analizado, la Sala
esencialmente idénticos –por lo cual se ANDRÉS DÍAZ TOVAR y RAFAEL no casará la sentencia proferida por el
Magistrado Ponente, JAVIER resumen conjuntamente-, un cargo EUSEBIO ECHENIQUE MADRID Tribunal Superior de Cundinamarca.
ZAPATA ORTIZ, Aprobado Acta postula el defensor de CARLOS presentó dos demandas separadas, su
No. 07, Bogotá D. C., veintitrés ANDRÉS DÍAZ TOVAR y RAFAEL contenido fundamental es el mismo,
(23) de enero de dos mil ocho ESUSEBIO ECHENIQUE MADRID debido a lo cual se analizarán
(2008). contra el fallo del Tribunal Superior de simultáneamente.
Cali, con arreglo a la causal primera de 1.1 Razón asiste Procurador Primero
casación, prevista en el artículo 207 del Delegado para la Casación Penal, en
Código de Procedimiento Penal, Ley 600 cuanto advierte que el censor discurre en
de 2000, por violación de la ley modo equivocado, toda vez que en
sustancial realidad, al tiempo de los hechos (13 de
septiembre de 2002), regía el artículo 244
del Código Penal (Ley 599 de 2000),
como fue modificado por el artículo 5° de
la Ley 733 de 2002, en el sentido de
reprimir el delito de extorsión con pena de
12 a 16 años de prisión; norma que fue
aplicada por el Tribunal Superior para
dosificar la pena.
1.2 El seguimiento de la evolución
normativa vigente al tiempo de los
acontecimientos coadyuva a la cabal
comprensión del asunto:
-. El artículo 244 del Código Penal, Ley
599 de 2000, que entró a regir a partir del
25 de julio de 2001, tipificaba el delito de
extorsión de la siguiente manera:
“El que constriña a otro a hacer, tolerar u
omitir alguna cosa, con el propósito de
obtener provecho ilícito para sí o para un
tercero, incurrirá en prisión de ocho (8) a
quince (15) años”.

-. Para hacer frente a las tendencias


delincuenciales, el Congreso de la
República expidió la Ley 733 de 2002,
publicada en el Diario Oficial No. 44693
del 31 de enero del mismo año, “por
medio de la cual se dictan medidas
tendientes a erradicar los delitos de
secuestro, terrorismo y extorsión, y se
expiden otras disposiciones.”
-. En el presente asunto, las cartas
extorsivas fueron enviadas a la
denunciante a partir del 13 de septiembre
de 2002, según los hechos probados en
el expediente.
Vale decir, la conducta punible fue
desplegada cuando ya se encontraba en
vigencia la Ley 733 de 2002.
-. La Ley 733 de 2002, al tiempo que
introdujo modificaciones a los delitos de
secuestro, extorsión, concierto para
delinquir, omisión de denuncia, fuga de
presos en la modalidad culposa y
testaferrato, igualmente redefinió la
competencia para el juzgamiento de todas
aquellas conductas, al punto que en el
artículo 14, la atribuyó exclusivamente a
los Jueces Penales del Circuito
Especializados.
Se produjo así una sustancial variación
del ámbito funcional de los Jueces
Penales del Circuito Especializados, con
relación a la manera como se había
establecido en el artículo 5° transitorio del
Código de Procedimiento Penal (Ley 600
de 2000).
El artículo 14 de la Ley 730 de 2002, es
del siguiente tenor:
“Competencia. El conocimiento de los
delitos señalados en esta ley le
corresponde a los Jueces Penales del
Circuito Especializados”
El artículo 14 de la Ley 733 de 2002 no
hizo distinción alguna respecto de la
competencia que discierne a los Jueces
Especializados, sino que incluyó a todos
los delitos “señalados en esta ley”, y el
artículo 15 ibídem “deroga todas las
disposiciones que le sean contrarias”.
-. De otra parte, específicamente en
cuanto hace al delito de extorsión, la Ley
733 de 2002 subrogó al artículo 244 del
Código Penal (Ley 599 de 2000), pues
reprodujo su descripción normativa, pero
le asignó una sanción de doce (12) a
dieciséis (16) años de prisión, y le agregó
una pena de multa entre seiscientos (600)
y mil doscientos (1.200) salarios mínimos
legales mensuales vigentes.
Así, resulta indiscutible que el ilícito de
extorsión fue “señalado” en la Ley 733 de
2002 y, por ende, la competencia para
conocer del mismo, sin importar la cuan-
tía, fue asignada a los Jueces Penales del
Circuito Especializados por voluntad ex-
presa del legislador. (Confrontar, auto del
21 de marzo de 2002, radicación 19251).
-. Ahora bien, mediante Decreto 1837 de
2002 (agosto 11) el Gobierno Nacional
declaró el estado de conmoción interior,
por noventa días. Dicha situación
excepcional fue prorrogada noventa días
más con el Decreto 2555 del mismo año;
y por otros noventa días, con el Decreto
245 de 2003 (5 de febrero).
-. A través del Decreto Legislativo 2001
de 2002 (9 de septiembre), dictado por el
Gobierno Nacional al amparo de la
conmoción interior -que menciona el
libelista en apoyo de su postura- “por el
cual se modifica la competencia de los
Jueces Penales del Circuito
Especializados”, nuevamente se
introdujeron modificaciones a la
normatividad, pero exclusivamente en
materia de competencia de dichos
funcionarios judiciales.
Se estableció así, transitoriamente, la
nueva competencia de los Jueces
Penales del Circuito Especializados y se
incluyó en ella el delito de extorsión
únicamente cuando la cuantía era
superior a quinientos (500) salarios
mínimos legales vigentes; por lo cual, las
extorsiones de menor valor pasaron
temporalmente a los Jueces Penales del
Circuito común.
-. En su artículo 3°, el Decreto 2001 de
2002 dispuso:

“El presente decreto rige a partir de la


fecha de su publicación y durante su
vigencia se suspenden los artículos 5°
transitorio de la Ley 600 de 2000 y 14 de
la Ley 733 de 2002, en cuanto son
incompatibles con las presentes
disposiciones”.
No sobra recordar que el artículo 5°
transitorio del Código de Procedimiento
Penal, Ley 600 de 2000, establecía la
competencia original de los Jueces
Penales del Circuito Especializados; y
que el artículo 14 de la Ley 733 de 2002,
asignó a los mismos funcionarios la
competencia para conocer los delitos de
secuestro, extorsión, concierto para
delinquir, omisión de denuncia de
particular y fuga de presos en la
modalidad culposa.
-. Factible es concluir, como atinadamente
lo hace el Procurador Primero Delegado
para la Casación Penal, que el Decreto
2001 de 2002 en nada modificó la
punibilidad para el delito de extorsión,
dado que ese reglamento de conmoción
interior sólo aludió a la competencia de
los Jueces Penales del Circuito
Especializados.
-. No obstante, la conmoción interior
finalizó y con ello expiraron los decretos
legislativos expedidos por el Gobierno
nacional, retornando la vigencia de la
normatividad anterior en materia de
competencia, vale decir el Código de
Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000,
con las modificaciones introducidas por la
Ley 733 de 2002.
En efecto, mediante Sentencia C-312 del
29 de abril de 2003, la Corte
Constitucional declaró contrario a la Carta
Política el Decreto 245 de 2002 (5 de
febrero), por medio del cual el Gobierno
prorrogó por segunda ocasión el estado
de conmoción interior, que había
decretado el 12 de agosto de 2002.
En tales condiciones, la competencia para
conocer los procesos por el delito de
extorsión en cualquier cuantía, retornó, en
los términos del artículo 14 de la ley 733
de 2002, a los Jueces Penales del
Circuito Especializados.
En el anterior sentido se pronunció la Sala
de Casación Penal, al revolver pluralidad
de colisiones de competencia.
(Confrontar, auto del 15 de julio de 2003,
radicación 20949; auto del 3 de marzo de
2004, radicación 21938; y auto del 14 de
julio de 2004, radicación 22361).
1.3 Como se deduce de su planteamiento,
el casacionista incurre en la confusión de
creer que como el artículo 3° del Decreto
2001 de 2002 suspendió los artículos 5°
transitorio de la Ley 600 de 2000 y 14 de
la Ley 733 de 2002, automáticamente, en
virtud de alguna operación desconocida,
también quedaba suspendido el artículo
5° de esta Ley, a través del cual se
modificó el artículo 244 del Código Penal
(Ley 599 de 2000, que reprimía la
extorsión con prisión de 8 a 15 años),
para establecer la sanción restrictiva de la
libertad en los extremos de 12 a 16 años
de prisión.
Es decir, a una temática netamente
procesal, relacionada únicamente con la
competencia de los Jueces Penales del
Circuito Especializados, el censor atribuyó
un alcance que no tiene, pues, como
quedó demostrado, al tiempo de los
hechos (13 de septiembre de 2002), el
delito de extorsión se encontraba
tipificado en el artículo 244 de la Ley 599
de 2000, modificado por la Ley 733 de
2002 (publicada el 31 de enero de 2002),
que le asignó una pena de 12 a 16 años
de prisión, norma que asumió
acertadamente por el Tribunal Superior de
Cali para dosificar la pena, en un ejercicio
que tampoco merece tacha.
En el anterior orden de ideas, el cargo no
prospera.
II. CASACIÓN OFICIOSA
Pese a que la censura no sale avante, en
aplicación del fin consistente en resta-
blecer los derechos de los sujetos pro-
cesales, inherente al recurso extraor-
dinario, la Sala casará parcialmente y de
oficio el fallo impugnado, toda vez que el
Tribunal Superior de Cali aplicó la pro-
hibición contenida en el artículo 11 de la
Ley 733 de 2002, y por ello no concedió la
rebaja de la pena por sentencia antici-
pada, pese a que a la fecha de emisión
de la sentencia de segundo grado, dicha
norma ya había sido derogada.
2.1 Se destacó en la reseña procesal que
los implicados CARLOS ANDRÉS DÍAZ
TOVAR y RAFAEL EUSEBIO
ECHENIQUE MADRID aceptaron los
cargos que les formuló la fiscalía, por el
delito de extorsión en grado de tentativa;
y que, no obstante, no les fue reconocida
la rebaja de la tercera parte de la pena
prevista en el artículo 40 (sentencia
anticipada) del Código de Procedimiento
Penal (Ley 600 de 2000), porque al
momento de los hechos (13 de
septiembre de 2002) regía la prohibición
expresa contenida en el artículo 11 de la
Ley 733 de 2002, que excluyó todo
beneficio o subrogado en tratándose de
los delitos de terrorismo, secuestro,
extorsión y conexos, salvo los derivados
de la efectiva colaboración eficaz.
2.2 Como lo ha reiterado la
Jurisprudencia de esta Sala, el artículo 11
(exclusión de beneficios y subrogados) de
la Ley 733 de 2002, fue derogado por la
Ley 890 de 2004, no sólo respecto de los
delitos cometidos a partir del 1° de enero
de 2005, cuando empezó a regir en
algunos departamentos el sistema penal
acusatorio (Ley 906 de 2004), sino
también, por favorabilidad, con relación a
ilícitos juzgados bajo la normatividad
anterior (Ley 600 de 2000).
En la Sentencia del 6 de junio de 2007
(radicación 28513) la Sala de Casación
Penal señaló:
“El legislador de 2002 (ley 733) auspició
una tesis exceptiva y restrictiva según la
cual, en materia de delitos de secuestro,
terrorismo y extorsión no pueden
concederse beneficios de ninguna
naturaleza que ofrezcan la posibilidad de
excarcelar a los responsables.
El artículo 11 ib., negó cualquier posibi-
lidad en esa materia al establecer expre-
samente que cuando se trate de estas
conductas (terrorismo, secuestro, secues-
tro extorsivo, extorsión y conexos) no pro-
cederán rebajas de pena por sentencia
anticipada y confesión, ni se concederán
subrogados penales o mecanismos sus-
titutivos de la pena privativa de la libertad
de condena de ejecución condicional o
suspensión condicional de ejecución de la
pena, o libertad condicional. Tampoco la
prisión domiciliaria como sustitutiva de la
prisión, ni habrá lugar a ningún otro
beneficio o subrogado legal, judicial o
administrativo, salvo los beneficios por
colaboración consagrados en el Código
de Proce-dimiento penal, siempre que
ésta sea efectiva.
En virtud de esa ley, los jueces negaron
sistemáticamente la aplicación de
subrogados penales por prohibición
expresa del legislador para aquél género
de conductas
Con el advenimiento de la Ley 890 de
2004 que modificó algunos artículos del
Código Penal, entre ellos el 63 y el 64, se
abrió paso una tesis genérica, permisiva y
favorable a los procesados en materia de
concesión de subrogados penales, pues
el artículo 4 adicionó el 63 del código, y el
artículo 5 de la Ley 890 modificó el
artículo 64, pero sin hacer alguna
especificación en relación con su
aplicabilidad a determinados delitos.
Lo que quiere decir que la nueva ley
propendió (sin ninguna reserva para
conductas como secuestro, terrorismo y
extorsión) por la concesión de la libertad
condicional a los condenados a pena
privativa de la libertad, cuando hayan
cumplido las dos terceras partes de la
pena y su buena conducta en el centro de
reclusión permita suponer al juez que no
existe necesidad de continuar la ejecución
de la pena, además de que no hizo
reserva alguna con respecto de la
concesión del subrogado del artículo 63
(suspensión condicional de la ejecución
de la pena).
Ante dos posturas evidentemente
contradictorias en materia de concesión
de subrogados penales, la jurisprudencia
se inclinó –con razón- por la tesis
genérica, permisiva y favorable, y por esa
razón sostuvo que la idea de restringir los
subrogados fue derogada por el legislador
de 2004; es decir, la Corte entendió que
la Ley 890 de 2004 derogó el artículo 11
de la Ley 733 de 2002.” (Las subrayas
pertenecen al texto)
Y en la Sentencia del 6 de julio de 2006
(radicación 24230) esta colegiatura
explicó que la derogatoria del artículo 11
de la Ley 733 de 2002, a partir de la
entrada en vigencia de la Ley 890 de
2004, no sólo repercutió sobre los
subrogados directamente vinculados con
la libertad, sino también en cuanto hace a
otros beneficios, entre ellos, la rebaja de
la pena por sentencia anticipada:
“En principio, desde la perspectiva del
sistema y bajo la consideración
mayoritaria de que allanamiento y
sentencia anticipada no son instituciones
idénticas - tan así que como se acaba de
indicar, esta última no fue considerada en
el nuevo estatuto -, tendría que concluirse
que la prohibición del artículo 11 de la ley
733 de 2002, en cuanto a la sentencia
anticipada se refiere, subsiste para los
delitos allí indicados cometidos antes del
1 de enero de 2005, incluido el de
extorsión por el cual fue condenado el
sindicado.
Mas, la Sala también ha estimado que es
posible aplicar por favorabilidad
consecuencias relacionadas con institutos
que no contraríen la esencia del sistema.
Si así es, sin contradecir la
argumentación expuesta en la decisión
precedente, y más bien
complementándola, si la sentencia
anticipada no es igual al allanamiento de
cargos – en lo cual ciertamente no está
de acuerdo el Ministerio Público –, como
la Sala ha insistido en hacerlo ver,
entonces tampoco existe razón para no
aplicar por favorabilidad la derogatoria
que desde diversos ángulos, como acaba
de verse, hizo el legislador del artículo 11
de la ley 733 de 2002.
En otros términos, si las leyes 890 y 906
de 2004, derogaron todas las
prohibiciones contenidas en el artículo 11
de la ley 733 de 2004, la coexistencia de
diferentes sistemas permite tomar de ellos
las disposiciones más favorables, como
son aquellas que sistemáticamente
mandan que la prohibición de beneficios
para los autores de conductas tales como
la de extorsión, son cosa del pasado.
Si así no fuera, no resultaría entendible
que se acepten los efectos favorables
relacionados con el instituto de la libertad
condicional, pero que se nieguen para la
sentencia anticipada, pese a que ambas
instituciones dejaron de regir, en el un
caso con ocasión de la derogatoria
prevista en el artículo 5 de la ley 890 de
2004 y en el otro por la dispuesta en el
artículo 533 de la ley 906 de 2004.”
En el mismo sentido, confrontar las
siguientes sentencias: 14 de marzo de
2006 (radicación 24052); 1° de julio de
2006 (radicación 24764); 7 de febrero de
2007 (radicación 26121); 6 de junio de
2007 (radicación 25813); y 25 de abril de
2007 (radicación 23291).
2.3 Significa lo anterior que aún cuando
los acontecimientos tuvieron lugar en
vigencia del artículo 11 de la Ley 733 de
2002, que prohibía la rebaja de la pena
por sentencia anticipada para el delito de
extorsión, el Tribunal Superior de Cali
debió reconocer la disminución de la
tercera parte de la sanción imponible
(artículo 40, Ley 600 de 2000), en
atención a que a la fecha de expedición
del fallo de segundo grado (17 de agosto
de 2005), el mencionado artículo 11 ya
había sido derogado por la Ley 890 de
2004, que empezó a regir el 1° de enero
de 2005.
Se precisa, entonces, redosificar la
sanción impuesta a los implicados,
reconociendo a su favor la rebaja de la
tercera parte de la pena, que autoriza el
artículo 40 de la Ley 600 de 2000, toda
vez que se acogieron a sentencia
anticipada en la etapa instructiva.
Para el efecto y con el fin de no vulnerar
la prohibición de la reformatio in pejus
deben acatarse los parámetros trazados
en el fallo. Así, como los jueces de
instancia se inclinaron por imponer la
sanción mínima para el delito de extorsión
en la modalidad de tentativa, esa decisión
debe respetarse.

De ese modo, para el cálculo de la


sanción que corresponde a los implicados
se observa lo siguiente:
El delito de extorsión atribuido a DÍAZ
TOVAR y ECHENIQUE MADRID se
encuentra tipificado en el artículo 244 del
Código Penal (Ley 599 de 2000),
modificado por el artículo 5° de la Ley 733
de 2002; y se reprime con prisión de 12 a
16 años y multa de 600 a 1200 salarios
mínimos legales mensuales vigentes.
La pena mínima equivale a 144 meses y
la máxima, a 192.
Por disposición del artículo 27 de la Ley
599 de 2000, quien cometiere en un delito
en el grado de tentativa, incurrirá en pena
no menor de la mitad (1/2) del mínimo ni
mayor de las tres cuartas (3/4) partes del
máximo.
Vale decir, el marco punitivo para el delito
de tentativa de extorsión es de 72 a 144
meses de prisión.
Como en las instancias se optó por
imponer la reprensión mínima, esto es, 72
meses de prisión, ahora, por influjo de la
casación oficiosa, ese guarismo se
reduce en 24 meses, equivalentes la
tercera parte, que corresponde al
beneficio por sentencia anticipada, con lo
cual se obtiene en definitiva la sanción de
48 meses de prisión, que deberán
descontar los implicados.

2.4 Con relación a la pena de multa se


sigue la misma lógica proporcional,
teniendo presente que la mínima es de
600 salarios.
Como se trata de tentativa, se toma la
mitad del mínimo, quedando
provisionalmente en 300 salarios; y éstos
se reducen en la tercera parte, que
dimana del acogimiento a la sentencia a
anticipada; por lo cual, la pena de multa a
cargo de los procesados se fijará en 200
salarios mínimos legales mensuales
vigentes.
2.5 Pese a la redosificación de las penas
señalada en los términos anteriores, no
es necesario analizar lo referente al
subrogado, ni al instituto jurídico de la
prisión domiciliaria, dado que mediante
Auto No. 085 del 12 de diciembre de
2007, el Juzgado Sexto Penal del Circuito
Especializado de Descongestión, conce-
dió libertad provisional a los implicados.
2.6 No está por demás advertir que la Ley
1121 de 2006, publicada en el Diario
Oficial No. 46497 del 30 de diciembre de
ese año, “por la cual se dictan normas
para la prevención, detección,
investigación y sanción de la financiación
del terrorismo y otras disposiciones”, en
su artículo 26 restableció la exclusión de
beneficios y subrogados, cuando se trata
de delitos de terrorismo, financiación de
terrorismo, secuestro extorsivo, extorsión
y conexos.
No empece, tal decisión del legislador no
incide retroactivamente respecto de
situaciones anteriores sobre las que
puede predicarse la favorabilidad de la ley
intermedia.
Así lo expresó la Sala de Casación Penal,
en la Sentencia del 24 de abril de 2007
(radicación 23291):
“Dígase en necesario complemento que
como los hechos juzgados ocurrieron en
el mes de junio de 2002, no tienen por
qué recibir el influjo del artículo 11 de la
Ley 733 de 2002 a partir del momento en
que dejó de subsistir ─a finales de 2004─,
así en el artículo 26 25 de la Ley 1121 que
empezó a regir el 29 de diciembre de
2006 se hubiera reproducido su
contenido, pues durante dicho tránsito
legislativo se impone la aplicación
preferente de la norma más benéfica al
procesado…”.
En el anterior sentido, de manera oficiosa,
se casará el fallo del Tribunal Superior de
Cali, que en todos los demás aspectos
permanecerá incólume.

PROCESO No 25168 Con base en el apartado segundo del DECISION1. La censura en la que el NO CASAR la sentencia de segunda
numeral 1º del artículo 207 de la Ley 600 actor afirma que el tribunal incurrió en un instancia proferida el 30 de septiembre de
Magistrado Ponente: Dr. de 2000, el demandante acusa la error de hecho determinado por un falso 2005 por el Tribunal Superior del Distrito
SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ sentencia de segunda instancia por juicio de existencia por omisión Judicial de Pereira, por las razones
Aprobado Acta n.° 151 Bogotá, haber violado de manera indirecta la ley probatoria, falla al momento de la expuestas en las anteriores
D. C., nueve de junio de dos mil sustancial, a causa de errores de hecho concreción de la trascendencia. consideraciones
ocho. determinados por falso juicios de Aunque el demandante cumple con la
existencia por omisión probatoria, falso carga de señalar el medio probatorio
raciocinio y falso juicio de identidad, los excluido de valoración en el fallo y de
cuales desarrolla en tres cargos que especificar su contenido, al momento de
estima complementarios. precisar la trascendencia del yerro no
logra enseñar cómo tal elemento, de
haber sido apreciado con arreglo a la
sana crítica en conjunto con las demás
pruebas, puede socavar los cimientos del
25
“Artículo 26. Exclusión de beneficios y subrogados. Cuando se trate de delitos de terrorismo, financiación de terrorismo, secuestro extorsivo, extorsión y conexos, no procederán las rebajas de pena por sentencia
anticipada y confesión, ni se concederán subrogados penales o mecanismos sustitutivos de la pena privativa de la libertad de condena de ejecución condicional o suspensión condicional de ejecución de la pena, o
libertad condicional. Tampoco a la prisión domiciliaria como sustitutiva de la prisión, ni habrá lugar ningún otro beneficio o subrogado legal, judicial o administrativo, salvo los beneficios por colaboración
consagrados en el Código de Procedimiento Penal, siempre que esta sea eficaz.”
fallo e impondría una conclusión diferente,
esto es, que el procesado no es
responsable.
Es cierto, como lo advierte el Procurador
Delegado, que las sentencias no
apreciaron la prueba de ADN y en ese
sentido tiene razón el casacionista.
En lo que no la tiene es en las deduc-
ciones que edifica a partir del resultado de
la mencionada prueba científica. Veamos:
Sobre los antecedentes y el momento
nuclear de los sucesos que motivaron su
enjuiciamiento, TERÁN PALACIOS
expresó en la indagatoria:
“…el día 19 de mayo me estuve jugando
un partido de fútbol con los compañeros
de la Gobernación, en la cancha de
Muebles Pereira, a eso de las tres de la
tarde llegué a la casa almorcé y me
acosté a dormir porque me tocaba recibir
el turno de la noche, a eso de las seis y
media, yo vivía en el barrio Cuba, salí al
parque a coger la buseta que me llevara a
la Casa Campesina, como los sábados y
domingos el servicio de busetas es
complicado, estuve esperando hasta 6.55
de la tarde buseta y no pasó,
inmediatamente cogí un taxi que me
llevara a la Casa Campesina, llegando a
las 7.05 de la noche a recibir turno, me
bajé del taxi, habían unos señores
escuchando música y bebiendo en una
caseta que hay allí, cerquita de la casa
campesina, los saludé y seguí a recibirle
el turno al compañero, al llegar a la puerta
de acceso a la Casa Campesina,
encontré al compañero enfurecido por el
retraso de cinco minutos y recibiéndome
con palabras soeces y términos racistas,
tales como ‘este negro hijo de puta a las
horas de llegar a recibir ya se te acabó el
mandato y me repitió hp’, le respondí
‘hermano entrégueme el puesto hágame
el favor, siguió insultándome diciéndome
‘negro hijo de puta’, me repetía la frase, al
llegar a la mesa coloqué el maletín en la
mesa y de repente se me abalanzaron
dos señores desconocidos con cuchillo
lanzándome puñaladas las cuales traté de
esquivar, y una de ellas me cogió el dedo
meñique y de inmediato me abalancé
sobre la mesa agarrando el revólver y
haciendo un disparo al piso y los dos
sujetos se abrieron y el compañero se me
abalanzó a quitarme el revólver y volví y
lo detoné y le cayó el tiro en la cabeza,
eso fue, y cuando le pegué el tiro en la
cabeza el compañero cayó unos dos o
tres metros al piso y de inmediato me fui
corriendo hasta la oficina del Laboratorio
del CIDAR y llamé a la mujer, le manifesté
de que me estaban esperando dos
sujetos para hacer una emboscada y le
dije eso y salté por la parte de atrás de la
reja y me fui llevándome el revólver, para
protegerme mientras subía de una posible
agresión de los dos sujetos…”
La prueba de ADN practicada por el
Grupo de Genética Forense del Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses, que cotejó las muestras de
sangre tomadas al procesado TERÁN
PALACIOS y la obtenida de la víctima
Grajales Trejos, con la mancha tomada
en el lugar de los hechos, arrojó las
siguientes conclusiones
“1. JESUS ALFREDO TERAN PALACIOS
no se excluye como el origen de la sangre
como recolectada en la escena. Es 14 mil
millones de veces más probable que
provenga de él a que provenga de otro
individuo al azar en la población de
referencia.
2. ALBERT DE JESUS GRAJALES
TREJOS, se excluye como el origen de la
sangre recolectada en la escena. Se
encontraron ocho (8) exclusiones
respecto a la evidencia.”
De acuerdo con la nota dejada en el acta
de inspección al cadáver de Grajales
Trejos, la muestra de sangre fue
recolectada en el lugar de los hechos por
los miembros del CTI el 21 de mayo de
2001, junto a la ventana que da al
laboratorio Cidar, conforme se aprecia en
las imágenes que allí mismo levantaron y
que ilustran el recorrido que
supuestamente hizo TERÁN PALACIOS
después de ocurrido el incidente de los
disparos.
Contrario a lo que sostiene el censor, la
referida prueba de ADN sólo demuestra
que JESÚS ALFREDO TERÁN
PALACIOS tuvo un flujo de sangre en la
noche de los hechos, mas no tiene la
virtud de apoyar su aseveración
justificativa, en el sentido de haber sido
atacado con cuchillo por dos
desconocidos armados.
Pero si se admite que eso fue así, es
decir, que una vez llegó a relevar a su
compañero a la Casa Campesina de
Pereira, éste lo recibió con insultos y
referencias racistas, para después ser
objeto del ataque por parte del par de
desconocidos, aparece, conforme a las
propias manifestaciones del procesado,
que por hacerse al revólver que estaba
sobre la mesa repelió la agresión al
disparar contra el piso, ante lo cual “los
dos sujetos se abrieron”.

Conjurado de esa forma el supuesto


peligro inminente que contra su vida o
integridad personal representó la
mencionada agresión, acto seguido el
procesado enfrentó otra circunstancia:
Grajales Trejos se le abalanzó para
quitarle el revólver, momento en el cual
volvió a disparar y le asestó el impacto en
la cabeza.
En tal instante la acción desplegada por
Grajales Trejos, vista desde el punto de
vista objetivo no significaba peligro
inminente, pues, conforme lo expresó el
mismo TERÁN PALACIOS, el objetivo de
aquél cuando se le abalanzó era despo-
jarlo del revólver no segarle le vida o
irrogarle daño a su integridad física, de
manera que tampoco era necesario repe-
lerlo mediante un disparo a la cabeza.
De esa manera, el poder persuasivo de la
prueba de ADN realizada por el Grupo de
Genética Forense del Instituto de
Medicina Legal, examinada en conjunto
incluso con el reconocimiento médico
legal que da cuenta de la existencia de
una pequeñísima cicatriz en el dedo
meñique de la mano izquierda de JESÚS
ALFREDO TERÁN PALACIOS y la misma
versión del justiciable, no demuestra que
éste haya estado en trance de defender
su derecho a la vida en el momento
preciso de disparar en contra de Grajales
Trejos.
El artículo 32 del Código Penal consagra,
en su numeral 6º, la causal de ausencia
de responsabilidad de la legítima defensa,
la cual se presenta cuando “se obre por la
necesidad de defender un derecho propio
o ajeno contra injusta agresión actual o
inminente, siempre que la defensa sea
proporcionada a la agresión”.
Los elementos para la configuración de la
justificante: (i) que haya necesidad de
defensa de un derecho propio o ajeno, (ii)
que la haya injusta agresión, (iii) que la
agresión sea actual o inminente y (iv) que
la defensa sea proporcionada a la
agresión, no emergen del desarrollo de
los sucesos, ni se desprenden de la
prueba de ADN –demostrativa apenas de
que el procesado manó sangre-, porque
como ha quedado visto, en el momento
culminante, cuando Grajales Trejos se le
abalanzó, TERÁN PALACIOS no estuvo
ante la necesidad de defender un derecho
propio, en cuanto aquél no lo puso en
peligro, no lo agredió, sólo pretendió
despojarlo del revólver.
Entonces, la pretermisión de la referida
prueba de ADN en el análisis de los
sentenciadores ninguna relevancia tuvo
en el sentido de los fallos de las
instancias, en cuanto su expresión
objetiva, de haber sido valorada, no
habría tenido el efecto de acreditar la
ausencia de responsabilidad del
encausado.
2. Cuando el demandante trata lo que
anuncia como error de hecho por falso
raciocinio en la apreciación de las
declaraciones de Marino Nieto Jaramillo y
Marlén Montaña Bernal, denuncia la
sentencia de segunda instancia porque a
partir de esos elementos de prueba llegó
a inferencias que no se desprenden de su
contenido, por contrariar la regla de la
experiencia según la cual “una persona
que no se encuentra en el lugar donde se
produjo un determinado suceso, no puede
ser testigo de visu del origen,
desenvolvimiento y desenlace de ese
acontecimiento” al señalar que esos
testigos infirmaban y refutaban las
afirmaciones justificativas del procesado.
Si bien el casacionista atina al especificar
los elementos probatorios base de un
supuesto racionamiento desacertado,
informar cuál fue la deducción que se
extrajo luego de su análisis y exponer la
regla de experiencia que estima
desconocida, se limita a sostener que de
las referidas pruebas no se podía infirmar
o refutar las aseveraciones del procesado
simplemente porque los declarantes no
fueron testigos presenciales de lo
sucedido, pero en realidad no enseña que
lo fijado en la sentencia sea producto de
un razonamiento desquiciado.
En su testimonio, rendido el 23 de mayo
de 2001, el señor Marino Nieto Jaramillo
dijo lo siguiente:
“Eso fue el sábado anterior diecinueve de
este mes, eso fue más o menos de siete a
siete y diez de la noche, yo me
encontraba en el kiosco que está ubicado
a toda la entrada de la casa campesina,
me encontraba con el celador de la
Alcaldía de la casa campesina, allá hay
dos celadores, no es el finado, en estos
momentos no recuerdo el nombre del otro
celador, el se estaba fumando un cigarrillo
y yo me estaba tomando unos
aguardientes, yo recibí el turno de mi
señora del kiosco a las tres de la tarde y
desde esa hora empecé a tomar, a las
siete llegó ELBERT de la casa campesina
al kiosco y nos dijo estas palabras ‘que
pasara que no le llega el relevo’ el relevo
recibe de seis a seis y media por tardar,
ya eran las siete pasadas, dijo que iba a
llamar a la Gobernación a ver qué había
pasado porque no llegaba el relevo, a los
dos minutos de haber entrado a la casa
campesina a llamar donde el celaba llegó
un taxi, allá tienen teléfono, llegó el taxi y
llegó el relevo, el que le recibía el turno,
era el relevo, no sé el nombre de él, se
bajó del taxi, nos saludó y siguió para la
casa campesina, ya lo había visto unas
dos veces como celador en la casa
campesina, yo seguí con el otro
muchacho que estaba, estábamos
sentados y como a los tres minutos de
haber subido el relevo escuché tres tiros,
los tiros los sentí como casi cerca del
kiosco, le dije al celador que estaba
conmigo donde fueron los tiros, nos
paramos nosotros y miramos que no fue
en el kiosco, el mono me dijo fue en la
casa campesina, nosotros salimos de
inmediato para la casa campesina
llegamos allá, y yo entré por la puerta
principal y ALBERT estaba ensangrado,
lo vi ensangrado en la cara, me dijo
cójame que me voy a caer, el ese
momento llegó el celador que estaba
conmigo y le dije que cogiera un carro
para auxiliarlo y lo sostuve y cuando miré
hacia un lado vi al relevo que llegó estaba
parado como una estatua con el revólver
en la mano e inmediatamente se entró
hacia la casa campesina, eso sucedió fue
en la parte de afuera de la casa
campesina, eso es un corredor como en
el patio… (el kiosco está) a unos treinta
metros diagonal, para llegar a la casa
campesina hay que pasar por un lado del
kiosco “…” (Grajales) [E]staba un poco
disgustado a esa hora sin recibirle nadie
se encuentra de buen genio, no decía
malas palabras, solo dijo que iba a
llamara mirar que pasaba con el relevo,
estaba en sano juicio… ”
A su vez, la señora Marlén Montaña
Bernal, esposa de Albert de Jesús
Grajales Trejos, expuso:
“Eso fue el sábado diecinueve de mayo
de este año, yo estuve con él desde las
seis y media de la tarde hasta las siete y
cinco minutos de la noche, en el sitio de
trabajo, yo fui a recogerlo, siempre
entregaba el turno a las seis y media, ya
eran las siete y nada que llegaba el señor,
dijo que iba a llamar al supervisor el señor
ANTONIO MOSQUERA, antes había
llamado a la Gobernación para pedir el
número, yo estaba sentada en el muro,
me dijo que me adelantara con la maleta
y la chaqueta, el me insistió que me fuera,
yo iba para donde un cuñado que vive en
Belmonte a unas cuatro cuadras, yo salí
para allá, cuando llegué bien a la esquina
vi que allá llegó un taxi, pensé que era el
señor y cuando llegué a la casa de mi
cuñado pasaron cinco minutos y nada que
llegaba, llamé allá, me dijo un señor
MARINO que le habían dado unos tiros a
él, yo salí corriendo a la casa campesina
con mi cuñado y llegamos allá, lo busqué
por todos lados vi mucha sangre, y allá
estaba la esposa del señor TERAN,
parece que el señor la llamó a ella, no se
ella porque llegó tan rápido, el caso era
que ella estaba ahí, ya mi esposo no
estaba allí, se lo habían llevado…”
El tribunal analizó la situación de la
siguiente manera:
“En el caso en estudio, digamos de una
vez, que la confesión de TERAN
PALACIOS si aparece divisible, por
cuanto su alibí, su coartada de haber
actuado en legítima defensa de su vida
por haber sido atacado por dos
desconocidos, se encuentra infirmada por
la declaración de un testigo desprevenido
y seguro en su relato, que da cuenta no
sólo de la molestia que había en el hoy
occiso por la tardanza de su relevo en la
vigilancia, sino que en ese lugar no
habían más personas, ni antes, ni luego
de escuchar las detonaciones y a tres
minutos de haber visto pasar al vigilante
de relevo. Cuenta el mismo testigo que al
concurrir al lugar donde escuchó los
disparos, a la Casa Campesina, lo que
observó fue a la víctima herida,
ensangrentado en la cara y que pedía
auxilio, mientras describe al relevo que
llegó, que estaba parado como una
estatua con el revólver en la mano. Nos
referimos a la declaración del señor
Marino Nieto Jaramillo.
“Desmiente igualmente lo del acecho de
que pudo ser víctima el acusado y que a
su vez dio pie a la esgrimida legítima
defensa, la declaración de la esposa del
occiso, Marlen Montaña Bernal, quien
expuso: ‘… Yo estuve con él desde las
seis y media de la tarde hasta las siete y
cinco minutos de la noche, en el lugar del
trabajo, yo fui a recogerlo, siempre
entregaba el turno a las seis y media, ya
eran las siete y nada que llegaba el señor,
dijo que iba a llamar al supervisor el señor
ANTONIO MOSQUERA, antes había
llamado a la Gobernación para pedir el
número, yo estaba sentada en el muro,
me dijo que me adelantara con la maleta
y la chaqueta…’
“La actitud entonces de la víctima, no era
de acecho, ni de quien tiene planeado un
homicidio, la preocupación era de que le
recibieran el turno, y el plan era alcanzar
a su esposa, situación que en rasgos
generales también entregó el testigo
Marino Nieto.”
De lo que se viene de ver no se avizora
que el tribunal haya estructurado un
raciocinio ilógico o desapegado de las
pautas de la sana crítica, como que haya
desconocido la regla de la experiencia a
la que alude el censor, esto es, que
alguien que no se encuentra donde se
produjo cierto suceso no puede ser
testigo presencial del mismo.
Pero es que no se requiere que un
determinado testigo haya observado
directamente el momento culminante de
un episodio para que sea esclarecedor de
las circunstancias antecedentes,
concomitantes o subsiguientes, o para
corroborar o desvirtuar una versión
relacionada con las mismas.
Tal el caso del entendimiento que le dio el
tribunal a las declaraciones en cuestión,
por cuanto de su contenido se valió para
desvirtuar los asertos del procesado. Por
un lado, para destacar que nadie más
diferente a TERÁN PALACIOS y Grajales
Trejos estaban en la Casa Campesina en
el mismo instante de los disparos, puesto
que a nadie vio pasar hacia allí ni salir de
ese lugar el testigo Marino Nieto, quien
estuvo desde las tres de la tarde en el
kiosco ubicado en la entrada de ese
establecimiento, lo que desvirtúa, vale la
pena destacarlo, la presunta existencia de
los dos desconocidos que habrían
atacado con cuchillo al procesado.
Lo mismo ocurre con la aseveración de la
señora Marlén Montaña Bernal, de la que
el tribunal concluyó que ninguna actitud
de acecho o de preparación de un
homicidio en contra de TERÁN observó
Grajales Trejos, en tanto éste lo único que
esperaba era ser relevado para poder irse
en compañía de su cónyuge.
De tal manera que la justificación plan-
teada por JESÚS ALFREDO GRAJALES
TREJOS pudo ser desmentida o desvir-
tuada, no porque se desconociera que
quien no estuvo en el lugar de un suceso
no puede ser testigo presencial, sino
porque los datos aportados por testigos
de circunstancias incidentales pero rela-
cionadas en forma directa con el aconteci-
miento nuclear, permitieron reconstruir
una verdad contraria a las exculpaciones
esgrimidas, sin que un raciocinio de ese
calado sea de por sí desacertado o
contrario a las pautas de la sana crítica.
3. Por lo que se refiere al reparo a la
sentencia por error de hecho originado en
un falso juicio de identidad, la censura es
desafortunada.
Si como se sabe una falencia de esa
índole se presenta porque el juzgador
distorsiona, altera o falsea el contenido de
una prueba para ponerla a decir algo por
completo diferente a su genuina
expresión, cuando el casacionista la hace
recaer en la indagatoria del procesado
TERÁN PALACIOS no pone en contraste
el contenido de este elemento con lo que
en la sentencia se puso a decir de él.
El ejercicio lo contrae a reprochar que no
se le haya dado credibilidad plena y total
a la versión de los hechos suministrada
por el enjuiciado, es decir, porque la
confesión de éste se estimó divisible,
pese a que otras pruebas de carácter
científico, como el reconocimiento médico
legal y la de ADN la respaldaban y porque
nada ni nadie la refutaban, razón por la
cual, por ser la indagatoria prueba única
del suceso, debió declararse que TERÁN
actuó en legítima defensa cuando disparó
contra Grajales Trejos, lo que no se
reconoció por haberse omitido la prueba
de ADN y errado en la valoración de los
testimonios de Marino Nieto Jaramillo y
Marlén Montaña Bernal, quienes no
podían desvirtuar o desmentir lo narrado
por el procesado, porque no fueron
testigos presenciales.
Al sostener que el tribunal redujo de
manera drástica el contenido de la
confesión, el actor reduce el asunto a un
aspecto de credibilidad, que no es
susceptible de despejarse en esta sede
extraordinaria, en la cual no se dirimen los
diferentes criterios valorativos, ni se
verifica si una determinado medio es o no
corroborado por otros.
Sin embargo, es preciso dejar en claro, de
una parte, que en la apreciación que de la
indagatoria de TERÁN PALACIOS
hicieron los juzgadores no aflora
tergiversación alguna de su contenido;
simplemente no les pareció creíble que
hubiera sido objeto de una agresión por
parte de dos desconocidos cuando estaba
al interior de la casa campesina, porque
nadie dio cuenta de la presencia de esas
personas allí y porque se estableció que
el hoy occiso en momento alguno tuvo
una actitud de asechanza en contra de
aquél, circunstancias que derrocaban la
postura justificativa del endilgado,
deducciones extraídas de los testimonios
de Nieto Jaramillo y Montaña Bernal.
Es de reiterar, así mismo, que el
contenido de la indagatoria no se
distorsiona, altera o falsea, por el hecho
de no valorarse otro medio de convicción,
como aquí ocurrió con la prueba de ADN,
que de haber sido objeto de apreciación
nada distinto hubiese acreditado a que la
mancha de sangre que se levantó en el
lugar de los hechos por parte de
miembros del CTI provino de TERÁN
PALACIOS y que, por ende, del cuerpo
de este emanó sangre.
No demostraba, es preciso insistir, que el
procesado al disparar contra Grajales
Trejos hubo de repeler una injusta
agresión actual o inminente, pues como
se desprende de su propia versión, el
peligro que significaba el supuesto ataque
de que lo hicieron objeto dos
desconocidos armados con cuchillo lo
rechazó cuando disparó en una primera
ocasión el revólver contra el piso, con lo
cual logró que tales individuos “se
abrieran”, mientras que, como así mismo
lo dice TERÁN PALACIOS, Grajales
Trejos sólo quería despojarlo del
mencionado revólver, lo que no envolvía
ninguna clase de riesgo para la vida del
procesado.
En suma, por no tener la aptitud técnica ni
argumental suficiente para destronar los
fundamentos de la sentencia, las
censuras serán desestimadas.

PROCESO No 25304 Cabe precisar que el ad quem en sus En efecto, en cuanto al primer aspecto 1. CASAR PARCIALMENTE la sentencia
consideraciones concluyó que le asistía (primer cargo) y teniendo en cuenta las impugnada por prosperar los cargos de la
Magistrados Ponentes JORGE razón a los impugnantes, toda vez que el consideraciones plasmadas en el fallo de demanda y DE OFICIO.
LUIS QUINTERO MILANÉS juzgador de primer grado omitió segundo grado, no cabe duda que el
JULIO ENRIQUE SOCHA 2. En consecuencia, condenar a
“individualizar la pena de cada uno de Tribunal erró en el proceso de
SALAMANCA Aprobado acta N° GONZALO ANTONIO MORENO DÍAZ y
los delitos en concurso heterogéneo, determinación de la sanción impuesta a
093, Bogotá, D. C., dieciséis (16) a JAIRO INFANTE SÁNCHEZ a las
como lo reclama el representante del los procesados Moreno Díaz e Infante
de abril de dos mil ocho (2008). penas principales de doce (12) años de
Ministerio Público” y, además, cuando se Sánchez, específicamente en lo relativo a prisión y multa equivalente a 6.000
formularon los cargos en contra de los la dosificación de la sanción por razón salarios mínimos legales mensuales
procesados “la imputación jurídica del concurso de los delitos imputados y vigentes y a la accesoria de inhabilitación
solamente fue por el artículo 376, inciso aceptados por los mencionados para el ejercicio de derechos y funciones
primero, sin que para nada se hubiera sentenciados, toda vez que después de públicas por el mismo lapso de la pena
hecho mención de la agravante prevista individualizar cada una de las penas de privativa de la libertad, como coautores de
en el numeral 3° del artículo 384 del las conductas punibles (tráfico, los delitos de tráfico, fabricación o porte
Código Penal”, como así lo resaltó el fabricación o porte de estupefacientes de estupefacientes, lavado de activos y
defensor de los acusados Moreno Díaz [6], lavado de activos [1] y concierto para concierto para delinquir.
e Infante Sánchez, razón por la cual delinquir [1], según los artículos 376, 3. Así mismo, condenar a REYNEL ROA
procedió a enmendar tales yerros. inciso primero, 323 y 340, inciso segundo, CUERVO, a JOSÉ SANTIAGO
de la Ley 599 de 2000) y de seleccionar
Por ello, en acatamiento del artículo 61 SÁNCHEZ y a LUIS EDUARDO
la de mayor gravedad (tráfico,
del Código Penal y ubicándose en el MORALES a las penas principales de
fabricación o porte de estupefacientes
primer cuarto del ámbito punitivo de diez (10) años seis (6) meses de prisión
[1]), procedió a realizar unas adiciones
movilidad, procedió a individualizar la y multa equivalente a 4.800 salarios
en la penalidad que superó el doble de
sanción de cada uno de los delitos mínimos legales mensuales vigentes y
la sanción en concreto del delito más
imputados, fijando “la pena a imponer a la accesoria de inhabilitación para el
grave, desbordando de esa manera la
para cada uno de los delitos de ejercicio de derechos y funciones públicas
limitante que al respecto consagra el
narcotráfico en 10 años”, para el ilícito por el mismo lapso de la pena privativa de
artículo 31 del Código Penal.26
de “lavado de activos en 9 años” y, la libertad, como coautores de los delitos
finalmente, para el “delito de concierto Debe recordarse que el instituto del de tráfico, fabricación o porte de
para delinquir en 7 años”. concurso de conductas punibles prevé la estupefacientes y concierto para delinquir.
hipótesis de pluralidad de acciones típicas 4. MANTENER incólume las demás
que en la ley penal ameritan un decisiones adoptadas en el fallo objeto
tratamiento especial y específico desde el del recurso extraordinario de casación.
punto de vista de las consecuencias
punitivas que su concurrencia origina. De
ahí que el legislador penal dispuso en el
inciso primero del citado artículo 31 que
“El que con una sola acción u omisión o
con varias acciones u omisiones infrinja
varias disposiciones de la ley penal o
varias veces la misma disposición,
quedará sometido a la que establezca la

26
Páginas 14 a 25 de la sentencia de segunda instancia.
pena más grave según su naturaleza,
aumentada hasta en otro tanto, sin que
fuere superior a la suma aritmética de las
que correspondan a las respectivas
conductas punibles debidamente
dosificadas cada una de ellas” (se
subrayó).
Consecuente con la regulación de dicha
normativa, es claro que la dosificación de
la sanción penal en el concurso de
delitos debe tomar como marco de
referencia la pena prevista para la
conducta punible más grave, que se
podrá incrementar “hasta en otro tanto”,
sin que pueda ser superior a la suma
aritmética de las penas imponibles para
los demás delitos individualmente
considerados ni superar el doble de la
sanción en concreto de la conducta más
grave.
Sobre el alcance hermenéutico del
artículo 31 del Código Penal, resulta
oportuno recordar lo que de tiempo atrás
la jurisprudencia de la Sala ha precisado
al respecto:

“La punibilidad en el concurso de delitos


(artículo 26 ídem) parte de la pena para el
delito base que no es otro que el más
grave desde el punto de vista de la
sanción, aspecto éste que no se
establece examinando simplemente el
factor cuantitativo y cualitativo de los
extremos punitivos mínimo y máximo
previstos en abstracto en los respectivos
tipos penales, sino mediante la
individualización concreta de la que ha de
aplicarse en cada uno de los delitos en
concurso, por el procedimiento referido en
los párrafos anteriores. Las penas para
las conductas punibles concurrentes se
confrontan para optarse por la de mayor
intensidad. Es con relación a ésta pena
considerada como la más grave, sobre la
que opera el incremento ‘hasta en otro
tanto’ autorizado por el artículo 26 del
Código Penal, con las limitantes que en
seguida se señalarán.
“El ‘otro tanto’ autorizado como pena en el
concurso delictual no se calcula con base
en el extremo punitivo mayor previsto en
el tipo penal aplicado como delito base,
ese ‘tanto’ corresponde a la pena
individualizada en el caso particular
mediante el procedimiento indicado para
el delito más grave. Esta es la sanción
que se incrementa habida consideración
de las modalidades específicas, gravedad
y número de delitos concursantes, sin que
pueda exceder el doble, ni resultar
superior a la suma aritmética de las que
corresponderían si el juzgamiento se
realizara separadamente para las
distintas infracciones, ni superar los 40
años de prisión de que trata el inciso
segundo del artículo 31 de la Ley 599 de
2000.
“Valga aclarar que la expresión suma
aritmética mencionada en el artículo 28
del C. P. (hoy artículo 31) es una limitante
del ‘tanto’ en que puede aumentarse la
pena por el número plural homogéneo o
heterogéneo de conductas delictivas que
simultáneamente en una actuación
procesal deban sancionarse, pero nada
tiene que ver esa suma con el sistema
denominado ‘acumulación aritmética’, el
cual corresponde a la aplicación del
principio ‘tot delicia, tot poena’, y que
significa agregar materialmente las penas
de todos los reatos consumados, siendo
su resultado la sanción a imponerse. El
legislador colombiano, en el código de
1980 como en de año 2000, acogió en los
artículos 26 y 31 en mención, el sistema
de la adición jurídica de penas, que
consiste en acumularlas por debajo de la
suma aritmética, sobresaliendo el hecho
de que el aumento punitivo se toma a
partir de la sanción individualizada para el
delito base, sin importar la naturaleza y
especie de la pena de los delitos
concurrentes, a condición de que en éstos
prime la menor intensidad punitiva en
relación con la del básico y, en los
eventos en que prevean adicionalmente
una consecuencia jurídica distinta a la
prevista en ésta, como lo dicen las
normas citadas, se tendrá en cuenta, a
efectos de hacer la tasación
correspondiente”.27
En cuanto a la segunda censura, a
través de la cual el actor acusa al Tribunal
por no haber “readecuado” la pena de
multa no obstante que excluyó una
circunstancia específica de agravación
punitiva del delito de tráfico de
estupefacientes, asunto que se hallaba
inescindiblemente vinculado con el objeto
de impugnación, también, como se dijo, le
asiste razón.
En efecto, es un contrasentido que la
Sala de Decisión Penal del Tribunal
Superior de Bogotá, después de
concluir que la circunstancia de
agravación punitiva prevista para el
delito de narcotráfico en el numeral
tercero del artículo 384 del Código
Penal no había sido imputada a los
procesados en la diligencia de
formulación de cargos y, por lo mismo,
no podía ser considerada en la
sentencia, como así lo planteó la
defensa a través del recurso de
apelación, procediendo entonces a
excluirla, posteriormente se haya
dedicado a redosificar la sanción
privativa de la libertad sin hacer
ninguna consideración relativa a la
pena de multa que, entre otras cosas,
la ley la contempla como principal.
Por lo tanto, se constituye en un

27
Fallo de casación 15868 del 15 de mayo de 2003.
craso error del sentenciador de
segundo grado su consideración, según la
cual, “en cuanto a la pena de multa
impuesta a los procesados, la dejará la
Corporación en la forma fijada por el a
quo, atendiendo a que los apelantes no
mostraron inconformidad con la misma”, 28
toda vez que si bien es cierto los
impugnantes no reprocharon ese
específico tema, también lo es que la
prosperidad de sus argumentaciones
frente a la individualización y
determinación de la pena en general,
necesariamente conllevaba a que la multa
se viera afectada y, por ende, se imponía
su reconsideración, máxime cuando la
exclusión de la mencionada agravante
implicaba la variación de los extremos
punitivos de la citada conducta punible,
incluyendo, por simple lógica, la multa.
En otros términos, el ad quem
desatendió lo contemplado en el
artículo 204 del Código de Procedimiento
Penal (Ley 600 de 2000), preceptiva que
de manera diáfana dispone que “la
decisión del superior se extenderá a los
asuntos que resulten inescindiblemente
vinculados al objeto de impugnación”,
pues si la inconformidad de los apelantes
se refería a los yerros cometidos en el
proceso de individualización y
determinación de la pena por parte del
juzgador de primera instancia, incluyendo

28
Página 25 de la sentencia del Tribunal.
la exclusión de una circunstancia
específica de mayor punibilidad,
necesariamente debió entender que en el
acto de corrección de dichos errores se
incluía la pena de multa, toda vez que la
misma se veía afectada por razón de la
prosperidad de las argumentaciones de
los impugnantes.
Recuérdese que la jurisprudencia de la
Sala ha explicado que “la extensión de la
competencia del superior a temas
inescindiblemente vinculados al objeto de
la impugnación resulta procedente
cuando se advierta la necesidad de hacer
prevalecer el derecho sustancial o
cuando ello influya en la coherencia y
la lógica que ha de observarse en la
decisión del superior funcional.
“Por ello, es razonable concluir que el
principio de limitación que rige la
intervención de los funcionarios de
segunda instancia, no es absoluto, en
tanto que como viene de verse no sólo
puede extenderse a temas
inescindiblemente vinculados al objeto de
la impugnación, sino que también permite
la posibilidad de pronunciamiento sobre la
existencia de vicios que afectan la
estructura del debido proceso o las
garantías de los intervenientes en la
actuación procesal, así como el
señalamiento de la consecuencia
procesal inmediata de una tal situación,
aun cuando tales temas no formaran
parte de los motivos de la impugnación”. 29
Así, entonces, siendo que en este caso la
pena de multa estaba inescindiblemente
vinculada al objeto de la impugnación
y toda vez que dicho tema atañe a la
legalidad de la pena y, por ende, al
debido proceso, el sentenciador de
segundo grado, como guarda
constitucional de los derechos
fundamentales, estaba en la obligación de
pronunciarse al respecto. Como no lo
hizo, la Corte procederá a enmendar el
error.
En consecuencia, el segundo cargo
también prospera y, por lo mismo, se
casará parcialmente el fallo impugnado.

PROCESO No 25392 evoca como verdad indiscutible que Si bien la Sala hubo de dilucidar en la DECISIÓN 1. Modificar la decisión
Alejandro Ortiz Peláez al tiempo que decisión calendada el 20 de octubre de impugnada, en el sentido de señalar que
29
Ver providencia del 25 de mayo de 2005, radicado 22855.
Magistrado Ponente: DR. fungía como Juez 154 de Primera 2005 -Rad. 24152- (a que alude el la resolución acusatoria proferida en
ALFREDO GÓMEZ QUINTERO Instancia Penal Militar, adscrito al impugnante), reiterada en proveídos del contra del procesado Mayor de la Policía
Aprobado Acta No. 7, Bogotá, D. Departamento de Policía del Tolima, 19 de enero de 2.006 -Rad. 9842- y 20 de Nacional Alejandro Ortiz Peláez es por
C., veintitrés (23) de enero de tuvo que ausentarse desde el 13 de junio de 2007 –Rad.19528-, que en los delitos de privación ilegal de la libertad
dos mil ocho (2008) enero y hasta el 21 de abril de 2003, verdad se presentaba una aparente y falsedad ideológica en documento
para adelantar curso de ascenso, sin contradicción entre los contenidos público.
que hubiese sido reemplazado, en forma normativos de los artículos 313-2 y 315 2. Confirmar, en lo demás, la decisión
tal que le tocó asumir esa difícil labor y de la Ley 906 de 2000, un estudio de apelada.
multiplicarse para atender sendos cotejación entre sus supuestos
compromisos, lo que hizo, en relación posibilitaba entender que cuando las dos
con el manejo del despacho judicial, disposiciones coinciden en el límite
depositando su confianza en el punitivo de 4 años, debe entenderse que
secretario de dicha oficina. prevalece lo normado en la segunda de
ellas, por comportar una menor restricción
Como es bien sabido, prosigue,
al derecho fundamental de la libertad, en
mediante el oficio en que se libró el
la medida en que permite que se imponga
despacho comisorio -correspondiéndole
medida de aseguramiento no privativa de
al Juez 180 de Instrucción Penal Militar
ella para un delito cuya pena mínima sea
de Neiva-, se advirtió que la privación de
de cuatro (4) años, debiéndose así
la libertad de Ducuara Cruz y su
concluir que la detención preventiva, en el
remisión al Centro de Reclusión de
evento del artículo 313-2, sólo procede
Facatativa se efectuaría una vez se
para cuando el delito tiene una pena
encontrara ejecutoriada la sentencia.
mínima que excede de 4 años de prisión,
Derivado de las anteriores en forma tal que respecto de aquellos
circunstancias es que el incriminado asuntos tramitados en vigencia de la Ley
sostuvo en la indagatoria “que se enteró 600 de 2000, cuando quiera que se ha
TELEFÓNICAMENTE de la apelación y impuesto medida de aseguramiento por
por ello el secretario le envió el oficio delitos cuya pena mínima no exceda de
remisorio y auto concediendo el recurso dicho valor, procede la revocatoria de la
para la firma el 24 de enero el cual medida asegurativa, en aplicación
llevaba fecha enero 21 de 2003” (resalta benéfica al procesado del nuevo marco
el actor), el cual firmó basado en el procesal.
principio de confianza, esto es, que el
proceso sería remitido al Tribunal, todo No obstante, es claro que cuando el
lo cual le permitió continuar adelantando artículo 18 de la Ley 522 de 1999
el curso de ascenso. contempla entre las normas rectoras de la
No estuvo, pues, en el propósito del Ley Penal Militar, la de integración, lo
imputado infringir la ley, no actuó con hace bajo el supuesto -inherente a la
dolo y por el contrario se enmarca su propia teleología de la integración en la
proceder dentro de la causal de teoría general del derecho procesal sobre
inculpabilidad prevista por los artículos los vacíos legales-, según el cual: “En
35 del Código Penal Militar y 32.10 del aquellas materias que no se hallen
Código Penal. expresamente reguladas en este Código,
son aplicables las disposiciones del
Código Penal, Procesal Penal, Civil,
Procesal Civil y de otros ordenamientos,
siempre que no se opongan a la
naturaleza de este Código”.
Dicha naturaleza está determinada por la
índole originaria de la existencia misma
de la Justicia Penal Militar sustentada en
la presencia de diversos factores tales
como el inherente a la condición
castrense de sus miembros y el funcional
que fundamenta la consagración del fuero
para quienes pertenecen a la fuerza
pública, en tanto deben ser juzgados por
delitos cometidos en servicio activo y en
relación con el ejercicio de ese servicio,
en forma tal que de sus actos conocerán
las cortes marciales y tribunales militares,
con arreglo a los preceptos del Código
Penal Militar (artículo 221 de la
Constitución Política. Modificado por el
Acto Legislativo No. 02 de 1995, artículo
1°).

Así, la tajante diferenciación que se


establece desde el propio texto
constitucional entre una y otra justicia, la
ordinaria y la militar, se fundamenta
teóricamente en que cada cual obedece a
un objetivo específico y ámbito de acción
propios en relación con los asuntos que
son materia de su conocimiento, sobre la
regulación legal que los especifica y
respecto de los diversos regímenes
procesales que también con objetivos
disímiles las hacen en la mayoría de los
casos independientes.
Se trata de delitos imputables a sujetos
activos siempre cualificados, que se
encuentran limitados por circunstancias
especiales en la realización de la
conducta, como lo son el vínculo que
deben tener en relación con el servicio,
constituyéndose en aspectos que de suyo
promueven y justifican un trato
diferenciador.
Es a partir de dichas características
delimitadoras y del diverso fundamento
de valoración de las conductas que son
sometidas al conocimiento de la justicia
penal militar y la propia naturaleza
inherente a ellas, que su juzgamiento
debe serlo con exclusividad por los
preceptos propios dentro del contexto
procesal especializado que se ha
instituido con ese cometido.
Es que, para la Corte resulta excluyente
considerar la posibilidad de aplicar al
proceso penal militar preceptos propios
de la justicia ordinaria, con mayor razón
cuando el sistema de su juzgamiento no
comporta vacío alguno en la regulación
contemplada en materia de medidas de
aseguramiento en el Capítulo VI del Título
Octavo de la Ley 522 de 1999 y
específicamente respecto de los casos en
que procede la detención preventiva.
Y si no hay lugar a pretextar un criterio de
integración en materia tan especialmente
normada en el Código Penal Militar –
sobre la cual, por ende, no existe vacío
alguno- menos aún resultaría admisible
interpolar en materias de plena regulación
preceptos del Código de Procedimiento
Penal ordinario, con mayor razón
insustentable aducir un fenómeno de
improcedente favorabilidad, como lo
reclama con notable falta de fundamento,
en este caso, el apelante.
Colmados los requisitos exigidos por los
artículos 557 y 558 del C. P.M., en la
forma como de ello se ocupó la Fiscalía
Quinta ante el Tribunal Superior Militar y
viene la Corte de precisarlo al responder
a los argumentos expresados por el
impugnante -con la única modificación
consistente en que se procede por los
delitos de privación ilegal 0de la libertad y
falsedad ideológica en documento
público-, así como la determinación
relacionada con la orden de revocar la
libertad provisional concedida al
procesado, con la necesaria precisión de
que la detención preventiva procede pero
por los reatos en mención- la Sala
confirmará la decisión calificatoria de
primera instancia.
PROCESO No 26099 Al amparo de la Ley 600 de 2000, La Corte advierte que al haber sido DECISIÓN No Casar el fallo impugnado.
artículo 207, el actor atacó el fallo de admitida la demanda de casación, en lo
Magistrado Ponente JAVIER segundo nivel por error de hecho por atinente a los cargos elevados por errores
ZAPATA ORTIZ Aprobado Acta falso juicio de identidad (tergiversación) de hecho en sentidos de falso juicio de
No. 309 Bogotá, D.C., veintisiete y falso juicio de existencia. existencia y falso juicio de identidad,
(27) de octubre de dos mil ocho se superaron los defectos lógico
(2008). argumentativos que exhibía (porque
desconoció el postulado casacional de
autonomía y combinó e integró en un
mismo contexto epistemológico, las
diversas formas de ataque) con el único
propósito de analizar a fondo aquellas
falencias que ameritan una reflexión
jurídica atenta, por las posibles fallas a las
garantías fundamentales que pudiese
revelar lo actuado en instancias, sin que
lo precedente (casar el fallo por ejemplo),
irremediablemente desencadene en su
declaratoria, máxime si se constata todo
lo contrario; es decir, que no se presentó
ninguna afrenta o vulneración de entidad
trascendente establecida por la ley y
desarrollada por la jurisprudencia.
1. Problema jurídico planteado: el
censor pretende que se absuelva a su
mandante, toda vez que, en la audiencia
de juzgamiento realizada por el culto de la
Ley 600 de 2000, tanto él, como la
Fiscalía y el Ministerio Público asignado,
pregonaron, al unísono, su inocencia.
Por tanto, el actor, en un discurso
confuso, vago e impreciso, intercaló
valoración probatoria (sana crítica versus
legalidad de la misma) con autoría (su
protegida jurídica no tenía idea de la
existencia del alcaloide en sus maletas).
Con tales presupuestos, indicó que los
falladores presumieron las pruebas (que
jamás determinó ni motivó), para
condenarla.
Ahora, teniendo en cuenta la gran
variedad de ideas planteadas en el libelo,
las cuales fueron expuestas en forma
generalizada y sin ningún desarrolló
expedito, resulta claro, que el tema más
sobresaliente de ese manojo de nociones
deshilvanadas y discordantes, es la
coautoría; en el entendido que para él,
su prohijada no era conocedora de la
ilícita sustancia que cargaba en su
equipaje, motivo por el cual, los
juzgadores burlando los medios
probatorios que así lo informaban, la
condenaron, debiendo haberla absuelto
como perentoriamente se lo peticionaron
al Juez los diversos sujetos procesales.
La Sala sopesará los argumentos
plasmados en el libelo con los
expuestos por los falladores, a tono
con los diversos medios probatorios
allegados a la actuación.
I. Prueba incriminatoria:
En virtud del principio de inescindibilidad
que rige el recurso extraordinario de
casación, en donde los fallos de primera y
segunda instancia, se funden y conforman
un único cuerpo30, se expondrán aquellos
medios que fueron tenidos en cuenta por
los juzgadores para degradarle
responsabilidad penal a la procesada.
1. MARTHA CECILIA OSORIO
MONTAÑA, fue sorprendida el 1° de
agosto de 2003, en estado de flagrancia,
cuando transportaba en sus dos maletas
de viaje con doble fondo, heroína en
cantidad de 4.613 gramos.
2. El patrullero adscrito a la policía
aeroportuaria CARLOS JAVIER
CASTILLO, fue la persona que maniobró
las maletas con el consentimiento de la
procesada, al percatarse de su anormal
contextura, quien además, reportó que la
prohibición para salir del país de la
mencionada señora, se había levantado
ese mismo día, de forma ilegal, mediante
maniobras falsarias.
3. El informe preliminar de identificación,
pesaje, toma de muestra y destrucción de

30
Excepto en los eventos en que sus decisiones chocan o se contraponen, por ejemplo, cuando el Tribunal revoca, caso en el cual, deberá atacarse exclusivamente, la última sentencia.
sustancia incautada, se realizó el 2 de
agosto de 2003, en las instalaciones de la
URI de ENGATIVA, ante el Fiscal 289,
donde se hicieron presentes tanto el
perito químico del CTI, como el Ministerio
Público, constatando que el peso neto de
la sustancia incautada era de 4.613
gramos y, al aplicar el reactivo Marquis a
una porción del alcaloide, dio como
resultado positivo para los opiaceos,
principio químico de la heroína.
4. La inculpada señaló como directo
responsable de los hechos a GERMÁN
HORACIO RUIZ DÍAZ31, quien –según su
atestación- le pagó la suma de US $
1.500 dólares, para que la sacara de la
pantalla de migración por la restricción
que pesaba en su contra para salir del
país, pues había sido condenada, en
anterior oportunidad, al pretender
transportar también sustancias
prohibidas.
5. Los falladores establecieron múltiples
imprecisiones en las declaraciones de los
coprocesados, motivo por el cual,
mediante inferencias lógicas, detectaron
un acuerdo previo entre ellos, para
realizar los delitos por los que fue
condenada MARTHA CECILIA OSORIO,
“que no solo fue atentar contra el bien
jurídico de la fe pública, sino el de la
salubridad, pues impensable resulta que
entre dos personas que no se conocen ni
31
Coprocesado, a quien por virtud del cierre parcial de la investigación, se le siguió por separado el proceso al haber ordenado la Fiscalía, la ruptura de la unidad procesal.
exista ningún vínculo, por solo
colaboración en una ciudad capital,
GERMAN (sic) le ayude en hospedarla en
su casa y luego la lleve al aeropuerto, y
de parte de MARTHA CECILIA deje a
guardar su equipaje con un desconocido
por un espacio de aproximadamente 11
días y cuando regresa por él sin advertir
nada anormal lo tome y continué su
itinerario”32.
6. Otra prueba vinculada con la
responsabilidad dolosa de la enjuiciada, la
establecieron los juzgadores, en relación
con las diferentes llamadas telefónicas
efectuadas entre los abonados celulares
de propiedad de MARTHA CECILIA y
GERMÁN HORACIO, en donde las
conversaciones fueron innumerables, tal
como lo destacaron las instancias.
7. Como la incriminada insistentemente
adujo no conocer el contenido ilícito de
sus maletas, los falladores informaron al
respecto que, “su relación con terceros es
indiscutible, pues no es lógico que una
persona que origina sus ingresos en una
tienda de un colegio en la ciudad de
Pereira, obtenga ganancias durante un
año que sin perjuicio de lo que tuvo que
gastar para su manutención y la de sus
hijos en ese lapso, esté en condiciones de
solventar un viaje a los Estados Unidos
con sus dos hijos, además, de haber
cancelado la suma de US1500 para el
32
Ver folio 112, cuaderno original 4, fallo de primera instancia.
trámite de un documento falso para salir
del territorio”, porque la regla de la
experiencia siempre enseña que el
verdadero dueño del alcaloide, “corre con
todos los gastos del correo humano”33.

8. En igual forma, las instancias, le


restaron credibilidad a las exculpaciones
de la acusada, por haber sido condenada
con antelación por el mismo delito de
tráfico de estupefacientes, a la pena
principal de 52 meses de prisión, en don-
de aceptó su participación en la comisión
de la conducta punible y, el hecho de
haber dejado su equipaje por varios días
en la casa de una persona desconocida
como era GERMÁN HORACIO que “traji-
naba en el mundo de la delincuencia”,
demostraba palmariamente su compro-
miso delincuencial; todo ello, configuró su
participación en los acontecimientos
ilegales en calidad de coautora.
9. De la mano de tales medios probatorios
concluyeron que la procesada “no era
desconocedora del alijo y por ello el

33
Ver folio 116, cuaderno original 4, fallo de primera instancia.
contacto con GERMAN (sic) RUIZ DÍAZ,
unidos con la finalidad de traficar con
estupefacientes”.
II. Reflexiones finales: la demanda de
casación frente a las pruebas y los
fallos de instancia.
Sopesados los argumentos esbozados en
el libelo con los diversos medios
probatorios de entidad incriminatoria,
valorados en las sentencias
condenatorias, no le asiste razón jurídica
al impugnante, quien jamás derrumbó la
presunción de acierto y legalidad que
viene atada a las decisiones judiciales.
Simplemente afirmaron tanto el
demandante en casación como la
encartada, que ella no sabía nada de la
droga ilícita que transportaba en sus
valijas, pero lo cierto del caso es que los
falladores les demostraron con eficacia
probatoria, todo lo contrario:
(i) Fue capturada en situación de
flagrancia.
(ii) La procesada declaró que no tenía
ningún tipo de amistad ni lazos afectivos
con GERMÁN RUIZ DÍAZ, por ende,
valorada su versión con los restantes
medios, los juzgadores indicaron que era
inadmisible tal exculpación, puesto que si
no conocía al susodicho personaje, cómo
dejó su equipaje en la casa de él: “por un
lapso de 11 días y luego lo recogiese sin
realizar ningún tipo de actividad tendiente
a verificar que todo se encontraba en
orden y sin ningún tipo de alteraciones”.
(iii) A GERMÁN RUIZ, se lo presentaron
a la procesada MARTHA CECILIA, unas
amigas de la Cárcel Nacional el Buen
Pastor, en el año 2000 cuando ella
purgaba una pena por otro delito de
narcotráfico, porque el señor tenía
contactos para levantarle ilegalmente la
restricción a fin de que pudiera salir del
país.
Adicional a los medios de prueba
reseñados, los falladores dedujeron un
acuerdo previo de los enjuiciados para
atentar contra diferentes bienes jurídicos,
no sólo frente a la fe pública, pues la
aparente confesión de este punible por la
inculpada, no descartó el delito de
salubridad al haberse presentado una
mancomunidad de actos realizados por
los coprocesados, con el objeto de
transportar la sustancia prohibida a los
Estados Unidos; traducidos, además, en
las significativas contradicciones
detectadas en sus versiones, la
cuantiosa suma de dinero para costear el
viaje con sus dos hijos, siendo
incomprensible que una humilde mujer
con un trabajo en una “tienda” en un
centro escolar, con un ingreso mensual
de $ 1´800.00034 mil pesos, hubiera
ahorrado alrededor de diez millones de
pesos en dos años, para viajar a New
York y de paso contratar a una persona
para que falsamente le levantara la
prohibición de salir del país.
(iv) La confianza depositada en un
extraño35 que le prometió arreglar su
salida de Colombia ilícitamente; el haber
dejado las maletas al mismo personaje
GERMÁN, sin que sospechara nada raro;
las comunicaciones vía celular que
sostuvieron; el dinero para viajar, unido a
los indicios de mala justificación y al de su
“actuar antes y después” de la
consumación de los punibles, le
permitieron arribar a las instancias a la
condena que hoy la cobija.
Por estas razones, el cargo único
propuesto en dos sentidos, no prospera.
III. Sobre la petición subsidiaria
elevada por el libelista y la solicitud del
Delegado:

34
A renglón seguido, en la injurada, la procesada indicó que destinaba ese dinero para pagar “una deuda con la Cooperativa del Magisterio, otra en el Banco de la Mujer, dos tarjetas de crédito” , con tres
hijos, dos de los cuales estudian.
35
Afirmó además, en la injurada: “yo soy madre soltera, cabeza de familia y respondo sola por mis hijos, entonces tomé la decisión de irme a vivir a Estados Unidos antes de que se me venciera la visa y por medio
de una señora que estuvo en el Buen Pastor, de nombre MARIA (sic) HELENA, mejicana, supe de un señor GERMAN (sic), no se el apellido de quien tengo todos los datos… él tiene el contacto en el DAS para que
lo dejen salir a uno del país con restricción… me cobró US$1.500.oo por mi salida”.
1. El demandante sostuvo que si la
Fiscalía, bajo el rito de la Ley 600 de
2000, solicitó fallo absolutorio para su
prohijada, el Juez debe aplicar por
favorabilidad, en forma ineludible y
perentoria el artículo 442 del nuevo
sistema procesal penal, Ley 906 de 2004.
Observa la Sala que el actor jamás
demostró algún menoscabo a las
garantías constitucionales fundamentales,
en cabeza de los sujetos procesales o en
detrimento del debido proceso, por los
siguientes razonamientos:
a) Con la Ley procesal penal que regía las
conductas punibles ejecutadas o
consumadas antes del 1° de enero de
200536, en su artículo 400 (apertura a
juicio) mediante la cual se procesó a
MARTHA CECILIA OSORIO MONTAÑA,
finiquitaba la postulación de la acción
penal y dirección de la instrucción por
parte de la Fiscalía en sus diversas
vertientes cognoscentes y, por obra de la
misma normatividad, trasmutaba su
calidad legal de funcionario investigador y
director de la acción a sujeto procesal
(112), calidad que adquiría, en igualdad
de condiciones que las demás partes:
(Ministerio Publico (122), sindicado (126),
defensor (128), parte civil (137), personas
naturales o jurídica –incidentes- (138) y
tercero civilmente responsable (140); para
enfrentar el respectivo debate público,
36
Ley 600 de 2000.
ante el Juez que heredaba –desde la
ejecutoria de la imputación- el
conocimiento de los hechos y,
normativamente la competencia para
juzgar el comportamiento reprochado.
Reflexionar en la misma línea de
entelequia del demandante, sería tanto
como entender que las determinaciones
plasmadas en los fallos de los Jueces,
eran el producto de peticiones de los
sujetos procesales que se tornaban
obligatorias en la medida que condicio-
naban la decisión posterior, cuando las
elevaba la Fiscalía. Piénsese, por vía de
ejemplo, si en la primera instancia, el ente
instructor solicita absolución y en
segunda, condena, por cambio de
servidor público, las decisiones de la
administración de justicia radicadas en la
judicatura estarían al vaivén de peticiones
indiscriminadas y, de paso, el Juez sería
un funcionario sin ninguna iniciativa o una
simple y relegada figura decorativa,
aceptando sin vacilar y en forma
irracional, cuanta petición le propusiera la
Fiscalía; lo cual es inadmisible.
Si el ente instructor es del criterio de
solicitar absolución después de elevada la
acusación y en virtud de la contienda
pública, desde luego tiene toda la
potestad para hacerlo; pero jamás tal
petición estará circunscrita en forma
insoslayable para que el funcionario
judicial la acepte a ciegas, sin
vacilaciones, en forma obligatoria e
inexorablemente acceda sin ningún
razonamiento jurídico probatorio, con lo
cual perdería su esencia, naturaleza y
fundamento la actividad constitucional de
administrar justicia.
Tanto es así, que se requería en el
sistema regido por la Ley 600 de 2000,
una evidencia escrita en donde se
resumiera de manera pormenorizada
todos los avances investigativos
realizados por la Fiscalía, los cuales
debían concatenarse a las tipologías
penales, mediante el acto denominado
resolución de acusación, en donde se
plasmaban aquellos presupuestos fáctico-
jurídicos, tendientes a garantizarle a los
sujetos procesales sus derechos y
determinar sus prerrogativas. Por ello, tal
columna legal, que cimentaba el debido
proceso, era un acto judicial soberano e
independiente, que no unía una función
con otra en cabeza del Fiscal, sino al
contrario, propiciaba un nuevo estatus;
motivo por el cual, él podía intervenir en la
causa con plena libertad –pues tampoco
se encontraba aprisionado a su decisión
anterior (acusación)- con tal
independencia le era posible peticionar
absolución o condena.
Y si la Fiscalía, podía discernir cuál
camino seguiría en atención a la
responsabilidad penal de una persona, no
se percibe argumento racional alguno
para pensar diverso, cuando el juez emite
su decisión final (fallo), máxime si se surte
un debate oral, el cual puede generar
criterios opuestos o encontrados, lo cual
antes que reñir con algún postulado legal,
avala, acredita y ratifica el núcleo de
derechos constitucionales en los que está
fundado el debido proceso colombiano.
Siendo ello así, la petición de aplicación
favorable del artículo 442 de la Ley 906
de 2004, (absolución perentoria) no tiene
ninguna correspondencia sustancial, ni se
asimila en lo más mínimo a las directrices
de la Ley 600 de 2000, justamente, por
ser en principio, dos sistemas de
procedimiento penal excluyentes,
percibiéndose lo antagónico de los
mismos, desde los principios rectores,
pues el artículo 9° del nuevo sistema,
programó como principio rector la oralidad
en los procedimientos, así mismo, otros
derroteros, como los nuevos alcances de
los postulados, por ejemplo, de
contradicción y la cláusula de exclusión
de los diversos medios probatorios.
b) Ahora bien, la tracción que existe entre
imputación, solicitud de condena y fallo,
en el nuevo sistema acusatorio, conlleva
inexorablemente a determinar que el Juez
es un garante de derechos constitu-
cionales fundamentales, integrados al
derecho penal, pero su discrecionalidad
varía pues cuando el Fiscal solicita la
absolución, el desenlace en forma
irremediable desencadena en aceptar tal
pedimento, como lo viene interpretando la
jurisprudencia, por ejemplo, en el fallo de
casación del 13 de julio de 2006 37, al
analizarse idéntica temática, desde luego,
en la Ley 906 de 2004, al decir que:
“cuando el fiscal abandona su rol de
acusador para demandar absolución sí
puede entenderse tal actitud como un
verdadero retiro de los cargos, como que
al fin y al cabo es el titular de la acción
penal, siendo ello tan cierto que el juez en
ningún caso puede condenar por delitos
por los que no se haya solicitado condena
por el fiscal (independientemente de lo
que el Ministerio Público y el defensor
soliciten), tal como paladinamente lo
señala el art. 448 de la ley 906 al esta-
blecer que (entre otro caso) la congruen-
cia se establece sobre el trípode acusa-
ción -petición de condena- sentencia.
“Así, una gran diferencia se encuentra en
ese campo respecto de la ley 600 y el
Decreto 2700 en la medida en que –en
contra de lo que ocurre en la ley 906- un
juez de conocimiento puede condenar a
un acusado aún mediando petición
expresa de absolución por parte del fiscal,
ministerio (sic) Público, sindicado y
defensor.
Es claro, desde todo punto de vista
jurídico, que en el nuevo sistema, persiste

37
Corte Suprema de Justicia, radicado 15.843.
el postulado de congruencia previsto en
el artículo 448, puesto que el acusado no
podrá ser declarado responsable
penalmente por conductas antijurídicas
que jamás se hubieren acreditado en la
formulación de acusación (336) –en
identidad temática entre la presentación
del escrito con la sustentación del mismo
en la respectiva audiencia (338) – y, el
fallo, deberá expedirse en forma
correlativa con la tipología delictiva
propuesta por el Fiscal asignado al caso.
No es cierto, como lo pregona el
Procurador Delegado, que el Juez se
convierte en un “convidado de piedra”,
pues de todas formas, le fueron otorgadas
facultades dispositivas para resolver los
diversos problemas que en el transcurso
del debate probatorio dimanen; como por
ejemplo, cuando en las manifestaciones
de culpabilidad pre acordadas entre la
defensa y la Fiscalía (369) el funcionario
judicial está autorizado por Ley para
aceptarlas o negarlas.
Por último, la Sala38 viene insistiendo y así
ratifica su línea de pensamiento, que si el
Fiscal solicita sentencia absolutoria en los
alegatos finales (443), esa petición
deberá ser acogida por el Juez, por
entenderse como un verdadero retiro de
cargos y ser él, el titular de la acción
penal39, en armonía con el principio de
38
Corte Suprema de Justicia, radicado 15.843 del 13 de julio de 2006.
39
Constitución Política, artículo 250, modificado por el Acto Legislativo 3 de 2002, 2: “La Fiscalía General de la Nación está obligada a adelantar el ejercicio de la acción penal”.
congruencia (448) que rige el
procedimiento acusatorio.

CASACIÓN No. 26157 Está edificado el reproche sobre la base 1. Según quedó reseñado, aun cuando CASAR la sentencia impugnada y en
de haber vulnerado el fallo la ley los hechos de este caso tuvieron consecuencia condenar a Carlos Alberto
Magistrados Ponentes: sustancial por “error de derecho” derivado ocurrencia el primero de mayo de 2005, Piedrahita Guerrero a la pena principal de
ALFREDO GÓMEZ QUINTERO, de tergiversación del artículo 6 de la Ley año para el cual comenzó a aplicarse en 194 meses y 12 días de prisión y a la
MARIA DEL ROSARIO 599 de 2000 -principio de favorabilidad-, nuestro país la Ley 906 de 2004, dada su accesoria de interdicción de derechos y
GONZALEZ DE LEMOS, pues en criterio del actor, teniendo la conocida gradual operatividad, esto es, funciones públicas por el mismo lapso,
Aprobado Acta No. 207 sentencia anticipada y el allanamiento de que inicialmente rigió en los distritos como autor penalmente responsable de los
cargos origen en la misma política judiciales de Armenia, Bogotá, Manizales delitos de homicio agravado y porte ilegal
Bogotá D. C., veintinueve (29) de premial, ha debido aplicarse en este caso y Pereira y que sólo a partir del primero de armas de fuego.
julio de dos mil ocho (2008) la rebaja punitiva de la mitad contemplada de enero de 2006 incluyó a los distritos
en la Ley 906 de 2004, por ser superior a judiciales de Bucaramanga, Buga, Cali,
aquella contenida en la Ley 600, pues no Medellín, San Gil, Santa Rosa de Viterbo
procedían a su vez, los incrementos y Tunja, es muy claro que dicho episodio
punitivos de la Ley 890 al original Código fáctico fue procesalmente gobernado por
Penal. la Ley 600 de 2000.
2. Afincado en esa circunstancia, el Juez
Noveno Penal del Circuito de Cali, como
autoridad de primer grado en este
proceso, emitió sentencia anticipada en
virtud del acogimiento que en la
indagatoria expresara el procesado a las
imputaciones que le fueron hechas -por
homicidio agravado y porte ilegal de
armas de fuego- y enseguida a los cargos
así aceptados con posterioridad en la
audiencia y acta con dicho cometido
suscrita, pero reconociendo una rebaja
punitiva de la tercera parte, como valor
único consagrado por el artículo 40.4 de
la Ley 600 de 2000.
3. Al desatar la alzada, el Tribunal precisó
que dada la fecha de los hechos, para
dicho momento las penas en delitos como
los que fueron objeto de juzgamiento ya
habían sido incrementadas por el art. 14
de la Ley 890 de 2004, en forma tal que la
disminución de la sanción a imponer bajo
las pautas señaladas por la primera
instancia pero en la mitad so pretexto de
favorabilidad con el nuevo espectro
punitivo conducía exactamente a la
misma sanción deducida, por lo que la
decisión debía mantenerse, como en
efecto se hizo en los términos glosados
por la Corte al destacar la actuación
procesal relevante.
4. Siendo ello así y reconocida en el
proceso de decantación interpretativa por
la mayoría de la Sala, después de
multiplicidad de exposiciones teóricas en
orden a la viabilidad de la misma
(Casaciones 25306, 25304 y 24402 de
2008), la existencia de fundamentos
suficientes para admitir la prevalencia del
principio de favorabilidad en orden a
dilucidar la aplicación del art. 351.1 de la
Ley 906 de 2004 a hechos cuyo
juzgamiento se adelantó con base en el
procedimiento fijado por la Ley 600 de
2000 y conocidas las características del
caso que es objeto de decisión en este
asunto, resulta bajo ese supuesto un
indesconocible hecho la posibilidad de
atender a los presupuestos de la rebaja
de pena en los términos regulados por la
ley procesal actualmente vigente, en la
forma en que en principio es deprecada
por el actor, aun cuando para ello
acudiera a un supuesto equivocado
consistente en vulneración de la ley
sustancial esbozada por un pretendido
“error de derecho”, pero que, en verdad,
se concretó en el quebranto de la
constitucional garantía procesal de
favorabilidad.
5. Esta postura parte de entender por la
mayoría de la Sala que tanto la Ley 906
de 2004 como la Ley 890 del mismo año,
tuvieron una aplicación gradual, en forma
tal que solamente las penas para los
delitos a que se refiere el art. 14 en
mención serían predicables en aquellos
distritos en que consecutivamente fuera
entrando a regir el procedimiento
acusatorio señalado por aquélla.
Sobre esta base se tiene en el caso
concreto y como quiera que para el mes
de mayo de 2005 aún no operaba el
sistema con tendencia acusatoria de la
Ley 906 en Cali, por favorabilidad, que
sería deducible en la ponderada
equiparación que se hizo de la sentencia
anticipada -art. 40 de la Ley 600- y el
allanamiento a la imputación –art. 351.1
de ella-, la rebaja fijada “hasta de la mitad
de la pena imponible” que se contempló
pero tomando como cálculo base de la
atemperante la sanción originalmente
prevista para los diversos reatos por la
Ley 599 de 2000, esto es, sin el
incremento de la mencionada Ley 890.
6. Aun cuando para el señor Procurador
sería finalmente atendible el reclamo
casacional consistente en aspirar a que
se aplique en el caso concreto la
reducción punitiva en términos del art.
351.1 en comento, en postura que, según
queda visto, avala mayoritariamente la
Sala bajo el supuesto de ser el mismo
viable -sin el incremento de la sanción
previsto en la Ley 890, se insiste-,
también encuentra puestos en razón los
demás argumentos expresados por el
Ministerio Público, aun cuando no así los
efectos que finalmente solicita se le
hagan producir, a tal punto de inclinarse
por deprecar no se case el fallo.
7. Ciertamente, cuando el art. 351.1 de la
Ley 906 previene que la aceptación de
cargos determinados en la audiencia de
formulación de la imputación comporta
una rebaja “hasta de la mitad de la pena
imponible”, al tiempo que la conjunción
copulativa “hasta” restringe el límite
máximo de deducción, no fija el mínimo
de sanción que puede ser descontada,
aspecto que desde luego se ha entendido
condicionado por el imperativo de que
dicha aminoración no sea menor de la
tercera parte -y un día por favorabilidad,
frente a los supuestos de la Ley 600-, en
el entendido de que precisamente es la
tercera parte el porcentaje de reducción
que en la siguiente etapa procesal
contempla el art. 356.5 del C. de P.P.,
como contraprestación por la aceptación
de cargos.

8. Esto significa, claro está, que no es


inexorablemente la mitad de la sanción
inferida a cuanto se haría acreedor el
procesado en virtud del allanamiento a la
imputación, pues sin duda ese espacio
que el legislador ha creado entre la
tercera parte y la mitad, debe justificarse
en el ámbito de su reconocimiento, a los
diversos factores que lo pueden hacer
más o menos amplio o restringido.
Así, preponderante significación en orden
a delimitar la magnitud del descuento en
virtud del acogimiento a anticipar la
sentencia deben, entre otros muchos
aspectos, la concurrencia de los distintos
factores relacionados con la eficaz
colaboración que el gesto de allanarse a
una imputación criminal produce, pues
resulta imperativo que lo sea en beneficio
de la justicia y como expresión de la
menor significación económica que ello
representa para la actividad estatal de
investigación y juzgamiento, involucrando
una participación positiva proporcional a
la dificultad investigativa, en forma tal que
si es del caso coadyuve al descubrimiento
de otros partícipes en la conducta criminal
y/o de otros delitos, como elementos de
valoración que desde luego deben ser
considerados al momento de determinar
el grado de depreciación punitiva a que se
hace acreedor un procesado en cada
caso.

9. En dicho orden, es cierto, como lo


indica el Delegado del Ministerio Público,
que Carlos Alberto Piedrahita Guerrero
fue plenamente identificado por quienes
acompañaban a la víctima la tarde de
autos y así lo declararon a la Fiscalía.
Con base en tales deposiciones, se
dispuso la captura del incriminado, la que
se logró pasados cuatro meses de los
hechos, después de una persecución
ardua. La que se ha destacado como
“colaboración” por parte del aprehendido,
no fue nada distinto que la admisión de su
responsabilidad, pero sin suministrar
datos conducentes a lograr identificar a
quien lo acompañó en la realización
delictiva, propiciando así la impunidad en
relación con aquél, al igual que en ningún
momento se mostró dispuesto a
indemnizar a las personas que se vieron
perjudicadas con su conducta.
10. Por ende, salvo admitir su
responsabilidad dentro del contexto
evidenciado y con ello allanar el camino
hacia la emisión de la sentencia, no existen
otros factores que posibiliten reconocer la
máxima rebaja prevista por el art. 351. De
ahí que la Corte al afirmar la favorabilidad
concurrente, en los términos indicados por
aplicación de dicho precepto en este caso,
reducirá la sanción en el 40%, de manera
que atendiendo a los criterios con dicho
propósito adoptados por el juez de primer
grado se tiene que la pena para el delito de
homicidio agravado sería de 312 meses y
para el porte ilegal de armas de 12 meses
más, es decir 324, lapso al cual
correspondería un descuento de 129
meses y 18 días, para una sanción final de
194 meses y 12 días de prisión, término al
que quedará igualmente reducida la
accesoria de inhabilitación para el ejercicio
de derechos y funciones públicas.

PROCESO No 27472 El inciso 1º del artículo 205 de la Ley Adicionalmente se tiene que no hay DECISIÓN RECHAZAR por improcedente
600 de 2000, dispone que el recurso de procedimiento previsto para darle trámite el recurso de casación interpuesto por el
Magistrada Ponente: MARÍA DEL casación procede contra los fallos de a un recurso así entendido, ni siquiera sentenciado contra el fallo de segunda
ROSARIO GONZÁLEZ DE LEMOS segundo grado proferidos por los con aplicación de la Ley 906 de 2004, instancia proferido por esta Sala el 30 de
Aprobado Acta No. 080. Bogotá tribunales superiores de distrito judicial y pues ésta preceptúa en su artículo 183 enero de 2008
D. C., abril cuatro (4) de dos mil por el Tribunal Penal Militar, siempre que que el recurso se interpone ante el
ocho (2008)
se proceda por delitos que tengan Tribunal y no ante la Corte; además,
señalada pena privativa de la libertad conforme al artículo 184 la demanda
cuyo máximo exceda de ocho (8) años. (proveniente del Tribunal) se remite a la
Sala de Casación Penal junto con los
antecedentes necesarios, lo que no
ocurrirá al estar el expediente en esta
Sala40.
Finalmente es necesario señalar que el
fallo proferido por esta Colegiatura contra
el doctor BARRIOS HERNÁNDEZ ya
cobró ejecutoria, pues el inciso 2º del
artículo 187 de la Ley 600 de 2000
establece que la ejecutoria de las
providencias que deciden el recurso de
apelación quedan en firme el día en que
son “suscritas por el funcionario
correspondiente”.
Las consideraciones precedentes
permiten concluir que no es procedente el
recurso de casación interpuesto por el
sentenciado contra el fallo de segundo
grado proferido por esta Sala y, por tanto,
se impone rechazar dicha impugnación
extraordinaria.

PROCESO No. 28.034 1. Mediante Nota Verbal No. 1211 del 08 Validez formal de la documentación DECISIÓN Reunidas las exigencias
de mayo de 200741, la Embajada de los presentada. previstas en el estatuto procesal, el
MAGISTRADO PONENTE Estados Unidos de América solicitó la concepto de la Corte es favorable a la
AUGUSTO J. IBÁÑEZ GUZMÁN La normatividad procedimental exige que
detención provisional con fines de extradición del señor FERNEY LÓPEZ
Aprobado: Acta No. 175 Bogota la solicitud de extradición se haga por vía
extradición del ciudadano colombiano MUÑOZ, y se prevendrá al Ejecutivo para
D.C., dos(02) de julio de dos mil diplomática, o de manera excepcional por
FERNEY LÓPEZ MUÑOZ, petición que que, si la otorga, condicione su entrega a
40
Ver auto del 21 de febrero de 2007. Rad. 26614.
41
Folio 9 al 1 Carpeta Anexa.
ocho (2008). formalizó con la Nota Verbal No. 1935 la consular o de gobierno a gobierno, que el extraditado no sea juzgado por
del 12 de julio de 200742. acompañada de los siguientes delitos distintos a los que motivaron el
documentos la información, en la forma pedido de extradición, ni por hechos
2. El Ministerio del Interior y de Justicia,
establecida en la legislación del Estado anteriores al año 1997, ni sometido a
previo concepto de su homólogo de
requirente: (i) copia o trascripción prisión perpetua, pena de muerte, tratos
Relaciones Exteriores sobre la
auténtica de la acusación o del fallo crueles, inhumanos o degradantes, ni a
inexistencia de convenio aplicable al
dictado en el país extranjero, o su penas de destierro y confiscación; y
caso, el 26 de julio de 2007 remitió a la
equivalente; (ii) indicación de los actos además, para que lleve a cabo un
Corte la documentación enviada por la
que determinan la solicitud de extradición seguimiento orientado a determinar si el
Embajada de los Estados Unidos de
y señalamiento del lugar y la fecha en que Estado requirente cumple los
América, debidamente traducida y
fueron ejecutados; (iii) inclusión de los condicionamientos a los que pueda estar
autenticada.
datos que sirvan para establecer la sujetada la concesión de la extradición, y
3. El 1º de agosto de 2007 43 la Corte identidad de la persona reclamada; y (iv) establezca las consecuencias que se
Suprema de Justicia Sala de Casación la reproducción certificada de las derivarían de su incumplimiento
Penal, le informó a FERNEY LOPEZ disposiciones penales aplicables al
MUÑOZ, que tenía derecho a nombrar caso44.
un defensor que lo asistiera en el
El artículo 259 del Código de
presente trámite ante esta Corporación;
Procedimiento Civil, modificado por el 1°,
para lo cual, designó al Doctor Jairo
numeral 118 del Decreto 2282 de 1989,
Manrique Parra como su abogado
establece, a su vez, que los documentos
principal, y al Doctor Antonio Joaquín
públicos otorgados en país extranjero por
Fontalvo Ferreira como su abogado
sus funcionarios, o con su intervención,
suplente.
deberán presentarse debidamente
autenticados por el cónsul o agente
4. Transcurrido el traslado para diplomático de la República, o en su
presentar pruebas la Sala, mediante defecto por el de una nación amiga. Y que
auto del 23 de abril de los corrientes la firma del cónsul o agente diplomático
ordenó, no practicar las pruebas debe ser abonada por el Ministerio de
solicitadas por la defensa, no decretar Relaciones Exteriores de Colombia, y si
ninguna de oficio y ordenó correr se trata de agentes consulares de un país
traslado para que los intervinientes amigo, se autenticarán previamente por el
presentaran sus estudios previos al funcionario competente del mismo y los
42 de éste por el cónsul colombiano45.
Folios 123 al 115 carpeta anexa.
43
Folio 6 cuaderno principal.
44
Artículo 495 de la ley 906 de 2004.
JURISPRUDENCIA AÑO 2009

SENTENCIA NORMAS DEMANDADAS PROBLEMA JURIDICO DECISIÓN

PROCESO No 29664 Acción de revisión. ¿El instituto consagrado en la Ley 906 de Inadmitir la demanda de revisión presentada por
2004 es similar al previsto en la Ley 600 de HUMBERTO CARDOZO VARGAS.
Magistrado Ponente: JAVIER 2000?
ZAPATA ORTIZ
Aprobado Acta No. 127
Bogotá D. C., seis (6) de mayo
de dos mil nueve (2009)

45
Esta regulación legal resulta aplicable al caso en virtud del principio de integración normativa previsto en el artículo 23 del estatuto procesal penal.
46
Folio 54 a 51 carpeta anexa.
47
Folio 33 carpeta anexa.
PROCESO NO 30813 Articulo 171 y 172 de la Ley Excepcionalmente el juez puede ordenarle al CONFIRMAR la sentencia proferida el 7 de
906 de 2004. fiscal la citación de un testigo. octubre de 2008 por la una Sala de Decisión
Magistrado Ponente: Dr. Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
SIGIFREDO ESPINOSA - Audiencia preliminar. Poderes de
Bogotá, mediante la cual se absolvió a
PÉREZ Aprobado Acta n.° 82. ordenamiento y dirección del juez de control
JACQUELINE DÍAZ RODRÍGUEZ de los cargos
de garantías
Bogotá, D. C., dieciocho de que se le formularon por el delito de privación
marzo de dos mil nueve. ilegal de la libertad.
PROCESO No 28628 Artículos 228 y 289 de la ley Definición de cadena de custodia. No casar la sentencia del 26 de abril de 2007
906 de 2004. dictada por el Tribunal Superior del Distrito
Magistrado Ponente Judicial de Barranquilla, Sala de Justicia y Paz, en
Dr. JOSÉ LEONIDAS BUSTOS contra de Nelson Monroy Cifuentes
MARTÍNEZ
Aprobado acta número 61
Bogotá, D.C., cuatro de marzo
de dos mil nueve.
PROCESO No 30598 Artículo 273 de la ley 906 de La ruptura de la cadena de custodia no 1. CASAR la sentencia impugnada, en el
2004. implica necesariamente la exclusión de la sentido de revocar el fallo absolutorio proferido a
Magistrada Ponente: MARÍA prueba. favor de ORLANDO DAVID GARCÍA TORRES,
DEL ROSARIO GONZÁLEZ DE por las razones expuestas en la anterior
LEMOS motivación.
Aprobado Acta No. 041. 2. CONFIRMAR, en consecuencia, el fallo
Bogotá D.C., febrero condenatorio de primera instancia.
diecinueve (19) de dos mil 3. LIBRAR inmediatamente la correspondiente
nueve (2009). orden de captura.
PROCESO No 31103 Artículo 371 de la ley 906 de -La defensa puede asumir una actitud pasiva 1. CASAR la sentencia absolutoria de segunda
2004. para desarrollar su teoría del caso. instancia dictada por el Tribunal Superior del
Magistrado Ponente: Distrito Judicial de Medellín el 22 de septiembre
-la fiscalía no esta obligada a investigar lo
Dr. SIGIFREDO ESPINOSA de 2008, en razón de la prosperidad de los cargos
favorable al procesado.
PÉREZ formulados en la demanda presentada por la
-A las partes les corresponde demostrar los Fiscalía.
Aprobado Acta No. 94. supuestos de sus pretensiones.
2. En consecuencia, CONFIRMAR la condena
Bogotá, D.C., veintisiete de
dictada el 3 de julio de 2008, por el Juzgado 28
marzo de dos mil nueve.
Penal del Circuito de Medellín con funciones de
conocimiento, contra el procesado JULIO CÉSAR
PALACIO, por su autoría en varios delitos de
acceso carnal violento y otros tantos de incesto,
ocurridos en las circunstancias de tiempo, modo y
lugar de que da cuenta el proceso, con la
siguiente MODIFICACIÓN: La pena a cumplir por
el procesado se rebaja a CIENTO CINCUENTA
(150) MESES Y QUINCE (15) DÍAS DE PRISIÓN.
En igual lapso se fija la sanción accesoria de
inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas.
3. Revocar la libertad provisional de que
goza JULIO CÉSAR PALACIO. Expídase de
inmediato orden de captura.
PROCESO No 30711 Artículo 23 de la ley 906 de Clausula de exclusión. Fuente PRIMERO: NO CASAR la sentencia de segunda
2004. independiente. instancia del 23 de mayo de 2008, proferida por el
Magistrado Ponente Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá,
JOSÉ LEONIDAS BUSTOS contra de FABIÁN PRIETO SILVA, por las razones
MARTÍNEZ expuestas en la parte motiva de la presente
decisión
Aprobado acta Nº 153
Bogotá D.C., mayo veintisiete
( 27 ) de dos mil nueve (2009)

PROCESO No 28649 Artículos 338 y siguientes de El juez no puede alterara la imputación . NO CASAR el fallo impugnado por la Fiscalía
Magistrado Ponente: la ley 906 de 2004. fáctica contenida en la acusación. Seccional 212 de Medellín.
JORGE LUIS QUINTERO
MILANÉS
Aprobado acta N° 161
Bogotá, D. C., tres (3) de junio
de dos mil nueve (2009).

PROCESO No 30942 Artículo 308 de la ley 906 de Carencia de fundamentación o DECLARAR la nulidad de la actuación a partir de
2004. argumentación en punto de establecer uno la decisión adoptada el 27 de noviembre de 2008
de los presupuestos indispensables para por un Magistrado con Función de Control de
Magistrada Ponente: decretar la medida restrictiva de la libertad Garantías de la Jurisdicción de Justicia y Paz de
de detención preventiva, como lo es indicar la Sala Penal del Tribunal Superior de
MARIA DEL ROSARIO GONZÁLEZ
de qué forma de los elementos materiales Barranquilla mediante la cual afectó a EDUAR
DE LEMOS Aprobado Acta No.
de prueba o evidencia física se infiere COBOS TÉLLEZ (alias Diego Vecino) con medida
29.
razonablemente que el imputado puede ser de aseguramiento de detención preventiva en
Bogotá D.C., febrero nueve (9) autor o partícipe de las conductas delictivas establecimiento carcelario, de conformidad con
de dos mil nueve (2009). investigadas, a la luz de lo previsto en el las razones expuestas en la parte considerativa
primer inciso del artículo 308 de la Ley 906 de esta providencia.
de 2004.

PROCESO No 31049 Artículo 424, 425 y 426 de la -La presunción de autenticidad de los Primero. REVOCAR la decisión impugnada en
ley 906 de 2004. documentos públicos. cuanto rechazó como prueba la copia de la
Magistrado Ponente: sentencia emitida por el Juzgado Primero Penal
JULIO ENRIQUE SOCHA -La prueba de referencia del Circuito de Florencia, (Caquetá) por medio de
SALAMANCA la cual fueron absueltos Luis Alexander
- Las labores de investigación que
Valderrama Gil y Norma Constanza Reyes Fino y
Aprobado Acta No.16 demuestran un montaje en contra de la
negó las declaraciones de la doctora Martha
acusada.
Bogotá, D. C., veintiséis (26) Patricia Tarazona Gómez y de José Domingo
de enero de dos mil nueve Hernández, para en su lugar admitir como prueba
(2009). la copia del aludido fallo y ordenar la práctica de
los referidos testimonios en la audiencia del juicio
oral, pública y concentrado.
Segundo. CONFIRMAR la decisión recurrida en
los demás aspectos que fueron objeto de
impugnación.
Tercero: ADVERTIR a las partes que contra esta
decisión no procede recurso alguno.

PROCESO No 31538 Artículos 32 numeral 4º, y 341 La Corte es la llamada a conocer la PRIMERO: DISPONER que el trámite de la
de la Ley 906 de 2004 definición de competencia planteada por la aceptación de imputación hecha por JULIÁN
Magistrado Ponente Juez Penal del Circuito de Santuario, de NIETO ARBELÁEZ y RAÚL ANDRÉS FLÓREZ
JOSÉ LEONIDAS BUSTOS acuerdo con lo normado en los artículos 32 BUITRAGO por el delito de receptación, sea
MARTÍNEZ numeral 4º, y 341 de la Ley 906 de 2004 adelantado por el Juzgado Penal del Circuito de
El Santuario Antioquia, autoridad judicial a la que
Aprobado acta Nº 127
se devolverá el proceso
Bogotá D.C., mayo seis ( 6 ) de
dos mil nueve (2009)
PROCESO No 29415 Artículo 397 de la Ley 906 de -El derecho a un juez independiente e DECLARAR LA NULIDAD del proceso seguido
2004. imparcial. contra NELSON JAVIER RÚA ECHAVARRÍA a
Magistrado Ponente: JULIO partir de la audiencia de juicio oral, conforme a lo
ENRIQUE SOCHA -Las facultades probatorias del juez.
reseñado en la parte motiva.
SALAMANCA
Contra esta decisión no procede recurso alguno.
Aprobado Acta Nº 27
Bogotá D.C., cuatro (4) de
febrero de dos mil nueve
(2009).
PROCESO No 31916 Artículos 39 y 56 de la ley 906 De acuerdo con lo previsto en los artículos 1°. DECLARAR FUNDADO el impedimento
de 2004. 57 y 341 de la ley 906 de 2004, esta manifestado por los Magistrados CARLOS HÉCTOR
Magistrado ponente Corporación es competente para resolver el TAMAYO MEDINA y JORGE ENRIQUE TORRES ROMERO
YESID RAMIREZ BASTIDAS impedimento propuesto por versar en un para conocer de la continuación de la audiencia de
proceso adelantado bajo el trámite del formulación de acusación del procesado LUIS
Aprobado Acta N°161 Bogotá,
sistema penal acusatorio y por tratarse de la EDUARDO SANABRIA TRUJILLO.
D.C., Junio tres (3) de dos mil
manifestación que hacen dos Magistrados
nueve (2009). 2°. ADVERTIR que contra la presente providencia
de la Sala Penal del Tribunal Superior de no proceden recursos.
Bogotá.
PROCESO No 3104 Artículos 57 y 341 de la Ley Impedimento propuesto dentro de una DECLARAR INFUNDADO el impedimento
906 de 2004. actuación que se rige por los lineamientos conjunto que en razón del presente asunto han
Magistrado Ponente: Dr. del sistema penal acusatorio ya manifestado los Magistrados del Tribunal Superior
SIGIFREDO ESPINOSA implementado en el Distrito Judicial de de Pereira, doctores JORGE ARTURO CASTAÑO
PÉREZ Pereira, en tratándose de la manifestación DUQUE e IVANOV ARTEAGA GUZMÁN,
Aprobado Acta n.° 11. que hacen dos de los integrantes de la conforme con las motivaciones plasmadas en el
respectiva Sala de Decisión Penal del cuerpo de este proveído.
Bogotá, D.C., veintiuno de
Tribunal Superior de esa ciudad, para que
enero de dos mil nueve.
se les separe del conocimiento del asunto.
PROCESO No 30363 Artículo 179 de la ley 906 de Igualmente se examinará lo referente a que NO CASAR la sentencia impugnada. 2.
2004. en la segunda instancia no se respetó el COMPULSAR las copias dispuestas en la
Magistrada Ponente: término dispuesto para adelantar la parte motiva de esta decisió
MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ audiencia de debate oral, pues de acuerdo
DE LEMOS con el artículo 179 de la citada legislación
debe efectuarse dentro de los 10 días
Aprobado Acta No. 027.
siguientes a cuando la Secretaría acredite la
Bogotá D.C., febrero cuatro (4) entrega de los registros de las audiencias,
de dos mil nueve (2009). circunstancia que ocurrió el 8 de febrero de
2008, pese a lo cual, sólo hasta el 31 de
marzo de 2008 se dispuso que aquella
audiencia se realizaría el 15 de abril
PROCESO No 31406 Artículos 57 y 341 de la Ley Impedimento por ser acreedor o deudor de Primero. DECLARAR FUNDADO el impedimento
906 de 2004. alguna de las partes o haber sido asistido expresado por el magistrado Ranulfo Guerrero
MAGISTRADO PONENTE por abogado que es parte en el proceso. Guerrero, integrante de la Sala de Decisión Penal
AUGUSTO J. IBÁÑEZ del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali.
GUZMÁN En consecuencia, se le declara separado del
conocimiento de este asunto.
APROBADO ACTA N°.74
Segundo. Devolver la actuación al Tribunal
Bogotá, D.C., once (11) de
Superior de Cali para que integre la Sala de
marzo de dos mil nueve (2009).
decisión que deba continuar con el trámite del
proceso.

PROCESO No 30237 Articulo 103 y siguientes de la Cuando la declaración de responsabilidad se Primero. NO CASAR la sentencia de origen y data
Magistrada Ponente: MARÍA ley 906 de 2004. produce en la sentencia de segunda reseñados en el presente fallo.
DEL ROSARIO GONZÁLEZ instancia, el incidente puede promoverse Segundo. DISPONER que, en firme la presente
DE LEMOS ejecutoriada esta decisión. sentencia o dentro de los treinta (30) días
Aprobado acta N° 041. La Sala, al inadmitir la demanda de casación siguientes, la víctima por sí o a través de la
instaurada por la defensa contra la decisión Fiscalía o del Ministerio Público podrá promover
Bogotá, D. C., diecinueve (19)
de segunda instancia, advirtió la posible el incidente de reparación integral ante el juez de
de febrero de dos mil nueve
vulneración de los derechos de la víctima primera instancia.
(2009).
por no darse trámite al incidente de
reparación, omisión constitutiva de nulidad
procesal, según el criterio que viene
exponiendo la Corte, conforme al cual es
deber del Tribunal, antes de revocar la
absolución y proferir el fallo condenatorio
de reemplazo, anunciar el sentido de su
pronunciamiento con el fin de que la víctima
tenga oportunidad de proponer dicho
incidente dentro de los treinta (30) días
siguientes, para luego sí dar lectura a la
sentencia correspondiente.
PROCESO No 30242 Articulo 103 y siguientes de la En la referida decisión del 16 de diciembre 1. NO CASAR la sentencia expedida por el
ley 906 de 2004. de 2008, la Corte encontró necesario Tribunal Superior de Bogotá el 17 de abril de
Magistrados Ponentes: Dr. verificar si hubo menoscabo al debido 2008.
SIGIFREDO ESPINOSA proceso y desconocimiento de las garantías
PÉREZ 2. DISPONER que en firme la presente sentencia
debidas a la víctima, al haberse revocado la o dentro de los treinta (30) días siguientes, la
Dra. MARÍA DEL ROSARIO sentencia absolutoria y emitir la de condena víctima por sí o a través de la Fiscalía o del
GONZÁLEZ DE LEMOS sin adelantamiento previo del incidente de Ministerio Público podrá promover el incidente de
reparación integral.
Aprobado Acta n.° 74. reparación integral ante el juez de primera
instancia
Bogotá, D. C., once de marzo
de dos mil nueve.
PROCESO No 30487 Articulo 103 y siguientes de la Sería del caso entrar a estudiar los Primero. Casar de oficio la sentencia
ley 906 de 2004. planteamientos de la demanda, si no fuera impugnada.
MAGISTRADO PONENTE porque la Sala encuentra irregularidades en Segundo. Declarar la nulidad de lo actuado
AUGUSTO J. IBÁÑEZ el adelantamiento del juicio que vulneran la dentro del juicio seguido contra José Luis
GUZMÁN estructura propia del proceso debido. Martínez Cuellar por el delito de homicidio
APROBADO ACTA No.61 El artículo 184 inciso 3° ib48., establece que culposo agravado, exclusivamente desde el
cuando la Sala advierta alguna causal de momento inmediatamente posterior al anuncio del
Bogotá, D. C., cuatro (4) de
nulidad (num. 2 del artículo 181 49 y artículo. sentido del fallo hecho por el Juez 1° Penal del
marzo de dos mil nueve (2009)
45750) la declarará de oficio y señalará el Circuito con funciones de conocimiento de Buga –
estado en que deba corregirse la actuación Valle, en la audiencia del 1 de febrero de 2008,
irregular. conforme a las previsiones hechas en la parte
considerativa.
Lo tramitado en el incidente de reparación integral
conserva su validez.

48
En principio la Corte no podrá tener en cuenta causales diferentes a las alegadas por el demandante. Sin embargo, atendiendo a los fines de la casación, fundamentación de los mismos, posición del impugnante dentro del proceso e
índole de la controversia planteada, deberá superar los defectos de la demanda para decidir de fondo.
49
Desconocimiento de la estructura del debido proceso por afectación sustancial de su estructura o de la garantía debida a cualquiera de sus partes.
50
Nulidad por violación a garantías fundamentales. Es causal de nulidad la violación del derecho de defensa o del debido proceso en aspectos sustanciales.
PROCESO No 31367 Artículo 2 de la ley 906 de Limitaciones legales e ilegales del derecho a NO CASAR la sentencia proferida el 29 de
2004. la libertad personal. octubre de 2008 por el Tribunal Superior del
Magistrado Ponente: Dr. Distrito Judicial de Bogotá contra HEINER
SIGIFREDO ESPINOSA Así, entrará a estudiar (i) lo relacionado con
PEDROZO DÍAZ y PITERSON RODRÍGUEZ
PÉREZ la demanda de casación y la razón por la
RIVERA, que los declaró responsables del delito
cual, conforme al esquema en vigencia, se
Aprobado Acta n.° 146. de secuestro extorsivo agravado.
integra en una fase escrita y en otra oral, así
Bogotá, D. C., veintiuno de como los objetivos y contenidos de cada una
mayo de dos mil nueve. de ellas; (ii) se ocupará de abordar el
régimen que regula el derecho a la libertad
con especial énfasis en las posibilidades de
restricción; (iii) abordará las estructuras
típicas de las conductas punibles de
secuestro y concusión a fin de desvelar,
conforme a la realidad fáctica patentada en
la sentencia demandada, si fue o no
correctamente calificada y, por ende, si a los
procesados se les desconoció el debido
proceso.
PROCESO No 28649 Artículo 457 y siguientes de la No es procedente decretar la nulidad para NO CASAR el fallo impugnado por la Fiscalía
ley 906 de 2004. que la fiscalía corrija la imputación. Seccional 212 de Medellín.
Magistrado Ponente:
2. Contra la presente sentencia no procede
JORGE LUIS QUINTERO recurso alguno.
MILANÉS
Aprobado acta N° 161
Bogotá, D. C., tres (3) de junio
de dos mil nueve (2009).

PROCESO No 30710 Artículo 457 y siguientes de la PRINCIPIOS QUE ORIENTAN LAS NO CASAR la sentencia impugnada.
ley 906 de 2004. NULIDADES
Magistrada Ponente: MARÍA
DEL ROSARIO GONZÁLEZ
DE LEMOS
Aprobado acta N° 82.
Bogotá D.C., dieciocho (18) de
marzo de dos mil nueve (2009).
PROCESO No 29473 Artículo 349 de la ley 906 de Improcedencia de los preacuerdos y las 1. Declarar la nulidad de todo lo actuado a partir,
2004. negociaciones por la inobservancia del inclusive, del acta de preacuerdo suscrita el 5 de
Magistrado Ponente: requisito de procedibilidad previsto en el julio de 2007 entre la Fiscalía Primera Delegada
JORGE LUIS QUINTERO articulo 349 de la ley 906 de 2004. ante el Tribunal Superior de Santa Rosa de
MILANÉS Viterbo y el procesado RICARDO ANTONIO
MARTÍNEZ CASTILLO.
Bogotá D. C., catorce (14) de
mayo de dos mil nueve (2009). 2. Como consecuencia de la anterior decisión, se
ordena la libertad inmediata de RICARDO
ANTONIO MARTÍNEZ CASTILLO, de acuerdo
con lo expuesto, salvo que sea requerido por
alguna otra autoridad judicial.
3. Esta decisión queda notificada en estrados y
contra ella no procede ningún recurso.
PROCESO No 31537 Artículo 332 La Ley 906 de La ausencia de intervención del imputado PRECLUIR la presente indagación adelantada en
2004. en el hecho, como causal de preclusión contra del doctor PABLO ARDILA SIERRA, ex –
Magistrado Ponente: Gobernador del Departamento de Cundinamarca
AUGUSTO J. IBÁÑEZ
GUZMÁN 2. DECLARAR EXTINGUIDA LA ACCIÓN
PENAL adelantada en contra del aforado, en
Acta No. 180 relación con la hipótesis delictiva de peculado por
Bogotá, D.C., diecisiete (17) de apropiación definida y sancionada en el artículo
junio de dos mil nueve (2009). 397 del Código Penal.
3. ORDENAR que, con destino a la Fiscalía
General de la Nación se compulsen copias de la
presente actuación para los fines indicados en la
parte motiva de esta providencia.
4. NOTIFICAR en estrados esta decisión y
ADVERTIR que contra ella procede el recurso de
reposición.
5. ARCHIVAR el expediente, una vez en firme la
presente providencia.
PROCESO No 31466 Artículo 324 de la ley 906 de Cuando la prescripción de la acción penal 1. ORDENAR la cesación de procedimiento por
2004. concurre con la indemnización integral, la indemnización integral derivada del delito de
Magistrado Ponente: Alfredo cesación de procedimiento debe decretarse lesiones personales culposas con perturbación
Gómez Quintero por esta causal y no por aquella. funcional de carácter permanente e incapacidad
Aprobada acta número 96 definitiva de cuarenta y cinco (45) días, de que
tratan los artículo 331, 334 – 2 (modificado por el
Bogotá D. C., treinta y uno (31)
artículo 1° del Decreto 141 de 1980) y el artículo
de marzo de dos mil nueve
340 del Código Penal (Decreto 100 de 1980), que
(2009)
se imputó a SIGIFREDO ROJAS VILLANUEVA.
2. DISPONER que se haga efectivo el depósito
judicial número A 4302525 a nombre de Tulia
Malambo Rivera por concepto de indemnización
integral, por efecto de las lesiones personales
culposas con perturbación funcional de carácter
permanente e incapacidad definitiva de cuarenta y
cinco (45) días de que tratan los artículo 331, 334
– 2 (modificado por el artículo 1° del Decreto 141
de 1980) y el artículo 340 del Código Penal
(Decreto 100 de 1980), según título judicial que
constituyera el acusado SIGIFREDO ROJAS
VILLANUEVA a su favor y por ese concepto.
PROCESO No 30645 Artículo 16 de la ley 906 de Estima la Sala necesario, dada la temática 1.CASAR la sentencia impugnada, en el sentido
2004. sobre la cual ha de pronunciarse en este de revocar el fallo absolutorio proferido a favor del
Magistrada Ponente: MARÍA caso, hacer referencia preliminarmente a la adolescente J.B.M.Z., por las razones expuestas
DEL ROSARIO GONZÁLEZ DE normatividad que debe tenerse en cuenta en la anterior motivación.
LEMOS frente al sistema de responsabilidad penal 2. CONFIRMAR, en consecuencia, el fallo de
Aprobado Acta No. 061. para adolescentes, precisar la orientación responsabilidad de primera instancia.
que ha de guiar la interpretación de la
Bogotá D.C., cuatro (4) de
misma e, igualmente, efectuar algunas
marzo de dos mil nueve (2009).
consideraciones en torno al rol del defensor
de familia y al principio de publicidad frente a
los procesos adelantados con fundamento
en el mencionado sistema de
responsabilidad penal.
APROBADO Artículo 314 de la ley 906 de Prisión domiciliaria para madre o padre REVOCAR el proveído de enero siete (7) de
2004. cabeza de familia. 2009, proferido por el Juzgado Tercero de
ACTA No. 70 Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de
M.P.: JULIO ENRIQUE Bogotá D.C, en virtud del cual se resolvió
SOCHA SALAMANCA conceder el beneficio de la prisión domiciliaria,
solicitado en este asunto en favor del condenado
Bogotá, D.C. diez (10) de LUÍS EDUARDO VIVES LACOUTURE. En
marzo de dos mil nueve (2009) consecuencia, el condenado debe regresar a
reclusión en el centro carcelario dispuesto por el
INPEC.
PROCESO No 30782 Artículos 135 y 357 de la ley Facultades probatorias de las víctimas. 1. NO ADMITIR la demanda de casación
906 de 2004. interpuesta por el representante del joven D V M,
M.P. Julio Enrique Socha contra la sentencia de segunda instancia que
Salamanca confirmó la absolución de ALBEYRO DE JESÚS
Aprobado acta numero 144 VANEGAS BEDOYA respecto del cargo por el
delito de acto sexual con menor de catorce años.
Bogotá D.C., veinte (20) de
mayo de dos mil nueve (2009). 2. De acuerdo con el artículo 184 de la Ley 906
de 2004, es facultad del demandante elevar
petición de insistencia en los términos precisados
en ésta decisión.
PROCESO N.° 31568 Artículo 68ª de la ley 599 de La Corte casará la sentencia impugnada Primero. Casar parcialmente la sentencia
2000. porque, sin duda, el Tribunal erró en la proferida por el Tribunal Superior de
MAGISTRADO PONENTE interpretación del artículo 68A del Código Cundinamarca para imponer a Héctor Wilson
ALFREDO GÓMEZ Articulo 32 de la ley 1142 de Penal y con ello infringió directamente la ley Gamba Villalobos, Darwin Esneider Garzón
QUINTERO 2007. sustancial. Sin embargo, tal como a Herrera y Carlos Mauricio Pinto Penagos la pena
continuación se explica, ese yerro tuvo lugar principal de 37 meses y 15 días de prisión e igual
APROBADO ACTA Nº. 339
por motivos distintos a los expuestos en la lapso para la accesoria de interdicción de
Bogotá, D.C., veintiocho (28) demanda. derechos y funciones públicas.
de octubre de dos mil nueve
(2009).
PROCESO No 31531 Artículo 68ª de la ley 599 de La no aplicabilidad del artículo 32 de la Ley 1.- No casar el fallo impugnado en los términos
2000. 1142 de 2007 y su ausencia de afectación que fueron planteados por la defensora de
M.P: YESID RAMÍREZ del artículo 351 de la Ley 906 de 2004.- ANCÍZAR JARAMILLO QUINTERO.
BASTIDAS Articulo 32 de la ley 1142 de 2.- Casar oficiosamente la sentencia de segunda
Aprobado Acta N° 209 2007. instancia del 28 de noviembre de 2008, con la
Bogotá, D. C., julio ocho (8) de cual el Tribunal Superior de Armenia confirmó la
dos mil nueve (2009). proferida el 22 de octubre de ese mismo año por
el Juzgado 4º Penal del Circuito de esa ciudad,
que condenó a ANCÍZAR JARAMILLO QUINTERO
como autor responsable del delito de llevar
consigo estupefacientes.
3.- Absolver al señor JARAMILLO QUINTERO del
cargo por el que se lo llamó a juicio en esta
actuación.
4.- En consecuencia del fallo, se ordena de
inmediato la cancelación de la orden de captura
contra JARAMILLO QUINTERO dispuesta por el Juez
de primera instancia. Y,
PROCESO #31280 Artículo 351 de la ley 906 de En el allanamiento a la imputación el juez 1. DESESTIMAR la demanda de casación
2004. debe controlar no sólo la legalidad de la interpuesta por el defensor de JHON JAMES
M.P. JULIO ENRIQUE SOCHA aceptación del imputado, sino la de los PORRAS OSORIO.
SALAMANCA delitos y las penas. 2. CASAR OFICIOSA Y PARCIALMENTE la
APROBADA ACTA NUMERO sentencia condenatoria objeto de impugnación,
209 únicamente en el sentido de reconocer la
Bogotá D.C., ocho (8) de julio diminuente de responsabilidad del exceso en la
de dos mil nueve (2009). legítima defensa a favor del procesado JHON
JAMES PORRAS OSORIO.
3. FIJAR, como consecuencia de lo anterior, la
sanción en contra de JHON JAMES PORRAS
OSORIO en dieciocho (18) meses, nueve (9) días
de prisión, el mismo lapso se determina para la
pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio
de derechos y funciones públicas.
4. ORDENAR la libertad inmediata e
incondicional del procesado PORRAS OSORIO,
la cual se hará efectiva si no es requerido por otra
autoridad.
5. COMISIONAR para notificar esta sentencia
y librar la respectiva boleta de libertad a la Juez
Promiscuo del Circuito de La Virginia-Risaralda.
PROCESO No 31763 Artículos 77 y 332 de la ley 906 Archivo de la indagación. Abstenerse de conocer el recurso de apelación
de 2004. interpuesto por la defensa contra el auto del 31 de
MAGISTRADO PONENTE marzo de 2009, mediante el cual el Tribunal
AUGUSTO J. IBÁÑEZ Superior de Villavicencio negó la preclusión
GUZMÁN solicitada por la Fiscalía Delegada ante esa
Corporación, dentro de la investigación adelantada
Aprobado: Acta No.191
en contra del doctor Leonidas Gildardo
Bogotá, D. C., primero (1) de Amézquita Baldión, Juez Promiscuo del Circuito
julio de dos mil nueve (2009). de San Martín (Meta).

PROCESO No 31900 Artículo 154 de la ley 906 de Tres problemas jurídicos se ponen a Primero: CONFIRMAR la decisión apelada.
2004. consideración de la Sala: i) cuál es el
alcance anulatorio de las actividades de
Magistrado Ponente Segundo: DEVOLVER el proceso al tribunal de
investigación y de captura y cuál la origen.
Dr. JOSÉ LEONIDAS BUSTOS oportunidad para su proposición; ii) si la
MARTÍNEZ entrega vigilada es una actividad exclusiva
para desarticular bandas criminales o si su
Aprobado acta número 266
utilización es permitida en delitos de entidad
Bogotá, D.C., agosto 24 de dos diferente; y, iii) si la sentencia C-025 de
mil nueve (2009). 2009, produce efectos hacia el pasado.

PROCESO No 32196 Articulo 522 de la ley 906 de La conciliación es requisito de procedibilidad 1. Inadmitir el cargo primero de la demanda de
MAGISTRADO PONENTE 2004. en los delitos querellables. casación.
ALFREDO GÓMEZ Contra esta decisión procede el recurso de
QUINTERO insistencia, en los términos del artículo 184 del
Código de Procedimiento Penal.
Aprobado: Acta No. 283
2. Admitir el cargo segundo de la demanda
Bogotá. D.C., nueve (09) de
presentada por el defensor de la señora LAURA
septiembre de dos mil nueve
CUELLAR BERBEO.
(2009).
Por tanto, señalara fecha y hora para realizar la
audiencia de sustentación prevista en el artículo
184 del Código de Procedimiento Penal, dentro
de la cual los intervinientes debatirán
exclusivamente sobre la censura admitida.

PROCESO No 32631 Artículo 51 de la ley 906 de Conexidad como factor para determinar la Declarar que la competencia para conocer de este
Magistrado Ponente: 2004. competencia asunto, corresponde al Juzgado Primero Penal del
Circuito de Soacha con funciones de conocimiento,
JULIO ENRIQUE SOCHA
a quien se devolverá el expediente.
SALAMANCA
Aprobado Acta No.295
Bogotá, D. C., dieciséis (16) de
septiembre de dos mil nueve
(2009).

PROCESO No 30838 Artículo 448 de la ley 906 de 1. El problema jurídico que debe ser resuelto 1°. CASAR parcialmente la sentencia demandada
2004. tiene que ver únicamente con el delito de para condenar al procesado EDWIN GENARO PÉREZ
Magistrado Ponente: porte de arma de fuego. Giran en torno al HERNÁNDEZ, como autor responsable de un
mismo (i) los efectos de la exclusión concurso de delitos de homicidio y porte ilegal de
YESID RAMÍREZ BASTIDAS
probatoria de evidencia y elementos arma de fuego de defensa personal (Código
Aprobado Acta N° 233 materiales, así como (ii) la validez y Penal, artículos 103 en concordancia con el 57 y
San Andrés Islas, viernes, legitimidad probatoria de unos testimonios 365), a las penas de 37 meses de prisión e
treinta y uno (31) de julio de que resultan cuestionados por no haber sido inhabilitación para xel ejercicio de derechos y
dos mil nueve (2009). solicitados con el propósito de demostrar lo funciones públicas por el mismo lapso. En lo
que finalmente se dice que acreditan, y, por demás la sentencia se mantiene incólume.
último, el respeto al principio de congruencia 2°. ADVERTIR que contra esta decisión no
y la legalidad de la pena impuesta. procede recurso alguno.
3°. COMISIONAR AL MAGISTRADO PONENTE,
en los términos del artículo 164 de la Ley 906 de
2004, para que proceda a la exposición del
presente fallo.
PROCESO No. 32874 Articulo 438 ley 906 de 2004. Si la fiscalía acusa por acto sexual violento 1. CASAR parcialmente la sentencia del Tribunal,
no se puede condenar por acto sexual con para en su lugar confirmar el fallo de primer grado a
M.P. MARIA DEL ROSARIO menor de catorce años. través del cual se condenó a GERMÁN
GONZALEZ DE LEMOS GIOVANNY RODRÍGUEZ ALFARO como autor
Aprobada acta #339 penalmente responsable del delito de acto sexual
violento.
Bogotá D.C., octubre
veintiocho (28) de dos mil 2. PRECISAR que los restantes
nueve (2009). ordenamientos de la sentencia impugnada se
mantienen incólumes.
3. COMISIONAR a la Magistrada Ponente, en
los términos del artículo 164 de la Ley 906 de
2004, para que proceda a la exposición de este
fallo.
PROCESO N.° 32988 Artículo 54 de la Ley 906 de Definición de competencia Primero. ABSTENERSE de definir la
2004 competencia, por las razones expuestas en
MAGISTRADO PONENTE precedencia.
AUGUSTO J. IBÁÑEZ Segundo. REMITIR las diligencias al Juzgado
GUZMÁN Segundo Penal del Circuito de Armenia, para lo
Aprobado: Acta No.349 de su cargo.
Bogotá. D.C., (09) nueve de
noviembre de dos mil nueve
(2009)
PROCESO N° 32846 Ley 906 de 2004, delito de Conforme lo señala el artículo 40, inciso 10, INADMITIR la demanda de casación presentada a
ejecución permanente. de la Ley 600 de 2000, contra la sentencia nombre del procesado ÉDGAR JAVIER NAVIA
Dr. SIGIFREDO ESPINOSA anticipada merced a la aceptación de cargos ESTRADA, por las razones anotadas en la
PÉREZ por parte del procesado, proceden los motivación de este proveído.
Aprobado Acta No. 374. recursos de ley, posibilidad delimitada para
éste y su defensor a la impugnación de la
Bogotá, D.C., tres de diciembre
dosificación de la pena, de los mecanismos
de dos mil nueve
sustitutivos de la pena privativa de la libertad
y la extinción de dominio sobre los bienes

PROCESO No 31614 Artículo 438 de la ley 906 de Las entrevistas pueden introducirse por vía 1. No casar el fallo impugnado, en cuanto a los
Magistrado Ponente: 2004. indirecta cuando se desconoce el lugar de cargos propuestos en la demanda de casación
SIGIFREDO ESPINOSA ubicación de los testigos o se desaparecen presentada por el defensor del procesado
PÉREZ por amenazas de muerte. LEONARDO ALEXÁNDER SÁNCHEZ
GUTIÉRREZ.
Aprobado Acta No. 223. Con el objeto de facilitar la comprensión del
asunto y darle un orden lógico al discurso, 2. CASAR de oficio y parcialmente la sentencia
Bogotá, D.C., veintidós de julio
en la contestación de la censuras la Sala de segunda instancia proferida por el Tribunal
de dos mil nueve.
aplicará la siguiente metodología: i) Partirá Superior de Villavicencio (Meta) el 4 de diciembre
refiriéndose al cargo principal, concerniente de 2008, confirmatoria de la emitida por el
al descubrimiento probatorio; ii) A Juzgado Segundo Penal del Circuito
continuación, se pronunciará sobre la Especializado de la misma ciudad, el 21 de mayo
validez de la diligencia de reconocimiento en del mismo año, en el sentido de fijar en 650
fila de personas, la cual es directamente meses de prisión la pena principal que deben
cuestionada en los reproches tercero, cuarto purgar los acusados JUAN DE JESÚS RUIZ
y sexto, y mencionada en las restantes VERA y LEONARDO ALEXÁNDER SÁNCHEZ
censuras; y, iii) Determinará si, en efecto, la GUTIÉRREZ, condenados como coautores del
sentencia condenatoria se fundamentó concurso de delitos de homicidio agravado,
exclusivamente en pruebas de referencia, tal secuestro simple agravado, hurto calificado
como se plantea en el cargo segundo, agravado y porte ilegal de armas de fuego de
abordando, de paso, el error de hecho defensa personal.
expuesto en el cargo quinto.
PROCESO No 31073 Articulo 344 y siguientes de la Son dos los cargos que por el sendero de la Primero. No casar la sentencia impugnada.
ley 906 de 2004. nulidad propone el impugnante: uno por
MAGISTRADO PONENTE Segundo. Contra esta decisión no cabe recurso
violación del debido proceso, y otro por alguno.
AUGUSTO J. IBÁÑEZ violación del derecho a la defensa.
GUZMÁN
APROBADO ACTA Nº 191
Bogotá, D.C., primero (1) de
julio de dos mil nueve (2009).

PROCESO No 31854 Artículo 20 de la Ley 906 de La favorabilidad no se aplica frente a Primero-. CASAR parcialmente la sentencia
MARIA DEL ROSARIO GONZÁLEZ 2004 situaciones consolidadas impugnada.
DE LEMOS Segundo-. DECLARAR prescritas las acciones
Arobado Acta No. 250. penal y civil derivadas del delito de falsedad
ideológica en documento público por el cual se
Bogotá D.C., doce (12) de
acusó al procesado JUAN MANUEL PUERTA
agosto de dos mil nueve
BOYE, según las razones expuestas en la
(2009).
motivación de la presente decisión.
Tercero-. ORDENAR, en consecuencia, la
cesación del procedimiento adelantado en contra
del mencionado ciudadano.
Cuarto-. DISPONER que por conducto del
juez de primera instancia se proceda a expedir las
comunicaciones correlativas a la determinación
de cesación de procedimiento aquí dispuesta.
Quinto.- DECLARAR que los restantes
ordenamientos de la sentencia impugnada se
mantienen incólumes.
Sexto.- COMPULSAR, con destino y para los
fines reseñados en la parte final de la presente
determinación, las copias allí mismo referidas.
PROCESO No 31475 Artículo 438 de la ley 906 de La formulación de la imputación se debe CASAR DE OFICIO Y PARCIALMENTE el fallo
2004. presentar con todos los factores que incidan emitido el 23 de octubre de 2008 por el Tribunal
M.P. JULIO ENRIQUE SOCHA sustancialmente el grado del injusto Superior de Distrito Judicial de Bogota, en el
SALAMANCA sentido de EXCLUIR de su parte motiva las
Aprobado acta #233 referencias fácticas al acto de contenido lúbrico
cometido por el acusado ALBERTO RODRÍGUEZ
Andrés, Providencia y Santa
CAICEDO en la menor ofendida cuando ésta
Catalina, treinta y uno (31) de
tenía entre cuatro y cinco años de edad.
julio de dos mil nueve (2009)-

PROCESO No 32634 Ley 906 de 2004. Termino para imputar ABSTENERSE, de resolver la definición de
Magistrado Ponente: competencias suscitada en este caso.
ALFREDO GÓMEZ
QUINTERO
Aprobado Acta No. 318
Bogotá, D.C., primero (1) de
octubre de dos mil nueve (2009)

PROCESO No 32791 Artículo 2 de la ley 906 de Los términos procesales y el plazo 1. REVOCAR el auto de 23 de septiembre de
2004. razonable. 2009 proferido por el Magistrado del Tribunal
Magistrado: Superior de Medellín, mediante el cual se negó la
acción de hábeas corpus presentada a nombre de
YESID RAMÍREZ BASTIDAS
JUAN PABLO MARÍN GIRALDO, y, en su lugar,
Bogotá, D.C., martes, seis (6) CONCEDERLA para amparar el derecho de
de octubre de dos mil nueve libertad personal vulnerado a consecuencia de
(2009). una vía de hecho.
2. Como consecuencia de lo anterior, ORDENAR
la libertad inmediata de JUAN PABLO MARÍN
GIRALDO, procesado por el delito de extorsión
tentada.
3. COMPULSAR copias con destino a la
autoridad judicial y disciplinaria competente, para
que en ejercicio de sus atribuciones determinen la
responsabilidad en que pudieron haber incurrido
los jueces que en forma ilegal mantuvieron
privado de la libertad al ciudadano JUAN PABLO
MARÍN GIRALDO.
4. ADVERTIR que contra el presente auto no
procede recurso alguno. Y,
5. DISPONER la devolución del expediente al
Tribunal de origen.

PROCESO No 28935 El artículo 251 de la ley 906 de Señalamiento en el juicio oral, identificación NO casar la sentencia de segunda instancia de
Magistrado Ponente 2004. del acusado. fecha 30 de agosto de 2007, dictada por el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín,
Dr. JOSÉ LEONIDAS BUSTOS
de conformidad con las razones expuestas en la
MARTÍNEZ
parte motiva de esta decisión.
Aprobado acta número 191
Bogotá, D.C., primero de julio
de dos mil nueve.

PROCESO N.° 32809 El artículo 56 de la ley 906 de Impedimento por haber resuelto solicitud de DECLARAR fundado el impedimento manifestado
2004. preclusión. por José del Carmen Rodríguez Cárdenas,
Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Superior
Magistrado Ponente de Bogotá, dispensándolo de conocer del trámite
de argumentación oral.
ALFREDO GÓMEZ
QUINTERO
Aprobado Acta No.355
Bogotá, D.C., doce noviembre
de dos mil nueve (2009)

PROCESO No 30935 Ley 906 de 2004. Definición de indicio y clasificación. INADMITIR la demanda de casación presentada
por el defensor del acusado ANDRÉS FELIPE
GÓMEZ SALAZAR, por las razones expuestas en
Magistrado Ponente: la motivación de este proveído.
DR. JOSÉ LEONIDAS
BUSTOS MARTÍNEZ
Aprobado acta No. 295
Bogotá, D. C., dieciséis de
septiembre de dos mil nueve.

PROCESO No 29221 Ley 906 de 2004. El indicio no posee existencia autónoma. 1.- Casar de manera parcial la sentencia
impugnada en el sentido de declarar responsable
YESID RAMÍREZ BASTIDAS a PAULA ANDREA CALLE PIEDRAHITA como
Aprobada Acta N°.277 cómplice de los delitos de secuestro extorsivo
agravado y hurto calificado y agravado.
Bogotá, D. C., septiembre dos
(2) de dos mil nueve (2009). 2.- Al redosificar se impone a PAULA ANDREA
CALLE PIEDRAHITA las penas de veinte (20) años
de prisión, multa de cinco mil (5.000) salarios
mínimos mensuales legales vigentes e
inhabilitación de derechos y funciones públicas
por diez (10) años.
3 Declarar que en todo lo demás rige el fallo
recurrido.
Contra esta providencia no procede ningún
recurso.

PROCESO No 32505 Articulo 235 y 237 de le ley 906 El control del juez de garantías se ejerce al 1) NO SELECCIONAR la demanda de
de 2004. vencimiento del término de interceptación. casación formulada por el defensor contractual
M.P. ALFREDO GOMEZ de FERNEY AGUILAR GÓMEZ, contra la
QUINTERO sentencia del 18 de mayo de 2009 proferida por el
APROBADO ACTA #349 Tribunal Superior de Bogotá.
BOGOTA, NOVIEMBRE 9 DE 2) Contra esta decisión procede el mecanismo de
2009. insistencia a la luz del inciso segundo del artículo
184 del Código de Procedimiento Penal

PROCESO No 32183 Articulo 345 de la ley 906 de No puede ser objeto de descubrimiento el Confirmar el auto de 19 de junio de 2009
2004. plan metodológico. mediante el cual el Tribunal Superior de Ibagué
Magistrado Ponente: rechazó la solicitud de práctica de elementos
materiales probatorios elevada por el
YESID RAMÍREZ BASTIDAS representante de la víctima.
Aprobado Acta N° 358
Bogotá, D. C., noviembre
diecisiete (17) de dos mil nueve
(2009).

PROCESO NO 31780 Artículo 332 de la ley 906 de Competencia del juez de conocimiento para 1º. CONFIRMAR la decisión impugnada.
2004. decidir acerca de causales de preclusión
Magistrado Ponente 2º. ADVERTIR a las partes que contra esta
diferentes a las propuestas por la fiscalía. decisión no procede recurso alguno.
JULIO ENRIQUE SOCHA
SALAMANCA
Aprobado Acta No.217
Bogotá, D.C., quince (15) de
julio de dos mil nueve (2009).

PROCESO No 31330 Artículo 176 de la ley 906 de Principio de doble instancia. 1. ABSTENERSE de tramitar y decidir el recurso
2004. de apelación presentado por la Fiscalía Primera
Magistrado Ponente: Especializada de Arauca.
JAVIER ZAPATA ORTIZ
Aprobado Acta No. 233
Archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina,
treinta y uno (31) de julio de
dos mil nueve (2009)

PROCESO No 32193 Articulo 23, 455, 232 y 360 de Exclusión de la prueba ilícita. 1.- Inadmitir la demanda de casación presentada
la ley 906 de 2004. por el defensor de JHOANY BETANCUR RIVERA. Y,
YESID RAMÍREZ BASTIDAS
2.- Advertir que de conformidad con lo dispuesto
Aprobado Acta N° 331 en el artículo 184 de la ley 906 de 2004, es viable
Bogotá, D. C., octubre veintiuno la interposición del mecanismo de insistencia en
(21) de dos mil nueve. los términos precisados atrás por la Sala.

PROCESO No31795 Artículos 405 a 423 de la lay La prueba pericial debe ser considerada 1°. CASAR parcialmente la sentencia demandada
906 de 2004. racionalmente por el juez. para condenar al procesado OSCAR GERMÁN
Magistrados Ponentes: GUTIÉRREZ LEÓN como autor responsable del
concurso de delitos de tortura, acto sexual
YESID RAMÍREZ BASTIDAS y violento e incesto (Código Penal, artículos 178,
206, 211-4 y 237).
JULIO ENRIQUE SOCHA
SALAMANCA 2°. IMPONER a OSCAR GERMÁN GUTIÉRREZ LEÓN
en su calidad de autor responsable de los delitos
Aprobado Acta N° 295
de tortura, acto sexual violento e incesto, las
Bogotá, miércoles, dieciséis penas de ciento ochenta (180) meses de prisión e
(16) de septiembre de dos mil inhabilitación para el ejercicio de derechos y
nueve (2009). funciones públicas por el mismo lapso. En lo
demás la sentencia se mantiene incólume.
3°. ADVERTIR que contra esta decisión no
procede recurso alguno.
4°. COMISIONAR AL MAGISTRADO PONENTE,
en los términos del artículo 164 de la Ley 906 de
2004, para que proceda a la exposición del
presente fallo.
PROCESO N.° 32405 Ley 906 de 2004. La actividad probatoria no incumbe solo a la Primero. INADMITIR la demanda de casación
fiscalía. presentada por el defensor de Carlos Alfonso
MAGISTRADO PONENTE Varón Millán.
AUGUSTO J. IBÁÑEZ Segundo. Conforme al inciso 2º del artículo 184
GUZMÁN del Código de Procedimiento Penal de 2004, y
APROBADO ACTA No.353 bajo los términos expuestos en la parte
considerativa de esta providencia, procede la
Bogotá, D.C., once (11) de
insistencia.
noviembre de dos mil nueve
(2009).
PROCESO No 32342 Ley 1028 de 2006. Competencia de los jueces penales del 1°. DIRIMIR el conflicto de competencias
circuito especializados por el delito de planteado, asignando el conocimiento de este
Magistrado Ponente: receptación de hidrocarburos. proceso al Juzgado Primero Penal del Circuito
YESID RAMÍREZ BASTIDAS Especializado de Bucaramanga, a donde se
dispone remitir la actuación.
Aprobada Acta N° 250
2°. COMUNICAR lo aquí decidido al Juzgado
Bogotá, D. C., miércoles, doce
Segundo Penal del Circuito de Bucaramanga,
(12) de agosto de dos mil
mediante remisión de copia de la presente
nueve (2009).
decisión.
3°. COMPULSAR las copias anunciadas en la
motivación de la presente decisión.
4°. ADVERTIR que contra esta providencia no
proceden recursos.
PROCESO No 32518 Artículo 176 y177 de la ley 906 El recurso de apelación procede también Inadmitir la demanda de casación presentada en
de 2004. contra sentencias absolutorias. defensa del procesado SAMUEL LADINO TREJOS.
YESID RAMÍREZ BASTIDAS
Aprobada Acta N° 331.
Bogotá, D. C., octubre
veintiuno (21) de dos mil nueve
(2009).

PROCESO No 30800 Articulo 102 y siguientes de la En el incidente de reparación integral el juez 1. Casar parcialmente la sentencia impugnada
Magistrado Ponente: ley 906 de 2004. debe abrir el incidente con citación de la para excluir la rebaja de pena por reparación
victima para establecer el monto de los integral aplicada por el tribunal en esa instancia.
Dr. JOSE LEONIDAS BUSTOS
perjuicios, a solicitud del procesado, cuando
MARTINEZ
no se han podido determinar por el
Bogotá, D. C., primero de julio comportamiento de aquélla.
de dos mil nueve

PROCESO No 32452 Artículo 85 de la ley 906 de Intervención del tercero de buena fe. 1. Casar parcialmente la sentencia impugnada.
MAGISTRADO PONENTE 2004.+ 2. Declarar la nulidad parcial de las sentencias
del 26 de marzo del 2008 y del 11 de mayo de
ALFREDO GÓMEZ
2009, proferidas, en su orden, por el Juzgado
QUINTERO
11 Penal del Circuito y el Tribunal Superior de
Aprobado: Acta No. 339 Bogotá, exclusivamente en cuanto ordenaron
Bogotá, D. C., veintiocho (28) el comiso del vehículo de placas OIE-218.
de octubre de dos mil nueve
(2009).

PROCESO No 31950 Articulo 194 de la ley 1098 de Introducción al juicio del testimonio de No casar el fallo impugnado.
2006 y artículo 357 de la ley menores.
906 de 2004.
Magistrado Ponente:
Dr. SIGIFREDO ESPINOSA
PÉREZ
Aprobado Acta No. 260.
Bogotá, D.C., diecinueve de
agosto de dos mil nueve.

PROCESO No 32243 Artículo11 de la ley 906 de Derechos de las víctimas en el proceso 1. INADMITIR la demanda de casación presentada
Magistrado ponente: 2004. penal. por el apoderado de la víctima. Y,
YESID RAMÍREZ BASTIDAS 2. ADVERTIR que de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 184 de la ley 906 de 2004,
Aprobado Acta N° 353.
es viable la interposición del mecanismo de
Bogotá, D. C., noviembre once insistencia en los términos precisados atrás por
(11) de dos mil nueve (2009). la Sala.
PROCESO No 32564 ARTICULO 11 LEY 906 DE Legitimación para impugnar la concesión de NO ADMITIR la demanda de casación
2004. prisión domiciliaria. interpuesta por el apoderado del BANCO DE
M.P. JULIO ENRIQUE SOCHA BOGOTÁ, en calidad de víctima, por las razones
SALAMANCA anotadas en la anterior motivación
Aprobado Acta No.353
Bogotá D.C., once (11) de
noviembre de dos mil nueve
(2009)

PROCESO No 31927 Artículo 11 de la ley 906 de Quien tiene la calidad de víctima PRIMERO: CONFIRMAR el auto de 18 de mayo
Magistrado Ponente: 2004. de 2009 mediante el cual el Tribunal Superior de
San Gil dispuso la preclusión de la indagación a
YESID RAMÍREZ BASTIDAS
favor del DOCTOR NELSON MANTILLA CADENA, Juez
Aprobado Acta N° 311 Promiscuo del Circuito de Charalá, por las
Bogotá, D. C., septiembre conductas punibles de prevaricato por acción y
veintinueve (29) de dos mil abuso de autoridad por omisión de denuncia
nueve (2009). SEGUNDO: ABSTENERSE de compulsar las
copias solicitadas por la fiscalía y el defensor
contra los Doctores NELSON MANTILLA CADENA y
CARLOS HUMBERTO BRAVO TORRES.
TERCERO: ADVERTIR que contra esta decisión
no procede ningún recurso.
JURISPRUDENCIA AÑO 2010
SENTENCIA NORMAS PROBLEMA JURIDICO DECISIÓN
DEMANDADAS

PROCESO Artículos 57, 60 y 341 de La causal de recusación RESUELVE:


la ley 906 de 2004. propuesta por el defensor del
N° 33275 1. DECLARAR INFUNDADA la recusación interpuesta por el defensor del
procesado ESNEIDER MAYORGA procesado ESNEIDER MAYORGA CORRALES contra las doctoras LUZ MARINA
Magistrado ponente: CORRALES contra las doctoras RAMÍREZ GUÍO Y TERESA DE JESÚS SABOGAL, Magistradas de la Sala Única del
YESID RAMÍREZ LUZ MARINA RAMÍREZ GUÍO Y Tribunal Superior de Florencia, para conocer del recurso de apelación interpuesto
BASTIDAS TERESA DE JESÚS SABOGAL está por la Fiscalía, contra el auto del 14 de septiembre de 2009 proferido por el
prevista en el artículo 56 numeral
Aprobado acta No. 01. Juzgado Promiscuo del Circuito de Conocimiento de Belén de los Andaquíes.
4° del Código de Procedimiento
Bogotá, D.C., enero Penal, en los siguientes términos: 2. ADVERTIR que contra la presente providencia no proceden recursos.
trece (13) de dos mil Que el funcionario judicial haya
diez (2010). sido apoderado o defensor de
alguna de las partes, o sea o
haya sido contraparte de
cualquiera de ellos, o haya dado
consejo o manifestado su
opinión sobre el asunto materia
del proceso. (Se subraya)
Bajo el contexto normativo y
jurisprudencial antes expuesto,
encuentra la Sala que la
recusación propuesta por el
defensor del procesado
MAYORGA CORRALES está
sustentada en el hecho de haber
las doctoras LUZ MARINA
RAMÍREZ GUÍO Y TERESA DE
JESÚS SABOGAL derrotado el
proyecto presentado por la
Magistrado Ponente doctora
DIELA H.L.M. ORTEGA CASTRO
que ha de resolver el recurso de
apelación interpuesto por la
Fiscalía contra la decisión del 14
de septiembre de 2009 por
medio de la cual el Juzgado
Promiscuo del Circuito con
funciones de Conocimiento de
Belén de los Andaquíes excluyó
algunas pruebas presentadas
por el ente acusador en el curso
de la audiencia preparatoria.
PROCESO N° Artículo 2 de la ley 906 HÁBEAS CORPUS CONFIRMAR la decisión impugnada, por las razones expuestas en la parte
33324 de 2004. motiva.
Libertad provisional: Término
Magistrada: para dar inicio a la audiencia de
juicio oral, celebración de la
MARÍA DEL ROSARIO audiencia.
GONZÁLEZ DE LEMOS
Bogotá D.C., enero
dieciocho (18) de dos
mil diez (2010).
PROCESO Artículos 478, 314 CPP Recurso de apelación: De las DECISIÓN: PRIMERO- Declarar que el competente para conocer del recurso de
RADICADO N° y 38 CP decisiones del juez de ejecución apelación interpuesto por LEÓN DARIO TABARES OSORIO es el Juzgado
de penas sobre mecanismos Primero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Apartadó por las
33344
sustitutivos de la pena privativa razones antes consignadas. Por lo tanto, envíesele el expediente.
de la libertad conoce el juez de
Magistrado Ponente: SEGUNDO.- Comuníquese lo aquí decidido al condenado.
primera instancia.
ALFREDO GÓMEZ
QUINTERO

Aprobado Acta No.


5 Bogotá D.C.,
diecinueve (19) de
enero de dos mil diez
(2010)
PROCESO N° Artículo 180 y siguientes ”La competencia para el  DECISIÓN: No Casar el fallo impugnado.
31727 CPP cumplimiento de la función TEMA: Primer cargo
instructora no está condicionada
Magistrado Ponente: por el factor territorial (los Haberse proferido la sentencia dentro de un proceso viciado de nulidad
ALFREDO GÓMEZ Fiscales Delegados tienen configura el primer reparo que como principal aduce el defensor de Samuel
QUINTERO competencia para actuar en todo Morales Flórez.
Aprobado Acta No. 4 el territorio nacional, Funda el reproche el actor en la afirmada incompetencia de los funcionarios que
indistintamente de su sede, adelantaron la indagación preliminar y la investigación formal, resaltando que si
Bogotá, D.C., según lo establecido en el
dieciocho (18) de bien los Fiscales tienen competencia territorial en toda la nación, la competencia
artículo 119 del Código de funcional sí es restringida, de manera que los Fiscales Especializados tienen
enero de dos mil diez Procedimiento Penal),  y que por
(2010) competencia para conocer de delitos que son resorte de los Jueces
ello, en la fase de la instrucción, Especializados.
no procede la declaración de
nulidades por dicho motivo Siendo ello así, advierte que los Fiscales Especializados de la Estructura de
(artículo 304.1 ejusdem). De Apoyo -EDA-, sólo podían instruir procesos relacionados con los ataques al
suerte que cualquier Oleoducto Caño Limón Coveñas, por lo que mediante orden administrativa para
controversia que pueda llegar a ello emitida no podían conocer del delito de rebelión acá juzgado, pues la
presentarse en el presente caso facultad de delegar a subordinados estaba referida a Fiscales pero no a
en punto a la ineficacia de la Unidades, conforme se hizo en este asunto mediante resolución No 1296 del 8
actuación procesal por razón del de septiembre de 2003, en que se atribuyó a la “Unidad Nacional de Fiscalías
aludido factor, resulta totalmente contra el Terrorismo”, esto en contravía de lo dispuesto por el Decreto 261 de
insubstancial” (En idéntico 2000, pues no se hizo por el Fiscal General de la Nación, sino por un Director
sentido son los proveídos Nacional de Fiscalías.
22412/07, 31635/09, entre De ahí que, en su criterio, resulte contrario a la sentencia C-873/03 que una
muchos más), concepto autoridad distinta al titular de la acción penal desplacen al instructor
profusamente reiterado y que competente, todo lo cual comporta en la investigación seguida en contra el
por demás sirvió de base y imputado quebranto de sus derechos fundamentales que afecta no sólo
fundamento tanto al Juez normatividad interna sino de orden supranacional.
Promiscuo del Circuito de
Saravena, como al Tribunal Segundo cargo
Superior de Arauca en esta También con respaldo en la causal tercera acusa en este caso violación al
actuación para rechazar las debido proceso y derecho de defensa.
pretensiones invalidatorias de lo
Señala no haberse incorporado durante la causa un elemento de prueba que
actuado sustentadas en el
asume era fundamental en favor de los intereses de su asistido, pues la
mismo motivo que hoy se aduce
denuncia fue una retaliación en contra de éste por ser defensor de los Derechos
en sede de casación y al propio Humanos.
juez de primer grado para Se solicitó el traslado de las ampliaciones de los testimonios de Temístocles
también denegar dicha petición Rojas Hernández y Jorge Rojas Torres, pues se ha alegado que las mismas
en la sentencia. fueron objeto de manipulación por parte de la Fiscalía, sin ser aportadas.  El 18
de enero de 2007, entonces, se hizo nuevo pedimento en este sentido, siendo
denegado bajo el estimativo que el proceso se encontraba con sentencia de
condena, incurriéndose así en “falso juicio de existencia”, como efecto de
desestimar los cuestionamientos hechos por los impugnantes en relación con la
credibilidad que podían merecer aquéllos.
Solicita, así, se case el fallo, con miras a que se alleguen las declaraciones
mencionadas.
Tercer cargo
Acusa de nuevo quebranto del derecho de defensa considerando que el
Tribunal no respondió la totalidad de argumentos contenidos en la apelación y
ni siquiera a los más relevantes.
Así, no fueron absueltos los cuestionamientos referidos a la construcción
indiciaria, la prueba de policía judicial y la credibilidad concedida a los testigos
Edgar Hernando Corzo Jaimes, Lucila Meneses Avendaño, Orlando Jiménez,
Reinaldo Alarcón, Elkin Palomino, Aldemar Rodríguez y Carlos Arturo
Hernández, siendo únicas pruebas de cargo lo depuesto por Temístocles Rojas
Hernández, Jorge Rojas Torres, Adriana Lozano Argote y Edgar Hernando
Corzo Jaimes, sin considerar que, como lo aduce reiteradamente, el proceso de
fundó en pruebas recogidas en forma desleal por la Fiscalía y el Ejército.
Insiste, pues, en que la sentencia no cobijó la totalidad de alegatos pese a
señalar el artículo 170 de la Ley 600 de 2000 la obligación de incluir dichos
argumentos y sus necesarias respuestas.
Cuarto cargo
Esta censura acusa error en la apreciación de pruebas derivado de falso juicio
de existencia, pues desde el margen del libelista la sentencia no valoró que los
militares y Fiscales pertenecientes a la EDA –Estructura de Apoyo-, falsearon y
adulteraron los actos administrativos y proveídos judiciales, así como la fecha
en que los testigos de cargo acudieron presuntamente a deponer, pese a que,
asegura, llevaban más de un semestre viviendo en las instalaciones militares.
En este sentido señala que previamente a decidirse sobre la apertura
instructiva, no se ponderaron documentos que daban cuenta de tal hecho  (fls.
190 a 216 c.23), tales como los oficios que pretendieron mostrar que fue
irregular todo el procedimiento de entrega de Temístocles Rojas Hernández y
su declaración rendida ante el Juez 41 Penal del Circuito de esta capital en
donde sostuvo que su entrega -y la de su hijo-, se produjo el primero de enero
de 2003 en la ciudad de Cúcuta.
Censura el hecho de que el testigo hubiera depuesto con anterioridad a la
afirmada desmovilización, así como que Jorge Rojas Torres declarara en tres
fechas diversas -26, 28 y 30 de junio de 2003-, lo que califica de falto de
transparencia.
En todo caso, recuerda que Samuel Morales Flórez intervino en el Comité
Intersectorial por violación a los Derechos Humanos en Arauca, en el que
tomaban parte diversas entidades del Estado tales como la Procuraduría y la
Defensoría, pues había sido estructurado por los Decretos 2391/98 y 1427/00,
cuyo contenido también fue omitido por los juzgadores.
Igualmente desconoció el sentenciador la existencia de la declaración de un
miembro de la CUT, así como los testimonios de Amanda del Socorro Rincón y
Carlos Arturo Rodríguez, que dan cuenta de su actividad sindical y del dirigente
Uwa Evaristo Tegria, sobre su actividad social y no en favor de la guerrilla.
Quinto cargo
Acusa en esta censura falso raciocinio por falta del reconocimiento de la duda
que ha debido favorecer al procesado, de no haberse apreciado las pruebas en
contravía de las máximas de la experiencia y la lógica.
En criterio del demandante, si los juzgadores se hubieran fundado en las reglas
de la experiencia no era dable afirmar que las pruebas en contra del actor
fueran creíbles, máxime cuando aquellas que podían favorecerlo fueron
desechadas al calificarse de imprecisas. Expresa en este orden su
inconformidad por el mérito que para los falladores mereció lo declarado por
Adriana Lozano Argote, en tanto sostuvo que el imputado trajo desde el Perú un
camión con armas simulando transportar plátano y yuca, lo que por demás
encuentra inverosímil, como también su relato en orden a su pertenencia al
ELN, pues tal exposición en orden a las reuniones de la guerrilla no comprende
a los testigos Rojas. Discrepa igualmente con la afirmación según la cual se
descartó que el incriminado no fuese miembro del Comité Regional de
Derechos Humanos.
En relación con lo afirmado por Aldemar Rodríguez, de quien se sostiene
trátase de un viejo informante del Ejército, destaca el hecho de no referirse a las
supuestas organizaciones CMM y CDM, como tampoco alude a la realización
de trabajo social o político de su parte a través del ELN o de la estructura
descrita por Jorge Rojas.
Al ocuparse de lo depuesto por Carlos Arturo Hernández, exalta su versión en
cuanto desmiente que organizaciones sociales en Arauca hubiesen funcionado
de la manera como el testigo de cargo señalara. Además que el día en que se
produjo la captura de Morales Flórez fueron ejecutados algunos dirigentes de
Arauca e ignorar por completo la existencia de las pretendidas organizaciones
CMM y CDM, igual sentido en que depusieron Orlando Jiménez y Lucila
Meneses, ex miembros de esa guerrilla.
También expresa su inconformidad con la sentencia, pues no tomó en
consideración que Daniel Caballero Rozo, contrario a lo sostenido por Jorge
Rojas, se refirió al Comité Municipal de Masas de Saravena y al hecho de estar
conformado por los presidentes de gremios y no tres delegados de cada una de
dichas instituciones como aquél sostuvo.
Para el demandante el sistema de apreciación y valoración de las pruebas que
nos rige exige la necesidad de ponderar la credibilidad del medio, para lo cual
emerge forzoso examinar la “constancia y coherencia” que guardan los testigos
en relación con otras pruebas. En criterio del casacionista, todo cuanto en
contra de su representado obra y se le atribuye es la existencia de un nexo
entre organizaciones sociales a las que pertenecía y la guerrilla, sin que haya
prueba de ello, pues lo sostenido en este sentido por los Rojas fue a su turno
negado por otros medios de acuerdo con los cuales es notable la diferencia
entre la denominada CMM y la Asamblea Asojer, resultando de esta manera
descartable que aquél hubiera asistido a la reunión de Puente Tabla en el año
2001, conforme se dijo, siendo múltiples los aspectos en que el testigo fue
incongruente frente a lo atestado por Lucila Meneses.
En general, referido a las pruebas aportadas asegura que un análisis y
valoración integral, imparcial y correcta, habría propiciado que se mantuviera el
principio de inocencia de Morales Flórez, con lo cual se vulneró el artículo 7 del
C.P., de acuerdo con el cual toda duda debe ser resuelta en favor del
procesado, razón suficiente para peticionar se case el fallo y se le absuelva de
todo cargo.
Demanda a nombre de María Raquel Castro Pérez, Luz Ángela Camargo
Moreno y Luis Alberto Páez Durán.
Un reproche es postulado por el procurador judicial de los sentenciados María
Raquel Castro Pérez, Luz Ángela Camargo Moreno y Luis Alberto Páez Durán,
con fundamento en la causal tercera de casación, con el argumento de que la
sentencia se emitió en un proceso viciado de nulidad por vulneración del
derecho de defensa.
En efecto, hace notar cómo el juez de primer grado citó a los testigos Adriana
Lozano Argote, Edgar Hernando Corzo Jaimes, Jorge Rojas Torres y
Temístocles Rojas Hernández, sin que hubieran acudido a la audiencia para
contra interrogarlos, no obstante que su primera versión se produjo sin la
presencia de defensor ni Ministerio Público y con desmedro de lo dispuesto por
el artículo 401 de la Ley 600 de 2000.
Además, recuerda cómo la descripción que Orlando Jiménez hiciera de Raquel
Castro no coincide en modo alguno con los rasgos de aquélla consignados en
la audiencia pública, ocurriendo lo propio con las señales físicas de Ángela
Camargo Moreno y Luis Alberto Páez, pese a hacerse acreedores a beneficios
por delaciones, sin que la defensa se ocupara de este aspecto de importancia
para los procesados.
Por lo demás, como las diligencias de remitieron a Bogotá, el señor Jiménez sí
habría tenido oportunidad de interrogar y controvertir en desarrollo de la
audiencia pública, pero la Juez de esta capital no puso a disposición de la
defensa todo cuanto en desarrollo de dicho acto se reseñó.
PROCESO Artículos 478, 314 CPP Recurso de apelación: De las DECISION:
RADICADO N° y 38 CP. decisiones del juez de ejecución
de penas sobre mecanismos 1. 1. DECLARAR que la competencia para conocer de este asunto
33146 corresponde al Juzgado Tercero Penal del Circuito de Cúcuta, despacho al que
sustitutivos de la pena privativa
se remitirán las diligencias.
Magistrado Ponente: de la libertad conoce el juez de
JAVIER ZAPATA primera instancia. 2. 2. Por Secretaría de la Sala, envíese copia de esta decisión al Juzgado
ORTIZ Primero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Cúcuta para su
conocimiento.
20 de enero de 2010
PROCESO Artículos 515, 516 y 517 SISTEMA PENAL DECISIÓN:
RADICADO N° del C. de P.P ACUSATORIO- Exequátur:
Aspectos que se revisan/ 1.  INCORPORAR como parte de la jurisdicción colombiana, la sentencia de
3123 segunda instancia del 15 de noviembre de 2001, proferida por el Segundo
RELACIONES
Magistrado Ponente: INTERNACIONALES-Dirección Tribunal Unitario del Vigésimo Primer Circuito del Estado de Guerrero, con
por el Presidente de la número de Toca Penal de Apelación número 334-2001   (Anexo prueba 2, folios
ALFREDO GOMEZ 49 – 235), mediante la cual confirmó el fallo de primera instancia proferido por el
QUINTERO República.
Juez Tercero de Distrito en el Estado de Guerrero dentro del proceso penal
Aprobado Acta No. 7 número 33 / 2000, el 18 de septiembre de 2001 en contra de ANDERSON
BRYAN LEVER (a. Mono), como autor responsable de un delito contra la salud
Bogotá D.C., veinte pública (tráfico de estupefacientes).
(20) de enero de dos
mil diez (2010) 2. DISPONER la captura inmediata de ANDERSON BRYAN LEVER identificado
con la cédula de ciudadanía número 18 004 494 de San Andrés (Isla), para el
cumplimiento en Colombia de la pena pendiente por ejecutar en México: prisión
once (11) años, un (1) mes y cuatro (4) días).
3.  REMITIR la actuación al Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad ® que corresponda, para lo de su cargo.
4.  COMUNICAR esta determinación al Señor Ministro de Relaciones
Exteriores, al Ministerio Público y al señor Fiscal General de la Nación para lo
de sus competencias.
5.  La Secretaría de la Sala ENVIARÁ las copias del fallo a las entidades
relacionadas en los artículos 462 y 463 de la ley 906 de 2004, y DEVOLVERÁ la
documentación referida en el num. 4, a la Embajada de México para satisfacer
la solicitud del Sub Secretario de Readaptación Social Lic. Ángel García García,
según oficio SRS/266/2009, y la nota diplomática Col-03514/2.
PROCESO Artículo 454-3 de la Ley Principio de inmediación/ DECISIÓN:
RADICADO N° 906 de 2004 SISTEMA PENAL
ACUSATORIO-Principio de PRIMERO. NO CASAR el fallo impugnado, en los términos solicitados por el
32196 recurrente.
concentración/ SISTEMA
MAGISTRADO PENAL ACUSATORIO-Juez: SEGUNDO. Contra esta decisión no procede recurso alguno.
PONENTE Cambio en el curso del juicio/
AUGUSTO J. IBÁÑEZ SISTEMA PENAL
GUZMÁN ACUSATORIO-Audiencias:
Registro.
Aprobado: Acta No. 7
Bogotá. D.C., veinte
(20) de enero de dos
mil diez (2010).
PROCESO Articulo 182, 457, 454 - JUEZ NATURAL-Noción/ DECISION:
RADICADO N° inciso 3-, 6, 8 -literal K-, SISTEMA PENAL Primero. No casar la sentencia impugnada por el cargo expuesto en la
10, 16, 17, 19 y 26 de la ACUSATORIO-Juez natural/
32556 demanda.
Ley 906 de 2004. SISTEMA PENAL
Magistrado ponente ACUSATORIO-Principio de Segundo. Casar oficiosa y parcialmente la sentencia proferida por el Tribunal
AUGUSTO J. IBÁÑEZ inmediación/ SISTEMA PENAL Superior de Bogotá el 19 de mayo de 2009, para fijar en veinte (20) años la
GUZMÁN ACUSATORIO-Principio de pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
concentración/ SISTEMA públicas. En lo demás, se mantiene incólume.
Aprobado acta Nº 7
PENAL ACUSATORIO-Juez: Tercero. Contra esta decisión no cabe recurso alguno
Bogotá, D. C., veinte Cambio en el curso del juicio/
(20) de enero de dos SISTEMA PENAL
mil diez (2010). ACUSATORIO-Anuncio del
sentido del fallo: Cambio de
juez/ INHABILITACIÓN PARA
EL EJERCICIO DE DERECHOS
Y FUNCIONES PUBLICAS-
Máximo Ley 599.
PROCESO 314 DE LA LEY 906 DE PERMISO EXCEPCIONAL- DECISIÓN: DENEGAR la declaratoria de nulidad solicitada, con fundamento en
RADICADO N° 2004 Y 38 CP. Delitos de competencia de los los razonamientos expuestos en la motivación de esta providencia.
Jueces Penales del Circuito
23802
Especializado.
Aprobado acta No.
014.
Magistrado ponente
DRA.  MARÍA DEL
ROSARIO GONZÁLEZ
DE LEMOS
Bogotá, D. C.,
veintiséis (26) de
enero de dos mil diez
(2010).
PROCESO Artículo 180 y siguientes HOMICIDIO AGRAVADO-En DECISIÓN:
RADICADO N° persona protegida PRIMERO. CASAR parcialmente el fallo impugnado, en el sentido de modificar
internacionalmente distinta de la denominación jurídica del delito contra la vida por el cual se sentenció a
29753
las contempladas en el Título II
MARIO JOSÉ FUENTES MONTAÑO, de homicidio agravado en persona
Magistrado ponente del Libro II del Código Penal/
internacional-mente protegida a homicidio en persona protegida -artículo 135
JOSÉ LEONIDAS
del Código Penal-
BUSTOS MARTÍNEZ
Aprobado acta No.16 Igualmente, para revocar la absolución proferida a favor de GEIBER JOSÉ
Bogotá, D.C., FUENTES MONTAÑO y, en su lugar, condenarlo como coautor del concurso de
veintisiete (27) de
homicidios en persona protegida, conforme las razones expuestas en la anterior
enero de dos mil diez
motivación.
(2010).
SEGUNDO. FIJAR la pena de los procesados MARIO JOSÉ y GEIBER JOSÉ
FUENTES MONTAÑO, por el concurso de delitos de homicidio en persona
protegida y concierto para delinquir agravado en cuarenta (40) años de prisión,
veinte (20) años de inhabilitación de derechos y funciones públicas y diez mil
(10.000) salarios mínimos legales mensuales de multa.

TERCERO. Por Secretaría se oficiará a la Fiscalía General de la Nación para


que, en el marco de su competencia asuma, si no lo ha hecho, la investigación
penal contra los cabecillas del grupo armado ilegal “Autodefensas Unidas de
Colombia” corresponsables de los homicidios de que tratan estas diligencias,
como de otros cometidos contra miembros de la etnia Kankuama en similares
circunstancias de tiempo, modo y lugar; y para que determine la situación de
Rodrigo Tovar Pupo, dentro del proceso que contra él se adelanta bajo la Ley
975 de 2005.
CUARTO. PRECISAR que los restantes ordenamientos de la sentencia se
mantienen incólumes.

PROCESO Artículos 212 y 132 PRESCRIPCIÓN-Lesiones DECISIÓN:


RADICADO N° C.P.P personales/ PRESCRIPCIÓN- 1°. DECLARAR prescrita y extinguida la acción penal derivada de las conductas
Rebelión/ PRESCRIPCIÓN-
32612 punibles de lesiones personales y rebelión atribuidas a CARLOS ARTURO
Cuando se presenta antes o con
Magistrado Ponente: posterioridad a la sentencia de RESTREPO SÁNCHEZ, FERNANDO SÁNCHEZ SÁNCHEZ y NICOLÁS RODRÍGUEZ
YESID RAMÍREZ segundo grado/
PRESCRIPCIÓN-De BAUTISTA.
BASTIDAS
presentarse la existencia de la
Aprobado Acta N° 031 causal objetiva, el funcionario 2°. ORDENAR, en consecuencia, la cesación del procedimiento adelantado
Bogotá, D. C., febrero judicial debe declararla/
contra los procesados mencionados respecto de los delitos de lesiones
tres (3) de dos mil diez CASACIÓN-Noción/
(2010). NOMOFILAXIS/ IUS personales y rebelión.
LITIGATORIS/ IUS
CONSTITUTIONIS/ DEMANDA 3°. INADMITIR la demanda de casación presentada por el defensor de CARLOS
DE CASACIÓN-Formulación de
los cargos/ NULIDAD-Técnica ARTURO RESTREPO SÁNCHEZ.
en casación/ NULIDAD-
Requisitos/ NULIDAD-Principios/ 4°. PRECISAR que por razón de los delitos de homicidio agravado, secuestro
PRESCRIPCIÓN-Técnica para extorsivo agravado y hurto calificado y agravado por los cuales fueron
alegarla en casación/ IN DUBIO
PRO REO-Técnica en casación/ condenados los acusados, tendrán las siguientes penas:
VIOLACION DIRECTA DE LA
LEY SUSTANCIAL- -Prisión de 298 meses de prisión.
Modalidades: Técnica en
casación/ HURTO DE USO-Se -Multa de 2.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes para la época de
configura/ PENA- los hechos.
REDOSIFICACIÓN en casación/
CONCURSO-Dosificación 5°. CASAR parcialmente y de oficio la sentencia impugnada, para condenar a los
punitiva: Redosificación de la
procesados CARLOS ARTURO RESTREPO SÁNCHEZ, FERNANDO SÁNCHEZ SÁNCHEZ
pena por eliminación de un
delito/ CONCURSO-Dosificación y NICOLÁS RODRÍGUEZ BAUTISTA a la pena accesoria de inhabilitación para el
punitiva: Redosificación en
casación/ INHABILITACIÓN ejercicio de derechos y funciones públicas por el término de 10 años.
PARA EL EJERCICIO DE
DERECHOS Y FUNCIONES 6°. DISPONER que por el Juzgado de primera instancia se realicen las
PUBLICAS-Máximo Código
anotaciones y cancelaciones pertinentes.
Penal 1980.
7°. COMPULSAR copias para que se investigue la mora judicial que ocasionó la
prescripción.

8°. ADVERTIR que procede el recurso de reposición respecto de la orden de


preclusión de la investigación. Respecto de las demás decisiones no se admiten
recursos.
PROCESO Artículo 182 CPP. FUERO-Congresista: DECISIÓN:
RADICADO N° Conservación de competencia
en caso de renuncia/ Primero. Negar la nulidad solicitada por el Ministerio Público
26584
CONCIERTO PARA
Acta número 31 Segundo. Condenar a Dixon Ferney Tapasco Triviño, de notas civiles y
DELINQUIR-Autoría, aporte de
cada miembro de acuerdo con personales conocidas, a las penas principales de noventa meses de prisión y
Bogotá, D.C, tres de sus condiciones, congresista/
multa de 6.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes e inhabilitación de
febrero de dos mil diez CONCIERTO PARA
DELINQUIR-Autoría, aporte de derechos y funciones públicas por el mismo lapso, como autor del delito de
cada miembro de acuerdo con
concierto para promover grupos armados al margen de la ley de que trata el
sus condicion/ COMPETENCIA-
Alcance de la interpretación artículo 340 inciso 2° de la Ley 599 de 2000.
jurisprudencial/ CONCIERTO
PARA DELINQUIR-Diferencias Tercero. Declarar que no hay lugar a condena por el pago de daños y perjuicios y
entre el simple y el agravado/
que no son procedentes la suspensión condicional de la ejecución de la pena ni la
CONCIERTO PARA
DELINQUIR- Agravado: Con prisión domiciliaria.
fines de paramilitarismo,
alianzas con políticos/ Cuarto. Háganse las comunicaciones de ley.
CONCIERTO PARA
DELINQUIR-Pactos electorales, Quinto: Expídanse las copias de que trata esta decisión.
Caldas/ CONCIERTO PARA
DELINQUIR-Dosificación
punitiva/ MULTA-Dosificación
punitiva/ LEY DE JUSTICIA Y
PAZ-Beneficios.

PROCESO Artículo 490 y siguientes SISTEMA PENAL DECISIÓN:


RADICADO N° C.P.P. ACUSATORIO-Extradición:
32568 Aplicación trámite Ley 906 2004/ CONCEPTÚA DESFAVORABLEMENTE a la extradición del ciudadano
SISTEMA PENAL
Magistrado Ponente: colombiano EDWAR COBOS TÉLLEZ, solicitada al Gobierno de Colombia por su
ACUSATORIO-Extradición:
Dr. JOSÉ LEONIDAS Concepto de la Corte Suprema/ homólogo de los Estados Unidos de América, por razón de los cargos contenidos
SISTEMA PENAL
BUSTOS MARTÍNEZ en la resolución de acusación No. S1-05 Cr. 967, dictada el 3 de marzo de 2009
ACUSATORIO-Extradición:
Aprobado acta No. 048 Procedencia/ SISTEMA PENAL por un Gran Jurado ante la Corte Distrital de los Estados Unidos de América para
Bogotá, D. C., ACUSATORIO-Extradición:
el Distrito Sur de Nueva York.
Hechos posteriores al 17 de
diecisiete de febrero de diciembre de 1997/ SISTEMA Por la Secretaría de la Sala, comuníquese esta determinación al requerido
dos mil diez. PENAL ACUSATORIO- señor EDWAR COBOS TÉLLEZ, a su defensor, al Ministerio Público y al Fiscal
Extradición: Hechos ocurridos en General de la Nación para lo de su cargo en relación con la persona detenida
totalidad o en parte en el preventivamente con fines de extradición.
exterior/ SISTEMA PENAL
ACUSATORIO-Extradición:
Validez formal de la
documentación/ SISTEMA
PENAL ACUSATORIO-
Extradición: Doble incriminación,
concierto para delinquir EEUU/
SISTEMA PENAL
ACUSATORIO-Extradición: Ley
de Justicia y Paz/ LEY DE
JUSTICIA Y PAZ-Extradición/
NARCOTRÁFICO-Menos grave
que los delitos de lesa
humanidad/ SISTEMA PENAL

ACUSATORIO-Extradición: Ley
de Justicia y Paz, investigación
de delitos de que trata por la
Justicia Colombiana/ LEY DE
JUSTICIA Y PAZ-Extradición:
Investigación de delitos de que
trata por la Justicia Colombiana.
PROCESO Artículo 32 de la ley Aunque es claro, y ya se dijo, INADMITIR la demanda de casación presentada en nombre de HERNÁN
1142 de 2007. que el cargo no tiene vocación AUGUSTO ORTIZ NIETO, en seguimiento de las motivaciones plasmadas en
N.° 33177 de admisión dada su absoluta el cuerpo del presente proveído.
Magistrado Ponente: falta de concreción y desarrollo De conformidad con lo dispuesto en el artículo 184 de la Ley 906 de 2004, es
respecto de la existencia de
Dr. SIGIFREDO facultad del demandante elevar petición de insistencia en relación con el punto.
algún tipo de violación trascen-
ESPINOSA PÉREZ dente, considera la Sala
Aprobado Acta No. 04. pertinente, con criterio
eminentemente pedagógico,
Bogotá, D.C.,
explicar a los funcio-narios
dieciocho de enero de
judiciales y el recurrente, que la
dos mil diez.
naturaleza y efectos de lo
consagrado en el artículo 32 de
la Ley 1142 de 2007, dista
mucho de corresponder al
entendimiento que ellos han
dado a la norma, pues, de
ninguna manera lo allí
establecido muta la condición
que siempre han tenido los
antecedentes penales o incide
directamente sobre las
exigencias consignadas en el
artículo 63 del C.P.
Antecedentes penales, como lo
estipula el artículo 248 de la
Carta Política, son “únicamente
las condenas proferidas en
sentencias judiciales en forma
definitiva”.
Y ese carácter de antecedentes,
de clara raigambre
constitucional, no se pierde
porque una norma legal
específicamente le otorgue
determinados efectos en aras de
restringir derechos.
Entonces, si el artículo 32 de la
Ley 1142 de 2007, estipula,
introduciendo el artículo 68 A en
la Ley 599 de 2000, que no se
concederá ningún tipo de
beneficio o subrogado penal,
excepto los derivados de la
colaboración eficaz, a quien
haya sido condenado por delito
doloso o preterintencional dentro
de los 5 años anteriores, de
ninguna forma está modificando
la esencia o sentido de lo que
debe entenderse por
antecedentes penales, sino
apenas fijando una nueva
condición impeditiva para
quienes registran esos
antecedentes dentro de los cinco
años anteriores a la comisión del
nuevo delito juzgado.
De esa manera, si la persona
registra condenas dentro de los
5 años anteriores, está claro que
de entrada se le deben negar
subrogados y beneficios, entre
ellos el de la suspensión
condicional de la ejecución de la
pena.
Pero, si los antecedentes son
anteriores a esos 5 años, no es
que dejen de considerarse tales,
sino que la evaluación acerca de
la concesión o no del subrogado
en examen, opera a través de lo
que dispone el artículo 63 de la
Ley 599 de 2000, en su numeral
2°, cuyos efectos son, si se
quiere, más flexibles, pues, ya
no es que el legislador
directamente impida el beneficio,
como ocurre con el artículo 32
de la Ley 1142 de 2007, sino
que el fallador debe sopesar ese
factor –antecedentes penales-,
con otros tantos como la
gravedad y modalidad de la
conducta punible, para
determinar razonadamente si la
persona amerita o no
tratamiento penitenciario.
De esta manera, el que los
delitos por los cuales se
condenó al procesado
anteriormente, ocurrieran en
1995 y 1998, no elimina su
condición de antecedentes
penales, ni mucho menos
habilita modificar su esencia
hacia los presuntos
antecedentes personales de que
hablan las instancias.
Es ese factor, fecha de
proferimiento de los
antecedentes, uno de los que
debe tener en cuenta el
funcionario para determinar si es
posible entender rehabilitada o
no a la persona, pero, se reitera,
en nada incide respecto de la
definición de antecedente penal
y la obligación de tomarlo en
cuenta para definir si se otorga o
no el subrogado a la persona.
De todos modos, debe
precisarse que habiendo
ocurrido los hechos materia de
investigación el 6 de junio de
2007, es claro que el artículo 32
de la Ley 1142 de 2007 no regía
para ese momento, puesto que
dicha ley comenzó su vigencia el
28 de los mismos mes y año.
Considerar lo contrario
conduciría a vulnerar el principio
de favorabilidad, tal como lo
estimó la Sala en decisión del 8
de julio de 2009 (radicado
31.063).
PROCESO ARTICULO 162 DE LA La verdad se concreta en la 1. CASAR la sentencia impugnada, en el sentido de revocar el fallo
LEY 906 DE 2004, correspondencia que debe absolutorio proferido a favor de WILDER ALEXANDER MEJÍA QUINTERO, por
N.° 32863 NÚMERAL 4. mediar entre la representación las razones expuestas en la anterior motivación.
Magistrada Ponente: subjetiva que el sujeto se forma 2. CONFIRMAR, en consecuencia, el fallo condenatorio de primera
MARÍA DEL ROSARIO y la realidad u objeto instancia.
GONZÁLEZ DE LEMOS aprehendido por aquél, que,
tratándose del proceso penal, 3. LIBRAR inmediatamente la correspondiente orden de captura.
Aprobado Acta No. apunta a una reconstrucción lo
031. más fidedigna posible de una
Bogotá D.C., febrero conducta humana con todas las
tres (3) de dos mil diez vicisitudes materiales,
(2010) personales, sociales, modales,
sicológicas, etc., que la hayan
rodeado, a partir de la cual el
juez realizará la pertinente
ponderación de su tratamiento
jurídico de conformidad con las
disposiciones legales, para ahí
sí, asignar la consecuencia
establecida en la ley, lo cual vale
tanto para condenar, como para
absolver o exonerar de
responsabilidad penal.
En procura de dicha verdad, la
Ley 906 de 2004 establece en
su artículo 7º:
“Presunción de inocencia e in
dubio pro reo. Toda persona se
presume inocente y debe ser
tratada como tal, mientras no
quede en firme decisión judicial
definitiva sobre su
responsabilidad penal”.
“En consecuencia,
corresponderá al órgano de
persecución penal la carga de la
prueba acerca de la
responsabilidad penal. La duda
que se presente se resolverá a
favor del procesado”.
“En ningún caso podrá invertirse
esta carga probatoria”.
“Para proferir sentencia
condenatoria deberá existir
convencimiento de la
responsabilidad penal del
acusado, más allá de toda duda”
(subrayas fuera de texto).
La convicción sobre la
responsabilidad del procesado
“más allá de toda duda”,
corresponde a un estadio del
conocimiento propio de la
certeza racional51 y, por tanto,
relativa, dado que la certeza
absoluta resulta imposible desde
la perspectiva de la gnoseología
en el ámbito de las humanidades
e inclusive en la relación sujeto
que aprehende y objeto
aprehendido.
Por tanto, únicamente cuando
no se arriba a dicha certeza
relativa de índole racional ante la
presencia de dudas sobre la
51
En este sentido sentencia C-609 del 13 de noviembre de 1999.
materialidad y existencia del
delito investigado o sobre la
responsabilidad del acusado,
siempre que, en todo caso,
dichas dudas tengan entidad y
suficiencia como para crear
incertidumbre sobre tales
aspectos que tienen que ser
debidamente acreditados con
medios de prueba reales y
posibles en cada caso concreto,
no con elementos de convicción
ideales o imposibles, ahí, en tal
momento, es posible acudir a la
aplicación del principio in dubio
pro reo, esto es, resolver la
vacilación probatoria en punto
de la demostración de la verdad,
a favor del procesado.
Así las cosas, no resulta
conforme con la teoría del
conocimiento exigir que la
demostración de la conducta
humana objeto de investigación
sea absoluta, pues ello siempre
será, como ya se dijo, un ideal
imposible de alcanzar, en cuanto
resulta frecuente que variados
aspectos del acontecer que
constituyó la génesis de un
proceso penal no resulten
cabalmente acreditados, caso en
el cual, si tales detalles son
nimios o intrascendentes frente
a la información probatoria
valorada en conjunto, se habrá
conseguido la certeza racional,
más allá de toda duda, requerida
para proferir fallo de condena.
Por el contrario, si aspectos
sustanciales sobre la
materialidad del delito o la
responsabilidad del acusado no
consiguen su demostración
directa o indirecta al valorar el
cuadro conjunto de pruebas, se
impone constitucional y
legalmente aplicar el referido
principio de resolución de la
duda a favor del incriminando, el
cual a la postre, también se
encuentra reconocido en la
normativa internacional como
pilar esencial del debido proceso
y de las garantías judiciales.
Una vez efectuadas las
anteriores precisiones
conceptuales, oportuno resulta
traer a colación los argumentos
con fundamento en los cuales el
Tribunal sustentó la sentencia de
absolución, aduciendo para ello
la imposibilidad de “concluir con
arreglo a la ley que el acusado
es culpable, más allá de toda
duda”:
PROCESO Artículo 54 de la ley 906 1. De conformidad con los 1. ABSTENERSE de definir la competencia para conocer de este asunto.
de 2004. artículos 32-4 y 54 de la Ley 906
N.° 33780 2. Remítase la actuación a la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo
del 2004, a la Sala de Casación Superior de la Judicatura, para lo de su cargo.
Magistrado Ponente: Penal de la Corte Suprema de
JULIO ENRIQUE Justicia le corresponde definir la 3. Informar al Juzgado Octavo Penal del Circuito de esta ciudad y a las partes
SOCHA SALAMANCA competencia para adelantar el intervinientes.
juzgamiento, cuando quiera que
Aprobado Acta No. 82 la postulación del juez implique
Bogotá D.C., diecisiete el traslado de la sede del juicio a
(17) de marzo de dos un distrito judicial diferente al
mil diez (2010) suyo.
En efecto, de acuerdo con el
artículo 33, numeral 5 del mismo
código, los tribunales superiores
de distrito, respecto de los
jueces penales del circuito
especializado, conocen “de la
definición de competencia de los
jueces del mismo distrito”.
A su turno, de conformidad con
lo previsto en el artículo 34,
numeral 5 ídem, es del resorte
de las salas penales de los
tribunales superiores de distrito
judicial “la definición de compe-
tencia de los jueces del circuito
del mismo distrito, o muni-
cipales de diferentes circuitos”.
En relación con las normas que
se vienen de citar, la Sala ha
precisado lo siguiente:
“Entonces, acorde con el ordinal
4° del artículo 32 del C. de P. P.,
el competente para definir la
competencia será la Corte
Suprema de Justicia en los
siguientes casos:
“1.- Cuando la declaratoria de
incompetencia se produzca
dentro de actuación en la que el
acusado tenga fuero
constitucional o fuero legal.
“2.- Cuando la declaratoria de
incompetencia proviene de un
tribunal superior o la autoridad
que así lo hace, es decir un
juzgado cualquiera, señala que
el competente es un Tribunal.
“3.- Cuando la declaratoria de
incompetencia provenga de un
juzgado penal del circuito
especializado, penal del circuito
o penal municipal, que
manifiesta que el competente es
un juzgado que pertenece a otro
distrito judicial.”52
De lo puntualizado se concluye
que únicamente cuando la
definición de competencia
comprometa jueces de la
jurisdicción ordinaria
pertenecientes a distintos
distritos judiciales, corresponde
su conocimiento a la Corte
Suprema de Justicia.
52
Cfr. Auto de 29 de agosto de 2006. Radicación Nº 25983.
2. Sin embargo, como en este
caso se trata de definir compe-
tencia entre la Jurisdicción Penal
Militar y la Justicia Ordinaria,
dicho asunto escapa a la órbita
funcional de la Corte Suprema,
pues la solución de un conflicto
de esa estirpe está asignado a la
Sala Jurisdiccional Disciplinaria
del Consejo Superior de la
Judicatura, tal como lo disponen
los artículos 250 numeral 6° de
la Constitución Política y 112-2
de la Ley 270 de 1996,
Estatutaria de la Justicia.
De acuerdo con las citadas dis-
posiciones en el ejercicio de la
función que en forma expresa,
directa y exclusiva le ha seña-
lado la Carta Política al Consejo
Superior de la Judicatura para
“Dirimir los conflictos de compe-
tencia que ocurran entre distin-
tas jurisdicciones” (artículo 256.
6°), corresponde a esa Corpora-
ción interpretar en conjunto de
las previsiones del derecho
interno como internacional, que
permiten desentrañar, clarificar
el contenido y límites del
llamado fuero militar.
En mérito de lo expuesto, la Sala
de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia,
PROCESO Artículo 180 CPP Principios que rigen la PRIMERO: INADMITIR la demanda de casación presentada por el defensor de
casación. RUBÉN DARÍO GONZÁLEZ BERRÍO.
N.º 34102
5. Ahora bien, se ha dicho SEGUNDO: De conformidad con lo dispuesto en el artículo 184 de la Ley 906
Magistrado Ponente tradicionalmente que la de 2004, es viable la interposición del mecanismo de insistencia.
JORGE LUIS demanda de casación no puede
QUINTERO MILANÉS ser un escrito de libre
elaboración, pues es necesario
Aprobado acta Nº 190 que el razonamiento que se trae
Bogotá D.C., diecisiete a esta sede extraordinaria se
(17) de junio de dos sujete a parámetros de debida
mil diez (2010) fundamentación y, por lo tanto,
cumpla unos requisitos mínimos
de lógica, los cuales se plasman
en los principios que enseguida
se enuncian:
a) De autonomía.
Este postulado consiste en que
al interior de un mismo cargo no
se pueden mezclar ataques
correspondientes a causales
distintas, pues cada una tiene
características y reglas técnicas
de demostración diferentes, y
producen diversas
consecuencias jurídicas. De allí
que la decisión que adopte la
Corte en caso de prosperidad
del reproche formulado contra la
sentencia, debe compaginar con
la causal invocada y el error
aducido.
Dicho de otra manera, resulta
imprescindible que quien acude
en casación a controvertir la
legalidad de una sentencia de
segunda instancia, lo haga con
fundamento preciso en una de
las causales expresamente
establecidas en la ley, sin que
sea admisible, lanzar reparos
que no sean directa e
inequívocamente atinentes al
contenido y alcance de los
motivos establecidos.
No es, por tanto, permitida la
fusión abigarrada de enfoques
propios de diversas causales, en
cuanto cada una de ellas no sólo
obedece en su postulación
teórica a supuestos propios, sino
que metodológica y
jurídicamente exigen desarrollo
independiente. En otras
palabras, frente al principio de
autonomía de las causales
resulta desacertado establecer
mixturas entre diversos factores,
al atacar a través de este
mecanismo extraordinario una
sentencia.
b) De prioridad
Este principio debe examinarse
desde una doble perspectiva, a
saber:
i) La general, según la cual, los
cargos deben presentarse de
acuerdo con la naturaleza de las
causales invocadas en la
demanda y con las
consecuencias del error
alegado. En otras palabras,
cuando se ataca la sentencia
con base en las causales de
violación de la ley sustancial y
nulidad, es lógico que el cargo
principal debe ser el de nulidad,
pues de prosperar, por regla
general, haría inane el estudio
de los demás reparos.
ii) La específica, consistente en
que cuando se presentan varios
cargos contra la sentencia
apoyados en la causal de
nulidad, resulta lógico que el
cargo primero debe ser el que,
de prosperar, abarque una
mayor extensión del proceso
anulado y, consecuentemente,
su éxito haría innecesario, por
sustracción de materia, el
estudio de los demás cargos.
De este principio se ha ocupado
la jurisprudencia de la Sala, de
la siguiente manera: “en la
técnica de casación rige el
principio de prioridad, según el
cual, al proponer varias causales
debe seleccionar primero la que
posee un mayor alcance, y las
restantes tendrá que plantearlas
como subsidiarias; a su vez, no
le es viable que mezcle
simultáneamente y dentro del
mismo cargo varias censuras
por nulidad en igualdad de
condiciones, pues allí también
tiene la obligación de disponer
un orden de preferencias al que
debe sujetarse la Corte cuando
realice el examen de fondo de la
sentencia, de acuerdo con el
principio de limitación que rige
este trámite”.53
c) De no contradicción.
Este postulado está referido a
que los argumentos expuestos
en el cargo deben guardar una
unidad conceptual sin que sea
permitido negar y afirmar al
mismo tiempo una determinada
hipótesis, esto es, que en la
enunciación, en el desarrollo y
demostración del reproche, los
fundamentos no deben excluirse
entre sí, en tanto que la
casación no es una instancia
más donde se permite la
presentación de exposiciones
encontradas, en la medida en
que se trata de un juicio de
legalidad y de constitucionalidad
que se hace a la sentencia y al
proceso, por lo que el libelo
debe sujetarse a una serie de
53
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, rad. 14078, sentencia del 8 de noviembre de 2000.
reglas legalmente determinadas
para el efecto. Este principio se
desconoce cuando se dice que
“una cosa es y no es de modo
simultáneo”54.
d) De limitación.
Este principio debe atenderse
desde tres perspectivas, a
saber:
La primera, según el cual, la
Corte sólo debe tener en cuenta
las causales que taxativamente
consagra la ley procesal para
atacar la sentencia en sede de
casación.
La segunda, consistente en que
el Tribunal de Casación sólo
está facultado para estudiar la
legalidad de la sentencia y del
trámite según los parámetros de
la Constitución Política, el
llamado bloque de
constitucionalidad y la ley en
general, dentro de los
lineamientos fijados por el
libelista en la demanda. En otras
palabras, la actuación de la
Corte se circunscribe a las
causales y a los cargos
planteados por el demandante,
significando que no puede
considerar aspectos distintos a
54
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, rad. 16169, sentencia del 2 de mayo de 2002.
los allí presentados.
La anterior regla se exceptúa
cuando, en la calificación de la
demanda o al emprender el
estudio de fondo del reproche se
advierta una causal de nulidad, o
bien cuando la sentencia
vulnera, de manera ostensible,
cualquier garantía de derechos
fundamentales de los sujetos
procesales. Cuando así ocurre,
la Sala está en la obligación de
reparar el vicio, así no haya sido
objeto de censura.
Finalmente, la tercera hace
relación a que comoquiera que
el recurso extraordinario de
casación es eminentemente
rogado, a la Corte le está
vedado entrar a suplir las
deficiencias técnicas o las
omisiones argumentativas de la
demanda, como también a
desentrañar la verdadera
intención del recurrente cuando
ésta no es evidente, en tanto
que debe quedar en claro que
la casación, en principio, no es
un mecanismo oficioso de
control de legalidad o de
constitucionalidad de la
sentencia.

PROCESO N.º Artículo 181 de la ley 906 Finalmente, es menester recordar NO ADMITIR la demanda de casación presentada por el defensor de JORGE
33658 de 2004 que la Corte ha concluido que, a lo ARMANDO CONDE CELIS en contra del fallo de segundo grado proferido por el
largo del proceso, cualquier cambio Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá.
Magistrado Ponente en la argumentación jurídica, y De conformidad con lo dispuesto en el artículo 184 de la ley 906 de 2004, es facultad
JULIO ENRIQUE sobre todo la concerniente al modo del demandante elevar petición de insistencia en relación con lo decidido.
SOCHA SALAMANCA de participación en el injusto, no
vulnera el principio de congruencia,
Aprobado Acta No.
ni mucho menos cualquier otra
206
garantía o derecho fundamental en
Bogotá, D. C., treinta cabeza del procesado:
(30) de junio de dos
“[…] la Sala considera oportuno
mil diez (2010).
precisar que el principio de
congruencia no se desconoce
cuando en la sentencia se realizan
valoraciones de tipo jurídico o
dogmático distintas a las
formuladas en la resolución de
acusación o su equivalente, o bien
a las consideradas por el Fiscal
durante los alegatos finales,
mientras ello no represente desde
el punto de vista de la punibilidad
un tratamiento desfavorable para
los intereses del procesado ni
tampoco altere el núcleo fáctico de
la imputación.
”Por ejemplo: la Fiscalía profiere
resolución de acusación en contra
de un mando intermedio de una
organización criminal, por la
realización de la conducta punible
de homicidio agravado a título de
lo que en la doctrina nacional se
conocía tradicionalmente como
autor intelectual. En los alegatos
finales, el representante del
organismo acusador solicita la
condena de esta persona como
determinador, aduciendo que tal
figura resulta más coherente
desde el punto de vista
sistemático de la teoría del delito
que maneja. El funcionario de
primera instancia, por su parte, lo
sentencia como coautor del delito
imputado, al considerar que
participó en la conducta atribuida
con dominio del hecho funcional.
Por último, después de ser
apelada la providencia, el Tribunal
la confirma, pero aclara que la
participación del procesado fue a
título de autor mediato en virtud de
su pertenencia a una estructura
organizada de poder.
”En ninguno de estos casos se
desconocería el principio de
congruencia, en la medida en que
las consecuencias punitivas para
cualquiera de las figuras
señaladas (autor intelectual,
determinador, coautor y autor
mediato) resultarían idénticas a la
inicialmente planteada.
”Tampoco se vulnerarían
derechos fundamentales en
cabeza del procesado, toda vez
que la defensa técnica jamás
podría verse sorprendida por un
aspecto que, en últimas, no sería
propio de la situación personal del
procesado ni incidiría en el núcleo
central de los hechos imputados
en su contra, sino que es de corte
académico o dogmático, o incluso
argumentativo, y que por lo tanto
depende del sistema de la teoría
del delito que cada operador
jurídico asuma, que debe ser del
conocimiento y dominio de todos
los profesionales del derecho
”Si no fuera de esta forma, se
llegaría al absurdo de limitar de
manera tan injustificada como
contraria a derecho la autonomía e
independencia de los funcionarios
judiciales, pues cada asunto de
tipo valorativo o dogmático
quedaría sometido hasta el final
del proceso al particular criterio del
fiscal que profirió la acusación,
aun cuando se tratase del
reconocimiento de una categoría o
concepto jurídico que admitiese la
configuración de otras figuras que
no representan consecuencias
punitivas más graves para los
intereses del procesado, y a pesar
de que el juzgador estimase que
desde su punto de vista
sistemático o filosófico la
propuesta formulada por el fiscal
resulta absolutamente
inaceptable”55.

PROCESO N.° Artículo 403 y siguientes Cuando se usan las entrevistas en 1. CASAR la sentencia impugnada, expedida el 18 de febrero de 2009 por el
31946 C.P.P. el juicio para impugnar credibilidad, Tribunal Superior de Cali. En su lugar, SE CONFIRMA la de primera instancia
se integran al testimonio. “¡¡¡) de diciembre 5 de 2008, con la modificación consistente en que la condena a
Magistrado Ponente: Acorde con la tesis jurisprudencial los procesados MARÍA YOLANDA LONDOÑO PARRA y YAMID SAMIR LASSO
JAVIER ZAPATA sostenida por la Sala a partir de la TOVAR es por el delito de secuestro simple agravado (arts. 169 y 170-2/6 del
ORTIZ sentencia de casación del 9 de C.P.), atenuado en virtud del artículo 171 ibídem.
Aprobado Acta # 57 noviembre de 2006, reiterada 2. SE LES IMPONE, en consecuencia, prisión de 10 años y 8 meses, inhabilitación
posteriormente en otros
Bogotá D.C., febrero de derechos y funciones públicas por el mismo término y multa equivalente a
pronunciamientos, las
veinticuatro (24) de 533,33 salarios mínimos legales mensuales.
declaraciones del testigo anteriores
dos mil diez (2010). a juicio, usadas en éste para la
impugnación de credibilidad, se

55

?
Sentencia de 5 de diciembre de 2007, radicación 26513.
integran al testimonio junto con las
explicaciones aducidas por el
declarante en torno a las razones
de su contradicción

PROCESO Artículo 181 de la ley 906 3. La incorporación de las No casar la sentencia impugnada.
de 2004. declaraciones previas
N.° 32829 rendidas por los parientes del
Magistrado Ponente: acusado.
Dr. SIGIFREDO El falso juicio de legalidad que
ESPINOSA PÉREZ en este caso detecta la
AprobaBogotá, D.C., judicatura, se presenta en el
diecisiete de marzo de momento de la aducción de la
dos mil diez. prueba, puesto que las
entrevistas rendidas por la
menor víctima y su padre fueron
introducidas como prueba, no
con el testimonio de ellos –que
es como en principio procede la
incorporación-, sino a través de
los investigadores judiciales que
las recepcionaron.
En efecto, a través de los
funcionarios Gabriel Jaime
Giraldo Alzate, asistente de
Fiscalía con funciones de Policía
Judicial, y Pastor Amalio Vargas
Guzmán, investigador judicial de
la misma entidad, se
entronizaron las ya mencionadas
entrevistas rendidas por la joven
K.G.T, como evidencias 1 y 256;
y por conducto del también
investigador de Policía Judicial
Francisco Javier Ayala
Sarmiento, quien declaró haber
entrevistado a los padres de la
menor, Hernando Giraldo Henao
y María Cenaida Tabares, se
incorporó únicamente la del
primero, como evidencia 357.
Dichas exposiciones
preliminares, valga decir, iban
siendo introducidas a medida
que los declarantes las leían, sin
que la defensa presentara
objeción alguna. Aún así, en
pleno desarrollo de la práctica
probatoria, el fiscal del caso
pidió a la jueza de conocimiento
que tuviera las mismas como
56
Ib., records 25:30 y 37:50.
57
Ib., record 57:42.
“prueba directa y no de
referencia”, ya que en este
último evento se procede
cuando los testigos no pueden
comparecer, siendo claro que
aquí si lo hicieron, pero no
quisieron testificar58.
La defensora, pese a que previa-
mente había guardado silencio,
replicó que dichas declaraciones
no podían tenerse como prueba
directa, pues el hacer uso de un
derecho constitucional y legal no
implicaba “dar por cierto lo dicho
en las entrevistas”, las cuales,
agregó, no podían valorarse por
no cumplir con los requisitos de
ley59.
Frente al lo expuesto por las
partes, la jueza penal del circuito
simplemente manifestó que
dichas declaraciones ya habían
sido admitidos y que su
valoración se efectuaría en la
sentencia60.
Ahora bien, establecida la forma
como fueron incorporadas a la
actuación las entrevistas
rendidas por la menor ofendida y
su progenitor, antes de adoptar
cualquier decisión, conviene
58
Ib., record 59:00.
59
Ib., record 1:10:00.
60
Ib., record 1:14:00.
traer a colación lo que la Sala ha
sostenido acerca de este tipo de
actuaciones.
Efectivamente, refiriéndose a
dichas exposiciones previas, en
la sentencia del 9 de noviembre
de 2006 (Radicado 25.738), la
Corte señaló que son simples
actos de investigación del delito
y sus autores, y no constituyen
en sí mismas prueba alguna,
pues, su finalidad es la de
preparar el juicio oral,
proporcionando los elementos
necesarios a la Fiscalía y a la
defensa para la dirección de su
debate ante el juez de
conocimiento. Dichos medios de
convicción suelen practicarse
durante las etapas de
indagación e investigación -la
Fiscalía con la ayuda de la
Policía Judicial y el imputado
con la ayuda de su defensor-, y
su potencialidad probatoria para
una sentencia (condenatoria o
absolutoria), dependerá de su
debida presentación y debate
ante el juez de conocimiento, por
medio de un órgano de prueba
que puede ser el testigo o perito,
sometido al interrogatorio y
contrainterrogatorio de las
partes.
Ello, es necesario reiterarlo,
porque los resultados de la
actividad investigativa de la
Fiscalía y la defensa en las
fases anteriores al juicio oral no
tienen el carácter de “prueba” en
sentido estricto, naturaleza que
sólo se adquiere cuando los
elementos de conocimiento son
aducidos en el debate público,
con la observancia de los
principios que han sido
ampliamente reseñados en esta
providencia.
La prueba, entonces, no es la
exposición anterior o entrevista
previa, sino la declaración que
rinde el testigo en el juicio oral,
en el que estas pueden utilizarse
para refrescarle la memoria o
impugnar su credibilidad.
Sobre el tópico se pronunció
ampliamente la Sala en el citado
precedente, de la siguiente
manera:
“De acuerdo con el artículo 206,
la entrevista la realiza la policía
judicial cuando considere
fundadamente que una persona
ha sido víctima o testigo
presencial de un delito, o que
tiene información útil para la
indagación o investigación que
se adelanta. La misma debe
adelantarse observando las
reglas técnicas aconsejadas por
la criminalística, empleando los
medios idóneos para registrar
los resultados del acto
investigativo.
También, de acuerdo con el
artículo 271, el imputado o su
defensor tienen la facultad de
entrevistar a personas con el fin
de encontrar información útil
para la defensa, quienes al igual
que el anterior podrán recoger y
conservar la diligencia por
escrito, en grabación
magnetofónica, en video o en
cualquier otro medio idóneo.
Por su parte, la declaración
jurada que en el código también
recibe el nombre de exposición
(artículo 347) se recibe al
eventual testigo descubierto en
la entrevista o por cualquier otro
medio lícito, y podrá ser tomada
por el fiscal si considera que
resulta conveniente para la
preparación del juicio oral; o por
el imputado o la defensa,
quienes para tal efecto deberán
acudir a un alcalde municipal,
inspector de policía o notario
público (artículo 271), acto que
igualmente podrá recogerse por
escrito, grabación
magnetofónica, en video o
cualquier otro medio técnico
idóneo.
Finalmente, al tenor del artículo
282, el interrogatorio al indi-
ciado puede tomarlo el fiscal o
el servidor de policía judicial,
según el caso, y se dirige a la
persona sobre la cual se tengan
motivos fundados, de acuerdo
con los medios cognoscitivos
previstos en la ley, para inferir
que es autora o partícipe de la
conducta que se investiga. En
tales even-tos, advierte el
precepto en cita, el interrogador
no podrá hacerle imputación
alguna al indiciado, y le debe dar
a conocer que tiene derecho a
guardar silencio y que no está
obligado a declarar con-tra sí
mismo ni en contra de su
cónyuge, compañero
permanente o parientes dentro
del cuarto grado de
consaguinidad o civil, o segundo
de afinidad, y siempre deberá
estar en presencia de un
abogado.
Ahora bien, aunque la
entrevista,la declaración jurada y
el interrogatorio no son pruebas
por sí mismas, porque como ya
se vio se practican fuera del
juicio, sin embargo cuando son
recogidas y aseguradas por
cualquier medio pueden servir
en el juicio para dos fines
específicos: a) para refrescar la
memoria del testigo (artículo
392-d) y b) para impugnar la
credibilidad del mismo ante la
evidencia de contradicciones
contenidas en el testimonio
(artículos 347, 393-b y 403).
El problema se suscita a la hora
de concretar cuáles son los
efectos derivados de la
utilización de esos elementos
probatorios en el juicio,
especialmente si los mismos
pueden acceder a la valoración
judicial, aspecto sobre el cual
gira la discusión planteada en la
demanda.
El Fiscal Delegado que intervino
en la audiencia de sustentación
del recurso, propugna la tesis de
que en tales eventos la
declaración jurada, accede por
anexión al testimonio rendido en
el juicio y por lo tanto puede ser
objeto de valoración.
Por su parte, la Procuradora
Delegada, advierte que en el
primer caso, al ratifiar el testigo
sus anteriores afirmaciones, esa
primera versión se incorpora al
testimonio realizado en el juicio
oral y se constituye como ese
elemento que refresca la
memoria. Pero cuando el testigo
no admite en la audiencia del
juicio oral las afirmaciones
hechas en la declaración previa,
éstas no pueden ser objeto de
valoración por el juez, quien
entonces debe acudir a otros
medios de comprobación para
acreditar el hecho que en la
audiencia oral no ratificó el
testigo.
La Corte propugna porla
siguiente interpretación de esas
dos situaciones.
a) Frente al uso de las
declaraciones previas como
medio para refrescar la
memoria del testigo.
Doctrinariamente se admite el
uso de las declaraciones previas
en el juicio oral para refrescar la
memoria de untestigo que no
recuerda con precisión algún
punto específico de su
declaración al momento de
testimoniar en juicio. A este
respecto podemos citar al
tratadista Ernesto Chiesa
Aponte, quien en el Tomo I de
su Tratado de Derecho
Probatorio, página 352, expone
la siguiente situación:
“Una imagen o un objeto pueden
muy bien revivir vivencias y
activar recuerdos; lo mismo
puede escucharse una canción o
melodía, al llegar a cierto sitio, al
contemplar un paisaje etc. Las
reglas de evidencia no pueden
regular este tipo de asuntos,
excepto cuando se trata de un
escrito para refrescar memoria.
El escrito tiene un contenido
declarativo y hay peligros
especiales cuando se le permite
a un testigo que refresque su
memoria con un escrito. En
particular, se pretende regular el
uso del escrito para refrescar
memoria, buscando un balance
entre permitir al testigo refrescar
la memoria con el escrito y
permitir a la parte adversa usar
tal escrito para contrainterrogar
al testigo o utilizarlo como
prueba. En puridad, las reglas
de evidencia no regulan el modo
de refrescar la memoria, sino las
consecuencias de que el testigo
se refresque la memoria con un
escrito...”.
Como lo advirtió la Procuradora
en su intervención, la legislación
procesal adoptada por nuestro
país a través de la Ley 906 de
2004, a diferencia del Código de
Procedimiento Penal Chileno61,
que sí contempla esta específica
situación, no se refiere de
manera concreta a ese uso, pero
el mismo puede deducirse del
contenido del artículo 392 que al
fijar las reglas sobre el
interrogatorio observa la
siguiente:
“(...) d) El juez podrá autorizar al
testigo para consultar
documentos necesarios que
ayuden a su memoria. En este
caso, durante el interrogatorio,
se permitirá a las demás partes
el examen de los mismos” (se ha
resaltado)En tales eventos, no
se suscita ningún problema
frente a las consecuencias del
uso del escrito, pues se supone
que el testigo no entra en
contradicción con lo que dijo en
la declaración previa, sino que
no recuerda con precisión algún
61
Artículo 332.
punto específico de su dicho al
momento del juicio. Por lo tanto,
si ratifica lo allí informado el juez
se limita a valorar su testimonio
en el juicio, claro está que
sopesando la utilización del
documento para refrescar la
memoria, pues precisamente
dentro de los criterios de
apreciación del testimonio, el
artículo 404 de la normatividad
de que se trata, establece que el
juez tendrá en cuenta “los
procesos de rememoración”.
b) Las declaraciones previas
como medio para impugnar la
credibilidad del testigo.
Esta posibilidad sí aparece
contemplada en múltiples
preceptos del nuevo Código de
Procedimiento Penal
colombiano. De manera
específica en el artículo 403 se
establece la finalidad de la
impugnación y se enuncian los
aspectos sobre los cuales puede
recaer:
“Artículo 403. Impugnación de
la credibilidad del testigo. La
impugnación tiene como única
finalidad cuestionar ante el juez
la credibilidad del testimonio con
relación a los siguientes
aspectos:
“1. Naturaleza inverosímil o
increíble del testimonio.
2. Capacidad del testigo para
percibir, recordar o comunicr
cualquier asunto sobre la
declaración.
3. Existencia de cualquier tipo de
prejuicio, interés u otro motivo
de parcialidad por parte del
testigo.
4.Manifestaciones anteriores del
testigo, incluidas aquellas
hechas a terceros, o en
entrevistas, exposiciones,
declaraciones juradas o
interrogatorios en audiencias
ante el juez de control de
garantías.
5. Carácter o patrón de conducta
del testigo en cuanto a la
mendacidad.
6. Contradicciones en el
contenido de la declaración” (Se
ha resaltado)A su vez, al fijar las
reglas del contrainterrogatorio, el
artículo 393 establece que para
tales efectos se puede utilizar
“cualquier declaración que
hubiese hecho el testigo sobre
los hechos en entrevista, en
declaración jurada durante la
investigación o en la propia
audiencia del juicio oral”.
Finalmente, el artículo 347
reitera que las afirmaciones
hechas en las exposiciones o
declaraciones juradas, “para
hacerse valer en el juicio como
impugnación, deben ser leídas
durante el contrainterrogatorio.
No obstante, la información
contenida en ellas no puede
tomarse como una prueba por
no haber sido practicada con
sujeción al contrainterrogatorio
de las partes”.
Es claro para la Sala, como lo
fue para el Fiscal y la
Procuradora Delegada que
intervinieron en la audiencia de
sustentación del recurso de
casación, que a través de éste
mecanismo no se puede
introducir la declaración previa
como prueba autónoma e
independiente, pues como
claramente lo expone la ley, la
finalidad de su utilización es
aportar al juicio un elemento que
permita sopesar la credibilidad
de las afirmaciones del testigo
en el juicio oral. Pero lo que no
puede admitirse es que el juez
tenga que sustraerse por
completo al conocimiento que
obtiene a través de ese medio
legalmente permitido, cuando
previamente, con su lectura y
contradicción, se han
garantizado los principios que
rigen las pruebas en el sistema
de que se trata.
Es cierto que el citado artículo
347 señala que la información
contenida en las exposiciones o
declaraciones “uede tomarse
como una prueba”, pero esa
prohibición parte del
presupuesto de que sobre ellas
las partes no hayan ejercidel
derho de contrainterrogar,
facultad que al tenor del artículo
393 tiene por finalidad “refutar,
en todo o en parte, lo que el
testigo ha contestado”, como
clara expresión del derecho de
contradicón.Por lo tanto, en el
caso de que en el juicio oral un
testigo modifique o se retracte
de anteriores manifestaciones, la
parte interesada podrá impugnar
su credibilidad, leyendo o
haciéndole leer en voz alta el
contenido de su inicial
declaración. Si el testigo acepta
haber rendido esa declaración,
se le invitará a que explique la
diferencia o contradicción que se
observa con lo dicho en el juicio
oral. Véase cómo el contenido
de las declaraciones previas se
aportan al debate a través de las
preguntas formuladas al testigo
y sobre ese interrogatorio subsi-
guiente a la lectura realizada las
partes podrán contrainterrogar,
refutando en todo o en parte lo
que el testigo dijo entonces y
explica ahora, actos con los
cuales se satisfacen los
principios de inmediación,
publicidad y contradicción de la
prueba en su integridd.
Si se cumplen tales exigencias,
el juez puede valorar con
inmediación la rectificación o
contradicción producida,
teniendo en cuenta los propios
datos y razones aducidas por el
testigo en el juicio oral. Se
supera de esta forma la
interpretación exegética que se
pretende dar al artículo 347 del
Código de Procedimiento Penal,
pues lo realmente importante es
que las informaciones recogidas
en la etapa de investigación, ya
por la Fiscalía o ya por la
defensa, accedan al debate
procesal público ante el juez de
conocimiento, cumpliendo así la
triple exigencia constitucional de
publicidad, inmediación y
contradicción de acuerdo con el
artículo 250, numeral 4º de la
Carta Política.
No se trata, se reitera, de que la
declaración previa entre al juicio
como prueba autónoma, sino
que el juez pueda valorar en
sana crítica todos los elementos
que al final de un adecuado
interrogatorio y
contrainterrogatorio ejercido por
las partes, entran a conformar el
testimonio recibido en su
presencia. Lo declarado en el
juicio oral, con inmediación de
las manifestaciones
contradictorias anteriores que se
incorporan a éste, junto con las
explicaciones aducidas al
respecto, permitirán al juzgador
contrastar la mayor veracidad de
unas y otras, en una apreciación
conjunta con los restantes
elementos de juicio incorporados
al debate público.
Véase cómo desde la
perspectiva de la inmediación, el
juez tiene en su presencia al
autor del testimonio. Puede por
ello valorar su cambiante
posición frente a afirmaciones
anteriores y también puede
valorar lo manifestado al ejercer
la última palabra, optando por la
que en su convicción considere
más fiable. Desde las exigencias
de la publicidad ya se ha
expuesto cómo el contenido de
las declaraciones previas
accede al juicio oral a través del
interrogatorio y contrainterro-
gatorio de las partes. Y frente al
derecho de contradicción, queda
salvaguardado con el hecho de
que se permita a la parte
contraria formular al testigo
todas las preguntas que desee
en relación con los hechos
previamente relatados e
incorporados al testimonio en el
juicio oral a través del
procedimiento señalado.El juez
debe tener libertad paravalorar
todas las posibilidades que se le
pueden llevar al conocimiento de
un hecho más allá de toda duda
razonable, sin tener que
desdeñar situaciones conocidas
a través de medios
procedimentales legales y
obligatorios.
Aquí no puede obviarse que en
muchos eventos la contradicción
del testigo puede llevar a
evidenciar la falta de fiabilidad
del mismo, y esto permitirá al
fallador no basarse en su
testimonio para fundar la
sentencia, pues el testigo que
cambia su declaración y se
retracta de lo dicho durante la
fase previa se está mostrando
como voluble y poco creíble, a
menos que el fallador encuentre
una razón convincente para
explicar el cambio
producido.También habrá casos
en que el cambio evidencie un
comportamiento doloso del
testigo. En tales eventos, el juez
se verá precisado a compulsar
las copias pertinentes para que
se le investigue por el eventual
falso testimonio en que pudo
incurrir, ya en la audiencia del
juicio oral o en la declaración
jurada rendida previamente.
En conclusión, las exposiciones
previas son simples actos de
investigación del delito y sus
autores, que no constituyen en
sí mismas prueba alguna, pues
su finalidad es la de preparar el
juicio oral, proporcionando los
elementos necesarios a la
Fiscalía y a la defensa para la
dirección de su debate ante el
juez de conocimiento, por lo que
para que puedan hacerse valer
en el juicio como impugnación,
además de haberse practicado
con las formalidades que el
ordenamiento procesal
establece, debe observarse el
procedimiento explicado”.
PROCESO Artículo 351 de la ley 906 2. De la aplicación retroactiva 1. NO CASAR el fallo proferido por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito
de 2004 y del artículo 1 de del artículo 351 de la ley 906 de Judicial de Cali en razón del cargo planteado por el demandante.
N° 25632 la ley 750 de 2002. 2004 2. CASAR oficiosa y parcialmente la sentencia impugnada, en el sentido de
JULIO ENRIQUE 2.1. A raíz de la entrada en redosificar la pena impuesta en contra de LUIS OCTAVIO CASTRILLÓN TAMAYO
SOCHA SALAMANCA vigencia gradual y sucesiva del en sesenta (60) meses de prisión y seiscientos (600) salarios mínimos legales
Aprobado Acta No. 16 nuevo sistema de procedimiento mensuales vigentes de multa.
penal derivado del acto legislativo
Bogotá, D. C., 3. ACLARAR que el término de la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de
número 03 de 2002 (que modificó
veintisiete (27) de derechos y funciones públicas es idéntico al de la sanción privativa de la libertad aquí
los artículos 250 y 251 de la
enero de dos mil diez redosificada.
Constitución Política), esta
(2010) Corporación siempre ha sostenido 4. PRECISAR que la sentencia recurrida se mantiene incólume en todo lo demás que
el criterio de que el principio de la no fue objeto de modificación.
ley penal más favorable no sólo se 5. LIBRAR la comunicación a que hace referencia este proveído.
predica frente al tránsito de
legislaciones en el tiempo, sino
además ante la exis-tencia
paralela de ordenamientos
procesales ordinarios dentro del
mismo territorio nacional.
Lo anterior significa que, para los
asuntos sometidos a la ley 600 de
2000, es posible aplicar de
manera retroactiva normas más
favorables previstas en la ley 906
de 2004, en la medida en que
concurran todos los requisitos
para la procedencia del principio
en comento (identidad de
supuesto fáctico, naturaleza del
asunto y consecuencia
beneficiosa), sin perjuicio de que
en el respectivo distrito judicial
hubiera comenzado a regir o no el
proceso acusatorio.
Así lo sostuvo la Corte en pretérita
oportunidad:
“[…] en virtud a la entrada en
vigencia del nuevo Estatuto
Procesal Penal y a su
coexistencia con la ley 600 de
2000, la Sala viene insistiendo
en aseverar que no obstante que
el acto legislativo 03 de 2002 y
el Código de Procedimiento
Penal de 2004 sólo son
aplicables en los distritos
judiciales en los cuales ha sido
acuñado el sistema acusatorio
desde el 1º de enero de 2.005
respecto a delitos cometidos a
partir de esa fecha, ello no obsta
para que en los demás, en
donde aún rige la ley 600 de
2000, puedan aplicarse ciertas
disposiciones de la ley 906 de
2004 de acuerdo con el principio
de favorabilidad que opera en
materia penal y procesal penal
con efectos sustanciales por
mandato del artículo 29 de la
Carta Política y 6 de las leyes
600 de 2.000 y 906 de 2.004,
fundada en que no sólo opera en
casos de sucesión de leyes sino
además en la coexistencia de
normas, en tanto que los
preceptos llamados a regular el
asunto jurídico prevean el mismo
supuesto de hecho y no hagan
parte de la esencia o de la
naturaleza jurídica del sistema
procesal penal acusatorio
reciente-mente implementado y
el seleccionado le ofrezca
ventajas al procesado o
62
condenado” .
En lo que de ninguna manera ha
sido pacífica la jurisprudencia es
en lo relativo al específico tema de
la aplicación retroactiva del inciso
1º del artículo 351 de la ley 906 de
2004 (según el cual la “aceptación
de los cargos determinados en la
audiencia de formulación de
imputación comporta una rebaja
hasta de la mitad de la pena
imponible”) para efectos del trámite
de la sentencia anticipada prevista
en el artículo 40 de la ley 600 de
2000 (que consagra, a “partir de la
diligencia de indagatoria y hasta
antes de que quede ejecutoriada
la resolución de cierre de la
investigación” –inciso 1º–, una
“disminución de la tercera parte de
[la pena] por razón de haber
aceptado el procesado su
responsabilidad” –inciso 4º –”).
Sin embargo, a partir del fallo de 8
de abril de 200863, ha dominado la
62

?
Auto de 16 de junio de 2006, radicación 19215.
63
Radicación 25306.
postura en virtud de la cual la
figura de la sentencia anticipada
de la ley 600 de 2000 es
asimilable a la del allanamiento a
cargos de la ley 906 de 2004 y,
por lo tanto, la primera es respecto
de la segunda susceptible de
aplicar el principio de la ley penal
más favorable:
“En el caso que ocupa la
atención de la Sala, resulta más
cara al ser humano la
interpretación que permite la
aplicación retroactiva, por vía de
favorabilidad, del artículo 351 del
nuevo Estatuto procesal.
”Reconoce esta decisión que, en
esta modalidad de Estado,
pueden coexistir interpretaciones
diversas sobre un mismo punto
de derecho, en cuyo caso para
garantizar el principio de
igualdad y la efectividad misma
del principio de favorabilidad,
debe primar la opción que más
identifique los postulados del
sistema jurídico vigente, que en
nuestro caso, y según los
artículos 1,6, 7, 93 de la
Constitución Política, es el
reconocimiento de la dignidad
humana, a partir de la libertad y
la igualdad.
”[…] El punto de desencuentro
se centra en que para la Sala la
filosofía de los preacuerdos y
negociaciones que subyace a la
terminación anticipada del
proceso en la ley 906 de 2004
es la nota diferenciadora que
impide la equivalencia de la
institución con la de la sentencia
anticipada.
”Sin embargo, el presupuesto de
la tesis tiene un esguince, toda
vez que, en el mismo estatuto
procesal, las figuras del
allanamiento a cargos y de los
preacuerdos se encuentran
previstas en capítulos
independientes, la primera en el
capítulo de la formulación de la
imputación, específicamente en
el artículo 288.3; ahora, cuando
la institución es nuevamente
mencionada en el capítulo de los
preacuerdos y negociaciones, se
hace para trazar sus efectos, es
decir, que el imputado que se
allana a los cargos accede a una
rebaja de pena de hasta la mitad
y este marco de movilidad le
corresponde al juez
autónomamente, más allá de los
criterios que aporten las partes e
intervinientes en la audiencia de
individualización de pena y
sentencia -artículo 447 de la ley
906 de 2004-.
”Lo anterior para indicar que es
con la figura del allanamiento a
cargos que la sentencia
anticipada guarda similitud, en
donde entre el imputado y la
fiscalía no ha mediado consenso
y las consecuencias de ese acto
unilateral, libre y voluntario no
dependen sino del juez dentro
del marco de movilidad que la
ley confiere -hasta la mitad-.
”Desde esta observación, sí
parece que la invocación al prin-
cipio de favorabilidad es
correcta, porque el supuesto de
hecho es idéntico: se trata de un
ciudadano que admite su
culpabilidad en unos hechos y
releva al Estado del esfuerzo de
la demostración probatoria en
juicio; en las dos situaciones la
pena no se acuerda, literalmente
hablando, porque aquella se
dosifica por el juez, conforme a
los criterios para su fijación y
dentro del marco de movilidad
que le confiere el artículo 351
ejusdem; en ninguno de los dos
eventos se pactan situaciones
procesales sobre la libertad,
como subrogados penales; es
decir, el fiscal no acuerda con el
imputado la alegación de
culpabilidad de aquél, previo
conocimiento de los cargos
formulados por la fiscalía; lo
pone en directa relación con el
juez, no con el fiscal, con quien
no se estima ni pena ni
subrogados; esto es lo que
ocurre también con la sentencia
anticipada.
”Tampoco es correcto afirmar
que el allanamiento a cargos
esté condicionado a la
reparación integral de los
perjuicios ocasionados, lo que
se ha destacado como nota
diferenciadora para imposibilidad
de la aplicación del principio de
favorabilidad. Lo que ocurre es
que esta situación condiciona la
relación jurídica entre fiscal e
imputado para acordar, pero
cuando el ciudadano se allana a
los cargos sin mediar acuerdos
ni pactos con su acusador, es el
juez el que decide, por ejemplo,
que no es acreedor a una rebaja
de la mitad de la pena, sino de
una significativamente menor,
según se satisfagan los presu-
puestos axiológicos que se
persiguen con la terminación
anticipada del proceso
”Entonces, las notas
diferenciadoras que se han
edificado para desestimar la
aplicación del principio de
favorabilidad a un sentenciado
anticipadamente que pretende
acceder al beneficio punitivo del
artículo 351 de la ley 906 de
2004, aún ofrecen discusiones
profundas que han marcado la
disparidad de los criterios juris-
prudenciales y que deben resol-
verse con una interpretación que
desarrolle el principio de igual-
dad que se afecta cuando el
azar marca la suerte del ciuda-
dano, según decida un operador
judicial u otro, o cuando el
ciudadano acude a la Corte
Constitucional para que se
pronuncie de manera diferente.
”Como se observa razonable
interpretar que si bien los
acuerdos y negociaciones son
notas singulares del nuevo
sistema procesal pero el
allanamiento a cargos tiene unos
matices respecto de los cuales
no es totalmente asertivo decir
que se corresponda con la
misma filosofía de los primeros,
la Sala no casará el fallo
impugnado, porque una nueva
observación indica que esta
institución no es específica del
nuevo procedimiento, a la misma
no subyace una relación
consensuada entre fiscal e
imputado y por tanto puede ser
observada como homologable
con la sentencia anticipada”64

64

?
Sentencia de 8 de abril de 2008, radicación 25306.
PROCESO N.° Artículo 287 del CPP. 1.1. Como se sabe, el proceso 1. NO CASAR la sentencia impugnada, con base en los cargos primero y
32422 penal tiene una estructura formal tercero formulados en la demanda.
y una estructura conceptual. La
Magistrado Ponente: 2. CASAR PARCIALMENTE el fallo emitido el 22 de abril de 2009 en el
primera guarda relación con el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Bogotá contra PATRICIA ACOSTA
JULIO ENRIQUE principio antecedente- ACOSTA, en razón de la prosperidad del cargo segundo propuesto en la
SOCHA SALAMANCA consecuente, inherente al demanda interpuesta por su defensor. En consecuencia:
conjunto de actos sucesivos, con
Aprobado Acta Nº 73 carácter preclusivo, que lo 2.1. ABSOLVER a PATRICIA ACOSTA ACOSTA del delito de tráfico de migrantes
Bogotá D. C., diez (10) integran como unidad dentro del atribuido en la formulación de la imputación, por atipicidad del comportamiento.
de marzo de dos mil marco de una secuencia lógico- 2.2. MANTENER la condena a PATRICIA ACOSTA ACOSTA como coautora
diez (2010) jurídica (en la sistemática penalmente responsable de las conductas delictivas de concierto para delinquir
señalada en la Ley 906 de 2004: agravado y estafa agravada en razón de la cuantía, precisando que queda
Magistrado Ponente:
imputación, acusación, sujeta a las penas principales de sesenta y cuatro (64) meses y veintidós (22)
JULIO ENRIQUE audiencia preparatoria, juicio y días de prisión y multa en cuantía de cuarenta y cuatro coma cuarenta y
SOCHA SALAM sentencia); y la segunda con la cuatro (44,44) salarios mínimos mensuales legales vigentes, así como a la
definición progresiva y accesoria de inhabilidad para el ejercicio de derechos y funciones públicas por
vinculante de su objeto, que no el mismo lapso de la privativa de la libertad.
es otro que el de establecer,
mas allá de toda duda, la 3. En los demás aspectos la sentencia atacada se mantiene incólume.
realización de una conducta
punible y la responsabilidad
penal del procesado.
La estructura formal del proceso,
ocasionalmente y con
fundamento en expresos
mandatos constitucionales y
legales, sustentados en razones
de política criminal, justicia
premial, eficacia y eficiencia de
la administración de justicia, etc.,
puede dar cabida a mecanismos
que agoten anticipadamente el
objeto del proceso, esto es, sin
surtirse todas sus etapas. Claro
ejemplo de ello lo constituye el
actual sistema de enjuiciamiento
(Ley 906 de 2004), en el que, no
obstante ser de su esencia que
un juez imparcial decida en un
juicio público, concentrado, con
inmediación y controversia
probatoria, acerca de la
ocurrencia de un hecho de
connotación jurídico-penal y la
responsabilidad del procesado
en el mismo, se consagró la
aplicación del novísimo principio
de oportunidad, así como
trámites que permiten decidir
sobre su finalidad sin
controversia probatoria ni juicio.
Justamente la aceptación de los
cargos es una modalidad de
terminación abreviada que
consiste en el reconocimiento
libre, consciente y espontáneo
de haber participado en alguna
forma o grado en la ejecución de
la conducta punible motivo de
investigación (artículo 283).
Mediante tal acto unilateral —o
consensuado— el imputado o
enjuiciado, según el caso,
renuncia no sólo al derecho de
no auto incriminación, sino a la
posibilidad de tener un juicio
oral, público, contradictorio,
concentrado, imparcial, a allegar
pruebas y controvertir las que se
aduzcan en su contra, a cambio
de obtener, dependiendo del
momento en que se dé esa
manifestación65 —o de lo
acordado con el fiscal—, una
sustancial rebaja en la pena que
habría de corresponderle por la
conducta llevada a cabo, para el
evento en que el proceso
culminara con fallo condenatorio
por los cauces ordinarios.
En otras palabras, la figura
premia al procesado que
mediante la manifestación libre,
consciente, voluntaria,
debidamente informada, y
asistido por un abogado
defensor, acepta sin ningún
condicionamiento la
responsabilidad penal en el
comportamiento de
trascendencia social y jurídica
atribuido por la Fiscalía, al
permitirle al Estado ahorrar
esfuerzos y recursos en su
investigación y juzgamiento.
Sin embargo, para que esa
manifestación de voluntad por
parte del imputado o enjuiciado
pueda surtir consecuencias
jurídicas, no solamente debe
cumplir los requisitos de estar
exenta de vicios en el
conocimiento y consentimiento,
65
Cfr. Auto de 2 de diciembre de 2008, radicación Nº 30684.
y haber sido presentada con la
asesoría de un profesional del
derecho, sino que debe ser
aprobada por un juez de la
República (Ley 906 de 2004,
artículo 31), sea que se trate de
un juez con funciones de control
de garantías o de conocimiento
durante el juicio oral,
dependiendo de la etapa
procesal en que aquella se
presenta.
Satisfechos esos presupuestos,
con sujeción al principio de
lealtad que las partes e
intervinientes están obligados a
acatar, la ley no prevé
posibilidad de retractación
alguna frente a la aceptación de
cargos, precisamente en
consideración de que ello
resultaría contrario al principio
de seguridad jurídica, y señala
que cuando tal aceptación se
produce en la diligencia de
formulación de la imputación —
como ocurre en el presente
asunto—, lo hasta allí actuado
se entiende como acusación,
debiendo remitirse las
diligencias al juez de
conocimiento, funcionario que,
de no observar quebrantamiento
de garantías fundamentales, con
base en el allanamiento
procederá a convocar a una
audiencia para individualizar la
pena y proferir sentencia de
carácter condenatorio (artículo
12, 293 y 351 ídem).

PROCESO N.° Artículo 287 CPP. 1.2. Ahora bien, como de 1. NO CASAR la sentencia impugnada, con base en los cargos primero y
32422 acuerdo con el esquema tercero formulados en la demanda.
diseñado en la Ley 906 de 2004
Magistrado Ponente: 2. CASAR PARCIALMENTE el fallo emitido el 22 de abril de 2009 en el
es posible que una vez Tribunal Superior de Distrito Judicial de Bogotá contra PATRICIA ACOSTA
JULIO ENRIQUE formulada la imputación se abra ACOSTA, en razón de la prosperidad del cargo segundo propuesto en la
SOCHA SALAMANCA paso a una terminación demanda interpuesta por su defensor. En consecuencia:
anticipada acerca del objeto del
Aprobado Acta Nº 73 proceso, resulta necesario 2.1. ABSOLVER a PATRICIA ACOSTA ACOSTA del delito de tráfico de migrantes
Bogotá D. C., diez (10) precisar la naturaleza y atribuido en la formulación de la imputación, por atipicidad del comportamiento.
de marzo de dos mil requisitos de aquella, advirtiendo 2.2. MANTENER la condena a PATRICIA ACOSTA ACOSTA como coautora
diez (2010) que de acuerdo con la penalmente responsable de las conductas delictivas de concierto para delinquir
codificación adjetiva, esta agravado y estafa agravada en razón de la cuantía, precisando que queda
constituye el acto mediante el sujeta a las penas principales de sesenta y cuatro (64) meses y veintidós (22)
cual la Fiscalía General de la días de prisión y multa en cuantía de cuarenta y cuatro coma cuarenta y
Nación hace efectiva su facultad cuatro (44,44) salarios mínimos mensuales legales vigentes, así como a la
de ejercer la acción penal, al accesoria de inhabilidad para el ejercicio de derechos y funciones públicas por
vincular formalmente a una el mismo lapso de la privativa de la libertad.
persona a una investigación por
la probable comisión de un 3. En los demás aspectos la sentencia atacada se mantiene incólume.
delito, momento a partir del cual
aquella adquiere la condición de
imputado(a).

PROCESO N.° Intervención del Ministerio TRASCENDENCIA DE LOS Primero: CASAR la sentencia de fecha y contenido reseñados en la parte
32868 público en el sistema YERROS motiva.
penal acusatorio.
Magistrado Ponente: Evidente que los falladores Segundo: CONDENAR al procesado JUAN GABRIEL PEÑA MEJIA, en calidad
Dr. SIGIFREDO incurrieron en graves omisiones de autor penalmente responsable de los delitos de acceso carnal y acto sexual
ESPINOSA PÉREZ probatorias, apenas cabe abusivo con incapaz de resistir, agravados, a la pena principal de CIENTO
agregar que esas omisiones, OCHENTA Y SEIS (186) MESES DE PRISIÓN.
Aprobado Acta No. 73.
dentro de la característica Tercero: Se fija en el mismo lapso la sanción accesoria de inhabilitación para
Bogotá, D. C., diez de especial que en cada subcargo el ejercicio de derechos y funciones públicas.
marzo de dos mil diez. se detalla, incidieron
profundamente en la definición Cuarto: NEGAR al condenado los subrogados de la suspensión condicional de
del asunto, al extremo de la ejecución de la pena y prisión domiciliaria. Expídase de inmediato orden de
soportar el fallo absolutorio. captura en su contra.
Si de verdad las instancias se
hubiesen preocupado por
abordar adecuadamente cada
elemento probatorio allegado a
la audiencia de juicio oral,
examinando el conjunto
probatorio dentro del contexto
que le corresponde, la decisión
habría sido condenatoria, pues,
además de convergentes y
coincidentes, las declaraciones
de testigos legos y expertos
indefectiblemente conducen a
señalar que la menor fue objeto
de reiterados y variados
vejámenes sexuales, advertidos
por ocasión de su
comportamiento inusual, el
retroceso en su desarrollo y la
manifestación directa que de lo
sucedido hizo; que esos
vejámenes incluyeron acceso
carnal, dentro de la concepción
amplia que del mismo consagra
el C.P.; que algunas de esas
conductas se ejecutaron en la
ciudad de Bogotá, durante el
mes de octubre y comienzos de
noviembre de 2006, cuando el
procesado trasladaba a la
menor a terapias de lenguaje; y
que los hechos deben radicarse
en cabeza de JUAN GABRIEL
PEÑA MEJÍA, a quien de forma
monocorde y reiterada señaló la
menor.
No cabe duda, para la Sala, que
el acusado cometió los delitos
de acceso carnal y acto sexual
abusivo con incapacidad de
resistir, pues, no sólo se
realizaron tocamientos
libidinosos, sino que por la zona
anal de la menor se introdujo un
cuerpo duro. Ello, aprovechando
la corta edad de la víctima, tres
años, circunstancia que por sí
sola (dada la imposibilidad física
y síquica de resistir) facultaba
impune el mancillamiento, sin
necesidad de recurrir a otros
medios.
Desde luego que la conducta
reiterada atribuida al procesado
comporta un daño efectivo y
evidente, para efectos de
estimar cubierto el presupuesto
de antijuridicidad material,
asunto que se despacha con
apenas conocer el efecto
traumático que ello ocasionó en
la menor, no solo por virtud de
los comportamientos inusuales
adoptados, sino en atención al
ostensible desdoro en su
desarrollo, ampliamente descrito
por las profesionales que han
atendido su situación.
Debe entenderse, además, que
el procesado actuó
dolosamente, con pleno
conocimiento de la naturaleza
delictuosa de su comportamiento
y voluntad libre para la
abstención, de haber sido ese su
querer.

PROCESO N.° Artículo 331 CPP Marco teórico de la preclusión Abstenerse de conocer el recurso de apelación interpuesto por la defensa
31767 contra el auto del 20 de abril de 2009, mediante el cual el Tribunal Superior de
Como lo ha dicho la
Villavicencio negó la preclusión solicitada por la Fiscalía Delegada ante esa
Magistrado Ponente jurisprudencia de la Corte, de
Corporación, dentro de la investigación adelantada en contra del doctor Luis
conformidad con los artículos
JORGE LUIS Eduardo Gutiérrez Zuluaga como Fiscal Treinta Delegado ante los Jueces
250 de la Constitución Política y
QUINTERO MILANÉS Penales Municipales con sede en Mitú.
200 de la Ley 906 de 2004, está
Aprobado acta Nº 044 en cabeza de la Fiscalía General 2. Esta decisión queda notificada en estrados y contra ella no proceden
de la Nación el ejercicio de la recursos. Regrese lo actuado a la oficina de origen.
Bogotá D. C., quince acción penal y la prosecución de
(15) de febrero de dos la indagación e investigación de
mil diez (2010 los hechos que revistan las
características de una conducta
punible que llegue a su
conocimiento, siempre que
medien suficientes motivos y
circunstancias fácticas que
indiquen la probable existencia
de la misma.
Es decir, como fue despojada de
funciones jurisdiccionales, el
legislador facultó a la fiscalía
para solicitar al juez de
conocimiento la preclusión de la
investigación cuando, con
arreglo a la ley, no hubiera
mérito para acusar.
Los artículos 331 al 335 de la
Ley 906 de 2004 regulan el tema
relacionado con la preclusión,
permitiendo al fiscal solicitar al
juez de conocimiento esa
decisión en cualquier etapa de la
actuación, -indagación,
investigación y juzgamiento-, si
no existe mérito para acusar y
se comprueba la existencia de
cualquiera de las siguientes
causas:
Imposibilidad de iniciar o
continuar el ejercicio de la
acción penal;
Existencia de una causal que
excluya la responsabilidad de
acuerdo con el Código Penal;
Inexistencia del hecho
investigadoAtipicidad del hecho
investigadoAusencia de
intervención del imputado en el
hecho investigad
Imposibilidad de desvirtuar la
presunción de inocencia; y
Vencimiento del término máximo
previsto en el inciso segundo del
artículo 294 de dicho código.
Ahora bien, si se presenta en la
etapa de juzgamiento cualquiera
de las causales relativas a la
imposibilidad de continuar el
ejercicio de la acción penal y la
inexistencia del hecho investí-
gado, la preclusión podrá ser
soli-citada, además, por el
Ministerio Público o por la
defensa66.
Así mismo, la preclusión también
se debe adoptar en cualquier
etapa del trámite una vez
comprobada la existencia de una
de las causales de extinción de
la acción penal previstas -entre
otros- en el artículo 77 del
Código de Procedimiento Penal
de 2004, como son: muerte del
imputado o acusado,
prescripción, aplicación del
principio de oportunidad,
amnistía, oblación, caducidad de
66
Auto del 26 de enero de 2009. Radicado 30847.
la querella y desistimiento.
Entonces, la preclusión sólo
puede ser decretada por el juez
de conocimiento a petición, por
regla general, de la fiscalía si
acredita en debida forma alguna
de las causales previstas en el
artículo 332 de la Ley 906 de
2004, o cualquiera de las que
dan origen a la extinción de la
acción penal consagradas en el
artículo 77 del mismo
ordenamiento y en normas
concordantes.
En consecuencia, se puede
concluir que la regla es clara que
antes del juzgamiento es
potestad exclusiva del fiscal
reclamar la preclusión por todas
las causales del artículo 332,
pero en sede del juicio se
habilita, además del acusador, al
Ministerio Público y a la defensa,
para que puedan hacer similar
solicitud, pero en tal caso la
pueden presentar
exclusivamente por los motivos
1° (imposibilidad de continuar el
ejercicio de la acción penal) y 3°
(inexistencia del hecho
investigado). En el juzgamiento,
entonces, la decisión sobre las
restantes hipótesis debe diferirse
para el momento de proferir el
fallo.
PROCESO N.° Artículo 438 CPP. Naturalmente, por las 1. NO CASAR el fallo impugnado por el apoderado del procesado LEOPOLDO
30612 características de su HERNÁNDEZ ANDRADE.
intervención, al perito no le
Magistrado Ponente: 2. Contra la presente sentencia no procede recurso alguno.
corresponde deponer sobre los
JORGE LUIS hechos particulares del caso, 3. Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase al Tribunal de origen.
QUINTERO MILANÉS pues evidentemente no
le constan, pero su conocimiento
Aprobado acta N° 031 sobre un tema particular –en
Bogotá, D. C., tres (3) este caso, el comportamiento
de febrero de dos mil humano, en particular el de
diez (2010). los menores que han sido
víctima de abuso sexual- le
permite al funcionario
judicial comprenderlos en su
verdadero contexto. En
consecuencia, no es acertado
afirmar que el experto en
sicología o siquiatría deponga en
el juicio oral sobre los
hechos del caso particular, con
fundamento en lo que el
individuo explorado le ha
referido.
Fenómeno similar al anterior
tiene lugar con el reconocimiento
médico legal de lesiones
personales, pues uno de sus
elementos es la anamnesis del
examinado, expresión que
corresponde al relato que de los
hechos hace este último. No
obstante, como es sabido, ello
no permite tener el peritaje de
lesiones personales como
prueba de referencia, pues su
fundamento se encuentra en el
análisis científico de aquello que
el legista percibe.
Ahora bien, una interpretación
en el sentido de que los expertos
en sicología y siquiatría que
exami-nan a la víctima resultan
ser testi-gos de referencia, deja
ver una confusión entre los
conceptos de testigo perito y
testigo técnico, aspecto que
conviene distinguir con apoyo en
la jurisprudencia de la
Corporación:
“Así mismo, no se puede
confundir la diferencia entre
testigo perito y testigo técnico,
toda vez que este último es
aquel sujeto que posee
conocimientos especiales en
torno a una ciencia o arte, que lo
hace particular al momento de
relatar los hechos que interesan
al proceso, de acuerdo con la
teoría del caso, mientras que el
primero se pronuncia no sobre
los hechos, sino sobre un
aspecto o tema especializado
que interesa en la evaluación del
proceso fáctico.
Dicho de otra manera, el testigo
técnico es la persona experta en
una determinada ciencia o arte
que lo hace especial y que, al
relatar los hechos por haberlos
presenciado, se vale de dichos
conocimientos especiales.”67
Así, en tratándose del
denominado testigo técnico –
según la anterior distinción-, se
dirá que éste puede
eventualmente ser un testigo de
referencia, en la medida en que
con su dicho se trata de
introducir hechos que no le
constan pero ha escuchado de
terceros. No obstante, insiste la
Corte, esa condición no puede

67
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia de 11 de abril de 2007, radicación No. 26128
predicarse del perito, pues éste
interviene en el debate oral
introduciendo y soportando las
conclusiones de su propio
estudio científico que ha sido
elaborado con anterioridad.
PROCESO Artículo 442 CPP La misma jurisprudencia ha 1. CASAR el fallo impugnado. En consecuencia, declarar la nulidad de lo
destacado que la prueba ilícita actuado a partir, inclusive, de la resolución de apertura de la investigación, para
N.° 33621 puede tener su génesis en que se rehaga la actuación en los términos especificados en la parte motiva de
magistrado Ponente: varias causas a saber: esta decisión.
Dr. SIGIFREDO “(i) Puede ser el resultado de Quedan sin efecto las medidas restrictivas de la libertad impuestas a las
ESPINOSA PÉREZ una violación al derecho procesadas YANNELLE GARCÍA ESPINEL y CLAUDIA MILENA ZAMUDIO
fundamental de la dignidad BARRIOS.
Aprobado Acta No. 73. humana (art. 1º Constitución
Bogotá, D.C., diez de Política), esto es, efecto de una
marzo de dos mil diez tortura (arts. 137 y 178 C.
Penal), constreñimiento ilegal
(art. 182 C.P.), constreñimiento
para delinquir (art. 184 C.P.) o
de un trato cruel, inhumano o
degradante (art. 12 Constitución
Política).
“(ii) Así mismo la prueba ilícita
puede ser consecuencia de una
violación al derecho fundamental
de la intimidad (art. 15
Constitución Política), al haberse
obtenido con ocasión de unos
allanamientos y registros de
domicilio o de trabajo ilícitos (art.
28 C. Política, arts. 189, 190 y
191 C. Penal), por violación
ilícita de comunicaciones (art. 15
C. Política, art. 192 C. Penal),
por retención y apertura de
correspondencia ilegales (art. 15
C. Política, art. 192 C. Penal),
por acceso abusivo a un sistema
informático (art. 195 C. Penal) o
por violación ilícita de
comunicaciones o
correspondencia de carácter
oficial (art. 196 C. Penal).
“(iii) En igual sentido, la prueba
ilícita puede ser el efecto de un
falso testimonio (art. 442 C.
Penal), de un soborno (art. 444
C. Penal) o de un soborno en la
actuación penal (art. 444 A C.
Penal) o de una falsedad en
documento público o privado
(arts. 286, 287 y 289 C.
Penal)”68.
La incorporación al proceso de
prueba obtenida bajo cualquiera
de las anteriores circunstancias,
determina su indefectible
exclusión y, como se dijo en el
pronunciamiento inicialmente
citado, impide que haga parte
del acervo probatorio que puede
ser materia de examen por parte
del juez para resolver el asunto
puesto a su conocimiento.
De esa manera, el derecho a
probar está limitado por el
respeto a los derechos y
libertades fundamentales, pues
si el proceso es el medio de
realización de la justicia,
resultaría un contrasentido que

68
Auto del 10 de septiembre de 2008, radicado No. 29.152.
se admitiera la comisión de una
injusticia del tipo destacado con
el fin de alcanzar ese objetivo.
El derecho a la inadmisión de las
pruebas ilícitas en un Estado de
Derecho, configura, entonces,
una garantía procesal
encaminada a proteger al
individuo de eventuales excesos
en los actos de investigación
destinados a obtener pruebas.
Ahora bien, tradicionalmente se
consideró que tanto la prueba
ilícita como la ilegal, producen
efectos de exclusión, que no de
nulidad del proceso, en el
entendido de que son los medios
de prueba, por sí mismos
considerados, los que se
predican “nulos de pleno
derecho” (artículo 29 de la Carta
Política), produciendo una
“inexistencia jurídica” que,
incluso, se transmite a los
demás elementos que dependan
o sean consecuencia de
aquellas, o a las que sólo
puedan explicarse en razón de
la existencia de las excluidas.
Por esa razón, la consecuencia
del desconocimiento de la regla
de exclusión de la prueba ilícita
nulidad, sino de la causal
primera (en el régimen de la Ley
600 de 2000) o causal tercera
(en el régimen de la Ley 906 de
2004), como error de derecho
por falso juicio de legalidad,
pues de reconocerse la
existencia de prueba ilícita y de
acreditarse la ausencia de otras
pruebas que fundamenten el
fallo impugnado, la decisión
posible era dictar uno de
reemplazo.
No obstante, hoy, se ha
generado una excepción
trascendental a esa regla, pues
si la prueba ilícita presentada en
el juicio es consecuencia de
tortura, desaparición forzada o
ejecución extrajudicial, se
genera la nulidad de la actuación
procesal y se impone el
desplazamiento de los
funcionarios judiciales que
hubieren conocido de la misma,
como se determinó en la ratio
decidendi de la sentencia de
constitucionalidad C-591 de
2005, que al declarar la
exequibilidad del inciso 2º del
artículo 457 de la Ley 906 de
2004, introdujo al sistema el
siguiente mandato con fuerza
normativa: Declarar
EXEQUIBLE, por el cargo
analizado, la expresión “salvo lo
relacionado con la negativa o
admisión de la prueba”, del
inciso segundo del artículo 457
de la Ley 906 de 2004, en el
entendido de que se declarará la
nulidad del proceso, cuando se
haya presentado en el juicio la
prueba ilícita, omitiéndose la
regla de exclusión, y esta prueba
ilícita haya sido el resultado de
tortura, desaparición forzada o
ejecución extrajudicial y se
enviará a otro juez distinto” (se
ha destacado).
El ideal de una justicia civilizada
en los tiempos que corren en el
mundo contemporáneo, excluye
cualquier posibilidad de que al
conocimiento del asunto pueda
llegarse a través de mecanismos
que lesionan profundamente
mínimos estándares de respeto
a los derechos humanos, menos
cuando además de afectar
individualmente a la persona,
constituyen grave atentado
contra la humanidad, como
ocurre con la tortura, la
desaparición forzada o las
ejecuciones extrajudiciales.
PROCESO Artículo 372 de la ley 906 En efecto, de acuerdo con lo REVOCAR PARCIALMENTE la decisión tomada en la audiencia preparatoria por
de 2004. establecido en el artículo 372 de el Tribunal Superior de Florencia (Caquetá), el 12 de noviembre de 2009, por
N.° 33212 la Ley 906 de 2004, las pruebas medio de la cual negó varias pruebas solicitadas por la defensa, en lo que
Magistrado Ponente: tienen por fin llevar al respecta a los testimonios de Libardo Ramón Polanía y Yolanda Parra Cruz, los
SIGIFREDO conocimiento del juez, más allá cuales se aceptan.
ESPINOSA PÉREZ de duda razonable, los hechos y Contra este interlocutorio no procede recurso alguno.
circunstancias materia del juicio
Bogotá, D.C., doce de y los de la responsabilidad penal Comuníquese, cúmplase y devuélvase a Tribunal de origen.
abril de dos mil diez. del acusado.
Desde esa perspectiva, la Corte
ha sostenido69 que la
procedencia de la prueba se
encuentra vinculada a las
exigencias de conducencia,
pertinencia, racionalidad y
utilidad.
La conducencia “supone que la
práctica de la prueba solicitada
es permitida por la ley como
elemento demostrativo de la
materialidad de la conducta
investigada o la responsabilidad
del procesado”.
La pertinencia “apunta no
únicamente a su relación con el
objeto de investigación y debate,
sino a que resulte apta y
apropiada para demostrar un
tópico de interés al trámite”.
La racionalidad del medio
probatorio “tiene que ver con la
viabilidad real de su práctica
69
Autos del 17 de marzo de 2004 y 22 de abril de 2009, Radicados 22.953 y 27.539, respectivamente.
dentro de las circunstancias
materiales que demanda su
realización”.
Y la utilidad de la prueba “se
refiere a su aporte concreto en
punto del objeto de la
investigación, en oposición a lo
superfluo e intrascendente”.
En este orden de ideas, tiénese
que la defensa ha sustentado
debidamente la conducencia,
pertinencia y utilidad de ambas
declaraciones, en la medida en
que ha señalado que con ellas
pretende soportar su teoría del
caso, tal como lo afirmó al
comienzo de la solicitud
probatoria en la audiencia
preparatoria.
PROCESO Articulo 205 del CPP 6. Ahora bien: en relación con la Primero: Declarar desierto el recurso de casación impetrado por el Procurador
N.º32180 ingesta de bebidas alcohólicas y Judicial Penal II, número 85 de San Andrés, conforme se explicó en la parte
sus efectos colaterales, el motiva.
Magistrado Ponente artículo elaborado por el equipo Segundo: Casar la sentencia impugnada por el representante legal de la
JAVIER ZAPATA técnico Aplitec T&T70”, enseña: víctima, de fecha 13 de marzo de 2009, por medio de la cual el Tribunal de San
ORTIZ “El alcohol es una droga Andrés y Providencia, absolvió a ESTEBAN GUTIÉRREZ MARTILIANO, de
Aprobado Acta No. psicodepresora de carácter anotaciones personales, civiles y sociales conocidas en el plenario, del punible
152 sedante-hipnótico cuyo origen es de acceso carnal abusivo con incapaz de resistir y, en su lugar, confirmar la
la fermentación anaeróbica de sentencia proferida por el Juzgado Primero Penal del Circuito de la misma
Bogotá, D. C., doce los hidratos de carbono. La ciudad, tal y como se indicó en la parte motiva del presente proveído.
(12) de mayo de dos tecnología de la fermentación
mil diez (2010). Tercero: En consecuencia, reitérese la orden de captura y encarcelamiento
destruye sus propiedades contra ESTEBAN GUTIÉRREZ MARTILIANO, identificado con la Cédula de
dietéticas y en su elaboración Ciudadanía número 1’123.622.006 de San Andrés Islas.
están permitidos más de 70
aditivos, por lo que se puede Cuarto: Se aclara que la pena accesoria es de inhabilitación de derechos y
considerar como una sustancia funciones públicas.
no alimenticia adulterada. En la Quinto: Contra la presente decisión no procede ningún recurso.
actualidad se sabe que el etanol
interactúa con determinadas Sexto: Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase al Tribunal de origen.
proteínas situadas en la
membrana neuronal y que son
responsables de la transmisión
de señales. No todas las
proteínas de la membrana
neuronal son sensibles al etanol,
pero algunas cascadas de
traducción de señales son
altamente sensibles. Entre los
puntos en los que el etanol actúa
se encuentran canales iónicos,
transportadores, receptores,
proteínas G y protein-kinasas.

70
Tomado de la página Testvial.com/alcohol.html; artículos_1184754115 A Alcoholemia [1].pdf]. “ANÁLISIS DEL FACTOR CONDUCTOR: ESPECIAL REFERENCIA AL GRADO DE ALCOHOLEMIA Y A LOS
EFECTOS DEL SUEÑO SOBRE LA CONDUCCIÓN Elaborado por el equipo técnico Aplitec T&T”. Disponible en la página Web en www.aplitectt.com/noticias/descargaphp?id=ariculos/pdf.
La interacción del alcohol con
sus proteínas da lugar a
cambios de actividad de
numerosas enzimas reguladoras
de la expresión génica.
Todo ello origina que el alcohol
pueda considerarse como una
droga psicotropa
fundamentalmente depresora del
Sistema Nervioso Central, con
acción reforzante positiva, con
capacidad de crear dependencia
psicofísica, tolerancia y adicción.
Ingerido de forma aguda,
produce una activación del
circuito de recompensa cerebral,
induciendo sensación subjetiva
agradable de euforia,
desinhibición, sedación e
inducción al sueño, que son
efectos reforzadores positivos
relacionados con el aumento de
la transmisión dopaminérgica”.
El estudio estaba dirigido a los
conductores que realizan tal
actividad bajo el efecto de esa
sustancia; sin embargo, las
secuelas en el sueño, por la
injerencia del alcohol, los
plantea el escrito citado, de la
siguiente forma:
“Dormir es una necesidad
primaria de carácter
supervivencial de las más
importantes que tienen los seres
humanos. Es por ello, que
cuando no se duerme nada o no
se duerme lo suficiente, el
organismo reacciona con toda
una serie de desajustes, muchos
de los cuales son altamente
peligrosos para la salud en
general.
El ciclo sueño vigilia esta
gobernado por factores tanto
homeostáticos como
circadianos. Los factores
homeostáticos están
relacionados con la necesidad
neurobiológica de dormir; cuanto
mayor es el periodo de vigilia,
más presión sentimos por dormir
y más difícil es resistirse al
sueño. El factor circadiano es la
alternancia luz-oscuridad cada
24 horas, pero también pueden
intervenir otros sincronizadores
como: variaciones de
temperatura, ruido, olores,
humedad, etc. -Así pués (sic)
aunque los ritmos biológicos
están generados
biológicamente, su regulación
depende de los sincronizadores.
El ciclo sueño-vigilia es
intrínseco e inevitable, no es un
patrón que la persona
voluntariamente asuma o pueda
decidir ignorar. Si a ello unimos
el estado de alcoholemia… nos
encontramos con un factor
mediato de indiscutible
importancia… A pesar de la
tendencia de la sociedad actual
de otorgar al sueño menos
prioridad que a otras
actividades, la somnolencia y el
deterioro en la ejecución son
respuestas neurobiológicas del
cerebro humano ante la
privación del sueño”71.-
Entonces, las reglas de la
experiencia y de la sana crítica
traídas en el fallo absolutorio –
las cuales jamás demostró el
Tribunal- se fundamentaron en
conjeturas por no ser
planteamientos de aceptación
general o estar verificados de

71
Pág. Web citada.
manera constante e inmutable
por la sociedad, pues toda
acción tiene una reacción, ese
es el principio básico, pero ello
no significa que toda reacción
tiene que ser inmediata como lo
dedujo el juzgador de segundo
grado, para quien es
absolutamente imposible creer
que ante una intromisión en el
cuerpo de ese nivel, siempre el
ser humano se dé cuenta o
sienta. Sin embargo, ese
principio es revaluado por
muchos factores que dejó de
analizar la instancia superior,
como por ejemplo, la
inconsciencia, el letargo,
desmayo, desvanecimiento -o
como en el caso en estudio-, el
sueño profundo, causado por la
ingesta de sustancias no
prohibidas.
Desde luego, al proceso en
estudio, le faltó alguna actividad
probatoria con el fin de abordar
temas de relación, concordancia
y constatación, pero en el nuevo
sistema es insustancial hablar
de ausencia probatoria, como
parece haberlo entendido el
defensor al afirmar en los
alegatos finales que no existía
prueba para condenar; por
cuanto, en principio, es un
asunto de partes, siendo ellas
las determinadas por ley para
sustentar la acusación y ejercer
la defensa en todas sus
manifestaciones cognoscentes.
PROCESO Artículo 20 CPP En relación con el principio de NO CASAR la sentencia impugnada por razón del cargo formulado por el
congruencia la Corte ha hecho defensor de IVÁN EDUARDO GUTIÉRREZ PASTRANA.
N.° 33418 énfasis en que los pilares sobre
Magistrado Ponente: los cuales se edifica el sistema
JULIO ENRIQUE procesal acusatorio colombiano,
SOCHA SALAMANCA basado en la “igualdad de
armas” o de partes para mesurar
Aprobado Acta No. el ejercicio del ius puniendi por
120 parte del Estado en aras de que
Bogotá D.C., veintiuno tanto la Fiscalía como la defensa
(21) de abril de dos mil cuenten con las mismas
diez (2010) facultades y prerrogativas, el
principio acusatorio, en el
entendido de que no hay
proceso sin acusación que haya
sido proferida previamente por
un órgano independiente y el
respeto por el derecho de
defensa, el acusado no puede
ser declarado culpable y
condenado por hechos que no
consten en la acusación, ni por
delitos por los cuales no se haya
solicitado condena.
Y si bien la congruencia,
“…se materializa desde el acto
de acusación al definir los
aspectos material, jurídico y
personal del objeto del proceso
los cuales se reflejarán en la
sentencia, se debe también
abogar por un principio de
coherencia a lo largo del
diligenciamiento a fin de que
entre los actos de formulación
de imputación y acusación; entre
el allanamiento a cargos o
preacuerdos y alguna de
aquellas audiencias; entre la
formulación de la acusación y
los alegatos de conclusión; así
como entre el anuncio del
sentido de fallo y la sentencia
propiamente dicha se preserve
siempre el núcleo básico fáctico
de la imputación” 72.
En esa postura, la Sala ha
recalcado que los jueces no
pueden desbordar su ámbito de
competencias al abrogarse la
calidad de titulares de la acción
penal, y que por ello, sólo el
representante de la Fiscalía está
autorizado para proponer a los
jueces cambios en la imputación
jurídica, porque la acusación es
una pretensión de la autoridad
requirente y no una decisión
judicial73, pero también ha hecho
énfasis en que es dable
condenar por hechos o
denominaciones jurídicas
distintas a aquellas que fueron
objeto de acusación, siempre
que se respete el núcleo fáctico
y que la nueva tipicidad merme

72
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencia de 8 de julio de 2009. Radicación 31280.
73
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencia de 13 de marzo de 2008. Radicación 27413.
la penalidad o la conserve74
En este caso, la Corte no
advierte alguna infracción al
principio de congruencia, porque
el hecho objetivo de haberse
apoderado el incriminado de un
bien, ora de manera plena
(tratándose del hurto pleno) o de
forma fraccionada (en el hurto
entre condueños) no se
trasmutó.

PROCESO N.° Artículo 454 C.P.P. En tanto que, en el artículo 454 No casar la sentencia impugnada.
32829 de dicha codificación, regulatorio
de las “suspensiones de la
Magistrado Ponente: audiencia del juicio oral”,
Dr. SIGIFREDO además de consagrar el
ESPINOSA PÉREZ principio de la inmutabilidad del
Aprobado juez, se recaba en el de
concentración, de esta forma:
Acta No. 82.

74
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencias de 5 de diciembre de 2007, Radicación 26513 y 15 de julio de 2009. Radicación 27594, entre
otras.
Bogotá, D.C., “La audiencia del juicio oral
diecisiete de marzo de deberá ser continua salvo que
dos mil diez. se trate de situaciones
sobrevinientes de manifiesta
gravedad, y sin existir otra
alternativa viable, en cuyo caso
podrá suspenderse por el tiempo
que dure el fenómeno que ha
motivado la suspensión.
El juez podrá decretar
recesos,máximo por dos (2)
horas cuando no comparezca un
testigo y deba hacérsele
comparecer coactivamente.
Si el término de suspensión
incide por eltranscurso del
tiempo en la memoria de lo
sucedido en la audiencia y,
sobre todo de los resultados de
las pruebas practicadas, esta se
repetirá. Igual procedimiento se
realizará si en cualquier etapa
del juicio oral se debe cambiar al
juez”.
Está claro que es la audiencia
del juicio oral, entonces, el
escenario procesal en el cual, de
acuerdo con la sistemática
acusatoria penal, se practican
las pruebas, con sujeción a los
principios de oralidad,
publicidad, inmediación,
contradicción y concentración,
elementos que al tiempo que le
imprimen una identidad propia,
lo distancian, en gran
proporción, del juzgamiento en
los sistemas procesales
anteriores, donde regía el
principio de permanencia de la
prueba, en el que los elementos
de juicio practicados por la
Fiscalía General de la Nación
desde la fase preliminar de la
investigación, podían ser el
soporte de la sentencia.
Por ello debe resaltarse, que
aunque el legislador ha
contemplado múltiples etapas en
la averiguación de la verdad en
el proceso tramitado bajo los
lineamientos de la Ley 906 de
2004, cada una de ellas con sus
propias características, aquéllas,
en toda su dimensión, se
concentran en el juicio oral, dado
que, los resultados de la
actividad investigativa de la
Fiscalía y la defensa en las
fases anteriores al mismo no
tienen el carácter de “prueba” en
sentido estricto, naturaleza que
sólo se adquiere cuando los
elementos de conocimiento son
aducidos en el debate público,
con total respeto de los
principios arriba
enunciadosConcluyó la Sala en
esa oportunidad, que “dentro del
esquema penal acusatorio y sus
referentes rectores, la
posibilidad jurídica de reanudar
un juicio oral presidido por un
juez distinto al que instaló la
vista pública puede llegar a
desconocer los principios
constitucionales de inmediación
y concentración y a distorsionar
el papel que el juez debe cumplir
en el juicio oral que, como etapa
medular, concibe su
permanencia de manera
imperativa”.
Conclusión que, valga decir, rei-
teró en sendos fallos de
casación del 20 de enero del
cursante año (Radicados 32.196
y 32.556).
Se encuentra consagrado en el
tantas veces traído a colación
artículo 454 de la Ley 906 de
2004, el cual regula el principio
de concentración, abogando
porque el juicio oral se lleve a
cabo en un acto único, salvo
estrictas excepciones que
habilitarían su suspensión,
siempre y cuando ello no incida
en la memoria de lo sucedido en
la audiencia y en el resultado de
las pruebas practicadas, en cuyo
caso será necesario repetirla.
Igual procedimiento, dispone la
norma, “se realizará si en
cualquier etapa del juicio oral se
debe cambiar el juez”.
Esto significa que, si el principio
de inmediación implica una
observación directa del juez,
quien adelanta el juicio oral en
un solo acto y además es el
encargado de anunciar el
sentido de la decisión,
cualquiera que ella sea, lo
razonable y lógico es que ese
funcionario judicial sea siempre
el mismo, es decir, el que
interviene en la totalidad de la
práctica probatoria, escuche los
alegatos de conclusión de las
partes e intervinientes y, tras
examinar el aporte probatorio
recaudado en su presencia, en
un término no superior a dos (2)
horas75, anuncie el sentido de la
decisión que posteriormente se
concretará en la sentencia.
Esbozados así los principios de
inmediación, concentración e
inmutabilidad judicial, la Sala
abordará, a continuación, el
análisis sobre su trascendencia
y aludirá a la forma como están
concebidos entratándose de los
jueces colegiados, no sin antes

75
Tal como lo dispone el artículo 446 de la Ley 906 de 2004.
aludir a la figura del juez
individual.

PROCESO Artículos 200 y Sobre el valor probatorio de los 1.- Inadmitir la demanda de casación presentada por el defensor de JESÚS
siguientes del C.P.P. elementos materiales y AUDELO RODRÍGUEZ ÑÁÑEZ Y TOMÁS TORO ORDÓÑEZ.
N.° 32730 evidencias físicas recaudadas en 2.- Advertir que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 184 de la ley
Magistrado ponente: las etapas de indagación e 906 de 2004, es viable la interposición del mecanismo de insistencia en los
investigación, la Sala fijó la línea
YESID RAMÍREZ términos precisados atrás por la Sala.
jurisprudencial, así:
BASTIDAS
De tal forma que los elementos
Aprobado Acta N° 089 materiales probatoios y las
eviden-cias físicas recaudadas en
Bogotá, D. C., ,marzo las anteriores etapas del proceso
veinticuatro (24) de -indagación e investigación-, si
dos mil diez (2010). bien sirven de soporte para impo-
ner medidas de aseguramiento o
medidas cautelares, o para
restrin-gir otros derechos
fundamentales, no tienen efecto
por sí mismos en el juzgamiento,
es decir, no sirven para
fundamentar una sentencia, pues
ésta, se reitera, ha de estar
soportada en las pruebas
aducidas durante el juicio oral, de
acuerdo con el principio de
inmediación inserto en el artículo
379 del Código de Procedimiento
Penal de 2004, que señala que el
“juez deberá tener en cuenta
como pruebas únicamente las
que hayan sido practicadas y
controvertidas en su presencia.
La admisibilidad de la prueba de
referencia es excepcional” (se ha
destacado).
Pero los elementos materiales
probatorios obtenidos de los
actos de investigación, que de
acuerdo con el desarrollo traído
en el libro II, títulos I y II del
código en cuestión pueden ser
armas, instrumentos, objetos,
dineros, bienes, huellas, etc.
(artículo 275), así como
entrevistas, declaraciones de
eventuales testigos o
interrogatorios a indiciados o
informes de investigadores de
campo o de laboratorio, tienen la
potencialidad de convertirse en
prueba si son presentados ante el
juez de conocimiento en el curso
del juicio oral, siempre y cuando
en desarrollo del citado principio
de inmediación, el responsable
de la recolección, aseguramiento
y custodia declare ante el juez
(testigo de acreditación) o los
testigos o peritos se sometan al
interrogatorio y contra
interrogatorio de las partes (…)
Ahora bien, aunque la entrevista,
la declaración jurada y el
interrogatorio no son pruebas por
sí mismas, porque como ya se
vio se practican fuera del juicio,
sin embargo cuando son
recogidas y aseguradas por
cualquier medio pueden servir en
el juicio para dos fines
específicos: a) para refrescar la
memoria del testigo (artículo 392-
d) y b) para impugnar la
credibilidad del mismo ante la
evidencia de contradicciones
contenidas en el testimonio
(artículos 347, 393-b y 403) (…)
b) Las declaraciones previas
como medio para impugnar la
credibilidad del testigo.
Esta posibilidad sí aparece
contemplada en múltiples
preceptos del nuevo Código de
Procedimiento Penal colombiano.
De manera específica en el
artículo 403 se establece la
finalidad de la impugnación y se
enuncian los aspectos sobre los
cuales puede recaer:
Artículo 403. Impugnación de la
credibilidad del testigo. La
impugnación tiene como única
finalidad cuestionar ante el juez la
credibilidad del testimonio con
relación a los siguientes
aspectos:
1.- Naturaleza inverosímil o
increíble del testimonio.
2.- Capacidad del testigo para
percibir, recordar o comunicar
cualquier asunto sobre la
declaración.
3.- Existencia de cualquier tipo de
prejuicio, interés u otro motivo de
parcialidad por parte del testigo.
4.- Manifestaciones anteriores del
testigo, incluidas aquellas hechas
a terceros, o en entrevistas,
exposiciones, declaraciones
juradas o interrogatorios en
audiencias ante el juez de control
de garantías.
5.- Carácter o patrón de conducta
del testigo en cuanto a la
mendacida
6.- Contradicciones en el
contenido de la declaración” (Se
ha resaltado).
A su vez, al fijar las reglas del
contra interrogatorio, el artículo
393 establece que para tales
efectos se puede utilizar
“cualquier declaración que
hubiese hecho el testigo sobre los
hechos en entrevista, en
declaración jurada durante la
investigación o en la propia
audiencia del juicio oral”.
Finalmente, el artículo 347 reitera
que las afirmaciones hechas en
las exposiciones o declaraciones
juradas, “para hacerse valer en el
juicio como impugnación, deben
ser leídas durante el contra
interrogatorio. No obstante, la
información contenida en ellas no
puede tomarse como una prueba
por no haber sido practicada con
sujeción al contra interrogatorio
de las partes (…)

Es cierto que el citado artículo


347 señalaue la información
contenida en las exposiciones o
declaraciones “no puede tomarse
como una prueba”, pero esa
prohibición parte del presupuesto
de que sobre ellas las partes no
hayan ejercido el derecho de
contra interrogar, facultad que al
tenor del artículo 393 tiene por
finalidad “refutar, en todo o en
parte, lo que el testigo ha
contestado”, como clara
expresión del derecho de
contradicción. P
or lo tanto, en el caso de que en
el juicio oralun testigo modifique o
se retracte de anteriores
manifestaciones, la parte
interesada podrá impugnar su
credibilidad, leyendo o haciéndole
leer en voz alta el contenido de
su inicial declaración. Si el testigo
acepta haber rendido esa
declaración, se le invitará a que
explique la diferencia o
contradicción que se observa con
lo dicho en el juicio oral. Véase
cómo el contenido de las
declaraciones previas se aportan
al debate a través de las
preguntas formuladas al testigo y
sobre ese interrogatorio
subsiguiente a la lectura realizada
las partes podrán contra
interrogar, refutando en todo o en
parte lo que el testigo dijo
entonces y explica ahora, actos
con los cuales se satisfacen los
principios de inmediación,
publicidad y contradicción de la
prueba en su integridad.
Si se cumplen tales exigencias, el
juez puede valorar con
inmediación la rectificación o
contradicción producida, teniendo
en cuenta los propios datos y
razones aducidas por el testigo
en el juicio oral.
Se supera de esta forma la
interpretación exegética que se
pretende dar al artículo 347 del
Código de Procedimiento Penal,
pues lo realmente importante es
que las informaciones recogidas
en la etapa de investigación, ya
por la Fiscalía o ya por la
defensa, accedan al debate
procesal público ante el juez de
conocimiento, cumpliendo así la
triple exigencia constitucional de
publicidad, inmediación y
contradicción de acuerdo con el
artículo 250, numeral 4º de la
Carta Política.
No se trata, se reitera, de que la
declaración previa entre al juicio
como prueba autónoma, sino que
el juez pueda valorar en sana
crítica todos los elementos que al
final de un adecuado
interrogatorio y contra
interrogatorio ejercido por las
partes, entran a conformar el
testimonio recibido en su
presencia. Lo declarado en el
juicio oral, con inmediación de las
manifestaciones contradictorias
anteriores que se incorporan a
éste, junto con las explicaciones
aducidas al respecto, permitirán
al juzgador contrastar la mayor
veracidad de unas y otras, en una
apreciación conjunta con los
restantes elementos de juicio
incorporados al debate público
(…)76

76
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia de 9 de noviembre de 2006, Rad. 25.738
PROCESO N.º Articulo 397 CPP “Frente a lo planteado por la 1. INADMITIR la demanda de casación presentada en nombre de GUSTAVO
33991 recurrente, es necesario precisar ALBERTO AGUDELO GRISALES, en seguimiento de las motivaciones
que uno es el rol del juez en un plasmadas en el cuerpo de este proveído.
Magistrado Ponente: sistema inquisitivo y otro muy 2. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 184 de la Ley 906 de 2004, es
Dr. SIGIFREDO distinto en el sistema adversarial facultad del demandante elevar petición de insistencia en relación con el punto.
ESPINOSA PÉREZ propio de un proceso de corte
acusatorio, con las
Aprobado Acta No. particularidades que posee el
206. nuestr
Bogotá, D.C., treinta En el sistema inquisitivo, el juez
de junio de dos mil tiene la obligación de descubrir
diez. la verdad mediante la directa
intervención en la producción de
la prueba; por esta razón se
encuentra investido de amplias
facultades para una actividad
probatoria oficiosa, frente a la
cual el impulso probatorio de las
partes resulta marginal.
Por el contrario, en un sistema
de corte acusatorio, el carácter
adversarial hace que la
obtención de la verdad se
materialice en un contexto
dialéctico, en el cual las dos
partes enfrentadas ofrecen a un
tercero imparcial e “impartial”,
las pruebas que sustentan su
teoría, y ese tercero llega a una
conclusión, absolutoria o
condenatoria.
Por este mismo carácter
dialéctico de la búsqueda de la
verdad, el juez como tercero que
ha de elaborar la síntesis que se
recoge en la sentencia, debe
observar distancia y
ecuanimidad con relación a
cada una de las partes
enfrentadas.
Sn las partes las que deben
desarrollar una actividad
probatoria encaminada a la
reconstrucción de los hechos en
el juicio. Por ello el juez en el
sistema acusatorio colombiano
ha de tener especial cuidado en
no rebasar sus facultades al
grado de ejercer una actividad
inquisitiva encubierta.
La imparcialidad del juez, como
aspecto basilar que recoge la
Ley 906 de 2004, es elemento
esencial del debido proceso,
garantía para salvaguardar el
Estado de Derecho y soporte de
la legitimación y credibilidad
social de la sentencia. Los
juicios en los cuales el juez
asume los intereses de una
parte como propios, se
encuentran viciados de nulidad y
la sentencia que en dicho juicio
se produce viola los derechos
fundamentales de las partes a
un juez independiente e
imparcial.
Al respecto la Sala ha precisado:
“En correlación con que la
jurisdicción juzga sobre asuntos
de otros, la primera exigencia
respecto del juez es la que éste
no puede ser, al mismo tiempo,
parte en el conflicto que se
somete a su decisión. La
llamada imparcialidad, el que
juzga no puede ser parte, es una
exigencia elemental que hace
más a la noción de jurisdicción
que a la de proceso, aunque
éste implique siempre también la
existencia de dos partes
parciales enfrentadas entre sí
que acuden a un tercero
imparcial, esto es, que no es
parte, y que es el titular de la
potestad jurisdiccional. Por lo
mismo la imparcialidad es algo
objetivo que atiende, más que a
la imparcialidad y al ánimo del
juez, a la misma esencia de la
función jurisdiccional, al reparto
de funciones en la actuación de
la misma. En el drama que es el
proceso no se pueden
representar por una misma
persona el papel de juez y el
papel de parte. Es que si el juez
fuera también parte no implicaría
principalmente negar la
imparcialidad, sino desconocer
la esencia misma de lo que es la
actuación del derecho objetivo
por la jurisdicción en un caso
concreto”77
La Corte se pronunció sobre la

77
Auto de 8 de noviembre de 2007, Radicado N° 28.648, citando a Montero Aroca, Juan, “Sobre la imparcialidad del juez y la incompatibilidad de funciones procesales”, Tirant Lo Blanch, Valencia, 1999, pp. 186-
188. Citado en Sentencia del 4 de febrero de 2009, Radicado N° 29.415.
necesidad de un juez imparcial,
que no asuma la actividad
probatoria como propia y de esa
manera desquicie el esquema
del proceso acusatorio78. Para el
efecto, se funda en el
pronunciamiento que hiciese a
su vez la Corte Constitucional:
“Acerca del principio de
imparcialidad y del papel que
desempeña el juez dentro del
proceso acusatorio, la
jurisprudencia constitucional ha
dicho lo siguiente:
“15. La doctrina procesal
considera que la garantía de la
imparcialidad, constituye no sólo
un principio constitucional, sino
también un derecho fundamental
conexo con el derecho al debido
proceso. Ello porque en un
Estado Social de Derecho, la
imparcialidad se convierte en la
forma objetiva y neutral de
obediencia al ordenamiento
jurídico. En efecto, el derecho de
los ciudadanos a ser juzgados
conforme al Derecho, es decir,
libre e independiente de

78
Ib. Radicado N° 29.415.
cualquier circunstancia que
pueda constituir una vía de
hecho (C.P. Artículos 29 y 230),
exige de forma correlativa el
deber de imparcialidad de los
jueces (C.P. artículos 209 y
230), ya que solamente aquél
que juzga en derecho o en
acatamiento pleno del
ordenamiento jurídico, puede
llegar a considerarse un juez en
un Estado Social de Derecho.
“En otras palabras, para hacer
efectiva dicha garantía, es
necesario que la persona que
ejerza la función de juzgar, sea
lo suficientemente neutral y
objetiva, precisamente, con el
propósito de salvaguardar la
integridad del debido proceso y
de los demás derechos e
intereses de los asociados.
“A partir de las citadas
consideraciones, la doctrina
procesal ha concluido que la
imparcialidad requiere de la
presencia de dos elementos. Un
criterio subjetivo y otro objetivo.
El componente subjetivo, alude
al estado mental del juez, es
decir, a la ausencia de cualquier
preferencia, afecto o
animadversión con las partes del
proceso, sus representantes o
apoderados. El elemento
objetivo, por su parte, se refiere
al vínculo que puede existir entre
el juez y las partes o entre aquél
y el asunto objeto de
controversia - de forma tal - que
se altere la confianza en su
decisión, ya sea por la
demostración de un marcado
interés o por su previo
conocimiento del asunto en
conflicto que impida una visión
neutral de la litis.
(…)
“En consecuencia, la garantía de
la imparcialidad se convierte no
sólo en un elemento esencial
para preservar el derecho al
debido proceso, sino también en
una herramienta idónea para
salvaguardar la confianza en el
Estado de Derecho, a través de
decisiones que gocen de
credibilidad social y legitimidad
democrática”79.En virtud de ello,

79
Sentencia C-095 de 2003.
la facultad probatoria oficiosa del
juez está claramente prohibida
por el legislador en el artículo
361 de la ley 906 de 2004, que
señala:
“Artículo 361. Prohibición de
pruebas de oficio. En ningún
caso el juez podrá decretar la
práctica de pruebas de oficio”.
Y frente a sus facultades en la
dirección del interrogatorio las
normas son claras, al juez solo
compete una facultad
excepcional de intervenir para
conseguir que el testigo
responda claramente, o le
faculta realizar preguntas
complementarias para una mejor
comprensión del caso. Nunca le
es permitido un interrogatorio
directo, en aras de escrutar
asuntos ajenos al de la parte
que pidió el testimonio. En este
sentido la Corte señaló:
“En consecuencia, en materia
probatoria, y en particular en lo
atinente al testimonio, la regla es
que el juez debe mantenerse
equidistante y ecuánime frente al
desarrollo de la declaración, en
actitud atenta para captar lo
expuesto por el testigo y las
singularidades a que se refiere
el artículo 404 de la Ley 906 de
200480, interviniendo sólo para
controlar la legalidad y lealtad de
las preguntas, así como la
claridad y precisión de las
respuestas, asistiéndole la
facultad de hacer preguntas, una
vez agotados los interrogatorios
de las partes, orientadas a
perfeccionar o complementar el
núcleo fáctico introducido por
aquellas a través de los
respectivos interrogantes
formulados al testigo, es decir,
que si las partes no construyen
esa base que el juez, si la
observa deficiente, puede
completar, no le corresponde a
éste a su libre arbitrio y sin
restricciones confeccionar su
propio caudal fáctico.
“La literalidad e interpretación
que corresponde a la citada
norma no deja espacio distinto al
de concluir que con la misma se
restringe entonces igualmente la
posibilidad de intervención del
juez en la prueba testimonial
practicada a instancia de alguna
de las partes, para preservar el
principio de imparcialidad y el
carácter adversarial del sistema,

80
“Para apreciar el testimonio, el juez tendrá en cuenta los principios técnico científicos sobre la percepción y la memoria y, especialmente, lo relativo a la naturaleza del objeto percibido, al estado de sanidad del
sentido o sentidos por los cuales se tuvo la percepción, las circunstancias de lugar, tiempo y modo en que se percibió, los procesos de rememoración, el comportamiento del testigo durante el interrogatorio y el
contrainterrogatorio, la forma de sus respuestas y su personalidad”.
…”81.
Queda claro, pues, que en la
sistemática acusatoria el
principio de imparcialidad del
juez asoma fundante, como ya
amplia y reiteradamente lo han
especificado esta Sala y la Corte
Constitucional. Por ello, la
normatividad le impide, de un
lado, practicar pruebas de oficio,
y del otro, sólo interrogar a los
testigos presentados por las
partes, para, conforme lo
estipula el artículo 397 de la Ley
906 de 2004 “conseguir que el
testigo responda la pregunta que
le han formulado o que lo haga
de manera clara y precisa…” o
“…hacer preguntas
complementarias para el cabal
entendimiento del caso”.

La SINTESIS JURISPRUDENCIAL fue tomada de los libros del doctor IVÁN VELÁSQIEZ GÓMEZ, Jurisprudencia Penal Extractos de los años
2008, 2009 y 2010, así como de los Extractos de sentencias de la Corte Constitucional del doctor JHON JAIME POSADA ORREGO, años
2008, 2009 y 2010, a quienes damos nuestros más sinceros agradecimientos.

81
Ibídem Sentencia 29.415.

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